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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS

POLITICAS
TITULO:
“LOS TIPOS DE DELITOS QUE PUEDEN COMETER SUJETOS
DIAGNOSTICADOS CON UN TRASTORNO MENTAL O
PSICOPATOLÓGICO”
CURSO:
PSICOLOGIA JURIDICA
INTEGRANTES:

DOCENTE:
PSIC. AYLIN CASTILLO SEMINARIO
CICLO Y TURNO:
VIII
SEDE:
SULLANA

SULLANA – PERÚ
2017
TRABAJO ACADÉMICO

Actividad 7: Informe/Actividad de investigación formativa

Organizados en equipos de trabajo, seleccionando las ideas


fundamentales para el trabajo grupal, el cual consiste identificar los tipos
de delitos que pueden cometer sujetos diagnosticados con un trastorno
mental o psicopatológico. Revisan el texto base de la asignatura (Hidalgo,
H. 2013) Psicología jurídica y forense, pp 42)
Presentan las conclusiones a través de un informe con apoyo de la base
de datos.
Actividad de Investigación Formativa
Elaboran un ejemplo de parafraseo con los criterios de la norma APA.
Presentan el producto solicitado.
Indicador: 2.38.2.2
Instrumento de Evaluación: Rúbrica de informe
LOS TIPOS DE DELITOS QUE PUEDEN COMETER SUJETOS
DIAGNOSTICADOS CON UN TRASTORNO MENTAL O
PSICOPATOLÓGICO

A. CONCEPTO.-

Históricamente, los límites entre el trastorno mental y la conducta violenta


han sido muy imprecisos. En la actualidad aún persiste la creencia popular
de que los delitos más graves como pueden ser el asesinato con
componentes sexuales, la conducta parricida, el neonaticidio y los que
incluyen elementos que permiten la clasificación de agravamiento de un
delito (ensañamiento y alevosía, víctimas muy vulnerables, etc.) son llevados
a cabo por personas con algún tipo de enfermedad mental grave.

Desde numerosas asociaciones de enfermos mentales se ha pretendido


"limpiar" la imagen de los mismos. Sin embargo, sí que parece existir un
porcentaje significativo de pacientes que a causa de haber abandonado su
tratamiento farmacológico o su consumo irregular unido al abuso de drogas
psicoactivas, pueden desarrollar conductas violentas. El papel de los medios
de comunicación no hace más que aumentar la creencia en la asociación
enfermedad mental delincuencia. Delitos puntuales de gran violencia
protagonizados por una proporción pequeña de estos enfermos pasan a
convertirse en la generalidad.

Así la Asociación Americana de Psiquiatría (APA), defiende que, "la


mayor parte de las personas violentas no sufren enfermedad mental y
que con tratamiento, la persona con trastorno mental no es más
peligrosa que la población general". Al margen de este postulado, se
encuentra en la literatura numerosos estudios científicos que demuestran
que personas con desequilibrios psiquiátricos graves, aquellos que tienen un
tratamiento inadecuado o que, aún siendo adecuado no lo siguen, son más
propensos a manifestar conductas violentas que la población general.

B. UN POCO DE HISTORIA.-

Resulta interesante conocer el punto de partida en este tema. Decir que la


suerte que corrían los enfermos mentales durante la edad media era la de
ser considerados como poseídos por el demonio. Esta concepción tardará
mucho tiempo en ser cambiada y partiendo de esta idea, es lógico que el
tratamiento legal que recibían estos enfermos iba en consonancia con la de
ser valorados como endemoniados.

No será hasta el año 1724 cuando un tribunal anglosajón por primera vez
habla de inimputabilidad para las personas con enfermedad mental.

No es hasta el S. XIX cuando la psicología criminal comienza a desarrollarse


de manera más rigurosa. El papel de Cesare Lombroso es esencial en este
desarrollo. Su obra "El hombre criminal" recoge el análisis de los rasgos
criminales. Estudiando las características de los distintos tipos de criminales
establece una comparación con las morfologías antropológicas prestando
una especial atención a los aspectos más psicológicos de la conducta.

C. PSICOSIS Y CONDUCTA VIOLENTA.-

La psicosis constituye lo que algunos conocen como la auténtica locura, y es


que se trata de una enfermedad que irrumpe en la personalidad y que
conlleva una pérdida de conciencia de la realidad. Dentro del gran grupo que
supone la enfermedad psicótica, es el Trastorno Delirante el cuadro clínico
más peligroso. El delirio es considerado como un factor de riesgo de
conducta violenta, especialmente aquellos delirios cuya temática es la
celotipia, el perjuicio o la persecución. Los hechos violentos típicos de este
tipo de trastornos se caracterizan por una "premeditación delirante".

Existe un delirio previo pero también una progresión delictiva además de una
circunstancia estresante previa al delito. El delito se comete con lucidez,
serenidad y precisión y aunque es desproporcionado, puede resultar
"comprensible" (el sujeto no hace más que cumplir con el deber que le dicta
su delirio). Suelen delinquir en solitario y cuando son capturados, no parecen
mostrar arrepentimiento alguno sino más bien un desapego emocional ante
el crimen y una convicción personal de haber hecho justicia. Es también
característico en ellos su actitud negativista, desconfiada o desafiante ante
el proceso judicial, mostrando su total rechazo al mismo.

Al margen de esto, es necesario apuntar que no todos los actos que realizan
los psicóticos tienen una relación directa con su psicopatología. Esto sólo
vendría a ocurrir según parece cuando la enfermedad está ya en estadios
muy avanzados y la psicosis impregna toda la personalidad del paciente y
por tanto todos sus actos. Desde el punto de vista legal, la tendencia viene
siendo el considerar en estos delincuentes la eximente completa o
incompleta, por lo que su imputabilidad se vería disminuida.

Por contra a lo que popularmente se podría pensar, los crímenes cometidos


por personas con grave enfermedad mental (tanto la psicosis como la
demencia lo son) son mucho menores en número que los perpetrados por la
población general o la afectada por disfunciones psíquicas de menor
gravedad (tales como en abusadores de sustancias, trastornos de ansiedad,
trastornos de la personalidad). Es lo que se analizará en el siguiente punto.
D. TIPOS DE DELITOS QUE PUEDEN COMETER PERSONAS
DIAGNOSTICADAS CON UN TRASTORNO MENTAL O
PSICOPATOLÓGICO.-

TIPOS DE TRASTORNO MENTAL O PSICOPATOLÓGICO QUE


PERMITEN LA COMISION DE DELITOS
1. ESQUIZOFRENIA PARANOIDE: Es un subtipo de la esquizofrenia.
Es una enfermedad mental que no conlleva alteración anatómica
observable, y cuya principal característica es que afecta a la
personalidad del individuo, así como a áreas de su psicología.
2. ESQUIZOFRENIA INDIFERENCIADA: Son esos que no cumplen
los requisitos para ser diagnosticados de alguno de los cuatro
subtipos restante de la patología.
3. PSICOSIS INDUCIDA POR DROGAS: Se caracteriza por
alucinaciones y/o ideas delirantes debido a los efectos directos de
una sustancia o la abstinencia de una sustancia en ausencia de
delirio.
4. TRASTORNO ESQUIZOAFECTIVO BIPOLAR: Se caracteriza por
presentar alteraciones en el estado del ánimo y síntomas psicóticos.
Se ha descrito como un diagnóstico intermedio entre la esquizofrenia
y el trastorno bipolar.
5. PSICOSIS SIN ESPECIFICAR: En un trastorno psicótico, la
percepción y el entendimiento de la realidad están gravemente
alterados. Los síntomas pueden incluir creencias fijas pero falsas
(delirios), ver visiones o escuchar voces (alucinaciones), confusión,
lenguaje desorganizado, emociones exageradas o disminuidas, o
conducta extraña.
6. TRASTORNO DELIRANTE: es un trastorno psicótico caracterizado
por ideas delirantes no extrañas en ausencia de cualquier otra
psicopatología significativa. En particular, la persona con este
trastorno no ha cumplido nunca los criterios para la esquizofrenia y
no tiene alucinaciones notorias, aunque pueden estar presentes
alucinaciones auditivas, táctiles u olfativas, si estas están
relacionadas con el tema del delirio.
7. ESQUIZOFRENIA DESORGANIZADA: La esquizofrenia
desorganizada, también conocida como hebefrénica es un trastorno
mental en la que el comportamiento del individuo sufre de
alteraciones espontáneas sin ningún propósito o motivación,
agitación y desinhibición.
8. TRASTORNO PSICÓTICO BREVE: Es de corta duración, inferior a
un mes. En cualquier caso, el desarrollo de este trastorno psiquiátrico
puede significar una especial vulnerabilidad mental en el paciente.
9. ESQUIZOFRENIA RESIDUAL: El tipo residual de esquizofrenia
debe utilizarse cuando ha habido al menos un episodio de
esquizofrenia, pero en el cuadro clínico actual no es acusada la
existencia de ideas delirantes, alucinaciones, comportamiento o un
lenguaje desorganizado, sobresaliendo principalmente los síntomas
negativos (aislamiento emocional, social, pobreza del lenguaje, falta
de interés...).
AUNQUE EXISTEN DIVERSAS TIPOLOGIAS DE DELITOS TOMAREMOS
LOS MAS IMPORTANTES DELITOS QUE PUEDEN COMETER
PERSONAS DIAGNOSTICADAS CON TRASTORNO MENTAL O
PSICOPATOLÓGICO
1. DELITOS CONTRA LA SALUD PÚBLICA:

2. HOMICIDIO O ASESINATO:

3. ROBO CON INTIMIDACIÓN:

4. LESIONES:

5. AGRESIÓN SEXUAL O ABUSO SEXUAL:

6. TENENCIA ILÍCITA DE ARMAS:

7. INCENDIO:

8. VIOLENCIA FAMILIAR:
E. CONCLUSIONES A TRAVES DE UN INFORME.-

FACULTA DE DERECHO
CARRERA PROFESIONAL DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS

INFORME Nro.001-2017-GRUPO DE TRABAJO.-

AL : Dra. Psic. Aylin Castillo Seminario

ASUNTO : Identificación de los tipos de delitos que pueden ser


cometidos por sujetos diagnosticados con un trastorno
mental o psicopatológico.

FECHA : Sullana, 24 de Octubre del 2017.

A. OBJETIVOS.-

El objetivo perseguido en este trabajo académico es analizar la posible


relación entre enfermedad mental y conducta violenta y/o delictiva.
Se han tomado los principales trastornos mentales y los tipos de delitos que
suelen perpetrar, características del mismo, etc.

B. CONCLUSIONES.-

Aunque la persona que padece un trastorno de personalidad mantenga


íntegra las facultades intelectivas superiores y comprenda que un hecho es
ilícito, puede no llegar a poner en práctica estas capacidades de manera
eficaz si el trastorno es grave. De esta manera, serán valorados como
eximente incompleta cuando se determine que existe una disminución
importante de la capacidad de auto determinación y además que exista una
causalidad psíquica entre el trastorno de la personalidad y el delito cometido.

A pesar de que han sido muchos los estudios que han analizado la relación
entre psicopatología y delito aún no se ha llegado a conclusiones definitivas
sobre este tema. Algunos estudios han encontrado relación entre trastorno
mental y crimen violento y otros no. Los estudios que han encontrado
relación entre psicopatología y delito coinciden en señalar que las tasas de
violencia difieren entre las diferentes categorías diagnósticas sugiriendo que
es esencial analizar separadamente cada una de ellas en relación al riesgo
específico de conducta violenta.

Verdaderamente, no puede hablarse de una "personalidad delincuente"


dadas las grandes diferencias individuales existentes aunque sí se ha
demostrado que el infractor sistemático se caracteriza por sus rasgos de
hostilidad, búsqueda de sensaciones, desviación psicopática, hipomanía y
depresión, bajo ajuste emocional y asertividad.

Legalmente, los trastornos de personalidad deben ser valorados como


eximentes incompletas cuando "se determine una disminución importante de
la capacidad de autodeterminación y siempre que exista una causalidad
psíquica entre el trastorno de la personalidad y el delito cometido”.

La personalidad psicópata posee, por decirlo de algún modo, dos grandes


factores disfuncionales: el afectivo y el conductual. De la disfunción
afectiva destaca su insensibilidad, fuerte narcisismo y frialdad emocional.
Las características de sus disfunciones conductuales coinciden con los
síntomas recogidos del trastorno antisocial de la personalidad.

Por tanto, la mayoría de los psicópatas serán considerados como


poseedores de un trastorno antisocial pero no todos los diagnosticados con
este último deberán ser considerados como psicópatas.

Hay que reconocer que sólo algunos de los sujetos con trastornos mentales
se convierten en criminales violentos. Entre ellos, los más inquietantes son
los asesinos múltiples. A su vez, estos pueden clasificarse en función de las
características del crimen perpetrado en: asesinos en masa (asesinar a más
de 2 o 3 personas en un mismo episodio temperó espacial), asesino en serie
(en distintos episodios) y un tipo intermedio (con características de ambos).
Dentro de los asesinos en masa, la prevalencia de trastornos psicóticos es
alta. Así, algunos estudios sitúan en un 50% los sujetos con historia
psiquiátrica previa, en un 40% los que manifestaron síntomas psicóticos
durante la comisión del crimen (delirios paranoides y alucinaciones) así como
graves dificultades en las relaciones personales. Por esta razón, se han
dividido los asesinos en masa en psicóticos (normalmente paranoides) y no
psicóticos (con frecuencia depresivos).

Puesto que ni la psicopatía ni el sadismo son consideradas


enfermedades mentales, los que la padecen son considerados
legalmente como criminales con una violencia primitiva, sin el mínimo
grado de culpabilidad y que saben y quieren hacer lo que hace, y por
tanto, no se les aplica eximente alguna.

En el futuro puede plantearse un serio problema y es que las últimas


investigaciones en técnicas de neuroimagen han hallado diferencias
significativas en el funcionamiento cerebral del psicópata al compararlo con
el de una persona normal. Las imágenes sugieren en el cerebro psicópata:
1. Cerebros funcionalmente distintos.
2. Anormalidad en el lóbulo temporal izquierdo.
3. Anormalidad en el funcionamiento de la amígdala, hipocampo e
hipotálamo.
4. Hipofunción del cuerpo calloso y del giro angular izquierdo.
5. Hiperactividad en el giro cingulado anterior.
6. Hipoactividad del lóbulo prefrontal.

La tipología de la conducta antisocial o delictiva varía entre las diferentes


categorías diagnósticas. Esta diferenciación de subgrupos de delincuentes
puede ser útil en el diseño de programas de prevención y tratamiento. Una
evaluación específica puede proporcionar una mejor clasificación
diagnóstica que puede resultar en tratamientos más individualizados y
adecuados y esto a su vez llevaría a mejores resultados del tratamiento.

El conocimiento de que una persona presenta un trastorno mental, por sí


sólo es de uso limitado de cara a la prevención de la conducta violenta. Esto
se debe a que la mayoría de los individuos con trastorno mental no son
violentos y que la mayoría de los individuos violentos no tienen un trastorno
mental. Los factores, tanto individuales como ambientales asociados con la
conducta violenta en personas con trastornos mentales requieren de más
investigación. Hay una necesidad para ampliar el uso de instrumentos
validados para la evaluación de la futura conducta violenta en esta población
e implementar programas de tratamiento que sean efectivos en la prevención
de la conducta violenta.

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