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A n trs ilc rntpr/;it ct O lioio, latidaMe- pueda rezar este Oficio digna,
mente .«r dice la sÍRuicnte O ra ció n ,
i|iic se i t za siem pre en sin gu la r y a
atenta y devotamente, y para
ry a l rl Sum o 1'nnlifíce Pio X concedió que merezca ser escuchado por
Indulgencia de i ien dias. vuestra divina Majestad. Por los
Oración méritos de Jesucristo nuestro Se-
brid , Señor, mis labios, •ñor. IJ . Amén.
para que yo bendiga Señor, os ofrezco estas ora
vuestro santo nombre; ciones uniéndome a las divinas
purificad mi corazón de todo pen intenciones que tuvisteis mientras
samiento vano, malo o importu vivíais en la tierra, cuando dabais
no; iluminad mi entendimiento e a vuestro Padre celestial las ala
inflamad mi voluntad para que banzas debidas.
MAITINES
A n te todo se reza en scc ic to el i ’ ®-
nuestro. Apresurémonos a pre
drenitestro, A v e M uría y Credo. D e s
sentarnos ante su acatamiento,
pués se dice en voz clara el V erso :
P a r a l a IV L e c c ió n
Bcnd.— El Padre eterno nos
tendiga con bendición perpetua. Bend. — Dios Padre ^omnipo
JJ. Amén. tente, séanos propicio y clemen
te.
I t ie ff o s e 'lir.ru r n rada n n n i l r lo*
•n’titrnos, las Lecciones, según ie<|nir IJ. Amén.
■ el O ficio ocurrente, y al fui de cada
rcción se dice: P a r a l a V L e cció n
y . Mas, Vos, oh Señor, com-
wdeccos de nosotros. Bcnd.— Cristo nos conceda los
1J. Á Dios gracias. goces de la vida perpetua.
JJ. Amén.
Después de cada T.ccri<<n que mi pre
'la inm ediatam ente al H im no .Ir
rutn, se dice el conveniente Respon-
P a r a l a V I L e c c ió n
lio , y al fin drl úllim n Responsorio
■ cada N octurno se añade el V erso : Bend.— Dios encienda en nues
/VinV» Patri, et FU¡o rt S p ir itu i Snnct>'.
el Responsorio se repite desde el
tros corazones el fuego de. su
Morisco *, y si fn ric n dos, desde amor.
. Amén.
P ara la II L e c c ió n
1. S egú n opinión com ún <l«* los litiircist.is, por rey se entiende en este caso
y otros sim itares, el je fe «le E stado, aunque no se tin te «le nn m onarca, sino
«le un em perador, presñlente «le la República, etc.
toles Pedro y Pablo, del bien D espués de la últim a O ra ció n se
aventurado N., y de todos los añade:
Santos, a fin de que disipados , y . E l Señor sea con vos
todos los errores y adversidades, otros.
os sirva vuestra Iglesia con se ]$. Y con tu espíritu.
gura libertad. Por el mimo Cris y . Bendigamosal Señor. ]£.
to Señor nuestro. 1£. Amén. A Dios gracias. ^
II E n esta O ra ció n , cuando se llega a y . Las almas de los fieles
la letra N ., se nombra al T itu la r de la
propia iglesia, con tal que el T ítu lo
difuntos por la misericordia ds
no sea una Persona ilivin.i o un M is Dios descansen en paz. 1J. Asi
terio del S e ñ o r, o no se haya cclebra-
ilo su O ficio o hecho su Conm em ora
sea.
ción por razó n de su V ig ilia o de su D espués, en la pública recitación del
F ie sta, o no se le haya nombrado en O ficio, si se hubiere de sa lir del Coro,
esta m ism a O ración del S u fra g io . A d e y lo mismo en la recitación p rivad a,
m ás, si los T itu la re s fu eren los santos cuando se term ina el O ficio, o, «le otra
A n g e le s o san Ju an lia u lis ta , sus nom su erte, al fin de la últim a llo r a , se d i
bres se anteponen al de san José. E n ce P a le r noster, lodo en secreto. R e
todos estos casos, se om iten las pala zado éste, se añ ad e: V . J'.l S e ñ o r nos
b ras: del bienaventurado N . conceda su pus. 11. 1 ' la rñda eterna.
M as si el O ficio o la Conm em oración A m én .
fu e re de la bien aven turada V irg e n M a E inm ediatam ente se dice con su
ría, entonces se dice como en la s i V erso y O ración la A iitílu n a final de
gu ien te O ra c ió n ; adem ás, si en algún la bien aven tu rada M aría , que se indica
lu g a r, el T itu la r tu viese que ser nom al final de C o m pletas:
brado con form e la anterior K ú b rica , a n P o r últim o .se term ina, diciendo:
tes que todos los dem ás, al d ecir la y
O ración se om ite la partícu la con a n y . El auxilio divino esté
tes del nombre de los santos P ed ro y
Pablo, y se prepone al de san José. siempre» en nuestro favor. ]£. ,
Así sea.
A nt.— Intercedan por nosotros
ante el Señor todos los Santos.
y . El Señor ensalzó a sus PRIMA
Santos. Y escuchó a los que
a él clamaban. Padrenuestro, Ave María y
Credo.
O ración y . Oh Dios, venid en mi au
xilio. Gloria al Padre. Como.
Os rogamos, Señor, que nos Aleluya.
defendáis de todo peligro de al
ma y cuerpo, dándonos benigno Himno
la paz v la salud, por la in
tercesión del bienaventurado Jo p a r e c id o ya el astro del
sé, con los santos Apóstoles Pe día, roguemos a Dios, su
dro y Pablo y todos los Santos, plicantes, que en las ac
a fin de que, disipados todos ciones de esta jornada nos pre
los errores y adversidades, os serve de todo daño.
sirva vuestra Iglesia con se Que refrene y modere nuestra
gura libertad. Por nuestro Se lengua para librarnos del horror
ñor. de las discordias; que guarde»
Amén. como con un velo, nuestros ojos
tr
para que no beban en las aguas en <1 primer e¡><iuenid de las Laudes
feriales vuelve asimismo a tomarse pa
de la vanidad. ra la l’ rima de la l'e ria ocurrente, des
Puro sea lo íntimo del corazón pués de los otros Salmos.
Repetida integram ente la Antífona
y libre de cuanto envilece; que después del último Salmo, se dice la
la parsimonia del manjar y Capitula conveniente, a saber: En to
das las Dom inicas, aun las repuestas o
de la bebida quebrante la sober anticipadas, en la V igilia s privilegia-
Jas, en el Oficio de cualquier Fiesta u
bia de la carne. O ctava, y di* santa María en el Salario,
Para que cuando termine la la siguiente
jornada y el curso del tiempo noa
conduzca de nuevo a la noche, Capitula I Tim., 1, 17
conservando la pureza mediante A l Rey de los siglos inmortal
la abstinencia, cantemos la gloria e invisible, a Dios sólo sea
del Señor. dada la honra y la gloria por
A Dios Padre sea la gloria, y siempre jamás. Amén.
al Hijo su Unigénito, juntamente 1J. A Dios gracias.
con el Espíritu Paráclito, ahora
lía las T'Yri.is y V igilia s coruuncá
y por todos los siglos. Amén. se dicc:
E n el H im no precedente, y en los
«tros del mismo m etro, se om ite la con Capitula Zac., 8, 19
clu sión com ún, cumulo la rú brica pres
cribe una conclusión especial para to
llas las llo r a s . S i o cu rrieren varias
y^MAD la paz y la verdad, dice
conclusiones propias se toma la con clu el Señor omnipotente.
sión -del O ficio ocurren te, y en cas-}
i|iie no la tenga propia, se toma del
1J. A Dios gracias.
O ficio que se conm em ora en primer A dicha Capitula se añade el R es
lu ga r en tre los que tienen conclusión ponsorio breve, tal como sigue. Mas el
propia, o por fin se toma la con clu verso 1-'oí q m a lá is tentado a la
sión propia tic la O ctav a com ún ocu diestra Jrl Pudre, deberá om itirse cuan
rrente. tío esté prescrito un V erso especial,
Term in ad o el H im no, se em pieza la principalmente el del Oficio corriente,
A n tífo n a conveniente hasta llegar ul o hi no el del primer Oficio entre los
asterisco según ret|iiier;i el O ficio conmemorados cu Laudes i|ue tenga uu
ocurren te. V erso especial, o, por último, el dr
una O ctava común ocurrente o el l*ro
pió de Tiem po.
E n f.l O f ic io D o m in ica l
IJ. br. Cristo, Hijo de Dios
E n todos los Dom ingos fuera de las
O cta v a s «le C orpus y del S agrad o C o vivo. * Compadeceos de nosotros.
razón de Jesús, se dice la A n tífo n a Se repite: Cristo, Hijo de Dios
como en el S alterio.
vivo, * Compadeceos de nosotros.
y . Vos que estáis sentado a la
E n e l O f ic io f e r ia l
diestra del Padre. 1^. Compade
lín todas las F e ria s, la A n tífo n a d* ceos de nosotros, jlf. Gloria al
la F eria ocurrente, cuino en el Salle-
lio . Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo. I£. Cristo, Hijo de Dios
vivo, compadeceos de nosotros
D espués de incoada la A n tífo n a se
Jiceu tres Salm os convenientes al Oti- y . Levantaos, oh Cristo, y
cío del dia. ayudadnos. I£. Y libradnos por
II M as cuando se reza del segundo
i-sijuriua de I.andes, rl Satino omitido vWstro nombre.
onniN A iuo peí , o ficio m v iN o
P reces f e r ia l e s •
O eñor, tened piedad. Cristo,
^ tened piedad. Señor, tened C eñor, tened piedad. Cristo, te-
piedad. ned piedad. Señor, tened pie
Padre nuestro, en secreto has dad.
ta: Padre nuestro, en secreto hasta:
y . Y no nos dejes caer en y . Y no nos dejes caer en
la tentación. T}. Mas líbrano; la tentación. 1^. Mas líbranos
de mal. de mal.
Creo en Dios, en secreto hasta: Creo en Dios, en secreto hasta:
y . La resurrección de la y . La resurrección de la car
carne. II. La vida eterna. Amén. ne. I£. La vida eterna. Amén.
y . Yo, Señor, a Vos he ele y . Yo, Señor, a Vos he ele
vado mi oración. I£. Que desde vado mi oración. 1$. Y por la
la mañana mi plegaria se dirija mañana mi plegaria se dirija ha
hacia Vos. cia Vos.
y . Llénese de vuestros loo y . Llénese de vuestros loo
res mi boca. 1$. Para que os res mi boca. 1$. Para que os can
cante todo el día vuestra gloria te todo el día vuestra gloria y
y magnificencia. magnificencia.
y . Señor, apartad vuestra y . Señor, apartad vuestra
mirada de mis pecados. 1$. Y mirada de mis pecados. J$. Y
borrad todas mis iniquidades. borrad todas mis iniquidades.
y . Oh Dios, cread en mí un y . Oh Dios, cread en mí un
corazón limpio. 1^. Y renovad en corazón limpio. 1$. Y renovad en
mis entrañas un espíritu de san mis entrañas un espíritu de san
tidad. tidad.
y . No me apartéis de vues y. Nuestro auxilio está en
tra presencia. 1$. Y no retiréis nombre del Señor. I£. Que hizo
de mí vuestro santo espíritu. el cielo y la tierra.
y . Devolvedme Ja alegría de
vuestra salvación. 1$. Y fortale Luego el Sem anero recita la Confe-
cedme con un espíritu noble. /¡An:
y . Libradme, S e ñ o r , del
hombre malvado. 1$. Del varón
Y otodopoderoso,
pecador me confieso a Dios
a la bien
perverso apartadme. aventurada siempre Virgen Ma
y. Apartadme, Dios mío, de ría, al bienaventurado san Miguel
mis enemigos, y . Y libradme de; Arcángel, al bienaventurado san
los que se levantan contra mí. Juan Bautista, a los santos Após
^ y . Apartadme de los qué toles Pedro y Fablo, a todos los
obran la iniquidad. JJ. Y sal Santos, y a vosotros, hermanos,
vadme de los que derraman san porque pequé gravemente con el
gre. pensamiento, palabra y obra: por
y. Así cantaré para siempre mi culpa, por mi culpa, por mi
vuestro santo nombre. Para grandísima culpa. Por lo tanto,
cumplir mis votos todos los días. ruego a la bienaventurada siem
y. Oídnos, oh Dios, salvador pre Virgen María, al bienaven
nuestro. Vos que sois la espe turado san Miguel Arcángel, al
ranza de todos los pueblos y más bienaventurado san Juan Bau
allá de los mares. tista, a los santos Apóstoles Pe
y. Oh Dios, venid en mí au dro y Pablo, y a vosotros, her
xilio, IJ. Señor, apresuraos a manos, que roguéis por mí al Se
ayudarme. ñor Dios nuestro.
y. Santo Dios, Santo fuer líl (.'ovo resjw»wlr:
te, Santo inmortal. I£.«Compa El omnipotente Dios se com
deceos de nosotros. padezca de ti, y perdonados tus
* y . Alma mía, bendice al pecados te conduzca a la vida
Señor. 1$. Y todo cuanto hay en eterna. . Amén.
mí, bendiga su santo nombre. Seguidam ente repite la Confesión , y
y. Bendice, alma mía, al donde se <licc n vosotros, hermanos,
d irá: a V os, P a thc.
Señor. Y no quieras olvidar H echa la C o nfesión por el Coro, el
todas sus bondades. Sem anero dice:
y. El es quien perdona to lDios omnipotente se com
tas tus iniquidades. Y sana E padezca de vosotros, y, per
-todas tus dolencias. donados vuestros pecados, os con
y. El redime tu vida de la duzca a la vida eterna. I£. Amén.
muerte. ]$. Y te corona de gra El Señor omnipotente y mise
cias y de sus misericordias. ricordioso nos conceda el perdón,
y . El sacia con sus bienes la absolución y remisión de nues
tus deseos. 1$. Y renueva tu ju tros pecados. 1$. Amén.
ventud como la del águila.
F uera del C oro y . Señor, oíd mi oración.
i
1$. Y mi plegaria llegue a Vos.
Si utio o dos solam ente vezan el O fi
cio d ivino, y tam bién en el Coro de
las M onjas, se hace la C onfesióu una T erm in ad as las P reces, o, si éstas no
sola vez y todos ju m am en te: se dicen, después del Kesponsorio breve
se dice inm ediatam ente:
\7 0 pecador me confieso a Dios
% todopoderoso, a la bienaven y. El Señor sea con vos
turada siempre Virgen María, al otros.
bienaventurado san Miguel Ar 1J. Y con tu espíritu.
cángel, al bienaventurado san Oración
Juan Bautista, a los santos Após
Dios omnipotente, que
eñ or,
toles Pedro y Pablo, y a todos
los Santos, porque he pecado
S nos habéis concedido llagar al
gravemente con el pensamiento, principio de este d ía: salvadnos
palabra y obra: por mi culpa, hoy con vuestra virtud; patfe que
por mi culpa, por mi grandísi en este día no caigamos eñ nin
ma culpa. Por lo tanto, ruego a gún pecado; sino que nuestras
la bienaventurada' siempre Vir palabras, pensamientos y obras
gen María, al bienaventurado san se dirijan siempre al cumplimien
Miguel Arcángel, al bienaventu to d e ' vuestra santa ley. Por
rado san Juan Bautista, a los nuestro Señor. IJ . Amén.
santos Apóstoles Pedro y Pablo, E l Señor sea con vos-
y a todos los Santos que nieguen otros.
por mí al Señor Dios nuestro. I*. Y con tu espíritu.
L u ego se d ice:
y . Bendigamos al Señor.
C l omnipotente Dios se com- i* . A Dios gracias.
Inm ediatam ente en el Coro se lee
padezca de nosotros, y per el M artirologio , cl cu al laud able
donados nuestros pecados, nos m ente tam bién se lee fu e ra de él.
D esp ués c l Sem anero d ice:
conduzca a la vida eterna. ]$.
Amén. y . Preciosa es en la presen
El Señor omnipotente y mise cia del Señor. I£. La muerte de
ricordioso nos conceda el perdón, sus santos.
V se con tin úa, sin d ccir O r tm u s :
la absolución y remisión de
nuestros pecados. I£. Amén. Santa María, y todos los san
tos intercedan por nosotros al
Señor, para que merezcamos ser
D ad a la A bsolu ción se añade:
ayudados y salvados por Aquel
y . Dignaos, Señor, en este
que vive y reina por los siglos
día. IJ. Guardarnos sin pecado.
,de los siglos.
y . Compadeceos, Señor, de
. Amén.
nosotros. 1$. Compadeceos de
y . Oh Dios, venid en mi
nosotros.
y . Venga a nosotros, Señor, ayuda. 1$. Apresuraos, Señor, a
socorrerme.
vuestra misericordia. IJ . Según
S e dice (res veces; y después se afta-
hemos esperado en Vos. de;
Gloria al Padre, y al Hijo, y y . Dignaos, S e ñ o r , dar
al Espíritu Santo. Así como era vuestra bendición.
en el principio, y ahora y siem Bettd.— El Señor omnipotente
pre, y por todos los siglos de ordene en su paz nuestros días y
los siglos. Amén. acciones.
Señor, tened piedad. Cristo, te 1J. Amén.
ned piedad. Señor, tened piedad. En 17 O ficio dominical y ferial: De*
Padre nuestro, en secreto has de la F eria segunda hasta la F efU
cuarta después de la Fiesta de la Sátv
ta: tisim a T rin idad, y desde la DoiníntC*
I V después de Pentecostés hasta el Sá
y . Y no nos dejes caer en liado anterior al Adviento. ■>
la tentación.
1J. Mas líbranos de mal. Lección breve II Thess., 3, 5
y . Atended, Señor, a vues l Señor dirija nuestros cora
tros siervos y a vuestras obras,
y dirigid los hijos suyos. I£. Y
E zones y nuestros cuerpos se
gún la caridad de Dios y la pa
brille en nosotros la luz del Señor ciencia de Cristo.
nuestro Dios; enderezad en nos y . Y Vos, Señor, compade
otros las obras de nuestras ma ceos de nosotros.
nes, y dirigid este mismo traba I£. A> Dios gracias.
jo nuestro.
1 A si term inan siempre las L eccii
y . Gloria al Padre, y al Hi nes breves en Prim a, y asi se respondí
jo, y al Espíritu Santo. I£. Co una vez terminadas.
D iosmanece
es caridad: y el que per
en la caridad per
ta:
y . Y no nos dejes caer en
manece en Dios, y Dios en él. . la tentación.
.1^ br. Inclinad mi corazón, I£. Más líbranos de mal.
oh Dios mío, * Hacia vuestra ley. y . Señor, Dios de las virtu
Inclinad. y . Apartad mis ojos des, convertidnos. Q . Y mostrad-
nos' vuestro rostro, y seremos ricordiosísimo, y Vos, el Unigé
salvos. nito igual al Padre, que, con el
y . Levantaos, oh Cristo, y Espíritu consolador, reináis por
ayudadnos. 1J. Y libradnos por todos los siglos. Amén.
vuestro nombre.
T e rm in ad " el H im no, se ilic c 1»
y . Señor, oíd mi oración. 1$. A n tífo n a correspondiente hasta el aste
Y mi clamor llegue a Vos. risco *, y ln-s Salm os, según requiera
rl O ficio de f|iic se rece: terminados
los Salm os, se irp ite U A n tífo n a en
Term inada» la» l ’ rcccs. o si no lian tera.
ilc d ecirse. después del 'U. br. se dice:
E n e l O f ic io d o m in ica l
y . El Señor sea con vos
otros. 1$. Y con tu espíritu.
K n tmlas la i D om inicas fuera «le las
S r dice la O ración conveniente.
O ctav as de. C o rp u s y del S a c ia d o O*-
D espués «le la O ración se afiade: razón de Jesú s, la A n tífo n a es del
y . El Señor sea con vos S alterio, y se dice la si^tiicnte
otros. J£. Y con tu espíritu. Capitula Gal., 6, 2
y . Bendigamos al Señor.
o b r e l le v a d las cargas unos
IJ. A Dios gracias.
y . Las almas de los fieles S
de otros, y así cumpliréis
difuntos, por la misericordia de la ley de Cristo.
Dios descansen en paz. . Amén.
Kn todas las Dom inicas nirilia in
D espués s<- d icr Milantcnlc rl Fn Ar r-
dicadas se dice el .siguiente
n u eflrocu secreto, a no ser <|ue siga
otra H ora. B . br. Eternamente, Señor,
* Permanece vuestra palabra.
SEXTA Eternamente, y . Por los siglos
de los siglos vuestra verdad. Per
Padrenuestro y Ave María. manece. Gloria. Eternamente.
y . Oh Dios, venid. y . El Señor es quien me
Gloria al Padre. Como. guía, nada me faltará. En
Aleluya. lugar de buenos pastos me ha
colocado.
Himno
En e l O f ic io f e r i a l
Dios de verdad, Dios
h
poderoso, que regís y or
Kn todas las F erias se dice la A n t í
denáis las mudanzas de fona de la F eria ocurrente, como en el
las cosas, llenando de esplendo S alterio, y después se añade la siguiente
M us - cuando en hundes so lu y a n re
cado las P reces, despues del Kespon- Uccitado el V erso, se dice cun la
sorio lireve se dicen las i(ue figuran An tífon a coin cu icn tc, el síguienta
después de T e rc ia , pág. 16,
Oremos. ñor.
S e <1ice la O ració n conveniente. Y mi espíritu
D espués de la O í ación su añade:
transportado de gozo * en Dios
V . El Señor sea con vos mi Salvador.
otros. ]}. Y con. tu espíritu. Porque miró la humildad de
V . Bendigamos al Señor. su esclava, * he aquí que desde
1$. A Dios gracias. ahora me llamarán bienaventura
1£. Las almas de los fíeles da todas las generaciones.
difuntos, por la misericordia de Porque hizo conmigo cosas
Dios descansen en paz. . Amén. grandes el que es todopoderoso, *
F in alm en te se dice tan sólo cl P a
drenuestro, en secreto, a no se r <jue y cuyo nombre es santo.
«iga o lía H ora. Y su misericordia se extiende
de generación en generación, *
VÍSPERAS sobre todos los que le temen.
Manifestó el poder de su bra
Padrenuestro y Ave María. zo; * esparció a los soberbios del
y . Señor, venid en mi ayuda. pensamiento de su corazón.
A los poderosos derribó del tro- COMPLEJAS
.»
10, * y ensalzó a los humildes.
A n tes de C o m pletas,’ no se dice el
A los hambrientos llenó de bie- Padrenuestro y A v e M arín, como en
ies; * y a los ricos los despidió la» dem ás JJoras, sino que el Lector
empieza inm ediatam ente:
ii}! nada.
|tecibió bajo su protección a .x y . Dignaos, S e ñ o r , dar
sijÉel su siervo, * acordándose de vuestra bendición.
iiftnisericordia. Bend.— El Señor omnipotente
nos conceda una noche tranquila
ijTffrmlnado el ( ‘Áulico y repetida la y una muerte santa.
''^tííona, si .n o I n vici n i i|iie redarse
iíí?. Preces. inm ediatam ente w dice «•! 1J. Amén.
ri^ so * P.l Señ or sen ron i'osotros, ron la
>tfici6n, y todo lo restante h asla lev-
>\»ar la noi-a. L ección b re ve I Petr., 5, 8-9
‘l í a s en las F erias 1 V' y YrT He las
’gatrn Tém poras fie Septiem bre. si las ’^ erm a n o s : Sed sobrios y
'fyperas snu »le la F e ria , repetida H
tí^ iío n a del M nitnfjical se dicen de velad, porque vuestro
djjillas las P reces puestas después de enemigo el diablo anda
^fudes, páflr. 8. las cítales se omite» en
'> k d e n ^ á s
alrededor como león rugiente, bus
tie m p o s .
• •germ inadas las Preces, o en ca«* cando
a quién devorar: resistidle
!| f no hahrr.se recado, repetida la An
iflpnn del M ootiífiraf. se d iré: firmes
on la fe. Y Vos, Señor,
tened misericordia de nosotros.
1^. A Dios gracias.
y . Nuestro auxilio está en él
El Señor sea con vos- nombre del Señor. I£. Que hizo
. IJ. Y con tu espíritu. cielo y tierra.
1 lleco •-<- d iré el I'iuh en u esh •> lodo
f- en se ríe lo . Seguidam ente r l Sem anero
añade la O ración eonvenienle.
nJ cro , las Conmcmoi aciones, si las hit- hace hi C onfesión.
' 1CI .L o ro responde:
'«¿fe.
ÍMJpiple,
'e s p n é s en el O ficio S m iid o lJc
asi en ln« de ’l irmpo como
o
en C l Dios omnipotente se compa-
i(£: de Santos, se dicen los S u fra g io s dezca de ti, y, perdonados
ST todos los Santps. sciíún las reglas
U flas en 1.andes, y rase. pág. 9. tus pecados, te conduzca a la vi
Í ' S el i a reex c eCpntnúma nc m loo vdaocsió nlo*:d e« lias en que da eterna. Amen.
u n a F ie s ta
I r i t o P n M e ip ie o c u r r a n i lo s m is m o s , se r e p i t e l a C o n fesión ,
S e g u id am e n te
u n a O c t a v a , s e a la q u e f u e r e . v rn donde a vosotros, hermanos,
dice
'j& P e s p u é s d e la O r a c i ó n s e a ñ a d e : ti irá ii l'n s, Padre. ■
'H echa la Co nfesión por el Coro, el
t y . El Señor sea con vos Sem anero diee:
DOMINGO
Salmo 3 'K■
- II NOCTURNO
1. “ L a com paración con cl v is o del a lfarero , puede exp licarse: I.® en sen
tido de com pleta d estru cción ; 2." en sentido de una destrucción rela tiva . Esta
últim a exp licación nos recuerda la bondad y m isericordia del Señor, el cual
nos en vía las pruebas, para que ¡nediante la hum illación y contrición nos acer
quem os a él» y de esta su erte es como transform a cl vaso de nuestro corazón
en ‘un vasa de h o n o r". (D om Grctj).
los ángeles, coronasteisle de gloria sobre el trono, Vos que juzgáis
y de honor, * y le habéis dado el según justicia.
mando sobre todas las obras de Habéis reprendido a las nacio
vuestras manos. nes, y pereció el impío: * habéis
Todas las cosas habéis puesto borrado el nombre de ellos para
bajo sus pies; * todas las ovejas siempre y por todos los siglos.
y bueyes, y hasta las bestias del Quedaiv embotadas para siem
campo. pre las espadas del enemigo, *
Las aves del cielo y los peces y habéis asolado sus ciudades.
del mar, * que surcan los sende Desvanecióse como el sonido
ros del abismo. su memoria: * mas el Señor sub
Oh Señor, Soberano nuestro, * siste eternamente.
jqué admirable es vuestro nom E l preparó su trono para ejer
bre en toda la redondez de la cer el juicio: * y él mismo es
tierra! quien ha de juzgar con rectitud
Ant.— ¡Cuán admirable es, Se la redondez de la tierra: juzgará
ñor, vuestro nombre en toda h los pueblos con justicia.
redondez de la tierra! El Señor se ha hecho el amparo
Ant. — Os sentasteis sobre el del pobre: * socorriéndole opor
trono. tunamente en la tribulación.
Confíen en Vos los que cono
Salmo 9, i cen vuestro nombre: * porque‘ja
más habéis desamparado, Señor,
\ Vos, oh Señor, tributaré gra- a quienes a Vos recurren.
cias con todo mi corazón: * Ant.— Os sentasteis sobre él
cantaré todas vuestras maravi- trono, Vos que juzgáis según jus
villas1. ticia. *
Ma alegraré en Vos y saltare Ant.— Levantaos, Señor.
de gozo: * cantaré himnos a vues 'i'
tro nombre, oh Dios Altísimo2. ' Salmo 9, n
Porque Vos pusisteis en fuga a
mis enemigos, * y quedarán de / ^ antad himnos al Señor que
bilitados y perecerán delante de tiene su morada en Sión: *,
Vos. anunciad entre las naciones sus
Pues Vos me habéis hecho jus proezas.
ticia, y habéis tomado la defensa Porque vengando la sangre de
de mi causa, * os habéis sentado sus siervos, ha hecho ver que se
1. O s trib u taré gra cia s con todo mi co razón , es d ecir, con toda la piedad y'
devoción de mi alm a. Cantaré todas vuestras m aravillas. A sí la Ig le sia alaba a)
S e ñ o r, porque ha recibido el insigne beneficio, q u e com pendia todas la s m a
ra v illa s realizadas por O ios. E ste beneficio es el dé la redención del lin a je
hum ano, ohra de la suma, m isericord ia, en la que se recapitu lan todas las m a
ra v illa s de D ios. ¡
2. “ U n a de las señales que dem uestran que el alm a progresa en la v e r
d adera sabiduría, consiste en co n stitu ir todo su gozo en Dios. P u e s, a la v e r
dad, aquel que sabe colocar toda su a le gría en D io s, aparta de su corazón to
dos los otros contentam ientos de la vida p reseu te ". (San. Juan Crisóstom o).
acuerda de ellos: * no ha olvi y . Me levantaba a medí
dado el clamor de los pobres1. noche a tributaros gracias.
Apiadaos, Señor, de mí: * ved 1£. Por vuestros juicios Ui
el abatimiento a que me han nos de justicia.
reducido mis enemigos. L o demás como en el Ordinarii
pág. 4.
Vos que me sacáis de las puer
tas de la muerte, * para que pu
blique todas vuestras alabanzas III NOCTURNO
én las puertas de la hija de Sión. Ant.— «¡Cómo es, Señor?
Manifestaré mi júbilo por ha
berme Vos salvado: * las gentes Salmo 9, m
han quedado sumidas en la per
dición que habían preparado. por qué oh Señor, os h.
En el mismo lazo que tenían béis alejado, * y me h
ocultamente ármado, * ha queda béis desamparado, en
do preso su pie. tiempo más crítico, en la tribi
Se reconocerá que el Señor ha lación?
ce justicia, * al ver que el peca Mientras que el impío se enst
dor ha quedado preso en las herbece, se requema el pobr
obras de sus manos2. * mas son cogidos en los misnn
Serán arrojados al inñerno los designios que han urdido.
pecadores, * y todas esas gentes Por cuanto el pecador se jaci
que viven olvidadas de Dios. en los deseos de su alma; *
Que no estará para siempre ol el inicuo se ve celebrado.
vidado el pobre: * ni quedará El pecador ha exasperado
para siempre frustrada la pacien Señor, * y no le buscará segú
cia de los infelices. el exceso de su arrogancia.
Levantaos, oh . Señor: que no Delante de él no hay Dio;
prevalezca el hombre; * sean juz * y así sus procederes son sien
gadas las gentes ante vuestra pre pre viciosos.
sencia. Vuestros juicios, Señor, los 1
Estableced, Señor, sobre ellas apartado lejos de su vista: * sol
un legislador; * para que co piensa en dominar a todos si
nozcan que son hombres3. enemigos.
. Ant. — Levantaos, Señor, que Pues él ha dicho en su cor.
no prevalezca el hombre. zón: * Nunca jamás seré yo d>
Salmo 9, rv Salmo 10
I oh
e v a n t Ao s , Señor, alzad el Señor tengo puesta
p n mi
vuestra mano: * no os olvi confianza: ¿Cómo decís a mi
déis de los pobres. alma: * Retírate al monte co
¿Por qué razón el impío ha mo un ave?*1.
irritado a Dios? * Es porque ha Mira que los pecadores han en-
II. Brev. 7
Salmo 99 transitable y sin agua2, * me pon
go en vuestra presencia, como en
M oradores todos de la tierra, el Santuario, para contemplar
cantad con júbilos las ala vuestro poder y vuestra gloria.
banzas de Dios: * servid al Se Más apreciable que mil vidas
ñor con alegría1'. es vuestra misericordia: * por es
Venid llenos de alborozo to mis labios se ocuparán en ala
presentaros * ante su acatamien baros.
to. Por esto os bendeciré toda mi
Tened entendido que el Señor vida, * y alzaré mis manos invo
es el Dios. * El es el que nos cando vuestro nombre.
hizo y no nosotros a nosotros Quede mi alma bien llena de
mismos. Vos, como de un manjar pingüe
Oh tú, pueblo suyo, vosotros y jugoso: * y con labios, que
ovejas a quien él apacienta, * rebosan de júbilo, mi boca os
entrad por sus pnertas cantando cantará himnos de alabanza.
alabanzas, tributadle acciones de Me acordaba de Vos en mi le
gracias en sus atrios. cho; en Vos meditaba luego que
Bendecid su nombre, porque amanecía; * pues Vos sois mi
es un Señor lleno de bondad; es amparo.
eterna su misericordia; * y su Y a la sombra de vuestras alas
verdad resplandecerá de genera me regocijaré; a vuestro en pos
ción en generación. va anhelando el alma mía: * me
Ant.— Cantad con júbilos a ha sostenido vuestra diestra.
Dios, pueblos todos, aleluya. En vano han buscado cómo
Ant.— Os bendeciré. quitarme la vida; entrarán en las
cavernas profundas de la tierra,
Salmo 62 * entregados serán a los filos de
la espada; serán pasto de las ra
(~ ) h Dios, ,Dios mío! * a Vos posas. !
aspiro y me dirijo desde que Entre tanto el rey se regocija
apunta la aurora. rá en Dios: loados serán aque
De Vos está sedienta el alma llos que le juran; * porque quedó
mía. * ¡Y de cuántas maneras lo tapada la boca de todos los que
está también este mi cuerpo! hablaban inicuamente.
En esta tierra desierta e in Ant.— Os bendeciré, Señor, en
1. _ “ E n el salino 2, d irigid o a los enem igos «le C risto, el salm ista decía:
S ervid al S eñ o r con temor; y aquí d ice: S erv id a D ios con alegría. E l
temor es {tara los rebeldes; la alegría para los que sirven al S eñ or volu nta
riam en te” . (L e s it r e ).
2. "D ich osos los que con toda verdad pueden com parar su deseo de Dios
con el que tiene del a gu a una tierra árida y sedienta. L a s horas de aridez,
p rivadas del hum or que proporciona el rocío de ciertas gracias actu ales, hacen
que sintam os una languidez que nos priva de hacer el bien; con todo, no deben
desanim arnos, antes por el con trario deben inflam ar nuestro deseo de buscar
a D ios con más f« rv o r". ( P . H u gu en y).
mi vida: y elevaré mis manos * alábele y ensálcele perpet
en vuestro nombre, aleluya. mente.
Ant.— Tres mancebos. Montes y collados, bendecid
Señor; * plantas todas que (.•
Cántico de los tres Jóvenes mináis en la tierra, bendecid
Benedicite Señor.
Dan., 3, 57-88 y 56 Fuentes, bendecid ai Señor
mares y ríos, bendecid al Seí
' T ' o d a s las obras del Señor, ben Grandes cetáceos y cuanto
decid al Señor, * alabadle y mueve en las aguas, bendecid
ensalzadle perpetuamente1. Señor; * aves todas del el
Angeles del Señor, bendecid al bendecid al Señor.
Señor: * cielos, bendecid al Se Todos los animales, salvaje
ñor. domésticos, bendecid al Señor2.
Aguas todas que sobre el cielo hijos de los hombres, bendecid
estáis, bendecid al Señor: * to Señor2.
das las fuerzas del cielo, bende Bendiga Israel al Señor; * l
cid al Señor. bele y ensálcele por todos los
Sol y luna, bendecid al Señor; glos. _ f
* estrellas del cielo, bendecid al Sacerdotes delSeñor, beu
Señor. cid al Señor; * siervosdel Set
Lluvia y rocío, bendecid al bendecid al Señor. f
Señor; * todos los vientos de Espíritus y almas de los jus
Dios, bendecid al Señor. bendecid al Señor; * Santo
■ Fuego y calor, bendecid al Se humildes de corazón, bendecú
ñor; * frío y calor, bendecid al Señor.
Señor. ' Ananías, Azarías, Misael, 1
Rocíos y escarchas, bendecid decid al Señor; * alabadle y
al Señor; * helada y frío, ben salzadle perpetuamente.
decid al Señor. Bendigamos al Padre y al
Hielos y nieves, bendecid al jo con el Espíritu Santo; *
Señor; * noches y días, bendecid bémosle y ensalcémosle por t<
al Señor. los siglos.
Luz y tinieblas, bendecid al Bendito sois, Señor, en la
Señor; * rayos y nubes, bendecid celsitud de los cielos; * y di
ol Señor. de alabanza, y glorioso y etei
Bendiga la tierra al Señor; mente ensalzado3.
1. “ E ste es tino de los gran des dones que hemos de pedir a Dios: “ la fe
que busca la in te lig e n c ia ". T a l ha sido la aspiración de los grandes doctore¿
de la I g le s ia ” . (Lesétrtr).
2.' “ E l sentido de este verso parece ser el siguiente: "N o permitáis que yo
sea. reducido al silen cio ante m is enem igos, a fin de que aprendan con mi ejem
plo la verdad de vu estras prom esas". (A . Van der H ccren).
3., “ La verdadera libertad proviene y se alcanza mediante la obediencia a
la ley de D io s” . “ L a verdad os lib ra rá ". (San Juan, 8, 32).
curaba observar bien vuestros instruidme en muestras disposi
justísimos decretos. ciones justísimas.
M i porción, dije, oh Señor, Mil calumnias han forjado
* es guardnr vuestra ley. contra mí los soberbios; * mas
Vuestro favor he implorado de yo guardaré de todo corazón
todo mi corazón; * apiadaos de vuestros mandamientos.
mí según vuestra promesa. Engrasóse el corazón de ellos
He examinado mi vida, * y en como leche cuajada; * mas yo
derezado mis pasos a la observan me ocupo en meditar vuestra ley.
cia de vuestros mandamientos1. Bien me está que me hayáis
Resuelto estoy, y nadie me ha humillado, * para que aprenda
rá retroceder * en el cumplimien vuestros justísimos preceptos.
to de vuestros preceptos. Mejor es para mí la ley salida
Los lazos de los pecadores me de vuestra boca, * que millones
rodean por todas partes; * mas de oro y plata.
no me he olvidado yo de vuestra Vuestras manos me hicieron y
ley. plasmaron; * dadme el don de
A media noche me levantaba a entendimiento, y, aprenderé .vues
tributaros gracias * por vuestros tros mandamientos.
justísimos juicios. Veránme los que os temen y .
Compañero soy de todos los se llenarán de gozo, + porque pu
que os temen * y observan vues se toda mi esperanza en vuestras
tros mandamientos. palabras.
De vuestras piedades, Señor, Conocí, Señor, que son justos
llena está la tierra: * enseñadme vuestros juicios, * y-que confor
vuestros justísimos preceptos. me a vuestra verdad me habéis
humillado.
Salmo 118, v Venga vuestra misericordia a
consolarme, * conforme a la pa
F ) e bondad habéis usado, Señor, labra que habéis dado a vuestro
con vuestro siervo, * según siervo.
vuestra promesa. Vengan sobre mí vuestras pie
Enseñadme la bondad, la doc dades, y viviré; * puesto que
trina y la sabiduría; * pues he vuestra ley es mi dulce medita
creído vuestros preceptos. ción.
Antes de ser yo humillado, Confundidos sean los sober
pequé; * mas ahora obedezco bios, por los inicuos atentados
vuestra palabra. que han cometido contra mí; *
Bueno sois Vos y bienhechor; entre tanto yo meditaré vuestros
* por esta misma bondad, pues, mandamientos2.
1. “ Cantam os y rezam os todo este Salm o, en el cual se enum eran con tanca
diligen cia las v irtn d rs de los ju stos, no en nombre nuestro, sino en el de la
persona del ju sto , a fin de que aprendam os a conocer qué nos falte d j la
perfección de la ju stic ia , y. procurem os a lcan zarlo ” . (Dionisio Cartujano).
2. " E s te día lo desean ias alm as ju stas y contem plativas, asi como es te
mido de las que no lo so n ” . ( D ionisio Cartujano).
3. “ Cuando venios a los .ju stos perseguidos, podría parecem os que las pro
mesas d ivin a s no son perm anentes, pero tengam os presente que Dios cam biará
en gloria eterna las pasajeras' tribulaciones de la presente v id a " . (S a n Roberto
Bclairmino). 1
4. “ E l ju sto, si bien es prolmdn por Dios, con todo, por lo mismo que le lleva
en el fondo 'de su corazón, lleva con él nn consuelo para todas sus pen as” .
(M asillón).
Me atisban los pecadores pa Abatido he sido, Señor, en
ra perderme; * mas yo me de gran manera; * vivificadme se
diqué a estudiar vuestros orácu gún vuestra promesa.
los. Recibid, Señor, con agrado los
He visto el fin de toda perfec sacrificios voluntarios de mi bo
ción: * sólo vuestra ley no tiene ca, * y enseñadme vuestros ■ jui
término ni medida. cios. >
Tengo siempre mi alma en la
Salino 118, vil
mano; * mas no me he olvidado
u á n to amo, Señor, vuestra de vuestra ley.
le y ! * todo el día la estoy Tendiéronme lazos los pecado-
meditando. íes; * mas yo no salí del camino
Con vuestro mandamiento me de vuestros mandatos.
habéis hecho más prudente que He adquirido vuestros testimo
mis enemigos; * porque lo tengo nios, pará que sean eternamente
siempre ante mis ojos. mi patrimonio, * pues son ellos
He comprendido yo más que la alegría de mi corazón.
todos mis maestros; * porque Incliné mi corazón a la prácti
vuestros mandamientos son mi ca perpetua de vuestros justísi
meditación constante. mos mandamientos, * por la es
Alcancé más que los ancianos; peranza del galardón.
* porque he ido investigando
vuestros preceptos. Salmo 118, vin
Desvié mis pies de todo mal
camino, * para obedecer vues A b o rrecí a los impíos; * y
tras palabras. amé vuestra santa ley.
De vuestros estatutos no me V o s ‘ sois, Señor, mi auxilio y
he desviado; * porque Vos me lo amparo, * y en vuestra palabra
ordenasteis por la ley1. tengo puesta toda mi esperanza.
jOh, cuán dulces son a mi pa Apartaos de mí, malignos: *
ladar vuestras palabras! * más yo me ocuparé en estudiar los
que la miel a mi boca. mandamientos de mi Dios.
De vuestros mandamientos sa Acogedme, Señor, según vues
qué gran caudal de ciencia: * tra promesa, y viviré: * y no per
por esto aborrezco toda senda mitáis que quede burlada mi es
de iniquidad. peranza.
Antorcha para mis pies es Ayudadme, y seré salvo, * y
vuestra palabra, * y luz para mi meditaré siempre vuestros justos
camino. decretos.
Juré y ratifiqué * observar Despreciasteis a todos los que
vuestros justísimos decretos. se desvían de vuestros preceptos,
1. “ Cuando el Señor in stru ye las alm as, no com unica solam ente la lu z
que esclarece, sino que da adem ás la gracia que ayu d a a la práctica del b ien ” .
( L a sétrc).
porque es injusto su modo dé salvadme, oh Señor, aleluya, ale
pensar1. luya.
He reputado como prevarica Lo demás como en el Ordinario, pá
gina 17.
dores a todos los pecadores de ¡a
tierra; * por esto amé vuestros
testimonios. NONA
‘ Traspasad mis carnes con vues
Todo iiiimi cu el O rdinario, pág. 1K,
tro santo temor; * pues vues excepto lo que sigue:
tros juicios me han llenado de Ant.— Aleluya.
espanto. .
He practicado la justicia y la Salmo 118 , ix
rectitud: * no me abandonéis en
manos dé mis calumniadores2. dmirables son vuestro:
Sed fiador de vuestro siervo testimonios: * por esU
para el bien; * no me opriman los ha observado exac
con calumnias los soberbios. tamente mi alma.
Desfallecieron mis ojos espe La explicación de vuestras pa
rando de Vos mi salvación, * y labras alumbra * y da inteligencia
el cumplimiento de vuestra pa a los pequeñuelos.
labra. Abrí mi boca y suspiré, * por
Tratad a vuestro siervo según que anhelaba vuestros mandatos
vuestra misericordia, * y ense Miradme y habed piedad d<
ñadme vuestros justísimos decre mí, * cual soléis hacer con lo
tos. que aman vuestro nombre.
Siervo vuestro soy yo; * dad Enderezad mis pasos por 1.
me inteligencia, para que com senda de vuestras palabras, * )
prenda vuestros preceptos. haced que no reine en mí injus
Tiempo es de obrar, Señor; * ticia alguna.
los soberbios han echado por los Libradme de las calumnias d<
suelos vuestra ley. los hombres, * para que cumpl
Por esto he amado vuestros yo vuestros mandamientos.
mandamientos * más que el oro Haced brillar sobre vuestn
y los topacios. siervo la luz de vuestro rostro
Por esto me encaminé por la * y enseñadme vuestros justísi
senda de todos vuestros precep mo decretos.
tos, * y he detestado todos los Arroyos de lágrimas han de
caminos de la iniquidad. rramado mis ojos, * por no ha
Ant. — Aleluya, vuestro soy, ber observado vuestra santa ley-5
//. Brcv, 8
I L as A n tífo n a s y los Salm os que Beberá del torrente durante el
se ponen a continuación se dicen siem
pre que se celebra O ficio de D om inica, camino; * por eso levantará la
fu era de las O ctavas del Corpus C h ris cabeza.
ti y del Sagrad o C orazón de Jesús.
Ant.— Dijo el Señor a mi Se
ñor: Siéntate a mi diestra.
Salmo 109 A nt.— Grandes son las obras
del Señor.
l Señor dijo a mi Señor:
* Siéntate a mi diestra. • Salmo 110
Mientras que yo pongo
a tus enemigos * por escabel de Q s alabaré, Señor, con todo
tus pies. mi corazón, * en la com
De Sión hará salir el Señor, pañía y congregación de los jus
el cetro de tu poder; * domina tos.
tú en medio de tus enemigos1. Grandes son las obras del Se
Contigo está el principado en ñor; * perfectamente proporcio
el día de tu poderío, en medio nadas a los ñncs que él les ha
de los resplandores de la santi señalado.
dad: * de mis entrañas te en Gloria es y magniñcencia cada
gendré antes de existir el lucero obra suya: * 1 la rectitud de su
de la mañana. justicia permanece por los siglos
Juró el Señor, y no se arre de los siglos.
pentirá: * Tú eres, dijo, el sacer D ejó memoria eterna de sus
dote sempiterno, según el orden maravillas, el compasivo y mise
de Melquisedec. ricordioso Señor; * dió alimento
El Señor, que está a tu dies 1 los que le temen.
tra, * destrozó a los reyes en el Se acordará siempre de su
día de su ira2. alianza, * y manifestará a su pue
Ejercerá su juicio en medio blo la fortaleza de sus obras.
de las naciones, consumará su Para dar a los suyos las na
ruina; * estrellará contra el sue ciones por'herencia; * las obras
lo las orgullosas testas de mu de sus rfianos son verdad y jus
chos3. ticia.
1. “ L os pro fetas designan con frecu en cia a Jeru sa lén con el nombre de
S ió n . Y ea que desde aquella ciudad es de donde el H ijo de D ios em pezó la
ca rre ra de sus triu n fo s; es desde ella que d ió su le y ; es en ella que realizó
su s m ilagros, y es desde Jerusalén que com enzó la predicación evan gélico,
la cual desde aquella ciudad había de propagarse por todo el orbe de la tie r r a ” .
(San Juan Crisóstom o).
2. T u reino será ciertam ente opugnado por los im pios en el decurso de los
tiempos, pero el día de tu poder ven d rá. E n el fin de los siglos entonces apa
recerá tu poderío. E ntonces tu )ioder será para todos m anifiesto, cuando serás
contemplado en medio de los resplandores de los santos, cuando m illares de
santos te rodearán, te glo rifica rán , y proclam arán por K ey, por D ios y R e
dentor. . * .
3. Ju zg a rá a (odas las naciones, ca stigará sus ‘ iniquidades, hum illará a i'lo s
pueblos enem igos de la Igle sia y aplastará su poder. E l m undo está lien.')
de ruin as que atestiguan las v ictorias de C risto sobre todos sus enem igos.
Fieles son todos sus manda casa, * y su justicia durará etc
mientos, confirmados de siglo en namente.
siglo, * fundados en la verdad y Ha nacido entre las tiniebl
en la equidad. la luz para los hombres rectos:
Envió un Redentor a su pue el misericordioso, el benigno,
blo, * estableció para siempre su justo.
alianza1. . Dichoso el hombre que se con
Santo y terrible es el nombre padece, da prestado y ordena si
del Señor; * el temor del Se palabras con discreción; * este t
ñor es el principio de la sabidu permanecerá siempre firme.
ría2. La memoria del justo se
Sabios son todos los que obran eterna, * no temerá al oír mal
con este temor; + y serán alaba nuevas.
dos por todos los siglos de los Lleno de fortaleza su corazó
siglos. está preparado siempre para <
Anti— Grandes son las obras perar en el Señor; * no vacila
del Señor, perfectamente pro y mirará con desprecio a s
porcionadas a los fines que él les enemigos.
ha señalado. Derramó a manos llenas s
A nt.— El que teme al Señor. bienes entre los pobres; su ji
ticia permanece eternamente;
Salmo 111 su fortaleza será ensalzada o
gloria.
el varón que
B ie n a v e n tu r a d o Verálo el pecador, y se irrii
teme al Señor, * y que pone rá, rechinará los dientes y
toda su afición en cumplir sus consumirá; * desvaneceránse I
mandamientos3. deseos de los pecadores4.
Su descendencia será podero A n t— El que teme al Señor
sa .en la tierra, * bendita será muy exacto en cumplir sus m;i
Ja generación de los justos. damicntos.
Gloria y riquezas habrá en su Ant.— Sea el nombre del Señ.
gu erras, asi tam bién por todas partes se encuentren defensas. Es bien ck>
que debe ser espiritual este escudo que nos puede rodear. La verdad, pu
nos rodea, porque es v eraz el que promete, y así lo cumple como lo pronv
"D io s es fiel, dice el A p ó sto l, y no perm itirá que seáis tentados más allá
vuestras fu e rz a s ".
1. “ ¡ ( 11:111 grande respeto deben inspirarnos estas palabras, cuánta di
ción , cu án ta confianzaI Respeto a causa de la presencia de los Angeles;
voción en corrcs|>odcncia a su bondad; confianza en su protección... Son fu-
prudentes, poderosos. Sigam os sus inspiraciones, acerquémonos a ellos, y 1
maiiccerem os bajo la protección del D ios del cie lo ” . (San Bernardo).
. 2. N o 1 S ó la m e n t e de mañana y por la tarde habéis de adorar al Señor
iio tan sólo cu las horas del día, sino cada una de las noches, cuando eu
.das partes reina el silencio, levantad vuestras manos al santo de los san
en donde está el A rc a y el Propiciatorio, y el mismo trono de Dios. En
noches. C ristian o , antes que te entregues al sueño, arrodíllate y adora la i
gen de C risto ctu ciM a d o . S i puedes, no te coutentes con esto solo,
v isita al niiamo C ristd que reside bajo la s especies sacram entales en medio
su pueblo, " para denioatrarle su am or inmenso e infinito.
FERIA SEGUNDA1
1. N o dice sim plem ente: ninguno h ay que obre el bien, sino ninguno hay
que practiqu e el bien de cuantos son esclavos de sus d epravadas pasiones, su
puesto que ninguno c’.e estos ha practicado una obra m eritoria.
2. E l P ro fe ta D a vid alude al tabernáculo de Dios que estaba en el monte
S ió n ; pero se refiere a aquella dichosa m orada en la cual D ios hahita con
los án geles y sus santos. ¿Q u ié n es aquel que verdaderam ente persevera en
la Ig le sia m ilitan te como miembro v ivo de Cristo, y que después de la vida pre
sente gozará de eterno descanso en el monte santo de la glo ria? A estas tan
interesantes preguntas, contesta el S alm ista en los siguientes versos.
Aquel que dice la verdad con Para que mi boca no hable se
el corazón, * y no ha forjado nin gún los hombres mundanos, * por
gún dolo con su lengua. a palabra de vuestros labios, yo
Ni ha hecho mal a sus próji he seguido las duras sendas de la
mos, * ni ha consentido que fue virtud.
sen infamados. Asegurad mis pasos por vues
Aquel a cuyos ojos es menos tros senderos, * a fin de que no
preciado el vil, * pero que honra resbalen mis pies.
a los que temen al Señor. Os he invocado, oh Dios, por
El que presta juramento a su que benignamente me habéis oí
prójimo, y no le engaña; * qué do; * inclinad vuestros oídos ha
no da su dinero a usura, ni toma cia mí y escuchad mis palabras.
cohecho contra el inocente1'. Mostrad vuestras estupendas
Quien obra así, * jamás estará misericordias, * Salvador de los
vacilante2. que en Vos confían.
Ant.— El que obra rectamente, D e los que resisten a vuestra
descansará, Señor, en vuestro diestra, guardadme * como a la
santo monte. niña de los ojos.
Ant.— Inclinad, Señor, * hacia
Bájo la sombra de vuestras
mí vuestros oídos, y escuchad
alas amparadme, * contra los im
mis palabras’
píos que me persiguen.
Mis enemigos han cercado mi
Salm o 162 alma; han cerrado sus entra
A te n d e d , Señor, a mi justicia: ñas a toda compasión; * hablan
* acoged mis plegarias. con altanería.
Prestad oídos a mi oración, * Después de perseguirme,, me
que no sale de labios hipócritas3. tienen ahora cercado; * se han
Salga de vuestro rostro mí sen puesto en acecho para derribarme
tencia; * vean mi rectitud vues al suelo.
tros ojos. Me miran a guisa del león
Habéis sondeado mi corazón cuando se dispone a la presa, *
y de noche le habéis visitado: * como un cachorro, que acecha
me habéis acrisolado al fuego, desde su guarida.
* y en mí no se ha hallado iniqui Levantaos, Señor, prevenid su
dad. golpe, abatidlos hasta el suelo; *
1. “ K1 A ltísim o tlió mi vo7. cuando en el din «le Pen tecostés hal.dó. por m e
dio de ios Apostóles, cum pliéndose lo que les halda predicho: “ N o. sois v o s
otros los que habláis, sino que es el lísp iritu de vuestro P ad re el que halda
en vosotros". ( D ionisio Cartujano). •
2. “ Oh S eñ or Jesucristo, ilum inad mis tin ieblas, es d ecir, apartad de mi
alm a la ceguedad de la ign oran cia, las tinieblas de las pasiones y las m anchas
de los pecados” . (D ionisio Cartujano).
cuantos ponen en él su esperan mis enemigos delante de mí, * y
za. desbaratasteis a los que me odia
Porque ¿qué otro Dios hay si ban.
no el Señor? * ¿O qqé Dios hay Clamaron; mas no había quien
fuera de nuestro Dios? los salvase; * clamaron al Se
El es el Dios que me ha re ñor, y no los escuchó.
vestido de fortaleza, * y ha he Y los desmenuzaré como pol
cho que mi conducta fuese sin vo que el viento esparce, * y los
mancilla. barreré como lodo de las plazas.
Que ha dado a mis pies la li Me libraréis de las contiendas
gereza de los ciervos, * y me del pueblo, * me constituiréis cau
ha colocado sobre las alturas. dillo de las naciones.
Que adiestra mis manos para Un pueblo a quien yo no co
la pelea1’; * y quebrarán mis nocía se sometió a mi dominio,
manos el arco de bronce. * apenas hubo oído mi voz, me
Ant. — El Señor me recom rindió la obediencia.
pensará según mi justicia. Los hijos míos, hijos bastar
Ant.— Viva el Señor, * bendi dos, me faltaron a la fidelidad, *
to sea el Dios de mí" salud. han caído en la vejez y trope
zarán en sus caminos.
Salmo 17, m
Viva el Señor, y bendito sea
A 4 e habéis salvado con vues mi Dios, * y sea glorificado el
tra protección, * y me ha Dios de mi salud.
béis amparado con vuestra diestra. Dios, que sois mi vindicador,
Vuestra disciplina me ha co que sujetáis a los pueblos a mi
rregido en todo tiempo, * y esta dominio, * y me libráis de la
misma disciplina será mi ense ira de mis enemigos.
ñanza. Ensalzadme también sobre los
Fuisteis abriendo 1 paso por que se levantan contra mí. * Del
doquiera que iba, * y no fla hombre inicuo me libertaréis.
quearon mis pies. Por esto, os confesaré, Señor,
Perseguiré a mis enemigos y entre las naciones, * y cantaré
los alcanzaré, * y no volveré himnos a vuestro nombre,
atrás hasta que queden entera Que engrandece las victorias
mente deshechos. de su rey, y hace misericordia
Les destrozaré, no podrán re a su ungido, David, * y a su des
sistir; * caerán debajo de mis pies. *. cendencia para siempre.
Porque Vos me revestísteis de Ant.— Viva el Señor, bendito
valor para el combate, * y de sea el Dios de mi salud.
rribasteis a mis pies a los que En las Kiestn* <le nueve Lecciones:
contra mí se alzaban. y . Os confesare, Señor, en
Hicisteis volver las espaldas a medio de las naciones.
1. “ Nos enseña las obras capaces de vencer a nuestros enem igos, los cua
les trabajan para cerrarnos el reino de los ciclo s” . (San A g u stín ).
1J. Y cantaré salmos a vues Ellos se hallaron envueltos en
tro nombre. sus lazos y cayeron; * pero nos
L o dem ás como en el O rd in ario, otros nos levantamos, y estamos
]>ág. 4. llenos de vigor.
Oh Señor, salvadnos al rey, *
y oídnos en el día en que os
III NOCTURNO
invocaremos.
A nt.— -El Señor te atienda * • Ant.— El Señor te atienda en
en el día de la prueba. .el día de la prueba.
, Ant.— En vuestro poder, * Se
Salmo 19 ñor, hallará el rey su alegría.
1. Con Jas sigu ien tes palabras nos propone el P rofeta I)av¡il la manera como
tra tará C risto a sus perseguidores endurecidos en su maldad: “ Mostrándoles
tu rostro, h arás de ellos como un horno encendido. E l Señor, airado, los pon
d rá en con sternación, y el fu ego los d ev o ra rá ” . E l Señ or, siempre dispuesto al
perdón, se m ostrará, severisim o respecto de aquellos que no quieren convertirse.
2. “ D u ran te el tiempo de la pasión su stra jisteis la interna y acostumbrada
consolación de la parte in ferior de mi alm a, y perm itisteis que fuese tratado de
tal su erte, como si no fu ese vuestro H ijo m uy am ado” . ( D ionisio Cartujano),
3. “ ¿ C u á l seria el fru td de mi encarnación y de mi vida y de la efusión
<lu mi sangre, si quedare abandonado en el sepulcro y mi cuerpo se convirtiere
en c e n iz a ? " . ( D ionisio Cartujano).
gocijo; * (mi cilicio habéis roto) tyrible, * Rey grande sobre toda
mi saco de penitencia habéis des lá¡¿ tierra.
atado, ciñéndome de alegría1. El sometió los pueblos a nos
Para que sea mi gloria el can otros, * y puso a nuestros pies
tar vuestras alabanzas, y nunca las naciones.
tenga yo penas. * Oh Señor Dios Eligiéndonos por herencia su
mío, yo os alabaré eternamente. ya a nosotros, * porción bella de
Ant. — Os glorificaré, Señor, Jacob que tanto amó.
porque me habéis protegido. Ascendió Dios entre voces de
En el O ficio ferial y en las F ie sta s:
júbilo; * y el Señor al son de
y . Cantad al Señor, santos clarines.
suyos. Ijf. Y publicad las mara
Cantad, cantad salmos a nues
villas de su santidad. tro Dios; * cantad salmos a nues
L o dem ás ' como en el O rd in ario,
pág. 4. ; tro Rey.
Porque Dios es el Rey de toda
la tierra; * cantadle salmos sa
LAUDES biamente.
I Dios ha de reinar sobre las na
ciones; * está Dios sentado sobre
E n las F e ria s fu e ra «le las V ig ilia s
com unes ocurren tes, y en las F iestas.
su santo solio.
Los principes de los pueblos se
Todo como en el O rd in ario , pág. 7, reunirán con el Dios de Abrahán,
excepto lo que sigu e: * porque es el Dios protector de
Ant.— Alabad * a Dios con voz la tierra, y en gran manera ha
de júbilo. sido ensalzado.
L a s A n tífo n a s señ alad as asi para Ant.— Alabad a Dios con voz
esta F e ria como las señ alad as para
las otras, se dicen siem pre en el O fi de júbilo.
cio fe ria l y en las F iestas, asi de tres Ant.— Atended * la voz de mis
como de n u eve Lecciones, cuando se
gún las R ú b ricas los Salm os se han
súplicas, oh mi rey y Dios mío.
de tom ar de la F eria .
Salmo 5
Salmo 46
D re sta d oídos, Señor, a mis
todas, aplaudid
a c io n e s palabras; * escuchad mis cla
con las m anos; * gritad mores.
alégres a Dios con voces Atended a la voz de mis sú
de júbilo. plicas, * mi rey y Dios mío.
Porque excelso es el Señor y Porque a Vos dirigiré mi ora-
I. Todo elegido, al d e ja r este valle de lá grim as, dicc m uy ju stam ente que
su llanto se ha convertido en gozo. lx» que dicc con estas p alab ras: “ R asgaste
mi c ilic io ", sign ifica: ‘‘ Cam biaste mi vestido lú gu bre en vestirlo, de alegría
D ice “ ra sg a ste ” , no “ d esp o jaste". Porque aquello de que nos despojam os, de
nuevo podemos ponérnoslo; y en la resurrección aquel cuerpo m ortal que ha
s i'o rasgado, no lo vestirem os de nuevo tal como lo dejam os.
ción; * de mañana oiréis, Señor, Alégrense, en cambio, todos los
mi voz. que aman vuestro santo nombre,
Al amanecer me pondré en * porque Vos colmaréis al justo
vuestra presencia y os contempla de bendiciones.
ré. * Porque no sois Vos un En Vos se gloriarán los que
Dios que ame la iniquidad. aman vuestro santo nombre; *
No morará con Vos el delin porque Vos colmaréis de bendi
cuente, * ni los insensatos po ciones al justo2.
drán estar ante vuestros ojos. Vuestra benevolencia, Señor,
Odiáis a todos los que obran nos ha cubierto como un escudo,
la iniquidad; * destruiréis a to- * y protegido por todos lados.
todos los que hablan mentira1. Ant.— Atended la voz de mis
A l hombre sanguinario y frau supliros, oh mi rey y Oios mío.
dulento abominará el Señor; * Ant.— Tronó el Dios de la ma
mas yo, confiado en vuestra gran jestad; * dad la gloria a su nom
misericordia, ) bre.
Entraré en vuestra casa, * y
poseído de vuestro temor, me Salmo 28
prosternaré en vuestra santo tem
plo. a l Señor, oh hijos
/ " O fr e c e d le
11. B rcv . 9 :
un ternerillo del Líbano; * mas el que todas las cosas que hay en el
Amado será como el hijo del uni cielo y en la tierra, vuestras son.
cornio. Vuestro, Señor, es el reino, *
La voz del Señor hace saltar y Vos estáis sobre todos los
centellas de fuego; * la voz del príncipes.
Señor hace estremecer el desier Vuestras las riquezas, y vuestra
to; el Señor hará temblar el de es la gloria; * Vos lo domináis
sierto de Cades. todo.
L a voz del Señor llena de es En vuestra mano está la vir
tremecimiento a las ciervas, des tud y el poder; * en vuestra ma
poja las selvas, * y en su templo no la grandeza y el imperio de
todos claman: ¡Gloria! todas las cosas.
£1 Señor hace que persista el Ahora, pues, por Dios nues
diluvio; * el Señor estará sentado tro os confesamos, * y alabamos
en su trono, como Rey, por toda vuestro esclarecido nombre.
la eternidad. Ant. — Alabamos, oh Dios
£1 Señor dará fortaleza a su nuestro, vuestro esclarecido nom
pueblo; * el Señor colmará a su. bre.
pueblo de bendiciones de paz. A nt.— Todos * los pueblos ala
A nt.— Tronó el Dios de la ma bad al Señor.
jestad; dad la gloria a su nombre.
Ant. — Alabamos, oh Dios Salmo 116
nuestro, * vuestro esclarecido A
al Señor, naciones to-
la b a d
nombre. das; * pueblos todos, cantad
sus alabanzas1.
Cántico de David Porque su misericordia se ha
I P a r , 29, 10-13 confirmado, sobre nosotros; * y
la verdad del Señor permanece
R e n d i t o sois, Señor Dios de eternamente2.
Israel, nuestro padre, * por A nt.— Todos los pueblos, ala
los siglos de los siglos. bad al Señor.
Vuestra es, Señor, la magnifi E n los O ficios de F ie sta y de O ctav a,
cencia y el poder, * y la gloria la C a p itu la , el H im no y la A n tífo n a
y la victoria. del B en ed ictu s y la O ra ció n deben de?
cirse como en el Propio, o en el C o
Y a Vos la alabanza; * por m ún.
Cántico de Isaías
Is., 12, 1-6 / PRIMA
s alabaré^ Señor, porque Todo como en el O rd in ario, pág. 10,
excepto lo que sigu e:
estabais * irritado conmi
go, * y • alejóse vuestro Ant.— El que tiene.
furor, y me habéis consolado. J L a s A n tífo n a s puestas en esta y
en las dem ás F e ria s para P rim a , T e r
He aquí que Dios es el salva cia, S e x ta y N ona, se dicen siem pre
dor mío; * viviré lleno^de con en el O ficio fe ria l y en las F ie stas, asi
<lc tres como de n ueve L eccio n es, cu an
fianza, y no temeré. do, siguiendo lo establecido por las R ú
Porque mi fortaleza y mi glo bricas, los Salm os se han de tom ar de
F eria.
ria es el Señor, * y él ha tomado
por su cuenta mi salvación. Salmo 23
Sacaréis agua con gozo de las
fuentes del Salvador, * y diréis e l Señor es la tierra y
en aquel día: dad graciaS a Dios cuanto ella contiene; *
c invocad su nombre. el mundo y todos sus
Anunciad a las gentes sus de moradores.
signios; * acordaos que es excel Porque él la estableció superior
so su nombre. a los mares, * y la colocó más
Tributad alabanzas al Señor, alta que los ríos.
¿Quién subirá al monte del Se anuncia la'grandeza de las obras
ñor? * ¿O quién podrá estar en de sus manos2.
su Santuario? Un día refiere a otro día este
£1 que tiene puras las manos mensaje, *. y una noche da de él
y limpio el corazón, * el que no noticia a otra noche.
ha recibido en vano su alma, ni N o son éstas palabras, ni es
hecho juramentos engañosos a s j éste un lenguaje, * cuya voz no
prójimo1. se deje oír.
Este es el que obtendrá la ben Su voz se oye en toda la tie
dición del Señor, * y la miseri rra; * y sus acentos hasta les
cordia de Dios, su Salvador. confines del mundo.
T al es el linaje de los que le Puso su tienda en el sol; * y
buscan, * de los que anhelan por éste semeja a un esposo que sa
ver el rostro del Dios de Jacob. le de su tálamo nupcial:
Levantad, oh príncipes, vues Salta como gigante a consumar
tras puertas, y elevaos vosotras, su carrera; * levantándose des-»
oh puertas de la eternidad, * y de una extremidad del cielo,
entrará el R ey de la gloria. Y la recorre hasta el otro ex
¿Quién es ese Rey de la gloria? tremo; * nada se libra de' sú
* Es el Señor fuerte y poderoso, calor.
el Señor poderoso en las batallas.
Levantad, oh príncipes, vues
Salmo 18, ii
tras puertas, y elevaos vosotras,
oh puertas de la eternidad, * y
[ a ley del Señor es pura, res
entrará el Rey de la gloria.
taura las almas; * el testimo
¿Quién es ese R ey de la glo
nio del Señor es fiel, da ciencia
ria? * El Señor de las virtudes,
a los humildes.
ése es el R ey de la gloria.
Los mandatos del Señor son
Salmo, 18 i justos, alegran los corazones; *
el precepto del Señor es lumino
1 os cielos publican la gloria de so, esclarece los ojos.
Dios, * y el firmamento ■ ' El temor del Señor es santo,
1. E l Señor cum plirá certisim aniente ln que prom etió.A sí, pues, creo que
v eré los bienes que Dios me tiene preparados en la tierra «le los vivien tes. Ln
tie rra en que ^estamos es la tierra de los que m ueren, pero elcielo es la tierra
de los que viven perpetuam ente.
2. E spera confiadamente el a u x ilio del Señ or. Oltra varonilm ente, y agitardd
con paciencia al Señor tu fo rta le za, ya que presto vendrá y te lib ra rá de todo
mal para siempre.
3. El ju sto vejado por los impíos clam a a Dios, pidiendo su a u x ilio . Nn
perm anezcas en silencio ni calles, como si no cveres mi voz. A la verdad, si
no me prestas auxilio, me asem ejaré a los que. perdida toda esperan za, d es
cienden a los abismos.
E n los O ficios de F iesta y de O c Odiáis a los que adoran * va
tava, la C apitu la, el R esponsorio b fe k
ve y la O ra ció n se dicen como en el nidades ilusorias.
Propio o en el Com ún. ' Mas yo he puesto mi esperanza
L o dem ás como en el O rd in ario , pá
gina 16. en el Señor; * saltaré de gozo
y me regocijaré en vuestra mi
sericordia3.
SEXTA Porque os habéis fijado en mi
Todo como en el O rd in ario , pág. 17, abatimiento; * habéis sacado de
cxcepto lo que sigu e: < sus congojas a mi alma;
Ant. — Libradme, Señor. Ni consentisteis cayera en ma
nos del enemigo; * pusisteis en
Salmo 30, i dilatado campo mis pies.
nVos, Señor, he espera
Salmo 30, n
do; no sea yo confundido
para siempre; * librad A de mí, Señor, que me
p ia d a o s
me por vuestra justicia1. hallo atribulado; * turbá
Inclinad hacia mí vuestro oí ronse por vuestra cólera mi vis
do; * acelerad mi socorro. ta, mi alma y mis entrañas.
Sed para mí un Dios protector, Porque mi vida se consume en
y un lugar de refugio, * donde el dolor, * y mis años entre sus
me pongáis en salvo, piros.
Porque Vos sois mi fortaleza La miseria debilita mi vigor,
y mi auxiliq; * por vuestro nom * y mis huesos se estremecen.
bre me guiaréis y me sustenta Objeto soy de oprobio para to
réis. dos mis enemigos, y hasta para
Me libraréis de este lazo que mis allegados; * soy el terror de
ocultamente me armaron; * por cuantos me conocen4.
que Vos sois mi defensa. Los que me ven, huyen lejos
En vuestras manos encomiendo de mí; * olvidado me veo de los
mi espíritu2; * Vos me habéis corazones, como un muerto5.
redimido, Señor, Dios de verdad. He venido a ser como un vaso
1. "Lo que llega hasta el cielo y penetra los oídos de Dios, no son los
clamores, sino el amor; no las lágrimas de los ojos, sitio la| contrición del
pecador”. (Dionisio Cartujano).
2. El salmista sabe muy bien que nada es más poderoso para captarse la
benevolencia del Señor como la confianza ilimitada en su bondad.
3. E sto se dice por aqu ello* que viendo las prosperidades de los pecadores,
o m enosprecian las am enazas de Din» o dudan de su providencia. P ero deben
ten er presente que si bien Dios es paciento, con todo, es .ju ez ju sto y poderoso;
y aunque propenso al perdón, con todo, se debo temer mu ira y ju sto enojo.
4. E l S e ñ o f es ju e z ju sto y íu e rtt de. trulos. lis ju sto, puesto que no hace
acepción de personas; es fu erte, ya que nadie puede oponerse a su sentencia.'
E s tam bién paciente, su frien d o a los que le ofenden de m uchas m aneras.
i;Si rio os convirtiereis, blandi da; * mas ha caído;!¡en'ésta, fosa
rá^gu' espada; * tiene ya tendido que cavó. ............ ..
el arco y asestado. . Caerá sobre su cabeza él' dotói;
^Ha puesto en él saetas mortí que originó, * y su propia' iniqui
feras; * ha preparado flechas dad descargará sobre su frénte^;
abrásadoraS. ■ Y o glorificaré al Señor p or: su
;,H e aquí que el impío concibió justicia; * y cantaré himnos al
Igi injusticia; * engendró el db- nombre del Señor Altísirñó.
lor, y dió a luz la iniquidad. Ant. — Salvadme, Señor, por
'■Abrió una fosa, la hizo profun- vuestra misericordia.
•L o dem ás como en el O rd in ario, pá
g iiia 21.
I I , D rev. 10
FERIA TE R C E R A
1. E ste salm o gu arda cierta sem ejanza, con la vida, la cual se d esarrolla
con un a perpetua< a ltern a tiv a en tre la a le g ría y la triste z a , la confianza y el
tem or, la paz y la lucha.
Desenvainad la espada y la se Salmo 34, n
gur ante mis perseguidores; *
decid a mi alma: Y o soy tu Sal EVANTÁNDOSE testigos falsos,
vador. * me interrogaban de lo que
Queden cubiertos de confusión yo ignoraba.
y vergüenza * los que atentan Devolviéronme males por bie
a mi vida. nes; * orfandad al alma mía.
Sean puestos en fuga y en des Pero yo, mientras ellos! me
orden * los que maquinan con afligían, * me cubría de cilicio.
tra mí. Humillaba mi alma con el ayu
Vengan a ser «como el polvo no, * no cesaba de orar en mi
que arrebata el viento; * y estré corazón.
chelos el Angel del Señor. Con el amor que a un íntimo
Sea su camino tenebroso y amigo, y como a un hermano
resbaladizo, * y el Angel del Se mío, * así los trataba; como
ñor vaya persiguiéndolos. quien está de luto y en tristeza,
Y a que sin causa me armaron así me humillaba.
ocultamente el lazo de muerte, Mas ellos hacían ñesta, y se
* y ultrajaron injustamente mi aunaron contra mí; * descarga
alma. ron contra mí azotes a porfía,
Caiga en un lazo impensado y sin saber yo la causa.
caiga en la trampa que él puso Quedaron disipados, mas no
en celada, * y quede cogido en su arrepentidos; tentáronme, insul
mismo lazo. táronme con escarnios; * rechi
Entre tanto mi alma se regoci naron contra mi sus dientes.
jará en el Señor, * y se deleitará ¿Hasta cuándo contemplaréis
en su Salvador. ésto, Señor? * Salvad mi alma de
Y dirán todos mis huesos: *la malignidad de estos hombres;
“ Señor, ¿quién hay semejante a librad mi alma, mi vida única.
Vos?” 1. Ant.— Salvad mi alma, Señor,
Que libráis al desvalido de las de las maldades de sus enemigos.
manos de los que pueden más Ant. — Levantaos, * Señor,
que él;. * al necesitado y al po defended mi derecho.
bre de los que le despojaban.
Ant. — Pelead, Señor, contra Salmo 34, m
los que me combaten.
Ant.— Salvad mi alma, * Se Q s celebraré en una magna
ñor, de las maldades de sus ene asamblea, * en medio de un
migos. numeroso pueblo os alabaré.
1. “ Por m ás que esperes en Dios,, jam ás podrás esperar demasiado. Con tal
<|tte esta esperan za no le in duzca ol pecado, debes siem pre esperar en el
'S e ñ o r ” , ( L u d . B lo tio ).
pues el Señor le sostiene con su medio del corazón, * y andará
mano1. con ñrmes pasos.
Joven fui, y ya soy viejo; * Anda el pecador acechando al
mas nunca he visto desamparado justo, * y busca cómo podrá qui
al justo, ni a sus hijos mendi tarle la vida.
gando el pan. Mas el Señor no le abandonará
Pasa el día ejercitando la mien sus manos, * ni le condenará
sericordia, * y dando prestado, ycuando será juzgado3.
bendita será su descendencia. Espera en el Señor, y observa
Huye del mal y haz bien, * y su ley; y te ensalzará para que
vivirás por los siglos de los si entres a heredar la tierra; *
glos. cuando habrán perecido los pe
Porque el Señor ama lo justo, cadores, lo verás4.
y no desampara a los santos; * Y o vi al impío sumamente en
eternamente serán protegidos. salzado, * y empinado como los
Los injustos serán castigados; cedros del Líbano.
* y perecerá la raza de los im Pasé de allí a poco, y he aquí
píos. que no existía ya; * le busqué,
Pero los justos heredarán la mas ni rastro alguno de él pude
tierra, * y la habitarán perpetua
hallar.
mente. Conserva tú la inocencia, y
A nt.— Los brazos de los peca atiende a la justicia, * porque
dores serán quebrantados, al pa el hombre pacíñco deja de sí
so que a los justos sostiénelos elmemoria.
Señor. Mas los injustos perecerán to
Antft—Conserva la inocencia, dos; * cuanto quede de los im
* y atiende a la justicia. píos será destruido.
La salvación de los justos vie
Salm o 36, m ne del Señor-; * y él es su pro
tector en el tiempo de la tribu
T a boca del justo derramará lación.
sabiduría, * y su lengua ha E l Señor les ayudará, y los li
blará juiciosamente2. brará, * y los sacará de las ma
L a ley de su Dios la tiene en nos de los pecadores, y los sal-
1. Enviadme vuestra luz. Vos sois la luzde las almas. En mi alma reinan
las tinieblas. la oscuridad. |Oh cuánta necesidad tengo_ de ser iluminado I
Asi como no negáis laluz del mundo a los mismos enemigos vuestros, asi no
neguéis a >mi alma la luz sobrenatural de vuestro rostro, aunque muchas y
muchas veces os haya ofendido.
2. E n tn ré en el altar de Dios para ofrecerle el sacrificio eucarístico, aquel
sacrificio del Cordero inmaculado que quita los pecados del mundo.
3.' Alma mía, espera en Dios, pues aun le puedes confesar; aun le puedes
dar gracias; auu puedes publicar sus infinitas misericordias.
dones, * porque juzgáis los pue nosotros hizo, * y con temor y
blos con justicia y gobernáis las temblor bendecidle: glorificad
naciones en la tierra. con vuestras obras al Rey de los
Que los pueblos todos os ce siglos.
lebren, oh Dios; * pues la tierra Mas yo bendeciré al Señor en
su fruto ha dado ya. este país donde estoy cautivo, *
Bendíganos Dios, el Dios nues porque manifestó su poder con
tro, bendíganos Dios; * témanle tra una nación culpable.
todos los confinés de la tierra. Convertios, pues, pecadores;
Ant.— Haced, Señor, que vues obrad ante Dios con rectitud; *
tra faz resplandezca sobre nos esperad que manifestará su mi
otros. sericordia en favor vuestro.
A nt.— Glorificad con vuestras Y yo y mi alma, * nos alegra
obras * al Rey de los siglos. remos en él.
Bendecid al Señor, todos lo
Cántico de Tobías que sois sus elegidos; * pasad
Tob., 13, 1 - 1 0 dias alegres, bendecidle.
Ant.— Glorificad con vuestras
\ J os sois, Señor, eternamente obras al Rey de los siglos.
grande; * y a todos los si Ant.— Alabad * el nombre del
glos se extiende vuestro reino. Señor, los que moráis en su casa.
Vos sois quien castigáis y sal
váis, conducís hasta la tumba y Salmo 134
libráis de ella; * no hay quien se
sustraiga a vuestra mano. A ladad el nombre del Señor;
Dad gracias al Señor, hijos de * tributadle alabanzas vo
Israel, * y alabadle ante las na otros, siervos suyos.
ciones, Los que asistís en la casa del
Porque os dispersó entre los Señor, * en los atrios del Tem
pueblos que le desconocen, * pa plo de nuestro Dios1.
ra que publiquéis sus maravi Alabad al Señor porque es in
llas. finitamente bueno; * cantad
Y les hagáis saber * que nohimnos porque es sumamente
hay Dios omnipotente fuera de suave.
él. Por cuanto el Señor ha esco
£ 1 nos castigó por nuestros pe gido para sí a Jacob; * a Is
cados, * y él nos salvará por su rael para propiedad suya.
misericordia. Porque yo tengo bien conoci
Considerad, pues, lo que con do que el Señor es grande, * y
1. Todos los fíeles son ciertameute siervos del Señor, pero lo son especial
mente aquellos que del'todo a él se han consagrado. Por lo’ mismo, dice: “ Vos
otros sacerdotes, vosotros levitas, que residís en la casa del Señor, vosotros que
permanecéis en los atrios de la casa de nuestro Dios y le servís, alabad cl
noipbré>del Señor” .
que nuestro Dios es sobre todos que los fabrican, * y cuantos en
los dioses. ellos ponen su confianza.
‘Todas cuantas cosas quiso, ha Oh tú, casa de Israel, bendice
hecho el Señor; así en el cielo al Señor; * bendice al Señor,
como en la tierra, * en el mar y casa de Aarón.
en todos los abismos. Casa de Leví, bendice al Se
El hace venir las nubes de la ñor; * vosotros los que teméis al
extremidad de la tierra, * y con Señor, bendecid al Señor.
vierte en lluvias los relámpagos. Bendígase a l S e ñ o r desde
El es el que hace salir los vien Sión; * al Señor que habita en
tos de sus depósitos, * el que Jerusalén.
hirió de muerte a los primogéni A nt.— Alabad el nombre del
tos de Egipto, sin perdonar a Señor los que moráis en su casa.
hombre ni bestia.
E hizo señales y prodigios en Capitula Rom., 1 3 , 12-13
medio de ti, Egipto, * contra Fa
raón y todos sus vasallos. f a noche está ya muy avanza
El destrozó muchas naciones, da, y va a llegar el día. D e
* y quitó la vida a reyes pode jemos, pues, las obras de las ti
rosos. nieblas, y revistámonos de las
A Sehón, rey de los Amorreos, armas de la luz. Andemos con
y a Og, rey de Basan, * y des decencia, como se suele andar du
truyó a todos los reinos de los rante el día.
Cananeos.
Y dió la tierra de éstos en Himno
herencia; * en herencia a Israel,
V f a el alado mensajero del día
pueblo suyo. anuncia la proximidad de la
Eterno es, S e ñ o r , vuestro luz; ya Cristo, el divino excita
nombre; * vuestra memoria, ob dor de las almas, invita a la
Señor, pasará de generación en vida.
generación. Dejad, clama, los lechos, vos
Porque el Señor hará justicia otros que sucumbís al pesado
a su pueblo, * y será propicio sueño; permaneced en vela, cas
con sus siervos. ta, recta y sobriamente, puesto
Los Ídolos de las naciones, que ya estoy cerca.
no son más que oro y plata, * A Jesús clamemos con nues
hechura de manos de hombres. tras voces, con nuestras lágrimas
Tienen boca, pero no habla y preces, con nuestra sobriedad.
rán; * ojos, mas no verán. Roguemos con insistencia; un
Orejas tienen y no oirán; * ya corazón puro no duerme nunca.
que no hay aliento de vida en Oh Cristo, venid a despertar
su boca. nos de nuestro sueño; venid a
Semejantes sean a ellos los romper las cadenas de la noche;
libradnos de las culpas jasadas S ffm o 66 1
y comunicadnos nueva luz. (V é a se pdg.
A Diós Padre se dé Id gloria A nt.— Dios *tenga misericordia
y ál H ijo su Unigénito, junta de nosotros y nos bendiga.
mente cón el Espíritu Paráclito, Ant.— Me restableceréis, Señór.
ahora y por todos loé siglos.
Aírién. C ántico de E zequías
y . ' Desde la mañana, hemos Is., 38, 10 -2 0
sido colmados de vuestras mise
ricordias. I£. Nos han regocijado 0 d ije : A la mitad de mis
' y deleitado. 1 días * iré a las puertas del
Ant. del Bened. — Nos susci sepulcro.
tó * el Señor un Salvador pode Privado estoy del resto de mis
roso, én la casa de su siervo D a años. * D ije: No veré al Señor
vid. en la tierra de los vivientes.
'■ En los Oficios de Fiesta y de Oc No veré más a hombre alguno,
tava, la Capitula, el Himno, la Antí * con los moradores del mundo.
fona del Bcttediclus y la Oración se
dicen como en el Propio o en el Común. Mi morada ha sido removida,
Lo demás como en-., el Ordinario, * y arrollada lejos de mí, como
pág. 7.
una tienda de pastores.
Se me ha cortado la vida, como
LAUDES lo hace el tejedor; me la cortó
cuando aun se iba urdiendo; *
II de la mañana a la noche daréis
fin a mi vida.
E n las V ig ilia s com unes cuando el
O ficio se cclcltra de F e ria . Esperaba yo, mientras llega
ba la mañana; + como un león
i . ------------
Todo' como en el Ordinario, pág. 7, trituró todos mis huesos.
excepto lo que sigue: De la mañana a la noche pon
A nt.— Borrad mis pecados. dréis fin a mi vida; * gritaba
como polluelo de golondrina;
Salm o 50 gemía como la paloma.
Debilitáronse mis ojos * de
(Véase pág. 67).
tanto mirar en alto.
Ant.— Borrad mis pecados, Se
Señor, padezco violencia, salid
ñor, por la multitud de vuestras
mi fiador. * ¿Yo qué diré, y qué
bondades.
responderá él, si es él mismo
Ant.— Defended mi causa.
quien lo ha hecho?
Repasaré ante Vos todos mis
Salm o 42
años, * con amargura de mi alma.
(Véase pág. 90). Señor, si así se vive y en esto
Ant.—^Defended mi causa, oh consiste la vida de mi espíritu,
Dios, contra la gente impía. Vos me restableceréis y me de
A nt.— Dios tenga misericordia. volveréis la vida. * He aquí, en
la paz, que amargura tan amarga Ni se burlen de mí mis enemi
la mía. gos; * porque ninguno que espe
Mas Vos habéis librado mi al re en Vos será confundido.
ma para que no pereciese; * Sean, cubiertos de confusión, *
echándoos sobre vuestras espal todos los que vana e injustamen
das todos mis pecados. te obran la iniquidad.
Porque no os celebrará el se Mostradme, Señor, vuestros
pulcro ni la muerte os alabará; * caminos, * y enseñadme vuestros
no esperarán en vuestra verdad senderos.
los que descienden al hoyo. Dirigidme según vuestra ver
El que vive, el que vive, éste dad e ¿instruidme, * pues S0 Í3
os alabará como hoy lo hago yo; Vos el Dios Salvador mío, y os
* el padre narrará a sus hijos estoy esperando todo el día.
cuál sea vuestra felicidad. Acordaos, Señor, de vuestras
Señor, salvadme, * y cantare piedades, * y de las misericor
mos nuestros cánticos todos los dias que habéis usado en los si
días de nuestra vida en la casa glos pasados.
del Señor. Los pecados de mi juventud
Ant. — M e restableceréis, Se * olvidadlos, y también mi ig
ñor, y me devolveréis la vida. norancia.
Ant.— Alabad. Según vuestra misericordia,
acordaos de mí, * por vuestra
Salmo 134 bondad, oh Señor.
(V é a se pág. 9 1).
Ant.— Alabad al Señor porque Salmo 24, 11 1
es bondadoso, y será rogado por
sus siervos. pL
Señor es bondadoso y jus
to; * por lo mismo dirigirá
L a C a p itu la , H im no, V e r so y A n t ífo
na del B en ed ictu s puestas en la pág. 69 a los pecadores por el camino
a l final del prim er fo rm u la rio de L a u
des de esta m ism a F e ria . S e dice la que deben seguir.
O ra ció n conveniente. Dirigirá a los humildes por la
' L o dem ás como en el O rd in a rio , pá-
6 ina 8. vía de la justicia; * enseñará sus
caminos a los apacibles.
Todos los caminos del Señor
PRIMA son misericordia y verdad, * para
T o do como en el O rd in ario , pág. 10, los que buscan su santa alianza
excepto lo que sigu e: y sus mandamientos.
A nt.— Dios mío. Por la gloria de vuestro nom
bre, perdonad, Señor, mi pecado,
Salmo 24, i
* que es ciertamente muy grave.
Vos, Señor, he levantado ¿Quién es el hombre qué te
mi espíritu; * en Vos, me al Señor? * Dios le ha pres
mi Dios, confío; no sea crito la regla que debe seguir en
yo confundido. la carrera que escogió.
Reposará su alma entre bie TERCIA
nes, * y sus hijos poseerán la
Todo como en el O rdinario, pág. lú,
tierra. excepto lo que sigue:
El Señor es firme apoyo de Ant.— Miróme el Señor.
los que le temen, * y a ellos re
vela sus secretos.
Salmo 39, i
Salmo 24, m estuve al Se
gu ard an d o
ñor * con ansia suma,
ís ojos están siempre fijos en y por fin inclinó a mí
el Señor; * pues él ha de sus oídos.
sacar mis pies del lazo. Y escuchó benignamente mi*
Volved, Señor, vuestra vista súplicas, * y sacóme del lago de
hacia mí y compadecedme; * la miseria y del inmundo cieno
porque me veo solo y pobre. Y asentó mis pies sobre pie
Las tribulaciones de mi cora dra, * dando firmeza a mis pa
zón se han multiplicado; * li sos.
bradme de mis congojas. Púsome en la boca un cántico
Ved mi humillación y mi tra nuevo, * un cántico en loor d»
bajo,. * y perdonad todos mis pe nuestro Dios.
cados. Verán esto muchos, y temerán
Reparad en mis enemigos có al Señor, * y pondrán en él si
mo se han multiplicado, * y cuán esperanza.
injusto es el odio con que me Bienaventurado el hombre cu
aborrecen. ya esperanza es el nombre de
Guardad mi alma y libradme; Señor; * y que no volvió su?
* no sea yo avergonzado por ha ojos hacia la vanidad y a las ne
ber esperado en Vos. cedades engañosas.
Los inocentes y justos se han Muchas son, oh Señor Dio-
unido conmigo, * porque en Vos mío, las maravillas que habéir
esperé yo. obrado, * y en vuestros designio-
Librad, oh Dios, a Israel, * no hay quien se asemeje a Vos
de todas sus tribulaciones. Púseme yo a referirlos y anun
II Cuando en L audes se haya dicho
el Salm o 50, Tened piedad, aquí se
ciarlos; * exceden todo guarismo
añade el Salm o 95, Cantad al S eñ o r ... Ni sacrificios r ni holocausto
¡o h tierra ... canta!, como más a r r i
ba, pág. 89, que no se rezó en L a u
habéis querido; * oídos perfec
d es; de lo contrario, después de haber tos, en cambio, me habéis dado
dicho los tres Salm os, seguidam ente Tampoco habéis pedido holo
se dice la A n tífo n a .
causto ni víctima por el pecado
* de otra suerte diría: He aqu
Ant.— Dios mío, en Vos con
que vengo.
fío, * no sea confundido. Al frente del libro está escri
Lo dem ás como en el O rdinario, pá
gin a 11.
to de raí, que había de hace
vuestra voluntad. * Dios mío
me place, y vuestra ley la tengo merecen, * aquellos que me di
escrita en medio de mi corazón. cen: Ea, ea.
Alégrense en Vos y regocíjen
Salmo 39, ii se todos los que os buscan, y
digan siempre cuantos aprecian
1-1 e anunciado vuestra justicia vuestro socorro: * Ensalzado sea
* en un gran congrega-“1 Señor.
ción. He aquí que no tendré ce Aunque mendigo soy yo y po
rrados mis labios; Vos, Señor, bre, * el Señor cuidará de mí.
lo sabéis. Vos sois, Señor, mi valedor y
No he escondido vuestra jus protector. * Dios mío, no tar
ticia en mi corazón; * vuestra déis.
verdad he proclamado y también Ant. — Miróme el Señor, y
vuestro socorro. oyó mi plegaria.
No he ocultado vuestra mise E n los O ficios de F ie sta ’y de O c
ricordia y vuestra verdad * a la tava, la C ap itu la, el R esponsorio bre
ve y la O ra ció n se dicen coitio en el
numerosa asamblea. Propio o en el Com ún.
Mas Vos, Señor, no apartéis Lo dem ás como en el O rd in ario , pá
de mí vuestras bondades; * ya pina 16.
que vuestra misericordia y fide
lidad me han guardado siempre1. SEXTA
Porque me hallo cercado de Todo como en el O rd in ario , pág. 17
males sin número; * sorpren xccpto |o que sigu e:
diéndome mis pecados, y no pu Ant. — Me acogisteis, Señor.
de distinguirlos bien.
Multipliccáronse más que los Salmo 40
cabellos de mi cabeza; * y mi
corazón ha desmayado. fjj © \ 1 i e n a v b n t u r a d o el que
Dignaos, Señor, librarme; * ü P*cnsa en el necesitado y
venid presto a socorrerme. en el pobre: * en tiempo
de desgracia le librará el Señor.
Salmo 39, m Guárdele el Señor, y confór
tele y hágale feliz en la tierra, *
u e d e n de una vez. confundi y no le entregue a merced de
Q dos y avergonzados cuantos sus enemigos. '
buscan * cómo quitarme la vida. Consuélele el Señor cuando se
Vuélvanse atrás llenos de con halle postrado en el lecho de su
fusión * los que mi mal desean. dolor: * mullísteis, Señor, toda
Sufran luego la ignominia que su cama durante su enfermedad.
1.' E l alm a creada por D io s, para gozar de D ios, para saciarse en aquel
m ar inm enso y sin lím ites de fe licid a d , cuando es ilum inada e inspirada por
la g ra cia , sien te el deseo de ir a D ios, mucho m ás de lo que puede desear el
cie rv o las fu en tes de las refrig e ra n te s aguas.
2, E n la no¿he de m is aflicciones y turbaciones p erseveraré d irigien do mi
oración al D ios de mi vida. N o me cansaré de o rar al D ios autor do mi vida.
P o r lo cu al confiadam ente d iré a D io s: “ V os sois el que siem pre mp a co g é is".
En la esclavitu d me lib r á is ; en la persecución me d efen d éis; y caído, me le
v an táis, pu rificáis, ilum ináis y santificáis.
II B rev . 11
mismo me acordaré de Vos des* NONA
de la tierra del Jordán, y desde T o do como en el O rd in ario, pág. 18,
los montes de Hermón, grande excepto lo que sig u e :
y pequeño.
Ant.— Nos salvasteis.
Un abismo llama a otro abis
mo, * a la voz de vuestras cas
cadas. Salmo 43, i
Todas vuestras ondas y vues
tras olas * van pasando delante oh Dios, hemos
N o so tro s,
'1 . V o s sois mi R e y y m i D ios. N o sois como los otros reyes y los otrus
dioses. S ois R e y por n atu raleza, y rein áis en las alm as no por la fu e rz a ni la
v iolen cia, sipo por la fe , la esperan za y la c a rid a d ; rein áis en las alm as por
el am or, que todo lo h ace d u lce, llevad ero, agrad able y fá cil. N o sois como
los dioses de los gen tiles. S o is el único D ios verdadero, D ios eterno, D ios om
ni potente, D ios bondad, D ios ju stic ia . D ios m isericord is, y Dios padre aman-
tísim o.
f •
de los que nos afligían, * y con dado de Vos, * ni hemos hecho
fundió . a los que nos odiaban. traición a vuestra alianza.
En Dios nos gloriaremos todos No se ha rebelado nuestro co
los días, * y vuestro nombre ce razón, * ni nuestros pasos se han
lebraremos eternamente. desviado de vuestra senda.
Aunque nos humillasteis en un
Salmo 43, n lugar de aílicción, * cubriéndonos
con la sombra de la muerte.
\ la verdad, nos habéis dese-
chado y cubierto de confu Salmo 43, m
sión, * pues ya no salís, oh DJos,
al frente de nuestros ejércitos. C i nos hemos olvidado del
Nos hicisteis retroceder ante nombre de nuestró Dios, *
nuestros enemigos, * y nos han y si extendimos las manos hacia
saqueado los que nos aborrecían. un Dios extraño,
Nos entregasteis como ovejas ¿Por ventura Dios no nos ha
destinadas a) matadero, * y nos de pedir cuenta de tales cosas?
habéis dispersado entre las na * Porque él conoce los secretos
ciones. del corazón.
D e balde habéis vendido vues Cierto, por amor vuestro se
tro pueblo, * y no ha habido con nos mata cada día, * reputados
currencia en la venta. somos como ovejas destinadas al
Nos habéis puesto como obje matadero.
to de oprobio para nuestros ve Despertaos, ¿por qué dormís
cinos, * hechos el escarnio de Señor? * Levantaos y no nos
los que nos rodean. abandonéis para siempre.
Nos habéis puesto por prover ¿Por qué escondéis vuestro
bio entre las naciones, * ludibrio rostro? * ¿Os olvidáis de nues
de los pueblos. tra miseria y de nuestra angus
Todo el día tengo delante de tia?
los ojos mi ignominia, * y está Porque nuestra alma está hu
mi rostro cubierto de confusión. millada hasta el polvo, * y te
Oyendo la voz del que me za nemos pegado nuestro pecho a!
hiere y llena de vituperios, * v suelo.
viendo a mi enemigo y persegui Levantaos, Señor, socorrednos
dor. ♦y redimidnos por vuestro nom
Todas estas cosas nos han so bre1.
brevenido, y no nos hemos olvi Ant. — Nos salvasteis, Señor
1. L os que con fía n en D ios y ponen en él sti esperan za, perm anecerán fir
m es e inconm ovibles como el propio monte de S ió n . aunque se ciern a sobre
ellos la m ás fu rio sa tem pestad. Jam ás serán conm ovidos los que con la mente,
con su corazón y firme esperan za habitan en la celestial Jeru salén , en pre
sencia del S eñ or.
2. P osible será que los pecadores e jerzan su poder contra los ju sto s; con
todo, el S eñ o r no d eja rá que hasta el fin el azote de los malos, ca stigu e a los
buenos y a s u s bienes, no s e a que. los ju sto s d esfallezcan y extien d an sus manos
a la m aldad, engañados por las fa ls a s promesas de los impíos o espantados por
sus am enazas.
Entre tanto da el sueño a sus madas de nuestra alma, haciendo
amados: * ésta es una herencia que florezca con vuestra gracia,
que viene del Spñor, los hijos; el para que purifique con lágrimas
fruto de las entrañas es un pre sus culpas, y contenga sus movi
mio. mientos desordenados.
Como flechas en manos de un Sea elija obediente a vuestros
valiente, * así son los hijos de preceptos, y jamás se acerque al
los desterrados. mal; se goce viéndose por Vos
Dichoso el hombre que de ellos colmada de bienes, e ignore los
satisfizo su deseo; * no se verá golpes de la muerte.
confundido cuando a la puerta Concedédnoslo, oh Padre mi
de la ciudad hablare a sus ene sericordiosísimo, y Vos, el U n i
migos. . . génito igual al Padre, que, con
An$.— E l Señor edifique para el Espíritu consolador, vivís y
nosotros la. casa, y guarde la ciu reináis por todos los siglos.
dad. Amén.
y . Ascienda, Señor, mí ora
ción hacia Vos.
Capitula I I Cor., 1 , 3-4
1$. Como el olor del incien->
Q e n d it o sea Dios, Padre de so ante vuestra presencia.
r; nuestro Señor Jesucristo, Pa Ant. del Magnif.— Mi espíritu
dre de las misericordias, y Dios * está trahsportado .de gozo en
de toda consolación, el cual nos Dios mi salvador.
consuela en todas nuestras aflic En !os O ficios de F ie sta y de O c
ta v a , la C a p itu la , el H im no, la A n t í
ciones. fona del M a g n ífica t y la O ra ció n se
d icen como en el P rop io o en el Com ún.
Lo dem ás, com o en el O rd in ario , pá
Himno g in a 20.
'1 . " E l H ijo tiene constantem ente ante sus ojos al P a d re , y la Igle sia tiene
.inte los suyos a C r is to " . (San Jerónim o).
FERI A C U A R T A
1. Nosotros predicam os, y nuestros h ijo s lo predicarán a los suyos, que este
D ios <|tic fu n d ó y defiende la ciudad santa, es nuestro D ios para siem pre y por
los siglos de los siglos.
2. “ E n el día del ju icio, ningún c o n s a n g u í n e o o pnrirnté podrá lilirar a s u
p ró jim o ” . (D ionisio Cartujano).
3. “ E l pecador, después de la m uerte, con n ingún género de sa tisfa cció n
podrá lilirnr a su a lm a ". (D ionisio Cartujano).
riquezas, * y sus sepulcros serán Su alma, durante su vida; se
para siempre su morada. rá alabada; * y él te alabará a
Sus viviendas durarán de edad ti cuando le hicieres bien.
en edad, * como sus dominios a Mas irá a reunirse con las ge
los que dieron sus nombres. neraciones de sus padres, * y por
Y el hombre, aunque elevado toda la eternidad ya no verá la
a alto honor, no lo ha compren luz. »•
dido; * se ha igualado a las bes ' Y el hombre, aunque elevado
tias irracionales, ha venido a ser a álto honor, no lo ha compren
como ellas. ¿ dido; * se ha igualado a las bes
Ánt. — D e mi boca * saldrán tias irracionales, ha venido a
palabras de sabiduría, y de mi ser como ellas.
corazón pensamientos llenos de Ant.— No temas: la gloria no
prudencia. descenderá con el rico en el se
A nt.— No temas: * la gloria pulcro.
no «descenderá con el rico en el En la s F ie sta s de nueve Lecciones:
sepulcrig. ■ . y . Dios me librará del po
der del infierno. 1 ^. Cuando re
Salmo 48, n cibiere a mi alma.
L o dem ás como en el O rd in ario, pá
T a l es su cam ino, ocasión de gin a 4.
1'. C risto ven d rá, no como antes, con hum ildad, sino con gran poder y
m ajestad . Y no callará, sino que b u v o z d espertará, a todos los hom bres que
descansan en los sepulcros y co n gregará ante su trono a todos los pueblos para
ser ju zg ad os.
'(
Salmo 50 Ant.— Consideradlo, los que os
(y ¿ a s e pág. 6 7),
olvidáis de Dios.
y . El sacrificio de alabanza
Ant.— Aceptaréis, Señor, el sa es el que me honra.
crificio de justicia sobre vuestro
1J. Ahí está el camino por
altar.
donde mostraré al hombre la
lín el O fic io fe ria l y en las F ie stas:
salvación de Dios.
y . Infundiréis en mi oído 1.0 demás como en el Ordinario,
palabras de gozo y alegría. 1 $. pág. 9.
Y se estremecerán de júbilo mis
huesos quebrantados.
Lo restante como en el O rd in ario, LAUDES
pág. 4.
I
En las Ferias, exceptuadas, las V i
gilias comunes ocurrentes, en las C ua
III NOCTURNO tro Tém poras de Septiembre, y en las
Fiestas.
II
Todo como en el Ordinario, pág. 12,
E u las C uatro Tém poras, de Septiem excepto lo que sigue:
bre y en las V ig ilia s com unes, cuando
en Lau des se ha dicho el Salm o 50.
Ant.— El Señor es el que rei
na; alégrese la tierra.
A nt.— El Dios de los dioses.
Salmo 96
Salmo 49, i
([ 'c a s e pág. 138). l Señor es el que re
regocíjese la tierra; *
Ant.— El Dios de los dioses, el
muestre su júbilo la mul
Señor, ha hablado.
Ant.— Ofrece a Dios. titud de islas1.
Circuido está de una densa
Salmo 49, n nube; justicia y juicio son el
sostén de su trono.
( y ¿ a s e pág. 1Í39, desde el V . E sc u Fuego irá delante de él, * que
cha). I
abrasará por todas partes a sus
Ant.— Ofrece a Dios sacrificio
enemigos2.
de alabanza. Alumbrarán sus relámpagos el
A nt.— Consideradlo. orbe'; * violo y se estremeció la
tierra.
Salmo 49, m Derritiéronse como cera los
(Idéase pág. 139). montes a la presencia del Señor;
1. A Ins hombres m alos, no stSlo los ahartnlia 1^‘os de si D avid , sino que
los castigab a. Esto lo liacin, asi para lim piar a la santa ciudad del Señ or de
hom bres perverso s, como f>ara procurar la. seguridad de los Inienos. P u es el
que perdona a los m alos, d añ a a los buenos.
II Drev. 12
omnipotente, en el día del juicio los siglos, el Dios tuyo, oh Sión;
Ies castigará. * reinará en toda la serie de
Meterá fuego y gusanos en sus generaciones.
carnes,1* para que se abrasen y Ant.— Alabaré a mi Dios toda
sufran para siempre. mi vida.
' Ant:— Grande sois, Señor,- y
magnífico en vuestro poder.
Ant.— Alabaré + a mi Dios to
Capitula ‘ Rom., 13, 12-13
da mi vida.
í A noche está ya muy avanza-
Salmo 145 zada, y va a llegar el día.
Dejemos, pues, las obras de las
A l a b a al Señor, alma m ía/, A l . tinieblas, y revistámonos denlas
Señor alabaré toda mi vida; armas de la luz. Andemos con
* mientras viva, salmos cantaré decencia como se suele andar du
a mi Dios. rante el día.
No confiéis en los poderosos, *
ni en los hijos de los hombres en Himno
cuya mano no está la salud.
Saldrá su espíritu del cuerpo, C n t r a la luz y con ella se ilu
y volverá éste a ser polvo; mina el cielo. Viene Cristo:
* entonces se desvanecerán todos apartaos, noche y tinieblas, ne
sus proyectos. gros nubarrones, y cuanto oscu
Dichoso aquel que tiene por rece el mundo y enturbia su es
protector al Dios de Jacob, el plendor.
que tiene puesta su esperanza en La densa oscuridad de la tie
el Señor Dios suyo; * el que ha rra queda rasgada por el rayo
creado el cielo y la tierra, el del luminar del día; los objetos
mar y todo cuanto ellos contie recobran sus colores ante la au
nen: gusta brillantez del sol.
£ 1 cual 1 mantiene eternamente A Vos solo, oh Cristo, reco
la verdad, hace justicia a los nocemos; y con mente pura y
que padécen agravios, * da de sincera, gimiendo y cantando, o¿
comer a los hambrientos. tagarnos que .iluminéis nuestros
£1 Señor da libertad a los que corazones.
están encadenados; * el Señor Muchas son las cosas que en
alumbra a los ciegos. < este mundo se presentan bajo un
£ 1 Señor levanta a los caídos; aspecto engañador; venid a di
* ama el -Señor a los justos. sipar con vuestra claridad estaí
E l Señor protege a los pere sombras, Vos que sois la luz
grinos; amparará al huérfano y verdadera de los espíritus ce
a la viuda, * y desbaratará los lestiales ; iluminadnos con el se
designios de los pecadores. reno resplandor de vuestra ,faz.
El Señor reinará por todos A Dios Padre sea la gloria* y
al Hijo su Unigénito, juntamen Ant.— Mi corazón se alegrará.
te con el Espiritu Paráclito,
ahora y por todos los siglos. Cántico de Ana I Reg., 2 , 1 - 1 0
Asi sea.
Desde la mañana hemos i corazón se regocijará en
sido colmados de vuestras mise- el Señor; ♦ mi poder se
1 ricordias. I£. Nos han regoci ha robustecido en mi
jado y deleitado: Dios.
i Ant, del Bened.— El Señor nos Abrióse mi boca contra mis
ha librado * de todos aquellos enemigos, * porque sentí la ale
que nos odiaban. gría de vuestra salvación.
En los Oficios de Fiesta y de Oc Nadie es santo como lo es el
tava, la Capitula, el Himno, la _Antí Señor; no hay otro Dios fuera de
fona del Benedictus y la Oración se
dicen como en el Propio o en el Común. Vos; * nadie es fuerte como
Lo demás como en el Ordinario, pá nuestro Dios.
gina 7.
No repitáis, en vuestro orgu
llo, * las palabras altaneras;
LAUDES No habléis más vuestro len
guaje antiguo; porque el Señor
II es el Dios del saber, * él pe
£u las' Cuatro Téin(>oras de Septiem netra todos los pensamientos.
bre y en las Vigilias comunes, cuando El arco de los valientes ha sido
se celebra Oficio de Feria.
quebrado, + y los débiles han
Todo como en el Ordinario, pág. 7, sido revestidos de fuerza.
excepto lo que sigue: Los que antes estaban hartos,
Ant. — Purificadme más. se alquilaron por pan, * y los
hambrientos se hartaron.
Salmo 50 Dió a luz la estéril muchos
. hijos, * y se debilitó la que los
(Véase pág. 67).
Añt. — Purificadme más, Se tenía numerosos.
ñor, de mi iniquidad. El Señor es quien quita y da
■ Ant.— Nuestras impiedades. la vida, * quien lleva hasta el
sepulcro y saca de él.
Salmo 64 El Señor da la pobreza y la
riqueza; * abate y ensalza.
(Véase pág. 112).
Levanta del polvo al indigen
Ant. — Nuestras impiedades, te; * y saca del estercolero al
Vos las perdonaréis, oh Dios. pobre;
Ant. — En la inocencia.
Para que se siente con los
príncipes, * y ocupe un trono
Salmo 100
de gloria.
( Véase pág. 113). Porque del Señor son los polos
Ant. — En la inocencia del de la tierra; * sobre ellos asentó
corazón viviré,, Señor. el orbe.
D a estabilidad a sus escogidos, me; * examinad niis afectos y
y los impios perecen en tinieblas; mi corazón.
* porque no es la propia fuerza Porque tengo a la vista vues
la que hace fuerte al hombre. tra misericordia, * y en vuestra
Temblarán ante el • Señor sus verdad he puesto todas mis com
adversarios; * sobre ellos tronará placencias.
desde los cielos. Nunca me he sentado en las
El Señor juzgará toda la tie reuniones de gente vana, * ni
rra; dará el imperio a su rey, * conversé jamás con los que obran
y ensalzará el poder de su Cristo. la iniquidad.
; Ant.— M i . corazón se alegrará Aborrezco la sociedad de los
.‘ en el Señor, que humilla y en perversos, *, evitaré siempre la
salza. comunicación con los impíos.
Ant.— Alaba. Lavaré mis manos con los ino
centes; * y rodearé, Señor, vues
Salmo 145 tro altar.
( V éase pág. 114 ).
Para oír las voces de alaban
za * y referir* todas vuestras
Ant.— Alaba, alma mía, al Se
maravillas. *•
ñor que levanta a los caídos y
Señor, yo he amado el decoro
ama a lós justos.
de vuestra casa, * y el lugar
L a Capititla, H im no, V e r so y A n t ífo donde habita vuestra gloria.
na del B en ed ictu s puestas en la p ági
na 114 , al final del prim er form u lario No perdáis, Dios mío, con los
de Lau des de esta misma F e ria . M as impíos mi alma, * ni lia vida mía
en la F e ria I V ' de la s T ém p oras <le
Septiem bre, la A n tífo n a se toma del con los hombres sanguinarios1,.
P ropio de Tiem po. S e dice la O ració n En cuyas manos no se ve más
correspondiente.
1,0 dem ás conto en el O rd in ario, pá que iniquidad, * y cuya diestra
gin a S. ' está toda llena de sobornos.
Mas yo he procedido según
PRIMA mi inocencia. * Salvadme, y ha- 1
bed piedad de mí.
Todo como en el O rd in ario , pág. 10,
menos lo que sigu e: Mis pies ¡se han dirigido siem
pre por el camino de la rectitud:
Ant. — Vuestra misericordia.
* Oh Señor, yo cantaré vuestras
alabanzas en las reuniones de la
Salmo 25
Iglesia.
R Sjrfll u zg a d m e , Señor, pues y o
KM he procedido según mi >Salmo 51
inocencia; * y esperando
en el Señor, no vacilaré. D or qué haces alárde de tii
Frobadme, Señor, y sondead * malignidad, * tú que empleas
1 S eñ or no perm itáis que mi alma perezca como la de los im píos que r.o
temen a D ios, y con la de los m alvados que aborrecen al prójim o.
el valimiento para realizar las Corrompiéronse, son abomina
iniquidades? bles en su iniquidad; * no hay
: Todo el día está tu lengua em quien obre el bien.
pleándose en la injusticia, * cual Echó Dios desde el cielo una
navaja afilada así tú has hecho mirada sobre los hijos de los
traición. < hombres, * para ver si hay quien
Preferiste el mal al bien, * la conozca o quien busque a Dios.
calumnia al lenguaje de la verdad. Todos se han descamado; se
Has amado toda suerte de pa han hecho igualmente inútiles; *
labras de perdición, * oh lengua no hay quien obre bien, ni uno
pérfida. siquiera.
Pór tanto Dios te destruirá ¿No caerán en la cuenta todos
pata siempre; * te arrancará y aquellos que cometen la iniqui
echará fuera de la mansión en dad, * que devoran a mi pueblo,
que habitas, te desarraigará de la como un pedazo de pan?
tierra de los vivientes. Ellos no han invocado a Dios;
Lo verán los justos, y tembla * temblaron de miedo allí donde
rán, y se reirán de él, diciendo: no había que temer.
* He aquí el hombre que no con Porque Dios aniquila el poder
tó con el favor de Dios1, de los que lisonjean a los hom
. Sino que puso su confianza en bres. * Serán confundidos, por
sus grandes riquezas, * y no hu que Dios los desechó de sí.
bo, quien le apeara de su vanidad. ¿Quién enviará de Sión al
Y ó, al contrario, a manera de Salvador de Israel? * Cuando
un fértil olivo, 'subsistiré en la Dios ponga fin al cautiverio de
casa de Dios * para siempre y su pueblo, se regocijará Jacob, y
por los siglos de los siglos, por saltará de gozo Israel.
haber puesto mi esperanza en la
J Cuando se h aya dicho en L audes
misericordia de Dios. el Salm o 50, Tened piedad, se añade
Enteramente os alabaré, por áqui el Salm o 96, E l S eñ o r e t el que
que tal habéis obrado; * y es reina, pág. 1 1 1 , el cu al no se di jo en
L au des. E n caso con trario, después do
peraré en vuestro nombre, por rezados los tres Salm os, inm ediatam ente
se añade Ja A n tífo n a .
que es bueno, en .presencia de
vuestros santos.
Ant. — Vuestra misericordia,
Salmo 52 Señor, está ante mis ojos; y con
vuestra verdad os agradaré.
F ) ijo el insensato en su cora- L o dem ás como en el O rd in ario, pá
^ zón: * No hay Dios. gin a 1 1 . ' I
Salmo 56 Salmo 57
1. E l hombre v erd a d e ram en te ''p a cie n te es aquel que s u fre con ánim o e s
forzado la s ofen sas que hacen a su persona. (Sa*t Juan Crisóstom o). L a Imnda 1
de D avid fué tal que d ev o lv ió bien por m al a S a ú l su perseguidor (S a n A g u s
tín), E l H ijo de D ios hecho hombre y prefigu rad o por D a vid fu é conducido
a la inm olación manso como un cordero (.?an Jerónim o).
2. E l em plazam iento del tem plo fu é propuesto por D ios a D a v id , el cu al
ju n tó los m ateriales preciosos y los planos n ecesarios para su con stru cción .
D a v id cum plió su voto desplegando gra n celo para realizarlo. C risto , v e rd a
dero D a vid , no se dió un punto de reposo a fin de prep arar al verdadero D io s
un tem plo v ivo y u n tabern áculo eterno a su glorio&a Ig le sia . Cada uno de
nosotros dehe tener gran solicitud y activid ad para disponer en su corazón un
templo al Sertor.
> Bendeciré copiosamente a sus hombres, lavad las impurezas d*
viudas; * a sus pobres les har nuestras almas; quebrad las ca
taré de pan. M denas del pecado, y derribad la
'Revestiré sus sacerdotes- de mole de nuestros crímenes.
santidad; * sus santos se rego . Concedédnoslo, oh Padre mi
cijarán. sericordiosísimo, y Vos, el Uni
Allí prolongaré el poder de D a
génito igual al Padre, que, con
vid; * preparada tengo una an el Espíritu consolador, reináis
torcha para mi Ungido. por todos los siglos. Amén.
A sus enemigos les cubriré de y . Ascienda, Señor, mi ora
vergüenza; * mas sobre él flo ción hacia Vos.
recerá mi santidad. J£. Como el olor del incien
Ant. — El Señor.iha escogido so en vuestra presencia.
Sión para morada suya. Ant. del Magnij. — El Señor
ha fijado sus ojos * en mi hu
mildad, y ha obrado en mí gran
Capitula II Cor., 1 , 3-4
des cosas aquel que es podero
P^tNDiTO sea Dios, Padre de so.
E n los O ficios de F ie sta y de O c
nuestro Señor* Jesucristo, tava, la C a p itu la , el H im no, la A n tí
Padre de las misericordias, y fona del M oiin ificn t y la O ración se
dicen como en el Propio o en el Co
Dios de toda consolación, el cual m ún.
nos consuela de todas nuestras I-o dem ás como en el O rd in ario, pá
gina 19.
aflicciones.
Himno COMPLETAS
Todo comn en el O rd in ario, pág. 20,
(''S h santísimo Dios del cielo, excepto lo que sigu e:
■ que coloráis con puros res Ant.— Asistirá el Angel del Sc-
plandores q ígneos,‘i destellos ■
los
ñor.
confines del firmamento, aumen
Salmo 33, i
tando su belleza con luz resplan
deciente : H ^ H labare al Señor en todo
Y a que en «1 cuarto día, a fr/AVf tiempo; * no cesarán
encender el resplandeciente dis 'falte * mis labios de pronunciar
co del sol, al propio tiempo re sus alabanzas.
guláis el curso de la luna y la En el Señor se gloriará mi al
evolución del recorrido de los ma; * óiganlo los humildes y
planetas, consuélense.
Para señalar a las noches y Engrandeced conmigo al Se
a los días el término de separa ñor, * y todos a una ensalcemos
ción, y para señalar con una nor su nombre.
ma clara él principio de los Acudí solícitamente al Señor,
meses: y me oyó, * y me sacó de todas
Iluminad los corazones de los mis tribulaciones.
Acercaos a él y os iluminará; servando a los que obran mal, *
* y no quedaréis sonrojados. para extirpar de la tierra la me
Clamó este pobre, y el Señor lé moria de ellos.
oyó, * y libróle de todas sus Clamaron los justos, y oyólos
angustias. el Señor, * y librólos de todas
El Angel del Señor asistirá al sus aflicciones3.
rededor de los que le temen, * El Señor está al lado de los
y los librará del mal1'. que tienen el corazón atribulado;
Gustad y ved cuán suave es- * y él salvará a los humildes de
el Señor; * bienaventurado el espíritu.
hombre que en él confía. Muchas son las tribulacionés
Temed a Dios todos vosotros de los justos; * pero de todas
sus santos; * porque nada falta los librará el Séñor.
a los que le temen2. De todos los huesos de ellos
Los ricos padecieron necesidad tiene el Señor cuidado; * ni uno
y hambre; * pero a los que bus solo será quebrantado4.
can al Señor no les faltará bien Funestísima es la muerte de
ninguno. *' los pecadores; * y los que abo
rrecen al justo serán destruidos!
Salmo 33, n El Señor redimirá las almas
de sus siervos, * y no perecerán
hijos, escuchadme; *
\ / e n id , los que en él esperan.
que yo os enseñaré el temor
del Señor. Salmo 60
¿Quién es el hombre que ape
tece vivir, * y que desea ver oh Dios, mi súplica;
p scu cH A D ,
días dichosos? * atendéd a mi oración.
Para esto guarda pura tu len A Vos clamé desde los últimos
gua de todo mal, * y no profie términos de ’la tierra: * cuando
ran tus labios ningún embuste. más angustiado se hallaba mi co 7
Huye del mal, y obra el bien; razón, sobre ¡alta piedra me co?
*' busca la-paz, y empéñate en locasteis.
alcanzarla. , Vos fuisteis mi guía, porque
E l Señor tiene fijos sus ojos sois mi esperanza * y baluarte
sobre los justos, * y atentos sus fortísimo contra el enemigo.
oídos a sus plegarias. Habitaré en vuestro taber
Y el rostro del Señor está ob náculo para siempre; * me acó-
FERI A QUI NT A
Himno
I NOCTURNO
M i e n t r a s la negra noche con
Ant.— En Dios está mi sal
su oscuridad oculta los co
vación, * y mi gloria; mi espe
lores de las cosas de la 1 tierra,
ranza .'está en Dios.
nosotros os alabamos, y os su
plicamos, oh justo Juez de los
corazones, Salmo 61
Que quitéis las culpas y lim no ha de estar mi
óm o
piéis las manchas del alma, y alma sometida a Dios, *
nos deis, oh Cristo, la gracia de dependiendo de él mi
mantenernos alejados del pecado. salvación?
He aquí que el alma pecadora El es mi Dios y mi Salvador;
languidece bajo el cruel remor * siendo él mi defensa, no seré
dimiento de la culpa, mientras jamás conmovido.
se esfuerza en disipar sus ti ¿Hasta cuándo estaréis aco
nieblas y en buscaros a Vos. metiendo a un hombre todos jun
su Redentor. tos para acabar con él, * como
Desvaneced, sin tardanza, es a una pared desnivelada, y co
tas tinieblas del alma, para que mo a una tapia ruinosa?
Mas ellos maquinaron despo Ant.— Considerad las obras 'del
jarme de lo que más aprecio; Señor, * y publicad sus alabanzas.
corrí como sediento; * ellos ha
Salmo 65, i
blaban bien de mí con la boca,
mas en su corazón me, maldecían. ^ M oradores todos de la tierra,
Tú, empero, oh alma mía, dirigid a Dios voces de jú
manténte sujeta a Dios; * pues bilo; cantad salmos a su nom
que de él viene mi paciencia. bre, * tributadle gloriosas ala
Porque siendo él mi Dios y banzas.
mi Salvador, * y estando él en Decid a Dios: ¡Qué formida
mi ayuda, no vacilaré. bles son,, Señor, vuestras obras!
En Dios está mi salvación y * En vista de vuestro gran po
mi gloria; * Dios es el que me der, os lisonjearán vuestros ene
socorre; en Dios está la espe migos.
ranza m ía1. Toda la tierra os adore y os
, Esperad en él vosotros, pueblos celebre, * cante un salmo a vues
todos congregados; < derramad tro nombre.
vuestros corazones en su acata Venid a contemplar las obras
miento; * Dios es nuestro pro de Dios, * y cuán terribles son
tector eternamente. sus designios sobre los hijos de
Mas los hijos de los hombres los hombres. *
son vanos; engañan, al ser pe Se convirtió el mar en seca
sados, los hijos de los hombres; arena; pasaron el río a pie en
* pesan menos todos juntos que juto, * allí nos alegramos en el
la misma vanidad. Señor.
No queráis confiar en la injus El tiene por su poder un do
ticia, ni codiciar robos; * si las minio eterno; sus ojos están fi
riquezas os vienen en abundan jos sobre las naciones; * no se
cia, no pongáis en ellas vuestro engrían en’ su interior los que le
corazón. • '* irritan.
Una vez habló Dios, y estas Bendecid, oh naciones, a nues
dos cosas oí yo: Que el poder tro Dios; * y haced resonar las
está en Dios, y que tú, Señor, voces de su alabanza.
eres misericordioso, * porque a El que ha vuelto á mi alma
cada uno remuneras según sus a la vida, * y no ha permitido
obras. que resbalasen mis pies.
Ant.— En Dios está mi salva Bien que Vos, oh Dios, * ;nos
ción, y mi gloria; mi esperanza habéis acrisolado al fuego como
está en Dios. se acrisola la plata2.
1. N u e stra esperan za no debemos colocarla" en los hombres, porque éstos
son vanos, m entirosos y ivi nos pueden salvar. T,os hombres son m entirosos en
sus b alan zas, dice el E sp íritu San to. Son m entirosos en sus balanzas jiorque
no pesan las cosas tal como las pesa D ios. M uchas veces dan im portancia a .o
que n in gu n a tien e; y lo que m erecería el m ayor aprecio lo estim an en nada
2. Con d iversas m etáforas exp lica el P ro fe ta las trib u lacion es de los
ju sto s, y en prim er lu g a r con la del horno que purifica la plata, a fin de
Nos hicisteis caer en el lazo; ha atendido a la voz de mis sú
cargasteis de tribulaciones nues plicas.
tras espaldas; * a yugo de hom Bendito sea Dios, * que no de
bre nos habéis sujetado. sechó mi oración, ni retiró de
Hemos pasado por el fuego y mí su misericordia.
por el agua; * y nos sacasteis a Ant.— Oíd, vosotros todos los
un lugar de desahogo. que teméis a Dios, cuán grandes
Ant.— Considerad las obras cosas ha hecho a mi alma.
del Señor; y publicad sus ala En la s F ie sta s de n u eve L eccio n es:
banzas. y . No desechó el Señor'm i
Ant.— Oíd, vosotros todos * los oración.
que teméis a Dios, cuán grandes ]}. NI retiró de mí su mi
cosas ha hecho a mi alma. sericordia.
L o dem ás com o en el O rd in ario ,
pág. 3.
Salmo 65, n
1. Con estas palabras indica lo que h ará D ios a stts enem igos, con aq u e
llos que perm aneciendo incrédulos no q u ieran pertenecer a sil reino. “ Q u e
b rantará, dicc, las cabezas de sus en em igos", es d ecir, q u e h u m illa rá -s u sober
bia. condenándoles a los eternos suplicios.
2. E l Salm ista sólo cita cu atro tribus, dos del norte y dos del sud de P a le s
tin a, pero lo cierto es que todas tom aron parte en aqu ella solem nidad.
Porque me devoró el celo de
Ant.— Salvadme, oh Dios, * vuestra casa, * y baldones de los
porque las aguas han penetrado que os denostaban recayeron so
hasta mi alma. bre mí.
Afligí mi alma con 'el ayuno,
Salmo 6 8 , i * y esto se me convirtió en
tollado estoy en un pro
afrenta.
fundísimo cieno, * sin
Púseme por vestido un cilicio,
hallar donde afirmar el
* y fui objeto de burla para
ellos.
pie.
Llegué a alta m ar,,* y sumer Contra mí hablaban los que se
gióme la tempestad. sientan en la puerta, * y zahe
Descendí al profundo del mar, ríanme con sus canciones los be
* y las aguas tormentosas me en bedores de vino1.
gullen. í Mas yo, a Vos, Señor, dirijo
Fatigúeme dando voces; secó- mi oración; * este es, oh Dios,
tiempo propicio.
seme la garganta; * se debilita
ron mis ojos, aguardando a mi Ank.— Salvadme, oh Dios, por
Dios. £ que las aguas han penetrado
Se han multiplicado más que hasta mi alma.
Ant. — Salvadme, Señor, * a
los cabellos de mi cabeza, * los
causa de mis enemigos.
que me aborrecen injustamente.
Se han hecho fuertes mis ene
: Salmo 6 8 , n
migos, mis injustos perseguido
res; * he pagado lo que yo no Q ídme según la grandeza de
había robado. vuestra misericordia; * con
Oh Dios, Vos conocéis mis ex formé a vuestra fiel promesa de
travíos, * no se os ocultan mis salvarme.
delitos. Sacadme del cieno, que no me
No queden avergonzados por hunda más; * libradme de los
mi causa los que esperan en que me odian, y del profundo de
Vos, * Señor de los ejércitos. las aguas.
No sean confundidos por cau No me anegue esta tempestad,
sa mía, * los que os buscan, oh ni me trague el abismo del mar, *
Dios de Israel. ni el pozo cierre sobre mí su
Porque por vuestra causa he boca.
sufrido el oprobio, * la confusión Oídme, Señor, que vuestra mi
ha cubierto mi rostro. sericordia es suave; * volved a
Extraño he venido a ser para mí los ojos, por vuestra gran
mis hermanos, * y peregrino para piedad.
los hijos de mi madre. No le ocultéis vuestra faz a
1. “ E s <lcc¡i-, los sacerdote» que estnlian sentados cerca de la puerta del
templo, o los ju eces (|ue ju zgab an calie las puertas de la c iu d a d ". (D ionisio
C nrtujanc).
vuestro siervo; * atended presto vivos, * y no sean escritos entre
a mis súplicas, poique me veo los justos.
atribulado. Ant.— Salvadme, Señor, a cau
Mirad por mi alma y libradla^; sa de mis enemigos.
* salvadme a causa de mis ene Ant.— Búscad al Señor, * y
migos. vivirá vuestra alma.
Vos conocéis bien los opro i
Salmo 6 8 , iii
bios que sufro, y mi confusión, *
y la ignominia mía. D o b r e soy yo y miserable; *
Tenéis ante vuestros ojos to mas vuestro socorro, oh
dos los que me atormentan; * Dios, me salvará.
el insulto y la miseria esperó Alabaré con cánticos el nom
mi corazón. bre de Dios, * y le ensalzaré con
Esperé que alguien se ¿ondo- alabanzas.
liese de mí, y no lo hubo, * o Y agradará a Dios más esto
que alguno me consolase, y no que un ternero, * al cual apun
lo hallé. tan ya los cuernos y las pezu
Y me dieron hiel por alimenñas.
to, * y en mi sed me abrevaron Vean esto los pobres, y con
con vinagre. suélense; * buscad a Dios y vi
Conviértase delante de ellos sr. virá vuestra alma.
mesa en lazo, * que merecen sea Porque el Señor oyó a los po
de perdición y de ruina1'. bres, * y no olvidó a sus cauti
Oscurézcanse sus ojos para vos.
que no vean; * encorvad su dor Alábenle los cielos y la tierra,
so para siempre2. * el mar -y cuanto en ellos se
Derramad sobre ellos vuestra mueve.
ira; * y alcánceles el furor de Porque Dios salvará a Sión;
vuestra cólera. * y las ciudades de Jüdá serán
Quede desierta su morada, •* reediñeadas.
no haya quien habite en sus Y establecerán allí su mora
tiendas. da, * y las adquirirán en heren
Porque persiguieron al que cia.
Vos heristeis, * y aumentaron Y los descendientes de sus
el dolor de mis llagas. siervos las poseerán, * y en ellas
Añadid' iniquidad a su iniqui morarán los que aman su nom
dad, * no tengan parte alguna bre.
en vuestra justicia. Ant.— Buscad al Señor, y vivi
Sean borrados del libro de los rá vuestra alma.
1. “ E l m an jar y la bebida que me daban m ovidos por la en vid ia, sea pava
ellos cau sa de cau tiverio , y se les convierta en lazo para su alm a y su cu er
p o ” . (.Dionisio Cartu/auo).
2. “ E ste doble castigo -cayó, en efecto, sobre los judio? deicidas: quedaron
ciegos espiritualm eute y están su jetos a los otros pueblos. S an Pablo les aplica
este v ersícu lo ” . (L csctre ).
E n el O ficia F e ria l y en las F iestas: mar y cuanto en él se encierra;
V . Alabaré con cánticos la tierra toda y cuantos en ella
nombre del Señor. IJ. Y le en habitan.
salzaré con alabanzas. Los ríos aplaudirán con pal
L o dem ás como en el O rdinario, madas; los montes a una salta
pág. 4. rán de contento, a la vista del
Señor; * porque viene a gober
LAUDES nar la tierra.
£ 1 juzgará a todos los pueblos
I
con justicia, * y a los pueblos
E n las F e ria s que ocurrieren fu era con rectitud.
de las V ig ilia s com unes y en las F ie s
tas. Ant. — Mostrad vuestro albo
Todo como en el O rd in ario, pág. 7,
rozo en la presencia de este Rey,
excepto lo. que sigu e: que es el Señor.
Ant.— Mostrad * vuestro albo Ant. — Vos, Señor, * os ha
rozo en la presencia de este Rey, béis constituido nuestro amparo
que es el Señor.
Salmo 89;
Salmo 97 W o s , Señor, os habéis cons
al Señor un cántico
i\ n ta d tituido nuestro amparo, *
nuevo, * porque ha he de generación en generación.
cho maravillas. Antes que fuesen hechos los
Su diestra misma y su santo montes, o fuesen formados la tie
brazo * hai) obrado su salvación. rra y el mundo, * desde toda la
£1 Señor ha hecho conocer su eternidad y para siempre, Vos
Salvador; * ha manifestado su sois Dios.
justicia a vista de las naciones. No reduzcáis el hombre al aba
Ha tenido presente su miseri timiento; * pues dijisteis: Con
cordia * y la verdad a favor de vertios, hijos de los hombres.
la casa de Israel. Porque mil años ante vuestros
Todos los términos de la tie ojos * son como el día de ayer,
rra han visto la salvación * que ya pasó.
que nuestro Dios nos ha enviado. Y como una de las vigilias de
Cantad himnos a Dios, regio la noche, * se reputa esto por
nes todas de la tierra, * cantad, nada: esto mismo son sus años
y saltad dé alegría y sajmead. Dura el día como el heno;
Salmead al Señor con la cíta florece por la mañana, y se pasa
ra, con la cítara y con voces * por la tarde inclina la cabeza
armoniosas, * al eco de las trom se deshoja, y se seca.
petas de metal y al sonido de las Desfallecemos al ardor di
bocinas. vuestra ira, * y a vuestro furo
Mostrad vuestro alborozo en quedamos consumidos.
la presencia de este Rey que Habéis puesto nuestras malda
es el Señor; * conmuévase el des delante de vuestros ojos,
y nuestra vida al resplandor de y dirigid en nosotros las obras
vuestro rostro. de nuestras manos, * y dad buen
Por eso todos nuestrós días se éxito a nuestras empresas.
han desvanecido, * y nosotros Ant. — Vos, Señor, os habéis
venimos a fallecer por vuestro constituido nuestro amparo.
enojo. Ant.— Oh Señor, * hasta el cic
Como una tela de araña serán lo llega vuestra misericordia.
reputados nuestros años; * se
tenta años son los días de nues
Salmo 35
tra vida. %
Cuando más ochenta años en D e s o l v i ó el impío en su cora
los más robustos; * lo que pasa zón hacer el mal; * no
le aquí achaques y dolencias. hay temor de Dios ante sus ojos.
Vendrá luego vuestra miseri Porque ha obrado dolosamen
cordia, * y seremos arrebatados. te en la divina presencia; *
¿Quién podrá conocer el po por lo cual se ha hecho más odio
der de vuestra ira, * ni compren sa su maldad.
der cuán terrible es vuestra in Las palabras de su boca son
dignación? injusticia y embuste; * no ha
Dadnos a conocer el poder de querido intruirse para obrar bien.
vuestra diestra, * y concedednos Estando en su lecho discürre
m corazón instruido en la sabi- cómo obrar la iniquidad; * anda
luría. en todo género de malos pasos;
Volveos, Señor, hacia nosotros.- no aborrece la maldad.
Hasta cuándo os mostraréis ai- Oh Señor, hasta el cielo vues
ndo? * Sed exorable para con tra misericordia, * y vuestra ver
vuestros siervos. dad hasta las nubes.
Bien presto seremos colmados Como los montes más eleva
de vuestras misericordias, * y dos es vuestra justicia; * abis
nos regocijaremos y recrearemos mo profundísimo son vuestros
todos los días de nuestra vida. juicios1.
Alegres estamos por los días A hombres y bestias conser
en que nos humillasteis, * por váis, Señor. * ¡Cómo habéis mul
os malos años que hemos pasa- tiplicado, oh Dios, vuestras mi
lo. sericordias!
Volved los ojos hacia vues- Por esto los hijos de los hom
ros siervos y a estas obras vues- bres * esperarán al abrigo de
ras, * y dirigid Vos a sus hijos. vuestras alas.
Y resplandezca sobre nosotros Embriagados quedarán con la
n luz del Señor nuestro Dios, abundancia de vuestra casa; *
1. E l Señor me lia regido como pastor. C risto hnen pastor, alim enta sus
O v e ja s , las defiende de los Iotas, vuelve al redil a las ex tra v ia d a s, cu ra a l«is
enferm as. P o r lo mismo, dirigiéndonos y apacentándonos el S eñ or, nada ha
de faltarnos.
Tara que juzgue con rectitud pobre* * y al desvalido que no
a vuestro pueblo, * y con equi tiene quien le valga.
dad a vuestros pobres. Tendrá misericordia del pobre
Reciban los montés la paz pa y desvalido, * y salvará la vida
ra el pueblo, * y reciban los co del pobre.
llados la justicia. Los librará de las usuras y de
El hará justicia a los pobres la iniquidad; * y será apreciable
del pueblo, y pondrá en salvo a a sus ojos el nombre de los po
los hijos de los pobres, * y hu bres.
millará al calumniador. Y vivirá y le presentarán el oro
Y permanecerá como cl sol y de la Arabia, y le adorarán siem
la luna, * de generación en ge pre; * todo el día le llenarán de
neración. bendiciones.
Descenderá cómo la lluvia so Y en su tierra, aun en la cima
bre el vellocino de la lana, * y de los montes habrá sustento; se
como rocío copioso sobre la tie verán sus frutos en la cumbre
rra1. del Líbano, * y se multiplicarán
Florecerá en sus días la justi en la ciudad como la hierba de
cia y la abundancia "de paz, * los prados.
hasta que deje de existir la lu Bendito sea su nombre por los
na. t- siglos de los siglos: * nombre
Y dominará de un mar a otro, que existe antes que el sol.
* y desde el río hasta el extre Y serán benditos en él todos
mo del orbe de la tierra. los pueblos de la tierra; * todas
lás naciones le glorificarán.
/Bendito sea el Señor Dios de
Salmo 7 1,' n Israel; * sólo él hace maravi
¡
llas.,
C e postrarán a sus pies los Y bendito sea el nombre de
etíopes, * y lamerán el sue su Majestad eternamente; * de
lo sus enemigos. su majestad y gloria quedará lle
Los reyes de Tarsis y los de na toda la tierra. {Así sea! ¡así
las islas le ofrecerán regalos, * sea! ;
le traerán presentes los reyes de f Cuando en Laudes se ha rezado el
Arabia y de Sabá. Salm o 50, T ened piedad, en este lu gar
Le adorarán todos los reyes se añade el Salm o 97, Cantad al Se~
ñ o r... porque ha hecho m aravillas, co
de la tierra, * todas las naciones mo se halla en la pág. 135, el cual
no se reza en L au des. En caso con
le rendirán homenaje. trario, dichos los tres Salm os, inm e
Porque librará del poderoso; al diatam ente se d ice:
1. C risto, según san B trn ;ird o, descendió como rocio en el vellón al tomar
nuestra n atu raleza, y com<# agua (pie ene gota a gota en la tie rra , con la
predicación. P orqu e asi como el rocio cae del cielo con gran silencio, asi
Cristo descendió a la V irg e n con gra n silencio, y asi como el agua cae
ciclo con gr.m ruido, a sí C risto vien e m ediante la predicación suya y de
jos A pó stoles con gra n fu e rza de palabras y m ilagros.
A nt.— En lugar de pastos me Su pensar y su hablar es todo
ha colocado el Señor. malicia; * hablan altamente de
Lo demás como en el Ordinario, pá cometer la maldad4.
gina 11. Han puesto su boca en el cielo,
+ y su lengua va recorriendo la
tierra.,
_ TERCIA
Todo como en el Ordinario, pág. 16,
excepto lo que sigue: Salm o 72 , n
Ant.— Cuán bondadoso. p o R eso paran aquí su conside«
ración los de mi pueblo, * y
Salmo 72, i 1 conciben gran amargura.
bondadoso es Dios Y así dicen: ¿Si sabrá Dios to
para Israel* * para los do esto? * ¿Si tendrá de ello no
que poseen un corazón ticia el Altísimo?
recto! Mirad cómo ésos, siendo peca
A mí me vacilaron los pies1, * dores, abundan de bienes en el
a pique estuve de resbalar. siglo * y amontonan riquezas.
Porque me llené de celos al Y o también exclamé: luego en
contemplar a los impíos, * al ver vano fué purificado mi corazón,
la paz de los pecadores. * y lavé mis manos en com
Ellos no tienen miedo a la pañía de los inocentes.
muerte2; * sus penas son de cor Pues yo soy azotado todo el
ta duración. día, * y comienza ya el castigo
Las miserias humanas no las desde el amanecer.
sienten; * ni experimentan los Si yo. pensare en hablar de este
desastres que sufren los demás modp, * claro está que condena
hombres. ría la nación de vuestros hijos.
Por eso se ensoberbecen tanto, Poníame a discurrir sobre esto,
* y se revisten dé su injusticia * pero difícil me será compren
e impiedad. derlo.
Resaltan sobre su grosura sus Hasta que yo entre en el San
maldades; * abandonáronse a los tuario de Dios, * y conozca el
deseos de su corazón3. paradero que han de tener.
1. S e d ice qu e los pies v a c ila n , segú n afirm a san A g u stín , cuando el corazón
no es recto; tam bién, segú n san Jerón im o, cuando se ha perdido la estábiliülad
en la santidad y en el cam ino del alm a h acia D ios.
2. N o parece que h aya m uerte para ellos, ni dolor que sea de consideración,
atendida la v id a que llevan .
3. £1 P ro fe ta d eclara cu ál sea el fru to q ue la prosperidad produzca a los
im píos, es d ecir, la¡ soberbia y toda su erte de in iq uidades, y éstas no tan sólo
ocupan su corazón sino q ue aun en su e x te rio r se m uestran de la m anera
m ás repugn ante y hum illante.
4. E ste versícu lo se aplica., segú n san Jerón im o, bien a- los ju d ío s que, blas
fem ando del D io s hum anado, le ten dían los la zo s de su m aldad, fru to de su s
pensam ientos crim inales, bien a los h erejes que u ltra ja n al S eñ or con sus pei-
versas doctrinas.
Salmo 72, iii ner en el Señor toda mi espe
ranza.
A A as lo cierto es que les di» Para anunciar todas vuestras
teis una prosperidad enga alabanzas * en las puertas de la
ñosa: * los derribasteis cuando lija de Sión.
ellos más se estaban elevando. Ant. — ¡Cuán bondadoso es
Oh, y cómo fueron reducidos a Dios para Israel, para los que
total desolación; * de repente fe son de corazón recto!
necieron; perecieron de este mo E n los Oficios de Fiesta y de O c
do por su maldad. tava, la Capitula, el Responsorio bre
ve y la O ración se dicen como en el
Como el sueño de los que des Propio o en el Común.
piertan, Señor, * a la nada re 1.0 demás, en el O rdinario, pág. 16.
s alabaremos,. oh D io s; *
Salmo 75, i
alabaremos *e invocare
mos vuestro nombre. J ^ io s es conocido en la Judea;
Publicaremos vuestras maravi * en Israel es grande s
llas; * cuando llegue mi tiempo, nombre.
y ó juzgaré con justicia todas las Fijó su habitación en la P^z,
cosas. * y su morada en Sión3. .*
Se derretirá la tierra con todos Allí rompió las saetas y los $r-
sus habitantes; * yo fui quien cos, * los escudos, las espadas, y
dló firmeza a sus columnas. puso fin a la guerra.
1. L a soberbia de los. que os han aborrecido, de los esp íritu s del mal, se
insolenta m ás y m ás cada día. P or esto tra b a jan incesantem ente a fin de
que los hombre» hagan tam bién gu e rra a D ios con el soberbio y el desenfrenado
abuso de cuanto han recibido.
2. L o s pecadores beberán del cá liz de la ira de D io s; mas yo anu n ciaré sus
alab anzas para siem pre. Cantaré ai D io s de Jacob. E ste será mi himno per
petuam ente.
3. D ios ha escogido su inorada en Salem , que significa “ p a z ’*. A h ora bien,
S alem es el nombre de la ciudad de Jeru salén . De con sigu ien te. D ios tiene sit
m orada en la ciudad de paz, a saber en la Iglesia , en la que la paz de Cristo
ha sido d erram ada por el E sp íritu S an to eu los corazones de los fieles.
it n...... i a
Una luz admirable habéis he el aliento de los príncipes, * al
cho brillar desde los montes terrible pura los reyes de la
eternos: * aterrados han quedado tierra.
todos los insensatos de corazón1. A nt.— Hemos invocado, Señor,
Durmieron su sueño; * y to vuestro nombre; hemos publica
dos esos hombres opulentos se do vuestras maravillas.
encontraron sin nada, pacías sus E n lo s ' O ficios de F ie sta y de O cta-
manos. ■»- v a , la C a p itu la , el R esponsorio breve y
la O ra ció n se dicen como en el Propio
'A vuestra reprensión, oh Dios o en el Com ún.
de Jacob, * aterrados quedaron L o dem ás com o en el O rd in ario ,
pac. 18.
los que montaban briosos caba
llos.
, VISPERAS
Salm o 7 5 , n
Todo como eu el O rd in ario , pág. 19,
'T sois Vos, <¡y quién
e r r ib l e excepto lo qu e sigu e :
podrá resistiros * cuando ex Ant.— ¡Cuán bueno es, * cuán
plote vuestra ira? delicioso, vivir unidos los her
Desde el cielo hicisteis oír manos!
i
vuestra sentencia; * tembló la
tierra y quedó suspensa, Salm o 132
A l levantarse Dios a juicio *
para salvar a todos los desgra irad cuán bueno es * y
ciados de la tierra. cuán delicioso vivir jun
El hombre que esto piense os tos los hermanos2. \
alabará, * y en consecuencia de Es como perfume derramado
estas meditaciones, celebrará fies en la cabeza, * que baja por las
tas en honor vuestro. barbas de Aarón;
Ofreced y cumplid votos al Que se corre hasta la orla de
Señor Dios vuestro; * todos vos su vestido, * como el rocío del
otros los que estáis a su alrede Hermón, que llega hasta la mon
dor le presentaréis dones. taña de Sión.
A l Dios terrible, al que quita Porque allí envió ti Señor3 la
Himno COMPLETAS
h Dios todopoderoso, que Todo como en el O rd in ario, p ig . 20,
dejasteis en el seno de las excepto lo que sigu e : .
aguas a parte de los seres naci A n t— Mi amparo.
vuestra justicia y sacadme del
peligro;
S a li o s mío, atended a mi so- Prestad oídos a mis súplicas,- *
corro; * Señor, ayudad- v salvadme.
me prontamente1 Sed para mí un Dios protector
Corridos y avergonzados * que y un asilo seguro, * para poner
den los que me persiguen de me en salvo.
muerte. Porque Vos sois mi fortaleza,
Arrédrense y confúndanse * * y también sois mi refugio.
los que se complacen en mis ma Libradme, Dios mío, de las
les. manos del pecador, * de las
Sean pues'tos en vergonzosa manos del prevaricador y del ini
fuga * los que me dicen insul cuo2.
tándome: ¡Dale! ¡Dale!
Pues sois Vos, Señor, mi es
Regocíjense y alégrense en
peranza; * Vos, Señor, mi segu*
Vos todos los que os buscan, *
ridad desde mi juventud.
y digan sin cesar los que aman
En Vos me he apoyado desde
vuestra salvación: Engrandecido
el vientre de mi madre; * des
sea el Señor.
de que estaba en sus entrañas
Y o , empero, menesteroso - soy
fuisteis Vos mi protector.
y pobre; * ayudadme, Dios mío.
Para Vos son siempre mis cán
M i amparo y mi libertador
ticos. * Como un prodigio soy
sois Vos; * oh Señor, no os de
'mirado de muchos; mas Vos sois
tengáis.
mi poderoso defensor.
Rebose mi lengua de vuestros
Salmo 70, i
loores, * para que cante todo el
p N Vos, Señor, tengo puesta mi día vuestra , gloria y vuestra
esperanza; no sea yo confun grandeza.
dido eternamente. * Libradme en No me abandonéis en el tiem-
1. “ E ste v ersícu lo e n cierra en si todos los sentim ientos que pueden brotar
del corazón hum ano; se adapta ’ p erfectisim am en te a todos los estados y con
vien e con tra todas las tentaciones. E n cu én tra se en él la in vocación a D ios
en toda clase de peligros, la hum ildad de una sin cera con fesión , la v i
gila n cia in spirad a por el tem or, y el cuidado, la ponderación de n u estra de
bilid ad , la esperan za de ser escuchado, la confianza en el a u x ilio cierto y
actu a l, ya que quien invoca a su protector está seguro de su proxim idad. E n
cie rra tam bién el fu e g o del ainor y de la ca rid ad , la prudente circu n spección
co n tra las asechan zas qu e nos rodean y con tra los enem igos que nos atacan
día y noche, confesando el alm a que no puede triu n fa r de ellos sin el
socorro de su d efen sa. E ste v ersícu lo , para los atorm entados por el demonio
es v alla d a r in exp ugnab le, coraza im penetrable, escudo que nos cu b rirá siem pre
cuando el d esaliento, el h astío , la triste za , el decaim iento nos acom etan. N os
im pide desesperar de n u estra sa lva ción , m ostrándonos a A q u e l a quien in
vocam os presente en n u estras luchas y atento a n uestros ru e g o s" . ( C ollati.
Hatr. col. X ) . •
2. S a n A g u stín por la paciencia entiende el .su frim ien to de los dolores y
persecuciones. D e suerte que el sentido de estas palabras sea: “ L ibrad m e dél
poder de los pecado res", dándome paciencia, no sea que con m i im paciencia
me a tre v a a pecar.
po de la vejez; * cuando me fal mi decrepitud, * oh Dios, no me
ten las fuerzas, no me desampa desamparéis.
réis Vos. Hasta que anuncie el poder
Pues m is enemigos prorrumpen de vuestro brazo, * a toda la ge
en dicterios contra m í, * y se neración que ha de venir.
han ju n tad o en consejo los que Vuestro poder y vuestra jus
estaban acechando m i vida, ticia, oh Dios, más sublimes que
Diciendo: Dios le ha desam los cielos, y las cosas grandes que
parado; * corred tras él, y pren habéis hecho. * ¿Quién, oh Dios
dedle, que ya no hay quien le mío, semejante a Vos?1.
liberte. i Cuántas y qué acerbas tribu
Oh Dios, no os alejéis de mí; laciones me habéis hecho probar!
* Dios mío, acudid presto a mi Y vuelto a mí, me habéis hecho
socorro., ; revivir, * y nuevamente me ha
béis sacado de los abismos de la
Salmo 70, ii tierra.
De mil maneras habéis dado
o rrid o s queden y perezcan a conocer la magnificencia de
los que calum nian mi perso vuestra gloria; * y vuelto a mí
n a; * cubiertos sean de con fu me habéis consolado.
sión y vergüenza los que procu Tor esto también yo celebra
ran m i daño. ré con instrumentos músicos
M as yo siempre, esperaré, * y vuestra verdad; * salmos os can
os repetiré siempre nuevas ala taré con la cítara, oh Dios santo
banzas. de Israel.
Mi boca predicará vuestra De júbilo rebosarán mis la
justicia * y vuestra salud todo bios al cantar vuestras alabanzas,
el día. * y también el alma mía que
Como yo no entiendo de lite- habéis redimido.
latura, me internaré en la con Todo el día se ocupará mi al
sideración de las obras del Se ma en hablar de vuestra justi
ñor; * sólo de vuestra justicia, cia: * cuando se vean llenos de
Señor, haré yo memoria. vergüenza y de confusión los que
Vos, oh Dios, fuisteis mi maes mi mal procuran.
tro desde mi tierna edad; * y yo Ant.— Mi amparo y mi liberta
publicaré vuestras maravillas has dor, sed Vos, oh Señor.
ta ahora.
L o demás como en el Ordinario
Y Vos, ni en mi vejez ni en pág. 21.
1. “ ¿Q u é son estas gran dezas de Dios, sino la creación de los ángeles, la
glorificación ■'d t los elegidos, la gobernación del mundo, la justificación del
im pío, la redención del lin a je humano y de los demás prodigios de D io s?1'.
(D ionisio Cartujano).
F E RI A S EXTA
MAITINES do durante las horas noctur
nas, inspirados por las astucias
Todo como en el O rd in ario , pág. 2,
excepto lo que sigu e : del demonio.
Invitatorio. — Al Señor, Dios Purificad nuestro cuerpo, en
nuestro* * Venid, adorémosle. fervorizad nuestra alma; que
Salmo 94. — Venid, alegrémo nunca entibie nuestros corazo
nos, pág. 2 . nes el contagio del pecado.
Os rogamosj oh Jesucristo, R e
Himno dentor nuestro, que llenéis nues
tro espíritu de vuestra luz, para
divina Unidad en tres per- evitamos toda caída mortal en
sonas que con vuestro po el decurso de nuestros días.
der regís el Universo, escuchad Concedédnoslo,- oh Padre mi
nuestros cantos de alabanza, que sericordiosísimo, y Vos, el Uni
al despertar os ofrecemos devo génito igual al Padre, que, con
tamente. el Espíritu consolador, reináis
Abandonamos el lecho, duran por todos los siglos. Amén.
te la tranquila y silenciosa noche,
para implorar de vuestra bondad
clemente, el remedio de todos I NOCTURNO
nuestros males.
Señor, por el poder de vues A ntj— El Señor estableció *
tra gracia, puriñeadnos desde el alianza1 con Jacob, y dió ley a
cielo de cuánto hayamos peca- Israel.
1.— Esta palabra alia m a debe in terpretarse según el o rig in al, por precepto.
Salmo 77, i dió rectamente, * ni guardó fi
delidad a Dios.
s c u c h a , pueblo mío, mi
L ey; * y ten atentos tus Ant. — El Señor estableció
oídos para percibir las alianza con Jacob, y dió ley a
Israel.
palabras de mi boca. 11
La abriré profiriendo parábo Ant.— Delante de sus padres *
las; * diré cosas recónditas des obró Dios portentos en la tierra
de el principio del mundo. de Egipto.
Las cuales las hemos oído y
entendido; * y nos las contaron Salmo 77, ii
ya nuestros padres.
T os hijos de Efraím^ diestros
No las ocultaron éstos a sus en tender y disparar el arco,
hijos; * ni a su posteridad. * volvieron las espaldas en el día
Publicaron, sí, las glorias del ael combate.
Señor, * y los prodigios y mara Habían faltado al pacto con
villas que había hecho. D ios,t * y no habían querido se
El estableció alianza con Ja guir su Ley.
cob, * y dió ley a Ismael. Olvidáronse de sus beneficios,
Todo lo cual mandó a nuestros * y de las maravillas que obró
padres que lo hicieran conocer a a vista de ellos.
sus hijos, * para que ló sepan las Delante de sus padres hizo
generaciones venidera^1. portentos en la tierra de Egipto,
Los hijos que nacerán y crece * y en las llanuras de Tanis.
rán, * lo dirán también a sus hijos. Rompió la mar por medio, y
A fin de que pongdn en Dios los hizo pasar, * y contuvo las
su esperanza, y no se olviden las olas como en un montón2.
obras de Dios, * y guarden con Y los fué guiando de día por
esmero í sus mandamientos. medio de una nube, * y toda la
■ Para que no sean" como sus noche con resplandor de fuego.
padres, * generación '.perversa y En el Desierto hendió una pe
rebelde. ña, * les dió para beber como
Generación que nunca proce un caudaloso río.
' L “ P o r pan, según algunos, no Se entiende aqu í el m aná, sino todo man-
ja r delicado que d e s e a se u ” , (D ion isio Cartujano).
■,2. - fíil. P r o fe ta lla m a , fuego a l a cólera, d iv in a ,. aunque tam bién puede tratarse
del lu ego m aterial que consum e a m uchos de aquellos m urm uradores.
Salmo 77, iv Salmo 77, v
\ T o se acordaron de lo que hi
pesar de todo esto pe zo * en el día aquel en que
caron nuevamente, * y los rescató de las manos del ti
no dieron crédito a sus rano;
milagros. Cuando ostentó sus prodigios
Y así sus días desvaneciéron en Egipto, * y sus portentos en
se como humo, * y acabáronse los campos de Tánis;
muy presto los años de su vi Cuando convirtió en sangre los
da. " ríos y las demás aguas * para qu?
Cuando el Señor hacia en ellos los egipcios no pudiesen beber.
mortandad; * entonces recurrían Envió contra éstos todo género
a él, y volvían en sí, y acudían de moscas * que los consumiesen,
solícitos a buscarle. y ranas que los corrompieran.
Y abordándose que Dios es su Entregó sus frutos al pulgón, *
amparo, * y que el Dios Altísimo y sus sudores a la langosta.
era su redentor. Destruyóles las viñas con gra
nizo, * y los árboles con heladas.
Pero le amaron de boca, * y le
Y exterminó con la piedra sus
mintieron con su lengua;
ganados, * y abrasó con rayos
Pues su corazón no fué since todas sus posesiones.
ro para con él, * ni fueron fieles Descargó sobre ellos la cólera
a su alianza. de su enojo. * la indignación, la
E l Señor, empero, es miseri ira y la tribulación, que les en
cordioso, y les perdonaba sus pe vió por medio de ángeles malos.
cados, * ni acababa del todo con Abrió ancho camino a su ira,
ellos. no perdonó sus vidas; * hasta
Contuvo muchísimas veces su sus jumentos envolvió en la mis
indignación, * y no dió lugar a ma mortandad.
todo su enojo; Hirió de muerte a todos los
Haciéndose cargo que son car primogénitos del país de Egipto,
ne, * un soplo que sale y no * las primicias de todos sus tra
vuelve. . • bajos en los pabellones de Cam.
Entonces sacó a los de su pue
¡Oh cuántas veces le irritaron
blo como ovejas, * y guiólos co
en el Desierto! * ¡cuántas le
provocaron a ira en aquel erial! mo una grey por el desierto.
Y condújolos llenos de confian
Y volvían de nuevo a tentar a za, quitándoles todo temor; *
Dios, * y a exasperar al Santo
mientras que a sus enemigos los
de Israel. sepultó en el mar.
Ant.— Dios es su auxiliador, y Y los introdujo después en el
el Altísimo, su redentor. monte de su santificación; *
Atti.~\—Los libró * el Señor del monte que adquirió con el poder
poder de los .que les oprimían. de su diestra.
Arrojó a las naciones ante Entonces despertó el Señor, a
ellos, * dióles en suertes su tie la manera del que ha dormido;
rra, dividida con la cuerda de * como un valiente guerrero re
medir. focilado con el vino.
Y colocó las tribus de Israel Y desechó el tabernáculo de
* en las habitaciones de aquellas José; * y no eligió morar ya en
gentes. la tribu de Efraím.
Mas ellos tentaron y exaspera Sólo que eligió la tribu de Ju-
ron al Dios Altísimo, * y no guar dá, * el monte Sión, al cual
daron sus mandamientos. amó.
Antes bien le volvieron las es Aquí en esa tierra que había
paldas, y se rebelaron; * seme asegurado por todos los siglos, *
jantes a sus padres, falsearon edificó su santuario único y fuer
como un arco torcido. te como asta de unicornio.
Incitáronle a ira en sus colla Y escogió a su siervo David,
dos, * y con el culto de los ído sacándole de entre los rebaños de
los le provocaron a celos. ovejas, * cuando las apacentaba
Ant.— Los libró el Señor del con sus crias.
poder de los que les oprimian. Para que pastorease a los hi
Ant.— El Señor * edificó su jos de Jacob, su siervo, * a Is
santuario en la tierra. rael herencia suya.
Y los apacentó con la inocen
Salmo 77, vi cia de su corazón, * y los gober
Q yólo Dios, y los despreció; nó con la sabiduría o prudencia
* de sus acciones.
y redujo a la última hu
millación a Israel. Ant. — El Señor edificó su
Y desechó el tabernáculo de santuario en la tierra.
Silo, * su tabernáculo donde E n Ins F ie sta s de n u eve L e ccio n e s:
1. Como fuego que devora el la sq u e, y como llama que consume las moa-
tafias, asi perseguiréis a vuestros enemigos, a los que abusando de vuestra
Itondad y teniendo su cor?zón endurecido, serán victim as de vuestro furor en el
dia de las venganza?, en aquella morada oscura y espantosa dei infierno, e:i
donde .'reinará para siem pre el llanto y el c ru jir de dientes.
2. A los que sean condenados en el último ju icio los llenaréis de ignomi
nia. E sta consistirá en su definitiva reprobación ante toda la reunión de los
pueblos, cuando vean que por su soberbia y cobardía, por sus pasiones e ini
quidades estarán para siem pre separados de Dios, bien sunu> e infinito, y
en com pañía de teda la escoria y lo peor de la humanidad.
3. “ A vergü én cen se de tal m anera que lleguen a seros gratos; perezcan, ai,
pero para subsistir a ú n ; véanse confundidos ahora para no serlo eternamente",
(San Ai/ustín).
biecido; * en Jacob habéis hecho Y no entréis en juicio con
juicio y justicia. vuestro siervo; * porque no apa
Ensalzad al Señor Dios nues- recerá justo delante de Vos nin
Lio, y adorad el estrado de sus gún viviente.1.
pies: * porque él es el Santo. Y a veis cómo ha perseguido el
Moisés y Aarón entre sus enemigo mi alma; * abatió hasta
sacerdotes, * y Samuel entre los el suelo la vida mía.
que invocan su nombre. Me ha confinado en lugares te
Ellos clamaban al Señor, y el nebrosos, como los que murieron
Señor les oía benigno; * hablá hace ya un siglo; * mi espíritu
bales desde una columna de padece terribles angustias; está
nube. mi corazón en continua zozobra.
Observaban sus mandamientos, Acordéme de los días antiguos,
* y el fuero que les había dado. medité en todas vuestras obras;
Vos, Señor Dios nuestro, aten * ponderaba los efectos de vues
díais a sus ruegos; * propicio tro poder.
les fuisteis, oh Dios, aun vengan Extendí mis manos hacia Vos;
do todas las injusticias que os * como tierra falta de agua, así
hacían. era mi alma para Vos..
Ensalzad al Señor nuestro Dios, Respondedme presto, oh Señor,
y adoradle en su santo monte; * que desmaya mi espíritu.
♦ porque el Señor Dios nuestro No escondáis de mí vuestro
es el Santo por excelencia. rostro, * y venga a ser como los
A nt.— Ensalzad al Señor Dios que descienden á la tumba.
nuestro, y adoradle en su monte Hacedme oír por la mañana
santo. vuestra misericordia, * ya que en
Ant.— Libradme de mis enemi Vos he puesto ini esperanza.
gos, * Señor, que a Vos me acojo. Mostradme el camino que de
bo seguir, * ya que hacia Vos he
Salmo 142' levantado mi corazón.
Libradme, oh Señor, de mis
Señor, escuchad benigno enemigos; a Vos me acojo; * en
mi oración; prestad oídos señadme a cumplir vuestra vo
a mi súplica, según la verdad de luntad, pues sois mi Dios.
vuestras promesas; * oídme por Vuestro buen espíritu me guie a
vuestra misericordia. I la tierra dé rectitud2; * por vues-
II B rcv. 15
Israel ha sido salvado por el salió palabra justísima * y no
Señor con salvación eterna,; * será revocada.
no seréis confundidos, ni tendréis Que ante^ mí se doblará toda
de qué avergonzaros nunca ja rodilla, * y jurará toda lengua.
más. Dirán, pues, en el Señor, que
Porque esto dice el Señor, mía es la justicia y el imperio. *
Creador de los cielos, * el mismo Ante el Señor comparecerán y
Dios que formó y conserva la quedarán confundidos todos los
tierra, el que es su Hacedor: que se le oponen.
No en vano la creó, sino .que Y en el Señor será justificada
la hizo para que fuese habitada. y alabada * toda la descenden
* Y o el Señor, y no hay otro. cia de Israel.
No he hablado en oculto, * A nt.— En ,el Señor será justi
“íi algún lugar tenebroso de la ficada y alabada toda la descen-
tierra. cia de Israel.
No dije al linaje de Jacob: Ant.— Alaba, * Jerusalén, al
buscadme inútilmente. * Y o el Señor.
.• f*
Señor que enseño la justicia y
predico la rectitud. Salm o 147
Reunios y venid, y acercáos,
* todos vosotros que habéis sa A la b aal Señor, oh Jerusalén;
lido salvos de entre las naciones. * alaba, oh Sión, a tu D ios1.,
Son unos necios los que levan Porque él ha asegurado con
tan una estatua de madera, * fuertes barras tus puertas; * ha
entallada por ellos mismos, y llenado de bendición a tus hijos
dirigen sus plegarias a un dios que moran centro de ti.
que no les puede salvar. Ha establecido la paz en tu
Hablad, y venid y consultad territorio, * y te alimenta de la
unos con otros. * ¿Quién anunció flor de harina.
desde el principio estas cosas? El despacha sus órdenes a la
¿Quién desde entonces las pre tierra; * órdenes que se comuni
dijo ya? * ¿Por ventura no soy can velocísimamente.
yo el Señor? El da la nieve como copos de
¿Acaso hfay otro* Dios que iana; * esparce la escarcha co
yo? * Dios justo y que salve mo ceniza.
no hay sino yo. E l despide el granizo en me
Convertios a mí, pueblos todos nudos pedazqs; * al rigor de su
de la tierra, * y seréis salvos, frío ¿quién resistirá?
pues que yo soy Dios, y no Despacha sus órdenes, y derri
hay otro que lo sea. te estas cosas; * hace soplar su
Por mí mismo juré, de mi boca viento, y fluyen las aguas.
1. A la b a r ’ a D ios es el deber principal de la Ig le sia m ilitan te; el único
deber de la Ig le sia triu n fa n te. A la b a r a D ios es el fin últim o de los hombres
y de los ángeles.
El anuncia su palabra a Jacob; I Permaneced en nuestras men
♦ sus preceptos y ocultos juicios] tes alejando de ellas la noche del
a Israel. siglo; conservad puros nuestros
i 1 No ha hecho otro tanto con espíritus hasta el fin de la vida.
las demás naciones, * ni les ha Que la fe, el primero de nues
manifestado a ellas sus juicios1. tros bienes, arraigue en el co
Ant. — Alaba, Jerusalén, al razón; que la esperanza nos lle
Señor. ne de alegría, acompañada de la
caridad, la mayor de las virtudes.
A Dios Padre sea la gloria, y
Capitula Rom., 13, 12-13 al Hijo su Unigénito, juntamen
te con el Espíritu Paráclito,
I anoche está ya muy avanza- ahora y por todos los siglos.
da, y va a llegar el día. D e Amén.
jemos, pues, las obras de las ti y . Desde la mañana, hemos
nieblas, y revistámonos de las ar sido colmados de vuestras mise
mas de la luz. Andemos con de ricordias. 1J. Nos. han alegrado
cencia, como se suele andar du y deleitado.
rante el día. Ant, del Bened.— Por las en
trañas de misericordia * de nues
Himno tro Dios, de lo alto nos ha vi
(~ ) h Vos, gloria eterna del cie sitado el Oriente.
lo En los Oficios de Fiesta y de O c
y feliz esperanza de los
tava, la Capitula, el Himno, la A n tí
mortales, Unigénito del Dios to fona del Benedictus y la Oración se
dopoderoso e Hijo de la castí dicen como eu el Propio o en el Común.
Lo demás como en el Ordinario,
sim a Virgen! pág. 8.
Tended la diestra a los que
se levantan hacia Vos; elevad
nuestras almas purificadas en la LAUDES
penitencia, para que dirijan fer
vientes acciones de gracias y II
alabanzas a Dios. En las Cuatro Tém poras de Septiem
Brilla ya la estrella matutina bre y en las V igilia s comunes cuando
se celebra Oficio de Feria.
anunciando al sol; al desaparecer
las sombras de la noche, ¡ oh Todo como en el O rdinario, i>ág. 7,
Luz sacrosanta! iluminad nues excepto lo que sigue:
tras alm'as. Ant.— Un corazón contrito.
1. N o se lia portado ¡isi con niiii'una otra nación. A los otros pueblos
les enseña por medio de la luz de la razón. S i quieren atender a Ib luz
de la razón, ésta les hará conocer a Dios. Pues la misma razón demuestra
con argum entos irrefu tab les la existen cia de un A utor poderosísimo y sapien
tísim o que ha creado, ordenado, gobierna y ju zg a el mundo. Mas a vosotros,
oh h ijos de Isra el, os dió su ley por M oisés, y os enseña sus juicios y ju s
ticias por los P rofetas. A nosotros los cristianos nos enseña el mismo Dios
por su I lijo encarnado, cu ya voz resuena perpetuamente eu la Iglesia. '
Salm o 50 leza; * llevará delante de sí como
en triunfo la muerte.
( V ía s e pág. 67).
Y precederá sus pasos el dia
Ant.— Un corazón contrito y blo; * paróse y midió la tierra.
humillado, óh Dios, no le des Miró y aniquiló naciones; *
preciaréis. desmenuzáronse los montes secu
Ant.— Por vuestro nombre. lares.
Abajáronse los collados del
Salm o 142 mundo * al paso de su eternidad.
(V é a se pág. 160). He visto las tiendas de Etio
Ant. — Por vuestro nombre. pía en aflicción; * temblaban los
Señor, me daréis vida, según pabellones de la tierra de Madián.
vuestra equidad. ¿Os habéis irritado, Señor, con
Ant. — Oh Dios, volviéndoos tra los ríos? * ¿Contra los ríos
hacia nosotros. fué vuestro enojo? ¿o acaso os
indignasteis contra el mar?
Salm o 84 Vos que montáis sobre vues
(V é a se pág. 16 1).
tros caballos * y en cuya carro
Ant. — Oh Dios, volviéndoos za está la salvación,
hacia nosotros, nos daréis vida; Con denuedo tomaréis vuestro
arco; * conforme a jos juramen
v vuestro pueblo se gozará en
tos que hicisteis a nuestras tri
Vos.
Ant.— Cuando os enojareis. bus.
Hundisteis con ríos la tierra;
C ántico de H abacuc os vieron los montes y se estre
Hab., 3, 2-19 mecieron; * pasó el remolino de
las aguas.
Q eñ or, oí vuestra palabra, * y Dió su voz el abismo; * alzó
quedé lleno de temor. sus manos la profundidad.
¡Señor! aquella inefable obra El sol y la luna paráronse en
vuestra * ejecutadla en medio de su curso; * a la luz de vuestras
los tiempos. saetas anduvieron ellos, y al res
Sí; en medio de los años la plandor de vuestra lanza relum
daréis a conecer; * cuando os brante.
sentiréis airado, acordaos de vues Con estruendo hollaréis la tie
tra misericordia. rra, * y con vuestro furor deja
Vendrá Dios del Mediodía, * réis atónitas a las naciones.
y el Satnto del monte Farán. Salisteis para salvar a vuestro
Su gloria cubrió los cielos, * y pueblo; * para salvarlo con vues
la tierra está llena de sus ala tro Cristo.
banzas. Heristeis la cabeza de la casa
El resplandecerá como la luz; del impío; * descubristeis su ci
* en sus manos tendrá un poder. miento hasta el cuello. ,
Allí estará escondida su forta Maldijisteis sus cetros y a la
cabeza de sus guerreros, * que Salmo 147
venían como un torbellino para ( V ía s e pág. 162).
destrozarme. /lwí.-*-Alaba, Sión, a tu Dios,
Era el regocijo de ellos * co que anuncia sus juicios a Israel.
mo de quien devora al pobre La C a p itu la , H im no, V e rso y A n tífo
na <lél B en cA ietu s que se ponen en la
secretamente. pág. Hi.l, ni final del prim er fo rm u la
Hicisteis en el mar camino pa rio de L audes. M as en la F e ria V I le
las T ém p o ras de Septiem bre, la A n t í
ra vuestros caballos, * en medio fona se tom a del propio de Tiem po. S e
del cieno de muchás aguas. dice ‘ la O ra ció n corres|>ondiente. Lo de
m ás. . como en el O rd in ario pág. 8.
Oí, y conmoviéronse mis entra
ñas; * a la voz se'estremecieron
mis labios. PRIMA
Entre la podredumbre en mis Tqdo como en el O rd in ario, pág. <0,
excepto lo que sigu e:
huesos, * y consuma mis entra
Ant.— No os apartéis de mí.
ñas.
Con tal que pueda descansar Salmo 21, i
en el día de la tribulación, * y Dios, Dios mío, volved
H
suba a reunirme con nuestro pue hacia mí vuestros ojos!
blo que está preparado. ¿Por qué me habéis des
Porque la higuera no florece amparado? * Los gritos de mis
rá; * ni las viñas brotarán. pecados alejan de mí la salud.
Faltará el fruto d e j a oliva; * Clamaré, oh Dios mío, durante
los campos no darán alimento. el día, y no me oiréis; * de
' Arrebatadas serán del aprisco noche, y no por mi culpa.
las ovejas, * y quedarán sin ga Vos, sin embargo, moráis en el
nados los pesebres. lugar santo, * entre las alabanzas
Y o, empero, me regocijaré en de Israel.
el Señor, * y saltaré de gozo en En Vos esperaron nuestros pa
Dios Jesús mío. dres; * en Vos esperaron y los
El Señor Dios es mi fortaleza, librasteis.
* y él me dará pies como de A Vos clamaron, y fueron li
ciervo. J brados; * en Vos confiaron, y no
Y el vencedor me conducirá atuvieron por qué avergonzarse.
las alturas, * cantando yo him Mas yo, gusano soy y no hom
nos en su alabanza. bre, * el oprobio de los hombres
A nt.— Cuando os enojareis, Se y el desecho de la plebe.
ñor, acordaos de vuestra miseri Todos los que me ven me es
cordia. carnecen, * menean la cabeza y
Ant. — Alaba, Sión. dicen en son de burla1:
I. Todos cu an tos me Vieron pendiente de la cru z, asi los sacerdotes como
los e s c rita s . los a n cia n os' y el vulgo y los soldados, los israelitas y los gen
tiles, hicieron luirla de m'r. E sto es lo que nos refiere san L u cas. “ El pueblo le
estaba m irando, y a u n a 1 con él los principales hacían liefa de Jesú s, diciendo:
A otros ha salvad o, sálvese, pues, a si m ismo, si es el C risto, el escogido de
D io s".
En el Señor esperaba, líbrele servarm e;'* repartieron entre sí
él, * sálvele, ya que tanto le ama. mis vestidos, y sortearon mi tú
Mas sois Vos quien me sacó nica.
del seno materno; * Vos, mi es Mas Vos, Señor, no difiráis el
peranza desde que estaba a los venir a socorrerme; * atended a
pechos de mi madre. mi defensa.
En vuestros brazos fui arroja Librad, oh Dios, mi vida de la
do * desde las entrañas de mi espada, * y mi alma de las ga
madre; rras de los perros.
Desde el seno materno sois Vos Salvadme de la boca del león;
mi Dios; * no os apartéis de * salvad de las astas de los uni
mi. cornios mi pobre alma.
Porque se acerca la tribulación, Y o anunciaré vuestro nombre
* y no hay nadie que mé socorra. a mis hermanos; * en medio de
la iglesia os alabaré.
Salmo 21, ii
Salmo 21, m
( “ " e r c a d o m e han novillos en
gran n ú m ero ; * recios toros O h vosotros que teméis al Se
m e han sitiado. ñor, alabadle; * glorificadle,
Abrieron su boca contra mí, vosotros, descendientes todos de
* como león que arrebata y ruge. Jacob.
Me he disuelto como agua Témale todo el linaje de Is
* y todos mis huesos se han des rael, * porque no despreció ni
encajado. desatendió la súplica del pobre.
M i corazón está como ce N i apartó de mí su rostro; *
ra, * derritiéndose dentro de antes así que clamé a él, luego
mis entrañas. me oyó.
Mi verdor se ha secado, como A Vos dirigiré mi alabanza en
un vaso de barro cocido; * mi la iglesia grande; * mis votos
lengua se ha pegado al paladar; cumpliré en presencia de los que
y me vais conduciendo al polvo os temen.
del sepulcro. Los pobres comerán y serán
Porque me veo cercado de una saciados; y los que buscan al Se
multitud de perros; * me tiene ñor le cantarán alabanzas; * sus
sitiado una turba de malignos. corazones vivirán por los siglos
Horadaron mis manos y mis de los siglos.
pies; * contaron todos mis hue Se acordará y se convertirá al
sos1. . ' Señor * toda la extensión de la
Pusiéronse a mirarme, y a ob tierra.
Salmo 8 I1 SEXTA
T o do como en el O rd in ario , páR. 17 ,
excep to lo que sig u e : .i
D r e s e n t e está Dios en la re*
unión de los dioses; * y alli Ant.— Bienaventurados, Señor.
en medio de ellos juzga a loi
Salmo 83, i
tales dioses.
¿Has^a cuándo seguiréis juz u é amables son vuestras
gando injustamente, * y guarda moradas, oh Señor de los
réis respetos humanos en favor ejércitos! * Mi alma sus
de los pecadores? pira y desfallece por estar en los
Haced justicia al necesitado y atrios del Señor.
1. £1 seutido de estas palabras del salm ista es que sus proyectos crim i
n ales fu eron la causa de su perdición (S a n Juan Crisóstom o). L o s enem igos del
S alva d o r le hicieron cru cificar, pero su c ru z y su m uerte han establecido su
reino. L o s e sfu erzo s de sus propias palabras les han cubierto de ignom inia
ante toda9 la s generaciones. L o s enem igos de' lá Ig le sia la d en igran 9in cesar,
pero su s calu m n ias no son obstáculo algu no a su perpetuidad, ellos son re s
ponsables de las falsed ad es q u e han inventado.
2. Suba mi oración a v u estra presencia como el incienso que se quem a
en el a lta r de vuestro tem plo, y así como este perfum e ■ m ezclado con los me
jo re s arom as y puesto en el fu ego , produce un olor suavísim o, asi mi o ra
ción , anim ada por la fe , hum ildad y fe rv o r, os sea agrad able, Señor.
3. Poued, S eñ o r, una guardfi a m i boca, para que hable lo que sea con
veniente, y calle lo que me pueda d añ ar. Poned a m is labios una puerta que
sea guardada por gu ardian es solícitos, para que de ella nada salga qUe os sea
desagradable. P u es de la s m ism as palabras ociosas deberé d ar cuenta en el
día del ju icio.
No dejéis que mi corazón se I Derramo en su presencia mi
incline al mal, * pretextando ex plegaria; * le expongo mi con
cusas para mis pecados. goja.
Con los hombres que obran la Cuando mi espíritu desfallece,
maldad, * no quiero participar de * conocéis Vos mis senderos.
sus delicias. En el camino por que ando, *
¡Que el justo me corrija y me me han tendido un lazo ocul
reprenda en caridad; * pero el to.
bálsamo del impío no bañará mi Miro a mi diestra y veo, * y
cabeza. no hay quien me conozca.
Mi oración será opuesta a sus No tengo medio de huir, * ni
placeres: * sean sus caudillos pre hay quien busque salvar mi vi
cipitados contra la peña. da.
Oigan mis palabras, ahora que A Vos, Señor, clamé, diciendo:
pueden: * al modo que la com * Vos sois mi esperanza, mi he
pacta tierra se rompe en terro rencia en la tierra de los vivien
nes al ararla. tes.
Asi nuestra osamenta se dis Atended a mi plegaria, * por
persa en el sepulcro; * pero que me hallo en humillación pro
mis ojos, Señor, se levantan ha funda.
cia Vos: en Vos confío; no me Libradme de quienes me per
qüitéis la vida. siguen, * porque son más fuertes
.Preservadmé ;de los lazos que que yo.
me tienden, * de las emboscadas Sacad mi alma de la cárcel
dé los malvados. para que dé yo gloria a vuestro
Caigan los pecadores en sus nombre: * espéranme los justos,
mismas redes, * y pueda yo solo aguardando que me hagáis jus
escaparme. ticia1.
Ant. — Y o os invoco, Señor, Ant.— Sacad, Señor, a mi alma
oídme. de .su cárcel, para que yo dé glo
Ant. — Sacad, Señor, a mi ria a vuestro nombre.
alma de su cárcel, * para que yo
dé gloria a vuestro nombre.
Capitula II Cor., 1 , 3-4
Salino 141
D endito sea Dios, Padre de
Señor dirijo mis clamores; nuestro Señor Jesucristo,
* mi vo z' sube al Señor,Padre
y de las misericordias, y
le implora. Dios de toda consolación; que
1. Sacad tic la, cárcel del cuerpo a mi alma. Quebrantad las ataduras con
las cuales me veis corno constreñido, a fin de que con santa libertad confiese
vuestro nombre en presencia de todos los hombres. Los justos me aguardan ya
«n los cielos, y desean que reciba el premio dd mi paciencia y de mi fe .1
A s í hablaba el P rofeta. V ivam os nosotros de tal suerte que podamos decir
en la hora de la m uerte: " M e esperan los ju stos, aguardando que me hagáis
ju s tic ia ” .
$■
' V
nos consuela en todas nuestras E n los O ficios de 'F ie sta y dé O c ta
va, la C a p itu la , el R e tin o , la A n tífo n a
tribulaciones. del M agn ifica t y la Giración s e ' dicen
como en el P ropio o ,ctT cl Com qn . •
L o dem ás corno en cl O rd in ario ,
Himno pág. 20.
II fírev. l( í
Porque Vos sois el grande y el mi vida, * sin atender a que
hacedor de maravillas; * Vos sois Vos estabais presente.
el único Dios. Mas Vos, oh Señor, Dios com
Guiadme, Señor, por vuestras pasivo y benigno, * paciente, mi
sendas, y así caminaré yo según sericordiosísimo y veraz,
vuestra verdad: * alégrese mi co Volved hacia mí vuestro ros
razón para que tema él vuestro tro y tened piedad de mí; * dad
nombre. fortaleza a vuestro siervo, y po
Os alabaré, Señor Dios mío, ned en salvo al hijo de vuestra
con todo mi corazón, * y glori esclava.
ficaré eternamente vuestro nom Obrad algún prodigio en favor
bre. mío, para que sean confundidos
Porque vuestra misericordia es los que me aborrecen, * y vean
grande para conmigo, * y habéis cómo Vos, oh Señor* me habéis
librado mi alma del infierno pro socorrido y consoladó. .
fundo. Ant. — Alcé mi voz, y clamé
al Señor; no se olvidará Dios de
¡Oh Dios! contra mí han cons
compadecerme.
pirado los impíos, y una reunión
L o dem ás como en el O rd in ario,
de poderosos ha atentado contra pág. 2 1.
S Á B A D0
1. Q u iere decir, que será sumo el regocijo que tendrán en el cielo los santos,
y en su s m ansiones estarán descansando de las fatigas de )u presente vida,
pero no en ocioso sueño, ya que no cesarán jam ás de alaliar a Dios.
2. E s bueno con fesar al S eñ or con confesión de alabanza. Esto es bueno,
es tam bién ju sto , .ú til, deleitable y honorífico. E s justo porque es debido; es
ú til porque es m eritorio; deleitable, porque es dulce al que ama alabar al
amado. Finalm ente es honorífico porque esta es la ocupación sublime de las
potestades celestes. 1
Ant. — ¡Cuán magníficas son, Y publicaron esta obra de
oh Señor, vuestras obras! Dios; * reflexionaron sobre sus
Ant.— El justo se alegrará * en actos. ;
el Señor y esperará en él. El justo se alegrará en el Se-,
flor, confiará en él; * se glo
Salmo 63 riarán todos los fectos de cora
zón.
p scuch ad , oh Dios, mi ora-
ción cuando clamo a Vos; * Ant.— El justo se alegrará en
del temor del enemigo librad mi el Señor, y esperará en él,
Ant.— Manifestadnos, Señor, *
alma1.
Me habéis defendido de la la luz de vuestras misericordias.
conspiración de los malignos; *
de la multitud de los que obran Cántico del Eclesiástico
la iniquidad. Eccli., 36, 1-16
Aguzaron ellos sus lenguas co
mo un cuchillo; * asestaron su T ' e n ed piedad de nosotros, Dios
arco emponzoñado, para asaetear de todas las cosas, y mirad
a escondidas al inocente. nos; * manifestadnos la luz de
De repente dispararon contra vuestras misericordias.
él sin temor alguno; * obstina Atemorizad las naciones * que
dos en su infame designio. no os buscan.
Trataron de armar ocultos la Para que sepan que no hay
zos; * dijeron: ¿Quién los po más Dios que Vos, * y proclamen
drá descubrir? vuestras grandezas.
Maquinaron crímenes contra Levantad vuestra mano contra
mí; * mas fatigáronse escudri las naciones extranjeras; * para
ñando ardides. que conozcan vuestro poder.
Engolfaráse el hombre en la Porque así como delante de
profundidad de su corazón; * ellas habéis sido 'santificado en
mas Dios será ensalzado. nosotros, * así también delan
Las heridas que ellos producen te de nosotros seréis engrande
son como de flecha arrojada por cido en ellas.
un niño: * son débiles sus len Para que conozcan, como nos
guas, y se vuelven contra ellos otros hemos conocido, * que no.
mismos. hay, Señor, otro Dios fuera de
Cuantos lo vieron se pasma Vos. ( ; '
ron; * no hubo quien no temie Renovad los prodigios, obrad
se. nuevas maravillas; * llenad de
1. E sta petición puede entenderse de dos modos. P rim ero, de su erte que
riela verse libre del temor del enem igo que q u iere d arle la m uerte, sitp rim icn á i
la causa del temor, liaciem lo que el rnem ipo no pueda o no qu iera
•larle la m uerte. Huta exposición parece la lite ra l. S ecu n d o, . suplican do <|ite
■<c vea libre del mismo temor hum ano, no suprim iendo la causa del temor,
sino aum entando la caridad y la fo rta le za, de modo que no tema la m uerte
•leí cuerpo sino la> del alma.
gloria vuestra mano y-: brazo de en el firmamento de su poder.
recho. Alabadle por sus prodigios a
Estimulad vuestro furor, de favor nuestro; * alabadle por
rramad vuestra cólera; * des su, inmensa grandeza.
truid al adversario y afligid al Alabadle al son de clarines; *
enemigo. alabadle con el salterio y la c í
Apresurad el tiempo, acordaos tara.
del fin, * para que proclamen Alabadle con panderos y ar
vuestras maravillas. moniosos conciertos; * alabadle
Sea devorado por el ardor de con instrumentos músicos de
las llamas el que escape; * ha cuerda y de viento.
llen su perdición los que tirani Alabadle con sonoros címba
zan a vuestro pueblo. los; alabadle con címbalos de
Aplastad la cabeza de los je júbilo: * empléese todo espíritu
fes enemigos, * que dicen: “ Ño en alabar al Señor.
hay nadie más que npsotros” . Ant.— Empléese todo espíritu
Reunid todas las tribus de Ja en alabar al Señor.
cob, para que sepan que no hay
más Djos que Vos; * y procla
Capitula Rom., 13, 12-13
men vuestras grandezas.
Y sean, como en otro tiempo, T a noche está ya muy avanza
* vuestra herencia. » da, y va a llegar el día. D e
Y será vuestra heredad, * co jemos, pues, las obras de las ti
mo desde el principio. nieblas, y revistámonos de las
Tened piedad de vuestro pue armas de la luz. Andemos con
blo, que lleva vuestro nombre; * decencia, como se suele andar du
de Israel, a quien tratáis como rante el día.
vuestro primogénito. 1
piedad para la ciudad que Himno
Vos santificasteis; * Jerusalén,
ciudad de vuestro descanso. I A aurora derrama ya sus res-
Llenad a Sión de vuestras pa plandores y el día se extien
labras inenarrables, * henchid de por la tierra; huya toda im
de vuestra gloria a vuestro pue pureza ante los rayos del sol.
blo. Desvanézcanse las oscuras ilu
Ant. — Manifestadnos, Señor, siones de la noche; disípense los
la luz de vuestras misericordias. deseos culpables del corazón;
Ant.— Empléese * todo espí desaparezcan del todo las hórri
ritu 4,en alabar al Señor. das manchas con que la noche
del pecado profanó nuestra alma.
Que cuando venga para nos
Salm o 150
otros la mañana del último día.
A l a b a d al S eñ or que reside' resplandezca con los destellos de
en su S a n tu a rio ; * alab ad le la luz verdadera; humildemente
lo pedimos mientras esta maña es justo; y no hay en él sombra
na resuena con nuestro canto. de iniquidad.
A Dios Padre se dé la gloria, Ant.— Del temor del enemigo.
y al Hijo su Unigénito, junta
mente con el Espíritu Paráclito, Sálmo 63
ahora y por todos los siglos.
(V é a se pág. 188).
Amén.
Ant.— Del temor del enemigo,
y . Desde la mañana hemos
librad, Señor, mi alma.
sido colmados de vuestras mise
Ant. — De sus siervos.
ricordias. 1J. Nos han alegrado
y deleitado.
Cántico*
de Moisés
Ant. del Bened. — Alumbrad,
Señor, * a los que están sentados Deut., 32, 1-43
en las tinieblas y sombra de la
í d , cielos, lo que voy a
muerte, y dirigid nuestros pafcos
por el camino de la paz. referir; * escuche la tie
E n los O ficios de F ie sta y de Oc*
rra las palabras de mi
tav a, la C a p itu la , el H im no, la A n t í boca.
fon a del B en ed ictu s y la O ració n se
dicen como en el Propio o en el Com ún.
Destilen como lluvia mis do
L o restante como en el O rd in ario, cumentos; * desciendan comó el
pág. 8. rocío mis palabras,
Como sob,re la hierba la menu
da lluvia, como llovizna sobre
LAUDES las dehesas, * porque yo invocaré
el nombre del Señor.
II
Ensalzad vosotros la grandeza
E u los Sábados de las C u atro T é m p o de nuestro Dios; * perfectas son
ras y V ig ilia s com unes, cu an d ij& 'sc
celebra O ficio de F e ria . l4
las obras de Dios y rectos todos
_____ $ sus caminos.
” ‘»;y,
T o d o como en el O rd in ario , párf. 7, Dios es fiel y sin sombra de
excep to lo que sigu e: iniquidad, íntegro y justo; * sus
Ant.— Señor, en vuestra bon hijos, indignos ya de este nom
dad. bre, pecaron contra él con sus
inmundos ídolos.
Salmo 50 Generación depravada y per
versa; * ¿así correspondes al Se
(V é a se pág. 67).
ñor, pueblo necio e insensato?
Ant.— Señor, en vuestra bon
¿Por ventura no es él tu pa
dad, tratad benignamente a Sión. dre, * que te rescató, que te
A nt.— E l Señor Dios nuestro. hizo y te crió?
Acuérdate de los tiempos an
Salmo 91
tiguos, * recorre de una en una
V éa se pág. 187). las'generaciones.
Ant.— El Señor Dios nuestro Pregúntalo a tu padre, y él te
informará, * á tus antepasados y Abandonó a Dios, su creador,
te lo dirán. * y se separó de Dios, su Salva
Cuando el Altísimo dividía las dor.
naciones; * cuando separaba a Le irritaron, prosternándose
los hijos de Adán. ante dioses extranjeros; * en
Fijó los límites de los pueblos, cendieron su cólera con sus abo
* según el número de los hijos minaciones.
de Israel. Sacrificaron a los demonios, pe
Porque el Señor escogió a és ro no a Dios; * a dioses para
tos como porción suya; * tomó a ellos desconocidos.
Jacob por herencia propia. A dioses nuevos y recién ve
Hallóle en una tierra desierta; nidos, * que jamás habían adora
* en un lugar de horror y extensa do sus padres.
soledad. Pueblo insensato, has abando
Condújole' por diferentes ro nado al Dios que te engendró, *
deos, * y le adoctrinó, y guar y te olvidaste del Señor creador
dóle como a la niña de sus ojos. tuyo.
Como el águila incita a volar Violo el Señor, y encendióse en
a sus polluelos, * revoloteando cólera, * por ser sus mismos hi
sobre 'ellos, jos e hijas los que así le pro
Así el Señor extendió sus alas vocaban.
y le tomó, * y transportó sobre Y dijo: Yo esconderé de ellos
sus hombros. mi rostro, * y estaré mirando su
El Señor fué su único caudi fin desgraciado.
llo; * y no había con él Dios Porque raza perversa es, * son
ajeno. unos hijos infieles.
Hízole dueño de una tierra Excitaron mis celos, adoraron
superior, * para que comiera de lo que no era Dios; * con sus
los frutos dé los campos. locuras me irritaron.
Para que chupara la miel de Y yo excitaré sus celos, aman
las peñas; * y el aceite de los do a los que no son mi pueblo;
olivos que se crían entre las más * les irritaré, poniendo en su
duras rocas. lugar gente insensata.
La manteca de vacas y la le Mi furor se ha encendido co
che de ovejas, * gordos corderos mo el fuego; * penetrará hasta
y carneros del país de Basán. los infiernos profundos.
Machos de cabrio con la ñor Devorará la tierra y sus cose
del trigo, * y para que bebieran chas, * abrasará los cimientos de
la sangre de las uvas en vino pu los montes.
rísimo. Acumularé males sobre ellos;
Engordó el pueblo amado y * les dispararé todas mis ñechas.
tornóse recalcitrante; * y una Serán consumidos por el ham
vez saturado, engordado y reple- bre; * les desvorarán las aves a
crueles picotazos;
Armaré contra ellos los dientes El día de la ruina se acerca, *
de las fieras, * y la rabia de las el tiempo se apresura.
que van arrastrando y serpeando El Señor juzgará a su pueblo;
sobre la tierra. . ¡ * tendrá piedad de sus siervos.
Por fuera los desolará la es Cuando vea su poder debili
pada, y dentro el pavor; * el jo tado; * que los de las ciudades
ven y la doncella, el niño ftue murieron, y que lós demás hu
aun mama y el anciano, todos se biesen perecido.
rán exterminados. Y dirá: ¿Dónde están sus dio
Y diré: ¿dónde están esos re ses, * en los cuales habían pues
beldes? * Y o borraré de entre to su confianza?
Jos hombres su memoria. D e cuyas víctimas comían
Pero lo difiero, porque Veo ellos la grasa; * y bebían el vino
tanta arrogancia en sus enemi de las ofrendas.
gos; * no sea que éstos se en Levántense, vengan a vuestro
grían, socorro, * sean vuestro auxilio en
Y digan: Nuestra mano robus vuestro apuro.
ta, y no el Señor, * es la que ha Mirad que yo soy el Dios úni
hecho todo esto. co; * no hay otro Dios más que yo.
Gente es ésta sin consejo ni Soy yo quien hago morir, y
prudencia. * ¡Ojalá tuviesen sa quien da la vida; * soy yo quien
biduría e inteligencia, y previesen hiero, y yo curo, y no hay quien
sus postrimerías! pueda librar de mi mano. ,
¿Cómo es que un solo enemi Levantaré al cielo mi mano,
go derrota a mil de ellos, * y dos y diré: * Soy yo quien vivo eter
ahuyentan a diez mil? namente.
¿Por qué si no es que Dios les
Si aguzo mi espada como un
ha vendido, * y les acorraló el
Señor? v rayo, * y coge mi mano la jus
ticia,
Porque no es nuestro Dios co
mo sus dioses; * que lo digan Tomaré venganza de mis ene
nuestros mismos enemigos. migos, * daré su merecido a los
Sus viñas son viñas de Sodo que me odian.
ma, * son viñas de los arraba Empaparé en sangre mis fle
les de Gomorra. chas, hasta embriagarlas; * mi
Uvas de hiel son sus uvas; * espada devorará la carne.
sus racimos, amarguísimos. Los embriagaré de la sangre de
Su vino es hiel de dragones, los degollados y cautivos; * de
* incurable veneno de áspides. las desnudas cabezas de los ene
¿No me guardé ocultas estas migos.
cosas, * selladas en mis tesoros? Naciones, alabad a su pueblo;
M ía es la venganza, les daré * porque vengará la sangre de
oportunamente su paga; * haré sus siervos;
que sus pies resbalen. Tomará venganza de sus ene-
migos, + y será propicio para coii Salmo 9 i , i
el país de su pueblo'.'
Ant.— De sus siervos se com i Señor es el Dios de la¿
padecerá el Señor; y será propi venganzas; * el Dios de
cio para con el país de su pueblo. ■ las venganzas ha obrado
Ant.— Alabad. con libertad1.
Levantaos, Vos que juzgáis a
Salmo 150 la tierra; * dad su merecido a
los soberbios.
A LABAD al Señor que reside en ¿Hasta cuándo, Señor, los pe
su Santuario; * alabadle cadores, * hasta cuándo han de
én el firmamento de su poder. estar los pecadores vanaglorián
Alabadle por sus prodigios a dose?
favor nuéstro; * alabadle por su ¿Hasta cuándo charlarán y ha
inmensa grandeza. blarán inicuamente, * jactándose
Alabadle al son de clarines; * de ellos todos los que obran la
alabadle con el salterio y la cí iniquidad?
tara. Ellos, Señor, han abandonado
Alabadle con pandéros y ar a vuestro pueblo, * y han devas
moniosos conciertos; * alabadle tado vuestra heredad.
con instrumentos músicos de Han asesinado a la viuda y al
cuerda y de viento. extranjero, * y han quitado la
Alabadle con sonoros címba vida al extranjero.
los; alabadle con címbalos de Y dijeron: No lo verá el Se
júbilo: * empléese todo espíritu ñor, * no sabrá nada el Dios de
en alabar al Señor. • Jacob.
A nt.— Alabad al Señor por su Reflexionad, oh hombres los
inmensa grandeza. más insensatos del pueblo; * ne
L a C a p itu la , H im no, V e rso y A n t í cios, entendedlo bien.
fona «leí B en ed ic tu s en la pág. 189,- al
final del p rim er fo rm u la rio de L au d es. ¿No tendrá oído quien plantó
Se d ice la O ra ció n correspon dien te. ■ la oreja, * o el que formó los
L o dem ás como en el O rd in ario ,
pág. 16. ojos no verá?
¿No castigará quien castiga a
las naciones; * el que enseña la
PRIMA ciencia al hombre?
Todo del O rd in a rio , pág. 1S, menos Conoce el Señor los pensa
lo fjne sigu e: mientos de los hombres; ♦ sabe
Ant.— Levantaos, Señor. él que no son más que vanidad.
I! 11 >, i-. 17
Salmo 93, 11 pena de sus. iniquidades; y por
su malicia los hará perecer. *
D ie n a v e n t u r a d o e l h o m b re a Los destruirá el Señor Dios nues
quien Vos mismo hubiereis tro. .
instruido, Señor, * y amaestrado
en vuestra ley. Salmo 107
Para hacerle menos penosos los
dias aciagos, * mientras que al P \ i s p u e s t o está mi corazón, oh
pecador se le abre la fosa. D ios; mi corazón está dis
Porque no ha de abandonar puesto, * cantaré y entonaré sal
el Señor a su pueblo; * ni dejar mos en medio de mi gloria.
desamparada su heredad. Despierta- gloria mía, apresu
Sino que el juicio se ejercerá raos, salterio y cítara: * yo me
con justicia, * y le seguirán to levantaré al rayar la aurora.
dos los rectos de corazón. Os alabaré, Señor, en medió de
Mas, entre tanto, ¿quién se los pueblos, * y os cantaré him
pondrá de mi parte contra los nos entre las naciones.
malvados? * ¿quién saldrá a fa Porque es más grande que los
vor mío contra los que obran la cielos vuestra misericordia, * y
iniquidad? más elevada que las nubes vues
Si el Señor no me hubiese so tra verdad.
corrido, * seguramente sería ya Ensalzado seáis, Señor, sobre
el sepulcro mi morada. los cielos, y brille sobre toda
Si yo decía: Mi pie está a pun la tierra vuestra gloria, * para
to de resbalar; * vuestra miseri que se vean libres aquellos n
cordia, Señor, acudía a socorrer quienes amáis.
me. Salvadme por vuestra diestra;
A proporción de los muchos escuchadme: * desde su Santua
dolores que atormentaron mi co rio así ha hablado Dios:
razón, * vuestros consuelos llena .Triunfaré, y dividiré a Si-
ron de alegría mi alma1. quem; * y mediré el valle de los
¿Acaso estáis sentado en algún tabernáculos.
tribunal injusto, * cuando nos Mío es Galaad, y mío es Ma-
imponéis preceptos penosos? nasés; * y .Efraím es el apoyo
Andan los malvados a caza del de mi cabeza.
justo, * y condenan la sangre del Judá es mi cetro; * Moab, el
inocente. lebrillo en que espero lavar
Pero el Señor me ha servido me.
de refugio; * ha sido mi Dios el Hasta a la Idumea extenderé
sostén de mi esperanza. mis pasos: * los extranjeros se
Y hará caer sobre ellos la harán amigos míos.
Salmo 108, n
»- NONA
Todo como en el O rd in ario, pág. 31, D en la presencia de*
en u évese
excepto lo que sigu e: Dios la memoria de la ini
Ant. — No calléis, oh Dios. quidad de sus padres; * nunca
se borre el pecado de su madre. vadme según vuestra misericor
Estén siempre los delitos de dia.
ellos ante los ojos del Señor, y Y sepan que aquí está vuestra
desaparezca de la tierra su me mano, * y que sois Vos, Señor,
moria, * por cuanto no pensó en quien obró de esta manera.
usar de misericordia. Ellos me echarán maldiciones,
Antes bien ha perseguido al y Vos me bendeciréis; * sean
hombre desamparado y al men confundidos los que se levantan
digo, * y al afligido de corazón contra mí; mas vuestro servidor
para matarle. estará lleno de alegría.
Amó la maldición, y le caerá Cubiertos sean de ignominia
encima; * y ya que no quiso la mis detractores, * y envueltos en
bendición, ésta se retirará lejos su afrenta como con un doble
de él. manto.
Vistióse de la maldición como Mi boca se deshará en acciones
de un vestido, * y penetró ella de gracias al Señor; * y cantaré
como agua en sus entrañas, y co sus alabanzas en medio de un
mo aceite hasta sus huesos. numeroso concurso.
Sírvale como de túnica con Porque se puso a la derecha do
que se cubra, * y como de cin este pobre, * para salvarle de los
gulo con que siempre se ciña. que conspiran contra su vida.
Esto es lo que ganan para con Ant — No calléis, oh Dios, por
el Señor los >que maldicen * y que me han cercado con discur
maquinan contra mi vida. sos odiosos.
En los Oficios de Fiesta y de OcU
Mas Vos, Señor y Dueño mío, va, la Capitula, el Responsorio breve )
poneos de, mi parte por amor a la O ración se dicen como en el Propi<
o en el Comúu.
vuestro nombre; * porque suave Lo demás como en el Ordinario,
es vuestra1 misericordia. pág. 32.
Salmo 108, m
VISPERAS
T ibkadme, porque pobre soy y Todo como en el Ordinario, pág. 34
necesitado, * y turbado está excepto lo que sigue:
mi corazón dentro de mí. Ant. — Bendito sea el Señor
Como sombra que huye, así f L a s A n tífon as y Salmos señala
voy desapareciendo; * y soy sa dos, se dicen siempre en el Sábad'
como I V ísperas de la Dominica »
cudido como las langostas. guíente, cuando se ha de celebrar <
Mis rodillas se han debilitado Oficio de la misma Dominica.
F
k
i e l es el Señor en todas sus
Alabarán vuestraswbras las ge
neraciones todas, * y: proclamarán promesas, * y santo én to
vuestro poder. das sus obras.
Publicarán la gloriosa magnifi- El Señor sostiene a los que
cencia de vuestra santidad, + y están próximos a caer; * levanta
pregonarán vuestra grandeza/ a todos los caídos.
Hablarán de vuestro poder tre Todos, Señor, esperan, cit>n los
mendo; * pregonarán vuestra ojos fijos en Vos; * y Vos les
grandeza. dais a su tiempo el alimento.
Perpetuarán la memoria de Abrís vuestra mano, * y lle
vuestra inmensa bondad, * y lle- náis de bienes a todo sér viviente.
nafránse de júbilo por vuestra Justo es el Señor en todos sus
justicia. designios, * y santo en todas sus
Ant.— El Señor es grande, v obras.
digno de toda alabanza; su gran Cerca está el Señor de cuantos
deza es insondable, f le invocan; * de cuantos le in
A nt.— Bondadoso es el Señor. vocan con sinceridad.
Cumplirá el deseo de los que
Salmo 144, n le temen; * escuchará su 'ora
r?LEMENTE y misericordioso es ción, y los hará salvos.
. el Señor; * lleno de pacien Guarda el Señor a. ..todos Jos
cia y de bondad infinita. que le aman; <* arruinará/-' em
¡ Bpndadoso es el, Señor para pero, a todos los p&adores.
con; todos; * su compasión, se Las alabanzas del Señor' publi
extiende a todas sus obras. ■ cará mi boca. * Bendiga toda
Que os alaben, Señor, , todas carne su santo nombre por siem
vuestras criaturas, * y os .bendi pre y por' tod a' íá eternidad.
gan todos vuestros santos., . , •Ant:— Fiel es el Señor en to
Publiquen el esplendor de vues das sus promesas, y santo en to
tro reino, * proclamen vuestro das sus obras. >1
poder; .
A fin de que este poder sea Capitula ' Rom., 11, 33
conocido de los hombres, + así
( V h profundidad de los fesór^ós
como, el glorioso esplendor de
de la sabiduría y de íá cien
vuestro reino.
cia de Dios: cuán incomprensi-
Vuestro reino es un reino eter
bfes son sus juicios e inexcruta-
no; * vuestro imperio es de todas
bles sus caminos!
las generaciones.
Ant. — Bondadoso e$ el Señor Himno
para con todos; su compasión se
extiende a .todas sus obras: luz increada, santísima
Ant.— Fiel es el Señor. Trinidad y Unidad sobera
n a; al desaparecer el radiante Porque mi alma está harta de
sol, infundid vuestra luz en nues males, * y tengo ya un pie en
tros corazones. el sepulcro.
A Vos, al amanecer ofrecemos Y a me cuentan entre los muer
nuestros cánticos de loores; a tos; * he venido a ser un hombre
Vos dirigimos nuestras preces al desvalido, libre entre los muer
caer el día; conceded que os tos.
alabemos en compañía de vues Como los acuchillados que ya
tros escogidos. cen en los sepulcros; * y de
A Vos, Padre, y juntamente al quienes no os abordáis ya, como
Hijo, e igualmente a Vos, oh desechados de vuestra mano.
santo Espíritu, como fué debida Pusiéronme en un hoyo pro
la gloria desde toda la eternidad, fundo, * en la tinieblas y en la
así sea dada por todos los siglos. sombra de la muerte.
Amén. Sobre mí ha descargado vues
¡ y . Suba a Vos, Señor, la tro furor, * y todas vuestras olas
oración de la tarde. habéis estrellado contra mí.
I£. Y descienda sobre nos Habéisme alejadc de todos mis
otros vuestra misericordia. conocidos; * los cuales me han
L a A n tífo n a del M a g n ifica t se tonta mirado como objeto de abomi
del P ropio de Tiem po. nación1.
T e rm in ad o . el C á n tico y repetida la
A n tífo n a , $e d ice la Q ra ció n de la D o Prisionero estoy, no hallo sali
m inica sigu ien te; la' cual sirv e para da; * mis ojos se consumen en
toda la S em an a, a no ser que h aya otra
O ra ció n especial., . . , la aflicción.
L o derttás cón ió 1 en el O rd in ario, A Vos, Señor, clamé todo el
pág:, 3 8 ...
día, * con las ámanos extendidas
■
hacia Vos.
1 ’ ■ i. .> ¿ cÍm p l e t a s . i' 1'l ¿Acaso haréis milagros en fa
vor de los muertos? * ¿Los re
T o d o como én el O rd in ario , p á g.1 33,
excep to lo que sig u e : sucitarán los ínédicos para que
Ant.— Entre mi oración.. ellos os bendigan?
¿Habrá tal vez alguno que en
Salmo 87 el sepulcro publique vuestra mi
sericordia, * o desde la tumba'
q TEIe ñ o r Dios de mi salud, * vuestra verdad?
■feXa día y noche clamando es- ¿Cómo han de ser conocidas en
§£¿9 toy en vuestra presencia. las tinieblas vuestras maravillas,
Entre mi oración en vuestra + ni vuestra justicia en la región
presencia; * inclinad vuestro oído del olvido?
a mis súplicas. Por eso clamo yo a Vos, Señor,
F ie s ta d e la S a n tísim a T rin id a d
Doble de / clase
F e s tiv id a d d e C o rp u s C h risti
D e l p r im e r l ib r o de los R eyes
NONA
1. Ef Jueves Santo.
Lección V lemnidad de tan gran fiesta con;
más avidez y en mayor número.
D o r consiguiente, a fin de que ‘1 ,
cl pueblo fiel honrase la ins- III NOCTURNO
itución.dc tan gran Sacramento
nediante todo el Oficio de un día L e c c ió n del sa n to E v a n g e l io
solemne, el Pontífice romano Ur seg ú n san J uan
i
bano IV, penetrado de devoción
por este Sacramento, piadoza- Lección VII Cap. 6, .56-59
mente ordenó que el primer ju e
C n aquel tiempo: D ijo Jesús a
ves después de la Octava de Pen-
las turbas de los judíos: Mi
iccostés. celebrasen todos los fie
carne verdaderaimente es comi
les la memoria de esta institu
da, y mi sangre verdaderamente
ción de que hemos hablado, ofre
es bebida. Y Id que sigue. , '
ciendo así. a los que recibimos
para nuestra salvación este Sa i
cramento durante todo el curso H o m il ía d e s a n A g u s t ín , O b is p o
sacia con la flor del trigo, ale con’ la miel de la peña,' aleluya.
luya. . Ant. del Magtiif. — Sal luego
* í * a las plazas y barrios de ln
Oración ciudad, y tráeme acá cuantos
pobres, y lisiados, y ciegos, y
O 'H Dios, quq nos dejasteis
cojos hallares, para que se llene
^ la memoria de vuestra Pa-
mi casa, aleluya.
sión en ese Sacramento admira
ble: os suplicamos nos concedáis Se hace Conm em oración del día si
gu ien te de la infraqjyfava: A n t. O h
que de tal suerte veneremos los cuán su ave y Versigjplo L e s disteis,
sagrados misterios de vuestro p ágin a .2 1 9 pero s < ,ifl (l>a siguietj
te no se celebra de la^ O cta v a , se dice
cuerpo y de vuestra sangre, que la A n t. O h sagrado f.onbite, pág. 226.
experimentemos continuamente
en nuestras almas el fruto de
vuestra redención: Vos que vi
vís. , Feria Segunda infraoctava
E n P rim a se dicen, los Salm os de
las l'ie s ta s , v como L e cció n breve, la de Corpus Christi
C ap itu la «le N on a, M ijito s m(os.
Sem idoble
TERCIA I NOCTURNO
La C a p itu la de L au d es.
D e l l ib r o p r im e r o d e l o s R e y e s
7/ Brcv. 20
castigado, entonces soltó a los Señor. Mas los levitas bajaron
israelitas, para que se fuesen? el Arca de Dios.
Ahora, pues, manos a la obra, ha
ced un carro nuevo, y uncid al II NOCTURNO
carro dos vacas que hayan dado
D e l a E p ís t o l a d e sa n C ip r ia n o ,
a luz, y que no hayan traído
O b is p o y M á r t ir , a C e c iu o
yugo, y encerrad en la boyera
sus ternerillos. Tomaréis después Lib. 2. E pist. 3, después del principio
1. H ostia consagrada.
Feria Sexta
11 B rev . 21
que la herida visible nos revela que andáis agobiados con tra
ra la herida invisible del amor. bajos y cargas, que yo os ali
¿Podía manifestarnos más evi viaré.
dentemente este ardiente amor 5. Hijo mío, * dame tu co
que dejándose atravesar por la razón, y ñja tus ojos en mis san
lanza no sólo en su cuerpo sino tos caminos.
en su mimio Corazón? La herida
corporal pone al descubierto, de Capitula Ephes., 3; 8-9
esta suerte, la herida espiritual.
Siendo así, ¿quién no amará a : A mí, el más infe
J -j erm an o s
NONA O ración
Dios, que en el Corazón
h
Capitula I Pc(r., 5, 10-11
de vuestro H ijo ,. herido por
M as Dios de toda gracia, que nuestros pecados, os habéis^ dig
nos llamó a su eterna gloria nado concedernos misericordio
por Jesucristo, después que ha samente infinitos . tesoros dü
yáis padecido un poco, él mismo amor, otorgadnos, os lo rogamos,
os perfeccionará, fortificará y que al rendirle el devoto obse
consolidará. A él sea dada la quio de nuestra piedad, cumpla
gloria y el poder soberano por mos también con el deber de
los siglos de los siglos. Amén. una digna-reparación.' Por el mis
1$. br. Hizo un memorial de mo Señor nuestro.
sus maravillas * El misericordio Si el Oficio del din siguiente no fue-
se «le infrnoctnva', pnra Ia ' Conrtiemo- ron encontrarle. Con esto consul
rnctón «le In m ism a, In A n tífo n a y V e r
ticu lo se toman de Ins I I V ís p e ra s de taron al Señor para saber si com
I n . F iestn. parecería allí Saúl. A lo que res
pondió el Señor: A estas horas
está escondido en su casa. Fue
ron, pues, corriendo, y trajéronle
Feria Segunda de allí, y así que estuvo en ttte-
Dia IV infraoctavo del dio del pueblo, se vió que era
más alto que todos los demás
Sacratísimo Corazón de Jesús
todo lo que va de hombros arri
Sem idoble
ba. D ijo entonces Samuel <a to
I NOCTURNO do el pueblo: Y a veis a quien
ha elegido el Señor, y que no
D e l l ib r o p r im e r o d e l o s R e y e s hay en todo el pueblo uno seme
jante a él. Y gritó todo el pue
Lección I ífCp. 10, 17-1Q blo, diciendo: jV iva el rey!
♦ i,
otros mil con Jonalás cn Gahaa Lección III Cap. 13, 0-14
de Benjamín¡ y despidió todo el
resto del pueblo, cada uno a su P V ijo , pues, Saúl: Traedme el
casa. Y Jonatás pasó a cuchillo holocausto y las hostias pa
la guarnición de los filisteos cíficas. Y él mismo ofreció el
Y Saúl mandó publicarlo a son holocausto. Acabado que hubo
de trompeta por todo el país, di de ofrecer el holocausto, he aquí
ciendo: Sepan esto los hebreos. que llegaba Samuel. Y Saúl ie
Y corrió por todo Israel la no I salió al encuentro para saluda v-
1. E ste p a saje puede in terp reta rse cn la sigu ien te '| fo rm a : S a ú l había
reinado un año cuando fu e reconocido por todo el pueblo en G á lla la ; y había
reinado dos años cuando elig ió tres mil hom bres de Isra el.
’ le. Y dijo Samuel: ¿Qué has he- ta "triturado por nuestras mal
"cho?, Respondió Saúl: Como vi dades” , sanándonos con sus lla
que me iba abandonando la gen gas. Todo lo Cual tanto más hon
te, y que tú no venías en el pla damente meditan las almas pia
zo rcñalado, y los filisteos se dosas cuanto es más claro que los
habían juntado en Macmas, dije pecados de los hombres en cual
para mí: Ahora-los filisteos ba quier tiempo cometidos fueron
jarán contra mí a Gálgala, y yo causa de que el H ijo de Dios se
aún no he aplacado al Señor. entregase a la muerte; y que aun
Forzado, pues, de’ la necesidad, ahora» mismo le inferirían la
he ofrecido el holocausto. D ijo muerte, con sus mismos dolores
Samuel a Saúl: Has obrado ne y tristezas, ya que cada pecado
ciamente, no cumpliendo los se puede decir que renueva de
mandatos que te intimó el Señor algún modo la) Pasión del Señor,
Dios tuyo. Que si eso no hicie conforme a lo del Apóstol: “ Nue
ras, desde ahora hubiera el Se vamente crucifican al Hijo de
ñor asegurado para siempre tu Dios y le exponen a vituperio’1.
reino sobré Israel. Mas ya tu
reino no durará por, mocho tiem Lección V ,
po. El Señor se ha buscado un Y también si por nuestros pe
varón, según su corazón, al cual cados, futuros pero previs
ha llamado para ser caudillo de tos, el alma de Cristo Jesús es
su pueblo, por cuanto tú no guar tuvo triste hasta la muerte, sin
daste lo mandado por el Señor. duda algún consuelo recibiría de
II N O C T U R N O
nuestra reparación, futura, pero
también prevista, cuando “ el án
D e l a E n c í c l ic a “ M is e r e n t is - gel del Cielo se le apareció” pa
s im u s D eu s” ra consolar su Corazón oprimido
de tedio y angustias. Y así aun
Lección. IV
ahora podemos y debemos con
J ^ as ¿cómo podrán estos actos solar a aquel Corazón Sacratísi
de reparación consolar o mo, sin cesar herido por los
Cristo, que dichosamente reina pecados de los hombres ingra
en los ciclos? Respondemos con tos, por modo admirable pero
palabras de san Agustín: “ Dame verdadero; pues alguna vez, co
un corazón que ame y sentirá lo mo se lee también en la sagrada
que digo” . Porque cualquiera que liturgia, el mismo Cristo, por
ame a Dios, si meditando mira al boca del Salmista, se queja a sus
tiempo pasado, ve a Jesucristo amigos del desamparo, diciendo:
trabajando por el hombre, dolien-* ■‘Improperio y miseria esperó mi
te, sufriendo durísimas penas Corazón; y busqué quien com
“ por nosotros los hombres y por partiese mi tristeza y no hubo;
nuestra salvación” , agobiado de busqué quien me consolara y no
tristeza, angustias, oprobios, has le halle” .
sen en la cruz, el sábado, puesto
que aquel era un sábado muy
A ÑAd a s e que la Pasión expia solemne, suplicaron a Pilato que
dora de Cristo se renueva y se les quebrasen las piernas, y
en cierto modo se continúa y se los quitasen de allí. Y lo que si
completa en el cuerpo místico, gue.
que es la Iglesia. Porque sirvién
donos otra vez de palabras de H o m il í a d e s a n P e d r o C a n i s i o ,
san Agustín: “ Cristo padeció P r e s b ít e r o
cuanto debió padecer: ya nada
falta a1 la medida de su Pasión. Exhortaciones domésticas.
Meditaciones 6-7
Completa está, pues, la Pasión,
pero en la cabeza; faltaban to ¿d i t a atentamente lo ine
davía las Pasiones de Cristo en fable de aquella caridad
el cuerpo” . Que es lo que el m is que mostró el Dios ex
mo Señor Jesús se dignó decla celso, sufriendo por ti, miserable
rar cuando, hablando a Saulo, gusano de la tierra, la acerbísima f
“ que respiraba amenazas y muer muerte de la cruz, en medio de
te contra los discípulos” , le dijo: las mayores angustias de su Co
“ Y o soy Jesús, a quien tú persi razón y de toda suerte de opro
gues” ; significando claramente bios. Considera también cuán
que en las persecuciones contra extremadamente generoso se ma
la Iglesia, es la Cabeza divina de nifestó Jesucristo con los suyos.
la Iglesia la vejada e impugnada. Hallándose en otra ocasión en
Con razón, pues, Jesucristo, que medio de la multitud, exclama-
todavía en su cuerpo místico pa maba: “ Si alguno tiene sed, ven
dece, desea tenernos por socios ga a mí y beba” , mostrándose
en la expiación, y esto pide nues pronto a socorrer las necesidades
tro propio parentesco con él; de todos. Recuerda que te ofre
porque siendo como somos “ cuer ció generosamente la preciosa
po de Cristo y miembro con sangre de su Corazón cuando por
la apertura de su sagrado pecho
miembro” , necesario es que lo
derramó toda la sangre que aun
que padezca la cabeza lo padez
quedaba en su.cuerpo.
can los miembros.
l
aún cosas mayores. ¿Cómo, pues,
Señor, pues, envió Natán
a David, al cual dijo Na has vilipendiado mi palabra, ha
tán luego dc llegado: H a ciendo el mal delante de mis
bía dos hombres en una ciudad, ojos? A Urías, Heteo, le hiciste
el uno rico y cl otro pobre. T e perder la vida, y le has tomado
nía el rico ovejas y bueyes en su mujer para mujer tuya, m a
grandísimo número. El pobre no tándole a él con la espada de los
tenía más que una ovejita que hijos de Ammon.
había comprado y criado, y que
había crecido en su casa entre Lección III Cap. 12, 10-16
sus hijos, comiendo de su pan.
D or lo cual no se apartará ja-
y bebiendo de su vaso, y dur
más de tu casa la espada, por
miendo en su seno, y la quería
que me has despreciado, y has
como si fuese una hija suya. Mas quitado la mujer a Urías, Heteo,
habiendo llegado un huésped a
para que fuese mujer tuya. He
casa del rico, no quiso éste tocar aquí, pues, lo que dice el Señor:
a sus ovejas, ni a sus bueyes, pa Y o haré salir de tu propia casa
ra dar el convite al forastero que los desastres contra ti, y te qui
le había llegado, sino que quitó taré tus mujeres delante de tus
la ovejita al pobre, y aderezóla ojos, y las daré a otro, el cual
para dar dc comer al huésped dormirá con ellas a la luz de este
que tenía en casa. sol. Porque tú has cometido el
L o s HH. corno en la D om in ica I V de pecado ocultamente, pero yo ha
l ’ cn le co sté í, pág. 287.
ré esto que digo1a vista de todo
Israel y a la luz misma del sol.
Lección II Cap. 12, 5-9
D ijo David a Natán: Pequé con
O ído esto David, altamente in- tra el Señor. Respondióle Natán:
dignado contra aquel hom También el Señor te ha perdona
dom In u a vi después de Pen tecostés 305
II D rcv. 24
su hermana Tamar. Al cabo de
dos años acaeció que Absalom
a v id peca, lo que con mucha hacía el esquileo de sus ovejas
frecuencia ocurre a los re en Baalasor, que está cerca de
yes; pero hace penitencia, llora, la ciudad de Efraím, y con
gime, lo que es bastante raro en vidó Absalom a todos los hi
los reyes. Reconoce su falta, y, jos del rey. A este fin fué a ver
con la frente en el polvo, pide al rey y le dijo: Te hago presen
perdón de ella; deplora su mise te que se esquilan las ovejas de
rable fragilidad; ayuna, ora, y, tu siervo. Venga, pues, te supli
manifestando así su dolor, hace co, cl rey con sus criados a la
llegar a los siglos futuros el tes casa de su siervo. Respondió el
timonio de su confesión. La con rey a Absalom: No quieras,
fesión que hace enrojecer de ver hijo mío, no quieras pretender
güenza a los particulares, no que vayamos todos, pues te se
avergüenza a este principe. Los ría muy costoso. Y como le hi
que están sujetos a las leyes, .cc ciese nuevas instancias, el rey
atreven a negar sus pecados, o no siempre rehusó ir y echóle su
quieren pedir el perdón que v e bendición.
mos solicitar a un soberano que
L o s I\R. como en la F e ria I I de U
no está sometido a ninguna ley 4." sem ana después de P en tecostés, pá
humana. Pecando, dió un signo g in a 290.
de su frágil condición; suplican
do, da una nota de enmienda. Es Lección II Cap. 13, 26-29
achaque común a todos el caer;
A A a s Absalom replicó: Y a que
es propio de almas escogidas el no quieres venir tú, venga
confesarse. La inclinación a la te suplico, cón nosotros a lo me
culpa viene de la naturaleza; la nos mi hermano Amnon. Díjole
voluntad de regenerarse, de la el rey: No hay necesidad de que
virtud. vaya contigo: Al fin le importu
E n el I I I N octurno.— U. V I I : Yo Iw
pecado, y Ii. V I I I : D os S era fin es; pá
nó tanto Absalom que dejó ir
g in a s 289 y 290. con él a Amnon con todos sus
hermanos. El convite , que Absa
lom tenía dispuesto era como
banquete de un rey. Y había or
Feriá Segunda denado y dicho a sus criados: Es
D e l se g u n d o l ib r o d e l o s R e y e s tad alerta; y cuando Amnon es-,
tuviere tomado del vino, y os
Lección 1 Cap. 13, 22-25 diere yo la señal, heridle enton
ces y matadle. No tenéis que te
b s a l o m no habló con Ara- mer; que yo soy el que os lo
non ni en bien ni en mal, mando. Coraje, y portaos como
a pesar de que le tomó valientes. Hicieron, pues, los
gran odio por haber violado a criados de Absalom lo que éste
les había mandado contra Am- ¡Ay de mí! respondió ella, soy
non. Con lo que, levantándose unR mujer viuda, pues se me ha
todos los hijos del rey, montaron muerto el marido. Tenia tu sier-
cada uno en su muía, y huyeron. va dos hijos, que riñeron entre
si en el campo, donde no había
Lección III , . Cap. 13, 30-34 nadie que pudiese despartirlos, y
el uno hirió al otro, y le mató.
p s t a n d o todavía en el camino,
Y he aquí que ahoral toda la pa
llegó a oídos de David el ru
rentela, conjurándose contra tu
mor de que Absalom había ase
sierva, dice: Entréganos el que te
sinado a todos los hijos del rey,
mató a su hermano a quien qui
sin quedar ni siquiera uno solo.
tó la vida, y acabemos con ese
Levantóse al instante el rey, y
heredero. De esta suerte preten
rasgó sus vestidos y postróse so
den extinguir la sola centella que
bre la tierra, y se rasgaron asi
rn¿ había quedado, para que no
mismo los vestidos todos los cria
reste de mi marido nombre ni
dos que le asistían. Entonces Jo-
reliquia sobre la tierra.
nadab, hijo de Semmaa, hermano
Los n n . como en la F eria I I I de la
de David, dijo al rey: No se 4.a semana después de Peutecostés, pá
imagine el rey mi señor que ha gina 291.
yan sido asesinados todos los hi
jos del rey. Sólo Amnon es el que Lección II Cap. 14, 10-14
ha perecido; porque Absalom te H ijo el rey: Si alguno se me-
nía jurado perderle desde el día tiere contigo, hazle venir de
en que violó, a Tamar, hermana
lante de mí, que no se atreverá
suya. ;No piense, pues, ni dé cré a incomodarte más. Añadió ella:
dito el rey mi señor a esa voz Por el Señor Dios suyo pido al
que corre de que todos los hijos rey que reprima la multitud de
del rey han sido asesinados, por parientes que quieren vengar con
que sólo Amnon ha muerto. En la muerte de mi hijo la sangre
tretanto se escapó Absalom. del difunto, y haga que no le ma
ten de manera alguna. Díjole el
rey: Vive Dios que no caerá en
Feria Tercera tierra ni uno de los cabellos de
D e l l ib r o se c u n d o d e l o s R e y e s
tu hijo. Dijo entonces la mu
jer: Permita mi rey y señor que
Lección I Cap. 14, 4-7 esta sierva suya le hable una
palabra. Habla, respondió el
A sí, pues, presentándose la rey. Drjo, pues, la mujer:
mujer de Tecua al rey, pos ¿Cómo, has pensado tú hacer lo
tróse en tierra delante de él, y mismo en daño del pueblo de
haciéndole profunda reverencia Dios? y ¿por qué ha resuelto el
le dijo: Oh rey, sálvame. Di jóle rey hacer ese mal, en lugar de
el rey: ¿Qué es lo que tienes? hacer volver a su hijo del des*
tierro? Todos nos vamos mu i gada, se ponía a la entrada de
riendo, y deslizamos como el la puerta, y a todos los que te
agua derramada por tierra, la nían negocios que tratar, y ve
cual nunca vuelve atrás; ni Dios nían a pedir justicia al rey, lla
quiere que perezca ningún hom mábalos Absalom, y decíales:
bre, antes bien está propenso ¿De dónde eres tú? Respondíale
siempre a revocar la sentencia, el hombre: Yo, siervo tuyo, soy
a fin de que no perezca entera de tal tribu de Israel. Y Absa
mente el que está abatido. lom le hablaba así: Tus preten
siones me parecen razonables y
Lección III Cap. 14, 19-21 justas; la lástima es que no hay
persona puesta pór el rey para
M o es verdad, prosiguió el rey,
oírte. ,
que todo lo que me has di i
L o s B n . com o en la F e ria ‘I V d e la
cho es cosa dispuesta por Joab? 4.* sem ana d espu és de P e n te co sté s, p á
Respondió la mujer y dijo: Por gin a 292.
vida tuya, oh mi rey y señor, que
has dado directamente en el blan Lección II Cap. 15, 3-6
co, pues realmente tu siervo
'\ J añadía Absalom: ¡Oh, quien
Joab es el mismo que me lo ha
me constituyese juez de esta
mandado, y el que ha puesto en
tierra, para que viniesen a mí to
boca de tu sierva todas las pala
dos los que tienen negocios, y
bras que te ha dicho. La pará
yo les hiciese justicia! Además,
bola de que me he valido, quien cuando alguno se acercaba para
la ha dispuesto ha sido tu siervo hacerle reverencia, le alargaba la
Joab. Mas tú, oh rey mi señor,
mano, y dándole un abrazo le be
eres sabio como lo es un ángel
saba. Esto hacía con todos los
de Dios, para entender todas las
de Israel que venían a que el rey
cosas del mundo. D ijo entonces
los oyese y juzgase; con lo cual
el rey a Joab: Concedo la gracia robaba al rey los corazones de
que pides; anda, pues, y haz vol
los israelitas.
ver a mi hijo Absalom.
II N OCTURNO Lección V
Sábado
Lección II Cap. 5, 5-6
D E L L IB R O T E R C E R O DE LO S R E .Y E S
D or lo cual pienso edificar un
templo al Nombre del Señor Lección I Cap. 7, 51; 8, 1-2
Dios mío, como lo dejó eí Señor
g T C ] s í completó Salomón toda
ordenado a mi padre David, di
W fcV la obra que tenía trazada
ciendo: “ Tu hijo a quien pondré
para la Casa del Señor, y
en tu lugar sobre tu solio, ése ha
metió en ella el oro, la plata y
de edificar el templo al Nombre
todos los vasos que su padre D a
mío” . Da, pues, orden a tus gen
vid había consagrado a Dios, y
tes que me coj-tcn cedros del L í
bano, y mis gentes se juntarán lo mandó guardar todo en los te
soros de la Casa del Señor. E n
con las tuyas, y por el salario
tonces se congregaron en Jerusa-
de éstas te daré todo lo que me
pidieres; porque bien sabes que lén todos los Ancianos de Is
no hay en mi .‘pueblo quien sepa rael con los príncipes de las tri
labrar la madera como los Sido bus y los cabezas de las fami
lias de los hijos de Israel al lla
nios. i, •
mamiento del rey Salomón, para
trasladar el Arca del Testamento
Lección III , Cap. 5, 7-Q
del Señor desde la ciudad de Da*
A s í que oyó Hiram la embaja- vid, esto es, desde Sión. Juntóse,
da de Salomón, alegróse so pues, todo Isfael ante el rey Sa
bremanera, y exclamó: “ Bendito lomón el día sotemne del mes
sea hoy el Señor Dios que di") Etanim, que es el mes séptimo.
a David un hijo sapientísimo pa* Lo s R R . como en la F e ria I V de
ra gobernar un pueblo tan n u la 4.* sem ana d espu és d c P en teco stés,
pág. 292.
meroso” . Inmediatamente Hiram
envió a decir a Salomón: He oído Lección II Cap. 8, 3-7
todo lo que me pides: cumpliré
todos tus deseos en orden a las A c u d i e r o n todos los Ancianos
maderas de cedro y de abeto. Mis de Israel, y los sacerdotes
siervos las transportarán desde tomaron cl Arca del Señor, y d
el Líbano aí. mar, y haré aco Tabernáculo de la Alianza, y to
modarlas en' almadías, dirigién dos los vasos del Santuario que
había en el Tabernáculo, y llevá Ant. del Magnif. — Oísteis,
banlos los sacerdotes y Levitas. Señor, la oración de vuestro sier
Mas el rey Salomón y toda la vo, permitiéndole qtie edificara
multitud de Israel reunida a él, un templo para gloria de vuestro
iban delante del Arca, e inmola nombre.
ban ovejas y bueyes sin tasa ni
número. Por fin, los sacerdotes
colocaron el Arca del Señor en su Dominica VIII después de
lugar, en el que estaba destina
do al oráculo del Templo,
Pentecostés
S em ¡doble
en el Sancta-Sanctorum, de
bajo de las alas de los que I NOCTURNO
rubines. Pues estos querubines te
D el l ib r o ter cer o de los R eyes
nían extendidas sus alas sobre el t; ‘
sitio del Arca, y cubrían por arri
ba el Arca y sus varas. Lección I Cap. 9, 1-5
acabado Salomón
a b ie n d o
Lección III
l " ')
Cap. 8, 9-12
1. L a v iñ a de N abot.
dido toda la trama del negocio, fuego que los quema, nunca se
proporcionó al rey una ocasión de apaga” , ¿no será, acaso, verdad?
caída. Tú también, si has sido
para otro causa de perdición, Lección VI
sufrirás mucho más que aqué
D e ro ¿se contentará Dios con
llos para los cuales fuiste oca
formular estas amenazas?
sión de ruina. Porque pecar en
Ciertamente, responderás. Mas
teramente solo, es menos perni
dime, <»cómo te atreves a soste
cioso que inducir los otros a
ner públicamente tal cosa, y a
pecar.
formular por tu propia autoridad
semejante juicio? En cuanto a
Lección V mí, fácil me será probar lo con
trario, ya según lo que Dios ha
C i , pues, vemos que alguien pe dicho, ya según lo que ha hecho.
ca, en vez de impulsarlo al Y si te niegas a creer, a pretex*
mal, esforcémonos en apartarlo to de que se trata de cosas futu
del fondo mismo del abismo, a ras, cree por lo menos en razón
ñn de que no seamos castigados de lo pasado. Porque con toda se
como culpables de su pérdida. guridad, no son simplemente ame
Tengamos también continuamen nazas las cosas que ya han tenido
te presente aquel terrible tri lugar y han sido puestas en O D r a .
bunal, aquel río de fuego, aque ¿Quién, pues, sumergió todo el
llas cadenas inquebrantables, globo bajo las aguas del diluvio,
aquellas profundas tinieblas, aquel e hizo perecer casi enteramente
crujir de dientes y aquel gusano nuestra especie en aquel inmenso
venenoso. Pero, dirás tú, Dios es naufragio? Y esos rayoá y lluvia
indulgente. Entonces, todas esas de azufre y fuego que cayeron
cosas ¿no son más que palabras? sobre Sodoma, ¿qué brazo los
El rico que despreciaba a Láza lanzó? ¿Quién sepultó en el mar
ro, ¿no fué castigado? Las vírge Lodo el ejército de los egipcios?
nes locas, ¿no fueron rechazadas ¿Quién entregó a las llamas los
por el esposo? Aquellos de quie cómplices de Abirón? ¿Quién hi
nes Jesucristo nada recibió para zo morir de la peste, en un mo
comer, ¿no irán al fuego prepara mento, setenta mil hombres, por
do para el demonio? El que con el pecado de David? ¿No fué
currió al banquete con vestidos Dios quien asestó a los culpables
manchados, ¿no perecerá, atado todos esos golpes y otros más
de pies y manos? El que exigió aún? •
de su compañero los cien dena E n el I I I N octu rn o. — . H . V I I : Y o
rios, ¿no será entregado al ver he pecado, y R . V I I I : D o s S e r a fin e s;
págs. 289 y 290.
dugo? Lo que se ha dicho de los
adúlteros, a saber “ que el gusa
no que los roe, nunca muere, y el
Feria Segunda haréis la guardia a la casa de
Mesa. Finalmente, de todos lo*
D e l iih r o c u a r t o d e l o s R e y e s que saliereis de semana, dos ter
ceras partes estaréis de guardia
Lección 1 Cap. 11, 1-3 en la Casa del Señor, cerca de la
persona del rey.
t a l í a , madre de Ococías,
viendo muerto a su hijo,
Lección III Cap. 11, 9-12
se alzó con el mando, y
mató toda la prosapia real. Bien V/ tomando cada uno sus gen
que Josaba, hija del rey Joram, tes, así los que entraban de
hermana de Ococías, de en medio semana como los que salían, so
1 de los demás hijos del rey, al presentaron al Sumo sacerdote
í'cmpo que los iban matando, le Joyada, el cual les dió las lanzas
robó a Joás, hijo de Ococías, y armas del rey David, que se
sacándole del dormitorio con su guardaban en la» Casa del Señor.
ama de leche, y le escondió Y apostáronse todos con las ar
de la furia de Atalía para que mas en la mano desde la derecha
no fuese muerto. Y estuvo por del Templo, hasta la izquierda
espacio de seis años oculto con del altar y del Templo, alrededor
su ama de leche en la casa del del rey, y púsole la diadema so
Señor; mientras tanto reinó Ata- bre la cabeza, y el libro de la
lía en el país de Judá. Ley, e hiciéronle rey, y le ungie
L o s I\n. como en la l’ cri.i TI d c 'l a ron; y dando palmadas le procla
4.a sem ana después de IV n lccostó s, pá
gin a 290. maron diciendo: [Viva el rey!
Lección 11 Cap. 1 1 , 4- 7
S a b id u r ía
D u e sse le interrogará al impío
sobre sus pensamientos, y lle
Lección I Cap. 1, 1-4 garán a los oídos de Dios sus pa
labras, para castigo de sus mal
m adla justicia, vosotros dades. Porque la oreja celosa de
los que juzgáis la tierra. Dios todo lo oye; ni encubrírsele
Sentid bien del Señor, y puede el ruido de las murmura
buscadle con sencillez de cora ciones. Guardaos, pues, de la
zón; porque los que no le tientan, murmuración, la cual de nada
le hallan, y se manifiesta a aque aprovecha, y refrenad la lengua
llos que en él confían. Pues los de toda detracción, porque ni una
pensamientos perversos apartan palabra dicha a escondidas se irá
de Dios, cuyo poder puesto a por el aire, y la boca mentirosa
prueba redarguye a los necios. da la muerte al alma.
combate, cambiar de lugar o ade
D el l ib r o de O f ic io s
los de lantarse al día estipulado sería
sa n A m br o sio , O b isp o contra justicia. Se trata a uno
de una manera o de otra, según
(L ili. T, c. 28 y 29) ;
que se le ha hecho prisionero, ya
en una batalla encarnizada o en
Lección IV
un ataque peligroso, ya gracias a
rande es el esplendor de una asistencia providencial o por
la justicia; es una virtud el feliz efecto de cierta casuali
que tiene su razón de ser dad. Si, pues, la justicia preva
mas que en el interés propio en el lece aún en la guerra, ¿cuánto
más no deberá observarse en la
de los demás; que protege nues
paz?
tras relaciones y estrecha nues
tros lazos sociales; ocupa un lu
Lección VI
gar elevado para someter todas
las cosas a su juicio; asiste al A hora bien, el fundamento de
prójimo, le proporcio»* el dinero la ju.ticia no es otro que la
que necesita, no le niega sus ser fe; los corazones justos tienen por
vicios, le defiende en las ocasio regla meditar la fe, y el justo
nes críticas. ¿Quién no desearía que se acusa a sí mismo, esta
llegar a esas alturas de la virtud, blece la justicia sobre la ba
si no se adelantara la avaricia a se de la fe; al confesar la ver
debilitar y enervar su fuerza? Por dad pone de manifiesto su justi
que, entregándonos a la pasión de cia. Además, el Señor mismo di
aumentar nuestros bienes, de la jo por boca de Isaías: wHe aquí
brarse una fortuna, lde multipli que yo pondré en los cimiento-'
car y aumentar aquí abajo nues de la nueva Sión una piedra” .
tras posesiones, de superar a los Se refería a Jesucristo, funda
demás en riquezas, pierde nuestra mento de la Iglesia. Ahora bien,
alma el sentimiento de la justi Jesucristo es la fe de todos, y la
cia y olvida la obligación de h Iglesia representa la justicia, que
beneficencia. es derecho común de todos. En
efecto, en la Iglesia hay comu
Lección V nidad de oración, comunidad de
obras, comunidad de pruebas y
D er o lo que da idea de la ex sufrimientos. Finalmente, es jus->
celen cia de la ju sticia, es que to el que es digno de Jesucristo,
no hace acepción de lugar, ni que hizo abnegación de sí mis
de tiem po, ni de persona, sino mo. Por eso san Pablo puso a
que se debe a todos, aun a los Jesucristo por fundamento, a fin
en em igos; de suerte que si con de que sobre este fundamento
un ad versario se hubiera fijado elevásemos obras de justicia, ya
un lugar y un día para librar un que la fe es su fundamento.
E n el I I I N o c tu rn o . — R . V I I : Oh paz es para sus escogidos. Mas
S e ñ o r , P a d r e mío, y R . V I I I : D o s Se
ra fin e s , pág. 349. los im píos serán castigados a me
dida de sus m alvados pensamien
tos; ellos que no hicieron caso de
la justicia y apostataron del Se
Feria Segunda ñor. Porque desdichado es quien
desecha la sabiduría y la instruc
D el S a b id u r ía
l ib r o de la
ción, y vana es su esperanza, sin
fruto sus trabajos, e inútiles sus
Lección I Cap. 3, 1-6 obras.
almas de los justos es
as
L ecció n III Cap. 5, 16-21
tán en la mano de Dios,
y no llegará a ellas la \ l contrario, los justos vivirán
prueba de la muerte. A los ^ eternam ente, y su galardón
ojos de los insensatos pareció que está en el Señor, y el Altísim o
morían, y su tránsito se m iró co tiene cuidado de ellos. P or tanto
mo una desgracia, y como un recibirán de la m ano del Señor
aniquilamiento su partida de en 'el reino de la gloria y una bri
tre nosotros; mas ellos, a la ver llante diadema. Los protegerá con
dad, reposan en paz. *Y si delan su diestra, y con su santo brazo
te de los hombres han padecido los defenderá. Se arm ará de to
tormentos, su esperanza está lle do su celo, y arm ará las criatu
na de inm ortalidad. Su tribula ras para vengarse de sus enem i
ción ha sido ligera, y su galardón gos. T om ará la justicia por cora
será grande, porque D ios hizo za, y por yelm o el juicio infali
prueba de ellos, y hallólos dignos ble. Em brazará por escudo im
de sí. Probólos como el oro en penetrable la rectitud. D e su in
el crisol, y los aceptó como v íc flexible ira se hará una aguda lan
tima de holocausto, y a su tiem za, y todo el universo peleará
po se les dará la recompensa. con él contra los insensatos.
L o s R R . com o en la F e r ia I I de la
1 .a sem ana de A g o s to , p á g. 350.
Lección IV
Lección III Cap. 1, 6-11
Sagrada Escritura está
a
D e ro cierto día, concurriendo puesta, en cierta manera,
los hijos de Dios, a presen como un espejo ante !a
tarse delante del Señor, compa mirada del alma, para que poda
reció también entre ellos Satanás. mos contemplar nuestra fisono
Al cual dijo el Señor: ¿De dónde mía interior. Vemos en ella, en
vendrás tú? El respondió: Vengo efecto, lo que hay de hermoso o
de dar la vuelta por la tierra, y de feo en nosotros; y nos da a
de recorrerla toda. Replicóle el conocer nuestros progresos en el
Señor: ¿Has parado tu atención camino de la perfección o cuán
en mi siervo Job, que no hay lejos nos hallamos de ella. Narra
otro como él en la tierra, varón’ lo que hicieron los santos y ani
sencillo, y recto, y temeroso de ma a nuestros débiles corazones
Dios, y ajeno de todo mal obrar? a imitarlos; con el relato de sus
Mas Satanás le respondió: ¿Aca hazañas, fortalece nuestra fragili
so Job teme a Dios dc balde? dad contra los asaltos del vicio;
¿No le tienes tú a cubierto por y nuestras almas, gracias a sus pa
todas partes, así a él como a su labras, se sobreponen al temor
casa y a toda su hacienda? ¿No que inspiran estos combates, il
has echado la bendición sobre las presenciar los triunfos obtenidos
obras dc sus manos, con lo que por tantos hombres esforzados.
se han multiplicado sus bienes en 1£. Mi carne está cubierta d;
la tierra? Mas extiende un p o podre y de polvo inmundo; mi
quito tu mano, y toca a sus bie piel se ha secado y encogido. *
nes, y verás cómo te desprecia Acordaos de mí, oh Dios mío,
en tu cara. porque mi vida es un soplo, y .
1$. ¿Por qué razón habéis Mis días han pasado más rápida
contradicho las palabras dc ver mente que el tejedor corta la te
dad? Vuestros estudiados razo la, y se han concumido sin espe
namientos sólo se dirigen a zahe ranza alguna. Acordaos.
rirme, y os esforzáis en perder ?.
vuestro amigo. * Con todo, rea Lección V
lizad vuestros proyectos, y . Juz
gad redámente v no hallaréis fal
sedad en mi lengua. Con todo. A laveces empero, no se limita
Sagrada Escritura a recor
Gloria al Padre. Con todo. darnos sus virtudes, sino que des
cubre también sus caídas, mos
trando sucesivamente, en la vic
toria de los fuertes, lo que ha de un hombre en la tie
I J a b ía
aprovecharnos y movernos a imi rra de Hus llamado Job’’.
tación, y, en la caída de los fla
La Escritura dice en dónde ha
cos, lo que debemos temer. Asi bitaba el santo hombre para ha
es como nos presenta a Job ele cer que resplandezca el mérito de
vado, engrandecido por la prue su virtud. ¿Quién lo ignora? Hus
ba, y a David, por lo contrario, es un país de gentiles. Ahora
abatido por la tentación, a fin de
bien, la gentilidad, como había
que las virtudes de nuestros ma perdido el conocimiento de su
yores animen nuestra esperanza, Creador, hallábase entregada a
y sus caídas nos hagan recurrir atodos los vicios. Por consiguien
las precauciones de la humildad; te, al señalar el lugar que habi
de tal manera que el gozo que taba Job, da a entender la Es*
sentimos por las primeras nos encritura que es para él motivo ma
grandezca, y la tristeza que nos yor de alabanza el haber sido
causan los segundos nos refrene, bueno en medio de los malos, ya
y pueda el alma del que tales que no es gran mérito ser bueno
lecciones escacha, instruida en en compañía de los buenos, sino,
unas por la confianza, que es hipor lo contrario, ser bueno en
ja de la esperanza, y en otras compañía de los malos. Y puesto
por la humildad, que lo es del que es mayor culpa no ser bue
temor, no enorgullecerse en alas no con los buenos, es incompa
de la-temeridad, porque el temor rablemente más glorioso ser bue
la refrena, ni desesperarse bajo no aun con los malos.
el peso del temor, porque el ]$. No me apartéis, Señor, de
ejemplo de la virtud fortalece vuestra presencia; retirad vuestra
sus esperanzas con una mayor mano de mí. * Y no me aterre
confianza. vuestro temor, y . Corregidme,
. En breve terminará el Señor, con misericordia y no con
corto número de mis días; de enojo, no sea que me reduzcáis a
la nada. Y no me aterre. Gloria
jad, pues, Señor, que mi dolor
al Padre. Y no me aterre.
sp deshaga en llanto. * Antes de
que yo vaya a aquella tierra te En cl tercer Nocturno.
nebrosa y cubierta de mortal o - ]£. V II. ¿Quién me diera, oh
curidad. y . Vuestras manos me Señor, que sois el único Dios, que
formaron; ellas plasmaron y mol me guarecieseis y escondieseis en
dearon todo mi cuerpo; ¿y tan el sepulcro hasta que pase vues
de repente queréis despeñarme? tro furor, * Y me señalaseis el
Antes de que yo vaya a aquella plazo en que os habéis de acor
tierra tenebrosa y cubierta de dar de mí? y . ¿Son acaso vues
mortal oscuridad. tros días como los días del hom
bre, para que hayáis de ir in sus voces en llanto, y mis órganos
quiriendo mis iniquidades, siendo en lúgubres acentos. * Ten pie
así que nadie pueda librarse de dad de mí, Señor, porque nada
vuestras manos? Y me señalaseis. son mis días. y . Mi piel se ha
1$. V III. Dos Serafines cla ennegrecido, y mis huesos se han
maban el uno al otro: * Santo, desecado. Ten piedad.
santo, santo es el Señor Dios de
las virtudes: * Llena está toda la Lección II Cap. 1, 17-19
tierra de su gloria, y . Tres son
los que dan testimonio en el cielo: 'T o d a v í aestaba éste con la pa
el Padre, el Verbo y el Espíritu labra en la boca, y entró otro
Santo, y los tres son una sola co diciendo: Los Caldeos, divididos
sa. Santo. Gloria al Padre. Llena en tres cuadrillas, se han arrojado
está toda la tierra. sobre los camellos, y se los han
llevado, después de haber pasado
a cuchillo a los mozos, y yo he
escapado solo para darte aviso.
No había éste acabado de hablar,
cuando llegó otro que dijo: Es
Feria Segunda tando comiendo tus hijos e hijas,
D e l l ib r o d e J o b y bebiendo vino en la casa de su
hermano mayor, ha venido de
Lección I Cap. 1, 13-16 repente un huracán de la parte
del desierto, que ha conmovido
b g i e n t r a s los hijos e hijas las cuatro esquinas de la casa, la
g r a U de Job se hallaban un cual ha caído, cogiendo debajo a
II día comiendo y bebiendo
tus hijos, que han quedado muer
vino en casa del hermano primo tos; y me he salvado sólo yo pa
génito, llegó a Job un mensajero ra poder avisarte.
que le dijo: Estaban los bueyes ¡1^. ¡Oh, si. se pesaran en
arando y las asnas paciendo cer urna balanza mis pecados, por los
ca de ellos, cuando he aquí que que he merecido la ira, * Con las
han hecho una excursión los Sa calamidades que padezco! y . Se
beos y lo han robado todo, v vería que éstas les sobrepujan en
han pasado a cuchillo a los mo peso como las arenas del mar; de
zos, y he escapado sólo yo para aquí es que mis palabras están
darte la noticia. Estando aún éste llenas de dolor. Con las.
hablando, llegó otro hombre, y
dijo: Fuego de Dios ha caído del Lección III Cap. 1, 20-22
cielo, y ha reducido a cenizas las
ovejas y los pastores, y he esca p N T O N C E S Job se levantó y
pado sólo yo para traerte la no rasgó sus vestidos, y habién
ticia. dose hecho cortar a raíz el pelo
I£. Mi cítara ha convertido de la cabeza, postróse en tierra
II B rcv . 29
y adoró al Señor, y dijo: Desnu que aun conserva la inocencia? Y
do salí del vientre de mi ma eso que tú me has incitado contra
dre, y desnudo volveré a la tierra. él, para que yo lo atribulase sin
El Señor me lo dió todo; el Se merecerlo. A esto respondió Sata
ñor me lo ha quitado; se ha he nás diciendo: El hombre dará
cho lo que es de su agrado; ben siempre la piel de otro por con
dito sea el nombre del Señor. En servar la suya propia, y abando
medio de todas estas cosas no pe nará de buena gana cuanto posee
có Job en todo cuanto dijo, ni por salvar su vida. Y si no, ex
habló una palabra inconsiderada tiende tu mano y toca a sus hue
contra Dios. sos y carne, y verás cómo enton
IJ. ¿Por qué razón habéis ces te menosprecia cara a cara.
contradicho las palabras de ver I£. Mi carne está cubierta
dad? Vuestros estudiados razo de podre y de polvo inmundo;
namientos sólo se dirigen a zahe mi piel se ha secado y encogi
rirme, y os esforzáis en perder a do. * Acordaos de mí, oh Dios
vuestro amigo. * Con todo, rea mío, porque mi vida es un so
lizad vuestros proyectos, y . Juz plo. y . Mis días han pasado más
gad rectamente, y no hallaréis rápidamente que el tejedor corta
falsedad en mi lengua. Con to la tela, y se han consumido sin
do. Gloria al Padre. Con todo. esperanza alguna. Acordaos.
Semidoble
p n fin, cuando todos iban a
adorar los becerros de oro
E m p i e z a e l l i b r o d e T o b ía s
que había hecho Jeroboam, rey
de Israel, sólo él huía la compa
Lección I Cap. 1, 1-4
ñía de los demás, y se iba a Je
¡jj^ o b ía s , de la tribu y de la rusalén al Templo del Señor,
¡^5 ciudad de Neftalí, sitúa donde adoraba al Señor Dios de
m da en la Galilea superior, Israel, ofreciendo fielmente todas
sobre Naason, detrás del camino sus primicias y sus diezmos, de
que va hacia Poniente, y tiene a suerte que cada tercer año daba
a los prosélitos y a los foraste
ros toda la décima. Estas y otras
S erm ón de san L eón, P apa
cosas semejantes al tenor de la
ley de Dios, observaba desde jo-
Serm ón 9 del ayu n o del mes
vencito. Cuando fué ya hombre séptimo.
hecho, se casó con una mujer dt
su tribu llamada Ana, de la cual
Lección IV
tuvo un hijo, a quien puso su
nombre, y le enseñó desde la ni
amados míos,
ie r t a m e n t e ,
ñez a temer a Dios, y guardarse
sé muy bien que muchí
de todo pecado.
simos de vosotros son
ly. Bendice al Señor en todo
tan fieles a las prácticas de la fe
tiempo, y pídele que dirija tus
cristiana, que no tienen necesi
pasos; * Y permanezcan en él
dad de ser excitados a ellas por
todos tus designios. T . Procu
nuestras exhortaciones. Ni su in
ra hacer siempre lo que le place
teligencia ignora, ni su piedad
con corazón sincero y con todas
descuida lo que hace ya tanfo
tus fuerzas. Y permanezcan.
tiempo ha establecido la tradi
ción y ha confirmado la costum
Lección III Cap. 1, 11-15
bre. Pero como es propio del mi
/ " 'u a n d o fué después llevado nisterio sacerdotal dedicar una
^ cautivo con su mujer e hijo común solicitud a todos los hijos
y toda su tribu a la ciudad de de la Iglesia, recomendamos por
Nínive, aunque todos los demás un igual a todos, ignorantes o ins
comían de las viandas de los gen truidos, a los cuales amamos con
tiles, Tobías guardó su alma, sin un mismo amor, lo que es salu
contaminarse jamás con sus man dable a todos; es decir, que ten
jares. Y porque tuvo presente al gamos una fe viva en observar,
Señor con todo su corazón, hí- por la mortificación del espíritu
zole Dios grato a los ojos del rey y del cuerpo, el ayuno a que esta
Salmanasar, el cual le dió permiso mos obligados por retorno del
para ir a donde quisiese, y hacer séptimo mes.
cuanto gustase. Con eso salía a ]y. Vivíamos tan satisfechos
visitar a todos los cautivos, y dá con nuestra pobreza que la esti
bales consejos saludables. mábamos como riqueza. Ojalá no
1$. Acuérdate, hijo, de que hubiese habido nunca ese dinero,
pasamos una vida pobre: * Pero para cuyo cobro has enviado a
tendrás muchos bienes si temie nuestro hijo. * Al que es el bácu
res a Dios. y . Tenlo en tu men lo de nuestra vejez, y . ¡A y de
te, y guárdate de faltar nunca a mí, hijo mío! ¿Por qué te ha
sus preceptos. Pero tendrás. Glo bremos enviado a un largo viaje,
ria al Padre. Pero tendrás mu a ti, luz de nuestros ojos? Al
chos bienes. que es.
do de los pobres que debemos ali
mentar y consolar, decía: “ Todo
j p s t a o b serva n cia del ayuno ha cuanto hicisteis con alguno de
sido fijad a en las cuatro esta estos mis más pequeños herma
ciones, a fin de que, con su rit nos, conmigo lo hicisteis” . Ayune
mo periódico a través del cur mos, pues, la cuarta y la sex*a
so del año, comprendiéramos que feria, y pasemos en vela el sá
constantemente tenemos necesi bado en la iglesia del bienaven
dad de purificarnos, procurando turado apóstol Pedro, pues se
siempre, en medio de las vicisi guros estamos de que sus oracio
tudes y agitaciones de esta vida, nes y méritos contribuirán a que
esforzarse en borrar por el ayuno nuestro ayuno y nuestra devo
y la limosna el pecado contraí ción sean aceptos a la divina mi
do por la fragilidad de la carne sericordia.
y las torpes concupiscencias. Su IJ. Y a es tiempo de que vuel
framos, pues, un poco de hambre, va hacia el que me envió; * Vos
amados míos, y cercenemos de otros, empero, bendecid a Dios,
nuestros gastos ordinarios algu y publicad todas sus maravillas.
na cosa en provecho de los po y . Confesadle delante de todos
bres. los vivientes, porque ha usado
1$. Bendecid al Dios del cie con vosotros de misericordia. Vos
lo, y confesadle delante de todos otros. Gloría al Padre. Vosotros.
los vivientes, * Porque ha usado E n el te rce r N octurn o.
de misericordia con vosotros. 1$. V II. Hemos oído referir
y . Bendecidle, dirigidle vuestios las tribulaciones que han sufrido
cánticos y publicad todas sus las ciudades y nos sentimos des
maravillas. Porque. fallecer; el temor y la ansiedad
se han apoderado de nosotros y
Lección VI de nuestros hijos; aun los mis
mos montes se niegan a ofrecer
C a b o r e e n los corazones bien nos refugio en nuestra fuga; *
hechores los frutos de su li ¡Piedad, Señor! y . Hemos pe
beralidad. A l difundir alegría en cado con nuestros padres, hemos
tre los pobres, recibirán en pre obrado injustamente, hemos co
mio lo que les colmará de gozo. metido la iniquidad. Señor.
Amar al prójimo es amar a Dios. V III. Dos Serafines cla
Dios hizo consistir plenamente la maban el uno al otro: * Santo,
ley y los Profetas en la unión de santo, santo es el Señor Dios de
estos dos amores; de suerte que las virtudes: * Llena está toda
no es posible poner en duda que la tierra de su gloria, y . Tres
dar al prójimo es ofrecer a Dios son los que dan testimonio en el
mismo, ya que nuestro Divino cielo: el Padre, el H ijo y el Es
Salvador y Maestro, hablan píritu Santo, y los tres son una
sola cosa. Santo. Gloria al Padre. pultura a escondidas, después de
Santo. puesto el sol.
L o s B B . com o en el I N octurn o de
la D om in ica precedente, pág. 397.
II B r cv . 30
L e c c ió n del santo E v a n g e l io gía porque no están sostenidos
seg ú n sa n M arcos por ninguna de las fuerzas de la
virtud.
Lección I Cap. 9, 16-28 ]$. Hemos oído referir las
tribulaciones que han sufrido las
pN aquel tiempo: Respondien ciudades, y nos sentimos desfa
do uno del pueblo, dijo a Je llecer; el temor y la ansiedad se
sús: Maestro, yo he traído a ti han apoderado de nosotros y de
un hijo mío, poseído de cierto nuestros hijos; aun los mismos
espíritu mudo. Y lo que sigue. montes se niegan a ofrecernos re
fugio en nuestra fuga; + ¡Piedad
H o m il ía de sa n B eda
Señor! y . Hemos pecado con
el V enerable, P r e s b ít e r o nuestros padres, hemos obrado
Lili. 3. cap. 38 sobre san M arcos, 9 injustamente, hemos cometido la
iniquidad. Piedad.
Marcos dice que aquel
an
demoníaco que el Seño\ Lección II
curó al descender de la
montaña, era sordomudo, y san p sta s palabras del padre del
Mateo afirma, que era lunático. poseído: “ Pedí a tus discí
Parécenos que es la imagen de pulos que lanzasen al demonio,
esos hombres de los cuales se ha y no han podido” , acusan in
escrito: “ El necio se muda como directamente a los Apóstoles,
1^ luna” , de esos que, como no si bien la imposibilidad de cu
permanecen nunca en el mismo rar depende a veces, no de la
estado, sino que unas veces se debilidad de los que están llama
entregan a unos vicios, y otras a dos a procurar la curación, sino
otros, parece que ora crecen, ora del ertado de la fe en los que pi
decrecen. Son mudos, porque no den ser curados, como se dedu
conñesan la fe, sordos, porque ni ce de estas palabras del Señor:
siquiera oyen, en alguna mane “ Según vuestra fe, así os sea he
ra, la misma palabra de la ver cho” . Jesús, dirigiéndose a la
dad; se convierten en espuma multitud, exclamó: “ ¡Oh gente
cuando por su necedad se disuel incrédula, hasta cuándo habré de
ve. por decirlo así. su vigor es estar entre vosotros? ¿hasta
piritual. En efecto, es propio de cuándo habré yo de sufriros?”
locos, de enfermos enervados, de La paciencia del divino Maestro
gentes embrutecidas dejar esca ni quedó agotada ni vencida, por
par de su boca la espuma sali que estaba tan lleno de bondad y
val; rechinan los dientes cuando de dulzura, que como “ el corde-
están inflamados por el furor de rito que está mudo delante del
la cólera; se desecan cuando lan que le esquila, no abrió la boca” ,
guidecen en el amodorramiento ni estalló en palabras coléricas,
de la ociosidad, y viven sin ener sino que, a la manera de un mé
dico que observa que su enferm o ción, en sentido general, no con
se conduce por modo contrario a siste únicamente en las palabras
pus prescripciones, parece decir por las cuales invocam os la cle
el Salvador: ¿H asta cuándo ten mencia divina, sino también en
dré que vertir a tu cas^? ¿hasta los actos que ejecutam os con fe
qué punto serán inútiles los cui y devoción para servir a nuestro
dados de mi ciencia, y a que Creador.
cuando yo ordeno una cosa tú IJ. Acuérdate, hijo, de que
haces otra. pasamos una vida pobre: * Pero
IJ. Bendice al Señor en todo tendrás muchos bienes si temie
tiempo y pídele que dirija tus pa res a Dios. y . T cn lo en tu men
sos; * Y perm anezcan siempre en te, y guárdate de faltar nunca a
él todos tus designios, y . P ro sus preceptos. Pero tendrás. G lo
cura hacer siempre lo que le pla ria al Padre. Pero tendrás mu
ce con corazón sincero y con to chos bienes si esperas en Dios.
das tus fuerzas. Y permanezcan
siempre en él todos tus desig LAUDES
nios.
y . Desde la mañana hemos
Lección III sido colmados de vuestras m ise
ricordias. J$. Nos han regocijado
P s t a raza de demonios por nin
y deleitado.
gún m edio puede sajir sino a Ant. del Betied. — Este linaje
fuerza de oración y de ayu n o” . * de demonios sólo pueden ser
Instruyendo a los Apóstoles so arrojados a fuerza de oración y
bre la m anera com o el peor de ayuno.
los demonios debe ser éxpulsado,
nos da a todos Jesucristo una re
Oración
gla de vida, para que sepamos
que las m ás fuertes tentaciones, ( \ s suplicamos, Señor, que me
ora provengan de los espíritus • diante los auxilios de vuestra
inmundos, ora de los hombres, m isericordia, sostengáis nuestra
deben ser vencidas mediante a yu fragilidad; a fin de que se repa
nos y oraciones, y que también re con vuestra clemencia, lo que
la cojera del Señor, cuando se por su misma condición se de
enciende para vengar nuestros teriora. Por nuestro Señor que
crímenes, puede ser apaciguada con Vos vive y reina en unión
por este remedio especial. Ahora del Espíritu Santo.
bien, el ayuno, en sentido gene E sla O ra ció n se d ice hasta N on a.
ral, consiste en abstenerse, no E n V ís p e ra s se dice la O ra ció n de la
D om inica precedente. M a s si las V ís
sólo de alimentos, sino de todos peras no se h ubieren de d ec ir de la
los placeres carnales; más aun, F e ria , no se hace Conm em oración de
la m ism a.
en defenderse de toda inclinación
al mal. D el mismo modo, la ora
llar en vosotros su misericordia.
Porque así como es bueno tener
D el l ib r o de T o b ía s
oculto el secreto confiado por el
rey, es cosa muy loable el publi
Lección I Cap. 12, 1-4 car y celebrar las obras de Dios.
fa Tobías aparte a su
la m o Buena es la oración acompañada
P y di jóle: ¿Qué po- del ayuno; y el dar limosna mu
demos dar a ese varón cho mejor que tener guardados
santo que te ha acompañado? A los tesoros de oro. Porque la li
lo que respondiendo Tobías, di mosna libra de la muerte, y es
jo a su padre: Padre mío: ¿qué la que purga los pecados, y al
recompensa le daremos? ¿O có canza la misericordia y la vida
mo podremos corresponder digna eterna. Mas en cuanto a los que
mente a sus beneficios? El me cometen el pecado y la iniqui
ha llevado y traído; él mismo dad, estos tales son enemigos de
cobró el dinero de Gabelo; él me su propia alma.
ha proporcionado esposa, y ahu
yentó de ella el demonio, llenan Lección III Cap. 12, 11-17
do de consuelo a sus padres; asi p o r tanto voy a manifestaros la
mismo me libró del pez que me verdad, y no quiero encubri
iba a tragar; te ha hecho ver a ros lo que ha estado oculto.
ti la luz del cielo, y hemos sido Cuando tú orabas con lágrimas,
colmados por medio de él de toda y sepultabas a los muertos,
suerte de bienes. ¿Qué cosa po y te levantabas de la mesa a me
dremos- pues, darle que sea pro dio comer, y escondías de día los
porcionada a tantos favores có cadáveres en tu casa, y los ente
mo nos ha dispensado? Mas yo rrabas de noche, yo presentaba
te pido, padre mío, que le rue- al Señor tus oraciones. Y por lo
gues si por ventura se dignará mismo que eras acepto a Dios,
tomar para sí la mitad de todo fué necesario que la tentación te
lo que hemos traído. probase. Y ahora el Señor me en
L o s B U . como en el I N octurn o de la vió a curarte a ti, y a librar del
D om in ica precedente, i>ág. 397.
demonio a Sara, esposa de tu hi
jo. Porque yo soy el Angel R a
Lección II Cap. 12, 5-10
fael, uno de los siete espíritus
esto, padre e hijo le Jla- que asistimos delante del Señor.
marón aparte y empezaron Al oír estas palabras quedaron
a rogarle que se dignase aceptar llenos de turbación, y temblando
la mitad de todo lo que habían cayeron en tierra sobre su ros
traído. Entonces díjoles él en se tro. Pero el Angel les dijo: La
creto: Bendecid al Dios del cielo, Paz sea con vosotros, no temáis.
y glorificadle delante de todos los
vivientes, porque ha hecho bri
Feria Sexta de las Cuatro I
Témporas de Septiembre
hacer, pues, obras buenas,
L e c c ió n del san to E v a n g e l io que difunden en la Iglesia
seg ún san L ucas el olor de una buena reputación,
¿no derramamos perfumes sobre
Lección I Cap. 7, 36-50 el cuerpo del Señor? Pero la mu
jer se colocó a los pies de Je
^ n aquel tiempo: Uno de los
sús. Nosotros nos colocamos fren
fariseos rogó al Señor que
te a los pies del Señor cuan
comiera con él. Entrando, pues,
do pecando nos oponemos a se
en la casa del fariseo, sentóse a
guir sus caminos; más si nos con
la mesa. Y lo que sigue.
vertimos después de nuestras fal
tas mediante una sincera peniten
H o m il ía de san G r e g o r io , P a p a
cia, nos ponemos detrás, a sus
H om ilia 33 sobre los E va n g . después pies, porque deseamos seguir sus
del principio
pasos en vez de atajarlos. La mu
quién, pues, representa el jer baña sus pies con sus lágri
fariseo que presume de mas; también lo hacemos nos
su falsa justicia, sino al otros en verdad, si, con sentimien
pueblo judío? ¿ Y a quién, sino tos de compasión, nos inclinamo'
a la gentilidad convertida, desig hacia el menor de los miembros
na la mujer pecadora, que sigue del Señor; si compartimos los su
llorando los pasos del Salvador, frimientos de sus santos en la tri
llega llevando un vaso de alabas bulación; si consideramos como
tro, derrama el perfume, y pues nuestras sus aflicciones.
ta detrás, a los pies del Señor,
los baña con sus lágrimas, los en Lección III
juga con sus cabellos, y no cesa
pues, con nuestros
p N ju G A M O S ,
de besar aquellos mismos pies
cabellos los pies del Señor,
que está bañando y enjugando? A
cuando mostramos nuestra piedad
nosotros nos representa, si,
hacia sus santos, compadeciéndo
después de haber pecado, vol
les y ayudándoles caritativamen
vemos de todo corazón al Se
te, aun con nuestras cosas super
ñor, llorando, semejantes a ella,
fluas, exteriorizando así con nues
lágrimas de penitencia. ¿Qué sig
tra largueza el sentimiento de
nifica, en efecto, ese perfume, sino
compasión que experimenta nues
el buen olor de nuestra reputa
tro espíritu. Baña, en efecto, con
ción? Por eso dice san Pablo:
sus lágrimas las plantas del Re
“ Porque nosotros somos el buen dentor pero no las enjuga con su
olor de Cristo delante de Dios en cabellera, quien al compartir el
todo lugar” . dolor del prójimo no le socorre
Los B R . como en el I I N octurno de
la D om inica precedente, pág. 398. con su sobrante. Llora, sí, pero
no enjuga, el que dirigiéndo Sábado de ías Cnafró
le palabras de condolencia no mi
tiga su dolor proporcionándole lo
que le falta. Después de haber
L e c c ió n del sa n to E v a n g e l io
aquella mujer enjugado los pies,
según san L ucas
los besa. Esto hacemos también
nosotros cuando de tal manera
cuidamos con amor a aquellos a Lección I Cap; 13, 6-17
quienes nuestra generosidad ha
socorrido, que no consideramos pN aquel tiempo: Jesús decía
una carga la necesidad del pró al pueblo esta semejanza: Un
jimo, ni tenemos por onerosa hombre tenía plantada una hi
aquella indigencia que remedia guera en su viña, y vino a ella
mos, ni sé entibia en nuestras en busca de fruto y no lo halló.
almas el amor qué profesamos al Y lo que sigue.
indigente al tener que proporcio
narle nuestra mano lo necesario. H o m il ía d e sa n G r e g o r io , P a pa
LAUDES H o m ilía 31 s b b r e lo s F .v a n g .
pN TR ETAN TO , el pueblo se en
VISPERAS
tregaba al regocijo a la vista
dpi Santuario, y por espacio de y . Suba a Vos, Señor» Ia
tres meses se celebró con Judit oración de la tarde. IJ. Y des
el gozo de esta victoria. Pasados cienda sobre nosotros vuestra m i
estos días volvióse cada uno a su sericordia.
casa, y Judit fué muy celebrada Ant. del Magnif. — Oh Señor,
R ey omnipotente, todas las cosas
están sometidas a vuestro poder,
y no hay quien pueda resistir a C sta n d o ya para acabarse, con-
vuestra voluntad. vidó a todo el pueblo que se
hallaba en Susan, grandes y chi
cos, y mandó se les dispusiese un
banquete de siete días, en el cer
cado del jardín, y del bosque, que
Dominica V de Septiembre había sido plantado de mano de
Sem idoble los reyes, y con regia magnificen
cia. Habíanse tendido por todas
I NOCTU RNO partes toldos de color azul celeste
E m p ie z a el l ib r o de E ster
y blancos, y de jacinto, sosteni
dos por cordones de finísimo li
Lección I Cap. 1, 1-4 no, y de púrpura, que pasaban
por sortijas de marfil, y se ata
N tiempo de Asuero, que ban a unas columnas de mármol.
reinó desde la India has Estaban también dispuestos ca
ta la Etiopía sobre ciento napés de oro y plata, sobre el
veintisiete provincias, al sentarse pavimento enlosado de piedra de
en el trono de su reino, fué Susan color de esmeralda, y de mármol
la ciudad escogida para capital de Paros, formando varias figu
de su imperio. Al tercer año, ras con admirable variedad.
pues, de su reinado, dió un es I£. Confortadme, oh Rey, Vos
pléndido convite, que honró con que tenéis la primacía sobre los
su presencia, a todos los prínci Santos: * Y poned en mi boca
pes, a todos sus oñciales, a los palabras discretas y apropiadas.
más valientes de los Persas, y a y . Señor R ey de toda potestad,
los más señalados entre los M e volved sus planes contra ellos
dos, y a los gobernadores de las mismos. Y poned.
provincias, para ostentar las ri
quezas y magnificencia de su rei Lección III Cap. 1, 7-9
no, y la grandeza y pompa de su
poderío, convite que duró mucho R ¿ bían los convidados en vasos
tiempo, a saber, ciento ochenta de oro, y los manjares se
días. servían en vajilla siempre dife
. Oh Señor, Rey omnipo rente. Presentábase asimismo el
tente, todas las cosas están so vino en abundancia, y de exqui
metidas a vuestro poder, y no sita calidad, como correspondía a
hay quien pueda resistir a vues la magnificencia del rey. Ningu
tra voluntad. * Libradnos por no forzaba a beber al que no
vuestro nombre, y . Escuchad quería, sino que cada cual toma
nuestra oración, y convertid en ba cuanto gustaba, conforme lo
gozo nuestro llanto. Libradnos. había mandado el rey, el cual a
este fin dió la presidencia de honrado su reinado con sus pér
cada mesa a uno de sus magna fidos consejos.
tes. Al mismo tiempo la reina 1^. Acordaos de mí, Señor
Vasti dió un convite a las muje Dios, para mi bien. * Y no borréis
res, en el palacio donde solía de vuestra memoria las obras do
residir el rey Asuero. misericordia que practiqué en la
]£. Nunca puse mi esperanza casa de mi Dios y en el desem
en otro alguno sino en Vos, Dios peño de sus ceremonias. S .
de Israel: * Que si os enojáis, Acordaos de mí, Señor, Dios
también tenéis misericordia, y mío. Y no.
perdonáis los pecados de los hom
bres cuando están atribulados. Lección V
y . Señor Dios, Creador del cie
lo y de la tierra, considerad nues a amistad loable es, pues, la
tra humillación. Que si os enojáis. que va acompañada de la
Gloria a Padre. Que si os enojáis. honradez; y esta amistad es pre
ferible, sin duda alguna, a las
II NOCTURNO riquezas, a los honores y al po
der; no debe, sin embargo, ante
D el l ib r o de los deberes
ponerse a la honradez, sino supe
de san A m b r o s io , O b is p o ditarse a ella. Tal fué la amistad
L ib . 3, cap. 15 de Jonatás; expúsose a la cólera
de su padre y al peligro de per
Lección IV der la vida por afecto a David.
Tal fué también la amistad d¿
hizo la reina Ester? M o
ué Aquimclech; ligado por los de
vida por el noble y bello beres de hospitalidad para con el
designio de salvar del pe mismo David, creyó que era pre
ligro a sus compatriotas, ¿no se ferible morir que hacer traición
expuso a la muerte, arrostrando al amigo fugitivo. Así, pues, no
intrépidamente la cólera de un debemos preferir nada a la hon
rey cruel? El mismo rey de los radez; y para evitar que ésta se
Persas, a pesar de su crueldad y posponga a la amistad, la misma
de su soberbia, acordándose de Escritura se encarga de llamar
que un israelita había descubierto nos la atención.
el complot urdido contra su perso IJ. Hemos oído referir las
na, creyó su honor interesado en tribulaciones que han sufrido las
salvar a los Judíos de la, esclavi ciudades, y nos sentimos desfa
tud y de la matanza, y en no llecer; el temor y la ansiedad se
perdonar al instigador de tan han apoderado de nosotros y de
odiosa persecución, y mandó al nuestros hijos; aun los mismos
patíbulo al que era su primer mi montes se niegan a ofrecernos
nistro y amigo predilecto, porque refugio en nuestra fuga. * [Pie
se dió cuenta de que había des dad, Señor! y . Hemos pecado
II B rcv . 31
con nuestros padres, hemos obra ción a nuestro pueblo. Con
do injustamente, hemos cometido abundantes lágrimas, imploremos
la iniquidad. Piedad. su perdón, y humillemos nuestras
almas ante su acatamiento. El
Lección VI cual.
]£. V III. Dos Serafines cla
A este propósito discuten los maban el uno al otro: * Santo,
filósofos varias cuestiones; santo, santo es el Señor Dios de
por ejemplo, si es permitido o las virtudes: * Llena e:tá toda
no, por causa de un amigo, y a la tierra de su gloria. V - Tres
instancias suyas, tomar partido ' son los que dan testimonio en el
contra su patria; si se puede de cielo: el Padre, el Verbo y el
jar dc ser leal para favorecer y Espíritu Santo, y los tres son
servir los intereses de la amistad. una sola cosa. Santo. Gloria al
A lo que responde la Escritura: Padre. Llena está toda la tierra.
“ El hombre que atestigua falsa
mente contra su prójimo es un
rejón, un estoque, una aguda
saeta". Pero considera los térmi
nos dc la proposición que estable
ce la Escritura. Lo que condena Ferial Segunda
no es el dar testimonio contra un
amigo, sino cl falso testimonio D e l l ib r o d e E s t e r
contra un amigo. ¿Qué hacer,
pues, si la causa de Dios o la Lección I Cap. 2, 5-?
causa de la patria obliga a dar
testimonio? ¿Acaso deberemos b d o r a b a en la ciudad de Su-
triunfó. M acabeos
1£. Vuestro es el poder, vues
tro el reino, Señor. Vos estáis so Lección I Cap. 1, 17-20
bre todos los pueblos: * Conce
establecido Antíoco en su
dednos, Señor, la paz en nuestros
días, y . Oh Dios, Creador de to
¡| reino, concibió el desig
das las cosas, terrible y fuerte,, nio de hacerse también
justo y misericordioso. Conceded rey de Egipto, a fin de dominar
nos, Señor, la paz en nuestros en ambos reinos. Así, pues, entró
días. Gloria al Padre. Conceded en Egipto con un poderoso ejér
nos, Señor, la paz en nuestros cito, con carros de guerra, y ele
días. fantes, y caballería, y un gran
En el te rce r N octu rn o . número de naves. Y haciendo h
guerra a Ptolomeo, rey de Egip
I£. V II. Reverberó cl sol en
to, temió éste su encuentro, y
los broqueles de oro, cuyo res echó a huir, y fueron muchos los
plandor se reflejó en las monta muertos y heridos. Entonces se
ñas: * Y desvanecióse el poderío apoderó Antíoco de las- ciudades
dé los gentiles, y . Grande y po fuertes de Egipto, y saqueó todo
deroso era, ciertamente, su ejér el país.
cito, mas Judas, con sus huestes, 1£. D ijo Judas a su hermano
se acercó para dar la batalla. Y Simón: Escoge un grupo de hom
desvanecióse el poderío de los bres, y acude a librar a tus her
gentiles. manos que están en Galilea, y yo
]£. V III. Dos Serafines cla y mi hermano Jonatás iremos a
maban el uno al otro: * Santo, Galaad; * Y cúmplase la volun
santo, santo es el Señor Dios de tad del ciclo, y . Tomad las ar
las virtudes: * Llena está toda mas y temed buen ánimo, y estad
la tierra de su gloria, y . Tres prevenidos, porque vale más mo
son los que dan testimonio en el rir en el combate que ver el ex
cielo: el Padre, el Verbo y el E s terminio de nuestra nación y del
píritu Santo, y los tres son una Santuario. Y cúmplase.
sola cosa. Santo, santo, santo es
el Señor Dios de los ejércitos. Lección I í Cap. 1, 21-23
Gloria al Padre. Llena está toda
la tierra de tu gloria. \ J después de haber asolado el
£ n L a u d e s, en todas las D o m in ica l Egipto, volvió Antíoco el
hasta la V de N o viem b re in c lu siv e , «e
dice el H im n o : Creador eterno del itni- año ciento cuarenta y tres, y se
ver.1 0 , pán. 37. dirigió contra Israel. Y habiendo
llegado a Jerusalén con un pode
roso ejército, entró lleno de so
berbia en el Santuario, y tomó el ]$. Con himnos y cánticos
altar de oro, y el candelero con bendecían al Señor: * Al Señor
todas sus lámparas, y todos sus omnipotente que había obrado
vasos, y la mesa de proposición, grandes cosas en Israel y les ha
y las palanganas, y las copas, y bía concedido la victoria, y .
los incensarios de oro, y el velo, Adornaron la fachada del Templo
y las coronas, y los adornos de con coronas de oro, y consagra
oro que había en la fachada del ron un altar al Señor. Al Señor.
Templo, y todo lo hizo pedazos. Gloria al Padre. Al Señor omni
IJ. Adornaron la fachada del potente.
Templo con coronas de oro, y -bol.- •
consagraron un altar al Señor. *
Y fué extraordinaria la alegría
del pueblo, y . Con himnos y
cánticos bendecían al Señor. Y Feria Tercera
fué extraordinaria la alegría del
pueblo. D e l l ib r o p r im e r o de lo s
M acabeos
En las Octavas y en las F ie sta s
de rito simple, se añade: Gloria al
P a d re. Y fu é . Lección I Cap, 2, 1-6
L o s B R . como en la F e r ia I I de la
1 .a sem ana de O ctu b re, pág. 427. Lección I Cap. 5, 15
si que las naciones circun
Lección II Cap. 4, 56-59
vecinas oyeron que el A l
"SI celebraron la dedicación del tar y el Santuario habían
altar por espacio de ocho sido reedificados como antes, se
días, y ofrecieron holocausto con irritaron sobremanera. Y resol
regocijo, y sacrificios de acción de vieron exterminar a los de la es
gracias y alabanza. Adornaron tirpe de Jacob que vivían entre
también la fachada del Templo ellos, y comenzaron a matar y per
con coronas de oro y con escu seguir a aquel pueblo. Entre tanto
detes, y renovaron las puertas y batía Judas a los hijos de Esaú en
la Idumea y a los que estaban siendo Timoteo el caudillo de su
en Acrabatane, porque tenían si ejército. Ven, pues, luego, y lí
tiados a los Israelitas, e hizo en branos de sus manos, porque han
ellos un gran destrozo. También perecido ya muchos de los nues
se acordó de la malicia de los hi tros. Y todos nuestros hermanos,
jos de Bean, los cuales eran pa que habitaban en los lugares pró
ra el pueblo un lazo y tropiezo, ximos a Tubín, han sido muertos,
armándole emboscadas en el ca habiéndose llevado cautivas a sus
mino. Y obligólos a encerrarse mujeres e hijos, saqueádolo to
en unas torres, donde los tuvo do, y dado muerte allí mismo
cerrados, y habiéndolos anatema a cerca de mil hombres.
tizado, pegó fuego a las torres y
quemólas con cuantos había den
tro.
L os H ft. como cn la F e ria I I I «le la
1.» sem ana de O ctub re, pág. 428.
Feria Cuarta
D el l ib r o p r im e r o de los
M acabeos
de Judea; pereciendo en aquel día
hasta dos mil hombres del pueblo
de Israel, habiendo sufrido el Lección I Cap. 6, 1-6
pueblo esta gran derrota, por no el rey Antíoco reco
endo
haber obedecido las órdenes de rriendo las provincias su
Judas y de sus hermanos, imagi periores, oyó que había
nándose que harían maravillas. en Persia una ciudad llamada Eli-
Mas ellos no eran de la estirpe maida, muy célebre y abundante
de aquellos varones, por medio en plata y oro, con un templo ri
de los cuales había sido salvado quísimo, donde había velos con
Israel. mucho oro, y corazas, y escudos
]^. Adornaron la fachada del que había dejado allí Alejandro,
templo con coronas de oro, y hijo de Filipo, rey de Macedonia,
consagraron un altar al Señor, * el que reinó primero en toda la
Y fué extraordinaria la alegría Grecia. Y fué allá con el fin de
del pueblo. ‘V7’. Con himnos y apoderarse de la ciudad y sa
cánticos bendecían al Señor. Y quearla; pero no pudo salir con
fué. su intento, porque llegando a en
tender su designio los habitantes,
Lección III Cap. 5, 63-67 salieron a pelear contra él, y tuvo
D or el contrario, las tropas de que huir, y se retiró con gran
Judas se adquirieron gran re pesar, volviéndose a Babilonia. Y
putación, tanto en todo Israel, estando en Persia, llególe la noti
como entre las naciones todas, a cia de que había sido destrozado
donde llegaba el eco de su fama. el ejército, que se hallaba en el
Y las gentes les salían al encuen país de Judá, y que habiendo
tro con aclamaciones de júbilo. pasado allá Lisias con grandes
Marchó después Judas con sus fuerzas, fué derrotado por los
hermanos al país de Mediodía a Judíos.
reducir a los hijos de Esaú, y se L o s R R . como en el I N o ctu rn o de
la D om inica I de O ctu b re , pág:. 424.
apoderó a la fuerza de Quebrón
y de sus aldeas, quemando sus
Lección II Cap. 6, 6-9
muros y las torres que tenía al
rededor. D e allí partió y se diri Y que éstos se hacían más pode
gió al país de las naciones extran rosos con las armas, municio
jeras, y recorrió la Samaría. En nes y despojos tomados al ejérci
aquel tiempo murieron peleando to destruido. Y del modo cómo
unos sacerdotes por querer hacer habían igualmente ellos derroca
proezas, y haber entrado impru do la abominación o ídolo erigido
dentemente en el combate. por él sobre el altar de Jerusalén,
y cercado asimismo el Santuario
con altos muros, según estaba an
D e l LIBRO PRIMERO DE LOS
tes, y también en Betsura su ciu
MACABEOS
dad. Oído que hubo el rey tales
noticias, quedó pasmado y lleno
Lección I Cap. 7, 1 y 4-7
de turbación, y púsose en cama y
enfermó de melancolía, viendo rgtf^L año ciento cincuenta y
que no le habían salido las cosas ! pnEl uno, Demetrio, hijo de
como él había imaginado. Perma LS£±B Seleuco, salió de la ciu
neció así en aquel lugar por mu dad de Roma, y llegó con poca
chos días, porque iba aumentán comitiva a una ciudad marítima,
dose su tristeza, de suerte que y allí comenzó a reinar. Y D e
creyó que se moría. metrio quedó sentado en el trono
T£. Atienda el Señor a vues de su reino. Y vinieron a presen
tras oraciones, y se reconcilie társele algunos hombres m alva
con vosotros, y no os desampare dos e impíos de Israel, cuyo cau
en la tribulación * El Señor nues dillo era Alcimo, el cual preten
tro Dios. y . El os de a todos día ser Sacerdote. Acusaron éstos
un corazón para adorarle y cum a su nación delante del rey, di
plir su voluntad. El Señor. ciendo: Judas y sus hermanos
han hecho perecer a todos tus
Lección III Cap. 6, 10-13 amigos, y a nosotros nos han
r o x esto llamó a todos sus ami- arrojado de nuestra tierra. Envía,
gos, y les dijo: el sueño ha pues, una persona de tu confian
huido de mis ojos; mi corazón se za, para que vaya y vea todos
ve abatido y oprimido de pesares, los estragos que aquél nos ha cau
y digo allá dentro de m í: ¿A qué sado a nosotros y a las provin
aflicción me veo reducido, y en cias del rey, y castigue a todos
qué abismo de tristeza me hallo, sus amigos y partidarios.
yo que estaba antes tan contento L o s R R . com o en el I I N octu rn o de
la D o m in ica I de O ctu b re, pág. 425.
y querido, gozando de mi regia
dignidad? Mas ahora se me pre
Lección II Cap. 7, 8-11
senta a la memoria los males que
causé en Jerusalén, de donde me p L rey eligió de entre sus ami
traje todos los despojos de oro y gos a Bacquides, que tenía el
plata que allí cogí, y el que sin gobierno de la otra parte del río,
motivo alguno envié a extermi magnate del reino y de la con
nar los moradores de la Judea. fianza del rey; y le envió a reco
Y o reconozco ahora que por eso nocer las vejaciones que había he
han llovido sobre mí tales desas cho Judas, confiriendo además e)
tres; y ved ahí que muero de Pontificado al impío Alcimo, al
profunda melancolía en tierra ex cual dió orden de castigar a los
traña. hijos de Israel. Pusiéronse, pues,
en camino, y entraron con un prestaban a lodo cuanto se les
gran ejército en el país de Judá, pedía, y que habían hecho amistad
y enviaron mensajeros a Judas con todos los que se habían que
y a sus hermanos. Pero éstos no rido unir a ellos, y que era muy
quisieron fiarse de ellos, viendo grande su poder. Habían también
que habían venido con un pode oído hablar de sus guerras, y
roso ejército. de las proezas que hicieron
en la Galacia de la cual
Lección III Cap. 7, 12-17 se habían enseñoreado y hécho-
la tributaria suya. Y de las co
on todo, el colegio de los sas grandes obradas en España,
escribas pasó a estar con Al- y cómo se habían hecho dueños
cimo y con Bacquides para hacer de las minas de plata y de oro
les algunas proposiciones justas. que hay allí, conquistando todo
Al frente de estos hijos de Is aquél país por medio de los es
rael iban los Asideos, los cuales fuerzos de su prudencia y cons
les pedían la paz. Porque decían: tancia. Que asimismo habían so
Un sacerdote de la estirpe de juzgado regiones sumamente re
Aarón es el que viene a nosotros; motas, y destruido jeyes, que
no es de creer que nos engañe. en las extremidades del mundo,
Alcimo, pues, les habló palabras se habían movido contra ellos,
de paz, y les juró, diciendo: No habiéndolos abatido enteramente,
os haremos daño alguno ni a vos y que todos los demás les paga
otros ni a vuestros amigos. D ie ban tributo cada año.
ron ellos crédito a su palabra; pe L o s B R . com o en la F e r ia I V de la
ro él hizo prender a sesenta de 1.* sem ana de O ctu b re , pág. 429.
los mismos, y en un día les hizo
quitar la vida, conforme a lo que Lección II Cap. 8, 17-22
está escrito: “ Alrededor de Jeru
u d a s eligió a Eupolemo, hijo de
salén arrojaron los cuerpos de tus
santos y su sangre; no hubo quien JJuan, que lo era de Jacob, y a
Jasón, hijo de Eleázaro, y los en
les diese sepultura”.
vió a Roma para establecer amis
tad y alianza con ellos, a fin de
que los libertasen del yugo de los
Sábado Griegos; pues estaban viendo có
D e l l ib r o p r im e r o d e
mo tenían éstos reducido a escla
vitud el reino de Israel. En efec
los M acabeo s ,
to, después de su viaje muy lar
Lección I Cap. 8, 1-4 go, llegaron aquéllos a Romá, y
habiéndose presentado al Senado,
oyó Judas la reputación dijeron: Judas Macabeo, y sus
de los Romanos, y que hermanos, y el pueblo judaico nos
eran poderosos, y se envían para establecer alianza y
paz con vosotros, a fin dc que nos a Judas, y decía: ¿Cómo caíste,
contéis en el número de vuestros tú que eras poderoso en la bata
aliados y amigos. Parecióles bien lla y el salvador del pueblo del
a los Romanos esta proposición. Señor?
Y he aquí el rescripto que hicie
ron gravar en láminas de bronce,
y enviaron a Jerusalén para que
lo tuviesen allí los Judíos como Dominica III de Octubre
un monumento de paz y alianza. SemidoMe
I NOCTURNO
Lección III Cap. 8, 23-27
D el l ib r o p r im e r o de
sean por mar y tierra
F \ ic h o s o s
los M acabeos
eternamente los Romanos >
la nación de los Judíos, y alé
Lección I . Cap. 9, 1-6
jense de ellos la guerra y el ene
migo. Pero si sobreviniere algu así que Deme
n tre ta n to ,
na guerra a los Romanos o a al trio supo que Nicanor
guno de siis aliados en cualquier con todas sus tropas ha
parte de sus dominios, los auxi bían perecido en el combate, en
liará la nación de los judíos dt vió de nuevo a Bacquides y Al-
todo corazón, según se lo permi cimo a la Judea, y con ellos el
tieren las circunstancias, sin queala derecha de su ejército. Diri
los Romanos tengan que dar ni giéronse por el camino que va a
suministrar a las tropas que en Gálgala, y acamparon en Mala-
víe, ni víveres, ni armas, ni di sot que está en Arbellas, la cual
nero, ni naves, porque así ha tomaron y mataron allí mucha
parecido a los Romanos; y las gente. En el primer mes del año
tropas les obedecerán sin recibir ciento cincuenta y dos se acerca
de ellos la paga. De la misma ron con el ejército a Jerusalén,
manera, si primero sobreviniese de donde salieron y se fueron a
alguna guerra a los Judíos, los Berea en número de veinte mil
auxiliarán de corazón los Roma hombres y dos mil caballos. Ha
nos, según la ocasión se lo per bía Judas sentado su campo en
mitiere. Laisa, y tenía consigo tres mil
hombres escogidos. Mas cuando
VISPERAS vieron la gran muchedumbre de
tropas, se llenaron de gran temor,
y . Suba a Vos, Señor, la y desertaron muchos del campa
oración de la tarde. IJ. Y des mento y de suerte que no que
cienda sobre nosotros vuestra daron más que ochocientos hom
misericordia. bres.
Ant. del Magnif. — El pueblo Los R R . como en la Dominica I de
de Israel lloraba amargamente * ' O ctubre, pág. 424.
Lección H Cap. 9, 7-11 biendo conocido Judas que el ala
derecha del ejército de Bacquides
\ 7 iendo Judas reducido a tal nú- era la más fuerte, tomó consigo
mero su ejército, y que el 1<s más valientes de su tropa, y
enemigo le estrechaba de cerca, derrotándola, persiguió a los que
perdió el ánimo; pues no tenía la componían hasta el monte de
tiempo para ir a reunir las tro Azoto. Mas los que estaban en el
pas, y desmayó. Con todo, dijo ala izquierda, al ver desbaratada
a los que le habían quedado: Ea, la derecha, fueron por la espalda
vamos contra nuestros enemigos, ci¡ seguimiento de Judas y de su
y veamos si podemos batirlos. gente, y encendiéndose con más
Mas ellos procuraban disuadir vigor la pelea, perdieron muchos
le de eso, diciendo: De ningún la vida de una y otra parte. Pero
modo podemos. Pongámonos más habiendo caído muerto Judas, hu
bien cn salvo, yendonos a incor yó el resto de su1gente. Rccogié-
porar con nuestros hermanos y ron después Jonatás y Simón el
después volveremos a pelear con cuerpo de su hermano Judas, y
ellos. Ahora somos nosotros muy lo enterraron en el sepulcro de
pocos. Líbrenos Dios, respondió sus padres en la ciudad de Modín.
Judas, de huir de delante de ellos. Y todo el pueblo de Israel mani
Si ha llegado nuestra hora, mu festó un gran sentimiento.
ramos valerosamente en defensa
de nuestros hermanos, y no echa II NOCTURNO
remos un borrón a nuestra gloria.
A este tiempo salió de sus reales D e l l i b r o d e l o s D e b e r e s d e
san A m b r o s io , O b is p o
el ejército, y vino a su encuentro.
La caballería iba dividida en dos L ili. 1, cap. 41
cuerpos: los honderos y los fle
cheros ocupaban el frente del Lección IV
ejército, cuya vanguardia compo
nían los soldados más valientes. IP3|Sj3|0M0 el valor no resplan-
l e g g dece menos en los reve-
Lección III Cap. 9, 12-20 ses que en los triunfos,
consideremos el fin de Judas M a-
1 2 a c q u i d e s estaba en el ala de cabeo. Luego de derrotar a Nica-
recha, y los batallones avan nos, lugarteniente del rey Dem e
zaron en forma de media luna, trio, dirigióse más confiado a li
tocando al mismo tiempo las brar batalla al ejército del rey,
trompetas. Los soldados de Judas compuesto de veinte mil hom
alzaron también el grito, de bres, cuando él contaba tan sólo
suerte que la tierra se estremeció con ochocientos; - como éstos qui
con el estruendo de los ejércitos, sieran retirarse por temor a la
y duró el combate desde la maña multitud aplastante de enemigos,
na hasta la caída de la tarde. H a decidiólos a preferir una muerte
gloriosa a una huida vergonzosa,
diciéndóles: “ No echemos un bo
A quel pequeño grupo de siete
rrón a nuestra gloria” . Duró el
hermanos, asediado por las
combate desde la mañana hasta
legiones reales, se mantuvo in
b caída de la tarde. Habiendo
conocido que el ala derecha del vencible. Agotáronse todos los
suplicios, fatigáronse los verdu
enemigo era la más fuerte, la
atacó y la rompió fácilmente; gos; mas los mártires no se sin
mas persiguiendo a los fugitivos, tieron desfallecer. Uno de ellos,
dió lugar a que cl ala izquierda al que arrancaron la piel de la
le atacase por detrás hallando así cabeza, pudo mudar de aspecto,
pero no decayó su valor; otro,
una muerte más gloriosa que los
mismos triunfos. al mandarle sacar la lengua para
cortársela, exclamó: No sólo oye
a los que hablan aquel Señor que
Lección V oía a Moisés mientras callaba:
llegan mejor a sus oídos los pen
D or qué no unir al elogio de samientos secretos de los suyos
Judas el de su hermano Jo que las voces de los demás. ¿C ó
natas? Combatiendo a los ejérci mo temes los reproches de mi
tos reales con un puñado de hom lengua y no temes los de* mi san
bres, vióse abandonado de los gre? También la sangre tiene su
suyos, y, sólo con dos guerreros, voz, y con esta voz clama a Dios,
reanudó el combate, rechazó al como lo hizo la sangre de Abel.
enemigo, y reanimó a su gente E n el I I I N o ctu rn o . — H. V I I : R e
verb eró el sol, y R . V I I I : D o s Sera-
fugitiva para que participaran del 1.» sem ana de O ctu b re, pág. 427.
triunfo. Ved aquí, pues, un ejem
plo insigne del valor guerrero en
su aspecto más noble y hernioso:
el de preferir la muerte a la ser Feria Segunda
vidumbre y a la deshonra. Mas
D el l ib r o p r im e r o de lo s
¿qué decir de las torturas de los
M acabeos
Mártires? Y , sin ir más lejos, fi
jémonos en los jóvenes M aca- Lección F Cap. 9, 28-32
beos. ¿N o obtuvieron sobre el
soberbio rey Antíoco una victoria esto se juntaron todos
n
no inferior a la que habían al los amigos de Judas, y
canzado sus propios padres? Es dijeron a Jonatás: D es
tos habían vencido por la fueiza pués que murió tu hermano Ju
de las armas; mas aquéllos ven das, no hay ninguno como él que
cieron desarmados1. salga contra nuestros enemigos,
tás y por los que le habían acom así que oyó estas palabras, y
pañado, y lloróle el pueblo amar todos en alta voz respondieron:
gamente. Tú eres nuestro caudillo en lugar
de Judas y Jonatás tus hermanos.
Dirige nuestra guerra, que nos los niños, por eso ha perecido.
otros haremos todo cuanto nos Así, pues, envió los niños y los
mandares. Con esto Simón hizo cien talentos; pero Trifón faltó
juntar todos los hombres de gue a su palabra y no puso en liber
rra, y se dió priesa a reedificar tad a Jonatás.
las murallas de Jerusalén, y .for
talecióla por todos lados. Y en
vió a Jonatás, hijo de Absalomi,
con un nuevo ejército contra Feria Sexta
Joppe, y habiendo éste arrojado
D el l ib r o p r im e r o de los
a los de dentro de la ciudad, se
M acabeos
quedó con sus tropas. Entre tan
to Trifón partió de Ptolemaida
Lección I Cap. 14, 16-19
con un numeroso ejército para
entrar en tierra de Judá, trayen sabido en Ro
a b ié n d o s e
do consigo prisionero a Jonatás. ma y hasta en Lacede-
Simón se acampó cerca de Ad- monia la muerte de Jo
dus, enfrente de la llanura. natás, tuvieron de ella un gran
sentimiento. Mas luego que en
Lección III Cap. 13, 14-19 tendieron que su hermano Simón
había sido elegido Sumo Sacer
U e ro Trifón, así que supo que dote en su lugar, y que gober
Simón había entrado en lugar naba el país y todas sus ciudades,
de su hermano Jonatás, y que se escribieron en láminas de bron-
disponía para salir a darle bata .ce, para renovar la amistad y
lla, le envió mensajeros, para que alianza que habían hecho con Ju
le dijesen de su parte: Hemos das y con Jonatás sus hermanos.
detenido hasta ahora a tu herma Estas cartas fueron leídas en Je
no Jonatás, porque debía dinero rusalén delante de todo el pue
al rey con motivo de los nego blo. El contenido de la que envia
cios que estuvieron a su cuidado. ron los Lacedemonios, es como
Ahora, pues, envíame cien talen sigue:
tos de plata, y por rehenes a sus L o s I W . como en el I I N octu rn o (¡c
la D om in ica I de O ctu b re , pág. 425.
dos hijos, para seguridad de que
luego que esté libre no se vuelva
Lección II Cap. 14, 20-23
contra nosotros, y le dejaremos
ir. Bien conoció Simón que le ha J^os príncipes y ciudadanos de
blaba con doblez, pero con todo los Lacedemonios a Simón,
mandó que se le entregase el di Sumo Sacerdote, a los ancianos, a
nero y los niños, por no atraer los sacerdotes y a todo el pue
sobre sí el odio del pueblo de Is blo de los Judíos, sus hermanos,
rael, el cual hubiera dicho: Por Salud: Los embajadores que en
no haberse enviado el dinero y viasteis a nuestro pueblo nos han
informado de la gloria, y la feli Sábado
cidad, y contentamiento que go
záis, y nos hemos alegrado mu D el l ib r o p r im e r o de los
I as cl mencionado Simón,
que en daño de la patria
había denunciado aquel
tesoro, hablaba mal de Onías, co
talentos por otros títulos; con
más otros ciento y cincuenta que
ofrecía dar, si se le concedía fa
cultad de establecer un gimnasio,
mo si éste hubiese instigado a y una efebia1', y el que los mora
Heliodoro a hacer tales cosas, y dores de Jerusalén gozasen del
sido el autor dc aquellos males; derecho dc q u e 1 gozaban los ciu
y al protector dc la ciudad, al dadanos dc Antioquía.
defensor de su nación, al celador
de la Ley de Dios, tenía el atre
Lección III Cap. 4, 10-11
vimiento de llamarle traidor del
reino. Mas como estas enemista P J abiéndole , pues, otorgado el
des pasasen a tal extremo, que se rey lo que pedía, y obtenido
cometían hasta asesinatos por al el principado, comenzó al instan
gunos amigos de Simón; consi te a hacer tomar a sus paisanos
derando Onías los peligros dc la los usos y costumbres dc los gen-
1. En muchos de los antiguos Estados griegos era la cfobia una especie de
noviciado militar al cual eran sometidos los jóvenes adolescentes.
tiles. Y desterrando la manera de
vivir, que los reyes por un efecto
de su bondad a favor de los Ju M as habiéndose esparcido el
díos habían aprobado, mediante falso rumor de que Antíoco
los buenos oficios de Juan, padre había muerto, tomando Jasón
de Eupolemo, el cual fué enviado consigo mil hombres, acometió
de embajador a los Romanos pa de improviso a la ciudad, y aun
ra renovar la amistad y alianza, que los ciudadanos acudieron al
establecía Jasón leyes perversas, instante a las murallas, al fin se
trastornando los derechos legíti apoderó de ella, y Menelao se hu
mos de los ciudadanos. yó al alcázar. Pero Jasón, como
si creyese ganar un triunfo sobre
sus enemigos y no sobre sus con
ciudadanos, hizo una horrible car
Feria Sexta nicería en la ciudad; no parando
la consideración en que es un gra
D e l l ib r o seg u n d o de lo s
vísimo mal ser feliz en la guerra
M acabeos
que se hace a los de su propia
sangre. Esto, no obstante, no pu
Lección I Cap. 5, 1-4
do conseguir ponerse en posesión
allábase Antíoco por es del principado; antes -bien todo
te mismo tiempo haden el fruto que sacó de sus traicio
do los preparativos para nes fué la propia ignominia, y
la segunda expedición contra viéndose precisado nuevamente a
Egipto. Y sucedió entonces que huir, se retiró al país de los Am-
por espacio de cuarenta días se monitas.
vieron cn toda la ciudad de Je-
rusalén correr de parte a parte Lección III Cap. 5, 8-10
por el aire hombres a caballo,
vestidos de telas de oro, y arma C T in a l m e n t e fué puesto en pri
dos de lanzas, como si fuesen es sión por Aretas, rey de los
cuadrones de caballería. Viéronse Arabes, que quería acabar con él;
caballos, ordenados en filas, que y habiéndose podido escapar, an
corriendo " se atacaban unos a daba de ciudad cn ciudad, abo
otros, y movimientos de broque rrecido de todo el mundo, y co
les, y una multitud de gentes ar mo prevaricador de las leyes, v
madas con morriones y espada:; como un hombre exacrable, y
desnudas, y tiros de dardos y el enemigo de la patria y de los ciu
resplandor de armas doradas, y dadanos, fué arrojado a Egipto.
de todo género de corazas. Por Y de esta suerte aquel que había
tanto, rogaban todos, que tales arrojado a muchos fuera de su
prodigios tornasen cn bien. patria, murió desterrado de elKi,
Los BB. como en el II Nocturno «le
habiéndose ido a Lacedemonia,
la Dominica T «le Octnlire, páf». 425. creyendo que allí encontraría al
gún refugio a título de parentes por las leyes. No se guardaban
co. Y el que había mandado arro ya los sábados, ni se celebraban
jar los cadáveres de muchas per las fiestas solemnes del país, y
sonas sin darles sepultura, fué nadie se atrevía a confesar senci
arrojado insepulto, y sin ser llo llamente que era Judío. El día
rado de nadie, no habiendo halla del cumpleaños del rey los hacían
do sepulcro, ni en su tierra pro ir a dura y viva fuerza a los sa
pia, ni en la extraña. crificios, y cuando se celebraba la
fiesta de Baco, los precisaban a
ir por las ralles coronados de hie
Sábado dra en honor de dicho ídolo. A
m
sugestión de los de Ptolemaida
D e l LIBRO SEGUNDO DE LOS
se publicó en las ciudades de los
M acabeos gentiles, vecinas a Judea, un edic
to por el cual se les daba facul
L ecció n I Cap. 6, 1-4 tad para obligar en aquellos lu
eallí a poco tiempo envió gares a los Judíos, a que sacrifi
casen, y para quitar la vida a to
el rey un senador de An-
dos aquellos que no quisiesen
tioquía, para que compe
acomodarse a las costumbres de
liese a los Judíos a abandonar las
los gentiles. Así, pues, no se veía
Leyes de su Dios y de sus pa
otra cosa más que miserias.
dres, y para profanar el Templo
de Jerusalén, y consagrarlo a Jú
Lección III Cap. 6, 10-12
piter Olímpico, como también el
de Gariaim a Júpiter extranjero, p N prueba de ello, habiendo si-
por ser extranjeros los habitantes do acusadas dos mujeres de
de aquel lugar. Así que vióse caer haber circuncidado a sus hijos,
entonces de un golpe sobre el las pasearon públicamente por la
pueblo un diluvio terrible de ma ciudad, con los hijos colgados a
les. Porque el Templo estaba lle sus pechos, y después las preci
no de lascivias y de glotonerías pitaron desde lo alto de la mura
propias de los gentiles, y de hom lla. Asimismo algunos otros que
bres disolutos mezclados con ra se juntaban en las cuevas vecinas
meras, y de mujeres que entra para celebrar allí secretamente el
ban con descaro en los lugares día del sábado, habiendo sido de
sagrados, llevando allí cosas que nunciados a Filipo, fueron que
no era lícito llevar. mados vivos, porque tuvieron es
Los B B . como en la Feria IV de la crúpulo de defenderse por respe
1.» semana de Octubre, pá«. 429.
to a la religión y a la santidad.
Ruego ahora a los qufe lean este
L ecció n II Cap. 6, 5-9
Libro, que no se escandalicen a
p L mismo altar se veía lleno d¿ vista de tan desgraciados suce
cosas, ilícitas y prohibidas sos; sino que consideren que es
tas cosas acaecieron, no para ex D el libro segundo de los
terminar, sino para corregir a MACABEOS
nuestra nación.
Lección I Cap. 6, 18-22
E m p ie z a el l ib r o del P rofeta
pues, todos con es-
A n im a d o s ,
E z e q u ie l
tas palabras de Judas, las
más eficaces para avivar el valor,
e infundir nuevo aliento en la
L ección I Cap. 1, 1-4
juventud, resolvieron atacar y nel año trigésimo, en el
combatir vigorosamente a los mes cuarto, a cinco del
enemigos, de modo que su es mes sucedió que estando
fuerzo decidiese la causa, pues yo en medio de los cautivos jun
así el Templo como la ciudad to al río Cobar, se me abrieron
santa estaban en peligro. Y a la los cielos, y tuve visiones divi
verdad menos cuidado pasaban nas. A cinco del mes, en el quin
por sus mujeres, por sus hijos, por to año después de haber sido
sus hermanos y por sus parientes, trasladado a Babilonia el rey
que por la santidad del Templo, Joakim, dirigió el’ Señor su pa
que era lo que les causaba el ma labra a Ezequiel sacerdote, hijo
yor y principal temor. Asimismo de Buzi, en la tierra de los Cal
los que se hallaban dentro de la deos, junto al río Cobar; y allí
ciudad, estaban en grande sobre se hizo sentir sobre él la mano
s a l ^ por la suerte de aquellos de Dios. Y miré, y he aquí que
que iban a entrar en batalla. venía del Norte un torbellino de
viento, y una gran nube, y un
fuego que se revolvía dentro, y
un resplandor alrededor de ella;
Sábado anterior a la y en su centro, esto es, en medio
Dominica I de Noviembre del fuego, una imagen tan brillan
VISPER AS te como de ámbar.
Vi al Señor sentado en
y . Suba a Vos, Señor, la ora un solio excelso y elevado, y to
ción de la tarde. Ty. Y descienda da la tierra estaba llena de su
sobre nosotros vuestra misericor majestad. * Y las franjas de sus
dia. vestidos llenaban el templo, y .
Ant. del Magnif.— Vi al Señor Alrededor del solio estaban los
* sentado en un solio excelso, y Serafines, cada uno de ellos tenia
toda la tierra estaba llena de su seis alas. Y las franjas.
majestad: las franjas de sus ves
tidos llenaban el Templo. L ección II Cap. 1, 5-0
Lección VI
Lección V
A si se explica que el que aun
O e r o se presenta aquí una pri no había dicho nada princi
mera cuestión. ¿Por qué el pie su discurso diciendo: “ Y ocu
Profeta, que nada había dicho rrió que en el año trigésimo” .
aún, empieza con estas palabras: Con las palabras que pronuncia
MY ocurrió que cn el año trigési da continuación a su visión ín ti
mo” . La partícula y es una con ma; por eso comienza así: “ Y
junción ; pero sabemos que la pa ocurrió” . El principio de su len
labra que sigue a una conjunción guaje externo parece una conti
no puede ser unida por ella más nuación, como si lo que veía en
que a otra palabra precedente. su interior, tuviera también efec
¿Por qué. pues, el que nada ha tividad externa. En cuanto a su
bía aún dicho se expresa así: “ Y afirmación de que recibió el es
ocurrió” , siendo asi que sus pri píritu profético a la edad de trein
meras palabras no se refieren a ta años, nos invita a notar quo,
ninguna otra expresión anterior? de ordinario, no nos es permitida
En esta cuestión, hay que consi la enseñanza de la doctrina antes
derar que así como nosotros ve de la edad perfecta. Por esto, ni
mos las cosas corporales, así los aun el mismo Señor quiso que,
Profetas ven con sus faculta cuando a los doce años fué ha
des las espirituales, y que ellos llado cn el Templo, sentado en
perciben como presentes aque medio de los doctores, se le viese
llas mismas cosas que parecen enseñando, sino preguntando.
estar fuera del alcance de nues- IJ.. Hemos esperado la paz y
1ra ignorancia. De aquí resulta no ha venido; buscábamos el
que en el espíritu de los pro bien, y nos ha sobrevenido la tur
fetas, las visiones interiores es bación; reconocemos, Señor,
tán de tal modo ligadas a los nuestros pecados. * N o os olvi
déis de nosotros para siempre, tenían conmigo. Son hijos de ros
y . Hemos pecado, Señor, hemos tro duro y de corazón indomable
procedido impíamente, hemos co esos a quienes yo te envío. Y
metido la iniquidad contra todos les dirás: Esto dice el Se
vuestros mandamientos. No os ol ñor Dios: Por si acaso ellos es*
vidéis. Gloria al Padre. No os cuchan, y por si cesan de pecar,
olvidéis. porque es una familia contumaz.
En cl te rce r N o c tu rn o : Y' a lo menos sepan que tienen
un Profeta en medio de ellos.
I f. V II. Pueblo digno de ala
I£. El Señor rescató y libró a
banza, * Al que bendijo el Señor
su pueblo; por lo cual sus gentes
de los ejércitos, diciendo: Tú
vendrán y cantarán himnos en el
eres la obra de mis manos, tú,
monte de Sión, y disfrutarán, de
Israel, eres mi heredad, y » Feliz
los bienes del Señor, del trigo, del
el pueblo cuyo Señor es el p ism o
vino y del aceite. * Y ya no vol
D ios; dichoso el pueblo elegido
verán nunca a padecer hambre,
como herencia. Al que.
y . Serán sus almas como un
I?. V III. Dos Serafines cla
huerto de regadío. Y ya.
maban el uno al otro: * Santo,
santo, santo es el Señor Dios de
las virtudes: * Llena está toda Lección II Cap. 2, 6-7
la tierra de su gloria, y . Tres
son los que dan testimonio en el ' T j, pues, hijo de hombre, no
cielo: el Padre, el Verbo y el los temas ni te amedrenten
Espíritu Santo, y estos tres son sus palabras, pues tú tienes que
una sola cosa. Santo. Gloria al habértelas con incrédulos y per
Padre. Llena está toda la tierra. vertidores; no temas sus palabras,
ni te amedrenten sus rostros, ya
que ella es una familia rebelde.
T ú le repetirás mis palabras, por
si acaso escuchan, y cesan de pe
car, porque es gente a propósito
Feria Segunda para irritar.
D el P rofeta E z e q u ie l ty. Las angustias me oprimen
por todas partes, y no sé qué de
Lección I Cap. 2, 2*5 bo escoger. * M ejor es para mi
caer en las manos de los hombres
oí al que me hablaba y que faltan a la ley de mi Dios,
i
decía: H ijo de hombre, y . Sí hiciese lo que queréis, se
yo te envío a los hijos de ría para mí la muerte, y si no
Israel, a esos gentiles y apósta lo hiciere, no me libraré de vues
tas que se han apartado de mí. tras manos. M ejor.
Ellos y sus padres han violado E n las O c ta v a s y en las F ie sta s
hasta el día de hoy el pacto que de rito sim ple: G loria al P adre. M ejo r.
bre, anda y anuncia a la familia
de Israel mis palabras.
E m p ero tú, oh hijo de hombre,
IJ. Toda la tierra se ha es
escucha todo aquello que te tremecido, oh Djos, ante vuestro
digo, y no seas rebelde como lo
furor. * Pero compadeceos de
es esta familia. Abre tu boca, y
nosotros, Señor, y no completéis
come todo lo que te doy. Y miré,
nuestra ruina, y . Señor, oh Se
y he aquí una mano extendida ñor nuestro, ¡cuán admirable es
hacia mí, la cual tenía un libro vuestro nombre! Pero compade
arrollado, y lo abrió delante de ceos.
mí, y estaba escrito por dentro y
por fuera, y lamentaciones y can Lección II Cap. 3, 5-9
ciones lúgubres, y ayes, era lo
que estaba escrito en él. D orqu e no eres enviado tú a un
]£. E l Señor envió a su An pueblo de extraño lenguaje y
gel, y cerró las fauces de los leo de idioma desconocido, sino a la
nes, * Y no me han hecho daño casa de Israel. Ni a varias nacio
alguno, porque he sido hallado nes, cuyo hablar te sea desconoci
justo ante él. y . Envió Dios su do y extraña su lengua, cuyas pa
misericordia y su verdad, y arran labras no puedas entender. Que
có mi alma de en medio de los si a éstos fueses tú enviado, ellos
cachorros de los leones. Y no. te escucharían. Mas los de la
Gloria al Padre. Y no. casa de Israel no quieren escu
charte, porque ni a mí mismo
quieren oírme, pues la casa toda
de Israel es de frente descarada
y de corazón endurecido. He aquí
Feria Tercera que yo te daré a ti un rostro más
D el P rofeta E z e q u ie l
firme que el rostro de ellos y
una frente más dura que la fren
te suya. T e daré un rostro tan
Lección I Cap. 3, 1-4
fiime como el diamante y el pe
me dijo el Señor: H ijo dernal; no tienes que temer, ni
de hombre, come cuanto turbarte delante de ellos, porque
hallares; come ese volu ella es una familia contumaz.
men, y ve a hablar a los hijos IJ. Cercad, Señor, esta ciu
de Israel. Entonces abrí mi boca, dad con vuestra protección y que
y dióme a comer aquel volumen, vuestros Angeles custodien sus
y di jome: H ijo de hombre, con murallas. * Escuchad, Señor, lle
este volumen que yo te doy, tu no de misericordia, a vuestro pue
vientre se alimentará, y se llena blo. y . Apartad, Señor, vuestro
rán tus entrañas. Comíle, pues, y furor de este vuestro pueblo y de
hallóle mi paladar dulce como la vuestra santa ciudad. Escuchad.
miel. Y di jome él: H ijo de hom En las O c ta v a s y cn las F ie sta s
de rito sim ple: G loria al Padre, lis- de este país. Llega ahora el fin
cuchad.
para ti, y yo derramaré sobre ti
Lección 111 Cap. 3, 10-13 mi furor, y te juzgaré según tus
procederes, y pondré delante de
V f me dijo: Hijo de hombre, ti todas tus abominaciones. Y no
recibe en tu corazón, y escu te miraré con ojos compasivos,
cha bien todas las palabras que ni tendré dc ti misericordia, sino
yo te hablo. Y anda, preséntate que pondré tus obras encima de
a los hijos de tu pueblo, que ti, y en medio de ti tus abomina
fueron traídos al cautiverio, y les ciones, y conocerás que yo soy
hablarás de esta manera: He el Señor.
aquí lo que dice el Señor Dios, IJ. Te mostraré, oh hombre,
por si atienden y cesan de pecar. lo que es bueno, y lo que pide
Y me arrebató el espíritu, y oí de ti el Señor: * Que obres jui
detrás de mí una voz muy estre ciosamente y con justicia, y que
pitosa, que decía: Bendita sea la andes solícito en el servicio de tu
gloria del Señor que se va de sü Dios. y . Pon lu esperanza en el
lugar. Y oí el ruido de las alas Señor, haz obras buenas, y ha
de los animales, dc las cuales la bita en la tierra. Que obres.
una batía con la otra, y el ruido
'<e las ruedas que seguían a los Lección II Cap. 7, 5-9
animales y el ruido de un gran
C sto dice cl Señor Dios: I.a
estruendo.
aflicción única, la aflicción
1$. Compadeceos de la nación
singularísima, he aquí que vien¿
pecadora y del pueblo lleno de
El fin llega, llega ya el fin; se
maldades, * Oh, Señor Dios. y .
ha despertado contra ti; helo
Perdonad la maldad de vuestro
aquí que viene. Viene el extermi
pueblo. Oh, Señor Dios. Gloria al
nio sobre ti que habitas esta
Padre. Oh, Señor Dios.
tierra; llega ya el tiempo, cerca
está el día de la mortandad, y
no del alborozo en los montes.
Yo, pues, me acerco ya para
Feria Cuarta derramar mi ira sobre ti, y des
D el P rofeta E z e q u ie l
ahogaré en ti el furor mío, y te
castigaré según tus obras, y colo
Lección I Cap. 7, 1-4 caré sobre ti tus maldades. Y no
te miraré con ojos benignos, ni
me habló el Señor, y me me apiadaré de ti, sino que te
dijo: Tú, pues, oh hijo echaré a cuestas todas tus malda
de hombre, atiende: es des, y pondré delante de ti tus
to dice el Señor Dios a la tierra abominaciones; y conoceréis que
de Israel: El fin llega, ya llega yo soy el Señor que castigo.
el fin por todos los cuatro lados I£. Las angustias me oprimen
por todas partes y no sé qué de
bo escoger; * Mejor es para mí
D e l P r o f e t a E z e q u ie l
caer en las manos de los hombres
que faltar a la ley de mi Dios,
y . Si hiciese lo que queréis, se Lección I Cap. 13, 1-6
ría para mí la muerte, y si no a b l ó m e de nuevo el Se
lo hiciese no me libraré de vues í * ñor, y me dijo: H ijo de
tras manos. Mejor. M hombre, vaticina contra
E n las O ctav as y en las F ie sta s los profetas de Israel, que se en
de rito sim ple: Gloria al Padre. M ejo r.
trometen a profetizar; y a estos
tales, que profetizan por su ca
Lección III Cap. 7, 10-13
pricho, les dirás: Escuchad lo que
I - I e aquí el día, he aquí que lle dice el Señor D ios: ¡A y de los
ga: el exterminio viene ya; profetas insensatos, que siguen
la vara del castigo floreció, la so su propio espíritu y no ven nada!
berbia ha echado sus ramas. La Tus profetas, oh Israel, son como
maldad produjo la vara del cas raposas en los despoblados. Vos
tigo de la impiedad. No escapará otros no habéis hecho frente, ni
ninguno de ellos, ninguno del pue os habéis opuesto como muro a
blo, ninguno de aquellos que ha favor de la casa de Israel, para
cen ruido; nunca gozarán de re sostener la pelea en el día del
poso. Llega el tiempo, acércase el Señor. Vanas son las visiones que
día; no tiene que alegrarse el que ellos tienen, y embustes sus adi
compra,, ni llorar el que vende; vinaciones, cuando dicen: E l Se
porque la ira va a descargar so ñor ha dicho; siendo así que no
bre todo el pueblo. Pues el que son sus enviados, y persisten en
vende, no volverá a adquirir lo asegurar lo que han anunciado.
vendido, aunque viva todavía, L o s R H . com o en el I N o ctu rn o d e la
porque la visión comprende toda D om in ica preced en te, pág. 464.
la multitud, y no quedará sin
efecto, y ninguno se sostendrá Lección II Cap. 13, 7-10
por medio de las maldades de su A c a s o dejan de ser vanas vues-
vida. tras visiones y mentirosa?
1^. El Señor envió a su An las adivinaciones que habéis pro
gel, y cerró las fauces de los leo palado? Vosotros decís: Así ha
nes, * Y no me han hecho daño hablado el Señor, cuando yo na
alguno, porque he sido hallado da os he hablado. Por tanto, es*
justo ante él. "Vr . Envió Dios su to dice el Señor Dios: Porque
misericordia y su verdad, y arran habéis publicado cosas vanas, v
có mi alma de en medio de los por ser mentirosas vuestras vi
cachorros de los leones. Y no. siones, por eso vedme aquí con
Gloria al Padre. Y no. tra vosotros, dice el Señor Dios,
y mi mano diescarg&ilá sobre
los profetas forjadores de visio
nes vanas y mentirosas adivina
D el P rofeta E z e q u ie l
ciones. No serán ya admitidos
en la reunión de mi pueblo, ni
escritos en el censo de la familia Lección I Cap. 15, 1-5
de Israel, en cuya tierra no v o l ehabló de nuevo el Se
verán a entrar; y conoceréis que ñor, diciendo: H ijo de
yo soy el Señor Dios. Porque hombre, ¿qué se hará del
han engañado ellos a mi pueblo tronco de la vid, con preferencia
diciéndole:, Paz, cuando no hay a todo los leños que se hallan
tal paz. M i pueblo construía una entre los árboles de las selvas y
muralla, y ellos la revocaban con de los bosques? ¿Acaso se echa
légamo, sin mezcla de paja. rá mano de dicho tronco para
J£. Miradnos, Señor, desde hacer de él alguna obra, o se
vuestro santo trono, y acordaos podrá formar de él una estaca
de nosotros; inclinad, Dios mío, para colgar alguna cosa? He
vuestros oídos y atendednos; * aquí que se arroja al fuego. El
Abrid vuestros ojos, y contem fuego consume los dos extremos
plad nuestra tribulación, y . E sde él, y lo de en medio queda
cuchad, oh pastor de Israel, Vos reducido a pavesas; ¿será aca
que apacentáis al pueblo de José so útil para alguna obra? Aun
como a ovejas. Abrid. cuando estaba entero no era a
propósito) para obra alguna,
Lección III Cap. 13, 11-14 ¿cuánto menos podrá hacerse de
nuevamente el Se
a b lo m e
Lección VI
ñor, diciendo: H ijo de
P a llorar — le dice el
m p ie z a hombre, habla a los hijos
Señor; — laméntate, no con de tu pueblo, y les dirás: Cuan
do yo enviare la espada de la
guerra sobre algún país, y el pue
blo de aquel país destinaré un ?V A assi amonestando tú al inv
hombre de entre los ínfimos de pfo para que se convierta, no
sus moradores, y lo pusiere por dejare él su mala vida, morirá el
centinela suyo, y este centinela, impío por su iniquidad; pero tu
viendo venir la espada enemiga alma no se hará responsable de
hacia el país, sonare la bocina, y su muerte. Tú, pues, hijo de hom
avisare al pueblo; si aquel, quien bre, di a la casa de Israel: Vos
otros habéis hablado y dicho: Es
quiera que sea, que oye el sonido
tán ya sobre nosotros los castigos
de la bocina no se pone en salvo,
de nuestras maldades y pecado-
y llega la espada y le mata, su
dos, y por ellas nos vamos con
muerte sólo se imputará a él mis
sumiendo ¿cómo, pues, podremos
mo. Oyó el . sonido de la bocina,
conservar la vida? Pero díles a
y no se puso en salvo; solamente
esos: Y o juro, dice el Señor Dios,
él tiene la culpa; pues él salvará
que no quiero la muerte del im
su vida si se pone en lugar s e
pío, sino que se convierta de su
guro.
mal proceder y viva. Convertios,
Los BB. como en la Feria II «le la convertios , de vuestros perversos
1.* semana ile Noviembre, pág. 467.
caminos; ¿y por qué habéis de
morir, oh vosotros los de la casa
Lección II Cap 33, 6-8 de Israel?
II B rcv. 35
ron de mejor color sus rostros, y
más llenos que los de todos los
jóvenes que comían de las vian C l l o s le respondieron: Te su-
das del rey. ^ plicamos hagas la prueba con
nosotros tus siervos por espacio
II NOCTURNO de diez días, y dénsenos legum
bres para comer y agua para be
ber. Hecho así, 'los introdujo a
D e l l ib r o d e sa n A t a n a s io ,
la presencia del rey, y su rostro
O b is p o , a l a s V ír g e n e s
aparecía más hermoso que cl de
Libro de la V irgin id ad , después del los otros jóvenes que se alimen
principio taban de manjares de la mesa
real. ¿Ves los efectos del ayuno?
Lección IV Cura las enfermedades, sana los
malos humores del cuerpo, ahu
R i alguien viene a decirte yenta a los demonios, aparta los
que no ayunes con tanta malos pensamientos, despeja la
¿á frecuencia, por miedo a inteligencia y purifica el corazón,
dañar tu salud, no lo creas, ni santifica el cuerpo, y, finalmente,
escuches sus consejos. Porque es lleva al hombre hasta el trono
el enemigo quien, por medio de del Señor. Mas para que no creas
ellos, te sugiere semejante cosa que exagero al tratar del ayuno,
Acuérdate de lo que la Escritura puedes ver en el Evangelio un
refiere de Daniel, de los tres jó testimonio que te ofrece el mis
venes y de otros de la misma mo Salvador. Porque habiéndole
edad, llevados cautivos a Babilo preguntado sus discípulos cómo
nia por el rey Nabucodonosor. podrían expulsar los demonios
Había ordenado que se les sirvie impuros, respondió nuestro Se
sen manjares de su mesa, y se les ñor: “ Este género de demonios
obligase a beber de su vino; pero sólo Se expulsa por la oración y
Daniel y sus tres compañeros no el ayuno” .
quisieron mancharse comiendo de
lo que viniese do la mesa del rey Lección VI
y dijeron al eunuco encargado de
proveer a sus necesidades: D a C l alguien, pues, se ve atormen
nos productos de la tierra, y nos tado por el espíritu impuro,
alimentarán suficientemente. Mas recuerde estas palabras y emplee
el eunuco les respondió: Y o temo este remedio, esto es, el ayuno,
que si el rey, que ha señalado lo y al punto le abandonará el es
que tencis que comer y beber, píritu maligno, acuciado y espan-
llega a v e r o s m á s f la c o s que los lado por la influencia del mismo.
demás jóvenes alimentados con Porque en nada se complacen tan
manjares de su mesa, me casti to los demonios como en vernos
gará. entregados a los excesos en el co-.
mer y en el beber, y a los re cual hirió la estatua en sus pies,
galos del cuerpo. Grande es el de hierro y de barro, y los des
poder del ayuno, y por su medio menuzó. Entonces se hicieron pe
se realizan grandes y admirablés dazos igualmente el hierro, el ba
cosas. Porque, de otra suerte, rro, el -cobre, la plata y el oro,
¿cómo podrían ciertos hombres y quedaron reducidos a ser como
obrar tantas maravillas y prodi el tamo de una era en el verano,
gios, y cómo se serviría Dios de que el viento esparce; y así no
ellos para devolver la salud a los quedó nada de ellos. Pero la pie
enfermos, sino, en razón eviden dra que había herido a la estatua,
temente de sus prácticas espiri se hizo una gran montaña, y lle
tuales, de su humildad de espíri nó toda la tierra.
tu y de su santa vida? Porque el L o s R B . como en la F e ria I I de la
1.* sem ana de N o viem b re, pág. 467.
ayuno es el alimento de los án
geles, y el que de él se alimenta,
debe ser mirado como si él mismo Lección II Cap. 2, 36-40
perteneciera al orden angélico. T 'a l es el sueño. Diremos tam
E n cl I I I N o ctu rn o . — R . V I I : P u e bién en tu presencia, oh rey,
blo digna de alabanza-, v R . V I I I : D o s su significación. T ú eres rey de
S er a fin es, pág. 467.
reyes; y el Dios del cielo te ha
dado a ti reino, y fortaleza, e im
perio y gloria. Y ha sujetado a
Feria Segunda tu poder los lugares todos en que
habitan los hijos de los hombres,
D el P rofeta D a n ie l como también las bestias del cam
po y las aves del aire. Todas las
Lección I Cap. 2, 31-35 cosas ha puesto bajo tu dominio.
Tú, pues, eres la cabeza de oro.
Is R) sión,
ú , oh rey, tuviste una vi
Y después de ti se levantará otro
y te parecía que
a veías como una grande
rdno menor que el tuyo, que se
rá de plata; y después otro ter
estatua y esta estatua grande y
cer reino, que será de cobre, el
de elevada estatura estaba dere
cual mandará toda la tierra. Y el
cha enfrente de ti, y su presencia
cuarto reino será como el hierro.
era espantosa. La cabeza de esta
Al modo que cl hierro desmenuza
estatua era de oro finísimo: el
y doma todas las cosas, así este
pecho, empero, y los brazos de
reino destrozará y desmenuzará a
plata; mas el vientre y los mus
todos los demás.
los de cobre; y de hierro las pier
nas. Y la una parte de los pies
Lección III Cap. 2, 41-44
era de hierro y la olra de barro.
Así la veías tú cuando, sin que ^^^as en cuanto a lo que has
mano ninguna la moviese, se des visto que una parte de los
gajó del monte una piedra, la Mes y de los dedos era de barro
de alfarero y la otra de hierro, . tua que yo he hecho. Pero si no
sepas que el reino, sin embargo, la adoráis al instante seréis arro
que tendrá origen de vena de hie jados en el horno ardiente de fue
rro, será dividido, conforme lo go. ¿ Y cuál es el Dios que os
que viste del hierro mezclado con librará de mi mano?
L o s HH. com o cu la F e ria I I I de la
el barro cocido. Y como los dedos 1.* sem ana de N oviem b re, pág. 468.
d$ los pies en parte son de hierro
y en parte de barro cocido; así el
Lección II Cap. 3, 16-1Q
reino en parte será firme y en
parte quebradizo. Y al modo que Sidrac, Misac y
D e s p o n d ie r o n
has visto el hierro mezclado con Abdenago, y dijeron al rey
el barro cocido, así se unirán por Nabucodonosor: No es necesario
medio de parentelas; mas no for que nosotros te respondamos so
marán un cuerpo el uno con el bre esto. Porque he aquí que
otro, así como el hierro no puede nuestro Dios, a quien adoramos,
ligarse con el barro. Pero en el puede librarnos del horno del
tiempo de aquellos reinos, el Dios fuego ardiente, y sustraernos, oh
del cielo levantará un reino que rey, de tus manos. Que si él no
nunca jamás será destruido, y es quisiere, sepas, oh rey, que nos
te reino no pasará a otra nación, otros no daremos culto a tus dio
sino que quebrantará y aniquilará ses, ni adoraremos la estatua de
todos estos reinos; y él subsisti oro que has levantado. Enfure
rá eternamente. cióse con esto Nabucodonosor, y
mudó el aspecto de su rostro pa
ra con Sidrac, Misac y Abdena
go, y mandó que se encendiese
Feria Tercera el horno con fuego siete veces
D el P rofeta D a n ie l mayor de lo acostumbrado.
Lección VI
Lección IV
f?N cuanto a esos israelitas car
L profeta Oseas tiene un nales que ahora no quieren
•lenguaje tan prófundo. confesar a Cristo, pero que cree
que és difícil penetrarlo: rán un día en él, es decir, no
pero algo tendré que citar de él ellos, sino sus hijos (los cuales,
en cumplimiento de mi promesa: por esto, ocuparán al morir el
“ Y sucederá — dice — que don lugar m erecido); de estos mis
de se les habrá dicho a ellos: mos el Profeta da testimonio
Vosotros no sois mi pueblo; se cuando dice: “ Porque los hijos
les dirá: Vosotros sois hijos del de Israel mucho tiempo estarán
Dios vivo” . Estas palabras son sin rey, sin caudillo, sin sacrifi
una profecía de la vocación de cios, sin altar, sin sacerdocio y
los gentiles, que al principio no sin 'profecías”. ¿Quién no ve que
pertenecían a Dios; así las enten tal es actualmente el estado de
dieron los mismos Apóstoles1'. los judíos?
pues: Decláranos
P íijé r o n le ,
Lección I Cap. 1, 1-3
los motivos de este desastre
que nos sucede: ¿Qué oficio es el del Señor en orden
a la b r a
tuyo? ¿de dónde eres? ¿a dónde a Samaría y a Jerusalén,
vas? ¿de qué nación eres tú? Res revelada a Miqueas Mo-
pondióles Jonás: Yo soy hebreo, rastite en los tiempos de Joatán,
y temo al Señor Dios del cielo, de Acaz y de Ezequías, reyes de
que hizo el mar y la tierra. Y Judá. Pueblos todos, escuchad, y
quedaron sumamente atemoriza esté atenta la tierra y cuanto hay
das-aquellas gentes, y dijéronle: en ella, y el Señor Dios sea tes
¿Cómo es que has hecho tú eso? tigo contra vosotros. Séalo el Se
Es de saber que de la relación ñor desde su santo Templo. Por
que les hizo Joná? comprendieron que \ he aquí que el Señor va a
salir de su morada, y descendien
do de su trono hallará las grande
S erm ón de san B a s il io M agno
zas de la tierra.
so br e el S alm o t r e in t a y tres
Los R R . como en la D om in ica I »le
N oviem bre, pág. 464.
Lección IV
Lección II Cap. 1, 4-6
os invada el deseo
uando
W los montes se consumirán de de pecar, quisiera que
bajo de él, y los valles se de pensarais en aquel terri
rretirán como la cera delante del ble y formidable tribunal de Je
fuego, y como las aguas que co sucristo, donde él estará sentado
rren por un despeñadero. Todo como juez en un trono prominen
esto por causa de la maldad de te y elevado. Toda criatura com
Jacob, y por los pecados de la parecerá allí de pie y temblan
casa de Israel. ¿Y cuál es la mal do en su gloriosa presencia; to
dad de Jacob, sino las idolatrías dos seremos conducidos allí uno
de Samaría? ¿ Y cuáles los luga en pos de otro, y daremos cuen
res excelsos de Judá sino los de ta de los actos de nuestra vida.
Jerusalén? Por tanto pondré a Luego al punto, los que cometie
Samaría como un montón de pie ron muchas maldades durante su
dras en el campo cuando se plan vida, se verán rodeados de án
ta una viña, y arrojaré sus pie deles terribles y horrorosos, de
dras en el valle y descubriré sus mirada encendida, respirando fu e
cimientos. go, mostrando por estos signos la
crueldad de sus propósitos y de
Lección III Cap. 1, 7-9 rostros sombríos, tenebrosos co
mo la r.oche, reveladores de su
V serán destrozados todos sus amargura y dei odio que profesan
simulacros, y arrojadas al
a loó hornores.
fuego todas sus riquezas, y yo
destruiré todos sus ídolos, porque
Lección V
todos sus bienes los ha juntado
Samaría con el precio de la pros R e p r e s e n t a o s ad em ás una si
titución, y precio de meretriz vol m a p rofu n d a, llen a de esp e
verán a ser. Por cuyo motivo yo sísim as tin ieb la s; un fu e g o sin
suspiraré y prorrumpiré en alari respland or, ap to p a ra q u em ar, p e
dos. Andaré despojado y desnudo, ro d esp ro visto de lu z ; una esp e
y aullaré como los dragones, y cie de gusanos ven en osos, que
daré gritos lastimeros como los dévoran la carne sin treg u a ni
avestruces. Porque la Haga de descanso, pero qu e n u n ca se sa
Samaría está desahuciada, se ha cian , prod u cien do p o r sus m o r d e ;
entendido hasta Judá; ha pe duras d olores in to le ra b le s; fin al
netrado hasta las puertas del m en te, y éste es el m ás rigu ro so
pueblo mío, hasta Jerusalén. de to d o s lo s su p licios, el op rob io
y la confusión sin fin. Temed to Señor es un Dios celoso y ven
do esto, y, penetrados de este te gador. El Señor ejercerá su ven
mor, servios de él como de un ganza, y se armará de furor. Ejer
freno para impedir que vuestras cerá el Señor su venganza contra
almas se vean arrastradas al pe sus enemigos, y para ellos reser
cado por la concupiscencia. va su cólera. El Señor es sufri
do y de gran poder; a nadie
Lección VI tendrá por limpio e inocente. El
Señor marcha entre tempestades
pSTE temor del Señor es el que y torbellinos y debajo de sus pies
el Profeta prometió enseñar; se levantan nubes de polvo. El
mas no prometió simplemente en amenaza al mar y lo deja seco, y
señarlo, sino enseñarlo a los que a los ríos los convierte en tierra
quisieran escucharlo; no a los enjuta.
que se han alejado, sino a los Ix>s HH. como en la I'eria I I de la
rué corren afanosos en busca de 1.* sem ana de N oviem bre, pág. 467.
D
es el Señor, y consolador
ueno
es en tiempo de la tribula
Feria Segunda ción: y conoce a los que ponen
en él su esperanza. El destruirá
E p ie z a e l P r o f e t a N a h ú m
como con una avenida impetuosa
la corte de aquella nación, y las
Lección I Cap. 1, 1-4
tinieblas perseguirán a los enemi
u r o anuncio contra Nini gos del Señor. ¿Qué andáis vos
ve. Libro de la visión que otros maquinando contra el Se
tuvo Nahüm Elceseo. El ñor? El Señor acabará con Níni-
I I Drev. 36
ve; no habrá otra tribulación.
Porque éstos que se juntan a be
ber allá en sus comilonas, con C u s caballos son más ligeros
sumidos serán como espinos bien que leopardos, y corren más
atados entre sí, y como sequísi que los lobos por la noche. Su
mo heno. caballería se extenderá por todas
partes; de lejos vendrán sus ji
netes; volarán como águila que
se arroja sobre la presa. Todos
Feria Tercera vendrán al botín; su presencia
E m p ie z a e l P r o f e t a H a b a c u c será como un viento abrasador, y
amontonarán cautivos como are
Lección I Cap. 1, 1-4 na. Y el rey de Babilonia triun
fará de los reyes, y se mofará de
u ro anuncio revelado a los potentados. Se reirá de to
Habacuc profeta. ¿Hasta das las fortalezas, levantará ba
cuándo, Señor, estaré cla terías y las tomará.
mando, sin que tú*me atiendas?
¿D aré voces a ti en la violencia
que sufro, sin que tú me salves?
¿Por qué me haces ver delante Feria Cuarta
de mí, iniquidad y trabajos, ra
E m p ie z a e l P r o f e t a S o f o n ía s
piñas e injusticias? Prevalecen los
pleitistas y pendencieros. Por eso
Lección I Cap. 1, 1-3
la Ley se ve burlada, y no se
hace justicia, por cuanto el im a l a b r a del Señor, revelada
pío puede más que el justo, por a Sofonías, hijo de Cusi,
eso salen corrompidos los juicios. hijo de Godolías, hijo d<;
L o s B B . com o en la F e ria I I I de la Amarías, hijo de Ezecías, en
1.* sem ana de N oviem b re, pág. 468.
tiempo de Josías, hijo de Amón,
Lección II Cap. l, 5-7 rey de Judá. Y o quitaré de la
tierra todo lo que hay en ella,
D o n e d los ojos en las naciones, dice el Señor. Exterminaré de
y observad: admirados que ella hombres y bestias; extermi
daréis y espantados; porque ha naré las aves del cielo y los pe
sucedido una cosa en vuestros ces del mar y perecerán los im
días que nadie la querrá creer píos; y exterminaré de la tierra a
cuando será contada. Pues he aquí los hombres, dice el Señor.
que yo haré venir a los Caldeos, L us B B . como en la F e ria I V de la
1." sem ana de N oviem bre, pág. 469.
nación fiera y veloz, que recorre
toda la tierra para alzarse con Lección II Cap. 1, 4-6
las posesiones ajenas. Ella es ho
rrible y espantosa. Por sí misma W extenderé mi brazo contra
sentenciará y juzgará. Judá y contra todos los ha-
hilantes de Jerusalén, y extermi tiempo de reediñear la Casa del
naré de este lugar los restos de Señor.
Baal y los nombres dc sus mi Los K it. cuino m cl I Nocturno de
nistros y sacerdotes. Y a aquellos 1.1Dominica l ilc Nuvicm lirc, |ki|>. -ló-t.
Oración H o m il ía d e San A m b r o s io ,
O b is p o
C , Señor, que el
o n c e d e d n o s
Lección VIII
Lección VII Cap. 5, 20-24
p N los pecados de cólera hay
p N aquel tiempo, dijo Jesús a también sus grados. En el pri
sus discípulos: Si vuestra jus
mero, irrítase uno, pero guardan
ticia no es más abundante que la
do en su corazón la irritación que
de los escribas y de los fariseos,
ha concebido. Si la turbación ex
no entraréis en el reino de los
perimentada arranca al que tiem
cielos. Y lo que sigue.
bla de indignación un grito, que
nada significa eni sí mismo pero
H o m il ía d e s a n A g u s t ín , O b is p o
que manifiesta aquella indignación
S ob re el S erm ón de la M on tañ a, que experimenta, la falta será
1. 1, c. 9
ciertamente más grande, que si la
a justicia de los fariseos cólera naciente queda reprimida
consistía en no matar. La en silencio. Mas si se lanza, no
justicia de los que de solamente un grito de indigni-
ben entrar en el reino de ios ción, sino también se profiere al
cielos, consiste en no irritarse guna palabra, que claramente sig
sin motivo. Así, pues, poca cosa nifique y exprese un vituperio
es no matar, y el que haya vio contra el adversario, ¿quién podrá
lado este mandamiento, será lla dudar que es éste un pecado más
mado mínimo1 en el reino de los grave que lanzar solamente un
cielos; pero el que se haya redu grito de indignación?
L e c c ió n del san to E v a n g e l io
LAUDES seg ú n san L ucas
Lección VIII
Lección VII Cap. 17, 11-19
A sí pues, no sin razón pueden
C n aquel tiempo: Caminando considerarse leprosos, aque
Jesús hacia Jerusalén, pasaba llos que, privados de la ciencia de
por medio de Samaría y Galilea. la verdadera fe, profesan las doc
Y entrando en una aldea, le salie trinas variadas y cambiantes del
ron al encuentro diez leprosos. erior. Porque no ocultan su igno
Y lo que sigue. rancia, sino que la manifiestan a
la luz del día, como si fuera una
H o m il ía d e s a n A g u s t ín , O b is p o ciencia superior, y la exponen en
discursos llenos de jactancia.
L ib . 2, quest. sobre los E v a n g ., cap. 40
Ahora bien, no hay falsa doctri
de los diez lepro
cerca na que no contenga alguna mez
sos que el Señor curó, cla de verdad. Pues esa mezcla
diciéndoles: “ Id, mos confusa de verdades y errores que
traos a los sacerdotes” , puede se puede observar en una misma
uno preguntarse por qué habién controversia o relación humana,
doles enviado él a los sacerdotes, como matices diversos en la co
quiso que quedasen curados en el loración del mismo cuerpo, es re
camino. Con excepción de los le presentada por la lepra, que ma
prosos, no vemos que enviase ja cula por modo desigual los cuer
más a los sacerdotes a ninguno de pos humanos como tintes de
los que le debieran la curación verdaderos y falsos colores.
corporal. Porque también había I£. Dos Serafines clamaban
limpiado de la lepra a aquel a el uno al otro: * Santo, santo,
quien dijo: “ Anda, preséntate a santo es el Señor Dios de las
los sacerdotes y ofrece por ti el virtudes: * Llena está toda la
sacrificio que ordenó Moisés, pa tierra de su gloria, y . Tres son
ra que les sirva de testimonio” . los que dan testimonio en cl cie
Preciso es, pues, investigar lo que lo: el Padre, el Verbo y el Espí
significa en sí la lepra. El Evan ritu Santo, y estos tres son una
gelio no dice de los que de ella sola cosa. Santo
1. “ En aquel pen ipo había una clase de lepra que se creía cu ra b le, y los
facerd otes eran los ún icos calificados para d ecid ir su c u ra ció n , porque esta
en ferm ed ad hacia a uno im puro, y se la ten ía com o c a stig o d iv in o " . L a g ra n g e ,
E van gelio de N u e str o S eñ o r Jesucristo.
Dominica XIV después de
J^A Iglesia, de tal manera debe Pentecostés
de apartar de sí esta especie Semidoble
de leprosos que, a ser posible, al
verse apartados por ella de los
Oración
demás, se sientan movidos a lla
mar con grandes voces a Jesu Q uardad, os rogamos, Señor,
cristo, como aquellos diez lepro con perpetua misericordia a
sos “ que manteniéndose alejados vuestra Iglesia; y ya que sin V03
de él, gritáronle, diciendo: Jesús, no puede sostenerse la humana
Maestro, ten piedad de nosotros” . flaqueza, haced que con vuestro
El mismo nombre de “ M aestro” , auxilio se aparte siempre de lo
que no consta lo hubiese dado al que es dañoso, y propenda a lo
Señor ningún otro de los que le saludable. Por nuestro Señor.
pidieron la salud corporal, de
muestra suficientemente que la III NOCTURNO
lepra es figura de la falsa doctri
na, de cuya mancha corresponde L e c c ió n del san to E v a n g e l io
sólo a un buen maestro el puri segú n sa n M ateo
ficarnos.
Lección IX Cap. 6, 24-33
LAUDES
C n aquel tiempo: D ijo Jesús a
y . El Señor reinó, revistióse sus discípulos: Nadie puede
de gloria. 1$. Revistióse el Señor servir a dos señores. Y lo que si*
de fortaleza, y ciñóse de ella. gue.
Ant. del Bened. — Pasando
Jesús * por cierta población, le H o m il í a d e s a n A g u s t í n , O b i s p o
salieron al encuentro diez lepro
sos, los cuales se pararon lejos, y Del Sermón «le la Montaña, lib. 2
levantaron la voz, diciendo: Je
i id ie puede servir a dos se
sús, Maestro, ten compasión de
ñores” . A esta misma
nosotros.
idea se refiere lo que
nuestro Señor expone a conti
VISPERAS
nuación: “ Porque o tendrá aver
y . Ascienda, Señor, mi ora sión al uno y amor al otro, o si
ción hacía Vos. 1$. Como el olor se sujeta al primero, mirará con
del incienso en vuestra presencia. desdén al segundo” . H ay que
Ant. del Magnif. — Uno de examinar atentamente este pasa
ellos, * apenas echó de ver que je. Nuestro Señor mismo indica
estaba limpio, volvió glorifican quiénes son estos dos señores
do a Dios a grandes voces, ale cuando añade: “ No podéis servir
luya. a Dios y a Mammón” . Los he
breos dan, según dicen, a las ri mos más nuestro provecho que su
quezas el nombre de Mammón. utilidad, y con todo nos conside
En lengua púnica, este nombre remos exentos de faltas al pre
tiene el mismo sentido, porque tender sólo lo necesario, y no lo
mammón significa ganancia. superfluo.
Lección IX
LAUDES
Dominica XXIII después de
X '. El Señor reinó, revistió Pentecostés
se de gloria. ]$. Revistióse el
Sem idoble
Señor de fortaleza, y ciñóse de
ella.
Oración
Ant. del Bened. — Maestro, *
nosotros sabemos que eres veraz, Q b rogamos, Señor, que perdo
y que enseñas el camino de Dios néis las ofensas de vuestro
conforme a la pura verdad, pueblo; a fin de que seamos, por
aleluya. vuestra benignidad, libres de la
servidumbre de los pecados que
VISPERAS hemos cometido por nuestra fra
gilidad. Por nuestro Señor Je
V . Ascienda, Señor, mi ora sucristo, que con Vos vive y
ción hacia Vos. IJ. Como el olor reina en unión...
del incienso en vuestra presen L a s L eccio n es del I y II N octurn os,
son la D om in ica ocu rren te segú n el ot
cia. den de los meses establecido m ás arrib a.
Ant. del Magnif. — Dad, pues, L a s del I I I N octurn o, como en la p á g i
na 532. P ero si el O ficio de esta D o
* al César lo que es del César, m inica d ebiera an ticip arse al Sábado,
y a Dios lo que es de Dios, ale segú n se in d ica en la R ú b rica preceden
te, las L eccio n es del I I N octurn o, serán
luya. las sigu ien tes:
II NOCTURNO
Lección V
L e c c ió n del san to E v a n g e l io
LAUDES seg ú n sa n M ateo
1. L a p alab ra V ig ilia se em pleó p rim itivam en te para d esig n a r las reun ion es
ru é celeb rab an los cristia n o s en el tem plo d u ran te la noche. D a tan de los tiem
pos apostólicos. S e reu n ían en la noche del sábado al dom in go ( V ig ilia s dom ini
ca le s); la m ás so ltm n e fu é la V ig ilia de P a sc u a , que d urab a toda la noche
Jíabía tam bién la s que se celebraban en ocasión de la» F ie sta s de los M á rtire s
oii el a n iv e rsa rio d<- si: m uerte. A c tu a lm e n te las antigu a» V ig ilia s han sirio
r e m p la z a d a s por un O licio y M isa que se celebra el d ia a n te rio r a cierta»
Fiestas solem nes. T o d o s los A pó stoles, tien en V ig ilia m enos san Juan E van -
polista y los santos F e lip e y S a n tia g o el M en o r, por o c u rrir sus F ie sta s res
pectivam ente en la O c ta v a de N a v id a d y en T iem po P a sc u a l.
L e c c ió n del san to E v a n g e l io por la diversidad de obras, uno
segú n san J uan por la raíz de la caridad. Cómo
deba ejercitarse esta caridad, el
Lección I Cap. 15, 12-16 mismo Señor lo indica. Y a que
p N aquel tiempo: D ijo Jesús a en muchos lugares de su Escri
sus discípulos: El precepto tura ordena que los amigos sean
mío es, que os améis unos a amados en él, y los enemigos por
otros como yo os he amado a él. Y ciertamente aquel tiene ca
vosotros1. Y lo que sigue. ridad, que ama al amigo en Dios,
y al enemigo por Dios. Algunos
H o m il ía de san G r e g o r io , P apa hay que aman al prójimo, pero
con amor fundado únicamente en
H o m ilía 27 sobre los E va n ge lio s
los vínculos del parentesco y de
todos los sagrados
stando la carne, amor que, no obstante,
escritos llenos de precep no es condenado por la ley de
tos del Señor, ¿por qué Dios. Pero hay una diferencia
de la caridad, como de un pre entre lo que espontáneamente se
cepto especial, el Señor, d ice: hace siguiendo la inclinación na
“ Este es mi precepto, que os tural y lo que se practica por
améis los unos a los otros” ; si caridad siguiendo los preceptos
no porque todo mandamiento se del Señor.
reduce a la caridad, en la cual
todos los preceptos se reúnen en Lección II!
uno solo? Y a que todo cuanto
se manda está cimentado en la aman al prójimo, cierta-
pST0S
sola caridad. Pues así como mu mente, pero, con todo, no con
chos ramos de árbol provienen siguen aquellos premios sublimes
de una sola raíz, así por la sola de la caridad, porque el amor no
caridad son engendradas todas lo ejercitan espiritualmente sino
las demás virtudes. Y no puede según la carne. Por lo cual, des
el ramo de las buenas obras te pués de haber dicho el Señor:
ner lozanía alguna, si no perma “ Este es mi precepto, que os
nece en la raíz de la caridad. améis los unos a los otros” ; a
L o s R esp on sorios son de la F e r ia como continuación añadió: “ Como yo
f n el P ro p io de T iem po. os he amado” . Como si dijera
terminantemente: “ A m a d con
Lección II
este mismo fin por el que yo os
| ~ \ e consiguiente, los preceptos he amado” . En lo cual, herma
del Señor son muchos, y nos carísimos, debemos conside-
no hay más que uno: muchos I rar atentamente, que el enemigo
1. “ ¿ Q u e ré is saber s i v iv ís vid a de g ra cia , si estáis bien con D ios, si
re a lm e n te fo rm á is parte de los discípu los de C risto , si v iv ís de su E sp íritu ?
E x a m in a o s y ved si am áis a los hom bres vu estro s herm anos, a todos sin e x
ce p ció n , y si los am áis por D io s, ten d réis la resp uesta. Y esa respuesta no
e n g a ñ a ” . (S a n /ty u stln . E n las E p ístolas sobre san Ju a n . T r a t. V I , c. 3).
antiguo, al procurar atraer nues guren n u e s t r a salvación. Por
tros pensamientos al amor de las nuestro Señor Jesucristo.
cosas temporales, se sirve para sidoS i la precedente O ración hubiese ya
dicha en el Oficio o Conmemora
nuestro mal de lo más débil que ción del Común de un Confesor Ponti
hay en las criaturas, esforzándo fice, entonces dígase la siguente:
se para arrebatarnos el mismo
bien que nosotros amamos. Oración
s suplicamos, omnipotente
Oración Dios, que el bienaventurado
Apóstol N., para cuya festividad
r^ONCEDEDNOS, os rogamos, om- nos preparamos, implore vuestro
nipotente Dios, que la vene auxilio en favor nuestro, de suer
rable solemnidad de vuestro te que, libres de nuestras culpas,
bienaventurado Apóstol N., pa también nos veamos exentos de
ra la cual nos preparamos, au todos los peligros. Por nuestro
mente nuestra devoción y ase- Señor.
Común de Apóstoles
I VISPERAS Salmo 94. — Venid, alegrémo
nos, pág. 2.
L a s A n tífo n a s, la C ap itu la y el H im
no, como en L au des. Lo s Salm os, de
D om in ica, pero en lu g a r del últim o se
dice el Salm o 116 , pág. 66.
Himno
y . El sonido de su voz se ^ antemos con ánimos festivos
ha propagado por toda la tierra. los beneficios de Cristo; ce
I£. Y sus palabras hasta los lebremos la gloria de los Apósto
conñnes del mundo. les; ofrezcámosles el justo tribu
Ant. del Magnif. — Os dela to de nuestros himnos y de nues
tarán * a los tribunales, y os tros cánticos.
azotarán en sus sinagogas, y por Ellos son los Príncipes de la
mi causa seréis conducidos ante Iglesia; los valerosos caudillos
los gobernadores y los reyes, pa de sus combates; los soldados
ra dar testimonio de mí a eÜos de la celestial milicia, y la verda
y a las naciones. dera luz del mundo.
S e dice la O ración propia.
L a s Com pletas son de D om inica.
La fe constante de los Santos,
la invencible esperanza de los
fieles, y la perfecta caridad de
MAITINES
Cristo, triunfan en ellos del
Invitatorio. — Al Señor, Rey mundanal tirano1.
de los Apóstoles, * Venid, ado En ellos triunfa la gloria del
rémosle. Padre; en ellos triunfa el Hijo
1. D espués de su m uerte, las leyes que ellos han dictado permanecerán fir
mes e in destructibles, a pesai de los esfuerzos de los demonios para destruir
las (S a n Juan Crisóstom o).
y el amor del Espíritu Santo; la conciencia de cosa alguna, no
por ellos se llena de gozo el por eso me tengo por justificado,
empíreo. ya que quien fme juzga es el Se
Al Padre, al Hijo y también al ñor. Por lo tanto, no queráis
Espíritu Santo, se dé eternamen sentenciar antes de tiempo, has
te la gloria de que siempre han ta tanto que venga el Señor,
gozado. Amén el cual sacará a luz lo oculto,
y pondrá de manifiesto las inten
I NOCTURNO
ciones <1e los corazones, y enton
Ant. 1. El sonido de su voz ces cada cual será de Dios ala
se ha propagado por toda la tie bado.
rra; * y sus palabras hasta los JJ. He ahí que yo os envío
confines del mundo. como ovejas en medio de los lo
Salm o 18, pág. 70. (S e reza ín tegro).
bos, dice el Señor: * D e consi
2. Clamaron los justos, * yguiente sed prudentes como las
el Señor les oyó. serpientes y sencillos como Jas
S alm o 33, pág. 125. ( S e reza ín tegro).
palomas, y . ¡M ientras sois ilu
Ant. 3. Les constituisteis *
minados, creed en la luz, para
príncipes sobre toda la tierra; y
que seáis hijos de la luz. D e
publicarán, Señor, vuestro nom
consiguiente.
bre.
Salm o 44, pág. 105. ( S e reza ín te g ro ).
y . El sonido de su voz se Lección II Cap. 4, 6-9
ha propagado por toda la tierra.
D o r lo demás, hermanos, todo
I£. Y sus palabras hasta los
* esto que acabo de decir, lo
confines del mundo.
he presentado en persona mía
D e la p r im e r a E p ís t o l a del y en la de Apolo por amor vues
A pó sto l san P ablo a los tro, a fin de l que aprendáis por
C o r in t io s medio de nosotros a no entona
ros uno contra otro, a favor de
Lección I Cap. 4, 1-5
un tercero, más allá de lo que
nosotros nos ha de consi va escrito. Porque ¿quién es el
derar el hombre como que te da la ventaja sobre otros?
unos ministros de Cristo, Y ¿qué cosa tienes tú que no la
y dispensadores de los misterios hayas recibido? Y si lo que tie
de Dios. Esto supuesto, entre los nes lo has recibido, ¿de qué te,
dispensadores, lo que se requiere jactas como si no lo hubieses
es que sean fieles a su minis recibido? He aquí que vosotros
terio. Por lo que a mí toca, muy estáis ya satisfechos, heos aquí
poco se me da el ser juzgado hechos ya ricos; sin nosotros es
por vosotros, o en cualquier jui táis reinando, y plegue a Dios
cio humano; pues ni aun yo me que reinéis, para que así nos
atrevo a juzgar de mí mismo. otros reinemos también con vos
Porque si bien no me remuerde otros. Pues yo para mí tengo
que Dios a nosotros los Apósto sucristo por medio del Evange
les nos trata como a los últimos lio.
hombres, como a los condenados J£. Cuando estuviereis ante
a muerte, haciéndonos servir de los reyes y los gobernadores, no
espectáculo al mundo, a los án penséis de qué modo o qué ten
geles y a los hombres. gáis que hablar; * Pues se os
ll£. Tom ad mü yugo sobre comunicará lo que debáis ha
vosotros, dice el Señor, y apren blar en aquella hora. y . A la
ded de mí que soy pacífico y verdad, no sois vosotros los que
humilde de corazón: * A la ver habláis; sino que es cl Espíritu
dad mi yugo es suave y mi carga de vuestro Padre el que habla
es ligera, y . Y hallaréis el re en vosotros. Pues se os. Gloria
poso para vuestras almas. A la al Padre. Pues se os.
verdad.
II NOCTURNO
O igo hablar m ucho de la p e rfec ció n , pero veo m uy poc.is personas que
a practiq u en . C ad a cual se la fo r ja a su modo. U n o s la h acen c o n sistir en la
a u s c r id a d de Jos v e s tid o s ; o tro s , en la de la c o m id a ; é s to s en la fr e c u e n c ia de
S acram en tos; aqu éllos, en cie rta especie de con tem plación p a siv a y em in en te;
y esotros, en g ra c ia s que se llam an g ra tu ita s ; y todos ellos se e n g añ a n ,
L o s S alm os de D o m in ica, pág. 50.
de los lazos de nuestros peca
2. Nadie tiene amor más dos.
grande, * que el que da su vida
Y a que prontamente os obede
por sus amigos.
cen la enfermedad y la salud, sa.
3. Vosotros sois mis amigos, nad nuestras débiles almas; ha
* si hacéis lo que yo os mando, cednos crecer en la virtud.
dice el Señor.
Para que cuando al fin del
4. Bienaventurados los pací
mundo venga Cristo, soberano
ficos, * bienaventurados los lim Juez, nos conceda ser partici
pios de corazón; porque ellos
pantes de la eterna bienaventu
verán a Dios. ranza.
5. En vuestra paciencia, + po Al Padre, al H ijo y también
seeréis vuestras almas.
al Espíritu Santo, se dé eterna
mente la gloria de que siempre
Capitula Ephes., 2, 19-20 han gozado. Amén.
e r a ia n o s : Y a no £ois ex
y . Publicaron las obras de
traños, ni advenedizos; Dios. I£. Y comprendieron las
cosas que realizó.
sino conciudadanos de
Ant. del Bened. — Vosotros
los santos y domésticos de D io s;
pues estáis edificados sobre el que lo habéis dejado * todo, y
fundamento de los Apóstoles y me habéis seguido, recibiréis el
Profetas, Jesucristo, el cual es céntuplo, y poseeréis la vida
la principal piedra angular. eterna.
S e d ic e la O ra c ió n propia.
E n la s H o ra s se d icen los S alm os de
D om in ica, pero en P r im a , en lu g a r del
Himno S alm o 1 1 7 se d ice el S alm o 53, lo cu al
se o b serva siem p re q u e h aya la R ú b rica
ue la tierra se llene de re
Q gocijo; que el cielo prorrum
s ig u ie n te : ME n la s H o ra s, los Salm os de
D om in ica pero en P rim a , como en
las F ie s ta s " .
pa en alabanzas; cielo y tierra
celebren la gloria de los Após TERCIA
toles. Capitula Ephes., 2, 19-20
Os dirigimos los votos de nues
tros corazones joh vosotros, jue : Y a no sois ex
erm an o s
ces de los siglos y verdaderas traños, ni advenedizos;
lumbreras del mundo!; dignaos sino conciudadanos de
atender nuestras humides súpli los santos, y domésticos de Dios,
cas. pues estáis edificados sobre el
A vosotros que con una pala fundamento de los Apóstoles y
bra cerráis y abrís las puertas Profetas, Jesucristo, el cual es
del cielo, rogamos nos libréis la principal piedra angular,
a los flacos, y tener presentes las sario del triunfo del bien
palabras del Señor Jesús, cuando aventurado Mártir N., la
dijo: “ Mucho mayor dicha es el Iglesia se llena de alegría por su
dar, que el recibir” . Concluido glorificación, y nos propone, al
este razonamiento, se puso de ro mismo tiempo, que sigamos sus
dillas e hizo oración con todos huellas. Porque “si con él pade
ellos. Y aquí comenzaron todos cemos, también con él seremos
a deshacerse en lágrimas, y arro glorificados” . En el glorioso com
jándose al cuello de Pablo no ce bate que sostuvo por la fe, de
saban de besarle, afligidos sobre bemos considerar principalmente
todo por aquellas palabras que dos cosas, a saber: la pérfida
había dicho, que ya no verían crueldad de los verdugos y la in
más su rostro. Y de esta mane vencible paciencia del Mártir. La
ra le fueron acompañando hasta cueldad de los verdugos para de
la nave. testarla; la paciencia del Mártir
1$. Este conoció la justicia, para imitarla. Escuchad al Sal
y vió grandes maravillas, y rogó mista reprendiendo la malicia
al Altísim o; * Y fué contado en de los perseguidores: “ No en
el número de los Santos, y . Este vidies a los malvados, porque
fué el que despreció la vida del como el heno así velozmente des
siglo, y llegó al reino celestial aparecerán”. Para que nos con
Y -fué contado en el número de venzamos de la necesidad de la
los santos. Gloria al Padre. Y . paciencia para sufrii a los malva
dos, oigamos el consejo del Após Salmista: “ ¿Qué tengo yo sin
tol: “ Os es necesaria la pacien Vos en el cielo? y ¿qué he de
cia, a ñn de que consigáis las desear fuera de Vos sobre la tie
promesas” . rra? M i carne y mi corazón se
I£. El Señor le honró y le consumen; ¡Dios de mi corazón,
guardó de sus enemigos, y le de Dios mío, mi herencia eterna!”
fendió de los que pretendían se IJ. Le concedisteis, Señor, la
ducirle: * Y le dió una gloria realización de sus deseos, * Y no
eterna, y . Descendió con él en defraudasteis sus esperanzas, y .
lo profundo, y en medio de la> Porque le prevenisleis con amo
cadenas no le abandonó. Y . rosas bendiciones; p.usisteis en su
cabeza una corona de piedras
Lección Y preciosas. Y no defraudasteis.
Señor y Redentor
u estr o como quiera que el fin no
JV^ a s ,
nos anuncia los males ve seguirá inmediatamente a
nideros de este mundo los males que sucederán en pri
que ha de perecer, a fin de que mer lugar, añade: “ Se levantará
un pueblo contra otro pueblo, y
un reino contra otro reino; y ha
brá grandes terremotos en varias D ero después de anunciar tan
partes, y pestilencias y hambres, tas señales de la perturba
y aparecerán en el cielo cosas ción final, conviene que aplique
espantosas y prodigios extraordi mos brevemente la considera
narios” . La última tribulación irá ción a cada una de ellas, ya
precedida de muchas otras, y que es necesario que pádez-
por las calamidades que se suce camos unas cosas del cielo,
derán entonces en gran número, otras de la tierra, de los elemen
se nos indican los males perpe tos y de los hombres. D ice núes,
tuos que seguirán. Y por lo mis tro Señor: “ Se levantará un pue
mo, después de las guerras y se blo contra otro” ; he ahí el tras
diciones no sigue inmediatamen torno proveniente de los hom
te el fin,, ya que antes deben bres. “ Habrá grandes terremotos
seguirse aun muchos otros males, en diferentes lugares” ; he ahí la
presagio del mal que no tendrá señal de la cólera divina que se
manifestará en el cielo. “ Ven
fin.
drán pestes” ; he ahí la desorgani
1$. Vosotros, mis santos, que
zación patentizándose en los cuer
viviendo en la carne tuvisteis
pos. “ Vendrán hambres” ; he
que luchar: * Recibiréis la re
ahí la esterilidad de ; la tierra.
compensa que yo os daré por
“ Aparecerán señales espantosas v
vuestro trabajo, y . Venid, ben-;
tempestades en el cielo” ; he ahí
ditos de mi Padre, poseed el rei
la conmoción del aire. Por lo
no. Recibiréis. Gloria al Padré,
mismo que todas las cosas se han
Recibiréis.
de acabar, todas sufren pertur
El siguiente Responsorio se dice
en lugar del precedente, en el Ofi baciones antes de acabarse. Y
cio de varios Mártires hermanos, aun porque en todas las cosas hemos
que de éstos se celebre junto con otros
compañeros; con tal que los hermanos faltado, por todas somos ator
sean en número mayor, o si, siendo en mentados, a fin de que se cumpla
número igual, son nombrados en primer
lugar. lo que está escrito: “ Y pelearán
]$. Esta es la verdadera her por él todos los elementos con
mandad, que con ningún combate tra los insensatos” .
T e Drutn, pág. 6.
pudo deshacerse: derramada la
sangre siguieron al Señor: * D es LAUDES Y HORAS
preciando los palacios reales, lle
garon a los reinos celestiales, y . Las Antífonas de Laudes, soti las
de Vísperas, i-pr . 571, con los Salmos
|Cuán bueno y agradable es de Dominica del primer lugar, pág. 33.
que los hermanos no tengan
más que un corazón! Desprecian Capitula Sab., 3, 1-3
do. Gloria a l Padre. Desprecian I a s almas de los justos están
do los palacios reales, llegaron a en la mano de Dios, y no lle
los reinos celestiales. gará a ellos el tormento de la
muerte. A los ojos de los insen reció que morían; a la verdad,
satos pareció que morían; y a reposan en paz.
la verdad, reposan en paz. ]$. br. Alegraos y regocijaos, *
Justos, en el Señor. Alegraos, y .
Himno Y gloriaos todos los de corazón
recto. Justos. Gloria al Padre.
(~ ) h glorioso Rey de los Már- Alegraos.
tires; corona de los que te y . Gócense Jos justos en
confiesan, que conduces a los ce presencia de Dios. ]£. Y llénense
lestes reinos a cuantos despre de alegría.
ciaron los reinos terrenos!
Atiende presto a nuestros rue SEXTA
gos; mientras celebramos tus
triunfos, perdona nuestros deli C apitula Sab., 10, 17
tos. C l Señor dió a los justos el
T ú vences entre los Mártires, galardón de sus trabajos, y
y tu misericordia brilla en los los condujo por sendas maravillo
Confesores; venza también nues sas, y sirviólos de defensa du
tras culpas la grandeza de tu rante el día, y suplió de noche
perdón. la luz de las tinieblas.
A Dios Padre se dé la gloria, IJ. br. Gócense los justos. *
y al H ijo Unigénito, juntamente En presencia de Dios. Gócense.
con el Espíritu Paráclito, ahora y . Y llénense de alegría. En
y por todos los siglos. Amén. Gloria al Padre. Gócense.
y . Los Santos se regocijarán y . Los justos vivirán eter
en la gloria. IJ. Se alegrarán en namente. 1^. Y su galardón está
sus moradas. en el Señor.
Ant. del Bened.— Todos vues
tros cabellos * han sido conta NONA
dos; no temáis: vosotros valéis
Capitula Sab., 3, 7-8
más que un gran número de pá
jaros. D los justos, y como
r il l a r á n
Las Oraciones son las de I V ís centellas que se propagar,
peras, pág. 572.
Los Salmos de las Horas son de por un cañaveral, así volarán de
Dominica; los de Prima como en las unas partes a otras, y señorearán
Fiestas. a los pueblos, y el Señor reinará
con ellos eternamente.
TERCIA I£. br. Los justos * Vivirán
eternamente. Los. y . Y su galar
C ap itula Sab., 3, 1-3
dón está en el Señor. Vivirán.
I a s almas de los justos están en Gloria al Padre. Los justos.
la mano de Dios, y no llegará y . Los Santos se regocijarán
afelios el tormento de la muerte. en la gloria. I£. Se alegrarán en
A los ojos.d e los insensatos pa-. sus moradas.
en el cíelo; y porque por su amor
derramaron su sangre, por eso
Ant. 1. Estos son los Santos se gozan sin ñn con Cristo.
* que entregaron sus cuerpos Completas de Dominica, pág. 54.
por la ley de Dios, y lavaron
sus túnicas en la sangre del Cor
II. OTRAS LECCIONES PARA
dero.
VARIOS MARTIRES
Se dicen los Salmos de Dominica,
excepto el último, en cuyo lugar se
dice el Salmo 115, pág. 77. S erm ón de san J uan C risóstomo
Sermón 1 de Mártires, tomo 3
2. Los Santos, mediante la fe
III NOCTURNO
* vencieron los reinos, practica
ron la justicia, y alcanzaron el Lección IV
cumplimiento de las promesas.
3. La juventud de los Santoj Iadie hay que ignore que
* se renovará como la del águi los triunfos de los Már
la: florecerán como el lirio en la tires, por disposición di
ciudad del Señor. vina son celebrados, a ñn de que
4. Enjugará el Señor * todas a ellos se les tribute el debido
las lágrimas de los ojos de sus honor, y a nosotros, mediante el
Santos; y ya no habrá más auxilio de Cristo, se nos mues
llantos, ni clamores, ni dolor al tren los ejemplos de sus virtudes.
guno, porque pasaron ya las co Al ver nosotros el honor que
sas de antes. se tributa a las virtudes de estos
5. La morada de los Santos * Mártires, se nos manifiesta cuán
está en el reino celestial: y su ta sea la gloria que disfrutan en
descanso será eterno. los cielos aquellos cuyo natalicio
se celebra en la tierra. Sus ejem
Capitula Sap., 3, 1-3 plos nos excitan a manifestar el
mismo valor que ellos, la misma
I as almas de los justos están devoción, la misma fe, a fin de
en la mano dc Dios, y no que, con el auxilio de Cristo, po
llegará a ellos el tormento de la damos pelear y vencer al ene
muerte. A los ojos de los insen migo, y conseguida la victoria,
satos pareció que morían, y a triunfar como aquellos Santos
la . verdad, reposan en paz. en el reino de los cielos.
El Himno corno en las I Vísperas,
pág. 572.
Lección V
V . Los Santos se regocijarán
en la gloria. u ién habrá que deseando
I£. Se alegrarán en sus mo Qasociarse al mérito de los
radas. Santos, lo pueda conseguir, si an
Ant. del Magnif. .— Las almas tes no posee la misma firmeza,
de los Santos * que siguieron no profesa su fe, no imita la
Jas huellas de Cristo se alegran virtud de su martirio, y no tie
ne o procura su gloria con pare una gran multitud de gentío de
cida norma de vida? Y aunque toda Judea, y de Jerusalén, y
no todos pueden alcanzar la del país marítimo de Tiro y de
misma gloria por cl martirio, Sidón. Y lo que sigue.
con todo, que cada uno se
muestre, por lo menos, digno, H o m il ía de san A m b r o s io ,
por sus buenas obras, de un honor O b is p o
tan grande. Y a que el clemen Libro 5 sobre san Lucas, cap. 6, des
pués del principio
tísimo Dios está pronto a con
ceder el martirio a los que le de con diligencia, có
d v ie r t e
O b is p o Lección VI
H o m ilía 59 de san E u s c b io , 2
A cuántas almas negligentes.
Lección IV debilitadas por una larga
permanencia en el pecado, y, por
que los méritos del
h o r a
así decir, cubiertas de lepra, pu
bienaventurado Pontífice
rificó con sus amonestaciones, ex
N. están ya al abrigo de
hortaciones y expiaciones, con el
todo ataque, bien podemos en
auxilio de la gracia de Dios que
salzarlos. Sosteniendo con mano
informaba sus actos? ¿A cuántas
firme el timón de la fe, echó en
almas que, a pesar de animar
una playa tranquila el áncora de un cuerpo, podían considerarse
la esperanza, y llena la nave de muertas, aplastadas y sepultadas
celestiales riquezas y de eternas bajo el peso de sus culpas, resu
mercancías, la introdujo en el citó para Dios, llevándolas a la
puerto deseado. Mantuvo firme enmienda como si las hubiese
mente el escudo del temor de llamado a la luz? Imitador ad
Dios contra todos los adversa mirable de su divino Maestro,
rios, hasta que consiguió la vic hacía morir al pecado, por una
toria. ¿Qué otra cosa fué todo el muerte que da la vida, a las al
curso de su vida, sino un cons mas que encontraba, y que es
tante combate contra un enemi taban muertas para Dios.
go siempre en vela?
III NOCTURNO
Lección V L e c c ió n d el sa n to E v a n g e l io
se g ú n sa n M ateo
A cuántos que andaban como
apartados del camino de la Lección Vil Cap. 24, 42-47
verdad y que se hallaban como
suspendidos en lo alto de una pe p N aquel tiempo: dijo Jesús a
ña, éste les devolvió la vista, sus discípulos: Estad en ve
la, porque no sabcis a qué hora y el provecho del pueblo que
el Señor ha tic venir. Y lo que le ha sido confiado. Si aten-
sigue. diere y ejecutare los manda
tos de su señor, es decir, si con
H o m il í a d e s a n H i l a r i o , O b i s p o
la oportunidad y verdad de su?
Com. sobre Mateo, can. 26, en el fin
eneñanzas esforzare al débil, sos
a r a que comprendiésemos tuviere al vacilante y convirtiere
que si el último día per al extraviado, dando a la fam i
manece desconocido de lia que le ha sido confiada la
todos, esta ignorancia no carece palabra de vida como alimento
de utilidad, nos advirtió el Se para la eternidad, y la muerte le
ñor que estuviésemos en vela te hallare realizando estas cosas,
miendo lá venida del ladrón, y conseguirá del Señor la gloria
que ocupados en continuas ora como dispensador fiel y mayor
ciones, nos dedicásemos a la domo útil, y será constituido so
práctica de todos sus preceptos. bre todos sus bienes, esto es, se
Este ladrón, él nos lo manifies rá colocado en la gloria divina,
ta, es el diablo, siempre en más allá de la cual ya no existe
vela para despojarnos, y ace nada mejor.
chando nuestros cuerpos, que son
como moradas de nuestras al L ecció n IX
mas, a fin de que, estando nos
otros descuidados o entregados C n cambio, si abusando de la
al sueño, pueda herimos con los gran paciencia del Señor,
dardos de sus consejos y hala que está dedicada a procurar el
gos. D e consiguiente es necesario bien de los hombres, se insolenta
que estemos preparados; porque contra sus compañeros y se en
el desconocimiento del último trega a los males y vicios del si
día debe mantenernos en una glo, ocupado tan sólo en el cui
expectación, y por lo tanto, en dado de las cosas presentes y en
una solicitud constante. el culto de la carne, el Señor se
presentará en un día que ignora,
L ecció n VIII y le separará de los bienes que le
u i é n es el siervo fiel y pru había prometido, y su recom
Q dente a quien el Seño,> pensa la hallará con los hipócri
constituyó sobre su familia? tas en la eternidad de las penas,
Aunque exhorte en general a una ya que dejó de esperar el a d v e
constante vigilancia, con todo, nimiento de su M aestro, no obe
ordena especialmente que estén deció sus mandatos, procuró por
en vela los príncipes del pueblo, las cosas presentes, vivió la v i
es decir, los obispos. Pues da a da de los Gentiles, y por no es
entender que este siervo fiel y perar el juicio, oprimió a la fa
prudente es el prelado de su fa milia que le estaba encomendada,
milia, que procura el bienestar con el hambre, la sed y la muerte.
Común de Doctores
Todo se dice como el Común de Con los profetas. Recogerá las expli
fesores Pontífices, pág. 583, o no Pon
tífices, pág. 598, según la cualidad de caciones d e . los -varones ilustres,
la Fiesta, excepto lo que sigue: y penetrará asimismo las agu
Ant. del M agnif.— O h Doctor dezas de las parábolas. Sacará
excelso, * luz de la santa Ig le el sentido oculto de los prover
sia, bienaventurado N ., amante bios, y se ocupará en el estudio
de la divina ley, ruega por nos de las alegorías de los enigmas.
otros al H ijo de Dios. Asistirá en medio de los magna
tes, y se presentará delante del
Oración que gobierna. Pasará a países
de naciones extrañas, para re
(~ ) h Dios, que disteis a vues- conocer aquello que hay de bue
tro pueblo por ministro de no y de malo entre los hom
la salvación eterna al bienaven bres.
turado N .: os suplicamos nos Los BR. de los tres Nocturnos, para
concedáis que merezcamos tener un Doctor Pontífice se encuentran •:en
el Común de Confesores Pontífices,' pá
por intercesor en los ciclos al gina 585 y siguientes, y los .de un
que hemos tenido por maestro Doctor no Pontífice, en el Común de
Confesores no Pontífices, pág. • 599 y
de la vida en la tierra.. Por nues siguientes. Se exceptúa el de la V II I
tro Señor. Lección, que se pone en el propio lu
Si se hubiese de hacer Conmemora gar.
ción de otro Doctor, la Antífona en
ambas Vísperas y la Oración se toman Lección II Cap. 39, 6-10
del respectivo Común de Confesores
Pontífices o no Pontífices, según la cua
lidad de la Fiesta. espertan do muy de mañana,
dirigirá su corazón al Señor
I NOCTURNO que le crió, y se pondrá en ora
ción en la presencia del Altísi
D el l ir r o del E c l e s iá s t ic o
mo. Abrirá su boca para orar, y
Lección I Cap. 39, 1-5 pedirá perdón de sus pecados.
Que si aquel gran Señor qui
l sab io in d a g a rá la sa b i siere, le llenará de espíritu de
d uría de tod os los a n ti inteligencia, y derramará sobre
guos y hará estu d io en él como lluvia máximas de su
sabiduría; y en la oración dará
gracias al Señor. Y pondrá en
práctica sus consejos y documen JsJo sin razón los santos Doc
tos, y meditará sus ocultos jui tores son comparados a las
cios. Híades. Pues, en griego el nom
bre “ hyetos” significa lluvia y las
L ecció n III Cap. 39, 11-14 Híades recibieron su nombre de
las lluvias que causan al apare
p públicamente la doc-
xp o n d rá cer. Por lo tanto, los santos D o c
trina que ha aprendido, y tores, muy acertadamente son
pondrá su gloria en la ley del designados con el nombre de
testamento del Señor. Celebra Híades, ya que están colocados
rán muchos su sabiduría, la cual como en el firmamento de la
nunca jamás será olvidada. No Iglesia universal y derramaron
perecerá su memoria, y su nom las lluvias de la sagrada predica
bre será repetido de generación ción sobre la' tierra árida del
en generación. Las naciones pre corazón humano. Si la predica
gonarán su sabiduría, y la Igle ción no fuera semejante a una
sia celebrará sus alabanzas. lluvia, ni Moisés habría dicho*
“ Sea esperada como una lluvia
II NOCTURNO
mi palabra” , ni la Verdad di
D el l id r o de los M o r a les de jera por boca de Isaias: “ Man
san G r e g o r io , P a p a daré a mis nubes que no derra
men sobre ella la lluvia” ; ni ha
L e c ció n IV Libro 9, cap. 6 bría inspirado estas palabra^ que
poco ha pronunciamos: “ Por cu
ué designan las Híades, yo motivo fueron escondidas las
estrellas que se ven des estrellas que señalan las lluvias” .
pués de Orión, sino a los
Doctores de la Santa Iglesia? Su L ecció n VI
cedieron a los Mártires, y vinie
ron para la instrucción del mun C N la estación en que aparecen
do, cuando la fe resplandecía ya las Híades y comienzan las
más claramente, y, deshecho cl lluvias, el sol se eleva sobre los
hielo de la infidelidad, el sol de más altos espacios del cielo, ya
la verdad calentaba más intensa que cuando nos ilumina la cien
mente los corazones de los fie cia de los Doctores, y el rocío de
les. Habiendo cesado la tempes sus enseñanzas cae en nuestras
tad de la persecución y desapa almas, damos más abundante*
recido las largas noches de la fruto de buenas obras; es cuan
infidelidad, resplandecieron en la do las santas enseñanzas encien
Iglesia, cuando, gracias a la pii den en nuestro corazón una lla
maverá de la fe, brilló un tiempo ma más viva. Cuando una cien
rriás esplendoroso. cia celestial nos es expuesta,
mediante los santos Doctores, dos los pueblos, por el miedo di?
cada día con mayor claridad, ¿no las persecuciones temporales per
parece que comienza a brillar diereis el reino de los cielos,
para nosotros una primavera de ¿qué será de los hombres a
claridad espiritual, un nuevo sol quienes habríais de librar del
que ilumina nuestras almas: sol error, vosotros a quienes Dios
que nos dan a conocer las pala ha elegido para salvar del error
bras de los Doctores y que bri a los demás?
lia por sí mismo cada día má?
refulgente? Siendo inminente el Lección VIII
fin del mundo, crece más la cien
cia de las cosas del cielo, y se Q e consiguiente, “ para nada sir
desarrolla más copiosamente con ve la sal insípida, sino para
el decurso del tiempo. ser echada fuera y pisada por los
hombres” . A la verdad, no es p i
III NOCTURNO
sado por los hombres aquel que
L e c c ió n del san to E v a n g e l io sufre la persecución, sino aquel
seg ún sa n M ateo que por temor a la persecución
pierde el sabor espiritual. Pues
Lección Vil Cap. 5, 13-19
no puede ser pisado sino aque!
p N aquel tiempo: Dijo Jesús a que es inferior, y no lo es aquel
sus discípulos: Vosotros sois que, si bien corporalmente sufre
la sal de la tierra. Y si la sal mucho en¡ la tierra, con tod)
se hace insípida, ¿con qué se tiene su corazón fijo en el cielo.
le volverá el sabor? Y lo que 1$. Abrió su boca en medio
sigue. de la Iglesia; * Y le llenó el Se
ñor del Espíritu de sabiduría e
H o m il ía d e s a n A g u s t í n , O b is p o inteligencia, y. Le enriqueció
Libro I fiel Sermón de la Montaña, de alegría y de exultación. Y.
cap. 6
Gloria al Padre. Y.
el Señor que han
ü estr a
de ser tenidos por gentes Lección IX
que carecen de sabor es
piritual aquellos que, buscando !a W o sotro ssois la luz del mun-
abundancia de bienes tempora do”. Así como antes dijo que
les, o movidos por el temor de eran la sal de la tierra, asi ahora
verse privados de ellos, pierden los llama luz del mundo. Por el
los eternos, que no nos pueden nombre de tierra no debe en
proporcionar ni quitar los hom tenderse la que pisamos con los
bres. “ De consiguiente, si la sal se pies, sino los hombres que moran
hace insípida, ¿con qué se le en ella, o también los pecado
volverá el sabor?” Esto es: s¡ res, ya que para regenerarlos
vosotros, por quienes en cierto con el condimento de la sabidu
modo han de ser condimenta ría espiritual y para destruir sus
inclinaciones corrompidas, el Se del agua y del fuego, y de ambos
ñor envió la sal apostólica. Y está formada.
por el nombre de mundo, no de
ben entenderse el cielo y la tierra, Lección VIII
sino los hombres que están en
el mundo o aman el mundo, pa p L efecto de ésta al emplearse
ra cuya iluminación fueron en para el uso del humano lina
viados los Apóstoles. “ Una ciu je consiste en producir la in
dad puesta sobre un monte no corrupción de los cuerpos, y es
puede ocultarse” ; esto es, cuando en gran manera apta para dar
está cimentada sobre una excelsa sabor a los alimentos. Ahora
y grande justicia, designada, en bien, los Apóstoles son como los
predicadores de las cosas celes
este caso, por el mismo monte,
tiales y como los sembradores
en el cual enseña el Señor.
de la eternidad, que comunican la
Te Dcutn, pág. 6.
inmortalidad a todos los cuerpos
II. OTRA HOMILIA sobre los cuales su palabra fue
re derramada. Con razón, de
L iíc c ió n del sa n t o E v a n g e l io consiguiente, fueron llamados sal
se g ú n san M a te o de la tierra, en virtud de su doc
trina, la cual a manera de sal
Lección VII Cap. 5, 13-19
conserva los cuerpos para la
n aquel tiempo: D ijo Jesús eternidad.
;a sus discípulos: Vosotros
sois la sal de la tierra. Y si la Lección IX
sal se hace insípida, ¿con qué M as la naturaleza de la sal
se le volverá el sabor? Y lo que? siempre es la misma; no
sigue. puede mudarse jamás. Pero por
H o m il ía de sa n H i l a r i o , O b is p o que el hombre está sujeto a mu
Com. sobre san Mateo, can. 4 danzas, y solamente es dichoso
aquel que hasta el fin permane
sois la sal de la
o so t r o s ciere en todas las obras de Dios,
tierra” . Ahora bien, si la por lo mismo a los Apóstoles,
sal fuere insípida, nada designados icon el nombre de sal
valdría lo que se salara con ella. se les amonesta a que perseveren
Según creo, no existe la sal de h en la virtud de la potestad que
tierra. ¿Cómo, pues, llamó a los les ha sido confiada, no sea que
Apóstoles sal de la tierra? A este volviéndose insípidos, para nada
fin debemos estudiar la propie sirvan, o que perdiendo ellos
dad de estas palabras, y para mismos el sentimiento del sabor
ello debemos fijarnos en el mi recibido, no puedan vivificar lo
nisterio de los Apóstoles, y en que está corrompido, y que, por
la naturaleza de la misma sal. fin, arrojados de la Iglesia sean
La sal contiene en sí el elemento pisados por aquellos a quienes
hubieren com unicado su P or lo mismo, exige’ d e ’ etíoí
insipi
dez, : aquellas virtudes que soavUnr ne?
cesarías y útiles para pjrocurar
la salud d e muchos. Pues< aquel
que es p a cífico : y modesto,'* m ise
III. OTRA HOMILIA
ricordioso y justo, no se lim ita a
L e c c ió n d e l sa n t o E v a n g e l io tener encerradas estas virtudes
se g ú n san M ateo tan sólo dentro de sí mismo; si
no que procura que estas exce
L ecció n VII C ap. 5, 13-19 lentes fuentes manen también
en utilidad de los otros. Aquel
p N aquel tiem po: D ijo Jesús a
que tiene el corazón lim pio y
sus discípulos: V osotros sois
pacífico, y sufre la persecución
la sal de la tierra. Y si la sal se
por la justicia, ordena su vida
hace insípida, ¿con quó se le v o l
para el bien de todos.
verá el sabor? Y lo q u e sigue.
y . El Señor le amó y le
L ección I Cap. 31, 8-11
honró. ]^. Y le vistió con vesti
duras de gloria. n E jS a iE N a v e n t u r a d o el varón
Ant. del Magnif. — Le ase ü fv sll que hallado sin cu\
mejaré * al varón sabio, que p p a ^ y qUe nQ an(ja tras
edificó su casa sobre la piedra. del oro, ni ambiciona el dinero ni
los tesoros. ¿Quién es éste y le
1. Oración elogiaremos? Porque él ha hecho
O h Dios, que cada año nos cosas admirables en su vida. El
alegráis con la solemnidad fué probado por medio del oro,
de vuestro Confesor el bienaven y hallado perfecto; por lo que
turado N .: concedednos propi reportará gloria eterna. El podía
cio, que imitemos las obras de necar y no pecó, hacer mal y no
aquel cuya gloriosa memoria ce lo hizo. Por eso sus bienes es
lebramos. Por nuestro Señor. tán asegurados en el Señor; y
celebrará sus limosnas toda la
2. Otra Oración congregación de los santos.
1^. Alégrate, siervo bueno y
A t e n d e d , Señor, a las súpli- fiel, ya que has sido fiel en lo
cas que os presentamos en
poco, te constituiré sobre lo mu
la solemnidad del bienaventura
cho: * Entra en el gozo de tu
do Confesor N., a fin de que
Señor, y . Señor, me habéis en
seamos auxiliados por las preces
tregado cinco talentos, he ahí
de aquel que os agradó, nos
que he ganado otros cinco. En
otros que no confiamos en nues
tra.
tra justicia. Por nuestro Señor
Para los Doctores la Antífona del
Lección II
Magnificat de ambas Vísperas y la Cap. 32, 18-20, 28; 33, 1-3
Oración, son las indicadas en el Co
mún de Doctores, pág. 593.
Para los Abades la Oración se ba pL
que teme al Señor abraza
i l a r á en el Común de Abades, pág. 609.
rá sus enseñanzas, y los que
Las Completas son de Dominica, pá
gina 54. madrugaren en busca de él lo
grarán su bendición. El que ama
MAITINES la Ley, se enriquecerá con los
frutos de ella, mas el que obra
El Invitatorio, Himno, Antífonas y
Salmos son los mismos que los seña con hipocresía; tomará; de la
Ley ocasión de ruina. Los que lo para no tropezar; socorro en
temen al Señor sabrán discernir las caídas; el que eleva el alma
lo que es justo, y sus buenas y alumbra los o jo s; el que da
obras brillarán como una antor la sanidad, y vida y bendición.
cha. Quien es fiel a Dios, atiende 1$. Este conoció la justicia,
a sus preceptos; y el que confia vió grandes maravillas, y rogó al
en él, no padecerá menoscabo Altísim o: * Y se cuenta entre el
alguno. Al que teme al Señor, número de los santos, y . D es
nada malo le sucederá; antes bien preció la vida mundana y llegó
cn la tentación Dios le guarda al reino de los cielos. Y se cuen
rá y le librará de los males. F.l ta. Gloria al Padre. Y se cuenta.
varón sabio no aborrece los pre
II NOCTURNO
ceptos y las leyes, ni se estrella/-
rá como un navio en la tormen y . La boca del justo derra
ta. El hombre prudente es fiel mará sabiduría. I£. Y su lengua
a la Ley de Dios, y la L ey será hablará juiciosamente.
fiel para con El.
I£. El justo brotará como el S e r m ó n d e s a n J u a n C r is ó s t o m o
lirio: * Y florecerá eternamente Oración sobre ¡tan Filogonio
ante el Señor. T . Plantado en
la casa del Señor, en los atrios
L e c ció n IV
de la casa de nuestro Dios. Y
l día del bienaventurado
florecerá.
N., cuya festividad ce
lebramos, nos invita a
L ecció n III Cap. 34, 14-20
narrar sus santas acciones. Fué
p s custodiado el espíritu de en este día cuando este bien
aquellos que temen a Dios, aventurado pasó a una vida feliz
y será bendito con sus miradas, y libre de toda perturbación;
porque tienen ellos puesta su es cuando su navio abo:dó en el
peranza en su Salvador, y lo¿ puerto, en el que ya no puede
ojos de Dios están fijos sobre : temer el naufragio, ni inquie
los que le aman. D e nada tem tud, ni dolor alguno. Y ¿qué
blará ni tendrá miedo quien te tiene de admirable que aquel lu
me al Señor, pues éste es su gar esté libre de toda tristeza
esperanza. Bienaventurada es el cuando el Apóstol san Pablo, h a
alma del que teme al Señor. ¿En blando a los hombres que viven
quién pone ella sus ojos, y quién aún en esta vida, les dice: “ A le
es su fortaleza? Fijos están los graos siempre, orad sin interrup
ojós del Señor sobre lós que le ción” ?
temen; el Señor es cl poderoso E l Señor le enriqueció,
protector, el apoyo fuerte, una guardóle de sus enemigos, y de
défensa contra los ardores del fendióle de sus seductores: * Y
sbl, y fresca sombra contra el procuróle una gloria eterna, y . El
ardoi1 del mediodía. Sustentácu Señor condujo al justo por ca
minos rectos y le mostró el rei después dc su tránsito, y dejada
no de Dios. Y procuróle. ¡la ciudad en que vivimos, fue
¡inscrito como ciudadano de otra'
L ecció n V ¡ciudad, a saber, de la. ciudad'
!de Dios. Saliendo de esta Igle
D u e s si aquí, en clondc experi-
sia, llegó a aquella que es la de
mentamos enfermedades, in
los primogénitos inscritos- en los
jurias, muertes prematuras, ca ■ cielos. No asiste a las solemni-
lumnias, envidias, perturbaciones, ¡dádes de acá abajo, pero asiste
enojos, codicias, innumerables ! a las de los Ahgeles. Y que>
asechanzas, cotidianas solicitudes; ¡arriba haya una ciudad, una
en donde incontables males nos 'Iglesia, y una fiesta, nos lo dice
causan dolores por todas partes, ¡el Apóstol san Pablo: “ Habéis
san Pablo dijo que podíamos go ¡llegado a la ciudad del Dios vi
zarnos siempre, con tal que nos vo, a la Jerusalén celestial e Igle-
elevásemos un poco sobre las co •sia de los escogidos que están
sas del mundo y ordenáramos inscritos en los cielos, asistida por
nuestra vida; con cuánta mayor ;muchos millares de Angeles” .
razón, después que hubiéramos 1$. Este hombre cumplió to
dejado esta tierra, disfrutaremos ldó lo que Dios le había manda
fácilmente de la felicidad, ya do, y Dios le dijo: Entra en el
que estaremos libres de todas lugar dé mi reposo: * Porque te
las cosas contrarias a nuestro he hallado justo ante mí entre
bienestar, a saber: toda clase de todas las naciones, y . Este San
enfermedad, de males, del pe to despreció la vida mundana
ligro de pecar, y viviremos en y llegó al reino de los cielos
aquel lugar en donde no hay Porque. Gloria al Padre. Porque
mío ni tuyo — palabras frías — te he hallado justo.
ni ninguna de las miserias que
asedian nuestro cuerpo y son III NOCTURNO
para nosotros ocasión de innu
merables luchas. y . La ley de su Dios la tie
I£. E l Señor le amó y le ne en medio del corazón. I£. Y
honró, le vistió con vestiduras andará con firmes pasos.
de gloria: * Y le coronó en el
L e c c ió n del sa n to E v a n g e l io
umbral del Paraíso, y . Cu
seg ú n san L ucas
brióle con el yelmo de la fe, y
le adornó. Y le colocó en el um L ecció n VII C ap. 12, 35-40
bral del Paraíso.
p N aquel tiempo: Di jó Jesús a
L e c ció n VI sus discípulos. Ceñid vues
D or cuyo motivo, me congra tras cinturas, y tened en vues
tulo en gran manera con la tras manos las luces ya encendi
felicidad dc este Santo, el cual. das. Y lo que sigue.
H o m il ía d e s a n G r e g o r io , P a p a
H om ilía 13 sobre los E v a n g e lio s
ie n manifiesto os es, cari- £ )o s son las cosas que se nos
simos hermanos, el sen ordenan: tener ceñidas las
tido que encierra esta cinturas y encendidas las antor
lección del santo Evangelio. Mas chas, de suerte que la pureza de
a fin de que, por causa de su la castidad reine en el cuerpo, y
misma simplicidad no parezca a la luz de la verdad en las obras.
algunos demasiado elevada, la Y ciertamente, no es posible
expondremos brevemente para agradar a nuestro Redentor sin
dar a conocer su significación a ambas cosas; por lo tanto si
los que la ignoran, sin fatigar a aquel que obra bien, no deja el
los que la conocen. El Señor di vicio de la lujuria, o aquel qui
ce: “ Ceñid vuestras cinturas” . A se distingue por la castidad no
la verdad, nos ceñimos la cintura se ejercita con buenas obras, no
cuando reprimimos la lujuria de le puede ser agradable en ma
la carne por medio de la conti nera alguna. De consiguiente, ni
nencia. Pero como no es sufi la castidad debe tenerse en mu
ciente no obrar el mal, si al cho si; no va acompañada de
propio tiempo no procuramos la buenas obras, ni puede darse
práctica de las buenas obras, por obra buena alguna sin la casti
esto añade a continuación: “ Y dad. Pero a aquel que posee am
tened en vuestras manos las lu bas, no le resta más que tender
ces ya encendidas” . Tenemos las con la esperanza hacia la eterna
luces encendidas en nuestras m a patria, y tener cuidado, al abs
nos, cuando mediante las buenas tenerse de los vicios, de no ha
obras servimos de ejemplo a cerlo movido por el honor de este
nuestro prójimo. De estas mundo.
obras dice el Señor: “ Resplan IJ. Ceñid vuestras cinturas,
dezca vuestra luz delante de los y tened en vuestias manos las
hombres, a fin de que vean vues luces ya encendidas: * Sed se
tras buenas obras, y glorifiquen mejantes a los criados que aguar
a vuestro Padre que está en los dan a su amo cuando viene d;r
cielos” . las bodas, y . Estad siempre
. Este practicó ante Dios prevenidos, porque ignoráis en
grandes virtudes, y alabó con to qué hora ha de venir el Señor
do su corazón al Señor: * El Sed. Gloria al Padre. Sed.
mismo intercederá por los peca
Lección IX
dos de todos los pueblos, y .
He ahí un hombre pacífico, ver \J vosotros sed semejantes a
dadero servidor de Dios, que se los criados que aguardan a
abstiene de toda mala acción y su amo cuando vuelve de las
conserva aún su inocencia. El bodas, a fin de abrirle al instan
mismo. te, luego que llegue y llame
a la puerta” . Viene el Señor, en no anda tras del oro, ni pone su
efecto, cuando se acerca para esperanza en el dinero y en los
juzgarnos; llama, cuando me tesoros. ¿Quién es éste y le elo
diante las molestias de las en giaremos? porque él ha hecho
fermedades muestra que la muer- cosas admirables en su vida.
■te está cercana. Le abrimos ai
instante, si le recibimos con Himno
amor. No quiere abrir al juez
cuando llama, aquel que tiembla h Jesús! corona refulgente y
de abandonar el cuerpo, y se es verdad sublime, que a vues
panta de ver aquel juez al que tro siervo Confesor, le otorgáis
recuerda haber despreciado. Mas una recompensa eterna:
el que está tranquilo, por su es Conceded al pueblo que os su
peranza y sus obras, abre al in¿- plica, en atención a su plegaria, el
tante al que llama, ya que ale perdón de sus culpas, librándole
gremente aguarda al juez, y al de los lazos que le sujetan.
acercarse el tiempo de la muer Cumplido el curso del año, ve
te, se goza al pensar en su glorio mos brillar de nuevo el día glo
sa recompensa. rioso, en el que este Santo, aban
T e Deum , pág. 6. donando el cuerpo, voló al cielo.
Teniendo por vanos los goces
LAUDES Y HORAS de la tierra, y por llenas de mi
serias las grandes posesiones,
Ant. 1. Señor, cinco talentos triunfador, posee los bienes del
* me entregasteis; he aquí otros cielo.
cinco más, que he ganado con ¡Oh Cristo piadosísimo! éste,
ellos. confesándoos constantemente, ho
L o s salmos son de D om inica, pág. 33. lló los artificios de los demonios,
2. Alégrate, siervo bueno, * y al cruel príncipe del Averno.
pues has sido fiel en lo poco, en Ilustre por la virtud y la fe,
tra en el gozo de tu Señor. por su incesante fervor y por los
3. Siervo fiel * y prudente, ayunos a que sometió su cuerpo,
a quien el Señor le constituyó ha conseguido sentarse en el ce
sobre su familia. lestial banquete.
4. Bienaventurado aquel sier Por lo cual, oh Señor piadosí
vo, * al cual cuando viniere su simo, os rogamos todos humilde
Señor y le llamare, le halle en mente, que en atención a sus mé
vela. ritos, nos perdonéis las penad
5. Siervo bueno * y fiel, en merecidas.
tra en el gozo de tu Señor. Al Padre sea dada perenne
gloria, y al Hijo Unigénito, y al
Capitula Eccli., 31, 8-9
Santo Paráclito siempre y por
e l v a ró n q u e
ie n a v e n t u r a d o todos los siglos. Amén.
f u é h a lla d o sin cu lp a , y que y . El Señor condujo al justo
por caminos rectos. K . Y le y .. La ley de Dios la tiene
mostró el reino de Dios. en medio de su corazón. I> . Y
Ant. del Bened. — Alégrate, andará con firmes pasos.
siervo bueno * y fiel; porque
fuiste fiel en lo poco, te consti NONA
tuiré sobre lo mucho; entra en
el gozo de tu Señor. Capitula Sap., 10, 10
L a s O racion es com o en la páp. 599.
Los Salm os <l« las H o ra s son los p L Señor condujo por caminos
fie D om in ica: los de l ’ rim a com o ' en> seguros al justo, y le mostró
las F iestas.
el reino de Dios, y dióle la cien
cia de los Santos; enriquecióle
TERCIA en medio de las fatigas, y re
Capitula Eccli., 31, 8-9 compensó abundantemente sus
trabajos.
Q el varón que
if. n a v e n t u r a d o ; t y . b r . La ley de su Dios *
fué hallado sin culpa, y que La tiene en medio de su cora
no anda tras del oro, ni pone su zón. La ley. y . Y andará con
esperanza en el dinero y en los firmes pasos. La tiene. Gloria al
tesoros, ¿Quién es éste y le elo Padre. La ley.
giaremos? porque él ha hecho y. El Señor condujo al ju s
cosas admirables en su vida. to por caminos rectos. 1^. Y le
1^. br. El Señor le amó, * Y mostró el reino de Dios.
le honró. El Señor, y . Y le vis
tió con vestiduras de gloria. Y II VISPERAS
le honró. Gloria al Padre. E l Se T o d o com o en la s p rim e ra s, p á g i
ñor. na 598, excep to lo qu e sig u e :
11
1|
|
!
§
1
Común de Abades
Ü
Üj
pescador; estaba lejos de
ser rico; se procuraba el
sustento con su trabajo, y con
rán para no morir de nuevo), os
sentaréis en los solios de los que
han de juzgar, condenando a las
doce tribus de Israel; porque cuales en su comparación y valor
mientas vosotros abrazabais la serán de - tal calidad, como si
fe, ellas no quisieron creer. “ Y por una cosa de poco precio se
todo aquel que dejare su casa o adquiriese una de grande mérito.
sus hermanos, o hermanas, o su
padre o su madre, o su esposa o
sus hijos# o sus posesiones, por II. OTRA HOMILIA
causa de mi nombre, recibirá el
L e c c ió n del san to E v a n g e l io
céntuplo, y poseerá la vida eter se g ú n san M ateo
na” . Estas palabras concuerdan
con aquellas del Salvador que afir Lección VII Cap. 11, 23-30
man: MNo he venido para traer
la paz, sino la espada. Y a que he pN aquel tiempo: Exclamó Je-
venido para separar al hijo de su sus diciendo: Y o te glorifi
padre, y a la madre de su hija, y co, Padre, Señor del cielo y tie
rra, porque has tenido encubier
a la nuera de su suegra y los
enemigos del hombre serán los tas estas cosas a los sabios y
de su misma casa” . D e consi prudentes del siglo, y ias has
revelado a los pequeñuelos. Y lo
guiente, los que por la fe de
Cristo y la predicación del que sigue.
Evangelio, menospreciaren toilos H o m il í a d e san A g u s t í n , O b is p o
los afectos, las riquezas, y los S erm ón 10 sobre las palabras del S eñ or
placeres del siglo, éstos recibi
rán el céntuplo, y poseerán la E T ^ enid a mí todos los que
vida eterna. andáis agobiados con pe
nas y trabajos” . ¿Por
Lección IX qué todos estamos agobiados, si
no porque somos hombres morta
on motivo de estas palabras, les, frágiles, enfermos, cargados
algunos señalan mil años con estos vasos de barro, ocasión
después de la resurrección, di unos para otros, dc sufrimientos
ciendo que entonces se nos dará y molestias? Mas si estos vasos
el céntuplo de todas las cosas de carne nos tienen oprimidos,
que dejamos y la vida eterna ensanchemos en nosotros los es
no entendiendo que si en las de pacios de la caridad. ¿Por qué
más cosas es digna la recompen dice: “ Venid a mí todos los que
sa, sería indecoroso, tratándose sufrís” , sino para que no sufráis?
de esposas, que quien haya deja Ved, si no, la promesa que nos
do una por el Señor, reciba cien hace inmediatamente. Acaba de
en el tiempo futuro. Esta pro llamar a sí a los que sufren, v
mesa ha de entenderse, pues, en éstos pueden preguntarse qué re
este sentido: El que por el Sal compensa les ofrece. “ Y yo, di
vador ha dejado las cosas terre ce, os aliviaré. Tomad mi yu
nas, recibirá las espirituales, las go sobre vosotros, y aprended
de mí” , no a fabricar el mundo, de los dioses falsos los ven sin
no a crear las cosas visibles e dificultad, más ven a aquellos que
invisibles, no a realizar maravi tienen ojos y no ven. A nosotros
llas en el mundo, ni a resucitar se nos promete la visión del Dios
a los muertos, sino a ser mansos viviente y vidente.
y humildes de corazón. Te Dcum, iiág. (>.
Lección VUI
III. OTRA HOMILIA
u ie r e s ser grande? Comien
Q za por ser pequeño. ¿Pien L e c c i ó n d e l s a n t o E v a n g e l i o
sas edificar una muy elevada seg ú n sa n M a teo
I VISPERAS Himno
E n e l I I I N o c t u r n o s e Ice la H o m i
lía síifire e l E v a n g e l i o : lis sem ejante,
nido al mundo en condiciones
c o m o ei» e l C o m ú n d e S ;m l; is M u j e r e s , que te hicieran incapaz para el
p á g . 6 3 0 , c o n lo s K c s p o it s n r io s lista es matrimonio, o si, víctima de una
y A media noche, p á g . M 9 .
injusta violencia llegases al mis
mo resultado. ¿Qué harías al
III. OTRA HOMILIA verte privado de los placeres
de las nupcias sin Qbtener re
L ecció n del san to E va n g e lio
compensa alguna por esta priva
seg ú n san M a teo
ción involuntaria? Por consi
Lección VII Cap. 19, 3-12 guien te da gracias a Dios, ahora
ya que tu sacrificio obtendrá su
pN aquel tiempo: Se llegaron recompensa y corona, mientras
a Jesús los fariseos para ten que los que se encuentran en
tarle. diciendo: ¿Es lícito al hom aquel estado sufren sin recom
bre repudiar a su mujer por cual, pensa ni corona alguna. Además,
quier motivo? Y lo que sigue. tu carga es mucho menor, tanto
H o m ilía de san J uan C r is ó s - porque con la esperanza y la
tomo conciencia de la buena ob ra te
H om ilía 63 sobre san M ateo, después elevas, como porque no eres ju
de la mitad guete de las olas encrespadas de
o siendo oportuno la concupiscencia.
tratar
directamente este tema, Lección IX
nuestro divino Maestro
de haber hablado Je
£ ^ esp u és
procura atraer a sus discípulos
sús de las primeras catego
al amor de la virginidad, hablán
rías de personas castas, cuya
doles de la indisolubilidad del
continencia corporal sería vana
matrimonio impuesta por la ley.
e inútil si no la acompañase la
Después, para mostrar que era
castidad espiritual, y de las que
posible, se expresa de esta suer
guardan continencia para ganar
te: “ Hay eunucos que nacieron
el reino de los cielos, añade:
tales del seno de su madre, los
“ Quien es capaz de comprender
hay que fueron hechos tales por
lo, que lo comprenda” . Dice es
mano de los hombres, y hay
tas palabras para estimular aún
otros que se consagraron ellos
más a los hombres a la conquis
mismos a la castidad por amor al
ta de esta virtud, mostrándoles
reino de los cielos” . Con estas
cuán elevada sea. En su inefable
palabras, veladamente les induce
bondad, no quiere hacer de Ja
a elegir la virginidad, demostrán
virginidad una ley; mas al h a
doles que es posible.
blarnos en esta forma nos de
Lección VIII muestra más y más su posibili
dad, para aumentar el ardor de
D e n sa d , parecedecirles, en lo nuestros deseos.
que harías si hubieses ve T e D eutn, p á g . 6 .
Común de Santas Mujeres
oh D i o s
/~ \ í d n o s , Salvador oh Dios de bondad.
P \ ig n a o s ,
o en gran manera
Para una Santa ni Virgen ni las fiestas de los Már
Mártir tires, las amo y celebro
con gusto. A todas en verdad
Capitula Prov., 31, 29-30
aprecio, pero las que tengo en
M uchas son las hijas que han más estima, son aquellas en que
allegado riquezas; mas a se nos proponen los combates de
ttodas has tú aventajado. En las santas mujeres. Y ciertamen
gañoso es el donaire, y vana la te, cuanto más frágil es el vaso,
hermosura; la mujer que teme tanto mayor es la gracia, tan
al Señor, ésa será alabada. to más ilustre el trofeo, tanto
I£. br. El Señor la eligió * más insigne la victoria, no por
Sobre todas las demás. El Señor. la debilidad del sexo de estas at
y . Y la hizo habitar en su ta letas, sino porque con las mismas
bernáculo. Sobre todas. Gloria al armas que el enemigo había ven
Padre. El Señor la eligió. cido, ahora es humillado.
y . Derramada está la gracia Lección V
cn tus labios.
y . Por esto el Señor te ha D or m edio de la m u jer v e n
bendecido para siempre. ció, y por la m u jer ba sido
vencido. Este fué antes su dar se tan generosamente para los
do; este ha sido ahora el ins combates cn defensa de la pie
trumento de su muerte; este va dad?
so ha resultado inquebrantable.
Aquélla fué la primera en pecar, Lección VI
y por su pecado murió; ésta ha
muerto para no pecar. Aquélla, "Tuvo ésta un cuerj)»» débil v
vencida con la esperanza de una participó de la timidez de su
promesa la más fútil, quebrantó sexo; mas la presencia de la
las leyes de D ios; ésta menos gracia superó todas estas debilida.
preció la vida presente a fin de des. Nada a la verdad, nada más
no quebrantar la fe prometida poderoso que el temor de Dios,
a su' bienhechor. Ahora bien, el cual muy profundamente te
¿qué excusa podrán alegar en nía fijo cn su alnia. Por lo mis
adelante los hombres si son mo despreció el fuego, el hierro,
muelles y descuidados? ¿qué las bestias, y todo aquello con
perdón podrán espetar, cuando que se la pudo amenazar. Todas
las mujeres se han portado fuer estas cosas practicó la Santa cu
te y varonilmente, disponiéndo ya fiesta celebramos.
Com ún d e la D edicación de una Iglesia
I VISPERAS Himno
a santidad * es digno e r u s a l é n , ciudad santa, visión
adorno de vuestra mo
rada, oh Señor, por to J sublime de paz, que edificada
sobre piedras vivas te elevas has
da la serie de los tiempos. ta los cielos, y estás coronada, co
Los Salm os son de Dom inica, pero
en lu ga r del último se dice el sal
mo una esposa, de millares de
mo 147, pá({. 659. Angeles.
2. Mí casa * será llamada j Oh esposa dichosa por tu des
casa de oración. tino, oh la más hermosa de las
3. Esta es la casa del Se reinas, ciudad brillante del cielo,
ñor * sólidamente edificada; es dotada con la gloria del Padre,
tá bien asentada sobre la firme llena de la gracia del Esposo,
piedra. desposada con Cristo Rey!
4. La casa del Señor * está Aquí las puertas resplandecien
bien fundada sobre la firme pie tes de margaritas, abiertas están
dra. a todos; ya que todo mortal que
5. De piedras preciosas * es sufre por amor a Jesucristo, se
tán formados tus muros; y las introduce en ellas por su virtud.
torres de Jerusalén serán edifica Las piedras de que está cons
das con margaritas. truido este edificio han sido la
bradas con gran cuidado, pulidas
Capitula Apoc., 21, 2 y preparadas por las manos del
\ I i la ciudad santa, la nueva celestial obrero; él las ha unido y
Jerusalén, descender del cie trabajado, colocándolas en el re
lo por la mano de Dios, com mate.
puesta, como una novia engala Gloria al Padre todopoderoso,
nada para su esposo. y al Hijo único del Padre, jun-
tamente con el Espíritu Parácli ción en cualquier peligro en el
to; alabanza, honor y poder a que a Vos clamaren. Por nues
Dios por toda la eternidad. tro Señor.
Amén. L a s Com pletas son de D om inica pá
gin a 54.
y . Estaes la casa del Se
ñor firmemente edificada. MAITINES
1{. Está bien asentada sobre
la piedra firme. invitatorio. — La santidad es
Ant. del Magntf. — El Señor propia de la casa de Dios: *
ha santificado * su morada: por En ella adoremos a Cristo su
que ésta es la casa de Dios, en Esposo.
la cual es invocado su nombre; Salmo 94. — Venid, alegré
de la cual está escrito: Y mi monos, pág. 2.
H im n o : J eru sa lén , ciudad santa, como
nombre estará allí, dice el Se
en las I V ísp e ra s.
ñor.
F .n e l A n i v e r s a r i o de la D e d ic a c ió n
I NOCTURNO
ilc u n a Ti> lesia.
Ant. 1. Abrid, oh príncipes,
Oración vuestras puertas, * y elevaos, oh
puertas de la eternidad.
Q h Dios, que cada año reno- S alm o 23, pág. 69.
váis el día de la consagra 2. Este Señor será mi Dios
ción de este vuestro santo tem * y esta piedra será llamada ca
plo. y nos dais salud para asistir sa de Dios.
siempre a los sagrados misterios: S alm o 45, pág. 107.
escuchad propicio las súplicas de 3. Edificó * Moisés un altar
vuestro pueblo, y conceded al al Señor Dios.
que viniere a este santo templo S alm o 47, p ág. 107.
a pediros beneficios, que su al y . Vuestra casa, Señor, es
ma se llene de gozo al ver cum casa de santidad.
plidos sus deseos. Por nuestro. ]£. Por todos los siglos.
E n el m ism o d ía de ¡a D ed icac ió n
de U I g le sia , y d u ran te su O c ta v a , y D el l ib r o seg u n d o del P ara-
ru an d o la O ra c ió n <lcl>e ca m liia rsc: LIPO M E N O N
III NOCTURNO
Lección VI
Ant. — Alégrate, Virgen Ma
I 7 s t a es la madre de aquel que
ría; * tú sola has destruido to
fué engendrado por el Padre das las herejías en todo el uni
ante todo principio, a quien los verso.
Angeles y hombres reconocen por
Señor de todas las cosas. ¿De
Sahno 95
seáis saber cuánto excede esta
Virgen a las Potestades de los al Señor un cántico
Ia n ta d
cielos? Estas Potestades están nuevo, * ¡oh tierra toda,
ante Dios, cubriendo su faz; Ma canta al Señor!
ría ofrece la naturaleza humana Cantad al Señor, y bendecid
al que ella concibió. Por ella su nombre; * anunciad de día en
conseguimos también el perdón día su salvación.
de los pecados. ¡Dios te salve, Anunciad a las naciones su
pues, oh Madre, oh cielo, oh don gloria; * y sus maravillas a to
cella, oh, Virgen, oh trono! Tú dos los pueblos.
eres el honor de nuestra Iglesia, Porque el Señor es grande, y
su gloria, su apoyo. Ruega cons digno de alabanza infinita; * es
tantemente por nosotros a Jesús más temible que todos los dio
tu. Ilijo, a fin de que por ti ha ses.
llemos misericordia en el día del Pues los dioses de las nacioaes
juicio, y podamos conseguir los son demonios; * pero el Señor
bienes que están reservados a es quien hizo los cielos.
La alabanza y el esplendor le be; * justicia y juicio son el sos
circundan; * la santidad y mag tén de su trono.
nificencia moran en su santuario. Fuego irá delante de él, * que
Tributad al Señor, razas todas abrasará por todas partes a sus
de los pueblos, tributad al Se enemigos.
ñor gloría y honor; * tributad al Alumbrarán sus relámpagos el
Señor la gloria que a su nombre orbe; * violo y se estremeció la
se debe. tierra.
Tomad ofrendas, penetrad en Derritiéronse como cera los
sus atrios; * adorad al Señor en montes a la presencia del Señor;
su santo templo. * a la presencia del Señor se de
Tiemble toda la tierra a su rretirá la tierra toda.
presencia; * decid a las nacio Anunciaron los cielos su justi
nes que el Señor reina ya. cia; * y todos los pueblos vieron
£1 afirmó la tierra, que nunca su gloria.
se moverá; * juzga a los pueblos Confúndanse todos los adora
según justicia. dores de los ídolos; * y cuantos
Alégrense los cielos, regocíjese se glorían con sus simulacros.
la tierra; * agítese el mar, y Adorad al Señor, vosotros to
todo lo que contiene; gócense los dos, oh Angeles suyos; * oyólo
campos, y todo cuanto hay en Sión y llenóse de alborozo.
ellos. Saltaron de alegría los hijos
Y hasta los árboles de las selde Judá, * en vista, Señor, de
vas manifestarán su alegría, en tus juicios.
presencia del Señor, * porque vie Porque tú eres el Señor Altí
ne, viene para juzgar la tie simo sobre toda la tierra; * tú
rra. eres infinitamente más elevado
Juzgará toda la tierra según que todos los dioses.
justicia, * y a los pueblos con Oh vosotros los que amáis al
fidelidad. Señor, aborreced el mal. * El
Ant. — Alégrate, Virgen Ma Señor guarda las almas de los
ría; tú sola has destruido todas santos; las librará de las manos
las herejías en todo el univer del pecador.
so. Amaneció la luz al justo, * y
Ant. — Dignaos * recibir mis la alegría a los de recto cora
alabanzas, oh Virgen sagrada; zón.
dadme fortaleza contra vuestros Alegraos, oh justos, en el Se
enemigos. ñor, * y celebrad con alabanzas
su santa memoria.
Salmo 96 Ant. — Dignaos recibir mis
I p L Señor es el que reina, rego- alabanzas, oh Virgen sagrada;
cíjese la tierra; * muestre su dadme fortaleza contra vuestros
júbilo la multitud de islas. enemigos.
Circuido está, tic una densa nu Ant. — Después del paito, *
oh Virgen, permaneciste sin man Ant. — Después del parto, oh
cha; santa Madre de Dios, inter Virgen, permaneciste sin mancha:
cede por nosotros. santa Madre dé Dios, intercede
por nosotros.
Salmo 97 \’r . El Señor la eligió sobre
todas las demás.
an ta d al Señor un cá n tico ] f . Y la hizo morar en su ta
n u e v o ; * po rq u e ha h ech o bernáculo. !
m aravillas.
Su diestra misma y su santo L e c c ió n d e l s a n t o E v a n g e l io
seg ú n sa n L ucas
brazo, * han obrado su salva-
ción. Lección Vil Cap. 11, 27-28
El Señor ha hecho conocer su
Salvador; * ha manifestado su C n aquel tiempo: Hablando Je.
justicia a los ojos de las na sus a las multitudes, una mu
ciones. jer, levantando *la voz en medio
Ha tenido presente su miseri del pueblo, exclamó: Bienaven
cordia, * y la verdad a favor de turado el vientre que te llevó, >
la casa de Israel. los pechos que te alimentaron. Y
Todos los términos de la tie lo que sigue. '
rra han visto * la salvación qua
nuestro Dios ha enviado. H o m il ía de san B eda V enera
Cantad himnos toda la tierra ble, P r e s b ít e r o
Ep. 13
b racem o slas plantas de
misterio de nuestra re
L María, hermanos míos, y
conciliación decretado an postrémonos con devoti
tes de lodos los siglos no simas preces ante aquellos pies
podía realizarse por medio de bienaventurados. Retengámosla y
ninguna de las ñguras del antiguo no la dejemos partir hasta que
Testamento; porque “ el Espíritu nos bendiga, porque es poderosa.
Santo no había descendido aún Ciertamente, el vellocino coloca
sobre María, ni la virtud del Altí do entre el rocío y la era y ia
simo la había cubierto con su mujer colocada entre el sol y la
sombra” , de suerte que edificán luna, nos muestran a María si
dose la Sabiduría eterna ella mis tuada entre Cristo y la Iglesia.
ma una casa, el Verbo se hiciese Pero acaso no os admira tanto el
carne en las castas entrañas de vellocino empapado en rocío, co
esta santa Virgen, para que por mo la mujer vestida del sol: por
la unión de la forma de Dios con que si bien es grande la conexión
la forma de esclavo en una sola entre la mujer y el sol que la
persona, el Creador del tiempo reviste, todavía resulta más sor
naciese en el tiempo, y para que prendente ía adherencia que hay
aquél “ por quien fueron hechas entre ambos. Porque, ¿cómo en
todas las cosas” fuese él mismo medio de aquel ardor tan vehe
engendrado, entre todas estas mente pudo subsistir una natura
cosas. Ciertamente, todo e! leza tan frágil? Justamente te ad
género h u m a n o habría per miras, Moisés santo, y deseas ver
manecido cautivo bajo el yugo más de cerca esta estupenda ma
del demonio, si el hombre nuevo ravilla; mas, para conseguirlo de
no se hubiese revestido de la na bes quitarte el calzado y despojar
turaleza de? hombre viejo, to te de toda clase de pensamientos
mando la semejanza de la carne carnales.
EN EL MES DE NOVIEMBRE EN EL MES DE DICIEMBRE
Lección III Antes del Adviento
Lección III
D e la e x p o s ic ió n d e s a n B a s i
l i o , O b is p o , s o b r e e l p r o f e t a
D e l L ib r o d e lo s D e b e r e s , de
I s a ía s s a n A m b r o s io , O b is p o
L ib . 1, cap. 18
S ob re el cap. S
fe © \iuEN compañero y protec-
e accrquc a la profetis», U ^or casi ¡dad es el
1. D esd e el siglo i x la Igle sia Rom ana acostum bró con sagrar el Sábado
al cu lto de la M ad re de D io s, la V irg e n S an tísim a, celebrando en este día
la M isa y el O ficio d ivin o en su honor. M ás tarde, en el siglo x , vem os que
algunos santos m uy devotos de la m isma soberana R ein a de cielos y tierra,
procuraron ' a ñ a d ir, todos los d ías a las siete H o ras can ó n icas, el mismo n ú
mero de H o ra s, para ven e ra rla y alab arla. E ste oficio se llam ó vulgarm ente
“ O ficio P a r v o " por ser m ás corto que el O ficio canónico, bien que dispuesto
en la m ism a form a. S a n P ed ro D am ián (+ 1072) fu ¿ insigna propagador de
esta devoción . S e g ú n afirm an d iversos autores, el Concilio de Clerm ont, en
el cu al el P a p a U rb a n o I I llam ó a los soldados cristian o s a la gu erra santa
para el rescate de los lu ga res con sagrados por el S eñ o r, y en especial el de
tu santo S e p u lcro , in v itó , y q u izá s obligó a todos los eclesiásticos y religiosos
a que añ a d iesen al rezo cotidiano el O ficio p a rticu la r de la M adre de D ios, a
fin de ob tener su protección en fa v o r de tan santa empresa.
P a ra p ra ctic a r este obsequio tan agrad able a la V irg e n Inm aculada con cre
ciente fe rv o r, recordem os algu nos ilu stres personajes que tnvieron gran de
voción al rezo del O ficio P a rv o . S an I.u is, rey de F ra n cia, lo rezalw todos lo*
días, y q u ería que lo propio hiciesen sus hijos. A le ja n d ro de A l¿ s , aquel pro
fundo teólogo, no conocía m ejor en treten im iento y ocupación, como descanso
en medio de sus estudios, que la re cita ció n de las H o ras de la Santísim a
V irgen . S an A n ton in o, arzobispo de F loren cia, san Edm undo, san V ice n te Fe
rrer, san A lfo n so R o d rígu ez y otros m uchos, lo rezaban todos los d ías de r o
dillas. S an ta M a rg a rita de H u n g ría , santa Isabel de P o rtu ga l, santa C atalina
Oración honramos sus méritos experimen.
temos los efectos de su interce
Q s suplicamos, Señor Dios, sión; concedednos vuestra paz
concedáis a vuestros siervos durante los días de nuestra vi
que gocemos de perpetua salud en da; alejad del seno de vuestra
el cuerpo y en el alma, y que por Iglesia toda iniquidad; dirigid
la gloriosa intercesión de 1.a bien nuestros pasos, nuestras accio
aventurada siempre Virgen M a nes, nuestras voluntades y las de
ría, nos veamos libres de la tris todos vuestros siervos por el ca
teza de esta vida y gocemos de mino que guía a vuestra gloria;,
las alegrías de la eterna. Por conceded los bienes del cielo a
nuestro Señor Jesucristo. nuestros bienhechores y el des
Conmiemoración de los Santos: canso eterno a todos los ñeles
Ant. — Santos todos del Se difuntos. Por nuestro Señor.
ñor, dignaos interceder por nues
tra salvación y por la de todos COMPLETAS
los hombres.
y . Alegraos y regocijaos, Ave María.
justos, en el Señor. ]£. Y glo y . Convertidnos, oh Dios,
ríaos todos los de corazón recto. salvador nuestro. 1£. Y apartad
de nosotros vuestra ira.
Oración y . Oh Dios, atended a mi
socorro. 1^. Oh Señor, apresu
D r o t e c e d , oh Señor, a vuestro raos a ayudarme.
pueblo, y teniendo en cuenta S e dicen los Salm os sigu ien tes: S a l
su conñanza en la protección de mo 128, M uchas veces, pág. 123; Sa'-
mo 129, D esde lo más profundo, p á gi
vuestros Apóstoles Pedro y Pa na 123; y Salm o 130, N i mi coraeón,
blo, y de los demás Apóstoles, pág. 124.
conservadle siempre con vuestra Himno
asistencia.
Haced, Señor que todos los A c o r d a o s , oh Creador de to-
santos nos asistan siempre en das las cosas, que un día to
todo lugar, a ñn de que los que masteis, al nacer del seno de
y santa B ríg id a de S u e cia, y sobre todo santa F ra n cisca Rom ana, ^encontraban
en su rezo gran des consuelos. D e santa G e rtru d is se lee que le d ijo el Señor
que n in guna d evoción le agrad aba tanto como el rezo de las H oras de su san
tísim a M ad re. L a in fo rtu n ad a reina de E scocia, M a ría E stu ardo, h acía fácil
y llevad era su la rg a cau tivid ad con la salm odia del O ñ cio de n u estra Señora,
y hasta sobre el cadalso se sirv ió de su libro de H o ra s para recom endar por
últim a vez su alm a a C risto y a la M ad re de m isericordia.
In d u lg en cia t concedidas al reso del O fic io Parvo de ¡a B . V irgen M aría. —
E n v irtu d de un decreto del 17 de N oviem bre de 1887, S u San tid ad L eó n X I I I
concedió la s in d ulgencias sigu ien tes:
1.® Indulgencia plenaria una vez al mes con las condiciones ord in arias, a
los qu e lo recen todos los d ías del mes.
2 .° In d u lgen cia de siete años y siete cuarentenas a los que con corazóu
con trito lo recen una vez.
3.* In d u lgen cia de 300 días a tos que recen M aitin es y Laudes.
una Virgen sagrada, la forma de nos conduzca a la vida eterna
nuestro cuerpo. Por nuestro Señor.
Oh María, Madre de la gra
cia, dulce Madre de misericor MAITINES
dia, protegednos del enemigo ma
ligno, y recibidnos en la hora d<i Ave María. y . Abrid, Señor
la muerte. mis labios... y . Oh Dios, venid
Gloria a Vos, oh Jesús, nacido en mi auxilio.
de la Virgen, juntamente con el Invitatorio. — Dios te salve
Padre y el Espíritu Santo, por María, llena de gracia; * El Se
los siglos de los siglos. Amén. ñor es contigo.
Salmo 94. — Venid, alegré
nos, pág. 2.
Capitula Eccli., 24, 24
Himno; Aquel a quien la tierra, co
mo en las Fiestas de B. V irgen Ma
V / o soy la madre del amor her ría, |>ág. <>60.
moso, y del temor, del co
nocimiento y de la santa espe I NOCTURNO
ranza. I . íis A ntífonas y Salmos' ton los de
Comúu de las Fiestas de la 11. Virgen
y . Rogad por nosotros, san M aría, a saber: el Domingo, lunes y
ta Madre de Dios. 1£. Para que jueves, los del I Nocturno, pág. 600;
el martes y viernes, los del I I Noctur
seamos dignos de las promesas no, pág. 663; el miércoles y sábado, los
de Jesucristo. del I II Nocturno, pág. 666.
Ant. al Nunc dimittis. — Ba y . Derramada está la gracia
jo vuestro amparo * nos acoge en tus labios. Por ello el Se
mos, santa Madre de Dios; no ñor te bendecirá para siempre.
desechéis nuestras súplicas en las
Padre nuestro, en secreto,
necesidades, sino que de todos
los peligros libradnos siempre y . Y no nos óejes caer en
Virgen gloriosa y bendita. la tentación. I£. Más líbranos de
mal.
Señor, tened piedad de nos
otros. Cristo, tened piedad de
nosotros. Señor, tened piedad de Absolución
nosotros. O or las preces y los méritos de
y . El Señor sea con vos la bienaventurada siempre
otros. TJ. Y con tu espíritu. Virgen María y de todos los San
tos, el Señor nos conduzca al
Oración unión de su divino Hijo.
]£. Amén.
Q s suplicamos, Señor, que la Bend. — La bienaventurad»!
gloriosa intercesión de la Virgen María nos bendiga en
bienaventurada y gloriosa siem unión de su divino Hijo. Q
pre Virgen María, nos proteja y Amén.
Lección I Eccli., 24, 11-13 olivo en los campos, y como el
plátano en las plazas junto al
todo busqué en dónde
n
agua. Como el cinamomo y el
posar, y en la heredad
bálsamo aromático despedí fra
del Señor fijé mi morada. gancia; como mirra escogida ex
Entonces el Criador de todas las halé suave olor.
cosas dió sus órdenes, y me ha . Dichosa s o i s , sagrada
bló, y el que a mí me dió él ser, Virgen María, y sumamente dig
estableció en mí su tabernáculo, na de todas las alabanzas: * P o r
y me dijo: Habita en Jacob, y que de Vos ha nacido el sol de
sea Israel tu herencia, y arráiga* justicia, Cristo, nuestro Dios. W
te en medio de mis escogidos. Rogad por el! pueblo, intervenid
E l I R esponsorio del I N o ctu rn o de en favor del clero, interceded por
tas F ie sta s de la B . V ir g e n M a rta , p á
gin a 662. las mujeres consagradas con voto
Bettd. — La Virgen de las vír a Dios; experimenten vuestro
genes interceda por nosotros de auxilio todos cuantos celebran
lante del Señor. 1^. Amén. vuestra santa conmemoración.
Porque de Vos ha nacido el sol
de justicia, Cristo, nuestro Dios.
Lección II Cap. 24, 15-16
Gloria al Padre. Cristo, nuestro
W así fijé mi estancia en el Dios.
monte de Sión, y fué el lugar
de mi reposo la ciudad santa, y LAUDES Y HORAS
en Jerusalén está el trono mío.
Y me arraigué en un pueblo glo Ant. 1. M aría f u é elevada
rioso, y en la porción de mi Dios, al cielo; * alégranse los Angele?,
la cual es su herencia, y mi ha y bendicen al Señor.
í x » S alm o s de D o m in ica , pág. .13.
bitación en la plena reunión de
Jos santos. 2. La Virgen M aría ha sido
E l I I I R . del I N o ctu rn o de la s ascendida * ál celeste palacio, en
F ie sta s de la B . V ir g e n M a ría , p ig i- donde el R ey de los reyes está
na 663.
sentado en sü trono sembrado de
Bettd. — Por la Virgen Madre estrellas.
concédanos el Señor la salud y 3. Tras el olor de vuestros
la paz. 1^. Amén. perfumes * acudimos a V os; la>
vírgenes os aman tiernamente.
Lección III Cap. 24, 17-20 4. Bienaventurada, * oh hija,
en el Señor, porque por ti he
P l e v a d a estoy cual cedro sobre mos participado del fruto de la
el Líbano, y cual ciprés sobre vida.
el monte de Sión. Extendí mis 5. Hermosa ere? * y graciosa
ramas como una palma de Cades hija de Jerusalén, terrible como
y como el rosal plantado en Je- un ejército formado en orden de
ricó; me alcé como un hermoso batalla.
H im n o : A cord aos, oh Creador, de
Capitula Cant. 6, 8
C o m pletas, pág. 678.
S e prin cipian en esta m ism a form a
A l verla las hijas de Sión, h las dem ás H o ras.
proclamaron bienaventura
da; y reinas cantaion sus alaban L a 1.* A n tífo n a de L a u d e s. Salm os
53, pág. 3 9; 84, pág. 1 6 1 , y 1 1 6 , pá
zas. gin a 66.
El H im n o O h la m ás gloriosa, pági-
na 670. Capitula Cant. 6, 9
y . Bendita tú eres entre las
u ién es ésta que va subiendo
Q
mujeres. . Y bendito el fruto
de tu vientre. cual aurora naciente, bella
Ant. del Bened. — Bienaventu como la luna, brillante como e
rada Madre de Dios, M aría, * sol, terrible como un ejército
Virgen perpetua, templo del Se formado en batalla?
ñor, sagrario del Espíritu Santo; y . Dignaos recibir mis ala
Vos sola fuisteis acepta al Se banzas, oh Virgen sagrada. R .
ñor por especial manera. Rogad Dadme fortaleza contra vuestros
por el pueblo, intervenid en favor enemigos.
del clero, interceded por el de y . El Señor sea con vos
voto sexo femenino. otros. 1^. Y con tu espíritu.
Señor, tened piedad de nos
otros. Cristo, tened piedad de Oración
nosotros. Señor, tened piedad de
Q h Dios que os dignasteis e le
nosotros.
gir el seno virginal de la
y . El Señor sea con vos
bienaventurada M ana para hacer
otros. I£. Y con tu espíritu.
de él vuestra morada, conceded
nos, os pedímos, que, experimen
Oración
tando el socorro de su protección,
Dios, que quisisteis que, a celebremos con alegría su memo
la palabra del Angel, se en ria. Vos que vivís y reináis.
carnase vuestro Verbo en el seno
de la bienaventurada Virgen M a TERCIA
ría; haced, os suplicamos, que L a 2." A n tífo n a de Lau des. Salm os
119 , 120 y 121 (págs. 77 y 78).
cuantos creemos que es verdade
ramente Madre de Dios, seamos
Capitula Eccli., 24, 15
ayudados cerca de Vos por su in
tercesión. Por el mismo Jesucris "V
así fijé mi estancia en el
to. monte de Sión, y fué el lu
S e hace Conm em oración de los S a n gar de mi reposo la ciudad san
tos, como en V ísp e ra s, pág. 678.
ta, y en Jerusalén está mi trono.
PRIMA y . Derramada está la gra
cia en tus labios. 1$. Por esto el
Ave María, y . Oh Dios, v e Señor te ha bendecido para siem
nid en mi auxilio. pre.
Oración cemos, por la intercesión de la
Madre de Dios, cuya memoria
i Dios, que por la fecunda
celebramos, levantarnos de núes
virginidad de la bienaventu tra iniquidades. Por el mismo
rada María, c'isteis al género hu Señor.
mano el premio de la salud eter
na; concedednos, os rogamos, que NONA
experimentemos la intercesión de
f.:i 5 .a A n tífon a ile Lam lcs. Salmos
aquella por quien merecimos al 125 y 126 (iȇK. 10 1); y 127 (|ȇg. 122).
Autor de la vida, Jesucristo Se
ñor nuestro. Que con Vos... Capitula Eccli;, 24, 19-20
Lección IX
Lección VI
pLEUTERio, nacido en Nicópo-
C stuvo dotado del don dé pro- lis de Grecia, fué primera
fecía, distinguiéndose admi mente d i á c o n o del Pontífice
rablemente por su penetración de Aniceto, y gobernó después la
los corazones. Conservó perpe Iglesia en tiempo del emperador
tuamente incólume con todo su Cómodo. Al principio de su pon
esplendor la pureza virginal, lle tificado, recibió cartas de Lucio,
gando al extremo de distinguir rey de la Gran Bretaña, pidiendo
por el buen o mal olor a las per ser recibido con sus súbditos en
sonas, según que practicasen o no el número de los cristianos. Por
la castidad. Algunas veces se apa este motivo Eleuterio envió a
reció a los que estaban ausentes, Fugado y Damián, hombres doc
y les ayudó en sus peligros. Res tos y piadosos, a la Gran Breta
tituyó la salud a no pocos enfer ña, para que llevasen a aquel
mos que estaban en peligro de príncipe y a su nación el benefi
muerte, y volvió a un difunto a cio de la fe. En tiempo de este
la vida. Fué honrado frecuente Pontífice, Ireneo, discípulo de
mente con la aparición de los Policarpo, que vino a Roma, fué
espíritus celestiales y de la V ir recibido por él benignamente.
gen Santísima, y vió cómo mu Entonces la Iglesia gozaba de
chas almas rodeadas de resplan gran paz y tranquilidad, y la fe
dores subían al cielo. Finalmen hacía grandes progresos en el
te, en el año de gracia mil quinien mundo entero, especialmente en
tos noventa y cinco, el día vein Roma. Eleuterio vivió en el pon
ticinco de Mayo, ñesta de Corpus tificado quince años y veintitrés
Christi, celebrada la santa Misa días. Celebró tres ordenaciones
con el mayor consuelo de su es en el mes de Diciembre, en las
píritu, y terminadas las demás cuales creó doce presbíteros,
funciones, después de media no ocho diáconos y quince obispos
che, en la misma hora que había para diversos lugares. Fué sepul
predicho él mismo, a la edad de tado en el Vaticano cerca del
ochenta años, durmióse en el Se cuerpo de san Pedro.
ñor. Ilustre por sus milagros, Te Deurn, pág. 6.
En Laudes Conmemoración de san
fué incluido en el catálogo de Eleuterio, Papa y Mártir:
Ant. — El que aborrece a su que sean iluminados con su sa
alma en este mundo, la guarda biduría, y auxiliados con sus m é
para la vida eterna. ritos. Por nuestro Señor.
y . El justo florecerá como Conmemoración del Oficio precedente:
la palma. 1^. Se elevará como
Ant.— E ste| varón, desprecian
el cedro del Líbano.
do al mundo i y lo terreno, con
su triunfo depositó en el cielo
Oración las riquezas alcanzadas con su
plegaria y buenas obras.
/''N m n ip o t e n t e Dios, mirad con
y . El Señor condujo al jus
ojos propicios nuestra fla
to por. caminos rectos. 1$. Y le
queza: y ya que nos agobia el pe
mostró el reino de Dios.
so de nuestras acciones, haced
que nos proteja la gloriosa inter
cesión del bienaventurado Eleu- Oración
terio, vuestro M ártir y Pontífice.
Por nuestro Señor. /~\ h Dios, que elevasteis a la
gloria de vuestros Santos a l ’
Las Vísperas del Oficio siguiente des
de la Capitula con Conmemoración del bienaventurado Felipe, vuestro
precedente y de san Juan, Papa y Már Confesor: concedednos propicio
tir.
que sepamos aprovechar los
ejemplos de aquel con cuya so
lemnidad nos alegramos.
D ía 27 de M ayo Después Conmemoración de san
Juan I, Papa y Mártir:
II NOCTURNO Lección V
■
i
atraída hacia Dios con tanto ta. Su cadáver, que estuvo ex
ardor de caridad que muchas ve puesto por espacio de treinta
ces se la veía en éxtasis, privada días antes de ser inhumado, se
de los sentidos. Con gran devo mantuvo flexible y conservó las
ción recorrió los santos lugares apariencias de la vida. Por últi
de Palestina; habiendo perdido en mo fué depositado en el templo
este viaje la vista al desembar de Santa Afra, entre las otras
car en Candía, recobróla a su re reliquias de santos, tan abundan
greso; se libró milagrosamente tes en aquel templo. Empezaron
de las manos de los bárbaros v entonces a realizarse muchos mi
de un inminente naufragio. Fi lagros. Su fama se divulgó no
nalmente. en tiempo del papa sólo en Brescia y Desenzano, si
Clemente V II, acudió a Roma, no también en otras muchas par
a fin de venerar la firme piedra tes, de tal manera que el pueblo
de la Iglesia, y de conseguir el empezó a llamarla beata y a co-;
amplísimo perdón del jubileo. locar su imagen sobre los alta
Habiéndole hablado el Sumo Pon res; el mismo san Carlos Borro-
tífice, adivinó su santidad e hizo meo afirmó públicamente en Bres
de ella grandes elogios; y única cia, pocos años después de Ja
mente después de reconocer que muerte de la Sierva de Dios, que
el cielo lá llamaba a otra parte, merecía ser inscrita en el catá
permitió que marchase de Roma. logo de las santas Vírgenes por
la Santa Sede. E l culto que por
mucho tiempo le tributaron los
Lección VI pueblos, fué aprobado por va
rios obispos, así como por mu
A sí, pues, de vuelta a Bres- chos indultos de los Sumos Pon
cia, donde se instaló cer tífices, hasta que el papa Cle
ca de la iglesia de Santa Afra, mente X III, por solemne de
instituyó en aquella ciudad, por creto, lo ratificó y aprobó. Por
orden de una voz celestial que último, después de nuevos mila
había oído durante una visión, gros debidamente comprobados,
una nueva congregación de vír el papa Pío V II, en la solemne
genes bajo una disciplina especial canonización que hizo en la basí
y con una regla muy santa; y pu lica Vaticana el dia veinticuatro
so este instituto bajo el patroci le M ayo de! vio mil ochocientos
nio y advocación de santa Ursula, siete, la inscribió en el catálogo
invicta capitana de una legión de de las santas Vírgenes.
vírgenes. Próxima ya a la muer E n el I I I N octurn o, 3« lee la H o
te, predijo que su institución m ilía sobre el E va n ge lio : E l reino de los
cielos, del Com ún de V írg e n e s, en el
tendría una vida perenne. Final prim er lu g a r, pág. 6 )9 .
mente, siendo ya casi septuage En r.aiiflcs Conm em oración de santa
P etro n ila :
naria y muy rica en méritos, voló
al cielo el día veintisiete de Ene Ant.— Ven, Esposa de Cristo,
ro del año mil quinientos cuaren recibe la corona que te ha prepa-
II Tirril *Q
rado el Señor para siempre. Diocleciano por el juez Sereno
y . Con esa tu gallardía y a causa de su fe, libró del de
hermosura. . Camina, avanza monio a Paulina, hija de Artemio,
prósperamente, y reina. prefecto de la cárcel. Movidos
por este hecho, los padres de la
Oración niña, toda su familia y los veci
nos que acudieron para presenciar
escucharnos, oh Dios
ig n a o s esta novedad, abrazaron la reli
Salvador nuestro; para que gión de Jesucristo, y Pedro les
así como nos alegrarros en la fes condujo al presbítero Marcelino,
tividad de la bienaventurada Pe de quien recibieron todos el bau
tronila, Virgen vuestra, así tam tismo. Luego que supo esto Se
bién nos instruyamos con el afec reno, llamando a Pedro y a Mar
to de su piadosa devoción. Por celino, les reprendió ásperamen
pues! ro Señor. te, añadiendo a la dureza de sus
palabras, amenazas e intimidacio
nes para que renunciasen a Cris
FIESTAS DE JUNIO to. Y como Marcelino le respon
diera con cristiana libertad, fué
Día 2 de Junio golpeado a puñadas, separado
de Pedro, y encerrado desnudo
Santos Marcelino, Pedro en una cárcel cubierta de frag
mentos de vidrio, sin comida y
y Erasmo, Obispo a oscuras. Además se ordenó tam
Mártires bién que Pedro fuese atado con
S im p le apretadas cadenas. Mas como es
E n V ísp e ra s y en Lau des, la A n tos tormentos no hacían sino
tífon a y el V ersícu lo del Común de aumentar en ambos la fe y el
varios M ártires, pág. 5 71.
valor, perseveraron en su con
fesión, y condenados a ser de
Oración
capitados, dieron así a Jesucris
Dios, que nos alegráis con to un admirable testimonio. En
la anual solemnidad de vues Campania, el obispo Erasmo, en
tros santos Mártires Marcelino, tiempo de los emperadores Dio
Pedro y Erasmo: concedednos cletiano y Maximiano, fué ator
propicio que nos consagremos mentado con látigos guarnecidos
con ardor a la imitación de aque de plomo y con varas, y sumergi
llos cuyos méritos celebramos do en resina, azufre, plomo de
con alegría. Por nuestro Señor rretido, pez, cera y aceite hirvien-
Jesucristo. tes; pero salió de todos estos tor
mentos sano y sin lesión alguna.
Lección III Este milagro movió a muchos a
que abrazaran la fe de Jesucristo.
O edro, exorcista, encarcelado Encarcelado de nuevo y sujetado
en tiempo del emperador
con apretada» y férreas cadenas, desde sus primeros años se dis
Erasmo fué librado milagrosamen tinguió por su eximia piedad.
te por la intervención de un An Siendo joven y estando grave
gel. Después, torturado en Formio mente enfermo, determinó consa
por orden de Maximiano con di grarse totalmente al servicio de
versos suplicios, superó, con el Dios y del prójimo. Habiéndose
auxilio divino, estos tormentos. dirigido a Nápoles, ordenóse sa
Finalmente, habiendo confirma cerdote, inscribióse en una piado
do en la fe y convertido a mu sa cofradía y se entregó del to
chas personas, alcanzó la palma do a la contemplación y a traba
del martirio. jar para la salvación de las al
T e Driim , |>;ik. <>. mas, dedicándose especialmente
con gran asiduidad a exhortar a
los condenados al último suplicio
Día 4 de Junio Acohteció que una carta destina
San Francisco Caracciolo da a otra persona le fué entrega
da por equivocación. En ella,
Confesor los piadosísimos varones Juan,
Doble Agustín, Adorno y Fabricio Ca
Todo se toina del Común dv mi Con racciolo invitaban! al destinata
fesor no I’ontilicc, p á t. SV8, menos rio a la fundación de un nuevo
lo que sigue:
• instituto religioso. Sobrecogido
Oración por lo extraño del caso y admi
rando los designios de la divina
Dios, que esclarecisteis al voluntad, con ánimo resuelto se
bienaventurado Francisco, juntó con ellos. Establecidas las
fundador de una nueva Orden, reglas de la nueva Orden en el
con el deseo de la oración y el desierto de la Camáldula, al cual
amor a la penitencia: conceded a se habían retirado, partieron de
vuestros siervos que de tal mane allí para Roma, y obtuvieron que
ra se aprovechen de sus ejemplos, el papa Sixto V las aprobase.
que aplicándose continuamente a Este Sumo Pontífice quiso que
la oración y a la mortificación de se llamasen Clérigos Regulares
su cuerpo, merezcan llegar a la Menores. Añadieron a los tres
patria celestial. Por nuestro Se votos acostumbrados, el de no
ñor. buscar las dignidades.
II NOCTURNO
Lección V
Lección IV
pMiTiDA la profesión solemne, a
llamado antes
r a n c is c o , causa de su singular devoción
Ascanio, nació en el pue a san Francisco de Asís tomó el
blo de Santa María de nombre de Francisco. Al fallecer
Villa, en los Abruzos, de la no Adorno dos años más tarde, fué
ble familia de los Caracciolo; constituido, aunque contra su
708 •t JllNIO.-SAN F R A N l'lS lO l A R A i il O L O , CONFESOR
Lección IV
en Lyón, como le
J - J a llá n d o s e
rogara el obispo que no de
Día 9 de Junio
jara su diócesis, escogió en ella
un lugar desierto llamado Pre-
monstrato, y allí, reunidos trece Santos Primo y Feliciano
compañeros, instituyó la Orden Mártires
Premonstratense, habiendo adop Sim ple
tado la regla que san Agustín le
mostró en una visión. Y como fona E n V ís p e ra s y eti L au d es, la A n tí
y el V e rsic u lo se toman del C o
iba en aumento de día en día la m ún de v ario s M á rtires, pág. 5 71.
fama de su santidad, y crecía el
número de sus discípulos, su Or Oración
den fué confirmada por Hono
/ C o n c e d e d n o s , Señor, que cele-
rio II y otros Sumos Pontífices;
bremos siempre fielmente la
edificó muchos monasterios, y su
fiesta de vuestros santos M árti
instituto se propagó de un modo
res Primo y Feliciano, y que por
aditiirable.
su intercesión merezcamos los
beneficios de vuestra protección.
Lección VI Por nuestro Señor.
I a Amberes, acabó en
{ .a m a d o
Lección III
aquella ciudad con la perver
sa herejía de Tanquelino. Se U los hermanos Primo
a b ie n d o
distinguió por su espíritu profé- y Feliciano sido aciisados
tico y sus milagros. Creado contra durante la persecución de Diocle-
su voluntad arzobispo de Magde- ciano y Maximiano de profesar
burgo, defendió con constancia la religión católica, fueron car
la disciplina eclesiástica y, en es gados de cadenas; un Angel, em
pecial, el celibato. En el concilio pero, les devolvió la libertad.
de Reims, secundó brillantemen Conducidos de nuevo ante el pre
te a Inocencio II, y habiéndose tor, mantuvieron enérgicamente
dirigido a Roma con otros obis su confesión de fe cristiana; en
pos, reprimió el cisma de Pedro tonces fueron separados uno del
León. Finalmente, lleno de mé otro. Primeramente pusieron a
ritos y de gracias del Espíritu prueba de diversas maneras la
Santo, se durmió en el Señor en constancia de Feliciano; desespe-
rando, no obstante, los impíos D ía 10 de Junio
consejeros de obtener ningún re
sultado con sus palabras, clavá-. Santa Margarita
ronle de pies y manos en el tron Reina, Viuda
co de un árbol, dejándole suspen Sem idoble
dido en esta forma durante tres
T o do se toma del Com ún de .santas
días, sin darle de beber ni de co M u je re s no M á rtires, pág. 625, menos
mer. El día siguiente el pretor lo qu e sigu e:
mandó llamar a Primo, y le dijo:
“ ¿Ves como tu hermano es más Oración
cuerdo que tú?” Ha obedecido a
Q h Dios, que hicisteis de la
los emperadores, los cuales le han
bienaventurada Margarita
honrado en gran manera. Si quie
un ejemplo insigne de caridad
res imitarle, participarás de los
mismos honores y de las mismas para con los pobres: conceded
gracias” . A lo cual respondió Pri nos que por su intercesión y
mo: “ Cómo ha sido tratado mi ejemplo, constantemente se au
hermano, lo he sabido yo por un mente vuestra caridad en nues
Angel. ¡Ojalá que así como yo es tros corazones. Por nuestro Se
toy unido con él por el afecto ñor.
pueda estarlo por el m artirio!” II NOCTURNO
Enfurecido al oír estas palabras,
el pretor mandó que, además de Lección IV
otros tormentos con que, en pre reina de Esco
a r g a r ita ,
sencia de Feliciano, martirizaron cia, muy ilustre por su
a Primo, le dieran a beber plo sangre, ya que por parte
mo derritido. Hízoles luego con de su padre procedía de los re
ducir al anfiteatro y arrojarles a yes de Inglaterra, y por la de
merced de dos leones; mas su madre de los Césares, fué
echándose éstos a sus pies, les más ilustre aún por sus virtudes
acariciaban con la cabeza y con la cristianas. Nacida en Hungría,
cola. Quinientos hombres, entre en donde entonces su padre es
los doce mil quej acudieron a taba desterrado, después de vi
presenciar este espectáculo, abra vir muy piadosamente durante
zaron, juntamente con sus fa su infancia, se trasladó a Inglate
milias, la fe cristiana. Exaspera rra juntamente con su padre, lla
do el pretor por este aconteci mado por su tío san Eduardo,
miento, mandó decapitar a Primo rey de los ingleses, para ocupar
y a Feliciano. el trono de sus antepasados.
T e D eum , pág. 6. Pronto, compartiendo los contra
L a s V ísp e ra s, del O ficio siguiente.
tiempos que sufrieron sus padres,
tuvo que partir Margarita de las
costas de Inglaterra, pero una
tempestad, o mejor dicho un de
signio de la Providencia, la con ducido entre ellos, y les redujo a
dujo a las de Escocia. Allí, para costumbres dignas de la fe cris
acceder a los deseos de su ma tiana.
dre, contrajo matrimonio con
Malcolmo III, rey de aquel país, Lección VI
que se había enamorado de sus
excelentes dotes; y durante los tan admirable como su
TSJad a
treinta años de su reinado con ^ ardentísima caridad en favor
tribuyó admirablemente al bien del prójimo, principalmente para
de todo el reino con sus obras con los necesitados. No contenta
de piedad y de santidad. con sostener con sus limosnas a
multitud de ellos, tenía por cos
tumbre proporcionar comida to
Lección V
dos los días a trescientos, y el
p N medio de las delicias de la desempeñar de rodillas los ofi
corte, castigaba su cuerpo cios de sirvienta de los pobres,
con maceraciones y vigilias, y lavándoles los pies con sus reales
dedicaba gran parte de la no manos, curándoles las llagas y no
vacilando en besar sus mismas
che a la oración. Además de los
otros ayunos que observaba en úlceras. No sólo sacrificó sus ves
diversas circunstancias, acostum tidos reales y sus preciosas al
braba ayunar cuarenta días an hajas a estas obras y a otros pia
tes de las ñestas de Navidad con dosos dispendios, sino que más de
tanto rigor, que ni en medio de una vez llegó a agotar el erario
público. Finalmente, después de
los más vivos sufrimientos omi
tió estalpráctica. Amantísima del haber sufrido acerbísimos dolo
culto divino, construyó muchos res, con admirable paciencia, pu
templos y monasterios y restauró rificada su alma por medio año
de enfermedad, la entregó a
algunos, enriqueciéndolos con ob
jetos preciosos y pingües rentas. su Autor el día diez de Junio.
En aquel momento, su rostro,
Consiguió que con su ejemplo el
afeado por la larga enfermedad,
rey su esposo mejorara de con
ducta y practicara obras seme por la flaqueza y la palidez, se
rejuveneció con una hermosura
jantes a las suyas. A todos sus
extraordinaria. Resplandeció, aun
hijos los educó con tanta santi
después de su muerte, con admi
dad y acierto, que la mayor par
te de ellos, a ejemplo de san rables prodigios. La autoridad de
Clemente X la declaró Patrona
ta Agueda y su hermana Cris
tina, abrazaron el género de vi de Escocia, y es venerada muy
da más santo. Además, llena de religiosamente en todo el mundo.
incansable solicitud para la feli En el I I I Nocturno, se lee la Ho
rnilla sobre el Evaugelio: E s semejante
cidad de todo el reino, libró a t i reino, del Común de santas M uje
sus moradores de los vicios que res, pág. 630.
Las V ísperas del Oficio siguiente con
insensiblemente se habían intro Conmemoración del precedente.
716 11 ;«»Nio.-SAN nuRNAnf:, a i ' i' i s t o i .
I NOCTURNO
'(
D e H echos
San Bernabé los de los
A pó sto les
Apóstol
D olilc m ayor Lección I Cap. 13, 43-47
To do se toma del Com ú n de A p ó s
toles, pág. 543, m enos lo que sig u e : ^ espedido ¡el auditorio, mu-
Ant. del Magnif. — Os delata Sl chos de i los judíos y de
rán * a los tribunales, y os azo los prosélitos temerosos
tarán en sus sinagogas, y por mi de Dios siguieron a Pablo y a
Bernabé, los cuales les exhorta
causa seréis conducidos ante los
ban a perseverar en la gracia de
gobernadores y los reyes, para
Dios. El sábado siguiente casi
dar testimonio dc mí a ellos y a
toda la ciudad concurrió a oír
las naciones.
la palabra de Dios. Pero los ju
Oración díos, viendo tanto concurso, se
llenaron de envidia, y contrade
/ ^ h Dios, que nos dais un mo- cían con blasfemias a todo lo
tivo de alegría en los méri que Pablo predicaba. Entonces
tos y la intercesión del bien Pablo y Bernabé, con gran ente
aventurado B e r n a b é , vuestro reza les dijeron: A vosotros debía
A póstol: concedednos propicio, ser primeramente anunciada la
que cuantos os pedimos por él palabra de D ios; mas ya que la
vuestros beneficios, los consiga rechazáis, y os juzgáis vosotros
mos por el don de vuestra gra mismos indignos dc la vida eter
cia. Per nuestro Señor na, de hoy en adelante nos va
Conm em oración del O ficio p reced en te: mos' a predicar a los gentiles
A nt.— Abrió su mano para so que así nos lo tiene ordenado el
correr al mendigo, y sus brazos Señor, diciendo; “ Y o te puse por
paia amparar al necesitado, y lumbrera de las naciones, para
no comió ociosa el pan. que seas la salvación de todas
y . Derramada está la gra hasta el cabo del mundo” .
cia en tus labios. I£. Por esto,
Dios te ha bendecido para siem Lección U Cap. 13, 48-52
pre.
Oración ( ~ ) íd o e s t o por los gentiles, se
regocijaban, y glorificaban
r ) H Dios, que hicisteis de la la palabra de Dios, y creyeron
bienaventurada M argarita un todos los que estaban predestina
ejemplo insigne de caridad para dos para la vida eterna. Así la
con los pobres: concedednos que palabra de Dios se esparcía por
por su intercesión y ejemplo todo aquel país! Los judíos, em
constantemente se aumente vues pero, instigaron a varias muje-
tra caridad en nuestros corazones. I res devotas y de distinción, y a
It JUNIO.-SAN IIKRN AI1&, An'lSroi. 7 17
II NOCTURNO Lección V
Lección IV
D ía 22 de Junio
M e r o p i o Anicio
o n c io
San Paulino Paulino nació el año tres
Obispo y Confesor cientos cincuenta y tres
D oble de la Redención, de una fam ilia
distinguidísima de ciudadanos ro
Todo se tom a del C om ún de tin C o n
fesor P o n tífice, p ig . 583, m enos lo que manos, en Burdeos, en A qu ita
sigue-: nia, y estuvo dotado de v iv a in
teligencia y carácter bondadoso.
Oración
B a jo la dirección de’ Ausonio,
/"Vh D ios, que prom etisteis el sobresalió en la elocuencia y la
céntuplo para el siglo veni poesía. M u y noble y m uy rico,
73S 22 JUN IO.-SAN FA UI.INO, OBI SPO Y IO N F KS O R
Lección IX
pues, carísimos, con efi
\ 7 e la d , D ía 23 de Junio
caz solicitud y asiduo esfuer
zo por la justicia, no sólo en Vigilia de san Juan
busca de los bienes eternos, sino Bautista
para que merezcáis evitar males sin
T o d o se re za de la F e r ia , com o en
cuento. Porque tenemos necesi el O rd in a rio y en el S a lte r io , m enos la s
dad de gran ayuda y gran pro L e c c io n e s y O ra c ió n qu e a co n tin u a ció n
se pon en ; los R esp onsorio* son de la
tección; tenemos necesidad de F e r ia o c u rre n te com o en el P ro p io de
apoyarnos en numerosas e incesan T iem p o .
SÍ la V ig ilia ca y e r e en la V c r ia I V ,
tes oraciones. En efecto, nuestro se tom an en .el N o c tu rn o la s tre s ú lti
enemigo no descansa, y con gran m as A n t ífo n a s d e la m ism a con sus
S a lm o s, y en L a u d e s la s A n tífo n a s y
vigilancia bloquea todos nuestros S alm o s del segu n do esq u em a. E n P r i-
m a se a ñ a d irá un c u a rto S alm o, segú n Lección II
se in d ica en el S a lte rio . E n tod as las
H o ra s se re z a rá n la s P r e c e s fe ria le s
q u e se h allan *n el O rd in a rio . su esposa, prosigue, era del
linaje de A arón” . V em o j
L e c c ió n del san to E v a n g e l io aquí que la nobleza de Juan no
seg ú n san L ucas sólo se rem onta a sus padres,
sino a sus antepasados, los cua
Lección I Cap. 1, 5-17 les fueron venerables, no por la
gloria del poder mundano, sino
C ie n d oH erodes rey de Judea, por su religiosidad. T ales eran
hubo un sacerdote llam ado los antepasados que convenían
Zacarías, de la fam ilia sacerdotal al precursor de C risto ; para pre
de A bía, cu y a m ujer, llam ada dicar éste el advenim iento de
Isabel, era del linaje de Aarón. Y Jesucristo, no debía adquirir la
lo que sigue. fe repentinamente, sino heredar
la de sus padres y recibirla de
H o m il ía de san A m b r o s io , ellos con la sangre. “ Eran ambos
O b is p o justos a los ojos de D ios, guar
dando todos los mandamientos y
L ib ro I sobre san L u c a s
leyes del Señor irreprensiblemen
te ” . ¿Q ué dirán a esto los que
la Sagrada E s
n séñ an os
buscan excusa a sus pecados, y
critura que no basta
pretenden que el hombre no pue
enaltecer las virtudes de
de vivir sin pecar con frecuen
los que son dignos de alabanza,
cia? Se apoyan en un versículo
sino que debemos tam bién ala
de Job, que dice: “ Nadie está li
bar a sus padres. Así la virtud
bre de mancha, ni siquiera aquél
dc aquellos a quienes ensalzamos
que ha vivido un solo día so
resplandecerá con el lustre de
bre la tierra” .
una herencia dc pureza inmacu
lada. ¿Q ué otro objeto pudo pro
ponerse en este pasaje el E van Lección III
gelista, sino proyectar sobre Juan
B autista la gloria que le provie D e ro hay que preguntarles en
ne de sus padres, de sus milagros, * primer lugar qué entienden
de sus virtudes, de su misión y por un hombre libre de pecado:
de su m artirio? P or esto es glo si el que jam ás pecó, o el que
rificada Ana, la madre de Sa ha dejado de pecar. Si entien
m uel; y vem os a Isaac recibien den por libre de pecado al que
do de sus padres aquella santa jam ás pecó, estoy de acuerdo con
nobleza que transm itió a su pos ellos: porque “ todos pecaron y
teridad. Zacarías era, pues, sacer tienen necesidad de la gloria de
dote, y además, dc la fam ilia sa D io s” . Pero si niegan que pueda
cerdotal de A bía, es decir, ilustre abstenerse de caer aquél que, ha
entre los más ilustres. biéndose enmendado de sus pa
742 23 JUNIO.-VIGILIA PF. SAN JUAN B A U T IS T A
.TERCIA II VISPERAS
La C apitu la de Laudes. Las A n tífo n a s y la C apitu la son de
Laudes, pág. 749. Los Salm os de D o
1£. br. Hubo un hombre. * m inica, pág. 49, pero en lu gar del
Enviado por Dios. Hubo. y . Cu último, el Salm o 116, pág. 66. 1CI
yo nombre era Juan. Enviado. H im no de las I V ísperas.
Gloria al Padre. Hubo. y . Este niño será grande de
y . Entre los hijos de mujer lante del Señor. I£. Pues su ma
no surgió otro mayor. 1$. Que no está con él.
Juan Bautista. Ant. del Magnif. — El niño *
que ha nacido es más que pro
SEXTA feta; éste es de quien el Salvador
dijo: Entre los nacidos de mu
Capitula Is., 49, 5-6
jer, no surgió otro mayor que
Y f ahora, esto dice el Señor, Juan Baustista.
constituyéndome desde el se Se hace Conmemoración del Oñcio si
no de mi madre su siervo: He guiente. Com pletas de D om inica, pág. 54.
aquí que yo te he destinado para
ser luz de las Naciones y mi sa
lud hasta los últimos términos
de la tierra. Día 25 de Junio
br. Entre los nacidos de
mujer * No surgió otro mayor. San Guillermo
Entre, y . Que Juan Bautista. Abad
No surgió. Gloria al Padre. Entre.
Doble
y . Isabel, esposa de Zacarías,
dió a luz un gran varón. I£. Juan Todo se toma del Común de un Con
fesor no Pontifice, pág. 598,* menos lo
Bautista, precursor del Señor. que sigu e:
Oración cando sus ayunos. Habiendo, con
el auxilio divino, devuelto la vis
/ ^ h Dios, que para facilitar a ta a un ciego, difundióse la noti
nuestra flaqueza el camino cia de este milagro, por lo que
de la salud, hicisteis a vuestros no pudiendo Guillermo permane
Santos nuestros modelos y auxi cer oculto, pensó de nuevo en di
liares: concedednos que venere rigirse a Jerusalén, y, lleno de
mos de tal manera los méritos alegría, púsose en camino.
del bienaventurado Guillermo,
Abad, que consigamos sus auxi
lios y sigamos sus pasos. Por Lección V
nuestro Señor. D er o Dios, que quería de él
‘ una vida más útil y prove
II NOCTURNO
chosa para Italia y otros países,
Lección IV se le apareció y le advirtió que
renunciara a su resolución. Su
\c id oGuillermo de padres biendo, pues, al monte Virgiliano,
nobles, en Vercelli, del llamado después monte de la Vir
Piamonte, apenas hubo gen, ediñeó con asombrosa rapi
cumplido los catorce años, cuan dez un monasterio en la cumbre,
do, abrasado por los ardores de a pesar de las dificultades que
una admirable piedad, resolvió ofrece aquel sitio inaccesible.
dirigirse en peregrinación al cé Uniéronsele varios compañeros
lebre santuario de Santiago de seglares y religiosos, y Guillermo
Compostela. Hizo el viaje vestido los formó en un género de vida
de una sola túnica, ceñido con del todo conforme con los pre
una doble cadena de hierro v ceptos y consejos del Evangelio,
descalzo, y padeció, aun con peli ya con ciertas reglas que sacó
gro de su vida, las molestias del en gran parte de las institui
frío y del calor, del hambre y de das por san Benito, ya con su
la sed. De regreso a Italia, pro palabra y los ejemplos de su san
púsose Guillermo efectuar una tísima vida.
nueva peregrinación al Santo Se
pulcro del Señor; pero tuvo que Leccióa VI
desistir de su proyecto ante gra
vísimos obstáculos, puestos por T e v a n tá ro n sedespués otros
la divina providencia, que queria monasterios, y como la san
encaminar hacia obras más ele tidad de Guillermo resplandecía
vadas y perfectas las inclinacio cada vez más, eran muchos los
nes religiosas del joven. Pasó en que de todas partes acudían a
tonces dos años en el monte So- él, atraídos por el aroma de esta
licchio, orando asiduamente, pro santidad y por el renombre de
longando sus vigilias, acostándo sus milagros. Porque, gracias a
se en el duro suelo y multipli su intercesión, los mudos reco
braban la palabra, los sordos el y dirigid las almas de todos los
oído, los miembros secos recu fieles por el caWiino de la salva
peraban su vigor, y la salud to ción. Por nuestro Señor.
dos los que se veían afligidos por L a s V isp c ra sJ del O ficio sig u ie n te
desde la C a p itu la . C o n m em oración del
las más diversas e irremediables O ficio preced en te y de la O c ta v a de
enfermedades. Cambió el agua en san J u a n .
vino y llevó al cabo una multitud
de otras maravillas, entre las
cuales, no es posible callar el ras D ía 26 de Junio
go siguiente: habiendo sido en
viada, para tentar su castidad,
Santos Juan y Pablo
una mujer perdida, se revolcó, M ártires
sin experimentar daño alguno, so D oble
bre carbones encendidos, disemi E n la s I V ís p e r a s , cu an d o se vezan
nados por el suelo. Al tener co ín te g ra s, se d irá n la s A n tífo n a s de L a u
d es; lo s S a lm o s de la s I V ís p e r a s del
nocimiento de este hecho R oge C o m ú n de A p o stó le s, pág. 5 4 3 ; la C a
lio, rey de Nápoles, concibió des p itu la , el H im n o y el V e r s íc u lo , del
C o m ú n de V a r io s M á r tir e s , pág. 5 7 1 .
de entonces profunda veneración
por el hombre de Dios. Despué» Alegraos y regocijaos,
de anunciar ni rey y a otras per justos, en el Señor. ]£. Y gloriaos
sonas, el momento de su muerte. todos los de corazón recto.
Guillermo, ilustre por sus virtu Ant. del Magnif. — Presentá
des y milagros, durmióse en e! ronse * estos justos delante del
Señor en el cño de gracia m:l Señor, y no se separaron el uno
ciento cuarenta y dos. del otro; bebieron el cáliz del
Señor y fueron llamados amigos
E n el I I I N o ctu rn o se lee la H o m ilía
sobre el E v a n g e lio H e aquí q u e nof- de Dios. i
o tros, d el C o m ú n de A b a d e s, en el p r i
m er lu g a r , pá g. 609. Oración
E n L a u d e s , C o n m em oració n de la O c
ta v a d e sa n J u a n :
(“ )s suplicamos, omnipotente
A nt.— Abrióse la boca de Za D ios, nos hagáis participan
carías, y profetizó, diciendo' tes de la doble alegría de la pre
Bendito sea el Dios de Israel. sente festividad, que proviene
V . Este niño será grande de de la glorificación de los bienaven
lante del Señor. Jy. Y a que su turados Juan y Pablo, a los cua
mano está con él. les una misma fe y un mismo
martirio hicieron verdaderamen
Oración te hermanos;! Por nuestro Señor.
C o n m em o ració n d el O ficio p rece d e n te :
S er m ó n d e sa n B a s il io e l
L as A n tífon as de Laudes, los S al
mos, la Capitula y el Him no del Co G rande
mún de M ártires. Homilía 2.* sobre el Salmo 28
Ant. del Magnif. — Estos son
* dos olivos y dos candelabros Lección IV
que resplandecen delante del Se
a v o z del Señor resonó so
ñor; tienen poder para cerrar el
bre las aguas” . ¿Qué
cielo, cubriéndolo de nubes, y
voz? ¿sobre qué aguas?
para abrir sus puertas, porque
Consideremos estas palabras co
sus lenguas han llegado a ser co
mo una profecía. Acordaos de
mo llaves del cielo.
Juan. Preguntáronle los judíos:
Conmemoración de la O ctava de san “ ¿Quién eres tú, para que po
,f uar: :
damos dar alguna respuesta a los
Ant.— El niño que nos ha na
que nos han enviado?” Respon
cido es más que profeta; éste es
dió él en los siguientes términos:
de quien el Salvador dijo: Entre
“ Soy la voz del que clama en
los nacidos de mujer, no surgió
el desierto” . Así, pues, Juan es
otro mayor que Juan Bautista.
la voz del Señor; es el Angel que
■y. Este niño será grande de
Dios envió ante la faz de Jesu
lante del Señor. IJ. Pues su ma
cristo, “ para preparar al Señor
no está con él.
un pueblo perfecto”. Y las aguas
L a O ració n : Oh Dios que hicisteis, sobre las cuales resonó esta voz,
como en Laudes.
son las aguas del Jordán, en don
de Juan bautizaba, predicando un
bautismo de penitencia. Mas no
solamente bautizaba en el Jor
dán, sino también en Ennón,
Día 27 de Junio cerca de Salim, porque había allí
mucha agua.
Día IV infraoctavo de la
Natividad de San Juan Lección V
Bautista D or consiguiente, la voz del Se
Semidoble ñor que resonó sobre las
aguas, es Juan invitado al bau
En M aitines y en las demás H oras, tismo. Allí también “ el Dios de
las A n tífon a s, los Salm os y los V ersicu
los de los Nocturnos se toman del día la majestad dejóse oír con mag
corriente de la semana como en el S a l nificencia” ; porque del cielo vi
terio; lo restante como en el día de la
Fiesta excepto las le c cio n e s que cn el no una voz que decía: “Este es
I N octurno son de la E scritu ra ocurren mi Hijo muy amado en quien
te con sus Responsorios de Tiem po, y
en el I I y I I I N octurnos como sigue: tengo todas mis complacencias”
Entonces también dignóse des III NOOTURNO
cender el Señor sobre las aguas
L e c c ió n del san to E v a n g e l io
profundas para recibir el bautis
seg ú n san L ucas
mo de Juan, queriendo cumplir
toda la justicia contenida en la Lección VII Cap. 1, 57-63
ley. “ La voz del Señor está llena
de poder” ; porque curará las en C n tr e tanto, le llegó a Isabel el
fermedades- del pueblo con el tiempo de su alumbramiento,
bautismo de penitencia, valién y dió a luz un hijo. Supieron sus
dose del bautismo de agua para vecinos y parientes la gran m i
llevarlas la la penitencia. Esta sericordia que Dios le había he
voz es fuerte cuando dice: “ H a cho, y se congratulaban con ella.
ced penitencia, porque se acerca Y lo que sigue.
el reino de Dios. Haced, pues,
frutos dignos de penitencia” . H o m il ía de san A m b r o s io
L e c c ió n del san to E v a n g e l io
Lección VI
seg ú n sa n M ateo
I ren eo compuso numerosas
Lección VII Cap. 10, 28-33
obras, citadas por Eusebio de
Cesárea y san Jerónimo; pero la p N aquel tiempo: Dijo Jesús a
mayoría de ellas han desaparecido sus discípulos: No temáis a
bajo la acción del tiempo. Que loa que matan el cuerpo y no
dan todavía de él cinco libros pueden matar el alma; temed an
contra los herejes, escritos hacia tes al que puede arrojar alma y
el año ciento ochenta, cuando cuerpo en el infierno. Y lo que
Eleuterio regía aún la cristian sigue.
dad. En el tercero de estos li
bros, el hombre de Dios, instrui H o m il ía de sa n I r e n e o , O b is p o
do por los que, según él afirma, y M á r t ir
oyeron la doctrina de los Apósto
Lili. 3 contra los herejes
les, dice, con relación a la Igle
sia Romana y a la sucesión de i. Señor conocía a los q
sus Pontífices, que su testimonio debían padecer persecu
es el más grande y más esplen ción; sabía cuáles eran
doroso, por ser ella la deposita los que debían ser azotados o
ría fiel, perpetua y segurísima de muertos por su causa. También
la tradición divina. Por eso, aña a ellos pues, se dirigen sus pala
de, es necesario que con esta Igle bras: No temáis a los que matan
sia, en razón de su poderosa pri el cuerpo y no pueden matar ei
macía, estén unidas todas 'las alma; temed antes al que puede
Iglesias, es decir, los fieles de to arrojar alma y cuerpo en el in
dos los lugares. Al mismo tiem fierno y guardar también a los
po que innumerables cristianos que le han tributado testimonio.
que le debían la dicha de haber Prometía, en efecto, reconocer
abrazado la verdadera fe, obtuvo, ante su Padre a los que confe
por fin, Ireneo la corona del saran su nombre ante los hom
martirio, y voló al cielo en el bres y anunciaba también que re
año de gracia doscientos diez, negaría en el día del juicio de
cuando Septimio Severo había los que renegaran de él, y que
ordenado condenar a la tortura cubriría de confusión a los que se
avergonzaran de reconocerlo. nos a soportar lo que él no so
Aunque las cosas deben ocurrir portó. En este caso, seríamos su
así, ciertos hombres han llegado periores al Maestro al padecer y
a una temeridad tan grande, que soportar lo que no soportó ni pa
desprecian aun a los mismos már deció en sí mismo. Mas por cuan
tires y critican a los que son to Nuestro Señor, el único ver
condenados a muerte por haber dadero Maestro, el H ijo verdade
dado testimonio del Señor, o que ro de Dios, es bueno y paciente,
soportan todas las pruebas que siendo Verbo de Dios Padre, hí-
predijo el Señor, y, de confor-r zose hijo del hombre. Luchó y
midad con sus palabras, se es venció; siendo hombre, combatió
fuerzan en seguir sus huellas en por la raza de sus padres, y re
su Pasión y se convierten en M ár paró la desobediencia de éstos
tires de Aquel que se hizo pasi con su obediencia; ligó al fuer
ble; mas nosotros les contamos te y desligó al débil; dió la sal
en el número de los Mártire?. vación sacrificando su vida h u
Cuando su sangre sea buscada, mana y destruyendo el pecado.
cuando la gloria haya sido la Así, pues, los que afirman que
consecuencia de sus padecimien sólo en apariencia se manifestó,
tos, todos cuantos se hayan ne que no se revistió de carne, que
gado a honrar su martirio serán no se hizo verdaderamente hom
confundidos pot Jesucristo. bre, quedan todavía bajo el peso
de la antigua condenación.
P a r a la V ig ilia de los sa n tos A p ó s
Lección VIII toles P ed ro y Pa|)lo:
S an P ed ro y S a n P ab lo , A p ó sto les
Todo se toma del Común de Após ¡Oh feliz Roma, que has sido
toles, pág. 543, menos lo (|iie sigue:
ennoblecida con la sangre de es
tos dos príncipes! Enrojecida con
I VISPERAS
su sangre, aventajas en hermo
Las Antífonas y Capitula de Laudes, sura a todos los >1emás pueblos
pág. 767.
de la tierra.
Gloria para siempre, honor,
Himno
poder, y cánticos de alegría a ia
I a brillante luz de la eterni Trinidad en la Unidad, la cual
dad ha iluminado con sus gobierna todo el universo en si
fulgores el áureo día que señala decurso de todos los siglos.
el triunfo de los Príncipes de los Amén.
Apóstoles, y facilita a los peca y . El sonido de su voz se ha
dores el camino hacia el cielo. propagado por toda la tie-
£1 Doctor del mundo y el Por-j ira.
tero de los cielos, Padres de la 1$. Y sus palabras hasta los
Roma cristiana, y árbitros de las confines del mundo.
naciones, entran coronados de Ant. del Magnif. — Tú eres
laureles en la posesión de la vida, el pastor de las ovejas, * Prínci
triunfando el uno bajo el filo de pe de los Apóstoles: a ti fueron
la espada y el otro por su muer encomendadas las Jlavei del rei
te en la cruz. no de los cielos.
Oración sobre la tierra, será también des
atado en los cielos. Y te.
O h Dios, que habéis consagra
do este día con el martirio Lección II Cap. 3, 6-10
de vuestros Apóstoles Pedro y
A 4 as Pedro le dijo: Plata ni
Pablo: conceded a vuestra Igle
oro yo no tengo; pero te
sia, que siga en todo las enseñan
doy lo que tengo: En el nombre
zas de aquellos por (¡uienes tuvu
de Jesucristo Nazareno levántate
principio la religión. Por nuestro
y camina. Y cogiéndole de la
Señor.
mano derecha, le levantó, y al
No se hace Conmemoración de aan
t’aMo. instante se le consolidaron las
piernas y las plantes. Y dando
un salto se puso en pie, y echó
MAITINES
a andar, y entró con ellos en el
De lo s H e c h o * de los
Templo andando por sus propios
A pó s t o l e s pies y saltando, y loando a Dios.
Todo el pueblo le vió como iba
Lección I Cap. 3, 1-5 andando y alabando a Dios. Y
como le conocían por aquel mis
un día Pedro y
u b ía n mo que solía estar sentado a la
f! Juan al Templo, a la limosna, en la puerta Hermo¿?i
8 oración de la hora nona. del Templo, quedaron espanta
Y había un hombre, cojo desde dos y fuera de si con tal suceso.
el vientre de su madre, a quien I£. Si me amas, Simón Pe
traían a cuestas, y ponían todos dro, apacienta mis ovejas. Señor,
los días a la puerta del Templo, tú sabes que te amo. * Y doy mi
llamada la Hermosa, para pedir vida por ti. 1$. Si fuese necesario
limosna a los que entraban en él. morir por ti, no te negaré. Y doy.
Pues como éste vieso a Pedro y
a Juan que iban a entrar en el Lección III Cup. 3, 11-16
Templo, led rogaba que le diesen
limosna, Pedro entonces, ñjando 'T pues, él de la mano
en ie n d o ,
con Juan la vista en este pobre, a Pedro y a Juan, todo el
le dijo: Atiende hacia nosotros. pueblo, asombrado, vino corrien
El los miraba de hito en hito es do hacia ellos, al lugar llamado
perando que le diesen algo. pórtico de Salomón. Lo que vien
fy. Simón Pedro, antes de do Pedro, habló a la gente de es
que te llamara de la nave, te co ta manera: ¡Oh hijos de Israel!
nocí, y te constituí príncipe so ¿por qué os maravilláis de esto,
bre mi pueblo, * Y te entregué y por qué nos estáis mirando a
las llaves del reino de los cielos. nosotros, como si por virtud o
y . Todo lo que atares sobre la potestad nuestra hubiésemos he
tierra, será también atado en los cho andar a este hombre? El Dios
cielos, y todo lo que desatares de Abrahán, el Dios de Isaac, y
el D ios de Jacob, el D ios de sollemnidades religiosas, y que
nuestros padres ha glorificado a una piedad fundada en una misma
su hijo Jesús, a quien vosotros fe demanda que se celebre en to*
habéis entregado y negado en el das partes, con jubilo común, lo
tribunal de Pilato, juzgando éste que se cum plió para la salvación
que debía ser puesto en libertad. de todos. Ello no obstante, la
M as vosotros renegasteis del fiesta de hoy, además de que se
Santo y del Justo, y pedisteis que ha hecho digna de ser ce
se os hiciese gracia de un hom i lebrada en todo el orbe de
cida. D isteis la muerte al autor la tierra, debe ser en nuestra
de la vida, pero D ios le ha re ciudad objeto de una veneración
sucitado de entre los m uertos, y especial, acom pañada de una ale
nosotros somos testigos de su re gría particular; de suerte que allí
surrección. Su poder es el que, donde los dos principales A pós
mediante la fe en su nombre, ha toles tan gloriosam ente murieron,
consolidado a este que vosotros haya, en el día de su m artirio,
visteis y conocisteis; de modo m ayor explosión de alegría. P o r
que la fe que de él proviene, es que ellos son ¡oh R om a! los dos
la que ha causado esta perfecta héroes que hicieron resplandecer
curación delante de todos vos a tus ojos el E vangelio de C ris
otros. to, y por ellos, tú, que eras m aes
T ú eres Pedro, y sobr¿ tra del error,, te convertiste en
esta piedra edificaré mi Iglesia, y discipula de la verdad.
las puertas del infierno no pre . Señor, ¡ si tú eres, m ánda
valecerán contra ella. * Y a ti me ir hacia ti sobre las aguas. *
daré, las llaves del reino de los Y extendiendo la m ano, cogióle
cielos, y . T o d o cuanto atares Jesús y le d ijo : H om bre de poca
sobre la tierra, será tam bién ata fe, ¿por qué has dudado? y .
do enlos cielos, y todo cuanto Viendo la violencia del viento,
desatares sobre la tierra, será tuvo m iedo, y com o em pezara a
tam bién d e s a t a d o en los cielos. Y hundirse gritó diciendo: Señor,
a ti daré las llaves del reino de sálvam e. Y extendiendo.
los cielos. G loria al Padre. Y a
ti.
L ecció n V
II NOCTURNO
ahí tus padres y tus ver
I-l e
S e rm ó n d e s a n L e ó n , P a p a
daderos pastores, los cuales,
1.o «obre la Fiesta de los santos para introducirte en el reino ce*
Apóstoles
lestial, supieron fundarte m ucho
m ejor, y m ucho más felizm ente,
L ecció n IV
que los que se tom aron el traba
in duda, am ad ísim os her jo de echar ¡los prim eros funda
m anos, que el m un do e n mentos de tus m urallas, uno de
te ro tom a p a rte en las los cuales, aquel del cual proce
de el nombre que llevas, te man conocedora del autor*de su en
chó con la muerte de sü hermano. cumbramiento, domiriaba sobre
He ahí esos dos Apóstoles que casi todas las naciones, era es
te elevaron a tal grado de gloria, clava de todos sus errores, y por
que te has convertido en la na cuanto no rechazaba ninguna fal
ción santa, en el pueblo escogi sedad, creía ser en alto grado
do, en la ciudad sacerdotal y real, religiosa. D e suerte que Jesucris
y por la Cátedra sagrada del to la libertó tanto r.iás maravi
bienaventurado Pedro, en la ca llosamente, cuanto más estrecha
pital del mundo; de suerte que mente la había encadenado el de
la supremacía que te viene de la monio. ,
religión divina, se extiende más Tú eres el pastor de las
allá de lo que jamás alcanzaste ovejas, el Príncipe de los Após
con tu dominación terrenal. Sin toles; Dios te ha dado todos los
duda que con innumerables victo reinos del mundo: * Por esto te
rias robusteciste tu poderío y ex ha confiado las llaves del reino
tendiste tu imperio así sobre la de los cielos, y . Todo cuanto
tierra como sobre el mar; ello no atares en la tierra,, será atado en
obstante, debes menos conquis el cielo; y todo cuanto desatares
tas al arte de la guerra que súb sobre la tierra, será desatado en
ditos te ha procurado la paz cris los cielos. Por esto. Gloria al
tiana. Padre. Por esto.
IJ. Levántate, Pedro, ponte
tus vestiduras, y ármate de for III NOCTURNO
taleza para salvar las naciones. *
L e c c ió n del san to E v a n g e l io
Porque han caído la? cadenas de
seg ú n sa n M ateo
tus manos, y . Presentóse un
Angel del Señor, y una luz bri Lección Vil Cap. 16, 13-19
lló en la prisión, y tocando a Pe
dro en el costado, despertóle, di pN aquel tiempo, viniendo Je-
ciendo: Levántate ni punto. Por sús al territorio de Cesárea
que. de Filipo, preguntó a sus discípu
los: ¿Quién dicen los hombres
Lección VI que es el Hijo del hojnbre? Y lo
que sigue.
D o i/ otra parte, convenía mu-
chísimo para f*l plan divino H o m il ía d e sa n J e r ó n im o ,
que muchos reinos estuviesen P r e s b ít e f o
unidos en un vasto imperio a Com. sobre san M ateo, 1-3, cap. 16
fin de que la predicación tuviese
fácil acceso y pronta difusión en F/|3T| on razón prepunta el Sal-
tre los pueblos sometidos al go L W r S vad°r: “ <|Qu,¿n dicen los
bierno de una mismo ciudad. Pe hombres qu; es el Hijo
ro a la vez que esta ciudad, des del hombre?” Los que sólo ven
en él al Hijo del hombre, son, vosotros, ¿quién decís que soy
en efecto, hombres, pero los que yo?” Mientras que los otros, por
reconocen su divinidad, son lla que son hombres, piensan de mí
mados dioses, no hombres. “Los cosas enteramente humanas, vos
discípulos respondieron: Unos di otros, que sois dioses, ,¿quién
cen que Juan el Bautista, otros, creéis que soy yo? Pedro, en nom
Elias”. Me asombro de que cier bre de todos los Apóstoles, hace
tos intérpretes se pregunten la esta profesión de fe: “Tú eres el
causa de estos errores, y procu Cristo, el Hijo de Dios vivo” .
ren sentar, mediante largas dis Dice Dios vivo, a diferencia de
cusiones, por qué los unos pen esos dioses que pasan por dioses,
saron que Nuestro Señor Jesu pero que están muertos.
cristo era Juan Bautista, otros ]J. ¿Quién dicen los hombres
Elias, otros Jeremías, o algún que es el Hijo del Hombre?, pre
otro Profeta, ya que pudieron en guntó Jesús a sus discípulos. Pe
gañarse tomándolo por Elias y dro respondió diciendo: Tú eres
Jeremías, del mismo modo que el Cristo, el Hijo de Dios vivo.
se engañó Herodes tomándolo por ♦Y yo te digo que tú eres Pedro,
Juan Bautista, cuando decía: y sobre esta piedra edificaré mi
“ Este es aquel Juan a quien yo Iglesia, y . Bienaventurado eres,
mandé cortar la cabeza, el cual Simón, hijo de Juan, porque es
ha resucitado de entre los muer tas cosas no te las ha revelado
tos, y por eso hace milagros” . la carne ni la sangre, sino mi Pa
IJ. Y o he rogado por ti, oh dre que está en los cielos. Y yo
Pedro, para que no desfallezca tu te digo. Gloria al Padre. Y yo
fe. * Y tú, cuando te hubieres te digo.
convertido, confirma a tus her
manos. y . Estas cosas no te las Lección IX
ha revelado la carne ni la sangre,
sino mi Padre que está en los \ J Bienaventurado eres, Simón
cielos. Y . respondiendo Jesús, dijo:
Bar Joña”. Corresponde al testi
Lección VIII monio que el Apóstol ha dado de
el. Pedro había dicho: “ Tú eres
Y vosotros, ¿quién decís que el Cristo, el Hijo de Dios vivo” .
soy yo?” Lector prudente, La confesión de la verdad fué
pon atención, de conformidad con recompensada: “ Bienaventurado
la continuación y el texto del dis eres, Simón, hijo de Juan” .
curso, en que los Apóstoles no ¿Por qué? “ Porque ni la carne ni
son del todo llamados hombres, la sangre te han revelado esto,
sino dioses; porque sólo después sino mi Padre” . Lo que ni la car
de haber dicho: “ ¿Quién dicen ne ni la sangre, pudieron revelar,
los hombres que es el Hijo del lo reveló la gracia del Espíritu
hombre?”, añade lo siguiente: “ Y Santo. Así, pues, a consecuencia
de su profesión de fe, recibe un Ilustre Doctor, Pablo, dirigid
nombre en el cual hállase expre nuestra vida, y atraed en pos
sada la revelación del Espíritu de vos nuestros corazones al cie
Santo, y aun merece ser llamado lo; hasta que la fe, ahora velada,
hijo de este Espíritu; ¡porque descubra el mediodía, y sola, se*
la locución “ Bar joña” se tradu mejante al sol, reine la caridad.
ce en nuestra lengua por “hijo Eterna gloria sea dada a la Tri
de la paloma” . nidad; honor, poder y exultación
T e Dcutn, pág. 6. a la unidad que lo dirije todo,
por todos los siglos de los siglos.
LAUDES Y HORAS Amén.
y . Anunciaron las obras de
Ant. 1. Pedro y Juan *
Dios. I£. Y entendieron sus ma
subían al templo a la hora de no
ravillas.
na para orar.
Ant. del Bened.— Cuanto * ata
Los Salmos de Dominica, pág. .13.
res sobre la tierra, quedará atado
2. No tengo plata ni oro: * también en los cielos; y cuanta
mas te doy lo que tengo. desatares sobre la tierra, queda
3. Dijo el Angel a Pedro: rá desatado en los cielos, dijo el
* Cíñete tu vestido y sígueme. Señor a Simón Pedro.
4. Envió el Señor + su Angel,
y me ha librado del poder de He
rodes, aleluya. Oración
5. Tú eres Pedro * y sobre
esta piedra edificaré mi Iglesia. h Dios, que habéis consagra-
do este <iía con el martirio
Capitula Act., 12, 1-3 de vuestros Apóstoles Pedro y
Pablo: conceded a vuestra Iglesia
p L rey Herodes se puso a per que siga en todo las enseñanzas
seguir a algunos de la Iglesia: de aquellos por quienes tuvo
primeramente hizo degollar a San principio la religión. Por nuestro
tiago, hermano de Juan: después, Señor.
viendo que esto complacía a los
judíos, determinó también pren TERCIA
der a Pedro.
La Capitula de Laudes.
Himno
SEXTA
B ienaventuradoPastor Pedro,
recibid clemente las preces de Capitula Act., 12, 5
los que os ruegan; y con vuestra
palabra quebrad las ataduras de M i e n t r a s que Pedro estaba
los pecados, vos, a quien fué custodiado en la cárcel, la
dado el poder de abrir y cerrar Iglesia incesantemente hacía ora
cl cielo a los mortales. ción a Dios por él.
Conmemoración de san Pedro, Após
NONA tol ; i
Capitula Ant. — Tú eres el Pastor de
Act., 12, 11
las ovejas, Príncipe de los Após
S o lv ie n d o Pedro en sí, dijo: toles; a tí fueron entregadas las
* Ahora sí que conozco que el laves del reino de los cielos.
Señor verdaderamente ha envia y . Tú eres Pedro. 1$. Y so-
do a su Angel, y me ha librado )re esta piedra edificaré mi Igle
de las manos de Herodes y de sia.
la expectación de todo el pueblo
de los Judíos. ¡Oración
Oración
Dios, que hicisteis memo Durante la Octava de san
rable este día con la nati- Pedro y san Pablo
vidad del bienaventurado Juan:
Apóstoles
conceded a vuestros pueblos la
gracia de los goces espirituales, L a s A n tífon as y los Salm os de todas
las H oras y los V ersícu los de los N oc
y dirigid las almas de todos los turnos se toman del dia ocurrente de la
fieles por el camino de la eterna Semana, como en el Salterio; lo demás
se toma del Común de Apóstoles, menos
salvación. Por nuestro Señor. las Lecciones que en el I N octurno se
rán de la E scritu ra ocurrente, con los
Responsorios de Tiem po, y en el I I y
TERCIA I I I Nocturno las que se asignan a ca
da dia. Los W . de Laudes y V ísperas,
La Capitula de Laudes. como también las A n tífon as del B ene•
dictus y M agnífica!, se dirán todo* lo»
de vuestros Apóstoles Pedro y
dias como Conmemoración de la O c
tava en la forma siguiente: Pablo: conceded a vuestra Igle
sia que siga en todo las ense
EN AMBAS VISPERAS ñanzas de aquellos por quienes
tuvo principio la religión. Por
y . Les constituiréis príncipei nuestro Señor.
sobre toda la tierra. 1$. Se acor
darán, Señor, de vuestro nom LAUDES
bre.
Ant. del Magnif. — Pedro, y . El sonido de su voz se ha
Apóstol, * y Pablo, Doctor de propagado por toda la tierra. Q.
los Gentiles, nos enseñaron vues Y sus palabras hasta los conñnes
tra ley. Señor. del mundo.
Ant. del Btned. — Estos glo
Oración riosos Príncipes de la tierra* así
como se amaron durante la vi
H h Dios, que habéis consagra- da, tampoco se separaron al mo
do este día con el martirio rir.
FIESTAS DE JULIO
Día 1 de Julio ¡¡
conocer la virtud
e s e á is Lección V
de la sangre de Cristo?
Remontémonos a lo que A sí como las estatuas de los re-
4a prefiguró, y recordemos su pri yes, aunque inertes y mudas,
mera imagen, fijándonos en la na protegen a veces a los hombres
rración de las antiguas Escritu dotados de alma y de razón que
ras. Era en Egipto, a media no se refugian cerca de ellas, no
che. Dios amenazaba a los Egip por ser de ,(bronce, sino porque
cios con una décima plaga: había representan la imagen del princi
decretado la muerte de sus pri pe, así también aquella sangre
mogénitos, porque retenían cau privada de razón libró a unos
tivo a su pueblo primogénito. hombres racionales, no porque
Mas para que su amado pueblo fuera sangre sino porque anun
judío no se expusiera a perecer ciaba la sangre de Jesucristo. Y
con ellos, ya que habitaba en el entonces, el Angel exterminador,
mismo país, indicóle el Señor un viendo teñidas las puertas, pasó
remedio que sirviera para distin adelante sin atreverse a entrar:
guir a los Israelitas de los Gen Si hoy, pues* en lugar de ver las
tiles. Fué una figura admirable, y puertas teñidas con sangre sim
la más a propósito para dar a co bólica, el enemigo ve brillar en
nocer con toda verdad la virtu i los labios de los fieles puertas de
de la sangre de Jesucristo. Y a la los templos de Jesucristo, la san
divina indignación había comen gre del verdadero Cordero, hui
zado su obra, y el mensajero de rá todavía más íejos. Porque si
el Angel se apartó en presencia do brotó sangre y agua. No- quie
de la figura, ¿cuánto más huirá ro, amados oyentes, pasar tan li
espantado el enemigo en presen geramente por los secretos de tan
cia de la realidad? ¿Deseáis des* gran misterio, pues me falta aún
cubrir áún otra virtud de esta manifestaros muchas cosas místi
sangre? Sí, ciertamente. Conside cas y profundas. He dicho que
ra, pues, dónde empezó a derra aquella agua y aquella sangre
marse y de qué fuente manó. simbolizaban el bautismo y los
Empezó a brotar en la cruz; y Misterios. Con ellas, en efecto, se
tuvo su fuente en el costado de» fundó la Iglesia, por la regenera
Señor. Porque— sigue diciendo el ción del agua y la renovación del
texto— habiendo muerto el Señor, Espíritu Santo: por el bautismo
y mientras pendía aún de la cruz, repito, y los Misterios que pare
acercándosele un soldado hirióle cen haber salido de aquel costa
en el costado, del cual salió al do. Del costado de Jesucristo
momento agua y sangre, símbolo formóse, pues, la Iglesia, así co
una del bautismo y la otra del mo del costado de Adán formó
Sacramento. He ahí por qué el se Eva, su esposa. San Pablo da
Evangelio no dice: Salió sangre testimonio de este origen, cuan
y agua, sino primeramente el do dice: “ Nosotros somos miem
agua y después la sangre; porque bros de su cuerpo, formados de
nosotros somos primeramente la sus huesos ” , aludiendo al costado
vados con el agua bautismal, y de Jesucristo. Así, pues, como
consagrados luego con el Santísi Dios hizo a la mujer del costado
mo Misterio. de Adán, de igual manera Jesu
Habéis sido comprados a cristo nos dió el agua y la san
un gran precio: * Glorificad y gre salidas de su costado, desti
llevad a Dios en vuestro cuerpo. nadas a la Iglesia, como elemen
y . M uy caro habéis costado; tos reparadores. Con motivo de
no queráis haceros esclavos de los la celebración del décimonono
hombres. Glorificad. centenario de la Redención del
género humano, y en memoria de
L ecció n VI tan inefable beneficio, quiso el
Sumo Pontífice Pío X I celebrar
T Tn soldado le abrió el costado: un Jubileo extraordinario p an
abrió una brecha en el que manasen más abundantes en
muro del templo santo, dándome favor de los hombres los frutos
ocasión de hallar un tesoro pre de la preciosa sangre del Corde
cioso y de congratularme por el ro inmaculado, Jesucristo, con l i
descubrimiento de grandes rique cual hemos sido redimidos; y par
zas. Esto es lo que ocurrió con ra que su recuerdo se grabara
este Cordero. Los judíos mataron más vivamente en los fieles, el
al Cordero, y yo he gozado del mismo Sumo Pontífice elevó la
fruto del Sacramento. Del costa fiesfa de la Preciosísima Sangre,
que todos los años debe celebrar H o m il ía d e sa n A g u s t ín , O b is p o
la Iglesia universal, al rito dc Tratado 120 sobre san Juan
primera clase.
I£. Dios nos manifiesta su el Evangelista de
ir v ió s e
amor hacia nosotros, * En que, una expresión escogida
cuando eramos aún pecadores, adrede; y así, no dice
por nosotros murió Jesucristo. Golpeó su costado, ni tampoco:
X . Ahora, pues, que estamos Le hirió, u otra expresión pareci
justificados por su sangre, con da: sino “Abrió” , para enseñarnos
mucho mayor motivo nos salva que en el Calvario se abrió en
remos por El de la ira. En que. cierta manera la puerta de la vi
Gloria al Padre. En que. da de donde salieron los sacra
mentos de la Iglesia, sin los cua
III NOCTURNO
les no puede haber acceso a
Ant. 1. Salió, pues, Jesús, * aquella vida que es la única ver
llevando la corona de espinas y dadera. Esta sangre derramada,
revestido del manto de púrpura. lo ha sido por la remisión de los
Y les dijo Pilato: Ved aquí el pecados; esta agua viene a mez
hombre. clarse para nosotros con la be
Salmo 73; pág. 143. Se dice íntegro. bida de nuestra salvación: es, a
2. Y llevando él mismo a la vez, baño purificador y bebi
cuestas su cruz, * fué caminando da refrigerante. Vemos una figu
hacia el sitio llamado el Calva* ra de este misterio en la orden
rio, en donde le crucificaron. que recibió Noé de abrir en un
Salmo 87, pág. 202. lado del arca una puerta por don
3. Como le vieron ya muer de pudieran entrar los animales
to, * no le quebraron las piernas, que debían salvarse del diluvio,
sino que uno de los soldados con y que representaban la Iglesia.
la lanza le abrió el costado, y al En vista, también, de este miste
instante salió sangre y agua. rio, la primera mujer fué forma
Salm o 93, pág. 193. (S e reza in da del costado de Adán mientras
tegro). éste dormía, y fué llamada vida
V . Cristo nos amó. 1$. Y y madre de los vivientes. Era
nos purificó de nuestros pecados la figura de un gran bien, antes
con su sangre. del gran mal de la prevaricación.
Vemos aquí al segundo Adán
L e c c ió n d e l sa n to E v a n g e lio ,
durmiéndose sobre la cruz, des
segú n san Juan
pués de inclinar la cabeza, para
Lección VII Cap. 19, 30-35 que se formara su esposa con la
p N aquel tiémpo: Jesús, luego, sangre y agua que manaría de su
que probó el vinagre, dijo: costado durante su sueño. ¡Oh
Todo está cumplido. E inclinando muerte, que se convierte para los
la cabeza, entregó su espíritu. Y muertos en principio de resurrec
lo que sigue. ción y de vida! ¿Puede haber
algo más puro que e9ta sangre n:. breabundó en nosotros. En quien.
más saludable que esta herida? Gloria al Padre. En quien.
I£. Este es el que vino con
el agua y la sangre, Jesucristo: * Lección IX
No con el agua solamente sino S erm ó n 31
/ " ' a n t a d , o h p u e b lo s f ie le s , a lo s
y Metodio eran her
ir il o
d o s v e n c e d o r e s q u e h o y c e le
manos. Nacidos en Tesa-
b ran su e n tra d a en la s m o rad as
lónica, dc padres muy
del c ie lo ; a lo s que c o n s titu y e n
nobles, trasladáronse muy pronto
la d o b le c o lu m n a , la d o b le g lo r i a
a Constantinopla para estudiar
de la s n a c io n e s e s la v a s .
las artes liberales en aquella ca
pital del Oriente. Ambos hicieron
Un común amor junta a los
grandes progresos en poco tiem
dos hermanos; una misma piedad
los arranca al desierto; ansian po, distinguiéndose sobre todo
Cirilo, el cual adquirió tal repu
llevar a numerosos pueblos los
tación científica, que por una es
gérmenes de la vida.
pecial distinción le daban el
Derraman sobre los Búlgaros,
nombre de filósofo. Metodio
los Moravos y los Bohemios los
abrazó la vida monástica; en
resplandores de la luz que brilla
cuanto a Cirilo, llegó a hacerse
en las celestiales moradas; con
digno de que la emperatriz Teo
ducen en multitud esos pueblos
dora, por consejo del Patriarca
bárbaros al redil de Pedro.
Ignacio, le confiara la misión de
Oh vosotros, que ceñís una co
instruir en la fe cristiana a los
rona tejida con vuestros méritos,
Cázaros, que habitaban más allá
dejaos conmover por las lágri
del Quersoneso. Instruidos estos
mas de los que os ruegan: con
pueblos por sus predicaciones y
servad al pueblo Eslavo los teso
movidos por la gracia de Dios,
ros con que en otro tiempo le
después de renunciar a un sinnú
enriquecisteis.
mero de supersticiones, abrazaron
Que la tierra generosa que os
la fe de Jesucristo. Una vez per
invoca conserve fielmente la pu
fectamente constituida la nueva
reza de la fe en la verdad eterna:
comunidad de cristianos, Cirilo se
Roma fué la primera en procu
apresuró a volver a Constantino
rarle la salvación; ella seguirá
pla para retirarse al monasterio
procurándosela siempre.
de Polícrono, en donde residía
Oh Creador y Redentor del li
Metodio. Pero entre tanto llegó a
naje humano, cuya bondad nos
Ratislao, príncipe de Moravia, la
concede todo bien, a Vos se den
fama de los éxitos alcanzados
gracias y se glorifique por todos
más allá del Quersoneso, y ese
los siglos. Amén.
príncipe pidió algunos operarios
S i en el I Nocturno las Lecciones se
han de tomar del Común, se dicen las evangélicos a Miguel III, empe-
804 7 j u l i o . -san <iKir.y v pan m f.tuhih, itmsros v <o n fk s o r k s
1. C o n e s t a s p a l a b r a s m a n d ó J e s ú s a la s s a n t a s m u j'e r e s , d e s p u é s d e su
R e s u rr e c c ió n q u e a v is a r a n a lo s d i s c i p u l o s p a r a q u e f u e r a n • e s p e r a r le •
G a lile a , d o n d e le v e r ía n .
ya. Las Actas más autorizadas de maba Rufino. Siendo Cardenal
su martirio nos dicen que ella Presbítero de la Iglesia Romana,
temió tanto el dejar que sus sie fué elegido sumo Pontífice, bajo
te hijos la sobreviviesen en la car el reinado de Jos em peradores.
ne, como temen ordinariamente Antonino Pío y Marco Aurelio.
los padres al verlos morir antes En cinco ordenaciones efectuadas
ijue ellos. en el mes de diciembre, consagró
T e D ru m , pAp. íí. doce Obispos y ordenó dieciocho
E n las V í s p e r a s , C o n m e m o r a c ió n del
Presbíteros. Han llegado hasta
O fic io s ig u ie n te .
nosotros varios decretos suyos
muy importantes, entre ellos el
que establecía que la Resurrec
Día 11 de Julio
ción del Señor no se celebrase
San Pío I más que en domingo. Transfor
mó en iglesia la casa de Pudente,
Papa y Mártir y a causa de su preeminencia so
S im p le bre los demás títulos, por ser
l'o d o s e t o m a d e l C o m ú n d e u n M á r residencia dél sumo Pontífice, la
t i r , p á g . 5 5 8 , m e n o s lo q u e s i g n e : dedicó bajo el título del Pastor.
A n t.— Este santo luchó hasta Celebró en ella con frecuencia
la muerte por la ley de su Dios, los sagrados M isterios y bautizó
y no temió las palabras de los también allí ¡ a muchos converti
impíos, ya que estaba apoyado dos a la fe, a los cuales inscri
sobre la tierra firme. bió en el número de los fieles.
V . Le coronasteis. Señor, de M ientras estaba desempeñando
gloria y honor. 1$. Y le consti su oficio de buen pastor, derramó
tuisteis sobre las obras de vues la sangre por sus ovejas y por
tras manos. Jesucristo, Pastor supremo. R e
cibió la corona del martirio el
Oración dia once de julio y fué sepultado
Dios, mirad con
/"O m n ip o t e n t e en el Vaticano.
ojos propicios nuestra fla Te D cu m , p ág. 6.
T .a s V ís p e ra s del O fic io s ig u ie n te ,
queza, y ya que nos agobia el pe c o n C o n m e m o r a c ió n d e s a n N a b o r y sa n
F é lix , M á r tir e s .
so de nuestras acciones, haced
que nos proteja la gloriosa inter
cesión del bienaventurado Pío,
vuestro M ártir y Pontífice. Por D ía 12 de Julio
nuestro Señor.
San Juan Gualberto
Lección III Abad
Dolile
ro, el primer Papa de es
’ l’ o d o s e t o m a <!<■! C o m ú n d e u n C o n
te nombre, nació en f e s o r n o P o n t í f i c e , |>¡i r . 5 9 8 , m e n o s lo
Aquilea; su padre se lla q u e s ig u e :
Oración evitar el encuentro; y le perdo
nó la vida por respeto a la santa
f)s suplicamos nos recomiende, cruz que el homicida le mostró
Señor, la intercesión del al extender los brazos en el mo
bienaventurado Juan, Abad, para mento en que iba a recibir la
que consigamos con su patrocinio muerte. Después de haber trata
lo que no podemos con nuestros do a su enemigo como hermano,
méritos. Por nuestro Señor. entró Juan a orar en la iglesia de
C o n m e m o r a c ió n de san N abor y san
F é lix , M á r tir e s :
san Miniato, y mientras adoraba
la imagen de Cristo crucificado
A nt.— El reino de los cielos es
viola inclinar la cabeza hacia él.
de aquellos que despreciaron la
Vivamente impresionado por este
vida del mundo, y consiguieron
hecho sobrenatural, abandonó,
los premios del reino, y lavaron
contra los deseos de su padre, la
sus túnicas en la sangre del Cor
carrera militar, cortóse la cabe
dero.
llera con sus propias manos, y
y . Alegraos y regocijaos en
tomó el hábito monacal. No tardó
el Señor. 1}. Y gloriaos todos
en distinguirse por su piedad y
los de corazón recto.
sus virtudes religiosas, hasta lle
gar a ser para muchos de sus
Oración
compañeros el modelo y la regla
Q s suplicamos, Señor, nos con- de perfección; por lo cual, al mo
cedáis que así como nunca rir el Abad del Monasterio, fué
dejamos de celebrar el tránsito elegido superior por unanimidad.
de vuestros Mártires Nabor y Deseoso sin embargo de obede
Félix, nos acompañen constante cer, más que de mandar, y estan
mente sus sufragios. Por nuestro do destinado por la voluntad di
Señor. vina a cosas mayores, el siervo
de Dios fué a encontrar a Ro
II NOCTURNO mualdo, que vivía en el desierto
de la Camáldula, el cual le dió
Lección IV
cuenta de una predicción venida
|a
c id o e n Florencia, Juan del cielo relativa a su instituto;
i Gualberto, de padres no entonces fué cuando fundó su or
bles, seguía, por obedien den bajo la regla de san Benito,
cia a su padre, la carrera mili en el valle denominado Valleum-
tar, cuando Hugo, su único her brosa.
mano, fué muerto por uno de Lección V
sus parientes. El día de viernes
santo, Juan, completamente a r fama de su santidad atrajo
mado y rodeado de soldados, en a él multitud de discípulos.
contró al a g r e s o r , que iba solo y Juntamente con los que se ha
sin arma alguna, en un lugar bían venido a él, trabajó cuida
donde ninguno de los dos podía dosamente en extirpar los falsos
principios de la herejía y de la Juan repetía con frecuencia du
simonía y en la propagación de rante su enfermedad estas pala
la fe apostólica; por esta causa bras de David: “ Mi alma tiene
él y los suyos tuvieron que lu sed del Dios fuerte y vivo;
char con innumerables dificulta ¿cuándo iré a presentarme ante
des. Con el objeto de perderlos, la presencia de Dios?”. Llegado
sus adversarios invadieron de sú el momento de morir, llamó a sus
bito durante una noche el mo discípulos, les exhortó a la unión
nasterio de San Salvio, incendia fraterna, y mandó escribir en un
ron el templo, derribaron los edi billete, que quiso llevar con
ficios e hirieron mortalmente a sigo a la sepultura, las siguientes
todos los monjes; mas el varón palabras: “ Yo, Juan, creo y profe
de Dios les devolvió al momento so la fe que los santos Apósto
la salud con la sola señal de la les predicaron y que los santos
cruz. Aconteció también que uno Padres han confirmado en cuatro
de sus religiosos llamado Pedro, concilios” . Por último, después
atravesó sin experimentar el me de haber honrado durante tres
nor daño un inmenso y ardentí días la presencia de los Angeles,
simo fuego. De esta manera ob voló hacia el Señor, a los sesenta
tuvo Juan, para sí y para los su y ocho años de edad, en el año
yos, la tranquilidad apetecida. de gracia mil setenta y tres, el
Consiguió entonces desterrar de día cuarto de los idus de julio. Su
Etruria la plaga de la simonía y muerte ocurrió en Pasignano,
restablecer en su integridad la donde se le tributa una gran ve
primitiva fe en toda Italia. neración. Ante la fama de sus
muchos milagros, Celestino III le
Lección VI inscribió entre los Santos.
D u s o los primeros fundamentos III NOCTURNO
de muchos monasterios, y
consolidó con santas leyes aque L e c c ió n d e l sa n to E v a n g e l io
Oración Oración
Dios, que adornasteis a san Dios,¡que nos concedéis ce
Camilo con la singular prerro lebrar !el tránsito de vues
gativa de la caridad para soco tros santos j M ártires Sinforosa y
rrer a las almas que luchan en el sus hijos: ¡btorgadnos que en la
último combate: os suplicamos etem a bienaventuranza, gocemos
que, por sus méritos, nos infun de su sociedad. Por nuestro Se
dáis el espíritu de vuestro amor, ñor.
para vencer en la hora de nues
II NOCTURNO
tra muerte al enemigo, a fin de
llegar a fa consecución de la ce Lección IV
lestial corona. Por nuestro Señor.
C o n m em oración del O ficio p rece d e n te : Camilo en Bucchia-
a c ió
Santiago Apóstol j
Himno
TERCIA
H Jesús, salvación de los mor
O tales, asistidnos en tanto que | La C a p itu la de L a u d e s.
.....- ' 849
V ' Í m’ í O ' í ' jT.Í:'
SEXTA drado en Jesucristo póíifiedio del
Evangelio. ‘ /
Capitula I Cor., 4, 10
II VISPERAS
^ osotros somos reputados co L a s A n tífo n a s y C a p itu la de I lu d e s ;
mo unos necios por amor de el H im no de las I V ísp e ra s.
Cristo, mas vosotros sois los pru y . Publicaron las obras de
dentes en Cristo; nosotros flacos, Dios. . Y comprendieron ías
vosotros fuertes; vosotros sois cosas que realizó.
honrados, nosotros viles y des Ant. del Magnif.— Oh biena
preciados. venturado Apóstol, que elegido
entre los primeros, fuiste el prime
NONA ro de todos los Apóstoles que
mereció beber el cáliz del Señor!
Capitula I Cor. 4, 15 ¡Oh glorioso reino de España/de
fendido con tal prenda y patrón,
D o r q u e aun cuando tengáis mi por el cual ha obrado cosas gran
llares de maestros en Jesu des aquel que es poderoso! ale
cristo, no tenéis muchos padres. luya.
Pues yo soy el que os he engen- Conm em oración del O ficio siguente.
I L ^ T T jJ N E S S A N C fO R i^ A p u ^ j
Dia 26 de Julio
Día 27 de Julio
D ía 28 de Julio
San Pantaleón ¡
Mártir Stos. Nazario y Celso, Mrs.,
S im p le
VÍCÍOI) 1 Papa y Mártir,
Oración
e Inocencio Papa y Conf.
U aced Señor, que por la in
,
S em id ob le
tercesión del bienaventurado
Pantaleón, vuestro M ártir, nos L a C a p itu la y todo lo d em ás que
veamos libres de toda adversi no se ha d e : tom ar de l a ' F e r ia en el
S a lte r io , se d ir á com o en el C om ún
dad en el cuerpo y de ma de v a rio s M á r tir e s , pág. 57.1, a e x
los pensamientos en el alma. Por cep ció n de lo sig u ie n te :
nuestro Señor Jesucristo, que i ' ''
con Vos vive y reina... i Oración
Oración
D ía 2 de Agosto
suplicamos, omnipotente
San Alfonso María de Dios, nos concedáis que, con
Ligorio la celebración del nacimiento a
la vida eterna de vuestro M ár
Obispo, Confesor y Doctor de tir, el bienaventurado Esteban,
la Iglesia se aumente y crezca en nosotros
Doble por su intercesión el amor de
vuestro nombre. Por nuestro Se
Todo se toma del Común de Confe
sores Pontífices, pág. 583, menos lo ñor Jesucristo, que con Vos vive
siguiente: y reina...
II NOOTURNO ante el altar de la Virgen de la
Lección IV Merced para consagrarse al ser
vicio de Dios. Después de reci
lfo n s o M aría de Ligo- bir la ordenación sacerdotal, se
río, nacido en Ñapóles,dedicó con tanto celo a comba
de padres nobles, mos tir los vicios, y se entregó con
tró claros indicios de santidad tanto ardor al apostolado, acu
desde la infapcia. Siendo aún diendo a todas partes para ejer
niño, sus padres le presentaron cer sus ministerios, que convir
a san Francisco de Jerónimo de tió a gran número de descarria
la Compañía de Jesús, quien, dos. Le inspiraban especial com
después de orar profundamente, pasión los pobres y los campesi
predijo que llegaría a los noven nos, para cuya evangelización
ta años, y sería elevado a la fundó la congregación de Pres
dignidad episcopal, siendo su bíteros del Santísimo Redentor,
apostolado de grandes frutos en destinados a ejercer su ministe
la Iglesia. Despreciando los jue rio, a imitación del Redentor de
gos propios de su edad, se dedi los hombres, por la campiña y
có, desde niño, a formar a los por las aldeas y las villas.
nobles adolescentes en la modes
tia cristiana con la palabra y el Lección V
ejemplo, y cuando llegó a la
adolescencia se inscribió en al D ara que nada pudiera apar-
gunas piadosas cofradías, y en tarle de su propósito, se
nada se complacía tanto como obligó con un voto a no perder
en servir a los enfermos en los nunca un momento. En conse
hospitales, en consagrar mucho cuencia, entregóse con gran ce
tiempo a la oración en las igle lo, mediante la predicación de
sias y en frecuentar la celebra la divina palabra y de sus escri
ción de los divinos misterios. tos repletos de piedad y de eru
Supo juntar tan bien la piedat dición sagrada, a ganar almas
con el estudio de las letras, que para Cristo y conducirlas a ma
obtuvo el grado de Doctor en yor perfección. Innumerables
ambos derechos en la universi fueron las enemistades que ex
dad de Nápoles, al llegar a los tinguió y las almas descarriadas
dieciséis años. Para complacer a que restituyó al camino de sal
su padre ejerció la abogacía, en vación. Devoto insigne de la Vir
cuyo desempeño adquirió gran gen María, escribió un libro can
reputación, pero que abandonó tando sus glorias, que en la pre
por los peligros que su ejercicio dicación exaltaba con extraordi
llevaba consigo. Renunciando a nario fervor, hasta el punto de
un ventajoso enlace que su pa que algunas veces todo el audi
dre le proponía y a sus derechos torio pudo verle arrebatado en
de primogénito, colgó su espada éxtasis, con el rostro iluminado
por un rayo de luz que partía de su caridad le llevó hasta vender
una imagen de la Virgen. Fué el m obiliario1 dom éstico para
asiduo contem plador de la pa alim entar a los hambrientos. H a
sión del Señor y de la E ucaris ciéndose todo ¡para todos, refo r
tía, cuyo culto propagó extraor mó las comuriidades de religio
dinariamente. Cuando rogaba sas, y fundó un convento de
ante el Sacram ento o celebraba m onjas redentoristas. Sus graves
la santa M isa, que nunca om itió, y continuas enferm edades le
la vehemencia de su am or le de obligaron a renunciar al episco
rretía en ardores seráficos, o pado, volviendo otra vez entre
provocaba en él m ovim ientos sus discípulos tan pobre com o
insólitos o le abstraía de las co de entre ellos había salido. P or
sas externas. Asociando la adm i últim o, aunque agobiado corpo
rable inocencia de su vida, que ralm ente por la ve jez, por los
nunca manchó con pecado gra trabajos, por una antigua artritis
ve, con la penitencia corporal, y por otras enferm edades g ra
castigó duramente su cuerpo con ves, nunca perdió su espíritu la
abstinencias, cadenillas de hie vivacid ad para disertar y escri
rro, cilicios y sangrientas disci bir sobre las cosas celestiales,
plinas. Adem ás, el Señor le con hasta que cum plidos noventa
cedió el don de profecía y el de años m urió con guan p lacidez
escrutar los corazones, con el entre la aflicción de sus h ijo s es
de bilocación y el de obrar m ila- pirituales en N o cera de los P a
gros. canos, en el laño mil setecientos
ochenta y siéte. Ilu stre por sus
Lección VI doctrinas y por sus m ilagros, fu é
beatificado por el Sum o P o n tí
C ie m p r e rehusó las dignidades fice P ío V I I |en el año m il ocho
eclesiásticas que se le o fre cientos dieciséis; p era habiendo
cieron, pero obligado por el papa brillado con nuevos prodigios,
Clem ente X I I I tu vo que acep G regorio X V I inscribió solem
tar el gobierno de la Iglesia de nemente su nom bre en el catá
Santa A gata de los Godos. U na logo de los santos, en la fiesta
vez Obispo, cam bió de hábito, de la Santísim a Trinidad del año
pero nunca cam bió la severa dis mil ochocientos treinta y nueve.
ciplina de su vida. Conservó la P or últim o, el Sum o Pontífice
m ism a frugalidad, el mismo celo P ío I X , por decreto de la Sa
férvid o en reprim ir los vicios y grada Congregación de R ito s, le
en com batir el error, así com o declaró D o cto r d e la Iglesia uni
se aplicó al cum plim iento de las versal.
dem ás obligaciones pastorales. En el II I Nocturno, la Homilía »o-
Ure e¡ Evangelio: E l J¡eftof rlipió, del
G enerosa con los pobres, les dis Común de Evangelistas, p&g. 556, con
tribu ía todas las rentas de la los siguientes Responsorios:
Iglesia y en una gran carestía I£. V I I . É l Señor le amó y
le h o n ró ; le vistió con vestidu exhortaba los fíeles al martirio,
ras de gloria; * Y le coronó en celebraba regularmente los sa
el um bral del paraíso, y . C u grados M isterios en las criptas
brióle el Señor con el yelm o de de los M ártires y organizaba
la fe y le adornó. Y le coronó. concilios. Conducido al templo
1$. V I I I . A brió su boca en de M arte para que sacrificara a
medio de la Iglesia; * y le lle esta falsa divinidad, negóse deci
nó el Señor del E spíritu de sa didamente a tributar al demonio
biduría e inteligencia, y . L e en el honor debido solamente a
riqueció de alegría y de exulta Dios. M ientras estaba hablando,
ción. Y le llenó. G loria al Padre. un terrem oto derribó la estatua
Y le llenó. de M arte y conmovió él templo.
E ste prodigio provocó la huida
Lección IX de los que tenían preso a E ste
ban, y el Pontífice pudo volver
D e s a n E s t e b a n , P a p a y M á r t i r a sus ovejas, en el cementerio
de L ucin a; allí les instruía en
s t e b a n , rom ano de ori los preceptos divinos y les ha
gen, y soberano P on tí cía participar en el sacramento
fice durante lo s reina- del Cuerpo de Cristo. M ientras
d o s-d e los emperadores V aleria un dia acababa de celebrar la
no y Galieno, decretó que los santa M isa, presentáronse por
Presbíteros y D iáconos no lle segunda v e z los satélites impe
varan las vestiduras sagradas riales y hallándole en su trono
fuera de la Iglesia. Prohibió vo l le cortaron la cabeza. Sus cléri
ver a bautizar a los que lo ha gos sepultaron su cuerpo en el
bían sido por los herejes, invo- cementerio de Calixto el día
; cando el testim onio de san C i- cuarto de las nonas de agosto,
• priano: “ N o _ hay que innovar y colocaron junto al M ártir la
I nadar sino atenerse a la_ tradi- sede que había regado con su
' qión” . M uchos paganos fueron sangre. Ejerció el apostolado por
’ conducidos por él a convertirse espacio de tres años, y celebró
a Jesucristo, entre ellos el tribu en el mes de diciembre dos or
no Olim pio, con su esposa Exu- denaciones, en las cuales fueron
peria y su hijo Teódulo. A l de ordenados seis Presbíteros y cin
volver la vísta a Lucila, hija del co Diáconos, y consagrados tras
tribuno Nem esio, obtuvo al m is Obispos.
mo tiempo a él y a toda su fa TV Deum laudatnvs, pág. 6.
milia el don de la fe : todos fue En Laudes, Conmemoración de san
Esteban, Mártir:
ron M ártires por causa de J e
sucristo. A pesar de las persecu A nt .— E l que aborrece a su
ciones cada vez más enconadas, alma cn este mundo la guarda
promovidas por los emperadores, para la vida eterna.
Esteban convocaba a su clero, $ . E l justo florecerá como
ia palma. 1$. Se elevará como el enemigos, pues celebramos la In
cedro del Líbano. vención de aquel que supo rogar
por sus perseguidores a nuestro
Oración Señor Jesucristo, vuestro Hijo.
Que con Vos.
suplicamos, omnipotente Las Completas, de la Feria.
Dios, nos concedáis que, con
la celebración del nacimiento a
MAITINES
la vida eterna de vuestro M ár
tir, el bienaventurado Esteban, El Invitatorio y el Himno, del Co
mún de un Mártir, pág. 559. Las An
se aumente y crezca en nosotros tífonas, Salmos y Versículos, de la
por su intercesión el amor de Feria ocurrente, en el Salterio.
vuestro nombre. Por nuestro Se
ñor. I NOOTURNO
En las II Vísperas, Conmemoración
del Oficio siguiente. D e los H echos de lo s
A póstoles
O b is p o , “ L a C iu d a d d e D io s ” III NOCTURNO
L ib ro 22, cap. 8, cerca del m e d io
L e c c ió n d e íl sa n t o E v a n g e l io
Lección VI se g ú n sa n M ateo
I pues^ algunos
e v an d án dose,
Día 4 de Agosto
de la Sinagoga llamada de
los Libertinos, de los Cirineos, Santo Domingo
de los Alejandrinos, de los Cili-
cianos y de los Asiáticos, traba Confesor
ron disputas con Esteban, pero D o b le m ayor (L . h.)
no podian contrarrestar a la sabi T o d o s e to m a d el C o m ú n d e u n
duría y al espíritu que hablaba C o n f e s o r n o P o n tífic e , p ág . 598, m e
n o s lo q u e s ig u e :
en él.
br. Pusisteis, Señor, *
Oración
Sobre su frente. Pusisteis. y .
Una corona de piedras preciosas. Dios, que os dignasteis es
Sobre. Gloria al Padre. Pusisteis. Ohclarecer a vuestra Iglesia
y . Grande es su gloria por con los méritos y doctrina del
la salvación que le habéis dado. bienaventurado Domingo, Confe
Q . Le coronasteis de resplandor sor vuestro; conceded que, por
y de hermosura. • su intercesión, no se vea priva
da de los auxilios temporales, y
NONA que siempre vaya progresando
espiritualmente. Por nuestro Se
Capitula Act. 7, 59
ñor.
Y poniéndose de rodillas, cla S e h a c e C o n m e m o ra c ió n d e l O fic io
p re c e d e n te :
mó en alta voz: Señor, no
Ant.— Unos hombres temero
les hagas cargo de este pecado.
sos de Dios, sepultaron a Este
Y dicho esto, durmióse en el Se
ban, e hicieron un gran duelo en
ñor.
sus exequias.
IJ. br. Grande es su gloria*
y . Esteban vió los cielos
Por la salvación que le habéis
abiertos. I£. Viólos y entró en
dado. Grande, y . Le coronasteis
ellos: bienaventurado el hom
de resplandor y de hermosura.
Por. Gloria al Padre. Grande. bre a quien los cielos estaban
y . El justo florecerá como patentes.
la palma. 1$. Se elevará sobre
los cedros del Líbano. Oración
Las V í s p e r a s , d e l O f ic io s ig u ie n t e ,
c o n C o n m e m o r a c ió n d e l p r e c e d e n te c o
Q s rogamos, Señor, nos conce-
m o s e p o n e e n s u lu g a r . dáis el favor de imitar lo
que veneramos, para que apren pués de los cuales vino a Roma
damos a amar aún a nuestros con el obispo de Tolosa y se
enemigos, pues celebramos la In presentaron al concilio de Le-
vención de aquel que supo ro trán para que Inocencio I I I
gar por sus perseguidores a confirmarse la Orden que había
nuestro Señor Jesucristo, vues fundado. Mientras el concilio de
tro Hijo. Que con Vos. liberaba sobre este asunto, el
Pontífice le aconsejó que volyie-
II NOCTURNO se a sus discípulos para darles
una Regla. Vuelto a Roma, bajo
Lección IV
el pontificado de Honorio III ,
om ingo, nacido en Cale- sucesor inmediato de Inocencio,
ruega, en España, de la logró la confirmación de la Or
ilustre familia de los den de Predicadores. Fundó en
Guzmán, estudió en Patencia las Roma dos monasterios, uno de
bellas letras y la teología con varones y otro de mujeres. R e
tanto aprovechamiento, que ob sucitó tres muertos e hizo mu
tuvo la dignidad de Canónigo re chos otros milagros que contri
gular de la iglesia de Osma. D es buyeron singularmente a propa
pués fundó la Orden de Predica gar su Orden.
dores. Su madre, estando de él
en cinta, vió en sueños al hijo Lección VI
que llevaba en su seno como un
cachorro con una antorcha en la ("G racias a sus trabajos, se ha
boca, con la cual incendiaria bían edificado en todas par
más tarde el universo; sueño que tes monasterios y un gran núme
prefiguraba a Domingo inflaman ro de personas habían abrazado
do a los pueblos con el esplen en ellos la vida religiosa, cuando
dor de la santidad y de la doc se vió atacado de la fiebre en
trina para conducirlos a la prác Bolonia, durante el año mil dos
tica de la piedad cristiana. El cientos veintiuno. Y sintiéndose
presagio se realizó del todo, cercano a la muerte, reunió a to
pues Domingo lo cumplió pri dos sus hermanos y a sus discí
mero por sí mismo, y después pulos, y les exhortó a viv ir en
por los religiosos de su Onden. la inocencia y .en el estricto cum
plimiento de los deberes de es
Lección V tado. En fin, S les dejó en testa
mento, como Jel más seguro pa
g u talento y su virtud brilla trimonio, la ¡caridad, la humil
ron sobre todo al combatir dad y la pobreza; y en el m o
a los herejes que, con sus per mento en que sus hermanos, en
niciosos errores, intentaban per oración, pronunciaban las pala
vertir a los tolosanos. En esta bras: “ Santos de Dios, venid en
labor invirtió siete años, des su ayuda; Angeles, venid a re
cibirle” , se durmió en el Señor, Oración
en el dia octavo de los idus de
agosto. Después, el pontífice Dios, que os dignasteis es-
Gregorio I X le puso en el ca clarecer a vuestra Iglesia
tálogo de los Santos. con los méritos y doctrina, del
bienaventurado Dom ingo, Con
E n el I I I N o c tu r n o , la H o m ilía so
b r e e l E v a n g e l i o : Ceñid vuestras cin fesor vuestro; conceded que, por
turas, d e t C o m ú n d e u n C o n f e s o r n o su intercesión, no se vea privada
P o n tific e e n e l p r im e r lu g a r , p á g . 6 0 1 .
Las V ís p e r a s , del O fic io s ig u ie n te ,
de los auxilios temporales y que
c o n C o n m e m o r a c ió n d e l p r e c e d e n t e . siempre vaya progresando espi
ritualmente. P or nuestro Señor.
II NOCTURNO
Lección IV
D ía 5 de Agosto
n tiempo del Sumo Pon
tífice Liberio, el patri
Santa María de las Nieves cio romano Juan y su
D o b le m ayor
noble esposa, no teniendo hijos
T o d o s e t o m a d e l a s F i e s t a s d e la que pudieran heredar sus bienes,
S a n tís im a V irg e n M a ría d u ra n te el hicieron voto de consagrarlos a
a ñ o , p á g . 6 5 7 , m e n o s lo q u e s i g u e :
la bienaventurada Virgen M a
ría, a la cual suplicaban conti
Oración nuamente Ies m anifestara de al
guna manera a qué obra pía era
Q s suplicamos, Señor D ios,
su voluntad que los destinasen.
concedáis a vuestros siervos
O yó benignamente la bienaven
que gocemos de perpetua salud
turada Virgen estas súplicas y
en el alma y en el cuerpo, y que,
votos tan sinceros, y les dió
por la gloriosa intercesión de la
cumplimiento por un milagro.
bienaventurada siempre Virgen
M aría, nos veamos libres de la
Lección V
tristeza de esta vida y gocemos
de las alegrías de la eterna. P or p N las nonas de agosto, tiempo
nuestro Señor. de los máximos calores en
C o n m e m o r a c ió n del O fic io p reced en Rom a, parte del monte Esquili-
te :
no quedó cubierta de nieve du
Ant .— Este varón, desprecian rante la noche. Y en la misma
do el mundo y lo terreno, con su noche, la M adre de D ios apare
triunfo depositó en el cielo las ció en sueños, separadamente, a
riquezas alcanzadas con su ple Juan y a su esposa comunicán
garia y buenas obras. doles su voluntad de que edifi
y . E l Señor condujo al jus casen una iglesia en el lugar que
to por los caminos rectos. Q . Y viesen cubierto de nieve, y !a
le mostró el reino de Dios. dedicasen con el nombre de la
Virgen M aría: en esta forma por Sixto III. Designósela pri
quería constituirse en heredera meramente con varios nombres:
de sus bienes. Juan lo puso todo basílica de Liberio, de Santa
en conocimiento del pontífice María del Pesebre. Mas habien
Liberio, quien afirmó había te do ya en Roma muchas otras
nido también el mismo sueño. iglesias consagradas a la Virgen
María, acabó por llamársela
Lección VI Santa María la Mayor, nombre
que por sí solo ya indicaba la
T"\ ir i g i ó s e , en consecuencia, Li- preeminencia que tenía sobre las
berio, a la colina nevada, en demás, por lo insólito del mila
procesión de letanías, acompaña gro y por su mayor dignidad.
do del clero y del pueblo, seña Cada año, en memoria de la nie
lando allí el sitio que debía ocu ve que en este día cayó mila
par la iglesia que en aquel lu grosamente, se celebra el aniver
gar se edificó, gracias a la mu sario de su dedicación.
nificencia de Juan y de su espo Las V ísp e ra s, del O f ic io s ig u ie n t e ,
sa. M ás adelante fué restaurada c o a C o n m e m o r a c ió n d e l p r e c e d e n t e .
D ia 6 de Agosto
La Transfiguración de N. S. Jesucristo
Doble de II clase
II Brev. 60
dicho de ti, oh ciudad de Dios. da, y en vuestra luz veremos la
Salmo 86, pág. 169. luz. Les abrevasteis.
y . Le coronasteis, Señor,
de gloria y honor. IJ. Y le cons Lección V
tituisteis sobre las obras de
P \esean d o, empero, fortalecer
vuestras manos.
^ más y más a los Apóstoles y
elevarlos a un conocimiento per
S ermón de san L eón , P a pa
fecto, quiso el Señor incluir otra
Lección IV enseñanza en aquel milagro. Y
Sermón de la Transfiguración, antes en efecto, Moisés y Elias, a sa
de la mitad ber, la Ley y los Profetas, apa
a n ifie s tael Señor su recieron conversando con él. En
gloria ante los testigos esta reunión de cinco personas,
que él mismo ha esco cumplíase con toda verdad lo
gido, y hace brillar de tal ma que dice la Escritura: “ Todo se
decidirá por deposición de dos
nera aquella forma corporal que
o tres testigos” . Porque ¿puede
le es común con los demás hom
bres, que su rostro resplandece haber algo más fundado o más
como el sol y sus vestiduras se cierto que una cosa en cuya pre
dicación se juntan la trompeta
tornan blancas como la nieve.
Con esta transfiguración propo del Antiguo Testamento y la del
níase principalmente substraer Nuevo, y con respecto a la cual
el testimonio de los antiguos es
el corazón de sus discípulos al
escándalo de la cruz, y evitar tá de acuerdo con la doctrina
que la ignominia voluntaria de evangélica? Y ciertamente, las
su pasióncontu rbara la fe de páginas de ambos Testamentos
aquellos ante los cuales descubri se confirman mutuamente, y
ría la excelencia de su dignidad aquel a quien todas las figuras
habían anunciado bajo el velo
oculta. Proponíase asimismo su
providencia fundar las esperan de los misterios, manifiéstase
zas de la Iglesia, haciendo que hoy al descubierto en el esplen
dor de su gloria.
todo el cuerpo de Cristo cono
ciera la transformación que le I£. Maestro, bien estamos
está reservada, ya que cada uno aquí: * Hagamos aquí tres tien
das: una para ti, ptra para M oi
de los miembros puede prome
terse el participar de la gloria sés, y otra para Elias, y . A la
con qué resplandeció de antema verdad, no sabia lo que decía.
Hagamos.
no la cabeza.
. Embriagáronse con la Lección VI
abundancia de vuestra casa: * Les
abrevasteis en el torrente de A n im a d o , pues el Apóstol Pe-
vuestras delicias, y . Porque en dro, por las revelaciones de
Vos se halla la fuente de la vi estos misterios, despreciando las
cosas mundanas y hastiado de mo no ha de ser. Gloria al Pa
las terrenas, sintióse arrebatado, dre. Cómo no ha de ser.
füera de sí, por el deseo de las
cosas eternas; y lleno de gozo III NOOTURNO
ante el conjunto que presentaba Ant. 1. El Tabor y el Her-
aquella visión, no pide otra cosa món * saltarán de gozo en tu
que permanecer con Jesús, allí nombre; lleno de fortaleza está
donde se complace en la mani tu brazo.
festación de su gloria. Esto es Salmo 88, pág. 170. Se reza. íntegro.
lo que le mueve a exclamar: 2. Amaneció * una luz al
“ Maestro, bien estamos aquí ; si justo, y la alegría a los rectos
quieres, haremos tres tiendas: de corazón.
una para ti, otra para Moisés, y Salmo 96, pág. 111.
otra para Elias” . Mas el Señor 3. Se ha revestido * de glo
nada respondió a esta proposi ria y de majestad; cubierto es
ción, como indicando que sin ser tá de luz como de un ropaje.
malo lo que Pedro deseaba era Salmo 103, pág, 197. Se reza inte
improcedente, ya que el mundo gro.
no podía, salvarse sino con la y . Grande es su gloria en
muerte de Cristo. Hízolo además vuestro Salvador. IJ. Le reves-
para conducir la fe de los cre tisteis de esplendor y de hermo
yentes a comprender que, aun sura.
que en medio de las tentaciones
de esta vida no hay que dudar L ecc ió n d el santo E vangelio
nunca de las promesas de la se g ú n san M ateo
bienaventuranza, es preciso, con
todo, implorar la paciencia más Lección VII Cap. 17, 1-9
bien que la ¿loria. p N aquel tiempo: Tomó Jesús
I£. Si el ministerio de una consigo a Pedro, y a Santia
ley de muerte, grabada con le go, y a Juan, su hermano, y su
tras sobre piedra, fué tan glorio biendo con ellos solos a un alto
so que no podían los hijos de monte, se transfiguró en su pre
Israel ñjar la vista en el rostro sencia. Y lo que sigue.
de Moisés, por el resplandor de
su cara, resplándor que no era H om ilía de san J uan
duradero, * ¿Cómo no ha de ser C risóstom o
incomparablemente más glorioso
Homilía 57, «obre san Mateo
el ministerio del Espíritu, que es
permanente? y . Porque Jesu a s í a el Señor hablado
cristo ha sido considerado digno mucho de peligros a sus
de una gloria tan superior a la discípulos, como tam
de Moisés, como lo es el honor bién de su pasión y muerte: ha
del constructor con relación al bíales hablado asimismo del mar
de la casa por él ediñcada. Có tirio que ellos sufrirían y pres-
crito muchas cosas austeras y otras: “ D ará i a cada uno según
difíciles. Y todas estas cosas ad sus obras” , se refiere a ambas
versas debían ocurrir en ]a vida cosas. Después de haber habla
presente y en tiempo m uy pró do, pues, de una y otra, permite
ximo, al paso que las cosas fijar la mirada en el reino, pero
venturosas, a saber, que perdien no hace lo mismo con la gehena,
do la vida salvarían sus almas, porque esto iúltimo que habría
y que vendría El mismo en la podido ser* ñecesarioi tratándo
gloria del Padre para adjudicar se de hombres m uy groseros e
les las recompensas merecidas, ignorantes, no lo era tratándose
sólo se las mostraba como obje de los Apóstoles, hombres v ir
tos de su esperanza y de su ex tuosos y perspicaces a quienes
pectación. Deseando, pues, ro bastaba confirmar con la vista
bustecer su certidumbre por me de cosas mejores. Convenía tam
dio de la visión, y mostrarles bién mucho más al mismo Señor.
qué será la gloria con que ha de No prescindió del todo, sin em
venir un día, muéstrales esta bargo, del otro medio, y algunas
gloria en la medida en que ¿ran veces pone ante los ojos, por de
capaces de contemplarla en este cirlo así, e l 1 horrible cuadro de
mundo, proponiéndose, además, la gehena, como, por ejem plo, al
con ello, impedirles a todos, pe explicar la historia de Lázaro y
ro especialmente a Pedro, el en al hablar del acreedor que recla
tristecerse demasiado por la pro ma cien denarios.
pia muerte y por la de su M aes I£. Dios, que hizo brotar la
tro. luz de las tinieblas, ha brillado
Q . Dios nos ha llamado con en nuestros «corazones, * P ara di
su santa vocación según su gra fundir la luz del conocimiento y
cia, la cual ahora se nos mani de la gloria de D ios sobre la faz
fiesta * Por la iluminación de de Jesucristo, y . H a nacido en
Jesucristo, nuestro Salvador, y. tre las tinieblas la luz para los
E l cual ha destruido la muerte de corazón 1recto : misericordio
e iluminado la vida de suerte que so, y benigno, y justo es el Se
no pueda sufrir corrupción. Por ñor. Para difundir. Gloria al P a
la iluminación. dre. Para difundir.
Lección IV Lección V
sta n d o el diácono Ciría a d íe hay que lo ignore:
co encerrado desde mu Dios quiere que los pue
cho tiempo en la cárcel blos celebren la gloria
junto con Sisinio, Largo y Es de los Mártires para que les tri
maragdo, obró muchos milagros, buten el honor que les es debido
entre los cuales sobresale la cu y para que tengan a la vista, por
ración, por sus preces, de Arte- la gracia de Jesucristo, los ejem
mia„ ijbija de Dioclecáano, que plos de sus virtudes; para que,
fué liberada del demonio. Envia al ver nosotros los honores de
do a Sapor, rey de. Persia, liberó que son objeto las virtudes de
también a su hija Jobias del ma estos Mártires, conozcamos cuán
ligno espíritu, y después de bau grande es la gloria de que dis
tizar a su padre con otros cua frutan en el cielo aquellos cuya
trocientos treinta catecúmenos, fiesta se celebra en la tierra; y
volvió a Roma. Allí fué detenido para que nos sintamos movidos
por orden del emperador Maxi por su ejemplo a participar de
tal manera de su valor, de su a todas las criaturas. Y lo que
devoción y de su fe, que poda sigue.
mos con la ayuda de Cristo, lu
char contra el enemigo hasta H o m ilía de san G r eg o rio , P a pa
vencerlo, y una vez obtenida la Homilía 29, sobre el Evangelio, des
victoria, triunfar con estos san pués del principio
tos en el reino de los cielos. sta s palabras: “ Todas
las ¡criaturas” , pueden
Lección VI referirse a todos los pue
blos gentiles, i Porque si después
/"''ómo pretenderíamos nosotros de haberse dicho a los Apóstoles:
asociarnos a su mérito sin “ N o vayáis a la tierra de los
haber antes manifestado una
gentiles” 1, se les dice ahora:
constancia, una fe. y un valor en
“ Predicad a' todas las criatu
medio de los sufrimientos como
ras” , es debido evidentemente a
el que ellos mostraron; sin ha que debíamos ser nosotros los
ber buscado u obtenido una glo
que, después i de verse rechazada
ria semejante a la suya, acomo
en un principio por los judíos la
dando nuestra conducta a los
predicación apostólica, y de con
ejemplos de su vida? Y aunque
vertirse, por el desprecio de
no todos pueden llegar a su mis
aquel pueblo soberbio, en testi
mo grado de gloría mediante el
monio de sil condenación, nos
martirio, procure, al menos, ca
aprovecharíamos de ella. Pero al
da cual, con sus buenas obras,
enviar la Verdad sus discípulos
hacerse digno de un honor tan
a predicar, ¿hace otra cosa que
grande. Y a que nuestro clemen
esparcir por el mundo los granos
tísimo Dios está siempre dis
de una siembra? A rroja un pe
puesto a conceder a sus siervos
queño número de granos para re
que lo deseen, ya el martirio, ya
coger abundantes cosechas de
el hacerlesi partícipes, sin el mar
nuestra fe.
tirio, de las divinas recompen
sas que da' a los Mártires.
Lección VIII
III NOCTURNO pN efecto: ¡una tan grande co
L e cció n d e l \ san to E vang elio secha de ñeles no habría
seg ú n san M arco s llegado a cubrir el mundo ente
ro, si no hubiesen caído de las
Lección VII Cap. 16, 15-18 manos del Séñor, sobre el terre
no de las almas, estos granos es
pN aquel tiempo: D ijo Jesús a cogidos de los predicadores. Lée-
sus discípulos: Id por todo no de las almas, estos granos es
el mundo; predicad el Evangelio se a continuación: “ E l que crea
1. Act. 10, 5.
y haya sido bautizado se salvará, la tierra, pero una Vez han echa
pero el que no crea se condena do rafees, dejam os de regarlos.
rá". D irá, tal vez, para si cada P or esto dice san P ablo: “ Las
uno de nosotros: Y o ya he creído, lenguas son una señal no para
y por consiguiente me salvaré. los fieles, sino para los infieles” .
Ciertamente, con tal que confír Las Vísperas, del Oficio siguiente,
me su fe con las obras, puesto con Conmemoración del precedente y
de san Román, Mártir.
que la verdadera fe es la que no
desmiente con su modo de obrar
lo que dice profesar con las pa
labras. D e ahí lo que dice san >
D ía 9 de Agosto
Pablo refiriéndose a ciertos cre
yentes: “ M anifiestan que cono
San Juan María Vianney
cen a Dios, y le niegan con sus
obras” . Confesor
Si u ta -Fiesta ocurriere en libado, Doble ( i . k.)
se leerá la Lección IX de la Vigilia Todo se toma del Común de un Con
anticipada de san Lorenzo, de la cual fesor no Pontífice, pág. 598, menos lo
•e t a r i también Conmemoración en que sigue:
Laudes como se indica en el dia si
guiente. De lo contrario:
Oración
Lección IX ^"Om nipo tente y misericordioso
Dios, que hiciste admirable
A los que creyeren, acom pa- al bienaventurado Juan M aría
* * fiarán estos m ilagros: En por su celo pastoral y por el
mi nombre lanzarán los demo constante ardor en la oración y
nios, hablarán nuevas lenguas, penitencia, te rogamos nos con
manosearán las serpientes, y si cedas que, con su ejem plo e in
algo venenoso bebieren, no les tercesión, podamos ganar para
hará daño; impondrán las ma Cristo las almas de nuestros her
nos sobre los enfermos, y que manos y con ellos conseguir la
darán éstos curados” . ¿D e que gloria eterna. Por el mismo Je
vosotros no hagáis estos m ila sucristo.
gros, puede inferirse, hermanos Se hace Conmemoración del Oficio
míos, que no creáis? N o, por precedente:
cierto; pero estas cosas eran ne Ant .— Las almas de los san
cesarias. en los comienzos de la tos que siguieron las huellas de
Iglesia: para que creciera en la Cristo se alegran en el cielo; y
fe la m ultitud de los creyentes, porque por su am or derramaron
era preciso fortalecerles con mi su sangre, por eso se gozan sin
lagros, a la manera como nos fin con Cristo.
otros derramamos agua al pie de y . Los Santos se regocija
los arbustos que plantamos, has rán en la gloria. 1$. Se alegrarán
ta que los vemos afirmados en en sus moradas.
Oración costumbre de enseñar el rezo del
rosario, con la palabra y el ejem
Dios, que nos alegráis con plo, a los otros niños arrodilla
la anual solemnidad de dos ante una imagen de la Ma
vuestros santos Mártires Ciría dre de Dios, o bien suplicaba a
co, Largo y Esmaragdo, conce su hermana o a otro compañero
dednos propicio que imitemos que le guardaran el rebaño para
también la fortaleza que demos poder entregarse más libremente
traron en el martirio aquellos en un lugar solitario, a la ora
cuyo nacimiento a la vida eter ción ante una imagen de la Vir
na celebramos. gen. Por amor a los pobres po
Después se hace Conmemoración de
san Román, Mártir. nía sus delicias en conducirlos
Ant .— Este Santo luchó hasta por grupos a su casa paterna so
la muerte por, la ley de su Dios, corriéndoles en toda forma. Para
y no temió las palabras de los ser instruido en las letras, fué
impíos, ya que estaba apoyado confiado al vecino párroco de
sobre la piedra fírme. Ecully; pero su poca capacidad
y . Le coronasteis, Señor, de le hizo encontrar en el estudio
gloria y honor. IJ. Y le consti dificultades casi insuperables. Con
tuisteis sobre las obras de vues el ayuno y la oración imploró
tras manos. el auxilio divino, y, a fin de
obtener Jas1 dispositiones nece
Oración sarias para aprender, se dirigió
mendigando al sepulcro de san
H aced , os rogamos, omnipo Francisco de Regis. Después de
tente Dios, que por la in cursar, aunque con gran dificul
tercesión del bienaventurado R o tad, el estudio de la Teología,
mán, mártir vuestro, quedemos fué estimado idóneo para reci
libres de toda adversidad en el bir las sagradas órdenes.
cuerpo y purificados de malos
pensamientos en el alma. Por
Lección V
nuestro Señor.
p u É nombrado vicario de la
II NOCTURNO aldea de Ecully, donde, bajo
la dirección del párroco, se
Lección IV
esforzó con toda su alma, en ad
uan M aría Vianney, na quirir el mayor grado de perfec
cido en la aldea de Dar- ción en su oficio pastoral. Tres
dilly, diócesis de Lión, años después, destinósele al pue
de una familia de píos campesi blo de Ars, que al poco tiempo
nos, dió desde su infancia mu fué agregado a la diócesis de
chos indicios de santidad. Y a en Belley; y allí, como un ángel ve
la edad de ocho años, mientras nido del cielo, logró cambiar la
guardaba las ovejas, tenía la faz de la parroquia, convirtiendo
el descuido y abandono en que te unas cien mil personas de to
la encontró en florecimiento es da edad y condición, no sólo de
piritual. Con gran asiduidad, de Francia y de todo Europa, sino
dicaba muchas horas cada dia a de las más lejanas regiones de
la confesión y a la dirección de América. Consumido por los tra
conciencias; estableció la recep bajos más que por la edad, dur
ción frecuente de la Eucaristía, mióse en el ósculo del Señor,
fundó pías asociaciones, e im después de anunciar el día de su
pulsó admirablemente las almas muerte, a los cuatro de agosto
hacia la devoción afectuosa a la de mil ochocientos cincuenta y
Inmaculada Virgen. Convencido nueve, a la edad de setenta y
de que es deber del pastor expiar tres años. Glorificado por muchos
las faltas de su rebaño, no aho milagros, Pio X le puso en el
rraba las oraciones, vigilias, ma- número de los beatos, y Pío XI
ceraciones y continuos* ayunos. en el de los Santos, con ocasión
No pudiendo Satán sufrir taota del año jubilar de mil novecien
virtud, intentó al principio mo tos veinticinco, y extendió su
lestarle con diversas vejaciones, fiesta a toda la Iglesia.
y declaróle después abiertamen En el III Nocturno, la Homilía «obre
te la guerra; pero Juan María el Evangelio: Ceñid vuestras cinturas,
del Común de Confesores no Pontífices
sufrió pacientemente las más en el primer lugar, pág. 601.
atroces aflicciones. Para la Vigilia de san Lorenzo1:
Doble de I I clase
!■
E s t r e m e c i ó s e de rabia el ma-
Lección VI
gistrado, ladrón fracasado en
su propósito de rapiña; y ardien ada puedes, nada adelantas,
do en odio contra una religión bárbara crueldad. E l ele
que tal empleo de las riquezas mento mortal se sustrae, por
ha instituido, no habiendo con último, a tus torm entos: Loren
seguido hallar en poder de L o zo sube al cielo y te deja con tus
renzo riqueza alguna, propónese llamas impotentes. Las llamas
arrebatarle un tesoro aun más no han conseguido vencer la ca
excelente, el depósito de lo que ridad de Cristo; y el fuego que
constituía para él la más sa ardía en el exterior ha resultado
grada de las riquezas. Mándale más débil que aquel en que se
renunciar a Cristo, y se dispone abrasaba interiormente el cora
a atacar el valor intrépido de zón del M ártir. T e has ensaña
aquel corazón de Diácono con do, oh perseguidor, en este M ár
crueles suplicios. Resultando im tir, consiguiendo únicamente
potentes los primeros, los hace re añadirle una nueva corona a ca
emplazar por otros más violentos. da nuevo suplicio. Y en efecto:
Manda asar sobre las brasas, ¿qué no ha inventado tu ingenio
aquellos miembros despedazados para contribúir a la gloria del
y aquellas carnes en que los gol vencedor, ya que los mismos ins
pes han abierto tantas heridas; trumentos dé suplicio contribu
yen a realzar su triunfo? Llené . L e revestísteis de esplendor
monos, por consiguiente, amadí- y de hermosura soberana.
simos hermanos, de gozo espiri
tual; y en la bienaventurada L e c c ió n del sa n to E v a n g e l io
muerte de este héroe, glorifique segú n sa n J uan
mos al Señor, que es admirable
en sus santos, y nos da en ellos, Lección VII Cap. 12, 24-26
a la vez, el socorro y el ejem
plo. Ha hecho resplandecer su pN aquel tiem po: D ijo Jesús a
gloria del uno al otro confín del sus discípulos: E n verdad,
orbe, al disponer que desde el en verdad os digo que si el gra
Oriente hasta el Occidente bri no de trigo, después de echado
llen los fulgores del diaconado, y en la tierra no muere, queda in
que Rom a sea tan ilustre por fecundo. Y lo que sigue.
Lorenzo como lo es Jerusalén
por Esteban. H o m il í a de san A g u s t ín , O b is p o
. El bienaventurado L o Trat. 51 sobre san Juan
renzo exclam ó: Y o sólo honro a
mi Dios, y a él sólo sirvo: * Por l grano que debía
esto no temo tus tormentos. V . y m ultiplicarse era el
M i noche no tiene tinieblas, sino mismo Señor Jesús. D e
que todo en ella se muestra res bía morir víctim a de la infide
plandeciente. Por esto. Gloria al lidad de los judíos, y había de
Padre. P or esto. m ultiplicarse con la fe de los
pueblos. Ahora bien, al exhortar
III NOOTURNO nos en seguir los vestigios de su
pasión, nos dice: “ E l que ama su
Ant. 1. Ataron estrechamen
alma, la perderá” ; lo cual puede
te * los miembros de su cuerpo
entenderse de dos m aneras: “ E l
a unas parrillas; mas el levita
que la ame la perderá” , esto es:
de Cristo se burlaba de los que
«¡La amas? Piérdc’a. ¿Aspiras a
iban atizando el fuego.
vivir en Cristo? N o temas la
Salmo 14, tiág. 57. muerte por Cristo. Y puede en
2. M e probasteis con el fue tenderse támbién de otra mane
go, * y en mí no se halló m al ra: “ E l que ama su alma la per
dad. derá” , esto es: N o la ames, no
Salmo 16, pág. 50. sea que la pierdas; no la ames
en esta vida, no sea que la pier
3. A l ser interrogado, * os
das para la vida eterna.
confesé como Señor; al ser asa
I£. Puesto en las parrillas,
do, os doy gracias.
oh Dios, no os negué, * Som eti
Salmo 20, pág. 62. do al ardor del fuego, oh Jesu
V . Grande es su gloria por cristo, os confesaré por Señor
la salvación que le habéis dado. mío. * V . Probasteis, Señor, mi
corazón, y me visitasteis de no mundo; por hacerlo asi, ciertos
che. Sometido. hombres malvados y perversos,
crueles e impíos, homicidas de
Lección VIII sí mismos, se arrojan a las lla
mas, se ahogan, se lanzan a
p S T A última interpretación pa- los precipicios y perecen. No es
rece la más conforme a la esta la enseñanza de Cristo, an
mente del Evangelio, ya que a tes al contrario, él mismo res
continuación se lee: UY el que pondió al diablo cuando éste le
aborrece su alma en este mundo, sugería el pensamiento de preci
la guarda para la vida eterna” . pitarse de lo alto del templo:
De consiguiente, al decir más “ Retírate, Satanás, porque está
arriba: UE1 que ama su alma'’, escrito: No tentarás al Señor tu
hay que sobreentender: “ en este Dios” . Y el mismo Señor dijo a
mundo” ; éste seguramente la Pedro, “ indicándole la muerte
perderá. Pero el que odie su al con que debía glorificar a Dios:
ma también “ en este mundo” , la Cuando eras joven, te ceñías tu
guardará para la vida eterna. mismo, e ibas adonde querías:
Grande y admirable sentencia, pero cuando serás viejo, otro te
de la cual se infiere que el hom ceñirá y te llevará adonde no
bre profesa a su alma un quieras” . Palabras que nos ense
amor que es causa de su perdi ñan claramente que el que va en
ción y un odio que le preserva pos de Jesucristo no debe darse
de perecer. Si la amas indebida la muerte, sino recibirla de otra
mente, la odias; si la odias co persona.
mo es debido, la amas. Dichosos Te Deum laudamus, pág. 6.
los que odian para conservar,
por temor de perder con su
amor. LAUDES Y HORAS
Q . Oh Hipólito, si creyeres
en nuestro Señor Jesucristo, * Ant. 1. Lorenzo * entró cn
T e mostraré los tesoros y te pro la lid como M ártir y confesó el
meto la vida eterna. "%r . El bien nombre de nuestro Señor Jesu
aventurado Lorenzo, dijo a Hipó cristo.
lito: si creyeres en nuestro Se Los Salmos de Dominica, pág. 33.
ñor Jesucristo. T e mostraré. Glo 2. Bien obró Lorenzo * al de
ria al Padre. T e mostraré. volver con la señal de la cruz,
la vista a los ciegos.
Lección IX 3. M i alma se ha unido a
Vos, * porque mis carnes han si
D rocura ,
empero, no pensar do quemadas por causa de Vos,
en darte la muerte, inter oh Dios mío.
pretando en esta forma el 4. El Señor ha enviado * su
deber de odiar tu alma en este Angel, que me ha librado del
medio del fuego, el cual no me corazón, no de mala gana, o co
ha abrasado. mo por fuerza; porque Dios
5. El bienaventurado Lorenama a aquel que da con ale
zo * oraba, diciendo: Os doy gría.
gracias, Señor, por haber mere-
cido entrar en vuestra morada. NONA
l - I e rm a n o s :
Quica escasamen D o d e r o s o es Dios para colma
te siembra, cogerá escasa ros de todo bien; de suerte
mente; y quien siembre a ma que contentos siempre con tener
nos llenas, a manos llenas cogerá. en todas las cosas todo lo sufi
y . Derramó abundantemen ciente, estéis sobrados para ejer
te sus bienes entre los pobres. citar toda especie de buenas
IJ. Su justicia permanece eter obras, según lo que está escrito:
namente. La justicia del que a manos lle
Ant. del Bened. — Puesto en nas dió limosna a los pobres,
las parrillas, * oh Dios, no os permanece por los siglos de los
negué; sometido al ardor del fue siglos.
go, confesé que sois el Cristo:
probasteis mi corazón y me vi II VISPERAS
sitasteis de noche; me probasteis
con el fuego y no se halló en mí Las Antífonas, la Capitula y la Ora
ción de Laudes.
iniquidad.
y . Bien obró el Levita Lo
Oración renzo. í£. Al devolver, con la
señal de la cruz, la vista a los
O o n c ed e d n o s, os rogamos, ciegos.
omnipotente Dios, la gracia Ant. del Magntf. — El bien
de que logremos apagar las lla aventurado Lorenzo, * mientras
mas de nuestros vicios, Vos que se estaba abrasando sobre las
disteis al bienaventurado Loren parrillas en que yacía, dijo al
zo superar el fuego de sus tor cruel tirano: Y a estoy asado:
mentos. Por nuestro Señor. puedes volverme del otro lado
y comer: ahora, en cuanto a los
TERCIA bienes de la Iglesia que me pi
La Capitula de Laudes. des, las manos de los pobres los
han trasladado ya a los tesoros
SEXTA celestiales.
No se hace Conmemoración del Oficio
Capitula 2 Cor., 9, 7 siguiente.
De la Octava de san Lorenzo, sólo
1-4 aga cada cual su oferta con- se hace Conmemoración en el día octa
vo, como se indica oportunamente en
forme lo ha resuelto en su •u lugar.
Dia 11 de Agosto donde fué decapitado y donde le
sepultaron los cristianos. El mis
Santos Tiburcío y Susana. mo día, la virgen Susana, de la
Virgen más alta nobleza, que se había
negado a desposarse con Galerio
Mártires
Máximo, hijo del emperador
Simple
Diocleciano, por estar ligada con
el voto de virginidad, y cuya re
Oración
solución no ' habían conseguido
U a c e d , Señor, que nos sostenga quebrantar numerosos suplicios,
constantemente la protec fué decapitaba por orden del
ción de vuestros Mártires Tibur- emperador en su misma casa. Su
cio y Susana; porque no podéis bió, pues, a l cielo con la doble
menos que mirar benignamente corona de la virginidad y del
a los que habéis concedido tales martirio.
auxiliares. Por nuestro Señor.
LAUDES
1. Sus parientes.
sús; no se salvaron ni sus mis a su festividad. Vos que vivís y
mos parientes, no estando, como reináis.
no estaban, protegidos por la Se hace Conmemoración de san En
propia virtud. Los que con más sebio:
vivos destellos resplandecieron Ant.— Alégrate, siervo bueno
fueron los Apóstoles, por estar y ñel; porque fuiste fiel en lo
unidos a C risto con los lazos que poco, te constituiré sobre lo mu
más estrechamente podían ligar cha; entra en el gozo de tu Se
les con' él: los lazos de la obe ñor.
diencia. E sto demuestra cuán in y . E l Señor condujo al jus
dispensables son la fe, las vir to por los caminos rectos. I£. Y
tudes y las buenas obras: he le mostró el reino de Dios.
aquí la única senda que puede
Oración
conducirnos a la salvación.
f 't HD ios, que nos alegráis con
Oración la anual solemnidad de vues
tro bienaventurado Confesor
D ios, que os dignasteis Eusebio, corfcedednos propicio
elegir por morada el seno que nos dirijam os a Vos siguien
virginal de la bienaventurada do los ejem plos de aquel cuyo
Virgen M aría, haced, os roga nacimiento a la vida eterna cele
mos, que al amparo de su pro bramos. Por nuestro Señor.
tección podamos asistir gozosos Las Vísperas, del Oficio siguiente.
Día 15 de Agosto
E m pie za el C a n tar
C antares
de los
N ona:reparéis en que soy more
porque me ha robado el
sol mi color; los hijos de mi
madre se conjuraron contra mí,
Lección I Cap. 1, 1-4
y pusiéronme a guarda de viñas;
e c ib a yo un ósculo de su mi propia viña no la guardé1.
boca. Porque tus amores Oh tú, el querido de mi alma,
son mejores que el vino, di me dónde tienes los pastos,
fragantes como los más olorosos dónde el sesteadero al llegar el
perfumes. Bálsamo derramado mediodía, para que no tenga yo
es tu nombre: por eso las don- que ir vagueando tras de los re
cellitas1' te quieren tanto. Atráe- baños de tus compañeros. Si es
me en pos de ti, y correremos al que no te conoces, oh tú la más
olor de tus aromas. Introdújome hermosa entre las mujeres, sal
el Rey en su gabinete. Saltare afuera, y vé siguiendo las hue
mos de contento, y nos regocija llas de los ganados, y guia tus
remos en ti, conservando la cabritillos a pacer junto a las
memoria de tus amores, superio cabañas de los pastores. A mis
res al vino. Por eso te aman los caballos uncidos a las carrozas
corazones rectos. Negra soy, hi de Faraón, te tengo comparada,
jas de Jerusalén, pero soy bien amiga mía. Lindas son tus me
parecida; soy como las tiendas jillas, así como de tortolilla; tu
de Cedar, como los pabellones de cuello como collares de perlas.
Salomón. I£. Elevada estoy cual cedro
1£. La vi elevarse, hermosa sobre el Líbano y cual ciprés so
com o. una paloma, sobre las ri bre el monte de Sión. Como
beras de lasr aguas; había en mirra escogida, * Exhalé suave
sus vestidos abundancia de un olor. y . Y como el cinamomo y
perfume de inapreciable valor. * el bálsamo aromático. Exhalé.
1. Maria tuvo por enemigo* a sus hermanos de la nación judia, y a
los pecadores, como ella hijos de Adán; guardó sus viñas, es decir, sus al
mas, consintiendo en e| sacrificio de su divino Hijo. (.Camtlio Alipid*).
Lección HI Cap. 1, 10-16 su Criador, descansa hoy en el
templo del Séñor no construido
G argantillas de oro haremos por manos dei hombre. D avid, su
^ para ti, taraceadas de plata. antepasado, sé siente transporta
Mientras el R ey estaba recosta do de alegría j y juntamente con
do en su asiento, mi nardo di él, cántanle himnos los Angeles,
fundió su fragancia. M anojito de celébranla los Arcángeles, glori-
mirra es para mí el amado: en fícania las Virtudes, estremécen-
tre mis pechos quedará. Racimo se de júbilo los Principados, re-
de cipro es mi amado para mí, gocíjanse con1 ellos las Potesta
en las viñas de Engaddí. |Oh y des, manifiestan su alegría las
qué hermosa eres amiga mía! Dominaciones, f estéjanla los
¡cuán bella eres! Son tus ojos Tronos y repiten sus alabanzas
como los de paloma. Tú sí, ama los SerafinesL H oy es recibido
do mío, que eres el hermoso y el en la celestial Edén el paraíso
agraciado. D e flores es nuestro animado del nuevo Adán, en el
lecho, de cedro las vigas de cual fué revocada nuestra con
nuestras habitaciones, de ciprés denación, plantado el árbol de la
sus artesonados. vida y cubierta nuestra, desnudez.
I£. ¿Quién es ésta que va 1$. Quiso! el Señor a la hija
subiendo como el sol, bella como de Jerusalén' adornada con sus
Jerusalén? * Viéronla las hjjas collares, * Y al verla las hijas
de Sión y la llamaron bienaven de Sión proclamáronla bienaven
turada, y las reinas la alabaron. turada diciendo: Bálsamo derra
V . Y la rodeaban como un día mado es tu! nombre, y . A tu
primaveral las flores de los ro diestra está la reina con vestido
sales y las azucenas de los va bordado de óro y engalanada con
lles. Viéronla. Gloria al Padre. varios adornos. Y al verla.
Viéronla.
II NOCTURNO Lección V
y . María ha sido elevada al V o ha sido devuelta hoy a la
cielo, de lo cual se alegran los ^ tierra aquella Virgen inma
ángeles. 1$. Alaban y bendicen culada, que ivivió ajena a todas
al Señor. las afecciones terrenas y con el
pensamiento puesto en el cielo:
S e r m ó n d e sa n J u an D a m a s c e n o como cielo viviente, ha sido co
2.® sobre la Dormición de la locada en los eternos tabernácu
Sma. Virgen los. ¿Fodía| en efecto, experi
mentar las ignominias de la
Lección IV
muerte la que había sido fuente
l arca santa y animada de donde manó para todos los
del Dios viviente, que hombres la verdadera vida?
concibió en su seno a Cierto es que estuvo sujeta a la
ley dictada por aquél mismo a cielo. Porque si Jesucristo, vida
quien engendró, y que como hi y verdad, ha dicho: “ A llí donde
ja del viejo Adán debió someter yo estuviere, estará también mi
se al antiguo decreto, del cual servidor” , con mucho m ayor
no se libró ni su mismo H ijo, m otivo debe estar con él su M a
que es la vida por esencia. Pero dre.
su cualidad de M adre del Dios 1^. Bienaventurada eres, V ir
viviente lé mereció justamente gen M aría, por haber llevado al
verse elevada cerca de él. Señor, Creador del mundo; *
1^. M e llamarán bienaventu Engendraste al que te hizo, y pa
rada todas las generaciones; * ra siempre permaneces Virgen,
Porque ha hecho en mí grandes y . Dios te salve, M aría, llena
cosas aquel Señor que es pode de gracia; el Señor es contigo.
roso, cuyo nombre es santo, y. Engendraste. Gloria al Padre.
Y cuya misericordia se extiende Engendraste.
de generación en generación so
bre los que le temen. Porque. III NOCTURNO
1.. Maria, fuente de los huertos. Los vergeles de Maria son las almas fie
les; florecen y fructifican en ellas todas las virtudes, pero Maria es la
fuent? que las riega, el pozo de las aguas vivas, la comento que descien
de impetuosamente del Libano de la pureza.
cuerpo inmaculado, y honrarle H o m il ía d e s a n A g u s t í n , O b is p o
trasladándolo al cielo antes de la 27." soltrc ¿1 E van gelio
universal resurrección.
ie n obraba Marta al aten
Lección VI der a lo que no sé si lla
mar necesidades o deseos
C st a b a n con los Apóstoles el materiales del Señor y en servirle
^ santísimo Timoteo, primer en su carne mortal. Pero ¿quién
Obispo de Efeso, y Dionisio residía en aquella carne mortal?
Areopagita, según manifiesta él “ En el principio era el Verbo, y
mismo en su escrito que, refirién el Verbo estaba en Dios, y el
dose al bienaventurado Hieroteo, Verbo era Dios” : he aquí aquel
que también estaba allí presente, a quien escuchába María. “ Y el
dirige al citado Timoteo. Dice, Verbo se hizo carne, y habitó en
en efecto: “ Cuando algunos de tre nosotros” : he aquí aquel a
nuestros santos hermanos, y en quien servía Marta. “ María es
tre ellos nosotros, nos hallába cogió, pues, la mejor parte, de
mos reunidos con los propios que jamás será privada” ; esco
príncipes de la Iglesia llenos de gió, en efecto,1aquéllo que, per
un soplo divino (entre los cua maneciendo para siempre, no po
les estaban Santiago, el hermano drá, por lo mismo, serle nunca
del Señor, y Pedro, el supremo arrebatado.
oráculo y la más alta autoridad
de la teología), para contemplar Lección VIII
i
aquel cuerpo que dió al mundo el
principio de la vida y albergó a VA a r i a quiso ocuparse única
la divinidad, después de ha mente en una cosa. Poseía
ber contemplado aquellos sagra ya aquel bien a que se refieren
dos despojos, complaciéronse to estas palabras: “ Mi bien con
dos en celebrar con himnos, cada siste en estar ynido a Dios” . Es
uno según sus aptitudes, la in taba sentada a los pies del que
finita bondad del poder divino” . es nuestra cabeza. Cuanto más
abajo se situaba mayor abun
III NOCTURNO dancia de bienes recibía. Y a que
L e c c ió n d e l s a n t o E v a n g e l io cl agua confluye -de las cumbres
se g ú n san L u cas de las montañas a las profundi
dades de los ivalles. No se pro
puso, pues, el Señor, condenar
Lección VII Cap. 10, 38-42
la ocupación de Marta: redújose
p N aquel tiempo: Entró Jesús a distinguir entre las funciones
en cierta aldea, donde una de ambas hermanas. “ Tú te afa
mujer, por nombre Marta, le nas en multitud de cosas; pero
hospedó en( su casa. Y lo que si sólo una cosa es necesaria” ; y
gue: María la ha escogido para sí.
Oración
I NOOTURNO
cual hay pueblos; entrególa a
unos viñadores para que la guar
D e l C an tar de lo s C a n ta r e s daran ; cada uno le paga por sus
frutos mil monedas de plata. La
Lección I Cap. 8, 5-6
viña mía delante de mí está. Las
u i é n es ésta qué sube del mil monedas son para ti, oh pa
desierto, rebosando en cífico, y doscientas para los que
delicias, apoyada en su cuidan de los frutos de ella. Oh
amado? Y o te levanté debajo de tú, la que moras en las huertas,
un manzano, donde fué desflora los amigos están escuchando;
da tu madre, donde fué violada hazme oír tu voz. Corre aprie
aquella que te dió a luz1'. Ponme sa, amor mío, y aseméjate a la
1. El árbol bajo cu ya som bra fu n e sta pecó E va .
corza y al cervatillo en los mon compartir con la 9 demás perso
tes de los aromas. nas, tienen en ella algo de pro
pio. Y efectivamente: ¿Dónde,
II NOOTURNO ni siquiera entre los mismos án
S erm ón de san B ern ard o , A bad geles, buscaríamos una pureza
4.° sobre la A su n ció n comparable a aquella que hizo
de María digno santuario del
Lección IV Espíritu Santo y morada del
Hijo de Dios? ¿D/ónde sería po
"! " u n c a . experimento tanta sible hallar, junto a una tan ex
complacencia y tanto celsa pureza, a una tan perfecta
temor a un tiempo, co inocencia, a una conciencia tan
mo al tener que enaltecer las limpia de toda sombra de peca
glorias de la Virgen María. Por do, a una tan maravillosa pleni
que si alabo su virginidad, asál tud de gracia, una humildad tan
tame el recuerdo de muchas admirable y preciosa? ¿De dón
otras vírgenes; si celebro su hu de os proviene esta humildad,
mildad, sé que no faltan quienes, una humildad tan profunda, oh
inspirándose en las enseñanzas bienaventurada Virgen? Esta
de su Hijo, han llegado a ser virtud os mereció, sin duda, que
mansos y humildes de corazón. el Señor fijara en ella su mirada,
Si me propongo ponderar la que el Rey se prendara de su
magnitud de su misericordia, sé hermosura, que abstraído por
que han habido, también, otras su dulcísima fragancia, el mismo
personas, así varones como mu H ijo de Dios llegará al extremo
jeres, que han sido misericordio de dejar por ella el eterno repo
sas. Pero hay una cosa en la so del que disfruta en el seno
cual no ha tenido quien la pre del Padre.
ceda ni quien la imite: y es el
haberse juntado en ella los goces Lección VI
de la maternidad con el honor
de la virginidad. Es éste un pri Í - I e aquí que os hemos acom
vilegio exclusivo de Maria, que pañado en vuestra ascensión
no se extenderá a ninguna otra hacia vuestro Hijo, al menos a
persona: es singular, y, por lo nuestra manera, en alas de nues
mismo inefable. tros votos, y os hemos seguido
al menos a distancia, oh Virgen
Lección V bendita 1 Mostradnos vuestra
bondad, dando a conocer al mun
T\To es esto, sin embargo, lo do la gracia que encontrasteis
único, que vemos de singu cerca de Dios: obtened con vues
lar en María. Si bien se consi tras santas preces el perdón a
deran todas sus virtudes, se verá los culpables, la curación a los
que aquellas mismas que parece enfermos, la fortaleza a las al-
mas débiles, el consuelo a los I ¿para qué sino para colmarla so-
afligidos, el auxilio y la libera- breabundantemente? ¿Para qué,
ción a los que están en peligro. I sino para añadir una mayor
Haced, oh María, reina de ele-1 abundancia de sí mismo a la
mencia, que vuestros humildes Iplenitud de que ya gozaba, has-
servidores, que en este día de [ta hacerla desbordar?
solemnidad y alegría alaban e
invocan vuestro dulcísimo nom-1 Lección VIH
bte, se vean colmados de los d o -. _ Salvado, en la
n es d e la g ra c ia p o r J esu cristo , C • c
° 1 ' 'I “
casa, y ivisite con rfrecuencia
ii ci tA r A n m m onriQ
vuestro Hijo y Señor nuestro,
una morada purificada con la pe
Dios soberano y bendito por to
nitencia de Lázaro, adornada por
dos los siglos. Amén.
los cuidados de Marta y llena de
delicias <por la contemplación in
III NOCTURNO
terior de María. Pero acaso ha-
L e cció n d e l san to E vangelio l y a quien experimente la curiosi-
seg ú n san L u cas jdad de preguntar por qué en el
presente evangelio no se hace
Lección VII Cap. 10, 38-42 mención de Lázaro. Yo creo que
» ... w . , y * debe ser para no apartarse de la
i« aquel üempo: Entró Jesús I ac£ prop„ esla. Quc.
“ “ f 1 ald“ ’ d° nd' > 7 riendo el Espíritu Santo sig-
, Fjx n0m rC v aí a ' Mitificar una habitación virginal,
hospedó en su casa. Y lo que ^ ¡ u ^ 1
sig u e . . j
cía, que supone un pecado co-
i r, . metido. Ahora bien, no permita
H o m il í a d e sa n B er n a r d o , A bad Lv. *
’ Dios que se diga. que en esta
Sermón 2, «oiire la Asunción mansión haya habido mancha al
fjg S lE C iM O Sque entró en un guna que requiera el trabajo pu-
castillo. Hizo más aún: Inficador de Lázaro.
1 B ^ q entró en la estrechísima
morada que le ofrecía el seno de |^ E L0S s a n t o s T im oteo , H ip o l i
una Virgen. Decimos también I T0 Y S in f o r ia n o , M á r t ir e s
que una mujer le hospedó en su Lección IX
casa: dichosa mujer cuya casa, al
entrar en ella el Señor, encontró de Antioquía vi
imoteo ,
la pura, sí, pero no vacía. ¿Quién no a Roma durante el
se atrevería, en efecto, a llamar pontificado de Melquía
vacía a aquella a quien saluda el des. Hacía un año que predicaba
Angel llamándola llena de gra la fe cristiana, cuando Tarquino,
cia? Y no se limita a llamarla prefecto de Roma, le hizo encar
así, sino que declara que el Es- celar. Después de largos sufri
iíritu Santo vendrá a ella, y mientos en la prisión, fué condu-
cido a la presencia de los ídolos Oración
para obligarle a sacrificar. Mas
habiéndose negado Timoteo con Q s suplicamos, Señor, que,
gran energía a cometer esta im aplacado, nos concedáis
piedad, fué cruelmente azotado, vuestro auxilio; y por la inter
y arrojaron cal viva sobre sus cesión de vuestros bienaventura
desgarradas carnes. Ante la fir dos Mártires Timoteo, Hipólito
meza de que el Mártir hizo gala y Sinforiano, ¡ extendáis sobre
en estos y en otros tormentos, nosotros la diestra de vuestra
resolvieron decapitarle. Su cuer propiciación. F^or nuestro Se
po fué enterrado en la vía Os ñor.
En las I I V isp era s. Conm em oración
tiense, cerca del sepulcro del del Oficio siguiente.
bienaventurado Apóstol Pablo.
El mismo día, en Ostia, Hipólito,
Obispo de Porto, fué arrojado
atado de pies y manos, por ha Día 23 de Agosto
ber confesado^ gloriosamente la
fe, a un profundo foso lleno de San Felipe Benicío
agua, recibiendo así la corona del Confesor
martirio. Los Cristianos le sepul
Doble
taron en aquel mismo lugar.
También en el mismo día, gober Todo se toma del Com ún de un C on
fesor no Pon tífice, pág. 598, menos
nando Aureliano, el joven Sinfo- lo que sigu e:
riano fué atormentado de varias
maneras, en Autún. Al dirigirse Oración
al último suplicio, su madre le
gritaba: Hijo mío, hijo mío, Dios, que por el bienaven-
acuérdate de la vida eterna; pon turado Felipe, Confesor
la vista en el cielo y contempla vuestro, nos disteis un excelente
a Aquél que allí reina; la vida ejemplo de humildad: conceded
no te será arrebatada sino muda a vuestros siervos que a su imi
da en otra mejor. El joven Már tación desprecien las prosperida
tir presentó valerosamente su des mundanas, y busquen siem
cerviz al verdugo por la causa de pre las cosas eternas. Por nues
Jesucristo. tro Señor.
En Laudes, se hnce Conm emoración í
de los Santos M ártires: II NOCTURNO
Ant.— Todos vuestros cabellos
Lección IV
han sido contados; no temáis:
vosotros valéis más que un gran e l i p e , nacido en Floren
número de pájaros. cia. de ila noble familia
y .. Los Sanios se regocijarán dc los Bcniti, dió desdi*
en la gloria. . Se alegrarán en su más tierna infancia señales de
sus moradas. su futura santidad. Tenía apenas
cinco meses, cuando se puso a ¡la obediencia del romano pontí-
hablar milagrosamente para ro- |fice. Nada omitió que redunda-
gar a su madre que hiciese li ra en provecho espiritual del
mosna a unos Hermanos Servi prójimo, y así logró conducir a
tas. Siendo aún adolescente, y hombres sumamente corrompi
hallándose en Paris para estudiar dos, deL cieno de los vicios a la
las bellas letras, unía la aplica penitencia y al amor de Jesu
ción a estos estudios con la pie cristo. Entregado en gran mane
dad más ferviente, encendiendo ra a la oración, veíasele con fre
en los corazones de varios de sus cuencia arrebatado en éxtasis.
compañeros el deseo de la pa Amaba tanto la virginidad, que
tria celestial. Vuelto a su país, se impuso voluntariamente las
ingresó en la recién fundada Or más rigurosas mortificaciones
den de los Servitas, llamado a para conservarla incólume hasta
ella por la Santísima Virgen el fin de su vida.
María que se le apareció mara
villosamente. Después se retiró Lección VI
a una cueva del monte Senario,
donde sometió su cuerpo a con \ 7 ió s e constantemente brillar
tinuas mortificaciones, suaviza en él la más tierna compa
das, empero, por la meditación sión para con los pobres, la cual
de la pasión de Cristo nuestro se puso principalmente de ma
Señor. Recorrió luego casi toda nifiesto en una ocasión en que
Europa y gran parte de Asia, dió su propio vestido a un lepro
predicando el Evangelio; insti so, a quien encontró pidiendo li
tuyó cofradías de los siete D o mosna, casi desnudo, en un arra
lores de la Santísima Virgen, y bal de Siena, y que quedó cura
propagó su Orden con el ejemy do al momento de ponérselo. La
pío insigne de sus virtudes. admiración que despertó este
milagro por doquiera, fué cau
Lección V sa de que al reunirse los carde
nales en Viterbo para elegir ?1
jp-jABiENDo sido elegido, a pesar sucesor de Clemente IV, pusieran
de su resistencia, general de os ojos en Felipe, del cual cono
su Orden, por su celo en exten cían, por otra parte, la pruden
der el amor divino y la fe cató cia casi celestial. Pero al saber-
lica, envió algunos de sus her o el varón de Dios, temiendo
manos a predicar el Evangelio verse obligado a aceptar la car
en Rusia; en cuanto a él, reco ga del pontificado, se ocultó en
rrió las principales ciudades de el monte Tuniato, donde perma
Italia, pacificando las crecientes neció hasta que Gregorio X hu-
discordias que se extendían en )o sido proclamádo Sumo Pon
tre sus habitantes, y haciendo tífice. Puede verse en aquel lu
que algunas de ellas volvieran a gar un manantial llamado toda
vía Fuente de San Felipe, que tol, se toma la H om ilía sobre el Evan-
gelio: E l precepto mío, de las V ig ilia s
debe a sus oraciones la virtud de los A pó stoles, pág. 542.
de curar a los enfermos. Por úl En Lau des, se hace Conm emoración
de dicha V ig ilia , con la A n tífo n a del
timo, murió santamente en To- B en edictus y el V ersícu lo de la F e
di, en el año mil doscientos ria ocu rren te, como en el Salterio, y
ochenta y cinco, abrazado con la siguiente
el crucifijo, al que llamaba su
libro. Junto a su sepulcro hubo Oración
ciegos que recobraron la vista,
Q s rogamos, oh Dios todopo
cojos que recobraron el andar y
deroso, que la veneranda so
muertos que resucitaron. Ante
lemnidad de vuestro Apóstol
la fama de estos y de otros mu
Bartolomé, cuya celebración an
chos milagros, el Sumo Pontífi
ticipamos, aumente nuestra de
ce Clemente X le canonizó.
voción y asegure también nues
E n el I I I N octurn o, la H om ilía sobre
el E va n gelio : N o ten éis vosotros, del tra salvación. Por nuestro Se
Com ún de C o nfesores no P on tifices, en ñor.
el segundo lu g a r, pág. 607.
P a ra la L ecció n I X , correspondiente L a s V ísp e ra s, del O ficio siguiente,
a la V ig ilia de san B artolom é, A pósr con Conm em oración del precedente.
Día 24 de Agosto
Lección IX Oración
/ ^ omo quiera que para asegu- A tended, omnipotente Dios,
^ rar nuestra salvación no a nuestras súplicas; y pues
basta observar una conducta vir to que nos concedéis esperar
tuosa, sino que debemos además confiados en vuestra bondad, por
desear efectivamente la salvación la intercesión del bienaventurado
del prójimo, ¿qué respondere Agustín, vuestro Confesor y
mos, qué esperanzas de salvación Pontífice, otorgadnos benigno el
nos quedarán si ni procuramos efecto de vuestra acostumbrada
llevar una vida santa ni excita misericordia. Por nuestro Señor
mos a los demás a hacer lo mis Jesucristo.
mo? Y ¿qué cosa hay tan gran S e hace Conmemoración dei Oficio
de como disciplinar los espíritus precedente:
y formar las costumbres de los Ant.— Este varón, desprecian
do al mundo y lo terreno, con su II NOOTURNO
triunfo, depositó en el cielo las Lección IV
riquezas alcanzadas con su ple
garia y buenas obras. g u s t í n , nacido en Tagas-
I VISPERAS Oración
Oración
Día 30 de Agosto
M suplicamos, Se
u m il d e m e n t e
II Brev. 65
en que estaba considerando, de vacilantes, se sentían movidos a
una parte los placeres del mundo perseverar y abrasados en amor
y un matrimonio que su madre a Jesucristo.
le había preparado, y de otra las
rudas asperezas del claustro, fi Lección V
jando la mirada en la imagen
dolorosa de Cristo crucificado, por Eugenio IV pa-
r\ E s iG N A D O
exclamó: “ Vos, sois, oh Señor, ra ocupar la sede episcopal
mi esperanza, en Vos hallaré mi de Venecia, hizo Lorenzo todos
consuelo y mi fortaleza”. Ingresó los esfuerzos para declinar esta
entonces en la comunidad de dignidad, en; el desempeño de
Canónigos de San Jorge in Alga, cuyos deberes se hizo acreedor a
donde, ingeniándose para encon las mayores alabanzas. Nada ab
trar nuevos medios de mortifi solutamente cambió en su modo
cación, púsose a luchar contra si ordinario de vivir; conservó en
mismo tan porfiadamente como su mesa, en su mobiliario y en
si se tratara del más temible su lecho la misma pobreza que
enemigo. No permitiéndose nin siempre había practicado, y no
guna satisfacción, llegó incluso a tomó más que un reducido nú
prohibirse el poner los pies en el mero de criados, alegando que
jardín de su casa paterna, cuyo él tenía una gran familia: los
umbral atrevesó únicamente al pobres de Jesucristo. Estaba a
tratarse de cumplir con su madre todas horas a la disposición de
moribunda los últimos deberes de todos, prodigando a todos su
piedad filial, lo cual hizo, por caridad paternal y no vacilando
otra parte, sin derramar ninguna incluso en cargarse de deudas
lágrima. Comparable a su espí para subvenir a la indigencia del
ritu de penitencia era su celo por prójimo. Cuando se le pregunta
la práctica de la obediencia, de ba con qué contaba, respondía:
la mansedumbre y de la humil Con mi Señor, que podrá fácil
dad, que le movía a solicitar los mente pagar mis deudas. Su
más bajos empleos del monas confianza nunca se vió defrauda
terio, a mendigar en los lugares da por la divina Providencia, se
más frecuentados de la ciudad, gún lo demostraban los socorros
donde recogía menos abundan que llegaban a él inesperada
cia de limosnas que de burlas, y mente. Construyó varios monas
a soportar sin inmutarse y en terios de vírgenes, a las cuales
silencio las injurias y calumnias. formó, con su vigilancia, en la
Gracias, principalmente, a su práctica de la vida de perfec
constante oración, en la cual ción; puso gran empeño en
muchas veces se veía arrebatado arrancar a las señoras a las pom
en éxtasis hacia Dios, su cora pas del mundo y a la vanidad en
zón ardía en tan vivos ardores, el vestir, y se consagró con no
que sus compañeros, aun los más menor diligencia a la reforma de
las costumbres y disciplina del timo, acometido de una enfer
clero, mereciendo sin duda al medad mortal, y como sus cria
guna el elogia que de él hizo an dos, en atención a su edad avan
te los Cardenales el menciona zada y a su enfermedad, le pre
do papa Eugenio, al proclamarle parasen una cama más cómoda,
la gloria y prez del episcopado, rehusó aquel alivio, que le pare
y ser nombrado por Nicolás V, cía contrastar demasiado con la
sucesor de dicho Papa, primer dureza de la cruz donde había
Patriarca de Venecia, cuando expirado el Salvador, y quiso
este titulo fué transferido de que le pusieran en su cama ha
Grado a esta ciudad. bitual. Después, viendo acercar
se sus últimos momentos, excla
Lección VI mó: A ti me voy, oh buen Je
sús. Y , en el último día del mes
F a v o r e c i d o con el don de lá de enero, durmióse en el Señor.
grimas, Lorenzo ofrecía ca Su muerte fué preciosa delante
da día al Dios todopoderoso la de Dios. Lo demostraron los
hostia de propiciación. En una conciertos angélicos que pudie
ocasión, en la noche de la Nati ron oír unos cartujos; demos
vidad del Señor, mientras cele trólo asimismo la conservación
braba la santa Misa, mereció de su santo cuerpo, que perma
contemplar a Jesucristo bajo el neció íntegro e incorrupto, exha
aspecto de un gracioso niño. lando un suave perfume y con
Eran tan eñcaces sus oraciones servando el color en el semblan
por el rebaño que le estaba con te, durante el tiempo de más de
fiado, que, según manifestación dos meses que tardó en sepul
de lo alto, la República debió társele; lo demostraron, por
su salvación a la intercesión y a último, los nuevos milagros que
• los méritos de su prelado. Dota siguieron a esta muerte. En
do del espíritu de profecía, vista de tales prodigios, el Su
anunció muchos acontecimientos mo Pontífice Alejandro VIII le
situados fuera de toda previsión canonizó, e Inocencio X II fijó
humana. Con sus oraciones logró su Fiesta en el día cinco de sep
muchas veces curar a los enfer tiembre, en que el Santo tomó
mos y expulsar los demonios. posesión de su sede episcopal.
Compuso libros llenos de doctri E n el I I I Nocturno, la Homilía so
na celestial y de unción piadosa, bre el E vangelio: U n hombre, yéndose
por más que apenas conocía las afesores lejanas tierras, del Común de Con
Pontífices en el primer lu g ir,
reglas del estilo. Vióse, por úl pág. 587.
Día 8 de Septiembre
que fué prometida con gran an nio vuestro Mártir, nos ale
ticipación a los Patriarcas, pre gre con su intercesión, y nos
figurada con misteriosos prodi conceda el gozar devotamente de
gios y anunciada por los orácu esta solemnidad. Por nuestro
los proféticos. Figuras de esta Señor.
generación fueron la vara sacer
dotal, que floreció sin tener raiz, Lección III
el vellocino de Gedeón, que que
dó cubierto de rocío en medio nació en Nico
o r g o n io
(~ )h admirable virtud de la
Lección IX
santa Cruz! ¡Oh inefable
gloria de la Pasión! En ella po A a Vos, Señor, to-
t r a j is t e is
;i
'i
,1
Día 15 de Septiembre
Doble de I I clase
Oración
Día 17 de Septiembre
( O h Señor Jesucristo, que para
' La Impresión de las llagas inflamar nuestros corazones
con el fuego de vuestro amor, al
de san Francisco enfriarse el mundo, renovasteis
C on fesor en el cuerpo del 'bienaventurado
Doble Francisco las sagradas llagas de
vuestra Pasión: concedednos
Todo se toma <)el Común de un Con propicio que, por sus méritos y
fesor no Pontífice, pág. 598, menos lo
que sigue: preces, llevemos constantemente
la Cruz y hagamos dignos frutos tal instruidle con espíritu de
de penitencia. Vos que vivís. mansedumbre, haciendo cada
Conmemoración del Oficio preceden uno reflexión sobre sí mismo y
te: temiendo también caer en la
Ant.— Las almas de los San tentación. Cómportad las cargas
tos que siguieron las huellas de unos de otros, y con eso cumpli
Cristo se alegran en el cielo; y réis la ley de Cristo. Porque si
porque por su amor derramaran alguno piensa ser algo, se engaña
su sangre, por eso se gozan sin a sí mismo, pues es nada. Por
fin con Cristo. tanto, examine cada uno sus pro
y . Los Santos se regocija pias obras, y así tendrá enton
rán en la gloria. ces motivo de gloriarse en sí
I£. Se alegrarán en sus mo mismo, y no respecto de otro.
radas. Porque cada cual al ir a ser juz
gado cargará con su propio far
Oración do. Entretahto, aquel a quien se
le instruye en las cosas de la fe,
f ) s rogamos, Señor, que la cc- asista de todos modos con sus
lebración de la Fiesta de bienes al que le instruye.
vuestros bienaventurados M árti
res y Pontífices Cornelio y Ci L ección II' Cap. 6, 7-13
priano t ío s obtenga su protección,
y que su santa oración nos reco 'M o queráis engañaros a vos-
miende cerca de Vos. Por nues otros mismos: Dios no puede
tro Señor. ser burlado. Así es que lo que
un hombre sembrare, eso recoge
MAITINES rá. For donde quien siembra para
su carne, ! de la carne recogerá
I NOCTURNO
después la corrupción. Mas el
D e l a E p í s t o l a d e s a n P a b l o que siembra para el espíritu, co
A pó sto l a lo s G á la t a s gerá la vida eterna. No nos can
semos, pues, de hacer bien; por
L ección I Cap. 5, 25-26; 6, 1-6 que si perseveramos, a su tiempo
recogeremos el fruto. Así que,
i vivimos por el Espíri mientras tenemos tiempo, haga
tu, procedamos también mos bien a todos, y mayormente
según el Espíritu. No a aquellos que son, mediante la
seamos ambiciosos de vana glo fe, de la misma familia que nos
ria. provocándonos los unos a otros. Mirad qué carta os he
los otros,, y recíprocamente envi escrito de mi propio puño. Todos
diándonos. Hermanos, si alguno, aquellos que quieren seros gratos
como hombre cayere desgracia según la carne, esos os constriñen
damente en algún delito, vos a que os circuncidéis, con sólo el
otros los que sois espirituales, al fin de no ser ellos perseguidos
por causa de la Cruz de Cristo. gel. Ocurrió entonces que, sin
Porque ni ellos mismos que están tiéndose inundado por una ma
circuncidados guardan la ley, yor copia de las dulzuras espiri
sino que quieren que seáis cir tuales propias de la contempla
cuncidados vosotros, a fin de ción sobrenatural con que ha
gloriarse en vuestra carne. bitualmente se veía favorecido,
y má¿ ardientemente abrasado
L ección III Cap. 6, 14-18 cada vez en la llama de los ce
lestiales deseos, comenzó a expe
A mí líbreme Dios de gloriar rimentar una extraordinaria
me, sino en la Cruz de nues afluencia de todos los dones so
tro Señor Jesucristo; por quien brenaturales. Así, pues, mientras
el mundo está crucificado" para cl seráfico ardor de sus impulsos
mí, como yo lo estoy para el le transportaba hacia Dios, y un
mundo. El hecho es, que respec vivo sentimiento de tierna com
to de Jesucristo, ni la circunci pasión le transformaba en aquel
sión ni la incircuncisión valen que quiso, por un exceso de
nada, sino el ser una nueva cria amor, morir crucificado, hallán
tura. Y sobre todos cuantos si dose una mañana en oración en
guieren esta norma, venga paz la ladera de la montaña (pocos
y misericordia, como sobre el días después de la fiesta de la
verdadero Israel de Dios. Por lo Exaltación dé la Santa Cruz),
demás, nadie me moleste en ade vió el varón de Dios aparecérsele
lante, porque yo traigo impresas una especie de Serafín de seis
en mí cuerpo las llagas del Señor alas, tan brillantes como encen
Jesús. La gracia de nuestro Señor didas, que bajaba de lo alto del
Jesucristo sea, hermanos, con cielo hasta fijarse, de un vuelo
vuestro espíritu. Amén. extremadamente rápido, en un
punto del espacio, cerca del san
II NOOTURNO
to, al cual le pareció verle, no
D e lo s C o m e n t a r io s de sa n
sólo dotado de seis alas, sino
B u e n a v e n t u r a , O b is p o además crucificado, con las manos
y pies clavados en cruz, y las alas
Leyenda de san Francisco, cap. 17
dispuestas en forma admirable
L ecció n IV a entrambos lados, de suerte que
dos de ellas se levantaban sobre
siervo y minis
ra n c is c o , su cabeza, otras dos estaban des
tro verdaderamente fiel plegadas en actitud de vuelo, y
de Jesucristo, se retiró con las dos restantes velaba y en
dos años antes de entregar su volvía su cuerpo. Esta visión su
alma al cielo, a una altura llama mió en honda admiración a Fran
da monte Alvcrnia, para prac cisco, penetrando su alma de un
ticar un ayuno de cuarenta días placer mezclado de dolor; pues
en honor de san Miguel Arcán si bien se gozaba extraordinaria
mente a la vista bendita del roja, como producida por una
Angel que bajo tan prodigioso lanzada; más de una vez manóle
aspecto, y en forma, a la vez, de allí una sangre sagrada, hume
tan familiar se le aparecía, el deciéndole la túnica y los vesti
cruel espectáculo de la crucifi dos.
xión atravesaba su alma con una
espada de dolorosa compasión, L ección VI
L ección V pues, en un
T ' r a n s fo rm ad o ,
hombre nuevo por este inau
C a b ía muy bien Francisco que dito y sorprendente prodigio (era,
el estado de sufrimiento es en efecto, el primer caso de un
incompatible con la inmortalidad hombre que estuviera, por sin
de un espíritu seráfico; ilumina gular privilegio, marcado, o me
do, empero, interiormente por jor aún, adornado con las sagra
aquel mismo que exteriormente das llagas), descendió Francisco
se le manifestaba, comprendió de la montaña llevando en sí la
que si una visión de este género imagen del Crucificado, esculpi
se había mostrado a sus ojos, era da, no en tablas de piedra o de
para enseñarle que no es el mar madera por mano de un artista,
tirio del cuerpo, sino los ardores sino en su propia carne por el
del corazón, lo que transforma dedo del Dios vivo. Como sabía
el alma amiga de Jesucristo en que “ es bueno mantener oculto
perfecta imagen del divino cru el secreto del rey” , esforzábase
cificado. Al desaparecer, pues, la aquel hombre seráfico, conocedor
visión, después de departir íntima del misterio obrado en él por el
y familiarmente con Francisco, R ey divino, en ocultar a los de
dejóle el alma inflamada en se más los sagrados estigmas. Mas a
ráficos ardores y el cuerpo mar Dios corresponde revelar para
cado con heridas semejantes a gloria suya las grandes cosas por
las que deja una crucifixión; El realizadas, por lo cual, el mis
como si, fundida y reblandecida mo Señor, que había impreso se
previamente su carne por la ac cretamente aquellas sépales, quiso
ción del fuego, hubiese recibido darlas a conocer abiertamente
en un instante la impresión de por medio de milagros, hacien
un sello. Y efectivamente, al do que a la luz de los prodigios
momento comenzaron a hacerse resplandeciera su virtud escondi
visibles en sus manos y pies las da y maravillosa. E l aniversario
marcas de los clavos, con las de este acontecimiento, tan dig
cabezas grabadas en la palma de no de admiración, tan claramente
las manos y en la parte superior comprobado, y enaltecido con
de los pies, y las puntas en el grandes alabanzas y la concesión
lado opuesto. Además, su costado de favores especiales en las bulas
derecho presentaba una cicatriz pontificias, quiso el papa Bene-
dicto X I que se celebrara con Itinencia, la generosidad a los
una solemnidad, extendida más avaros, la mansedumbre a las
tarde por el Sumo Pontífice Pau iracundos, y la humildad a los
lo V a la Iglesia universal, y des soberbios.
tinada a encender en los corazo IJ. Este practicó ante Dios
nes de los fieles el amor a grandes virtudes, y alabó con
Jesucristo crucificado. todo su corazón al Señor: * El
mismo intercederá por los peca
III NOCTURNO dos de todos los pueblos, y . He
L e c c ió n d e l s a n t o E v a n g e l io
aquí un hombre pacífico, verda
s e g ú n s a n M a te o
dero servidor de Dios, que se
abstiene de toda mala acción y
Iioni. 32, sobre el Evangelio
conserva aún su inocencia. El
mismo intercederá por los peca
L ección Vil Cap. 16, 24-27
dos de todos los pueblos.
jp N aquel tiempo: Dijo Jesús a
sus discípulos: Si alguno quie Lección VIII
re venir en pos de mí, niéguese a
sí mismo, y cargue con su cruz p s verdad que al proponer nue
y sígame. Y lo que sigue: vos mandamientos a los que le
seguían, dijo: “ Si alguno no re
nuncia a todo lo que posee no
H o m il ía d e sa n G r e g o r io , P a p a
puede ser mi discípulo". Como
^ u p u e s t o que nuestro Se si dijera: Los que siguiendo la
ñor y Redentor vino al vida antigua codiciabais lo ajeno,
mundo c o m o nuevo si deseáis vivir una vida nueva,
hombre, dió al mundo nuevos dad de lo vuestro. Oigamos ahora
preceptos. Y a que a nuestra an lo que enseña en esta lección:
tigua vida, alimentada por los “ El que quiera venir en pos de
vicios, impuso el deber de trans mí, niéguese a sí mismo”. “ Antes
formarse en una vida nueva. Y se nos ha dicho que renunciemos
ciertamente, ¿qué pretendía el a nuestras cosas, ahora nos amo
hombre viejo y carnal, sino rete nesta a que renunciemos a nos
ner lo suyo, arrebatando lo ajeno otros mismos. Algunas veces no
cuando le era posible, y deseán es muy difícil que el hombre re
dolo si no podía? Mas el médico nuncie a lo que tiene, pero cier
celeste proporcionó remedios ade tamente lo es mucho dejarse a sí
cuados a cada uno de los vicios. mismo. Ciertamente es cosa pe
Pues así como en el arte de la queña sacrificar lo que tenemos,
medicina, lo caliente se cura con pero es cosa muy grande sacrifi
lo frío, y lo frío con lo caliente, car lo que somos.
así nuestro Señor opuso medici JJ. Líbreme Dios de gloriar
nas contrarias a los pecados, en me sino en la Cruz de nuestro
señando a los deshonestos la con- Señor Jesucristo; * Por quien el
mundo está crucificado para mí, mos brillar de nuevo el día glo
y yo lo estoy al mundo. V . Pues rioso, en el que este Santo, reci
llevo los estigmas del Señor Jesús bió los estigmas del cuerpo de
en mi cuerpo. Por quien el mun Cristo.
do está crucificado. Gloria al Teniendo por vanos los goces
Padre. Por quien. de la tierra, y por llenas de mi
serias las grandes posesiones,
Lección IX triunfador posee los bienes del
cielo.
P l Señor ordenó a los que lese-
¡Oh Cristo piadosísimo! és
gufan que renunciasen a to
te, confesándoos constantemente,
das las cosas, y esto porque cuantos
pisó las artes de los demonios y
nos preparamos para el combate
al cruel príncipe del averno.
de la fe, emprendemos una lucha
Ilustre por la virtud y la fe,
contra los espíritus malignos.
por su incesante fervor, y por
Ahora bien, éstos nada poseen de
los ayunos a que sometió su cuer
propio en este mundo; de consi
po, ha conseguido sentarse en el
guiente, es preciso que luchemos
celestial banquete.
desnudos con los que están des
Por lo cual1, oh Señor piadosí
nudos. Pues si el que está ves
simo, os rogamos todos humilde
tido pelea con otro que nada
mente, que en atención a sus
viste, será echado por tierra, ya
méritos, nos perdonéis las penas
que tiene de qué poderle asir. Y
merecidas.
a la verdad, ¿qué son todas las
Al Padre sea dada perenne
cosas terrenas sino como una es
gloria, y al H ijo Unigénito, y al
pecie de vestidos? De consiguien
Santo Paráclito, siempre y por
te, el que va a emprender una
todos los siglos. Amén.
lucha contra el diablo, arroje de
sí los vestidos para que no su
cumba. O ración
T e Deum, pág. 6.
Ceñor Jesucristo, que para in
LAUDES flamar nuestros corazones con
el fuego de vuestro amor, al en
Himno friarse el mundo, renovasteis en
el cuerpo ¡ del bienaventurado
O h Jesús! corona refulgente y
Francisco lás sagradas llagas de
verdad sublime, que a vues
vuestra pasión: concedednos pro
tro siervo Confesor, le otorgáis
picio que, por sus méritos y pre
una recompensa eterna.
ces, llevemos constantemente la
Conceded al pueblo que suplica,
cruz, y hagamos dignos frutos
en atención a su plegaria, el per
de penitencia. Vos que vivís y
dón de sus culpas, librándole de
reináis.
los lazos que le sujetan. Las Vísperas del Oficio siguiente, con
Cumplido el curso del año, ve Conmemoración del precedente.
Día 18 de Septiembre Francisco las sagradas llagas de
vuestra pasión: concedednos pro
San José de Cupertino picio que, por sus méritos y pre
C on fesor ces, llevemos constantemente la
D oble cruz y hagamos dignos frutos de
penitencia. Vos que vivís.
Todo se toma del Común de un
Confesor no Pontifice, pág. 598, me
nos lo que sigue: MAITINES
1 VISPERAS I NOCTURNO
II NOCTURNO
D ía 20 de Septiembre L ecció n IV
llamado tam
u s t a q u io ,
San Eustaquio y sus bién Plácido, ilustre en
compañeros tre los romanos por su
linaje, riquezas y gloria militar,
M ártires
mereció, en tiempo del empera
Doble
dor Trajano, ser nombrado maes
Todo se tom a d el C o m ú n de v a rio s tro de la milicia. Corriendo un
M á rtires, pág. 5 7 1 , m enos lo que s i día, en que iba de caza, en per
gu e:
secución de un ciervo de extraor
O ración dinario tamaño que huía ante
él, vió de repente resplandecer
( O h Dios, que nos concedéis entre las astas del animal una
celebrar el nacimiento a la imagen grandiosa de Jesucristo
vida eterna de vuestros santos crucificado. Y como la voz del
Mártires Eustaquio y sus com Señor le invitara a correr en pos
pañeros, haced que gocemos de de la vida eterna, alistóse junta
su compañía en la eterna bien mente con su esposa y sus dos
aventuranza. Por nuestro Señor. hijitos Agapito y Teopisto, en la
Conm em oración «Irl O ficio preceden- milicia cristiana.
te:
Ant. Las almas de los Santos L ección V
que siguieron las huellas de Cris
to se alegran en el cielo; y porque U vuelto al lugar de la
a b ie n d o
por su amor derramaron su san primera visión, tal como el
gre, por eso se gozan sin fin con Señor Ic había mandado, oyóle
Cristo. anunciar los muchos padecimien
y . Los santos se regocijarán tos que le esperaban por su
cn la gloria. gloria. Y en efecto: habiendo caí-
I I Brev. 68
do sobre él las más increíbles ca lendas de octubre. Sus cuerpos,
lamidades, que soportó con pa que fueron hallados intactos, re
ciencia admirable, no tardó en cibieron religiosa sepultura de
verse reducido a la mayor indi manos de los fieles, siendo más
gencia. Obligado a huir oculta tarde honoríficamente traslada
mente, vióse arrebatar por el ca dos a la iglesia levantada en su
mino, primeramente la esposa y nombre.
después sus dos hijos, miserable E n el I I I N octurn o, se lee la H o
m ilía sobre el E v a n g e lio : D escen dien
mente arrancados a su cariño. do J e sú s del m onte, del Com ún de
Con el corazón lacerado por tan vario s M á rtire s , en el 2 .a lu g a r, pá
tas pruebas, permaneció largo gin a 580.
E n las F e ria s de las C u a tro T é m
tiempo oculto en un país lejano, poras la L e cció n I X es de la H om i
trabajando la tierra, hasta que, lía de la F e ria , de la que se bace
C onm em oración sólo en L a u d e s; en
confortado, por una voz del cielo otro c a so :
y reclamado por Trajano con D e la V ig ilia de san M ateo, A p ó s
tol:
ocasión de una nueva guerra, fué
puesto de nuevo al frente de las
L e c c ió n del san to E v a n g e l io
milicias.
seg ú n san L ucas
H o m il ía de san J e r ó n im o ,
Lección VI
P r e s b ít e r o
L ib ro I .d e 1os Com entam os sobre
De la e x p o s ic ió n de san G re san M ateo, cap. 9
g o r io , Papa, so b re e l P r o fe ta
E z e q u ie l os demás Evangelistas,
H om ilía 3. lib ro 1
por respeto a san Mateo
y velando por su presti
I-J e aquí cómo el Profeta Eze gio, se abstienen de designarle co
quiel describe con misterioso su nombre usual y le llaman
lenguaje los cuatro animales sa Leví; conociósele, en efecto, por
grados que lleno de espíritu pro- estos dos nombres. En cuanto a
fético contempló en lo por ve él, recordando las palabras de Sa-
nir: “ Cada uno tenía cuatro ca j Iomón: “ El 1justo es el primer
ras y cuatro alas” . ¿Qué significa acusador de sí mismo” , y estas
el rostro, sino el conocimiento, otras: “ Confiesa tus pecados
y qué las alas sino el vuelo? Por para justificarte” , se llama a
el rostro somos conocidos cada sí propio Mateo, y se declara
uno de nosotros; y con las alas, publicano, para piostrar a sus
las aves se elevan a lo alto. Por lectores que así como de publi
esto el rostro se refiere a la fe cano se transformó repentini-
mente en Apóstol, nadie debe sieron a la mesa a comer con él".
desesperar de su salvación con Veían que aquel publicano, que
tal que abrace una vida mejor. había pasado del estado del pe
cado a una vida mejor, había
L ección VIH sido admitido a la penitencia, lo
cual les movía a no desesperar
^ obre este punto, Porfirio y el de la propia salvación. Y no se
^ emperador Juliano, preten acercaban a Jesú& aferrados— se
den hacer resaltar o la ignorancia gún murmuraban los fariseos y
de un historiador inexacto o la los escribas— a sus antiguos vi
necedad de aquellos que al mo cios, sino haciendo penitencia, co
mento siguieron al Salvador, co mo lo dan a entender las siguien
mo acusándoles de haberse de tes palabras de Jesús: “ Más es
jado conducir irreflexivamente por timo la misericordia que el sa
el llamamiento del primer adve crificio. Porque los pecadores son
nedizo; no tienen en cuenta un y no los justos, a quienes he
hecho indubitable; la multitud de venido yo a llamar” . Así, pues,
milagros y grandes prodigios que Jesús iba a los convites de los
los Apóstoles habían visto reali pecadores, para tener Ocasión de
zar a Jesucristo antes de creer en instruirles y de proporcionar ali
él. Por otra parte, bastaba para mentos espirituales a los que le
sentirse atraído por él la sola invitaban.
contemplación del resplandor y T e D eum , pág. 6.
majestad de la Divinidad que en E n las V ísp e ra s, Conm em oración,
¿1 se escondía, pero que se dejaba d el O ficio sigu ien te.
traslucir en su semblante huma
no. Porque si se ha dicho que el
imán y el ámbar tienen la pro D ía 22 de Septiembre
piedad de atraer los anillos de
hierro y los fragmentos y briznas Santo Tomás de Villanueva
de paja, ¿con cuánta mayor fuer O bispo y C o n feso r
za podía el Señor de todas las D oble ( L . h.)
cosas atraer a sí a los que. llama
To do se tom a d el C om ún de un
ba? C o n feso r P on tífic e, pág. 583, menos lo
E n las F e ria s de las cu atro T é m que sigu e :
poras, la L e cció n I X se d irá de la E n las I y II V ís p e ra s :
Hornilla de la F e r ia ; de la cu al se
hará tam bién C o nm em oración en L a u Ant. del Magnif.— Prodigó sus
des. E n los dem ás casos: la rg u é is, * socorrió a los pobres;
su justicia permanece eterna
L ecció n IX
mente.
W sucedió que estando Jesús sen Oración
tado a la mesa, en la casa,
vinieron muchos publicanos y Q h Dios, que adornasteis al
gentes de mala vida, que se pu bienaventurado Pontífice T o
más con la virtud de una insigne Pedía, al mismo tiempo, repeti
misericordia en favor de los po damente a Dios que le instruyera
bres, os suplicamos, que por su en la ciencia de los santos y le
intercesión derraméis benigna inspirara una regla de conducta
mente en favor de cuantos os para dirigir prudentemente su vi
suplican, las riquezas de vuestra da y costumbres. Y llamado por
misericordia. Por nuestro Señor vocación divina, abrazó el Insti
Jesucristo. tuto de los Ermitaños de San
Agustín.
II NOOTURNO
L ecció n V
a c ió Tomás en el pueblo R espues de su profesión, dis-
de Fuentellana, diócesis tinguióse por las virtudes y
de Toledo, en España, el cualidades propias de un religio
año del Señor mil cuatrocientos so; por su humildad, paciencia,
cuarenta y ocho, de una familia continencia, y especialmente por
muy distinguida. Concibió desde su ardentísima caridad. En me
la más tierna edad singulares dio de sus variadas y múltiples
afectos de compasión y miseri ocupaciones, mantenía siempre su
cordia hacia los pobres, dando espíritu intensamente dedicado a
de ellos, ya en su niñez, repe la oración y a la contemplación
tidas pruebas, entre las cua de las cosas divinas. Obligado a
les merece mencionarse en pri aceptar la carga de la predica
mer lugar el hecho de haberse ción, que le fué impuesta en vis
despojado más de una vez de sus ta de su eminente santidad y
vestidos para cubrir a los desnu sabiduría, logró apartar, con la
dos. Después de su infancia, gracia de Dios, a muchos pecado
fué enviado a Alcalá como alum res del lodazal del vicio para con
no del colegio mayor de San Il ducirlos al camino de la salva
defonso, para dedicarse al estu ción. Al ser llamado como supe
dio de las letras. Llamado de rior al gobierno de sus hermanos,
nuevo a su casa con motivo de supo juntar en la justa propor
la muerte de su padre, dedicó ción la prudencia, la justicia y
toda su herencia al sostenimiento la mansedumbre, con la solicitud
de las doncellas indigentes; y y la severidad, de tal suerte, que
volvió inmediatamente a Alcalá, restableció la antigua disciplina
donde, una vez terminados sus de su Orden en multitud de ca
estudios de teología, de tal ma sos.
nera sobresalió por su ciencia, que
le obligaron a desempeñar una L e c ció n VI
cátedra de la Universidad, en la
que explicó con gran éxito cues p u É designado para el arzobis
tiones filosóficas y teológicas. pado de Granada, dignidad
que él rechazó porfiadamente con D e s a n M a u r i c i o y C o m p a ñ e r o s
admirable humildad, Vióse obli M á r t ir e s
gado, sin embargo, a aceptar poco
después, por orden de su§ supe Lección IX
riores, el de Valencia, rigiéndolo
por espacio de cerca de once años, a b ie n d o el emperador
con tal acierto, que cumplió to Maximiano conducido su
dos los deberes de un santo y ejército a la Galia, de
vigilante pastor. Sin variar en na túvose en los confines del terri
da su habitual género de vida, torio de Sión para ofrecer un sa
dedicóse con mayor generosidad crificio. Mas no queriendo la le
todavía al ejercicio de la caridad, gión tebana contaminarse parti*
prodigando a los pobres las cuan cipando en una ceremonia sacri
tiosas rentas de su Iglesia, y no lega, mantúvose apartada de lo
guardando para sí ni siquiera un restante del ejército. Envióles
lecho; ya que, en efecto, el que el emperador unos soldados para
ocupaba en el momento de lla intimarles de su parte, bajó pe
marle Jesucristo al cielo, se lo na de la vida, que se presentaran
había prestado un indigente, a en el campamento para asistir a
quien lo había dado poco antes los sacrificios; a lo cual respon
de limosna. Durmióse en el Se dieron ellos que se lo prohibía la
ñor el día sexto de las idus de religión cristiana. Indignado Ma
septiembre, a la edpd (Je sesenta ximiano ante esta respuesta, y
y ocho años. Quiso Dios poner redoblando su furor, envió una
de manifiesto la santidad de su parte del ejército contra los te-
siervo con milagros durante su banos con orden de diezmarlos.
vida y después de su muerte. As: Ellos, empero, espontáneamente,
un granero cuyo trigo había sido v alentados sobre todo por las
distribuido entre los pobres, lle exhortaciones de Mauricio, pre
nóse repentinamente; y un firieron el martirio a obedecer la
niño muerto recobró la vida orden impía del emperador;
junto al sepulcro del santo. mandó éste entonces a su ejér
En vista de estos milagros y c cito entero dar muerte a todos
otros muchos con que fué glorifi los de la legión, los cuales per
cado, el sumo Pontífice Alejandro severaron unánimes en la confe
III lo inscribió en el número de sión del nombre de Cristo. Su
los Santos. muerte ocurrió en el día décimo
E n el I I I N octurn o, se lee la H o de las calendas de octubre.
m ilía sobre el E va n gelio : U n hom brt,
y éndose* a lejanas tierras, del Común
de u n C o n fesor Pon tífice en el pri
LAUDES
m er lu g a r, pág. 587.
E n la s F e ria s de la s cuatro T ém
poras. la L ecció n I X se dirá de la Ant. del Bened. — Sus limos
H om ilía de la F e ria ; de la cual se nas * las publicará toda la asam
h ará tam bién Conm em oración en L a u
d es. E n los dem ás casos: blea de los Santos.
S e hace Conmemoración de tan M au eterna celebramos. Por nuestro
ricio y Compañero», M ártire*:
Señor.
Ant.— Todos vuestros cabellos Conm em oración de santa T e cla , V i r
han sido contados; no temáis: gen y M á rtir :
vosotros valéis más que un gran Ant.*— Ven, Esposa de Cristo,
número de pájaros. recibe la corona que te ha prepa
y . Los Santos se regocija rado el Señor para siempre.
rán en la gloria. 1$. Se alegra y . Con esta tu gallardía y
rán en sus moradas. hermosura. 1 . Camina, avanza
prósperamente y reina.
Oración
Oración
suplicamos nos otorguéis,
oh Dios omnipotente, que / " " o n c e d e d n o s , os suplicamos, oh
la fiesta solemne de vuestro san Dios omnipotente, que cuan
to Mártir Mauricio y de sus tos celebramos el nacimiento a
Compañeros nos colme de ale la gloria de la bienaventurada
gría, para que los que funda Tecla, vuestra Virgen y Mártir,
mos nuestra confianza en sus sintamos la alegría de ésta anual
oraciones participemos en la solemnidad y nos aprovechemos
piona de su nacimiento al cielo. del ejemplo que nos da con su
Por nuestro Señor. gran fe. Por nuestro Señor.
En las I I V ísperas, la A n tífo n a del
M agn íficat como en las prim eras.
II NOCTURNO
Se hace Conm emoración del O ficio
siguiente y de santa T e c la , V irg e n y
M ártir. L ecció n IV
fg ú jL Papa Lino, natural de
H o m il ía de sa n J e r ó n im o , Lección VIII
P r e s b ít e r o
ue si tu mano o tu pie te es
L ib ro 3 de los C om en tario s, sobre
cap. 18 de san M ateo
el
Q ocasión de escándalo, córta
los y arrójalos lejos de ti” . Es
qué viene esta inopina necesario, ciertamente, que haya
da pregunta de los escándalos. Y , sin embargo, ¡ay
Apóstoles, hecha des del hombre que es causa, por
pués del hallazgo de la moneda culpa suya, de que se produzca
y del pago del tributo: “ Quien aquello que no puede dejar de
pensáis que será el mayor en el producirse en el mundo! En con
reino de los cielos?” Porque ha secuencia, no hay afección ni pa
bían visto pagar un miámo tri rentesco que no deba romperse
buto por Pedro y por el Señor, cuando estos vínculos de piedad
inferían de esta igualdad en el exponen a los creyentes a escán
precio que, habiendo sido equi dalos. Si existe alguna persona,
parado Pedro al Señor en el pa parece decir el Señor, que os es
go del tributo, estaba elevado té tan unida como la mano, el
por encima de los demás Após pie o el ojo lo está al cuerpo;
toles; por esto preguntaban: que os sea útil y os sírva
“ ¿Quién será el mayor en el con abnegación, y ponga a vues
reino de los cielos?” Mas Jesús, tro servicio' su clarividencia o
que ve sus pensamientos y co perspicacia, pero que sea para
noce el motivo de su error, pro- vosotros ocasión de escándalo, y
pónese curar en ellos el apetito que con su conducta, tan con
de la gloria excitándoles a una traria a la vuestra, os arrastre
generosa emulación en pro de la al inñerno, debéis optar por pri
humildad. varos de su intimidad y de las
ty. No temáis en presencia ventajas temporales que ésta os
de los géntiles; mas en vuestros reporte; no sea que queriendo
corazones adorad y temed al Se congraciaros con vuestros parien
ñor; * Y a que su Angel está con tes o amigos, os expongáis por
vosotros, y . Púsose el Angel su causa a la perdición.
junto al altar del templo, tenien 1$. El Arcángel Miguel vino
do en su mano un incensario de en auxilio del pueblo de Dios. *
oro. Y a que. Vino para auxiliar a las almas
Benedicción. — Intercedan por justas, y . Púsose el Angel jun
nosotros delante del Señor aque io al aliar del templo teniendo
llos cuya festividad celebramos. en su mano un incensario de
IJ. Amén. oro. Vino. Gloria al Padre. Vino.
Lección IX se oyó la voz de los que decían:
Honor a nuestro Dios, aleluya 1
\ ^ o os digo que sus ángeles, 3. Arcángel Miguel, * te he
* en los cielos, están viendoconstituido príncipe de todas las
siempre la cara de mi Padre”. alma* que deben salvarse.
Había dicho más arriba sirvién 4. Angeles del Señor, * ben
dose de la imagen de la mano, del decid al Señor para siempre.
pie y del ojo cuyo sacrificio se 5. Angeles, Arcángeles, *
impone, que es menester separar Tronos y Dominaciones, Princi
se de los parientes y amigos que pados y Potestades, Virtudes ce
pueden escandalizamos. Pero lestes, alabad al Señor de lo
he ahí que ahora mitiga el alto de los cielos, aleluya.
rigor de este principio con la
recomendación puesta a conti Capitula Apoc., 1, 1-2
nuación: “ Mirad que no despre
ciéis a alguno de estos pequeñi- P \ io s ha manifestado lo que
tos” . Como si dijera: N o os re debe suceder pronto, ha
comiendo que uséis de severidad blando por medio de su Angel,
sin enseñaros a mezclarla con la enviado a Juan, siervo suyo, el
benignidad: “ Porque sus Ange cual ha dado testimonio de ser
les, en los cielos, están viendo palabra de Dios y testificación
siempre la cara de mi Padre” . de Jesucristo todo cuanto ha
Grande es la dignidad de las al visto.
mas, ya que cada hombre tiene
desde su nacimiento un Angel Himno
destinado a su custodia. Así
leemos en el Apocalipsis de san Cristo, gloria de los san-
Juan: “ Escribe estas cosas al tos Angeles, Creador y R e
Angel de Efeso, y a los Angeles dentor del linaje humano, con
de las otras iglesias” . Y el cedednos que consigamos las se
Apóstol manda que en la iglesia des bienaventuradas.
las mujeres velen su cabeza por Que el Angel de la paz, M i
causa de los Angeles. guel, descienda del cielo a nues
Te Deutn, pág. 6. tras moradas; y ejerciendo su
misión pacificadora relegue al
LAUDES Y HORAS abismo las guerras, fuentes de
lágrimas.
Ant. 1. Púsose el Angel * Que el Angel de la fuerza, Ga
junto al altar del templo, te briel, aleje a nuestros antiguos
niendo en su mano un incensa enemigos, y visite los templos
rio de oro. amados del cielo que se han le
Lo» Salm os d e la D om inica, pág. 33. vantado en la tierra después de
2. Mientras peleaba * el Ar la misión triunfante que vino a
cángel Miguel con el dragón, cumplir.
Que el Angel Rafael, médico y . Subió el humo de los
de nuestra salud, nos asista des perfumes al acatamiento del Se*
de el cielo,, curando todos los ñor. ]$. Por la mano del Angel,
enfermos, y dirija nuestros pa
sos vacilantes hacia la verdade SEXTA
ra vida. Capitula Apoc., 5, 11-12
Asístanos siempre la Virgen,
reina de la paz y madre de la Q í la voz de muchos Angeles
luz, juntamente con el coro de alrededor del solio, y de
los Angeles y en unión con la los animales, y de los ancianos,
brillante corte celestial. y su número era millares de mi
Que la deidad bienaventurada, llares, los cuales decían en alta
Padre, H ijo y Espíritu Santo, voz: i Salve, oh Dios nuestrol
cuya gloria brilla por todo el or 3 - br. Subió el humo de los
be, nos conceda estas gracias. perfumes * Al acatamiento del
Amén. Señor. Subió, y . Por la mano
y . Púsose el Angel junto al del Angel. Al acatamiento. Glo
altar del templo. I£. Teniendo ria al Padre. Subió.
en su mano un incensario de oro. y . Os cantaré himnos en
Ant. del Bened.— Prodújose un presencia de los Angeles, oh
silencio * en el cielo cuando es Dios mío. Os adoraré en
taba luchando el dragón; y Mi vuestro templo santo, y confesa
guel peleó contra él, y consiguió ré vuestro nombre.
la victoria, aleluya.
NONA
Oración Capitula Apoc., 12, 7-8
Dios, que con admirable C e trabó una gran batalla en
orden disponéis los ministe el cielo: Miguel y sus Ange
rios de los Angeles y dé los les peleaban contra el dragón,
hombres; conceded benigno que y lidiaba contra él el dragón con
nos protejan, mientras vivimos sus ángeles: pero éstos no pre
en la tierra, aquellos que nunca valecieron, y después no quedó
cesan de serviros en el cielo. Por
ya para ellos lugar ninguno en
nuestro Señor. el cielo.
Q . br. Os cantaré himnos *
TERCIA En presencia de los Angeles, oh
Dios mío. Os cantaré, y . Os
L a C a p itu la de Laudes. adoraré en vuestro templo san
IJ. br. Púsose el Angel * to, y confesaré vuestro nombre.
Junto al altar del templo. Púso En presencia. Gloria al Padre.
se. y . Teniendo en su mano un Os cantaré.
incensario de oro. Junto. Glo y . Adorad a Dios. ty. To
ria al Padre. Púsose. dos sus Angeles.
II VISPERAS mos, que, secundados por sus
Todo como en 1as I V ísp e ra s, menos
méritos, podamos practicar, con
el último Salm o, que debe ser el S a l vuestro auxilio, lo que él enseñó
mo 137, pág. 148, y lo sigu ien te: de palabra y con las obras. Por
y . Os cantaré himnos en nuestro Señor.
presencia de los Angeles, oh
Dios mío. R . Os adoraré en II NOCTURNO
vuestro tempío santo y confe* Lección IV
saré vuestro nombre.
Ant. del Magnif. — Príncipe e r ó n i m o , hijo de Eusa-
gloriosísimo, * Miguel Arcángel, bio, nació en Strídón
acordaos de nosotros; aquí y en (Dalmacia) en tiempo
todas partes, rogad siempre por del emperádor Constancio, y fué
nosotros al Hijo de Dios, alelu bautizado durante su adolescen
ya. cia en Roma, donde se instruyó
Se hace Conm em oración del O ficio en las ciencias liberales en la
sígnente. escuela de Donato y de otros sa
L a s Completas de la D om inica, pá
gina 54. bios muy eminentes. El deseo de
adquirir mayores conocimientos
movióle a recorrer las Galias,
donde se 'puso en relación con
algunos piadosos varones versa
Día 30 de Septiembre dos en las Sagradas Escrituras,
y transcribió con su propia ma
San Jerónimo no varios de sus libros. Dirigió
Confesor y Doctor se poco después a Grecia; esta
Doble
ba ya instruido en filosofía y
retórica y se perfeccionó toda
Todo se toma del Com ún de un
Confesor no Pontífice, pág. 598 menos
vía más con la amistad de los
lo siguiente: más famosos teólogos. Fué prin
Ant. — Oh Doctor excelso, * cipalmente discípulo predilecto
luz de la santa Iglesia, bien de Gregorio Nazianceno, en
aventurado Jerónimo, amante de Constantinopla, a quien debe,
la divina ley, ruega por nosotros según propia confesión, su cien
al Hijo dc Dios. cia escriturística. Visitó luego,
por devoción, los lugares de la
Oración infancia de nuestro Señor Jesu
cristo, recorriendo toda la Pa
h Dios, que para exponer las lestina. Al ponerle este viaje en
sagradas Escrituras os dig relación con hebreos muy eru
nasteis proporcionar a la Igle ditos, siryióle de mucho, según
sia, como Doctor 'máximo, al él mismo1 declara, para penetrar
bienaventurado Jerónimo, vues en el sentido de la sagrada Es
tro Confesor; haced, os roga critura.
Lección V pasajes más difíciles de los Li
bros sagrados el Papa Dámaso y
O después a un extenso
e tir ó s e san Agustín, fiados en su excep
desierto de Siria, dedicán cional erudición, en su dominio,
dose allí por espacio de cuatro no sólo del latín y del griega,
años al estudio de los libros sa sino también del hebreo y del
grados y a meditar sobre la fe caldeo, y en el conocimiento que
licidad del cielo, mortiñcándose tenía por sus lecturas, según
con continuas abstinencias y ma- atestigua san Agustín, de las
ceraciones corporales y derra obras de casi todos los escrito
mando abundantes lágrimas. Or res. Combatió, a los herejes con
denado sacerdote por Paulino, escritos sumamente enérgicos, y
Obispo de Antioquía, pasó Jeró se atrajo siempre el favor de
nimo a Roma, para tratar con los fervientes ortodoxos. Tradu
el Papa Dámaso de las diferen jo el Antiguo Testamento del he
cias que separaban a algunos breo al latín, corrigió, por orden
obispos de Paulino y Epifanio, de Dámaso, el Nuevo Testamen
y fué secretario del Sumo Pon to conforme a los manuscritos
tífice en su correspondencia ecle griegos, y comentó parte conside
siástica. Deseoso, empero, de rable del mismo. Además vertió
volver a su antigua soledad, re al latín los escritos de multitud
gresó a Palestina, donde en el de sabios, e ilustró las ciencias
monasterio fundado en Belén, cristianas con otras obras de su
junto a la cuna del nacimiento propio ingenio. Llegado a una
de nuestro Señor Jesucristo, por edad sumamente avanzada, y sien
Paula, jooble 'matrona romana, do ilustre por su santidad y sa
adoptó un género de vida com biduría, voló al cielo, en tiempo
pletamente celestial. A pesar de de Honorio. Su cuerpo, sepulta
las varias enfermedades y dolen do primeramente en Belén, fué
cias que le afligían, sabía so después trasladado a Roma, a la
breponerse a sus molestias físi basílica de Santa María la M a
cas, entregándose a devotas ocu yor.
paciones y dedicándose sin inte III NOCTURNO
rrupción a la lectura y a la com
L e c c ió n del san to E v a n g e l io
posición de sus escritos.
seg ú n sa n M ateo
Obispo y Confesor
I VISPERAS
Sim ple
Las Antífonas y la Capitula, de
T o d o se tom a del Com ún de un
Laudes, pág. 1042; los Salmos de la
C o n fesor Pon tífice, pág. 583, menos lo Dominica, pág. 490, pero en lugar del
que sigu e:
último, el Salmo 68, pág. 133; si esta
Fiesta bo tuviere I Vísperas, el último
Salmo será el 137, pág. 148.
Oración
(C o n ced ed n o s, o s rogamos, oh Himno
Dios omnipotente, -que la
veneranda solemnidad del bien C hantemos la gloria de los An
aventurado Remigio, vuestro geles c u s t o d i o s de los
Confesor ? Pontífice, aumente hombres, de aquellos celestiales
nuestra devoción y asegure tam compañeros que nos ha dado el
bién nuestra salvación. Por nues Padre para que nuestra frágil
tro Señor. naturaleza no sea víctima de las
asechanzas del enemigo.
Después que el ángel rebelde
L ección III cayó, justamente despojado de
e m i g i o , obispo de Reims, sus gloriosas prerrogativas, sin
brilló por sus virtudes tiéndose devorado por la envi
en tiempo de Godo veo, dia, se esfuerza en apartar del
rey de los Francos, a quien é camino del cielo a los llamados
mismo bautizó. Fué el primero de Dios.
que, con su predicación y sus Vuela, pues, hacia nosotros,
milagros, convirtió a los Fran oh protector vigilante, alejando
cos a la fe de Cristo, nuestro del reino que te ha sido confia
Señor; resucitó con sus oracio do, así los males espirituales, co
nes a una niña. Comentó muchos mo todo aquello que turbaría la
libros de la Sagrada Escritura, y paz de sus habitantes.
rigió en forma digna de las ma Devotas alabanzas sean dadas
yores alabanzas la Iglesia de constantemente a la santa Trini
Reims. Los muchos milagros dad, cuyo poder no deja nunca
que siguieron a su muerte pu de gobernar la triple máquina del
sieron en evidencia la santidad mundo, y cuya gloria subsiste
de la misma, como también la por todos los siglos. Amén.
de su vida. y . Os cantaré himnos en
T e D eum , pág. 6. prsencia de los Angeles, oh Dios
L a s V ísp e ra s, del O ficio siguiente. mío. I}. Os adoraré en vuestro
templo santo y confesaré vues Salmo 14, pág. 57. Se reta integro.
tro nombre. y . Púsose el Angel junto al
Ant. del Magnif. — Son todos altar del templo. IJ. Teniendo
ellos * unos espíritus que hacen en su mano un incensario de oro.
el oficio de servidores, enviados
para ejercer su miriisterio en fa D e l l ib r o d e l E xodo
vor de aquellos que deben ser los
herederos de la salud.
L ección I Cap. 23, 20-23
ir a que yo enviaré el
Oración Angel mío que, te guíe
Dios, que con inefable y guarde, en el viaje,
providencia os dignáis en hasta introducirte en el país que
viar a vuestros santos Angeles te he preparado. Reverénciale y
para que nos guarden: otorgad escucha su voz. Por ningún caso
a los que os suplicamos, que sea le menosprecies, porque si haces
mos siempre defendidos por su algún mal, no te lo pasará; y en
protección y gocemos eterna él se halla él nombre mío. Que
mente de su compañía. Por si tú escuchares su voz, y ejecu
nuestro Señor. tares todas las cosas que ordeno,
Lat Completas de la Dominica, pá
seré enemigo de tus enemigos y
gina 54. Derseguiré a ¡los que te persigan,
y mi Angel irá delante de ti.
MAITINES
I£. Ordenó Dios a sus Ange-
Invitatorio. — Al Señor, Rey es que te guardasen en todos
de los Angeles, * Venid, adoré tus caminos; * T e llevarán en la
mosle. palma de sus manos; no sea que
Salmo 94. — Venid, alegré tropiece tu pie en alguna piedra.
monos, pág. 2. y . Eran millares de millares
El Himno de Vísperas. los que le servían, y mil millones
los que asistían ante su presencia.
I NOCTURNO Te llevarán.
Ant. 1. El mismo Dios, * Se
ñor del cielo y de la tierra, en D el P r o f e t a Z a c a r ía s
viará su Angel delante de ti.
Salmo 8, pág. 29.
L ección II Cap. 1, 7-11
2. Mi Dios * envió su Angel, Señor habló de esta ma
l
el cual cerró las fauces de los nera a Zacarías profeta,
leones, y no me han hecho da hijo de Baraquías, hijo
ño ninguno. de Addo. Tuve, pues, de noche
Salmo 10, pág. 32. esta visión: Vi a un hombre
3. Id en buena hora, * y montado sobre un caballo rojo,
Dios os asista en vuestro viaje, que estaba parado entre unos
y su Angel os acompañe. mirtos que había en una hondo
nada; y detrás de él habia ca yo seré para ella, dice el Señor,
ballos rojos, manchados y blan como una muralla de fuego, que
cos. Y dije yo: ¿Qué son éstos, la circundará, y yo seré glorifi
Señor mío? Y el Angel que ha cado en medio de ella.
blaba conmigo, di jome: Y o te 1$. No temáis ante las na
haré conocer lo que son estas ciones; adorad en vuestros cora
cosas. En esto, aquel hombre zones y temed al Señor; * Por
que estaba parado entre los que su Angel está con vosotros,
mirtos, respondió y dijo: Estos y . Púsose el Angel junto al
son los que envió el Señor a altárf del templo, teniendo en
recorrer la tierra. Y respondie su mano un incensario de oro.
ron aquéllos al Angel del Señor Porque. Gloria al Padre. Por
que estaba parado entre los mir que.
tos, y dijeron: Hemos recorrido II NOCTURNO
la tierra, y hemos visto que to
Ant. 1. Mientras he estado
da está poblada, y goza de re
yo con vosotros, * por voluntad
poso.
Respondió el Angel del de Dios he estado; bendecidle,
pues, y cantad sus alabanzas.
Señor y dijo: Señor de los
Salmo 118, pág. 39. (Se reza In
ejércitos: * ¿Hasta cuando no tegro).
te compadecerás de Jerusalén y 2. Alzándose e l . Angel del
de las ciudades de Judá contra Señor * que iba delante del ejér
las cuales te has enojado? y . cito de los israelitas, se colocó
Este año es el septuagésimo. detrás de ellos.
Hasta. Salmo 23, pág. 69.
3. El Angel del Señor asis
Lección III Cap. 2, 1-5tirá * alrededor de los que
Y levanté mis ojos y estaba temen, y les librará.
observando; y he aquí un va Salmo 33, pág. 125. (Se reza in
tegro).
rón que tenía en su mano una
y . Subió el liumo de los
cuerda de medidor. Y dije yo:
perfumes al acatamiento del Se
¿Adónde vas? Voy a medir a
ñor. I£. Por la mano del Angel.
Jerusalén, me respondió, para
ver cuánta es su latitud y cuán
S erm ón de s a n B e r n a r d o , A bad
ta su longitud. Y he aquí que
Sobre el Salmo 90
salió fuera el Angel que ha
blaba conmigo, y otro Angel le
Lección IV
salió al encuentro, y le dijo:
Corre, habla a ese joven, y dile: nvió Dios a sus Angeles
Sin muros será habitada Jeru para que cuidaran de
salén, a causa de la muchedum ti”. ¡Oh admirable dig
bre de personas y de animales nación! ¡Oh caridad verdadera
que contendrá en su recinto. Pero mente grande y entrañable!
¿Quién es el que envía? ¿ Y a cuánta confianza comunicarnos!
quiénes envía? ¿ Y con qué ob Respeto por su presencia, devo
jeto? ¿ Y qué es lo que envía? ción por su bondad, confianza
Considerémoslo atentamente, her por su protección. Procedamos
manos, y procuremos no olvi siempre con circunspección, pues
dar una orden tan importante. to que los Angeles, en cumpli
Porque, ¿de quién procede esta miento de lo que se les ha man
orden? ¿De quién dependen los dado, siguen todos nuestros pa
Angeles? ¿A quién corresponde sos, en cualquier lugar en donde
mandarlos y a qué voluntad obe os encontréis, por retirado que
decen? “ Envió Dios a sus Ange sea, respetad a vuestro Angel.
les para que te guardaran en ¿Os atreveríais a hacer en su
todos tus caminos” . Y ellos, sin presencia lo que no os atreveríais
vacilar, llegan hasta el extremo a hacer en la mía? ¿Dudáis, aca-
de llevarte en las palmas de sus co, de que esté presente porque
manos. La suprema Majestad no le veis con vuestros ojos?
envía a los Angeles; a sus An Decidme, pues: ¿Qué haríais si
geles; a aquellos espíritus tan le oyeseis, si le tocaseis, si olie-
excelsos, tan dichosos a causa seis su perfume? Recordad que
de su proximidad y familiaridad no es solamente la vista la que.
con Dios. Y nos los envía a nos nos manifiesta la presencia de
otros. Pero. ¿Quiénes somos nos las cosas.
otros? “ ¿Quién es el hombre 1^. El Angel del Señor, ha
para que os acordéis de él, o biendo descendido al horno, es
el hijo del hombre para que fi taba con Azarías y sus compa
jéis en él vuestra atención?” ñeros, y los preservaba de la
i Como “ si el hombre no fuera llama del horno; * y el fuego
corrupción y el hijo del. hombre no les tocó en parte alguna, ni
un gusano” ! ¿Mas para qué les causó la menor molestia, y .
pensamos que nos los envió? Bendito sea el Señor que ha
Para cuidar de nosotros. enviado a su Angel y ha librado
; jVive el mismo Señor! a sus siervos que creyeron en
* Su Angel me ha guardado, así él. Y él fuego.
al ir de aquí, como estando allí,
y al volver acá. y . Ni ha per Lección VI
mitido el Señor que yo, su sier
va1, fuese violada. Su ángel. sí, pues, hermanos, amémos
les con el afecto más tierno
Lección V a estos Angeles de Dios, con
^ uánto re sp e to deben in fu n quienes participaremos *un día
d im o s e s ta s p a la b r a s , cu án en la herencia de su reino, y a
ta d e v o c ió n deben in s p ir a r n o s y quienes ha constituido nuestro
1. Judit.
Padre celestial en guías y pro Salmo 96, pág. 111. Se reza 'integro
NONA
O ración
Capitula Exod. 23, 22-23
H h Señor, que dijisteis: Si no
ue si tú escuchares su voz, os hiciereis como niños no
Qy ejecutares todas las cosas entraréis en el reino de los cie
que ordeno, seré enemigo de tus los; concedednos, os rogamos, que
enemigos y perseguiré a los que con tal humildad y sencillez de
te persigán. Y mi Angel irá de corazón imitemos los ejemplos de
lante de ti. santa Teresa, Virgen, que consi
br. Os cantaré himnos * gamos los premios eternos. Vos
En presencia de los Angeles, oh que. vivís y reináis...
¡Dios mío. Os cantaré, y. Os
adoraré en vuestro templo san II NOOTURNO
to y confesaré vuestro nombre. L ecció n IV
En presencia. Gloria al Padre.
Os cantaré. eresa del Niño Jesús
y, Adorad a Dios.. I£. R o nació en Alenqón (Fran
jetos susi Angeles. cia), de padres honora'
bles, que se distinguían por su Lección V
singular y nunca desmentida pie
dad para con Dios. Prevenida por T uego que hubo recibido por
el Espíritu Santo, concibió, ya en vez primera el Pan Eucaris
su edad más temprana, el deseo tía», manifestóse en ella un
de abrazar la vida religiosa; y hambre insaciable de este celes
te alimento. Como inspirada, pe
prometió seriamente a Dios no
día a Jesús le trocara en amar
negarle nada de cuanto le pare*
ciera que El le pedía; promesa guras todas las mundanas con
solaciones. Y ardiendo en tiemo
que se esforzó en guardar fiel
amor hacia nuestro Señor Jesu
mente hasta la hora de la muer
cristo y su Iglesia,, no deseó
te. Habiendo perdido a su madre
en adelante otra cosa que ingre
cuando sólo contaba cinco años,
sar en la Orden de las Carmeli
confióse totalmente a la divina
tas Descalzas, para poder, me
providencia, bajo la solícita vi
diante su inmolación y sacrificios,
gilancia de su padre amantísimo,
“ venir en ayuda de los sacerdo
y de sus hermanas mayores; y
tes, los misioneros y de toda la
con tales maestros, adelantó a
Iglesia”, y ganar innumerables al
pasos de gigante, por el camino mas para Jesucristo, cosa que
de la perfección. A los nueve más tarde, próxima a morir,
años, fué entregada para su edu prometió seguir haciendo cuando
cación a las monjas benedictinas se hallara cerca de Dios. Pre-
de Lisieux, distinguiéndose du sentáronsele grandes dificultades
rante el tiempo que pasó entre para entrar en la vida religiosa,
ellas por un superior conocimien debido a su juventud, pero con
to de las cosas divinas. A los siguió vencerlas con increíble
diez años, sintióse molestada du presencia de espíritu, y tuvo la
rante largo tiempo, por una gra dicha de entrar a los quince años
ve y misteriosa enfermedad, de en el Carmelo de Lisieux. Allí
la cual se vió milagrosamente li obró Dios admirables ascensio
bre, según refiere ella misma, nes en el corazón de Teresa, la
gracias al auxilio de la Santísi cual, imitando la vida oculta de
ma Virgen, que se le apareció la Virgen Maria, produjo como
sonriente durante una novena fértil jardín las flores de todas
que le dedicó con la advocación las virtudes, y pricipalmente la
de Nuestra Señora de las Victo de una eminente caridad para
rias. Sintiéndose entonces su es con Dios y para con el prójimo.
píritu lleno de angélico fervor,
preparóse con el mayor cuidado Lección VI
para participar en aquel sagrado
convite en el cual Jesucristo se leído en las Sagra
U a b ie n d o
nos da como alimento de nues das Escrituras esta invita
tras almas. ción: “ El que sea pequeño, que
venga a m f” , quiso 'ella en su rables milagros. Por esto el Su
deseo de llegar a ser más agra mo Pontífice P ío X I la inscri
dable a Dios, hacerse pequeña bió entre las Vírgenes Beatas, y
según el espíritu, y con una dos años más tarde, con ocasión
confianza del todo filial, se en del gran Jubileo, la canonizó so
tregó para siempre a Dios como lemnemente, habiéndola después
al más amante de los padres. Y constituido y declarado especial
este camino de la infancia es Patrona de todos los Misioneros.
piritual, según/ la doctrina del
Evangelio, lo enseñó a los de III NOCTURNO
más, especialmente a las novicias, L e c c ió n d e l s a n t o E v a n g e l i o
de cuya formación en las virtu se g ú n sa n M ateo
des religiosas hubo de encargar
se por obediencia; y de esta ma Lección VII Cap. 18, 1-4
nera, llena de celo apostólico,
mostró a un mundo henchido de p N aquel tiempo: Acercáronse
soberbia y amador de la vani a Je¿ús los discípulos, pre
dad, el camino de la sencillez guntándole: ¿Quién pensáis que
evangélica. Jesús, su Esposo, es m ayor en el reino de los cie
enardecióla en vehementes de los? Y lo que sigue.
seos de sufrir, así en el alma co
mo en el cuerpo. Considerando H o m il ía d e s a n L e ó n , P a p a
además, con gran dolor, cómo el Sermón i 37, 7/° sobre la Epifanía
amor de Dios es olvidado en to
das partes, dos años antes de ^ 3 odo el m étodo para ad-
morir se ofreció como víctim a jquirir la sabiduría cris-
al amor misericordioso de Dios. ÉO.jtiana, amados míos,
Sintióse entonces, según refiere consiste, no en la abundancia de
ella misma, herida por una lla m a . palabras, ni en la sutileza en la
de celestes ardores. Por último, discusión, ni en el deseo de glo
consumida por el amor, arreba ria y alabanzas, sino en aquella
tada en éxtasis, y exclamando verdadera y voluntaria humildad
con extraordinario fervor: “ ¡Oh que N uestro Señor Jesucristo
D ios mío, yo os amo ” , voló al eligió y enseñó desde su encarna
encuentro del Esposo, a los ción hasta su muerte en cruz.
treinta de septiembre de mil Porque, en efecto, en cierta oca
ochocientos noventa y siete, a la sión en que sus discípulos con
edad de veinticuatro años. La tendían, según refiere el E van
promesa que hizo al morir, de gelista,, acerca de cuál sería el
dejar caer sobre la tierra, a par m ayor en el reino de los cie
tir de su entrada en* el cielo, una los, llamando Jesús a un niño,
perpetua lluvia de rosas, la ha púsolo en medio de ellos, y dijo:
cumplido hasta el presente, y “ En verdad, os digo, que si no
sigue cumpliéndola, con innume os convirtiereis y no os hiciereis
como los niños, no' entraréis en ni ambicionemos los honores;
el reino de los cielos...” “ Cual debemos fom entar .en nosotros
quiera que se humillare hacién el espíritu de sociabilidad y
dose como este niño, será el ma mantener como cosa natural la
yor en el reino de los cielos” . igualdad de ánimo. Gran cosa es,
Am a Cristo a la infancia, por ciertam ente, desconocer los me
ser el prim er estado que asumió dios de dañar y no complacerse
en su alma y en sú cuerpo! Am a en malos pensamientos; porque
a la infancia, por ser maestra en perjudicar a los demás y
de humildad, modelo de inocen en devolver injuria por injuria,
cia, ejem plo de mansedúmbre. consiste precisamente la pruden
Am a la infancia, hacia la cual cia del mundo, pero no devol
quiere encafninar la conducta de ver a nadie mal por m al, es pro
los m ayores y los años de la an pio del estado de la infancia y
cianidad, y a cuya imitación de de la paciencia cristiana.
ben tender aquellos a quienes de
sea elevar al Reino eterno^ Lección IXy.::
II NOOTURNO
L ecció n IV
D ia 4 de Octubre natural
r a n c is c o , de
Asís, en la región de
San Francisco de Asís Um bría, se dedicó desde
C on feso r su juventud, siguiendo el ejem
Doble mayor plo de su padre, a l ejercicio del
Todo se toma del Común de un Con
comercio. U n día en que, con
fesor no Pontífice, pág. 598, menos lo tra su costum bre, rechazó a un
que sigue: pobre que le pedía limosna por
am or de Cristo, concibió de re
Oración pente tal arrepentim iento que
r \ h Dios, que por los méritos le socorrió con gran largueza,
del bienaventurado Fran y prom etió a D io s no negar des
cisco, vuestro Confesor, enrique de aquel momento a nadie la
cisteis vuestra Igle6ia con una limosna que le pidiesen. Contra
nueva fam ilia, concedednos que, jo luego una grave enfermedad,
a imitación suya, despreciemos y apenas, restablecido, com en
las cosas terrenas y tengamos zó a entregarse con gran ardor
la dicha de participar eternamen a la práctica de la caridad, en
te de los dones celestiales. Por cuyo ejercicio aprovechó tanto,
nuestro Señor. que por am or a la perfección
Se hace Conmemoración del Oficio evangélica entregaba a los po
precedente: bres cuando poseía. Indignado
Ant.— Ven, Esposa de Cristo, su padre por este proceder, le
recibe la corona que el Señor llevó ante el obispo de A sís para
te ha preparado para siempre. que, ante él, renunciara a su
y . Derram ada está la gra patrim onio. Francisco renunció
d a en tus labios. ]$. Por esto a todo, hasta a sus mismos ves
el - Señor te Ua bendecido para tidos, de los cuales se despojó»
siempre. diciendo que en adelante podría
exclamar con m ayor razón: P a se refugió en la soledad del
dre nuestro que estás en los cie tnonte Alvernia, donde habien
los. do comenzado un ayuno de cua
L ecció n V renta días en honor de san M i
guel Arcángel, se le apareció, en
I T n día en que oyó leer este pa- el día de la Exaltación de la
saje del Evangelio: “ N o lle Santa Cruz, un Serafín que, en
véis oro ni plata, ni dinero algu tre sus alas, mostraba la efigie del
no en vuestros bolsillos, ni al Crucificado, y que dejó impresas
forja para el viaje, ni más de en las manos, pies y costado de
una túnica y un calzado11, resol Francisco las señales de los cla
vió atenerse a esta regia en vos. San Buenaventura, en sus
adelante. Y así, quitándose su escritos, nos dice que él mismo
calzado, contentándose con un
oyó referir este hecho por el
solo vestido, y juntándose con
papa Alejandro I V en un sermón,
otros doce compañeros, institu
como testigo de vista. Estas
y ó la Qrden de religiosos M eno
muestras del inmenso amor que
res. En el año de gracia, mil dos
Cristo le tenía, atrajéronle la ad
cientos nueve, vino a Rom a, para
miración de todas las gentes.
que la Sede Apostólica confir
Dos años después, enfermó gra
m ara la regla de dicha Orden.
vemente, y quiso que le llevaran
Inocencio I I I por de pronto re
a la iglesia de Santa M aría de los
husó su dem anda; pero después
Angeles para entregar su espíritu
de h aber visto en sueños a l
allí mismo donde se le había co
m ism o a quien desechara, sos
municado por Dios el espíritu de
teniendo sobre sus espaldas la
gracia. Y en aquel mismo lugar,
basílica de Letrán que amenaza
después? de haber exhortado a los
ba ruina, mandó ir en busca de
hermanos a la pobreza, a la pa
Francisco, y en una cordial en
ciencia y a la fe en la santa Igle
trevista aprobó todo el plan de
sia romana, exhaló su alma al
su In stituto. Entonces envió
pronunciar el versículo: “ Los
Francisco hermanos por diversas
justos están en expectación has
partes del mundo a predicar el
ta que me recompenses” , del Sal
E vangelio de C risto; en cuanto
m o: “ A lcé mi voz para clamar
a él, deseoso del m artirio, se
em barcó en dirección a Siria; al Señor” , en el día cuarto an
a llí fué tratado por el Sultán terior a las nonas de Octubre*
Habiendo resplandecido por sus
con gran benignidad, pero como
n o consiguiera sus deseos, re milagros, fué canonizado por el
gresó a Italia. Sumo Pontífice Gregorio IX .
En el III Nocturno, la Homilía «obre
el Evangelio: Yo te glorifico, del Co
L e c ció n VI mún de Abádft, ea el iegiiado Jugar,
T~\ e s p u é s de haber edificado p¿g. 610. • -
En las. VUpera», Conmemoración deJ
^ feú ch as casas de su Orden, Oficio aifuicnte.
D ía 5 de Octubre tidad. Sus hermanos Eutiquio,
Victorino y su hermaná la V ir
San Plácido y Compañeros gen Flavia, vinieron a visitarle,
M ártires y en esta coyuntura arribó a
S im p le aquella costa el cruel pirata M a-
nuca, que se apoderó del monas
Ant .— El reino de los cielos terio, y no pudiendo inducir a
es de aquellos que despreciaron Plácido y sus compañeros a ne
la vida del mundo, y consiguie gar a Cristo, dió orden de m ar
ron los premios del reino, y la tirizar cruelmente a los tres her
varon sus túnicas en la sangre manos, junto con D onato, el diá
del Cordero. cono Firm ato, F a u sta y otros
y . Alegraos y regocijaos, treinta monjes, que tuvieron la
justos, en el Señor. . Y glo dicha de sostener felizm ente has
riaos todos los de corazón rec ta el fin el combate del m arti
to. rio, en el ¡ tercer día de las no
nas de Octubre del año de gra
Oración
cia quiniehtos treinta y nueve.
Dios, que nos concedéis ce-
^ lebrar el nacimiento a la LAUDES
vida eterna de vuestros santos
M ártires Plácido y sus compa y . Los Santos se regocija
ñeros, haced que gocemos de su rán en la gloria. 1$. Se alegra
compañía en la eterna bienaven rán en sus moradas.
turanza. Por nuestro Señor. Ant. del Bened .— Todos vues
tros cabellos han sido contados;
L ección III no tem áis: vosotros valéis más
que un gran número de pájaros.
lá c id o , natural de R o I-a s V ísp e ra s, del O fic io s ig u ie n te .
Doble de I I clase
Himno
Lección V L ecció n VI
morir su esposa Eleonora Q tan1humildemente acer
e n t ía
de Castro, ingresó en la ca de si mismo, que se apro
Compañía de Jesús, por conside piaba el nombre de pecador. R e
rar más fácil el permanecer allí chazó, con nunca desmentida hu
desconocido; y se obligó con vo mildad, la púrpura cardenalicia
to a no aceptar dignidad alguna. que le ofrecieron en varias oca
Mereció que su ejemplo induje siones los sumos Pontífices. Por
desprecio al mundo y a s i propio D a 11 de Octubre
ponía sus delicias en barrer la
casa, mendigar su comida de La Maternidad de la Sma.
puerta en puerta y servir a los
Virgen María
enfermos de los hospitales. D e
dicaba largas horas cada dia — Doble de I I clase
con frecuencia ocho, y a veces
Todo se toma del Común de las Fies
hasta diez — a la contemplación tas de la Sma. Virgen Marta, pág. 657,
de las cosas celestiales. Adora menos lo que sigue:
Las Antífonas y la Capitula, de
ba de rodillas a Dios cien veces
Laudes.
al día. Nunca omitió la celebra
ción de la santa Misa. La divi y . Bendita tú eres entre to
na llama que le consumía se ma das las mujeres. I£. Y bendito
nifestaba en el resplandor de su es el fruto de tu vientre.
rostro cuando ofrecía el santo Ant. del Magnif.— Celebremos
Sacrificio, y a veces 'durante su con regocijo * la Maternidad de
predicación. Conocía por un ins la bienaventurada siempre V ir
tinto celestial lo; lugares en que gen M aría.
se hallaba reservado el sacratísi
mo cuerpo de Cristo, oculto en O ración
la Eucaristía. A pesar de hallar
se casi faltado de fuerzas, acom / ^ H Dios,! que quisisteis que
pañó en su largo viaje, para obe vuestro Verbo se encarnase
decer al papa P ío V, al carde en las entrañas de la bienaventu
nal AWobrandini, legado pon rada Virgen M aría al anunciár-.
tificio cerca de los príncipes cris selo el Angel: conceded a nues
tianos para formar una liga con tras humildes súplicas, que pues
tra los Turcos. Murió en Roma, la creemos verdadera Madre de
conforme a su deseo, al regresar Dios, seamos ayudados ante Vos
de este viaje, a los sesenta y dos con su poderosa intercesión. Por
años de edad, en el año mil qui el mismo...
nientos setenta y dos. Santa T e
resa, que se aconsejaba con él, MAITINES
le llamaba santo, y Gregorio Invitatorio. — Celebremos la
X III, un fiel administrador. Por Maternidad de la bienaventurada
último, glorificado con numero Virgen M aría; * Adoremos a
sos y grandes milagros, fué ca Cristo, su H ijo, nuestro Señor.
nonizado por Clemente X . Salmo 94. — Venid, alegré
En el I I I Nocturno, la HomilU sobre monos, pág. 2.
el Evangelio: He aquí que nosotros, del
Crmun dc Alindes, en cl primer lugar,
| M IR . (>00. Himno
Las Vlsperns, del Oficio siguiente, sin
Conmemoración del precedente. j? L Redentor prefirió al mismo
cielo el seno de la bienaven
turada Virgen, donde, como fu tierra; y en todos los pueblos,
tura víctima, se revistió de un y en todas las naciones tuve el
cuerpo mortal. supremo dominio. Y o sujeté
Diónos esta Virgen al autor de con mi poder los corazones de
nuestra salvación, a aquel que nos todos los grandes y pequeños;
redimió con su sangre, y que por y en todos esos busqué dónde
nosotros sufrió y murió en la posar, y en la heredad del Se
cruz. ñor fijé mi morada.
Que una alegre esperanza di Q . Dichosa eres, sagrada
sipe las inquietudes y temores Virgen María, y sumamente
de nuestros corazones, ya que digna de todas las alabanzas: *
esta Madre es quien presenta Porque de ti ha nacido el sol
a su H ijo nuestras preces y lá de justicia, Cristo, nuestro Dios,
grimas. por quien hemos sido salvados
El H ijo atiende a las voces y redimidos, y . Celebremos
y a los ruegos de su Madre; con regocijo la Maternidad de
no dejemos, pues, nunca de la bienaventurada Virgen María.
amarla y acudamos a ella en Porque.
las horas difíciles.
Gloria sea dada a la Trinidad Lección II Eccli., 24, 12-16
que enriqueció con un fruto di
vino el seno virginal de esta C n t o n c e s el Criador de todas
Madre; alabanzas le sean da las cosas dió sus órdenes, y
das por todos los siglos. Amén. me habló, y el que a mí me dió
el 6er estableció mi tabernáculo.
I NOCTURNO Y me dijo: Habita en Jacob,
y sea Israel tu herencia, y arraí
D e l l ib r o d e l E c l e s iá s t ic o
gate en medio de mis escogidos.
Lección I Cap. 24, 5-11 Desde el principio, y antes de
los siglos, recibí yo el ser, y
o salí de la boca del no A ldejaré de existir en todos
tísimo, engendrada pri los siglos venideros; ly en el
mero que existiese nin Tabernáculo santo ejercité el
guna criatura. Y o hice nacer en ministerio mío ante su acata
los cielos la luz indeficiente, y miento. Y así fijé mi estancia
como una niebla cubrí toda la en Sión, y fué el lugar de mi
tierra. En los altísimos cielos reposo la ciudad santa, y en
puse yo mi morada, y el trono Jerusalén está el trono mío. Y
mío sobre una columna de nu me arraigué en un pueblo glorio
bes. Y o sola hice todo el giro so, y en la porción de mi Dios,
del cielo, y penetré por lo pro la cual es su herencia; y mi
fundo del abismo, me paseé por habitación fué en la plena reunión
las olas del mar, y puse mis de los santos.
pies en todas las partes de la Sin detrimento de tu
virginidad fuiste Madre del Sal II NOCTURNO
vador: * El que gobierna el cie S erm ón de san L eó n , P apa
lo y la tierra encerróse en tu
seno y se hizo hombre, y . Ben Serm ón I «obre la N atividad del Señor
dita tú eres entre todas las mu
jeres, y bendito es el fruto de Lección IV
tu vientre. El que.
In a Virgen, perteneciente
Doble de II clase
Himno MAITINES
H o m il ía d e san J uan C r is ó s t o -
Lección VIII
mo, O b is p o
D ero volvamos a nuestro
H om ilía 36, sobre san Juan
asunto. Dios ha querido,
ué modo de curación es pues, servirse del agua, en pri
éste? ¿Qué misterio sig mer lugar para lavar las man
nifica? Porque estas co chas, y luego para curar diver
sas no fueron escritas en vano, sos males. Para hacernos com
sino como figura e imagen de otros prender mejor la gracia del
misterios futuros, tan sorpren bautismo, too se contenta con
dentes, que, de presentarse sin lavar con el agua las impurezas
la debida preparación, habría po sino que cura con ella las en
dido vacilar ante ellos la fe de fermedades. Lo tnismo tratán
ciertas personas. ¿Qué significa, dose del bautismo, que de la Pa-
pues, esta narración? Es un 1 sión, que de otro asunto cual-
anuncio del bautismo que de l quiera, las irrtágenes que más de
cerca se refieren a la verdad mueve las aguas sino el mismo
son mucho más claras que las Señor de los Angeles quien lo
antiguas figuras. El Angel des hacc todo. Ni nos cabe decir:
cendía a la piscina y removía “ Mientras yo voy, ya otro ha
el agua para comunicarle una bajado antes” , porque aunque
virtud curativa: esto debía dis acudiera todo el mundo, no se
poner a los Judíos para reco agotaría la gracia ni disminuiría
nocer, con mucho mayor moti la eficacia de la acción divina,
vo, en el Señor de los Angeles, la cual permanecería inalterable.
el poder de curar todos los males Así como de los rayos del sol,
del alma. Por otra parte, así que nunca palidecen a pesar de
como las aguas de la piscina no brillar todos los días, y nada
curaban por virtud propia — en pierden de su resplandor aunque
tal caso lo habrían hecho siem alumbren a muchos, puede decir
pre— , sino por la acción del se, aún con mayor razón, de la
Angel, tampoco el agua del bau acción del Espíritu Santo, que no
tismo obra por virtud propia, puede sufrir mengua alguna por
sino que borra todos nuestros muchos que 6ean los que de ella
pecados después de haber reci participen. Lo que ocurría en
bido la gracia del Espíritu. Betsaida tenía por objeto dispo
Ij&. Y a es tiempo de que me ner a los que conocerían esta
vuelva al que me envió, dijo el virtud del agua, curativa de las
ángel R afael: * Vosotros, em enfermedades corporales, y esta-#
pero, bendecid al Señor y anun rían familiarizados con este es
ciad todas sus maravillas, y . pectáculo, para creer sin dificul
Glorificadle delante de todos los tad que también los males del
vivientes, porque ha hecho bri alma son susceptibles de cura
llar en vosotros su misericordia. ción.
Vosotros. Gloria al Padre. Voso Te D eu m , pág. 6.
tros.
LAUDES Y HORAS
L e c ció n IX
Ant. 1. El ángel Rafael fué
A l rededor de aquella piscina enviado * a Tobías y Sara, para
“ yacía una gran muchedum curarles.
bre de enfermos, ciegos, cojos, L o s S alm o s, de la D o m in ica, p á g i
paralíticos, aguardando el movi na 33.
I
u das,
cristo y hermano de
Santiago, a los amados C o b r e lo cual quiero haceros
de Dios Padre, llamados y con memoria, puesto que fuis-
* teis ya instruidos en todas es cuando asisteh a ellos sin ver
tas cosas, que habiendo Jesús güenza, cebándose a sí mismos,
sacado a salvo al pueblo de la nubes sin agua, llevadas de aquí
tierra de Egipto, destruyó des para allá por! los vientos, árbo
pués a los que fueron incrédu les otoñales, dos veces muertos,
los, y a los ángeles que no sin raíces, olas, bravas de la
conservaron su dignidad sino mar, que arrojan las espumas de
que desampararon su morada, sus torpezas, |exhalaciones erran
los reservó para el juicio del tes, a quienes está reservada
gran día, en el abismo tenebro una tenebrosísima tempestad
so con cadenas eternales. Así para siempre.
como Sodoma y Gomorra, y las
ciudades comarcanas, siendo II NOCTURNO
Señor, en nos
M u ltip lic a d ,
otros la efusión de vues
Día 31 de Octubre tra gracia, y haced que seamos
merecedores, con una vida san
Vigilia de Todos los ta, de seguir en la felicidad
Santos eterna a aquellos cuya fiesta so
£1 Oficio se hará de la Feria, como lemne anticipamos. Por nuestro
en el Ordinario y en el Salterio, me Señor.
nos las Lecciones, que se dirán de la
Homilía sobre el Evangelio: Descen Se omiten los Sufragios de los San
diendo Jesús del monte, puesta en el tos, aun cuando en una Fiesta semido
Común de varios Mártires en el se ble ocurrente se haga sólo Conmemo
gundo lugar, pág. 580, con los Respon ración de la Vigilia.
sorios de la Feria ocurrente y la si Las Vísperas, del Oficio de Todos
guiente Oración. los Santos, pág. 1123.
Dominica última de Octubre
i
Doble de / clase j
i
1. Como Dios.
I£. Regocíjate en gran manera, universal de nuestro Redentor lo
oh hija de Sión; salta de júbi prueban cumplidamente, sien
lo, oh hija de Jerusalén; *he do, por tanto, de fe católica que
aquí que vendrá a ti tu Rey, el Jesucristo ha sido dado a los
Justo, el Salvador; * Y anun hombres, no sólo como Reden
ciará la paz a las gentes, y . tor en quien confíen, mas tam
Dominará desde un mar a otro, bién como legislador a quien
y desde los ríos hasta los con obedezcan. V é r n o s l e en los
fínes de la tierra. Y anunciará. Evangelios, más aún que obe
deciendo a la ley, dictando él
mismo leyes, y afirmando en
Lección V diversos lugares que los que
cumplen sus preceptos demues
C i fundamento de esta po- tran al hacerlo su caridad ha
testad . y dignidad de nues cia él y permanecen en su amor.
tro Señor viene perfectamente En cuanto a la potestad judi
indicado en las siguientes pala cial que le ha sido conferida
bras de san Cirilo de Alejan por el Padre, lo declara el pro
dría: “ Su dominio sobre todas pio Jesús en 6U respuesta a los
las criaturas no lo ha conquis judíos, al recriminarle éstos por
tado por la fuerza ni se funda haber curado milagrosamente en
en ningún título extrínseco, si sábado a un Enfermo: “ E l Pa
no en su misma esencia y natu dre, les dice, no juzga a nadie,
raleza” . Su realeza le viene, en sino que todo poder de juzgar
efecto, de la admirable unión lo ha dado al H ijo ” . Esta potes
llamada hipostática. De ella tad judicial» implica (por tra
se sigue que Cristo, no 601o tie tarse de algo inseparable de to
ne derecho a la adoración de do juicio), el derecho a aplicar
los Angeles y los hombres co premios y castigos a los hom
mo Dios, sino que ejerce sobre bres, aun en esta vida. H ay
ellos un imperio' que deben que reconocer además a Cris
acatar y obedecer, también co to la potestad llamada ejecu
mo hombre; es decir, que el tiva, ya que la obligación de
sólo título de la unión hipostá obedecer sus órdenes se impone
tica ha obtenido a Cristo el do a todos necesariamente, y nadie
minio universal de las criatu podrá escapar a las penas que
ras. Ahora bien; para decla ha señalado para los contuma
rar el valor y la naturaleza de ces.
esta supremacía, bastará, decir 1$. Es preciso que él reine,
que consta de un triple poder, porque todas las cosas las su
sin el cual sería inconcebible la jetó Dios debajo de sus pies, *
realeza. Los textos de la Sagrada A fin de que en todas la cosas
Escritura que hemos aducido todo sea de Dios. y . Cuando
en testimonio de la soberanía ya todo le estuviere sometido,
entonces el mismo H ijo1, que contentándose con exigir a sus
dará sujeto al Padre. A fin. seguidores el desprendimiento de
las riquezas y bienes terrenoB
Lección VI en general, la práctica de la
mansedumbre y el hambre y la
u e el reinado de Cristo es sed de justicia, les exige ade
Q principalmente espiritual y más la propia renuncia y el lle
que a las cosas espirituales se var su cruz. Habiendo adquiri
refiere, lo demuestran evidente do Cristo Redentor la Iglesia al
mente los textos bíblicos arriba precio dc su sangre, y ofreci-
mencionados, y lo confirma el dose él mismo, en calidad de
propio Cristo nuestro Señor con Sacerdote, como hostia por los
su manera ide proceder. En pecados de los hombres, obla
efecto, cuando los judios, en ción que continuará ofreciendo
m is de una ocasión, y aun los perpetuamente, ¿quién no ve
mismo6 Apóstoles, expresaron claramente que la dignidad
su creencia equivocada en un real debe participar en él de
Mesías que devolvería a su su condición de Redentor y de
pueblo la libertad y restauraría Sacerdote? No sería, sin em
el reino de Israel, se esforzó en bargo, posible, negar a Cristo
desengañarles y* en desvanecer hombre, sin incurrir en grave
en ellos esta ilusión. Rodeado en error, toda soberanía sobre las
una ocasión de una multitud de cosas civiles, ya que el domi
admiradores que intentaban nio sobre todo lo creado que ha
proclamarlo rey, huyó de ellos y recibido del Padre es absolutísi
fué a ocultarse, mostrando así mo, y a todas las cosas consti
que renunciaba a semejante tí tuye bajo su potestad. Por todo
tulo y honores. Y declaró en lo dicho, en virtud de nuestra
presencia de Pilato que su rei autoridad apostólica, institui
no no era de este m :ndo. Tal mos la Fiesta de Nuestro Señor
como lo presentan los Evange Jesucristo Rey, mandando se
lios, trátase de un reino para el celebre todos los años en todo
cual hay que disponerse median el orbe el domingo último de
te la penitencia, y en donde no octubre, a saber, el inmediata
es posible entrar sino por la fe mente anterior a la Fiesta de
y el bautismo, rito externo, es Todos los Santos. Disponemos
te último, pero., señal también asimismo que se renueve cada
de la regeneración interior que año en este día la consagración
significa y causa. Su reino, el del género humano al Sagrado
Salvador lo opone únicamente Corazón de Jesús.
al reino de Satanás y a los po I£. Nos ha hecho reino y
deres de las' tinieblas; y no sacerdotes de Dios Padre suyo:
1. Como hombre.
* A él corresponde la gloria y ¿A Dios, al cual ensalza y
el imperio por los siglos de los glorifica toda la corte de los
6Íglos. y . El es el primero de santos; * grande y terrible so
entre los muertos y el Príncipe bre todos los que están en tor
de los reyes de la tierra. A él no de él?
corresponde la gloria y el im ¿Quién como tú, Señor Dios
perio por los siglos de los siglos. de los ejércitos? * Poderoso
Gloría al Padre. A él correspon eres, Señor, y está siempre en
de la gloría. tomo de ti tu verdad.
Tú tienes señorío sobre la
III NOCTURNO
bravura del mar; * y el alboro
Ant. 1. Sean benditos en él to de sus olas tú le sosiegas.
* todos los pueblos de la tierra; Tú abatiste al soberbia co
glorifíquenle todas las naciones. mo a uno que está herido; * con
Salmo 71, pág. 140. (Se reza in tu fuerte brazo disipaste tus
tegro).
enemigos.
2. Y o le constituiré a él pri
Tuyos son los cielos y tuya
mogénito; * y el más excelso
es la tierra; tú fundaste el
entre los reyes de la tierra.
mundo y cuanto él contiene: *
Salmo 88 i el aquilón y el mar tú los crias
te.
antando me estaré eterna- El Tabor y el Hermón salta
mente * las misericordias rán de gozo en tu nombre: *
del Señor. lleno de fortaleza está tu brazo.
A hijos y nietos * haré no Ostente su robustez la mano
toria por mi boca tu fidelidad. tuya, y sea ensalzada tu dies
Porque tú dijiste: La mise tra: * justicia y equidad son las
ricordia estará eternamente fir base6 de tu trono.
me en los cielos, y en ellos ten La misericordia y la verdad
drá seguro apoyo mi veracidad. van siempre delante de ti; * di
Tengo hecha alianza con mis choso el pueblo que sabe ale
escogidos; he jurado a David, grarse en ti.
siervo mío: * Apoyaré eterna Oh Señor, a la luz de tu ros
mente tu «descendencia; tro caminarán, y todo el día
Y haré estable tu trono * dese regocijarán en tu nombre; *
generación en generación. y mediante tu justicia serán en
Oh Señor, los cielos celebra salzados.
rán tus maravillas; * como Puesto que tú eres la gloría
también tu verdad en la con de tu fortaleza, * y por tu bue
gregación de los santos. na voluntad se ensalzará nues
Porque ¿quién hay en los tro poder.
cielos que pueda igualarse con el Porque nos ha tomado por
Señor? * ¿Quién entre los hi suy0 6 el Señor, * y el Santo
jos de Dios es semejante a él? de Israel que es nuestro Rey.
Entonces hablaste en visión Salmo 88 n
a tus santos, y dijiste: * Yo
tengo preparado en un hombre e si sus h ijo s abandonaren
poderoso el socorro; y he en
Qumi Ley, * y no procedieren
salzado a aquél que escogí de conforme a mis preceptos.
entre mi pueblo. Si violaren mis justas dispo
Hallé a D&vid, siervo mío: * siciones, * y dejaren de obser
ungíle con mi óleo sagrado. var los mandamientos míos;
Mi mano le protegerá; * y Y o castigaré con la vara sus
fortalecerle ha mi brazo. maldades, * y con el azote sus
Nada podrá adelantar contra pecados.
él el enemigo; * no podrá ofen Mas no retiraré de él mi mi-
derle más el hijo de la iniquidad. misericordia, * ni faltaré jamás
Y exterminaré de su presen a la verdad;
cia a 6us enemigos, * y pondré Ni violaré mi alianza, * ni re
en fuga a los que le aborrecen. tractaré las promesas que han
Le acompañarán mi verdad y salido de mi boca.
mi clemencia: * y en mi nom Una vez juré por mi Nombre
bre será exaltado su poder. que no faltaré a los que he pro
Y extenderé su mano sobre metido a D avid: * su linaje du
el mar, * y su diestra sobre los rará eternamente;
ríos. Y su rostro resplandecerá
El me invocará: Tú eres mi para 6¡empre en mi presencia,
Padre * y mi Dios y el autor como el sol, * y como la luna
de mi salud. llena, y como el testimonio
Y yo le constituiré a él pri fiel1 en el cielo.
mogénito, * y el más excelso Con todo esto tú has dese
entre los reyes de la tierra. chado y despreciado a tu Un
Eternamente le conservaré gido; * te ¡has irritado contra
mi misericordia, * y la alianza él.
mía con él será estable. Has anulado la alianza con tu
Haré que subsista su descen siervo: * has arrojado por el
dencia por los siglos de los si suelo su sagrada diadema.
glos, * y su trono mientras du Todas sus cercas las has des
ren los cielos. truido, * y su fortaleza la has
Ant. — Y o le constituiré a convertido en espanto.
él primogénito; y el más excel Saquéanle todos los que pa
so entre los reyes de la tierra. san por el camino: * está hecho
Ant. 3. Su trono * resplan el escarnio de sus vecinos.
decerá para 6Íempre en mi pre Has exaltado el poder de los
sencia como el sol, y como la que le oprimen, * y llenado de
luna llena. contento a todos sus enemigos.
Himno Oración
D ía 1 de Noviembre
Himno Oración
Doble
III MOOTURNO
Lección VIH Cap. 15, 35-44
De l a E p í s t o l a p r im e r a d e l
A p ó s t o l san P a b lo a lo s O b ro ¿de qué manera resucita
C o r in tio s rán los muertos? me dirá al
guno, ¿o con qué cuerpo ven
Lección Vil Cap. 15, 12-22 drán? ¡Necio! Lo que tú siem
bras no recibe vida, si primero
i se predica a Cristo co no muere. Y al sembrar, no
mo resucitado de entre siembras el cuerpo que ha
los muertos, ¿cómo al de nacer después, sino el gra
gunos de vosotros andan di no desnudo, por ejemplo, de
ciendo que no hay resurrección trigo, o de alguna otra especie.
de muertos? Pues si no hay re Sin embargo, Dios le da cuerpo
surrección de muertos, tampoco según quiere, y a cada una de
resucitó Cristo. Mas si Cristo las semillas, el cuerpo que es
no resucitó, luego vana es nues propio de ella. No toda carne es
tra predicación, y vana es tam la misma carne; sino que una
bién vuestra fe. A mas de esto, es la carnc de los hombres, otra
somos convencidos de testigos la de las bestias, otra la de las
falsos respecto a Dios; por cuan aves, otra la de los peces. Hay
to hemos testificado contra Dios, asimismo cuerpos celestes y cuer
diciendo que resucitó a Cristo, pos terrestres; pero una es la
al cual no ha resucitado, si los hermosura de los cuerpos celes
muertos no resucitan. Si 1 os tes y otra la de los terrestres.
muertos no resucitan, tampoco Una es la claridad del sol, otra
Cristo resucitó. Y si Cristo no la claridad de la luna y otra
resucitó, vana es vuestra fe, la claridad de las estrellas. Y
pues todavía estáis en vuestros aun hay diferencia en la claridad
pecados. Por consiguiente, aun entre estrella y estrella. Así suce
los que murieron en Cristo, son derá también en la resurrección
perdidos. Si nosotros sólo tene de los muertos. El cuerpo, a ma
mos esperanza en Cristo mien nera de una semilla, es puesto
tras dura nuestra vida, somos en la tierra en estadot de corrup
los más desdichados de los hom ción, y resucitará incorruptible.
bres. Pero Cristo ha resucitado Es puesto en la tierra todo dis
de entre los muertos, primicias forme, y resucitará glorioso. Es
de los difuntos. Porque asi como puesto en tierra privado de mo
por un hombre vino la muerte, vimiento, y resucitará lleno de
por un hombre debe venir tam vigor. Es puesto en tierra como
bién la resurrección de los muer un cuerpo animal, y resucitará
tos. Que así como en Adán mue como un cuerpo espiritual.
drenuestro (en sien to ), con los Ver*
Lección IX Cap. 15, 51-58 siculos y la Oración puestos al Anal de
Vísperas.
\ J ed aquí un misterio que voy PRIMA
a declararos: Todos a la
verdad, resucitaremos; mas no Padrenuestro, Avemaria, Cre
todos seremos transformados. do, en secreto.
En un momento, en un abrir y Después se comienzan inmediata
cerrar de ojos, al son de la últi mente los Salmos 87 (pág. 203), 27
(pág. 72) y 31 (pág. 74).
ma trompeta: porque sonará la Terminados los Salmos, se dirá de
trompeta y los muertos resuci rodillas:
tarán incorruptibles, y nosotros Padrenuestro, en secreto hasta:
seremos inmutados. Porque es y. Y no nos dejes caer en
necesario que este cuerpo co la tentación. Mas líbranos de
rruptible sea revestido de inco- mal.
rruptibilidad, y que este cuerpo y . De la puerta del infierno.
mortal sea revestido de inmorta I£. Librad, Señor, sus almas.
lidad. Mas cuando este cuerpo y . Descansen en paz. ]$.
mortal haya sido revestido de in Amén.
mortalidad, entonces se cumpli y. Señor, oíd mi oración.
rá la palabra escrita: La muer Y mi plegaria llegue a Vos.
te ha sido absorbida por una y . El Señor sea con vosotros.
victoria. ¿Dónde está, oh muer ]£. Y con tu espíritu.
te, tu victoria? ¿dó está, oh
muerte, tu aguijón? El aguijón Oración
de la muerte es el pecado; y lo
os rogamos, Se-
C u p lic a n te s
que da fuerza al pecado es la
ñor, por las almas de todos
ley. Pero demos gracias a Dios
vuestros siervos y siervas, para
que nos ha dado victoria por
que les perdonéis bondadoso
nuestro Señor Jesucristo. Así
cuantas deudas contrajeron en
que, amados hermanos míos, es
vida y pongáis término benigna
tad firmes y constantes, traba
mente a sus sufrimientos. Por
jando siempre más y más en la
nuestro Señor.
obra del Señor, pues que sabéis
Después, en el Coro, se lee el Mar
que vuestro trabajo no queda tirologio, como en su lugar se indica.
rá sin recompensa delante del A continuación, incluso fuera del
Coro, aunque se haya omitido la lec
Señor. tura del Martirologio, se aAade:
LAUDES y . La memoria de los jus
Cuando fuera del Coro se separan tos será eterna. IjJ. No temerán
las Laudes de los Maitines, se les an- al oír malas nuevas.
tepone el Padrenuestro y el Apernaría;
de lo contrario, se comienza absoluta*
mente por la Antífona: Se alegrarán Oración
en 1 el Señor, como en el Oficio ordi*
nario de Difuntos, pig. 1223. Dios, dador del perdón y
Después de repetida la Antífona del
Benedictus, se dice de rodillas el Pa que deseáis la salvación del
hombre: rogamos a vuestra ele* II NOOTURNO
mencia que a las almas de todos D el sermón de san B eda , el
los fieles, que de este mundo sa V en erable , P resbítero
lieron, les concedáis por interce Sermón 18 sobre los Santos
sión de la bienaventurada siem
pre Virgen María y de todos sus Lección IV
Santos, llegar a la participación ntonces ya no habrá
de la eterna felicidad. Por nues nunca más discordia nin
tro Señor. guna, sino acuerdo y
y . Concededles, Señor, cl conveniencia omnímoda, porque
descanso eterno. ]£. Y alúmbre todos los santos estarán unidos
les la luz perpetua. en un solo sentimiento, de don
y . Descansen en paz. IJ. de se originará aquella paz y
Amén. alegría, aquella quietud y tran
Así termina la Prima, sin añadir quilidad propias del cielo. Brilla
nada más.
allí una luz perpetua, muy dife
rente de la de este mundo, tanto
TERCIA, SEXTA Y NONA
más resplandeciente cuanto ma
Padrenuestro, Avemaria, en yor es la felicidad que allí se
secreto. disfruta. En aquella ciudad, se
Luego se comienzan inmediatamente gún leemos en la Escritura no se
los Salmos simientes: echará de menos la luz del sol
IIn Tercia: Salmos 37 T y .17 II (pá
gina 87); Salmo 55 (pág. 119). “ porque la claridad de Dios la
lin Sexta: Salmo Of (pág. 150), iluminará, y su antorcha será el
84 (pág. 161), y 85 (pág. 177).
En Nona: Salmo 101 I, 101 II y Cordero” 1. Los Santos “ brillarán
101 III (pág. 195) como estrellas por toda la eter
Terminados los Salmos, se reza de
rodillas el Padrenuestro, en secreto, y nidad, y los que hubieren ins
los Versículos v la Oración puestos al truido a las multitudes, como la
final <lc Vísperas.
Después de Nona, una vez celebrada luz del firmamento”2.
la Misa, termina el Oficio de la Con ]$. Enjugará Dios todas las
memoración de Todos los Fieles Difun lágrimas de los ojos de sus San
tos, y las Vísperas se dicen del Ofi
cio siguiente, como en las I Vísperas. tos; y ya no habrá más llanto,
ni clamor, ni dolor alguno: *
Porque las cosas de antes han
Día 3 de Noviembre pasado, y . Y a no tendrán ham
bre, ni sed, ni descargará sobre
Día III infraoctavo de ellos el sol, ni el bochorno. Por
que.
Todos los Santos
Lección V
Semidoble
A llí no hábrá por consiguien
Todo como en la Fiesta, pág. 1122,
menos lo siguiente: te noche ni obscuridad nin-
1. A fo c., 21-23.
2. Daniel, 12-3.
guna, ni cielo cargado de nubes, peranza y de alegría; los Após
ni frío riguroso, ni calor excesi toles, prontos a juzgar las tribus
vo, sino un equilibrio tan per de Israel y con ellas al mundo
fecto en todas las cosas, “ que ni entero; los Mártires, ceñidos con
ojo alguno vió nada semejante, la diadema rutilante y purpúrea
ni oreja lo oyó, ni pasó por el de su victoria; y por último las
pensamiento a ningún hombre” 1, Vírgenes, coronadas de blancas
a no ser aquellos “ cuyos nombres flores.
se hallan escritos en el libro de IJ. Revistióles el Señor con
la vida” 2, “ que lavaron sus ves un ropaje de alegría; * Y puso
tiduras en la sangre del Cordero, sobre su cabeza una corona de
y están delante del trono de hermosura, . y . Alimentóles el
Dios, y le sirven día y noche” 3. Señor con el pan de la vida y
A llí no hay vejez, ni ninguna de de la inteligencia; y sacióles con
las miserias inherentes a la mis agua de sabiduría saludable. Y
ma, porque “ todos han llegado a puso. Gloria al Padre. Y puso.
la edad del varón perfecto, a la
medida de la edad perfecta de III NOCTURNO
Cristo” 4. L e c c ió n del san to E v a n g e l io
1^. Es preciosa en la presen seg ú n san M ateo
cia del Señor * La muerte de sus
Santos, y . Guarda el Señor to Lección VII Cap. 5, 1-12
dos sus huesos y ni uno solo se
rá quebrantado. L a muerte. C n aquel tiempo: Viendo Jesús
^ aquel gentío, se subió a un
Lección VI monte, donde, habiéndose senta
do, se le acercaron sus discípu
D e r o mejor aún que todo esto los. Y lo que sigue.
será el estar asociado a los
coros de los Angeles y de los H o m i l í a d e s a n A g u s t í n , O b i s p o
Arcángeles, de los Tronos y de
Libro I sobre el Sermón de la Montaña
las Dominaoiones, de los Princi
pados y de las Potestades; el R E j M i e n a v e n t u r a d o s los de
disfrutar de la compañía de to H ÉvVjl cora2ón puro, porque
das las Virtudes de la corte ce ■r ellos verán a D ios” ,
lestial; el contemplar los diver i Qué necedad, pues, el buscar
sos órdenes de los Santos, más a Dios con los ojos corporales,
resplandecientes que los astros: cuando es el corazón el que le
los Patriarcas, iluminados por su percibe, según se lee en otro
fe; los Profetas, radiantes de es lugar: “ Buscadle en la senci-
1. I Cor, 2-9.
2. Philip., 4-3.
3. A poc., 7-14.
4. Ephes., 4-13.
llez de vuestro corazón” ! (Un misma, el H ijo unigénito de Dios.
corazón puro es lo mismo que *o puede, en efecto, gobernar
un corazón sencillo). Y como no a sus inferiores quien no se so
es posible ver la luz sin tener mete a su superior. Tal es la
sanos los ojos, tampoco es po paz concedida en la tierra a los
sible ver a Dios sin tener puro íombres de buena voluntad; tal
el corazón. “ Bienaventurados los es la vida del sabio consumado
pacificos, porque ellos serán lla y verdaderamente perfecto.
mados hijos de Dios”. La per 1$. Vi reunidos a unos hom
fección consiste en una paz no bres ostentando espléndidas ves
alterada por ninguna lucha, por tiduras, y el Angel del Señor me
ninguna discordancia; he aquí labló diciendo: * Estos son los
porqué los pacificos son llamados íombres santos, constituidos en
hijos de Dios: porque nada re amigos de Dios. y . Vi al Angel
siste en ellos a la voluntad di poderoso de Dios que volaba por
vina; los hijos, en efecto, de medio del cielo, clamando y di
ben asemejarse a su padre. ciendo con voz potente. Estos
1$. El Señor les amó y les son. Gloria al Padre. Estos son.
honró; les vistió con vestiduras
de gloria, * Y les coronó en el Lección IX
umbral del paraíso, y . Cubrió
les el Señor con el yelmo de la r \ E este reino tan pacífico y or-
fe, y les adornó. Y les coronó. denado ha sido arrojado el
príncipe de este mundo, que go
Lección VIII bierna a los perversos y desorde
nados. Una vez establecida y
A h ora bien: son pacíficos con consolidada interiormente esta
respecto a sí mismos aque paz, cualesquiera que sean las
líos que, moderando todos los persecuciones por él promovidas
impulsos de su corazón y some en el exterior, no logrará con
tiéndolos a la razón, esto es, a ellas más que aumentar una glo
la inteligencia y al espíritu, y ria que es según Dios; nada con
dominando las concupiscencias seguirá conmover de este edifi
de la carne, se convierten en cio, antes al contrario, con el
reino de Dios. D e tal manera fracaso de sus maquinaciones, no
están ordenadas en ellos todas hará más que patentizar la soli
las cosas, que la parte principal dez de su construcción interna.
y más excelente es en ellos la Por esto añade nuestro Señor:
que gobierna, sin encontrar resis “ Bienaventurados los que pa
tencia en la que nos es común con decen persecución por la justicia,
los animales; y que esta parte porque de ellos será el reino de
superior, a saber, la inteligencia los cielos” .
y la razón, reconoce a su vez la Te Deum laudamus, pág. 6.
superior autoridad de la Verdac Las Vísperas, del Oficio s ig u i m ,
con Conmemoración det precedente y Oración
de los santos Vidal y Agrícola, Már
tires.
/''VH Dios omnipotente y sem-
^ piterno, que nos disteis la
gracia de celebrar los mereci
Día 4 de Noviembre mientos de todos los Santos en
una misma solemnidad: os roga
San Carlos mos derraméis en nosotros la
Obispo y Confesor deseada abundancia de vuestra
Doble propiaciación, por los méritos de
Todo se toma del Común de un Con tantos intercesores.
fesor Pontíñce, pág. 583, menos lo Después, Conmemoración de los San
que sigue: tos Vidal y Agrícola, Mártires.
Ant.— El reino de los cielos es
Oración de aquellos que despreciaron la
^ I uardad, Señor a vuestra Igle- vida del mundo, y consiguieron
sia con la continua protec los premios del reino, y lavaron
ción de san Carlos, vuestro Con sus túnicas en la sangre del Cor
fesor y Pontífice; de suerte que dero.
asi como a él le hizo glorioso y . Alegraos y regocijaos,
su pastoral solicitud, su inter justos, en el Señor.
cesión nos obtenga permanecer JJ. Y gloriaos todos los de
siempre fervientes en vuestro corazón recto.
amor. Por nuestro Señor.
Se hace Conmemoración de la Octa* Oración
va:
Ant.— j Oh, cuán glorioso es el f \ s suplicamos nos concedáis,
reino en que todos los Santos se ^ omnipotente Dios, que cuan
regocijan con Cristo; revestidos tos celebramos la ñesta de vues
de un blanco ropaje, siguen al tros santos Mártires Vidal y
Cordero doquiera que vaya! Agrícola, seamos ayudados de
y . Los Santos se regocija lante de Vos con su intercesión.
rán en la gloria. I£. Se alegra Por nuestro Señor Jesucristo,
rán en sus moradas. que con Vos...
Sí la Conmemoración de Todos los
Fieles Difuntos se celebrase el día 3 II NOCTURNO
de Noviembre, para la Conmemoración
de las I Vísperas se pondría, en lugar Lección iV
de esta Antífona y Versiculo, la An
tífona Angeles, Arcángeles y el Ver
sículo Alegraos de las I Vísperas de nació en Milán de
a r lo s
Todos los Santos, pág. 1122. En este la noble familia de los
caso se sustituirán el Versículo y
Responsorio de la Conmemoración de Borromeos. Una luz di
los Santos Mártires que se pone a vina que brilló en la noche de
continuación, por los siguientes: V. Los su nacimiento sobre la habita
Santos se regocijarán en lo gloria. B.
Se alegrarán en sus moradas. ción de su madre hizo presagiar
la fama que le granjearía su cuando, después de haber ven
santidad. Inscrito «*esde su in-dido su principado de Oria, re
fancia en la milicia clerical y partió en un solo día a los po
provisto algún tiempo después bres cuarenta mil monedas de
de una abadía, aconsejó a su oro que había recibido como
padre que no empleara en pro precio. El mismo espíritu de ca
vecho de su casa las rentas de ridad le hizo distribuir un le
aquel beneficio; y cuando obtuvogado de otras veinte mil piezas
la administración del mismo disde oro, y renunciar a las copio
sas rentas eclesiásticas con que
tribuyó entre los pobres los fru
había sido favorecido por su
tos sobrantes. Su amor a la cas
tidad le hizo rechazar, con intío, y de las cuales no retuvo si
vencible constanda, a las mujeno lo necesário para sí mismo y
para socorrer a los indigentes.
res impúdicas que varias veces le
fueron enviadas para arrebatárPara alimentarles durante la
sela. A los veintitrés años, su peste que devastó Milán, vendió
todo el mobiliario de su casa sin
lío, el papa Pío IV, le agregó al
sagrado colegio de Cardenales, reservarse siquiera una cama,
donde brilló por una piedad in viéndose obligado a acostarse en
signe y por el fulgor de todas el suelo. En sus asiduas visitas
las virtudes. Poco después, ha a los apestados, los colmaba de
biéndole nombrado el Papa arzo atenciones verdaderamente pa
bispo de Milán, se aplicó con ternales, les administraba él mis
mo los sacramentos de la Igle
gran solicitud a gobernar la Igle
sia que le había sido confiada, sia, y los consolaba admirable
según las reglas del concilio demente. Durante esta peste, para
Trento que, por su intervención aplacar la cólera divina, consti
sobre todo, acababa de termi tuyóse mediador cerca de Dios
narse; y para reformar las cos con sus humildes preces, y ordenó
tumbres desordenadas de su pue una procesión pública a la cual
blo. no sólo convocó varios sí asistió con una soga en el cuello,
nodos, sino que dió personal descalzos y ensangrentados los
mente ejemplo de eminente san pies por las piedras del camino,
tidad. Esforzóse particularmentellevando una cruz y ofreciéndose
en extirpar la herejía del país como víctima por los pecados del
de Chablais, convirtiendo gran mundo. Fué un defensor acérrimo
número de sus habitantes a la de la libertad de la Iglesia, pero
fe cristiana. como estaba determinado a res
tablecer laii disciplina, unos sedi
ciosos dispararon contra él, mien
Lección V tras oraba, un arcabuz, y sólo a
la protección divina debió que
I a caridad de este varón de el proyectil que le alcanzó no le
Dios brilló especialmente causara daño alguno.
Lección VI fesores Pontífices en el primer lugar,
pág. 587.
/^ b scrvab a una admirable abs-
D e lo s sa n to s V id a l y
tinencia, ayunando con fre
A g r íc o l a , M á r t ir e s
cuencia a pan y agua y conten
tándose otras veces con legum Lección IX
bres. Domaba su cuerpo con vi
y su dueño Agríco
id a l
gilias, con un áspero cilicio y
la fueron detenidos en
frecuentes disciplinas. Profesó
Bolonia durante la per
gran amor a la humildad y a la
secución de Diocleciano y de
mansedumbre. Nunca dejó la
Maximiano por haber predicado
práctica de la oración ni la pre
la fe cristiana, resultando inúti
dicación de la divina palabra por
les las súplicas y amenazas que
muchas que fueran sus ocupacio
se dirigieron a V idaf para mo
nes. Edificó muchas iglesias, mo
verle a cambiar de resolución, y
nasterios y colegios. Escribió di
que sólo consiguieron auínentar
versas obras muy útiles dirigí*
la firmeza con que se declaraba
das sobre todo a la instrucción
adorador y servidor de Jesucris
de loo Obispos, y a su celo se
to. Después de haber sido tor
debe la publicación del Catecis
turado con diversos géneros de
mo de los párrocos. Por fin, se
suplicios, que sufrió con gran
retiró en un lugar solitario del
constancia, entregó, orando, su
monte Varal, donde se hallan al
alma a Dios. Su ejemplo sirvió
gunos cuadros que representan a
para fortalecer a Agrícola, cuyo
lo vivo la Pasión de Nuestro Se
suplicio había sido aplazado pa
ñor, y allí, en medio de las du
ra que la contemplación de los
ras mortificaciones a que du
tormentos de su esclavo le mo
rante aquellos días se entregaba,
vieran a renunciar a Jesucristo.
endulzadas, empero, por la me
Crucificáronle, pues, y de esta
ditación de los sufrimientos de
manera compartió la suerte de V i
Jesucristo, sobrevínole la fiebre;
y agravándose la enfermedad, dal, su esclavo, siendo su com
pañero en la gloria del martirio.
regresó a Milán, donde cubierto
de ceniza y cilicio y fijos los Sus cuerpos, que habían sido in
ojos en el Crucifijo, voló al cielo humados en el cementerio judío,
a la edad, de cuarenta y siete fueron hallados por san Ambro
sio, y trasladados a un lugar
años, tres días antes de las no
bendecido y consagrado.
nas de octubre del año mil qui
T e Dettm pág. 6.
nientos ochenta y cuatro. H a En Laudes, Conmemoración de la
biendo resplandecido por sus m i Octava:
lagros, Paulo V le colocó en el A nt.— A Vos el glorioso coro
número de los santos. de los Apóstoles, a Vos el ve
En d I I I Nocturno, la Homilía so nerable grupo de los Profetas, a
bre el Evangelio: Un hombre, y indos t
a lejanas tierras, del Común de Con Vos alaba el ejército de los M ár
tires resplandecientes de blancu Serafines, Patriarcas y Profetas,
ra; a Vos confiesan unánime santos Doctores de la ley, Már
mente todos los Santos y elegi tires todos de Cristo, santos
dos, oh Trinidad bienaventurada, Confesores, Vírgenes del Señor,
oh único Dios. Anacoretas, y todos los Santos,
y . Los Santos se regocija interceded por nosotros.
rán en la gloría. Q . Se alegra y . Alegraos y regocijaos,
rán en sus moradas. justos, en el Señor. I£. Y glo
riaos todos los de corazón recto.
Oración I.a Oración: Oh Dios omnipotente,
como en Laudes. . .
O h Dios omnipotente y sem-
piterno, que nos disteis la
gracia de celebrar los mereci Día 5 de Noviembre
mientos de todos los Santos en
una misma solemnidad: os ro
Día V infraoctavo de
gamos derraméis en nosotros la Todos los Santos
deseada abundancia de vuestra Semidoble
propiciación, por los méritos de II NOCTURNO
tantos intercesores.
Después, Conmemoración de los san D el se r m ó n d e sa n B ed a , el
tos Mártires: V e n e r a b l e , P r e s b ít e r o
Ant. — Todos vuestros cabe 18 sobre los Santos
llos han sido contados; no te
máis: vosotros valéis más que Lección IV
un gran número de pájaros. B’S'jb'SuE la esperanza de obte-
y . Alegraos y regocijaos, W m ner este galardón de las
justos, en el Señor. I£. Y glo 4 obras saludables nos
ríaos todos los de corazón recto.
atraiga; estemos prontos a lu
char de buen grado, y corramos
Oración
todos por el estadio de la jus
Q s suplicamos nos concedáis, ticia, puesto que Dios y su Cris
omnipotente Dios, que cuan to nos contemplan. Y ya que he
tos celebramos la fiesta de vues mos empezado a hacernos supe
tros santos Mártires Vidal y riores al mundo y al siglo, vigi
Agrícola, seamos ayudados de lemos para que ningún deseo de
lante de Vos con su intercesión. las cosas terrenas retarde nues
Por nuestro Señor. tra carrera. Si al llegar el últi
En Vísperas, Conmemoración del Ofi mo día nos encuentra libres de
cio siguiente: todas estas cosas, corriendo ve
Ant. — Angeles, Arcángeles, lozmente por el estadio de las
Tronos y Dominaciones, Princi buenas obras, el Señor no podrá
pados y Potestades, Virtudes menos que recompensar nuestros
de los cielos, Querubines y méritos.
Los Responsorios del dia III infra bres, la constancia en la defen
octavo, pág. 1136.
sa de la verdad, la discreción en
la severidad de la disciplina;
Lección V
procurando dar en todo ejemplo
L mismo que dará como pre de buenas obras. Tales son las
mio del sufrimiento una co huellas que, de vuelta a la pa
rona purpúrea a los que habrán tria, nos han dejado todos los
sido vencedores en la persecu Santos, para que, acomodando
ción, dará también una corona nosotros a ellas nuestros pasos,
blanca a los que lo habrán sido podamos seguirles y llegar a par
en la paz. Ni Abrahán, ni Isaac, ticipar de su felicidad.
ni Jacob sufrieron el martirio, y
no obstante, esclarecidos por.los III NOCTURNO
méritos de su fe y justicia, me L ección d el santo E vancelio
recieron ser los primeros entre seg ú n san M ateo
los patriarcas; y en el convite
de estos grandes justos es donde Lección VII Cap. S, 1-12
se sienta todo el que es hallado
p N aquel tiempo: Viendo Jesús
fiel, justo y digno de alabanza.
aquel gentío, se subió a un
Hay que tener presente, empero,
monte, donde, .habiéndose sen
que debemos hacer la voluntad tado, se le acercaron sus discí
de Dios y no la nuestra; porque
pulos. Y lo que sigue.
“ el que hace la voluntad de Dios
permanece eternamente” , como H om ilía de san A cu stín , O bispo
permanece eternamente el mismo Libro I sobre el Sermón de la
Dios. MonUfta
1. Salmo 141, 6.
2. Filip., 3, 20.
su presencia, y nosotros con nues cia, en lo cual consiste precisa
tro pensamiento. mente la mansedumbre. Por es
to se dice aquí: “ Bienaventura
III NOCTURNO dos los mansos, porque ellos po
L e c c ió n d e l s a n t o E v a n g e l io seerán la tierra” en herencia.
seg ú n sa n M ateo Los Responsorios del día III infra-
octavo, pág. 1138.
Lección VII Cap. 5, 1-12
Lección VIII
p N aquel tiempo: Viendo Jesús
I a ciencia conviene a los que
. aquel gentío, se subió a un
lloran, a los que han llega
monte, donde, habiéndose senta
do a conocer por las Escrituras
do, se le acercaron sus discípu
los males que les tenían esclavi
los. Y lo que sigue.
zados y que ellos, en su ignoran
cia, reputaban cosas útiles y
H o m il í a d e s a n A g u s t í n , O b i s p o
Libro I *obre el Sermón de la Montaña
provechosas; de los tales se di
ce aquí:' “ Bienaventurados los
e aquí porqué si contamos que lloran” . La fortaleza convie
los dones del Espíritu ne a los hambrientos y sedientos:
Santo por orden ascen muéveles en efecto en sus tra
dente, encontraremos: primero, bajos, el deseo de gozar de los
el temor de Dios; segundo, la verdaderos bienes y de sustraer
piedad; tercero, la ciencia; cuar se al amor de los bienes terrenos
to, la fortaleza; quinto, el con y materiales; de ellos se dice:
sejo; sexto, el entendimiento, y “ Bienaventurados los que tie
séptimo, la ¡sabiduría. El temor nen hambre y sed” . El consejo
de Dios conviene a los humil conviene a los misericordiosos:
des, de los cuales aquí se dice: porque un sólo remedio es ca
“ Bienaventurados los pobres de paz de librarnos de tantos males:
espíritu, porque de ellos será el perdonar como deseamos ser
reino de los cielos” : pobres de perdonados, y ayudar en lo que
espíritu, es decir, libros de hin podamos a los demás, así como
chazón y de orgullo; aquellos nosotros deseamos ser ayudados
a quienes se refiere el Apóstol allí donde no alcance nuestro po
al decir: “ No te engrías, antes der; de éstos se dice: “ Bien
bien vive con temor” 1, esto es, aventurados los misericordiosos,
sé humilde. La piedad conviene porque ellos obtendrán miseri
a los mansos; en efecto, el que cordia” .
es piadoso en sus investigaciones, Lección IX
honra las Sagradas Escrituras,
y como no critica lo que no C i entendimiento conviene a
entiende, no le opone resisten ^ los limpios de corazón, a
1. Rom., 11, 20.
los que tienen purificada aquella forzarse en imitar su santidad de
mirada que es capaz de contem vida y su justicia; porque si se
plar lo que ni el ojo vió, ni la complace en el mérito de algún
oreja oyó, ni le pasó al hombre Santo, ha de complacerse, a se
por el pensamiento, y de quienes mejanza suya, en consagrarse
se dice aqui: “ Bienaventurados fielmente al servicio de Dios.
los limpios de corazón, porque Debe, pues, o bien imitarle si le
ellos verán a Dios”. La sabidu alaba, o abstenerse de alabarle
ría conviene a los pacíficos, en si renuncia a su imitación, de
quienes todas las cosas están de suerte que cl que alaba a
tal manera ordenadas, que no otro se haga digno de alabanza,
se da en ellos ningún movimien y el que admira los méritos de
to rebelde a la razón, sino que los santos se haga admirar por
todo está sometido al alma, por la santidad de su vida. Porque,
estarlo ésta a su vez a Dios; de si amamos a las almas justas y
ellos se dice: “ Bienaventurados fieles por su justicia y su fe,
los pacíficos” . Todos recibirán un pensemos que podemos nosotros
mismo premio, el reino de los llegar a ser lo que ellas son, si
cielos, aunque aquí se designe practicamos lo que ellas practica
de diversas maneras, según la ron.
diversidad de las virtudes. Los Responiorios del día III infra
Te Dettm, pág. 6. octavo, pág. 11J6.
Lección V
conveniente que en la
ra
Lección VI
primera bienaventuranza
I os Apóstoles, discípulos de se mencionara el reino
Cristo, fueron constituidos de los cielos, como destinado al
maestros de los creyentes; ins alma racional llegada ya a su
truidos por ellos, lucharon los más alto grado de sabiduría y
valerosísimos Confesores, ven perfección. Así leemos: “ Bien
cieron los Mártires consumados aventurados los pobres de espí
en la perfección, y forman legión ritu, porque dé ellos es el reino
los cristianos que no cesan con de los cielos” , como si se dijera:
tinuamente de rechazar al diablo “ El principio de la sabiduría es
con las armas de Dios. Semejan el temor de D ios” . Esta heren
tes por sus virtudes, aunque di cia se da a los mansos, compa
ferenciándose por sus combates, rables a los hijos que buscan,
son todos ellos gloriosos por sus llenos de piedad, el testamento
triunfos. Por donde tú, oh cris de un Padre:¡ “ Bienaventurados
tiano, te manifestarías como un los mansos, porque ellos posee
soldado delicado en exceso si rán en herencia la tierra” . Pro
pensaras vencer sin lucha o métese el consuelo a los que llo
triunfar sin combate. Despliega, ran, por sér conocedores de los
pueis, tus fuerzas, pelea valero bienes que han peidido y del
samente. lucha con denuedo en abismo de males en que se han
la presente refriega. Piensa que hundido: “ Bienaventurados los
estás ligado por un pacto, por que .lloran, porque serán con
unas condiciones, a una milicia; solados” . A los que tienen ham
por el pacto con que te obligaste, bre y sed se les promete la sa
por las condiciones a que te so ciedad, como una refección en
metiste, a la milicia en que te medio de sus (trabajos y de los
incorporaste. combates que1 sostienen valero-
sámente por la salvación: “ Bien L e c ció n IX
aventurados los que tienen ham
bre y sed de justicia, porque los que pa-
Q ie n a v e n tu r a d o s
serán saciados” . decen persecución por la
Los Responsorios del dia I I I infra* justicia, porque de ellos será el
octavo, pág. 11J8. reino de los cielos” . D e esta úl
tima sentencia, que se remonta
L ecció n VIH a la primera y que proclama
perfecto al hombre, son tal vez
I a misericordia es prometida a
figura la circuncisión, practi
los misericordiosos, porque si
cada en el antiguo Testamento
guen el razonable y excelente
a los ocho días del nacimiento,
consejo de no negar a los más
y la resurrección del Señor,
débiles lo que ellos desean ob
ocurrida el día siguiente del sá
tener del más poderoso: “ Bien
bado, en un día, por lo tanto,
aventurados los misericordiosos
a la vez octavo y primero de la
porque ellos alcanzarán miseri
semana. Tam bién pueden con
cordia” . a los limpios de corazón,
siderarse figuras de la misma
la facultad de ver a Dios, por
las Octavas, durante las cuales
que tienen la mirada del en
solemnizamos las fiestas en la
tendimiento tan pura como se
era de la regeneración del hom
requiere para discernir las cosas
bre nuevo; ty por último, el
eternas: “ Bienaventurados los mismo número de cincuenta
limpios de corazón, porque ellos correspondiente a los días de
verán a D ios” . A los pacíficos
Pentecostés; y en efecto, al
les es atribuida la semejanza di
número cuarenta y nueve, pro
vina, porque poseen la perfecta ducto de siete multiplicado por
sabiduría y están formados a siete se le añade uno para com
imagen de Dios por la regene pletar el de cincuenta y volver
ración del hombre renovado: de esta manera como al primer
“ Bienaventufado's lo* pacíficos, eslabón de la cadena; y en este
porque ellos serán llamados hi día octavo, en el cual fué en
jos de D ios” . Y todas estas viado el Espíritu Santo, somois
perfecciones pueden llegar a ser introducidos en el reino de los
completas ya en esta vida, en cielos, puestos en posesión de la
la medida que creemos lo fue herencia, consolados, saciados,
ron en los Apóstoles. Porque en tratados con misericordia, puri
cuanto al cambio absoluto, a la ficados y restablecidos en la paz.
transformación angélica prome Y perfeccionados en esta forma,
tida para después de esta vida, soportamos, por la verdad y la
no hay palabras capaces de ex justicia, todas las persecuciones
presarla. que nos vienen del exterior.
Te Deum, pág. 6.
Las Vísperas del día de la Octava
de todos los Santos con Conmemora
ción de los cuatro Santos Mártires Co sintamos los efectos de 5 U ca
ronados.
ritativa intercesión cerca de
Vos. Por nuestro Señor Jesu
cristo, que con Vos...
Día 8 de Noviembre
II NOCTURNO
Octava de Todos los Santos D e l l ib r o d e sa n C ip r ia n o ,
Doble mayor O b is p o y M A r t ir , so bre la
m o r t a l id a d
. Todo como en cl día «le la Fiesta,
|)ág. 1121, menos lo siguiente:
y . Alegraos y regocijaos, Lección IV
justos, en el Señor. ]£. Y glo ay que considerar, ama
riaos todos los de corazón recto'. dísimos hermanos, y
Ant. del Magnif. — Angeles,
meditar con frecuencia,
* Arcángeles, Tronos y Domi
que nosotros hemos renunciado
naciones, Principados y Potes
al mundo, y que estamos aquí
tades, Virtudes de los cielos, de paso, como viajeros y pere
Querubines y Serafines, Patriar
grinos. Amemos el día que es
cas y Profetas, santos Doctores tablece a cada uno en su verda
de la ley, Mártires todos de dera morada, el día que, arreba
Cristo, santos Confesores, Vírge tándonos a este mundo y rom
nes del Señor,*Anacoretas, y to piendo los vínculos terrenales,
dos los Santos, interceded por nos devolverá al paraíso y al
nosotros. reino de los cielos. ¿Quién
Se hace conmemoración de los cua
tro santos Mártires Coronados:
de nosotros, hallándose en país
extranjero, no apetecería volver
Ant. — El reino de los cie
pronto a la patria? ¿Quién, al
los es de aquellos que despre
embarcarse para ir a reunirse
ciaron la vida del mundo, y
con los suyos, no desearía ávi
consiguieron los premios del rei
damente un viento propicio que
no, y lavaron sus túnicas en la
le permitiera abrazar más pron
sangre del Cordero.
to a unos seres a quienes tanto
y . Los Santos se regocija
ama?
rán en la gloria.
Los Responsorios del dia III infra
1$. Se alegrarán en sus mo octavo, pág. 1136.
radas.
Lección V
Oración
C i consideramos que nuestra
C on ced ed no s, osrogamos, patria es el cielo; si tene
omnipotente Dios, que los mos ya allí a nuestros padres,
que hemos conocido el valor los Patriarcas, ¿cómo no corre
desplegado* por vuestros gloriosos mos ansiosos de ver la patria y
Mártires en su confesión de fe, de saludar a nuestros padres?
Nos esperan allí innumerables III NOCTURNO
almas amigas; desean nuestra L e c c ió n del sa n t o E v a n g e lio
llegada la multitud que forman se g ú n sa n M ateo
nuestros padres, hermanos e
hijos, tranquilos ya acerca de su Lección VII Cap. 5, 1-12
inmortalidad pero .solícitos aun
por nuestra salvación. ¡Cuál C n aquel tiempo: Viendo Je-
será la común alegría que expe sús aquel gentío, se subió a
rimentaremos ellos y nosotros un monte, donde, habiéndose
ai poder por fin vernos y abra sentado, se le acercaron sus dis
zarnos, gozando del reino de los cípulos. Y lo que sigue.
cielos, sin temor a la muerte,
seguros de vivir eternamente! H o m il ía d e sa n A g u s t ín , O b is p o
¡Oh suma y perpetua bienaven Lbiro I sobre el Sermón de la Montaña
turanza!
ich o so s seréis, dijo,
cuando los hombres
Lección VI
por mi causa os mal
C n cu é n tra seallí el glorioso dijeren, y os persiguieren, y
coro de los Apóstoles, el dijeren con m entira toda suer
numeroso grupo de los Profetas, te de m al c o n t r a vosotros:
transportados de alegría, la in alegraos y regocijaos, porque
numerable multitud de los Már es m uy g r a n d e la recom
tires coronados por sus victo pensa q u e os Aguarda en los
rias, en las luchas y tormentos cielos” . T en ga presente el que
que tuvieron que soportar. Allí en la profesión de cristiano
triunfan las Vírgenes que some busque gozar de las delicias de
tieron la concupiscencia de la este m undo y disfru tar de los
carne y de los apetitos sensua bienes tem porales, que nuestra
les con la virtud de la continen felicidad es del todo interior,
cia. Son premiados allí los mi com o lo añrm a del alma que
sericordiosos que, al socorrer a form a parte de la Iglesia una
los pobres con alimentos y dá vo z p rofética: “ En el interior
divas, practicaron obras de jus está la principal gloria de la hi
ticia y trasladaron, conforme a ja d el R e y ” . Porque en cuanto
los divinos mandamientos, su a lo exterior, sólo se nos pro
patrimonio terreno a las arcas m eten maldiciones,' 'persecucio
celestiales. Corramos con gran nes y calum nias; en prem io de
ardor, hermanos míos, a su en las cuales nos aguarda, sin em
cuentro, con vivas ansias de ha bargo, en el cielo, una gran re
llarnos pronto en su compañía, compensa, cu yo gusto anticipado
para tener la dicha de hallarnos sienten ya durante esta vida en
pronto también nosotros cerca su corazón los que sufren, aque
de Cristo. llos que pueden y a exclam ar:
“ Nos gloriamos en las tribulacio D e lo s c u a t r o sa n to s M á r t ir e s
nes, sabiendo que la tribulación C o ron ad o s
ejercita la paciencia, y la pacien
cia la prueba, y la prueba la es Lección IX
peranza, esperanza que no burla; los cuatro her
a b ie n d o
porque la caridad de Dios ha si- manos S e v e r o , Se-
porque la caridad de Dios ha si veriano, Carpóforo y
do derramada en el interior de Victorino, mostrado valerosa
nuestros corazones por medio mente su aversión por el cul
del Espíritu Santo, que se nos to de los dioses, en la perse
ha dado”. cución de Diocleciano, fueron
Los Responsorios del dia II I infra azotados con correas plumbeadas
octavo, pág. 11.16
y perdieron la vida por el nom
L ección VIH bre de Jesucristo. Sus cuerpos
fueron abandonados a los perros,
D okque el fruto de estos sufri que se abstuvieron de tocarlos.
mientos tío viene precisa Recogidos por los cristianos, fue
mente de haberlos experimentado, ron inhumados en el arenal de la
sino de haberlos padecido por el vía Lavicana, a tres millas de
nombre de Cristo, y no sólo sin Roma, cerca del sepulcro de los
quejarse, sino con ánimo gozoso. santos mártires Claudio, Nicos-
No han faltado, en efecto, here trato, Sinforiano, Castor y Sim
jes, hombres, que han engañado plicio, que habían sufrido marti
las almas llamándose cristianos, rio bajo el mismo emperador.
y han sufrido tribulaciones de cu Siendo escultores excelentes, se
te género, y no están, sin em negaron rotundamente a esculpir
bargo, incluidos en esta recom estatúas *de los ídolos. Conduci
pensa, porque no se ha dicho úni dos ante la imagen del sol para
camente : Bienaventurados los que la adoraran, declararon que
que padecen persecución, sino jamás se harían reos de venerar
que se añade: Por la justicia. las obras de los hombres. Por
Ahora bien: faltando la verdade ello fueron encarcelados, y como
ra fe, no puede haber justicia; se mantuvieron firmes en su re
porque “ el justo vive de la fe ” . solución durante varios días, fue
Tampoco los cismáticos pueden ron primeramente azotados con
prometerse participación alguna escorpiones, y encerrados luego
en este premio; porque tampoco vivos en cofres de plomo, fueron
es posible que exista la justicia arrojados al Tiber. Existe en R o
allí donde falta la caridad. Y ma una- iglesia dedicada a* los
como, por otra parte, “ la cari cuatro santos mártires Corona
dad para con el prójimo, no dos cuyos nombres, largo tiempo
obra m al” , si la tuvieran, no se desconocidos, han sido, en fin, di
atreverían a despedezar el cuei- vinamente manifestados. Y en
po de Cristo, que es la Iglejia. e.cta iglesia fueron sepultados ho
noríficamente con los cuatro riaos todos los de corazón recto.
cuerpos dichos, los de los otros
cinco mártires, celebrándose la O ración
fiesta de todos ellos en el día
/ C o n c e d e d n o s , os rogamos, om-
sexto antes de los idus de no
viembre. nipotente Dios, que los que
En Laudes, Conmemoración de los
hemos conocido el valor desple
cuatro santos Mártires Coronados: gado por vuestros gloriosos M ár
A nt.— Todos vuestros cabellos tires en su confesión de fe, sin
han sido contados; no temáis: tamos los efectos de su caritati
vosotros valéis más que un gran va intercesión cerca de Vos. Por
número de pájaros. nuestro Señor.
y . Alegraos y regocijaos, Las Vísperas, del Oficio siguiente,
con Conmemoración sólo del preceden
justos, en el Señor. I£. Y glo te.
_ _
PSMMUtaJiMLgMtE
m ^ W A V n V r tY n W A m m ^
|
Día 9 de Noviembre
Doble de II clase
1
nía la claridad' de Dios, cuya luz
era semejante a una piedra pre os ritos que la Iglesia
ciosa, a piedra de jaspe, de una observa en la consagra
transparencia parecida a la del ción de los templos y
cristal. de los altares, fueron instituidos
por el Papa san Silvestre I. Aun
lección II Cap. 21, 12-15 que desde el tiempo de los Após
toles existían lugares consagra
Y tenía un muro grande y al dos a Dios, llamados a veces
to con doce puertas, y en oratorios y otras veces iglesias,
las puertas doce ángeles y nom en donde el pueblo cristiano se
bres esculpidos, que son los reunía en asamblea los domin
nombres de las doce tribus de gos, para orar, escuchar la pala
los hijos de Israel. Tres puertas bra divina y recibir la Eucaris
al Oriente, y tres puertas al tía, aquellos lugares no eran
Norte, tres puertas al Mediodía, consagrados con tanta solemni
y otras tres al Poniente. Y el dad, ni aun había en ellos altar
muro de la ciudad tenía doce ci erigido en título y ungido con el
mientos, y en ellos los doce nom santo crisma para representar a
bres de los doce Apóstoles del Jesucristo, el cual es nuestro ver
Cordero. Y el que hablaba con dadero altar, nuestra verdadera
migo tenía una caña de medir, hostia y nuestro verdadero sacer
que era de oro, para medir la dote.
ciudad, y sus puertas, y la mu
ralla. Lección V
II NOCTURNO
O ración
L e c c ió n IV
H Dios, que nos guardáis y
protegéis por la gloriosa R T T } n d r é s Avelino, llamado
confesión de vuestro santo ro irW antes Lancelote, nació
Mártir Teodoro, conceded r f l a j en un pueblo de Lucania
nos la gracia de aprovecharnos llamado Castronuovo y dió ya
de sus ejemplos y de ser socorri desde la infancia indicios claros
de su futura santidad. En su su vida; pero poco después un
adolescencia hubo de ausentarse asesino le causó tres heridas en
de la casa paterna para dedicar el rostro, sin que esta cruel in
se al estudio de las letras, y en juria turbara la igualdad de su
esta fase tan peligrosa de la vi alma. El vivo deseo de llevar una
da, procuró en medio de sus es- vida más perfecta le hizo soli
tudiok, no perder nunca de vista citar su admisión entre los Clé
el temor de Dios que es el prin rigos regulares. Su deseo fué
cipio de toda sabiduria. Unió a atendido, yj obtuvo que se le
una notable belleza física, un impusiera el nombre de Andrés,
gran amor a la castidad, que le por su ardiente amor a la cruz.
movió a librarse de las 'asechan
zas de las mujeres impúdicas, Lección V
consiguiéndolo a veces a viva
fuerza. Adscrito muy pronto a la emprendido con go
J -J a b ie n d o
milicia clerical, se dirigió a Ná- zoso ardor la carrera de una
poles para estudiar el derecho, vida má$ austera, se aplicó so
obteniendo el título de doctor; bre todo al ejercicio de las vir
pero habiendo sido elevado al tudes, al cual se obligó con dos
sacerdocio, ejerció la abogacía votos de difícil observancia: el
sólo en el fuero eclesiástico y en de combatir constantemente su
favor de algunos particulares, propia voluntad y el de avan
como preceptúan los sagrados zar cada día más en el camino
cánones. Mías como cierto día, al de la perfección. Fiel observador
defender un pleito, tuviera la de la disciplina religiosa, Andrés
debilidad de proferir una menti tuvo gran cuidado de que los de
ra leve, y habiendo abierto al más también la observaran cuan
azar la Sagrada Escritura, leye do fué su superior. El tiempo
ra estas palabras: “ La boca que le dejaban libre el cargo de
mentirosa mata el alma'*, fué su instituto y la observancia de
tanto el dolor que le causó su la regla, lo consagraba a la ora
falta, que resolvió inmediata ción y a la salvación de las al
mente abandonar su profesión. mas. Su admirable prudencia y
Consagróse, pues, al culto divino piedad resplandecieron en el
y a los sagrados ministerios, en ministerio de la confesión. Fre
los que mereció, por sus eminen cuentemente recorría, como mi
tes ejemplos en todas las virtudes nistro del Evangelio, los pueblos
eclesiásticas, que el arzobispo y aldeas de las cercanías de
de Nápoies le confiara la direc Nápoies, con gran provecho de
ción de un convento de religio las almas. El Señor se com
sas. Habiéndose atraído en este plació en glorificar, hasta con
primer cargo el odio de algunos prodigios, esta ardiente caridad
hombres perversos, pudo esca del santo hombre para con el
par a un primer atentado contra prójimo, pues al volver cierto
día a su casa en una noche tem de adquirir gran celebridad por
pestuosa después de haber oído el don de profecía, por el que
la confesión de un enfermo, la veía claramente sucesos lejanos
lluvia y el viento huracanado o futuros, y por la penetración
apagaron la luz que facilitaba su de los corazones, lleno de años
marcha; pero no solamente él y agotado por los trabajos, sufrió
y sus compañeros no se moja un ataque de apoplejía en el
ron en lo más mínimo, sino que momento en que, después de ha
su cuerpo proyectó milagrosa ber repetido por tercera vez el
mente un resplandor extraordi versículo: “ Me acercaré al altar
nario que guió a sus compañeros de mi Dios” , iba a subir al altar
en medio de las más densas ti para celebrar, y habiéndole ad
nieblas. La práctica más cui ministrado en seguida los sacra
dadosa de la abstinencia, de la mentos, Andrés expiró con gran
paciencia, del desprecio y del dulzura entre los suyos. Acude a
odio de sí, le llevó a la perfec venerar su cuerpo, aun en nues
ción de estas virtudes. Soportó, tros días, en la iglesia de San
sin turbación alguna, el asesina Pablo, en Nápoles, un concurso
to de su sobrino, y reprimió en de pueblo tan grande como en
los suyos los impulsos de ven el día de su inhumación. Y
ganza, yendo hasta implorar por por el fulgor de lor. milagros que
loo culpables la clemencia y el obró en vida y después de su
favor de los jueces. muerte, el soberano pontífice
Clemente X I le inscribió en el
Lección VI catálogo de los santos con las
solemnidades acostumbradas.
D ro p agó en diversos lugares la En el III Nocturno, la Homilía so.
Orden de los Clérigos regu bre el «Evangelio: Ceñid vuestras cin
lares, de los cuales fundó con turas, del Común de un Confesor no
Pontífice, en el primer lugar, pág. 601.
ventos en Plasencia y en Milán.
Dos cardenales, san Carlos Bo-
De los santos T r if ó n , R e s p i
rromeo y Pablo de Arezo, Clé
c io y N in f a , M á r t ir e s
rigo regular, le profesaban gran
afecto, y recurrieron a si*> ser Lección IX
vicios en el ejercicio de su cargo
pastoral. Andrés amaba y hon el reinado de Decio,
n
raba con predilección a la Virgen, Trifón fué detenido por
Madre de Dios, y mereció gozar los satélites de este em
de la conversación con los án perador mientras predicaba la fe
geles, cuyos cánticos manifestó de Cristo y convertía a su culto
haber oído mientras él mismo a todos los que le escuchaban.
celebraba las divinas alabanzas. Le atormentaron primero sobre
En fin, después de haber dado el caballete y después desgarra
ejemplos heroicos de virtudes y ron sus carnes con uñas de hie-
rro; después le atravesaron las experimentemos los beneficios de
plantas de los pies con clavos vuestra protección. Por nuestro
candentes, le golpearon con bas Señor.
tones, y le quemaron los costados Las Vísperas, 1del Oficio siguiente n
partir de la Capitula, con Conmemo
con ascuas ardientes. Al ver la ración del precedente y de san Menas,
constancia del mártir en medio Mártir.
de estos sufrimientos, el tribuno
Respicio se convirtió a la fe de
Cristo Nuestro Señor, declarando Día 11 de Noviembre
inmediatamente en presencia de
todos que era cristiano. Después Saín Martín
de haber infligido al mártir crue O bispo y C o n feso r
les suplicios le condujeron con Todo se toma del Común de un
Trifón ante el ídolo de Júpiter; Confesor Pontificó, pág. 58.1, menos lo
pero en el mismo momento en que sigue:
que Trifón oraba, cayó la esta
tua, por lo cual ambos fueron I V ISPERAS
vapuleados con varas plumbea- Si se rezan Integras, las Antífonas
das, terminando así su glorioso serán las de Laudes; los Salmos, los
de las Vísperas de la Dominica, pá
martirio en el día cuarto antes gina 49, sustituyendo el último por
de los idus de noviembre. En el Salmo 116, pág. 66, y la Capitu
la, el Himno yj el Versiculo, los del
el mismo día una virgen llamada Común de un Confesor Pontífice.
Ninfa, habiendo manifestado en Ant del Magnif.— ¡Oh varón
alta voz que Jesucristo era ver bienaventurado, * cuya alma en
dadero Dios, añadió la palma tra en posesión del paraíso; por
del martirio a la corona de la lo cual se alegran los Angeles,
virginidad. se regocijan los Arcángeles, aclá
En Laude*. Conmemoración de los male el coro de los Santos y le
santos Trifón y sus compafícros, Már
tires: invita la multitud de las Vírge
Ant.— Todos vuestros cabellos nes: Quédate:[con nosotros por
han sido contados; no temáis: toda la eternidad!
vosotros valéis más que un gran
número de pájaros, Oración
y . Los Santos se regocija
Dios, que veis cuán impo
rán en la gloria. IJ. Se alegra
sible nos es subsistir por
rán en sus moradas.
nuestras propias fuerzas: conce
dednos propicio que seamos de
Oración fendidos contra toda adversidad,
por la intercesión de san Martín,
V - I a c e d , Señor, que veneremos
vuestro Confesor y Pontífice.
siempre a vuestros santos
Por nuestro Señor.
mártires Trifón, Respicio y Nin
Se hace Conmemoración del Oficio
fa, para que, por sus plegarias, precedente.
Ant. — Este varón, despre tro nombre. Por nuestro Señor.
ciando al mundo y lo terreno, Las Completas He la Feria.
con su triunfo depositó en el
cielo las riquezas alcanzadas MAITINES
con su plegaria y buenas obras.
Invitatorio.— Alabemos a nues
y . El Señor condujo al jus
tro Dios *, Al honrar al bien
to por caminos recios. IJ. Y
aventurado M artín.
le mostró el reino de Dios.
Salmo 94. — Venid, alegré
monos, pág. 2.
O ración
I NOCTURNO
Dios, que mediante el difí-
cil voto de adelantar cada Ant. 1 M artín *, aunque sim
día en la virtud, dispusisteis en ple catecúmeno, me ha cubierto
el corazón de vuestro santo Con con este vestido.
fesor Andrés admirables ascen Los Salmos de los tres Nocturnos,
del Común de un Mártir.
siones hacia Vos: concedednos
2. Confesada su fe en la
por sus méritos e intercesión, que
santa Trinidad * M artin reci
de tal suerte participemos de es
bió la gracia del bautismo.
ta misma gracia, que tendiendo
3. Protegido por la señal de
siempre a lo más perfecto, lle
la cruz *, no por un escudo ni
guemos felizmente a la cumbre
un yelmo, atravesaré sin temor
de vuestra gloria.
por entre los escuadrones enemi
Después, * Conmemoración de san
Menas, M ártir: gos.
A nt.— Este Santo luchó hasta y . E l Señor le amó y lo
la muerte por la ley de su Dios, honró. IJ. Y le vistió con vesti
y no temió las palabras de los duras de gloria.
impíos, ya que estaba apoyado Las Lccciottc*: Es una verdad muy
cierta, del Común de Confesores Pon
robre la piedra firme. tifices, en el primer lugar, pág. 584,
y . Le coronasteis, Señor, de con tos siguientes Responsorios:
gloria y honor. 1$. Y le cons 1$. 1. Este es M artín, Pon
tituisteis sobre las obras de tífice escogido de Dios, a quién
vuestras manos. el Señor se dignó conceder,
después de los Apóstoles, una
O ración gracia tan grande, * Que, ayu
dado por el poder de la divina
s suplicamos, omnipotente Trinidad, mereció la gloria de
Dios, nos concedáis que, con resucitar tres muertos. V . M ar
la celebración del nacimiento a la tín confesó su fe cn la santa
vida eterna de vuestro Mártir, Trinidad. Que.
el bienaventurado Menas, se au I£. 2. Señor, si todavía soy
mente y crezca en nosotros por necesario a vuestro pueblo, no
su intercesión el amor de vues me niego a someterme al traba
jo por ellos: * Hágase vuestra ropa que le cubría, un pobre le
voluntad, y . Con los ojos y las pidió, cerca de Amiens, limosna
manos siempre levantados al cie en nombre de Cristo, y Martín
lo, su espíritu invicto se entre le dió una parte de su clámide.
gaba incansablemente a la ora En la noche siguiente, apareció-
ción. Hágase. sele Jesucristo, revestido con
I£. 3. Oh bienaventurado esta media capa, pronunciando
obispo Martín, * Que no temis estas palabras: “ Martín, simple
teis morir ni rehusasteis vivir. catecúmeno me ha abrigado con
y . Señor, si todavía soy nece este vestido” .
sario a vuestro pueblo, no me ty. Con los ojos y las ma
niego a trabajar. Hágase. Gloria nos levantadas siempre hacia el
al Padre. Hágase. cielo, * Perseveraba sin cesar en
la oración, sin que su ánimo
II NOOTURNO desfalleciera, y . Mientras el
bienaventurado Martín celebraba
Ant. 1. Tengo puesta en el
I o ü santos Misterios, apareció un
Señor esta confianza: * que mi
globo de fuego sobre su cabeza.
hija recobrará la salud gracias a
Perseveraba.
vuestras oraciones.
2. Tetradio, * habiendo co
nocido el poder de Dios, llegó a Lección V
obtener la gracia del bautismo.
A los dieciocho años, recibió
3. ¡Oh varón inefable, * por
el bautismo. Por lo cual,
quien nosotros vemos resplande
abandonando la vida militar, pa
cer tanto6 milagros 1
só al lado de Hilario, Obispo de
y . El Señor le eligió para
Poitiers, quien lo recibió en el
sacerdote suyo. ty. Para que le
número de los Acólitos. Siendo
ofreciese sacrificio de alabanza.
más adelante Obispo de Tours,
edificó un monasterio, en donde
Lección IV vivió algún tiempo muy santa
mente en compañía de ochenta
a r t í n , natural de Saba- monjes. Cayó gravemente enfer
ría, en Pannonia, huyó mo de calenturas, en Candes,
a la iglesia, a pesar de pueblo de su diócesis, y no ce
la prohibición de sus padres, a la saba de rogar a Dios que le li
edad de diez años, para inscribir brara de la priíión de este cuer
se en el número de los catecúme po mortal. Pero al oírle sus dis
nos. Habiendo ingresado a los cípulos le dijeron: “ Padre, ¿por
quince años en la milicia roma qué nos abandonas? ¿A quién
na, sirvió en ella primeramente dejarás al cuidado de tus pobres
bajo Constantino y después bajo hijos?” Y conmovido Martín por
Juliano. En una ocasión en que estos acentos, rogaba a Dios en
no poseía sino sus armas y la esta forma: “ Oh Señor, si toda
vía soy necesario a vuestro pue quién confiarás tus hijos descon
blo. no rehusó el trabajo". solados? * Porque lobos rapaces
. Conocedor el bienaventu penetrarán en tu rebaño. V . Sa
rado Martín, desde largo tiempo, bemos. en verdad, que deseas
de la proximidad de su muerte, juntarte con Cristo, pero tu ga
dijo a sus hermanos * Que la di lardón está ya asegurado; ten,
solución de su cuerpo era inmi pues, compasión de nosotros, a
nente porque sentía ya romperse quienes desamparas. Porque. Glo
sus vínculos, y . Comenzaron de ria al Padre. Porque.
repente a abandonarle las fuer III NOCTURNO
zas, y reuniendo1 a sus discípulos
Ant. 1. Nuestro Señor Jesu
les dijo. Que la disolución.
cristo * no predijo que vendría al
mundo revestido de púrpura u
Lección VI
ostentando una brillante diade
\ T iENOO sus discípulos que a ma.
pesar del ardor de la fiebre, 2. Martín, sacerdote de Dios,
continuaba acostado en posición * abiertos están para ti los cie
supina y sin cesar en sus oracio los y el reino dé mi Padre.
nes, rogáronle que cambiara de 3. Martín, sacerdote de Dios,
posición y que descansara incli * pastor egregio, ruega a Dios
nándose un poco hasta que dis por nosotros.
minuyera la violencia del mal. y . Tú eres sacerdote sempi
Pero Martín les dijo: “ Dejadme terno. I}. Según el orden de
mira/ al cielo más bien que a la Melquisedec.
tierra, para que mi alma, que
L e c c ió n del san to E v an g elio
está a punto de volar al Se
s e g ú n sa n L ucas
ñor, se dirija hacia el camino que
debe seguir” . Próxima ya la Lección VII Cap. 11, 33-36
muerte, vió al enemigo del gé p N aquel tiempo: Dijo Jesús a
nero humano, y le dijo: “ ¿Qué sus discípulos: Nadie en
haces aquí, bestia cruel? Nada ciende una lámpara para ponerla
encontrarás en mí que te perte en un lugar escondido, ni debajo
nezca” . Y pronunciando estas pa de un celemín; sino sobre un
labras, entregó su alma a Dios, candelero, para que los que en
a la edad de ochenta y un años. tran vean la luz. Y lo que sigue.
Una legión de Angeles le recibió
en el cielo, a los cuales varios H o m il ía sa n A m brosio
de
personajes, entre ellos, san Seve- O b is p o
rino, Obispo de Colonia, oyeron l*ibro 7 de los Comentarios sobre
cantar las divinas alabanzas. u n Lucas
I£. Dijeron los discípulos al de haber declara
e sp u é s
bienaventurado! Martín; Padre, do la superioridad de la
¿por qué nos abandonas? ¿A Iglesia robre la Sinago
ga, el Salvador nos >exhorta a tiene en laisombra, mientras que
que pongamos más bien nuestra la gracia nos ilumina. Nadie cir
fe en la Iglesia. Y efectivamen cunscriba, pues, su fe en la me
te: la fe viene simbolizada en dida angosta de la ley; pónga
la Escritura por una lámpara: la cada uno en la Iglesia, en la
“ Lámpara que ilumina mis pasos que brilla la gracia en los siete
es tu palabra, oh Señor” . Pues dones del Espíritu Santo, y a la
como la palabra de Dios es el cual Jesucristo, príncipe de loe
objeto de nuestra fe, y esta mis Sacerdotes, ilumina con los es
ma palabra de Dios es una luz, plendore* de su ex.-sisa divini
así la fe es una luz. “ Era la luz dad; póngála en ella, para que
verdadera que ilumina a todo no quede amortiguada por la
hombre que viene a este mun sombra de ía ley. ! Así, la lámpa
do” . Pero un lámpara no puede ra que el Sumo Sacerdote, bajo
brillar si no recibe la luz de otra el antiguo rito de los judíos,
parte. acostumbraba encender todas las
1$. Oh bienaventurado varón, mañanas y ¡tardes, ha cesado ya
en cuyo tránsito canta la muche de brillar como extinguida bajo
dumbre de los Santos, se regoci el celemín; y la Jerusalén terre
jan los coros de los Angeles. * na, aquella ciudad “ que condenó
Y acuden a su encuentro ento a muerte a los Profetas” , per
nando salmos todas las legiones manece escondida y como sepul
de las virtudes celestes, y . tada en el valle del llanto; al
La Iglesia se fortalece con su paso que, por estar situada la
virtud; la manifestación de su Jerusalén celestial, en la jcual
santidad contribuye a la gloria milita nuestra fe, sobre la más
de sacerdocio; Miguel y sus An alta de las montañas, Jesucristo,
geles le suben a los cielos. Y no puede permanecer oculta en
acuden. tre las tinieblas y ruinas de este
Cuando la Lección IX no correspon mundo, sino que, resplandecien
da a ningún Oficio conmemorado, la do a la luz del sol eterno, ilu
Lección V III se dividirá en dos a
partir de la sefíal 1. mina nuestras almas mediante
los destellóte espirituales de la
L ección VIII gracia.
1^. Maijtín, lleno de júbilo,
| A lámpara que ha de encen es recibido ien el seno de Abra
derse es la aptitud de nues hán : aq u el!Martin, acá pobre y
tra mente y de nuestros sentidos humilde, * ¡Entra rico en el em
para encontrar la dracma perdi píreo, glorificado por himnos ce
da. Nadie ponga, por consiguien lestiales. y . El obispo Martín
te, su fe bajo la ley; porque la abandonó este mundo: perla del
ley está limitada por una medi sacerdocio, Ivíve en Cristo. En
da, mientras que la gracia care tra. Gloria al Padre. Entra en
ce de medida; la ley nos man el gozo.
D e san M en as, M á r t ir Loa Salmos de la Dominica, página
33.
L ecció n IX 2. Señor, si todavía soy ne
cesario a vuestro pueblo, no me
la persecución de
u ra n te niego a trabajar: hágase vuestra
los emperadores Diocle- voluntad.
ciano y Maximiano, M e 3. jOh varón inefable, * no
nas, soldado cristiano, natural vencido por el trabajo e inven
de Egipto, se había retirado al cible ante la muerte, que no te
desierto para entregarse a la mió el morir ni rehusó el vivir!
penitencia. En el día del natali 4. Con los ojos y las manos
cio de los emperadores, que * siempre levantados al cielo, su
el pueblo celebraba con espec espíritu invicto se entregaba in
táculos, entró súbitamente en el cansablemente a la oración.
teatro y se pronunció atrevida 5. M artín, * lleno de júbilo,
mente contra las supersticiones es recibido en el seno de Abra
paganas. Por ello fué preso y hán: aquel M artín acá pobre y
conducido a Cotyea, metrópoli humilde, entra rico en el empí
de la Frigia, gobernada entonces reo, glorificado por leu himnos
por el perfecto Pirro. Después celestiales.
de haber sido cruelmente azo Ant. del Bened.— |Oh varón
tado con unas correas, le ator bienaventurado, * cuya alma en
mentaron sobre el caballete, le tra en posesión del paraíso; por
quemaron con ascuas los costa lo cual se alegran los Angeles, se
dos, frotaron sus llagas con un regocijan los Arcángeles, aclá
duro cilicio, y le arrastraron li male el coro de los Santos y le
gado de pies y manos sobre un invita la multitud de las Vírge
zarzo erizado de puntas de hie nes. Quédate con nosotros por
rro, le hirieron pegándole con azo toda la eternidad!
tes plumbeados, y por fin, le
acabaron con la espada y le arro O ración
jaron al fuego. Retirado de allí
Dios, que veis cuán im-
su cuerpo; e inhumado por los posible nos es subsistir por
cristianos, fué después traslada
nuestras propias fuerzas: conce
do a Constantinopla.
dednos propicio que seamos de
fendidos contra toda adversidad,
LAUDES Y HORAS por la intercesión de san Martín,
vuestro Confesor y Pontífice.
Ant. 1. Dijeron los discípu
Por nuestro Señor.
los * al bienaventurado M artín: C o n m em oració n de S a n M e n a s, M á r
¿Por qué, padre, nos dejas? ¿A t ir :
quién nos confías, desventurados A nt.— E l que aborrece a su
de nosotros? ¿N o ves que los alma en este mundo, la guarda
lobos rapaces invadirán tu grey? para la vida eterna.
y . El justo florecerá como Se hace Conm emoración del Oficio
siguiente.
la palma. 1$. Se elevará como el Las Com pletas de la F eria ocurren*
cedro del Líbano. le.
Oración
Q s suplicamos, omnipotente Día 12 de Noviembre
Dios, nos concedáis que, con
la celebración del nacimiento San Martín I
a la vida eterna de vuestro Már Papa y Mártir
tir, el bienaventurado Menas, se Sem idoble
aumente y crezca en nosotros
Todo se toma del Com ún de un
por su intercesión el amor de M á rtir, pág. 5S8, menos lo que sigue:
vuestro nombre. Por nuestro Se
Ant. — Este Santo luchó has-,
ñor.
ta la muerte por la ley de su
En las Horas, las Antífonas y Sal* Dios, y no temió las palabras de
mas de la Feria ocurrente; en Pri*
n a, la Lección breve, y en las de* los impíos, ya que estaba apoya
más Horas la Capitula y el Respon* do sobre la piedra firme.
sor ¡o breve, se toman del Común. No
obstante, si en algún lugar se celebra y . Le coronasteis, Señor, de
esta Fiesta con rito doble de primera gloria y honor. IJ. Y le consti
0 segunda dase, en las Horas se di
rán las Antífonas de Laudes y los tuisteis ¿obre las obras de vues
Salmos de la Dominica, como en las tras manos.
Fiestas.
Oración
II VISPERAS
Q h Dios, que nos alegráis con
Las Antífonas de Laudes; los Sal
mos de la Dominica, pág. 49, pero la anual solemnidad del bien
en lugar del último, el Salmo 78, aventurado Martín, vuestro Már
pág. 156.
La Capitula y el Himno como en las tir y Pontífice: concedednos pro
1 Vistieras. picio, que también gocemos de
y . El Señor condujo al jus la protección de aquel cuyo na
to por caminos rectos. 1$. Y le cimiento a la vida eterna ce
mostró el reino de Dios. lebramos. Por nuestro Señor.
Ant. del Magnif.— ¡Oh bien
II NOOTURNO
aventurado Pontífice, * que ama
ba a Cristo con todo su cora Lección IV
zón y no temía el poder de los
Césares! ¡Oh alma santísima, a r t ín , natural de Todi
que aunque no fué arrancada de (Umbría), esforzóse des
esta vida por la espada de los de el principio de su
perseguidores, no perdió, sin em pontificado, mediante sus cartas
bargo, la palma del Martirio l y los legados que envió, en con
La Oración: O h D io s que v eis, de ducir de los funestos errores de
Laudes. la herejía a la verdad de la fe
católica a Paulo, Patriarca de ce de noviembre. Pasado algún
Constantinopla. Apoyado éste tiempo, su cuerpo fué trasladado
por el emperador Constante, a Roma y depositado en la igle
también hereje, había llegado en sia consagrada a Dios bajo la
su locura al extremo de desterrar advocación de san Silvestre y
a diversas islas a los legados de san Martín. Gobernó la Iglesia
la Santa Sede. El Papa, justa por espacio de seis años, un mes
mente indignado ante este cri y veintiséis dias. En dos or
men, le condenó en un concilio denaciones efectuadas en el mes
que se celebró en Roma con de diciembre, ordenó a once
asistencia de ciento cinco Obispos. Presbíteros y a cinco Diáconos,
y consagró a treinta y tres obis
pos de diversos lugares.
Lección V
En el III Nocturno, la Homilía so
bre el Evangelio: S i alguna, del Co
L )o r esta causa, envió Constan- mún de un Mártir, en el primer lu
te a Italia al exarca Olimpio gar, pág. 563. Como Responsorio V III,
se dice: S eñ o r, v o t le prevenú tris.
con la orden de hacer matar al Las Vísperas, del Oficio siguiente,
Papa Martín o de conducirlo a a partir de la Capitula, con Conmemo*
ración del precedente.
su presencia. Habiendo, pues,
Olimpio llegado a Roma, mandó
a un lictor dar muerte al Papa
mientras celebrara solemnemen D ía 13 de Noviembre
te la misa en la basílica de San
ta María la Mayor; ocurrió em San Diego
pero, que al proponerse este sa C o n feso r
télite ejecutar la orden, quedó de
Semidoble
repente ciego.
Todo se toma del Común de un Con
fesor no Pontífice, pág. 598, menos lo
Lección VI que sigue.
Si en las. I Vísperas esta Fiesta ha
A partir de aquel momento ca- sido únicamente conmemorada, se ter
yeron varias desgracias so mina la primera estrofa del Himno de
acuerdo con la indicación ( L . h.)
bre el emperador Constante;
pero éste, lejos de enmendarse, Oración
envió a Teodoro Calíope a R o
ma con orden de apoderarse del /"^H Dicv> omnipotente y eter-
Papa, el cual fué preso valién no, que por una disposición
dose de un engaño, conducido a admirable, elegís lo que el mundo
Constantinopla y desterrado des considera como flaco para con
de allí al Quersoneso, donde fundir a los fuertes: conceded
abrumado por los males que propicio a nuestra humildad, que
había padecido por la fe cató por las piadosas oraciones de
lica, y habiéndose distinguido por san Diego, vuestro Confesor,
varios milagros, murió a los do merezcamos ser sublimados a la
gloría eterna en los cielos. Por llosas y penetrantes, que habla
nuestro Señor. ba de las cosas celestiales en
Se hace Conmemoración del Oficio forma admirable a pesar de ca
precedente: recer en absoluto de formación
Ant.— El que quiera venir en literaria.
pos de mí, niégucsc a sí mismo,
y tome su cruz, y sígame.
L ección V
y . El justo florecerá como
la palma. I£. Se elevará como el p N las islas Canarias, donde
cedro del Líbano. fué guardián del convento de
su Orden, y donde vió en parte
Oración satisfechas sus ansias de marti
rio por las muchas tribulaciones
Dios, que nos alegráis con
que tuvo que soportar, convirtió
la anual solemnidad del
gran número de infieles, con sus
bienaventurado Martín, vuestro
palabras y ejemplos, a la fe de
Mártir y Pontífice: concedednos
Jesucristo. Habiendo ido a R o
propicio que también gocemos de
ma en el año del jubileo, bajo
la protección de aquel cuyo na
el Pontificado, de Nicolás V, y
cimiento a la vida eterna cele
siendo destinado al cuidado de
bramos. Por nuestro Señor.
los enfermos en el convento de
Ara Cceli, mostró en el desem
II NOOTURNO
peño de este cargo una tan ar
L ección IV diente caridad; que, a pesar de
la carestía que afligía la ciudad,
ie g onació en España, en los enfermos que le estaban con-
ei pueblo de san Nico ñados, y cuyas llagas curaba a
lás del Tuerto (diócesis veces besándolas, no carecieron
de Sevilla). Hizo desde su in nunca de las cosas necesarias.
fancia el aprendizaje de la per Vióse además resplandecer en él
fección en una iglesia solitaria una fe muy viva unida al don
bajo la dirección de un piadoso de curar a los enfermos, a los
sacerdote. Luego, para unirse cuales practicaba unciones en
más íntimamente a Dios, enca forma de cruz i con el aceite de
minóse a Arrizafa, al convento una lámpara que ardía ante la
de los Frailes Menores llamados imagen de la santísima Madre
de la Observancia, donde profe de Dios, objeto de su más tier
só como lego bajo la regla de na devoción.
san Francisco. Sometido allí, con
ánimo gozoso, al yugo de la hu
L ecció n VI
milde obediencia y de la obser
vancia regular, y dedicándose so O ok último, sintiendo aproxi
bre todo a la contemplación, re marse, cn Alcalá de Hena
cibió dc Dios luces (an maravi res, el fin de su vida, y no lie-
vando sobre sí más que una ropa: que, por su intercesión, movi
usada y andrajosa, con la mira dos y alentados también nosotros
da puesta en la cruz, pronunció de ese mismo Espíritu, no nos
devotamente estas palabres del avergoncemos de dar nuestra
himno sagrado: “ Dulce leño, vida por los hermanos. Por nues
dulces clavos, que merecisteis tro Señor... en unión del mismo
llevar al Señor, R ey de los cie Espíritu Santo...
los” . Terminadas las cuales, en Se hace Conmemoración del Oficio
precedente:
tregó su alma a Dios, en la vigi
lia de los idus de noviembre del A n t.— Este varón, desprecian
año de gracia mil cuatrocientos do al mundo y lo terreno, con su
sesenta y tres. Su cuerpo fué de triunfo, depositó en el cielo las
jado varios meses insepulto para riquezas alcanzadas con su ple
satisfacer el piadoso deseo de garia y buenas obras.
los que acudían a verle; y como y . E l Señor condujo al jus
si estuviera ya revestido de la to por caminos rectos. 1$. Y le
inmortalidad, difundía un suave mostró el reino de Dios.
perfume. L a fama de los mu
chos milagros con que resplan O ración
deció, movieron al papa Sixto V
/ ^ h Dios omnipotente y eter-
a canonizarle.
En el I I I Nocturno, la Hornilla so*
no, que, por una disposi
bre el Evangelio: N o ten éis vosotros ción admirable, elegís lo que el
q u e tem er, del Común de un Confe mundo considera como flaco pa
sor no Pontífice en el segundo lugar,
página 607. ra confundir a los fuertes: con
Las Vísperas, del Oficio siguiente, ceded propicio a nuestra humil
con Conmemoración del precedente.
dad, que por las piadosas ora
ciones de san Diego, vuestro
Confesor, merezcamos ser subli
D ía 14 de Noviembre mados a la gloría eterna en los
cielos. Por nuestro Señor.
San Josafat
O bispo y M ártir II NOCTURNO
Doble L e c c ió n IV t
Todo se toma del Común de un Már
tir, pág. 558, menos lo que sigue:
osafat Koncewicz nació
de nobles y católicos pa
O ración dres, en Vadimir (Voli-
nia). Cuando en una ocasión,
r \ s rogamos, Señor, excitéis en siendo aún muy niño, estaba es
^ vuestra Iglesia aquel Espí cuchando ante una imagen de
ritu, del cual, lleno vuestro M ár Jesús crucificado una explicación
tir y Pontífice san Josafat, dió de su madre sobre la Pasión de
su vida por sus ovejas; para Jesucristo, un dardo salido del
II fírrf 7»
lado del Salvador vino a herirle sor enérgico de la verdad
en el corazón. Abrasado desde la unidad católicas, procuritiqqg
entonces en el wnor de Dios, todas sus fuerzas el retorno d t
consagróle con tal fervor a la los cismáticos y herejes a. U
oración y a otros ejercicios de comunión con la cátedra de san
piedad, que era un modelo y ob Pedro. En lo que toca al sobe*
jeto de admiración para los jo- rano Pontifice y a la plenitud
vencitos mayores que él. Habien de su autoridad, siempre procu
do ingresado en el claustro a ró tomar su defensa contra las
los veinte años, abrazó la vida calumnias imprudentes y los
monástica entre los religiosos de errores de los impíos, ya en dis
la Orden de San Basilio, y pro cursos ya en escritos llenos de
gresó admirablemente en la per piedad y doctrina. Reivindicó la
fección evangélica. Andaba des jurisdicción episcopal y loe bie
calzo a petar de lo riguroso del nes de la Iglesia que los laicos
invierno en aquellas comarcas; habían usurpado. Parece increí
no probaba nunca la carne y sólo ble el gran número de herejes
por obediencia bebia vino; cas que fueron atraídos por él al
tigó su cuerpo, hasta el fin de seno maternal de la Iglesia, y en
su vida, con un aspérrimo cilicio. lo referente a la unión de la
"Mantuvo intacta la flor de la Iglesia griega con la latina, las
virginidad, a la cual se habia obli declaraciones de los soberanos
gado con voto ofrecido durante Pontífices atestiguan claramente
su adolescencia a la Virgen Ma que Josafat fué uno de sus prin
dre de Dios. No habiendo tarda cipales promotores. Para este fin,
do en extenderse la fama dc $¡u como para dar a los edificios sa
ciencia y virtud encargósele, grados el esplendor debido, edi
siendo aún muy joven, la direc ficar casas destinadas a las vír
ción del monasterio de Bythen; genes consagradas a Dios, y sos
poco ' después llegó a ser Archi tener otras obras pías, dió gus
mandrita de Vilna y después, tosamente las rentas de su me
muy a pesar suyo, pero a ins sa episcopal. Su liberalidad para
tancias de los católicos, fué nom con los indigentes fué tanta, que,
brado arzobispo de Folotsk. cierto día, no encontrando nada
para aliviar la miseria de una
L ección V pobre viuda, empeñó su manto
episcopal.
de esta dignidad, Jo-
T 3 evestido
safat en nada cambió el gé L ección VI
nero de vida que antea llevaba
y tomó a pechos únicamente el p L incremento que de todo ello
favorecer el culto divino y ase- se siguió de la fe católica
gurár la salvación del rebaño excitó el odio de ciertos hombres
confiado a su vigilancia. Defen corrompidos, hasta el punto que
jltguoQ i -r r*
p tn « ec'.ir .1 '• ne ir.c •;» : ;• >
este cimpior, i± Cr.s.c E. lVV í U '. í ?. -V -• .. A .V f-.A
m o santo anuido la m u e r . c i c <?ar¿ér.a.íi y er. oí
que e$iib¿ amenaza io. y haritr.- Patriarcas. Me::oroluano$ y
do llesradc a \Y.?rsi. cor. e. r.r. Obi.ivv? <>•< ’.o# tr.o.v ve-
practicar la visiu yv^'-or-v - vio •.oc.v> yvvuo* .vi
conspiradores invadieron el pala- <mundo en numero vio \\uu\imo»
ció episcopal e hirieron v aseíi- aproximadamente. en la basílica
naron a los que allí se hallaban. Vaticana, le inscribió solemne
Al momento, Josafat, con admi mente en el catálogo de los
rable dulzura se presentó ante santos en concepto de primer de
los que le buscaban, y en tono fensor de la unidad de la Iglesia
amical les dijo: “ Amados hijos, entre los orientales. El soberano
¿por qué maltratáis a mis ser pontífice León X III extendió a
vidores? Si me buscáis a mí, aquí la Iglesia universal el Oficio y
me tenéis.” Inmediatamente los Misa de san Josafat.
asesinos se precipitaron sobre
él, le abrumaron a golpes y III NOCTURNO
le atravesaron con sus armas,
L ección del santo E vangelio
hasta que, por último, después de según san J uan
darle muerte con un fuerte ha
chazo arrojaron su cadáver a Lección VII Cap. 10, 11-16
río. Sucedió esto en doce de
noviembre del año mil seiscien p N aquel tiempo: Dijo Jesús
tos veintitrés, teniendo Joiafat a los fariseos: Yo soy el buen
cuarenta y tres años. Su cuerpo, pastor. El buen pastor da su
que despedía un fulgor mara vida por sus ovejas. Y lo que
villoso, fué sacado del fondo del sigue.
río. Los asesinos del Mártir fue
ron los primeros en sentir los H omilía de san J uan C risóstomo
Homilía 59 sobre tan Juan
efectos saludables de su san
griento martirio, pues, condena madísimos míos: Grande
dos todos a la pena capital, abju es en verdad en la Igle
raron el cisma, y reconocieron sia católica el cargo de
la enormidad de su crimen. Y prelado, y para su desempeño
como el santo obispo se hiciera se requieren una sabiduría y
célebre por numerosos milagros, fortaleza n a d a comunes que
el soberano pontífice Urbano VIII hagan capaces, según dijo Je
le concedió los honores de la bea sucristo, de dar la vida por las
tificación. Pío IX , tres días antes ovejas, de no abandonarlas ja
de las calendas de julio del año más, y de resistir generosamente
mil ochocientos sesenta y siete, al lobo. En esto se diferencian
con ocasión de las fiestas solem el pastor y el mercenario: en
que mientras el uno .piensa sólo ente así del ladrón como del mer
en su propia conservación, sin cenario; muéstrase en primer lu
preocuparse de las ovejas, el otro gar, diferehte de los que vienen
piensa continuamente en la sal para perder a los demás, cuando
vación de las ovejas, aun en de dice que él “ vino para que ten
trimento de su propio interés. gan vida, y la tengan más abun
Después de haber descrito al dante” ; y diferente, Asimismo,
pastor, Jesucrito menciona dos de aquello^ cuya negligencia per
clases de individuos que pueden mite al lobo arrebatar las ove
perjudicar a las ovejas: el la jas; lo cuál prueba -diciendo que
drón que las mata y las roba, él “ da la vida por sus ovejas,
y el mercenario que lo permite, para que no perezcan” . Y efec
no defendiendo a las ovejas que tivamente,' sabiendo que los ju
le están confiadas. díos maquinaban su muerte, no
dejó porl ello de difundir sU
L ección VIII doctrina ni abandonó a sus discí
pulos, sino que se mantuvo firme
W em o sque, ya de antiguo,
hasta morir; por esto pudo de
Ezequiel les increpaba con
cir con frecuencia: “ Y o soy el
estas palabras: “ ¡A y de los pas
tores de Israel, que se apacien buen pastor” . No pudiendo, em
pero, probar anticipadamente to
tan a sí mismos! ¿Acaso no son
los rebaños los que deben ser da su aserción (por si bien estas
apacentados por los pastores?” palabras: “ Y o doy mi vida” , no
Pero ellos hacían lo contrario, tardarían ¡en cumplirse, el cum
lo cual constituye una gran mal plimiento 1de estáis otras: “ para
dad y es causa de numerosas que tengan vida y la tengan más
calamidades, Por eso añade el abundante” , no se vería sino en
Profeta: “ No recogieron las ove la vida futura), confirma esta
jas descarriadas, ni fueron en última aserción con el cumpli
busca de las ovejas perdidas, ni miento dé la primera.
bizmaron las perniquebradas, ni Te Drttm. p á g . 6 .
Las Víspera*, del Oficio siguiente, a
curaron la»s débiles o enfermas, partir de la Capitula, con Conmlmo-
porque cuidaban, sí, de apacen reción del precedente.
tarse a sí mismos, y no de apa
centar mi rebaño” . Lo mismo
viene a significar san Pablo con
D ía 15 de Noviembre
estas otras palabras: “Todos pro
curan por sus propios intereses;
no por los de Jesucristo” .
San ¡Alberto Mazno
O bispo, C o n feso r y D o cto r
L ección IX D o b le
ras de gloría. II N O O T U R N O
Ant. del Magnif. — Oh D oc L e c ció n IV
tor excelso, * luz de la santa
Iglesia, bienaventurado Alberto, l b e r t o , al cual su ciencia
amante de la divina ley, ruega extraordinaria valió el
por nosotros al H ijo de Dios. sobrenombre de Grande,
nació en Lavingen, sobre el D a
O ración nubio, en Suabia. Desde su in
fancia recibió uiia educación es
Dios, que engrandecisteis merada. Después se expatrió por
al bienaventurado Alberto, razón de estudios, y se instaló
vuestro Pontífice y Doctor, me en Padua donde por consejo del
diante la sumisión de la sabidu beato Jordán pidió le admitieran
ría humana a la fe divina; os en la familia dominicana a pe
suplicamos nos concedáis que de sar de la oposición de su tío. Ad
tal suerte sigamos las lecciones mitido a la Orden, se consagró to
de su magisterio, que gocemos talmente a Dios y se distinguió
de la perfecta luz en los cielos. por su fidelidad a la Regla, por
Por nuestro Señor Jesucristo, su piedad y por el ardor de una
que con V o s... devoción filiad y tierna a la V ir
Se hace Conmemoración del Oficio
gen M aría. Dispuso de tal mane
precedente:
ra el orden de su vida, antepo
A nt. — E l que quiera venir
niendo la oración al estudio, que
en pos de mí, niéguese a sí mis*
se hizo en gran manera idóneo
rao, y tome su cruz, y sígame.
para predicar la palabra divina
y . E l justo florecerá como
y procurar la salvación de las
la palma.
almas, tal como lo exigía la pro
J£. Se elevará como el cedro
fesión apostólica que había abra
del Líbano.
zado. A l poco tiempo fué envia
do a Colonia para completar sus
O ración
estudios, e hizo tales progresos
f ) s rogamos, Señor, excitéis en que superó a todos sus contem
vuestra Iglesia aquel Espí poráneos por ¿u diligencia en la
ritu, del cual, lleno vuestro M ár investigación y en el fomento de
tir y Pontífice san Josafat, dió casi todas las ciencias profanas,
su vida por sus ovejas; para que, y tan bien penetró la ciencia tic
por su intercesión, movidos y salvación bebida en la fuente de
alentados también nosotros de las divinas Escrituras, que, co
ese mismo Espíritu, no nos aver mo testimonió Alejandro IV ,
goncemos dé dar nuestra vida poseía en su alma toda su 'v i
por los hermanos. Por nuestro gorosa plenitud.
Lección V Lección VI
J ) ara que pudiese hacer parti
cipantes a los demás de los desempeñaba fun
JVA i e n t r a s
tesoros de las ciencias, fué nom ciones tan numerosas y tan
brado profesor de Hildesheim y importantes, daba también ejem
después de Friburgo, de Ratis- plos magníficos de perfección re
bona y Estrasburgo. Fué objeto ligiosa y por ello sus hermanos lo
de la admiración universal como eligieron Prior de la provincia
maestro de teología en la uni teutónica. Llamado a Anagni,
versidad de París, a la cual aña confundió ante el papa Alejandro
dió un nuevo título de gloria. IV a Guillermo1, cuya impía au
Demostró claramente el acuerdo dacia atacaba las órdenes men
entre la fe y la filosofía antigua dicantes. El mismo papa lo creó
al acomodar a esta última a los poco después obispo de Ratis-
rectos dictámenes de la razón. bona, y Alberto se consagró en
Escribió además admirables ex teramente a su rebaño procu
posiciones, y sus numerosos es rando, a la vez, con gran cuida
critos, que versan sobre casi to do no modificar en un ápice la
das las ciencias, prueban clara simplicidad de su tenor de vida
mente los progresos que su es ni su amor a la pobreza. Re
píritu ardiente y su aplicación nunció después a su cargo, pe
infatigable imprimieron a todas ro con la disposición de conti
ellas, y sobre todo a las ciencias nuar con la misma solicitud los
sagradas. Volvió otra vez a Co trabajos propios del oficio epis
lonia para dirigir la escuela su copal, y así ejercitó los minis
perior de su Orden y lo hizo con terios espirituales en la Ger
tanto éxito, que su autoridad y mania y países limítrofes. Daba
su reputación científica fué cada justos y saludables consejos con
día en aumento en todas las es gran solicitud a los que se los
cuelas. Amó especialmente a su pedían y procuró con tanto em
discípulo Tomás de Aquino, del peño dirimir las querellas, que
cual fué el primero en notar y no sólo la ciudad de Colonia re
anunciar la profundidad intelec conoció en él un mediador pa
tual. La pía devoción que man cífico, sino que hasta los prela
tenía al Santísimo Sacramento dos y los príncipes le llamaron
del Altar le inspiró bellísimos es de muy lejos para que fuera ár
critos, y por sus enseñanzas bitro en sus diferencias. Alber
acerca de la mística facilitó a to recibió de san Luis, rey de
las almas sus caminos con tanta Francia, reliquias de la Pasión
eficacia,, que el celo fructuoso de de Cristo, hacia la cual tpnía
i este gran maestro difundió la una particular devoción. En el se
\ piedad en toda la Iglesia. gundo concilio de Lyón hubo. de
1. Guillermo de Saint-Amour.
solucionar asuntos de gran impor gloria de su compañía. Por
tancia. Obligado, en fin, por la nuestro Señor.
edad a renunciar a la enseñanza, S e h a c e C o n m e m o ra c ió n d el O fic io
se entregó a la vida contemplativa p r e c e d e n t e :
y entró en el gozo del Señor en Ant.— Oh Doctor excelso, luz
el año mil doscientos ochenta. de la santa Iglesia, bienaventu
Muchas diócesis y la Orden de rado Alberto, amante de la di
Predicadores, con la autoriza vina ley, rogad por nosotros al
ción de los Soberanos Pontifi Hijo de Dios.
ces, le habían tributado desde y . El Señor condujo al
mucho tiempo honores sagrados, justo por caminos rectos. IJ. Y
cuando el papa Pío XI confir le mostró el reino de Dios.
mando el voto de la Sagrada
Congregación de Ritos, extendió Oración
a la Iglesia universal la fiesta de
san Alberto Magno, después de Dios, que engrandecisteis
haberle concedido el título de al bienaventurado Alberto,
Doctor. vuestro Pontífice y Doctor, me
En el III Nocturno, la Homilía so-' diante la sumisión de la sabidu
bre el Evangelio: Vosotros sois la sal ría humana a la fe divina; os
de la tierra, «leí Común de Doctores, suplicamos nos concedáis que de
«ii el |irimcr lugar, pág. 595.
. Las Vísperas, del Oficio siguiente, a tal suerte sigamos las lecciones
partir de la Capitula, con Conmemora de su magisterio, que gocemos
ción del precedente.
de la luz perfecta en los cielos.
Por nuestro Señor.
L e c ció n VI
D ía 19 de Noviembre
/ ^ uando la basílica vaticana
amenazaba ruina por la ac Santa Isabel
ción del tiempo, fué gracias a la
V iuda
devoción de muchos Pontífices,
D ob le
totalmente reconstruida confor
me a un plan más vasto y mag T o d o se tom a del C o m ú n de S a n ta s
M u je r e s , pá g. 625, m enos lo que s i
nífico Urbano V III la consa
gue:
gró solemnemente en el año
A n t.— E l reino de los cielos
1626, en la misma fecha en
es semejante a un mercader que
que había sido consagrada
trata en perlas finas. Y viniéndo
cuando su primera erección.
le a las manos una de gran valor,
Respecto a la basílica de la vía
vende todo cuanto tiene y la
Ostiense, fué casi totalmente
compra.
destruida por un incendio en
y . Con esta tu gallardía y
1823; pero gracias a los cui
hermosura. I£. Camina, avanza
dados infatigables de cuatro
prósperamente, y reina.
Papas, ha sido reedificada, to
davía con mayor esplendor, y O ración
como vengada de su desastre.
Ofrecióse a Pío IX una ocasión, (~ )H Dios misericordioso, ilu-
la más favorable, para su con minad los corazones de
sagración; la reciente proclama vuestros fieles; y por las preces
ción del dogma de la Inmaculada gloriosas de la bienaventurada
Isabel, haced que despreciemos las viudas, de los huérfanos, de
las prosperidades del mundo y los enfermos y de los pobres.
gocemos siempre de la celestial Durante un hambre muy cruel se
consolación. [Por nuestro Se la vió distribuyendo libcralmente
ñor]. el trigo de su casa. Daba también
D espués se hace Conm emoración de asilo a los leprosos, les besaba
san Ponciano, P ap a y M á rtir:
las manos y los pies, e hizo
Ant.— Este Santo luchó hasta construir un gran hospital desti
la muerte por la ley de su Djos, nado a cuidar y alimentar a los
y no temió las palabras de los pobres.
impíos, ya que estaba apoyado
sobre la piedra firme.
Lección V
y . Le coronasteis, Señor,
de gloria y honor. I£. Y le cons A la muerte de su esposo, que-
tituisteis sobre las obras de vues riendo servir a Dios con
tras manas. mayor libertad, Isabel se despo
jó de todos los aderezos munda
Oración nos, se revistió de una túnica
grosera y entró en la Orden de
O mnipotente Dios, mirad con
Penitentes de san Francisco don
ojos propicios nuestra fla
de se hizo notar por su pacien
queza, y ya que nos agobia el
cia y humildad. Porque despoja
peso de nuestras acciones, haced
da de todos sus bienes, expulsa
que nos proteja la gloriosa in-
da de su propio palacio, y aban
tercesión del bienaventurado
donada de todos, soportó con un
Ponciano, vuestro Mártir y Pon
valor invencible las injurias, los
tífice. Por nuestro Señor.
sarcasmos y las maledicencias,
ofreciéndolo todo a Dios con
II NOCTURNO
gran gozo, humillándose hasta la
Lección IV práctica de los oficios más viles
cerca de los pobres y enfermos,
sabel, hija de Andrés,
¡SKI rey de Hungría, ze for procurándoles los alivios necesa
111 mó desde la infancia en
rios y contentándose de hierbas
y legumbres para su sustento.
el temor de Dios; y su piedad
creció al compás de los años. Ha
Lección VI
biendo contraído matrimonio con
Luis, Langrave de H esseyd eT u - R espues de haber pasado su
ringia, no puso menos celo en vida en el cumplimiento es
cumplir sus deberes para con crupuloso de estas obras de pie
Dios que para con su marido. Se dad y otras no menos santas, lle
levantaba por la noche para en gó por fin, el término de su ca
tregare largo tiempo a la ora rrera terrenal; ella lo habla ya
ción; consagrábase al servicio de profetizado a los que la rodea-
ban. Mientras estaba absorta en y consagró seis Obispos de di
la contemplación divina, durmió versos lugares.
se en el Señor con los ojos fijos En Laudes, Conmemoración de san
Ponciano, Papa y M ártir:
en el cielo después de haber sido
asistida maravillosamente por Ant.— El que aborrece a su
Dios, y confortada con la re alma en este mundo, la guarda
cepción de los sacramentos. Di para la vida eterna.
versos milagros se obraron en su y. El justo florecerá como
tumba, y después de su conoci la palma. ]$. Se elevará como el
miento y comprobación, Gregorio cedro del Líbano.
IX la inscribió entre cl número
de los santos. Oración
En el I I I N octurno, la H om ilía so
bre el E vangelio: E s sem ejante el reino
Dios, mirad con
/■Om n i p o t e n t e
de los cielos, del Común de Santas ojos propicios nuestra fla
M ujeres, pág. 630,
queza, y ya cjue nos agobia el pe
so de nuestras acciones, haced
D e san P o n c ia n o , P apa y que nos proteja la gloriosa inter
M á r t ir cesión del bienaventurado Pon
ciano vuestro Mártir y Pontifi
Lección IX ce. Por nuestro Señor.
L a s V ísperas, del Oficio siguiente, a
natural de Ro
o n c ia n o , partir de la Capitula, con Conmemo
ración del precedente.
ma, gobernó la Iglesia
bajo Alejandro Severo,
el cual relegó al santo Pontífice
a la isla de Cerdeña con el sacer
dote Hipólito, porque ambos pro Día 20 de Noviembre
fesaban la fe cristiana. Allí, des
pués de haber sido víctima de
San Félix de Valois
muchas calamidades por causa Confesor
de la fe de Cristo, terminó su Doble (L . h.)
Lección IV
D ía 25 de Noviembre
A ilustre virgen Catalina
Santa Catalina nació en Alejandría.
V irgen y M ártir Añadió desde su juven
Doble tud el estudio de las artes libe
Todo se toma del Com ún de V írg e
rales a los ardores de la fe, en
nes, pág. 6 1 J, menos lo que sigue: cumbrándose en muy poco tiem-
po hasta Ia más alta perfección Lección VI
de doctrina y de santidad; tanto,
que a los dieciocho años aven entonces que la espo-
/~ \c u r r ió
1. Jo., 3, 29.
2. Se lee en el pasaje evangélico comentado pojr la presente H om ilía.
3. Dan., 12, 3.
mQrada, a la cual se encami lemnidad de vuestro Apóstol An
naron, hospedándose en ella. ¡Oh, drés, cuya celebración anticipa
qué día tan feliz pasaron, qué mos, aumente nuestra devoción y
noche tan dichora! ¿Quién po asegure también nuestra salva
drá referirnos las cosas que es ción. Por nuestro Señor.
cucharon de boca del Señor? E n L a u d es, Conm em oración de san
Edifiquémonos, también nosotros, S atu rn in o , M á r tir :
Doble de I I clase
míos, que al
maldad, y . El Señor es el Dios
de las venganzas, y el Dios de
mi primer llamamiento, Pe
dro y Andrés dejaron sus redes y
las venganzas ha obrado con li siguieron al Redentor. No le ha
bertad; haz brillar tu grandeza bían visto hacer aún ningún mi
oh Juez de la tierra; da su me lagro, ni nada le habían oído de
recido a los soberbios. El cual cir sobre el beneficio de una re
Gloria al Padre. El cual. compensa eterna: ello no obstan
te, al primer mandato del Señor,
III NOCTURNO
olvidan y dejan todo cuanto po
Ant. 1. No permitas, Señor, seen. P e r o nosotros, ¿cuántos
que tu siervo * se separe de ti; milagros suyos no vemos? ¿por
tiempo es ya de entregar a la tie medio de cuántas pruebas no so
rra mi cuerpo, de que mandes mos aleccionados? ¿por virtud de
me presente a ti. cuantas amenazas procura ame
drentarnos? A pesar de todo, discípulo de Cristo, y que por ti
despreciamos el llamamiento del me reciba el que muriendo en
Señor. ti me redimió, y . ¡Oh buena
1$. Mientras Andrés contem cruz, que recibiste tu esplendor
plaba el cielo, oró y clamó con y hermosura de los miembros del
gran voz, y dijo: Pues que tú Señor! Recibe, Gloria al Padre.
eres mi Dios, y has querido mos Recibe.
trarte a mí, no permitas que sea
quitado de la cruz por este juez Lección IX
impío: * Y a que he conocido la O ero quizás diga alguno en el
virtud de la santa cruz. y . Oh secreto de su pensamiento:
Cristo, tú eres mi Maestro, al Esos dos pescadores, que casi na
que he amado, al que he conoci da tenían, ¿qué dejaron a la voz
do, al que he confesado; te su del Señor? Acerca de esto, ama
plico que me atiendas en esta pe
dísimos hermanos míos, antes
tición. Y a que.
debemos considerar el afecto de
Lección VIH la voluntad que el valor de la
cosa. Mucho deja quien no guar
A quel que nos exhorta a la da nada para sí; mucho deja
conversión, está ya en el quien lo deja todo, por poco que
cielo, ha sometido ya los genti tenga. Por lo contrario, nosotros
les al yugo de la fe, ha con poseemos con afición las cosas
fundido ya la gloria del mundo, que nos pertenecen, y buscamos
y ya nos anuncia, mediante las con nuestros deseos las que no
.ruinas que con tanta frecuencia son nuestras. Pedro y Andrés de
se presentan, la proximidad del jaron, pues, mucho cuando uno
día de su riguroso juicio. A pe y otro renunciaron al deseo mis
sar de ello, nuestra alma, enso mo de poseer.
berbecida, no. consiente en dejar T e Deum , pág. 6.
aún de buena voluntad lo que
pierde todos los días contra su LAUDES Y HORAS
propia voluntad. ¿Qué diremos,
L as Antífonas y la Capitula como
amadísimos hermanos míos, qué en las I Vísperas, pág. 1206.
diremos el día en que él nos juz Ant. del Bened. — Concédenos
gue, qué diremos nosotros, que
* este hombre justo, danos este
no nos apartamos del amor del hombre santo; no des la muerte
siglo presente ante los preceptos a este hombre grato a Dios, jus
del Señor, ni nos enmendamos to, pacífico y piadoso.
ante sus castigos?
Viendo la cruz, exclamó: Oración
¡Oh cruz admirable, oh cruz de
seable, oh cruz resplandeciente D ogam os humildemente, Señor,
ante todo el mundo! * Recibe al a vuestra majestad que, asi
como e! sanio apóstol Andrés fué ardientes deseosi: confiado y go
predicador y guía de vuestra zoso vengo a ti, para que asi
Iglesia, así también sea delante también tú cort gozo me reci
de Vos perpetuo intercesor en bas, como discípulo de aquel
favor nuestro. For nuestro Señor. que de ti estuvó pendiente!
TERCIA
FIESTAS DE DICIEMBRE
La Capitula de V ísperas, pág. 1306.
Salmos Graduales
Si se rezan en el Coro, se dicen antesde los Maitines del dia; fuera del
Coro, en el momento mis oportuno.
Los cinco primeros son los Salmos 119, 120 y 121 (págs. 77 y 78); 122 y
123 (pág. 100).
No se terminan por el Gloria alPadre; mas al final delúltimo, se dice:
Dedlcs, Señor , d descanto eterno. Se principian absolutamente, sin Antífona.
Al terminarlos, se dice' de rodillas:
* No sólo los sacerdotes, sino también los simples fieles hallarán en estas
preces las fórmulas más recomendables para la preparación y acción de gracias
de la sagrada Comunión.
bitan en vuestra casa; * por si otros. Jesucristo, tened piedad de
glos sin fin os alabarán. nosotros. Señor, tened piedad de
Bienaventurado el varón que nosotros.
de Vos tiene el auxilio; * están Padrenuestro, en secreto hasta
en su corazón vuestros caminos, y . Y no nos dejes caer en
en este valle de lágrimas, en lu la tentación. IJ. M as líbranos
gar apetecido.1 de mal.
Porque el legislador le bende y . Y o d ije: Señor, compa
cirá; irá haciéndose más fuerte deceos de mí.
de día en día, * hasta llegar a fy. Salvad mi alma, pues he
ver al D ios de los dioses en la pecado contra Vos.
celestial Sión. y . Inclinaos, Señor, hacia
Señor, Dios infinitamente nosotros.
fuerte, oíd mi oración; * con IJ . Y sed propicio a vuestros
ceded mi petición, D ios de Ja siervos.
cob. y . Venga a nosotros, Señor,
jOh Dios, protector nuestro! vuestra misericorida. I£. Según
* volved los ojos al rostro del hemos esperado en Vos.
que ungisteis por R ey de vuestro y . R evístanse de justicia
pueblo. vuestros sacerdotes. IJ . Y vues
Porque vale más que m il, * tros Santos se regocijen.
un día pasado en vuestros atrios. ¡ y . Purificadm e, Señor, de
Prefiero ser el últim o en la mis pecados ocultos. Y per
casa del Señor, * antes que habi donad a vuestro siervo los a je
tar en los palacios de los peca nos.
dores. y . Señor, oíd m i oración.
Porque ama D ios la miseri I£. Y mi plegaria llegue a
cordia y la verdad; * él dará Vos.
la gracia y la gloria. y . E l Señor sea con vos
N o negará el Señor los bienes otros.
a los que viven sin culpa; * I}. Y con tu espíritu.
bienaventurado es, oh Señor om
nipotente, el hombre que espera Oración
en Vos.
T nclinad , piadosísim o Dios, los
Gloria al Padre.
oídos de vuestra benignidad a
Salmos 84, pág. 161; 85. pág. 177;
115, pág. 76; 129, pág. 123. nuestras preces, e ilum inad nues
Después se repite: tro corazón con la gracia del E s
Ant .— N o os acordéis, Señor, píritu Santo, para que m erezca
de nuestros pecados, ni de los de mos administrar dignamente
nuestros padres, ni toméis ven vuestros misterios y am aros con
ganza de nuestras maldades. eterna caridad.
Luego se dice: ( jh Dios, a quien está patente
Señor, tened piedad de nos todo corazón, es manifiesta
toda voluntad, y conocéis rodos
O ríC jjz.n í :* u:íe :m.
Jo* secretos; purificad los senti
mientos de nuestro corazón me
O r a c ió n d e s a n A m b r o s io ,
diante la infusión del Espíritu
O b is p o
Santo, para q u e merezcamos
amaros perfectamente y alabaros 100 dias de indulgencia. León X III,
20 Diciembre 1884.
como corresponde a vuestra dig
nidad. Para el Domingo
A br asad , Señor, con el fuego C u m o Sacerdote y verdadero
del Espíritu Santo nuestras Pontífice Jesucristo, que os
pasiones y nuestro corazón, para ofrecisteis a Dios Padre, por hos
que con el cuerpo casto os sir tia pura e inmaculada en el ara
vamos y por la pureza de cora de la cruz en favor de nosotros,
zón os agrademos. miserables y pecadores, y que
r ) s * suplicamos, Señor, que el nos disteis vuestra carne en co
^ Espíritu Paráclito que pro mida y vuestra sangre en bebida,
cede de Vos ilumine nuestras y ordenasteis este' misterio en
mentes; y nos sugiera toda ver virtud del Espíritu Santo, dicien
dad, como prometió vuestro H i do: Cuantas veces celebraréis es
jo. tos misterios, hacedlo en memo
s rogamos, Señor, que nos ria m ía; os ruego por esta mis
O asista la virtud del Espíritu m a 6angre, precio inmenso de
nuestra salud, os ruego por aque
Santo; que purifique benigna
ta admirable e inefable caridad
mente nuestros corazones, y nos
con que os habéis dignado amar
defienda de toda adversidad.
nos a nosotros, miserables e in
Q h Dios, que iluminasteis los dignos, hasta el punto de lavar
^ corazones de vuestros fieles nuestros pecados con vuestra san
con la ilustración del Espíritu gre, que a mí, indigno siervo
Santo; concedednos que, con vuestro, a quien, entre otros do
fortados por este mismo Espíri nes, no por mérito alguno de mi
tu, gustemos lo que es recto, y parte, sino por vuestra sola mi
nos gocemos con su celestial con sericordia, os habéis dignado ele
solación var al estado del sacerdocio (o
f } s suplicamos, Señor, que al bien, Para los fieles: invitar al
visitarnos, purifiquéis nues convite eucaristico), me enseñéis
tras conciencias, para que v i a tratar tan excelente misterio con
niendo nuestro Señor Jesucristo aquel respeto y aquellos hono
halle en nosotros una morada res, con aquella devoción y te
bien preparada. E l cual con Vos mor que conviene y es necesario
vive y reina en la unidad del Es hacerlo. Enseñádmelo, os lo rue
píritu Santo, Dios, por todos los go, por vuestro Espíritu Santo.
siglos de los siglos. Amén. Haced, por vuestra gracia, que
íierupre crea y en:;enóa. U,:juí. yv»r.i q .o #<' x o iw rv e u
y profese firmemente. dica y tos mi cuerpo y mi ¿mu M i t i
piense de tan grande sacramento, ficad en mis miembro* los estí
aquello que a Vos os place y con mulos sensuales y todos los mo
viene a mi alma. Entre de tal vimientos de las pasiones, y con
manera vuestro espíritu tan bue cededme la verdadera y perpe
no en mi corazón, que deje oir tua castidad con los demás do
su voz sin ruido y me enseñe in nes vuestros, que en verdad os
sensiblemente sus palabras que placen, para que pueda ofreceros
contienen toda verdad. Vuestras el sacrificio de alabanza (o bien,
palabras son en gran manera pro para los fieles, asistir al sacri
fundas, y las cubre un velo sa ficio de alabanza) con cuerpo
grado. Por vuestra gran cle casto y puro corazón. ¡Con cuán
mencia, concededme que celebre ta contrición de corazón y abun
el santo Sacrificio (o bien, para dancia de lágrimas, con cuánta
los simples fieles, que me acer reverencia y respeto, con cuánta
que a la sagrada mesa) con lim castidad de cuerpo y pureza de
pio corazón y pura mente. L i alma debe ser celebrado este di
brad mi corazón de los pensa vino y celestial sacrificio, en el
mientos inmundos y perversos, que se come verdaderamente
vanos y dañosos. Fortificadme vuestra carne y se bebe verdade
con la piadosa y segura guarda ramente vuestra sangre, en el
y la vigilancia poderosísima de que lo más bajo se junta con lo
los bienaventurados Angeles, pa más excelso, lo terreno con lo
ra que los enemigos de todo bien celestial, en donde se hallan pre
sean confundidos. Por virtud de sentes los santos Angeles; en
tan gran misterio, y por el poder donde Vos sois el sacrificio y
de vuestro santo Angel, apartad sacerdote constituido de un
de mí y de todos vuestros siervos modo admirable e inefable.
el durísimo espíritu de soberbia
y de vanagloria, de envidia y Oración para el Martes
blasfemia, de fornicación e in
u ié n podrá celebrar digna
mundicia, de duda y desconfian Q mente este misterio, si Vos,
za. Sean confundidos los que nos
oh Dios omnipotente, no le hicie
persiguen, perezcan los que se
reis digno? Y a sé, Señor, lo sé
esfuerzan en nuestra perdición. verdaderamente, y lo confieso a
Oración para el Lunes vuestra misericordia, que soy in
digno de acercarme a tan gran
O cy de pureza y amante de la misterio por mis innumerables
castidad e integridad, apa pecados e infinitas negligencias.
gad en mi carne, con el celestial Mas también sé, y lo creo firme
rocío de vuestra bendición, el mente con todo mi corazón y
ardor de la abrasadora sensua- lo confieso con mis labios, que
Vos podéis hacerme digno, Vos, ceros como víctim a saludable y
el único que podéis limpiar al redentora. Os p r e s e n t o tam-
que fué concebido en pecado, y )ién, Señor, confiando en vues
hacer de los pecadores, justos y tra benignidad, las tribulaciones
santos. Os ruego, oh Dios mío, de los fieles, los peligros de los
por esta vuestra omnipotencia, pueblos, los gemidos de los cau
me concedáis a mí, pecador, ce tivos, las miserias de lo¿ huér
lebrar (o asistir a) este sacrificio fanos, las necesidades de los pe
con temor y temblor, con pureza regrinos, la indigencia de los dé
de corazón y abundantes lágri biles, las angustias de los enfer- •
mas, con alegría de espíritu y mos, las debilidades de los an
gozo celestial. Experimente mi cianos, los suspiros. de los jó v e
alma la dulzura de vuestra dicho nes, los anhelos de las vírgenes
sísima presencia y la protección y los lamentos de las viudas.
de vuestros santos Angeles que
me acompañen. Oración para el Ju eves
Pág. 69, 1.a columna, línea 11. Donde dice Véase pág. 83,
debe decir pág. 64.
Pág. 69, 1.a columna, línea 16. Donde dice Véase pág. 83,
debe decir pág. 65.
Pág. 111, 1.a columna, línea 21. Donde dice Véase pág. 138,
debe decir pág. 109.
Pág. 111, 1 columna, línea 32. Donde dice Véase pág. 139,
debe decir véase pág. 110, desde el \r . Mas Dios.
I n d i c e s
\
Indice numérico de los Salmos
Salmos Págs. Salmos P4gs. Salmos Pigs.
1 27 25 116 44 1 105
2 28 26 I 71 44 n 106
3 29 26 n 71 45 107
4 54 27 72 46 64
5 64 28 65 47 107
6 79 29 62 48 I 103
7 i 80 30 I 73 48 n 109
7 II 80 30 n 73 49 i 109
8 29 30 m 74 49 n 110
9 i 30 31 74 50 67
9 ii 30 32 i 75 51 116
9 in 31 32 n 76 52 117
9 iv 32 33 i 125 53 ^9
10 32 33 n 126 54 i 113
11 102 34 i 82 54 n 118
12 103 34 'n 33 55 119
13 57 34 m 83 56 120
14 57 35 136 57 120
15 103 36 i 85 58 i 121
16 58 36 n 35 58 i i 121
17 i 59 36 m 86 59 122
17 n 60 37 i 37 60 126
17 m 61 37 n 37 61 128
18 i 70 38 88 62 34
18 n 70 39 i 95 63 188
19 62 39 n 96 64 112
20 62 39 m 06 65 i 129
21 i 165 40 96 65 i i 130
21 ii 166 41 i 97 66 90
22 140 41 n 97 67 i 130
23 69 42 90 67 n HI
24 i 94 43 i 08 67 m 132
24 ii . 94 43 n 99 68 i 133
24 IIT 95 43 m 99 68 ii 133
Salmos Págs. Salmos Váxs. Salmos Vags.
O r d in a r io d e O f ic io d iv in o
S a l t e r i o d e l B r e v i a r io R o m a n o
Domingo ................................................................................................... 25
Feria Segunda ........................................................................................ 56
— Tercera ................................................................................................ 83
— Cuarta .................................................... ............................................ 105
— Quinta ................. ............................................................................... 128
— Sexta .................................................... .............. ............................... 152
Sábado ....................................................................................................... . 179
P r o p io d e T ie m p o
: : i:::::::::;::::::::::::::::::::::::;::::::::::::::::: »
— X X I ..................................................................... ...................... *8
- X X I I — — .................................................................................. 529
— X X I I I ............ ........................................................... ........................ 530
— III después de la Epifanía ............................................................ 533
_ I V ........... ............................................................................................. 535
_ v ........... ....................... 536
_ VI__ ZZZZZZZZZ.’ ............................................... 537
— X X IV después dePentecostés ...................................................... ‘C,39
Común de Santos
« S u l> a a V o s , S e ñ o r , l a o r a c i ó n i l e l . w l a n l e
y d e s c ie n d a s o b r e n o s o t r o s v u e s tr a m is r flfto r d ia .»
* Y m . it f \ i.sfii'nis*
B r e v ia r io R omano
EDICION C O M P L E T A
TR A D U C ID A Y ANOTADA
POR
Dom ALFONSO M.“ GUBIANAS, o. s. b.
MONJB D B LA A B A D Í A DB MO NTS ERR AT
ILUSTRACIO N CS DB
11. A . M U N N É Y B . G ILI R O IG
VO LU M EN II
D E L A S M A . T R IN ID A D A L A D V IE N T O
NIHIL O B S T A T
C en so r
R em iglus A y x e lá , O . S . B.
S . Th. Dr.
IM PRIM ATUR
D . M aurus E tch e v e rry , O . S . B .
A bb. G er.
D. P au lu s Van C a e te r , O . S . B .
C o n s. a S e cr.
L IC E N C IA D E L O RDIN AR IO
NIHIL O B ST A T : B lc e nK.s o r
D an iel S a lv a d ó P e n e lla , Pbro.
IMPRÍMASE: M iuubl db l o s S a n to d
O bisp o A . A . de B a rce lo n a
P o r m andato d e S E. Rvm a.
Dr. L u is Urpí C a r b o n e II, Pbro.
Canc. S erlo .
i!
DOCUMENTOS PONTIFICIOS
Dominica]
Número
Aureo
Letra
M iércoles Pascua
OÍ Epacta Septuagésim a de Ceniza
«10
//. Drev. 2
Calendario
ENERO
C a l. L a C ir c u n c is ió n d e l S e ñ o r y O c ta v a d e la
N a t i v i d a d , D o b lt de 11 clase.
El D om ingo en tre la C ircu n cisió n y la Ep¡<
fa n ia , E l S a n t í s i m o N o m b r e d e J e s ú s , D o
ble de I I clase.
x x ix b Iv O c t a v i de san E steb an , F ro to m ártir, S im p le.
x zv lli c Hi O c ta v a de san Ju an , A p . y E v a n g ., S im p le.
x x v il d D .p rec. O c ta v a de los santos Inocentes, M m ,, Sim ple.
XXVl e Nonas V ig ilia de !a E p ifa n ía , Sem id oble. Conm e
m oración de san T e le s fo io , P a p a y M á rtir.
26 x x v f vili E p i f a n í a d e l S e ñ o r , D ob le de I clase con
O c ta v a p rivile giad a de I I orden.
L a D om in ica in fra o cta v a de la E p ifa n ía , L a
S a g r a d a F a m ilia d e J e s ú s , M a r ía y José,
D ob le mayor. Conm . de la D om in ica y de
la O c ta v a .
x x lv K vil I I D ía de la in fra o c ta v a , Sem idoble.
xxiii A vi I I I D ía de la in fra o c ta v a , S em idoble.
xxli b v I V D ía de la in frc o c ta v a , S em idoble.
xxi c iv V D ía de la in fra o c ta v a , Sem idoble.
XX d i 11 V I D ía de la in fra o cta v a , Sem id oble. Conm .
de san H ig in io , T a p a y M á r tir .
xix e D .p rec. V I I D ía de la in fra o c ta v a , Sem idoble.
x v ill f Idus O c t a v a d e l a E p i f a n í a , D o ble mayor.
x v il K x ix S a n H ila rio , O b ., C o n f. y D o ct. de la Igle*
sia , D oble. Conm . de san F é lix , P resb . y
M á rtir.
x vl A xvill S a n P ab lo, prim er E rm itafto, C o n f., D oble.
Conm . de san M au ro, A b ad .
XV b x v ii S a n M arcelo I , P a p a y M á rtir , Sem idoble.
x lv c xvi S a n A n ton io, A b a d , Doble.
xiii d XV C á t e d r a d e s a n P e d r o e n R o u a , D o b le ma
yor. Conm . de san P ablo, A p ., y de santa
P r isc a , V ir g e n y M á rtir.
e x lv 19 Santos M ario , M a rta , A u d ifa x y H ab acu c, M m .,
x ll
Sim ple. Conm . dé san Can uto, R e y y M á rt.
xl f x iii 20 San tos F ab iá n , P a p a , y Seb astián , M m ., D oble.
X g x ll 21 San ta In é s, V irg e n y M á rtir, Doble.
ix A XI 22 Santos V ic e n te y A n a stasio , M m ., Sem idoble.
b X
23 ¡San R aim undo d : P e ñ a fo rt, C o n f., Sem idoble.
V ili
Conm . de santa E n ieren cian a, V ir g e n y M árt.
c ix 24 S an Tim oteo, O bispo y M á rtir , Doble.
vil 25
d vili C o n v e r s i ó n d e s a n P a b l o , A p ., D o b le mayor
vi
Conm . de san P ed ro, A p .
vil 26 S a n P olicarp o, O b. y M á rtir, D oble.
v e
C ic lo de Q
M es
la sE p a c ta s J
* x l*
xx v lll
xx vii San Casimiro, Conf., Semidobt«?. Conm. de snn
Lucio I, Papa y Mártir.
Santas Perpetua y Felicidad, H m „ Doble.
Santo Tomás ile Aquino, Con{. y .Doct., Do
ble.
San Juan de Dios, Conf., Doble.
Santn Francisca Homana, Vda., Doble.
Cuarenta santos Mártires, Semidoble. ,
A B R IL
x xlx
x x x v il San Francisco de Paula, Conf., Doble.
xx v ll
«5 x x v l San tsidro, OI»., Conf. y Doct., Doble.
x x v x xiv San Vicente Ferrer, Conf., Doble.
xxtll
xx(|
xxl
C ic lo de Q
.
na Epactan J
V,
M AYO
El V ie rn e s d espués de la O cta v a de C o rp u s
C h risti, S a c r a t í s i m o C o k a z ó n de Jesús,
D oble de I I clase con O ctav^ de I I orden.
JU N IO
xxvli üfc C a l. 1
2 San tos M arcelin o , Ped ro y Eiiasmo, M tn., S im
25 x xv l {* Iv
ple.
7-
x x v . x xlv 111 3
A D. prec. 4 San F ra n cisco d ara ccio lo , Cbfof., D oble,
xxili
x xii N onas 5 San B o n ifa cio , O b. y M á rt., D oble.
jp
xxi vill 6 S an N orberto, O b. y C o n f., Doble. .
XX vil ; 7
Xix % vi 8
xviil t V 9 San tos P rim o y F elicia n o , M m ., Sim p le.
x vil g iv 10 S an ta M a rg a rita , R ein a, V d a ., Sem idoble.
x vi A 111 11 S a n B e k n a b é , A r . , D oble mayor.
XV b D. prec. 12 S a n Juan de S an Facu n d o, C o n f., Doble. Con*
m em oración de los santos B a silid es, Cipria*
no, N abor y N azario , M in,
C ic lo de Q C8
la s E p actas M ea
Q
J U L IO
AGO STO
S E P T IE M B R E
I I , B rev, J
C ic lo de M ei
las E pactas
O CT U BR E
xxiv A ix 20
xxiii b III 30
xxll c D. prec. 31 V ig ilia .
L a últim a Dominica de O ctubre, F i e s t a d e
N . S . J e s u c r i s t o R e y , Doble de I clase.
N O V IE M B R E
D IC IE M B R E
XX C a l.
xix Iv San ta B ib ian a, V ir g . y
M á rt., Sem idoble.
xvill III San F r a n c is c o C o n f . , D oble mayor.
J a v ie r ,
xvi i D .p rec. San P ed ro C risólogo, O b ., C o n f. y D oct.,
D oble. Conm . de santa B á rb ara , • V ir g . y
M á rtir.
xvi Nonas s Conm. de san S ab as, A b ad.
XV vlll 6 S an N icolás, Ob. y C o n f., Doble.
xlv vll 7 S a n A m brosio, O b., C o n f. y D oct., Doble.
xiii vl 8 L a C o n c e p c ió n I n m a c u la d a d e l a B . V . M a
r í a , D o b le de I d a s e con O ctava com ún.
xii v 9 De la O c ta v a de la Concepción, Sem idoble.
xi Iv 10 D e la O cta v a , Sem idoble. Conm . de san M el
quíades, P ap a y C o nf.
x III 11 San D ám aso I , Papa y C o n f., Semidoble*.
ix Conm . de la O ctav a. '
D. prec. 12 D e la O cta v a , Sem idoble.
vili Idus 13 San ta L u c ia , V ir g y M á rt., Doble. Connt. de
la O cta v a . '
vii xix M D e la O c ta v a , Sem idoble.
vl xvlii 15 O c t a v a d e l a C o n c e p . In m a . d e l a B . V . M .,
D ob le mayor.
V xvli 16 San E nsebio, Ob. y M á rtir, Sem idoble.
iv xvi 17
Hi XV 18
ii x lv 19
I xiii 20 V ig ilia .
• xii 21 S a n to T o m A s, A p ,, D oble de I I dase.
xxix xi 22
xxvili X 23
xxvli ix 24 V ig ilia .
xxvi vlll 25 N a tiv id a d de N. J e s u c r i s t o , D oble de
S.
I d a se con O ctav a p rív il. de I I I orden.
35 x x v v ll 26 San E ste ra n , P r o t., D ob le de I I clase c
O ctava sim ple. Conm . de la O ctav a de la
N ativid ad .
xxlv vl 27 San J u a n , A p . y E v a n g . , D oble de I I clase
con O ctav a sim ple. Conm . de la O ctav a de
la N atividad .
xxili V S a n t o s I n o c e n t e s , M m ., D oble de I I d a s e
con O ctav a sim ple. Conm . de la O ctav
xxii iv San to T o m á s, O b. y M á rt., D oble. Conm . de
la O ctava de la N ativid a d .
xxl Hi D e la O ctav a de la N a tiv ., Sem idoble.
10 XX D .p rec. S a n S ilv e stre I , P ap a y C o n f,, D oble. Conm.
de la O ctav a de la N ativid a d .
DOMINICA^ MAYORES
Dominicas de I clase
Dominicas de U clase."
FERIAS MAYORES
Ferias privilegiadas
VIGILIAS PRIVILEGIADAS
se dividen también en dos clases:
Vigilias de 1 clase
Vigilias de II clase
Vigilia de la Epifanía.
FIESTAS FERIADAS
Todas las Dominicas. Purificación de la B. V. María.
Natividad del Señor. Anunciación de la B. V. María.
Circuncisión. Asunción de la B. V. María.
Epifanía. Natividad de la B. V. María.
Ferias II y III de Pascua. Dedicación de S. Miguel, Arcán
Ascensión del Señor. gel.
Ferias II y III de Pentecostés. Natividad de S. Juan Bautista.
Fiesta del Sino. Corpus Christi. Fiesta de S. José, Esposo de la
Fiesta del Sacratísimo Corazón B. V. María, Conf.
de Jesús. Solemnidad de S. José, Esposo
Fiesta de N. S. Jesucristo Rey. de la B. V. María, Conf. y Pa
Invención de la Santa Cruz. trono de la Iglesia universal.
Concepción inmaculada de la B. Fiesta de S. Andrés, Ap.
V. María. Fiesta de Sto. Tomás, Ap.
Fiesta de S. Juan, Ap. y Ev. Fiesta de los Stos. Inocentes,
Fiesta de los Stos. Felipe y San Mártires.
tiago, Apóstoles. Fiesta de Sta. Ana, Madre de la
Fiesta de los Stos. Pedro y Pablo, B. V. María.
Apóstoles. Fiesta de S. Lorenzo, Mártir.
Fiesta de S. Jaime, Ap. Fiesta de S. Joaquín, Padre de
Fiesta de S. Bartolomé, Ap. la B. V. María, Conf.
Fiesta de S. Mateo, Ap. y Ev. Fiesta de Todos los Santos.
Fiesta de los Stos. Simón y Ju Fiesta de los Patronos principa
das, Apóstoles. les tiel Pueblo, o Ciudad, Dió-*
Fiesta de S. Esteban, Protomártir. cesis, Provincia y Nación.
Octavas privilegiadas 1
de las cuales siempre se celebra Oficio o Conmemoración; se
dividen en tres órdenes'.
Octavas de I orden
las cuales, en la ocurrencia, son preferidas a cualesquiera Fiestas:
Octava de Pascua. | Octava de Pentecostés. i
Octavas de II orden
las cuales, en los días de la infraoctava, son preferidas a cualesquiera
Fiestas, exceptuadas las Dobles de l clase, y en el día de la Octava
aun son preferidas a los mismos Dobles de I clase que no sean de
la Iglesia universal:
Octava de la Epifanía. | Octava del Smo. Corpus Christi.
Octavas simples
las cuales, en el día octavo, son preferidas a las Fiestas Simples, y
al Oficio de santa María en Sábado
Octava de la Natividad de la Octava de los Santos Inocentes.
B. V. María. Octava de S. Lorenzo, Mártir.
Octava de S. Juan, Ap. y Evang. Octavas de las otras Fiestas Do
Octava de S. Esteban, Protomár- bles de II clase que en algún
tir. lugar se celebran con Octava.
T a b la d® ¡la © c i tir r e n c ü ®
Doble de I c l a s e . . 0 1 3 1 3 3 3 3 3 3 0 5 8 6 3 3 6
Doble de H c l a s e . . 0 3 3 1 3 6 3 3 3 3 G 8 6 6 3 6 6
Doble m a y o r.......... 0 3 3 3 3 4 3 3 7 4 4 4 4 4 4 4 4
Doble m enor.......... 0 3 3 3 3 4 3 7 4 4 4 4 4 4 4 4 4
0 3 3 3 3 4 7 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4
Día de in fraoct. 0 3 3 7 4 4 4 4 4 4 4 2 2 0 4 4 4
com.
K
Q 0 3 2 4 0 4 4 4 4 4 4 4 2 2 0 0 0
V ig ilia .....................
O
S
22 Diu V lil da O ct. sim. 0 7 4 4 4 4 4 4 4 4 0 4 2 0 4 4 4
5
j 4 2 4 4 4
u S im p le .. ' .............. 4 4 4 4 4 4 4 '4' 4 4 4 4
z
j » Feria mayor no privilegiada.
| ^fjfi*fliífi*fc&ct. de il orden.
u
> Feria privil. Vig. 1 clase o día infraoct I orden.
» Doble de I clase.
» Doble oe II clase.
» Semidoble.
üü 1. O ficio de 1, nada
C O
cc
til
5
de 11.
*. O ficlodelI.nH da
c
<
I¡r if
<
Oí
D d e l. o. o.
t»
ü
O
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3. O ficio de I, C on
m em oración de 11
<*
O
(. I 0
rr*
»
>
o>
< «
1S
4. O fic io d e ll,C o n te
C* O.
m em oración de I. «*
a
■o
5. O fic lo d e I ,T r a s ñ o
lación de II. CL
n
a
6. O ficio de II,
T ra slació n de 1.
7- O f del más n o t;
b le, Conm e. del
.
o tro .
8. O f. del más no
ble, T ra s!, del
otro.
1
1
|
|
|
|
|
|
j
|
|
|
i
|
T a b la de Ia c o n c u r r e n d a
Dominica
D oble de 1 cla se .
D oble de II c la s e
Doble mayor.
D oble m enor
Sem idoble
C O N C U R R E
c e d en te. v>
»
a. T o d o del preceden te, nada det si
C U AN
O
g u ien te. o
3
3
3. T odo del sig u ie n te , Conm em ora n
ción del p receden te. ■
o
4 T o d o d íl preceden te, Conm em o <
ración del sig u ie n te .
*5’
A Dios gracias.
Responsorio.
En el último se añade Gloria al Padre, sin Como era.
15. Después de la 3.* ó 9.' Lección: Te Deum o3.® ó 9.° Respon
sorio.
16. Antes del Te Deum, en el Oficio de nueve Lecciones, se dice
la Lección IX del Oficio conmemorado en Laudes.
17. Si no ^iguen las Laudes, se dirá:
y . El Señor sea con vosotros. . Y con tu espíritu: Oremos.
La Oración de Laudes con la conclusión larga, y . El Señor
sea con vosotros. . . Y oon tu Espíritu,y . Bendigamos.
IJ. A Dios. y . Las almas de los fieles. 1$. Amén.
18. Padrenuestro con Amén.
LAUDES
1. Padrenuestro y Ave María st se separan de Maitines.
2. y . Oh Dios, venid. I£ Señor, apresuraos.
3. Gloria al Padre. Como era.
4. Aleluya o Alabanza. j
Í Salmo (o cántico).
1. Padre y Ave.
2. y . Oh Dios, venid. If. Señor, apresuraos.
3. Gloria al Padre. Como era.
4. Aleluya o Alabanza.
5. Himno.
6. Antífona, empezada.
7. Tres salmos con Gloria Patri y Como era al fin de cada uno.
8. Antífona entera.
9. Capitula. Q . A Dios gracias.
10. Responsorio breve con Gloria Patri, sin Como era.
I.1. El Verso con el Responsorio.
12. Preces feriales, si han de decirse.
13. y . El Señor sea con vosotros. IJ. Y con tu espíritu.
14. Oremos. Oración de Laudes con la conclusión más larga.
15. y . El Señor sea con vosotros. Y con tu espíritu.
16. y . Bendigamos al Señor. I£. A Dios gracias,
17. y . Las almas de los fieles. IJ. Amén.
18. Padrenuestro con Amén, a no ser que siga otra Hora.
VISPERAS
¡
Salmos.
COMPLETAS