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10 enfermedades más frecuentes en Guatemala

Lista de las enfermedades más comunes en el mundo. Debemos saber que la nutrición es
algo fundamental debemos comer sanamente y dejar un poco la comida chatarra. Sin más
preámbulos comenzamos:

10- Hepatitis

¿Qué es la hepatitis?
La hepatitis es una inflamación del hígado. La afección
puede remitir espontáneamente o evolucionar hacia una
fibrosis (cicatrización), una cirrosis o un cáncer de hígado.
Los virus de la hepatitis son la causa más frecuente de las
hepatitis, que también pueden deberse a otras infecciones,
sustancias tóxicas (por ejemplo, el alcohol o determinadas
drogas) o enfermedades autoinmunitarias.

La hepatitis A y la E son causadas generalmente por la ingestión de agua o alimentos


contaminados. Las hepatitis B, C y D se producen de ordinario por el contacto con
humores corporales infectados. Son formas comunes de transmisión de estos últimos
la transfusión de sangre o productos sanguíneos contaminados, los procedimientos
médicos invasores en que se usa equipo contaminado y, en el caso de la hepatitis B, la
transmisión de la madre a la criatura en el parto o de un miembro de la familia al niño,
y también el contacto sexual.

Etiología:
La hepatitis es una enfermedad de la que se conocen numerosas causas:
 Infecciones por virus, bacterias o parásitos.
 Trastornos de tipo autoinmune.
 Lesiones debidas a la interrupción de la irrigación sanguínea normal del hígado.
 Traumatismos.
 Presencia en el organismo de determinadas drogas, toxinas, medicamentos, etc.
 Presencia de trastornos de tipo hereditario como fibrosis quística o enfermedad de Wilson.
En el caso de las hepatitis producidas por virus podemos distinguir entre virus específicos
para la hepatitis (virus de la hepatitis A, B, C y D principalmente, aunque se conocen otros)
o virus no específicos para la hepatitis, que son aquellos que suelen manifestarse con otras
patologías pero que, en ocasiones, terminan provocando este trastorno; entre estos últimos
cabe destacar el virus Epstein Barr (causante de la mononucleosis infecciosa o enfermedad
del beso) y el citomegalovirus.
Fisiopatología
Infecciones del hígado debido a un grupo de virus llamados virus hepatotropos (VHA, VHB,
VHC, VHD y VHE) y que difieren en su modo de incubación, mecanismo, grado y cronicidad
del daño hepático, así como la capacidad para evolucionar a un estado portador.
Estas infecciones virales pueden llevar a necrosis e inflamación de las células del hígado, lo
que da lugar a un conjunto de cambios clínicos, bioquímicos y celulares.
El curso de la hepatitis aguda vírica puede manifestarse de diversas formas: hepatitis
asintomática aguda que sólo presenta evidencia serológica de la infección, hepatitis aguda,
hepatitis crónica y estado portador, así como insuficiencia hepática fulminante (sólo sucede
a un 1-3% de las personas con hepatitis A y B, principalmente).
Cuando se presenta una hepatitis aguda de tipo sintomático se manifiesta en 3 etapas:
- Pródromo o periodo preinctérico: puede variar de brusco a progresivo, pudiendo haber
malestar general, mialgia, fatiga y anorexia grave. También pueden presentarse síntomas
de tipo gastrointestinal (nauseas, vómitos, diarrea, entreñimiento).
Hay dolor abdominal, generalmente leve, en el lado derecho.
A veces se presenta sensación de desagrado por el cigarrillo (en caso de fumadores)
- Periodo ictérico: no siempre está presente y cuando lo hace, por lo general es 5 a 10 días
después del pródromo.
Comienza con un empeoramiento de los síntomas del periodo preictérico, para luego ir
mejorando de forma progresiva a medida que se manifiesta la ictericia.
- Periodo de convalencencia: mayor sensación de bienestar, apetito y desaparición de la
ictericia.
Por lo general, la enfermedad desaparece de forma gradual en un periodo de 2 a 3
semanass con recuperación clínica de 9 semanas para la Hepatitis A y de 16 semanas para
la Hepatitis B que no se ha complicado.

Signos y síntomas
La hepatitis puede manifestarse de forma aguda o crónica.
La forma aguda supone que la patología comenzará y
desaparecerá rápidamente; si, por el contrario, se cronifica,
la enfermedad perdurará en el tiempo, pudiendo
desembocar en una insuficiencia hepática e, incluso, en la
aparición de cáncer.
La gravedad dependerá de diversos factores, entre ellos el
agente desencadenante de la patología (causa), o la
presencia de otras enfermedades previas en el paciente.
Los síntomas que pueden percibirse en los primeros momentos de la enfermedad (primeros
5-7 días tras la infección) son fácilmente confundibles con los de una gripe o cualquier otra
enfermedad común; se observa:
 Malestar general, cansancio y falta de concentración.
 Febrícula (décimas) o fiebre de hasta 39ºC.
 Dolor muscular y articular.
 Dolor de cabeza.
 Fotofobia (fobia a la luz).
 Síntomas digestivos, falta de apetito, náuseas, vómitos y diarreas.

Tratamiento
La hepatitis puede manifestarse de forma aguda o crónica.
La forma aguda supone que la patología comenzará y
desaparecerá rápidamente; si, por el contrario, se cronifica,
la enfermedad perdurará en el tiempo, pudiendo
desembocar en una insuficiencia hepática e, incluso, en la
aparición de cáncer.

La gravedad dependerá de diversos factores, entre ellos el


agente desencadenante de la patología (causa), o la presencia de otras enfermedades
previas en el paciente.

Los síntomas que pueden percibirse en los primeros momentos de la enfermedad (primeros
5-7 días tras la infección) son fácilmente confundibles con los de una gripe o cualquier otra
enfermedad común; se observa:
 Malestar general, cansancio y falta de concentración.
 Febrícula (décimas) o fiebre de hasta 39ºC.
 Dolor muscular y articular.
 Dolor de cabeza.
 Fotofobia (fobia a la luz).
 Síntomas digestivos, falta de apetito, náuseas, vómitos y diarreas.

Prevención:
Según datos de la OMS, solo una de cada 20 personas infectadas con hepatitis B o C conoce
su situación, lo que facilita que esta enfermedad infecciosa siga extendiéndose por todo el
mundo. La prevención es la mejor opción para evitarlo, y estas son algunas
recomendaciones que debes tener en cuenta para prevenir un contagio de hepatitis:

 Mantener hábitos de higiene adecuados, evitar condiciones de hacinamiento e


insalubridad.
 Fomentar la potabilización del agua de consumo, y evitar beber agua en zonas donde las
condiciones sanitarias sean deficientes y no exista un
control adecuado.
 Evitar compartir agujas, jeringuillas, etcétera; los
toxicómanos pueden acudir a los centros sociales para
recibir material esterilizado.
 No someterse a intervenciones estéticas (piercings,
tatuajes, cirugías menores, etc.) en centros que no estén
homologados.
 Mantener relaciones sexuales con protección.
CUIDADOS DE ENFERMERIA

1. Se debe explicar a los familiares y al propio paciente según su edad la importancia del
reposo físico y verificar constantemente su cumplimiento.
2. Respecto a la dieta y aclarando de cierto modo errores que aún se cometen en la
población, ésta debe ser normograsa, normoproteíca y normocalórica.
3. En caso de tratarse de virus que se trasmiten por vía fecal-oral (virus A y E) se
recomienda:

• Mantener los objetivos de uso personal aislados del resto de las personas sanas.
• Realizar la desinfección concurrente con agua y jabón y terminar con alguna sustancia
química de los servicios sanitarios.
• Hacer un lavado de manos minucioso después de manipular heces y orina de los
pacientes.
• Explicar al personal médico y paramédico las medidas que tiendan a disminuir las
infecciones nosocomiales.
• Al egresar los pacientes, hacer labores de educación para la salud y promoción de la
salud en el hogar.

9- Gripe

Conocida como “Gripa o influenza” Es una enfermedad muy común mayormente en los
niños, esta ataca las vías respiratorias, es similar a un resfriado y trae fiebre como un signo
característico. Es muy contagiosa, se trasmite de unos a otros a través de las gotas de
saliva que expulsamos con la tos y los estornudos y que van cargadas de virus.

La gripe es una infección vírica que afecta el sistema respiratorio y se contagia fácilmente.
Generalmente ocurre una epidemia estacional invernal cada año, y constituye una
pandemia en el mundo cada 20 o 30 años, acompañada de un alto índice de morbilidad y
mortalidad.

Etiología
El virus de la gripe inicialmente se une a las células de la mucosa de las vías respiratorias
superiores (células secretoras de mucosidad, células ciliadas y células epiteliales) y las
destruye, eliminando así el primer sistema de defensa del sistema respiratorio, y
posteriormente puede alcanzar las vías respiratorias inferiores causando una descamación
grave del epitelio bronquial o alveolar.
Además de afectar las defensas naturales de las vías respiratorias, la gripe facilita la
adhesión de las bacterias a las células epiteliales, dando como resultado una infección
bacteriana secundaria, que puede llegar a desencadenar una neumonía.
Los principales mecanismos de transmisión del virus de la gripe son:
 Por contacto directo con un enfermo o material contaminado, por ejemplo, a través de las
manos.
 Por vía aérea, mediante gotas respiratorias liberadas al toser o estornudar.

Fisiopatología
La gripe es una infección aguda de las vías respiratorias que afecta a la cavidad nasal,
faringe y, en ocasiones, pulmones. Después de la transmisión por vía respiratoria, el virus
ataca las células epiteliales respiratorias de la tráquea y bronquios y penetra en ellas.
Acontece su replicación, lo que da lugar a la destrucción de la célula del huésped. No se
produce viremia. El virus se elimina por las secreciones respiratorias durante 5-10 días. La
gripe se produce como una enfermedad esporádica, en forma de epidemias o de
pandemias. La enfermedad epidémica tiene lugar con carácter anual, en particular en los
meses de invierno.
En una población no inmune los virus de la gripe provocan pandemias globales, en parte
debido al elevado grado de contagiosidad, a la aparición de un virus de la gripe con un
cambio antigénico importante (variaciones antigénicas mayores de la hemaglutinina, la
proteína de superficie). Las pandemias más recientes incluyen la de 1889, la llamada gripe
española de 1918-1919 (subtipo H1 del virus de la gripe), la de 1957 (subtipo H2N2), la de
1968-1969 (subtipo H3N2 de Hong Kong) y, hasta un menor grado, la pandemia rusa de
1977 (subtipo H1N1). En la pandemia de 1918-1919 fallecieron 21 millones de personas en
todo el mundo, de las que 549.000 residían en los Estados Unidos.

Signos y síntomas:
Una persona adulta presenta un cuadro clínico
caracterizado por los siguientes síntomas de la gripe: tos,
fiebre, dolor de cabeza, dolor de garganta y mucosidades
nasales. En algunos casos se puede presentar dolor
abdominal, diarrea, dolor muscular, náuseas y vómitos.
Dependiendo de la edad del paciente, predominan unos u
otros síntomas de la gripe.
La enfermedad suele evolucionar sin problemas hacia la curación, produciéndose
la recuperación total entre tres y siete días después del inicio de la misma; en algunos casos
la tos y el malestar general se pueden prolongar durante una o dos semanas más.

Tratamiento:
Una persona adulta presenta un cuadro clínico caracterizado
por los siguientes síntomas de la gripe: tos, fiebre, dolor de
cabeza, dolor de garganta y mucosidades nasales. En algunos
casos se puede presentar dolor abdominal, diarrea, dolor
muscular, náuseas y vómitos. Dependiendo de la edad del
paciente, predominan unos u otros síntomas de la gripe.
La enfermedad suele evolucionar sin problemas hacia la
curación, produciéndose la recuperación total entre tres y siete
días después del inicio de la misma; en algunos casos la tos y el malestar general se pueden
prolongar durante una o dos semanas más.

prevención:
La gripe se transmite normalmente de persona a persona, y debido a que la transmisión
suele producirse cuando el infectado ni siquiera sabe que tiene el virus, la prevención no
resulta fácil. Se pueden tomar, no obstante, una serie de precauciones generales, para
la prevención del contagio de la gripe entre individuos, o que éste resulte lo más leve y
llevadero posible. Entre estas medidas destacan:
 Extremar la higiene: lavarse las manos frecuentemente,
especialmente tras tocar algún objeto o superficie, y en
cuanto lleguemos a casa tras viajar en transporte
público. Al lavarse las manos, hacerlo despacio y a
conciencia, sin que quede ninguna zona sin limpiar.
 Llevar encima una solución limpiadora
desinfectante para usarla cuando no se disponga de
agua y jabón.
 Mantener la casa limpia y desinfectada, especialmente los lugares donde se cocina o come,
sobre todo si ya hay un enfermo en la familia. Limpiar también más a menudo los pomos de
las puertas, el baño, las superficies de los muebles, el teléfono, etc. porque el contagio
también se produce por contacto directo con una superficie contaminada.
 Ventilar el hogar: todas las mañanas es conveniente abrir las ventanas y ventilar la casa
durante diez minutos aproximadamente. Así se renueva el aire y si algún miembro de la
familia está afectado es más fácil evitar el contagio.
 Taparse la boca al estornudar o toser, preferiblemente con un pañuelo de papel desechable,
para evitar que las gotas respiratorias expulsadas contaminen a otras personas. Después de
sonarse los mocos, hay que tirar el pañuelo utilizado a la basura y lavarse las manos
inmediatamente.
 Intentar llevar una vida sana: si llevas unos hábitos saludables y una dieta equilibrada
puedes evitar que bajen tus defensas y mantener fuerte tu sistema inmune.
 Protégete bien de los contrastes de temperatura: cuando entres y salgas a la calle en épocas
de frío y calefacciones abrígate debidamente en cada caso.
 Vacunarse: la mejor forma de prevenir la gripe es la vacunación.

Cuidados de enfermería:
Usar tapabocas y lavarse las manos con frecuencia, disminuye la cantidad de
microorganismos que favorecen la difusión del virus. Mantener los espacios libres de polvo
y partículas que fomenten reacciones alérgicas también es importante, así como limpiar con
frecuencia celulares, ropa y otros objetos de uso diario. “Es necesario evitar los espacios
cerrados. Ventilar las habitaciones, abriendo ventanas durante unos diez minutos diarios,
ayuda a que circule y se difunda el virus”, explica Montoya. Por otro lado, no hay que olvidar
que el principal método de prevención de la gripa es la vacuna anual.
Estas medidas hay que extremarlas en adultos
mayores de 65 años, así como en menores de cuatro
años, ya que sus sistemas inmunológicos no son lo
suficientemente fuertes para sortear en un par de días
los efectos de la gripa. De hecho, dice la médico, “los
cuadros por infección respiratoria son uno de los
principales motivos de consulta en niños”. Los
enfermos crónicos y las embarazadas, sobre todo en el segundo trimestre de gestación,
también deben estar muy alerta para controlar el virus.

8-Enfermedades del hígado – Cáncer de hígado

Si una persona come muchos alimentos ricos en grasas,


azúcares y alcohol, su hígado puede deteriorarse. Las
toxinas más peligrosas que ingerimos nuestro hígado se
encarga de ellas, por eso el cáncer en el hígado es muy
fuerte y doloroso.

La sospecha de cáncer de hígado debe establecerse en


pacientes con enfermedad hepática subyacente o una
elevación en la sangre de una sustancia denominada la alfa-feto proteína (AFP). En este
caso se realizan pruebas de imagen y posterior confirmación histológica mediante toma
de una muestra para estudio anatomopatológico (examen al microscopio de las
alteraciones celulares contenidas en una biopsia).

Etiología:

El carcinoma hepatocelular es responsable de la mayoría de los cánceres del hígado. Este


tipo de cáncer es más frecuente en los hombres que en las mujeres. Generalmente se
diagnostica a personas de 50 años de edad o más.
El carcinoma hepatocelular no es lo mismo que cáncer con metástasis al hígado, el cual
empieza en otro órgano (como la mama o el colon) y se disemina al hígado.
En la mayoría de los casos, la causa del cáncer hepático es el daño prolongado y la
cicatrización del hígado (cirrosis). La cirrosis puede ser causada por:
 Consumo excesivo de alcohol
 Enfermedades autoinmunitarias del hígado
 Infección por el virus de la hepatitis B o hepatitis C
 Inflamación prolongada (crónica) del hígado
 Sobrecarga de hierro en el cuerpo (hemocromatosis)
Las personas con hepatitis B o C están en alto riesgo de cáncer del hígado, incluso si no
presentan cirrosis.
Fisiopatología:
El carcinoma hepatocelular es responsable de la mayoría de los cánceres del hígado. Este
tipo de cáncer es más frecuente en los hombres que en las mujeres. Generalmente se
diagnostica a personas de 50 años de edad o más.
El carcinoma hepatocelular no es lo mismo que cáncer con metástasis al hígado, el cual
empieza en otro órgano (como la mama o el colon) y se disemina al hígado.
En la mayoría de los casos, la causa del cáncer hepático es el daño prolongado y la
cicatrización del hígado (cirrosis). La cirrosis puede ser causada por:
 Consumo excesivo de alcohol
 Enfermedades autoinmunitarias del hígado
 Infección por el virus de la hepatitis B o hepatitis C
 Inflamación prolongada (crónica) del hígado
 Sobrecarga de hierro en el cuerpo (hemocromatosis)
Las personas con hepatitis B o C están en alto riesgo de cáncer del hígado, incluso si no
presentan cirrosis.

Signos y síntomas:
Los síntomas más frecuentes de cáncer de hígado son el dolor
abdominal, pérdida de peso, astenia intensa (cansancio),
sensación de saciedad precoz o plenitud pospandrial (al
acabar de comer), distensión abdominal, ascitis (acúmulo de
líquido en la cavidad abdominal) o ictericia (coloración
amarillenta de la piel por una elevación de la bilirrubina).
Otros síntomas pueden deberse a la existencia de metástasis.
Sin embargo, es importante destacar que hasta un 25% de
pacientes con un cáncer hepático avanzado permanecen
asintomáticos.
La sintomatología del cáncer hepático va a depender fundamentalmente de lo avanzado
que esté el tumor y de la reserva hepática que tenga el hígado cirrótico sobre el que aparece
dicho tumor. Hasta un 80% pueden pasar desapercibidos en fases iniciales, aunque en los
últimos tiempos la tasa de diagnóstico precoz es mayor debido al seguimiento y vigilancia
que se realiza a los enfermos con cirrosis.

Tratamiento:
Actualmente el tratamiento del cáncer de hígado es objeto de investigación mediante el
desarrollo de ensayos clínicos. No se han realizado aún estudios controlados que
comparen las distintas modalidades terapéuticas. Sin embargo, sí existen documentos de
consenso con recomendaciones de tratamiento para las diferentes etapas de la
enfermedad.
La recomendación de tratamiento más oportuno viene
determinada no sólo por la extensión de la enfermedad,
sino también por el estado general del paciente, así como
por la mayor o menor alteración en la función hepática. Las
recomendaciones descritas a continuación se establecen en
líneas generales y siempre quedaran condicionadas por los
aspectos específicos de cada caso.
Antes de empezar el tratamiento, es conveniente que los
pacientes consideren participar en un ensayo clínico (estudio de investigación que procura
mejorar los tratamientos actuales u obtener información sobre tratamientos nuevos para
pacientes con cáncer).

Prevención:
En las áreas de alto riesgo, la vacunación frente a la hepatitis B, la mejora en la higiene de
los alimentos, evitar la transmisión vírica mediante sangre contaminada, detener el
desarrollo de la infección crónica tras la hepatitis aguda, y la reducción del consumo de
alcohol son las bases fundamentales para intentar reducir la aparición de los tumores
primarios de hígado.
En las áreas de bajo riesgo, pudiendo incluir aquí a España, la estrategia fundamental para
prevenir esta enfermedad pasa por reducir los índices de alcoholismo en la población.
Entre los consejos para reducir el riesgo de desarrollar cáncer de hígado, podemos incluir:
- Consumo de alcohol con moderación.
- Vacunación frente a la hepatitis B.
- En caso de uso de jeringas, usar siempre una aguja limpia, sin compartir la jeringa
con otras personas.
- Uso de preservativo en las relaciones sexuales siempre que se desconozca si la pareja es
monógama o si puede padecer hepatitis.
En el caso de desarrollo de cirrosis, el tratamiento antiviral no evita el riesgo del desarrollo
de hepatocarcinoma. No se ha descrito ningún programa de detección precoz (screening)
eficaz en la población sana. El seguimiento ecográfico semestral de los pacientes con
cirrosis, y para pacientes con infección por el virus de la hepatitis B, es recomendado por
la Asociación Europea para el Estudio del Hígado y por la Asociación Americana para el
Estudio de Enfermedades Hepáticas

7- Caries dental

La caries dental es la destrucción o el reblandecimiento del esmalte y la dentina que se


origina como consecuencia de la actividad destructora de un grupo de bacterias que
producen ácido (placa dental) y están localizadas sobre las superficies dentales. Se inicia
en la periferia, progresa en profundidad y conduce a pérdidas de sustancias en forma de
cavidades.
Etiología:
La caries es una enfermedad multifactorial, en ella intervienen cuatro factores:
Factores relacionados con el huésped
 El diente: la incidencia de caries será mayor o menor dependiendo de la morfología,
composición, disposición, textura y maduración del esmalte de los dientes de cada
individuo.
 La saliva: la saliva desempeña un importante papel protegiendo al diente de la caries.
Cuando disminuye la saliva, se ha demostrado un aumento del índice de caries.

Factores relacionados con la dieta


La dieta desempeña un importante papel en el desarrollo de la caries. La acción bacteriana
se acelera en gran manera en presencia de determinados hidratos de carbono de la dieta,
especialmente los que se encuentran en los alimentos que contienen azúcar como
caramelos, refrescos, miel, bollos y pasteles, etc.
Si la ingestión de sacarosa es frecuente, el PH baja permanentemente y no se produce la
remineralización del esmalte, por lo que la incidencia de caries es mayor si se come entre
horas.

Factores relacionados con los microorganismos


La cavidad oral alberga un gran número de microorganismos, algunos con mayor potencial
patógeno que otros, pero la interacción entre ellos y con el medio ambiente determinan su
potencial de actuación. La caries se desarrolla en aquellas zonas de la superficie del esmalte
en que la flora microbiana de la placa encuentra un ambiente apropiado para su
proliferación y para el metabolismo de los carbohidratos que produce ácidos orgánicos.

Factores relacionados con el tiempo


A mayor tiempo de exposición del diente a los ácidos producidos por las bacterias, mayor
riesgo de caries.

Signos y síntomas:
Sobre la superficie de los dientes se forma una fina película de
bacterias llamada placa. Estas bacterias se alimentan de azúcares
que se depositan sobre los dientes después de cada comida. Las
bacterias fermentan el azúcar produciendo los ataques ácidos de
la placa, causando daños en el esmalte dental (los ácidos
favorecen la pérdida de minerales).

El esmalte pierde los minerales de calcio y fosfato y se forman


pequeñas lesiones. Si este proceso continúa, la lesión inicial llegará a formar la caries y, si
no es tratada, se extenderá hacia la dentina.
Tratamiento
El tratamiento preventivo va enfocado a cada uno de los factores de riesgo involucrados en
la caries:
 Huésped: protección del diente mediante la aplicación de
fluoruros y selladores de fisuras.
 Dieta: control o reducción de la ingesta de azúcares.
 Microorganismos: para combatir la placa bacteriana es
importante mantener una óptima higiene oral por medios
físicos (cepillado diario después de cada comida, uso de la
seda dental) y químicos (pasta dentífrica con flúor, uso de
enjuagues bucales).
 Tiempo: tomar medidas de higiene dental inmediatamente después de la ingesta de
azúcares para controlar la producción de ácidos.
Para prevenir la caries, es muy importante acudir frecuentemente al dentista para llevar a
cabo una revisión de la dentadura. Esto debería hacerse al menos una vez al año.
Tratamiento dental una vez que prevalece la caries
En aquellas caries las que sólo se ve afectado el esmalte, este se remineraliza mediante
la aplicación de flúor.
Si la caries afecta a la dentina, hay que eliminar el tejido cariado tallando una cavidad y
obturándola posteriormente con los materiales de restauración de los que se dispone en la
actualidad. Los más usados son la amalgama, la resina de composite y el ionómero de vidrio.
Cuando la caries afecta irreversiblemente a la raíz o la pulpa, se debe realizar
un tratamiento endodóntico, el cual consiste en eliminar la pulpa (tejido que se encuentra
en el interior del diente) y rellenar con un material llamado guttapercha el espacio que antes
ocupaba la pulpa.

Prevención:

Para prevenir la caries se deben tomar ciertas medidas para fortalecer los dientes:
1. Evitar, o al menos minimizar, el consumo de alimentos azucarados y bebidas que
alimenten la bacteria en la boca.
2. Cepillarse regularmente con pasta dental con flúor. El flúor ayuda a prevenir la caries
al reducir el daño del esmalte y acelerar el proceso de remineralización. El nuevo
esmalte que se forma es más fuerte y resistente a los ácidos.
3. Usar diariamente el hilo dental para eliminar la placa y partículas de alimentos de los
espacios que están entre los dientes donde el cepillo no llega para tener unos
dientes y encías saludables.
Cuidados de enfermería:
La higiene bucal consiste principalmente en el uso del cepillo
de dientes, ya que este remueve en parte la acumulación de
un biofilm o biopelícula (anteriormente considerada solo
placa bacteriana). El cepillado dental lo asesora un
especialista en periodoncia, que es el experto en orientar la
técnica de cepillado de cada paciente, debido a su condición
individual una misma técnica no podría servir a todas las
personas.
El uso de enjuagues bucales o colutorios es de gran valor higiénico, por su protección
química en especial los enjuagues con contenido de Fluoruro logran ayudar la labor de
remineralización del esmalte que la alimentación cotidiana tiende a erosionar, la
presencia de alcohol en los enjuagues bucales se asocia a una intensificación de la
enfermedad puesto que el alcohol es un fijador bacteriano por lo que adhiere a mayor
potencia la placa dentobacteriana y promoviendo caries y enfermedad periodontal en el
largo plazo . El enjuague bucal a base de clorhexidina posee propiedades antimicrobianas,
bastante importante en el control de la enfermedad periodontal así como potente
anticaries.

6-Diabetes

La diabetes es una enfermedad que se caracteriza por una elevación de los niveles de
glucemia (azúcar) en la sangre. Si esos niveles son muy altos o muy bajos pueden dar lugar
a complicaciones agudas que hay que tratar de resolver de forma rápida.
Los niveles de glucemia elevados y mantenidos durante mucho tiempo provocan daño en
las arterias de todo el cuerpo, y a largo plazo deterioran y alteran diversos órganos,
especialmente ojos, riñones, nervios, corazón y otros vasos sanguíneos.

Etiología:
El envejecimiento de la población y los cambios en los estilos de vida son los dos factores
que más influyen en el incremento progresivo de la diabetes. Así, el cambio en los hábitos
alimentarios y el creciente sedentarismo y aumento de la inactividad física, que
provocan obesidad, tienen como consecuencia directa que la enfermedad esté
aumentando en casi todo el mundo.
Hay condicionantes que aumentan la probabilidad de desarrollar diabetes: la edad
avanzada y la presencia de otras enfermedades como obesidad e hipertensión arterial, así
como la historia familiar de diabetes, son factores que influyen notablemente en el
desarrollo de esta enfermedad.
En algunos casos la diabetes puede ser secundaria a alguna circunstancia concreta:
consumo de alcohol (sobre todo en el sexo masculino), algunos fármacos (corticoides,
antiinflamatorios, anticonceptivos en mujeres), enfermedades renales, y otras.
Fisiopatología:
La diabetes mellitus es una enfermedad metabólica caracterizada por un defecto en la
regulación de la glucemia por la insulina. En la actualidad, la prevalencia de diabetes es
alta en la población mexicana, ocupando el segundo lugar en las principales causas de
mortalidad. La diabetes comúnmente se clasifi ca con base en el origen que la
desencadena, por lo cual existe la diabetes tipo 1, tipo 2, MODY, entre otras. La fi
siopatología de la enfermedad involucra un deterioro progresivo de la integridad de las
células β pancreáticas encargadas de la secreción de insulina en respuesta al incremento
de la glucemia. La muerte celular como consecuencia de la hiperglucemia es un proceso
común en los diferentes tipos de diabetes, y el esclarecimiento de los mecanismos
involucrados en dicho proceso permitirá el desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas
útiles para prevenir el daño e incluso revertir la pérdida de la masa celular en pacientes
con diabetes avanzada. En este trabajo se revisan algunos procesos que se alteran durante
la diabetes, como la secreción de insulina y la señalización del receptor para insulina,
además de los mecanismos que participan en la pérdida de la integridad de las células β
pancreáticas por fenómenos inflamatorios.

Signos y síntomas:
Las personas pueden experimentar diferentes signos y síntomas de la diabetes, y en
ocasiones puede que no haya signos. Algunos de los signos más comunes son:
 Micción frecuente
 Sed excesiva
 Aumento del hambre
 Pérdida de peso
 Cansancio
 Falta de interés y concentración
 Una sensación de hormigueo o entumecimiento en las manos o los pies
 Visión borrosa
 Infecciones frecuentes
 Heridas de curación lenta
 Vómitos y dolor de estómago (a menudo confundido con la gripe)

Tratamiento:
El objetivo del tratamiento de la diabetes no es tanto controlar el azúcar en sangre, sino
disminuir la tasa de mortalidad. Siempre se debe insistir en la modificación del estilo de
vida. Este cambio puede controlar las cifras sin necesidad de medicamentos, sobre todo en
los primeras fases del diagnóstico y si el nivel de hemoglobina glicosilada (HbA1C) está por
debajo de 8.5%, aunque el objetivo general será estar por debajo de 7%.
Si la diabetes está descontrolada, en la fase inicial es muy importante conseguir la
desaparición de los síntomas derivados de la hiperglucemia: poliuria, polidipsia,
cansancio. Cuando la HbA1C esté por encima de 8,5% se recomienda empezar con fármacos
como la metformina.
Se deben evitar las descompensaciones agudas de la enfermedad, y retrasar la aparición o
progresión de las complicaciones crónicas: tanto en arterias grandes y corazón
(macroangiopatía), como en arterias pequeñas en riñón, retina y nervios (microangiopatía).
Tratamiento de la diabetes no farmacológico
La pérdida de peso es el factor clave para reducir el riesgo de diabetes en personas con alto
riesgo y sobrepeso. Sin necesidad de alcanzar un peso ideal, una reducción moderada del
5-10% puede ser muy beneficiosa para el control de la diabetes.
El control dietético, evitando los azúcares refinados (“dulces” y derivados), la abstinencia
tabáquica si se es fumador, y la actividad física, son otras medidas fundamentales para
disminuir los riesgos de complicaciones.
Tratamiento de la diabetes farmacológico
El tratamiento de la diabetes farmacológico se basa en la utilización de “pastillas”, en
ocasiones asociadas a insulina.

Prevención:
Ejercicio
Practicar ejercicio moderado, y adaptado a las posibilidades
de cada individuo, es una excelente forma de mejorar el
control de la diabetes. Si no se tiene una muy buena educación
diabetológica y un amplio conocimiento de la enfermedad, y
sobre todo en pacientes que utilicen insulina, es
recomendable no realizar un ejercicio extenuante, ya que
podría provocar hipoglucemias.
Se considera que un ejercicio resulta eficaz cuando se realiza
todos o casi todos los días de la semana, al menos durante 30 minutos, con intensidad
moderada. Los ejercicios más recomendables para los pacientes diabéticos son caminar,
trote suave, bailar, nadar, montar en bicicleta…

Alimentación
Se han de evitar los alimentos con alto contenido en hidratos
de carbono, sobre todo si son azúcares de absorción rápida
(azúcar, pasteles y bollería, cremas pasteleras, mermeladas,
tartas, helados…).
Se recomienda la dieta mediterránea, que se caracteriza por
la abundancia de productos frescos de origen vegetal (frutas,
verduras, cereales, patatas, frutos secos, etcétera), la escasez
de productos ricos en azúcares refinados y carnes rojas, la
presencia del aceite de oliva como la principal fuente de grasa,
y la ingesta de queso, yogurt, pollo y pescado en cantidades moderadas, lo cual se considera
una alimentación ideal para la prevención de las enfermedades cardiovasculares.
La ingesta calórica debe ser adecuada para mantener el peso ideal y se deben evitar
aquellos alimentos ricos en azúcares (dulces, pasteles, tartas, cremas pasteleras,
mermeladas, helados…). Asimismo, se debe limitar mucho o evitar el consumo de alcohol,
ya que favorece las hipoglucemias.
Cuidados de Enfermería
Para planificar y ejecutar las intervenciones de enfermería en el cuidado del paciente
diabético es indispensable que la (el) enfermera (o) realice la valoración, establezca los
diagnósticos de enfermería y finalmente proyecte las intervenciones, que son los cuidados
directos que se realizarán en beneficio del paciente. Estos aspectos engloban los iniciados
por enfermería como resultado de sus diagnósticos y los indicados por el médico.
Asimismo, estas intervenciones deben abarcar el cuidado directo al paciente en caso de
incapacidad.
Las intervenciones se clasifican en dos tipos: las prescritas por la enfermera y las prescritas
por el médico (delegadas). Todas las intervenciones requieren de un juicio inteligente por
el profesional de enfermería, ya que, son legalmente responsables de su adecuada puesta
en práctica.
La valoración del paciente es el primer paso del proceso y consiste en la recolección de los
datos en forma deliberada y sistemática para determinar su estado de salud. Con estos
datos se establecen los diagnósticos de enfermería, se planifican e implementan las
intervenciones adecuadas y posteriormente se evalúa su efectividad.

5- Sida

El sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) es el estado avanzado de la


enfermedad producida por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
Este virus destruye de manera progresiva el sistema inmunitario de la persona que lo
padece. En concreto, afecta a las células denominadas linfocitos T4 (también llamados
linfocitos T cooperantes o CD4).
Una persona infectada por el VIH se denomina seropositiva (VIH positiva) cuando el virus se
encuentra en su organismo pero no presenta síntomas manifiestos; y desarrolla un cuadro
de sida cuando el recuento de linfocitos T4 es menos de 200 células por mililitro cúbico de
sangre (el recuento normal de una persona sana varía entre 500–1500 células por mililitro
cúbico) y presenta manifestaciones clínicas de la enfermedad.

Etiología
El virus se propaga (transmite) de una persona a otra de cualquiera de las siguientes
maneras:
 A través del contacto sexual
 A través de la sangre -- por transfusiones de sangre (ahora muy infrecuente en los Estados
Unidos) o, más a menudo, por compartir agujas
 De la madre al hijo -- una mujer embarazada puede transmitirle el virus a su feto a través
de la circulación sanguínea compartida, o una madre lactante puede pasárselo a su bebé
por medio de la leche materna
El VIH y la donación de sangre u órganos:
 El VIH no se transmite a una persona que done sangre u órganos. Las personas que donan
órganos nunca entran en contacto directo con las personas que los reciben. De la misma
manera, alguien que dona sangre nunca tiene contacto con el que la recibe. En todos
estos procedimientos se utilizan agujas e instrumentos estériles.
 Sin embargo, el VIH se puede transmitir a la persona que recibe sangre u órganos de un
donante infectado. Para reducir este riesgo, los bancos de sangre y los programas de
donación de órganos hacen chequeos (exámenes) minuciosos a los donantes, la sangre y
los tejidos.
Las personas con mayor riesgo de contraer el VIH incluyen:
 Drogadictos que se inyectan drogas y luego comparten agujas
 Bebés nacidos de madres con VIH que no recibieron tratamiento contra el virus durante el
embarazo

Fisiopatología:
Síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) es causado por el VIH o virus de
inmunodeficiencia humana. La infección provoca la destrucción progresiva del sistema
inmune mediada por células (CMI), principalmente mediante la eliminación de los
linfocitos CD4 + T-helper.
Disminución de la inmunidad conduce a infecciones oportunistas y ciertos tipos de cáncer.
Las infecciones oportunistas son causadas por organismos que no causan infecciones en
individuos sanos. El VIH daña también directamente ciertos órganos como el cerebro.

Signos y síntomas:
Primeros síntomas del VIH
En general, las personas que contraen la infección lucen y se sienten sanas durante mucho
tiempo. Pueden transcurrir 10 años o más hasta que la infección por VIH manifiesta
síntomas, e incluso mucho más tiempo en el caso de quienes toman medicamentos
antivirales. Por eso, es fundamental realizarse pruebas de VIH periódicas, en especial si se
practica sexo sin protección o se comparten agujas. Los tratamientos para la infección por
VIH pueden ayudar a mantenerte sano mucho más tiempo.
Las primeras 2 a 4 semanas después de contraer el VIH,
puedes sentirte afiebrado, con dolor y malestar. Estos
síntomas similares a los de la gripe son la primera reacción
del cuerpo a la infección por el VIH. Durante esta etapa,
hay una gran concentración del virus en tu organismo, de
modo que es fácil transmitirlo a otras personas. Los
síntomas desaparecen tras unas semanas y habitualmente
no vuelves a tenerlos en años.
Síntomas tardíos de la infección por VIH/SIDA
El VIH destruye las células del sistema inmunitario llamadas células CD4 o células T. Sin
células CD4, a tu organismo se le hace muy difícil combatir las enfermedades. Esto te hace
más propenso a enfermarte gravemente por infecciones que generalmente no te harían
daño. Con el tiempo del tiempo, el daño que el VIH causa en tu sistema inmunitario
provoca el SIDA.
Las señales del SIDA incluyen:
 Aftas (un revestimiento espeso y blanco en la lengua o la boca)
 Dolor de garganta
 Infecciones graves por hongos
 Enfermedad pélvica inflamatoria crónica
 Infecciones graves recurrentes
 Cansancio persistente, mareos y aturdimiento
 Dolores de cabeza
 Pérdida brusca de peso
 Formación de hematomas con más frecuencia de lo normal
 Diarrea, fiebre, o sudores nocturnos durante mucho tiempo
 Glándulas inflamadas o duras en la garganta, las axilas o la ingle
 Episodios de tos seca y profunda
 Sensación de falta de aire
 Protuberancias violáceas en la piel o en la boca
 Sangrado de la boca, la nariz, el ano o la vagina
 Erupciones de la piel
 Adormecimiento de las manos o los pies, pérdida del control sobre los músculos y
los reflejos, incapacidad de movimiento y pérdida de fuerza muscular

Tratamiento
No hay cura conocida para el sida. Ningún tratamiento elimina por completo el virus del
organismo. Sin embargo, sí hay disponibles tratamientos del sida que ayudan a mantener
el recuento de CD4 alto y mejoran la calidad de vida de los pacientes.
Es muy utilizada la terapia antirretroviral altamente activa (HAART en inglés o TARGA en
español). Se trata de una combinación de varios fármacos
antirretrovirales, cuya finalidad es impedir que se
multiplique el virus. Consigue reducir el número de partículas
de VIH en la sangre, y permite que el conteo de CD4
permanezca alto, lo que conduce a mejorar y prolongar la
vida del paciente. Aunque hay que tener presente que el
paciente puede seguir transmitiendo el virus.
¿Cómo evito contagiarme del VIH durante una relación
sexual?

Prevención:
El VIH se contagia a través del contacto con la sangre o con las secreciones sexuales (como
el semen y las fluidos vaginales), normalmente durante el sexo vaginal y anal. Por eso, la
única forma de estar 100% seguros de evitar el contagio es no tener sexo vaginal o anal.
Sin embargo, la mayoría de las personas tienen relaciones sexuales en algún momento de
su vida, por lo que es importante informarse sobre la prevención de VIH y el sexo más
seguro. El uso de condones REALMENTE disminuye el riesgo de contagio del VIH. Si vas a
tener sexo, la mejor manera de protegerte es usar condón cada vez que lo hagas. También
existe una píldora de uso diario que puedes tomar - llamada PrEP - que puede ayudarte a
prevenir el VIH. Tu médico o enfermero puede indicar si PrEP es adecuada para ti.
En lo que respecta al VIH, algunas actividades sexuales son más seguras que otras. Las
siguientes actividades son de “riesgo nulo”, es decir, nunca se ha reportado un caso de
VIH por hacerlas:
 Masturbarse
 Tocar los órganos genitales de tu pareja
 Frotarse el cuerpo mutuamente (sexo seco)
 Besarse
 Tener sexo oral con un condón, barrera de látex bucal o envoltura plástica
 Usar juguetes sexuales limpios

El cuidado de un enfermo de VIH/SIDA


La persona que cuida de un enfermo que padece de VIH/SIDA puede ser un familiar o, si el
enfermo vive solo, un vecino, pariente o amigo. No es fácil cuidar a un enfermo de
VIH/SIDA, y quien cultive, prepare, cocine o sirva alimentos al enfermo necesita apoyo. Es
una tarea que entraña satisfacer las necesidades del enfermo y mantener un equilibrio
entre esas necesidades y las de otros miembros de la familia. Prodigar demasiada ayuda
puede traducirse en una protección excesiva y en la pérdida de la dignidad, independencia
y autorrespeto del enfermo, mientras que una ayuda demasiado limitada tal vez no
ofrezca el apoyo que asegura que el enfermo come adecuadamente y tiene las energías
suficientes para resistir a la infección.
Recomendaciones para las personas que cuidan a los enfermos
 Dedique tiempo a asistir al enfermo de VIH/SIDA. Hable con él de los alimentos
que necesita para mantener su peso corporal y engordar y manejar su
enfermedad. Logre conocer qué alimentos le gustan o no le gustan. Hágale
participar en la planificación de sus comidas.
 Vigile el peso corporal del enfermo. En lo posible, pese al enfermo con regularidad
y lleve un registro de su peso. Esté atento al observar que el enfermo adelgaza
improvisamente, y en tal caso tome las medidas pertinentes.
 Compruebe cuáles son los medicamentos que está tomando el enfermo. Lea las
indicaciones para averiguar cuándo tiene que tomarlos, qué alimentos tiene que
evitar y los posibles efectos secundarios.
 Sea alentador y amable. Si el enfermo desea comer los alimentos que prefiere en
cualquier momento del día, procúreselos. Puede de pronto dejar de gustarle un
alimento, rechazar lo que se le ha preparado y desear un alimento diferente. No se
trata de caprichos. Estos cambios de preferencias repentinos son una
consecuencia de la enfermedad.
 Manténgase firme acerca de la importancia de comer y estimule al enfermo a
comer frecuentemente, pero no le fuerce. Ofrecerle demasiado alimento a la vez
puede provocarle rechazo.
 Si la persona está demasiado enferma para levantarse de la cama, asegúrese de
que tenga de beber y un refrigerio al alcance de la mano.
 Manténgase vigilante. Eche una ojeada por la casa para ver si está limpia, que no
haya carencias de higiene y que haya suficientes alimentos.
 Si el enfermo vive solo, usted puede invitarlo a comer con su familia. Anime a otras
personas de la comunidad a que visiten al enfermo, y propóngales salir en
conjunto.
4- Asma

El asma es una enfermedad respiratoria crónica, que se


caracteriza por un aumento de reactividad de las vías aéreas
de menor calibre llamadas bronquios. Esto significa que ante
diferentes estímulos como el frío, el ejercicio, o ciertas
sustancias que producen alergia (denominadas alérgenos),
los bronquios se inflaman y disminuyen su diámetro,
cerrándose de forma reversible. Esta es la principal
diferencia del asma con la bronquitis crónica, en la que los
bronquios disminuyen de calibre de manera irreversible. El
asma es una enfermedad muy frecuente en niños.
Sus síntomas más comunes son la sensación de falta de aire o disnea, la tos, la sensación de
opresión en el pecho y la “autoescucha” de silbidos en el pecho llamados sibilancias. Cuando
los síntomas empeoran se produce una crisis de asma, que puede durar varios días en
función de la severidad del cuadro. Entre las reagudizaciones o crisis suele haber períodos
asintomáticos, en los que los pacientes se encuentran bien o con síntomas leves.

Etiología:
El asma es una enfermedad inflamatoria de los bronquios,
que hace que estos se obstruyan y sean muy sensibles
frente a una gran cantidad de estímulos del ambiente. La
inflamación de los bronquios causa un aumento en la
producción del moco, que además es más viscoso, por lo
que se expulsa con dificultad. El aumento de sensibilidad
de los bronquios se denomina hiperreactividad y hace que
los bronquios se cierren ante determinados estímulos
como el ejercicio, el aire frío, las infecciones víricas, el
humo del tabaco, el olor a pintura, etcétera.
Cuando se habla de causas de asma es necesario distinguir entre las causas del asma
propiamente dichas o factores etiológicos, y los factores desencadenantes que, aunque no
producen la enfermedad, pueden desencadenar una crisis en una persona que previamente
padecía asma.

Factores etiológicos
 Componente genético: muchos pacientes tienen familiares con asma.
 Exposición a neumoalergenos: son sustancias que pueden producir alergia, en concreto,
síntomas respiratorios. Los más importantes son: ácaros del polvo, pólenes de plantas
(gramíneas, parietaria, olivo, platanero…), animales domésticos (pelo y escamas de su piel
como el del perro, gato o hámster), hongos microscópicos (domésticos o no, crecen en
lugares húmedos), factores ambientales y laborales (tabaco, polvo de madera, metales…).
Factores desencadenantes
Los más importantes son los relacionados con el clima (frío, humedad, nieve…), el ejercicio
físico intenso, los ambientes contaminados, especialmente por el humo del tabaco, las
infecciones respiratorias, y algunos fármacos como la aspirina y derivados.

Fisiopatología
El hecho fisiológico principal de la exacerbación asmática es el estrechamiento de la vía
aérea y la subsiguiente obstrucción al flujo aéreo que, de forma característica, es
reversible(7-11).
Varios factores son los que contribuyen al estrechamiento de la vía aérea en el asma.
• La broncoconstricción de la musculatura lisa bronquial, que ocurre en respuesta a
múltiples mediadores y neurotransmisores, es, en gran medida, reversible mediante la
acción de fármacos broncodilatadores.
• Edema de las vías aéreas, debido al aumento de la extravasación microvascular en
respuesta a los mediadores de la inflamación. Puede ser especialmente importante durante
un episodio agudo.
• El engrosamiento de las paredes de los bronquios, que ocurre por los cambios
estructurales que denominamos “remodelamiento”, puede ser importante cuando la
enfermedad es más grave y no regresa totalmente mediante el tratamiento habitual.
• Hipersecreción mucosa, que ocasiona obstrucción de la luz bronquial debido al aumento
de la secreción y a exudados inflamatorios.

Síntomas
Tos: Generalmente seca al inicio, y progresivamente
flemosa, puede ocurrir en forma esporádica ó por accesos y
puede llegar a producir fatiga ó vómitos de flemas. Casi
siempre es el primer síntoma de una recaída.
 Dificultad Respiratoria: Esta aparece en forma progresiva y
puede llegar a ser muy severa, con sensación de ahogo ó
"falta de aire"; Sin embargo, es necesario recalcar que no
es imprescindible su presencia para el diagnóstico de asma
bronquial.
 Sibilancias: Es el ruido silbante que se produce al sacar ó meter aire en los pulmones
debido al estrechamiento que se produce. Puede no ser percibido por la persona afectada
y detectarse sólo en la revisión médica.
 Flemas: Son las secreciones bronquiales que al producirse en forma abundante en las vías
aéreas, suenan al paso del aire como ronquido. Son generalmente muy sueltas y se
desprenden con los accesos de tos, y a veces producen náusea y vómito al toser.
 Otras molestias: Generalmente son menos frecuentes: dolor torácico, dolor abdominal,
sensación de opresión en el pecho, angustia, cianosis (coloración azulada de labios o
uñas), sudoración profusa, manos y pies fríos, palidez, etc.
Usted puede controlar el asma sí reconoce los signos de alerta de un ataque, evita el
contacto con las cosas que lo pueden originar y sigue las recomendaciones de su médico.
Tratamiento para el asma
El asma puede ser bien controlada con la medicación adecuada en casi todas las personas.
Los principales tipos de medicamentos son:
Aliviadores: actúan rápidamente para relajar los músculos alrededor de las vías
respiratorias. Este es el medicamento utilizado durante un ataque de asma
Preventivos: lentamente hacen que las vías respiratorias sean menos sensibles a los
desencadenantes y reduzcan la inflamación dentro de las vías respiratorias. Se toman
diariamente para ayudarlo a mantenerse bien
Terapias de combinación: son preventivas ya que contienen dos medicamentos
diferentes.
Prevención
En la actualidad no se puede prevenir el asma. Sin embargo, usted puede tomar medidas
para controlar la enfermedad y prevenir los síntomas.

 Aprenda sobre el asma y cómo se puede controlar.


 Use las medicinas como se las recete el médico.
 Identifique y trate de evitar en la medida de lo posible las cosas que le empeoren el asma
(los desencadenantes del asma). Sin embargo, un desencadenante que no debe evitar es
la actividad física. La actividad física es un componente importante de un estilo de vida
saludable. Pregúntele al médico acerca de medicinas que le ayuden a permanecer activo.
 Esté al tanto de sus síntomas de asma y del grado de control en que se encuentra la
enfermedad.
 Hágase chequeos periódicos para el asma.

Cuidados de Enfermería
Entre los cuidados de Enfermería para pacientes con asma tendrán especial importancia la
información y consejos necesarios para evitar su aparición. Es imprescindible concienciar
al paciente sobre la naturaleza y tratamiento de su enfermedad. Esta información debe
ser lo más completa posible y debe ser transmitida de forma sencilla y eficaz al paciente
para que no haya ningún problema en el proceso de aceptación de la enfermedad. Hay
dos aspectos de suma importancia que el paciente debe aceptar lo antes posible: el
tratamiento será continuado y en caso de complicación, la intervención de un servicio de
urgencia.
Otra información que debe facilitar el personal de Enfermería al paciente asmático son las
pautas preventivas. Éstas se basarán simplemente en evitar el contacto con el elemento
causante del brote asmático sea cual sea su naturaleza (pólenes, ácaros, sustancias
químicas, etc).
3- Cáncer

El término 'cáncer' se refiere a todo tipo de tumoración que se produce en cualquier


tejido del organismo, cuyas células presentan un crecimiento incontrolado, y tienen la
capacidad de invadir los tejidos vecinos y dar lugar a metástasis, es decir, al desarrollo de
tumores en otros lugares distintos de aquel en el que se originó el tumor. Estas células,
que han perdido sus características funcionales iniciales tienen, además, la capacidad de
inducir la formación de nuevos vasos sanguíneos.
Esta pérdida del control fisiológico del crecimiento celular deriva de la expresión anómala
del material genético, de tal forma que todos los tumores
se desarrollan por la acumulación de mutaciones en las
células que los originan. Se puede afirmar que el cáncer es
una enfermedad genética y que estas alteraciones
presentes en el ADN de las células tumorales son
heredadas o adquiridas.

Etiología:
La mayoría de los cánceres son el resultado de
la exposición a agentes ambientales, que son los responsables de las mutaciones en los
genes que controlan el crecimiento celular. Sin embargo, no todos los individuos responden
igual: a una exposición dada, una persona puede ser más susceptible al cáncer que otra.
Así pues, el desarrollo de un tumor maligno requiere complejas interacciones entre factores
exógenos y endógenos que, también, pueden producir alteraciones genéticas.
Se denominan carcinógenos a los agentes exógenos que causan mutaciones en
determinados genes. Algunos ejemplos serían:
 Carcinógenos según el estilo de vida: riesgo atribuible 45%. Dentro de este grupo se
incluyen el humo del tabaco (cáncer de: pulmón, laringe, cavidad bucal, esófago,
riñón, vejiga y páncreas); mascar tabaco (cavidad bucal); alcohol (cavidad bucal, esófago,
laringe, hígado); factores dietéticos (colon, mama, endometrio, estómago). Dentro de la
dieta también existen algunas sustancias que se han relacionado con un efecto protector
frente al cáncer (fibras, aceite de oliva, vitaminas C y E...). Factores reproductivos (mama,
endometrio, ovario).
 Radiaciones: riesgo atribuible 5%. Entre ellos, el radón (cáncer de pulmón) o la radiación
solar (melanoma).
 Carcinógenos biológicos: riesgo atribuible 4%. Los agentes infecciosos más claramente
asociados a cánceres humanos son: la infección crónica por virus de las hepatitis B y Ccon
el hepatocarcinoma; el virus del papiloma humano con el cáncer de cuello uterino; el virus
Epstein-Barr y el Linfoma de BurKitt con el carcinoma de nasofaringe; helicobacter
pylori con el cáncer gástrico.
 Carcinógenos ocupacionales: dependen de la profesión y sus riesgos asociados. Tienen un
riesgo atribuible 4%.
fisiopatología:
La fisiopatología del cáncer permite comprender cuales son los mecanismos que provocan
la aparición de esta patología. Hoy en día sabemos que el cáncer se debe a una
multiplicación celular anárquica debido a una desregulación del programa genético (ADN)
du una célula. Todas las células cancerosas provienen de esta célula de origen. Las células
tumorales se vuelven inmortales y capaces de proliferar de forma ilimitada porque no se
regulan por factores de crecimiento. La presencia de cancerígenos se encuentra a menudo
en el origen de esta cascada de transtornos.

Signos y síntomas:
Las principales manifestaciones del cáncer se relacionan con la
localización y tamaño del tumor, y con el grado de afectación
de los órganos que pueden dar lugar a síntomas. A
continuación se exponen los síntomas del cáncer más
frecuentes, recogidos de manera sistematizada y clasificados
de acuerdo a los órganos afectados:
 Aspectos generales: afectación del estado general, fiebre,
astenia, anorexia, pérdida de peso.
 Digestivo: perdida de apetito, disfagia, vómitos, alteración del ritmo intestinal,
hemorragias, hipo.
 Respiratorio: tos, hemoptisis, disnea, dolor torácico.
 Cardiovascular: disnea, edemas, dolor precordial, palpitaciones.
 Genitourinario: hematuria, síntomas urinarios.
 Locomotor: dolor óseo.
 Sistema nervioso: cefalea, déficit neurológico, crisis convulsivas, alteraciones de la
conciencia…
 Sistema cutáneo: alteraciones de la coloración (palidez, ictericia), picor, presencia de
lesiones, tumoraciones, adenopatías…

Tratamiento:
En la actualidad, con la aplicación y la combinación de las terapias contra el cáncer, se
alcanza un importante porcentaje de curación de los pacientes oncológicos. En aquellos
casos en los que la curación no es posible, el segundo objetivo del tratamiento del cáncer es
la prolongación de la supervivencia, la paliación y disminución de los síntomas, y el
mantenimiento de la calidad de vida. Estos objetivos se alcanzan con un manejo
multidisciplinar entre los distintos profesionales que
intervienen en el diagnóstico y el tratamiento del cáncer.
Las terapias empleadas para el tratamiento del cáncer pueden
pertenecer a cinco grandes familias:
 Cirugía oncológica
 Radioterapia
 Quimioterapia
 Hormonoterapia
 Inmunoterapia y terapéutica biológica
Gracias a estos tratamientos a día de hoy se puede afirmar que uno de cada tres cánceres
tiene una supervivencia a cinco años superior al 80%.

Prevención del cáncer:


Se trata del conjunto de actuaciones que conducen a la reducción de la incidencia de casos
de cáncer por la eliminación de los posibles factores causales. El Código Europeo Contra el
Cáncer resume las medidas más importantes de prevención primaria:

 No fumar o dejarlo lo antes posible. Lo que incluye todo tipo de tabaco. Es la principal
causa evitable de cáncer. Además de tus pulmones, la laringe, el esófago, la cavidad oral o
el estómago, entre otros muchos órganos, te lo agradecerán.

 Evitar la obesidad (IMC superior a 30) y mantener un normopeso equilibrado y


saludable (IMC entre 18,5 y 24,9). Un exceso de grasa corporal se relaciona con más
probabilidades de sufrir cáncer de riñón, colon y recto, páncreas, vesícula, mama, ovarios y
endometrio.

 Realizar alguna actividad física de intensidad moderada todos los días, al menos
durante 30 minutos. Da la espalda al sedentarismo y reduce la probabilidad de tener
tumores de mama o endometrio o cáncer colorrectal.

 Aumentar el consumo de frutas, verduras y hortalizas variadas (cuatro o cinco raciones


diarias), tomar dos o tres raciones al día de proteínas, e ingerir 30 gr. de fibra.

 Limitar el consumo de alimentos que contienen grasas saturadas de origen animal o


mantequillas, la carne roja, productos con exceso de sal, alimentos demasiado calóricos o
bebidas con exceso de azúcar.

 Es recomendable tomar aceite de oliva crudo, incluir en tu dieta pescado azul,


legumbres, cereales integrales y, de forma moderada, frutos secos. Algunos productos,
como el espino blanco, la onagra o crustáceos como el Krill contienen ácidos grasos W3
(antioxidantes celulares) que pueden ayudar a reducir las posibilidades de sufrir ciertos
tumores.

 Consumir diariamente ocho vasos de agua.

 Moderar el consumo de alcohol, o mucho mejor, evítalo totalmente. Disminuir la


ingesta de bebidas alcohólicas de 'cuatro o más' diarias a 'una o ninguna' puede reducir el
riesgo de cáncer de hígado en un 21%; el de colon en un 31%, y el de mama en un 30%.

 Evitar la exposición excesiva al sol. Esta recomendación es especialmente importante


en los más pequeños. Para prevenir la aparición de cánceres cutáneos usa protección solar,
evita las horas de máxima exposición al sol y prescinde del empleo de cabinas de rayos UVA.
Cuidados de enfermería
Al principio, cuidar de un paciente con cáncer puede parecer un desafío complejo y
demasiado grande como para sobrellevarlo. Dependiendo de las necesidades de la
persona, puede proporcionar distintos tipos de apoyo, como:
 Apoyo emocional
 Ayuda con la atención médica
 Ayuda con las cuestiones financieras y del seguro de salud.
 Servir como comunicador entre el paciente y el equipo de atención médica
Tal vez los siguientes consejos puedan ayudarle a convertirse en un cuidador exitoso:

Recuerde que cuidar a un paciente es un esfuerzo de equipo. Un cuidador es un


integrante de un equipo importante, que incluye familiares, amigos, otros voluntarios y el
equipo de atención médica. Cada miembro de este equipo tiene habilidades distintas y
estas fuerzas se combinan para proporcionar una atención eficaz.
Si usted es el cuidador principal, ayude a cada miembro del equipo a expresar sus
inquietudes, opiniones y emociones. Además, asegúrese de que la persona con cáncer
tenga un rol central en todas las discusiones y decisiones, si eso es posible. Es muy
importante que la persona con cáncer se sienta un participante activo en su atención.

2- Anorexia

La anorexia nerviosa es un conjunto de trastornos graves de


la conducta alimentaria que comprende periodos de
privación del consumo de alimentos (anorexia), alternados
en ocasiones con periodos compulsivos de ingesta
alimentaria y purga (bulimia), asociados ambos periodos a
otros trastornos de la conducta alimentaria no
especificados.
Las personas diagnosticadas de anorexia nerviosa presentan
un índice de masa corporal (IMC) y peso corporal muy inferiores a los correspondientes a
su edad, altura y sexo (por debajo de 18-19 se considera bajo peso y de 17 infrapeso severo).
Este bajo índice de peso corporal viene ocasionado en más del 50% de los pacientes,
además de por la privación alimentaria, por el abuso descontrolado de laxantes o diuréticos,
generación de vómito autoinducido y sesiones de ejercicio extenuantes con el fin de perder
peso.

Etiología:
Cuando buscamos las causas de la anorexia, hay que aclarar que es extremadamente
complicado establecer parámetros comunes responsables de este trastorno
alimentario, debido sobre todo a su componente psicológico y a la gran variación de
signos y síntomas entre unos pacientes y otros.
Los estudios desarrollados que han intentado determinar la etiopatogenia (origen de la
patología) de la anorexia no han sido concluyentes, apuntando como origen la suma de
algunos de estos factores predisponentes:
Factores individuales de riesgo de anorexia
Se ha hablado de un posible componente genético ligado a la presencia del gen 5HT-2A,
detectado en un gran número de pacientes diagnosticados de este desorden alimentario y
activado por situaciones de malnutrición. Diversos estudios de concordancia gemelar
apoyan este posible componente genético.
Se ha detectado un aumento de la actividad serotoninérgica que parece estar muy ligado a
la disminución de la ingesta de alimentos y a alteraciones de la conducta. Igualmente se han
observado, a través de pruebas de imagen, alteraciones anatómicas y metabólicas en los
sujetos con anorexia, que podrían estar ligadas a la presencia de la enfermedad.
Finalmente, se ha relacionado de forma predominante la presencia de esta enfermedad con
alteraciones psiquiátricas como depresión mayor o trastorno obsesivo-compulsivo.
Factores familiares
Presencia de alcoholismo o trastornos psiquiátricos en familiares de primer grado (padres
y hermanos).
Factores culturales
Cánones de belleza inalcanzables impuestos por la sociedad y un excesivo culto al cuerpo.
Además de estos factores, el inicio de dietas restrictivas es un factor precipitante de la
enfermedad.

FISIOPATOLOGÍA
Los cambios fisiopatológicos que se producen en la AN son parecidos a los observados en
otros estados de inanición. Cuando un individuo se somete a una situación de ayuno
prolongado tienen lugar en el organismo una serie de mecanismos de adaptación
encaminados a mantener la vida. Todas aquellas funciones «no vitales» (crecimiento,
reproducción) pasarán a un segundo plano. Tales adaptaciones, sin embargo, no ocurren
sin un coste: se produce un deterioro funcional en otros sistemas que limitan la capacidad
del individuo para realizar normalmente sus actividades físicas y mentales.
Desde el punto de vista metabólico, a parte de un intento de conservar la energía, uno de
los mecanismos más importantes es la cetoadaptación. A diferencia de lo que ocurre en
otras situaciones de déficit de ingesta, en las que en un primer momento existe un
aumento del gluconeogénesis a partir de aminoácidos musculares, glicerol y lactato, en la
AN no se produce esta cetoadaptación y las reservas de glucosa, proteínas y
micronutrientes se conservan a expensas de utilizar sólo los depósitos grasos. Al mismo
tiempo el perfil hormonal es característico: existe un descenso de la concentración de
insulina, IGF-1, catecolaminas y triyodotironina y un incremento del glucagón y de la
hormona del crecimiento. Estas alteraciones nos hacen comprender los signos y síntomas
que experimentan estos pacientes como son la intolerancia al frío, disminución de la
frecuencia cardiaca, respiratoria, estreñimiento etc.

Cambios de semiinanición similares a lo observados en la AN, se observan en los pacientes


con Bulimia Nerviosa(BN)
Signos de la anorexia
 Pérdida excesiva de peso en un corto espacio de tiempo.
 Sentimiento constante de obesidad no fundado y deseo férreo de seguir adelgazando, con
control activo (mirarse repetidamente al espejo, pesarse varias veces al día, contar las
calorías…).
 Retraso del crecimiento y desarrollo (en niños y adolescentes).
 Alteraciones de la menstruación o ausencia de esta.
 Realización de ejercicio físico constante y excesivo.
 Empleo de ropa holgada, principalmente pantalones.
 Evitar comidas en compañía.
 Huir de la mesa después de comer.
 Disimular la comida para no ingerirla (partir en trozos pequeños y esparcirla por el plato,
tirarla al suelo, esconderla…).
 Aislamiento progresivo y pérdida de vínculos sociales.
 Alteraciones anímicas con tendencia a la depresión y la ansiedad.
 Obsesión por el contenido calórico de todo lo que se consume, tomando solo alimentos
bajos en calorías.
 Empleo no controlado de diuréticos y laxantes.
 Baja autoestima.

Síntomas de la anorexia
En el ámbito clínico los principales síntomas de anorexia nerviosa son:
 Sequedad de la piel, con posibilidad de presencia de grietas.
 Aparición de vello fino (lanugo) en mejillas, espalda, muslos y antebrazos.
 Pigmentación amarillenta en la piel, principalmente en las plantas de los pies y las palmas
de las manos. Esto se debe a un aumento de carotenos en sangre (precursores de la
vitamina A) por un trastorno en su metabolismo.
 Extremidades frías.
 Uñas quebradizas y caída de cabello.
 Hipertrofia de las glándulas salivares, como las glándulas parótidas y las glándulas
submandibulares.
 Alteraciones dentales, con tendencia a la corrosión del esmalte dental y presencia de caries.
Esto es especialmente patente en pacientes que se purgan a través de la autoinducción del
vómito.
 Alteraciones gastrointestinales: flatulencia, hinchazón, dolor abdominal y estreñimiento
(excepto si se emplean laxantes que pueden ocasionar diarreas que alteran el equilibrio
electrolítico).
 Alteraciones cardiovasculares: tensión baja (hipotensión), descenso de la frecuencia
cardiaca (bradicardia), alteraciones del ritmo cardiaco (arritmias), etcétera.
 Alteraciones del riñón: indicativos de un mal
funcionamiento. Pueden encontrarse niveles de potasio
bajos (hipopotasemia), niveles elevados de compuestos
derivados del nitrógeno (azotemia), y elevación de los
niveles de creatinina sérica.
 Hemograma: niveles bajos de glóbulos rojos (anemia) y
glóbulos blancos (leucopenia).

Tratamiento:
Una vez evaluados los parámetros diagnósticos descritos previamente, y descartadas otras
patologías psiquiátricas y orgánicas, se procede al tratamiento y seguimiento del paciente.
El proceso de tratamiento de la anorexia nerviosa es multidisciplinar, precisando una
acción coordinada del médico de familia, psiquiatra, psicólogo, endocrino y ginecólogo.
Los puntos principales del tratamiento son:
 Modificación de los hábitos alimentarios del paciente:
se precisa una “re-educación” del paciente en sus
hábitos alimentarios. Para ello, se inicia con una dieta
relativamente baja en calorías (1.000-1.500
calorías/día) y se va incrementando progresivamente
hasta lograr cubrir las necesidades calóricas del
paciente, respetando siempre el espacio personal para
no presionarle, pero no permitiendo que coma a solas,
y vigilando que haga las cinco comidas diarias
fundamentales.
 Control regular del peso: se deben detectar aumentos semanales de 250-500 gramos al
pesar a la persona desnuda o en ropa interior (evita la tara del peso de la ropa y posibles
engaños del paciente).
 Restricción del ejercicio físico: inicialmente se elimina por completo y se reintroduce muy
progresivamente.
 Controles analíticos regulares para evitar complicaciones orgánicas.
 Terapia farmacológica: se centra principalmente en el componente depresivo o ansioso de
la anorexia. Es un tratamiento individualizado y constreñido a los requerimientos y la
situación psicológica del paciente.
 Terapia psicológica: se emplea de forma aislada, o combinada, la terapia conductual,
psicoanalítica, interpersonal y la de grupo.

Prevención
La prevención de la anorexia nerviosa no es siempre posible, pero algunas cuestiones
pueden ser de utilidad, por ejemplo:
 Desarrollar unos buenos hábitos alimentarios desde la infancia, facilitando la
autorregulación de la saciedad en los bebés y niños pequeños, evitando forzar a
comer más de lo que tienen hambre.
 Fomentar el pensamiento posivito y el reconocer aquellas cosas que gustan del
propio cuerpo, sin criticar la apariencia de otras personas ni la propia.
 Evitar compararse con otras personas y valorar las propias cualidades
 Evitar el aislamiento social

Cuidados de Enfermería:
La enfermera deberá descentralizar la relación de ayuda con el peso corporal, ofrecer
educación nutricional, desarrollar psicoterapia individual y en grupo trabando la distorsión
corporal, llegar a un pacto en el tratamiento, acordar que, según pierde peso, pierde
privilegios, controlar el peso a diario y vigilar las conductas del paciente.

1- La obesidad

La obesidad es el trastorno metabólico más frecuente en la clínica humana. En los países


industrializados, las condiciones de vida actuales permiten una alimentación abundante y
variada a sectores cada vez mayores de la población, al mismo tiempo que se incrementa
el sedentarismo, lo que favorece que el número de personas obesas se multiplique.
Existen variaciones de la composición corporal en función de la
edad, sexo y actividad física. A modo de ejemplo, una persona
a los 25 años tiene un 15% de su peso como tejido graso,
mientras que a los 75, y manteniendo un peso similar, tiene un
30% como tal, a expensas de una disminución de la masa
muscular magra, formada por tejido muscular y hueso.

Etiología:
En términos generales, la excesiva acumulación de triacilglicéridos (grasas neutras) en el
tejido adiposo (la obesidad) se produce cuando el equilibrio calórico es netamente positivo,
es decir, cuando se consume más de lo que se quema. La obesidad no es posible en otras
circunstancias. Estos son los factores de riesgo para padecer obesidad:

-Factores genéticos
En diversos estudios se ha obse rvado que menos del 10% de
los hijos de padres delgados son obesos, alrededor del 50%
de los hijos con un progenitor obeso son obesos, y más del
80% de los hijos cuyos progenitores son obesos presentan
obesidad. Así pues, se ha demostrado la existencia de una
correlación significativa entre el peso de padres e hijos
naturales, mientras que dicha correlación es menor o no
existe al comparar padres adoptivos con hijos adoptados.

-Factores nutricionales
La sobrealimentación puede tener lugar en cualquier época de la vida, pero su influencia es
mayor si se inicia en edades tempranas. La nutrición durante la infancia ha adquirido gran
relevancia en los últimos años, al demostrarse que un porcentaje significativo de niños
obesos evolucionan a adolescentes obesos y adultos obesos. Las dietas ricas en grasas y en
carbohidratos pueden favorecer la obesidad.
Los genes influyen en la predisposición a la obesidad cuando se relacionan con formas de
alimentación específicas y la disponibilidad de nutrientes. Por ejemplo, la hambruna impide
la obesidad, incluso en personas con mayor propensión a ella. También son importantes los
factores culturales relacionados con la composición de la dieta y con el grado de actividad
física. En sociedades industrializadas, la obesidad es más frecuente en mujeres pobres,
mientras que en países subdesarrollados lo es en las mujeres más ricas. En los niños existe
cierto grado de relación entre el sobrepeso y el tiempo que destinan a ver la televisión.

-Factores neurales
Los mecanismos básicos que regulan la ingestión de alimentos (sensación de
apetito/saciedad) están localizados en el sistema nervioso central. Diversos autores han
demostrado que existe una relación entre las alteraciones en el metabolismo de la
serotonina y la ingesta alimenticia. En la regulación de la ingesta de alimentos intervienen
varias moléculas, algunas desconocidas; pero tal vez la más importante es la leptina. Esta
hormona es secretada por los adipocitos y su nivel de producción constituye un índice de
los depósitos energéticos adiposos. Cuando sus niveles son altos, la ingestión de alimentos
disminuye, y el gasto energético aumenta. Se han descrito varias familias con obesidad
mórbida de comienzo precoz debido a mutaciones que inactivan la leptina (carecen de
hormona o no funciona) o a resistencia a la leptina (la hormona es correcta pero el receptor
al que debe unirse está mal conformado).

Fisiopatología de la obesidad
Sea cual sea la etiología de la obesidad, el camino para su desarrollo es el mismo, un
aumento de la ingestión y/o una disminución del gasto energético. 59 Los lípidos
procedentes de la dieta o sintetizados a partir de un exceso de carbohidratos de la dieta,
son transportados al tejido adiposo como quilomicrones o lipoproteínas de muy baja
densidad (VLDL). Los triglicéridos de estas partículas son hidrolizados por la
lipoproteinlipasa localizada en los capilares endoteliales, introducidos en el adiposito y
reesterificados como triglicéridos tisulares. Durante los períodos de balance positivo de
energía, los ácidos grasos son almacenados en la célula en forma de triglicéridos; por eso,
cuando la ingestión supera el gasto, se produce la obesidad.60 En la medida en que se
acumulan lípidos en el adiposito, este se hipertrofia y en el momento en que la célula ha
alcanzado su tamaño máximo, se forman nuevos adipositos a partir de los preadipocitos o
células adiposas precursoras, y se establece la hiperplasia. El paciente muy obeso que
desarrolla hiperplasia y comienza a adelgazar, disminuirá el tamaño de los adipositos, pero
no su número.26 Este hecho tiene una relevancia especial en la obesidad de temprano
comienzo, en la niñez o la adolescencia, en la cual prima la hiperplasia sobre la hipertrofia,
y como resultado es más difícil su control, pues hay una tendencia a recuperar el peso
perdido con gran facilidad y de ahí la importancia de la vigilancia estrecha en el peso de los
niños y adolescentes, porque las consecuencias pueden ser graves.
En el caso de la obesidad de comienzo en la adultez, predomina la hipertrofia sobre la
hiperplasia, por lo cual su tratamiento suele ser más agradecido, pero no por eso fácil. Por
otra parte, se sabe que la distribución de los adipositos y su capacidad de diferenciación,
está condicionada genéticamente,31 por eso, mientras mayor sea la fuerza genética para la
obesidad, mayor será la probabilidad de que este proceso se desarrolle con el menor
esfuerzo y la mayor rapidez.

Signos y síntomas:
La obesidad viene definida objetivamente por el Índice de Masa Corporal (IMC), en función
del cual hablamos de:
 Sobrepeso: IMC 25-29.9, o entre los percentiles 86-95 para la edad y sexo.
 Obesidad: IMC 30-34.4, o mayor del percentil 95 para la edad y sexo.
 Obesidad mórbida y súper obesidad: IMC mayor de 40 y 50 respectivamente, considerando
un rango de riesgo muy alto para la salud toda cifra mayor del percentil 99 para la edad y
sexo.
La aparición de los síntomas relacionados con el exceso de peso aparece a partir del
sobrepeso, considerando un aumento progresivo en el riesgo de sufrir enfermedades y de
muerte cuando se supera ésta.

Se estima que a partir de un IMC por encima de 25


(sobrepeso) puede notarse un aumento en la
sudación con esfuerzos pequeños, una menor
capacidad para actividades que antes no producían
esa fatiga, etcétera. El hecho de aumentar la
sudación ya induce en muchas ocasiones la aparición
de lesiones cutáneas como el intertrigo y el
sobrecrecimiento de hongos en las zonas de los pliegues. Puede aumentar el riesgo de
sufrir enfermedades del corazón en forma de angina de pecho, cifras altas de tensión
arterial, dolores en las grandes articulaciones como las caderas y las rodillas como
consecuencia del desarrollo de artrosis o un aumento en la velocidad de su evolución.
Asimismo, el sobrepeso también añade una mayor probabilidad de aparición de ataques
de gota y se le ha relacionado con algunos tipos de cáncer.

Tratamiento de la obesidad:
El éxito del tratamiento de la obesidad depende del interés y entusiasmo del equipo que lo
trata y de la cooperación motivada del paciente obeso. La relación médico-paciente es en
esta enfermedad más importante que en otras, ya que puede actuar de factor limitante.
El tratamiento médico de la obesidad se basa en la aplicación combinada de las siguientes
medidas:
 Reducción de la ingestión de calorías: si la persona se alimenta en exceso, es preciso reducir
el aporte calórico para convertir el balance energético de positivo a negativo. Existen
múltiples tipos de dietas para adelgazar que han demostrado su eficacia, pero siempre es
necesario consultar con un endocrino, para obtener una dieta personalizada.
 Aumento del gasto energético: en los pacientes que, además de tener un excesivo aporte
calórico, tienen una forma de vida esencialmente sedentaria, debe asociarse la práctica de
ejercicio físico, que habrá de ser constante y progresivo.
 Empleo de fármacos: se han empleado diversos tipos de fármacos en el tratamiento de la
obesidad. Orlistat inhibe parcialmente la acción de la lipasa pancreática. Sibutramina, a su
vez, inhibe la recaptación de serotonina y noradrenalina, incrementando el gasto calórico.
Ambos fármacos consiguen el objetivo de facilitar una pérdida moderada de peso,
empleados simultáneamente con dietas moderadamente hipocalóricas. Bajo ningún
concepto puede recomendarse el empleo de píldoras adelgazantes que producen graves
complicaciones endocrinológicas, cardiovasculares, electrolíticas y neuropsiquiátricas.

Prevención:
Para prevenir la obesidad y el sobrepeso se recomienda seguir un estilo de vida saludable
que incluya ejercicio físico regular y una alimentación sana y equilibrada rica en frutas,
verduras y fibra. La Dieta Mediterránea es el mejor patrón alimentario para mantener un
peso adecuado de forma sana.

El tratamiento de la obesidad es siempre difícil, y se caracteriza por su duración. En


algunos casos es imposible resolver el resto de enfermedades provocadas por la obesidad
mediante la reducción del peso. Por ello, siempre es mejor controlar regularmente el peso
y actuar enseguida en caso de un leve aumento del mismo.

CUIDADOS DE ENFERMERIA
a obesidad es una enfermedad crónica tratable. Se produce cuando existe un exceso de
tejido adiposo (grasa) en el cuerpo. Aparte del problema que de por sí representa la
obesidad, los expertos advierten de que sus efectos más negativos se producen porque
actúa como un agente que exagera y agrava a corto plazo y de forma muy evidente
patologías graves como la diabetes, la hipertensión, las complicaciones cardiovasculares
(especialmente la cardiopatía isquémica), e incluso algunos tipos de cáncer como los
gastrointestinales.
Con excepción de las personas que son muy musculosas, aquellas cuyo peso supera en un
20por ciento o más el punto medio de la escala de peso según el valor estándar
peso/altura, son consideradas obesas.
La obesidad puede ser clasificada como leve (del 20 al 40 por ciento de sobrepeso),
moderada (del 41 al 100 por cien de sobrepeso) o grave (más del cien por cien de
sobrepeso).
La obesidad es grave en solamente el 0,5 por ciento de las personas obesas.
Una adecuada atención al paciente con sobrepeso/obesidad tiene como objetivo
fundamental conseguir que mejore su nivel de auto/cuidado y alcance una mayor calidad
de vida; los cuidados en enfermería consisten en:
-Asistir
-Informar
-Formar
-Educar
-Asesorar
-Adiestrar
-Cuidar

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