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PRÁCTICA DOCENTE E INNOVACIÓN

ENSAYO
LAS CONCEPCIONES EPISTEMOLÓGICAS DE LOS
DOCENTES, DEL ROMANTICISMO AL HABITUS

PRESENTA
MTRO. MANUEL JUÁREZ GONZÁLEZ

ASESOR
DRA. HÍA MÁRQUEZ CORONADO

OAXACA DE JUÁREZ, OAX., NOVIEMBRE DEL 2017.

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ÍNDICE

LAS CONCEPCIONES EPISTEMOLÓGICAS DE LOS DOCENTES, DEL


ROMANTICISMO AL HABITUS 3

La educación y sus desencuentros 3

Romanticismo, dominación, hegemonía y habitus 6

Desigualdades e imposición 12

BIBLIOGRAFÍA

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LAS CONCEPCIONES EPISTEMOLÓGICAS DE LOS
DOCENTES, DEL ROMANTICISMO AL HABITUS

Abordar el fenómeno educativo es un asunto complejo, mucho más cuando no se

comparten o no se está de acuerdo con algunas ideas que los intelectuales de la

educación plantean.

En término generales el presente trabajo busca realizar un análisis más allá de las

concepciones románticas del ser docente, sin desdeñarlas, rebasa las

concepciones epistemológicas y se adentra en las desigualdades políticas,

económicas y culturales que viven docentes, alumnos y padres de familia,

desigualdades que son definitivas en los logros educativos.

La educación y sus desencuentros

García Canclini define a la cultura como un proceso de producción que abarca “todo

lo hecho por el hombre” (1995, pág. 59) considero que dentro de esta concepción

cultural debe incluirse a la educación. La educación como ese fenómeno social

amplio y complejo, que adquiere un gran valor, sabiendo que las relaciones

sociales son dinámicas y que continuamente se están renovando.

Desde esta lógica, todo acto social se convierte en un catalizador para que las

nuevas generaciones, se puedan adaptar al sistema de costumbres que como entes

de la sociedad tenemos. Adaptarse a las creencias y los valores culturales que

poseemos.

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Según Hanna Arendt, citada en Cabrera Guerra (2012, pág.2) la educación tiene la

misión de mediar entre el niño y el mundo, a manera de permitir que el primero se

integre en el segundo de manera más flexible e interesante. Se entiende como un

fenómeno social complejo que se da en todo momento y en todo lugar.

De manera más explícita ocurre en la educación institucional. La escuela es

concebida como institución socializadora ya que en ella se transmiten pautas

sociales y valores que ayudarán a los sujetos a vivir en grupo e integrarse

posteriormente a la sociedad respetando sus normas, leyes y valores. Es decir se

les prepara para insertarlos en un grupo social determinado. Por lo tanto, desde la

escuela se está socializando a los alumnos, entendiendo la socialización como el

proceso mediante el cual se ayuda al niño a convertirse en miembro adulto, activo

y responsable dentro de la sociedad en la que se desenvuelve. Es en este espacio

institucional (escuela) donde el quehacer docente cobra importancia, en este ámbito

recae el presente análisis.

Desde la perspectiva institucional, en el proceso educativo, intervienen aspectos

biológicos, psicológicos, sociales, contextuales, académicos, culturales,

económicos, políticos e históricos. Desde cada uno de ellos se construye una idea

educativa; a veces elaborada con cierta relación, para responder a las necesidades

de un país.

Desafortunadamente, la mayoría de la veces esa idea es contradictoria, los

preceptos educativos no se corresponden entre sí, la pugna entre lo político, lo

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económico, lo pedagógico y lo social no permiten definir una idea educativa

coherente.

Se puede decir entonces que las formas de concebir la educación son diversas y

están en función del ámbito y los momentos históricos por los que se desarrolla un

país.

Mientras para los profesores en la educación intervienen factores que afectan el

desarrollo de los sujetos, calidad de vida, desarrollo armónico, igualdad de

oportunidades, etc. Para los políticos la educación se significa desde la lógica de

cobertura e interpretaciones tecnocráticas y estadísticas, para la economía se

visualiza desde los términos de inversión-ganancia que el Sistema Educativo de un

país pone en juego, interesa responder a los apoyos de los organismo

internacionales, llámense Banco Mundial, Organización de las Naciones Unidas o

la Organización para la cooperación y el desarrollo económico.

De igual forma manera; las visiones educativas anteriormente ejemplificadas no

tienen nada que ver con la idea de desarrollo tecnológico o modernidad, cuando se

analiza a la educación ya sea en términos de conectividad o uso de las tecnologías

de la información y la comunicación.

Dentro de ese complejo entramado últimamente se ha privilegiado el análisis

centrado en el docente y sus responsabilidades en el proceso educativo, se han

definido roles, modelos y tipos de maestro que garantizan el logro académico de

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los alumnos ocultando la realidad compleja que subyace en la dimensión educativa.

Vale la pena preguntarse ¿Realmente es el docente culpable del fracaso educativo?

¿Sus concepciones epistemológicas garantizan el éxito en los aprendizajes?

¿Hasta dónde conviene mantener esa creencia?

Sin negar la responsabilidad docente dentro del proceso educativo institucional, se

hace necesario profundizar el análisis, poner en evidencia lo que la mirada

normalizadora oculta y legitima, es urgente trascender el discurso oficial, cuestionar

lo aceptado como natural y sacudir las formas de pensar.

Romanticismo, dominación, hegemonía y habitus

¿A dónde quiero llegar con los párrafos introductorios? A poner en evidencia las

construcciones teóricas que se han realizado respecto del ejercicio docente, se ha

generado todo un análisis que abarca lo epistemológico, lo didáctico, el curriculum,

la formación y la práctica misma, generando bloques de imposición vertical fijados

en tareas establecida que buscan dominar y manipular desde una relación social

diseminada en diferentes espacios. En otras palabras los intelectuales dicen

centremos el análisis en los aspectos que “interesan” y dejemos de lado todo lo

demás.

Las creencias epistemológicas de los profesores, referidas a concepciones


globales y personales en torno a de lo educativo, de la didáctica, de la
disciplina y de sus prácticas cotidianas en el aula, tienen derivaciones
diversas en el currículum. Las decisiones que toman los profesores ante los
diversos dilemas que se presentan en el momento de elegir contenidos,
metodologías y formas de evaluación, están permeadas por éstas, lo que no
implica que sean explicitadas previamente a la toma de decisiones. Lo
anterior se explica porque las creencias generalmente no son conscientes,

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operan de modo inconsciente y el docente no las puede explicitar en el
momento de la toma de decisiones ya que no las reconoce como operantes
en su pensamiento y en su subjetividad. “Las perspectivas epistemológicas
en los profesores no son independientes de concepciones más amplias, de
la cultura general exterior y de la pedagógica en sí que conjuntamente
determinan modelos educativos, delimitados y vigentes en determinados
momentos históricos”. (Barrón Tirado. 2015, pág. 52.)

Así, desde una visión romántica el “docente deseado”” es caracterizado como un

sujeto multifuncional, competente, agente de cambio, intelectual crítico y

transformador que domina los saberes, contenidos y pedagogías propios de su

ámbito de enseñanza.

Un sujeto que provoca y facilita aprendizajes, asumiendo su misión no en términos

de enseñar sino de lograr que los alumnos aprendan. Alguien que interpreta y aplica

un currículo, y tiene capacidad para recrearlo y construirlo a fin de responder a las

especificidades locales; etc. etc.

Para los teóricos ese docente ideal y sus éxitos en la educación tiene una base: Las

concepciones epistemológicas que han construido.

No es esa la idea que se quiere abordar, la intención es hacer notar que las

prácticas educativas no están definidas únicamente por las concepciones

epistemológicas de los docentes. Y me atrevo a ir más allá no es en esas

concepciones donde se deben buscar los resultados eficaces en el aprendizaje de

los alumnos.

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Centrar la atención en las concepciones epistemológicas es quedarse en un análisis

superficial de la realidad educativa.

Existen dos forma de analizar la realidad social, la primera caracterizada por el

deductivismo, que centra su análisis desde lo general a lo particular y basa su tesis

en que la influencia de las estructuras sociales que buscan la reproducción de un

sistema ocurren sin dar posibilidad que la sociedad pueda articular respuestas a

una imposición dada. La omnipresencia y la omnipotencia de un estado que todo lo

sabe y todo lo puede.

La segunda llamada inductivismo (que me parece más adecuada); va de lo

particular a lo general, permite suponer que dentro de la estructura social se

desarrollan respuestas contrarias a las intenciones de las estructuras de poder.

Este trabajo intenta ser una muestra de ello. El análisis de las concepciones

epistemológicas de los docentes es una concepción relativista; intenta señalar como

responsables a los profesores de los resultados en el proceso de enseñanza

aprendizaje.

Los estudios en torno a las concepciones epistemológicas que los docentes


ponen en juego en el proceso de enseñanza, han estado ligados a la
búsqueda de resultados eficaces en el aprendizaje de los alumnos. Dichos
estudios han sido abordados desde diversos paradigmas o programas de
investigación que van desde el paradigma proceso-producto, basado en una
racionalidad técnica y en donde el papel del profesor es el de un técnico que
resuelve problemas; hasta enfoques interpretativos, críticos y metodologías
cualitativas, que caracterizan al paradigma mediacional, conocido en sus
inicios como pensamiento del profesor y reformulado posteriormente como
pensamiento y conocimiento del profesor con relación a los contenidos del
pensamiento; subyace, además, un enfoque de racionalidad práctica, ligado
al profesional reflexivo. (Barrón Tirado. 2015, pág. 36.)

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Definitivamente no puedo estar de acuerdo con este planteamiento, más allá de las

concepciones epistemológicas de los profesores se deben cuestionar las

estructuras del estado que generan la desigualdad respecto a la apropiación de los

bienes económicos y simbólicos de la sociedad. La forma en cómo los docentes, se

apropian de la cultura y acceden a su formación profesional.

Los docentes, los alumnos, los padres de familia, son producto de una apropiación

desigual del capital cultural, del capital económico, del acceso mismo a la escuela,

de las condiciones de vida que el estado plantea como una oportunidad pero que

en términos reales obstaculiza.

Sin embargo la idea es hacer creer a los sujetos que las cosas deben de ser así,

Es en el entramado social; que se imponen esas ideas de manera arbitraria.

Arbitraria “porque no hay ninguna razón natural” que indique que las cosas deben

ser de ese modo, por qué debe ser en los profesores donde se debe buscar la

explicación del éxito o del fracaso educativo.

Ya vemos la importancia que cobra el aspecto cultural en este último punto,


y en cierto modo también en lo que hace a la educación como conjunto de
conocimientos, habilidades, habitus, que formen la nueva fuerza de trabajo
para que esté en condiciones de participar en el proceso productivo. (García
Canclini. 1997, pág. 68)

Se debe entender que la concepción de la educación responde a los momentos

coyunturales que se viven en la sociedad. Ejemplos muy claros son el

empoderamiento religioso las crisis económicas, las guerras mundiales, la

globalización de la cultura y el conocimiento.

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El primer filtro para concebir la educación se aleja de los elementos didácticos o

pedagógicos, se alimenta de las intenciones políticas y económicas que pretenden

legitimar y reproducir un sistema, crear un tipo de hombre que permita la

reproducción de una sociedad.

Un ejemplo muy claro se está viviendo actualmente; el entorno globalizador, la

necesidad de mano de obra barata, la crisis económica generaron la idea de una

Reforma Educativa fundamentada en la evaluación y la sanción hacía los

profesores. A nadie le interesó la concepción epistemológica, didáctica o

psicológica. ¿Cómo entonces pretenden analizar las concepciones epistemológicas

de los profesores? ¿Cómo se puede hacerlos responsables de los logros educativos

cuando las oportunidades de acceso a la formación, educación y cultura son

desiguales?

Desde esa idea; el señalamiento puntual del estado pone a los docentes y a sus

prácticas como los principales responsables del rezago educativo, es preocupante

observar como diversos intelectuales difunden esa idea, centran sus análisis y sus

opiniones en contra de los profesores.

La respuesta del estado ha sido muy puntual y se inició con un proceso que de

manera cotidiana que intentó recuperar el orden social; las herramientas utilizadas

fueron muy evidentes. La dominación y la hegemonía.

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La dominación se basa en la coerción directa, en la violencia. Pero ninguna
sociedad puede ser gobernada durante largo tiempo solo por la dominación;
aun las dictaduras tratan de construir una hegemonía. (García Canclini.
1997, pág. 71)

El continuo acoso hacía los profesores para que se evalúen, las amenazas de

despido, los descuentos salariales, son una muestra clara del uso de la violencia en

contra de los profesores, la idea es crear en la opinión pública un consenso en

contra de los docentes, evidenciarlos como responsables de los malos resultados

educativos.

…. a diferencia de la dominación que se ejerce sobre los adversarios y


mediante la violencia, la hegemonía, dice Gramsci, es un proceso de
dirección política e ideológica en el que una clase o sector logra una
apropiación preferencial de las instancias de poder, en alianza con otras
clases, admitiendo espacios donde los grupos subalternos desarrollan
practicas independientes y no siempre funcionales para la reproducción del
sistema. (García Canclini. 1997, pág. 71)

Surge entonces la verdadera intención de las estructuras de poder, la acción

ideológica se establece en un sistema de relaciones no conscientes llamado

habitus. Bourdieu denomina habitus a un sistema complejo de disposiciones, de

esquemas, básicos de percepción de pensamiento y acción.

Concepción Barrón tirado analiza el habitus de los profesores desde la visión

profesional, lo entiende como un saber incorporado, saber hecho cuerpo que se

revela en el campo profesional en diferentes planos. Habría de entender que desde

esa perspectiva el habitus no elimina la diferencia.

El habitus es un sistema de disposiciones durables, predispuestos a funcionar como

estructuras estructurantes. Estructuras estructuradas porque el habitus que cada

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uno lleva dentro ha sido estructurado desde la sociedad, no es engendrado por

uno mismo.

Preocuparnos de las concepciones epistemológicas de los profesores, es poner

atención en lo que el estado desea, hacer normal un conjunto de prácticas que

garanticen el desarrollo social, es más efectivo que cualquier condicionamiento

ejercido por las campañas publicitarias. Él habitus programa, articula una respuesta

ante cierto estímulo, es la raíz de donde se aferra la hegemonía.

De la desigualdad a la imposición

(como cierre)

Las implicaciones de los docentes en los logros educativos son importantes, no se

puede prescindir de su responsabilidad, sin embargo el análisis de la práctica

docente debe girar en torno a elementos diversos que influyen en el proceso

educativo y no solamente en las concepciones epistemológicas de los profesores.

La intencionalidad política y económica de un sistema educativo está presente en

las prácticas docentes y es determinante en la generación de condiciones para

alcanzar los logros que persigue.

El acceso a la cultura, a la educación, el ascenso en la pirámide social, las

oportunidades de desarrollo influyen de manera determinante en los logros

educativos de los estudiantes.

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La ideología dominante no solo impone las normas del sistema de habitus que nos

adapte a un orden social, sino también busca hacernos sentir esas normas como

naturales, legitimarlas y persuadirnos, sobre todo a los subalternos, de que esa

organización social es la más conveniente para todos.

He ahí la explicación del por qué importan tanto las concepciones epistemológicas

de los docentes y obviamos el análisis que nos lleve a descubrir que bajo ese

discurso se ocultan relaciones de diferencia, relaciones desiguales de la apropiación

de los bienes materiales y simbólicos existentes en la sociedad.

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BIBLIOGRAFÍA

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en cuenta. Santander.

Barrón Tirado, C. (2015). Concepciones epistemológicas y práctica docente. Una


revisión. REDU - Revista de Docencia Universitaria, 13 (1), 35-56.

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