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I.A REVOT.TrCIOK CONSTITIJCIONAI.ISTA.--BOCUMENTO N U M .

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a s i e i i t o l i i H iniHiuns (M)-i'fu|>t('liis y Ion IUÍSHWKH crrort* esta mc-dida


salvadora, y sobre todo dvilizadora, h a veuido a eoíijiirar, poniendo
esa p a r t e de l a ]e«,-i4aeión m e x i c a n a a la altura d e l a s d e los países
ittás c u l t o s de Ja t i a r i ' a e n las modernas swiedades.

i 22 d é m a r z o d e l m i s m o a i u d<: 191 ó .fui', e x p e d i d o e l d e c r e t o q u e


a l i m e n t ó h a s t a im 35 |>or c i e n t o e l j o n i a ] d i a r i o i x i g a d e r o a JOK oi.iroi'os e n
lo!s d e i K i i ' t a a n e n t o s y d e m á s d e p e n d e n c i a s de las Fábricas de H i l a d o s y
Tííjidos (le a l g o d ó n , l a n a , " j n i t e " y h e n e q u é n , e s t a b l e c i d a s en e l p a í s o

"Leales de Coalimla," Feliciano Mendoza; Teniente. J . Flores Santos; Teniente, Adolfo


Treviño; Subteniente, Juan G-. González; Capitán 2o., Pederico Garduño; Subteniente, Á.
Losano Treviño.
Los Jefes y Oficiales en el campo de operaciones de Monclova se adhieren y secundan el
Plan firmado el día de ayer en i a Hacienda de Guadalupe.—Mayor, Teodoro Elizondo; Capi-
tán l o . , Ramón Arévalo; Capitán 2o., Francisco Garza Linares; Capitán So.. F. G. Gaiars;a;
Capitán 2o., MigTiel Euiz,

_ 'SOTA:—Este Manifiesto se publicó en el número 1 de " E l Constitueionalista," órgano


oficial de la Primera Jefatura, en Hermosiiio, Son., el 2 de diciembr», de 1913.

iSocHincnto tlúmero 59 »

E l P r o g r a m a d e l a Revolución Constltucionaiista
VENÜSTIANO CAKHANZA, PRIMER JEFE B E L EJERCITO CONSTITUCIOIÍAIISTA. EN^
CARGADO D E L PODER EJECUTIVO D E L A REPUBLICA MEXICANA,

Considerando:

ftue al verificarse el 19 de febrero de 1913, ia aprehensión del Presidente y Vicepresi-


dente de l a República por el ex-general Victoriano Huerta, y usurpar éste ei Poder T'úblico
la Nación ei dia 20 del mismo mes, privando luego de ia vida a los funcionarios legítimos, se
interrumpió el orden constitucional y quedó la República sin Gobierno legal;
Que el que suscribe, en su carácter de Gobernador Constitucional de Coahuiia, tenía pro-
testado de una manera solemne cumplir y hacer cumplir l a Constitución General, y que, en
cumplimiento de este deber y de t a l protesta, estaba en l a forzosa obligación de tomar las
armas para combatir l a Usurpación perpetrada por Huerta, y restablecer el orden consti-
tucional en l a República Mexicana;
ftue este deber le fué, además, impuesto, de una manera precisa y terminante, por Decre-
to de l a Legislatura de Coahuiia, en el que se le ordenó categóricamente desconocer al Go-
bierno Usurpador de Huerta y combatirlo por l a fuerza de las armas, hasta su completo de-
n-ocamiento;
ftue, en v i r t u d de lo ocurrido, el que suscribe llamó a las armas a ios mexicanos pa-
triotas, y con los primeros que lo siguieron formó el Plan de Guadalupe de 26 de mai20 de
1913, que ha venido sirviendo de Bandera y de Estatuto a ia Revolución Constitueionalista;
Que de los grupos militares que se formaron para combatir i a Usurpación huertísta, las
Divisiones del Noroeste, Noreste, Oriente, Centro y Sur, operaron bajo l a dirección de la P r i -
mera Jefatura, habiendo existido entre ésta y aquéllas perfecta armonía y completa coordi-
nación en los medios de acción para realizar el fin propuesto; no habiendo sucedido lo mis-
280 MEMORIA D E L A S E C R E T A R I A D E GOBERNACION*

que se e s t a b l e c i e r e n e n l o sneeMvo, aianentándcme t a m b i é n a u n 4 0 jxyv


e i e n t o los i^agos techos en dichas Fábiieas p o r labores desempeñadas a
df^stajo.
L a razón p o r l a c u a l foe p r o m u l g a d o e l aludido m a n d a t o , obedeció
a l a l z a c o n s i d e r a b l e aleamzada p o r l a s m e r c a n c í a s indispensable^; p a r a e l
sostenimiento de l a v i d a común, c o n e s p e c i a l i d a d en los centix)s indus-
t r i a l e s y f a b r i l e s . E s a alza d e t e r m i n ó coiTelativamente e l encarecimien-
to d e l pi«ecio de l a s u b s i s t e n c i a d e los t r a b a j a d o r e s , cuyoss jornales exi-

mo con l a división del Noíte, que, bajo l a dirección del general Francisco V i l l a , dejó ver
desde u n principio tendencias particulares y se sustrajo al cabo, por completo, a l a obedien-
cia del Cuartel General de l a Bevolución Constitueionalista, obrando por su «ola iniciativa,
al grado de que l a Primera Jefatura ignora tolavía hoy, en gran parte, los medios de que se
ha valido el expresado general para proporcionarse fondos y sostener l a campaña, el monto
de esos fondos y el uso que de ellos haya hecho;
Que una vez que l a Revolución triunfante llegó a l a Capital de l a República, trataba
de organizar debidamente el Gobierno Provisional y se disponía, además, a atender las de-
mandas de la opinión pública, dando satisfacción a las imperiosas exigencias de reforma so-
cial que el pueblo ha menester, cuando tropezó con las dificultades que l a Reacción había
venido preparando en el seno de l a División del Norte, con propósito de frustrar los t r i u n -
fos alcanzados por los esfueraos del Ejército Constitueionalista;
Que esta Primera Jefatura, deseosa de organizar el Gobierno Provisional de acuerdo
con las ideas y tendencias de los hombres que con las armas en l a mano hicieron l a Revo-
lución Constitueionalista, y que, por lo mismo, estaban íntimamente penetrados de los idea-
les que venía peisigniendo, convocó en l a Ciudad de México a una Asamblea de Generales,
Gobernadores y Jefes con mando de tropas, para que éstos acordaran u n Programa de Go-
bierno, indicaran en síntesis general las reformas indispensables al logro de l a redención so-
cial y política de la Nación, y fijaran l a forma y época para establecer el orden constitucio-
nal;
Que este propósito tuvo que aplazarse pronto, porque los Generales, Gobernadores y Je-
íes que concuriieron a las sesiones de l a Convención M i l i t a r en l a Ciudad de México, esti-
maron conveniente que estuviesen representados en ellas todos los elementos armados
que tomaron parte en l a lucha contra l a usurpación huertísta, algunos de los cuales se ha-
bían abstenido de concurrir, a pretexto de falta de garantías y a causa de l a rebelión que
en contra de esta Primera Jefatura había iniciado el general Erancisco Villa, y quisieron,
para ello, trasladarse a l a Ciudad de Aguascalientes, que juzgaron el lugar más indicado y
con las condiciones de neutralidad apetecidas para que l a Convención M i l i t a r contir.uase
sus trabajos;
Que los miembros de la Convención t i m a r o n este acuerdo después de haber confirmado
a l que suscribe, en las funciones que venía desempeñando, como Primer Jefe de l a Revolu-
ción Constitueionalista y Encargado del Poder Ejecutivo de la República, de que hizo en-
tonces formal entrega, para demostrar que no lo animaban sentimientos bastardos de ambi-
ción personal, sino que, en vista de las dificultades existentes, su verdadero anhelo era que
la acción revolucionaria no se dividiese, para no malograr los frutos de l a Revolución t r i u n -
fante ;
Que esta Primera Jefatura no puso ningún obstáculo a la translación de l a Convención
M i l i t a r a l a Ciudad de Aguascalientes, aunque estaba íntimamente persuadida de que, lejos
de obtenerse la conciliación que se deseaba, az había de hacer más profunda l a separación
entre el Jefe de la Dimisión del Norte y el Ejército Constitueionalista, porque no quiso que
se pensara que tenía el propósito deliberado de excluir a l a División del Norte de l a disou-
LA REVOLUCION CONSTITITCIONALISTA.—DOCUMENTO Nt?M. ?A) 231

g u o s lí-s :¡)Oiíj;.m f u o ' a de .su a l c a u c í úuu i(¡s a i l í c u l u s de luás aprciüiosa


üocesidad ]>nra e! so.=Te?diui(!nío de ellos y dt^ su.-- faiuüias. K,sa uiisina
a n g u s t i o s a situación d e los o b r e r o s se a c e n t u ó e b i z o m á s p r e c a r i a en los
de su (*lase que lai)oraba7i en las I n d u s í n a s textiles. A mayor abundn-
nijienro, ]m prt-cios de los -¡.u-oduetos elaluíi-fulos e n 1;ÍS Fábricas habían
(ireeido cousiderableiiientíí s i n que los s a U j i o s aumentasen también, co-
m o d e b i e r a sei- lo f(¡uitativ(>. D e b e h a c e r s e ob'servar que v a r i o s p i - o p i e t a -
r i o s a q u i e n e s los ] ) e r j u ( l i c a d o s h a W a n o c u r r i d o p i d i e n d o el mejoraüiien-

sión sobre ios asuntos más trascendentales, porque no quiso tampoco aparecer rehusando que
se hiciera el último esfuerzo conciliatorio, y porque consideró que era preciso, para bien de
la Revolución, que los verdaderos propósitos del general V i l l a se revelasen de una manera
palmaria ante la conciencia nacional, sacando de su error a los que de buena fe creían en
la sinceridad y en ei patriotismo del general V i l l a y del grupo de hombres que lo rodean;
ftue apenas iniciados en Aguascalientes los trabajos de la Convención quedaron ai des-
cubierto las maquinaciones de ios agentes villistas, que •ieseiripc-ñaron en aqaelia ei papel
principal, y se hizo sentir el sistema de amenazas y de presión, que, sin recato, se puso en
práctica contra los que. por su espíritu de independencia y sentimientos de honor, resistían
las imposiciones que el Jefe dr la División áeS ^Sortc hacía para encaminar a sr. antojo los
trabajos de la Convención;
Que, por otra parte, m.uelios de ios Jefes que concurrieron a la Convención de Aguasca-
lientes, no llegaron a penetrarse de ia importancia y misión verdadera que tenía dicha Con-
vención, y poco o nada experimentados en materias políticas, fueron sorprendidos en su bue-
na fe por la malicia de los agentes viliistas. y arraatrados a secundar inadvertidamente las
maniobras de la División del íloríe, sin llegar a ocuparse de la Causa del pueblo, esbozando
siquiera ei pensamiento general de ia revolución y el programa del Gobierno Preconstitucio-
nal que tanto se deseaba;
Que con el propósito de no entrar en una lucha de carácter personalista y de no derra-
mar más sangre, esta Primera Jefatura puso de su parte todo cuanto le era posible para IUIP
conciliación, ofreciendo retirarse del Poder siemprfi que se estableciera un Gobierno capaz de
llevar a cabo las reformas políticas y sociales que exige el país, Pero no habiejido logrado con-
tentar los apetitos de poder de la División del Norte, no obstante las sucesivas conncesiones
hechas por ia Primera Jefatura, y en vista de la actitud bien definida de un gran número de
Jefes Constitucionalistas, que. desconociendo ios acuerdos tomados por la Convención de
Aguascalientes. ratificaron su adhesión a i Pian de Guadalupe, esta Primera Jefatura se hfí
visto en ei caso de aceptar la lucha que ha iniciado la reacción que encabeza por ahora el
general Francisco V i l l a ;
Que la calidad de los elementos en que se apoya al general V i l l a , que son los mismos
que impidieron ai Presidente Madero orientar su política, en un sentido radical, fueron, por
lo tanto, los responsables políticos de su caída, y, por otra pai'te, las dsciaraciones termi-
nantes hechas por el mismo Jefe de ia División del Norte, en diversas ocasiones, de desear
que se restablezca el orden constituoionaí antes de que se efectúen las reformas sociales y
políticas que exige el país, dejan entender claramente que ia insubordinación del general
V i l l a tiene un carácter netamente reaccionario y opuesto a los movimientos del Constitucio-
nalismo, y tiene ei propósito de frustrar el triunfo completo de la Revolución, impidiendo
el establecimiento de un Gobierno Preconstitucional qus se ocupara de expedir y poner en v i -
gor las reformas por ias cuales na venido luchando ei país desde hace cuatro años.
Que, en t a i virtud, es un deber hacia ia Revolución y hacia la Patria proseguir la Revo-
lución comenzada en 1913, continuando l a lucha contra los nuevos enemigos de la libertad
del pueblo mexicano;
232 MEMORIA D E L A S E C R E T A R I A D E GOBERNACION

t o del . i o r n a l , se m a i i i f o s t a r o n a n u e n t e s a l a s o l i c i t u d , <lenti-o de l o r a z o -
n a b l e , s i e m p r e q u e l a m e d i d a se M c i ( í s e e x t e n s i v a a todais' las f á b r i e a s s i -
m i l a r e s . E l Cí-obiemo Constitueionalista no podía desaproveehaT una
o p o c r t i m i d a d e n l a c u a l , c o n c i l i á n d o s e l o s i n t e r e s e s sic'mpre e n c o n t r a d o s
d e l c a p i t a l y e l t m b a j o , se p u d i e s e b e n e f i c i a r a l T ) r o l e t a r i a d o c u m p l i e n d o
así, a u n t i e m p o m i s m o , las promesas d e l movimiento regenerador en
lo i - e l a t i v o a l a c u e s t i ó n s o c i a l i s t a n a c i o n a l , p o r f o r t u n a no t a n a g r a v a d a
n i de t a n d i f í c i l s o l u c i ó n como en otras Nacione.s mm ricas que la

ftue teniendo que subsirtir, por lo tantO; la interrupción del orden constitucional du-
rante este nuevo período de la lucha, debe, an consecuencia, continuar en vigor el Plan de
Guadalupe, que le ha servido de norma y de bandera, hasta que, cumplido debidamente y ven-
cido el enemigo, pueda establecerse el imperio de l a Constitución;
ftue no habiendo sido posible realizar los propósitos para que fue convocada l a Conven-
ción M i l i t a r de octubre, y siendo el objeto principal de l a nueva lucha, por parte de las t r o -
pas reaccionarias del general Villa, impedir l a realización de las reformas revolucionarias
que requiere el pueblo mexicano, ei Primer Jefe de l a Revolución Constitueionalista tiene la
obligación de procurar que, cuanto antes, se ponga en vigor todas las leyes en que deben
cristalizar las reformas políticas y económicas que el país necesita, expidiendo dicha» leyes
durante l a nueva lucha que va a desarroEarse;
ftue, por lo tanto, y teniendo que continuar vigente el Plan de Guadalupe en su parte
esencial, se hace necesario que el pueblo mexicano y el Ejército Constitueionalista conozcan
con toda precisión los fines militares que se persiguen en la nueva lucha, que son el aniquila
miento de la reacción que renace encabezada por el general Villa, y los principios políticos
y sociales que animan a esta Primera Jefatura, y que son los ideales por los que ha venido
luchando desde hace más de cuatro años el pueblo mexicano;
ftue, por lo tanto, y de acuerdo con e l sentir más generalizado de los Jefes del Ejéicito
Constitueionalista, de los Gobernadores de los Estados y de los demás colaboradores de la
Revolución, e interpretando las necesidades del pueblo mexicano, he tenido a bien decretaf
lo siguiente:
Artículo lo,—Subsiste el Plan de Guadalupe de 26 de marzo de 1913, hasta el triunfi-
completo de la Revolución, y, por consiguiente, el ciudadano Venustiano Carranza conti-
nuará en su carácter de Primer Jefe de l a Revolución Constitueionalista y como Encargado
del Poder Ejecutivo de l a Nación, hasta que, vencido el enemigo, quede restablecida la paz
Artículo 2o.—El Primer Jefe de l a Revolución y encargado del Poder Ejecutivo, expe-
dirá y pondrá en vigor, durante l a lucha, todas las leyes, disposiciones y medidas encamina-
das a dar satisfacción a las necesidades económicas, sociales y políticas del país, efectuan-
do las reformas que l a opinión pública exige como indispensables para establecer u n régimen
que garantice l a igualdad de los mexicanos entre sí; leyes agrarias que favorezcan l a forma
ción de la pequeña propiedad, disolviendo ios latifundios y restituyendo a los pueblos las
tierras de que fueron injustamente privados; leyes fiscales encaminadas a obtener u n siste-
ma equitativo de impuestos a l a propiedad raíz; legislación para mejorar l a condición del
peón rural, del obrero, del minero, y, en gemsral, de las clases proletarias; establecimiento
de l a libertad municipal como institución constitucional; bases para un nuevo sistema de
organización del ejército; reformas de los sistemas electorales para obtener la efectividad
del sufragio; organización del Poder Judicial independiente, tanto en l a Eederación como en
los Estados; revisión de las leyes relativas a l matrimonio y al Estado Civil de las personas;
disposiciones que garanticen el estricto cumplimiento de las leyes de Reforma; revisión de
los Códigos Civil, Penal y de Comercio; reformas del Procedimiento Judicial, con el propó
LA REVOLUCfOM CONSTITUCION A LISTA.—DOCUMENTO NUM. 3 9 233

jiiu'stm. ; L O S rt'íiailtíulo.s de ese D e c i - c t o i n e r o n t a n t o más plausibles


c u a n t o q u e delte i-oüsiderarsc, q u o l a j u s t i c i a más legítiuia iufo;i-maba las
sobcitudes de los perjudicadois.
Este d e c r e t o , lo UIÍSBIO que e l de 26 de a b r i l de 1915, q u e confirma-

ba e l e x p e d i d o p o r el ( i e n e r a l A l v a r o 0])i'egóri, e n Cela y a , e l 9 d e l m i s -
m o mes, o r d e n a n d o e l m e j o r a m i e n t o de salaiños, \ e l a u m e n t o a l m i s m o
t i e u i p o de 25 p o r e i e n t o d e l a r a c i ó n de cereales a s i g n a d a a los j o m a -

sito de hacer expedita y efectiva la administración de j u s t i c i a ; revisión de las leyes relativas


a la explotación de minas, petróleo, aguas, bosques y demás recursos naturales del país, pa-
ra destruir los monopolios creados por el antiguo régimen y evitar que se formen otros en lo
f u t u r o ; reformas políticas que garanticen la verdadera aplicación de l a Constitución de la
República, y en general, todas las demás leyes que se estimen necesarias para asegurar a
todos los habitantes del país la efectividad y ei pleno goce de sus derechos, y la igualdad
aníe l a l e y .
Artículo 3o.—Pava poder continuar la lucha y para poder llevar a cabo la obra de refor-
mas a que se refiere el artículo anterior, el Jefe de la Revolución queda expresamente auto-
rizado para convocar y organizar el Ejército ConslitucionaHsía y d i r i g i r las operaciones de
ia campaña; para nombrar a Jos Gobernadores y Comandantes Militai'es de los Estados y
removerlos libremenie; para hacer ¡as expropiaciones por causa de utilidad pública, que sean
necesaria,? para el reparto de tierras, fundación de pueblos y demás servicios públicos; pa-
ra contratar empréstitos y expedir obligaciones del Tesoro Nacional, con indicación de los
bienes con que han de garantizarse; para nombrar y remover libremente los empleado» fe-
derales de ia administración c i v i l y de los Estados y fijar las atribuciones de cada uno de
ellos; para hacer, directamente, o por medio de los Jefes que al efecto autorice, las requisi-
ciones de tierras, edificios, armas, caballos, vehículos, provisiones y demás elementos de gue-
r r a ; y para establecer condecoraciones y decretar recompensas por servicios prestados a Id
Revolución.
Artículo 4o,—Al triunfo de l a Revolución, reinstalada la Suprema Jefatura en l a Ciu-
dad de México y después de efectuarse las elecciones del Ayuntamiento en la mayoría de los
Estados de la República, ei Primer Jefe de la Revolución, como Encargado del Poder Eje-
cutivo, convocará a elecciones para el Congreso de la Unión, fijando en l a convocatoria las
fechas y los términos en que dichas elecciones habrán de celebrarse.
Artíciilo 5o.—Instalado el Congreso de ia Unión, el Primer Jefe de la Revolución dará
cuenta ante él del uso que haya hecho de las facultades de que por el presente se haya inves-
tido, y especialmente le someterá las reformas expedidas y puestas en vigor durante la l u -
cha, con el fin de que ei Congreso las ratifique, enmiende o complemente, y para que eleve
a preceptos constitucionales aquellas que deban tener dicho carácter, antes de que resta
blezca el orden constitucional.
Artículo 6o.—El Congreso de la Unión expedirá las convocatorias correspondientes pa-
ra la elección de Presidente de la República y una vez efectuada ésta, el Primer Jefe de la
Nación entregará al electo el Poder Ejecutivo de la Nación,
Artículo 7o,—En caso de falta absoluta del actual Jefe de la Revolución y mientras los
Generales y Gobernadores procedan a elegir al que deba substituirlo, desempeñará transito-
riamente l a Primera Jefatura el Jefe de Cuerpo de Ejército del lugar donde se encuentre
el Gobierno Revoiucionaiio al ocurrir l a falta del Primer Jefe.

CONSTITUCION Y REFORMAS,—H, Veracruz, diciembre 12 de 1914,

V, CARRANZA,

A l ciudadano Oficial Mayor Encargado dsl Despacho de Gobernación.—Presente.

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