Professional Documents
Culture Documents
Introducción
La disciplina del ordenamiento territorial (OT), más que una moda pasajera del entorno
nacional e internacional, se ha transformado en una necesidad para cualquier
administración pública que pretenda lograr un desarrollo armónico del territorio bajo su
jurisdicción.
Con mayor frecuencia aparecen en los medios de difusión las palabras: ordenamiento
territorial, que en primera instancia hacen pensar en términos represivos: ordenar algo
caótico, desordenado o falto de equilibrio en un territorio. El imaginario colectivo lo
visualiza en términos restrictivos: prohíbe hacer. Si se lo planteara en lenguaje
jurídico tendría un carácter sancionatorio y no un carácter normativo. Si bien esta primera
acepción encierra algo de verdad, no lo es en sentido estricto.
Con el paso del tiempo estos términos han evolucionado hasta llegar a nuestros días,
cuando ha surgido la disciplina del Ordenamiento Territorial, cuya materia es la
consideración de todos los temas vinculados al soporte físico de las actividades
humanas, tanto urbano o rural.
Esta rápida enunciación de los cambios que se producen en nuestro tiempo, explican por sí
mismos la complejidad del tratamiento del espacio y de las variables que se deben tener
en cuenta para su manejo.
Anticipación y oportunidad
Estos son los dos conceptos que rigen la disciplina y si alguno de ellos está ausente en el
OT, se corre el riesgo de que sus objetivos nunca lleguen a concretarse.
La anticipación de los hechos por venir resulta del análisis ponderado de las
múltiples variables que actúan sobre el territorio considerándolo como un sistema
complejo. Elegidas las variables, se imagina que ocurriría en el sistema, actuando
sobre una o varias de ellas. No es otra cosa que la construcción de escenarios
prospectivos, es decir de escenarios futuros.
En primer lugar corresponde aclarar que muchas veces aparece el término “estratégico”
asociado al concepto de OT.
Los orígenes de la planificación estratégica son militares -strategoi-, eran los generales de
los ejércitos tribales griegos, líderes políticos escogidos, que dejaban las tácticas de
batallas a los líderes de las tropas, mientras ellos se dedicaban a gobernar en los asuntos
políticos.
La caja de herramientas
Cuando se emprende cualquier tarea, ya sea física o intelectual, las herramientas de las
cuales nos servimos, nos ayudan a lograr nuestros objetivos. La caja de herramientas es una
batería de instrumentos intelectuales que nos permiten alcanzar objetivos de ordenación
para el territorio, cuyas consecuencias son básicamente físicas en la distribución de
usos del suelo.
Los instrumentos de tipo indirecto son las leyes nacionales, de aplicación en todo el
territorio de un país. Las ordenanzas municipales son también leyes cuya jurisdicción
está definida por los límites de cada provincia y distrito y departamento y reglamentan la
higiene de la vivienda, el uso del suelo, las afectaciones de los predios respecto a retiros o
alturas, etc.
Son instrumentos del OT los Planes Directores, Planes Urbanos, Planes Especiales de
Reforma Interior y otros como Planes de Rehabilitación de Barrios.
Conclusiones
La razón de ser del OT radica en la imperiosa necesidad recaída sobre las jerarquías de
gobierno de todos los países para reequilibrar sus territorios en el horizonte de los
nuevos paradigmas tecnológicos.
Aunque parezca una frase grandilocuente, encierra sin dudas una cuota de veracidad,
pero aún falta analizar un punto: quién es la persona idónea para elaborar y llevar
adelante las propuestas de ordenación territorial. Históricamente ese rol lo ha asumido el
Arquitecto. Hoy esa exclusividad no la tiene un solo técnico. Por cierto que la formación
que posee un graduado de Arquitectura, es la que más se acerca al perfil requerido para
la tarea, pero en rigor quien mejor podrá actuar como coordinador de planes de OT,
será aquel que logre articular los intereses entre la sociedad civil, el ámbito político y los
intereses económicos.