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Universidad Autónoma de Ciudad Juárez

Instituto de Ingeniería y Tecnología


Departamento de Ingeniería Industrial y Manufactura

Nelson Mandela

Luis Josué Lozoya Vargas


157598

Técnicas de Investigación Documental


Monografía
Febrero 2017
ÍNDICE:

1. Introducción

2. Contexto histórico de Sudáfrica

3. El apartheid

4. Nelson Mandela

5. Conclusiones

6. Bibliografía

2
Introducción

3
Contexto histórico de Sudáfrica
El país de Sudáfrica fue marcado principalmente “[…] por un afán de conquista de nuevos
territorios por parte de las principales potencias europeas, […] traería fatales
consecuencias para millones de habitantes africanos […] lo cuales serían explotados de
forma indiscriminada para satisfacer las ansias de poder y riquezas de los diferentes
gobiernos europeos” (Quiroz, Toro, 2007, 70-71). La colonización europea en África dio
inicio cuando en “1486 los navegantes portugueses alcanzan el Cabo de Buena
Esperanza” (Anuario Internacional CIDOB, 2004 411). Más adelante colonos de
diferentes países europeos llegaron al continente africano que “[…] se convirtió en una
ruta comercial estratégica cada vez más importante, con Holanda, Francia y Reino Unido
disputándose su control” (Pere, 2005, 397) La conquista de territorios, como “la
adquisición británica de El Cabo en 1795 acentuó las divisiones entre los colonos locales
y los gobernantes metropolitanos y amplio el abismo racial entre blancos y negros” (Ibíd.)
El descontento de las tribus nativas se vio reflejado más tarde en “[…]
enfrentamientos entre los colonos […] y los khoikhoi y otras tribus autóctonas (como los
xhosas), que se resistían a la dominación blanca” (Anuario Internacional CIDOB, 2004
411) Después de esto, colonos “desesperados por conseguir más tierras y ansiosos por
establecer sus propias comunidades lejos del dominio británico, en 1830 Ios agricultores
europeos […] (conocidos como boers) se dirigieron hacia el interior iniciando la “Gran
Marcha”, ladeando las poblaciones africanas más densas” (Pere, 2005, 397) Esto llevo
a que nuevos territorios fueran explorados por los boers, en “1867 se descubren
importantes yacimientos de diamantes en la zona de Orange y Kimberley” (Anuario
Internacional CIDOB, 2004 411) y secuencialmente el hallazgo de “[…] los grandes
yacimientos de oro de Witwatersrand, en la Republica del Transvaal, hecho que supone
la promesa de grandes riquezas y el despertar de los intereses británicos en la zona […]”
(Ibíd.), como consecuencia del interés por los minerales tan valiosos se “acentuó todavía
más las divisiones entre británicos y boers, blancos y negros, ricos y pobres” (Pere, 2005,
397)
Inmediatamente después de los descubrimientos de oro y diamante, “las minas
[…] abrieron el mundo al imperialismo, y fueron extraordinariamente eficaces porque sus
beneficios eran lo bastante importantes como para justificar […] las plantaciones,

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explotaciones y granjas […]” (Quiroz, Toro, 2007,74), de nueva cuenta esto provocó otro
nuevo enfrentamiento, “[…] entre los británicos y los Boers […] en las Guerras Anglo-
Boer que estallaron entre 1899 y 1902 […] cuyo objetivo principal era el control del oro
[...]” (Pere, 2005, 397); esto provocó graves secuelas en la relaciones Anglo-Boer
Al cabo de 3 años de guerra “los británicos conquistan las dos repúblicas
independientes […] se crea el estado sudafricano con el nombre de Unión Sudafricana
[...] con un Parlamento exclusivamente blanco que mantiene una discriminación
sistemática contra la mayoría negra” (Anuario Internacional CIDOB, 2004 412), la
exclusión de los negros en el Parlamento, origino dos movimientos nacionalistas, el
primero en conformarse fue “el movimiento nacionalista afrikáner […] alrededor del
Partido Nacional (NP) y atrajo a los afrikáners (los antiguos boers), que todavía estaban
resentidos por los sufrimientos de la guerra y frustrados por la pobreza endémica de sus
condiciones de vida” (Pere, 2005, 397), el segundo partido fue “el movimiento
nacionalista negro, dirigido principalmente por el Congreso Nacional Africano (ANC), […]
para hacer frente a la multitud de injusticias contra Ios africanos” (Ibíd.)

El Apartheid
El Congreso británico en la Unión Sudafricana estableció las bases del Apartheid “al
entrar en vigor la South African Act aprobada […] en 1909” (Anuario Internacional CIDOB,
2004 412), esta tenía como fin “[…] la marginalización y discriminación de los
sudafricanos” (Anuario Internacional, 2005, 457), a partir de aquí empieza “la progresiva
implantación de leyes segregacionistas que van limitando los derechos de la población
negra” (Anuario Internacional, 2004 412)
El desarrollo de estas leyes se vio reflejado cuando “[…] en el territorio "blanco"
[…] se dictan leyes que restringen los derechos de residencia, circulación, trabajo y hasta
ocio de los negros” (Ibíd.) Hasta este momento, no existía el Apartheid, pero “los
afrikáneres […] volverían al poder […] hasta 1924 [...]” (Santos, 2010, 80) para poder
implementar de manera oficial a través de su gobierno el Apartheid.
La victoria de los afrikáners (boers) acentuó aún más la ideología que tenían, ya
que “se definían a sí mismos como el pueblo elegido, cuyo destino era gobernar
Sudáfrica. […] y determinaron que Sudáfrica debía gestionarse según los intereses de

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los afrikáners, y no de los empresarios ingleses o los trabajadores africanos” (Pere, 2005,
397) Para cumplir con la acordado “la política de "desarrollo separado" es sustituida por
el Apartheid […]” (Anuario Internacional CIDOB, 2004 413) como la principal prioridad en
su gobierno.
La postura autócrata del gobierno afrikáner dio surgimiento a “[…] las primeras
leyes que formalizaron el Apartheid (ya para aquel momento una realidad social) […]”
(Santos, 2010, 80) todas en resumen formaron “los tres grandes pilares del apartheid
[…]: la Ley de la tierra, que determina el lugar de residencia según el color de la piel, la
Ley del registro de la población (Population Restriction Act), que clasifica racialmente el
recién nacido, y la Ley de Salvoconducto, que regula el acceso a las ciudades” (Anuario
Internacional CIDOB, 2005 413). Adicionalmente se creó “[…] el plan de estudios
diseñado por el Departamento de Asuntos Nativos en 1953 para regir «la naturaleza y
las necesidades de las personas negras»” (Santos, 2010, 80) este plan tenía como fin
“que los negros recibieran una educación que les impidiera ascender a puestos «por
encima de los que les correspondían», reservando así los puestos de trabajo más
importantes para los blancos” (Ibíd.)
La raza negra vivía una de las peores opresiones, tal como se menciona en
Anuario Internacional CIDOB: “durante esta época un sudafricano negro no puede votar,
tiene que utilizar permisos para circular, puede ser detenido de forma arbitraria, no tiene
derecho de huelga ni a afiliarse a ningún sindicato, no tiene acceso a los servicios
públicos, no puede estudiar en las escuelas de los blancos, etc.” (2005 413). Durante los
siguientes años, “Sudáfrica se encuentra prácticamente aislada a nivel internacional,
porque mantiene con fuerza el apartheid […]” (Ibíd.), todo esto causado principalmente
por los afrikáners.

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Nelson Mandela
El apartheid fue la plataforma para Mandela, Nelson: (aka Madiba)1 que “tenía 22 años
cuando se entregó a la lucha […] como tantos otros jóvenes […], aspiró inicialmente a
una democracia negra, y adoptó luego los planteamientos y las estrategias del
comunismo” (Grañena, 2010, 16) La gran determinación que tuvo Mandela, fue en gran
parte, a siempre estar “[…] preparado para pelear y tomar el riesgo de ir a prisión o morir
por sus ideales” (Pithouse, 2014, 249), esta ideología fue la que lo llevo a conseguir la
libertad que siempre anhelo para su pueblo.
Un acontecimiento importante que marcaría la vida de Mandela fue cuando “en
1943, […] se incorpora a la Facultad de Leyes de la Universidad de Witwatersrand. Aquí,
el conoció estudiantes de diferentes carreras y […] durante ese tiempo – en 1944
específicamente – Mandela forma parte del ANC” 2 (Khumalo, 2014, 10), más tarde
Mandela fundó “la Liga Joven junto a otros compañeros. Las intenciones asociacionistas
de Mandela, Tambo y otros colaboradores fueron duramente reprimidas por el Estado
del apartheid, que no permitía reuniones de colectivos ni manifestaciones públicas”
(Guijarro, 2007, 20), pero esto no los detuvo, ya que “el Estado del apartheid sudafricano
[…] poseía un ejército poderoso, una burocracia eficaz, y un fuerte apoyo entre los
sudafricanos blancos; pero no tenía poder alguno para imponer una solución a un
conflicto que era causado en buena medida por el propio carácter de ese Estado” (Read,
Shapiro, 2014, 58).
No se podía ignorar la situación que vivía el pueblo de Sudáfrica, y “mientras el
Gobierno reforzaba su poder y controlaba a la sociedad a través de leyes draconianas
[…], el ANC, encabezado por Nelson Mandela y Oliver Tambo, intento ampliar su base
de apoyo haciendo un llamamiento al incumplimiento masivo de las nuevas leyes” (Pere,
2005, 398). Mandela tenía una idea muy clara de lo que quería lograr para ello “una de
las claves fundamentales fue el nexo de unión de las luchas: no el color de la piel, sino
el compromiso con la total abolición del apartheid y de la opresión; esto significa que se
buscaron aliados de cualquier “raza” o color de piel […]” (Guijarro, 2007, 18-19) y aunque

1
Fue un nacionalista Sudafricano revolucionario del anti-apartheid y un demócrata socialista
2
“in 1943, he enrolled at the University of the Witwatersrand Law Faculty. Here, he met students of all races and.
[…] during that time - in 1944 to be specific - Mandela had joined the ANC” (Khumalo, 2014, 10)

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el producto de esta unión no parecía concordar con lo que se vivía, fue de suma
importancia para lograr la libertad
El pueblo sudafricano respaldo la campaña encabezada por Nelson Mandela y
Oliver Tambo, pero esta tuvo respuesta por parte del gobierno y “en 1963, fueron
acusados de agravio e intento de derrocar al estado con violencia [...] más tarde fueron
condenados a Robben Island"3 (Khumalo, 2014, 10) y aunque “el líder del Congreso
Nacional Africano (CNA) permanecería en aquel penal 18 de los 27 años […] entre rejas.
[…] el tiempo en Robben Island fue para Mandela una época de aprendizaje y reflexión”
(Grañena, 2010, 16). Durante los 18 años en Robben Island, Mandela no desaprovecho
ni un momento y siempre “[…] dedicó a la lectura y al estudio buena parte del tiempo que
le dejaba libre el cruel trabajo en la cantera. En concreto, invirtió muchas horas en el
aprendizaje del afrikáans -el idioma mayoritario entre los blancos de ascendencia
holandesa- y en la aproximación a la historia y a la mentalidad afrikáner” (Ibíd.) El hecho
de que Mandela fuera encarcelado no detuvo “la oposición interna y externa, […] en
1976, las protestas desembocaron en semanas de manifestaciones, marchas y boicots
en todo el país” (Pere, 2005, 398) y por esta razón se dio “[…] el fracaso de la estrategia
toscamente liberalizadora del presidente Pieter Botha, que pretendió relegitimar la
estructura de segregación por la vía de crear cámaras de representación donde
estuvieran otras minorías étnicas (pero manteniendo la exclusión de la mayoría negra)
incluso los presuntos beneficiarios de dicha reforma (coloured, indios, malayos) acabaron
rechazándola”(González, 2012, 56) además hay que agregar la difícil situación que vivía
el país, ya que “los inversores extranjeros se retiraron […] el valor de la moneda se
desplomo; el precio del oro cayó por debajo de la mitad del alcanzado en los años
setenta; el rendimiento económico bajo; y la inflación se convirtió en algo crónico” (Pere,
2005, 399)
Como resultado de las situaciones que vivía Sudáfrica y “[...] a circunstancias
fortuitas, FW de Klerk se hizo con el mando del NP en 1989, después de la dimisión de
Botha.” (Ibíd.) Al frente de la nación sudafricana FW de Klerk “comprendió que solo había

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In 1963, Mandela, Sisulu, Covan Mbeki, Ahmed Kathrada. Rusty Bernstein, Dennis Goldberg, James Kantor,
Andrew Mlangeni, Elias Motsoaledi and Raymond Mhlaba were charged with sabotage and attempting to
overthrow the state violently […] They were later condemned to Robben Island” (Khumalo, 2014, 10)

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una opción: acabar con el régimen de segregación racial y […] entendió que la única
manera de ganar era perder […]” (González, 2012, 57), esto lo llevo a tomar una de las
decisiones más importantes de su gobierno, “en febrero de 1990, libero a Nelson
Mandela tras 27 años de cárcel y también a muchos de sus cohortes del ANC
encarcelados además […] acepto la legalización del ANC y otras organizaciones
anteriormente ilegales” (Pere, 2005, 399) De una manera increíble Mandela después de
27 años de cárcel “en el primer discurso que pronunció tras su excarcelación tuvo
palabras de perdón, de compromiso y de comprensión que […] alentaron las esperanzas
de los negros” (Grañena, 2010, 17) Inmediatamente después de la liberación de Nelson
Mandela, “[…] negociadores del Gobierno se reunieron regularmente con representantes
de otras organizaciones políticas para debatir las maneras de introducir una gestión
democrática y eliminar poco a poco los pilares restantes del apartheid” (Pere, 2005, 399)
El resultado de estas negociaciones llego a su fin “[…] en 1994, cuando Mandela
fue elegido presidente […] Sus principios e ideales modelaron un gobierno multicolor en
el que estaban representadas todas las minorías nacionales: negros, blancos, indios,
musulmanes, cristianos, comunistas, conservadores y liberales. El apartheid había
desaparecido […], pero quedaba lo más difícil: ganarse el favor de los blancos” (Grañena,
2010, 17), para ello Mandela tuvo que usar su “[…]capacidad de negociación […], tanto
con sus oponentes para que aceptaran sus condiciones como con sus seguidores para
que respaldaran sus concesiones, […]” (Santos, 2010, 81) inteligentemente Mandela “se
sirvió del deporte en su lucha para construir una nueva nación. Y no de un deporte
cualquiera, sino del rugby, una de las principales señas de identidad de la población
afrikaner. Ver cómo el 24 de junio de 1995 43 millones de sudafricanos de todos los
colores animaban a su selección en la final contra los temidos All Blacks de Nueva
Zelanda fue la confirmación definitiva de que Sudáfrica había logrado empezar de nuevo
su historia” (Grañena, 2010, 17). Finalmente, “el 16 de junio de 1999 Thabo Mbeki es
proclamado presidente en una ceremonia que da también marco a la retirada formal de
Mandela […]” (Anuario Internacional CIDOB, 2004, 418) que dejaba un gran legado en
la historia de Sudáfrica

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Conclusión

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Referencias documentales
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56
 Badra, L. (2012). History, memory and identity in Nelson Mandela’s autobiography:
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 Fairbanks, E. (2013). How will history treat Mandela?. New Republic, 244(12), 5-7
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 Foster, D. (2014). Mandela’s Last Gift. The Nation. 3-4.
 Godzich, W. (2014). The Mandela Enigma, Boundary 2 41(2), 8-10
 Guijarro, E (2007) La desobediencia civil como forma de participación política [cuando
la rebeldía es un deber porque la discrepancia no es un derecho] Theoria, 16(2), 9-23
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