You are on page 1of 3

Sobre el a priori husserliano, Descartes y Malebranche.

Sesarego, Emiliano.

Uno puede entender el famoso Cogito ergo Sum de Descartes en al menos dos sentidos:
1. Como un axioma para una serie de deducciones.
2. Como la expresión del descubrimiento de un dominio anterior a cualquier otro, absolutamente
indubitable y absolutamente existente.
Ahora bien, el privilegio que Descartes le adjudica a la conciencia pasa, sobre todo, a los empiristas ingleses:
Locke, Berkeley, Hume. El contenido de este privilegio (cuyas motivaciones históricas son extensas y
complejas y en este momento no me importan) se manifiesta, in England, como la idea de que los objetos
que encontramos a nuestro alrededor no existen para nosotros excepto por las ideas que tenemos en nuestras
mentes y mediante las cuales accedemos, de forma indirecta, a la realidad. Nunca conozco, para los
empiristas ingleses, esta taza y este café, sino es a través de las ideas/impresiones “taza” y “café”. Pero
las ideas/impresiones “taza”/“café” no son la taza y el café. No son idealistas (bueno, Berkeley sí, pero ya
fue Berkeley) en el sentido clásico cuya tesis podríamos expresar brevemente así:
• Idealismo Clásico: No existe una realidad independiente a la mente.
Y no lo son porque, desde Locke, se considera que las “ideas adventicias”, esto es, las ideas que se forman sin
la participación de la voluntad, serían la marca distintiva de la existencia externa. Pero, insisto, al empirismo
ingles habría que llamarlo, en rigor (como se hace in extenso también, no hay nada original acá): idealismo
empirista ingles.
Mi punto era Malebranche de todas formas. Extrañamente, este privilegio de la conciencia, que empieza con
Descartes y se continúa en el empirismo ingles, no tiene la misma suerte en Francia. Sobre todo por la figura
intermedia de Malebranche.
En las historias de la filosofía suele presentarse a Descartes como un racionalista. Y esto implicaría la
posibilidad del conocimiento a priori, versus un empirismo que sostiene que todo conocimiento es a posteriori.
En ese punto, pareciera, sí hay una diferencia substancial entre Descartes y los empiristas ingleses. Pero esta
diferencia me importa más relativa a Descartes vs Malebranche.
Descartes es racionalista o apriorista tanto respecto del dominio de la extensión, como del dominio del
pensamiento. En el primer caso, tenemos una idea clara y distinta de la extensión. ¿Qué significa esto? No
solo “que la extensión existe”, sino ante todo que podemos conocer todo lo relativo a la extensión a priori. Me
basta con conocer la idea de extensión, para conocer o poder conocer todas sus propiedades, también a priori.
O, en otras palabras: todo lo que Descartes llama “modificaciones de la extensión”: figuras, movimientos,
etc, etc. No necesito toparme con círculos o cuadrados para conocerlos. Puedo “derivar” las figuras “círculo”
y “cuadrado” de la propia idea de extensión. Etc., etc. Esto es: toda la Geometría, como ciencia de la
Extensión, puede realizarse a priori. No solo la geometría sin embargo, sino también ciertos pedazos de la
física: para Descartes hay una Cinemática a priori, etc, etc. Cosa que, en rigor, la física siguió aceptando
durante mucho tiempo, y, si nos olvidamos de los logros más locos de teorías raras, sigue aceptando hasta
hoy.
Whatever: ¿qué pasa con la “idea de alma”? ¿Puede haber una psicología racional en Descartes, de la
misma manera en que hay una geometría racional? Sí. Obviamente. Peerrroooooooooooooooooo … para
Malebranche, el heredero del cartesianismo en Francia, no, no y requete NO.
Descartes decía que uno conoce con más seguridad la existencia del alma que la existencia de la extensión.

1
Malebranche está completamente de acuerdo con esto; y hasta ahí llega. El punto es que para Malebranche
NO PUEDE haber un conocimiento de la Naturaleza del Alma tan perfecto como el conocimiento de la
Naturaleza de la Extensión.
Así, para Descartes:
1. Conocimiento “claro y distinto” de la Idea del Alma:
a. Conocimiento de la Existencia del Alma.
b. Conocimiento de la Naturaleza del Alma.
2. Conocimiento “claro y distinto” de la Idea de Extensión:
a. Conocimiento de la Existencia de la extensión.
b. Conocimiento de la Naturaleza de la extensión.
Pero, Malebranche acepta no acepta 1.b. Esto es, para él:
1. Conocimiento “claro y distinto” de la Idea del Alma:
a. Conocimiento de la Existencia del Alma.
2. Conocimiento “claro y distinto” de la Idea de Extensión:
a. Conocimiento de la Existencia de la extensión.
b. Conocimiento de la Naturaleza de la extensión.
A lo que Descartes/Malebranche llaman “alma” llamemosló, ahora, mente. Cosas que ellos hacen también.
El punto es entonces el siguiente: Descartes considera que si conoces la idea de extensión, la conoces en
todas sus especificaciones/modificaciones posibles. Si conoces la extensión, conoces también al círculo, al
cuadrado, al triángulo, etc, etc. Y si conoces al alma, conoces mutatis mutandis a la percepción, a la
memoria, a la imaginación, etc, etc. Pero para Malebranche, este no es el caso en absoluto. Es decir:
conoces a la mente como existente, incluso le das prioridad a la existencia del alma/mente por sobre la
existencia de la extensión; y sin embargo, no conoces a la mente en todas sus especificaciones/modificaciones
posibles. Que conozcas a priori la Idea de Alma no implica que conozcas, también a priori, la naturaleza
de la percepción, el recuerdo, la fantasía, etc, etc. Mientras que para Descartes conocer al alma y conocer
sus especificaciones/modificaciones son una y la misma cosa, para Malebranche no lo es. En el caso de la
extensión sí ocurre así, en el caso del alma no.
En otras palabras: conociendo la Idea de Extensión conoces “todas las posibilidades de la extensión”, o al
menos tenes los medios para realizar esto (el pensamiento geométrico, whatever). En cambio, conociendo la
Idea de Alma no se da el caso de que conozcas “todas las posibilidades de lo que es ser una mente”. Sino
tuviste nunca una experiencia directa de color, de dolor, de placer, de calor, etc.; no hay posibilidad de llegar
a conocer todo esto de forma completamente a priori. Ni parcialmente a priori ya que estamos. En otras
palabras: no hay a priori respecto al conocimiento de los actos mentales posibles; o de las posibilidades de
la mente como tal. Por lo tanto, lo único que podes hacer para conocer la Naturaleza del Alma en este
segundo sentido, es decir, relativo a sus posibilidades, es “observar lo que pasa dentro tuyo”. Y lo que no
pase adentró tuyo, no lo vas a conocer, no importa que tanto huevo le pongas.
Y así, justamente por negar la posibilidad de una psicologia racional, es que Cassirer llama a Malebranche
“el primer psicólogo de la historia de la filosofía moderna”.
Ok, fue un largo rodeo. Todo mi punto es, entonces, que Husserl/Gurwitsch no sostienen la idea de una
psicología racional o una psicología a priori en el sentido en que la sostiene Descartes. En este punto,
Husserl/Gurwitsch se encuentran más del lado de Malebranche que de Descartes. A priori significa, para
ellos, eidético. Esto es: se trata de conocer las posibilidades de la conciencia y de la intencionalidad. El orden
del conocimiento es “a posteriori”, para ellos, lo mismo que para Malebranche. Solo podes llegar al Eidos
percepción, sino analizas una percepción; solo podes llegar al Eidos imaginación, si analizas una fantasía,
solo podes llegar al Eidos idealización, si analizas una idealización, etc, etc. Lo que importa no es tanto, acá,
o en lo que yo decía ayer, como llegas al conocimiento: si previo a la experiencia o luego de ella. De hecho,
para la fenomenología no tendría sentido decir que podes tener un conocimiento “previo a la experiencia”,
porque acto mental es un acto experiencial. Por eso insisto con que el significado de a priori cambia en su
uso fenomenológico. No se trata del a priori cartesiano.

2
Se trata más bien de que si vos conoces el Eidos conciencia, encontras una estructura que es inescapable
para todo acto conciente, o en otras palabras, que todo acto consciente responde a una cierta estructura.
“Conciencia Pura”, dice Gurwitsch, pero solo en el sentido en que no está especificada como percepción,
fantasía, etc; tiene como Eidos la intencionalidad. Así, todo acto específico, ya sea percepción, fantasía,
idealización, será, entonces, intencional. A su vez, al Eidos percepción pertenece que toda percepción se
de escorzada. Así, percepción de casa, de gato, de piba, de taza, etc; se dará, necesariamente, escorzada.
Y es ESO lo que puedo conocer de forma a priori. ¿Por qué a priori? Porque sé, antes de percibir a un
elefante, aún cuando nunca haya percibido a un elefante, que la percepción del elefanta va a ser escorzada.
No necesito percibir al elefante para afirmar como es la percepción del elefante .. en ese sentido. En otros
sentidos, claramente, solo puedo saber como se percibe a un elefante percibiendo a un elefante.
Acá no pasa como en el empirismo de Popper, en que una ley es válida mientras no se pruebe lo contrario.
Esto es: “todos los ganzos son blancos” es válido sólo hasta que no encontremos un ganzo negro, y desde el
momento en que hay un ganzo negro, kaput a lo anterior. La idea de Husserl/Gurwitsch es que, al encontrar
un Eidos, garantizas un acceso epistemológico tal que no puede ser, luego, ya puesto en duda. No es que
“la conciencia es intencional” es una tesis válida hasta que te encuentres con un acto mental o consciente no
intencional; o que “la percepción es escorzada” es una tesis válida pero abierta a una contrastación ulterior
que puede llegar a invalidarla.
So … esa es la diferencia. Me desperté pensando en Malebranche, seguramente porque un dios me habló en
sueños para que escribiera esto (?). Mi punto entonces: el “cartesianismo” de Husserl (y de Gurwitsch hasta
cierto punto) no implica una psicología racional a priori a la Descartes; sino a la Malebranche. Pero bueno,
dado que todo es experiencia en fenomenología, ya sea trascendental, alemana, francesa, inglesa o lituana,
medio que tiene sentido.
pd: Sí, trascendental es un país (?).

You might also like