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BIOGRAFÍA DE LOS JURISCONSULTOS

Papiniano, Emilio (“El mártir de la Justicia”)

Papiniano, que vivió entre el siglo II y III de nuestra era, fue el número uno de los
grandes juristas de la antigua Roma. Los datos biográficos que tenemos sobre su
origen son escasos. Los historiadores suponen que nació en Siria, provincia romana,
en el año 150.
El respeto que le profesaron los romanos fue explicitado en la Ley de Citas del año
426, que regulaba cuáles eran los autores que se podían citar en juicio. Cuando no
hubiera unidad en la doctrina o hubiese empate entre él y otros juristas de peso como
Gayo, Paulo, Ulpiano y Modestito, en dicha Ley se establecía que era la opinión de
Papiniano la que debía prevalecer sobre el resto.

Entre sus cualidades como jurista siempre se destacan su independencia de opinión y


el afán por la búsqueda de soluciones equitativas.

Pero fue precisamente esa independencia de opinión lo que le llevó a la muerte.


Papiniano era amigo de un general romano, Septimio Severo, que se proclamó
emperador tras un cruento golpe de Estado. Severo le apreciaba tanto y confiaba tanto
en él que le nombró prefecto pretoriano, lo que equivalía a viceemperador.

Severo tenía dos hijos, Caracalla y Geta, que no se llevaban nada bien. Temiéndose lo
peor, Severo arrancó a Papiniano la promesa de que mediaría entre los dos, una vez
que él hubiera muerto, para evitar una guerra fratricida.

Sin embargo, Papiniano no pudo cumplir la palabra dada. Caracalla se le adelantó,


acabando con la vida de su hermano y proclamándose nuevo emperador.

Caracalla pasaría a la historia de Roma por dos cosas: la primera, por el Edicto o
Constitutio Antoniniana, del año 212, por el cual extendió la ciudadanía romana a
todos los habitantes libres de las provincias.

Dicha medida, aconsejada por el deseo de acrecentar la unidad política del Imperio y
de elevar los ingresos fiscales, dio un gran impulso a la romanización.

La segunda, por ordenar la ejecución de Papiniano. Al emperador se le antojó copiar a


Nerón, que también había matado a su hermano.

Para justificar el crimen, Nerón le pidió a su principal asesor, Séneca, famoso filósofo,
que redactara una defensa del asesinato para defenderlo ante el Senado, orden que
Séneca cumplió.
Sin embargo, la respuesta que Papiniano dio al emperador Caracalla fue
diametralmente opuesta.

En su cara le dijo una frase que pasó luego a la historia: “Es más fácil cometer
parricidio que justificarlo”. Y el emperador, mirándole a los ojos, fríamente ordenó su
ejecución inmediata.
Papiniano era, como les dijimos, un hombre de principios hasta las últimas
consecuencias. Aunque ello supusiera su propia muerte.
OBRAS :

Sus principales obras son:

 37 libros de Cuestiones: especie de disertaciones o desarrollo de doctrina


sobre diversas materias. Fueron escritas antes del año 198.

 Diecinueve de Respuestas: que comprendían en breves palabras, diferentes


soluciones para los casos propuestos. Elaboradas entre 204 y la fecha de su
muerte.

 Dos Definiciones: que contenían reglas y máximas generales de Derecho.

 Un libro en que se designaban las obligaciones de los ediles de los


municipios.

 También escribió sobre la ley hipotecaria, y dotó el Derecho romano con


precisas ideas sobre los fideicomisos.

La obra de Papiniano fue muy apreciada por los propios romanos. En el Digesto se
conservan 596 fragmentos de Papiniano.

Paulo, Julio (180-235 d.C.).


Jurisconsulto de la antigua Roma, cuyas fechas de nacimiento y de muerte se
desconocen, aunque se sabe que ejerció su carrera en el período comprendido entre
el reinado de Cómodo y el de Alejandro Severo(180-235 d.C.). También se ignora su
lugar de nacimiento: si Juan Bertrando afirmó que era latino, Marcilio lo hizo nacer en
Grecia, mientras que la mayoría de los autores, encabezados porLampridio, han citado
Padua como su ciudad natal. Tampoco se descarta que hubiera nacido en la propia
Roma. Considerado como uno de los padres del Derecho romano, era uno de los
cinco autores clásicos cuyas opiniones conservaron durante mucho tiempo carácter
legal, lo que se conocía como ley decitas.

Vida

Era discípulo de Cervidio Escévola, al cual se refería en sus escritos con el apelativo
de master. Septimio Severo le hizo miembro de su Consilium Principis.
SegúnHeinecio era cuñado de Heliogábalo, al estar casado con su hermana, Julia
Cornelia Claudia, aunque fue el único autor que mencionó dicho dato. Fue asesor de
Papiano cuando éste ocupaba el cargo del prefecto del pretorio. Posteriormente,
desempeñó los cargos de magister memoriae, pretor y prefecto del pretorio, puesto
éste último que desempeñó puesto bajo Alejandro Severo, quien lo había rescatado
del destierro al que había sido condenado por Heliogábalo, y desde el cual, además de
su labores militares, actuó como asesor jurídico del emperador y como el más alto juez
de la administración judicial del Imperio.
Obras

Paulo fue el escritor jurídico más fecundo de la Antigua Roma. Entre todos sus escritos
destacaban los 78 libros ad Edictum, en lo que trataba de seguir con fidelidad la
legislación edictal. También escribió dos libros en los que analizaba los edictos
edilicios. Dedicó dieciséis libros a las obras de Sabino. Redactó varias notae a obras
de juristas anteriores, entre las que se encontraban los digesta de Juliano,
lasquaestiones de C. Escévola y los responsa y quaestiones de Papiano. Fue autor de
dos libros de institutiones y los seis de regulae, comentarios a varias leyes y
senadoconsultos, sobre los officia de los funcionarios imperiales y sobre temas de
derecho fiscal y penal. Comentó las leges de Augusto: Iulia et Papia Poppea y Iulia de
adulteriis. También escribió varios libri responsorum en los que daba respuestas a
casos prácticos concretos, que se ordenaban generalmente conforme al sistema
edictal. A todo ello hay que añadir 25 libros de quaestiones y los 23 de responsa que
eran de naturaleza causística.

Con excepción de las obras Sententiarum, Regularum e Institutionum, que han llegado
hasta nosotros en su integridad, las demás nos han llegado en fragmentos que fueron
recopilados en el Digesto, obra en el que los compiladores incluyeron dos mil
fragmentos a él atribuidos. A través del Derecho visigótico nos han llegado lasPauli
sententiae, obra compuesta a fines del siglo II d.C. con escritos jurídicos del período
clásico tardío, entre los que se encontraban fragmentos de Paulo y otros escritores,
aunque posteriormente se demostró que esta obra era en realidad de un jurista
posterior que imitó su estilo. En la Biblioteca Vaticana se ha conservado un escrito que
contiene fragmentos de comentarios a la legislación imperial atribuida a Paulo.

Características de sus escritos

Con el comenzó el período clásico tardío en el Derecho romano. Su labor se orientó


hacia la recopilación y ordenación del derecho de las épocas anteriores, el cual trató
de hacer comprensible en su conjunto. Sus escritos se basaban en los patrones de la
época clásica. Algunos autores, como fue el caso de Otto, lo calificaron de sabiniano,
mientras que otros le incluyeron en el grupo de los Erciscondae; pero los autores
contemporáneos a Paulo, Escévola, Ulpiano y Moscovio, le describieron como legum
peritorum coryphaeus, debido a su perfecto dominio de la gigantesca y complicada
materia que apareció en sus escritos. Una de su principales características era la de
mantenerse siempre adherido a lo que él consideraba los principios rigurosos del
Derecho. Elogió a los jurisconsultos que le habían precedido en su tarea, aunque no
dudó en impugnar con frecuencia sus opiniones si consideraba que no respondían al
espíritu de la ley.

Sus críticas tuvieron como objetivo principal a Ulpiano, a quien no citaba por su
nombre, pero sí fragmentos de sus obras. Paulo tampoco se libró de las criticas de sus
colegas, quien le acusaban de tener un estilo oscuro y de ser excesivamente sutil en
sus razonamientos. La realidad es que tendió hacia una petrificación dogmática de los
conceptos clásicos. Su comentarios, en los que destacaban los 16 libros dedicados a
Sabino y los 78 que comentn los edictos del pretorio, eran lo más amplios posibles y
se centraban en los aspectos del Derecho civil, en el que seguía a Sabino y al ius
honorarium. La perfección de sus obras, de carácter enciclopédico y ayunas de
originalidad, tenía un aire decadente

Repercusión de sus obras en el Derecho romano

Desde finales del siglo III d.C. hasta mediados del siglo IV d.C. sus escritos fueron
estudiados a fondo en las escuelas jurídicas de Roma y de todo el Imperio. Durante
esta época se compusieron numerosas obras con su nombre, cuya falsedad se ha
comprobado en investigaciones posteriores. Durante el dominado surgió el problema
de cómo aplicar en los juicios el Derecho plasmado en la literatura clásica. Con el fin
de solucionar esta situación, Constantino prohibió en 321 que se utilizaran como
alegación, durante los procesos judiciales, las notae que realizó a
lasquaestiones y responsa. Seis años después, el mismo emperador declaró que
lasPauli Sententiae, de cuya autenticidad no se dudaba en aquella época, eran la
máxima autoridad en los procesos judiciales.

En el 426 d.C. el emperador Valentiniano III aprobó la Ley de Citas, la cual establecía
que las únicas opiniones que podían alegarse durante un juicio eran las de Papiano,
Paulo, Ulpiano, Modestino y Gayo. Las de Paulo se aceptaron porque sus escritos era
una importante fuente de todo el Derecho romano del período clásico. En el 438, el
emperador de Bizancio Teodosio II, estableció que se podía utilizar la opinión de
cualquier jurista, siempre que fuera confirmada por algún escrito de los cinco de la Ley
de Citas.
GAYO.
Gayo fue poco conocido en su época, prueba de ello resulta el no ser citado por
ninguno de los jurisconsultos a él contemporáneos (Africano, Pomponio), a pesar de
que era común esa práctica entre los juristas romano. Es generalizada la opinión que
considera que vivió durante el siglo II de nuestra era, probablemente nació durante el
mandato de Trajano (98-117) y murió poco después del año 178 bajo el gobierno de
Comodo (180- 192). Esto se deduce de dos interesantes testimonios, el primero
resulta de un fragmento del Digesto (34 5.7 pr), en donde Gayo se refiere al caso de
una mujer llamada Alejandrina que conjuntamente con sus quintillizos comparece ante
el emperador Adriano (117-138), manifestando el jurista que ello ocurrió nostra aetate.
Con (en nuestro tiempo), lo que hace pensar que Gayo era contemporáneo de aquél.
Otro fragmento relevante para dictaminar la última etapa de la vida de Gayo lo
constituye un comentario que el jurista hace al Sc. Orfitiano emitido en el año 178. Se
piensa que nació y vivió en alguna provincia romana esto basado en varias
consideraciones:

1. Se le conoció sólo por el praenomen: Gaius, cuando la práctica enseñaba que los
ciudadanos romanos conformaban su nombre completo con un praenomen, un
nomen y un cognomen, por ejemplo Marco Tulio Cicerón, por este motivo se ha
llegado a afirmar que era provinciano; era usual que los provincianos adoptaran un
praenomen romano al serles otorgada la ciudadanía romana.

2. Era provinciano y en particular de una provincia helenística, puesto que utiliza


términos en griego, cita las leyes de Solón, manifiesta conocer el derecho oriental
y escribió un comentario al edicto provincial.

3. Careció del ius publice respondendi, algo natural en un jurista de provincia. Se


trataba de un privilegio que Augusto concedió a algunos destacados y connotados
juristas, consistente en la facultad de dar respuesta en nombre del emperador, ex
autoritate principis; el primer jurista que recibió el ius respondendí fue Masurio
Sabino en tiempos de Tiberio.

4. Los juristas de su época no lo mencionan, alcanzando notoriedad sólo después de


su muerte. En la fase posclásica debido al caos de las fuentes jurídicas Teodosio
II y Valentiniano III publicaron en el año 426 una Ley de citas con la que
pretendían resolver esa situación, en la que se elevo a Gayo al “jurado de
difuntos”, al señalar dicha ley que en los juicios podían tomarse en consideración
únicamente las opiniones de los cinco juristas siguientes: Gayo, Papiniano,
Ulpiano, Paulo y Modestino.Gayo en su época, seguramente fue maestro en
alguna provincia y enseño las materias del derecho, en particular del derecho
privado. Escribió varias obras, entre las que destaca notablemente una de
carácter elemental: las Instituciones, también conocidas genéricamente como
Institutas, a las que Gayo debe su fama y notoriedad a partir de la fase posclásica.

Las otras obras que Gayo redactó son las siguientes:


• Ad Edictum Provinciale, (XXX libros).

• Ad edictum praetoris urbanï (más de X libros).

• Ad legem Iulia et Papiam (XV libros).

• Ad legem XII tabularum (VI libros).

Ad edictum aedilium curulium (II libros).

• Ad Quinctum Mucium (citado por el mismo Gayo en las Instituciones 1. 188.).

• Rerum cottidianarum sive aureorum (VII libros).

• De verborum obligationibus (III libros).

• De manumissionibus (III libros).

• De fideicommissis (II libros).

• De casibus (liber singularis).

• De re uxoria (liber singularis).

• De formula hypotecaria (liber singularis).

• Regularum (liber singularis).

• De tacitis fideicommissis (liber singularis).

• Ad SC. Tertullianum (liber singularis).

• Ad SC. Orfitianum (liber singularis).

• Ad legem Glitiam (liber singularis).

Gayo, a diferencia de los jurisconsultos de su época no desempeñó cargos


públicos, era un teórico del derecho, que como ya señalamos, no gozó del ius
publice respondendi.

LAS INSTITUCIONES. ESTRUCTURA Y CONTENIDO.

La obra de Gayo inicia con una pequeña introducción sobre las fuentes del derecho y
después todo el material está ordenado en tres partes: personas, cosas y acciones,
todo ello sistematizado en cuatro libros que observan las siguiente estructura.

Libro I Ius quod personas pertinet, en donde trata del derecho de las personas y de la
familia. Divide a las personas en libres y esclavos, ciudadanos romanos y
extranjeros, sui iuris y aliena iuris y se refiere a la tutela y curatela.

Libros II y III. Ius quod ad res pertinet, desarrolla la temática relativa a la propiedad y
en términos generales los derechos reales, las sucesiones y las obligaciones,
tocando temas como la adquisición y trasmisión de las cosas simples o universales,
las adquisiciones en nombre propio o por medio de las personas sujetas a nuestro
poder.

Libro III. Ius quod actiones pertinet, que se refiere al proceso privado, estudiando las
acciones, el proceso, las excepciones y los interdictos.

Ulpiano
(Domicio Ulpiano; Tiro, 170 - Roma, 228) Jurisconsulto romano, considerado uno de
los más grandes jurisconsultos de la historia del Derecho. Era miembro de una de las
más importantes familias ecuestres de la provincia romana de Siria. Fue el discípulo
más aventajado del gran jurista clásico romano Papiano, de quien fue asesor cuando
este ocupó el cargo de perfecto del pretorio en el 203 d.C., cargo en el que Ulpiano
permaneció hasta el 212 a.C.

Durante el reinado de Caracalla fue magister liberorum, puesto que mantuvo cuando
Heliogábalo ascendió al trono de Roma. Pero se vio obligado a abandonar Roma
cuando el emperador, ante quien había caído en desgracia, le condenó al exilio.
Regresó en el 222 d.C. a Roma e inmediatamente pasó a ser miembro
del consilium de Alejandro Severo, de quien había sido maestro durante su infancia.
Su talento y condiciones personales llamaron la atención del emperador, quien le
nombró perfecto de la anona y perfecto del pretorio, cargo este último reservado a los
miembros del orden ecuestre. Este puesto tenía, junto al mando militar, las funciones
de asesor jurídico del emperador y las labores de instancia suprema del sistema
jurídico romano.

Murió en el 228 a manos de los pretorianos, con los que había tenido duros
enfrentamientos, y quienes le degollaron en presencia del propio emperador. Uno de
sus discípulos, Herenio Modestiano, se convirtió en el jurista más destacado de la
siguiente generación.

Su producción, muy abundante, abarcó todas las ramas del Derecho romano. Se le
consideró autor de 287 libros, lo que le convirtió en el jurista más prolífico de su época.
Entre sus obras destacaron losLibri LXXXI ad edictum praetoris y Libri II ad edictum
aedilium curulium, en los que comentaba los contenidos de los edictos de los pretores
y de los ediles. En ellos siguió con bastante rigor el orden de los edictos. Especial
fama alcanzó su De officio proconsulis, una especie de guía para los gobernadores de
provincias, que fue muy seguida en su tiempo y posteriormente, como refleja la
mención a este escrito que figuraba en una inscripción de Éfeso del siglo IV.

Realizó una obra incompleta que tenía el título deLibri LI ad Masurium Sabinum, y
escribió numerosas monografías dedicadas a los officia elaborados por los
magistrados imperiales. También fueron fundamentales los Libri VII regularum,
los Libri II Institutionum y Libri VII Regulae. De toda esta producción solo se conservan
algunos fragmentos de las Institutiones y el Liber singularis. El resto de sus obras
conocidas nos han llegado en los fragmento que quedaron reflejados en el Digesto.

Sus obras, poco originales aunque muy profundas, tuvieron un gran éxito entre los
juristas contemporáneos y posteriores. En ellas citaba a muchos de los juristas
precedentes y copió literalmente textos de leyes y senadocunsultos. Hizo grandes
comentarios enciclopédicos de las obras de autores anteriores, y sobre todo del
Edicto. Trataba de coleccionar y organizar todo el material existente de la época
clásica. Su intención era conseguir hacer comprensible todo el ordenamiento jurídico
en su conjunto. Toda su obra estaba revestida de un enorme sentido práctico. Ulpiano
llamó la atención de sus colegas por el perfecto dominio de todas las materias que
aparecían en sus escritos. Al centrarse en la labor compiladora sus escritos no
aportaron nada a la evolución del derecho romano; en sus escritos se deshacía en
continuos elogios hacia los juristas que le precedieron en su oficio.

Para Ulpiano las costumbres en el Derecho quedaban instituidas por su largo uso. La
autoridad de la costumbre nacía del consentimiento del pueblo, lo que era asumido por
las generaciones posteriores como el ideal de la nación romana. Describió la
jurisprudencia como la ciencia del Derecho que define la noticia de las cosas divinas y
humanas, ciencia de lo justo y de lo injusto.

Consideraba que el Derecho público estaba integrado por las normas que tratan sobre
la organización del Estado y por el Derecho privado que regula los intereses de los
particulares. Para Ulpiano era Derecho público todo aquello que se refería al Estado
romano y Derecho privado lo que correspondía a la utilidad de los particulares. Redujo
el Derecho público a tres materias: Sacra, Sacerdotes y Magistrados. Mantenía que el
Derecho natural era aquel que la naturaleza enseñó a todos los animales. Importante
fue la definición que dio de la justicia, a la describió como la firme voluntad de tratar a
cada uno como se merece.

En los reinados de Diocleciano y Constantino se prepararon nuevas ediciones a los


comentarios de Ulpiano a los edictos del pretor, aunque se añadieron otros que
respondían a las características escolásticas de los autores de aquella época. Todo
esto hizo que sus obras se convirtieran en las preferidas por los compiladores
del Digesto que se elaboró durante el reinado de Justiniano.

Esto se debió a que vivió en la última parte de la época clásica, y su estilo era más
comprensible para los juristas posteriores que el de aquéllos que le habían antecedido
en el cargo. En el Digesto aparecieron más de 3.000 fragmentos cuya autoría se le
adjudicaba, aunque se extrajeron de las copias posclásicas de sus escritos. Sus
comentarios a los edictos tuvieron gran difusión en la época posclásica y así quedaron
reflejados en los Fragmenta Vaticana y en la Collatio legum Mosaicorum et
Romanorum.

Sus obras fueron profundamente estudiados por los estudiantes de las escuelas de
Leyes del Imperio durante el final del siglo III d.C y comienzos del siglo IV d.C. Se
comenzó a dar una interpretación dogmática de sus escritos. Se sistematizó su
estudio, de forma que fuera más fácil. Se le atribuyó la autoría de obras que en
realidad habían sido escritos por juristas posclásicos que imitaban sus estilo, como fue
el caso de los Tituli ex Corpore Ulpiani.

En el año 321 el emperador Constantino prohibió que se alegaran durante los juicios
fragmentos de las obras que comentaban escritos de Ulpiano, ya que consideraban
que falseaban su pensamiento. Un decreto de Valentiniano III estableció en el año 426
d.C. que los únicos juristas que podían citarse durante un juicio como autoridades
del ius eran Papiniano, Paulo, Ulpiano, Modestino y Gayo; en caso de que varias
opiniones entraran en conflicto debía de prevalecer la de Papiniano. Los escritos de
Ulpiano volvieron a ser leídos y compilados a finales del siglo V en Constantinopla.

MODESTINO

(latin: Elius Florianus Herennius Modestinus) fue el último de los grandes juristas
clásicos del siglo III y discípulo de Ulpiano junto con Paulo.

Desempeñó altos cargos en la administración de Roma y entre los años 226 y 244, fue
praefectus vigilum en Roma y desarrolló su actividad como jurista en parte ya en
tiempo de Maximiano, de Gordiano III, y puede que incluso de Filipo el Árabe.

Los juristas de esta época aunque no pertenecieron a ninguna escuela, eran llamados
tardoclásicos o severianos por vivir en época de estos emperadores. Modestino suele
ser considerado como el último jurista clásico; debió ser el último que tuvo el ius
respondedi ex autoritas principis.

Tuvo estrechas relaciones con el mundo helenístico: escribió parte de sus obras en
griego (por ejemplo, De excusationibus en 6 libros) y muestra una fuerte tendencia a
sistematizar el pensamiento jurídico en forma dogmática; falto de originalidad, escribió
en griego y en latín en la forma simple y clara que preferían los maestros, aunque
postclásicos. Escribió obras elementales destinadas a la enseñanza, unas Reglas en
diez libros.

En el 450 dC, Teodosio II y Valentiniano III promulgaron la Tercera Ley de Citas en la


que se dice que en los tribunales sólo se pueden alegar a cinco autores: Papiniano,
Paulo, Ulpiano, Modestino yGayo. Pero estas alegaciones se deben hacer de un modo
determinado:

- Se puede alegar la opinión de la mayoría.

- En caso de igual número de alegaciones, gana quien alegue a Papiniano.

- En caso de empate sin nombrar a Papiniano, el juez decide qué opinión prefiere.

Posteriormente se dice que no sólo pueden alegar estos cinco autores, sino también a
todos los que estos cinco aleguen en sus obras, siempre que se exhiba un original de
la obra del autor alegado.

Entre sus obras podemos destacar:

Ad Quintum Mucium

Pandectarum, 12

Responsorum, 19

Regularum, 10

Differentiarum, 9
De praescriptionibus, 4

De ritu nuptiarum, 1

Excusationum, 6

De manumissionibus, 1

De legatis et fideicommissis, 1

De heurematicis, 1

De inofficioso testamento, 1

De differentia dotis, 1

De testamentis, 1

Aunque quizá de origen griego, es posible que Herenio Modestino proviniera de un


familia profundamente romanizada, como indica su nombre; estuvo muy ligado al
mundo griego y no es imposible que su lengua madre fuera la de Homero, como
parece poder deducirse de sus Excusationes, escritas en esta lengua en Roma y con
los juristas de la capital, en particular con Ulpiano, quien se refiere a Modestino como
su discípulo.

Es posible que desempeñara el cargo de magister libellorum en la época de Alejandro


Severo, entre los años 222 y 228, y que su huella haya quedado en algunos rescriptos.
Fue prefecto de los vigiles del 230 al 240. En esta época y quizá entre los años 237 y
238 fue preceptor de Maximino el Joven, hijo del emperador Maximino el Tracio.

OBRAS

Las obras más significativas de su vasta producción se sitúan después de la muerte de


Antonino Caracalla y tras la experiencia administrativa en el ambiente provincial. Los
escritos que precedieron a estos son monografías de contenido muy limitado; las más
importantes son tratados sistemáticos más ambiciosos, manuales de contenido más
amplio que se refieren a asuntos esenciales del derecho privado, del derecho
administrativo o del derecho penal y que reflejan problemáticas bastante complejas
determinadas en gran medida por las relaciones que tenía con el ambiente provincial
del cual absorbió elementos no despreciables.

La monografía sobre Las excusas, de Modestino, es la única monografía clásica


escrita en lengua griega; por otra parte, en toda su obra recurre a casos prácticos
expuestos en esta lengua, ligados, naturalmente, a los intereses de los griegos en las
provincias orientales. El contacto con el ambiente provincial proporcionó al jurista
nuevas perspectivas y le permitió recopilar las transformaciones en aquellos años,
entre ellas, la derivada de la constitutio Antoniniana que hacía necesaria, entre otras
cosas, la existencia de tratados de derecho romano en lengua griega.
No se está muy lejos de la realidad si se piensa que la obra entera de Modestino
refleja los problemas resueltos en la teoría y en la práctica jurídica de las decisiones
de Antonino Caracalla. El sentido de sus obras más significativas puede rastrearse en
la relación que tuvieron con este advenimiento. Differentiae, Regulae, Pandectae, Libri
de Poenis, en todas ellas prevalece la exigencia de garantizar una facilidad de
comunicación de los contenidos culturales, no siempre presente en la literatura
severiana, para asegurar una rápida difusión del derecho romano en las provincias,
que podía realizarse sólo a través de obras que expusieran de manera elemental y
accesible conceptos jurídicos completamente extraños a aquellos ambientes.

Modestino formó parte del consilium principis de Gordiano e influyó notablemente en la


legislación. La prueba de esta presencia, confirmada por la actividad que el jurista
desarrolló en Roma, se resume, en primer lugar, por elementos formales de afinidad
de lenguaje, existentes entre las obras del jurisconsulto y bastantes de las
constituciones.

De especial interés es la obra de Modestino, De excusationibus, escrita en griego.


Poseemos un gran número de fragmentos en el Digesto de la misma (una rareza en la
literatura de los juristas que nos ha sido legada) del comienzo de la obra (D.27.1.1pr).
No se puede dudar que Modestino fue el escritor de De excusationibus.

Ulpiano, pese a su agitada vida política, desplegó también su actividad como profesor
de derecho, y discípulo suyo fue el que también había de ocupar un puesto destacado
entre los jurisconsultos romanos, Modestino, como lo acredita el texto del Digesto
(D.47.2.52.20) en el que Ulpiano lo llama studiosus meus.

A quien Modestino, si no ya llegaba a venerar, sí admiraba y guardaba un gran respeto


era a Paulo. Y, aunque su maestro inmediato fuese Ulpiano (quien en sus obras nunca
cita a Paulo), Modestino no parece haber heredado la distancia, la rivalidad y la
frialdad de su maestro para con Paulo, a quien cita casi el mismo número de veces
que a su maestro en varios fragmentos, con veneración en algunos de ellos.

Es muy importante ver las remisiones expresas y tácitas que Modestino hace a los
Antoninos y compararlas con las remisiones expresas y tácitas que hace Filipo a los
Antoninos. Esto es muy importante, porque es una huella más de Modestino en la
cancillería de Filipo. A tener en cuenta si esas remisiones son más propias de los
primeros años que de los últimos. De ser así, ello podría significar que Modestino dejó
de pertenecer a la cancillería imperial en los últimos años (tal vez porque murió); de no
ser así, ello podría significar que estaba vivo en los últimos años de Filipo.

Modestino destaca por preocuparse por los militares, por las mujeres y por la tutela.
Esta última preocupación se observa en las Constitutiones de Filipo relacionadas con
las obras de Modestino. Como por ejemplo, las relacionadas con la tutela; las
relacionadas con los fideicomisos; con las manumisiones; con las penas; y con
respuestas concretas en sus obras casuísticas o con las preocupaciones teóricas de
sus obras teóricas.
JUSTINIANO

Justiniano I el Grande (Flavius Petrus Sabbatius Justinianus) Emperador bizantino


(Tauresio, Macedonia, 482 - Constantinopla, 565). Procedía de una familia tracia muy
humilde, encabezada por su tío Justino, el cual había ascendido en el ejército hasta
ser nombrado emperador (518). Justino I no tuvo descendencia y designó como
sucesor a Justiniano, asociándole al Trono en el 527 (el mismo año en que murió).

Desde entonces hasta su muerte, se aplicó con energía a revitalizar el Imperio de


Oriente, contando con la inestimable ayuda de su esposa, la emperatriz Teodora (una
ex actriz de grandes cualidades intelectuales, que participó en tareas de gobierno
hasta que murió en el 548). Justiniano centralizó y reformó la Administración, reforzó el
absolutismo monárquico y el ceremonial cortesano, sometió a la jerarquía eclesiástica
convirtiéndola en instrumento del poder imperial y emprendió grandes construcciones
(como la basílica de Santa Sofía de Constantinopla). Tras asegurar la frontera oriental
conteniendo a los persas («Paz Perpetua», 532), se propuso la reunificación del
Imperio Romano, reconquistando los amplios territorios perdidos en Occidente con
ayuda de sus generales Belisario y Narsés. Aunque no lo consiguió del todo, sí
recuperó de manos de los bárbaros el norte de África (arrebatado a los vándalos en el
534), Italia (arrebatada a los ostrogodos en el 540) y una franja del sureste de la
península Ibérica (arrebatada a los visigodos en el 554); restauró así la unidad imperial
de las riberas del Mediterráneo, a falta sólo de las costas de Marruecos, la
Tarraconense y la Galia. Tan importante o más que sus acciones de conquista fue el
impulso que dio a la codificación del Derecho romano, controlando personalmente una
comisión de expertos que lo recopiló, simplificó, armonizó y unificó en un Corpus Iuris
Civilis (529). Estaba compuesto por un código de leyes imperiales vigentes (el Código
Justiniano), una recopilación de dictámenes jurídicos

(el Pandectas o Digesto) y un manual para la enseñanza del Derecho (Instituciones).


Las leyes promulgadas por el propio Justiniano después de la promulgación del
Corpus Iuris Civilis (534) fueron recopiladas y añadidas a aquél en las Novelas. La
importancia de estos códigos va más allá de lo que supuso de racionalización y de
reforzamiento del poder imperial en Bizancio: desde entonces constituyeron la base
del Derecho imperial bizantino; pero fue también a través de ellos como se produjo la
recepción del Derecho romano en Europa occidental a partir del siglo xii, sentando las
bases para una cultura jurídica común en gran parte de las naciones europeas
actuales (las que tienen un Derecho Civil de raíz romana). Sin embargo, Justiniano fue
un emperador impopular. Sus campañas exteriores y sus grandes construcciones
arquitectónicas incrementaron los gastos del Estado, haciendo aumentar la presión
fiscal. En el 532 estalló contra él una insurrección popular (la Revuelta de Nika), que
fue ahogada en sangre por Teodora y

Belisario (unos 30.000 muertos). También existieron disidencias religiosas: Justiniano


persiguió a los seguidores de Arrio y de Nestorio, pero no se atrevió a hacer lo mismo
con los monofisitas; aunque era un ortodoxo convencido (partidario de las tesis del
Concilio de Nicea), no consiguió restablecer del todo la sintonía con el Papado, para
no enemistarse con las tendencias monofisitas, muy extendidas en Oriente y
especialmente en Siria y Egipto. A su muerte, recibida con júbilo por el pueblo, gran
parte de su obra se vino abajo, pues Bizancio perdió la mayor parte de los territorios
ganados en Occidente y se convirtió definitivamente en un Imperio oriental.

CORPUS IURIS CIVILIS

LAS INSTITUCIONES:

Etimológicamente significa instituciones. Contienen una síntesis de preceptos y


doctrina en cuatro libros de reducida extensión que abordan las siguientes materias: el
primero, de las personas; el segundo, de la división de las cosas, de la propiedad, de
los demás derechos reales y del testamento; el tercero, de la sucesión intestada y de
las obligaciones que proceden del contrato; y el cuarto, de las obligaciones ex delicto y
de las acciones, con un apéndice de publicis iudiciis. La obra es fruto del encargo que
Justiniano hizo a los juristas Triboniano, Teófilo y Doroteo: realizar una obra de
lenguaje accesible que pudiera sustituir a las Instituciones de Gayo en las escuelas.
Así fue promulgada el 21 de noviembre de 533 dedicada a la juventud estudiosa y más
tarde, el 30 de diciembre del mismo año, adquirió fuerza de ley.

EL DIGESTO

Nombre tomado en tributo al anterior Digesto compuesto por Juliano. El Digesto, es


una de las cuatro colecciones en las que se contiene el Derecho Romano justinianeo,
es una compilación de la jurisprudencia contenida en las obras de los principales
jurisconsultos romanos, con predominio de textos procedentes de Paulo y Ulpiano.
Consta de 50 libros divididos en títulos que se inician con una rúbrica. Cada fragmento
que se inserta en los mismos viene identificado por el nombre del autor y la obra de
donde se tomó. Su redacción se ordenó el 15 de diciembre del 530 y el 16 de
diciembre del 533 se publicó bajo el gobierno del emperador del Imperio romano de
Oriente Justiniano I (482-565).
Dividido en 50 libros, es la parte más voluminosa del Corpus y está formada por una
reunión de fragmentos procedentes de las obras de los grandes juristas, armonizando
una edición oficial de los más selectos de la jurisprudencia romana. El 15 de diciembre
de 530 Justiniano encargó a Triboniano que seleccionara unos colaboradores que
juzgara con la capacidad necesaria para acometer la abrumadora tarea de compilar
con carácter oficial los precedentes jurisprudenciales que integraban el ius, pero que
no estaban recogidos en leges. Para darle un carácter unitario se procedió también a
ordenar y eliminar las repeticiones, y resolver los aspectos contradictorios de la ley
existente e incluso variar el tenor literal de todos los documentos, si hacía falta para
lograrlo.
El Derecho de juristas recogido en el Digesto es el fruto de la aplicación profesional, y
por su propia naturaleza es fragmentaria, por lo que resulta indudable el enorme
esfuerzo que conllevó esta empresa, que además se caracterizó por la tremenda
riqueza por su contenido, que todavía resulta actual. Los 50 libros de que consta se
encuentran divididos en títulos, dentro de los cuales se incluyen los fragmentos, cada
uno con la inscriptio que indica el nombre del jurisconsulto, el número del libro y el
título de la obra originaria de la que proceden, no contándose con una sistemática
práctica en la ordenación interna de cada título. El Derecho de juristas recogido en el
Digesto es el fruto de la aplicación profesional, y por su propia naturaleza es
fragmentaria, por lo que resulta indudable el enorme esfuerzo que conllevó esta
empresa, que además se caracterizó por la tremenda riqueza por su contenido, que
todavía resulta actual. Los 50 libros de que consta se encuentran divididos en títulos,
dentro de los cuales se incluyen los fragmentos, cada uno con la inscriptio que indica
el nombre del jurisconsulto, el número del libro y el título de la obra originaria de la que
proceden, no contándose con una sistemática práctica en la ordenación interna de
cada título.

Cabe señalar que el digesto esta dividido por Justiniano para servir a fines didácticos
en 7 partes, siguiendo el esquema de los comentarios del edicto. Estas partes son:

- Del libro 1 al 4: Principios generales sobre el derecho y la jurisdicción.

-Del libro 5 al 11: Doctrina general sobre las acciones de protección judicial de la
propiedad y de los demás derechos reales.

-Del libro 12 al 19: De rebus, obligaciones y contratos.

-Del libro 20 al 27: Umbilicus, obligaciones y familia.

-Del libro 28 al 36: De testamentis et codicilis, herencia, legados y fideicomisos.

-Del libro 37 al 44: Herencia pretoriana y materias referentes a derechos reales,


posesión y obligaciones.

-Del libro 45 al 50: Stipulatio, derecho penal, apellation.

EL CÓDEX

Colección de disposiciones dictadas por los emperadores. Entró en vigor el 29 de


diciembre de 534 y se divide en 12 libros que contienen las leyes de los emperadores
anteriores a Justiniano (que ya habían sido compiladas bajo su mandato en el 529),
así como las leyes que él mismo promulgó hasta la publicación de este volumen.
Justiniano dictó el 13 de febrero del año 528 una constitución denominada “Haec quae
necesrio”, por ser estas las palabras iniciales de su texto, en la cual designó una
comisión a la que encomendó la tarea de proceder a la recopilación de las leyes, o
sean las constituciones imperiales vigentes en la época, que habrían de tomar de los
códigos Gregorianos, Hermogeniano y Teodosiano, agregándole las constituciones
posteriores del mismo Teodosio II y las llamadas novelas post-teodosianas.

Existió una comisión que recibió el encargo de reunir las constituciones imperiales; el
emperador dio su autorización para proceder a una recopilación de las que tuvieran en
vigencia en ese momento, pudiendo modificar su redacción y hasta su contenido, a fin
de adaptarlas a las necesidades actuales, ya que la obra perseguía una finalidad:
facilitar la aplicación del derecho, transcurrido unos meses la comisión presentó su
proyecto al emperador. Quién el 7 de abril del año 526 publicó una constitución que
fijaba el día 16 de abril de ese mismo año la entrada en vigencia del “Novus Iustiniano
Codex” , o sea el “Nuevo Código”, que fue nuevo con relación a los códigos que se
habían tenido en cuenta, pero que dejó de serlo , cuando posteriormente el mismo
Justiniano ordenó en el año 534 la redacción de una nueva recopilación, que fue
aprobada por el emperador con el título de “Codees repetitae praelectionis” y que es,
el “Nuevo Código Justinianeo”.

El texto del primitivo código justiniano (529), al que se le denomina “Codex Vetus”, no
ha llegado hasta nosotros y sólo se conserva en un manuscrito conocido por “Papiro
de Oxyrrinco”, publicado en 1922 un fragmento de su índice en que figuran los
“inscriptiones” de las constituciones incluidas en los títulos II, que no fue incluida en el
nuevo del año 534, circunstancia ésta que demuestra que en el momento en que
Justiniano ordenó la redacción del primer codees no había concebido todavía la idea
de hacer compilar un cuerpo de doctrina jurídica como el Digesto, ya que, de lo
contrario, no se explicaría aquella inclusión.

LAS NOVELAS

Nombre cuyo origen es el de Novellae constitutiones post Codicem. Contienen las


constituciones promulgadas por Justiniano después de publicar la compilación
integrada por las tres secciones ya descritas. A diferencia de las partes anteriores, las
Novelas no están recopiladas como unidad formal que responda al designio de un
soberano, sino que se conocen a través de colecciones particulares.

El auténtico esplendor del trabajo de Justiniano se produjo unos seis siglos más tarde
de la publicación de estas obras, cuando la cultura europea adoptó su legado como
una referencia cargada de autoridad y muy útil para la formación de los nuevos juristas
en un Derecho común. El gran mérito de la obra de Justiniano fue condensar el saber
jurídico de Roma y actuar como el eslabón de continuidad para que ese pensamiento
pasara a la conciencia jurídica europea suponiendo, sin duda, el segundo gran
momento de expansión del Derecho romano.

Las “Novellae Leges” se clasificaron en: Epidome Iuliani: Es una colección de 124
novelas que se encuentran en orden cronológico y escritas en latín, estas se le
atribuyen a un profesor de Constantinopla, llamado Juliano. Se cree que fue
compuesta en tiempos de Justiniano, aproximadamente en el año 555. Estas se
transmitió en manuscritos en el siglo VII.

Las Autenticas (Authenticum): Esta es una colección de 134 novelas, que fueron
publicadas entre los años 535 y 556, estas están ordenadas cronológicamente hasta el
No. 124. Su traducción al latín no se realizó de manera fiel, y su nombre proviene por
haberse otorgado autenticidad por los juristas de Bolonia, tras tenerlas por falsas, se
hicieron aproximadamente en el siglo XI.

Colección Anónima: Es una colección de 168 novelas que originalmente se


redactaron en griego y fueron llevadas a cabo bajo Tiberio II. En su mayoría
pertenecen a Justiniano, otras a Justiniano II y Tiberio II.

Obras

Sus obras más importantes fueron los Quaestiones, formadas por 37 libros, que fueron
escritas antes de 198, y las Responsa, elaboradas entre 204 y la fecha de su muerte.
Además redactó dos obras, de adulteriis, dos libros de Definiciones y un texto en
griego en el que expuso las obligaciones de los magistrados y de los funcionarios de la
policía urbana de aquellos tiempos.

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