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El Derecho Procesal es un conjunto de normas que regulan los tres pilares del debido
proceso, con la única finalidad de la aplicación de las leyes de fondo, o derecho sustancial.
El Derecho Procesal se ocupa también de la competencia, y la regula; así como la actividad
de los jueces. Asimismo, materializa la ley de fondo en la sentencia.
En el Derecho Procesal Penal también existe un conjunto de normas que regulan el proceso
desde el inicio hasta la finalización del proceso. Tiene la función de investigar, identificar, y
sancionar (si fuese necesario) las conductas que constituyen delitos, evaluando las
circunstancias particulares de cada caso concreto.
El Derecho Procesal Penal es aquélla disciplina jurídica encargada de proveer de
conocimientos teóricos, prácticos y técnicos necesarios para comprender y aplicar las
normas jurídicas-procesal-penales, destinadas a regular el inicio, desarrollo y culminación
de un Proceso Penal.
En síntesis, es el conjunto de normas jurídicas que regulan el desarrollo del Proceso Penal.
b) El Derecho Procesal Penal es aquélla disciplina jurídica encargada de proveer de
conocimientos teóricos, prácticos y técnicos necesarios para comprender y aplicar tres
normas:
a) Las jurídicas
b) La procesal
c) Las penales,
COMPETENCIAS
Competencia territorial (Art. 60 CPP)
Competencias subsidiarias (Art. 61 CPP)
Competencia universal (Art. 62 CPP)
Competencia durante la investigación (Art. 63 CPP
LA DENUNCIA
Se hace una presentación del querellante ante la fiscalía para poder manejar en un futuro
un caso como actor civil. Esta la hace la parte que afectada ante la fiscalía
LA QUERELLA
Es el acto por el cual las personas autorizadas por el código procesal penal promueven el
proceso penal por acción pública o solicitan intervenir en el ya iniciado por el ministerio
público.
La querella se debe presentar por escrito ante el ministerio público y debe contener
los datos siguientes:
Los datos generales de identidad del querellante,
El relato circunstanciado del hecho, sus antecedentes o consecuencias conocidos, si es
posible, con la identificación de los autores, cómplices, perjudicados y testigos,
La denominación social, el domicilio y los datos personales de su representante legal, para
el caso de las personas jurídicas,
El detalle de los datos o elementos de prueba y la prueba documental o la indicación del
lugar donde se encuentra.
El ministerio público da inicio a la investigación cuando estime que la querella reúne las
condiciones de forma y de fondo y existan elementos para verificar la ocurrencia del hecho
imputado. Si esta ya ha sido iniciada entonces el querellante pasa a ser parte en el
procedimiento.
Si falta uno de los requisitos que se requieren para iniciar la investigación el ministerio
público dará un plazo de 3 días, si se vence el plazo y no se completan los requisitos
entonces la querella se da por no presentada.
Art. 267.- Querella. La querella es el acto por el cual las personas autorizadas por este código
promueven el proceso penal por acción pública o solicitan intervenir en el proceso ya iniciado por
el ministerio público. Art. 268.- Forma y contenido. La querella se presenta por escrito ante el
ministerio público y debe contener los datos mínimos siguientes: 1) Los datos generales de identidad
del querellante; 2) La denominación social, el domicilio y los datos personales de su representante
legal, para el caso de las personas jurídicas; 3) El relato circunstanciado del hecho, sus antecedentes
o consecuencias conocidos, si es posible, con la identificación de los autores, cómplices,
perjudicados y testigos; 102 Código Procesal Penal de la República Dominicana 4) El detalle de los
datos o elementos de prueba y la prueba documental o la indicación del lugar donde se encuentra
TRIBUNALES COMPETENTES
La Suprema Corte de Justicia
Las Cortes de Apelación
Los Jueces de Primera Instancia
Los Jueces de la Instrucción
Los Jueces de Ejecución Penal
Los Jueces de Paz
EL QUERELLANTE.
Otra de las variantes novedosas que puede asumir la víctima de cara al nuevo proceso penal
vigente es la de ser también querellante. Querellante, conforme lo dispone el artículo 85
del Código Procesal Penal, es la condición especial que adopta la víctima de una infracción
en el devenir del proceso, en virtud de la cual ésta se asimila al Ministerio Público, en el rol
que éste suele asumir de acusador público contra el imputado. En este orden, el autor Jorge
A. Clariá Olmedo, nos precisa que querellante es “el particular que produce querella para
provocar un proceso penal o que se introduce en un proceso en trámite como acusador,
estando legalmente legitimado. Es siempre un acusador privado”.
En definitiva, como tal bien puede asumir la posición de acusador principal, lo que acontece
respecto de los delitos de acción privada contemplados en el artículo 32 del Código Procesal
Penal u otras disposiciones legales especiales, o bien adherirse a la acusación pública
sustentada por el Ministerio Público, con relación a las infracciones de acción penal pública,
conforme la regulación que efectúan los artículos 29 y 30 del mismo Código.
Los artículos 86 y 87 del Código completan las regulaciones propias del querellante. En el
primero, se organizan las modalidades, cómo se puede asumir su representación
profesional y la delegación tanto de la acción civil, como de la pública. En este tenor, cabe
destacar que conforme a dicho texto, el querellante se puede hacer representar por sólo
un abogado, mientras que, si fueran varios los querellantes, sólo dos los pudieran
representar, otorgándole al juez o tribunal en este último caso, la terrible atribución de
escogerlos, de no haberlo o podido pactar éstos.
LA VÍCTIMA.
Debemos asumir como víctima a la persona o entidad que experimenta el perjuicio que
origina el hecho punible cometido por otro. De algún modo es el germen sobre el que surge
el proceso penal. Es a quien el Estado debió proteger para impedir que en su contra se
consumara el atentado al derecho penalmente tutelado. En consonancia con esto, el Código
Procesal Penal pretende rescatarle de su tradicional rol de convidada de piedra en el
proceso penal, como diría Maier, a ser un verdadero sujeto procesal.
Para ello, a la víctima se le enfoca de forma distinta y diversa. Primero, se le reconoce que
es el gran artífice del proceso penal. En consecuencia, el conflicto que surge con la irrupción
del delito cometido en su perjuicio, no le puede ser apropiado por el Estado, por una razón
simple, es ella, sobre todo, a quien primero y, fundamentalmente, le atañe y le importa.
Segundo, por esto, como tal se le reconocen derechos de índole procesal. En este tenor,
tanto el juez o tribunal, como el Ministerio Público deben respetarlo y hacer que se hagan
fácticos. No obstante, sobre el Ministerio Público, recae de modo preferencial la tarea de
velar por la preservación efectiva de los mismos y su defensa. Y, tercero, la calidad de
víctima se asume con varias connotaciones legales. Se habla, en consecuencia, de tres
conceptos que descansan sobre una misma premisa común: la víctima. De este modo se
identifica a la víctima como tal, al querellante y al actor civil.
ACTUACIÓN Y REPRESENTACIÓN
El querellante es representado por un abogado. En los casos en que la víctima puede delegar
la acción civil a una organización no gubernamental también puede delegar la acción penal.
Responsabilidad Del Querellante
El querellante es responsable, de conformidad con la ley, cuando falsee los hechos o la
prueba en que fundamenta su querella o cuando litigue con temeridad.
DEL MINISTERIO PÚBLICO Y SUS ÓRGANOS AUXILIARES
El Ministerio Público es un producto directo del sistema acusatorio. Por esto, con la entrada
en vigencia del Código Procesal Penal se produce una especie de reencuentro con su origen.
Al adicionarle ahora, como regla, al ministerio público las funciones que antes ejercía el juez
de instrucción y al mismo tiempo potenciarlas éste, sin duda se ha redimensionado como
sujeto procesal a toda plenitud. De alguna manera el éxito o no de la persecución penal en
este nuevo escenario normativo irá a depender de la destreza y la eficiencia con que él
asuma su desempeño público. Por todo esto se puede afirmar, sin temor a equivocarnos,
que si hay un sujeto procesal que en verdad tiene un enorme desafío con la reforma, éste
es el ministerio público. Lo que haga o deje de hacer se refleja simultáneamente y con gran
incidencia en tres importantes escenarios distintos, pero interrelacionados estrechamente
entre sí:
En el proceso penal
En la policía
En la sociedad.
EL IMPUTADO.
Uno de los principales objetivos del Código Procesal Penal es lograr que el proceso penal se
reencuentre con la Constitución de la República. Fundirlos en un proceso penal
constitucional. Sobre esta égida se ha de suponer que el imputado, en tanto cuanto sujeto
protagónico del proceso penal, fuera catapultado con su adopción.
El Código Procesal Penal no brinda un concepto preciso al respecto, aunque esto se pudiera
colegir de sus artículos. Cabe anotar que el criterio que como tal se adopta en este Código
y, por ende, en el derecho procesal acusatorio, difiere del que se asume en el derecho penal
sustantivo.
De Los Derechos Del Imputado.
El artículo 95 del Código Procesal Penal dispone, de un modo sólo enunciativo, el conjunto
de derechos que se le reconocen al imputado en contra de quien se pretenda aplicar alguna
medida de coerción o la realización de un anticipo de prueba:
A) Ser informado del hecho que se le atribuye, con todas las circunstancias de tiempo, lugar
y modo, de las pruebas existentes, de las disposiciones legales que se aplican para su caso,
etc.
a) se le debe permitir pues, acceder y suministrársele, sin cortapisa alguna, salvo expresas
reservas legales dispuestas al efecto, las informaciones relativas a la acusación formulada o
en el curso de serlo,
b) de las pruebas producidas u obtenidas hasta el momento en su contra, bajo ciertas
reservas, también de orden legal prevista a tales fines,
c) así como de las informaciones de orden jurídico que les importen en su calidad de
imputado. Al respecto, cabe destacar que sólo en la medida en que este derecho sea
efectivamente ejercitado por el imputado, tendría sentido su propio derecho de defensa.
LA ACCION PENAL
Según el art. 29 del código procesal penal la acción penal puede ser pública o
privada. La acción penal tiene como fin sancionar la infracción mediante la
imposición de una pena establecida por el código penal, así como también por
cualquier disposición legal, para lo cual es necesario que se pruebe
la culpabilidad del procesado.
En el acuerdo pleno (Art. 363 CPP), el tribunal competente para conocer de dicho
acuerdo en el Juez de la Instrucción, mientras que el procedimiento ordinario, el
proceso se ventila por ante el juzgado de primera instancia.
ARTICULOS A ESTUDIAR
ART. 26.- LEGALIDAD DE LA PRUEBA. Los elementos de prueba sólo tienen valor si son
obtenidos e incorporados al proceso conforme a los principios y normas de este código. El
incumplimiento de esta norma puede ser invocado en todo estado de causa y provoca la
nulidad del acto y sus consecuencias, sin perjuicio de las sanciones previstas por la ley a los
autores del hecho.
ART. 262.- FACULTAD DE DENUNCIAR. Toda persona que tenga conocimiento de una
infracción de acción pública, puede denunciarla ante el ministerio público, la policía o
cualquier otra agencia ejecutiva que realice actividades auxiliares de investigación. Cuando
la denuncia es presentada por un menor de edad, el funcionario que la recibe está obligado
a convocar a los padres o tutores o persona mayor de edad de su confianza e iniciar su
investigación, sin perjuicio de evitar que el hecho denunciado derive en consecuencias
ulteriores.
ART. 263.- FORMA Y CONTENIDO. La denuncia puede ser presentada en forma oral o
escrita, personalmente o por mandatario con poder especial. Cuando la denuncia es oral, el
funcionario que la recibe debe levantar acta. La denuncia contiene, en lo posible, el relato
circunstanciado del hecho, con indicación de los autores y cómplices, perjudicados, testigos
y demás elementos probatorios que puedan conducir a su comprobación y calificación legal.
El funcionario que la recibe comprueba y deja constancia de la identidad y domicilio del
denunciante.
ART. 266.- PARTICIPACIÓN. El denunciante no es parte en el proceso. No incurre en
responsabilidad, salvo cuando las imputaciones sean falsas.
ART. 267.- QUERELLA. La querella es el acto por el cual las personas autorizadas por este
código promueven el proceso penal por acción pública o solicitan intervenir en el proceso
ya iniciado por el ministerio público.