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NOVIEMBRE

DON QUIJOTE DE LA MANCHA

7. EL AMOR CORTÉS Y LA CREACIÓN DE LA AMADA IDEAL

El amor de D Quijote hacia Dulcinea es totalmente libresco y está inspirado sobretodo


en el amor del propio Amadís de Gaula hacia la bella Oriana. Pero también en otras
parejas como Tristán e Isolda, Lanzarote del Lago por la reina Ginebra, esposa del
sufrido rey Arturo, Orlando enamorado de Angélica... D. Quijote crea a su amada
Dulcinea del Toboso a la medida de los libros. Tanto los rasgos de la alta doncella
como la relación que se establece entre ambos seguirán las pautas del AMOR CORTÉS.
Esta corriente poética de desarrolló durante el siglo XII en el Sur de Francia y más tarde
se fundió con la tradición del “roman courtois”, novelas en verso que recogen toda la
tradición artúrica (los caballeros de la mesa redonda, Lancelot du Lac, el rey Arturo,
Perceval, el mago Merlín, la fata Morgana, la isla de Ávalon...)

Las características principales del amor cortés son:

 La amada pertenece a un nivel superior (princesa, reina, condesa...)


 Es desdeñosa con el amado. Ella se muestra fría y distante y por eso el caballero
necesita ganarse su admiración con esfuerzo, demostrando su valentía y fama.
 Ella responde al ideal de belleza medieval y renacentista (descriptio puellae):
ojos claros, cabello rubio y largo, piel blanca, pómulos rosados, cuello largo,
talle estrecho,..
 En cuanto al comportamiento, ella es inocente, cándida, no es consciente del
dolor que causa al amado; es a la vez tímida pero su mirada es capaz de matar de
amor al amante.
 Por otro lado el amor entre los dos es imposible porque pertenecen a mundos
diferentes.
 Si la amada se fija en el amado, sus encuentros tendrán que ser a escondidas y
correrán el peligro de ser descubiertos por el marido (gilós). El enamorado
puede llegar a la comunicación, con su inaccesible señora, después de una
progresión de estados: suspirante (fenhedor, en occitano), suplicante (pregador),
oyente (entendedor) y amante (drut). D. Quijote no pasa del segundo estadio –la
súplica mediante la carta de amor.
 El amor hacia la dama es el motor que mueve al caballero a emprender aventuras
arriesgadas e imposibles que le darán la gloria necesaria para merecerla.

Don Quijote necesita para ser un verdadero caballero andante una dama a quien dedicar
su esfuerzo y sus aventuras, y la halla en su misma aldea. Ya en el primer capítulo
cuando cae en la cuenta de que necesita una dama, escoge a una moza labradora llamada
Aldonza Lorenzo de la que él anduvo enamorado. D Quijote la escoge para hacerla
señora de sus pensamientos. En su imaginación Aldonza Lorenzo no responde a la
persona real que habita en la aldea; ésta se ha transformado en una princesa y gran
señora dotada de todas las virtudes de las damas librescas. D Quijote encuentra
necesario acomodar el nombre a las novelas y así, le parece que Aldonza Lorenzo no
hace honor a su dama y lo cambia por un nombre más pomposo y literario, el de
Dulcinea. Y como ella es natural del Toboso, la llamará Dulcinea del Toboso.

De este modo, a lo largo de sus aventuras, Dulcinea será la depositaria de todo su


esfuerzo y a ella hará presentarse a todos aquellos a los que venza.

Cuando D Quijote decide hacer penitencia en su retiro en Sierra Morena piensa en


ofrecer sus sacrificios a Dulcinea. La clave está en la curiosa relación que se establece
entre el personaje de los sueños, Dulcinea, y la moza Aldonza Lorenzo. A lo largo de la
obra hay tres momentos estelares en los que Dulcinea se alza en protagonista.

 En el capítulo XXV de la 1ª parte, en el retiro de D Quijote en Sierra Morena,


cuando le escribe una sentida y bella cara de amor que Sancho tiene que
llevarle. Por cierto en la carta D Quijote se dirige a Dulcinea recreando todo el
código del amor cortés. Sugiere que Dulcinea es altiva y fría, que él es su
esclavo y súbdito hasta la muerte y que espera que se digne a leer el mensaje
aunque solo sea por conocer el sufrimiento en que él se halla por su ausencia.
 En el capítulo X de la 2ªparte, cuando Sancho hace pasar por la mismísima
Dulcinea a una de tres labradoras que venían hacia ellos en sendos pollinos.
Hace creer a D. Quijote que él ha ido a su encuentro y ella ha accedido a seguir
al escudero para presentarse ante D.Quijote. En realidad se trata de tres aldeanas
que pasaban por allí casualmente. Sancho que ya sabe de qué pie cojea su amo,
le dice que aunque vea a tres labradoras es producto del encantamiento de
sabios malandrines. Y claro, D Quijote se lo cree y está seguro que todo se debe
a su mala fortuna.
 Y en el capítulo LXIV cuando se enfrenta al Caballero de la Blanca Luna y es
derrotado por este, exclama:
-Dulcinea del Toboso es la más hermosa mujer del mundo, y yo el más
desdichado caballero de la tierra, y no es bien que mi flaqueza defraude esta
verdad. Aprieta, caballero, la lanza y quítame la vida, pues me has quitado la
honra.

No obstante hemos de considerar que D Quijote veía en todo momento la realidad, solo
en su imaginación existía Dulcinea, pero, del mismo modo como una persona padece
alucinaciones o algún tipo de trastorno esquizoide, D. Quijote creía plenamente en su
dama y la adoraba como si existiese. En el capítulo XXV cuando Sancho descubre
quién es verdaderamente Dulcinea se asombra de que su amo la haya escogido siendo
no muy agraciada y ruda. Pero D. Quijote le responde:
-Por para lo yo quiero a Dulcinea del Toboso, tanto vale como la más alta princesa de
la tierra. No todos los poetas que alaban damas las tienen en realidad. ¿Piensas tú que
las Amarilis, las filis, las Silvias, las Dianas, las Galateas, las Fílidas y otras tales de
que los libros, los romances, los teatros de comedias están llenos, fueron
verdaderamente de carne y hueso? Las más las fingen por dar sujeto a sus versos y
porque los tengan por enamorados y por hombres de valor. Y así bástame pensar y
creer que la buena de Aldonza Lorenzo es hermosa y honesta; y yo me hago cuenta que
es la más alta princesa de este mundo... Y para concluir con todo, yo imagino que todo
lo que digo es así, y píntola en mi imaginación como la deseo, así en belleza como en
principalidad, y ni la llega Elena ni la alcanza Lucrecia.

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