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1. FUENTES NO CRISTIANAS
El testimonio de Flavio Josefo
En el capítulo 3 del libro SVIII, dice: En aquel tiempo apareció un tal Jesús, hombre sabio, si es que
nos permitirle llamarle hombre. Porque realizó obras prodigiosas: era el maestro de los que reciben
la verdad con alegría, y arrastró a muchos de los judías y de los griegos. Se pensaba que era el
Cristo. Pero según el juicio de los principales entre nosotros, no lo era. A causa de esto, Pilato lo
crucificó y le dio muerte.
El testimonio de Tácito
Otro historiador no cristiano que en su obra hace mención de la figura de Jesús, fue el romano
Tácito. En el libro X de los Anales, escritos alrededor del año 100, describe el incendio de Roma
provocado por Nerón y dice en el capítulo 44: A fin de contrarrestar el rumor –que señalaba a
Nerón como el culpable de esta conflagración- él acusó a personas llamadas cristianos por las
gentes… El Cristo, de quien habían tomado el nombre, había sido ejecutado en el reinado de Tiberio
por el procurador Poncio Pilato, pero, aunque esta superstición había sido abandonada por el
momento, surgió de nuevo, no sólo en Judea, sino en la misma Roma.
El escritor romano, Plinio el joven, alude a Cristo en su carta a Trajano, escrita en el año 112 ó 113.
Plinio describe en ella la rápida expansión del cristianismo y de su culto en Asia Menor, donde los
cristianos cantan himnos a cierto Cristo considerado como Dios.
El testimonio de Justino
El filósofo Justino, en su Diálogo con el judío Trifon, transmite el juicio judío de comienzos del siglo
II acerca de Jesucristo: Jesús, el galileo, suscitó una secta impía o ilegal. Nosotros lo crucificamos.
Sus discípulos robaron el cadáver del sepulcro durante la noche y engañan a los hombres diciendo
que resucitó y subió al cielo.
2. FUENTES CRISTIANAS
El testimonio de San Pablo
Los testimonios más antiguos acerca de Jesús aparecen en las cartas de san Pablo, escritas desde
el año 51 ó 52. Pablo insiste en la vida terrena de Jesús, y de manera especial, en su pasión,
muerte y resurrección.
“Lo que les transmití fue, ante todo, lo que yo había recibido: que el Mesías murió por nuestros
pecados, como lo anunciaban las Escrituras, que fue sepultado y que resucitó al tercer día, como lo
anunciaban las escrituras […] que se apareció a más de quinientos hermanos a la vez: la mayor
parte viven todavía, aunque algunos han muerto. Después se le apareció a Santiago, luego a todos
los apóstoles. Por último se me apareció también a mi”… (1 Co 15, 3-9)
Los evangelios, aunque posteriores a las cartas de san Pablo, están escritos con material más
antiguo. En ellos hay, no sólo testimonios de fe; también contienen colecciones de fragmentos de
la predicación de los apóstoles sobre Jesucristo.
TALLER
Fecha de entrega: Lunes 13 de septiembre, 2010
1. ¿Por qué es segura la existencia histórica de Jesús?
2. ¿Qué diferencias hay entre lo que dice sobre Jesús Flavio Josefo y lo que dice Tácito?
Cuál de estos testimonios tiene más valor? Por qué?
3. De qué modo los testimonios no cristianos respaldan lo que conocemos de Jesús y lo
que nos dicen los evangelios?
4. ¿Qué importancia tienen las fuentes no cristianas que poseen testimonios sobre Jesús?
5. ¿En qué coinciden los testimonios no cristianos con los evangelios?
6. Realiza un cuadro sinóptico en que recojas todo lo expuesto en la lectura.