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MANUAL DE

FRENOLOGÍA
EN QUE SE CONTIENEN
El estudio de caractéres y facciones, así como
sus respectivas ilustraciones.

Selección del libro


FISICA Y QUIMICA RECREATIVA
ó
El arte de parecer brujo siendo cristiano
Primera edición de 1897

EDITORIAL ZENOBIA
Reedición de Diana Pedraza.
 2007.
Bogotá,
Título de la edición original:
Física y química recreativas o sea Arte de parecer brujo siendo
cristiano.
Tercera edición.
Libreria de la Vda de Ch Bouret.
París.
1987.

Imágenes tomadas de:


Enciclopedia Ilustrada en lengua española.
Tomo segundo.
Editora Volcán, S.A. Editores.
República de Panamá.
1967.

Selección de textos y reedición: Diana Pedraza.


Editorial Zenobia
ISBN: XXX-XXX-XXXX-X

Impreso en Colombia.

 
Secciones que comprende
este libro

Reglas generales. 9
Los caracteres. 13
Las facciones. 17
Caracteres. 27
Los creadores de estas ciencias. 40
Gall y la frenología. 46

 
REGLAS GENERALES

El que quiera conocer a fondo una perso-


na, debe empezar por el estudio de su na-
turaleza y de su constitución. Muy raro será
equivocarse de esta manera, pues entre lo
físico y lo moral hay estrechas relaciones.
Las personas que han tenido la desgracia de
ver rota su espina dorsal, los jorobados en
una palabra, son casi siempre irónicos, mor-
daces, y revelan en sus palabras constante
amargura. Los contrahechos se distinguen
siempre por la cólera que sienten contra la
naturaleza que sólo ha sido para ellos una
horrible madrastra.
Todo el mundo sabe, por otra parte, que
las enfermedades cambian el carácter de las
personas, y que los que sufren del hígado o
del estómago rara vez muestran alegría.

 
Manual de frenología Reglas generales

Al estudiar el carácter de una persona se digno corrijan el efecto de la desilusión. No


puede ver fácilmente que, según la sociedad obstante, cuando un hombre ha sido feliz en
que una persona busca así son sus inclina- la vida, cuando ha obtenido todo o casi todo
ciones y sus ideas. Otra indicación que con- lo que se propuso siendo joven, y se ha vis-
viene tener en cuenta es la edad. Los jóvenes to más tarde rodeado de una familia sana y
son casi siempre pródigos, arrogantes, incon- numerosa, ese hombre se inclinará más a la
tinentes, voluntariosos, prontos en ejecutar bondad y a la alegría que a la desconfianza
sus deseos, inconstantes, fáciles, de hartarse y al recelo.
y de fastidiarse hasta de los placeres. Cosa que se debe observar, por lo que ya
En dicha edad se enfadan las gentes por hemos dicho, es esta, pues es muy raro que el
cosas de poco más o menos, carecen de ma- que no ha sufrido comprenda los sufrimien-
licia, creen con ligereza, están llenos de ilu- tos. ¡Cuántas personas hay que nacieron ri-
siones y de esperanzas, buscan el brillo y el cas, fueron mimadas por la fortuna, no tu-
renombre más bien que las cosas útiles, se vieron nunca que suspirar por una necesidad
enternecen fácilmente, y hablan a toda hora no satisfecha, y que luego son implacables
de su fuerzas de su instrucción y de su talen- con el pobre gamín de las grandes ciudades,
to porque áun no han empezado a tocar las que nace sin saber por qué ni cómo, que vive
dificultades de la vida. desnudo, descalzo, sin pan, sin abrigo, y has-
Los viejos son muy diferentes, pues los ta sin protectores en los primeros años, y que
desengaños les hacen no asegurar nada ni no tiene a veces más recurso que apoderarse
prometer cosa alguna; dudan de todo, mi- de lo ajeno para vivir!
ran todo por el lado malo, y sólo se ima- Tan es cierto lo que venimos diciendo,
ginar el mal, a menos que una inteligencia que en los buenos tiempos de la iglesia sólo
superior, una vasta cultura, un carácter puro a las personas de gran experiencia, sólo a los
  
Manual de frenología

que habían vivido y luchado mucho tiempo,


se concedía el título sublime de confesores.
Repárese que hacerlo así era dar muestras de
LOS CARACTERES
altísima sabiduría. Sólo el hombre de expe-
riencia personal, que además ha estudiado y
observado a los otros, sólo ese hombre sabrá
decir hasta dónde liega el límite de lo que
Las personas melancólicas (fig. 1) son en su
puede perdonarse, y cuándo se debe ser im-
mayor parte morenas,
placable con el que faltare.
frías, secas, de piel
De todo lo dicho se puede deducir que la
dura, con poco pelo
edad en que el hombre es más perfecto es
y este áspero y rizado,
la edad madura. El vigor del cuerpo y de la
de cuerpo enjuto, tar-
inteligencia dispensan de toda clase de exa-
días en sus resolucio-
geraciones; se tiene aún esperanza, pero se
nes, soñadoras, des-
conocen las dificultades; no se pierde en idas
confiadas, ingeniosas
y venidas un tiempo precioso, sino que se
y dotadas a menudo de mucha malicia, de
reflexiona antes de obrar, y una vez la resolu-
pocas palabras, secretas, disimuladas, tena-
ción tomada se va derecho al fin propuesto;
ces, poco a propósito para querer, aunque
se es con los otros justo, sin caer en los ex-
si para odiar, enemigas de los que las han
tremos de la severidad o de la indiferencia; y
ofendido y de los que ellas ofendieron, ava-
el carácter es por lo mismo más entero, más
ras, vengativas, irreconocibles; temibles, en
igual, más perfecto y completo.
suma, por sus vicios cuando en ellos caen,
como son admirables si les da por la virtud.

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Manual de frenología Los caracteres

Los linfáticos (fig. 2) duermen bien, tra- Los sanguíneos (fig. 4) son vivos, rápi-
bajan con constancia y dos en concebir las
sin fatiga durante horas ideas y en olvidar-
enteras, son irresolutos, las: necesitan hacer
tímidos, ni muy ardien- esfuerzos contra su
tes en el amor ni muy temperamento para
apasionados en la cóle- llegar a profundi-
ra; desconfían mucho zar, son valientes,
de los otros pero sobre arriesgados, se irri-
todo de sí mismos. tan con facilidad y
Los biliosos (fig. 3) son secos, de color se calman del mismo modo, pero pueden en
de limón, siempre un acceso de mal humor realizar acciones
tienen sed, dispo- que luego lloren amargamente cuando ya no
nen de poca saliva, tengan remedio, por lo cual es preciso que
duermen poco, son estén en guardia contra su impetuosidad.
prontos en todas las Generalmente los sanguíneos están alegres
acciones, soberbios, y gustan de ser agradables a los demás.
orgullosos, desean- Las personas nerviosas (fig. 5) no pueden
do que todo ceda trabajar mucho tiempo en cosas intelectua-
ante su voluntad, in- les, pero son profundas de entendimiento;
disciplinados, faltos de paciencia, prontos inclínanse a la tristeza y aparecen de ordi-
en enfadarse y calmarse, sobre todo si las nario lánguidas y sentimentales.
personas que han ofendido muestran de- El exceso de fuerza nerviosa ocasiona gra-
seos de reconciliación. ves enfermedades, y los nerviosos deben bus-
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Manual de frenología

car por esto siem-


pre el aire libre,
distraerse, hacer LAS FACCIONES
ejercicio físico y
no dejarse llevar
de la melancolía.
Ordinariamen-
Tan importantes como la mirada y la palabra
te, nadie tiene un
son las facciones, tratándose del conocimien-
temp er a mento
to de caracteres. Por eso vamos a decir algo
único; casi todos presentamos a la vez los
sobre ellas, siguiendo a los autores citados.
caracteres de varios temperamentos. Por esto
Los cabellos espesos indican una persona
hay que estar siempre en guardia al omitir
apasionada; los ásperos un carácter violen-
juicio sobre el carácter de las personas, y no
to. Los finos y sedosos, un natural tímido.
decir porque una sea nerviosa y otra sanguí-
En los niños la abundancia de cabello fuerte
nea, que la primera es profunda de inteligen-
denota melancolía futura; los cabellos cor-
cia y ligera la otra, lo cual es en ocasiones un
tos, erizados, significan fuerza, audacia, va-
grave error, que puede depender, por ejem-
nidad, menudo infidelidad.
plo, de que el sanguíneo participe a la vez del
Los cabellos un tanto rizados, sin exage-
temperamento nervioso, y de que el nervioso
ración, son signo de naturalidad, de fuerza
tenga también mucho de linfático, cosa que
serena y majestuosa, y de gustos sencillos.
daría al primero un temperamento superior,
Los que los tienen rojos son ordinaria-
y al segundo uno poco envidiable.
mente envidiosos, están llenos de jactancia,
soberbia y a veces se muestran inclinados

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Las facciones Manual de frenología

a hablar mal del prójimo. Las personas de siempre grandes acciones y obras poéticas
cabellos muy rubios son á propósito para inmortales.
todas las cosas dignas y agradables, aunque Las cejas finas indican buen carácter, de-
les gustan los elogios. El hombre de cabe- masiado tímido tal vez; las espesas carácter
llos negros y hermosos, ni muy ásperos, ni entero; las ligeramente arqueadas, bondad;
muy finos y algo rizados es estudioso, fiel, las rectas, entereza; las que se juntan sobre
capaz de secreto y suele tener en la vida mu- la nariz dan al hombre un aire que en oca-
cha fortuna. siones llega á ser casi feroz. Las cejas que no
La frente elevada y redonda indica un se juntan pero que están demasiado unidas
hombre liberal y alegre, de buena inteligen- indican tristeza. Las personas que carecen
cia, virtuoso y capaz de amistad. La frente de cejas son maliciosas.
llena y unida sin arrugas, significa un hom- Las pestañas muy pequeñas indican sus-
bre amigo de pleitos, un tanto vano y poco picacia. Las largas delicadeza de alma. Las
prudente. El de frente estrecha suele ser encorvadas hacia abajo astucia. Los párpa-
pronto en sus determinaciones, un tanto dos gruesos sensualidad, y cuando se les
colérico y ávido de belleza. mueve a menudo, timidez. El hombre de
Una persona de frente redonda sobre cara carnosa es importuno y poco pruden-
todo en las sienes, y que presenta estas un te. La seca indica avaricia, la grande pereza.
poco desnudas de cabellos, suele ser de cla- Los de cara pequeña no suelen ser liberales.
ra inteligencia, audaz y curiosa. La frente El rostro que suda á menudo indica un pro-
que acaba en punta por los lados suele ser pietario aficionado á los placeres de la mesa
vana. La frente demasiado ancha indica y amigo del lujo.
locura, que cuando no pasa de ciertos li- Los ojos grandes indican pusilanimidad;
mites suele llamarse genio, y ha originado los hundidos sutileza y malicia. Los que los
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Las facciones
Fig. 6
mueven con rapidez cerrándolos y abrién-
dolos son vivos, inquietos, trapisondistas y
alborotadores.
La mirada fija suele indicar debilidad
nerviosa. Una mirada infantil es signo -de
vida larga y feliz, Los ojos bellos, sonrien-
tes, significan afición al lujo; los amarillos, a
decepción; los pequeños, malicia; los que b
c
se dirigen ordinariamente hacia lo alto son
prueba de carácter bondadoso y de inspira-
ción poética. d
Si son rojos muestran un hombre incli-
nado a los placeres de la bebida; los ojos
muy ocultos por el cráneo denotan malicia
y gran memoria, sobre todo de las injurias
recibidas. Los ojos ardientes indican obsti-
nación. Ojos grandes y cejas grandes indi-
can corta vida. Los que los poseen suelen ser
sabios. Los ojos brillantes indican bondad;
si el brillo es vitreo, a menos de que no lo
produzca alguna enfermedad, el individuo
suele ser receloso. Los ojos muy negros son Tipico abuelo sordo con olor a guardado con
una casa llena de libros. Tiene muchos gatos.
señal de avaricia, los pardos indican valor
y confianza en sí mismo. Los ojos blancos
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Manual de frenología
Fig. 7
o muy claros, así como los muy azules, re-
flejan la timidez; los que abundan en venas
señalan predisposición a la locura.
a
Las orejas grandes y estrechas indican
larga vida; la grandes y anchas facilidad
para enfadarse; las grandes y colgantes
afición a las riquezas; las delgadas y secas,
b instabilidad; las muy pequeñas escasa vida
y malignidad; las ‘redondas anuncian un
c
carácter poco dócil; las pegadas a la cabeza
d bondad natural.
La nariz que va hasta la boca indica
bondad y audacia; la de ancha base gran
entendimiento; la de ventanas muy abier-
tas pasión; la remangada malicia; la fina,
delicadeza de sentimiento, aunque si a la
vez es larga, carnosa en la punta y amari-
llenta, da a la fisonomía un aire de doblez
poco agradable. La nariz un tanto gruesa y
vuelta en un extremo, a la vez que ancha de
Le gustan las guizas, toma trago, mujeriego, base indica magnanimidad; los hombres de
gala. nariz aguileña montan en cólera con faci-
Colecciona espadas y huele a caldo. lidad singular. Una nariz gorda y deforme
unida a un cuerpo pequeño es muestra casi
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Las facciones Manual de frenología

infalible de aficiones singulares a los favo- cos debe el individuo cuidarse mucho pues
res del dios Baco. tal vez no tenga lejos una enfermedad.
Las mandíbulas prominentes en la par-
te superior marcan malicia extrema; las
carnosas afición al lujo y a la vida fácil; las
secas malicia y desconfianza; las llenas de
pelo a pereza.
Boca grande indica locuacidad; la peque-
ña, y de escaso diámetro es signo de carácter
tímido, pacífico é infiel. Los labios gruesos
y encarnados hacen esperar incontinencia y
pasión; barba pequeña quiere decir impie-
dad; si es redonda manifiesta afeminación;
si larga facilidad en enfadarse; labios dulces
y rientes denotan pasión; los gordos y mal
formados estupidez; labios y boca húmedos
denotan malignidad y timidez.
Dientes largos y prolongados hacia el ex-
terior dice M. Halbert (l’Angers) indican
glotonería y facilidad para entrar en cólera.
Los débiles y espaciados o muy pequeños de-
notan corta vida. Los dientes grandes en un
hombre significan pereza, vanidad, simplici-
dad y buen entendimiento; cuando están se-
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Fig. 8

b CARACTERES

a
El justo y del injusto
dedicatoria
d
El justo tiene, según los autores que en esta
c
parte hemos citado, los ojos y la boca venera-
bles, de forma y carácter virginales, su mirada
es vehemente y terrible, llenos de luz los ojos,
que no aparecen humildes ni rudos, pero en
los que se lee cierta tristeza llena de dignidad.
El color de sus cabellos es oscuro.
La voz pastosa y de tonos ni muy bajos ni
muy agudos. Los ojos grandes, altos, colo-
cados a flor de la cara, brillantes y húme-
dos. Sus maneras son naturales y dignas.
El injusto tiene verdosa la parte inferior
Se jura sabio pero no le creen.
Si le endulzan el oído y el ego, es zalamero. de la niña del ojo; su mirada es seca; sus
ojos grandes é inclinados hacia la tierra.
Todas sus restantes facciones son muy mo-

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Manual de frenología Caracteres

vibles, y toman en ocasiones, sobre todo la práctica hay que tener en cuenta muchas
cuando mira con fijeza, una expresión ame- circunstancias, pues a veces se encuentran
nazadora. ojos que dan a una fisonomía la expresión
El hombre de bien tiene la nariz propor- de la calma y de la bondad, cosa que luego
cionada al resto de la cara, la fisonomía agra- hace desaparecer rápidamente una contrac-
dable, el aliento templado, el pecho ancho y ción forzada de la boca, por ejemplo. Lo
poderosos los hombros, poco seno y los ojos repito, de una vez para siempre; nuestro ob-
grandes y un poco hundidos, siempre abier- jeto no es dictar reglas que serian absurdas,
tos, oscuros y húmedos. Mirada triste, cejas sino contribuir a ilustrar el juicio de nues-
un tanto contraídas y la frente severa. tros lectores.
Como ya lo hemos dicho, el lector no
debe conceder completa confianza a todas Los atrevidos
estas indicaciones, que son sin duda de mu-
cha utilidad para el conocimiento de los ca- Según los autores, el hombre atrevido tiene
racteres, pero que engañan a menudo cuan- el aspecto severo, la frente surcada de arru-
do la persona que observa no tiene mucha gas, las cejas largas así como la nariz; boca
experiencia, no ha visto mucho mundo, y y dientes grandes, siendo estos últimos muy
no sabe distinguir y comparar. agudos, pecho ancho y mucha movilidad en
Decir que todo el que tenga el pelo áspe- la mirada.
ro, por ejemplo, será de carácter enérgico, y
Los temerarios
el de voz suave y agradable un tanto tímido,
seria un disparate. Lo único que se puede
Boca grande y que va hacia adelante, dedos
afirmar es que esos signos indican probable-
cortos y gruesos, ojos de extraordinario bri-
mente uno de los caracteres dichos; pero en
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Fig. 9 Fig. 10

a
a
b
b

c c
d
d

Chancho, glotón, aprovechado con las mujeres, Psicoanalista. Cariñoso pero de pocas palabras.
chistoso, le gusta la plata, habla de sus riquezas Muy buen esposo. Tiene muchos clientes por-
y mujeres pero no tiene ninguna de las dos. Se que inspira confianza.
odia con sus hermanos y padres.

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Fig. 11
Fig. 12
b
a
Regañón.
a Intelectual.
c Serio.
b Indiferente.
Frio.
Machista.
c

a
Fig. 13
b
c Manteco.
Tocón.
Se acuesta con la
secretaria.
d Perro.
Culto. Fuma pipa junto a la chimenea. Sabe de
filosofía y lee de política. Sus hijos lo aman, tie-
ne muchas empleadas en su casa llena de perros.
Es muy amable.
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Manual de frenología

Fig. 14
llo, frente áspera, las cejas echadas hacia los
lados, párpados duros y espesos y un tanto
a húmedos.
Malcriada. b
Arrogante. c Los soberbios
Complicada.
Malgeniada. Las cejas en arco que se elevan a menudo
Coqueta. d
Asquienta
bastante, vientre prominente, marcha lenta
y pretenciosa, pues los que poseen este ca-
rácter suelen pararse en las calles Como para
que los demás los contemplen y admiren.

Los tímidos

Fig. 15 Cabellera sedosa, poco acentuadas las fac-


a ciones, andar o lento o muy precipitado y
b poco a propósito para llamar la atención,
Hipócrita.
c ojos de mirar apagado, que se abren y cie-
Tramposa.
Quejona. rran frecuentemente, muslos delgados, ma-
d nos finas y largas, labios delgados, boca pe-
Variable.
queña, respiración débil, pecho escaso y sin
pelo, y voz temblorosa.

32 33 33
Caracteres
Fig. 15
Los valientes

a
Apostura digna y resuelta, cabello recio,
mirar franco y abierto, bien construidos;
pecho ancho, respiración igual y profunda, b
cuello robusto y algo carnoso, ojos húme- c
dos, cabeza más bien grande que mediocre
6 pequeña, orejas cuadradas, narices an- d
chas, brazos largos y las manos grandes y e
robustas.
f
Los perezosos

Frente ancha, el color de la cara parecido al


de la miel, mejillas carnosas, mirada dor-
mida, lengua tarda, cuerpo velludo, andar
lento, ojos grandes y faltos de expresión.

Los tristes

Cara llena de arrugas, frente flaca, ojos que Bobo.


miran siempre a tierra, humildes de aspec- Se cree super intelectual pero no lo es.
Está casado y tiene hijos.
to, brazos caídos, andar indiferente, voz
Pretende ser de alta sociedad. Se peina la calva
débil y cavernosa. Esos son sus principales y la quiere.
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Manual de frenología
Fig. 16
caracteres, pero recordamos lo dicho más
arriba sobre la conveniencia de no precipitar
los juicios, y de observar bien las personas,
antes de emitir una opinión sobre ellas.
a
c
Los misericordiosos
b
Suelen ser de hermosa figura, según M.
d Halbert, blancos de color, tienen los ojos
e
grandes, y las narices remangadas; lloran
con facilidad. Aman mucho al bello sexo,
f tienen siempre buena memoria, son inge-
niosos y astutos, tienen las cejas completa-
mente derechas y la frente despejada y tris-
te. En la conversación se distinguen por su
indulgencia; tratan siempre de disculpar las
faltas de los otros, en vez de agravarlas, y
son excelentes amigos.

Compara los políticos. Es un tipo aburridísimo,


de los que se va a teñir el pelo de negro hasta
sus setenta años. Sus hijos son unos patanes y su
esposa lo odia.

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Manual de frenología

Lavater

LOS CREADORES DE ESTAS CIENCIAS Jean Gaspard Lavater nació en Zürich (Sui-
za) en 1741, y murió en la misma ciudad
en 1801. Desde joven mostró una de esas
imaginaciones extraordinarias, que hacen
creer que el que la posee llegará a las mayo-
En todas las épocas, los hombres han trata-
res alturas 6 a las más gigantescas aberra-
do de conocer por la fisonomía el carácter
ciones. Lavater empezó su carrera literaria
de sus semejantes, pero hasta tiempos muy
escribiendo un folleto contra un magistra-
modernos no se ha pensado en reunir, sis-
do al que la juventud de Zürich detestaba
tematizar, y traducir en reglas los datos y
cordialmente, y como su familia era una de
observaciones acumuladas durante siglos.
esas antiguas familias reformadas muy se-
Como uno de los mayores encantos de la
veras, a pesar de que su padre era débil, su
literatura consiste en referir la historia de
madre lo envió a Alemania, para corregirle
los grandes inventos, nosotros vamos a con-
de sus tendencias revolucionarias.
cluir esta parte con dos breves biografías de
Vuelto a Zurich, Lavater estaba completa-
los que, recurriendo a la configuración del
mente corregido, y abrazó la carrera del sa-
cráneo y a las líneas de las facciones, han
cerdocio. Dedicose entonces a escribir libros
pretendido revelar al mundo el secreto de
de piedad, como las Consideraciones sobre
todas las conciencias: Lavater y Gall.
el estado de la vida futura, y publicó una
colección enorme de sermones y de poesías.
Sin embargo, Lavater no consiguió brillar
en la literatura, y la abandonó para dedi-
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Los creadores de estas ciencias Manual de frenología

carse de nuevo a escribir sobre teología. Fue semejante petición. Cuando los ejércitos
uno de los hombres que más han escrito. franceses invadieron el país, Lavater tomó
Apenas se comprende, dice uno de sus partido por las reformas.
biógrafos, cómo Lavater, que tenia ocu- Pronto comenzaron, sin embargo, las
paciones pastorales, pudo encontrar tanto exacciones de los invasores, y Lavater se
tiempo para dedicarlo a escribir. Sólo su- dirigió al director Rewbel pidiendo piedad
pliendo a la escasez de aquel por una distri- para sus compatriotas. Burlaronse de él y
bución de horas que seguía al pié de la letra, desterrároslo a Basilea, de donde no tardó
es como Lavater obtuvo tal resultado. Uno en volver, escribiendo entonces una Histo-
de los caracteres distintivos de esta gran ria detallada de su deportación en dos vo-
personalidad era la simpatía que inspiraba, lúmenes. Cuando Massena tomó a Zurich
ejerciendo sobre los que le hablaban un tal en el momento de entrar las tropas en la
ascendiente, que los mayores absurdos di- capital, Lavater se aventuró en las calles,
chos por él hubieran sido creídos, al menos tuvo una disputa con un soldado, y recibió
mientras Lavater hubiese estado presente. a boca de jarro un tiro en el bajo vientre, de
La Revolución francesa vino a turbar la cuyas resultas murió quince días después.
existencia serena de Lavater. Desde lejos, La publicación en 1774 de los Fragmen-
el gran movimiento de 1789 le sedujo. Ha- tos fisiognomónicos fue lo que puso el se-
biendo pedido los labradores de Zurich., llo a la reputación colosal de Lavater. Dos
que, a imitación de lo hecho en Paris, se Disertaciones preliminares sobre la idea, el
aboliesen los privilegios feudales de que carácter científico y la utilidad del estudio
Zürich gozaba, Lavater abrazó causa tan de las fisonomías precedieron desde 1772
justa. No se le escuchó, y los labradores la publicación de los cuatro fragmentos que
fueron castigados por haber presentado reunió con el título antes dicho.
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Los creadores de estas ciencias Manual de frenología

Este último libro es una obra magnífica Berlín condenó el sistema de Lavater. Poco
con grabados, en la cual los caracteres de los a poco han ido extinguiéndose los ecos de
hombres y de los animales, desde el león has- este gran nombre, pero de todos sus traba-
ta el sapo son estudiados según su confor- jos ha quedado en la ciencia un principio,
mación exterior, empresa tentada ya en los que hoy nadie rechaza, y que pertenece por
tiempos antiguos por Aristóteles y en los mo- tanto al caudal de conocimientos de la hu-
dernos por J. B. Porta y J. Ruarte. Al mismo manidad. Pudo Lavater equivocarse en los
tiempo que Lavater se ocupaban en el asunto detalles, pudo deducir mal, dejándose llevar
Lessing, Zimmermann y Pernetty. de su poderosa imaginación, pero estableci-
El libro de Lavater es un estudio psicoló- do queda que entre el alma y la fisonomía
gico de gran interés, por más que encierra hay estrechas é íntimas relaciones.
algunos detalles pueriles. Según el autor, El lector que desee más detalles podrá en-
la cara en el hombre y la cabeza en donde contrarlos en un libro que publicó el yerno
se puede conocer el alma Con ayuda de ese de Lavater, Jorge Gessner, en tres volúme-
principio, Lavater estudia todas las partes nes sobre la vida de su suegro.
de la cabeza presentando infinitas observa-
ciones. El sabio suizo vio su obra difundida
por toda Europa, en la cual la multitud se
dividió un instante en fisonomistas y anti-
fisonomistas. La pasión por Lavater y por el
libro de Lavater duró hasta que apareció la
frenología del Doctor Gall, quien comba-
tió a su adversario con las armas terribles
del ridículo. Por otra parte, la Academia de
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Manual de frenología

GALL Y LA FRENOLOGÍA Gall nació en Tiefenbrunn, en Baden, en


1758, y murió en Paris en 1828. Empezó
sus estudios de medicina en Estrasburgo y
los terminó en Viena. En esta última ciu-
dad quiso hacerse una clientela, pero no se
sabe si lo consiguió. En 1798 fue cuando
Gall manifestó por primera vez al público
su pensamiento de fundar una ciencia nue-
va. En Viena comenzó pronto a explicarla
públicamente, pero el gobierno lo obligó á.
suspender sus lecciones, haciendo así de él
un hombre perseguido, y por tanto, popular
y simpático. En Berlín, donde se le permitió
dar lecciones sobre la frenología, tuvo sin
El doctor Francisco José Gall, célebre mé- embargo escaso éxito, por lo cual marchó a
dico y fisiologista aleman, inventor de la establecerse en Dresde.
frenología creyó dar un golpe terrible al sis- Recorrió Alemania entera, Dinamarca,
tema de Lavater, y sólo vino a completarlo, Holanda, Suiza, y por todas partes se rie-
añadiendo al estudio de las fisonomías el ron de sus explicaciones, hasta que llegó a
de las formas de la cabeza por todo lo cual, Paris en 1807. Gall empezó por atribuirse
teniendo además en cuenta la historia, edu- la ciencia universal. Había visitado las uni-
cación y palabras de los individuos, se pue- versidades, las casas de orfandad, los tornos
de llegar a un conocimiento aproximado y y hospitales, las prisiones, los manicomios,
suficiente de los caracteres humanos. y visto al hombre en todas las circunstan-
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Gall y la frenología Manual de frenología

cias de la vida, como dice el Diccionario de 3. El cerebro es el órgano de todas las in-
Larousse, desde el hospital hasta el cadalso. clinaciones, de todos los sentimientos y de
Con todo lo cual y sus experimentos conti- todas las facultades.
nuos, había llegado a adquirir una ciencia 4. El cerebro está compuesto de tantos
extraordinaria. órganos particulares corno inclinaciones,
La emoción fue inmensa; los salones no sentimientos, y facultades distintas existen
oían más palabras que las referentes a fre- en el alma humana.
nología, y Gall acabó por dirigir al instituto 5. La forma de la cabeza y del cráneo, que
de Francia en 1808 una memoria sobre su reproducen en la mayor parte de los casos
sistema. Toda la doctrina de Gall fue re- la forma del cerebro, sugiere medios para
sumida por él mismo y su colaborador G. descubrir las cualidades y las facultades
Spurzheirn en dos obras voluminosas (una fundamentales.
de 4 y obra de 6 tomos) consagradas ambas Como lo dice el Diccionario de Larousse,
a la anatomía y fisiología del cerebro, y a la al cual seguimos en toda esta exposición, la
posibilidad de reconocer por su estructura originalidad de Gall, lo que en las anteriores
las capacidades, tendencias é inclinaciones fórmulas le pertenecía principalmente, era
de los individuos. la que lleva el número cinco.
He aquí los axiomas en que Galll hacia Según Gall, cuando se le ocurrió la pri-
descansar toda la frenología: mera idea de este sistema, no había más que
1. Las cualidades morales y las facultades sospechas de que las protuberancias de la
intelectuales son innatas. cabeza correspondieran a las circunvolucio-
2. El ejercicio o la manifestación de las nes del cerebro, pero Gall reunió en su casa
facultades morales depende de la organi- multitud de individuos de las clases bajas,
zación. dedicados a distintas ocupaciones : coche-
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Gall y la frenología Manual de frenología

ros, mandaderos, etc. Empezó el célebre colocar en el cerebelo los deseos genésicos,
doctor por captarse la confianza de sus gen- cosa que está demostrado hoy ser inexacta,
tes, y los preparó con vino, cerveza y dinero pues dicho órgano sirve sólo para ordenar,
a hablar francamente. para coordinar los movimientos.
Cuando estuvieron en buena disposición La segunda región explorada por Gall es
de espíritu, Gall los invitó a que le dijeran la región posterior del cerebro. El inventor
todo lo que supiesen recíprocamente unos de la frenología colocó en ella cinco órga-
de otros, tanto en lo que tocaba a sus buenas nos, a saber: el amor de la prole, la amistad,
corno a sus malas cualidades, y examinó de- la defensa de sí mismo, el orgullo y el de-
tenidamente las cabezas de unos y de otros. seo de la gloria. Spurzheim creyó descubrir
Gall llegó así a trazar la carta o plano también en dicho sitio el deseo de poseer
craneoscópico que Paris y el mundo ente- un hogar.
ro se arrancaron con una precipitación sin La tercera región, continúa Larousse, es la
ejemplo. Obsérvese que en todo esto tenia parte media del cerebro, donde Gall colocó
mucha, muchísima parte el amor propio y siete órganos: el instinto carnicero, el gusto
la vanidad. Cada cual quena saber si tenia por la mecánica, el sentido de la astucia, el
mucho o poco talento, y si sus facultades sentimiento de la propiedad, el órgano de la
morales y sensitivas alcanzaban considera- circunspección; sobre la cabeza, el sentido
ble o reducido desarrollo. de la firmeza, y entre el vértice de la cabeza
La frenología tuvo sus exageraciones, pero y la frente el sentido religioso.
vino a ser como un nuevo incentivo aplicado La región anterior del cerebro es uno de
a los progresos fisiológicos, y eso por lo me- sus dos polos, el polo frontal. Contiene tres
nos se lo debe la Humanidad. Gall incurrió órganos importantes: el sentido de las pa-
por fuerza en muchos errores, como el de labras, el del lenguaje y la memoria de las
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personas. Luego, por cada lado, otras ocho tinguir esencialmente en Gall, decía, de un
facultades : el sentido de los números, el de lado al autor del sistema de la frenología y
los colores, el de las localidades, la memoria de otro al observador profundo que ha in-
de las cosas, el sentido de los tonos, el espí- augurado con genio el estudio de la anato-
ritu cáustico, el metafísico, y por último la mía y de la fisiología del cerebro. »
sagacidad comparativa. Bichat, dice también Larousse, hacía del
Gall vino a sostener en resumen que el cerebro la residencia del entendimiento,
desarrollo de las facultades intelectuales es pero colocaba las pasiones, las cualidades
proporcional al de la frente y de la parte morales, en el corazón, en el estómago, el
superior de la cabeza. Citase habitualmen- hígado, etc. Gall fue el primero en demos-
te, en apoyo de esta teoría a la raza negra, trar que sólo en el cerebro, con excepción
que tiene la frente echada hacia atrás, y por completa de las demas partes del sistema
Consecuencia el ángulo facial muy agudo. nervioso, y de lodos los demás sistemas, que
La experiencia no ha dado completamente sólo en el cerebro residen las facultades mo-
la razón a Gall. Se ha comprobado en los rales é intelectuales.
manicomios que en la mayor parte de las También fue el inventor de la frenología
ocasiones el desarrollo de la región frontal quien primero dijo que la causa inmediata de
es más considerable en los idiotas que en las la manía, de la demencia y de la imbecilidad
gentes de inteligencia ordinaria. residía en el cerebro. Por último, Gall limitó
M. Lelut sostiene que el desarrollo de la racionalmente el papel que los materialistas
frente es tanto mayor, cuanto más se tiende de la Enciclopedia habían prestado a los sen-
hacia la imbecilidad completa. tidos, exagerando la importancia de estos.
He aquí los términos en que Flourens Pero, sin duda alguna, el principal defec-
juzgaba a Gall y su sistema: « Hay que dis- to del sistema de Gall era que surgía de él
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Gall y la frenología

un fatalismo más terrible que el de los secta-


rios de Mahoma. Si la doctrina del sabio de
quien nos ocupamos fuera completamente
exacta, la idea de la responsabilidad desapa-
recería completamente del mundo, y tam-
bién por tanto la del mérito.

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Se compuso en caracteres Garamond de 10 puntos.
Este es un ejemplar único.
Bogotá, Colombia.

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