Professional Documents
Culture Documents
Muchos rituales del culto del Señor de la Muerte requieren regularmente la tierra
del cementerio o la tierra de una tumba. Este elemento importante está íntimamente
relacionado con el Señor de la Muerte y el poder de los Muertos, por lo tanto
deben ser manejados con el mayor respeto. Lo peor que uno puede hacer es ir a un
cementerio sin seguir alguna tradición o protocolo y “robar” la tierra de los muertos.
Este tipo de acto provoca la ira del Poderoso Esqueleto y de los Muertos que con
frecuencia castigan al delincuente y a su entorno trayendo miedo, dolor, enfermedad
y a veces la muerte.
Con el fin de evitar la ira de los Muertos y de su Señor, uno siempre debe pedir
permiso antes de realizar tales trabajos. Si se concede el permiso se debe pagar
por todos los elementos que se adquieren de los muertos y del cementerio.
Elementos
Procedimiento
La tierra del cementerio es regularmente utilizada dentro de los rituales del culto del
Santo. Esta debe ser comprada entre las 00:00 Hs. y las 03:00 Hs. un lunes o
sábado por la noche. Tendrá que traer con usted todos los elementos que usted
necesitará para el ritual y diríjase a un cementerio que considere adecuado y lo
suficientemente desolado como para sus trabajos. Una vez frente a la puerta del
cementerio haga una ligera reverencia, con el pie izquierdo pise tres veces el suelo
y diga:
Con el pie izquierdo dé un paso a través del umbral de la puerta del cementerio y
entre en la tierra sagrada de los Muertos. Camine hasta la séptima tumba (o en un
lugar apropiado si no se puede allí) y para el lado izquierdo del camino que está
caminando, coloque una vela negra frente a la tumba o cruz. Con la mano izquierda
golpeé tres veces el suelo y pida al Señor de la Muerte su permiso para comprar
el suelo sagrado (o cualquier otro elemento necesario) de su campo bendito de
cráneos y huesos. Explíquele dicha tierra se va a usar en trabajos con su nombre,
pida por sus bendición, su protección y potenciación. Encienda la vela negra fijando
su mirada en la llama alrededor de un minuto.
Camine muy lentamente, siete veces alrededor de la tumba elegida. Esto se debe
hacer en el sentido contrario a las agujas del reloj, a medida que sus pasos marcan
siete veces el círculo alrededor de la tumba, debe susurrar al muerto y pedirle que
le ayude con el trabajo que realizará con la tierra de su tumba.
“Te doy gracias oh alma hambrienta que habitas en esta tumba, te ofrezco
ahora estas ofrendas por la paga de este suelo bendito, que de acuerdo con
el antiguo pacto, ahora le compro de usted.”
“Acepta estas monedas como pago por la apertura de las Siete Puertas y el
cruce de los Siete Ríos de Oscuridad de la Muerte.”
Llene la mitad del agujero con tierra, luego coloque las velas blanca y negra una al
lado de la otra dentro del agujero a medio llenar. Encienda las velas y diga:
“En el nombre del Señor de la Muerte acepta ahora este aliento de fuerza, a
cambio deja que esta tierra que he comprado a su tumba llene de fuerza mi
magia.”
"¡Salve las almas de los Muertos y de los Espíritus del Reino de las
Sombras!"
"¡Salve el Señor Esqueleto! ¡Salve el Señor de todos los Cementerios!"
"¡Salve el Señor de la Poderosa Muerte!"
Con el pie izquierdo en primer lugar de tres pasos hacia atrás, de la vuelta, y sin
mirar atrás camine hacia una puerta que no sea por la que entró en el cementerio.
Justo antes de salir a través de la puerta, saque el pie izquierdo primero y tire las
tres monedas que quedan por encima de su hombro izquierdo como una ofrenda
final a las almas errantes y sus guardianes.
Además del principal uso que tiene este ritual que es la compra de tierra de los
muertos, también se lo puede utilizar con el fin de bendecir huesos u otros objetos
que se necesitan para santificar y dar fuerza a rituales, que necesitan la esencia de
la Muerte y de los Muertos. Durante tales trabajos, el ritual se lleva a cabo de la
misma manera como se lo ha enseñado, pero en lugar de tomar la tierra del agujero
hecho en el centro de una tumba (o desde el centro de una encrucijada u otro lugar
de poder), los objetos que se necesitan santificar se colocan dentro del agujero. Al
alma de la tumba o espíritu del lugar se le paga en la forma antes mencionada, se
cubre el agujero totalmente con tierra.
Dependiendo de la naturaleza del objeto que se ha enterrado y el motivo de su
entierro, la consagración a través de los poderes de la Muerte y de los Muertos, se
puede regresar después de tres noches como muy pronto, o después de un mes
lunar completo a más tardar, con el fin de recuperar el objeto enterrado. Los tipos
de ofrendas son exactamente las que ya se explicaron, estando a los pies de la
tumba haga una reverencia. La ofrenda debe darse en relación con la recuperación
del objeto sólo que esta vez como un pago para el objeto de poder uno tiene la
intención de desenterrar. Por ejemplo si uno ha adquirido un cráneo y otros huesos
humanos de un comerciante o una persona que no pertenece al culto de la Muerte,
será de gran importancia llevar a cabo este ritual de enterramiento con el fin de
cargar y activar los poderes de los huesos. El ritual también neutraliza las energías
negativas que se han acumulado en el interior huesos debido a la manipulación y la
falta de respeto de los profanos.