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DESARROLLO Y PERSPECTIVA
DE LA INVESTIGACION PARTICIPATIVA
INTRODUCCION
De especial relevancia son los intentos de lograr mayor coherencia entre los
procesos de investigación, inclusive su aplicabilidad a la educación de adultos,
en estilos más dialógicos. Entre estas nuevas corrientes la metodología de la
investigación participativa ocupa un lugar especial en el Continente.
manera se ha convertido en una praxis nueva que se presenta como una opción
metodológica y un enfoque estratégico para la acción.
Los elementos que se pueden identificar como los que se han conjugado en la
Investigación Participativa son provenientes de diferentes teorías, metodologías
y experiencias prácticas. Estas se van aclarando, e inclusive modificando, a
medida que la Investigación Participativa se va perfilando a través de su praxis y
el análisis crítico. Por su carácter de praxis, la Investigación Participativa tiene un
carácter dinámico en su desarrollo histórico y diversificado en los diferentes
contextos socioeconómicos, políticos y culturales.
2.l. Precursores
En realidad es asombroso ver que en todas las ciencias sociales existen esfuerzos
para lograr una participación de los sujetos de investigación en el análisis de su
propia realidad; la búsqueda de un diálogo para mejorar el nivel de profundización,
de la confiabilidad y de la comprensión de los problemas reales; la vinculación a
la acción y la socialización de la información. Sería quizás un esfuerzo demasiado
En las sociología se han mencionado (Hall 1981) las contribuciones del Tavistock
Institute en el aspecto metodológico; Dos Santos, Samir Amin y Leys sobre la
dependencia. Es imposible buscar ser completo en esta disciplina: no obstante
en América Latina es indispensable agregar: Fals Borda, Bosco Pinto,
Stavenhagen, González Casanova, Roger Bartran, Gunter Frank, Antonio García,
Barraclough y muchos otros. Aparte de Habermas y Adorno de la
Escuela de Francfort, valdría la pena revisar Marcuse y Dahrendorf sobre los
movimientos de base y la organización social.
Según Freire, ninguna acción puede ser entendida fuera del mundo histórico de
las relaciones sociales, cultural y estructuralmente determinadas. Por esto, acción
es siempre interacción, comunicación, transformación. No existe sin un sujeto
que la intención y un objeto intencionado. Es praxis y como tal, implica una
dimensión terminal orientada por valores que se interconectan dinámica y
sustancialmente con el contenido de toda acción.
Otra limitante seria, puede ser que, dado el carácter ideológico de la investigación
participativa y su posición eminentemente social que procura una transformación
de un orden tradicional de relaciones sociales y de trabajo, sea rechazada por
las instancias del poder.
2.6.10. La preparación del investigador debe ser más integral, ya que tendrá que
interactuar con fenómenos sociales, económicos, políticos, culturales y sicológicos.
No obstante, todavía no existe una formación académica para la investigación
participativa.
Ya por el mismo hecho de ser una praxis dentro de una estrategia de participación
se dará más espacio a la creatividad que a la rígida imposición de un modelo con
un instrumentario predeterminado. A pesar de estos hechos, es bien posible
indicar, que existe un modelo global con alternativas, por los rasgos metodológicos
que estos comparten.
A grandes rasgos se pueden detectar las siguientes características metodológicas:
- El punto de partida lo constituye la visión de la realidad como una totalidad.
- Los procesos y estructuras son comprendidos en su dimensión histórica.
- Teoría y práctica se integran.
- La relación sujeto-objeto se convierte en una relación sujeto-sujeto a través del
diálogo.
Esto, ya de por sí, implica cuestionar la actitud despectiva que el poder dominante
generalmente adopta frente a la cultura popular. Su carácter de investigación,
inserta en la acción, implica a la vez la necesidad de cuestionar una aceptación
acrítica del conocimiento popular. En el proceso de análisis crítico, compartido y
dialógico se tienen que revisar también los productos de alienación y enajenación
que existen en la cultura popular.
el “status quo”.
Parece que entre las variables que intervienen en los debates sobre la materia
resaltan, el tipo de sociedad a la que se refieren así como la formación de los
investigadores. Varios comentaristas europeos y australianos muestran sus
reservas al empleo de las categorías de análisis y conceptos del materialismo
histórico y en algunos casos del modelo de conflicto para analizar la realidad.
Proponen una estrategia que atienda necesidades básicas y mejore las
condiciones de vida de los grupos desfavorecidos.
Vejarano M., Gilberto, Comp.
Por otro lado, los aportes de América Latina, Africa y Asia, señalan la utilidad del
materialismo histórico y dialéctico para la fundamentación teórica y metodológica
en la investigación participativa. Como las contradicciones en los países de estas
regiones se evidencian con más claridad, los investigadores recurren con mayor
frecuencia a modelos de conflicto. Ellos parten para su trabajo, de una crítica del
positivismo como fundamentación filosófica y del estructural funcionalismo como
fundamentación teórica.
Los que rechazan el empleo del materialismo histórico indican que éste implica
el rechazo al capitalismo y la opción por un socialismo autoritario. Parece, no
obstante, que la última parte de la crítica no sea tan acertada.
Por más que es importante señalar los aportes y críticas de ambas corrientes
teóricas, hay que advertir que los argumentos empleados se centran más bien
en el ámbito político e ideológico. Y no llegan a los niveles teórico y metodológico.
El qué hacer, y cómo hacer frente a una sociedad en crisis estructural, ha sido y
sigue siendo una de las grandes preocupaciones del mundo contemporáneo, el
que, de una u otra manera, cuestiona una realidad que se percibe como anormal.
El reto está planteado entonces, pero las más de las veces no se sabe cómo y
qué tipo de respuesta se puede ofrecer.
Hay dos razones de índole lógica que dificultan la posibilidad de una síntesis
entre la teoría y la práctica social. Por una, parte, la función orientadora de la
teoría con respecto de la práctica se encuentra limitada por su escaso desarrollo.
Por otra parte, traducir las formulaciones teóricas en directivas prácticas que
orienten la acción de modo eficiente, requiere del desarrollo de una teoría sobre
la estructura lógica de la acción racional.
Este énfasis de las interrelaciones entre los fenómenos trae como consecuencia
la posibilidad de enriquecer el proceso metodológico y de utilización del
conocimiento, en la planificación de la actividad transformadora de la realidad.
Esto es muy evidente al retomar el análisis y la relación que existe entre teoría,
praxis y metodología. La actividad investigativa participativa no debe culminar en
una respuesta de orden teórico o meramente cuantitativa, sino en la generación
de propuestas de acción expresadas en una perspectiva de cambio social. En la
actual situación es muy común observar que, dada la formación del investigador,
existe una proliferación y uso indiscriminado de los métodos cuantitativos en las
ciencias sociales. No es que se trate de obviar o eliminar reglas del método
estadístico, sino de enriquecerlo con una perspectiva social y de acción.
No hay duda que falta examinar aun más la contribución directa de la investigación
a la promoción y al apoyo de la participación popular, y a considerar cómo los
conocimientos obtenidos por medio de la investigación pueden ser mejor
difundidos entre los miembros de los grupos y movimientos participatorios.
La estrategia no es otra cosa que el plan que el investigador se traza para lograr
sus objetivos, en este caso, la organización y participación de la comunidad en
todo el proceso investigativo,
hasta lograr un producto final que vendría a ser la generación de proyectos
alternativos de acción, su ejecución y posterior evaluación.
Se hace cada día más evidente que los sistemas formales de educación, son
poco útiles y prácticos a la mayor parte de los grupos marginados, área social
prioritaria de todo trabajo de investigación participativa. Ellos más bien, en un
alto porcentaje, juegan un papel de imposición cultural, ya que sus valores, pautas,
normas, contenidos y métodos de trabajo corresponden a intereses urbanos o
bien a criterios de grupos sociales diferentes. Muchas veces los profesionales
formados en los claustros de una universidad, no conciben que la experiencia, la
auto-educación y la preparación fuera de los recintos de dicha institución, pueda
ser un medio válido para el cambio de la sociedad.
Esto es porque los grupos sociales, cuando se plantean proyectos para realizarlos
organizadamente, también se preguntan qué hacer para realizarlos.
Aunque hace más de dos lustros que finalizó la primera década del desarrollo de
las Naciones Unidas, los resultados logrados son exiguos. Las disparidades en
la distribución de los recursos y de los beneficios, ha aumentado, al igual que los
Vejarano M., Gilberto, Comp.