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Participación ciudadana podría mejorar la política fiscal

Esta semana se dieron a conocer los resultados de la última Encuesta de Presupuesto Abierto
2017, que fue elaborada por la International Budget Partnership. Entre sus resultados, este
informe mostró que el Perú es uno de los países más transparentes en cuanto a publicaciones
sobre la asignación y ejecución del presupuesto público. Según la encuesta, el Perú es uno de los
11 países que publican ocho documentos al año en que se detalla la información en todas las
etapas del ciclo presupuestal. No obstante este resultado positivo, la encuesta encuentra que el
Perú está rezagado en cuanto a participación ciudadana en el proceso de formular, aprobar,
implementar y evaluar el presupuesto.

Avanzar en esto, según diversas investigaciones, ayudaría a mejorar los indicadores sensibles para
la población.

LAS EXPERIENCIAS

En primer lugar resalta un estudio elaborado por Miguel Jaramillo, investigador de Grade, junto a
Glenn Wright. Se llegó a la conclusión de que tener participación ciudadana voluntaria estaba
"fuerte y significativamente" asociado a políticas agrícolas más activas y efectivas. Otro estudio,
elaborado por Jaramillo y Lorena Alcázar, muestra evidencia contraria en el sector saneamiento.
La existencia de presupuesto participativo no tuvo relación significativa en cobertura ni
continuidad del servicio de agua potable a nivel de gobiernos subnacionales.

Los municipios con presupuesto participativo redujeron sustancialmente sus ratios de mortalidad
infantil, al mejorar la dirección y foco de las políticas. Además de los presupuestos participativos,
hay países que han ido un paso más allá para incluir a los ciudadanos.
Mendoza: "El déficit este año podría estar debajo de la regla del MEF"

Experto prevé que el gasto público, por dificultades en el sector construcción, podría mostrar
cierta debilidad. Enfatizó la necesidad de comenzar la consolidación fiscal elevando los ingresos

En el 2017, el gobierno incumplió su regla macrofiscal de déficit fiscal, el cual viene al alza este
año, al igual que la deuda pública.

La regla fiscal del déficit para el 2018 es de 3,5% del PBI, justificado en la necesidad de impulsar
la inversión pública. Esto en un contexto en que el panorama para el sector construcción es
sombrío. ¿Cuánto impacto puede tener esto?

¿De dónde van a venir las firmas constructoras para que reemplacen a las que están en
problemas?.

¿Esto podría jugar a favor del Estado en el cumplimiento de la regla?

Posiblemente, el déficit este año termine por debajo de lo que tiene como límite el MEF, de 3,5%.

Aun si no se cumpliera, el 2018 sería el sexto año consecutivo de política fiscal expansiva. ¿Qué
tan sostenible es eso?

Evidentemente, es imposible tener diez años de política fiscal expansiva. Nosotros, en general,
somos muy exigentes con la política fiscal y esa exigencia nos ha llevado a la situación que
tenemos ahora.

El techo legal de la deuda es 30% del PBI. En el 2008, cuando el Perú recibió grado de inversión,
fue la primera vez que la deuda se ubicó debajo del 30%. ¿Fue causa o coincidencia?

Yo creo que es causa. Por eso la mirada de largo plazo es tender a un déficit fiscal de 1%, porque
se estabiliza la deuda en un nivel razonable para un país como el Perú; y para que conserve el
grado de inversión.

¿Entonces, las reglas macrofiscales de deuda y de déficit son adecuadas?

No estamos en una situación de decir al gobierno que en este momento tiene que hacer el ajuste,
pero la perspectiva que debe mostrar es tendiendo al déficit de 1% del PBI, que al parecer es la
cifra que estabiliza la deuda alrededor de 30%.

Pensando en converger hacia ese déficit de 1% del PBI, ¿cuál considera que debe ser el ‘mix’
entre elevar ingresos y ajustar el gasto para lograr la consolidación?

Lo ideal, porque con eso consigues apoyar a la economía y también consigues la consolidación
fiscal, es a través de la presión tributaria. Esta te permite no poner mucha tensión en la
contracción del gasto, porque es poco flexible

¿Qué tan clave es el buen entorno internacional para este objetivo?

Si la situación internacional siguiera tan buena como la actual, y continuara la elevación de los
precios internacionales, posiblemente la consolidación sería más viable. En el escenario más
probable, la mejora se va a dar, pero va a ser modesta; entonces no habría un empuje tan
importante sobre la presión tributaria como el observado entre el 2002 y el 2012, en que los
precios de nuestras exportaciones se cuadruplicaron.

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