You are on page 1of 2

ENCLAVE BANANERO Y SU INFLUENCIA EN LA ECONOMÍA

NACIONAL.

El inmenso auge del negocio bananero en el territorio norteamericano tenía su


reflejo directo en nuestras tierras, en los años de 1860-1870 el cultivo y la
producción de la fruta del banano se había convertido ya en una ocupación
sumamente difundida, diseminada en las manos de los pequeños productores
independientes que vendían el producto a los numerosos compradores
norteamericanos. La ausencia de un sistema de transporte adecuado limitaba en
mucho el incremento de la producción bananera. Los productores independientes
transportaban la fruta utilizando pequeñas barcazas a lo largo del curso de los ríos.
Las compañías compradoras del banano utilizaban miles de argucias para obtener
el producto a precios bajísimos y poder aumentar así el volumen de sus propias
ganancias. A menudo reducían arbitrariamente el precio de la fruta y se ingeniaban
la forma de engañar a los vendedores al momento de proceder al conteo de la
misma. Para el año 1892, la exportación de banano constituía el 11.3 % del total de
nuestras exportaciones. Una década después, el auge sería tan intenso y el
aumento tan acelerado, que los bananos llegarían a representar el 53 % de todas
nuestras exportaciones.

Fue hasta 1899, cuando los hermanos Vaccaro, de origen italiano, hicieron un
cambio radical, al recibir concesiones (derecho de explotación) de tierras en la
Costa Norte. A cambio de eso debían construir ferrocarriles. Dependiendo del
número de kilómetros del ferrocarril construido se eran concedidas las tierras para
el uso del cultivo. Dichos hermanos aprovecharon los privilegios que les concedían
las concesiones para cultivar y exportar bananos desde La Ceiba.

Los mejores años de la producción y exportación bananera fue en los años de 1920-
1930, cuando superó la de minerales y otros productos de la economía nacional
convirtiendo a Honduras en el principal productor mundial de bananos.

El poder económicos de las bananeras se incrementó al diversificar sus inversiones,


como la hizo la los Vaccaro de la Ceiba al crear el Baco Atlántida, un cervecería,
una fábrica de zapatos, una de fábrica de aceite vegetal y otras que multiplicaron
sus actividades de beneficios, la Cuyamel Fruit Company instalo un ingenio
azucarero en la Lima, cría de ganado y cultivo de frutas tropicales para la
exportación.

El poder económico de las bananeras se tradujo también en poder político. Ya que


podrían obtener tan buenos beneficios, tales como: obtener nuevas concesiones,
exenciones y privilegios fiscales; roturación de nuevas tierras para incrementar la
productividad de las plantaciones; y, el control sobre recursos nacionales como los
puertos, las aguas y el ferrocarril nacional.

El poder económico adquirido por las compañías bananeras provocó ciertas


consecuencias: el traslado del centro de gravedad de la economía nacional del sur
al norte y la consolidación de la hegemonía de los Estados Unidos en Honduras. El
principal puerto en esa época fue Amapala. Sin embargo, desde la época de 1920,
los modernos puertos construidos por las compañías bananeras en la Costa Norte
desplazaron a Amapala como el puerto principal del país.

La primera guerra mundial contribuyo a que el intercambio comercial entre


Honduras y los países Europeos se redujera al minimo. Este hecho facilito el
monopolio económico y comercial que los Estados Unidos y sus compañías
bananeras comenzaban a ejercer sobre la economía hondureña; una de sus
consecuencias fue el traslado del comercio de importación y exportación a la costa
norte.

You might also like