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INOCULACIÓN DE ESTRÉS

La Inoculación de Estrés (IE) es un marco de intervención en el que se entrena a


la persona en un conjunto de habilidades específicas para hacer frente a
situaciones estresantes. La peculiaridad de este tipo de intervenciones es que la
persona aprende a interpretar su problema desde un modelo específico,
permitiéndole seleccionar aquellas técnicas que mejor se ajusten a las demandas
de la situación problemática a la que se enfrenta. Además la IE funciona como una
“vacuna”, es decir, una vez adquiridas las habilidades de enfrentamiento, se
somete a la persona a situaciones estresantes similares a las problemáticas pero
de intensidad moderada en las que se espera que ponga en marcha dichas
habilidades. Las principales habilidades a aprender son todas aquellas que
permitan un control efectivo de la tensión o activación emocional (fisiológica), así
como la modificación de los contenidos cognitivos más superficiales (Ej., auto-
verbalizaciones) que ocurren antes, durante y después del enfrentamiento con las
situaciones problema.
El procedimiento consta de tres fases: educativa, entrenamiento o adquisición de
habilidades y aplicación.
1) Fase educativa. Se trata de proporcionar información sobre la génesis y
mantenimiento de los fenómenos emocionales problemáticos. El objetivo no es
eliminar el estrés, sino considerar las situaciones estresantes como problemas que
se pueden resolver. En este sentido se ha de proponer un modelo comprensible
que permita a la persona reconocer sus elementos en la situación problema, así
como interpretar de forma adecuada las relaciones entre ellos.
Es importante que la persona comprenda la naturaleza transaccional de sus
reacciones de estrés. La explicación del modelo debe dejar clara la naturaleza
interactiva de los elementos incluidos. Una vez que la persona ha comprendido el
modelo, es necesario recoger toda la información posible sobre la morfología y
relaciones funcionales entre los elementos del entorno y la respuesta. Para este
fin pueden utilizarse registros en las situaciones problema, entrevistas con la
persona y personas cercanas, instrumentos de auto-informe, etc. Es importante
permitir que la persona cuente “su historia” o su visión del problema. A partir de
esta información bruta es fácil indagar sobre los componentes relevantes para una
adecuada formulación psicológica del problema. El planteamiento inicial del
problema puede ser útil en la planificación y el establecimiento de metas y
objetivos a corto, medio y largo plazo. Se debe poner especial énfasis en la
formulación de objetivos realistas.
Como resultado de esta fase, la persona debería: a) disponer de un modelo
alternativo de mantenimiento de sus reacciones de estrés; b) deben haberse
identificado y aclarado los desencadenantes, distinguiendo los estresares globales
de los puntuales o situacionales y aquellos modificables de los que no los son; c)
debería haberse aclarado si el déficit de la persona se debe a una falta de
competencia (habilidades) o de ejecución (beneficios secundarios, creencias
disfuncionales, etc.).
2) Fase de entrenamiento o adquisición de habilidades. La persona debe ser
capaz de distinguir claramente entre las situaciones modificables de aquellas que
no los son. En las primeras (modificables) los esfuerzos de la persona irán
encaminados al control de las situaciones (técnicas instrumentales), mientras en
las segundas (no modificables), los esfuerzos estarán centrados en la emoción
que se experimenta (técnicas paliativas). Se trata de adquirir las habilidades y
destrezas necesarias para el manejo de las respuestas fisiológicas y cognitivas
problemáticas así como de asegurarse de que la persona es capaz de ponerlas en
práctica. Estos dos objetivos dan lugar a las fases de adquisición y ensayo.
Las estrategias a entrenar pueden agruparse en cuatro grandes categorías:
habilidades cognitivas, de control de la activación emocional, conductuales y de
afrontamiento paliativo.

 Habilidades cognitivas. La reestructuración cognitiva, la detención del


pensamiento, y las auto-instrucciones son las principales estrategias a
entrenar. El entrenamiento en auto-instrucciones consiste en la modificación
de las verbalizaciones negativas presentes en la respuesta de afrontamiento
de la persona por otras positivas antes, durante y después de la interacción
con la situación problema. Las auto-instrucciones deben tener las siguientes
características: a) deben adaptarse a las necesidades específicas del/los
pacientes; b) deben estar construidas y redactadas con palabras del paciente;
c) deben ser concretas, no demasiado generales (puede llevar a la repetición
mecánica); d) deben estar orientadas al control y la competencia y centradas
en el presente o futuro inmediato; e) deben integrarse de forma natural en las
situaciones y no considerarlas como un ritual mecánico aislado. Además
puede ser de utilidad establecer contratos para ponerlas en práctica y generar
algún tipo de regla mnemotécnica para facilitar su aplicabilidad.

Para facilitar la adquisición de esta habilidad se pueden utilizar tarjetas en las


que la persona anote las auto-verbalizaciones positivas entrenadas. También
es de utilidad la imaginación. Se puede construir una jerarquía de situaciones
difíciles para reproducirlas en imaginación, de manera que cuando la
personase imagina enfrentándose a la situación problema, ponga en marcha
las autoinstrucciones entrenadas.
 Habilidades de control emocional. La principal estrategia es la relajación.
Esta puede obtenerse de diferentes formas (Ej., relajación muscular
progresiva, por imaginación, por respiración y por meditación).
 Habilidades conductuales. La principal es la exposición8. Otras estrategias
como el modelado o el ensayo de conductas se aplican para la modificación
de parámetros morfológicos de las respuestas problema.
 Habilidades paliativas. Las principales son la distracción, cambio de
perspectiva, y habilidades sociales, como la expresión adecuada de afecto y
la gestión del apoyo social de que se disponga.
Pautas para llevar a cabo la refocalización atencional o distracción
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1. Explicar el sentido de la técnica: no se trata de escaparse del problema, se


trata de no prestar atención a estímulos (Ej., pensamientos rumiativos)
cuando hacerlo no modifica el problema y amplifica los síntomas o el malestar
asociado. El objetivo es refocalizar o redirigir la atención hacia estímulos que
al menos produzcan un beneficio en alguno de los dos parámetros (solución
del problema/ bienestar emocional).
2. Seleccionar posibles fuentes de distracción relevantes para la persona (contar
coches de una marca, prendas de vestir, realizar tareas domésticas, etc.).
3. Las tareas utilizadas como distractores deben suponer una importante
implicación conductual (Ej., ejercicio físico), atención a estímulos externos
(Ej., describir el entorno), empleo de recursos cognitivos (Ej., contar hacia
atrás a partir de un número) y contenido social (Ej., realizar actividades en
grupo).
4. Una vez identificadas las situaciones problema y los distractores la persona
debe implicarse activamente en la refocalización, moviendo su “linterna
mental” hacia los estímulos acordados Una vez que la persona es capaz de
poner en marcha las principales habilidades necesarias para un adecuado
afrontamiento del problema, deben organizarse de acuerdo con los cuatro
pasos del afrontamiento: preparación, afrontamiento (confrontación real y
manejo de la activación emocional) y análisis de las consecuencias auto-
refuerzo del éxito. Estos principios deben utilizarse para construir los
denominados planes de afrontamiento. Estos planes pretenden integrar todo
lo aprendido y organizarlo de manera que permita el enfrentamiento con las
situaciones problema. El control del propio comportamiento durante estas
situaciones se realiza mediante las auto-instrucciones. Estas auto-
instrucciones deben dirigir la actividad durante la situación, para lo que deben
cumplir las siguientes funciones: a) identificar y definir la situación; b)
prepararse para el afrontamiento; c) coordinar el afrontamiento y activar la
puesta en marcha de las habilidades necesarias; d) corregir posibles
dificultades y fracasos; e) organizar los procesos motivacionales y f) analizar
la situación una vez finalizada.

Esquema para la confección de planes de afrontamiento


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Preparación de una situación estresante:

 Identificar y etiquetar la situación


 Análisis de las posibilidades de afrontamiento y confección del plan.
Afrontamiento

 puesta en marcha del plan


 prevención de crisis. Es importante disponer de una salida para el caso de un
fracaso parcial.

Análisis de las consecuencias

 recompensa (desde auto-manifestaciones positivas hasta recompensas


físicas o sociales)
 Afrontamiento de fracasos y recaídas.

3) Fase de aplicación o puesta en práctica y seguimiento. Durante esta fase la


persona debe poner en práctica lo aprendido en situaciones reales. Para
conseguirlo se le somete a niveles moderados y controlables de estrés
(inoculación) a modo de “vacunas” conductuales. Con este procedimiento se
pretende activar las estrategias aprendidas así como comprobar hasta qué punto
son eficaces y si existen problemas en su puesta en práctica. La tabla 10 muestra
los principales objetivos dentro de esta fase.
Las principales estrategias son el ensayo en imaginación, el ensayo conductual y
la exposición en vivo graduada.

 Modelado, metáforas y ensayo en imaginación. Una buena forma de


fortalecer lo aprendido es ver a alguien hacerlo. La utilización de observación
de personas cercanas competentes, filmaciones (Ej., películas), lecturas,
metáforas o incluso del terapeuta en situaciones similares puede ser de gran
utilidad. Los modelos deben ser variados, similares a la persona(sexo, edad,
etc.), creíbles y con un nivel de competencia ligeramente superior al del
paciente. Pueden utilizarse instrucciones de manera simultánea a la
observación del modelo. Debe mantenerse la atención de forma sostenida
sobre el modelo y pedir a la persona que resuma o integre lo observado tras
la sesión. Es preferible que la persona genere ciertas reglas sobre las
relaciones estímulos-respuesta-consecuencias que mostraba el modelo. Para
facilitar la generalización a situaciones de la vida de la personase pueden
utilizar metáforas y el ensayo en imaginación. Se construye una jerarquía con
las situaciones más estresantes a las que se enfrente el paciente. Se ordenan
de mayor a menor nivel de dificultad. La persona debe reproducir las
situaciones en imaginación permitiendo la aparición de la respuesta de estrés
y haciéndole frente con las habilidades aprendidas.
 Ensayo conductual. Puede utilizarse la inversión de roles (terapeuta-
paciente). El objetivo es que la personase enfrente a situaciones simuladas o
reales al principio más controlables y progresivamente con más imprevistos.
En dichas situaciones la persona irá poniendo en práctica sus habilidades
mientras el terapeuta observa y da feedback.
 Exposición in vivo graduada. La persona ha de enfrentarse progresivamente a
las situaciones reales de la jerarquía previamente construida valorando el
resultado obtenido en cada una de ellas.

Características principales de los ensayos en vivo


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- Características principales de las situaciones utilizadas para el ensayo:

 similitud con las situaciones problema


 situaciones concretas, observables y de resultados medibles
 jerarquizarlas por dificultad
 Especificar de forma clara que es lo que se debe hacer
 Realistas y convenidas con el paciente.

- Asegurarse de que la persona ha comprendido lo que se pide


- Prever posibles obstáculos y dificultades
- Definir los ensayos como experimentos, no como últimas oportunidades.
- Revisar los resultados (generar la atribución interna de los éxitos y analizar los
fallos)
Estas son algunas de las técnicas cognitivas más utilizadas para el tratamiento del
estrés. La barrera más común de la intervención cognitiva del estrés es el fracaso
en utilizar completamente la imaginación. Con el fin de mejorar la habilidad para
imaginar se recomienda:

1. Concentrarse en otros tipos de sentidos diferentes del visual, como el tacto, el


gusto, el oído y el olfato.
2. Grabar una descripción detallada de la escena que se pretende imaginar.
3. Hacer un dibujo de la escena original que se pretende imaginar, como forma
de activar los detalles visuales. Apréciese qué objetos y detalles dan a la
escena su identidad única.

Otro obstáculo importante es no creer en las técnicas. También lo es el


aburrimiento, porque muchos de estos ejercicios lo son. Pero funcionan y eso es lo
que hay que creer para poder conseguir la reducción del estrés.
Por último se debe hacer especial énfasis en los riesgos de recaída y en la forma
de afrontarlos. La probabilidad de recaída es especialmente alta en situaciones en
situaciones extremadamente difíciles, novedosas o en las que se dan
simultáneamente un número alto de problemas. Esencialmente se trata de
concebir la evolución con recaídas como un proceso de aprendizaje más, en el
que la probabilidad de pequeños “deslices” o errores sobre lo aprendido es alta. La
persona debe concebir estas recaídas como oportunidades para el aprendizaje y
no como situaciones de derrota. Junto con esta actitud, el entrenamiento en la
detección precoz de signos de recaída, así como de situaciones de alto riesgo
permitirán a la persona anticiparse y poner en marcha habilidades necesarias para
resolver la situación. Cuando el fracaso ha ocurrido, lo más importante es analizar
las posibles razones por las que este ha tenido lugar. Una vez que la persona es
capaz de anticipar ciertas situaciones de alto riesgo, pueden programarse
“recaídas controladas” en las que la persona pone en marcha lo aprendido.
Cuando estas situaciones controladas sean difíciles de llevar a cabo, pueden
utilizarse ensayos en imaginación.
Una vez terminado el entrenamiento, es importante evaluar los efectos inmediatos
de la intervención. Esta evaluación debe abarcar el tanto el nivel de competencia
alcanzado en las técnicas como el efecto más a largo plazo sobre las variables
relevantes para el paciente. Estas evaluaciones se pueden hacer en sesiones de
seguimiento programadas con el consentimiento de la persona que se espaciarán
progresivamente en el tiempo.

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