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LAS RAICES DEL TALLER LAS RAICES DE L TALLER

y, por otro, que la acción es inútil si no está dirigida por ideas (o teorías) previas Los cambios sociales y políticos
que la controlen para ofrecer las motivaciones de fondo que la justifiquen y las lí-
neas del desarrollo que le permitan proyectarse hacia el futuro. En cualquier caso, La didáctica para talleres no constituye una práctica rea lmente difu ndida y gene-
la acción concreta y la participación directa del niño o del alumno representan la ra lizada en la escuela tradicional. El ta ller ha representado más bien el emblema
verdadera razón de crecimiento. y la avanzad illa de un cierto modo innovador de hacer escuela. En este sentido, el
Precisamente en este sentido se pueden descubrir los orígenes de la futura taller (su teoría y su práctica) puede considerarse sin duda un hijo menor, pero no
idea de taller. Se trata de una experiencia que: por el lo menos emblemático, del largo ca mino que la pedagogía ha recorrido en
• Está centrada en lo co ncreto y la acción. los últimos años entre ideología, ciencia y utopía7 •
• Contempla un contexto mu y organizado y específi co.
• Está ca racterizada por una razón fuerte (el hombre natural de Neill, el hom- La tensión innovadora del ta ller
bre colectivo de Makarenko o la liberación del hombre de Freire). En la concepción, en los años de la protesta, de que la reproducción de la fuerza-
• Implica profundamente y desde dentro a cada sujeto. trabajo necesi taba un espacio exterior (la escuela) en el que los contenidos de
• Parte hacia la co nquista del aprendizaje a través de la autonom ía, la con- aprendizaje co incidieran con la cultura de las clases hegemónicasª, el taller podía
ciencia crítica, la cordialidad. plantearse como un antídoto contra las presiones de quien ostentaba el poder. Se
proponía, por ta nto, como contrapoder, como ocasión e impulso de una especie de
El museo didáctico revolución proletaria caracterizada por la apropiación directa por parte del niño
Si nos adentramos específica mente en el mundo de la in fancia, encontramos una -así como del adolescente y el estudiante- de los medios de transmisión y produc-
premisa significativa en los cachivaches y en el museo didáctico. Se trata de uno ción de la cultura. En este orden de ideas se movía el educador francés Celestin
de los va lores fuertes a los que se ha dirigido la reflexión de Agazzi Rosa Agazzi,
5•
Freinet y aqu í tenían su origen algunos movimientos educativos, entre los que
a parti r del contenido de los bolsil los de los niños, reconoce en ellos en igual me- recordaremos prin cipalmente el Movimiento de Cooperación Educativa italiano.
dida la necesidad y la capacidad de exploración y descubrim iento, el gusto por La pa labra clave de todo este rico y complej o movi miento es la innovación.
controlar constantemente lo que sucede en el mundo que les rodea. De ahí que Las tensiones innovadoras (procedentes, tanto de abaj o, es decir, del trabajo diario
sea necesario que la educación tenga en cuenta el ambiente vital, compuesto por de los educadores, como -aunque no frecuentemente- de arriba, por obra del le-
materiales y obj etos, así como por personas, en el que la niña y el ni ño crecen. gislador) parecen ser una constante en el sistema escolar italiano de los años
Por consiguiente, la escuela infa ntil debe estar en constante contacto con el sesenta. La superación del libro de texto, el estudio del ambiente, el uso de al-
mundo exterior y referirse a él permanentemente. gunos recursos de la zona como instrumento de formación, querían representa r
mucho más que una solución didáctica. Preten dían poner de manifiesto la punta
El ni ño protagonista del iceberg: la necesidad de una renovación comp leta de la enseñanza, de sus ob-
Para Maria Montessori, la escuela como ambiente debe adaptarse a la vida y las jetivos, de sus contenidos y su organización. La innovación estaba ca racterizada en
necesidades del niño. La tarea principal, desde la escuela infanti l, es hacer del esos años por la capacidad (y la posibilidad) de poner en tela de j uicio todo y,
ni ño el protagonista de su educación a partir del método y el material. La estu- desde esa perspectiva, llevaba implícitas elecciones nada fáciles ni solucionables
diosa ita liana desea potenciar al niño trabajador que busca una capacidad autó- a corto plazo. La heterogeneidad y la complej idad de los elementos innovado-
noma de aprendizaje6 • Adquiere una relevancia especial la inteligencia de las res no deben considerarse en absoluto una operación sencilla.
manos y la pedagogía del hacer: de este modo, el niño se prueba a sí mismo, se Por un lado, el problema era tomar una parte por el todo: se creía que el
pone a prueba, ensaya sus propias potencialidades. ca mbio radica l de un aspecto (por ejemplo, la implantación en una escuela de

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LAS RAfCES DEL TALLER LAS RAICES DEL TALLER

El resultado fue que, mientras las otras ratas sabían afrontar los imprevistos En la práctica, para el desarrollo es necesario que un determinado ambien-
de la vida y alca nzaban felizmente la edad adulta, la nuestra repiti ó obsesiva mente te vital contenga (en abundancia) los elementos de su propia cultura y una situa-
el esquema de recorrido del laberinto, que por un cierto periodo le había garanti- ción de relación en la que el menos competente tenga la posibilidad de interactuar
zado la seguridad de una comida. Su obstinación y las circunstancias adversas, con quien lo es más. En otros términos, la mente se desarrolla a partir de la expe-
junto a la pérdida de la capacidad para seguir su propio instinto de rata, la lleva- riencia de uso de los medios culturales proporcionados por la actividad comparti-
ron, en poco tiempo, a morir de hambre. da con otros (más competentes o dotados de competencias distintas de las prop ias).
J. Bruner 12 , quien conduce su investigación a partir de la teoría vigotskyana,
De la atención a los comportamientos a la atención insiste en que son los propios sistemas simból ico-culturales los que sirven de ins-
de los comportamientos de la mente trumento (herramientas) para organizar la mente. Los creci mientos cogn itivo, so-
La historia ilustra con ironía la crítica de esos años al conductismo. Esta investi- cial y cultural se desarrollan juntos con independencia uno del otro, pero si n
gación se limitó a describir lo que sucedía en el ta ller en situaciones rígidamen- excluirse mutuamente.
te predeterminadas y carecía cas i por completo de claridad y rea lismo acerca del
modo en que los seres humanos interactuaban con el mundo circundante en la El taller como contexto cultural
situaciones cotidianas. Asimismo, no tenía en cuenta el hecho de que al menos Creemos que se pueden extraer del pensamiento de estos dos estudiosos algunas
los hombres (si no las ratas) no siempre se movían por el deseo y la necesidad de características fundamentales para definir la identidad del tal ler, así como para en-
proporcionar una respuesta a un estímul o, sino que actu aban sobre la base de mo- tenderlo en la actualidad. Trataremos en síntesis algunos elementos significativos.
tivaciones (es decir, de razones profundas no ligadas a las situaciones y las exi- • El taller se configura sobre todo como un contexto cultura l con un ampl io T
gencias del momento) y de objetivos (no forzosa mente dirigidos a la solución de uso de los instrumentos que favorecen la percepción y la organización del
un problema inmediato, sino a buscar una respuesta que se podía proyectar pensamiento; asume especial importancia, por una parte, el lenguaje como
también en un futuro lej ano). vehícu lo de interpretación de la experiencia y, por otra, el pensamiento
A la primera co ncepción del taller se sumó otra tradición de investigación como herra mienta para util izar los instrumentos de la cultura con el fi n de
que había permanecido aparentemente en la sombra y que tenía como objetivo resolver problemas. Bruner usa el térm ino inglés scaffolding que se relacio-
J_
preferente la observació n y el análisis de lo que sucedía en los contextos norma- na con la idea de andamio y de caj a de herramientas.
les de la vida. Estas posturas emergieron poco a poco y dieron un nuevo impulso • El ta ller se configura ta mbién como un contexto de participación, caracte-
a la investigación. El resultado fue que se concentró la atención en tratar de co m- ri zado por la organi zación de situaciones en las que la solución de los pro-
prender la mente del hombre y su funcionamiento. blemas se lleva a cabo a través de la formulación de muchas hipótesis que
someter a la selección común, al interca mbio comunicativo, a la compara-
La trayectoria histórico-cultural ció n, al conflicto entre va rias conjeturas, etc.
Entre las diferentes proposiciones nos parecen especialmente significa tivas las en- El taller se co nfigura, además, como un lugar en el que está prevista la si-

señanzas de L. Vigotsky y J. Bruner. tuación de tutoring, es decir, de apoyo de la ni ña o el niño por parte del
El reciente movimiento neovygotskyano 11
que supone una reinterp retación adulto. Entendemos que aquí se reclama el papel insustituible del adulto en
del pensamiento de Vi gotsky a la lu z de nuevos criterios de lectura de la refle- calidad de educador. El maestro tiene la ta rea en el taller de organi zar el
xión del psicó logo ruso, señala que el desarrollo intelectual depende esencial- trabajo que pretende asignar, así como el iti nerario que qu iere seguir. Es
mente de dos elementos: los instrumentos que posee una cultura determinada y decir, se propone como caj a de herramientas a disposición del niño para
las relaciones interpersonales. canal iza r sus esfuerzos y ponerlos a su alcance.

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LAS CARACTERÍSTICA S METODOLÓGICAS DEL TA LLER LAS CARA CTERÍSTICA S METODOLÓGICAS DEL TA LLER

Experimentar e investigar y mínimamente equipado. En otros casos puede organi zarse en ampl ios espacios Y
T En la educac ión infantil, el taller permite experimentar directam ente con las cosas, estar dotado de gran cantidad de materi ales e instrumentos.
mirar co n los propi os oj os, tocar con las propias manos, satisfacer la curiosidad, Sin embargo, no todo se limita a la dimensión cualitativa.
buscar razones, recibir y aceptar explicaciones. El niño se apoya en lo que sucede Puede estar dirigido pri ncipalmente a un uso autó nomo e inmediato o bien
ante sus oj os, se mueve a la luz de lo que le involucra directamente, sus reacciones necesitar permanentemente la presencia de un animador-experto (como en el caso
_L son inmediatas y, por así decirlo, en directo. de algunas experi encias en escuelas infantiles experimentales). .
A través de la experiencia del taller, el niño pu ede hallar la ocasión, mien- Sin embargo, el taller y su dirección deben confiarse por lo general a la d is-
1
tras rea li za su propia actividad directa, de apropiarse de instrumentos para inves- ponibi lidad y competencia del maestro.
tigar. a medida que desarrolla su actividad, se contentará cada vez menos con la Los diferentes modelos de taller pueden clasi fi carse esquemáticamente en
solución más inmediata y sencilla, y, por tanto, se interesará más y más intensa- tres posibles niveles.
mente por la solución de los problemas, el deseo de encontrar razones ocultas, la Por un lado, es posible pensar en tres modelos independientes y autóno-
_/ necesidad de elaborar métodos personales o compartidos con los demás. mos: cada taller requiere prestaciones, materiales, enfoques de aproximación y
esti los de dirección diferentes.
Los talleres y los aprendizajes Por otro, en cambio, se identifica n tres ti pos diferentes de preparación Y ges-
La actividad del taller pretende interrumpir una transmisión de in formaciones y tión, correspondientes a otros tantos ni veles de complejidad: en este caso el se-
conocimientos centrados predominantemente en la consigna directiva. Favorece, gundo nivel engloba al pri mero y el tercero incl uye a los dos primeros. Recuerda
en ca mbio, la experi encia inmediata directa, individuali zada o de grupo. En par- a tres círculos concéntricos, uno dentro de otro, en un procedimiento de fuera
ticular permite:
adentro:
• Acceder a los conocimientos y las experi encias entendidas co mo instru- • El primer nivel es el más exterior y hace coinci dir el taller con su dimensión
mento activo, es decir, adquirir conocimientos utiliza bles de inmediato y física (los espacios, el mobiliario, los materi ales disponibles).
ori entados a fin es prácticos. Su objetivo es suministrar habi lidades materia- • El segundo nivel es más interior y tiene que ver con el proyecto y los itine-
les relacionadas con la experiencia diaria . ra rios que se activa n para su reali zación (las modalidades organizativas, las
• Activar los aprendi zaj es secundarios, es decir, aprovechar el momento, eleccio nes metodo lógicas do minantes, las modalidades de guía adop-
mientras se está aprendiendo, para aprender a aprender (aprendizaj e de mé- tadas por el maestro, etc.).
todos). • El tercer nivel es el más interior y se refiere a los lenguajes usados, el tipo Y
• Favorecer las capa cidades inventivas y la creatividad. el grado de parti cipación de las ni ñas y los niños, las motivaciones que sub-
yacen en las elecciones reali zadas, la relación con el contexto, etc.

Los tres niveles


metodológicos del taller Primer nivel: el taller como
caja de herramientas
Diferentes niveles de complejidad
La preparación y el uso del taller, con independencia de los contenidos de expe- El taller como lugar de materiales, objetos e instrumentos
riencia que posea, puede organizarse en diferentes niveles de complejidad y faci- El problema es cuáles son las condicio nes, por un lado, materiales y físicas, por
litar prestaciones cualitativamente diversas. Puede consistir en un espacio mínimo otro, organi zativas y culturales, para la realización del taller.

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LAS CARA CTERISTICAS METODOLÓGICAS DEL TA LLER LAS CARACTERISTICAS M ETODOLÓGICAS DEL TALLER

En este sentido, el taller didáctico es un lugar de materiales, instrumentos y El taller como almacén
técnicas. En el almacén se depositan los objetos y las herramientas que en ese momento no
• Los materiales constitu yen la base necesaria para constru ir cualquier pro- se utiliza n, pero que deben estar disponibles para su uso inmediato. Es también el
ducto. Desde esta perspectiva, el taller se configura como centro polivalen- lugar en el que se acumulan los repuestos. Los materiales se retiran de vez en
te de recursos: los materiales se entienden en este caso como una especie cuando según las necesidades.
de entidad fija sobre la que aplicar un conocimiento técnico para la reali- El taller, según esta acepción, se propone como depósito de objetos, mate- \
zaci ón de un determinado producto. riales y herramientas. En otras palabras, es un lugar en el que es fácil encontrar o
• Los instrumentos son los objetos que sirven para p roducir otros objetos . recuperar, según las necesidades del momento, lo que hace falta. En este sentido,
Nos referimos, por un lado, al instrumento como objeto de uso práctico y, el almacén será más útil y eficaz cuanto más amplio sea el número de objetos e
co mo tal, dirigido a la realizac ión inmediata de un producto (el pincel, el instrumentos que contenga y cuanto más adecuados sean esos objetos e instru- J_
cubo, el diapasón, el martill o, etc.). Por otro lado, pens~mos en el instru- mentas para el fin preestablecido.
mento como obj eto de uso cultural, cuyo objetivo es plasmar las ideas y me- La va lidez y utilidad del almacén quedan refl ejadas también por el orden ¡
jorar el conocimiento (el instrumento musica l y su gramática, el gesto y su de colocación de los objetos y su facil idad para utilizarlos y disponer de ellos.
sintaxis, el signo icónico y su léxico, etc.). Contiene materiales en bruto que poder manipular, reelaborar y modifica r, así
• Las técnicas. Podemos decir que la dimensión técnica del ta ller está ca- como los instrumentos de trabajo para efectuar las operaciones de manipulación,
racterizada por los procedim ientos y las modalidades de intervención en reelaboración y modificación. _L
la materi a para transformarl a según un objetivo. Consiste, por tanto, en una
secuencia de acciones organiza das de forma funcional para la rea lización El taller como banco de trabajo
de un producto. La noción de técnica enlaza con una vasta gama de com- Como banco de trabajo, el taller está siempre listo para su uso inmediato: en este T
portamientos. sentido, se configura como una prestación de trabajo concreta (física y material),
Identificamos sintética mente dos tipos principales de técnicas: las de tipo que se refiere a acciones concretas, como la manipulación de los materi ales, el
inmediatamente operativo y práctico requ ieren un número relativamente montaje y desmontaje, etc. Piénsese por ejemplo en el banco del carpi ntero o en
restringido de instrumentos (que a su vez son relativamente sencillos) y un el puesto de un in formático. En ellos se procede por pruebas y errores, se aplican
número limitado de acciones; las de tipo abstracto suponen procedimien- soluciones conoci das y se experimentan nuevas. Q uien opera en un taller preten-
tos complejos y el uso, aunque no inmediato, de instrumentos. Las técnicas de rea lizar un proyecto a parti r de los materiales disponibles y, de este modo, pul ir
no pueden reducirse, sin embargo, a un repertorio de acciones sobre mate- ta mbién sus propias habil idades y competencias constructivas.
_I
riales. Estas acciones se colocan dentro de una cultura, es decir, se desarro- El banco de trabajo enlaza con la idea del artesano: cuando se crea un ob- \
llan dentro de unos límites establecidos por el contexto social. Cuando la jeto se produce un dobl e efecto, por un lado, las manos y los instrumentos mode-
técnica logra librarse de estos límites invi sibles, pasa a ser innovación y lan los materiales según una· determinada idea, una intención, un proyecto, por
cambio. otro, las propias características del material util izado sugieren ideas sobre qué y
cómo hacer el propio proyecto. Esto vale, por un lado, para la elaboración de un
J_
El taller del primer nivel, o sea, el taller como caja de herramientas, se con- producto o la realización de un proceso, por otro, para apropiarse de las técnicas
figura de va ri as formas. Este nivel plantea el taller como almacén, como banco de para un uso adecuado de los instrumentos.
trabajo y como archivo. Con relación al taller exterior, proponemos un ejemplo de En otras palabras, el banco de trabajo sirve al mismo tiempo para adqu irir
ficha para la biblioteca de la zona. una determin ada habi lidad para la realización de un proyecto específico (o para

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LAS CARACTERISTICAS METODOLÓGICAS DEL TALLER LAS CARACTERISTICAS METODOLÓGICAS DEL TALLER

alcanzar un determinado objetivo) y para la constitución de un habitus, de un cor- lidad y un fi n. Aun que los objetos y los instrumentos se prestan a una cantidad
J_ pus de habilidades que hagan competente al individuo.
indefinida de posibles operaciones, el programa de trabajo define el tipo específi-
co de prestaciones que se rea liza rán a través de la interacción niño-instrumento.
El ta ller como archivo En otras palabras, el programa hace posible el uso motivado de los objetos y los
T El taller como archivo se propone como un espacio en el que recoger y del que instrumentos.
obtener in formaciones y conocimientos; en este sentido se configura como un ¿Cuáles son las condiciones comunicativas e interactivas que hacen no sólo
banco de datos y centro de recogida de información. Se trata de un contexto favo- posible, sino también funcional y eficaz el taller?
rable y particularmente útil por la abundancia de ocasiones de estímu lo y por la En lo que respecta a este segundo nivel, sugerimos algunas posibilidades de
variedad de experiencias realizables. taller como ámbito de proyecto: el gimnasio, el taller de aprendiz, el museo y la
Ante todo, un archivo es una co lección. Es una acumulación más 0 menos impronta cultural.
amplia de objetos (nos referimos a objetos materiales, como la colección de con-
chas, de piedras, de hoj as, así como a objetos culturales, como la colección de El gimnasio
_J
libros, de tebeos, de imágenes, etc.). Cuando el ta ller didáctico se propone como gimnasio, se hace en cuanto ejerci- \
1 La segunda característica del archivo es la co locación de los materiales 0 cio constante de prueba personal. -1.
los instrumentos según un cierto orden: En el gimnasio se compite, sobre todo, con uno mismo, se pretende probar
• Por tamaño. las propias fuerzas, medir las propi as habi lidades, tratar de comprender qué se
• Por función. co nsigue hacer y qué ca mino hay que elegir para alca nzar el resultado deseado.
• Por género. La niña y el niño experimentan, por un lado, la validez y la utilidad prác- T
• Por autor o creador. tica de sus habilidades (perceptivas, motoras, lógicas, investigadoras, analíticas,
etc.) y, por otro, la efi cacia de su acción organizada. La acti vidad está centra-
da en los procedimientos enca minados a la obtención de un resultado y el ob-
El tipo de orden elegido implica la o las posibilidades de uso del archivo. jeto de la in vesti gación está represe ntado por las reglas (del mismo modo que
En ocasiones, después de un cierto tiempo, se puede ca mbiar el criterio siguien- sucede en el juego: el descubrimiento, organización, apl icac ión y vari ación de J_
do un nuevo orden de búsqueda o por necesidades nuevas que no se había n pre- dichas reglas).
visto antes.

El ta ller de aprendiz
El taller se propone, en este caso, como un lugar de trabajo programado con unas \
Segundo ~ivel: el taller como etapas organizativas propias y precisas y, a veces, establecidas por anticipado.
espacio de proyecto Existe el convencimiento de que se entra en el taller de aprendiz con el fin preci-
so de prepararse y aprender con vistas a un tiempo futuro, cuando se pueda con-
El ta ller como espacio programado siderar suficientemente experto. Q uien trabaja en el taller de aprendiz, pasado un
T El segundo nivel del taller se refiere al programa, está caracterizado por las ideas tiempo relativa mente breve, no debería sentirse desorienta do, porqu e posee
que mueven y utilizan según determinadas direcciones los materia les y los obje- un papel que se define paulatinamente y unas consignas que dejan cada vez menos
tos del almacén. El obj etivo es garantiza r la posibilidad de una in teracción eficaz espacio a la incertidumbre. Se trata, pues, de un trabajo guiado que, por una parte,
entre los actores del taller y los objetos en él co ntenidos según una intenciona- pretende renunciar a la improvi sación y a la fa lta de puntos de referencia estables,

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LAS CARACTERISTICAS METODOLÓGICAS DEL TALLER L AS CARACTERfSTICAS METODO LÓGICAS DEL TALLER

pero que, por otra, no renuncia a favorecer el crecim iento de quien trabaj a en él Tercer nivel: el taller como
habitu almente y, por consiguiente, no pierde de vi sta la investigación, el hallazgo estudio de arte
de soluciones nuevas, la inventiva, la creatividad.
El taller como lugar de formación
El museo El tercer nive l del tal ler co rresponde al curso de formación, al manual de ins- \
l El taller como museo se distingue del simple depósito y el almacén porque los ob- trucciones, a la preparación necesaria para conseguir un uso optimizado de los
j etos que exhibe (las obras de arte, las piezas, etc.) no se amontonan ni se alma- recu rsos. Exige apertura, fl exibilidad, creatividad, disponibilidad al debate y la in-
cenan al azar, sino que se ordenan según una lógica precisa y fun cional tegración recíproca de los recursos. l
(cronológica, de unidad de estilo, de homogeneidad, de ti pología de los materi a- Este tipo de taller coloca directamente en el punto de mira las estrategias
les expuestos, etc.) para su uso según diferentes parámetros. El visitante puede ob- del proyecto (las hipótesis de investigación, la composición artística ... ) y las cate-
servar uno tras otro los objetos expuestos y en este caso se habla de una gorías (esto es, las reglas y los instrumentos de partida) que explica n la organiza-
aproximación sencilla. Pueden adoptarse formas organizativas más complej as. ción de los objetos culturales. Este ámbito, de carácter marcadamente constructivo
En el taller como museo, el conjunto prevalece sobre las partes: ofrece si- y creativo, tiene en cuenta criterios enca minados a la transfiguración de la rea li-
multáneamente múltiples posibi lidades de lectura, se presta por igual a diversos dad: quien utiliza el taller de este modo se implica mucho en él, al punto de aca-
_J
tipos de interpretación, se pone a disposición, tanto del vi sitante inexperto, bar encontrando algo diferente y nuevo.
como del investigador veterano. La tarea de guardi án celoso del taller como Este tercer nivel del tal ler se plantea de va rios modos: proponemos el juego,
museo y de animador constante compete al maestro que, al disponer los mate- el estudio creativo, el taller como caldo de cultivo y los talleres didácticos de di-
ri ales y preparar los itinerari os de trabaj o, pone en evidencia los procesos que seño urbanístico.
están detrás de los fenómenos, exalta las potencialidades, presta atención cons-
tante a los itinerarios que hacen posible los resultados fij ados por quien trabaj e El taller como juego
en el ta ller. El ta ller pasa a ser un juego cua ndo sus instrumentos y sus lenguajes forman parte ¡
de un patrimonio personal adquirido con seguridad, firme, conso lidado. Sólo en
El taller como impronta cultural este caso las competencias derivadas del trabajo de investigación en el ta ller pue-
El tall er se co nfigura también como lugar en el que se favorece la impronta cul- den aumentar, transformarse en auténticas capacidades innovadoras y creativas.
tural. El términ o se toma aquí prestado de la etología y, en concreto, del significa- Así pues, el taller no es sólo un espacio donde se trabaja con esfuerzo, sino que
do que le da Edgard Morin : puede convertirse también en una diversión donde el trabajo es motivo de satis- J_
La impronta cultural se inscribe cerebralmente desde temprana edad a través de {...] facción y reali zación personal.
inscripciones primigenias que marcarán irre versiblemente la mente individual en su
modo de conocer y actuar' . El taller como estudi o creativo
El tal ler se propone también como lugar de creación e invención: es el reino de la 1
-¡ El taller se conv ierte, en otras palabras, para quien esté dentro de él y fantasía, de la capacidad de buscar soluciones nuevas a problemas conocidos y de
cuando se active el mecanismo oportuno, en una ocasión formidab le para rea- encontrar respuestas satisfactorias a problemas nuevos. _¡__
liza r experiencias de crecimiento complej as, determin antes, a partir de posibil i- A parti r de materiales o de situaciones conocidas, se llega a soluciones a \
dades de desarrollo imprevistas de forma, podría decirse, natural, o sea, sin un veces imprevistas y nuevas. La solución de problemas no resulta en este caso el
_/
excesivo esfuerzo aparente. único objetivo. Aunque el ta ller conl leva la reali zación de algo práctico sobre la

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LAS CARACTERISTICAS METODOLÓGICAS DEL TALLER LAS CARACTERISTICAS METODOLÓGICAS DEL TALLER

base de una intención, un objetivo o incluso una exigencia previa, es extraño que fu nciones: almacén-contenedor de objetos, instrumentos y materiales, y lugar bien
qu ien se dispone a desarrollar una tarea se limite a la solución del problema sin equipado para el desarrol lo de investigaciones y experimentos.
dotar a su trabajo de cierta impronta personal, una nota de co lor exclusiva, un es-
ti lo original. La función del taller, en otras palabras, puede ser también estética. El depósito de materiales
Proponemos, como ejemplo, una hipótesis de laboratorio científico. Como depó-
El taller como caldo de cultivo sito de materiales, el taller científi co-ambiental acoge en su interior:
T Este concepto también pertenece a Morin • El caldo de cultivo se utiliza en la cien-
2
• Obj etos de di ferente tipo y para diversas funciones: objetos de uso común
cia bi ológica y co nsiste en un líquido, con abundantes nutrientes, que favorece es- en la vida diaria (contenedores para polvos y líquidos, cajas, ta rros, tijeras,
pecialmente la vida y la rápida reproducción de los microorganismos. Se trata de cola, trozos de cuerda, bastoncillos, etc.); co lecciones (botones, conchas,
un elemento ca racteri zado por el intercambio abundante de genes e informacio- mo nedas, tapas, perlitas, gomas elásti cas de d istintas medidas, piedras pe-
nes del código genético. Del mismo modo que un ambiente caliente y nutriente queñas y grandes, hierbas y hojas secas, etc.) .
representa el mejor ambiente para el desarrollo de microorganismos, el taller de M ateri ales básicos (mesas, sillas, armarios, paneles en las paredes para he-
este nivel debería representar un terreno de cultivo especialmente favorable para rramientas, estanterías cerradas y abiertas, contenedores de va rios tamaños,
el intercambio de ideas. Por encima de todo, se trata de un intercambio particular recogedores, papel de embalar, ca rtulinas, ca rtones, cubetas, botel las, azú-
y único: el interca mbio del patrimonio genéti co significa generación, desarrollo, car, harina, etc.); materi ales para la información/observación (bolígrafos y
apari ción de nuevos individuos; del mismo modo, el taller representa ese hábitat lápices, cuadernos y folios para coger apuntes, colecciones de fotografías
educativo completamente parti cular en el que se produce más que en ningún otro y dibujos, fichas listas para rellenar - por ejemplo, para la realización de un
lugar el intercambio y la mul tiplicación (la reproducció n/generación) de ideas. herbolario o de un muestrario de hoj as secas-, mesa luminosa, proyector de
diapositivas, pantal la); o para el archivo/documentación (fundas, caj as para
guardar materia les, archivadores con la documentación de las experiencias
Los tres tipos de taller reali zadas, y grabaciones de vídeo y audio).
• Instrumentos de observación (lupa, papel tornasol, cuerda, polea, tenazas,
Diferentes moda lidades organizativas grabadora, cámara fotográfica, cámara de video) y de medición (papel mili-
Desde el punto de vista de la organi zación y el uso, se reconocen tres tipos de metrado, contenedores graduados, barras con muescas, pesos, máquinas para
ta ller: el taller organizado dentro de los espacios de la escuela infantil, el taller medir piedras, globos, balanza, báscula romana, termómetro, imán, etc.).
externo o de zona y el taller en maleta. An te la imposibi lidad de tratarl os en
profund idad, nos li mitaremos a proporcionar un ej emplo de enfoque científico- El taller para el estudio y la experimentación
ambiental. Continuando con el ejemplo en el ámbito científico, el taller como lugar de estu-
dio y experimentación se propone como un espacio equipado para la actividad de
investigación. En este sentido debe:
Un ejemplo de taller interno • Tener los materiales y herramientas ordenados, listos para su uso y fác il-
mente disponibles; para eso, es oportuno prever la distribución de ta reas
Qué es (entre los maestros) para mantener el ta ller siempre operativo.
El taller interno consiste en un espacio dentro de la escuela infantil (por ejemplo, Permitir el trabajo en grupos pequeños que pu edan operar libremente, pero
una habitación) equ ipado adecuadamente para desarro llar simultáneamente dos que estén guiados preferi blemente por un adulto.

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