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La respiración: clave de la práctica de la oratoria

A la hora hablar en público o dar un discurso la forma tiene tanto o más poder
que el contenido. Por eso dos personas pueden provocar reacciones totalmente
diferentes diciendo exactamente lo mismo. Nuestro tono de voz y nuestro
lenguaje corporal transmite muchas veces más de lo que nos gustaría.

Tipos de respiración
1. Respiración profunda.
Especialistas de The Harvard Medical School señalan que con la respiración
profunda, también llamada diafragmática, abdominal o de ritmo, el aire entra
por la nariz y llena completamente los pulmones, se eleva la parte baja del
abdomen, dando como resultado mayor calma, control de la ansiedad y
tensión.

2. Inhalación por la nariz.


Al respirar por la nariz proteges tus cuerdas vocales de la resequedad. Con
ello podrías sentir sed y distraerte por la necesidad de hidratarte. Inhala por
la nariz lentamente hasta contar cuatro y exhala. Puedes repetir este
ejercicio durante cinco minutos.

3. Respiración pausada.
Si tiendes a agitarse mientras hablas, es importante que mantengas una
respiración pausada antes de tu exposición. Esto hace que tus músculos se
relajen y aumente tu concentración, aconseja Andrés Velásquez,
especialista en oratoria.

4. Respira antes de empezar a hablar.


Tomar aire permite conectarte tanto física como mental y emocionalmente.
También ayuda a que la laringe se estimule y relaje. Además, oxigenas el
cerebro, lo que te permite tener más claras tus ideas y a sentirte mejor.

5. Regula la velocidad.
Al dirigirte al público hazlo con una velocidad moderada, poco más lento que
cuando pláticas con tus amigos. Así evitas quedarte sin aire, también es la
forma más fácil de enfocarte en tu mensaje. La velocidad sugerida es de 130
a 170 palabras por minuto.
Un ejercicio práctico es aplicar una técnica de respiración todos los días, por
ejemplo, mientras estás en tu oficina, al conducir, antes de comer o dormir.
No necesitas mucho tiempo, son suficientes cinco minutos.

Practica de articulación:
Recitado: “no te rindas” de Mario Benedetti
No te rindas, aun estas a tiempo porque no hay heridas que no cure
de alcanzar y comenzar de nuevo, el tiempo,
aceptar tus sombras, enterrar tus abrir las puertas quitar los cerrojos,
miedos, abandonar las murallas que te
liberar el lastre, retomar el vuelo. protegieron.

No te rindas que la vida es eso, Vivir la vida y aceptar el reto,


continuar el viaje, recuperar la risa, ensayar el canto,
perseguir tus sueños, bajar la guardia y extender las
destrabar el tiempo, manos,
correr los escombros y destapar el desplegar las alas e intentar de
cielo. nuevo,
No te rindas, por favor no cedas, celebrar la vida y retomar los cielos,
aunque el frio queme,
aunque el miedo muerda, No te rindas por favor no cedas,
aunque el sol se esconda y se calle aunque el frio queme,
el viento, aunque el miedo muerda,
aun hay fuego en tu alma, aunque el sol se ponga y se calle el
aun hay vida en tus sueños, viento,
porque la vida es tuya y tuyo aun hay fuego en tu alma,
tambien el deseo, aun hay vida en tus sueños,
porque lo has querido y porque te porque cada dia es un comienzo,
quiero. porque esta es la hora y el mejor
momento,
Porque existe el vino y el amor, es porque no estas sola,
cierto, porque yo te quiero
La marcha triunfal de Rubén Darío

¡Ya viene el cortejo! la augusta soberbia de los


¡Ya viene el cortejo! Ya se oyen los pabellones.
claros clarines, Él dice la lucha, la herida venganza,
la espada se anuncia con vivo las ásperas crines,
reflejo; los rudos penachos, la pica, la
ya viene, oro y hierro, el cortejo de lanza,
los paladines. la sangre que riega de heroicos
carmines
Ya pasa debajo los arcos ornados la tierra;
de blancas Minervas y Martes, de negros mastines
los arcos triunfales en donde las que azuza la muerte, que rige la
Famas erigen sus largas trompetas guerra.
la gloria solemne de los
estandartes, Los áureos sonidos
llevados por manos robustas de anuncian el advenimiento
heroicos atletas. triunfal de la Gloria;
Se escucha el ruido que forman las dejando el picacho que guarda sus
armas de los caballeros, nidos,
los frenos que mascan los fuertes tendiendo sus alas enormes al
caballos de guerra, viento,
los cascos que hieren la tierra los cóndores llegan. ¡Llegó la
y los timbaleros, victoria!
que el paso acompasan con ritmos
marciales. Ya pasa el cortejo.
¡Tal pasan los fieros guerreros Señala el abuelo los héroes al niño.
debajo los arcos triunfales! Ved cómo la barba del viejo
los bucles de oro circunda de
Los claros clarines de pronto armiño.
levantan sus sones, Las bellas mujeres aprestan
su canto sonoro, coronas de flores,
su cálido coro, y bajo los pórticos vense sus rostros
que envuelve en su trueno de oro de rosa;
y la más hermosa las nieves y vientos del gélido
sonríe al más fiero de los invierno,
vencedores. la noche, la escarcha
¡Honor al que trae cautiva la extraña y el odio y la muerte, por ser por la
bandera patria inmortal,
honor al herido y honor a los fieles ¡saludan con voces de bronce las
soldados que muerte encontraron trompas de guerra que tocan la
por mano extranjera! marcha triunfal!...

¡Clarines! ¡Laureles!

Los nobles espadas de tiempos


gloriosos,
desde sus panoplias saludan las
nuevas coronas y lauros
?las viejas espadas de los
granaderos, más fuertes que osos,
hermanos de aquellos lanceros que
fueron centauros?.
Las trompas guerreras resuenan:
de voces los aires se llenan...

?A aquellas antiguas espadas,


a aquellos ilustres aceros,
que encaman las glorias pasadas...
Y al sol que hoy alumbra las nuevas
victorias ganadas,
y al héroe que guía su grupo de
jóvenes fieros,
al que ama la insignia del suelo
materno,
al que ha desafiado, ceñido el acero
y el arma en la mano,
los soles del rojo verano,
La entonación concepto de los planos torales
La cinestesia del orador: gestos, ademanes
La proxémica, los desplazamientos
La estructura del discurso
Practica
Discurso de Lincoln (19-XI1863)

Juramento del Monte Sacro


Simón Bolívar
"¡Juro delante de usted, juro por el Dios de mis padres, juro por ellos, juro por mi
honor y juro por mi patria, que no daré descanso a mi brazo, ni reposo a mi alma,
hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder
español!"

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