EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO DE AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD EN EL
ÁMBITO DE LOS CONTRATOS INTERNACIONALES Para dar respuesta a la pregunta de investigación formulada es necesario el estudio de la evolución que ha tenido el concepto de la autonomía de la voluntad en los contratos internacionales. El concepto de autonomía de la voluntad sienta las bases de la contratación en el mundo occidental. Esto es así, dado que se sigue la máxima en el derecho privado según la cual puede hacerse todo lo que no esté expresamente prohibido, por tanto, la autonomía de la voluntad juega un papel preponderante en la regulación de las transacciones entre particulares. El propio Código Civil chileno recoge esta máxima señalando que en su Artículo 1545 que “Todo contrato válidamente celebrado es una ley para los contratantes y no puede ser invalidado sino por su consentimiento mutuo o por causas legales”. Aún más, un sinnúmero de instituciones propias del derecho civil y sus ramas relacionadas se fundan en el principio de autonomía de la voluntad, tales como, por ejemplo, las reglas de interpretación de los contratos. 64 En ese sentido, también la autonomía de la voluntad alcanza el ámbito de los contratos internacionales. Señalándose ya su concepto y aparentes “límites”, puede darse cuenta de que si bien la autonomía privada es una máxima ideal, ésta no es absoluta, viendo mermada su eficacia por al menos dos limitaciones ya analizadas: el orden público y las buenas costumbres, lo cual tras un análisis detallado de las mismas nos lleva a concluir que finalmente lo importante es cómo recogen los ordenamientos jurídicos estas limitantes en su derecho interno para poder saber en qué medida van a actuar para coartar el ejercicio de la autonomía de la voluntad. En este punto corresponde extrapolar el concepto de autonomía de la voluntad al ámbito de la contratación internacional, para ver primero en qué medida se ha recogido a lo largo de la historia de la contratación internacional y, en segundo lugar, qué manifestaciones reviste la misma en la práctica de la misma. 65 1) LA AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD EN LOS INICIOS DE LA CONTRATACIÓN INTERNACIONAL En cuanto a los orígenes históricos, pueden señalarse diversos autores que exponen sobre el derecho aplicable a los contratos internacionales. Así, podemos encontrar según expone Javier Carrascosa González, a: 1. Estatutarios y canonistas, los cuales señalaban que los contratos internacionales deben regularse por la ley del lugar de celebración. Estatutarios y canonistas se basaron en la Ley Si fundus del Digesto, la cual señala como fundamento a la regla “Ley del país de la celebración del contrato” la Soberanía estatal: los actos celebrados en el territorio de un país deben quedar sujetos a la Ley de ese país. Así se respeta la Soberanía de dicho Estado sobre su territorio. 2. Pero posteriormente en los orígenes históricos de la autonomía de la voluntad, se da cuenta de que la ley de celebración del contrato puede ser casual, lo que haría aplicable una ley estatal imprevisible para los contratantes. 66 3. Bartholo propuso una distinción: - Ley aplicable a la conclusión del contrato: ley del lugar de celebración - Ley aplicable a los efectos del mismo: ley del lugar de ejecución si hay acuerdo entre las partes. A falta de ella, ley material del tribunal que conoce el asunto (lex fori). La sostuvieron también autores como U. Huber, Burgundus y Boullenois47. 4. Rouchus Curtius señaló que se aplicaba la ley del lugar de celebración porque esa era la voluntad implícita de las partes. (Lo apoya De Ganey). 5. DuMoulin señala que rige el pacto tácito del lugar de celebración o la elección de las partes48. No sería sino a fines del siglo XIX con el prometedor surgimiento del comercio internacional en otros lugares gracias al avance de la tecnología, que 47 CARRASCOSA, González, Javier. Op. cit. p. 10 48 Ibid. p. 11. 67 surgen las teorías respecto a la autonomía de la voluntad como rectora del derecho aplicable a los contratos internacionales, pudiendo distinguir dos tipos: teorías subjetivas y teorías objetivo-localistas. 1ª Teorías subjetivas según las teorías puramente subjetivas de la autonomía de la voluntad, a fines del siglo XIX, se señalaba que la voluntad constituye una ley por sí misma. Es por ello que en esa lógica liberal, podía sostenerse que la autonomía de la voluntad era plena y por tanto, la única fuente de fuerza obligatoria en los contratos. Así, una cláusula de elección de ley, por ejemplo, podía establecer el derecho aplicable que se le antojara a las partes sin más limitaciones, dando por satisfechos los intereses de las partes de la forma más cómoda posible. Es por ello que cuando las partes en el contrato incluyen una cláusula de elección de ley, ésta se torna en una norma material que tiene fuerza obligatoria por sí misma, porque las partes han escogido darle tal fuerza, siendo esto parte integrante del contrato y no estando sujeta a ninguna autoridad superior más que a la misma voluntad de las partes. 68 2° Teorías objetivo-localizadoras: esta teoría parte su posición doctrinaria desde una crítica a la teoría subjetiva. Según las teorías objetivo-localizadoras: si consideramos a la autonomía de la voluntad por sí sola como una fuente de normas materiales de derecho aplicable a los contratos internacionales, produce varios problemas. Así, pueden las mismas resultar contrarias al orden público del ordenamiento jurídico aplicable a las partes y además convertirse en cláusulas sin un sustento que les de fuerza obligatoria por sobre la voluntad de las partes, lo que ocasionaría una ingobernabilidad del contrato, toda vez que al ser la cláusula de elección de ley una mera cláusula contractual, la misma quedaría sin posibilidad de ser aplicada por la nulidad del contrato en su totalidad. Por ello ya en el siglo XX, la autonomía de la voluntad plena comenzó a verse con malos ojos, dados los regímenes totalitarios que se instauraban particularmente en Europa. En el ámbito contractual, la tesis objetivista señaló que al igual que en los contratos nacionales, en la contratación internacional la ley aplicable es la designada por el legislador y, en su defecto, por el juez mediante las normas de conflicto del foro49. Es decir, las cláusulas de elección de ley, donde se expresa la autonomía de la voluntad, se reducen a una mera 49 BOUZA Vidal, Nuria, 2013. Aspectos actuales de la Autonomía de la Voluntad en la elección de la jurisdicción y de la ley aplicable a los contratos internacionales. En: Revista Chilena de