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ANTILOGÍAS
ó
LUGARES
DE LA
SAGRADA ESCRITURA,
QUE PARECEN OPUESTOS,
DEDICADOS
AL EXCMO. Sr. DUQUE DEL INFANTADO.
SEÑOR:
-
(XIX )
para tan singular y distinguida comision.
La imprevista muerte de la Excelentísima Seño
ra Madre de V. E. le obligó á venirse de Cádiz antes
de la llegada de las Serenísimas Señoras Infantas, y
le pribó de la gloriosa satisfaccion de realizar la co
mision de que habia ido encargado. Mas no impidió,
que S. M. haya condecorado á V. E. con el Toyson
de Oro, honor tan elevado que solo se concede á Per
sonas Reales, y á los varones mas dignos, benemé
ritos y esclarecidos en virtudes y acciones heróicas y
gloriosas.
Ya pues, Excelentísimo Señor, si de los honores,
gracias, distinciones, premios, y preeminencias que
los Reyes conceden, se infiere la dignidad y mérito
personal del sugeto que los recibe , segun el edicto que
mandó publicar el Rey Asuero : ¿ quién considerando
los grandes honores, los sublimes empleos, las dis
tinciones tan brillantes, las gracias tan singulares, y
los premios y preeminencias tan excelentes con que
la bondad liberalísima del Rey nuestro Señor ha hon
rado á V. E. y el aprecio, estimacion y confianza que
hace del Duque del Infantado , no inferirá la nobleza
de su fidelidad, la heroicidad de sus acciones, la gran
deza de sus servicios', y la excelencia de su dignidad
y méritos personales, y clamará, diciendo por todas,
partes de V. E. Hoc honore condignus est , quemqumque
Rex voluerit honorarel
Todos los buenos Españoles y verdaderos Fatri
C 2
(XX)
cios lo dirán ; porque todos tienen motivos muy jus¿
tincados para estar agradecidos y amar á V. E. y por
que todos se alegran de que haya vasallos tan dignos
de los favores y gracias de su Rey , y de tener un
Rey tan bueno, tan justo, y liberal, que quiere pre
miar, y premia efectivamente con el mayor explen-
dor , la fidelidad y méritos personales de sus vasallos.
Sobre los motivos que todos tienen para ser agrade
cidos á V. K y alegrarse de su exaltacion, tengo yo
los que dexo expuestos, y el singularísimo de haberse
dignado conceder, que esta obrita lleve á su frente
su esclarecido y excelentísimo nombre, que la servi
rá de amparo y proteccion. Tenga V. E. la bondad
de recibirla como un testimonio de mi reconocimien
to y gratitud , y escudarla bajo las alas de su patro
cinio, siendo obligacion mia continuar pidiendo á Dios
guarde la importantísima vida de V. E. muchos años
para bien de la Religion, servicio del Rey nuestro Se
ñor, prosperidad de la Nacion, y felicidad de sus pue
blos. S. Francisco de Madrid y octubre 8 de 1816.
EXCwo SEÑOR. v
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cí:
.es . ....
<
( XXVIII )
ÍNDICE
De los Santos Libros cuyos lugares se
concilian.
Génesis. . .folio. , i.*
*
Éxodo . . iaj
Levítico. 18.
Números 23.
Deuteronomio. . ......... .;;.-. ....... 30.
Josue. . . . .......'; .'..'... .... . .'.'-';■.;• 42;
c* ■ ■' 'i¡:j
jueces. . . . . .,...i., . . ;, .. , . . ... ....... . 43*
... Ruth. 46.
I.° De los Reyes . 47.
2.6 De los Reyes. ..................... 54^
3.0 De los Reyes. 60.
4.0 De ios Reyes. . 66.
i.° De los Paralipomenos. 70.
2.° De los Paralipomenos 75.
i.° De Esdras 78.
2.0 De Esdras. *'.... 79.
Tobías .■. 80.
Judith. 82.
Ester. 89.
** 91.
Salmos .. . .. I0I.
(xxix)
Proverbios .•••.•. ni.
Eclesiastés. 126.
Cántico de los Cánticos . 142.
Sabiduría. 143.
Eclesiástico 147.
Isaias. 162.
Jeremías. 170.
Baruc. 175.
Ezequiel. 177.
Daniel. . . - ■. . . 182.
Oseas. . . ¿ . . 186.
Joel 190.
Amos. 192.
. Miqueas. . . : . . . 198.
Nahum. 200.
Zacarías. 201.
Malaquías. 202.
I.° De los Macateos. 203.
2.° De los Macateos. 205.
' S. Mateo 208.
S. Marcos 258.
S. Lucas. 263.
S. Juan. 278.
Hechos apostólicos 293.
Epístola á los Romanos. 303.
I." A los de Corinto 316.
2.a A los de Corinto 322.
txxx);
-"¿los de Éffío. .'.-. 333.
-' ]Á los FHtpenses. • *i••• ••• 336.
'-. A los Coivsenses. . . .-. 339.
i.* A los Tesaíonicenser. . . 34i.
"2.a A los Tesalorúcenses. : : 343.
1.a Á Timoteo, ........ 343.
¡2.a A Timoteo. ....*;;; 349.
y A Tito..:. : . ;'; :;.;; 3S°.
A los Hebreos. ..... ,352.
Católica de Santiago. - - 363.
"¿> De S. Pedro; ...... í365.
¿I* De S. Pedro, mi: . 366.
i.a DeSjJaarK . .... . . 3%
2.a De S. Juan^ . ^ . . . . 373.
jg* DeS.- Juan. ...... ►374-
."■ : Católica de S. Judas. . - 375.
;í;: Apocalipsis, v . . . . . Aí.'sW.'W:
• 37&
- v
., 1 .'.
1. .
LIBRO DEL GÉNESIS.
CAPITULO PRIMERO.
V : I. .
V. 17. De todo árbol del paraíso come; pero no co
mas del árbol de la ciencia del bien y del mal, porque
en qualquier dia que comieres de él morirás. ,
Esto parece no concuerda con lo que ocurrió.
Adan comio del árbol , y no murio. Antes bien se
dice al cap. 5. v. 5. Tfué todo el tiempo que vivió sídan
novecientos treinta años. . -,.- ;,-:;., . i . .
R. Dios , formó á el nombre de modo , que po
dia no morir y y podia morir. No morir por , bene
ficio del Criador , si observaba .el mandamiento que
se le había impuesta Podia morir porque su cuer
po se componía de humores, cuyas contrarias qua-
lidades conspiran á la disolucion. Su muerte, ó su
vida, así corporal, como espiritual, dependia de la
observancia ó infraccion del precepto. Si le hubiera
observado, no hubiera muerto ni espiritual, ni cor-
poralmente. Pero le quebrantó,, y en el mismo ins
tante murio espiritualmente , perdiendo la gracia,
que era la vida de su alma : y empezó su muerte
corporal. Pues aunque vivio despues novecientos trein
ta años fué con tantos trabajos , que San Gregorio
los llama muerte prolongada. Luego que pecó le aco
metieron el dolor, la enfermedad, los achaques, que
son el principio de la muerte, como asegura tambien
San Agustín, ¡ "-...] í.j . <'.... , ¡. .-. .. ;
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capitulo m.
I.
CAPITULO IV.
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CAPITULO V.
I.
- Si se computan los años , que segun la Vulgata,
vivió Mathusalen , se infiere que vivio hasta el dilu
vio ó despues del diluvio. En el arca «o pudo salvar
se pues consta al cap. 7. v. 13. que en ella no entra
ron mas que Noé y Seni, Can y Japhet, su mu-
ger, y las tres mugeres de sus hijos : ¿cómo se salvó ha
biendo perecido en el diluvio todos los que lío estu
vieron en el arca?
R. Esta dificultad ha dado bastante que hacer á
los PP. y Expositores. San Agustin dice que ha na
cido de la inexactitud de los códices, y que consta
de los mas verdaderos, que Mathusalen murió seis
años antes del diluvio. Tirino, siguiendo á los he
bréos, dice: que Mathusalen murio siete dias antes
que empezase el diluvio. De este modo su último año
no fué completo sino empezado , y así se salva toda
-:
V. 2. De todos los animales limpios siete y siete,
macho y hembra. De los animales é inmundos dos y dos,
macho y hembra : ¿ cómo podia Noé cumplir este man
dato? La división de los animales en limpios é in
mundos no se hizo hasta despues de ochocientos o-
chenta y siete años del diluvio , como consta del
cap. ii. del Levitico. ¿Cómo podia saber Noé qua
les animales eran limpios , y quales inmundos ?
R. La division de animales en limpios é inmun
dos, que consta del cap. n. del Levitico fué para
que supiesen los animales de que podrian comer los
israelitas. Pero aun en la ley de la naturaleza hubo
por revelacion de Dios, y tradicion de los mayores,
distincion de animales limpios é inmundos, princi
palmente para los sacrificios. Así lo afirman S. Juan
Crisóstoma, Estío 9 Tirina y otros.
CAPITULO IX.
V. 25. Maldito Chanaan ; siervo será de los sier
vos de sus hermanos. ¿Cómo se compone ésto con lo
que dice Ezequiel al cap. 18. v. 20. El hijo no lleva
rá sobre si la iniquidad de su padre ?
R. Quando los hijos no son cómplices en la ini
quidad del padre , y mas principalmente quando no
siguen el exemplo de sus padres, no son castigados
por las iniquidades de sus padres; pero si son cóm
plices , y siguen los vicios de sus padres , entonces
son participantes de sus penas y castigos. Chanaam
fué cómplice en el pecado ; y aún los hebreos afir
man, que él fué el primero que advirtió la desnudez
de Noe , y lo notició á su padre Cham. Y como Cha
naan y sus descendientes fueron malos y perversos,
llevaron sobre sí la iniquidad de su padre ; y se cum
plió la maldicion de Noe , quando los hijos de Israel
entraron en la tierra de promision, é hicieron sier
vos y esclavos suyos, á los que no mataron. Calmet.
CAPITULO XIL
I.
CAPITULO XXII.
V. I. Tento Dios á Abraham. ¿Cómo se compo
ne esto con lo que dice Santiago al cap. i.~ v. i#
Dios no tienta a ninguno ? ._ .
R. En las sagradas escrituras dice San Agustin,
se suele decir tentar por probar. Hay dos clases de
tentacion, una de prueba y otra de seduccion. Del
.primer modo nos tienta Dios, enviándonos trabajos
II
y aflicciones , para purificar nuestra virtud , y probar
nuestra fidelidad y constancia en su santo servicio.
Por esto se dice en la Sagrada Escritura al cap. 13.
del Deuteronomio v. 3. WE1 Señor vuestro Dios os
'¡ tienta para saber si le amais." Estas tentaciones son
el crisol en que el Señor purifica á sus escogidos, co
mo el oro se purifica al fuego. Y de este modo tentó
Dios á Abraham , mandándole sacrificar su hijo Isac.
Del segundo modo nos tienta Satanás y nuestra con
cupiscencia, no para aprovecharnos, sino para enga
ñarnos y perdernos. De este género de tentacion ha
bla Santiago y San Agustín.
CAPITULO xxxvn.
CAPITULO XIV.
V. 20. JCLra la nube tenebrosa, é iluminaba ¿anoche.
Si era tenebrosa, ¿cómo iluminaba? ¿Las tinie
blas no son privacion de la luz ?
R, La nube se interpuso entre los hebreos y egyp*
13
cios. Por la parte que miraba á los israelitas era cla
ra y resplandeciente, é iluminaba la noche. Pero por
la parte de los egypcios era tenebrosa y obscura , y
asi los egypcios no pudieron alcanzar á los hebreos.
CAPITULO XX.
H.
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XS
CAPITULO XXX.
. CAPITULO XXXIII.
CAPITULO XXXiV.
I.
V, 12. Guardate de hacer jamás amistades con los
hombres de aquella tierra. No hagas pactos con los hom
bres de aquella region. No permitas que tus hijos se ca
sen con sus hijas. Por esta ley , segun los Expositores,
estaba prohibido á los judios contraer matrimonio,
no solo con las cinaneas, sino tambien con las hijas
de los demás gentiles é idólatras. ¿Pues cómo al cap.
20. del Deuteronomio v. 10. dice Dios á Moysés: quan-
do te acercases para conquistar alguna ciudad, la ofre
cerás primeramente la paz2. Luego podian hacer pactos.
Ademas: ¿cómo al cap. 21. dice Dios al mismo Moy
sés: sifueres á pelear contra tus enemigos, y vieres entre
los cautivos alguna muger hermosa y te gustase, y la
quisieses por muger , la entrarás en tu casa , se raerá
los cabellos , se cortará las unas , se despojará del ves
tido en que fué hecha cautiva , llorará por un mes á su
padre y su madre, y despues entrarás á ella, dormirás
con ella , y será tu muger ? Fuera de esto , si los judios
no podiañ casarse con las hijas de los que no eran de
su pueblo, ¿cómo Salmon casó con Haab cananea,
Matth. 1. v. 5. ? ¿ Booz con Ruth moabita, 22. Ruth 4?
¿Sanson con una filistea, Judie. 16? ¿David con Maa-
cha, hijas de Tolmai, rey de Gener, cananeo, 2. reg. 3.
3.? ¿ Salomon eon mugeres idólatras, y Ester con A-
«uero ?
*7
R. El Señor prohibió á los judios hacer pactos y
amistades con los cananeos y gentiles , y casar sus
hijas ó hijos con los hijos ó hijas de los incircunci
sos por razon de la idolatría , y por evitar la ruina
espiritual que podrian causarlos. Por esto les dice al
v. 13: que destruyan las aras, que hagan pedazos
las estatuas, que quemen los bosques de sus ídolos , y
que no adoren los Dioses agenos. No queria hiciesen
pactos ó amistades con los idólatras, no fuese que
despues de sus sacrificios los convidasen á comer de
las carnes inmoladas á sus ídolos. Tampoco queria ca
sasen sus hijos con las hijas de los infieles, no fuese
que ellas con su exemplo, con sus ruegos y halagos,
hiciesen á sus mandos participantes de sus abomina
ciones, y ofreciesen cultos y sacrificios á sus falsos
Dioses. Y en efecto habia este peligro quando ellas se
mantenían en sus errores é idolatría, como sucedió
con Salomon, que habiéndose casado con mugeres
moabitas, ammonitas, é idumeas, le hicieron preva
ricar y ofrecer inciensos y sacrificios á todos sus ído
los. Por lo qual es muy reprendido en la sagrada es
critura , y se duda de su salvacion. Pero quando no
habia peligro; quando las hijas de los gentiles dexa-
ban la idolatría, y abrazaban el culto del verdadero
Dios , entonces podian hacer pactos , como los" hicie
ron David con Achy , Salomon con Hiran, y los Ma-
chabeos con los Romanos; y casarse con sus hijas,
como consta del cap. 20. y 21. del Deuteronomio,
así lo hicieron Salmon, Booz y David. Es verdad
que Sanson casó con una filistea sin dexar de ser li-
listea ; y Estér con Asuero sin dexar de ser idólatra;
pero esto lo hicieron por especial instinto y dispo
sicion dé Dios, que apartaba los peligros de subver
sion, y ordenaba aquellos matrimonios á la salva
cion de su pueblo. Tirino.
LIBRO DEL LEVÍTICCX
CAPITULO XIL
CAPITULO XVIL
C a
/
20
CAPITULO XVIIL
CAPITULO XIX.
CAPITULO XXVI.
CAPITULO IIL
V. 39. JL odos los levitas que numeraron Moysés y
Aaron , segun el precepto del Señor por sus familias en
el género masculino de un mes arriba , fueron veinte y
dos mil.
Aquí hay sin duda algun error ó equivocación.
24
Si se suman las partidas hacen veinte y dos niíl y tres*
cientos. Los hijos de Leví fueron tres. Gerson, Caath
y Merari. De los hijos de Gerson , se numeraron siete
mil y qninientos. v. 22. De los hijos de Caath, ocho mil
y seiscientos: v. 28. De los hijos de Merari, seis mil dos~
cientos, v. 34. juntas estas partidas hacen un total de
veinte y dos mil y trescientos. Parece pues que está
errada la cuenta de arriba. •
R. Aunque de las partidas resultan veinte y dos
mil y trescientos, estos trescientos no debian incor
porarse en la suma. Estos eran los primogénitos pro
creados por los levitas despues de la salida.de Egip
to; y por razon de su primogenitura eran ya pro
pios de Dios, y por tanto no debian entrar en. el nú*
mero de los otros levitas que habian de conmutar
se , y habian de ser substituidos y apropiados á Dios,
por los primogénitos de la otras tribus. En cuya a-
tencion no hay equivocacion ninguna. Pedro Comes-
. tor y otros citados por Tirino. ,
■V.i' CAPITULO; ¿ ". ;.i- "?'". .
CAPITULO XI.
CAPITULO XVI.
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.,. , I. '•..-■. - i . v •*..■■ ■
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V. 32. Abriendo la tierra su boca los tragó (á Co
re, Dathan y Abiron) con sus tiendas , y todos sus bie
nes : v. 35. y saliendo fuego del Señor mato los doscien
tos cincuenta hombres que ofrecían el incienso. ¿Pues
cómo al cap. 26. v. ió. se dice: ocurrió un grande mi
lagro , que pereciendo Core , no perecieron sus hijos ?
R. Pereció Core: perecieron Dathan y Abiron, y
los hijos de éstos : perecieron los Tabernáculos y sus
bienes; mas no perecieron los hijos de Core, ó bien
porque estaban inocentes, ó porque se opusieron á la
maldad de su padre. Tirino.
capitulo xvra.
CAPITULO XXIV.
I.
V. ult. Balaan se volvió á su lugar. Balaan, se-,
gun consta del 23. del Deuteronomio v. 4. era de
Mesopotamia de la Siria i la Mesopotamia de la Siria,
y la tierra de Madian son regiones distintas: si Ba
laan se volvió á Mesopotamia, \ctmo pudieron matar
le los hebreos en Madian , quando conquistaron aquel
Reyno, como y segun se dice al cap. 31. v. 8?
R. Balaan en efecto tomó el camino para su tier
ra; pero detenido acaso algunos dias en alguno de
los pueblos de Madian, sobrevino entretanto la con
quista de aquel Reyno , y como los hebréos pasaron
á cuchillo todo los hombres, mataron tambien á Ba-
\¡axuWouten. -l .A ^ ii .'. ■'".■'■ 'n «■•'-.■ - -V..
. . i :■'.''« ,: ,. . .¡. /.i" .:.■'" .=.: i.A :'' *í-; :"-■ ¡11 lib
3° CAPITULO XXXVI. ,;3
CAPITULO IV.
CAPITULO XIV.
CAPITULO XV.
I.
IV.
CAPITULO VIL
I.
V. 2$. jrLpedreó todo Israel á Achan. ¿ Pues no
habia mandado el Señor al v. 15. que el que hubiese co
metido la maldad fuese quemado á fuego. ? ¿Cómo se
contentó cún apedrearle ?
R. Achan fué apedreado y quemado. Fué llevado
al fuego, y mientras éste se disponía , el pueblo de
'43
seoso de aplacar á Dios le apedreó. Luego fué echa
do al fuego y quemado con quanto tenia. Masio ci
tado por Tirino.
CAPITULO I.
CAPITULO IV.
I.
V. 2. He visto (dixo Sanson) á sus padres , en
Thamata, una muger de las hijas de los Filisteos , la
qual os pido me la deis por muger. ¿ Cómo Sanson pe
dia por múger una Filistea, estando mandado poí
Dios al cap. 34. del Éxodo v. 16. á los padres : que
no diesen mugeres de los Canamos á sus hijos ?
R. Porque tuvo revelacion de Dios, que le dis
pensaba en la Ley del Deuteronomio y del Éxodo,
de que aquel matrimonio convenia para el cumpli
miento de sus adorables designios á favor de su pue
blo , como se da á entender en el v. 4. Wouters, Ti-
rino y otros.
CAPITULO XVI.
I.
V. 30. Muera yo con los Filisteos. El suicidio es-
■ tá prohibido por Dios al cap. 20. del Éxodo v.. 13.
Na matarás. ¿Pecaría Sanson?
, 45
R. S. Pablo al cap. n. de la carta á los Hebreos
v. 32. alaba este hecho de Sanson , y si en ello hu
biera pecado y obrado mal no le alabaría el Apóstol.
Ni Sanson se mató directamente , sino indirectamen
te. A el modo , dice Cayetano , que un general de
un Exército entra en una batalla , sin temor de la
muerte que le amenaza ; asi Sanson no teniendo otro
medio para vencer los enemigos de Dios, que ar
ruinando el templo, le derribó, aunque sabia que pe-
recia entre sus ruinas. Para lo qual fué inspirado por
Dios , como dice San Agustín.
CAPITULO XVIII.
I.
LIBRO DE RUTH.
CAPITULO I.
CAPITULO L
III.
II.
CAPITULO XVIL
CAPITULO n.
I.
V. . 10. -i-Je quarenta años era Isboseth , quando
empezó á rejynar, y reynó dos años. Al cap. 5. v. 5.
Reynó (David) siete años y seis meses en Hebrón, sobre
Juda. Isboseth reynó en Israél todo el tiempo que David
reynó solamente sobre Judá. Luego Isboseth reynó
siete años y medio, ¿Cómo dice que reynó dos años?
R. Isboseth reynó sobre Israél siete años y medio;
pero dice el texto, que reynó dos años, para mani
festar que pasaron dos años hasta que empezó la di
sension y la guerra entre Isboseth y David. Los dos
primeros años reynó Isboseth con quietud y tranqui
lidad; pero los restantes con muchos azares, traba
jos y disensiones. El Ahulense y Saliano citados por
Wouters.
II.
III.
CAPITULO XVII
I.
CAPITULO XXI.
--.í.i. li l...vA-.!' ■ .. . . . . : . . '
I. . ;
CAPITULO xxin.
"-.,- I.
. -■•- ..M ...;-. .." •"
V. 8. El Sapientísimo , que se sienta en la cátedra:
mató en una expedicion ochocientos. ¿Cómo al cap. u.
del i. del Paralipomenon , v. n. se dice: que fueron
trescientos ?
R. Fueron dos batallas : en una mató ochocien
tos : en la otra trescientos. Wouters , Tirino y otros.
r i .
CAPITULO XXIV.
CAPITULO II.
.1
i ^■ !
CAPITULO JíVíío^í j>
■'! ;'-- . .■■*i i»■:.-.•-■ ." *;il - i ..? - . ■ .•;■>] ; í-. . . - . j.■.í-^á
CAPITULO IX.
,;.\ í ..-;:::) ■■: ■ -; ■../ . :;-;'■ ■■ .',- / '•'-.■;
i 1• i; (V/í.n: vi. U f:;Ví I; . . r y. ;-'.--' ■■. ■■■ f .- '. ■ h.'.¡
-1. j:n u?. '.■b . ■ ri'lXi
V. n. y 13. Entonces dio Salomon a Hiram vein
te pueblos en tierra de Galilea. ¿ No estaba mandado
por Dios al 25. del Lévítico, v. 23: que no se extra
ñase, ni se vendiese la tierra para siempre porque era
suya , y los Israelitas no eran sino forasteros y Co-
Ioí:osI
R. Salomon no vendió , ni hizo propios de Hiram
los veinte pueblos. Se los concedió , para que se hicie
se cobrado de las sumas que le habia prestado , y de
$3
los gastos que babia sufrido en proporcionar maderas
y otras cosas , para la fábrica del templo , y de sus
casas. Y asi habiendo visitado Hiram aquellos pue
blos ; y no habiéndole gustado , se los devolvio. Y
Salomón habiendo pagado á Hiram en metálico, los
hizo habitar á los hijos de Israel, como se dice al
cap. 8. del 2. delParalipomenon, v. i. Véase á 'ftrino,
-., .....iiitt\ i■ .. *,', ■. . -'i-s..'■Y .i i■■ - ■fit " ''i. ■' > '
..*o i-.'i -t-ó CAPITULO XI. \ ,■
-*■■:.ii-Vv i■-.. .'.t i iittkiV-iw. ^ iji. .\.~■i u\ vi" ':. ..-.'. v,\, ..\
"> . ■i .
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I - '" ■i- - ■■ !i"'rí .'■■'■■l''"-.í|^ ■■.. "-i:- .•' ;?i.n
V. g. David hizo lo que er# recto enilos ojos del
Señor; y no declinó de quanto Dios ,¿f, habia mandado
en su vida, excepto lo de Uñas Hetheo. Pues qué ¿no
pecó David, quando juró destruir la casa y familia de
Nabal, i-de los Reyes, cap. 25. v. 34? ¿No pecó,
quando usó de tanta sevicia y crueldad con los Ammo-
nitas , que trituró todas las- personas , haciendo pasar
por encima de ella trillos con sierras y cuchillos, 2 de
los Reyes , cap. 2. ? ¿ No pecó quando mandó numerar
el pueblo , por lo qual murieron tantos inocentes : 2. de
los Reyes, cap. 24.? Dios no le rnaiftk^ hiciese estas
cosas ; antes bien las teniaYpi:ohibidaó\ Pues,cómo.,di?,
ce : que David hizo lo que era recto á los; pjps d&
Dios, y que no declinó de quanto el Señor le man
dó en toda su vida , excepto lo de Urias Hetheo ?
. R. David pecó en todas estas ocasiones,. y decli
nó de lo que Dios tenia mandado. Pero asi,como en
tre los hombres no suelen vituperarle aquellas accio-
nos, que aunque malas en sí mismas, se cubren con
algun pretexto, y con capa de virtud: así parece
que tambien el Señor quiso como tapar , ó no vitu
perar aquellas cosas malas, que hizo David con pre
texto de virtud ó de justicia, y culparle solamente
en lo de Urias ; en lo qual no se le podia disculpar,
ni aun en el juicio de los hombres. Del juramento,'
que irritado hizo contra Nabal y su familia, tenia
alguna disculpa con la insolencia de Jas respuestas de
Nabal, á sus prudentes y sumisas peticiones. De la
crueldad que usó con los Ammonitas tenia por dis
culpa, la burla y escarnio que hicieron los Ammo
nitas con sus Embajadores. Para la numeracion del
pueblo, podia alegar por motivo el tributo, qúepen-
saba imponer para la fabrica del templo. Pero para
la muerte de Urias , no podia disculparse de manera
alguna, ni tenia pretexto alguno, que alegar á favor
de maldad tan execrable. Y asi especifica este hecho,
como si David en nada mas hubiera pecado en to
da su vida. El Abulense dice que á el texto se le pue
de dar este sentido : todos los pecados de David pa
recen leves comparados con el pecado que cometió
contra Urias. Tirino , Wouters y otros.
.■..■
CAPITULO XVI.
I.
V. 7. Baasa mato a Jehu profeta , hijo de Hana*-
no: al cap. 19 del 2. del Paraiipomenon , v. 1. y 2. se
dice: Josafat, Rey de Juda, volvió pacíficamente á su
casa en Jerusalen. A el que salió al encuentro Jehu pro
feta , hijo de Hanano, y le dixo... Entre Baasa y Jo-
safat pasaron, por lo menos, quarenta años. Si Jehu,
hijo de Banano , fué muerto por Baasa , ¿ cómo pu
do Jehu , hijo de Hanano , presentarse á Josafat, qua
renta años despues , para reprehenderle ?
R. Hubo dos Hananos que tuvieron dos hijos
profetas de un mismo nombre. Y asi el Jehu que
reprendió á Baasa , y á aquien éste quitó la vida, es
distinto del Jehu que se presentó á Josafat. De este
modo concilia estos dos lugares. Gaspar Sanchez , se
gún Tirino.
CAPITULO XXII.
. ■
I.
CAPITULÓ VI.
CAPITULO VI.
12
68
.... , -CAPITULO VIH. ..- .,, :
=r;■ ...: ...'-t-'f.. - . : .S •. •--..■ :
i:.; ; '. ...3 i-V ■. - I.. '■>".- ,.
CAPITULO X.
CAPITULO II.
I.
V. 5. jí David .le nacieron en Jerusakn Simmaa,
y Sobad, y Natan, y Salomon, quatro (hijos) de Betsa-
be, hija ds Ammiel: esto no se aviene bien con lo qui
afirma Salomon al 4. de los Proverbios, v. 3. dicien
do : yo fui hijo tierno de mi padre, y unigénito de mi
madre. Sí, unigénito: luego David no tuvo mas hi
jos de Betsabe que á Salomon.
R. David tuvo quatro hijos de Botsabe. Pero Sa
lomon se llama unigénito de su madre, porque era el
mas amado y querido. Aun sin contar los tres
7*
que aquí se refieren , no podia Salomon llamarse en
sentido riguroso, unigénito de su madre, pues Bet-
sabe habia tenido ántes oteo hijo de David concebi
do del adulterio, y muerto poco despues de nacido.
Ademas S. Lucas deduce la genealogía de Christó
de David por Natan, hijo de David. Prueba convin
cente de que el Natan era hijo de Betsabe y de Da
vid , como se dice al cap. 3. de los Paralipomenos.
Aqüi se dice : que Betsabe era hija de Amnúel: y al 2.
de los Reyes, cap. 11., v. 3. se dice, hija de Eliamí
porque el padre de Betsabe tenia dos nombres , como
otros muchos en la Sagrada Escritura. Tirino y otros'.
CAPITULO III.
I.
V. 32. De los hijos de hachar, hombres sabiosy
que conocian todos los tiempos, para mandar lo que de
bia hacer Israel: al cap. iy. del Deuteronomio , y
en otros lugares se lee : que á los sacerdotes corres*
pondia enseñar y mandar lo que los Israelitas debían
hacer, ó no hacer. ¿Cómo aqui se dice, que á los hi
jos de Isachar, que no eran de la tribu Sacerdotal?
R. A los sacerdotes les correspondia enseñar los
preceptos de la ley , los ritos y ceremonias de los sa
crificios. Los hijos de Isachar eran labradores y pas
tores , y se habian dedicado á la astrología natural,
y parece que por el conocimiento que tenían del
movimiento de los astros, y de las lunaciones, les
estaba encargado eí señalar y componer el Almena-
que,'ó Kalendario, para las festividades y pasquas
de Israel. Tambien los consultaban acerca del tiem
po en que debian sembrar , y segar sus mieses,
pastar los ganados , y demas cosas de la labranza,
cultivo de los campos , y pasto de los ganados. 2V-
rino con otros. >
CAPITULO XXL
CAPITULO XXL
CAPITULO XXI.
I.
CAPITULO V.
CAPITULO XIV.
I.
CAPITULO XV.
CAPITULO XXL
CAPITULO XXXVL
CAPITULO III.
CAPITULO VI.
I.
V. "14. T edificaron y construyeron el edificio por el
mandamiento del Dios de Israél, y por el mandamiento
de Cyro,y de Darío, y de Artaxerxes , Reyes .de Per"
79
sia. v. 15. T gastaron en acabar esta casa de Dios has
ta el dia tercero del mes de Adar, que es el ano sexto
delreynado del Rey Darío. Si acabaron la casa de Dios
el año sexto del reynado de Darío ¿cómo la edifica
ron y construyeron por mandamiento de Artaxerxes,
que reynó despues de Darío?
R. El año sexto de Darío se concluyó el Sancta
Sanctorun, que es lo que propiamente se llama casa
de Dios. Pero los pórticos y otros adornos del Tem
plo se edificaron en tiempo de Artaxerxes, y por
mandato suyo. Wouters.
CAPITULO V.
I.
V. 16. IrA as yo' (Nehemias) por temor de Dios
no lo hice asé i antes bien trabajé■ en la obra d.l muro.
¿Cómo Nehemias pudo decir que habia trabajado , si
al cap. 3. se especifican y se hace relacion de los que
trabajaron en la fabrica, y la parte que cada uno e-
cüficó , y nada se dice que trabajase Nehemias ?
R. No trabajó con sus manes ; pero empleó- sui
caudales en mantener á los trabajadores pobres, y
hacia que sus criados trabajasen , sin agóviar al Pue
blo, ni exigir como los otros Gobernadores , salarios,
pan ni vino. Y además acudía á todas partes, vela-
fea y¡ cuidaba que todos trabajasen como debian. Lo
qual verdaderamente era trabajar.. Tirino.
LIBRO DE TOBIAS.
CAPITULO IV.
CAPITULO IX.
. .' - . I.
LIBRO DE JUDITH.
CAPITULO IX.
CAPITULO III.
'. i i - . ; ' í . .
. . . . I.
V. i. -LJespues de esto A'suero exaltó a Aman,
hijo de Amadato , el qual era del linage de Agag : ai
cap. 1 6. , Vv 10.1 Aman, hijo de Amadato, Macedonio
de corazon y de origen. No parece se compone bien
ser Aman Macedonio en -su origen, y ser del linage
de Agag.
R. Aman era sin duda descendiente de alguno de
los deudos de Agag, que huyeron quando Saul hi
zo aquel estrago tan grande en Amaleen , el qual se
confugiase á.Macedonia, y de él descendiese Aman.
Aman pasó á Persia , y por sus fraudes y enredos
llegó al segundo puesto del reyno. Y porque deseen-
din de Macedonia , y porque quería pasar á los Ma
cedones el imperio de los Persas , le Üama. Asuero al
cap. 1 6. Macedonio en el espíritu y origen.
CAPÍTULO III.
. . . ■ í - I.
. CAPITULO VI.
. . . ... .... L,.:, ■r ■.,
; l
- I - .•. ■ . .. i: ■. - . ■ .¡!.. , :.. ■■ i ■
V. 3. 1 Qué honra y qué premio ha recibido Mar
doqueo por esta fidelidad2. Sus siervos y ministros le
dixeron: ninguna merced ha recibido. Al cap. 12. v. 5.
Y mandole el Rey (á Mardoqueo) que viviese en un
quarto de Palacio., habiéndole gratificado por la de
lacion. Si el Rey le habia gratificado y dado premios
por la delacion, \ cómo, dice que por ser fiel en la de
lacion no habia recibido merced ninguna ?
R. El Rey habia, mandado que se hiciesen mer
cedes, y se premiase á Mardoqueo por haber descu
bierto la traicion de los Eunucos Bragata y Thares.
Pero como Aman , por quien pasaban todas las co
sas y decretos■ del Rey , estaba implicado en la con
juracion, y era enemigo de Mardoqueo, no se habia
cumplido . lo que Asuero habia mandado. Antes bien
Aman buscaba ocasiones para acabar con Mardo
queo, y con todos los Judios.
CAPITULO IX.
I.
LIBRO DE JOB.
CAPITULO III.
CAPITULO PRIMERO.
I. .".,u
. - ■ t '■
V. 1. Job era un hombre sencillo y recto, y teme'
roso de Dios , y apartado de lo malo : ¿ cómo se com
pone esto con lo que se dice al. cap. 34. , v. 8. : Job
camina con los que obran iniquidad, y anda con hombres
impíos. En el salmo 17., v. 26. y 27. dice David:
con el Santo serás Santo: con el varon inocente , serás
inocente, con el elegido, serás elegido: y con el perver
so, te pervertirás2, si esto es así, ¿cómo Job cami
nando con los iniquos, y andando con los impíos, era
sencillo, recto, temeroso de Dios, y apartado de lo
malo ?
R. El testimonio de Dios es mayor, que el tes
timonio de los hombres. Dios dixo: que Job era sen
cillo y recto: temeroso de Dios, y apartado de lo
malo ; y á esto debemos estar. Que Job caminaba con
los iniquos, y andaba con los impíos, lo dixo Eliu.
Las palabras de éste, y las de sus amigos Elifaz, y
Baldad , no son de fe. Imbuidos en la pestilente doc
trina de que Dios no permitía , ni podia permitir,
que los justos padeciesen trabajos, levantaron mil
95
calumnias á Job, para persuadirle, que sus afliccio
nes y trabajos eran una prueba clara, de que era
pecador, iniquo, impío, y enemigo de Dios. En sus
discursos mezclan, entre algunas cosas buenas y ver
daderas, muchas proposiciones falsas, erróneas, he
réticas y blasfemas. Por esto luego que Eliu con
cluyó sus raciocinios, dixo el Señor a Job: ¿quién
es éste que mezcla las sentencias con palabras llenas
de necedad? En esta atencion na debemos hacer al
to en los discursos de Eliu , y de sus amigos. Sus
disputas con Job son como las de los hereges con los
Católicos. Aquellos se valían de raciocinios falaces
para alucinar á Job, y de calumnias y enredos con
tra su buena fama y estimacion. Lo mismo hacen
los impíos y hereges. Para vilipendiar la religion, se
valen de sofismas contra sus dogmas y misterios ; y
de calumnias , mofas , y enredos contra sus minis
tros. Pero asi como Job triunfó, y fué declarado por
Dios inocente y recto , asi la religion triunfa de to
dos sus enemigos.
CAPITULO II.
I.
CAPITULO V.
GAPLTULO XIII.
I.
CAPITULO XL
CAPITULO X.
I.
CAPITULO XIX.
0\rv■:-
.^ &
101
quienes según los setenta Intérpretes , pedia le auxi
liasen en sus trabajos. Tampoco murieron sus nietos,
y así Simmaco por hijos de su vientre entiende los hi
jos de sus hijos, esto es, sus nietos. Tirina.
SALMO PRIMERO.
SALMO IV.
SALMO XIII.
V. I. Se han corrompido y se han hecho abomina'
bles en sus estudios. No hay quien haga lo bueno, tto
io3
hay ni siquiera uno : v. 3. Todos declinaron juntamente,
j> se hicieron inútiles : no hay quien haga lo bueno : no
hay siquiera uno. ¿Cómo puede ser verdad esto, sien
do constante en las Sagradas Escrituras , que en to-
tos tiempos , aun en los mas relajados y corrompidos,
ha habido justos y santos , que han hecho lo bueno
y servido á Dios ?
R. No se opone esto á lo que dice David. Por
muy malos que hayan sido los hombres, siempre
ha tenido Dios sus escogidos. Siempre ha habido jus
tos que han obrado bien, y han cumplido los divi
nos mandamientos. Quando dixo Dios : que toda car
ne habia corrompido sus caminos : Noé era justo. En-
medio de las abominaciones de Sodoma y de Gomor-
ra: Loth era justo. Quando los hijos de Israel cauti
vos iban á adorar los becerros de Jeroboan, ó ado
raban los ídolos de los gentiles, Tobias justo se em
pleada en buenas obras , agradables á Dios. Job fué
justo enmedio de 'las tinieblas y errores de los idu-
meos. De Simeon , Isabel , y Zacarías dice el evange
lio: que eran justos, y asi no hay inconveniente en
decir con Titelman : que David habló hiperbólica
mente, cuyo modo de hablar fué comun á los Pro
fetas, y muy frecuentado en las Sagradas Escritu
ras : y asi dixo Jeremías, cap. 6. : todos , desde el mas
pequeño á el mayor siguen lo avaricia : y S. Pablo á los
Filipenses, cap. 2.: todos buscan sus propios intereses,
110 los de jesuchristo : sin embargo de que en tiempo
de Jeremías habia algunos que no eran avarientos;
y en tiempo de S. Pablo, habia Apóstoles y discí
pulos■ del Señor, que olvidando sus cosas propias,
buscaban la gloria de Jesuchristo. David , pues , ha
bla de los necios, de los insipientes, de los atheis-
tas , que niegan la existencia de Dios ; cuya gargan
ta es un sepulcro abierto, que exhala el hedor pes
tilente de todos los vicios y abominaciones : cuyas
io4
lenguas urden continuamente engaños, fraudes, ca.
lumnias contra los hijos de Dios: cuyos labios .no
se abren sino para emponzoñar á los simples é in
cautos con el veneno de áspides, que ocultan baxo
halagüeñas y dulces palabras : cuya boca está llena
de maldicion contra la religion santa , sus dogmas,
misterios y doctrina j y cuyos pies corren ligeros
para turbar los reynos, para amotinar las gentes,
y para llevar el fuego , la espada, y desolacion por
todas partes. De estos habla David , y de estos es
de quien dice : que no hay entre ellos , ni uno siquie
ra que obre lo bueno: pues aunque alguno de ellos
haga alguna cosa, que naturalmente parezca bue
na, no lo es en orden á la salvacion, y con referen»
cia á Dios, cuya existencia niegan. Tirina.
SALMO XVL
V. 3. Me has examinado con el fuego, y no se ha
hallado iniquidad en mí. ¿Cómo no, si el mismo Da
vid dice al salmo 50. : yo conozco mi iniquidad , y
mi pecado me persigue continuamente ?
R. Son distintas iniquidades y pecados de que
habla en los dos salmos. En el 16. se justifica Da
vid de no haber ofendido á Saul, de que no le habia
dado motivo para que le- persiguiese , y de que á pe
sar de tantos trabajos como habia padecido , jamás le
habia vuelto mal por mal. En el salmo 50. habla
de su iniquidad y pecado con Betsabé y Urias.
SALMO XVII.
V. 42 Clamaron, y no habia quien los salvase, á si
Señor, y no los oyó: ¿cómo al salmo 21. , v. 6. dice:
á tí clamaron., y fueron hechos salvos ?
R. Son distintas personas las que clamaron, y
... IO$
distintos los fines con que clamaron. Los que se di
cen en el primer texto eran los enemigos de David,
que coligados con Saul, y con Absaloñ despues, y
viéndose perdidos pedian auxilios al cielo, y el señor
no los oyó. En el segundo, David viéndose persegui
do y desamparado, pide á Dios le socorra y le auxi
lie , como habia auxiliado y protegido á los antiguos
Padres, los quales clamaron en sus tribulaciones, y
el Señor los salvó. Titelman. Los primeros pedian
mal , y no fueron oidos. Los segundos pidieron bien,
y -fueron auxiliados.- ¥ asi no hay oposicion alguna.
SALMO XVIII.
" . I l.V „ „ '".../.
I
,. - I, . , -
02
SALMO XXXVI.
SALMO XXXVII.
SALMO XLIII.
SALMO LVIII.
I.
V. 11. La misericordia de Dios me prevendrá. Al
salmo 22. v. 6..: tu misericordia irá en pos de mí. Si
III
la misericordia de Dios previene ¿ cómo subsigue? Si
va delante ¿cómo dice, que irá en pos ó detras?
R. Somos tan flacos y débiles de resultas del pe
cado , que nada podemos querer , ni hacer en órden
á nuestra salvacion, sin que Dios nos excite y nos
coadyuve con sus auxilios y gracias. Antes de querer
nosotros, nos previene excitándonos , iluminándonos,
y moviendo nuestra voluntad para que queramos,
porque como dice el Apóstol : no somos suficientes por
nosotros mismos, ni para pensar alguna cosa, pues to
da nuestra suficiencia viene de Dios. Aunque quera
mos alguna cosa en órden á la salvacion , no la po
demos hacer sin que al querer subsiga tambien gra
cia de Dios, que nos coadyuve. Porque como dice
el Señor al cap. 5. de S. Juan : sin mí nada podeis ha~
cer : y por esto dice la iglesia en sus oraciones : os
rogamos, Señor, que prevengais nuestras acciones as
pirándonos ; y que las prosigais coadyuvándonos , para
que toda nuestra oracion y operacion siempre empiece
de tí , y empezada se concluya por tí. Cumirano con S.
slgustin.
II.
SALMO LXL
SALMO LXXI.
SALMO LXXiU.
P 2
n6
SALMO LXXIV.
SALMO LXXV1II.
SALMO CXVIIL
SALMO CXXVL
capitulo vi.
CAPITULO XIV.
I. .
CAPITULO XVI.
I.
CAPITULO XXIX.
CAPITULO XXX.
CAPITULO PRIMERO.
I.
CAPITULO VII.
CAPITULO Vil
II.
III.
S2
1AO
CAPITULO X.
CAPITULO VI.
¡rl
LIBRO DE LA SABIDURÍA.
..i.I. .
- CAPITULO VL
CAPITULO XV.
CAPITULO IIL
. *i
l
V. 1 6. JLor el pecado de tu madre serás premiado.
Esto no se compone bien con aquello del 20. del Éxód.
v. g. To soy el Dios celoso y fuerte , que visita y cas
tiga los pecados de los padres en sus hijos , hasta la
tercera y quarta generacion.
R. No hay contradicion entre estos dos textos.
El Éxodo dice , que quando los hijos son cómplices
en el pecado de sus padres ó siguen sus vicios , los
apremia y castiga : y que, aun quando los hyos sean
buenos, participan muchas veces de los trabajos y
penalidades merecidas por sus padres , como sucedia
quando el pueblo de Dios, era llevado cautivo por
los pecados de los padres y mayores ; pues sus hijos
inocentes arrastraban tambien las cadenas. Pero el
Eclesiástico no habla de esto. Hecho cargo de las mo
lestias y disgustos, que los padres ancianos suelen
causar á sus hijos, encarga á estos, que lo lleven con
paciencia, y que por mas impertinentes que sean, los
sufran, los socorran, y los hagan quanto bien pue
dan, seguros de que serán premiados y recompensa
dos por Dios, segun los oficios que hicieren con sus
padres i y así no hay oposicion. ' 'í.... ■ l ; ij
Ta
J48
CAPITULO VIL
I.
CAPITULO XI.
CAPITULO XII.
CAPITULO xm. -
CAPITULO XXIX.
*..v.("J . ! ■ . v :'".-'-■ - " ■ :
CAPITULO XL.
-.■ i-.. í.-:í'jj:<t Íí.1JO :}í % ,!.¡r.U' :& "4r
I.
V. 39. /fyo, ?« /0¿fa í« w'á* no tengas indigen
cia, porque mas vede morir que tenerla. Pues cómo
Christo se hizo pobre, é indigente , y en el tiempo de
su predicacion, se mantuvo de ¿as limosnas que le da
ban las mugeres que le seguian , como consta del ca-
pít. 8. v. 3. de S. Lucas ? \ Cómo dixo Christo á
sus discípulos , cap. 14. v. 33. del mismo S. Lucas:
El que no renuncia todas las cosas que posee , no puede
ser discípulo mío2. Cómo los Apóstoles dexaron todas
las cosas y se hicieron pobres? Parece, pues que el
Eclesiástico establece y ensena una cosa opuesta y
contraria , á lo que enseñó Christo en obras y pala
bras , y á lo que con su exemplo nos enseñaron los
Apóstoles.
R. No se opone lo que dice el Eclesiástico á lo
que Christo hizo y nos enseñó. El Eclesiástico no ha
bla de toda indigencia, pobreza y mendicidad; Hay
indigencia involuntaria é inculpable, qual es la de
los pobres ancianos, que habiendo ganado su susten
to en su mocedad con el sudor de su rostro , care
cen d^ medios y de fuerzas, para sustentar su vida
en su abanzada edad : la de los jornaleros eniernios,
que no teniendo mas que su jornal diario, no míe*
den ganarle por sus achaques: la de los huérfanos y
i58
viudas , que muerto su padre y marido , quedan de
samparados, y sin arbitrios. Hay tambien indigen
cia voluntaria y santa, qual fué la que nos enseñó
Christo, que siendo infinitamente rico y poderoso,
se hizo pobre en este mundo, alimentándose ántes
de su predicacion con el trabajo de sus manos , y con
los de S. Josef y de su Madre María : y durante su
predicacion con las limosnas de María Magdalena , de
Juana, muger de Chusa, procurador de Herodes;
de Susana, y de otras mugeres que le seguian y so
corrían con sus facultades , como dice S. Lucas , ca-
pít. 8. Tal fué tambien la pobreza de los Apóstoles:
y de otros muchos santos que dexaron quanto te-
nian: vendieron sus haciendas: repartieron su pro
ducto á los pobres , y siguieron el exemplo del Divi
no Redentor. Y tal es la pobreza é indigencia de los
Religiosos, que habiéndose hecho pobres voluntaria
mente, por seguir á Christo , viven de las limosnas
de los fieles, pagándoles el sustento corporal, con
que los socorren, con sus oraciones, y con el alimen
to espiritual que les administran en el altar, pulpi
to y confesonario. , Pero hay otra indigencia mala,
culpable y pecaminosa ; y digna de ser detestada y
aborrecida de todos. Esta nace de la ociosidad, desi
dia , floxedad y holgazanería de los que pudiendo
trabajar y ganar su sustento con el sudor de su ros
tro, no quieren aprender ningun oficio, ni sujetar
se á servir. Los quales , hechos á la briva , andan to
do el dia vagos por las calles y plazas ; y de puerta
en puerta cansando á todos con sus importunos gri
tos y peticiones. Esta tercera clase de indigencia,
pobreza y mendicidad es la que abomina el Eclesiás
tico diciendo : que es mejor morirse que sujerarse á
ella : que el varon sabio se debe abstener de esta vi
da desidiosa y holgazana; y que el imprudente, á
pesar que por algun tiempo se deleyte comiendo sin
159
afanes , sin molestias ni cuidados á costa de otros ; á
lo último el fuego arderá en su vientre. Esto es , la
hambre le devorará las entrañas, le afligirá la me
lancolía , se verá rodeado de males , y desamparado
de todos que le mirarán como un bribon, y como
un petardista nocivo á la patria y sociedad. Tirino y
otros.
CAPITULO XLII.
I.
V. 14. Mejor es la iniquidad del varon, que la mu-
ger que obra bien: S. Juan, epíst. 3. v. 11. dice: el
que obra bien es de Dios: el que obra mal, no ve á
Dios : esto es ,jss reprobado por Dios. Segun esto, la
muger que obra bien será de Dios; y el hombre ini-
quo será reprobado por Dios. ¿ No es mejor ser de
Dios , que reprobado por Dios ? ¿ Pues cómo el Ecle
siástico dice lo contrario ?
R. En efecto, el que obra bien, sea varon ó mu
ger, es de Dios:, porque es justo, santo, hijo y ami
go de Dios. Y el que es malo , sea hombre ó muger,
no verá á Dios: es enemigo de Dios, y será conde
nado y reprobado por Dios , como dice S. Juan.
No se opone á esto lo que dice el Eclesiástico.
.No niega , que si el hombre es iniquo y obra
mal , es peor que la muger que es buena y obra bien.
Todo el objeto del Eclesiástico se diiige á que hu
yamos de las mugeres, y no nos dejemos engañar
de sus palabras dulces y amorosas. No quieras cohabi~
tar , dice el v. 13., enmedio de mugeres, porque del
vestido nace la polilla, y de la muger la iniquidad d$l
hombre : y prosigue : mejor es la iniquidad del varon,
que la bondad de la muger : como si dixera : menos
malo será para tí cohabitar con hombres malos, que
con mugeres buenas : mas provecho sacarás de la ini
i6o
quidad del hombre que te persigue, que de los aga
sajos y cariños de la muger que te halaga : mas útil
te será la correccion y reprension , aunque sea injus
ta, del hombre, que las palabras dulces y suaves
de la muger. El hombre persiguiéndote, ó corrigién
dote con aspereza, exercitará tu paciencia, te da
rá motivo para apartarte de los vicios , y exercitar-
te en las virtudes, lo qual cederá en utilidad y pro
vecho de tu alma. Pero la muger con sus halagos y
cariños te seducirá y engañará: con sus ósculos y
abrazos te hará beber el veneno de la lascivia , y en
redado en sus torpes amores , te verás infamado,
y serás despreciado de las gentes. Tirino.
CAPITULO XLIX.
I.
.!.<>. i . )
V. 1 6. Ninguno ka nacido en la tierra como Henoc.
Pues cómo el mismo Jesuchristo dixo por S. Mateo,
cap. n. v. ii. Entre los nacidos de mugeres ninguno
mayor , que Juan Bautista ?
i R. Cada uno de los Santos suele sobresalir entre
los demás en alguna virtud particular, ó haber reci
bido de Dios algun privilegio particular. Y por esto
se dice, que en aquella virtud ó privilegio no hay
otro que le iguale. Aunque todos los Santos han cum
plido y conservado la ley de Dios , la Iglesia atribu
ye á cada Confesor Pontífice, aquel elogio que el Es
píritu Santo dixo de Abraham al cap. 44. del Ecle
siástico v. 20. No se ha encontrado otro semejante á él.
Y asi Henoc y el Bautista son singulares cada uno en
su línea. Henoc, porque sin morir fué trasladado al
Paraíso, para predicar penitencia al fin del mundo,
como se dice al cap. 44, v. 16. Y San Juan por ha
ber sido santificado en el vientre de su madre ; por
haber sido precursor del Mesías ; por haber manifes
tado á el Mesías ya presente, que otros anunciaron
futuro; por su rigurosa penitencia, y por otros mo
tivos.
e. ... ,, ■ .
■ . ,:' -.■ ) ; .
, ■ ■ .. w .; ii f: A
i6a
I S A I A S.';;
.—
CAPITULO II.
.-
I.
T? el tiempo del Mesías una gente no levan
V. 4. JH/n
tará la espada contra otra gente, ni se exercitarán pa
ra la guerra: pues cómo Jesuchristo, verdadero Me
sías, decia por S. Matheo cap. 10. v. 34. No juzgues
que he venido á establecer la paz en la tierra, sino la
espada. He venido a separar , ó armar al hombre con
tra su padre, á la hija contra su madre , á la nuera
contra su suegra , y serán enemigos del hombre sus mis
mos domésticos. Ademas: si lo que profetizó Isaias de
be realizarse , no será lícito á los Christianos armarse
ni hacer la guerra á sus enemigos. Parece, ó que la
profecía de Isaias no se ha cumplido, ó que el mis
mo Mesías se opuso á ella.
R. S. Gerónimo restringio la profecía de Isaias á solo
el tiempo del nacimiento de Christo ; en el que cerrado
el templo de Jano por Augusto , reynó la paz en todo
el universo. Pero tambien se entiende de todo el tiem
po de la ley de gracia. No porque durante este tiempo
no haya de haber guerras ; ó porque no les sea lícito
á los Chiistianos pelear y hacer la guerra como lo
afirmaron Lutero, Erasmo y otros Hereges ; sino por
que entre Christianos, verdaderamente Christianos,
que observasen la ley Evangélica , la; qual exhorta á
la paz y concordia , no se moverían guerras injustas
y contra todo derecho, como las que habian movido
Nembrot, Salmanasar, Senacherit y otros Monarcas
Asiiios, Caldeos, Pérsas, Griegos y Romanos por '
sola la ambicion y prurito de mandar, y de extender
163
su imperio. Esto es lo que Isaías profetizó. Y esto
mismo es lo que Jesuchristo establecio en su Evan
gelio. No está, pues, prohibido á los Christianos el
disponerse para la guerra, y el pelear quando hay ne
cesidad de defender la Religion, la Patria y los pro
pios hogares injustamente invadidos; y de recobrar
los paises tiránicamente usurpados ; pues esto es de
derecho natural: esexercer la justicia, y es- buscar
k paz con el castigo del que la turba. Asi como de
bemos pelear y vencer todos los obstáculos que se o-
pongan á nuestra justificacion y salvacion. Que es lo
que quiso significar el Divino Redentor diciendo por
S. Matheo: que habia venido á establecer la espada y
la guerra del hijo contra su padre, de la hija contra su
madre, de la nuera contra su suegra, y de los domésti
cos contra el hombre ; como se verificó al principio de
la predicacion del Evangelio, en que los impíos, in
fieles , é idólatras declararon la guerra mas cruel á
los que se convertían , sin perdonar los padres á los
hijos, los hijos á sus padres, las madres á sus hijas,
ni éstas á sus madres, ni los criados á sus amos, ni
estos á sus domésticos, persiguiendo de todos modos á
los que seguían á Jesuchristo, acusándolos en los Tri
bunales de los Tiranos, ó martizándolos ellos mismos.
Y como se verifica tambien quando el padre, la ma
dre , la muger , ó el amigo , quieren apartar del ser
vicio de Dios y del camino de la virtud á sus hijos,
marido , ó amigo. En cuyo caso se debe sostener la
causa de Dios, y de nuestras almas, aun á costa de
la vida, si es necesario, como dice el mismo Señor
en los versos siguientes de S. Matheo. Tirino y otros.
"
X 2
164
CAPITULO II.
CAPITULO VL
I.
CAPITULO IV.
I
V. 10. ir or ventura , Dios y Señor ¿ no has enga
ñado tú á -este pueblo y a Jerusalen diciendo : tendreis
paz : y la espada ha llegado hasta el alma ? Dios no
puede engañarse, ni engañarnos. Al cap. 23. de los
Números, v. 19. se dice: no es Dios como el hombre,
que pueda mentir: ni como el hijo de hombre, que pue
da mudarse. Lo dixo , ¿y no lo hará ? Lo habló , \y no
io cumplirá ? ¿ Cómo habiendo prometido la paz, en
vio la guerra?
R.Los falsos Profetas se empeñaron en contra
decir los oraculos y vaticinios, que Jeremías anun
ciaba de parte de Dios. Jeremías clamaba y exhorta
ba á el pueblo y á Jerusalen , que hiciese penitencia
verdadera de sus culpas, y se convirtiesen á Dios,
porque sino, serian destruidos por los caldeos, y sus
ciudades quedarian desiertas y sin habitadores. Los
falsos Profetas por el contrario les anunciaban paz,
y les decían: que nada tenian que temer: que Jere
mías era un impostor : que no pensaba sino en afli
gir al pueblo : y asi que no hiciesen caso de sus ame
nazas. Creyeron los Judíos á estos, y despreciaron á
Jeremías. Prosiguieron en sus vicios. y pecados, y
les vinieron los males y las calamidades de la guer
ra , que Jeremías les habia anunciado. Y para justi
ficar á Dios que había hablado por su boca , le dice
como preguntando: Señor Dios, i por ventura has en
gañado á este pueblo y á Jerusalen , anunciándoles paz,
y enviándoks la guerra2, como si dixera: no has sido
171
tu Señor quien los ha engañado. Los falsos Profetas
son los que los han seducido y engañado. Como vi
les lisungeros y aduladores los han ofrecido paz : y
ello3 muy conííados han proseguido en sus iniqui
dades: y quando esperaban la paz que les prometian,
han experimentado todo el rigor de la guerra. La es
pada ha llegado hasta los Príncipes, Sacerdotes y Pro
fetas, que son como el alma del pueblo, como yo
ío habia dicho en vuestro nombre. Esto es lo que dice
Jeremías, para manifestar que él era verdadero Pro
feta , y que los que les habian ofrecido paz , eran unos
Profetas falsos y mentirosos. Tirina y Maldonado.m
CAPITULO V.
I.
CAPITULO VIL
CAPITULO XV.
CAPITULO XXXVI.
CAPITULO LIL
I.
V. 12. En el quinto mes , al décimo dia , vino Na-
bucodonosor á Jerusalen. Esto no concuerda con lo
que se lee al cap. último del 4. de los Reyes v. 8.
donde se dice: que vino el séptimo dia. i.
R. En el dia siete salio Nabucodonosor de Rebla
ta donde estaba. Pero llegó á Jerusalen el dia diez.
Tirino. * -
BARÚ.C H.
capitulo n.
£ Z E Q U I E L.
CAPITULO XIV.
■ .♦
I.
i V. 9.i ¿guando errare el Profeta y diere respues
ta (falsa): !To, el Señor , engañé á aqu¿l Profeta. Es
to parece se opone manifiestamente con aquello que
se dice al cap. 23., v. 19. de los Números: no es
Dios, como el hombre, que pueda mentir. El engaüo
activo es mentir. Dios no puede mentir : con que
tampoco podrá engañar. Y si puede engañar , tam
bien podrá mentir.
R. Dios ni puede engañarse ni engañarnos. Infi
nitamente sabio conoce todas las cosas como son en
sí mismas. E infinitamente veraz, ni puede mentir
nos, ni engañarnos. Pero puede permitir, que los
hombres se engañen en, castigo de sus pecados. Ha
bla Dios por Ezequiel en este capítulo de aquellos
hipócritas que con un corazon fingido y lleno de cor
rupcion , acuden á aquellos Profetas lisongeros y adu
ladores, que saben les han de aprobar sus vicios , y
Z
r^B■
responder según sus perversos deseos. Y dice: que
permitirá que aquel Profeta malo y consencienre se
engañe y les responda conforme á ¡su iniqua volun
tad, en castigo de su hipocresía, y maldad del Pro
feta. Pero, que tanto éste como el hipócrita, expe-'
rimentarán las penas de su indignacion y venganza,
segun su iniquidad. Ambos son delinqüentes, y dig
nos de que Dios permita su obcecacion y su engaño.
El hipócrita acudiendo , sin verdadero dolor de sus
pecados, y sin propósito eficaz de enmendarse % á un
Profeta , pastor ó confesor , que con palabras dulces
y lisongeras le abone sus iniquidades , no le repren
da sus vicios, y le deje continuar en sus injusticias,
inmundicias y abominaciones. Y el Profeta , porque
respondiendo al hipócrita, segun sus deseos, le da
veneno en lugar de triaca, no cura sus llagas, ni
aplica medicinas saludables á sus enfermedades. Y
asi vuelve á su casa mas enfermo de lo que estaba
antes ; y lisongeado con la aprobacion del falso Pro
feta, prosigue en sus vicios," se hace digno de una
mala muerte, y reo de la condenacion eterna. TirinQ*
CAPITULO XX,
i
-j : -i' 1/
-
1 8o
a los leños , y á.las piedras: v. 32.: así lo hadan,
iban á los bosques donde tenian sus ídolos , subian á
las alturas en que habia altares, inmolaban allí sus
víctimas , quemaban inciensos, ofrecían sacrificios,
pasaban por el fuego , y quemaban sus hijos ante las
aras de los falsos Dioses. Queriendo, pues, el Señor
reprenderlos por esta duplicidad de corazon, que los
hacia mas delinqüentes que si fueran solamente idóla-
tros les dixo : cada uno de vosotros vaya en pos de sus
ídolos , y sírvalos. Pero no mancheis mi santo nom
bre, gloriándoos de que sois mi pueblo y de que ado
rais el verdadero Dios, adorando y dando cultos al
mismo tiempo á los demonios. Esta reprension es muy
sem jante á la que usó el Profeta Elias diciendo á los
Judios : hasta quándo habeis de claudicar acia dos par
tes ? Si el Señor es vuestro Dios , seguidle. T si lo es
Baal, seguid á Baal: 3. Reg. cap. 19. v. 21. No que
ría Dios, que idolatrasen, ni Elias quería que si
guiesen á Baal ; pero los reprendieron haciéndolos
conocer, que adorando á Dios y al demonio come
tían un pecado mas grave y mas digno, de castigo!,
que siendo solamente Idólatras. Tirino.
capitulo xxkni.
JI. ■
CAPITULO XXXVL
.r .• - ■ :..■ i tG ■ . i i ../ J
CAPITULO, PRIMERO,
CAPITULO H.
< :; ' .- -' . . X'. ■ -. ". \
CAPITULO III.
I.
V. 38. En la ocasion presente no hay Principe , Ca-
pitan, Profeta, ni holocausto, ni sacrificio, ni obla
cion, ni incienso, ni lu¿ar donde ofrec r nuestras pri
micias. Esto parece no concuerda con lo que se dice
al cap. 14. v. 32. del mismo Daniel. Vivia entonces
en Judea el Profeta Habacuc. Tampoco concuerda con
lo que dice Baruch cap. I. v. 10. os hemos enviado (á
los Judíos que habian quedado en Jerusalen) dineros
para que compreis víctimas, y imienso,y hagais man-
na, y lo ofrezcais ante el ara del S¿hor nuestro Dios-,
y por la vida de .Nabucodonosor , Rey de Babilonia , y
por la vida de su hijo Baltasar. Ni con lo que Jere
mías dice al cap. 45. v. 5. lamieron ochenta hombres de
Sichen y de, Silo, y de Samaria... trayendo en sus ma
nos dones é incienso para ofrecerlo en la casa del Señor.
De estos testos se infiere que en Judea habia Profeta,
holocaustos, sacrificios, oblaciones, incienso, y lu
gar donde ofrecerlo , ¿ cómo Daniel dice ¿o contrario?
R. Ninguna oposicion tienen estos textos con lo
que dice Daniel. Este dice : que en aquel tiempo no
habia en Jerusalen Príncipe, Rey, ó Capitan Judio,
que gobernase el Pueblo de Dios, y las reliquias que
habian quedado del cautiverio : que no habia Profe
ta que públicamente, y á presencia de todos, anun
ciase la palabra de Dios : que no habia lugar donde
con toda solemnidad se ofreciesen al Señor sacrifi
cios, inciensos, oblaciones y primicias. Todo lo qual
es constante. Porque aunque Habacuc vivia en Judea,.
andaba como huido y escondido , empleado en su se
mentera y cuidando de sus segadores. Los Prínci
pes, el Rey, y. los capitanes habian sido llevados
cautivos. El templo y lugar de los sacrificios solem
nes habian sido destruidos. Es verdad, que entre los
escombros del templo habian fabricado una especie
de oratorio , donde con secreto y sin publicidad acu
dian los Jadios á hacer oracion y sacrificios. Pero esto
era privadamente , y sin solemnidad. Sucedia lo mis
mo que suele suceder en las Provincias de. los here-
ges , en que hay algunos católicos ocultos , los qua-
lesl suelen tener algun oratorio privado en alguna ca
sa , en el que con todo secreto oyen Misa , confiesan
y comulgan, sin que por esto se diga que alii hay e-
xercicio de la religion católica. Tirino : el qual con
otros Expositores entienden de este oratorio privado
los textos de Jeremías y de Baruch.
CAPITULO VIII.
I.
V. 1. Vi en mi vision , estando en la fortaleza de
Susa> Susa no era fortaleza, s¿no Ciudad j; Metrópoli
del Imperio de los Persas, como consta del cap. 1. de
Estér v. 2. .
Aa
i86
R. Susa en tiempo de Daniel era una fortaleza.
Despues llegó á ser Ciudad y Metrópoli: y lo era en
tiempo de Estér. Tirino. . .
CAPITULO XI.
„ __-_- , -^ * * . í*V
capitulo iv;
I. \
■ñ: "V. 15. i-Y o entreis en Galgala^ni subais á Bet-
haven, ni jureis diciendo: vive el Senor: íai cap. 6. del
Deuteronomio v> 13. se dice : jurareis ■ por el nombre
del Señor tu Dios. Esto parece no conviene con aquello.
(87
R. Como el juramento es un acto de Religion que
se refiere á el culto de latría, propio del único y ver
dadero Dios, mandó Dios por Moysé3, que el que ju
rase, no jurase por ios ídolos y por los dioses falsos; si
no por el nombre del Señor y Dios verdadero. Y esto
mismo es lo que dice Oseas, encargando á los Ju
dias que- no entren tn Galgala, ni suban á Bethaven,
y que si juran, no juren por becerro, y por los
ídolos que alli se adoraban , diciendo : vive el Señor,
con referencia á aquellas falsas divinidades. Lira , Hu
go.., y otros citados por Tirina. ■*
CAPITULO V.
I.
V. 6. Irán (los Judíos) con sus ganados y bueyes
(esto es con sus víctimas) á buscar al Senor , y no le
encontrarán. Esto parece que es contra lo que dixo el
Señor por Jeremías cap 29. w. 12. y 13. Me invo
caréis , iréis y me rog aréis, y yo os oiré: me busca
réis y me encontraréis. ¿Se opone el uno al otro?
R. No hay oposicion. Oseas había de Efrain , de
Israel, y de Judá á el tiempo en que los Caldeos y
Asirios estaban para entrar con sus -exércitos en su
terreno y ciudades. Entonces llenos de miedo y de
terror ; peso sin verdadero arrepentimiento de sus
culpas^ diee Oseas, irán con ofrendas y víctimas á bus
car á el Señor; pero no le encontrarán, porque se ha
apartado de ellos en castigo de sus gravísimos peca
dos. Jeremías habla de quando empezasen á cumplir
se los setenta años de' su. cautiverio en Babilonia: y
dice que entonces, que humillados con sus trabajos,
le buscarán cdn todo su corazon, le hallarán y se
rá hallado por ellos, y los reducirá de su cautividad.
Aa 2
1 83
CAPITULO VI.
I.
CAPITULO VIIT.
I.
V. 4. Ellos reynaron , y no por mí : fueron prínci
pes , y no los conocí. Esto es opuesto á aquello del
cap. 8. de los Proverbios, v. 15. Por mí reynan ¿os
reyes : por mí mandan los príncipes. Ademas : ¿ cómo
dice que no los con'ocio, teniendo conocimiento de
todas las cosas , como se dice al cap. 14. de Ester,
v. 14. ?
R. Toda la autoridad de los Reyes y Príncipes
viene de Dios : y todos los que son legítimos y ver
daderos Reyes y Príncipes reynan y mandan por
Dios , y qualquiera que los resista , resiste á la dis*.
posicion de Dios. Aqui no habla Dios de todos los
Reyes, sino de algunos que reynaron en tiempo de
Oseas, quales fueron Selo , Mananen, Phausa, Phac-
ce y Osee. Estos no fueron Reyes legítimos, ni Prín
cipes dados por Dios : fueron unos invasores y usur
padores, rebeldes á sus verdaderos Reyes. No te*
vieron la aprobacion de Dios. Y de estos dice el Se
ñor.: que no los conocio , esto es , que no los reco
noció por Reyes y Príncipes legítimos. S. Gerónimo.
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•i-i ■ !' ,.*■•!.. '.I-- f' .'...: ■ . ; .:
190
J O E L.
CAPITULO ir.
capitulo n. .
I.
CAPITULO III.
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CAPITULO V.
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2C6
CAPITULO VII.
CAPITULO VIIL
I. -• i ;.l ■' . ; ;'•
. .■•
198
MIGHEÁS.
_. ,
CAPITULO n.
I.
1 t
*00
trina, persuasion y predicacion de los operarios evan
gélicos, Soldados de Christo, que revestidos de la for
taleza, virtud y gracia de Dios, convertirán muchos
Pueblos á la le, los traerán al gremio de la religion
católica , ofreciéndolos ante las aras del Señor , como
trofeos de sus conquistas espirituales, y como des
pojos de la gentilidad , judaismo y heregía. S. Geró
nimo y otros citados por Tirina.
N A H U M. *
CAPITULO PRIMERO.
W
201
ZACARÍAS.
CAPITULO II.
I.
V. 4. Ain muro será habitada Jerusalen. ¿Cómo
si se dice al 2. de Esdras , .cap. 2., v. 17. Que Neke-
mtas cercó con muros á Jerusalen ?
R. Aunque Jerusalen tenia muros, dice Dios
por Zacarías , que será tanta la multitud de gentes
que la freqüen tarán, que no cabrán dentro de las
murallas ; y se verian precisadas á habitar fuera de
los muros.
CAPITULO XII.
'
202
rieron juramento de seguirle y de ayudarle á des
truir su misma patria, á aniquilar la madre que les
dió el ser , y á derramar la sangre de sus hermanos,
que como buenos y leales hijos la defendían ! ¡ Quán-
tos españoles mas pérfidos , que aun los mismos fran
ceses, eran los primeros á profanar los templos y
las Iglesias ; á saquear los pueblos y ciudades j á ro
bar las casas, y á cometer/ las mas horrorosas atro
cidades! Y asi se decia:" España hace la guerra á
la España. Lo mismo dice el Profeta : la Judea ha
ce la guerra á Jerusalen.
MALAQUÍAS.
CAPITULO II.
LIBRO PRIMERO
DE LOS MAGABEOS.
CAPITULO PRIMERO.
I.
Ce 2
204
CAPITULO IV.
I.
CAPITULO V.
LIBRO SEGUNDO -
DE LOS MACABEOS.
CAPITULO PRIMERO.
CAPITULO III.
I.
QÜESTIONES EVANGÉLICAS,
Ó SEA
DECLARACIÓN Y CONCILIACIÓN
EVANGELIO DE S. MATEO.
CAPITULO PRIMERO.
VI.
Dd 2 '
212
VIL
VIII.
y
213
que quando de dos hermanos .muriese el uno sjp su-
.cesion , tomase el otro hermano la muger- dej difun
to paca suscitar su descendencia , de modo que fíl
primogénito que nacia llevaba la vpz y /íombfs 4«1
difunto. Jac1ob y Helí eran hermanos uterinos 4 hijqs
,de Festa. Ésta casó con Mathat, de quien, tuyo .4 He
lí, enviudó y volvio á casar con Mathan, y de éste
tuvo á Jacob. Casó Helí , y .murio ,sjn dexar hijos.
Entonces Jacob, en cumplimiento de la ley, to
mó la viuda de su hermano , y engendró á Josef. Y
•por consiguiente Josef fué hijo natural de Jacob, y
;legat de Helí. Esta es la común explicacion de los Pa
dres, aunque alguno ú. otro, lo expidan de^qprp
,wpdo. , r • • i.
ÉW^-i 'üív 'u^. :>-..•;: i frív i■i 1XfjÁ,S. i..L; .¡¡'■'¡.-:'. ¡.Ln'Aá
"..££ ■.v ;"£*ru,i .c iL .: . • .. l■ u¡: ...ír j.- i..i . .> i ■■i.-«.<i
. , |Cómo Josef. pudo ser hijo legal de .fíeli■, np ha
biéndose llamado Helí,? La ley citada, del Deuterono-
mio que .maridaba que eí hermano suscitas^ ja.des
cendencia del hermano di tqnjjOi, ordenaba que, ¡el pri
mogénito que tuviese de la muger del difunto, fuese
llamado con e> nombre ,<fel difunto para que su nom
bre no pereciese en Israél. Josef no se llamó, ni tu
vo el nombré de Helí: mal pudo ser hijo de..H<glí.
R. Esta dificultad le parecio grande á S. Agustín en
el libro de las Qüestiones Evangélicas lib. 2. quest. g.
jJPerfc en M Jjb., 2.¡díí las .[Retractaciones cap. j 2. la
-Oplica diciendo: que. aquellas palabras de la lev, se
rá ll#mad,ó con el fywbre del difunto , no quieren decir
que forzosamente habia de imponérsele el nombre del
:difuntp; 5¿no, que llevase la voz del difunto, que
-áfeíse reputado y. ¿¿mido po^r" hijo del idifuntoa y que
entrase en posesion, ó se le guardasen los iderechos
hereditarios del difunto. Asi lo explican. tambien Li
ra , Cartujano y otros. Y en efecto consta en el libro
de Ruth : que habiendo tomado Booz á Ruth para
214
suscitar la descendencia de su difunto marido, no pu
sieron al primogénito que tuvieron el nombre de Ma-
halon hijo de Noemí , y marido difunto de Ruth, si
no Obed. Y es de notar , que luego que Noemí tuvo
este nieto, la decian sus vecinas : bendito sea Dios,
que no ha permitido que faltase sucesor de tu familia,
y que su nombre se conservase en Israél. Lo qual es una
confirmacion de la explicacion que se lia dado.
" .¡ ' '. ' -'i '"' '•■■ "■ -• ';■> -' .-,. r..il'.'.i "!v-
-:; . . ¿ * '. '■> '■■ \ f- ■X... ' .■ ".- -.■i ' - : i• -l
/ {í\ .¡, uu ' .11. j.; ; i..i-i -. .1 ,.<i.^ ■■:■i■■ ~. ... i ■■ j.
Dice S. Mateo al v. 18. Jacob engendró á Josefa
esposo de María, de la qual nació Jesus,. que se llama
Cnristo : ¿ como Josef podia ser esposo de María , ha
biendo respondido María á el Angel: que no conocia
varon! Segun se refiere al cap. i. de S. Lucas v. 24.
R. S. Mateo dice: que Josef era varon de María,
porque estaba desposado con ella, y era su consorte.
María dixo: que no conocia varon, en quanto al co
mercio maridable carnal.
i - ■.■.; '■" ;, '■'..■.• ' .'- : -■- i..;. o <y..¡'.:3t''...
.l.-. XI. ■* -:■;>■ Ir'u.
xm. -
XIV.
XV.
XVI.
•
Dice S. Mateo v. 22. : que todo lo que ocurrio quaru-
do se obró el misterio de la Encarnacion fué en cumpli
miento de aquella profecía : concebirá y parirá una vir
gen: parece que lo que se infiere de esta profecía es,
que María fué virgen ántes del parto, y en el partóf-
pero no, que lo fuese despues del parto. Lo qual se
confirma diciendo el Evangelista al v. 25. : hizo Jo
sef lo que habia ir.andado el Ángel del Sthor, y reci-.
bió á su consorte ; y no la conocia basta que parió su
hijo primogénito : de lo qual parece se colige que Jo
221
sef conoció carnalmente á María despues del parto
de su hijo Jesus, y que siendo Jesus primogénito
tendria despues de él otros hijos.
R. Son muchos los Hereges que han negado la
perpetua virginidad de María Santísima soberana
Madre de Dios , valiéndose de estos textos. Y aun
que, los católicos creemos que María Santísima fué
virgen antes del parto, en el parto, despues det
parto, y siempre virgen, como verdad de fe defini
da en varios concilios : como en todus tiempos hay
hombres impíos que se valen de la Sagrada Escri
tura, para apoyar sus errores, y engañar á los in
cautos y sencillos , me ha parecido conveniente ex
plicarlos para evitar el peligro de seduccion, y ha
cer constar, que aun de estes mismos textos se in
fiere con una evidencia moral la perpetua virgini
dad de la Soberana Madre de Dios , despues del par
to. Dice S. Mateo : no la conocia hasta que parlo su
■hijo primogénito i pero tedo el que está versado en,
las Sagradas Escrituras sabe, que aquella partícula
hasta que no siempre significa novedad ó mutacion
en lo futuro, de lo que: hay al presente, ó tiempo
antecedente. Al cap. 3. del Gén. v. 19. dixo Dios á
Adan: con.erás el pan con el sudor de tu rostro , has
ta que vuelvas á la tierra, de la que has sido fonda
do: y al cap. 8. v. 7 : Saltó el cuervo y no volvió has
ta que se secaron las aguas, que habla sobre la tierral
y asi como di lo primero es el sentido , que Adan
comer ia el pan con el sudor de su rostro hasta su
muerte, sin que de aqui se pueda inferir, que des^
pues de su muerte comeiia pan sin trabajos ni sudo
res ; y asi como el sentido de lo segundo es que ya
se habian secado las aguas, y todavía no habia vuel
to el cuervo ; . sin que de esto se infiera que volvió
despues , asi tambien debe entenderse aquello del
Evangelista: y no la conocía , hasta que parió , su hijo
222
primogénito : el sentido es que S. Josef no conoció
carnalmente á María Santísima hasta que pario á
Jesuchristo ; pero de aquí no se infiere que despues
de su parto la conociese.
El asunto de S. Mateo era , segun parece , hacer
constar á los Hebreos , que Jesuchristo era el Mesías
verdadero, y que en María, su Madre, se habia cum
plido la profecía de Isaias , concibiéndole sin concur
so de varon , y pariéndole milagrosamente, sin per
juicio de su virginidad. Creian los Judíos que Chris-
to era hijo natural de Josef. Ellos habian oido á Ma
ría llamar á S. Josef, Padre de Christo, diciéndole
quando le hallaron en el templo: tu Padre y To lle
nos de dolor te buscabamos : el mismo Christo se lla
maba hijo del hombre : en lo qual entendían , que
se decia hijo natural de Josef. Por esto, quando se
presentó en su patria , y enseñaba en las Sinagogas y
hacia milagros, se preguntaban unos á otros , como di
ce S. Mateo al cap. 13: ¿de donde han venido a este
esta Sabiduría, y estos milagros ? Por ventura no es
hijo del carpintero ? Y aun S. Felipe encontrando un
dia á Natanael le dixo como afirma S. Juan al ca
pít. r. Hemos hallado á Jesus, hijo de Josef de Nana-
reth, de quien escribió Moysés en la ley y los Profe
tas. Persuadidos, pues, de que Josef era Padre natu
ral de Jesuchristo se resistían á reconocerle por Hijo
del Altísimo y Mesías verdadero, en atencion á que
segun el vaticinio de Isaias , el Mesías verdadero de
bía ser concebido, y nacer de una virgen: lo que en
su reputacion no se verificaba en Christo y en Ma
ría. Pues á María la veian casada y habitar en una
misma casa con Josef: habian visto á Josef hacer con
Christo todos los oficios que corresponden á un ver
dadero padre : y á Christo le habian visto estar su
jeto y obediente á S. Josef, y hacer con él todo
quanto hacen los hijos naturales con sus padres. Y
5 23
asi , por mas que veian la sabiduría de Christo , sus
virtudes admirables , y los milagros que obraba,
siempre discurrían que era hijo de Josef, habido de
María por concurso maridable. Para desengañarlos,
y hacerlos conocer que Jesuchristo era el Mesías ver
dadero, y que María era virgen, y que en ella se
habia cumplido el vaticinio del Profeta, no habia
otro medio mas convincente que manifestar, que
S. Josef no era padre natural de Jesus. Y para ma
nifestar esto era necesario probar que Josef no ha
bia tenido acceso carnal con su esposa ántes que na
ciese Jesuchristo. Esto lo prueba S. Mateo diciendo:
la generacion de Christo fué asi : como su madre estu
viese desposada con Jose/, antes que se uniesen carnal-
fnente , advirtió Josef que estaba preñada , y como era
¡'usto, aunque sabia que lo que Mana tenia en su vien
tre no era suyo, no quiso acusarla , y resolvió dejarla
ocultamente. Pensando en esto, se le apareció el Ángel
del iehor , y le cercioró de que lo que habia concebido
■en su vientre era del Espíritu Santo. Que pariria un
hijo, á quien lian. aria Jesus; pues él libraria á su
pueblo de sitS pecados. Sosegado con esta revelación
S. Josef, prosiguió viviendo en compañía de su esposa,
sin conocerla hasta que parió su hijo primogénito ,y le
llamó Jesus. Con esto se cumplió lo que dixo Dios por
el Profeta : concebirá y parirá una virgen un hijo , que
se llamará Manuel, cuyo nombre quiere decir'. Dios
con nosotros. Este raciocinio y relacion de S. Mateo,
aunque tan sencillo, es eficacísimo para convencer
á los Judíos. Como si hubiera dicho: quando María
pario su hijo primogénito Jesus , no habia tenido ac
ceso carnal con Josef ; luego no pudo Jesus primo
génito de María ser hijo natural de Josef: El Angel
del Señor dixo, que María habia concebido por vir
tud del Espíritu Santo , sin quebranto de sü virgini
dad , y que pariría su hijo sin dexar de ser virgen:
224
luego se cumplió en ella el vaticinio de Isaías ; y por
consiguiente Jesus, primogénito de María , es el Me
sías, verdadero, ■'■■►;,•.,
Se llama Jesuchisto hijo primogénito de María.
Pqro de esto no se infiere, como inferían los hereges, que
despues de Jesus tuviese otros hijos. En las Sagradas
-Escrituras se llama primogénito el que nace el pri
mero, tenga ^espues ó no tenga otros hermanos. Al
cap. 13. 4^1 Éxodo mandó Dios que le sacrificasen y
ofreciesen todo primogénito que naciese el primero,
tanto de los de los hombres, como de los animales: y
si por primogénito se entendiera solamente el que ha
biendo nacido el primero tiene despues otros herma
nos, se hubiera suspendido el sacrificio y la obla
cion hasta que las mugeres tuviesen segundo hijo, y
los animales segunios fetos; ni se hubieran. sacrifica
do y ofrecido á Dios los hijos unigénitos. Y asi el
mismo Dios explicó tanto en el Éxodo, como en el
libro de los Números , que por primogénito se enr
tendia el que primero abria el vientre de la mar
dre para nacer. En , cumplimiento de lo qual dice
S. Lucas, que llevaron el niño Jesus -á Jerusalen pa
ra ofrecerle y santificarle á el Señor. De que Ghris-
to fuese primogénito , no se infiere que su madre tu
viese, despues de él otros hijos. Lo ,que segun mi en
tender, se infiere legítimamente tanto de esto, como
de toda la relacion del Evangelista, es, que María
Santísima fué perpétuamente virgen, antes del parto,
. en el parto, y despues del parto de su hijojesus. Antes
del parto y en el parto , porque no conocio varon, y
siendo Jesus primogénito no tuvo hijo alguno antes
que él, y segun el vaticinio que alega S. Mateo, con
cibió y pario su hijo Jesus sin quebranto de su virgini
dad. Despues del parto, porque jamas perdió su vir
ginidad , como enseña la Iglesia, y lo prueban los
Santos Padres con aquellas palabras que Dios dixo á
225
Ezequiel al cap. 44. v. 2. : esta puerta estarcí cerra
da: no se abrirá: ningun varon entrará por ella ; por
que el Senor Dios de Israel ha entrado por ella : esta
rá cerrada , y reservada para que solo el mismo Prínci
pe tenga su asiento en ella.
Y á la verdad : "si S. Josef antes de saber ni te-
«ner noticia de los Sagrados Misterios, obrados por
«el Espíritu Santo en el vientre de su Esposa, no la
«toeó, ¿será creible la tocase despues que supo que
«era templo y madre del unigénito de Dios? Un hom-
«bre tan justo y religioso como Josef, que antes se
«abstuvo de conocer carnalmente á María ¿ mancha
ría despues la habitacion del mismo Dios ?" Asi se
explica el autor de la obra imperfecta. Y quién sino
un impío y herege podrá persuadirse que una vir
gen como María , que al ver en su oratorio á un An
gel en figura humana se turbó y consternó : una vir
gen como María , que al oir decir á el Ángel que con
cebiría y pariría al mismo hijo del Altísimo , respon
dio ¿cómo podría ser, teniendo hecho voto de castidad,
y de no conocer varon : dando á entender , segun
S. Anselmo y S. Gregorio Niseno , que queria más
bien ser virgen , que madre de Dios ; se entregase des
pues de haber concebido y parido á Jesuchristo, hom
bre y Dios verdadero, milagrosamente y sin perjui
cio de su virginidad, á las inmundicias de la carne?
Aborrent aures. Con solo escribirlo me estremezco.
Y si me he dilatado en esto, no he tenido mas fin
que hacer constar , segun me ha sido posible , que de
los mismos textos de que se valen los hereges para
negar la virginidad de Maria Santísima, se infiere mas
bien la perpétua virginidad antes del parto, en el
parto, y despues del parto de dicha Señora, soberana
Madre de Dios, mi amparo, mi refugio, mi abogada y
protectora , en retribucion de los muchos favores que
la debo , y espero recibir de su piedad y misericordia.
! Ff
226
CAPITULO IL
I.
H.
■ . . .. t i • ■ . . ,'■
Dice S. Mateo v. 14. Luego que los Magos se vol
vieron, S. jfosef por mandado del Angel del Señor to
mó la madre y el hijo por la noche, y marchó á Egip
to, donde estuvo hasta la muerte de Herodes. Esto pa
rece no concuerda con lo que dice San Lucas cap. 1.
v. 22. T despues que se cumplieron los diasde la purifi
cacion de María , segun la ley de Moysés , llevaron á
Jesus á Jerusalen para ofrecerle al Señor : ademas,
S. Lucas no habla una palabra de esta ida á Egipto,
ni de la venida de los Magos : ni tampoco S. Marcos
y S. Juan dicen cosa alguna de esto. ¿ Fué inventado
y fingido por S. Mateo, como afirman los hereges?
R. Los Sagrados Evangelistas escribieron todos ilus
trados por el Espíritu Santo, y asi nada dixeron que
no sea verdad. Sin embargo , no todos escribieron
unas mismas cosas, ni todos los sucesos y hechos del
divino Redentor. Algunas cosas las escribieron todos.
En lo demas unos escribieron lo que omitían los de-
mas, como consta de los mismos Evangelios, sin que
por esto se pueda decir, que no es verdadero lo que
dicen unos, que callan los otros. Pues como dice
S. Agustín: "en las Sagradas Ercrituras no se niega
»lo que se calla." Y San Lucas afirma , que si todo
quanto hizo y dixo Jesuchristo estuviera escrito, no
cabrían en el mundo los libros ; y asi cada uno de los
Evangelistas escribió aquello , que segun les inspira
Ff 2
228
ba el Espíritu Santo convenia el fin á que se ordena
ba la historia que escribian. S. Mateo escribió la ve
nida de los Magos, la aparicion de la Estrella, y la
fuga á Egipto, y nada dice de la circuncision, ni de
la presentacion en el templo. S. Lucas refiere la cir
cuncision y presentacion , y omite todo lo de los Ma
gos y huida á Egipto. Acerca de los Magos, de quin
tos fueron, de dónde vinieron, de su carácter, del
* tiempo que tardaron en el camino, de sus nombres,
y del tiempo que habia pasado desde el nacimiento
de Jesuchristo hasta su llegada á Belen varian los
Padres y Expositores. Lo que ningun católico niega
es que vinieron; y que despues que se volvieron se
retiró S. Josef con el Niño y su Madre á Egipto, y
que estuvo alli hasta que murió Herodes, y los demas
que solicitaban la muerte de Jesus. Pero antes de su
retirada se hizo la circuncision y la presentacion en
el templo, segun lo refiere S. Lucas, y cumplidas las
ceremonias de la ley , fué la aparicion del Angel á
S. Josef, mandándole que huyese, porque Herodes
viendo que los Magos le habian engañado, pensaba
en buscarle para quitar la vida al Niño. Y asi no hay
oposicion.
IIL
IV.
'.> ' " . ' ' *
. ». .
Dice S. Mateo al v. 23. : habité en la ciudad de
Nazareth para que se cumpliese lo que habian dicho los
Profetas : será llamado Nazareno. ¿ Que Profetas di-
xeron esto? Leidos todos en ninguno se halla este vati
cinio. Ademas: al cap. 6. del libro de ios Números,
mandó Dios que los Nazarenos no bebiesen vino: y
S. Lucas al cap. 7. v. 34". afirma, que Christo bebii
l%0
vino. Parece, pues, que Christo no fué Nazareno, y
por consiguiente , que ni pudo llamarse Nazareno, ni
cumplirse en él lo que, segun Mateo, habian dicho
los Profetas. . .¿¡Jv¡
R. Aunque en los Profetas no se halla el nombre
Nazareno aplicado materialmente á Christo , se halla
en quanto á su propio significado. Nazareno . signifi
ca lo mismo que flor , ó cosa santa ; y segun Isaías
al cap. ii. Christo fué la flor que habia de nacer de la
raiz de yesé : tambien se llama flor al cap. 2. de los
Cánticos i y Santo en todas las escrituras. S. Bernar-
do Pascasio y otros. Por esto , y tambien porque en
Nazareth se obró el misterio de su encarnacion, y vivió
alli la mayor parte de su vida , se llamó Nazareno:
y asi Pilatos mandó poner. sobre su cabeza en la Cruz
aquella inscripcion, Jesus Nazareno, Rey de los Ju
díos. Pero Cbristo no fué de la secta de los Nazare
nos , á - los quales prohibia la ley beber vino ; y asi
aunque lo bebio, pudo llamarse Nazareno.
CAPITULO ni.
i i'í . ■ ;; - ¡> Ú4 .
..,:.• :
Al. v. 4. : la comida de Juan eran langostas y miel
silvestre: al cap. 11., v. 18. dice: vino Juan no co
miendo ni bebiendo. ¿ Cómo se compone esto ? Porque
comer y no comer parece eontradicion.
R. S. Juan era muy poco lo que comia. Solo se
mantenia con alguna langosta, y un poco de miel
silvestre. Su ayuno y abstinencia eran tan rigurosos,
que se podía decir, que no comia ni bebia. Quando
Christo dixo: vino Juan, no comiendo ni bebiendo:
lo dixo en contraposicion suya, para argüir y expro
bar la malicia perversa de los Escribas y Fariseos. Vi
no Juan predicando con sus palabras y exemplos pe
" 2.31
nitencia, no comia, ni bebia delicadamente, se abste
nía aun de las viandas vulgares, y decíais y que te
nia el demonio: ha venido el hijo del hombre, aco
modándose á todos, comiendo y bebiendo, asistien
do á los convites , probando los manjares y vino que
se ponen en las mesas ; y decis , que es un hombre
voraz, bebedor de vino, amigo de los publícanos y
pecadores. No hicisteis caso de Juan, porque su vi
da y sus consejos os parecían, ásperos, é insoporta
bles: ni á mí me:quereis ohr.y seguir porque decis,
que mi vida es regalona y voluptuosa. La sabiduría
ha justificado su conducta , buscándoos de todos mo
dos , con la autoridad y. rigor de la penitencia por
medio de Juan; con la suavidad por medio de mi
vida mas suave. Nada se ha conseguido. Pues ¡ ay
de vosotros! Tirina. ••i •miv" ■ ;. ¡rK v,, -,v¿*h
■> ■' x■:>v í'vid i-i\>. in :m -Jíí 'j-y*. ¡. ■.: oi/li /'.Vmíwu!> k «iwj
CAPITULO Vi
' :
-i.■:i-i-\ aV -XJ ¿\ ,ií C..i .:. "L.iy. . .,
-:•:-• -o,. ;i;í;6'¿; vj.f cí±odJl OiI (:i»= v■:.^ ir Y .vsVí*
AI v. 3,. : Bienaventurados los pobres de espíritu.
i Pues cómo Salomon al cap. 30. de los Proverbios,
v. 8. , pedia á Dios le librase de la mendicidad2. . .
► R. Aunque por pobres de espíritu se entienden co
munmente los mendigos y pobres voluntarios, que
dexan y renuncian todas las cosas por Dios, y los
que con paciencia y resignacion sufren las penurias
de la pobreza , sin ansiar los bienes de la tierra , co
mo dicen los Padres Gerónimo, Basilio, y Bernar
do ; se entienden tambien aquellos ricos , que no tie
nen apego, ¿i estan adheridos ^ ni confian en, sus bkn
nes y tesoros terrenos, como consta del 31. del Ecle
siástico. Estos son bienaventurados, porque asi co
mo la avaricia es raiz dé todos los males, y vicios,
asi la pobreza de espíritu es raiz de todas las. vir-
83a'
tudes, de toda perfeccion y bienaventuranza: esta es
la recomendada por Christo, y á la que está anexo
el reyno de los cielos. No asi la pobreza y men
dicidad involuntaria. Esta lleva consigo la adhesion
á los bienes de la tierra , y compele á los que la pa
decen,. á envidiar á los poderosos, á estar siempre
descontentos y llenos de amargura, á hurtar, á que
jarse de la Divina Providencia; y aun á perjurar
y blasfemar el santo nombre de Dios. Esta es la que
Salomon pedia á Dios no le diese: no fuese que com
petido de su miseria , hurtase , ó perjurase el nombre
de Dios. -■j li
li..
* - ■ *
Al v. 16. No juzgueis que he venido' á destruir, ó
desatar la ley ó los Profetas. No*he venido a destruir,
sino a cumplir. Esto parece no se aviene bien con lo
que dice S. Lucas al cap. 16. , v. 16.: la ley y los
Profetas hasta S. Juan: ni con lo que dice S. Pablo
á los Gálatas : Christo nos redimió de la maldicion de
la ley. Y si Christo no abolió la ley ¿cómo no es-
atamos obligados á observar la ley Mosaica ?
R. Christo no vino á destruir la ley, ni los Pro
fetas; sino ántes bien á perfeccionarla, y dar á la
ley , y á los oráculos de los Profeta* todo su cum
plimiento. Exponiendo los preceptos naturales y mo
rales la hizo mas clara é inteligible; y añadiendolos
consejos Evangélicos, y los nuevos sacramentos, la
adornó y perfeccionó.. La ley Mosaica, en quanto á
lo ceremonial y judicial, no era eterna, ni debia du
rar mas que hasta que viniese el verdadero Mesías,
contenido en ella y en los Profetas. Vino Christo,
y abrogó los ritos y ceremonias , y los preceptos ju
diciales , segun la letra ; pero substituyendo á las
imágenes los prototipos , y á las figuras las mismas
cosas representadas en ellas. De modo que en Chris
*33
to, y por Christo se cumplió y perfeccionó todo lo
contenido en la ley y en los Profetas. Ni una jota,
ni un ápice de quanto la ley y los Profetas habian
dicho dejó de cumplirse. Aun la abolicion de las ce*
remonias estaba anunciada en la ley de Moysés, co
mo dice S. Pablo á los Hebreos. Christo , pues , nos
redimió, no del cumplimiento de la ley natural y
del Decalogo, sino de las obras, ritos, y ceremo.r
hias de la ley Mosaica, como incapaces de dar la
justicia ; y nos dió la fe viva para que con ella vi
viésemos y nos justificásemos en la presencia de
Dios , siendo participantes de las bendiciones de
Abraham. S. Lucas dice : que la ley y los Profetas
hasta S. Juan : no porque con la venida de S. Juan
fuesen abolidos la ley y los Profetas , sino porque tan
to la ley como los Profetas se ordenaban á Christo
y anunciaban el reyno de Christo como futuro, ha
biéndole anunciado S. Juan venido ya y presente
finalizaron las promesas de la ley , y tuvieron su
cumplimiento los vaticinios de los Profetas.
III.
IV.
Al v. 38. Habeis oido que esta dicho : ojo por ojo,
y diente por diente ? pues Yo os digo : que tío resis
tais al malo* esto parece no concuerda bien con lo
que dice S. Pablo al cap. 13. de la Epístola á los Ro
manos : que la potestad civil lleva consigo la espada,
para resistir á el.que obra mal: y que es ministro de
236
Dios , para vengar con rigor , y castigar á el m alo.
R. Los Escribas y Fariseos enseñaban, qu e ha
bia precepto de resistir al malo, de tomar sa tisfac-
cion de las injurias, y de vengarse de los que cau
saban algun mal, con tal que no se excediese la ley
del Talion ; y esto decian era lícito aun por autori
dad privada. Los Maniqueos, los Anabatistns, Lu-
tero, y Erasmo, segun dice Tirino, enseñaban por el
contrario, que no era lícito resistir á el malo, ni por
autoridad pública, ni privada , y para probar su error
se valían de las palabras de Christo : yo os digo que no
resistais al malo. Pero estas palabras no son preceptivas,
ni por ellas se prohibe exigir satisfaccion de nuestras
injurias, ni el repeler la fuerza con la fuerza con la
debida moderacion, ni el pedir en los tribunales el
justo castigo de nuestros agravios. Esto es de dere
cho natural y de todas las gentes, á el que en nin
guna manera se opone el Evangelio. Mucho menos
se prohibe por dichas palabras á las potestades subli
mes y magistrados la vindicta pública; pues á est
íos les incumbe por su oficio , y por el poder y au
toridad que les ha dado Dios, resistir al malo, re
parar los daños, castigar la impiedad, reprimir al
protervo, mantener la justicia, y conservar la paz y
la tranquilidad de los Pueblos. Son, pues? aquellas
palabras de Christo, no de precepto, sino de conse
jo. Por ellas nos aconseja el Divino Redentor que sur
tramos con paciencia las flaquezas de nuestros próxi
mos: que no les volvamos injurias por injurias, ni
agravios por agravios , sino que llevemos con una
santa mansedumbre las injurias de los hombres, y
perdonemos sus. ofensas. Esto es lo que quiso dar á
entender con los exemplos de la mejilla, de la ca
pa, y de los mil pasos. Lo qual no se ha de enten
der segun la corteza de la letra , sino segun el es
píritu en que Christo las dixo para ilustrar la ley del
Gg2
33&
Talion , y para manifestar la siniestra inteligencia?
que la daban los Escribas. Esto mismo enseñó S. Pa
blo. Y asi á lo último del cap. 12. de la Epístola á*
los Romanos se explica diciendo : á ninguno volvais mal
por mal... si puede ser, y en quanto esté de vuestra,
parte, tened paz con todos los hombres. No os defendais
á vosotros mismos... Si tu enemigo tiene hambre, dale.
de comer ;. si tiene sed dale de beber. Mas luego al ca-:
pít. 13. nos dice: que las potestades y magistrados son
ministros de Dios , a los quales debemos temer , si obra
mos mal , porque tienen la espada para resistir al malo
y vengar las maldades. Y asi se ve claro que no hay
oposicion en dichos testos.
CAPITULO VI.
I.
.o '■■ , i í. , í. C . . " ;
Al v. ii. Vosotros siendo malos sabeis dar coséis
buenas a vuestros hijos. -Segun esto el que es mal»
puede producir frutos buenos : ¿ pues cómo al v. 18.
dice : no puede el árbol malo producir frutos buenos.
R. No todo lo que hace el pecador es pecado, ni
todo lo que hace el malo es malo, ni todas las obras
de los infieles son pecaminosas. Asi esta definido por
nuestra Madre la Iglesia, Dios no alaba ni premíalas
- . 239
obras malas , ni el pecado , y alabó y premio la be
nignidad de las Parteras de Egipto, la hospitalidad
de Rahab, y la obediencia de Nabucodonosor , aun
que gentiles é infieles. Y asi el mismo Christo califi-
•có de buenas muchas cosas de las que hacen lbi Pa
dres, aunque sean malos, con sus hijos. Ni á esto se
opone lo que dixo despues: no puede el árbol malo pro
ducir frutos buenos', pues no dixo esto absolutamente.
Quiso decir , como explica el concilio Arausicano , que
el hombre malo no puede constantemente y por sí
hacer obras buenas que aprovecehen para la vida,eter-
na. Si esta sentencia se hubiera de entender absolu
tamente, ni los Judios, ni los gentiles hubieran de-
xado sus errores, ni se hubieran convertido al Evan
gelio, ni los pecadores podrían apartarse de los vicios,
ni aun auxiliados con la gracia. Y á consecuencia en
vr>no hubiera venido Christo, en vano hubiera pre-
- oLado, en vano hubiera padecido muerte de Cruz,
.y en vano trabajaríamos p%ftt la conversion de los
pecadores. Lo qual seria una heregía y un error ma
nifiesto condenado por la Iglesia. Asi como un árbol,
aunque esté enfermo y sea malo, suele producir al
gunos frutos sanos, aunque pocos, y si le podan, le
riegan y cultivan ó ingieren, suele hacerse bueno y
producir frutos buenos con abundancia ; asi el hom
bre, aunque malo, suele hacer algunas cosas que no
son malas ni pecaminosas, y si corresponde al riego
de la divina gracia, y poda y deshecha los vicios
se hace bueno y produce frutos de justicia y vida e-
terna. Y asi esta sentencia de Christo quiere decir:
que el árbol malo mientras es malo y obra con ma-
. licia no puede producir frutos buenos j pero no que
el árbol malo no pueda hacerse bueno, y producir
ayudado de la Divina gracia frutos buenos. Tirino.
2A0
capitulo vm.
L .' ' >. ' ' ' . (.' '°/l ').'.. li, I :.. i ... Í..i , i
■•/:< . .. t :■■•'■. ,■„■■. i,
CAPITULO XII.
■
I. .
Al v. 30. : el que no está conmigo , es contra mi:
S. Marcos al cap. 9. v. 39. : el que no está centra vo
sotros , está á favor vuestro.. Parece que hay oposi
cion en estos dos textos.
<t R. Quando Christo dixo : el que no está conmigo
ies contra mí, hablaba con respeto á los dos partidos,
que hay entre el Señor y Belzebub: y decia: el que
no está en mi partido ; está en el partido de Bel
zebub: Belzebub es mi contrario: por consiguiente
el que no está conmigo , y está con Belzebub es
contra mí. Quando dixo á los Apóstoles. El que no
está contra vosotros, está á vuestro favor, hablaba
de aquel de quien le dixo S. Juan : hemos visto a uno,
que expele los demonios en tu nombre , que no está en
nuestra compañía , y le hemos impedido. Entonces dixo
Hh
242T
Christo'. no lo prohibais. Ninguno hace milagros en mi .
nombre , que pueda hablar mal de mí. El que no está
contra vosotros , está á vuestro favor. No hay pues
oposicion.
It
Al v. 31. Todo pecado y blasfemia se perdonará á
los hombres : pero el espíritu de blasfemia no se per
donará. T qualquiera que dixere alguna palabra contra
el hijo del hombre, se. le per.donará; mas á aquel que
dixere contra el Espíritu Santo , no se le perdonará en
esta vida , ni en la futura. Todo pecado sea de blasfe
mia, ó de otra especie es contra el Padre, contra el
Hijo, y contra el Espirita Santo. ¿Como, ó por qué
los unos serán perdonados, y los otros no? ¿Y có
mo, ó por qué siendo todo .pecado contra todas las
tres Divinas Personas, se llaman unos contra el Hijo,
y otros contra el Espíritu -Santo?) Parece que aqui
hay alguna confusion.
R. Aquel pecado , ó blasfemia que se comete por
ignorancia ó preocupacion, se dice pecado contra el
Hijo, porque se opone á la sabiduría, la qual se atri
buye al Hijo. El pecado ó blasfemia, que se comete
por pura malicia , y nada mas que por querer pecar,
se :dice contra el Espíritu Santo porque se opone di
rectamente á la suma bondad y santidad de Dios, los
quales atributos se apropian al Espíritu Santo. No
porque todas las Personas no sean igualmente san
tas, sabias, y buenas, sino porque por un atributo
se nos manifiestan mas claramente, y asi se atribu
ye el poder al Padre, la sabiduría al Hijo, y la bon
dad al Espíritu Santo. Y aunque todo pecado y blas
femia es contra las tres Divinas Personas; el pecado
ó blasfemia , que se comete por ignorancia y contra
la sabiduría, es mas facil de perdonarse; porque el
que le comete es menos, delincuente, y puede ser
a43
instruido, conocer su error, detestarle, y hacer pe
nitencia. Por esto S. Pablo, aunque blasfemó contra
Christo, fué perdonado; porque admitió con humil
dad la instruccion,. y al instante que conoció que
Jesus. era verdadero Dios , detestó sus errores , y se
sometió á la voluntad de Dios. Pero el pecado que
se comete por pura malicia , y las blasfemias , que
se profieren con plena advertencia y conocimiento se
dicen irremisibles en esta vida y en la otra, no porque
no sean remisibles , ó porque no quiera Dios perdo
narles ; sino porque el que peca de pura malicia , y
con plena advertencia calumnia á Dios, y sus obras,
ó negando que son obras de Dios , ó atribuyéndolas
al demonio, como lo hacian los Escribas y Fariseos,
diciendo que Christo auyentaba los demonios con la
virtud de Belzebub* se niega á toda instruccion, np
admite enseñanza, cierra sus ojos á la luz, endurece
SU .corazon, rechaza las ilustraciones é inspiraciones
de la bondad y beneficencia de Dios , hasta que le
coge la muerte sin haberse arrepentido. Por esto dice
Christo, que este pecado no se perdonará ni en esta
vida , ni en la otra ; asi como decimos : que es incu
rable , y que no sanará aquel enfermo , que absolu
tamente se niega á tomar alimento y medicinas. Ti~
rino.
... ... . III.
«.■, .,,',i .u \.= .) ,■:• .',.... ai i..„ '. v .-...■ \i v¿. :.-..
-. ■. ;;.. ci.■, "¡.■', .^u \i ,\. jk..£ :¿.i..■-^í ; ?. :^¡ ■ :
245
CAPITULO XV.
CAPITULO XVHI.
-
I.
CAPITULO XX.
CAPITULO XXIL
r.
Al v. 46. Desde aquel dia ninguno se atrevió á pre
guntarle cosa alguna. ¿ Cómo no? Si al c. 24. v. 3..
se lee: se acercaron a él sus Discípulos en secreto di
ciendo : dinos quándo sucederán estas cosas , y quál sera
la señal de tu venida, y de la consumacion del mundo%
Y al cap. 27. consta: que el Presidente le preguntó:
\ Eres tu Rey de los Judíos ? . < ■ .
R. Quando en el primer texto se dice : desde a-
quel dia ninguno se atrevió á preguntarle cosa algu
na, se habla de los Saduceos y Fariseos. Los quales
para tentarle , y tener motivo para calumniarle , si se
deslizaba en alguna cosa, le hicieron aquellas pregun
tas que constan en este capítulo. Y viéndose confun
didos y llenos de ignominia con las sábias y sobera
nas respuesta de Christo , se avergonzaron de modo,
que no se atrevieron en adelante á preguntarle cosa
alguna. Y asi no se opone al dicho texto la pregun
ta de los Discípulos, ni la de Pilatos.
CAPITULO XXIII.
I.
*....í - . ., ¡■ ■..,.•...■ ■ .i
- - Ai v. 8. No querais ser llamados Maestros porque
vuestro Maestro es uno solamente , y todos vosotros sois
hermanos. T á ninguno llameis Padre -sobre la tierra,
porque vuestro Padre es uno solamente, que está en los
Cielos. Con esto parece repugna lo que dice S. Pablo
hablando de sí mismo en la primera carta á Timoteo
cap. 2. v. y; To he sido puesto por Predicador , Após
tol^ Doctor ó Maestro de las gentes: ademas '.■si nues
tro Maestro es uno solamente: ¿como S. Pablo dice á
los de Corinto en.su primera- carta, cap. 12. Que el
mismo Dios puso algunos en la Iglesia para que fuesen
Doctores ó Maestros2. Fuera de esto: si á ninguno
hemos de llamar padre sobre la tierra, ¿cómo María
Santísima llamó á S. Josef padre de Christo : dicien
do '.To^y■tu padre llenos de dolor te^büscabamos.l S.' Lu
cas cap. 2. ¿Faltó María Santísima^ á lo que manió
Christo?
R. Todo el asunto de Christo en estas invectivas
contra íos Escribas y Fariseo? era reprimir su an>
bicion, su presuncion, vanidad é hipocresía. Querían-
llamarse Doctores , Maestros , y ¡Padres de los demas^
para con estos títulos grangearse el aura popular j loé
honores y estimacion de las gentes, los primeros pussl
tos de la Sinagoga, y que sus decisiones y tradiciones
se: observasen aun con mas exactitud que si fueran pre
ceptos de Dios. Esto es lo que reprueba Jesucristo;,Y
ert este sentido farisaico y presuntuoso es en el que
prohibe que nos llamemos- maestros y padres. Dice:
que uno es nuestro Padre.qüé está en los cielos; y que
uno es nuestro Maestro, Christo: porque Dios solo
es de quien proviene toda paternidad asi; en. el cielo,
como en la tierra, como diee el Apóstol, á los de Efe*
so y á-él eá á quien debemos la vida corporal y es
piritual : por él somos , vivimos , y nos movemosc
él nos conserva y nos alimenta , y por su gracia
nos hace hijos suyos y. herederos de su Reyno :- y
Christo es nuestro principal Maestro, porque es la;isa-í.
biduría de Dios, en quien residen todos los tesoros
de la ciencia de Dios, y él es quien nos enseñó ,1 y el
que nos enseña por medio de los ministros de su Igle-<"
sia ; pues de su plenitud reciben todos la doctrina
verdadera que nos dan acerca de lo que debemos creer,
especar, amar, y obran en esta vida para conseguití
la bienaventuranza. No prohibe, ipues ,( Christo que
nos llamemos maestros con humildad confesando que
nuestras luces 'y suficiencia viene de Dios;, ni que sé
llamen padres aquellos que, ó nos .han engendran
do corporalmente, ó.espiritualmente por medio del
Evangelio rá hacen con nosotros■¡ oficios de padres^
como lo hacia: S. Pablo quando se. llamaba. predican
don, Apóstoly y maestro ; de las gentes , y padre da
los fieles dé Corinto : ¡no os escribo estas cosas, les
deciaen-su primera- carta cap. 4. para confundiros,
ano para, amonestaros, coina ái hijos mios carísimos*
li 2
pues aunque tengais diez mil pedagogos en Christo,
no tqit'is imucbos padres ; porque yo fui el que os en
gendré en Christo Jesus por el Evangelio. Y María
Santísima llamó padre de Christo á José , no porque
fuese padre carnal suyo , sino porque hacia con Chris
to oficios como si fuera su padre , criándole , alimen
tándole , y defendiéndole ; y porque Christo se habia
dignado obedecerle y estar sujeto á él como su Padre.
1 1 1.
IV.
V.
Ezequiel cap. 18. v. 20. dice: que el hijo no será
castigado por la iniquidad de su padre : los Judios que
vivian en tiempo de Christo no tuvieron parte en la
muerte de Abel , ni en las muertes de los justos que
hicieron Manases, Acab y otros: ¿pues cómo los a-
menaza diciendo por S. Mateo : que vendrá sobre ellos
la sangre inocente vertida sobre la tierra desde Abel
hasta Zacarias'2.
R. El hijo no es castigado por la iniquidad de su
padre quando no imita la impiedad y pecados de su
padre. Esto es lo que quiere decir Ezequiel. Pero
quando el hijo es impio como su padre, y sobre
añade iniquidades á las de su padre, entonces el Se
ñor suele castigar los pecados del padre en los hijos,
aun hasta la quarta generacion y mas. Es verdad que
*S4
los Judíos que vivian en tiempo de Christo no die
ron la muerte á Abel, ni á los otros justos y Profe
tas, pero imitaron á sus padres, y fueron mas impíos
que sus padres. Sus padres pecaron dando la muerte
á los Ministros y Embaxadores del Rey, ellos al mis
mo Rey. Sus padres empezaron el pecado, ellos le
consumaron. Sus padres fueron malos; pero ellos lle
naron la medida de toda la maldad é iniquidad. La
culpa de los que persiguieron á Christo y le crucifi
caron , equivale , y es mayor , que quantas rometie*
ron todos los homicidas de los justos desde el prin
cipio del mundo. Y asi como los que creyeron y si
guieron á Christo, se hicieron participantes de los
dones espirituales que el Señor hizo á los Santos an
teriores; asi los que le crucificaron, reunieron contra
sí las penas que merecieron los impíos que les habian
precedido. S. Juan Chrisóstomo. -
CAPITULO XXVI.
I.
L-l.". v ''-.}'v • -,..:"' .::,.- > ; ..- :..:..■;-. yi
Al v. 8. T quando lo vieron sus Discípulos , se in»
dignaron diciendo : ¿ a qué fin este desperdicio ? Porque
podia esto venderse en mucho precio y darse á los po+
¿fres. Pero' S. Juan al cap; I2< v. 4. T dixo uno de sui
Discípulos , Judas Iscariotes, el que le habia da entre-?
gar i i por qué no se ka vendido este ungüento en tres-*
cientos denarios , y se ha dado a los pobres. Si segun
3. Juan, solo Judas dixo esto, ¿cómo S. Mateo. dice
que todoá? '[ i ¡..,-
"R. Todos los Discípulos murmuraron, como di
ce S.'M^teo; Pero Judas fué el factor de la indigna
ción y murmuracion: él fuá el que poseído de la a-
varicia, y fingiendo compasion á los pobresv'se in
dignó y murmuró el ^primero, y á su indígnaeion se
*$5
siguio la indignacion de los demas ; y por esto S. Juan
dice, que Judas. S-. Agustín citado por Comelio.
1%
¿ .Al v. 7. Se llegó a él una muger que traia un baso
de alabastro de ungüento precioso, y loderromó sobre
la cabeza de él: S. Juan c. 1 2. v. 3. Entonces María, tomó
una libra de ungüento de nardo puro de gran precio yy
ungió los pies \de Jesus , y le enjugó los pies con. sus
cabellos. Parece no concuerdan los Evangelistas. ¡
; • R.;Sí concuerdan; porque la Magdalena hizo uno
y otro. Primero ungio los pies d; Christo con el uii-.
giiento', ó bálsamo, y despues de haber enjugado los
pies con sus cabellos , derramó lo restante del bálsa-,
ino sobre la cabeza. de su Maestro., 5. ¿ígustin.■,. ..
-ilí. ,-:"^K. ( "V ' <.VÍí Xj -■/..• !.': ¡-Aií!;.. „J■ - . "•. ■ ■ .¿■'.L
• ;=- III. ■■i.í.-¡ ,Ü :
-,^MiÍj't'..Li7';.n ■ ;...•'; :' !-■ i■■. íili't¡,.í¡ .. y , l\■',l*¡.íi ...*-
- ■ Al v. 56. Entonces le desampararon todos los discí
pulos y huyeron: esto, no conviene con lo que dice
S. Juan, cap. 18, v. 15. Simon Pedro, y otro discípulo
seguian á Jesus* ¿Hay oposicion?
R. No la hay. Todos los discípulos huyeron, lue
go que prendieron á su Maestro. Pero S. Pedro y el
otro discípulo , llenos de amor, volvieron pronto en
seguimiento de Christo. CArnelio.
CAPITULO XXVII.
I.
Judas conoció y se arrepintió de su pecado , se con
fesó de él, restituyó la fama a su Maestro, diciendo:
que era justo , é inocente : y volvió a los Principes de
hs Sacerdotes y ancianos las treinta mohedas de pla
ta en que le habia vendido. Como dice S. Mateo al
v. 3. el Señor dice y afirma , al cap. 33. de Ezequiel
v. 12. que en qualquicra dia que el impío se convierta
de su impiedad, no le dañará su impiedad. ¿Cómo
Judas no fué perdonado?
2¿7
R. Porque le faltó la confianza en la misericor
dia de Dios. Porque agitado de la enormidad de su
pecado, llegó á persuadirse que no podia tener perdon,
y estimulado con las sugestiones de Lucifer , deses
peró y se ahorcó. No basta qualquiera conversion y
confesion del pecado, es necesario vaya acompaña
da de un verdadero dolor de haber ofendido á Dios,
de una verdadera fá, y de una firme esperanza de
conseguir el perdon. Esto faltó á el arrepentimiento
de Judas , y por esto no fué perdonado. S. Juan Chri-
sóstomo , Orígenes y otros citados por Tirino.
i^.^ . ■■?..: y.'.iüi-/
-3¡í u, .i.. II,
-.Sñfl ob'Ji, íí ;'- "i,. ..- fj"i" !:''■?
Ponderando S. Pablo la inmensa caridad de Dios
con los hombres dice al cap. 8. de la carta de los Ro
manos, que no perdono á su propio hijo, y le entregó
por todos nosotros. Judas entregó, como dice S. Ma
teo al v. 4. , el mismo hijo de Dios á sus enemigos:
i cómo , ó por qué pecó Judas ? ¿ Cómo habiendo he
cho lo mismo que Dios, alabamos á Dios, y conde
namos á Judas?
R. Porque Dios le entregó por nosotros, y Ju
das por el dinero. Porque Dios le entregó en hostia
y oblacion por la salud de todo el linage humano,
y Judas por ódio y mala voluntad. Dios movido.de
caridad , y Judas por avaricia. Silveira con S. Agustín.
vz&i&e.-,- \>- .'¿v.av-mv.í^ • ■ *■ •.■:. ' -
I.
EVANGELIO DE S. MARCOS.
CAPITULO PRIMERO.
CAPITULO IIL
trv ■
, L
CAPITULO VL
i ■
I.
II.
Al v. 16. El que creyere y fuere bautizado, será
salvo, i Pues cómo Sautiago al cap. 2. v. 24. dice : que
nada aprovecha la fe sin obras2.
R. Christo habla de una fé viva , acompañada de
buenas obras, y dice que el que creyere y viviere se
gun ordena la le que recibió en el bautismo, será sal
vo ; y en prueba de esto dixo á aquel mancebo, si quie
res entrar en la vida eterna guarda los mandamien
tos. Lo qual es lo mismo que dice Santiago: que de
nada aprovecha la fé christiana, sin obras de chris-
tiano para la salvacion.
263
EVANGELIO DE S. LUGAS.
CAPITULO PRIMERO.
CAPITULO VL
■
L
Al. v. i^. Descendiendo del monte con sus discípu
los , estubo en un lugar llano , y allí sanó a los enfermos
y predicó: ¿cómo S. Mateo al cap. 5. v. 1. dice: que
Subio al monte, y que sentado allí predicó ?
R. Christo subió al monte con sus discípulos, y
allí predicó á estos el sermon que dice S. Mateo. Des
pues baxó del monte , y parándose en la llanura donde
Ll
a66
«taba la multitud de gentes que habla couourrido de
todas partes para oirle, y para que los sanase de sus
enfermedades , predicó tambien compendiando el ser
mon del monte, y sanando los enfermos, y endemo
niados como dice S. Lucas.
CAPITULO VIL
i . -■ * r
' ■ - ■ ¡..■ I -x : -:■;:- .v - í
Al v. 47. La son perdonados muchos pecados porque
amó mucho. ¿Pues cómo á la muger la dixo al v. 50.:
tufé te ha dado la salud2. ¿Siendo la fé y la caridad
distintas virtudes ? ,
R. Porque la fé es el principio de la justificacion.
La fé conduxo esta muger á los pies de Jesuchristo,
llorosa de sus pecados : y la fé junta con la confian
za en la divina misericordia , y con el amor de "Dios,
justifica. El concilio Tridentino.
t
CAPITULO VIII.
I.
CAPITULO XIV.
CAPITULO XVIL
CAPITULO XVÍII.
II.
Al v. 39. T uno d¿ aquellos ladron?; , que estaban
colgados, le improperaba diciendo: si tu eres el Chris
to, salvate á ti mismo y a nosotros, ¿como se com
pone con S. Mateo y S. Marcos que dicen : que los
ladrones le improperaban2.
R. Al principio le improperaron los dos. Después
se convirtió uno, y pidió á el Señor perdon y mise
ricordia. Su Magestad se la concedió, y ademas el
Paraiso. S. Ambrosio.
EVANGELIO DE S. JUAN.
CAPITULO PRLMERO.
i ti L
II.
III.
IV.
CAPITULO III.
*
I.
CAPITULO IV.
I.
CAPITULO VI.
'«■- - - - I.
/
A los w. i. y 2. Dice S. Juan : despues de estas
cosas fué Jesus al otro lado -del mar de Galilea, qu;
es el mar de Tiberiades , y le seguia una multitud gran
de , porque veian los milagros, qu¡ obraba con los en
fermos. Si le seguían porque veian sus milagros, ¿có
mo al v. 26. les dixo Christo: me buscais , no porque
habeis visto los milagros, sino porque habeis comido,
y os saciasteis! ¿Hay oposicion?
- R. No la hay. Porque quando las gentes le siguie
ron al otro lado del mar de Galilea , lo hicieron vien
do los milagros que obraba sobre los enfermos; y allí
multiplicó los panes, y las dió de comer. Pero á otro
dia le fueron las gentes , que antes habian comido el
pan multiplicado , á buscar á Cafarnaun , y entonces
fué quando las dixo : me buscais , no porque habéis
visto mis milagros, sino porque os di de comer, y
os saciasteis. •- .
CAPITULO VII.
....i*--.- I. .
II.
v. CAPITULO VIH.
■- -* 1 .
,-ihi. - 1 - : .: (. r ■ . -L n ii.j
CAPITULO IX.
■ ■: i. -A
CAPITULO X.
Il
CAPITULO XI.
r.
Al v. 4. Christo dixo : esta enfermedad (de Láza
ro) no es para morir. Esto no se aviene bien con a
efl8
quello v. 14. Lázaro Tía muerto. Si aquella enferme
dad no era mortal , ¿ cómo murió de ella ?
R. La enfermedad de Lázaro no era para que mu
riese en términos que no volviese á vivir hasta la re
surreccion de la carne ; sino para que estando muer
to por algunos dias , y siendo resucitado por Christo,
viviese despues , y este milagro contribuyese á la glo
ria de Dios, y Christo fuese ensalzado y reconocido
por verdadero hijo de Dios. Y asi murio, para volver.
á vivir, y su enfermedad no fué para una muerte¡
continua.
CAPITULO XII.
II.
III. ,
. CAPITULO XIII.
CAPITULO XIV.
CAPITULO XV.
...... I.
- ., . ■.• "i .! .. 1
AI v. ig. To os he manifestado todas quantas cosas
me ha comunicado mi Padre : ¿ cómo al cap. siguiente
y. J2. ks dixo : aun todavia tengo, qué deciros muchas
cosas'1. . i/■ *
R. En el primer lugar dice: que les habia hecho
conocer todas las cosas que le habia comunicado su
Padre correspondientes á ellos segun el estado pre*
sente' en que se hallaban. En el segundo: que iaun te*
nia que manifestarlos otras muchas cosas pertene
cientes á su estado futuro, de las quales aun no eran
capaces. Porque convenia viniese antes el Espíritu
Santo, y los hiciese hábiles, para entenderlas, pre
dicarlas, disponerlas y establecerlas , para el gobierno
de la Iglesia. S. Juan Chrisóstomo.
CAPITULO XVIII.
V' ■■
I.
Al V. áó.To he hablado publicamente á el mundo : yo
siempre he enseñado en la Sinagoga , y en el templo don
de concurren todos los Judíos, y nada he hablado en ocul
Oo 2
agz
to. ¿Pues cómo al cap. 10. de S. Mateo v. 27. dixo á
sus discípulos: lo que os digo en tinieblas decidlo en la
luz , y lo que ois en secreto , predicadlo públicamente ?
R. Aun quando Christo hubiese dicho algunas
cosas privadamente á sus Apóstoles en sus conversa
ciones familiares, estas cosas no eran de tal calidad,
que no pudiesen salir al público y hacerse notorias.
Todas iban encaminadas á el objeto de su mision : que
era la redencion y salvacion de los hombres. A esto
se dirigían toda su doctrina, sus palabras, y predica
cion , tanto en sus conversaciones domésticas y fami
liares con sus discípulos; como en las públicas en la
Sinagoga y en el templo. Por esto decia : mi doctri
na no es oculta. Es clara y manifiesta á todos, y
una misma en todas partes. He hablado públicamen
te, he enseñado ,en,la Sinagoga y. en el. templo: to
dos los Judios concurren aÜi: preguntalos, á ellos, y
ellos te diran de mi doctrina. Esto es lo que quiso
decir , afirmando que na;da habia hablado en oculto.
Lo qual era cierto, pues tenia mandado á sus Após
toles, que manifestasen y predicasen públicamente,
ajjn aquellas cosas * que les enseñaba y le oian en sus
instrucciones privadas y familiares, como dice S. Ma
teo. -, . ,í;rj. , .,.,. I,... ....... ■ . y
■i ;■ a i■: .. i, CAPITULO XX.
-. . j .?.. !"jL" üí'j ¡r :;i .? - ...-.. ..i¡ . i ;jjr: .
i -:.;ic¡..¿ li ;. i i] c n;l j:¡ : ■-íl. ■ .■ Y ?.u 1 ■;'i/V' , ,-■ .
CAPITULO V.
II.
CAPITULO VIL
I.
II.
III.
Al v. 55. Veo los Cielos abiertos, y al Hijo del
hombre que está en pie á la diestra de Dios : ¿ cómo se
compone esto con lo que dice S. Marcos al v. 19. del
cap. 16. que N. S. Jesuchrjsto está sentado á la dies
tra de Dios i lo qual confesamos en el símbolo de
nuestra creencia?
R. S. Marcos como S. Esteban quieren dar á en
tender que Christo en quanto Dios ocupa el mismo
trono de Magestad que el Padre y el Espíritu Santo.
Y en quanto hombre el supremo lugar despues de
Dios , y que está en mayor gloria que todos los An
geles y hombres. Lo qual habia profetizado David en
el v. 1. del salm. 109. y es lo mismo que nos ense
ña la fé. Para significar la autoridad y potestad ju-
diciaria de Christo, dice S. Marcos, que está sentado.
S. Esteban dixo, que estaba en pie, para manifestar
que Christo en el Cielo es nuestro abogado y pro
tector, que nos defiende y auxilia en todas nuestras
*9T
tribulaciones. También S. Juan al v. 6. del cap. g.
del Apocalipsis, dice que le' vio como un cordero en
ademan de muerto, que estaba en pie i sin duda para
dar á entender que es nuestro mediador y reconci
liador, y que para interceder, por los hombres se va.?
le de los méritos de su pasion y muerte. S. Agustín.
f?¡.í. íftVT....'. '■... ...?p- i.i'r|. ;(..?*-■ -„- ! ■.;...• " :.'.. i .?f.i *hlñ'fí'1'fÍT.'Y'!
CAPITULO vm.
.-..•i.'.; .3.; . '. :.•; i ?■ ■■- s \ .,■ 1/U.j, '.'. i 14 ;,V ffl.
-<.> l'■> -•'■]' < •■•i':" f" . . .-"'•.» ..; :---'.!' '(i.'n «f ifjrj vi..ítfííttíi»:
-'ii/, /i ' - í.i- .-?;: ' - i .'i■ -' * ..■-:<1 ••,f,-v*¡fiílS&í
«99
CAPITULO XIL
.¡ .;,.
•'
4¡. ..•,I-
3o1
sobre tí' y á aquello del concilio Tridentino: Dios no
manda cosas imposibles.
R. No les era imposible á los Judios la observan
cia de la ley de Moysés. Pero les era muy gravosa y
dificultosa. Josue, David, Josias, Zacarías, Isabel,
y otros muchos la observaron. Pero una ley que , se
gun Rabi Moysés citado por Tirino, constaba de dos
cientos diez y ocho preceptos afirmativos i y de tres
cientos sesenta y cinco negativos j y de innumerables
observancias , con que Dios quiso gravar y oprimir
á los Judios , para separarlos de la idolatría , como
dice S. Agustín, era muy dura , y tan pesada, que
era muy dificultoso cumplir con ella. Y como en las
Sagradas Escrituras suele decirse imposible, lo que
es dificultoso , por esto dixo S. Pedro, que la ley de
Moysés era yugo, que ni sus padres, ni ellos habian
podido llevar.
1 1 1.
x%
302
de Dios y por la oracion. Y asi todas las comidas :
limpias y lícitas, como dice S. Pablo. Decir lo con
trario, dice el Apóstol, que es un error y doctrina
de los demonios. Pero sin embargo, como á los Judíos
les estaban por Dios en la ley de Moysés prohibidas
las comidas de la carne sacrificada á los ídolos, las
carnes con sangre, y las sofocadas, se escandaliza
ban de que los gentiles convertidos á la fé comiesen
de dichas cosas, y no querían unirse con ellos, te
niéndolos por inmundos y aborrecidos de Dios. Por
lo qual , aunque los Apóstoles en el mismo con
cilio habian dicho á los que querían, que se obser
vase la ley de Moysés; que tentaban á Dios que
riendo imponer sobre los Discípulos un yugo , que ni
sus padres , ni ellos habian podido llevar , tuvieron á
bien determinar, para aplacar disturbios y contro
versias que podían ser noeivas á la propagacion del
Evangelio, que los gentiles convertidos se abstuvie
sen de aquellas cosas. De modo que quitado el escán
dalo era lícito á los christianos comer de todo ; pero
si se originaba escándalo ya no les convenia comer
de aquellas. Y así dice el Apóstol : "todas me son lí-
«citas; pero no todas convienen... todas me son líci-
«tas ; pero no todas sirven de edificacion... comed de
«quanto se vende en la carnicería sin preguntar na-
«da... si algun infiel os llama y quereis ir, comed de
«quanto os presente, sin preguntar nada... pero si al
aguno os dixese : esto ha sido inmolado á los ídolos,
«no lo comais, por aquel que os lo ha advertido, y por
«la conciencia. Por la conciencia, digo, no la tuya;
«sino del otro."
. .S
303
CAPITULO XX.
I.
CAPITULO PRIMERO.
I.
Al v. 17. ,tlil justo vive de la fe. El hombre se jus
tifica por sus obras , dice Santiago cap. 2. ¿ Á quál
debemos estar?
R. Lo mismo dice S. Pablo que Santiago : aquel
dice: que el justo vive por la fé en Jesuchristo y su
Evangelio; la qual es una fe viva, animada con el
exercicio de las buenas obras, y principalmente con
la esperanza y caridad , y verdadero culto de Dios.
3°4
Y Santiago dice. lo mismo; porque de qué sirve creer
como chiistianos ¿si no obramos como christianos?
II.
■■': ' Al'v. ig. Los que hacen lo que manda ¡a ky serán
justificados : al v. siguiente :: los gentiles que no tienen
ley, naturalmente cumplen las cosas de la ley. Luego
los gentiles serán justificados por lo que hacen con
-sus fuerzas naturales. Esto es el error de Pelagio.
-{ Cómo se concillan estos lugares ? ! -■ :.-i...■.i¡í
■i■■ Ri Pelagio decia que no era necesaria la gracia
para las obras buenas Conducentes á la salvacion , y
para probarlo se valia de éste y de otros lugares de
la Escritura. Pero no es éste el sentido de S. Pablo.
El Apóstol dice: que los que cumplen con toda la ley
Qq
3o6
con fé, y movidos de la gracia de Dios, serán justi
ficados. Porque para ser justificados necesitan tener el
principio de la justificacion, que es la fé: y ademas
para ser justificados es preciso agradar á Dios , y es
to es imposible sin fé, como dice el mismo S. Pablo. Y
como la fé es un don sobrenatural que Dios" concede, no
pueden los hombres ser justificados por solas sus fuer
zas naturales. Los gentiles no tenían ley de Moysés;
pero tenían la ley natural impresa por Dios en el co
razon de todo hombre. Y aunque los gentiles podian
hacer algunas cosas buenas en el órden natural, co
mo honrar á sus padres. , socorrer á un enfermo,
sin fé y sin gracia. Pero , ni éstas , ni el cumplimien
to de otros preceptos de la ley natural , sin fe y gra
cia, les servían para su justificacion. Tirim. ,
CAPITULO IIL
CAPITULO V.
l
Al v. 1 2. Por un hombre entro el pecado , y por el
pecado la muerte. De este -modo parece se equivocó el
Eclesiásíico diciendo al cap. 25. v. 33. el pecado tuvo
principio de la muger , y por. la muger todos morimos.
R. Si Eva engañada del demonio no hubiera
solicitado á Adan y no le hubiera hecho comer , ni el
pecado hubiera entrado en el mundo , ni hubieramos
muerto. Pero nó se contentó ella con comer y que
brantar el precepto- de Dios, sino que alargó la fru
ta á Adan para que comiese. Y asi por la muger prin
cipio el pecado, pues ella pecó comiendo antes que
Adan : y aun el pecado de Adan empezó tambien por la
muger, porque ella le Solicitó, y le alargó de la fru
ta para que comiese Y habiendo sido ella la causa de
que Adan pecase , fué tambien causa de nuestra muer
te , aconsejando é induciendo. Esto quiso decir el
Eclesiástico. S. Pablo habla del pecado original ; y és
te no hubiera entrado en el mundo, ni tampoco la
muerte, si Adan no hubiera pecado, aunque hubiera
pecado Eva; porque Adan era la cabeza. Y asi pe
cando él, su pecado y Ja muerte se transfundio á toa
dos sus hijos. Y todos sus descendientes que nacen
por natural propagacion, nacen pecadores, excepta
la Soberana Madre de Dios. .
3^9
-CAPITULO VL
I.
III.
CAPITULO XIV.
EPISTOLA
■
primera
A LOS DE CORINTO.
-
CAPITULO PRIMERO.
CAPITULO III.
I
■ Al v. 8. El que planta y el que riega,son un misma
cosa: ¿Cómo han de ser una misma cosa, si dice al
v. 6. que él plantó , y que Apolo regó : y él y Apolo
eran distintas personas ?
R. Habia entre los christianos de Corinto algu
nas emulaciones y contiendas , .gloriándose unot de
haber venido k la fe por la predicacion de S. Pablo,
y otros por la de Apelo. Y e.1 Apóstol para hacerlos
conocer que sus disensiones no tenian por objeto su
aprovechamiento espiritual; sino que nacían de un
afecto carnal, les escribe: ¿qué cosa es Apolo? ¿Qué
cosa es Pablo? Ministros de aquel en quien habeis
creido, segun el ministerio que el Señor les ha con
fiado. Yo planté, esto es, yo derramé entre vosotros
las semillas del Evangelio. Apolo regó, esto es, Apo
lo vino despues, y con sus consejos y doctrina pro*
porcionó la semilla que yo habia sembrado y plan
tado. Pero Dios fué el que hizo que la semilla nacie
se y creciese en vuestros corazones. Y asi ni el que
planta es alguna cosa, ni el que riega, á quien de
bais la gloria de ser christianos, sino Dios, que es
el que dá á la semilla el incremento , y la hace fruc
tuosa. El que planta y el que riega son una misma
cosa : esto es , yo que planté , y Apolo que regó , so
mos una misma cosa ; porque ambos somos coope
radores y coadjutores de Dios. Ambos somos minis
tros suyos, que trabajamos á un mismo fin, que es
la gloria de Dios, y vuestro provecho espiritual. Y asi,
si nosotros estamos unidos, si somos una misma có
3i8
sa, ¿por qué vosotros os habeis de desunir, y andar
en contiendas ?
CAPITULO VL
I.
I.
EPISTOLA segunda
A LOS DE CORINTO.
CAPITULO PRIMERO.
CAPITULO XIII.
CAPITULO PRIMERO.
r.
Al v. II. y 12. Us hago patente, hermanos miosy
el Evangelio , que os he predicado, que ni es inventado
por mí, ni yo le he recibido, ni aprendido de los hom
bres , sino por revelacion de Jesuchristo. Si el mismo
Jesuchristo le habia revelado el Evangelio , ¿ cómo al
v. 2. del cap. 2. dice : subi á Jerusalen, segun revela
cion, y comuniqué con ellos el Evangelio , que predico a
los gentiles, y particularmente con aquellos , que pare
cian de mayor consideracion: por temor de no correr en
vano, 6 de haber corrido. ¿Qué necesidad tenia S. Pa
blo de comunicar su Evangelio y doctrina con los
Apóstoles habiéndosele revelado Jesuchristo , y man-
dádole que- le predicase? Ademas, ¿en qué fundaba
su temor de correr, ó de haber predicado en vano,
siendo el mismo Jesuchristo el autor y garante de
su doctrina y predicacion ? Esto necesita explicacion.
R. S. Pablo despues de su conversion estuvo en
Damasco algunos dias predicando y confundiendo á
los Judios, probándoles que Christo era el verdade
ro Mesías. Despues marchó á la Arabia , y allí estu
vo tres años , y volvió á Damasco. Pasados los tres
anos fué á Jerusalen para ver á S. Pedro, y estuvo
con él quince dias. Pasados estos , marchó á la Siria
323
y á la Cilicia. De modo que apenas era conocido per
sonalmente en las iglesias de Judea. Solamente sa-
bian por oidas, que aquel que en otro tiempo habia
pérseguido á los christianos, predicaba la fé que an
tes habia impugnado. En este tiempo se levantaron
contra Ja Fé Cerinto , Ebion y otros hereges , ense
ñando y predicando , que debian observarse las cere
monias de la ley de Moysés juntamente con el Evan
gelio. Y como S. Pablo enseñaba y predicaba lo con
trario , en todas partes le calumniaban , le trataban
de impostor, deeian que él mismo se habia introdu
cido en el ministerio apostólico , y que predicaba dis
tinto Evangelio y distinta doctrina que los Apósto
les. De aqui se seguian muchos perjuicios, porque
por una parte se llevaban ácia sí á los Judíos con
tentos con juntar la circuncision y la ley de Moy
sés con el bautismo y el Evangelio : y por otra re
traían á los gentiles de abrazar la fé , por no sujetar
se á judaizar , y de todas maneras impedían los fru
tos de la predicacion de S. Pablo. Por esto , aunque
este Apóstol habia recibido el Evangelio y doctrina
que predicaba del mismo Jesuchristo, como no ha
bia acerca de esto mas testimonio que el suyo, y co
mo sus émulos decian que la doctrina que predica
ba era contraria á la de los demas Apóstoles, le man
dó el Señor que fuese á Jerusalen, y alli cotejase su
Evangelio y doctrina con la que enseñaban y predi
caban los principales Apóstoles , para que viendo y
constando que eran en todo conformes, le creyesen
todos los fieles, asi Judíos como gentiles, le tuvie
sen por verdadero Apóstol , y él pudiese predicar con
libertad, y sin temor de trabajar en vano , y sin recelo
de que se perdiesen los frutos de su doctrina por las
imposturas de sus émulos. De esto se valen S. Agus
tín, S. Gerónimo y otros Padres, para probar que
asi los predicadores de la divina palabra, como la
doctrina que predican, aunque la hayan recibido por
revelacion , como era la de S. Pablo, deben aprobarse
por Prelados de la Iglesia. Tirino. \ i
CAPITULO IL
i
'II ,
■'■/■ L
Tt 2
332
CAPITULO V.
CAPITULO PRIMERO.
I.
Al v. ii. JlLh el qual (en Christo) nosotros tam
bien fuimos llamados por suerte, predestinados segun el
propósito de aquel que hace todas las cosas segim el
consejo de su voluntad. Parece no se compone bien la
suerte con la predestinacion.
R. En la vocacion de S. Pablo hay que conside
rar dos cosas : una de parte suya ; y otra de parte de
Dios. De parte suya dice que fué suerte , no riguro
sa y como suele entenderse , sino felicidad para él ha
ber sido llamado y escogido para ser heredero y par
ticipante de la heredad de los Angeles y demas hi
jos de Dios, no teniendo méritos algunos para el!o.
Pero de parte de Dios, no fué suerte ni casualidad,
sino eleccion que habia hecho de él antes de criar el
mundo para que fuese Santo, predestinacion gratui
ta, propósito y consejo de su divina voluntad.
CAPITULO II.
CAPITULO V.
CAPITULO VI.
I.
CAPITULO II.
v I.
. Al v. 7. i-}<? anonado a sí mismo tomando la forma
de siervo, hecho á semejanza de los hombres , y hallado
en su exterior como hombre : sino tuvo mas que la for
ma de siervo, la semejanza de hombre, y la figura
exterior de hombre; su carne y cuerpo serian fantás
ticos y accidentales. ¿Pues cómo al cap. i. de su
Evangelio v. 14. dice S. Juan: el Verbo se hizo carné1.
R. El Verbo se hizo verdaderamente hombre. Es
te es el artículo fundamental de nuestra" Religion
católica. S. Juan dice: que se hizo carne, no porque
uniese á sí solamente la carne ; sino para probar,
que Christo juntamente con ser Dios, era verdadero
hombre , mortal , pasible , sujeto á trabajos y penar
-iidades, como los demas hombres, y asi habitó, vivió,
y conversó con los. hombres, como verdadero hombre.
Lo misino dice S. Pablo : asi como al cap. 5. del Gé
nesis se dice: que Adan engendró á Seth á su imá
gen y semejanza: sin que de aqui se infiera que Seth
era solo una figura de Adan, y no hombre verdadero:
asi de lo que dice S. Pablo no se sigue que Christo
fuese hombre fantástico, ó accidental, y no real,
substancial y verdadero. Habla asi el Apóstol , para
337
ponderar la humildad del Hijo de Dios , y exhortar
nos á su imitacion, diciéndonos: que tengamos los
mismos sentimientos que hubo en Christo Jesus, que
siendo Dios se hizo verdadero hombre humillándose
á si mismo, y obedeciendo hasta morir en una Cruz.
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Vv
338
capitulo m.
■
I.
-
Al cap. 7. de la Epístola á los Romanos, v. 12.
les dice: la Ly (Mosaica) es ciertamente buena , y el
mandamiento, santo, justo y bueno. ¿Pues cómo al v. 7.
dice á los Fiíipenses: que estimaba las ceremonias y
observancias legales como estiercol?
R. La ley de Moyses era santa : sus mandamien-
tos santos, justos, y buenos: y lo mismo sus ritos
ceremonias y observancias antes de su abolicion. Pe
ro abolida por la muerte de Christo, y habiéndose
establecíJo la ley de Gracia , ■cesaron las ceremonias
de la ley Mosaica, y su afesfervancia ya no solo no
fuá santa y útil; sino perjudicial, dañosa, y prohi
bida. Queria el Apóstol reprimir la heregía de aque
llos, que gloriándose de que eran Judíos, y circun
cidados, querían que se observasen las ceremonias
Judaicas con el Evangelio, y les dice : si alguno pien
sa, que puede gloriarse y confiar ea la carne, ningu
no tanto como yo : circuncidado al octavo dia , por
linage Israelita, por tribu Benjamita, Hebreo de He
breos, Fariseo segun la ley, por celo perseguidor de
la Iglesia de Dios, en quanto á la justicia legal ob
servador irreprehensible: pero todo esto, que antes
me servia de confianza y utilidad, ya lo juzgo como
de ninguna estimacion y valor, como dañoso y per
judicial, y como estiercol, por gozar de Jesuchristo.
■
339
EPISTOLA a los colosenses.
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CAPITULO PRIMERO.
I.
EPISTOLA primera
A LOS TESALONICENSES.
CAPITULO II.
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^ epístola segunda
a los tesalonicenses.j
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capitulo ni
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AI v. 2. JLs'afé no es de todos: ¿cómo se compo*
ne esto con aquello que dice S. Juan al cap. i: Dios
ilumina á todo hombrea
R. Dios ilumina á todos , como dice S. Juan. Pe
tó no todos creen el Evangelio. Hay muchos perver
sos , . y como son libres , resisten á la luz, y cono
cimiento de la verdad, como dice S. Pablo. Teodoreto.
II.
CAPITULO II.
CAPITULO IV.
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I.
CAPITULO V.
■'.'•" I.
CAPITULO IV.
EPISTOLA a tito.
CAPITULO PRIMERO.
I.
Al v. 12. JLsixo uno de entre ellos , propio Profe
ta suyo : los Cretenses siempre son mentirosos : y al ver
so 13. dice el Apóstol: este testimonio es verdadero.
Aqui parece hay una dificultad que no es facil de
aclararse: si los Cretenses son siempre mentirosos,
ninguno de sus testimonios será verdadero: el decir,
que siempre son mentirosos , como lo dixo Epimeni-
des Cretense , es verdad , segun S. Pablo ; luego no
son siempre mentirosos. Y si son siempre mentiro
sos, ¿cómo este testimonio de un Cretense puede ser
verdadero ?
R. S. Gerónimo se hizo cargo de esta dificultad,
y dice que el Apóstol increpó á los Cretenses, dán
dolos en cara con los vicios á que eran mas procli
ves y dados , que eran la mentira , la voracidad y
pereza , lo qual no es óbice para que una vez ú otra;
o uno ú otro dixese/ alguna vei^dad , como la dixo Epi-
menides Cretense. A el modo que decimos : los espa
ñoles son siempre muy amantes de su Rey 3 Sobe
rano ; lo qual es una verdad constante , aunque al
guno no le ame. Instruía el Apóstol á Tito sobre el
cuidado con que debia caminar en Creta, y.le decia:
mira que los Cretenses son por lo comun mentiro
sos, malas bestias, y vientres perezosos, segun el
testimonio de un Cretense á quien tienen por Profe
ta , cuyo testimonio es verdadero. Porque hay entre
ellos muchos desobedientes, habladores de vanida
35*
des, é impostores: mayormente los que son de la
circuncision , á los que conviene redargüir : que tras
tornan las casas enteras, enseñando lo que no con-,
viene por el torpe interés. Por tanto, reprehendelos
con dureza para que sean sanos en la fé , y que no
den oídos á fábulas judaicas, y mandamientos de
hombres embusteros. Eran, pues, los Cretenses por
lo comun mentirosos , aunque alguna vez dixesen al
guna verdad. Fraseru
IL
CAPITULO IL > .:
CAPITULO VIL
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V. i. j. y 3. Este Melehisedech... Rey de Salem,,
que quiere decir Rey de paz, sin padre, sin. madre, sin
genealogía, sin tener principio ni fin de su vida seme
jante al hijo de Dios , es Sacerdote perpetuamente. Es
to parece se, opone á muchas, cosas que nos enseña la
fé , y que creemos. Sabemos que todos los hombres
descendemos de Adan y de Eva : que ningun hom
bre ha habido , fuera de estos Padres , del linage hu
mano, que no haya tenido padre y madre, ó por lo
menos madre como Ghristo: y el Apóstol dice: que
Melchisidech no tuvo padre ni madre : sabemos , que
-todos los hombres han tenido principio de sus dias:
-y de Mekhisedech dice el Apóstol que no tuvo prin
cipio de sus dias: sabemos que todos los hombres
morimos, y que tiene fin la vida de los hombres: de
-Melchisidech afirma el Apóstol que no tiene fin de
•vida, y que permanece Sacerdote para siempre: con
que, ó Melchisidech no fué hombre, ó el Apóstol se
Opone á muchas cosas que constan en las Santas Es
crituras, y que nos enseña la fé. -^n .:. -. . ■ .•.— ..
b ,R. De.este texto de S. Pabk> se valieron los Mel-
iffhisedianosi para decir: qtte Mekhisedech fiabia sido
£l (Espíritu. Santo encarnado : Orígenes y Didimc?, que
habia sidoi un Angel : Los■ Samaritanos. y .otrosí que
habia sido Sem. Cada uno alega sus razones para
sostener su opinion. Pero todos erraron mas, ó me
nos, y hasta ahora nada hay ckfcto y seguro aqerca
s vY
357
de quien fué este Melchisidech , sino lo que dice' la
Sagrada Escritura: que era Rey de Salem y, ^Sacer
dote del Altísimo. Por consiguiente, no ,ef Espíritu
Santo, ni un Angel, ni Sem; sino uno de los Reyes
de los Cananeos, Sacerdote del verdadero Dios, y.
verdadero hombre. S. Pablo nos le pinta sin padre,
sin madre , sin genealogía , sin principio de sus dias,
y sin fin de su vida; no porque no tuviese padre,
madre, genealogía, principio y fin; sino porque so
bre estos puntos calló Moysés, y nada consta en las Sa
gradas escrituras. De lo qual se vale el Apóstol para de-
Gxxyquefiié semejante á Christo. No semejante en la per
sona y naturaleza ; pues Ghristo en quanto á la per
sona tiene Padre , principio de su eterna generacion:
y en quanto hombre tiene Madre á María Santísi
ma : Ghristo en quanto hombre tiene genealogía , por
la qual , consta que desciende de David y de Abra*
ham: Christo en quanto hombre tuvo piincipio de
sus. dias, quando fué concebido en el vientre de su
Madre Virgen por virtud del Espíritu Santo ; y fin
de su vida , quando espiró en la Cruz. Fué sí Mel
chisidech semejante á Christo , y figura de Chi kto en
quanto al Sacerdocio. Porque asi como Mdchisedech
no tuvo antecesor ni sucesor en el Sacerdocio., asi
Christo no tuvo su Sacerdocio por razon de sus as
cendientes ,, como le tenían las descendientes de
Aaron. Ni tuvo sucesores en su Sacerdocio; pues los
Sacerdotes de la ley de gracia no son Sacerdotes
de Christo ; sirio Ministros , por medio de los qua^
-les se sacrifica á sí mismo todos los dias , siendo él
.mismo Sacerdote y víctima juntamente- . Y asi el
Sacerdocio de Christo es eteruo, y no tiene fin, que
es- lo que el Apóstol dice para probar que eLSacer-
docip de Christo es mas excelente que el de Aaron.
Froten y Tirina.. -■i,.■/ í:; , , „ii..i ") ■"..-;.■■ ,j'■> •-//
ii;q.U,io furcia-"¡....; <. .. ; su[. . 'lom -íj ovj'í. ..- jv.í.c
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V. 26. y 27. Convenia , ^ae nuestro Pontífice fuete
santo, inocente, immaculado, segregado de los pecado
res, y mas elevado que los cielos, q¡e no tiene necesidad
todos los días, como los Sacerdotes ( Aaronicos) de ofre*.
cer hostias primeramente par sus pecados, y despues por
los del pueblo ; pues esto lo hizo de una vez ofreciéndo
se á si mismo. Segun esto parece, que no hay necesi--
dad de nuevos sacrificios , y por consiguiente será Su*
perflua la Misa. | Pues cómo Ghristo en la noche de
la cena,, despues de haber consagrado el pan y el vino,
convirtiendo la substancia de pan en su propio cuer
po, y la substancia de vino en su misma sangre, dixo
á sus Apóstoles : haced esto en memoria mia, segun
consta de S. Pablo. Epíst. 1. ad cor. cap. ir. v. 25.
y de S. Lucas cap. 22. v. 19.
R. En efecto Christo se ofreció en sacrificio al E-
terno Padre cruentamente sola una vez derramando
su sangre, y muriendo en una cruz por nuestros pe
cados, y no es necesario, que vuelva á morir, ni que
se sacrifique de nuevo cruentamente , á el modo que
los Sacerdotes del linage de Aaron mataban y sacri*
ücaban todos los días víctimas. De aqui no se infiere,
que sea superflua la Misa. Ni S. Pablo habla de sa
crificio incruento. Y aunque el sacrificio de la Crai
y el de la Misa es un mismo sacrificio, y uría misma
víctima la que se ofrece; hay la diferencia de que en
la Cruz se hizo con efusion de sangre y muerte. Pe*
ro en la Misa ^ que es una viva representacion y com-
memoraciotí. del sacrificio de la Cruz , uo. hay efusion
de sangre^. ni muerte, sino mística: ^por quanto en
virtud de las palabras, que Christo dixo, y el Sacer
dote pronuncia, se conviertela substancia de pan en
el cuerpo de Christo, y la substancia dé vino en su
sangre. Pero de modo, que todo Christo en cuerpo,
359
alma,- y divinidad está en la Hostia, y todo baxo
las especies del vino. Es pues la Misa un sacrificio in+
cruento. Y este sacrificio debe celebrarse muchas ven
ces para cumplir con aquel mandato del Señor : haced
esto en memoria mia , y para anuíxiar y refrescar la
fttemoria de la muerte del Señor hasta que venga & juz
gar vivos y muertos, como dicen S. Lucai, y S. Pa
bia.
CAPITULO X. : ¡¡
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V. 1 8. Quando los pecados se han perdonado , ya no
es necesaria oblacion por el picado. ¿Pues cómo Chris-
to dexó encargado, que aun despues de haber satis
fecho por nuestros pecados en la Cruz, hiciesemos me
moria de su pasion , ofreciéndole en sacrificio en lá
Misa? .'•.,. v.¡! , ■!. - i . \
R. Habiendo Christo Señor nuestro satisfecho su-
perabundantemente por los pecadas de todos los hom
bres con el sacrificio, que hizo de sí mismo en él
árbol de la Cruz , y habiendo pagado todo el precio
de nuestra libertad y redencion con los méritos de
su pasion y muerte, no es necesaria otra oblacion,
Otro precio, ni que Christo vuelva á morir para nues
tra redencion. Pero es necesaria la aplicacion de los
méritos de la pasion y muerte de Christo, y esta a-
plicacion se hace por los Sacramentos y por el sacri
ficio incruento de la Misa , que Jesuchristo nos en
cargó hiciesemos en memoria suya.
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V. 26. Si pecamos nosotros voluntariamente despues
de haber recibido el conocimiento de la verdad , ya no
resta sacrificio que ofrecer por los picados : ¿ cómo se
compone esto con lo que dice S. Juan Epíst. i. ca
pít. 2. v. i. y 2. Mijitos mios, os escriba estas cosas,
para que no pequeis. Pero si alguno pecare, tenemos en
la presencia del Padre un abogado justo , que es Jesu
christo, y él mismo es propiciacion por nuestros pecados.
No por nuestros pecados solamente ; sino tambien por
los pecado ; de todo el mundo ?
R. Habla el Apóstol d; los que apostataban .de
la Religion christiana , y volvían al judaismo , ó gen
tilismo , como dá á entender al v. 25. Y dice : que
habiéndose apartado voluntariamente del Evangelio
de Jesuchristo, cuya verdad habian recibido y cono
cido no les queda esperanza de perdon, ni remedio
para su salvacion , ni hostia que ofrecer por sus pe
cados. Porque Christo habiendo muerto una vez ea
el árbol de la Cruz, ya no vuelve á morir; y aun
que aquella muerte fué por todos los pecadores , no
les puede .aprovechar á ellos, porque no creen ea
Jesuchristo y han abandonado su religion. Ni tam
poco les pueden aprovechar los sacrificios , víctimas
y. hostias de la ley de Moysés , ya porque estaban
abolidos , y ya porque , aun quando estaban en su
vigor, no justificaban, sino por la fé en Christo: ni
tampoco podian salvarse por las virtudes morales,
porque ninguno que no cree en Jesucristo y obser
va su religion puede ser salvo. Cornelio Alapide. Esto
se entiende manteniéndose en su apostasía. Pues si
el que apostató conoce su pecado , y ayudado de la
divina gracia, como se supone, lo detesta, se arre
piente, y vuelve.á la Religion, en tal caso puede es
perar su salvacion por los meritos de la Hostia y
víctima, que se sacrificó en la cruz; porque como
dice S. Juan : Christo es propiciacion por los pecados
de todo el mundo. ■ v'. b' .V
3^i
CAPITULO XL
Zas
36í
CAPITULO PRIMERO.
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- II.
CAPITULO IV.
EPISTOLA primera
. B E SAN PE D R O.
capitulo m. ;
V
EPISTOLA segunda
DE SAN P E D RCh
CAPITULO PRIMERO.
capitulo n.
.
37° .
enemigos de Dios. Y como este modo de amar era
nuevo le llama nuevo S. Juan.
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CAPITULO III.
I.
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APOCALIPSIS DE SAN JUAK
CAPITULO PRIMERO.
CAPITULO Y.
CAPITULO VI
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CAPITULO XIII.
Biblioteca de Cataluña
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