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“Comentario Analítico, Exegético y Homilético”

1 Pedro
Alex Donnelly

1 PEDRO 1:10-12

“10 Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron


y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, 11 escudriñando qué persona
y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba
de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos. 12 A
éstos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas
que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el
Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles”.

I. ANÁLISIS

Al hablar de la “salvación” que los creyentes ya estaban gozando (v.9), la mente de Pedro va a
los profetas de antaño, quienes anunciaron esta salvación (v.10). Pedro describe la manera en
que estos profetas, no solo predijeron la salvación que Cristo iba a traer, sino que se
preocuparon por estudiar el propio mensaje que el Espíritu Santo les estaba dando (v.10-11).
Una de las respuestas que recibieron fue que el mensaje de salvación no era (tanto o solo) para
ellos, sino para una generación venidera – la generación de creyentes a quienes Pedro estaba
escribiendo (v.12a). Este fue el mismo mensaje que los creyentes recibieron, por medio de los
evangelistas de su época (v.12b). Pedro concluye, diciendo que la salvación en Cristo es algo
tan glorioso, que aun los ángeles anhelan estudiarla (v.12c).

ANÁLISIS TEXTUAL

Introducción (el contexto de esta sección; v.3-9)

1. El Ministerio Profético (v.10-11a).


2. Los Sufrimientos de Cristo (v.11b).
3. Las Glorias Venideras (v.11b).
4. El Ministerio Evangelístico (v.12).

Conclusión: “cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles” (v.12b)

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II. EXÉGESIS

Verso 10

En el texto original, el orden de las palabras en este verso es el siguiente: ‘Acerca de esta
salvación, inquirieron y diligentemente indagaron los que profetizaron acerca de la gracia
destinada para ustedes’ (ver BDLA). Esto indica dos cosas importantes:

i. El tema principal sigue siendo la ‘salvación’ (ver v.9).

ii. El énfasis de Pedro no es tanto sobre la manera en que esta salvación fue revelada a
los profetas, sino sobre el estudio que ellos hicieron del mensaje de salvación.

“Los profetas que profetizaron1 de la gracia destinada a vosotros…”

La palabra, “destinada”, no está en el texto original. Lo que Pedro escribió (en griego) fue
simplemente, ‘la gracia que era para ustedes’.

Pedro no menciona ninguna profecía específica, porque tiene en mente todas las profecías del
AT2. Podemos señalar algunas de ellas (aunque una lista completa sería muy larga) – Gén
49:10; Núm 24:17; Deut 18:15-19; Sal 22; Is 9, 11, 53.

“…inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación”

Es interesante, e importante, notar que los profetas no quedaron contentos con simplemente
predecir la venida de Cristo; lo que querían hacer era entender este mensaje. Por ende,
habiendo profetizado la venida de Cristo, se pusieron a estudiar lo que habían hablado o escrito.

Esto indica algo de la naturaleza del don profético. El hecho de recibir cierta revelación, no
garantiza que la persona por quien Dios esté hablando, entienda todo lo que está diciendo (ver
Dan 7:16, 19; 8:27; 12:8).

Pedro destaca dos características del estudio que hacían los profetas:

En primer lugar, “inquirieron”. El verbo en griego es ‘ekzeteo’3; significa ‘desear’ o ‘buscar’


(ver Heb 11:6; 12:17, “procuró”). El verbo está en el aoristo.

En segundo lugar, los profetas “diligentemente indagaron”. El verbo que Pedro usa es
‘exereunao’4. Aunque este verbo no se usa en el resto del NT, el verbo simple, ‘ereunao’ es

1
Toda la frase, “Los profetas que profetizaron”, es la traducción de un participio (‘profeteusantes’);
literalmente, ‘los profetisantes’.
2
Aunque tenía en mente, específicamente, las profecías que anunciaban: “los sufrimientos de Cristo, y las
glorias que vendrían tras ellos” (ver v.11).
3
La preposición, ‘ek’, significa ‘fuera’. En este contexto, la preposición es añadida al verbo para dar
mayor énfasis (‘buscar intensamente’), o para comunicar la idea de ‘sacar (una verdad) a la luz’. De
todos modos, este verbo señala una búsqueda intensa de la verdad.
4
Otra vez es una palabra compuesta: ‘ek’ más ‘ereunao’.

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empleado seis veces (ver Juan 5:39, “Escudriñad”; 7:52; Rom 8:27; 1 Cor 2:10; 1 Ped 1:11;
Apo 2:23). Una vez más, el apóstol usa el verbo en el aoristo.
Estos dos verbos señalan un estudio intenso, por parte de los profetas. Pedro no dice cómo
desarrollaron este estudio, pero no es difícil suponer algunos de los elementos de su
investigación.

i. Seguramente comenzaron con sus propias profecías, pidiendo a Dios mayor


entendimiento al respecto – como lo hizo Daniel, en algunas oportunidades (Dan
7:15-16, 19-20).

ii. Luego, analizaron las profecías de otros siervos de Dios (como lo hizo Daniel, en
Dan 9:2).

iii. Cuando era posible, seguramente conversaron con profetas contemporáneos,


tratando de aprender el uno del otro (p.e. Isaías con Miqueas; Zacarías con Hageo).

Este deseo de entender mejor las profecías fue algo que deleitó el corazón de Dios; por eso Él se
complació en darles mayor entendimiento (ver la experiencia de Daniel, en Dan 10:1-3, 12, 14).
Sin embargo, hay que enfatizar que Dios no siempre satisfacía su curiosidad (Dan 12:8-9).

Verso 11

“escudriñando qué persona y qué tiempo…”

Estas palabras indican los dos temas que más interesaban a los profetas: la persona de Cristo, y
el tiempo de Su venida. Los profetas evidentemente no estaban seguros de la naturaleza de la
persona del Mesías (¿sería humano o divino?); tampoco estaban claros en cuanto a la obra que
iba a efectuar (¿iba a triunfar o a sufrir?).

El verbo que Pedro emplea aquí (“escudriñando”) es ‘ereunao’, la forma simple del verbo que
usó en el verso anterior (ver notas anteriores).

En este caso, Pedro usa el verbo en tiempo presente, porque está describiendo una acción
continua, por parte de los profetas, durante sus vidas.

La palabra para “tiempo” es ‘kairos’. Esto indica que los profetas no estaban tanto averiguando
la cronología exacta de la venida de Cristo (para eso, Pedro hubiera usado la palabra ‘cronos’5),
sino el tiempo oportuno en que Cristo iba a venir; es decir, cuáles iban a ser las condiciones del
mundo en el tiempo de Su venida.

“…indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos…”

El verbo “indicaba” (‘deloo’) significa ‘aclarar’. Pablo usa este verbo, en 1 Cor 1:11
(“informado”) y en Col 1:8 (“declarado”)6. Al usar este verbo, Pedro está indicando que hubo
una relación estrecha entre los profetas y el Espíritu de Dios; una relación en la cual el Espíritu
Santo revelaba cosas importantes a los profetas.

5
El tiempo exacto de Su venida está revelado con bastante claridad en Dan 9:25-26.
6
Obviamente, “los de Cloé” (1 Cor 1:11) pasaron tiempo conversando con Pablo, y fue durante esa
conversación, que ellos le comunicaron algo de las divisiones en Corinto (quizá en respuesta a las
preguntas de Pablo). Lo mismo es cierto de Epafras y Pablo, en Col 1:8.

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El verbo está en el imperfecto, que implica que la obra reveladora del Espíritu Santo era algo
que se daba como un proceso continuo, y no solo algo momentáneo.
Los profetas ministraban bajo la inspiración del Espíritu Santo (2 Ped 1:19-21). Aquí Pedro
describe al Espíritu Santo como “el Espíritu de Cristo” (v.11). El papel del Espíritu Santo es
enseñar al creyente las verdades de Cristo (ver Juan 15:26; 16:14). Este papel lo viene
desempeñando desde el AT. Ver Apo 19:10.

¡Qué hermoso es saber que el Espíritu Santo, que mora en nosotros, y nos lleva a conocer a
Cristo, y a amarle, es el mismo Espíritu que obraba en los profetas de antaño (“estaba en
ellos”), llevándoles no solo a conocer a Cristo, sino a profetizar de Su venida y ministerio
terrenal!

“…el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo…”

“anunciaba de antemano…” – el verbo es ‘promarturomai’ (‘dar testimonio de antemano’). En


este caso el verbo está en el tiempo presente.

La expresión en griego es interesante: ‘ta eis Criston’. La preposición, ‘eis’, significa ‘hacia’
Por consiguiente, la frase debe ser entendida en el sentido de, ‘los (sufrimientos) que venían
hacia Cristo’; o sea, ‘los sufrimientos que le esperaban’ – que estaban destinados para Él 7.

Aunque Pedro no menciona ninguna profecía específica del AT, tiene en mente las palabras de
Cristo, pronunciadas a los dos discípulos que iban a Emaús; a saber, que todos los profetas del
AT predijeron los sufrimientos de Cristo (ver Lucas 24:25-27, y comparar v.44, 46; también Hch
26:22-23).

“…y las glorias que vendrían tras ellos”

Estas “glorias” incluían la resurrección y exaltación de Cristo, y también la predicación del


evangelio en todo el mundo (con toda la ‘gloria’ que eso trae a Cristo). Pedro hace referencia a
estas “glorias” en 1 Ped 4:13 y 5:1.

Verso 12

Al ‘inquirir y diligentemente indagar’ acerca de la salvación que Dios tenía preparada para Su
pueblo, Dios seguramente dio a los profetas mayor entendimiento espiritual acerca de las
profecías del AT. Sin embargo, aun los profetas no entendieron bien todas las profecías.
Algunas quedaron ‘veladas’. ¿Por qué? Pedro lo explica en este verso.

“A estos se les reveló…”

El verbo (‘apokalopto’) conlleva la idea de ‘quitar el velo’, para revelar algo escondido. Como
veremos a continuación, la revelación que los profetas recibieron no fue tanto acerca del
significado de todas las profecías del AT, sino acerca de su propio ministerio como profetas.

“…que no para sí mismos…”

7
Comparar el uso de la misma preposición (‘eis’), en el v.10, que se traduce, “destinada a vosotros”.

40
En primer lugar, los profetas tuvieron que entender que el don profético no era exclusivamente
para su edificación personal (ver 1 Cor 14:12). Obviamente, las revelaciones que el Espíritu
Santo les daba de la Persona y obra de Cristo, emocionaban mucho a los profetas, y los
edificaban personalmente. Pero Dios no les dio esas revelaciones principalmente para su
beneficio personal.

Tampoco era solo para el beneficio de la nación de Israel. La verdad es que el grueso de Israel,
teniendo un corazón entenebrecido, no entendió las profecías mesiánicas (2 Cor 3:14-15). El
‘remanente’ de Israel sí entendió, y se alegró de aprender acerca de Cristo. Pero estas profecías
no eran solo o principalmente para ellos tampoco.

Esto nos ayuda a entender Dan 12:8-9. En Dan 12:7, Dios le reveló algo a Daniel que él
evidentemente no entendió. Daniel pidió una explicación, pero Dios no se la dio. ¿Por qué no?
Porque la revelación en Dan 12:7 fue dada para los que iban a vivir en el futuro, y quienes
iban a entender esa profecía, a la luz de los eventos que iban a ocurrir en su tiempo. Lo
mismo es cierto de algunas de las profecías del AT que hablaban de la Persona y obra del
Mesías. Los profetas procuraron indagar el significado de esas profecías (1 Ped 1:10-11), pero
el Espíritu Santo no les dio pleno entendimiento, porque ese entendimiento estaba reservado
para aquellas personas que iban a vivir durante y después de la encarnación de Cristo, y quienes
iban a entender esas profecías, luego de su cumplimiento (p.e. Oseas 11:1; Mat 2:5).

“…sino para nosotros…”

¿A quiénes tiene Pedro en mente, cuando habla de “nosotros”? Al parecer, sería a todos los
creyentes de esa época, tanto judíos como gentiles. Pero hoy en día podríamos decir que en
realidad, “nosotros” incluye toda la Iglesia cristiana, a través de los siglos; es decir, todas las
generaciones que han vivido después de la primera venida de Cristo.

“…administraban…”

La traducción de la RV no es la mejor, en este caso. El verbo en griego es ‘diakoneo’, que


significa ‘servir’ o ‘ministrar’. Dios dio a los profetas del AT revelaciones acerca de Cristo, no
tanto para ‘alimentarse’ a sí mismos, o al ‘remanente’, sino para ‘alimentar’ a los integrantes del
Nuevo Pacto.

El propósito de Pedro, al escribir esto, no era menospreciar a los profetas (comparar 2 Ped 1:21)
o menospreciar a Israel; sino animar a los creyentes a quienes estaba escribiendo. Ellos estaban
pasando por pruebas fuertes, y el deseo de Pedro era animarles. Lo hace, afirmando que sus
privilegios eran mucho mayores que los de los grandes profetas del AT. “Los lectores deberían
sentirse privilegiados por vivir en el tiempo del cumplimiento que tanto anhelaban los
profetas…”8.

“…las cosas que ahora os son anunciadas…”

En esta manera Pedro hace una relación entre las profecías dadas a los profetas del AT, con el
mensaje que los creyentes del primer siglo escucharon. Tanto los profetas de antaño, como los
predicadores del primer siglo, hablaban de la misma cosa – la Persona y obra de Cristo. Por eso
Pablo puede declarar que el evangelio que él predicaba era el evangelio prometido por los
profetas del AT (ver Rom 1:1-2).

8
Peter Davids, La Primera Epístola de Pedro, p. 105.

41
“…por los que os han predicado el evangelio…”

Las cosas que los profetas del AT solo predecían, a veces en formas muy ‘oscuras’ y difíciles de
entender, ahora son predicadas abiertamente por los apóstoles, evangelistas y misioneros. Así
llegó el evangelio a los creyentes a quienes Pedro dirige esta carta.

En esta manera, Pedro comprueba la unidad orgánica entre el AT y el NT. La ‘esperanza de


Israel’ se cumple en el evangelio del NT.

“…por el Espíritu Santo enviado del cielo”

El mismo Espíritu que inspiró a los profetas del AT, obró en los predicadores del NT, para que
puedan anunciar el evangelio de Cristo (ver Hch 2:14-41; 4:31, 33).

Pedro afirma que el Espíritu Santo había sido “enviado del cielo”. El verbo es ‘apostello’. El
uso de este verbo implica que el Espíritu Santo vino como un delegado oficial de Cristo. Esto
encaja con lo que el Señor afirmó del Espíritu Santo, en Juan 14:16, donde la palabra para
“otro” (‘allos’) significa ‘otro igual que yo’; ‘alguien que viene en mi lugar, con la misma
autoridad que yo tengo’. Se podría decir que el Espíritu Santo es un ‘Espíritu apostólico’. Él
estuvo presente en el AT, hablando a los profetas; pero en una forma especial, descendió del
cielo sobre la Iglesia, en el día de Pentecostés, con el fin de inspirar a la Iglesia para el
cumplimiento de la Gran Comisión.

“cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles”

El verbo, “anhelan” (‘epithumeo’), indica un deseo fuerte. Es el mismo verbo que se usa en
Mat 5:28, de ‘codiciar’ a una mujer; y en Lucas 15:16, del hijo prodigo, quien “deseaba llenar
su vientre de las algarrobas que comían los cerdos”9.

En Mat 13:17, el Señor afirma que “muchos profetas y justos desearon ver lo que veis”
(hablando de Su Persona y ministerio). Aquí Pedro afirma que los ángeles tienen el mismo
deseo.

La palabra, “mirar”, es la traducción del verbo, ‘parakupto’. El verbo simple, ‘kupto’, significa
‘agacharse’ o ‘inclinarse’ (ver Marcos 1:7, “encorvado”; y Juan 8:6, 8); el verbo compuesto es
utilizado en Juan 20:5 y 11. Los ángeles, del cielo, ‘se inclinan’ o ‘se agachan’ para estudiar
estas cosas que tienen que ver con la Persona y obra de Cristo. Se ‘agachan’ (por decirlo así)
del cielo, para estudiar el evangelio – asombrados al ver lo que el Señor de la gloria estuvo
dispuesto a hacer a para salvar la raza humana.

NOTA: Aunque Pedro no desarrolla las implicancias de sus afirmaciones, es obvio que una
deducción que podemos hacer de estos versos es que, como creyentes, debemos tener
tremendo interés en estudiar las profecías del AT. Ellas fueron dadas para nuestro
beneficio. Nosotros las podemos entender aun mejor que los profetas que las dieron. Si
los ángeles tienen un tremendo deseo de estudiar estas cosas, cuánto más nosotros
debemos hacerlo, quienes somos los beneficiarios de esta gran salvación.

9
Otros usos de este verbo incluyen textos tales como Lucas 16:21 (“ansiaba”) y Lucas 22:15.

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El Espíritu que obró en los profetas, es el mismo Espíritu que mora en nosotros, y nos
desea llevar a toda la verdad. Por ende, no tenemos ni la menor excusa por no entender
las cosas que el Espíritu Santo ha revelado, tanto en el AT como en el NT.

III. HOMILÉTICA

TEMA “El Ministerio Profético”

Introducción

Hoy se escucha mucho acerca del ‘ministerio profético’. Algunos están a favor; otros están en
contra. La pregunta es, ¿qué dice la Biblia al respecto? En 1 Ped 1:10-12, el apóstol Pedro nos
da ciertos alcances acerca del ministerio profético.

1. LOS PROFETAS REVELABAN (v.10a, 11b)

El verbo, ‘profetizar’, significa ‘hablar de parte de’; es decir, ‘ser vocero de’ (ver Éx 3:14-16).
En el caso de los profetas del AT, muchas veces el ministerio profético incluía un elemento de
predicción. Pedro destaca este aspecto del ministerio profético, y señala que en el AT los
profetas revelaban una cosa general, y dos cosas específicas:

a. Revelaban la Gracia de Dios (v.10a).

b. Revelaban los Sufrimientos de Cristo (v.11b).

c. Revelaban las Glorias Venideras (v.11b)

2. LOS PROFETAS ESTUDIABAN (v.10b – 11a)

A veces pensamos que los profetas entendían todo lo que decían, pero esto no es cierto. A
veces no estaba claro para ellos lo que Dios les estaba dando para decir a Israel (ver Dan 12:8).
Por eso Pedro dice que, habiendo trasmitido la Palabra que el Espíritu Santo les dio para hablar,
ellos mismos se pusieron a estudiar sus propias profecías. Notemos DOS cosas de este estudio:

a. La Manera de Su Estudio (v.10b-11a)

Pedro usa tres términos para describir la manera en que los profetas estudiaban:

i. “inquirieron” (v.10b) –
ii. “diligentemente indagaron” (v.10b) –
iii. “escudriñando” (v.11a) –

El uso de estos tres verbos señala la intensidad y seriedad con la cual estos hombres procuraron
entender las cosas que el Espíritu Santo estaba revelando por medio de ellos.

Lecciones:

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(1) Revelación espiritual no se opone al estudio aplicado de la Biblia. Las dos cosas son
importantes.

(2) Recibir revelación espiritual es un tremendo privilegio; pero no debemos quedar


satisfechos con ello. Debemos hacer un mayor esfuerzo por estudiar la revelación
dada. Esa es nuestra responsabilidad.

b. El Tema de Su Estudio (v.11a)

Los profetas estudiaban dos cosas en particular:

i. La Persona de Cristo

ii. El Tiempo de Su Venida

3. LOS PROFETAS APRENDÍAN (v.12)

Al estudiar sus propias profecías, Dios les dio una nueva revelación (v.12a). Esta revelación fue
personal, para ellos; no está escrita en los textos del AT. Por medio de esta nueva revelación se
les dijo a los profetas dos cosas muy importantes:

a. Ellos era Administradores

b. Su Ministerio era Para la Iglesia

Conclusión

Pedro concluye afirmando dos cosas importantes:

a. El ministerio profético ha sido complementado por el ministerio evangelístico (v.12b);


un ministerio tan inspirado por el Espíritu Santo, como el ministerio profético.

b. El ministerio profético ha sido motivo de estudio por parte de los ángeles (v.12c). Y si
ellos lo estudian, ¡cuánto más no lo debemos hacer nosotros!

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