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Psiquiatría de enlace y Psicología de la Salud

Coordinación con
atención primaria:
Una visión posibilista
Oscar Martínez Azurmendi
Psiquiatra
Centro de Salud Mental Uribe Costa. Bizkaia

1. Introducción contextual De forma quizás sobresimplificada, en la


tabla 1 esquematizo alguno de los aspectos
En los últimos 1 5-20 años, a pesar del apa- sobre los que quiero llamar la atención.
rentemente breve lapso de tiempo discurri-
do, hemos sido testigos de un importante Coincidiendo con la celebración de estas
cambio conceptual y estratégico en los Jor nad as Interautonóm ica s, la Organiza-
planteamientos de los Centros de Salud ción Mundial de la Salud acaba de publicar
Mental (C.S.M.) frente a la Atención Prima- su "Informe sobre la salud en el mundo
ria (A.P.).
Tabla 1. Algunos cambios observados en la interrelación C.S.M. -A.P.

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Psiquiatría de enlace y Psicología de la Salud

20 01" (1), dedicado específicamente a la bien no abordaré directamente, son premi-


salud mental. El informe culmina con 10 sas básicas para un adecuado funciona-
recomendaciones adaptables a cada país miento del sistema. Estos condicionantes
en función de sus necesidades y recur sos. son:
La p rimer a d e es tas rec om e nd acion es a) Económicos. Garantizando una
aconseja "Dispensar tratamiento en Aten- dotación de recursos suficientes.
ción Primaria" (tabla 2). b) Políticos. No alimentando en la pobla -
ción expectativas imposibles de satis-
Tabla 2. Primera recomendación del facer. Necesitándose mantenerlas ade -
"Informe sobre la salud en el mundo cuadas a la realidad asistencial dispo-
2001" de la OMS. nible y no generando el espejismo de
1. DISPENSAR TRATAMIENTO EN qu e c ualqu ier d ificultad h um ana es
ATENCIÓN PRIMARIA candidata a ser resuelta "por su médi -
El manejo y tratamiento de los trastornos co".
mentales en el ámbito de la atención pri-
maria es un paso fundamental que permi- Tabla 3. Aspectos posibilitadores de
te facilitar y agilizar el acceso a los servi- una mejor coordinación C.S.M. - A.P.
cios para el mayor número de personas; 1. Disponibilidad del C.S.M. Evitación
hay que reconocer que muchas ya solici- de la burocratización y rigidificación
tan ayuda en este nivel. Con ello no sólo de los protocolos.
se proporciona una mejor asistencia, sino 2. Relación per sonalizada entre los pro-
que se reduce el despilfarro de investiga- fesionales.
ciones innecesarias y tratamientos inade- 3. Adecuar las expectativas profesiona-
cuados e inespecíficos. Para conseguirlo, les de forma realista. L o que puede
sin embargo, es necesario que el personal implicar disminuirlas en ocasiones.
de salud general reciba formación en las 4. Reforzar la habilidades técnicas de
competencias esenciales de la atención de A.P. (formación - supervisión).
salud mental. Dicha formación asegura el
uso óptimo de los conocimientos disponi-
bles para el mayor número de personas, y 2. Disponibilidad del C.S.M.
posibilita la aplicación inmediata de medi- Disponibilidad que podemos resumir en la
das de intervención. Por lo tanto, la salud necesidad de no burocratizar la relación ni
mental debe ser incluida en los planes de rigidificar los protocolos de derivación. Es
formación, con cursos de actualización decir, si pedimos "disposición" a A.P., debe -
que aumenten la eficacia de los servicios mos igualmente ofrecer "disposición" por
de salud generales en el manejo de los nuestra parte. Para ello pueden ser adecua -
trastornos mentales. da s algu nas ac titu des d esde el C.S .M .
como las presentadas en la tabla 4.
Para la exposición que sigue partiremos del
convencimiento de la importancia y utili- 3. Relacion personalizada
dad de la coordinación con A.P., no sólo
como mecanismo de mejora de la calidad Independientemente de las normas de fun-
asistencial, sino como estrategia ideal para cionamiento y coordinación interinstitucio-
el mutuo conocimiento profesional y per- nal, generalmente dictadas desde la propia
s on al, con la c on sigu ien te c orrección y adm inistración sanitar ia, la interrelación
ajuste de eventuales actitudes y posturas operativa y cotidiana entre A.P. y el C.S.M.
apriorísticas entorpecedoras de la tarea. se suele dar a nivel indi vidual y personal.
Los principales aspectos de la "visión posi- La coordinación no puede ni debe enten -
bilista" propuesta se resumen en la tabla 3. derse como un concepto abstracto entre
Todos ellos deri vados de la experiencia instituciones, sino entre personas (o equi -
práctica en la coordinación con A.P. y que pos) concretos. Por este motivo no suelen
paso a desarrollar, no tanto desde un punto funcionar ni mantenerse en el tiempo expe-
de vista conceptual, sino sobre todo prácti- riencias de coordinación basadas en reu -
co y hasta cierto punto “cotidiano”. No es niones con profesionales cambiantes.
posible c on tin uar s in ad emás llam ar la
atención sobre otros condicionantes, que si

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Tabla 4. Actitudes de disponibilidad y tos se establecieron fundamentalmente a


colaboración desde el C.S.M. través de "charlas" puntuales acerca de
di versas generalidades por profesionales
1. Generar en A.P. cier ta sensación de específicos del C.S.M. Por otra par te, la dis-
colaboración y evitación de mayores tribución de la demanda entre los diversos
carg as de trabajo por nuestra parte psiquiatras del Centro se realizaba sin crite-
en lo posible. rio ge og ráfico alguno , dep end iendo en
a) Cuidado con la petición burocrática gran medida de su propia disponibilidad y
de volantes cuando sabemos con actitud personal. A finales de los años 80 y
cierta seguridad que habremos de con la aparición de los equipos de A.P., se
atender al paciente. consideró la oportunidad de "subsectori-
b) F avorecer actuaciones "médicas" zar" la población asistida, correspondiendo
desde el C.S.M. (recetas, analíticas, a cad a p siquiatr a u no s dete rmina dos
informes...). "cupos" de A.P. A finales de los 90, la sub-
c) Implicación en algunas intervencio- sectorización de la población es completa,
nes que pueden ser conjuntas (abor- teniendo cualquiera de los médicos del
dajes con par tes de una familia, valo- ni vel primario (y sus pacientes) un psiquia-
ración de bajas...). tra concreto de referencia (Figura 1).

2. Explicitar claramente los tiempos de La existencia de un psiquiatra concreto (y


respuesta a sus requerimientos. enfermera psiquiátrica) de referencia, res-
a) Acordar tiempos de respuesta para po ns ables de la a sisten cia d ir ecta al
las demandas "ordinarias", "preferen- paciente de un determinado médico, favo-
tes" y "urgentes". rece el conocimiento mutuo y la relación
b) En caso de existir algún tiempo de personalizada de forma estable así como
demora en la atención, acordar con una mejor continuidad de cuidados entre
ellos que casos se considera que han ambos niveles.
de ser atendidos con prioridad.
c) Respuesta y atención telefónica Por otra parte se cuida con especial interés
inmediata a A.P. el fluido contacto telefónico y la calidad de
los informes. Además se han establecido
3. No desautorizar ni dudar de sus reuniones regulares en las que habitual-
actuaciones ante el paciente. mente el psiquiatra de referencia se des-
a) No cambiar tratamientos a no ser plaza a los Centros de Salud coordinados.
que técnicamente esté claramente En estas reuniones se evita un ánimo pura-
justificado. mente académico en sus contenidos, aun-
b) No descalificar sus opiniones o que lógicamente la formación continuada
comentarios al paciente. puede tener lugar en forma de temas espe-
c) Muchas de las deri vaciones bus- cíficos (2). A pesar de la exploración y
can básicamente la reafirmación ante manejo de di versos componentes emocio-
el paciente de que el tratamiento u nales por parte de los médicos, tampoco
enfoque tomado desde A.P. es el ade - estos encuentros pueden ser considerados
cuado. En estas ocasiones una única un grupo Balint, prefiriendo referirnos a
entrevista con un informe de devolu - ellos con el término de "grupos de refle-
ción puede ser suficiente en muchas xión" (3-4). Normalmente el mayor tiempo
ocasiones. práctico es ocupado en la discusión de
casos clínicos particulares y establecimien-
3.1. Ejemplo de coordinación persona- to y definición de prioridades asistenciales.
lizada
3.2. Beneficios observ ados en la coor-
El C.S.M. Uribe Costa atiende a un determi- dinación personalizada
nado sector de población de Vizcaya. Desde
su creación en 1981 se planteó la necesidad Algunos de los beneficios que hemos per-
de establecer algún tipo de contacto opera - cibido a lo largo del tiempo como deriva-
ti vo con los diferentes médicos de cabece - dos de este modelo de coordinación se
ra de la zona, en un principio estos contac- resumen a continuación:

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Figura 1. Dos modelos de coordina - cuerdos.


ción entre centros - Incrementa los contactos entre C.S.M.
y A.P. con un mayor intercambio y posi -
bilidad de apoyo tras la devolución.

B) Superación del aislamiento del C.S.M.


- Integrándose, el profesional, en la red
asistencial general.
- Diluyend o el e stigm a g enera lm ent e
asociado a los servicios de salud men -
tal.
- Per mitiendo, al paciente, los segui-
mientos compartidos por ambos ni ve-
les.
- Consolidan do el con tacto r egu lar y
mantenido a lo largo del tiempo entre
ambos niveles. No ha sido infrecuente
observar que cuando existen cambios
o discontinuidad entre los profesiona -
les implicados los contactos languide-
cen.

C) Activ idad f orm ativa ide al par a los


M.I.R. de Familia y Psiquiatría.

D) In crement o de la satisfac ción en tre


pacientes.
- Co mo lo ate st igu an los frec uen tes
comentarios en torno a la deri vación
personalizada y la consecuente tran-
quilidad generada.
- En nuestro caso (5) hemos comproba-
do, entr e 648 prim eras c on su ltas
durante año y medio, que el 69 % de
ellas se acercaban con una expectati va
clara de interconsulta con A.P., frente al
limitado 18 % que tenían esta expecta-
tiva en relación c on e l m édico d e
empresa. Si, tal y como se ha sugerido
(6), la satisfacción está relacionada, no
solo con los resultados obtenidos, sino
con las expectativas del paciente, es
A) Mejora asistencial
muy posible que la interconsulta con
- Favorece la integración de aspectos
A.P. vaya a estar asociada a una mayor
psicológicos, por pacientes y equipos, satisfacción final del paciente.
en la patología somática.
E) Incremento de la satisfacción entre los
- Fac ilita la der ivac ión y d evolución
profesionales de A.P..
(incluso con nombre propio, lo que
- La experiencia es altamente valorada
tranquiliza y suele agradar al paciente),
desde ese nivel, percibiéndola como
actuando a favor de la continuidad de "proyecto común" a diferencia del tipo
cuidados.
de relación establecida con otras espe-
- Permite un mejor ordenamiento de la
cialidades.
tarea y distribución de la demanda en
- Trasmite una mayor confianza a la hora
el C.S.M., estableciendo una regla clara
de plantearse el seguimiento de un
de "repar to" de los casos y evitando así p aciente. Esta tran qu ilid ad pu ede
posibles tensiones derivadas de desa-
deber se tanto a la facilidad de acceso

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Coordinación con atención primaria. Una visión posibilista

al C.S.M., como a la simple constata- "médicos de cupo" que van quedando.


ción de que no hay tratamientos supe-
r especializ ados disp on ib les p ara D) Existencia de una gran rotación entre
muchos casos. los profesionales por la alta tasa de
- En un estudio de actitudes y satisfac- interinidades laborales existentes. Lo
ción en A.P. (7), donde un 60 % de que conlleva ru pturas regu lar es de
médicos y enfermeras de nuestra área proyectos y relaciones, así como acti-
respondieron un cuestionario anónimo tudes y puntos de vista cambiantes
por correo, sin entrar en aspectos par- con cada nuevo profesional. No está de
ticulares pudimos comprobar que los mas señalar en este caso la importan-
médicos coordinados (frente a los no cia no sólo de la "continuidad de cui-
coordina dos) m os traban un a m ejo r dados", sino la de la "continuidad de
actitud tanto hacia la enfermedad men - cuidadores".
tal como hacia la psiquiatría, así como
una mayor satisfacción hacia la exis- E) Necesidad de desplazamientos fuera
tencia del C.S.M. en la zona. El cuerpo del C.S.M., lo que aparte de ser poten-
de enfermería mostraba, en general, cialm ente vivido c om o in có mo do ,
una peor actitud que los médicos en pued e s er in cluso eco nó micam ente
estas cuestiones. En otro estudio en gravoso.
fase de elaboración en la actualidad
(8), con la misma escala modificada F) Actitudes per sonales de desinterés o
sobre equipos poco coordinados de desvaloración.
otra área, se han encontrado ni veles
mas bajos de satisfacción. En este tra- G) Temor al aumento de la demanda. Este
bajo además se resalta que los médi - es un temor extendido con cierta fre-
cos reconocen y valoran la importancia cuencia y uno de los moti vos mas utili-
de los factores psicológicos en la prác- zados para justificar la inexistencia de
tica clínica, aunque refieren dificulta- proyectos de coordinación desde los
des de manejo de los mismos por la C.S.M.. Por su potencial papel inhibi-
percepción o autovaloración personal dor de un mayor desarrollo de estas
de falta de conocimientos. Igualmente experiencias de coordinación, merece
se señala la necesidad de implicar y la pena que nos extendamos en mayor
definir mejor el papel de enfermería en profundidad sobre ello.
los aspectos de la salud mental.
3.4. Temor al aumento de la demanda
3.3 Difi cu ltad e s ob serv ad a s en la como consecuencia directa de la
coordinación personalizada. coordinación.

Mientras que algunas de las dificulta- No podemos descartar que esto pudiera
des expuestas a continuación son cla- ser así en casos de una gran "psicologiza-
ramente técnicas, otras son mas con - ción" de los médicos a través charlas exce-
ceptuales o actitudinales y podrían ser si vamente académicas, pero en todo caso
m ejo r entendidas com o resistenc ias hemos de considerar que el aumento de la
mas o menos conscientes a este tipo demanda es una realidad común en nues-
de tarea. tro entorno y en el que además se han de
A) Disper sión geográfica de los consulto- considerar otros factores para explicar la
rios pequeños. iniciativa de consulta.

B) Horarios de mañana y tarde, quedando A) El aumento de la demanda es un fenó-


peor coordinados los médicos que tra- meno descrito universalmente y del
bajan las tardes cuando el C.S.M. está que tenemos oportunidad de encontrar
cerrado. ejem plos sin m ov erno s dem a siado
lejos. Como muestra en esta misma
C) Menor disponibilidad horaria, y posi- Comunidad de Asturias, en Mieres se
blemen te act itu dinal, de los po co s ha comunicado recientemente (9) el
"médicos de cupo" que van quedando. importante aumento de la demanda

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obser vado d esde los primeros nuestra área, comparando el número


momentos de la psiquiatría comunita- de derivaciones por población de los
ria, fundamentalmente a costa de tras- médicos coordinados y no coordina -
tornos neuróticos y deri vados desde dos durante medio año no encontra-
A.P. mos diferencias estadísticamente sig-
nificati vas. En otro momento, compa-
B) En el estudio de expectativas al que me rando durante dos años dos zonas con
he referido anteriormente (5), pregun - alto y bajo nivel de coordinación, se
tamos acerca de la iniciativa principal observó una mayor proporción de deri -
de la consulta y encontramos que un vaciones en los médicos menos coor-
41 % de los pacientes la reconocen dinados.
como nacida en ellos mismos, mien-
tras que el 59 % la atribuyen a otra per- 3.5. Otros aspectos que modulan la
sona. Si preguntamos por la per sona demanda
que mas ha influido, un 57 % señalan
al médico de A.P., un 18 % a un familiar Aunque no podemos aquí hacer justicia a
y un 25 % a otros. Sin embargo, un 54 la multiplicidad de factores que parecen
% r econoce qu e c on su lt ando "d ará estar asociados con la decisión de consul-
gusto" a algún familiar, mientras que tar y que pueden mediatizar el nivel de
esta actitud de complacencia es recha- derivaciones de un determinado médico
zada por el 65 % cuando se refiere al (síntomas, capacidad diagnóstica, recursos
médico. Es decir, existe una alta pro- disponibles, actitudes, expectativas, estig-
porción de iniciativas de consulta no ma...) (10), si merece la pena detenernos en
directamente atribuibles al médico de algunos de ellos.
A.P., con grandes niveles de aquiescen-
cia hacia eventuales deseos familiares A) En cualquier caso, la simple compara-
q ue no p ue de sost ener se de igual ción entre médicos coordinados y no
forma en relación al médico de cabece- coordinados habrá de tomarse siem-
ra. pre con mucha precaución si no se
controlan además otras variables que
C) Muchas consultas se realizan por ini - pudieran influir en las tasas de deri va-
ciativa del paciente (lo que anterior- ción. Entre ellas, las car acterís tic as
mente codificaríamos como "a petición sociodemográficas y sanitarias de la
propia"), aunque administrativamente población atendida (ancianos, capas
aparezcan como derivaciones de A.P. ec on óm ic amen te d esfavorecidas,
en muchas ocasiones simplemente por familias monoparentale s, paro , etc.)
exigir se de sde el C.S .M. ten er "un serían unas de las principales por su
volante" pare ser atendido. De esta as oc iac ió n co n peo res nive le s de
fo rm a, la buro cr atizac ió n asiste ncial salud.
inu tiliza el estu dio de las llam adas
"rutas asistenciales" (pathways to care) B) Un grupo necesitado de especial aten-
como r ef lejo de los movimientos ción, por su directa relación con las
espontáneos de la población y resta cargas de trabajo generadas, son los
valor a cualquier comparación en este llamad os "hiper utilizado res ". En un
as pec to entr e zonas geog ráficas en estudio caso-control diseñado desde
que no se controle esta variable. A.P. en nuestro entorno (11), se compa -
raro n 102 h ip erutilizad or es co n 10 0
D) Aún siend o evid ent e el prog re sivo controles tomados al azar en relación
aumento de la demanda y las deriva- con diversas variables socio-sanitarias.
ciones desde A.P., no está demostrado Además un grupo colaborador de psi-
el directo papel precipitador de consul - quiatras les exploramos a todos ellos
tas de la coordinación, existiendo indi- mediante la entrevista SCAN, elabo -
cios de que el fenómeno fuera precisa- rando igualmente un diagnóstico psi-
mente el contrario, es decir se evitan quiátrico en caso de duda. Se encontró
deriv acion es o estas pued en ser que la hiperutilización estaba directa -
devueltas más rápidamente a A.P. En mente relacionada con la enfermedad

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Coordinación con atención primaria. Una visión posibilista

física crónica y la edad como era pre- A) Trasmitir planteamientos realistas de


s um ible, sig uiend o la enfe rmed ad objetivo s a lc anzab les (p ro blemáticas
mental y el estrés (sucesos vitales) asu mibles, pos ib ilid ades de cambio
como variables predictivas. El 51 % de estr uc tural, necesidades de tiempos
los casos recibieron un diagn ós tico psicológicos en la elaboración de due-
con el SCAN (aunque hay que destacar los...).
que un 28 % de los controles también
lo tuvieron). Entre ellos eran mayoría B) Establecimiento de prioridades conjun-
los encuadrados dentro del grupo F4 tas, con especial atención a sus necesi-
del CIE 10 (tr asto rnos n euróticos, dades.
secundarios a situaciones estresantes
y somatomorfos), predominando los C) Divulga r o tra s ac tivida des me nos
síntomas de corte ansioso-depresi vo. co nocidas d el C.S .M ., fun dam ental-
La alta incidencia de sucesos vitales men te el tr abajo requerid o par a la
estresantes y su relación con la hiperu- atención a las psicosis y otros trastor-
tiliza ción n os se ña la as im is mo el nos m ay or es qu e g ener alm ente no
importante impacto de los trastornos suelen generar cargas evidentes en A.P.
adaptativos en el sistema sanitario, no e incluso pasan desapercibidas. La pre-
siendo este un problema exclusi va- sentación de memorias razonadas de
mente para los servicios de salud men- la actividad asistencial puede ser un
tal, que posiblemente no hacen mas buen instrumento de debate.
que reflejar el desbordamiento percibi -
do desde la misma A.P. donde muchos D) Explicar los proyectos específicos que
d e ello s co ns ult an e n un p rimer existan en el C.S.M., con sus caracte-
momento por causas prioritariamente rísticas y población atendida (Hospital
somáticas. de Día, To xicomanías,Trastornos de Ali-
mentación...). Son de utilidad las sesio-
C) En el anterior estudio, un 20 % de los nes monográficas con otros miembros
pacientes no alcanzaron criterios sufi- concretos de los eq uipo s responsa-
cientes para un diagnóstico CIE 10 con bles.
el SCAN, aunque su médico si conside-
raba la existencia de componentes psi - E) Divulgar otros recursos comunitarios
cológicos en su estado. Esto nos debe mas o menos especializados (asocia-
h acer plan tea rn os el c on cep to de ciones de apoyo y autoayuda, servicios
"caso" de forma mas operativa, máxi - sociales, etc), potenciando y alentando
me al constatar que muchos de estos su utilización desde A.P. como alterna-
pacientes eran percibidos como gene - tiva a la "psiquiatrización" de algunos
radores de mas dificultades a los médi- tipos de sufrimiento psicológico. Es de
cos que los propiamente diagnostica- mucha utilidad la preparación y distri-
dos (12). Una posible estrategia para bución de hojas con direcciones y telé-
enfrentar esta dificultad diagnóstica en fon os d e c on tacto , co mo fo rm a de
A.P. s ería la u tilizac ió n de modelos favorecer su recuerdo y uso.
dimensionales frente a los categoriales
(DSM, CIE) a los que estamos mas F) Mejor ar su s hab ilid ades p ro pias de
acostumbrados en psiquiatría (13). inte rve nc ión de forma op erativa
(ansiolíticos y antidepresivos, caracte-
4. Adecuar las e xpectativas profesio- rísticas del duelo, teoría de las crisis
nales de forma realista vitales...).

Para ello pueden ser de utilidad algunas G) Implicar en lo posible a enfermería,


es tra tegias c lar as y d irectas , co mo las resaltando su potencial e importante
expuesta s a continuación, r equ ir iéndose papel en el apoyo y seguimiento de
ocasionalmente incluso la disminución de muchos casos.
las propias expectativas.
H) Por último, no está de mas remarcar de
A) Trasmitir planteamientos realistas de nuevo que será difícil pedir una dismi-

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Psiquiatría de enlace y Psicología de la Salud

nución de las expectati vas que pudie- Tabla 5. Algunos aspectos de interés
ran haberse depositado en nosotros para la formación-supervisión en Aten-
sin ofrecer "algo" a cambio (disponibi - ción Primaria (adaptado y ampliado de
lidad). "Salud Mental y Atención Primaria.
Una guía para la investigación").
5. Reforzar las habilidades técnicas en
a.p. (formacion y supervisión)
1. Detección de trastornos psiquiátricos.
S in p od er extend ernos en los d iver sos Instrumentos de ayuda.
aspectos y contenidos que pueden configu - - Capacidad del médico para la detec -
rar un programa de formación continuada ción de trastornos psiquiátricos. Vali -
en A.P., hemos de recordar que lo básico no dez y fiabilidad de sus diagnósticos.
es sensibilizar y mejorar exclusivamente Tipo de instrumentos, sencillos y fia-
las capacidades de reconocimiento diag - bles, que pudieran ser utilizados con
nóstico del médico, sino saber que hacer e ste fin . S esgos d ia gnó st ico s qu e
con los diagnosticados (13). pu dieran d erivarse de diferen cia s
socio-culturales o del propio instru -
A modo orientativo, puede ser interesante mento utilizado. Categorización de los
recoger la experiencia promo vida desde la di versos aspectos del "disconfort psi-
Unidad Docente de Medicina de Familia de cológico" observables en la consulta.
Vizcaya, por la que un grupo de médicos de Utilidad y limitaciones de los modelos
A.P. y psiquiatras nos reunimos en varias clasificatorios actuales.
ocasiones con el fin específico de intercam-
biar, en forma de tormenta de ideas, posi- 2. Comorbilidad orgánica. Quejas somáti-
bles áreas necesitadas de atención en A.P. cas.
por los motivos que fueran. El documento - Enfermedades orgánicas (y ev olución
final (14), consensuado entre todos, desta - de las mismas) que tienen mas riesgo
ca 6 áreas de interés prioritario donde sur- de asociarse con trastornos mentales.
gen interrogantes no bien resueltos todavía Características psicológicas asociadas
y que interesan al clínico en su práctica a l do lor cr ónic o. C ómo d etecta r
cotidiana. La tabla 5 resume algunos de los pacientes somatoformes y su manejo.
puntos considerados como más relevantes Efectos de las crisis del ciclo vital
y puede ser una buena guía de partida para sobre la salud física y mental. Flujos y
el diseño de programas de formación con- gasto asociado del paciente somatiza-
tinuada. dor en los servicios. El enfermo termi-
nal y su familia.

3. Deri vación a los servicios psiquiátri-


cos.
- P rotocolos de derivación. Característi-
cas, gravedad y síntomas de las deri-
v acio nes. U mb ral d ia gnó st ico y
u mbral d e d erivación . Diferen cia s
entre los pacientes tratados en A.P. y
los derivado s. P os ibles d ife renc ia s
mediatizadas por la experiencia profe-
sional, tiempo de consulta disponible,
edad y sexo del médico. Coordinación
A.P. - C.S.M.

4. Tratamiento de los trastornos menta-


les en A.P.
- Las técnicas de entrevista. P autas de
intervención mas extendidas. Recono-
cimiento y abordaje de los problemas
derivados del alcohol. El duelo. El con-

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Coordinación con atención primaria. Una visión posibilista

sum id or c rónico de psico fárm aco s. Importancia del apoyo social.


P r esc ripc io nes de com placen cia. El 6. Expectativas de los pacientes. Actitu-
apoyo psicológico. Tratamientos far- des y S atisfacción. Trabajo preventi vo.
macológicos y de apoyo. Beneficios y - Expectativas técnicas y relacionales de
riesgos de los nuevos psicofármacos. los pacientes. La comunicación con el
Entrenamiento en grupos Balint. paciente. La entrevista, la adhesión al
trat am ien to y la sa tis fa cc ión del
5. Crisis vitales. Acontecimientos estre- paciente. Actitudes de la población y
santes. Factores sociales. de los sanitarios hacia la enfermedad
- Impacto de los acontecimientos adver- mental. Actualidad del "síndrome del
sos y sus consecuencias para la salud. quemado" en nuestros servicios. Papel
Síntomas "normales" y patológicos". de enfermería. Expec tativas d e A.P.
Fases de las crisis. Tiempos psicológi- hacia los servicios especializados.
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