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UNIVERSIDAD YACAMBU

VICERRECTORADO ACADEMICO

FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLITICAS

TEORIA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

María José Gómez

Exp CJP-161-00187V

Febrero, 2018
Dentro de las instituciones jurídicas, la obligación es sin lugar a dudas la que tiene mayor
vigencia y el mayor campo de aplicación, ya que a través de ella, los hombres en sociedad satisfacen esa
infinidad de necesidades que se le presentan en su vida cotidiana. Las obligaciones son el estudio de los
derechos personales, y estas nacen antes que el derecho personal debido a que solo se puede exigir a una
persona en virtud de una obligación, ahora bien, sabemos que el derecho tiene diversas ramas. Así como
se habla del Derecho de Obligaciones se habla del Derecho Penal, del Derecho Administrativo, del
Derecho Procesal, etc. Todas las ramas del Derecho implican obligaciones (y toda obligación,
correspectivamente, implica un derecho). Sin embargo, mi obligación de no matar a una persona entra
en el ámbito del Derecho Penal, la obligación de educar a los hijos entra en el ámbito del Derecho de
Familia, etc. el Derecho de Obligaciones no es la rama del Derecho que estudia todas las obligaciones
del Derecho, sino que estudia cierta categoría de obligaciones, pero no todas las obligaciones, entonces
para saber si una obligación pertenece o no al ámbito del Derecho de Obligaciones, Ferrara (2002) nos
indica que debemos atender a la conducta que impone la obligación. Si la conducta que impone la
obligación (y que para el Derecho de Obligaciones, se denomina «prestación») es susceptible de ser
valorada en términos económicos estamos en presencia de una obligación que entra dentro del ámbito
del Derecho de Obligaciones. La prestación, se dice, tiene un carácter esencialmente patrimonial.

Este término ha ido evolucionando a través del tiempo, según los criterios antiguos, el trueque o
cambio bajo sus diferentes formas, era el único negocio que bastaba para satisfacer sus necesidades, pero
en ocasión se hacía imprescindible para algún pater familias un préstamo en dinero o de cosa fungible
como el aceite y el trigo. Esta es la más antigua relación de crédito, de deuda o de obligación, ya que la
entrega de dinero o de cosas fungibles se hace bajo el compromiso de restituir en un tiempo
determinado. Avanzando en el tiempo, en la época clásica el progreso es notable en el ámbito de los
derechos de crédito y obligaciones, ya que se ensancha incorporando nuevos negocios, compromisos y
convenios que brotan al amparo de nuevas circunstancias, los cuales no existían en el antiguo derecho
de roma; esas relaciones de crédito se encuentran dignas de tutelas jurídica y pasan a formar parte del
mundo normativo del derecho, asimismo, se crean acciones para proteger el hecho nuevo de que una
persona se comprometa a concederle a otra el uso de una casa y la otra persona a pagar por ello un cánon
o renta periódica, siendo esta el arrendamiento. A finales de la era republicana se produce otra
importante evolución, las obligaciones contractuales a aquellas provenientes de delitos. El delito
privado, esto es, aquel cuya sanción depende de la iniciativa del ofendido, era objeto, en sus orígenes, de
una venganza ejecutada en la persona del ofensor. Solo después se evitó la venganza con el pago de
dinero a título de composición o indemnización. La indemnización fue a su vez, en un primer tiempo,
convencional, esto es, dejada al libre acuerdo entre ofensor y ofendido. Pero la evolución sigue, y en una
siguiente fase la indemnización fue legal, esto es, impuesta por el estado, ya sea que fuera determinado a
priori el monto a pagar, ya sea que la determinación correspondiese al juez.

Teniendo en cuenta entonces que para que exista una obligación debe haber una relación entre un
deudor y un acreedor, podríamos definir la obligación civil como el vínculo jurídico mediante el cual
dos partes (acreedora y deudora) quedan ligadas, debiendo la parte deudora cumplir con una prestación
objeto de la obligación. Dicha prestación puede consistir en dar, hacer o no hacer, teniendo que ser en
los dos primeros casos: posible, lícita y dentro del comercio. Los sujetos obligados, al igual que el objeto
de la obligación, deberán estar determinados o ser determinables Asimismo, la obligación supone
establecer una correlación entre la parte deudora que debe observar una determinada conducta y la parte
acreedora que ostenta una situación de poder, ya que puede exigir cierta conducta del deudor.

En la relación obligatoria las partes acreedora y deudora pueden asumir al mismo tiempo
la posición acreedora y deudora (compraventa), también puede existir una pluralidad de sujetos tanto en
la parte deudora como acreedora. Cualquier persona con capacidad jurídica (aptitud para ser titular de
derechos y obligaciones) puede ser sujeto acreedor o deudor de la relación obligatoria. Toda obligación
tiene por objeto una prestación, es decir un acto que el deudor debe ejecutar en beneficio del acreedor.
La prestación es el elemento objetivo de la obligación y consiste en diversas actividades o conductas que
el deudor se compromete a ejecutar en beneficio del acreedor y que pueden consistir en prestaciones de
dar, de hacer o de no hacer. La obligación de hacer es la conducta positiva, es decir, lo que se espera que
el deudor realice a favor del acreedor, mientras que la obligación de no hacer es la conducta negativa la
restricción de una conducta determinada por parte de un sujeto; la conducta de dar es la entrega de un
bien al acreedor reservándose el primero su dominio, como la que contrae el arrendador de dar la
tenencia de una casa al arrendatario.

De igual forma, existen diferentes clases de prestaciones en el ámbito de la Seguridad Social, las
prestaciones económicas, eminentemente contributivas, constituyen un derecho de contenido dinerario
que, una vez reconocido cuando se reúnen determinadas condiciones, se integra en el patrimonio del
beneficiario, en las contingencias o situaciones protegidas previstas en la Ley. Estas prestaciones se
dividen en cuatro: las pensiones, que son prestaciones económicas de devengo periódico y de duración
vitalicia o hasta alcanzar una edad determinada; los subsidios, prestaciones de devengo periódico y de
duración temporal; las indemnizaciones, que prestaciones económicas abonables por una sola vez y otras
prestaciones, como las prestaciones por desempleo y la protección familiar de carácter no económico.

Como se ha dicho anteriormente, para que la prestación sea válida debe cumplir ciertos
requisitos, para esto el artículo 1.155 del Código Civil indica que debe ser “…posible, lícito,
determinado o determinable.” Dutti establece que al indicar que debe ser posible quiere decir que debe
encontrarse dentro del campo de la realidad; la licitud implica que su ejecución no puede violar el orden
público ni las buenas costumbre, además la obligación debe ser determinada por las partes antes de
asumir la relación obligatoria, o puede ser determinada por un tercero nombrado por las partes o por un
Juez. De igual forma, existe un tercer elemento que es imperativo para la existencia de la obligación, el
elemento jurídico, el cual vínculo es el lazo de derecho que liga al acreedor con el deudor; y explica la
sujeción o sometimiento del deudor a la necesidad de cumplir al acreedor la actividad, conducta o
prestación a que se ha comprometido y el poder jurídico que tiene el acreedor de obligar al deudor a
cumplir mediante la intervención de los órganos jurisdiccionales, este elemento jurídico se divide en
dos: el débito y la responsabilidad. El débito es la actividad o conducta que el deudor se compromete a
realizar en beneficio del acreedor, mientras que la responsabilidad es el poder jurídico potencial que
tiene el acreedor de obligar al deudor a cumplir la actividad, conducta o prestación a que se ha
comprometido.

Por último, es necesario conocer las fuentes que dan origen a las obligaciones, es decir
aquellos hechos o actos de la vida real, que enfocados desde un punto de vista jurídico son susceptibles
de producir obligaciones. Todo hecho del hombre capaz de producir obligaciones es una fuente de
obligación; es decir, que constituye fuente de las obligaciones cualquier acto capaz de generarlas
conformes con la Ley. Existen diferentes tipos de fuentes, entre ellas tenemos la clasificación clásica, se
denomina así a las primeras clasificaciones efectuadas por la doctrina hasta la aparición del Código de
Napoleón en 1.804, que fue el primero en promulgarse. Dentro de esta tenemos la clasificación romana,
la clasificación de Pothier y el Código Napoleónico, entiendo por la primera aquella contemplada en las
Institutas de Justiniano, las fuentes de las obligaciones en el derecho romano eran: el contrato, el delito,
el cuasicontrato y el cuasidelito. La clasificación de Pothier añade la Ley como fuente adicional a la
clasificación romana y distingue cinco figuras adicionales: Contratos, delitos, cuasicontratos,
cuasidelitos y la Ley. Esta clasificación fue tomada en cuenta más tarde por el Código Napoleónico
cinco grandes fuentes de las obligaciones: el contrato, definido como "una convención por lo cual una o
varias personas se obligan hacia una o varias otras, a dar, hacer o no hacer alguna cosa"; el delito,
cualquier hecho del hombre que causa un daño a otro, lo que obliga al autor a la reparación; el
cuasicontrato, son los hechos puramente voluntarios del hombre, de los cuales resulta un compromiso
para un tercero y algunas veces un compromiso recíproco entre dos partes; el cuasidelito, Cada uno es
responsable del daño que causa no solamente por su hecho personal, sino también por su negligencia o
imprudencia y la Ley, definida como la ley natural como causa inmediata de todas las obligaciones.

La Clasificacion Moderna Se denomina así las clasificaciones efectuadas el siglo XIX, dentro de
ella tenemos las llamadas clasificaciones bipartidistas, la clasificación de Josserand y Clasificación de
Savatier. La clasificación bipartidista fundamentalmente reduce el número de las fuentes de las
obligaciones a dos: El contrato, como producto del principio de la autonomía de la voluntad, que es la
fuerza generadora de la obligación; y en segundo lugar, la ley, de donde nacen las demás obligaciones
conocidas no derivadas del contrato. La clasificación de Josserand que distingue cuatro grandes fuentes
a saber: los actos jurídicos: que subdivide a su vez en contratos: actos jurídicos plurilaterales y actos
jurídicos unilaterales en donde coloca la manifestación de voluntad unilateral y la gestión de negocios;
los actos ilícitos: comprende los antiguos delitos y cuasidelitos; el enriquecimiento sin causa: Es la
fuente que genera todas las obligaciones derivadas de un enriquecimiento injusto y del pago de lo
indebido y la ley. La clasificación de Savatier, se fundamenta en principios, no en las figuras jurídicas
determinadas que el legislador consagra en un texto legal positivo (generalmente el Código civil), sino
en un conjunto de principios que informan las tendencias modernas en el Derecho de Obligaciones y que
son: El principio de la autonomía de la voluntad, El principio de la equivalencia patrimonial, La
responsabilidad por culpa, La responsabilidad por riesgo y el Principio de interés social

Asimismo la clasificación del Código Civil venezolano vigente establece que las fuentes de las
obligaciones son: El contrato, la gestión de negocios, el pago de lo indebido, el enriquecimiento sin
causa, el hecho ilícito, el abuso del derecho y la ley.
Referencias

La obligacion civil. (21 de Febrero de 2014). Recuperado el 23 de Febrero de 2018, de Derecho 911:
http://derecho911.blogspot.com/2014/02/la-obligacion-civil.html

Azuaje. (27 de Septiembre de 2012). Teoria General de las Obligaciones. Recuperado el 22 de Febrero
de 2018, de Temas de Derecho: http://actualidad-juridica2012.blogspot.com/2012/09/normal-0-
21-false-false-false-es-x-none_2722.html

Dutti, A. (s.f.). La Obligacion. Recuperado el 23 de Febrero de 2018, de Monografias:


http://www.monografias.com/trabajos94/obligacion/obligacion2.shtml

Ferrara, M. (202). Introduccion al Derecho de las Obligaciones. Recuperado el 22 de Febrero de 2018,


de Web del profesor: http://webdelprofesor.ula.ve/cjuridicas/mauricio/obligcapi1.htm

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