You are on page 1of 6

¿Qué es el alma?

Para explicar lo que es el alma debo de empezar explicando como se


creó el universo y el proceso evolutivo que tuvo.

Absolutamente todo es movimiento, no lo digo yo solo, lo dicen


muchos ilustres científicos, entre ellos Einstein.

Teniendo en cuenta que todo es movimiento, como lo que es, todo lo


que se mueve adquiere un tiempo desde el que inicia el movimiento
hasta que lo acaba. Por tanto, todo es movimiento y tiempo a la
misma vez, y de eso no hay duda.

Como tampoco hay duda de que todo lo que se mueve se mueve


porque existe, por consiguiente todo es existencia, movimiento y
tiempo a la misma vez, pero no una mezcla sino una irremediable
unión.

Por eso, todo se transforma o evoluciona como movimiento con su


correspondiente tiempo creando todo tipo de existencia. Porque para
poder existir todo lo que existe, todo se ha tenido que transformar en
todo lo que existe, más claro el agua. Por eso, transformación es
evolución, por consiguiente todo es un absoluto orden dinámico
evolutivo universal porque todo evoluciona conforme a ese
inseparable orden dinámico universal compuesto por más de lo
mismo: dinamismo, tiempo y existencia.

Teniendo en cuenta que todo lo dicho es una absoluta verdad,


entonces todo el universo es un absoluto orden porque es un
compuesto ordenado de más de lo mismo, que sólo puede
transformarse en existencia si el universo continua moviendose sin
fin con su correspondiente tiempo; y eso es evolucionar con orden
porque dejar de evolucionar así sería dejar de moverse todo, por
tanto dejar de existir todo.

Como todo en el universo es movimiento, tiempo y existencia a la


misma vez, lógicamente el universo debió de surgir como
movimiento, tiempo y existencia a la misma vez. Y debió de surgir
así de la forma más pequeña posible, porque todo nace de la forma
más pequeña posible, y irremediablemente esa pequeña existencia
tendría que nacer como existencia, naciendo, como no puede ser de
otra manera, como la existencia más pequeña posible que
inevitablemente debió de surgir de la nada, ya que es imposible que
la existencia más pequeña posible pudiese surgir de otra existencia,
porque al ser la existencia más pequeña posible no podía surgir de
otra existencia inferior, inevitablemente tendría que surgir de la nada,
porque si no dejaría de ser la existencia más pequeña posible, y una
existencia al no poder surgir de otra existencia sólo puede surgir de
la nada.

Esa primera existencia universal, que surgió de la nada, como


movimiento y tiempo que era no podía dejar de moverse para poder
existir, y debería de moverse ordenada y rotativamente ya que era la
única forma de poder surgir y existir en la nada. Y además, esa
pequeña existencia no podía moverse desordenadamente ni de forma
rectilínea ya que eso sería penetrar en la nada y en la nada no se
puede penetrar porque la nada no existe.

Con lo cual, esa primera existencia dinámica surgió como orden y


como orden se movía en sí misma rotatoriamente sin cesar. Pero para
poder construir un universo como el nuestro tuvo que crecer, y la
única manera de crecer era creando continuamente más pequeñas
existencias semejantes a sí misma, a la primera existencia que surgío
de la nada, porque no se podía nacer de otra manera. O sea la única
manera de crear nuevas existencias para poder crear un universo cada
vez más grande, era creando sin cesar pequeñas existencias más
pequeñas posibles, todas semejantes entre sí. Ya que todo surge
desde lo más pequeño; además todas las existencias que nacían
tenían que ser semejantes entre sí, pues era la única manera de nacer
como la existencia más pequeña posible. Esa era una forma de crecer
rápida, ordenada y eficaz, y además era la única forma posible,
porque era una multiplicación constante de nuevos nacimientos, que
además de surgir instántaneamente, de cada nacimiento surgían
nuevos nacimientos semejantes entre sí, y así sucesivamente, de esa
forma se crearía en poco tiempo un gran universo.

Con lo cual irremediablemente, de esa primera existencia dinámica


universal, debido a su movimiento rotatorio permanente y a la
presión de estar rodeada por la nada y no poder ocuparla, se
posibilitaría una constante multiplicación de nuevos nacimientos de
existencias dinámicas semejantes entre sí agrupadas en un mismo
espacio dinámico. Existencias dinámicas que se diferenciaban entre
sí porque al nacer cada una con su indivisible espacio dinámico
propio nacieron con su propio yo.

Lógicamente, para crear un universo tan grande, debieron de


multiplicarse sin cesar agrupándose ordenadamente en un mismo
espacio esférico ya que esa era la tendencia natural, además estaban
obligadas a esa unión universal obligado por la nada que las rodeaba,
y esa permanente multiplicación y saturación del universo de cada
vez más existencias rotativas dinámicas individuales, es lo que
indujo a que el universo se expandiese rotativamente cada vez más y
creciese cada vez más. Y en ese creciente camino universal, de forma
ordenada, dichas existencias se agruparían en agrupaciones más o
menos densas pudiendo formar todo tipo de existencias. De esa
manera el universo evoluciona como un transformativo orden
dinámico.

De esa manera ordenada de existir, ese orden universal que es


nuestro universo se comporta como una jerarquía universal, porque
orden es jerarquía. Y eso quiere decir, que inevitablemente existe una
jerarquía compuesta por las existencias dinámicas más pequeñas
posibles, que son las que saturan constantemente de existencia todo
el universo.

Según lo expuesto, todo es un orden universal, o llámese jerarquía


universal. Y eso es un descubrimiento fabuloso, porque eso
demuestra que esa jerarquía compuesta de las existencias dinámicas
más pequeñas posibles existen, y gracias a ello han podido agruparse
evolutivamente cada vez más hasta crear una jerarquía universal,
cada vez más evolutiva, que inevitablemente tendrían que posibilitar
evolutivamente una jerarquía viviente.

Eso era inevitable que sucediese, ya que el orden universal está


destinado a evolucionar sin fin como orden transformativo que es.

A esa jerarquía universal sólo le hacía falta dar un inevitable


pequeño paso evolutivo para poder ser jerarquía viviente, y ese
pequeño paso era evolucionar en la materia blanda, pudiendo así
originar una jerarquía viviente unida a la jerarquía universal. Ese
pequeño paso era inevitable porque era un paso evolutivo jerárquico
inducido por el orden evolutivo universal que estaba destinado a
evolucionar sin fin, porque sino dejaría de existir el universo. A
través de una recién creada jerarquía energética oculta en la materia
blanda, evolutiva e inevitablemente surgió el origen microscópico de
una jerarquía viviente, sin dejar de pertenecer a la jerarquía del
orden universal, ya que la jeraquía universal es indivisible como
jerarquía por muchas jerarquías que surgiesen. Y eso tiene que
quedar muy claro, repito: totalmente todo el universo es un orden
o jerarquía universal absolutamente unida y que no se puede
desunir como jerarquía única y universal.

Para poder hacerse realidad una verdadera jerarquía viviente, la


jerarquía universal tuvo que continuar evolucionando como jerarquía
en la materia, originando existencias dinámicas muy pequeñas que
todavía no eran vida; pero ya se estaban germinando evolutiva
jerárquicamente los primeros comienzos de una jerarquía viviente
microscópica. Ya se estaba germinando una especie de memorias
psíquicas, en esas pequeñas existencias. Evolutivamente esa recién
creada jerarquía viviente se tuvo que dividir en existencias
individuales microscópicas llamadas vidas, porque para existir como
materia y poder dominarla, tenían que individualizarse, lo cual,
lógicamente, obligaría a que cada vida desarrollase unas memorias
individuales cada vez más evolucionadas, para que las propias vidas
pudiesen decidir y valerse por sí mismas. De esos principios
microscópicos nacería el psiquismo individual, la inteligencia, o
llámese el yo psíquico o alma; sin dejar de pertenecer a la jerarquía
viviente y a su vez a la jerarquía universal. Lógicamente la jerarquía
viviente evolucionaría cada vez más, evolucionando así las
sensaciones y sus correspondientes formas de vida; y como no la
inteligencia y el alma. Pero como la jerarquía viviente es una
jerarquía unida a la jerarquía universal, a través de la evolución
inteligente humana evolucionaría el yo psíquico humano, o llámese
alma, con lo cual la jerarquía universal también evolucionaría
transformándose cada vez más en una cada vez más evolucionada
jerarquía de almas.

No se trata de creer o no creer, es que las almas pertenecen a una


jerarquía universal (me refiero a todas las infinidades de almas de
todas las vidas que existen en todo el universo), son inmortales
porque la existencia dinámica no muere nunca, se transforma. Y las
almas son un compuesto de existencias dinámicas pertenecientes a
una jerarquía dinámica universal. Por eso las vidas mueren, porque
son inevitables transformaciones físicas, pero sus yos psíquicos, o
almas, no pueden morir porque pertenecen a una jerarquía dinámica
universal, y el dinamismo nunca muere. En realidad nada muere todo
evoluciona (se transforma), por eso la materia de cada vida no podía
mantenerse siempre igual, necesitaba renovarse en otra vida, y como
las vidas pertenecen a una jerarquía, la propia jerarquía universal ha
tenido en cuenta evolutivamente eso.

Eso no significa que el orden universal buscase formar una jerarquía


universal, es que el universo es una jerarquía, con lo cual estaba
obligado a crear una jerarquía viviente. Y jerárquicamente así poder
crear la vida; y a través de ella dominar la materia, sentir, sufrir,
aprender, vivir, etc., etc.

Todo eso se conseguiría mediante una constante evolución de las


jerarquías energéticas universales transmitiendo su evolución en la
materia blanda (o sea en la materia mediante el agua), en los lugares
correspondientes para la vida. Y de ahí surgiría inevitablemente el
origen de la jerarquía viviente, surgiría en todos los lugares
universales adecuados para la vida, y si no existiesen esos lugares,
evolutivamente se crearían porque eso era una tendencia evolutiva
del propio orden universal.

Pero la jerarquía viviente no significaba que surgiesen dos jerarquías


separadas, la de la vida en general y la del ser humano. Sólo surgiría
una única jerarquía viviente y su evolución constante, lo cual
obligaba a que sólo una especie viviente pudiese evolucionar
psíquicamente sin fin, gracias a que evolutiva jerárquicamente la
jerarquía viviente estaba jerárquicamente destinada a sostener esa
evolución. De esa evolución jerárquica viviente enlazada
evolutivamente con la jerarquía universal nació la inteligencia
viviente, que consistiría en el desarrollo psíquico sin fin a través del
desarrollo psíquico humano.

Los yos psíquicos vivientes, individualmente, mediante las


reencarnaciones no podían morir porque eran yos psíquicos
energéticos, o almas, que como yos individuales que eran ocupaban
un espacio dinámico propio que era su yo, o alma. Las cuales sólo
podían transformarse en otro yo, o alma más evolutiva, a través de la
jerarquía energética universal; ocupando cada yo, o alma,
energéticamente el lugar jerárquico que le correspondiese. Esos
enlaces en forma de energía llamadas almas, evolucionaron en seres
espirituales.

Autor: Salvador Sánchez Melgar

más en mi blog http://www.evoloucioninteligentesinfin.com

You might also like