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La problemática de niñas y niños institucionalizados

en la provincia de Buenos Aires

Crecer fuera de casa - La problemática de niñas y niños institucionalizadosen la provincia de Buenos Aires
Crecer fuera
de casa

2017
Sara Cánepa, Alejandra Capriata, Laura Hoffmann,
Horacio Sabarots y Mayra Salazar.
Comp. Horacio Sabarots.
1

Crecer fuera
de casa
La problemática de niñas y niños institucionalizados
en la provincia de Buenos Aires

Sara Cánepa,
Alejandra Capriata
Laura Hoffmann,
Horacio Sabarots,
y Mayra Salazar.
Comp. Horacio Sabarots.
2
Crecer fuera de casa

Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires


Rector: Cdor. Roberto Tassara
Vicerector: Dr. Marcelo Aba

Facultad de Ciencias Sociales


Decana: Lic. Gabriela Gamberini
Vicedecana: Dra. María Gutierrez

Coordinación general: Carolina Ferrer • Área editorial.


Edición y corrección: Cecilia Pino
Diseño y diagramación: Mario Pesci
Ilustración de tapa y portadas: Silvina Amoroso

Crecer fuera de casa: la problemática de niñas y niños institucionalizados en la provincia de Buenos


Aires / Sara Cánepa... [et al.]; compilado por Horacio Sabarots; coordinación general de Carolina
Ferrer; editor literario Cecilia Pino; ilustrado por Silvina Amoroso - 1a edición especial - Tandil:
Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires. Facultad Ciencias Sociales, 2017.
Libro digital, PDF

Archivo Digital: descarga y online


Edición para Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires
ISBN 978-950-658-428-3

1. infancia. 2. Juventud. 3. Derecho a la Asistencia de Niños y Adolescentes. I. Cánepa, Sara II.


Sabarots, Horacio, comp. III. Ferrer, Carolina, coord. IV. Pino, Cecilia, ed. Lit. V. Amoroso, Silvina, ilus.
CDD 305.23086942
3

Índice
Prólogo 5
Introducción 9
Capítulo 1: Niñas, niños y adolescentes, ¿sujetos de derechos? 15
¿Qué significa la protección integral de niñas, niños y adolescentes? 15
Las leyes y sus concepciones 16
Construcción normativa de la protección integral de niñas, niños y adolescentes 18
Significado e implicancias de la creación de un Sistema de Promoción y Protección Integral de los
Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes 25
Resistencias a prácticas inclusivas e integradoras 25

Capítulo 2: Vivir en instituciones tutelares: las historias de Paula,


Francisco y Manuel 31
Introducción 31
La institucionalización de niños, niñas y adolescentes 31
La “cocina” de este capítulo 37
Las historias: Paula, Manuel y Francisco 45
Fuentes de la vulnerabilidad y motivos de institucionalización 48
Crecer en el Hogar o en el Instituto: experiencias, vínculos afectivos, dificultades y aprendizajes 58
La vida pos-tutela: proyectos, esperanzas y condicionantes 95
Conclusiones104
Glosario109

Capítulo 3: ¿Qué ves cuando me ves? Construcciones mediáticas sobre


niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad social  113
Punto de partida 113
Los derechos de la infancia, la adolescencia y la ciudadanía 114
Los medios de comunicación como productores de derechos 117
Infancia y discursos. De niños y “menores” 120
4
Crecer fuera de casa

Construcción mediática sobre adolescentes en situación de vulnerabilidad social 122


Categorías preliminares – 122
¿Qué dicen los diarios de Olavarría y de la región sobre la infancia y adolescencia? 123
Noticias en foco 125
Noticia N° 1 126
Noticias Nº 2 y Nº 3 131
Noticias Nº 4 y Nº 5 131

¿Qué pueden hacer los y las periodistas para colaborar en la construcción de una agenda
periodística más justa y alentadora sobre los chicos y chicas? 133
Glosario136

Capítulo 4: La situación de niñas, niños y jóvenes institucionalizados


en la ciudad de Olavarría 141
Introducción 141
Los efectos de la institucionalización 147
Institucionalización y/o fortalecimiento familiar 151
¿Cómo cambiar este paradigma que muchos actores sociales tienen en Desarrollo Social, en la
Justicia, en Salud, Educación y en los mismos Hogares?  152
La revinculación familiar, una tarea compleja 156
Líneas de trabajo a futuro 159
Conclusiones160

Consideraciones finales 165


Referencias bibliográficas  171
Documentos públicos y legislación 174

Notas 177
5

Prólogo
Prologar un libro de historias de vida manera, en el tipo de sociedad en que vi-
como este, cuyo título es “Crecer fuera de vimos), las tres historias de vida de Paula,
casa”, nos anticipa una lectura no liviana, Francisco y Manuel articulan centralmen-
no edulcorada. Nos coloca de antemano te el contenido del libro, elaborado por
en una situación de percepción y tensión cinco profesionales de distintas discipli-
intelectual que casi permite avizorar el nas (antropología, abogacía, medicina y
contenido del libro, aún sin haberlo leído. comunicación).
Se trata de una propuesta cuya riqueza se Resulta sugestivamente interesan-
centra en la posibilidad de abrir un debate te que una legisladora de la provincia de
serio e informado sobre una cuestión que Buenos Aires (María Isabel Gainza) haya
moviliza sendas sensibilidades de distin- acudido a la Facultad de Ciencias Sociales
to signo ideológico-moral: la institucio- de una universidad pública, la del Centro
nalización de niños, niñas y adolescentes de la Provincia de Buenos Aires, para
tanto en los ámbitos institucionales de la solicitar e impulsar el estudio de esta
penalidad juvenil, como en los dispositi- temática.
vos de cuidado alternativo. En la Introducción, las y los autores
“Crecer fuera de casa” nos induce destacan que el objetivo del libro pre-
a prepararnos para una lectura dolien- tende “aportar a la visibilización y re-
te, porque la sola mención del título ya flexión de cuestiones críticas de la niñez
da cuenta de la distorsión vigente y del más desfavorecida, que a veces se elige
componente de violencia que impera en consciente o inconscientemente no mi-
una sociedad que desarraiga a los niños rar, y a poder escuchar más lo que los
y adolescentes del lugar central que les pibes y pibas nos dicen sobre lo que les
corresponde: el hogar y la escuela. Porque pasa en sus vidas”.
¿quién, en su sano juicio, desearía para En el capítulo en el que se analiza la
sus hijos o nietos que vivan y crezcan fue- perspectiva jurídica, se plantea el interro-
ra del hogar y fuera de la escuela? gante (pertinente y siempre recurrente)
Complejas, traumáticas, pero también acerca de si las niñas, niños y adolescen-
corrientes (como no podría ser de otra tes son sujetos de derechos. Esta es la
6
Crecer fuera de casa

pregunta que siempre nos hacemos los los 14 años había transitado por numero-
que nos dedicamos a esta temática. ¿Por sas instituciones penales. Los organismos
qué y hasta cuándo nos tendremos que de “protección”, estatales y privados, no
seguir preguntando lo mismo? pudieron ayudarlo lo suficiente. Decidió
La pregunta, lamentablemente, sigue concluir con su vida por “no dar más”. En
teniendo vigencia precisamente porque ocasiones, expresaba desconfianza sobre
para no todos los niños y adolescentes del la actuación de los profesionales intervi-
país sus derechos –a la alimentación, a la nientes: “Ahí adentro aprendés a bancár-
salud, a la educación, a la vivienda, a la jus- tela solo, sabés que no podés confiar en
ticia, a la participación– están plenamente nadie, menos en los psicólogos que son los
garantizados. Más allá de los avances for- que hacen los informes para el juez”.
males en las normativas jurídicas, las lógi- Con Manuel, como en tantísimos otros
cas institucionales tienden a preservar las casos, la “sociedad” falló una vez más.
tendencias al control y al disciplinamiento, Llegó tarde. Para graficarlo los autores
básicamente, de los niños pobres y no a consignan las estrofas del ballenato co-
garantizarles sus derechos violentados. lombiano, popularizado por Vicentico:
Hacen bien en recordar en el libro que, “Los caminos de la vida, no son lo que yo
según el fallido sentido común (que re- esperaba. No son lo que imaginaba. Son
producen muchos jueces y profesionales), muy difícil de andarlos, difícil de caminar-
hay “niños” y “menores” en la sociedad, los. ¡Y no encuentro la salida!”.
según pertenezcan a distintas clases so- Manuel, sobrepasado por sus duras
ciales. La murga uruguaya “La Mojigata” y permanentes angustias encontró “su”
declama: “Los que piden un triciclo para salida. No la mejor, pero sí la que él –tal
Reyes ¿qué son? son los niños. Los que pi- vez– pensó que le podría proporcionar el
den una moneda en la calle ¿qué son? son alivio final que no pudo hallar en el mundo
menores. Los que juegan con juguetes de en que vivimos.
colores ¿qué son? son los niños. Los que No son los jóvenes los que están “en
hacen malabares con limones en la calle conflicto con la ley”, como expresa en su
¿qué son? son menores”. definición y en su uso esta categoría jurí-
Un desgraciado y lacerante tema que dica. Son las leyes las que están en con-
atraviesa el libro, lo constituye el suicidio flicto con los niños, con los jóvenes, al no
del joven Manuel, mencionado en varios de preservar sus derechos, al no garantizar-
los capítulos. Se quitó la vida en diciembre les el acceso a una vida digna y a un hu-
de 2014. Tenía 23 años y dos hijos, y desde mano desarrollo.
7

¿A quiénes se castiga más en nuestras sentido de las cosas y de los procesos


sociedades? A los más pobres, a los más sociales. De ahí que se torna necesario
desprotegidos, a los más estigmatizados. desmitificar, con firmeza, todas aque-
Los sectores sociales más vulnerados, llas concepciones que atentan contra la
ante la ausencia de oportunidades, son existencia de sociedades más fraternas y
virtualmente impelidos a la delincuencia equitativas, defendiendo y valorando para
y luego son los más severamente castiga- el conjunto de los habitantes la igualdad
dos, configurando un férreo “círculo vicio- plena de derechos.
so”, acerca de lo cual la sociedad no pue- Las sociedades que asumen modelos
de eximirse (cándida o hipócritamente) de político-económicos con un gran compo-
responsabilidad. nente de violencia estructural (como la
La delincuencia y los delitos se cons- pobreza y la exclusión, por ejemplo), ter-
truyen socialmente y luego, sólo en el es- minan cosechando lo que siembran. De
labón más débil de la cadena, se aplican ahí que la clave debe ser siempre la pre-
los castigos individuales, con la mágica vención y no el castigo.
creencia de haber solucionado el mal o En suma, “Crecer fuera de casa” se
para aliviar nuestra conciencia por lo que trata de un libro que testimonia la cru-
no hicimos oportunamente como socie- da realidad por la que transitan muchos
dad para prevenirlos. Los adolescentes niños y adolescentes en el país, confi-
y los niños expresan y reconstruyen, con gurando –a la vez, de hecho– una clara y
sus comportamientos, las características necesaria denuncia acerca de la flagran-
de la sociedad en la que viven. te violación de derechos que sufren estos
Ciertas tendencias ideológicas tien- sectores de la población.
den a distorsionar y enmascarar el real
Norberto Alayón
Profesor Consulto de la UBA. Ex Coordinador
Ejecutivo del Grupo Nacional para la Defensa de los
Derechos de la Infancia y la Adolescencia.
8
Crecer fuera de casa
9

Introducción

El libro que presentamos es el resulta- políticas neoliberales en los años 90`. Es


do final de un trabajo de investigación que necesario aclarar que estas inquietudes
tuvo como punto de partida una solicitud, sociales no son homogéneas, ni en lo ex-
por parte la senadora de la Provincia de periencial ni en las interpretaciones que
Buenos Aires (período 2009-2013), María distintos colectivos se hacen de las situa-
Isabel Gainza, orientada a que la Facultad ciones que tienen como protagonistas a
de Ciencias Sociales - UNICEN, indagara niñas, niños y adolescentes vulnerables.
en los efectos concretos que la nueva le- La mirada puede contener posturas dife-
gislación provincial sobre niñas, niños y rentes, incluso opuestas, al considerar a
adolescentes tenía en las problemáticas y los propios menores de edad y sus fami-
situaciones específicas de menores insti- liares y allegados, que lo viven en clave de
tucionalizados a nivel local, recuperando sufrimiento, o a aquellos sectores socia-
las “voces juveniles” de quienes transita- les más acomodados que se los represen-
ron recientemente por distintos entornos tan más como una amenaza, tipificada en
de instituciones de cuidado, tratamiento los medios de comunicación como el “in-
o penalización. Además, tal inquietud se cremento de la inseguridad” que apunta a
acompañaba de la necesidad de producir los jóvenes “ni, ni”, o si consideramos la
textos de difusión de amplio alcance que perspectiva y la acción pública por parte
visibilizaran esta problemática. del Estado.
A la vez, el pedido puntual de la le- La respuesta institucional al pedido de
gisladora, especialista en la temática la legisladora, quien respaldó económica-
que aquí se aborda, se hace eco de una mente la investigación, se tramitó por me-
preocupación más generalizada en nues- dio de un acuerdo dentro de la FACSO en-
tra sociedad que apunta al presente y fu- tre la Secretaría de Extensión y el Núcleo
turo de nuestros/as niños/as y jóvenes en Regional de Estudios Socioculturales,
situación de vulnerabilidad social, grupo partes que se comprometieron a llevar
que se ha visto incrementado cuantitativa adelante el trabajo de investigación que
y cualitativamente desde la aplicación de tiene como resultado el presente libro.
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Crecer fuera de casa

Para concluir la fase de edición se contó vista expresados son responsabilidad ex-
con la lectura crítica de Teresa Sansèau clusiva de cada uno de los autores de los
y aportes económicos de los senado- respectivos capítulos.
res Héctor Vitale y Carolina Szelagowski, El capítulo primero, a cargo de la Dra.
que se sumaron a otro proveniente de la Sara Cánepa, es una puesta al día en la
Secretaría de Extensión de la FACSO. legislación sobre niñas, niños y adoles-
Lo destacable del trabajo es que par- centes en la Provincia de Buenos Aires.
ticipamos y confluimos profesionales de El cambio de paradigma legal en la ma-
distintos campos, hecho que, por una teria, que ha producido lógicos cambios
parte, nos obligó a salir de cada lógica institucionales y un período de transición
disciplinar y dialogar con las otras, y que no exento de tensiones. Adicionalmente,
además hace más justicia a una compleja como consecuencia lógica, la autora se
problemática cuyo entendimiento cree- refiere a las dificultades que acarrea asu-
mos se enriquece al considerarla desde mir el marco de corresponsabilidad, la
una mirada múltiple. Abogadas, médicas, implementación de prácticas interdisci-
comunicadoras sociales y antropólogos plinarias e intersectoriales y el respeto a
aportaron lo suyo en los distintos capítu- la subjetividad de niñas, niños y adoles-
los de este libro. centes en el marco de la ética aplicada al
Por esta misma razón, el lector no debe ejercicio profesional con enfoque de de-
pretender encontrar una homogeneidad de rechos y lo que falta recorrer para poder
escritura y de códigos disciplinares, antes contar con un cuerpo consistente que en-
bien debemos advertirle que a lo largo de la tienda en las situaciones legales de niñas,
lectura por los distintos capítulos se mani- niños y adolescentes.
fiestan esas discontinuidades que obede- El primer capítulo, nos proporciona el
cen a las disímiles formaciones de los au- marco legal necesario para adentrarnos
tores. No obstante, sí pretendemos haber en el capítulo segundo, a cargo del Dr.
plasmado una coherencia básica en cuanto Horacio Sabarots y la Lic. Mayra Salazar,
a los contenidos producto de los acuerdos que aborda, desde una perspectiva an-
frente a la problemática que se aborda, tropológica, las historias de vida de tres
que se manifiestan explícitamente en las jóvenes que transitaron su niñez y ado-
Consideraciones finales del texto. lescencia en distintas instituciones de
Es necesario aclarar que la informa- menores: hogares, centros de tratamien-
ción volcada en este libro y los puntos de to de adicciones, cárceles, mediante la
11

intervención del Estado. Centrado fun- políticas del Estado, que se debaten entre
damentalmente en los relatos de los institucionalización vs. fortalecimiento de
protagonistas, se intenta extraer de sus las familias vulnerables. De su labor tera-
testimonios los efectos del cambio de la péutica deriva un profundo conocimiento
legislación, sus trayectorias dentro de de las familias de donde provienen los pi-
las instituciones, y los recursos con los bes y pibas en situación de fragilidad. De
que contaron una vez puertas afuera en hecho, fue la Dra. Capriata quien ofreció
su lucha por ser reconocidos. los contactos que nos condujeron a los jó-
El capítulo tercero, elaborado por la venes protagonistas de este libro, fruto de
Profesora en Comunicación Social Laura su empatía y compromiso personal.
Hoffmann, nos aporta interesantes ob- Las conclusiones generales del libro
servaciones sobre el tratamiento de las pretenden presentar una síntesis de los
problemáticas de niñas, niños y adoles- vectores más relevantes que se han abor-
centes en los medios de comunicación lo- dado para comprender un proceso que,
cales. En sociedades donde los flujos de como tal, abre nuevos desafíos y nos mo-
significado corren preponderantemente a tiva a continuar trabajando como investi-
través de las redes sociales, la televisión gadores y profesionales comprometidos
y los medios gráficos, se hace indispen- con nuestra sociedad, que nos obliga a
sable una mirada crítica que ponga en profundizar la transferencia, la exten-
tensión el sentido común, discutiendo las sión y la articulación con todas las áreas
responsabilidades de quienes por omisión de gestión que involucran a niñas, niños y
o tratamiento sesgado de la información adolescentes vulnerables.
reproducen los prejuicios más devasta- Como autores de esta obra, nuestro
dores hacia niñas, niños y adolescentes objetivo compartido es aportar a la visi-
vulnerables. bilización y reflexión de situaciones críti-
Finalmente, el capítulo cuarto, a car- cas de la niñez más desfavorecida, que a
go de la pediatra y terapeuta familiar Dra. veces se elige consciente o inconsciente-
Alejandra Capriata, ofrece una mirada sus- mente no mirar, y a poder escuchar más
tentada en su larga experiencia en el cam- lo que los pibes y pibas nos dicen sobre
po de la salud en la ciudad de Olavarría. En lo que les pasa en sus vidas. Si logramos
este texto, la especialista pone en eviden- eso en estas páginas nuestra tarea habrá
cia los dilemas en la gestión de estas pro- tenido sentido.
blemáticas, que involucran las decisiones
12
Crecer fuera de casa
13

Niñas, niños y adolescentes,


¿sujetos de derechos?

Crecer
fuera
de casa
14
Crecer fuera de casa
15

Niñas, niños y adolescentes, Capítulo

¿sujetos de derechos? 01
Sara Cánepa

del Niño y otros instrumentos que dispo-


¿Qué significa la protección nen lineamientos de atención de la infan-
integral de niñas, niños y cia tales como las Reglas Mínimas de las

adolescentes?
Naciones Unidas para la Administración
de la Justicia de Menores (Reglas de
En principio, partimos de una verdad Beijing), aprobada el 29 de noviem-
que es que toda persona es titular de de- bre de 1985; las Reglas de las Naciones
rechos por el sólo hecho de ser persona. Unidas para la Protección de los Menores
En consecuencia, las niñas y los niños son Privados de Libertad, aprobada el 14 de
titulares de derechos. diciembre de 1990; las Directrices de las
El quid de la cuestión es ejercer los Naciones Unidas para la Prevención de
derechos de los que son titulares, pues “el la Delincuencia Juvenil (Directrices de
derecho se tiene cuando se ejerce”, esto Riad), aprobada el 14 de diciembre de
es, cuando se practica en la vida diaria. 1990.
Crecer con ternura, comprensión y lí- El Estado Argentino ha ratificado la
mites, alimentarse, vivir en familia en una Convención sobre los Derechos del Niño
vivienda, tener una vida saludable, tener –CDN– y esto implica asumir el compro-
acceso a la educación, al esparcimiento, miso de aplicarla. La aplicación es el pro-
al juego, tener acceso a mecanismos de ceso en virtud del cual debe tomar medi-
exigibilidad de derechos; todo ello signi- das para garantizar la efectividad de los
fica gozar de la atención y los cuidados derechos. El derecho existe cuando deja
indispensables que garantizan la promo- de ser texto para ser vivido.
ción de derechos y la protección integral. Si bien las Reglas y las Directrices
La llamada doctrina de la protección no tienen fuerza vinculante, estable-
integral está conformada por los princi- cen marcos de acuerdos en el concierto
pios de la Convención sobre los Derechos internacional.
16
Crecer fuera de casa

El Estado es quien asume obligacio- La República Argentina presentó su


nes en virtud de la Convención, pero en la último informe en el año 2010, que me-
aplicación de esta, es decir, en la labor de reció las recomendaciones del Comité. El
traducir en la realidad los derechos huma- informe siguiente debió ser presentado en
nos de niñas y niños, tienen que participar el año 2016.3
todos los sectores de la sociedad y, des- El Comité puede examinar denuncias
de luego, los propios niños y niñas.1 Ese de los particulares, en virtud del Tercer
necesario involucramiento intersectorial protocolo facultativo de la CDN, y se pue-
constituye el fundamento de la denomi- den plantear cuestiones relacionadas con
nada corresponsabilidad. los derechos del niño ante otros comités
La Convención de los Derechos del con competencia para examinar denun-
niño crea el Comité de los Derechos del cias de los particulares.
Niño, que es el órgano de expertos inde- El Comité se reúne en Ginebra y nor-
pendientes que supervisa la aplicación malmente celebra tres períodos de se-
de la Convención sobre los Derechos del siones al año que constan de una sesión
Niño por los Estados Parte y la aplicación plenaria de tres semanas y un grupo de
de los dos protocolos facultativos de la trabajo anterior al período de sesiones
Convención, relativos a la participación que se reúne durante una semana.
de niños en los conflictos armados y a la El Comité publica su interpretación
venta de niños, la prostitución infantil y la del contenido de las disposiciones sobre
utilización de niños en la pornografía. derechos humanos, en forma de observa-
Todos los Estados Parte deben pre- ciones generales sobre cuestiones temá-
sentar al Comité informes periódicos so- ticas y organiza días de debate general.
bre la manera en que se ejercitan los de- Resulta útil para la aplicación de la nor-
rechos. Inicialmente, los Estados deben mativa tener en cuenta el contenido de las
presentar un informe dos años después observaciones generales.4
de su adhesión a la Convención y luego
cada cinco años.
El Comité examina cada informe y los
Las leyes y sus concepciones
adicionales de los países que han adheri- Las leyes que en la Argentina regula-
do a los protocolos facultativos, y expresa ron los asuntos de niñez y adolescencia
sus preocupaciones y recomendaciones al desde el año 1919 hasta los años 2005 y
Estado Parte en forma de “observaciones 2006, han promovido, detrás de un dis-
finales”.2 curso de protección, la estigmatización
17

de niñas y niños según su pertenencia de práctica y el Decreto 10.067 (año 1982),


clase, fundamentalmente han ignorado e que fue un instrumento legal creado por
invisibilizado toda práctica subjetivante. operadores de la justicia de menores y
El Poder Ejecutivo de los gobiernos funcionarios del Poder Judicial provincial
provincial, municipal y nacional estuvie- en el final de la dictadura cívico-militar de
ron lejos de asumir su responsabilidad: los años 1976/82 que mantuvo las cate-
generar políticas públicas universales y gorías de abandono moral y material para
programas especiales respetuosos de las determinar la intervención de los organis-
necesidades de las familias, las niñas y mos tutelares y, a nivel nacional, la Ley Nº
los niños. 10.903 (año 1919). Todas estas leyes se
Así se fueron construyendo los gran- encuentran derogadas en la actualidad.
des institutos para alojar niñas y niños por Aún tiene vigencia la Ley Nº 22.278 con
motivos de pobreza y los institutos pena- sus modificatorias que instituye el siste-
les donde se disponía de niñas y niños sin ma penal punitivo de niños, niñas y ado-
que conocieran el motivo de dicho encie- lescentes. Y con la vigencia actual de esta
rro. Casi todos ubicados en la ciudad de La ley se dan dos estándares contradictorios:
Plata y alrededores y alejados del lugar de un sistema de promoción y protección in-
residencia de sus familias. tegral de derechos y el “régimen penal de
El Poder Judicial provincial y na- la minoridad” con objetivos y concepciones
cional, a través de sus procedimientos, opuestas entre sí.5
abordaron la situación de niñas, niños y Hay varios proyectos modificatorios de
adolescentes pobres, según el léxico y ese “régimen” en el Congreso de la Nación
la concepción de la época: “los menores pero el debate sin acuerdos se refiere a la
que se encontraban en riesgo, en estado pretendida baja de la edad de imputabi-
de abandono moral o material”, marcando lidad penal. Han sido públicas las mani-
una estigmatización y profunda diferen- festaciones de legisladores y gobernantes
cia con las posibilidades de desarrollo del sobre la promoción de la baja de la edad
resto de las niñas y los niños. de punibilidad, cuando en realidad podría
Las leyes que se han aplicado en la instalarse un marco normativo pertinente
Provincia de Buenos Aires han sido la Ley en materia penal sin modificar la edad a
Nº 4664 (año 1936), que creó los tribuna- partir de la cual un ser humano es punible
les de menores; la Ley Nº 6661 (año 1961), penalmente.6
que diseñó un sistema descentralizado en En el fallo de la cita la Corte de Justicia
las regiones pero que nunca fue puesta en de la Nación resolvió que correspondía
18
Crecer fuera de casa

revocar la sentencia de la Cámara de Convención de Derechos del Niño –CDN–


Casación Penal que declaró la inconsti- puesta en vigencia en el año 1989 y ratifi-
tucionalidad del art. 1º de la ley 22.278 – cada por la República Argentina en el año
Régimen Penal de la Minoridad– y exhortó 1990 a través de la Ley Nº 23.849.
al Poder Legislativo para que adecue la La normativa convencional contiene
legislación penal en materia de menores a un abordaje específico que completa las
los nuevos estándares constitucionales y disposiciones de otros tratados ya vigen-
establezca un sistema integral y coordina- tes en Argentina, tales como la Convención
do con la Ley 26.061 –Protección Integral Americana de Derechos Humanos.
de los niños, niñas y adolescentes–, pues En la jurisprudencia de la Corte Intera-
no es propio del cometido fijado al Poder mericana (Corte IDH), ha surgido el con-
Judicial en el art. 116 de la Constitución cepto del control de convencionalidad
Nacional, dictar una sentencia con carác- para denominar a la herramienta que per-
ter de norma general derogatoria de las mite a los Estados concretar la obligación
disposiciones en cuestión implementando de garantía de los derechos humanos en
un mecanismo de reemplazo en su lugar, el ámbito interno, a través de la verifica-
cuando resulta evidente que tal solución ción de la conformidad de las normas y
requiere de la suficiente e indispensable prácticas nacionales, con la Convención
concreción de medidas de política públi- Americana de Derechos Humanos (CADH)
ca previas. En dicho fallo los jueces de la y su jurisprudencia.8
Corte Nacional7 entendieron que los pode- La CDN reconoce a niñas, niños y ado-
res Ejecutivo y Legislativo debían adecuar lescentes en su calidad de sujetos de
la legislación en un plazo razonable. derechos, portadores del derecho a ser
Hasta el presente no ha llegado ese escuchados, presenta un mecanismo de
momento. efectividad de sus derechos, obliga a la
práctica y aplicación del interés superior

Construcción normativa de del niño para el abordaje de las situacio-


nes y procedimientos que los involucre y
la protección integral de dispone el principio de garantía de priori-
niñas, niños y adolescentes dad en su atención integral.9
A pesar de ello, los integrantes de
El instrumento internacional que mo- los tres poderes de gobierno (Ejecutivo-
difica la concepción y se constituye en el Legislativo-Judicial) fueron reticentes
primer reto a adecuar las prácticas es la a aplicar la Convención y desplegaron
19

diferentes argumentos que no eran más estos pasen a integrar el bloque de cons-
que pretextos para negarse a aplicar di- titucionalidad, entendido como conjunto
rectamente la Ley 23.849 o sancionar un normativo que contiene disposiciones,
marco normativo acorde al contenido de principios o valores materialmente cons-
dicho instrumento internacional. titucionales fuera del texto de la constitu-
En el año 1994 se reforma la ción documental. 11
Constitución de la Nación Argentina y se Asimismo, la reforma de la Cons-
dispone que los tratados y concordatos titución de la Provincia de Buenos Aires
tienen jerarquía superior a las leyes. El (año 1994), incluye el reconocimiento de
art. 75, inc. 22, sienta, como principio ge- derechos como el derecho a un ambiente
neral, el de la supra legalidad de los tra- sano, a la información, a recursos como el
tados internacionales de toda clase: los amparo colectivo, reconoce la protección
tratados prevalecen sobre las leyes y ello, especial de la familia y cada uno de sus
en la práctica, significa la obligación de integrantes, entre otras modificaciones
adecuar TODA la normativa vigente en el (ver art. 36 Constitución de la Provincia de
país a los marcos constitucionales. Buenos Aires).
Dicha obligación aún hoy no se ha El organismo de Naciones Unidas para
cumplido a nivel nacional, provincial y la Infancia UNICEF tuvo como política de los
municipal. años 90 la promoción de las reformas legis-
Asimismo, el art. 75, en el inciso 23, lativas en las provincias y a nivel nacional.
dispone que se deberán legislar y pro- La primera ley de protección inte-
mover medidas de acción positiva que gral fue sancionada en el año 1995 en la
garanticen la igualdad real de oportuni- Provincia de Mendoza, la Ley Nº 6354 de
dades y de trato, y el pleno goce y ejerci- Régimen jurídico de protección de la mino-
cio de los derechos reconocidos por esta ridad. Le siguieron la Provincia de Chubut
Constitución y por los tratados internacio- con la Ley Nº 4347 de Protección Integral
nales vigentes sobre derechos humanos, de la Niñez, la Adolescencia y la Familia
en particular respecto de los niños, las en el año 1997; la Ciudad Autónoma de
mujeres, los ancianos y las personas con Buenos Aires, con la Ley Nº 114, sancio-
discapacidad.10 nada en diciembre de 1998, y promulga-
A partir de la reforma constitucional da en enero de 1999. Ese mismo año hizo
de 1994, la incorporación de los Tratados lo propio la Provincia de Neuquén con la
Internacionales de los Derechos huma- sanción de la Ley de Protección Integral
nos (art., 75 inciso 22 de la C.N.), hizo que del niño y el adolescente Nº 2302.
20
Crecer fuera de casa

En la Provincia de Buenos Aires se buscando materializar tres objetivos: dero-


presentó un primer proyecto de reforma gar el patronato, lograr una ley adecuada a
la Convención Internacional de los Derechos
en el año 1997, elaborado por el Instituto del Niño (CIDN) y una asignación universal
de Niñez y Adolescencia del Colegio de para todas las personas menores de 18
Abogados de La Plata a requerimiento años. Fueron organizaciones sindicales, de
derechos humanos, sociales, ONG´s y po-
de UNICEF Argentina; fue presentado al
líticas las que ubicaron en el Estado la he-
Poder Ejecutivo y al Poder Legislativo y se rramienta más grande para la conquista de
mantuvieron debates con integrantes de derechos del niño/a.12
ambos poderes de gobierno y organizacio-
nes sociales. Finalmente, en el año 2005 se san-
Si bien ese proyecto no fue votado los cionó la Ley 13.298, de la Promoción y
bloques legislativos fueron generando Protección de los Derechos de los Niños,
otros proyectos de ley en el marco de la cuya implementación generó resisten-
necesidad de la adecuación a la CDN. cias en distintos ámbitos y su aplica-
En el año 1999 tuvo sanción la Ley Nº ción se sostuvo por la tenacidad de las
12.607 que derogó el Decreto 10067. La organizaciones.
Procuración General de la Provincia de En la Provincia de Buenos Aires la
Buenos Aires promovió la inconstitucio- Ley 13.298, con sus modificatorias, dise-
nalidad de la ley, y ante ello esta se aplicó ña el Sistema de Promoción y Protección
sólo por unos meses, y recuperó vigencia Integral de Derechos de Niñas, Niños y
el Decreto 10067. Adolescentes.
El Poder Judicial mantuvo resisten- Esta ley desarrolla el contenido de los
cias a toda modificación legislativa que derechos y libertades, establece los prin-
pudiera generar impacto en sus prácticas cipios de aplicación, tales como la priori-
exclusivas y excluyentes. dad en la atención, el interés superior, la
Organizaciones sociales, académi- familia, la prohibición de separación del
cas, sindicales y personas comprome- grupo familiar o de pertenencia por razo-
tidas con el objetivo de generar marcos nes económicas, entre otros.
normativos respetuosos de la subjetivi- Designa como autoridad de aplicación
dad de niñas y niños, se fueron organi- a la Secretaría de Niñez y Adolescencia,
zando en diversos espacios. Así se creó otrora dependiente del Ministerio de
el Foro por los Derechos de la Niñez, la Desarrollo Social, luego con autonomía y
Adolescencia y la Juventud en el año dependencia directa de la Gobernación y
2004: en la actualidad se denomina Organismo
21

Provincial de la Niñez y la Adolescencia, para implementar las modificaciones in-


dependiente nuevamente del Ministerio dispensables que permitan hacer efectivo
de Desarrollo Social. el ejercicio de los derechos de los cuales
Se crean instancias como la Comisión niñas y niños son titulares. Señalamos
Interministerial para la Promoción y esto, en razón de que la ley establece
Protección de los Derechos del Niño, mecanismos de abordaje intersectoriales
ámbito que debiera tener existencia real que promuevan el marco de corresponsa-
y ejecutividad pues debiera ser el es- bilidad en el respeto y efectividad de los
pacio de articulación de funcionarios y derechos y libertades de niñas, niños y
funcionarias que diseñan política públi- adolescentes.
ca en materia de niñez y adolescencia. En el año 2007 se promulgó la Ley Nº
Lamentablemente, desde el inicio de apli- 13.634, de Principios Generales del Fuero
cación de la Ley, la comisión se ha reuni- de Familia y del Fuero Penal del Niño, que
do en escasas ocasiones y para acciones diseña y comprende los procesos judicia-
determinadas que no podrían conside- les en el ámbito del fuero de familia con
rarse como políticas públicas de alcance juzgados unipersonales que establecen
universal. También, en virtud de la Ley se el desarrollo de una etapa previa ante
crea el Observatorio Social y el Registro la/el consejera/o de familia, la vía recur-
de Organizaciones no Gubernamentales. siva ante las cámaras con competencia
La información publicada en el sitio oficial civil y que genera el llamado Sistema de
no brinda datos que muestren una activi- Responsabilidad Penal Juvenil.
dad efectiva que garantice acciones con La Ley 13.634 disuelve los Tribunales
enfoque de derechos humanos. de Menores y crea los Juzgados de
La Ley crea los Servicios Locales de Garantías del Joven y los Juzgados de
Promoción y Protección de Derechos en Responsabilidad Penal Juvenil (órgano
los Municipios como ámbitos interdisci- de juzgamiento).
plinarios instalados en cada territorio, de Asimismo, crea cargos de agentes
cercanía con las personas y las familias.13 fiscales y defensores oficiales especiali-
El marco normativo vigente estaría lla- zados en el Fuero de la Responsabilidad
mado a producir un impacto contundente Penal Juvenil. En relación con este nue-
en las prácticas imperantes. Pero quizá vo fuero, cada departamento judicial
sea el devenir histórico en la concepción tendrá un Cuerpo Técnico Auxiliar úni-
de la infancia y sus limitados abordajes lo co integrado por médicos, psicólogos y
que explique las resistencias que existen trabajadores sociales “a fin de asistir
22
Crecer fuera de casa

profesional y exclusivamente, tanto a los A pesar de ello la situación del sis-


órganos jurisdiccionales como a los del tema penal provincial es absolutamente
Ministerio Público”. Los recursos de ape- crítica porque la privación de libertad es
laciones serán resueltos por las Cámaras la sanción penal casi excluyente, porque
de Apelación y Garantías en lo Penal es- las condiciones en las que se cumple el
pecializadas (aún pendiente de creación). encierro resultan degradantes, porque
Las expectativas que tuvimos en la gran cantidad de adolescentes no reci-
implementación de un sistema de res- ben visita alguna de los integrantes del
ponsabilidad penal juvenil no fueron sa- Poder Judicial, porque se aplican deter-
tisfechas. La persecución penal de ni- minados procedimientos y medidas como
ñas, niños y adolescentes, la privación el juicio abreviado o la prisión preventi-
de libertad como medida excluyente y va como prácticas distantes de generar
en condiciones indignas, no son políticas en los jóvenes una actitud constructiva y
públicas con enfoque de derechos, ni de responsable.
promoción de la responsabilidad social, Con respecto a los nuevos Juzgados
sino, por el contrario, hieren la subjetivi- de Familia, se crean en reemplazo de
dad del ser humano y lo alejan del ejerci- los Tribunales de Familia. Cada juzgado
cio ciudadano. está integrado por un juez o jueza, un/a
La Convención sobre los Derechos del consejero/a de Familia y un Equipo Técnico
Niño, las Directrices de Riad, las Reglas Auxiliar conformado por médico/a psi-
de Beijing y todo el marco normativo na- quiatra, psicólogo/a y un/a trabajador/a
cional e internacional promueven la mi- social. Entre otras cuestiones, los/las
nimización de la vulnerabilidad generada jueces de Familia son competentes en:
por el encierro, un modelo que vira hacia cuestiones referidas a la responsabilidad
la corresponsabilidad familiar, permitién- parental, tutela, emancipación, violen-
dole al Juez que actúa en el micro proble- cia familiar, la permanencia temporal de
ma punitivo, que significa minimizar la in- niños en ámbitos familiares alternativos
tervención punitiva. o en entidades de atención social, entre
De allí la relevancia de una actuación otros.
eficaz que propicie en los jóvenes la su- La Ley Nacional Nº 26.061, de
peración de las condiciones de vulnerabi- Protección Integral de los Derechos de
lidad y promuevan su protección a fin de las Niñas, Niños y Adolescentes, sancio-
concretar un proyecto de vida en el que se nada el 28 de septiembre del año 2005, es
reconozcan como sujetos de derechos.14 el marco normativo general de protección
23

integral de los derechos de niñas, niños y tratados de derechos humanos, hace que
adolescentes, que finalmente deroga la Ley acuda con ligereza, en su faz legislativa, a
Nº 10.903 y replica al marco normativo de promover acciones erráticas que afectan
la CDN –Ley 23.849– desarrollando y dan- seriamente la vida de niñas, niños y ado-
do contenido al ejercicio de derechos tales lescentes en su necesidad y deseo de ser
como el derecho a ser oído, al patrocinio cuidados por su familia.
letrado de niñas, niños y adolescentes, a la En la Provincia de Buenos Aires se san-
prioridad de atención, a la capacidad pro- cionó la Ley Nº 14.568, que crea la figura
gresiva y al derecho a vivir en familia; entre del “Abogado del niño”. Consideramos que
otros. se debió mencionar a la figura en su ver-
El Poder Ejecutivo Provincial, a través dadera significación. Esto es, abogadas y
de resoluciones de la Autoridad de apli- abogados de niñas, niños y adolescentes,
cación de la Ley 13.298, o a través de la que se ha obviado mencionar el patrocinio
reglamentación de las leyes específicas, en materia penal a pesar de que este se
ha tenido la práctica de distorsionar las ha desarrollado de antaño y se practica en
leyes y generar instancias de aplicación y la actualidad, que debiera la ley receptar
procedimientos que no están contempla- las situaciones fácticas que se vienen de-
dos en estas. Es de esperar que cese con sarrollando con el patrocinio jurídico de
estas prácticas.15 niñas y niños.
En los últimos años se han producido Las relaciones habituales, en el mar-
reformas a la Ley 13.298 con respecto a co de un sistema de protección de dere-
la medida de abrigo y la competencia del chos que aún no puede entablar prácti-
servicio local, a la Ley 13.634. También cas intersectoriales, interdisciplinarias
se sancionó la Ley Nº 14.528 que esta- y articuladas, generan a niñas, niños y
blece el procedimiento de adopción en la adolescentes marcas que afectan seria-
Provincia de Buenos Aires. La ley de fondo mente su subjetividad.
en materia de adopción continúa siendo Cuando las prácticas judiciales y ad-
el Código Civil y Comercial de la Nación. ministrativas están alejadas de los prin-
El análisis de estas construcciones legis- cipios protectorios de especialidad y del
lativas excede el motivo de este trabajo cumplimiento del mandato convencional
pues por su especificidad y complejidad –CADH– provocan, con el transcurso del
merecen espacio propio. Vale manifestar tiempo, situaciones que revictimizan a ni-
que el incumplimiento del Estado de las ñas, niños y adolescentes. En ese marco,
obligaciones que asume al suscribir los el rol de abogadas y abogados de niñas,
24
Crecer fuera de casa

niños y adolescentes –ANNYA– está llama- y que sus peticiones y deseos se hagan
do a acompañarlos en su derecho a ser es- valer mediante una defensa técnica es-
cuchados y que se actúe en consecuencia.16 pecializada. A modo de ejemplo, si un
Así, el rol del abogado del niño ad- niño se presenta en el juicio de control de
quiere protagonismo, pues opera como legalidad de una medida de abrigo que lo
garante del cumplimiento de todos los involucra, se debe presumir su capacidad
derechos reconocidos a niñas, niños y procesal para estar en juicio. Sin embar-
adolescentes. En este escenario, la de- go, sus deseos no serán considerados de
fensa técnica de niños, niñas y adolescen- igual manera si tiene 9, 12 o 17 años, sin
tes es una realidad normativa desde hace perjuicio de que en todos los casos tiene
diez años. No obstante, aún son escasos derecho a la defensa técnica y debe pre-
los abogados que litigan en defensa de sumirse su capacidad para elegir al pro-
los derechos de las personas menores de fesional de su confianza y efectivizar su
edad y por ende, pocos los niños, niñas y acceso a la justicia.18
adolescentes que tienen garantizados sus El Código Civil y Comercial promueve,
derechos. auspiciosamente, la vigencia de la capa-
La figura genera resistencias. Soste- cidad como principio general, aplicando
nemos el valor que el patrocinio letrado de el principio pro homine, plantea la consi-
niñas y niños tiene cualquiera sea la edad deración a la capacidad progresiva pero
de estos, asumiendo una defensa técnica lamentablemente no describe situaciones
como garantía mínima del procedimiento. concretas con respecto al asesoramiento
El artículo 27 de la Ley 26.061 debe legal y el patrocinio jurídico de niñas, ni-
ser interpretado a la luz del principio pro ños y adolescentes.
homine,17 su interpretación habrá de ajus- Por ello, ante cada situación que in-
tarse a la solución derivada de aquellas volucre a niñas, niños y adolescentes se
reglas de la hermenéutica que le conce- debe garantizar la plena aplicación del
dan a la normativa la mayor amplitud, per- principio pro homine y del concepto de in-
mitiendo la plena vigencia de los derechos terés superior del niño que exige adoptar
humanos. un enfoque basado en los derechos, en el
A través de su abogado o abogada de que colaboren todos los intervinientes, a
confianza, niñas, niños o adolescentes fin de garantizar la integridad física, psi-
acceden a transmitir su postura de parte cológica, moral y espiritual de forma ho-
en los procesos administrativos o judicia- lística en el niño/a y promover su dignidad
les mediante actos procesales eficientes humana (Obs. Gral. Nº 12 CDN. p.5).
25

El interés superior del niño es un con- familia, a las organizaciones sociales, a la


cepto triple, esto es derecho sustantivo, academia, a las empresas.
un principio interpretativo fundamental y Reconocer a niñas, niños y adolescen-
una norma de procedimiento (Obs. Gral. tes como sujetos de derechos interpela
Nº14 CDN. p.6). las prácticas pues impone la remoción
A estos fines es que se deben insta- de obstáculos, la modificación de pro-
lar las garantías procesales por medio cedimientos, la efectividad concreta de
de procedimientos transparentes y ob- la garantía de prioridad en la atención;
jetivos para todas las decisiones que los cuestiona la formación universitaria pues
afectan directamente, personalmente desafía las estructuras de pensamiento y
o como colectivo, atendiendo especial- la formación académica; requiere de pro-
mente a los tiempos que llevan las de- fesionales formados en la interdisciplina
cisiones que involucran a niñas, niños y y en la Ética Aplicada.
adolescentes.19 Precisa de profesionales y técnicos
con un altísimo nivel de formación, inde-

Significado e implicancias pendiente y activo, una educación de gra-


do y posgrado que contemple cuestiones
de la creación de un Sistema de infancia, adolescencia y juventud.20
de Promoción y Protección
Integral de los Derechos de Resistencias a prácticas
Niñas, Niños y Adolescentes inclusivas e integradoras
Un sistema de protección integral im- Como ya señalamos el devenir his-
plica el diseño y desarrollo de políticas tórico en la concepción de la infancia y
públicas con un enfoque de derechos con sus limitados abordajes, explican las re-
perspectiva de infancia, esto es, la imple- sistencias que existen para implementar
mentación de políticas públicas que ga- las modificaciones indispensables que
ranticen la protección real y universal de permitan hacer efectivo el ejercicio de
la infancia. los derechos de los cuales niñas y niños
Ello interpela a los tres poderes de go- son titulares a través de la ejecución de
bierno, esto significa, organismos admi- prácticas medidas bajo los parámetros
nistrativos, judiciales y legislativos de la del cumplimiento del principio de interés
jurisdicción nacional, provincial y munici- superior del niño, de la escucha respetuo-
pal; como así también a la comunidad, a la sa y la consideración de que la percepción
26
Crecer fuera de casa

del tiempo en la vida de un niño o de una para su desarrollo holístico. Esto implica
niña dista mucho de la del adulto. el trabajo de los organismos estatales con
Este proceso podría compararse con la las organizaciones sociales atendiendo a
conformación de la Nación y las acciones las particularidades territoriales, en pos
que debieron llevarse a cabo para cumplir de promover acciones para las familias
ese cometido, que implicó que los habitan- con dificultades para cuidar de sus hijas
tes tuvieran las mismas categorías de per- y sus hijos. Esto conlleva la implementa-
cepción acerca de él, que no hubiera sido ción de acciones intersectoriales.
posible sin la impartición de la educación Garantizar la existencia de espacios
pública. abiertos a niñas y niños desde su naci-
Como expresa Silvia Bleichmar: miento, actividades a contraturno esco-
lar, ludotecas, equipos de acompañantes
La idea de la negación de la pobreza de para que coadyuven al cuidado familiar,
origen refiere a la forma con la cual desde
operadoras y operadores sociales que es-
hace muchos años la escuela era el lugar
donde se definía la categorización de la tén en los barrios, en acción coordinada
inserción a un ascenso diferente. La idea de organismos públicos y organizaciones
del guardapolvo blanco tiene que ver con sociales; entidades privadas promoviendo
eso: una anulación de las diferencias, de
e integrando acciones en el ejercicio de su
la pobreza. Es muy notable que hoy el
guardapolvo en lugar de ser el símbolo de corresponsabilidad. En los municipios en
la igualdad se ha convertido en el símbolo los que hay chicas y chicos en situación
de los pobres. Al mismo tiempo, la escuela de calle se debe garantizar un disposi-
es el lugar donde tradicionalmente en la
Argentina se han producido los grandes tivo que los atienda las 24 horas del día,
movimientos de construcción de la inteli- esto es, operadores y operadoras, casas
gencia y de generación de futuro. La caída abiertas, atención telefónica y acompaña-
de la educación pública en los últimos años
miento e intervención ante situaciones de
es una de las grandes tragedias que he-
mos padecido en la Argentina y, al mismo violencia institucional. Generar dispositi-
tiempo, uno se conmueve al ver las grandes vos que garanticen prácticas subjetivan-
cosas que se siguen haciendo y el esfuerzo tes en ocasión de las medidas de abrigo,
por seguir produciendo. (Bleichmar, 2003)21
en su prospectiva a la reunión familiar o
en miras a la declaración del estado de
La implementación de un sistema de
adoptabilidad.
promoción y protección de derechos signi-
Debemos hacer cesar los reitera-
fica garantizar las acciones que requieran
dos abandonos, la “devolución” de ni-
niñas y niños a nivel individual y colectivo
ñas y niños en un proceso de adopción.
27

Debemos garantizar mecanismos respe- la vulnerabilidad y condicionan la vida de


tuosos de la escucha de niñas y niños y las mayorías.
que den cuenta de que se ha actuado en Esperamos que estas reflexiones con-
consecuencia. muevan la rigidez de las concepciones y
Las historias de vida que se relatan en prácticas de las personas adultas; y en niñas,
otro capítulo resultan ilustrativas de las niños y adolescentes los lleven a ratificar su
heridas que la falta de afecto, protección empeño en ejercer sus derechos, en ser es-
y cuidado ocasionan en el cuerpo de niñas, cuchados y que sientan que, en la familia, la
niños y adolescentes y de cómo las omi- escuela, la calle, el hospital se les brinda el
siones y las acciones estatales auspician cuidado y la atención que merecen.22
28
Crecer fuera de casa
29

Vivir en instituciones
tutelares: las historias de
Paula, Francisco y Manuel

Crecer
fuera
de casa
30
Crecer fuera de casa
31

Vivir en instituciones tutelares:


las historias de Paula, Francisco Capítulo

y Manuel 02
Horacio Sabarots y Mayra Salazar
Los caminos de la vida… Y contados con los dedos los que llamo amigos
Los caminos de la vida, Yo soy como soy porque sufrí de chico todos los males
No son lo que yo esperaba... Y aprendí que nada se arregla en los tribunales
No son lo que yo creía... A no dejar más que nadie me señale
No son lo que imaginaba.
Y sobre todo, mi palabra vale
Los caminos de la vida...
Hay gente que me mira como si no fuera humano
Son muy difícil de andarlos,
Difícil de caminarlos Porque con la justicia no estamos a mano
Y no encuentro la salida! Ya no tengo causa, pero tengo un reclamo:
Que no me jodan ni me paren esos pescados
(Ballenato colombiano de Omar Celes,
Que me cargan a la lancha como si no hubiese cambiado.
popularizado en nuestro país por Vicentico)
Pedazo de gatos.
Así soy yo, loquito y solitario pero tengo corazón orgulloso y durito Versos escritos por Manuel
Sé que a veces no se puede hablar conmigo
Me trata todo el mundo como un enemigo
Y de esa manera trabajo no consigo
Introducción
Y no me importa, adelante sigo
Yo soy uno de esos pibes que crecieron en problemas La institucionalización de niños,
niñas y adolescentes
Igual mi mamá la rema
La vida me golpeó y las cicatrices no son pocas
Por eso a veces mi corazón es una roca, Aclaramos inicialmente que colabo-
No es porque soy de hierro y el dolor no me toca
raron en las actividades de investigación
Pero en vez de llorar, mi furia sale por mi boca
Conocí la calle, muertes y violencia de este capítulo (entrevistas, desgraba-
También la droga, la delincuencia ciones y análisis posteriores) los alumnos
No digo que está bien y que aplaudas mi experiencia Matías Bugliese, Matías Alí, Agustín Venzi y
Solamente te digo que así soy yo Leonardo Yunger de la Facultad de Ciencias
Orgulloso digo, tengo gente conmigo Sociales – UNICEN.
32
Crecer fuera de casa

En este capítulo nos centraremos en esta perspectiva, la matriz institucional,


la presentación de las historias de vida de en especial la que depende del Estado,
tres jóvenes que vivieron gran parte de los es parte fundamental del problema y así
años de su infancia y juventud en institu- lo manifiestan las perspectivas juveniles
ciones tutelares del circuito de cuidados que registramos e interpretamos y que
alternativos y del circuito de la penalidad condensamos en estas historias de vida.
juvenil. La mayoría de las instituciones Desandaremos en estas páginas “los
referidas están ubicadas en ciudades in- caminos de la vida”…, tal como reza el ba-
termedias del interior de la provincia de llenato colombiano que aquí en Argentina
Buenos Aires como Olavarría y Tandil, popularizó Vicentico, de tres jóvenes casi
aunque los recorridos institucionales no adultos de la ciudad de Olavarría; una mu-
se agotan allí y alcanzan otros comple- jer y dos varones23 cuya crianza en tanto
jos localizados en ciudades cercanas a niños y adolescentes estuvo, en gran par-
la capital provincial. Haciendo foco en te, a cargo de operadores, preceptoras,
la perspectiva de los protagonistas, nos educadores, celadores, coordinadores/
proponemos dar cuenta de las experien- as, psicólogas, trabajadoras sociales,
cias vividas en los distintos entornos ins- funcionarios/as de las áreas de políticas
titucionales que habitaron y transitaron sociales, jueces de familia, jueces de mi-
en situación de tutela estatal. noridad. Es decir, actores que componen
Partimos de la idea de que la reflexión el universo de trabajadores/as estatales
sobre la elaboración, implementación y que conforman el campo de las políticas
evaluación de políticas públicas requiere de infancia, adolescencia y juventud y que
indagar de modo sistemático en la pers- como tales tienen la responsabilidad –ya
pectiva de quienes constituyen los su- veremos que también entran en juego gru-
jetos destinatarios. No obstante, esta pos y actores de la Sociedad Civil– de pla-
afirmación no debe interpretarse como nificar, ejecutar y controlar el desarrollo
un recorte límpido de un colectivo, des- de acciones positivas, es decir, políticas
contextualizado del conjunto de las rela- públicas, en pos del bienestar de niños/as
ciones sociales, en nuestro caso jóvenes y adolescentes.
vulnerables y su entorno familiar inme- En este libro hacemos foco en la expe-
diato, sino que implica enfocar en ellos riencia de vida de un sector particular de
sin perder de vista los múltiples vínculos la infancia y la adolescencia abordado por
con otros actores y espacios sociales que las políticas sociales –cuyo sujeto desti-
condicionan sus procesos vitales. Desde natario por excelencia son los niños/as y
33

adolescentes en situación de desventaja delimitar dos universos infanto juveniles


socioeconómica–: aquel que por decisión excluyentes, ya que la mayoría de los/
administrativa y judicial ha sido separado as niños/as y adolescentes infractores/
de su medio familiar y alojado en insti- as provienen de sectores socioeconómi-
tuciones específicas, ya sea en circuitos cos desfavorecidos en los que la falta de
alternativos de cuidado, ante la constata- acceso a los derechos sociales y econó-
ción de una situación de “vulneración de micos ha sido una constante desde su
derechos” que no pudo ser reparada me- nacimiento y ha condicionado negativa-
diante el fortalecimiento y la asignación mente sus cortas vidas.
de recursos al grupo familiar, o en com- Institucionalizar niños, niñas y ado-
plejos de penalidad juvenil ante la eviden- lescentes fue una de las prácticas me-
cia o la presunción de comisión de delitos dulares del llamado Sistema Tutelar, or-
por parte de niños/as y adolescentes. ganizado a partir de la Ley N° 10093 de
En ese escenario de posibilidades tie- Patronato de la Infancia del año 1919. Si
ne lugar la institucionalización como prác- bien los estudios históricos, tal como re-
tica de intervención de las burocracias cupera el trabajo de documentación de
especializadas de la niñez, ya sea con el Carla Villalta (2010) registran situaciones
fin de brindar cuidados alternativos ante de entrega de niños por parte de los pa-
el incumplimiento de la responsabilidad dres a otros adultos –familiares o no– y
parental –o de constatación de “vulnera- en espacios públicos y privados en perío-
ción de derechos”– o con el propósito de dos previos, es con la sanción de la Ley
sancionar conductas ilegales a través de de Patronato de la Infancia que se regla-
la restricción/privación de la libertad. En menta e institucionaliza un sistema públi-
ambas situaciones se instrumenta un pro- co estatal de protección y tutela para la
ceso de institucionalización de la persona niñez “desvalida” y “desamparada”. Ese
menor de edad y se producen también dos sistema dotó al Poder Judicial –cuya fi-
figuras típicas de sujeto de la intervención gura emblemática es el Juez de menores–
de acuerdo al lenguaje clasificatorio de los de facultades absolutas para decidir qué
sistemas normativos del campo: niños/as hacer con esos niños. Además, estaba au-
y adolescentes “sin cuidados parentales” xiliado por un conjunto de profesionales
o “con derechos vulnerados” y niños/as y formados al calor de las nuevas disciplinas
adolescentes “en conflicto con la ley”. Es como la psicología, la pedagogía, la medi-
imposible pasar por alto la ambigüedad cina, y las incipientes trabajadoras de la
de esta clasificación y su imposibilidad de asistencia social estatal, las visitadoras
34
Crecer fuera de casa

de la higiene (Alayón, 1980) que se suma- socialización familiar, trabajo, educación,


ban a los grupos de beneficencia y caridad ocio, sexualidad y conducta que las élites
consideraban aceptables para los sectores
de la sociedad civil, cuyo monopolio de más jóvenes de la población (Zapiola, 2010,
intervención sobre la niñez desprotegida p.160).
era disputado ahora por los procedimien-
tos estatales con miras al ordenamiento El reverso de la centralidad del sis-
y consolidación institucional del Estado tema educativo fue la expansión de los
Nación.24 Tal proceso concebía como fun- macro-institutos, tanto estatales como
damental el emplazamiento y despliegue civiles, que albergaban masivamente a
de una institución central para la forma- esta población supernumeraria. A ese
ción técnica y moral del ciudadano pre- sector, con realidades materiales y pau-
tendido para hacer grande la Nación: la tas de conductas que no se correspondían
escuela. Había que cuidar y proteger el con las esperadas por las élites estuvo
cuerpo del infante y su educación moral e dirigida la mirada evaluadora de las inci-
intelectual para garantizar su conversión pientes políticas sanitarias y educativas
futura en un ciudadano-trabajador útil y destinadas al reencauzamiento moral de
responsable. Así, se sanciona en 1884 la la población infantil en situación de “ries-
Ley de Educación Común (Ley Nº 1.420), go moral y material”, categoría que incluía
que normativizaba el acceso de los niños situaciones disímiles como la orfandad,
de seis a catorce años a la educación me- la pobreza, la mendicidad y la transgre-
diante la creación de un sistema público, sión al orden legal, ya sea de los padres
obligatorio y gratuito. A contramano de o de los propios niños. El Sistema Tutelar
esa institución y su sujeto, el niño-alum- fue la principal expresión de esa voluntad
no, se recortaría y construiría la figura normalizadora. En función de una visión
del “menor”. Como afirma María Carolina paternalista respecto de la obligación de
Zapiola (2010), el sistema educativo: protección del Estado ante el incumpli-
miento de la responsabilidad familiar, los
[…] fue contexto de cristalización de una Tribunales de Menores recurrieron siste-
percepción dicotómica del universo de la
infancia que distinguía entre los niños (me- máticamente a la institucionalización por
nores de edad inscriptos en el marco de tiempo indeterminado –en una alta pro-
las relaciones familiares, alumnos o tra- porción de casos hasta que se cumpliera
bajadores según su posición social) y los
la mayoría de edad– como forma de regu-
menores (término con el que pasaron a
ser denominados en forma creciente los lar y reencauzar a la población infantil po-
niños que no encajaban en las pautas de bre y sus familias.
35

Esta modalidad de intervención fue familiar para garantizar al niño el “dere-


uno de los aspectos más cuestionados cho a vivir en familia”, maximizando los
por los sectores que propulsaron la de- esfuerzos estatales para procurar que la
rogación de la Ley de Patronato y la con- crianza de los niños se desarrolle en ese
secuente creación del andamiaje jurídi- contexto.
co institucional para un Sistema Integral Con este trasfondo es que debe leerse
de Promoción y Protección de Derechos el proceso de desinstitucionalización en el
acorde a los principios establecidos por circuito institucional de cuidados alterna-
la Convención de los Derechos del Niño tivos registrado a través de la producción
(CDN) de 1989. Así, la “desinstituciona- de informes de la Secretaría Nacional de
lización” se convirtió en uno de los argu- Niñez, Adolescencia y Familia, el Consejo
mentos centrales de la batalla por la anu- Federal de Niñez, Adolescencia y Familia,
lación del Sistema Tutelar, en vinculación UNICEF y el Ministerio de Desarrollo
con el postulado de la separación de las Social de la Nación.25 Estos relevamien-
causas asistenciales de las penales en el tos, de carácter nacional, confeccionados
abordaje administrativo y judicial de las en 2011 y en 2014, evidencian que en el
situaciones de conflicto. Siguiendo los lapso de tres años la institucionalización
principios rectores de la CDN se sancionan de niños, niñas y adolescentes por causas
las leyes 26061 (nacional, del año 2005), vinculadas a la falta de cuidados y malos
13298 (provincial, año 2007) y su comple- tratos descendió en un 37 % al registrarse
mentaria, la Ley N°13634 (año 2008). En un total de 14.675 internaciones de niños,
el nuevo modelo, la institucionalización niñas y adolescentes en 2011 contra 9.219
asume el carácter de medida excepcional en 2014.
–de último recurso y por el menor tiempo Con relación a la institucionalización
posible– en lugares especializados para de niños, niñas y adolescentes por mo-
recibir a niños y adolescentes. Como ex- tivos penales, también se ha registrado
plica Carolina Ciordia (2012) esta reforma a nivel nacional y en términos generales,
se apoyó fuertemente en una concepción una disminución en la cantidad . De acuer-
basada en la creencia de que la familia do a la serie de relevamientos realizados
es la alternativa legítima y “natural” para por UNICEF, el Ministerio de Desarrollo
el buen desarrollo de los niños. Contra Social de la Nación y universidades nacio-
la “internación compulsiva” del Sistema nales como la UnTreF26 en los años 2006,
Tutelar, en el nuevo modelo se privilegian 2008 y 2015 se registra una tendencia a la
las acciones tendientes al fortalecimiento disminución del encierro como medida de
36
Crecer fuera de casa

sanción. En 2006, a un año de sancionada Silvia Guemureman (2013) cuando se pre-


la Ley Nacional de Promoción y Protección gunta a qué responde esta disminución de
de Derechos de NNyA, el relevamiento la cantidad de NNyA institucionalizados
contabilizó 2.377 NNyA “privados de li- por motivos penales. Luego de observar y
bertad” por motivos penales. En 2008, se analizar datos sobre institucionalización
computaron 1.799 jóvenes presuntos in- por causas vinculadas a la salud men-
fractores e infractores alojados en esta- tal y las adicciones tras la sanción de la
blecimientos de penalidad juvenil. En esta Ley Nacional de Salud Mental, la experta
oportunidad, la cota superior del rango propone interrogarnos y producir cono-
etario del relevamiento estuvo fijada en cimiento al respecto para verificar si en
18 años debido a que la decisión sobre la lugar de una desinstitucionalización27 lisa
situación de los jóvenes de entre 18 y 21 y llana, no estaría activándose un proce-
años –esto es, si continuarán cumpliendo so de reasignación institucional en otros
pena en dispositivos de penalidad juvenil espacios por motivos no penales, que in-
o en unidades carcelarias para adultos– siste, no obstante, en formas de encierro
es competencia de las provincias, lo que y restricción a la libertad de los jóvenes
dificultó la construcción de ese dato. El como eje central de las intervenciones y
último informe, del año 2015, contabilizó abordajes.
1.477 NNyA “en conflicto con la ley penal” La institucionalización del Sistema
alojados en dispositivos de restricción y de Protección contempló la creación de
de privación de la libertad. Como puede los circuitos, arreglos y dependencias
apreciarse la tendencia general es el des- necesarios para efectivizar la separación
censo del número de NNyA institucionali- de las situaciones penales de las asis-
zados, pero es necesario leer con cuidado tenciales, y así lo reafirmó la Asamblea
estos guarismos. En primer lugar, porque General de la ONU en las Directrices sobre
como bien advierten los tres informes es las modalidades alternativas de cuida-
muy dificultosa la producción de los datos do de los niños28 al establecer la necesi-
puesto que existe un alto nivel de subre- dad de evitar el alojamiento de NNyA sin
gistro y un deficitario trabajo institucional cuidados parentales, en dispositivos de
de documentación, registro y sistema- penalidad juvenil.29 Esto no debe hacer-
tización de la información por parte de nos perder de vista que los/as NNyA en
las dependencias intervinientes ya sea infracción o presunta infracción a la Ley
administrativas o judiciales. En segun- Penal son ante todo sujetos de derecho,
do lugar, resulta pertinente el planteo de condición que jamás se pierde por el sólo
37

hecho de ser seres humanos y que obli- relatan sus experiencias de intervención
ga a los estados a garantizar un plus de institucional, manifestando diversos gra-
protección por su condición de meno- dos de conciencia acerca de dicha transi-
res. Lamentablemente, en nuestro país, ción, dejando ver en sus testimonios el
a casi 30 años de la firma de adhesión a impacto en sus distintas trayectorias de
la CDN y a 11 de la Sanción de la Ley de vida. De distinta manera hablan desde
Protección Integral nos encontramos en una mirada presente de sus experiencias
una situación de contradicción jurídica y pasadas recientes de intervención insti-
de incumplimiento de los derechos consa- tucional y desde una condición actual de
grados de la niñez y la juventud al estar lucha por la inclusión socioeconómica y el
vigente el Régimen Penal de la Minoridad, reconocimiento en tanto personas.
lo que en la práctica se traduce en un di-
vorcio entre el Sistema de Protección y el
Sistema Penal Juvenil.30 Este antagonis- La “cocina” de este capítulo
mo construido entre proteger y punir o En este apartado, explicitaremos al-
castigar, define y clasifica niños y adoles- gunas cuestiones referidas al proceso
centes “más o menos protegibles” o como de producción de las historias de vida de
dice la antropóloga brasileña Claudia Paula, Francisco y Manuel, el eje central
Fonseca (2005) discrimina entre “derechos de este libro. Además de presentar de
de los más y menos humanos”. Tal cons- manera esquemática las principales de-
trucción sostenida desde el plano jurídico- cisiones teórico-metodológicas que fue-
institucional reproduce una discursividad ron orientando el itinerario de trabajo en
pública que señala a los jóvenes de secto- sus diferentes instancias, consideramos
res populares como fuente de peligrosidad, necesario exponer algunas reflexiones so-
pasibles de control y castigo duro y deses- bre nuestra experiencia de investigación/
tima su condición de sujetos de derechos producción. La intención es compartir al-
que deben cotidianamente lidiar con la vul- gunas situaciones significativas de la ex-
neración histórica de muchos de ellos. periencia de campo que siendo parte de
Una parte significativa de la trayectoria la “cocina” de este proyecto, nos enfren-
institucional de los jóvenes protagonistas taron a toda una serie de complejidades
de las historias que se presentan en este y desafíos en la construcción del vínculo
capítulo se desenvolvió en ese período de investigador-entrevistado en el marco de
transición legal en los años 2007-2008 en los encuentros tendientes a elaborar sus
la provincia de Buenos Aires. Los jóvenes historias de vida.
38
Crecer fuera de casa

Como ya referimos en la introducción, Por eso, prefirió el silencio. No hablaba,


este proyecto surge a partir de la fuerza de no intercambiaba palabras ni gestos con
un vínculo y de la creencia de ambas partes prácticamente nadie. “No me interesaba,
de la necesidad de registrar, testimoniar y no me importaba hablar”, dirá textual-
comunicar la experiencia de los y las jóve- mente rememorando aquel momento de
nes que viven, transitan y habitan institu- su vida.
ciones tutelares. Es decir, fuera de sus ca- Alejandra se la vio difícil con él. Sabía
sas y bajo la tutela del Estado. Ese vínculo que no tenía la misma trayectoria que el
es el que supieron construir Alejandra, en resto de los chicos del Hogar. Como dirá
su función de Directora de Niñez y Manuel, Manuel: “el Hogar era como un Jardín de
en su condición de joven residente del Infantes, estaban ahí porque tenían pro-
Hogar Convivencial para Adolescentes blemas con la familia. Ninguno había es-
Varones. Por aquel entonces Manuel tenía tado en institutos” y esa experiencia lo
16 años, que parecían muchos más si la distinguía del resto, y hacía del trabajo
edad pudiera medirse por la intensidad de con él un desafío particular para ella y
lo vivido. Desde los 14, Manuel había tran- para el equipo de la institución. Luego de
sitado por numerosas instituciones pena- haber agotando la imaginación después
les juveniles (en total como veinticuatro de intentar acercamientos de todas las
en un lapso de tres años, según su relato). formas posibles, un día le dijo a Manuel:
Esa intensidad era una intensidad que do- “Bueno, si no querés hablar, escribime”,
lía, que pesaba. Los largos años que pasó sin pensar demasiado en el efecto que esa
transitando correccionales de mediana y frase –dicha más producto del cansancio
máxima seguridad y soportando hostiga- que como resultado de una estrategia–
mientos y violencia por parte de las fuer- iba a tener en Manuel y en ella. Con una
zas policiales en el “afuera”, hicieron de primera y tímida carta dejada en su ofici-
él un chico que no confiaba en general en na, comenzó un intercambio epistolar que
las personas, mucho menos en operadores sentó las bases para la construcción de un
de los servicios de niñez, sean judiciales sólido vínculo que constituiría uno de los
o administrativos, se llamara Sistema de soportes fundamentales para la vida de
Patronato o Protección Integral. Manuel Manuel después del Hogar.
sólo había conocido el encierro y el cas- A medida que las cartas iban acu-
tigo; nunca nadie le había explicado qué mulándose, en paralelo al comienzo de
era lo que había cambiado en el sistema conversaciones que cada vez iban to-
y en qué lo beneficiaba a él ese cambio. mando más fuerza, se fue desarrollando
39

y consolidando un lazo de confianza. Un mano si las prácticas institucionales que


día, Alejandra le dice: “en estas cartas emergen de los relatos experienciales de
está la historia de tu vida, un día vamos a los jóvenes se acercan o se alejan de los
publicar un libro con tu historia”. La opor- mandatos consagrados en la Ley, con el
tunidad llega casi cinco años después, objetivo de verificar “cuanto cambiaron o
cuando Alejandra está alejada de la fun- no” las prácticas de los agentes para con
ción pública pero no de su activismo so- ellos y ellas, respecto del paradigma de la
cial, y trabaja con una senadora provincial Situación Irregular, propusimos producir
con una profusa actividad en la Comisión un texto que recupere desde la perspecti-
de Niñez de la Cámara junto con la Dra. va de los jóvenes la experiencia de la ins-
Sara Cánepa, quien también asesoraba a titucionalización como una forma particu-
la legisladora. En ese marco, forjaron la lar de transitar la crianza en ese contexto
idea de utilizar la trayectoria institucional en tanto experiencia vivida. Si bien existe
de Manuel para hacer una investigación amplio consenso, en ámbitos académicos
de tipo cualitativo que permitiera “medir” y político-institucionales, respecto de la
el alcance del proceso de reforma legal en matriz semántica que propone el paradig-
el campo de las políticas de niñez y ado- ma de la Protección Integral, con su base
lescencia. Desde su trabajo como ase- en el enfoque de derechos, creemos que
soras de la flamante Agencia de Noticias hay que prestar atención no a cuánto se
de Niñez de la Facultad de Ciencias distancian o acercan orden práctico y or-
Sociales, perteneciente a la Secretaría den legal-institucional, sino a observar
de Extensión, formularon las bases de un qué es lo que hace el Estado para regu-
proyecto de investigación-extensión y se lar y gobernar diversas poblaciones –en
convocó a nuestro equipo para realizar las nuestro caso niños, niñas y adolescen-
tareas de investigación, con un encargo tes– por medio de acciones como “prote-
especial: que la producción tuviese como ger”, “sancionar”, “prevenir”. Y para ello,
formato un libro para un público amplio, como plantea Carla Villalta (2010), oscu-
destinado a ser utilizado como material rece el análisis suponer que hay agentes
formativo y de reflexión en diversos con- estatales esencialmente “buenos” y otros
textos educativos. esencialmente “malos”. Consideramos
Proyecto en mano, propusimos rede- que hay agentes estatales, hay Estado,
finir algunas cuestiones relativas al enfo- hay prácticas estatales en contextos
que y la metodología. En primer lugar, más sociales específicos. No es útil pensar
que “corroborar” con la Ley 13298 en la como modelos antagónicos el Sistema
40
Crecer fuera de casa

Tutelar, representando todas las prácti- Adolescentes, de gestión municipal. Los


cas indebidas y retrógradas, y el Sistema criterios de selección estuvieron directa-
de Protección Integral como referencia mente vinculados con las posibilidades
intrínseca de lo correcto, progresista y de llevar adelante un proceso intensivo de
“bueno” porque perdemos de vista, si- conversaciones y encuentros tendientes
guiendo a Villalta, las características que a producir el material biográfico necesa-
asumen los procesos de intervención es- rio para la elaboración de las historias
tatal concretos sobre niños, niñas y ado- de vida. Es decir, además de tratarse de
lescentes y sus familias. Insistimos en la personas jóvenes que habían transitado
importancia de considerar cada modelo y/o estuvieran transitando por institu-
en su contexto ya que es necesario ob- ciones tutelares también era preciso que
servar con detenimiento cómo las formas tuvieran un componente actitudinal fun-
específicas de trabajo se relacionan y se damental: estar dispuestos/as a narrar su
tensionan con racionalidades y demandas historia de vida en clave testimonial para
de diversos sectores sociales que inciden que otros trabajaran esos relatos, inter-
con mayor o menor fuerza en las formas pretándolos, para que finalmente otros
de concebir e intervenir a la infancia y la –que podemos en principio pre-suponer,
adolescencia. pero sin garantías totales– lean y vuel-
Por otro lado, sobre la base de nuestra van a interpretar esas narrativas. Esto
experiencia de investigación antropológi- implica, ni más ni menos, que si bien con
ca propusimos incorporar otras dos his- reserva de identidad,31 la historia de sus
torias de vida para conformar un universo vidas por ellos/as narrada trascienda las
de tres historias de vida de ambos sexos fronteras de la intimidad para convertir-
y de distinta trayectoria institucional, con se en un texto público, cuestión contro-
el propósito de obtener relatos con una versial si tenemos en cuenta que una de
diversidad de recorridos y situaciones que las recurrencias más frecuentes en los
nos permitiese comparar las biografías relatos está representada por el carácter
juveniles y sus trayectorias instituciona- conflictivo de los modos de vincularse con
les. Es así que acordamos trabajar, ade- el orden de la ley, las instituciones y la
más de la historia de Manuel, con la de comunidad. Esta circunstancia nos obli-
Paula, mujer y ex residente de un Hogar gó a pensar en cuál sería la forma más
de Niñas, administrado por un grupo de conveniente de acercarnos y de perfilar
mujeres de beneficencia y la de Francisco, las conversaciones con miras a construir
ex residente de un Hogar para Varones el vínculo de confianza. Y en ese punto
41

valoramos la riqueza de la historia de vida una biografía, podemos “leer” una socie-
como técnica de producción de datos y dad y también ver “desde abajo” cómo el
como herramienta que nos brindó diversas sujeto vive esa configuración social: cómo
pautas –algunas más explicitadas, otras la asume, cómo la rechaza, cómo la refor-
no tanto– de interacción para comunicar- mula, así como las mediaciones a través
nos con nuestros entrevistados. En térmi- de las cuales lo social se singulariza en la
nos más técnicos, la historia de vida o mé- experiencia biográfica.
todo biográfico consiste básicamente en Cómo dijimos, el método biográfico im-
el análisis y transcripción que efectúa un plica también un modo particular de vin-
investigador del relato que realiza una per- culación entre quienes investigan y quie-
sona sobre los acontecimientos y vivencias nes relatan sus vidas. La experiencia de
más destacados de su propia vida (Martín la entrevista de la historia de vida es una
García, 1995). experiencia de interacción cargada de sen-
Ante la enorme cantidad de discursos saciones diversas: emociones de todo tipo,
que refieren a la juventud de una y mil ma- dudas, vacilaciones y ansiedades experi-
neras, contradictorias y simplificadoras mentadas por ambas partes, entre las que
(como problema, como salvación, como de a poco va construyéndose la confianza
ideal de belleza y éxito32), la producción de necesaria para encarar las conversacio-
historias de vida de jóvenes con experien- nes. A veces hay que dialogar sobre cues-
cia de institucionalización nos permite en tiones muy duras o muy íntimas y sin esa
mayor o menor medida, poner en la esce- cláusula de confianza, no sólo para “con-
na de la discursividad pública la perspec- tar”, sino para repreguntar, o para pregun-
tiva juvenil sobre la institucionalización, tar sobre aspectos sobre los cuales no sa-
de acuerdo al relato de sus vivencias, con bemos de antemano qué reacción generará
una gran riqueza de detalles y matices, lo en el/la entrevistado/a, es imposible. Por
que a su vez se vincula con la oportuni- eso, no se puede abordar una entrevista de
dad de construir conocimiento “situado”, historia de vida como un encuentro don-
es decir, en contextos sociales e institu- de quien investiga sólo “extrae” datos del
cionales específicos que nos puedan de- entrevistado/a, sino que lo que se activa, lo
cir algo respecto de cómo los jóvenes de que se pone en juego, es una construcción
cada región experimentan su cotidianidad intersubjetiva reflexiva con el informan-
atendiendo a cómo viven y recrean acti- te, con el compromiso ético de confiden-
vamente sus distintos contextos de vida. cialidad de la información si lo desea y de
Como plantea Ferraroti (1979) a través de consulta en cuanto a la publicación de los
42
Crecer fuera de casa

resultados de la investigación. Al menos, en esos términos la expresión o a veces


ese fue el compromiso asumido por nues- ni siquiera decirlo porque la fuerza de los
tro equipo. mandatos sociales, de las ideas dominan-
Una cuestión que constituyó una tes sobre el poder hace que la mayoría de
preocupación en la experiencia de cam- las veces directamente mandemos u obe-
po de este proyecto es la reflexión acer- dezcamos sin cuestionárnoslo.
ca de la validación de nuestro lugar como Lo que nos inquietaba, a la par de
interlocutores y de cómo ese lugar inci- cómo volvernos dignos de la confianza
día en las respuestas de la y los jóvenes. de la y los jóvenes, era cómo desmarcar
Lo que preguntamos, la forma en que los nuestra posición como entrevistadora/
hacemos, los comentarios, los silencios, es de la situación de entrevista a la que
las reacciones, los gestos, todo eso en estaban habituada/os nuestra y nuestros
conjunto condiciona de alguna manera la informantes en sus contextos institucio-
respuesta de quien narra. Aunque claro, nales teniendo en cuenta la valoración ne-
también la forma en que se responde con- gativa que tienen de esos espacios en los
diciona a quien pregunta. Pero en ese ida que se ponían en juego situaciones que in-
y vuelta, además de haber reciprocidad y cidían directamente en sus posibilidades
cooperación también se actualizan las di- de acceder a determinados beneficios,
ferencias y desigualdades de las relacio- ser sujetos a medidas disciplinarias, ver
nes de poder. o dejar de ver a determinadas personas,
En nuestro caso, la condición de “uni- concretar egresos, traslados, etc. Esas
versitarios/as” de clase media, al menos entrevistas con psicólogas y trabajadoras
en sociedades como la nuestra, no es la sociales son experimentadas por estos jó-
misma que la de un/a joven sin cuidados venes como espacios de negociación y po-
parentales o en conflicto con la ley penal, der en donde el vínculo joven-profesional
criado/a en un Hogar o encerrado en un está construido –por lo general– sobre la
instituto penal. Como tampoco ser quien desconfianza y la sospecha.
pregunta es lo mismo que ser quien res- Pero además, el hecho de que los en-
ponde. Seguramente, a más de uno/a de trevistados fueran personas jóvenes con
ustedes alguien les dijo en algún contex- trayectorias tutelares, y/o en condiciones
to de autoridad: “Acá las preguntas las precarias respecto de la educación, el tra-
hago yo”. Esa es una afirmación típica de bajo, la vivienda y la situación familiar, no
alguien que quiere marcar su lugar de po- significa que fueran sujetos incapaces de
der. No obstante, no hace falta formular ejercer poder. Y no hablamos del poder
43

como sinónimo de maldad o de imposición te van a ayudar”. A nuestra perplejidad le


violenta. Hablamos de las pequeñas ten- siguió un “no somos psicólogas/os, eh”.
siones y negociaciones por la búsqueda Es probable que Florencia haya visto en
de reconocimiento y legitimidad en con- nuestro rol algo parecido a la situación de
textos de conversación e intercambio en entrevista terapéutica. No podemos afir-
los que la información es el valor central, marlo, pero sí nos fuimos con la casi certe-
la materia prima sin la cual ninguna histo- za de que demarcar la posición con un “yo
ria sería posible. no soy psicóloga/o” no fue suficiente para
“Ustedes saben todo de mí, les conté Florencia puesto que para ella nosotros
cosas que no le conté a nadie y yo sé nada debíamos estar ahí para hacer algo, para
de la vida de ustedes, así que cuenten us- ayudar con la situación de su hermana.
tedes ahora”. Así nos vimos interpelados El vínculo de confianza fue tomando
en una entrevista. Al fin y al cabo, noso- su forma y ritmo en función de un conjunto
tros estábamos sabiendo cosas de sus de circunstancias que fueron definiendo y
vidas profundamente íntimas, algunas de redefiniendo el curso y el sentido de la in-
las cuales no habían sido compartidas ni vestigación: las dificultades y dilemas que
con sus entornos más íntimos. ¿Por qué no se suscitaron, los encuentros y desen-
querrían saber cosas de quienes estaban cuentros, los silencios y los momentos de
preguntando sobre las suyas? ¿Quiénes verborragia furiosa, las preguntas inquie-
eran esas personas que estaban de repen- tantes, las preguntas inconvenientes y las
te tan interesadas en sus vidas? En esa preguntas que no fueron, los pasajes de
pretensión de “igualdad de condiciones” conversación amarga, los picarescos, los
advertimos que la entrevista de historia de alegres, por algún pequeño gran logro con-
vida como forma de interacción, si bien no seguido, los diálogos que nos pidieron que
borra las diferencias sociales, sí obliga a por favor no publiquemos, porque habían
generar las condiciones para un intercam- pensado mejor las afirmaciones hechas y
bio justo y equitativo entre las partes. creían conveniente que quedaran “en off”,
Otra situación concreta nos obligó a la facilitación de material documental, y
mantener siempre vigente la pregunta textos escritos en el encierro, la invitación
acerca de la validez de nuestro lugar como a eventos muy importantes como el pro-
investigadora/es y de nuestro trabajo. En pio casamiento, los mensajitos de texto
uno de los encuentros, Florencia, herma- y los chats para ponerse al día. Y a medi-
na de Paula, le pidió a su hermana “escu- da que ese vínculo se afianzaba, también
charnos” y “hacernos caso” porque “ellos surgían nuevas preguntas: ¿Hasta dónde
44
Crecer fuera de casa

avanzar en la indagación para construir más profundas que lo llevaron al suicidio,


las historias de vida? ¿Cómo y cuándo ter- supimos por Alfredo, su amigo y sostén
minar? ¿Qué pasa con ese vínculo cuando de los últimos años, que estaba en una
consideramos suficiente el material para batalla “en la línea entre el bien y el mal,
“armar” las biografías? ¿Finaliza? ¿Cómo ahí justo en el medio, estaba que se iba
sigue? para un lado o para el otro, pero le esta-
Esas preguntas quedaron vacías fren- ba costando y al final se cayó”. Esa lucha
te a un acontecimiento que asestó un du- se sumaba a otra, que ya contaba algunos
rísimo golpe al equipo y al curso de este rounds perdidos: la de buscar –o mejor di-
proyecto: el suicidio de Manuel a fines de cho conseguir– trabajo.
2014. Hacía un tiempo que no sabíamos Fue muy difícil escribir la historia de
de él, luego de la última entrevista. Fue Manuel porque nunca sabremos, a dife-
Alejandra quien entre lágrimas nos dio la rencia de Paula y Francisco, si hubiera
noticia. Entre lágrimas también nos contó estado de acuerdo con esta versión de
que había asistido al parto, hacía apenas su historia, relatada por él, de acuerdo a
unos meses, del segundo hijo de Manuel. cómo la reflexionó, para compartirla con
“Es la cara de Manuel”, describió entre lá- nosotros, y luego escrita por este equipo
grimas, pero con una sonrisa, compartida para ustedes. Confiamos en el acuerdo de
por el resto de nosotros y mezclada con el su familia y de su querido amigo Alfredo
dolor y el estupor causados por la sordi- para, esperamos, poder cumplir con su
dez de ese violento final. Casi al unísono deseo de contar su historia de vida, que
surgió la pregunta que, si bien inevitable es también la de su muerte. O más bien la
en el momento, después de trabajar con historia de su lucha, la historia de un joven
sus relatos y de volver a escuchar su tes- que llevaba en su cuerpo las cicatrices de
timonio resulta un poco absurda: ¿Por qué la furia descargada por la cadena punitiva
habrá hecho eso? ¿Qué le estaba pasan- (López y Daroqui, 2012)33 y en su alma las
do? Y decimos que puede parecer absurda de la condena social. Lo que equivaldría a
porque en las vidas como las de Manuel, contar, a través de su biografía, una histo-
atravesadas por el daño y el padecimien- ria que es la de la indolencia del sistema
to, la muerte violenta es una posibilidad penal argentino para con los adolescentes
que siempre sobrevuela la existencia. De y jóvenes y su altísima legitimidad social.
hecho, había estado cerca varias veces. Nunca nos pareció, ni tampoco Manuel
No obstante, si bien es difícil, por no de- dijo algo que pudiera hacernos pensar
cir imposible, conocer las motivaciones que quisiera contar su historia para dar
45

un “testimonio ejemplar”, del típico rela- cuidado de su madre. Como veremos más
to heroico de alguien que logró a base de adelante, fue una experiencia valorada
esfuerzo y convicción vencer la adversi- negativamente por Paula y sus hermanas.
dad. No. Él no creía, ni quería ser ejem- Luego de cuatro años de residir en el ho-
plo moral de vida para nadie. “El loco” o gar materno, Florencia, la mayor del grupo
“Manuelito”, como lo llamaba cariñosa- de hermanas que ingresó al Hogar, de-
mente su amigo Alfredo, sólo quería estar nunció a su madre por negligencia y malos
tranquilo. tratos, y las niñas volvieron al circuito ins-
titucional, esta vez junto a Pablito, un her-

Las historias: Paula, Manuel mano menor. Fueron derivadas entonces


a un hogar de tránsito de una localidad del
y Francisco conurbano hasta que la propia Paula pidió
PAULA. El primer conjunto de rela- volver al Hogar de Niñas, petición que fue
tos sobre los cuales trabajamos fue el de oída y aceptada por la magistrada inter-
Paula. Con 20 años al momento de iniciar viniente. Retornó entonces al Hogar y re-
las entrevistas (2014), nos contó que nació sidió allí hasta los 20 años, edad en que
un 21 de febrero de 1992 en una localidad “egresa” de la institución tutelar.
del conurbano bonaerense. Su familia bio- MANUEL. Manuel tenía 22 años al mo-
lógica se compone de su madre, su padre mento de comenzar las entrevistas. Nació
–con quien no convivió y comenzó a tener en el año 1991 en Villa Fortabat, una pe-
trato a los 19 años aproximadamente– y queña localidad cercana a la ciudad ca-
sus 12 hermanos; 10 por parte de madre y becera del partido. La historia de Manuel
dos por parte de padre. y el trabajo de intentar ordenar el curso
Desde el año y medio y hasta los seis de su experiencia institucional implicó
y luego desde los 10 hasta los 20 residió un gran esfuerzo de parte nuestra ya que
en un Hogar de Niñas administrado por un como él decía: “Yo no me acuerdo las fe-
grupo de mujeres abocadas a la benefi- chas, fueron 24 institutos de menores en
cencia en la ciudad de Olavarría. Ingresó tres años y pico”. En su caso, el periplo
al Hogar junto a otras seis hermanas, de por las agencias judiciales comenzó a la
las cuales ella era la más pequeña. corta edad de seis años consecuencia de
Paula y sus hermanas vivieron en el un episodio narrado por él del siguiente
Hogar por un lapso inicial de cinco años, modo. Mientras caminaba con su herma-
luego del cual el Juzgado interviniente na por la vereda, esta lo instó a arrojar-
determinó que vuelvan a Buenos Aires al le una piedra a un vecino. Respondiendo
46
Crecer fuera de casa

al desafío Manuel arrojó la piedra, que el último instituto de máxima seguridad


impactó en la cabeza de otro niño. Ese en el que estuvo preso. Ese intento de
episodio motivó la presentación de una suicidio fue su modo de reclamar que fue-
denuncia, resuelta con una sentencia ju- ra escuchada una demanda largamente
dicial que ordenaba transferir la guarda efectuada y desoída: ser trasladado a una
legal de Manuel a su abuela, quien resi- institución cercana a su domicilio.
día en Villa Fortabat, por lo que debió de- Luego de un breve período en el HVA
jar el hogar materno para instalarse allí. emigra a la ciudad de Buenos Aires. Reside
A los 14 años, a partir de una causa por en un asentamiento cercano a una esta-
robo, otra resolución judicial determinó ción de ómnibus con una mujer con la que
su ingreso a un Centro de Contención, de formó pareja pero al poco tiempo solicita
modalidad semiabierta ubicado en una ayuda a la Dra. Capriata –ex funcionaria
ciudad vecina. Allí comenzó un raid de es- de niñez e integrante de nuestro equipo–
capes y capturas, combinado con la comi- para adquirir los pasajes con los cuales
sión de diversas transgresiones –hurtos y retornar a su pueblo. Luego de unos me-
robos, en general para financiar los viajes ses, entabla una relación de noviazgo con
de vuelta a Villa Fortabat desde la ciudad una joven de una localidad cercana con
donde estuviera emplazado el instituto en la cual se va a vivir al campo, alternando
el que se encontrara en ese momento–. estancia entre el campo y la casa de su
Ese raid significó una institucionalización abuela en Villa Fortabat. Con el apoyo de
compulsiva en instituciones penales de su familia política y de Alejandra, Alfredo
mediana y máxima seguridad de la provin- y El Peto –quienes referenciaremos más
cia, que se combinó con una situación de adelante como soportes fundamentales
consumo abusivo de diversas sustancias en su trayectoria vital– consigue algunas
psicoactivas –agravado en los contextos changas y va sobrellevando su consumo
de encierro– y con el constante acoso y problemático de alcohol. Estaba “tranqui-
brutalidad física de agentes policiales que lo” como decía él, pero a la vez inquieto y
padeció en los períodos en que permane- preocupado: no conseguía trabajo estable
cía fuera de las instituciones. Su trayecto- y su pareja estaba embarazada. A su vez,
ria institucional en calidad de “menor de manifestaba desde hacía tiempo deseos
edad” finalizó a los 17 años con un período de responsabilizarse por la paternidad de
de permanencia en un Hogar para Varones otro hijo de unos cuatro años a quien no
Adolescentes (HVA) al cual llega tras un podía ver por desacuerdos con la madre
intento de suicidio por ahorcamiento en del niño. Estas preocupaciones hacían
47

que frecuentemente recayera en el consu- él tenía 7 años y su madre volvió a formar


mo desmedido de vino y que visitara a un pareja con un hombre que la golpeaba y
“macumbero” que lo hacía “flashar”, y que que también golpeaba a Francisco y a sus
lo inducía a ingerir tierra y psicofármacos hermanos. Esta situación provocó que
como parte de un ritual. Finalmente, a fi- Francisco permaneciera en la calle du-
nes del año 2014 se suicida en la casa de rante lapsos de tiempo cada vez mayores,
su abuela en Villa Fortabat. lugar donde incluso dormía. Los enfren-
FRANCISCO. Comenzamos las en- tamientos con otras bandas y el consumo
trevistas con Francisco a fines de 2014, de drogas comprometían cada vez más
cuando todavía residía en el Hogar para su seguridad; las peleas con su padras-
Varones Adolescentes (HVA). Tenía en tro y su madre se tornaban cada vez más
ese momento 17 años. Su ingreso al HVA violentas y frecuentes, y ya había comen-
–institución de gestión municipal– ocu- zado a tener las primeras experiencias de
rrió en el año 2009, a la edad de 12 años. comisión de delitos menores y de conflic-
Hasta los 6, residió con su familia en la to con la policía, por lo que él mismo, con
ciudad de Olavarría en un barrio popular casi 13 años, decide solicitar su ingreso
de viviendas monoblock altamente estig- al Hogar.
matizado. Luego de ese período, el grupo En el Servicio Local de Promoción y
familiar se traslada al barrio donde ac- Protección de los Derechos de Niños, Niñas
tualmente reside, construido en el mar- y adolescentes ya conocían su situación y
co de un Plan Federal de Viviendas, y que se había intentado sin éxito realizar inter-
también es objeto de acusaciones negati- venciones con el SPA (Servicio Provincial
vizantes. Ambos barrios se caracterizan de las Adicciones) a partir del trabajo “en
por el alto nivel de precariedad en el que red” y de la territorialización de las políti-
viven sus residentes, quienes carecen de cas sociales, dos componentes muy pre-
buena parte de los servicios urbanos y por sentes en las retóricas de los programas
ser blanco de una fuerte estigmatización sociales, y que orientaron aquellas prime-
social. Francisco relata una infancia de ras acciones del Servicio Local.
profundas carencias materiales y de par- A partir de la experiencia de contacto
ticipación, desde temprana edad, en si- con los operadores de niñez del Servicio
tuaciones de consumo abusivo de drogas Local para procurar su participación en el
y en enfrentamientos violentos con otros SPA, Francisco solicitó de manera volun-
jóvenes de su barrio. Su padre biológico taria su ingreso al HCV. La situación fue
se fue de la casa que compartían cuando evaluada por el mencionado organismo
48
Crecer fuera de casa

administrativo, ámbito en el que se deci- dispositivo normalizador. En los relatos


de su alojamiento en el Hogar como me- de los varones, en cambio, emerge con
dida excepcional de protección de dere- más fuerza lo que el sentido común social
chos, luego refrendada por el Juzgado de –y en ocasiones el institucional– llama
Familia. “conductas desviadas” que se sintetizan
Su “egreso” se produce a los 17 años, en consumos problemáticos de alcohol y
luego de que se ausentara del Hogar sin drogas, violencia en los espacios públi-
dar aviso y se trasladara a una ciudad del cos, delitos contra la propiedad. Este tipo
conurbano bonaerense con su novia de de conflictividad habilitó la intervención
ese entonces y una amiga. Tras dar con su del Estado con acciones de tipo penal-
paradero, luego de más de una semana de terapéutico, en el caso de Manuel, y so-
ausencia, los organismos administrativos
cial-terapéutico, en el caso de Francisco,
intervinientes determinaron poner fin a la
en instituciones específicas de acuerdo a
relación tutelar, decisión que fue revali-
la situación y a las evaluaciones efectua-
dada por el Juzgado de Familia.
das por agentes judiciales o del sistema
de servicios sociales. Forzando un tanto
Fuentes de la vulnerabilidad y el encasillamiento, pero a los fines de ga-
nar claridad, cada caso muestra fuentes
motivos de institucionalización de la precariedad que se presentan con
Si bien la conflictividad familiar es un más fuerza, sin dejar de lado otros facto-
común denominador en las historias de res concurrentes. A su vez, esas fuentes
vida de Paula, Manuel y Francisco no asu- de precariedad configuran cierto tipo de
me la misma forma en los tres casos. En la situaciones sociales evaluadas y clasifi-
historia de Paula aparece más nítidamen- cadas por los agentes para diseñar y con-
te referenciada en relación con prácticas cretar intervenciones con una orientación
definidas corrientemente en las burocra- particular en instituciones específicas.
cias especializadas en la atención de la ni- No obstante, la complejidad de las situa-
ñez como “abandono” y “negligencia”. La ciones hace que en ocasiones sea difícil
institución designada por las autoridades establecer una relación lineal del tipo: “al
intervinientes para cuidar de la joven y sus problema x le corresponde la institución
hermanas fue un Hogar de Niñas, adminis- x”, toda vez que, por ejemplo, la conflic-
trado por un grupo de mujeres abocadas tividad en los vínculos familiares y la pre-
a la beneficencia, que aparece en la vida cariedad económica atraviesan y en par-
de Paula como sustituto familiar y como te conforman los problemas con los que
49

deben lidiar los jóvenes y que los efecto- episodios y acontecimientos de sus vidas
res deben atender, por lo que es frecuen- identificamos una trama compleja de re-
te que se ensayen estrategias que echen laciones en la que cada hecho, cada actor
mano a múltiples recursos y arreglos ins- y cada espacio que aparece referenciado
titucionales y comunitarios dependien- por los jóvenes adquiere sentido con re-
do de la situación y su contexto. Lo que lación a cómo se autoperciben y definen
sí conecta a las historias en cuanto a los ellos mismos, a cómo son vistos o cons-
modos de intervención estatal es que en truidos por los otros, –por ejemplo, desde
los tres casos se determinó la separación las clasificaciones institucionales– y a las
del medio familiar y el alojamiento de los reflexiones que formulan sobre esas defi-
menores en instituciones tutelares como niciones. La construcción y la narración de
medida central de las estrategias de re- la historia personal de cada joven guarda
solución del conflicto, ya sea por motivos una profunda y estrecha vinculación con
de desprotección y “falta de cuidados” el modo en que han elaborado sus respec-
parentales o por transgresiones de los jó- tivas identidades en contextos de desven-
venes al orden legal. Es decir, lo que primó taja material y simbólica.
fue el recurso de la institucionalización En la historia de Paula, no aparecen
tanto para brindar cuidados alternativos claras las circunstancias específicas que
como para sancionar ilegalidades. motivaron la orden judicial de internación
Veremos entonces que en la primera de ella y sus hermanas en el Hogar de ni-
historia, la de Paula, la problemática gra- ñas. Esto se debe a que en el momento
vita en torno a los conflictos familiares, en que ocurrieron los hechos ella era una
en la segunda, la de Manuel, en torno a beba. Sí hace referencia a un clima fami-
conflictos derivados de la transgresión liar-comunitario perjudicial para los niños
al orden legal, situación que incluyó en y niñas, que implicaba situaciones en las
casi todo momento hostigamiento y vio- que frecuentemente quedaban expuestos
lencia por parte de las fuerzas de segu- a peligros de diversa índole.
ridad, y en la última, la de Francisco, en Como mencionamos en el apartado
torno a conflictos callejeros y de consumo anterior, hubo, en los tres casos, situa-
problemático de drogas. La forma en que ciones de entrevista en las que la y los
esas experiencias fueron vividas y relata- jóvenes contaron con la compañía de her-
das por los jóvenes excede los aconteci- manas, hermanos, y/o amigos que parti-
mientos en sí mismos en el marco de sus ciparon más o menos activamente de las
trayectorias vitales. Al rememorar y narrar conversaciones. En el caso de Paula, en la
50
Crecer fuera de casa

segunda entrevista dialogamos también por lo mismo, ella tenía la mala cos-
con dos de sus hermanas mayores quie- tumbre de que te tiraba con lo que te-
nes durante largos años vivieron con ella nía y yo dije “no, no voy a volver a la
en el Hogar: Florencia, de 30 años al mo- misma violencia”.
mento de la entrevista, tenía 9 años cuan- (…) ella tuvo buenos momentos, ella
do el grupo de hermanas ingresó al Hogar estudió para gestora, trabajaba, ven-
y egresó a los 16. Anabela, que tenía 21 día sus casas, yo era chica, eso le duró
años al momento de la entrevista, egre- poco pero lo hacía y vivíamos bien, un
só casi en simultáneo con Paula a los 20. tiempo vivimos bien, pero después en
Aquella entrevista “coral” resultó un muy un tiempo le agarró como depresión,
provechoso encuentro, ya que entre las no sé, pero terminamos viviendo de
tres pudieron ir reconstruyendo aspectos una casa como ésta a una de chapa y
de su infancia temprana que por separa- cartón.
do les era difícil recordar. Entre las tres,
Según relatan las hermanas, el vínculo
de manera colaborativa, fueron compo-
de su mamá con las distintas parejas que
niendo y recomponiendo aquella parte de
tuvo fue conflictivo y violento, violencia
su historia que, si bien cada una procesó
que también sufría el grupo de hermanos.
con matices propios, les era común. Así,
Florencia recordó que: Florencia: — Mi experiencia con mi papá
fue horrible, se pegaban, se mataban
Florencia: —Cuando nosotras llegamos al
y él a su vez nos pegaba a nosotros y
Hogar no sabíamos ni leer, ni escribir,
a mi mamá también. Y después tam-
ni nos bañábamos, teníamos sarna,
bién a su otra pareja que tuvo, que yo
qué más nos faltaba.
la conocí también porque un tiempo
Paula: — Yo no me acuerdo de esa parte. vivimos con él, un desastre.
Florencia: — Así que nos ayudó la gente Las situaciones que describen las jó-
que no nos conocía, nos enseñaron a venes configuran lo que en el modelo de
bañarnos, a comer, a sentarnos, éra- intervención jurídico institucional vigen-
mos animalitos cuando llegamos, mi te en aquél entonces –el Patronato de la
mamá no nos tenía muy bien, pero Infancia o modelo de Situación Irregular-
bueno, éramos muchos y ella estaba era concebido bajo la noción de “riesgo
sola y eran tiempos difíciles, yo no la moral y material”. Categorías frecuen-
juzgo por ese lado, yo cuando me fui tes como las de “abandono”, organiza-
a los 16 años,34 de la casa de ella fue ban -y aún lo hacen, sólo que bajo otra
51

institucionalidad- los diagnósticos que Paula: — Para mí ella tuvo algún proble-
habilitaban que, en situaciones como las ma, yo siempre digo capaz que tuvo
descritas, la justicia especializada en me- algún problema porque bastante bi-
nores de edad actuase separando a los polar se la veía, pero como nunca se
niños de su hogar, en la mayoría de los ca- trató, nunca nadie la ayudó.
sos por períodos indeterminados que re-
Paula valora positivamente de su ma-
sultaban para los niños y niñas, como en
dre el hecho de que, a lo largo de todos los
el caso de Paula, en largos años de insti-
años de crianza en el Hogar, haya busca-
tucionalización. Ahora bien, lo que resulta
do la forma de continuar en contacto con
interesante es recuperar la forma en que
Paula experimentó esta situación. Si bien sus hijas pese a la distancia. A pesar de
reconoce que en su casa pasaban cosas no haber sido “la gran madre” siempre
que “no estaban buenas”, no considera “estuvo” y eso es valorado contra la po-
que su mamá las haya “abandonado”: sibilidad de haber podido desentenderse
definitivamente.
Paula: — Todo el tiempo que estuvimos
Luego de cinco años de permanencia
en el Hogar iba a visitarnos, al menos
en el Hogar, Paula y sus hermanas fueron
una vez al mes iba. Después desapa-
restituidas a su madre en Buenos Aires.
recía un par de meses, volvía. Pero, o
Esta decisión fue vivida como un “retroce-
sea, nunca dejó de vernos. No fue la
so” en sus condiciones de vida tanto por
gran madre pero bueno, al menos no
Paula como por sus hermanas.
nos abandonó. Le damos un punto por
eso, ja. Dentro de todo, siempre estu- Paula: — Pero bueno, nosotras nos fui-
vo. La única persona que me fue a ver mos del Hogar, egresamos, vivimos
fue ella, así que… cuatro años en Buenos Aires y fueron
Anabela: — (…) es la diferencia entre el cuatro años que hicimos para atrás
que se fue y el que se quedó. Mal que totalmente.
mal ella con todos sus rayes, hizo lo Fue Florencia, quien movilizada por la
que pudo, en cambio, el otro eligió pe- situación en que se encontraban sus her-
gar media vuelta e irse y bueno, por ahí manas y hermanos menores decidió dar
se le reconoce eso. No supo tratarnos aviso a las autoridades. Así, las niñas fue-
ni criarnos y tuvo la mala suerte que ron re-institucionalizadas, esta vez junto
tuvo todas hijas mujeres y fue más di- a Pablito, su hermanito menor.
fícil criarnos a nosotras y no a varones.
52
Crecer fuera de casa

Florencia: — Y vuelven a la calle, nosotros Florencia: — Con mi hermana, con


que acá (en el Hogar) íbamos a la es- Bernarda.
cuela, cuando volvimos allá (a la casa
Paula: O sea, nosotras nos enteramos de
de su madre) a veces podíamos ir, a
que ellas nos metieron de vuelta al
veces no porque es como que se nos
Hogar después de grandes.
descontroló todo, teníamos un hábito
acá de ir a la escuela todos los días Anabela: — Yo me enteré porque la Ber
y después allá no podíamos porque me contó. Pero nosotras igual les
una no tenía zapatillas, entonces nos agradecemos mucho...
anotábamos a la mañana y a la tarde Paula: — Ahora queremos hacer lo mismo
para darle las zapatillas a la otra. Los con el más chico, Pablito.35 Estamos
chiquitos comían y los más grandes pensando en eso. Si nosotras nos hu-
no, tomábamos mates o cosas así, o biésemos ido con mi vieja cuando pu-
pan y vos decías: “bueno, si vas a la dimos, iba a pasar lo mismo. Quieras o
escuela con la panza haciendo ruido no, pasa, porque te lleva a eso. A dejar
mucho no podés hacer”. Ahí se de- la escuela, y a tener una vida que no
cidió si íbamos a seguir estudiando está buena.
o trabajar, y bueno, se hizo lo que se
La infancia temprana de Manuel, al
pudo… Y acá mis amigas (en referen-
igual que Francisco y a diferencia de Paula,
cia a Paula y Anabela) andaban en la
transcurrió con sus familiares directos;
calle y un día a la señorita (aludien-
madre y abuelos. Por lo que se deduce de
do a Paula) se la llevaron, se la lle-
las entrevistas la situación socioeconómi-
vó un tipo en bicicleta de una plaza.
ca familiar no se caracterizaba por la pre-
Estábamos en Valle Profundo todavía,
cariedad. La conflictividad emerge en su
le hicieron todos los estudios y no le
relato vinculada fundamentalmente a difi-
había pasado nada, pero ¿qué íbamos
cultades vinculares y de crianza. Su mamá
a esperar? ¿Qué le pase algo? Y bue-
y su papá se separaron cuando él era un
no, ahí con dolor, porque nadie quiere
bebé de un año. De ahí en más la relación
denunciar a la madre, tuvimos que ir a
con su padre fue más bien circunstancial:
hacer la denuncia otra vez y que ellas
volvieran acá. Manuel: — (…) Me crié con mi vieja hasta
los seis, me fui a vivir con mi abuela,
Mayra (investigadora): — ¿vos hiciste
después volví de vuelta con mi vieja
todo eso?
como a los doce (…) y después me fui
53

de vuelta con mi abuela, y bueno, des- Lo que sería el comienzo de un largo y


pués me llevaron a un instituto de me- complejo vínculo de Manuel con las agen-
nores y estuve tres años dando vuel- cias judiciales, de cuidado y protección y
tas sin instituto. Mis viejos se habían con las fuerzas de seguridad comenzó a la
separado cuando yo cumplí un año. Él temprana edad de seis años a raíz de un
se fue de la casa. conflicto con una vecina que él recordó
así:
Mayra: — ¿Y siguió en contacto con uste-
des tu papá? Manuel: — (…) Porque tuve un problema
allá en Villa Fortabat con una vecina a
Manuel: — Al tiempo apareció y lo empe-
la que le pegué un piedrazo en la ca-
zamos a ver con mi hermana y coso…
beza y ahí se metieron los juzgados de
después, de más grande, me fui a vivir
Azules… y me tuve que venir para acá
(con él), a los trece o a los catorce y
(a Olavarría) yo, con mi abuela.
después ya no. Lo veo así, de una ma-
nera, pero no me trato. Mayra: — ¿Cuántos años tenías?
Mayra: — ¿Pasó algo en particular? Manuel: — Seis
Manuel: — No, que me quería poner lími- Mayra: — ¿Te acordás cómo fue ese
tes, cuando yo era pendejo me man- episodio?
daba cagadas y me peleé y no…Si
Manuel: — Sí, iba caminando yo con
estuve viviendo con él dos años casi,
mi hermana y mi hermana me dice:
cuando tenía 13 y hasta los 14, des-
¡Tirale un piedrazo! Y agarré una pie-
pués no me traté más, me peleé y no
dra y le tiré.
me trate más, ahora sí pero así nomás
(...) Nada, él quería que estudie, tra- Mayra: — ¿Y le diste en la cabeza?
baje… yo estaba en una edad que que- Manuel: — Ajá…
ría joder nomás.
Mayra: — Hicieron la denuncia…
Su mamá vivía en Villa Fortabat y su
Manuel: — Sí, apareció el padre con el
abuela en Olavarría, a 20 km de distan-
hijo en mi casa…
cia. Ese ida y vuelta de convivencia entre
mamá y abuela lo recuerda, respectiva- Mayra: — Y la decisión de venirte con tu
mente: “con (su madre)… me escapaba de abuela ¿De quién fue?
mi casa (risa)”, en oposición a: “No, con mi
Manuel: — Del Juzgado de Azul.
abuela siempre buena relación, todo”.
54
Crecer fuera de casa

Mayra: — ¿Y tu mamá, cómo lo tomó? Mayra: — ¿Cómo conseguías la plata?


Manuel: — Y no le quedó otra que aceptar Manuel: — No, robaba y me compraba. Y
porque si no quedaba todo bajo Juez. después, cuando empecé a trabajar,
me la compraba con esa plata.
A los 14 años otra resolución judicial,
a partir de una causa por robo, determi- Mayra: — ¿Y llegaste a un nivel de de-
nó el ingreso de Manuel a un Centro de pendencia? De la merca, por ejemplo
Contención, de modalidad semi-abierta ¿necesitabas consumir?
y ubicado en una ciudad vecina. Como se Manuel: — Más o menos. Después con el
señaló anteriormente, allí comenzó una alcohol también, vivía en pedo.
trayectoria de ingresos, escapes, captu-
Mayra: — ¿Y adentro de los institutos
ras y reingresos originados principalmen-
como manejabas esa cuestión?
te en causas por “fuga”, combinadas con
otras por hurtos y robos, transgresiones Manuel: — Nah, porque ahí se consigue,
cometidas en su gran mayoría con el fin de se consigue más fácil que acá me
financiar los viajes de vuelta a su pueblo parece…
desde la ciudad donde estuviera empla- El uso abusivo de sustancias psicoac-
zado el instituto en el que se encontrara. tivas y alcohol motivó diversas interven-
Ese raid significó su institucionalización ciones orientadas a la atención terapéu-
compulsiva en instituciones penales de tica en los espacios institucionales en los
mediana y máxima seguridad y numero- que Manuel transitó, con distinto grado
sos episodios de padecimiento de violen- de sistematicidad, alcance y efectividad:
cia policial que pusieron en riesgo su vida. promover y/o acompañar su participa-
Este escenario conflictivo, de institu- ción en sedes del Centro Provincial de las
cionalización constante, principalmente Adicciones, determinar tratamientos psi-
en complejos de castigo, se torna más quiátricos, –en ocasiones acompañados
intrincado aún con el consumo problemá- de consultas psicoterapéuticas y en otras
tico de drogas y alcohol que, al igual que ocasiones no–, internaciones hospitala-
Francisco, Manuel experimentó desde rias con posterior derivación a comunida-
temprana edad. des terapéuticas por orden judicial. Como
Manuel: — Empecé a consumir a los doce, presentaremos en el próximo apartado, lo
pastillas y faso hasta los catorce, que Manuel resalta principalmente de es-
quince… después merca. tas experiencias terapéuticas es su orien-
tación fuertemente medicalizadora.
55

Al igual que Paula, Francisco trans- de sus adicciones. Sus primeros acerca-
currió buena parte de su vida en un Hogar mientos a las drogas ocurrieron, según
convivencial, pero de gestión municipal y cuenta, en las calles de su segundo y úl-
para adolescentes varones. Es el primero timo barrio. En la narración, destaca esa
de cinco hermanos por parte de padre y parte de su vida por haber hecho “muchas
madre y tiene tres hermanastras mayores cosas malas” porque a la par de sus expe-
por parte de su padre. Su padre biológico riencias iniciales con la droga, comenzó a
se fue de la casa que compartían cuando robar.
él tenía 7 años y su madre volvió a for-
Francisco: — Arranqué con la marihuana,
mar pareja con un hombre que la golpea-
después con el poxi-ran, después con
ba y que también ejercía violencia sobre
las pastillas y por último la cocaína.
Francisco y sus hermanos. Esta situación
Conocía a las pibas de ahí, del barrio,
propiciaba su permanencia, por lapsos de
que me invitaban a fumar o a hacer
tiempo cada vez más prolongados, en la
cualquier gilada, tomar, y me prendía
calle, donde incluso dormía.
con ellas. Y empecé a robar. O sea, no
Francisco: — Pasa que, después de que a robar mucho pero a robar. Un par de
yo… o sea la harté a mi vieja con to- giladas… para la droga.
das las cosas. Se juntó con un loco
En esos momentos iba a la escue-
que había salido de estar en cana. Y
la pero no le gustaba, rompía las cosas y
ese loco le pegaba a mi hermano, a mi
se iba a la calle. Lo echaron de la escue-
vieja, y yo saltaba. O sea, se descon-
la en sexto grado y desde entonces no
troló mi vieja cuando yo me empecé
retomó. Cuando salía de la escuela “a la
a drogar, yo me le fui de las manos y
calle, chau, hasta el otro día no volvía y
ella buscó refugio en otro chabón y
si volvía, volvía todo con poxi-ran, droga-
se equivocó de chabón. Y ahí empezó
do” (Francisco). De todas maneras supo
todo el bondi: Que andaba en la calle,
construir aprendizajes a través de sus re-
que me drogaba, que dormía en una
laciones “de calle”. Francisco atesoró un
chocita, que cualquiera.
consejo de uno de sus mejores amigos, un
Los episodios anteriormente referidos hombre de más de cuarenta años, a quien
son los que Francisco más destacó de su menciona como su “rancho”:
infancia. Según su relato, tenía once años
Francisco: — El chabón siempre me decía,
cuando comenzó a experimentar “la ca-
el chabón se drogaba ¿no? Y siempre
lle”. Señala esa edad como el comienzo
me decía “nunca te drogues, ¿querés
56
Crecer fuera de casa

fumarte un porro amigo? Fumatelo, y de conflicto con la policía, por lo que él


nunca agarrés la cocaína” me decía mismo, con casi 13 años, solicitó su ingre-
el chabón. “¿Pero por qué? No, por- so al Hogar. Si bien como apreciaremos en
que la cocaína te arruina, perdés todo su relato había una cierta necesidad ur-
amigo. Perdés tu familia, perdés tu gente de buscar un refugio donde resguar-
casa. Porque te enroscás y querés darse del peligro, esta intención de ingre-
más. Mirá como estoy yo...”. so no se dio de manera repentina, sino que
fue madurada al calor de contactos pre-
Si bien ese consejo no evitó su adicción
vios con efectores del Servicio Local y del
fue una de las claves en sus reflexiones.
Centro Provincial de las Adicciones que
Francisco a los once años ya sentía esas
fueron acercando a Francisco a las agen-
pérdidas.
cias del Sistema de Protección:
Francisco: — Es el día de hoy que digo,
Francisco: — En el Servicio Local había un
“tenía razón el chabón” porque te
grupo que juntaba a los pibes que se
arruina la cocaína, perdés todo lo que
drogaban, que hacían bondi, todo. Los
más querés en la vida, sos vos, pen-
hacía pasar una tarde, una vez por se-
sás en vos nada más con la cocaí-
mana, los miércoles, ir a comer un he-
na. Perdés a tu familia. Perdés todo
lado, jugar al fútbol, y todo eso ¿vis-
lo que más querés, porque no sé, es
te? Y una vez estábamos en el Servicio
muy viciosa la cocaína, vos te tomás
Local y viene uno de los operadores de
un pase y querés más, más, más, y si
SPA y me dijo “¿Loco, querés empezar
tenés que salir a robar para conseguir
SPA?” Estuvimos hablando de lo que
vas a salir, si le tenés que robar a tu
me pasaba a mí, “¿Querés empezar?,
vieja le vas a robar, porque te domina
yo te llevo” Y yo fui. Y... bah, me tuve
más la cocaína que vos. Es todo psi-
que quedar directamente. Y ahí em-
cológico igual, un flash es...
pecé mi tratamiento. Estuve dos años
El consumo de drogas y las confron- y medio y la verdad, no me sirvió de
taciones con bandas de jóvenes de ese y nada.” (…) Sí, o sea, yo me metí acá (al
otros barrios comprometían cada vez más Hogar) porque ya no aguantaba más la
la seguridad de Francisco; las peleas con vida que tenía. Me quería matar mu-
su padrastro y su madre se tornaban cada cha gente, o sea, tenía un par de bron-
vez más violentas y frecuentes, y ya había cas con mucha gente que me quería
comenzado a tener unas primeras expe- bajar. Sabía que me querían matar.
riencias de comisión de delitos menores No tenía muchas posibilidades. Y yo
57

decidí que estaba muy mal, muy mal. intervenciones en los casos de Paula,
Sabía que iba a terminar mal yo. Y fui a Manuel y Francisco se entretejen comple-
hablar con P., que siempre se preocu- jamente con las percepciones que cada
pó por mí. Vine un fin de semana y me joven relata de sus experiencias vividas
quedé a dormir. Y después, bueno, me producto de esas decisiones, con sus de-
vine del todo para acá. A mí el Hogar seos actuales y sus perspectivas futuras,
me salvó de morir, yo tenía miedo de como se aborda en el último apartado del
morirme. capítulo.
En los tres casos se recorren distintos
Ante este escenario familiar y comunita-
grados de participación en la decisión ad-
rio conflictivo, el órgano administrativo –el
ministrativo-judicial que resuelve por la
Servicio Local de Promoción y Protección de
institucionalización, y diferentes niveles
Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes–
de aceptación y/o rechazo en cada pro-
adoptó una medida de abrigo refrendada
ceso de incorporación a las respectivas
luego por el Juzgado de Familia que puso
instituciones. En un extremo de compul-
a Francisco bajo tutela estatal, al cuidado
sión coercitiva por parte de la Justicia y,
del equipo del Hogar Convivencial. La per-
consecuentemente, de rechazo e impug-
manencia se prolongó durante cinco años nación por parte del joven se encuentra
puesto que las sucesivas evaluaciones pro- Manuel, quien nos contó las vicisitudes
fesionales concluían que en su casa no se de su derrotero por instituciones pena-
reunían las condiciones necesarias para les. En el otro extremo de participación
que Francisco volviera a vivir de modo per- y aceptación se encuentra la internación
manente, siendo especialmente conflic- voluntaria en el caso de Francisco, quien
tivo el vínculo con su mamá. Por otro lado, nos relató que su acercamiento a las insti-
tampoco contaba con familia ampliada que tuciones de tratamiento y contención para
pudiera acogerlo y ocuparse de su cuidado, las adicciones fue para él en ese momento
por lo que el Hogar se transformó en la me- una cuestión de vida o muerte. En un lugar
jor opción de residencia y de cuidados, pon- intermedio de los casos anteriores ubica-
derada por el equipo institucional y por el mos al relato de Paula, a quien la Justicia
mismo Francisco. tutela desde muy pequeña ordenando la
Las motivaciones colectivas o sociales separación de su familia y la internación
expresadas por los poderes del Estado, en un Hogar de Niñas, situación sobre la
especialmente la Justicia y también los que reflexiona en las entrevistas siendo
saberes expertos que condujeron a las ya adulta. En este contexto, considera que
58
Crecer fuera de casa

fue la mejor decisión dada las malas con- ahí la importancia de prestar atención
diciones existentes en su casa materna, a las experiencias evocadas por Paula,
y apropiándose de la institución como su Manuel y Francisco.
hogar sustituto que en definitiva, en sus Como vimos anteriormente, los facto-
propios términos, “la salvó”. res de la precarización de la vida difieren
en cada uno de los casos, generando a la

Crecer en el Hogar o en el Instituto:


vez formas y períodos de institucionaliza-
ción diferentes en el transcurrir de la eta-
experiencias, vínculos afectivos, pa de la niñez y la adolescencia de nues-
tros tres protagonistas.
dificultades y aprendizajes A diferencia de los casos de Manuel y
Un tema presente en los relatos de de Francisco, la vida de Paula transcurrió
los tres jóvenes, y materia de debate en- casi por completo en una sola institución:
tre los especialistas, es la característi- el Hogar de Niñas. Su socialización allí se
ca cerrada, semi-abierta o abierta de los desenvolvió en lo que E. Goffman llamó
regímenes de funcionamiento de las ins- instituciones totales,37 donde:
tituciones por las que transitaron. Cada
La tendencia absorbente o totalizadora
perfil institucional depende de las estra-
está simbolizada por obstáculos que se
tegias de gestión que, a la vez, producen oponen a la interacción social con el exte-
distintos entramados de relaciones entre rior y al éxodo de sus miembros, y que sue-
operadores y destinatarios, a la vez que len adquirir forma material: puertas cerra-
das, altos muros, alambre de púa, acanti-
entre el adentro y el afuera. Como ve-
lados, ríos, bosques o pantanos (Goffman,
remos, lo anterior se vincula con los ob- 1970, p.18).
jetivos explícitos de cada una de ellas;
no es lo mismo un espacio de albergue y En efecto, la edificación del Hogar es
cuidado que de tratamiento frente a pro- una expresión material de la institucio-
blemáticas de adicción, o de vigilancia y nalidad tutelar típica del siglo pasado: un
castigo por haber cometido un delito. Sin edificio antiguo, construido en el año 1913
embargo, queda en evidencia que estos –el Hogar funciona allí desde 1961– con
objetivos, que van de lo social a lo penal, a un emplazamiento que ocupa toda una
veces se superponen y, que los discursos manzana, con paredes muy altas y con
institucionales; aquello explicitado for- muros que, estimamos, fueron “adapta-
malmente, no siempre coincide con las dos” con vidrios y alambres para dificultar
prácticas de la gestión cotidiana.36 De posibles fugas.
59

La cuestión del encierro, de la barrera Mayra: — Cuando fue la reforma del


material con el afuera –rejas, muros con Hogar, ustedes ¿Qué hicieron? ¿Cómo
vidrios en sus extremos– y los deseos de la vivieron?
romper esa barrera están siempre pre-
Paula: — ¿Cuándo hicieron el Centro
sentes, ya que constituyen marcas que
Cultural? A mí no me gusta el muro.
construyen y delimitan espacios sociales
No me gusta ver que de un lado está
diferentes y desiguales.
todo divino y del otro lado hicieron
Paula: — Por el Hogar pasaban los chicos las cosas de medio pelo (…) Además
en bicicleta diciendo “yo tengo mamá que era re loco, porque nosotros
y papá”. Y nosotras salíamos todas cuando lo conocimos fuimos, todo y
negras más o menos y no los podía- era “¡Guau! ¡Mirá qué baño!, mirá lo
mos agarrar porque estaban las rejas otro”. Y era la bronca porque estaba
y los pendejos del otro lado. el muro horrible ese. Hay un muro
que es re…
En el año 2008 comenzaron las obras
de construcción tendientes a concretar Leo (investigador): — ¿El que está en el
una importante reforma en el gigantes- medio ahí?
co edificio en el que funciona el Hogar.
Paula: — Sí, nosotras nos subíamos, nos
Aproximadamente la mitad del edificio
colgábamos y mirábamos para el otro
estaba en desuso desde hacía varios
lado. Era la re bronca igual. Veíamos
años. Para ese entonces ya había co-
las diferencias que había de un lado
menzado a notarse una disminución en
y del otro.
la cantidad de niñas alojadas en conso-
nancia con el proceso de desinstitucio- Mayra: — ¿Qué tipo de diferencias?
nalización que referimos anteriormente, Paula: — O sea, la manera en que lo hicie-
por lo que la importancia de darle un uso ron, además nosotros queríamos el
público al lugar fue cobrando cada vez patio. Era el patio nuestro. Nosotros
más fuerza en la comunidad hasta que el corríamos. Nos quedó un pastito de
Ejecutivo Municipal anunció la creación dos por dos (…) Cuando lo hicieron
de un Centro Cultural, que fue inaugura- sentimos como que no sé. Que de un
do en el año 2010. lado era todo lindo y del otro todo me-
Así cuenta Paula que vivió la transfor- dio…como que ese muro dividía lo lin-
mación de este espacio que formaba par- do de lo feo.
te de su vida cotidiana:
60
Crecer fuera de casa

“Afuera” y “adentro” representan es- Pero también había otras “salidas”


pacios sociales en los que es posible iden- que Paula rememora con una mezcla de
tificar una serie de actores, discursos y indignación y bronca: las salidas con per-
prácticas que en sus interacciones y dis- sonas con presuntos fines adoptivos que
tinciones fueron significativos en la vida la iban a buscar y se la “llevaban” a su
de Paula en el Hogar, tanto en términos casa a pasar el fin de semana.
positivos como negativos.
Paula: — Eran gente que venía, te hacía
Salir a pasear con otras niñas bajo el
el verso y después desaparecía. Era
cuidado de las preceptoras o de las chi-
como que cualquiera te viene a lasti-
cas más grandes era una de las cosas más mar (…) Venía gente: “No, sí, te va a
deseadas por Paula cuando era chiquita llevar tal familia”. Yo cuando era chi-
y por la mayoría de las nenas en general, quita nos íbamos, no sé, cinco o seis
según relató. Salir también incluía asistir familias. Te mataban. “Este fin de
a diversos espacios públicos de la ciudad semana te viene a buscar tal, este fin
para realizar distintas actividades depor- de semana te viene a buscar tal”. Yo
tivas, recreativas y formativas como vólei- después a lo último ya me quedaba
bol o cerámica. Ya llegada a la adolescen- nomás en la casa de mi mamá (en re-
cia y con la gestión de la nueva directora, ferencia a una de las preceptoras del
quien asumió encarnando la pretendida Hogar) y en lo de la tía Alicia que era
renovación de la nueva normativa de ni- una preceptora también del Hogar,
ñez, las salidas comenzaron a ser de hasta y a lo último me quedaba ahí, con mi
dos horas por día y con “las explotadoras” mamá, nada más. Pero después iba
uno de los grupos de chicas formados al a casas de gente que me cruzo por la
interior del Hogar, definidas por oposición calle y me dice: “Ah, te acordás que
y enfrentamiento a “las sweeties”. antes vos me decías mamá a mí”. Y yo
Paula: — En realidad yo empecé a salir digo: “¿Y este quién es?”. Y son gen-
desde que era chiquita y empecé a te que desaparece. Y te re aferrás.
salir abajo del manto de “las explota- Nosotros teníamos eso de que nos
doras”, que hubiera sido mejor que- aferrábamos mucho a las personas,
darme adentro. Pero bueno, empecé a entonces cuando se iban decían: “No,
salir ahí. Y ahí en dos horas, hacíamos si voy a volver”. Y era como un quie-
de todo, imaginate. Por más que sea bre....nos pasó a todos. Se acercaban,
poco, hacíamos muchas cosas. Y te te traían golosinas primero, te em-
vienen más quilombos. pezaban a sacar y después la gente
61

desaparecía. Desaparecía. Capaz que Mayra: — ¿Te llevaron a la comisaría?


vos decías, “bueno, seguro porque so-
Paula: —Sí, otra vez nos habían parado
mos chicos”, le rompí eso, capaz que
así pero enfrente al Hogar, fue cuando
se enojó por eso. La gente que va son
me tiraron los preservativos al sue-
gente que pasa, nada más. Es como
lo. Venía de una charla de Educación
todo. Son gente de paso.
Sexual y nos habían dado un montón
Años más tarde, Paula descubrirá le- de preservativos, me dieron vuelta
yendo su legajo, es decir su historia de la mochila y me tiraron todos los fo-
vida relatada en clave institucional, que rros al piso. Pero era algo constante,
esa “gente” eran “familias sustitutas”. siempre la Policía te paraba. Después
Otro actor significativo del “afuera” en el Hogar nos daban la fotocopia
que también está presente en la histo- del documento. Me habían plastifica-
ria de Manuel y en la de Francisco es la do la fotocopia del documento para
Policía. Paula comenzó a tener experien- que ande con eso cada vez que me
cias desagradables con las fuerzas de se- pararan.
guridad en los inicios de la adolescencia,
Otra experiencia del “afuera” profun-
durante sus salidas de paseo con el grupo
damente significativa para Paula fue la
de chicas adolescentes.
experiencia escolar, especialmente los
Paula: — En esa época me paraba siem- años de la Escuela Primaria.
pre la Policía, ya es como que te fi-
Mayra: — ¿Cómo fue la experiencia en la
chan, viste.
escuela?
Mayra: — ¿Y qué hacías vos en esos
Paula: —Una chica del Hogar, eras eso, no
momentos, qué hacías cuando te
había tu tía.
paraban?
Mayra: — ¿Eras marcada así por los do-
Paula: — Nada, me hacía la re pelotuda,
centes? ¿Por compañeros?
mientras no dijera que era del Hogar
estaba todo bien. Si decía que era del Paula: — No, por los docentes. Por los
Hogar, bueno. Una vez me llevaron… compañeros no sé si tanto porque
ahí cuando sos chico no entendés.
Mayra: — ¿Y cómo fue?
Pero había algunos compañeros que
Paula: — Fue gracioso, porque me lleva- la mamá nos sacaba a nosotros e
ron por no saberme el número de do- íbamos a la casa, íbamos el fin de se-
cumento y la dirección del Hogar. mana con compañeras de la escuela
62
Crecer fuera de casa

y todo. Pero era como que las chicas que pam, y vos estabas ahí diciendo
del Hogar éramos terribles, “las chi- “Uhh, qué hacemos”. Y los chicos te
cas del Hogar son tremendas”, eso se cargaban, la pasabas feo.
decía (…) Si una se mandaba alguna
Pero el afuera también tenía cosas
caíamos todas. Si una era media rá-
buenas, además de los espacios en que
pida, éramos todas rápidas y todo así.
Paula se reunía con amigos. En los “talle-
A pesar de ser una de las fuentes de res” Paula encontró lugares de referencia
producción del estigma que implicaba ser sumamente significativos, especialmente
“una chica del Hogar”, Paula encontró en para proveerse de recursos de contención
la escuela a una “referente”, María, su afectiva y de formación cívico-social. La
maestra de Matemáticas, de la cual ex- promoción de la asistencia a ese tipo de
presa un recuerdo grato que la distingue actividades, como el taller de periodismo
del resto de las docentes. para adolescentes en la Mutual Popular
Tierra Libre, a cargo de dos referentes
Paula — María fue otra referente que nos
del llamado “periodismo social”, coincide
llevó a la casa a mí, a Juancito y a
con el comienzo de una nueva gestión en
Bárbara, nosotros éramos los únicos
la conducción del Hogar que tiene la pre-
que... viste que cuando hay una fiesta
tensión de adaptar la institución al nuevo
la mayoría se va a la casa de los fami-
esquema normativo “de derechos”.
liares y a nosotros nos tocó quedar-
nos y mi maestra de quinto grado nos Paula: — Nos dijeron: “Hay un taller, tie-
sacó, nos llevó a la casa y la pasamos nen que ir todas”. Al principio yo iba
joya, me acuerdo, éramos chicos. Pero para salir del Hogar, a fumar. Después
las otras no (…) te trataban de otra me re enganché por ellas (en alusión a
forma, era odio feo, no sé si llegás a las referentes). Por lo que te decían,
sentir odio pero es una impotencia la forma en que te hablaban, cómo
fuerte (…) lo que pasa que nos ponían nos guiaban. Nos enseñaban perio-
a muchas... íbamos a la diez (Escuela dismo, está bien, pero era como una
N°10) y no era una sola que iba a la 10, cosa que era,…compartir un momen-
éramos cinco o seis que íbamos a la to ¿entendés? Con personas que te
10 y la etiqueta era esa. Y cuando sos están guiando en todo sentido. Iba
chico creo que todos somos malditos, más que nada porque me gustaba es-
entonces el día de la familia, viste, tar ahí, me sentía acompañada. Nos
que van todos los padres, que pum veían distinto, todo el tiempo estaban
63

apoyándote, diciendo: “vos podés”. pensando de la misma manera que


Son muchas cosas buenas, eran las pensaban hace 50 años. Que no de-
únicas dos personas que veían algo jan que nadie ni nada se meta a lo que
bueno, que yo no era la “irrecupera- es el círculo de ellas. Cuando alguien
ble”. Hicimos una revista, aprendí a intenta meter nuevas ideas, y decir,
hacer entrevistas, hice una pasantía “bueno, a ver, hagamos talleres, lle-
en el diario. Lo que más valoro son los vemos a las chicas afuera del Hogar,
ideales, valores que son cosas que que vayan a un lado, que vayan al
ya me inculcaron ellas y ya las ten- otro”, como ya ha pasado, lo sacan
go y les agradezco un montón. Esto carpiendo. La presidenta figura nada
de decir: yo no quiero este vaso para más que para la fotito abrazando a las
mí. Yo quiero para vos y para todos. nenas, y eso es lo peor que puede ha-
No quiero algo para mí, lo quiero para ber. Van a comer adonde trabajo (en
todos. ¿Por qué no se puede repar- el momento de la entrevista) y ni me
tir? ¿Cuánto producimos nosotros en reconocen.
Argentina? Alcanza y sobra para to-
Paula afirma que a pesar de haber
dos. Producimos diez veces más de
transcurrido en el Hogar casi toda su vida
los que uno come y hay gente que se
estas mujeres no saben ni su nombre. El
caga de hambre. ¡Me estas cargando!
hecho de no ser mirada, la falta de reco-
En contrapartida, el “adentro” del nocimiento aparece en su relato como
Hogar está formado por una diversidad algo doloroso.
de actores y relaciones que Paula pone En contraste con estas mujeres, sos-
en vinculación a medida que rememora tiene que las que estuvieron todo el tiem-
situaciones y experiencias. En su rela- po con las internas fueron las precepto-
to, identifica a las preceptoras, al equipo ras del Hogar:
psicosocial, a la Directora y a la comisión
Paula: — Y viven más con nosotros que
de las Damas de Beneficencia, asociación
en sus casas. Pero bueno, dentro de
civil de mujeres con tradición de acciones
todo creo que las preceptoras la re-
de beneficencia y extensamente recono-
man. Los chicos no son lo que éramos
cidas en la ciudad. Sobre ellas reflexionó:
antes nosotros. Nosotros antes está-
Paula: — Es una comisión de seño- bamos así (hace el gesto con la mano
ras mayores, que tienen un pensa- de tener a alguien “cortito”), y ahora
miento bastante… Nada, que siguen están así. O sea, cambiaron mucho
64
Crecer fuera de casa

las cosas (…) Cambiaron los chicos trabajo. De las puertas para afuera
y cambió el personal del Hogar tam- tienen su vida como todo el mundo.
bién. O sea, nadie los capacita para ir Pero ya no es como entran. La gente
y entrar. Entraron y punto. entra queriendo cambiar un montón
de cosas, pensando que nosotras, no
En su relato Paula retomó con frecuen-
sé, “pobrecitas las nenas del Hogar”,
cia el carácter conservador y de aparente
y cuando ven se quieren morir. Porque
lógica re-productivista de la institución
las nenas pobrecitas somos terribles,
que a su entender aborta toda tentativa
yo también fui terrible. Me he manda-
de cambio bien intencionado:
do las mías.
Paula: — Además el Hogar te cambia a
En las charlas Paula se refirió en va-
vos, no es que vos cambiás el Hogar.
rias oportunidades a una persona que lla-
Ya si entrás, vos entrás diciendo:
maba “mi mamá” (que ya fue aludida en
“Bueno, hay un montón de cosas que
una de sus intervenciones) debiendo acla-
cambiar, bueno...” Y no. El Hogar te
rar frente a nuestras preguntas que se re-
va cambiando a vos, y cuando te que-
fería a su madre de crianza, quien fue pre-
rés acordar sos igual a todos los que
ceptora del Hogar durante muchos años.
estuvieron.
Contó que ella y otra preceptora eran muy
El cambio de actitud del personal del rígidas, hasta el punto de decirle: “por
Hogar que observa Paula lo atribuye al algo vos estás acá”, que era lo que más
choque entre la imagen idealizada de las le dolía, pero se hacían respetar por las
“niñas desvalidas” que tienen los que in- chicas y sabían imponer el orden, a dife-
gresan a trabajar en este tipo de institu- rencia de las otras preceptoras. Para ella
ciones, quienes tienen una “vida normal” es una mamá, argumentando que: “(…) es-
puertas para afuera,38 y lo que finalmente tuvo siempre. Me enseñó a ir al baño, me
se encuentran en la práctica: enseñó todo. Hoy en día la veo, a la casa
Paula: — El cambio es que vos te podés vos entrás y está la foto mía cuando juga-
hacer amiga de las chicas y todo, pero ba al vóley”.
después es como medio complica- Desde su mirada Paula parece recupe-
do también, porque el personal del rar positivamente ese vínculo y describe
Hogar se vuelve más, no maldito, no una serie de gestos que tuvo su “mamá”,
es la palabra, sino más del otro lado, que desde el presente evalúa como seña-
ya no están, o sea, van y hacen su les de reconocimiento y cuidado:
65

Paula: — Te está rompiendo las pelotas, con reflexiones sobre el uso de la violen-
te está cagando a pedos y te persigue, cia como forma a la que recurrían algunas
y te dice: “Andá a la escuela, andá a preceptoras para regular la conducta de
la escuela, hacé esto, hacé lo otro”, las niñas. Paula valora negativamente es-
es porque está. En cambio las demás tos tratos indebidos sin que eso implique
personas...creo que es con la que que se piense a sí misma como una mera
peor me llevaba, discutía un montón, víctima ya que ubica esos episodios den-
y es con la que hoy, es la única per- tro de una trama de relaciones más am-
sona. Y nos juntamos, las chicas del plia en la que también tenía lugar el afecto
Hogar, así, con ella a cenar todas en y el cuidado y en un momento institucio-
el departamento, genial. Lo bueno es nal y social que ella valoriza como de ma-
que seguimos teniendo contacto en- yor organización y de pautas de conductas
tre nosotras también. más claras y estables adentro del Hogar.
Además, como podrá ir apreciándose a lo
Aparece aquí una expresión recu-
largo de su historia, Paula mantuvo gene-
rrente en los casos analizados, la idea de
ralmente una actitud insumisa frente a las
que es necesario el rigor: “que te caguen
situaciones injustas que padeció que le
a pedos” para salir adelante, ya que eso
permitió impugnar, plantarse y defender-
conlleva el par correlativo de sentido que
se ante determinadas acciones institucio-
asume que “somos terribles”, o como dirá
nales que afectaban su bienestar. Así, nos
Francisco, “era maldito”. En una primera
cuenta que:
lectura se puede inferir la necesidad de
límites en la construcción de la subjeti- Paula: — M era la directora de antes
vidad de cualquier niño/a, pero también (antes de la sanción de la Ley de
puede estar indicando una identidad de- Protección), se quedaba a dormir ahí
teriorada o negativa que asume la mirada adentro. A esa sí que le tenías miedo.
acusatoria de los otros y la necesaria im- Capaz que estábamos con las patitas
posición de castigos. arriba y traaaaa con la chancleta y pi-
Los relatos de Paula sobre su crianza caba como la mierda eso. No. M fue
en el Hogar, especialmente en lo referido tremenda. Igual fueron otras épocas,
el Hogar estaba mucho mejor, había
a la relación con el personal a cargo del
mucho más orden de lo que hay hoy.
cuidado, articulan expresiones de afecto,
sobre todo en relación con la precepto- Por otro lado, Paula reflexiona sobre
ra a la que llama “mi mamá de crianza”, la impunidad y la injusticia de ciertos
66
Crecer fuera de casa

criterios institucionales al momento de cagaba a palos, era “correte” y pum


evaluar las conductas del personal que contra la pared, o dejaste la taza arri-
incurría en comportamientos violentos. ba de la mesa y a ella no le gustó y re-
En este sentido, siente que fue injusta la voleaba las tazas. Una vez a mi carpe-
separación del cargo de la preceptora que ta me la hizo pelota porque la dejé en
ella llama “mamá” porque: el pasillo. Si estabas tirada en la ga-
lería con los pies así (delante de ella)
Paula: — Te decía cosas fuertes, lo que
te pisaba los pies, esas cosas. Pero
tenía era que se metía con tu fami-
no pasó nada (con los papeles que
lia (…) a mí también me dijo “vos por
presentó su “mamá” sobre los malos
algo estás acá”. Pero siempre estuvo.
tratos de la preceptora Z), ni pelota,
Hoy es la única preceptora que va a mi
tiene más años ahí que la escarapela.
casa, bueno, es mi mamá. En cambio
hubo otra preceptora que sí, que nos Anabela (hermana de Paula):— Bueno,
pegaba, que a mí me pegó desde que pero vos porque nunca lo dijiste (lo
tengo memoria y hoy en día está ahí que te hacía)...Z.
(en el Hogar) ¿y uno le tiene que te-
Paula: — ¡Yo siempre lo dije! Se lo dije a
ner lástima? Yo hoy la veo ¿y le tengo
todo el mundo. T, la directora nueva lo
que tener lástima? No le voy a tener
sabía, a ella se lo dije. Por eso decía T:
lástima.
“Ah, vos, pero vos con Z no tenés afi-
(…) Z a mí me re cagó a palos, ahora
nidad”. Lo sabía todo el mundo ahí. Si
se murió, pero decís... jamás le hi-
Z siempre te tiró con todo...
cieron nada porque la mina tenía ahí
más años que la escarapela y cuando Más que los golpes, Paula repudia,
Mariela (su “mamá”) presentó los pa- principalmente, dos cosas del trato insti-
peles, porque yo le había dicho “esta tucional: la injusticia de los criterios admi-
persona me pega” y todo dijeron: nistrativos, que obraba discrecionalmente
“¡Ah, no! Debe tener algo esa mina en situaciones de conflicto (por ejemplo,
con Paula porque no puede ser que sancionando a algunas trabajadoras y a
le compre cosas y que la defienda de otras no ante transgresiones similares), y
esa manera”. No podés. Y a mi vieja las formas de acción sutil y prolongada de
(su “mamá”) la echaron, no podés. Si la violencia verbal y psicológica:
a Z no le gustaba algo, te revoleaba Paula: — No hay peor cosa que a nosotras
las tazas...en realidad no era que te nos dijeran “te pareces a tu vieja”.
67

Te lo decían directamente, antes y Florencia: — Hay gente que te dice bien


después (de la sanción de la Ley de las cosas y gente que te genera cul-
Protección Integral), cuando yo era pa, por ahí que vos me des un consejo
chiquita: “vos no vas a llegar a nada, para que yo pudiera salir adelante sí,
vas a terminar como tu mamá” y no- pero yo... a veces nosotras tuvimos
sotras estábamos continuamente lu- que pasar en la otra época que sí,
chando para no ser igual, para no esto que tuvimos una directora que lo úni-
que el otro. Yo una vez le pegué a una co que te generaba era culpa, que te
nena y dije: “soy igual que mi vieja”. decía: “Pero vos mirá como viniste y
Me quise morir, le pedía perdón a la ahora estás acá comiendo un plato de
flaca y ella se me cagaba de risa. comida”. Y vos decías: “pero esto no
me lo estás dando vos, vos no lo estás
En el segundo encuentro que man- sacando de tu bolsillo”, pero bueno...
tuvimos con Paula, oportunidad en la
que también conversamos con Anabela y Paula: — Es que a veces, o sea, en el
Florencia, dos de sus hermanas también Hogar decís… A mí todo el tiempo, no
criadas en el Hogar (encuentro al que alu- sé por qué, o sea, está bien…Yo pare-
dimos anteriormente), el grupo reflexionó ce que todo no me importa nada, pero
sí me importa. Y en el Hogar era como
sobre cómo cada una percibió, experi-
“Anabela, vos tenés que ser como
mentó y fue afectada por esas formas de
Anabela. Anabela trabaja, Anabela va
trato de las preceptoras:
a la escuela, vos vas a terminar el año
Anabela: — Más que nada te aconseja- de la...”
ban, te decían: “¿Vas a ir de vuelta a la
Mayra: — Claro, la comparación.
misma historia de donde vos viniste?
Entonces no, ponete las pilas, ponete Paula: — Sí, y siempre la palabra irrecu-
a estudiar”. Y vos decías: “no, yo no perable. O sea vos, ya está. Y era la
quiero eso... bronca esa.
Paula: — A mí nunca me tuvieron fe en Mayra: — ¿Y eso a vos te marcó? ¿En qué
nada, así que no sé... sentido?
Mayra: — ¿Tuviste que remarla sola? Paula: — Me dio más fuerzas.
Paula: — No, pero me decían: “Vos ya Paula también recuerda los traslados
fallaste, vos porque no sos nadie de niñas hacia otras instituciones tu-
normal”. telares como una práctica institucional
68
Crecer fuera de casa

recurrente que funcionaba como una varios obstáculos y algún que otro leve
suerte de “advertencia” para el resto: apoyo, que más que apoyo activo fue una
suerte de tolerancia silenciosa a su orien-
Paula: — Los traslados se hacían… un
tación sexual, mezclada con expresiones
día nos despertábamos y desapare-
de resignación y resistencia del tipo “ya
cían tres nenitas y vos decís: ¿Y por
se te va a pasar”. Paula cuenta que des-
qué se las llevaron? “Porque no es-
de niña supo que le gustaban las chicas.
taban más para estar acá” ¿Por qué?
Por eso, cuando la única preceptora con
“Porque eran tremendas” Y bueno,
la que podían hablar de sexualidad le dijo:
listo, traslado, llevala allá. Hubo pas-
“Bueno, estas cosas pasan, ya se les va a
tores tremendos. Hubo pastores, me
pasar”, no dudó en contestarle con firme-
entendés, y agarrate. Porque ahí en
za: “Conmigo no. Me gustaba Laura desde
el Hogar la amenaza era: “Mirá que te
primer grado, mi maestra”. No obstante,
llevamos con los pastores”.
Paula relata que esa preceptora, que es
La forma de regulación de los conflic- una de las dos –la otra es su “mamá de
tos entre las chicas por parte de las pre- crianza”– que va a su casa, con quien se
ceptoras también es un punto sobre el que siguen visitando, era la única que habilita-
Paula reflexiona con una mirada crítica. ba un espacio de confianza con las niñas
Paula: — Las preceptoras te decían: “andá para hablar de sexualidad y otras cuestio-
y pegale”, yo no le iba a pegar, un grito nes íntimas:
le pegaré, pero no le voy a pegar, una Paula: — Podías hablar de todo con L.
sola vez le pegué una cachetada a una Cosa que se te ocurría se la podías
chica y casi me muero. (Eso lo hacían) preguntar a L. Eran las reuniones de
porque como cambió la ley ellas sa- la noche, mientras planchaba noso-
bían que no podían hacer nada, ade- tros le doblábamos la ropa y la escu-
más T (la directora que asume para chábamos hablar. Y saltaban pregun-
aplicar la nueva legislación) les dijo a tas, porque éramos cincuenta monas
las chicas que tenían derechos, que no ahí preguntando, preguntando.
les podían pegar, y ellas empezaron a
El “ya se les va a pasar” expresa una
usar eso también, a veces lo usaban
mirada sobre las orientaciones sexuales
bien y otras veces como el orto.
no hegemónicas como expresiones de
La sexualidad fue otra dimensión de sexualidad no deseables, pero lo hace,
la vida de Paula que encontró en el Hogar como explica la investigadora Silvia
69

Elizalde (2009), con una sutil operación con alguien, bueno, pastilla. 15, 16
que implica una tolerancia a la diferencia años, no te querés tomar la pastilla,
sexual adolescente como fenómeno pa- bueno, inyección, y era así. ¡Y a mí me
sajero y rectificable en el incuestionable daban las pastillas! “No quiero tomar
tránsito a la estabilización necesariamen- pastillas”, cuando les dije ya está, no
te heterosexual. No obstante, ella repre- me den más, es así. Pero sí, te enca-
sentó un pequeño resquicio en el conjunto jaban pastillas a lo loco. Te las daban
de estrategias e intervenciones normali- en la boca. (…) lo que sí me dio mucha
zadoras de la institución. Cuenta Paula: bronca era que a mi pareja la dejaban
afuera y me dijeron: “No, los novios
Paula: —Ella había visto algunas cosas
de las chicas no pueden entrar más a
–con relación a sus relaciones eró-
la institución” y yo veía que mi pareja
tico-afectivas con otras chicas– y
se quedaba afuera y entraban todos
bueno, nada. Con ella se podía ha-
los otros chicos y me rompía las pe-
blar. Las otras eran más cerradas.
lotas y hablé con la presidenta de las
Z. me rompía mucho las pelotas con
mujeres de beneficencia, la que sale
eso, encima que no tenía afinidad,
en las fotos del diario abrazada a las
eso hizo mucho peor la relación. nenas y ella me dijo que lo hable con
Mayra: — ¿Qué te decían? T (la directora del Hogar pos-sanción
de la Ley de Protección). Pero no, te
Paula: —Z me decía: “No, porque lo que
la re dibujaban, que respetaban “mi
vos estás haciendo está mal, es as-
situación” pero que no podían entrar
queroso, un montón de cosas, y yo
ni ella ni el novio de las chicas, una
le decía: “problema mío”, déjenme
mentira, porque entraban todos me-
en paz. Y la historia de Adán y Eva,
nos mi pareja… en el Hogar era claro
las pelotudeces de las viejas. Adán y
que teníamos que tener novios.
Eva, ¿Por qué no puede ser Eva y Eva?,
además, el “arroz con leche”, “las ne- Los otros actores significativos que
nas con las nenas, los nenes con los identifica Paula en su trayectoria insti-
nenes”, ya era... Z y todas esas me tucional son aquellos que podemos lla-
conocen desde que soy un bebé, y era mar “expertos”: profesionales psicólogas
algo como que no esperaban, siem- y trabajadoras sociales quienes hacen el
pre esperan otra cosa, pero bueno. seguimiento, registro y “tratamiento” de
¡Ah, y las pastillas! Si tenías quince las niñas que pasan por el Hogar. La vin-
años y te ven que estabas saliendo culación con ellos es significada por Paula
70
Crecer fuera de casa

en términos de tensión y desconfianza. Otra instancia de incorporación de in-


Las entrevistas con los equipos psicoso- formación sobre las circunstancias de su
ciales constituyen tanto para Paula como ingreso al Hogar y sobre sus condiciones
para Manuel y Francisco instancias de iniciales, en general, supuso para Paula lo
negociación en las que se ponen en juego que podemos describir como un hito bio-
consecuencias más o menos coercitivas y gráfico: la lectura de su legajo junto a sus
posibilidades de acceso a determinados hermanas. Los informes elaborados por
beneficios, pero donde lo que prima, en psicólogas/os y trabajadoras/es sociales
general, es una suerte de desconfianza adquieren centralidad en la gestión institu-
que se torna base del vínculo: cional en tanto material base para la toma
de decisiones. En ese sentido, el legajo re-
Paula: — Eso que te dicen de que queda
presenta una forma de producción biográ-
todo ahí, de que lo que contás es se-
fica formulada en clave institucional. Los
creto, vamos…es mentira. La psicólo-
legajos condensan un tipo de información
ga manejaba nuestros papeles para el
sobre los sujetos que construye definicio-
juzgado, se ponían a hacer cosas que
nes y necesidades sobre el bienestar in-
iban para los juzgados, nosotras tenía-
fantil (Llobet, 2012). Paula y sus hermanas
mos que hacer un comparendo y eso
sustrajeron sus legajos del Hogar y los le-
iba al juzgado. Ahí (en el Hogar) no sir-
yeron entre todas para reconstruir colecti-
ve una psicóloga. El espacio terapéu-
vamente su historia. Su lectura constituyó
tico tiene que ser afuera y realmente
un suceso conmocionante y generó inter-
privado. Para resolver conflictos tam-
pretaciones ambivalentes en las jóvenes.
poco servía. Hacíamos reuniones don-
de nos hacía decirnos todo y después Paula: — Lo genial es que vos leés y es-
afuera nos matábamos. Nos parecía al tán tus análisis psicológicos, las
pedo, no ayudaba a nadie. entrevistas psicológicas a mi mamá
cuando éramos chicos y toda una
Esta caracterización se asemeja a la
cosa que es tu vida. Vas leyendo:
que hizo Manuel, aunque referenciada en
“Año 1993…Yo entré en el 94, casi 95.
el contexto del circuito penal:
Los médicos, la manera cómo ingre-
Manuel: —“Ahí adentro aprendés a ban- samos, está todo ahí. Nosotras éra-
cártela solo, sabes que no podés con- mos la causa 10. Y con mi hermana
fiar en nadie, menos en los psicólogos lo leímos, estábamos bien, pero a
que son los que hacen los informes los 10 minutos creo que estábamos
para el juez”.
71

llorando porque no entendíamos Dice que teníamos el ‘síndrome de la


nada; “¿Y por qué acá pusieron esto, madre muerta’, como que no podía-
y vos fijate que esto, que lo otro? Y mos ver a mi mamá de una manera…
tu hermana, mirá lo que hizo tu her- que teníamos agresividad. Como que
mana” (risas) Te das cuenta de un hablaban y no sabían. Cosas que no y
montón de cosas también, vos lo leés otras cosas que no sabemos si es ver-
y te das cuenta, “Ah, por esto era, ah, dad o no tampoco. Por eso digo que
mirá por lo que entramos”, nosotras hay que quemarlo.
nos dimos cuenta ahí que habíamos
La sustracción o “apropiación” de sus
entrado por x causas.
legajos por parte de Paula y sus hermanas
El legajo no es cuestionado en cuanto implica una actitud de resistencia al orden
a su veracidad general, lo que supone una institucional que cuestiona las relaciones
incorporación parcial de esa información de poder y el lugar que cada actor debe
a la construcción de la identidad. No obs- ocupar en esa estructura. Hay un reclamo
tante, validas de sus recuerdos, experien- parcialmente formulado de derecho a sa-
cias y valoraciones Paula y sus hermanas ber sobre sus propias historias:
formulan interpretaciones que refutan las
Paula: — “Además nosotros no entendía-
categorías del relato institucional como la
mos nada. Ni sabíamos que teníamos
del “síndrome de la madre muerta”.
problemas para hablar, ni sabíamos
Paula: — Lo peor es el relato, la forma en que teníamos…nada. Y que mi herma-
que hablan (en el legajo), además que na tenía un retraso menor, de creci-
no entendían, como Florencia el otro miento y un montón de cosas”.
día decía. Dice que nuestras herma-
Paula identificó un punto de inflexión
nas no nos querían, nos pegaban y
en la gestión del Hogar en el año 2007,
nos bañaban con agua fría. Pero ellas
que modificó parte de la vida cotidiana del
(las productoras de los informes)
lugar. Siendo ella una adolescente y unas
tampoco sabían que era lo único que
de las residentes “más viejas” recibieron
mis hermanas sabían hacer. Me da-
en el Hogar a una nueva Directora con el
ban pan rallado con agua porque tenía
argumento oficial acerca de la necesidad
hambre y era bebé y era lo único que
de adecuar la gestión institucional a la re-
había, mi vieja no estaba. Y era lo úni-
forma en la legislación referida a la niñez.
co que sabían hacer. Te bañaban con
A la distancia Paula reflexiona críticamen-
agua fría y un montón de cuestiones.
te sobre ese proceso de transformación,
72
Crecer fuera de casa

evaluando lo bueno y lo malo que para ella que hay hoy. En nuestra época, si no-
implicó tal cambio: sotros llegábamos a faltar el respeto
era un mes sin salir y tareas comu-
Paula: — Tampoco teníamos eso de que
nitarias encima. O sea, no era como
ahora las chicas lo saben, entendés.
ahora. Las chicas ahora tienen toda la
Que vos vas al juzgado y podés hablar,
libertad del mundo que quisiéramos
decir lo que te pasa, si te pasa algo, si
haber tenido nosotras.
te tratan bien y podés hablar con toda
la libertad del mundo, y creo que, está Si bien Paula aprecia con cierta envi-
bueno, pero está bueno también que dia la libertad con la que cuentan las chi-
estén, porque no puede ir uno a una cas del Hogar en la actualidad, su visión
jueza y decir “ah, no porque acá me no es complaciente, en el sentido de que
pegan y esto, lo otro y eso”, si vos no considere que con la nueva normativa
estás ni ocho horas acá. ¿Qué sabés cambió todo para bien en la institución,
qué pasa acá adentro? ya que rescata valores positivos del pasa-
do; más orden, disciplina y premios y cas-
También, con mucha lucidez, Paula
tigos de acuerdo al comportamiento de
señala las dificultades de impartir justicia
cada quien. Se percibe, tal vez, una visión
desde los despachos judiciales, y la ne-
nostálgica de un pasado en el Hogar que
cesidad de “estar ahí” para saber lo que
subjetivamente fue construido como “su
pasa. En este sentido, podemos afirmar
casa”, “su lugar”.
que no es sencillo resolver conflictos en la
Algo que valora como positivo de los
medida de no poder contar con un confia-
cambios que se produjeron en el Hogar es
ble trabajo en equipo.
la posibilidad de un diálogo más espontá-
Paula parece haber transitado y pre-
neo y abierto de las internas con las auto-
senciado en el Hogar un proceso de cam-
ridades, que señala inauguró T, la nueva
bio institucional que en su imaginario va
directora:
desde una estructura jerárquica férrea,
sin fisuras, a un presente donde desde su Paula: — (Antes) No, nosotras pasábamos
óptica se han relajado excesivamente las agachadas por la dirección, pasába-
normas: mos a gatas para que no nos vean.
Como eran las puertas antiguas, al-
Paula: — Z fue tremenda (…) picaba como
tas, que tienen la madera así, y pasá-
la mierda (la chancleta). Igual fueron
bamos agachadas. Si nos veían el gri-
otras épocas, el Hogar estaba mucho
to “¡Paula!” y era para un reto. (Ahora)
mejor, había mucho más orden de lo
73

Con T fue otra cosa, hablábamos más, pegan ¿Entendés? Y las preceptoras
todo. Yo ahora con T no… o sea, hay del Hogar no están preparadas para
muchas cosas que me molestaron nada, a veces se ponen a la par, a ve-
también. Pero antes era peor, reco- ces no. Saben que no pueden levan-
nozco que con ella cambiaron mucho tar una mano porque donde levantó
las cosas, algunas para bien otras la mano ahora las chicas están más
para mal. Cuando entró, ni bien entró vivas, no eran como nosotros, que no-
(T) nos dijo: “miren, si a ustedes les sotros íbamos a un juzgado y no po-
pasa algo conmigo pueden hablar, fí- díamos, que sé yo, yo recorría pasillos
jense que ustedes tienen derechos”. y pasillos de los juzgados de Buenos
Nos vino con la parte de los derechos Aires y “no podíamos decir ni mu”.
y un montón de cosas...”. Los años pasan y se vuelve todo más
flexible, no está mal, está bueno, pero
Para Paula esa gestión de la dirección
estaría bueno que sea de otra forma,
significó un quiebre favorable pero remar-
no que lo tomaran como un arma y
ca que no todo fue mejor que antes. La
decir, o sea, voy al juzgado y digo que
apertura al diálogo y a la participación de
vos me pegaste. Antes nosotros no
las chicas generó nuevas demandas por
decíamos eso jamás. Ahora tienen la
parte de ellas y nuevos desafíos para la
posibilidad...
dirección.
El poder hablar y contar en el juzga-
Paula: — Y nosotras tampoco sabíamos
do lo que se vivencia en el Hogar es muy
quién tomaba las decisiones porque
valorado por Paula, aun cuando señala
le decíamos a T: “¿Y por qué le hicie-
abusos y manipulaciones por parte de al-
ron esto a coso? ¿Por qué se la lle-
gunas chicas. La institución es para Paula
van?, ¿Por qué la están empastillando
un referente de su identidad, reivindica el
y por qué está atada a una camilla?”
Hogar como su lugar de pertenencia, como
Y no sabía qué decirnos. Y nosotros
“su casa”, por ello lo afectivo se entreteje
le reclamábamos muchas cosas ya,
en el relato:
porque había cosas que a nosotros
no nos gustaban, nosotras siendo las Paula: — No es que teníamos restringida
más grandes y las más viejas había la palabra, sino que vos no ibas a ha-
cosas que decíamos que no… (…) Pero blar mal del Hogar, era como que ya lo
ya se tomaron por las ramas todo, teníamos sabido a eso, que si íbamos
se fue todo muy, muy ehh…putean, (al juzgado), íbamos e iba a estar todo
74
Crecer fuera de casa

bien eso. Además que nosotros den- Paula: —Yo le dije: “¿Puedo hablar con la
tro del Hogar siempre estuvimos bien, directora?” Bueno, listo, yo no quie-
nunca nos faltó nada. En mi caso, vos ro estar acá, quiero estar en el Hogar
me preguntas dónde está mi casa y te San Mateo. Llevanos al Hogar San
digo mi casa está en el Hogar. Mateo. Yo me acordaba, es más, es-
taba en Buenos Aires y quería volver
En efecto, promediando los 6 años
acá. Y nos trajeron al otro día.
Paula es egresada del Hogar junto con sus
hermanas y retornan a la casa materna. Desde el presente y ya fuera de la ins-
Luego de cuatro años “en los que hicimos titución es interesante el rescate que hace
totalmente para atrás” (en palabras de Paula de su larga experiencia en el Hogar:
Paula), su hermana mayor “denuncia” a su
Paula: — Creo que el Hogar me salvó. Si
madre “con todo el dolor del alma, porque
no, creo que hoy estaría en Buenos
quién quiere denunciar a la madre, pero
Aires… cualquier cosa sería. O sea,
bueno, no podían seguir así” (Florencia).
gracias a Dios me crié ahí, y me cria-
Tras esto, el grupo de hermanas –al que
ron de una manera que salí bastante
se sumó Pablito, un hermano menor– es
bien dentro de todo. Pero a mí me sal-
trasladado a un Hogar transitorio del co-
vó la vida. Creo que logré salir del cír-
nurbano bonaerense. Allí se da una situa-
culo ese, que a todos nos cuenta que
ción que es interesante para relativizar
tenés, es así. Que logramos salir yo y
la dicotomía que opone Patronato de la
mi hermana, al menos, ya es bastan-
Infancia a Sistema de Protección, desde
te. Y mis otras hermanas que se fue-
la consideración del derecho de NNyA a
ron, también. A otras, en cambio, les
ser oídos/as.
faltó más Hogar.
Paula: — Tenía casi 10 años y le dije:
En la historia de Manuel las interven-
“Bueno, llevame al Hogar San Mateo
ciones institucionales tuvieron un cariz y
de niñas”, y de ahí hicieron todos los
un recorrido mucho más dramático puesto
movimientos y me trajeron hasta acá.
que la mayor parte de su experiencia ins-
Pero de ahí sino hablábamos ahí no sé
titucional estuvo atravesada por la dureza
adónde nos llevaban.
de la cadena punitiva (Daroqui, A. y López
Mayra (investigadora): — ¿Ustedes tu- A.L, 2012) es decir, por las prácticas co-
vieron la posibilidad de hablar y de- laborativas entre Policía, Poder Judicial e
cir queremos ir al Hogar de Niñas de instituciones de encierro. En las entrevis-
Olavarría? tas quedó claro que la pasó mal en muchas
75

situaciones, cuestión que se sintetiza de precarización de la juventud y las polí-


cuando argumenta su deseo de participar ticas públicas.
en esta propuesta: decía que difundir su Para abordar el derrotero institucio-
historia de vida podía servir para que a nal de Manuel vale una primera aclara-
otros chicos no les pase lo mismo que a él. ción que no es menor. Nos resultó muy
El momento en que comenzamos a dificultoso reconstruir cronológicamente
escribir este libro coincidió con la tris- su recorrido institucional. Por una parte,
te noticia de su suicidio en diciembre de él mismo se excusaba ante nuestras pre-
2014. Esta traumática situación, en pri- guntas diciendo que le costaba recordar
mer lugar, para sus familiares y allegados, dicho recorrido con precisión y, por otra
y también para nuestro grupo de trabajo, parte, también es cierto que en un perío-
cuya conformación tuvo como disparador do corto de tiempo –entre sus 14 y sus 16
inicial la lectura de una entrevista perio- años, siendo una persona no-punible de
dística a él, fortaleció nuestro compromi- acuerdo a nuestro ordenamiento jurídico–
so de cumplir su deseo de que se cono- fue trasladado compulsivamente de una
ciera su historia personal a través de sus institución de encierro a otra, aumentan-
relatos, que esperamos plasmar lo mejor do con cada captura y encierro la dureza
posible en estas páginas. punitiva, ya que fue pasando de centros
Como ya señalamos Manuel fue entre- de contención –de modalidad semiabier-
vistado con anterioridad por la Agencia de ta– a correccionales de mediana y máxi-
Noticias de nuestra Facultad de Ciencias ma seguridad. La mayoría de las causas
Sociales, entrevista en la cual se hizo foco penales en su contra fueron producidas a
en su trayectoria institucional signada partir de su fuga de dichos establecimien-
por la violencia y la ilegalidad. La rique- tos. En palabras de Manuel: “Yo no me
za y complejidad de las manifestaciones acuerdo las fechas, fueron 24 institutos
de Manuel conformaron una fuerte moti- de menores en tres años y pico”.
vación para pensar en continuar la inda- Por lo anteriormente señalado, el pre-
gación trascendiendo el carácter perio- sente trabajo no pretende ser estricto en
dístico circunstancial, y adentrarse en el ese sentido, sino más bien se centra en las
terreno de una propuesta de investigación improntas subjetivas de dichas experien-
que articulara las fortalezas tanto de la cias que emergen del relato de Manuel.
Agencia como del grupo de investigación, Como apuntamos en el apartado ante-
incluido en el Núcleo Regional de Estudios rior, Manuel situó un primer escenario de
Socioculturales, ocupado en los procesos encuentro con la Justicia a los seis años.
76
Crecer fuera de casa

Respondiendo a un desafío de su hermana contó Manuel, la asistencia al Juzgado ya


arroja una piedra a un vecino, impactán- era cosa de todas las semanas: “Cagada
dole en la cabeza. Ese conflicto se resol- tras cagada era. En una semana capaz que
vió mediante una intervención judicial que iba tres o cuatro veces, siempre por cosas
determinó que Manuel fuera a vivir con distintas”. Pero esa vez fue distinto. Fui un
su abuela. Eso no sólo significó cambiar “boludo”, nos dijo. Nos relató así la escena:
de casa y de contexto familiar, sino tam- Manuel: — Me presenté con mi abuela. Y
bién de ciudad ya que su abuela no vivía mi abuela sabia, me parece, que me
en Villa Fortabat, sino en Olavarría. De no iban a llevar. Y agarra y me dice, la, la
acatar la manda judicial “quedaba todo vieja (una secretaria) “bueno” Y ahí mi
bajo Juez” (en palabras de Manuel). Luego abuela se largó a llorar y yo digo: ya
de dos años de vivir con su abuela, vuel- está… ya, ya está. Me hicieron bajar
ve a vivir con su madre y a los 13 años se por un túnel, ahí está…Menores está
muda con su padre con el cual no tuvo una abajo y hay como un ascensor. Pasé
buena experiencia de convivencia: así y el túnel que salía a la Comisaría
Manuel: — “Viví dos años con él (…) me al costado del Juzgado. ¡Qué!, cuan-
quería poner límites, cuando yo era do me metieron en el túnel yo me di
pendejo me mandaba cagadas y me cuenta al toque que me iban a llevar.
peleé y no…nada, quería que estudie, Salimos como a las 2 de la tarde de
trabaje (…) yo estaba en una edad que ahí. Y después me llevaron a Registro
quería joder nomás”. de Ubicación, pero yo no sabía (…) la
única vez que tuve miedo, esa vez,
A los 14, la tramitación de una causa
que fue la primera vez. Patrulleros
por robo en el Juzgado de Menores de-
de acá, patrulleros de allá y no sabía
terminó su alojamiento en un Centro de
dónde me iban a llevar ni que me iba a
Contención en una ciudad cercana. Este
pasar. Aparecí en Tandil al otro día a
dispositivo aloja jóvenes infractores o
las cuatro de la mañana.
presuntos infractores –es decir, cuyo
alojamiento equivale a una prisión pre- Según el relato de Manuel, lo lleva-
ventiva– a la Ley Penal, a quienes se ha ron sin darle muchas explicaciones: “Vas
dictado una medida de restricción de la a estar seis meses en una institución”, le
libertad o de semi-libertad, lo que implica dijeron. El primer destino fue el Centro de
la posibilidad de realizar actividades fue- Registro y Ubicación de La Plata: allí se
ra de la institución. Para esa época, nos decide el destino que le asignan a cada
77

“infractor”. Manuel recordó que sus cus- Esa confianza y un hecho de violencia
todios eran personas que “no eran mi- sufrido por Manuel le permitieron dispo-
licos, sólo tenían esposas con las que ner de algunas concesiones:
te esposaban y te trasladaban en com-
Manuel: — No, porque el Director siempre
bi”. Luego de unas horas en La Plata,
cuando yo fui ahí le caí bien. Un tiem-
finalmente fue trasladado a Tandil, al
po me probaron, me dieron plata, me
Centro de Contención que mencionamos
mandaron afuera y yo fui, le pagué y
anteriormente.
le traje el vuelto. Me quedé ahí (en el
Su experiencia de alojamiento allí co-
Centro de Contención). Y el Director
menzó –dentro de lo degradante de la si-
conmigo tenía la buena onda. Yo tuve
tuación general– bien. Manuel nos contó
un problema con un pibe ahí y… una
que se ganó la confianza del director, lo
discusión, estábamos acostados y se
que le permitió una estancia bastante có-
paró el loquito y nosotros estábamos
moda en el lugar:
descansando con un pibe de Bahía
Manuel: — El primer día yo llegué como a Blanca. Estaba enojado, se paró y me
las 9 de la mañana. Y al otro día nos la puso. En el ojo, yo estaba acostado
levantaron a las 8, me mandaron a así, lo estábamos jodiendo, el loco se
pintar afuera. Yo digo: “¿qué? ¿son tenía que ir de traslado y le decíamos
locos estos? Me voy a ir a la mierda”. que lo iban a mandar allá, al Alfaro y le
Porque ya desde el primer día me de- iban a romper el ojete (…) Me dejó un
jaban estar afuera, al lado de la calle, nervio entre la córnea y un músculo.
como que yo podía salir corriendo. Estuve como tres días internado.
Pinté, limpié el piso, todo bien, qué
Hasta aquí, según Manuel, el Centro
se yo… entré. Me mandan a pagar una
de Contención parecía tener una estra-
boleta, no me acuerdo si era de agua
tegia de construcción de un vínculo con
o de luz (…) ¿Entendés? Te mandan
los menores basado en la confianza y
afuera, te dejan solo. Ya después te
en el cuidado. Además, se ocuparon de
prueban a vos y después ya vos po-
acompañarlo a la sede local del Centro de
dés pedir permiso para ir a sentarte al
Prevención a las Adicciones para tratar su
parque que estaba a media cuadra. Y
consumo problemático de drogas. Pero
ya vos podías estar ahí. O podías ir a
su situación tuvo un giro a partir de una
caminar al centro, andar. Vos te ma-
relación amorosa con una pasante de la
nejabas como si estabas en tu casa.
institución:
78
Crecer fuera de casa

Manuel: — Yo conocí a una chica que es- “tomá, siete”. Ella tenía las recetas
taba estudiando psicopedagogía ahí. de ella. Ella me daba a mí.
Iba a hacer pasantías ahí. Ellos iban,
Es decir, esa institución, que al prin-
nos ayudaban a hacer los deberes,
cipio daba señales de estar construyen-
nos llevaban a pasear. Bueno, yo me
do un vínculo con Manuel basado en la
pongo de novio con la mina y entonces
confianza y el cuidado, incurrió luego en
en acuerdo con la chica y con la ma-
prácticas negligentes que contribuyeron a
dre a mí me llevaron a la casa ellas.
agravar su ya por entonces problemático
Y bueno, estuve como cinco meses en
consumo de drogas, especialmente pas-
la casa de la chica. (…) pasó así: yo me
tillas. Según sus dichos, Manuel se “em-
arreglé con la mina y la mina perdió el
pastillaba” desde los doce años.
trabajo ahí, porque ella no… es como
Más allá de que en su relato Manuel
si fuera un profesor con un alumno
describió su permanencia en el Centro
¿no?
de Contención como una situación apa-
Sobre esos meses en los que estuvo rentemente “cómoda”, ya que cumplía
en la casa de la pasante del Centro de su “condena” fuera de la institución, nos
Contención nos relataba: manifestó su disgusto por haberse exce-
dido en casi tres meses los seis de per-
Manuel: — Supuestamente para el
manencia indicados inicialmente en la
Juzgado yo estaba en el Centro de
causa, y su fuerte deseo de marcharse
Contención. Porque mandaban todos
de allí, para volver a su casa, tal como le
los informes, todos los meses, todo,
habían prometido en el Juzgado. Según
ellos. Como que yo estaba ahí. Pero
nos contó, durante ese período nadie le
ya ahí era peor porque ya… para mí
informaba sobre su situación y tampoco
en ese momento era mejor porque yo
le daban permiso para ir a su pueblo por
estaba ahí porque con la vieja chu-
unos días. De esta forma relató cuando a
pábamos vino, me daba pastillas (…)
pesar de esto decidió, con motivo del día
Y yo con la vieja todo re piola porque,
de la madre, viajar a Villa Fortabat a ver a
es más, ni ir a la escuela me decía.
su familia:
“Tomá” me decía, me daba siete pas-
tillas. Yo en la escuela re empastado Manuel: — Yo me quería venir para acá
estaba. La mina es como depresiva, (Villa Fortabat). Y la vieja que era
así, toma medicamentos. Y ella te- mi suegra no me dejó porque yo
nía siempre un tarrito así y me decía: estaba bajo encierro de ellos. Yo,
79

supuestamente, para el Estado esta- muy significativo: siempre volvía a su pue-


ba en coso, en el Hogar (en referencia blo, a su casa: a Villa Fortabat.
al Centro de Contención) y yo estaba
Manuel: — “Cuando me agarraban y me
en la otra casa (de la pasante). Qué,
llevaban les decía: “¿para qué me
cacé el bolso y me vine.
vas a llevar si mañana estoy de vuel-
A partir de aquí, con su primera causa ta acá? (…) Llegaba primero que ellos,
por “fuga” comienza el raid de escapes, jaja”.
persecuciones, golpizas policiales, captu-
Como señalamos, la causa penal más
ras y encierros cada vez más atroces.
recurrente contra Manuel fue la fuga.
Manuel: — Primero fue Tandil, de Tandil También tuvo causas por robo, muchas de
me fugué, me llevaron al Gravier en ellas vinculadas a dos situaciones pun-
Buenos Aires, ahí estuve una sema- tuales: el financiamiento de su consumo
na y me fui, de ahí me agarran, ahí me de drogas y la obtención de dinero para
fugué, me agarran. Tres Lagos, me fu- volver a su casa.
gué (…) Me llevaron al El Castillón, pri- Su experiencia institucional en los
mero a Identificación. Ahí vienen y me centros cerrados da cuenta de una coti-
dicen: “mirá hay un lugar más piola, dianidad que combinaba tratos denigran-
¿querés ir?, es semicerrado”, dicen. tes con grandes lapsos de horas sin acti-
Tenés celda pero vos salís al patio, vidad donde el tiempo parecía detenerse.
jugás a la pelota, salen a trabajar (…) El “verdugueo”, el “descanso” y el aburri-
Y de ahí me trasladaron al Almabrava miento eran el centro de una realidad co-
(…) En alguno estuve uno o dos me- tidiana con la que debía lidiar a diario:
ses, cuatro, cinco. En El Castillón casi
Manuel: — Por ahí si te tomaba de punto
un año. En sí todo eso pasó en tres
algún coordinador iba y te escupía la
años. Desde la primera vez que me
comida y la tenías que comer o no te
llevaron (…) sí, en total tengo veinti-
la daba a horario o te levantaban más
cuatro fugas.
temprano de lo que te tenías que le-
Fue imposible reconstruir la experien- vantar. Cuando ingresás (a las referi-
cia de Manuel en cada uno de los lugares das instituciones) te dan un papel así
por los que pasó porque le costaba enor- con las reglas de ahí. Te hacían lim-
memente recordar cada uno de ellos, así piar y después te ensuciaban de vuel-
como la fecha aproximada de su ingreso y ta y te hacían limpiar todo de vuelta,
permanencia. Sí repitió varias veces algo todas cosas así. Te descansaban.
80
Crecer fuera de casa

Por ejemplo, había un maestro en El que a la mañana: escuchar música,


Castillón…muy hinchapelotas era. Ya jugar a las cartas, tomar mate… siem-
lo conocías y te decía ponele: ‘Hey, pre lo mismo. Hasta las ocho, nueve
maestro ¿me das fuego? (Manuel)- que nos acostábamos. Llega un mo-
¿Cómo me vas a pedir fuego? ¿No mento que te agarrás un aburrimien-
aprendés todavía? (coordinador) - to… Se te hacen re largas las horas y
Bueno, qué sé yo, me quiero prender era re chiquito eso, caminás como los
un cigarro, fue. -‘No, tenés que decir: locos, así, en cuadrado.
Maestro ¿me presta su encendedor Los sábados podían acostarse un poco
para prender mi apagado?’ Te verdu- más tarde, a las diez de la noche y tenían
gueaban todo el día así. acceso a un DVD para ver películas “ob-
Por “maestro” debemos entender, en viamente no películas de esas, ¿no?”, nos
este contexto, algo distinto de lo que sig- dijo Manuel, en alusión a películas de con-
nifica en el uso corriente. No es el docen- tenido erótico. Las visitas de familiares y
te típico, esa figura que se prepara para amigos estaban permitidas sólo los fines
transmitir saberes formales. En los cen- de semana.
tros correccionales el “maestro” es el tra- Manuel: — “Todo el día embolado arriba
bajador que se ocupa de asistir, controlar hasta las cinco de la tarde. Y si no ha-
y cuidar a los jóvenes en el contexto de bía visitas dormíamos la siesta”.
encierro. “Son los coordinadores, los que
nos cuidan, los que están ahí todo el tiem- Las llamadas telefónicas se limitaban
po”, nos explicó Manuel. a sólo dos por semana.

Manuel: — A la mañana nos levantábamos Manuel: — “los martes y jueves y cinco


a las siete, levantar el colchón, sacar- minutos cada vez, te pasabas y te cor-
lo pal’ patio. Como a las ocho, más o taban el teléfono. Y tenías que hablar
menos, tomamos algo, y después nos adelante del maestro o del guardia…
quedamos mirando tele, escuchan- no podías hablar nada”.
do música o limpiando ahí hasta las Más allá de los maltratos descritos,
doce. A las doce comemos y después Manuel logró mediante un comparendo
nos quedamos escuchando música. O que el Juez le permitiera la visita de una
por ahí alguno se pone hacer un ban- chica que conoció por messenger. Así
quito, un velador o alguno se pone ha- describía la relación con sus visitantes y
cer un cuadro. Y a la tarde lo mismo el control:
81

Manuel: — No, no teníamos, cero con- éramos ahí. Y si nos juntaban… ponele
tactos era. Era un beso y listo. Igual nos juntaban a 2 o 3 y siempre termi-
cuando iba mi mamá, todo. No la podía nábamos peleándonos o bardeándola
abrazar, nada, porque te cagan a pe- a la maestra, encarándosela… porque
dos. Porque encima tenía una arcada se la encaraban, la encarábamos to-
así, estaban las escaleras que subían dos a la maestra. Si no había mujeres
para arriba para la celda y la arcada ¿sabés qué? A la psicóloga nomás,
así era el… donde vos pasabas el día, también…
mirabas tele, escuchabas música. Y
En el lugar también había talleres de
al frente tenías una mesa de plástico
aprendizaje de oficios o de producción de
y se sentaban todos los vigilantes ahí.
artesanías. Allí se daba una particular si-
Y ya donde vos hacías algo, así, con la
tuación que nos permite ver cómo la mis-
mano, algo, ya te cagaban a pedos.
ma institución promueve la transgresión:
Con relación a su experiencia escolar,
Manuel: — (…) Teníamos panadería y car-
Manuel completó la escuela primaria (8º y
pintería. Yo fui una vez sola al taller
9º año) en El castillón. Igualmente, en las
ese…
entrevistas, no la recordó como una expe-
riencia buena: Mayra: — ¿No te interesaba?

Manuel: — ¿Qué vas a aprender? Si baja- Manuel: — Na… antes fui al de panadería
ba los miércoles nomás. Aparte ha- dos veces y no me gustó tampoco.
bía una maestra sola nomás, íbamos Mayra: — ¿Y cómo era? ¿Los obligaban?
un montón de pibes y no nos podían ¿O podían elegir ir o no ir?
juntar a todos juntos, porque siempre
Manuel: — Na, en realidad tenías que ir.
había problemas, entonces bajaban
Y después si no te interesaba o no
de a 1, de a 2… (…) A mí me mandaron
te gustaba te portabas mal para que
el certificado, yo terminé ahí primario,
te eche el profesor. Y ahí te sacaban
así nomás.
enseguida.
Él interpretaba las dificultades de
Mayra: — ¿No te gustaba por la actividad
“aprendizaje” en ese contexto de encie-
o por otra cosa?
rro, de este modo:
Manuel: — No me gustaba el taller pero lo
Manuel: — Porque no se podía. Había una
que más me reventaba era la requisa.
maestra sola y ahí éramos muchos,
82
Crecer fuera de casa

Te requisaban cuando entrabas y agarrar con las manos en la masa.


cuando salías. Porque por ahí había Nunca me pudieron probar nada. Y
alguno que se robaba un destornilla- estuve con pibes que violaron y ma-
dor, cosas así (…) Te ponían en bolas. taron, yo no era para ahí. Yo afanaba,
me drogaba y me escapaba, eso era.”
En varias oportunidades Manuel re-
cordó y expresó con tono de protesta que Mayra: — ¿Por qué pensás que te casti-
él, cuya causa más grave fue el robo –nun- garon tan duramente?
ca con armas según nos contó–, cumplió
Manuel: — Porque, por ahí, ahora lo tomo
condenas en centros cerrados de máxi-
así, pero, por ahí, como le tomé tanto
ma seguridad compartiendo espacios con
el pelo al Juzgado…
“pibes pesados”.
El sistema de relaciones en el interior
Manuel: — Estuve con Pantriste, ¿te acor-
de los institutos se vive y se reproduce
dás? y después también había violi-
a través de un rígido sistema de códigos
nes. Estaba Pérez, de Tres Arroyos,
que cada quien debe aprender. Manuel
que violó y mató una pibita de 13 años.
contó que en su caso seguir el consejo
El loco un día empezó a contar. Y ahí
de “un viejo”, mientras esperaba en una
con los violines la peor. Y sí, el maes-
comisaría, le sirvió para estar advertido
tro lo dejó que hablara y lo regaló.
sobre la importancia de comprender esos
Mayra: — ¿Qué significa que lo regaló? códigos y así poder manejarse con relati-
vo éxito:
Manuel: — Que lo regalaron para que lo
partieran. Lo dejaron hablar. Contó Manuel: — (…) a mí me explicó un viejo
todo con detalles Yo lo escuchaba y acá, que estaba preso en la comisaría
decía: “acá se regaló”. Éramos todos a la que a mí me llevaron, y me expli-
escuchándolo. Lo tuvieron que tras- có, me dice: “Vos escuchá”, me dice,
ladar, lo llevaron al Lugones. Aparte, yo no estaba en el calabozo con ellos
no se pueden arriesgar a que te pase presos ahí, yo estaba en el pasillo,
algo porque es problema para ellos. mirando tele con ellos. Me dice: “vos
Lo agarraron entre todos, algunos se escuchá ahora”, me dice, “escuchá
lo llevaron al baño y bue, al violín… siempre”, me dice, “después respon-
(…) la bronca mía es que… en sí, se dé”, me dice, “y si vos no entendés
quedaron con la espina muchos ca- preguntá de vuelta y si no te contes-
nas conmigo, a mí nunca me pudieron tan y te empiezan a descansar, ¿qué?
83

¿sos sordo?, vos contestale y ahí. Y la Hasta que lo agarrás. Son boludeces,
primera vez que fui a La Plata no sé pero qué sé yo…
qué me dijo uno y… y bueno, después
Además, en este tipo de instituciones
terminamos peleando con el loco
existe un sistema de clasificación que dis-
porque después se empezaron a ca-
tingue moralmente a los jóvenes de acuer-
gar de risa los otros, se metieron los
do al tipo de delito que hayan cometido.
otros ¿viste? porque… no sabés cómo
Los que reciben el peor trato son los “violi-
te van a venir a tirar, cómo te lo van
nes” –jóvenes acusados/condenados por
a decir. Hasta que vos mismo te vas
el delito de abuso sexual– y los “tranzas”
poniendo vivo…
–jóvenes acusados/condenados por deli-
(…) caía un ingreso y lo tenían que que-
tos–. Los primeros, suelen ser objeto de
brar (…) te quiebran así, cargándote…
ataques físicos y sexuales. Los segundos,
ya estás quebrado, después cuando
según Manuel, son más bien objeto de un
vos querés decir algo no podés (…)
hostigamiento psicológico; en sus pala-
empiezan primero con cargadas ¿vis-
bras “al tranza se lo descansa”. Quienes
te? Ponele, berretines. Empiezan con
gozan de prestigio y respeto son los “cho-
berretines y después, bueno, después
rros” –jóvenes acusados/condenados por
hasta que el otro se enoja y agarra
el delito de robo–. Según Manuel, “los
todo a las piñas. Un berretín es decir-
chorros mandan”.
le ponele: “qué gato que sos” o qué sé
Si la vida dentro de los institutos se
yo… “¿hace cuánto que estás vos acá,
hacía insoportable para Manuel, afuera no
en cana?”. Ya ahí, ya…a vos te lo dicen
era mucho mejor. La libertad, que suponía
y no te das cuenta pero si vos te ponés
no estar encerrado, era restringida por la
a escuchar lo que te dicen, es rápido y
constante violencia policial –física y ver-
en doble sentido. Son boludeces, pero
bal– que tuvo que soportar.
bueno, si vos no aprendés… es para
que vos aprendas a escuchar. Manuel: — Me agarraban en la calle, me
mataban a piñas, me llevaban a la
Horacio: — Y sí, tenés que conocerlas,
comisaría, me largaban. No me regis-
sino…
traban en el cuaderno. Como que si
Manuel: — No y escuchando nomás. yo no hubiese estado. Yo llegaba todo
Escuchando te vas dando cuenta y si roto, llegaba. Mi vieja me veía. “¿Qué
no lo entendiste le decís que te lo re- pasó?”, me decía. “No, los milicos”,
pita de vuelta porque no lo entendiste. le decía yo “¿Cómo que los milicos?”
84
Crecer fuera de casa

(…) Estaba en la plaza y por ahí había ahí, en el medio de la avenida, dándo-
veinte (chicos) tomando pero venían me masa. Y después me llevaron pe-
y me manoteaban a mí, me llevaban gándome hasta la puerta de atrás de
a mí, después en la esquina de mi la cafetería, y en un momento me zafé
casa también me hinchaban las pe- y le pegué al que me tenía agarrado,
lotas, afuera de mi casa. Los vecinos una piña. Me hizo juicio el loco, fui-
me odiaban, pero los milicos eran el mos a juicio. Por resistencia a la au-
problema (…) A veces me llevaban a toridad y lesiones y ellos me molieron
la comisaria y capaz me largaban al a palos. El día del juicio el loco estaba
otro día, me hacían causas. Estaba en con una curita, re fantasma. Le tuve
pedo pero no estaba haciendo nada. que dar $20 que al final, después, los
tuve que llevar al Hospital de Azules,
Uno de los episodios relatados por
así que fui con el papel del Juzgado y
Manuel da cuenta de la estructura perver-
los dejé en la caja del Hospital.
sa de la cadena punitiva que recae sobre
los jóvenes: A tal punto llegó el hostigamiento que
padeció Manuel que tuvo que irse de la
Manuel: — (…) Estaba en la terminal con
zona.
una chica esperando el colectivo para
venir para Villa Fortabat, después del Manuel: — “(…) me tuve que ir de acá (de
boliche. Había un pibe que yo conocía Villa Fortabat). Me tuve que ir al Sur a
(…) nos ponemos a tomar una gaseo- trabajar con un tío en los viñedos, en
sa y el loco en eso se duerme, y viene las bodegas, yo porque si me quedaba
un penitenciario de Vicuña y le hace acá me iban a pegar un tiro en la ca-
así en la cabeza, le pega. Yo le digo: beza los milicos. Ya me habían dicho”.
“¿qué le pegás, chabón? Vos mandás Huyendo de la brutalidad policial lle-
allá, en los candados, acá en la calle ga a una localidad cercana a Viedma,
no, vos no tenés autoridad, no sos en Río Negro, donde vuelve a ser vícti-
un milico de comisaría, vos mandás ma de violencia policial:
allá, en el Penal”. Me empezó a gritar
Manuel: — Salí al boliche y tuve quilom-
el milico, discutí ahí. Entonces, aga-
bo allá. Me levanté una mina y era la
rro al pibe y le digo: “vamos afuera”.
novia de un seguridad. Me rompió la
¡Qué! Salimos afuera, todos los mó-
mandíbula en tres, entre los patovi-
viles ahí, en la Terminal (…) cortaron
cas y una policía tipo antichoque, con
la (avenida) Pringles y a mí me tenían
la ropa camuflada blanca y gris (…)
85

me desmayé a las tres de la mañana trajeron al Juzgado y ya después acá,


y me desperté al otro día a las cua- al Hogar para Adolescentes.
tro de la tarde en el hospital (…) tuve
De esta manera, Manuel recupera su
que esperar 15 días por una prótesis
libertad y vuelve a su lugar de origen en un
y me hicieron mala praxis porque me
Hogar de Convivencia para adolescentes
pusieron mal todo, el tornillo me ras-
varones.
paba el labio y un día me puse gilada y
me lo saqué. Manuel: — (…) terminé acá, en Olavarría.
Una papa (…) un jardín de infantes.
Como mencionamos anteriormente,
Acá no tenía sanciones, me levantaba
un reclamo constante que Manuel hacía
y me iba a la casa de un amigo, llegaba
sin éxito era su traslado a algún disposi-
a la noche, comía y me acostaba (…)
tivo de la zona centro de la provincia de
estaba medicado, con receta. Andaba
Buenos Aires que facilitara el encuentro
volado todo el día, re pelotudo, así
con su familia. Ante la negativa, recurrió a
que un día agarré y no tomé más.
una forma de reclamo altamente peligrosa
pero recurrente, por ser la única manera Ese cambio de ambiente institucional
que muchas veces encuentran los meno- Manuel lo significaba de este modo, y en
res alojados en este tipo de instituciones referencia a un acontecimiento en el que
de lograr la atención de las autoridades: en el Hogar le robaron una mochila con
la autoagresión, referenciada, por lo ge- papeles personales importantes:
neral, como “intento de suicidio”, ya que Manuel: — Naaa, porque yo venía de otro
no todos los jóvenes logran ser asistidos a lado y digo nada que ver estos tara-
tiempo y efectivamente mueren. Así rela- dos que están acá por problemas con
tó lo ocurrido en El Castillito: la familia y me van a querer zarpar. Si
Manuel: — Tenés que ir caminando para de última yo venía con otros pibes que
la enfermería, y ahí corrés para el venían por robo y eso. Obviamente
lado del frigorífico (…) entonces me que nosotros queríamos vivir… y a
corté los brazos. Pero como con lo de mí me gustaban tus zapatillas y yo
la enfermería no pasó nada, esperé las quería. Así, qué se yo. Es así. Vos
que cerraran, colgué la sabana y fue. decís, acá, en Olavarría, en un Hogar,
No me acuerdo más, me desperté en nada que ver. Acá en el hogar no hay
el Almafuerte (en referencia al hospi- código, no es como vos decís, estás
tal). Estuve cuatro días y después me en un instituto de menores. No, no
86
Crecer fuera de casa

hay código acá (…) Son todos chicos “Por lo que me cuenta Manuelito él es-
que tienen problemas con la familia, tuvo preso en los lugares que no tenía que
uno que se escapaba de la casa cuan- estar preso. Esa es la conclusión que saco
do era chico, no tienen causas pena- yo de todas las charlas que hemos tenido”.
les tampoco. En las entrevistas Manuel y su ami-
go señalaron que como consecuencia de
En un sentido, su trayectoria por insti-
su adicción temprana a la marihuana, a
tuciones “pesadas” le otorgaba a Manuel
la cocaína y al alcohol Manuel robaba en
cierto prestigio que él mismo asumía. Los
Villa Fortabat para disponer de dinero.
“códigos tumberos”, que manejaba como
Eso explica por qué las causas que se le
modos de comunicación de las institucio-
abrieron fueron por robo y fuga reiterada.
nes carcelarias. Esos “códigos tumberos”,
Siendo Villa Fortabat un pueblo pequeño,
que se manifiestan en una cultura carcela-
en donde todos se conocen, se generó un
ria con propios en el interior, pueden gene-
movimiento colectivo para expulsar y no
rar dificultades una vez recuperada la liber-
permitir el ingreso de Manuel y otros jóve-
tad. Al respecto, Alfredo, un amigo mayor
nes en similar situación, con el apoyo de
de Manuel, que lo acompañaba en algunas
la policía local:
entrevistas, nos contaba sobre sus cambios
cuando le consiguieron algo de trabajo: Manuel: — Claro, primero hicieron una
(reunión de vecinos) que expulsaron
Alfredo: — A él le ha cambiado el cuerpo,
a tres de los pibes que allá estaban
todo con el trabajo. Un día vino y me
conmigo y a mí, bueno, me llevaron al
dijo: “anotame las palabras que dicen
instituto. Y ahora, la última vez, hicie-
ustedes en un papel así las aprendo y
ron una (reunión) hace poco, pero yo
yo le dije no, vos tenés que ser como
ya no hacía nada.
sos vos, el que te acepta te acepta.
Alfredo reafirmó los dichos de Manuel
El pedido a su amigo de confianza era
y denunció la actitud de algunos vecinos
que le diera herramientas para poder vol-
del pueblo:
ver a socializar ahora fuera de las institu-
ciones penales. Sus experiencias pasadas Alfredo: — Te cuento, allá en Villa
eran una carga pesada para adaptarse a la Fortabat, por ejemplo, cuando él
cotidianidad de la “vida normal”. (Manuel) andaba así (quiere decir ro-
bando) la gente se reunió, entonces
Sobre la tortuosa trayectoria institu-
todos dijeron ahí en la Sociedad de
cional de Manuel, Alfredo reflexionó:
Fomento: `ya sabemos quién es´, le
87

decían al policía en la reunión, pero que se crió que decide separarlo tal como
nadie dijo: `bueno, tiene problemas aconseja la metáfora popular de la “man-
él, de adicciones´, nadie dijo eso, no, zana podrida”. Las palabras citadas de su
‘este roba, tiene que ir preso de por amigo Alfredo, quien también es vecino de
vida o…´, y bueno, entonces hacían Villa Fortabat, tensionan la legitimidad de
esas reuniones. Inclusive no querían esa violencia colectiva y a la vez cuestio-
que vaya a la villa él, los mismos mi- nan la cultura política que la hace posible.
licos sabían que vos no tenías que en- Manuel era consciente de haber su-
trar a la villa. frido una injusticia cuya denuncia creyó
poder canalizar públicamente a través de
Es sabido que el destierro, el exilio, la
nuestro trabajo pero, a la vez, su pasado
expulsión de la sociedad es de los casti-
lo marcaría de modo indeleble hasta su
gos más frecuentes y crueles de la huma-
dramático final.
nidad, ya que nuestra condición humana
El relato de Francisco, el último jo-
es ser sociales por “naturaleza”.
ven entrevistado, presenta matices que
El caso de Manuel nos pone de lleno
lo diferencian de los de Paula y Manuel.
frente al enorme poder de un imaginario
La trayectoria institucional de Francisco,
muy instalado en la sociedad argentina
transcurrida en su mayor parte en un Hogar
acerca de los jóvenes de sectores po-
Convivencial para adolescentes varones,
pulares, especialmente varones, que en
estuvo permeada por un contexto en el que
distintas circunstancias y escenarios ha
se combinan adicciones, valores afectivos
producido fenómenos aislados de “lincha- expresados en relaciones de parentesco
mientos públicos”. En el caso de Manuel, pero también de pareja y, la estigmatiza-
mediante la peor violencia simbólica que ción como un fenómeno social recurrente
un colectivo puede ejercer sobre un indivi- desde el relato que define la composición
duo: la expulsión que produce la “muerte de su personalidad. Durante las entrevis-
social” a diferencia de la muerte física. tas Francisco reflexionó sobre una serie de
No se trata sólo de las marcas históri- cuestiones que nos permiten entrever los
cas de la violencia proveniente de las ins- pormenores de una vida plagada de proce-
tituciones de “contención” y penales, cuyo sos de cambio que fluctúan entre lo estatal
origen puede atribuirse a un “otro estatal” y lo barrial, los derechos y las vulneracio-
más bien lejano, de la que Manuel fue víc- nes que han ido signando su vida.
tima consciente, sino también de esta otra Francisco ingresa en el año 2009 como
condena proveniente de la sociedad en la residente a un Hogar Convivencial para
88
Crecer fuera de casa

adolescentes varones (en adelante aludi- unas primeras experiencias de comisión


do como “el Hogar”) a la edad de 12 años. de delitos menores y de confrontación con
Es el primero de cinco hermanos por par- la Policía. En el flamante Servicio Local de
te de padre y madre y tiene además cinco Promoción y Protección de los Derechos
hermanastros más grandes que él. Hasta de Niños, Niñas y adolescentes conocie-
los 6 años residió con su familia en un ba- ron su situación a través del equipo de
rrio de viviendas monoblock de Olavarría operadores que desarrollaba un intenso
fuertemente estigmatizado. Luego, se trabajo territorial y en red interinstitucio-
trasladaron al barrio Laburantes, donde nal con jóvenes que estuvieran atravesan-
actualmente reside, construido en el año do diversos tipos de conflictividades.
2005 por el Plan Federal de Viviendas y Las primeras intervenciones estuvie-
confundido por su cercanía con el barrio ron orientadas a procurar un acercamien-
Monjas, otro viejo barrio de la ciudad con to efectivo a Francisco y a persuadirlo
una imagen negativa muy alta. para que, con acompañamiento, aceptara
Francisco describe una infancia de comenzar un tratamiento en el Servicio
profundas carencias materiales y de par- Provincial de las Adicciones (SPA). Sobre
ticipación desde temprana edad en si- este momento él señaló:
tuaciones de consumo abusivo de drogas Francisco: — En el servicio local había un
y en distintas experiencias de violencia, grupo con P., que juntaba a los pibes
doméstica y callejera. Su padre biológico que se drogaban, que hacían bondi,
se fue de la casa que compartían cuando todo. Los hacía pasar una tarde, una
él tenía 7 años y su madre volvió a formar vez por semana, los miércoles... ir a
pareja con un hombre que la golpeaba y comer un helado, jugar al fútbol, y
que también golpeaba a Francisco y a sus todo eso ¿viste? Y una vez estábamos
hermanos. Esta situación provocó que él, en el servicio local y viene uno de los
por entonces un niño, transcurriera cada operadores, o sea, de SPA, Dante, y me
vez mayores lapsos de tiempo en la calle, dijo: “¿Loco, querés empezar SPA?”
lugar donde incluso dormía. En un período Estuvimos hablando de qué me pasa-
posterior, los enfrentamientos con otras ba a mí, “¿Querés empezar?, yo te lle-
bandas y el consumo de drogas compro- vo, todo” Y yo fui. Y.… bah, me tuve que
metían cada vez más su seguridad, las quedar directamente. Y ahí empecé mi
peleas con su padrastro y su madre se tratamiento. Estuve dos años y medio
tornaban cada vez más violentas y fre- y la verdad, no me sirvió de nada.
cuentes, y ya había comenzado a tener
89

Un hecho a destacar que menciona Es interesante recuperar sus reflexio-


Francisco tiene que ver con la forma de nes respecto del consumo de drogas para
abordaje llevada a cabo en la institución dimensionar la complejidad de las situa-
referida. Cuenta que llegó por primera vez ciones y la multiplicidad de sentidos vin-
al SPA con “todos los bondis” y esta no es culados a la práctica de consumir. Sobre
una expresión menor, puesto que da cuen- la base de su experiencia personal dice:
ta de la situación en la que se encontraba
Francisco: — O sea, muchos pibes di-
en ese momento, es decir, arribó al lugar
cen que se empiezan a drogar por los
con una serie de problemas que iban más
problemas familiares. Eso es menti-
allá de las adicciones. Desde lo narrado por
ra loca, porque vos probás la droga
Francisco subyace el pedido de ayuda o la
y te gusta y después fumás. No te
necesidad de contención, acompañamien-
digo que a veces te fumás un porro
to, y diferentes estrategias institucionales
y te olvidás de todo. Pero no empe-
pero también personales, llegado el caso,
zás con las drogas para olvidarte de
para apoyar a una persona vulnerada de
tu familia. No. Es mentira eso. Vos
distintas maneras. Sin embargo, en esos
fumás porque te gusta o te querés
encuentros Francisco percibió una serie de
hacer ver, una de las dos. Yo no, a
mecanismos que lo retrotraían constan-
mí me dieron para probar, me gus-
temente al tema del consumo, que hacían
tó y fue. Arranqué a los once años a
foco exclusivamente en esa problemática,
drogarme. Después, cuando estaba
lo que según relata, lejos de ayudarlo, au-
drogado si me olvidaba de todo. Pero
mentaba su ansiedad y deseo de consumir.
después llegás a cuando estás de la
Francisco: — Pero, o sea, a mí no me sir- cara y te querés morir, si volvés a la
vió porque ellos constantemente es- misma mierda.
taban hablando de la droga. Yo un
Vivir cotidianamente “bondis” y “bron-
día les dije: ‘antes de hablarme de la
cas”, como expresa Francisco, implicaba
droga ¿por qué no me hablás de cómo
una exposición constante a situaciones de
anda mi familia? Porque vos me que-
enfrentamiento y de peligro que saturaron
más el bocho con la droga y yo quiero
su capacidad de “aguante”. Los vínculos
más droga. Yo recaigo en pensamien-
en la “calle” se tornaban cada vez más
tos con la droga, de toque. Vos me
difíciles de manejar al punto de que ya le
hablás de mi familia y por lo menos
resultaba difícil prescindir de la violencia
estoy pensando en otra cosa.
que describe de la siguiente forma:
90
Crecer fuera de casa

Francisco: — Vos salís a la calle, uno te y yo decía por dentro “ya fue, adonde
mira con cara de “troche” y vos ya me alcancen me rompen todo”. Pero
tenés que andar bardeando. O sea, yo no iba a disparar. Y en un flash los
agarrarte a las piñas al toque. Eso, o veo a todos los pibes sentados ahí en
porque un amigo tiene bronca con el la esquina y los llamé, y los empeza-
otro, o porque tiene problemas por- mos a correr a los chabones. Esa fue
que no sé... porque le quitó la mina o una de las peores peleas que tuve, y
cualquier gilada y así se van haciendo la última.
los bondis. Y de barrio en barrio hay
Luego de esa experiencia, buscando
bronca, obvio que sí. En todos lados
refugio y protección, Francisco solici-
hay bronca.
ta ingresar voluntariamente al Hogar del
(…) “Que vos no te parás de manos”,
Adolescente a los operadores del Servicio
que pum que pam... y llegamos a la
Local, con quienes estaba en contacto, es-
Escuela 6 y en un flash crucé un par
pecialmente por su concurrencia al SPA.
de amigos y tenían un fierro ¿viste?
“¿Qué? ¿hay bronca, hay bronca?” Francisco: — Yo me metí acá (al Hogar)
y fue. El chabón se puso el fierro en porque ya no aguantaba más la vida
la cintura, porque como estos anda- que tenía. Me quería matar mucha
ban…empezaron a traer puntas de gente, o sea, tenía un par de broncas
todo, cuando llegaron a la casa, cor- con mucha gente que me quería bajar.
té que nos querían agarrar a puñala- Sabía que me querían matar. No tenía
das. Nosotros andábamos con palos muchas posibilidades. Y yo decidí que
nada más, estábamos regalados (…) estaba muy mal, muy mal. Sabía que
Y fuimos a la casa del chabón, no, el iba a terminar mal yo. Y fui a hablar
chabón se re quebró. Decía “No, per- con P., que siempre se preocupó por
doname”, me pedía perdón el chabón. mí. Vine un fin de semana y me que-
“No, yo no soy Dios para perdonar dé a dormir. Y después, bueno, me
amigo”. Por un cigarro fue todo. En vine del todo para acá. A mí el Hogar
un flash iba yo abrazado con mi me- me salvó de morir, yo tenía miedo de
jor amiga, entrando al barrio nuevo, y morirme.
miro para atrás, así, “Eh, Francisco” Francisco habla en términos muy po-
me gritan, todos con palos: “No, de la sitivos de su experiencia institucional en
cara”, digo. Empecé a caminar rápido el Hogar, destacando fundamentalmente
y los chabones venían corriendo atrás el trabajo subjetivo, que según considera,
91

logró llevar a cabo una “transformación” Otra “ventaja” de vivir en el Hogar,


total de su persona: cuenta Francisco, fue la posibilidad de
mantener a raya el acoso policial. A los
Francisco: — (…) porque me ayudaron
once años Francisco tuvo una experiencia
en todo, lo que soy hoy en día se lo
de ingreso a la comisaría39 por haber par-
agradezco a ellos, nada que ver a lo
ticipado en un robo junto a otros jóvenes
que era. No sabés lo que era, re ca-
de su barrio. Allí fue golpeado y entregado
chivache, y los chabones que me re
posteriormente a su madre. Fue “la única
cambiaron. Aprendí a hablar. Bah, mi
vez que me agarró la policía, porque yo
forma de hablar así, de pibe de aba-
saltaba paredones y me escondía”, dice
jo, siempre hablé así, pero aprendí
Francisco. Pero no fue la única vez que fue
a pedir las cosas de otra manera, a
violentado por agentes policiales.
comportarme. Todo me cambiaron,
mi forma de ser, lo que era. Antes era Francisco: — Son muy atrevidos, para mí
maldito, bardeaba, no tenía respeto a son re atrevidos (…) transan con los
nadie. No me importaba nada, si te- pibes, han matado pibes inocentes,
nía que lastimar a uno no me impor- eso lo sabe cualquier pibe. Después
taba. Si tenía que lastimar a mi vieja sí, me han parado una banda de veces.
la lastimaba. Casi le di una puñalada Por la carita ¿viste? Ibas caminando y
a mi viejo, cuando después de no sé pum te paraban. Por cómo te vestís.
cuántos años fue el chabón. Era yo Te vestís todo cumbiero, todo así y
solo nomás en el mundo. Y de a poco fuiste. Por ejemplo, hace unos meses
mirá, no me pinta para hacer malda- atrás tenía todos aritos en la cara yo.
des, no quiero hacer ninguna, no me Y me vieron cara de secuestro. Y nada
gusta robar, no me cabe eso ya. Ni ga- que ver, iba caminando por la calle…
nas, porque me gusta laburar y ganar y capaz que estaba robando el de al
la plata rompiéndome el lomo. Y mal- lado y me paraba a mí. “Documento”
dito… no. O sea, soy una buena per- - “No tengo”. Pero yo se la aplicaba:
sona, cualquiera te lo puede decir. Lo “Hogar de Adolescentes, chau, se la
único, bueno, el problema de drogas re aplicaba”. Llamaban y se dejaban
nada más. Nada que ver lo que era an- de joder. Donde le dejaste un poquito
tes. Antes era una porquería. Y ahora de soga “Contra la pared”. Que ¡pum!,
no. Ahora tengo respeto por la gente, que vení. Y te tienen como una hora.
la que me respeta, la respeto. “Yo soy del Hogar del adolescente,
92
Crecer fuera de casa

llamalos”, porque llaman ¿viste? Un Ya en el Hogar, cuenta: “Aprendí a ha-


par de veces nos han hecho parar blar. Bah, mi forma de hablar así, de pibe
contra la pared en el medio del cen- de abajo, siempre hablé así, pero aprendí
tro: “Amigo, estamos caminando, en a pedir las cosas de otra manera”. Hablar
vez de parar a los chorros chorros bien, pedir las cosas “bien” fue un apren-
nos parás a nosotros”. Se hacen los dizaje que se convirtió en un recurso que
piolas. le facilitó a Francisco estrategias de ma-
nejo institucional mediante las cuales lo-
Además de la gratitud que expresa
gró, por ejemplo, ganar un lugar destaca-
hacia el Hogar por haberlo “salvado” y
do en el Hogar. Entre Francisco y el equipo
por haber operado esa transformación en
del Hogar se construyó un fuerte vínculo
su persona, Francisco también destaca
de confianza. Así, por ejemplo, a él le eran
como importante otro aprendizaje, que a
asignadas ciertas tareas que requerían de
decir verdad comenzó en el SPA: “apren-
un alto grado de responsabilidad y cuida-
der a hablar”.
do que no se le asignaba a cualquier jo-
Francisco: — Yo nunca hablaba. Yo por- ven. También, por su comportamiento, era
que ahora hablo no sé cómo, pero... considerado como con una suerte de auto-
antes no decía ni A. Siempre callado ridad moral que lo habilitaba a “orientar”
yo. Tímido no, o sea. No me gustaba y “hablarle” a otros jóvenes respecto de
hablar, preguntale al coordinador, su conducta. Según Francisco, esta con-
nunca hablaba con él de nada. No me fianza implicaba además la posibilidad de
gustaba hablar con nadie, con psicó- salidas del Hogar sin acompañamiento de
logas, con nadie. No quería hablar, y los educadores.
me porfiaban. “No” le digo, “no voy a A pesar de haberse “soltado” para
hablar” y estuve un año en admisión. empezar a “hablar” y que si bien se sentía
Hasta que tuve que empezar a hablar, muy cómodo en el Hogar admitió que le re-
a expresar mis sentimientos, porque sultaba difícil hablar sobre los problemas
si no me di cuenta que no pasaba más de su vida con los diferentes profesiona-
de fase. Y empecé a hablar, a pedir les de la institución.
cosas, a hablar de lo que quería, de lo
Francisco: — Nunca hablé en los 5 años.
que sentía y ahí fue cuando corté con
Sólo una vez cuando tuve una de las
el SPA y me ingresaron acá, por pro-
últimas charlas con Gabriel yo le con-
blemas familiares, porque con droga
té lo que era mi vida y se sorprendió
acá no trabajan.
93

porque en los 5 años que estuve ahí pone en juego otra estrategia de negocia-
nunca le había contado nada de mi ción: blanquear su situación de consumo
vida. A nadie. No me gustaba hablar para obtener una suerte de prórroga de
con la psicóloga. Y nunca me gustó estadía:
hablar de mi pasado. Sinceramente
Francisco: — Y entonces dije: “fue, les
nunca me cabió lo psicológico. Era
cuento”. Y les pedí ayuda. Siempre me
como que yo me sentía presionado
drogué, pero con carpa, nunca llegué
para hablar. Les decía sí, no y has-
duro al Hogar, me rescataba antes, no
ta ahí nomás. Hablaba mucho, pero
daba caer así con todo lo que hacían
mi pasado yo no lo tocaba en ningún
por mí. Pero ahora no sé. Me dijeron
momento.
que tengo que hacer tratamiento sí o
Para Francisco, el pasado es algo do-
sí y por eso estoy yendo a Don Carlos,
loroso, es algo de lo que no quiere hablar,
al Centro de Adicciones. Corte que
porque hablar sobre eso implica recor-
empecé a perder la confianza ahí.
darlo y prefiere no hacerlo, según da a
Antes no, le decía a Gabriel “me voy”
entender desde las primeras reuniones
y “andá” y no me decía nada. Ahora
que mantuvimos con él. Más adelante, en
corte que me tienen en la mira. Es feo
encuentros subsiguientes, profundizará
perder la confianza porque no podés
una reflexión sobre su pasado que permi-
hacer ninguna (…) Bardié y me siento
tirá que adquiera otra perspectiva sobre
mal. Porque yo no era así, me cuesta
distintos hechos, pero hasta ese momen-
a mí entender que perdí la confianza
to, su pasado es un lugar lejano al que no
entre ellos. Todavía hay un poquito de
quiere volver.
fe, que puedo recuperarme. Igual, te
Más allá de los aspectos positivos de
digo la verdad: ellos me tienen fe, sino
su estadía en el Hogar no todo era color
no estaría acá.
de rosa. Francisco no había logrado po-
ner a raya su consumo de drogas –sobre La condición que le impusieron a
todo cocaína– y en el equipo institucio- Francisco para que permaneciera en el
nal habían comenzado a sospechar de Hogar, fue que asistiera diariamente al
sus “noches de gira”. Ya con 17 años y el Centro Municipal para las adicciones. De
vínculo “muy desgastado”, como nos co- su experiencia él tiene sensaciones cru-
mentó una de las trabajadoras del lugar, zadas. Por un lado expresa que “Es un
Francisco contemplaba la posibilidad de buen lugar. Está bueno porque es al aire
que “lo egresen” del Hogar, por lo que libre tenés muchas cosas”. Allí, al igual
94
Crecer fuera de casa

que en el Hogar, entabló un profundo lazo agentes policiales dan con el paradero de
de confianza con Gaby, la cocinera. “La las otras dos jóvenes en otra localidad cer-
mejor con las dos (En referencia a Marian, cana. Ya de regreso a Olavarría, las autori-
del Hogar, y Gaby). No sabés como extraño dades del Hogar deciden poner fin a la re-
cocinar con Gaby en el Centro”. lación tutelar: “A Francisco le dieron el alta,
Pero menciona un conflicto grave con no está más acá”, fue la respuesta de una
un referente del Centro que determinó de las trabajadoras del Hogar ante nuestro
que dejara de asistir al lugar: llamado telefónico diario para saber nove-
dades sobre su paradero.
Francisco: — No era malo el chabón, era
piola pero…. te quiere hacer hacer co- Francisco: — Es lo que habíamos estado
sas que no es así. Yo las respeto a las hablando con las pibas, con mi novia
reglas pero tampoco para que se pasen. y la otra chica. Fuimos a Casagrande,
Las reglas son como cualquier lugar, allá en Buenos Aires, porque una de
tampoco tan estricto. Está bien que es las chicas tenía un conocido ahí, pero
un centro de recuperación pero si vos lo después queríamos ir a Mar del Lobo y
vas a tener así es peor para los pibes. a Claralisa, a la playa. En Casagrande
Le tenés que soltar un poco la soga. nos peleamos y las chicas se fueron.
A continuación, se describe el episo- Yo estaba re empastillado y cami-
dio que precipita su egreso del Hogar. né hasta la comisaría y me entregué.
En vísperas de concretar la tercera en- Ahí al principio todo bien. Pero al to-
trevista con él, nos comunican telefónica- que me llevaron para adentro y ¡naaa!
mente desde el Hogar que: “Francisco se ¡Una celda! Ahí los milicos me caga-
fue, lo está buscando la Policía, desde el do- ron a patadas y me decían “Petrense
mingo a la noche que no está”. No se había puto”. Los que me fueron a buscar de
ido solo, sino con Brenda, su novia de ese acá, no (de Olavarría). Nada que ver.
momento y Lucía, una amiga de ambos. Los Me trataron re piola, me compraron
tres se conocían del Centro Municipal de comida, todo. A las chicas las encon-
Atención a las Adicciones al que concurrían traron en Castañas, en el tren. (…) y
diariamente. Luego de 7 días de ausencia40 después cuando llegamos acá, en la
Francisco concurre voluntariamente a una comisaría estaban todos, mi mamá,
comisaría de una localidad del conurbano el padre de Brenda, todos. Nos lleva-
bonaerense donde estaba “parando” para ron al hospital y cuando volvimos a la
poder volver a su ciudad. A las pocas horas, comisaría un milico me dice: “Culpa
95

tuya. Si tuvieras 18 sabés como te En aquel momento Francisco nos dijo


meto en cana, ¿no?” (…) y ahí, mi vie- que su intención más profunda era volver
ja me dijo que fue uno del Hogar a la a vivir en el Hogar, aunque sabía que había
comisaría y dijo que el Hogar no se pocas probabilidades de que ello ocurriera:
iba a hacer cargo. Son cualquiera. (…)
Francisco: — Es lo que le voy a decir a la
después nos llevaron al hospital y pa-
Jueza. Yo sé que estuve mal, pero me
samos la noche ahí y mi novia quedó
gustaría volver. Yo estoy re bien en
internada.
mi casa. Y yo diría si me da la chan-
Esta situación determinó el fin de la ce para volver al Hogar vuelvo. Estoy
relación tutelar del Hogar con Francisco, piola ahí en el Hogar. Igual lo decide
que con indignación expresaba: la Jueza, pero si me pregunta le voy a
decir que me gustaría volver, pero yo
Francisco: — Te da un re bronca. No sa-
sé que no…va a ser para bondi.
bés. Está bien que yo fui el que bar-
deó, piola, está todo bien. Fui el que Después de estos hechos, Francisco
más la bardeó, está bien pero vos tam- vuelve a vivir con su madre y sus herma-
bién tenés una institución y la institu- nos. Eran días difíciles para él: su pro-
ción se tiene que hacer cargo de los blema de consumo condicionaba sus
pibes. Y en ese sentido no se hicieron posibilidades de desarrollar sus planes
cargo (…) así no ayudan a los pibes (…) de trabajar e irse a vivir solo, la relación
Porque ellos estaban responsables con su madre era tensa, y el noviazgo con
de mí. Ellos tenían que preocuparse Brenda era complicado, sobre todo porque
por mí. Si a mí me pasaba algo, a to- los dos consumían en grandes cantida-
dos esos los echan. Porque yo esta- des. En el próximo apartado, relataremos
ba bajo Juez, y bajo responsabilidad cómo ingresan nuevos actores en su vida
de ellos. Los días que desaparecí mi que serán fundamentales para sus inten-
vieja los llamaba a ellos y no… que no ciones de salir adelante y estar mejor.
sabían nada. Era mi vieja la que los

La vida pos-tutela: proyectos,


llamaba porque ellos no la llamaban
a ella. O sea, mi vieja se preocupaba
más que ellos. Y ellos tenían la res- esperanzas y condicionantes
ponsabilidad. La única que me llamó
Decíamos al comienzo del capítulo
fue Marian, la cocinera, que le avisara
que las entrevistas con Paula, Manuel y
si precisaba algo.
96
Crecer fuera de casa

Francisco expresan tanto la mirada sobre fueron por su cuenta, agarraron sus
su pasado institucional, como su presente cosas y se fueron. Plantaron bandera
de lucha por el reconocimiento como per- en la casa de ellas, sacaron a una gen-
sonas, con “una mochila” difícil de cargar te metida, y se instalaron. Con un col-
que los ubica en una situación de desven- chón y una pavita eléctrica. En mi caso
taja relativa. En ese trance, para cada uno no, tuve un poquito más de aguante.
se hace indispensable echar mano de los No sé si fui más viva pero como que
sostenes y recursos de que disponen, en me la banqué. Yo les dije: “no me voy
procesos personales donde podemos vin- a ir de acá si no tengo un laburo, de
cular la singularidad de los casos analiza- acá sin un laburo no me voy” y ellas
dos con problemáticas más generales en (en referencia a las funcionarias del
la transición a la vida adulta de las juven- Hogar) te decían: “acá no tenés más
tudes vulnerables de la Argentina actual. nada que hacer y te vas”, y ellas no
En ese sentido, las dificultades de acceso te daban ningún apoyo. La amenaza
a una educación de calidad, a una capaci- era “o te vas o te sacamos la beca”,
tación adecuada para el trabajo y la pre- la beca del programa Sostén.41 A la
cariedad del mercado laboral para los que Pema, otra chica que también se crió
se inician, configuran un escenario común ahí, le dejaron el bolso en la puerta. G.
para los sectores populares. le dijo: “Te dejo las cosas en la puerta,
En términos generales, los recursos te vas”. Y una de las chicas que ahora
con los que los entrevistados reconocen tiene dos hijos que está adentro del
haber contado no son identificados como Hogar me preguntaba: “Cuando yo
provenientes de las instituciones como tenga 18 me va a pasar lo mismo”. “Sí,
conjunto, sino más bien relatan un proce- te van a echar, te van a sacar, te van a
so de expulsión en el momento en que la decir cosas”. Capaz que teniendo los
ley así lo prescribe. Sea por haber cum- hijos adentro no es lo mismo, no sé.
plido los 18 años o por cese de la medida
La Tota (otra chica del Hogar) andaba
protectiva.
desesperada buscando trabajo, cuando
En el caso de Paula, el “egreso” es
consiguió fue con una mina que trabajaba
descrito como un momento cargado de
en el Hogar, que no la trató muy bien y le
angustia e incertidumbre:
pagaba dos mangos, siempre se aprove-
Paula: — Prácticamente nos echaron a chan. Pero bueno, y así con Nati también.
todas las últimas, Marina y Loana se Las chicas terminaban limpiándole la casa
97

a gente del Hogar, o cuidándole los hijos a sea, andaba tirando currículums. Y te co-
las preceptoras del Hogar y que no te pa- rrían. Yo y mi hermana ya éramos “viejas”,
gaban. Porque a Loana nunca le pagaron. teníamos 20 años.
Nunca te iban a decir: “bueno, anotate en Casi sin opciones y en contra de sus
el Programa Jóvenes”, o “vamos a hacer deseos Paula decidió ir a vivir con su pa-
un CV”. Yo al CV lo aprendí a hacer ahí, en reja de ese momento. Previamente, pasó
Territorio de Niños, en la clase de compu- un tiempo hasta “acomodarse” en la casa
tación. Pero a esa edad no es que tenés de Carla, una mujer que reconoce como un
idea de esas cosas, o ir a comprar a un pilar importante en su vida.
supermercado y no tener idea de cuánto
Paula: — “Si para diciembre no te vas, te
salen las cosas. Nunca salimos a comprar.
sacamos la beca”, fue un ultimátum
No te das cuenta de si esto subió o bajó, si
(que le dieron en el Hogar). Porque en
es caro (…) Guillermina, que ahora egresó realidad a la beca la tenías que cobrar
con el novio, se fue a vivir con él y la apun- estando fuera del Hogar. Y fijate que
tó con una escopeta si mal no recuerdo justo que conseguí trabajo en noviem-
(…) Lore, la vi al lado de mi laburo pidiendo bre, pero estaba desesperada. Los
pan. Y vos decís, la flaca esta andá a saber planes se te iban a la mierda, yo lo que
adónde va a parar” Y es una lástima. no quería era juntarme (con su pareja).
Pasa que cuando tramitamos la beca, Me terminé juntando porque era, “ya
vos lo ves lejano. Tenía 17, lo ves re lejos. está, bueno, me junto. Qué le vamos a
Y no te ponés en la idea de: “bueno, ten- hacer”. Estuve un mes con Carla, ella
go que buscar trabajo”, ni tampoco ellos me tuvo un mes en su casa y como
te dicen nada. A mí no me dijeron: “bueno mi novia se quería ir de la casa tam-
Pau, vamos a empezar a buscar un labu- bién terminé por juntarme. Cometer
ro para vos, fíjate qué te gusta”, no, todo el error que cometieron todos que di-
el apoyo que yo recibí como el de Solano jeron que no iban a cometer. Porque
(un abogado que Paula reconoce como un siempre…vos te vas de un lugar donde
referente) es de otra gente, afuera, afue- convivís con cincuenta personas, es-
ra del Hogar. Adentro del Hogar era como tás todo el tiempo rodeada de gente,
que estabas de prestado, “bueno, ya está, ¿Qué te cuesta? La idea es irte y lar-
vos acá no tenés que estar”. En un tiempo garte vos sola. No agarrar la primera
me había puesto re mal, no conseguía tra- situación que se te aparezca y decir:
bajo, me estaban echando y no conseguía “Bueno, me voy a quedar”. No era la
laburo y me había puesto re mal” (…) O onda. Desde el principio nunca quise,
98
Crecer fuera de casa

siempre tuve dudas pero, no me que- de todo. Y también Solano, un aboga-


daba otra. ¿Cómo iba a hacer yo sola? do que es el único referente hombre
Yo salí y decía: ¿Adónde mierda voy? que tengo. Siempre se acercó a dar
una mano en el Hogar con Luna, una
Más allá de los discursos bien inten-
amiga. Por ejemplo, si te querías ir a
cionados que abogan por la reinserción de
estudiar. Si yo me quiero ir a estudiar
los jóvenes institucionalizados a la vida
lo llamo a él y con el alquiler seguro
social como objetivo supremo de las inter-
me va a ayudar. Carla fue una vez a
venciones, en los procedimientos cotidia-
dar una charla, creo que del SPA, y se
nos suele haber un desinterés marcado de
fue construyendo el vínculo. Sé que
las instituciones por el futuro de los jóve-
la llamo y a los 10 minutos está. Ella
nes luego del egreso, dejándolos librados
está. Fue la que me hizo una fiesta
a su propia suerte. Tampoco es justo gene-
cuando terminé noveno, a la primera
ralizar y sabemos de interesantes iniciati-
que le conté que me gustaban las chi-
vas institucionales de seguimiento y pro-
cas, la que me acompañó a recibir el
moción laboral de jóvenes que han pasado
certificado de un curso de fotografía”.
por situaciones de institucionalización.
(…) “las viejas”, Ludmila y Andrea,
También es evidente el compromiso que a
son muy importantes para mí. Las
título individual asumen algunas personas
conocí en el taller de periodismo en
que trabajan en dichas instituciones, que
Tierra Libre. Nos dijeron: “Hay un ta-
no abandonan a estos jóvenes, aportán-
ller, tienen que ir todas”. Al principio
doles –en términos de Bourdieu – capital
yo iba para salir del Hogar, para salir
social, cultural, afectivo, etc.
a fumar. Después me re enganché por
Ese apoyo de afuera que encontró
ellas. Por lo que te decían, la forma en
Paula la vinculó a por lo menos cuatro “re-
que te hablaban, cómo nos guiaban a
ferentes”, tal como ella las y lo denominó,
cada una. Ahí íbamos a periodismo,
a quienes conoció fuera del Hogar duran-
nos enseñaban, está bien, pero era
te la realización de talleres sobre sexua-
como una cosa que era,... compar-
lidad, consumos indebidos, periodismo,
tir un momento ¿entendés? con per-
etc.:
sonas que te están guiando en todo
Paula: — (…) sí, yo tuve referentes muy sentido, iba más que nada porque me
fuertes como Carla, Andrea y Ludmila gustaba estar ahí, me sentía acompa-
que las conozco desde que tengo 14 ñada por ellas (…) nos veían distinto,
años más o menos y empecé a hablar como que sí podíamos, todo el tiempo
99

estaban apoyándote, diciendo: “vos puedo, que voy a poder, pero no sé


podés”. Me parece que son muchas qué me pasa ahora. Terminarlo tengo
cosas buenas, eran las únicas dos que terminar, el último año, no hay tu
personas que veían algo bueno, que tía y no sólo porque me defraudo a mí
yo no era la “irrecuperable”. sino también por Carla y por las viejas
que están esperando, a ver la burra
El reconocimiento de “las viejas” caló
cuando se recibe, una forma de decir,
hondo en la vida de Paula, hasta el punto
¿no?
de que fantasea con estudiar periodismo y
con llevar adelante, algún día, un empren- Para conseguir trabajo contó con
dimiento social con niños y jóvenes, tal el apoyo de Carla, una de sus “referen-
como hacen ellas en el conurbano bonae- tes”, quien la ayudó a inscribirse en el
rense. Incluso más, ese modelo de traba- plan Jóvenes con Más y Mejor Trabajo
jo/activismo social también es para Paula (Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad
un ideal de “familia”: Social de la Nación) mediante el cual ob-
tuvo un empleo en un restaurante de
Paula: — Claro, algo así. Lo otro, familia,
Olavarría. Paula dice que la gastronomía
hijos, una casa, no sé. Algo que todo
“es algo que sé hacer, todos mis herma-
el mundo espera, ¿no?. Hagamos una
nos hicieron gastronomía, es algo fácil,
casa para todos. Una casa en la que
que está al alcance pero no sé. Si pudiera
no tenga que mirar para afuera y decir:
elegir el laburo, me gustaría escribir. Pero
“Este tiene más que yo”. ¿Entendés?
también sé que me tengo que formar un
Nosotras en el Hogar teníamos el
montón”. Nos preguntamos si ese “lo hago
muro ese de mierda: de aquel lado,
porque lo sé hacer” podría provenir de un
era todo re lindo, perfecto, divino. De
aprendizaje impuesto a las chicas por el
este lado, una mierda. No quiero eso.
Hogar en los famosos eventos de caridad:
Paula era consciente de que para con-
Paula: — Nosotros servimos todos los
tinuar estudiando tenía que terminar el
eventos que se hicieron en el Hogar,
secundario, pero en sus palabras estaba
tallarinadas, los asados que se ha-
“trabada”:
cían en La Rural, todas las boludeces
Paula: — Estoy laburando más horas, la esas. Tenías que ir a la mesa y te de-
escuela es a la noche, gastronomía cían: “Bueno, pidan disculpas”, ¿Por
también y ahora laburo a la maña- qué? “Bueno, no soy moza, disculpe
na también, así no…. Bah, yo sé que si en el transcurso del día pasó algo
100
Crecer fuera de casa

que...” De entrada tenías que pedir me llevaban. Éramos diez chupando,


perdón. Una cosa espantosa, yo ni en a mí me llevaban nomás. Es más, no
pedo lo hacía. te llevaban a hacer precaria, ahí, en
la Salita… ¿viste que a vos te llevan,
Con mucho tesón, voluntad y ayuda
te meten preso y te tienen que lle-
de sus referentes, Paula logró, finalmen-
var a la Salita para que vos no estes
te, un grado de autonomía que le permite
con ningún golpe y después vos sa-
sostener un alquiler y vivir sola.
lís también? Te tienen que llevar a la
El caso de Manuel es algo diferente al
Salita. Que te hace precario el médi-
de Paula en cuanto al estigma con el que
co, el médico… policial. Me han lleva-
cargó y los recursos con los que contó du-
do pero si el médico este está metido
rante su institucionalización y una vez en
con los milicos, si es médico policial,
“libertad”, luego de cumplida su condena.
es… Todo roto”.
En esta última condición manifestó que vi-
vía en una situación de acoso policial rei- Cuando le preguntamos si había de-
terado, estando “fichado” por su pasado. nunciado los casos de abuso Manuel nos
El estigma se manifestó principalmente dijo que “sí, pero si todos te piden pruebas.
en relación con la institución policial y en Pruebas de qué sí te tienen en la comisaría”
la actitud que asumieron los vecinos del Su adolescencia institucionalizada le
pueblo en donde creció y volvió cada vez permitió a Manuel, por un lado, conocer
que se fugó de alguna institución. Cuando los procedimientos y, por el otro, cuestio-
cumplió dieciocho años, regresó a su pue- narlos, así como también tomar concien-
blo, sin embargo nos dijo: cia de las relaciones de poder a las que
era sometido.
Manuel: — Yo me tuve que ir de acá. Me
En su relato, es posible identificar
tuve que ir al Sur yo porque si me
una serie de apoyos en relaciones afecti-
quedaba acá me iban a pegar un tiro
vas de pareja y amistad, aunque sabemos
en la cabeza los milicos. Me agarra-
indirectamente que también estuvieron
ron en la calle, me mataban a piñas,
presentes apoyos profesionales, en par-
me llevaban a la comisaría, me lar-
ticular expertos de la salud como nuestra
gaban… como que si yo no hubiese
compañera, la Dra. Capriata. La histo-
estado. Yo llegaba todo roto, llega-
ria de Manuel encadena una sistemática
ba. Mi vieja me veía. “¿Qué pasó?”,
construcción de vínculos de pareja desde
me dijo. “No, los milicos”, le dije.
antes a su primera internación en una ins-
“¿Cómo que los milicos?”. Me veían y
titución en la ciudad de Tandil, producto
101

de la cual tuvo su primer hijo, hasta una laburar, quiero ser esto…” (…) Y él dijo
última relación que lo llevó a convertirse así y bueno nosotros con Alfredo te
en padre de una beba luego de la serie vamos a dar una mano, mucha plata
de entrevistas del presente proyecto. En no te vamos a dar pero mirá ahí en
su relato, Manuel habló de los beneficios Villa Fortabat reparten leña y había
que en distintos momentos de su vida, en unos canastos de leña para hacer leña
contextos de encierro o afuera, le otorga- y el dueño tenía que limpiar el terreno
ron esos vínculos; tanto afectivos, de in- del kiosco atrás y sacarle el pasto, ¡un
tercambio de favores, bienes y servicios, laburo! Y bueno, empezó con eso, era
así como laborales. De hecho, su último una máquina, porque él se propuso
noviazgo le supuso incorporarse como eso, quiero trabajar, quiero… Y bueno,
trabajador en el emprendimiento familiar empezó así a laburar, después yo me
de producción de carbón de su suegro en lo empecé a traer acá a la cochera, yo
un pueblo cercano a Olavarría, aunque se tengo un comercio acá en Olavarría,
trató de una actividad discontinua. empezó a cortar el pasto, comía con
Otra referencia importante para mis papás. Yo le expliqué a mi papá
Manuel fue “el kiosco del Peto” en Villa el problema de él que tuvo, todo, por-
Fortabat, ubicado cerca de la casa de sus que comía en la mesa con mi papá, mi
abuelos donde vivía alternativamente. Allí mamá y yo, igual que en mi casa, mi
encontró un espacio de reunión con ami- hijo, mi señora, que sabían cuál era
gos que se interesaron por él. Alfredo, el el problema de él, le comenté y le dije
amigo que lo acompañó a algunas entre- que venga y empiece las cosas como,
vistas, pertenece a ese grupo y contaba como… Y ahí empezamos. Y empezó a
que lo apoyaron en lo que pudieron dán- trabajar.
dole algunas “changas” y comprendiendo
Algunas pocas relaciones de noviazgo,
su difícil situación de estigmatización en
vecindad y amistad le tendieron una mano
el pueblo. En su parquedad, Manuel ex-
a Manuel, claramente reconocidas en su
presaba claramente una preocupación
relato, pero no fueron suficientes para
reiterada sobre su dificultad para conse-
contrarrestar la violencia institucional su-
guir trabajo, más exigido aun porque ha-
frida y el estigma.
bía tenido un bebé con su novia.
En el caso de Francisco, la vida fuera
Alfredo: — Un día él dijo (Manuel): “Peto, del Hogar se tornó complicada. La convi-
no quiero hacer más cagadas, quiero vencia con su familia atravesaba serias
102
Crecer fuera de casa

dificultades, su situación de consumo de despertaba ese amor que yo sentía


drogas se volvía cada vez más problemáti- por ella iba creciendo aún más y vi los
ca, el noviazgo con Brenda se había trans- frutos en mí y que realmente era la
formado en un vínculo no saludable, y no mujer que yo necesitaba que estuvie-
tenía trabajo. Cortar el vínculo con su no- ra a mi lado. Y en un momento no sé
via fue doloroso, pero ya se sentía satura- cómo fue, porque es algo inexplica-
do por vivir en permanente conflicto: ble, me enamoré. Fue un amor lindo y
bueno. Sano, un amor que no lastima.
Francisco: — Demasiado complicado todo
Y ahí nos enfocamos en nuestra re-
y la única manera de desahogarme
lación y ya este viernes 23 va a hacer
mía era drogándome cada vez más.
cinco meses que estamos. Y gracias a
Y más allá de todo, es una piba bue-
Dios.
na. Nos drogábamos todo el tiempo,
De la influencia de Dios en su vida,
todos los días, y a mí me estaba en-
reflexionó:
loqueciendo. El problema era la rela-
ción. Era complicada porque no había Francisco: — Yo decidí desde que empe-
entendimiento. cé la iglesia, desde que me armé de
novia, que mi vida era para adelante
Ese escenario adverso comenzó a re-
y que no iba a retroceder. Por más co-
vertirse de a poco cuando entran en su
sas malas que pasaran mi vida siem-
vida dos actores sumamente importan-
pre iba a ser para adelante. No era la
tes: los pastores de una iglesia evangéli-
realidad que yo tenía que vivir sino la
ca y Malena, una chica que conoció par-
que yo me había creado. Yo quería vi-
ticipando de encuentros religiosos de esa
vir la realidad en mi pasado: torturar-
iglesia, y que luego se convertiría en su
me, drogarme, llorar, darme la cabeza
esposa y en la mamá de su primera hija.
contra la pared, me torturaba todo el
Es “por Brenda” que, acompañado por su
tiempo. Y llegó un momento que yo
madre, comienza a concurrir a dicha igle-
dije: “Bueno, si yo quiero tener una
sia del barrio San Martín a la cual concu-
familia, si yo quiero formar un futuro
rría su mamá. Allí conoce a Malena:
es hora de que borre mi pasado, –o
Francisco: — Yo le había pedido a Dios que sea borrarlo no, apartarlo– y pensar
si realmente ella era para mí (en alu- que hay cosas buenas. Hay cosas más
sión a Malena) que día a día me ponga bellas en la vida las cuales te pueden
el amor que yo necesitaba hacia ella, pasar. Porque si realmente yo quería
y sí, fue así: cada mañana que yo me
103

una familia, que es lo que más quie- conseguimos algo para alquilar bara-
ro, tenía que sacar lo mejor de mí. to. Porque no tenemos un lugar para
Cuando todos me señalaban yo llegué estar, para vivir y ya me quemo pen-
a la casa de Dios y mi vida cambió. sando que voy a hacer mañana, que
Todo lo que haga en esta vida no me no tengo un lugar, y que todos los días
va a alcanzar para agradecerle a Dios. lo mismo. Los dos queremos formar
De un momento a otro me arrancó de una familia. Te da frustración no po-
todo. Lo sentís y es algo hermoso, no der conseguir trabajo para formar una
tiene significado. Es impresionante, familia.
no se compara con nada en este mun-
Finalmente, a un año de haber sido
do sentirlo. Es un calor adentro tuyo,
“egresado” del Hogar, él y Malena nos dan
como que algo está cambiando en vos.
la noticia del embarazo. Con las changas
Es hermoso sentir eso. Cuando salís
que hace Francisco y un trabajo de cuida-
te sentís libre, te sacás una mochila
dora de Malena, más el ingreso que ella
de encima. Te sacás demasiadas car-
percibe por el programa PROGRESAR, nos
gas ¿entendés? (…) Te pueden hablar
contaron que habían comenzado a cons-
de todos los días tratamiento, pero no
truir un ambiente en el patio de la casa
vas a salir. Porque es solamente pa-
de Francisco con la ayuda de su padre,
labras que te dicen. Te pueden hablar
con quien él volvió a vincularse luego de
miles de personas de que la droga es
encontrárselo una tarde a la salida de la
mala. Después salís y te drogás igual.
iglesia. Malena y Francisco se casaron por
Pero es totalmente distinto la presen-
civil en la primavera de 2014, acompaña-
cia de Dios. Es algo que te cambia.
dos por sus familias y los pastores de la
Hay muchos pibes aún peores que yo
iglesia.
que han experimentado esa presencia
Con todo lo vivido, elabora esta re-
dentro suyo.
flexión sobre su experiencia en el Hogar:
No tener trabajo ni lugar para vivir con
Francisco: — Yo a ser responsable apren-
Malena afectaba su presente y la posibili-
dí en el Hogar, con un trabajo, ahora
dad de llevar adelante el plan en común de
que voy a ser padre. Yo voy a ser un
tener un hijo:
padre responsable y estoy re agrade-
Francisco: — Me enloquece no tener cido. Pero a tener una vida de conduc-
trabajo. No conseguimos trabajo, ta responsable la tenés si abrís tu co-
estamos de acá para allá viendo si razón a Dios. Porque en el Hogar a mí
104
Crecer fuera de casa

me dejaron tirado, no guardo rencor económica conformando verdaderos com-


en mi corazón, sólo agradecimiento, plejos de vulnerabilidad que tornaron difi-
pero ellos me dejaron caer en mi peor cultosa la vida cotidiana y el ejercicio de
momento, en cambio Dios te protege la parentalidad de las familias de los jóve-
siempre si vos lo sabés recibir. nes protagonistas de nuestras historias.
En estos contextos de múltiples con-
Cuando le preguntamos cuál es la di-
trariedades interviene la expresión tute-
ferencia o qué hay en las iglesias que no
lar del Estado como forma de proveer a
hay en las instituciones y programas para
esa niña y esos niños de los cuidados y
jóvenes, su respuesta fue tajante: “Amor.
recursos –materiales, subjetivos, mora-
Amor, eso es lo que ayuda y cambia a las
les– que de acuerdo a las evaluaciones
personas”.
institucionales, sus familias no les po-
dían brindar en sus hogares. En el caso
Conclusiones de Manuel, el Estado aparece además en
su expresión de castigo para sancionar
El recorrido que construimos por estas
sus transgresiones al orden legal y para
tres historias de vida permite apreciar las
procurar “resocializarlo”. Su trayectoria
formas en las que estos jóvenes valoran
institucional traza un derrotero que co-
y significan la experiencia de la crianza
mienza a los 14 con su alojamiento en un
en instituciones tutelares. Esas crianzas centro de contención, continúa durante el
“fuera de casa” fueron fundamentalmen- transcurso de sus 15 por una serie de cen-
te resultado de una conjunción de des- tros cerrados de mediana y máxima segu-
igualdades de clase, generación y géne- ridad –ninguno cercano a su domicilio, de
ro que atraviesa las biografías de Paula, manera que favoreciera el acceso de sus
Manuel y Francisco, y que condicionó a familiares–, y culmina a los 16 con una es-
sus familias de origen en lo que hace a las tadía y posterior egreso de un hogar convi-
tareas de cuidado y protección de sus hi- vencial de las mismas características del
jos/as. En los casos estudiados, pudimos que habitó Francisco. La orientación de
ver cómo diversas conflictividades socia- las intervenciones en el caso de Manuel
les, que se expresan en el plano subjetivo/ revela, en términos generales, las carac-
vincular –como la violencia de género, las terísticas del tratamiento social e institu-
problemáticas de la salud mental, las difi- cional que recibe un adolescente en “con-
cultades para el ejercicio de la autoridad flicto con la ley” en la Argentina (¿o será
parental– se funden con la precariedad que, como propone el juez catamarqueño
105

Rodrigo Morabito42la ley está en conflicto dos amigos de su comunidad, al señalarlo


con los jóvenes?). Y expone particular- como el culpable de la pérdida de la “tran-
mente las circunstancias que atraviesan quilidad” del pueblo. Como señala Axat,
los jóvenes que se encuentran en la franja la sanción de la Ley Provincial 13634 del
etaria más controvertida del debate sobre Fuero Penal Juvenil y Fuero de Familia no
juventud y penalidad: los chicos de 14 y resolvió el problema de la discrecionali-
15 años, sobre quienes recae sistemáti- dad de la autoridad judicial para con los
camente la amenaza de una reforma legal adolescentes no-punibles: la restricción y
que baje el piso de punibilidad, de manera privación de libertad continúa siendo una
que puedan ser incluidos en el universo de realidad en virtud de la posibilidad que
castigables. Recordemos: las experien- habilita el art.64 de esta ley bajo la idea de
cias de restricción y privación de libertad “medida de seguridad” ante la comisión
de Manuel se dieron durante el transcur- de delitos de “extrema gravedad”. Así, la
so de sus 14 y 15 años de edad, es decir, “no institucionalización” vuelve a entrar
siendo una persona no-punible en razón por la ventana luego de haber pretendido
de su edad, de acuerdo al Régimen Penal expulsarla por la puerta.
de la Minoridad. El trato institucional ha- Atendiendo tanto a lo que identifi-
cia Manuel durante el transcurso de esos camos en común como a los que encon-
años expresa la discrecionalidad y arbi- tramos de distinto, es posible efectuar
trariedad con que la Justicia de Menores algunas reflexiones comparativas to-
suele llevar adelante sus procedimien- mando aspectos objetivos y subjetivos de
tos. Ninguna de las causas por las que las historias de vida de Paula, Manuel y
se procesó, imputó y sancionó a Manuel Francisco.
se encuadran dentro de las consideradas En primer lugar, las trayectorias ins-
“graves”, como los homicidios. Más bien titucionales fueron producto de distintas
se trata, como reflexiona el ex defensor situaciones límite que motivaron la inter-
juvenil Julián Axat43 (2010), de disposicio- vención estatal, aun cuando en el caso de
nes motivadas, –ya sea que se esté ante Francisco, a diferencia de los otros, fue
un delito grave o no-grave– por el estado fruto de su propia voluntad. Si bien en
público que toman los acontecimientos. todos los casos los jóvenes reconocieron
Volvamos a recordar: gran parte de los haber estado involucrados en situacio-
residentes de Villa Fortabat intentaron nes de violencia, sus manifestaciones y
en reuniones conjuntas con las autorida- fuentes varían en cada experiencia, a la
des policiales desterrar a Manuel junto a vez que no se limitan a las instituciones
106
Crecer fuera de casa

de pertenencia. Para Paula el Hogar es En segundo lugar, en las tres historias


“su casa”: un refugio frente a situacio- se reconoce como significativo el peso de
nes conflictivas familiares-comunitarias la mirada y el accionar de “los otros”. El
y el lugar de crianza en el que adquirió conjunto de intervenciones instituciona-
competencias y actitudes con las cuales les y sus relaciones con el “afuera” fueron
desenvolverse en la vida. También fue lu- contundentes en la configuración de la
gar de afectividades, de construcción de subjetividad de la joven y los jóvenes en
lazos de parentesco basados en la cerca- su lucha cotidiana por el reconocimiento.
nía y la afinidad. Así, tiene otra “mamá” Así, la Policía, la escuela, la “gente” que
y amigas que son como hermanas de “sacaba” a Paula y sus hermanas, y la co-
crianza. No obstante, también fue fuente munidad de Villa Fortabat, en el caso de
de reafirmación estigmatizante de las di- Manuel, representan actores del “afue-
ferencias y de refuerzo de la desigualdad ra” con cuyas prácticas y acciones nega-
social, procesos frente a los que la joven tivizantes y represivas debieron lidiar los
reflexiona críticamente. Para Francisco, jóvenes. La Policía aparece en los tres
envuelto en situaciones de violencia ex- relatos como un actor fuertemente hostil
trema entre grupos, la institucionaliza- que persigue, maltrata, golpea y detiene
ción es vista como un recurso para salvar arbitrariamente sólo “por portación de
su vida, que luego se convirtió en fuente rostro”, como dice Francisco. No obstan-
de diversos aprendizajes que capitalizó te, hay un dato que permite identificar un
para desenvolverse posteriormente en trato diferencial de los agentes policiales
otros ámbitos de referencia como la igle- en las experiencias relatadas por Paula y
sia. Tanto en el relato de Paula como en el por Francisco. Mientras que Paula cuen-
de Francisco y aunque con distintos argu- ta que no podía decir que era “una chica
mentos, hay una idea de “salvación” (de del Hogar”, puesto que corría riesgo de
una posible muerte, de una vida no desea- ser llevada a la comisaría, (por sospecha
ble) y un sentimiento de gratitud con res- de haberse fugado, por sospecha de estar
pecto al Hogar que emergen con fuerza. En ejerciendo la prostitución), Francisco ex-
el caso de Manuel, se presenta más clara- plica que, por el contrario, decir “soy del
mente como víctima de una acción punitiva Hogar de Adolescentes” funcionaba como
tanto por parte de la comunidad de perte- freno al accionar policial. “Se la re-apli-
nencia, como del circuito institucional pe- caba”, en palabras suyas. Así, caminar o
nal donde sufrió castigos diversos. pasear fuera del Hogar, circular por el es-
pacio público resulta legítimo en el caso
107

de un varón –ni siquiera ponían en duda activa en la perfilación de las decisiones,


la condición de interno de una institución al menos en aquellas en que estaba en
de Francisco haciendo, por ejemplo, una juego su destino inmediato.
llamada telefónica–, e ilegítimo en el caso Tanto los actores del “afuera” como
de una mujer, para quien lo legítimo y “co- los del “adentro” contribuyeron en distin-
rrecto” es quedarse adentro, en el espacio ta medida e intensidad tanto con la repro-
doméstico. Y quien se encarga de recordar ducción de la situación de desigualdad y
y fijar esos mandatos, es el poder policial. el deterioro de la identidad que supone el
Los “otros” del “adentro” de las ins- estigma de ser un/a joven institucionaliza-
tituciones incluye una serie de actores do, como con la construcción de alternati-
como preceptoras, “maestros”, autorida- vas a la vida institucional. En relación con
des, psicólogas, y activistas de la bene- esto último, es claro en las tres biografías
ficencia. De entre estos “otros” los rela- que fue la gestión de esos vínculos con el
tos coinciden de modo contundente en “afuera” lo que proporcionó a los jóvenes
la crítica al rol de los profesionales de la los apoyos más significativos y duraderos
psicología dentro de estas. En los jóvenes para la vida pos-institucional. En el caso
de nuestras historias impera un senti- de Paula, el primer contacto con esos vín-
miento de desconfianza que deslegitima culos fue facilitado por el Hogar, por lo
el rol institucional y el sentido de la inter- que es conveniente no concebir “afuera”
vención psicológica. Es notable también y “adentro” como si fueran dos mundos
como los tres protagonistas advierten la desconectados, sino dos espacios que se
fuerza de lo institucional-instituido so- influyen mutuamente y entre los que se
bre la construcción de sus configura- producen intercambios que van haciendo
ciones subjetivas: “el Hogar te cambia a mella en las biografías infanto-juveniles.
vos”, “a mí me cambiaron todo” y “ahí te Por otra parte, destacar los apoyos exter-
vas poniendo vivo”, son expresiones que nos no debe hacer que desestimemos los
muestran esta incidencia que ellos logran lazos forjados entre los jóvenes y algunos
identificar –reflexividad mediante– y que trabajadores de las propias instituciones
asume distinto valor en cada caso. En re- que apostaron por la construcción de re-
lación con la autoridad, encontramos en laciones basadas en el reconocimien-
los tres relatos formas de resistencia y to, la confianza y el afecto, y que fueron,
negociación que, aunque desde una posi- asimismo, soportes fundamentales para
ción subordinada respecto de los adultos Paula, Francisco y Manuel. Hay que decir
que deciden, expresan una participación que, en lo que respecta a estas historias,
108
Crecer fuera de casa

la existencia de estos vínculos intrains- legales a los que se aludió anteriormente,


titucionales se verifica únicamente en el aunque en el caso de Paula se hace más
circuito de cuidados institucionales, no consciente, dada la amplitud temporal de
así en el circuito de la administración pe- su institucionalización, lo que le permite
nal juvenil. reflexionar sobre ello. En los casos de los
Otra cuestión que hace converger las varones, la reforma legal e institucional
tres biografías es la conflictividad con la emerge como campo de desafíos frente a
parecen convivir institucionalización y la conflictividad que presentaban sus si-
escolaridad obligatoria. Los tres jóvenes tuaciones. En el caso de Francisco, el “im-
completaron el Nivel Primario. Francisco perativo desinstitucionalizador” (Barna,
y Manuel lo hicieron por fuera del espa- Magistris y Ciordia, 2012) pareció haber
cio escolar clásico: Francisco en un CENS entrado en conflicto con las evaluacio-
y Manuel en contexto de encierro, con la nes de los equipos técnicos respecto de
precariedad que se describió en su his- la posibilidad de volver a su casa lo antes
toria. El Nivel Medio no fue completado posible, como estipula la ley, por no hallar
por ninguno de los tres. Los varones ex- allí condiciones óptimas para su crianza.
presaron rechazo ante la idea de volver En el caso de Manuel, su llegada al Hogar
a la escuela, mientras que Paula intenta y el encuentro con la Dra. Capriata, nues-
completar el último año de la secundaria tra compañera de equipo, representó de
mientras trabaja y lidia con una “traba” alguna manera, desde su función y en los
que dice tener respecto de esta cuestión. albores de la nueva institucionalidad, una
Otra conclusión que se impone reco- voluntad estatal de trabajar desde un vín-
rriendo las historias de Paula y Francisco culo de proximidad y respetuoso de sus
es la incertidumbre y el desamparo que derechos que procurase, de alguna for-
envuelve a los jóvenes al momento del ma, contrarrestar el daño ocasionado du-
“egreso”, luego de haber vivido largos rante el tiempo de encierro y recuperar la
años o prácticamente toda la vida en ins- confianza de Manuel en las instituciones.
tituciones de cuidado institucional. Es Un desafío sumamente difícil. No obstan-
deseable el diseño e implementación de te, nuestros tres protagonistas parecen
programas con perspectiva de integrali- coincidir en señalar un núcleo duro que
dad que atiendan esta cuestión del “fin” gobierna las lógicas institucionales y que
de la protección estatal por “egresos”. muestra la eficacia con que opera la pers-
En los tres relatos se expresan de pectiva minorizante –que es disputada
modo directo o indirecto los cambios por otras perspectivas– en las formas de
109

concebir y proteger a los niños y adoles-


centes que llegan a los circuitos tutelares. Glosario
Ello se vincula con el plano más subjetivo Chamuyaron: Mintieron
de la construcción de la identidad de ni- Gilada: Grupo de personas a las que se les
ños y jóvenes con derechos vulnerados los asigna poca importancia. // Expresión uti-
cuales entretejen unos sentidos defensi- lizada para definir a la cocaína// Realizar
vos; formas de resistencia cultural, fren- alguna acción “equivocada” desde el pun-
te a una sociedad que construye barreras to de vista del actor.
simbólicas y mecanismos sociales de di- Tomar: Consumo de alcohol o cocaína.
ferenciación que sólo una acción política Rancho: Persona de confianza.
estatal sostenida puede remover. Este Enroscar: Generar adicción.
señalamiento no debe conducir a conside- Pase: Medida para el consumo de cocaína.
rar a las agencias estatales como “males Corte: Modismo que se utiliza para men-
en sí mismos”, ya que los tres jóvenes de cionar semejanza con algo.
nuestras historias reconocen, desde sus Zarpado: Excedido
experiencias de vida en distintas institu- Rescatar: Relativo a recuperarse física o
ciones, expresiones de afecto, protección mentalmente.
y cuidado sin las cuales seguramente ha- Comparendo: (Procedimiento Civil) Acto
brían quedado en una situación de mayor de procedimiento dirigido por el deman-
vulnerabilidad y desventaja. dante al demandado por intermedio de
El despliegue heterogéneo de los un ujier de Justicia, por el cual lo invita
agentes estatales produce avances, con- a comparecer ante una jurisdicción de
tinuidades y retrocesos en la gestión co- orden judicial y que para el demandante
tidiana de atención de la infancia vulne- equivale, ante el tribunal de última ins-
rable que expresan, en rigor, formas de tancia, al debate. V. Citación judicial. //
actualización histórica de las ambigüe- Citación por la que la autoridad judicial
dades de la protección institucional, que dispone que alguna persona comparez-
siempre estará en vinculación compleja ca ante ella. Generalmente se realiza con
(reproduciendo, resistiendo, resignifican- citación de todas las partes en busca de
do) con lo que los sentidos sociales domi- soluciones o esclarecimiento de hechos o
nantes construyen y reproducen acerca afirmaciones o para complementar o sa-
de la infancia y la juventud vulnerable y de near actos procesales (Ver G. Comparendo
qué es lo mejor para “su bienestar”. de peritos para dar explicaciones). //
Resolución judicial por la cual se cita a un
110
Crecer fuera de casa

reo o demandado mandándole presentar- Bondi: Actitud de rebeldía.


se. Orden de comparecencia. Carpa: Pasar desapercibido.
Descansar: Manera discursiva de poner a Llevar a hacer precaria: Revisión médica
prueba a otra persona. en un procedimiento policial-judicial.
Bardear: Agredir física o verbalmente. Dejar tirado: No ayudar.
Tener código: Respetar cierto tipo de re- Cara de “troche”: Expresión facial que
glas morales. despierta desconfianza.
Gato: Persona que se relaciona con otra Cabió: Expresión que señala que una si-
desde un lugar de inferioridad. tuación, cosa o persona resultó agradable.
Correr de boca: Poner a prueba desde la
oralidad.
111

¿Qué ves cuando me ves?


Construcciones mediáticas sobre
niños, niñas y adolescentes en
situación de vulnerabilidad social

Crecer
fuera
de casa
112
Crecer fuera de casa
113

¿Qué ves cuando me ves?


Construcciones mediáticas sobre
niños, niñas y adolescentes Capítulo

en situación de vulnerabilidad social


Laura Hoffmann
03
Observatorio de la Niñez y Adolescencia- FACSO-UNICEN

Punto de partida
dan a temas vinculados a la niñez y ado-
lescencia. A partir de 2014 el Observatorio
El presente capítulo parte de la ex- realiza, además, tareas de investigación en
periencia de trabajo que desarrolla el articulación con el Núcleo de Actividades
Observatorio de la Niñez y Adolescencia Científico Tecnológicas (NACT) Estudios
de la Facultad de Ciencias Sociales de la de Comunicación y Cultura de Olavarría
UNICEN, que se forma durante el año 2012 (ECCO) de la FACSO.
como área de trabajo de la Agencia de Con el propósito de influir en la cons-
Noticias ZUM para la Niñez y Adolescencia, trucción de una agenda periodística más
dependiente de la Secretaría de Extensión justa y alentadora sobre la infancia y ado-
y Transferencia de la Facultad de Ciencias lescencia el Observatorio indaga en las
Sociales. “Construcciones mediáticas de niños,
El Observatorio es un espacio de inves- niñas y adolescentes en Olavarría y la re-
tigación, extensión y difusión de conoci- gión” y brinda herramientas para pensar
miento sobre temáticas de infancia y ado- la comunicación en clave de derechos a
lescencia en el marco de los derechos de periodistas e instituciones intermedias.
esta población. Entre otras actividades, A 27 años de la aprobación de la
monitorea diarios locales y regionales en Convención Internacional sobre los
forma periódica produciendo datos y es- Derechos del Niño, y a 10 años de la ins-
tadísticas sobre el tratamiento que estos tauración del Paradigma de Protección
114
Crecer fuera de casa

Integral en nuestro país, la existencia de tanto en la Convención sobre los Derechos


NNyA en situación de vulnerabilidad so- del Niño (CDN), como en las Leyes del
cial supone aceptar que aún queda mucho Estado Nacional y provincial encuadra-
por hacer. Y el problema no es propio de das en este marco desde el año 2005: Ley
los chicos y chicas sino que sugiere la re- Nacional de Protección Integral Nº26.061
flexión de los adultos en torno a: ¿quiénes y Ley Provincial Nº13.298 de la Promoción
son estos NNyA en situación de vulnera- y Protección Integral de los Derechos de
bilidad social?, ¿por qué sus derechos no los Niños. En los últimos años, además,
se cumplen?, ¿de qué modo nos relacio- se ha avanzado en otros marcos norma-
namos con ellos/as desde nuestro lugar tivos de protección más específicos de
de “grandes”: docentes, padres, madres, la niñez. Entre estos, la Ley Nacional de
pediatras, operadores sociales, políticos Educación Nº26.206, que define la educa-
y comunicadores?, ¿qué representaciones ción como un derecho público y aumenta
construimos de ellos/as?, ¿Qué rol juegan su obligatoriedad a trece años, y la Ley Nº
aquí los medios de comunicación? Y el 26.150, que crea el Programa Nacional de
debate no puede escapar al compromiso Educación Sexual Integral, entre otras.
de la Universidad pública. Por ello, desde En este contexto, bajo el marco legal
el Observatorio trabajamos para impul- internacional y nacional en la materia, el
sar una agenda de mayor acceso, pro- rol del Estado y de las diferentes institu-
moción y profundización de los derechos ciones sociales será el de propiciar un en-
de los NNyA a través de la labor conjun- torno protector para los NNyA, donde sus
ta de los organismos de la sociedad civil, derechos sean respetados y garantizados.
las instituciones estatales y los saberes De esta manera, tanto el derecho interna-
académicos. cional en materia de niñez y adolescencia,
como su correlato a nivel nacional, recla-

Los derechos de la infancia,


man la necesidad de un cambio de para-
digma en el tratamiento de los temas vin-
la adolescencia y la ciudadanía culados a la infancia como la efectividad
de los derechos en la práctica.
La situación de la niñez y la adolescen-
Sin embargo, a través de los medios
cia en la Argentina puede analizarse sobre
de comunicación y de nuestras realidades
la base de las brechas existentes entre la
más cercanas, diariamente somos tes-
realidad actual y el cumplimiento pleno
tigos de la vulneración de derechos que
de los compromisos asumidos por el país,
aún sufren los NNyA en nuestro país que
115

se traduce en: acceso desigual a bienes Ante la evidencia de tantos derechos


materiales básicos, circuitos educativos vulnerados, y como plantea la pedago-
diferenciados, trabajo infantil, persecu- ga Violeta Núñez (2013), en medio de un
ción policial y violencia institucional, en- discurso jurídico “aggiornado” sobre los
tre otras problemáticas. derechos de la infancia, la desprotección
Según el último Censo Nacional de sigue diciendo presente. Si el Siglo XX se
Hogares, Población y Viviendas del año ha llamado el “Siglo de los Niños” por este
2010, el 30% de la población del país com- avance jurídico ¿Cómo entender entonces
prendía a NNyA de 0 a 17 años. De este la distancia que se genera entre los dere-
porcentaje, el 10% se encontraba bajo la chos desde su plano discursivo y su reali-
línea de pobreza y el 2% bajo la línea de zación en la práctica?
indigencia. Por lo cual, casi la mitad (12 Para Llobet (2013), esta tensión es
%) de los niños y niñas se hallaban en si- fruto de una gran paradoja: los procesos
tuación de vulnerabilidad social. de ampliación de derechos de niños y ni-
Cinco años después, las estadísticas ñas latinoamericanos/as se dieron en la
de 2010 se asemejan a las proporcionadas Argentina en el contexto de la reforma
por UNICEF hacia fines de 2015. Para esta del Estado durante la profundización del
organización, el 30% del total de niños y ni- Neoliberalismo, por lo cual es imprescin-
ñas de la Argentina son pobres y el 8,7% se dible mirar sus derechos en contextos de
encuentra en situación de extrema pobreza. desigualdad y exclusión social.
Este porcentaje equivale a un valor estima- Además, la distancia entre el cumpli-
do de 4 millones de niños y adolescentes de miento de los derechos de los NNyA y su
entre 0 y 17 años. La investigación, titulada proclama puede pensarse también en el
“Bienestar y Pobreza en niños, niñas y ado- origen mismo de la Convención. La prime-
lescentes en Argentina” (2016) arroja datos ra razón radica en ser un tratado pensado
sobre pobreza infantil, no sólo contemplan- y producido por adultos, pero destinado a
do la situación económica de las familias, niños/as. La segunda, se relaciona con el
sino también desde la privación de sus de- contexto histórico en el cual se desarrolla
rechos esenciales. Así, UNICEF evaluó 28 el proceso de debate y sanción de la CDN
indicadores de privación de derechos bási- (Llobet, 2011).
cos a partir de las siguientes dimensiones: Durante los 10 años que mediaron en-
Nutrición, Salud, Educación, Información, tre 1979 y 1989 (año en que se proclamó
Saneamiento, Vivienda, Ambiente, Vio- la Convención) dentro y fuera de la ONU
lencia, Trabajo, Juego e Interacción. se debatió el pasaje de la declaración
116
Crecer fuera de casa

de los derechos del niño de 1959 a una la atraviesan. La infancia no es un sujeto a


Convención superadora. Según Llobet priori o un sujeto jurídico abstracto formal
sino una construcción histórica y relacio-
(2011), esta discusión tuvo lugar durante nal. (Bustelo, 2013, p.3)
la guerra fría, con sus dos grandes blo-
ques como protagonistas. El primero, en-
cabezado por Polonia, propuso un primer Cielo Salviolo (2013), especialista en
borrador que privilegiaba los derechos infancia y comunicación, reflexiona espe-
económicos, sociales y culturales como cíficamente sobre la brecha entre NNyA
base de toda concepción igualitaria de los y sus derechos, retomando la separación
derechos humanos. El segundo, liderado que Philippe Meirieu (2010) establece en-
por Inglaterra, Francia y Estados Unidos, tre derechos créditos y derechos liberta-
consideró, para los niños, el derecho a la des. Los primeros, son los que implican
libertad –traducido como derechos civiles obligaciones de los adultos: el derecho a
y políticos– como el derecho que debía la identidad, a una nacionalidad, a la edu-
encausar a los demás, esquema occiden- cación, a la salud, a una vivienda, a cui-
tal que a la vista ganó la pulseada. dados especiales y a la protección contra
Aparte del contexto, la distancia en- toda forma de violencia. Este grupo es el
tre la efectivización de cualquier derecho que más fácil han aceptado las socieda-
humano y su correlato formal en la legis- des. No obstante, los derechos libertades,
lación puede entenderse cuestionando la son aquellos que les permiten a los niños
idea soberana de sujeto al que se le atri- y niñas ejercer por sí mismos varios dere-
buyen derechos. En este punto, y reto- chos e impactar en el mundo y son los que
mando a Foucault, el politólogo Eduardo más obstáculos han presentado para su
Bustelo (2013) sostiene que en su lugar puesta en práctica. La libertad de pensa-
existe más bien un sujeto atravesado por miento y de asociación, el derecho a ser
influencias sociales, políticas, culturales, escuchados, a expresar opiniones libre-
históricamente determinadas. Un sujeto mente y que estas sean tenidas en cuenta,
producido y sujetado al orden dominador, son algunos de estos derechos.
sobre todo capitalista, y centrado en el La importancia de los derechos liberta-
mundo adulto. des radica en su aporte directo a la puesta
en práctica de la ciudadanía infantil, una
Así la infancia es una categoría relacional
en la que se pone en juego poder; relación categoría eminentemente política que im-
que se devela históricamente en las prác- plica pensar a los NNyA en su capacidad
ticas (discursivas o no) y en las luchas que
117

de acción, como actores sociales y pro- pasado, un presente y un futuro por cons-
ductores de cultura. Esta perspectiva in- truir. (Salviolo, 2013, p.11)
troduce la pregunta por lo que pueden y no
pueden hacer los más chicos, en función
de su madurez y desarrollo, para impactar
Los medios de comunicación
en la construcción del mundo.
Nuevamente, la respuesta a esta pre- como productores de derechos
gunta gira en torno a los adultos. De ellos
A pesar de las deudas pendientes, se
dependen las condiciones de participa-
puede afirmar que la Convención sí ha lo-
ción que puedan generar para los chicos
grado instalar con éxito la condición de
y chicas no sólo desde el discurso sino
sujetos de derechos de los NNyA, visibi-
más allá de este. La ciudadanía sólo pue-
lizar su falta de cumplimiento y fijar polí-
de pensarse a partir de la experiencia y el
ticas públicas para su promoción y efec-
aprendizaje, como un proceso que acom-
tivización por parte del Estado argentino.
paña el crecimiento de las personas y que
Dicha proclama reconoce en su Artículo
debe ser facilitado y garantizado por las
Nº 17 la importante función que desempe-
instituciones sociales. Para ello es ne-
ñan los medios de comunicación y obliga a
cesario que “los grandes” puedan releer
los Estados a velar para que niños y niñas
la Convención en relación a sus propias
tengan acceso a información y material
prácticas, en pos de visibilizar y acep-
procedente de diversas fuentes nacionales
tar la existencia política de la infancia/
e internacionales. En especial, la informa-
adolescencia.
ción y el material que tenga por finalidad
Como sostiene Salviolo, esa existencia
promover su bienestar social, espiritual
política
y moral, como su salud física y mental.
En este sentido, la Ley de Servicios de
Implica pensar en los niños como por-
tadores de saberes, de necesidades, de Comunicación Audiovisual Nº26.522, pro-
sentimientos, de deseos, de denuncias, mulgada en nuestro país en 2009, recupera
de una visión propia del mundo aunque en sus principios y apartados los derechos
también semejante a la del grupo al que
pertenece. Significa también entender a comunicacionales de los NNyA44
los niños y niñas como seres sociales, par- El Art.17 dispone, particularmen-
ticipantes de otros grupos: su familia, su te, la creación del Consejo Asesor de la
barrio, su grupo de amigos, su ciudad, su
Comunicación Audiovisual y la Infancia.
comunidad. Significa comprender que tie-
nen historia, vivencias, experiencias, un Además, se establecen una serie de
118
Crecer fuera de casa

pautas de protección de la niñez ante En el campo de la comunicación, es


los contenidos que puedan ofenderla o importante destacar que si bien los me-
dañarla (Artículo Nº68) y se refiere a chi- dios no pueden restituir o hacer cumplir
cas, chicos y adolescentes, al establecer derechos por sí mismos, sí pueden cola-
que toda la programación de emisoras de borar en su promoción. Las noticias pue-
radio y televisión debe evitar cualquier den ser herramientas de interés público
forma de discriminación hacia ellos/as que, a la vez, enseñen, promuevan y de-
(Artículo Nº70). Se subraya, también, que fiendan los derechos esenciales de la in-
los licenciatarios deben velar por el cum- fancia y adolescencia. Sin embargo, y en
plimiento de varias leyes e incluye aquí la general, los medios de comunicación sue-
Ley Nº26.061 de Protección Integral de len presentar los temas vinculados con la
Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes niñez y la adolescencia de forma parcial o
(Artículo Nº71). Por último, las definicio- bien excluirlos. Niños y niñas habitan las
nes generales del Artículo Nº 81 sobre noticias desprotegidos desde el acto fun-
emisión de publicidad involucran obvia- dante de la palabra, al ser nombrados, al
mente a la niñez y adolescencia y tienen ser narrados. Los más chicos no son toma-
referencias específicas. dos en cuenta a la hora de hacer aportes a
En la actualidad, en la Argentina, la la sociedad a la que pertenecen, inclusive
nueva legislación en comunicación com- en los temas que más estrechamente les
prende específicamente el campo audio- conciernen.
visual y no incluye a los medios gráficos. De esta manera, un abordaje adecua-
En contrapartida, un sinnúmero de orga- do de la infancia por parte de la prensa re-
nizaciones civiles y estales promueven los quiere comprender que los NNyA ya no son
derechos de los NNyA en la Comunicación destinatarios pasivos de la ayuda de los
para todos sus lenguajes: el Instituto adultos (como consideraba la legislación
Nacional contra la Discriminación, la anterior) sino ciudadanos plenos con de-
Xenofobia y el Racismo (INADI), la RED rechos adquiridos. Esto exige un cambio de
Andi América Latina (Red de Agencias de mirada cultural que informe, eduque y sen-
Noticias para la Infancia), la Asociación sibilice sobre las temáticas de infancia de
Civil Periodismo Social, el Comité forma responsable, asumiendo que la infor-
Argentino de Seguimiento y Aplicación de mación es un bien público y un derecho ne-
la Convención Internacional de Derechos cesario para poder ejercer otros derechos.
del Niño (CASACIDN) y UNICEF, entre Si reconocemos que en el escenario
otras. actual “lo propio de la ciudadanía hoy es
119

hallarse asociada al reconocimiento recí- • El incentivo y promoción de la integridad y


proco, esto es, al derecho de informar y el respeto a la identidad, evitando la trans-
misión de estereotipos, prejuicios y cual-
ser informado, de hablar y ser escucha-
quier otra forma de discriminación, con-
do, imprescindible para poder pensar en tribuyendo a la comprensión social de los
las decisiones que conciernen a lo co- NNyA como sujetos de derecho.
lectivo” (Salviolo, 2013, p. 10), entonces • La producción y difusión de hábitos sa-
el derecho a la comunicación se vuelve ludables, evitando incentivar el consu-
prioritario. mismo, las conductas destructivas y au-
todestructivas en relación a la nutrición
El Consejo Asesor de la Comunicación
y al consumo de sustancias tóxicas y/o
Audiovisual y la Infancia, nombrado an- psicoactivas.
teriormente, ha construido junto a las • El estímulo de la capacidad de analizar
organizaciones sociales e instancias gu- críticamente las representaciones de la
bernamentales que lo conforman, crite- realidad que ofrecen los medios de comu-
rios de calidad para los servicios de co- nicación, propiciando la reflexión.
• El fomento a la creatividad y a las activida-
municación audiovisual destinados a la
des recreativas.
niñez y adolescencia. Dichos consensos • El Impulso a la participación en pos de la
buscan poner a los medios al servicio de construcción de ciudadanía mediante el
la promoción de la legislación vigente, ejercicio de los derechos.
garantizando: • El acceso a la información local, nacional
• La programación de contenidos compa- e internacional adaptada a la comprensión
tibles con los derechos de los NNyA, sus de niñas, niños y adolescentes evitan-
principios y regulaciones. do la morbosidad de escenas violentas y
• La incorporación de la diversidad de la in- crueles.
fancia y adolescencia en sus más amplias • La distinción de audiencias, posibilitando
manifestaciones (cultural, de género, con- establecer grupos etarios a los cuales diri-
textos socioeconómicos, credos, estéti- gir programación específica.
cas, etc.). • La jerarquización de la producción de con-
• La presencia del federalismo, incorporan- tenidos dirigida a los niños, niñas y ado-
do a las pantallas las realidades de las lescentes como una especialidad compleja
diferentes regiones y provincias del país, que requiere reunir los mayores estánda-
impulsando especialmente la producción res en los recursos invertidos.
de contenidos de carácter federal.
Sobre la base de estas consideracio-
• La inclusión de las perspectivas de los
NNyA a través de sus voces y opiniones, nes y en el marco de la Universidad Pública,
propiciando una contribución activa de el Observatorio de Niñez y Adolescencia
ellos/as en la generación de contenidos. de la FACSO considera indispensable
120
Crecer fuera de casa

asumir el compromiso en la promoción y menores y la lista podría seguir. Las ca-


defensa de los derechos de los NNyA en tegorías de infancia y adolescencia son
el marco de la comunicación. Esto, desde construcciones históricas, nunca uni-
la convicción de que aumentar y mejorar versales ni homogéneas, que se hacen
el tratamiento periodístico en la temática cuerpo en nuestra sociedad a través de
incide en la construcción de una realidad determinadas representaciones. Dichos
“más positiva”, justa y alentadora para la imaginarios, que los medios de comuni-
infancia y adolescencia. cación refuerzan o ratifican por acción
u omisión, indican diferentes formas en
que los NNyA habitan el mundo. O mejor
Infancia y discursos. De niños y dicho, la manera en que los adultos deja-
“menores” mos habitarlo.
En tanto creadores de agenda pública
Tu hijo podría ser un menor, consultá a
y conformadores de opinión, los modos
un especialista, igual pa’ que saques tu
en que los medios hablan de los chicos y
conclusión, te damos algunas pistas.
chicas aportan a la construcción de una
Los que piden un triciclo para reyes
mirada particular en torno a ellos. No obs-
¿Qué son? son los niños. Los que piden
tante, los medios no sólo producen dis-
una moneda en la calle ¿Qué son? son
cursos que construyen realidad sino que,
menores. Los que juegan con juguetes
además, refuerzan la circulación de esos
de colores ¿Qué son? son los niños. Los
y otros discursos generados por otros ac-
que hacen malabares con limones ¿Qué
tores sociales. Por medio de dicho proce-
son? son menores. Los que luego de la
so se construyen los sentidos hegemóni-
escuela hacen deporte ¿Qué son? son
cos que le otorgamos a la realidad, con los
los niños. Los que juegan con las bar-
cuales interpretamos el mundo.
bies en vez de al fútbol ¿Qué son? me-
La teoría del discurso social considera
dios raros… ¿Entonces? ¡Son menores!
que las ideas y los discursos son hechos
¿Niños o Menores? Murga uruguaya
sociales e históricos. Esto significa que no
“La Mojigata”.
se puede tener cualquier creencia y opi-
nión en cualquier momento y en cualquier
Niños, niñas, estudiantes, jóvenes, in-
cultura. En cada época reina una hegemo-
genuos, pibas, consumidores, incomple-
nía de lo pensable y una serie de reglas
tos, traviesos, desprotegidos, sospecho-
que establecen modos legítimos de na-
sos, delincuentes precoces, inadaptados,
rrar, que marcan los límites históricos de
121

lo decible. Para Angenot (2010) el discurso biografías y subjetividades de los NNyA


es un vector de fuerzas sociales, que en el posibilitando o por el contrario coartan-
plano de la observación se identifica por do –por lo menos en primera instancia– la
la aparición de regularidades, de previsi- efectivización de sus derechos.
bilidades y recurrencias en el orden de lo Generalmente ausentes, mostrados
discursivo. Esto implica que algunas for- parcialmente o representados como agen-
mas de generar significados son dominan- tes o víctimas de violencia, en los medios
tes o mayoritarias en un particular orden de comunicación nacionales circulan dos
del discurso, llegando a convertirse en infancias: una carente, pobre y peligro-
parte del sentido común legitimador que sa, que se articula discursivamente con
sustenta las relaciones de dominación de la “minoridad” y la Doctrina de Situación
una sociedad. Irregular. Y otra que remite a la niñez “le-
¿Cómo pensar, entonces, la rela- gítima”, la del “hijo”, los alumnos, el de-
ción entre infancia y discursos? Según portista, el “niño”.
Gabriela Diker: En este sentido, se podría afirmar
que sólo la inmadurez biológica es uni-
Infancia es el conjunto de intervenciones versal, en tanto la infancia es una cons-
institucionales que, actuando sobre el niño
“real” (…), sobre las familias y sobre las tante sociocultural que varía en razón de
instituciones de la infancia, producen lo distintos grupos sociales y de los diversos
que cada sociedad llama niño. De modo contextos histórico-temporales. Las dis-
que el niño no es ni el cuerpo biológico ni,
tintas significaciones de infancia son le-
en sentido estricto, la infancia: es más bien
un efecto de la infancia, la superficie en la gitimadas en diversos campos de saberes
que la infancia, en tanto objeto discursivo, –pediatría, psicología, pedagogía y otros–
ha inscripto sus operaciones. (Diker, 2013, que constituyen la idea de “normalidad” a
p.11)
partir de la cual se establecen jerarquías
entre grupos diferenciados.
Para Llobet, si la categoría infancia
Siguiendo esta hipótesis, si la infan-
surge con la familia, su fragmentación en
cia es un cúmulo de intervenciones sobre
categorías jerárquicamente diferenciadas
el niño, un objeto discursivo, entonces el
es producto de la lógica estatal que re-
lenguaje que utilizamos para nombrarlo
quiere de la:
no da lo mismo. No es inocente sino ideo-
lógico. Actúa creando sentidos en la so- clasificación de distintos tipos de niños
ciedad y esos sentidos calan hondo en las para su interpelación por dispositivos
122
Crecer fuera de casa

jurídicos institucionales específicos: hijo, Como sostienen los autores, el térmi-


alumno, menor, niño trabajador, constitu- no evoca muchas acciones que la palabra
yen ante todo categorías de intervención
diferenciada, tienen puertas de entrada niño jamás evocaría. Para los NNyA ser
y zonas de visibilidad e invisibilidad dife- “menor” implica experimentar los signifi-
rentes para la institucionalidad estatal. cados que la palabra conlleva: vivenciar el
(Llobet, 2013, p.20)
abandono familiar, la desafiliación social
o la asistencia del Estado.

Construcción mediática
De esta manera, “menor” no era una
categoría de clasificación antes de su ins-
cripción en la lógica del Estado moderno. sobre adolescentes
Según la Doctrina de Situación
Irregular, sancionada a principios del Siglo
en situación
XX, “ser menor” implicaba estar limitado o de vulnerabilidad social
“no ser capaz de”, por consiguiente, “ob-
jeto de tutela” del Estado, sin posesión de Categorías preliminares
derechos.
Qué representaciones construye la
Desde la perspectiva del discurso
sociedad sobre los NNyA en situación de
social, el término “menor” sería un claro
vulnerabilidad social y sobre todo qué rol
ejemplo de cómo puede variar el signifi-
juegan aquí los medios de comunicación,
cado de una palabra bajo una determi-
constituyen el nudo del presente capítu-
nada hegemonía de lo pensable y lo de-
lo. Según Salviolo (2013), cuatro tipos de
cible. Para Costa y Galgliano (2000), ser
representaciones hegemónicas suelen
“menor” implica por definición social un
habitar los medios: el “niño como pro-
ser desvinculado de sus lazos familiares
yecto”, el “niño consumidor”, “la mirada
primarios, que necesita de la fuerza del
compasiva” y su contracara, la del “con-
Estado para re vincularse. Cuando se uti-
trol social”.
liza la palabra “menor” en lugar de niño,
La primera concepción, del “niño como
niña o adolescente, el adjetivo aparece
proyecto”, remite a la idea moderna de la
enfatizado por el adulto o institución que
infancia como un momento de tránsito y
la nombra. Siguiendo esta idea, “menor”
preparación hacia la adultez. Abundan
sobrevive a las prácticas sociales como un
aquí frases como: “Hay que cuidarlos por-
término residual, que la mirada conserva-
que son el futuro” o “Cuando sean gran-
dora se resiste a sepultar.
des”, que coartan la posibilidad de pensar
123

a los NNyA como sujetos de derecho hoy,


en su presente. Esta mirada termina por ¿Qué dicen los diarios de
definir a los chicos y chicas por lo que “de- Olavarría y de la región sobre
ben” llegar a ser en función de lo que una
determinada sociedad demande. La es- la infancia y adolescencia?
cuela es sin dudas la institución moderna Durante el período comprendido en-
más representativa de esta idea. tre los meses de marzo y mayo de 2012 y
La mirada del “niño consumidor”, re- 2013, el Observatorio sobre los Derechos
fiere a su existencia como “consumidor de los Niños, Niñas y Adolescentes mo-
autónomo” con deseos que impactan en nitoreó diariamente la versión digital de
la toma de decisiones de consumo de su cuatro medios gráficos pertenecientes a
familia. Las publicidades, las vidrieras y el la región Centro de la Provincia de Buenos
packaging de los productos ya no aluden a Aires. El objetivo general del trabajo fue
la madre o al padre como decisores de las analizar el tratamiento periodístico de las
compras sino a “pequeños clientes” con coberturas sobre niñez y adolescencia, en
autonomía. el marco de la legislación nacional e inter-
La “mirada compasiva” y su contraca- nacional vigente en la materia.
ra, la del “control social”, son las que más La muestra se construyó de manera
nos interesan a efectos de nuestro tema. compuesta y aleatoria y abarcó un total de
La “compasión” abunda en los medios de 424 notas publicadas por cuatro medios:
comunicación, que suelen mostrar de ma- diario El ECO, de Tandil, diario El Tiempo,
nera sensacionalista la extrema pobreza, de Azul, el portal digital Infoeme y el diario
los casos de abuso y de explotación de los El Popular, ambos de Olavarría. Los cua-
NNyA. Según Salviolo, cuando la mirada tro se encuentran entre los medios digi-
compasiva falla, emerge su revés: la mi- tales más visitados por sus respectivas
rada del “control social” como eco de los comunidades.
discursos de seguridad. Esta convierte a El trabajo consistió en el análisis de
niños en riesgo en niños potencialmente temas y subtemas prioritarios selecciona-
peligrosos. Se refuerza así la siguiente dos por los medios para construir y difun-
idea: si los niños pobres son propensos a dir información vinculada con los NNyA;
convertirse en delincuentes, en lugar de la utilización de fuentes; los géneros pe-
protegerlos, lo que debo hacer como ciu- riodísticos empleados y la profundidad
dadano es protegerme de ellos. en el tratamiento; y el modo en que las
124
Crecer fuera de casa

coberturas contribuyeron a la promoción información poco contextualizada que no


y defensa de los derechos o, por el contra- complejizan ni analizan la realidad.
rio, a la amenaza u omisión de estos (uti- Del trabajo producido por el
lización de términos peyorativos, espec- Observatorio, se desprende que los temas
tacularización, tratamiento de imágenes, prioritarios con que los NNyA son repre-
privacidad, entre otros). sentados son: educación (25,88%), de-
La metodología utilizada fue la crea- portes (25%) y violencias (13,60%).
da por la Red ANDI de América Latina Si bien resulta alentador que temas
(Agencia de Noticias por los Derechos de como educación y deportes estén por en-
la Infancia) y empleada también por la cima de violencias, en ambos casos y en
Asociación Civil Periodismo Social, en su general, el encuadre periodístico no se
capítulo Infancia. Esta técnica fue origi- realiza desde una perspectiva de dere-
nalmente desarrollada por ANDI Brasil, la chos, no se profundizan las coberturas y
cual viene realizando monitoreo de me- no hay incorporación de la voz de los chi-
dios gráficos en la temática desde el año cos y las chicas.
1996. Pero lo más preocupante resulta del
Según los informes 2012 y 2013 del tratamiento periodístico del tercer tema
Observatorio, la prensa de la región centro en orden de prioridad: violencias, aspecto
de la Provincia de Buenos Aires da cuenta con el cual los medios más identifican a
de una agenda demasiado concentrada los niños, niñas y adolescentes en situa-
en determinados temas, con contenidos ción de vulnerabilidad social.
poco profundos y escasos de fuentes ci- En los medios de Olavarría y la región,
tadas o identificadas, que atentan con- según el informe 2013 del Observatorio,
tra la calidad periodística en la temática, los distintos tipos de violencias se rela-
construyendo una imagen sesgada de los cionaron mayoritariamente con tres te-
niños y las niñas. máticas: el delito contra la propiedad
En muchos casos, el “minuto a mi- (62,5 %), en el cual los adolescentes son
nuto” de la noticia y el tratamiento de la representados tanto como agentes de vio-
información como una mercancía, como lencia (68,75 %) como víctimas (59,38 %);
requerimiento de los medios, conspiran casos de violencia de género (15,63 %) y
contra la labor periodística. La inmedia- episodios de violencia que involucraron a
tez que requieren los jefes de redacción grupos de jóvenes (9,38 %). Por lo gene-
y también los nuevos lectores digitales ral, las coberturas del tema consistieron
terminan por incentivar textos breves, con en noticias ampliadas, que informaron
125

y algunas veces explicaron los aconte- pañuelo es islámico o islamista? ¿Y si se


cimientos, pero que en la mayoría de las tratara de un mal vestido, sin más? Se me
situaciones no complejizaron ni contex- ocurre que tengo ganas de retomar cada
tualizaron más allá de casos particulares. palabra de los presentadores que a me-
Más de la mitad de las noticias que nudo hablan a la ligera, sin tener la me-
vincularon a la adolescencia con distintas nor idea de la dificultad y la gravedad de
formas de violencias representaron a los lo que evocan ni de las responsabilidades
jóvenes como un “problema”, utilizaron que favorecen evocándolas, ante millones
estereotipos (59,38 %) y omitieron dere- de telespectadores, sin comprenderlos
chos (53,13 %). En general, se utilizó el y sin entender que ellos no los compren-
término menor para aludir a la delincuen- den. Porque estas palabras hacen cosas,
cia y se brindaron datos que vulneran la crean fantasmas, temores, fobias o, sim-
privacidad y dignidad de los niños, niñas y plemente, representaciones falsas (…).
adolescentes y sus familias. (Bourdieu, 1996)
La mayoría de las notas mencionan

Noticias en foco
información innecesaria, estigmatizan el
entorno cercano a las víctimas (barrio),
utilizan términos peyorativos y espec- A continuación, se presenta una se-
tacularizan el relato. Como dato signifi- lección de fragmentos de noticias, algunas
cativo se destaca un importante uso de de manera completa, que han constituido el
términos despectivos para referirse a los corpus de análisis del Observatorio durante
adolescentes relacionados con episodios 2012 y 2013. Las notas ejemplifican las re-
de violencias: “inadaptados”, “delincuen- presentaciones de infancia y adolescencia
tes”, “adolescentes que tienen en vilo a problematizadas anteriormente. Se desta-
la comunidad”, “bando”, “sospechoso”, can ciertas regularidades, en términos de
“malvivientes”, entre otros. Angenot (2010), que hacen al tratamiento
“Nombrar, ya se sabe, es hacer ver, es periodístico de los NNyA en situación de
crear, llevar a la existencia”, afirmó Pierre vulnerabilidad social, vinculados a distintas
Bourdieu en una conferencia en 1996, formas de violencias. En general, los chi-
alertando sobre la irresponsable utiliza- cos y chicas aparecen representados tanto
ción de términos que utilizaban los me- como víctimas como victimarios, aludiendo
dios de comunicación. En sus palabras: a la “mirada compasiva” y su contracara, la
Y las palabras pueden causar es- del “control social”, que respectivamente
tragos: islam, islamista, islámico - ¿el propone Salviolo (2013).
126
Crecer fuera de casa

Noticia N° 1
Los investigadores iniciaron una serie de averigua-
ciones que desembocaron en cuatro allanamientos
realizados ayer por la tarde en Sarmiento 3518,
Mitre 3646 y 3642, y Deán Funes al 4200.
En uno de esos domicilios se secuestró una mochila
con una calculadora y los guantes, siendo identifi-
cados Rodrigo Alejandro Rosas, de 20 años; quien
estaba acompañado por tres menores de edad.
Rosas fue trasladado a la comisaría Segunda para
ser notificado sobre el inicio de las actuaciones.
Paralelamente, los hombres de la misma seccio-
nal allanaron dos casas situadas en Saavedra 725 y
Berutti 3700 a raíz de una denuncia radicada por
un adolescente de 17 años a quien el martes a las
siete de la tarde interceptaron dos ladrones en una
moto en Berutti y Del Valle.
Tras intimidarlo con un arma blanca, los desco-
nocidos le sustrajeron un teléfono celular Nokia y
un MP4. Pero cuando los motociclistas intentaban
alejarse de la zona policías que iban en un patru-
llero, que habían sido advertidos sobre el robo y
contaban con los datos de la patente de la moto,
localizaron el vehículo e iniciaron una persecución
que terminaría cuando los ladrones abandonaron
el rodado y escaparon corriendo.
Hubo una serie de allanamientos por dos robos que ocurrieron en las Ayer se pidieron órdenes de allanamiento para dos
últimas horas. En ambos casos las víctimas tenían 17 años. Hay varias domicilios, uno de ellos ubicado en Saavedra 725,
personas identificadas como sospechosas de la autoría de los asaltos. donde fueron identificados dos hermanos: Juan
Cinco allanamientos se realizaron ayer por la tarde en diversos pun- José y Miguel Angel Montero, de 18 y 24 años,
tos de la ciudad, en el marco de la investigación de dos asaltos que respectivamente.
en las últimas horas tuvieron como víctima a adolescentes de 17 En el mismo procedimiento fueron secuestradas
años, al cabo de los cuales hubo varias personas identificadas como una réplica de una pistola calibre 22 y un arma de
presuntos autores de los delitos, según informaron fuentes de la co- fabricación casera, en tanto que en la vivienda de
misaría Segunda. En uno de los robos la denuncia fue presentada el la calle Berutti no hubo resultados vinculados con
martes por un estudiante secundario de 17 años que caminaba por la pesquisa.
Urquiza y Rodríguez Peña cuando fue interceptado por dos jóvenes
Por el caso se labraron actuaciones caratuladas
y una chica, quienes lo amenazaron diciéndole “tengo un fierro”
como “robo calificado”, con intervención del fiscal
para intimidarlo y sustraerle una mochila (contenía su billetera con
Martín Pizzolo, titular de la Unidad Funcional de
el DNI; una netbook del programa Conectar - Igualdad, un par de
Instrucción Nº 5 de nuestra ciudad. El Popular.
guantes de microfibra negros y una calculadora Casio) y un buzo.
127

La noticia informa sobre dos robos su- vulnera los derechos de los NNyA a la pri-
fridos por “adolescentes”, pero cometidos vacidad e intimidad, al proporcionar da-
por “menores”. En el primer caso, se utili- tos sobre el domicilio donde se realiza el
za el calificativo de “víctimas”, en el se- allanamiento y presentar una imagen de
gundo de “sospechosos”. La nota ejempli- la vivienda (Artículos N°10 y 22 de la Ley
fica nuevamente las representaciones de de Protección Integral de los Derechos del
las dos infancias/adolescencias. Además, Niño y la Niña).

Noticias Nº 2 y Nº 3
Ayer se reanudó el debate en la Sala de Acuerdos
del Tribunal Criminal 1 que busca determinar la
responsabilidad penal de Juan Gutiérrez, acusado
de abusar sexualmente de una menor en reiteradas
oportunidades hace seis años.
Tal lo informado en ediciones pasadas, la acu-
sación se fundó principalmente en el testimonio
de la víctima, quien a través de la Cámara Gesell,
supo relatar a sus modos y sus formas lo padeci-
do con aquel hombre que era pareja de la amiga
de su madre, con quien compartían el ejercicio de
la prostitución, trabajo por el cual obligaba a que
la niña -en aquel entonces de 7 años- junto a su
hermana menor se quedaran bajo la tutela de esos
extraños.
testimonio de la víctima había resultado contundente a la hora de
El Tribunal retomó el juicio a la espera del testimo- incriminar a quien hoy estaba sentado en el banquillo de los acusa-
nio precisamente de la madre, quien no se la halló dos, era casi la única prueba del hecho ventilado.
en la ciudad por lo que sus dichos, que obraban
en el expediente, el ministerio público pretendió Así, pasaron frente a los jueces el licenciado Adolfo Loreal y la doc-
introducirlos como prueba por lectura, aunque se tora María Luna, quienes oportunamente intervinieron en el caso
topó con la resistencia de la defensa que, esta vez, una vez judicializado y comenzada la instrucción.
tuvo la anuencia de los jueces, quienes finalmente La doctora Luna fue quien revisó a la niña una vez iniciada la causa
resolvieron no incorporarlo. motivada por la denuncia. La pediatra, con detalles que hacen a
Empero, la audiencia dio su curso con dos testi- lo que fue su intervención sobre la niña, ratificó que en efecto la
gos más que a priori habían sido desistidos, pero paciente evidenció que tenía una defloración de larga data, lo que
fueron nuevamente convocados para la ocasión, no hizo más que certificar que la víctima había sido abusada hace
tal vez bajo la especulación de que si bien el tiempo.
128
Crecer fuera de casa

Niña sobria y dolida Aquí su madre ya tenía una amiga de aquel país
Sumamente ilustrativo resultó el testimonio del psicólogo Adolfo que ejercía el mismo oficio, pero estaba en pareja,
Loreal, quien oportunamente como perito judicial entrevistó a la y vivía en la casa de éste, donde residiría también
menor antes y durante la Cámara Gesell. el resto de la familia que aquella amiga trajo de su
país.
El profesional recordó el caso y subrayó que claramente en las en-
trevistas aparecieron indicadores de abusos, ya sea del propio relato En dicha vivienda precisamente sucederían los
de la niña como también indicadores indirectos que devienen de la abusos y aquel hombre, pareja de la amiga de
práctica de distintos test practicados. mamá, sería quien abusaría sexualmente de ella.
Resultó contundente también a la hora de descartar la posibilidad Según la historia de la niña abusada, su madre,
de que la niña haya fabulado, sin notar indicios de que existieran in- cuando salía a trabajar la dejaba al cuidado pre-
tenciones de mentir a la hora de contar aquella aberrante historia en cisamente de estas personas, entonces el hombre
pos de lograr un objetivo determinado, como podía ser alejarse de aprovecharía cuando todos dormían para hacer lo
aquel contexto de promiscuidad que protagonizaba su propia madre, que la niña relató, hasta que un día, tras un año
a quien -según Loreal- la niña no la enrolaba como tal, sino más bien aproximadamente de vivir bajo esa situación, la
la ubicaba en un rol de hermana mayor, sin mayor apego afectivo. madre tomó el remís de siempre para ir a “traba-
jar” y no encontró a sus amigos para dejar a sus
A preguntas de la defensa, el psicólogo también descartó que dicho niñas. El remisero solidariamente se ofreció a cui-
testimonio haya sido influenciado por otras personas, dado que sus darlas hasta tanto cumpliera con su trabajo. Ella
palabras resultaban espontáneas sin visos de un discurso armado, aceptó con gusto, pero el hombre le dijo que pri-
si bien su historia contada siempre tuvo una coherencia casi redun- mero conociera a su esposa para saber con quién
dante, sin mayores cambios a lo largo de cada una de las entrevistas. dejaba a sus niñas, pero poco le importó a ella.
Respecto a la posibilidad de una historia inventada o exagerada, Había que dejarlas con alguien.
Loreal insistió en su percepción, entendiendo que si bien estaba
claro el ambiente de promiscuidad por el cual la víctima vivió, lo De hecho las dejó y dijo que al día siguiente las iba
logrado luego –ahora- es vivir en un ámbito de mayor contención, a buscar. Pasaron cuatro días y recién el matrimo-
nio tuvo noticias de ella. Las niñas estuvieron en
aunque no deja de ser “un premio consuelo”. tanto a cargo del remisero y su esposa.
También los jueces indagaron más sobre las conclusiones del psicó- Ese tiempo alcanzó para que la niña conociera
logo, sobre las que el profesional aludió a una niña “sobria y doli- otra vida, otro ambiente, y expresara su desespera-
da”, quien a través de un lenguaje maduro, sin da necesidad de no volver con su mamá. La madre
fantasías ni exageraciones, contó su pesar con un relato que eviden- sustituta la llevó al Servicio local, donde los profe-
ció un humor apesadumbrado por lo vivido. sionales tomaron nota de la delicada situación y se
Sin más por aportar, llegó el turno de los alegatos, donde fiscal y de- toparon con esa verdad silenciada hasta aquel día:
fensor plasmaron sus argumentos tendientes a dar por acreditados la niña contaría que había sido víctima de abusos
o no las pruebas que el juicio deparó (…). de aquel “tipo”.
Las autoridades oficiales, entonces, dieron inter-
El caso vención a la Justicia junto a aquella mujer que
propició la denuncia y oficiaba de guarda de la
Como oportunamente se informó, el caso se remite a 2006, cuando niña, quien por disposición judicial quedó bajo la
la niña de seis años llegó de su país natal junto a su hermanita de contención de ese matrimonio, sin dejar de tener
apenas cuatro años y su madre, que vino al país escapando de la contacto con la madre que sí se quedó con la otra
miseria y en busca de una mejor oportunidad de vida, trabajando pequeña por decisión de la propia niña.
en la prostitución.
129

La niña evidenciaba timidez y especialmente inco-


modidad frente a los dos hombres que con pacien-
cia buscaban precisiones sobre lo que padeció y la
llevó a estar donde hoy se encuentra. Una entre-
vista que será las veces de testimonio incriminante
para quien está acusado de abusar sexualmente de
ella. Se trató de una Cámara Gesell ventilada en
plena Sala de Acuerdos del Tribunal Criminal 1.
Los dos hombres que le daban la espalda a la cá-
mara oculta, el fiscal Marcelo Fernández y el pe-
rito psicólogo Adolfo Loreal, indagaron a la niña,
que de lenguaje correcto aunque limitado, propio
de la edad a la hora de tener que precisar de lo que
fue víctima.
Habló del “tipo” que la sacaba de su cama y la
llevaba con él para tener sexo cuando ella tenía Aquí su madre ya tenía una amiga de aquel país que ejercía el mismo
apenas seis años. Incluso en la cama donde -según oficio pero estaba en pareja y vivía en la casa de éste, donde residiría
la niña- dormitaba la pareja del hombre. también el resto de la familia que aquella amiga trajo de su país.
Con algunas contrariedades propias de un discurso En dicha vivienda precisamente sucederían los abusos y aquel hom-
espontáneo del que resulta todo un trauma tener bre, pareja de la amiga de mamá, identificado como Juan Gutiérrez,
que rescatar de su memoria lo padecido, más los sería quien abusaría sexualmente de ella. Hoy está imputado de abu-
nervios propios de exponerlo frente a extraños, la so sexual reiterado agravado con acceso carnal.
niña mezclará los dedos de sus manos en un rezo y Según la historia de la niña abusada, su madre, cuando salía a tra-
las apretujará entre sus piernas, juntará sus rodillas bajar la dejaba al cuidado precisamente de estas personas, entonces
y moverá frenéticamente sus pies cual resortes en el hombre aprovecharía cuando todos dormían para hacer lo que la
el piso para así poder soltar su relato, que hablaba niña contaría y ahora se acusa.
de los aberrantes sucesos de tiempo atrás.
Hasta que un día, tras un año aproximadamente de vivir bajo esa
situación, la madre tomó el remís de siempre para ir a “trabajar”
La historia y no encontró a sus amigos para dejar a sus niñas. El remisero
Con la Cámara Gessell dio comienzo la audien- solidariamente se ofreció a cuidarlas hasta tanto cumpliera con su
cia, por la que el Tribunal, integrado por los jue- trabajo. Ella aceptó con gusto, pero el hombre le dijo que primero
ces Pablo Galli, Guillermo Arecha y Gustavo conociera a su esposa para saber con quién dejaba a sus niñas, pero
Echevarría, buscará dictaminar responsabilidades poco le importó a ella. Había que dejarlas con alguien.
penales, no sin antes desentrañar una historia de De hecho las dejó y dijo que al día siguiente las iba a buscar. Pasaron
abusos, pero que viene con una mochila cargada cuatro días y recién el matrimonio tuvo noticias de ella. Las niñas
de desarraigo, maltrato y abandono. estuvieron en tanto a cargo del remisero y su esposa.
Es que la niña llegó a los seis años de su país natal Ese tiempo alcanzó para que la niña conociera otra vida, otro am-
junto a su hermanita de apenas cuatro años y su biente y expresara su desesperada necesidad de no volver con su
madre, que vino al país escapando de la miseria y mamá. La madre sustituta, que atestiguó frente a los jueces y refren-
en busca de una mejor oportunidad de vida, pero dó la historia ya contada en el expediente, la derivó al Servicio local,
trabajando en la prostitución. donde los profesionales tomaron nota de la delicada situación y se
130
Crecer fuera de casa

toparon con esa verdad silenciada hasta aquel día: la niña contaría de la niña ni de la hoy mamá adoptiva dejaron en-
que había sido víctima de abusos de aquel “tipo”. trever algo de esa hipótesis.
Las autoridades oficiales, entonces, dieron intervención a la Justicia Incluso se ventiló con el curso de los interrogato-
junto a aquella mujer que propició la denuncia y oficiaba de guar- rios que la niña supo presenciar cuando su madre
da de la niña, quien por disposición de la Justicia quedó bajo la ejercía la prostitución en la propia casa, con hom-
contención de ese matrimonio, sin dejar de tener contacto con bres y a veces mujeres. Pero también quedaron
la madre que sí se quedó con la otra pequeña por decisión de la despejadas las dudas instaladas sobre alguna in-
propia niña. fluencia de aquellas vivencias a la hora de declarar
lo que declaró la niña.
La defensa Quedaba sólo un testigo. Nada más y nada menos
que la madre de la niña hoy adolescente, quien no
Aquella densa historia, entonces, se ventiló durante el juicio, en el
estaba en el país pero por los dichos de algunos
que no sólo se escuchó el testimonio de la niña, hoy de 16 años,
testigos estaba por regresar.
sino que también desfiló quien hoy es su madre adoptiva y aque-
llas personas que vivían junto al acusado en dicha finca, pero que Si bien el fiscal pidió incorporar por lectura su
ninguna de ellas dijo ver ni escuchar nada sobre aquellos abusos, a testimonio, el defensor se negó, entendiendo que
pesar de que la víctima aseguró haberlos padecido, alguno inclusive era sumamente necesario tenerla en la audiencia
donde ellos dormitaban. para convalidar los dichos que oportunamente se
expuso en la causa. Así, el Tribunal resolvió pasar
La defensa del imputado buscó indagar sobre posibles intenciones
a un cuarto intermedio hasta el miércoles venidero
de la víctima como la de la mujer que hoy la cría en pos de perju-
y esperar por el arribo de la madre. Una vez escu-
dicar a su representado y si en verdad la denuncia no tenía que ver
chado el relato, será el tiempo de los alegatos y el
con sacarla del lado de su madre biológica. Empero, ni los dichos
aguardo del veredicto de los jueces.

Ambas noticias tratan sobre el mismo también su carácter de género, mujer


caso e incluso repiten información. Las “niña”) y se divulga irresponsablemente
notas vulneran la privacidad y dignidad de información aportada por una pediatra a
la niña y su familia, se brinda información la causa judicial: “la paciente evidenció
innecesaria y se estigmatiza utilizando que tenía una defloración de larga data”.
términos peyorativos. La madre es nom- Además, se espectaculariza el relato re-
brada como “inmigrante”, “prostituta” victimizando a la niña con adjetivacio-
y “promiscua”, que dejaba a sus hijas al nes como: “Niña sobria y dolida” o “La
cuidado de unos amigos para ir a “traba- niña mezclará los dedos de sus manos en
jar”. Las comillas acentuando la acción un rezo y las apretujará entre sus pier-
trabajar son del medio. nas, juntará sus rodillas y moverá fre-
En tanto que para referirse a la niña néticamente sus pies cual resortes en el
se utiliza el término “menor” (omitiendo piso para así poder soltar su relato, que
131

hablaba de los aberrantes sucesos de ¿De qué infancia(s) es “efecto” entonces


tiempo atrás”. esta niña?, ¿Quién la protege de la lectura
En suma, las noticias refuerzan sobre que ella misma pueda realizar de este tex-
esta niña la representación de qué “tipo to, en el cual el principal diario de su ciu-
de niña es”: pobre, en riesgo, hija de inmi- dad narra su historia –o mejor dicho “una
grante ilegal, hija de una prostituta, hija de historia”– vulnerando sus derechos desde
una madre que deja a sus hijas al cuidado el acto fundante de la palabra?
de cualquiera. Podríamos preguntarnos:

Noticias Nº 4 y Nº 5

La identificación de ocho personas en el barrio


Lourdes y sus trasladados a la comisaría Primera, por
haberse encontrado marihuana en su poder, derivaron
en incidentes cuando vecinos de la zona arrojaron pe-
dradas contra efectivos y patrulleros que se encontra-
ban en medio del procedimiento, según informaron
anoche fuentes de la dependencia policiales.
Minutos antes de las seis de la tarde de ayer un
móvil que se encontraba en Fassina y calle 19 se
detuvo y sus ocupantes descendieron para identi-
ficar a un grupo de personas que se encontraba en
la plaza ubicada en el corazón del barrio Lourdes.
Sin embargo, cuando se intentó requisar a los
jóvenes se iniciaron una serie de incidentes que
primero tuvieron insultos hacia los uniformados y
posteriormente se tornaron en trompadas y pun-
tapiés arrojados hacia el personal policial.
La intención de frustrar el trasladado a la comisa-
ría de parte de los desconocidos radicó en que en
poder de alguno de ellos se encontró marihuana,
situación que generó la tensión y que derivó en
pedradas arrojadas por algunos vecinos hacia los
policías al ver que ocho personas eran subidas a
los patrulleros que llegaron al lugar como apoyo
de sus compañeros agredidos.
y resistencia a la autoridad e infracción a Ley 23.737”, en las cuales
En principio, las actuaciones que se labraron en la se imputó a los aprehendidos, tras haber sido identificados como
comisaría Primera se caratularon como “atentado Juan Manuel Kisilka, de 19 años; Maximiliano Sebastián Pacheco,
132
Crecer fuera de casa

de 25; Mariano Iván de la Serna, de 19; Juan Marcos Seitz, de Debido a los incidentes que se produjeron en el
20; Gastón Maximiliano Muñoz, de 33; José Luis Cervino, de 29; barrio Lourdes, autoridades policiales dispusieron
Yanina Pacheco, de 23; y una adolescente de 14 años. ayer por la tarde que permaneciera de guardia en
Por la presencia de una menor de edad en el grupo retenido, se dio las inmediaciones de la seccional policial personal
intervención a la Unidad Funcional de Instrucción Nº 17 de Azul, de Infantería, en actitud preventiva.
a cargo de la fiscal Mariela Viceconte.

Un enfrentamiento entre vecinos del barrio


Lourdes y la Policía terminó con siete aprehen-
didos y un amplio despliegue en la Comisaría
Primera.
Según fuentes de la fuerza, el hecho se desató
cuando personal policial se dirigió a la Escuela Nº
6 donde un grupo de vecinos habían iniciado una
fogata afuera del establecimiento. 
Tras intentar disuadirlos de abandonar el lugar, se
trenzaron en un enfrentamiento con la Policía que
derivó en la detención de ocho personas por resis-
tencia a la autoridad. Entre el grupo que fue tras-
ladado a la Comisaría Primera había dos mujeres,
una de ellas era menor de 14 años y fue liberada
horas más tarde.
En tanto, en inmediaciones del destacamento po-
licial se desplegó durante horas un operativo de
seguridad sobre calle Belgrano por temor a ata-
ques de familiares y vecinos de los aprehendidos.

Dos coberturas y un lugar privilegiado en de estos con la Policía, su “aprehensión


la tapa y la portada pusieron el tema en la por resistencia a la autoridad” y el opera-
agenda mediática del 4 de junio de 2013. tivo montado en la Comisaria Primera por
Las crónicas informaron sobre una “foga- “temor a represalias” de los vecinos.
ta” realizada por jóvenes en inmediacio- Las fotografías que acompañaron las
nes de la Escuela Nº6, el “enfrentamiento” notas, muestran a siete policías solitarios
133

en la noche que, portando cascos y escu-


dos, formaban una especie de valla huma- ¿Qué pueden hacer los y
na para proteger la entrada de la delegación
las periodistas para cola-
borar en la construcción
policial. Aunque los vecinos no aparecen
en las fotos, porque nunca estuvieron en el
lugar, la idea que se transmite con el con- de una agenda periodística
más justa y alentadora
junto informativo es que los habitantes del
barrio Lourdes “son violentos”.
En ninguna de las notas publicadas sobre los chicos y chicas?
por los medios locales se explicitan las
Mucho. Por ello es imprescindible
fuentes en las que se basan para cons-
pensar en clave de una política pública co-
truir la noticia, pero los datos dan cuenta
municacional que colabore con la consoli-
de la versión policial como única fuente
dación del nuevo paradigma sobre niñez
legitimada. Los vecinos ni las propias víc-
y adolescencia. Respecto del potencial
timas fueron consultados. “Entre el grupo
transformador que estas medidas pue-
que fue trasladado a la Comisaría Primera
den tener para los NNyA, Valeria Llobet
había dos mujeres, una de ellas era menor
(2013) sostiene que las “políticas para la
de 14 años y fue liberada horas más tar-
infancia” no son meramente efecto de las
de”, se desprende de unas de las noticias.
formas dominantes de concebir la con-
Si bien se aclara que “por la presencia de
dición infantil y adolescente. “En efecto,
una menor de edad en el grupo retenido,
también son constructoras de imágenes
se dio intervención a la Unidad Funcional
y discursos sobre los niños, que cobran
de Instrucción Nº 17 de Azul, a cargo de
cuerpo en relaciones intergeneracionales
la fiscal Mariela Viceconte”, no se proble-
y en prácticas institucionales, capaces de
matiza el mal accionar policial que detu-
influir en sus condiciones de existencia”
vo a la adolescente a pesar de que la ley
(Llobet, 2013, p. 9).
lo prohíbe. La Policía no puede trasladar
Como afirma la autora, las categorías
a una menor de 18 años a la sede policial
siempre presentan una distancia respecto
y sólo en caso de ser hallada ‘in fragan-
de la realidad a la que se aplican –la expe-
ti’ en un delito puede dar intervención al
riencia o trayectoria de un niño concreto,
Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil.
para el caso– y esta distancia es “salva-
Esto es una violación a la legislación vi-
da” por las prácticas e interpretaciones
gente en materia de derechos de infancia
de los agentes sociales. Los periodistas
y adolescencia.
134
Crecer fuera de casa

pueden hacer y mucho para “salvar” estas Incluir más de un punto de vista en las
distancias. Para ello, se comparten a con- notas evita plasmar visiones únicas de
tinuación una serie de sugerencias como la realidad, permite que la información
guía para el tratamiento periodístico en gane credibilidad y democratiza el de-
temas de infancia: bate público muchas veces iniciado
1) Realizar coberturas que contemplen en los medios. En general, las notas
los derechos de los NNyA vinculadas a niñez y adolescencia no
Se aconseja que las coberturas perio- emplean fuentes de forma explícita
dísticas presenten a los NNyA como y, cuando lo hacen, las voces suelen
los que realmente son: Niños, Niñas concentrarse en los poderes públicos.
y Adolescentes portadores de dere- En el caso de la infancia, incorporar la
chos, cuya condición está por encima mirada de expertos, el tercer sector o
de cualquier situación particular que su entorno cercano (familias, docen-
les haya tocado atravesar. Situaciones tes, vecinos, etc.) permite comprender
que son siempre contextuales antes mejor las realidades que atraviesan
que individuales (condición penal, po- los niños y niñas. En definitiva, dar voz
breza, agentes o víctimas de violen- a distintos actores relacionados con la
cias, por ejemplo). infancia colabora en la conformación
El respeto por el interés superior de los de una conciencia social más sensi-
NNyA (Art. Nº 3 de la Ley de Protección ble ante los problemas de los chicos y
Integral de los Derechos de las Niñas, chicas.
Niños y Adolescentes Nº26. 061) debe
ser el principio rector desde el cual 3) Colaborar para que los niños y niñas
informar en toda cobertura que los in- expresen sus opiniones
volucre. Según el “interés superior”, Los NNyA son titulares de derechos
cuando exista conflicto entre los dere- que merecen y pueden ser visibili-
chos e intereses de las niñas, niños y zados. Para ello es fundamental que
adolescentes frente a otros derechos e sean protagonistas de sus propias
intereses igualmente legítimos, siem- historias, sobre todo cuando se re-
pre deberán prevalecer los primeros. latan hechos positivos. ¿Quién mejor
que ellos para contar lo que les pasa
2) Considerar diversos puntos de vista en o relatar sus experiencias? Los chi-
las noticias vinculadas a la niñez y la cos y chicas tienen opiniones propias
adolescencia y debemos garantizarles el derecho a
135

expresarse libremente (según lo acon- explicar, contextualizar y denunciar


seja el Art. Nº3 de la Ley de Protección de ser necesario.
Integral de los derechos de los niños,
niñas y adolescentes), sin una mirada 5) Utilizar un lenguaje respetuoso e in-
adultocéntrica que hable por ellos. clusivo de la niñez y la adolescencia
El lenguaje utilizado en una cobertu-
4) Contextualizar y complejizar las pro- ra periodística conlleva responsabili-
blemáticas que atraviesan los niños, dades, en tanto forma valoraciones y
niñas y adolescentes promueve creencias en los lectores.
Cuando un hecho involucre a un NNyA Por ello, se recomienda utilizar un
es necesario ofrecer información que lenguaje inclusivo y respetuoso que
ayude a entender las causas de esa no genere estereotipos ni estigmatice
situación. Ello permite que el público a la niñez y a la adolescencia. Sobre
comprenda la problemática y que no todo cuando los hechos a informar
sea vista como un caso aislado. Para tengan a NNyA como víctimas o agen-
esto es útil aportar datos y estadísti- tes causantes de violencia o explota-
cas, utilizar fuentes confiables, voces ción. Evitar usar términos peyorativos,
autorizadas y citar legislación. Estos heredados de la legislación anterior
elementos aportan calidad a las co- (Sistema de Patronato), que suponía
berturas y ayudan a explicar a los lec- que los NNyA conformaban la “minori-
tores los motivos por los cuales un dad”, generando una imagen punitiva
niño, niña o adolescente llega a una de la infancia.
determinada situación, consecuencia Los niños y niñas no son responsables
de dificultades familiares, del Estado de las situaciones que atraviesan.
y de la sociedad que los antecede. Detrás de estas hay causas socioeco-
El lugar de la infancia es junto a sus nómicas subyacentes de las que son
familias, en la escuela, jugando. Su víctimas (pobreza, abandono, abuso o
única obligación es poder desarro- explotación) que deben ser explicadas
llarse plenamente en un entorno que al lector.
los proteja. Cualquier excepción a
esto (pobreza, trata de personas, de- 6) Realizar coberturas protectoras de la
litos, violencia social, explotación identidad y privacidad de los NNyA
laboral infantil, etc.) constituye una Es una responsabilidad social y legal
problemática que el periodismo debe de los medios y de los/as periodistas
136
Crecer fuera de casa

preservar y proteger la imagen e iden- su voluntad y la de sus padres, cuando


tidad de NNyA en una noticia que pu- se lesionen su dignidad y reputación, o
diera dañar su dignidad y la de sus fa- con injerencias arbitrarias o ilegales en
milias. Para realizar coberturas donde su vida privada o intimidad familiar. Y ello
el derecho a la privacidad no se halle comprende datos del grupo familiar del
vulnerado es importante no difundir: niño, su vivienda, su escuela, su apodo o
nombres o apodos, imágenes que los sobre nombre. En la opción entre informar
tenga como protagonistas, fotogra- y proteger los derechos de los niños, exis-
fías alteradas o de espalda o con ojos te jurisprudencia que marca que entre los
tapados que facilite reconocerlos. dos derechos debe darse prioridad al que
Tampoco datos e imágenes del entor- cuida a la víctima en cuanto a no generar
no que permitan identificarlo (familia, más vulneración de derechos”.
barrio, escuela). Esto es especialmen-

Glosario
te necesario en situaciones que los
presenten involucrados en conflictos
familiares, penales o sociales, cuando Adolescencia: nos referimos a NNyA tal
sean víctimas o agentes de violencia, como los/as menciona y considera la le-
maltrato, abuso o explotación sexual. gislación internacional y nacional, princi-
pios rectores desde los cuales trabaja el
En situaciones positivas o que no aten- Observatorio. En este sentido, cabe acla-
ten contra sus derechos, los niños, niñas rar que no se desconocen los debates y
y adolescentes, autorizados por adultos, controversias que el término “adolescen-
pueden y deben tener visibilidad. Pero es cia” reviste. En general, se ha asociado el
importante diferenciar estos casos con la término al verbo adolecer, que proviene
necesidad de no vincularlos a situaciones de “doleré” (doler) y significa “padecer
que los perjudiquen o expongan a riesgos. alguna enfermedad”. Según Ricardo Soca
Los artículos N°10 y 22 de la Ley de (2012), este verbo no guarda relación con
Protección Integral de los Derechos del el concepto de adolescencia que surge, en
Niño y la Niña explicitan al respecto: “se cambio, del verbo latino adolescere que
prohíbe exponer, difundir o divulgar da- significa “crecer”. En este “crecimiento”
tos, informaciones o imágenes que per- no hay una sola forma de ser adolescen-
mitan identificar a NNyA, directa o in- te, sino que adolescencia remite a una
directamente, en cualquier medio de categoría históricamente construida, que
comunicación o publicación en contra de admite diferentes modos de transitarla
137

según condicionantes como la generación, asegurar su pleno desarrollo en todos los


la clase, el género, entre otros. Asimismo, ámbitos: educación, salud, cultura, re-
la legislación sobre niñez deja en claro que creación, participación, ciudadanía y fa-
el término adolescencia no debería aludir milia. La ley de protección integral (2005),
a la idea de “incompletud” hasta llegar a y las políticas públicas que esta genere,
la adultez, sino que esta etapa de la vida deben garantizar el acceso de los niños,
tiene valor como cualquier otra. niñas y adolescentes a estas, la prioridad
Doctrina de la Situación Irregular: doctri- en la atención y la permanencia en ellas
na jurídica de principios del Siglo XX que a lo largo de todo su crecimiento. Fuente:
consideraba a los niños, niñas y adoles- UNICEF (www.unicef.org./argentina)
centes como objetos de la protección y Periodismo Social: es un Organización
control por parte de los adultos y los ór- No Gubernamental, que nace en el año
ganos del Estado. Esta otorgaba faculta- 2003 como una iniciativa conjunta de or-
des a los jueces para intervenir arbitra- ganizaciones comprometidas con la pro-
riamente en la vida de los chicos sin tener moción de los derechos de las niñas, ni-
en cuenta su voluntad ni la de sus padres. ños y adolescentes. Su tarea es apoyar la
Si bien la nueva ley de Protección Integral consolidación de una cultura periodística
anula este sistema, en la práctica la ma- que fortalezca la visibilidad pública de las
yoría de las veces se siguen implementan- temáticas prioritarias para estos segmen-
do acciones que terminan, como antes, tos poblacionales y que contribuya al de-
con la derivación del niño a un Instituto de sarrollo humano y social, la igualdad y la
Menores alejándolo de su familia, de su equidad.
comunidad y de su ámbito de pertenencia. Vulnerabilidad social: remite al conjunto
Fuente: Periodismo Social (www.periodis- de circunstancias sociales y económicas a
mosocial.org.ar) la que se hallan expuestos algunos grupos
Sistema de Protección Integral: conjunto sociales, y por las cuales se encuentran en
de políticas públicas básicas y universales situación de desventaja a la hora de hacer
que consideran a los niños y adolescen- efectivos sus derechos en condiciones de
tes como sujetos de derechos, dirigidas a igualdad con el resto de las personas.
138
Crecer fuera de casa
139

La situación de niñas, niños


y jóvenes institucionalizados
en la ciudad de Olavarría

Crecer
fuera
de casa
140
Crecer fuera de casa
141

La situación de niñas, niños y


jóvenes institucionalizados en la Capítulo

ciudad de Olavarría 04
Alejandra Capriata
por el Dr. Horacio Sabarots realizará un
Introducción trabajo de investigación focalizado en tres
historias de vida de jóvenes de la ciudad.
Como pediatra y terapeuta familiar
En este libro nos propusimos darles
mi rol me mantuvo próxima a la situación
voz a NNyA, en particular a aquellas/os
de la niñez en Olavarría. Compartiendo
que han transitado parte de sus vidas en
desde diferentes ámbitos (salud, edu-
distintas instituciones tutelares de nues-
cación, Dirección de Niñez del gobierno
tra ciudad. La importancia del problema
municipal, espacios comunitarios, etc.),
y las consecuencias que tiene en la vida
el recorrido de niñas, niños y adolescen-
de muchos/as niños y niñas merece que el
tes (en adelante NNyA), he aprendido a
tema ocupe un lugar más importante en la
garantizar el derecho de estos a ser es-
agenda de políticas públicas de infancia,
cuchados, y a tomar decisiones acerca
elemento fundamental a la hora de propo-
de sus vidas.
ner el diseño y desarrollo de políticas so-
La idea de este libro nació en el año
ciales en nuestro ámbito.
2012, a partir de la experiencia de la
Desde organismos nacionales como
Agencia de Noticias de Niñez, ZUM. En
CoFeNAF (Consejo Federal de Niñez,
ese contexto, logramos realizar este pro-
Adolescencia y Familia), SENNAF
yecto junto a la Secretaría de Extensión
(Secretaría de Niñez, Adolescencia y
de la FACSO-UNICEN y el equipo de tra-
Familia del Ministerio de Desarrollo Social
bajo de la Senadora Provincial María
de la Nación) y Unicef Argentina, se realizó
Isabel Gainza. Con ese objetivo, en el
en el año 2011 el primer relevamiento de
año 2013 fue firmado un convenio con
la situación de NNyA institucionalizados
el NuRES (Núcleo Regional de Estudios
en nuestro país. Desde ese año y hasta el
Socioculturales) para que el grupo dirigido
142
Crecer fuera de casa

2014 –cuando se realiza nuevamente el • Inclusión de la niña, niño, adoles-


relevamiento, a la luz de las conclusiones cente y la familia en programas des-
tinados al fortalecimiento y apoyo
obtenidas y en el marco de las políticas
familiar………………………………..……..20,83%
públicas de fuerte desinstitucionalización
impulsadas– se trabajaron, con cada pro- • Asistencia económica ………….....…..8.33%
vincia y en la CABA, distintas herramien- • Tratamiento médico, psicológico o psiquiá-
tas destinadas a: trico de la niña, niño o adolescente o de al-
1- Profundizar políticas de promoción y guno de sus padres, responsables legales
o representantes………………..………..4,17%
prevención;
2- avanzar en reformas legislativas pro- • Asistencia integral a la embarazada 4,17%
vinciales en materia de derechos de • Solicitud de becas de estudio para jardi-
NNyA; nes maternales. Inclusión y permanencia
3- erradicar prejuicios y estigmatizacio- en programas de apoyo escolar ...........0%
nes en relación al medio familiar de los A la luz de estos datos vale la reflexión
niños; de cómo se realiza la desinstitucionali-
4- avanzar en el diseño de protocolos de zación de los NNyA en nuestro país. En
intervención y definición de estánda- Olavarría, desde la sanción del nuevo
res de calidad de los distintos dispo- marco legal en 2005, con la Ley 26.061
sitivos institucionales, basados en De Protección Integral de los Derechos
pautas comunes que garanticen los de las Niños, Niñas y Adolescentes, y la
derechos de los NNyA que se encuen- Ley Provincial 13.298 De la Promoción
tran transitoriamente institucionali- y Protección Integral de los Derechos
zados (UNICEF, 2014, p. 13). de los Niños, fue necesario reestructu-
En cuanto a los datos de la misma rar el manejo de la institucionalización
fuente sobre niñas, niños y adolescentes de NNyA. En el año 2006 el municipio lo-
sin cuidados parentales en todas las juris- cal adhirió al Sistema de Promoción y
dicciones del país al 31 de marzo de 2014, Protección Integral de Derechos de Niñas,
se consignó la siguiente información: Niños y Adolescentes propuesto desde
el Ministerio de Desarrollo Social de la
• Cuidado de la niña, niño y/o adolescente
en su propio hogar, orientando y apoyando Provincia con la nueva Ley, e instrumen-
a los padres, representantes legales o res- tó la creación de los Servicios Zonales y
ponsables en el cumplimiento de sus obli- Locales y de los Consejos Locales de los
gaciones……………………………………..62,50% Derechos del Niño, que nuclearon a todas
143

las instituciones que, desde diferentes de último recurso, debiendo ser adoptada
espacios, trabajaban con la niñez y la una vez agotadas las instancias previas. En
este entendimiento, la familia y/o los refe-
adolescencia. rentes afectivos de NNyA, son considera-
Fue un cambio radical en el aborda- dos como el lugar privilegiado para el desa-
je y las soluciones implementadas hasta rrollo integral de éstos. Es así que corres-
ponde al Estado desplegar todas aquellas
ese momento. Darles a los niños su lugar
acciones tendientes a lograr la promoción,
como sujeto de derechos, puso en revisión protección y restitución de los derechos de
el paradigma desde donde se ejercían mu- NNyA en sus ámbitos familiares y comuni-
chas prácticas. tarios, a través de políticas públicas uni-
versales y entendiendo a la institucionali-
La evaluación de situaciones de vulne-
zación como la última alternativa. (Informe
rabilidad, autorizó a los Servicios Locales del Ministerio Público Tutelar, 2010)
y Zonales a implementar medidas de
protección, dentro de las que se incluye
la institucionalización de NNyA, bajo la En este libro se pretende compartir las
forma jurídica de protección de persona. vivencias protagonizadas por tres jóvenes
Aquellos/as jóvenes que son considera- en distintas instituciones de protección
dos en situación de abandono o vulnera- de la niñez de Olavarría. Sus relatos per-
bilidad moral y/o material, son retirados/ miten visualizar las prácticas respecto al
as del núcleo familiar y de la comuni- acompañamiento desde las instituciones
dad de origen, para incorporarse –entre en el camino de la subjetivación, resubje-
otras opciones– a Hogares convivencia- tivación y revinculación de estos jóvenes
les de organizaciones gubernamentales con sus familias, y, finalmente, la prepa-
o no gubernamentales conveniados con ración para su externación. Se parte por
el Sistema de Protección y Promoción de entender el proceso subjetivante como:
los Derechos de NNyA de la Provincia de
Buenos Aires, dependiente del Ministerio La subjetivación es el proceso a través del
de Desarrollo Social Provincial. cual el individuo construye una experiencia
única y particular de sí mismo, permanente
y cambiante al mismo tiempo. Es así como
Dicha incorporación implica, para las insti- el individuo se torna un ser subjetivo, es
tuciones, la instauración de todas aquellas decir, con subjetividad. En la infancia tem-
estrategias necesarias para el fortaleci- prana, la subjetivación ocurre a partir de un
miento en NNyA y sus familias. A la luz de otro (cuidador). La función subjetivante es-
la nueva normativa, la institucionalización tablece las coordenadas para que advenga
debe ser considerada como una alterna- el sujeto y está en relación con el manejo de
tiva excepcional, limitada en el tiempo y lo simbólico. Sin una suficiente inscripción
144
Crecer fuera de casa

del entramado simbólico, el sujeto se en- Desde un plano normativo, podemos


cuentra sin herramientas para la participa- mencionar el tratamiento que se le ha dado
ción y el intercambio con los otros, ya que
no logra percibirlos como semejantes. Sin al tema en países como Argentina y Brasil,
un otro que provea cuidados y experiencias quienes han trabajado la problemática
afectivas conjuntas no hay subjetivación desde la promoción de decretos nacio-
(Abraira, 2013, p.18)
nales y provinciales. En la Argentina, por
ejemplo, se han establecido estándares
normativos tales como el de la Provincia de
Muchas veces la infancia desprovista Misiones: el Decreto 1852/ 2010, en su Art
de ese combustible afectivo con el otro, 5°, establece un máximo de 20 niños por
estructura su ser subjetivo disfuncio- Institución. En Brasil, las “Orientaciones
nal y requiere de nuevas oportunidades técnicas para servicios de cuidados para
para lograr la re-subjetivación, la rees- niños y adolescentes. Habilitación y fun-
tructuración de su psiquismo a través de cionamiento. Condiciones” establecen un
“prácticas resubjetivantes”, aquellas in- número máximo de 20 niños por “Abrigo”.
tervenciones que desde los espacios tera- Otras normativas no establecen un nú-
péuticos, en los Hogares convivenciales, mero máximo sino proporciones de cui-
en las escuelas, deberíamos garantizar a dadores, profesionales o educadores por
NNyA. NNyA: por ejemplo, en la reglamentación
Las voces de estas/os jóvenes son una de Chile, un profesional cada 20 o 25 niños
prueba irrefutable de qué cosas se deben y 8 a 10 niños por cuidadora. En la norma-
mejorar, y cómo incluir las prácticas sub- tiva del Perú, un psicólogo, un trabajador
jetivantes en los abordajes de la institu- social, un educador cada 20 niños y en la
cionalización de NNyA. En Olavarría, las franja etaria de 6 a 11 años un cuidador
instituciones de internación clásicas, bajo cada 10 niños.45
la antigua Ley del Patronato, fueron reem- Con la intención de buscar un abordaje
plazadas por programas alternativos, más integral y personalizado, a partir de
entre los que encontramos los “Hogares una observación más eficaz del niño en
Convivenciales”. Estos hogares surgen espacios más reducidos, surgieron dispo-
ante la detección de las carencias y obstá- sitivos alternativos más pequeños, como
culos de los viejos institutos de menores, la supervisión del Estado a través de los
asilos o correccionales con gran cantidad Servicios Local y Zonal en cada departa-
de NNyA, como un intento de mejorar la mento judicial de la Provincia de Buenos
calidad de la institucionalización. Aires. De esta forma, se descentralizó y
145

desjudicializó la intervención social. Cada separados de sus familias por razones


municipio debió comenzar a dar respues- económicas, desde el Poder Ejecutivo
tas a las problemáticas sociales, con sus provincial se demonizó a los Hogares
propios recursos y en colaboración con mostrando una realidad de posibilidad
el Ministerio de Desarrollo Social de la de cuidado y atención familiar que no fue
Provincia, entidad responsable de asignar tal. Esto hizo que el pago de becas para
fondos a los municipios para instrumentar la atención de NNyA fuera discontinuo y
nuevas estrategias de intervención. que el Estado provincial dejara de acom-
Se conformaron así más espacios con- pañar los procesos de las organizaciones
vivenciales según lo dispone la Ley. Los que trabajaban con la niñez, muchas de
Hogares de Convivencia de niñas/os de 5 a las cuales no pudieron sostener el trabajo
12 años, el Hogar de Adolescentes de va- que realizaban.
rones de 12 a 18 años, bajo el manejo del En Olavarría existen alrededor de 60
Municipio, y el acotamiento del Hogar de NNyA sin cuidados parentales y con me-
Niñas (a cargo de una ONG local, con un didas de protección. Dado el índice de po-
máximo de 30 lugares), son parte de esa blación actual la proporción debería ser
reestructuración. Posteriormente, se creó 1 niño/a o adolescente cada 1833 habi-
el Hogar Namasté, a cargo de otra ONG, tantes. A nivel nacional la proporción es 1
para niñas/os pequeños, de 0 a 5 años, cada 1000. En la Argentina hay 9.219 NNyA
que luego pasó a manos del Municipio institucionalizados (una disminución del
(2010). En este contexto, ciertas familias 37% respecto al relevamiento de 2011).
aceptaron ser “familias de transición” El 45,8% son de la Provincia de Buenos
pero no pudieron continuar con su tarea, Aires y el 14,4% de la Ciudad Autónoma de
ante las irregularidades en que incurrió Buenos Aires. Ambas jurisdicciones han
el Estado provincial a la hora de pagar en descendido 42% y 25% respecto al releva-
tiempo y forma las becas para esas niñas/ miento de 2014.46
os, obligándolas a desistir en su tarea. Las principales causas de ingreso a
Los jóvenes que nos han relatado sus instituciones de tipo tutelar son el mal-
experiencias han vivido en diferentes eta- trato, abandono, la negligencia fami-
pas de sus vidas en algunas de las insti- liar, violencia, y el abuso sexual en las/
tuciones mencionadas, lo que nos permi- los más pequeñas/os. A pesar de ello, en
tió poner en evidencia la forma de trabajo gran cantidad de situaciones el Estado
de tales entidades estatales. Al legislar Provincial no cuenta con lugares apro-
expresamente que NNyA no pueden ser piados para el cuidado de NNyA, quienes
146
Crecer fuera de casa

deben permanecer con sus victimarios. derechos a través de la vinculación fami-


Las conductas disruptivas y violentas y el liar, la adopción, con la mirada puesta en
consumo de sustancias psicotrópicas en que en un futuro arriben a un proyecto de
las/los adolescentes, también presentan vida autónomo.
un desafío a la hora de intervenir, ya que Se trata de ver cómo se institucionaliza,
son escasas –y muchas veces inapropia- en qué casos, con qué argumentos y luego
das– las instituciones, tanto provinciales analizar cómo funciona cada lugar de aloja-
como locales, donde poder contener a es- miento, cuántos profesionales lo integran,
tos jóvenes. cuántos chicos se alojan allí y, sobre todo,
Uno de los jóvenes protagonistas de cómo trabajan y en pos de qué objetivo.
este libro, vivió a los 15 años una expe- Con relación a los tiempos de per-
riencia calificada como “aterradora”: la manencia y las distintas modalidades de
derivación a una institución cerrada, con alojamiento de los NNyA, es válido de-
privación de su libertad, donde tuvo como cir que el acogimiento familiar (o fami-
compañeros a jóvenes que habían come- lias de tránsito) en sus distintas formas,
tido delitos graves (homicidio y violación). no ha sido una práctica que en Olavarría
Esta derivación se debió al hecho de haber haya colmado las expectativas. En varias
cometido hurtos reiterados y por alto nivel oportunidades se ha abierto una lista para
de consumo de drogas. La razón de esta que familias con intenciones de cuidar de
derivación fue que no se lo pudo contener NNyA, pudieran anotarse, pero ninguna
ni abordar sus dificultades en las institu- respondió a la convocatoria, tal vez por
ciones regionales donde se lo institucio- miedo a las responsabilidades que impli-
nalizó inicialmente. ca, el pago insuficiente de las becas y/o
En este sentido, es preciso remarcar por otro lado la inseguridad de no saber si
la necesidad de que el Estado provea y fo- el Estado los va a acompañar en la tarea.
mente que sus instituciones relativas a la El acogimiento familiar tiene como ob-
niñez adquieran nuevas y mejores condi- jetivo primordial proporcionar a NNyA una
ciones, tanto en términos de recursos hu- atención familiar sustituta o complemen-
manos como materiales, pero ya no para taria a la de su propia familia durante un
utilizarlas como espacios de “internación” período de tiempo determinado, cuando
compulsiva, sino como recursos disponi- esta no puede hacerlo. Es más un recur-
bles, devenidos en “lugares” respetuosos so social que legal y entre las medidas
para el alojamiento y cuidado temporario de protección es la que produce menos
de los NNyA hasta tanto se restituyan sus cambios. Es siempre una medida temporal
147

abierta a tres soluciones: la reinserción “sustitución de una familia deseable” en


del niño en su propia familia, la adopción la crianza de los niños y adolescentes y su
en caso de no ser posible la reinserción del consiguiente subjetivación.
niño/a en su familia biológica y/o la inde-
pendencia en caso de que llegara a ser ma-
yor de edad.
Los efectos de la
El acogimiento familiar es una mo- institucionalización
dalidad de cuidado que requiere de una La institucionalización no es una me-
especial concientización y comunicación dida negativa per se, pero es una práctica
social. No se tiene la práctica social de repudiable cuando se utiliza indiscrimina-
“cuidar” y esta modalidad requiere de damente o cuando se aplica como primera
personas dispuestas a acompañar el pro- y única forma de abordar la situación par-
ceso de crecimiento de una niña o un niño ticular de un niño y su familia.
respetando su subjetividad. Estimular
el acogimiento, trabajar en la capacita- Se hace necesario plasmar, en este senti-
ción de los educadores y cuidadores que do, una distinción fundamental que existe
entre la institucionalización como medida
trabajan en los Hogares, acerca de cómo
compulsiva, acrítica e indiscriminada, y
entender y fortalecer a las familias más otra interpretación posible sobre las insti-
complejas, cuáles son la prácticas resub- tuciones, aquella que indica que son nece-
jetivantes y cómo desde el trabajo diario sarias y deben estar al servicio del sistema
de protección integral, como recursos de
restituir y garantizar derechos, es vital calidad del estado disponibles y de último
para seguir mejorando las oportunidades ratio para restituir los derechos de NNyA.
de muchas/os NNyA de la ciudad. Sin embargo, pese a los esfuerzos que
La propuesta de trabajo desde la se vienen realizando, la institucionaliza-
ción es aún un fenómeno extremadamente
Convención sobre los Derechos del Niño, extendido en nuestro país y en nuestra
ahora plasmada en leyes, ha sido y es aún provincia. (Ministerio de Desarrollo Social,
un enorme desafío que interpela fuer- 2012)
temente a todos los sectores de nuestra
sociedad. Actualmente, la internación en
instituciones de protección es una prácti- En lo que respecta a Olavarría no es-
ca tan cuestionada como frecuente, pues- capamos a esta tendencia. La enverga-
ta en revisión, ya que estas adquieren un dura del problema y las consecuencias
rol estratégico, y serán esas institucio- que esta tiene en la vida de niños y niñas
nes, la instancia donde se escenificará la merecen que el tema ocupe un lugar más
148
Crecer fuera de casa

importante en la agenda de políticas pú- albergan a la infancia de privada. De acuer-


blicas de infancia. do con el autor, convertirse en un niño de
privado implica la pérdida de aspectos de
En la actualidad, pese a la pluralidad la vida en familia, de los cuales, en algún
de programas y nuevas legislaciones, la momento, habría gozado. (De la Iglesia y Di
institucionalización de niños y niñas en Iorio, 2006, p.25)
Hogares de ONG’s, continúa funcionando
como una modalidad privilegiada de inter-
vención. Se parte del supuesto de que la Cabe señalar que los espacios de ins-
mera búsqueda de un hogar alternativo, titucionalización en la modalidad de fun-
vía proceso de judicialización e institu- cionamiento que tienen, provocan efec-
cionalización, significa salvarlos a través tos, huellas imborrables en la subjetividad
de un ambiente relativamente estable de de quienes los transitan.
protección y atención, sin considerar los Tanto M. Foucault (1991) como E.
efectos traumáticos del propio proceso de Goffman (2003) caracterizan una modali-
institucionalización (Di Iorio, 2006). dad de funcionamiento institucional, en el
A su vez, las rupturas largas o frecuen- cual se tornan imposibles las relaciones
tes con un cuidador minan la seguridad de de seguridad y confianza entre los indivi-
un niño. Sin la comunicación verbal de sus duos. Estas instituciones comprimen las
educadores estos niños/as tardan mucho interacciones sociales ajustándolas a un
más en hablar y en socializar. molde necesitado de formas de compor-
tamiento que despiertan la sospecha, la
En el entrecruzamiento de la infancia y la envidia, la rivalidad hostil, la ansiedad, y
psicología jurídica, encontramos los apor- frenan las relaciones sociales, indiferen-
tes de M. Klein (1927; 1934)13, J. Bowlby
(1940)14 y D. Winnicott (1998)15 Los desa- tes a lo que sería el bien común. (De la
rrollos de J. Bowlby, vinculan las influen- Iglesia y Di Iorio, 2006)
cias tempranas del medio ambiente y la
relación con la figura materna al desarrollo Como lo destacan los autores como Bowlby
de conductas disruptivas. En esta misma (1958), Spitz, (1969) y Ainsworth, (1978) la
línea, D. Winnicott (1998), realizó varia- privación del vínculo emocional con una
das teorizaciones -fundamentadas en su figura de apego en la primera infancia pue-
práctica- vinculadas a temáticas de de- de tener efectos duraderos sobre la salud
lincuencia y tendencia antisocial, que se mental y el desarrollo psicológico afectivo
asocian a conceptos tales como de priva- y cognitivo del niño. (…) Plantean que la
ción e influencias del ambiente. Asimismo, mayoría de las variables propias de la insti-
describió y delineó las características de tucionalización que ejercen efectos negati-
la práctica en aquellas instituciones que vos en el desarrollo de los niños, tienen que
149

ver con la carencia de relaciones afectivas, de expresión como la depresión, el aisla-


estables y continuas. Concluyen que la miento y la violencia.
experiencia de institucionalización genera
una serie de factores de riesgo para el de- Los datos obtenidos en las experien-
sarrollo tanto físico, social como psicológi- cias de institucionalización indican que
co. (López, 2014, p. 17) muchos NNyA mostraron un comporta-
miento agresivo como patrón caracte-
rístico en sus interacciones sociales, así
El informe presentado en 2013 por
como una tendencia a ignorar los senti-
la Fundación Justicia y Derecho, el
Observatorio del Sistema Judicial de mientos de los demás, mostrando falta
Uruguay y UNICEF, señala que según la de empatía. Sus índices depresivos están
Organización Mundial de la Salud, la insti- cercanos al riesgo de depresión clínica;
tucionalización tiene un impacto negativo
en la salud y el desarrollo de los niños y
los de ansiedad por arriba del prome-
debe ser sustituida por otras modalidades dio y los de autoestima por debajo de lo
de cuidados de alta calidad. Concluye que normal.
la institucionalización debe ser una medida Esta realidad, en los casos en los que
de último recurso. La permanencia de los
niños en instituciones los perjudica: altera tiene lugar, se debe a las prácticas inade-
su desarrollo y produce daños irreversi- cuadas de los organismos de cuidado de
bles, afecta su desempeño cognitivo y su la niñez, ello –opuesto a lo expresado en
condición física (López y Palummo, 2013,
la Constitución– los invisibiliza y provo-
pp.48). (López, 2014, p. 18)
ca acciones u omisiones que afectan a
la subjetividad, naturalizan el transcurso
del tiempo y desatienden el impacto que
Los NNyA institucionalizados, como
este tiene en la vida de la infancia y la
lo cuentan los jóvenes de las tres histo-
adolescencia.
rias que se presentan en este libro, viven
El grado de afectación, obviamente,
momentos de confusión sobre sí mismos,
está relacionado con la precocidad, du-
respecto a dónde vivieron antes, por qué
ración y calidad de la atención recibida
los separaron de sus familias, por qué sus
en la institución. Esto lleva a la urgente
padres no los ven. El desconocimiento del
necesidad de implementar programas de
pasado y el desconcierto acerca de su fu-
abordajes multidisciplinarios que apor-
turo desencadenan sentimientos de tris-
ten, no sólo tratamiento psicológico in-
teza, inseguridad, odio, temor y les impi-
dividual, como en muchos casos se hace,
de expresar con palabras lo que sienten,
sino el diseño de programas en lo relativo
provocando muchas veces otras formas
a las habilidades sociales, la solución de
150
Crecer fuera de casa

problemas, la reestructuración cognosci- Durante mi experiencia como Directora


tiva y el manejo de la ira. Estos programas de Niñez del Municipio (2007-2008) ob-
requieren tiempo de práctica cotidiana servé la construcción social que tienen
para que se desarrollen bien y puedan las personas ante las situaciones de vul-
llegar a formar parte del repertorio con- neración de derechos de NNyA. La insti-
ductual del niño, teniendo un efecto sobre tucionalización era la solución frecuente-
otras variables como depresión y ansie- mente propuesta, y pocos se planteaban
dad. Se debería incluir un programa de in- cómo eso podría impactar en la vida de
tervención que atienda la relación de cui- un niño/a, su familia y el efecto a futu-
dadores y niñas/os, para proveer a estos ro. Comunmente, se apela a la solución:
de mayores oportunidades de desarrollo “ponela/lo en un Hogar, sacalas/os de
psicológico y social. esa familia que no puede criarlos porque
Autores como Lecannelier y Hoffmann son pobres y sin educación”, cuando las/
(2007) afirman que en una institución los os niñas/os están en dificultades, que el
niños son cuidados por diferentes edu- Estado se haga cargo, sin poder construir
cadoras, que no siempre poseen la sensi- alternativas como sociedad respecto de
bilidad necesaria para poder representar la contención y acompañamiento comuni-
una figura de apego para los niños. La alta tarios, etc.
rotación de personal y las lógicas insti- La falta de información y de capa-
tucionales muchas veces no propician citación del personal de los diferentes
un clima favorable para que esto suceda. Hogares que estaban bajo mi supervisión,
(Pazminño y Reinoso, 2015) era uno de los principales obstáculos para
Según el psicólogo uruguayo D. López, mejorar la calidad de atención de las/os
tal proceso supone que: niñas/os. Los educadores que pasaban
gran parte del día a cargo de NNyA gene-
Para evaluar las consecuencias de la insti- raban intervenciones desde las más va-
tucionalización en niños, hay que tener en
riadas construcciones personales, poco
cuenta diferentes variables:
-Tiempo de institucionalización y edad con profesionales, pero con alto grado de
la cual ingresa el niño. compromiso, lo cual les generaba un gran
- Recursos físicos del centro. desgaste emocional.
- Calidad de cuidado de las cuidadoras.
- Cantidad de cuidadoras en proporción a Trabajar con NNyA tan vulnerables sin
los niños. (López, 2014, p. 17) un marco teórico –normativo claro y sin
capacitación práctica– ocasiona una gran
angustia en los educadores y conductas
151

inapropiadas en el manejo institucional. objetivos de las medidas de protección y


De allí que se requiera personal capacita- específicamente las que implican la per-
manencia del niño en una institución de
do y espacios de revisión de las prácticas protección y cuidado” (UNICEF, 2013)
institucionales como modo de cuidar al
que cuida. Capacitarlos y fortalecerlos fue
la tarea y sigue siendo. Como toda comunidad del interior de
la provincia, Olavarría no escapa a las di-
Institucionalización y/o ficultades de implementar programas de

fortalecimiento familiar fortalecimiento familiar, desde lo econó-


mico y lo institucional. Pero a lo largo de 20
El debate sobre la internación gira años se han ido generando numerosos es-
en torno a dos posiciones centrales: una pacios como los Centros de día, Jardines
primera, basada en los principios de la maternales, Callejeadas, Salas municipa-
Convención sobre los Derechos del Niño les de atención primaria de salud, Centros
(CDN), que sostiene que la internación de Educativos Complementarios y Patios
un niño es la última medida a adoptar. Y, Abiertos. Desde el área de Educación se
por otro lado, una segunda posición, –más han generado programas para jóvenes
silenciosa, menos expuesta a la opinión como el “Engancharte” y “Envión” que han
pública– que justifica la internación de tenido como objetivo el acercamiento a
niños en la escasez de recursos comuni- las familias más vulnerables de la ciudad.
tarios para trabajar con la familia. Ambos Por medio de estos se han instrumenta-
enfoques se nutren en un debate previo: do innumerables estrategias de promo-
el de la “protección integral” contrario a ción social. Estas estrategias han dado
la doctrina de la “situación irregular”. El resultados muy dispares. Se observa, por
avance de la concepción de la protección ejemplo, que aquellas familias de mayor
integral sin duda ha contribuido a instalar vulnerabilidad precisan acciones más de-
el tema de la niñez en la agenda pública, y finidas, más costosas y que persistan en
a consolidar una nueva mirada en los te- el tiempo o de lo contrario, sus efectos se
mas de infancia (Ponce, 2002). desvanecen.
Sigue siendo la decisión política la he-
La excepcionalidad de la separación del rramienta fundamental a la hora de asig-
niño respecto de su familia tiene conse- nar recursos a proyectos basados en diag-
cuencias en lo que refiere a la necesidad de nósticos precisos de la situación social y
implementar políticas de fortalecimiento
familiar, así como en la definición de los comunitaria de una comunidad.
152
Crecer fuera de casa

el abuso de autoridad, que conduce a más


¿Cómo cambiar este abuso sobre NNyA, el abordaje de los tras-
paradigma que muchos tornos de conducta exclusivamente a través

actores sociales tienen


de la medicalización, la crueldad, la violen-
cia física, la desprotección, la indiferencia y
en Desarrollo Social, el desarraigo.

en la Justicia, en Salud,
Como afirma Donzelot (1998), el saber
criminológico examina, detecta en el pa-
Educación y en los mismos sado de los delincuentes menores la orga-

Hogares? nización de su familia, los signos que tie-


nen en común, los pródromos de sus malas
Pareciera que instalar una “revolución acciones. Gracias a eso puede establecer-
copernicana” a nivel de las prácticas ins- se el retrato tipo del futuro, ese niño/a en
titucionales sobre la infancia implica un peligro de convertirse en peligroso. Sobre
proceso extremadamente lento, que con- él se crean entonces una infraestructura
tiene una amplia zona de grises, en la que de prevención, una acción educativa que
conviven paradigmas, prácticas y repre- oportunamente pueda retenerles antes
sentaciones antagónicas. (Ponce, 2002) del delito. Debería ser objeto de interven-
Como relatan las/os jóvenes que han ción, y al mismo tiempo, objeto de saber.
compartido sus experiencias en este li-
bro, las prácticas ofrecidas por las dife- Se estudiará detenidamente el clima fa-
miliar, el contexto social que hace que tal
rentes instituciones son a veces discri-
niño se convierta en un niño vulnerable. En
minatorias, con decisiones de adultos sin ese saber criminológico anida un modelo
palabras, con relaciones que no permitían inicial, el judicial, del que todos los demás
la confianza. Relaciones “frágiles e in- no son más que copias envolventes. La
sustitución de lo educativo por lo judicial
ciertas”, que marcan destinos y la asig- puede también leerse como extensión de
nación de estigmas: “las/os chicas/os de lo judicial, refinamiento de sus métodos,
los Hogares”, “el que estuvo en un insti- ramificación infinita de sus poderes. La in-
tervención del aparato estatal, materializa
tuto”, “el falopero”, el “chorro”, la “puta”,
la protección en la institucionalización y
la “violenta”. dicha protección se cristaliza como control
La hipocresía de las instituciones que sobre la infancia. Lo expuesto permite vi-
deben “cuidar” permiten sin mucha inves- sualizar de qué maneras la infancia se des-
liza entre dos polos: la niñez y la minoridad,
tigación la externación de jóvenes a lugares
coexistiendo de este modo escuelas para
donde se siguen vulnerando sus derechos, niños, institutos para menores y múltiples
153

espacios híbridos que combinan sin dero- las instituciones, tienen sobre el desarro-
gar ambas infancias. (Duschastky, 2000, llo de los niños/as. Vemos a través de los
p. 84)
testimonios de estas/os jóvenes, los efec-
tos negativos de estas prácticas sobre el
Podría decirse que la diferencia entre un desarrollo presente y futuro de la niñez.
niño y un menor estaría dada por lo que ha En algunas instituciones, lejos de prote-
sido denominado como proceso de minori- ger, se vuelven a vulnerar derechos de por
zación, el cual no culmina con la mayoría de
sí ya debilitados.
edad, sino que deja huellas profundas en
quienes lo han transitado. Minorizar no es Fue y es necesario reflexionar sobre:
solamente acogerlo y protegerlo dentro de
las instituciones de la minoridad, sino tam- Las diversas visiones sobre la institucio-
bién suscribir e instalar desde las prácticas nalización y la desinstitucionalización; los
sociales una subjetividad que transite por distintos ideales y prejuicios sobre “la fa-
un surco predestinado. (Duschastky, 2000, milia” y “las familias”; las valoraciones di-
p. 85) versas entre las diferentes modalidades de
atención a los niños, niñas y adolescentes
separados de su medio familiar; las rela-
ciones aún tensas entre las autoridades
Como bien señalan De la Iglesia y Di administrativas y las judiciales; la lógica
Iorio (2006), las palabras menor o niño, de funcionamiento de las organizaciones
no gubernamentales, que con el apoyo fi-
autorizan y legitiman prácticas sociales
nanciero del estado nacional, municipales
diversas y excluyentes. o provinciales o netamente privado tienen
El relato de las/los jóvenes protago- a su cargo el cuidado de niños, niñas y ado-
nistas de este libro tensa esta ambigüe- lescentes sin cuidados parentales; entre
otras” (UNICEF, 2012, p. 8)
dad operante en las instituciones, el doble
mensaje, el intento de disciplinamiento, el
currículo oculto (digo esto, pero hago otra
La capacitación de los actores so-
cosa), las prácticas obsoletas y la insu-
ciales, la difusión del nuevo marco le-
ficiente capacitación de los educadores,
gal fueron instrumentos valiosos, pero
marcan el camino hacia donde trabajar.
insuficientes.
Sabemos que hay muchas/os opera-
Creemos que hay que dar a conocer
dores sociales que trabajan denodada-
cuáles son los efectos de la internación
mente garantizando derechos de la niñez,
en institutos en la vida adulta de ese
pero en este libro decididamente busca-
niño/a. Partimos de la siguiente premisa:
mos explorar el efecto que las prácticas
conocer la experiencia de la internación
ambiguas y perversas, que persisten en
154
Crecer fuera de casa

desde las voces de aquellos que fueron in- se encuentra el “régimen de vida”. Así se
ternados y sus consecuencias en la vida fu- denomina a las rutinas de la vida diaria de
los niños y jóvenes internados. Como un
tura. Pretendemos iluminar aspectos poco eco de las voces de los médicos higienistas
explorados de las funciones tutelares del que se mantiene vigente en muchas prác-
Estado y contribuir al debate acerca de la ticas, desde la institución se considera al
ocio como un enemigo, la vagancia, la falta
transformación de los institutos y Hogares
de tareas se consideran nocivas. A partir de
en instituciones democráticas acordes a ello se estructura la vida institucional con
las necesidades de NNyA e instruir a las horarios y actividades. Desde la percepción
comunidades acerca de qué es lo mejor de los entrevistados, esto fue visto como
algo que los desmotivaba. Se encontraban
para esas/os niñas/os según la ley.
haciendo actividades que no elegían y fue-
Para comprender mejor el problema, ra del contexto actual –por ejemplo, ado-
siguiendo a Jaques Donzelot (1998), hay lescentes mujeres que bordaban–, pero
que entender que el dispositivo tutelar el aburrimiento las llevaba a participar.
(Ponce, 2002, p.12)
apunta a dos objetivos irreconciliables:
castigar y resocializar. Los relatos de los
jóvenes que transitaron estas experien-
En los relatos de las/os jóvenes de
cias refuerzan esta idea.
este libro, las tareas, estudios o trabajos
Castigar y resocializar constituyen de
que ellas/os elegían o que se les permi-
este modo los dos polos de una tensión
tía experimentar, fueron las que estas/
siempre presente en estas instituciones.
os jóvenes destacaron como positivas,
La resolución de esta se refleja en los dos
así como también fueron terminantes en
modelos institucionales antagónicos y
hablar acerca de la falta de proyectos que
complementarios: en el extremo del cas-
los conectaran con su vida futura fuera de
tigo se ubican los institutos de menores
la institución, con la consiguiente sensa-
penales de máxima seguridad y en el otro,
ción de desamparo a la hora de enfrentar
los Hogares asistenciales. Del modelo de
sus vidas desprovistas de muchas expe-
una cárcel para niños al de una familia or-
riencias protectoras.
topédica, en este gradiente se entremez-
Los denominadores comunes de las
cla la pena y la educación, el castigo y la
“buenas prácticas” institucionales men-
resocialización. (Ponce, 2002)
cionadas por los tres jóvenes, fueron las
En este proceso doloroso para la niñez, la acciones llevadas adelante por aquellos
subjetivación, es decir la consolidación del adultos que con disponibilidad afecti-
apego seguro, queda totalmente relegada. va, franca y comprometida les ofrecieron
Uniendo ambos modelos institucionales,
155

una relación valiosa para ellos en las di- se encuentra instalado un interesante
ferentes instituciones en las que les tocó debate sobre las nuevas prácticas bajo el
transitar. Paula, Manuel y Francisco res- Sistema de Protección de los Derechos de
catan a estas personas que aportaron los las niñas, niños y adolescentes lo que im-
primeros pasos en su subjetivación. En plica la adopción de un modelo más justo,
este sentido, podemos afirmar que las in- igualitario y respetuoso de los derechos
tervenciones más efectivas se producen de los niños y las niñas y sus familias.
cuando están presentes tres aspectos: Me gustaría realizar una breve di-
la circulación de la palabra y la escucha, gresión para compartir una experiencia
la contención/acompañamiento y la re- personal que me mostró claramente qué
flexión del adulto sobre su propia implica- es lo que le sirve a un joven cuando todo
ción y posición. está mal en su vida. El protagonista de la
historia es Manuel, un joven que se en-
Estas cuestiones tienen que ver con brin- contraba alojado en un Hogar de adoles-
dar posibilidades para que circule lo sim-
bólico, con construir mensaje a partir de
centes a quien conocí al inicio de mi tarea
algo que estaba destinado a ser solo des- como Directora de Niñez del Municipio.
carga pulsional y con dar lugar a la pro- Para ese momento, ya se había fugado de
ducción de sujetos. En otras palabras: se innumerables instituciones y quería estar
articulan con la función subjetivante que
sostiene el adulto con relación al joven. cerca de su madre. Al principio, Manuel
(Rodriguez Yurcic, 201, p. 491) no hablaba de las experiencias terribles
que había vivido en el camino institucio-
nal, sólo respondió cuando me conoció y
Fernando Ulloa considera a la ternu- confió en mí.
ra como el primer elemento para que se En un comienzo intercambiamos car-
constituya un sujeto social. La ternura tas porque a Manuel le resultaba muy di-
comprende el abrigo, el alimento y el buen fícil expresarse y las medicaciones para
trato (Ulloa, 1999). Puede decirse que no modular su conducta disruptiva no le
habrá subjetivación sin la dimensión de la permitían pensar con claridad. Con los
ternura, y nadie huye de la ternura, decía meses se fue abriendo y pudimos cono-
Alberto Morlachetti, un luchador social cernos. Cuando quiso externarse sobrevi-
por los derechos de los chicos y adoles- no un período complejo. Como todo joven
centes excluidos, creador del Hogar Pelota institucionalizado, la fantasía de tener
de Trapo. Afortunadamente, aunque per- una familia idealizada lo castigaba per-
dura aún la cultura del paradigma tutelar, manentemente. Luego de un período de
156
Crecer fuera de casa

inestabilidad, logró afianzarse en una re- un arco de unión entre aquellos NNyA con
lación de pareja, que lo ayudaba, pero el derechos vulnerados y sus vidas futuras.
consumo de alcohol y otras sustancias lo “Nunca dejes de ver la soledad y la triste-
ponía violento. Además, se sentía frustra- za de un niño”, decía mi padre, porque tal
do por no poder conseguir trabajo estable. vez nadie más las ve, tal vez seas vos la
Seguimos en contacto durante años única oportunidad de mejora de sus días.
hasta que un domingo –estando yo de
guardia en el Área de Neonatología del La revinculación familiar,
una tarea compleja
Hospital Municipal– recibo un bebé de un
parto difícil y cuando salgo a ver al padre
me encuentro con Manuel. Nos abraza-
mos un buen rato y pasamos a ver a su Algunos de los problemas centrales que se
hijo, (idéntico a él) estaba feliz. Pero a pe- han identificado en el tema de la institu-
cionalización de niñas/os y adolescentes
sar de su hijo y la alegría que le produjo, tienen que ver con el trabajo que se realiza
Manuel no pudo seguir adelante y como lo con las familias de origen, más concreta-
anunció tantas veces se quitó la vida por mente con las distintas formas de abor-
dar la denominada revinculación familiar,
“no dar más”. Yo quedé devastada. Una
las estrategias y abordajes que se ponen
y mil veces me pregunto, ¿por qué no me en juego en esta tarea. Se ha observado en
avisó? Tantas veces me llamó para hablar, algunos casos la vigencia de un estereotipo
pero esa vez no quiso, no pudo. de familia que es recurrente en algunos
Intento comprender su decisión, pero de los discursos y opiniones de los pro-
fesionales, técnicos y operadores de los
no tengo consuelo. Lo único que me pro- organismos públicos encargados de dar
duce algo de paz es saber que siempre respuesta a las situaciones de niños, niñas
fui accesible para él, cuando quiso con- y adolescentes, así como en los equipos in-
fiar pudo y para mí ese es el aprendizaje. terdisciplinarios del Poder Judicial. Existe
una serie de prejuicios e ideales respecto
Para estos pibes desesperados hay que de qué características constituyen una “fa-
estar “disponible emocionalmente”, es- milia”. Cierto es que el “ideal” de familia
cucharlos, comprenderlos, a veces es sólo del operador social o judicial no siempre
eso y para ellos es mucho. Sé que Manuel coincide con las familias reales de los ni-
ños y niñas. En consecuencia, estos pre-
se sintió acompañado y esa fue mi tarea, supuestos imposibilitan analizar caso por
aunque no alcanzó. caso y la evaluación de cada situación en su
Es necesario comprender que como singularidad. Si bien existen determinados
trabajadores del ámbito de la Niñez, des- parámetros básicos en la constitución de
una familia, no se trata de una acumulación
de la tarea que nos toque, debemos ser de rasgos estandarizados. La vigencia de
157

tales estereotipos y su fuerza como princi- tales como: ADD (Trastorno por Déficit
pios rectores del accionar en los distintos de Atención), psicosis o TOC (Trastorno
niveles de los organismos de aplicación
provinciales en materia de niñez, dan como
Obsesivo Compulsivo), como si estuviéra-
resultado la aplicación acrítica de las mis- mos en presencia de una niñez profunda-
mas respuestas y los mismos criterios de mente trastornada. La “psiquiatralización
evaluación para todos los niños, niñas y to- y malignización” de la niñez no resulta
das las familias […] Existe una gran hete-
rogeneidad de formas posibles de familias adecuada para favorecer el trabajo des-
y en este sentido, es dable sostener que la de la singularidad de cada niño y de cada
familia es universal, pero las formas que adolescente, garantizando sus derechos
puede adquirir son diversas, y están cultu-
más básicos, como es el proceso de sub-
ral e históricamente sostenidas, tal como
lo señala la Ley 26.061. Se observa una jetivación. Sí, en cambio, despatologizar,
tendencia a reducir esta heterogeneidad aunque no niego inocentemente la gra-
a un modelo único, a un ideal en torno al ve problemática que nos convoca. En tal
cual se despliegan una serie de prejuicios
que obstaculizan no sólo la visibilización
caso, no adhiero a esta especie de pan-
de cada caso en particular, sino también la demia de patologías. Considero que cada
respuesta oportuna y eficaz. Esta práctica, uno de nosotros, desde la disciplina que
debilita las potencialidades que en cada nos convoca, debemos luchar por no caer
caso existen para la promoción del derecho
a la convivencia familiar y comunitaria. Es en reduccionismos simplistas.
preciso aplicar estándares de calidad de
intervención, sin perder de vista la singu- Este tipo de proceso de evaluación con-
laridad de cada niño, niña, adolescente y cluye en un etiquetamiento del niño o la
su familia, y desde allí buscar respuestas niña sin tener en cuenta las circunstancias
apropiadas. Resulta de suma importancia en las que se encuentra. Esta etiqueta, la
promover la reflexión por parte de los equi- mayoría de las veces, no es transitoria y
pos técnicos acerca del arraigo existente no cesa con las medidas adoptadas por los
hacia un estereotipo de familia y su diso- responsables en efectivizar el cumplimien-
nancia con la diversidad de formas familia- to de la ley. Por lo general, se convierte en
res” (UNICEF, 2012, p. 39) una marca que lo acompañará a lo largo
de su vida. […] El tiempo es una variable a
considerar y debe estar presente en toda
intervención en la que se intente resolver
Así como desde las instituciones se la vida de todo NNyA y su familia. La inde-
opera con prejuicios con las familias de finición de situaciones que ameritan tomar
resoluciones en los tiempos apropiados
los chicos, con las niñas/os y adolescen-
repercute en contra de su interés supe-
tes también sucede. Es habitual leer in- rior, que es ni más ni menos que vivir en un
formes o evaluaciones en los cuales se medio familiar en el cual pueda desarro-
realiza un uso abusivo de nominaciones llarse. Se ha observado, por ejemplo, que
158
Crecer fuera de casa

las revinculaciones con la familia de origen dos áreas de trabajo. Una: el cuidado
suelen ser pautadas con una periodicidad concreto de las niñas/os, ofrecer la se-
de 15 a 30 días, pero el vínculo no se com-
pone, los afectos no funcionan como apa- guridad de un techo, comida, educación,
ratos mecánicos, que pueden prenderse o salud, etc. La otra es el trabajo conjunto
apagarse por medio del deseo, sino más a con otros Servicios que buscan corregir el
la manera de los músculos, que se aflojan
déficit de los padres, generalmente una
cuando no se los ejercita. (UNICEF, 2012,
p. 40) mujer, sola, joven, sin vivienda, con pro-
blemáticas de abuso de sustancias y/o
violencia y pobre. Las acciones articula-
Los padres y madres impedidos de das con Desarrollo Social, Servicio Local
ejercer la paternidad-maternidad, pier- de Protección de Derechos, Juzgados
den gradualmente la confianza en la ha- de Familia son los instrumentos públi-
bilidad para hacer de madres y padres y cos que deberían hacer que la madre o
la motivación para reconectarse con sus padre “mejore” o no. En algunos casos
hijas/os. es claro que los padres no ejercitan sus
Las situaciones jurídicas que no se definen, roles mientras sus hijos permanecen en
hacen que el niño/a crezca en el contexto los Hogares. No son involucrados en la
institucional y ve transcurrir su vida allí.
educación, la salud y la vida social de
Cada año que pasa al cuidado institucional,
disminuyen las posibilidades de ser inclui- sus hijas/os. Desde las instituciones,
do en un medio familiar, sea en su familia se espera que no los vean mucho –1 o 2
de origen o en el caso de no ser posible, en horas por semana– , no se les permiten
una familia adoptiva. El diseño de estra-
tegias a corto o mediano plazo -que de- los encuentros privados con estos para
penderá de cada situación particular- y la evitar eventuales maltratos. ¿Por qué
evaluación de su implementación en forma no se les permiten encuentros con cui-
periódica, permitirán revisar la proceden-
dadores o comunicaciones por teléfono
cia de dichas estrategias, sus resultados,
el diseño de propuestas superadoras y de con sus hijos? También se los excluye
este modo evitar caer en diseños de inter- del contacto con los padres sustitutos,
vención estancos que impiden tomar las los maestros, los médicos de sus hijas/
decisiones necesarias para devolver al niño
os. Es necesario buscar las “formas se-
su derecho a crecer y a desarrollarse en fa-
milia. (UNICEF, 2012, p. 40) guras” de participación parental en la
vida de los niños/as y adolescentes ins-
titucionalizados. De esta manera se es-
En mi experiencia la mayoría de los tará previniendo la posibilidad de daños
Hogares de niños/as tienen claramente físicos y emocionales.
159

El rechazo, la desilusión, la tristeza,


el rencor mutuo, la ansiedad por la se- Líneas de trabajo a futuro
paración son ingredientes naturales de
Ante el panorama descrito, queda clara
los Hogares y de la vida de las familias de
la necesidad de modificar, revalorar y ade-
chicos institucionalizados. Evitarle esto a
cuar nuevas prácticas, nuevos procederes
una familia es destruir la trama real de su
en la institucionalización de la infancia y
sistema relacional. Intentar proteger a los
adolescencia vulnerada en sus derechos.
niños/as y a los adultos de experimentar
Es mejor la situación actual de la in-
esos sentimientos les quita la posibilidad
fancia institucionalizada, pero no alcan-
de demanda de los hijos/as y de hacerse
za, hay que seguir trabajando. Nos convo-
cargo de los padres. El aislamiento lleva
ca quizá una de las tareas más difíciles de
a la desafección, los vínculos que unen a
nuestra época, desgastante, desafiante.
padres-hijos se disuelven y luego, des-
Nuestro objetivo es ahora cuidar las men-
pués de un tiempo, cuando esos niños/
tes de los adultos del mañana. Nuestra
as son externados de las instituciones,
sociedad depende de esto.
son lanzados a sus casas, con sus padres
Estos abordajes requieren distintos
y se sienten heridos, traicionados, si no
niveles de responsabilidad. En primer
ha mediado un proceso de revinculación
lugar, la decisión política que se tenga
apropiado.
frente a este problema es el paso más im-
Quienes trabajamos con niñas/os y
portante. Los técnicos podremos realizar
adolescentes en estas circunstancias
diagnósticos cada vez más precisos, pero
debemos ser más empáticos y compasi-
quienes deberán asignar recursos econó-
vos con estas familias. Desde las insti-
micos y humanos a estas nuevas políticas
tuciones, tenemos que nutrir las relacio-
sociales son las gestiones de los gobier-
nes familiares con encuentros amables,
nos locales, provinciales y nacionales, se-
deseados, compartidos por todos, “in-
gún corresponda.
tervenciones” que no son difíciles de ar-
La construcción de políticas públicas
mar. En estos contextos, en los cuales
que apunten a evitar la institucionaliza-
se debe apoyar el sentido de responsa-
ción de la infancia y a mejorar las institu-
bilidad de los padres, familias y cuida-
ciones existentes requiere de inversión de
dores/educadores aprenden a escuchar
dinero y de ideologías. La forma en que en
los sentimientos de pérdida que estas
el Estado se representa a este grupo so-
experimentan.
cial –niñas/os que requieran de protección
160
Crecer fuera de casa

integral– determina el modo en que este ser obligatoria desde el paradigma de la


lo problematiza, el tipo de políticas so- Promoción y Protección de los Derechos
ciales que implementa y las instituciones del Niño. El trabajo multidisciplinario de-
que crea para ejecutarlas dichas políticas. bería ser la regla y la instrumentación de
Desde qué lugar, como agentes del Estado, nuevos programas que orienten la inter-
vemos a la niñez y adolescencia vulnerada vención terapéutica que facilite la sub-
en sus derechos, porque es desde ahí que jetivación y la vinculación del niño/a con
vamos a operar. No es lo mismo sentir pena su familia de origen, si es posible, con los
ante un niño vulnerado, que sentir vergüen- adultos cuidadores, o, ante la posibilidad
za y responsabilidad. He escuchado infini- de adopción, preparar al niño/a y a quienes
dad de veces que los numerosos espacios asumirán los roles parentales (en caso de
de contención social que Olavarría tiene existir una posibilidad de inserción en una
en territorio (Jardines Maternales, Centros familia alternativa a la de origen). A esto
de Día, La Escuela, Callejeadas, Servicios se debería sumar, que a los tres meses de
Territoriales, etc.) son herramientas muy iniciada la intervención se cuente con un
valiosas, pero evidentemente no son su- informe de evolución del proceso terapéu-
ficientes o no son eficientes. Cómo llega tico en el 100% de los casos, que permita
a estos espacios un niño/a o adolescente evaluar el progreso o el ajuste necesario.
es la tarea a replantearse, cuáles fueron Instrumentar abordajes familiares
las oportunidades de intervención con efectivos, no desde lo individual sino des-
esas familias más complejas y vulnerables de lo relacional, con enfoques sistémicos
que no se hicieron o se perdieron ¿Por qué que involucren a todos los integrantes de
esas familias a cuyos hijos institucionali- la familia de origen y ampliada en el pro-
zamos, harto conocidas desde las diferen- ceso terapéutico es otro factor esencial
tes áreas sociales y de Educación, no son para mejorar la institucionalización de
sostenidas de mejor forma antes de tener niños/as y adolescentes. Creo que como
que tomar las medidas de abrigo? Estos y dice el título de este libro, Crecer fuera de
muchos interrogantes más deberemos ha- casa es posible, debemos hacer que sea
cernos aquellos que trabajamos con estas posible.
familias.
Respecto a la institucionalización,
la capacitación y los exámenes de ido-
Conclusiones
neidad de los educadores y del personal A través de este libro, compartiendo
que cuida de estas/os niñas/os debería distintos enfoques acerca del tema de la
161

internación, hemos recorrido los pasajes institución para NNyA deberíamos pre-
institucionales de la vida de tres jóve- guntarnos qué horizonte imaginamos: ¿un
nes, que desde su visión de niñas/niños/ Estado sin instituciones o un Estado con
adolescentes nos han narrado sus expe- instituciones acordes a las necesidades
riencias. Confusa, dolorosa, la valoración de los niñas, niños y adolescentes?
de ese pasaje institucional es ambigua, Si logramos admitir que la transición
negativa en algunos aspectos, positiva hacia un país con prácticas acordes a la
en otros. El costo de la internación fue CDN (Convención sobre los Derechos del
y es muy alto para nuestra infancia. Se Niño) es más lenta de lo que esperába-
puede ver claramente en las dificultades mos, estaríamos en condiciones de reco-
que estos jóvenes tuvieron (en el caso de nocer que existe un trecho por delante de
Manuel) y tienen en sus vidas, en sus re- convivencia de modelos y concepciones
laciones personales, en lograr conseguir y divergentes. Es decir, pese a los nuevos
sostener un empleo, en la relación con sus discursos sobre la infancia que se pre-
familias de origen, en el cuidado de su sa- sentan como forma de desterrar prácticas
lud, en la imposibilidad de contar con una compasivo-represivas, subsiste una lógi-
vivienda, etc. ca asilar y tutelar que, bajo la excusa de
Este diagnóstico legitima el descré- protegerla, interviene privándola de sus
dito actual de la internación como res- derechos.
puesta del Estado frente a niños que no Por último, si llegamos a considerar
pueden vivir con su familia, pero también que el Estado debería tener otro tipo de
señala la importancia de que el Estado o instituciones, entonces este libro deja-
la sociedad civil organizada estén presen- ría de ser sólo un testimonio doloroso de
tes antes de que la trama familiar se dete- tres vidas, para pasar a ser un insumo que
riore y haga necesaria la internación. contribuya al debate sobre cuáles y cómo
Hoy, la meta de la desinstitucionali- deberían ser el conjunto de instituciones
zación es la más importante, pero cuan- democráticas que en nuestra comunidad
do ceda el furor por la abolición de la cuiden de niñas, niños y adolescentes.
162
Crecer fuera de casa
163

Consideraciones
finales

Crecer
fuera
de casa
164
Crecer fuera de casa
165

Consideraciones finales
Estas líneas finales tienen la preten- En el caso de los egresos por edad, los
sión de retomar algunas cuestiones que testimonios de Paula, quien luego de ha-
se abordaron a lo largo del libro y que con- ber vivido prácticamente durante toda su
sideramos centrales para esbozar una se- vida en el Hogar es egresada al cumplir la
rie de reflexiones de carácter abierto, ya mayoría de edad, permite ver claramen-
que el tema de la institucionalización de te que tras su desinstitucionalización se
niños, niñas y adolescentes como medi- abre un espacio de incertidumbre y an-
da de protección o de castigo, exige una gustia en el que cobra especial importan-
predisposición permanente a seguir ha- cia la gestión de apoyos externos.
bilitando nuevas preguntas. Nuevas pre- Por acuerdo implícito, la edad es, de he-
guntas que apunten a profundizar la com- cho, una especie de desigualdad legítima
prensión de la complejidad que presentan que encuentra puntos de apoyo en la idea de
las tramas de actores, instituciones, dis- “protección”, tensada a su vez por la noción
cursos, prácticas, posiciones y relaciones de “autonomía”. Protección y autonomía
que intervienen en la cuestión del cuidado pivotean sobre interpretaciones y disputas
y el castigo institucional de niños, niñas formuladas en torno a los límites etarios. La
y adolescentes en tiempos de consagra- edad, las implicancias de la edad, los pará-
ción del enfoque de derechos humanos y metros generales y la situación concreta de
de agudización de la conflictividad de la cada ser humano resultan desafiantes. Se
cuestión social. formulan principios de aplicación como la
El problema del “egreso”, categoría autonomía progresiva que imprescindible-
que incluye situaciones disímiles como la mente deben traducirse en prácticas sub-
finalización de la medida por cumplimien- jetivantes. Existe la tentación de asignar a
to de la mayoría de edad o por revincula- las edades una potencialidad determinada,
ción con el grupo familiar, constituye una tendencia que se acentúa en los primeros
cuestión controversial y compleja que di- años de vida y en los próximos a la mayoría
ficulta la transición juvenil hacia la vida de edad o a la juventud.
adulta o desde el Sistema de Protección En los primeros años de vida, por
hacia la vida autónoma (Pinto, 2012). ejemplo, se esgrimen argumentaciones
166
Crecer fuera de casa

para oponerse a que un niño o una niña de la arbitrariedad del egreso institucional
corta edad cuente con un abogado o una por edad y en las dificultades que pro-
abogada. Para ello se cuestiona su aptitud duce al articularse con la desigualdad
y su capacidad para ser parte en un proce- de clase. Existe amplio consenso en que
so en el que la vida misma lo involucra y lo la cota superior que define el límite de la
afecta. En este aspecto, la Ley Nº 26061 “juventud” se ha desplazado hacia arriba
en su artículo 27 dispone como garantía en función de procesos socioculturales y
mínima de procedimiento en la esfera ju- económicos complejos como la extensión
dicial o administrativa “ser asistido por de la etapa formativa y las enormes difi-
un letrado preferentemente especializa- cultades que encuentran los jóvenes para
do en niñez y adolescencia desde el inicio ingresar y permanecer en el mercado de
del procedimiento judicial o administrati- trabajo y acceder a la vivienda propia. En
vo que lo incluya… participar activamente tales circunstancias, es común que mu-
en todo el procedimiento; recurrir ante el chos jóvenes o bien permanezcan viviendo
superior frente a cualquier decisión que lo con sus padres luego de los 18 años o bien
afecte.” se apoyen en redes de parentesco, amis-
El Código Civil y Comercial de la tad, comunitaria-vecinal y políticas para
Nación establece por regla general, la ca- construir un proyecto de vida con relativa
pacidad de las personas y la restricción autonomía. Para los jóvenes instituciona-
para ciertos actos como excepción. En el lizados, el cese de la medida protectora
marco del tránsito a la mayoría de edad, del Estado y la entrada en la vida adulta
reconoce un sistema de capacidad pro- supone una instancia de incertidumbre,
gresiva mediante el cual se va adquiriendo precariedad y conflicto. La “transición”
de forma gradual la posibilidad de ejercer es en lo concreto un proceso de indepen-
los derechos. Incorpora la categoría ado- dencia forzoso y acelerado en el que las
lescencia, disponiendo expresamente su dificultades se multiplican. De hecho se
aptitud desde los 13 años para la decisión mantiene una diferencia discriminatoria
autónoma en lo relativo a ciertos actos. en tanto las y los jóvenes en general me-
Complejiza la normativa dando señales recen la atención alimentaria de sus ma-
diversas. La aplicación concreta de la nor- dres y padres hasta los 21 años de edad, y,
mativa a cada situación efectivizará los en caso de iniciar estudios universitarios
derechos u obstaculizará su ejercicio. esa obligación es extensiva a los 25 años
Podemos pensar entonces, siguiendo de edad. Las y los jóvenes con medida de
a Fonseca, Allebrandt y Alhert (2009) en protección no acceden a dicho beneficio
167

y se ven obligadas/os a adquirir autono- Responsabilidad Penal Juvenil, en la


mía. Para ellos y ellas regresar a casa es construcción de sus estrategias de egreso
o bien difícil o bien imposible, ya que rara y preparación para la vida pos-institucio-
vez ocurre que los contextos conflictivos nal. Esto último es por demás importante,
que determinaron la institucionalización es decir, que las y los jóvenes que cum-
reviertan sus condiciones al punto de po- plan una pena en un centro de restricción
der garantizar una reincorporación de las y privación de libertad también tengan ga-
y los jóvenes acorde a sus necesidades y rantizado el derecho a ser acompañados
expectativas. O directamente puede ocu- y apoyados tanto material como humana-
rrir que no hay deseo de parte de las y los mente en la formulación de proyectos para
jóvenes y/o de sus padres de volver a una sostenerse en la vida pos-institucional.
coresidencialidad porque sus intereses Esto implica, en principio, un avance en
no convergen en un proyecto de conviven- la superación de la brecha existente entre
cia familiar. el Sistema de Promoción, Protección y el
No obstante, es evidente el compromi- Sistema de Responsabilidad juvenil o al
so que a título individual asumen algunas menos es significativo el reconocimiento
personas que trabajan en los Hogares y político de que desatender la cuestión pe-
que no abandonan a las y los jóvenes en nal juvenil al momento de abordar el tema
función de los compromisos afectivos y de “egreso” constituye un problema del
morales contraídos. Pero si bien el pro- cual el Estado debe ocuparse.
blema se torna especialmente dramático La diferenciación institucional de los
y conflictivo para las y los jóvenes, por no servicios, recomendada por la ONU, no
contar con los recursos suficientes para debe traducirse en una forma de discrimi-
una vida autónoma, esto no significa que nación socioinstitucional en la que el trato
para los equipos de gestión y funcionarios hacia las y los adolescentes infractores –
el tema sea desechado sin más o que no desde la asignación de recursos a los ser-
sea considerado un problema. En este sen- vicios, las condiciones de trabajo de los
tido, la provincia de Buenos Aires cuenta efectores hasta los procedimientos judi-
con la Ley de Autovalimiento (2014), de la ciales y el trato al interior de los centros–
cual se desprende el Programa Autonomía caiga en desventaja en relación al trato
Joven, de incipiente ejecución en algu- recibido por las y los niña/os alcanzados
nos municipios, cuyo objetivo es trabajar por medidas de protección de derechos.
con jóvenes tutelados tanto en el Sistema Retomaremos esta reflexión unas líneas
de Protección como en el Sistema de más adelante.
168
Crecer fuera de casa

Por otro lado, se sancionó la Ley nacio- decreto del gobierno de facto de la últi-
nal Nº 27364 de Egreso Asistido, proyecto ma dictadura cívica militar (1976-1983).
impulsado por la Asociación Civil Doncel,47 El tema de la reforma jurídica, adeudada
abocada desde hace diez años a estudiar tras la asunción del compromiso con la
e intervenir en esta problemática con jó- Convención sobre los Derechos del Niño,
venes y con efectoras/es del Sistema de emerge en la discursividad pública en
Protección en lo que hace al acompaña- épocas preelectorales asociado al debate
miento y la generación de herramientas sobre la “inseguridad”, cristalizada en la
para transitar el paso de la protección a serie joven-varón-pobre-peligroso y po-
la autonomía. niendo en el centro de la discusión una
Estas iniciativas dan cuenta del inci- supuesta necesidad de bajar la cota infe-
piente carácter de problema público que rior de la edad de castigo de los jóvenes.
está asumiendo la cuestión del egreso en Estas retóricas punitivas no se basan en
nuestro país. Pretendemos que este ma- estadísticas serias sobre el estado del de-
terial ayude a aumentar su visibilidad y a lito en la Argentina y sobre la situación del
robustecer los argumentos en el sentido sistema penal, sino que articulan compo-
mencionado. nentes morales y emocionales para for-
La situación de los jóvenes institu- mular demandas de endurecimiento del
cionalizados por motivos penales reviste sistema punitivo como la baja de la edad
otras características. Primero, porque la de punibilidad. En tanto, la experiencia
mayoría busca enérgicamente la salida de encierro de adolescentes no punibles
de las instituciones. En efecto, Manuel constituye una realidad que afecta a más
se “fugó” de todos los centros en los que de 100 adolescentes en todo el país.48
estuvo alojado, y según relató la fuga no Advertimos en tomar con cuidado y con
sólo es frecuente sino también tolerada cierta saludable sospecha estas cifras en
y/o promovida por el propio sistema como función de las dificultades de producción
modo de regular la conflictividad. En se- de información en este campo.
gundo lugar, la cuestión penal infanto- Las deudas para con el universo de
juvenil ha quedado relegada en cuanto a la infancia y la adolescencia que infrin-
su abordaje respecto de la problemática ge los códigos penales abarcan tanto la
social infanto-juvenil. En efecto, la ad- sanción a nivel nacional de un nuevo es-
ministración de Justicia Penal Juvenil quema normativo que administre una jus-
Argentina aún se rige por un ordena- ticia respetuosa de los derechos huma-
miento jurídico establecido mediante un nos de los niños, niñas y adolescentes; el
169

reconocimiento y fortalecimiento de los los niños “sin cuidados parentales”. Muy


instrumentos jurídico-administrativos en- por el contrario, como observamos en la
marcados en el nuevo paradigma y ya exis- historia de Manuel, la consideración so-
tentes en algunas provincias –como los cial de la comunidad a la que pertenecía
Centros de Referencia Penal Juvenil en la decantó por el destierro.
provincia de Buenos Aires–, encargados El recorrido realizado por las tres ex-
de la ejecución de medidas alternativas periencias de institucionalización eviden-
(“socioeducativas”) al encierro; y la conso- cia que las prácticas estatales y los cam-
lidación del sistema de políticas sociales bios en la legislación son parte relevante
para la infancia y la adolescencia a fin de pero no excluyente de una disputa más
evitar la llegada del sistema punitivo a la amplia y heterogénea que en algún mo-
vida de los jóvenes. La consideración de mento del libro denominamos como los
los servicios y programas judiciales como discursos de sentido común, que nunca
antagónicos antes que complementarios son sólo representaciones sino también
al sistema de protección refuerza el abor- acciones sociales concretas. Estos sen-
daje punitivo de los jóvenes infractores al tidos circulan en la vida cotidiana de la
escindir “lo social” de “lo delictivo” conci- interacción cara a cara, en los medios de
biéndolos como dominios aislados. comunicación, en las instituciones públi-
Tanto los jóvenes que “egresan” del cas y privadas y en “la calle”. Recurriendo
sistema de protección como los que ter- a una metáfora gastronómica, ello confi-
minan de cumplir penas de restricción o gura el “caldo cultural” donde se cocinan
privación de libertad experimentan difi- las políticas públicas, en nuestro caso las
cultades materiales y simbólico-subjeti- orientadas a niñas, niños y adolescentes
vas que condicionan sus posibilidades de vulnerables.
“transición a la vida adulta”. No obstan- En esta matriz de discursividad he-
te, quienes transitan por instituciones de gemónica, que los medios de comunica-
castigo ven aumentadas sus desventajas ción, como creadores de agenda pública
respecto de quienes transitan por el cir- y conformadores de opinión contribuyen
cuito de cuidados alternativos, quienes a construir, se dirimen fuertemente los
además de contar con una institucionali- imaginarios bajo los cuales nuestros jóve-
dad generalmente mejor dispuesta para nes experimentan su cotidianidad. Como
su cuidado reciben la atención compasiva analizamos en el capítulo sobre medios de
de voluntarios que se acercan “desintere- comunicación, el discurso como vector de
sadamente” a colaborar con la causa de fuerzas sociales no es inocente, sino que
170
Crecer fuera de casa

actúa creando sentidos que calan hondo hegemónico de “los que saben”, pero
en las biografías y subjetividades de los también se resisten, impugnan, producen
niñas, niños y adolescentes. ilegalidades y buscan alternativas frente
Los medios de comunicación tienen a lo que se les presenta como injusto o in-
mucho por hacer por los derechos de los conveniente para sus vidas. En esas tra-
NNyA. Más allá de su deber legal, recla- yectorias vimos lo importante que supuso
mamos una “obligación” ética que se aleje en todos los casos la demanda y la apro-
de las prácticas discursivas del paradig- piación parcial de la palabra, que sólo fue
ma de la “minoridad”. Muy por el contra- posible cuando en el camino encontraron
rio, muchas veces invisibilizados o repre- actores dispuestos a escucharlos y valo-
sentados como víctimas o victimarios de rar sus demandas y puntos de vista.
diferentes formas de violencias, las pági- Finalmente, a partir de la presente in-
nas de los diarios y las escenas de la tele- vestigación, se observa la compleja rela-
visión suelen hacer foco en los jóvenes en ción entre el cambio en la legislación de
situación de vulnerabilidad, mostrándolos niñas, niños y adolescentes, la implemen-
como “carentes, pobres y peligrosos”. tación o puesta en acto de la normativa y
Sin embargo, las historias de vida de las transformaciones socioculturales que
Paula, Manuel y Francisco nos permitie- en definitiva son las que hacen viable o no
ron ver claramente que los jóvenes no son la voluntad política de incluir a más niños,
actores pasivos ante lo que les impone el niñas y jóvenes a una mejor calidad de
entorno. En parte reproducen el discurso vida.
171

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176
Crecer fuera de casa
177

Notas
1 OBSERVACIÓN GENERAL Nº 5 (2003), dez-emilio-musa-laura-cristina-cau-
Medidas generales de aplicación de la sa-7537-fa08000262-2008-12-02/1234-
Convención sobre los Derechos del Niño, 56789-262-0008-0ots-eupmocsollaf
(artículos 4 y 42 y párrafo 6 del artículo 44),
7 “García Méndez Emilio y Musa Laura s/
Introducción pp.1.
causa n1 7537”. S.C. G. 147; L. XLIV.- “…
2 Un protocolo facultativo es un tratado que Finalmente, el Tribunal tampoco puede pa-
complementa y agrega a un tratado exis- sar por alto que la cuestión exige, con nece-
tente sobre los derechos humanos. Por esta sidad y apremio, la actividad del Congreso
razón, sólo los Estados que ya han acepta- y del Poder Ejecutivo nacionales. En con-
do la obligación hacia un tratado principal secuencia, al modo en que fue hecho en el
pueden ser considerados como Estados mencionado “Badaro” de 2006 (citado, ps.
Parte de los protocolos facultativos. 3096 y 3099), también procede, atento las
relaciones que deben existir entre los depar-
3 http://www2.ohchr.org/english/bodies/
tamentos de Estado, comunicar a dichos po-
crc/docs/co/CRC.C.ARG.CO.3-4_sp.pdf
deres el contenido de esta sentencia a fin de
4 http://www2.ohchr.org/spanish/bodies/ que, en un plazo razonable, arbitren las me-
crc/Comité Derechos del Niño. didas que son de su resorte…” Magistrados:
RICARDO LUIS LORENZETTI - ELENA I.
5 h t t p : / / w w w . c o r t e i d h . o r . c r / d o c s / c a -
HIGHTON de NOLASCO - CARLOS S. FAYT
sos/articulos/resumen_260_esp.pdf.
- ENRIQUE SANTIAGO OlavarríaCCHI (se-
Corte Interamericana de Derechos
gún su voto)- JUAN CARLOS MAQUEDA - E.
Humanos. Caso Mendoza y Otros Vs.
RAUL ZAFFARONI - CARMEN M. ARGIBAY.
Argentina Resumen Oficial emitido por
la CoIDH. Sentencia de 14 de Mayo de 8 Control de convencionalidad-Cuadernillo de
2013 (Excepciones Preliminares, Fondo, jurisprudencia de la Corte Interamericana
Reparaciones y Costas) por las violaciones de Derechos Humanos Nº7.
de derechos humanos cometidas al haber
9 Niñas y Niños-Cuadernillo de Jurispru-
impuesto penas de privación perpetua de
dencia de la Corte Interamericana de
la libertad a cinco personas por delitos co-
Derechos Humanos Nº 5-Para abordar la
metidos durante su infancia.
situación de los niños y niñas en la juris-
6 h t t p : / / w w w . i n f o j u s . g o b . a r / c o r t e - s u - prudencia interamericana se han extracta-
prema-justicia-nacion-federal-ciudad- do los párrafos más relevantes de los ca-
autonoma-buenos-aires-garcia-men- sos contenciosos, medidas provisionales y
178
Crecer fuera de casa

opiniones consultivas en que la Corte ha tra- La Declaración Americana de los Derechos


tado esta temática, con especial énfasis en y Deberes del Hombre;
sus pronunciamientos en torno al contenido
la Declaración Universal de Derechos
y alcance de los derechos, las obligaciones
Humanos;
del Estado, y restricciones a los derechos.
la Convención Americana sobre Derechos
En una primera parte de este cuadernillo,
Humanos; el Pacto Internacional de
se exponen las resoluciones donde la Corte
Derechos Económicos, Sociales y
IDH ha abordado concepciones generales
Culturales; el Pacto Internacional de
relacionadas con la situación de los niños,
Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo
a saber, el alcance del artículo 19 que hace
Facultativo;
referencia particular a los derechos de los
la Convención sobre la Prevención y la
niños y niñas, el sujeto de protección de este Sanción del Delito de Genocidio;
derecho, el corpus juris utilizado por la Corte la Convención Internacional sobre la
y consideraciones sobre el interés superior Eliminación de todas las Formas de
del niño. Una segunda parte de este cua- Discriminación Racial;
dernillo, desarrolla de manera particular, la la Convención sobre la Eliminación de to-
manera en que la Corte Interamericana ha das las Formas de Discriminación contra
declarado violados diversos derechos de la la Mujer; la Convención contra la Tortura y
Convención Americana, como el derecho a otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o
la personalidad jurídica (artículo 3), el dere- Degradantes;
cho a la vida (artículo 4), el derecho a la in- la Convención sobre los Derechos del Niño;
tegridad personal (artículo 5), el derecho a en las condiciones de su vigencia, tienen
la libertad personal (artículo 7), protección jerarquía constitucional, no derogan ar-
a la familia (artículo 17), el derecho al nom- tículo alguno de la primera parte de esta
bre (artículo 18), el derecho a la nacionali- Constitución y deben entenderse comple-
dad (artículo 20), la igualdad ante la ley (ar- mentarios de los derechos y garantías por
tículo 24), las garantías judiciales (artículos ella reconocidos. Sólo podrán ser denun-
8 y 25), el derecho a la identidad (artículo 8 ciados, en su caso, por el Poder Ejecutivo
y 30 de la Convención del Niño), y derechos nacional, previa aprobación de las dos ter-
sociales como la educación (en relación con ceras partes de la totalidad de los miem-
las medidas de reparación). Finalmente, se bros de cada Cámara.
analiza la afectación a sus derechos que su- Los demás tratados y convenciones sobre
fren los niños y niñas en situaciones parti- derechos humanos, luego de ser aprobados
culares, tales como la migración, el conflicto por el Congreso, requerirán el voto de las
armado y la cárcel. dos terceras partes de la totalidad de los
10 Instrumentos internacionales de dere- miembros de cada Cámara para gozar de la
chos humanos con jerarquía constitucional jerarquía constitucional.
(artículo 75, inciso 22 de la Constitución 11 La relación entre las normas del derecho
Nacional) internacional y el derecho interno de los
179

países puede asumir la necesidad del dic- 13 ARTÍCULO 18.- En cada municipio la
tado de una ley para que un tratado resulte Autoridad de Aplicación debe estable-
aplicable (teoría dualista) o la modalidad cer órganos desconcentrados denomina-
bajo la cual el Estado afirma la existencia dos Servicios Locales de Protección de
de un único ordenamiento jurídico, y se Derechos. Serán unidades técnico operati-
considera que las normas internaciona- vas con una o más sedes, desempeñando las
les forman parte del ordenamiento estatal funciones de facilitar que el niño que tenga
(posición monista). Nuestro ordenamien- amenazados o violados sus derechos, pue-
to se enrola en esta última posición con da acceder a los programas y planes dispo-
supremacía del Derecho Constitucional. nibles en su comunidad. En los casos en que
A partir de la reforma constitucional de la problemática presentada admita una so-
1994, la incorporación de los Tratados lución rápida, y que se pueda efectivizar con
Internacionales de los Derechos humanos recursos propios, la ayuda se podrá efectuar
(art., 75 inciso 22 de la C.N.), hizo que éstos en forma directa.
pasen a integrar el bloque de constitucio- Les corresponderá a estos servicios buscar
nalidad, entendido como conjunto norma- la alternativa que evite la separación del
tivo que contiene disposiciones, principios niño de su familia o de las personas encar-
o valores materialmente constitucionales gadas de su cuidado personal, aportando di-
fuera del texto de la constitución docu- rectamente las soluciones apropiadas para
mental (Bidart Campos, “ El derecho de la superar la situación que amenaza con pro-
Constitución....”, Ediar, pág. 264)). La ci- vocar la separación.
tada norma al establecer que los tratados ARTICULO 19.- (Texto según Ley 14537) Los
son superiores a las leyes, no hizo más Servicios Locales de Protección de los dere-
que recoger lo ya establecido por la Corte chos del niño tendrán las siguientes funciones:
en los autos “ Ekmekdjian Miguel Ángel c/ a) Ejecutar los programas, planes, servicios y
Sofovich, Gerardo” del 7-7-92 y “Fibraca”, toda otra acción que tienda a prevenir, asistir,
el 7 de julio de 1993 (Fallos 316, 1669). En lo proteger, y/o restablecer los derechos del niño.
referente a la operatividad de los Tratados, b) Recibir denuncias e intervenir de oficio ante el
a raíz de la mención de que estos adquieren conocimiento de la posible existencia de violación
rango constitucional “ en los términos de su o amenaza en el ejercicio de los derechos del niño.
vigencia” en el aludido artículo 75 inc. 22, c) Propiciar y ejecutar alternativas tendientes
ello debe interpretarse que se refiere a su a evitar la separación del niño de su familia y/o
vigencia internacional (conf. C.S.J.N. autos guardadores y/o de quien tenga a su cargo su
“Giroldi”, 1995; Ramayo, R.A. “ Los tratados cuidado o atención, teniendo como mira el in-
internacionales y la certidumbre de su vi- terés superior del niño.
gencia”, E.D. 5/8/99). d) Participar activamente en los procesos de
declaración de la situación de adoptabilidad y
12 h t t p : / / x n - - f o r o p o r l a n i e z - s k b . o r g .
de adopción, y colaborar en el trámite de guar-
ar/2012/08/por-otra-relacion-del-estado-
da con fines de adopción, con los alcances es-
con-la-ninez-la-adolescencia-y-juventud/
tablecidos en la Ley respectiva.
180
Crecer fuera de casa

14 art. 33 Ley 13634 “…Principios rectores considerandos y que dieran lugar a la co-
para la interpretación y aplicación de las municación que la Suprema Corte hiciera al
normas del proceso penal: la protección Señor Secretario y a la remisión de las actua-
integral de los derechos del niño, su forma- ciones a la Procuración General ante la posi-
ción plena, la reintegración en su familia y ble comisión de un delito de acción pública.
en la comunidad, la mínima intervención,
16 ARTICULO 27. — GARANTÍAS MÍNIMAS
la subsidiariedad, la solución de conflictos
DE PROCEDIMIENTO. GARANTÍAS EN
y la participación de la víctima; también
LOS PROCEDIMIENTOS JUDICIALES O
que el niño asuma una actitud constructi-
ADMINISTRATIVOS. Los Organismos del
va y responsable ante la sociedad, adqui-
Estado deberán garantizar a las niñas, ni-
riendo respeto por los derechos humanos y
ños y adolescentes en cualquier procedi-
las libertades fundamentales de todas las
miento judicial o administrativo que los
personas…”
afecte, además de todos aquellos derechos
15 Véase al respecto el fallo en la causa B. contemplados en la Constitución Nacional,
71.532, “Municipalidad de La Plata contra la Convención sobre los Derechos del Niño,
Ministerio de Desarrollo Social Provincia en los tratados internacionales ratificados
de Buenos Aires. Conflicto de poderes art. por la Nación Argentina y en las leyes que
161 inc 2º Const. prov.” y su acumulada B. en su consecuencia se dicten, los siguien-
71.464, “Municipalidad de La Plata contra tes derechos y garantías:
Ministerio de Desarrollo Social Provincia a) A ser oído ante la autoridad competen-
de Buenos Aires. Conflicto art. 196 Const. te cada vez que así lo solicite la niña, niño o
Prov. (ex Fiscal de Estado denuncia confr. adolescente;
art. 196 Const. prov.)” la SCJBA dispuso b) A que su opinión sea tomada primordialmen-
anular la Disposición 332/09 del Director te en cuenta al momento de arribar a una deci-
Provincial de Promoción y Protección de sión que lo afecte;
Derechos del Niño y las demás dictadas en c) A ser asistido por un letrado preferentemen-
su consecuencia, en tanto contraviene lo te especializado en niñez y adolescencia desde
establecido en el Sistema de Promoción y el inicio del procedimiento judicial o adminis-
Protección de Derechos del Niño normado trativo que lo incluya. En caso de carecer de re-
en la ley 13.298 y modificatorias, especial- cursos económicos el Estado deberá asignarle
mente en su art. 35 inc. “h”. En la actuali- de oficio un letrado que lo patrocine;
dad, reformado por la Ley Nº 14537. d) A participar activamente en todo el
Decreto Nº 300/05 reglamentario de la Ley procedimiento;
13298; e) A recurrir ante el superior frente a cualquier
Decreto Nº 177/14 en relación a las re- decisión que lo afecte.
formas introducidas por la Ley Nº 14537;
17 La aplicación de los Tratados sobre dere-
Resolución Nº 3391 de la SCJBA, de fecha 18
chos humanos por los tribunales locales-
de diciembre de 2013, a raíz de los impedi-
CELS, Ediciones del Puerto; El principio
mentos y dificultades que se reflejan en los
181

pro homine. Criterios…, Mónica Pinto consideración primordial (véase más arriba
pp.163/171 el párrafo 38).
g) Los mecanismos para examinar o revi-
18 Observ.Gral.Nº 12 CDN. f) La argumenta-
sar las decisiones 98. Los Estados deben
ción jurídica 97.A fin de demostrar que se ha
establecer mecanismos en el marco de
respetado el derecho del niño a que su inte-
sus ordenamientos jurídicos para recu-
rés superior se evalúe y constituya una con-
rrir o revisar las decisiones concernien-
sideración primordial, cualquier decisión
tes a los niños cuando alguna parezca no
sobre el niño o los niños debe estar moti-
ajustarse al procedimiento oportuno de
vada, justificada y explicada. En la motiva-
evaluación y determinación del interés
ción se debe señalar explícitamente todas
superior del niño o los niños. Debería exis-
las circunstancias de hecho referentes al
tir siempre la posibilidad de solicitar una
niño, los elementos que se han considerado
revisión o recurrir una decisión en el plano
pertinentes para la evaluación de su interés
nacional. Los mecanismos deben darse a
superior, el contenido de los elementos en
conocer al niño, que ha de tener acceso
ese caso en concreto y la manera en que se
directo a ellos o por medio de su repre-
han ponderado para determinar el interés
sentante jurídico, si se considera que se
superior del niño. Si la decisión difiere de
han incumplido las garantías procesales,
la opinión del niño, se deberá exponer con
los hechos no son exactos, no se ha lle-
claridad la razón por la que se ha tomado.
vado a cabo adecuadamente la evaluación
Si, excepcionalmente, la solución elegida
del interés superior del niño o se ha con-
no atiende al interés superior del niño, se
cedido demasiada importancia a conside-
deben indicar los motivos a los que obede-
raciones contrapuestas. El órgano revisor
ce para demostrar que el interés superior
ha de examinar todos esos aspectos.
del niño fue una consideración primordial,
a pesar del resultado. No basta con afirmar 19 Observ.Gral.Nº 12 CDN, pp.93…“Los niños y
en términos generales, que hubo otras con- los adultos no tienen la misma percepción
sideraciones que prevalecieron frente al del paso del tiempo. Los procesos de toma
interés superior del niño; se deben detallar de decisiones que se demoran o toman mu-
de forma explícita todas las consideracio- cho tiempo tienen efectos particularmente
nes relacionadas con el caso en cuestión y adversos en la evolución de los niños. Por
se deben explicar los motivos por los que tanto, conviene dar prioridad a los procedi-
tuvieron más peso en ese caso en particu- mientos o procesos que están relacionados
lar. En la fundamentación también se debe con los niños o les afectan y ultimarlos en
explicar, de forma verosímil, el motivo por el menor tiempo posible. El momento en que
el que el interés superior del niño no era se tome la decisión debe corresponder, en
suficientemente importante como para im- la medida de lo posible, con la percepción
ponerse a otras consideraciones. Es pre- del niño de cómo puede beneficiarle, y las
ciso tener en cuenta las circunstancias en decisiones tomadas deben examinarse a in-
que el interés superior del niño debe ser la tervalos razonables, a medida que el niño se
182
Crecer fuera de casa

desarrolla y evoluciona su capacidad para todas las medidas de aplicación también


expresar su opinión. Todas las decisiones debe seguir un procedimiento que garanti-
sobre el cuidado, el tratamiento, el interna- ce que el interés superior del niño sea una
miento y otras medidas relacionadas con el consideración primordial. La evaluación del
niño deben examinarse periódicamente en impacto en los derechos del niño puede pre-
función de su percepción del tiempo, la evo- ver las repercusiones de cualquier proyec-
lución de sus facultades y su desarrollo (art. to de política, legislación, reglamentación,
25).” presupuesto u otra decisión administrativa
que afecte a los niños y al disfrute de sus
20 Observ.Gral Nº 12 CDN 94…d) Los profe-
derechos, y debería complementar el se-
sionales cualificados. Los niños consti-
guimiento y la evaluación permanentes del
tuyen un grupo heterogéneo, y cada cual
impacto de las medidas en los derechos del
tiene sus propias características y nece-
niño. La evaluación del impacto debe incor-
sidades que solo pueden ser evaluadas
porarse a todos los niveles y lo antes posible
adecuadamente por profesionales espe-
en los procesos gubernamentales de formu-
cializados en cuestiones relacionadas con
lación de políticas y otras medidas genera-
el desarrollo del niño y el adolescente. Por
les para garantizar la buena gobernanza en
ese motivo, el proceso de evaluación ofi-
los derechos del niño. Se pueden aplicar
cial debe llevarse a cabo en un ambiente
diferentes metodologías y prácticas al lle-
agradable y seguro por profesionales ca-
var a cabo la evaluación del impacto. Como
pacitados, entre otras cosas, en psicología
mínimo, se deben utilizar la Convención y
infantil, desarrollo del niño y otras esferas
sus Protocolos facultativos como marco, en
pertinentes del desarrollo humano y so-
particular para garantizar que las evaluacio-
cial, que hayan trabajado con niños y que
nes se basen en los principios generales y
examinen la información recibida de ma-
tengan especialmente en cuenta los efectos
nera objetiva. En la medida de lo posible,
diferenciados que tendrán en los niños la
en la evaluación del interés superior del
medida o medidas que se examinen. La pro-
niño debería participar un equipo multi-
pia evaluación del impacto podría basarse
disciplinario de profesionales.
en las aportaciones de los niños, la sociedad
21 Revista del Instituto de Investigaciones en civil y los expertos en la materia, así como de
Ciencias de la Educación. Año XI. No21. los organismos públicos correspondientes,
Septiembre de 2003. Facultad de Filosofía las investigaciones académicas y las expe-
y Letras - Universidad de Buenos Aires. LA riencias documentadas en el propio país o
EDUCACION Y EL PSICOANALISIS EN LA en otros. El análisis debería culminar en la
SERIE DE LAS GENERACIONES. Entrevista formulación de recomendaciones de modifi-
a Silvia Bleichmar. caciones, alternativas y mejoras y ponerse a
disposición del público.
22 Observ.Gral.Nº 12 CDN - h) La evaluación del
impacto en los derechos del niño 99.Como 23 Si bien somos conscientes del obstáculo
se ha señalado más arriba, la adopción de que significa sostener el androcentrismo
183

en el lenguaje en el camino de las luchas 25 UNICEF Argentina y Ministerio de Desarrollo


por la equidad de género, nos referiremos Social de la Nación (2011) Situación de
a “los jóvenes” toda vez que tengamos niños, niñas y adolescentes sin cuidados
que hacer mención de Paula, Manuel y parentales en la República Argentina”.
Francisco como conjunto a fin de procurar Relevamiento nacional y propuestas para la
fluidez en la lectura. Siempre que nos fue promoción y el fortalecimiento del Derecho
posible, utilizamos los gentilicios, infancia, a la convivencia familiar y comunitaria.
niñez y juventud. Recuperado de http://www.unicef.org/ar-
gentina/spanish/C_Parentales_final.pdf
24 Recordemos que el de la época era un con-
UNICEF Argentina y Ministerio de Desarrollo
texto sociopolítico caracterizado por una
Social de la Nación (2014) Situación de niños,
fuerte y generalizada conflictividad pro-
niñas y adolescentes sin cuidados parenta-
ducto de la recomposición del entrama-
les en la República Argentina. Relevamiento
do social resultado de la emergencia del
nacional - Actualización 2014. Recuperado
proletariado urbano, como consecuencia
dehttp://www.unicef.org/argentina/
del despliegue del incipiente modelo eco-
spanish/PROTECCION_Relevamiento_
nómico industrial semidependiente. Ese
SinCuidadosParentales2015.pdf
proletariado se componía en una alta pro-
porción de inmigrantes europeos, tanto hi- 26 UNICEF Argentina y Ministerio de Justicia
jos de las primeras oleadas como grupos de y Derechos Humanos de la Nación (2006)
la cuarta masa afluente que llegó a nuestro Privados de libertad Situación de ni-
país en esta época. Muchos de estos gru- ños, niñas y adolescentes en Argentina.
pos estaban educados en una tradición de Recuperado de http://www.unicef.org/lac/
activismo político principalmente comunis- privados_de_libertad_AG.pdf
ta y anarquista que continuaron en el país UNICEF Argentina y Ministerio de Desarrollo
mediante la organización de sindicatos y Social de la Nación.(2008) Adolescentes en
grupos de base con una fuerte actividad el Sistema Penal. Recuperado de http://
social y cultural. Las élites gobernantes, de www.unicef.org/argentina/spanish/
corte conservador, no tardaron en identi- Adolescentes_en_el_sistema_penal.pdf
ficar las primeras huelgas obreras que tu- UNICEF Argentina y Ministerio de Desarrollo
vieron lugar en este período con la acción Social de la Nación (2015) Adolescentes en
de los grupos inmigrantes. La reacción fue conflicto con la Ley Penal. Recuperado de
la sanción de las denominadas Leyes de http://www.unicef.org/argentina/spanish/
Defensa Social, destinadas a la regulación PROTECCION_AdolescConflictoLeyPenal_
y represión de este sector de la población, Final.pdf
ya identificado en términos amplios como
27 La autora no adjudica la baja en la canti-
el enemigo interno, portador de la peligro-
dad de NNyA alojados/as en dispositivos de
sidad. En esa misma línea podemos situar
penalidad juvenil únicamente a este proce-
la Ley de Patronato de la Infancia.
so abierto a partir de la sanción de la Ley
184
Crecer fuera de casa

26.657/10. También apunta como factores minoría de edad alcanzasen la mayoría en


que coadyuvan en el descenso de las cifras, medio del cumplimiento de la pena. A su vez,
a la aplicación de la ley 26.061, especial- también cercenó la posibilidad de acceder al
mente en lo referido a la situación de los me- año de tratamiento tutelar –en caso nece-
nores de 16 años que en su condición de no sario hasta la “mayoría de edad”– previo a
punibles no deberían ser objeto de medidas la aplicación de la pena, cuyo resultado, en
de encierro; los posibles efectos “desins- caso de ser positivo, disminuiría o anularía
titucionalizadores” en la conducta de los la carga de la pena impuesta.
magistrados ante las repercusiones del
30 Recordamos que para la provincia de Buenos
conflicto conocido como “caso Bosca”, que
Aires rige la Ley 13634 que establece el Fuero
valió pedidos de remoción a autoridades ju-
de Familia y el Fuero de la Responsabilidad
diciales por omisiones administrativas que
Penal Juvenil, es complementaria de la Ley
demoraron indebidamente la liberación de
Provincial de Protección 13298.
un joven con sentencia de absolución; y, por
último, la sanción de la Ley 26.579/08 que al 31 Hemos alterado todas las referencias iden-
igualar en 18 años la mayoría de edad civil tificadoras de nombres de personas a fin de
con la penal habilita el traslado de los jóve- preservar a nuestros entrevistados.
nes hacia el sistema carcelario de adultos.
32 Para profundizar en las múltiples y con-
28 Asamblea General de las Naciones Unidas, tradictorias formas en que la juventud ar-
65ª sesión plenaria del 18 de diciembre de gentina es representada en los discursos
2009. dominantes, recomendamos la lectura del
artículo de la antropóloga Mariana Chaves
29 Hay que decir también que a fines de 2009
(2005) “Juventud negada y negativizada:
se sancionó la Ley Nacional 26.579/09 que
Representaciones y formaciones discur-
bajó la mayoría de edad civil de los 21 a los
sivas vigentes en la Argentina contempo-
18 años. Si bien la norma es congruente con
ránea”. Disponible on line en: http://www.
el principio de progresiva autonomía de la
redalyc.org/articulo.oa?id=19502302
CDN, provocó el agravamiento de algunos
de los problemas que presenta la Ley de 33 En Sujetos de castigo. Hacia una sociología
Régimen Penal de la Minoridad N°22278. Si de la penalidad juvenil (2012, Homo Sapiens
ya era conflictivo que los jóvenes que cum- Ed.) las sociólogas explican la noción de ca-
plieran la mayoría de edad en el transcurso dena punitiva en tanto concepto que permi-
del cumplimiento de su pena por delitos co- te entender las prácticas de las agencias
metidos mientras fueron menores, fueran policiales, de justicia y de encierro como un
automáticamente trasladados al sistema proceso. Esto es, como una serie interco-
carcelario de adultos, la reducción de la nectada de prácticas y discursos que atra-
edad de la mayoría civil agravó esto al ha- viesan, forjan y consolidan determinadas
bilitar el traslado automático de jóvenes trayectorias penales (Daroqui, A. y López A.
que habiendo cometido delitos durante su L., 2012).
185

34 Florencia egresó del Hogar a los 16 años y 38 Situación compleja señalada por E. Goffman
volvió a la casa materna. Ese mismo año se (1970) de la doble pertenencia del personal
fue de allí por los motivos que describe. que trabaja en este tipo de instituciones.
35 Pablito es el hermano menor. Ingresó al 39 Pese a la prohibición del ingreso y aloja-
circuito de cuidados alternativos para ni- miento de niños en comisarías dispuestas
ños pequeños cuando el grupo de herma- en la normativa de protección de la niñez y
nas retornó a la ciudad. Cuando cumplió la adolescencia.
edad suficiente –13 años– fue ingresado al
40 Por aquellos días, verano de 2014, se regis-
mismo Hogar Convivencial en el que vivió
traron en la ciudad de Olavarría un total de
Francisco. A los 17, decidió volver a Buenos
ocho jóvenes ausentes de su domicilio en
Aires a vivir con su madre pese a la insis-
un lapso no mayor a dos meses.
tencia de sus hermanas de que permanez-
ca en la ciudad. 41 El Programa Sostén era un programa del
Poder Judicial de la Provincia.
36 En conversaciones con jóvenes y con ex
trabajadores de la Comunidad Terapéutica 42 Diario Página12. 31 de octubre de 2011.
local, pudimos constatar que, de la ma- https://www.pagina12.com.ar/diario/
trícula total de internos, un alto número sociedad/3-180139-2011-10-31
está compuesta por jóvenes derivados por
43 “Ese eterno objeto de disposición. Sobre la
el fuero de Responsabilidad Penal juvenil
baja de edad de imputabilidad –de hecho– en
para cumplir una medida sancionatoria por
la Provincia de Buenos Aires y la persistencia
comisión de delitos. Es decir, jóvenes cuyo
de judicializar la política sobre la niñez”. Nota
problema no es centralmente la adicción
de opinión publicada el 14/10/2010 en el por-
como problema de salud.
tal de la Fundación Sur Argentina: http://
37 Es el lugar de residencia y de trabajo don- surargentina.org.ar/noticias/ese-eterno-ob-
de un gran número de individuos en igual jeto-de-disposicion-por-julian-axat-defen-
situación, aislados de la sociedad por un sor-penal-juvenil-de-la-plata/
considerable período de tiempo comparten
44 Cabe aclarar que desde 2016, en el marco
en su encierro una rutina diaria administra-
de un nuevo gobierno y escenario político,
da formalmente. La institución total pre-
el actual Ministerio de Comunicaciones
senta un carácter binario por el hecho de
propicia la redacción de un anteproyec-
enfrentar internos y personal. “Se trata de
to que busca sancionar una nueva Ley de
un híbrido social, en parte comunidad re-
Comunicaciones.
sidencial y en parte organización formal…
En nuestra sociedad son los invernaderos 45 Información extraída del Proyecto Relaf:
en donde se transforma a las personas” Red Latinoamericana de Acogimiento
(Goffman, E., 1970, pp.21). Familiar. Autora: Matilde Luna, con la co-
laboración Mara Tissera Luna y María
Sánchez Brizuela, 2013.
186
Crecer fuera de casa

46 Datos provenientes de la Secretaría de 48 UNICEF Argentina y Ministerio de Desarrollo


Desarrollo Social Municipal y del rele- Social de la Nación (2015) Adolescentes en
vamiento realizado en 2014 por UNICEF conflicto con la Ley Penal. Recuperado de
Argentina. http://www.unicef.org/argentina/spanish/
PROTECCION_AdolescConflictoLeyPenal_
47 Recomendamos ingresar a la página web de
Final.pdf
la Asociación, donde encontrarán informa-
ción actualizada de las actividades realiza-
das y valiosas herramientas como la Guía
Egreso. http://doncel.org.ar/
La problemática de niñas y niños institucionalizados
en la provincia de Buenos Aires

Crecer fuera de casa - La problemática de niñas y niños institucionalizadosen la provincia de Buenos Aires
Crecer fuera
de casa

2017
Sara Cánepa, Alejandra Capriata, Laura Hoffmann,
Horacio Sabarots y Mayra Salazar.
Comp. Horacio Sabarots.

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