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LA RESPONSABILIDAD SOCIAL Y LA PROMINENCIA DE LOS DERECHOS HUMANOS

Conceptualicemos a los derechos humanos como un conjunto de libertades inseparables a


todas las personas, por el solo hecho de serlo, las cuales garantizan la dignidad humana y su
efectiva realización resulta indispensable para el desarrollo integral de la persona.

Este conjunto de libertades trasciende las fronteras de toda Nación. La comunidad internacional
puede y debe intervenir cuando considere que un Estado está violando los derechos humanos
de su población, por eso decimos que son universales. Así como la universalidad, la
interdependencia, la no jerarquización, la obligatoriedad, la irrevocabilidad, la no
negociabilidad, etcétera, son características de esas garantías esenciales que otorgan el poder
pleno a nuestras libertades.

El surgimiento los derechos humanos responde a la idea de las necesidades que tenemos los
seres humanos para vivir dignamente, como son: alimentación, vestido, vivienda, educación,
trabajo, salud, libertad de expresión, de organización, de participación, de trascendencia, entre
muchos otros. Estas necesidades han surgido en el tiempo y se han consolidado por
circunstancias de determinados momentos.

Hoy en día los derechos humamos son una parte intrínseca de las buenas prácticas de
responsabilidad social y están vinculados con todos los grupos de interés de una organización:
con el gobierno organizacional, con los socios, con el personal interno y contratado, con los
consumidores, con la competencia, con el cliente, con la comunidad y con la sociedad.

Los derechos fundamentales de los trabajadores son considerados como derechos humanos,
Estos derechos son: la libertad de asociación y reconocimiento efectivo del derecho a la
negociación colectiva, eliminación de toda forma de trabajo forzado, abolición del trabajo
infantil y eliminación de la discriminación con respecto al empleo y la ocupación.

Estos derechos son universales y que se aplican a todas las personas en todos los países,
independientemente del nivel de desarrollo económico. Menciona específicamente a los grupos
con necesidades especiales, como los desempleados y los trabajadores migrantes. Reconoce
que el crecimiento económico por sí solo no es suficiente para asegurar la equidad y el progreso
social y la erradicación de la pobreza.

Existen también otros derechos humanos de los trabajadores que están vinculados con las
buenas prácticas de responsabilidad social, estos son: las condiciones de trabajo, la protección
social, el derecho a una remuneración justa, el diálogo social, la salud y la seguridad en el
trabajo, el derecho a respirar un ambiente sano, el desarrollo humano y la formación en el
puesto de trabajo y en materia de derechos humanos, igualdad de oportunidades para todos y
el derecho a la conciliación de la vida familiar y personal.

LA ÉTICA Y EL PLURALISMO POLITICO

La ética es una rama de la filosofía que se dedica a analizar la conducta humana y


paralelamente, estudiar la moral y encontrar una manera de juzgar a la misma.

El pluralismo es un concepto que tiene aplicaciones en diversos ámbitos y que está vinculado a
la pluralidad y convivencia de cosas muy distintas entre sí. Un sistema plural es aquél que
acepta, reconoce y tolera la existencia de diferentes posiciones o pensamientos.

En la esfera de la política, el pluralismo implica la participación de varios grupos sociales en la


vida democrática. Esto quiere decir que el pluralismo valora y hasta promueve que sectores con
diferentes ideologías formen parte de los procesos electorales o de la toma de decisiones de un
gobierno, por ejemplo.

La heterogeneidad social, cultural, ideológica, religiosa y étnica es protegida por el pluralismo.


Un gobierno pluralista, en este sentido, no ejerce la representación monopólica de un solo
sector social, sino que construye su poder a partir del diálogo y el debate. Se trata, por lo tanto,
de ampliar la base del poder.

Pluralismo ético significa que hay distintas formas de entender la moralidad y no sólo un
principio entonces tendríamos que admitir que en esa parte de la filosofía que trata de la moral
no existe una sola visión sobre un mismo asunto, podríamos considerar que la ética es subjetiva
y que admite la pluralidad, o lo que es lo mismo: Podrían existir dos puntos de vista distintos
sobre una misma conducta y considerarse que ambas posiciones son éticas. Con lo cual
afirmaríamos que si es posible la pluralidad ética.

Pongamos como ejemplo el caso de los abogados que defienden causas o juicios contra
secuestradores, violadores, narcotraficantes, asesinos en potencia,etc.,etc.

Algunos no toman parte en esas causas como defensores porque el rechazo a ese tipo de
conductas delictivas y tan perjudiciales para nuestra sociedad supera el conocimiento y respeto
al principio del derecho a la defensa, y en este caso ciertos penalistas se inhiben de asumir esas
defensas.

Sin embargo es muy respetable y también justa la posición ética que asumen los abogados
penalistas cuando esgrimen en su defensa que toda persona, aun el peor criminal, tiene
derecho a la defensa y que los abogados están obligados a asumir esa defensa.

Este es un ejemplo muy claro donde se aplica el pluralismo ético, se pueden encontrar dos
posiciones éticas pero distintas sobre un mismo asunto.

El pluralismo es una consecuencia de la libertad y la responsabilidad personal. Por eso es una


exigencia del régimen democrático que se funda en la corresponsabilidad de todos los
ciudadanos y en la libertad de actuación dentro de unos parámetros que son indispensables
para que la convivencia sea posible. Es necesario llenar ese vacio que es demoledor. Los valores
éticos fundamentales han de ser aceptados y respetados por todos y han de ser defendidos por
la autoridad. Tan solo entonces la sociedad estará justamente ordenada y podremos convivir
solidariamente asegurando la paz.

LA CORRUPCIÓN DE LA GESTIÓN SOCIAL Y EL VALOR DE LA HONESTIDAD

La honestidad es un valor moral positivo vinculado a la verdad y a la transparencia, y es lo


contrario a la mentira, la falsedad y la corrupción. Ser honesto es tener una actitud acorde con
la verdad en nuestras relaciones con los demás, incluyendo nuestra familia, amigos,
compañeros de estudio o de trabajo, vecinos, y todas las personas con las cuales nos
relacionamos de una u otra forma. No solo es un valor que debemos ejercer sino también es un
valor que debemos exigir de los demás.

Para desarrollar una función pública el sujeto a cargo debe seguir ciertos principios generales,
deberes y prohibiciones dentro de los principios está la honestidad.

HONESTIDAD: Los actos del funcionario público deberán regirse con honradez y
coherentemente al principio general de la función pública de satisfacer el interes general sobre
el personal o sectorial, debiendo administrar los recursos de los cuales disponen de manera
acorde a la función asignada para dichos recursos.

El servidor público no deberá utilizar su cargo público para obtener algún provecho o ventaja
personal o a favor de terceros.

Tampoco deberá buscar o aceptar compensaciones o prestaciones de cualquier persona u


organización que puedan comprometer su desempeño como servidor público. Los fines de los
servidores públicos son el servicio a la nación y el logro de mayores niveles de eficiencia del
aparato estatal. Por eso es de vital importancia que las personas que ejercen los cargos públicos
cumplan con sus funciones con honestidad. De ello depende la eficiencia del Estado y la
confianza de los ciudadanos y ciudadanas en la democracia.

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