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QUEJA, MURMURACION Y REBELION

Hebreos 3:7-8, 14,15


Por lo cual, como dice el Espíritu Santo:
Si oyereis hoy su voz,
No endurezcáis vuestros corazones,
Como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto,
Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta
el fin nuestra confianza del principio,
Entre tanto que se dice:
Si oyereis hoy su voz,
No endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación
Salmo 95:8-9
No endurezcáis vuestro corazón, como en Meriba,
Como en el día de Massâh en el desierto,
Donde me tentaron vuestros padres,
Me probaron, y vieron mis obras
Meriba: Hebreo "lucha [rencilla, disputa, querella, queja, altercado]"
donde contendieron con Moisés
“Massâh” hebreo "examen, prueba" o "tentación" Probaron a Dios
Dos nombres diferentes, dos significados diferentes, dos quejas diferentes y dos
resultados diferentes

La queja y la murmuración son dos bichos muy peligrosos que si los aceptamos
nos llevan a un estado muy peligroso de la rebelión

De la queja a la murmuración solo hay un paso y muchas veces nosotros mismos


lo damos o satanás nos ayuda a darlo
Muchas veces al igual que los israelitas tenemos vida, tenemos salud y aun así
somos quejumbrosos
Nos quejamos cuando aparentemente no podemos conseguir algo y culpamos al
Señor o a los demás

La queja y la murmuración nos acercan peligrosamente a la rebelión y Muchas


veces la consecuencia es la maldición

¿Dónde se manifiesta la rebelión del hombre en la práctica?


1.- Empieza con un pensamiento
2.- Luego razonamos ese pensamiento sea bueno o sea malo
3.- Lo expresamos en palabras
4.- Entramos en rebeldía con el Señor
Al expresarnos damos inicio a la murmuración y lo que viene después es la rebelión
DE LA QUEJA, A LA MURMURACION Y A LA REBELION

1.- Muchas veces nos quejamos de la situación en lugar de orar: Éxodo


17:2 Y altercó el pueblo con Moisés, y dijeron: Danos agua para que bebamos. Y
Moisés les dijo: ¿Por qué altercáis conmigo? ¿Por qué tentáis a Jehová?
a.- Tres formas de enfrentar una situación:
1.- Algunas de nuestras situaciones se pueden resolver seleccionando
cuidadosamente nuestras prioridades
2.- Algunas de nuestras situaciones se pueden resolver con la ayuda de un buen
consejero
3.- Algunas de nuestras situaciones sólo se pueden resolver con la oración
a.- Las actitudes, las palabras y los comportamientos muestran la rebeldía: Lucas
6:45 El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre
malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del
corazón habla la boca
b.- Como hijos del Señor siempre buscamos razones lógicas: Romanos 9:20 Mas
antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de
barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así?
Aquí es donde viene el peligro de entrar en caer filosofías
c.- Para no cuestionar al Señor debemos cambiar nuestra manera de pensar: 2ª
Corintios 10:5 Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el
conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo
¿Cuáles argumentos? Es que el Señor no me ayuda, es que el Señor se olvidó de mí
Las palabras rebeldes provienen del razonamiento rebelde y el razonamiento a su
vez se origina en el pensamiento. Por eso el pensamiento es el factor dominante
de la rebelión.
¿Cómo considera el Señor la murmuración?

2.- La queja, la murmuración y la rebelión vienen muchas como


consecuencia de vivir según los deseos de la carne: 2ª Pedro 2:10 Y
mayormente a aquellos que, siguiendo la carne, andan en concupiscencia e
inmundicia, y desprecian el señorío.
Atrevidos y contumaces, no temen decir mal de las potestades superiores
a.- Las muchas palabras: Proverbios 10:19 En las muchas palabras no falta
pecado; Mas el que refrena sus labios es prudente
b.- Tenemos todo el derecho de quejarnos, de murmurar y de rebelarnos pero hay
consecuencias: Proverbios 18:21 La muerte y la vida están en poder de la lengua,
Y el que la ama comerá de sus frutos
c.- La palabras vanas nos pueden extraviar: 2ª Timoteo 2:16 Mas evita profanas
y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad
Cuando queramos ser atacados por este tipo de pecado en particular debemos pedir
al Señor: Romanos 12:21 No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el
mal
3.- Nuestra queja, murmuración y rebelión puede afectar a otros: Salmo
106:32 “También le irritaron en las aguas de Meriba; Y le fue mal a Moisés por
causa de ellos”
Moisés no pudo entrar a la tierra prometida por causa de un pueblo rebelde
a.- No podemos permitir que nuestro corazón se endurezca: Hebreos 3:7-8 Por
lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros
corazones, Como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto
Las crisis, las malas experiencias, el dolor y la falta de algún bien nos puede llevar
a endurecer nuestro corazón y quejarnos murmurando en con contra del Señor
b.- La murmuración trae destrucción: 1ª Corintios 10:10 Ni murmuréis, como
algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor
La autoridad del Señor y los líderes se respetan

4.- La queja, la murmuración y la rebelión nos hace cuestionar al Señor:


Éxodo 17:7 Y llamó el nombre de aquel lugar Masah y Meriba, por la rencilla de
los hijos de Israel, y porque tentaron a Jehová, diciendo: ¿Está, pues, Jehová entre
nosotros, o no?
Esto es lo que hace la murmuración: cuestiona a Dios
a.- la murmuración enceguece y no nos deja ver las bendiciones del Señor: Salmo
106:25 Antes murmuraron en sus tiendas, Y no oyeron la voz de Jehová
b.- Se nos olvida que el Señor es nuestro proveedor: Nehemías 9:21 Los
sustentaste cuarenta años en el desierto; de ninguna cosa tuvieron necesidad; sus
vestidos no se envejecieron, ni se hincharon sus pies
c.- Se nos olvida que el Señor es nuestro guía: Éxodo 13:21 Y Jehová iba delante
de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en
una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche

CONCLUSION
La queja, la murmuración y la rebelión son un enemigo que muchas veces pasa
sutilmente y se mete dentro de nosotros.

Tenemos mil oportunidades de quejarnos, murmurar y rebelarnos, pero muy


oportunidades de cómo nos comportamos y pasamos las crisis

1.- Cuando aparece la crisis debemos orar, no murmurar


2.- Debemos controlar nuestros impulsos y deseos carnales para vivir una vida de
agradecimiento al Señor
3.- Antes de quejarnos, murmurar o rebelarnos pensemos en todo el daño y el mal
que podemos causar
4.- Antes de cuestionar al Señor debemos meditar

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