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El Romanticismo es un movimiento artístico y cultural que se inicia en los últimos años del siglo

XVIII. Se caracteriza por expresar estados de ánimo y sentimientos.

La razón ha dejado paso a los sentimientos, a la intensidad emocional. Este movimiento


propugna un arte onírico. Descubre los paisajes y disfruta e la exaltación del pueblo, de la
libertad, del patriotismo, de la nacionalidad.

El tema predilecto de los pintores románticos son los paisajes, en su aspecto más salvaje y
misterioso. Reflejan la lucha de la humanidad por la supervivencia frente a la naturaleza.

También se pintan cuadros con temática exótica, dramática, melancólica.

También hablan de temas políticos como revoluciones.

El retrato es el mejor género para representar el espíritu romántico. Los rostros están llenos de
ternura, dulzura, soledad...

El color predomina sobre el dibujo.

Romanticismo

El Romanticismo deviene del movimiento romántico tradicionalista surgido en Europa hacia


finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX. Como movimiento cultural se opuso a los
principios sostenidos por la Ilustración y el Neoclasicismo, que le dio el máximo peso a la
razón.

Implicó un giro de 180 grados con respecto a los valores proclamados durante el siglo
precedente: entendiendo que la razón no era suficiente para explicar la dureza de la realidad,
los románticos se refugiaron en los ideales y se centraron en los sentimientos del ser humano.

Se exaltó el yo individual y la búsqueda de la libertad. Se considera que esto fue el resultado de


la profunda crisis social e ideológica que atravesó Europa durante las primeras décadas del
siglo XIX.

Si bien abarcó todos los campos culturales, es en la pintura y la literatura donde mejor se
perciben los elementos estéticos que caracterizan al Romanticismo: escenarios naturales y
nocturnos, historias situadas en la Edad media, en el Lejano Oriente; siempre la naturaleza se
presenta con toda su fuerza y todo su dinamismo.

Dentro de los autores del romanticismo encontramos a Alejandro Dumas, Víctor Hugo,
Mariano José de Larra, Esteban Echeverría y José Mármol. También a pintores como Goya,
Delacroix, Géricault o Friedrich.

Características del Romanticismo:


Exaltación del yo individual: Los ejes de la revolución francesa (libertad, igualdad, fraternidad)
fueron las ideas inspiradoras del Romanticismo, que abogó por la revalorización de la
personalidad individual y desterró el despotismo ilustrado del siglo XVIII.

Sentimiento de soledad: El ser romántico se refugia en sí mismo, lo que deviene en aislamiento


y soledad. Siente que la realidad no satisface sus anhelos e ideales, lo que lo lleva a esa
sensación de hondo desengaño y a la necesidad de rebelarse contra lo establecido.

Exaltación de la imaginación y del sentimiento: El romántico exalta lo ideal y lo bello,


poniéndole alas a los sentimientos individuales.

Identificación con la naturaleza: En el Romanticismo, la naturaleza adquiere un rol destacado,


en tanto fuerza vital por encima de los designios humanos.

Ansia de libertad: En tanto reacción en contra el Neoclasicismo, el Romanticismo rescata la


libertad creadora y desplaza del centro de la escena a la razón ordenadora.

Espíritu de rebeldía: Las ansias de libertad se materializan en personajes rebeldes y


aventureros, que no acepan los dogmas establecidos.

Idealismo: El autor romántico exalta lo ideal y lo bello.

Papel de la intuición, imaginación e instinto: En el Romanticismo, la intuición, la imaginación y


el instinto pasan a tener un papel preponderante, dados los evidentes límites de la razón.

La Razón no es suficiente: El Romanticismo declara que la razón no puede explicar por


completo la realidad, por eso recurre a otros valores humanos.

Evasión: Es típico del autor romántico escapar de la realidad inmediata, que lo abruma y lo
angustia, por eso sus relatos a menudo transcurren en épocas pasadas y lugares lejanos.

Genio creador: El romanticismo considera que la condición de artista es una cualidad innata,
no adquirida.

Nueva sensibilidad: Surgen como valores la introspección, la nostalgia y la melancolía.

El romanticismo fue un movimiento artístico que se dio en Europa alrededor del 1800 en la
literatura y la filosofía para extenderse luego a las artes plásticas. Frente al racionalismo
anterior a la revolución, este propuso la elevación de los sentimientos por encima del
pensamiento. Curiosamente, no se puede hablar de una estética típicamente romántica, ya
que ninguno de los artistas se apartó del todo del academicismo, sino de una homogeneidad
conceptual dada por la temática de las obras.

La iconografía romántica se caracterizó por su estrecha relación con la literatura y la poesía,


especialmente con las leyendas heroicas medievales y los dramas amorosos, así como las
historias recogidas en países exóticos, metaforizando temas políticos o filosóficos de la época y
resaltando el espíritu nacional. No olvidemos que el romanticismo revalorizó los conceptos de
patria y república. Protagonismo especial cobró la muerte heroica en la guerra y el suicidio por
amor.

Pintura

La pintura fue la disciplina más representativa del romanticismo. A través de ella se consolidó
definitivamente el ideal de una época.

Los colores se liberaron y fortalecieron dando la sensación, a veces, de ser más importantes
que el contenido mismo de la obra. El paisaje pasó a tener un papel protagonista, no ya como
escenario de la composición, sino en estrecha relación con los personajes de las obras y como
medio de expresión de los mismos.

Tal es el caso de las tormentas de Turner, cuya fuerza expresiva permitió al pintor prescindir,
intencionalmente, de toda presencia humana; o de las montañas neblinosas de Friedrich,
solitarias y místicas. En Francia y en España, el romanticismo produjo una pintura de gran
fuerza narrativa y de un osado cromatismo a la vez dramático y tenebroso. Es el caso de los
cuadros de las matanzas de Delacroix o del coloso de Goya, que anticipó, en cierta forma, la
pincelada quebrada del impresionismo.

Paralelamente al romanticismo surgió el del realismo social. Este movimiento nació en Francia,
luego de las revueltas de 1848 y como respuesta a la estética novelesca y ficticia del
romanticismo. La vida de los trabajadores en el campo y en las minas, es decir de las clases
menos privilegiadas, fue el tema por antonomasia de esta pintura que intentó la
concientización de la sociedad, y que fue lógicamente rechazada por la alta burguesía. Sus
máximos representantes fueron Courbet, Daumier y Millet.

Características

La Libertad de creación frente a los cánones del Neoclasicismo.

El Subjetivismo y el individualismo frente a la rigidez de las reglas académicas. Se valoran


especialmente la originalidad, la diversidad y la particularidad frente a la unidad de la
Ilustración.

La Importancia de los sentimientos, las emociones y las pasiones (amor, sufrimiento, odio). Se
exaltan los sentimientos religiosos, patrióticos y los inspirados en la naturaleza (el paisaje
alcanza gran interés). Cobran relieve las ideas de libertad e igualdad.

La excelencia de la imaginación y la fantasía frente al racionalismo clasicista de los ilustrados,


recreando mundos pasados (fundamentalmente, la Edad Media) o exóticos (Norte de África y
Oriente).

El instinto frente a la razón y las situaciones límite frente al equilibrio y la armonía.


El Romanticismo es un movimiento cultural que se originó en Alemania y en el Reino Unido a
finales del siglo XVIII como una reacción revolucionaria contra el racionalismo de la Ilustración
y el Neoclasicismo, confiriendo prioridad a los sentimientos. Su característica fundamental es
la ruptura con la tradición clasicista basada en un conjunto de reglas estereotipadas. La
libertad auténtica es su búsqueda constante, por eso su rasgo revolucionario es
incuestionable.

El Romanticismo es una reacción contra el espíritu racional y crítico de la Ilustración y el


Clasicismo, y favorecía, ante todo:

La conciencia del Yo como entidad autónoma y, frente a la universalidad de la razón


dieciochesca, dotada de capacidades variables e individuales como la fantasía y el sentimiento.

La primacía del Genio creador de un Universo propio, el poeta como demiurgo.

Valoración de lo diferente frente a lo común, lo que lleva una fuerte tendencia nacionalista.

El liberalismo frente al despotismo ilustrado.

La originalidad frente a la tradición clasicista y la adecuación a los cánones. Cada hombre debe
mostrar lo que le hace único.

La creatividad frente a la imitación de lo antiguo hacia los dioses de Atenas.

La nostalgia de paraísos perdidos (de la infancia o de una nación).

La obra imperfecta, inacabada y abierta frente a la obra perfecta, concluida y cerrada.

Es propio de este movimiento un gran aprecio de lo personal, un subjetivismo e individualismo


absoluto, un culto al yo fundamental y al carácter nacional o Volksgeist, frente a la
universalidad y sociabilidad de la Ilustración en el siglo XVIII; en ese sentido los héroes
románticos son, con frecuencia, prototipos de rebeldía (Don Juan, el pirata, Prometeo) y los
autores románticos quebrantan cualquier normativa o tradición cultural que ahogue su
libertad, como por ejemplo las tres unidades aristotélicas (acción, tiempo y lugar) y la de estilo
(mezclando prosa y verso y utilizando polimetría en el teatro), o revolucionando la métrica y
volviendo a rimas más libres y populares como la asonante. Igualmente, una renovación de
temas y ambientes, y, por contraste al Siglo de las Luces (Ilustración), prefieren los ambientes
nocturnos y luctuosos, los lugares sórdidos y ruinosos (siniestrismo); venerando y buscando
tanto las historias fantásticas como la superstición.

Frente a la afirmación de lo racional, irrumpió la exaltación de lo instintivo y sentimental. «La


belleza es verdad». También representó el deseo de libertad del individuo, de las pasiones y de
los instintos que presenta el «yo», subjetivismo e imposición del sentimiento sobre la razón.
En consonancia con lo anterior, y frente a los neoclásicos, se produjo una mayor valoración de
todo lo relacionado con la Edad Media, frente a otras épocas históricas.
Pintura romántica

El término romántico, fue adaptado a las artes plásticas a principios del siglo XIX. Podríamos
diferenciar tres etapas del Romanticismo en la pintura:

Prerromanticismo: 1770-1820

Este período, aunque arranca con el Rococó, se desarrolla en paralelo con el Neoclasicismo; es
por ello que, las primeras pinturas románticas muestren características de estos dos
movimientos, aunque los temas a tratar sean de carácter romántico: la finalidad de estas
pinturas es la representación de los sentimientos sobre la razón exaltando lo misterioso,
representando así fantasmas o cementerios. Los pintores más conocidos de esta época son:

Inglaterra: es uno de los países precursores del movimiento y, en cuanto a la pintura romántica
inglesa, cabe destacar a Thomas Girtin y su contribución en la acuarela.

Alemania: es otro de los países precursores del romanticismo y uno de los principales
embajadores de la pintura romántica alemana es Caspar David Friedrich y su famosa pintura El
caminante sobre el mar de nubes

Francia: en cuanto a los pintores románticos franceses, podemos mencionar a Antoine-Jean


Gros, padre del romanticismo francés.

España: por último, dentro de los pintores españoles de la época, podemos hablar de Francisco
de Goya, uno de los pintores más potentes y visionarios capaz de fabricar lienzos en diferentes
técnicas.

Apogeo de la expresión romántica en pintura: 1820-1850

Es el momento de mayor plenitud de la pintura romántica, la cual, junto con el inicio del nuevo
siglo, tuvo nuevos cambios donde comenzaron a imponerse temas relacionados con la historia
moderna y una nueva concepción del paisaje. En cuanto a los pintores de la época
encontramos a:

Francia: este país se convierte en el precursor del movimiento, dejando de lado a Inglaterra y
Alemania, que, entre sus pintores, es necesario mencionar a Eugène Delacroix y su majestuosa
obra La Libertad guiando al pueblo.

Inglaterra: los pintores ingleses de esta época, donde encontramos a J. M. W. Turner o John
Constable, se caracteriza por su paisajismo.

Alemania: en Alemania se mezclaron el romanticismo y el realismo dando a conocer así a


pintores como Carl Spitzweg.

España: como en los primeros años del romanticismo, el pintor español de esta segunda etapa
por excelencia es Goya.

Otros países como Estados Unidos, Polonia y Rusia también tuvieron grandes artistas en esta
etapa romántica como Thomas Cole, Aleksander Orłowski y Alexander Andreyevich Ivanov.
Posromanticismo: 1850-1870

El Romanticismo empezó a decaer y, poco a poco, el manierismo fue introduciéndose no solo


en las artes plásticas, sino en todas las expresiones artísticas. En esta época, cabe destacar a
pintores como el español Eugenio Lucas Velázquez o el suizo Antoine Wiertz.

1. Introducción

El romanticismo es una revolución artística, política, social e ideológica tan importante que
todavía hoy viven muchos de sus principios: libertad, individualismo, democracia,
nacionalismo, etc.

Entre 1770 y 1800 "Europa se acostó absolutista y neoclásica y se levantó demócrata y


romántica". Gracias a la revolución industrial inglesa (1760-1840), que desarrolla una clase
burguesa y sienta las bases del liberalismo; gracias a la revolución francesa (1789), que
proclama los principios de libertad, igualdad y fraternidad; gracias igualmente a la revolución
americana con su Declaración de Independencia (1776), que hace de los derechos del hombre
su centro y establece la república como forma de gobierno y al pueblo como fuente exclusiva
del poder; gracias a todos estos hechos la Libertad reemplaza a la tiranía, el poder absoluto se
ve limitado y la democracia se erige en ideal de gobierno.

Para los clasicistas la belleza depende, en forma subjetiva, de los objetos (unidad, variedad,
regularidad, orden, proporción, etc.), más que de la sensación que producen éstos en quien los
contempla. La belleza, en consecuencia, ha de proporcionar un estado de placer sereno, fruto
del orden y la proporción, como ocurre con el arte griego. Pero también se tuvo en cuenta en
el siglo XVIII junto a lo bello lo sublime, que desde la Antigüedad tenía que ver con la emoción.
Dice el griego Longinos:

"lo sublime es lo que nos emociona por su magnitud y energía superior a las facultades
humanas; la Naturaleza, el cosmos, la grandeza y profundidad de pensamiento..."

Junto a la belleza clásica y serena, los neoclásicos también disfrutaron, pues, de la sublimidad,
de las emociones fuertes en el arte, de la Naturaleza majestuosa y sublime, de los motivos
fúnebres, macabros o sobrenaturales. Kant lo reflejó muy bien:

"El aspecto de una cadena de montañas cuyos picos nevados se pierden entre las nubes, la
descripción de una tormenta o la que hace Milton del reino infernal, nos producen un placer
mezclado con terror. El espectáculo de los prados poblados de flores y los valles surcados por
arroyuelos, y donde pacen los rebaños, nos producen también un sentimiento agradable, pero
plenamente gozoso y amable... La noche es sublime, el día es bello. Los que poseen el
sentimiento de lo sublime están inclinados hacia los sentimientos elevados de la amistad, la
eternidad, el desprecio del mundo, el silencio de las noches de verano tachonadas por la
temblorosa luz de las estrellas y la solitaria luna en el horizonte. Lo sublime emociona, lo bello
encanta. Lo sublime terrible, cuando se produce fuera de lo natural, se convierte en
fantástico."

El Romanticismo arranca de aquel sujeto que la Ilustración reivindica frente al hombre que el
cartesianismo deja en manos del Ser Supremo. La autonomía del sujeto como primer logro del
pensamiento ilustrado es fundamental para la concepción que el hombre romántico tiene de sí
mismo y en relación a la Naturaleza.

Diderot y Rousseau rehabilitan la sensibilidad, la pasión y el amor por la naturaleza. No


obstante, mientras el pensador ilustrado puede descubrir el valor de la sensibilidad, no hace
de ella el centro de la existencia humana, mientras el romántico concibe para sí y en sí mismo
un alma que experimenta intensamente el amor por la naturaleza, que se consume en sus
emociones y en sus dolores, y que en el fondo siempre se busca a sí misma en todo lo que
hace.

2. Romanticismo: Su esencia.

Es difícil definir qué sea el romanticismo. Su carácter revolucionario es incuestionable. Supone


una ruptura con una tradición, con un orden anterior y con una jerarquía de valores culturales
y sociales, en nombre de una libertad auténtica. Se proyecta en todas las artes y constituye la
esencia de la modernidad.

Aunque la unanimidad del movimiento romántico reside en una manera de sentir y de


concebir al hombre, la naturaleza y la vida, cada país produce un movimiento romántico
particular, distinto; incluso cada romanticismo nacional desarrolla distintas tendencias. En
Francia o en España se suelen distinguir un romanticismo de apariencia católica y nacional de
otro más liberal y materialista. En Alemania o Inglaterra se diferencia un primer romanticismo
de un segundo movimiento, más maduro y menos teórico.

El Romanticismo significó un cambio de gusto de la época y de las teorías estéticas de la


creación. Lo moderno frente a lo neoclásico, simbolizado en lo francés y en la imitación de los
modelos antiguos. Lessing ataca el teatro francés clasicista, propone imitar a Shakespeare y
crear un drama nacional. Herder defiende la existencia de un espíritu nacional ligado al idioma
cuyo desarrollo es la historia de cada país; la manifestación de ese espíritu en las creaciones
del pueblo y en los grandes poetas, sobre todo en la Edad Media cristiana. Afirma el
nacionalismo y el populismo que Schiller practicaría en su teatro. En Inglaterra revive el interés
por la mitología y tradiciones medievales escandinavas o celtas y se cultiva un nuevo
sentimiento ante la Naturaleza (Wordsworth y Coleridge). Goethe, en Werther, dibuja el "mal
del siglo", y en su Fausto, busca un sueño imposible de inmortalidad.

F. Schlegel, contra la necesidad defendida por los neoclásicos de ajustar la creación a unas
reglas o leyes, sostiene que la poesía crea sus propias normas pues es engendrada por la
fuerza original invisible de la humanidad. Sigue a Schiller, que oponía la poesía ingenua y
sentimental (moderna) a la poesía objetiva. Esta tenía por objeto la perfección formal, que se
conseguía a través de sus limitaciones, mientras la moderna y sentimental subordinaba lo
formal al contenido, que era una aspiración al infinito.

Francia había representado la vanguardia del Neoclasicismo, y a pesar de las tempranas


manifestaciones que surgen dispersamente en este país y en Inglaterra preludiando el
advenimiento del romanticismo, la vanguardia romántica nace en Alemania, bajo el principio
kantiano del progreso hacia el infinito de los seres racionales finitos y en las inmediatas
manifestaciones nacionalistas alemanas. Herder habla de una nueva literatura, moderna,
frente a la clásica francesa. La búsqueda de una identidad nacional se hace coincidir con la
necesidad de impulsar una cultura propia.

3. El romanticismo moderno.

"Antes de Dante y Petrarca, el YO yace enquistado bajo la fortaleza de una ontología tiránica
pero consoladora; después de Galileo y Shakespeare, transcurrida su gran aventura de
autorreconocimiento, su agotadora vitalidad deberá perderse en los distintos caminos del
empirismo, del racionalismo y de la restauración de la metafísica tradicional. Entre ambos
momentos, el hombre -ya hombre moderno- por primera vez ha alcanzado a ver, con una
fecundísima mezcla de fascinación y terror, la verdadera dimensión de su soledad". (Rafael
Argullol, La razón romántica)

La Ilustración, heredera del Renacimiento en esto, significó una reordenación del mundo y un
impulso al progreso de las ciencias, todo ello necesario para acabar con la metafísica, los
prejuicios y la superstición y exponer la relatividad de las costumbres que se acataban como
verdades reveladas. La Ilustración cumplió su misión: afirmar al hombre, concediéndole el
poder de conquistar la Naturaleza y dominarla en un sueño de progreso hacia la felicidad. Pero
los pensadores ilustrados imponen límites al conocimiento: ante la imposibilidad de conocer la
cosa en sí, sólo se interesan por el conocimiento de los fenómenos, de la realidad sensible,
considerando que aquello que nuestros sentidos no pueden concebir no tiene ninguna
utilidad.

El romántico, sin embargo, entiende que en el interior del hombre actúan distintas fuerzas, y
que la esencia de lo humano rebasa la esfera de lo inconsciente y de lo racional. El romántico,
además de su rebeldía contra el orden del mundo heredado, se opone a la separación entre
razón y sentimiento, entre lo real y lo irreal.

Para el romántico la naturaleza no es un objeto, un todo mecánico como quería Descartes,


sino un todo orgánico, vivo. El yo romántico rechaza formar parte de la naturaleza como una
pieza más de su engranaje, y, por el contrario, hace constar su individualidad, su capacidad
creadora y transformadora que extrae de sí mismo, de su interior, y plantea una relación con la
naturaleza como una comunicación del Uno al Todo, que a la vez desencadena su aspiración al
infinito: "imagínate lo finito bajo la forma de lo infinito y pensarás al hombre" (F. Schlegel).

El romántico transforma el instinto en arte y el inconsciente en saber. Crear significa


aproximarse a su verdad, a la última dimensión del ser.
El conflicto del hombre romántico, el "mal del siglo", su crisis religiosa y existencial es
consecuencia de su propia singularidad y de la imposibilidad de fundir su Yo con la alteridad,
con el Todo; de, siendo finito, desear unirse y transformarse en infinito.

"¿Queréis saber la historia abreviada de casi toda nuestra miseria? Es esta. Existía un hombre
natural; se ha introducido dentro de este hombre un hombre artificial; y se ha suscitado en la
caverna una guerra civil que dura toda la vida. Tan pronto el hombre natural es el más fuerte,
como es derribado por el hombre moral y artificial; y en uno y en otro caso, el triste monstruo
es distendido, atenaceado, atormentado, extendido sobre la rueda; gimiente sin cesar,
incesantemente desdichado, ya lo transporte y embriague un falso entusiasmo de gloria o lo
encorve y abata una falsa ignominia" (Diderot).

4. Temas románticos

Egocentrismo: El alma del hombre es su enemigo interior, identificable con una obsesión
incurable por lo imposible, que priva del goce de la vida al individuo y hace que ésta le sea
adversa. El alma romántica no es dada desde fuera al individuo, sino que éste la crea cuando
tiene conciencia de sus sentimientos. Convierte al individuo en singular y universal, de modo
que el Universo sólo es posible concebirlo partiendo del conocimiento de sí mismo, pues el
hombre es la imagen del Macrocosmos. Este egocentrismo en gran parte remite a Fichte: el Yo
es la única realidad existente, pues "no hay más objetos que aquellos de los cuales tienes
conciencia. Tú mismo eres tu propio objeto". Por tanto sólo el Yo es real, es el absoluto, y la
poesía permite hacer sensible y comunicativa esta experiencia en tanto que es representación
del alma y representación del mundo interior en su totalidad. El poeta es alma y universo. Este
egocentrismo romántico tiene sus raíces en la filosofía kantiana y en el idealismo
trascendental. Kant llevó el centro de gravedad de la filosofía hacia el interior del propio
hombre y valoró el sentimiento para el acto del conocer. Y Schelling, con su filosofía de la
naturaleza dio salida a la circularidad destructora de Fichte, pues el mundo entero se le
acababa convirtiendo en un espejo que eternamente le presentaba al yo su propia soledad.

Schelling liberaba al hombre de encontrarse a sí mismo y sólo a sí mismo en todas partes.


Admite la existencia de un mundo exterior opuesto al mundo interior (Yo). La intuición realiza
la síntesis entre el Uno ("yo") y el Todo (la naturaleza). El Yo, el Uno se acerca a ese mundo
externo para dialogar con él, coexistir con él y reconciliarse con él. El sujeto cree en una visión
de algo que está más allá de la cosa, que puede percibir gracias a una intuición esencial en un
ámbito de libertad.

La Libertad: El reino de la libertad absoluta es el ideal romántico, el principio de toda ética


romántica: libertad formal en el arte, entendida como necesidad del individuo para explorarse
y explorar el mundo exterior, y para lograr la comunicación del Uno con el Todo, en una
marcha progresiva hacia el infinito. El romántico se concibe como un ser libre, el cual se
manifiesta como un querer ser y un buscador de la verdad. No puede aceptar leyes a ninguna
autoridad. Muchos románticos heredaron la crisis de la conciencia europea que la Ilustración
provocó al cuestionar, en nombre de la razón, los dogmas religiosos.

El amor y la muerte: El romántico asocia amor y muerte, como ocurre en el Werther de


Goethe. El amor atrae al romántico como vía de conocimiento, como sentimiento puro, fe en
la vida y cima del arte y la belleza. Pero el amor acrecienta su sed de infinito. En el objeto del
amor proyecta una dimensión más de esta fusión del Uno y el Todo, que es su principal
objetivo. Pero no alcanzará la armonía en el amor. El romántico ama el amor por el amor
mismo, y éste le precipita a la muerte y se la hace desear, descubriendo en ella un principio de
vida, y la posibilidad de convertir la muerte en vida: la muerte de amor es vida, y la vida sin
amor es muerte. En el amor se encarna toda la rebeldía romántica: "Todas las pasiones
terminan en tragedia, todo lo que es limitado termina muriendo, toda poesía tiene algo de
trágico" (Novalis).

5. La religión de los románticos

Las posturas románticas acerca de la religión son variadas. No obstante, en general la creencia
no la fundan los románticos en ninguna norma establecida, en ninguna moral instituida, sino
en un sentimiento interior y en una intuición esencial de lo divino que conduce a una unión
mística con Dios.

Lo que hay de esencialmente nuevo en la religión de los románticos, sobre todo en Alemania,
es este sentimiento interior. El intercambio o comunicación entre el individuo y el universo
denota una vida superior, y la primera condición de la vida moral. La conciencia de pertenecer
a un todo, de formar parte de él desde la propia individualidad, conlleva una responsabilidad
moral.

Para todos los románticos no existe Dios fuera del mundo y del hombre, y debemos actuar
motivados por el entusiasmo y el amor ("sintiéndose lleno de Dios", F. Schlegel), una
comunicación directa entre el hombre y la naturaleza, el hombre y Dios, el Uno y el Todo.

6. Nacionalismo romántico y Literatura

La reivindicación del espíritu nacional (Volkgeist), la manifestación de ese espíritu en las


creaciones del pueblo y en los grandes poetas y la oposición al clasicismo francés favoreció el
cultivo de literaturas nacionales modernas o románticas.

El Romanticismo en literatura significa libertad, en la elección de la forma y en la elección del


contenido. Se trata de una literatura revolucionaria por cuanto supone la liquidación de la
norma clásica y la enemiga de los neoclasicistas. En Francia se dio la más cruenta batalla entre
clásicos y románticos.

El drama nuevo exige una libertad que sólo se había alcanzado en la obra de Shakespeare, y en
casi todos los países europeos es producto entre otros factores de un desarrollo del espíritu
nacional y nacionalista que propugna la necesidad de suprimir la influencia extranjera y la
importación del programa clásico procedente de Francia, y de crear una literatura nacional. De
ahí que los temas históricos y nacionales desempeñen en este nuevo drama un papel de suma
importancia, en la medida que se reivindica la propia identidad.

La nueva novela se convierte en un medio de describir sensaciones y pasiones, y se crea la


novela histórica, cuyo maestro fue Walter Scott. El protagonista frecuentemente es el doble
del autor, el cual penetra en su interior y describe sus sentimientos, al igual que recrea lo
maravilloso, lo exótico o la aventura. Werther, de Goethe, fue para los románticos el modelo
bajo la forma una novela-diario que penetra en la interioridad del personaje, comunica sus
sentimientos, y los hace universales.

7. La subjetividad del romanticismo

Los románticos convirtieron al sujeto individual en el punto de vista desde el que había de
considerarse el mundo, por lo que tuvo este movimiento un carácter profundamente
introspectivo. De modo que el verdadero tema de la literatura o el arte romántico no suele ser
el tema externo, sino la vida psicológica íntima. El espacio psíquico se hace cada vez más
profundo y abismal.

Una consecuencia de su postura determinadamente individualista fue que el universo podía


reflejarse dentro de un sujeto individual. El poeta romántico define, crea y transforma en sus
textos la realidad y da vida al yo definidor y creativo. El centro dominante y volitivo de la
conciencia que rehace la existencia en los textos románticos es la "imagen del deseo"
proyectada por el poema.

El Yo representado por el texto romántico es, por tanto, inevitablemente, el sujeto autor en el
proceso de construirse a sí mismo: el esfuerzo de sobrepasar la conciencia de sí alienante
mediante los poderes de la imaginación, es decir, el poder mental de introspección y
reconstrucción del mundo externo.

Así, pues, el texto romántico anima al lector a confundir al verdadero escritor-persona con el
sujeto narrador o el sujeto de la acción creado por el texto.

Pero la obra romántica podía leerse también como imagen del deseo colectivo, de una
subjetividad generalizada y no sólo como auto-representación de un individuo. Esa relativa
apertura de la obra desaparece en los sucesores del romanticismo de finales del siglo XIX.

8. La herencia romántica

Las actitudes románticas se siguen manifestando en literatura, música, pintura, etc. El término
se sigue utilizando y sus connotaciones han evolucionado.

La llegada del Romanticismo se debió a la necesaria reconstrucción frente a la decadencia


estética del Neoclasicismo. Esto deriva en cierto modo de la revolución que supuso el
Romanticismo.

Esta libertad ha presidido el proceso libertador del mundo actual hasta hoy mismo: liberación
del individuo frente a la sociedad, de la mujer frente al hombre, de la región frente a la nación,
de la colonia frente a la metrópoli y del obrero frente al burgués. Liberación en la palabra,
admitiendo lo vulgar y aun lo soez. Liberación en la religión, admitiendo la convivencia de
cultos. Liberación en la educación, permitiendo el desarrollo de la personalidad.

Pero toda esta liberación tiene un precio, que suele ser un hondo sentimiento de soledad y
vacío. Romper con un orden, con una seguridad, con una obediencia lleva consigo ese doloroso
desgarramiento en que el individuo se encuentra de pronto consigo mismo, sin nadie más.
Aquí radica sin duda el pesimismo, la angustia, la melancolía, el "mal del siglo" con su
insatisfacción imposible de colmar, que tan admirablemente expresaron los románticos y tras
ellos sigue expresando la cultura occidental moderna.

¿Qué es el arte romántico?

Probablemente el arte romántico sea una etapa de la historia del arte un tanto dificultosa ya
que tuvo muchas influencias de otros estilos de arte y aunque se intentaba diferenciar del
neoclasicismo pocas veces se hizo correctamente ya que, como hemos dicho anteriormente,
resultaba un tanto difícil comprarlo.

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La definición de arte romántico probablemente es una de las definiciones más cortas de todos
los tipos de arte. Este tipo de arte se originó en Francia, durante la época del segundo Imperio,
cuando unas nuevas tendencias y técnicas artísticas fueron apareciendo y se utilizaron para
crear una contrariedad con el arte neoclásico. Es decir, el arte romántico fue un movimiento
artístico que nació para crear una contrariedad con el arte clásico y por ello, este estilo de arte
intentaba educar y emocionar al telespectador.

arte romántico franciaCaracterísticas del arte Romántico

El arte deja de regirse por la doctrina del Clasicismo.

El objetivo principal del arte no es la belleza, sino la expresión y sentimientos que pueden abrir
horizontes mucho más amplios.

Emerge un deseo de que aparezca lo nuevo, insólito, oculto, reprimido, en una palabra, lo
sublime, lo que está más allá del límite. Esta ansiedad provoca mucho más placer estético que
la belleza.
Prima la subjetividad en detrimento de lo objetivo. Por medio del arte se intenta expresar el
mundo interior del artista, aunque para ello haya que recurrir amundos oscuros, penumbras o
sueños.

Cobra importancia el tema de la magnitud. Se siente el mundo como algo inabarcable a lo que
el hombre es incapaz de llegar. Esto genera un sentimiento de inferioridad y una angustia ante
las fuerzas incontrolables de la Naturaleza.

Impera la Historia Nacional. En el Romanticismo se alza el orgullo de las lenguas locales, las
raíces profundas de los pueblos natales. Se buscan los orígenes remotos de lo primigenio.

Amor a la Edad Media y sus valores: ruralización, feudalismo y por lo general, todo aquello que
rechazaba el racionalismo ilustrado.

Hay un vivencia profunda de la religión.

Se impone el gusto por lo exótico. Se valora lo distinto, de ahí que la mirada se fije
profundamente en mundos orientales.

Historia de esta clase de arte

El concepto romántico se utiliza para describir a una clase de arte que apareció a principios del
siglo XIX y que tenían unas características determinadas que eran la conexión con la
naturaleza, unas emociones y sentimientos abiertos, individualismo y dramatismo. Sin
embargo, este estilo de arte se comparaba con el clasicismo, el clasicismo se basaba
principalmente en técnicas utilizadas en el arte antiguo clásico principalmente en su
arquitectura y su escultura. Es por esta razón que la diferencia entre romanticismo y clasicismo
no es clara completamente ya que los artistas que se consideraban “románticos” a su vez se
inspiraban y cogían técnicas de obras de arte clásicas.

Por otro lado, es resulta complicado definir el momento preciso en el que el “neoclasicismo”
acaba y comienza el periodo “romanticismo”. Es por esta razón por lo que durante años se ha
optado por dividir la etapa “neoclásica” en varios movimientos artísticos dependiendo de la
temática. Estas etapas son:

Neoclásico horrendo

Neoclásico erótico

Neoclásico arqueológico

arte romantico grosMúsica romántica


En el siglo de las Luces esta disciplina artística fue apartada a un segundo plano porque se
consideraba un simple juego para entretener y dar diversión al espíritu del artista mediante los
sentidos. Sin embargo, en la etapa romántica dio un lugar importante a la música ya que según
los artistas románticos la música te liberaba de cualquier limitación de la razón, de cualquier
concepto o imagen determinada y además dichos artistas consideraban que era la mejor arte
para expresar el secreto universal. La música romántica supuestamente se originó en el año
1800 y con ello se incluyen algunos artistas que se creían que pertenecían al clasicismo.

Pintura romántica

Lo que caracteriza a la pintura romántica de los demás estilos de pintura era su afán de
intentar mostrar el paisaje. Según los artistas románticos su afán de intentar reflejar el fondo
es atribuía al intento de reflejar correctamente lo “ilimitable” y al infinito. Este intento de
reflejar el infinito no solo se vio reflejado en la pintura sino que también se reflejó en la poesía.
El paisajismo del estilo romántico es una evolución del paisaje que utilizaba el arte clasicista.
Sin embargo, se diferencia por:

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Mostrar de forma fácil la inmensidad y la monotonía de la naturaleza y sus elementos

Una nueva postura de los humanos frente al mundo natural.

Escultura romántica

En el arte Romántico en cuanto a la escultura romántica solo se vio presente en algunas


figuras de jardines ingleses y también destacó en la escultura funeraria aunque sin embargo,
eso nunca fue verdaderamente la escultura romántica. Pero tampoco existen grandes obras
destacadas en esta etapa ya que la escultura solo se ha podido investigar en la literatura.

Arquitectura romántica

La arquitectura romántica se originó tanto en Francia como Inglaterra a mitad del siglo XVIII.
En este estilo arquitectónico poseía dos problemas, estos problemas eran:
Qué fuera lo más cómodo posible al menor precio, normalmente eran edificios de uso privado.

Qué fuera lo más cómodo posible para una cantidad específica de gente.

Estos problemas hicieron que la arquitectura romántica se usara sobre todo de forma utilitaria
y no decorativa. Ya que utilizaban los edificios para el acomodo de las personas.

Representantes del arte Romántico en Europa

Gros: se le ha considerado como el artista que representa el tránsito del Neoclasicismo al


Romanticismo. Los primeros románticos se formaron en el taller de David, siendo Gros un
discípulo suyo. Este artista el Romanticismo del color que después tanto desarrollaría el artista
Delacroix. A Gros desarrolló las pautas de Rubens, artista que interesó mucho al maestro
David, llevándole al movimiento y al color. Esta tendencia repercutirá indiscutiblemente en
Géricault y a Delacroix. Cuando Gros era estudiante, Josefina Bonaparte le presentó a
Napoleón en 1797 para el Premio de Roma. Napoleón lo integró en su corte y lo convirtió en
testigo directo de las batallas y vida militar. Gros vivió un espectáculo estremecedor que
transladó a su pintura.

Sus obras más representativas son:

Napoleón en el puente de Arcole, 1798-1800; Napoleón y los apestados de Jaffa, 1804;


Napoleón y los apestados de Jaffa, 1804; La batalla de Eylau, 1807-1808; La batalla de Eylau,
1807-1808, óleo sobre lienzo; El teniente Charles Legrand de 1810; entre otros.

Ingres: nace en Montauban, es hijo de artesano empresario, lo que explica sus tempranas
tendencias artísticas. Se formó en la conservadora Toulousse, le permite una formación más
antigua y severa, pero no por ello dejando de ser extraordinaria. En 1797 ingresa en el taller de
David, el que enseguida se da cuenta de sus excepcionales cualidades. A lo largo de la Historia
del Arte, Ingres ha sido una figura mal comprendida y encuadrada. Es un artista poco
estudiado por la dificultad que su obra plantea, difícil de clasificar dentro de un estilo.

Sus obras más representativas son: Napoleón imperator, 1806; La bañista de Valpiçon, 1808;
Tetis implorando a Júpiter de 1811; La gran odalisca, 1814; entre otras.
arte románticoGéricault: encarna el Romanticismo temperamental, se dice de él que es el
prototipo de hombre romántico. Lo podemos encuadrar en el marco de Gros por el dinamismo
de una línea que recuerda a Rubens, por el color y los temas épicos. Desde el principio dio
muestras de rebeldíay no respetaba las reglas. Tuvo una gran pasión por lo excesivo, y la
pincelada empastada, lo que revelaba un marcado temperamento.

Sus obras más importantes son: Húsar a caballo, c.1814; La Balsa de la Medusa, 1818; El derby
de Epson, c.1821; El cleptómano, c.1822 y el Retrato de mujer loca, c.1822, entre otras.

Delacroix: es una de las figuras más importantes del Romanticismo francés. Se le considera un
Romanticismo del color, un incesante observador del mundo que le rodea, con un gran amor
al ímpetu y al movimiento y al orientalismo, llega intuitivamente a una práctica del color que
se adelanta al Impresionismo.

Sus obras que más le representan son: La Barca de Dante del 1822; La Matanza de Quíos de
1824; Combate entre Glaur y Hassan de 1826 y por último La muerte de Sandanápalo de 1827-
1828.

Francisco José de Goya y Lucientes: es el artista español que mejor ha reflejado la época en la
que vivió, y sin duda la máxima figura del arte en su tiempo. Sus numerosas pinturas, dibujos y
grabados han sido el referente y la influencia básica de todos los artistas de los siglos XIX y XX.
Su sólida técnica en las pinturas, su fina sátira en los temas, y su creencia en representar la
vida cotidiana y no “la tradición” le ha clasificado como el primero de los “modernistas”. Fué
elegido primer pintor de cámara y director de pintura de la Academia de San Fernando en
1780, y más tarde en 1786 fue nombrado pintor del Rey, y pintor de corte en 1789. La serie
“Los desastres de la guerra” (1810-14) nos hace ver los horrores que la invasión Napoleónica
produjo en el pueblo, más allá de las grandes hechos o batallas historicos que eran los motivos
tardicionales de los cuadros.

Sus obras más destacadas son: Los desastres de la guerra de 1810-1814, es esta obra nos hace
ver los horrores que la invasión Napoleónica produjo en el pueblo; El 3 de Mayo de 1808; El 2
de Mayo de 1808; La Maja Desnuda de 1799-1800; La Maja Vestida, entre muchas más no
menos importantes.
INTRODUCCION

Amalia es una novela romántica del siglo XX, está escrito en cinco partes diferentes que la
componen, que tratan de un periodo de tiempo en el que el protagonista se esconde tras
haberse escapado del ejército de Lavalle. Esta novela toca profundamente temas como el
amor, que se vive entre los personajes principales, al igual que también presenta partes de
tragedia como la muerte de Eduardo y de Daniel a causa de la guerra. La obra también da a
conocer problemas sociales y políticos de esa época.
OBJETIVOS

GENERAL

· Denunciar los abusos que se hacían contra todas las personas que no estaban de acuerdo
con el poder y el gobierno de Rosas.

ESPECIFICOS
· Mencionar las características de las relaciones amorosas o sentimentales de ese
momento.

· Dar a conocer las dificultades que tenía el ejército de Lavalle en la guerra del Zaguán.

· Describir la situación política durante el gobierno de Juan Manuel de Rosas y los abusos
que sufrieron los opositores a manos de los seguidores del caudillo.
TABLA DE CONTENIDO

Hoja de presentación--------------------------------------------------------------pág. 1

Introducción--------------------------------------------------------------------------pág. 2

Objetivos------------------------------------------------------------------------------pág. 3

Tabla de contenido-----------------------------------------------------------------pág. 4

Desarrollo temático-----------------------------------------------------------------pág. 5

Biografía del autor------------------------------------------------------------------pág. 5

Resumen------------------------------------------------------------------------------pág. 6

Personajes----------------------------------------------------------------------------pág.8

Figuras literarias---------------------------------------------------------------------pág. 8

Temas tratados por el autor------------------------------------------------------pág. 9


Narrador-------------------------------------------------------------------------------pág. 9

Género literario----------------------------------------------------------------------pág. 9

Estilo-----------------------------------------------------------------------------------pág. 9

Espacio--------------------------------------------------------------------------------pág. 9

Tiempo--------------------------------------------------------------------------------pág. 9

Mensaje-------------------------------------------------------------------------------pág. 10

Conclusiones------------------------------------------------------------------------pág. 11

Anexos--------------------------------------------------------------------------------pág. 12

DESARROLLO TEMATICO

Biografía del autor

Estudió derecho en Buenos Aires, pero no concluyó la carrera y se entregó a la política. En


1839 fue detenido seis días, por el gobierno de Juan Manuel de Rosas. Temiendo por su vida,
año y medio después se expatrió a Montevideo. Allí se relacionó con otros exiliados como Juan
Bautista Alberdi, Florencio Varela, Esteban Echeverría, Juan María Gutiérrez y Miguel Cané.
Pasó tres años en Uruguay, hasta que tuvo que ir a Río de Janeiro a causa del sitio de
Montevideo por tropas de Oribe, amigo de Rosas. En febrero de 1843 embarcó a Chile, pero
las tempestades en el sur de América obligaron al navío a volver a Río de Janeiro. En 1844
imprimió la primera parte de su famosa novela Amalia, novela de costumbres y autobiográfica,
cuya segunda parte apareció años después en Buenos Aires.

Estuvo en Río de Janeiro hasta 1845, en que regresó a Montevideo. Allí fundó tres periódicos,
siendo el más importante La Semana, y colaboró en muchos otros. Atacó a Rosas y a sus
partidarios con denodada pasión. En 1847 publicó en Montevideo seis cantos (aunque debió
haber tenido doce) del poema El peregrino, autobiográfico y compuesto al compás de sus
andanzas, aunque inspirado por el Childe Harold, de Lord Byron. Destaca él su sensibilidad
descriptiva y sus pasajes amorosos. Contiene también imprecaciones políticas, nunca ausentes
en la obra de Mármol, cualquiera sea su género, pero el conjunto resulta algo irregular. Agrupó
sus poemas líricos en Armonías (1851), también publicadas en la capital uruguaya.

En 1851 también publicó El cruzado, drama que, junto a El poeta, estrenado en 1847, reúne
todo lo que escribió para la escena. En Mármol se vislumbran influjos de —aparte del ya citado
Byron— Chateaubriand, José de Espronceda y José Zorrilla.

En 1853 (al caer Rosas) volvió a Buenos Aires tras trece años de exilio. Fue elegido senador de
la provincia de Buenos Aires, y luego diputado. No pudo ser ministro plenipotenciario en Chile
porque Justo José de Urquiza (que lo había nombrado) rompió con la provincia de Buenos
Aires. Más tarde desempeñó ese mismo puesto en Brasil. Desde 1868 dirigió la Biblioteca
Nacional, hasta que, afectado de un grave mal a la vista, se retiró de toda actividad. Murió en
1871.

RESUMEN

PRIMERA PARTE
En ese tiempo seis hombres unitarios decidieron escapar del ejército de Lavalle, pero al estar a
punto de cruzar la frontera cuatro hombres en caballo los pararon y los mataron a cuatro uno
de los sobrevivientes fue el más joven que se llamaba Eduardo, el cual estuvo al borde de la
muerte, pero lo salvó un amigo llamado Daniel, que lo llevó donde su prima Amalia para
curarlo.

Daniel manda a don Pedro que es un viejo soldado a buscar al doctor Alcorta, que llega con
Fermín, y le realizan la primera curación a Eduardo y Amalia queda a cargo de él. Después de
esto Daniel escribe cuatro cartas entre ella una para su amada Florencia a quien le pide que
valla donde Josefa rosas quien le muestra a Florencia las pistas para poder saber el nombre del
unitario que se había escapado, una de esas fueron las visitas que le hacía diariamente Daniel a
Amalia.

Daniel fue donde Florencia y esta le dice toda la información que consiguió con la vieja.
Esconder a Eduardo solo traía problemas ya que varías persona empezaban a sospechar de
Amalia y Daniel quienes tuvieron problemas con el ejército y la policía.

Todos los interesados en el unitario escapado hacen una reunión donde se demuestran pistas,
no logran conseguir el nombre de esa persona pero si saben de las heridas que este posee.

SEGUNDA PARTE

Amalia ha sido una mujer sin suerte su madre, su padre y su esposo han muerto, pero a pesar
de esto siempre sigue con la frente en alto. Una vez Eduardo tuvo y le declaró todo su amor a
Amalia y ella aunque no directamente también lo hacía. Manuela rosas hace una fiesta a la que
es invitada Amalia que va con Eduardo y Daniel con Florencia en esa fiesta todos bailan a
excepción de Amalia que luego baila con Eduardo y este después de la fiesta le dice a Daniel
que ama con todas sus fuerzas a Amalia.

TERCERA PARTE

Daniel va a Montevideo con Douglas y se va a ver con el señor Buchet de Martygini y le dice
que el ejército de Lavalle perdió la guerra pero no le cree al igual que dos ministros que llegan
allí, Daniel regresa decepcionado a Buenos aires.

Mientras tanto doña Josefa Ezcurra le dice a una mulata joven que le cuente de todo lo que ha
visto en la quinta de Amalia ella le dice sobre Eduardo pero no le cree, pero después de esta
conversación Mariño también le habla sobre este hombre y enseguida se convence. Ella va a la
casa de Amalia y nadie se da cuenta y descubre a Eduardo ya que se sienta junto a él y cuando
se va a levantar lastima a Eduardo y enseguida comprueba todas las suposiciones que ella
tenía.

Daniel lleva a Eduardo a un refugio, luego vuelve a la quinta de Amalia y vienen unos soldados
al mando de Cuitiño quien dijo que allí se escondía Eduardo Belgrano pero Daniel con
serenidad le dice que no está.

Fermín le avisa a Daniel sobre una visita domiciliaria que le hará la policía a Amalia y este
inmediatamente se lo cuenta a Eduardo. Cuando la policía revisa la casa de Amalia no
encuentran nada así que dan la orden de tener vigilada la casa de Daniel, pero él no piensa en
eso solo lo hace en Eduardo.

CUARTA PARTE

Han pasado once días Amalia se oculta en una casa en los olivos, entonces llega Eduardo y se
pone a conversar con Amalia. Unos minutos después llega Daniel y van a la mesa a comer.
Eduardo y Daniel deciden regresar a buenos aires pero Amalia ve en el cuarto de luisa un
hombre en un caballo que cuando la luna le alumbra la cara Amalia lo reconoce y es Mariño,
ella grita y los dos que se iban a marchar egresaron y mandaron a Fermín a buscar al hombre
que se había perdido entre los arboles de olivo, no lo encuentra pero encuentra el caballo que
monta Mariño, y se lo lleva a Daniel, Amalia se intriga porque se van y Eduardo se preocupa
por dejar sola a Amalia, pero Daniel le dice a Fermín que la cuide hasta las 6 de la mañana.

Cuando van en el camino los para el general de día, Daniel habla con confianza como siempre
lo hace en las situaciones difíciles y le dice al general de día que debe llevar a buscar un lugar
donde dormir al amigo que lo acompañaba y también le dice que se encontraran en la
plazoleta del fuerte. Unos minutos después deja a Eduardo en su casa y se va a donde el
general Mariño, le comenta también a mansilla que vieron a Mariño espiando pero dice que
son habladurías; Daniel acompaña a mansilla a su casa hasta las tres de la madrugada.

Después vuelve a su casa, despierta a un criado para que vigile y se dirige al aposento donde
está dormido Eduardo, luego les escribe unas líneas a Florencia y a su madre en donde les dice
que deben viajar a Montevideo cuanto antes.

QUINTA PARTE

Florencia y Dupasquier deciden emigrar a Montevideo en una ballenera, luego de embarcarse


cinco minutos después se escuchan varios disparos, luego Pedro oye las espuelas de unos
caballos, los hombres que venían en estos caballos trataron de entrar a la fuerza a la casa pero
no pudieron, pasados unos meses Eduardo y Amalia se casaron y el día que Eduardo iba a
emigrar a Montevideo varios hombres entraron a la casa, con puñales hirieron a Pedro que
trató de proteger a Amalia, luego mataron a Eduardo quien cayó en los senos de Amalia y por
ultimo murió Daniel en el momento en que su padre gritó: “alto en nombre del restaurador”
todos escucharon esto pero menos Eduardo porque su alma ya viajaba para encontrarse con
Dios.
PERSONAJES PRINCIPALES

Amalia: Es la protagonista de esta novela, es una mujer muy bella y hermosa, tiene 20 años,
estuvo casada pero su esposo murió.

Eduardo: Pariente del general Belgrano, y poseedor de cuantiosos bienes que había heredado
de sus padres; corazón valiente y generoso e inteligencia privilegiada por Dios y enriquecida
por el estudio.

Daniel: Primo de Amalia y mejor amigo de Eduardo, una de sus características es que sabe
hablar con confianza y con despreocupación en los momentos más difíciles.

Florencia: Era hija de madama Dupasquier, era la novia de Daniel, se casarían pero emigro con
su madre a Montevideo en una ballenera.

Pedro: Es un viejo coronel que trabaja para Amalia al cual le encomendaron cuidarla.

Fermín: Es el sirviente más fiel de Daniel y es el encargado de dar los mensajes o cartas que
envía Daniel.

Luisa: Es una pequeña niña de diez años que siempre está acompañando a Amalia en su
desgracia.

María Josefa: Es una vieja señora de brazos arrugados y secos, descubre la presencia de
Eduardo en casa de Amalia y avisa al general Rosas.

Mariño: Es un comandante del ejército quien descubre donde se ocultan Amalia, Eduardo y
Daniel en los olivos.

FIGURAS LITERARIAS MÁS RELEVANTES

RETRATO:

“El coronel don francisco Lynch, veterano de 1813; hombre de las más culta y escogida
sociedad, y de hermosura remarcable”.
ANAFORA:

“Será siempre mentira la libertad; mentira la justicia; mentira la dignidad humana;”

METAFORA:

“Hasta ahora he tratado de ser el dique de la emigración.... no mate al cáncer del


individualismo...las puertas de la patria.”

PRINCIPALES TEMAS TRATADOS EN LA NOVELA

Amor: Este es el principal tema ya que esta obra es representación del romanticismo, y en este
uno de los principales temas era el amor.

Tragedia: Como en todas las obras románticas hay una parte que es de tragedia casi siempre al
final como sucede en Amalia que dos de los protagonistas mueren.

Guerra: En esa época en buenos aires existía un conflicto de guerra del ejército de Lavalle que
era liderado Por el Gobernador Rosas.

NARRADOR

El narrador es testigo: “el 4 de mayo de 1840, a las diez y media de la noche seis hombres
atravesaban el patio de una pequeña casa de la calle de belgiano, en la ciudad de buenos
aires…”

GÉNERO LITERARIO

El género literario de la novela es el narrativo ya que narra unos hechos sucedidos en un


espacio, tiempo y lugar además de manera cronológica.

ESTILO

El autor expresa esta novela en cinco partes, que las divide en capítulos en cada uno de ellos
expresa el romanticismo, la tragedia y la trama que viven los personajes.

ESPACIO
El lugar donde se realizan los hechos es en la ciudad de Buenos Aires, Argentina; el escenario
de algunas partes de la novela es en Montevideo (Uruguay).

TIEMPO

El tiempo es cronológico ya que la historia transcurre en unos meses del año 1840: “Han
pasado once días. La quinta está desierta…”

MENSAJE

El mensaje que me deja esta novela es que cuando se actúa de manera correcta y sensata
siendo la voz de los sin voz en un país donde hay mucha violencia e injusticia social se termina
sepultado.
CONCLUSIONES DEL TRABAJO

· Por medio de este trabajo se pudo conocer un poco sobre las condiciones de vida y la
violencia que se veía en Buenos Aires en 1840 cuando estaba al mando Rosas.

· Es este trabajo se logró conocer las características y el rol que tuvieron los personajes
principales de esta obra.

· Amalia es una representación del romanticismo en el que se muestra claramente el amor


la tragedia y la trama que vivía los personajes de esa época.

· Con el trabajo culminado, se puede evidenciar que esta obra denuncia los atropellos
cometidos durante el Gobierno de Juan Manuel Rosas.
No existe un estilo romántico, sino una mentalidad romántica, con multiplicidad de
posibilidades artísticas y sin el afán universalista del clasicismo. Afirmaba Delacroix que la
esencia del romanticismo es “la libre manifestación de las impresiones personales”.

Así, el individualismo encarna la esencia básica del romanticismo, ya sea a nivel puramente
personal o de grupo específico, lo que se traduce en el nacionalismo. Las ansias de libertad
serán la impronta del período romántico y, como consecuencia, una de sus características es el
espíritu de rebeldía. Este subjetivismo, tan contrario al clasicismo, se manifiesta de diferente
manera en cada nación, según las circunstancias sociales, históricas y espirituales. Se busca en
la Edad Media tanto la nostalgia del pasado como los orígenes de las nacionalidades. De aquí
también el despertar del sentimiento religioso, el deseo de retorno espiritual al pasado. Esta
evasión en el tiempo tuvo su complemento en otra evasión doble espacio-temporal
representada en el orientalismo, la búsqueda de mundos incontaminados, lejanos y exóticos.

El triunfo del individualismo tuvo como consecuencia la exaltación de la sensibilidad frente a la


razón, diosa del equilibrio clásico. Y así, frente al clasicismo, de carácter antropocéntrico, los
románticos reivindican el sentimiento de emoción ante la naturaleza, vista no como un
cosmos, un orden racionalmente comprensible, sino como un caos que puede sentirse pero no
comprenderse.

Las manifestaciones románticas son más claras e intensas en la Alemania del Sturm and Drang,
o en la Inglaterra de fines del siglo XVIII, que en similares fechas en Francia, donde por
tradición domina la componente clásica. Más no será hasta fechas avanzadas cuando el
romanticismo eclosione en Francia. Cuando lo hizo, fue con tal intensidad y personalidad tan
acusada que se convirtió en el paradigma del movimiento.

Francia: Eugene Delacroix

Reino Unido: A diferencia del francés, el romanticismo británico se centra en el paisaje y el


retrato; cuenta también con algún pintor de carácter visionario, pero manifiesta escaso interés
por la pintura de historia o de tema literario.

Alemania: Al igual que Gran Bretaña, Alemania fue también pionera en el desarrollo de las
ideas románticas. Ya en pleno siglo XVIII se produce, por oposición al racionalismo francés, un
movimiento tan nítidamente romántico como el Sturm and Drang. El romanticismo y el
nacionalismo germánicos se hallan estrechamente unidos, a partir de la búsqueda de una
común identidad de los múltiples estados en que se hallaba entonces dividida Alemania,
búsqueda que rastrearía sus orígenes en el Mundo de la Edad Media.

La pintura romántica alemana tendrá dos vertientes claramente diferenciadas. Por un lado, la
oficial académica; y por el otro, la de los artistas locales más o menos desligados de ella. La
segunda goza de una mayor libertad y resulta en cada caso más personal.

Como sucede en el ámbito británico, la pintura alemana cuenta también con un importante
grupo de artistas visionarios, entre los que destacan Runge y Friedrich.

España: El romanticismo español se halla ligado política y socialmente al movimiento liberal, y


eclosiona tras la muerte del autócrata Fernando VII. Aunque es difícil precisar sus orígenes, es
en Andalucía (Cádiz y Sevilla) donde se producen sus primeras manifestaciones, no siendo
ajenos los componentes extranjeros en el inicio del proceso, pero combinándose con
elementos nacionales, que dan como resultado una escuela peculiar y personalísima. Los otros
dos focos del romanticismo español fueron el madrileño y el catalán, produciéndose en todos
ellos la existencia de dos corrientes paralelas, la académica oficial, y la paisajística y
costumbrista, considerada menor, pero con mayor libertad y fantasía románticas.

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