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PERIODO LÍTICO DEL PERU

Pinturas rupestres de una de las cuevas de Toquepala, cuya antigüedad se ha


calculado en 9000 años.
Artículo principal: Periodo Lítico Andino
La etapa más extensa de la historia peruana es la que precede a
la conquista española del siglo XVI. Las evidencias más antiguas de seres humanos en
el Perú permiten suponer que el hombre llegó hace unos quince mil años procedente
de otros continentes, a finales de la última edad glacial, en el pleistoceno para ser
más exactos.
Los primeros peruanos, organizados en bandas y clanes, eran cazadores y
recolectores. La caza de camélidos sudamericanos en las zonas alto andinas
(especialmente guanacos); y la pesca y recolección de mariscos en la costa
del océano Pacífico (aprovechando la riqueza biológica de la Corriente de Humboldt)
fueron sus principales actividades económicas. También elaboraban herramientas de
piedra tallada. Los vestigios más importantes de esa época han sido hallados en los
siguientes yacimientos:
La Cueva del Guitarrero es un yacimiento arqueológico situado en el Perú, en el
Callejón de Huaylas, 2 km al norte del poblado de Shupluy y 1 km al oeste de Mancos,
a la orilla occidental del río Santa (distrito de Shupluy, provincia de Yungay,
departamento de Ancash). Fue ocupada durante período lítico (época de los cazadores
nómades) y el arcaico (etapa de la agricultura incipiente), por lo que en sus diversos
estratos se hallan restos fósiles de esa evolución.
Fue descubierto por el arqueólogo estadounidense Thomas Lynch. Contiene los
vestigios de uno de los asentamientos humanos más antiguos del Perú, cuya
antigüedad se remonta al XII milenio a. C. (hacia 11.000 a.C., período lítico). Las
pruebas de la presencia humana de esa remota época consisten en artefactos toscos
de piedra, fragmentos óseos humanos y huesos de la fauna local. De la época arcaica
se han hallado, además de instrumentos líticos y huesos de animales, artefactos de
madera y hueso, y tejidos anudados de fibras vegetales. También se detectó la
presencia de muchas plantas, entre ellas algunas domésticas, como el frejol, cuya
antigüedad fue fijada en el 8.500 a.C. aproximadamente, lo que convertía al hombre
de Guitarrero en el primer horticultor o agricultor incipiente del Perú y de América en
general. Sin embargo, en 1999, el mismo Lynch corrigió esa datación, disminuyéndola
significativamente en varios milenios. El hombre de Guitarrero dejó entonces de ser
considerado el más antiguo horticultor del Perú y América, mérito que actualmente se
atribuye al hombre de Nanchoc, que vivió en el valle del alto Saña, al sur del
departamento de Cajamarca
Cueva de Piquimachay ubicada en Perú Cueva de PiquimachayCueva de Piquimachay
Ubicación (Perú).
Piquimachay (Piki machay: cueva de las pulgas en quechua sureño) es una cueva
ubicada a unos 19 km al norte del centro de la ciudad de Ayacucho, unos 450 km al
sureste de Lima, capital del Perú. Se halla situada en la margen derecha del río
Pongora, en el distrito de Pacaycasa de la provincia de Huamanga del departamento
de Ayacucho. Tiene una longitud aproximada de 60 metros.
Esta cueva, al igual que la de Jayhuamachay, fue estudiada por el arqueólogo
estadounidense Richard MacNeish. En el estrato más profundo, que denominó
Pacaicasa (20 000 a 13 000 a. C.), encontró artefactos líticos de presunta fabricación
humana, junto con restos óseos de animales ya extinguidos, cuya antigüedad calculó
en 20 000 a. C., considerándolas como las evidencias más antiguas de la presencia
humana en el antiguo Perú, del período lítico. Sin embargo, otros arqueólogos
consideraron que no constituyen indicios suficientes para afirmar la existencia del
hombre de Pacaicasa. Es a partir del segundo nivel, Ayacucho donde se hallan algunas
evidencias más confiables de la presencia del hombre a fines del Pleistoceno. La
corrección radiocarbónica del fechado procedente del complejo Ayacucho permitió
datarlo entre 15 781 y 14 886 años antes de Cristo.1 Los estratos superiores de la
cueva pertenecen al período arcaico.
Chivateros
Chivateros o Cerro Chivateros es un sitio arqueológico situado cerca de la
desembocadura del río Chillón, en el distrito de Ventanilla, al noroeste de Lima, en
el Perú. Fue excavado por el arqueólogo Edward P. Lanning en 1963, quien puso al
descubierto una gran cantidad de artefactos líticos, básicamente desechos de talla y
canteo, erróneamente interpretados como instrumentos líticos (hachas de mano,
puntas de lanza, raspadores, etc.). Su antigüedad fue calculada en 9.500 a.C., es
decir, se ubicaría en el Precerámico o Periodo Lítico Andino, aunque otros
especialistas no están de acuerdo con dicha datación y la sitúan entre el 7000 y
6000 a. C. Durante mucho tiempo fue erróneamente considerado como el más grande
taller lítico del Perú, cuando en realidad se trata de una gran área de canteo, es decir,
una lugar o cantera donde grupos de cazadores-recolectores paijanenses se
aprovisionaban de materia prima del lugar, para así fabricar unas puntas
pedunculadas, conocidas como puntas paijanenses o puntas de Paiján. Popularmente
al antiguo habitante de esta zona se le ha denominado como el hombre de
Chivateros.
Jayhuamachay I
Jayhuamachay o Jaywamachay es el nombre de una cueva situada cerca de la
ciudad de Ayacucho, en el Perú. Es un yacimiento arqueológico descubierto y
estudiado por el arqueólogo estadounidense Richard MacNeish en 1969. Contiene
evidencias de la presencia humana desde el período lítico hasta el arcaico. Por algún
tiempo se consideró al hombre de Jayhuamachay como el primer domesticador de
camélidos de América, pero ese mérito correspondería más bien al hombre de
Telarmachay, que vivió en las punas de Junín (sierra central peruana).
Jayhuamachay I (Lítico)[editar]
A fines de la década de 1960 el arqueólogo estadounidense Richard MacNeish (1918-
2001) montó un Proyecto Arqueológico-Botánico en zonas del departamento de
Ayacucho. Encontró numerosos sitios arqueológicos, pero sus principales trabajos se
centraron en dos cuevas: Piquimachay y Jayhuamachay.
En el nivel más inferior de Piquimachay (a la que denominó fase Pacaicasa) MacNeish
halló piezas líticas asociadas con huesos de fauna pleistocénica (megaterios, caballos,
etc.) a los que otorgó un antigüedad de 22.000 años, el fechado más antiguo para el
período lítico andino. Sin embargo, esto fue cuestionado por otros especialistas
como Augusto Cárdich, que consideraron más probable que esas piezas líticas no sean
de factura humana sino simples trozos de rocas desgajados de modo natural del techo
de la cueva.
Mientras que en Jayhuamachay, MacNeish halló las pruebas más confiables de la
actividad del cazador de hacía 10.000 a.C. Junto a los restos óseos de caballos y fauna
moderna halló unas puntas de proyectil con características similares a las halladas en
el yacimiento de El Inga en Ecuador, cerca de Quito. Estas puntas, hechas
de obsidiana, se caracterizan sobre todo porque tienen la forma de una hoja de limbo
ancho y un pedúnculo en forma de cola de pescado. Restos de este tipo de punta
lítica existen en realidad desde el lago Madden en Panamá hasta la Cueva Fell en
Patagonia, de modo que corresponde a un rasgo distintivo de los pobladores
sudamericanos de esa época.
Jayhuamachay II (arcaico)[editar]
Hacia el 7.000 a 6.000 a.C. ocurrieron importantes cambios en la cuenca de Ayacucho.
El cazador se volvió semisedentario y empezó a aprovechar sus conocimientos sobre
las plantas y animales tras milenios de familiarización con estas especies. Eran los
albores del Arcaico, en el que la recolección selectiva de plantas se convierte en la
estrategia de subsistencia más importante, así como se empieza el proceso de
selección de camélidos y cuyes (cobayos), que más tarde se cristalizará en su
domesticación. Efectivamente, en Jayhuamachay se hallaron restos óseos de llamas,
así como una gruesa capa de coprolitos, que hicieron suponer a MacNeish que la
cueva fue utilizada como corral por antiguos pastores de camélidos andinos. Por algún
tiempo se consideró al hombre de Jayhuamachay como el primer domesticador de
camélidos de América, pero ese mérito correspondería más bien al hombre de
Telarmachay, que vivió en Junín (sierra central peruana).

Toquepala
Las Cuevas de Toquepala están ubicadas en el distrito de Ilabaya, provincia de Jorge
Basadre, departamento de Tacna, en el sur del Perú. En sus paredes se han
encontrado pinturas rupestres, con diversas escenas de cacería o chaco, en las que se
representa a cazadores acorralando y matando a un grupo de guanacos. Se desarrollo
en el Preceramico. Se denomina chaco a la típica táctica de cacería en los Andes. Los
comuneros forman cercos humanos, acorralan a las bestias y luego las matan o
capturan. Esto está claramente representado en las pinturas de la cueva de
Toquepala. Para realizar estas pinturas se han usado colores como el rojo, el amarillo,
el blanco y el negro. De acuerdo con el investigador Jorge C. Muelle, estas escenas
habrían sido realizadas con el fin mágico de propiciar una buena cacería. Se calcula su
datación en 7600 a. C. (antes de nuestra era) de acuerdo con los fechados
radioactivos realizados por expertos en la materia.
Paiján
Paiján es el nombre de un complejo arqueológico situado en la costa norte del Perú,
cuyo nombre deriva de una localidad Paiján situada en la margen norte del río
Chicama, en distrito de Paiján, en el departamento de La Libertad. Los restos
arqueológicos pertenecen al Periodo Lítico Andino o paleoamericano, y se hallan
esparcidos entre el valle de Virú al sur, y Pacasmayo al norte. El artefacto lítico
característico de estos yacimientos es una punta bifacial con pedúnculo, que se
conoce como “punta paijanense”, una tradición lítica que se extiende a lo largo de la
costa peruana, desde el valle de Zaña (Lambayeque) al norte, y Pozo Santo (Ica) al
sur. A los forjadores de esa industria lítica se les conoce como los “hombres de Paiján”
o grupos "Paijanenses". En uno de los yacimientos, la Pampa de los Fósiles
(Pacasmayo), se hallaron restos humanos óseos, considerados como los más antiguos
del Perú (hacia 8.000 a.C.
Tres Ventanas
Tres Ventanas es el nombre de tres cavernas naturales situados en la puna baja de
Huarochirí, sierra de Lima, en el Perú. En ellas se encontraron restos arqueológicos
pertenecientes al hombre del periodo lítico y del periodo arcaico. Destacan cuatro
cadáveres bien conservados, dos de adultos y dos de infantes. El habitante de esa
remota época, de 8.000 a.C. a 4.000 a.C., ha sido bautizado como el hombre de Tres
Ventanas u hombre de Escomarca, que es el nombre de la localidad más cercana al
yacimiento.
Lauricocha.
El hombre de Lauricocha existió aproximadamente hace 10000 a. C., en la sierra
central del Perú. Sus restos fueron descubiertos en las cuevas de Lauricocha, por
Augusto Cardich, en 1958 y 1959. Se trata de once osamentas humanas, cuatro de
adultos y siete de niños, que se cuentan entre los restos humanos más antiguos del
Perú, junto con los de Paiján. También se descubrieron puntas líticas y herramientas
de hueso, así como pinturas rupestres.

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