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donde: ρw g es el peso unitario de agua.

Las dos ecuaciones anteriores describen la energía total contenida por el fluido,
donde el primer término es la energía de posición, el segundo término es la energía
debido a la presión del fluido sustentada por la columna de agua y el tercer término
es la energía debido al movimiento del agua. Las unidades de la primera de las dos
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ecuaciones anteriores son de L T o energía por unidad de masa y la segunda está
en unidades de energía por unidad de peso, es decir, newton-metros/newton, o
simplemente metros. Los tres términos de la ecuación de Bernoulli, cuando son
expresadas en energía por unidad de peso, están referidas a carga de elevación,
carga de presión y carga de velocidad, respectivamente.

El término "z" representa la carga de elevación en la última ecuación, o sea la


elevación a la base del piezómetro. En un sentido teórico, representa el trabajo que
se requiere para incrementar la elevación de un peso unitario de agua desde un
plano de referencia hasta una altura "z". Dicho de otro modo, cualquier cuerpo sobre
la superficie de la tierra tendrá una atracción gravitacional hacia el centro de la tierra.
Por tanto, para levantar este cuerpo en contra de la atracción gravitatoria se requiere
un trabajo, el cual se almacena en forma de energía potencial.

La cantidad p/ρw g representa la longitud de columna de agua dentro del piezómetro.


Dicho valor representa el trabajo que un fluido es capaz de hacer debido a la presión
que ejerce. A la suma de los términos carga de posición y carga de presión, se le
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llama energía potencial del fluido. El tercer término v /2g es la energía cinética o la
energía debido al movimiento del fluido. Como la velocidad del agua subterránea es
pequeña, la carga de velocidad es prácticamente igual a cero. Por tanto, la suma de
la carga de elevación z y la carga de presión p/pw g representan la carga total h en el
sistema. Esto es:

h = z + p/ρ w g
Dicho en forma simple, la carga total h es la suma de la elevación de la base del
piezómetro más la longitud de la columna de agua en el piezómetro. Por
consiguiente, la carga total en un punto se obtiene midiendo la elevación del nivel del
agua en el piezómetro. Sin embargo, el punto al que esta carga hidráulica se refiere
no es al nivel del agua, sino al punto que corresponde al extremo inferior del
piezómetro que tiene una elevación z.

En el sistema internacional, la carga de posición se reporta en metros por arriba de


un plano de referencia, usualmente el nivel medio del mar; la "p" es en pascales (Pa)
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o kg/m·s ; la pw en kg/m ; y g en m/s , por lo que es fácil analizar que a la carga
hidráulica le corresponden unidades de longitud (metros).

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3.1.1 Ley de Darcy y la velocidad del agua
subterránea

Con los experimentos que el ingeniero francés Henry Darcy realizó durante el siglo
pasado, se determinaron las leyes que gobiernan el flujo de agua a través de
columnas de arenas. El experimento, como se observa en la Figura 3.4, consistió en
pasar un volumen de agua a través de un cilindro de arena de longitud (L), con
sección transversal (A) hasta que se saturaran sus poros. El volumen de entrada de
agua Qe, al cilindro por unidad de tiempo fue el mismo que el volumen de salida Qs,
por lo que en este sentido, se estableció un régimen estacionario. Asimismo, con
manómetros colocados en los extremos P1 y P2 del cilindro, se midieron las
elevaciones del nivel del agua h1 y h2 con respecto a un plano de referencia (cargas
hidráulicas). Del experimento, Darcy concluyó que para un tipo de arena determinado
se tienen las relaciones siguientes:

Figura 3.4 Dispositivo para definir la ley de Darcy

El volumen de descarga es directamente proporcional a la diferencia de elevaciones


del nivel del agua entre h1 y h2 (cargas hidráulicas).

Q ∞ h 1y h 2 , cuando (L) es constante.


El volumen de descarga es directamente proporcional a la sección transversal del
cilindro por donde circula el agua:

Q∞A
El volumen de descarga es inversamente proporcional a la distancia entre puntos de
medición (Q∝l/(l1-l2)) cuando la diferencia de niveles de agua entre h1 y h2
permanece constante. Con base en las relaciones matemáticas anteriores, Darcy
propuso la siguiente ecuación que lleva su nombre:

Q = −K (h 2 − h 1 )/ (l1 − l 2 )A
En donde "K" constituye la constante de proporcionalidad utilizada. De una forma
más simple, la ecuación de Darcy se expresa de la siguiente manera:

Q = −KiA
donde: Δhagua
del niveli =del /Δl y ,entre
sé denomina
h1 y h2 gradiente hidráulico, Δh
(cargas hidráulicas), Δl == distancia
diferenciaentre
de elevaciones
puntos2de
medición P1 y P2 y A = área de la sección por donde circula el agua subterránea (L ).

El signo negativo se utiliza por convención, considerando que el flujo se mueve de


las cargas hidráulicas mayores a las menores. Es posible calcular la velocidad del
flujo de agua subterránea por medio de la ecuación anterior, para lo cual se dividen
ambos miembros de la ecuación entre el área efectiva de flujo:

Q/A = q = Ki
Sin embargo, se debe de reconocer que la ecuación anterior calcula la denominada
velocidad de Darcy o descarga específica (Q/A = q), que no es la velocidad efectiva
del flujo de agua subterránea, ya que no considera directamente que el agua
subterránea se mueve únicamente por los intersticios intercomunicados del material
poroso. Por esta razón, cuando se requiere la velocidad del agua que se desplaza
únicamente en los espacios abiertos del medio poroso, en dicha ecuación debe de
incluirse la porosidad efectiva del medio (ηe), con la que se calculará la velocidad
real promedio ( υ ) del movimiento del agua subterránea. En algunos métodos de
delimitación de zonas de protección de pozos es necesario calcular la velocidad real
promedio del agua subterránea, por lo que es muy importante la incorporación de
los conceptos previamente señalados. El término ( υ ) es la aproximación más
cercana a la verdadera velocidad del agua subterránea en el acuífero, que se puede
calcular por medio de:

Velocidad promedio del agua subterránea


v = q/η e = (K/η c ) i =
3.1.2 Redes de flujo (planta y
perfil)

La delimitación de zonas de protección de pozos se basa en la determinación de la


zona de contribución de agua subterránea. En la zona de contribución, todas las
líneas de flujo terminan en el pozo de bombeo. Por esta razón es importante
comprender los conceptos básicos que rigen la construcción de líneas de flujo y
equipotenciales en un dominio de agua subterránea. Es posible representar un
sistema de flujo de agua subterránea a través de un conjunto tridimensional de
superficies equipotenciales y líneas de flujo. Las líneas de flujo se refieren a la línea
imaginaria que delimita la trayectoria de una partícula de agua subterránea, cuando
sigue el patrón de flujo en el sistema espacial de aguas subterráneas. Son útiles para
visualizar la dirección y sentido del movimiento del agua subterránea. En un sistema
isotrópico, las líneas de flujo cruzarán en ángulos rectos a las líneas equipotenciales
(ver Figura 2.8).

Una línea equipotencial es una representación de los puntos dentro de un campo


bidimensional de flujo de aguas subterráneas, que tiene una misma carga hidráulica
total. En el caso de un sistema de flujo de agua subterránea tridimensional, el
conjunto de puntos consecutivos con igual carga hidráulica conformará una superficie
equipotencial. En el caso de anisotropía en el plano de flujo, las líneas de flujo
cruzarán a las líneas equipotenciales en un ángulo diferente del recto, según el grado
de anisotropía y la orientación del gradiente con respecto al elipsoide del tensor de
conductividad hidráulica.

La ecuación bidimensional de Laplace para condiciones estacionarias se puede


resolver mediante la construcción de una red de flujo. En este caso, a partir de un
sistema real (tridimensional) de aguas subterráneas, se selecciona una sección
bidimensional en planta o perfil. El conjunto de líneas equipotenciales y líneas de
flujo que resultan, es lo que se conoce como red de flujo. Una red de flujo
generalmente se traza considerando que el medio es isotrópico, pero con ciertas
transformaciones también puede ser útil en un medio anisotrópico. La construcción
de una red de flujo se basa en las siguientes suposiciones:

• El acuífero es homogéneo
• El acuífero está totalmente saturado
• El acuífero es isotrópico
• No existen cambios en el campo de potenciales con el tiempo
• El material geológico y el agua son incompresibles
• El flujo es laminar y la Ley de Darcy es válida

• Todas las condiciones de frontera son conocidas


La construcción de las redes de flujo es una de las herramientas más importantes
para el análisis del flujo del agua subterránea (Freeze y Cherry, 1979) por lo tanto, es
imprescindible en la delimitación de zonas de protección de pozos para
abastecimiento de agua potable. A continuación se presenta la serie de pasos en
secuencia lógica para la construcción de una red de flujo en el plano horizontal, bajo
los supuestos señalados anteriormente:

Identificar las condiciones de frontera del sistema


Elaborar un diagrama con las fronteras y los dos ejes X y Y, a la misma escala
Colocar los pozos con cargas hidráulicas conocidas
Identificar la posición de equipotenciales conocidas y las condiciones de las líneas
del flujo.
Posteriormente, se realiza el trazado del conjunto de líneas equipotenciales por
ensayo y error. Es conveniente iniciar por un extremo del campo de flujo y finalizar en
el otro extremo. Las líneas equipotenciales serán perpendiculares a las líneas de
flujo, paralelas a las fronteras de carga constante y en ángulos rectos a las fronteras
de no flujo. Las líneas equipotenciales estarán espaciadas para conformar áreas
equidimensionales, no necesariamente cuadrángulos, pero preferentemente que se
aproxime a esta forma. Finalmente, luego de borrar y redibujar mediante ensayo y
error las líneas de flujo y equipotenciales obtendrá la red de flujo correspondiente.

La red de flujo obtenida se puede utilizar para determinar la cantidad de agua que
fluye através de un sistema, mediante la siguiente fórmula:

q ′ = Kph/fi
Siendo q' = volumen total de descarga por ancho unitario de acuífero; K =
conductividad hidráulica p = número de canales de flujo limitados por pares
adyacentes de líneas de corriente; h = pérdida de carga total sobre la longitud de la
línea de corriente; y f = número de pérdidas de carga en el dominio del flujo.

La ecuación previa se utiliza en sistemas de flujo simples, con fronteras de recarga y


descarga. En cambio, para sistemas complejos es posible calcular la descarga para
cada tubo de corriente, considerando que q'= (K h) / f. Por lo tanto, el flujo total será
la suma de los flujos individuales de cada uno de los tubos de corriente.

Construcción de una red de flujo en perfil. Antes de detallar los procedimientos para
construir una red de lujo en perfil, preferentemente para sistemas de agua
subterránea a escala regional, es interesante señalar a manera de breve semblanza
que Hubbert (1940) fue el primero en presentir, una red de flujo dentro del contexto
de lo que se conoce como flujo regional, pero fue Tóth (1962, 1963) quién lo llevó
formalmente a cabo de manera matemática (Freeze y Cherry 1979). La contribución
más importante de Tóth (1962, 1963) es el concepto básico de que el patrón de flujo
del agua subterránea puede obtenerse matemáticamente como solución a problemas
formales de valores en la frontera (Freeze, 1969).

Posteriormente, Freeze y Witherspoon (1966, 1967, 1968) realizan un análisis teórico


del flujo de agua subterránea regional a partir de modelos analíticos y numéricos de
redes de flujo en perfil bajo régimen permanente. En las secciones es interesante
observar el efecto general que imponen la topografía, la geología y la relación entre
la profundidad del sistema con respecto a su extensión lateral, en la distribución de
sistemas de flujo de agua subterránea. Con estos antecedentes se elaboraron una
serie de estudios de carácter hidrogeológico con la aplicación de estos principios
teóricos referentes al estudio hidrodinámico en cuencas de aguas subterráneas.
Entre los ejemplos clásicos destacan los trabajos de Mifflin (1968), Freeze (1969b) y
Hitchon (1969a, 1969b). Actualmente, no son raros los estudios hidrodinámicos de
aguas subterráneas aplicando redes de flujo en perfil en algunas partes del mundo,
aunque en México no son muy frecuentes.
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