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ARTÍCULO ESPECIAL 172.625

A propósito del modelo biopsicosocial, 28 años


después: epistemología, política, emociones
y contratransferencia
Jorge L. Tizón García

Recientemente, los doctores Borrell-Carrió, Suchman y en el paciente o de la asistencia sanitaria centrada en el


Epstein han publicado un multicéntrico y documentado consultante.
trabajo1 sobre la actualidad del modelo biopsicosocial de Desde luego, 28 años después, las relaciones entre los as-
Engel2. Dicho artículo tiene el mérito de introducir con ri- pectos sociales, psicosociales, psicológicos y somáticos de
gor y radicalidad la discusión sobre la prevalencia y la vali- enfermar siguen siendo oscuras y complejas, a pesar del
dez actuales del modelo propuesto por Engel hace 28 años. progreso incesante de nuestros conocimientos, tanto bio-
No es extraño, pues, que a su trabajo le haya seguido una lógicos como psicológicos6. La integración biopsicosocial
no menos interesante polémica sobre el tema que puede en la clínica progresó en algunos casos, pero en el último
consultarse en la versión electrónica de la misma revista decenio parece ganar importancia una intensa desintegra-
Annals of Familiy Medicine3. Quisiera hoy trasladar a estas ción de ésta. Sin embargo, hay que reconocer al MBPS el
páginas, y a los lectores de ellas, unas consideraciones so- mérito de haber intentado una nueva aproximación holís-
bre el tema con el único objeto de que sirvan de acicate a tica a la medicina, que ya antes habían intentado, desde di-
la reflexión y a la discusión. versas perspectivas, al menos la medicina asiria, árabe, per-
Para Borrell et al1, el modelo biopsicosocial (MBPS) im- sa, griega, latina, europea renacentista, romántica, la
plica tanto una «filosofía de la atención clínica» como una medicina social centroeuropea y ácrata, etc. Veintiocho
guía práctica para ésta. Ochenta años antes el psicoanálisis años después del artículo seminal de Engel2, creemos que
había intentado la misma combinación, aunque con una hoy día valdría la pena replantearse el modelo con cierta
perspectiva tan sólo psicológica. Por eso, en el ámbito teó- radicalidad, si bien desde perspectivas serias y fundadas,
rico, el MBPS supuso una vía más globalizadora para in- como hacen Borrel, Suchman y Epstein1. Y, para entrar
tentar entender cómo el sufrimiento y la enfermedad están directamente en la discusión, diríaos que hoy:
influidos por múltiples niveles de la organización humana,
que van desde el molecular hasta el social. En el ámbito 1. El MBPS no está siendo aplicado en el ámbito científi-
pragmático, el MBPS intentaba proporcionar vías para en- co y técnico, salvo en ámbitos minoritarios, al menos en los
tender la «experiencia de enfermar» del paciente, conside- países tecnológicamente desarrollados del globo.
rándola una parte fundamental para llegar al diagnóstico y 2. Sin embargo, hay meritorios grupos y organizaciones
a un adecuado tratamiento. que intentan desarrollarlo en el ámbito clínico y asisten-
Como recuerdan Borrell et al1, el MBPS fue formulado cial, es decir, en la práctica.
por Engel, aunque teorizado simultáneamente en varios 3. Sus principios continúan vigentes, aunque deben ser
centros de investigación y clínicos, tanto de Estados Uni- matizados y actualizados desde la cuádruple perspectiva de
dos y Canadá como de Europa2-5: una realidad histórica toda disciplina científica o tecnológica: teórica, técnica,
que, por cierto, a menudo es soslayada. Incluso hay autores epistemológica y práctica o pragmática.
norteamericanos que toman directamente los términos eu- 4. Dicho modelo tiene hoy día una limitada aplicación en
ropeos (¿o los «descubren» de manera simultánea?) y los la investigación científica, salvo en el ámbito de la atención
enuncian como propios: es el caso de la medicina centrada primaria.
5. Llama especialmente la atención su falta de aplicación
teórica y técnica en el campo de las disciplinas de la salud
mental.
Neuropsiquiatría, psicología clínica, psicoanálisis. Institut Català de la
6. Sus presupuestos filosóficos (epistemológicos) se han
Salut. Prevenció en Salut Mental-EAPPP. Equip d’Atenció Precoç als resentido especialmente con el paso del tiempo.
Pacients amb Psicosi. Barcelona. España.

Correspondencia: Dr. J.L. Tizón García.


Córsega, 544. 08025 Barcelona. España. Creemos que esa coyuntura ideológica y asistencial nos es-
Correo electrónico: jtizon.pbcn@ics.scs.es tá impidiendo la aplicación del MBPS en ámbitos más
Manuscrito recibido el 27-6-2006. amplios, de similar forma a como nos está impidiendo la
Manuscrito aceptado para su publicación el 27-9-2006.
revaluación crítica del modelo basada en la experiencia clí-
nica, la investigación y la reflexión epistemológica. En esa

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línea, proponemos hoy una revaluación del modelo MBPS profundidad, a nivel teórico y técnico, dicha perspectiva
en esos 4 ámbitos que diferencian a cualquier disciplina epistemológica constructivista8,9.
científica o tecnológica: teórico, técnico, práctico y episte- 6. La aproximación de Engel al espinoso tema de la cau-
mológico. Y ya que, al fin y al cabo, estamos hablando de salidad en las ciencias y la tecnología no ha dejado de ser
un modelo, comenzaremos nuestras reflexiones por los criticada por los especialistas del tema desde el día de la
ámbitos teórico y metateórico, para «bajar» posteriormen- propuesta de la causalidad circular. Pero, como se ha dicho
te al campo clínico (de la técnica y la pragmática del mo- en repetidas ocasiones, causalidad es un término muy fuer-
delo). Apuntaremos algunas de nuestras perspectivas en te, al menos desde David Hume. De hecho, la ciencia mo-
cada uno de esos ámbitos. derna tiende cada vez más a funcionar con modelos de «re-
Comencemos por el ámbito epistemológico y teórico: laciones» y «correlaciones», más que con modelos
estrechamente causales7-9. Posiblemente, cada vez más la
1. Nuestros autores mantienen que el MBPS de Engel no idea de causalidad en medicina, y cualquier tipo de causa-
ha supuesto un «nuevo paradigma» (en el sentido de lidad, ha de ser sustituida por la más humilde de «relacio-
Khun), sino una aproximación «parsimoniosa» hacia el co- nes funcionales» o «correlaciones funcionales». La idea y
nocimiento médico de las necesidades individuales de los los modelos basados en la interacción de factores de riesgo
pacientes. De acuerdo. Nuestra impresión personal es que (y protección) biopsicosociales posiblemente corresponde-
la contribución de Engel se apoyaba más en el ámbito clí- ría a un aggiornamiento actual del MBPS. De ahí que, por
nico que en el filosófico. Respecto a este último, no ha su- ejemplo, algunos juzguemos indispensable, técnicamente,
puesto un «cambio de paradigma», a pesar de la importan- la utilización de modelos pluriaxiales de diagnóstico (tales
cia clínica de su perspectiva «basada en la relación». Pero la como nuestra propuesta del diagnóstico pentaaxial y de los
construcción de un nuevo modelo holístico del ser humano «niveles de factores de riesgo y protección»).
sano y enfermo sigue siendo hoy día una cuestión abierta.
2. Apelar a la Teoría General de Sistemas, como hicieron Es decir, a nuestro entender, en el ámbito epistemológico,
Engel y sus discípulos, podía ser una propuesta útil hace 28 una buena parte de las raíces de tan compleja situación ha-
años, pero ni entonces, ni menos ahora, resuelve esos pro- bría que buscarlas, por un lado, en el reduccionismo biolo-
blemas filosóficos y epistemológicos. Tal vez por eso la in- gista extremo que se está reimponiendo en las diversas es-
fluencia del MBPS en ámbitos filosóficos ha sido relativa- pecialidades y ámbitos médicos, y por otro, en el
mente reducida. No basta con rechazar el reduccionismo empirismo y mecanicismo teóricos y epistemológicos de
dualista y el reduccionismo monista, sino que hay que pro- dicha reimposición teórica. En una primera aproximación,
porcionar un modelo más arquitrabado y actualizado de ambos fenómenos, dado su simplismo y atraso teórico y
ese «todo» hoy por hoy aún inaprensible. epistemológico, sólo pueden explicarse por una reducción
3. Tal como recuerdan Borrell et al1, Engel fue bastante ra- de las capacidades críticas y de autonomía de los médicos
dical al criticar la naturaleza dualista de la medicina mo- e investigadores en medicina y asistencia sanitaria. Parece
derna, pero hoy se está extendiendo el concepto (?) y la fuera de toda duda que una parte de tales limitaciones se
práctica de la biomedicina, una forma, a nuestro entender, halla en acción y reacción con una imposición cultural,
de radicalizar la primacía de su contenido biológico sobre ideológica e incluso de poder derivada del dominio de las
otros contenidos, en un consecuente espíritu anti-Engel. grandes corporaciones de tecnología sanitaria. Hoy día, esa
Esa perspectiva se basa en un supuesto monismo, pero en imposición no tan sólo invade la organización de la sani-
un monismo por reduccionismo, por eliminación de lo no- dad, sino las capacidades de pensamiento crítico, ética au-
físico u orgánico10. tónoma y «aproximación clínica orientada por los consul-
4. Con ello, el reduccionismo materialista criticado por tantes» de gran parte de nuestros profesores, directivos e
Engel –de una forma que hoy podríamos entender como investigadores. Sólo así puede explicarse, al menos parcial-
algo naïf– es todavía más omnipresente y en una versión mente, esa anómala reintroducción del «pensamiento uni-
aún más reduccionista6,7. Se persigue «el gen» que explique dimensional» encarnado por la tripleta del reduccionismo
cada enfermedad, trastorno o incluso conducta individual biologista, el empirismo mecanicista y el «librecambismo
y social, pues una vez encontrado ese agente, «todo podrá sanitario y social». Una trilogía teórica y práctica bastante
solucionarse». ¡Cuántos decenios de pensamiento holísti- enemistada con la propuesta de Engel, desde luego.
co, globalizador, biopsicosocial, antropológico y demás Dos observaciones más que afectan directamente al ámbi-
lanzados por la borda! to teórico:
5. La influencia del observador en lo observado fue en su
día un excelente recordatorio de Engel, que se apoyaba pa- 1. Tal vez habría que entender hoy que el MBPS es un
ra ello en las aportaciones pioneras sobre el tema de —en modelo, pero sólo un modelo. No el modelo para aprehen-
orden cronológico— el psicoanálisis, la física de la relativi- der la totalidad, la globalidad o lo psicosocial en la clínica.
dad, la cibernética y la teoría general de sistemas. Pero es- Si pensamos en la «globalidad» o «totalidad», en realidad
tamos aún muy lejos de haber desarrollado con suficiente volvemos al ámbito metateórico o epistemológico, del cual

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A propósito del modelo biopsicosocial, 28 años después: epistemología, política, emociones y contratransferencia ARTÍCULO ESPECIAL

hemos realizado unas breves apostillas. Y si rebajamos los de la asistencia sanitaria en particular. Intentamos aplicar
planteamientos y nos referimos al intento de integrar en el esas epistemologías postempiristas, inicialmente desarro-
ámbito teórico «lo psicosocial» en la medicina clínica mo- lladas por Popper, Piaget y, más tarde, por autores como
derna, hemos de entender que hay diversos modelos. O, Bunge, Chalmers y otros7,8, al ámbito de la salud mental9
dicho con más exactitud, diversas variantes del MBPS que y después, al campo de la atención primaria. Sin demasia-
intentan dicha aprehensión. En ese sentido, acabamos de do éxito, desde luego: las fuerzas que han impedido un de-
recordar la existencia de elementos técnicos perfectamen- sarrollo suficiente de las aplicaciones del MBPS en el caso
te integrables dentro de una perspectiva del MBPS, como de autores y corrientes como Engel suelen ser mucho más
son las propuestas técnicas de los diagnósticos pluriaxiales eficaces sobre autores y corrientes mucho menos relevantes
y los niveles para la contención y niveles de factores de y pertenecientes a la «periferia del Imperio».
riesgo. Son perspectivas parciales también, entre otras co- Una segunda premisa para ese desarrollo del MBPS: ha-
sas porque, probablemente, hoy día no somos capaces de bría de implicar un denodado trabajo para la reimplanta-
crear una teoría que abarque todo lo que en medicina con- ción de modelos más globalizadores, biopsicosociales, an-
sideramos importante. tirreduccionistas. Esa actividad de ampliación teórica será
2. Y eso no significa que hayamos de pensar, como es co- imposible sin combatir el ramplón empirismo seudomate-
mún entre clínicos e investigadores biomédicos, que los as- rialista que hoy las domina. Por esto, para ello (tercera pre-
pectos psicosociales son menos mensurables, comunicables, misa) necesitaremos no sólo esfuerzos teóricos, sino tam-
verificables, apofánticos y no contradictorios con el resto de bién una activa y amplia participación de la profesión, la
las ciencias actuales, es decir, menos científicos. Sus mode- población y los políticos que intente, en los terrenos ético,
los y perspectivas hoy día son menos empiristas pero no teórico, asistencial y político, una reformulación de ese
precisamente menos científicos9. No tratan de «lo espiri- abrumador dominio que la industria farmacéutica y del
tual», lo «inmaterial», las «relaciones» o «los sentimientos» utillaje sanitario ha extendido sobre la medicina y la asis-
etéreos e intemporales, esotéricos, inefables… Por eso, pa- tencia sanitaria contemporáneas. Insistimos en lo de polí-
ra poder trabajar con esos aspectos psicológicos y psicoso- tico, pues ciertamente, de una lucha de poder y de una nue-
ciales hay que formarse en sus técnicas, que no son las del va correlación de poder se trata.
«sentido común» ni se aprenden por la «mera experiencia». En el ámbito pragmático, Borrell et al proponen 7 princi-
pios fundamentales y los refieren, sobre todo, a las actitu-
En el ámbito técnico, una de las grandes aportaciones de des, habilidades y competencias que habrá que fomentar y
Engel fue su revalorización de la observación y las emo- formar en los nuevos profesionales orientados por un
ciones en la relación asistencial, temas en los que venimos MBPS: a) han de ser profesionales con una autoconciencia
insistiendo, tanto en el ámbito teórico como en el prácti- acrecentada (¿por qué no insight?: hace cien años ya que el
co, desde hace años. Por ejemplo, mediante la introducción psicoanálisis viene considerando indispensable esa capaci-
en la medicina, tanto en clínica como en investigación, de dad de insight o captación introspectiva experiencial para
técnicas cualitativas y técnicas basadas en la observación… cualquier profesional asistencial); b) preocupado por el cul-
Todas las personas que le conocieron hablan de las capaci- tivo activo de la verdad; c) con un nuevo estilo emocional
dades de Engel como observador y de su valoración de la basado en la curiosidad empática; d) que debe buscar mo-
observación, pero esa importante aportación, que sus dis- mentos, vías y medios para su autocalibración, con el obje-
cípulos de Nueva York han desarrollado, se ha difundido tivo de reducir los sesgos que todos nosotros transferimos a
relativamente poco en otros ámbitos, a pesar de su indu- nuestras observaciones y prácticas clínicas (desde nuestra
dable importancia teórica, técnica, clínica y docente. perspectiva teórica, nosotros hablaríamos nuevamente de
Una consecuencia teórica y epistemológica de todo lo an- «capacidad de introspección experiencial», es decir, emo-
terior consiste en la premisa de que para desarrollar hoy cional-cognitiva, y de capacidad de analizar la trasferencia
día de forma consecuente el MBPS habría que empeñarse y la contratransferencia de la consulta diaria: como para los
en un importante trabajo en el que convergieran al menos dos principios siguientes); e) educar las emociones; f ) uso
3 ámbitos: metateórico, técnico y práctico. Por un lado, ha- de la intuición informada, y g) capacidad de comunicar la
bría que trabajar en el desarrollo epistemológico del mo- evidencia clínica para alentar el diálogo, no como mera
delo, para basarlo en epistemologías contemporáneas, tales aplicación de un protocolo. Pero en este ámbito pragmáti-
como el realismo no representativo, el realismo crítico o co, partiendo de nuestra concordancia básica con dichas
bien el constructivismo. Se trata de aproximaciones episte- propuestas, querríamos matizarlas aquí con una serie de
mológicas que insisten en que, en nuestra aproximación al aportaciones esquemáticas cuyo único valor, si es que po-
conocimiento de cualquier realidad, hemos de tener en seen alguno, es servir de punto de partida a la discusión.
cuenta el estudio tanto de su génesis como de su estructu- Coincidimos con los autores en que un tema básico hoy
ra, así como de la relación sujeto-objeto que establecemos en el estudio y la práctica de las disciplinas asistenciales
en su conocimiento. Razón de más para que así se hiciera radica en cómo introducir las emociones que se desarro-
en el ámbito de las tecnologías asistenciales, en general, y llan en la relación dentro de la teoría y la práctica de di-

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chas disciplinas. ¿Cómo introducir y aprovechar en la llan vinculados a la contratransferencia, es decir, al con-
práctica clínica funciones emocionales tales como la so- junto de emociones que afectan al profesional o al técni-
lidaridad, la esperanza, la confianza, la contención? co en la relación asistencial. Al menos los principios que
¿Cómo usarlas para mantener una actitud médica eficaz los autores enumeran entre el 1 y el 6. Seis de sus 7 prin-
y eficiente precisamente porque es solidaria, atenta a la cipios tienen que ver pues, a nuestro entender, con la ca-
relación y bien informada? A un nivel elemental, inten- pacidad de utilizar las propias emociones, sentimientos,
tamos hace años una serie de propuestas concretas y actitudes y ética (capacidad que se asienta, por supuesto,
propusimos también una calificación para esa forma de en la capacidad de estar en contacto con ellas, es decir,
ejercer la medicina: la asistencia sanitaria centrada en el en la capacidad de insight). No es adecuado que, nueva-
consultante5 una aplicación y desarrollo del modelo de mente, propusiéramos para resolver el problema una
Balint de medicina centrada en el paciente4. Más ade- nueva propuesta teoricista poco experimentada, como en
lante, hemos delimitado ese modelo con la concreción su tiempo fue la apelación a la teoría general de sistemas
de la atención sanitaria centrada en el consultante (en y la teoría psicológica sistémica. Habrá que recoger las
tanto que miembro de una comunidad)5. Un elemento técnicas y prácticas propuestas por orientaciones de lo
básico en esa línea es la introducción o reintroducción psicosocial que sí tengan en cuenta al menos el estudio y
en el modelo biopsicosocial de las aportaciones psicoa- cuidado: a) de la observación, y b) de la psicodinamia
nalíticas básicas. En efecto: por complejos problemas de dentro de la relación de los componentes psicológicos
empirismo científico y de luchas de poder, creemos que emocional-cognitivos (no del mundo emocional o del
hoy el psicoanálisis está excesivamente marginado de mundo cognitivo disociados). Y esas aportaciones, con
buena parte de la teoría y la práctica médicas. Sin em- todo su primitivismo y confusión, sí que existen. No to-
bargo, es precisamente la orientación tecnológica que do va a resolverse en el mundo inmaculado de eficaces,
más ha tenido en cuenta el estudio y el uso técnico de eficientes, ultrabreves y sencillísimas técnicas de terapia
las emociones y las actitudes del propio personal asis- cognitivo-conductual (CBT)10, como tampoco en el
tencial y de las influencias emocionales mutuas entre inefable mundo de ciertas orientaciones supuestamente
consultante y consultado. Las luchas de poder entre los psicoanalíticas, a menudo mucho más movimiento cul-
teóricos y técnicos conductistas y sistémicos contra el tural que corriente técnica o clínica.
psicoanálisis (y viceversa) han impedido aprovechar las Y todo ello hemos de pensarlo y repensarlo sin olvidarnos
potencialidades del último en este campo, hoy amplia- de que el contexto político y organizativo ha cambiado de
das precisamente por la importancia que las corrientes forma importante desde las propuestas de Engel: por
interpersonalistas e intersubjetivistas poseen en el mo- ejemplo, gran parte de la asistencia presente y futura se es-
derno psicoanálisis. tá haciendo en grupo, en equipo. Eso significa cambios
Precisamente, una aplicación consecuente del modelo de muy notables no sólo en el encuadre externo de nuestros
Engel y de los siete principios propuestos por Borrell et dispositivos y nuestras consultas, sino también en el en-
al1 obligaría a mejorar nuestros sistemas de formar al cuadre interno de las mismas. Por otra parte, en el ámbito
personal sanitario en esta perspectiva relacional, cons- político, el avance de ciertos sistemas de sanidad públicos
tructivista, intersubjetiva, de su práctica. Ello implicaría, en todo el mundo parece evidente. Hoy día, sus excesos
por ejemplo, un aumento de la realización de diversos ti- burocráticos intentan corregirse mediante la introducción
pos de «terapia personal» y «experiencias terapéuticas» de la competencia interna, la competencia con el sector
por parte de los médicos clínicos, tanto para fomentar su privado y ciertos principios del mercado. Pero aparecen
autoconocimiento y dominio de sus propios puntos cie- nuevos problemas no resueltos: por ejemplo, la tendencia a
gos como para facilitar una vivencia personal de los pro- que los sistemas privados y la ley del beneficio privado pa-
cesos de cambio psicológico que después pueda ser apli- rasite de diversas formas esos sistemas supuestamente pú-
cada en su práctica clínica. Nos referimos aquí, por blicos. Aunque este último asunto es suficientemente am-
ejemplo, a la psicoterapia personal, a la psicoterapia de plio y enjundioso como para que podamos aquí analizarlo
grupo y las técnicas grupales, a determinadas técnicas ni tan siquiera mínimamente. Por ello, nos contentaremos
específicas como los «grupos sobre los propios duelos» o con enunciarlo y dejar a los lectores la profundización y la
los «grupos de reflexión» y grupos «tipo Balint», etc. Se discusión sobre tales temas, para los que sí hay abundante
trata de técnicas que han probado hace decenios sus po- bibliografía… aunque a menudo rechazada por los edito-
tencialidades para aumentar las capacidades de conten- res de las «revistas de alto impacto».
ción emocional (tanto de los propios profesionales como
de los consultantes). Tales técnicas, combinadas con
otras de corte más cognitivista, podrían ser básicas en la Bibliografía
mejora del MBPS en varios aspectos teóricos y técnicos. 1. Borrell-Carrio F, Suchman AL, Epstein R. The Biopsychosocial
Vistos en profundidad, varios de los principios enuncia- model 25 years later: principles, practice and scientific inquiry.
dos para el desarrollo del MBPS por Borrell et al1 se ha- Ann Fam Med. 2004;2:576-82.

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A propósito del modelo biopsicosocial, 28 años después: epistemología, política, emociones y contratransferencia ARTÍCULO ESPECIAL

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biomedicine. Science. 1977;196:129-36. Psychiatry. 1995;152:1563-75.
3. Tizón JL. Epistemology, politics, emotions and counter transfe- 7. Bunge M. Treatise on Basic Philosophy. Vol. VII. Philosophy of
rence: around «the biopsychosocial model 25 years later: princi- Science and Technology. Part II: Life Science, Social Science
ples, practice and scientific inquiry». Annals of Family Med. and Technology. Dordrecht: Reidel; 1985.
2004;2:576-82. 8. Chalmers AF. ¿Qué es esa cosa llamada ciencia? Madrid: Siglo
4. Balint M. The doctor, his patient and the illness. London: Pit- XXI; 1987.
man; 1957 (2.a ed., enlarged: New York: International Universi- 9. Tizón JL. Introducción a la epistemología de la psicopatología y
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la enfermedad. Buenos Aires: Libros Básicos; 1969). 10. Holmes J, Neighbour R, Tarrier N, Hinselwood RD, Bolsover
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celona: Biblària; 1999. 324:288-94.

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