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MAITINES1
Ante todo se reza en secreto el PaGloria al Padre, y al H ijo y
drenuestro, Ave María y Credo. D es
al Espíritu Santo.
pués se dice en voz clara el Verso:
Com o era en el principio, así
eñ o r, abrid mis labios. ahora, y para siempre y por to
Y mi boca
dospublica
los siglos de los siglos. Así
rá vuestras alabanzas. sea. Aleluya.
y . Oh Dios, venid en mi a u
f Se dice A leluya en todas las H o
xilio. Señor, apresuraos a so ras, durante todo el año, excepto desde
correrme. las Completas del Sábado antes de Sep-
Concedednos, oh gloriosa T r i
Himno
nidad; haced, oh indivisa U ni
j n s t r u í d o s por mística costum- dad, que sea fructuoso a vuestros
A bre, guardemos este ayuno, siervos, el obsequio de nuestros
constituido por el espacio tan cé ayunos.
lebre de los cuarenta días. Amén.
II N OCTURNO
P a r a l a V L e c c ió n
Bend. — Dígnese el Unigénito
Hijo de Dios bendecirnos y ayu B en d .— Cristo nos conceda los
darnos. goces de la vida perpetua.
. Amén. . Amén.
LAUDES1 E n T ie m p o de A d v ie n t o
1. Según opinión común de los liturgistas, por rey se entiende en este caso
y otros similares, el jefe de Estado, aunque no se trate de un monarca, sino
de un emperador, presidente de la República, etc.
Dios mío, a vuestros siervos que defendáis de todo peligro de al
esperan en Vos. ma y cuerpo, dándonos, benig
y . Oremos por los afligidos no, la paz y la salud, por inter
y cautivos. 1$. Libradlos, oh cesión de la gloriosa y bienaven
Dios de Israel, de todas sus tri turada siempre Virgen M aría,
bulaciones. Madre de Dios, del bienaventu
y . Enviadles, Señor, vuestro rado José, de los santos Após
auxilio desde vuestra morada. toles Pedro y Pablo, del bien
1$. Y desde Sión defendedlos. aventurado N., y de todos los
y . Señor, Dios de las virtu Santos, a fin de que disipados
des, convertidnos. Y mos todos los errores y adversidades,
tradnos vuestro rostro, y seremos os sirva vuestra Iglesia con se
salvos. gura libertad. Por el mimo Cris
y . Levantaos, oh Cristo, y to Señor nuestro. Amén.
fl En esta Oración, cuando se llega a
ayudadnos. 1^. Y libradnos por
b letra N ., se nombra al Titular de la
vuestro nombre. propia iglesia, con tal que el Título
y . Señor, oíd mi oración. no sea una Persona divina o un M is
terio del Señor, o no se haya celebra
Y mi clamor llegue a Vos. do su Oficio o hecho su Conmemora
ción por razón de su V igilia o de su
Term inadas las Preces, o en caso de Fiesta, o no se le haya nombrado en
lúe no tengan que decirse, repetida la esta misma Oración del Sufragio. A d e
Antífona después del Benedictus, se di más, si los Titulares fueren los santos
ce inmediatamente: , Angeles o san Juan Bautista, sus nom
y . E l señor sea con vos bres se anteponen al de san José. En
todos estos casos, se omiten las pala-
otros. I£. Y con tu espíritu. liras: del bienaventurado N .
Y se dice la Oración conveniente. Mas si el Oficio o la Conmemoración
Después se hacen las Conmemoraciones, fuere de la bienaventurada Virgen M a
si ocurrieren. ría, entonces se dice como en la si
Fuera de Tiempo Pascual, en el Ofi guiente Oración; además, si en algún
cio Semidoble o Simple, así de Tiempo lugar, el Titular tuviese que ser nom
como de los Santos, excepto desde la brado conforme la anterior .Rúbrica, an
tes que todos los demás, al decir la
Dominica I de Adviento hasta el día
Oración se omite la partícula con an
octavo de la Epifanía, y desde el D o
tes del nombre de los santos Pedro y
mingo de Pasión hasta la Feria I V de
Pablo, y se propone al de san José.
la Semana Santa inclusive, y excep
tuados los días en que se haya conme
A n t.— Intercedan por nosotros
morado un Oficio Doble, o se hubiere
celebrado Oficio o Conmemoración de ante el Señor todos los Santos.
cualquier Octava, se dice el siguiente
y . El Señor ensalzó a sus
Sufragio de todos los Santos Santos. 1$. Y escuchó a los que
A n t.— Intercedan por nosotros a él clamaban.
ante el Señor la bienaventurada
Virgen M aría, M adre de D ios, y Oración
todos los Santos.
y . E l Señor ensalzó a sus Os rogamos, Señor, que nos
Santos. 1^. Y escuchó a los que defendáis de todo peligro de al
a él clamaban. ma y cuerpo, dándonos benigno
la paz y la salud, por la in
Oración tercesión del bienaventurado Jo
Os rogamos, Señor, que nos sé, con los santos Apóstoles Pe-
7. Brev. 11
dro y Pablo y todos los Santos, ila gracia de la resurrección. Por
a fin de que, disipados todos I el mismo Señor. 1$. Amén.
los errores y adversidades, os Después de la última Oi.uiúti se
sirva vuestra Iglesia con se ■ iñ.nir ;
1. E l que usa actualmente la Iglesia Romana, fue redactado por orden del
Papa Gregorio X I I I , por el cardenal Baronio, en el año 1584, y refundido
primero en 1588, y más tarde por el Sumo Pontífice Benedicto X I V . La última
edición típica es la del año 1922, aprobada por el Papa Benedicto X V . E n el
fondo es el M artirologio de Usuardo, con las adiciones corrientes en Italia
en el siglo x v i, especialmente las de la edición Fiorentini. Siendo el M artiro
logio Romano actual, heredero directo de los martirologios de la Edad Media,
sería imprudente invocarlo como documento definitivo en materia de historia;
pero también fuera injusto achacar a la autoridad eclesiástica la responsabi
lidad de las inexactitudes históricas que pueda contener. Nadie ignora que no
por la inserción en el Martirologio, sino por el resultado del proceso de cano
nización es por lo que la Iglesia propone los Santos a la veneración de los
fieles. E l uso que hace la Iglesia de este libro litúrgico, consiste en la lectura
del mismo en la Hora u Oficio de Prim a en el Coro de todas las Iglesias cate
drales y conventuales. M ediante la lectura del M artirologio se anuncia todas
las mañanas la festividad que ha de celebrarse el día siguiente, y se hace
breve memoria de los principales Santos cuyo culto está reconocido por la santa
tos intercedan por nosotros al Oración
Señor, para que merezcamos ser T~\ i g n a o s , Señor Dios, R e y del
ayudados y salvados por Aquel
cielo y de la tierra, dirigir y
que vive y reina por los siglos santificar, regir y gobernar hoy
de los siglos. nuestros corazones, nuestros cuer
1$. Amén.
pos, sentidos, palabras y actos
y. Señor, oíd mi oración. en la observancia de vuestra ley,
1^, Y mi plegaria llegue a Vos. y en las obras de vuestros m an
y . Oh Dios, venid en mi damientos, para que aquí y eter
ayuda. namente merezcamos con vuestro
1^. Apresuraos, Señor, a so auxilio ser salvos y libres, Sal
correrme. vador del mundo. Vos, que vivís
Se dice tres veces; y después se aña y reináis por los siglos de los si
de:
glos.
Gloria al Padre, y al H ijo y 1^. Amén.
Después se dice la Lección breve, se
al -Espíritu Santo. Así como era
gún requiera el Oficio ocurrente.
en el principio, y ahora y siem y . Dignaos, Señor, dar
pre y por todos los siglos de vuestra bendición.
los siglos. Amén. Bend.— E l Señor omnipotente
Señor, tened piedad. Cristo, te ordene en su paz nuestros días y
ned piedad. Señor, tened piedad. acciones.
Padre nuestro, en secreto has . Amén.
ta: E n el Oficio dominical y ferial'. D es
de el dia 14 de Enero hasta el Sábado
y . Y no nos dejes caer en antes de la Dominica I de Cuaresma
la tentación. inclusive, se dice la siguiente
Ijí. Más líbranos de mal.
Lección b reve 2 Thess., 3, 5
y . Atended, Señor, a vues
tros siervos y a vuestras obras, P l Señor dirija nuestros cora-
y dirigid los hijos suyos. 1$. Y •*-* zones y nuestros cuerpos se
brille en nosotros la luz del Señor gún la caridad de D ios y la pa
nuestro D ios; enderezad en nos ciencia de Cristo.
otros las obras de nuestras m a y . Y Vos, Señor, com pade
nos, y dirigid este mismo traba ceos de nosotros.
jo nuestro. Iy. A; D ios gracias.
y . Gloria al Padre, y al H i H A si terminan siempre las Leccio
nes breves en Prim a, y así se responde
jo, y al Espíritu Santo. 1^. C o
una vez terminadas.
mo era en el principio, y ahora
Desde la Dom inica I de A dviento
y siempre, y por los siglos de
hasta el último día antes de la V igilia
los siglos. Amén. de la N atividad del Señor inclusive:
tras está cerca. Y V o s... el nombre del Señor. I£. Que hi
Desde el Dom ingo de Pasión hasta
zo el cielo y la tierra.
la F eria I V de la Semana Santa in y . Bendecid. Oh Dios.
clusive :
B en d .— E l Señor nos bendiga,
L e cció n b reve Is., 50, 6-7 nos libre de todo mal y nos con
duzca a la vida eterna. Y las al
X T o retiré mi rostro de los que mas de los fieles difuntos por la
me escarnecían y escupían. m isericordia de D ios descansen
E l Señor D ios es mi protector, en paz. Amén.
por eso no he quedado yo con Después se dice tan sólo Padre nuestro
fundido. Y V o s ... en secreto, a no ser que siga otra Hora.
Capitula Gal., 6, 2
E n T ie m p o de A d v ie n t o
Cristo. A sexta autem horat tenebrae factae sunt usque ad horam nonam. “ ¡ Qué
espectáculo, exclamaba el piadoso Cardenal Bona, ¡qué misterio! Jesús, el
H ijo de Dios, el Verbo Eterno, es cruelmente crucificado por nuestra salva
ció n ! ¿ No es justo que en unión con el Salvador que sufre por nosotros,
expiando en la cruz los crímenes del género humano, oremos en esta mismn
hora por la santificación de las almas, la dilatación de la Iglesia, el adveni
miento del reino del Padre celestial y el cumplimiento de su voluntad sobre
la tie rr a ? ” .
sus plumas esperarás confiado
ñor, se dicen de las Laudes de la Feria
corriente, como en el Propio de Tiem
Te hará. Gloria al Padre. Con.
po, añadiéndose cada día la siguiente
y . Su verdad te cercará co
Capitula Ier., 23, 6
mo escudo. EJ. No temerás te
C N aquellos días Judá será sal mores nocturnos.
vo, e Israel vivirá tranquila
mente; y éste es el nombre con E n T ie m po de P asió n
En el Oftcio dominical, la Antífona
que le llamarán: el Señor, ju s
v la Capitula como en el Propio Je
ticia nuestra. Tiempo.
E n el Oficio dominical v ferial se E n el Oficio fe r ia l; En todas las
dice el siguiente Ferias dentro de la Semana de Pasión
se dice cada día la siguiente
br. Mostradnos, Señor, *
Vuestra misericordia. M ostrad A n t.— Pueblo m ío, * ¿qué he
nos. y . Y concedednos vuestra hecho contra ti, o en qué te he
salvación. Vuestra. Gloria al P a molestado? Respóndeme.
dre. Mostradnos.
En las Ferias I I , T il y IV de
y . Acordaos de nosotros, la Semana Santa, la A n tífon a tercera
Señor, para bien de vuestro pue es la de Laudes de la Feria corriente,
como en el Propio de Tiempo. En es
blo. 1$. Visitadnos con vuestro tas Ferias, dentro de ambas semanas
Salvador. se dice cada día la siguiente
I. Brev. 12
ñor sea con vosotros, ron la Oración y Finalmente se dice tan sólo rl A’u-
todo lo restante hasta el fin de la Hora. drcnucstro, en secreto, a 110 ser que
No Judá
será arrebatado el cetro a
ni de su posteridad
E n T ie m p o de C uaresm a
. Y mi clamor llegue a
Vos. DESPUES DE CADA HORA
A l final de Laudes, o si después
Term inadas las Preces, o, si éstas no sigue inmediatamente otra Hora, al
tuvieren lugar, repetida la Antífona terminar la última Hora, así como
después del N un c dimittis, dícese in siempre al final de Completas, aunque
mediatamente: inmediatamente sigan M aitines del día
Eiguiente, tanto en el rezo público co
y . El Señor sea con vos mo en el privado del Oficio divino; y
además en la pública recitación, des
otros. pués de cualquiera otra Hora, si en
1$. Y con tu espíritu. tonces se terminare el Oficio y se sa-
líere del Coro, se dice una de las si
guientes Antífonas finales de la bien- nocido por la voz del Angel la
iventurada Virgen María. encarnación de vuestro H ijo, por
I. Después de Laudes y de las de
más Horas, excepto las Completas, di los méritos de su pasión y de su
cho el Verso Las almas de los fieles y truz, lleguemos a la gloria de la
rezada en secreto la Oración domini
cal, se añade: resurrección. P or el mismo Cris
to Señor nuestro.
y . El Señor nos conceda su
I£. Amén.
paz. 1}. Y la vida eterna.
Desde las I Vísperas de la N ativi
Amén. dad del Señor, se dice:
E inmediatamente se dice una de las
Antífonas finales, que se ponen a con y. Aun después del parto,
tinuación.
Después de Completas, rezada la Ben
Virgen permanecisteis inmacula
dición: Bendíganos y guárdenos, inme da. 1^. M adre de Dios, interce
diatamente se añade una de las dichai
Antífonas finales.
ded por nosotros.
Oración
Antífonas fin ales de la
B. V. María O h Dios, que por la fecunda
I. Desde las Vísperas del sábado virginidad de la bienaventu
anterior a la Dominica I de Adviento rada M aría, disteis al género hu
hasta las I I Vísperas de la Purificación
inclusive se dice: mano el premio de la salud eter
na: concedednos, os rogamos, que
Antífona experimentemos en favor nuestro
la intercesión de Aquella por
r ^ |O A D R E augusta del Reden- quien merecimos recibir al Autor
1 tor, puerta del cielo siem- de la vida nuestro Señor Jesu
i pre abierta, estrella del cristo, vuestro H ijo. 1^. Amén.
mar, socorred a un pueblo que
II . Después de la Purificación, esto
cae y que procura levantarse; es, desde las Completas del día 2 de F e
Vos que, con gran admiración brero, aun cuando se trasladare la
Festividad de la Purificación de la
de la naturaleza, engendrasteis a bienaventurada V irgen M aría, hasta las
vuestro santo Creador. Virgen a n Completas de la F eria I V de la Se
tes y después del parto, recibid mana Santa inclusive:
la salutación del Arcángel, y te
ned piedad de los pecadores. Antífona
Durante el Adviento se dirá:
^ alve, Reina de los cielos; sal
y . El Angel del Señor anun ve, Señora de los A n geles;
ció a María. salve, raíz sagrada; salve, puerta
I£. Y concibió por obra del por la cual vino al mundo la luz.
Espíritu Santo. Regocijaos, Virgen gloriosa, la
más bella de las Vírgenes. Salve,
Oración
¡oh llena de encantos! y rogad a
Q s rogamos, Señor, infundáis Jesucristo por nosotros.
vuestra gracia en nuestros y . Perm itid que os alabe,
corazones, para que habiendo co Virgen santa.
I£. Dadme fortaleza contracristo, Señor nuestro: conceded
vuestros enemigos. nos que por la intercesión de su
Madre la Virgen María, logremos
Oración conseguir la felicidad de la vida
^ onceded , oh Dios misericor eterna. Por el mismo Cristo Señor
dioso, fortaleza a nuestra fra nuestro. 1£. Amén.
Terminada la Antífona con su V e r
gilidad, para que cuantos celebra so y Oración, se concluye:
mos la memoria de la santa M a
y . El auxilio del Señor per
dre de Dios, con el auxilio de su
manezca siempre con nosotros.
intercesión, nos levantemos de
I*. Amén.
nuestras iniquidades. Por el mis
mo Cristo Señor nuestro.
I£. Amén. DESPUES DEL OFICIO
III. Desde las Completas del S á DIVINO
bado Santo hasta la Nona del sábadj
dentro de la Octava de Pentecostés in Terminado el Oficio divino, lauda
clusive: blemente se dice la siguiente Oración.
A cuantos la rezaren devotamente des
Antífona pués del Oficio, el Sumo Pontífice
León X les concedió el perdón de los
P ? e in a del c ielo 1, alegraos, ale- defectos y culpas cometidas por la hu
AV lu y a ; _ mana fragilidad en la recitación del
mismo. En el rezo privado se dice siem
Porque el que merecisteis lle pre de rodillas, exceptuados aquellos
var en vuestro seno, aleluya; que por alguna determinada enferme
dad, o por razón de un grave impedi
Resucitó como dijo, aleluya. mento, no puedan arrodillarse.
Rogad a Dios por nosotros,
alelu ya. Oración
y. Gozaos y alegraos, V ir
gen M aría, aleluya. jj^fl3|LABANZAS2, honor, poder y
1^. Porque verdaderamente ÍIh Ík VI gloria sean dados por to-
resucitó el Señor, aleluya. iflfiare vt das las criaturas a la sa
cratísima e indivisible Trinidad,
Oración a la adorable humanidad de nues
Q h Dios, que os dignasteis ale tro Señor Jesucristo, a la fecunda
grar al mundo con la resu virginidad de la bienaventurada
rrección de vuestro H ijo Jesu Virgen M aría y a todos los San-
1. Según refiere la tradición, hallándose la ciudad de Roma afligida por
una peste inguinal, el papa san Gregorio Magno, en el año 596, exhortó al
pueblo a hacer penitencia, y anunció que en la fiesta de Pascua se celebraría
una procesión que, saliendo del A ra Coeli, se dirigiría a san Pedro. L a pre
sidió él mismo, llevando la imagen de la Virgen Santísima que se cree pintada
por san Lucas. Oyéronse de súbito en las alturas, unas voces celestiales que
cantaban: Regina Coeli laetare, etc. E l Pontífice, lleno de admiración, res
pondió junto con el pueblo: Ora pro nobis Deum, alláluya. V ióse al mismo
tiempo un ángel que envainaba su espada, y la peste cesó en el mismo día.
T a l es, según se asegura, el origen de esta A n tífona, rebosante de fe, de
alegría y de amor filial a la Virgen.
2. E sta Oración, cuyo rezo no es obligatorio, es atribuida generalmente
a san Buenaventura. Fué insertada en el Breviario Romano por Urbano V I I I
en el año 1631.
tos. Séanos concedido también a Oración
nosotros el perdón, por todos los
siglos de los siglos. Amén. f \ a clementísimo Jesús, os doy
y . Bienaventuradas sean las ^ gracias con todo mi cora
entrañas de la Santísima Virgen zón. Sedme propicio, pues soy
María, que llevaron al H ijo del un miserable pecador. O frezco a
Padre Eterno. vuestro divino Corazón la obra
1 ). Bienaventurados también que acabo de dedicaros, para que,
los pechos que amamantaron a purificada de sus defectos y ele
Jesucristo nuestro Señor. vada a una m ayor perfección, tri
Se reza en voz baja un Padrenucr bute gloria y alabanza a vuestro
tro y Avemaria.
Pío X concedio 300 días de indulgen santísimo Nombre y al de vues
cia, que se pueden ganar una vez al tra bienaventurada M adre, y
día, a todos cuantos rezasen la siguien
te plegaria después de la Oración: A la contribuya a la salvación de mi
banza, honor, y una indulgencia plena alma y al bien de toda la Igle
ría a los que la reciten cada día du
rante un mes. (2, diciembre, 1905). sia. Amén.
Salterio del Breviario Romano
ordenado para cada día de la semana
D O M I N G O1
I. Brcv. 13
pecho de sus madres hicisteis sa E n A d v ie n t o
Salmo 9, m
Ant. — Levantaos, Señor, que
no prevalezca el hombre. por qué oh Señor, os ha
y. M e levantaba a media béis alejado, * y me ha
noche a tributaros gracias. béis desamparado, en el
Por vuestros juicios lle tiempo más crítico, en la tribu
nos de justicia. lación?
M ientras que el impío se enso
E n la C uaresm a
berbece, se requema el pobre,
y . Con sus alas te hará som * mas son cogidos en los mismos
bra. 1^. Y debajo de sus plu designios que han urdido.
mas esperarás confiado. P or cuanto el pecador se jacta
en los deseos de su alm a; * y
E n T ie m p o de P a s ió n el inicuo se ve celebrado.
El pecador ha exasperado al
\ . labradm e, Señor, de las Señor, * y no le buscará según
fauces del león. Y a mi debi el exceso de su arrogancia.
lidad de 'os cuernos de los uni Delante de él no h a y D ios;
cornios. * y así sus procederes son siem
E n T ie m p o P ascu al
pre viciosos.
Vuestros juicios, Señor, los ha
.Í7‘i —•Aleluya, ¿a quién bus apartado lejos de su vista: * sólo
cas, oh m ujer? aleluya; al que piensa en dominar a todos sus
vive, entre los muertos, aleluya, enemigos.
aleluya. Pues él ha dicho en su cora
y . El Señor ha resucitado zón: * Nunca jam ás seré yo de
verdaderamente, aleluya. IJ. Y se rrocado, viviré libre de todo in
apareció a Simón, aleluya. fortunio.
Lo demás como en el Ordinario, Está su boca llena de m aldi
pág. 8.
ción y de amargura y de false
dad: * debajo de su lengua opre
sión y dolor.
III NO CTU RN O
Pónese al acecho con los ri
En A d v ie n to cos en sitios escondidos, * para
m atar al inocente.
A n t.— E l Angel Gabriel. Tiene su vista fija contra el
pobre, * está acechando desde la
E n tre A ño
emboscada, como un león desde
A nt.— ¿Cómo es, Señor? su cueva.
Acecha para echar sus garras del pobre: * Vos sois el amparo
sobre el pobre, * para agarrar al del huérfano.
pobre, atrayéndole hacia sí. Quebrantad el brazo del peca
Le hará caer en su lazo, * se dor y del maligno, * y se bus
agachará y echarse ha encima de cará el fruto de su pecado, y no
los pobres, luego que los haya se hallará.
apresado. El Señor reinará eternamente
Porque él dijo en su corazón: y por los siglos de los siglos: *
Dios ya de nada se acuerda: * vosotras, oh naciones, seréis ex
ha vuelto su rostro para no ver tirpadas de su tierra.
jamás nada. Atendió el Señor al deseo de
los pobres, * prestó benignos oí
E n A d v ie n t o
dos a la rectitud de su corazón.
A n t.— El Angel Gabriel habló Para hacer justicia al huérfano
íi M aría, diciendo: Dios te sal y al oprimido, * a fin de que cese
ve, llena de gracia; el Señor es ya el hombre de gloriarse de su
contigo: bendita tú eres entre poder sobre la tierra.
todas las mujeres.
E n A d v ie n t o
A n t.— M aría d ijo ...
E n tre A ño
Ant. — M aría dijo: ¿Qué sig
nifica esta salutación? ¿Por qué
Ant. — ¿Cómo es, Señor, que se ha sobresaltado mi alma y
os habéis retirado a lo lejos? por qué he de dar a luz a un
A nt.— Levantaos. R ey que no menoscabará mi vir
ginidad?
Salmo 9, iv A n t.— En el advenimiento.
oh Señor, alzad
e v a n ta o s , E n tre A ño
vuestra mano: * no os olvi
déis de los pobres. Ant.— Levantaos, Señor Dios,
¿P or qué razón el impío ha sea ensalzado vuestro poder.
irritado a Dios? * Es porque ha A n t.— El Señor es justo.
dicho en su corazón: Dios de na
da se cuida. Salmo 101
Pero Vos, Señor, lo estáis
viendo: Vos consideráis el afán £ nel Señor tengo puesta mi
y el dolor, * para entregar estos confianza: ¿Cómo decís a mi
m alvados a vuestras manos. alma: * Retírate al monte co
A vuestro cargo está la tutela mo un ave?
En T ie m p o P ascu al
Ant. — El Señor es justo y
ama la justicia. Ant.— Aleluya, * aleluya, ale
y . Antes de amanecer, a Vos luya.
Con esta sola A n tífona Aleluya, se
dirigiéronse mis ojos. 1$. Para dicen todos los Salmos con el Cántico
meditar, Señor, vuestra ley. hasta la Capitula, aun en las Ferias.
f Las Antífonas con los Salmos, se- . Salmo 992
ñaladas para entre Año y el Tiempo
Pascual, se dicen siempre, excepto en '
las Octavas de la Natividad, Epifanía todos de la tierra,
I A /^ o r a d o r e s
y Ascensión, cuando se celebra el Oft- cantad con júbilos las ala
cío de cualquier Dominica menor y d:-
1
la mayor “ in A lb is ” . banzas de Dios: * servid al Se
ñor con alegría.
Salmo 921 Venid llenos de alborozo a
presentaros * ante su acatamien
l Señor reinó; revistióse
to.
de gloria, * armóse de Tened entendido que el Señor
fortaleza, y se ciñó to es el Dios. * El es el que nos
do de ella. hizo y no nosotros a nosotros
Asentó firme la redondez de la mismos.
tierra, * y no será conmovida. Oh tú, pueblo suyo, vosotros
Desde entonces quedó prepa ovejas a quien él apacienta, *
rado, Señor, vuestro solio; * y entrad por sus puertas cantando
Vos sois desde la eternidad. alabanzas, tributadle acciones de
Alzaron los ríos, oh Señor, * gracias en sus atrios.
levantaron los ríos su voz. Bendecid su nombre, porque
Alzaron el sonido de sus olas, es un Señor lleno de bondad; es
* con el estruendo de las mu eterna su misericordia; * y su
chas aguas. verdad resplandecerá de genera
M aravillosas son las encres ción en generación.
paduras del mar; * más admi A n t.— Cantad con júbilos a
rable es el Señor en las alturas. Dios, pueblos todos, aleluya.
Vuestros testimonios se han A n t.— Os bendeciré.
hecho en extremo creíbles; * la
santidad debe ser, Señor, el or Salmo 623
namento de vuestra casa por la
serie de los siglos. Q h Dios, Dios mío! * a Vos
A nt.— Aleluya. El Señor reinó, aspiro y me dirijo desde que
revistióse de gloria, aleluya, ale apunta la aurora.
luya. D e Vos está sedienta el alma
A n t.— Cantad con júbilos. mía. * ¡ Y de cuántas maneras lo
1. Salmo de David cuando los habitantes de Ziph fueron a Saúl para decirle:
David está oculto entre nosotros. Después de la muerte de Achinielech, D avid
Escuchad, oh Dios, mi ora Salmo 118 i2
ción; * prestad oídos a las p ala
bras de mi boca. g ie n a v e n tu ra d o s los que pro
Porque gentes extrañas han al ceden sin mancilla, * los que
zado bandera contra mí, y ene caminan según la ley del Señor.
migos poderosos atentan contra Bienaventurados los que exa
mi vida, * sin que tengan presen minan los testimonios del Señor;
te a Dios. * los que de corazón le buscan.
Pero ya Dios me socorre, * y Porque los que cometen la
el Señor tom a por su cuenta maldad, * no andan por los ca
la defensa de mi vida. minos del Señor.
Recaigan los males sobre mis Vos mandasteis * que se cum
enemigos; * y exterminadlos para plan fielmente vuestros preceptos,
que brille vuestra verdad. ¡O jalá que vayan enderezados
Y o os ofreceré un sacrificio todos mis pasos * a guardar vues
voluntario, * y alabaré, oh Se tras justísimas leyes!
ñor, vuestro nombre que tan Entonces no seré confundido,
lleno está de bondad. * cuando tuviere fijos mis ojos
Puesto que me habéis librado en todos vuestros preceptos.
de todas las tribulaciones1, * y Con sincero corazón os alaba
ya mis ojos miran con desprecio ré, * porque aprendí los juicios
a mis enemigos. de vuestra justicia.
todo tiempo.
E l siguiente Símbolo se dice sola
Aterrasteis a los soberbios: * mente en las Dominicas menores des
malditos los que se desvían de pués de E pifanía, cuando se celebra
Oficio de Dom inica como en el S alte
vuestros mandamientos. rio, y no ocurre Conmemoración a lg u
Apartad de mí el oprobio y el na de un Oficio Doble o de Octava.
Símbolo Atanasiano Y no obstante no hay tres
'Y ' odo aquel que quiera salvarse, Dioses; * sino un solo Dios.
Así el Padre es Señor, el H i
* es necesario ante todo que
profese la fe católica. jo es Señor, * y el Espíritu San
Quien no la conserve íntegra to es Señor.
y sin error, * sin duda perecerá Y no obstante no hay tres Se
ñores, * sino un solo Señor.
para siempre.
Porque así como la cristiana
Ahora bien, la fe católica con
verdad nos obliga a confesar que
siste * en que veneremos a un
en particular cada una de las
Dios en la Trinidad, y a la T r i
personas es Dios y Señor; * así
nidad en la unidad.
la católica religión nos prohibe
No se han de confundir las
decir que haya tres Dioses o Se
personas, * ni se debe separar la
ñores.
sustancia.
Pues una es la persona del El Padre por nadie fué hecho,
Padre, otra la del H ijo, * y otra * ni creado ni engendrado.
la del Espíritu Santo. El H ijo viene sólo del Padre;
M as una es la divinidad del * no fué hecho ni creado, sino
Padre, como la del H ijo y del que es engendrado.
Espíritu San to : * igual la glo El Espíritu Santo viene del
ria y coeterna la majestad. Padre y del H ijo; * no fué he
Cual es el Padre, tal es el H ijo, cho ni engendrado, sino que pro
* y tal el Espíritu Santo. cede.
Increado es el Padre, lo mismo Por lo mismo hay un solo Pa
que el H ijo * y el Espíritu Santo. dre, no tres Padres; un solo H i
Inmenso es el Padre, inmenso jo, no tres H ijos; * un solo E s
el H ijo * e inmenso el Espíritu píritu Santo, no tres Espíritus
Santo. Santos.
Eterno el Padre, eterno el H i Y en esta Trinidad nada hay
jo * y eterno el Espíritu Santo. que sea primero o postrero, nada
Y con todo no son tres eter mayor o menor, * sino que todas
nos, * sino un eterno. las tres personas son coeternas
A sí como no son tres increa y coiguales.
dos, ni tres inmensos, * sino un D e tal suerte que en todo, co
increado y un inmenso. mo ya se ha dicho, * deba v e
Asimismo el Padre es omni nerarse la unidad en la Trinidad,
potente, omnipotente es el H ijo, y la Trinidad en la unidad.
* y omnipotente el Espíritu El que quiera ser salvo, * así
Santo. debe creer de la Trinidad.
Y con todo no son tres omni Pero es necesario además para
potentes, * sino un omnipotente. la eterna salvación, * que crea
Así el Padre es Dios, el H ijo fielmente en la Encarnación de
es D ios, * y el Espíritu Santo nuestro Señor Jesucristo.
es Dios. La recta fe nos enseña a creer
1, Brev. 14
y confesar * que nuestro Señor Esta es la fe católica, * la cual
Jesucristo, H ijo de Dios, es Dios si cada uno no la creyere fiel y
y hombre. firmemente, no podrá salvarse.
Es Dios por haber sido engen Gloria al Padre.
drado de la sustancia del Padre
antes de los siglos; * y es hombre Terminado el Símbolo, o si éste no
tiene lugar, rezados los Salmos, se dice
por haberlo sido de la sustancia inmediatamente la Antífona.
de la madre, nacido en el tiempo. Durante el Adviento y en las Domi
nicas de Septuagésima, Sexagésim a y
Perfecto Dios y perfecto hom Quincuagésim a se dice la A n tífon a co
bre; * subsistente por el alma mo en el Propio de Tiempo.
racional y la carne humana.
E n tre A ño
Igual al Padre según la divini
dad: * menor que el Padre según Ant.— Aleluya, confesad al Se
la humanidad. ñor porque su m isericordia es pa
El cual, si bien es Dios y ra siempre, aleluya, aleluya.
hombre, * con todo no son dos, Durante el Tiempo Pascual se dice
la siguiente:
sino un solo Cristo.
Uno, no por la conversión de A nt.— Aleluya, aleluya, aleluya.
Lo demás como en el Ordinario, pá
la divinidad en la carne, * sino gina 19.
por la asunción de la humanidad
en Dios.
Uno del todo, no por la m ez TERCIA
cla de la sustancia, * sino por Todo como en el Ordinario, pág. 25,
la unidad de la persona. excepto lo que sigue:
Pues, así como el alma racio
nal y la carne constituye el hom E n t r e A ñ o y e n T i e m p o P a s c u a l
bre, * así Dios y hombre cons Ant.— Aleluya.
tituye a Cristo.
E l cual padeció por nuestra Salmo 118 , i ii
salvación; descendió a los in
fiernos * y el tercer día resucitó a d m e , oh Señor, por norma
de los muertos. el camino de vuestros jus
Subió a los cielos; está sentado tísimos mandamientos, *
a la diestra de Dios Padre omni e iré siempre por él.
potente; * y de allí ha de venir Dadm e inteligencia, y estudia
para juzgar a los vivos y a los ré atentam ente vuestra ley, *
muertos. y la observaré con todo mi co
A cuya venida todos los hom razón.
bres habrán de resucitar con sus Guiadme por la senda de vues
cuerpos, * y habrán de ser ju z tros preceptos, * ya que ésta es
gados de sus propias obras. la que deseo.
Y los que habrán obrado bien, Inclinad mi corazón a vues
irán a la vida eterna; * y los tros testimonios, * y no le de
que obraron mal, al fuego eterno. jéis ir en pos de la codicia.
Apartad mis ojos para que no Ella me consoló en mi humi
vean la vanidad; * haced que v i llación, * porque vuestra palabra
va siguiendo vuestro camino. me dió vida.
Confirmad vuestra palabra en Los soberbios me escarnecían
vuestro siervo, * mediante vues hasta el extremo: * mas no por
tro temor. esto me separé yo de vuestra
A lejad de mí el oprobio que yo ley.
temo, * porque vuestros juicios Acordéme, Señor, de vuestros
son suaves. eternos juicios, * y quedé con
Ved cómo estoy enamorado de solado.
vuestros testimonios; * haced Desmayé de dolor * por cau
que viva conforme a vuestra sa de los pecadores que abando
justicia. nan vuestra ley.
Y venga sobre mí, oh Señor, Objeto de mis cánticos fueron
vuestra m isericordia; * venga a vuestros justísimos mandamien
mí vuestra salvación, según vues tos * en el lugar de mi destierro.
tra promesa. D e noche me acordé, Señor,
Y responderé a los que me de vuestro nombre, * y guardé
zahieren, * que tengo puesta mi vuestra ley.
esperanza en vuestras promesas. Esto pasó en mí, * porque pro
Y no quitéis nunca de mi bo curaba observar bien vuestros
ca la palabra de la verdad; * justísimos decretos.
ya que tanto he esperado en vues M i porción, dije, oh Señor,
tras promesas. * es guardar vuestra ley.
Con eso observaré siempre Vuestro favor he implorado de
vuestra ley, * para siempre y todo mi corazón; * apiadaos de
por los siglos de los siglos. mí según vuestra promesa.
Y andaré con libertad y so He examinado mi vida, * y en
siego ; * porque busqué vues derezado mis pasos a la observan
tros mandamientos. cia de vuestros mandamientos.
Y hablaré de vuestros testimo Resuelto estoy, y nadie me ha
nios delante de los reyes, * y no rá retroceder * en el cumplimien
me avergonzaré de ellos. to de vuestros preceptos.
Y me recrearé en vuestros pre Los lazos de los pecadores me
ceptos, * objeto de mi amor. rodean por todas partes; * mas
Y alzaré mis manos hacia no me he olvidado yo de vuestra
vuestros mandamientos, que he ley.
amado, * y meditaré vuestras
A media noche me levantaba a
justas disposiciones.
tributaros gracias * por vuestros
Salmo 118, iv justísimos juicios.
Compañero soy de todos los
A cordaos de la promesa que que os temen * y observan vues
hicisteis a vuestro siervo, * tros mandamientos.
con que me disteis esperanza. D e vuestras piedades, Señor,
llena está la tierra: * enseñadme labra que habéis dado a vuestro
vuestros justísimos preceptos. siervo.
Vengan sobre mí vuestras pie
Salmo 118, v dades, y viviré; * puesto que
J ^ e bondad habéis usado, Señor, vuestra ley es mi dulce m edita
ción.
con vuestro siervo, * según
Confundidos sean los sober
vuestra promesa.
bios, por los inicuos atentados
Enseñadme la bondad, la doc
que han cometido contra m í; *
trina y la sabiduría; * pues he
entre tanto yo meditaré vuestros
creído vuestros preceptos.
mandamientos.
Antes de ser yo humillado,
Reúnanse los que os temen, *
pequé; * mas ahora obedezco
y los que conocen vuestros sa
vuestra palabra.
grados testimonios.
Bueno sois Vos y bienhechor;
Consérvese siempre puro mi
* por esta misma bondad, pues,
corazón en la práctica de vues
instruidme en vuestras disposi
tros mandamientos, * para que
ciones justísimas.
no quede yo confundido.
M il calumnias han forjado
contra mí los soberbios; * mas E n tr e A ño
yo guardaré de todo corazón
Ant. — A leluya, guiadme, Se
vuestros mandamientos.
ñor, por la senda de vuestros pre
Engrasóse el corazón de ellos
ceptos, aleluya, aleluya.
como leche cuajada; * mas yo
me ocupo en meditar vuestra ley. E n T ie m p o P a s c u a l
Bien me está que me hayáis
Ant.— Aleluya, aleluya , aleluya.
humillado, * para que aprenda
Lo demás como en el Ordinario, pá
vuestros justísimos preceptos. gina 26.
M ejor es para mí la ley salida
de vuestra boca, * que millones
de oro y plata. SEXTA
Vuestras manos me hicieron y
Todo como en el Ordinario, pág. 28,
plasmaron; * dadme el don de excepto lo que sigue:
entendimiento, y aprenderé vues
tros mandamientos. E n t r e A ñ o y e n T ie m p o P a s c u a l
1. Este salmo breve y fácil, exhorta a los servidores del Señor a que alaben
a Dios, principalmente porque siendo altísimo, con todo se digna fijar en nos
otros sus ojos y llenarnos de beneficios. San A gustín hace observar que el
nombre del Señor es Jesucristo mismo, ya que el Verbo Encarnado nos muestra
a Dios, del mismo modo que el nombre muestra a la persona que lo lleva.
2. E ste salmo forma en el hebreo dos distintos poemas. En el primero (1-8)
se exponen las maravillas realizadas por Dios a favor del pueblo oprimido por
los Egipcios; el segundo proclama la vanidad de los ídolos (9-16), la confianza
que Israel debe tener en Dios (17-22), e implora la bendición del Altísimo
para con el pueblo escogido (23-27). E n sentido místico, la Iglesia canta las
maravillas de la redención obrada por Jesucristo, y la vanidad de los ídolos
o bienes de la tierra, e implora sobre sus hijos las bendiciones del cielo.
Que convirtió la peña en es diciones, * a vosotros y a vues
tanques de aguas, * y en fuentes tros hijos.
de aguas la árida roca. Benditos seáis vosotros del Se
No a nosotros, Señor, no a nos ñor, * que hizo el cielo y la tie
otros. * sino a vuestro nombre rra.
dad la gloria. El cielo empíreo es para el Se
Para hacer brillar vuestra mi ñor; * mas la tierra dióla a los
sericordia y vuestra verdad; * hijos de los hombres.
a fin de que jamás digan los No os alabarán los muertos,
gentiles: ¿Dónde está su Dios? Señor, * ni cuantos descienden al
Nuestro Dios está en los cie sepulcro.
los; * él ha hecho todo cuanto Nosotros, sí, los que vivimos
quiso. bendecimos al Señor, * desde
Los ídolos de las naciones no ahora y por todos los siglos.
son más que plata y oro; * obra
de las manos de los hombres. E n t r e A ño
Boca tienen, mas no hablan, * A n t.— Nuestro Dios está en los
tienen ojos y no ven. cielos; él ha hecho todo cuanto
Oídos tienen, y nada oirán; * quiso.
narices, y nada olerán.
Manos tienen, y no palparán; E n T iem po P a s c u a l
tienen pies, mas no andarán, * Ant.— Aleluya, aleluya, alelu
ni articularán voz alguna con su ya.
garganta.
Semejantes sean a estos ídolos La siguiente Capitula se dice en
los que los hacen, * y cuantos todas las Dominicas del A ñ o que no
la tienen propia:
ponen en ellos su confianza.
La casa de Israel puso su es Capitula I I Cor., 1, 3-4
peranza en el Señor: * él es su
amparo y protección. D e n d ito sea Dios, Padre de
La casa de Aarón puso su es nuestro Señor Jesucristo,
peranza en el Señor: * él es su Padre de las misericordias, y
amparo y protección. Dios de toda consolación; que
Los que temen al Señor espe nos consuela en todas nuestras
ran siempre en él: * él es su am tribulaciones.
paro y protección. 1^. A D ios gracias.
El Señor se acordó de nos E l Himno siguiente se dice en todos
los Domingos del Año que no le ten
otros, * y nos bendijo. gan propio:
Bendijo a la casa de Israel; *
bendijo a la casa de Aarón. Himno
Bendijo a todos los que temen
al Señor, * así a los pequeños D ios de bondad, creador
como a los grandes. de la luz, de quien procede
Que el Señor os colme de ben la que ilumina nuestros días, que,
al disponer el origen del mundo, 1 COMPLETAS
creasteis ante todo una luz nue
Todo como en el Ordinario, pág. 38,
va; excepto lo que sigue:
Vos que dais el nombre de día
al tiempo que transcurre entre F uera de T iempo P ascu al
la aurora y el ocaso, escuchad A nt.— Tened piedad.
nuestras preces y nuestras lá
grimas, ahora que viene la no E n T iempo P ascu al
en nombre del pueblo, dirige a los sacerdotes y levitas, con la respuesta de los
ministros sagrados a esta invitación. Alabad a Dios toda la noche, dice el pueblo.
Que el Señor os bendiga, responden los levitas. Su contenido no puede ser más
apropiado para la última de las horas canónicas, las Completas.
FERIA S E G U N D A1
I. Brev. 15
desvalido, * cuando pone en el Quien obra así * jamás estará
Señor su esperanza. vacilante.
¿Quién enviará de Sión el Sal A n t.— El que obra rectamente,
vador de Israel? * Cuando el Se descansará, Señor, en vuestro
ñor pusiere fin a la cautividad de santo monte.
su pueblo, saltará de gozo Jacob, Ant.— Inclinad, Señor, * hacia
y se regocijará Israel. mí vuestros oídos, y escuchad
Fuera d e T ie m p o P a s c u a l
mis palabras.
gunda parte (21-31) expone el salmista cómo Jehová le hizo este favor, en
atención a su probidad y la fidelidad que le había guardado, por lo mismo
que el Señor suele conducirse con el hombre de la misma manera que éste se
conduce con El. En la tercera parte (32-51), al explicar la lucha contra sus
propios enemigos, la derrota de éstos y la victoria final, atribuye al Señor la
principal causa, dándole alabanzas y gracias. Literariam ente este salmo es
uno de los másadmirables de todo el Salterio, por la abundancia de metá
foras y la grandeza y viveza de las imágenes.
rá conforme a la pureza de mis Que ha dado a mis pies la li
acciones. gereza de los ciervos, * y me
Porque yo he seguido aten ha colocado sobre las alturas.
tamente las sendas del Señor, * Que adiestra mis manos para
y nunca he procedido impíamen la pelea; * y quebrarán mis
te contra mi D ios: manos el arco de bronce.
Porque tengo ante mis ojos Ant. — - El Señor me recom
todos sus juicios, * ni he de pensará según mi justicia.
sechado jamás sus justísimos A n t.— Viva el Señor, * bendi
preceptos. to sea el Dios de mi salud.
Y me mantendré puro delan
te de él, * y me guardaré de mi
Salmo 17, m
mala inclinación.
Y el Señor me galardonará \\ ehabéis salvado con vues
conforme a mi justicia, * y se tra protección, * y me ha
gún la pureza de mis manos, béis am parado con vuestra dies
que está presente a sus ojos. tra.
Con el piadoso, piadoso os Vuestra disciplina me ha co
mostraréis, * y con el perfecto, rregido en todo tiempo, * y esta
perfecto seréis; misma disciplina será mi ense
Con el hombre puro, puro os ñanza.
mostraréis, * y con el perverso Fuisteis abriendo paso por
seréis severo. doquiera que iba, * y no fla
Porque Vos salvaréis al pue quearon mis pies.
blo humilde, * y a los ojos alta Perseguiré a mis enemigos y
neros humillaréis. los alcanzaré, * y no volveré
Y pues Vos, Señor, sois mi atrás hasta que queden entera
luz; * alumbrad, Dios mío, mis mente deshechos.
tinieblas. Les destrozaré, no podrán re
Y con Vos me veré libre de sistir; * caerán debajo de mis
la tentación; * y al lado de mi pies.
Dios traspasaré toda muralla. Porque Vos me revestísteis de
Puro es el proceder de mi valor para el combate, * y de
Dios, acendradas al fuego sus rribasteis a mis pies a los que
palabras; * él es el protector de contra mí se alzaban.
cuantos ponen en él su esperan Hicisteis volver las espaldas a
za. mis enemigos delante de mí, * y
Porque ¿qué otro Dios hay si desbaratasteis a los que me odia
no el Señor? * ¿O qué Dios hay ban.
fuera de nuestro Dios? Clam aron; mas no había quien
El es el Dios que me ha re los salvase; * clamaron al Se
vestido de fortaleza * y ha he ñor, y no los escuchó.
cho que mi conducta fuese sin Y los desmenuzaré como pol
mancilla. vo que el viento esparce, * y los
barreré como lodo de las plazas.
Me libraréis de las contiendas
EN LAS F IE S T A S D E NUEVE
del pueblo, * me constituiréis cau L E C C IO N E S
dillo de las naciones.
Ant.— Aleluya, aleluya, alelu
Un pueblo a quien yo no co
nocía se sometió a mi dominio, ya-
y . Dios resucitó a Cristo de
* apenas hubo oído mi voz, me
entre los muertos, aleluya.
rindió la obediencia.
IJ. Para que nuestra fe y
Los hijos míos, hijos bastar
esperanza estuviesen en Dios, ale
dos, me faltaron a la fidelidad, *
luya.
han caído en la vejez y trope
Lo demás como en el Ordinario,
zarán en sus caminos. pág. 8.
Viva el Señor, y bendito sea
mi Dios, * y sea glorificado el III NOCTUR NO
Dios de mi salud.
Dios, que sois mi vindicador, F uera de T ie m p o P ascu al
E n T iem po P a s c u a l
Salmo 116 Ant.— Aleluya.
L a Antífona Aleluya en esta y en
A la b a d al Señor, naciones to las demás Ferias, se dice en Prima,
Tercia, Sexta y Nona, desde la Feria I I
das, * pueblos todos, cantad
después de la Dominica “ in A lb is ” , en
sus alabanzas. todos los Oficios de tres Lecciones, has
ta la V igilia de la Ascensión, y en las
Porque su misericordia se ha
Fiestas de nueve Lecciones de los San
confirmado sobre nosotros; * y tos hasta la Feria V I después de la
la verdad del Señor permanece Octava de la Ascensión inclusive.
H L i s Antífonas, así para entre Año
eternamente1. como para el Tiempo Pascual, puestas
Ant.— Alabad al Señor, porque en esta y en las demás Ferias para
Prima, Tercia, Sexta y Nona, se dicen
su misericordia se ha confirmado siempre en el Oficio ferial y en las
sobre nosotros. Fiestas, así de tres como de nueve
Lecciones, cuando, siguiendo lo esta
Entre A ñ o : En esta y las otras F e blecido por las Rúbricas, los Salmos
rias, la Capitula, Himno y Verso se se han de tomar de Feria. L as A n tífo
dicen cada día de la Feria corriente, nas señaladas para entre A ño se em
como en el primer esquema de L a u plean también en las Fiestas que se
des; y del mismo lugar también se celebran en tiempo de Adviento, Cua
toma la Antífona para el Benedictus, resma y Pasión.
I. Brev. 16
de sus manos, * dadles el salario E n tre Año
que merecen. Ant. — Libradme, Señor.
Porque no han comprendido
la obras del Señor, ni las mara En T ie m p o P ascu al
villas de sus manos; * los des
Ant.— Aleluya.
truiréis, y no les restableceréis.
Bendito sea el Señor, * porque
Salmo 30, i 1
ha oído la voz de mi súplica.
El Señor es mi auxilio y de Vos, Señor, he espera
n
fensa, * en El ha esperado mi do; no sea y o confundido
corazón, y fui socorrido. para siempre; * librad
Por lo que se gozó mi corazón, me por vuestra justicia.
* y con mi canción te alabaré. Inclinad hacia mí vuestro oí
El Señor es la fuerza de su do; * acelerad mi socorro.
pueblo, * y el que en tantos lan Sed para mí un Dios protector,
ces ha salvado a su Ungido. y un lugar de refugio, * donde
Salvad, Señor, a vuestro pue me pongáis en salvo.
blo, bendecid a vuestra herencia; Porque Vos sois mi fortaleza
* gobernadlos y exaltadlos por to y mi auxilio; * por vuestro nom
da la eternidad. bre me guiaréis y me sustenta
réis.
E n t r e A ño
Me libraréis de este lazo que
Ant.— Mi luz y mi salvación es ocultamente me armaron; * por
el Señor. que Vos sois mi defensa.
E n T ie m p o P a s c u a l
En vuestras manos encomiendo
mi espíritu; * Vos me habéis
Ant. — Aleluya, aleluya, ale redimido, Señor, Dios de verdad.
luya. Odiáis a los que adoran * va
En ios Oficios de Fiesta y de O c
nidades ilusorias.
tava, la Capitula, el Responsorio bre
ve y la Oración, se dicen como en el M as yo he puesto mi esperanza
Propio o en el Común. en el Señor; * saltaré de gozo
Lo demás como en el Ordinario, pá
gina 26. y me regocijaré en vuestra m i
sericordia.
Porque os habéis fijado en mi
SEXTA abatimiento; * habéis sacado de
sus congojas a mi alma;
Todo como en el Ordinario, pág. 28
excepto lo que sigue: Ni consentisteis cayera en ma-
1. E l salmista dirige una invitación a todos los justos para que se alegren
y alaben a Jehová (1-3). Los motivos de esta alabanza a E l debida, son: a) su
palabra recta y justa (4-5), omnipotente, y creadora del universo (6-9); b) sus
designios eternos e inmutables, según los cuales se rigen las causas libres y ne
cesarias del mundo creado (10-12); c) la providencia del Señor que todo lo ve y
observa (13-15), por cuyo motivo es El el único que puede ayudar y salvar a las
almas (16-19). El salmo termina con una aclamación eucarística animada de
una confianza absoluta en el Señor (20-22).
la esperanza que tenemos puesta I fns- -va sean. íle tre,s ° I (leT)nilieve Lec-
. . . ciones, cuando según la Rubrica de-
en VOS! heu tomarse Jos Salmos de Feria.
ccmpufo el autor sagrado el presente salmo. Con todo, puede creerse que fue
escogido como uno de los más propios para poder ser cantado por los peregri
nos israelitas en el momento de emprender el camino hacia la ciudad santa
de Jerusalén. Ante la perspectiva de un viaje penoso y no exento de peligros,
la idea de un Dios todopoderoso (1-2), guardián solicito de Israel (3-4), pro
tector de día y de noche de sus fieles (5-6), que vela para librarles de todo
mal y que bendice sus empresas (7-8), era la más apta para excitar los senti
mientos de fe y de confianza en aquellas almas devotas, ansiosas de ir a adorar
a Jehová en su santo Templo.
1. El salmista es uno de los peregrinos que ha subido a Jerusalén. Gozoso
de haber llegado a la ciudad de sus amores (1-2), pondera sus excelencias
(3-5), y desea para ella paz y prosperidad (6-9).
de toda consolación, el cual nos pues de Cenizas, en cada Feria, la
Antífona del Magníficat está indicada
consuela en todas nuestras aflic en el Propio de Tiempo; mas en las
ciones. otras Ferias del año se dice según in
dicamos a continuación.
e x p o n e la i n g r a t i t u d d e lo s q u e le p e r s ig u e n ( 1 1 - 1 2 ) , y a q u e h a b ié n d o le s m o s
t r a d o s u a m o r y s im p a t ia ( 1 3 - 1 4 ) , a h o r a e llo s s e a l e g r a n d e s u d e s g r a c i a y h a c e n
b u r la d e é l ( 1 5 - 1 6 ) . I m p lo r a e l a u x i l i o d e D i o s ( 1 7 ) , y p r o c la m a la p e r f id ia
d e s u s a d v e r s a r i o s ( 1 1 - 2 2 ) ; p id e q u e le h a g a j u s t i c i a a fin d e q u e é s t o s n o s e
a l e g r e n d e s u s c o n t r a r i e d a d e s , s in o q u e s e a n c o n f u n d i d o s y h u m il la d o s ( 2 3 - 2 6 ) .
A s í lo s j u s t o s s e a l e g r a r á n , y é l t e n d r á m o t iv o d e a l a b a r a D i o s (2 7 -2 8 ).
No tengan el placer de triun Ant.— Levantaos, Señor, defen
far de mí mis inicuos contrarios; ded mi derecho.
* los que sin causa me aborrecen,
y con sus ojos muestran con
F u e r a d e T ie m p o P a s c u a l
tento.
Pues conmigo ciertamente ha EN L A S F IE S T A S D E N U E V E
blaban palabras de paz, * mas en L E C C IO N E S
1. U n a c o m u n id a d d e f ie le s i s r a e l i t a s a t e n d ie n d o a s u p r o p io i n f o r t u n i o y c o m
p a r á n d o le co n la f e li c id a d d e lo s h o m b r e s p e r v e r s o s , s e h a c í a e s t a p r e g u n t a :
si el m a lv a d o p r o s p e r a y e l j u s t o e s a t r i b u la d o , ¿ c ó m o s e s a l v a l a j u s t i c i a d e
D io s s o b r e la t i e r r a ? E l p o e ta s a g r a d o , a p o y a d o e n s u p r o p ia e x p e r i e n c i a , r e p it e
b a jo d iv e r s a s f o r m a s t r e s v e r d a d e s i n d i s c u t i b l e s : a ) la p r o s p e r id a d d e lo s m a l
v a d o s e s a p a r e n te y e f í m e r a ; b ) p o r e l c o n t r a r io , e l j u s t o q u e c o n f í a e n D i o s ,
Porque como heno se han de y rechinará contra él sus dien
secar muy presto, * y como la tes.
tierna hierbecilla luego se mar Pero el Señor se reirá de él1, *
chitarán. como quien está previendo que
Pon tu esperanza en el Señor, le ha de llegar su día.
y haz obras buenas, * y habita Desenvainaron los pecadores su
rás en la tierra, y gozarás de sus espada; * su arco entesaron.
riquezas. Para derribar al pobre y des
Cifra tus delicias en el Señor, valido, * para asesinar a los de
* y te otorgará cuanto desea tu corazón recto.
corazón. Pero su misma espada tras
Encomienda al Señor tus ca pasará sus propios corazones, *
minos, y en él confía: * y él y será su arco hecho pedazos.
obrará. A nt.— No envidies a los que
Y hará brillar tu justicia comoprosperan y obran la iniquidad.
la luz, y el derecho de tu causa A n t.— Los brazos de los peca
como el sol de m ediodía; * sé dores * serán quebrantados, al
obediente al Señor, y preséntale paso que a los justos sostiénelos
tus súplicas. el Señor.
No tengas envidia del que ha
ce fortuna en su carrera, * del Salmo 36, n
hombre que comete injusticias.
Reprime la ira, y depon el fu M
Ás sirve al justo una me
ror, * no quieras ser émulo en dianía, * que las muchas
hacer mal. riquezas al pecador.
Pues los que obran mal serán Porque los brazos de los peca
exterminados; * mas los que es dores serán quebrantados; * al
peran en el Señor, ésos hereda paso que el Señor sostiene a los
rán la tierra. justos.
Ten un poco de paciencia, y Contados tiene el Señor los
verás que ya no existe el peca días de los que viven sin manci
dor; * y buscarás el lugar en lla, * y la herencia de éstos será
que estaba, y no le hallarás. eterna.
Pero los mansos heredarán la No serán confundidos en el
tierra, * y gozarán de muchísima tiempo calamitoso; en los días de
paz. hambre serán saciados: * porque
Acechará el pecador al justo, * perecerán los pecadores.
a u n e n m e d io d e s u s a f l i c c i o n e s , c u e n t a c o n s u a u x i l i o y p r o t e c c ió n , y e s t á p o r
g u r c d e u n p o r v e n i r f e l i z ; c ) p r e s t o l l e g a r á la e r a m e s i á n i c a y c o n e lla ;a
r e in o d e la j u s t i c i a . Los m a lv a d o s serán en to n ce s a r r a n c a d o s d e la t i e r r a ,
m ie n t r a s q u e lo s j u s t o s l a p o s e e r á n p a r a s ie m p r e . D e s p u é s d e e s t o s e c o m p r e n d e
c o n c u á n t a p r o p ie d a d e l p r e s e n t e s a lm o f u é d e n o m in a d o p o r T e r t u l i a n o “ e s p e jo
d e la P r o v i d e n c i a ” , y p o r s a n I s i d o r o “ a n t íd o t o c o n t r a la m u r m u r a c i ó n ” .
1. E l S e ñ o r n o s e r í e d e n a d i e ; e s to s e d ic e p o r e l r i d i c u l o e n q u e c a e r á n
m e r e c id a m e n t e lo s p e c a d o r e s e n e l d ía d e la p e r d ic i ó n . (San Jerónim o).
Y los enemigos del Señor no
bien serán ensalzador a puestos
honoríficos, * cuando serán aba í A boca del justo derram ará
tidos; se desvanecerán como hu sabiduría, * y su lengua ha
mo. blará juiciosam ente.
Tomará prestado el pecador, y La ley de su Dios la tiene en
no pagará; * pero el justo es medio del corazón, * y andará
compasivo y dará al necesitado. con firmes pasos.
Por tanto aquellos que bendi Anda el pecador acechando al
cen al Señor heredarán la tierra; justo, * y busca cómo podrá qui
* mas los que blasfeman perece tarle la vida.
rán. Mas el Señor no le abandonará
El Señor dirigirá los pasos del en sus manos, * ni le condenará
hombre justo, * y aprobará sus cuando será juzgado.
caminos. Espera en el Señor, y observa
Si cayere no se lastimará, * su ley; y te ensalzará para que
pues el Señor le sostiene con su entres a heredar la tierra; *'
mano. cuando habrán perecido los pe
Joven fui, y ya soy viejo; * cadores, lo verás.
Yo vi al impío sumamente en
mas nunca he visto desamparado
salzado, * y empinado como los
al justo, ni a sus hijos mendi
i edros del Líbano.
gando el pan.
Pasé de allí a poco, y he aquí
Pasa el día ejercitando la mi
que no existía ya; * le busqué,
sericordia, * y dando prestado, y
mas ni rastro alguno de él pude
bendita será su descendencia.
hallar.
Huye del mal y haz bien, * y
Conserva tú la inocencia, y
vivirás por los siglos de los si
atiende a la justicia. * porque
glos.
el hombre pacífico deja de sí
Porque el Señor ama lo justo,
memoria.
y no desampara a los santos; *
Mas los injustos perecerán to
eternamente serán protegidos.
dos; * cuanto quede de los im
Los injustos serán castigados;
píos será destruido.
* y perecerá la raza de los im La salvación de los justos vie
píos. ne del Señor ; * y él es su pro
, Pero los justos heredarán la tector en el tiempo de la tribu
s''*^rra, * y la habitarán perpetua lación.
nte. El Señor les ayudará, y los li
bit.— Los brazos de los peca- brará, * y los sacará de las m a
.'es serán quebrantados, al pa nos de los pecadores, y los sal
so que a los justos sostiénelos el vará, porque pusieron en él su
Señor. confianza.
Ant.r—Conserva la inocencia, Ant.— Conserva la inocencia, y
* y atiende a la justicia. atiende a la justicia.
F uera de T ie m p o P ascu al Porque se me han clavado
vuestras saetas, * y habéis car
EN L A S F IE S T A S D E N U E V E
L E C C IO N E S gado vuestra mano sobre mí.
No hay parte sana en mi cuer
y . Espera en el Señor y ob
po, a causa de vuestra indigna
serva sus preceptos.
ción; * se me estremecen los
1^. T e ensalzará para que
huesos cuando considero mis pe
entres a heredar la tierra.
cados.
E n T ie m p o P a s c u a l Porque mis maldades sobrepu
jan por encima de mi cabeza, *
e n L A S F IE S T A S D E N U E V E
L E C C IO N E S y como una carga pesada me
tienen agobiado.
Ant. — Aleluya, aleluya, ale
Enconáronse y corrompiéronse
luya.
mis llagas, * a causa de mi ne
y . Dios resucitó a Cristo de
cedad.
entre los muertos, aleluya.
Para que nuestra fe y es Estoy hecho una miseria y en
peranza estuviesen en Dios, ale corvado hasta el suelo; * ando
luya. durante todo el día cubierto de
Lo d em ás com o en el O r d in a r io , p á
tristeza.
g in a 8. Porque mis lomos están llenos
de ilusiones; * y no hay parte
ill NOCTURNO sana en mi carne.
Estoy afligido y abatido en ex
F u e r a d e T ie m p o P ascu al tremo; * la fuerza de los gemi
Ant. — N o me reprendáis, * dos de mi corazón me hace pro
Señor, en vuestro furor. rrumpir en alaridos.
Ante Vos están, Señor, todos
E n T ie m p o P a s c u a l mis deseos; * y no se os ocultan
mis gemidos.
Ant. — Aleluya, * aleluya, ale
Mi corazón está conturbado;
luya.
he perdido mis fuerzas, * y hasta
la misma luz de mis ojos me
Salmo 37, i 1
ha ya faltado.
o me reprendáis, Señor, A n t.— No me reprendáis, Se
en vuestro furor; * ni ñor, en vuestro furor.
me castiguéis en medio A n t.— Acudid a socorrerme, *
de vuestra cólera. oh Señor, Salvador mío.
1. E l s a lm i s t a , h a l lá n d o s e e n u n e s t a d o m o r a l y f í s i c a m e n t e d e p l o r a b l e p o r
r a z ó n d e s u s p e c a d o s , a c u d e a J e h o v á c o n u n g r i t o i m p lo r a d o r d e c le m e n c ia
(2-3); h a c e u n a v i v a d e s c r i p c i ó n d e lo s s u f r i m i e r t o s d e s u c u e r p o y d e s u e s p í r i t u
(4 -12 ) a u m e n t a d o s a d e m á s p o r u n a c r u e l p e r s e c u c ió n d e s u s e n e m ig o s ( 1 3 - 1 5 ) ,
y r e c o n o c ie n d o s u c u l p a b i li d a d d e l a n t e d e l S e ñ o r , a u n q u e n o d e l a n t e d e s u s
a d v e r s a r i o s , im p lo r a e l s o c o r r o d e l c ie l o y el e s fu e r z o n e c e s a rio en su g r a v e
s it u a c ió n ( 1 6 - 2 3 ) . M u y a c e r t a d a m e n t e l a s a n t a I g l e s i a n o s p r o p o n e a é s t e c o m o
el t e r c e r o d e lo s s i e t e s a lm o s p e n it e n c i a le s .
I. Brev. 17
Salmo 37, n murmuraban de mí, * porque se
guía la virtud.
AA is amigos y mis deudos * No me abandonéis, Señor Dios
acercáronse y apostáronse mío; * no os alejéis de mí.
contra mí. Acudid prontamente a soco
Y mis allegados se pararon a rrerme, * oh Señor Dios Sal
lo lejos, * mientras armaban sus vador mío.
lazos quienes buscaban mi alma. A n t.— Acudid a socorrerme, oh
Y los que buscaban mi alma Señor, Salvador mío.
hablaban iniquidades, * medita Ant. — Apartad de mí, * Se
ban fraudes todo el día. ñor, vuestros castigos.
Mas yo, como si fuera sordo,
no les oía, * y estaba como un Salmo 381
mudo que no abre la boca.
r \ l j E : Velaré sobre mi conduc
Fui, pues, como un hombre
ta, * para no pecar con mi
que no oye, * ni tiene palabras
lengua.
de réplica en su boca
Ponía un candado a mi boca, *
Porque en Vos tengo puesta, cuando el pecador se presentaba
Señor, mi esperanza; * Vos me contra mí.
atenderéis, oh Señor Dios mío. Enmudecí y humilléme, y me
Pues yo dije: Que no se ale abstuve de responder aun cosas
gren de mí mis enemigos, * ya buenas, * con lo cual se aumen
que al ver mis pies vacilantes, se tó mi dolor.
envanecen contra mí. Sentí que se inflamaba mi co
Perqué en peligro estoy siem razón, * y en mi meditación se
pre de claudicar; * y mi dolor encendían llamas de fuego.
está delante de mí continuamen Solté mi lengua, diciendo: *
te. Señor, dadme a conocer mi fin.
Y o mismo confesaré mi ini Y cuál es el número de mis
quidad. * y tengo bien presente días, * para que yo sepa lo que
mi pecado. me resta de vida.
Entre tanto mis enemigos vi Cierto, como a palmos tenéis
ven, y se han hecho más fuer medidos los días de mi vida; * y
tes que yo; * y hanse multipli mi vigor es como nada ante Vos.
cado los que me aborrecen in Verdaderamente que es la su
justamente. ma vanidad, * todo hombre v i
Los que vuelven mal por bien viente.
1. E l s a lm is ta , n o o b s t a n te la s c a l a m id a d e s q u e s u f r e , s e p r o p o n e n o p r o
f e r i r q u e ja a lg u n a , s o p o r t a n d o c o n r e s ig n a c i ó n lo s s u f r i m i e n t o s q u e e x p e r i m e n
ta (2 -4 ). P o r ú lt im o ro m p e s u s ile n c i o , p e r o n o p a r a o t r o fin q u e e l d e p e d i r a
D io s q u e le in s t r u y a a c e r c a d e la b r e v e d a d d e la v i d a ( 4 - 5 ) , y p a r a p o d e r p r o
c la m a r la v a n id a d d e é s t a (6 -7 ). S e v u e l v e o t r a v e z a l S e ñ o r , ú n ic a e s p e r a n z a
s u y a (8 ) y d e s p u é s d e h a b e r h e c h o u n a o b s e r v a c ió n s e b r e e l o r i g e n d e lo s m a le s
de la v id a p r e s e n te ( 1 2 ) , p id e a J e h o v á le c o n c e d a u n m o m e n to d e c o n s o l a c ió n
y f e li c id a d e n e s t e m u n d o ( 1 3 - 1 4 ) .
Es verdad que como una som D urante el A d v ie n t o
1. C o m p u e s to e s te s a lm o p a r a t r a s la d a r e l a r c a d e la c a s a d e O b e d e d ó n a l
t a b e r n á c u lo d e S ió n , y a d o p ta d o d e n u e v o p a r a l a s o le m n id a d d e la r e s t a u r a c i ó n
d el te m p lo , c e le b r a la v e n id a d e l M e s í a s y la p r o p a g a c ió n d e s u r e in o e n e l
m u n d o e n te ro . A d e m á s d e l a n u n c io d e l p r im e r a d v e n i m ie n t o d e l M e s í a s y d e l a
c o n v e r s ió n d e lo s g e n t ile s , e s t e s a lm o e s t a m b ié n u n a p r o fe c ía del tr iu n fo
d e l M e s ía s y d e su s e g u n d o a d v e n im ie n t o . P r o c u r e m o s s e r v i r n o s d e e s t e c á n t i c o
com o d e u n h im n o d e a c c ió n d e g r a c i a s a J e s u c r i s t o q u e s e h a d ig n a d o e x t e n d e r
su im p e rio o s u I g le s ia p o r to d a l a t i e r r a , y n o s h a lla m a d o p a r a f o r m a r p a r t e
de la m is m a .
Enviadme vuestra luz y vues Que todos los pueblos os cele
tra verdad; * ellas me guiarán bren, oh Dios; * que os celebren
y me conducirán a vuestro mon los pueblos todos.
te santo y a vuestros tabernácu Regocíjense y exulten las na
los. ciones, * porque juzgáis los pue
Y me acercaré al altar de Dios, blos con justicia y gobernáis las
* al Dios que llena de alegría naciones en la tierra.
mi juventud. Que los pueblos todos os ce
Con la cítara vuestras alaban lebren, oh Dios; * pues la tierra
zas os cantaré, oh Dios, Dios su fruto ha dado ya.
mío. * ¿Por qué estás abatida, Bendíganos Dios, el Dios nues
alma mía? ¿ Y por qué te agi tro, bendíganos Dios; * témanle
tas contra m í? todos los confines de la tierra.
Espera en D ios; porque toda Ant.— Haced, Señor, que vues
vía he de cantarle alabanzas, * tra faz resplandezca sobre nos
por ser el Salvador, que está de otros.
lante de mí, y el Dios mío. A n t.— Glorificad con vuestras
Ant. — Es mi Salvador y mi obras * al R ey de los siglos.
Dios.
Ant. — Haced, Señor, * que Cántico de Tobías2
vuestra faz resplandezca sobre Tob., 13, 1-10
nosotros.
\ í os sois, Señor, eternamente
grande; * y a todos los si
Salmo 661
glos se extiende vuestro reino.
T ^ io s tenga misericordia de nos Vos sois quien castigáis y sal
otros y nos bendiga; * haga váis, conducís hasta la tumba y
resplandecer su faz sobre nos libráis de ella; * no hay quien se
otros, y nos mire compasivo. sustraiga a vuestra mano.
Para que sea conocido en la Dad gracias al Señor, hijos de
tierra vuestro camino, * y en Israel, * y alabadle ante las na
todas las naciones vuestra salva ciones,
ción. Porque os dispersó entre los
1. E ste s a lm o c o n s t a d e t r e s e s t r o f a s c o m p u e s t a s p r o b a b le m e n t e c o n m o
tiv o d e la r e c o l e c c i ó n a n u a l , y a fin d e d a r g r a c i a s a D i o s p o r e s e b e n e f ic io e n
la s t r e s f ie s t a s p r i n c i p a l e s d e P a s c u a , P e n t e c o s t é s y d e lo s T a b e r n á c u l o s . E l
a u t o r s a g r a d o h a b e b id o s u in s p i r a c i ó n e n la c é l e b r e b e n d ic ió n s a c e r d o t a l q u e
le e m o s e n e l li b r o d e lo s N ú m e r o s : “ E l S e ñ o r t e b e n d ig a y t e g u a r d e ; el
S e ñ o r t e m u e s t r e s u r o s t r o y h a y a m is e r ic o r d ia d e t i ; v u e l v a e l S e ñ o r s u r o s t r o
h a c ia t i y t e c o n c e d a la p a z ” ( N u m . V I , 2 4 -2 6 ) , y d e e s t e s a lm o h a h e c h o
com o u n a e s p e c ie d e r e s p u e s t a d e l p u e b lo a e l la . C o n v i e n e h a c e r n o t a r e l c a r á c t e r
m e s iá n ic o d e t o d o s u c o n t e n id o . L a b e n d ic ió n d e D i o s s o b r e I s r a e l s e r á la
c a u s a d e la c o n v e r s i ó n d e lo s g e n t i l e s a l c o n o c i m ie n t o d e D i o s .
2. E n e l li b r o d e T o b í a s e s t e c á n t i c o s e c o m p o n e d e v e i n t i t r é s v e r s í c u l o s .
A q u í n o s e r e p r o d u c e m á s q u e la t e r c e r a p a r t e , l a a c c i ó n d e g r a c i a s p o r lo s
b e n e fic io s d i v i n o s ; la s e g u n d a e s u n a p r o f e c í a d e l p o r v e n i r g lo r io s o d e J e r u -
s a lé n . E l v i e j o T o b í a s im p r o v is ó e s t e p o e m a d e s p u é s d e la s r e v e l a c i o n e s y d e la
d e s a p a r ic ió n d e l a r c á n g e l s a n R a f a e l .
pueblos que le desconocen, * pa finitamente bueno; * cantad
ra que publiquéis sus maravi himnos porque es sumamente
llas. suave.
Y les hagáis saber * que no For cuanto el Señor ha esco
hay Dios omnipotente fuera de gido para sí a Jacob; * a Is
él. rael para propiedad suya.
El nos castigó por nuestros pe Porque yo tengo bien conoci
cados, * y él nos salvará por su do que el Señor es grande, * y
misericordia. que nuestro Dios es sobre todos
Considerad, pues, lo que con los dioses.
nosotros hizo, * y con temor v Todas cuantas cosas quiso, ha
temblor bendecidle: glorificad hecho el Señor; así en el cielo
con vuestras obras al R ev de los como en la tierra, * en el mar y
siglos. en todos los abismos.
Mas yo bendeciré al Señor en El hace venir las nubes de la
este país donde estoy cautivo, * extremidad de la tierra, * y con
porque manifestó su poder con vierte en lluvias los relámpagos.
tra una nación culpable. El es el que hace salir los vien
Convertios, pues, pecadores; tos de sus depósitos, * el que
obrad ante Dios con rectitud; * hirió de muerte a los primogéni
esperad que manifestará su mi tos de Egipto, sin perdonar a
sericordia en favor vuestro. hombre ni bestia.
Y yo y mi alma, * nos alegra E hizo señales y prodigios en
remos en él. medio de ti, Egipto, * contra F a
Bendecid al Señor, todos lo raón y todos sus vasallos.
que sois sus elegidos; * pasad El destrozó muchas naciones,
días alegres, bendecidle. * y quitó la vida a reyes pode
A n t.— Glorificad con vuestras
rosos.
obras al Rey de los siglos. A Sehón, rey de los Amorreos,
A n t.— Alabad * el nombre del
y a Og, rey de Basán, * y des
Señor, los que moráis en su casa.
truyó a todos los reinos de los
Cananeos.
Salmo 1341
Y dió la tierra de éstos en
A l a b a d el nombre del Señor; herencia; * en herencia a Israel,
* pueblo suyo.
tributadle alabanzas vos
otros, siervos suyos. Eterno es, S e ñ o r , vuestro
Los que asistís en la casa del nombre; * vuestra memoria, oh
Señor, * en los atrios del Tem Señor, pasará de generación en
plo de nuestro Dios. generación.
Alabad al Señor porque es in Porque el Señor hará justicia
1. E s t e s a lm o es u n h im n o li t ú r g i c o d e a l a b a n z a a J e h o v á , c o m p u e s t o c a s i t o d o
c on r e c u e r d o s d e o tr o s lu g a r e s d e l a s a g r a d a E s c r i t u r a , y p r in c ip a lm e n t e d e lo s
S a lm o s . E n s e n tid o e s p i r i t u a l e s u n h im n o d e r e c o n o c im ie n t o p o r lo s b e n e f ic io s
r e c ib id o s d e D io s , y p o r h a b e r n o s li b r a d o d e n u e s t r o s e n e m ig o s e s p i r i t u a l e s .
a su pueblo, * y será propicio dor de las almas, invita a la
con sus siervos. vida.
Los ídolos de las naciones, Dejad, clama, los lechos, vos
no son más que oro y plata, * otros que sucumbís al pesado
hechura de manos de hombres. sueño; permaneced en vela, cas
Tienen boca, pero no habla ta, recta y sobriamente, puesto
rán; * ojos, mas no verán. que ya estoy cerca.
Orejas tienen y no oirán; * ya A Jesús clamemos con nues
que no hay aliento de vida en tras voces, con nuestras lágrimas
su boca. y preces, con nuestra sobriedad.
Semejantes sean a ellos los Roguemos con insistencia; un
que los fabrican, * y cuantos en corazón puro no duerme nunca.
ellos ponen su confianza. Oh Cristo, venid a despertar
Oh tú, casa de Israel, bendice nos de nuestro sueño; venid a
al Señor; * bendice al Señor, romper las cadenas de la noche;
casa de Aarón. libradnos de las culpas pasadas
Casa de L eví, bendice al Se y comunicadnos nueva luz.
ñor; * vosotros los que teméis al A Dios Padre se dé la gloria
Señor, bendecid al Señor. y al H ijo su Unigénito, junta
Bendígase a l S e ñ o r desde mente con el Espíritu Paráclito,
Sión; * al Señor que habita en ahora y por todos los siglos.
Jerusalén. Amén.
A n t.— Alabad el nombre del y . Desde la mañana, hemos
Señor los que moráis en su casa. sido colmados de vuestras mise
ricordias. I£. Nos han regocijado
E n T ie m p o P ascu al
y deleitado.
Ant. — Aleluya, aleluya, ale Ant. del Bened. — Nos susci
luya. tó * el Señor un Salvador pode
roso, en la casa de su siervo D a
vid.
Capitula Rom ., 13, 12-13 E n lo s O f ic io s d e F i e s t a y d e O c
t a v a , la C a p i t u l a , e l H im n o , la A n t í
f o n a d e l B enedictus y la O r a c i ó n , se
I a noche está ya muy avanza d ic e n c o m o e n e l P r o p i o o e n e l C o m ú n .
da, y va a llegar el día. D e Lo dem ás com o en el O r d in a r io ,
p á g . 16 .
jemos, pues, las obras de ias ti
nieblas, y revistámonos de las
armas de la luz. Andemos con LAUDES
decencia como se suele andar du II
rante el día.
E n la s F e r i a s d e A d v i e n t o , y d e s d e
la F e r i a I I I d e s p u é s d e la D o m in ic a
Himno de S e p tu a g é s im a h a s ta la F e r ia III
d e la S e m a n a S a n t a i n c l u s i v e , a s í c o
m o e n la s V i g i l i a s c o m u n e s f u e r a d e
Y A el alado mensajero del día
T ie m p o P a s c u a l, c u a n d o e l O f ic io se
anuncia la proximidad de la c e le b r a d e F e r i a .
luz; ya Cristo, el divino excita
Todo co n io en e l O r d in a r io , pág. 12 , Mi morada ha sido removida,
e x c e p to lo q u e s ig u e :
* y arrollada lejos de mí, como
A nt.— Borrad mis pecados.
una tienda de pastores.
1Í E n la F e r ia IT a n te s d e la V i
g ilia d e la N a t iv id a d d e l S e ñ o r y e n Se me ha cortado la vida, como
ía F e r i a III de Sem ana S a n ta , la s lo hace el tejedor; me la cortó
A n t í f o n a s s o n co m o en el P r o p i o d e
T ie m p o . cuando aun se iba urdiendo; *
de la mañana a la noche daréis
Salmo 50 fin a mi vida.
( Véase pág. 5 9 ) .
Esperaba yo, mientras llega
ba la mañana; * como un león
A nt.— Borrad mis pecados, Se
trituró todos mis huesos.
ñor, por la multitud de vuestras
D e la mañana a la noche pon
bondades.
dréis fin a mi vida; * gritaba
A nt.— Defended mi causa.
como polluelo de golondrina;
gemía como la paloma.
Salmo 42
Debilitáronse mis ojos * de
( Véase pág. 1 1 6 ) tanto mirar en alto.
A nt.— Defended mi causa, oh Señor, padezco violencia, salid
Dios, contra la gente impía. mi fiador * ¿Y o qué diré, y qué
A nt.— Dios tenga misericordia. responderá él, si es él mismo
quien lo ha hecho?
Salmo 66 Repasaré ante Vos todos mis
( Véase pág. 1 1 7 ) . años, * con amargura de mi al
A nt.— Dios tenga misericordia ma.
de nosotros y nos bendiga. Señor, si así se vive y en esto
A nt.— Me restableceréis, Señor. consiste la vida de mi espíritu,
Vos me restableceréis y me de
Cántico de Ezequías1 volveréis la vida. * He aquí, en
la paz, qué amargura tan amarga
Is., 38, 10-20
la mía. ,
Y / o dije: A la mitad de mis Mas Vos habéis librado mi al
días * iré a las puertas del ma para que no pereciese; *
sepulcro. echándoos sobre vuestras espal
Privado estoy del resto de mis das todos mis pecados.
años. * D ije: No veré al Señor Porque no os celebrará el se
en la tierra de los vivientes. pulcro ni la muerte os alabará; *
No veré más a hombre alguno, no esperarán en vuestra verdad
* con los moradores del mundo. los que descienden al hoyo.
1. L o q u e n o s o fr e c e el E s p ír itu S a n t o e n e s t e s a lm o , n o e s u n a p ie z a
li t e r a r i a , e s c o m o u n r e s u m e n d e c o n s id e r a c io n e s m o r a le s y d e p l e g a r i a s e n
f o r m a s e n t e n c io s a . E n é l la p le g a r i a a l t e r n a c o n la m e d i t a c i ó n ; lo s s e n t i m i e n
to s d e c o n ñ a n z a e n D i o s c o n lo s d e u n a h u m il d a d p r o f u n d a , e x c i t a d o s p o r *1
r e c u e r d o d e la f a l t a d e g r a t i t u d y f id e l id a d p a r a c o n e l S e ñ o r ,
¿Quién es el hombre que te II C u a n t ío en L a u d e s s e h a y a d ic h o
el S a l m o 50 , Tened, piedad, a q u í se
me al Señor? * Dios le ha pres a ñ a d e e l S a l m o 9 5 , Cantad al S eñ o r...
crito la regla que debe seguir en ¡o h tierra ... canta!, c o m o m á s a r r i
ba, p á g . 1 1 6 , q u e no se re z ó e n L a u
la carrera que escogió. d e s ; d e lo c o n t r a r io , d e s p u é s d e h a b e r
Reposará su alma entre bie d ic h o lo s tre s S a lm o s , s e g u id a m e n t e
s e d ic e la A n t í f o n a .
nes, * y sus hijos poseerán la
tierra.
El Señor es firme apoyo de E n t r e Año
los que le temen, * y a ellos re A n t.— Dios mío, en Vos con
vela sus secretos. fío, * no sea confundido.
E n T ie m p o P ascu al
Salmo 24, m
Ant.— Aleluya, aleluya, ale
M is ojos están siempre fijos en luya.
el Señor; * pues él ha de L o d em ás com o en el O r d in a r io , p á
g i n a 20.
sacar mis pies del lazo.
Volved, Señor, vuestra vista
hacia mí y compadecedme; * TERCIA
porque me veo solo y pobre.
T o d o com o en el O r d in a r io , p á g . 2 5 ,
Las tribulaciones de mi cora
e x c e p t o lo q u e s i g u e :
zón se han m ultiplicado; * li
bradme de mis congojas. E n tre A ño
Ved mi humillación y mi tra A nt.— Miróme el Señor.
bajo, * y perdonad todos mis pe
cados. E n T ie m p o P a s c u a l
Reparad en mis enemigos có
Ant.— Aleluya.
mo se han multiplicado, * y cuán
injusto es el odio con que me
Salmo 39, i 1
aborrecen.
Guardad mi alma y libradme; gu ard an d o estuve al Se
* no sea yo avergonzado por ha ñor * con ansia suma,
ber esperado en Vos. y por fin inclinó a m í
Los inocentes y justos se han sus oídos.
unido conmigo, * porque en Vos Y escuchó benignamente mis
esperé yo. súplicas, * y sacóme del lago de
Librad, oh Dios, a Israel, * la miseria y del inmundo cieno.
de todas sus tribulaciones. Y asentó mis pies sobre pie-
1. L i b r a d o D a v i d , c o m o e s p e r a b a , d e u n g r a v e p e li g r o (2 -3 ), el S e ñ o r le
in s p ir a u n c á n t i c o , a fin d e e x c i t a r e n m u c h o s la c o n f ia n z a e n E l ( 4 ) . ¡ B i e n
a v e n t u r a d o s lo s q u e e n E l c o n f í a n ! ( 5 ) . Q u i s i e r a c o n t a r la s m a r a v i l l a s d e J e h o v á ,
p e ro s o n d e m a s i id a s ( 6 ) ; o f r e c e r l e u n s a c r if ic io , p e r o n o le e s a g r a d a b l e ( 7 - 8 ) .
L e es a g r a d a b l e , p o r e l c o n t r a r io , q u e t o d o s h a g a n s u v o lu n t a d , y e s t a e s la q u e
él se p ro p o n e c u m p li r (8 -9 ). P u b l i c a a lg u n o s d e lo s a t r i b u t o s e n r e l a c i ó n c o n
la D i v in i d a d ( 1 0 - 1 1 ) , y p id e q u e é s t o s s ie m p r e le g u a r d e n (1 2 ). M u ch o es lo
q u e s u f r e p o r c a u s a d e s u s p e c a d o s ( 1 3 ) , y r u e g a le c o n c e d a el S e ñ o r un
p ro n to a u x il io c o n t r a s u s a d v e r s id a d e s ( 1 4 - 1 8 ) .
dra, * dando firmeza a mis pa ricordia y vuestra verdad * a la
sos. numerosa asamblea.
Púsome en la boca un cántico Mas Vos, Señor, no apartéis
nuevo, * un cántico en loor de de mí vuestras bondades; * ya
nuestro Dios. que vuestra misericordia y fide
Verán esto muchos, y temerán lidad me han guardado siempre.
al Señor, * y pondrán en él su Porque me hallo cercado de
esperanza. males sin número; * sorpren
Bienaventurado el hombre cu diéndome mis pecados, y no pu
ya esperanza es el nombre del de distinguirlos bien.
Señor; * y que no volvió sus Multiplicáronse más que los
ojos hacia la vanidad y a las ne cabellos de mi cabeza; * y mi
cedades engañosas. corazón ha desmayado.
Muchas son, oh Señor Dios Dignaos, Señor, librarme; *
mío, las maravillas que habéis venid presto a socorrerme.
obrado, * y en vuestros designios
no hay quien se asemeje a Vos. Salmo 39, m
Púseme yo a referirlos y anun
ciarlos; * exceden todo guarismo. ueden de una vez confundi
Ni sacrificios ni holocaustos Q dos y avergonzados cuantos
habéis querido; * oídos perfec buscan * cómo quitarme la vida.
tos, en cambio, me habéis dado. Vuélvanse atrás llenos de con
Tam poco habéis pedido holo fusión * los que mi mal desean.
causto ni víctim a por el pecado; Sufran luego la ignominia que
* de otra suerte diría: He aquí merecen, * aquellos que me di-
que vengo. :en: Ea, ea.
Al frente del libro está escri Alégrense en Vos y regocíjen
to de mí, que había de hacer se todos los que os buscan, y
vuestra voluntad. * Dios mío, digan siempre cuantos aprecian
me place, y vuestra ley la tengo vuestro socorro: * Ensalzado sea
escrita en medio de mi corazón. el Señor.
Aunque mendigo soy yo y po
bre, * el Señor cuidará de mí.
Salmo 39, n
Vos sois, Señor, mi valedor y
J -J e anunciado vuestra justicia protector. * Dios mío, no tar
* déis.
en una grande congrega
ción. He aquí que no tendré ce
E ntre A ño
rrados mis labios; Vos, Señor,
lo sabéis. Ant. — M iróme el Señor, y
No he escondido vuestra jus oyó mi plegaria.
ticia en mi corazón; * vuestra
E n T ie m p o P a s c u a l
verdad he proclamado y también
vuestro socorro. Ant.— Aleluya, aleluya, ale
No he ocultado vuestra mise luya.
En los Oficios de Fiesta y de O c tarme, hablaba con mentira, *
tava, la Capitula, el Responsorio bre
ve y la Oración, se dicen como en el tramando en su corazón iniquida
Propio o en el Común. des.
Lo demás como en el Ordinario, pá
gina 26. Salíase afuera * y confabu
laba con los otros.
Susurraban contra mí todos
SEXTA
mis enemigos, * conspiraban para
Todo como en el Ordinario, pág. 28, acarrearme males.
•xcepto lo que sigue:
Sentencia inicua pronunciaron
E n tre Año contra mí. * M as ¿por ventura
el que duerme no ha de volver
Ant. — Me acogisteis, Señor.
a levantarse?
E n T ie m p o P a s c u a l Lo que más es, un hombre con
Ant.— Aleluya. quien vivía yo en dulce paz, de
quien yo me fiaba, * y que comía
Salmo 401 de mi pan, ha urdido una gran
traición contra mí.
ienavhnturado el que Mas Vos, Señor, habed piedad
piensa en el necesitado y de mí y levantadme, * y yo daré
en el pobre: * en tiempo a ellos su merecido.
de desgracia le librará el Señor. En esto conoceré que os com
Guárdele el Señor, y confór placéis en mí, * que mi enemigo
tele y hágale feliz en la tierra, * no se holgará de mí.
y no le entregue a merced de En cuanto a mí, por mi inte
sus enemigos. gridad me habéis sostenido, * y
Consuélele el Señor cuando se me habéis puesto para siempre
halle postrado en el lecho de su en vuestra presencia.
dolor: * mullísteis, Señor, toda Bendito sea el Señor Dios de
su cama durante su enfermedad. Israel por los siglos de los siglos:
En cuanto a mí, dije: Señor, * ¡Así sea! ¡Así sea!
habed piedad de m í; * sanad mi
alma, porque pequé contra Vos. Salmo 141 i 2
Prorrumpían mis enemigos en
increpaciones contra mí. * ¿Cuán ^ omo el ciervo suspira por las
do morirá éste, decían, y se aca fuentes de agua viva, * así
bará su memoria? oh Dios, clama por ti el alma
Que si alguno entraba a visi mía.
1. I g n o r a m o s e n q u é m o m e n to d e s u r e in a d o c o m p u s o D a v i d e l p r e s e n t e s a lm o ;
p e ro d e b ió s e r e n e l m o m e n to d e u n a g r a v e e n f e r m e d a d . D e s p u é s d e u n a i n t r o
d u c c ió n d id á c t ic a , r e l a c io n a d a c o n l a s i t u a c i ó n e n q u e s e h a l la b a ( 2 - 4 ) , y d e
p e d ir a D i o s p e r d ó n p o r s u s p e c a d o s ( 5 ) , s e d u e le d e l a c o n d u c t a d e s u s a d
v e r s a r io s , lo s c u a le s d e s e á n d o le la m is m a m u e r t e ( 6 ) , h i p ó c r i t a m e n t e le v i s i t a n
co n el s o lo in t e n t o d e a t e n t a r c o n t r a é l m e d ia n t e lo q u e sab e n d e su e sta d o
(7 -9 ). S ie n t e , s o b r e to d o , l a d e f e c c i ó n d e u n in t im o s u y o ( 1 0 ) . P i d e a Jehová
su c u r a c ió n ( 1 1 ) , la c u a l le f u é c o n c e d id a ( 1 2 - 1 3 ) .
2. F ijá n d o n o s e n e l t e m a , e s t ilo y r it m o d e e s t e s a lm o , a s í c o m o e n la
a u s e n c ia d e t ít u l o e n e l s a lm o s i g u i e n t e , c a s i t o d o s lo s e x é g e t a s d e n u e s t r o s
Sedienta está mi alma del tras olas * van pasando delante
Dios fuerte y vivo. * ¡Cuándo ie mí.
será que yo llegue, y me presen D e día manda Dios su miseri
te ante la cara de Dios! cordia; * y de noche le canto yo.
Mis lágrimas me han servido Oración al Dios de mi vida. *
de pan día y noche, * desde que Digo a Dios: Vos sois mi am
se me está diciendo continua paro.
mente: Y tu Dios ¿dónde está?
¿Por qué me habéis olvidado?
Tales eran los recuerdos que
* y ¿por qué he de andar triste,
venían a mi memoria; y ensan
mientras mi enemigo me aflige?
ché dentro de mí mi espíritu: *
Mientras se me quiebran de
que yo iba al lugar del m aravi
dolor los huesos, * me afrentan
lloso tabernáculo, hasta la casa
los enemigos que me acosan.
de Dios.
Diciéndome todos los días:
Entre cantos de alegría y de
¿Dónde está tu D ios?1 * ¿Por
alabanza, * voz rumorosa de
qué estás triste, alma mía? ¿por
festín.
qué me llenas de turbación?
¿Por qué estás triste, oh alma
mía? * ¿y por qué me tienes en Espera en Dios, que aun quie
esta agitación? ro loarle, * salvamento delante
Espera en Dios, porque aun de mí y el Dios mío.
cantaré sus alabanzas, * como
que es el Salvador que tengo de E ntre A ño
lante de mí.
Ant. — Me acogisteis, Señor,
bajo vuestra protección, y me
Salmo 4 1, n confortasteis en vuestra presen
cia.
está
Z"'' o n t u r b a d a profunda-
^ mente mi alma; * por lo
E n T ie m p o P ascu al
mismo me acordaré de Vos des
de la tierra del Jordán, y desde Ant. — Aleluya, aleluya, ale
los montes de Hermón, grande
luya.
y pequeño.
En los Oficios de Fiesta y de O c
Un abismo llama a otro abis tava, la Capitula, el Responsorio bre
mo, * a la voz de vuestras cas ve y la Oración, se dicen como en el
Propio o en el Común.
cadas. Lo demás como en el Ordinario, p á
Todas vuestras ondas y vues gina 31. ,
días no dudan en afirmar que estos dos salmos, aunque separados desde muy
antiguo, no constituían más que uno solo primitivamente. Consta de tres
partes. En la primera (2-6) manifiesta el vivo anhelo de su alma ansiosa de
volver a ver el Templo de Jerusalén, y tomar parte, como antes, en sus so
lemnidades; en la segunda (7-12) se duele de su triste situación en el des
tierro; en la tercera (42, 1-5) pide la libertad para poder volver a la ciudad
santa y dat' gracias a Dios en su santo Templo. Este doble cántico maravilloso
ha sido calificado de “ perla poética del Antiguo Testam ento” .
1. E sto d e b e r ía p re g u n ta rse s ie m p r e el a lm a c r is tia n a .
NONA a nuestros enemigos; * y en
vuestro nombre hollaremos a
Todo como en el Ordinario, pág. 31,
excepto lo que sigue: quienes se levanten contra nos
otros.
E n tre Año Cierto, no confiaría en mi arco,
A nt.— Nos salvasteis. * ni mi espada me salvaría;
Mas sois Vos quien nos salvó
En T ie m p o P ascu al de los que nos afligían, * y con
Ant.— Aleluya. fundió a los que nos odiaban.
En Dios nos gloriaremos todos
Salmo 43, i 1 los días, * y vuestro nombre ce
lebraremos eternamente.
o so tro s,oh Dios, hemos
oído por nuestros propios Salmo 43, n
oídos, * nuestros padres
nos han anunciado. A la verdad, nos habéis dese
Las obras que hicisteis en sus chado y cubierto de confu
días * y en los tiempos anti sión, * pues ya no salís, oh DSos,
guos. al frente de nuestros ejércitos.
Vuestra mano desposeyó las Nos hicisteis retroceder ante
naciones, y los plantó a ellos; * nuestros enemigos, * y nos han
abatisteis aquellos pueblos y los saqueado los que nos aborrecían.
arrojasteis. Nos entregasteis como ovejas
Porque no se apoderaron de destinadas al m atadero, * y nos
esta tierra por la espada, * ni habéis dispersado entre las na
fué su brazo el que los salvó; ciones.
Sino vuestra diestra y vuestro De balde habéis vendido vues
brazo y la luz de vuestro rostro; tro pueblo, * y no ha habido con
* porque os compadecisteis de currencia en la venta.
ellos. Nos habéis puesto como obje
Fuisteis Vos, mi rey y mi Dios, to de oprobio para nuestros ve
* quien decretasteis la salvación cinos, * hechos el escarnio de
de Jacob. los que nos rodean.
Con vuestra ayuda sacudiremos Nos habéis puesto por prover-
I. Brev. 18
Entre tanto da el sueño a sus cionase a los seres vivientes grato
amados: * ésta es una herencia .sustento.
que viene del Señor, los hijos; el Sanad, Señor, las llagas infla
fruto de las entrañas es un pre madas de nuestra alma, haciendo
mio. que florezca con vuestra gracia,
Como flechas en manos de un para que purifique con lágrimas
valiente, * así son los hijos de sus culpas, y contenga sus movi
los desterrados. mientos desordenados.
Dichoso el hombre que de ellos Sea ella obediente a vuestros
satisfizo su deseo; * no se verá preceptos, y jamás se acerque al
confundido cuando a la puerta mal; se goce viéndose por Vos
de la ciudad hablare a sus ene colmada de bienes, e ignore los
migos. golpes de la muerte.
A nt.— El Señor edifique para Concedédnoslo, oh Padre mi
nosotros la casa, y guarde la ciu sericordiosísimo, y Vos, el Uni
dad. génito igual al Padre, que, con
el Espíritu consolador, vivís y
E n T ie m p o P ascu al
reináis por todos los siglos.
Ant. — Aleluya, aleluya, ale Amén.
luya. y . Ascienda, Señor, mi ora
ción hacia Vos.
í£. Com o el olor del incien
Capitula II Cor., 1, 3-4 so ante vuestra presencia1.
Creador de la tierra,
Q e n é fic o
que sacasteis del abismo la COMPLETAS
solidez del mundo, y, contenien Todo como en el Ordinario, pág. 38,
do la invasión de las aguas, dis excepto lo que sigue:
Salmo 45, i 1
F u era d e T ie m p o P ascu al
l Dios de los dioses, el
EN LAS F IE S T A S DE NUEVE Señor, ha hablado, * y
L E C C IO N E S
ha convocado la tierra.
y . Dios me librará del po Desde Oriente hasta Occiden
der del infierno. 1^. Cuando re te. *D e Sión saldrá el esplen
cibiere a mi alma. dor de su gloria.
pués que todos, justos y malvados, hayan bajado al sepulcro, las suertes serán
invertidas: éstos permanecerán en el sepulcro y serán infelices, y los justos
saldrán de él. Ante esta perspectiva, el justo no ha de inquietarse por la in jus
ticia aparente de la retribución moral en esta vida.
1. El Señor se muestra sobre el monte Sión con toda la magnificencia de su
Majestad espantosa, y llama a cielos y tierra para que sean testigos de los
motivos que tiene para estar descontento de su pueblo (1-4). Luego que éste
se ha presentado ante el tribunal del Señor (5-6), le dirige un doble requerí-
Manifiestamente vendrá Dios, tribulación; * yo te libraré, y tú
* nuestro Dios y no callará. me darás gloria.
Fuego devorador le precederá, Ant.— El Dios de los dioses,
* y horrísona tempestad le acom el Señor, ha hablado.
pañará. Ant.— Consideradlo, * los que
Convocará a los cielos desde os olvidáis de Dios.
arriba * y a la tierra, para juz
Salmo 49, n
gar a su pueblo.
Congregad ante él a sus san Dios le dice al pecador: *
tos, * que han sellado su alianza ¿por qué cuentas tú mis
con sacrificios. mandamientos, y traes siempre
Proclamarán su justicia los cie en tus labios mi alianza?
los; * porque Dios es el juez. ¡Tú que odias toda disciplina,
Escucha, pueblo mío, y yo ha * y que has echado al trenza
blaré; Israel depondré contra ti: do mis palabras!
* Dios, el Dios tuyo, soy yo. Si ves a un ladrón, a él te aso
No te castigaré por tus sacri cias; * tienes participación con
ficios, * pues siempre tengo ante los adúlteros.
mí tus holocaustos. Tu boca está llena de maldad;
No aceptaré becerros de tu * tu lengua trama engaños.
casa, * ni machos cabríos de tus Te sientas, y hablas mal de
rebaños. tu hermano; * le armas lazos al
Porque las fieras de las selvas mismo hijo de tu madre. Esto
son todas mías, * como las bes haces, y yo callo.
tias de los montes y los bueyes. Piensas impíamente que yo
Conozco todas las aves del soy semejante a ti; * mas te
cielo, * y la belleza de los cam reprenderé, y te lo echaré todo
pos es cosa mía. en cara.
Si estuviere hambriento, no Tened esto entendido, vosotros
acudiré a ti, * porque mío es el que os olvidáis de Dios; * no
mundo y todo lo que contiene. sea que os destroce, y no haya
¿Acaso como yo las carnes de quien os libre.
los toros? * ¿o bebo la sangre El sacrificio de alabanza es el
de los machos de cabrío? que me honra; * ahí está el ca
Ofrece a Dios un sacrificio de mino por donde mostraré al hom
alabanza, * y cumple al A ltí bre la salvación de Dios.
simo tus votos. Ant. — Consideradlo, los que
E invócame en el día de la os olvidáis de Dios.
E n T ie m p o P ascu al E n tr e Año
Ant.— Aleluya, aleluya, alelu y . El sacrificio- de alabanza
ya. es el que me honra.
EN LAS F IE S T A S D E NUEVE
. A hí está el camino por
L E C C IO N E S donde mostraré al hombre la
y . Dios resucitó a su H ijo, salvación de Dios.
aleluya. 1$. Y nos resucitará a E n e l O f ic io f e r ia l de
II D u ran te e l T ie m p o d e P a s ió n
I, Brev. 19
adversarios; * sobre ellos tronará Probadme, Señor, y sondead
desde Jos cielos. me; * examinad mis afectos y
El Señor juzgará toda la tie mi corazón.
rra; dará el imperio a su rey, Porque tengo a la vista vues
y ensalzará el poder de su Cristo. tra misericordia, * y en vuestra
A nt.— Mi corazón se alegrará verdad he puesto todas mis com
en el Señor, que humilla y en placencias.
salza. Nunca me he sentado en las
Ant.— Alaba. reuniones de gente vana, * ni
conversé jamás con los que obran
Salmo 145 la iniquidad.
Aborrezco la sociedad de los
( Véase pág. 143).
perversos, * evitaré siempre la
Ant.— Alaba, alma mía, al Se
comunicación con los impíos.
ñor que levanta a los caídos y
Lavaré mis manos con los ino
ama a los justos.
centes; * y rodearé, Señor, vues
La Capitula, Himno, Verso y A n
tífona del Bencdíctus como está indi tro altar.
carlo en la pág. 94. Para oír las voces de alaban
Lo demás como en el Ordinario,
pág. 16. za * y referir todas vuestras
maravillas.
Señor, y o he amado el decoro
PRIMA de vuestra casa, * y el lugar
donde habita vuestra gloria.
Todo como en el Ordinario, pág. 18,
excepto lo que sigue: No perdáis, D ios mío, con los
impíos mi alma, * ni la vida mía
E n tre Año con los hombres sanguinarios,
A nt. — Vuestra misericordia. En cuyas manos no se ve más
que iniquidad, * y cuya diestra
E n T ie m p o P a s c u a l está toda llena de sobornos.
Ant.— Aleluya. M as yo he procedido según
mi inocencia. * Salvadme, y ha
Salmo 2 5 1 bed piedad de mí.
M is pies se han dirigido siem
u z g a d m e , Señor, pues yo pre por el camino de la rectitud:
p
he procedido según mi * Oh Señor, yo cantaré vuestras
MÉ inocencia; * y esperando alabanzas en las reuniones de la
en el Señor, no vacilaré. Iglesia.
1. El salmista, perseguido gravemente por sus enemigos, o quizá con motivo
de una dolencia peligrosa, ruega a Dios que le libre de estos males, recor
dándole que su conducta nada tiene de reprensible. Créese tan seguro de la
inocencia de su vida, que cuando suplica que el Señor le haga justicia, se
ofrece a que le examine escrupulosamente (1-2). E l resultado de este examen,
no ha de ser otro sino el de que ha observado siempre un comportamiento
conforme con la ley divina (3). Por una parte ha huido de la compañía de los
malvados (4-5); por otra, el amor que siente por la casa de Dios, le ha indu
cido a asociarse a las funciones litúrgicas que en ella se celebran (6-8). Como
consecuencia de su conducta ^irreprensible, pide a Dios, que no le condene a
Enteramente os alabaré, por
que tal habéis obrado; * y es
p or qué haces alarde de tu peraré en vuestro nombre, por
malignidad, * tú que empleas que es bueno, en presencia de
el valimiento para realizar las vuestros santos.
iniquidades?
Todo el día está tu lengua em Salmo 522
pleándose en la injusticia, * cual
navaja afilada así tú has hecho j Q i j o el insensato en su cora
traición. zón: * No hay Dios.
Preferiste el mal al bien, * la Corrompiéronse, son abomina
calumnia al lenguaje de la ver bles en su iniquidad; * no hay
dad. quien obre el bien.
Has amado toda suerte de pa Echó Dios desde el cielo una
labras de perdición, * oh lengua mirada sobre los hijos de los
pérfida. hombres * para ver si hay quien
Por tanto Dios te destruirá conozca o quien busque a Dios.
para siempre; * te arrancará y Todos se han descarriado; se
echará fuera de la mansión en han hecho igualmente inútiles; *
que habitas, te desarraigará de la no hay quien obre bien, ni uno
tierra de los vivientes. siquiera.
Lo verán los justos, y tembla ¿No caerán en la cuenta todos
rán, y se reirán de él, diciendo: aquellos que cometen la iniqui
* He aquí el hombre que no con dad, * que devoran a mi pueblo,
tó con el favor de Dios. como un pedazo de pan?
Sino que puso su confianza en Ellos no han invocado a Dios;
sus grandes riquezas, * y no hu * temblaron de miedo allí donde
bo quien le apeara de su vanidad. no había que temer.
Y o , al contrario, a manera de Porque Dios aniquila el poder
un fértil olivo, subsistiré en la de los que lisonjean a los hom
casa de Dios * para siempre y bres. * Serán confundidos, por
por los siglos de los siglos, por que Dios los desechó de sí.
haber puesto mi esperanza en la ¿Quién enviará de Sión al
misericordia de Dios. Salvador de Israel? * Cuando
una muerte prematura, castigo propio de los malvados y de los que obran sin
conciencia (9-10). Resume, y promete bendecir al Altísimo, porque su oración
ha sido oída (11-12 ).
1. Fijándonos en el contenido del texto, es fácil advertir que el palmo
presente es obra de un sacerdote o levita del Templo de Jerusalén, perseguido
y calumniado por un enemigo suyo muy poderoso. Empieza apostrofándole y
echándole en cara su doblez y perfidia (3-6); predice el terrible castigo de
Dios (7), causa de temor y de alegría para loe justos (8-9), mientras que él
continuará prosperando bajo la protección de Jehová (10-11).
2. El Real Profeta deplora la irreligión y la corrupción de costumbres de
sus contemporáneos, y predice su castigo. La mayor parte de los santos Padres
ven en este salmo la decadencia de la humanidad como fruto del primer
pecado. Bien lo podemos aplicar al mundo perverso, con el fin de librarnos
de su contagio, y para no cesar de pedir al Señor haga brillar sobre nosotros
su infinita misericordia.
Dios ponga fin al cautiverio de
su pueblo, se regocijará Jacob, y
saltará de gozo Israel. oh Dios, mi ora
scu ch ad ,
ción. y no despreciéis mi
ti Cuando se haya dicho en Laudes súplica; * atended a mi
el Salmc 50, Tened piedad, se añade ruego y escuchadme.
aquí el Salmo 96, E l Señor es el que
reina, pág. 141, el cual lio se dijo en Lleno estoy de tristeza en mi
Laudes. En caso contrario, después de meditación. * y estoy perturba
rezados los tres Salmos, inmediatamente
se añade la Antífona. do por la voz del enemigo y la
opresión del pecador.
Porque me han atribuido ini
E ntre A ño
quidades * y me atormentaban
con su cólera.
Ant. — Vuestra misericordia,
Señor, está ante mis ojos; y con Tiém blam e el corazón en el
vuestra verdad os agradaré. pecho: * y el pavor de la muer
te me ha sobrecogido.
E n T ie m p o P ascual El temor y temblor se han
apoderado de mí, * y me hallo
Ant. — Aleluya, aleluya, ale
cubierto de tinieblas.
luya. Y dije yo : ¡Quién me diera
Lo demás como en el Ordinario, pá
gina 20.
alas como de paloma! * Vola
ría y descansaría.
Y he aquí que me alejé hu
TERCIA yendo, * y permanecí en el de
sierto.
Todo como en el Ordinario, pág. 25,
excepto lo que sigue: A llí esperaba al que me ha
salvado * del abatimiento de áni
E n tre Año
mo y de la tempestad.
Ant.— Dios es. Deshacedlos, Señor, dividid las
lenguas de ellos; * pues yo he
En T ie m p o P ascu al visto la iniquidad y la discordia
en la ciudad.
Ant.— Aleluya.
D ía y noche va dando vueltas
sobre sus muros la iniquidad. *
Salmo 53 En medio de ella habita la opre
( Véase pág. 62). sión y la injusticia.
1. Obligado el salmista a demorar en una ciudad — probablemente Jeru
salén ■— dominada por las disensiones y la injusticia, y bajo el gobierno de un
partido de malvados, encarnizados enemigos suyos, profundamente apenado se
vuelve a Dios para exponerle el motivo de sus penas y congojas (2-6). Significa
el deseo que siente de la soledad para hallar la paz de su espírítu, y un refugio
contra las persecuciones de sus adversarios (7-10). Describe la anarquía y el
desorden de la ciudad (10-12), y se duele de la traición de un íntimo amigo y
confidente suyo (13-15). Lanza contra todos sus enemigos la imprecación que
merecía su malicia (15-16), y coloca en Dios toda su confianza (17-20). Insiste
una vez más acerca ce la conducta detestable del que le ha hecho traición
(21-22), y a él y a todos sus enemigos predice el castigo del cielo (24).
Y no se apartan de sus plazas I tro airado, * y su corazón los al
* la usura y el fraude. canzó.
En verdad que si me hubiese Sus palabras son más suaves
llenado de maldiciones un enemi que el aceite, * pero en realidad
go mío, * lo hubiera sufrido con son dardos.
paciencia. Arroja en el seno del Señor
Y si me hablasen con altanería tus ansiedades, y él te sustenta
los que me odian, * podría acaso rá, * no dejará al justo en agita
haberme guardado de ellos. ción perpetua.
M as eres tú, mi amigo y con Mas a aquéllos, oh Dios, * los
fidente, * mi guía familiar. arrojaréis al pozo de la tumba.
Que juntamente conmigo to Los hombres sanguinarios y
mabas el dulce alimento. * Nos alevosos no llegarán a la mitad
otros que andábamos juntos a la de sus días; * pero yo, oh Señor,
casa de Dios. tengo puesta en Vos mi espe
Venga la muerte sobre ellos, ranza.
* desciendan vivos al infierno.
Y a que todas las maldades se E ntre A ño
albergan en sus moradas, * en
medio de su corazón. A nt.— Dios es quien me ayu
da; y el Señor es quien cuida
de mi alma.
Salmo 54, n
E n T ie m p o Pascual
D ero yo he clamado a Dios, *
y el Señor me salvará. Ant. — Aleluya, aleluya, ale
Tarde y mañana y al medio luya.
día cantaré y expondré al Señor En los Oficios de Fiesta y de Octa
va, la Capitula, el Responsorio breve
mis necesidades, * y él oirá be y la Oración, se dicen como en el Pro
nigno mi voz. pio o en el Común.
Lo demás como en el Ordinario, pá
Sacará a paz y a salvo mi vida gina 26.
de los que me asaltan, * conju
rados en compañía de muchos
para perderme. SEXTA
Dios me oirá, * y aquel que
Todo como en c-. Ordinario, pág. 28,
existe antes de todos los siglos excepto lo que sigue:
los humillará.
Ellos están obstinados, y no E n tre Año
tienen temor de D ios; * ha ex
tendido el Señor la mano para A n t.— En Dios he esperado.
darles su merecido. E n T ie m p o P a s c u a l
Profanaron su alianza1 ; han
sido disipados a vista de su ros Ant.— Aleluya.
1. David, desde la tierra de los filisteos, a la que había ido para hallar un
refugio seguro contra las persecuciones de Saúl y de sus partidarios, se vuelve
a Dios con un corazón lleno de confianza (5, 11-12 ), y se duele de la obstinación
y de la multitud de sus enemigos (2-4), exponiendo al Señor los procedimientos
maliciosos de sus adversarios para perderle (6-8). Seguro de la Providencia
divina, espera triunfar de sus enemigos (9-10), y promete dar gracias a Dios
cuando le fuere otorgado este favor (13-14).
2. Era durante la noche cuando el profeta D avid, profundamente angus
tiado por las persistentes persecuciones de sus adversarios, dirigía a Dios el
presente salmo. Con un corazón y confianza filial (2), acude al Señor para que
le libre de sus enemigos (3-4) feroces y poderosos (5). Conociendo por divina
revelación su derrota (7), despierta animado y alegre, y quiere inmediatamente
alabar y dar gracias a Dios, cantando salmos acompañados de instrumentos
músicos, antes que aparezca la luz del día (8-10), celebrando los divinos atri
butos manifestados en favor suyo (11-12 ).
entre leones cachorros; dormí desde su nacimiento; errados van
completamente turbado. desde el seno materno; * false
Los hijos de los hombres tie dades han hablado.
nen por dientes armas y flechas, Su furor es semejante al de
* su lengua es afilada espada. una sierpe; * como el del áspid
Elevaos, oh Dios, sobre los cieque se hace sordo, que se tapa
los * y brille en toda la tierra las orejas.
vuestra gloria. Que no quiere escuchar la voz
Un lazo han armado a mis pies, de los encantadores, * ni del he
* y han acobardado a mi alma. chicero, por diestro que sea en
Abrieron delante de mí un ho los encantamientos.
yo; * mas ellos cayeron en él. Mas Dios romperá los dientes
M i corazón, oh Dios, está de ellos en su propia boca; * las
pronto; dispuesto está mi cora muelas de estos leones desmenu
zón, * yo cantaré y entonaré zará el Señor.
salmos. - A la nada serán reducidos, co
Ea, levántate, gloria mía, apremo el agua que se escapa; *
súrate, oh salterio y cítara; * yo entesado tiene él su arco, hasta
me levantaré al rayar el alba. dejarlos vencidos.
Os alabaré, Señor, en medio de Como la cera que se derrite,
los pueblos, * y salmos os can así serán deshechos; * cayó fue
taré entre las naciones; go sobre ellos, y no vieron más
Porque hasta los cielos es granel sol.
de vuestra misericordia, * y vues Antes que vuestras espinas
tra verdad hasta las nubes. sean reducidas a carbón, * ab-
Oh Dios mío, ensalzaos sobre sorberálos, aun vivos, la ira di
los cielos, * y vuestra gloria por vina.
toda la tierra. Alegraráse el justo al ver la
venganza; * sus manos lavará
Salmo 5 7 1 en la sangre del pecador.
Y dirán los hombres: Sí; hay
verdaderamente profesáis la una recompensa para el justo; *
justicia, * sean rectos vues en verdad que hay un Dios jus
tros juicios, hijos de los hom to en la tierra.
bres.
Mas vosotros obráis inicua E ntre A ño
mente en vuestro corazón. * y
empleáis vuestras manos en tra A n t.’— En Dios he esperado,
mar injusticias en la tierra. no temeré lo que pueda hacerme
Perdidos están los pecadores el hombre.
1. Este salmo es una invectiva furibunda contra los magistrados sin conciencia
de Israel que corrompen la justicia. E l salmista los apostrofa dura y sarcás
ticamente (2-3); describe su conducta inicua y perversa (4-6); lanza contra
ellos terribles imprecaciones (7-10), y anuncia la alegría que experimentará
el justo en el día en que con su castigo severo se muestre la existencia de un
Dios que ju zga equitativamente el mundo.
En T ie m p o P ascu al las naciones; * no perdonéis a
A nt. — A le lu y a , a lelu y a , a le
ninguno de los que obran la ini
luya.
quidad.
En Jos Oficios de Fiesta y de O c Volverán ellos por la tarde, pa
tava, la Capitula, el Responsorio bre decerán hambre como perros, * y
ve y la Oración, se dicen como en el
Propio o en el Común. rondarán la ciudad.
Lo demás como en el Ordinario, pá Hablarán, sí, con sus bocas;
gina 29.
una espada hay en sus labios. *
¿Quién nos oye? dicen ellos.
NONA M as Vos, Señor, os burlaréis
de ellos; * a la nada reduciréis
T o d o com o en el O r d in a rio , p ág . 31,
todas las naciones.
ex ce p to lo q u e s ig u e :
Para Vos guardo yo mi fuerza,
E ntre A ño porque Vos, Dios, sois mi defen
A nt.— Dios mío. sa. * Dios mío, vuestra miseri
cordia me prevendrá.
E n T ie m p o P ascu al
En
M u ch asveces me vi atacado
T ie m p o P ascu al desde mi juventud; * dí
Ant. — Aleluva, * aleluya, ale galo ahora Israel.
luya. Muchas veces me atacaron
desde la juventud; * mas no pu
Salmo 12 7 1 dieron conmigo.
Sobre mis espaldas cargaron
id io so s todos aquellos los im píos; * largo tiempo me
que temen al Señor, * hicieron sentir su crueldad.
los que andan por sus El Señor, que es justo, cortó la
caminos. cabeza a los impíos; * confun
Porque te sustentará el traba didos sean y obligados a retroce
jo de tus manos, * serás feliz, y der cuantos odiaron a Sión.
todo te irá bien. Sean como la hierba de los te
Tu esposa será como vid llena jados, * que, antes de ser arran
de fruto * en el interior de tu cada, se seca.
casa. D e la que nunca el segador lle
Tus hijos, como retoños de nó su puño, * ni sus brazos quien
olivo, * estarán alrededor de su recoge los manojos.
mesa. Ni pueden decir los caminan
Así será bendecido el hombre tes: ¡Sea la bendición del Señor
* que teme al Señor. sobre vosotros! * ¡ Nosotros os
Bendígate el Señor desde Sión, bendecimos en el nombre del Se
* y que puedas contemplar tú la ñor!
prosperidad de Jerusalén todos A n t.— Sean confundidos todos
los días de tu vida, los que odian a Sión.
Y veas a los hijos de tus hijos, A n t.— Desde lo más profundo
* y la paz de Israel. * clamo a Vos, Señor.
1 . H ip o té tic a m e n te el p re s e n te salm o es o b ra d e u n le v it a d e s te rr a d o le jo s
de P a le s tin a . E n un m om en to de la n g u id e z y d e s o la c ió n e s p ir itu a l, se r e a n im a
v o lv ié n d o se h a c ia D io s a fin de e x p o n e rle lo s d eseo s d e su c o r a z ó n (2 -3 ). L e
ru e g a q u e p u ed a h a lla r en su d e s tie r ro un r e fu g io s e g u r o c o n tr a s u s e n e m ig o s;
su sp ira por el T e m p lo de J e r u s a lé n en el q u e d e s e a m o r a r d e n u e v o (3 -5 ), y
pide a D io s q u e co n s e rv e por la rg o s a ñ o s la v id a d e su r e y (6 -9 ).
F E RI A QUI NTA
MAITINES Desvaneced, sin tardanza, es
tas tinieblas del alma, para que
Todo co m o e n el O r d in a r io , p ág. 2
e x c e p to lo q u e s ig u e : así consiga disfrutar en el cielo
Invitatorio. — A l Señor, al de vuestra luz divina.
gran R e y : * Venid, adorémosle. Concedédnoslo, oh Padre mi
Salmo 94. — Venid, alegrémo sericordiosísimo, y Vos, el Unigé
nos, pág. 3. nito igual al Padre, que, con el
Espíritu consolador, reináis por
todos los siglos. Amén.
Himno
D e ja n d o a p a r te el d o lo r q u e le c a u s a n la s in t r ig a s d e s u s e n e m ig o s p a ra
d e s p o ja r le d e la d ig n id a d r e a l (4 -5 ), to d o el s a lm o m u e s tr a lo s s e n tim ie n to s
d e la m ás firm e c o n fia n z a en D io s ; s e n tim ie n to s q u e D a v id c o n s ta ta en sí
m ism o , y q u e in c u lc a en el e s p í r it u d e su s p a r t id a r io s (8 -9 ), e x h o r t á n d o le s a
d e s c o n fia r de lo s h o m b re s y d e lo s a u x il io s d e la t i e r r a ( 1 0 - 1 1 ) , a fin de
a p o y a r s e ta n só lo en D io s , h u en o y o m n ip o te n te ( 1 2 - 1 3 ) .
1. C re e m o s q u e e s te s a lm o , s e g ú n la s e n te n c ia d e m u ch o s a u t o r e s , es u n
acto so le m n e d e a g r a d e c im ie n to a D io s d e p a r t e d el p u e b lo d e I s r a e l , go
por h a b e r re c u p e r a d o la lib e r ta d d e s p u é s d e s e te n t a a ñ o s d e c a u t iv e r io en
B a b ilo n ia . E l s a lm is ta in v it a a to d o s lo s p u e b lo s q u e a la b e n a D io s ( 1 -4 ) por
su p od er y d o m in io so b re to d a s la s n a c io n e s (5 - 7 ), y en e s p e c ia l p o r la lib e r ta d
qu e ha co n ce d id o a su p u eb lo e s c o g id o , d e s p u é s d e h a b e r le p ro b a d o co n ta n to s
s u fr im ie n to s y a flic c io n e s (8 -1 2 ). E n r e c o n o c im ie n to p o r e s te in s ig n e b e n e fic io
o fr e c e v íc t im a s a D io s ( 1 3 - 1 5 ) , p u b lic a n d o e s te f a v o r ( 1 6 - 1 7 ) , y a g r a d e c ie n d o
el h a b e rle a te n d id o .
de L .os, * y cuán terribles son ceré con perfume de carneros;
sus designios sobre los hijos de * bueyes y machos cabríos os
los hombres. ofreceré.
Se convirtió el mar en seca Venid, escuchad, y os contaré
arena; pasaron el río a pie en a vosotros todos los que teméis
juto, * allí nos alegramos en el a Dios, * qué grandes cosas ha
Señor. hecho a mi alma.
El tiene por su poder un do Al Señor invoqué con mi bo
minio eterno; sus ojos están fi ca, * y le he glorificado con- mi
jos sobre las naciones; * no se lengua.
engrían en su interior los que le Si yo hubiera aprobado la ini
irritan. quidad en mi corazón, * no me
Bendecid, oh naciones, a nues escuchara el Señor.
tro D ios; * y haced resonar las Por eso me ha oído Dios, * y
voces de su alabanza. ha atendido a la voz de mis sú
El que ha vuelto a mi alma plicas.
a la vida, * y no ha permitido Bendito sea Dios, * que no de
que resbalasen mis pies. sechó mi oración, ni retiró de
Bien que Vos, oh Dios, * nos mí su misericordia.
habéis acrisolado al fuego como Ant.— Oíd, vosotros todos los
se acrisola la plata. que teméis a Dios, cuán grandes
Nos hicisteis caer en el lazo; cosas ha hecho a mi alma.
cargasteis de tribulaciones nues
tras espaldas; * a yugo de hom F u er a de T ie m p o P ascu al
En el O f ic io F e r ia l y en LAUDES
la s F ie s t a s f u e r a de T iem po
P ascual I
En las F erias que ocurrieren entre
y . Alabaré con cánticos el Año fuera de las Semanas de Septuagé
nombre del Señor. I£. Y le en sima, Sexagésim a y Q uincuagésim a y
de las V ig ilia s comunes, en las Ferias
salzaré con alabanzas. de Tiem po Pascual y en las Fiestas que
han de celebrarse en cualquier tiempo armoniosas, * al eco de las trom
del año.
Todo como en el Ordinario, pág. 12, petas de metal y al sonido de las
excepto lo que sigue: bocinas.
E n t r e A ño Mostrad vuestro alborozo en
la presencia de este R ey que
A n t.— M ostrad * vuestro albo
es el Señor; * conmuévase el
rozo en la presencia de este Rey,
mar y cuanto en él se encierra;
que es el Señor.
la tierra toda y cuantos en ella
E n T ie m p o P a sc u a l habitan.
Ant. — Aleluya, aleluya, ale Los ríos aplaudirán con pal
luya. madas; los montes a una salta
rán de contento, a la vista del
Salmo 9 7 1 Señor; * porque viene a gober
nar la tierra.
ÍIa n ta d al Señor un cántico El juzgará a todos los pueblos
n u evo , * porque ha h e con justicia, * y a los pueblos
cho m aravillas. con rectitud.
Su diestra misma y su santo Ant. — Mostrad vuestro albo
brazo * han obrado su salvación. rozo en la presencia de este R ey,
E l Señor ha hecho conocer su que es el Señor.
Salvador; * ha m anifestado su Ant. — Vos, Señor. * os h a
justicia a vista de las naciones. béis constituido nuestro amparo.
Ha tenido presente su m iseri
cordia * y la verdad a favor de Salmo 892
la casa de Israel.
Todos los términos de la tie \ 7 os, Señor, os habéis cons
rra han visto la salvación * tituido nuestro amparo, *
que nuestro D ios nos ha enviado. de generación en generación.
Cantad himnos a Dios, regio Antes que fuesen hechos los
nes todas de la tierra, * cantad, montes, o fuesen formados la tie
y saltad de alegría y salmead. rra y el mundo, * desde toda la
Salmead al Señor con la cíta eternidad y para siempre, Vos
ra, con la cítara y con voces sois Dios.
Salmo 135, i 2
la hallamos con muy insignificantes variaciones en los versículos 14-18 del salmo
cuarenta. E l primer verso de este salmo constituye el ferviente y confiado
grito que la santa Iglesia pone en labios de sus hijos, para implorar con él el
auxilio del cielo, antes que den principio al rezo del Oficio divino.
1. Creemos que este salmo es obra de uno de los desterrados en la primera
deportación de Babilonia (597 a. C .), el cual, tomando gran número de expresio
nes y aun versos de otros salmos davídicos, habla en nombre de todo el
pueblo, y expresa admirablemente los sentimientos de profunda confianza hacia
Jehová. que sentía en su terrible y largo destierro. E l poeta sagrado no
desarrolla su tema según un plan preconcebido como en otros muchos salmos.
El pueblo de Israel personificado en el salmista abre su corazón ante
Dios, alternando los sentimientos de confianza con una ferviente plegaria y
con actos de alabanza y acciones de gracias que le son debidos a causa de
su soberana excelencia y de su infinita bondad.
Salmo 70, n ¡Cuántas y qué acerbas tribu
£2 o r r id o s queden y perezcan
los que calumnian mi perso
laciones me habéis hecho probar!
Y vuelto a mí, me habéis hecho
revivir, * y nuevam ente me ha
na; * cubiertos sean de c o n fu béis sacado de los abismos de la
sión y vergüenza los que p ro cu tierra.
ran mi daño.
D e mil maneras habéis dado
Mas yo siempre esperaré, * y a conocer la m agnificencia de
os repetiré siempre nuevas ala vuestra gloria; * y vuelto a mí
banzas.
me habéis consolado.
Mi boca predicará vuestra
T or esto tam bién yo celebra
justicia * y vuestra salud todo
ré con instrum entos músicos
el día.
vuestra verdad; * salmos os can
Como yo no entiendo de lite
taré con la cítara, oh D ios santo
ratura, me internaré en la con
de Israel.
sideración de las obras del Se
D e júbilo rebosarán mis la
ñor; * sólo de vuestra justicia,
bios al cantar vuestras alabanzas,
Señor, haré yo memoria.
* y tam bién el alm a m ía que
Vos, oh Dios, fuisteis mi m aes
habéis redimido.
tro desde mi tierna edad; * y yo
T o d o el día se ocupará mi al
publicaré vuestra^ m aravillas has
ma en hablar de vuestra justi
ta ahora.
cia: * cuando se vean llenos de
Y Vos, ni en mi vejez ni en
vergüenza y de confusión los que
mi decrepitud, * oh D ios, no me
mi m al procuran.
desamparéis.
A n t.— M i am paro y mi liberta
Hasta que anuncie el poder
dor, sed Vos, oh Señor.
de vuestro brazo, * a toda la ge
neración que ha de venir.
Vuestro poder y vuestra ju s E n T ie m p o P ascu al
dose ante E l del gran peligro que les amenaza (2-9), y pidiéndole que los
castigue de una manera ejemplar y decisiva (10-19). En sentido espiritual,
este salmo expresa la plegaria de la Iglesia, y de cada alma cristiana para
librarse de las conjuraciones de sus enemigos espirituales.
D urante el T ie m p o de P a s ió n Dios nuestro, y adoradle en su
y . Libradm e, Señor, de las
monte santo. 1
fauces del león. E n T ie m p o P a s c u a l
Y a mi debilidad de los
cuernos del unicornio. Ant. — Aleluya, * aleluya, ale
luya. :
En T ie m p o P ascu al
1. E n e s t e s a lm o h a lla m o s u n a f e r v i e n t e i n v i t a c i ó n a d a r g r a c ia s a D io s
p o r lo s b e n e f ic io s h e c h o s a J e r u s a l é n . J e r u s a l é n e s i m a g e n d e l a I g le s ia d el
c ie l o , d e l a I g l e s i a d e l a t i e r r a , d e n u e s t r o s t e m p lo s c r i s t i a n o s , d e l a S a n t í s i m a
V i r g e n , d e c a d a a lm a u n id a c o n D i o s . L a p a l a b r a d e D i o s a l a q u e o b e d e c e n
lo s m is m o s e le m e n t o s d e l a n a t u r a l e z a , n o s h a s id o t a m b i é n c o m u n ic a d a en
f o r m a d e le y e s , d e c re to s y o tr a s t a n ta s r e g la s p ara n u e stro r é g im e n m o r a l,
c u l t u r a l y c iu d a d a n o . H a s id o e s t e u n b e n e f ic io e s p e c i a l í s i m o c o n e l c u a l el
S e ñ o r h a d i s t in g u i d o a s u p u e b lo p r e d i l e c t o , y p o r e l c u a l le d e b e m o s e t e r n a
g ra titu d .
nudos pedazos; * al rigor de su Luz sacrosanta! iluminad nues
frío ¿quién resistirá? tras almas.
Despacha sus órdenes, y derri Permaneced en nuestras men
te estas cosas; * hace soplar su tes alejando de ellas la noche del
viento, y fluyen las aguas. siglo; conservad puros nuestros
El anuncia su palabra a Jacob; espíritus hasta el fin de la vida.
* sus preceptos y ocultos juicios Que la fe, el primero de nues
a Israel. tros bienes, arraigue en el co
N o ha hecho otro tanto con razón; que la esperanza nos lle
las demás naciones, * ni les ha ne de alegría, acompañada de la
m anifestado a ellas sus juicios. caridad, la mayor de las virtu
Ant. — Alaba, Jerusalén, al des.
Señor. A Dios Padre sea la gloria, y
al H ijo su Unigénito, juntamen
En T ie m p o P a scu al
te con el Espíritu Paráclito,
Ant. — A leluya, aleluya, ale ahora y por todos los siglos.
luya. Amén.
y . Desde la mañana, hemos
sido colmados de vuestras mise
Capitula Rom ., 13, 12-13 ricordias. IJ. Nos han alegrado
y deleitado.
J a noche está ya m uy avanza Ant. del Bened.— Por las en
da, y va a llegar el día. D e trañas de misericordia * de nues
jemos, pues, las obras de las ti tro Dios, de lo alto nos ha v i
nieblas, y revistám onos de las ar
sitado el Oriente.
mas de la luz. Andemos con de E n lo s O f ic io s d e F i e s t a y d e O c
cencia como se suele andar du t a v a , la C a p i t u l a , e l H im n o , l a A n t í
f o n a d e l B en ed ictu s y la O r a c i ó n , se
rante el día. d ic e n c o m o e n e l P r o p i o o e n e l C o m ú n .
Lo d em ás com o en el O r d in a r io ,
p á g . 16.
Himno
1. F r a g m e n t o e m in e n t e m e n t e p o é t ic o , u n o d e lo s m á s h e r m o s o s h im n o s d e
la B i b l i a . E n é l e x p o n e e l p r o f e t a , c o m o e n lo s c a p í t u l o s 1 y 2 d e s u li b r o ,
p e r o en f o r m a n u e v a , lo s j u i c i o s d i v i n o s q u e p e s a n s o b r e lo s im p ío s , y lo s
f a v o r e s c e le s t e s q u e c a e n en a b u n d a n c i a s o b r e e l p u e b lo p r i v i l e g i a d o .
rra, * y con vuestro furor deja El Señor D ios es mi fortaleza,
reis atónitas a las naciones. * y él me dará pies como de
Salisteis para salvar a vuestro ciervo.
pueblo; * para salvarlo con vues Y el vencedor me conducirá a
tro Cristo. las alturas, * cantando yo him
Heristeis la cabeza de la casa nos en su alabanza.
del im pío; * descubristeis su ci A n t.— Cuando os enojareis, Se
miento hasta el cuello. ñor, acordaos de vuestra miseri
M aldijisteis sus cetros y a la cordia.
cabeza de sus guerreros, * que Ant. — Alaba, Sión.
venían como un torbellino para
destrozarme. Salmo 147
Era el regocijo de ellos * co
(V é a se pág. 19 6 ).
mo de quien devora al pobre
Ant.— Alaba, Sión, a tu Dios,
secretamente.
que anuncia sus juicios a Israel.
H icisteis en el mar camino pa
L a C a p i t u l a , H im n o , V e r s o y A n tí
ra vuestros caballos, * en medio fo n a d e l B enedictus, c o m o e s t á in d i
del cieno de muchas aguas. c a d o e n la p á g . 9 3 . L o d e m á s com o
en e l O r d in a r io , p á g . 12 .
Oí, y conmoviéronse mis entra
ñas; * a la voz se estremecieron
mis labios. PRIMA
Entre la podredumbre en mis
T o d o c o m o e n el O r d i n a r i o , pág. 18 ,
huesos, * y consuma mis entra e x c e p t o lo q u e s i g u e :
ñas.
Con tal que pueda descansar E n tr e A ño
en el día de la tribulación, * y A n t.— No os apartéis de mí.
suba a reunirme con nuestro pue
blo que está preparado. E n T iem po P a s c u a l
Porque la higuera no florece Ant.— Aleluya.
rá; * ni las viñas brotarán.
Faltará el fruto de la oliva; * Salmo 2 1, i 1
los campos no darán alimento.
A rrebatadas serán del aprisco
las ovejas, * y quedarán sin ga
nados los pesebres.
Y o , empero, me regocijaré en amparado? * Los gritos de mis
el Señor, * y saltaré de gozo en pecados alejan de mí la salud.
Dios Jesús mío. Clam aré, oh Dios m ío, durante
1. “ E s t e m a g n ífic o p o em a e x p o n e p r im e r o lo s g r i t o s d e a n g u s t i a q u e , e n
m e d io d e l a m á s p r o f u n d a a f l i c c i ó n p r o fie r e u n a lm a a la q u e p a r e c e h a y a
D io s a b a n d o n a d o a p e s a r d e s u in o c e n c i a , y la s s ú p l i c a s q u e d i r i g e a l S e ñ o r
p ara a lc a n z a r su socorro ; lu e g o se tr a n s fo rm a en una a c c ió n de g ra c ia s
tr iu n fa n te , e n p r e v is ió n d e q u e le l i b r a r á D io s d e su ap u ro. E sto s g r ito s ,
e s t a s s ú p l i c a s , e s t a a c c i ó n d e g r a c i a s , s o n d e l m is m o M e s í a s e n p e r s o n a , q u e
p r e d ic e , e n u n l e n g u a j e d e in c o m p a r a b le b e l l e z a , p o r u n a p a r t e l a s h u m i l l a c i o n e s
y s u f r i m i e n t o s d e s u p a s i ó n ; y p o r o t r a , e l g lo r i o s o m i s t e r i o d e s u r e s u r r e c
el día, y no me oiréis; * de * y todos mis huesos se han des
noche, y no por mi culpa. encajado.
Vos, sin embargo, moráis en el M i corazón está como una ce
lugar santo, * entre las alabanzas ra, * derritiéndose dentro de
de Israel. mis entrañas.
En Vos esperaron nuestros pa M i verdor se ha secado, como
dres; * en Vos esperaron y los un vaso de barro cocido; * mi
librasteis. lengua se ha pegado al páladar;
A Vos clamaron, y fueron li y me vais conduciendo al polvo
brados; * en Vos confiaron, y no del sepulcro.
tuvieron por qué avergonzarse. Porque me veo cercado de una
M as yo, gusano soy y no hom multitud de perros; * me tiene
bre, * el oprobio de los hombres sitiado una turba de malignos.
y el desecho de la plebe. Horadaron mis manos y mis
Todos los que me ven me es pies; * contaron todos mis hue
carnecen, * menean la cabeza y sos.
dicen en son de burla: Pusiéronse a m irarme, y a ob
En el Señor esperaba, líbrele servarm e; * repartieron entre sí
él, * sálvele, ya que tanto le ama. mis vestidos, y sortearon mi tú
Mas sois Vos quien me sacó nica.
del seno m aterno; * Vos, mi es M as Vos, Señor, no difiráis el
peranza desde que estaba a los venir a socorrerm e; * atended a
pechos de mi madre. mi defensa.
En vuestros brazos fui arro ja Librad, oh D ios, mi vida de la
do * desde las entrañas de mi espada, * y mi alma de las ga
madre; rras de los perros.
Desde el seno materno sois Vos Salvadm e de la boca del león;
mi D ios; * no os apartéis de * salvad de las astas de los uni
mi. cornios mi pobre alma.
Porque se acerca la tribulación, Y o anunciaré vuestro nombre
* y no hay nadie que me socorra. a mis hermanos; * en medio de
la iglesia os alabaré.
Salmo 21, ii
Salmo 21, m
/ ^ ercado me han novillos en
gran número; * recios toros Q vosotros que tem éis al Se
h
me han sitiado. ñor, alabadle; * glorificadle,
Abrieron su boca contra mí, vosotros, descendientes todos de
* como león que arrebata y ruge. Jacob.
M e he disuelto como agua Tém ale todo el linaje de Is-
c ió n . N o h a y l u g a r a d u d a e n e s t e p u n t o , p o r q u e e l m is m o J e s ú s , y sus
a p ó s to le s y e v a n g e lis ta s d e s p u é s d e E l, h a n a p lic a d o a s u v id a d o lo r o s a m u c h o s
t e x t o s d e e s t e s a lm o . L a r e a l i z a c i ó n d e t a l e s p r o f e c í a s h a s i d o d e u n a p r e c i s i ó n
t a n s o r p r e n d e n t e q u e C a s ia n o h a p o d id o d e c i r : “ P a r e c e s e r m á s b ie n l a h i s t o
r ia de h ech os pasados q u e u n a p r o fe c ía ” . ( F illió n ) .
xael, * porque no despreció ni lo s t r e s S a l m o s , se d ic e in m e d i a t a m e n t e
la s ig u ie n t e
desatendió la súplica del pobre.
A n t.— No os apartéis de mí,
Ni apartó de mí su rostro; *
Señor, porque se acerca la tribu
antes así que clamé a él, luego
lación, y no hay nadie que me
me oyó.
socorra.
A Vos dirigiré mi alabanza en
la iglesia grande; * mis votos E n T ie m p o P ascu al
cumpliré en presencia de los que
os temen. Ant.— Aleluya, aleluya, ale
Los pobres comerán y serán luya.
Lo dem ás com o en el O r d in a r io ,
saciados; y los que buscan al Se p á g . 20.
rior le cantarán alabanzas; * sus
corazones vivirán por los siglos
de los siglos. TERCIA
Se acordará y se convertirá al T o d o com o en el O r d in a r io , p á g . 2 5 ,
Señor * toda la extensión de la e x c e p t o lo q u e s i g u e :
tierra.
E n tr e A ño
Y se postrarán ante su acata
miento * las fam ilias todas de las Ant.— M ostrad, Señor.
gentes.
E n T iem po P a sc u a l
Porque del Señor es el reino;
* y él ha de tener el imperio de Ant.— Aleluya.
ias naciones.
Comieron y le adoraron todos Salmo 79, i 1
los ricos de la tierra; * ante su
acatamiento se postrarán todos h Pastor de Israel! escu
los mortales. chad, * Vos que apacen
Y mi alma vivirá para él, * táis a José como una
y a él servirá mi descendencia. oveja.
Será contada como la del Se Vos que estáis sentado sobre
ñor la generación venidera, * y ios Querubes, * manifestaos de
los cielos anunciarán la justicia lante de Efraím , de Benjam ín
de él al pueblo que ha de nacer, y de Manasés.
M ostrad vuestro poder, * y
formado por el Señor.
^ n id a salvarnos.
H C u a n d o e n L a u d e s se h u b ie r e r e
z a d o el S a l m o 5 0 , T ened piedad, a q u í Restauradnos, oh Dios, * m os
se a ñ a d e e l S a l m o 9 8 , E l S eñ o r ha es tradnos vuestra faz y seremos
tablecido su reino, c o m o e s t á e n l a p á
g in a 1 9 3 . E n c a s o c o n t r a r i o , t e r m in a d o s salvos.
1. L a c o r r u p c i ó n d e lo s m a g i s t r a d o s e n la a d m i n i s t r a c i ó n d e l a j u s t i c i a h a
c o n s t i t u i d o e n to d o s tie m p o s u n o d e lo s v i c i o s c a r a c t e r í s t i c o s d e lo s p u e b lo s
o r i e n t a l e s . C o n e l f in d e r e m e d i a r e s t e g r a n m a l , D i o s i n s p i r ó a A s a f e l p r e
s e n t e s a lm o . D i o s en p e r s o n a e s q u ie n h a b l a . A s a f le c o n te m p la e n v is ió n ,
p r e s id ie n d o u n a a s a m b le a d e a q u e l lo s j u e c e s i n i c u o s , r e p r e n d i é n d o l e s s e v e r a m e n t e
( 1 - 2 ) y r e c o r d á n d o le s lo s d e b e r e s d e s u c a r g o , p o r e l l o s c o n c u l c a d o s ( 3 - 4 ) . E x h o r
t a c i o n e s i n ú t i le s , in t e r r u m n e A s a f , y a q u e s o n j u e c e s , i g n o r a n t e s , s in c o n c i e n c i a ,
y la r u i n a d e la s o c ie d a d ( 5 ) . I n m e d i a t a m e n t e h a b l a D i o s o t r a v e z p a r a p r o
n u n c i a r c o n t r a e llo s s u s e n t e n c ia ( 6 - 7 ) ; y c o n c l u y e e l s a lm o c o n u n a d e p r e c a
c ió n d e A s a f , p a r a q u e D io s s e a e l j u e z d e l a t i e r r a ( 8 ) .
al desvalido de las manos del
pecador.
No tienen conocimiento, ni u i amables son vuestras
ciencia, andan entre tinieblas; * moradas, oh Señor de los
se han trastornado todos los ci ejércitos! * M i alma sus-
mientos de la tierra. pira y desfallece por estar en los
Y o dije: Vosotros sois dioses, atrios del Señor.
* e hijos todos del Altísimo. Mi corazón y mi cuerpo todo,
Pero habéis de morir como * exultaron en Dios vivo.
hombres, * y caeréis como cada Pues el pajarillo halló lugar
uno de los príncipes. donde guarecerse, * y la tórtola
Levantaos oh Dios, juzgad un nido donde poner sus pollue-
Vos la tierra; * ya que vuestras los.
son por herencia todas las na Vuestros altares, oh Señor de
ciones. los ejércitos, * oh rey mío y
Dios mío.
E n t r e A ño Bienaventurados, Señor, los
que habitan en vuestra ca sa : *
Ant.— M ostrad, Señor, vuestro
por los siglos de los siglos os
poder, y venid a salvarnos.
alabarán.
E n T ie m p o P a s c u a l Bienaventurado el hombre,
cuyo auxilio le viene de V os; *
A n t.— A leluya aleluya, ale
que dispuso ascensiones en su
luya. corazón para elevarse hasta el
E n lo s O f i c i o s d e F i e s t a y d e O c t a
v a , la C a p i t u l a , e l R e s p o n s o r io b r e v e y
lugar que se propuso.
la O r a c i ó n , s e d i c e n c o m o e n el P r o p i o Pues le dará su bendición el
o en e l C o m ú n .
Lo dem ás com o en el O r d in a r io ,
legislador, y caminará de virtud
p ág. 26. en virtud, * y el Dios de los dio
ses se dejará ver en Sión.
SEXTA
Salmo 83, n
Todo co m o en e l O r d in a r io , pág. 28,
e x c e p to lo q u e s i g u e : C eñor D ios de los ejércitos,
oíd mi oración; * escuchadla
E n tre A ño
atento, oh Dios de Jacob.
Ant.— Bienaventurados, Señor. Amparadnos, oh Dios protec
tor nuestro; * y poned los ojos
E n T ie m p o P ascual en el rostro de vuestro Cristo.
Ant.— A leluya. Porque m ejor es un día en
1. H im n o lír ic o d e u n is r a e lit a e n a m o ra d o d e J e h o v á y d e s u T e m p lo (2 -5 ),
y fe liz p o r h a b e r c o n s e g u id o lle g a r e n p e r e g r in a c ió n a a q u e l lu g a r p o r e l c u a l
ta n t o h a b í a s u s p i r a d o . E l c o n t e n i d o d e e s t e s a lm o m a n i f i e s t a lo s m is m o s s e n t i
m ie n to s d e p i e d a d y d e v o c i ó n , e l m is m o a m o r a la n a t u r a le z a q u e e l s a lm o
42 -4 3 . E n s e n t i d o e s p i r i t u a l , p o d e m o s v e r e n e s t e s a lm o lo s s u s p i r o s d e l a lm a
deseosa d e l a c e l e s t i a l p a t r i a , lo s a n h e lo s d e la s a l m a s p ia d o s a s h a c i a Jesús
e u c a r ís tic o , in fin ita m e n te m is e r ic o r d io s o y g e n e r o s o e n f a v o r d e a q u e l lo s q u e !c
v is i t a n f r e c u e n t e m e n t e .
vuestros atrios * que m il fuera Llenos de gozo están, oh Sión,
de ellos. * todos cuantos en ti habitan.
Prefiero ser el último en la
casa de Dios, * a habitar en las E n e l O f ic io de u n a F ie s t a u
moradas de los impíos. O ctava
Porque Dios ama la m isericor A nt.— Bienaventurados, Señor,
dia y la verdad; * gracia y glo los que moran en vuestra casa.
ria dará el Señor.
No dejará sin bienes a los que E n T ie m po P a s c u a l
andan en la inocencia: * Señor A nt.— Aleluya, aleluya, ale
de los ejércitos, bienaventurado luya.
el hombre que espera en Vos. E n lo s O f i c i o s d e F i e s t a y d e O c t a
v a , la C a p i t u l a , e l R e s p o n s o r i o b r e v e y
la O r a c ió n , se d ic e n c o m o e n el P ro p io
Salmo 861 o en el C o m ú n .
Lo dem ás com o en el O r d in a r io ,
p á g . 29.
C obre los m ontes santos está
Jerusalén fundada; * ama el
Señor las puertas de Sión más NONA
que todos los tabernáculos de
T o d o com o en el O r d in a r io , p á g . 3 1,
Jacob. e x c e p t o lo q u e s i g u e :
Gloriosas cosas se han dicho
de ti, * oh ciudad de Dios. E n tr e A ño
Y o haré memoria de Rahab y Ant. — L a m isericordia y la
de Babilonia * que tienen noti verdad.
cia de mí.
He aquí que los Filisteos, los E n T ie m p o P a s c u a l
de Tiro y el pueblo de los E tío Ant.— Aleluya.
pes, * todos esos allí estarán.
No se dirá entonces de Sión: Salmo 88, i2
Hombres y más hombres han na
cido en ella; * y el mismo A ltísi ^s misericordias del Señor
mo es quien la ha fundado. * cantaré eternam
E l Señor podrá contar en sus En todas las generacio
listas de los pueblos y de los nes * mi boca anunciará vuestra
príncipes, * el número de los que verdad.
han morado en ella. Porque Vos habéis dicho: Eter-
1. E s u n h im n o a S i ó n , n o t a b le p o r s u l i r i s m o y p o r s u e s t i l o v i v o y c o n c is o .
E l s a l m i s t a , m e j o r d ir í a m o s e l p r o f e t a , q u e v iv í a , q u iz á e n tie m p o s d e E z e q u ía s ,
c a n t a la s g l o r i a s d e la c iu d a d d e S i ó n o d e J e r u s a lé n , e s p e c ia lm e n te la p r in c ip a l
e n t r e t o d a s , o s e a la q u e u n d ía h a b ía d e s e r l a m e t r ó p o l i d e t o d o s l o s p u e b lo s
a d o ra d o re s d e D io s . E s p o r lo m is m o una p r o f e c í a b ie n m a n i f i e s t a d e l a v o c a
c i ó n d e t o d o s lo s g e n t il e s a la I g l e s i a d e J e s u c r is to , la S ió n d e l N u e v o T e s t a
m e n to .
2. E l p o e t a s a g r a d o e s t u d ia e n e s t e s a lm o l a m a n e r a d e m o v e r e l c o r a z ó n
d e D i o s a m i s e r ic o r d ia , y l a h a l l a e n u n t í t u l o q u e p o d r í a m o s l l a m a r j u r í d i c o ,
e n u n d o c u m e n t o le g a l q u e c o m u n i c a a su p le g a r ia la a p a r ie n c ia d e q u e r e r
e x i g i r u n d e r e c h o , lo c u a l n o e s in d i g n o d e u n a c r i a t u r a p a r a c o n s u C r e a d o r ,
ñámente firme estará la miseri Vuestros son los cielos, y vues
cordia en los cielos; * y en ellos tra es la tierra, Vos habéis fun
se afianzará vuestra veracidad. dado el orbe de la tierra y cuan
Tengo hecha alianza con mis to él contiene; * el aquilón y el
escogidos; he jurado a David, mar Vos los habéis creado.
siervo mío, diciendo: * Apoyaré E l Tabor y el Hermón exul
eternamente tu descendencia. tarán en vuestro nombre. * Pode-
Y haré establecer vuestro troíoso es vuestro brazo.
no, * de generación en genera Afírm ese vuestra mano y en
ción. salzada sea vuestra diestra; * la
Oh Señor, los cielos celebra justicia y la equidad son las ba
rán vuestras m aravillas, * como ses de vuestro trono.
también vuestra verdad la con La misericordia y la verdad de
gregación de los santos. lante de vuestro rostro. * Bien
Porque, ¿quién hay en los aventurado el pueblo que sabe
cielos que pueda igualarse con alegrarse en Vos.
el Señor? * ¿quién entre los hi A la luz de vuestro rostro an
jos de D ios es a él semejante? darán, oh Señor, vuestros hijos, y
A Dios, al cual ensalza y glo en vuestro nombre se regocijarán
rifica toda la corte de los santos; todo el día, * y en vuestra justi
* grande y terrible sobre todos cia serán ensalzados.
los que asisten en torno de él. Porque Vos sois la gloria de
¿Quién como Vos, Señor Dios su fortaleza, * y por vuestra be
de los ejércitos? * Poderoso sois, nevolencia nuestro valor será en
Señor, y en tom o vuestro está salzado.
siempre la verdad. Y a que por suyos nos ha to
Vos domináis la bravura del mado el Señor, * y el Santo de
mar, * Vos apaciguáis la bravura Israel nuestro Rey.
de sus olas.
Vos hum illasteis al soberbio Salmo 88, n
como a un herido de muerte; *
con la fuerza de vuestro brazo p n to n ce s h ablasteis en visión
dispersasteis a vuestros enemigos. I a vu estros santos, y les di-
s ie m p r e q u e é s t e t e n g a e n e llo e m p e ñ a d a s u p a l a b r a . A h o r a b ie n , e s t a p a l a b r a ,
D io s l a h a e m p e ñ a d o e n l a p r o m e s a h e c h a a D a v i d d e u n t r o n o e s t a b le y e t e r n o ,
y el s a l m i s t a s e d is p o n e a p o n e r l a d e r e l i e v e d e s d e lo s v e r s o s 4 y 5 d e su in tr o
d u c c ió n ( 2 - 5 ) . E x p u e s t a e s ta p ro m e sa co m o te m a d e to d o el s a lm o , s i g n e é s t e
d iv id i d o e n c u a t r o p a r t e s . L a p r i m e r a ( 6 - 1 9 ) e s u n h im n o d e a la b a n z a a la fid e
lid a d y o m n i p o t e n c i a d e J e h o v á . L a s e g u n d a p a r t e ( 2 0 -3 8 ) e s u n a a m p l i a c i ó n
p o é t ic a d e l a s o b r e d i c h a p r o m e s a , b a s a d a e n e l c a p . V I I d e l s e g u n d o l i b r o d e
S a m u e l. D i o s c u m p l i r á s u p r o m e s a a u n d a d a s la s p r e v a r i c a c i o n e s d e lo s q u e o c u p e n
el t r o n o de Isra el después de D a v id . P ro b a b le m e n te E th a n no c o m p re n d ía
tod o lo q u e D i o s le i n s p i r a b a , y p o r e s to es q u e , a n te la p o s t e r g a c ió n d e la
d in a s t i a d a v í d i c a y d e la s o t r a s c a l a m i d a d e s d e s u p u e b lo , h a c e a J e h o v á , en
la t e r c e r a p a r t e d e l s a lm o (3 9 - 4 6 ) e s t a o b s e r v a c i ó n , q u e p o d r í a m o s ll a m a r a t r e
v id a , s i n o a d i v i n á s e m o s lo s s e n t im ie n t o s d e s u a lm a lle n a d e f e y d e c o n fia n z a
en D i o s ; c u a l i d a d e s b ie n m a n i f i e s t a s e n la c u a r t a y ú l t i m a p a r t e ( 4 7 - 5 2 ) q u e
c o n t ie n e u n a i m p l í c i t a p l e g a r i a e n f a v o r d e l p ro n to y fir m e r e s ta b le c im ie n to de
I s r a e l y d e s u r e y , y p o r lo m is m o d e la p r o m e s a h e c h a t a n s o le m n e m e n t e .
jisteis: * He dado mi apoyo a tractaré las promesas que han
un valiente, y he ensalzado al salido de mi boca.
elegido de entre el pueblo. Lo he jurado una vez por mi
Hallé a David, siervo m ío; * santidad: Y o no mentiré a D a
ungíle con mi óleo sagrado. vid; * su raza subsistirá eterna
Mi mano le protegerá, * y mi mente.
brazo le fortalecerá. Y su trono será como el sol
Nada podrá adelantar contra a mi presencia, y como la luna
éi el enemigo, * no podrá ofen llena, eternam ente; * fiel es el
derle más el hijo de la iniquidad. testigo que está en los cielos.
Y exterminaré de su presencia
a sus enemigos; * y pondré en
Salmo 88, m
fuga a los que le aborrecen.
Le acompañarán mi verdad y W o s , sin embargo, habéis de
mi clemencia; * y en mi nom sechado y menospreciado *
bre será exaltado su poder. y alejado de Vos a vuestro Un
Y extenderé su mano sobre el gido.
mar, * y su diestra sobre los ríos. H abéis roto la alianza con
E l me invocará diciendo: * vuestro siervo; * habéis profa
Mi Padre sois Vos, mi D ios y nado su diadema sagrada hasta
el fiador de mi salud. la tierra.
Y yo le constituiré a él pri Todas sus cercas habéis des
mogénito, * y el más excelso truido, * habéis sembrado el es
entre los reyes de la tierra. panto en sus fortalezas.
Eternamente le conservaré mi Cuantos pasaban por el cami
misericordia; * y la alianza m ía no le han saqueado; * está hecho
con él será estable. el oprobio de sus vecinos.
Haré que subsista su descen Habéis exaltado el poder de
dencia por los siglos de los si sus opresores, * y llenado de sa
glos, * y su trono mientras du tisfacción a todos sus enemigos.
ren los cielos. Los filos de la espada de él
M as si sus hijos abandonasen habéislos embotado, * y no le ha
mi Ley, * y no procedieren con béis auxiliado en la guerra.
forme a mis preceptos. Habéis eclipsado su esplendor,
Si violaren mis justas dispo * y echado su solio por los sue
siciones * y dejaren de obser los.
var los mandamientos míos. Habéis acortado los días de su
Y o castigaré con la vara de juventud, * y habéisle cubierto
mi justicia sus maldades, * y con de afrenta.
el azote sus pecados. ¿H asta cuándo, Señor, tendréis
M as no retiraré de él mi mise apartado de nosotros el rostro? *
ricordia; * ni faltaré jamás a la ¿H asta cuándo ha de arder co
verdad de mis promesas. mo el fuego vuestra ira?
No violaré mi alianza, * ni re Acordaos de lo que es mi na
turaleza: * ¿Acaso habéis criado E n T iem po P a sc u a l
en vano todos los hijos de los
Ant. — Aleluya, aleluya, ale
hombres?
luya.
¿Qué hombre vivirá y no verá
la muerte? * ¿Quién librará su
alma del poder de la muerte? Salmo 138, i 1
¿Dónde están, Señor, vuestras
e ñ o r , Vos me habéis son
antiguas misericordias, * que por
vuestra verdad jurasteis a D a deado y me conocéis; *
Vos sabéis cuándo me
vid?
Acordaos, Señor, del oprobio siento y me levanto.
de vuestros siervos * (que he D e lejos penetráis mis pensa
guardado en mi pecho) y que mientos; * conocéis mis cami
nos y mis pasos.
han recibido de muchas naciones.
Oprobios, Señor, que nos dan Vos prevéis todas las acciones
de mi vida; * no hay palabra en
en rostro los enemigos, * que
mi lengua que Vos no sepáis an
nos echan en cara el cambio de
tes.
vuestro Ungido.
Todo lo sabéis. Señor, lo re
Bendito sea el Señor para
ciente, como lo antiguo; * Vos
siempre. * ¡A sí sea! ¡Así sea!
me formasteis y pusisteis vuestra
F u e r a de T ie m po P a s c u a l mano sobre mí.
Ant. — L a misericordia y la Vuestra ciencia me sobrepasa
verdad os precederán, Señor. en gran manera; * está m uy ele
vada, no llego a ella.
E n T ie m p o P a s c u a l
¿A dónde iré yo lejos de vues
Ant. — A leluya, aleluya, ale
tro espíritu? * ¿dónde podré
luya.
huir fuera de vuestra faz?
E n lo s O f i c i o s d e F i e s t a y d e O c t a
v a , la C a p it u la , e l R e s p o n s o r io b r e v e y Si subo al cielo, allí estáis
la O r a c i ó n , s e d i c e n c o m o e n e l P r o p i o
Vos; * si bajo a la región de la
o en el C o m ú n .
Lo dem ás com o en el O r d in a r io , muerle, estáis presente.
p ág. 32.
Si tomare alas al rayar el al
ba, * y me fuere a vivir en los
VISPERAS confines del mar,
T od o co m o en el O r d in a r io , p á g . 34, A llá también me conducirá
e x c e p t o lo q u e s i g u e :
vuestra mano, * y me tomará
F u er a d e T ie m p o P a s c u a l vuestra diestra.
Ant.— Señor, Vos me habéis T al vez, he dicho, podrán cu
sondeado y me conocéis. brirme las tinieblas; * mas la
1. E s u n a p r o f u n d a m e d i t a c i ó n t e o l ó g i c o - m í s t i c a s o b r e l a in m e n s id a d d e D i o s ,
en c u a n t o t o d o lo s a b e ( 1 - 6 ) , e s t á p r e s e n t e e n t o d a s la s c o s a s ( 7 - 1 2 ) y o b r a e n
to d a s e l la s ( 1 3 - 1 8 ) , s e g u i d a d e p ia d o s o s a f e c t o s c o n t r a l a i n i q u i d a d ( 1 9 - 2 2 ) , y
de u n a p e t i c i ó n f i n a l . S e g ú n la a p r e c i a c i ó n d e u n o d e lo s c o m e n t a d o r e s d e
lo s li b r o s s a g r a d o s , n o e x i s t e n i n g ú n o t r o s a lm o q u e p u e d a c o m p a r a r s e c o n
é s te por la s u b lim id a d de su s s e n te n c ia s , por la e le v a c ió n del e s t ilo , ni
p o r la v a r i e d a d d e i m á g e n e s y p o r la p r o f u n d i d a d d e s u a r g u m e n t o .
noche me ilumina donde pensa los m alvad os!... * Hombres san
ba complacerme. guinarios, apartaos de mí.
Porque las tinieblas no tienen Porque en vuestro corazón de
para Vos oscuridad; * la no cís: * Inútilm ente poseerán, Se
che brilla como el día; sus tinie ñor, vuestras ciudades.
blas son para Vos como la luz. ¿Acaso no odio, Señor, a los
Porque Vos sois quien form as que os odian? * y ¿no me con
teis el fondo de mi ser; * Vos sumo yo por vuestros enemigos?
me recibisteis desde el seno de Con odio profundo les abo
mi madre. lí ezco; * ellos son mis enemi
Ant. — Señor, Vos me habéis gos.
sondeado y me conocéis. Escudriñad, Señor, y conoced
A n t.— Vuestra obras, * Señor, mi corazón; * probadme, pene
son admirables; mi alma m uy trad mis pensamientos.
bien lo reconoce. M irad si hay en mí tendencia
al m al; * conducidme por el ca
Salmo 138, n mino de la eternidad.
Ant. — Vuestras obras, Señor,
Q s alabaré por vuestra gran
son adm irables; mi alma muy
deza estupenda; * vuestras
bien lo reconoce.
obras son adm irables; mi alma
Ant. — N o me abandonéis,*
muy bien lo reconoce.
Señor, que sois la fuerza que me
No se os ocultan mis huesos,
salva.
que secretamente hicisteis; * ni
mi sustancia, form ada en las
Salmo 1391
entrañas de la tierra.
Viéronme vuestros ojos cuan Señor, de manos del
J ^ ib r a d m e ,
A l
*
Señor dirijo mis clamores;
Capitula
mi voz sube al Señor, y
I I Cor., , 3-4 1
le implora. ^ endito sea D ios, Padre de
Derramo en su presencia mi nuestro Señor Jesucristo,
plegaria; * le expongo mi con Padre de las misericordias, y
goja. ^ D ios de toda consolación; que
Cuando mi espíritu desfallece, nos consuela en todas nuestras
* conocéis Vos mis senderos. tribulaciones.
En el camino por que ando, *
me han tendido un lazo oculto. Himno
Miro a mi diestra y veo, * y
no hay quien me conozca. j^ iv iN O Creador del hombre, y
No tengo medio de huir, * ni único ordenador de todo lo
hay quien busque salvar mi vida. creado, que mandáis produzca la
A Vos, Señor, clamé, diciendo: tierra toda suerte de bestias y
* Vos sois mi esperanza, mi he rep tiles:
rencia en la tierra de los vivien Vos que disteis al hombre, so
tes. metiéndolas a su imperio, aun
Atended a mi plegaria, * por las más poderosas y grandes
que me hallo en humillación pro criaturas, dotadas, por la pala
funda. bra de vuestra v o lu n ta d ,. de v i
Libradme de quienes me per da, a fin de que le sirvan según
siguen, * porque son más fuertes el orden por Vos establecido:
que yo. Apartad de vuestros servido
Sacad mi alma de la cárcel res todo lo que la concupiscen
para que dé yo gloria a vuestro cia intenta con su violencia in
nombre: * espéranme los justos, sinuar en nuestras costumbres, o
aguardando que me hagáis ju s mezclar en nuestras acciones.
ticia. Concedednos por recompensa
Ant.— Sacad, Señor, a mi alma los goces eternos, dadnos vues-
1. Este salmo está formado por dos cánticos (1-32; 33-43) diferentes entre
sí por el estilo y el argumento. E l primero es un himno eucarístico desarro
llado con gran m aestría, y notable por la originalidad de su presentación.
Como en otros muchos salmos, el poeta* sagrado empieza alabando a Jehová
por su bondad (1). Para probarla apela en general a la experiencia de lo»
mortales (2-3). P ara concretar lo que acaba de proponer, por medio de cuatro
estrofas intercaladas por dos dísticos, que en cada una de ellas se repiten a
igual distancia, nos ofrece otras tantas categorías de hombres: desechados en
el desierto (4-9), cautivos (10 -16), enfermos (17-2 2) y navegantes (23-32), los
cuales acongojados por su d ifícil situación clamaron a Jehová en medio de sus
males, y les libró de sus angustias. E l segundo cántico (33-43) no guarda
ninguna íntima relación con el precedente. E s un himno de alabanza al poder
y la providencia de Jehová, inspirado en las palabras de Isaías y de Job.
verse atribulados, * y librólos de Salmo 106, iii
sus angustias.
Envió su palabra, y los sanó1, Q l o r i f i q u e n al Señor por sus
* y los salvó de su perdición. misericordias * y por sus
Glorifiquen al Señor por sus maravillas a favor de los hijos
misericordias, * y por sus m a de los hombres.
ravillas en favo r de los hijos de Y ensalcen su gloria en la con
los hombres. gregación del pueblo, * y aláben
Y ofrézcanle éstos sacrificios le en el consistorio de los Ancia
nos.
de alabanza, * y celebren con
júbilo sus obras. El Señor convirtió los ríos en
Los que surcan el mar en na páramos, * y en sequedades los
ves, * y están maniobrando en manantiales de agua.
medio de tantas aguas. La tierra fructífera en salobre
Estos han visto las obras del ña, * por causa de la malicia de
Señor, * y sus maravillas en el sus habitantes.
profundo del mar. Convirtió el desierto en un
D ijo, y sopló el viento tem país de estanques de aguas, * y
pestuoso, * y encrespáronse las la tierra seca en manantiales.
olas. Y estableció en ella los ham
Suben hasta los cielos, y bajan brientos; * y fundaron ciudades
hasta los abism os; * en medio para su habitación.
de estas angustias desfallecía el Sembraron los campos y plan
alma de ellos. taron viñas * que produjeron
Llenos de turbación vacilaban abundantes frutos.
como beodos, * y se desvaneció Y bendíjoles el Señor, y mul
toda su sabiduría. tiplicáronse sobremanera; * y
Pero clamaron al Señor en la acrecentó sus ganados.
tribulación, * y los sacó de sus Y vinieron a menos, * y fue
apuros. ron oprimidos con trabajos y do
Cambió el huracán en viento lores.
suave, * y calmaron las olas del Cayó el vilipendio sobre los
mar. príncipes, * e hízolos andar
Regocijáronse ellos viendo el errantes por lugares desiertos,
mar sosegado, * y el Señor los donde no había senda alguna.
condujo al puerto deseado. Y libró al pobre de la mise
A n t.— E llos vieron las obras ria; * y multiplicó las fam ilias
de Dios, y sus m aravillas. como rebaños de ovejas.
A n t.— Verán los justos * y se Verán estas cosas los justos y
llenarán de gozo; y comprende se llenarán de gozo; * y toda
rán las m isericordias del Se iniquidad cerrará su boca.
ñor. . ¿Quién es sabio para conser-
E n el O f ic io f e r ia l fuera de
T ie m p o P ascual
LAUDES
X Ensalcen al Señor en la
I
asamblea del pueblo. Iy. Y alá
benle en el consistorio de los E n los Sábados de entre A ñ o, y fue
ra de las Semanas de Septuagésima,
ancianos. Sexagésim a y Quinquagésim a y de las
V ig ilia s comunes que ocurran en los
D urante el A d v ie n t o Sábados de Tiem po Pascual, y en las
F iestas de nueve Lecciones que se ha
X • Saldrá el Señor de su lu yan de celebrar en cualquier tiempo
del año, en todos los Oficios de Octava
gar santo. í£. Vendrá para sal no privilegiada, y en el Oficio de santa
var a su pueblo. M aría en Sábado.
Todo como en el Ordinario, pág. 1 2 ,
excepto lo que sigue:
D urante la C u aresm a
mo un escudo. N o te arre
A n t.— Los hijos de Sión * re
drarán los temores nocturnos.
gocíjense en su rey.
D urante el T ie m p o de P a s ió n
E n T ie m p o P ascu al
X - Oh D ios, no perdáis mi
Ant.— A leluya, * aleluya, ale
alma con los impíos. Iy. N i mi
luya.
vida con los hombres sanguina
rios.
Salmo 14 9 1
E n T ie m p o P ascual
a n ta dal Señor un cántico
Ant. — Aleluya, aleluya, ale
n u ev o ; * resuenen sus
luya.
loores en la reunión de
EN LAS F IE S T A S DE NUEVE los santos.
L E C C IO N E S
Alégrese Israel en el Señor que
X - Dios resucitó a su Hijo, le crió, * y regocíjense en su
aleluya. T^. Y nos resucitará a R ey los hijos de Sión.
nosotros por su virtud, aleluya. Celebren su nom bre con ar-
1. Alabanza a Dios por haber vuelto Israel del cautiverio, y por haberle dado
poder de vengarse de sus enemigos. En sentido espiritual, aunque m uy bien
puede referirse al primer advenimiento del M esías, el salmo se aplica especial
mente a su segunda venida, en la que los santos moradores para siempre en la
Jerusalén celestial, se unirán con Cristo para ju zga r solemnemente a los re
probos.
moniosos conciertos, * y publi Acompañando el canto con el
quen sus alabanzas al son del salterio de diez cuerdas, * y con
pandero y el salterio. el sonido de la cítara.
Porque el Señor ha mirado be Porque me habéis deleitado,
nignamente a su pueblo; * y ha Señor, con vuestras obras, * al
de exaltar a los humildes y sal contemplar las maravillas de
varlos. vuestras manos salto de placer.
Se gozarán los santos en la ¡Qué magníficas son, oh Señor,
gloria, * y se regocijarán en sus vuestras obras! * ¡ Qué inson
moradas. dable es la profundidad de vues
Elogios de Dios modularán tros designios!
las gargantas de ellos, * y espa El hombre necio no entenderá
das de dos filos vibrarán en sus esto; * ni el estúpido lo com
manos. prenderá jamás.
Para ejecutar la divina ven Que los pecadores brotan como
ganza en las naciones, * y cas el heno, * y si brillan todos los
tigar a los pueblos impíos; que obran la iniquidad,
Para aprisionar con grillos a Es para morir eternamente. *
sus reyes; * y con esposas de Mas Vos, Señor, seréis el A ltí
hierro a sus magnates; simo por toda la eternidad.
Para ejecutar en ellos el juicio Porque he aquí que vuestros
decretado; * gloria es ésta re enemigos, Señor, vuestros ene
servada para todos sus santos. migos perecerán; * y quedarán
A n t.— Los hijos de Sión rego- disipados todos los que obran
cijaránse en su rey. maldad.
Ant. — ¡Cuán magníficas son, M i fortaleza, empero, aumen
* oh Señor, vuestras obras! tará como la del unicornico, *
y mi vejez será colmada de vues
tras misericordias.
Salm o 911
Y miraré con desprecio a mis
J^ ueno es alabar al Señor; * enemigos, * y oiré hablar sin
y ensalzar vuestro nombre, susto de los revoltosos que m a
oh Altísim o. quinan contra mí.
Celebrando por la mañana Florecerá como palma el v a
vuestra m isericordia, * y por la rón justo, * y se elevará cual
noche vuestra verdad. cedro del Líbano.
I. Brev. 24
en las tinieblas y sombra de la
muerte, y dirigid nuestros pasos
Ant. — Aleluya, aleluya, ale por el camino de la paz.
luya. En los Oficios de Fiesta y de O c
tava, la Capitula, el Himno, la A n tí
fona del Benedictus y la Oración, se
dicen como en el Propio o en el Común.
Capitula 1 Rom., 13, 12-13 Lo
pág.
restante como en el Ordinario,
16.
1. Este salmo está formado, sin notables variantes, por dos fragmentos
de los salmos 57 (8-12) y 60 (7-14), habiéndose realizado esta combinación en
una época bastante posterior, y que ignoramos por quién y para qué fin fué
hecha. E n sentido espiritual, podemos servirnos de este salmo como de una
plegaria dirigida a Dios para que nos otorgue nuevas victorias y nuevas con
quistas sobre nuestros enemigos, que son los demonios y nuestras desordenadas
pasiones.
E n t r e A ño alaban se han conjurado contra
mí.
A nt. — M i clamor.
Porque el alimento que tomo
E n Tiem po P a s c u a l va mezclado con la ceniza; * y
mis lágrimas se mezclan con mi
Ant. — Aleluya.
bebida.
A causa de vuestra ira e in
Salmo 101, i 1
dignación ; * porque elevándome
s c u c h a d , Señor, mi ora me habéis estrellado.
ción, * y llegue hasta Com o sombra han pasado
Vos mi clamor. mis días, * y heme secado como
No apartéis de mí vuestro ros el heno.
tro; * en cualquier tribulación M as Vos, Señor, permanecéis
en que me hallare, inclinad ha eternamente, * y vuestra memo
cia mí vuestro oído. ria pasa de generación en ge
Cualquier día que os invocare, neración.
* escuchadme prontamente.
Salmo 10 1, ii
Porque como humo han des
aparecido mis días, * y áridos T e v a n t á n d o o s , os compadecéis
están mis huesos como leña seca. de Sión; * porque llegado es
Estoy marchito como el heno, el tiempo, el tiempo de apiada
árido está mi corazón; * pues ros de ella.
hasta de comer mi pan me he Porque hasta sus mismas rui
olvidado. nas son amadas de vuestros sier
’ D e puro gritar y gemir, * me vos, * y a la vista de su tierra,
he quedado con sola la piel pe éstos se enternecen.
gada a los huesos. Entonces las naciones temerán,
Me he vuelto semejante al p e Señor, vuestro nombre, * y to
lícano, * que habita en la sole dos los reyes de la tierra respe
dad; parézcome al buho en su al tarán vuestra gloria.
bergue. Porque el Señor habrá edifi
Paso insomnes las noches, * cado a Sión, * y allí será visto
y vivo cual pájaro que se está con toda su m ajestad.
solitario sobre los tejados. El atendió a la oración de los
Zahiérenme todo el día mis humildes, * y no despreció sus
enemigos, * y aquellos que me | plegarias.
Salm o 10 1, n i
SEXTA
P v íjo le el justo cuando se ha-
Todo como en el Ordinario, pág. 28,
■ liaba en su florida edad: * excepto lo que sigue:
M anifestadm e, Señor, el corto
número de mis días. E n tre A ño
No me llam éis a la mitad de Ant.— Señor, Dios mío.
: mi vida, * Vos cuyos años son
eternos. E n T ie m p o P a s c u a l
Al principio Vos, Señor, hicis Ant. — Aleluya.
te is la tierra; * y los cielos obra
son de vuestras manos. Salmo 103, i 1
Estos perecerán, mas Vos sois
inmutable; * y todos como un e n d i c e , alma mía, al Se
Señor,
)S tr a d , vuestro I NOCTURNO
poder, y venid; para que E m p i e z a e l l i b r o d e l P r o f e t a
con vuestra protección I sa ía s
merezcamos vernos libres de los
inminentes peligros de nuestros Lección I Cap. 1, 1-3
pecados, y ser salvos con vuestro [ s i ó n que tuvo Isaías, hi
auxilio: Vos que vivís. jo de Amos, en orden a
Durante todo el Adviento se omiten ' las cosas de Judá y de
• Establecida ya esta enum eración y d ivisión de todo el año litú rgico, nos ocu-
p;-remos ante todo, aunque brevem ente, de la prim era parte del m isrno^b sea del
carse el poder de Dios, y una nu coronilla de la cabeza no hay en
be que cubre toda la tierra. * Sa él cosa sana, sino heridas, y car
lid a su encuentro, y decid: * denales, y llaga corrompida que
Anunciadnos si Vos mismo sois, * no ha sido curada, ni vendada,
el que habéis de reinar en el ni suavizada con bálsamo.
pueblo de Israel. I£. Miraba en la visión de la
noche, y he ahí que en las nubes
Lección II Cap. 1, 4-6 del cielo venía el Hijo del hom
bre, y le fue dado el reino y ei
A y de la nación pecadora, del
pueblo cargado de iniquida
honor. * Y todos los pueblos,
tribus y lenguas le servirán, y .
des, de la raza malvada, de los Su poderío es poderío eterno, el
hijos perversos! Han abandona cual no le será arrebatado. Y to
do al Señor, han blasfemado del dos.
Santo de Israel, le han vuelto las
espaldas. ¿De qué servirá el des Lección III Cap. 1, 7-9
cargar yo nuevos golpes sobre
vosotros, si añadís pecados sobre Y ^ uestra tierra está desierta, in
pecados? Toda cabeza está en cendiadas vuestras ciudades:
ferma, y todo corazón doliente. a vuestra vista devoran los ex
Desde la planta del pie hasta la tranjeros vuestras posesiones, y
A dviento. L a palabra Adviento derivada del nombre latino Adventus, corres
ponde a la palabra griega parousia, y significa venida. E n los libros sagrados se
toma unas veces por la venida de C risto como Redentor, y otras por su segunda
venida como Juez de todos los hombres y de todos los pueblos. E l A dviento consta
de cuatro sem anas y con ellas nos prepara para conmemorar solemnemente la
venida de C risto Redentor en carne, pero de tal suerte, que asi como ahora
viene espiritualm ente a nuestras alm as, así como nos preparemos para su
segunda venida, la que tendrá lu gar en el día del juicio. Toda la liturgia
de e st: tiempo está inspirada en estas ideas fundam entales. Por eso durante
todo el tiempo del A dviento se lee el profeta Isaías, el inspirado evangelis
ta del reino mesiánico, y se habla del P recu rsor; por lo mismo con tantas
alabanzas se celebra la divina M aternidad de la V irg e n S an tísim a; por lo mismo
5¿ escogen de las tpistolas paulinas aquellas pericopes que traían del Adviento
y de la proxim idad del S alvad or; por lo mismo tantas y tantas veces se repiter
“ Vendrá y no tardará; de S ión vendrá; vendrá del Líbano, vendrá el Profeta
grande, nuestro Salvador para librarnos’' . Toda .la ordenación del Adviento re
presenta un continuado, constante y ardiente anhelo de la venida del Redentor,
coronado por las m agnificas aspiraciones, representadas por las adm irables antí
fonas de la octava que precede al N acim iento del divino S alvador. L a insti
tución del Adviento tuvo su principio en la G alia, en el íiglo sexto. Prim era
mente se celebró como devoción privada, pero luego fu e adoptado por la Iglesia,
con c a rá c tir de acto público, oficial y litúrgico. U no de los primeros documentos
oficiales relativos al A dvien to, está consignado en el Canon I X del Concilio de
M acón, celebrado durante los años 580 a 581. En él se leen las palabras siguien
tes: “ D esde el día de san M artin (11 de noviem bre) hasta la N atividad dei Señor,
se ayunará los lunes, miércd\es y viern es” . Con esta ordenación se indica ya
que el tiempo del A d vien to es tiempo de penitencia, es decir, de preparación,
tiempo de purificación. No tan sólo se prescribe el ayuno, sino que, además,
se establece que el santo sacrificio de la M isa se celebre según el orden y el rito
propio de la Cuaresm a. P o r el texto del Canon citado se ve que en el principio
el A dvien to duraba siete sem anas. E sta costum bre se observa aún en el rito
m ozárabe y en d ambrosiano. M as, la Iglesia Rom ana redujo, y a desde el prin
cipio, el tiempo de A d vien to a cuatro semanas, estableciendo que empezase en el
domingo más inmediato a la fiesta de,^sar. A n d rés.
a manera de enemigos las devas pecialmente se refiere a nosotros,
tan. Y la hija de Sión quedará ya que el día anunciado, si bien
como cabaña de una viña, como nos es desconocido, con todo no
choza de un m elonar, y como dudamos de que esté cercano.
una ciudad tom ada por asalto. Si Iy. Dios te salve, M aría, lle
el Señor de los ejércitos no hu na de gracia, el Señor es contigo:
biese conservado algunos de nues * El Espíritu Santo descenderá
tro linaje, hubiéramb'S corrido la sobre ti, y la virtud del Altísim o
misma suerte de Sodoma, y sido te cubrirá con su sombra: el fru
semejantes a Gom orra. to Santo que de ti nacerá será
I£. E l Angel Gabriel fué en llamado H ijo de Dios. y . ¿ Có
viado a la Virgen M aría despo mo ha ds realizarse esto si yo
sada con José, llevándole un no conozco varón? E l Angel en
anuncio; y quedó la Virgen ate respuesta, le d ijo: E l Espíritu.
morizada por el resplandor; no
temas, M aría, pues has hallado Lección V
gracia delante del Señor: * H e P>ara cuyo advenimiento es
aquí que concebirás y darás a necesario que se preparen
luz, y será llam ado H ijo del A l todos los hombres, no sea que
tísimo. y . E l Señor D ios le halle a alguno dedicado al cuida
dará el trono de D a vid su padre, do de su carne o a los negocios
y reinará para siempre en la casa del siglo1. Pues la experiencia de
de Jacob. H e aquí. Gloria al P a cada día nos enseña, carísimos,
dre. H e aquí. que los excesos en la bebida ofus
II NOCTURNO
can la mente, y la saciedad de
m anjares dism inuye el vigor del
Serm ó n de San L eón, P apa
corazón, de tal suerte que los
S erm ón 8 del a yu n o d el décim o mes deleites de la comida son con
y de la s lirrosn as
trarios a la salud si no se m ode
ran por la tem planza y no se
L ecció n IV
sustrae al placer lo que podría
el Salvador instruía
uando convertirse en perjudicial.
a sus discípulos, y a to . Esperam os al Salvador
da la Iglesia en sus A p ó s nuestro Señor Jesucristo, * E l
toles, acerca del advenim iento del cual reform ará nuestro humilde
reino de D ios, y del fin del m un cuerpo, haciéndole sem ejante a
do y de los tiempos, les d ijo : su cuerpo glorioso, y . Vivam os
“ Guardaos de no agravar vu es en este mundo, sobria, justa y
tros corazones con la crápula y la piadosam ente, aguardando la fe
embriaguez y los cuidados del liz esperanza y el advenimiento
siglo” . C u yo precepto, hemos de la gloria del gran Dios. E l
de reconocer, carísim os, que es cual. ’
1. Con e stas exp resion es figuradas da a entender que el reino de Cristo será .
un reino de paz, de carid ad y de amor fra te rn a l.
rra. Casa de Jacob1, venid, y ca ceré mi alianza con vosotros. P a
minaremos en la luz del Señor. ra visitaros. Gloria al Padre. P a
Pues tú has desechado a tu pue ra visitaros.
blo2, a los de la casa de Jacob,
porque están llenos, como anti LAUDES
guamente, de superstición e ido
latría, y han tenido adivinos co Ant. del Bened. — Sin que
mo los Filisteos, y se complacen antes hubiesen estado juntos, *
en tener esclavos extranjeros 3 se halló que M aría había conce
bido en su seno por obra de!
I£. Los montes rebosen de
gozo y los collados de justicia: * Espíritu Santo, aleluya.
Porque la luz del mundo, el Se
ñor, vendrá manifestando su po VISPERAS
der. y . D e Sión saldrá la ley, Ant. del Magnif. — Buscad al
y la palabra del Señor de Jeru
Señor, * mientras puede ser ha
salén. Porque.
llado; invocadle mientras está
cercano, aleluya.
Lección III Cap. 2, 7-9
'T 'u país está rebosando de pla
ta y oro, y son inagotables Feria Cuarta
sus tesoros. Su tierra está cubier MAITINES
ta de caballos, son innumerables
D e l P r o f e t a I s a ía s
sus carrozas. Y está lleno de ído
los su país. Han adorado la Lección I Cap. 3, 1-4
obra de sus manos, la obra que
habían formado con sus propios o r q u e he aquí que el so
1. E n sen tido m ístico, se refiere esta p ro fecía a la m u ltip lica ció n de las
igle sias del N u e v o T esta m en to , tod as las cu ales no h ab ían de ten er sino un solo
esposo que es J e su c risto , ni se habían de llam ar de otro nom bre que del suyo,
esto es, Ig le sia de Jesu cristo .
2. Q u iero c a n ta r en obsequio del M e s ía s, a q u ien am o tiern am en te, y que
se rá de m i m ism a trib u y fa m ilia , u n a ca n ció n , que él m ism o ca n ta rá a su v iñ a .
3. E l seto con q u e la cercó , fu ero n lan le y e s sa g ra d a s que le dió para su
gobiern o. L a s pied ras de que la lim p ió , fu ero n los canan eos y los ídolos de
pied ra que adorab an . L a s vides escogidas fu eron los P a tria rc a s , P r o fe ta s y otros
varon es santos. L a torre, el gobiern o ju s to ; la S a g ra d a E s c ritu ra , el templo. E l
lagar, el a lta r de los holocaustos. L a s u vas silv estr e s, la id o la tría , y la s abom i
n aciones y e xc eso s de los hebreos, . .. -
Judá son su plantel delicioso, y seis alas; con dos cubrían su ros
me prometí de ellos juicio, y no tro, y con dos cubrían los pies,
veo más que iniquidades, y es y con dos volaban. Y con voz
peré la justicia, y no oigo sino esforzada cantaban a coro, di
clamores. ciendo: “ Santo, Santo, Santo2, el
El I I I B . es de la D om inica prece Señor Dios de los ejércitos, llena
dente, pág. 246.
está toda la tierra de su gloria” .
Los R B . del I I Nocturno de la Do
LAUDES m inica precedente, pág. 246.
I . B rev. 26
gran luz: y saldrán de Jerusa profecía se refiere a Cristo; nos
lén como el agua pura, y reina proponemos explicarla por par
rá el Señor para siempre. * So tes, no sea que, propuesta o ex
bre todas las naciones. y . He plicada toda a la vez, se confun
aquí que el Señor vendrá con da la memoria del lector. Los
poderío, y en su mano estarán Judíos entienden por la vara y la
el reino, el poder y el imperio. flor de la raíz de Jesé al mismo
Sobre todas. Señor, de suerte que en la vara
se muestre el poder del que rei
Lección III Cap. 11, 8-10 na, y en la flor su hermosura.
Y el n¡ño que aun mama esta« 1
^. He aquí que vendrá el
rá jugando en el agujero de Señor, nuestro protector, el San
un áspid, y el recién destetado to de Israel, * Teniendo en su
meterá la mano en la madriguera cabeza la corona del reino, y .
del basilisco. Ellos no dañarán ni Y dominará de un mar a otro, y
matarán en todo mi monte san desde el río . hasta la extremidad
to, porque el conocim iento del del orbe de la tierra. Teniendo.
Señor llenará ía tierra, como las
Lección V
aguas llenan el mar. En aquel día
el renuevo de la raíz de Jesé, as nosotros entendemos por
que está puesto como señal para la vara de la raíz de Jesé,
los pueblos, será'in vocado por Ia'j a la bienaventurada Virgen M a
naciones, y su sepulcro será glo ría, la cual no tuvo ningún tallo
rioso. . . que le estuviera adherido, y de
1£. Ciudad de Jerusalén, no quien se nos ha dicho: “ H e aquí
llores ya m ás: porque el Señor se que la virgen concebirá y dará a
compadeció de ti. * Y apartará luz un h ijo ” . Y por la flor, en
de ti toda tribulación, y . He tendemos a nuestro Salvador, el
aquí que el Señor vendrá con cual dice en el Cantar de los
fortaleza, y su brazo dominará. C antares: “ Y o soy la flor del
Y apartará. Gloria. Y apartará.
campo y el lirio de los valles” .
II N O C T U R N O Ijí. A sí como la madre con
suela a sus hijos, así yo os con
. L ecció n IV solaré, dice el Señor, y de Jeru
D e l a E x p o s ic ió n ó e sa n J e r ó salén, ciudad escogida, os ven
n im o , P r e s b í t e r o , s o b r e e l P r o
drá el auxilio. * Y le veréis, y se
feta I sa ía s s»
alegrará vuestro corazón, y . D a
L ib ro 4 sobre el cap. 11 de Isa ía s ré en Sión la salud y en Jerusa
lén mi gloria. Y le veréis.
aldrá un renuevo del
tronco de Jesé. H asta Lección VI
que principia la visión,
o el peso de Babilonia, q u e ' vió C o b r e esta flor que b r o ta rá ,
Isaías, h ijo de Am os, toda- esft de im proviso del tronco y de j
la raíz de Jesé mediante la V ir se, sino llenarse de admiración.
gen M aría, descansará el Espíritu Mas las mentes de los infieles se
del Señor. Porque la plenitud de escandalizaron en gran manera,
la divinidad tuvo sus com placen cuando después de haber visto
cias habitando en ella corporal que realizaba tan grandes mara
mente. No por partes, como en villas, le vieron morir. Esto es
los demás Santos, sino que, con lo que el Apóstol san Pablo nos
forme al Evangelio que los na enseñó cuando d ijo: “ Nosotros
zarenos leen, escrito en Hebreo, predicamos a Jesucristo crucifi
“ Reposará sobre él toda la fuen cado, cosa de que los Judíos
te del Espíritu Santo” . Y el Se se escandalizaron, y los Gentiles
ñor es el Espíritu; y en donde tuvieron por locura” . Pues les
reina el Espíritu del Señor, allí pareció a los hombres una locu
reinará la libertad. ra, que por ellos muriera el A u
I£. Jerusalén, plantarás una tor de la vida, y de donde le son
viña en tus montes; te gozarás, más deudores, tomaron ocasión
porque vendrá el día del Señor: de escandalizarse. Siendo así que
levántate, Sión, conviértete al tanto más Dios merece ser hon
Señor Dios tuyo: gózate y alé rado por los hombres, cuanto
grate, Jacob. * Porque de en me por ellos sufrió más oprobios.
dio de las naciones vendrá tu Sal . Saldrá el Señor de Sa
vador. \ r . R egocíjate cuanto maría y se dirigirá a la puerta
puedas, hija de Sión: clama de que mira a Oriente, v vendrá a
alegría, hija de Jerusalén. Porque. Belén, caminando sobre las aguas
Gloria al Padre. Porque. de la redención de Judá. * En
tonces se salvará todo hombre:
III NOCTUR NO
porque he aquí que viene, y . Y
L e c c ió n del sa n to E va n g e lio su trono se fundará sobre la mi
se g ú n san M ateo sericordia, y se sentará sobre él
Lección VII Cap. 11, 2-10 en la verdad. Entonces.
LAUDES Y HORAS
M Señor, nuestros cora
oved,
SEXTA VISPERAS
Capitula Rom., 15, 5-6 Las Antífonas y la Capitula son de
Laudes; los Salm os de Dom inica, como
el Dios de la paciencia
u ie r a en W Salterio, pág. 73; el Himno y el
Q y de la consolación haceros V erso , como en el
Ant. del Magnif. — ¿Eres tú
O rdinario, pág. 35.
VISPERAS
Lección II Cap. 14, 3-6
Ant. de! Magnif. — Voz del
Y en aquel tiempo, cuando te
que clama * en el desierto: Pre
sea dado por Dios el respirar
parad el camino del Señor; en
de tus trabajos, y de tu opresión,
derezad las sendas de nuestro
y de la dura esclavitud a que es
Dios.
tuviste sujeto, te servirás de es
te cántico contra el rey de Babi
lonia, y dirás: ¿Cómo es que
no parece ya el exactor y que Feria Cuarta
cesó el tributo? El Señor ha he
D el P rofeta I s a ía s
cho pedazos el cetro de los im
píos, la vara de los que domina Lección I Cap. 16, 1-4
ban; al que indignado azotaba a
los pueblos haciéndoles llagas in nvía ,
oh Señor, el Corde
curables, y tiranizaba furiosamen ro dominador de la tie
te las naciones, y las maltrataba rra, desde la Peña del de
con crueldad. sierto al monte de la hija de
Sión. Sucederá que las hijas de
L ección III Cap. 14, 12-15 Moab, en el paso de Arnón, se
hallarán como un ave que huye,
r^ÓMO caíste del cielo, oh luce y como pollitos que saltan fue
ro, que brillabas por la m a ra del nido. Aconséjate, consulta
ñana ?1 Fuiste precipitado por el caso, haz sombra; de modo
tierra, tú que has sido la ruina que se oculten en medio del día
.. de las naciones. T ú que decías como en una noche; esconde a los
en tu corazón: Escalaré el cielo: fugitivos, y no entregues a los
sobre las estrellas de Dios levan que andan errantes. Hospeda
taré* mi trono, sentaréme sobre junto a ti mis hijos fugitivos.
el M onte del testamento situado Sé tú, oh M oab, su asilo contra
al lado del Septentrión. Sobrepu el devastador.
jaré la altura de las nubes, seme E l I R. de la. F e ria IV precedente,
jante seré al Altísim o. Pero tú pág. 253.
L e c c ió n del san to E v a n g e l io
L ecció n VIII
seg ú n san J uan
18 de Diciembre 23 de Diciembre
A nt.— Oh Adonaí * y caudillo A nt.— Oh Emmanuel, * R ey y
de la casa de Israel, que apare legislador nuestro, esperanza y
cisteis a Moisés en medio de las Salvador de todas las naciones:
llamas de la zarza, y le disteis venid a salvarnos, Señor Dios
vuestra ley en el Sinaí: venid a nuestro. .
librarnos con el poder de vues
tro brazo.
II L as siguientes A n tífon as para las
Laudes y las H oras se dicen en las
19 de Diciembre seis F erias anteriores a la V ig ilia de
la N atividad, y principian el día 17
de Diciem bre por las A n tífon as que se
A n t.— Oh raíz de Jesé, * que señalan para la F eria de aquel día.
aparecéis como estandarte de los Igualm ente las otras se dicen en las
propias F erias. S i el día 17 fuere D o
pueblos, ante quien los reyes mingo, las A n tífon as principian en la
enmudecen y cuyo auxilio implo siguiente F eria I I , que será el día 18.
ran las naciones: venid a librar En cuanto a las que hubieren de de
cirse en días en que ocurra una Fiesta
nos, no tardéis más. de nueve Lecciones, se omiten en aquel
año.
20 de Diciembre
Feria Segunda
A n t.— Oh llave de D avid, * y
cetro de la casa de Israel, que LAUDES Y HORAS
abrís y nadie puede cerrar, que
Ant. 1. He aquí que vendrá *
cerráis y nadie puede abrir: ve
el Señor, príncipe de los reyes
nid y librad de la cárcel al ca u
de la tierra: bienaventurados los
tivo que yace en las tinieblas y en
que están preparados para reci
la sombra de la muerte.
birle.
Los Salm os de F eria, pág. 93.
21 de Diciembre 2. Cuando viniere * el Hijo
A n t.— Oh Oriente, * resplandor del hombre ¿piensas que halla
de la luz eterna y sol de justicia: rá fe sobre la v tierra?
venid e iluminad a los que yacen 3. He aquí que ya ha llegado
en las tinieblas y en la sombra * la plenitud de los^tiempos, en
de la muerte. la cual Dios ha enviado a su Hijo
en la tierra.
22 de Diciembre 4. Beberéis con gozo las aguas
* de las fuentes del Salvador.
A n t.— Oh R ey de las naciones 5. Saldrá * el Señor de su
* y objeto de sus deseos, piedra lugar santo: vendrá, para^salvar
angular que hacéis der dos pue a su pueblo. ’ -•
Feria Tercera y decid: He aquí que vendrá
Dios Salvador nuestro.
LAUDES Y HORAS
LAUDES
Lección II Cap. 30. 22-25
Ant. del Bened. — Saldrá un
renuevo de la raíz de Jesé, * y pTüERA de aquí, le dirás: Y el
toda la tierra se llenará con la Señor enviará lluvia a tus
gloria del Señor; y toda carne sementeras, en cualquier parte de
verá la salvación que nos vendrá la tierra en que hayas sembrado.
de Dios. Las mieses darán abundante y
rico trigo, y al mismo tiempo ha
VISPERAS llarán tus corderos pingües y d i
Ant. del Magttif. — Todos latados pastos en tus heredades.
los pueblos me llamarán bien Y tus bueyes y pollinos, que tra
aventurada, * porque Dios ha bajan la tierra, comerán el pien
puesto sus ojos en la humildad so imez’c lado con variedad do
de su sierva. granos, del modo que vienen
A no ser que se hubiere de decir aventados de la era. Y de todo
la Ant. Oh. monte alto, y de todo collado ele
vado correrán arroyos de aguas
en el día aquel en que habrá
Feria Tercera mortandad, cuando habrán caído
* MAITINES las torres.
D el P ro feta Isa ía s
Lección III Cap. 30, 26-28
Lección I -Cap. 30, 18-20
Y la luz de la luna será como la
L Señor da largas, para luz del sol, y la del sol será
Doder usar de misericor siete veces m ayor que sería la luz
dia con vosotros, y ensal de siete días; en aquel cKa en
que el Señor habrá vendado la H o m il ía de san A m b r o s io
herida de su pueblo, y sanado la Libro 2 sobre san Lucas
abierta llaga. M ira que viene de
lo lejos el nombre del Señor; es ERDADER AMENTE e s t á n
tá su saña encendida e insopor ocultos los divinos mis
table. Llenos de indignación sus terios, y no es dable, con
labios, y como fuego devorador forme a la palabra profética, a
su lengua. Es su respiración co ninguno de los hombres conocer
mo un torrente, cuya agua llega los designios de Dios. Con to
hasta la garganta, para aniquilar do, de las demas obras y pala
las naciones, y destrozar el fre bras de nuestro divino Salvador,
no del error, que sujetaba las qui podemos colegir que esta elec
jadas de los pueblos. ción de una desposada para dar
a luz al Señor, obedeció a algún
LAUDES particular designio. Mas, ¿por
qué n a fué madre por obra del
Ant. del Bened. — Tú, B e Espíritu Santo antes de sus des
lén, * tierra de Judá, no serás la posorios? Fué quizá para que no
menor: de ti saldrá el Caudillo se dijera que había concebido
que rija mi pueblo de Israel. por adulterio.
Clama con fortaleza, tú
VISPERAS que anuncias la paz en Jerusalén:
* D i a las ciudades de Judá, y a
Ant. del Magnif. — Leván
los moradores de Sión: H e aquí
tate, * sal de tu abatimiento, Je
que llegará nuestro Dios a,quien
rusalén; rompe las ataduras de
esperamos, y . Sube al monte
tu cuello, cautiva hija de Sión.
excelso, tú que evangelizas a
A no ser que hubiere de decirse la
la A n t. O h. Sión. levanta fuertemente tu
voz. Di.
Capitula I Cor., 4, 5
Oración
O or tanto, no queráis senten
Q s rogamos, Señor, que mos ciar antes de tiempo, hasta
tréis vuestro poder y ven tanto que venga el Señor; el cual
gáis, socorriéndonos con gran for sacará a plena luz lo que está
taleza, a fin de que, con el auxilio oculto en las tinieblas, y descu
de vuestra gracia, acelere vuestra brirá las intenciones de los co
m isericordia lo que impiden nues razones, y entonces cada cual
recibirá de Dios su alabanza. rán los que te contradicen. Bus
br. Sobre ti, Jerusalén, * carás a esos hombres que se alzan
Aparecerá el Señor. Sobre ti. y . contra ti, y no los hallarás. Se
Y su gloria en ti se manifestará. rán como si no fuesen, y queda
Aparecerá. Gloria al Padre. So rán como un esqueleto cuantos
bre ti. te hacen guerra. Porque yo soy
y . Venid, Señor, no tardéis. el Señor tu Dios, que te tomo
J^. Librad de sus maldades a por Ja mano, y te estoy diciendo:
vuestro pueblo. “ No temas, que yo soy el que te
socorre” .
VISPERAS
Las Antífonas y la Capitula son de Lección III Cap. 41, 14-16
Laudes; los Salmos de Dominica, pá
gina 73; Himno Creador y Verso
Derramad, como en el Ordinario, pá \ T o temas, gusanillo Jacob, no
gina 35. En el Magníficat, Ant. Oh. tienes qué tem er; ni vos
otros los muertos de Israel. Y o
Feria Segunda soy tu auxilio, dice el Señor; y
el Santo de Israel es el Redentor
MAITINES
tuyo. Y o haré que seas como un
D el P rofeta I saías carro nuevo de trillar las mieses,
Lección I Cap. 41, 8-10 armadas sus ruedas de dientes de
hierro. T ú trillarás y desmenuza
as tú, oh Israel, siervo rás los montes, y reducirás como
mío, tú, oh Jacob, a polvo los collados. Los aventarás,
quien escogí, tú, estirpe y el viento se los llevará, y los
de mi amigo Abrahám, tú, a quien esparcirá el torbellino; y tú rebo
traje yo de los últimos términos sarás de alegría en el Señor, y
de la tierra, y te llamé de sus te regocijarás en el Santo de Is
lejanas regiones, y te dije: “ Sier rael.
vo mío eres tú; yo te he esco
gido, y no te desecharé. No te LAUDES
mas, que yo estoy contigo. No
te desvíes; pues yo soy tu Dios. Ant. del Bened. — D ice el
Y o te he confortado, y te he au Señor: * Haced penitencia; ya
xiliado, y la diestra de mi justo que se acerca el reino de los cie
te ha amparado” . los, aleluya.
Los BU. del I Nocturno de la Do A no ser que haya de decirse la
minica precedente, pág. 283. Antífona N o temáis, indicada para el
dia 21, o la Antífona H e aquí que se
ha realisado, propia de la Vigilia de
Lección H Cap. 41. 11-13 la Natividad del Señor.
LAUDES
Lección II Cap. 64, 5-7
Ant. del Bened. — Consuélate,
''P ú saliste al encuentro de
consuélate, * pueblo mío; dice el
aquellos que se regocijan,
Señor vuestro Dios.
y practican la justicia; de aque
A no ser que haya de decirse la
llos que caminando por tus sen A n tífo n a H e aquí que se ha realzado.
das se acuerdan de ti. M as tú
ahora estás enojado, porque he VISPERAS
mos pecado. En pecados estuvi
En el M agníficat, A n t. Oh.
mos siempre, con todo seremos
salvos. Todos nosotros venimos a
ser como un inmundo, y como
un sucio y hediondo paño todas Feria Sexta
nuestras obras de justificación.
Como la hoja de los árboles he MAITINES
mos caído todos, y nuestras m al D e l P r o f e t a I s a ía s
dades como un viento nos han
arrebatado. No hay ninguno que Lección I Cap. 66 . 5-8
invoque tu nombre. N o hay
quien se levante, y te detenga. la palabra del Señor
Nos has escondido tu rostro, y í Cera vosotros que la escucháis
nos has estrellado contra nues con temor. Vuestros her
tra maldad. manos que os aborrecen, y os
desechan por razón de mi nom
bre, dijeron: “ Que muestre el S e
L ección III Cap. 64, 8-11
ñor su gloria, y le reconoceremos
A h o r a bien, Señor, tú eres al ver la alegría de vuestro ros
nuestro padre. Nosotros so tro” . M as ellos quedarán confun
mos el barro, y tú el alfarero. didos. Y a oigo la voz del pueblo
Obras somos todos de tus manos. de la ciudad de Jerusalén, la voz
N o te irrites, Señor, en demasía, del Tem plo, la voz del Señor que
ni te acuerdes más de nuestra da el pago a sus enemigos. Antes
maldad. M ira y atiende a que so del tiempo del parto ha dado a
mos todos pueblo tuyo. Ha que luz, antes que le viniesen los do
dado desierta la ciudad de tu lores, ha dado a luz un varón.
Santuario. Sión está hecha un ¿Quién jamás oyó cosa tal, ni
yermo. Jerusalén se halla asola quién vió nada semejante a esto?
da. La casa de nuestra santifica ;P a re acaso la tierra en un solo
ción y de nuestra gloria, donde día? ¿O ha sido engendrada nun
nuestros padres cantaron tus ala ca' toda de una vez una nación?
Pues he aquí que Sión se sintió a sus enemigos. Porque he aquí
encinta y dió a luz a sus hijos. que el Señor vendrá en medio
Los R R . del I I N octurno de la Do de fuego, y su carroza será como
mínica precedente, pág. 284. un torbellino para derramar con
la indignación suya su furor, y
Lección II Cap. 66, 9-12 su venganza con llamas de fuego.
Pues el Señor rodeado de fuego y
A c a s o yo que doy la fecundi
armado de su espada juzgará a
dad a los otros, dice el Se
todos los mortales, y será gran
ñor, no daré a luz yo mismo?
de el número de aquellos a quie
¿Y o que doy a los otros suce
nes el Señor quitará la vida.
sión, seré acaso estéril, dice el
Señor Dios tuyo? Congratulaos
LAUDES
con la nueva Jerusalén y regoci
jaos con ella todos losMue la Ant. del Bened. — He aquí
amáis. Rebosad con ella de gozo que se ha realizado * todo cuan
todos cuantos por ella estabais to el Angel nos anunció acerca
llorando. A fin de que chupéis así de M aría Virgen.
de sus pechos la leche de sus
consolaciones hasta quedar sacia VISPERAS
dos, y saquéis abundante copia
Ant. del Magnif. — Oh Em-
de delicias de su consumada glo
ria. Porque esto dice el Señor: manuel, * R ey y legislador nues
“ He aquí que yo derramaré sobre tro, esperanza y Salvador de las
ella como un río la paz, y como naciones: venid para salvarnos,
un torrente que todo lo inunda la ;Señor, Dios nuestro.
gloria de las naciones. V sotros
chuparéis su leche, a sus pechos S i la V ig ilia de la N ativid ad del
seréis llevados, y acariciados so Sseeñ ocelebra
r viniese en Dom ingo, el O ficio
de este modo: L a s V ís p e
bre su regazo” . ras son todas como el Sábado ante
rior a la D om in ica I V de A d vien to ,
N a tiv id a d d e N u e stro S e ñ o r J e s u c r is to
D oble de I clase con Octava privilegiada de I I I orden
I VISPERAS Himno
que no te formes
ara
S a n E s te b a n , P ro to m á rtir
T pues, algunos
evan tán dose,
LAUDES Y HORAS
de .la Sinagoga llamada de los
Ant. 1. Apedrearon a^Esteban, Libertinos, de los Cirineos, de
* y él mismo invocaba al Señor los Alejandrinos, de los Cilicia-
diciendo: N o les tomes en cuenta nos y de# los Asiáticos, trabaron
este pecado. disputas con Esteban, pero no
L o s Salm os de D om in ica, pág. 55. podían contrarrestar a la sabidu
2. Las piedras del arroyo * le ría y al Espíritu que hablaba en
fueron dulces: a éste siguen#to él.
NONA abiertos. R . Los vió, y entró;
bienaventurado el varón al cual
Capitula Act., 7, 60
los cielos estaban patentes.
\ 7 poniéndose de rodillas, clamó Ant. del Magnij. — Unos v a
en alta voz: Señor, no les rones temerosos * sepultaron a
hagas cargo de este pecado. Y Esteban, e hicieron gran duelo
dicho esto durmióse en el Señor. en sus exequias.
Se hace Conm em oración del siguiente,
II VISPERAS y de la O ctava de la N ativid ad .—
Las A n tífon as y Salm os de N a ti De la O ctava de san Esteban, así como
vidad; la Capitula, de L a u d es; el H im de la O ctava de san Juan y de los
no, de Común de un M ártir. Santos Inocentes, nada se hace, sino en
el mismo dia de la O ctav a, como se
V. Esteban vió los cielos advierte en sus propios lugares.
D ía 27 de Diciembre
S a n Ju a n , A p ó s to l y E v a n g e lis ta
no está en nosotros.
Lección IV Cap. 9
I} . E ste es aquel discípulo
que nos da testim onio de estas l Apóstol Juan, a q
cosas, y las escribió: * Y sabe Jesús amó en gran m a
mos que su testim onio es verd a nera, hijo de Zebedeo,
dero. Y . Bebió las aguas vivas hermano del Apóstol Santiago,
del Evangelio en la ¡misma sagra que fué decapitado por Herodes
da fuente del pecho del Señor. Y después de la m uerte del Señor,
sabemos. logado por los obispos de Asia,
escribió el último Evangelio con este discípulo virgen su Madre
tra Cerinto y otros herejes, prin Virgen. Y a que.
cipalmente para refutar la afir
D e los C o m e n t a r io s del m is m o
mación de los Ebionitas, los
en la E p ís t o l a a los G álatas
cuales aseguraban que Cristo no
existió antes de María. Esto le
Lección Vi Lib. 3, cap. 6
movió a dar a conocer su gene
ración divina. p L bienaventurado Evangelis
1$. A l que venciere, le haré ta Ju;n, cuando vivía en
columna de mi templo, dice el Efeso en su última ancianidad, y
Señor. * Y escribiré sobre él mi pudiendo apenas ser llevado a la
nombre, y el nombre de la nue iglesia por manos de los discípu
va ciudad de Jerusalén. y . Al los, experimentaba gran dificultad
que venciere le daré a comer en expresarse. Hallándose en es
del árbol de la vida que está en te estado no acostumbraba pro
el paraíso de mi Dios. nunciar en las asambleas otras
palabras que éstas: “ Hijitos.
Lección V amaos los unos a los otros” . Co
mo estas mismas palabras pro
T~\e st e r r a d o a la isla de Patmos nunciadas con tanta frecuencia
en el año catorce, es decir, causaran cansancio a sus discípu
durante la segunda persecución los y a los hermanos, le pregun
neroniana, escribió el Apocalipsis, taron: M aestro, ¿por qué siem
que fué interpretado por san pre dices lo mismo? El cual con
Justino m ártir, y por san Ireneo. testó una respuesta digna de
M uerto Dom iciano v anuladas Juan: “ Porque es mandato del
sus actas por el senado, a causa Señor, y si se cumple, él solo
de su excesiva crueldad, durante basta” .
el reinado de N erva volvió a ]{. Abrió su boca en medio
Efeso, y permaneciendo en esta de la Iglesia, * Y le colmó el Se
ciudad hasta el tiempo de T ra ñor del espíritu de sabiduría y
jano, fundó y gobernó todas las conocimiento, y . Depositó sobre
iglesias de Asia. Murió consu él el tesoro de la alegría y de la
mido por la vejez, en el año se- exultación. Y le colmó. Gloria al
xagésim ooctavo después de la Padre. Y le colmó.
muerte del Señor. Fué sepultado
III NOCTURNO
cabe la m ism a ciudad.
Ff. Jesús le amaba, porque la L e cció n d el santo E vangelio
especial prerrogativa de la casti seg ú n san J uan
dad le mereció un más grande
Lección VII Cap. 21, 19-24
amor. * Y a que habiéndole esco
gido virgen, permaneció siem P n aquel tiempo: D ijo Jesús a
pre virgen, y . Finalmente mo Pedro: Sígueme. Volviéndose
ribundo en la cruz encomendó a Pedro a mirar, -vió venir detrás
al discípulo amado de Jesús. Y que sin peligro alguno de sober
lo que sigue. bia está unida al sumo bien.
]$. Este es Juan, el que re
H o m il ía d e sa n A g u s t ín , O b is p o posó sobre el pecho del Señor en
T rat. 124 sobre san Juan, desp. del la cena: * Bienaventurado Após
medio
tol, a quien fueron revelados los
a Iglesia reconoce dos v i secretos celestiales, y . Bebió las
das divinamente reco aguas vivas del Evangelio en la
mendadas e instituidas. misma fuente del pecho del Se
La primera vive de la fe, y la ñor. Bienaventurado Apóstol.
otra de la contemplación. Una en Gloria al Padre. Bienaventurado
tiempo de la peregrinación, la otra Apóstol.
en la eternidad bienaventurada.
Una en el trabajo, la otra en el Lección IX
descanso. Una en el camino, la
otra en la patria. Una en la vida D o r lo mismo, una es buena,
activa, la otra en la vida contem - pero llena de miserias; la
plativa. Una se aparta del mal y otra es m ejor y bienaventurada.
obra el bien, la otra carece de to La primera es significada por el
do mal y posee un graa bien, Apóstol Pedro, la segunda por
del que goza. En una se pelea san Juan. L a primera transcurre
con el enemigo, en la otra se íntegra durante el curso de la
reina libre de todo enemigo. pesente vida, y termina con ella.
En aquel día, te recibiré La otra halla su complemento
siervo mío, y te tendré ante mí después del fin de la presente v i
como un anillo de sellar. * Y a da, y en el siglo venidero no
que te escogí, dice el Señor, y . tiene fin. Por eso se dice al pri
Sé fiel hasta la muerte, y te daré mero: “ Síguem e” . D el otro está
la corona de la vida. Y a que. escrito: “ Si quiero que p erm a
nezca así hasta que yo venga:
Lección VIII ¿qué te va a ti? T ú sígueme” .
¿Qué significa esto? En cuanto
una se socorre al indigente, me es dable comprenderlo, ¿qué
en otra se Vive en donde no significa sino: T ú sígueme im i
existe la indigencia. En una se tándome en la manera de sufrir
perdonan los pecados ajenos pa los males temporales; en cuanto
ra que sean perdonados los pro a él, que permanezca hasta que
pios; en la otra, ni se sufre lo yo venga para recompensarle con
que debería perdonarse, ni se bienes eternos?
hace lo que necesitaría de per Se d ic e Te D eum la u d á m u s , pá
dón. Una es afligida por las g in a 10.
calamidades a fin de que no^se
- LAUDES Y HORAS
ensoberbezca con los bienes; la
otra posee tal plenitud de gracia, A n t. 1. M uy honrado ha de ser
carece de tal manera de todo mal , el bienaventurado Juan, el cual
en la cena descansó sobre el pe NONA
cho del Señor.
Los Salm os de D om inica, pág. 55. Capitula Eccli., 15,
2. Este es el discípulo * Abrió su boca en medio de
que nos da testimonio de estas la Iglesia, y le colmó el Señor
cosas; y sabemos que su testimo del espíritu de sabiduría y de
nio es verdadero. conocimiento, y le revistió con
3. Este es mi discípulo; * así una vestidura gloriosa.
quiero que permanezca, hasta que
yo venga. II VISPERAS
4. H ay aquí algunos * que Las A n tífon as y Salmos de N a tiv i
dad; Capitula e Him no de Laudes.
no han de morir, hasta que vean
al H ijo del hombre en su reino. y . M uy digno es de ser hon
5. He aquí a mi siervo esco rado el bienaventurado Juan. 1$.
gido, * al cual elegí, y sobre el El cual descansó sobre el pecho
cual he derramado mi espíritu. del Señor en la última cena.
Ant. del Magnif,— Entre los
Capitula Eccli., 15, 1-2 hermanos * corrió la voz de que
aquel discípulo no moriría; y
El que teme a D ios hará bue
no dijo Jesús: No morirá; sino:
nas obras: y quien observa la
Quiero que quede así hasta que
justicia poseerá la sabiduría;
yo venga.
porque ella le saldrá al encuen
Se hace Conm emoración de los Santos
tro cual madre respetable. Inocentes.
y . Este es el discípulo que Ant. — Estos son * los que
nos da testimonio de estas cosas. no se mancillaron con mujeres:
I£. Y nosotros sabemos que su porque son vírgenes: éstos siguen
testimonio es verdadero. al Cordero doquiera que vaya.
A nt. del Bened. — Este es y. Herodes, enojado, mató a
Juan, -* que descansó sobre el muchos niños. R . En Belén de
pecho del Señor en la cena; fe Judá, ciudad de David
liz Apóstol a quien fueron reve
lados los misterios celestiales. Oración
L a O ración Derramad, pág. 313.
Conm em oración de la N atividad. Dios, cuyas alabanzas pu
K
blican en este día los Ino
TERCIA centes mártires, no hablando, si
L a C a pitilla como en Laudes. , no muriendo; mortificad en nos
otros todas las malas pasiones,
. SEXTA
para que así como confesamos
Capitula Eccli., 15, 3 nuestra fe con nuestra lengua, la
demostremos también con nues
E l Señor lo ha alimentado con
tra vida y costumbres. Por nues-
pan de vida e inteligencia, y le
tro ^ eñ o r,
• ha *dado a beber el agua de
’ Se hace tam bién Conm emoración de
ciencia saludable. la N atividad . .
D ía 28 de Diciem bre
L o s S a n to s In o cen te s, M á r tir e s
en sus moradas.
Santo Tomás de
Lección I Cap. 1, 1-7
Cantorbery
siervo de Jesucristo,
a b lo ,
Obispo y M ártir
Apóstol por vocación, es
Doble cogido para predicar el
Evangelio de Dios, el cual el mis
En todas las H oras, excepto en V ís
peras, las A n tífo n a s y Salm os, y aun mo Dios había prometido ante
los V ersos en M aitin es, son de la F eria riormente por sus Profetas en las
ocurren te, como en el S alterio. Lo de
m ás, de Com ún de un M ártir, excepto santas Escrituras, acerca de su
lo que sigu e: H ijo, que le nació según la carne
del linaje de David, y que fué
Oración predestinado, para ser Hijo de
Dios con soberano poder, según el
O h Dios, por cuya Iglesia mu
espíritu de santificación por su
rió el glorioso Pontífice T o
resurrección de entre los muertos.
más al filo de las espadas de los
Por el cual nosotros hemos reci
impíos; os rogamos nos concedáis
bido la gracia y el apostolado pa
que todos cuantos imploramos su
ra someter a la fe por la virtud
auxilio, consigamos el saludable
de su nombre a todas las nacio
efecto de su intervención. Por
nes, entre las cuales sois también
nuestro Señor.
contados nosotros, llamados a ella
S e hace Conm em oración de la O c
tava de la N ativ id a d . por Jesucristo. A todos aquellos
que estáis en Roma, amados de
MAITINES Dios y santos por vuestra voca
I NO CTUR NO
ción: Gracia y paz de parte de
Dios nuestro Padre y Señor Je
L a s Lecciones de la E pístola del
sucristo.
A póstol san Pablo puestas en este t r i
duo, siem pre se leen en su propio día El n . como después de la Lección
con los Responsórios de la D om inica TI del día de la N atividad, pág. 299.
in fra o cta v a , tanto si se celebra O ficio
de San to, como de D om inica o d»
la O ctav a de la N a tiv id a d ; a no ser Lección II Cap. 1, 8-12
que tuviesen que leerse Lecciones pro
pias o del Com ún de algu na F iesta
ocurrente, segú n las R ú b ricas, en cuyo
yo doy gracias
P r im e r a m e n te
caso se om iten en aquel día las L e c a mi Dios por medio de Je
ciones de la E pístola a los Rom anos.
Con todo, las Lecciones del principio de
sucristo, acerca de todos vos
la m ism a E pístola señ alad as para hoy, otros, de que vuestra fe es cele
si quedaren im pedidas por lo indicado
Interiorm en te, se trasladan al siguiente
brada por todo el mundo. Dios,
día, en el cu al, de lo con trario, debe a quien sirvo con mi espíritu en
ría leerse en prim er lu gar un texto la predicación del Evangelio de
de la m ism a E pístola, no exc lu id a ni
aün la F iesta de la C ircu n cisión del su H ijo t me es testigo de que
S e ñ o r, conservando en este caso los continuamente hago memoria de
Res^onsorios señalados para la m encio
nada F estivid a d . vosotros, pidiéndole siempre en
mis oraciones, que si es de su “ El justo vive por la fe ” . Se des
voluntad, me abra finalmente al cubre también la ira de Dios que
gún camino favorable para ir a descargará del cielo sobre toda
veros. Porque tengo muchos de la impiedad e injusticia de aque
seos de ello, a fin de comunica llos hombres que tienen aprisio
ros alguna gracia espiritual con nada injustamente la verdad de
la que seáis fortalecidos. Quiero Dios. Puesto que ellos han cono
decir, para que hallándome entre cido claramente lo que se puede
vosotros podamos consolarnos conocer de Dios. Porque Dios se
mutuamente los unos a los otros lo ha manifestado.
por medio de la fe, que es co EI R . como después de la Lección
mún a vosotros y a mí. TV del día de la N ativid a d , pág. 300.
I£. Decidnos, pastores, a
II NOCTURNO
quién visteis; anunciadnos al que
apareció en la tierra. * Vimos L ección IV
al que ha nacido, y a los coros
de lo s Angeles alabando al Se ^ n S fO M Á s, nacido en Londrés,
ñor V . Decidnos a quién vis o í P ri en I nSlaterra>- sucedió a
teis. y anunciadnos la natividad M* gqi Teobaldo, obispo de
de Cristo. Vimos. Cantorbery. Antes había ejercido
dignamente el cargo de Canciller:
Lección III Cap. 1, 13-19
En el ejercicio del episcopado
no quiero, hermanos, que se mostró fuerte e invencible.
dejéis de saber, que mu Queriendo Enrique II, rey de In
chas veces he propuesto hacer glaterra, en una asamblea de los
este viaje, para lograr también prelados y nobles del reino, es
entre vosotros algún fruto, así tablecer leyes contrarias al bien
como entre las demás naciones. y a la dignidad de la Iglesia, T o
Pero hasta ahora no me ha sido más se opuso a sus deseos con
posible. Deudor soy igualmente tanta firmeza, que no habiendo
a Griegos y a Bárbaros, a sabios querido ceder, no obstante las
y a ignorantes. Así (por lo que promesas y amenazas que le hi
a mí toca) pronto estoy a pre ciera, vióse obligado a retirarse
dicar el Evangelio también a los para no ser encarcelado. Pronto
que vivís en Roma. Que no me todos sus parientes, amigos y par
avergüenzo yo del E vangelio; tidarios fueron expulsados del
siendo él, como es, la virtud de reino, después de haber sido obli
Dios para salvar a todos los que gados a jurar, aquellos cuya edad
creen; a los Judíos primeramente se lo permitía, que irían a encon
y después a los Gentiles. Y en trar a Tom ás, con el fin de que
el Evangelio es en donde se nos brantar, mostrándole el deplora
ha-revelado la justicia que viene ble estado de los suyos, la santa
de Dios, la cual nace de la fe, resolución que no habían podido
s§gún aquello que está escrito: modificar las privadas incomodi ■
dades. No tuvo en consideración tamente a Cantorbery, atacando
la carne ni la sangre, ni senti al Obispo en el templo mientras
miento humano alguno pudo al celebraba las Vísperas. Como los
terar su firmeza pastoral. clérigos intentaran cercar la en
trada del templo, se dirigió a
Lección V ellos, abrió la puerta, y les di
jó: “ La Iglesia de Dios no debe
C e dirigió luego al Papa Ale ser custodiada como los campa
jandro I I I , quien le recibió mentos, y yo por la Iglesia de
bondadosamente, y, después, re Dios, gustosamente sufriré la
comendado por él, marchó al mo m uerte” . Entonces dijo a los sol
nasterio de Pontigny, de la Or dados: “ En nombre de Dios os
den Cisterciense. Habiéndolo sa mando que os guardéis de dañar
bido Enrique, envió cartas llenas a ninguno de los míos” . Luego,
de amenazas al Capítulo del Cis- de rodillas, encomendando la
ter, con el fin de que Tomás fue Iglesia y a sí mismo a Dios, a la
ra expulsado de Pontigny.. El Virgen María, a san Dionisio y
santo varón, temiendo que por su a los demás santos patronos de
causa fuera perseguida la Orden su iglesia, ofreció su cabeza al
Cisterciense, marchóse luego, di hierro sacrilego, con la misma
rigiéndose al lado de Luis, rey firmeza con la que había resis
de Francia, que le había invi tido a las inicuas leyes del rey.
tado, donde permaneció hasta Todo esto tuvo lugar el día vein
que por la intervención del So tinueve de Diciembre del año
berano Pontífice y del rey, fué del Señor mil ciento setenta y
llamado del destierro con gran uno. Su cerebro fué esparcido
satisfacción de todo el Reino. por todo el pavimento de la igle
Mientras él ejercía el cargo de sia. Luego habiendo resplandeci
buen pastor, ciertos calumniado do con multitud de milagros, el
res hicieron creer al R ey que mismo Papa Alejandro le in
tramaba muchas cosas contra el cluyó en el número de los San
reino y Ja tranquilidad pública,
tos. •
por lo cual frecuentemente se
quejaba el rey de que en todo su III NOCTURNO
reino no había más que un sacer
dote con el cual nunca podía es L e c c i ó n d e l s a n t o E v a n g e l i o
tar en paz. según san J u an
i l v e s t r e Romano, hijo de
Lección II Cap. 3, 23-26
Rufino, desde sus prim e
P orque todos pecaron, y tienen ros años fué educado por
necesidad de la gloria o gra el presbítero Cirino, cuya doc
cia de D ios. Siendo justificados trina y costumbres imitó con
gratuitam ente por la gracia del gran perfección. Estuvo oculto
mismo, en virtud de la redención en el monte Soracte cuando más
que todos tienen en Jesucristo. A cruel era la persecución. A la
quien D ios propuso para ser la edad de treinta años fué creado
víctim a de propiciación en v ir presbítero de la santa Iglesia R o
tud de su sangre por medio de la mana por el sumo Pontífice M ar
fe, á fin de dem ostrar la justicia celino. Com o quiera que en este
que da él mismo, perdonando los cargo aventajaba en gran manera,
pecados pasados. Soportados por a .los demás clérigos, sucedió al
D ios con tanta paciencia, con el Papa M elquíades, en tiempo del
fin de m anifestar su justicia en emperador Constantino, el cual
el tiempo presente, por donde se acababa d é conG íder por una ley
la paz a la Iglesia de Jesucristo. Arrio y sus seguidores. Silves
Desde que se encargó del go tre, a petición de los Padres,
bierno de la Iglesia, estimuló en confirmó la decisión del Concilio,
gran manera a Constantino — en un sínodo que reunió en Ro
ilustrado ya por la aparición de ma y en el cual Arrio de nue
una cruz en el cielo y por la vo fué condenado. Dió muchos
victoria sobre su rival Majencio decretos muy útiles a la Iglesia
— a que defendiese y propagase de Dios, los cuales llevan su
la religión cristiana. Asimismo, nombre, a saber: que solamente
según refiere una antigua tradi el obispo fuera quien confeccio
ción de la Iglesia Romana, le nase el crisma; que el presbí
hizo venerar las imágenes de los tero ungiera con el crisma la
Apóstoles, le bautizó y le purifi parte superior de la cabeza del
có de la lepra de la infidelidad. bautizado; que los diáconos u s j u -
L o s B R . son del I I N octurno del ran de las dalmáticas en la
Com ún de un C o nfesor Pontifice.
iglesia y de un manípulo de lino
en su brazo izquierdo, y que el
Lección V
sacrificio del altar no se celebra
^ s í , pues, a instigación de Sil ra más que sobre un lienzo de
vestre, el piadoso emperador lino.
confirmó con su ejemplo la ley
que había dado a los cristianos, Lección VI
para que pudieran construir tem
plos. Levantó, en efecto, m u j^ L mismo fijó el tiempo du
chas Basílicas, a saber: la Late rante el cual los iniciados en
ranense dedicada a Cristo Salva las Ordenes debían ejercer las
dor; la Vaticana a san Pedro, funciones de las mismas en la
la Ostiense a san Pablo; la de iglesia, antes de ascender a un
san Lorenzo en el Agro Vera grado superior. Prohibió a los
no, la de Santa Cruz en el seglares que acusaran pública
A trio Sesoriano la de los san mente a los clérigos, y no permi
tos Pedro y M arcelino y la de tió a los clérigos que pleitea
santa Inés, en las vías Lavica- ran ante un juez profano. Quiso
na y Nom entana y otras, las que, excepto el sábado y el do
cuales adornó magníficamente mingo, los restantes días de la
con sagradas imágenes, y enri 3emana se distinguieran con el
queció con espléndidas posesio nombre de Ferias, como ya antes
nes. En tiempo de este Pontí se había empezado a practicar en
fice se celclró el primer Concilio la Iglesia, para dar a entender que
de Nicea, en el cual presidieron los clérigos cada día, dejado el
sus legados, y estando presentes cuidado de todo lo demás, debían
Constantino, y trescientos dieci vacar únicamente al servicio de
ocho obispos, fué explicada la Dios. La admirable santidad de
santa y católica fe, y condenados I su vida y su benignidad para con
los pobres, correspondieron a la nos y setenta y cinco Obispos
celestial prudencia con que go para diversos lugares.
bernaba la Iglesia. Procuró que
los clérigos pobres vivieran jun En el I I I Nocturno la Homilía es
del Evangelio: Ceñid vuestras cinturas,
tamente con los ricos, y que a las de Común de Conf. no Pontífices con
sagradas vírgenes no les faltara lo I'.s Responsorios de Común de Conf.
Pont, allí anotados. En Laudes se hace
necesario para la vida. Vivió en Conmemoración de la Octava de la
el Pontificado veinte años, diez Natividad. Las Vísperas se dicen del
meses y un día. Fué sepultado Oficio H.
siguiente sin Conmemoración.
Con todo en aquel lugar en donde
en el cementerio de Priscila, en ésta u otra Fiesta Doble de I clase
se celebre en este dia, en las I I V í s
la vía Salaria. Celebró siete or peras, las Antífonas y los Salmos se
denaciones en el mes de Septiem dicen de la Natividad del Señor, y
bre, en las cuales creó cuarenta y desde la Capitula se celebra de la Fiesta
ocurrente con Conmemoración tan sólo
dos presbíteros, veinticinco diáco de la fiesta de la Circuncisión.
D ía 1 de Enero
La C ir c u n c is ió n d e N u e s tr o S e ñ o r J e s u c ris to
O ctava de la Natividad
D oble de I I clase
El S a n tís im o N o m b re de J e s ú s
D oble de I I clase
D e lo s H e c h o s de lo s A p ó s to le s
Y
todo el pueblo le vió como iba
L ección I Cap. 3, 1-8 andando y alabando a Dios.
Y como le conocían por aquel
u b ía x Pedro y Juan al mismo que solía estar sentado a
templo, a la oración la limosna, en la puerta H erm o
de la hora de nona. Y sa de¿ templo, quedaron espan
había un hombre, cojo d es tados y fuera de sí con tal su
de el vientre de su madre, ceso. Teniendo, pues, él de la
a quien traían a cuestas, y po mano a Pedro y a Juan, todo el
nían todos los días a la puerta pueblo, asombrado, vino corrien
del templo, llamada la Hermosa, do hacia ellos a l lugar llamado
para pedir limosna a los que pórtico de Salomón. Lo que vien
entraban en él. Pues como éste do Pedro, habló a la gente de
viese a Pedro y a Juan que iban esta manera: ¡Oh hijos de Israel!
a entrar en el templo, les rogaba ¿por qué os m aravilláis de esto,
que le diesen limosna. Pedro en y por qué nos estáis mirando a
tonces, fijando con Juan la vista nosotros, como si por virtud o
en este pobre, le d ijo: Atiende potestad nuestra hubiésemos he
hacia nosotros. E l los miraba de cho andar a este hombre? El
hito en hito, esperando que le D ios de Abrahán, el D ios de
dieran algo. M as Pedro le d ijo: Isaac, y el D ios de Jacob, el
Plata ni oro yo no tengo, pero D ios de nuestros padres ha glo
te doy lo que tengo: En el nom rificado a su H ijo Jesús, a quien
bre de Jesucristo N azareno le vosotros habéis entregado y ne
vántate, y camina. Y cogiéndole gado en el tribunal de Pilato,
de la mano derecha, le levantó, y juzgando éste que debía ser pues
al instante se le consolidaron las to en libertad. M as vosotros re
piernas y las plantas. Y dando negasteis del Santo y del Justo,
un salto de gozo se puso en pie, y pedisteis que os hiciese gracia
y echó a andar, y entró con ellos de la vida de un homicida. D isteis
en el templo andando por sus la m uerte al autor de la vida,
propios pies, y saltando y loando pero D ios le ha resucitado de
a Dios.' entre los muertos, y nosotros so
. He aquí que concebirás mos testigos de su resurrección.
y darás a luz un hijo, y le llam a Su poder es el que, mediante la
rás .Jesús. * Pues él mismo sal fe en su nom bre, ha consolidado
vará a su puebla de sus pecados. a éste que vosotros visteis y co.
y . H a sido llam ado Jesús, con nocisteis; de modo que la fe que
cuyo nombre fué llam ado por de el proviene, es la que ha cau
sado esta perfecta curación de nido a ser principal piedra del
lante de todos vosotros. ángulo. Fuera de él no hay que
. Bendito es vuestro nom buscar la salvación en ningún
bre, oh Dios de nuestros padres, otro. Pues no se ha dado a los
ya que cuando os enojareis, os hombres otro nombre debajo del
acordaiéis de la misericordia, * cielo, por el cual debamos sal
Y en el tiempo de la tribulación varnos.
perdonaréis los pecados, y . Ben . Alabaré constantemente
dito sea el nombre de vuestra vuestro nombre, * Y lo ensalzaré
majestad para siempre, Vos que con mi confesión, y . M e ale
sin auxilio ajeno realizáis mara graré y regocijaré en Vos; canta
villas. Y en. ré vuestro nombre, oh Altísimo.
Y . Gloria al Padre. Y .
Simple
Lección II Cap. 5, 6-9
H Las A n tifo n a s y Salm os para to
das las H oras, y el V erso del único P>orque ¿de dónde nace que
Nocturno se dicen de la F e ria o cu rre n Cristo, estando nosotros to
te, como en el S alterio. Lo demás,
como en el d ia de la F ie sta , -excepto davía enfermos, al tiempo señala
las Lecciones y la O ración siguiente. do murió por los impíos? A la
Lo mismo se observa en los dos sigu ie n
tes días, en los cuales, no obstante, se verdad apenas hay quien quisie
dice la O ración del día de la F iesta se morir por un justo; tal vez se
respectiva.
II L as Lecciones de la E pístola de hallaría quien tuviese valor para
san Pablo a los Rom anos designadas dar su vida por Un bienhechor.
para^ este triduo, siem pre se leen en
su día respectivo, con sus R esponsorios, Pero lo que hace brillar más la
en todo Oficio de n ueve Leccio nes ocu caridad de Dios hacia nosotros, es
rrente, que no tenga Lecciones propias
o de Com ún, según la s Rúbr.<_as. En que entonces mismo cuando éra
éstas, no obstante, se om ite el G ló r ii mos aún pecadores, fué cuando al
P a tri del I I Responsorio, y ta L e c
ción I I I , con su Responsorio, se dic»
tiempo señalado, murió Cristo
como se aiivierte en sus lu gares. por nosotros. Luego es claro que
ahora, con mayor motivo, estan mos obtenido ahora la reconcilia
do justificados por su sangre, nos ción. Por tanto, así como por un
salvaremos por él de la ira de solo hombre entró el pecado en
Dios. este mundo, y por el pecado la
muerte; así también la muerte se
S e r m ó n de san A g u s t ín , O bispo fué propagando en todos los hom
bres, por aquel en quien todos
Serm ón 2 de san Esteban
pecaron.
Lección III
Oración
( C risto , cabeza de los Mártires,
primeramente padeció por Q h Dios omnipotente y eter
nosotros, dejándonos su ejemplo no, que consagrasteis las
para que sigamos sus vestigios. primicias de los Mártires con la
Habiéndolos seguido el beatísimo sangre del bienaventurado levita
Esteban, fué lapidado por los Ju Esteban; os rogamos nos conce
díos por haber confesado a Cris dáis que sea nuestro intercesor,
to. D e esta suerte mereció la co aquel que también rogó por sus
rona que parece designar su perseguidores a nuestro Señor
nom bre; ya que Esteban en grie Jesucristo vuestro H ijo : E l cual
go, es lo mismo que corona en vive y reina.
latín. Su nombre significaba co L a s V ísp e ra s son del siguiente O ficio.
rona, por lo cual llevaba ya de
antemano en su nombre un pre
sagio de la palma del martirio. D ía 3 de Enero
A l ser apedreado, no sólo no es
peraba vengarse de sus persegui
Octava de san Juan
dores, sino que más bien pedía Apóstol y Evangelista
a Dios indulgencia en favor de Sim ple
ellos.
1 L a s A n tífo n as y Salm os para to
T e Deutn laudámus, pág. 10.
das las H oras y el V . del único N oc
En los O ficios de nueve Lecciones,
turno se dicen de F e ria ocu rren te; lo
om itido el Glória P a tri en el I I R es
demás como se pone a continuación.
ponsorio, se d ice:
Lección III Rom.; 7, 7-9 Los Salm os y A n tífo n a s son los m is
inos que en la O ctav a de la N a tiv i
dad, pág. 337. .
J ^ sto supuesto, ¿qué ¿iremos?
¿Es la ley la causa del pe
cado? No digo tal. Pero sí que no Capitula Gal., 4, 1-2
acabé de conocer el pecado, sino Jerm an o s: M ientras el here.
por medio de la ley. D e suerte dero es niño, en nada se di
que yo no hubiera advertido la ferencia de un siervo, no obstan
concupiscencia mía, si la ley no te ser dueño de todo; sino que
dijera: No codiciarás. M as el pe está bajo la potestad de los tu
cado o el deseo de éste, estimu tores y curadores, hasta el tiem
lado con ocasión del mandamien po señalado por su padre.
to, produjo en mí toda suerte de
E l H im uo O h Jesús, R e d e n t o r , ' de
malos deseos. Porque sin la ley las vísperas de la N ativid ad , pág. 297.
. El Señor hizo manifiesta,
aleluya.
J D o r q u e los que viven según la
I* . Su salvación, aleluya.
carne, se saborean con las
Ánt. del Maguí}. — El niño
cosas que son de la carne, cuando
Jesús * adelantaba en edad y sa
los que viven según el espíritu
biduría, delante de Dios y de los
gustan de las que son del espíritu.
hombres.
La Labiduría de la carne es una
Oración muerte, en lugar de que la sabi
duría de las cosas del espíritu, es
(^ ) h Dios omnipotente y eterno, vida y paz. Por cuanto la sabidu
dirigid nuestras acciones se ría de la carne es enemiga de Dios,
gún vuestro beneplácito; a fin de como que no está sumisa a la
que, en el nombre y por los mé ley de Dios, r.i es posible que
ritos de vuestro H ijo, merezca lo esté. Por donde los que vi
mos abundar en frutos de buenas ven según la carne, no pueden
obras. E l cual con Vos. agradar a Dios. Pero vosotros no
S e hace Conm em oración de san Teles- vivís según la carne, sino según-
foro, diciendo la segunda O ración de
Común de un M á rtir. el espíritu, si es que el espíritu
L a s Com pletas son de Dom inica. de Dios habita en vosotros.
Doble mayor
H o m il ía d e s a n A m b r o s io , Día !I infraoctavo de la
O b is p o Epifanía
E x p o sició n en san L u c a s, lib. 2, nú Semidoble
m eros 63-65
v MAITINES
leemos en el Evan
egÚ n
I IgOCTURNO ’
gelio, nuestro Señor em
pezó a enseñar al llegar D e l a E p í s t o l a a l o s R o m a n o s
a la edad de doce años. Este nú
Lección I Cap. .9, 1-5
mero debía ser el de los predi
cadores evangélicos de la fe. El J e es testigo Jesucristo de
que aquel niño, que, aun según la que os digo la verdad, y
carne, estaba . lleno de la sabidu mi conci^icia da testi
monio en presencia del Espíritu Dios se contará tu descenden
Sanio de que no miento, al ase cia. Es decir, no los que son hijos
guraros que estoy poseído de una de la carne, éstos son hijos de
pro!iinda tristeza y de continuo Dios, sino los que son hijos de
doloi en mi corazón, hasta desear la promesa, esos se cuentan por
yo mismo ser apartado de Cris descendientes. Porque las pala
to por la salud de mis her- bras de la promesa son éstas:
maros, que son mis deudos se “ Por este mismo tiempo vendré,
gún la carne. Los cuales son los y Sara tendrá un h ijo” . Mas no
Israelitas, de quienes es la adop solamente en Sara, sino también
ción de hijos de Dios y la gloria en Rebeca, que concibió de una
y la alianza, y la legislación, y vez dos hijos de Isaac, nuestro
el culto, y las promesas. Cuyos padre.
padres son aquellos de quienes
desciende Cristo según la carne, Lección III Cap. 9, 11-16
el cual es Dios bendito sobre to
das las cosas por siempre jamás. D i es antes que los niños na
Amén. ciesen, ni hubiesen hecho
Para !os días de la in fra o ctav a: bien, ni mal alguno (a fin de que
I£. Tres son los presentes se cumpliese el designio de Dios
preciosos que los Magos ofrecie en ia elección) no en vista de sus
ron al Señor en este día, y con obrab, sino por el llamamiento se
tienen en sí divinos misterios: * le d ijo : “ E l m ayor ha de servir
En el oro se muestra el poder al menor, como está escrito: He
del R ey; en el incienso nos pro amado a Jacob, y he aborrecido a
ponen al gran Sacerdote, y en E saú” . ¿Pues qué diremos a esto?
la mirra nos indican la sepultu ¿por ventura cabe en Dios injus
ra del Señor, y . Los Magos ticia? D e ningún modo. Pues
veneraron en la cuna al Autor Dios dice a M oisés: “ Usaré de
de nuestra salvación, y le ofre misericordia con quien me plu
cieron de sus tesoros místicos guiere usarla, y tendré compasión
dones. En. de ouien querré tenerla” . Así que
Los demás B R durante toda la O c no cf obra del qu<^ quiere, ni del
tava son los m isinos de la E p ifa n ía .
que corre, sino de Dios que usa
de misericordia.
Lección II Cap. 9, 6-1C
II NO CTU RN O
P erono por eso la palabra de
Dios deja de tener su efec S erm ón de san A g u st ín , O b isp o
to. Porque no todos los descen Serm ón 2 de la E p ifa n ía , que es el
30 de Tiem po
dientes de Israel son verdade
ros Israelitas, ni todos los que L ección IV
son del linaje de Abrahán, son im os M agos vinieron de
por eso hijos suyos, pues . por ! W- Oriente para adorar al
Isaac (y no por Ism ael) le dijo nacido de la Virgen. Ce-
lebremos hoy este día; pronun a este Niño cuyo nacimiento les
ciemos un discurso en honor de había anunciado el cielo. ¿Qué
esta solemnidad. E ste día que será, pues, el tribunal donde es
brilló primeramente para ellos, tará sentado como juez si la cu
nos lo ofrece todos los años la na donde reposa espanta a los
fiesta de la Epifanía. Ellos eran reyes soberbios? jCon cuánta
las primicias de los Gentiles; mayor prudencia obran los reyes
nosotros el pueblo de los Gen cuando, en lugar de buscarle, c o
tiles, A nosotros nos instruyó la mo Herodes, para quitarle la
lengua de los Apóstoles; a ellos vida, se complacen, como los
la estrella 'cual lengua de los Magos, en adorarle, ahora, so
cielos, y a nosotros, los mismos bre todo, que ha sufrido por
Apóstoles, como otros cielos, nos sus enemigos y de parte de sus
anunciaron la gloria de Dios. enemigos, la muerte que el ene
migo pretendía darle, y que, al
Lección V sufrirla, ha matado a la muerte
en su propio cuerpo! Si ui* rey
misterio adorable! Estaba
impío lo temió aun en el regazo
reclinado en el pesebre, y
de su madre, más deben temerlo,
conducía desde Oriente a los
con saludable temor, los reyes,
Magos. Se ocultaba en el esta
sentado a la diestra del Padre.
blo, y era proclamado en el cie
lo, a fin de que, proclamado así III NOCTURNO
luchando con ellos; sino a sojuz Libro 2 sobre san Lucas, cap. 2 des
pués del principio
garlos admirablemente con su
muerte. No nació, oh Herodes, son estos dones de
uáles
para sucederte, sino para que el una fe verdadera? Los
mundc crea en él fielmente. Vino, Magos ofrecen a Jesús
de consiguiente, no para pelear ero, como R ey; oírecénle incien
durante su vida, sino para triun so. como D ios; ofrecénle mirra,
far con su muerte. como a un difunto1. Porque una
es la señal de un rey, otro el sím
Lección VI
bolo del poder divino, y otro el
p S T E niño que ahora es llamado honor tributado a una sepultura
por los Magos R ey de los que lejos de corromper un cuer
Judíos, es el Creador y Señor de po, lo conservi. También nos
los Angeles. Por lo cual, si le otros, los que leemos estas cosa»,
temes en su infancia, más debes ofrezcamos, hermanos, presentes
temer su omnipotencia, cuando semejantes, sacándolos de nues
venga como juez. No le temas, tros tesoros. “ Porque nosotros
oh Herodes, como sucesor de tu tenemos un tesoro en va so s' de
reino, sino témele como justísimo arcilla” . Y si debemos apreciar
condenador de tu infidelidad. Id, lo que somos en nosotros mis
dijo, y comunicádmelo, para que mos, no como un bien que nos
yo vaya a adorarle. ¡Oh fingida pertenece como originariamente
astucia, oh impía incredulidad, nuestro sino como un don reci
oh maldad fraudulenta! La san bido de Cristo, ¡con cuánto ma
gre de los Inocentes que cruel yor m otivo debemos apreciar en
mente derramaste, atestigua lo Cristo aquellas cosas que no es
que pretendiste de este n iñ o .. tán en nosotros sino en Cristo!
1. La mirra se usaha para t-mltahsmar los cadáveres.
L ección VIH ti * los que te calumniaban, y
adorarán las huellas de tus pies.
JI^os Magos, pues, sacan de sus Se hace Conmemoración de san Tli-
lesoios los presentes que ginio.
ofrecen. ¿D eseáis saber la gra Ant, — El que aborrece a su
cia que m erecieron? Vieron la alma en este mundo, la guarda
estrella. En donde está Herodes para la vida eterna.
no se ve, pero en el lugar en que y. El justo florecerá como
está Cristo de nuevo se manifies la palma. R . Se elevará como el
ta, y m uestra el camino. D e con cedro del Líbano.
siguiente, esta estrella es un cam i I-a Oración es la de la pág. 391.
1, T ie n e lu g a r dentro de la Octava*
Padre nuestro, y de Jesucristo do: Y o soy de Pablo; yo de Apo
nuestro Señor. lo; yo de Cefas; yo de Cristo.
Los RR. como en el I Nocturno de Pues qué. -Cristo acaso se ha di
la Fiesta de la Epifanía, pag. 362.
vidido? ¿ Y por ventura Pablo
ha sido crucificado por vosotros,
Lección H Cap. 1, 4-9 o habéis sido bautizados en el
C o n tin u a m e n teestoy dando nombre de Pablo?
gracias a Dios por vosotros
por la gracia de Dios, que se os
ha dado en Jesucristo. Porque Feria Segunda
en él habéis sido enriquecidos con D e la E p ís t o l a p r im e r a a los
toda suerte de bienes, con todo C o r in t io s
lo que pertenece a los dones d»
la palabra y de la ciencia, ha L ección I Cap. 2, 1-5
biéndose así verificado en vos
otros el testimonio de Cristo. D e o, hermanos míos, cuando
vine a vosotros a predica
manera que nada os falte de gra
ros el testimonio de Cris
cia ninguna, a vosotros que es
táis esperando la manifestación to, no lo hice con sublimes dis
cursos ni sabiduría humana
de Jesucristo nuestro Señor. El
cual os confortará todavía hasta Puesto que no me he preciado de
saber otra cosa entre vosotros,
el fin, para que seáis hallados
irreprensibles en el día del adve sino a Jesucristo, y éste crucifi
nimiento de Jesucristo Señor cado. Y mientras estuve ahí entre
nuestro. Fiel es Dios, por el cual vosotros, estuve siempre con mu
habéis sido llamados a la compa cha pusilanimidad, mucho temor
ñía de su H ijo Jesucristo, Se y un continuo susto. Y mi modo
ñor nuestro. de hablar, y mi predicación, no
fué con palabras persuasivas de
humano saber, pero sí con los
Lección III Cap. 1, 10-13
efectos sensibles del espíritu y de
fy [A S os ruego encarecidamen la virtud de Dios, para que vues
te, hermanos míos, por el tra' fe no estribe en saber de
nombre de nuestro Señor Jesu hombres, sino: en el poder de
cristo, que todos tengáis un mis Dios. '
mo lenguaje, y que no haya entre E n esta F eria y en las siguientes,
vosotros cismas; antes bien v i s< ocu rren dentro de la O ctava de la
E p ifa n ía , el O ficio se cel*br? de O cta
váis perfectamente unidos en un va, y se dicen de ella los Responsorios. •
mismo pensar y en un mismo sen como se ha indicado anteriorm ente.
M as it o cu rrieren fu e ra de ella, «1 O fi
tir. Porque he llegado a entender, cio se celebra in tegram en te como en el
hermanos míos, por los de Cloé, O rd in ario y S alterio , con los Respon-
sorios asign ados a cada F e ria , según áe
que hay entre vosotros contien in d icará. E stos Responsorios también
das. Quiero decir, que cada uno se d irán en la s F ie stas, tanto de ii'ta
como de n ueve Lecciones en q u e - * 6
de vosotros toma partido, dicien. . rezan L e c íftn e s de la E scritu ra ocu-
rrente. M as en el prim er d ía en que se Lección III Cap. 2, 10-13
dicen las Lecciones de este modo, om i
tidos los dem ás Responsorios de aquel
día, se toman los que se asignan a la P ^ nosotros, empero, nos ha re
F eria I I . velado Dios por medio de su
F u e ra de la O ctava de la E p ifan ía:
Espíritu. Pues el Espíritu de Dios
I>. Señor, no me reprendáis todas las cosas penetra, aun las
en vuestra ira, ni me castiguéis más íntimas de Dios. Porque
en vuestra cólera. * Apiadaos de ¿quién de los hombres sabe las
mí, Señor, porque soy débil, y . cosas del hombre, sino sola
E l temor y temblor vinieron so mente el espíritu del hombre, que
bre mí, y las tinieblas me cerca está dentro de él? Así es que las
ron. Apiadáos. cosas de Dios nadie las ha cono
cido, sino el Espíritu de Dios.
Lección II Cap. 2, 6-9 Nosotros, pues, no hemos recibido
el espíritu de este mundo, sino
J ? sto no obstante, enseñamos el Espíritu que es de Dios, a fin de
sabiduría entre los perfectos; que conozcamos las cosas que
mas no una sabiduría de este si Dios nos ha comunicado. Las cua
glo, ni de los príncipes de este les por eso tratamos no con pa
siglo, los cuales son destruidos, labras estudiadas de humana
sino que predicamos la sabiduría ciencia, sino conforme nos enseña
de Dios en el misterio, sabiduría el Espíritu, acomodando lo es
recóndita, la cual predestinó Dios piritual a lo espiritual.
antes de los siglos para gloria
F u era de la O ctava de la E p ifa n ía :
nuestra. Sabiduría que ninguno de
los príncipes de este siglo ha en IJ. El Señor está a mi diestra
tendido, que si la hubiesen enten para que no sea conmovido. *
dido, nunca hubieran crucificado Por eso se regocijó mi corazón,
al Señor de la gloria. Y de la y prorrumpió en cánticos mi len
cual está escrito: “ Ni ojo vió, ni gua. y . El Señor es la parte de
oreja oyó, ni pasó a hombre por mi herencia y de mi .cáliz. Gloria
pensamiento cuáles cosas tiene al Padre. Por eso.
Dios preparadas para aquellos que
le aman” .
F u era de la O ctava de la E p ifa n ía : . Feria Tercera
1$. Oh Dios, que os sentáis D e la E p ís t o l a p r im e r a a los
sobre un trono, y juzgáis con C o r in t io s
equidad, sed el refugio de los dé
biles en la tribulación: * Porque Lección I Cap. 5, 1-5
vos soíp tenéis en> cuenta é
s ya una voz pública de
trabajo y dolor. y . A vuestro
que entre vosotros se co
cuidado está el pobre, vos sois e!
mete^ deshonestidades, y
auxilio del desvalido.
tales, cuales no se oyen ni aun
L n las O ctav as y F ie sta s de rito sim
- pie: Gloria al Padre. entre los Gentiles, hasta llegar
alguno a abusar de la m ujer de dura de malicia y de corrupción,
su propio padre. Y con todo, vos sino con los panes ázimos de la
otros estáis hinchados de orgu sinceridad y de la verdad.
llo, y no os habéis entregado a F u era de la O c ta v a de la E p ifa n ía ,
llanto, para que fuese quitado de a no ser que tenga que reasum irse el
R. O h D io s, pág. 401 se dice el s i
entre vosotros el que ha cometido gu ien te
tal maldad. Por lo que a mí toca,
1$. El Señor puso mis pies
aunque ausente de ahí con el
sobre la roca, y mi Dios afianzó
cuerpo, mas en espíritu, ya he
mis pasos: * Y puso en mi
pronunciado, como presente, esta
boca un cántico nuevo, y . Oyó
sentencia contra aquel que así
mis plegarias, y me sacó de la
pecó. En nom bre de nuestro Se
/osa de miseria. Y quiso en mi
ñor Jesucristo, uniéndose con
boca.
vosotros mi espíritu, con el poder
E n las O ctav as y F ie sta s de rito sim
que he recibido de nuestro Se ple: Gloria P a tri.
ñor Jesús, sea ese que tal hizo
entregado a Satanás, para casti
Lección III Cap. 5, 9-11
go de su cuerpo, a fin de que su
\
alma se salve al llegar el día del
Q s tengo escrito en una carta:
Señor.
N o tratéis con los deshones
F u e ra de la O c ta v a de la E p ifa n ía ,
a no ser que ten ga que rea su m irse el
tos. Claro está que no entiendo
B . S eñ o r de la F e r ia I I , pág. 40 1, se decir con los deshonestos de este
dice el sigu ien te
mundo, o con los avarientos o
1^. Atended, Señor, a mis lá con los que viven de rapiña, o
grimas ; no perm anezcáis en si con los idólatras, de otra suerte
lencio, y perdonadm e: * Porque sería menester que os salieseis de
soy yo ante V os un advenedizo y este mundo. Cuando os escribí
nómada. X . A Vos plegue el li que no trataseis con tales sujetos,
brarm e; venid presto en mi a yu quise decir que si aquel que es
da. Porque. del número de vuestros herm a
nos, es deshonesto o avariento, o
L ección II • Cap. 5, 6-8 idólatra, o m aldiciente o beodo
o vive de rapiña, con éste tal ni
M o tenéis, pues, m otivo para tom ar bocado.
gloriaros. ¿N o sabéis acaso
que un poco de levadura aceda a Fno u e ra de la O c ta v a de la E p ifa n ía ,
ser que ten ga que reasu m irse el
toda la m asa? Echad fuera la le R . O h D io s , pág. 401, se d ice el si*
vadura añeja, para que seáis una gu íen te
masa nueva, com o que sois pa t y . Y o dije, Señor, " com pa
nes sin levadura. Porque Jesu deceos de m í: * Curad mi alma,
cristo, que es nuestro Cordero porque he pecado contra Vos.
pascual, ha sido inmolado. Por y . Libradm e, Señor, de todas
tanto, celebrem os la fiesta, no mis iniquidades.’ Curad. Gloria al
con levadura añeja, ni con leva P^dre. Curad.
Feria Cuarta unos con otros. ¿Por qué no tole
ráis antes el agravio? ¿por qué
D e la E p ís t o l a p r im e r a a los antes no sufrís el fraude? Mas
C o r in t io s algunos de vosotros sois los que
Lección I Cap. 6, l-ó agraviáis y defraudáis, y eso a
vuestros propios hermanos. ¿No
es posible que se halle
óm o sabéis que los injustos no posee
uno siquiera entre vos rán el reino de Dios? N o queráis
otros que teniendo algu cegaros: ni los fornicarios, ni los
na diferencia con su hermano, idólatras, ni los adúlteros, ni los
se atreva a llamarle a juicio ante afeminados, ni los sodomitas, ni
los jueces inicuos, y no delante los ladrones, ni los avarientos, ni
de los santos? ¿N o sabéis que los los borrachos, ni los maldicientes,
santos han de juzgar a este m un ni los que viven de rapiña, han
do? Pues si el mundo ha de ser de poseer el reino de Dios. T a
juzgado por vosotros, ¿no seréis les habéis sido algunos de vos
dignos de juzgar de estas menu otros en otro tiempo; pero fuis
dencias? ¿N o sabéis que hemos teis lavados, fuisteis santificados,
de ser jueces hasta de los ánge fuisteis justificados en el nom
les malos? ¿cuánto más de las bre de nuestro Señor Jesucristo,
cosas mundanas? Si tuviereis, y por el espíritu de nuestro Dios.
pues, pleitos sobre negocios de F u e ra da la O ctava' de la E pifan ía,
este mundo, tomad por jueces a a no ser que tenga que reasum irse el
B . O h D ios, pág. 401, se dice el si
los más ínfimos de la Iglesia. Lo guiente
digo para confusión vuestra. ¿E«
1$. Preparado está mi cora
posible que no ha de haber entre
zón, oh Dios, preparado está. *
vosotros algún hombre inteligen
Cantaré al son de instrumentos
te, que pueda ser juez entre los
con toda mi alma, y . Despierta,
hermanos, sino que ha de verse
oh alma m ía; despertaos, mi laúd
que litiga hermano con hermano,
y mi arpa; yo me levantaré al
y eso en el tribunal de los infie
rayar la aurora. Cantaré.
les?
E n las O ctavas y F iestas de rito
F u e r a de la O c ta v a de la E p ifa n ía , sim ple: Gloria al Padre. Cantari.
a no se r que tenga que reasum irse el
B . S eñ o r , p á g . 401, se dice el siguien te
I£. N o me condenéis con mis Lección III Cap. 6, 12-18
iniquidades; * N o reserveis, eno todo me es lícito, no todo
jado, mis maldades para casti me es conveniente. N o porque
garlas eternamente, y . N o en todo me es lícito, me haré y 5 es
tréis, Señor, en juicio con vues clavo de ninguna cosa. Las vian
tro siervo. N o reservéis. das son para el vientre, y el vien
Lección II Cap. 6, 7-11 tre para las viandas. Mas Dios
destruirá a aquél y a éstas. El
a por cierto es una falta en cuerpo, empero, no es para la for
Y vosotros, el andar en pleitos nicación, sino para el Señor, como
el Señor para el cuerpo. Así co cuerpo, sino que lo es el marido.
mo Dios resucitó al Señor, Y así mismo el marido no es due
nos resucitará también a nosotros ño de su cuerpo, sino que lo es
por su virtud. ¿N o sabéis que la mujer.
vuestros cuerpos son miembros F u era de la O ctava de la E p ifan ía,
a no ser que tenga que reasum irse el
de Cristo? ¿H e de abusar yo de R. S eñ or, pág. 401 se dice el siguiente
los miembros de Cristo, para ha
]$. Oh Dios, en Vos he con
cerlos miembros de una mere
fiado, Señor, no sea confundido
triz? N o lo permita Dios. ¿O no para siempre: con vuestra justicia
sabéis que quien se junta con una
libradme. * Y salvadme. V .
meretriz, se hace un cuerpo con
Atended a mi plegaria, y librad
ella? Porque serán los dos una
me. Y salvadme.
carne. A l contrario, quien está
unido con el Señor, es con él un
mismo espíritu. H uid la fornica Lección II Cap. 7, 5-9
ción.
o queráis defraudaros el de
F u era de la O ctava de la E p ifa n ía ,
a no ser que tenga que reasum irse el recho recíproco, a no ser por
R . E l Señ or, pág. 401, se dice el si algún tiempo de común acuerdo,
guiente.
Oh protector mío, yo os para dedicaros a la oración, y
después volved a cohabitar, no
cantaré salmos, porque, oh Dios,
sea que os tiente Satanás por
sois mi asilo, * Dios mío, mise
vuestra incontinencia. Esto os lo
ricordia mía. . M e alegraré y
digo por condescendencia que no
gozaré en vos, cantando a vues
lo mando. A la verdad, me alegra
tro nombre, oh Altísim o. Dios
ra que fueseis todos tales como
mío. Gloria al Padre. Dios mío.
yo m ism o; mas cada uno tiene
de D ios su propio don: quién de
Feria Quinta una manera, quién de otra. Pero
sí que digo a las personas no ca
D e la E p ís t o l a p r im e r a a los
sadas, y viudas: bueno les es si
C o r in t io s así permanecen, como también
permanezco yo. M as si no tienen,
Lección I Cap. 7, 1-4
don de continencia, cásense. Y a
orden a las cosas sobre que vale más casarse que abra
mujer, y cada una con su marido. tra alabanza, para que cante un
El marido pague a la mujer el himno a vuestra gloria, alabando
débito, y de la misma suerte la constantemente vuestra grande
muje^ al marido. Porque la mu za: no me rechacéis en el tiem
jer casada no es dueña de su po de mi ancianidad: % Cuan
do desfallecieren mis fuerzas, no Feria Sexta
me abandonéis, V . M is labios se
De la E p ísto la p rim era a lo s
gozarán al proclamar vuestras
C o r in t io s
grandezas. Cuando desfallecieren
mis fuerzas. Lección I Cap. 13, 1-3
E n las O ctav as y F ie sta s de rito
sim ple: Gloria al Padre. Cuando d es
fallecieren .
yo hablara todas las
P T ff is V (j a n d o
lenSuas de l° s hombres
Lección III Cap. 7, 10-14 y el lenguaje de los án
geles, si no tuviere caridad, ven
O ero a las personas casadas, go a ser como un metal que sue
mando no yo, sino el Señor, na, o una campana que retiñe. Y
que la m ujer no se separe del cuando tuviera el don de profe
marido. Que si se separa, no pase cía, y penetrase todos los miste
a otras nupcias, o bien reconci rios, y poseyese todas las ciencias;
líese con su marido. N i tampoco cuando tuviera toda la fe, de ma
el marido repudie a su mujer. nera que trasladase de una a otra
Pero a los demás digo yo, no el parte los montes, no teniendo ca
Señor. Si algún hermano tiene ridad, soy un nada. Cuando yo
por m ujer a una infiel, y ésta distribuyese todos mis bienes pa
consiente en habitar con él, no la ra sustento de los pobres, y cuan
repudie. Y si alguna m ujer fiel do entregara mi cuerpo a las lla
tiene por marido a un infiel, y mas, si la caridad me falta, todo
éste consiente en habitar con ella, lo dicho no me sirve de nada.
no abandone a su marido. Por F u era de la O ctava de la E p ifan ía,
a no ser que t:n g a que reasum irse el
que un marido infiel es santifi B . S tñ o r , pág. 401, se d ic e el siguiente
cado por la m ujer fiel, y la mu Os confesaré, Señor Dios,
jer infiel es asimismo santificada con todo mi corazón, y honraré
por el marido fiel. D e lo contra vuestro nombre para siempre. *
rio vuestros hijos serían amanci Y a que vuestra misericordia, Se
llados mientras que ahora son ñor, es grande a favor mío. y .
santos. Porque Vos sois mi Dios, os con
F u e ra de la O cta v a de la E p i
fa n ía , a no ser que tenga que reasu fesaré. Porque Vos sois mi Dios,
m irse el R . E l S eñ or, pág. 401, se dice os ensalzaré. Y a que.
el ^ gu íen te
IJ. D e gozo rebosarán mis Lección II Cap. 13, 4-10
labios al cantar vuestras alaban
zas. * Y el alma mía que Vos, I acaridad es sufrida, es dulce
oh Señor, redimisteis, y Y mi y bienhechora. L a caridad no
lengua proclamará vuestra jus tiene envidia, no obra precipitada
ticia, celebrará todo el día vu es ni temerariamente, no se enso
tras alabanzas. Gloria al Padre. berbece, no es ambiciosa, no bus-
Y el alma mía que Vos, oh Se era sus intereses, no se irrita, no
ñor, redimisteis. • • piensa mal. N o se huelga de la
<4 ..
injusticia, complácese sí en la F*. E l S eñ o r, pág. 401, se dice el si
guiente
verdad. A todo se acomoda, cree
todo el bien del prójimo, todo lo 1$. El Señor se ha constitui
espera, y lo soporta todo. La ca do mi refugio: * Y mi Dios es
ridad nunca fenece; en lugar de el auxilio de mi esperanza, y .
que las profecías se terminarán M e ha librado de mis encarni
v cesarán las lenguas, y se acabará zados enemigos, y el Señor se ha
la ciencia. Porque ahora nuestro hecho mi protector. Y . Gloria al
conocimiento es im perfecto, e Padre. Y .
im perfecta la profecía. M as lle Er. V ísp e ra s, a 110 ser que en el día
sigu ien te ten ga que celeb rarse O ficio
gado que sea lo perfecto, desapa de una F ie sta de n u eve Lecciones, o
recerá lo im perfecto. de algu n a O cta v a o V ig ilia , o te n g i
ciue a n ticip arse una D om inica im pe
F u e ra de la O ctav a de la E p ifan ía dida. segú n se a d v e rtirá después, la
a no ser que tenga nue reasu m irse el C a p itu la se dice de santa M aría , y de
R. O h D io s, pág. 401 se dice el si ella se celebra el O ficio, como en el
guien te Sábado. L o cu al se p ractica tam bién
en todos los S áb ados que no estén im
I?. Grande ha sido. Señor, pedidos, h asta el Sábado después de
vuestra m isericordia en mi favo r: S e x a g é sim a in clu sive.
* Y habéis librado a mi alma de 1f S i la sigu ien te D om in ica I I u
otra después de E p ifa n ía , estu viese im
lo más profundo de las tinieblas. pedida por la D om in ica de S e p tu agé si
V . En el día de la tribulación ma, y no tu vie se lu g a r después de P e n
tecostés, con form e las R ú b rica s, se an
he clamado a Vos, y me habéis ticipa su O ficio al Sábado con rito sem i
atendido. Y habéis. doble, con todos los p rivile gio s propios
de la D o m in ica, a sí en la o cu rren cia
E n las O cta v a s y F ie sta s de rito
como en la co n cu rren cia en I V isp e ra s.
sim ple: Gloria al Padre. Y habéis.
P ero en las I I V ís p e ra s , nada se ce
lebra de e lla , aun q u e la sigu ien te D o
m in ica de S e p tu agé sim a tan sólo tu v ie
Lección III Cap. 13, 11-13 re que ser conm em orada, segú n las
R ú b rica s.
R uando yo era niño hablaba co E n el O ficio de esta D om in ica a n tici
mo niño, juzgaba como ni pada, todo se d ice del Sábado, y las
I V ísp e ra s y Co m pletas del día a n te
ño, discurría como niño. Pero rior, son de la F e r ia V I como en el
cuando fu i ya hombre, di de m a S a lte rio , excep to la C a p itu la de P r i
m a, que se d ice de la D om in ica, como
no a las cosas de niño. Al presen en el O rd in ario . L a O ra ció n , L e ccio
te no vem os sino como en un es nes con sus R esponsorios y la A n t í
fon a del B c n e d lc tu s son tam bién de la
pejo, y bajo imágenes oscuras, D om inica.
pero entonces le verem os cara a E n el I N octu rn o se ponen las L e c
ciones del principio de las E pístolas
cara. Y o no le to n o zco ahora sino de san P ab lo, que o cu rra n en la D o
im perfectam ente, mas entonces le m inica a n ticip ad a y tam bién dos de las
sigu ie n te s F e r ia s ; y los principios de
conoceré a la m anera que soy yo las E p ísto las señ alad os para las s i
conocido. Ahora permanecen es gu ien tes F e ria s y D om in icas, se om iten
del todo. M a s el prin cipio de la E p is
tas tres virtudes, la fe, la espe tola que está señ alad a para el sábado,
ranza y la caridad; pero de las al cu al, segú n lo dicho, se anticip a el
tres la. caridad es la más exce O ficio d e la D o m in ica, se lee en la
F e ria preced en te m ás p ró xim a, según
lente de todas. las R ú b ric a s. . >
F u e r a de la O c ta v a de la j f o if a n ía .
a no «er q u e ten ga q u e re a su m irse el
Sábado sitaros solamente de paso, antes
espero detenerme algún tiempo
D e l a E p ís t o l a p r im e r a a lo s entre vosotros, si el Señor me lo
C o r in t io s permitiere. Acá en Efeso me que
daré hasta Pentecostés. Porque se
Lección I Cap. 16, 1-4
me ha abierto una puerta grande
'í cuanto a las limosnas y espaciosa, si bien los adversa
que se recogen para los rios son muchos.
santos, practicadlo en Fu era de la O ctava de la E pifanía,
a no ser que tenga que reasumirse el
la misma forma que yo he or R. Oh Dios, pág. 401 se dice el si
denado a las Iglesias de Galacia. guiente
El primer día de la semana cada I^¡. Señor, atended a mi ora
uno de vosotros ponga aparte, y ción, y mi clamor llegue a Vos:
deposite aquello que le dicte su * Y a que no despreciáis, oh Dios,
buena voluntad, a fin de que no las oraciones de los pobres. T .
se hagan las colectas al tiempo Atiendan, Señor, vuestros oídos a
de mi llegada. En estando yo pre la oración de vuestro siervo. Y a
sente, a aquellos sujetos que me que. *
hubiereis designado, los enviaré En las O ctavas simples y en el
Oficio de santa M aría en el Sábado:
con cartas para llevar vuestras Gloria al Padre. Y a que.
liberalidades a Jerusalén. Que si
la cosa mereciere que yo también Lección III Cap. 16, 10-14
vaya, irán conmigo.
F u e ra de la O ctav a de la E p ifa n ía , ^ i va a veros Timoteo, procu
a r o ser que ten ga que reasum irse el rad que esté sin recelo entre
R. E l S eñ o r , pág. 401 se dice el si
guiente vosotros, pues trabaja, como yo,
I£. Vuestra misericordia y en la obra del Señor. Por tanto,
justicia, yo las cantaré, Señor. * ninguno le tenga en poco por ser
Las cantaré, y estudiaré el ca joven; y despachadle en paz, para
mino de la perfección. ¿Cuándo que venga a verse conmigo, pues
vendréis a m í? I>. Y o avanzaba le estoy aguardando con los her
con inocencia de corazón en e manos. En cuanto a nuestro her
interior* de mi casa. Las cantaré. mano Apolo os hago saber, que
le he instado mucho para que
Lección II Cap. 16, 5-9 fuese a visitaros con algunos de
nuestros hermanos, y a la verdad
V^o pasaré a veros, después de no ha querido ir ahora, pero él
haber atravesado M acedo irá cuando le venga bien. Velad
nia. ques por allí he de pasar. entre tanto, estad firmes en la fe,
Y quizá me detendré con vos trabajad varonilmente, y alentaos
otros, y tal vez pasaré también e más y más.
invierno, para que vosotros me F u era de la O ctava de la E pifan ía,
llevéis a doquiera que hubiere de a no ser que tenga que reasum irse el
R. E l Señor, pág. 4 0 1 ,- s e dice el si
ir. Porque esta vez no quiero v i guiente
•* . *
í£. Atendedme, oh S e ñ o r , pág. 46, el cual se dice también en
las otras Dominicas después de la
prontamente. * Porque mis días Epifanía.
se han desvanecido como el hu
mo. * Mas Vos siempre ~ois el I NOCTURNO
Apóstol de Jesucris.
a b lo ,
Sábado I
to por la voluñtad de
después de la Octava de la
Dios, y Tim oteo su her
Epifanía
mano, a la Iglesia de Dios, esta
VISPERAS blecida en Corinto, y a todos los
santos existentes en toda Acaya.
Todo se dice como en el S alterio,
pág. 237, excepto la O ración . Lo cual Dios Padre nuestro y él Señor
se observa en los demás Sábados hasta Jesucristo os den gracia y paz.
Septuagésim a.
Bendito sea Dios Padre de nues
y . Suba a Vos, oh Señor, la
tro Señor Jesucristo, el Padre de
oración de la tarde. I£. Y des
las misericordias y D ios de toda
cienda sobre nosotros vuestra
consolación. E l cual nos consue
misericordia.
la en todas nuestras tribulacio
Ant. del M agnij. — E l Señor
nes, para que podamos también
amparó, * a Israel su siervo,
nosotros consolar a los que se
conforme a lo prometido a Abra,
hallan en cualquier trabajo, con
bán y a su raza para siempre.
la misma consolación con que
Oración nosotros somos consolados por
Dios. Porque a medida que se
Q h Dios omnipotente y eterno, aumentan en nosotros las afliccio
que juntam ente gobernáis nes por amor de Cristo, se au
cuanto existe en el cielo y en la menta también nuestra consola
tierra: escuchad clemente las pre ción por Cristo.
ces de vuestro pueblo, y conce L os B R . como en la F e ria I I de
la prim era sem ana después de la E p i
dednos vuestra paz en nuestros fan ía, pág. 401.
días. Por nuestro Señor.
Lección II Cap. 1, 6-7
Dominica II después de la P orque si somos atribulados lo
Epifanía somos para vuestra edifica
Sem idoble - ción y salud, si somos consolados
M AITINES lo somos para vuestra consola-,
S e dice el In v itato rio Adorem os al
ción, si.som os confortados lo so
Señ or y el H im no E n el prim er día. mos para confortación y salvación
vuestra, cuya obra se perfecciona veces, es decir, siempre que cele
con la paciencia con que sufrís bramos las festividades de los
las mismas penas, que igualmen santos Mártires, me lleno de go
te sufrimos nosotros. De suerte zo al sonido de aquella espi
que nuestra esperanza es firme ritual trompeta, y me conmuevo,
por lo tocante a vosotros, sabien y ardiendo en santo ardor, re
do que así como sois compañeros conozco aquella voz amiga, pa-
en las penas, así lo seréis tam reciéndome ver al Apóstol ante
bién en la consolación. mí, como si le oyera disertando.
Mas, me entristece el ver que
Lección III Cap. 1, 8-11 tan gran hombre no es conoci
do como se merece. En tanto
D ues no quiero, hermanos, que grado algunos le ignoran, que ni
ignoréis la tribulación que tienen noticia •íel número de sus
padecimos en Asia, los males Epístolas. Esto proviene, no de su
de que nos vimos abrumados, tan falta de inteligencia, sino de que
excesivos y tan superiores a nues no quieren tener asiduamente en
tras fuerzas que nos hacían pe sus manos los escritos de este
sada la misma vida. Pero si señ- esclarecido Apóstol.
timos pronunciar allá dentro de . M e habéis dado a conocer,
nosotros el fallo de nuestra muer Señor, los caninos de la vida:
te, fué a fin de que no pusié * Con vuestra presencia me col
semos nuestra confianza en nos maréis de gozo; hay delicias sin
otros, sino en Dios, que resuci fin en vuestra diestra. T . Vos
ta a los muertos. El cual nos ha sois quien me restituiréis mi he
librado y nos libra aún de tan rencia. Con.
graves peligros, y en quien con
fiamos que todavía nos ha de li
Lección V
brar, ayudándonos vosotros tam
bién con vuestras oraciones, a fin A la verdad, si el mismo que
de que muchos den gracias del os está hablando, sabe al
beneficio que gozamos, ya que es guna cosa, no lo debe.a la exce
para bien de muchas personas. lencia o a la penetración de su
II NOCTURNO
talento, sino al afecto que por
este gran hombre siente, el cual
Sermón de san J uan C r isó sto m o le mueve a no descuidar nunca
Prefacio a las Epístolas de san Pablo la lectura de sus escritos. En
Lección IV efecto, los que aman, conocen
m ejor que los demás las obras de
escucho asidua
ie n t r a s sus autores predilectos, por la
mente la lectura de las solicitud con que se ocupan de
m Epístolas del bienayen- las mismas. E l propio san Pablo
turado Pablo, que tiene lugaí nos lo confirma cuando dice a
cada semana, dos, tres o cuatro los Filipenses,:» “ Es justo que yo
piense así de todos vosotros, pues
tengo impreso vuestro recuerdo L ec c ió n del santo E v an g elio
en m¡ corazón, por ser vosotros según san J uan
todos, los que, sea en mis cade
nas, sea en la defensa y confir L ección VII Cap. 2, 1-11
mación del Evangelio, participáis p N aquel tiem po: Se celebraron
de la misma gracia que y o ” . unas bodas en Caná de G ali
I£. Os amo, Señor, que sois
lea, donde se hallaba la M adre de
mi fortaleza: el Señor es mi
Jesús. Fué también convidado a
fuerza, * Y mi amparo, y . M i
las bodas Jesús con sus discí
Dios es mi libertador y mi so s
pulos. Y lo que sigue. ,
tén. Y .
H o m ilía de san A g u stín , O b ispo
C o r in t io s
p *L Señor asistió como invitado
a las bodas para confirmar Lección I Cap. 3, 1-3
la castidad conyugal, y para re
velarnos la significación misterio m p e z a m o s ya otra vez a
misericordia.
Ant. del Magnif. — E l Señor Lección II Cap. 1, 6-10
amparó * a Israel, su siervo, con
forme a lo prometido a Abrahán M E maravillo cómo así tan de
y a su raza para siempre. ligero abandonáis al que os
Oración llamó a la gracia de Cristo, para
seguir otro Evangelio. Mas no es
Dios omnipotente y eter
que haya otro Evangelio, sino
no, atended propicio a nues
que hay algunos que os traen al
tras debilidades, y para proteger
borotados, y quieren trastornar el
nos, extended la poderosa diestra
Evangelio de Cristo. Pero aun
de vuestra M ajestad. Por N. S.
cuando nosotros mismos, o un
ángel del cielo, os predique un
Dominica III después de la Evangelio diferente del que nos
otros hemos anunciado, sea ana
Epifanía tema. Os lo he dicho, y os lo re
Scmidoble
pito: Cualquiera que os anuncie
MAITINES un Evangelio diferente del que
I NOCTURNO habéis recibido, sea anatema. Por
E m p ie z a l a E p ís t o l a d e l A p ó s que en fin ¿busco yo ahora la
tol san P ablo a los G á la t a s aprobación de los hombres, o de
D ios? ¿Por ventura pretendo
L ección I Cap. 1, 1-5
agradar a los hombres? Si toda
a b l o Apóstol, no por los vía prosiguiese complaciendo a
hombres ni por la auto los hombres, no sería siervo de
ridad de hombre alguno, Cristo. ‘ . ‘
P r esb íter o
Ahombres se admira
quellos
Libro 1 de los Comentarios en el cap. 8 ron, diciendo: ¿Quién es és
de san Maleo
te, a quien los vientos y el mar
l quinto milagro lo obedecen?
reali No se admiraron los
zó cuando subiendo a la discípulos, sino los marineros y
embarcación en Cafar- los demás que estaban en la na
naún. mandó a ?los vientos y al ve. Mas, si alguno pretendiere
mar. E l sexto, cuando en la re que fueron los discipulos quienes
gión de los Gerasenos dió poder se ' admiraron, a ello responde
remos que muy propiamente son bajado por el Evangelio con C le
aquí llamados “ hombres” aque mente y los demás coadjutores
llos que aun no conocían el po míos, cuyos nombres están en el
der del Salvador. libro de la vida.
T e Deum , pág. 10. Los B R . como en la F eria I I de la
I I sem ana después ile la E p ifan ía, pá
gina 412.
LAUDES
Lección II Cap. 4, 4-7
y . E l Señor reinó, revistió
se de gloria. I£. Revistióse el \ T ivid siempre alegres en el
Señor de gloria y ciñóse de ella. Señor: vivid alegres, repito.
Ant. del Bened. — Subiendo Sea vuestra modestia patente a
Jesús * a la navecilla, el mar se todos los hombres: el Señor está
alborotó en gran manera; y sus cerca. N o os inquietéis por la so
discípulos le despertaron, dicién- licitud de cosa alguna, mas en
dole: Señor, salvadnos, que pere todo presentad a D ios vuestras
cemos. peticiones por medio de la ora
ción y de las plegarias, acompa
VISPERAS ñadas de hacimiento de gracias. Y
la paz de D ios, que sobrepuja a
y . Ascienda, Señor, mi ora
todo entendimiento, sea la guar
ción hacia Vos. I£. Como el olor
dia de vuestros corazones y de
del incienso en vuestra presen
vuestros sentimientos en Jesu
cia.
cristo.
Ant. del Magntf. — Señor, *
salvadnos, que perecemos, m an Lección III Cap. 4, 8^10
dad, y se hará, oh Dios, gran bo
nanza. D o r lo demás, hermanos míos,
todo lo que es conforme a
verdad, todo lo que respira pure
Feria Segunda za, todo lo justo, todo lo que es
santo, todo lo que os haga ama
D e l a E p ís t o l a a l o s F il ip e n s e s
bles, todo lo que sirve al buen
nombre, toda virtud, toda disci
Lección I Cap. 4, 1-3
plina loable, esto sea vuestro estu
o r tanto, hermanos míos dio. L o que habéis aprendido, y re
carísimos y amabilísimos, cibido y oído, y visto en mí, esto
que sois mi gozo y mi co habéis de practicar; y el D ios de
rona, perseverad así firmes en el la paz será con vosotros. Y 8 por
Señor, queridos míos. Y o xuego a mí me holgué sobremanera en el
Evodia, y suplico a Sintique, que Señor, de que al fin ha florecido
tengan unos mismos sentimientos aquel afecto que me tenéis; siem
en el Señor. Tam bién te pido a pre lo habéis tenido en vuestro
ti, ¡oh fiel compañero! que asis corazón, mas no hallabais coyun-
tas a ésas que conmigo han tra J tura para manifestarlo. •i
Feria Tercera Lección II Cap. 1, 9-12
III NOCTURNO
Lección V
L e c c ió n del san to E v a n g e l io
r^ESEAMOS saber el poder del li
según san M ateo
bre. albedrío para hacer el
m al? Recordemos el pecado del Lección VII Cap. 13, 24-30
hombre. ¿Deseam os saber hasta
que punto puede auxiliarnos el aquel tiempo: Jesús propu
* D io s humanado? Consideremos so a las multitudes pa_
ráboia: El reino de los ciclos es paja tiene el mismo origen y la
semejante a un hombre que sem misma raíz que el trigo.
bró buena simiente fen su campo.
Y lo que sigue. Lección IX
De la E p ís to la a T ito
Lección III Cap. 3, 8-11
Lección I Cap. 2, 15 ; 3, 1-2
r^ocTRiNA es ésta ciertísima, y
sto es lo que has de ense deseo que arraigues bien, en
ñar, y exhortar, y repren ella a los que creen en D ios, a
der con plena autoridad. fin de que procuren aventajarse
Pórtate de manera que nadie te en practicar buenas obras. E stas
menosprecie. Amonéstales que v i cosas son las loables y provecho
van sujetos a los príncipes y po sas a los hombres. Pero cuestio
testades, que obedezcan sus ór nes necias, y genealogías, y con
denes, y que estén prontos para tiendas, y debates sobre la ley,
toda buena obra. Que no digan evítalas, porque son inútiles y
mal de nadie, que no sean pen vanas. H uye del hombre hereje,
dencieros, sino modestos, tratando después de haberle corregido una
a lo d o s los hombres con toda la y dos veces, sabiendo que quien
dulzura posible. es de esta condición,vest¿ perver-
tid o y es d e lin cu en te , sien do co n d a rte un a co sa q u e es de tu o b li
d en ad o p o r su p ro p ia co n cien cia . ga ció n . con to d o , lo m u ch o que
te am o m e h a ce p re fe rir el su
p lic á r te la , aunqu e sea lo que
Sábado so y re sp e cto de ti, P a b lo , y a an
cia n o , y adem ás p re so a h o ra por
E m p ie z a la E p ís t o l a del A pó s
a m o r de J esu cristo . T e ru ego,
tol san P ablo a F il e m ó n
p u es, p o r m i h ijo O n ésim o , a
qu ie n h e en g en d ra d o e n tre las c a
Lección I V e r s . 1-6
d en a s, O n ésim o q u e en algún
a b lo , p reso p o r a m o r de tie m p o fu é p a ra ti in ú til, y al
J e s u c r is to , y T im o t e o su p re se n te ta n to p a ra ti c o m o p ara
h e rm a n o ; a l a m a d o F i m i es p ro v e c h o s o , el cu a l te le
le m ó n , c o a d ju t o r n u e stro , y a la v u e lv o a e n v iar.
ca rís im a h e rm a n a A p p ia , y a A r-
q u ip o , n u e s tro c o m p a ñ e ro en los Lección III Vers. 12-19
co m b a te s , y a la Ig le s ia c o n g re
g a d a en tu casa. G r a c ia y p a z a T ú de tu p arre re c íb e le co m o
v o s o tr o s , d e p a rte d e D i o s , n u es a m is e n tra ñ a s. Yo h a b ía
tro P a d r e y del S e ñ o r J e s u c ris to . p en sad o re te n e rle co n m ig o , p ara
A c o rd á n d o m e siem p re d e ti en q u e m e s irv ie s e p o r ti, d u ra n te la
m is o ra c io n e s , d o y g r a c ia s a D io s , p risió n en q u e e sto y p o r el E v a n
o y e n d o la f e q u e tie n e s en el ge lio . P e ro naeja h e q u e rid o h a
S e ñ o r J e s ú s , y tu c a rid a d p ara ce r sin tu co n se n tim ie n to , p ara
co n to d o s lo s sa n to s. Y de qué que tu b e n e ficio n o fu e s e com o
m a n e ra la lib e r a lid a d que n ace fo r z a d o , sino v ó lu n ta rio . Q u e q u i
de tu fe re sp la n d e ce a la v is ta z á él te ha d e ja d o p o r a lg ú n tie m
de to d o el m u n d o , h a c ié n d o s e p a po, a fin de que le re co b ra ses
te n te p o r m e d io de to d a s las p a ra siem p re. l í o y a co m o s ierv o ,
o b ra s b u e n a s q u e se p r a c tic a n en sin o c o m o q u ié n d e s ie r v o h a v e
tu ca sa p o r a m o r d e J e s u c r is to . n id o a ser un h e rm a n o m u y a m a
Lo s B B . como en el Sábado de la do, de mí en p a r tic u la r ; ¿p ero
I sem ana después de la E p ifa n ía , pá c u á n to m ás de ti, p u es q u e te p e r
gina 407.
te n e c e segú n el m u n d o y seg ú n el
S e ñ o r ? A h o ra b ien , si m e tien es
Lección II Vers. 7-12
p o r co m p a ñ e ro t u y o , a c ó g e le c o
A sí e s q u e y o h e te n id o gran m o a m í m ism o . Y si te h a c a u
g o z o y co n su elo en tu c a r i sa d o a lg ú n d e tr im e n to , o te debe
d a d ; v ie n d o c u á n to re c r e o y a li a lg o , a p ú n ta lo a m i cu e n ta . Y o
v io han re c ib id o de tu bondad, P a b lo te he e s c r ito d e m i puño.
h e rm a n o , lo s co ra zo n e s d e los
V ISP E R A S
sa n to s. P o r c u y o m o tiv o n o o b s
ta n te la lib e r ta d q u e p u d ie se y o y. S u b a a. V o s , S e ñ o r, la o ra
to m a r m e en J e su cristo , p a r a m a n c ió n d e la ta rd e . . Y d e scien d a
sobre nosotros vuestra ¡miseri to más excelente que los ángeles,
cordia. cuanto es más aventajado el nom
Ant. del Magtiif. — El Señor bre q'je redbió por herencia.
amparó * a Israel, su siervo, Los R R . como en la F e ria I I de la
I sem ana después de la E p ifa n ía , pá
conforme a lo prometido a Abra- gina 401.
hán y a su raza para siempre.
Lección II Cap. 1, 5-9
O r a c ió n
P o r q u e ¿a. cuál de los ángeles
^ os rogamos, oh
o n ced ed n os , dijo jam ás: H ijo mío eres
D ios omnipotente, que m edi tú, yo te he engendrado hoy? Y
tando siempre cosas razonables, asimismo: ¿Y o seré padre tuyo,
nuestras palabras y acciones no y él será hijo m ío? Y otra vez &1
se dirijan más que a com place introducir a su primogénito en
ros. Por nuestro S e ñ o r.. el mundo, dice: “ Adórenle todos
los ángeles de D io s” . Asimismo
en orden a los ángeles dice: “ El
Dominica VI despues de la que a sus ángeles los hace espí
Epifanía ritus y a sus ministros como la
S em idoúle ardiente llam a” . M ientras que al
H ijo le dice: “ E l trono tuyo ¡oh
M A IT IN E S
D io s ! por los siglos de los si
I N O CT U R N O
glos: cetro de rectitud, el ce
E m p ie z a l a E p ís t o l a d e l A p ó s tro de tu reino. Am aste la ju s
tol san P a b l o a lo s ■ H ebreos ticia, y aborreciste la iniquidad,
por eso ¡oh D ios! el D ios tuyo
L ección I Cap. 1, 1-4 te ungió con óleo de júbilo mu
cho más que a tus com pañeros” .
io s , que en otro tiempo
habló a nuestros padres en
Lección III Cap. 1, 10-14
diferentes ocasiones y de
m uchas maneras por los P rofetas, Y en otro lugar: “ T ú eres ¡oh
nos ha hablado últim am ente en Señ or! el que al principio
estos días, por m edio de su H ijo, fundaste la tierra, y obras de
a quien constituyó heredero uni tus manos son los cielos. Ellos
versal de tadas las cosas, por perecerán, mas tú perm anece
quien creó tam bién los siglos. E l rás, y todos como vestidos en
cual siendo como es el resplan vejecerse han, y como un manto
dor de su gloria y vivo retrato los mudarás, y quedarán m uda
de su sustancia, y sustentándolo dos; pero tú eres para siempre
todo con su poderosa palabra, desr el mismo y tus años nunca se
pués de habernos purificado de acabarán” . En fin, ¿a qué ángel
nuestros pecados, está 9entado a ha dicho jam ás: “ Siéntate tú a
la d ie s tta 'd e la m ajestad en lo mi diestra m ientras tanto pon
m ás alto de los’ cielos; lílch o tan go a tus enemigos por tarima de
tus pies? ¿Por ventura no son habló mediante su Hijo, o cuan
todos ellos unos espíritus que do realizó éste la purificación de
hacen el oficio de servidores en nuestros pecados, o cuando se
viados para ejercer su ministe hizo homore, ¿por ventura no
rio en favor de aquellos que de fué después de los profetas, es
ben ser los herederos de la sa decir, en los últimos dias?
lud ?” Los R R . de este Nocturno y riel si
guiente, como en la Dominica II des
II N OCTURN O pués de la E p ifan ía, págs. 408 y 410.
S erm ón de S an A t a n a s io ,
Lección V
O b is p o
D iscurso 2 contra los A rrian o s, después A d em ás,tratando el Apóstol de
del niedio
la redención del Verbo, y de
L ección IV los últimos tiempos, como por
una consecuencia de su propósito,
t los herejes considerasen se ve compelido a recordar que
atentamente la persona, Dios no permaneció mudo en las
el asunto, y el tiempo de edades anteriores, sino que ha
que habla el Apóstol, ni atribui bía hablado por los profetas. Des
rían a la Divinidad lo propio de pués de haber dado a entender
la naturaleza humana, ni se con que los profetas hubieron cum
ducirían tan impía como ne plido su misión, que la ley fué
ciamente contra Cristo. Esto se dada por los ángeles, que el
podrá ver si consideramos de mismo H ijo descendió hasta nos
bidamente el principio de la lec otros y que asumió las funciones
ción que os vamos a repetir. Dice de su ministerio, entonces final
el Apóstol: “ Dios, que en otro mente añade: “ Hecho tanto su
tiempo habló a nuestros padres perior a los ángeles” , queriendo
en diferentes ocasiones y de mu m anifestar que en la medida que
chas maneras por los Profetas, el H ijo es más excelente que el
nos ha hablado últimamente en siervo, el ministerio del Hijo lo
estos días por medio de su H i es sobre el ministerio y las fun
jo ” . Y un poco después dice: ciones del siervo.
“ Habiéndonos purificado de nues
tros pecados, está sentado a la Lección VI
diestra de la m ajestad excelsa,
constituido tanto más superior R uando el Apóstol distingue el
que los ángeles, cuanto más aven ministerio de la Ley antigua
tajado es el nombre que recibió” . del de la nueva, usa de gran li
D e aquel tiempo en que Dios bertad al escribir y hablar a los
nos habló por su H ijo, cuando Judíos. Por esto no se contenta,
éste realizó la purificación de los al compararlos, diciendo en ge
pecados,, hace mención la palabra neral que el ministerio de la Ley
del Apóstol. Cuando, pues, nos Nueva fuese más grande o exce
>. >4
lente, como si se tratara de co
sas de un mismo género, que tu
es éste que siembra, si
u ién
viesen algo común, sino que lo
llama “ superior” , en tal forma
Q no nuestros sentidos y nu es
tra inteligencia, que, recibiendo
que expresa la diferencia de na
el grano de la predicación y con
turaleza entre el H ijo y las cria
servando la semilla, la hacen cre
turas.
cer, mediante los humores de la
III NOCTURNO fe, en el campo de nuestro co
razón? La predicación del Evan-
L ecció n del sa n to E va n g llio gplio es la menor de todas las
seg ú n san M ateo disciplinas. Pues, en su primera
manifestación, parece que no in s
Lección VII Cap. 13, 31-35
pira confianza de cosa verdadera,
£ n aquel tiempo: D ijo Jesús dado que nos propone a un
a las multitudes esta parábo hombre Dios, a Cristo muerto,
la: El reino de los cielos es se y, el escándalo de la cruz. Ahora
mejante al grano de mostaza que bien: compara esta doctrina con
tomó en su mano un hombre, las enseñanzas de los filósofos y
y lo sembró en su campo. Y lo con sus libros, con el esplendor
que sigue. de su elocuencia y la elegancia
de sus discursos, y verás cuán
H o m il ía d e S a n J e r ó n im o , inferior parece la semilla del
P r e s b ít e r o Evangelio con relación a las otras
L ibro 2 de los Com ent, sobre el cap. 13 semillas.
de san M ateo
L ección IX
¡j fg & jL reino1de los cielos es la
a prJs] predicación del Evange- A A asaquéllas, cuando se han
j |j0 y ej conocimiento de desarrollado, nada muestran
las Escrituras, el cual conduce a de resistente, vigoroso y vivaz;
la vida, y del que se dice a los sino que cuanto contienen es
Judíos: “ Se os quitará el reino hueco, endeble y sin sustancia,
de Dios, y se dará a gentes que que no produce sino hojas y
produzcan sus frutos” . D e consi. hierbas, las cuales bien presto se
guíente es semejante este reino secan y caen. M as la predicación
al grano de m ostaza que un hom evangélica, que en sus principios
bre tomó y sembró en su cam parecía pequeña, apenas sembra
po. Muchos entienden por este da, sea en el alma de los creyen^
hombre al Salvador, ya que él tes, sea en todo el mundo, no
siembra en las almas de los cre produce hojas solamente, sino
yentes. Otros entienden al m is que se convierte en árbol, de tal
mo hombre que siembra en su suerte que las aves del cielo 0as
propio campo, esto es, en sí mis cuales debemos entender que
mo y en su corazón. son las almas de los creyentes, o
las virtudes puestas al servicio celestial, poned los ojos en Je
de D ios) vienen y habitan en sús, Apóstol y Pontífice de núes,
sus ramas. Por ramas del ár tra profesión, d cual es fiel al
bol evangélico, que provienen que le ha constituido tal, como
del grano de mostaza, debemos 10 fué tambiér. Moisés con res
entender los diferentes dogmas, pecto a toda su casa. Conside
en los cuales cada una de las rad, pues, que fué reputado dig
sobredichas aves se posa. no de gloria tanto mayor que la
Te Deum, pág. 10. de Moisés, cuanto mayor digni
dad tiene que la casa, aquel que
LAUDES
la fabricó. Ello es que toda casa
y . E l Señor reinó, revistióse por alguno es fabricada; mas el
de gloria. 1$. Revistióse el Se que crió y fab ricó'tod as las co
ñor de fortaleza, y ciñóse de sas es Dios.
ella. Los R R . como en la F eria I I de la
11 sem ana después de la E p ifan ía, pa
Ant. del Bened. — El reino de gin a 412.
los cielos * es semejante al gra
I
no de mostaza, el cual es a la Lección ü Cap. 3, 5-8
vista menudísimo entre todas las
sem illas; mas en creciendo viene Y 7 a la verdád Moisés fué fiel
a ser m ayor que todas las le en toda la casa de Dios como
gumbres. un sirviente enviado de Dios pa
ra anunciar al pueblo todo lo que
VISPERAS tenía orden de decirle. Pero Cris
y . Ascienda, Señor, mi ora to se ha dejado ver como hijo
en su propia casa, cuya casa so
ción hacia Vos. 1$. Como el olor
del incienso en vuestra presen mos nosotros, si hasta el fin
cia. mantenemos firme la animosa
Ant. del M agnif■— El reino de confianza en él y la esperanza
los cielos * es semejante a la le de la gloria. Por lo cual dice el
vadura, que cogió una m ujer y Espíritu Santo: “ Si hoy oyereis
mezclóla con tres sacos de ha su voz, no queráis endurecer
rina hasta que la masa toda que vuestros corazones, como sucedió
dó fermentada. cuando el pueblo estaba en el
desierto en el lugar llamado con
tradicción” .
Feria Segunda
D e la E p ís t o l a a lo s H e br e o s Lección III Cap. 3, 12-16
De la E p ís t o l a a l o s . H e b r e o s
L ección III Cap. 4, 8-12
L ección I Cap. 4, 1-3
D orque si Josué les hubiera
pues, que haya
|e m a m o s , dado este descanso, nunca
t alguno entre nosotros después hablaría la Escritura de
S j que sea excluido de la otro día. Luego resta todavía un
entrada en el descanso de D ios solemne descanso para el verda
por haber despreciado la pro dero pueblo de D ios. A sí quien
mesa. Puesto que se nos anunció ha entrado en este descanso, ha
tam bién a nosotros del mismo descansado también de todas sus
modo que a ellos, pero a ellos no obras, así como D ios de las su-;
les aprovechó la prom esa oída, yas. Esforcém onos, pues, a en-
por no ir acom pañada con la fe trajr en aquel descanso, a fin
de los que la oyeron. A l contra de que ninguno im ite • el sobre
rio, nosotros que hemos creído, dicho ejem plo de* incredulidad.
entrarem os en el descanso, según Puesto que la palabra de D ios es
lo que d ijo : “ T a l es el juram en viva, y eficaz, y m ás penetrante
to que hice en m i indignación: que cualquier espada de dos fi
Jam ás en tra rá n . en mi descanso, los: y que entra y penetra hasta
acabadas y a sus obras desde la los pliegues del . alma y del espí
creación del m undo” . ; ritu, hasta las ju n tu ra * y tué-
taños, y discierne los pensamien Lección III Cap. 6, 7-10
tos y las intenciones del corazón.
P la tierra que embebe la
orque
lluvia que cae a menudo so
Feria Cuarta bre ella, y produce hierba que es
provechosa a los que la cultivan,
D ,e l a E p í s t o l a a l o s H e b r e o s recibe la, bendición de Dios.
M as la que brota espinas y abro
Lección I Cap. 6, 1-3 jos es abandonada y queda ex
O ración MAITINES
• • 1
Q s rogamos, Señor, que os E l In v ita to rio A p resu rém on os, y el
H im no E n el prim er dia, como en el
dignéis escuchar con cle S alterio , págs. 45 y 46.
E m p ie z a el l ib r o del G é n e s is
Lección II Cap. 1, 9-19
Lección I Cap. 1, 1-8
| ^ i j o también Dios: Reúnanse
el principio creó Dios
m en un lugar las aguas, que
el cielo y la tierra. La están debajo del cielo, y apa
tierra empero estaba in- rezca lo árido. Y así se hizo. Y
forme y vacía, y las tinieblas al árido dióle Dios el nombre de
cubrían la superficie del abismo, Tierra, y a las aguas reunidas lla
y el Espíritu de Dios se movía mó Mares. Y vió Dios que lo que
sobre las aguas. D ijo, pues, había hecho era bueno. D ijo asi
D io s: Sea hecha la luz. Y la mismo: Produzca la tierra hier
luz quedó hecha. Y vió Dios ba verde y que dé simiente, y
que la luz era buena, y dividió plantas fructíferas que den fru
la luz de las tinieblas. A la luz to conforme a su especie, y con
llamó día, y a las tinieblas no tengan en sí mismas su simiente
che, y así de la tarde y de la sobre la tierra. Y así se hizo.
mañana, resultó el primer día. Con lo que produjo la tierra
D ijo asimismo D ios: H aya un hierba verde, y que dá simiente
firmamento en medio de las según su especie, y árboles que
aguas, que separe unas aguas de dan fruto, de los cuales cada uno
otras. E hizo Dios el firmamen tiene su propia semilla según la
to, y separó las aguas que es especie suya. Y vió D ios que la
taban debajo del firmamento, de cosa era buena. Y de la tarde y
aquellas que estaban sobre el fir mañana, resultó el día tercero.
mamento. Y quedó hecho así. Y D ijo después Dios: Haya lum
al firmamento llamóle D ios cie breras en el firmamento del d e
por san G regorio el G rande, en aquellos años en los cuales la peste, la guerra
y los terrem otos desolaban Ita lia , e hicieron creer que se acercaba el fin del
m undo. Q u e la in stitu ción del tiempo de Septu agésim a reconozca por su primera
ca u sa la a n gu stia que experim entaba la propia Iglesia Rom ana, nos lo demuestran
en cie rta m anera, las m ism as Igle sia s en las cuales siempre se han celebrado los
E stacion es de sus D o m in icas: las B a sílica s de S an Lorenzo, S an Pablo y
S an P ed ro. A h o ra bien, i por qué se escogieron estas B asílicas? Sabido es que
la ciu d ad de Roma siem pre ha considerado a los mencionados Santos como 3us
especiales Patronos. P o r lo m ismo, viéndose rodeada por todas partes de tantos
m ales, a ellos acudía, rogándoles que constituyesen un triángulo de protección
sobre la C iud ad etern a, al propio tiempo que imploraba su auxilio para la
p róxim a C u aresm a. .
lo, que distingan el día de la sobre la tierra. Con lo que de la
noche, y señalen los tiempos, los tarde y mañana resultó el día
días y los años. A fin de que quinto. D ijo todavía Dios: P ro
brillen en el firmamento del cie duzca la tierra animales vivien
lo, y alumbren la tierra. Y fué tes en cada género, animales do
hecho así. Hizo, pues, Dios dos mésticos, reptiles y bestias sil
grandes lum breras: la lumbrera vestres de la tierra según sus
mayor, para que presidiese al especies. Y fué hecho así. Hizo,
día, y la lumbrera menor para pues, Dios las bestias silvestres
presidir a la noche; e hizo las de la tierra según sus especies,
estrellas. Y colocólas en el fir y los animales domésticos, y to
mamento del cielo, para que res do reptil terrestre según su es
plandeciesen sobre la tierra, y pecie. Y vió Dios que lo hecho
presidiesen al día y a la noche, era bueno. Y dijo: Hagamos' al
y separasen la luz de las tinie hombre a imagen y semejanza
blas. Y vió D ios que la cosa era nuestra y los domine a los pe
buena. Con lo que de tarde y ces del mar, y a las aves del cie
mañana, resultó el día cuarto. lo, y a las bestias, y a toda la
E n el principio creó Dios tierra, y a todo reptil que se
el cielo y la tierra, y el Espíritu mueve sobre la. tierra.
de Dios se cernía sobre las E l . Señor formó al hom
aguas: * Y vió D ios cuanto ha bre del barre de la tierra, * E
bía hecho, y todas las cosas eran inspiró en su rostro un soplo
muy buenas, y . Así, pues, que de vida, y quedó el hombre un
daron terminados los cielos y la ser viviente, y . E n el principio
tierra y todo cuanto los hermo Dios hizo el cielo y la tierra, y
seaba. Y vió. formó en ella al hombre. E. G lo
ria al Padre. E.
Lección III Cap. 1, 20-26 II NO C TUR NO
Capitula I Cor., 9, 24
NONA
Í - I erm a n o s:
¿N o sabéis que
A n t.— Llam a a los obreros * y
los que corren en el esta
dales su recompensa, dice el Se
dio, si bien todos corren, uno
ñor.
sólo se lleva el premio? Corred
de tal manera que lo ganéis.
. br. Inclinad mi corazón, Capitula I Cor., 10, 4-5
oh Dios mío, * H acia vuestra ley
la nusma bebida eQ
D e b ie r o n ,
Inclinad, y , Apartad mis ojos,
piritual que salía de .la pie
para que no se fijen en la va
dra, la cual piedra era figura
nidad; haced que yo viva si
de.¡Cristo; pero la m ayor parte
guiendo vuestros caminos. Hacia?
de ellos desagradaron a Dios.
Gloria al Padre. Inclinad.
. br. Clam é con todo mi
y . Y o dije: Señor, compa
corazón. * Escuchadm e, Señor.
deceos de mi. I£. Sanad mi al
Clamé, y . Iré en pos de vues
ma, porque he pecado co .tra
tros mandatos. Escuchadm e. Glo.
Vos.
ría al Padre. Clamé.
y . Lim piadm e, Señor, de mis
SEXTA
pecados ocultos, Señor. 1$. Y
Ant. — ¿Qué hacéis aquí * de los ajenos perdonad a vues
ociosos todo el día? Respondie tro siervo.
ron diciendo: Porque nadie nos
ha alquilado. VISPERAS
L a s A n tífo n a s y S alm os de D o m in i
Capitula I C o r .,'9,-25 ca ; la C a p itu la es la m ism a que la de
I V ís p e r a s ; el H im no d el O rd in ario , ’
J odoslos que han de luchar pág. 77. ' ' _
D el l ib r o del G é n e s is
r^ESPUES bendijo Dios a Noé
y a sus hijos, y di joles: Lección I Cap. 9, 12-15
“ Creced y multiplicaos, y poblad
la tierra” . Que teman y tiem dijo D ios: “ Esta es la
blen ante vosotros todos los ani señal de Ja alianza que
males de la tierra, y todas las establezco por generacio
aves : del cielo, y todo cuanto se nes perpetuas entre mí y vos
mueve sobre la tierra. Los peces otros, y con todo animal vivien
todos ’ del - mar están sujetos a te, que mora con vosotros. Pon
Vuestro - poder. Y todo lo que dré mi arco en las nubes, y será
tiene m ovimiento y vida, os ser señal de la alianza entre mí y*
virá d e alimento. Todas estas co entre la tierra. Y ' cuando yo cu
sas1 os las entrego,' así como las briere el cielo de nubes, aparece
legumbres y hierbas. Excepto que rá mi arco; en ellas. Y me -acor
no habéis de comer la carne con daré de mi alianza con vosotros,
sangre. Porque yo tom aré ven y con toda ánim a' viviente - que
ganza de ■ vuestra ^sangre- sobre viv ifica ' la carne, y ya no habrá .
■C\J, : - / JÍ íi 31. _ \ ¡ W - f . . ..
más aguas de diluvio que destru Feria Sexta
yan en lo sucesivo todos los v i MAITINES
vientes” .
D el l ib r o del G é n e s is
Los R R . del I N octurn o de la
Dom inica precedente, pág. 464. Lección I Cap. 10, 1-6
st/os
son los descendien
Lección II Cap. 9, 20-23
tes de los hijos de N oé:
Noé, que era labrador, co Sem, Cam y Jafet; y és
menzó a labrar la tierra, y tos los hijos que le nacieron des
plantó una viña. Y bebiendo de su pués del diluvio. H ijos de Jafet:
vino quedó embriagado, y echóse Gomer, y M agog, y M adai, y
desnudo en medio de su tienda. Javan, y Tubal, y M osoc, y Tiras.
Lo cual como hubiese visto Cam. H ijos de Gom er: Áscenez, y R i-
padre de Canaán, esto es, la des fat, y Togorma. H ijos de Javan:
nudez vergonzosa de su padre, Elisa y Tarsis, Cettim y Doda-
salió fuera a contárselo a sus nin. Estos se repartieron algún
hermanos. Pero Sem y Jafet, tiempo después las islas de las
echándose un manto sobre sus naciones y las diversas regiones,
hombros y caminando hacia cada cual según su propia len
atrás, cubrieron con él a su pa gua, fam ilia y nación. Eüjos de
dre, teniendo vueltos sus rostros; Cam : fueron Cus, M esraim , y
y haciéndolo así, no vieron la Fut, y Canaán. •
desnudez de su padre1'.: L os R R . del I I N o ctu rn o de la
D om inica precedente, pág. 465. ’
E n las O ctavas y F ie sta s de rito sim
ple: Gloría al Pa d re, Y . Lección II Cap. 11, 1-4
Quincuagésima \J
apareció el Señor a Abrahán,
'I I cla se . . Setnidohle y di jó le : ‘‘ E sta tierra la .da
ré a tu descendencia” ., Y él edifi
MAITINES
, 'J . . , ii. ' •>! có allí mismo un altar al Señor,
: , . I NOCTURNO ,
que se le había aparecido. Y pa
-.■ 'D e l , l i b r ó d e l ,G é n e s is , sa n d o . de. allí a , un monte,
L e c c ió n ! ’ Cap. 12,- 1-6 que m iraba al oriente de Betel,
aquí tendió su pabellón, tenien-
i j o el Señor ) a A b rá h án : dp a B etel al occidente, y , H al
“ Sal de tu tiérra, y i de tu aí oriente, donde también eri
^parentela, ,y de la casa de Q gió a«*l,S eñ o r un altar e invocó
iA- •/ . i, ; • , ' ’ * ’J x *
su
' ' •'J
tu padre, ven a l a .d e rra ig u e nombre. Prosiguió Abrahán sú .viar
te: m ostraré. Y i y o .te, haré cabeza je,' caminandp y avanzando ade
. d ^ u n a nación grande, y te<ben lanté h a c i a ¿ e l ^ W ^ fe - .ir .? e í4 9
sobrevino hambre en aquella tie ¿Por qué motivo dijiste ser her
rra. y Abrahán tuvo que bajar a mana tuya, poniéndome en oca
Egipto, para estarse allí como pa sión de casarme con ella? Ahoia,
sajero, a causa de qué el hambre pues, ahí tienes a tu mujer, tó
en el país era grandísima. E s mala, y anda enhorabuena” .
tando ya para entrar en Egipto, 1£. Probó el Señor a Abra
dijo a Sarai su esposa: “ Co hán, y le dijo: * Toma a tu hi
nozco que tú eres una mujer jo Isaac a quien amas, y me le
bien parecida, y que cuando los ofrecerás en holocausto sobre
Egipcios te hayan visto, h a ir de uno de los montes que yo te mos
decir: Es la mujer de éste; con traré. y . Llamado por el Señor,
lo que a mí me quitarán la vida, respondió: Aquí me tenéis; y le
y a ti te reservarán para sí. D i, dijo el Señor. Toma. Gloria al
p u es,'te ruego, que eres hermana Padre. Torna. :
mía, para que yo sea bien reci
bido por amor tuyo, y salve mi II NOCTURNO
*
parentela y de la casa paterna. de tus enemigos, y en un descen
1$. El Angel del Señor llamó diente tuyo serán benditas to
a Abrahán, diciendo: * N o ex das las naciones de la tierra. Y
tiendas tu máno sobre el mucha te m ultiplicaré como las estre
cho, porque veo que temes al Se llas del cielo.
ñor. y . Y habiendo extendido
la mano para sacrificar a su hijo, L ección VI
he aquí que el Angel del Señor,
clamó del cielo, diciendo. No. JVAas porque antes había mo-
' rado en otra tierra, esto es,
Lección V en la región de los Caldeos, de
la que salió Taré, padre de A bra
Dios quiso enumerar se hán, y después partió a Charran;
paradamente estas cosas, a y también porque no dejó de
fin de poner a prueba sus dispo llevar consigo a su sobrino aun
siciones, para que no le parecie que se le había dicho: “ Sal de
ra que se había comprometido tu parentela” ; consideremos si
imprudentemente o que había si salir de su tierra no significaría
do engañado en alguna cosa por salir de esta tierra, esto es, de
el mandamiento que recibía del la morada de nuestro cuerpo, de
cielo. Y así como • tuvieron la cual se tiene por libre san P a
que multiplicarse los precep blo, al decir: “ N uestra morada
tos, a fin de que nada se le ocul está en el cielo” .
tara, así también habían de pro I£. Oh D ios de mi señor
ponerse los premios, no fuera que Abrahán, dirigid mi cam ino: *
se desalentara. E s probado como Para que con salud vuelva a la
fuerte; incitado como fiel; provo casa de mi Señor, y . Os ruego,
cado como justo. Verificó su sa Señor, tengáis misericordia de
lida tal como se lo había ordena vuestro siervo. P ara que. G lo
do el Señor. “ Y con él salió L o t” . ria al Padre. Para que.
Aquella sentencia que es tenida
por célebre entre las de los siete III N O C T U R N O
sabios:’ “ Sigue a D io s” , A bra
L e c c ió n del santo E va n g elio
hán la realizó con sus obras, an
según sa n L ucas ,
tes que los sabios la form ula
ran. A fin de cumplir lo or
Lección VII Cap. 18, S I-43
denado por Dios, salió de su
tierra. aquel tiem po: Tom ó Jesús
Llam ó el Angel del Señor aparte a los doce, y les dijo:
a Abrahán desde el cielo por Y a veis que subimos a Jerusalén,
segunda vez, diciendo: T é ben donde se cumplirán todas los co
deciré. * Y te m ultiplicaré co sas que fueron escritas por los
mo las estrellas del cielo. 7P : T u profetas a'cerca d e l 'H i j o del
posteridad poseerá las ciudades hom bre/ Y lo que sigue. 1 •
4 .
H o m il ía de san G r e g o r io misterio. Sus obras, por una par
, P apa
I . B r e v . 40
M iércoles de Ceniza 1
1. D esp u és de la p rep ara ció n rem ota de la P a scu a , después del tiem po de
S e p tu a g é sim a , en tram ós en la prep aración pró xim a, en el santo tiem po de Cua-
'fe sm a . L a C u a re sm a es, in dudablem ente, la m ás a n tig u a , la m ás rica , la más
ló gicam en te ord en ad a, y , per lo m ism o, una de las m ás in teresan tes de las
cst&ciones litú rg ic a s . E l recu erd o que en ella dom ina, el q u e le ba dado su
p ropio nom bre, es el a yu n o practicado por n u estro S e ñ o r Je su cristo en el de-
*;<.rto, por espacio de c u a re n ta d ías y cu aren ta noches. E ste n úm ero fu é y a
con sa gra d o en la a n tig u a L e " a la pen iten cia. Y asi vem os que d u ran te cu aren ta
d ía s a yu n a ro n E lia s y^ M o isé s, siendo en esto v erdaderam en te los tipos de lo que
linbia d e p r a c tic a r J e sú s y d e lo que tam bién habíam os de p ra c tica r los cristian os
de todos lo s tiem pos y d e todos los siglo s. A u n q u e este c a rá c te r de la santa Cua*
r f i m a “f b e l q u e | rin cip alm en te se o fre c e a cu an tos fijan en e lla su con sideración;
con todo, e l a lc a n c é -litú r g ic o d e la m ism a, no es posible e x p lica rlo d e urili m anera
una felicidad tanto más sólida y con piel de oveja. “ Por sus fru
firme, cuanto más íntima: aque tos, nos dice, los conoceréis”.
lla “ para la cual nos escogió Dios, El^ I I R. del I I I Nocturno de la
a fin de hacernos conformes con Dominica precedente, pág. 477.
do y deleitado. V enerable, P r e s b ít e r o
en el gobierno de la na
Oración ve, y el viento que les
/'"'Is suplicamos, Señor, que si era contrario, designan los dife
gáis favoreciendo propicia rentes trabajos de la santa Igle
sia, la cual se esfuerza por lle
mente nuestros ayunos comenza
dos, para que la obediencia cor gar al reposo de la patria ce
poral que os ofrecemos, podamos lestial como a puerto seguro
también prestarla con un corazón en medio de las olas contra
sincero. Por nuestro Señor. rias del siglo y de las embes
tidas de los espíritus inmundos.
VISPERAS Y muy bien se hace notar, que la
nave estaba en medio del mar, y
y . Ascienda, Señor, mi ora que Jesús estaba solo en la tierra,
ción hacia Vos. IJ. Como el olor ya que no pocas veces la Iglesia,
del incienso en vuestra presencia. no sólo se halla afligida por las
A n t. del M agnif. — M as tú, persecuciones de los Gentiles,
cuando orares, * entra en tu apo >¡no que perecería, si fuere posi
sento, y cerrada la puerta, ruega ble, abandonada temporalmente
a tu Padre. por su Redentor.
Los R R . de la Feria I V precedente,
- Oración pág. 47?.
LAUDES Oración
Lección IV
L ccción III Cap. 7, 4-9
a b i é n d o o s de predicar, ca
J 7 sto y inundado de consuelo, rísimos, el sacratísim o y
reboso de gozo en medio de m áximo ayuno, ¿qué exor
todas mis tribulaciones. Pues así dio más apropiado que el que
que hubimos llegado a M acedo me proporcionan las palabras
nia, no he tenido sosiego ninguno del Apóstol, por cuya boca ha
según la carne, sino que he su blaba el mismo Jesucristo, repi
frido toda suerte de tribulacio tiendo lo que se os ha leído:
nes: com bates por defuera, por “ He aquí el tiempo aceptable,
dentro temores. Pero D ios que he aquí los días de salud” ? Si
consuela a los humildes, nos ha bien es cierto que no existe
consolado con la venida de Tito. tiempo alguno que no esté lleno
N o sólo con su venida, sino tam de mercedes divinas, y que siem
bién con la consolación que él ha pre la gracia de D ios nos facili
recibido de vosotros, cuyo gran ta el acceso a su misericordia,
deseo, y el llanto y la ardiente con todo ahora, en que el re
afición que me tenéis, él me ha cuerdo de aquel día en que fui
referido, de suerte que se ha au mos redimidos nos invita, es
m entado m ucho m i gozo. Por lo conveniente que nuestras almas
que si bien os contristé con mi sean estim uladas a espiritual
carta, no me pesa; y si hubiese aprovecham iento y confianza. Así
estado pesaroso en vista de que celebraremos el más excelente de
aquella carta os contristó por un los misterios, el de la pasión del
Señor, con pureza de alma y de tos ayunos las faltas de lo res
cuerpo. tante del año.
I£. Reparemos, obrando me I£. Abandone el impío su ca
jor, lo que hubiéremos pecado mino, y el inicuo sus designios, y
por ignorancia: no sea que sobre conviértase al Señor, y se com
cogidos de repente por el día de padecerá de él. * Y a que nuestro
la muerte, busquemos tiempo Señor Dios es bondadoso y mi
para la penitencia y no podamos sericordioso y generosísimo en
hallarle. * Atended, Señor, y perdonar, y . El Señor no quiere
compadeceos, porque hemos pe la muerte del pecador, sino que
cado contra Vos. y . Ayudad se convierta y viva. Y a que.
nos, oh Dios Salvador nuestro,
y libradnos, Señor, por la glo Lección VI
ria de vuestro nombre. Aten
ded. A l entrar, carísimos herma
nos, en estos días misterio
sas, instituidos santamente pa
Lección V
ra purificar las almas y los
a la verdad tan gran mis cuerpos, procuremos obedecer los
terio merecería de nuestra preceptos del Apóstol, preser
parte testimonios de incesante vándonos de cuanto pueda man
devoción y continua reverencia, char la carne y el espíritu, a
y deberíamos permanecer siem fin de que refrenadas las luchas
pre de tal suerte en la pre existentes entre ambos elemen
sencia de Dios cual conviene tos, el alma, que por voluntad
que nos hallemos en la festivi de Dios debe gobernar el cuerpo,
dad de Pascua. M as, siendo es consiga !a dignidad de su domi
ta fortaleza patrimonio de po nación. De suerte que no dando
cos, mientras que, por una par a nadie motivo de ofensa, nos
te, la observancia más austera libremos de ser objeto de los vi
se afloja a causa de la flaqueza tuperios de los calumniadores. Y
de la carne, y por otra, debido a a la verdad, seríamos justamente
la diversidad de ocupaciones de reprendidos por los infieles, y por
la presente vida, se enerva nues nuestras perversas acciones las
tra solicitud, sucede necesaria lenguas impías se armarían con
mente que el polvo mundano tra la religión, si las costumbres
mancha incluso a las almas reli de los que ayunan estuvieran en
giosas. H a sido, pues, útilísima pugna con la pureza de una per
para nuestra salvación esta ins fecta continencia. Pues la perfec
titución divina que, por medio de ción del ayuno no consiste sola
los ejercicios de cuarenta días, mente en la abstinencia del man
nos ayuda a recobrar la pureza de jar. N o se priva fructuosamente
nuestras almas, reparando por al cuerpo del manjar, si el alma
medio de obras piadosas y cas no se. aparta de las obras malas.
E l tiempo del ayuno nos Hombre fué llevado por el dia
ha abierto las puertas del Paraí blo a la ciudad santa, o subido
so; recibámoslo orando y supli a una montaña m uy elevada, la
cando: * Para que en el día de la mente rehuye creerlo, y los oídos
resurrección nos gloriemos en el humanos se espantan al escu
Señor, y . En todo mostrémonos charlo. Reconoceremos, no obs
como ministros de Dios con mu tante, que no es increíble, si
cha paciencia. Para que. Gloria pensamos en tantas otras cosas
al Padre. Para que. que en él se cumplieron.
Rasgad vuestros corazo
III NO CTUR NO nes, y no vuestros vestidos, y
convertios al Señor Dios nues
L e c c ió n del sa n to E v a n g e l io
tro: * Puesto que es benigno y
seg ú n san M ateo
misericordioso, y . D e je el im
Lección VII Cap. 4, 1-11 pío su camino, y el varón perver
so sus pensamientos, y vuélvase
p n aquel tiempo: Jesús fué con al Señor, y se compadecerá de él.
ducido por el Espíritu al de Puesto que.
sierto para que fuese tentado por
el diablo. Y después de haber Lección VIII
ayunado cuarenta días con cua
renta no.ches, tuvo hambre. Y lo C iertam en te el diablo es el
que sigue. príncipe de todos los m alva
dos, y miembros de esta cabeza
H o m ilía de san G r eg o r io , P a p a son todos los impíos. ¿Acaso P i
H om ilía 16 sobre los E va n gelio s lato no fué m iembro del diablo,
r e g ú n t a n se algunos cuál y los Judíos que persiguieron a
fué el espíritu que con Cristo, y los soldados que le cru
dujo al Señor al desierto. cificaron, no fueron también
Y la razón que les mantiene per miembros del diablo? ¿Qué tiene,
plejos es lo que luego el santo por lo mismo, de extraño que
Evangelio dice: “ Llevóle el dia permitiese que el demonio le con
blo a la santa ciudad” ; y después dujera a un m onte, si después
de esto: “ Le subió a un monte había de perm itir que sus s e
m uy alto” . Pero la opinión más cuaces le crucificaran? N o es in
razonable, la^ que puede seguirse, digno de nuestro Redentor el
con toda verdad y sin duda algu que quisiera ser tentado, toda
na, es la que cree^ u e fué condu v e i que había venido para ser
cido al desierto por el Espíritu crucificado. Por el contrario, era
Santo, a fin de que allí le con m uy justo que con sus tentacio
dujera su Espíritu en donde le nes venciese nuestras tentacio
pudiese hallar el espíritu m alig nes, así como había venido para
no para tentarle. M as, he r.quí triunfar de nuestra muerte con
que cuando, se dice q^e Dios- su propia muerte. -
. Parte con el hambriento N o se dice el Him no T e Deum en el
Oficio de Tiem po hasta el Sábado S an
tu pan, y a los pobres y peregri to inclusive.
nos acógelos en tu casa. * Si és
to haces, amanecerá tu luz como LAUDES
la aurora, y delante de ti irá tu
Ant. 1. Oh Dios, cread en mí
justicia, y . Cuando vieres al
desnudo, cúbrelo, y no desprecies un corazón limpio, * y renovad
en mis entrañas un espíritu recto.
tu carne. Si ésto.
S e dicen los Salm os de D om inica del
segundo lu ga r, pág. ¡>9.
L ección IX
2. Oh Señor, * salvadme; ha
JVAas conviene advertir que la cedme prosperar, Señor.
tentación obra de tres m o 3. Y o os bendeciré * toda mi
dos: por la sugestión, la delec vida; invocando vuestro nombre
tación y el consentimiento. N os
levantaré mis manos.
otros, cuando somos tentados, 4. Recibidnos, Señor, * ya
generalmente nos dejam os arras
que nos presentamos a Vos con
trar hasta la delectación, o lo espíritu humillado, y corazón
que es más hasta el consenti contrito; y el sacrificio que hoy
miento. Y eso tiene lugar, por nosotros os ofrecemos, oh Señor
que, form ados de carne pecado Dios, llegue a vuestra presencia
ra, llevam os en nosotros m is de manera que os sea agradable.
mos el enemigo contra el cual 5. Alabad a Dios * los cielos
hemos de luchar. M as D ios, ha y todas las aguas.
biéndose encarnado en el seno de S e dice la C apitu la de V ísp era s.
la Virgen, vino al mundo sin pe H im no como en el O rd in ario, pág. 13.
cado, y por lo mismo no tenía y . D ios ordenó a sus Ange
en, ^í m ism o principio alguno les. I^. Que te guardasen en to
que le obligase a la lucha. Por dos tus caminos,
lo mismo pudo ser tentado por Ant. del Bered. — Jesús fué
sugestión, pero su alma no pu conducido * por el Espíritu al de
do ser m anchada por la delec sierto para ser tentado por el
tación. De consiguiente toda diablo; y habiendo ayunado cua
aquella tentación diabólica fué renta días y cuarenta noches,
exterior, no interior. después tuvo hambre.
. E l mandó a sus Angeles
que cuidasen de ti, los cuales te PRIMA
guardarán en cuantos pasos die
res. * T e llevarán en las palmas Ant. — M as Jesús * habiendo
de sus manos, no sea que tropie ayunado cuarenta días y cuarenta
ce tu pie en alguna piedra, y . noches, después tuvo hambre.
Andarás sobre áspides y basilis S e rezan los Salm os 92 y 99 (de L a u
des en el p rim er lu g a r), pág. .5 5 ; des
cos, y hollarás los leones *y dra pués el Salm o 118 , Bienaventurados los
gones. T e llevarán. Gloria ál P a que .proceden,' y Conceded vuestro
siervo, págs. 63 y 64; los cuales también
dre. T e llevarán. , r¿i. ¡ >e r e z a n . en la s D om inicas siguientes,
hasta el Dom ingo de Ram os in clu sive. Te hará sombra. Gloria al P a
L a C apitu la que se d ice en el O ficio de
Tiem po, desde esta D om in ica hasta el dre. Con sus alas.
Sábado a nterior a la D om inica de P a y . Su verdad te cercará co
sión in clu sive, es B uscad al S eñ o r, p á
gin a 25 .
mo escudo. I£. N o te arredra
rán los temores nocturnos.
TERCIA
NONA
Ant. — Entonces le transpor
tó * el diablo a la santa ciudad, y
Ant. — Adorarás al Señor tu
le puso sobre lo alto del tem
Dios, * y a él solo servirás.
plo, y le d ijo : Si erer. el H ijo de
Dios, échate de aquí abajo.
Capitula I I Cor., 6, 9-10
Capitula I I Cor., 6, 1-2 P omo castigados, mas no muer
Os
J - | erm an o s: exhortamos a to s ;’ como tristes, estando
no recibir en vano la gracia siempre alegres; como meneste
de D ios. Rúes él misino dice: Al rosos, siendo así que enriquece
tiempo oportuno te oí, y en el mos a m uchos; como que nada
día de la salvación te auxilié. tenemos y todo lo poseemos.
I£. br. El me ha librado * D el 1^. br. Com o un escudo te
lazo de los cazadores, y . Y de cercará. * Su verdad. Como, y ,
las palabras malignas. D el. G lo N o te arredrarán los temores
ria al Padre. E l me. nocturnos. Su verdad. Gloria al
y . Con sus alas te hará som Padre. Como,
bra. I£. Y debajo ce sus plu y . D ios ordenó a sus án
mas esperarás confiado. geles. Iy. Que te guardasen en
todos tus caminos.
SEXTA
VISPERAS
Ant. — N o de sólo pan * vive
L a s A n tífo n a s y los Salm os son de
el hombre, sino de teda palabra la D om in ica, pág. 73 ; la C apitu la,
que procede de la boca de Dios. H im no y V e r s o como en las V ísp e ra s
del Sábado a n terio r.
f. B rev. 41
la resurrección nos gloriemos en Feria Cuarta
el Señor y . En todo mostrémo.
nos como ministros de Dios con de las Cuatro Tém poras
mucha paciencia. Para que. G lo MAITINES
ria al Padre. Para que.
L e c c ió n del san to E v a n g e l io
O ración L ección II
les. Q u e te g u a rd a s e n en t o ta d e lo s J u d ío s, p a rtió J e
d o s tu s ca m in o s. sú s a J eru sa lé n . Y lo qu e sigue.
Ant. del Bened.— S a lie n d o J e H o m il ía d e san A g u s t ín , O b is p o
sú s * se f u é a l p a ís d e T ir o y S i-
T ra ta d o 17 sobre san Juan, después del
d ó n ; y h e a q u í q u e u n a m u je r principio
C a n a n e a s a lie n d o d e sus co n ñ n es,
EAMOSÍ qué q u e ría s ig
c la m a b a , d ic ie n d o : C om padeceos
de m í, H ij o de D a v id . n ific a r el S e ñ o r en aquel
p a r a lític o , el ú n ico e n fe r
VISPERAS lo que la m a
o n s id e r a d
1. E stas palabras del d ivin o S alva d o r nos indican con toda claridad que la
santa Cuaresm a debe servirn o s de preparación para celebrar el' m isterio de
las ignom inias y de la m uerte que se dignó s u frir Jesús por nosotros.
Feria Quinta para ella una pestilencia, encuen
tra una salida saludable en la
MAITINES confesión. Las lesiones de la piel
atraen a la superficie los hu
L e c c ió n del san to E v a n g e l io
mores viciados. Ahora bien, con
seg ú n san L ucas
fesando los pecados, ¿qué otra
Lección I Cap. 16, 19-31 cosa hacemos, sino dar salida ti
mal que en nosotros estaba ocul
p N aquel tiempo: D ijo Jesús a to? “ Lázaro, cubierto de m a
los fariseos: Hubo cierto les deseaba saciarse de las migas
hombre m uy rico, que se vestía que caían de la mesa del rico, y
de púrpura y de lino finísimo, y nadie se las daba” . Con esto se
tenía cada día espléndidos ban nos muestra que aquel pueblo
quetes. Y lo que sigue. soberbio no quería admitir al
H o m il ía de san G r e g o r io , P a p a conocimiento de la L ey a ningu
H om ilía 40 sobre los E va n gelio s no de los Gentiles.
Lección II
Feria Sexta *
E ) o r lo mismo dice m uy bien
MAITINES
t san M ateo que la cercó con
L e c c ió n del san to E v a n g e l io una valla. Esto significa que la
seg ú n san M ateo rodeó con la valla de la divina
protección, a fin de que no pudié-
L ección I Cap. 21, 33-46
ran penetrar en ella los enemi
R n aquel tiem po: D ijo Jesús a gos espirituales. “ Y cavó en ella
las turbas de los Judíos y a un .fcgar” . ¿Cóm o podemos en
tender cuál sea éste lagar, sino
refiriéndonos a los Salmos que se
^ onced ed nos,oh Dios omni
titulan: “ Para los lagares” , por
potente, que purificados con
lo mismo que en ellos se nos
el santo ayuno, podamos cele
muestran con más fervor los m is
brar con pureza de alma las fu
terios de la pasión del Señor?
turas solemnidades. Por nuestro
Por esto consideraban como em
Señor.
briagados a aquellos que inflam a
ba el E spíritu Santo. E l Señor VISPERAS
cavó, pues, un lagar, a fin ds
que el zumo del racimo miste y . D ios ordenó a sus A n
rioso fluyese por una infusión geles. I£. Que te guardasen en
espiritual. todos tus caminos.
Ant. del Magtiif. — Queriendo
L ección III prenderle, * tuvieron miedo al
pueblo, porque era mirado como
p o i F i c ó una torre” , a saber:
un profeta.
elevó el edificio de la L ey
hasta su rem ate; y esta viña así
Oración
fortificada, provista y adornada,
la alquiló a los Judíos. “ Y Q s rogamos, Señor, que con
en el tiempo d e ‘ los frutos cedáis a vuestro pueblo la
envió a sus siervos” . Bien salud del alma y del cuerpo; a
dijo en tiempo de los fru fin de que, por la práctica de las
tos, no en el de la cosecha. Y a buenas obras, merezcamos ser
que ningún fruto produjeron los siempre defendidos con la pro
Judíos, ningún provecho reportó tección de vuestra virtud. Por
esta viña, de la cual dice el Se nuestro Señor.
ñor: “ Esperé que produjera uvas
y no tuvo sino espinas” . Así que
los lagares no manaron vino de Sábado
alegría, ni zumo espiritual, sino MAITINES
la enrojecida sangre de los P ro
fetas. L e c c ió n del san to E v a n g e l io
según sa n L ucas
LAUDES “
L ección I . Cap. 15, 11-32
y . D ios ordenó a sus A nge
les. I£. Que te guardasen en to p ' N aquel tiempo dijo Jesús a
dos tus caminos. los fariseos y escribas esta
A n t. del Bened. — H ará que parábola: Un hombre tenía dos
esta gente perezca m iserablemen hijos, de los cuales el más joven
te; * y arrendará su viña a otros dijo a su padre: Padre, dame la
labradores, que le paguen los fru gparte de mi herencia que me toca.
tos a sus tiempos. ' Y lo que sigue.
H o m il ía d e sa n A m b r o s io , por el mar agitado de los place
, O b is p o res que parece interponerse entrr:
Libro 8 de los Com ent, sobre el capí ellos y nosotros? A la verdad,
tulo 15 (le san L u cas, después del
pr in cip io aquel que se aleja de Cris
to está desterrado de la pa
h que el divino patri
em os
tria, es ciudadano del mundo.
monio se da al que lo
Aunque nosotros seamos extra
pide. Y no culpes al
ños y peregrinos, con todo so
padre por haber dado al más jo
mos conciudadanos de los Santos
ven su parte. En el reino de Dios
y moradores de la casa de Dios.
no existe edad alguna que sea
Y a que cuantos estábamos dis
joven, ni la fe envejece con los
tanciados nos hemos acercado
años. Aquel joven que pidió su
mediante la sangre de Cristo. No
parte, se sintió capaz de conser
envidiemos a los que vuelven de
varla; y ojalá no se hubiese ale
una región muy distante, pues
jado del padre, pues así no ha
también estuvimos en ella, como
bría experimentadp las dificulta
enseña Isaías: “ Se ha mostrado
des que halló su juventud. Pero
la luz a los que estaban sentados
cuando dejada la casa paterna
en la región de las sombras de
partió a un país lejano, empezó
la muerte” . La región muy apar
a experimentar hambre. A h
tada la constituye la sombra de
verdad que pierde su patrimonio
la muerte.
quien se aparta de la Iglesia.
El R . de la Lección V I I I de la
1^. Padre mío, pequé contra Dom inica precedente, pág. 509.
el cielo y contra ti; ya no soy
digno de ser llamado hijo tuyo: * Lección III
Trátam e como uno de tus jorna \A a s nosotros, que tenemos
leros. y . ¡Cuántos jornaleros en ante nuestros ojos a Jesu
casa de mi padre tienen pan en cristo, nuestro Señor, que es co
abundancia, mientras que yo aquí mo el alma de nuestra alma, vi
me estoy muriendo de hambre! vimos a la sombra de Cristo. Por
N o; yo iré a mi padre, y le diré:
esto dice la Iglesia: “ Me senté
Trátam e. *
a la sombra de aquél a quien
Lección II había deseado” . E l hijo pródigo,
viviendo lujuriosamente, malba
D lejos, a una región muy
a r t ió rató todos los dones de la natu
distante” , ¿Puede haber ma raleza. Por lo cual, tú que reci
yor alejam iento que apartarse el biste la imagen de Dios, que
hombre de sí mismo; que estar conservas su semejanza, no quie
alejado de los justos, no por las ras perderla con la fealdad del
fronteras, sino por las costum pecado, indigna de una criatura
bres; no por la extensión de te racional. Obra eres de Dios. No
rritorios, sino por los afectos; digas a las -criaturas; Vosotras
que esjar alejados de los santos sois mi Padre. No sea que te ha
gas semejante a ellas, según está so que hay en casa, y ponédselo;
escrito: “ Sean semejantes a ellas ponedle un anillo en el dedo y
quienes obran de tal suerte” . calzadle las sandalias.
E l B . de la L ecció n I X de la Do
m inica precedente, pág. 509.
Oración
LAUDES Q s
rogamos, oh Dios omnipo
tente, que atendáis los votos
y . Dios ordenó a sus Ange
de vuestros humildes siervos, y
les. Que te guardasen en to
extendáis la diestra de vuestra
dos tus caminos.
majestad en defensa nuestra. Por
Ant. del Bened. — Iré a mi
nuestro Señor.
padre, * y le diré: Padre, hazme
como uno de tus jornaleros.
Dominica III de Cuaresma
Oración I clase. Sem idoble
C onceded ,
oh Señor, a nuestros MAITINES
'ayunos un efecto saludable;
I N O C TUR NO
de suerte que la mortificación de
la carne que practicamos, redun D el l ib r o del G é n e s is
de en provecho espiritual de
Lección I Cap. 37, 2-10-
nuestras almas. Por nuestro Se
ñor. José de dieciséis
ie n d o
años, apacentabá el g a
VISPERAS nado con sus hermanos,
L a s A n tífo n a s y S alm os sqn del S á y estaba con los hijos de Bala y
bado, pág. 2 3 7 ; la C a p itu la es la si de Zelfa, m ujeres de su padre;
guiente :
y acusó a sus hermanos ante el
padre de un delito m uy enorme.
Capitula Ephes., 5, 1-2
Am aba Israel a José más que a
: Sed imitadores de
erm an o s todos sus hijos por haberle en
Dios, como hijos m uy que gendrado en la vejez, y le hizo
ridos, y proceded con am oi, á una túnica bordada de varios
ejemplo de lo que Cristo os amó, colores. A l ver, pues, sus herm a
y se ofreció a sí mismo a D ios nos que el padre le amaba más
por nosotros en oblación y hostia que a todos sus hijos, odiábanle
de olor suavísimo. y no podían hablarle sin agrura.
H im no del O rd in ario , pág. 35. Tras esto sucedió que habiendo
y . D ios ordenó a sus A nge tenido un sueño, se lo contó á
les. I£. Que te guardasen en to sus hermanos, lo cual fué incen
dos tus caminos. tivo de m ayor odio. Porque les
Ant. del Magnif. •— E l padre dijo: Oíd lo que he soñado. P are
di j a * a sus criados: Presto traed cíame que estábamos atando gavi
aquí luego el vestido más precio llas en el cam po, y cómo que mi
* .. - ■
gavilla se alzaba y se tenía dere dió él: Pronto estoy. Jacob
cha, y que vuestras gavillas pues añadió: Anda, ve, y averigua si
tas alrededor adoraban la mía. tus hermanos lo pasan bien y si
Respondieron sus hermanos * están en buen estado los ganados,
Pues qué, ¿has de ser tú nuestro y dame cuenta de lo que pasa.
rey? o ¿hemos de estar sujetos Despachado, pues, del valle de
nosotros a tu dominio? Así, pues, Hebrón, llegó a Siquem. Y ha
la m ateria de estos sueños y co biéndole encontrado errante por
loquios, fué fomento de la envi los campos un hombre le pregun
dia y del odio. Vió también otro tó qué buscaba. A lo que respon
sueño que refirió a sus hermanos, dió José: Ando en busca de *mis
diciendo: H e visto entre sueños, hermanos; muéstrame dónde pas
cómo que el sol y la luna, y once tan los ganados. D íjole aquel
estrellas me adoraban. Y habién hombre: Apartáronse de este lu
dolo contado a su padre y a sus gar, y les oí decir: Pasemos a
hermanos, su padre le respondió, Dotaín. Con esto se marchó Jo
diciendo: “ ¿Qué quiere decir ese sé en busca de sus hermanos, y
sueño que has visto? ¿por ventu hallólos en Dotaín. Los cuales
ra yo y tu madre y tus hermanos luego que le vieron a lo lejos,
postrados por tierra te habremos antes que se acercase a ellos, tra
de adorar?” . taron de matarle. Y decíanse
I£. Viendo a José desde le unos a otros: Aquí viene el so
jos, decíanse unos a otros sus ñador. Ea, pues, matémosle y
herm anos: A quí viene el soña echémosle en una cisterna vieja.
dor: * E a, matémosle, y se verá Diremos que una bestia feroz le
qué le aprovechan sus sueños, y . devoró, y entonces se verá qué
A l ver los hermanos de José, que le aprovechan los sueños.
el padre le amaba más que a I£. D ijo Judá a sus herma
todos sus hijos, odiábanle y no nos: H e aquí que pasan unos Is
podían hablarle sin agrura, por lo maelitas; venid, sea vendido, y
cual decían. Ea, matémosle. que no se manchen nuestras m a
nos. * Es nuestro hermano, y de
Lección II Cap. 37, 11-20 nuestra misma carne, y . ¿Qué
ganaremos con quitar la vida a
J - J e aquí es que sus hermanos nuestro hermano y ocultar su
le miraban con envidia; mas m uerte? M ejor es venderle. Es.
el padre consideraba en silencio
estas cosas. Y como sus herma Lección III Cap. 37, 21-28
nos estuviesen en el territorio de
Siquem apacentando los rebaños Q y e n d o esto Rubén, se esfor
de su padre, di jóle Israel: T u s zaba en librarle de sus ma
hermanos guardan las ovejas en nos, y decía: N o le quitéis la v i
.¿os pastos de Siquem : ven, que da, ni derraméis su sangre, sino
quiero enviarte a ellos. Y respon echadle en aquell^ cisterna que
está en el desierto, y no man Gloria al Padre. El muchacho no
chéis vuestras manos. Esto lo parece.
decía con el fin de librarle de
ellos y restituirle a su padre. II NO CTURNO
Apenas, pues, hubo llegado José
a sus hermanos, le desnudaron de D el l ib r o de san A m b r o s io .
O b is p o
Oración
Libro 4 sobre san Lucas, cap. 4, cerca
del fin
C oncedednos, oh Señor, que
instruidos con la práctica O^goN SiD ERA la clemencia del
de los saludables ayunos, apar divino Salvador: no deja
tándonos de los perniciosos vi la Judea aunque se sienta
cios, más fácilmente consigamos conmovido por al indignación, ni
vuestro favor. Por nuest.o Se por las ofensas que ha recibido,
ñor. ni por las mismas injurias. Antes
al contrario, olvidando las inju
VISPERAS rias, y guiado por la clemencia,
con sus enseñanzas, con sus be
V . Dios ordenó a sus A n neficios y bondades dulcifica los
geles IJ. Que te guardasen en corazones del pueblo ingrato. Con-
todos tus caminos. mucha oportunidad, san Lucas,
A n t . d e l M a g n i j . — El comer antes de hacer mención de la mu
sin lavarse las manos, * eso no jer curada, nos recuerda la cura
mancha al hombre. ción del hombre que estaba po
seído por el maligno espíritu.
Oración Pues el Señor había venido
para curar ambos sexos, y pri
C oncedednos, os rogamos, oh
meramente debió ser curado el
Dios omnipotente, que ya
que fué creado primero, pero
que buscamos la gracia de vues
no debía ser olvidada aquella
tra protección, libres de todos
que más pecó por inconstancia
los males, os sirvamos con tran
de ánimo que por su perversidad.
quilidad de espíritu. Por nuestro
Los RU. del I Nocturno de la
Señor. Dominica precedente, pág. 521. .
Lección II
Feria Quinta
A l realizar el Señor esta cura
MAITINES ción en sábado, nos recuer
da el principio de sus obras; co
L e c c ió n del san to E v a n g e l io
mienza su nueva creación por el
segú n sa n L ucas
‘■día en que dejó la primera. Es
Lección I Cap. 4, 38-44 to nos demuestra también que el
Hijo de Dios no está obligado a
aquel tiempo: • Saliendo Je la observancia de la ley, sino por
sús de la sinagoga, eucró en encima de ella, y que no vino.a
casa de Simón. Hallábase la sue derogarla, sino a cumplirla. Ten-
• - . . *
gamos' presente que el mundo corporal. La primera abrasa el
no se hizo por medio de la ley alma; la segunda el cuerpo.
sino por el Verbo, según leemos: Nuestra fiebre es la sensualidad;
“ Por el Verbo de Dios fueron nuestra fiebre es la lujuria; nues
hechos los cielos*’. De consi tra fiebre es la ambición; nues
guiente la ley no se viola sino tra fiebre es la ira.
que se cumple, al regenerar el
Hijo de Dios al hombre caído. LAUDES
Por lo mismo nos dice el Após
tol: “ Despojándoos del hombre y . Dios ordenó a sus An
viejo, revestios del nuevo que geles. I£. Que te guardasen en
fué creado según Dios” . todos tus caminos. *
A n t . d e l B e n e d . — De muchos
salían los demonios * gritando y
Lección III diciendo: Tú eres el Cristo, Hi
oportunamente empezó jo de Dios; y con amenazas les
por el sábado, a fin de que se prohibía decir que sabían que él
demostrara ser el mismo Creador era el Cristo..
el que enlazaba unas obras con
otras, prosiguiendo la obra que él Oración
había empezado; no de otra ue glorifique, Señor, la so
os
suerte el artífice que se prepara
para renovar un edificio, empieza
Q lemnidad de vuestros santos
Cosme y Damián, con la que
.la demolición de lo viejo, no por concedisteis a ellos una gloria
los cimientos sino por lo que es eterna, y a nosotros vuestro au
tá más elevado. Por lo tanto, allí xilio con inefable, providencia.
primero pone las manos, en don Por nuestro Señor..
de había terminado antes. Co
mienza por las cosas más peque VISPERAS
ñas para llegar a las mayores.
Ciertamente que los hombres, con y . Dios ordenó a sus Ange
la palabra de Dios pueden librar les. I£. Que te guardasen en to
del demonio, mas la resurrección dos tus caminos. *
de los muertos es obra reserva A n t . d e l M a g n i f . — Todos
da a la sola divina potestad. cuantos tenían enfermos, * los
Quizá en aquella mujer, sue presentaban a Jesús, y eran cu
gra de Simón y de Andrés, rados.
se nos represente el tipo de las
Oración -*
diversas enfermedades que expe
rimenta nuestra naturaleza y las Q s rogamos, Señor, que la pro
diversas pasiones que la comba piciación celestial aumente
ten. Y ciertamente - no podemos el pueblo sujeto a Vos, y haga
decir que sea menor la fiebre d«¡ que cumplamos siempre vuestros
las pasiones que la del c_alor mandatos. Por nuestro Señ<j.
Feria Sexta parece a un tiempo, animoso y
agotado de fuerzas. Es fuerte,
MAITINES porque en el principio era el Ver
bo, y el Verbo estaba en Dios,
L e c c ió n del sa n to E v a n g e l io
y Dios era el Verbo. Estaba en
segú n san J uan
el principio en Dios. ¿Quieres ver
Lección I Cap. 4, 5-42 cuán fuerte sea este H ijo de
Dios? Todas las cosas fueron he
p N aquel tiempo: Llegó Jesús chas por él. y nada se hizo sin
a la ciudad de Samaria, lla él. Y fueron hechas sin cansancio
mada Sicar, vecina a la heredad alguno. ¿Puede existir alguien
que Jacob dió a su hijo José. Y más fuerte que aquel mediante
lo que sigue. el cual todas las cosas fueron he
chas sin trabajo? ¿Quieres verle
H o m ilía de sa n A g u s t ín , O b isp o
T ratad o 15 sobre san Ju an , después
ahora débil? El Verbo se hizo
del principio carne y habitó entre nosotros. La
fortaleza de Cristo te creó; la
A empiezan los misterios.
debilidad de Cristo te regeneró.
A la verdad que no en
La fortaleza de Cristo hizo que
vano se fatiga Jesús; no
existiera lo que no tenia ser; la
se fatiga sin m otivo el poder de
debilidad de Cristo hizo que no
D ios; no se fatiga sin causa
pereciera aquello que ya exis
aquel por quien los fatigados re
tía. Con su fortaleza nos creó y
cobran las fuerzas; aquel cuya
con su debilidad vino en busca
ausencia nos abruma y cuya pre
nuestra.
sencia nos fortalece. Jesús, pues,
fatigado del camino, se sienta y
Lección III
descansa junto al pozo; es la ho
ra sexta cuando fatigado se sien j-4 a b i é n d o s e , pues, convertido
ta a descansar. Todo esto tienrí en débil, toma los débiles
alguna significación; indica al a su cuidado, a semejanza de la
guna cosa; solicita nuestra aten gallina respecto de sus hijos. A
ción; nos exhorta a que llam e ésta se comparó. “ ¡Cuántas v e
mos.. Dígne’se, pues, abrirnos, a ces, dijo a Jerusalén, quise jun
vosotros y a m í, aquel que se ha tar a tus hijos como la gallina
dignado exhortarnos a llamar, di reúne a sus polluelos bajó sus
ciendo: llamad y os abrirán. alas, y tú no qu isiste!” Ahora
L o s R R . del I I N octurn o de la bien, ved ahí hermanos, cómo la
D om in ica precedente, pág. 522.
gallina se torna débil con sus po
lluelos. D e ninguna otra ave
Lección II
notamos que sea madre. Vemos
e s ú s se ha fatigado en el c a que algunas aves hacen sus nidos
J mino por ' ti. Hallamos en a nuestra vista; vemos cada día
Jesús la fuerza y la debilidad; a las golondrinas, las cigüeñas y
las palomas, hacer sus nidos; que Sábado
tengan hijos solamente lo nota
mos cuando están en el nido. Mas MAITINES
la gallina, de tal suerte es solícita L e c c ió n del san to E v a n g e l io
con sus polluelos, que aun no si según sa n Juan
guiéndola éstos, y por lo mismo
no viéndolos ella, con todo des Lección I Cap. 8, 1-11
cubrimos que es madre.
P naquel tiempo: Jesús se re
tiró al monte de los Olivos;
LAUDES
y otro día, de mañana, volvió al
y . Dios ordenó a sus Ange templo. Y lo que sigue.
les. I£. Que te guardasen en to
H o m il ía de san A g u s t ín , O b is p o
dos tus caminos.
Tratado JJ sobre san Juan, después del
Ant. del Bened.— El agua que principio
yo os daré,* si alguno bebiere de
se dirigió al monte
ella no tendrá sed eternamente. ip a esús
D el l ib r o del E xodo
Lección II Cap. 3, 7-10
Lección I Cap. 3, 1-6
r\íjO L E el Señor: He visto la
cupábase M oisés en apa tribulación de mi pueblo en
centar las ovejas de su Egipto, y oído sus clamores, a
suegro Jetro, socerdote causa de la dureza de los sobres
de M adián, y guiando una vez tantes de las obras. Y conociendo
la grey a lo interior del desierto, cuánto padece, he bajado a li
vino hasta el monte de Dios, brarle de las manos de los Egip
Horeb. Donde se le apareció el cios; y hacerle pasar de aquella
Señor en una llama de fuego que tierra a una tierra buena y es?
salía de en medio de una zarza, paciosa, a una tierra que mana
y veía que la zarza estaba ar leche y miel, al país del Cananeo,
diendo, y no se consumía. Por y del Heteo, y del Amorreo, y del
lo que dijo M oisés: Iré a ver esta Ferezeo, y del Heveo y del Jebu-
gran m aravilla, cómo es que no seo. En suma, el clamor de los
se consume la zarza. Pero viendo hijos de Israel ha llegado a mis
el Señor que se acercaba ya pa oídos; y he visto su aflicción, y
ra ver lo que era, llamóle desde cómo son oprimidos de los Egip
entre la zarza, y dijo: Moisés, cios. Pero ven tú, que te quiero
Moisés. Aquí me tienes, respon enviar a Faraón, para que saques
dió él. N o te acerques acá, pro de Egipto al pueblo mío, los hi
siguió el Señor: Quítate el cal jos de Israel.
zado de los pies, porque la tie Se presentó Moisés de
rra que pisas es santa. Y aña lante de Faraón, y dijo: Esto
dió: Y o soy el Dios de tu dice el Señor: * D eja partir a
padre, el Dios de Abrahán, el mi pueblo, para que me sacrifi
D ios de Isaac y el Dios de Ja que en el desierto, y . El Señor
cob. Cubrióse Moisés el rostro, Dios de los Hebreos me ha en
porque no se atrevía a mirar ha viado a ti, diciendo. D eja par
cia Dios. . tir a mi pueblo, para que me sa
I£. Habló el Señor a Moisés, crifique en el desierto.
u ié n soy yo, respondió M oi S erm ón de san B a s il io
* LAUDES TERCIA
*
Y ¿qué cosas vendían en él? Las siguiente, y oye mi palabra; y se
que necesitaban para los sacrifi ré enemigo de tus enemigos. Y
cios de aquel tiempo. Conocéis te daré.
bien vosotros que a aquel pue
blo carnal y de corazón duro le Lección III
fueron prescritos tales sacrificios
que le impidiesen inmolar a los la casa de Dios no debe
ídolos, y por esto inmolaban allí convertirse en casa de nego
bueyes, ovejas y palomas. Lo cio, ¿deberá convertirse en ca
sabéis por haberlo leído. sa de bebida? Al oír semejan
Vosotros que habéis de tes palabras los culpables se en
pasar el Jordán, edificad al Se furecen contra nosotros; mas
ñor un altar, * De piedras que nos consuelan las palabras del
no hayan sido labradas por el Salmo: “ Rechinaron contra mí
hierro, y ofreced sobre él holo sus dientes”. Sabemos escuchar
caustos y hostias pacíficas a vues las palabras que pueden curar
tro Dios. y . Y cuando entrareis nos, por más que sus latigazos
en la tierra que el Señor os ha caigan a golpes redoblados sobr?
de dar, edificad allí al Señor un Jesucristo, puesto que es mal
altar. De. tratada su misma palabra: “ Des
cargaron sobre mí sus azotes a
Lección II porfía, sin saber por qué causa”.
Cristo fué azotado por los azo
D a r e c e , pues, que no era gran tes de los Judíos; y ahora es
pecado vender en el templa azotado por las blasfemias de los
aquello que se adquiría p a n falsos cristianos. Multiplican los
ofrecer allí, y con todo, el Se azotes contra su Señor Dios, y lo
ñor los echó fuera. ¿Qué hubier.t ignoran. En cuanto a nosotros,
hecho si hubiese encontrado allí procuremos con la ayuda de
hombres sumidos en la embria su gracia, hacer lo que nos indi
guez, aquel Señor que arrojó a ta el mismo Salmo: “ Mas yo
los que vendían cosas lícitas, y cuando ellos me atormentaban,
que no vulneraban la justicia vestía cilicio, y con el ayuno hu
*(pues lo que honestamente se millaba mi alma” . *
puede comprar no es ilícito ven 3 • Así como estuve con
derlo), y con todo los echó, no Moisés, así estaré contigo, dice
tolerando que la casa de oración el Señor. * Esfuérzate y sé vale
se convirtiera' en casa de nego roso; introducirás a mi pueblo en
cio? una tierra que mana leche y miel.
I£. Atiende, Israel, a los pre W No temas, porque yo estaré
ceptos del. Señor, y escríbelos en contigo; en cualquier parte que
tu corazón como en un libro. * Y fueres, no te dejaré, ni te aban
te daré la tierra que mana le donaré: Esfuérzate. Gloria al
' che y miel. y . Guarda, de con Padre. Esfuérzate.
LAUDES se maravillaban los Judíos. Y lo
que sigue.
V . Dios ordenó a sus A n
geles. IJ. Que te guardasen en H o m il ía de san A g u s t ín , O b is p o
todos tus caminos. Tratado 29 sobre san Juan, después del
Ant. del Bened. — Quitad eso principio
de aquí, * dice el S^ñor; y no
que se había oculta
quel
hagáis de la casa de mi Padre
do, enseñaba y hablaba
una casa de tráfico.
manifiestamente, y no era
Oración detenido. Se había ocultado para
darnos ejemplo, y no permitía
f)s rogamos, oh Dios omnipo
que le prendiesen, para demos
tente, nos concedáis que
guardando cada año devotamen trar su poder. Cuando enseña
ba se “ admiraban los Judíos”
te las sagradas observancias, os
Según creo, todos se adm i
agrademos en el cuerpo y en el
raban, mas no todos se con
alma. Por nuestro Señor.
vertían. ¿D e dónde provenía la
VISPERAS admiración? De que muchos sa
V - Dios ordenó a sus Ange bían en dónde había nacido, en
les. I£. Que te guardasen en to dónde había sido educado. Jamás
dos tus caminos. le habían visto estudiar, y con
Ant. del Mügnif. — Destruid todo le oían tratar de la ley, ci
este templo, * dice el Señor, y tar sus sentencias, las cuales
yo en tres días lo reedificaré. nadie podría citar a no haber
Esto lo decía refiriéndose al tem las leído, ni nadie las podía leer
plo de su cuerpo. a no haber estudiado, y por esto
se admiraban. Esta admiración
Oración dió motivo al divino M aestro p a
^ scuchadbenignamente, Señor, ra inculcarles profundamente la
nuestras preces; y a los que verdad.
concedéis el afecto de suplicaros, I£. ¿Por qué intentáis m a
otorgadles el auxilio de vuestra tarme. habiéndoos dicho yo la
protección. Por nuestro Señor. verdad? * Si he hablado mal, dad
testimonio de este mal, y si he
Feria Tercera hablado bien ¿por qué me herís!
V . M uchas buenas obras he
“ MAITINES obrado ante vosottos, ¿por cuál
L e c c ió n del san to E v a n g e l io cíe ellas me queréis dar la m uer
según san Juan te? Si he.
Lección I Cap. 7r 14-31 L ección II
£ aquel tiempo: Hacia la mi
n on m otivo de su admiración
tad de la fiesta, subió Jesús ^ y de sus palabras, profirió el
al templó v púsose a enseñar, y Señor unas sentencias m uy pro
fundas y dignas de ser considera ésta no era suya, porque es Ver
das y meditadas con toda aten bo del Padre. Pues, ¿hay nada
ción. ¿Qué les contestó el Señor que sea tan tuyo como tú mis
al ver su admiración porque sa mo? ¿ Y hay nada que sea menos
bía lo que no había aprendido? tuyo que tú mismo, si lo que
“ M i doctrina, dijo, no: es mía, eres pertenece a otro?
sino de aquel que me ha envia Moisés siervo de Dios
do” . Esta es la primera prófum ayunó cuarenta, días y cuarenta
didad; ya que parece que esta«i noches: * Para que mereciera re-
pocas palabras encierran un*¿ cibif la Ley del Señor, y . Su
contradicción. No dtjo, en efec biendo Moisés al monte Sinaí, es
to: “ Esta doctrina no es m ía” ; tuvo en él cuarenta días y cua
sino: “ M i doctrina no es m ía” . renta noches. Para que. Gloria
Si es tuya, ¿cóm o no es tuya? al Padre. Para que.
Pues tú sostienes ambas cosas-
la doctrina es m ía y no es mía. LAUDES
1^. Y o , el Señor, os conduje
por el desierto cuarenta años, y y . Dios ordenó a sus A n
no se destrozaron vuestros ves geles. I£. Que te guardasen en
tidos. * Os di el maná del cielo, todos tus caminos.
y os habéis olvidado de mí, dice Ant. del Bened. — ¿Por qué
el Señor, y . Y o os saqué de la me queréis * dar la muerte, ha
tierra de Egipto, y os libré de biéndoos yo anunciado la verdad?
vuestra esclavitud. Os di.
Oración
J, B r e v , 44
ció el reposo deseado, ya que tol, nacido de la raza de P rofe
constantemente es atribulado con tas: “ Nosotros fuimos en otro
multitud de trabajos. Por nues- tiempo hijos de ira por natura
tio Señor. leza, como los demás” ? Si éra
mos hijos de ira, lo éramos tam
bién de la venganza, del castigo,
Feria Cuarta de la gehena. Y al decir por na
turaleza/ ¿acaso no denota que
MAITINES t
por el pecado del primer hombre
L e c c ió n del san to E v a n g e l io el vicio se constituyó como una
seg ú n san J uan naturaleza? D e consiguiente, si el
pecado fué como una segunda
Lección I Cap. 9, 1-33 naturaleza, podemos decir que to
do hombre en cuanto a su alma
p N aquel tiempo: A l pasar Je
nació ciego.
sús, vió a un hombre ciego de L o s R R . del I I I N o ctu rn o de 1»
nacimiento. Y sus discípulos le D om in ica preced en te, pág. 540.
preguntaron: Maestro, ¿qué pe
Lección II
cados son la causa de que éste
haya nacido ciego, los suyos o los Y / ln o el Señor, y ¿qué hizo?
de sus padres? Y lo que sigue. Nos llamó la atención sobre
un gran misterio. “ Escupió en
H o m il ía de san A g u s t ín , O b is p o
tierra, haciendo barro con su sa-
T rata d o 44 sobre sa n Ju a n , h acia el saliva” porque el Verbo se hizo
principio
carne, “ y untó los ojos del cie
os hechos sorprendentes go” . Los ojos de este hombre es
y maravillosos de la v i taban cubiertos de barro, y aun
da de nuestro Señor Je no veía. Le mandó que fuese a
sucristo son, a la vez, obras y la piscina llamada Siloé. El Evan
palabras: obras porque realmen gelista se encargó de recordarnos
te acaecieron; palabras por ser el nombre de esta piscina, y así
señales. Si meditamos, pues, en nos dijo que significaba Envia
el significado de este milagro, do. Vosotros sabéis quién fué el
veremos que este ciego repre Enviádo. Si él no hubiera sido en
senta al género humano. La ce viado, ninguno de nosotros se hu
guedad fueren el primer hombre biera visto libre de la iniquidad.
efecto de la culpa, y él nos ha Se lavó en aquella piscina que
comunicado a todos, no sólo el significaba Enviado; fué bautiza
germen de la muerte, sino el del do en Cristo. De consiguiente si
pecado. Si la ceguedad es la in el Salvador en cierto modo le
fidelidad y la iluminación es la bautizó al devolverle la vista,
íe, ¿a quién encontró Jesucristo puede decirse que le había he
fiel cuando vino al mundo? ¿No cho catecúmeno cuando le untó
dice, acaso, de sí mismo el Após los ojos.
apiadaos de los que os invoca
mos, a fip de que, por la confe
que habéis oído es un gran
sión de nuestras culpas, alcance
misterio. Pregunta a un hom
mos el perdón de las mismas.
bre: ¿Eres cristiano? T e respon Por nuestro Señor.
de: No lo soy. Le preguntas aún:
¿Eres pagano o judío? Si te res VISPERAS
ponde: N o lo soy, vuelves a El Señor ordenó a sus
preguntar: ¿Eres catecúmeno o Angeles. 1$. Que te guardasen en
fiel? Si responde: Catecúmeno, todos tus caminos.
significa que ha sido ungido, mas Ant. del Magnif.— Aquel .hom
no lavado. Pregúntale cómo ha bre * que se dice Jesús, hizo un
sido ungido, y te responderá. poquito de lodo y lo aplicó a
Pregúntale de nuevo en quién mis ojos, y ahora veo.
cree. Por lo mismo que es cate
cúmeno, te dirá: En Cristo. Ved Oración
ahí que ahora me dirijo a fieles A tiendan , Señor, los oídos de
y a catecúmenos. ¿Qué dije de vuestra misericordia las sú
la saliva y del lodo? Que el Ver plicas de los que oran, y a fin
bo se hizo carne. Esto se enseña de que accedáis a los deseos de
a los catecúmenos, mas no les es quienes os suplican, haced que
suficiente para el fin por el cual os pidan lo que os sea agradable.
fueron ungidos. Acudan presuro Por nuestro Señor.
sos al baño saludable, si quieren
ser iluminados.
Feria Quinta
LAUDES , MAITINES
/. Breo. 45
fe bajo el aspecto de su humil . Enseñaré a los inicuos
dad. Con sus palabras y obras, vuestros caminos; y los impíos
siempre se propuso que se le se convertirán a Vos. * Librad
tuviese como Dios y hombre. Co me de la sangre derramada, oh
mo Dios que nos hizo; como Dios, Dios de mi salvación, y .
hombre que nos buscó; Dios Abriréis, Señor, mis labios, y pu
siempre con el Padre; hombre blicará mi lengua vuestras ala
con nosotros en el tiempo. No banzas. Libradme.
hubiera buscado al hombre que
había hecho, de no haberse con L e c c ió n III
vertido él mismo en este hombre
la verdad que sería un error
que había hecho. Pero tened pre
si dijésemos que Cristo es
sente, y que no se borre jamás
taba en la cabeza, y no en el
este pensamiento de vuestro es
cuerpo; sino que debemos con
píritu: que de tal manera Cristo
fesar que Cristo está todo en la
se hizo hombre, que no dejó de
cabeza, y también en el cuerpo.
ser Dios. Permaneciendo Dios,
Lo que se atribuye a los miem
el que hizo al hombre se hizo
bros, es preciso, pues, atribuír
hombre.
selo también a E l; mas no todo
^ . Vos, oh Señor, sois mi
lo que a El conviene, conviene a
auxilio y mi apoyo; he esperado
sus miembros. Pues si E l no se
en vuestra palabra: * Apartaos
identificara con sus miembros, no
de mí, malvados; y me ocuparé hubiera dicho a Saulo: ¿Por qué
en los mandamientos de mi Dios, me persigues? Y a que Saulo no
y . Aborrecí a los malvados, y le perseguía a él mismo, sino a
amé a vuestra ley. Apartaos. sus miembros que estaban en la
L e c c ió n II
tierra. Con todo, no quiso decir
a mis santos, a mis siervos, ni
R uando se ocultó como hom
tampoco, lo que es más honroso,
bre, no hemos de pensar que
a mis hermanos; sino a mí, esto
perdiese el poder, sino que dio
es, a mis miembros de los cua
un ejemplo a nuestra debilidad.
les soy cabeza.
Pues, ciertamente, fué detenido
I }. N o perdáis, oh Diós, mi
cuando quiso; cuando quiso re
alma con los impíos, ni mi vida
cibió la muerte. M as porque ha
con los hombres sanguinarios. *
bía de tener algunos de sus Salvadme, Señor, y . Libradme,
miembros, esto es los fieles, que Señor, del hombre malo, y del
no poseerían aquel poder que te varón perverso libradme. Salvad
nía nuestro Dios, al ocultarse, al me. No perdáis.
esconderse como para evitar que
le diesen muerte, manifestaba lo LA U D E S
que habían de hacer aquellos
miembros suyos, en los cuales V . Dios mío, libradme de
está verdaderamente él mismo. mis enemigos. . Salvadme de
los que se levantan contra mí. vierno. Y Jesús se paseaba en ei
Ant. del Bened. — Mi tiempo templo, por el pórtico de Salo
* no ha llegado todavía; el vues món. Y lo que sigue.
tro siempre está a punto.
H o m il ía de san A g u s t ín ,O b is p o
Oración Lección II
I z a d n o s , os rogamos. Señor, que £ ? ra en tiempo de invierno, y
seamos perseverantes en se paseaba Jesús por el tem
vuestro servicio, a fin de que el plo, en el pórtico de Salomón.
pueblo que os sirve, aumente en Los Judíos le rodearon, y le de
vuestros días en méritos y en nú cían: “ ¿Hasta cuándo has de traer
mero. Por nuestro Señor. suspensa nuestra alma? Si eres
Cristo dínoslo claramente” . No
deseaban conocer la verdad, sino
Feria Cuarta que preparaban las calumnias
MAITINES contra el Salvador. Era en invier
no y estaban fríos; la pereza les
L ecció n del santo E vangelio privaba de acercarse a aquel
seg ú n san J uan
oivino fuego. Si acercarse a aquel
fuego es creer, el que cree se
Lección I Cap. 10, 22-38
acerca a él; mas el que niega la
p N aquel tiempo: Celebrábase verdad, se aparta del mismo. El
en Jerusalén la fiesta de la alma no se mueve con los pies,
Dedicación, fiesta que era en in sino con los afectos. '
.. . -O
buenas obras * he realizado en
medio de vosotros, ¿por cuál de
J u staban fríos con relación a la
ellas me queréis dar la muerte?
caridad, pero ardían en el d e
seo de dañar. Mucho se habían
Oración
alejado, y allí estaban. N o se
acercaban a él creyendo, pero a ^ a nuestras preces, oh
tended
él les conducía el deseo de per Dios omnipotente; y a los
seguirle. Pretendían que el Se que concedéis la confianza de es
ñor les dijese: Y o soy Cristo; y perar en vuestra piedad, o to r
quizá no miraban a Cristo sino gadles benigno el efecto de vu es
como hombre. Los Profetas tra acostumbrada misericordia.
anunciaron a Cristo; mas la di Por nuestro Señor. .
vinidad de Cristo no la recono
cen los herejes ni en los Profetas
ni en el mismo Fvangelio. Y si Feria Quinta
los herejes no la reconocen, MAITINES
¡cuánto menos los Judíos, mien
tras tienen cegado su corazón! L e c c ió n del san to E v a n g e l io
H o m ilía 33 s o b re lo s E v a n g e lio s
Dios, después de haber
santificado este ayuno, ilus uando pienso en la peni-
trad misericordioso los corazones i g g g tencia de M aría M agda
de vuestros fieles; y a los que lena, antes pefiero llorar
concedéis el afecto de la devo que hablar de ella. ¿Qué pecho
ción, atendedlos benigno cuando habrá, aunque sea de piedra, que
os suplican. Por nuestro Señor. no se sienta conmovido para ha
cer penitencia ante las lágrimas
de esta pecadora? Ella consideró
VISPERAS
lo que había hecho, y no quiso
y . Libradme, Señor, d e 1 aguardar a hacer lo que debía
hombre malvado. I ) . D el varón para repararlo. Entró mientras
perverso apartadme. estaban en el banquete; vino sin
Ant. del Magnif. — Muchas ser invitada y en medio del fes
tín ofreció sus lágrimas. Consi ñor el que la atrajo por su mi
dera el gran dolor que la consu sericordia interiormente, y el
me cuando no se avergüenza de que lleno de mansedumbre la re
llorar aún en medio del convite. cibió ante los convidados.
E l p rim e r R e s p o n s o rio fle la F e r ia E l te rce r R esp on so rio del I N o c tu r
II p re ce d e n te , p ág . 560. no de la D o m in ic a p reced en te, pág. 555.
Lección II LAUDES
Lección II Tratado 51
Sábado p día siguiente, una multitud
L
MAITINES que había venido para cele
brar la fiesta, como oyese que
L e c c ió n del san to E v a n g e l io
Jesús había venido a Jerusalén,
^ segú n san J uan
cogió ramos de palmas, y sa
Lección I Cap. 12, 10-36 lió a recibir a Jesús, y clamaba:
“ ¡Hosanna! bendito el que viene
p*N aquel tiempo: Los príncipes en el nombre del Señor, el Rey
de los sacerdotes deliberaron de Israel” . Los ramos de palmas
quitar también la vida a Lázaro, son alabanzas y emblemas de la
4
visto |ue muchos Judíos, por victoria, ya que el Señor con su
muerte había de vencer a la muer
te, y con el trofeo de la cruz
había de triunfar del diablo, prín Q s rogamos, Señor, que ade
cipe de la muerte. Según algunos lante en el afecto de una de
conocedores del hebreo, la palabra voción piadosa el pueblo que os
“ hosanna” denota súplica, y es está consagrado, para que, ins
una de aquellas que expresan más truido en las acciones sagradas,
bien un sentimiento del corazón cuanto más grato se hace a vues
que una idea determinada; tales tra majestad, tanto aumente en
son las palabras que en las len preciosos dones Por N. S.
guas latinas se llaman interjec
VISPERAS
ciones: así, para expresar pena,
gozo y otros afectos, exclama Antífonas y Salmos del Sábado, pá
gina 237.
mos, ¡Ah! ¡O h!, u otras voces
semejantes. Capitula Philipp., 2, 5-7
*
tará el asunto que se trata. De tencia de su majestad al furor
consiguiente, humíllese la debi del diablo, y no le opuso más
lidad humana delante de la gloria que la flaqueza de nuestra debi
de Dios, y confiese que es siem lidad. Si aquel enemigo cruel y
pre insuficiente para exponer las soberbio hubiese podido conocer
obras de su misericordia. Esfuér el designio de la misericordia de
cese nuestra inteligencia, perma Dios, ciertamente que habría pre
nezca en suspenso nuestro espí- ferido inspirar sentimientos de
t¡Lu, y deficiente nuestra expre mansedumbre en el ánimo de los
sión. Nos conviene damos cuen- Judíos que odios injustos, a
t i de lo pequeñas que son ante* fin de no perder el dominio de
la realidad nuestras ideas más sus esclavos, persiguiendo la li
elevadas acerca de la majestad bertad de aquel que nada le de
del Señor. bía.
I£. M i enemigo cerró mis ca 1}. Salvadme, oh Dios, por
minos, mi adversario se ha hecho que me han llegado las aguas
como un león que acecha, y me hasta el alma; no apartéis vues
ha llenado de amargura'; se es tro rostro de mí; * Puesto que
forzaron para darme la muerte, estoy atribulado, oídme, Señor,
y cerraron mis pasos. * Señor, Dios mío. y Atended a mi al
atended a sus iniquidades, y juz ma y libradla; salvadme a causa
gad la causa de mi alma,- defen de mis enemigos. Puesto que.
sor mío. y . He sido el escarnio
de todo el pueblo, y de mí se Lección VI
han mofado todo el día. Señor.
Q u malignidad le engañó; infi
Lección V rió al Hijo de Dios un su
plicio que había de redundar en
A l decir el Profeta: “ Buscad remedio de todos los hijos de
al Señor, y esforzaos, bus los hombres. Derramó la sangre
cad siempre su rostro” , nadie pre inocente, que debía ser la recon
suma haber hallado todo lo que ciliación del mundo y nuestra
busca; no sea que deje de acer bebida. El Señor sufrió lo que
carse a él si deja de encaminar hr»bía elegido según los designios
se hacia él. Ahora bien, entre to de su voluntad. Se puso en m a
das las obras de Dios anteólas nos de sus enfurecidos enemigos,
cuales desfallece la admiración los cuales, al dejarse arrastrar
humana, ¿hay otra que conmueva .f>or su propia maldad, se hicie
nuestro espíritu y sea superior a ron servidores del Redentor. Era
las fuerzas de la inteligencia co. tanta la ternura de su amor en
mo la pasión del Salvador? El favor de los mismos que le cru
cual, para librar al linaje hu cificaban, que estando en la Cruz
mano de la esclavitud de la mor suplicaba a su Padre, no que los
tal prevaricación, ocultó la po castigase, sino que los perdonase.
]>. Señor, no queráis tratar tos se hallan plantados en la ca
me como extraño; perdonadme sa de Dios, puedan decir verdar
en el día malo; sean confundidos deramente: “ Y o soy como olivo
cuantos me persiguen. * Y no fructífero que está en la casa del
sea yo confundido, y . Todos Señor” .
mis enemigos que buscan mi al 1$. El Señor, como guerrero
ma, sean confundidos. Y no. Se valeroso, está conmigo; por esto
ñor. me han perseguido, y no lo pu
III NOCTURN O dieron comprender; Señor, Vos
sois el que examináis lo más ín
L e c c ió n del san to E v a n g e l io timo de nosotros y los corazones.
seg ú n san M ateo * A Vos he revelado mi causa.
Lección VII Cap. 21, 1-9 y . Vos, Señor, visteis sus iniqui
dades contra m í; juzgad mi cau
P n aquel tiempo: Acercándose
sa. A Vos.
Jesús a Jerusalén y llegando
a Betfagé al pie del monte de lo*.
Olivos, envió a dos de sus discí
Lección VIH
pulos, diciéndoles. Y lo que sigue. 'W' • quizá aquel monte significa
el mismo Cristo. ¿Quién,
H o m il ía de S. A m b r o s io , O b is p o
sino él, producirá tal abundan
Libro 9 sobre san Lucas
cia de olivos y no de esos olivos
s digno de atención el he que se doblegan bajo la abundan
cho de subir al templo cia de los frutos, sino de aquellos
después de dejar a los que demuestran su fecundidad
Judíos, aquel Señor que debía comunicando a las naciones la
habitar en los corazones de los gracia del Espíritu Santo? E l es
gentiles. El verdadero templo es también aquel por quien subimos
aquel en el cual el Señor es ado y hacia quien subimos. Es lu
rado, no según la letra, sino en puerta y el camino; la puerta que
espíritu. El templo de Dios es el se abre y aquel que la abre; la
que está constituido, no por una puerta donde llaman los que
construcción de piedras, sino por quieren entrar, y el Dios a quien
el encadenamiento de las verda adoran los que han merecido en
des de la fe. El Señor abandona, trar. Estaba, pues, Jesús en un
pues, a los que le odiaban, pueblo, y había allí un pollino
y escoge a los que debían amarle. atado junfo a su m adre; un po
Y por esto sube al monte de los llino que no podía ser desatado
Olivos, para plantar con su vir sino por orden d#l Señor. Lo des
tud divina estos noveles retoños ata la mano de un Apóstol. T a
de olivo que tienen por m adrt les son los actos, tal la vida, tal
la Jerusalén espiritual. En este la gracia. Sed, pues, vosotros tie
monte está El mismo, el celeste tal. manera que podáis librar a
agricultor, de' tal suerte que cuan los que están ligados.
•• . -
I£. Los impíos dijeron dentro pollino nadie se había aún senta
de sí mismos, no pensando recta do; y esto porque antes de
mente: Busquemos cómo perder Cristo nadie había llamado los
al justo, ya que es contrario a pueblos gentiles a la Iglesia. Lee
nuestras obras; se jacta de po mos, en efecto, en san Marcos;
seer la ciencia de Dios, se da el “ Sobre el cual ningún hombre se
nombre de H ijo de Dios, y se glo había aún sentado” .
ría de tener a Dios por Padre. * IJ. M e cercaron hombres
Veamos si sus discursos son ver mentirosos; sin causa me azota
daderos, y si verdaderamente es ron; * Mas Vos, Señor, que sois
H ijo de Dios, que le libre de mí defensor, vengadme, y . Y a
nuestras manos; condenémosle a que la tribulación está cercana,
una muerte la más ignominiosa. y no hay quien me ayude. Mas
Y . Como insensatos hemos sido Vos. Me cercaron.
reputados por él, y no sigue nues
tros caminos como si fueran lle
nos de maldad; y prefiere el fin
LAUDES
de los justos. Veamos. Ant. 1. El Señor Dios * es mi
auxilio; y por esto no he sido
Lección IX confundido.
Se dicen los Salmos, de Dominica
ONSIDEREMOS ah o ra q u ié n e s rtel segundo lugar, pág. 59.
son los que, después de ha 2. Mis enemigos me cerca
ber sido convencidos de pecado, ron; * pero me vengué de ellos
fueron arrojados del paraíso y en nombre del Señor.
arrojados a un lugar vulgar, com 3. Juzgad mi causa; * defen
parable a ese pueblo. Y ved de dedme, Señor, ya que sois pode
qué modo la Vida llama de nue roso.
vo a los que la muerte había 4. A los Angeles * y a los ni
desterrado. Leemos en san M a ños agreguémonos con fe viva,
teo que el H ijo de Dios envió cantando al triunfador de la
a que desatasen el pollino y el muerte: Hosanna en las alturas.
asna; como ambos sexos habían 5. Sean confundidos * los que
sido arrojados del paraíso en la me persiguen, v no lo sea yo,
persona de nuestros primeros pa Señor, Dios mío.
dres, quiso dar a entender, por Se dice la misma Capitula de Víspe
el símbolo de estos dos animales, ras. Himno del Ordinario, pág. 14.
que venía a llamar a ambos se y . Oh Dios mío, libradme
xos. Parece que el asna signifi de mis enemigos. 1^. Salvadme
caba a E va culpable, y el pollino, de los que se levantan contra mí.
el pueblo gentil en general; por Ant. del Bened. — Una gran
esto se sentó el Salvador sobre multitud de pueblo * que había
el pollino, hijo del asna. Y muy acudido á la fiesta, clamaba al
bien se hace notar que sobre el Señor: Bendito el que viene en
nombre del Señor: Hosanna en los cuernos del unicornio a mi
las alturas. debilidad. Libradme. De la boca
Oración Omnipotente, pág. 56S. V . No dejéis, oh Dios, mi
alma en poder de los impíos. R .
PRIMA Y mi vida a merced de los hom
bres malvados.
Ant. — Los niños de los H e
breos, * llevando ramos de olivo,
NONA
salieron a recibir al Señor, cla
mando y diciendo: Hosanna en Ant. — Invocaré * vuestro
las alturas. nombre, Señor; no apartéis vues
tro rostro de mis clamores.
TERCIA
volvió Jesús a Betania, donde T * oda alma que quiera ser fiel,
Lázaro había muerto, a quien debe con María ungir los
Jesús resucitó. Y lo que sigue. pies del Señor con ungüento pre
cioso. Aquel ungüento significaba
H o m il ía de san A g u s t ín , O b is p o
la justicia; por esto pesaba una
Tratado 50 sobre san Juan, después libra; era también un perfume de
del principio
nardo puro y de gran precio. El
ñn de que los hombres nombre “ pisticus” dado a ' este
no creyeran que era una perfume designa probablemente el
ficción el haber resucita lugar de donde procedía, pero no
do a Lázaro, éste era uno de los sin motivo se menciona en el
que estaban sentados a la mesa. texto, ya c, le se relaciona per
Bebía, hablaba, comía; la verdad fectamente con el misterio de
se mostraba, y la infidelidad de que se trata. La palabra griega
los Judíos era confundida. Así, “ pistis” significa: fe. ¿Buscas
pues, Jesús estaba sentado a la practicar la justicia? “ El justo
mesa con Lázaro y los demás vive de la fe ” . Unge los pies de
Marta, una de las hermanas de Jesús practicando el bien. Sigue
Lázaro, servía. Mas María, otra las huellas del Señor. Con tus ca
de las hermanas de Lázaro, tomó bellos limpia sus pies: si tienes
una libra de perfumes de nardo bienes superfluos, dalos a los po
y ungió los pies de Jesús, y lim bres y habrás limpiado los pies
pió sus pies*con sus cabellos, y de Jesús, ya que los cabellos de
la casa se llenó del olor que des signan lo superfluo del cuerpo.
pedía el ungüento. Hemos oído Con esto ya sabes qué has de
el hecho; ahora indaguemos el hacer de tus bienes superfluos.
misterio. A ti son superfluos, pero a los
1£. Los impíos dijeron: Opri pies del Señor son necesarios.
mamos al varón justo injusta Quizá los pies del Señor en la
mente; como el infierno tragué tierra están necesitados.
mosle viv o ; borremos su memo I£ . He sido constituido el
ria de la tierra, y de sus despo oprobio de mis enemigos; me
jos echemos suertes entre nos vieron y agitaron sus cabezas. *
otros. Así los hombres atesoraron Ayudadme, S e ñ o r Dios mío.
4 II
■- .
V . Hablaron contra mí falsamen 2. Desenvaina la espada * con
te, y me cercaron con sus discur. tra aquellos que dispersan mi re
sos llenos de odio. Ayudadme. baño.
3. Estimaron * lo que valía
en treinta monedas, con las cua
Lección III
les fui apreciado por ellos.
r ) E quiénes sino de sus miem 4. Las aguas me cubrieron *
bros en el juicio unal ha de sobre la cabeza; yo dije: He pe
decir: “ Lo que hicisteis a uno de recido; invocaré vuestro nombre,
mis pequeñitos a mí lo hicisteis” ? Señor Dios.
Disteis lo que os era superfluo, 5. Considerad Señor, * las pa
pero habéis obsequiado a mis pies. labras de mis enemigos y sus m is
“ La casa se llenó de olor” ; el mos pensamientos.
mundo se ha llenado con la buena Ant. del Bened. — Padre, glo
fama, ya que el buen olor es la rifícame * en ti mismo con aque
buena fama. Los que viven mal y lla gloria que tuve, antes que el
se llaman cristianos, hacen injuria mundo existiese.
a Cristo; de ellos se ha dicho
que por ellos es blasfemado el Oración '
nombre del Señor. Si por los ta
les es blasfemado el nombre del / C o n c e d e d n o s , Dios omnipo
Señor, por los buenos el nombre tente, que pues por nuestra
del Señor es alabado. Oye al flaqueza desfallecemos en -tantas
Apóstol: “ Somos el buen olor de adversidades, seamos auxiliados
Cristo, dice, en todas partes” . mediante la Pasión de vuestro
]$. Se levantaron contra mí unigénito H ijo. El cual con Vos
testigos pérfidos y sin miseri vive y reina.
cordia. y procuraron matarm e; no
cesaron de escupir mi rostro, y VISPERAS
con sus lanzas me hirieron, y se
conmovieron todos mis huesos. * Ant. del Magnif. — N o ten
Y o me consideraba como muerto drías * en mí potestad alguna, a
sobre la tierra, y . Derramaron no ser que de arriba te hubiese
su furor contra mi persona, re sido dada.
chinaron sus dientes contra mí
Yo. Se levantaron. Oración
K
oh Dios, salvador
yu d ad n os,
LAUDES Y HORAS nuestro, y concedednos que
lleguemos gozosos a celebrar la
Ant. 1. No aparté mí rostro *
memoria de los beneficios con
de los que me insultaban y escu
que os dignasteis restauramos.
pían.
Por nuestro Señor. .
Los Salmos son los de Feria en
el segundo lugar, pág. 93.
vían en paz conmigo y estaban
a mi lado, diciendo: Engañémos
le y prevaleceremos contra él;
MAITINES mas tu, Señor, estás conmigo co
D e l P r o f e t a J e r e m ía s mo guerrero esforzado. * Caigan
en el oprobio eterno, para que
Lección I Cap. 11, 15-20
vea tu venganza contra ellos,
ó m o es que ese pueblo que
porque a ti he manifestado mi
era mi pueblo querido, ha causa. Juzga, Señor, la causa
cometido tantas maldades de mi alma, tú que defiendes mi
en mi misma casa? ¿Acaso las vida. Caigan.
carnes sacrificadas te han de pu
rificar de tus maldades, de las Lección II Cap. 12, 1-4
cuales has hecho alarde? El Se
ñor te dió el nombre de olivo \J ERDADERAMENTE, Señor, iCO-
fértil, bello, fructífero, ameno; a nozco que tú eres justo, aun
la voz de una palabra suya, pren que yo me atreva a pedirte la ra
dió en el olivo un gran fuego, y zón de algunas cosas. A pesar de
quedaron abrasadas todas sus ra eso, yo te diré una queja mía al
mas. Y el Señor de los ejércitos parecer justa. ¿Por qué motivo
que te plantó, decretó calamida a los impíos todo les sale próspe
des contra ti, a causa de las m al ramente, y lo pasan bien todos los
dades que la casa de Israel y la que prevarican y obran mal? T ú
casa de Judá cometieron para los plantaste, y ellos echaron raí
irritarme, sacrificando a los ído ces, van medrando y fructifican.
los. M as tú, oh Señor, me lo hi Te tienen mucho en sus labios,
ciste ver, y lo conocí; me mos pero muy lejos de su corazón
traste entonces sus designios. Y En cuanto a mí, oh Señor, tú me
yo era como un manso cordero, conoces bien, me has visto, y has
que es llevado al sacrificio, y no experimentado qué tal es mi co
había advertido que ellos habían razón para contigo. Reúnelos co
maquinado contra mí, diciendo: mo rebaño para el sacrificio, y
“ Ea, démosle leña en lugar de destínalos aparte para el día de
pan, y exterminémosle de la tie la mortandad. ¿Hasta cuándo ha
rra de los vivientes, y no quede de llorar la tierra, y secarse la
ya más memoria de su nombre” . hierba en toda la región por U
Pero tú, oh Señor de los ejérci malicia de sus habitantes? Han
tos, que juzgas con justicia, y es perecido las bestias y las aves,
cudriñas los corazones y los afec porque dijeron: “ No verá el Se
tos, harás que yo te vea tomar ñor nuestro fin” .
venganza de ellos, puesto que en Oh Dios de Israel, por ti
tus mahos puse mi causa. sufrí la afrenta, cubrió la ver
fy. Afrentas y terrores me güenza mi rostro, he sido mirado
hicieron sufrir aquellos que vi- como extraño por mis hermanos
I. Brev. 46
y como huésped por los hijos de Los Salmos son los de Feria del
segundo lugar, pág. 119.
mi madre. * Porque me devoró
2. Tomad en vuestras manos
el celo de tu casa. y . Atiende a
mi causa, * Señor; del hombre
mi alma, y líbrala; a causa di*
mis enemigos, sálvame. Porque perverso y falso, libradme.
me devoró el celo de tu casa. 3. Cuando me hallaba atribu
lado * he clamado a Vos, Señor,
desde lo más profundo, y me
Lección III Cap. 12, 7-11
habéis oído.
4. Señor, me hacen violencia,
l—l e desamparado mi casa, he
* responded por mí; porque no
abandonado mi heredad, he
sé qué responder a mis enemi
entregado la que era la delicia de
gos.
mi alma en manos de mis ene
5. Dijeron los impíos: * P er
migos. M i heredad se ha vuelto
sigamos al varón justo, porque
para mí como un león entre bre
ñas, ha levantado la voz contra es contrario a nuestras obras.
Ant. del Bened. — Antes de la
mí, por eso la he aborrecido.
fiesta de Pascua* * sabiendo Je
¿E s acas.o para mí la heredad mía
como ave de varios colores? Ea, sús que había llegado su hora,
habiendo amado a los suyos, en
venid, bestias todas de la tierra,
el fin les amó.
corred a devorarla. Muchos pas
tores han talado mi viña, han
bollado mi heredad, han conver Oración
tido mi deliciosa posesión en un
puro desierto. Asoláronla, y ella r\ jln ip o t e n t e y sempiterno
vuelve hacia mi sus ojos lloro Dios, otorgadnos que de tal
sos. Está horrorosamente deso suerte celebremos los misterios
lada toda la tierra, porque no de la pasión del Señor, que me
hay nadie que reflexione en su rezcamos alcanzar el perdón. Por
corazón. . el mismo Señor.
I£. La multitud de los pue
blos me ha rodeado, y no devolví VISPERAS
mal por mal. * Sea abatida, Se
ñor, la maldad de los pecadores Ant. del Magnif. — Tengo p o
y encaminad al justo. der * de entregar mi alma, y de
y . Juzgadme, Señor, según tomarla de nuevo.
vuestra justicia. Sea abatida. La
multitud. Oración
■+ -.
i aquellas que no se hartaba de
I hacer la virgen de Israel? ¿Acaso
puede faltar nieve en los peñas
MAITINES cos de las espaciosas sierras del
D e l P ro feta J erem ías Líbano? ¿O pueden agotarse los
manantiales, cuyas frescas aguas
Lección I Cap. 17, 13-13 corren sobre la tierra? Pues he
aquí que mi pueblo se ha olvida
h, Señor, esperanza de
do de mí, ofreciendo sacrificios
Israel! Los que de ti se
a la vanidad de los ídolos, y tro
alejan, en la tierra serán
pezando en sus caminos, en los
escritos, porque han abandonado
antiguos caminos, por seguir, un
al Señor, vena de aguas vivas.
carril no trillado, reduciendo as;
Sáname, Señor, y quedaré sano;
su tierra a desolación, y a ser
sálvame y seré salvo, pues que
para siempre objeto de mofa y
mi gloría eres tú. He aquí que
de asombro para todo pasajero,
ellos me están diciendo: ¿Dónde
que al verla, meneará su cabeza.
está la palabra del Señor? Que se
Porque como viento abrasador los
cumpla. M as yo no me he tur
dispersaré delante de mis enemi
bado siguiendo tus huellas, oh
gos. Les volveré las espaldas, y
pastor m ío; pues nunca apetecí
no mi rostro, en el día de su per
día o favor de hombre alguno, tú
dición. Mas ellos dijeron: Venia
lo sabes. Lo que anuncié con mis
y tratemos seriamente de obrar
labios fué recto en tu presencia.
contra Jeremías: porque no fal
N o seas, pues, para mí motivo
tará la ley de boca del sacerdote,
de temor, tú esperanza mía en
ni el consejo del sabio, ni la pa
el tiempo de aflicción. Confun
labra del profeta, atravesémosle
didos queden ios que me persi
con nuestra lengua. Venid, y no
guen, no quede confundido yo,
hagamos caso de ninguna de sus
teman ellos, y no tema yo; envh
palabras.
sobre ellos el día de la aflicción,
El octavo Responsorio de la Domi
y castígalos con doble azote. nica precedente, pág. 573.
IJ. Con lengua falaz me a ta
can, me envuelven con palabras Lección III Cap. IS, 19-23
de odio; en vez de amarme, me
^ calumnian: * M as yo sigo en la Q h Señor, mira por mí, y pa
oración, y me habéis oído, Se ra tu atención en lo que di
ñor, Dios mío. \ r . M e devuelven cen mis adversarios. ¿Conque así
m áf por bien; odio en cambio de se vuelve mal por bien, que han
amor. M as yo. cavado una hoya para hacerme
perder la vida? Acuérdate de
Lección II • Cap. 18, 13-18
cuando me presentaba yo en tu
u ién ha oído jam ás tales y acatamiento, para hablarte a su
Q tan horrendas cosas, como favor, y para desviar de ellos tu
enojo. Por tanto, abandona SU3 4. T odos mis enemigos * o ye
hijos al ham bre, y entrégalos al ron mis m ales; Señor, se han ale
filo de la espada; viudas y sin grado, porque Vos lo ordenasteis.
hijos queden sus m ujeres, y m ue 5. H aced, Señor, * justicia al
ran una m uerte infeliz sus m a que sufre la inju ria; y desbara
ridos, y véanse en el com bate tad los planes de los m alvados.
sus jóvenes atravesados con U Ant. del Bened. — Simón,
espada. Oiganse alaridos en sus ¿duerm es? * ¿no pudiste velar
casas. Porque tú has de conducir una hora conm igo?
contra ellos súbitam ente al sal
teador, contra ellos que cavaron Oración
la hoya para cogerm e, y tendie
ron lazos ocultos a mis pies. M as suplicam os, omnipotente
tú, oh Señor, conoces bien todos Dios, nos concedáis que m e
sus designios de m uerte contra diante la pasión de vuestro unigé
mí. N o les perdones su m aldad; nito H ijo , nos veam os libres de
ni se borre de tu presencia su nuestros excesos que nos afligen
pecado. D erribados sean delante incesantem ente. V os que vivís y
de ti. A caba con ellos en el reináis.
tiempo de tu furor.
E l noveno R esp onscorio de la Do-
nica precedente, pág. 573. A VÍSPERAS
el Señor en destruir
en só
MAITINES
el 'm uro de la hija de
I NO CTURNO
Sión, tiró su cordel, y no
Ant. 1. Se han coligado los retiró su mano hasta que la de
reyes de la tierra, * y se han m olió; y lloró el antemural, y
confederado los príncipes contra quedó luego arrasada la muralla.
el Señor, y contra su Cristo. Tet. Sepultadas quedaron sus
Salmo 2, pág. 47. puertas entre las ruinas, destru
2. Repartiéronse entre sí * yó e hizo pedazos sus cerrojos;
mis vestiduras, y sobre mis ropas su rey y sus magnates arrojados
echaron suertes. a las naciones; y a no hay ley, y
Salm o 2 1, pág. 199. sus profetas y a no tienen visio
3. Conspiraron contra mí * nes del Señor.
falsos testigos, y la iniquidad ha Jod. Sentados están en tierra,
mentido contra sí misma. y sumidos en profundo silencio
Salmo 26, pág. 96. ’ os ancianos de la h ija de Sión;
y . Repartiéronse entre sí tienen cubiertas de ceniza sus
mis vestiduras. IJ . Y sobre mis cabezas, vistiéronse de cilicio;
ropas echaron suertes. abatida hasta la tierra tienen su
cabeza las vírgenes de Jerusalén. sino que te profetizaban falsa
Caf. Cegáronse mis ojos de mente triunfos y expulsión de tus
tanto llorar; estremeciéronse mis enemigos.
entrañas; vertióseme por el sue Sámech. Todos cuantos pasa
lo la hiel en vista del quebranto ban por el camino aplaudieron
de la hija de mi pueblo, cuando tu ruina con palmadas; silbaron
el pequeño y el niño de teta y menearon su cabeza sobre la
caían desmayados por las plazas hija de Jerusalén. ¿Es ésta, de
de la ciudad. cían, la ciudad de perfecta her
Jerusalén, Jerusalén, conviérte mosura, encanto del universo?
te al Señor, tu Dios. Jerusalén, Jerusalén, conviér
. M e abandonaron todos tete al Señor, tu Dios.
mis amigos, y prevalecieron los I£. El velo del templo se ras
que me armaban asechanzas; me gó. * Y tembló toda la tierra; el
hizo traición aquel a quien yo ladrón desde la cruz clamaba di
amaba. * Y dirigiéndome mira ciendo: Seí or, acuérdate de mí
das terribles, e hiriéndome cruel cuando llegues a tu reino, y . Las
mente, me daban a beber vina piedras se partieron, y los sepul
gre. y . M e equipararon con los cros se abrieron, y muchos cuer
malvados, y no perdonaron a mi pos de santos que habían muer
vida. Y dirigiéndome. to resucitaron. Y tembló.
I . B rev . 47
mei, pág. 59, y la Oración Volved, Ant. del Magnif. — Habiendo
pág. 587.
tomado el vinagre, * dijo: Con
sumado está; e inclinada la ca
VISPERAS
beza, exhaló el espíritu.
Las Antífonas y los Salmos son los La Antífona Cristo se hizo con lo
mismos que los del día anterior, los restante puesto en la pág. 587.
cuales también se dicen sin canto, Las Completas se dicen como en el
pág. 587. I Jueves Santo.
Sábado Santo
Doble de I clase
V é a n se las R ú b rica s de la pág. 581. Het. Cada día las hay nuevas
MAITINES desde muy temprano; grande es
vuestra fidelidad.
I NO CT UR NO ‘
H et. M i herencia,' dice• el ali
A nt. 1. En él dormiré * sose ma mía, es el Señor; por tanto
gadamente, y descansaré. pondré en él mi confianza.
S alm o 4, pág. 77.
Tet. Bueno es el Señor para
2. M orará en vuestro taber
los que esperan en él, para el
naculo; * descansará en vuestro
alma que le busca.
santo monte.
S alm o 14, pág. 82. Tet. Bueno es aguardar en si
3. M i cuerpo * descansará en lencio la salud que viene de
la esperanza. Dios. 5
S alm o 15 , pág. 132. Tet. Bueno es para el hombre
y . Reposaré en paz. y . D o r llevar el yugo desde su moce
m iré y descansaré. dad.
D e la L a m e n t a c ió n d el P r o feta
Iod. Se sentará solitario, y ca
llará, porque este yugo le tomó
J e r e m ía s
sobre sí.
L ección I Cap. 30, 22-30
Jod. Hundirá* en el polvo su
H et
semblante, si acaso queda espe
J W i j is E R i c o R D i A es del Señor ranza.
fltV wjl 9 el que no hayamos sido Iod. Presentará la mejilla al
1 que le hiere, será saciado de
destrüídos; porque jamás
han faltado sus jpiedades. oprobios. -
Jerusalén, Jerusalén, conviérte Levántate, Jerusalén, y
te al Señor, tu Dios. deja los vestidos de alegría; cú
I£. Como oveja fué conduci brete de ceniza y de cilicio, *
do al matadero, y cuando le m al Porque en ti ha sido muerto el
trataban no abrió su boca; fué Salvador de Israel, y . Vierte lá
entregado a la muerte. * Para dar grimas a torrentes de día y de
vida a su pueblo, y . Se entregó noche, y no cesen tus ojos de
a sí mismo a la muerte, y fué llorar. Porque.
contado entre los malhechores
E m p ie z a l a O r a c ió n d e l
Para dar.
P r o f e t a J e r e m ía s
Lección VI III NO CT UR NO
^tfffptfppppppppfjppppppptpítpppppljptfppppppppl
Domingo de Resurrección 1
D oble de I clase con Octava privilegiada de primer orden
NOCTURNO -
MAITINES
Ant. 1. Y o soy el que soy, *
P a d re nu estro. A ve M aria v Credo. y mis acuerdos no se avienen
y . Señor, abrid mis labios. con los impíos, sino que en la
y . Oh D ios, venid en mi au ley del Señor está puesta mi vo
xilio. luntad, aleluya.
Gloria al Padre. Como era. Salm o 1, pág. 47.
Invitatorio. — Resucitó verda 2. Pedí a mi Padre, aleluya;
deram ente el Señor, * Aleluya. * dióme las naciones, aleluya, por
Salmo 94. — Venid, alegré herencia, aleluya.
monos, pág. 3. Salm o 2, pág. 47.
L o s H im nos y C a p itu la s no se dicen 3. Dormím e * y cogí:el sue
en las H o ra s; tam poco se dicen los
V e r s ic u lo s , a no ser en el I N octurno. ño, y me levanté, porque el Se-
1. H em os indicado ya al p rin cip iar el estudio del año litú rgico, que eran
dos los períodos prin cipales del m ism o: el periodo de N avidad y el de Pascua.
D esp ués de todo cuanto acabam os de expon er, podríam os añ ad ir, que el más
im portante de estos dos periodos, y aquel al cual se ordena el prim ero, es el
período de P a scu a. E sta es verdaderam en te el centro de todo el año eclesiás
tico y de todo el culto católico. S i suprim im os el día santísim o de P a scu a, ca
recen de razó n de ser todas las otras festivid ad es y solem nidades dedicadas
a Jesu cristo . P o r esta razón no debem os extrañ arn o s de que este día haya
sido celebrado siem pre como lá solem nidad de las solem nidades; como el día
q u e h izo el S e ñ o r; y que todos los otros domingos del año sean como una
conm em oración de aquel triu n fo de Jesu cristo, y como una octava que tiene
lu g a r y se repite en cada una de las sem anas ,del a ñ o . litú rgico . En esta grande
fe stiv id a d , como en tan tas otras cosas, la Igle sia es, hasta cierto punto, la
h eredera de la S in agoga. E l año eclesiástico, no es otra cosa que la com binación
de dos calen d ario s, el uno ju d ío y el otro cristian o. A l calendario judío co
rresponden las fiestas m ovibles; al calend ario cristian o la s fiestas fijas. El
tiempo, pascu al, que com prende desde el dom ingo de R esu rrección hasta el sá-
badij d espüés de Pen tecostés, en el concepto de la litu rg ia constituye una con
tin u ad a pascua. E s una prolongada a le g ría e sp iritu al por el triu n fo de Je
su cristo , por su victo ria contra el m undo y todos sus enem igos. E sta victoria
d espu és de h aberla celebrado gloriosam en te la Ig le sia m ilitan te, fu é celebrada
con la m ás excelsa y sublim e gran deza por la Ig le sia triu n fa n te , cuando J e
su cristo , con su adm irable A sce n sió n , term ina su itin erario sobre la tierra, y
nor me tomó bajo su amparo, I se hizo, a fin de pensar en lo que,
aleluya.'- I a imitación de lo que hicieron
Salmo 3, pág. 48. ■" ellas, nos toca hacer a nosotros.
Resucitó del sepulcro el Nosotros, pues, que creemos tam
Señor, aleluya. Aquel que por bién en aquel que murió, iremos
nosotros estuvo pendiente en e en verdad a su sepulcro con a r o
madero, aleluya. mas, si buscamos al Señor llenes
Absolución: Atended. de fragancia de virtudes y de f a
Bendición: La lección evangé ma de buenas obras. Ven a los
lica. Angeles aquellas mujeres que
fueron con aromas, porque sólo
L ecció n d e l S a n to E va n g e lio perciben a los ciudadanos del cie
s e g ú n san M a r c o s lo los ojos de aquellas almas, que
exhalando olor de virtudes se e n
Lección I Cap. 16, 1-7 caminaban al Señor por medio
de santos deseos.
p N aquel tiempo M aría M agda I£. Un Angel del Señor bajó
lena, y M aría madre de San del cielo, y llegándose rem ovió
tiago, y Salomé compraron aro la piedra y sentóse encima, y dijo
mas para ir a embalsamar a Je a las m ujeres: * No temáis, pues
sús. Y lo que sigue. sé que buscáis a í crucificado; re
sucitó y a ; venid y ved el lugar
H o m ilía d e san G r e g o r io , P apa donde estaba colocado el Señor,
H om ilía 21 sobre los E van gelios aleluya, y . Y entrando en el
sepulcro vieron a un mancebo
a b é is oído, hermanos ca sentado a la derecha, vestido de
rísimos, que las santas Dlanca túnica, y quedaron atóni
mujeres, que habían se tas, y él les d ijo : N o temáis
guido al Señor, fueron con aro Gloria al Padre. Un Angel del
mas al sepulcro, y que, al que Señor bajó del cielo, y llegándo-
habían amado vivo, con su be rem ovió la piedra y sentóse
celo lleno de humanidad, le tribu encima, y d ijo a las m ujeres: *
tan obsequios aun después de N o temáis, pues sé que buscáis
muerto. M as lo hecho por ellas al crucificado; resucitó y a ; venid
indica algo de lo que en la santa y ved el lugar donde estaba co-
Iglesia debe hacerse. Así, pues, oeado el Señor.
es necesario que oigamos lo que Bendición : E l auxilio divino.
re^ ¡ de su resurrección
espu és
Oración
{íM se dejó ver Jesús en el
( ~ ) h D ios que unisteis diversas monte de Galilea, y allí
naciones en la confesión de fué adorado, aunque duden algu
nos, cuya duda aumenta nuestn bautizadas, por lo tanto, en nom
fe. Entonces más claramente bre del Padre, y del H ijo, y del
se manifestó a santo Tom ás, y Espíritu y Santo, a fin de co
mostróle el costado herido por municar en una misma donación
la lanza, y las manos traspasadas aquellas personas que tienen una
por los clavos. Llegóse a ellos sola divinidad; el nombre de la
Jesús y les habló, diciendo: “ T o Trinidad es uno solo: Dios.
do poder me es dado en el cielo 1^. Purificaos del fermento
y en la tierra” . E l poder fué dado viejo, para que seáis nueva m a
al que poco antes había sido cru sa, pues fué inmolado Jesucristo
cificado; al que sepultado yacía nuestro Cordero pascual. * Por
muerto en la tumba y que des tanto celebremos en el Señor este
pués resucitó. Le fué dada la convite, aleluya, y . M urió por
potestad en el cielo y en la tierra nuestros delitos, y resucitó para
para que, el que antes reina nuestra justificación. Por tanto.
ba en el cielo, reinase también Gloria al Padre. Por tanto.
en la tierra por la fe de sus cre Bendición: El R ey de los án
yentes. geles. ’
I}. Habiendo resucitado J e
sús nuestro Señor y estando en
Lección III
medio de sus discípulos, les di
jo : * La paz sea con vosotros, E a guardar todo-
n señ án d o les
LAUDES H o m il ía de san G r e g o r io , P a p a
nignidad, de humildad, de m o
L ección IV
destia, de paciencia. Sufriéndoos
los unos a los otro’s y perdonán solemnidad de la Pascua
a
LAUDES NONA
A n tífo n a Ai'eluya con los Salm os de Capitula Ioann., 5, 9-10
D om in ica del prim er lu ga r, pág. 55.
contemplar la glorificación de la
L ección VII Cap. 10, 11-16
naturaleza humana del Salvador,
que nuestros primeros padxes, a p N aquel tiempo: D ijo Jesús a
quienes, como castigo de su p e los fariseos: Y o soy el buen
cado se les abrieron los ojos para pastor. E l buen pastor da su vidá
la propia confusión. por sus ovejas. Y lo que sigue
de la secta de los
LGUNOS
TERCIA fariseos, que han abraza
L a Capitula de T e rc ia es la de do la fe, se han levanta
V ísp eras, y los Responsorios breves do, diciendo: “ Que era necesario
tanto de T ercia como de S e xta y Nona
son los del O rd in ario , en Tiem po circuncidar a los Gentiles, y m an
Pascual, pág. 27. darles observar la L ey de M oisés” .
Entonces los Apóstoles y los
SEXTA presbíteros se juntaron a exami
Capitula I Petr., 2, 23-24 nar este punto. Y después de m a
duro examen, Pedro se levantó, v
C e puso en manos de aquel les d ijo: “ Hermanos míos, biea
que le sentenciaba injusta sabéis que mucho tiempo hace fui
mente. El es el que llevó nues yo escogido por D ios entre nos
tros pecados en su cuerpo sobre otros, para que los Gentiles oye
el madero, a fin de que nosotros, sen por mi boca la palabra evan
muertos a los pecados, vivam os a gélica y creyesen. Y Dios, que
la justicia, por cuyas llagas fu i penetra los corazones, dió testi
mos sanados. monio de esto, dándoles el E spí
ritu Santo, del mismo modo que
NONA
a nosotros. Ni ha hecho diferen
Capitula I Petr.. 2. 25 cia entre ellos y nosotros, ha
biendo purificado con la fe sus
^ ndabais como ovejas desca corazones. Pues ¿por qué, ahora
rriadas, mas ahora os habéis queréis tentar a Dios, con impo
convertido al pastor y obispo de ner sobre la cerviz de los discí
vuestras almas. pulos un yugo, que ni nuestros
padres ni nosotros hemos podido
VISPERAS- soportar? Pues nosotros creemos
Se dice la A n tifo n a A le lu y a con los salvarnos únicamente por la gra
Salm os de D om in ica como en S a l cia de nuestro Señor Jesucristo,
terio, pág. 73; la C a p itu la , H im no y
V erso como en la s V ísp e ra s del Sábado
así como ellos” . Calló a esto toda
precedente. la multitud, y se pusieron a es
Ant. del Magnif. — Y o soy el cuchar a Bernabé y a Pablo que
buen pastor, *.q u e apaciento mis contaban cuantas m aravillas y
ovejas, y doy mi vida por mis prodigios por su medio había
ovejas, aleluya. ^ o b rad o D ios entre los Gentiles.
L o s R R . de la F e ria I I I dentro la y Bernabé a la Iglesia de Antio-
O ctav a de P a scu a, pág. 609.
quía; y así, nombraron a Judas
por sobrenombre Bársabas, y a
Lección II Cap. 15, 13-21
Silas, sujetos principales entre los
r^ESPinÉs que hubieron acaba hermanos, remitiendo por sus
do, tomó Santiago la pala manos esta carta: “ Los Apósto
bra, y dijo: “ Hermanos míos, es les y los presbíteros hermanos
cuchadme. Simón os ha m anifes convertidos de la gentilidad, que
tado de qué manera ha comen están en Antioquía, Siria y Cili
zado Dios desde el principio a cia, salud. Por cuanto hemos sa
m irar favorablem ente a los G en bido que algunos que de entre
tiles, escogiendo entre ellos un vosotros fueron ahí sin ninguna
pueblo consagrado a su nombre. comisión nuestra, os han alarma
Con él están conformes las pala do con sus discursos, desasose
bras de los Profetas, según está gando vuestras conciencias: H a
escrito: “ Después de estas cosas biéndonos congregado, hemos re
yo volveré, reedificaré el taber suelto, de común acuerdo, esco
náculo de D avid, que fué arrui ger algunas personas, y enviáros
nado, y restauraré sus ruinas y las con nuestros carísimos Berna
lo levantaré. Para que busquen bé y Pablo, que son sujetos que
al Señor los demás hombres y han expuesto sus vidas por el
todas las naciones que han invo nombre de nuestro Señor Jesu
cado mi nombre, dice el Señor cristo. Os enviamos, pues, a Ju
que hace estas cosas” . Desde la das y a Silas, los cuales de pa
eternidad tiene conocida el Señor labra os dirán también lo mismo.
su obra. P or lo cual yo juzgo que Y es que ha parecido al Espíritu
no se inquiete a los Gentiles que Santo, y a nosotros, no impone
se convierten a Dios, sino que ros otra carga, fuera de éstas que
se les escriba que se abstengan son precisas: Que os abstengáis
de las inmundicias de los ídolos, de manjares inmolados a los ído
y de la fornicación, y de anima los, y de sangre, y de animal so
les sofocados, y de la sangre. focado, y de la fornicación. De
Porque en cuarito a Moisés, ya las cuales cosas haréis bien en
de tiempos antiguos tiene en ca guardaros. Dios os guarde” .
da ciudad quien predique su doc E n <1 O ficio feria l se dice: Te
trina en las sinagogas, donde se D eum , pág. 10. E n el O ficio de nue
ve Leccio nes, el prim er R. de la Feo;»
lee todos los sábados. I V dentro la O ctava de Pascua, pá
gin a 6Í0.
da uno de vosotros.
LAUDES
IJ. Resucitó el buen Pastor,
que dió la vida por sus ovejas, y Ant. del Bened. — Id, anun
se dignó morir por su rebaño. * ciad * a mis hermanos, alelu
Aleluya, aleluya, aleluya, y . A ya; que vayan a Galilea, ale
la verdad ha sido inmolado Cris luya; allá me verán, aleluya, a le
to, nuestro cordero pascual. A le luya.
luya. Gloria al Padre. Aleluya.
V IS P E R A S *
Lección III Cap. 20, 32-38
Ant. del M agnif. — Así como
Y ahora por último os enco me conoce el Padre, * así yo
miendo a Dios, y a la pala conozco al Padre, y doy mi vida
bra de su gracia, a aquel que por mis ovejas, aleluya.
Feria Quinta nas a los de mi nación, y a cum
plir mis ofrendas y votos. Y es
MAITINES tando en esto, es cuando algu
D e los H echos de los
nos Judíos de Asia me han
A pó sto les
hallado purificado en el templo;
mas no con reunión de pueblo,
Lección I Cap. 24, 10-16 ni con tumulto. Estos Judíos son
los que habían de comparecer
ablo , habiéndole hecho se
delante de ti y ser mis acusado-
ñal el gobernador para
dores si algo tenías que alegar
, que hablase, lo hizo en contra mí. Pero ahora digan és
estos términos: “ Sabiendo yo tos mismos que me acusan si,
que ya hace muchos años que tú
congregados en el Sinedrio, han
gobiernas esta nación, emprendo
hallado en mí algún delito, a no
con mucha confianza el justifi ser que lo sea una expresión
carme. Bien fácilmente puedes
con que exclamé en medio de
certificarte, de que no ha más de
ellos, diciendo: “ Veo que por de
doce días que llegué a Jerusalén,
fender la resurrección de I o j
a fin de adorar a Dios. Y nunca
muertos me formáis hoy vos
me han visto disputar con nadie
otros causa” .
en el templo, ni amotinando la
gente en las sinagogas, o en la
ciudad; ni pueden alegarte prue Lección III Cap. 24, 22-27
ba de cuantas cosas me acusan
p É L ix , pues, que estaba bien
ahora. Es verdad, y lo confieso
informado de esta doctrina,
delante de ti, que siguiendo una
difirió para otra ocasión el asun
doctrina, que ellos tratan de he
to, diciendo: “ Cuando viniere de
rejía, yo sirvo al Padre y Dios
Jerusalén el tribuno Lisias, os da
m ío, creyendo todas las cosas,
ré audiencia otra vez” . Entre tan
que se hallan escritas en la L ey
to mandó a un centurión que
y en los P ro fetas: Teniendo fir
custodiara a Pablo, teniéndole
me esperanza en Dios, como ellos
con menos estrechez, y sin pro
también la tienen, que ha de ve
hibir que los suyos entrasen a
rificarse la resurrección de los
asistirle) Algunos* días después
justos y de los pecadores. Por lo
viniendo Félix, y trayendo a su
cual procuro yo siempre conser
mujer Drusila, la cual era judía,
var mi conciencia sin culpa de
llamó a Pablo y le oyó explicar la
lante de Dios y delante de los
fe de Jesucristo. Pero inculcando
hombres.
Pablo la doctrina de la justicia,
L o s R R . de la F e ria I I I dentro la
O cta v a de P a scu a, pág. 609. de la castidad y del juicio veni
dero, despavorido Félix le dijo:
. Lección II Cap. 24, 17-21 “ Basta por ahora, retírate, que a
Y ahora, después de muchos su tiempo yo te llamaré” . Y co
años, vine a repartir lim os mo esperaba que Pablo le daría
dinero para conseguir la liber gracia que le mandase conducir a
tad; por eso llamándole a menu Jerusalén, tramando ellos una
do, conversaba con él. Pasados emboscada para asesinarle en el
dos años, Félix recibió por su camino. M as Festo respondió,
sucesor a Poncio Festo, y que que Pablo estaba bien custodiado
riendo congraciarse con los Ju en Cesárea, para donde iba a
díos, dejó preso a Pablo. partir él cuanto antes. Por tan
En O fc io fe ria l se d ice: Te to, los principales (dijo) de en
Deum , pág. 10. E n los O ficios de n u e tre vosotros, vengan a Cesárea, y
ve Lecciones, se dice el prim er R . de
la F eria I V dentro la O ctav a de P a s acúsenle, si es reo de algún cri
cua, pág. 610. men.
E l segundo R . de la F e ria I V d en
LAUDES tro la O ctav a de P a scu a, pág. 6 11 .
De lo s H echos de lo s
de Jesucristo,
e v e l a c ió n
cree. Ahora bien: Dios hace los ste poco significa todo el
milagros fuera de lo acostum espacio que recorre el
brado, porque es Dios. Cierta presente siglo. Por esta
mente es mayor milagro el naci razón el mismo Evangelista escri
miento de tantos hombres que no be en su Epísiola: “ Estamos ya
existían, que la resurrección de en la última hora” . Y Jesús aña
unos pocos, que ya existieron. Y de: “ Porque me voy al Padre” ;
con todo, estos milagros no los lo cual ha de referirse a las pri
tenemos en cuenta, y por lo mis meras palabras, en que dice:
mo que acontecen ordinariamen “ Dentro de un poco, y ya no me
te, no les atribuimos importancia veréis” , y no a las últimas: “ Po
alguna. Cristo ha resucitado; es co después me volveréis a ver”.
una verdad incontestable. Cons Al ir al Padré, debía, en efecto,
taba de un cuerpo de carne; fué ocultarse a sus miradas, y por
suspendido en la cruz; entregó su sus palabras no significa que
alma; su cuerpo fué puesto en el había de morir, permanecien
sepulcro. El que vivía en esa car do fuera de su presencia has
ne la resucitó; la mostró llena ta que resucitara, sino que ha
de vida. ¿Por qué no nos admi bía de ir al Padre, lo cual cum
ramos? ¿Por qué no creemos? El plió después de su resurrec
que realizó este prodigio es Dios. ción, subiendo al cielo después
. Viniendo del Líbano, cuán de haber conversado con ellos por
hermosa te muestras: * El olor espacio de cuarenta días.
de tus vestidos excede al de to I£. El pueblo de Israel can
dos los aromas. V . Panal que taba, aleluya, y toda la mul
destila son tus labios; la miel y titud de Jacob entonaba debida
la leche están en tu lengua. El. mente himnos. * Y David con
Gloria a Padre. El olor de tus los cantores pulsaba la cítara en
vestidos excede. la casa del Señor, cantando ala
banzas a Dios, aleluya, aleluya. corto de su duración. Por lo
y . Purificáronse, pues, los sacer mismo, no queramos gozar co
dotes y levitas; y todo Israel mo lo hace el mundo, del cual
llevaba el arca de la alianza del está escrito “ El mundo se go
Señor con júbilo. Y . zará” . Con todo, procuremos que
durante el parto del deseo de la
Lección VIII eternidacT nuestra tristeza no es
té privada de gozo. Como dice el
r ' uando dijo: “ Aun un poco Apóstol: “ Gocémonos con la es
y ya no me veréis m ás” , peranza ; permanezcamos pacien
se dirigía a aquellos que enton tes en la tribulación” . En efecto;
ces le veían corporalmente pre la m ujer que está de parto, a
sente, y les hablaba de esta fo r la que somos comparados, más
ma porque había de ir al Padre, se goza del hijo que espera, que
y después de su ascensión ya no está triste por el dolor presente.
le verían en carne mortal, del Con lo que acabamos de decir,
5
modo que le contemplaban cuan damos fin al presente discurso.
do decía estas cosas. Pero cuan Pues lo que sigue es de difícil
do añadió: “ Y de ahí a otro po aclaración; no siendo posible cir
co me veréis” , lo prometió a la cunscribirlo al breve tiempo de
Iglesia universal; como también que disponemos, esperamos po
hizo a toda la Iglesia está otra
derlo explicar con más detención
promesa: “ He ahí que yo estoy
si el Señor lo quisiere.
con vosotros hasta el fin del
mundo” . No tarda el Señor en LAUDES
cumplir lo prometido. D entro de
Se dice la A n tífo n a A le lu y a con los
poco tiempo le veremos. Enton Salm os de D om in ica del prim er lu
ces ya nada le pediremos, nada gar, pág. 5 5 ; la C a p itu la es la de
le preguntaremos, supuesto que V ísp e ra s; el H im no como en el O rd in a
rio en T iem po P a sc u a l, pág. 15.
ya nada desearemos ni quedará
y. En vuestra resurrección.
nada desconocido para aprender.
oh Cristo, aleluya. I£. Alégrense
Vuestra tristeza, aleluya.
cielos y tierra, aleluya.
* Se convertirá en gozo, aleluya,
Ant. del Dened. — Dentro de
aleluya, y . E l mundo se gozará,
poco * ya no me veréis, dice el
empero vosotros os entristeceréis,
Señor; m as poco después me
pero vuestra tristeza. Se conver
volveréis a ver, porque vo y al
tirá. .Gloria al Padre. Se conver
I^dre, aleluya, aleluya. _
tirá.
La O ra ció n es la de V ísp e ra s.
Lección IX
TERCIA
p s x E poco nos parece largo, por La C a p itu la es la de V ísp e ra s, pá
" ' lo mismo que aun se está gina 6421. 1
Los R esponsorios b reves de T e r c ia .
realizando. Cuándo esté termi
S e xta + N on a como en el O rd in ario
nado, 'entonces verem os lo muy d e l’ Tiem po P a sc u a l, pág. 27.
SEXTA te estrellas en su mano derecha,
Capitula I Petr., 2, 13-14 el que anda en medio de los
siete candeleros de oro. Conoz
D or lo mismo, vivid sumisos co tus obras, y tus trabajos, y
a toda humana criatura, y tu paciencia, y que no puedes
esto por respeto a D ios; ya sea sufrir a los malos, y que has
al rey, como que está sobre to examinado a los que dicen ser
dos, y a los que gobiernan pues apóstoles, y no lo son, y los has
tos por él para castigo de los hallado mentirosos. Y que tie
malhechores, y alabanza de los nes paciencia, y has padecido
buenos. por mi nombre, y no desmayaste.
Pero contra ti tengo que has
NONA perdido el fervor de tu primera
Capitula I Petr., 2, 18-19 caridad. Por tanto, acuérdate de
dónde has decaído, y arrepién
siervos, vivid sumi
\ T o so tro s,
tete, y vuelve a las primeras
sos con todo temor a los obras, porque si no, vo y a ti, y
señores, no tan sólo a los bue removeré tu candelero de su si
nos y apacibles, sino también a tio si no hicieres penitencia. P e
los de recia condición. Porque ro tienes esto, que aborreces las
en esto está el mérito en Cristo acciones de los Nicolaítas, que
Jesús, Señor nuestro. yo también aborrezco” . Quien
tiene oído, escuche lo que el E s
VISPERAS
píritu dice a la Iglesia: “ Al que
Se dice la A n tífo n a A lelu y a con los
S alm os de D om in ica, pág. 73; la C a venciere, yo le daré de comer del
p itu la , H im no y V e r so son los mismos árbol de la vida, que está en
de las V ísp e ra s del Sábado anterior.
medio del paraíso de mi D ios” .
Ant. del M agnif. — En ver
R . Vi la puerta de la ciu
dad os digo, * que vosotros llo
dad puesta al Oriente, y los nom
raréis y gem iréis; mas el mun
bres de los Apóstoles y del Cor
do se gozará, y vosotros os en
dero estaban escritos sobre ella.
tristeceréis; pero vuestra tristeza
* Y sobre los muros había una
se convertirá en gozo' aleluya.
guardia de Angeles, aleluya, y .
Vi un cielo nuevo, y una tierra
Feria Segunda nueva, y una nueva ciudad que
descendía dél cielo. Y sobre.
MAITINES
D el l ib r o del A p o c a l ip s is del Lección II Cap. 2, 8-11
A póstol san Juan
A pó sto l sa n J uan
L ección III Cap. 5, 11-14
Lección I Cap. 15, 1-4
U i también, y oí la voz de
m uchos Angeles alrededor ívSHfíj i también en ei cielo otro
del solio, y de los animales, y Pr°digio grande y admi-
de los ancianos, y su número rabie, a saber: siete A n
era m illares de millares, los cua geles que tenían las siete plagas
les decían en alta voz: Digno que son las postreras; porqué en
es el Cordero, que ha sido sa ellas será colmada la ira de
crificado, de recibir el poder, y Dios. Y vi asimismo como un
la divinidad, y la sabiduría, y la mar de vidrio revuelto con fue
fortaleza, y el honor, y la gloria, go, y a los que habían vencido
y la bendición. Y a todas las a las bestias, y a su imagen, y
criaturas, que hay en el cielo, y al número de su nombre que es
sobre la tierra, y debajo de la taban sobre el mar transparente,
tierra, y las que hay en el mar. teniendo unas cítaras de Dios. Y
A cuantas hay, a todas las oí cantando el cántico de Moisés,
decir: A l que está sentado en siervo de Dios, y el cántico del
el trono, y al Cordero, bendi Cordero, diciendo: Grandiosas y
ción, y honra, y gloria, y po admirables son tus obras ¡oh
der por los siglos de los siglos. Señor Dios omnipotente! justos
Y los cuatro animales decían: y verdaderos son tus caminos
¡oh R ey de los siglos! ¿Quién
Am én. Y los veinticuatro ancia
no te temerá ¡oh Señor! y no
nos postráronse sobre sus rostros
engrandecerá tu nombre? Pues
y adoraron al que vive por los
to que tú solo eres el piadoso;
siglos de los siglos.
E n los O ficios de nu eve Lecciones, el
de aquí es que todas las nacio
prim er B< de la F e ria II de esta se nes vendrán, y se postrarán en
m ana,- p ág. 647. • •
tu acatamiento, visto que tus
LAUDES juicios están manifiestos. ....
• K , L o s B. B. del : prim er N octurno d e .
A nt. del B ened.— Quédate con la Dom inica Til después de P ascu a,
página 643. '
nosotros, * porque es ya tarde
y el día va a su ocas#, aleluya.
Lección II Cap. 15, 5-8
VISPERAS
r^ESPUÉs de esto miré, y he
A nt. del Magnif. — Vuestra aquí que fué abierto en el
tristeza, * . aleluya, se mudará cielo el templo del tabernáculo
en gozo, aleluya. del testimonio. Y salieron, del
templo los siete Angeles que te LAUDES
nían siete plagas, vestidos de lino
limpio y blanquísimo, y ceñidos Ant. del Bened. — Y entró *
junto a los pechos con ceñido con ellos. Y aconteció que m ien
res de oro. Y uno de los cua tras estaba ‘ sentado con ellos,
tro animales dió a los siete A n tomó el pan, le bendijo, y par
geles siete cálices de oro, llenos tió, y daba a ellos, aleluya, ale
de la ira del Dios que vive por luya.
los siglos de los siglos. Y se
llenó el templo de humo a causa VISPERAS
de la m ajestad de Dio.., y de
Ant. del M agnif. — En ve r
su virtud, y nadie podía entrar
dad, en verdad os digo, * que
en el templo, hasta que las pla
de nuevo os veré, y se alegrará
gas de los siete Angeles fuesen
vuestro corazón, y nadie os qui
terminadas.
tará vuestro gozo, aleluya.
J a r ísim o s :
Toda dádiva pre Lección 1 Cap. 1, 1-6
ciosa y todo don perfecto, de
siervo de Dios y
a n t ia g o ,
arriba viene, corno que descien
de nuestro Señor Jesu
de del Padre de las luces, en
cristo, a las doce tribus,
quien no cabe mudanza, ni som
que viven dispersas entre las
bra de variación.
naciones, salud. Tened, herma
Himno como en el Ordinario de
Tiempo Pascual, pág. 37. nos míos, por objeto de sumo
y . Quedaos con nosotros, Se gozo el experimentar varias tri
ñor, aleluya. I£. Porque se hace bulaciones. Sabiendo que la prue
de noche, aleluya. ba de vuestra fe produce la pa
Ant. del Magnif. — Me voy ciencia. Y que la paciencia per
a aquél * que me envió; y nin fecciona la obra; para que ven
guno me pregunta: ;A dónde gáis a ser perfectos y cabales,
vas? aleluya, aleluya. sin faltar en cosa alguna. Mas si
alguno de vosotros tiene falta
de sabiduría, pídasela a Dios,
Oración
que a todos da copiosamente, y
Q h Dios, que unís las almas no zahiere a nadie, y le será
de los fieles en una misma concedida. Pero pídala con f>;
voluntad; conceded a vuestros sin sombra de duda.
pueblos la gracia de amar lo que 1^. Si yo llegare a olvidarte,
mandáis y desear lo que prome aleluya, sea dada al olvido mi
téis; a fin de que, en medio de diestra. * Mi lengua péguese a
la instabilidad de las cosas de mi paladar, si no me acordare de
este mundo, tengamos fijos nues ti, aleluya, aleluya. V . Cabe los
tros corazones allí donde se en ríos de Babilonia nos sentába
cuentran los verdaderos goces. mos y llorábamos al recuerdo de
Por nuestro Señor. - Sión. Mi lengua.
Lección II Cap. 1, 6-11 gado por Ja propia concupiscen
cia. Después la concupiscencia,
E ) ues quien anda dudando, es llegando a concebir, pare el
semejante a la ola del mar pecado, el cual una vez se ha
alborotada y agitada del viento, consumado, engendra la muerte.
acá y allá. Así que, un hombre Por tanto no os engañéis en es
semejante no tiene que pensar ta materia, hermanos míos muy
en recibir poco ni mucho del amados.
Señor. El hombre de ánimo do . Anunciaré vuestro nom
ble es inconstante en todos sus bre a mis hermanos, aleluya: *
caminos. Aquel hermano que sea Os alabaré en medio de la Igle
de humilde condición, ponga su sia, aleluya, aleluya, y . Os ala
gloria en la verdadera exaltación baré en los pueblos, Señor, y
suya, mientras el rico la debe cantaré salmos en medio de las
poner en su abatimiento, por naciones. Os alabaré. Gloria al
cuanto él se ha de pasar como Padre. Os alabaré.
la flor del heno. Pues a;í como
II NOCTURNO
en .saliendo el sol ardhnte, se
va secando la hierba, cáe la flor, D e l T r a t a d o d e s a n C i p r i a n o ,
y acábase toda su vistosa her O b i s p o y M á r t i r , s o b r e e l b i e n
mosura, así también el rico se d e l a P a c ie n c ia
marchitará en sus andanzas.
Las aguas os han visto, Lección ÍV Núms. 1-3 y 20
oh Dios; os han visto las aguas
5 |¡n \ b i e n d o de tratar, herma-
y han experimentado miedo; *
Grande fué el estruendo de las • F fl nos carísimos, de la pa-
^ II ciencia, y teniendo que
aguas; las nubes dejaron oír su
predicaros de sus bienes y utilida
voz, aleluya, aleluya, aleluya,
y. Los rayos iluminaron el des, ¿por dónde empezaré m e
jor, sino por haceros notar que,
mundo; lo vió y conmovióse la
tierra. Grande. para oírme, necesitáis de la pa
ciencia? D e manera, que lo m is
Lección III Cap. t, 12-16 mo que oís y aprendéis, no lo
podéis aprender sin paciencia,
B ienaventurado aquel hom dado que las enseñanzas y doc
bre que sufre la tentación, trinas de la salvación no se
porque después que fu e r e ». así aprenden eficazmente cuando no
probado, recibirá la corona de se escucha con paciencia lo que
vida, que Dios ha prometido a se dice. Entre todos los medios
los que le aman. Ninguno, cuan que nos ofrece la ley celestial y
do es tentado, diga que Dios le que dirigen nuestra vida a la
tienta; porque Dios no puede ja consecución de los premios qu¡;
más dirigimos al mal, y así él nos promete la fe y la esperanza,
a ninguno tienta. Sino que cada no creo que exista otro más útil
uno es tentado, atraído y hala para la vida o más excelente pa
ra conseguir la gloria, que el que dado por la majestad divina.
observemos cuidadosísimamente Siendo el Señor nuestro Padre
la paciencia, nosotros que nos y nuestro Dios, imitemos la pa
adherimos a la ley de Dios por ciencia de aquél que es igual
un culto de temor y de amor. Los mente Señoi y Padre, ya que
filósofos paganos dicen que ellos conviene que los siervos sean
también practican esta virtud, obedientes, y que los hijos nu
pero en ellos es tan falsa la pa sean degenerados.
ciencia como la filosofía. Pues í>¡. Con 'todo mi corazón,
¿cómo puede alguno ser sabio o aleluya, os he buscado, aleluya:
paciente, si ignora la sabiduría * No pernrtáis me desvíe de
y la paciencia de Dios? vuestros preceptos, aleluya, ale
1^. Bendecid a Dios en las luya. y . Eendito sois, Señor;
sagradas asambleas, aleluya: * enseñadme vuestros justos pre
Bendecid al Señor, descendien ceptos.
tes de Israel, aleluya, aleluya.
y . Entonad un himno a su nom Lección VI
bre; glorificad a Dios con ala
banzas. Bendecid. paciencia es la que nos ha
ce agradables a Dios, y nos
Lección V conserva en su servicio. Ella es la
que mitiga lá ira, refrena la len
j^ A S nosotros, hermanos ama gua, gobierna la mente, guarda
dísimos, que somos filóso la paz, dirige las costumbres,
fos, no de palabra sino con las quebranta el ímpetu de la con
obras; que preferimos la verdad cupiscencia, reprime la violencia
a la aparente sabiduría; que co del enojo, apaga el incendio de
nocemos la realidad de las vir los odios, modera la tiranía ds
tudes más que el jactarnos de los poderosos, anima la indigen
las mismas; que no decimos cia de los pobres, defiende en
grandes cosas, sino que vivimos las vírgenes la santa integridad,
como siervos de D ios; dem ostre en las viudas la laboriosa cas
mos con obsequios .espirituales tidad, en ios desposados la
la paciencia que aprendimos me mutua caridad; nos hace humil
diante el magisterio divino. Es des en las prosperidades, en las
ta virtud nos es común con el adversidades esforzados, sufri
mismo Dios. D e éste trae su ori dos en las injurias y oprobios.
gen, de éste su excelencia y Enseña a perdonar prontamente a
dignidad. El origen y grandeza los culpables; si hemos faltado
de la paciencia proceden de nosotros mi;;mos, nos enseña a
Dios como de su autor. El hom pedir por largo tiempo y con in
bre debe amar lo que agrada a sistencia el perdón. Vence las
Djos. Puesto que lo que ama tentaciones, soporta las persecu
Dios, es por lo mismo recomen ciones, corona los sufrimientos y
/. B r cv . 51 ’
el martirio. Ella es la que robus “ Estas cosas no os las dije en el
tece con firmeza los cimientos de principio, porque estaba con vos
nuestra fe. otros” .
I£. Cantadnos algún himno, 1£ Oh Dios, os cantaré un
aleluya: * ¿Cómo cantaremos los cántico nuevo, aleluya: * Os ce
cánticos del Señor en tierra ex lebraré con la lira de diez cuer
tranjera? aleluya, aleluya. y . das, aleluya, aleluya, y . Vos
Quienes nos retenían cautivos, sois mi Dios, y os confesaré:
nos pedían que entonáramos Vos sois mi Dios, y os ensal
himnos, Cómo cantaremos. Glo zaré. Os celebraré.
ria al Padre. Cómo cantaremos.
Lección VIII
III NOCTURNO
L e c c ió n del san to E v a n g e l io
A caso no se podrá resolver
segú n san Juan esta dificultad, diciendo que
los otros Evangelistas hacen ob
Lección VII Cap. 16, 5-14 servar que la pasión del Señor
estaba próxima cuando él habla
pN aquel tiempo: D ijo Jesús
ba así? E l no les había dicho,
a sus discípulos: Ahora me
de consiguiente, estas cosas des
voy a aquel que me envió; y
de el principio, cuando estaba
ninguno de vosotros me pregun
con ellos, ya que las dijo cuan
ta: ¿Adonde vas?
do estaba próximo a dirigirse
H o m il ía de san A g u s t ín , O b is p o al Padre. Y por lo mismo, aun
Tratado 94 sobre san Ju an, en el prin según aquellos Evangelistas,
cipio
se halla confirmada la verdad de
predicho nuestro
a b ie n d o estas palabras del Salvador: “ E s
Señor Jesucristo a sus tas cosas en el principio no os las
discípulos las persecucio d ije” . M as si esto es así, ¿có
nes que habían de padecer des mo se salva la veracidad del
pués de su pasión, añadió y di Evangelio según san M ateo, el
jo : “ Estas cosas no os las dije cual nos refiere que estas cosas
en el principio, porque estaba fueron pronunciadas por el Se
con vosotros; y ahora me vu el ñor, no sólo cuando ya iba a ce
vo a aquel que me ha enviado” . lebrar la Pascua con los discí
Por lo mismo, ante todo debe pulos, estando inminente la pa
mos indagar si les había ya an sión, sino desde el principio, en
tes anunciado las futuras per el pasaje don(j^ los Apóstoles
secuciones. Ahora bien, los otros son expresamente llamados por
tres Evangelistas demuestran que sus nombres y enviados a e je r
ya se las había predicho sufi cer el santo ministerio? .
cientemente antes de celebrar la . Es bueno alabar al Se
cena; terminada la cual les ha ñor, aleluya; * Y cantar salmos,
bló como sigue, según san Juan; ?leluya. y . Con e l^ a lte rio de
diez cuerdas a los acordes de la SEXTA
lira. Y cantar salmos, aleluya.
Capitula lac., 1, 19-20
Gloria al Padre. Y .
^
lo sabéis vosotros, her
ien
Lección IX manos míos muy amados. Y
así sea todo hombre pronto para
ué quieren decir, de consi escuchar; pero detenido en ha
Q guiente, estas palabras: “ Es blar y refrenado en la ira. Por
to no os lo dije al principio, que la ira del hombre no se
porque estaba con vosotros” ; si compadece con la justicia de
no que la predicción que él ha Dios.
ce del Espíritu Santo, a saber,
que vendría a ellos y daría testi NONA
monio en el momento en que h a
Capitula lac., 1, 21
brían de sufrir los males que Iej
anunciaba, no la hizo desde el JD or lo cual, dando de m a
principio porque estaba con no a toda inmundicia y ex
ellos? Este Consolador o Aboga ceso vicioso, recibid con doci
do (ambas cosas significa en lidad la palabra divina que ha
griego la palabra Paráclito) no sido como ingerida en vosotros,
era necesario sino después de ha y que puede salvar vuestras al
ber partido Cristo al cielo, y mas.
por esta razón no había hablado
de él en el principio, cuando VISPERAS
él estaba con ellos, ya que con S e dice la A n tifo n a Aleluya con los
su misma presencia les conso Salm os de D om inica, como en el S a l
terio, pág. 73; la Capitula, Him no y
laba. V erso como en las V ísp era s del S á
Te D cu m , pág. 10. bado anterior, pág. 655.
Ant. del Magnif. — V oy a
LAUDES aquel * que me ha enviado; mas
porque os he dicho esto, la tris
Se dice la A n tífo n a A leluy a con los
Salm os de la D om inica del prim er lu teza ha llenado vuestro corazón,
g a r, pág. 5 5 ; la C a p itu la es la de V is- aleluya.
peras, y el H im no con el V ersícu lo son
los del O rd in ario en Tiem po Pascu al,
pág. 15.
A n t. del Bened.— V oy a aquel
Feria Segunda
*que me ha enviado; y nadie de MAITINES
vosotros me pregunta: ¿Adonde
D e la E p ís t o l a del A pó sto l
vas?, aleluya, aleluya.
S a n t ia g o
Lección IV
D orlo cual bien apercibido y
morigerado vuestro ánimo, EFjjS^OMO la Sabiduría de Dios
tened perfecta esperanza en la no Poc^a morir y lo que
gracia que se ofrece, hasta la no muere no puede resu
manifestación de Jesucristo. Por citar, el Verbo tomó carne mor
tándoos como hijos obedientes tal, para morir en esta carne su
no conformándoos ya con los jeta a la muerte, y resucitar des
apetitos que teníais antes en pués de muerto. Para resucitar
vuestra ignorancia, sino que con era necesario ser hombre, según
forme a la santidad del que os se deduce de aquellas palabras:
llamó, sed también vosotros san “ así como por el hombre había
tos en todo vuestro proceder. venido la muerte, así por el hom
Pues está escrito: “ Santos habéió bre vendría la resurrección” . Je
de ser, porque yo soy santo” . Y sucristo, de consiguiente, resuci
pues que invocáis como padre a tó comc hombre porque como
aquel que sin acepción de per hombre había muerto; es junta
sonas juzga según el mérito de mente hombre que resucita y
cada cual, habéis de proceder Dios que le resucita. Enton
con temor de ofenderle durante ces se mostró hombre en cuan
el tiempo de vuestra peregrina to a 1l carne, ahora en todo
ción. Sabiendo que fuisteis resca se muestra Dios. Ahora ya no
tados de vuestra vana conducta conocemos a Cristo según la car
de vida que recibisteis de vues ne, pero su carne es la causa
tros padres, no con oro o plata, por la cual le conocemos como
que son cosas perecederas, sino primicias de los que murieron,
con la sangre preciosa de Cristo como el primogénito de entre los
romo de un Cordelo inmaculado muertos.
y sin tacha. Predestinado ya de
antes de la creación del mundo, Lección V
pero manifestado en los últimos
tiempos por amor de vosotros, f as primicias son de la misma
que por medio del mismo creéis naturaleza que los otros fru
en Dios, el cual le resucitó de la tos, de los cuales se ofrecen lo;
muerte y le glorificó, para que primeros a Dios en acción d^
gracias por una cosecha abun tenía necesidad de la resurrec
dante: presente sagrado por to ción, supuesto que no estaba
dos sus dones, ofrenda, por d e retenido por los vínculos de la
cirlo así, de la naturaleza reno muerte. Y si bien murió como
vada. De consiguiente, Cristo hombre, con todo en el limbo
constituye las primicias de los gozaba de libertad. ¿Quieres sa
muertos. Ahora bien, ¿debemos ber cuál era su libertad? “ Soy
creer que lo es de los que des como hombre sin que nadie me
cansan en él, los cuales duermen auxilie; libre entre los m uertos” .
un sueño, o lo es de todos los Y en verdad libre, ya que podía
muertos? “ Así como todos m u e resucitarse a sí mismo, según
ren en Adán, así todos son lo que estaba escrito: “ Destruid
vivificados por Cristo” . Por !o este templo, y en tres días lo re
cual, así como las primicias edificaré” . Y en verdad era li
de la muerte tuvieron lugar bre, ya que había descendido pa
en Adán, así las primicias de ra librar a los otros.
la resurrección se realizaron en
Cristo. En él todos resucitarán. . III NOCTURNO
Lección VI H o m il ía de san A g u s t ín , O b is p o
Lección IX TERCIA
Í-I asta ahora, dice, nada ha L a C apitu la es la de V ísperas. Los
béis pedido en mi nombre. Responsorios breves de T e rcia , S exta
y N ona son como en el O rdinario en
Pedid, y recibiréis, para que i Tiem po Pascuala pág. 27.
L e c c ió n del san to E v a n g e l io
Feria Segunda de
Lección II
Rogaciones
^ éste, D avid pidió panes a
MAITINES
media noche. Pidió cuando
Si hoy ocurriere una Fiesta de nueve dijo: “ Me levantaba a media no
Lecciones, se celebra de ella, diciendo
la IX Lección de la siguiente Homilía,
che para confesaros” . Por esto
y Conmemoración de Feria solamente mereció estos panes que nos
en Laudes, como en la pág. 671. De
la Fiesta de tres Lecciones solamente
ofrece para nuestro sustento. P i
se hace Conmemoración. dió al decir: “ Lavaré cada no-#
che mi lecho con mis lágrimas” . se los cielos y tierra, aleluya.
No temió despertar al que dor Ant. del Bened. — Pedid y
mía, sabiendo que siempre está recibiréis; * buscad y hallaréis,
velando. Por lo mismo, acordán llamad y se os abrirá, aleluya.
donos de esto, insistamos en !a
oración de día y de noche pidien Oración
do el perdón de nuestros pecados.
El segundo R. de la Feria prece ^ o n c e d e d n o s , os rogamos, om
dente, pág. 660. nipotente Dios, que cuantos
en nuestras aflicciones confiamos
Lección lül en vuestra piedad, seamos siem
pre fortalecidos por vuestra
D u e s bien: si siendo él tan san
protección en todas las adversi
to y estando tan ocupa
dades. Por nuestro Señor.
do en los asuntos del reino,
Esta Oración se dice solamente hoy
siete veces durante el día alaba en Laudes y en las Horas; en las Vis-
ba a Dios, ocupado instantemen peras de esta Feria y en todas las
Horas de las dos Ferias siguientes, se
te en los sacrificios de alabanza dice la Oración de la Dominica pre
matutina y vespertina, ¿qué debe cedente, indicada en Vísperas.
remos hacer nosotros que estamos
En este triduo los que no asisten a
tanto más obligados a orar cuan la Procesión de las Rogaciones, deben
to faltam os con más frecuencia, recitar en privado las Letanías después
de Laudes con sus Preces y Oraciones,
a causa de la debilidad de la car sin los Salmos Penitenciales.
ne y del espíritu; nosotros que,
cansados del camino y fatigados VISPERAS
en gran manera por las aspere
zas de la vida, tenemos que su Ant. del Magnij. — El mismo
plicar que no nos llegue a faltar Padre o: ama; * porque v o s
aquel pan sustancioso que es otros me habéis amado y creído,
fuerza el corazón del hombre? aleluya.
La Oración es la de la Dominica
Por eso el Señor nos enseña que
precedente, pág. 666.
no tan sólo hemos de orar de Si las Vísperas fuesen de alguna
noche, sino en todos los momen Fiesta, no se hará Conmemoración de
la Feria. .
tos. Y en efecto,, viene al atar
decer, y en la segunda y tercera
vigilia. Por lo mismo, bienaven
turados aquellos siervos a los
Feria Tercera de
que el Señor hallare en vela Rogaciones
cuando venga. MAITINES
Responsoria de la pág. 656.
Si las Lecciones de esta Feria no se
hubieren podido decir, y en la Feria II
LAUDES o en la IV de Rogaciones aconteciere
celebrarse un Oficio en el cual se hayan
y . En vuestra resurrección, de decir las Lecciones de la Escritura
ocurrente, y en este Oficio no se hu
oh Cristo, aleluya. Alégren biere de reponer el Principio de la
llenos de júbilo. Si sois infama H o m il í a d e S hN A g u s t í n , O b i s p u
dos por el nombre de Cristo, Trat. 104 sobre san Juan, después del
medio
seréis bienaventurados, porque
la honra, la gloria y la virtud Señor, el unigéni
u estro
de Dios y su Espíritu mismo to del Padre y coeterno
reposan sobre vosotros. Pero ja con él, “ habiendo toma
más venga el caso en que algu do la naturaleza de siervo” , podía
no de vosotros padezca por ho en esta naturaleza de siervo ro
micida, o ladrón, o maldiciente, gar en silencio, si hubiese sido
o codiciador de lo ajeno. M as necesario; pero de tal modo qui
si padece por ser cristiano, no so presentarse a su Padre como
se avergüence, antes alabe a intercesor, que constase al propio
Dios por tal causa. Pues tiempo tiempo que era nuestro maestro.
es de que comience el juicio por Pclr esto, aquella oración que
la Casa de Dios. hizo a favor nuestro, quiso que
la conociésemos, supuesto que
, LAUDES no sólo las lecciones de un maes
tro tan grande, sino su misma
Ant. del Bened. — Era nece oración al Padre sirviera p a n
sario * que Cristo padeciese, y edificación de sus discípulos. Y
que resucitase de entre los muer no solamente de aquellos que pu
tos, aleluya. dieran oírla, sino también de nos
otros que habíamos de leerla.
VISPERAS Los R R . del tercer N octurno de ¡a
D om inica I V después de P ascu a, pá
Ant. del Magnif. — Salí del gina 653.
Padre, * y vine al mundo; de
nuevo dejo el mundo, y voy al Lección II
Padre, aleluya.
D or lo mismo, diciendo: “ P a
dre, viene la hora, glorifica a
Feria Cuarta de tu H ijo ” , demuestra que cuanto él
realizará o dejará que se haga en
Rogaciones cualquier tiempo, ha sido dis
MAITINES puesto por él que no está suje
to al tiempo. Y a que los suce
L e c c ió n del san to E v a n g e l io sos que van desarrollándose en
seg ún sa n J uan
el curso de los tiempos, tienen
su causa eficiente enla sabidu
Lección I Cap. 17, 1 - 1 L^
ría de Dios, en la cual nada
p*N aquel tiempo: Levantando existe que sea temporal. De con
Jesús los ojos al cielo, dijo: siguiente, guardémonos de creer
Padre mío, la hora es llegada, que esta hora haya venido con
glorifica a tu H ijo. Y lo que ducida por la fatalidad, sino por
sigue. orden de Dios que dispone lo¿
I. B rcv. 52
Feria Quinta
L a A s c e n s ió n d e N u e stro S e ñ o r J e su c risto
D oble de / clase con Octava privilegiada de tercer Orden
TERCIA
í~ \ h Jesús! Autor de la salva
ción de los hombres; supre La C apitula es la misma de Laudes,
pág. 681.
mo gozo de los corazones; Padre
I£. br. Ascendió Dios entre
del mundo redimido; pura luz
voces de júbilo, * Aleluya, ale
de las almas amantes.
¿Por qué clemencia habéis si luya. Ascendió y . Y el Señor
do vencido, ya que habéis tom a al son de clarines. Aleluya. G lo
do nuestros crímenes y habéis ria al Padre. Ascendió.
sufrido, siendo inocente, la muer, y . Al subir Cristo a lo alto,
te, para librarnos de ella? aleluya.
Habéis quebrantado el poder I£. Llevó consigo una multi
del infierno; a los cautivos li tud de cautivos, aleluya.
bráis de las cadenas; después de
vuestra victoria, habéis obtenido SEXTA
el más excelso triunfo y os sen Capitula Act., 1, 4-5
táis a la diestra del Padre.
Reparad nuestros males, m ovi \ J comiendo con ellos, les man
do por vuestra misericordia. H a dó que no partiesen de Je-
ced que contemplemos un día en T u s a lé n , sino que esperasen el
la luz beatífica el resplandor de cumplimiento de la piomesa del
vuestro rostro. Padre, la cual, dijo, oísteis de
D L a sigu ien te conclusión nunca se mi boca. Y es, que Juan bautizó
cam bia. con el agua, m a s vosotros habéis
Sed el objeto a que. aspiren de ser bautizados en el Espíritu
nuestros corazones, Vos que sois Santo dentro de pocos días.
guía y camino del cielo; sed la br. Al subir Cristo a lo
alegría en nuestras tristezas, y la alto, * Aleluya, aleluya. Al subir.
dulce recompensa de nuestra v i y . Llevó consigo una multitud
da. Amén. de cautivos. Aleluya. Gloria al
' . y , El Señor en el cielo, ale Padre. Al subir,
luya. ‘ y . Subo a mi Padre, y a
vuestro Padre, aleluya. I£. A mi Feria Sexta ¡nfraoctava de
Dios, y a vuestro Dios, aleluya
la Ascensión
Semidoble
NONA
I NOCTURNO
Y ^ arones de Galilea, ¿por qué
estáis mirando al cielo? Es E m p ie z a la, E p ís t o l a se g u n d a
te Jesús, que separándose de vos del A pó sto l san P edro
otros se ha subido al cielo, ven
drá de la misma suerte que le Lección I Cap. 1, 1-4
acabáis de ver subir allá.
R . br. Subo a mi Padre, y a Pedro,
im ó n siervo y
vuestro Padre, * Aleluya, alelu Apóstol de Jesucristo, a
ya. Subo. y . A mi Dios, y a los que han alcanzado
vuestro Dios, Aleluya, aleluya. igual fe con nosotros por la jus
Gloria al Padre. Subo a mi P a ticia de Dios y Salvador nuestro
dre y a vuestro Padre, aleluya, Jesucristo. La gracia y paz crez
aleluya. can más y más en vosotros por el
y . El Señor en el cielo, ale conocimiento de Dios y de nues
luya. 1^. Ha constituido su tro tro Señor Jesucristo. A sí como
no, aleluya. todos los dones que nos ha dado
su poder divino, correspondien
II VISPERAS tes a la vida y a la piedad, se
nos han comunicado por el co
Las A n tífon as, C apitu la, H im no y nocimiento de aquel que nos lla
O ración con el V ersícu lo son los de
las I V ísperas. E n lu ga r del último mó por su gloria y por su virtud,
Salmo se dice el 116, pág. 92. también por él mismo nos ha
Ant. del Magnif. — Oh Rev dado Dios las grandes y precio
de la gloria, * Señor de las vir sas gracias que había prom eti
tudes, que vencedor subiste hoy do, para haceros partícipes por
sobre todos los cielos, no nos medio de estas mismas gracias
dejes huérfanos, sino envíanos el de la naturaleza divina, huyendo
Espíritu de verdad, según la pro de la corrupción de la concupis
mesa del Padre, aleluya. cencia que hay en el mundo.
L a s Completas son de Dom inica. Los R R . de los tres N octurn os son
los de la F iesta de la A scen sión , pá
Durante la O ctava y en el día de gina 676.
la O ctava de la A scen sión se celebra
el Oficio como en la F iesta, excepto las
Lecciones que son propias y señaladas Lección II Cap. 1, 5-9
para cada día.
S i durante la O ctava o en la F eria W pues, habéis de po
osotro s,
sexta siguiente se celebra un Oficio
en el que en el I N octurno se deben ner todo vuestro estudio y
leer las Lecciones de la E scritu ra co cuidado en juntar con vuestra
rriente, se dicen éstas con los Res-
ponsorios de la A scensión. fe la fortaleza, con la fortaleza
la ciencia, con la ciencia la tem
planza, con la templanza la pa
Serm ón de san L eón, P apa
ciencia, con la paciencia la pie Serm ón 2 de la Ascensión del Señor
dad, con la piedad el amor fra
ternal, y con el amor fraternal Lección IV
la caridad. Porque si estas vir
misterio de nuestra sal
l
tudes se hallan en vosotros, y
vación que el Creador
van creciendo más y más, no
del universo estimó en el
quedará estéril y sin fruto el co
precio de su sangre, se fué reali
nocimiento que tenéis de nues
zando desde el día de su naci
tro Señor Jesucristo. M as aquél
miento hasta el fin de la pasión,
en quien no se encuentran, está
mediante su humildad. Y aunque
ciego, y anda con la mano a tien
bajo la forma de siervo, se ma
tas, olvidado de qué manera
nifestaron muchas señales de su
consiguió la purificación de sus
divinidad, con todo su acción du
antiguos delitos.
rante este tiempo estuvo encami
nada a demostrar la verdad de su
L ección III Cap. 1, 10-15 naturaleza humana. Pero después
de la pasión, libre ya de las ata
T D o r tanto, hermanos míos, es
duras de la muerte, las cuales
forzaos para asegurar vues habían perdido su fuerza al suje
tra vocación y elevación por me tar a aquel que estaba exento de
dio de las buenas obras, porque todo pecado, la debilidad se
haciendo esto no pecaréis jamás. convirtió en valor, la mortalidad
Pues de este modo se os abrirá en inmortalidad, la ignominia en
de par en par la entrada en el gloria. Esta gloria la declaró
reino eterno de nuestro Señor y nuestro Señor Jesucristo median
Salvador Jesucristo. Por lo cual te muchas y manifiestas pruebas
no cesaré jamás de advertiros
delante de muchos, hasta que el
eso mismo, por más que vosotros triunfo de la victoria consegui
estéis bien instruidos y confir
da con la muerte fué patente
mados en la verdad presente. con su ascensión a los cielos.
Pues me parece justo el desper
taros con mis amonestaciones,
Lección V
mientras estoy en este cuerpo
mortal como en una tienda de D o r lo mismo, así como la re
campaña. Estando cierto de que surrección del Señor fué pa
presto saldré de él, según que ra nosotros causa de alegría
me lo ha significado ya nuestro en la solemnidad pascual, así su
Señor Jesucristo. M as yo cuida accensión a los cielos es causa
ré de que aun después- de mi del gozo presente, ya que nos
muerte podáis vosotros c o n otros recordamos y veneramos
frecuencia hacer memoria de es debidamente este día en el cual
tas cosas. « Ja humildad de nuestra naturale-
za. sentándose con Cristo en
compañía de Dios Padre fué ele
L e c c ió n del san to E v a n g e l ig
vada sobre todos los órdenes de
según san M arcos
Jos Angeles, sobre toda la m ili
cia del cielo y la excelsitud de Lección VII Cap. 16, 14-20
todas las potestades. Gracias a
esta economía de las obras divi p*N aquel tiempo: Jesús apa
nas, el edificio de nuestra salva recio a los once Apóstoles
ción se levanta sobre sólidos fu n cuando estaban a la mesa, y les
damentos; en efecto, admiramos dió en rostro con su increduli
más la gracia divina viendo que, dad y dureza de corazón, por
al desaparecer de los ojos de los que no habían creído a los que
hombres aquella presencia visi le habían visto resucitado. Y lo
ble que por sí misma Imponía que sigue.
un justo sentimiento de respeto,
D e la H o m il ía de san G rego
no desfalleció la fe, ni titubeó
r io , P apa
la esperanza, ni vaciló la cari
D e la m isma H om ilía 29
dad.
quel que creyere y fuere
I bautizado, se salvará;
Lección VI
pero el que no creyere,
se condenará” . Quizá cada uno
T a fuerza de las almas grandes
de vostoros diga para sí: Y o ya
y la luz de los corazones v e r he creído y, por lo mismo, ya me
daderamente fieles consiste en
salvaré. Dices verdad, si esta fe
creer sin sombra de duda lo qua
va acompañada de obras. Pues
no pueden ver, y en fijar su de la verdadera fe consiste en que
seo donde no pueden dirigir sus lo mismo que dices con las pa
miradas. Ma^ está piedad ¿de labras, no lo contradigas con las
dónde podría provenir a nuestros obras. D e ahí es que de algunos
corazones, o cómo podría ningu falsos creyentes dice el Apóstol:
no justificarse mediante la fe, si “ Confiesan que conocen a Dios,
nuestra salvación dependiera úni pero con sus obras le niegan” .
camente de lo que está sujeto a D e ahí es también que diga san
los sentidos? Por lo cual, a aquel Juan: “ Quien dice que conoce a
Apóstol que parecía poner en Dios, y no guarda sus manda
duda la resurrección de Cristo, mientos, es mentiroso” .
si no podía ver en su carne las
señales de las llagas, si podía
Lección VIII
comprobarlas con la vista y el
tacto, le dijo el Señor: “ Porque \ 7 i e n d o esto así, la verdad de
has visto, creiste; bienaventura nuestra fe la deben demos
dos, empero, los que no vieron y trar nuestras obras; Pues enton
creyeron” . ces somos verdaderamente fieles,
si lo prometido con las palabras, dos avisar con mis exhortacio
lo cumplimos con nuestras obras. nes vuestro ánimo sencillo. Pa
Ahora bien, en el día del bau ra que tengáis presentes las pa
tismo (prometimos renunciar a labras que os he dicho antes, de
todas las obras del enemigo an los santos Profetas, y los pre
tiguo, y a todas sus pompas. Por ceptos que el Señor y Salvador
esto cada uno de nosotros con nuestro os ha dado por medio
sidérese a sí propio, y si des de nosotros que somos sus Após
pués del bautismo observa lo toles. Estando ciertos ante to
que antes prometió, alégrese de das cosas, de que vendrán en
verdad porque es ciertamente los últimos tiempos ciertos im
fiel. postores artificiosos, arrastrados
de sus propias pasiones, diciendo:
L ección IX ¿Dónde está la promesa o el se
si, por el contrario, no he gundo advenimiento de éste?
mos guardado lo prometi Porque desde la muerte de nues
do, si hemos practicado malas : tros Padres, todas las cosas per
obras, dejándonos llevar de las manecen del mismo modo que
pompas mundanas, veamos por al principio fueron criadas. Y
lo menos de llorar y deplorar es que no saben, porque quieren
nuestros errores. Pues delante del ignorarlo, que al principio fué
juez misericordioso, no es consi criado el cielo por la palabra de
derado mentiroso aquel que vuel Dios, como asimismo la tierra,
ve a la verdad, aun después de la cual apareció salida del agua,
haber mentido. Y a que el omni y subsiste en medio de ella. Y
potente Dios, al recibir favora que por tales cosas el mundo de
blemente nuestra penitencia, él entonces pereció anegado en las
mismo con su juicio oculta y aguas. Así los cielos, que ahora
disimula nuestros yerros. existen, y la tierra, se guardan
T e D eum , pág. 10. por la misma palabra, para ser
abrasados por el fuego en el día
Sábado infraoctavo de la del juicio y del exterminio de
los hombres malvados.
Ascensión Los R R . de ¡os tres N octurnos, de
Sem idoble la Fiesta de la A scen sión , pág. 676.
a»
MAITINES
Lección II Cap. 3, 8-13
I NO CTU RN O
D e la E p ís t o l a secu n da del pERO vosotros, queridos n»os,
A pó sto l san P edro no debéis ignorar una cosa,
y es que un día respecto de
L ección I Cap. 3, 1-7
Dios es como mil años, y mi!
sta es ya, c a r ís im o s , la años como un día. No retarda,
segu n d a c a rta qu e os es pues, el Señorsu promesa, co-
c r ib o , p ro cu ran d o en la s .m o algunos juzgan, sino que es- ^
pera con paciencia por amor de ción. Así que vosotros ¡oh her
vosotros, no queriendo que nin manos!, avisados ya, estad aler
guno perezca, sino que todos se ta. No sea que seducidos de los
conviertan a penitencia. Por lo insensatos, vengáis a caer de
demás, el día del Señor vendrá vuestra firmeza. Antes bien id
como ladrón; y entonces los cie creciendo en la gracia y en el co
los con espantoso estruendo pa nocimiento de nuestro Señor y
sarán, los elementos con el ar Salvador Jesucristo. A él sea da
dor del fuego se disolverán, y la da la gloria desde ahora y por
tierra y las obras que hay en el día de la eternidad. Amén.
ella serán abrasadas. Pues ya
II NOCTURNO
que estas cosas han de ser des
hechas, ¿cuáles debéis ser vos Serm ón de san L eón , P apa
otros en la santidad de vuestra Serm ón segundo de la A scen sión
vida y piedad, aguardando, y co del Señor
rriendo a esperar la venida del
Lección IV
día del Señor, y en que los cie
los encendidos se disolverán, y o que fué visible en nues
se derretirán los elementos con tro divino Redentor, ha
el ardor del fuego? Bien que e s pasado a ser un misterio.
peramos. conforme a sus pro Y a fin de que la fe fuese más
mesas, nuevos cielos y nueva excelente y firme, la vista ha si
tierra, donde habitará la justi do sustituida por una enseñanza,
cia. cuya autoridad, iluminada con
resplandores celestiales, han acep
Lección III Cap. 3, 14-18 tado los corazones de los fieles.
D o r lo cual, carísimos, pues Esta fe, confirmada por la A s
tales cosas esmeráis, haced censión del Señor, y fortifica
lo posible para que el Señor os da por los dones del Espíritu
halle sin mancilla, irreprensibles Santo, no fueron capaces de ha
y en paz. Y creed que es para cerla vacilar mediante el terror,
salvación la longanimidad de ni las cadenas, ni las cárceles,
nuestro Señor, según que tam ni los destierros, ni el hambre,
bién nuestro carísimo hermano ni* el fuego, ni las fieras, ni la
Pablo escribió conforme a la sa exquisita crueldad de los perse
biduría que se le ha dado, como guidores. Por esta fe pelearon en
lo hace en todas sus cartas tra todo el mundo hasta derramar
tando en ellas de esto mismo. la propia sangre, no sólo los
En las cuales hay algunas cosas hombres, sino también las m u je
difíciles de comprender, cuyo res. no sólo los mancebos, sino
sentido los indoctos e inconstan aun las tiernas vírgenes. Esta
tes en la fe pervierten de la fe arrojó a los demonios, ahu
misma manera que las demás E s yentó las enfermedades y resuci
crituras para su propia perdi tó a los muertos.
Lección V sustancia del cuerpo glorificado,
la fe de los creyentes es dirigida
A sí los mismos Apóstoles, que allá donde, no con mano terrena
confirmados con tantos mi sino con espiritual inteligencia,
lagros e ilustrados con tantos alcanzase al Unigénito igual al
discursos, no obstante se atemo que le había engendrado. Por es
rizaron ante la atrocidad de la to despuéz de su resurrección el
pasión del Señor, y que en m e Señor dic? a M aría Magdalena,
dio de vacilaciones habían c re í que representaba la persona de la
do en la resurrección, se aprove Iglesia, al acercársele para tocar
charon tanto de la Ascensión le: “ No me toques, pues aun
del Señor, que todo cuanto an no he subido a mi Padre” . Es
tes les causaba miedo, después decir, no quiero que busquéis mi
se convirtió en gozo. Desde aquel presencia corporal, ni que me re
momento elevaron toda la con conozcáis con los sentidos carna
templación de su alma a la divi les. Por mi ausencia, os invito a
nidad sentada a la diestra del cosas más altas, os preparo co
Padre. La misma visión de su sas mayores. Guando subiere al
cuerpo en nada impedía el ejer Padre, entonces me tocaréis más
cicio de su inteligencia que, ilu perfecta y verdaderamente, de
minada por la fe, ya creía que biendo alcanzar lo que no se to
Cristo ni descendiendo se había ca y creer lo que no se ve.
apartado del Padre, ni con su
ascensión se había separado de III NOCTURNO
sus discípulos. D e consiguiente, L e c c i ó n d e l s a n t o E v a n g e l i o
amadísimos, el H ijo del hombre se u Ún sa n M a r co s
se mostró H ijo de Dios de una
Lección VII Cap. 16, 14-20
manera más excelente y m iste
riosa, cuando fué recibido en la p N aquel tiempo: Jesús apare
gloria de la m ajestad paterna; y ció a los once Apóstoles
comenzó, de un modo inefable, a cuando estaban a la mesa, y les
ser más presente por su divini dió en rostro su incredulidad y
dad al alejarse más su humani dureza de corazón, porque no
dad. habían creído a los que le ha
bían visto resucitado. Y lo que
Lección VI
sigue.
pNTONCES fué cuando la fe, más
D e l a H o m il ía de s a n G r e g o
ilustrada, aprendió a elevarse
r io , P a p a
con una ascensión espiritual has
De la misma H om ilía 29
ta el H ijo igual al Padre, y no
necesitó ya del contacto de la a s señales de los que han
sustancia corporal de Cristo, en de creer son las siguien
la cual es menor que el Padre, tes: “ En mi nombre
y a que permaneciendo la misma arrojarán los demonios, hablarán
nuevas lenguas, cogerán las ser lenguas? En cuanto a coger las
pientes. y si algún licor vene serpientes lo hacen aquellos que
noso bebieren, no les hará daño; con sus buenas exhortaciones
pondrán las manos sobre los en quitan la malicia de los corazo
fermos, y quedarán éstos cura nes de los demás.
dos” . ¿Acaso, hermanos míos, no
creéis porque no realizáis estos Lección IX
milagros? Mas, atended que és
tos fueron necesarios en los R uando oyen malas exhorta
principios de la Iglesia, ya que ciones, pero en manera al
para que la multitud de los guna se dejan arrastrar a la
fieles creciera en la fe, debía ser réalización de las obras malas,
sostenida con milagros, así co mortífero es lo que beben, pero
mo nosotros, al plantar arbustos, no les daña. Cuando ven que sus
continuamos regándolos hasta que prójimos son débiles para obrar
vemos que ya están arraigados, el bien, y según su posibilidad
pero una vez han echado raíces, Ies auxilian, y con el ejemplo de
dejamos de regarlos. D e ahí es sus obras sostienen a los que v a
que san Pablo dice: “ El don de cilaban, abandonados a sus pro
lenguas es una señal, no para pias fuerzas, ¿qué otra cosa ha
los fieles, sino para lo¿ infieles” cen sino imponer sus manos y
curar a los enfermos? Todos es
tos milagros son tanto mayores
Lección VIII
cuanto son espirituales; son tan
P ^ ebem os considerar también to mayores cuanto por ellos re
can más atención algunas sucitan, no los cuerpos sino las
de estas señales y virtudes. A la •lmas.
Te Dcum, pág. 10.
verdad, la santa Iglesia hace ca L a s V ísp e ra s son de la Dom inica si
da día espiritualmente lo que en guiente con Conm em oración del dia
otro tiempo practicaron corpo precedente de la O ctava.
ralmente los Apóstoles. Pues
cuando los sacerdotes mediante
la gracia del exorcismo imponen Dominica infraoctava de la
sus manos a los creyentes, y se Ascensión
oponen a que en sus ó.mas ten Sem idoble
ga su morada el espíritu m a
Todo como en el día de la A scen
ligno, ¿qué otra cosa hacen sino sión, excepto lo que sigu e:
arrojar los demonios? Y los fie
les que renuncian* a las antiguas I VISPERAS
conversaciones mundanas, y que
L a C apitula es la de Laudes, pá
confiesan los sagrados m iste gina 692. E l H im no, como en la pá
rios, cantando las alabanzas y gina 681. ‘
el poder del Creador, ¿qué otra y . El Señor en el cielo, ale
cosa hacen sino hablar nuevas luya. '
1$. Ha constituido su trono, anunciamos, es: Que Dios es
aleluya. luz, y en él no hay tinieblas al
Ant. del Magnif. — Cuando gunas.
viniere el Paráclito, * el cual yo Los R R . de los tres N octurnos, co
mo en la F iesta de la A scensión, pá
os enviaré, el Espíritu de ver gina 676.
dad, que procede del Padre, él
dará testimonio de mí, aleluya. Lección II Cap. 1, 6-10
L a O ración es la de Laudes, pá
gina 692. Q i dijéremos que tenemos unión
S e hace Conm em oración del dia de con él, y andamos entre ti
in fraoctava precedente. A n tífo n a , V e r
sículo y O ración de ¡a pág. 682. nieblas, mentimos, y no trata
L a s Com pletas son de D om inica, pá mos verdad. Pero si caminamos
gina 77.
a la luz de la fe y santidad, co
mo él está asimismo en la luz,
MAITINES
síguese de ahí que tenemos nos
S i las L eccio nes sigu ien tes del I otros una común y mutua unión,
N octurno se hubiesen leído en el día y la sangre de Jesucristo, su
an terior por razó n de la ñesta de san
Juan “ ante Portam L a tin a m ", en esta Hijo, nos purifica de todo peca
noche se leen la s del lunes siguiente. do. Si dijéremos que rio tenemos
I NOCTUR NO pecado, nosotros mismos nos en
E m p ie z a la p r im e a E p ís t o l a
gañamos, y no hay verdad en
de sa n J u an A pó sto l
nosotros. Pero si confesamos
nuestros pecados, fiel y justo es
Lección I Cap. 1, 1-5 él, para perdonárnoslos, y lavar
nos de toda iniquidad. Si dijé
o que fué desde el remos prin que no hemos pecado, le
cipio, lo que oímos, lo hacemos a él mentiroso, y su
que vim os con nuestros palabra no está en nosotros.
ojos, y contemplamos, y palparon
nuestras manos tocante al V er Lección III Cap. 2, 1-6
bo de la vida. Vida que se hizo
patente, y así la vimos, y da í —| i j i t o s míos, estas cosas os
mos de ella testimonio, y os escribo, a fin de que no pe
evangelizamos esta vida eterna, quéis. Pero aun cuando alguno
la cual estaba en el Padre y se pecare, no desespere, pues te
dejó ver de nosotros. Esto que nemos por abogado para con el
vimos y oímos, es lo que os Padre a Jesucristo justo. Y él
anunciamos, para que tengáis mismo es la víctim a de propicia
también vosotros unión con nos ción por nuestros pecados, y no
otros, y nuestra unión sea con tan sólo por los nuestros, sino
el Padre y con su H ijo Jesu también por los de todo el mun
cristo. Y os lo escribimos para do. Y si guardamos sus manda
que os gocéis, y vuestro gozo mientos, con eso sabemos que
sea cumplido. Y la nueva que le hemos conocido. Que quien
oímos del mismo Jesucristo y os dice conocerle, y no guarda sus
'■ l. Brev. 53
mandamientos, es un mentiroso,
y la verdad no está en él. Pero
quien guarda sus mandamien [ a resurrección del Señor cons
tituye nuestra esperanza; su
tos, en ése verdaderamente la ca
ascensión, nuestra glorificación.
ridad de Dios es perfecta. Y por
Hoy celebramos la solemnidad de
esto conocemos que estamos en
la Ascensión. D e consiguiente, si
él. Quien dice que mora en él,
debe seguir el mismo camino celebramos la Ascensión del Se
ñor recta, fiel, devota, santa y
que él siguió.
piadosamente, subamos con él y
II NOCTUR NO elevemos también nuestros cora
zones. No obstante, con esta as
Ser m ó n d e sa n A g u s t ín , O b is p o
censión no nos envanezcamos, ni
Serm ón 2 de la A scen sió n del Señ or,
que es el 175 de Tiem po
presumamos de nuestros méritos
como si fuesen propios. Debe
Lección IV mos tener levantados nuestros
corazones al Señor. Tener el co
u e s t r o Salvador, carísimos
razón levantado, pero no hacia el
hermanos. =ha subido a
Señor, es soberbia; tener el cora
los cielos; no nos con
zón elevado al Señor es tenerlo
turbemos por lo tanto en la tie
en un refugio seguro. Atended,
rra. Tengamos allá nuestra men
hermanos, a un gran milagro. A l
te, y aquí gozaremos de descan
to es D ios; si te exaltas, huye de
so. Entre tanto subamos junto a
ti; si te humillas, desciende a ti.
Cristo con el corazón; y cuando
¿Por qué esto? Porque “ siendo
llegue el día prometido, le segui
el Señor, como es, altísimo, pone
rá nuestro cuerpo. Con todo,
los ojos en las criaturas hu
hermanos, debemos saber que
mildes y mira como lejos de sí a
con Cristo no sube la soberbia,
los altivos” . Lo humilde, lo con
ni la avaricia, ni la lujuria. N in
templa de cerca, para elevarlo:
gún vicio nuestro sube con nues
lo alto, es decir la soberbia, lo
tro médico. Por lo cual, si de
conoce desde lejos para abatirlo.
seamos subir en pos del m édi
co, debemos deponer los pecados
Lección VI
y los vicios. Todos éstos son co
mo unas cadenas que pretenden / C risto resucitó para darnos
mantenernos cautivos en los la esperanza al mostrarnos có-
zos de nuestros pecados, por lo « o resucita un hombre que ha
cual con el auxilio divino, y se bía muerto. Nos comunicó esta
gún dice el Salm ista: “ R om pa firme convicción, a fin de que al
mos nuestras cadenas” , a fin de morir no desesperásemos, pensan
que podamos decir al Señor con do que con la muerte termina
seguridad: “ Vos rompisteis mis nuestra vida. Estábamos ansiosos
vínculos; os ofreceré un sacrifi acerca#de nuestra alma, y él, re
cio de alabanza” . sucitando, nos dió confianza de
que resucitaría aun la carne. Cree, Del seno de este mundo, con to
de consiguiente, para que seas do, había elegido a sus discípu
purificado. Ante todo es necesa los; se lo declaró a fin de que su
rio que creas, a fin de que des pieran que ellos eran lo que eran
pués por la fe merezcas ver a por la gracia de Dios; y que
Dios. ¿Deseas ver a Dios? Oye lo por sus vicios fueron lo que ha
que Jesús dice: “ Bienaventurados bían sido.
los limpios de corazón, porque
ellos verán a D io s” . Ante todo, Lección VIH
trata de purificar tu corazón
Quita de él cuanto pueda ser r^ESPUES anunció claramente
desagradable a Dios. que los Judíos serían sus
perseguidores y los de sus discí
III NOCTURNO pulos, a fin de que quedara bien
L e c c ió n del san to E v a n g e l io
sentado que los que persiguen a
segú n san J uan los santos están comprendidos en
esta denominación de mundo
Lección Vil condenable. Y después de decir
que ellos desconocían al que le
Cap. 15, 26-27; 16, 1-4
envió, y que, no obstante, odia
£Tn aquel tiempo: D ijo Jesús ban al H ijo y al Padre, es decir,
a sus discípulos: Cuando v i a! que había sido enviado y al
niere el Consolador, Espíritu de que le había enviado (de todo lo
verdad que procede del Padre, y cual hemos tratado ya en otros
que yo enviaré de parte de mi sermones), llegó al pasaje en que
Padre, él dará testimonio de mí. dice: “ Para que se cumpla lo que
Y lo que sigue. está escrito: M e odiaron sin mo
tivo” .
H o m il ía de san A g u s t ín , O b is p o 1$. Si yo no me fuere, el
Tratado 92 sobre san Juan Consolador no vendrá a vos
otros; mas si me fuere, os le en
l Señor Jesús, en el ser
viaré. * Y cuando él viniere, os
món que dirigió a sus
enseñará toda verdad, y . Pues
discípulos después de la
no hablará de suyo, sino que di
cena, cercano ya a la pasión,
rá todas las cosas que habrá oí
debiendo partir y habiendo de
do, y os prenunciará las veni
privarles de su presencia corpo
deras. Y cuando. Gloria al P a
ral, por más que, por su presencia
dre. Y cuando.
espiritual permanecería entre
todos los suyos hasta la consu
Lección IX
mación de los siglos; el Señor
Jesús, en aquel discurso les ex r^ESPUES, como consecuencia.
hortó a soportar ias persecucio añadió aquello que poca ha
nes de los impíos, a quienes de empezamos a tratar: “ Cuando
signó con el nombre de mundo. viniere el Consolador, que yo
os enviaré del Padre, Espíritu Oración
de verdad, que procede del Pa
Q hDios omnipotente y eter
dre, él dará testimonio de mí, y
no: haced que nuestra vo
vosotros también daréis testimo
luntad sea siempre devota para
nio, puesto que desde el principio
con Vos, y que siempre sirva
estáis en mi compañía” . Ahora
mos a vuestra majestad con sin
bien, ¿cómo puede entenderse
cero corazón. Por nuestro Señor.
esto con relación a lo que. antes
Se hace Conmemoración de la O c
había dicho: “ Mas ahora me tava, con la A n t., y . y Oración de la
han visto y me han aborrecido a pág. 681. A Prima, los Salmos de las
Fiestas, y la Lección breve es la
mí y a mi Padre; por donde se Capitula de Nona.
viene a cumplir la sentencia es
crita en su L ey: Me han aborre TERCIA
cido sin causa alguna” ? ¿Acaso Capitula: Carísimos, como en Lau
porque cuando vino el Paráclito, des.
este Espíritu de verdad, con
venció con testimonios más evi SEXTA ■
dentes a los que, habiendo visto Capitula I Petr.. 4. 9-10
sus obras, le aborrecieron? Hizo
más aún: ya que manifestándo la hospitalidad los
£ ? j e r c it a d
L e c c ió n del san to E v a n g e l io
P \ ébese advertir que, según
según san M arcos
leemos, Elias subió con una
carroza, a fin de demostrar cla
Lección VII Cap. 16, 14-20
ramente que siendo sólo hombre
pN aquel tiempo: Jesús apare necesitaba del auxilio ajeno. Los
ció a los once Apóstoles Angeles fueron sus auxiliares,
cuando estaban a la mesa, y les ya que ni al cielo aéreo podía
dió en rostro su incredulidad y subir por sí mismo, estando im
dureza de corazón, porque no pedido por el peso de la natu
habían creído a los que le ha raleza. Pero de nuestro Redentor
bían visto resucitado. Y lo que no leemos que fuese elevado por
sigue. una carroza, ni por los Angeles,
porque aquel que todo lo había
D e la H o m il ía de san G rego creado pe sí mismo se elevaba
r io , P apa sobre todas las cosas. Volvía
De la misma Homilía 23 donde ya estaba; regresaba allí
donde había permanecido, pues
r Señor Jesús, después de
u al subir con su humanidad al
haber hablado con ellos, cielo, por su divinidad contenía
subió al cielo y está sen juntamente el cielo y la tierra.
tado a la diestra de Dios. Sabe
mos por el Antiguo Testamento Lección IX
que E lias fué arrebatado al cie
lo. Pero una cosa es el cielo aé A s í como José, vendido pov
reo y otra cosa el etéreo. El cielo 1 sus hermanos, prefiguró la
aéreo está próximo a la tierra; venta de nuestro Redentor, así
por lo cual decimos las aves del Henoc trasladado y Elias eleva
cielo, porque vemos que vuelan do al cielo aéreo, designaron am
en el aire. Elias fué elevado al bos la Ascensión del Señor. De
cielo aéreo, para ser conducido consiguiente el Señor tuvo de su
en seguida a cierta región oculta ascensión prenuncios y testigos
de la tierra, en la cual viviese Uno antes de la Ley, y el otro
con grande paz de alma y del en tiempo de la Ley, hasta que
cuerpo, hasta que vuélva al fin finalmente viniese aquel que ver
del mundo para pagar el tributo daderamente podía entrar en los
a la muerte. Su muerte fué a p la cielos. Por eso mismo, la eleva
zada y no quedó libre de ella ción de ambos se distingue por
Para nuestro Redentor no fué cierta gradación. Pues Henoc fué
aplazada: la superó y destruyó trasladado, y Elias elevado al
con su resurrección, y la gloria de cíelo, a fin de que últimamente
su resurrección la manifestó su viniese aquél que ni fué trasla
- biendo al cielo. é dado ni elevado, sino que pe-
netrase en los cielos con su pro ritu de verdad, y los que están
pia virtud. del espíritu del error.
Te Deum, pág. 10. Los RR. de los tres Nocturnos, co
mo en la Fiesta de la Ascensión, pá
gina 676.
't
Feria Cuarta iníraoctava no confiesan que Jesucristo ha
de la Ascensión ya venido en carne. Negar esto
S e m id o b le es ser un impostor y un Anti
cristo. Vosotros estad sobre avi
MAITINES
so, para no perder vuestros tra
I NOCTURNO
bajos, sino que antes bien reci
E m p ie z a la E p ís t o l a segun d a báis cumplida recompensa. T o
d e l A pó sto l san J uan do aquel que no persevera en la
Lección I Cap. 1, 1-5 doctrina de Cristo, sino que se
aparta de ella, no tiene a Dios.
l presbítero a la dama El que persevera en ella, ese
Electa y a sus hijos, a tiene al Padre y al Hijo.
los cuales yo amo de v e
ras, y no sólo yo, sino también Lección III Cap. 1, 10-13
todos los que han conocido la
verdad, en atención a la misma viene alguno a vosotros, y
verdad, que permanece en nos no trae esta doctrina, no le
otros, y estará con nosotros eter -recibáis en casa, ni le saludéis,
namente. Gracia, misericordia y porque quien le saluda, comu
paz sea con vosotros en verdad nica en cierto modo con sus ac
y caridad, de parte de Dios P a ciones perversas. Aunque tenía
dre y de Cristo Jesús el H ijo del otras muchas cosas que escribi
Padre. Heme gozado en extremo ros, no he querido hacerlo por
de haber hallado alguno de tus medio de papel y tinta, porque
hijos en el camino de la verdad, espero ir a veros, y hablar boca
conform e al mandamiento que a boca, para que vuestro gozo
recibimos del Padre. Por eso sea cumplido. Salúdante los hi
ahora, señora, te ruego, no ya jos de tu hermana Electa.
escribiéndote un nuevo manda
II NOCTURNO
miento, sino el mismo que tuvi
mos desde el principio, que nos S e r m ó n d e s a n G r e g o r i o N i c e n o
amemos unos a otros. . D iscurso sobre la A scen sión del Señor
L o s R R . de los tres N octurnos, co
mo en la F iesta de la A scen sió n , pá Lección IV
gin a 676.
festividad de este día.
a
L ección II Cap. 1, 6-9 ya por sí misma tan
Y Ia caridad consiste, en que grande, la solemnizó aun
procedamos según los man más el Profeta David, aña
damientos de Dios. Porque tal es diendo a nuestra alegría la de sus
el mandamiento que habéis re salmos. Este profeta excelso, ele
cibido desde el principio, y se vándose sobre sí mismo, como si
gún el cual debéis caminar. Pues el peso del cuerpo no le estor
to que se han descubierto en el bara en lo más mínimo, se junta
mundo muchos impostores, que- a las potestades celestes, y nos
cita las palabras que acompañan la librea de nuestra pobre natu
do al Señor al entrar en la glo raleza y cuyos vestidos están en
ria, dirigen a los Angéies que rojecidos, ya que han pasado por
moran en la tierra, a los cuales el lagar de los males de nuestra
han sido confiados los que entran naturaleza y así preguntan de
en la vida humana, dándoles este n u e v o a sus acompañantes:
mandamiento: “ Levantad, oh “ ¿Quién es este R ey de la glo
príncipes, vuestras puertas, y ele ria?” . A lo cual ya no respon
vaos vosotras, oh puertas de la den: “ El fuerte y valeroso en
eternidad; y hará su entrada el el com bate” , sino: “ El Señor de
Rey de la gloria” . las virtudes, que obtuvo el prin
cipado del mundo; que todo lo
Lección V posee en sí mismo, y que resti
tuyó todas las cosas a su estado
Y porque en dondequiera que
esté aquel que lo contiene to primitivo; éste mismo es el R ey
do, se acomoda a la capacidad de de la gloria” .
ios que le reciben (ya que no sólo III NOCTURNO
fué hombre entre los hombres,
L e c c ió n del san to E v a n g e l io
sino que cuando se halla entre
seg ú n san M arco s
los Angeles se conforma con su
modo de conversar), por eso los Lección VII Cap. 16, 14-20
porteros del cielo le preguntan:
pN aquel tiempo: Jesús apare
“ ¿Quién es este R ey de la glo
ció a los once Apóstoles
ria?” A lo cual responden los
cuando estaban a la mesa, y les
otros Angeles, diciendo que es él
dió en rostro su incredulidad y
esforzado y poderoso en el com
dureza de corazón, porque no ha
bate, ya que había de pelear con.
bían creído a los que le habían
tra aquel que tenía sujeta la na
visto resucitado. Y lo que sigue
turaleza bajo una dura servidum
bre, y había de derribar al que D e la H o m il ía de sa n G rego
tciiia el imperio de la muerte, y r io , P apa
esto de tal manera que después De la m isma H om ilía 29
de vencer a un enemigo tan te
rrible, pudiera dar al linaje hu todo debemos pregun
nte
H o m il ía d e s a n A g u s t ín , O b is p o
Lección VI
Tratarlo 92 sobre san Juan, cerca del
medio
^ on nuestros vicios nos cons
truimos una escalera si los l Espíritu Santo descen
hollamos. Ciertamente con el au el día de Pentecostés so
tor del bien no sube la malicia, ni bre ciento veinte personas
con el H ijo de la Virgen la li que estaban reunidas, entre las
viandad y la. lujuria. No suben cuales se hallaban todos los
los viejos en seguimiento del Apóstoles. Apenas quedaron lle
autor de las virtudes, los peca nos del Espíritu Santo, hablaron
dos tras el justo, ni las en las lenguas de todos los pueblos;
fermedades y dolencias pueden admirados ante este prodigio, un
ir con el médico. Por lo mismo, gran número de los que perse
si queremos entrar en el reino veraban en su odio oyendo a
del mismo médico, debemos cu Fedro dar un testimonio tan
rar antes nuestras dolencias. Or grande y divino, y demostrar a
denemos y conservemos en nos los Judíos que aquel a quien ha
otros el orden que debe reinar en bían crucificado y tenido por
las dos sustancias de nuestro muerto había resucitado y estaba
ser, a fin de que la parte in lleno de vida, compungidos d^
ferior no precipite al infierno corazón, se convirtieron, y consi
a nuestra alma, que es la parte guieron el perdón de aquella
más noble del hombre; antes sangre tan preciosa que tan cruel
bien la naturaleza más noble mente habían derramado. D e es
atraiga y eleve al cielo el cuerpo te modo fueron redimidos por la
santificado, con el auxilio de misma sangre que derramaron.
no existe en la caridad, sino que
ella, siendo perfecta, arroja le
A la verdad, la sangre de Cris jos de sí el temor” . Y así, antes
to, de tal manera fué derra de la pasión del Señor, el temor
mada para remisión de todos los servil de Pedro fué interrogado
pecados, que también pudo bo por una sirvienta; pero después
rrar el pecado por el cual fué de de la resurrección del Señor, es
rramada. Atendiendo a esto, de el amor de un corazón libre el
cía el Señor: “ Me han aborre que es interrogado por el mis
cido sin causa; pero cuando ven mo autor de la libertad. Por eso
drá el Paráclito, él d*rá testi en el primer caso se turbó; en
monio de m í” . Como si dijese: el otro permaneció tranquilo.
“ Me aborrecieron, y me han dado En el primer caso negó al que
la muerte, aunque habían visto había amado; en el segundo, amó
mis obras. Pero el Paráclito dará al que había negado. M as el
tal testimonio de mí, que hará amor era aún débil, hasta que
que crean en mí no viéndome. Y fué esforzado y dilatado por el
vosotros, dice, daréis testimonio, Espíritu Santo.
ya que habéis permanecido con
migo desde el principio. Dará
testimonio el Espíritu Santo; y Sábado vigilia de
vosotros también lo daréis. Como
Pentecostés
vosotros habéis estado conmi De I clase. Sem idoble
go; podéis predicar lo que ha D esde este día cesan todas las O c
béis oído; y si hasta ahora no lo tavas particu lares basta la F iesta de la
S an tísim a T rin id a d in clusive.
habéis hecho, es porque la pleni
tud del Espíritu no os ha sido MAITINES
aún comunicada” . I NOCTURNO
E m p ie z a la E p ís t o l a c a t ó l ic a
Lección IX
del A pó sto l sa n J udas
p L , por lo tanto, dará testimo
Lección I Cap. 1, 1-4
nio de mí, y vosotros daréis
testimonio también” ; ya que os u d a s , siervo de Jesucristo
comunicará valor para dar testi
monio la caridad de Dios que se iy hermano de Santiago,
a los amados de Dios
rá difundida en vuestros co- Padre, llamados a la fe y con
razones..por el Espíritu Santo que servados por Jesucristo. L a mi
se os dará. Y este valor faltó sericordia y la paz, y la caridad
ciertamente a Pedro, cuando ate sean colmadas en vosotros. C arí
morizado por la pregunta de la simos, habiendo deseado v iv a
criada, no pudo dar testimonio mente el escribiros acerca de
verdadero, y dominado por .el te vuestra común salud, me hallo al
mor, negó por tres veces a su presente en la necesidad de prac
Maestro. Ahora bien, “ este temor ticarlo, para exhortaros a que
peleéis por la fe que ha sido en sés, no se atrevió a proferir con
señada una vez a los santos. Por tra él sentencia de maldición,
que se han entrometido con di sino que le d'jo: “ Reprímate el
simulo ciertos hombres impíos Señor” . Estos, al contrario, blas
(de quienes estaba muy de ante feman de todo lo que conocen,
mano predicho que vendrían a y abusan, como brutos animales,
caer en este juicio), los cuales de todas aquellas cosas que co
cambian la gracia de nuestro nocen por razón natural. ¡Desdi
Dios en una desenfrenada licen chados de ellos, que han seguido
cia, y reniegan de Jesucristo el camino de Caín, y perdidos
único Soberano y Señor. como Balaam por el deseo de
Los R R . de los tres N octurnos, como una recompensa, se desenfrena
en la D om in ica in fra octava de la A s
ron, e imitando la rebelión de
censión, pág. 689.
Coré perecerán como aquél! E s
Lección II Cap. 1, 5-8 tos son los que contaminan vues
tros convites de caridad cuando
C o br e lo cual quiero haceros asisten a ellos sin vergüenza, ce
memoria, puesto que fuisteis bándose a sí mismos, nubes sin
ya instruidos en todas estas co agua, llevadas de aquí para allá
sas, que habiendo Jesús sacado por los vientos, árboles otoñales,
a salvo al pueblo de la tierra de infructuosos, dos veces muertos,
Egipto, destruyó después a los sin raíces, olas oravas de la mar,
que fueron incrédulos. Y a los que arrojan las espumas de sus
Angeles, que no conservaron su torpezas, exhalaciones errantes
dignidad, sino que desampararon a quienes está reservada una
su morada, los reservó para el tenebrosísima tempestad que ha
juicio del gran día, en el abismo de durar para siempre.
tenebroso con cadenas etemales.
II NOCTURNO
Así como también Sodoma y Go-
morra, y las ciudades comarca D e l T r a t a d o d e s a n A g u s t í n ,
nas, siendo reas de los mismo® O b i s p o , s o b r e e l S í m b o l o , d i r i
excesos de impureza y entrega g i d o A LOS CATECÚM EN OS
das al pecado nefando, vinieron L ibro 4, cap. 1, tom. 9
a servir de escarmiento, sufrien
Lección IV
do la pena del fuego eterno. De
la misma manera amancillan és iB i é n d o o s la Santa Madre
tos también su carne, menospre Iglesia recibido en su se
cian la dominación, v blasfeman no por medio de la señal
contra la majestad. sacratísima de h cruz, para da
Lección III Cap. 1, 9-13 ros a luz con suma alegría, junto
con vuestros hermanos, como fu
R uando el Arcángel Miguel, tura prole de tan grande madre;
disputando con el diablo, al mientras espera el momento de
tercaba sobre el cuerpo de M oi haceros partícipes de esta luz
verdadera mediante el baño sa rar la prole apenas hubiese sido
ludable del bautismo, os nutre dada a luz. Ninguno de nosotros
gozosa en su seno con alimentos ignora que este dragón era e-!
adecuados, para conduciros, lle diablo, y que la m ujer represen
nos de santa alegría, hasta el taba la Virgen M aría, la cual,
día en que os dará espiritual siendo virgen, dió a luz a nuestro
mente a luz; ya que no reza Redentor virgen, y que además
para ella la sentencia en virtud en su persona representaba la
de la cual Eva daría a luz con Iglesia. Pues así como engen
tristeza y dolor a sus hijos, los drando a su hijo quedó virgen,
cuales, por su parte, estarían así la Iglesia engendra en todos
también destinados a ilorar antes tiempos a sus miembros sin per
que a gozar. Ella, en efecto, des der su virginidad. Con el auxi
ató lo que Eva había atado; lio del Señor hemos procurado
mediante la obediencia, restituyó exponer los artículos del augus
la vida a los que Eva, por su tísimo símbolo, para grabar en
desobediencia, había conducido a vuestros corazones el contenido
la muerte. Todas las ceremonias de cada uno de ellos. Vuestros
misteriosas, que han sido practi corazones están ya preparados,
cadas y se practican aún sobre porque el enemigo ha sido a rro
vosotros mediante el ministerio jado de ellos.
de los siervos de Dios— exorcis
mos, plegarias, cánticos espiritua Lección VI
les, insuflaciones, el cilicio, las
inclinaciones de cabeza, las pos Y ^ osotros habéis profesado la
traciones, y el mismo temor que es renuncia de vuestros enemi
necesario desear para asegurar la gos; y en esta renuncia habéis
salvación,— todas estas cosas son dicho, no a los hombres sino a
como los alimentos que usa esta Dios y a los Angeles que la han
madre para nutrirnos en su seno, registrado: “ Renuncio” . Renun
a fin de que regenerados en el ciad, por lo mismo, no sólo
bautismo, os ofrezca gozosos a con las palabras, sino también
Cristo. con las costumbres; no sólo con
la lengua, sino con la conducta;
Lección V no sólo con el m ovimiento de los
labios, sino más bien con el tes
J -J a b é is recibido también el timonio de las obras. Sabed que
símbolo, como protección de habéis emprendido una lucha con
la que os ha de dar a luz con- un enemigo astuto, viejo, v
tia el veneno de la serpiente. que parece a primera vista co
En el Apocalipsis del Apóstol mo dormido. Que él, después
san Juan leemos que el dragón de vuestra renuncia, no halle ya
estaba ante una mujer que ha sus obras en vosotros, y que no
bía de ser madre, a fin de d evo tenga ya otra vez el derecho de
reduciros a su esclavitud. Tú, to: “ La prudencia de la carne es
oh cristiano, te delatas y te con enemiga de D ios” , ya que no
denas, cuando haces una cosa está conforme a la ley de Dios,
y profesas lo contrario. Tenien ni puede estarlo; como si dijé
do el nombre de fiel, demues semos: la injusticia no puede ser
tras otra cosa en tus obras, no la justicia. Con esta palabra
guardando la fe a tu promesa, “ mundo” él designa aquellos que
como tiene lugar cuando des aman el mundo, amor que no
pués de haber entrado en la igle procede ciertamente del Padre. Y
sia para orar, al cabo de un m o por lo mismo, el amor de este
mento te mezclas atrevidamente mundo, que deseamos disminuya
y clamas con los histriones en y desaparezca de entre nosotros,
los espectáculos. ¿Qué hay en ti es contrario al amor de Dios, el
de común con las pompas del cual ha sido comunicado a nues
diablo, a las que has ya renun tros corazones mediante el Espí
ciado? ritu Santo que nos ha sido dado.
III NOCTURNO
Lección VIH
L e c c ió n del san to E v a n g e l io
consiguiente, “ el mundo no
P )e
según san J uan
le puede recibir, porque no
Lección VII Cap. 14, 15-21 le ve ni le conoce” ; ya que el
mundo no tiene ojos espirituales,
p N aquel tiempo: D ijo Jesús los únicos con que puede ser vis
a sus discípulos: Si me to el Espíritu Santo. El Espíritu
amáis, guardad mis preceptos. Y Santo no puede ser visto sino de
yo rogaré al Padre y os dará un modo invisible. “ Mas vosotros,
otro Paráclito. Y lo que sigue. dice, le conoceréis, porque per
manecerá pn vosotros y estará
H o m il ía d e sa n A g u s t ín , O b is p o
en vosotros” . Estará en ellos pa
Tratado 74 acerca san Juan hacía el ra morar, no morará en ellos
fin, n. 75
para estar allí, supuesto que pri
or medio de las -pala mero es estar en algún lugar
bras: “ Rogaré al Padre” , que morar en él. Pero a fin de
y os dará otro Paráclito” , que no pensaran que las pala
muestra que él es también Pará bras: “ Permanecerá en vos
clito. Paráclito yen latín signi otros” , significan una permanen
fica abogado. Ahora bien, de cia visible, como la de un hués
C risto está escrito: “ Tenemos ped entre los hombres, explicó
por abogado delante del Padre el sentido de esta expresión
a Jesucristo justo” . Al decir que “ Permanecerá en vosotros” al
el mundo no puede recibir al decir: “ Estará en vosotros” .
Espíritu Santo, lo dijo en el En esta noche no se dice la Lección
I X de una F ie sta, de la cual se deba
mismo sentido en que está escri hacer Conm em oración a Laudes.
Lección IX bre todo mantened constante la
mutua caridad entre vosotros;
C ve, por lo mismo, el Espí
e porque la caridad cubre muche
ritu Santo, de una manera dumbre de pecados.
invisible. Ni podemos conocerle
si no está en nosotros; de un Himno
modo parecido conocemos en nos
O h Jesús, Autor de la salva
otros nuestra conciencia. N os
ción de los hombres; supre
otros vemos el rostro de otra
mo gozo de los corazones; Padre
persona, pero el nuestro no pode
del mundo redimido; pura luz
mos verlo. Por el contrario v e
de las almas amantes.
mos nuestra conciencia, y no
¿Por qué clemencia habéis si
vemos la de otro. Pero la con
do vencido, ya que habéis toma
ciencia nuestra no puede existir
do nuestros crímenes, y habéis
sino en nosotros; mas el Espíritu
sufrido, siendo inocente, la muer
Santo puede existir sin nosotros.
te, para librarnos de ella?
Se nos da, para que esté f ambién
Habéis quebrantado el poder
en nosotros. Pero si él no está
del infierno; a los cautivos li
en nosotros es imposible que lo
bráis de las cadenas; después de
veamos y conozcamos, tal como
vuestra victoria, habéis obtenido
debe ser visto y conocido. D es
el más excelso triunfo, y os sen
pués de haber prometido el Espí
táis a la diestra del Padre.
ritu Santo, el Señor no queriendo
Reparad nuestros males, m ovi
que pudiésemos creer que lo en
do por vuestra misericordia. H a
viaba para que le sustituyese, y
ced que contemplemos un día en
que él así cesaría de estar con sus
la luz beatífica el resplandor de
discípulos, añade: “ No os de
vuestro rostro.
jaré huérfanos, volveré a vos
!T La siguiente conclusión nunca se
otros” . Aunque el H ijo de Dios cambia.
nos hizo hijos adoptivos de su Sed el objeto a que aspiren
Padre, y quiso que tuv'ésemos nuestros corazones, Vos, que sois
como Padre por la gracia al que guía y camino del cielo; Sed la
es su Padre por naturaleza, con alegría en nuestras tristezas, y
todo, él mismo nos muestra en la dulce recompensa de nuestra
cierto modo un afecto paternal, vida. Amén.
cuando dice: “ No os dejaré huér y . Ascendió Dios entre vo
fanos” .
ces de júbilo, aleluya. Y el
Te Deum, pág. 10.
Señor al son de clarines, aleluya.
Ant. del Bened. — Cuando v i
LAUDES
niere el Consolador, * Espíritu de
Capitula I Petr., 7-8 verdad que procede del Padre,
y que yo enviaré de parte de
J arísimos : Sed prudentes, y mi Padre, él dará testimonio de
velad en orac;ón. Pero so mí, aleluya.
pensadores de los dones de Dios,
los cuales son de muchas mane
D ios omnipotente y eter ras.
no: haced que nuestra vo I£. br. Al subir Cristo a lo
luntad sea siempre devota para alto, * Aleluya, aleluya. Al subir.
con Vos, y que siempre sirva y . Llevó consigo una multitud
mos a vuestra majestad con sin de cautivos. Aleluya. Gloria a!
cero corazón. Por nuestro Señor. Padre. Al subír.
y . Subo a mi Padre, y a
TERCIA vuestro Padre, aleluya. IJ. A mi
Dios, y a vuestro Dios, aleluya.
L a C apitu la es la de L a u d e s; pá
gin a 712.
NONA
br. Ascendió Dios entre
voces de júbilo, * Aleluya, ale Capitula I Petr., 4, 11
luya. Ascendió, y . Y el Señor
al son de clarines. Aleluya. Glo que habla, hágalo de modo
P l
que parez:a que habla Dios
ria al Padre. Ascendió.
por su boca; quien tiene minis
y . A l subir Cristo a lo al
terio ejercítelo como la virtud
to, aleluya.
que Dios le ha comunicado, a
I£. Llevó consigo una m ulti
fin de que en todo cuanto hagáis
tud de cautivos, aleluya.
sea Dios glorificado por Jesu
cristo Señor nuestro.
SEXTA
br. Subo a mi Padre y a
Capitula I Pedro, 4, 9-10 vuestro Padre, * Aleluya, alelu
ya. Subo. y . A mi Dios y vues
1h je r c it a d la hospitalidad los tro Dios. Aleluya. Gloria al P a
unos con los otros sin mur dre. Subo,
muraciones ; comunique cada y . E l SeÁor en el cielo, ale
cual al prójim o la gracia según luya. I£. Ha constituido su tro
la que recibió, como buenos dis no, aleluya.
Dominica de Pentecostés 1
Doble de I clase con Octava privilegiada de primer Orden
I VISPERAS Himno
Las A n tífo n a s de L au des, pági
na 719 ; los Salm os de la Dom inica, ^ / enid , oh Espíritu creador, vi
pág. 73; pero en vez del últim o salmo sitad las almas de vuestro?
se dice el 116 , pág. 92.
fieles, y llenad de gracia celestial
Capitula Act., 2, 1-? los corazones que habéis creado.
Vos sois llamado Paráclito, don
lcumplirse los días de
del Altísima, fuente de agua v i
Pentecostés, estaban to
va, fuego, amor, unción espiri
dos juntos en un mismo
tual.
lugar, cuando de repente sobre
Sois autor de los siete dones,
vino del cielo un ruido, come
dedo de la diestra del P adre;
de viento impetuoso que sopla
fuisteis prometido solemnemente
ba, y llenó toda la casa dondf
por él a los hombres. Vos, que
estaban sentados.
ponéis en los labios los tesoros
L a prim era estrofa del siguien te H im
no se dice de rodillas. de vuestra palabra.
del cielo los dones del Espíritu 1^. br. El Espíritu del Señor
Santo. llenó todo el orbe de la tierra, *
Así como entonces Leñasteis? Aleluya, aleluya, y . Y como
de vuestra gracia aquellos cora comprende todas las cosas, cono
zones por ella consagrados, per ce toda lengua. Aleluya, aleluya.
donadnos nuestros pecados y con Gloria al Padre. E l Espíritu.
cedednos días tranquilos. y . El Espíritu* Consolador,
A Dios Padre sea la gloria, y aleluya. I>. Os enseñará todas
a! Hijo resucitado de entre los . las*cosas, aleluya.
SEXTA tecostés, aleluya, hoy el Espíri
Capitula Act., 2, 6 tu Santo se apareció a los Após
toles en forma de fuego, y les
J ^ i v u l g a d o este suceso, acudió enriqueció con los carismas; les
una gran multitud, y que envió por toco el mundo para
daron atónitos, al ver que cada predicar y enseñar: El que cre
uno oía hablar a los Apóstoles yere y fuere bautizado se salvará,
en su propia lengua. aleluya.
. br. El Espíritu Consola L as Com pletas son de Dom inica,
pág. 77.
dor, * Aleluya, aleluya. El E s
D urante la O ctava se dice todo como
píritu. y . Os enseñará todas las en el dia de la Fiesta, excepto lo se
verdades, aleluya, aleluya. Gloria ñalado como propio para cada dia.
al Padre. El Espíritu.
T . Todos quedaron llenos
Feria Segunda infraoctava
del Espíritu Santo, aleluya. I>
Y empezaron a hablar, aleluya. de Pentecostés
Doble de I clase
NONA MAITINES
Capitula Act., 2, 11 y . El Espíritu del Señor
llenó todo el orbe de la tierra,
T \ anto Judíos como Proséli
aleluya. I£. Y como comprende
tos, los Cretenses y los
todas las cosas, conoce toda len
Arabes, los oímos hablar en
gua, aleluya.
nuestras propias lenguas las m a
A bsolución: Atended.
ravillas de Dios.
Bendición". La lección evangé
1^. br. Todos quedaron llenos
lica.
del Espíritu Santo, * Aleluya,
aleluya. Todos. y . Y empezaron L e c c i ó n d e l s a n t o E v a n g e l i o
a hablar. Aleluya, aleluya. G lo según san J uan
ria al Padre.
X . Los Apóstoles publicaban Lección I Cap. 3, 16-21
en diversas lenguas, aleluya. p N aquel tiempo: D ijo Jesú;
Las m aravillas de Dios, aleluya. a Nicodemo: Amó tanto
Dios al mundo, que no paró has
II VISPERAS ta dar a su H ijo unigénito; a fin
de que todos los que creen en
A n tífo n a y C apitu la de Laudes, pá
gin a 719 ; Salm os de D om inica, pág. 73; él no perezcan, sino que vivan
H im no de I V ísp e ra s, pág. 715. vida eterna. Y lo que sigue.
V . Los Apóstoles publicaban
en diversas lenguas, aleluya H o m i l í a d e s a n A g u s t í n , O b i s p o
I£. Las m aravillas de Dios, a le T ra t. 12 sobre san Juan, hacia el fin
luya. l médico viene para cu
Ant. del Magnif. — H oy * se rar al enfermo. El que lo
han cumplido los días de Pen- está, se da a sí mismo la -
!. Brev. 5 S V
muerte si no quiere guardar los porque sus obras eran perversas \
preceptos del médico. El Salva Hermanos míos: ¿Quiénes son
dor vino al mundo. ¿Por qué ha aquellos cuyas obras fueron ha
sido llamado Salvador del mun lladas buenas por el Señor? Nin-
do, sino porque ha venido para | guno. Halló malas las obras de
salvar al mundo y no para juz todos. ¿Cómo, pues, algunos
garle? ¿No quieres ser salvado amaron la verdad y vinieron a la
por él? Por culpa tuya serás juz luz? Pues esto es lo que sigue:
gado. ¿Mas, qué digo: serás “ El que practica la verdad, vie
juzgado? Considera lo que di ne a la luz” .
ce: “ El que cree en él no R . El Espíritu Santo, pro
es juzgado, mas aquel que no cediendo de su trono, penetró
cree...” ¿Pensáis que va a decir: invisiblemente los pechos de los
“ será juzgado” ? Dice más toda Apóstoles con una nueva señal
vía: “ Ya está juzgado” . Aun no de santificación: * Para que sus
ha empezado el juicio, y ya ha bocas hablasen toda suerte de
sido dictada la sentencia. lenguas, aleluya, y . Descendió
K • Y a no os llamaré sier un fuego divino, que no quema
vos, sino amigos míos; porquo ba, sino que iluminaba, y les dió
habéis conocido todo cuanto he los dones de sus carismas. Para
hecho en medio de vosotros, que. Gloria al Padre. Para que.
aleluya: * Recibid el Espíritu Bendición: El R ey de los án
Santo que es vuestro Consola geles.
dor; él es el que enviará a vos
otros el Padre, aleluya, y . Vos Lección III
otros sois mis amigos, si hicie O e r o los hombres amaron, di
reis lo que os mando. Recibid. ce. más las tinieblas que la
Bendición: El auxilio divino. luz” . Aquí está la fuerza del ra
zonamiento. Muchos amaron,
Lección II muchos confesaron sus pecados;
C onoce el Señor a los suyos; pues bien: el que confiesa sus
conoce a los que persevera pecados, y acusa sus pecados,
rán para ser coronados y a los que obra a la una con Dios. Dios acu
serán atormentados por las lla sa tus pecados; si tú también los
mas. Conoce en su era lo que es acusas te unes con Dios. El
el trigo, conoce la paja; conoce el hombre y el pecador son como
grano y la cizaña. El que no cree, dos cosas. Cuando digo hombre,
ya está juzgado. “ ¿Por qué está a éste le hizo Dios ¡«cuando di
ya juzgado? Porque no Icree en el go pecador, éste es obra del
nombre del unigénito Hijo de mismo hombre. Borra lo que hi
Dios. Este juicio de condenación ciste, a fin de que Dios salve
consiste en que la luz vino al lo que hizo. Es necesario que
mundo, y los hombres amaron aborrezcas en ti a tu obra, y
más las tinieblas que la luz, y eso ames en ti la obra de D io ^ Mas,
cuando empieza a disgustarte lo .4 bsolueión: Ayúdenos.
que hiciste, desde este punto Bendición: La lección evangé
empiezan tus buenas obras, ya lica.
que aborreces tus obras malas.
A la verdad, el principio de las L e c c i ó n d e l s a n t o E v a n g e l i o
obras buenas consiste en la con seg ú n san Ju a n
fesión de las obras malas.
Lección I Cap. 10, 1-10
LAUDES pN aquel tiempo: D ijo Jesús
Ant. del Bened. — Amó tanto a los fariseos: En verdad,
Dios * al mundo, que por él dió en verdad os digo, que quien no
a su H ijo Unigénito, para que entra por la puerta en el aprisco
todo aquel que crea en él, no de las ovejas, sino que sube por
perezca, sino que consiga la vid-i otra1 parte, el tal es un ladrón
eterna, aleluya. y ^salteador. Mas el que entra
por la puerta, pastor es de las
Oración ovejas. Y lo que sigue.
(^ ) h Dios, que comunicasteis a H o m i l í a d e s a n A g u s t í n , O b i s p o
vuestros Apóstoles el E spí T rat. 45 sobre san Juan, después
ritu Santo, conceded a vuestro del principio
cual vive y reina en unidad del r.ü iro f> soiire el cap. de San Lucas
L e c c ió n del san to E v a n g e l io
Vuestra tristeza, aleluya
seg ú n san M ateo
* Se convertirá en gozo, ale
luya, aleluya. X . E l mundo se
Lección VII Cap. 19, 27-29 alegrará, vosotros os entristece
réis. pero vuestra tristeza. Se.
p\ aquel tiempo; D ijo Pedro
a Jesús: He aquí que nos
Lección VIH
otros lo hemos dejado todo, y
os hemos seguido; ¿qué es, pues, £ s por cierto una recompensa
lo que tendremos? Y lo que si del todo justa que cuan
gue. tos por Cristo despreciaron aquí
la gloria de la humana grandeza,
H o m il ía d e s a n B e d a V e n e r a
glorificados por Cristo, como
b l e , P r e s b ít e r o
jueces, se sienten allí a su lado,
Homilía en el natalicio de san B e
nito ellos que por ningún m otivo pu
dieron ser disuadidos de seguir
s perfecto aquél que ven los vestigios del Señor. Pero na
de todo lo que tiene y die imagine que los Apósto
lo da a los pobres, y vie les, que son en número de do
ne a colocarse en pos de Cristo. ce, porque M atías fué elegido
A la verdad tendrá un tesorc que para sustituir al prevaricador Ju-
■+ .
das, serán los únicos jueces del sepamos, que cuantos siguiendo
mundo; las doce tribus de Israe’ el ejemplo de los Apóstoles han
no serán solas a sufrir el juicio; dejado todo lo suyo y han segui
de ser así, la tribú de Leví, do a Cristo, serán jueces junto
que es la décimatercera, quedaría con él, así como todos los hom
sin ser juzgada. bres han de ser juzgados. Por la
misma razón que el número doce
Lección IX suele designar en las Escrituras
universalidad, por las doce sedes
D a b l o , que es el décimoterce- de los Apóstoles se designa el
ro de los Apóstoles, queda número de todos los que han de
ría privado de juzgar, siendo así juzgar, y por las doce tribus de
que él dice: “ ¿Ignoráis que juz Israel, el número de todos los
garemos a los ángeles, cuanto más que han de ser juzgados.
a los del siglo?” Conviene que
Común de Evangelistas
Fuera de Tiempo Pascual
t
é’
yc
Común de Apóstoles y Evangelistas
En Tiempo Pascual
I. B rev. 58
ro la gracia les sostiene, y el de esos son hijos de Dios. Porque
seo de la vida eterna les hace in no habéis recibido ahora el es
conmovibles. píritu de servidumbre para obrar
'H La siguiente Conclusión jamás todavía solamente por temor co
se cambia.
mo esclavos, sino que habéis re
Os rogamos, oh divino Reden
cibido el espíritu de adopción de
tor, que os dignéis conceder a los
hijos, en virtud del cual clama
humildes servidores que os la pi
mos Abba, esto es: ¡Oh Padre
den, la gracia de participar de
mío! Y con razón; porque el
la gloria de los Mártires, por los
mismo Espíritu de Dios está dan
siglos eternos. Amén.
do testimonio a nuestro espíritu,
I NOCTUPNO de que somos hijos de Dios. Y
siendo hijos, somos también he
Ant 1. Cabe la corriente de rederos, herederos de Dios, y c o
las aguas * plantó la viña de los herederos con Cristo, con tal,
justos, y la voluntad de éstos se no obstante, que padezcamos con
conformó con la ley del Señor. él, a fin de ,que seamos con él
Salmo 1, pág. 47.
glorificados. A la verdad yo estoy
2. El Señor probó a sus ele persuadido de que los sufrimien
gidos * como el oro en el crisol; tos de la vida presente no son
y los recibió como holocaustos de comparar con aquella gloria
eternos. venidera, que se ha de m anifes
Salmo 2, pág. 47.
tar en nosotros. Así las criaturas
3. Si sufrieron tormentos de todas aguardan con grande ansia
lante de los hombres, * la espe la manifestación de los hijos de
ranza de los elegidos es inmortal Dios.
para siempre. , I». Enjugará Dios de sus
Salmo 3, pág. 48.
ojos todas las lágrimas; y ya no
A '. Alegraos y regocijaos los habrá más llanto, ni clamor, ni
justos en el Señor, I£. Y glo dolor alguno: * Porque las co
riaos todos los de corazón recto. sas de antes han pasado, y . Y a
no tendrán hambre, ni sed, ni
D e la E p ís t o l a de sa n P a b lo descargará sobre elios el sol, ni el
A pó sto l a los R om anos bochorno. Porque.
Lección I Cap. 8, 12-19
Lección II Cap. 8, 28-34
erm anos: Somos deudores
no a la carne, para vivir ^ abemos también nosotros que
según la carne. Porque todas las cosas contribuyen
si viviereis según la carne, mo al bien de los que aman a Dios,
riréis; mas si con el espíritu ha de aquellos digo, que él ha llama
céis morir las obras de la carne, do según su decreto para ser
viviréis. Siendo cierto que los que santos. Pues a los que él tiene
se rigen por el Espíritu de Dios, especialmente previstos, también
i. o m On IJIi VARIOS m á r t i r e s f u e r a d e t . F. 771
H o m il ía de san G r e g o r io , P apa
i»
H om ilía 35 sobre los E vangelios
Lección VIII
Señor y Redentor
Mu e s t r o A/f As, com o quiera que el fin no
nos anuncia los males ve seguirá inm ediatam ente a
nideros de este mundo los m ales que sucederán en pri
que ha de perecer, a fin de que m er lugar, añade: “Se levantará
un pueblo contra otro pueblo, y
un reino contra otro íeino; y ha
brá grandes terremotos en varias P > ero después de anunciar tan
partes, y pestilencias y hambres, tas señales de la perturba
y aparecerán en el cielo cosas ción final, conviene que aplique
espantosas y prodigios extraordi mos brevemente la considera
narios” . La última tribulación irá ción a cada uno de ellos, ya
precedida de muchas otras, y que es necesario que padez
por las calamidades cue se suce camos unas cosas del cielo,
derán entonces en gran número, otras de la tierra, de los elemen
se nos indican los males perpe tos y de los hombres. D ice nues
tuos que seguirán. Y por lo mis tro Señor: “ Se levantará un pue
mo, después de las guerras y se blo contra otro” ; he ahí el tras
diciones no sigue inmediatamen torno proveniente de los hom
te el fin, ya que antes deben bres. “ Habrá grandes terremotos
seguirse aun muchos otros males, en diferentes lugares” ; he ahí la
presagio del mal que no tendrá señal de la cólera divina que se
fin. manifestará en el cielo. “ Ven
K . Vosotros, mis santos, que drán pestes” ; he ahí la desorgani
viviendo en la carne tuvisteis zación patentizándose en los cuer
que luchar: * Recibiréis la re pos. “ Vendrán hambres” ; he
compensa que yo os daré por ahí la esterilidad de la tierra.
vuestro trabajo, y . Venid, ben “ Aparecerán señales espantosas y
ditos de mi Padre, poseed el rei tempestades en el cielo” ; he ahí
no. Recibiréis. Gloria al Padre. la conmoción del aire. Por lo
Recibiréis. mismo que todas las cosas se han
El siguiente Responsorio se dice de acabar, todas sufren pertur- _
en lugar del precedente, en el O fi baciones antes de acabarse. Y
cio de varios M ártires hermanos, au n
que de éstos se celeb ic ju n to con otros
porque en todas las cosas hemos
compañeros; con tal que los hermanos faltado, por todas somos ator
sean en número m ayor, o si, siendo en
número igual, son nombrados en primer
mentados, a fin de que se cumpla
lugar. lo que está escrito: “ Y pelearán
por él todos los elementos con
1^. Esta es la verdadera her
tra* los insensatos” .
mandad, que con ningún combate
T e Deum , pág. 10.
pudo deshacerse: derramada la
sangre siguieron al Señor: * D es
LAUDES Y HORAS
preciando los palacios reales, lle
garon a los reinos celestiales.. Las A n tífo n a s son las de V ísp era s,
pág. 768, con los Salm os de Dom i
V . ¡Cuán bueno y agradable nica del prim er lu ga r, pág. 55.
es que los hermanos no tengan
Capitula Sab., 3, 1-3
más que un corazón! Desprecian
do. Gloria al Padre. Desprecian | a s almas de los justos están
do los palacios reales, llegaron a en la mano de Dios, y no lle
los reinos celestiales. gará a ellos el tormento de U
muerte. A los ojos de los insen recio que morían; a la verdad,
satos pareció que morían; y a reposan en paz.
la verdad, reposan en paz. . br. Alegraos y regocijaos, *
Justos, en el Señor. Alegraos, y .
Himno Y gloriaos todos los de corazón
recto. Justos. Gloria al Padre.
( ^ ) h glorioso R ey de los M ár Alegraos.
tires; corona de los que te y . Gócense Jos justos en
confiesan, que conduces a los ce presencia de Dios. I£. Y llénense
lestes reinos a cuantos despre de alegría.
ciaron los reinos terrenos!
Atiende presto a nuestros rue SEXTA
gos; mientras celebramos tus
triunfos, perdona nuestros deli Capitula Sab., 10, 17
tos. p L Señor dió a los justos el
T ú vences entre los Mártires, galardón de sus trabajos, y
y tu misericordia brilla en los los condujo por sendas maravillo
Confesores; venza también nues sas, y sirviólos de defensa du
tras culpas la grandeza de tu rante el d;a, y suplió de noche
perdón. la luz de Las tinieblas.
A Dios Padre se dé la gloria, br. Gócense los justos. +
y al H ijo Unigénito, juntamente En presencia de Dios. Gócense.
con el Espíritu Paráclito, ahora y . Y llénense de alegría. En
y por todos los siglos. Amén. Gloria al Padre. Gócense.
y . Los Santos se regocijarán y . Los justos vivirán eter
en la gloria. I£. Se alegrarán en namente. R . Y su galardón está
sus moradas. , en el Señor.
Ant. del Bened.— Todos vues
tros cabellos * han sido conta NONA
dos; no temáis: vosotros valéis
más que un gran número de pá Capitula Sab., 3, 7-8
jaros. O r i l l a r á n los justos, y como
L a s O racion es son las de I V í s
centelhs que se propagan
peras, pág. 769.
L o s Salm os de las H oras son de por un cañaveral, así volarán de
D om inica; los de Prim a como en las unas partes a otras, y señorearán
F iestas.
a los pueblos, y el Señor reinará
con ellos eternamente.
TERCIA br. Los justos * Vivirán
eternamente. Los. y . Y su galar
Capitula Sab., 3, 1-3
dón está en el Señor. Vivirán.
T asalmas de los justos están en Gloria al Padre. Los justos.
la mano de Dios, y no llegará y . Los Santos se regocijarán
a ellos el tormento de la muerte. en la gloria. Se alegrarán en
A los ojos de los insensatos pa- sus moradas.
en el cielo; y porque por su amor
derramaron su sangre, por eso
.4«/. 1. Estos son los Santos se gozan sin fin con Cristo.
* que entregaron sus cuerpos Completas de Dom inica, pág. 77.
por la ley de Dios, y lavaron
sus túnicas en la sangre del Cor II. OTRAS LECCIONES PARA
dero VARIOS MARTIRES
Se dicen los Salmos de I jm ínica,
excepto el último, en cuyo lu gar se S e r m ó n d e s a n J u a n C r is ó s t o m o
dice el Salmo 115 , pág. 103. Serm ón 1 de M ártires, tomo 3
2. Los Santos, mediante la fe III NOCTURNO
* vencieron los reinos, practica
ron la justicia, y alcanzaron el Lección IV
cumplimiento de las promesas.
a d íe hay que ignore que
3. La juventud de los Santoj
los triunfos de los M ár
* se renovará como la del águi
tires, por disposición di
la: florecerán como el lirio en la
vina son celebrados, a fin de que
ciudad del Señor.
a ellos se les tribute el debido
4. Enjugará el Señor * todas
honor, y a nosotros, mediante el
las lágrimas de los ojos de sus
auxilio de Cristo, se nos mues
Santos; y ya no habrá más
tren los ejemplos de sus virtudes.
llantos, ni clamores, ni dolor al
Al ver nosotros el honor que
guno, porque pasaron ya las co
se tributa a las virtudes de estos
sas de antes.
M ártires, se nos manifiesta cuán,
5. La morada de los Santos *
está en el reino celestial, y su ta sea la gloria que disfrutan en
descanso será eterno. los cielos aquellos cuyo natalicio
se celebra en la tierra. Sus ejem
Capitula Sap., 3, 1-3 plos nos excitan a manifestar el
mismo valor que ellos, la misma
| a s almas de los justos están devoción, la misma fe, a fin de
en la mano de Dios, y no que, con el auxilio de Cristo, po
llegará a ellos el tormento de la damos pelear y vencer al ene
muerte. A los ojos de los insen migo, y conseguida la victoria,
satos pareció que morían; y a triunfar como aquellos Santos
la verdad, reposan en paz. en el reino de los cielos.
El Himno como en* las I Vísperas,
pág. 768.
Lección V
y . Los Santos se regocijarán
en la gloria. '* ^~)uién habrá que deseando
Se alegrarán en sus mo ^ asociarse al mérito de los
radas. Santos, lo pueda conseguir si an
Ant. del Magnif. — Las almas tes no posee la misma firmeza,
de los Santos * que siguieron no profesa su fe, no imita la
las huellas de Cristo se alegran virtud de su martirio, y no tie
ne o procura su gloria con pare una gran multitud de gentío de
cida norma de vida? Y aunque toda Judea, y de Jerusalén, y
no todos pueden alcanzar la del país marítimo de Tiro y de
misma gloria por el martirio, Sidón. Y lo que sigue.
con todo, que cada uno se
muestre, por lo menos, digno, H o m il ía de sa n A m b r o s io ,
mos, en efecto tienen por título Libro 4 sobre san Lucas, cap. 12
“ para la O ctava” , y nos ha sido
ordenado que participemos en esta levadura se refiere
alguna manera de estas ocho ben la siguiente recomenda
diciones. Así como la Octava, o el ción del Apóstol: “ Así
número ocho, expresa el cumpli pues, celebremos el convite, no
miento de nuestra esperanza, del con levadura vieja, ni con la
mismo modo expresa la plenitud levadura de la maldad y co
de las virtudes. rrupción, sino con los ázimos de
la sinceridad y de la verdad” .
Lección IX Pues así como una poca levadu
ra, obra sobre toda la sustancia
P ero antes veamos lo que es de lá harina a la que se mezcla,
más importante: “ Bienaven y comunica pronto su sabor a
turados. dice, los pobres, porque toda la masa; del mismo modo
de ellos es el reino de los cielos” . la hipocresía, desde el momento
Ambos Evangelistas han puesto que sé apodere del ánimo de a l
esta bienaventuranza o bendi guno, privará de toda verdad y
ción como la primera. Y a la sinceridad a las virtudes. D e con
verdad es la primera en el or siguiente este es el sentido:
den, y como el origen y madr* Guardaos de imitar a los hipócri
de las virtudes; ya que quien tas, puesto que vendrá un tiem
despreciare el siglo, éste merece po en que vuestra virtud será
rá lo eterno, y nadie podrá m e manifestada a todos y su hipo
recer el reino celestial si, perma cresía quedará patente.
neciendo cautivo de las concu
piscencias mundanas, no tiene Lección VIII
valor para librarse de ellas.
Te Deum, pág. 10. ^/^ as lo que sigue: “ Porque
cuanto dijisteis a oscuras,
se dirá a. la luz del día” , puede
III. OTRA HOMILIA entenderse, no sólo del tiempo
futuro, cuando todos los secre
L e c c ió n del santo E v a n g e l io
tos de los corazones se m anifes
según san L ucas
tarán a la luz, sino aun del
Lección VII Cap. 12, 1-8 tiempo presente. Porque cuanto
sufrieron los Apóstoles, y cuanto
P n aquel tiempo- D ijo Jesús hablaron en la oscuridad y en lai
a sus discípulos: Guardaos tinieblas de los tormentos y de
las cárceles, ahora en que es hon nos y fortalecernos contra am
rada la Iglesia por el mundo, se bos, así como antes nos ordenó
lee en público en sus actas. “ Ni que estuviésemos atentos contra
es amedrenten los que matan el la hipocresía de los fariseos, así
cuerpo” . Si a los perseguidores ahora nos enseña a no temer la
de los Santos, una vez muertos muerte causada por los verdu
los cuerpos, no les quedaba ya gos. Y esto porque después d¿
más que hacer contra ellos, fué la muerte no puede continuar ni
muy irracional la malicia de los la crueldad de éstos, ni la simu
que arrojaron los miembros muer lación de aquéllos. “ ¿No es ver
tos de los M ártires para ser des dad que cinco pajariilos se ven
pedazados por las fieras y las den por dos cuartos?” Quiere de
aves, siendo así que en manera cir: Si Dios no puede olvidar a
alguna podían oponerse a que la los más pequeños animales, ni a
omnipotencia de Dios, resucitán los pájaros que revolotean por
dolos, los vivificase. los aires; vosotros que habéis si
do hechos a imagen del Creador,
Lección IX no debéis temer a aquellos que
matan el cuerpo, puesto que
Q os clases hay de perseguido quien gobierna los animales irra
res: unos que manifiesta cionales, no dejará de atender
mente atormentan; otros que cuidadosamente a sus criaturas
fingida y engañosamente halagan. racionales.
El Salvador, queriendo instruir Te Deum, pág. 10.
C om ún de uno o v a r io s M á r t ir e s
En Tiempo Pascual
H o m il ía de sa n A g u s t ín , O b is p o
Lección VI
Tratado 81 sobre san Juan, después
del medio
Q h,cuán grande espectáculo a
los ojos del Señor. ¡Cuán fin de que nadie pensara
sublime, cuán agradable a Dios, que el sarmiento pudiesa
por la constancia de los solda producir de sí mismo, al
dos alistados en su milicia y con menos un poco de fruto, después
sagrados a su servicio! Como nos de haber dicho el Salvador: “ Es
dice el Espíritu Santo y nos en te produce mucho fru to” ; no
seña él mismo en sus salmos. añadió: “ Porque sin mí, poco
“ Es preciosa en la presencia de podéis hacer” , sino “ Nada po
Dios la muerte de los justos” . déis hacer” . No podemos pro
Verdaderamente es preciosa esta ducir poco ni mucho, separados
muerte que compra la inmortali de aquél' sin el cual no se puede
dad con el precio de la sangre de hacer nada. Si el sarmiento pro
rramada, que adquiere la corona duce poco fruto, el labrador lo
con la perfección de la virtud. poda, a fin de que produzca más.
¡Cuán gozoso estuvo allí Cristo Con todo, si no permanece en
cuán de buena gana peleó y ven la vid y no vive unido a su ráíz,
ció en tales siervos suyos, él, pro ningún fruto puede producir.
tector de la fe; él, que retribu Jesucristo no habría sido vid si
ye a los que creen en él, a pro no hubiera sido hombre; con to
porción de su confianza. Estuvo do, no podría comunicar una vir
presente a su combate; sostuvo a tud tan grande a las ramas, si no
los que peleaban y defendían su fuese también Dios.
nombre; los esforzó y dio ánimo.
Lección VIII
Y el que por nosotros venció una
vez la muerte, es el que vence ^ in esta gracia no se puede v i
siempre en nosotros. vir, mas la muerte depende
del libre albedrío. Por esto Jesús
III NOCTURNO nos dice: “ Si alguno no perma
neciere en mí, será arrojado fue
L e c c ió n del san to E v a n g e l io
ra como el sarmiento, y se seca
según san J uan
rá, y lo recogerán, y lo arroja
Lección VII Cap. 15, 5-11 rán al fuego, y arderá” . Las ra
mas de la vid son tanto más des
pN aquel tiempo: D ijo Jesús preciables si no están unidas a
a sus discípulos: Y o soy la ella, cuanto son de más valor si
verdadera vid, y vosotros los permanecen con ella unidas. C o
-sarmientos; el que permanece en mo hace notar el Señor hablan
mí y yo en él, este lleva m uchj do por el Profeta Ezequiel, una
vez son cortadas, no sirven ni querer, permaneciendo en el Sal
para la agricultura ni para indus vador, sino lo que es conforme
tria alguna. Al sarmiento no le a la salvación’ Las cosas que
queda otra alternativa que per queremos cuando estamos unidos
manecer unido a la vid o ser a Cristo, son del todo diferen
arrojado al fuego. Para que no tes de las que queremos cuando
sea arrojado al fuego, permanez estamos aficionados al mundo
ca unido a la vid. Por lo mismo que aun estamos
en este mundo, puede suceder
Lección IX que alguna vez pidamos lo que
ignoramos que nos sea nocivo.
C i permaneciereis en mí, dice, Pero lejos de nosotros el pensar
y mis palabras permanecie que obtengamos estas cosas si
ren en vosotros, todo lo que qui
permanecemos en Cristo, el cual
siereis pediréis y se os dará” .
no nos concede cuando pedimos
Los que permanecen en Cristo,
sino lo que nos conviene.
¿qué pueden querer sino lo que
Te Deum, pág. 10.
conviene a Cristo? ¿Qué pueden
C o m ú n d e un C o n f e s o r P o n t i fi c e
H o m il ía de sa n J uan C r is ó s -
Lección IX
to m o
£ ) e consiguiente, dijo, no pen
Homilía 15 sobre san M ateo, después
del medio séis que habéis de ser con
ducidos a luchas fáciles, ni que
ed lo que dijo Jesús: debáis dar cuenta de cosas poco
“ Vosotros sois la sal de importantes, puesto que: “ V o s
la tierra” ; con lo cual otros sois la sal de la tierra” .
manifestó la necesidad de dar Pero, ¿acaso los Apóstoles cu ra
preceptos a los Apóstoles. Y a ron lo que estaba del todo co
que, dijo, no tan sólo ha rrompido? En manera alguna. Y a
bían de dar cuenta de su vida, que de ningún modo puede dar
sino de todo el mundo. No os en se que aquello que ya está co
vío a dos ciudades, a diez o vein rrompido, sea devuelto al estado
te, ni a un solo pueblo, como en primitivo con la aplicación de la
viaba a los profetas, sino a toda sal. No hicieron esto, sino que,
la tierra y a todos los mares, v hallándose ya renovado y libre de
a todo el mundo; a este mun podre lo que se íes había con
do abatido bajo el peso de mul fiado, echaban sal y lo conserva
titud de crímenes. ban en aquel estado en que li>
recibieron del Señor. Y a la ver
Lección VIII ' dad, es propio de la virtud de
Cristo librar de la corrupción de
^ decir: “ Vosotros sois k sal
l
ios pecados; pero impedir que
de la tierra” , muestra qus no se recaiga en los mismos, ésta
toda la naturaleza humana se ha es misión y obra de los Após
bía vuelto insípida y corrompi toles.
da por la fuerza de los pecados. T e D eum , pág. 10.
Común de un Confesor no Pontífice
1. E n el Propio de Santos se indica este cambio por las iniciales L . h.t que
sign ifican L os honores. *
dos, cantamos sus alabanzas lados para el Común de Confesores
y su triunfo, para que, en el Pontifices, con lo propio que sigue:
curso de nuestra vida, no deje I NOCTURNO
de ayudarnos con sus plegarias.
y . EJ Señor le amó y le
Salud, honor y poder a Dios.
honró. R . Y le vistió con vesti
Uno en tres Personas, el cual,
duras de gloria. ;
radiante sobre su trono celes
tial, gobierna el universo entero D el lib r o d e l E c le s iá s tic o
por todos los siglos. Amén.
y . El Señor le amó y le Lección I Cap. 31, 8-11
honró. R . Y le vistió con vesti
ie n a v e n tu r a d o el varón
duras de gloria.
que fué hallado sin cul
Ant. del Magnif. — Le ase
pa, y que no anda tras
mejaré * al varón sabio, que
del oro, ni ambiciona el dinero ni
edificó su casa sobre la piedra.
los tesoros. ¿Quién es éste y le
1. Oración elogiaremos? Porque él ha hecho
cosas admirables en su vida. El
Q h Dios, que cada año nos fué probado por medio del oro,
alegráis con la solemnidad y hallado perfecto; por lo que
de vuestro Confesor el bienaven reportará gloria eterna. El podía
turado N .: concedednos propi Decar y no pecó, hacer mal y no
cio, que imitemos las obras de lo hizo. Por eso sus bienes es
aquel cuya gloriosa memoria ce tán asegurados en el Señor; y
lebramos. Por nuestro Señor. celebrará sus limosnas toda la
congregación de los santos.
2. Otra Oración
IJ. Alégrate, siervo bueno y
A t e n d e d , Señor, a las súpü- fiel, ya que has sido fiel en lo
cas que os presentamos en poco, te constituiré sobre lo mu
la solemnidad del bienaventura cho: * Entra en el gozo de tu
do Confesor N., a fin de que Señor, y . Señor, me habéis en
seamos auxiliados por las preces tregado cinco talentos, he ahí
de aquel que os agradó, nos que he ganado otros cinco. E n
otros que no confiamos en nues tra.
tra justicia. Por nuestro Señor
Lección II
P a ra los Doctores la A n tífo n a del
M agníficat de ambas V ísp e ra s y la Cap. 32, 18-20, 28; 33, 1-3
O ración, son las indicadas en el C o
mún de Doctores, pág. 800.
P a ra los Abades la O ración se ha £ T l que teme al Señor abraza
llará tn el Com ún de Abades. rá sus enseñanzas, y los que
Las Completas son de Dominica, pá
gina 77.
madrugaren en busca de él lo
grarán su bendición. El que ama
MAITINES la Ley, se enriquecerá con los
frutos de ella, mas el que obra
El Invitatorio, H im no, A n tífo n a s y
Salmos son los mismos que los señ a con hipocresía, tomará de la
Ley ocasión de ruina. Los que lo para no tropezar; socorro en
temen al Señor sabrán discernir las caídas; el que eleva el alma
lo que es justo, y sus buenas y alumbra los ojos; el que da
obras brillarán como una antor la sanidad, y vida y bendición.
cha. Quien es fiel a Dios, atiende I£. Este conoció la justicia,
a sus preceptos; y el que confía vió grandes maravillas, y rogó al
en él, no padecerá menoscabo Altísim o: * Y se cuenta entre el
alguno. Al que teme al Señor, número de los santos, y , Des
nada malo le sucederá; antes bien preció la vida mundana y llegó
en la tentación, Dios le guarda al reino de los cielos. Y se cuen
rá y le librará de I 03males. El ta. Gloria al Padre. Y se cuenta.
varón sabio no aborrece los pre
II NOCTURNO
ceptos y las leyes, ni se estrella
rá como un navio en la tormen y . La boca del justo derra
ta. El hombre prudente es fiel mará sabiduría. Y su lengua
a la Ley de Dios, y la L ey será hablará juiciosamente.
fiel para con El.
ty. El justo brotará como el S e r m ó n d e s a n J u a n C r i s ó s t o m o
lirio: * Y florecerá eternamente O ración sobre san Filogonio
ante el Señor. y . Plantado en
la casa del Señor, en los atrios
Lección IV
de la casa de nuestro Dios. Y L día del bienaventurado
florecerá. N., cuya festividad ce
lebramos, nos invita a
Lección III Cap. 34, 14-20
narrar sus santas acciones. Fué
custodiado el espíritu de en este día cuando este bien
aquellos que temen a Dios, aventurado pasó a una vida feliz
y será bendito con sus miradas, y libre de toda perturbación;
porque tienen ellos puesta su es cuando su navio abordó en el
peranza en su Salvador, y Io¿ puerto, en el que ya no puede
ojos de Dios están fijos sobre temer el naufragio, ni inquie
los que le aman. De nada tem tud, ni dolor alguno. Y ¿qué
blará ni tendrá miedo quien te tiene de admirable que aquel lu
me al Señor, pues éste es su gar esté libre de toda tristeza,
esperanza. Bienaventurada es el cuando el Apóstol san Pablo, h a
alma del que teme al Señor. ¿En blando a los hombres que viven
quién pone ella sus ojos, y quién aún en esta vida les dice: “ Ale
es su fortaleza? Fijos están los graos siempre, orad sin interrup
ojos del Señor sobre los que le ción” ?
temen; el Señor es el poderoso 1^. El Señor le enriqueció,
protector, el apoyo fuerte, una guardóle de sus enemigos, y de
defensa contra los ardores del fendióle de sus seductores: * Y
sol, y fresca sombra contra el procuróle una gloria eterna, y . El
ardor del mediodía. Sustentácu Señor condujo al justo por ca-
minos rectos y le mostró el rei después de su tránsito, y dejada
no de Dios. Y procuróle. la ciudad en que vivimos, fué
inscrito como ciudadano de otra
Lección V ciudad, a saber, de la ciudad
de Dios. Saliendo de esta Ig le^ x'
D ues si aquí, en donde experi
sia, llegó a aquella que es lá 3e
mentamos enfermedades, in
los primogénitos inscritos en los
jurias, muertes prematuras, ca
cielos. No asiste a las solemni
lumnias, envidias, perturbaciones,
dades de acá abajo, pero asiste
enojos, codicias, innumerables
a1 las de los Angeles. Y que
asechanzas, cotidianas solicitudes:
arriba haya una ciudad, una
en donde incontables males nos
Iglesia, y una fiesta, nos lo dice
causan dolores por todas partes,
el Apóstol san Pablo: “ Habéis
san Pablo dijo que podíamos go
llegado a la ciudad del Dios vi
zarnos siempre, con tal que nos
vo, a la Jerusalén celestial e Igle
elevásemos un poco sobre las co
sia de los escogidos que están
sas del mundo y ordenáramos
inscritos en los cielos, asistida por
nuestra vida; con cuánta mayor
muchos millares de Angeles” .
razón, después que hubiéremos
1$. Este hombre cumplió to
dejado esta tierra, disfrutaremos
do lo que Dios le había manda*
fácilmente de la felicidad, ya
do, y Dios le dijo: Entra en el
que estaremos libres de todas
lugar de mí reposo: * Porque te
las cosas contrarias a nuestro
he hallado justo ante mí entre
bien estar, a saber: toda clase de
todas las naciones, y . Este San
enfermedad, de males, del pe-
to despreció la vida mundana
iigro de pecar, y viviremos en
y llegó al reino de los cielos
aquel lugar en donde no) hay
Porque. Gloria al Padre. Porque
mío ni tuyo — palabras frías —
te he hallado justo.
ni ninguna de las miserias que
asedian nuestro cuerpo y son III NOCTURNO
para nosotros ocasión de innu
merables luchas. y . La ley de su Dios la tie
. El Señor le amó y le ne en medio del corazón. I£. Y
honró, le vistió con vestiduras andará con firmes pasos.
de gloria: * Y le coronó en el
umbral del Paraíso, y . Cu L e c c ió n del san to E v a n g e l io
I. Brev. 61
de m i” , no a fabricar el mundo, de los dioses falsos los ven siti
no a crear las cosas visibles e dificultad, más ven a aquellos que
invisibles, no a realizar m aravi tienen ojos y no ven. A nosotros
llas en el mundo, ni a resucitar se nos promete la visión del Dios
a los muertos, sino a ser mansos que vive y que nos ve.
y humildes de corazón. Te D a n n laitdámus, pág. 10.
Lección VIII
III. OTRA HOMILIA
ser grande? Comien
( " 'u i e r e s
za por ser pequeño. ¿Pien L e c c ió n del san to E v a n g e l io
I VISPERAS Himno
Ant. 1. Esta es una Virgen
juiciosa, * una de las Vírgenes
ras h Jesús, corona de las
Vírgenes, concebido y
prudentes. dado a luz por la única
Se dicen los Salmos de las Fiestas madre que permaneció siempre
de la Santísima Virgen, pág. 863.
virgen; recibid con piedad nues
2. Esta es una Virgen juicio tras preces.
sa, * a la que el Señor halló en
Vos que camináis entre lirios,
vela.
cercado de coros de Vírgenes;
3. Esta es la que desconoció
Esposo resplandeciente de glo
* el amor ilícito; su fruto se
ria, que colmáis de premios a
contará con el de las almas san
vuestras esposas.
tas.
4. Ven, elegida mía, * y pon Por todas partes las Vírgenes
dré en ti mi trono, aleluya. ■
os siguen, y vienen en seguimien
5. Esta es hermosa * entre to vuestro cantando dulces him
las hijas de Jerusalén. nos y alabanzas.
Nosotros os suplicamos, oh
Capitula II Cor., 10, 17-18 Jesús, que concedáis a nuestros
sentidos la gracia de desconocer
El que se glo
erm a n o s : todo cuanto pueda manchar y
ría, gloríese en el Se corromper la pureza.
ñor: pues no es apro Poder, honor, alabanza y glo
bado quien se abona a sí mis ria a Dios Padre y a su Hijo
mo, sino aquel a quien Dios juntamente con el Espíritu San
abona. to, por todos los siglos. Amén.
y . Con esta tu gallardía y y . Las Vírgenes que han de
hermosura. IJ. Camina, avanza formar su séquito serán presen
prósperamente, y reina. tadas al Rey.
Ant. del Magnif. — Ven, Es í£. Ante tu presencia serán
posa de Cristo, * recibe la co traídas sus compañeras.
rona que te ha preparado el Ant. del Magnif. — Vírgenes
Señor para siempre. prudentes, * preparad vuestras
lámparas: he aquí el Esposo vie
1. Oración para una Virgen ne, salid a recibirle.
Mártir
(^ ) h Dios, que entre los de 4. Oración
más milagros de vuestro
poder, habéis concedido la vic Señor Dios nues
O to rg a d n o s,
H o m il ía d e sa n J u an C r is ó s -
porque con la esperanza y la
tom o
conciencia de la buena obra te
H om ilía 63 sobre san M ateo, después elevas, como porque no eres ator
del medio mentado con las ingentes olas de
la concupiscencia.
o siendo oportuno tratar
directamente este tema, Lección IX
nuestro divino Maestro
p\ESPués de haber hablado Je
procura atraer a sus discípulos
sús de las primeras catego
al amor de la virginidad, hablán
rías de personas castas, cuya
doles de la indisolubilidad del
continencia corporal sería vana
matrimonio impuesta por la ley.
e inútil si no la acompañase la
Después, para mostrar que era
castidad espiritual, y de las que
posible, se expresa de esta suer
guardan continencia para ganar
te: “ H ay eunucos que nacieron
el reino de los cielos, añade*
tales del seno de su madre, los
“ Quien es capaz de comprender
hay que fueron hechos tales por
lo, que ío comprenda” . Dice es
mana, de los hombres, y hay
tas palabras para estimular aún
otros que se consagraron ellos
más a los hombres a la conquis
mismos a la castidad por amor al
ta de esta virtud mostrándole;
reino de los cielos” . Con estas
cuán elevada sea. En su inefable
palabras, veladamente les induce
bondad no quiere hacer de la
a elegir la virginidad, demostrán
virginidad una ley; mas al ha
doles que era posible.
blarnos en esta forma nos de
Lección VIII muestra aún su posibilidad, para
aumentar el ardor de nuestro-»
D e n sa d , parece decirles, en lo deseos.
. qu e haríais si hubieseis ve - T e Deum , pág. 10, '
4
r C om ún de S a n t a s M u je re s
escucharnos, oh Dios
P \ ig n a o s oh Dios de bondad,
P )ig n a o s ,
'/. B rcv. 62
y al Hijo Unigénito, juntamente amanezca, y distribuye las racio
con el Espíritu Consolador, por nes a sus domésticos, y el ali
los siglos de los siglos. Amén. mento a sus criadas. Puso la m i
ra en unas tierras, y las compró;
I NOCTURNO de lo que ganó con sus manos
plantó una viña. Revistióse de
Ant. 1. ¡Oh cuán bella, *
fortaleza, y esforzó su brazo.
cuán esclarecida es una genera
Los RR. del primer Nocturno del
ción casta! Común de Vírgenes, pág. 822.
Se dicen los Salmos como en el
Común de las Fiestas de la B. V.
María, pág. 868.
Lección II Cap. 31, 18-21
2. Pondrá su mano izquierda D ro bó y echó de ver que su
* debajo de mi cabeza; y con trabajo le fructificaba; por.
su diestra me abrazará. tanto tendrá encendida la luz
3. Vuélvete, * vuélvete, oh toda la noche. Aplica sus manos
Sulamite; vuélvete, vuélvete pa a los quehaceres fatigosos, y sus
ra que podamos contemplarte. dedos manejan el huso. Abre su
V - Con esta tu gallardía v mano para socorrer al mendigo,
hermosura. R . Camina, avanza y extiende sus brazos para am
prósperamente, y reina. parar al necesitado. No temerá
Para una santa que tan sólo sea
Mártir, se dicen las Lecciones Te
para los de su casa los fríos ni
glorificaré, como en el Común de las nieves, porque todos sus do
Vírgenes en el segundo lugar, con sus
Responsorios, pág. 828.
mésticos traen vestidos forrados.
Paia una santa ni Virgen ni M ár Se labró ella misma para sí un
tir, sr dicen las siguientes:
vestido acolchado; de lino finí
simo y de púrpura es de lo que
D e las P arábolas de S alom ón
se viste. Su esposo hará un pa
Lección I Cap. 31, 10-17 pel brillante en las puertas, sen
tado entre los senadores del país.
hallará una mujer
u ié n Ella teje telas, y las vende, y
fuerte? De mayor estima entrega también ceñidores a los
es que todas las precio negociantes Cananeos.
sidades traídas de lejos y de los
últimos términos del mundo. En
Lección III Cap. 31, 25-31
ella pone su confianza el corazón
de su marido, el cual no tendrá J^ a fortaleza y el decoro son
necesidad de botín. Ella le aca sus atavíos; y estará alegre
rreará el bien todos los días de en los últimos día.#. Abre su bo
su vida, y nunca el mal. Busca ca con sabios discursos, y la ley
lana y lino, de que hace la de la bondad gobierna su len
bores con la industria de sus ma gua. Vela sobre los procederes
nos. Viene a ser como la nave de de su familia, y no come ociosa
un comerciante que trae de lejos el pan. Levantáronse sus hijos,
el sustento. Se levanta antes que y adam áronla dichosísima; su
marido la alabó, diciendo: M u como de parto; * tú con un
chas son las hijas que han alle viento impetuoso, harás pedazos
gado riquezas; mas a todas has las naves de Tarsis.
tú aventajado. Engañoso es el Como lo oímos, así lo hemos
donaire, y vana la hermosura; visto en la ciudad del Señor de
la m ujer que teme al Señor, ésa los ejércitos, en la ciudad de
será celebrada. Alabadla para nuestro Dios; * la cual ha fun
que goce del fruto de sus ma dado Dios para siempre.
nos, y celébrense sus obras en Hemos experimentado, oh
la pública asamblea de los jue Dios, tu misericordia, * en me
ces. dio de tu templo.
II NOCTURNO
Al m od' que tu nombre, oh
Dios, así tu gloria hasta los úl
Ant. 4. Con esta tu gallardía timos términos de la tierra; *
* y hermosura, camina, avanza tu diestra está llena de justicia.
prósperamente y reina. Alégrese el monte de Sión,
Los Salmos son los de las Fiestas y salten de placer las hijas da
de la B. V . María, pág. 870.
Judá, * oh Señor, por razón de
5. Dios la protegerá * con tus juicios.
su faz; en medio de ella está Dad vueltas alrededor de Sión,
D ios; no será conmovida. examinadla por todos lados, * v
6. Las muchas aguas * no contad sus torres.
podrán apagar el in'cendlio de Considerad atentamente su for
la caridad. taleza, * y notad bien sus casas,
para poderlo contar a la gene
Salmo 47
ración venidera.
Q rande es el Señor, y digní Porque aquí está Dios, el
simo de alabanza * en la ciu Dios nuestro, para siempre y
dad de nuestro Dios, en su mon por los siglos de los siglos; *
te santo. él nos gobernará eternamente.
Con júbilo de toda la tierra Ant. — Las muchas aguas no
se ha edificado el monte de Sión, podrán apagar el incendio de la
* la ciudad del gran R ey, al la caridad. '
do del Septentrión. y . El Dios la protegerá con
Será Dios conocido en sus ca su faz. I£. En medio de ella
sas, * cuando habrá de defen está Dios, y no será conmovida.
derlas.
D el l ib r o de sa n A m b r o s io ,
Porque he aquí que los reyes
O b is p o , so b r e las V iu d a s
de la tierra se han coligado *
y conjurado unánimemente. Lección IV
Ellos mismos, al verla así, que
daron asombrados, turbados, con este fértil cam
o m te m p lo
movidos, * llenos de terror. po de la Iglesia, ya ador
Apoderáronse de ellos dolores nado con las flores pri
maverales de la virginidad, ya bajos de su juventud, busca có
mostrando la gravedad de las mo ocuparse en lo que convenga
viudas, ya enriquecido con los a su edad madura. Es más fácil
frutos del matrimonio. Aunque podar las vides que pisar la uva;
diversos, con todo son fruto de la poda, para reprimir su excesi
un solo campo. No se ven tantos va exuberancia, corta con la po
lirios en los jardines como trigo dadera los jóvenes retoños des
en los campos y espigas en las co ordenados; enseñándonos, por el
sechas, y más son las tierras que pequeño número de ramas que de
se cultivan que aquellas que se ja para dar fruto, que aun en las
dejan descansar, después de ha vides es conveniente un cierto
ber rendido los frutos. Buena grado de continencia.
es la viudez alabada tantas ve Segundo R. del I I Nocturno del
Común de Vírgenes, pág. 824.
ces por las palabras del Apóstol.
Enseña la fe; enseña la castidad. Lección VI
Se dice el primer R. del I I N oc
turno de Común de Vírgenes, pág. 824. T viuda
Tna entrada en años,
que ha terminado, en cierto
Lección V
modo, su tiempo de servicio, bien
D o r lo cual aquellos que ve merece que se la deje disfrutar
neran los adulterios y per del descanso. Si renuncia a los
versidad de sus dioses, estable trabajos del estado conyugal, go
cieron castigos contra los céli bierna pacíficamente toda su ca
bes y v i u d a s . Amadores de sa; si no lleva ya cargas, pro
crímenes, habían de condenar la cura casar a sus hijas del modo
práctica de las virtudes, y b a más útil y ventajoso, y con la
jo pretexto de procurar la muí gravedad de su edad, provee per
tiplicación de los hombres se d e fectamente a su suerte. Si se
dicaban a perseguir el amor a la considera preferible confiar una
castidad. No obstante, el soldado tierra a personas maduras y ex
que ha terminado sus años de perimentadas, ¿por qué creería
servicio, depone las armas, y el mos que una casada es más útil
veterano, dejando el empleo en que una viuda? Además, si los
que estaba ocupado, vuelve li perseguidores de la fe fueron
bremente a su casa de campo también perseguidores de la viu
a fin de que después de haber dez, es cierto que los que siguen
fatigado la vida con el trabajo la fe no deben mirar la viudez
consiga el descanso, v haga a como un estado del cual hay que
los otros más prontos para su salir como de un suplicio, sino
frir las penalidades con la espe como un estado en el cual es
ranza del futuro-— reposo. Del ventajoso permanecer.
mismo modo, el anciano labra . Engañoso es el donaire
dor deja para otros el cuidado y vana la hermosura. * La mu
del arado, y fatigado por los tra jer que teme a Dios, ésa será
celebrada, y . Dadle dei fruto las verdades que conoce por ex
de sus manos, y celébrense sus periencia, se enardezca de tal
obras en la pública asamblea. suerte, que el afecto que sient*
La mujer. Gloria al Padre. La. por un bien conocido le enseñe
a amar lo desconocido. “ He ahí
III NOCTURNO
que el reino de los cielos es com
Ant. 7. Negra soy, * pero her parado a un tesoro escondido en
mosa, oh hijas de Jerusalén; por el campo, que si lo halla un
esto el R ey me amó y me admi hombre, lo esconde, y gozoso del
tió en su habitación. hallazgo va y vende todo cuan
Los Salinos son los de Com ún de las to tiene, y compra aquel campo” .
F iestas de la B. V . M aría, pág. 873.
Himno
LAUDES Y HORAS
^ labemos todos a esta mujer
Ant. 1. Mientras el R ey des fuerte de varonil corazón,
cansaba, * el nardo con que yo que resplandece en todas partes
- .
por la gloria de su santidad. Para una Santa ni Virgen ni
Inflamada por el divino amor, Mártir
aborrece el amor perverso del
mundo, y dirige sus pasos por el Capitula Prov.. 31, 10-11
arduo camino del cielo.
hallará una mujer fuer
ü ié n
Mortificando su cuerpo con
los ayunos, y alimentando su al
Q te? De mayor estima es
que todas las preciosidades traí
ma con la oración, ella goza de
das de lejos y de los últimos
las delicias celestiales.
términos del mundo. En ella
Oh Cristo, valor de los fuer
confía su marido, el cual no
tes, que sólo Vos realizáis estas
tendrá necesidad de botín.
maravillas, atended nuestras sú
I}. br. Con esa tu gallardía
plicas, que os presentamos me
* Y hermosura. Con esa. V .
diante su intercesión.
Camina, avanza prósperamente y
A D ios Padre se dé la gloria,
reina. Y . Gloria al Padre. Con
y al H ijo Unigénito, juntamente
esa.
con el Espíritu Paráclito, ahora
y . ,Dios la. protegerá con
y por todos los siglos. Así sea.
su faz. IJ. En medio de ella
y . Derram ada está la gracia
está Dios; no será conmovida.
en tus labios.
I j . Por esto Dios te ha ben
SEXTA
decido para siempre.
Ant. del Bened. — Dadle * Para una Santa solamente
el fruto de sus manos, y celé Mártir
brense sus obras en la pública
asamblea. Capitula Eccli., 51, 4-5
Las Oraciones como en las I V is-
peras, pág. 832. poR tu gran misericordia, de
L o s Salm os de las H oras son de la cual tomas nombre, me
D om in ica; los de P rim a son los de
las F iestas. has librado de los que rugían,
ya prontos a devorarme; de las
TERCIA manos de aquellos que buscaban
cómo quitarme la vida, y de las
Para una Santa solamente muchas tribulaciones que me
Mártir cercaron.
I. Brev. 63
Día Segundo dentro de la colocadas en el edificio del tem
pío. líe ahí, pues, “ esta Jerusa
Octava lén que se está edificando como
Seraidoblc
una ciudad'7. Nadie, dice san P a
II NOCTURNO blo, puede poner otro fundamen
to fuera de aquel que ha sido
D el T ratado de san A g u st ín ,
puesto, que es Cristo Jesús.
O b isp o , sobre los S almos
Sobre el Salm o 121
Lección VI
Lección IV
f uego que el fundamento está
e r u sa l é n ,
que es edifica colocado sobre la tierra, en
b a Fkí da como una ciudad” . cima descansan las paredes y
Hermanos, cuando D a el peso de las paredes tiende
vid decíá estas cosas, aquella a lo más bajo, ya que en este
ciudad estaba enteramente cons lugar descansa el fundamento.
truida. Hablaba, pues, de no sé Mas si nuestro fundamento está
qué ciudad qué se está edifican en el cielo, nuestro edificio se
do ahora y a la cual se dirigen sostiene en el cielo. Fuerzas m a
por la fe estas piedras vivas, de teriales establecieron la estruc
las que dice el Príncipe de lo¿ tura de esta vasta basílica que
Apóstoles: “ Y vosotros, estad contempláis, y como eran terre
unidos unos a otros, a manera nas, pusieron el fundamento en
de piedras vivas, para formar un lo más profundo. M as siendo es
edificio espiritual, esto es, un piritual el edificio de que debe
templo de D ios” : ¿Qué significa: mos formar parte, su fundamen
“ Estad unidos en la construcción to está en lo alto. Corramos,
a manera de piedras vivas” ? Vos pues, en esta dirección; allí se
otros vivís si creéis, y si creéií remos incorporados al edificio, ya
os convertís en el templo de que de esta Jerusalén se ha d i
Dios, pues, como dice san Pablo: cho: “ En tus atrios descansaban
“ El templo de Dios es santo v nuestros pies, oh Jerusalén” .
vosotros sois este templo” .
III NOCTURNO
Eva,
1.
Ave
Con la ingeniosa combinación a que se prestan los nombres de
se quiere indicar que al recibir María la salutación
Ave >
del arcángel sar.
Gabriel, con su aceptación del papel de corredentora, destruía 1» obra
fcva pecadora.
tu Santo; honor igual a las tres ran y anuncian; el que gobierna
personas divinas. Amén. cielos, tierra y abismos, reside en
"Xr . Dignaos recibir mis ala el seno de María.
banzas, oh Virgen sagrada. Al que el sol, la luna y todos
Dadme fortaleza contra vuestros los elementos sirven en el tiem
enemigos. po, le llevan las entrañas de una
Ant. del Magnif. — Sania M a virgen llena de gracia celestial.
ría, * socorred a los menestero ¡Oh Madre dichosa! En el ar
sos, ayudad a loo pusilánimes, ca1 de su seno, por un prodigio
confortad a los que lloran, rogad de la gracia, se encierra el su
por el pueblo, intervenid en fa premo Artífice que en sus manos
vor del clero, interceded por el sostiene el orbe.
devoto sexo femenino: experi Dichosa aquella que al anun
menten todos vuestro auxilio, cio del mensajero celestial fué
cuantos celebran vuestra santa fecundada por el Espíritu Santo;
festividad. por cuyo seno se nos dió el de
seado de todos los pueblos
Oración Gloria a Vos, oh Jesús, nacido
de la Virgen, juntamente con el
("'Js suplicamos, Señor Dios, con Padre y el Espíritu Santo, por
cedáis a vuestros siervos que los siglos de los siglos.
gocemos de perpetua salud en el Amén. .
alma y en el cuerpo, y que, por
la gloriosa intercesión de la I NOCTURNO
bienaventurada siempre Virgen
Ant. — Bendita tú * entre las
M aría, nos veamos libres de la
mujeres, y bendito el fruto de tu
tristeza de esta vida, y gocemos
vientre.
de las alegrías de la eterna. Por
nuestro Señor.
Sahno 8
Completas de Dominica, pág. 77.
1. E n el Cenáculo.
/. B rev . 65
EN EL MES DE MARZO virgen. V así como el género hu
Antes de la Cuaresma mano fué condenado a muerte a
causa de una virgen, fué librado
Lección III de ella por una virgen. Pesando
D e l l ib r o de sa n I r en eo , O b is bien esas cosas, se ve que la des.
po y M á r t ir , con tra los h e obediencia virginal fué reparada
rejes por la obediencia virginal.
Libro V , cap. 19
EN EL MES DE ABRIL
venido el Señor a
v b ie n d o
Lección III
su propia morada, y sien
do llevado en una natu D e la e x p o s ic ió n de san J eró
1. E l V erbo divino que con su poder domina toda n a tu r a le z a ' creada, entró
en el mundo sujetándose a la cqndición que le imponía la n atu raleza humana
que asumió.
2. En arameo solía llam arse hermanos a los parientes.
EN EL MES DE MAYO luz al Salvador. Una tomó de
buen grado la copa envenenada
Lección III que le ofreció la serpiente, y la
D el T ra ta d o de san A g u s tín dió a beber a su esposo, lo cual
O B isro, s o b r e e l S í m b o l o a l o s valió a ambos la muerte; la otra,
c a te c ú m e n o s llena de la gracia celestial derra
mada desde lo alto en su alma,
Libro I I I , cap. 4
dió a luz la vida, por la cual pue
or una mujer vino la de, después de la muerte, resu
muerte, y por otra la citar la carne. ¿Quién fué el que
vida; por Eva la des obró estas cosas, sino aquel que
trucción, por M aría la salvación. es H ijo de la Virgen y Esposo
Aquélla se dejó corromper y si de las vírgenes, que dió a M a
guió los consejos del seductor; ría la fecundidad, sin quitarle la
ésta, siempre fiel a Dios, dió a integridad?
Oficio Parvo de la Bienaventurada Virgen María 1
Desde S eptuagésim a hasta la Nona
I. Entre Año del Sábado San to in clu sive en lugar
Se dice desde M aitines del día 3 de de A leluy a , se dice: Alabanza a Vos,
Febrero hasta la Nona del Sábado S a n Señ or, R ey de eterna gloria.
to inclusive, excepto en la F iesta de L a s A n tífo n a s, Salm os, C apitu la t
la Anunciación. H im no son los de las F ie stas de la 6 .
V irg e n M arta, pág. 863.
y santa B rig id a de S u ecia, y sobre todo santa F ran cisca Rom ana, encontraban
en su rezo grandes consuelos. De santa G ertru d is se lee que le d ijo d Señot
Kque n in guna devoción le agradaba tanto como el rezo de las H oras de su san
tísim a M adre. L a infortunada reina de E scocia, M aría E stuardo, hacía fácil
y llevad era su larga cautividad con la salmodia del O ficio de nuestra Señora,
y hasta sobre e! cadalso sé sirvió de su libro de H oras para recom endar por
ú ltim ^ vez su alm a a C risto y a la M adre de m isericordia.
In d u lgen cias concedidas al re:o del O fic io Parvo de la B . Virgen M aría. —
E n v irtu d de un decreto del 17 de N oviem bre de 1887, S u Santidad León X I I I
concedió las in dulgencias siguien tes:
1.° Ind u lgencia plenaria una vez al mes con las condiciones ordin arias, i
los que lo recen todos los d ías del mes.
2.° In d u lgen cia de siete años y siete cuarentenas a los que con corazón
contrito lo recen una vez. .
3.® Ind u lgen cia de 300 días a los que recen M aitin es y Laudes.
Himno bienaventurada y gloriosa siem
pre Virgen M aría, nos proteja y
A cordaos,oh Creador de to nos conduzca a la vida eterna.
das las cosas, que un día to Por nuestro Señor.
masteis, al nacer del seno de
una Virgen sagrada, la forma de MAITINES
nuestro cuerpo.
Oh María, Madre de la gra Ave María, y . Señor, abrid
cia, dulce Madre de misericor mis labios... y. Oh Dios, venid
dia, protegednos del enemigo ma en mi auxilio.
ligno, y recibidnos en la hora d¿ Invitatorio. — Dios te salve
la muerte. María, llena de gracia; * El Se
Gloria a Vos, oh Jesús, nacido ñor es contigo.
de la Virgen, juntamente con el Salmo 94. — Venid, alegré
Padre y el Espíritu Santo, por monos, pág. 3.
los siglos de los siglos. Amén. H im no: A q u e l a quien la tierra, co
mo en las F iestas de B. V irg e n M a
ría, pág. 866. '
Capitula Eccli., 24, 24
I NO CTU RN O
Y 0 soy la madre del amor her L a s A n tífo n a s y Salm os son los de
moso, y del temor, del co Común de Jas F ie stas de la B . V irg e n
M aría, a saber: el D om ingo, lunes y
nocimiento y de la santa espe
ju eves, los del I N octurno, pág. 866;
ranza. el m artes y viern es, los d el I I N o ctu r
T . Rogad por nosotros, san no, pág. 869; el m iércoles y sábado, los
del I I I N octurno, pág. 872.
ta Madre de Dios. 1^. Para que
y . Derramada está la gracia
seamos dignos de, las promesas
en tus labios. I£. Por ello el Se
de Jesucristo.
ñor te bendecirá para siempre.
Ant. al Nunc dimittis. — Ba
jo vuestro amparo * nos acoge Padre nuestro, en secreto.
mos, santa Madre de D ios; no y . Y no nos dejes caer en
desechéis nuestras súplicas en las la tentación. I£. Más líbranos de
necesidades, sino que de todos mal.
los peligros libradnos siempre
Virgen gloriosa y bendita. Absolución
Señor, tened piedad de nos
pO R las preces y los méritos d*¿
otros. Cristo, tened piedad de
la bienaventurada siempre
nosotros. Señor, tened piedad de
Virgen M aría y de todos los San
nosotros.
tos, el Señor nos conduzca al
y . El Señor sea con vos
otros. 1^. Y con tu espíritu. unión de su divino H ijo.
I£. Amén.
Bend. — La bienaventurada
Oración
i . Virgen M aría nos bendiga en
Q s suplicamos, Señor, que la unión de su divino H ijo.
gloriosa intercesión de la Amén.
Lección I Eccli., 24, 11-13 olivo en los campos, y como el
plátano en las plazas junto al
n todo busqué en dónde
agua. Como el cinamomo y el
posar, y en la heredad bálsamo aromático despedí fra
del Señor fijé mi morada. gancia; como mirra escogida ex
Entonces el Criador de todas las halé suave olor.
cosas dió sus órdenes, y me ha Ij¡. Dichosa s o i s , sagrada
bló, y el que a mí me dió el ser, Virgen María, y sumamente dig
estableció en mí su tabernáculo, na de todas las alabanzas: * P or
y me dijo: Habita en Jacob, y que de Vos ha nacido el sol de
sea Israel tu herencia, y arráiga- justicia, Cristo, nuestro Dios, y
te en medio de mis escogidos. Rogad por el pueblo, intervenid
El I Responsorio del I N octurno de en favor del clero, interceded por
las F ie stas de la B . V irge n M aría, pá
gin a 868. el devoto sexo femenino; expe
Bend. — La Virgen de las vír rimenten vuestro auxilio todos
genes interceda por nosotros de cuantos celebran vuestra santa
lante del Señor. 1^. Amén. conmemoración. Porque de Vos
ha nacido el sol de justicia, Cris
to, nuestro Dios. Gloria al Pa
Lección II Cap. 24, 15-16
dre. Cristo, nuestro Dios.
\J así fijé mi estancia en el
monte de Sión, y fué el lugar LAUDES Y HORAS
de mi reposo la ciudad santa, y
Ant. 1. M aría fué arrebata
en Jerusalén está el trono mío.
da al cielo; * alégranse los An
Y me arraigué en un pueblo glo
geles, y bendicen al Señor.
rioso, y en la porción de mi Dios,
Los Salmos de Dom inica en el pri
la cual es su herencia, y mi ha mer lugar, pág. 55.
bitación en la plena reunión de
2. La Virgen María ha sido
los santos.
ascendida * al celeste palacio, en
E l I I I R. del I N octurno de las
F iestas de la B. V irg e n M aría, pági donde el R ey de los reyes está
na 869. sentado en su trono sembrado de
Bend. — Por la Virgen Madre estrellas. ‘
concédanos el Señor la salud y 3. Tras el olor de vuestro?
la paz. I£. Amén. perfumes * acudimos a Vos; la»
vírgenes os aman tiernamente.
Lección III Cap. 24, 17-20 4. Bienaventurada, * oh hija,
en el Señor, porque por ti he
estoy cual cedro sobre
p * le v a d a mos participado del fruto de la
el Líbano, y cual ciprés sobre vida.
el monte de Sión. Extendí mis 5. Hermosa ere? * y graciosa
ramas como una palma de Cádes. hija de Jerusalén, terrible como
y como el rosal plantado en Je- un ejército formado en orden de
ricó; me alcé como un hermoso batalla.
Capitula Cant. 6, 8 H im no: Acordaos, oh Creador, de
Completas, pág. 886.
Se principian en esta misma forma
verla las hijas de Sión, ta las demás H oras.
proclamaron bienaventura
da; y reinas cantaion sus alaban La 1.* A n tífo n a de Laudes. Salm os
53 (pág. 62); 84 (pág. 194), y 116
zas. (pág. 92).
E l Himno O h la más gloriosa, pági
na 876.
Capitula Cant. 6, 9
y . Bendita tú eres entre las
mujeres. I£. Y bendito el fruto es ésta que va subiendo
u ién
de tu vientre. Q cual aurora naciente, bella
Ant. del Bened. — Bienaventu com o la luna, brillante com a ei
rada Madre de Dios, M aría, * sol, terrible com o un ejército
Virgen perpetua, templo del Se form ado en b atalla?
ñor, sagrario del Espíritu Santo; y . Dignaos recibir mis ala
Vos sola fuisteis acepta al Se banzas, oh Virgen sagrada. R .
ñor por especial manera. Rogad Dadme fortaleza contra vuestros
por el pueblo, intervenid en favor enemigos.
del clero, interceded por el de y . El Señor sea con vos
voto sexo femenino. otros. I£. Y con tu espíritu.
Señor, tened piedad de nos
otros. Cristo, tened piedad de Oración
nosotros. Señor, tened piedad de
Q Dios que os dignasteis e le
h
nosotros.
gir el seno virginal de la
y . El Señor sea con vos
bienaventurada M aria para hacer
otros. I£. Y con tu espíritu.
de él vuestra morada, conceded
nos, os pedímos, que, experimen
Oración
tando el socorro de su protección,
f)H Dios, que quisisteis que, a celebremos con alegría su memo
la palabra del Angel, se en ría. Vos que vivís y reináis.
camase vuestro Verbo en el seno
de la bienaventurada Virgen M a TERCIA
ría; haced, os suplicamos, que L a 2.* A n tífo n a de Laudes. Salm os
cuantos creemos que es verdade 119 , 120 y 121 (págs. 103 y 104).
ramente Madre de Dios, seamos
ayudados cerca de Vos por su in. Capitula Eccli., 24, 15
tercesión. Por el mismo Jesucris Y así fijé mí estancia en el
to- ' monte de Sión, y fué el lu
Se hace Conm em oración de los S a n
tos, como en V ísp era s, pág. 885.
gar de mi reposo la ciudad san
ta, y en Jerusalén está mi trono.
PRIMA y . Derramada está la gra
cia en tus labios. 1$. Por esto el
A ve Maria. y . Oh D ios, v e Señor te ha bendecido para siem
nid en mi ?^xilio. pre.
Oración namomo y del bálsamo; un per
fume tan suave como el de la
A h Dios, que por la fecunda mirra más preciosa.
virginidad de la bienaventu y . Después del parto, oh
rada M aría, disteis al género hu Virgen, sin mancha permanecis
mano el premio de la salud eter teis. I£. Madre de Dios, inter
na; concedednos, os rogamos, que ceded por nosotros.
experimentemos la intercesión de
aquella por quien merecimos al Oración
Autor de la vida, Jesucristo Se
Q s suplicamos, Señor, que per
ñor nuestro. Que con V o s...
donéis las faltas de vuestros
siervos; a fin de que cuantos nc
SEXTA
os podemos agradar por nuestras
L a 3.* A n tífo n a de Laudes. Salm os obras, seamos salvados por la in
122, 123 y 124 (págs. 127 y 128). tercesión de la Madre de vuestro
Capitula Eccli., 24, 16 H ijo, Señor nuestro: El cual con
Vos vive.
p i j É mi morada en medio del
pueblo que D ics ha honrado
II. En Adviento
y que ha escogido por herencia,
S e reza desde las V ísp eras del Sá
habitaré para siempre en la m o bado antes de la Dom inica I de A d
rada de la santidad. viento hasta la Nona de la V ig ilia de
y . Bendita tú eres entre las la N atividad del Señor in clusive, y
en la F iesta de la Anun ciación .
mujeres. I£. Y bendito es el fru Todo se dice como E n tre A ñ o , excep
to de tu vientre. to lo que sigue:
VISPERAS
Oración
Ant. 1. Fué enviado * el án
^ onceded , oh Dios misericor gel Gabriel a la Virgen María,
dioso, vuestro auxilio a desposada con José.
nuestra fragilidad, para que alcan 2. Dios te salve, M aría, * lle
cemos, por la intercesión de la na de gracia, el Señor es contigo;
M adre de Dios, cuya memoria bendita tú eres entre todas las
celebramos, levantarnos de núes, mujeres.
tra iniquidades. Por el mismo 3. N o te¿nas, M aría, * pues
Señor.
hallaste gracia delante del Señor,
concebirás y darás a luz un hijo,
NONA aleluya.
La 5.» A n tífo n a de Lau des. Salm os 4. El Señor le dará * el tro
125, 126 y 127 (págs. 129 y 154). no de David, su padre, y reina
Capitula Eccli., 24, 19-20 rá eternamente.
5. He aquí la esclava del Se
J íx h a l é en las plazas públicas ñor, * hágase en mí según t u ‘pa
un olor semejante al del ci labra. ’
Capitula Is., 11, 1-2 COMPLETAS
Día 29 de Noviembre
FIESTAS DE NOVIEMBRE
San Saturnino
Día 26 de Noviembre Mártir
Conm emoración
San Silvestre En V ísp eras: _. _
D ía 30 de Noviembre
S a n A n d r é s , A p ó sto l
Doble de II clase
II VISPERAS Lección IV
A n t. del Afagnif. — Habiendo virgen de Roma,
ib ia n a ,
llegado * el bienaventurado An noble por su linaje, lo
drés al lugar donde estaba pre íu é más aún por su fe
parada la cruz, exclam ó: ¡ Oh cristiána. Su padre Flaviano, que
buena cruz, por tanto tiempo había ejercido' el cargo de pre
deseada, y ya preparada a mis fecto durante el imperio del eru-
ardientes deseos: confiado y go delísimo tirano; Juliano el Após
zoso vengo a ti, para que así tata, fué marcado con las seña
también tú con gozo me reci les de la esclavitud, y deportado
bas, como discípulo de aquel a las Aguas Taurinas, donde mu-
que de ti estuvo pendiente! rio mártir. A su madre Dafrosa
Conm em oración de la F e ria . -
,1a encerraron primeramente en
SU casa con sus hijas, para que
pereciesen de hambre, y. poco
después fué decapitada fuera ds
Roma. Muertos sus piadosos pa aquella mujer, dejando burlada
ires, Bibiana y su hermana De- la malicia del pretor.
netria fueron despojadas de to
los sus bienes. Aproniano, pre Lección VI
tor de la ciudad, codicioso de sus
P \ enada sirvieron a Rufina las
riquezas, las privó de todo auxi-
palabras engañosas ni tam
io humano; mas, habiéndolas ali-
poco los golpes con que cada día
nentado maravillosamente aquel
castigaba a Bibiana, con el in
Dios que da comida a los ham
tento de hacer que abandonase
brientos, reaparecieron todavía
su santo propósito; y viendo con
más fuertes y lozanas, lo cual
esto el pretor que su esperanza
Jejó al pretor profundamente ad-
quedaba frustrada, y aumentán
nirado.
dose su ira por haber sido venci
do por Bibiana, mandó a sus mi
Lección V
nistros que la desnudasen y que,
A prom ano , no obstante, inten con las manos atadas, la sujetai
tó hacer que honrasen a los sen a una columna y la golpea
dioses de los Gentiles, prome sen con plomos hasta expirar. Su
tiéndoles, si así lo hacían, resti sagrado cuerpo, arrojado a los
tuirles sus riquezas, y ofrecíén- perros, estuvo expuesto dos días
Joles la gracia del emperador y en la plaza del Toro, permane
ventajosos enlaces. D e lo con ciendo, no obstante, ileso y con
trario, las amenazaba con cár servado de una manera m aravi
celes, azotes y con el hacha llosa. Luego, un presbítero llama
Jel verdugo. Mas ellas, no apar do Juan la enterró durante la
ándose de la verdadera fe, ni noche junto al sepulcro de su
;on halagos, ni con amenazas, hermana y de su madre, cerca del
estaban resueltas a morir antes palacio de Licinio, donde, aun en
que mancharse con las supersti nuestro días, existe una iglesia
ciones paganas. D e esta suerte dedicada al Señor, con el nombre
desecharon con gran constancia de Santa Bibiana. Esta iglesia fué
as impías proposiciones del pre- restaurada por el papa Urbano
or. Por lo cual Demetria, súbi V III, el cual, habiendo hallado
tamente herida de un golpe m or los cuerpos de las santas Bibia
tal a la vista de Bibiana, se 'dur na, Demetria y D afrosa, las c o
mió en el Señor. Bibiana, fué en- locó en el altar mayor.
iregada a Rufina, mujer muy as En el I I I N octurno se lee la H om i
tuta, a fin de que la sedujera; lía sobre el E van gelio : E s sem ejante
el reino de los cielos, del Com ún de
oero ella, instruida desde la cuna San tas M ujeres, pág. 837 con los B R .
en la ley de Cristo, y resuelta a del Común de V írge n e s, pág. 826.
En Laudes, Conm em oración de la
conservar sin mancha la flor de F eria.
la virginidad, triunfó con admi L a s V ísp e ra s, del O ñ cio siguiente,
con Conm em oración del precedente y
rable fortaleza de los artificios de de Ia4 F eria.
II NOCTURNO
Lección IV
San Francisco Javier
Confesor a c id o Francisco en Javier,
diócesis de Pamplona, de
Doble mayor
nobles padres, fué en P a
Si de esta Fiesta en las I Visperas rís compañero y discípulo de san
solamente se ha hecho Conmemoración,
en el Himno se cambia el final de la Ignacio. Con tal maestro hizo
primera estrofa (L. h.). progresos tan rápidos, que al
Todo se toma del Común de un Con
fesor no Pontífice, pág. 805, menos lo contemplar las cosas divinas, al
ijiie sigue: gunas veces se levantaba en alto
sobre la tierra. Esto le aconte
Oración ció con frecuencia celebrando el
santo sacrificio de la Misa en
Q h Dios, que por la predica
presencia de multitud de pueblo
ción y milagros del bienaven
Estas delicias espirituales las m e
turado Francisco quisisteis agre
recía por las maceraciones de su
gar a , vuestra Iglesia los pueblos
cuerpo. Y a que se privaba, no-
de' las Indias; concedednos pro
solamente del uso de la carne
pício, que imitemos las virtudes
y del vino, sino también del pan
de aquel cuyos méritos celebra
de trigo, teniendo la costumbre
mos. Por nuestro Señor.
de tomar sólo alimentos viles, y
■S e hace conm em oración del Oficio aun muchas veces, se abstuvo de
precedente:
todo alimento por espacio de dos
Ant.— Ven, Esposa de Cristo, o tres días. Se azotaba tan rigu
recibe la corona, que el Señor te rosamente con disciplinas de hie
ha preparado para siempre. rro, que con frecuencia derrama
y . Derramada está la gra ba abundante sangre. Sólo se
cia en tus labios. permitía un brevísimo sueño, v
1^. Por esto, Dios te ha ben aun sobre el duro suelo.
decido para siempre.
Lección V
Oración
V 4 a d u r o ya por la austeridad y
Dios, dador de todo bien, santidad de su vida para
que juntasteis en vuestra el cargo de apóstol, como Juan
sierva Bibiana con la flor de la III, rey de Portugal,, pidiese pa
virginidad la palma del martirio; ra las Indias algunos miembros
dignaos por su intercesión unir de la naciente Congregación ai
con Vos nuestras almas, a fin de papa Paulo III, el mismo PoQtí-
que, removidos los peligros, con fice le eligió para tan impor
sigamos los premios eternos. tante misión, confiándole también
la potestad de Nuncio apostólico.
D espuéa se hace Conm em oración de
la F e ria . ■ Apenas llegado a ias Indias, se
sintió instruido milagrosamente llevaban a la tumba, los devol
en las lenguas muy difíciles y di vió con vida a sus padres. In s
versas de aquellas diferentes na pirado muchas veces por el es
ciones. Algunas veces sucedió que píritu de profecía, reveló diver
hablando él en una sola len sos acontecimientos que debían
gua a personas de diversas na tener lugar en lugares o en tiem
ciones, cada una le oía hablar su pos remotos. En fin, murió en la
lengua propia. Recorrió a pie, y isla de Sanciano lleno de méri
muchas veces descalzo, innume tos, y consumido por los traba
rables provincias. Introdujo la fe jos, el día dos de Diciembre.
en el Japón y en otras se;s c o Su cadáver, cubierto por dos ve.
marcas. Convirtió en las Tndias ces con cal viva, manó sangre,
algunos centenares de miles de esparció un olor suavísimo, y
hombres, y purificó con el bau extinguió al momento una peste
tismo a muchos reyes y a gran en M alaca, adonde fué llevado.
des príncipes. Y a pesar de obrar Por último, habiendo brillado
tan grandes cosas por Dios, con con nuevos y grandes milagros
todo conservaba tal humildad, por todo el mundo, él papa Gre
que siempre que escribía a san gorio X V le inscribió en el nú
Ignacio, entonces su superior, lo mero de los santos. Finalmente,
hacía de rodillas. el papa Pío X le eligió y cons
tituyó por Patrono celestial de
Lección VI la Sociedad y Obra de la Propa
gación de la Fe.
¿ te ardor en la propagación
del Evangelio, lo premió el III N O CTU RN O
trata en perlas finas. Y vinién En las V ísp era s del Oficio prece
dole a las manos una de gran va dente:
lor, vende todo cuanto tiene y la ¡Ant.— Le asemejaré al varón
compra. sabio, que edificó su casa sobre
y . Derramada está la gra la piedra.
cia en tus labios. I£. Por esto, y . El Señor le amót y le
Dios te ha bendecido para siem honró. Y le vistió con vesti
bre. duras de gloria.
Oración
Oración
Q s suplicamos, Señor, nos re
í " ) h Dios, que entre los demás comiende la intercesión del
milagros de vuestro poder bienaventurado Sabas, Abad, pa
habéis concedido la palma de la ra que consigamos con su patro
victoria aun al sexo débil: otor cinio lo que no podemos con
gadnos propicio, que cuantos ce nuestros méritos. Por nuestro
lebremos el nacimiento a la vida Señor.
eterna de la bienaventurada Bár E n L a u d es: ' ■
bara, vuestra Virgen y Mártir, Ant. — Alégrate, siervo bueno
dirijamos nuestros pasos hacia y fiel; porque fuiste fiel en lo
Vos siguiendo sus ejemplos: Por poco te constituiré sobre lo m u
nuestro Señor. cho; entra en el gozo del Señor!
Ant. del M agnij.— Oh Doctor y . El Señor condujo al jus
excelso, luz de la santa Iglesia, to por caminos rectos. I£. Y le
bienaventurado Pedro Crisólogo, mostró el reino de Dios.
amante de la divina ley, ruega
por nosotros al H ijo de Dios.
• D ía 6 de Diciembre
y . El Señor conduje al jus
to pot caminos rectos. I£. Y le San Nicolás
mostró el reino de Dios. Obispo y Confesor
. L a O ración O h D io s que para go ~ Doble
bernar, de las I V ísp e ra s. Conm em o
ración de la F eria y de san Sabas, Todo se toma 'd el Com ún de un Con
Abad. fesor Pon tífice, pág. 790, menos lo que
sigue:
Oración
Dios, que honrasteis ai
bienaventurado pontífice N i-
colás con innumerables milagros; Lección V
os rogamos nos concedáis que por
sus méritos e intercesión, nos ^ * omo el Santo se hubiese con
libremos de las llamas del infier sagrado totalmente a Dios,
no. Por nuestro Señor. partió para Palestina, a fin de
Conm em oración de la F eria. visitar y venerar los Santos Lu
gares. En esta peregrinación, ha
II NOCTURNO
biendo subido a la nave con un
Lección IV cielo sereno y la mar tranquila,
predijo una horrenda tempestad
nacido en el es
c o l a s 1, a los marineros, la cual luego so
í? clarecido lugar de Patras,
en la Licia, fué obtenido
brevino, y puso a todos en gran
peligro; mas con su oración la
de Dios por sus padres con re calmó maravillosamente. Luego,
petidas p reces.' Ciiánta había de vuelto a su patria, dió a todos
ser la santidad de este varón, ya ejemplos insignes de santidad, y
$e manifestó desde su cuna. Pues por voluntad de Dios volvió a
ya en su infancia se abstenía Mira, que es la metrópoli de L i
de la leche Los miércoles y vier cia. Esta ciudad acababa de per
nes, tomándola una sola vez y der el obispo, y mientras todos
por la tarde, mientras en los de los demás obispos de la provin
más días lo hacía con frecuencia. cia deliberaban acerca del suce
La práctica del ayuno la obser sor que habían de darle, fueron
vó todo el resto de su vida. P ri advertidos divinamente de que
vado de sus padres en su juven eligiesen al que entrase el prime
tud, distribuyó sus bienes entre ro al día siguiente en la iglesia,
los pobres. D e su caridad cris que se llamase Nicolás. Al tra
tiana nos da un significativo tarse de dar cumplimiento a esta
ejem plo este hecho: Había en su orden del cielo, fué hallado en
ciudad un hombre que tenía tres la puerta de la iglesia Nicolás,
hijas en edad de tomar ya esposo, y con unánime acuerdo de to
y, como por su pobreza no las dos le constituyeron obispo de
pudiera casar, había ya resuelto Mira. En su episcopado resplan
prostituirlas. Sabido esto por N i deció por la castidad, que siem
colás, arrojó de noche, por la ven pre había observado, por su gra
tana, la cantidad de dinero nece vedad, su asiduidad en la ora
saria para la dote de una donce ción, su vigilancia, abstinencia,
lla. L o mismo practicó segunda y generosidad y hospitalidad, y por
tercera vez, con lo cual aquellas su mansedumbre en las exhor
tres doncellas fuerori dadas en taciones y severidad en las re
matrimonio a hombres honrados. prensiones.
1. L a fiesta de san N icolás es, en muchos países, una de las más populares;
la poesía ingenua del pueblo lo ha escogido como tema de sus cantos, y los
n iñ os lo tienen como patrón, por haber librado, según la leyenda, a tres niños
del fuego. "
L as V ísp eras son del Oficio siguiente
Lección VI desde la C apitu la con Conmemoración
del precedente y de la Feria.
yudo a las viudas y huérfanos
con limosnas, consejos y
servicios. Se empleó en socorrer a D ía 7 de Diciembre
los oprimidos hasta el punto de
que para ayudar a tres tribunos San Ambrosio
condenados por Constancio Au Obispo, Confesor y Doctor
gusto como calumniadores, y que Doble (L . h.)
le habían invocado por su farrn Todo se toma del Com ún de un Con
de taumaturgo, se apareció des fesor Pon tífice, pág. 790, menos la An-.
de lejos, aun en vida, al empe tifona de ambas V ísp e ra s en el M a g n í
ficat, O h D octor, pág. 800.
rador con semblante amenazador
y consiguió así su libertad. Pre Oración
dicando en Mira sobre la verdad
de la fe cristiana contra las pres O h Dios, que disteis a vuestro
cripciones del edicto de Diocle- pueblo por ministro de l i
ciano y Maximiano, fué detenido salvación eterna al bienaventu
por los satélites del emperador, rado Ambrosio, os suplicamos
y llevado muy lejos, fué encar nos concedáis qué merezcamos
celado. En la cárcel estuvo hasta tener por intecesor en los cielos
el tiempo del emperador Cons al que hemos tenido por maes
tantino; éste mandó que le saca tro de la vida en la tierra. Por
ran de allí, y pudo así volver a nuestro Señor.
Mira. Luego se dirigió al conci Conm em oración del O ficio preceden
lio de Nicea, en el cual, junta te:
/. B rev. 67
Dios, puerta de la celestial m ora Señor Dios sobre la tierra. Y d i
da; Vos sois la esperanza nuestra jo a la m ujer: ¿Por qué motivo
y la alegría del cielo. os ha mandado D ios que no co
Azucena en medio de espinas, mieseis de todos los árboles del
hermosísima paloma, tallo que paraíso? A la cual respondió la
produce de una raíz bendita el m ujer: Del fruto de los árboles
remedio de nuestras llagas. que hay en el paraíso, comemos;
Torre inaccesible al dragón mas del fruto de aquel árbol, que
.nfemal, estrella salvadora del está en medio del paraíso, man
náufrago, dirigidnos con vuestra dónos Dios que no comiésemos,
luz y preservadnos de las astu ni lo tocásemos, para que no mu
cias del enemigo. ramos. D ijo entonces la serpien
Disipad las tinieblas del error, te a la m ujer: Oh ciertamente
alejad los escollos peligrosos, y que no moriréis. Sabe empero
volved al camino seguro a los que Dios que en cualquier tiempo que
se han extraviado entre las olas. comiereis de él, se abrirán vues
Gloria a Vos, oh Jesús, nacido tros ojos, y seréis como dioses,
de la Virgen, juntamente con el conocedores del bien y ’ del mal.
Padre y el Espíritu Santo, por R . El pecado entró en el
los siglos de los siglos. Amén. mundo por un solo hombre, en
el cual todos pecaron. * N o
I NOCTURNO temas, M aría, has hallado gra
cia delante de Dios. y . E l Se
Ant. 1. Admirable es * vues
ñor ha salvado tu alm a de la
tro nombre, oh Señor, en toda
muerte, y se ha constituido tu
la tierra, porque en la Virgen M a
protector contra el enemigo. No
ría os preparasteis una digna
temas.
morada.
2. En el sol puso * D ios su
Lección II Cap. 3, 6-8
tabernáculo.
3. En su Concepción * M aría
\ / i ó , pues, la m ujer que el fr u
fué bendecida por el Señor, y re to de aquel árbol era bueno
cibió la misericordia de Dios su para comer, y bello a los ojos, y
Salvador. de aspecto deleiteable; y cogió
y . Dios omnipotente me ci del fruto y comióle. D ió tam
ñó de fortaleza. I£. E hizo que bién de él a su marido, el cual
mi conducta fuese sin mancilla. comió. Luego se les abrieron a
entrambos los ojos; y como vie
D e l l ib r o d e l G é n e s is
sen que estaban desnudos, co sie
ron unas hojas de higuera y se
Lección I Cap. 3, 1-5
hicieron unos delantales. Y ha
a serpiente era el animal biendo oído la voz del Señor
más a s t u t o de todos Dios que se paseaba por el paraí
cuantos había criado el so al tiempo que se leyanta el
aire después de mediodía, escon miel: * La miel y la leche están
dióse Adán con su m ujer de la debajo de su lengua, y . Ven del
vista del Señor D ios en medio Líbano, esposa mía, ven y será3
de los árboles del paraíso. coronada con corona de gracia.
Iy. Venid a mí todos los qu*~ La miel. Gloria al Padre. La miel.
me amáis; * Y os contaré todo
cuanto ha hecho Dios por mi al II NOCTURNO
ma. y . Vive el Señor; él me ha
llenado de su misericordia. Y os. Ant. 1. La gracia ha sido de
rramada * en su Concepción, y
apareció hermosa entre las hijas
L ección III Cap. 3, 9-15
de los hombres.
1 lam o el Señor Dios a Adán, 2. La ayudó Dios * desde lo.e
y le dijo: ¿Dónde e^ ás? El primeros albores del día; el A l
cual respondió: He oído tu voz tísimo santificó su morada.
en el paraíso, y he temido, por 3. Gloriosas cosas han sido
que estoy desnudo, y así me he dichas de ti, * ciudad de D ios;
escondido. R e p l i c ó l e ¿ P u e s el Señor te levantó sobre los
quién te ha advertido que estás montes santos.
desnudo, sino el haber comido y . En esto he conocido que
del fruto de que yo te había ve me habéis amado. í£. En que no
dado que comieses? Respondió tendrá mi enemigo que holgarse
A dán: L a m ujer que tú me diste a costa mía.
por compañera me ha dado del
fruto de aquel árbol, y lo he co S e r m ó n d e s a n J e r ó n im o
II VISPERAS D e la B u la d o g m á tic a d e l p a p a
Pío I X
A n t. del Magnif. — M ientras
fué Sumo Pontífice, no temió las Lección IV
potestades de la tierra, y glorio
m
como las cosas que per
as
so partió para los reinos celestia
tenecen al culto están ín
les.
timamente enlazadas con
S e hace Conm em oración del d ía si
gu ien te de la O ctav a. el objeto del mismo, y no pue
A nt. — Todas las generaciones den permanecer fijas ni estables si
me llamarán bienaventurada, éste permanece incierto y dudoso,
porque ha obrado en mí grandes nuestros antecesores, los roma
cosas aquel que es poderoso, ale nos Pontífices, al desenvolver con
luya. ¿1 m ayor esmero ese culto de la
Concepción, procuraron cuida fusión en el cuerpo fué preser
dosamente declarar e inculcar su vada de la mancha original por
ol'jeto y su doctrina; pues clara una gracia especial y privilegio
y paladinamente enseñaron que de Dios, en vista de los méritos
la fiesta que se celebraba era de de Jesucristo su Hijo y Reden
la Concepción de la Virgen, y tor del género humano, y en
proscribieron como falsa y muy este sentido celebran con solem
ajena de la mente de la Iglesia ne rito la fiesta de su Concep
la opinión de los que sostuvie ción” .
ren y afirmaren que el objeto de
la Iglesia en ese culto no era la Lección VI
misma Concepción, sino la san
tificación de la Virgen. A s im is m otuvieron también
nuestros predecesores un es-
Lección V pecialísimo cuidado en defender,
con el mayor celo y solicitud,
V / ni aun creyeron que debíar en toda su integridad, la doc
ser menos severos con los trina de la Inmaculada Concep
que para combatir la doctrina de ción de la Madre de D ios; pues
la Inmaculada Concepción de h no sólo no toleraron jamás que
Virgen, imaginaron una distin esta doctrina fuese censurada o
ción entre el primero y segundo despreciada de modo alguno por
instante de la Concepción, y ase nadie, sino que además, yendo
guraban que si bien se celebraba aún mucho más adelante, mani
la Concepción, no era en su p ri festaron claramente y repetidas
mer instante y momento; porque veces en sus declaraciones, que la
los mismos predecesores nuestros doctrina con que profesamos la
creyeron de su deber sostener v Inmaculada Concepción de la
defender con el mayor celo, cual Virgen era y debía ser mirada co
verdadero objeto del culto, así ia mo muy conforme con el eulte
fiesta de la Concepción de la bea eclesiástico, y que era antigua y
tísima Virgen como la Concep tasi universal, y tal que la Ig le
ción en el primer instante. De sia romana tomó a su cargo fo
aquí aquellas terminantes pala mentarla y defenderla, y que era
bras con qu^ nuestro antecesor enteramente digna de ocupar su
Alejandro V II declaró la sincer. debido lugar en la sagrada Litur
mente de la Iglesia, diciendo: gia y en las preces más solem
“ Ciertamente que é? ya muy an nes. Y no contentos con esto, y
tigua la piedad de los fieles de a fin de que permaneciese invio-
Cristo para con su Santísima •acle dicha doctrina de la In
Madre la Virgen M aría; esa pie maculada Concepción de la V ir
dad de los que creen que el alma gen. prohibieron severísimamen-
de esta Señora en el primer ins te defender pública o privada
tante de su creación .y A su in mente la opinión contraria, a la
cual quisieron aplastar definiti* esplendor más ilustre de la rea
vamente con los repetidos golpes leza y del sacerdocio de Melqui-
de aquellas prohibiciones. sedec; la firme confianza dá
Abrahán, y aquella fe dócil a la
III NOCTURNO promesa de una posteridad quá
L e c c ió n del sa n to E v a n g e l io debía nacer de él. Eres el nuevo
seg ú n san L ucas
sacrificio de Isaac y el holo
causto de una criatura racional.
Lección VII Cap. 1, 26-28 Por causa tuya, Jacob vió la es
cala por la cual subían los An
pN aquel tiempo: Envió Dios geles^ eres la expresión más no
al Angel Gabriel a N azaret ble de aquella fecundidad de
ciudad de Galilea, a una Virgen donde proceden las doce tribus.
desposada con un varón de la Tú te mostraste hija de Judá por
casa de David, llamado José, v el origen. T ú eres la castidad de
el nombre de la Virgen era M a José y la ruina del antiguo Egip
ría. Y lo que sigue. to, o sea, de la sinagoga de los
Judíos. ¡Oh Inmaculada! tú eres
H o m i l í a d e s a n T a r a s i o , O b is p o
el libro dado por Dios a Moisés,
De la Presentación de la Madre de
Dios
el promulgador de la ley; aquel
libro en el cual está escrito el
qué alabanzas te colma
e misterio de la regeneración, y
remos, oh M aría? ¡Oh grabada sobre las tablas por el
doncella inmaculada; oh dedo de Dios la ley del monte
Virgen sin mancilla; honor de las Sinaí. Por ti el nuevo Israel se
mujeres y gloria de las jóvenes! librará de la servidumbre de los
¡Oh Madre y Virgen santa, ben egipcios espirituales, y se alimen
dita entre las mujeres; ilustre por tará como el antiguo pueblo,
la inocencia; esclarecida por la que lo hizo en el desierto
virginidad. T ú has expiado h con el maná y con el agua salida
maldición de Adán; tú has pa de la piedra; m a s la piedra
gado la deuda de Eva. T ú eres la era Cristo, el cual debía nacer
oblación purísima de Abel; Ir de tu seno como esposo que sale
m ejor de sus primicias; el sacri de la cámara nupcial. Tú eres
ficio inmaculado que él ofrecía. la vara florida de Aarón; tú eres
Eres aquella esperanza en Dios la hija de David adornada d¿
que Enos no se avergonzaba de vestidos con franjas de oro res
mostrar, aquella justicia de plandeciente con diversos orna
Enoch que empieza sobre la tie mentos.
rra para trasladarse a una vida
más segura. T ú eres el arca de Lección VIII
Noé, y delante de Dios la que
nos obtienes el beneficio de la
segunda regeneración. Eres el T ú fetas
eres el espejo de los pro
y el fin de sus profe
- . «
cías. A ti, Ezequiel en su ardor primer envidioso y malvado; p e
profético, te llamó “ la puerta ce ro tu H ijo unigénito será el
rrada” por donde jamás pasará primogénito de la vida y de la
hombre alguno, fuera del Señor resurrección. ¡Oh prodigio inau
Dios, el cual la conservó cerra dito! ¡Oh novedad admirable!
da. De ti, Isaías, el más elocuen ¡Oh sabiduría que ninguna pa
te de los profetas, predijo que labra podrá expresar adecuada
eres la vara de Jesé, de la que mente!
nacería la flor, el Cristo, el cual,
extirpando de raíz los vicios, Lección IX
plantaría en su campo la planta
del conocimiento de Dios. A Y/ nosotros, pueblo de Dios,
ti predijo Jeremías, al decir: “ He nación santa, sociedad acep
ahí que vienen los días, dice el ta, hijos de la paloma, progenie
Señor, en los cuales yo realizaré de la gracia, en esta solemnidad
una nueva alianza con la casa de de la Virgen elevemos suaves
Israel, y con la casa de Judá, c o cánticos con labios puros, con
mo lo prometí a sus padres” , in toda la fuerza de nuestras voces.
dicando así la venida y el naci Honrando como conviene esta
miento de tu Hijo, e invitando al insigne fiesta, esta augusta so
pueblo de los gentiles de toda la lemnidad, que alegra a los A n
tierra a que le adorasen como geles y merece ser celebrada por
Dios. A ti también Daniel, el todas las lenguas de los hombres,
hombre de los deseos, te procla cantemos al propio tiempo con
mó con la imagen de una gran reverencia y santa alegría la sa
montaña, de la cual Cristo, lutación de Gabriel. Salve, d eli
piedra angular, se desprendería cia del Padre, por medio de la
para arruinar y reducir a pol cual el conocimiento de Dios se
vo los simulacros de la ser ha extendido hasta los últimos
piente multiforme. A ti rindo yo confines de la tierra. Salve, mo*
mis honores, corderita sin man rada del Hijo, de la cual salió re
cha, y te proclamo llena de gra vestido con la carne. Salve, san
cia, y te canto, pura e inmacula tuario inefable del Espíritu San
da morada de Dios. Y ciertamen to; salve, Virgen más santa que
te, “ en donde abundó la culpa los Querubines, más gloriosa que
sobreabundó la g r a c i a” . Por los Serafines, más grande que el
una mujer nos vino la muerte; cielo, más resplandeciente que el
por una mujer Dios lo ha repa sol, más luminosa que la luna,
rado todo. Por la serpiente reci más brillante que todos los as
bimos un alimento de sabor tros juntos; salve, nube ligera
amargo, pero tu H ijo nos ali que esparces la lluvia celes
mentará con un nuevo alimento tial ; salve, aura santa que has
de inmortalidad. Eva, nuestra pri disipado de la tierra el espíritu
mera madre, dió a luz a Caín, el del m al; salve, noble objeto de
las alabanzas de los Profetas; con las demás naciones. I£. Ni
salve^ tú, cuyo nombre los após les ha mostrado sus juicios.
toles han publicado por todo el Ant. del Mapnif. — He esco
orbe; salve, testimonio excelso gido y santificado * este lugar
de los M ártires; salve, oh tú, para que mi nombre sea en él
que has sido proclamada por to invocado, y estén fijos sobre él
dos los elogios de los Patriarcas; mis ojos y mi corazón en todo
salve, sublime ornamento de loi tiempo.
Santos. Salve, causa de salvación
para todos los mortales; salve, Oración
reina conciliadora de paz; salve
f ) H Dios, que quisisteis colmar
esplendor inmaculado de las m a
de perpetuos beneficios a los
dres. Salve, mediatriz de tode
que estamos constituidos bajo el
cuanto está debajo del cielo; sal
singular patrocinio de la Santísi
ve, reparadora de todo el univer
ma Virgen M aría: otorgad a los
so; salve, llena de gracia; el S e
que os suplican, que cuantos hoy
ñor es contigo, él, que existiendo
nos alegramos de su conmemo
antes que tú, nació de ti para
ración en la tierra, gocemos de
vivir con nosotros. A él se dé
fu presencia en los cielos. Por
alabanza, juntamente con el Pa
nuestro Señor.
dre y el Espíritu santísimo y vi
S e h ace C en m em o ra ció n so lam en te de
vificante, ahora y para siempre la F e ria ,
y por infinitos siglos de los si
glos. A sí sea. MAITINES
E n L a u d e s , C o n m e m o ració n de la F e
ria . Invitatorio. — Santa María,
Virgen Madre de Dios, * Inter
ceded por nosotros.
En el mismo día 12 de Dicbre. Salmo 94. — Venid, alegrémo
(E n la América latina) nos, pág. 3.
E l H im n o : O h g u a r d i a n a e s c la r e c id a ,
com o en M a itin e s de la In m a cu lad a
Níra. Sra. de Guadalupe C o n ce p ció n , pág. 9 13 .
Patrona principal de la América i Nocrumtio
Latina
Ant. 1. Desde el Oriente *
D o b le d e I cla s e con O c ta v a com ún
<Je la c u a l se h a c e só lo C o n m e m o ració n hasta el ocaso es grande mi nom
. el d ía 16 bre entre las naciones.
T o d o se tom a del C o m ú n d e la s 2. En los altísimos cielos *
F ie s ta s d e la B . V ir g e n M a r ía , p á g i puse yo mi moiada, y mi trono
n a 864, m enos lo que s ig u e :
sobre una columna de nubes.
• 3. Halláronme los que no me
I V ISPER A S
• '. t ' . buscaban, * y me mostré clara
, L a s A n t ífo n a s y C a p itu la d e L a u d e s.. mente a los que por mí no pre
y . No ha hecho otro tanto guntaban.
y . El Señor ha hecho cono V . ¿Quién es ésta que sube del
cer a su Salvador. . Ha manifes desierto como columna de humo
tado su gloria a los ojos de las formada de mirra e incienso? Y
naciones. como.
D e l lib r o d el E c l e s iá s t ic o
Lección II Cap. 24, 14-21
Lección I Cap., 24, 5-13
P \ esd e el principio y antes de
salí de la boca del Al- los siglos, yo recibí el ser,
K\l engendrada pri- y no dejaré de existir en todos
tyJl mero que existiese nin los siglos venideros, y en el T a
guna criatura. Y o hice nacer en bernáculo santo ejercité el m i
los cielos la luz indeficiente, y nisterio mío ante su acatamien
como una niebla cubrí toda la to. Y así fijé mi estancia en el
tierra. En los altísimos cielos pu monte de Sión, y fué el lugar
se yo mi morada, y el trono mío de mi reposo la ciudad santa, y
sobre una columna de nubes; Y o en Jerusalén está el trono mío.
sola recorrí todo el cielo, y pe Y me arraigué en un pueblo glo
netré por el profundo del abis rioso, y en la porción de mi Dio?,
mo, me paseé por las olas del la cual es su herencia, y mi ha
mar, y puse mis pies en todas las bitación fué en la plena reunión
partes de la tierra, y en todos los de los santos. Elevada estoy cual
pueblos y en todas las naciones cedro sobre el Líbano, y cual ci
tuve el supremo dominio. Y o prés sobre el monte de Sión. E x
syjeté con mi poder los corazo tendí mis ramos como una pal
nes de todos, grandes y peque ma de Cádes, -y como el rosal de
ños, y en todos esos pueblos y Jericó. M e alcé como un hermo
naciones busqué donde fijarme, v so olivo en los campos, y como
en la heredad del Señor fijé mi el plátano en las plazas junto al
morada. Entonces el Criador de agua. Como el cinamomo y el
todas las cosas dió sus órdenes bálsamo aromático despedí fr a
y me habló, y el que a mí me gancia. Como mirra escogida e x
dió el ser, estableció mi taber halé suave olor, y llené mi h a
náculo. y me dijo: Habita en Ja bitación de odoríferos perfumes,
cob, y sea Israel tu herencia, y como de estoraque, de gálbano,
arráigate en medio de mis esco de ónique, y de lágrima de mirra
gidos. . y de incienso virgen, y mi fra
I£. Vi a la que es hermosa gancia es como la del bálsamo
como la paloma, elevarse sobre sin mezcla. .
las orillas de las aguas; sus ves I£. ¿Quién es ésta que se
tidos exhalaban un imponderable eleva cual aurora matutina, h e r
perfume * Y como en los días mosa como la luna, escogida co
primaverales la rodeaban las mo el sol, * Terrible como un
rosas y los lirios de los valles. ejército en orden de batalla?
y . H ija de Sión, toda hermosa
y suave eres, hermosa como l i Ant. 1. Apareció un g r a n
luna, escogida como el sol. T e
prodigio * en el cielo: Una m u
rrible. jer vestida de sol, y la luna de
bajo de sus pies.
Lección III Cap. 24, 22-31 2. El pueblo que andaba en
tre tinieblas * vió una gran luz;
V T o extendí mis ramas como el amaneció el día a los que mora
terebinto, y mis ramas lle ban en la sombría región de la
nas están de majestad y hermo muerte.
sura. Y o, como la vid, broté pim 3. Todos los pueblos de la
pollos de suave olor, y mis flo tierra * han visto la salvación
res dan frutos de gloria y de ri que nuestro Dios nos ha enviado,
queza. Y o soy la madre del b2- y . Entraremos en el lugar
11o amor, y del temor, y de la de su morada. R . Adoraremos
ciencia, y de la santa esperanza. la peana de sus pies.
En mí está, toda la gracia para
conocer el camino de la verdad, Lección IV
tn mí toda esperanza de vida y
Ge virtud. Venid a mí todos loi p N el año mil quinientos trein
que os halláis presos de mi amor, ta y uno de la Redención, la
y saciaos de mis dulces frutos. Virgen Madre de Dios, según
Porque mi espíritu es más dulce consta por una antigua y no in
que la miel, y más suave que el terrumpida tradición, se apareció
panal de miel mi herencia. Se a Juan Diego, piadoso y rudo
hará memoria de mí en toda la neófito, en el cerro del Tepeyac,
serie de los siglos. Los que d i de México, y con la más dulce
mí comen tienen siempre ham ternura le mandó que se pre
bre de mí, y tienen siempre sed sentase al obispo, para ordenar
los que de mí beben. E l que me le que en aquel lugar hiciese
escucha, jamás tendrá de qué construir y consagrar un templo
avergonzarse, y aquellos que se a ella dedicado. El obispo de
guían por mí no pecarán. Los aquel lugar, llamado Juan de Zu-
que me esclarecen obtendrán la márraga, a fin de cerciorarse de la
vida eterna. verdad de lo manifestado, aplazó
I£. ¿Quién es ésta que avan para más adelante su respuesta,
za como el sol, y hermosa como y mandó al neófito (el cual pro
Jerusalén? * La vier«n las hijas fundamente conmovido de nue
de Sión, y la llamaron bienaven vo por la visión y la orden de la
turada, y las reinas la alabaron. bienaventurada Virgen Maria, re
y . Y como en los días primave petía su mensaje con lágrimas y
rales la rodeaban las rosas y los preces) que pidiera lina señal
lirios de los valles. La vieron. manifestadora de la voluntad de
Cxloría al Padre. La vier^i. la soberana Madre de Dios.
R . Una gran señal apareció en el cerro del Tepeyac, se hizo
en el cielo, una mujer vestida célebre por la gran veneración de
de sol, y la luna a sus pies. * todos los pueblos.
Y su cabeza coronada de doce I£. ¿Quién es ésta que se
estrellas. X - Sus cimientos sobre eleva como la aurora matutina:
los montes santos; el Señor ama * Hermosa como la luna, esco
las puertas de Sión más que los gida como el sol? X . Como el
tabernáculos de Jacob. Y su ca arco iris en medio de las nieblas
beza. gloriosas, y como las rosas en los
días primaverales. Hermosa.
Lección V
Lección VI
A /í i e n el neófito se dirigía
tras
apartado del cerro del Tepeyac, fico templo, al cual los Pon
para llamar a un sacerdote que tífices romanos, para dar mayor
administrara a su tío, gravemen esplendor al culto, ennoblecieron
te enfermo, los últimos sacra con un Colegio de Canónigos, la
mentos, se le apareció per ter piedad del pueblo mexicano pa
cera vez la benignísima Virgen y ra con la Madre de Dios aumen
le consoló, notificándole la cura tó en gran manera; y hace ya
ción de su tío; además le orde cuatro siglos que es honrada por
nó que presentase al obispo unas gran multitud de pueblos y por
rosas hermosísimas nacidas en la frecuencia de los milagros. Por
aquel mismo lugar, a pesar dei este motivo, el arzobispo de M é
invierno y de la aspereza del sue xico y los demás obispos de
lo, rosas que depositó en su man aquellas regiones, con la aproba
to. Diego obedeció a los manda ción de todas las clases de la
tos de la Virgen Santísima, v sociedad, la eligieron por Patro
después de haber presentado aque na principal de la nación mexi
llas rosas al obispo, pudo con cana, a fin de que fuese su auxi
templar dibujada de una mane liadora en las privadas y públi
ra maravillosa en el manto la cas calamidades. E l papa Bene
imagen de la Virgen Santísima, dicto X IV , c o n su autoridad
tal como había aparecido en el apostólica, ratificó dicha elec
cerro que está cerca de la ciudad. ción, y concedió también que se
Los moradores de la misma, a d pudiese rezar Oficio y Misa en
mirados de un prodigio tan sor honor de la bienaventurada V ir
prendente, procuraron que la re gen de Guadalupe. Por último, el
ligiosa imagen fuese venerada Sumo Pontífice León X I I I , aten
cual convenía en el oratorio epis diendo benignamente a las repe
copal. Esta misma imagen, tras tidas instancias de los prelados
ladada poco después con gran mexicanos, otorgó por decreto de
pompa a una capilla levantada la Sagrada Congregación de RÍ-
tos, la facultad de rezar este L ección del santo E vangelio
novísimo Oficio, decretando que seg ú n san L ucas
en su nombre y por su mandato
fuese coronada solemnemente la Lección VII Cap. 1, 39-47
sagrada imagen, célebre por sus ^7 n aquel tiempo: Partió María
prodigios y el esplendor del cul apresuradamente a las mon
to, con diadema de oro. Así, pues, tañas de Judea, a una ciudad de
en el día ocho de Octubre del la tribu de Judá, y habiendo en
año mil ochocientos noventa y trado en la casa de Zacarías, sa
cinco, en presencia de casi todos ludó a Isabel. Y lo que sigue.
los obispos de la República y
otros muchos de las demás partes H o m ilía de san B ernardo ,
de América, y en medio del entu A bad
siasmo de una gran multitud de De las palabras del Apocalipsis, cap. 12,
nacionales y extranjeros, el arzo hacia el ñnal
bispo de M éxico la coronó con
Isabel su ad
a n if e sta b a
una riquísima diadema.
miración hacia la perso
. Elegí y santifiqué este
na que la visitaba, al de
lugar; * Para que en él mi nom
cir: ¿D e dónde a mí que venga
bre sea invocado, y estén fijos
sobre él para siempre mis ojos a visitarme la Madre de mi Se
y mi corazón, y . No ha hecho ñor? Alababa también la voz
otro tanto con las demás nacio que la saludaba, cuando añadía:
nes, ni les ha manifestado sus Luego que sonó la voz de tu sa
juicios. Para que. Gloria al Pa lutación en mis oídos, saltó de
dre. Para que. „ gozo el infante que llevo en mi
seno; y la proclamaba bienaven
III NOCTURNO turada por su fe, al exclamar:
Bienaventurada tú que has creí
Ant. 1. Estando M aría, ta do. Grandes elogios, sin duda.
bernáculo de Dios. * en medio de Pero la devota humildad, no que
su ciudad, ésta no será conmo riendo retener nada para sí, lo
vida. atribuye todo a aquel Señor cu
2. H as aparecido * para la yos beneficios se alaban en ella.
salvación de tu pueblo, para sal I£. Bienaventurada eres, sa
varle mediante el mismo Cristo. crosanta Virgen M aría, y suma
3. Gloriosas cosas * han si mente digna de toda alabanza.
do dichas de ti, ciudad de Dios; * Porque de ti ha nacido el sol
el Señor te ha edificado sobre de justicia, Cristo nuestro Dios.
los montes santos. y . Ruega por el pueblo, inter
y . Tus hijos vendrán de le viene en favor del clero, interce
jos. de por el devoto sexo femenino;
1$. Y tus hijas acudirán a ti sientan tu auxilio cuantos cele
de todas partes. bren tu santa festividad. Porque.
Lección VIII magnanimidad, ni la magnanimi
dad disminuyó su gran humildad.
T 'ú engrandeces a la Madre del Así, la que en su estimación era
Señor, dice a su prima, pero tan humilde, se convertía en
mi alma engrandece al Señor. magnánima por su fe en la pro
Dices que a mi voz tu hijo saltó mesa; y teniéndose únicamente a
de gozo; pero mi espíritu se lle sí misma por una humilde sierva,
nó de gozo en Dios, que es mi no dudó en creerse elegida
salud, como el amigo del Esposo, para tan i n e s c r u t a b l e mis
se llena de gozo a la voz del Es terio y creyó que había de ser
poso. Bienaventurada me llamas la Madre del Dios humanado. A
poique he creído; pero la causa ti, pues, oh Madre de misericor
de mi fe y de mi dicha es ha dia, constituida, a causa de este
berme mirado la piedad suprema, mismo sincerísimo sentimiento
y en tanto me llaman bienaven de tu alma, en mediadora cerca
turada todas las generaciones en del sol de justicia, ruégote, cual
cuanto Dios me ha mirado co luna situada bajo sus pies, que
mo sierva humilde y exigua. Con en tu resplandor yo vea al q u i
todo, no creáis, hermanos, que es la luz verdadera, y que por
santa Isabel errase, en lo que ti alcance la gracia de aquel sol
decía, iluminada por el Espíritu que te amó con toda verdad más
Santo. De ningún modo. Bien que a todas las criaturas, y te
aventurada ciertamente era aque adornó revistiéndote con la esto
lla a quien miró Dios, y bien la de la gloria y poniendo en tu
aventurada la que creyó, porque cabeza una corona de hermosura.
su fe fué el fruto sublime que Te Deum, pág. 10.
produjo en ella la visita de Dios.
J£. Me llamarán bienaventu LAUDES Y HORAS
rada todas las generaciones: *
Porque me ha engrandecido aquel A n t. 1. ¿Quién es ésta * que
que es poderoso. y,r . Y su mise avanza como el sol, hermosa co
ricordia se extiende de una a mo Jerusalén?
Los Salmos de Dominica, pág. 55.
otra generación para con los que
2. L a contemplaron * las hi
le temen. Porque. Gloria al P a
jas de Sión floreciente como las
dre. Porque.
rosas, y la proclamaron bienaven
Lección IX turada.
3. Las flores han hecho su
C iertamente , al recibir p o r aparición * en nuestra tierra; a
una operación inefable la tí alabamos, santa Madre de
virtud del Espíritu Santo, fué Dios.
tanta la magnanimidad que se 4. Cantadle * un cántico
juntó a .la humildad en la inti nuevo; anunciad sus glorias a
midad de su corazón virginal, que los pueblos.
ni la humildad disminuyó su gran 5. T ú eres la gloria * de Je-
rusalén, tú la alegría de Israel, y el sosiego; convierte en ami
tú el honor de nuestro pueblo. gos a los enemigos; refrena a
los hombres malvados.
Capitula Prov., 8, 34 y 35 Oh María, Madre piadosa, ayú
danos con tu auxilio, para qu¿
D i e n a v e n t u r a d o el hombre que
reinemos y para siempre alabe
me escucha, y que vela con
mos a tu Hijo.
tinuamente a las puertas de mi
Dios Padre, Dios Hijo y Dios
casa, y está de observación en
Espíritu Santo, oh Dios en tres
los umbrales de ella. Quien me
personas, gobiérnanos por los
hallare hallará la vida, y alcan
siglos eternos. Amén.
zará del Señor la salvación.
y . Toda la tierra te adore v
celebre. I£. Cante salmos a tu
Himno1 nombre.
( ~ ) h santa Madre que estuviste Ant. del Bened. — Sois como
libre de toda mancha de co el arco iris, * que resplandece en
rrupción; tú fuiste elegida por medio de las transparentes nu
aquel que rompió las ataduras de bes, y como la rosa en tiempo
la cruel muerte. . de primavera.
Atiende con clemencia a los la Se hace solamente Conmemoración de
F eria.
que se complacen celebrando tus En T ercia, la Capitula de Laudes.
fiestas, a fin de que se gocen y
alegren con los resplandores de U VISPERAS
la verdadera luz. Todo como en las I V isperas, excipfo
Con tus preces, aumenta ante to que sigue:
todo nuestra fe; a los que va Ant. del Magnif. — Levanta
cilan, esfuérzales mediante la es la vista y mira a tu derredor:
peranza, y robustécelos con la * Todos esos se han congregado
caridad. para venir a ti. Vendrán de lejos
Oh Madre de Dios, causa y tus hijos, y tus hijas acudirán 3
principio de nuestra esperanza, ti de todas partes.
aparta de nosotros las luchas y Sólo se hace Conmemoración del
las calamidades, el hambre, la Oficio siguiente y de la F eria.
peste y la guerra.
Consuela y atiende el gemido D ía 13 de Diciembre
de los pobres y de los esclavos;
atiende a los votos de los enfer Santa Lucra
mos, dándoles el ansiado reme Virgen y Mártir
dio. Doble
Que nuestros días transcurran
Todo se toma del Común de V írg e
plácidamente en medio de la pas nes, pág. 820, excepto lo que sigue:
S a n to T o m á s, A p ó sto l
Doble de I I clase
Todo se toma del Común de Após ritu Santo, recorrió muchas pro
toles, pág. 735, menos la siguien
te A ntífon a que se dice en ambas vincias para predicar el Evange
Vísperas y en el Benedictus: lio de Jesucristo. Enseñó la fe
Ant. — Porque me viste, * y los preceptos de la vida cristia
Tom ás, has creído: bienaventu na a los Partos, Medos, Persas,
rados los que no han visto y Hircanos y Bactrianos. Por últi
han creído, aleluya. mo, dirigiéndose a los Indios, les
instruyó en la religión cristiana.
Oración Y como la santidad de su vida
Q s suplicamos, 'Señor, nos con y de su doctrina excitase la ad
cedáis que podamos gloriar miración de los Indios hacia el
nos en la solemnidad de vuestro Apóstol y su amor a Jesucristo,
Apóstol el bienaventurado T o el rey de aquel país, celoso ado
más; a fin de que nos veamos rador de los ídolos, se llenó de
siempre protegidos por su . pa cólera y condenó a muerte a T o
trocinio, e imitemos piadosamen más. Atravesado por los dardos,
te su fe. Por nuestro Señor. murió en Calamina, realzando el
Conmemoración de la Feria. honor de su apostolado con la co
II NOCTURNO rona del martirio.
■A
Al amanecer, sabiendo Pablo que En el I I I Nocturns se lee la Ho
milía sobre el Evangelio: Exclamó Je
moriría pronto, lo reveló a An sús, del Común de Abades en el se
tonio, suplicándole que le tra gundo lugar, pág. 817.
jera el palio que había recibido
D e sa n M a u r o , A bad
de Atanasio para envolver con
él su cuerpo. Y estando ya de re
Lección IX
greso, Antonio vió desde el ca
mino el alma de Pablo que su ^/^ auro , noble romano, desde
bía al cielo en medio de los co su infancia fué ofrecido a
ros de los Angeles, de los Profe Dios por Eutiquio, su padre, para
tas y Apóstoles. vivir bajo la disciplina de san
Penito. En breve tiempo apro
Lección VI vechó tanto con la divina gracia,
que causó la admiración a su pro
A i llegar a la celda de Pablo, pio maestro, quien le propuso
le halló de rodillas, levanta muchas veces a los otros discípu
da la cabeza, teniendo elevadas los como modelo de la observan
las manos, y el cuerpo exánime, cia regular y de todas las virtudes.
Allí le envolvió con el palio, y San Gregorio, Papa, nos cuenta
cantó los salmos e himnos, se de Mauro, siendo aún adolescen
gún la costumbre cristiana, y no te, este admirable ejemplo de
teniendo azada para cavar la tie obediencia. Habiendo caído el
rra, dos leones vinieron veloz monje Plácido en un lago, y
mente del interior del desierto, arrastrándole la corriente de las
y se postraron a los pies del san aguas, Mauro corrió en su auxi
to anciano, dando a entender a lio por mandato de san Benito,
su manera que lloraban su muer y caminando sobre las aguas tra
te. Allí cavaron la tierra con las jo a tierra a su compañero co
garras, y abrieron una cavidad gido por los cabellos. Enviado
capaz para colocar conveniente por el mismo Padre san Benito
mente el cuerpo de un hombre. a las Galias, fundó allí un mo
Habiendo partido los leones, A n nasterio muy famoso, que go
tonio colocó en aquel lugar el bernó por espacio de cuarenta
cuerpo del Santo, y cubriéndole años, y propagó con gran éxito
con tierra, levantó un sepulcro, la vida monástica. Finalmente,
^egún costumbre de los cristia ilustre por su santidad y mila
nos. Mas la túnica de Pablo, que gros, a la edad de más de setenta
él mismo había tejido para sí, años, voló al cielo, en el año dei
con h<?Jas de la palmera, a la Señor quinientos sesenta y cinco.
manera de las espuertas, la lle
Te Deum, pág. 10.
vó consigo, y la usó durante el En Laudes, Conmemoración de san
resto de su vida en las grandes Mauro:
solemnidades de Pascua y Pen Ant.— Alégrate siervo bueno y
tecostés. fiel; porque has sido fiel en lo
poco, te constituiré sobre lo mu ta los de Majencio. Por sus ex
cho, dice el Señor. hortaciones, Lucina, matrona ro
y . El Señor condujo al jus mana, hizo a la Iglesia heredera
to por caminos rectos. IJ. Y le de sus bienes. Habiendo aumen
mostró el reino de Dios. tado en Roma el número de los
fieles, instituyó nuevos títulos1 a
Oración fin de administrar el bautismo y
la penitencia a los que habían
A s suplicamos nos recomiende, abrazado la religión cristiana, v
Señor, la intercesión del tanto por utilidad de los fieles,
bienaventurado Mauro, Abad, como para dar sepultura a los
para que consigamos con su pa Mártires, dividió la ciudad en di
trocinio lo que no podemos con versos distritos. Por todas estas
nuestros méritos. Por nuestro causas, Majencio, ardiendo de ira,
Señor. amenazó a Marcelo con diversos
En Vísperas, Conmemoración del Ofi suplicios, si no deponía el ponti
cio siguiente.
ficado e inmolaba a los ído
los. •
D ía 16 de Enero
Lección V
San Marcelo I
Papa y Mártir como Marcelo despreciara
Semidoble las palabras insensatas de
Majencio, éste le envió a las
Todo se toma del Común de un M ár
tir; pág. 755, menos lo que sigue: cuadras imperiales para que cui
dase las bestias alimentadas por
Oración el erario público. En aquel lugar
Q s rogamos, Señor, que aten Marcelo vivió por espacio de
nueve meses con ayunos constan
dáis con clemencia a las pre
tes y no interrumpida oración,
ces de vuestro pueblo, para que
visitando por medio de cartas
seamos auxiliados por los mé
las parroquias a las que no podía
ritos del bienaventurado M arce
visitar personalmente. Librado de
lo, vuestro M ártir y Pontífice,
aquel lugar por los clérigos ro
cuyo martirio conmemoramos con
manos, fué recibido en la casa
alegría. Por nuestro Señor.
de la bienaventurada Lucina, y
II NOCTURNO en ella consagró una iglesia, de
signada en nuestros días con el
Lección IV
título de San Marcelo. Allí los
arcelo , romano, fué Pon cristianos se reunían para orar, y
tífice desde los tiempos de el mismo bienaventurado M arce
Constancio y Galerio has- lo predicaba.
1. Parroquias.
sabido Majencio es
t —I A BrEN D O f\ s suplicamos nos recomiende,
tas cosas, mandó que fuesen Señor, la intercesión del
trasladadas a aquella iglesia las bienaventurado Antonio, Abad,
bestias de las cuadras imperia para que consigamos con su pa
les, y que Marcelo las guardase. trocinio lo que no podemos con
Fué en aquel lugar donde nues nuestros méritos. Por nuestro
tro Santo, atormentado por su Señor.
fetidez y abrumado por muchas Conmemoración del Oficio precedente:
* .
Lección V to, Galacia, Capadocia, Asia y
Bitinia; ahora, sin dudar del fu
A llí habían de ser aplastadas
turo progreso de tu obra, a pe
las opiniones de la filosofía;
sar de conocer la duración limi
allí habían de ser disipadas las
tada de tu vida, vienes a enarbo
vanidades de la sabiduría terrenal;
lar sobre las murallas de Roma
allí había de ser confundido el
el trofeo de la cruz de Cristo,
culto de los demonios; la impie
allí mismo er donde los decretos
dad del paganismo sacrilego ha
del cielo te han preparado el ho
bía de ser destruida en el mismo
nor del poder y la glora de la
lugar en que la superstición había
pasión.
tenido buen cuidado de reunir to
Pedro, ¿me amas? Vos
do lo que en materia de vanos
sabéis, Señor, que os amo. * Apa
errores había inventado en don
cienta mis ovejas, y . Simón,
dequiera que fuese. ¡Oh bien
hijo de Juan, ¿me amas más que
aventurado apostói Pedro! no
éstos? Vos sabéis, Señor, que os
temes, pues, llegar a esta ciudad;
amo. Apacienta mis ovejas. Glo
y mientras que el apóstol Pablo,
ria al Padre. Apacienta mis ove
compañero de tu gloria, está to
jas.
davía ocupado en la fundación de
otras iglesias, entras tú en esta III NOCTURNO
selva poblada de bestias feroces,
y caminas por este océano pro L e cció n del santo E vangelio
fundo y agitado, con más valor segú n san M a te o
1. Para los justos, como dice san Gregorio, la vida presente debe más bien
tenerse por una muerte. .
preciosas, ha puesto en mis ore D el l ib r o de sa n A m b r o s io ,
y M á r tir
Día 24 de Enero
Lección IX
virgen ro
m e r e n c ia n a , San Timoteo
mana, hermana de leche Obispo y Mártir
de la bienaventurada Inés, Doble
Lección IV Lección VI
Sermón 21
II NOCTURNO
Lección V
D el l ib r o de san J e r ó n im o ,
P r e s b ít e r o , so bre I os poderosos me han persegui
lo s e s c r it o
res do sin motivo, y mi corazón
e c l e s l á s t ic o s
m
virgen romana,
a r t in a ,
ritos, a la Mártir de Cristo. nacida de ilustre linaje,
Nacida de noble linaje, rodea privada de sus padres en
da de delicias, en medio de los su más tierna edad, e inflamada
hechizos seductores del lujo, po en los ardores de la piedad cris
seía en abundancia las cuantiosas tiana, distribuyó con admirable
. riquezas de una casa próspera. generosidad sus cuantiosas rique
Despreciando las comodidades zas a los pobres. Habiéndosele
de esta vida, se consagra al Se mandado, en tiempo del príncipe
ñor, y distribuyendo con mano Alejandro, que adorase a los fal
generosa, sus riquezas a los po sos dioses, rechazó con gran li
bres de Cristo, busca las celes bertad este crimen abominable.
tes recompensas. Por lo cual, después de ser azo
Ni las aceradas uñas, ni las tada una y otra vez, maltratada
fieras, ni las horribles llagas pro con uñas de hierro y trozos de
ducidas por las varas la con tiestos, despedazados sus miem
mueven; por esto los Angeles, bros con agudísimas espadas, y
descendiendo de las moradas de untada con grasa hirviendo, fué
la gloria, la recrean con celeste por último condenada a las bes
manjar. tias en el anfiteatro. Y habiendo
Aun el mismo león, depuestá sti salido ilesa por la intervención
ferocidad, póstrase mansamente a milagrosa del cielo, fué arrojada a
sus pies; mas la espada, oh Mar una ardiente hoguera, de ia cual
tina, al darte la muerte, te in igualmente sal*ó sin lesión al
troduce entre los coros celestes. guna.
De tu altar perfumado con los
vapores del incienso, elévanse a Lección V
ti continuamente nuestras ple
garias; tu nombre1 contiene un A lgun osde sus verdugos, sor
presagio: destruye el recuerdo de prendidos por la novedad del
los falsos augurios. milagro, y movidos por la gracia
Apartad de nosotros los em de Dios, abrazaron la fe de Jesu
ponzoñados goces, oh Dios, uno cristo, y después de muchos tor
y trino, que confortáis a los Már mentos merecieron la palma del
. /. B rev. 72 . -
-« .
martirio, siendo decapitados. A pueblo, con gran alegría de to
ruegos de la Santa, se produjeren da la ciudad.
terremotos, cayeron rayos entre En el I I I Nocturno s e , lee la Ho
milía sobre el Evangelio: E l reino de
un terrible fragor de truenos, y los cielos es .semejante, del Común de
los templos de los dioses se des Vírgenes, en el primer lugar, pág. 826.
plomaron, siendo sus imágenes
pasto de las llamas. De las he LAUDES
ridas de Martina salió leche mez
clada con sangre, y 1un resplan Himno
dor brillantísimo y olor suavísi- D rotege tu suelo natal; da a
simo se desprendieron de su cuer- los pueblos cristianos el re
po. Algunas veces se la vió ele poso de una paz benigna; relega
vándose por los aires y tomando a los confines de Tracia el fra
parte con los moradores del cie gor de las armas y la ferocidad
lo en las divinas alabanzas, sen de las guerras,
tada en trono real. Y uniendo a los soberanos y a
sus ejércitos bajo el estandarte
Lección VI de la Cruz, libra a Jerusalén de
la esclavitud; y vengando la
p no jado el juez en gran ma
sangre inocente, acaba del todo
nera ante estos prodigios, y
con los poderes enemigos
sobre todo ante su constancia,
Tú, nuestro sostén, tú, nuestro
mandó que fuera decapitada.
honor, atiende a los obsequios de
Cumplida esta orden, se oyó una
nuestros corazones; acoge de
voz que la llamaba al cielo, por lo
buen grado los votos de Roma,
cual toda la ciudad se estreme
que canta tus alabanzas y te hon
ció, y muchos idólatras se con ra con devotos cultos.
virtieron a la fe de Jesucristo. Apartad de nosotros los em
El cuerpo de santa Martina, que ponzoñados goces, oh Dios uno y
fué martirizada en tiempo del trino, que confortáis a los Már
papa san Urbano I, fué hallado tires; ayudad a vuestros servido
bajo el p o n t i f i c a d o de res, a fin de que puedan gozar
Urbano V III con los cuerpos de
de vuestra felicidad. Amén.
los santos mártires Concordio, Las Vísperas del Oficio siguiente,
Epifanio y sus compañeros en con Conmemoración del precedente.
una antigua iglesia, cerca de la
prisión Mamertina, en la pendien
Día 31 de Enero
te del monte Capitolino. Esta
iglesia, después de haber sido San Pedro Nolasco
reconstruida y ornamentada bajo Confesor
un nuevo plan, recibió el cuerpo Doble (L. h.)
de la Santa que fué depositado
allí con mucha pompa y en pre ' resTodo se toma del Común de Confeso
no Pontífices, pág. 805, menos lo
sencia de un gran concurso del que sigue: '
Oración • esta virtud tuvo lugar cuando
en una ocasión, siendo aún niño
(^) h Dios, que para dar un y estando llorando en la cama,
ejemplo de vuestra caridad un enjambre de abejas voló hacia
inspirasteis al bienaventurado él y construyó un panal de miel
Pedro que hiciera a vuestra Igle en su diestra. Privado de sus pa
sia madre de una nueva familia dres siendo todavía joven, resol
para redención de los cristianos vió, por odio a la herejía de los
cautivos; concedednos por.su in albigenses, que a la sazón se ex
tercesión que, libres de las cade tendía en Francia, vender su pa
nas de los pecados, gocemos de trimonio; partió para España,
libertad eterna en la patria ce y cumplió ante la gloriosa Vir
lestial. Vos que vivís... gen de Montserrat un voto
Conmemoración del Oficio precedente:
que había hecho. Después se di
A n t . — Ven, Esposa de Cristo, rigió a Barcelona, y habiendo
recibe la corona que el Señor te empleado todo cuanto tenía para
ha preparado para siempre. librar a los cristianos de la cau
y . Derramada está la gra tividad, decía con frecuencia que
cia en tus labios. Por esto, para libertarlos, deseaba vender
Dios te ha bendecido para siem se a sí mismo o cargar con sus
pre. cadenas.
Oración
Lección V
Dios, que entre los demás
milagros de vuestro poder, P uán agradable fuese a Dios
habéis concedido la victoria en este deseo del santo varón,
lo declaró el acontecimiento que
el martirio aun al sexo débil;
sobrevino: Mientras estaba en
otorgadnos propicio, que cuantos
tregado a la oración durante la
celebramos el nacimiento a la vi
noche, y revolvía en su ánimc
da eterna de la bienaventurada
muchos proyectos relativos a la
Martina, vuestra Virgen y Már
manera cómo podrían ser auxi
tir, dirijamos nuestros pasos ha
liados los cristianos sujetos a la
cia Vos siguiendo sus ejemplos.
esclavitud, apareciéndosele la
Por nuestro Señor.
bienaventurada Virgen, le mani-
II NOCTURNO festó^que "sería muy del agrado
de su Hijo y también del suyo,
Lección IV
que para honrarla, se instituye
edro Nolasco, nacido en ra una Orden religiosa, cuya
Recaud, cerca de Carca- principal misión consistiera en li
sona, en Francia, de una brar a los cristianos cautivos de
familia ilustre, se distinguió por la tiranía de los infieles. Obede
su caridad extraordinaria en fa ciendo al instante a esta celes
vor de los pobres. Un presagio de tial invitación, juntamente con
san Raimundo de Peñafort y Vigilia de la Natividad del Señor,
Jaime I, rey de Aragón, q je ha el año mil doscientos cincuenta
bían recibido el mismo aviso y seis. La festividad de este San
de la Madre de Dios en la mis to, el Sumo Pontífice Alejandro
ma noche, instituyó la Orden de VII, mandó que fuese celebrada
la Santísima Virgen de la Mer el día treinta y uno de Enero.
ced, Redentora de cautivos; obli En el I I I Nocturno se lee la Homilía
gando a sus religiosos con un sobre el Evangelio: N o tenéis vosotros,
del Común de un Confesor no Pontí
cuarto voto, el de quedarse en fice, en el segundo lugar, pág. 814.
rehenes bajo la potestad de los Las Vísperas del Oficio siguiente
paganos si fuese necesario para desde la Capitula, con Conmemoración
del precedente.
librar a los servidores de Cristo.
el Señor a Moisés,
|a b l ó
Oración
diciendo: Conságrame
Q y e te r n o Dios,
m n ip o t e n t e todo primogénito que na
suplicamos humildemente a ce entre los hijos de Israel, tan
vuestra Majestad, que así como to de hombres como de anima
vuestro Unigénito Hijo fué pre les, porque míos son todos. Y
sentado en el día de hoy en el Moisés dijo a¡ pueblo: Cuando
templo, revestido de nuestra car el Señor te habrá introducido en
ne, así seamos presentados a Vos la tierra del Cananeo, como lo
purificadas nuestras almas. Por el ha jurado a ti y a tus padres, y
mismo Señor. te habrá dado la posesión de ella,
Conmemoración del Oficio precedente: separarás para el Señor los pri
A n t . — El que quiera venir en mogénitos y todos los prime
pos de mí, niéguese a sí mismo, rizos de tus ganados, todo lo que
y tome su cruz, y sígame. tuvieres del sexo masculino lo
y . El justo florecerá como consagrarás al Señor. Al primer
la palma. Se elevará como nacido de asno lo cambiarás por
el cedro del Líbano. una oveja; caso que no lo resca
tares, lo matarás. Pero a todos
’ Oración tus hijos primogénitos los resca
tarás con dinero.
O mnipotente Dios, mirad con I£. Adorna Sión, tu morada,
ojos propicios nuestra fla y recibe a Cristo Rey; * Aquel a
queza; y ya que nos agobia el quien concibió y dió a luz una
peso de nuestras acciones, haced Virgen, la cua. permaneció vir
que nos proteja la gloriosa in gen después d?l parto y adoró
tercesión del bienaventurado Ig al mismo a quien dió a luz. y .
nacio, vuestro Mártir y Pontífi Al tomar Simeón en sus manos
ce. Por nuestro Señor. al Niño, dandb gracias bendijo
al Señor. Aquel.
MAITINES
D e l l ib r o del ftv Í T ic o
I n v i t a t o r i o . — He ahí que e> Lección II Cap. 12, 1-S
Señor Dominador viene a su san
to templo: * Gózate y alégrate, a b l ó el Señor a Moisés, di
1. Del pecado.
vo en paz. Gloria al Padre. Oh y . Al presentar los padres de
Señor Jesús al Niño, recibióle él en
sus brazos, y bendijo a Dios di
III NOCTURNO ciendo. Verdaderamente.
L e c c ió n del san to E v a n g e l io
mente, es como un fuego .devorador, ma< para los q ue sólo cometen pecados
leves, es como la hierba de que se sirven los bataneros, para devolver la pureza
a los que han sido la va d o s” . (San Jerónim o). ' ■
' _ .
Día 4 de Febrero madre. Mas, luego que supo ha
ber sido consagrado a la Santísi
San Andrés Corsino ma Virgen María por un voto de
Obispo y Confesor sus padres, inflamóse el amor de
Doble (L . h.)
Dios en su corazón, y enterado
de la visión de su madre, abra
Todo se toma del Común de C o n fe zó la Orden Carmelitana, en la
sores Pontífices, pág. 790, menos lo
que sigue: cual tuvo que sufrir diversas
tentaciones del demonio, sin que
Oración nada consiguiera apartarle de su
designio de ser religioso. Envia
f'fcH Dios, que sin cesar nos do luego a París, al terminar ei
mostráis en vuestra Iglesia curso de los estudios, consiguió
nuevos ejemplos de virtud: con el grado de doctor, después de lo
ceded a vuestro pueblo la gracia cual volvió a su patria, y le des
de seguir de tal suerte las hue tinaron al gobierno de su Orden
llas del bienaventurado Andrés, en la Toscana.
vuestro Confesor y Pontífice, que
merezca conseguir el mismo pre Lección V
mio. Por nuestro Señor.
Í - T allán d o seprivada de pastor
II NOCTURNO
la iglesia y diócesis de Fié-
Lección IV sole, fué elegido para ser su
obispo. Pero él, teniéndose por
ndrés nació en Florencia indigno de semejante honor, se
de la noble familia de mantuvo por mucho tiempo ocul
los Corsinos; sus padres to, hasta que, descubierto por
lo obtuvieron del Señor por me la voz de un niño, que habló mi
dio de oraciones, y lo ofrecieron lagrosamente, le encontraron fue
a la bienaventurada Virgen Ma ra de la ciudad, y recibió la con
ría. Lo que había de ser, se les sagración episcopal, por temor a
mostró antes que naciera, por oponerse a la voluntad divina.
medio de una señal divina. Pues Revestido de la nueva dignidad,
estando encinta su madre, le pa se ejercitó aún más en la humil
reció en un sueño que daba a dad que siempre le había distin
luz un lobo, el cual dirigiéndose guido; y unió a la solicitud pas
al convento de los Carmelitas, en toral, ia misericordia en favor de
el mismo vestíbulo del templo se los pobres, la generosidad, la asi
transformaba en cordero. Duran duidad en la oración, las vigilias
te su juventud fué educado pia y las demás virtudes; se distin
dosamente y según convenía a su guió también por su espíritu pro-
condición; como se dejase llevar fético: de manera que todos tri
poco a poco hacia el vicio, fué butaban alabanzas a su gran san
muchas veces reprendido por su tidad.
Lección VI Día 5 de Febrero
JpL Sumo Pontífice Urbano V, Santa Agueda
atendidas todas estas cuali Virgen y Mártir
dades, le envió a Bolonia como
Doble
legado a fin de apaciguar las tur
bas exaltadas. En el desempeño
I VISPERAS
de este cargo, tuvo que sufrir
mucho, pero consiguió con su Cuando se hayan de rezar I V ísp e
ras enteras, se dicen las A n tífon as de
gran prudencia apaciguar las ene Laudes, pág. 1012. Los Salmos son los
mistades de los ciudadanos que del Común de A póstoles, pág. 735.
1 . Drev. 73
Lección IV Señor J esu cristo , que m e habéi.->
e n viad o v u e s tro A p ó sto l p ara
gueda, V irg en , n ació en cu rar m is heridas. Y m e ha co n
S icilia de p ad res n ob les; solado.
P a lerm o y C a ta n ia se
disputan el h o n o r de ser su cuna. Lección V
C on siguió glo rio sa m en te la co ro L ) o r lo cual, airad o el p re to r, le
na del m artirio en C a ta n ia , d u dió a esco g er entre a d o ra r a
ran te la p ersecu ció n de D e c io . los dioses o s u frir la v io le n cia
D istin g u ién d o se la virge n A gu tcla de los to rm en to s. M a s, co m o ella
tan to por su h erm o su ra co m o p o r se m a n tu v iese co n sta n te en la fe ,
su castidad, Q u in cian o , p re to r de m an d ó la a b o fe te a r, y e n v ia rla
Sicilia, se en am o ró de ella. P e rc después a la cá rcel. L a sacaron
después de h a b er in te n ta d o p or de a llí el d ía sigu ien te, y , no h a
todos los m edios qu e a cced ie ra a bien do e lla ca m b ia d o de p ro p ó si
sus deseos, no p u d ien d o q u e b ra n to , la a to rm e n ta ro n con p lan ch a s
ta r la resolución de A g u e d a , la can d en tes en el c a b a lle te . L u e g o
d e tu vo p or p r o f e s a r la su p e rsti le fu é co rta d o el p ech o. D u ra n te
ción cristian a, y la en tregó a este su p licio , la v irg e n , d irig ié n
cierta m u jer, llam ad a A fro d is ia , dose a Q u in cian o , le d e c ía : “ C ru e l
p ara que la co rro m p iera . P ero tira n o : ¿n o te a v e rg ü e n za s de
no pudiendo A fr o d is ia con su tra co rta r a una m u je r el m ie m b ro de
to disuadirla de qu e p erse ve ra se donde to m a ste el a lim e n to m a
en la fe cristia n a , ni pudiendo te r n o ? ” D e n u ev o fu é e n c a rc e la
tam p oco v e n cer sú v o lu n ta d de da, y d u ran te la n och e la curó
m antenerse virgen ; m a n ife stó a un an cia n o , qu e d ijo ser A p ó s
Q uincian o que to d o s sus e s fu e r tol de C r is to . Y co m o fu e se lla
zos eran in ú tiles ce rca de A g u e m ad a o tra v e z p o r el p re to r, y
da. M an d ó e n to n ces el p re to r p erse ve ra se en la c o n fe sió n de
que la virgen le fu e se p resen tad a. C ris to , fu é r e v o lc a d a so b re t ie s
A s í que la tu v o en su p resen cia tos q u e b ra d o s y ca rb o n es e n ce n
le d ijo : “ ¿ A c a s o n o te a v e rg ü e n didos.
zas, siendo tú de n ob le lin a je , I£ . M e ha cu rad o a q u el m is
de lle v a r la v id a h u m ild e y se r m o que m e ha a le n ta d o en la
v il de los c r is tia n o s ? ” A l cu al cá rcel p o r m e d io del a p ó sto l P e
respondió A g u e d a : “ E s m u ch o d ro , p o rq u e se h a b ía m a n d ad o
m ás excelen te la h u m ild ad y la exten d erm e en el ca b a lle te . *
servid u m b re de los cristia n o s que P o r m i fid elid ad en p erm an e cer
las riquezas y so b erb ia de los r e ca sta , a y ú d a m e , S éñ o r D io s m ío .
yes” . en el to rm e n to de m is p ech os,
I£. A y u d a d a p o r el Señor, y . E l m ism o se ha d ign ad o c u
p erseveraré en co n fe s a r a A q u el rarm e de to d a h e rid a , y restitu ir
que m e ha sa lv a d o , * Y m e ha m i p ech o a su lu g ar. P o r m i fi
consolado. y . G ra c ia s os d o y , delidad.
Lección VI m odo peleé en el estad io ; mas
porque no quise obedecer los
A A ie n tr a s a sí a to rm en ta b a n a
m andatos de los prín cipes, me
la in ve n cib le v irg e n , d e jó se
he visto atorm en tada en m is p e
sen tir en to d a la ciudad un gran
chos.
terre m o to , y a l d esp lo m arse dos Salmo 14, pág. 82.
p ared es, fu ero n p o r ellas a p la s ta
3. P o i m i fid elid ad a la cas
dos S ilv in o y F a lco n io , fa m i
tidad * he sido extendida en el
liares del p reto r. P o r to d o lo ca b a lle te ; ayu dad m e, Señor, D io s
cu a l, co n m o vió se p ro fu n d am en te
m ío , en el torm ento de m is p e
el p u eb lo , y tem e ro so Q u in cian o
chos.
de qu e se a lb o ro ta ra , ord en ó que
Salmo 15, pág, 132.
A g u e d a , y a m ed io m u e rta , fuera
y . E l Señor la eligió sobre
lle v a d a o cu lta m en te a la cárcel.
todas las dem ás. I£. Y la hizo
E s ta n d o a llí la S a n ta , rogó a D io s
h a b ita r en su tabern ácu lo .
co n e sta s p a la b ra s : “ O h , Señor,
Lecciones de la Homilía sobre el
V o s qu e desde m i in fa n c ia m e Evangelio S e llegaron a Jesús, del Co
h a b éis g u a rd a d o ; qu e a rra n c a s mún de Vírgenes en el segundo lugar,
pág. 831, con los Responsorios siguien
teis de m i co razón el a m o r del tes:
m u n d o ; q u e m e h icisteis su p erio r
1$. V II. H a b ien d o santa
a lo s to rm e n to s d e los v e rd u g o s,
A gueda in gresado en la cárcel,
re cib id m i a lm a ” . M ie n tra s h a
oraba a D io s con las m anos ex
cía esta o ra ció n , v o ló al cielo , el
ten d id as: O h Señor que h icisteis
d ía cin co de F eb rero . Su cuerp o
que saliera ven ced o ra de los to r
fu é sep u lta d o p o r lo s cristia n o s.
m en to s de los verd u go s, * M a n
. V is te is , oh S eñ o r, m i co m
dadm e lleg ar a l re fu g io de vu es
b a te y co n te m p la ste is de qué
tra m iserico rd ia, y . Señ o r que
m o d o peleé en el esta d io . M a s
m e creasteis, que arran casteis de
p o rq u e no qu ise o b ed ece r a los
mi corazón el am or del m undo y
m a n d a to s de los p rín cip e s, * H e
p reserv a steis m i cuerp o de to da
sido a to rm e n ta d a en un o de m is
m anch a. M an d ad m e llegar al re
p ech os. y . P o r la v e rd a d , ia
fugio.
m a n se d u m b re y la ju s tic ia . H e
1$. V I I I . J am ás he usado ds
sido. G lo ria al P a d re. H e sido.
m ed icin a m a te ria l p ara m i cu er
III NOCTURNO po, m as poseo a m i Señor Jesu
cristo , * E l cual con sus sola?
A n t. 1.’ Si V o s no d isp on éis *
p alabras ren u eva todas las cosas.
qu e sea a to rm e n ta d o m i cu erp o
y . A l c u e se h a dignado curar
por los ve rd u g o s, m i a lm a no
m e de toda herida, y restitu irm e
p o d rá e n tra r en el p a ra ís o del
m i p ech o, a él in v o co com o D io s
S e ñ o r con la p alm a del m a rtirio
viv o . E l cual. G lo ria al Padre.
Salmo 10, pág. 53. '
E l cu al.
2. V is te is , oh Señor, m i co m
Durante la Cuaresma, la IX Lección
b a te , * y co n te m p lasteis de qué de la Homilía de la Feria.
LAUDES Y HORAS da etern a de la b ien a ven tu rad a
A gu e d a , v u e s tra V irg en v M á r
A nt. 1. ¿Q u ién eres tú * tir, d irija m o s n u estro s pasos h a
que vin iste a m í p ara cu ra r m is cia V o s. sigu ien d o sus ejem p los.
heridas? Y o so y el A p ó sto l de P o r n uestro Señor.
C risto : no lo dud es, h i;a m ía. Durante la Cuaresma, Conmemora
Los Salmos de Dominica, pág. 54. ción de la Feria.
2. Jam ás he usado de m e d ici En las Horas, las Antifonas y los
Salmos de la Feria; en Prima para la
na m aterial * p ara cu rar m i Lección breve se dice la Capitula de
cuerpo, m as poseo a m i S eñ o r J e Nona.
sucristo, el cual con su sola p a
labra ren ueva todas las cosas. II VISPERAS
3. G ra cia s os d o y , * S eñ o r
Las Antífonas de Laudes, pág. 1012;
Jesu cristo , p orque h a b éis p en sa los Salinos de Dominica, pág. 73. pero
do en m í, y m e h a b éis en v iad o en lugar del último se dice el 147, pá
gina 196. Desde la Capitula, del Ofi
vu e stro A p ó sto l p ara cu ra r m is cio siguiente, con Conmemoración del
heridas. precedente, durante la Cuaresma, de
Feria y de santa Dorotea, Virgen y
4. Y o os ben d igo, * P a d re de Mártir. Si las II Vísperas se dicen en
mi Señor J esu cristo , p o rg u e m e teras. se toman la Capitula, el Himno
y el Versículo de Laudes, pág. 1012, y
diante vu estro A p ó s to l m e res la Antífona del M agníficat, como se
titu isteis m i p ech o. indica más abajo.
5. In v o c o al D io s v iv o , * que
se dignó curarm e de todas m is
heridas y d e v o lv e rm e m i pech o. D ía 6 de F e b re ro
Capitula de la pág. 832; Himno y
Versículo del Común de Vírgenes, pá San Tito
gina 827. O b isp o y C o n fe s o r
A n t. del B encd . — U n a m u lti Doble (L . k.)
tud de pagan os, * a cu d ien d o al
sep u lcro de la V irg e n , to m a Todo se toma del Común de Confeso-
fesor Pontífice, pág. 790, menos lo que
ron el v e lo que la cu b ría p ara sigue:
oponerle al fu e g o ; con lo cual
O ra ció n
dem ostró el Señ o r que los lib ra
ría del p eligro de lo s in cen dios Q h D io s , qu e a d o rn asteis al
por los m érito s de la san ta M á r . b ie n a v e n tu ra d o T it o , v u e stro
tir A gueda. C o n fe s o r y P o n tífic e , con a p o s tó
lica s virtu d e s, co n ced ed n o s p o r
O ra ció n sus m é rito s e in tercesió n , que
O . v iv ie n d o ju s ta y p iad o sa m en te
h D io s, que en tre los dem á3
en este siglo , m e re zca m o s lleg a ;
m ilagros de v u e s tro p oder
a la p a tria ce lestia l. P o r n uestro
habéis con cedido la v ic to r ia en
S eñ o r.
el m artirio aun al sexo débil, Conmemoración del Oficio precedente:
otorgadn os p ro p icio qu e cu an to s A n t. — E s ta n d o la b ie n a v e n
celebram os el n acim ie n to a la^ vi tu ra d a A g u e d a de pie en m e
dio de la cárcel, oraba al Señor
con las manos extendidas: Señor Lección IV
Jesucristo, mi buen Maestro, os
doy gracias porque hicisteis que ¡HT^3 ito, obispo de la ciudad
saliera vencedora de los tormen de Creta, apenas iniciado
tos de los verdugos, ordenad en ios misterios de la fe
Señor, que llegue felizmente a cristiana y en los sacramentos
vuestra gloria inmarcesible. por las enseñanzas del apóstol
y . Derramada está la gracia san Pablo, brilló con tal santidad
en tus labios. en la Iglesia naciente, que mere
TJ. Por esto Dios te ha ben ció ser admitido entre los discí
decido para siempre. pulos del Doctor de los Genti
les. Escogido para el ministerio
Oración de la predicación, de tal suerte
se hizo amar del apóstol san Pa
Dios, que entre los demás blo por su ardor en la evangeli-
milagros de vuestro poder zacíón y por su fidelidad, que él
habéis concedido la victoria en el mismo, cuando vino a Tróade por
martirio aun al sexo débil, otor el Evangelio de Cristo, aseguró
gadnos propicio que cuantos ce no haber tenido reposo su espíri
lebramos el nacimiento a la vida tu, porque no halló en aquella
eterna de la bienaventurada ciudad a Tito, su hermano. Y
Agueda, vuestra Virgen y Már poco después, dirigiéndose a Ma
tir, dirijamos nuestros pasos ha cedonia, de nuevo expresó así su
cia Vos, siguiendo sus ejemplos. afecto para con él: “ Pero Dios
Después, hecha en Cuaresma la Con
memoración de la Feria, se hace la
que consuela a los humildes, nos
de santa Dorotea, Virgen y M ártir: ha consolado con la venida de
A n t . — Ven, Esposa de Cristo Tito”.
recibe la corona que te ha prepa
rado el Señor para siempre. Lección V
y . Con esa tu gallardía y
hermosura. 1^. Camina, avanza pO R este motivo, enviado por
prósperamente, y reina. el Apóstol a Corinto, desem
peñó con tal sabiduría y pruden
Oración cia la legación que le había sido
encomendada, cuyo principal ob
/'"O t o r g a d n o s , Señor, que nos jeto fué la colecta de limosnas
obtenga el perdón la bien para aliviar la pobreza de la Igle
aventurada Dorotea, Virgen y sia de Jerusalén, que no sólo
Mártir, la cual siempre os fué mantuvo a los corintios en la fe
agradable, así por el mérito de de Cristo, sino que además les
su castidad, como por la práctica movió a un gran afecto, acompa
de las virtudes que se fundan en ñado de lágrimas y de solicitud
Vos. Por nuestro Señor. hacia Pablo, que fué quien pri
mero les instruyó en el cristia tífice Pío IX mandó que su
nismo. Después de haber realiza fiesta se celebrase por toda la
do diversos viajes por tierra y Iglesia.
por mar, para sembrar la semi En el I I I Nocturno, se lee la Homi
lía sobre el Evangelio: E l Señor eligió,
lla de la palabra divina entre los del Común de Evangelistas, pág. 748,
gentiles de diversas nacionalida con los Responsorios de un Confesor
Pontífice, pág. 795.
des y lenguas, y después de ha
Durante la Cuaresma, la Lección IX
ber sostenido con gran fortaleza es de la Homilía de la Feria. Fuera
de ánimo cuidados y fatigas por de ella es dice la Lección que sigue:
Lección IV
Día 7 de Febrero
D om ualdo nació en Ravena;
San Romualdo era ni jo de Sergio, de noble
Abad linaje. Desde su adolescencia se
Doble (L. h.) retiró al monasterio de Clase pa
Todo se toma del Común de un Con ra hacer penitencia. Allí, las ex
fesor no Pontífice, pág. 805, menos lo hortaciones de un santo religio
que sigue:
so encendieron en su alma vehe
Oración mentes inclinaciones a la vida
piadosa. Habiendo tenido en la
Q s suplicamos, Señor, nos re iglesia, durante la noche, dos
comiende la intercesión de! apariciones de san Apolinar
bienaventurado Romualdo, Abad, abrazó la vida monástica, según
para que consigamos con su pa el Santo le había pronosticado.
trocinio lo que no podemos con Dirigióse luego a las tierras de
nuestros méritos. Por nuestro los venecianos en busca de Ma
Señfcr. rino, célebre entonces por la san
Conmemoración del Oficio precedente: tidad de su vida y la austeridad
A n t . — El Señor le amó y le de sus costumbres, para tenerlo
honró: y le vistió con vestiduras por maestro y guía en la angos
de gloria y le coronó para entrar ta y sublime senda de la perfec
en las puertas del Paraíso. ción.
I. Brev. 74 ,
raban haber recibido en la sa giosos y otras solemnes ceremo
grada gruta, aumentaba cada día nias,; de noche, con aquellas sa
la concurrencia de los devotos gradas preces que las innumera
atraídos por la veneración que bles multitudes de pregrinos le
les inspiraba aquel lugar. Así, dirigen, mientras llevando velas
pues, el obispo de Tarbes, movi encendidas, cantan en devota
do por la fama de los prodigios procesión sus alabanzas.
y por el candor de la niña, el año Acontecerá en los últi
cuarto después de los aconteci mos días que la montaña prepa
mientos indicados, después de un rada para la Virgen María se le
examen jurídico, reconoció en su vantará sobre la cumbre de los
dictamen que los caracteres de montes, y se elevará sobre los
aquellos hechos eran sobreña cielos, a ella acudirán muchos pue
les, y autorizó en la gruta blos, y dirán: * Venid y subamos
el c u l t o a la Virgen Inma al monte, y , Tu morada es pa
culada. Pronto se edificó la igle recida a aquella en que todos go
sia; desde aquel; día acuden zan de alegría. Venid. ; ,
allí todos los años a cumplir
promesas y a implorar el favor Lección VI ~
de la Virgen, innumerables mul
titudes de fieles de Francia, Bél P stas peregrinaciones han exci
gica, Italia. España y demás na tado la fe en unos tiempos
ciones de Europa, como también llenos de frivolidad, han fortale-
de las regiones más lejanas de lecido los ánimos para profe
América, con lo cual cada vez es sar la ley cristiana, han fomen
más célebre por todo el orbe tado de un modo admirable
el nombre de la Inmaculada Vir el culto a la Inmaculada Virgen.
gen de Lourdes. El agua de aque En esta ferviente profesión de
lla fuente, llevada a todas par fe, guían al pueblo cristiano
tes de la tierra, restituye la sa los sacerdotes, losl cuales con
lud a los enfermos. Agradecido el ducen las multitudes de los
mundo católico a tan grandes be fieles a los pies de la Virgen. Loa
neficios, ha edificado allí monu mismos obispos frecuentan este
mentos sagrados de un arte ma lugar sagrado, presidiendo las
ravilloso. Innumerables estandar peregrinaciones y tomando parte
tes, enviados a Lourdes por las en las fiestas solemnes. No es
ciudades y las naciones como raro ver aün a los purpura
trofeos de beneficios recibidos, dos de la Iglesia romana, a ma
constituyen una admirable orna nera de humildes* peregrinos, vi
mentación del templo de la Vir sitar este Santuario. Por su parte,
gen. Allí como en su propio tron-> los Pontífices romanos, movidos
la Virgen Inmaculada recibe un de su piedad para con la Virgen
culto ininterrumpido: de día, por Inmaculada de Lourdes, hah dis
medio de plegarias, cánticos reli tinguido su templo Con los más
• ••
preciosos favores. Pío IX lo en ley no ha sido dada para ti, sino
riqueció con sagradas indulgen para todos los demás.
cias, con el privilegio de la Ar- 3. El Señor te ha bendecido
chicofradía, y con el título de * con su poder, pues por ti ha
Basílica menor, disponiendo que aniquilado a nuestros enemigos.
la imagen de la Madre de Dios y . Derramada está la gracia
fuese coronada por su legado en tus labios. í j . Por esto Dios
apostólico en Francia. Tam te ha bendecido para siempre.
bién el papa León X III le con
firió asimismo. innumerables be L e c c i ó n d e l s a n t o E v a n g e l i o
neficios: concedió la indulgencia se g ú n san L u cas
del jubileo en el año vigésimo-
quinto de la Aparición, fomentó Lección Vil Cap. 1, 26-31
con sus actos y sus palabras las
P n aquel tiempo: Envió Dios
peregrinaciones, y dispuso que en
al Angel Gabriel a Nazaret,
nombre suyo se hiciera allí la de
ciudad de Galilea, a una Virgen
dicación solemne de una iglesia
desposada con un varón de la
bajo el título del Rosario; llevó
casa de David, llamado José, y
sus favores al extremo de instituir,
el nombre de la Virgen era Ma
a ruegos de muchos obispos, una
ría. Y lo que sigue.
fiesta solemne con el título de
la Aparición de la Inmaculada
H o m il ía d e s a n B e r n a r d o ,
Virgen María, con Oficio y Misa
A bad .
propios. Finalmente, Pío X , Pon
Homilía 2 sobre Missus est
tífice Máximo, llevado de su pie
dad hacia la Madre de Dios, y l é g r a t e , oh padre Adán,
accediendo a los votos de muchos piro tú, madre Eva, alé*
obispos, extendió la misma fiesta grate aún más. Así como
a toda la Iglesia. fuisteis los primeros padres de to
3. La previnisteis, Señor, dos los hombres, fuisteis también
con bendiciones de dulcedumbre, causantes de su muerte; y, lo
pusisteis sobre su cabeza * Una que es más, causasteis su muerte
corona de piedras preciosas, y . antes de darles la vida. Conso
Grande es su gloria por la gracia laos al pensar en vuestra hija;
que le habéis dado; la revestís ¡qué hija! Consolaos ambos, re
teis de esplendor y de hermosura pito, pero principalmente la que
soberana. Una cororíS. Gloria al fué la causante primera del mal
Padre. Una corona. cuyo oprobio se ha transmitido a
III NOCTURNO
todas las mujeres. En efecto, lle
ga ya el tiempo en que se bo
A n t . J. La mano del Señor rrará este oprobio, y en que el
* te ha esforzado, y por esto se hombre no tendrá ya motivo de
rás bendita para siempre. acusar a la mujer; buscando in
2. No temas, * ya que esta consideradamente cómo excusar
se, no reparó en acosarla, dicien sación en alabanzas y acción de
do: “La mujer q t : me disteis gracias a Dios, y dile: Señor, la
por compañera, me ha ofrecido mujer que me habéis dado, me
el fruto del árbol y lo he comi dió del friito del árbol de la vi
do”. Oh Eva, acude, pues, a Ma da y comí de él; y ha sido más
ría; oh madre, acude a la hija; dulce que la miel para mi boca,
responda la hija por la madre, y porque en él me habrá dado la
líbrela del oprobio; satisfaga ella vida. He aquí por qué fué en
a su padre por la madre; porque viado el Angel Gabriel a la Vir
si el hombre cayó por una mujer, gen. ¡Oh Virgen admirable y dig
no se levantará sino por una nísima de todo honor. ¡Oh mu
mujer. jer singularmente venerable, ad
I£. Por tanto, invoca tú al mirable entre todas las mujeres,
Señor; habla por nosotros al reparadora de sus padres y fuen^-
Rey, * Y líbranos de la muerte. te de vida para sus descendien
y . Todos los sedientos venid tes!
a las aguas, y conseguiréis del Se El Señor Dios plantó un
ñor la salud. Y. paraíso de delicias, y, en medio
del paraíso, él árbol de la vida. *
Lección VIH Y de esté lugar delicioso salía
un río. y . Lo que procede de
ué es lo que decías, Adán? La Vos, es un paraíso, oh Virgen
Q mujer que me disteis, me María. Y de este lugar. Gloria
dió el fruto dél árbol, y comí. al Padre. Y de este lugar. - ;
Palabras de malicia son éstas, En Cuaresm a, la Lección I X , ( de la
que acrecientan tu culpa en vez F eria ocurrente; en otro c a s o :i
de borrarla. Con todo, la Sábi-
duría ha vencido a la malicia, • Lección IX v
pués aunque malograste la oca
sión que Dios quería darte para Y f qué otra mujer te parece* que
el perdón de tu pecado, cuando predijo Dios, cuando dijo a
te preguntaba y hacía cargo de la serpiente: “ Pondré enemista
él, ha hallado en el ‘ esoro de su des entre ti y la mujer’ ? Y si
indeficiente piedad a/oitrios para todavía dudas que hablase de
borrar tu culpa. J e da otra mu María, oye lo que sigue: “ Ella
jer por esa primera mujer, una misma quebrantará tu cabeza” .
prudente por esa fatua, una hu ¿Para quién se guardó esta victo
milde por esa soberbia, la cual, ria, sino para María? Ella sin
en vez del árbol de la muerte, duda quebrantó su venenosa ca
te dará eí gusto de la vida; en beza venciendo y reduciendo a
vez de aquel venenoso bocado de la nada todas las sugestiones del
amargura, te traerá la dulzura enemigo, así en los deleites.vdel
del iruto eterno. Por tanto, mu cuerpo como en la soberbia á e i
da las palabras de la injusta acu cprazón. ¿Qué otra fijamente bus
caba Salomón, cuando decía: Capitula Can. 2, 13-14
Quién hallará una mujer fuerte?
evántate, a m ig a m í a , h e r
Conocía este sabio la debilidad
m osa m ía , ven: p a lo m a
de este sexo, ¿u frágil cuerpo, y
m í a , t ú q u e a n id a s e n lo s
su corazón inconstante. Con todo
a g u je r o s d e la s p e ñ a s , en la s c a
eso, porque había leído que la
v i d a d e s d e la s m u r a lla s , m u é s t r a
había prometido Dios, y sabía
me tu ro s tr o , su en e tu voz en
que convenía que quien había
m is o íd o s .
vencido por una mujer fuese ven
cido por otra, con una relevante Himno -
admiración decía: ¿Quién halla
rá una mujer fuerte?, o sea: ya A u ro ra que precede al sol, fe
que esté dispuesto por el conse liz mensajera de salvación;
jo divino, que de la mano de a Vos, oh Virgen, acude supli
una mujer venga la salud de to cante vuestro pueblo en medio
dos nosotros, la restitución de la de las sombras de la noche.
inocencia y la victoria del ene E l tórreme de nefastas olas
migo,' es necesario que se en que todo lo arrastra al abismo,
cuentre la mujer fuerte, que sea detiene mansamente sus aguas al
capaz dé obra tan grande. paso del Arca salvadora. '
Te Deum, pág. 10. Mientras arde la tierra árida,
Vos sola sois favorecida con e|
rocío; mientras a vuestro derre
LAUDES Y HORAS
dor el rocío cubre toda la tierra,
A n t . 1. Ella es el resplandor Vos sola peimanecéis intacta.
* de la luz eterna, y espejo sin La serpiente, levantando la ca
mandila. beza, vomita el fatal veneno; mas
Vos, invencible, aplastáis la or-
2. Es la mujfer * revestida del
gullosa cabeza del dragón. ‘
sol, a sus pies ■ "tiene la luna, y
Oh Madre, mirad benigna las
sobre su cabeza una corona de
lágrimas y preces de los que os
doce estrellas’
suplican; y proteged, vencedora1,
. 3. Tú eres la' gloría de Jeru a los qué combaten contra los
salén ; * tu la alegría de Israel;
enemigos^ infernales.7 *• ,' ’ , r
tú el honor de. nuestro pueblo. Gloria a Vos, oh Jesuf, nacido
. 4. Bendecida ;has. sido, * oh de la Virgen, juntamente con1 él
Virgen María^ por, eL Señor Dios Padre y el Espíritu* Santo, por
excelso, más ,que todas las .mu los siglos de los siglos. Amén.
jeres sobre, la tufirrá. ; y . . Derramada está la^taci^
i r 5 , .Tü nombre * ha sido de en tus labios. R . Por esto Dios
ta l manera engrandecido hoy por te ha bendecido, para: siempie^,:',|
el Señor, .que ?tus alabanzas no - - A n t . d e l B e n e d . — Respla^de-'
cesarán jamás de oírse en, boca cíente autora dei.salvadóa, de
de los hombres. - , . .. . - . ti, oh Virgen Mafia,, ha nacido el
sol de justicia, que nos ha visi los que me deseáis con ardor, y
tado viniendo de lo alto. saciaos de mis frutos.
En Cuaresma, Conmemoración de la b r . El que me hallare *
Feria.
Hallará la vida. El que. y . Y
recibirá la salud del Señor. Glo
TERCIA ria al Padre. El que.
y . Venid a mí todos los que
La Capitula de Laudes.
me deseáis con ardor. I£. Y sa
1$. b r . ¿Quién es ésta que ciaos de mis frutos.
sube del desierto, * Colmada de
delicias? Quién, y. Apoyada so VISPERAS
bre su amado. Colmada de deli
cias. Gloria al Padre. Quien. Las Antífonas y la Capitula de L au
des, pág. 1029.
y . La contemplaron las hi
jas de Sión. 1$. Y la proclama Himno
ron bienaventurada.
p L supremo Maestro de la fe
SEXTA enseña que María está exenta
de toda mancha; y el pueblo ñel
Capitula Prov., 8, 18-19 celebra gozoso el triunfo de la
Virgen.
p N mi mano están la riquezas
Muéstrase la Virgen personal
y la gloria, la opulencia y la
mente a una humilde doncella; la
justicia, ya que mis frutos va
alienta al ver su timidez, y con
len más que el oro y las piedras
sus santos labios se proclama
preciosas.
concebida sin mancha.
I£. b r . Yo soy la Madre *
¡Oh gruta dichosa, honrada
Del amor hermoso. Y o soy.
con la aparición de la divi •
y . Y del temor, y de la cien
na Madre! ¡Oh gruta veneranda,
da, y de la santa esperanza.
de donde manan en abundancia
Del amor hermoso. Gloria al Pa
las aguas vivificantes!
dre. Yo soy.
Allí se dirigen en masa las
y. En mí está toda la gracia
multitudes devotas de nuestras
del camino y de la verdad. 1$.
comarcas; allí acuden los pere
En mí está toda esperanza de la
grinos de los países extranjeros
vida y de la virtud.
para implorar la poderosa pro
tección de la Virgen. ,
nona : ;
' 11 La celestial Madre contempla
Capitula Eccli., 24, 25-26 las lágrimas de los que la su
plican; concede a los enfermos
P n mí está toda la gracia del la salud apetecida; y las multi
camino y de la verdad/ en tudes, después de haber visto rea
mí toda esperanza de la vida y lizados sus votos, regresan lle
de la virtud. Venid a mí todos nas dé alegría a sus lares. '
Compadeceos, oh Virgen, de pre de la virtud del. Señor, en
los infortunios de los que os su favor de los cuales disteis la vi
plican; aliviad todas nuestras pe da.
nas; alcanzad a los afligidos los y . Estos son los varones mi
goces de la vida eterna. sericordiosos, cuya piedad no ha
Honor sea dado al Padre, lo cesado. . Su descendencia y su
propio que al Hijo por él engen gloria no será olvidada.
drado; y a Vos, virtud de en
trambos, Espíritu que les igua Oración
láis siempre en todo, al Dios úni
Señor Jesucristo! que para
co, por todos los tiempos. Amén
honrar de nuevo la memoria
y . Dignaos recibir mis ala
de los dolores de vuestra santísi
banzas, oh Virgen sagrada. .
ma Madre, dotastéis a vuestra
Dadme fortaleza contra vuestros
Iglesia por medio de siete bien
enemigos.
aventurados Padres con la nue
A n t . d e l M a g n i f . — Hoy ha
va familia de sus Siervos, con
aparecido en la tierra * la gloriosa
cedednos propicio que de tal
Reina del cielo: hoy ha traído
suerte nos asociemos a sus do
para su pueblo palabras de salud
lores, que igualmente disfrute
y prendas de paz: hoy los coros
mos de sus goces. Vos que vi
de los Angeles y de los fíele?
se regocijarán celebrando la In vís.
Después, en Cuaresm a, se hace Con
maculada Concepción, aleluya. memoración de la Feria.
Conm em oración del O ficio siguiente,
y, en Cuaresm a, de la F eria.
MAITINES
I n v i t a t o r i o . — Al Señor Rey
Día 12 de Febrero de los Confesores, * Venid, ado
rémosle.
Los siete santos Fundado» S a l m o 9 4 . — Venid, alegré
res de la Orden de los Sier= monos, pág. 3.
vos de la B. Virgen María
C o n fe s o r e s V Himno
Doble
^/^ientras la guerra extendía
Cuando las I V ísp era s hayan de Kde- sus estragos, y las ciudades
cirse in tegras, o desde la Capitula, ésta
ensangrentadas lloraban por las
se tbma de Laudes) pág. 10J4; el H im
no B a jo la protección, de las I I V ís
matanzas fratricidas, apareció la
peras; lo dem ás, del Común de un
Virgen, ella que siempre nos brin
C onfesor no Pontífice, pág. 805, menos
lo que sigu e: da nuevos beneficios maternales.
A n t . d e l M a g n i f . — No se He aquí que escogió a siete
aparte * - vuestra alabanza, oh fieles servidores para que recor
Virgen María, de la boca de los daran con lágrimas los dolores
hombres que se acordarán siem que sobrellevó su Hijo Jesús, y
3 los cuales asoció al pie de la co II eran asolados por crue
cruz de su Hijo. les facciones los más impor
Obedecen al momento a la Se tantes pueblos de Italia, la
ñora que les llama, y desprecian misericordiosa Providencia de
do sus espléndidas moradas y sus Dios suscitó, además de otros
posesiones terrenas, retírense le personajes ilustres por su piedad,
jos de la ciudad, a lo más es a siete nobles de Florencia, los
condido del monte Senario. cuales, unidos por la caridad, die
Mortifican sus cuerpos con du ron un ilustre ejemplo de amor
ras penitencias, expiando así los fraternal. Estos hombres, a sa
pecados de los hombres culpa ber: Bonfilio Monaldio, Bonajun
bles; y con sus preces y abun ta Maneto, Maneto Antelense,
dantes lágrimas, aplacan el fu Amideo de Amideis, Uguccio
ror divino. Uguccioni, Sosteneo de Soste
La Madre Dolorosa les prote néis y Alejo Falconiero, en el
ge, y les indica ella misma los día de la Asunción del año mil
hábitos de luto que deben vestir; doscientos treinta y seis, oraban
y aquella santa congregación co fervorosamente en la asamblea
mienza a tomar incremento ro de una piadosa cofradía llamada
deada por el esplendor de los de los L a u d a n t e s , cuando la Ma
milagros. dre de Dios, apareciéndose a ca
Una vid que florece en el rigor da uno de ellos les manifestó su
del invierno, presagia la gloria deseo de que abrazaran un géne
de aquellos santos; y la voz de ro de vida más santo y perfecto.
los niños de pecho les aclama con Después de haberlo consultado
el nombre de Siervos de María. con el arzobispo de Florencia,
Honor sea dado al Padre, lo aquellos siete varones, renuncian
propio que al Hijo por él engen do a los honores de su linaje y a
drado, y a Vos, virtud de en las riquezas, ciñendo el cilicio de
trambos, Espíritu que les iguala bajo de unos vestidos pobres y
siempre en todo, al Dios único, usados, el día ocho de Septiem
por todos los tiempos. Amén. bre' se retiraron a una humilde
S i en el I Nocturno no se han de casa de campo/a. fin. de dar prin
rezar las Lecciones de la E scritu ra cipio a una vida más santa en
ocurrente, se dicen las de varios Con
fesores Pontífices: Alabem os a los va el mismo día en que la Madre
rones, pág. 797, con los Responsorios de Dios había comenzado entre
del Común de un Confesor no Pon
tífice, pág. 806.
¡os mortales su vida santísima.
II NOCTURNO
Lección V
Lección IV
p u Á N grato fué a Dios este gé-
n el siglo décimotercero, • ñero de vida, lo mostró por
cuando a causa del fu medio de milagros. Pues po:o
nesto cisma de Federi tiempo después, mientras estos
siete varones pedían limosna de den fué después aprobada por el
puerta en puerta en Florencia, su papa Inocencio IV.
cedió que de repente, por las vo
ces de los niños, entre los cuales Lección VI
se contaba san Felipe Benicio
que apenas tenía quince meses, ^ q u e l lo s santos varones, a los
fueron aclamados como Siervos cuales se juntaron pronto
de María, con cuyo nombre siem varios compañeros, empezaron
pre se les designó en adelante. a recorrer las ciudades y pueblos
Deseosos de huir del concurso de Italia, principalmente los de
del pueblo, y llevados del amor la Toscana, predicando en toda?
a la soledad, se juntaron todcs partes a Jesucristo crucificado,
en un lugar apartado del monte componiendo las discordias civi
Senario, donde empezaron un gé les y conduciendo al camino de
nero de vida del todo celestial. la virtud a innumerables almas
Habitaban en grutas, vivían de que andaban apartadas del mis
agua y hierbas silvestres, mortifi mo. No sólo edificaron c<in -sus
caban su cuerpo con vigilias y predicaciones a Italia, sino tam
otras austeridades. La pasión de bién a Francia, Alemania y Po
Jes ir listo y los dolores de su lonia. Finalmente, habiendo di
Madre afligidísima fueron el te fundido larga y copiosamente el
ma constante de sus meditacio buen olor de Cristo, e ilustren
nes. Mientras las meditaban con también por sus milagros, el Se
particular intensidad en el día del ñor los recibió en su gloria. Mai,
Viernes Santo, la misma Santísi así como la religión y la verda
ma Virgen se les apareció dos dera fraternidad les unió durante
veces, y les mostró el hábito de la vida en un común amor, tam
luto que habían de vestir, signifi bién un mismo sepulcro los guar
cándoles cuán grato le sería que dó después de su muerte, a la
fundarán en la Iglesia una nueva cual sucedió ima inmediata vene
Orden destinada a perpetuar y a ración por paite del pueblo. Los
propagar entre los pueblos el re Sumos Pontífices Clemente J£I y
cuerdo de los dolores que ella Benito X III, movidos por esta
sufrió al pie de la cruz del Se veneración de los fieles, -confir
ñor. Habiéndose s a n Pedro, incli maron el culto que se les tri-
to Mártir de la Orden de los bytó t durantp varios ,siglQS. Por
Predicadores, enterado de estas último empapa,.León X l j l , des
cosas por el trato familiar con pués, 4?i.-hajxjr aprobado los ipi-.
aquellos santos varones^y por una lagrps^que ej. Señor se había dig-
especial visión de la Madre de na.^9 obrar por. su intercesión,
Dios, les movió a instituir una jy haberlos declarado Venerable,
Orden religiosa11W jo la denomi ipqroitiendo, que fueran invoca
nación . de Siervos de la bien-j dos en cpmún, en.'el.año quin
aventurad^ Virgen. Esta Or cuagésimo de su sacerdocio,
) J 1
completó estos honores inscri ciñendo para siempre con coro
biéndoles en el número de los nas de piedras preciosas sus di
santos y ordenando que cada chosas frentes.
año se celebrara en toda la Igle Que ellos atiendan, pues, aho
sia Oficio y Misa en su honor. ra a los gemidos del pueblo su
En el I I I Nocturno s<: lee la H om i plicante; que contemplen nues
lía sobre el E van gelio: Dijo Pedro a tros afanes, y que, del seno de
Jesús del Común de Abades en el
primer lugar, pág. 816.
la luz celestial, se muestren pro
En la Cuaresma, la I X Lección se picios a nuestros ruegos.
dice de Feria.
Honor sea dado al Padre, lo
propio que al Hijo por él engen
LAUDES
drado, y a Vos Virtud de entram
Capitula I Petr, 4, 13 bos, Espíritu que les igualáis en
todo, al Dios único, por todos
Alegraos de ser
a r ís i m o s : los tiempos. Amén.
participantes de la pasión y . Sea bendita su memoria.
de Cristo, para que cuan I£. Y reflorezcan sus huesos allí
do se descubra su gloria, os go donde reposan.
céis también con él llenos de jú A n t . d e l B e n e d . — ¡Oh, cuán
bilo. bueno * y cuán dulce es vi
vir los hermanos en mutua unión!
Himno
Oración
pSTO S Padres venerables con
tinúan viviendo una vida os Q h Señor Jesucristo! que para
cura. Pedro les contempla como honrar de nuevo la memoria
siete lirios de niveo resplandor de los dolores de vuestra santísi
y muy gratos a la Virgen santa. ma Madre, dotasteis a vuestra
Les devora una llama divina; Iglesia por medio de siete bien
recorren las ciudades y visitan aventurados Padres con la nue
los poblados a fin de grabar en va familia de sus Siervos, con
todos los corazones el pensa cedednos propicio qye de tal
miento de los dolores de su di suerte nos asociemos a sus do
vina Madre. r lores, que igualmente disfrutemos
Tienen poder para apaciguar de sus goces. Vos que vivís.
En Cuaresm a, Conm em oración -de la
». las ciegas rivalidades,' y 1 su pa Feria.
labra junta con lazos de pérdón £ n > T e rc ia , la C apitu la . Carísim os.
d e ¡ Laudes. ■
.
y reconciliación a lós'- corazones
más reacios, consüeli" a lós afli II VISPERAS
gidos y convierte a los pecado •La Capitula de Laudes.
res. . r- -'
. 0¡ Him no.,
Mas la Virgen, qué "no aban
dona a sus Siervos, les conduce
por último a la patria 'anhelada.
BAJbendita
° la protección de nuestra
Madre nace una fa
milia de siete Siervos de Dios;
siguiendo su llamamiento suben
a las escarpadas cumbres del San Valentín
monte Senario. Presbítero y Mártir
Una vid que repentinamente Simple
se muestra cargada de magní
A n t . d e l M a g n i f . — Este San
ficos racimos, anuncia, como fe
liz presagio, los frutos que pro to luchó hasta la muerte por la
ducirá esta tierra, en donde ger ley de su Dios, y no temió las
mina una abundante cosecha de palabras de los impíos, ya que
santos. estaba apoyado sobre la piedra
Ilustres por sus nobles virtu firme.
des, una santa muerte los trasla y . Le coronasteis, Señor, de
da al cielo; los fieles Siervos de gloria y honor.
la Virgeri ocupan las moradas I£. Y le constituisteis sobre
eternas. las obras de vuestras manos.
Dichosos compañeros, ya que
reináis con Dios, mirad propi Oración
cios a los que dejáis aquí rodea Q s suplicamos, omnipotente
dos de peligros. Dios, que por la intercesión
En atención a los dolores de de vuestro bienaventurado Már
nuestra bendita Madre, os su tir Valentín, cuyo nacimiento a
plicamos que iluminéis nuestras la vida eterna celebramos, nos li
tinieblas y apacigüéis las tempes bréis de todos los males que nos
tades de nuestro corazón. amenazan. Por nuestro Señor.
II La siguiente Conclusión jamás
se rauda. . EN EL NOCTURNO
Y Vos, oh bienáventurada
Trinidad, comunicadnos una san S e r m ó n d e s a n A g u s t í n , O b i s p o
Sermón 44 de Santos
ta fortaleza, para que podamos
felizmente seguir los ejemplos de Lección DI
nuestros santos Padres. Amén.
y . Estos son los varones mi F/p^ELEBRANDO hoy el aniver-
sericordiosos, cuya piedad no ha sar*° ^ tr^un^° del bien
cesado. _ aventurado Mártir Va
1$. Su descendencia y su glo lentín, la Iglesia se llena de ale
ria no será olvidada/ gría por su glorificación, y nos
A n t . d e l M a g n i f . — Su nom propone, al mismo tiempo, que
bre * permanecerá para siempre sigamos sus huellas. Porque usi
perpetuándose la gloria de los con él padecemos, también con él
seremos glorificados” . En el glo
santos de generación en genera
rioso combate que sostuvo por la
ción.
E n C uaresm a, Conm emoración d« la
fe, debemos considerar principal
F eria. ' mente dos cosas, a saber: la pér.
A
úoa crueldad de los verdugos, y Oración
la invencible paciencia del Már
tir. La crueldad de los verdugos Dios, que nos alegráis con
para detestarla; la paciencia del la anual solemnidad de vues
Mártir para imitarla. Escuchad tros santos Mártires Faustino y
al Salmista reprendiendo Ja ma Jovita: concedednos propicio que
licia de los perseguidores- “ No nos consagremos con ardor a la
envidies a los malvados, porque imitación de aquellos cuyos mé
como el heno así velozmente des ritos celebramos con alegría'. Por
aparecerán”. Para que nos con nuestro Señor.
venzamos de la necesidad de la
EN EL NOCTURNO
paciencia para sufrir a los mal
vados, oigamos el consejo dei Lección III ..
Apóstol: “Os es necesaria la pa
ciencia, a fin de que consigáis las y Jovita, nobles her
J-T a u s t i n o
Lección V L e c c ió n del sa n to E v a n g e l io
seg ú n san M ateo
J ^ lam ó, pues, el Señor piedra
al fundamento de la Iglesia, Lección VII Cap. 16, 13-19
y ésta venera justamente el fun
damento sobre el cual descansa p N aquel tiempo: Vino Jesús al
todo el edificio. A Pedro se apli territorio de Cesárea de Fili-
can con exactitud las palabras del po y preguntó a sus discípulos:
Salmo cuya lectura habéis escu ¿Quién dicen los hombres que es
chado: “ Ensalcen su gloria en el Hijo del hombre? Y lo que si
la congregación del pueblo y alá gue.
benle en el consistorio de los
ancianos” . Bendito sea Dios qut; H o m il ía d e s a n L e ó n , P a p a
prescribe la exaltación del bien Serm ón 3 en el a n iversario de su
aventurado apóstol Pedro en la elevación, después del principio
sentidos y a la austeridad de su P r e s b ít e r o
II NOCTURNO
San Casimiro
Confesor Lección IV
Sem id oble 5 = ¡rn , hijo de Casimiro
a s im ir o
L e c c ió n del san to E v a n g e l io
D or qué es semejante a éste?
segú n san M ateo
Porque conduce al primero,
y de él recibe la fuerza. “ Pues
Lección VII Cap. 22, 34-46 cualquiera que obra mal, abo
rrece la luz y no va a la luz”.
I h N aquel tiempo: Se acercaron Y en otro lugar dice la Escritu
a Jesús los fariseos, y le pre ra: “Djjo el necio en su cora
guntó uno de ellos, doctor de la zón: No hay Dios”. David añade
Ley, para tentarle: Maestro, a continuación: “ Se corrompie
¿cuál es el mandamiento princi ron y fueron hechos abominables
pal de la Ley? Y lo que sigue. en sus deseos”. También leemos
en la Escritura: “f,a avaricia es
H o m il ía de san J uan C r is ó s t o m o
la raíz de todos los males, y así,
Homilía 72 sobre san Mateo
algunos, apeteciéndola, se desvia
los saduceos,
w f u n d id o s ron de la fe”. Y : “ Aquel que me
los fariseos osan de nue ama, observará mis mandamien
vo atacar al Salvador, y tos, cuja raíz y principio es el
siguiente: Amarás al Señor, tu Oración
Dios, y al prójimo como a ti
Dios, que entre los demás
mismo”.
En Cuaresma, la Lección I X se dirá
dones de vuestra gracia con
de Feria. cedisteis a la bienaventurada
Francisca, vuestra sierva, un tra
Lección IX to familiar con el Angel; os su-
suplicamos que por su interce
P\E consiguiente, si amar a sión, merezcamos obtener la com
Dios es amar al prójimo (en
pañía de los Angeles. Por nues
efecto, Jesús ha dicho: ut>edro, si
tro Señor.
me amas apacienta mis c /ejas” ), Conmemoración del O ficio precedente:
si también el amor del prójimo A n t .— Este varón, desprecian
hace guardar los mandamientos, do al mundo, y lo terreno, con
con justo título, el Salvador afir su triunfo, depositó en el cielo
ma que de éstos depende toda las riquezas alcanzadas con su
la Ley y los Profetas. Y ¿sí como plegaria y buenas obras.
. anteriormente, cuando era pre y . ' El Señor condujo al jus
guntado acerca de la resurrec to por caminos rectos. I£. Y le
ción, enseñó más de lo que pe mostró el reino de Dios.
dían aquellos que preguntaban;
así en este lugar, preguntado so Oración
bre el primer mandamiento, al Q h Dios, que al bienaventu
instante añadió el segundo, cier rado Juan, inflamado en
tamente no muy inferior al pri vuestro amor, le preservasteis ile
mero. “A la verdad el segundo
so entre las llamas, y por él do
es semejante al primero” . De es
tasteis a vuestra Iglesia de una
te modo, veladamente insinuó
nueva familia; concedednos que,
que ellos eran movidos por el
gracias a sus méritos, seamos
odio al preguntarle. Pues, como
purificados de nuestros vicios en
se ha dicho, la caridad no es am
el fuego de vuestra caridad v
biciosa.
provistos de los remedios que
Te Deum , pág. 10.
Las V ísperas del O ficio siguiente des conducen a la eternidad. Por
de la Capitula, con Conm emoración del nuestro Señor. •
precedente, y, en Cuaresm a, también de
la Feria. - Después, en C uaresm a, Conm em ora
ción de la F eria .
En el I N octurno, las L eccio n ís
y Q uién hallará t, del Com ún de Santas
. Día 9 de Marzo M ujeres, pág. 834.
II NOCTURNO
Santa Francisca Romana
Viuda Lección IV
, Doble
noble matrona
r a n c is c a ,
Todo se toma del Común de Santas romana, desde ios prime-:
M ujeres, pág. 832, exceptuando lo que
sigue: ros años de su vida,: dió
ilustres ejemplos de virtud, ya Oblatas mencionada, y, desnudos
que apartándose de los juegos in los pies, llevando una cuerda ata
fantiles y de las vanidades mun da al cuello y postrada en tierra,
danas, hallaba sus delicias en la pidió con lágrimas que la admi
soledad y en la oración. A la tieran en su compañía. Recibida
edad de once años se propuso en la comunidad, a pesar de ser
consagrar a Dios su virginidad y ella, sin duda alguna, la madre
entrar en un monasterio; con to de todas, no se gloriaba de otro
do, conformándose humildemente título que del de sirvienta, mu
con la voluntad de sus padres, jer vilísima y vaso de inmundi
se desposó con Lorenzo de Pon- cia. La opinión sumamente hu
cianis, joven tan noble como ri milde que tenia de sí misma, la
co. En cuanto pudo, siempre ob manifestaba con la palabra y con
servó en el matrimonio una vida el ejemplo. Con frecuencia se la
austera, aborreciendo los espec veía volver de una viña situada
táculos, festines y otros diverti en las afueras de la ciudad, lle
mientos semejantes, y llevando vando sobre la cabeza un haz de
vestidos de lana sumamente sen sarmientos, o guiar por las calles
cillos. Todo el tiempo que le de Roma un asnillo cargado de
dejaban libre los cuidados domés leña. Socorría a los pobres, y les
ticos, lo dedicaba a la oración y hacía copiosas limosnas. Cuando
al servicio del -prójimo. Tenía visitaba a los enfermos de los
gran celo en apartar a las ma hospitales, no sólo los fortalecía
tronas romanas de las pompas fon alimentos corporales, sino
del siglo y de la vanidad en el también con saludables amones
vestir. Por lo cual, instituyó en taciones. Procuraba sujetar su
Roma, viviendo aún su marido, cuerpo con vigilias, ayunos, cili
la Casa de las Oblatas, de la cios, un cinturón de hierro y fre
Congregación del Monte Olívete, cuentes disciplinas. No comía si
bajo la regla de san Benito. El no una vez al día; se alimentaba
destierro de su esposo, la pérdi- con hierbas, legumbres y agua.
dida de sus bienes, y las desdi Con todo, algunas veces moderó
chas de su casa, no sólo las acep estas mortificaciones corporales
tó resignadamente, sino que, dan por indicación de su confesor, al
do gracias a Dios, repetía fre cual obedecía en todas las cosas.
cuentemente, con el santo Job:
“ El Señor me lo ha dado, el Se Lección VI
ñor me lo ha quitado, bendito
C ontemplaba los misterios di
sea el nombre del Señor”. _
vinos, especialmente la pa
Lección V sión de nuestro Señor Jesucristo,
con tal fervor y tanta abundan
J^iuERTO su esposo, se dirigió cia de lágrimas, que parecía a
presurosa a la Casa de las punto de expirar a causa de la
•• I. Brev. 76
magnitud del dolor. Con frecuen En el I I I Nocturno, se lee la H om i
lía sobre el E vangelio, E s semejante
cia, cuando oraba, especialmente el reino de los cielos, del Común de
después de haber recibido el sa Santas M ujeres en el primer lugar,
pág, 837. En Cuaresm a, la Lección IX
cramento de la Eucaristía, ele se toma de la F eria, de la cual se
vado su espíritu hacia Dios y hace también Conm emoración en L a u
arrobado en celestial contempla des.E n V ísperas Conm emoración del O fi
ción, permanecía inmóvil. Por lo cio siguiente, y, en Cuaresm a, de la
cual el enemigo del linaje huma F eria.
no puso en obra todos sus es
fuerzos para apartarla de este gé
Día 10 de Marzo
nero de vida. Mas ella no le te
mía, y burló siempre sus artifi Los Cuarenta Santos
cios. Obtuvo sobre él una gloriosa
victoria, gracias, principalmente,
Mártires
Semidoble
al auxilio de su Angel custodio,
con el cual conversaba familiar Todo se toma del Com ún de varios
M ártires, pág. 769, menos lo que s i
mente. Se distinguió por el don gue:
de curaciones y el de profecía,
que le permitió anunciar las co Oración
sas futuras y penetrar los secre A s suplicamos nos concedáis,
tos de los corazones. Más de una omnipotente Dios, que, ha
vez, mientras estaba pensando en biendo conocido la firmeza en la
las cosas de Dios anduvo sin mo fe de vuestros gloriosos mártires,
jarse en medio del agua corrien experimentemos los efectos de su
te o bajo la lluvia. Por sus pre piadosa intercesión cerca de
ces, el Señor multiplicó de tal Vos. Por nuestro Señor.
suerte unos pequeños pedazos de Conm emoración de la F eria .
pan, que siendo apenas suficien En el I N octurno las Lecciones H er
tes para alimentar a tres religio manos, del Com ún de v arios M ártires,
pág. 770.
sas, bastaron para quince, y so- !
bró tanta cantidad que con ella II NOCTURNO
S a n J o s é , E s p o s o de la B . V ir g e n M aría
Confesor
D o b l e d e 1 cla se
I
o sé fué conducido a obedecerá todo el pueblo.) No
Egipto, y Putifar, egip tendré yo sobre ti más prece
cio, eunuco de Faraón y dencia que- la del solio real.
general de sus tropas, le recató I£. Reinando el hambre en
de los israelitas que le habían la tierra de Egipto, clamó el
llevado allí. Y el Señor le asis pueblo al rey pidiendo víveres
tió; y era hombre a quien todo A los cuales él respondió: * Id
cuanto hacía le salía felizmente, a José, y haced cuanto él os di
y habitaba en la cas» de su amo. jere. y . Como el hambre. fuera
cada día en aumento en toda la sueños a José en Egipto, dicien
tierra, abrió José todos los gra do: Levántate, toma al Niño y
neros, y vendía trigo a los Egip a su Madre, y parte para la tie
cios. Id. rra de Israel; murieron ya los
que querían dar muerte al Niño.
Lección III Cap. 41, 41-44 Salmo 5, pág. 90.
I. Brev. 77
TERCIA florecerá para siempre ante el
Señor. Como el lirio. Gloria al
La Capitula de Laudes.
Padre. El justo.
Iy. b r . Le constituyó * Se y . Plantado en la casa del
ñor de su casa. Le constituyó. Señor. 1£. En los atrios de la ca
V . Y jefe de todas sus po sa de nuestro Dios.
sesiones. Señor. Gloria al Padre.
Le constituyó. II VISPERAS
y . Grande es su gloria por
la salvación que le habéis dado. Las A n tífon as de L au des; los S a l
mos del Común de Apóstoles, pág. 735;
R . Le revestísteis de esplendor la C apitula e H im no de I V ísperas.
y de hermosura soberana. y . Gloria y riquezas habrá
en su casa. 1^. Y su justicia per
SEXTA manecerá para siempre.
Capitula Eccii., 45, 1 y 4 A n t . d e l M a g r t i f . — He aquí
el siervo fiel * y prudente, al que
^ mado de Dios y de los hom constituyó el Señor para custo
bres, cuya memoria se con dio de su familia. -
serva en bendición. Santificóle En Cuaresm a se hace Conmemoración
por medio de su fe y mansedum de la F eria . L a s Com pletas de D om i
nica, pág. 77.
bre, y escogióle entre todos los
hombres.
I£. b r . Grande <*s su gloria * Día 21 de Marzo
Por la salvación que le habéis
dado. Grande es. y . Le reves San Benito
tísteis de esplendor y de her Abad
mosura soberana. Por. Gloria al Doble m ayor
Padre. Grande.
Todo se toma del Común de un
y . El justo germinará como Confesor no Pontifice, pág. 805, menos
el lirio. I£. Y florecerá para lo que sigu e:
siempre ante el Siñor.
Oración
NONA
Q s suplicamos, Señor, que nos
Capitula Sap., 10, 10 recomiende ante Vos la in
tercesión del bienaventurado Be
I a Sabiduría condujo por ca nito, Abad, para que consigamos
minos seguros al fugitivo, y con su patrocinio lo que no po
le mostró el reino de Dios, y demos con nuestros méritos. Por
dióle la ciencia de los santos; nuestro Señor.
enriquecióle en medio de las fa
Conm emoración de la F eria.
tigas, y recompensó abundante En el I N octurno, las Lecciones A ta*
mente sus trabajos. betnos a los varones, del Com ún de un
il£. b r . El justo germinará Confesor Pontifice, pág. 797, con los
R R . del Común de un Confesor no
* Como el lirio. El justo, y . Y Pontifice, pág. 806. * .
II NOCTURNO
Lección IV
Q in embargo, comoquiera que
e n it onacido en Nursia
1, acudiesen todos los días al
de noble linaje, después encuentro de Benito multitud de
de haber sido instruido nuevos discípulos, edificó doce
en Roma en las artes liberales, monasterios a los cuales dió las
a fin de entregarse totalmente a leyes más santas. Después partió
Jesucristo, se retiró en una ele a Montec?sino, en donde, encon
vada gruta de un lugar llamado trando una estatua de Apolo, que
Subiaco, en la que de tal suerte recibía todavía culto en aquel lu
vivió desconocido durante tres gar, la destruyó; derribó el
años, que solamente tenía noti ara y pegó fuego al bosque sa-
cia de ello un monje llamado Ro giado, construyendo *n el mis
mán, del cual se servía para aten mo lugar el oratorio de San Mar
der a lo que necesitaba para su tín y una pequeña iglesia a San
vida. Habiendo el espíritu del Juan, al propio tiempo que ins
mal excitado en el alma de Be truía en los preceptos de la reli
nito una violenta tentación con gión cristiana a los moradores de
tra la pureza, se revolcó entre las aquella comarca. De tal suerte
zarzas hasta que, lastimado el crecía de día en día la divina
cuerpo, ahogó el hervor de la vo gracia en Benito, que, dotado de
luptuosidad con la intensidad del espíritu profético, predecía lo fu
dolor. Como la fama de su san turo. Al saberlo Totila, rey de
tidad se difundiese lejos de su los godos, a fin de comprobar
retiro, unos monjes se le ofrecie la verdad de este hecho, envióle
ron y le rogaron que les instru un escudero suyo, vestido con or
yese; pero no pudiendo soportar namentos r e a l e s y con gran
las reprensiones que merecían a acompañamiento, fingiendo que
causa de su vida licenciosa, de era el rey. Mas luego que Benito
terminaron envenenarle por me le vió, le dijo: “ Quita, hijo, qui
dio de una bebida. Pero el Santo, ta lo que llevas, pues no es tu
con la señal de la cruz, quebró el yo”. Predijo al mismo Totila
vaso en que se la ofrecían, y de que entraría en Roma, que pasa
jando el monasterio, volvió a la ría el mar, y que moriría después
soledad. de nueve años.
*
he^venido ahora a fin de instruir gel Gabriel para anunciar el mis
te y para que comprendas. terio de vuestra Encarnación;
concedednos propicio, que cuan
Himno tos celebramos su festividad en
la tierra, experimentemos su pa
p ebdonad , oh Cristo, a vuestros
trocinio en los cielos. Vos que
siervos, por los cuales la Vir
vivís...
gen, su patrona, implora la cle
mencia del Padre ante el tribu ria.Se hace Conmemoración de la Fr-
nal de vuestra misericordia. Los Salmos de las Horas son de
Venid en nuestro auxilio, oh la tas.
Dominica; los de Prima en las Fies
Capitula Dan., 9, 25
II VISPERAS
^ epas, pues, y nota atentamen Las A n tífon as y la Capitula de L a u
te: Desde que saldrá la or des, pág. 1082; los Salmos de la D o
m inica, pág. 73; pero en lugar del ú l
den para que sea reedificada Je timo Salmo se dice el 137, pág. 181;
rusalén hasta el Cristo Príncipe, Himno el de la pág. 1076.
pasarán siete semanas, y sesenta y . En presencia de los An
y dos semanas. geles os cantaré himnos, oh Dios
IJ. b r . En presencia de los mío. I£. Os adoraré en vuestro
Angeles * Os cantaré himnos, oh santo templo y confesaré vuestro
Dios mío. En presencia, y . Os nombre.
adoraré en vuestro santo templo A n t . d e l M a g n i f . — El Arcán
y confesaré vuestro nombre. Os gel Gabriel * dijo a María: Para
cantaré. Gloria al Padre. En pre Dios nada es imposible. A lo cual.
sencia. María respondió: He aquí la es
y . Adorad a Dios. I£. T o clava» del Señor, hágase en mí se
dos sus Angeles. gún tu palabra. Y el Angel se re
Las V ísperas son del O ficio siguiente, tiró de su presencia.
con Conmemoración sólo de la F eria. Las Completas son de Dom inica, pá
I S i en algún lu ga r esta Fiesta gina 77.
/
Día 25 de Marzo
L e c c ió n del san to E v a n g e l io
Lección VI
seg ú n san L ucas ’
Í
Capitula Is., 11, 1-2
¡ concebirá y dará a luz
M J un hijo, que será llama Q a l d r á un renuevo del tronco de
do Emmanuel. Manteca y miel Jesé, y de su raíz se elevará
comerá, hasta que sepa desechar una flor. Y reposará sobre él e!
lo malo y escoger lo bueno. Espíritu del Señor.
y . Dios te salve, María, lle
na de gracia. . El Señor es con II; VISPERAS
tigo.
A n t . d e l B e n e d . — ¿Cómo ha Todo como las I V ísp e ra s; pág. 1085.
menos lo que sigu e:
de ser esto, * Angel de Dios,
A n t . d e l M a g n i f . — El Angel
pues no conozco varón alguno?
Gabriel * habló a María, dicien
Escucha, María Virgen: El Espí
do: Dios te salve, llena de gra
ritu Santo descenderá sobre ti, y
cia; el Señor es contigo: bendi
la virtud del Altísimo te cubrirá
ta eres entre todas las mujeres.
con su sombra.
A n t . 1. Iré a la montaña de
Q
acerca de nosotros? ¿Y a
quién se ha manifestado el brazo
la mirra, * y al collado del in del Señor? Crecerá como una hu
cienso. milde rama en su presencia, y
Salmo 115, pág. 103.
brotará como una raíz de la tie
2. Mi amado * es blanco y rra sedienta.
rubio; los cabellos de su cabeza,
como púrpura de rey puesta en Himno .
flecos.
Salmo 119, pág. 103. P \ e pie jqneo a la cruz, de la
..
purificase la mía! * Para que un llegado mi hora” . Había, pues,
manantial de esta sangre, brotan predicho esta hora que no había
do de la herida de vuestro cora llegado aún, hora en la cual, pró
zón, me condujera a la felicidad xima su muerte, había de recono
eterna, y . Vendrán de lejos tus cer a aquella de quien había re
hijos, y se levantarán tus hijas a cibido esta vida mortal. En el
tu lado. Para que. Gloria al P a momento de llevar a cabo una
dre. Para que. obra enteramente divina, parece
rechazar, como si le fuese des
III NOCTURNO
conocida, la madre, no de la di
Ant. 1. Asestaren su arco * vinidad, sino de la débil humani
emponzoñado, para asaetear des dad; mas ahora, cuando experi
de una emboscada al inocente. menta los padecimientos propios
Salm o 63, pág. 224. de la naturaleza humana, reco
,2. He venido a ser * co mienda, con el afecto que inspi
mo un hombre desamparado de ra la naturaleza, a aquella en cu
todos; ya me cuentan entre los yo seno se hizo hombre. Nuestro
muertos. Señor nos da, pues, aquí una lec
Sa lm o 87, p ág. 240. ' ción moral. Practica por sí mis
3. Me ha llenado de amargumo el precepto que nos impone;
ra, * me ha embriagado de ajen este buen Maestro enseña a sus
jo. discípulos, con su ejemplo, los
S a lm o 108, p ágs. 235 y 2 3 6 . solícitos cuidados que la piedad
y . Oh Dios, yo os he mani filial debe inspirar en los hijo?
festado mi vida. 1$. Y Vos te con relación a sus padres; y el
néis presentes mis lágrimas. madero en que fueron davndos
los miembros del Salvador mori
L e c c ió n del s a n io E v a n g e l io bundo, fué como la cátedra desde
seg ú n san J uan cuya altura nos enseñó este divi
Lección VII Cap. 19, 25-27 no Maestro,
1^. Me compadezco de ti, Je
p N aquel tiempo: Estaban jun sús, hijo mío, hermoso sobre
to a la cruz de Jesús, su M a toda ponderación, y más ama
dre y la hermana de su Madre, ble que el amor de las m u
María, mujer de Cleofás, y M a jeres. * Así como la madre ama
ría Magdalena. Y lo que sigue. a su hijo único, así yo te amaba.
y . Mi vida se consume en el
H o m il ía d e s a n A g u s t ín , O b is p o
dolor, y mis años en los gemidos.
T r a t . 1 19 sobre san Ju a n
Así como.
RA la hora a que se refi
rió Jesús, cuando antes de Lección VIII
cambiar el agua en vino,
dijo a su Madre: “ M ujer, ¿qué F ) e esta sana doctrina sacó el
nos va a mí y a ti? Aun no ha apóstol san Pablo lo qué él
mismo enseñaba en estos térmi mujeres? ¿Hacia dónde se fuér*
nos: “ Y si alguno no tiene cui 4. M anojito de mirra * es pa
dado de los suyos, y mayormen ra mí el amado; reposará sobre
te de los de su casa, negó la fe, mi pecho.
y es peor que un infiel” . Pues 5. Confortadme con flores aro
bien, ¿quién es más de la casa máticas, * fortalecedme con olo
que los padres con relación a rosas manzanas, porque desfa
sus hijos y los hijos con relación llezco de amor.
a sus padres? Así pues, el M aes
tro de los santos nos daba per Capitula Is., 53, 1-2
sonalmente el ejemplo de este
ha creído lo que ha
u ié n
precepto tan saludable, dejando
oído acerca de nosotros?
en su lugar — no como Dios a
¿ Y a quién se ha mani
la sierva que había creado y con
festado el brazo del Señor? Cre
tinuaba amparando, sino como
cerá como una humilde rama en
hombre a la madre que le había
su presencia y brotará como una
engendrado y a la cual dejaba
raíz de la tierra sedienta.
— otro hombre que fuera para
ella a manera de hijo. Himno
Oh, Madre, oh fuente d¿
amor, haz que sintamos la fuerza r ^ H preclara Virgen de las vír
de tu dolor, para que contigo llo genes, no uses de rigor con
remos, * Y experimentemos el migo; haz que tus penas sean las
fruto de la pasión del Señor. mías.
y . D e suerte que así como tu Que me asocie a la muerte ds
H ijo Jesús murió por nosotros, Jesucristo; que participe de su
y resucitó, así muriendo nosotros Pasión y guarde el recuerdo de
con él, también con él resucite sus llagan.
mos. Y experimentemos. Gloria. Y . Que experimente la herida de
T e D eum , pág. 10. estas llagas y la embriaguez de la
L a L e c c ió n I X es de la H o m ilía de cruz y de la sangre de tu Hijo.
la F e r ia , p ág. 566.
Defiéndeme, oh Virgen santa,
en el día del juicio, para que no
LAUDES Y HORAS
sea pasto de las eternas llamas.
¡Oh Jesús! haz que al salir yo
Ant. 1. Iré a la montaña de la
de esta vida, consiga, por me
mirra, y al collado del incienso.
diación de tu Madre, la palma de
S a lm o s de la D o m in ic a , pág. 55. la victoria. Amén. -0
2. M i amado * es blanco v y . Ruega por nosotros, Vir
rubio: los cabellos de su cabeza gen dolorosísima. R . Para que
como púrpura de rey puesta en seamos dignos de las promesas
flecos. . de Jesucristo.
3. ¿Adonde partió tu ama-, Ant. del Bened. — Habiendo
do, * oh la más hermosa de las visto Jesús * a su Madre de pie
junto a la cruz, y al discípulo a SEXTA
quien amaba, dijo a su Madre:
Mujer, he aquí a tu hijo. Luego Capitula Is., 53, 5
dijo al discípulo: He aquí a tu
madre. p L fué herido por nuestras ini
quidades, despedazado por
nuestras maldades; el castigo que
Oración
era el precio de nuestra paz, des
Dios, en cuya pasión fué cargó sobre él, y por sus carde
traspasada de dolor el alma nales fuimos curados.
dulcísima de la gloriosa Virgen IJ. br. M i faz * Se ha entu
y Madre María, según la profecía mecido de tanto llorar. M i faz.
de Simeón: concedednos propicio, y . Y se han nublado las pupi
que cuantos veneramos su trans las de mis ojos. Se ha. Gloria al
fixión y pasión, consigamos por Padre. M i faz.
los generosos méritos y preces de y . Oh Dios mío, yo os ha
todos los Santos que se mantu manifestado mi vida. I£. Y Vos
vieron fieles al pie de la cruz, los tenéis presentes mis lágrimas.
frutos felices de vuestra pasión.
Vos que vivís... NONA
Conmemoración de la F eria.
Los Salmos de las H oras spn de Capitula Is., 53, 8
Dom inica, p y o en P rim a como en las
Fiestas, diciéndose en el Responsorio
breve el verso: Vos que padecisteis por C u generación ¿quién podrá ex
nuestra salvación. plicarla? Arrancado ha sido
de la tierra de los vivientes; para
TERCIA expiación de las maldades de mí
pueblo le he herido.
Capitula Is., 53, 1-2 I£. br. Oh Dios mío, * Y o os
he manifestado mi vida. Oh Dios
u ié nha creído lo que ha
oído acerca de rosotros^ mío. y . Y Vos tenéis presentes
¿ Y a quién se ha mani mis lágrimas. Y o os he. Gloria al
festado el brazo del Señor? C re Padre. Oh Dios mío.
cerá como una humilde rama en y . Ruega por nosotros, V ir
su presencia y brotará como una gen dolorosísima. Para que
raíz de la tierra sedienta. seamos dignos de las promesas
I£. br. M e ha llenado * De de Jesucristo.
desolación. Me ha llenado, y . Y
me ha torturado la tristeza todo II VISPERAS
el día. De desolación. Gloria al
Todo como en las I V isperas, pá
Padre. Me. gina 1097, excepto la A n tifo n a del Mag
y . M i faz se ha entumecido níficat que es la misma del Benedictus,
de tanto llorar. I£. Y se han nu pág. 1103. -
Conm emoración de la F eria . Comple
blado’ las pupilas de mis ojos. tas de Dom inica.
FIESTAS DE ABRIL | hecho un voto por las preces de
san Francisco .de Asís. Siendo aún
joven, abrasado del divino amor,
D ía 2 de Abril partió para el desierto, donde por
espacio de seis años llevó una vi
San Francisco de Paula1 da austera, pero que la medita
Confesor ción de las cosas del cielo lle
Doble
naba de dulzura. Mas, como la
fama de sus virtudes se extendie
Todo se toma del Común de un C on
fesor no Pontífice, pág. 805, menos lo
se en muchos lugares, y muchos
que sigu e: acudiesen a él llevados del deseo
de una vida piadosa, la caridad
Oración fraternal le decidió a deja' la so
f " ) H Dios, exaltación de los hu ledad; edificó una iglesia cerca
mildes, que elevasteis a la de Paula, donde asentó los pri
gloria de vuestros Santos al bien meros cimienlos de su Orden.
aventurado Confesor Francisco:
os rogamos nos concedáis que Lección V
consigamos por sus méritos y la
imitación de sus virtudes, los í —I a b l a b a de una manera admi
premios concedidos a los humil rable ; c o n s e r v ó perpe
des. Por nuestro Señor. tuamente la virginidad; era tan
E n Cuaresm a, Conm emoración de la humilde que se llamaba a sí mis
F e ria . m o “ el mínimo” , y por esto
En el I N octurno, si las Lecciones
se han de tom ar del Común, se dicen quiso que sus religiosos fuesen
las del prim er lu ga r, Bienaventurado llamados “ Mínimos” . Vestía un
el varón, pág. 806.
hábito pobre; andaba descalzo
II NOCTURNO y dormía en gj^suelo. Su absti
Lección IV nencia fué admirable; comía una
sola vez al día después de la pues
r a n c is c o nació de padres ta de sol, y apenas añadía al pan
humildes en Paula, pue- y al agua los manjares propios
blecito de Calabria. Sus de la Cuaresma. A fin de que es- .
padres, después de haberse visto ta práctica ¡a cumpliesen tam
privados de hijos por mucho bién sus religiosos, les obligó a
tiempo, lo obtuvieron, habiendo ella por medio de un cuarto voto.
/.• B i ñ . 79
Lección VI Oración
p?L Señor quiso testificar la san Q h Díos que disteis a vuestro
tidad de su siervo por medio pueblo por ministro de la
de muchos milagros, de los cua salvación eterna al bienaventura
les es muy conocido aquel que do Isidoro; os suplicamos nos
realizó cuando, rechazado por concedáis que merezcamos tener
unos marineros, atravesó el es por intercesor en los cielos al
trecho de Sicilia juntamente con que hemos tenido por maestro de
un compañero, sobre un manto la vida en la tierra. Por nuestro
extendido sobre las olas. Predijo Señor.
también muchas cosas futuras En Cuaresm a, Conmemoración de la
Feria.
con espíritu profético. Luis X I,
En el I N octurno, si las Lecciones
rey de Francia, le llamó a su se han de tomar del Com ún, se dirán
presencia y le dió grandes mues las de Doctores, E l sabio indagará,
pág. 800.
tras dé estima. Finalmente, a
la edad de noventa y un años II NOCTURNO
murió en Tours, en el año de gra
cia mil quinientos siete. Su cuer Lección IV
po, insepulto por espacio de on
ce días, permaneció incorrupto, Plü español,Dnatural
octor ilustre, era
s id o r o ,
de C a r
esparciendo un suave olor. El tagena, y tuvo por pa
Sumo Pontífice León X le puso dre a Severino, gobernador de
en el catálogo de los Santos. la provincia. Los santos obispos
En el I I I N octurno, se lee la H o
milía sobre el E van gelio: N o tenéis.
Leandro de Sevilla y Fulgencio
del Común de un Confesor no P o n ti de Cartagena, sushermanos, le
fice, en el segundo lugar, pág. 814. iniciaron en la piedad y en las
E n Cuaresm a, la Lección I X se
dirá de la H om ilía de la F eria, de la letras. Formado en las literaturas
cual se hace también Conmemoración latina, griega y hebrea, e instrui
en Laudes y en las I I Vísperas.
do en las leyes divinas y huma
nas, adquirió en grado eminente
Día 4 de Abril todas las ciencias, y a la vez
todas las virtudes cristianas. Sien
San Isidoro do aún joven, se opuso con tanto
Obispo, Confesor y Doctor valor a la herejía arriana, profe
Doble
sada desde mucho tiempo por los
godos, que estuvo a punto de ser
Todo se toma del Común de un Con víctim a de aquellos herejes, que
fesor Pontífice, pág. 790, menos lo
que sig u e : dominaban en España. Habiendo
Ant. del MagniJ. — Oh Doctor muerto Leandro, fué elevado a
excelso, luz de la santa Iglesia, la sede de Sevilla contra su vo
bienaventurado Isidoro, amante luntad, obligado principalmente
de la ley divina, ruega por nos por las instancias de Recaredo,
otros al Hijo de Dios. y también por el deseo de la,
mayor parte del clero y del pue nombrado con reverencia. San
blo. Se cree que el papa san Braulio no sólo le comparó con
Gregorio Magno no solamente san Gregorio Magno, sino que
confirmó la elección con su auto confesó que había sido dado por
ridad apostólica, sino que le en el cielo a España para instruirla
vió, como se acostumbraba, el y para ocupar en ella el lugar de
palio, y le constituyó vicario su san Jaime Apóstol.
yo y de la Santa Sede en toda
España. Lección VI
p s c r ib iólibros sobre las Eti
Lección V mologías y los Oficios ecle
|^A palabra es insuficiente para siásticos, y otros muchos, de tal
describir su constancia, hu suerte útiles a la ciencia cris
mildad, paciencia y misericordia tiana y eclesiástica, que el papa
durante el episcopado, su solici san León IV no dudó en escri
tud en la restauración de la dis bir a los obispos de Inglaterra,
ciplina eclesiástica, y su incan que las sentencias de Isidoro de
sable celo en sostenerla con sus bían ser retenidas como las de
palabras y escritos. Promotor y san Jerónimo y san Agustín,
propagador eximio de la vida mo cuando surgiere alguna dificultad
nástica, construyó muchos mo que no tuviese solución en los
nasterios, edificó colegios, en los cánones. Muchas de sus senten
cuales, dedicándose a las ciencias cias se hallan incluidas entre las
sagradas y a la enseñanza, formó leyes canónicas de la Iglesia. Pre
a muchos discípulos que a ellos sidió el concilio cuarto de Tole
concurrían; entre ellos se cuen do, el más célebre celebrado en
tan san Ildefonso de Toledo y España. Finalmente, después de
san Braulio, obispo de Zaragoza. haber librado a España de la he
En un concilio que se reunió en rejía arriana, predicho su muerte-
Sevilla, Isidoro refutó y deshizo, y la invasión de los árabes y go
después de una vehemente discu bernado su Iglesia casi cuarenta
sión, la herejía de los acéfalos, años, voló al cielo, en Sevilla, en
que amenazaba. imponerse a Es el año seiscientos treinta y seis.
paña. Alcanzó tanta fama por su Su cuerpo fué sepultado prime
santidad y doctrina, que apenas ramente, según había dispuesto
pasados dieciséis años de su muer él mismo, en medio de sus her
te, por todo un concilio reunido manos san Leandro y santa Flo
en Toledo, compuesto de más de rentina. Fernando I, rey de Cas
doscientos cincuenta obispos, v tilla y de León, habiéndolo res
con el voto de san Ildefonso, me catado por una gran suma de di
reció ser llamado Doctor, noví nero que dió a Eneto, príncipe
sima antorcha de la Iglesia, el sarraceno que gobernaba en Se
hombre más docto del fin de los villa, lo trasladó a León. En su
tiempos, cuyo nombre debe ser honor se edificó un templo, en 'el
't
cual sus milagros lo han hecho por sí sola no aprovechará más
célebre y el pueblo le venera con que a él mismo, pero si une a
gran devoción. ella la ciencia y la palabra, podrá
también instruir a los otros, co
III NOCTURNO
municando la doctrina a los fie
L e c c ió n del san to E v a n g e l io les, y combatiendo a los enemi
según sa n M ateo gos de la fe, los cuales, si no son
refutados y convencidos de fal
Lección VII Cap. 5, 13-19 sedad, pueden con harta facilidad
engañar a las gentes sencillas.
p n aquel tiempo: D ijo Jesús a
sus discípulos: Vosotros sois
Lección VIH ,
la sal de la tierra. Y si la sai
se hace insípida, ¿con qué se le í a palabra del obispo debe ser
volverá el sabor? Para nada sirve pura, sencilla, clara, llena de
ya, sino para ser arrojada y pi gravedad y de nobleza, repleta de
sada de las gentes. Y lo que si suavidad y de gracia. Ha de tra
gue. tar de los misterios de la ley, de
la doctrina de la fe, de la mo
H o m il ía d e sa n I s id o r o , O b is p o
deración cristiana, de las reglas
Libro 2 de los O ficios a san Fulgencio,
cap. 5 de la justicia. Su lenguaje debe
acomodarse a la profesión, a la
l que tiene el cargo de calidad, a las costumbres de su
instruir a los pueblos y auditorio. Debe previamente dis
de formarlos para la vir poner su enseñanza con relación al
tud debe imprescindiblemente po objeto, al tiempo, a la manera y
seer una santidad perfecta y a las personas. Ante todas cosas,
mostrarse absolutamente irre debe, para cumplir su cargo, leer
prensible. Porque para reprenderla la Sagrada Escritura, estudiar los
los pecadores, preciso es que esté Cánones, imitar los ejemplos dü
exento de pecado. En efecto, ¿có los Santos, entregarse a las v i
mo se atrevería a reprender a gilias, al ayuno, a la oración; de
sus subordinados, si éstos pudie be procurar la paz con sus her
ran responderle: Comienza por manos, y no herir a ninguno d^
aplicarte a ti mismo tus leccio los miembros del cuerpo de que.
nes de virtud? El que se propone es cabeza, ni condenar a nadie sin
enseñar a los demás a vivir bien, pruebas, ni excomulgar a ninguno
debe, pues, empezar por ordenar sin examen. Ha de unir en la pre
su propia conducta. Muéstrese en latura la humildad con la auto
todo, modelo de bien v H r y que ridad; ha de evitar por igual la
tanto su ejemplo como su doc humildad indiscreta, que fomen
trina atraigan al bien a todos los te los vicios de sus subordinados,
hombres. Le es igualmente nece y la severidad inmoderada en el
saria la ciencia de las Escrituras. ejercicio de su poder; muéstrese
Porque la vida santa del obispo con relación a los que le han si
do confiados, tanto más lleno de D ía 5 de Abril
solicitud, cuanto más debe temer
del mismo Jesucristo un examen San Vicente Ferrer
más severo de su virtud. Confesor
En Cuaresm a, la Lección I X de la
H om ilía de la F eria . Conmemoración Doble
de la misma en Laudes.
F uera de la Cuaresm a: Todo se toma del Común de un Con
fesor no Pontífice, pág. 805, menos lo
rpie sigue; 'i
Lección IX
Q u ard ará la caridad, esa vir Oración
tud que se eleva por encima
de todos los dones, sin la cual to Q h Dios que os habéis dignado
das las demás no son nada. Pon ilustrar a vuestra Iglesia con
los méritos y predicación de vues
drá su castidad bajo la custodia
de la caridad, y el lugar en que tro Confesor el bienaventurado
habite esta guardiana, será la hu Vicente: concedednos que sea
mildad. Entre todos estos bienes, mos .enseñados por sus ejemplos
considerará como el bien por ex y mediante su patrocinio nos li
bremos de todas las adversida
celencia la castidad, para que su
des. Por nuestro Señor.
alma, entregada enteramente a
Conmemoración del Oficio precedente:
Jesucristo, sea pura y libre de to
da mancha de la carne. Pero, co Ant.— Oh Doctor excelso,, luz
mo prudente dispensador, debe de la santa Iglesia, bienaventu
rá cuidarse de los pobres, alimeti- rado Isidoro, amante de la ley di
tar a los hambrientos, vestirv a vina, ruega por nosotros al Hijo
los desnudos, recibir a los pere de Dios. .
grinos, rescatar' a los cautivos, y . El Señor condujo al jus
proteger a las viudas y a los huér to por caminos rectos. Y le
fanos, mostrar en todo una vigi mostró el reino de Dios.
lante solicitud, una prudencia lle
na de discreción en las distribu Oración
ciones de cada día. Ejercerá por
modo excelente la hospitalidad, Dios que disteis a vuestro
recibiendo a toda suerte de per pueblo por ministro de la
sonas con bondad y caridad; por salvación eterna al bienaventura
que si todos los fieles desean oír do Isidoro; os suplicamos nos
estas palabras del Evangelio: concedáis que merezcamos tener
“ Era peregrino, y me hospedas por interceso* en los cielos al
teis”, ¿cuánto más el obispo, cu que hemos tenido por maestro de
ya morada debe ser un refugio la vida en la tierra.
Después, en Cuaresm a, Conmemora
abierto a todos? . ción de la F eria. '
Te Deum, pág. 10. ' • En el I N octurno, si las Lecciones
L a s V ísp era s del O ficio siguiente des se han de tomar del Común, se djeen
de la C apjtula con Conm emoración del las del prim er lu gar, Bienaventuradi»
precedente. el var$n, pág. 806.
II NOCTURNO vantaba cada día muy de mañana
y celebraba Misa cantada; cada
Lección IV
día predicó al pueblo; siempre
íc e n te ,nacido de una fa observó inviolablemente el ayuno,
milia honesta en Valen a no ser que la enfermedad se lo
cia, desde su infancia tu impidiera; a nadie negó sus bue
vo la madurez de un anciano. nos y santos consejos; jamás co
Después de haber considerado, mió carne ni vistió prenda alguna
según la capacidac de su ingenio, de lino; dirimió las contiendas de
la fragilidad de las cosas m un h s pueblos; apaciguó a los que
danas, tomó el hábito religio estaban en pugna, y como ’uri
so en la Orden de Predicadores, cruel cisma rasgaba la inconsútil
a los dieciocho años de su edad. túnica de la Iglesia, trabajó mu
Emitida la profesión religiosa, se cho para unirla y para que per
dedicó con diligencia al estudio severarán en la unidad. Resplan
de las sagradas letras, consiguien deció con todas las virtudes, y
do muy honoríficamente el título dando ejemplo de simplicidad y
de Doctor. Con el permiso de sus de humildad, recibió y abrazó, a
superiores, empezó con. tanta efi sus calumniadores y perseguido;
cacia a predicar la palabra de res.
Dios, a confundir la perfidia de
los judíos y a refutar los errores < : Lección VI -
de los sarracenos, que ganó para
la fe de Cristo a una multituJ confirpiaqión de su vida t:y
n
innumerable de infieles, y convir E. de su predicación, la virtud
tió a muchos miles de cristianos divina obró, por su mediación*
de la mala vida a la penitencia, muchas maravillas y milagros.
de los vicios a la virtud. CiertaMuchas veces, en efecto, alcanzó
mente, Vicente fué elegido por la salud a los enfermos imponién;
Dios para predicar las doctrinas doles las manos; arrojó los espír
de salvación a todos los pueblos, ritus inmundos de los cuerpos,
tribuí y lenguas; mostrándoles restituyó el oído a los sordos, .1^
que se acercaba el último día del palabra a los mudos, la v is ta .a
terrible juicio, conmovía de tal los ciegos; curó leprosos y. resu
suerte ías almas de los oyentes, citó muertos. F inalm en te,, ago
que justamente atemorizados se biado por la edad y la enfenpej
apartaban de los afectos terre dad, este infatigable pregonerq
nos,' y se movían al amor de del Evangelio, después de haber
Dios. recorrido muchos países de E u
ropa con gran fruto de las a l
. Lección V mas, terminó felizmente el curso
de su vida en Vanne, en Breta
M ientras ejercitaba estos mi ña, en el año de graciá ,mil cua
nisterios apostólicos, se le trocientos diecinueve. Í!;-Fué ins
crito en el catálogo de los San II NOCTURNO
Libro 3, cap. 31
celestiales milicias.
¡Cómo permaneces firme en la Lección IV
paciencia y en la fidelidad que
has prometido a Dios! T ú le pre lrey Hermenegildo, hijo
fieres a todo, y con suma pru de Leovigildo, rey de los
dencia sabes huir de los placeres visigodos, se convirtió de
peligrosos. la herejía arriana a la fe cató
¡Con qué esfuerzo reprimes lica por la predicación del vene
las pasiones que dan pábulo a rable obispo de Sevilla, Leandro,
las tentaciones viciosas! Con pa con el cual me une una antigua
so seguro marchas hacia la meta y estrecha amistad. Su padre, que
adonde conduce la vía de la v e r había permanecido arriano, pro
dad. curó que abrazara de nuevo la he
Demos honor sempiterno al P a rejía, valiéndose, ya de premios,
dre, Señor de todo; celebren tam ya de amenazas. Y como él res
bién nuestras súplicas al H ijo, y pondiese con gran constancia que
con alabanzas supremas ensalce habiendo conocido la verdadera
mos al Espíritu divino. Amén. fe quería perseverar en ella, ai
Este H im no se dice tam bién en las rado su padre, le desposeyó de
I I V ísperas, cuando se dicen enteras.
sus derechos a la corona, y le
despojó de todos sus bienes. Y
Oración
como ni así pudiese hacerle cam
Q h Dios, que enseñasteis al biar de propósito, le encerró en
bienaventurado M ártir H er una estrecha prisión y le sujetó
menegildo a preferir el reino ce con una cadena el cuello y las
lestial al terreno: os suplicamos manos. Entonces empezó el jo
nos concedáis, que por su ejemplo ven rey Hermenegildo a despre
despreciemos lo perecedero y pro ciar el reino terreno, y a desear
curemos lo eterno. Por nuestro con vehemente anhelo el celes
Señor. tial. Postrado en el suelo, y ator
En Cuaresm a, Conm em oración de la mentado por un cilicio, pedía al
Feria.
D ios omnipotente que le confor
tara, y despreciaba la gloria mun
MAITINES
dana con tanta m ayor grandeza
E l Him no de V ísperas. de alma, cuanto en la cárcel ha
E n el I N octurno, en C uaresm a, y
también en el Tiem po P ascu al si las bía conocido la nada de todo
Lecciones no se han de decir de la aquello de que le habían privado.
mente por todos los fieles como
el de un M ártir. M as el padre
la festividad pascual,
le g a d a
L su pérfido padre le envió en
pérfido y parricida, movido a
penitencia, se arrepintió del cri
medio del silencio de la noche a
men contra su hijo, pero no se
un obispo arriano, para que de arrepintió hasta el punto de me
su mano recibiera la comunión recer el perdón. Pues conoció que
consagrada sacrilegam ente, y así la fe católica era la verdadera,
volviera a la gracia de su padre. pero le detuvo el temor que le
Mas Hermenegildo, entregado ya a inspiraba su pueblo y no se con
Dios, apenas se le acercó el obis virtió. Acom etido por una graví
po arriano, le reprendió como de sima enfermedad, que le condujo
bía, rechazando con valor su per a la muerte, recomendó al obispo
fidia, pues si bien estaba preso Leandro, a quien antes había con
exteriormente, con todo permane tristado en gran manera, su hijo
cía seguro y conservaba toda la Recaredo, q u e dejaba en el
elevación de su alma. Después arrianismo, a fin de que con sus
que el obispo hubo vuelto al la exhortaciones repitiera con él lo
do de Leovigildo, enfurecido es que había hecho con su hermano.
te príncipe arriano, envió unos Y hecha esta recomendación, ex
soldados a dar muerte al valero
piró. Después de la muerte de
sísimo confesor de Cristo en su Leovigildo, el rey Recaredo, si
prisión; lo cual así fué ejecutado. guiendo el ejemplo, no de su pér
En efecto, entrando allí los sol fido padre, sino de su hermano
dados, le partieron la cabeza de M ártir, se convirtió de la herejía
un hachazo; pero al quitarle la arriana, condujo a la verdadera
vida del cuerpo consiguieron qui fe a toda la nación de los visi
tarle sólo lo que la heroica vícti- godos, y no quiso recibir bajo sus
tima había despreciado. M as a estandartes, en todo su reino, a
fin de dem ostrar la verdadera glo
nadie que no temiera constituirse
ria de que gozaba, no faltaron en enemigo de Dios al permane
prodigios y milagros sobrenatu cer en la herejía. N o es de admi
rales, ya que en el mismo silencio rar se convirtiera en predicador
de la noche empezaron a oírse de la verdadera fe el hermano de
cantos junto al cuerpo de aquel un M ártir; los méritos de éste
rey mártir, tanto más verdade debían ayudarle a conducir gran
ro Rey cuanto verdadero M ártir. número de almas al seno de la
Iglesia del D ios omnipotente.
Lección VI
E n el T i l N octurno, aun en Tiem po
^ lgunos tam bién afirman que P a scu a l, se dice la H om ilía sobre el
E va n g e lio : S i alguno, del Común de
en la oscuridad de la noche un M á rtir fu era del Tiem po P ascu al,
aparecían allí lámparas encendi página 760, con sus Responsorios se
das. Por lo cual su cuerpo co gún el Tiem po.
E n Cu aresm a, la L ección I X , de la
menzó a ser venerado m erecida H om ilía de la F e ria
LAUDES ciencia de Jesucristo por medio
de la ignominia de la cruz: con
Himno cedednos por su intercesión, que
D or ningún halago puede se libres de todo error, consigamos
ducirte tu padre; no te dejas la firmeza de la fe. Por el mismo
vencer ni por las perspectivas de Señor nuestro.
una vida regalada y ociosa, ni por Conmemoración del Oficio precedente.
Fuera del Tiem po P ascu al:
el brillo de las perlas, ni por la
ambición del trono. A t.— El que quiera venir en
No te atemoriza la espada ame pos de mí, niéguese a sí mismo,
nazadora, ni el furor de los ver y tome su cruz, y sígame.
dugos prontos a quitarte la vida, y . El justo florecerá como
ya que prefieres a lo caduco, los la palma. Se elevará como
eternos goces del cielo. el cedro del Líbano.
Ahora, pues, desde tu elevado En Tiem po P ascu al, en lu ga r de la
tronó, protégenos clemente; y anterior A n tífo n a, se dice: Santos y
justos, con el V ersicu lo : Preciosa, pá
mientras cantamos la palma que gina 787. .
obtuviste con tu martirio, acoge
benignamente nuestras preces. Oración
Eterno honor sea al Padre, Se
ñor de todas las cosas; nuestras Q h Dios, que enseñasteis al
preces honren también al H ijo; y bienaventurado M ártir Her
con alabanzas, excelsas ensalcen menegildo a preferir el reino ce
ál; Espíritu divino. Amén. lestial al terreno: os suplicamos
Eñ Cuaresm a, Conm emoración de la nos concedáis, que por su ejem
Feria. ; , r
L a s V ísperas del O ficio siguiente, plo despreciemos lo perecedero y
con Conmemoración del precedente, en procuremos lo eterno.
Cuaresma de la F eria , y de los santos
Tiburcio, V aleriano y M áxim o, M rs. Después en pCuaresm a, Conm emora
ción de la F eria.
Por últim o, Conm em oración de los
Santos M ártires T ibu rcio , V alerian o y
D ía 14 de Abril M áxim o.
F u era del Tiem po P a scu al:
't
pues, abatir por lo que ahora oi la luz” , sin recurrir a ningún sub
gáis, y reanime a vuestra alma terfugio, con la más completa
la esperanza de los bienes que os libertad.
están reservados, porque es im En Cuaresma, la Lección IX , de la
posible tener oculto lo que a vos Homilía de la F íria. Fuera de la Cua
otros se refiere. resma, se dice la siguiente:
Lección V
D ía 22 de Abril
^*AYO, dálmata, de la familia
Santos Sotero y Cayo v del emperador Diocleciano,
Pontífices y M ártires decretó que en la Iglesia se as
Sem id o ble cendiera al episcopado pasando
por los siguientes grados de or
T o d o se tom a del C o m ú n d e v a rio s
M á r tir e s en T ie m p o P a s c u a l, p ág . 780, den y de honor: Ostiario, L ec
m en os lo q u e s ig u e : tor, Exorcista, Acólito, Subdiá-
cono, Diácono y Presbítero. Este
Oración
Pontífice, huyendo de la crueldad
suplicamos, Señor, que las con que trataba Diodeciano a
solemnidades de los bien los cristianos, se ocultó por algún
T iem p o P a s c u a l, en el se g u n d o lu g a i
tiempo en una cueva; mas, des-; pág. 788. L a s V ís p e r a s son d el O ficio
pues de ocho años, consiguió la sig u ie n te d esd e la C a p itu la , con C o n
corona del martirio^ juntamente m em oración del p reced en te.
con su hermano Gabino, habiendo
ejercido el pontificado doce años,
Día 23 de Abril
cuatro meses y cincp días. En el
mes de Diciembre ctreó veinticin
co presbíteros, ocho diáconos y
San Joree
cinco obispos. Fué sepultado en Mártir
el cementerio de San Calixto el Sem id o ble
día 22 de Mayo. Urbano V III hi T o d o se tom a del C o m ú n de un
zo revivir su memoria en Roma, M á r tir en T ie m p o P a s c u a l, p ág. 780,
restaurando su iglesia arruinada m enos lo qu e s ig u e :
y honrándola con ün título, con
Oración
una estación y con reliquias del
rr'smo Santo. Q h Dios, que nos alegráis con
los merecimientos e interce
S er m ó n d e s a n A m b r o s io , O b is p o sión del bienaventurado Jorge,
, S e rm ó n 2 2 vuestro M ártir: concedednos pro
picio, que cuantos por él os pe
Lección VI dimos vuestros beneficios, los
£ s muy digno y conveniente, consigamos como don de vues
hermanos, que después de la tra gracia. Por nuestro Señor.
C o n m em o ració n d el O fic io p re ce d e n te :
alegría de Pascua, que hemos ce
lebrado en la Iglesia, juntemos A nt.— Santos y justos, alegraos
nuestros goces con los de los en el Señor, aleluya; Dios os
santos Mártires y anunciemos la ha elegido para heredad suya,
gloria de la resurrección del Señor aleluya.
a los que fueron partícipes de y . Preciosa es en la presen
su pasión. Pues si estuvieron aso cia del Señor, aleluya. La
ciados a sus oprobios deben tam muerte de sus Santos, aleluya.
bién estarlo a su triunfo. Y a
lo dice el bienaventurado Após Oración
tol: “ Así como sois sus compa
Q s suplicamos, Señor, que las
ñeros en sus padecimientos, lo
solemnidades de los ■bien
seréis en la resurrección. Si
aventurados Mártires y Pontífi
sufrimos con él también reinare
ces, Sotero y Cayo, nos defien
mos con él^. De consiguiente,
dan, y que nos recomiende su v e
los que sufrieron males por C ris
neranda oración. Por nuestro Se
to, deben tener también gloria
ñor. .. t.
con Cristo. •
E n el I I N o c tu rn o , la s L e c c io n e s C o n
E n «1 I I I N o ctu rn o , se d ic e la H o m i q u é a l a b a n z a s , d el C o m ú n d é M á r tir e s
lia . sobre el E v a n g e lio : Y o s o y l a v e r en T ie m p o P a s c u a l ( s e g u n d o . lu g a r ) /
d a d e r o v i d , del C o m ún de M á r tir e s en pág. 78 7. E n el I I I Ñ o c tu rn o son de
la H o m ilía sobre el E v a n g e lio Y o s o y vuestro Mártir: concedednos pro
la verdadera v i d , del C o m ú n de M á r
tire s en T ie m p o P a s c u a l (p rim er lu picio, que cuantos por él os pe
g a r ) , p ág . 784. dimos vuestros beneficios, los
L a s V ís p e r a s son del O fic io s ig u ie n
te, con C o n m em o ració n d el p reced en te. consigamos como don de vues
tra gracia. Por nuestro Señor.
II NOCTURNO
D ía 24 de Abril
Lección IV
San Fidel de Sigmaringa id e l,nacido en Sigmarin-
Mártir ga, de la Suabia, de la
D oble honrada Ifamilia de los
T o d o se tom a del C o m ú n de un
Reyos, desde sus primeros años
M á r t ir en T ie m p o P a s c u a l, pág. 780, brilló por sus singulares cualida
m en os lo q u e s ig u e : des de naturaleza y gracia. Do
tado, en efecto, de una excelente
Oración
índole, y formado en las buenas
Dios, que después de haber costumbres gracias a una excelen
abrasado el espíritu del bien te educación, al propio tiempo
aventurado Fidel con ardores se que en Friburgo conseguía el doc
ráficos para la propagación de la torado en filosofía y en ambos
verdadera fe, os dignasteis ador derechos, se esforzó con el ejerci
narle con la palma del martirio y cio de las virtudes para llegar a
la gloria de los milagros: os su la perfección más elevada en la
plicamos que por sus méritos e escuela de Cristo. Escogido para
intercesión, de tal suerte nos con acompañar a algunos nobles que
firméis con vuestra gracia en la recorrían diversas regiones de
fe y en la caridad, que merezca Europa, no dejó de exhortarles,
mos ser hallados fieles hasta la tanto de palabra como con su
muerte en vuestro servicio. Por ejemplo, a la práctica de la pie
nuestro Señor. dad cristiana. Además, durante
C o n m e m o ra c ió n del O fic io p reced en te: estos viajes procuró mortificar las
• A n t.— Santos y justos, alegraos inclinaciones carnales mediante
en el Señor, aleluya; Dios os continuas austeridades, y mostró
ha elegido para heredad suya, al dominio de sí mismo, que ja
aleluya. más, en las diversas circunstan
y . Preciosa es en la presen cias en que se halló, se le vió ex
cia del Señor, aleluya. . La perimentar ningún movimiento de
muerte de sus Santos, aleluya. impaciencia. Distinguióse c o m o
valeroso defensor del derecho y
Oración de la justicia, y una vez vuelto
a Alemania, adquirió mucha ce
O Dios, que nos alegráis con
h lebridad en el ejercicio de i i
los merecimientos e interce abogacía. Mas cuando hubo expe
sión del bienaventurado Jorge, rimentado los peligros que acom-
•• . *
pañan a la vida forense, deter para con sus hijos. Habiendo so
minó escoger un camino más se brevenido una cruel peste, se
guro para conseguir la vida etet- consagró asidua y generosamen
na, e iluminado con vocación su te a los deberes de caridad para
perior, pidió muy pronto ser ad con los enfermos más graves.
mitido en la Orden seráñca de Consiguió de tal manera apaci
los Capuchinos. guar las discordias y subvenir a
las necesidades del prójimo con
Lección V sus consejos y sus obras, que
mereció ser llamado padre de la
W a b ie v d oobtenido lo que soli patria.
citaba, mostró desde el co
mienzo de su noviciado un gran
Lección VI
desprecio del mundo y de sí mis
mo, y cuando hubo ofrecido al pR A muy devoto de la Virgen
Señor los votos de su profesión Madre de Dios y de su rosa
solemne con espíritu gozoso, vino rio, y por su intercesión y la de
a ser un modelo aun más perfec ios otros Santos, suplicó al Señor
to y objeto de la admiración de la gracia de derramar la sangre
todos por su fidelidad en la ob y dar la vida por la fe católica. Y '
servancia de la Regla. Dado en como en la devota celebración de
gran manera a la oración y al es la Misa cotidiana sintiera infla
tudio de las sagradas letras, se marse más y más este ardiente
distinguió también notablemente deseo, dispuso la admirable pro
por una gracia singular en la pre videncia de Dios, que el esforza
dicación de la palabra divina, por do atleta de Cristo fuese elegido
medio de la cual no sólo logró para presidir las misiones que la
que los católicos mejorasen su Congregación de la Propagación
vida, sino que condujo a los m is de la Fe había establecido en el
mos herejes al conocimiento de país de los grisones. Acogió este
la verdad. Constituido superior cargo tan arduo con ánimo tan
de varios conventos, ejerció el bien dispuesto y tan gozoso, y lo
cargo que le había sido confiado llevó a cabo con tanto fervor, que
con prudencia, justicia, manse habiendo convertido muchos he
dumbre, discreción y gran hu rejes a la fe ortodoxa, hizo conce
miljdad. Celador insigne de la bir no pocas esperanzas de recon
más estricta pobreza, hizo quitar ciliar todos aquellos pueblos con
de los conventos lo que le pare la Iglesia de Cristo. Dotado dei
cía menos necesario. Con un sa don de profecía, predijo muchas
ludable odio contra sí mismo, cas veces las calamidades futuras del
tigaba su cuerpo con ayunos aus país de los grisones, así como la
teros, con vigilias y disciplinas, muerte que le habían de dar los
mientras mostraba a todos un herejes. Y , sabedor de los lazos
amor semejante al de la madre que le preparabán, después de
haberse dispuesto para el comba los mártires de la mencionada
te que le estaba reservado, en el Congregación con su propia san
dia veinticuatro de Abril de mil gre. Desde aquel momento res
seiscientos veintidós se dirigió a plandeció por sus muchos prodi
la iglesia del lugar llamado Se- gios y milagros, principalmente
vicio. Allí unos herejes, que el en Coira y en Veldkrich, en don
día antes habían simulado su con de sus reliquias son conservadas
versión y le habían invitado in con suma veneración de los fie
sidiosamente para predicar, le in les
terrumpieron tumultuosamente, y En el I I I Nocturno, se lee la H o
m ilía sobre el Evangelio Yo soy la
con golpes y heridas le dieron la verdadera vid, del Común de M ártires
muerte, que sufrió con un cora en Tiem po Pascual, primer lugar, pá
gina 784. Las V ísperas son del Oficio
zón gozoso y magnánimo. De esta siguiente con Conmemoración del pre
suerte consagró las primicias de cedente.
D ía 25 de Abril
D ía 27 de Abril
Lección IX
'Y ' al debe ser ciertamente el Fiesta de la Santísima
pastor de la Iglesia: a seme Virgen de Montserrat1
janza de Pablo, ha de hacerse Patrona principal del Principado
todo para todos, de suerte que y de las Diócesis de Cataluña
el enfermo halle en él la medi
cina, el triste la alegría, el des Doble de I clase con O ctava común
esperado la confianza, el igno Todo se toma del Com ún de las F ie s
tas de la B. V irg e n M aría , pág. 864,
rante la doctrina, el vacilante el menos lo que sigu e: ’
X IV . Todos los primeros Dom ingos de cada mes los cofradesi pueden lu
crar cuatro mil cuarentenas de indulgencias y la rem isión de la terc»ra parte
de la pena temporal m erecida por sus pecados (Clem ente I I I ) .
En la suspensión de indulgencias hecha con ocasión del A ñ o de Jubileo,
no van com prendidas las concedidas a la Iglesia de N u estra Señ ora de M on t
serrat (D eclaración de Clem ente V I I I en su B u la Cum nos alias del 1.*
Junio de 1526).
Finalm ente, nuestro Santísim o P ad re el P apa P io X I , por su B rev e d :
23 de Agosto de 1924, se ha dignado conceder a perpetuidad a los fíeles de
uno y o tro ' sexo de todo el orbe católico, trescientos d ía s de indulgencia
cuentas veces reciten con el corazón contrito y en cu alqu ier idiom a, con tal
que la versión sea fiel, la siguiente in vo cación : V irgen de M ontserrat, rogad
por nosotros.. . . * . • .
tes; sed en las adversidades su Virgen, su Madre. El nos ense
singular protección. ñará.
Gloria a Vos, oh Jesús, naci
Lección II
do de la Virgen; juntamente con
el Padre y el Espíritu Santo, por a región desierta e intransita
los siglos de los siglos. Amén. ble se alegrará, y saltará de
gozo la soledad, y florecerá como
I NOCTURNO
lirio. Fructificará copiosamente, y
Ant. — Los montes destilarán se regocijará llena de alborozo,
dulzura, * y de los collados ma y entonará himnos. Se le ha da
nará leche y miel, aleluya. do a ella la gala del Líbano, la
y . Y me arraigué en un hermosura del Carmelo y de Sa-
pueblo glorioso, aleluya. ]^. Y rón. Estos sus moradores verán
eché raíces entre mis elegidos, la gloria del Señor, y la grandeza
aleluya. de nuestro Dios. Esforzad las ma
nos flojas, y enrobusteced las ro
dillas débiles. Decid a los pusilá
D e l P r o f e t a I saías
nimes: Ea, buen ánimo, y no te
Lección I Cap. 2, 1-3; 35, 1-9 máis: mirad a vuestro Dios que
viene a ejecutar una justa ven
e ahí lo que vió Isaías, ganza.
hijo de Amos, respecto Como el águila, habéis
de Jerusalén y Judá. En puesto en las alturas vuestro ni
los últimos días, el monte en do, y vuestra morada en las nu
que se levantará la Casa del Se bes del cielo. * ¿Adonde te diri
ñor tendrá sus cimientos sobre ges, hija de Sión, hermosa como
la cumbre de todos los montes, la luna y escogida como el sol?,
y se elevará sobre los collados; y aleluya, y . Vuélvete, vuélvete.
todas las naciones acudirán a él. Sulamite, para que podamos con
Y vendrán muchos pueblos y di templarte. Adonde.
rán: Ea, subamos al monte del
Señor, y a la Casa del Dios de Lección 111
Jacob, y él nos mostrará sus ca P n t o n c e s se abrirán los ojos de
minos, y por sus sendas andare los ciegos, y quedarán expedi
mos, porque de Sión saldrá la tas las orejas de los sordos. En
ley, y de Jerusalén la palabra tonces el cojo saltará como el
del Señor. ciervo, y se desatará la lengua de
I£, Acudirán muchos pueblos los mudos y correrán arroyos en
y dirán: Venid, y subamos a] la soledad. Y la tierra que estaba
monte del Señor y a la Casa de aislada, quedará llena de estan
D ios: * E l nos énseñará sus ca ques, y abundante en aguas la
minos y seguiremos por sus sen que ardía en sed. En las cuevas
das, aleluya, y . Será llamada que eran antes guaridas de dra
ciudad de Dios y monte de la gones, nacerá la verde caña y el
I . Brev. 81
junco. Allí habrá una senda y Tan precioso tesoro permaneció
camino que se llamará camino oculto casi por espacio de dos
santo. No la pisará hombre in siglos en aquel monte excelso,
mundo, y éste será para nosotros ^ a s a fines del siglo nono, unos
un camino recto; de tal suerte pastores que guardaban sus re
que aun los más ignorantes no baños al pie del monte, vieron
se perderán en él. No habrá allí cómo un sábado, al caer de la
león, ni bestia feroz transitará tarde, descendían del cielo, unas
por dicho camino, ni allí se ha luces que parecían estrellas, en
llará, sino que caminarán por la parte oriental de la mon
aquella senda los que habrán si taña, y oyeron al propio tiem
do libertados. po en el mismo lugar unas sua
I£. Alcé mis ojos hacia los ves armonías. Habiéndose repeti
montes, de donde me ha de venir do el prodigio varias veces en
el socorro. * Mi auxilio viene del la misma hora del sábado, comu
Señor, que ha hecho e! cielo y la nicaron el hecho al obispo de
tierra, aleluya, y . No se ador Vich, que residía entonces en
mecerá, ni dormirá el que guarda Manresa por causa de las incur
a Israel. Mi auxilio. Gloria. Mi. siones de los sarracenos. Este,
después de haberlo presenciado,
II NOCTURNO
quiso explorar por sí mismo aque
Ant. — Escondióme * en su llos riscos inaccesibles. A llí, en
tabernáculo; en los días aciagos una escondida cueva, que pa
me puso a cubierto en lo más recía una capilla natural, halló
recóndito de su pabellón, aleluya. una hermosa imagen de madera
y . La voz de la tórtola se de la Madre de Dios. Después de
ha dejado oír en nuestra tierra, tributarle la debida veneración,
aleluya. I£. Nuestra tierra ha acompañado del clero y del pue
dado su fruto, aleluya. blo, que rebosaba de gozo em
prendieron el camino de M anre
Lección IV sa, llevando consigo la imagen,
para darle culto público en h
^ uando las huestes sarracenas catedral.
asolaban las más ricas regio Vi a la que es hermosa
nes de España, y después de si como la paloma levantarse de las
tiar y dominar Barcelona la opri orillas de las aguas; sus vestidos
mían bajo su cruel yugo, la insig- despedían un extraordinario per
•*ne imagen de la bienaventurada fume de gran valor; * Y como en
Virgen M aría fué sustraída, como los días primaverales la rodeaban
asegura la tradición, a las profa las rosas y los lirios de los v a
naciones de los impíos por el lles, aleluya, y . ¿Quién es ésta
obispo de aquella ciudad, llama que sube del desierto rebosando
do Pedro, y colocada en las es en delicias y apoyada en su
carpadas rocas de Montserrat. amado? Y como.
la hermosura de su gloria era se
mejante a un fuego ardiente *
p ) e r o como el piadoso prelado y Sobre lo más excelso del monte,
la multitud devota se hubie aleluya. V . Mancebos y donce
sen detenido algún tiempo para llas, ancianos y niños, alabad el
reponerse de su fatiga, al intentai nombre de la excelsa Madre de
ponerse de nuevo en camino ha Dios. Sobre lo más excelso del
cia el término propuesto, la vene monte, aleluya.
randa imagen se hizo de repente
tan pesada que ningún esfuerzo
Lección VI
consiguió moverla. Ante este
nuevo prodigio se patentizó que j ^ u Y justamente, el sagrado
la augustísima Madre de Dios no Santuario, llamado la Perla
quería pasar adelante y escogía del Principado de Cataluña y que
aquel lugar como excelso trono goza de gran celebridad en toda
de su gloria y misericordia, des España y en todo el orbe cristiano
de el cual recibiría los obsequios, por la ingente multitud de pere
los votos y las oraciones de los grinos que recibe y por la abun
pueblos. Por lo cual, fué edificado dancia de celestiales bendiciones
allí un primer templo a expensas de que es testimonio, se cuenta
del obispo Gotomaro. Más tarde, entre los principales dedicados a
gracias a los donativos de los la gloriosa Madre de Dios. En él,
condes de Barcelona y de los fie hombres distinguidos por su san
les, a la munificencia de los Su tidad, como Juan de Mata, Pedro
mos Pontífices y de los reyes de Nolasco, Vicente Ferrer, Ignacio
España, y principalmente a la de Loyola, Luis Gonzaga, y otros
fundación de un gran monasterio muchos, ofrecieron a la t aman-
de la Orden benedictina, adquirió tísima Madre sus homenajes,
tal incremento la santidad y el y pusieron bajo su protección los
esplendor del culto en aquel tem comienzos de sus empresas espi
plo, que no tardó mucho en pro rituales. Allí acudieron, así los
pagarse el nombre y la devoción príncipes de España como tam
de M ontserrat hasta los países bién los de otras naciones, para
más remotos. Por lo cual, con implorar su patrocinio poderosí
razón ha sido considerado siem simo a fin de conseguir el triunfo
pre como monte de Dios, monte sobre sus enemigos, y después,
pingüe, monte santificado por las para tributar las acciones de gra
perennes alabanzas y encomios a cias y ofrecerle los trofeos de la
la siempre Inmaculada Virgen victoria. Y más de una vez en las
M aría Madre de Dios. recientes perturbaciones del orden
I£. Una mujer vestida del sol público, destruido el Santuario,
y que tenía la luna a sus plantas, la sagrada Imagen fué colocada
vino a la soledad, en la cual Dios por los fieles en un lugar seguro,
le había preparado un lugar; siendo luego restituida al esplen-
*
dor de su antiguo culto. Por es Zacarías, saludó a Isabel. Y b
tos motivos, León X III, Pontífice que sigue.
Máximo, atendiendo a los deseos
de los obispos y clero de Catalu H o m il ía de san B ernardo, A bad
L e c c ió n del san to E v a n g e l io
Lección VIII
según san L ucas
J Ú engrandeces a la Madre del
Lección VII Cap. 1,39-47 Señor, dice a su prima,
pero mi alma engrandece al Se
jp N aquel tiempo: Partió María ñor. Dices que a mi voz tu hijo
y se fué apresuradamente a saltó de gozo; pero mi espíritu
las montañas de Judea, a una se llenó de gozo en Dios, que
ciudad de la tribu de Judá, y es mi salud, como el amigo del
habiendo entrado en la casa de esposo se llena de gozo a la voz .
del esposo. Bienaventurada me se elegida para tan inescrutable
llamas porque he creído; pero la misterio, y creyó que había de
causa de mi fe y de mi dicha es ser la Madre del Dios humanado.
haber fijado en mí sus ojos la
bondad suprema. Y en tanto me
llaman bienaventurada todas las LAUDES Y HORAS
generaciones, en cuanto Dios me Ant. 1. ¿Quién es ésta * que
ha mirado como sierva humilde y
sube del desierto, rebosando en
exigua.
delicias, y apoyada en su amado?
I£. Colocóla el Señor en lu
Suave y hermosa es como Jeru
gar preferente sobre su reino, y salén, aleluya.
le dió una diadema, para que 2. Mi única amada * tiene
reinase: * Venid, pueblos, y ado una singular perfección; es her
rad al Señor, aleluya, y . La vis mosa como la luna, y escogida
tió el Señor con manto festivo, como el sol, aleluya.
y puso sobre su frente una co 3. Paloma mía, * desde las
rona resplandeciente. Venid. Glo: quebraduras de las peñas y las
ria al Padre. Venid. cavidades de los muros, muéstra
me tu rostro, aleluya.
Lección IX 4. Antes que caiga el día y
declinen las sombras, * acudiré
^ O N todo, no creáis, hermanos, al monte de la mirra y al colla
que santa Isabel errase en do del incienso, aleluya.
lo que decía iluminada por el E s 5. Los montes se levantan a
píritu Santo. D e ningún modo. su derredor, desde ahora y para
Bienaventurada ciertamente era siempre, aleluya.
aquella a quien miró Dios, v
bienaventurada la que creyó, por
Capitula Eccli., 24, 17-1S
que su fe fué el fruto sublime
que produjo en ella la mirada de estoy cual cedro sobre
le v a d a
Dios. Ciertamente al recibir por el Líbano, y cual ciprés so
u(na operación inefable la vir bre el monte Sión; extendí mis
tud del Espíritu Santo, fué tanta ramas como una palma de Cades
la magnanimidad que se juntó a y como rosal plantado en Jericó.
la humildad en la intimidad de
su corazón virginal, que ni la Himno
humildad disminuyó su magnani
midad, ni la magnanimidad dis f) H cuán excelsa sois, luz y.bo-
minuyó su gran humildad. Así, ñor de los pueblos; os salu
la que en su estimación era tan damos, oh Madre, que con po
humilde, se convertía en magná derosa virtud atendéis a vuestros
nima, por su fe en la promesa; hijos.
y teniéndose a sí misma por una Mientras nuestra tierra os ala
humilde sierva, no dudó en creer ba con cánticos celestiales y con
guirnaldas de rosas y lirios cubre Conmemoración de san Pedro Cani-
sio, Confesor y Doctor.
vuestro altar,
Vos, cual estrella bondadosa, Ant. — Alégrate siervo bueno
que desde vuestros montes ilu y fiel; porque fuiste fiel en lo
mináis a todos, alejad con re poco te confiaré lo mucho; en
fulgentes rayos las crueles som tra en el gozo del Señor, aleluya.
bras del error. y . El Señor condujo al jus
Defended de los engaños abo to por caminos rectos, aleluya.
minables del averno a vuestros FJ. Y le mostró el reino de Dios,
confiados hijos, y al que, se ha aleluya.
librado felizmente del mundanal
naufragio, guiadle por segura sen Oración
da.
Oh Virgen, mirad a las multi ( ~ ) h Dios, que para defender la
tudes congregadas en vuestro sa fe católica adornasteis a
grado templo; haced que por vuestro bienaventurado Confe
vuestro patrocinio consigan la sor-Pedro de virtud y de sabidu
eterna felicidad. ría, concedednos propicio, que
Gloria a Vos, oh Jesús, nacido con sus ejemplos y enseñanzas
de la Virgen; juntamente con el vuelvan al camino de la salvación
Padre y el Espíritu Santo, por los que andan extraviados, y los
los siglos de los siglos. Así sea. fieles perseveren en la confesión
y . Desde la morada que se de la verdad. Por nuestro Señor.
preparó, aleluya. I£. Fija su mi
rada sobre todos los moradores TERCIA
de la tierra, aleluya. La Capitula de Laudes.
Ant. del Bened. — Habéis sido br. Negra soy, pero her
bendecida, * oh Virgen María, mosa, hijas de Jerusalén, * A le
por nuestro excelso Dios y Señor, luya, aleluya, Negra, y . Como
más que todas las mujeres de la las tiendas de Cédar, como los
tierra. mantos de Salomón. Aleluya.
Gloria. Negra, y . No reparéis
O ra c ió n en que soy morena, aleluya.
I£. Porque me ha robado el sol
Q h Dios, dador de todo bien.
mi color, aleluya.
que glorificáis con un culto
insigne al monte que habéis es
cogido para la excelsa Madre de SE X T A
vuestro Unigénito, concedednos Capitula Eccli., 24, 19-20
que puestos siempre bajo la pro
tección de la misma Inmaculada
siempre Virgen M aría, lleguemos
M e alcé como un hermoso oli
vo en los campos, y como
con seguridad al monte santo, el plátano en las plazas junto al
que es Jesucristo. Que con V os... agua. Como el cinamomo y -el
bálsamo aromático despedí fra za de vida y virtud; rogad por
gancia; como mirra escogida ex nosotros al Señor Dios nuestro,
halé suave olor. aleluya.
I£. br. No reparéis en que Conmemoración del Oñcio siguiente.
soy morena, * Aleluya, aleluya.
No reparéis, y . Porque me ha
robado el sol mi color. Aleluya. D ía 28 de Abril
Gloria al Padre. N o reparéis.
,Wr Paloma m ía, desde las San Pablo de la Cruz
quebraduras de las peñas, alelu Confesor
ya. 1^. Muéstrame tu rostro, ale Doble (£.. h.)
•• . *
grentadas. Habiendo la sierva de tó al mismo Sumo Pontífice
Dios referido cuanto experimen que sabía por divina revelación,
tó a su confesor Raimundo, la el voto que había hecho, sólo
piadosa industria de los fieles, a conocido de Dios, de volver a
fin de representarlo visiblemen Roma. Así el consejo de la San
te, ha pintado sobre la imagen ta contribuyó a que el Papa vi
de la bienaventurada Catalina niera personalmente, después de
unos rayos luminosos que caen madura deliberación, a tomar
sobre sus pies, manos y costado. posesión de la sede romana. El
mismo Gregorio X I, y Urbano VT.
Lección VI su sucesor, la apreciaron en tal
grado, que la escogieron para lle
C u doctrina fué infusa, no ad var a cabo diversas misione?.
quirida. Ella resolvía a los Por último, después de haber
profesores de sagrada teología resplandecido con toda suerte de
las cuestiones más difíciles que virtudes, con el don de profecía,
le proponían relativas a la divi e ilustre por sus milagros, fué a
nidad. Nadie acudió a ella que reunirse con su Esposo celestial,
no saliera mejorado; extinguió teniendo cerca de treinta y tres
muchos odios e hizo cesar mor años. El Sumo Pontífice Pío II
tales enemistades. Salió para Avi- la inscribió en el número de las
ñón con el fin de entrevistarse santas Vírgenes. •
con el papa Gregorio X I para En el I I I N octurno se lee la Homi
obtener la paz a los floren lía sobre el E vangelio: E l reino de lot
cielos, del Com ún de V írgen es en el
tinos, los cuales por ciertas dis prim er lu gar, pág. 826.
crepancias con la Iglesia sufrían L a s V ísp e ra s son de los Apóstoles
san F elipe y Santiago, pág. 11S0. con
entredicho eclesiástico. M anifes Conmemoración del Oficio precedente.
Feria IV de la segunda Semana después de la Octava
de Pascua
S o lem n id a d de san J o s é
Esposo de la V. María y Patrón de la Iglesia universal
Himno
TERCIA
Q h José, honor de los habitan
La Capitula de Lau des.
tes del cielo, esperanza se
I£. L e constituyó señor de
gura de nuestra vida, columna
su casa, * Aleluya, aleluya. Le
del mundo, recibid benignamen
constituyó, y . Y jefe de todas
te las alabanzas que con nues
sus posesiones. Aleluya, aleluya.
tros cantos os ofrecemos llenos
de alegría. Gloria al Padre. Le constituyó
El Creador de todos los seres señor. '
os destinó para esposo de la pu y . Glorificaré vuestro nom
rísima Virgen; quiso que fueseis bre, aleluya. 1$. Porque habéis
llamado padre del Verbo, y os sido mi auxilio y mi protector,
escogió como ministro de salva aleluya.
ción.
Contempláis gozoso al Reden SEXTA
tor que predijeron los Profetas,
Capitula Gén., 49. 25 ^
reclinado en un pesebre, y ado
ráis humildemente al Dios recién Dios de tu padre será tu
nacido. ayuda, y el Omnipotente te
A vos se somete el Dios, que bendecirá desde lo alto con ben
es R ey de reyes y dominador del diciones celestiales. .
br. Glorificaré vuestro demás, como en la Fiesta, excepto las
Lecciones: las del I Nocturno, que se
nombre. * Aleluya, aleluya. Glo toman de la E scritura ocurrente, con
rificaré. y . Porque habéis sido los Responsorios propios del Tiempo;
las del I I y I I I Nocturno, que son
mi auxilio y mi protector. Ale propias para cada día.
luya. Gloria al Padre. Glorificare.
y . El justo germinará como
el lirio, aleluya. I£. Y florecerá Feria Quinta
para siempre ante el Señor, ale
Día II ¡nfraoctavo de san José
luya.
Semidoble
NONA II NOCTURNO
Caphula Gén., 49, 22 Serm ón de san B e r n a r d in o de
S ie n a
J r íi j o que va creciendo, José;
Sobre san José
hijo que va siempre crecien
do, y de hermoso aspecto; las Lección IV
doncellas corrieron sobre los mu
ros para contemplarle. que entre María y
u e sto
* .. ■ ■
que quítalos pecados del mundo” . taba María con su Esposo. ¿Por
En su enumeración ascendente qué, pues, no concibió la Virgen
de los antepasados de Jesucristo, antes de sus desposorios? Sin du
remóntase el Evangelista más allá da para que el misterio quedase
de Abrahán, y llega hasta Dios, desde el principio oculto y como
con quien somos reconciliados des en la sombra, y para que la V ir
pués de haber sido purificados gen viviese a cubierto d e . toda
por la expiación. Es muy natural sospecha maligna. En efecto,
que se proponga establecer el cuando vemos que el que hubiera
origen del H ijo de Dios partien podido arder en vivos celos, no
do de la adopción, ya que, cre sólo no despide a su esposa, ni
yendo en él, nosotros nos con la acusa de deshonor, sirio que,
vertimos en hijos adoptivos de después de esta concepción, con
Dios. Demuestra, además, sufi siente que comparta su suerte y
cientemente que no intenta lla la rodea de cuidados, fácil es re
mar a José hijo de Helí por ha conocer que, si no hubiese sabido
berle éste engendrado sino más que la fecundidad de M aría era
bien por haberle adoptado, el he obra del Espíritu Santo, jamás
cha de que llame a Adán hijo da se hubiera avenido a retenerla
Dios. Adán era obra de Dios: en su casa, ni a servirla como lo
sólo por la gracia' (aquella gracia hizo en todas sus necesidades.
que más tarde debía perder por
el pecado) fué colocado por Dioá
en el Paraíso Terrenal en ca L ección V
lidad de hijo.
Y J osé su esposo, como era
T e D e u m , pág’. 10.
justo, y no quisiese infa
marla, quiso dejarla secretamen
te” . Después de haber dicho que
Feria Sexta esta concepción era obra del E s
píritu Santo, y fuera de las leyes
Día III infraoctavo de san José
ordinarias de la naturaleza, con
Semidohie
firma de otra manera su aserto
II NOCTURNO el Evangelista. A fin de evitar
que alguien pudiera decir: ¿D e
Serm ón de san J uan C r is ó s t o m o
dónde se saca la prueba de esto?
H om ilía 4 sobre san M a teo
¿quién vió, quién oyó jamás una
Lección IV cosa semejante?; y a fin de que
nadie sospechase que el discípu
costumbre
ía bastante lo había inventado, estas circuns
general de la antigüedad tancias con el propósito de , ha
establecía que las jóve cerse agradable a su M aestro, in
nes prometidas en matrimonio troduce, en cierto modo, a José,
viviesen en la morada de su pro quien corrobora nuestra, fe a
metida. D e esta manera habi todos estos hechos, refiriéndonos
lo que sufrió1. Así, el Evange causar la menor pena a la Vir
lista parece que nos dice: Si no gen ; viviendo todavía bajo la
me creéis, y si mi testimonio os ley, se elevó por encima de la
parece excesivamente sospechoso, ley merced a su prudencia; y
creed al esposo de María. ciertamente, era conveniente que
al acercarse el reinado de la gra
Lección VI cia comenzaran a brillar ejemplos
mucho más sublimes que los que
/'"''o m o José, su esposo — dice había mostrado el Antiguo Tes
el Evangelio, — era justo” . tamento.
Justo significa aquí perfecto en
III NOCTURNO
toda virtud. Por consiguiente,
“ como era justo (es decir, lleno L e c c i ó n d e l s a n t o E v a n g e l io
de moderación y de bondad), qui seg ú n san L u cas
so dejarla secretamente” . El
Evangelista refiere lo que le ocu Lección VII Cap. 3, 21-23
rrió a este justo antes de tener
conocimiento del misterio, a fin p N aquel tiempo:. Cuando acu
día todo el pueblo a recibir
de que no abriguéis duda algu
el b a u t i s m o , habiendo sido
na acerca de los hechos ocurri
también bautizado Jesús, y es
dos después de advertido del
tando en oración, se abrió el cie
misterio. Porque, ciertamente, si
M aría hubiese sido tal cual la lo. Y lo que sigue.
representaba semejante sospecha,
H o m il ía de san A g u s t ín ,
na solamente hubiera merecido
O b is p o
verse denunciada, sino también L ib ro 2 3 co n tra F a u s to , cap s. 7 y 3
castigada, j como lo ordenaba la
ley. Pero José no quiso ni entre B ^ esde lo alto de los cielos
garla a la condenación ni siquie resonó una voz sobre las
ra divulgar su sospecha. ¿Veis aguas del Jordán, que di
con qué sublimidad de criterio jo; “ Este es mi H ijo muy amado,
procede este hombre, y cómo per en quien he puesto mis compla
manece a cubierto de esa pasión cencias; las mismas palabras que
tiránica?2. Y no obstante, ¿bas se dirían en la montaña3. Pero de
ta decir que se trataba de una que estas palabras resonaran en
simple sospecha, cuando los signos tonces en lo alto del ck)o, no se
exteriores de la maternidad de sigue que antes no fuera Jesús
M aría parecían probar el hecho? el H ijo de Dios. Porque en el
A pesar de ello, José estaba tan seno de la Virgen “ tomó foSna
perfectamente libre de esta pa de esclavo Aquel que, teniendo
sión, que no hubiera deseado la naturaleza de Dios, pudo sin
I
osé, hijo de David, no
Evangelista que nos dice que M a vaciles en recibir a M a
ría^ concibió por obra del Espíritu ría tu esposa” . ¿Qué sig
Santo, dirá también que fué 11a nifica esta palabra: “ R ecibir” ?
Significa sin duda: guardarla en rebaja la dignidad de la Virgen,
su morada, porque, en su inten a saber: que impongas un nom
ción, José la había ya despedido bre al Niño. Así tú serás el pri
“ Recibe — dice el Angel — a h mero en llamarle por su nombre;
'que habías despedido y se te ha y aunque eJ que ha de nacer no
dado por esposa, no por sus pa sea tu hijo, le dedicarás la soli
dres, sino por Dios mismo. Te citud cariñosa del padre, y por
la da, no por un contrato solem esta razón, desde que le impu
ne de matrimonio, sino para que sieres el nombre te uniré a él
comparta tu suerte en una mo con lazo familiar. Después, a fin
rada común, y te asocia a ella de que nadie creyese que era
por el ministerio de mi palabra” . su padre, dice: “ dará a luz un
Como Jesucristo confió después H ijo” . No dijo dará a luz para
M aría a su discípulo, así el An ti, sino que se expresó en forma
gel la confía ahora a un esposo, general e indeterminada. Y a la
para que halle en él consuelo, verdad, no dió a luz a Cristo
sin la unión nupcial. Al exponer para José solamente, sino para
a continuación, a José, con gran todo el orbe.
respeto y gran dignidad, la causa
de la maternidad de M aría, le
Lección VI
quita directamente todo motivo
de sospecha. No sólo — le dice Í-Ia c e constar además el Evan
— es pura de todo comercio ilí gelista que un Angel vino
cito, sino que su fecundidad está del cielo a traernos el nombre de
por encima de las leyes de la Jesús; lo hace para que, par
naturaleza. No tengas, pues, pe tiendo de lo que nos enseña (a sa
na alguna por la concepción tan ber, que este nombre fué revela
dichosa de tu esposa; por lo con do a José por un Angel, y por
trario, entrégate a una gran ale un Angel enviado de D ios), vea
gría, “ porque lo que en ella ha mos cuán digno de asombro y de
nacido, es obra del Espíritu San admiración es este nacimiento.
to ” . El mismo nombre no fué elegido
sin motivo, puesto que encierra*
Lección V
abundancia de preciosos bienes.
r w a luz un Hijo, y le lla Así lo interpreta el mismo Angel
marás Jesús” . No porque sea cuando suscita las más dulces
obra del Espíritu Santo, has de esperanzas en el ánimo de José,
juzgarte dispensado de prestar tu lleno entonces de tristeza, y le
concurso a esta obra providen invita de esta manera a creer en
cial. Pues aunque eres extraño sus palabras. En efecto, nos sen
a esta concepción, ya que la Vir timos dispuestos a admitir con
gen ha permanecido intacta, yo facilidad la perspectiva de acon
te permito de buen grado lo que tecimientos dichosos, y presta
es ^ ic io propio del padre y no mos prontamente fe a circuns-
tandas favorables. “ Porque él días en que tenía lugar el cen
salvará a su pueblo — dice — so. No parecerá ahora fuera de
de sus pecados” . Esta promesa propósito que declaremos por
entraña una especie enteramen qué motivo tuvo por padre un
te nueva de beneficio: el pueblo artesano. Por esta elección figu
se verá libre, no de una guerra rativa, muestra Jesucristo que
visible, ni de la espada de los tiene por Padre al gran artífice
bárbaros, sino de sus prevarica de todas las cosas: al que creó
ciones; beneficio que supera en el mundo. Si bien las cosas hu
mucho a los precedentes, y que manas no pueden compararse con
jamás fué posible a ningún hom las divinas, esta imagen es, con
bre el concederlo. todo, exacta, porque el Padre de
Jesucristo trabaja con el fuego
III NOCTURNO y el espíritu; y como hábil ar
tífice de nuestra alma, aparta
L e c c ió n d e l s a n t o E v a n g e l io
cuidadosamente de ella los vicios,
seg ú n san L ucas
aplica sin tardanza la segur a
Lección VII Cap. 3, 21-23 los árboles infructuosos, corta
con prudencia las ramitas inúti
p N aquel tiempo: Cuando acu les, conserva las más elevadas,
día todo el pueblo a reci ablanda con el fuego de su espí
bir el bautismo, habiendo sido ritu la dureza de las almas, y
también bautizado Jesús, y están* por último, dispone al género hu
do en oración, se abrió el cielo. mano para las diversas circuns
Y lo que sigue. tancias mediante cualidades di
versas adaptadas a las funciones
H o m il ía d e s a n A m b r o s io , correspondientes.
O b is p p o
't
III NOCTURNO
gún está escrito: “ Tú eres Sacer
L e c c ió n d el san to E v a n g e l io
dote para siempre según el orden
segú n san L ucas
de Melquisedec” .
1. T r á ta s e aq ui de lo p re s c rito en el D e u te ro n o m io , c a p ítu lo X X V , v e r s íc u lo s
S y . s ig u ie n te s, seg ú n lo c u a l, si d os h erm an o s v iv ía n ju n to s y u no d e ellos
m u riera sin h ijo s , la v iu d a d e b ia c a s a r s e co n el h e rm a n o d e s u espo so , el cu a l
detúa 'tom arla por tn u je r p a ra d a r s u ce s ió n a su h erm an o .
Tedio con pavor la grandeza del visiblemente, los que más tarde,
poder de Cristo, miró con pavor debían poner en él sus impías
el Centurión la majestad de su manos, cuando resplandecía con
presencia. Sintióse también so milagros? Con razón, pues, este
brecogido José, como criatura varón justo, por no verse obliga
humana, de un asombro sagrado do, o a mentir o a infamar a una
ante lo insólito de un milagro inocente, quiso dejarla oculta
tan grande. ¿Te maravillas d<i mente.
que José se juzgase indigno de
la compañía de aquella Virgen III NOCTURNO
que iba a ser madre? ¿No
L e c c ió n del san to E v a n g e l io
sabes tú que la misma santa
segú n san L ucas
Isabel no podía permanecer en
su presencia sin sentirse llena de Lección VII Cap. 3, 21-23
temor y respeto, por lo cual ex
clamaba: “ ¿De dónde a mí esta P aquel tiempo: Cuando acu
n
dicha, que la Madre del Señor día todo el pueblo a recibir
venga a m í?” el bautismo, habiendo sido tam
bién bautizado Jesús, y estando
Lección VI en oración, se abrió el cielo. Y
lo que sigue.
"O oruna razón semejante, José
quería dejarla. Pero, ¿por H o m il ía de san J uan D am ascen o
O r a c ió n 3 de Ia B . V . M. en su
qué ocultamente y no a las cla
N a tiv id a d
ras? Porque no se inquiriese la
causa del divorcio, y se pidiese ¡P ip ^ líC E san Mateo al princi-
la razón que lo justificaba. ¿Qué ! MCI 1 pió de su Evangelio:
respondería este varón justo a iUL-ífil “ Libro de la genealogía
un pueblo de dura cerviz, a un de Jesucristo, hijo de David, hijo
pueblo incrédulo, y siempre dis de Abrahán” . Pero no se conten
puesto a la contradicción? Si ta con citar estos nombres, sino
hubiese dicho lo que sentía y lo que su exposición continúa hasta
que por experiencia sabía sobre mencionar al esposo de la Virgen.
la pureza de M aría, ¿no se habrían Por su parte, san Lucas, después
burlado de él los judíos incrédu de relatar el testimonio tributado
los y no la habrían ellos mismos al Salvador en su bautismo, hace
apedreado? ¿Cómo podrían creer una digresión, y continúa dicien
a la Verdad que se escondía si-, d o : “ Y el mismo Jesús comenza
lenciosa en el seno maternal ba a ser como de treinta años,
aquellos mismos que más tarde hijo, según se creía, de José, que
la habían de despreciar cuando lo fué de Heli, que lo fué de
se dejaría oír c o n . fuerza en rl M atán” , y así prosigue remon
templo? ¿A qué no se atreverían tándose hasta “ Set, que lo fué
con el que aun no se mostraba de ^ d á n , que lo fué de Dios” .
I. Brev. 83
For consiguiente, como el ori teza de que la Virgen María pro
gen de José queda así estableci cede también de David; porque
do, queda demostrado al mismo de la estirpe del esposo puede
tiempo que María, Virgen y M a deducirse también la de la es
dre de Dios, era de la misma posa.
tribu que él, por cuanto la ley
de Moisés no permitía que una Lección IX
tribu se aliase con otra tribu,
siempre que hubiese peligro de ue José fué justo y que su
que los bienes de una familia pa Q vida fué del todo conforme
sasen con ello de una tribu a con la ley, es evidente para todos.
otra. Viviendo, pues, según los precep
tos de la ley, no se desposaría
Lección VIH Ciertamente, to n una m ujer de una
tribu diferente de la suya. Por
D or un designio providencial
consiguiente, sí José era de la
guardase silencio ante el pue
tribu de Judá, y de la familia
blo sobre la concepción de Je
y de los herederos de David, ¿no
sucristo por obra del Espíritu
se sigue que M aría salió también
Santo, y así todos pudieron ver
de la misma estirpe? He ahí por
que José ocupaba el puesto de
que bastaba con trazar la genea
padre del Salvador, y en conse
logía de su esposo. Además, ¿no
cuencia, el esposo de M aría fué
es, según la sentencia del Após
considerado por todos y en ver
tol, el marido “ cabeza de la mu
dad que convenía que así fuese,
como el padre del Niño. D e lo jer"’ ? ¿Qué puede, por lo tanto,
contrario, el Niño hubiera pasado alegarse para no admitir que, ?.l
por carecer de padre legítimo, ya trazar el origen del que es la c a
que en manera alguna hubiera po beza se indica también en conse
dido establecerse su origen por el cuencia el del cuerpo mismo?
lado paterno. Por eso aquellos Queda, pues, claramente demos
excelentes Evangelistas hicieron trado, a mi parecer, que la ge
algo necesario al darnos la ge nealogía de José no en vano es
nealogía de José. Si la hubieran referida por los Evangelistas,
omitido, y hubieran trazado la sino que nos sirve como elemen
lista de los antepasados de Je to necesario para reconocer, por
sús por la parte materna, hubie vía de conclusión que procede
ra parecido un deshonor, y se asimismo de David la Virgen, y
tambiéji Aquel que, por el más
hubieran apartado de la costum
grande de los milagros, nació de
bre adoptada por las Sagradas
Escrituras. Con mucha oportuni ella: Jesucristo, hijo de Dios
dad, pues, al dar el origen de la ya desde antes de todos los si
glos.
familia de José, por la razón ya
indicada, y al hacerlo remontar Te D eum , p á g . 10.
Las V ís p e r a s son del d ía de la O c
a David, nos confirman en la cer ta v a . ^
Feria Cuarta afecto; María lo fué por el afee
to y por la naturaleza; pero am
Octava de la Solemnidad de bos son llamados padres de Cris
san José to; padre de Cristo en su humil
D o ble m ayo r dad, no en su grandeza; padres
II NOCTURNO de su debilidad, no de su divini
dad1'.
Serm ón de san A g u s t ín , O b is p o
L ib r o I de la s B o d as
Lección V
Lección IV
nos engaña el Evange
am poco
1. Lo cu a l no im pide qu e M a r ía fu e ra v e rd a d e ra M a d re de D io s,
«f
Lección VI tando en oración, se abrió el cié
lo. Y lo que sigue.
JpoR qué, de consiguiente, les
estaba sujeto, siendo ellos
H o m ilía de san A g u s t ín , O B isro
muy inferiores a : la naturale S e rm ó n 36, so bre el T iem p o
za divina, sino porque se ano
nadó a sí mismo, tomando la for día del bautismo del
¡t e
ma de siervo? Ellos eran cierta Salvador’ constituye en
mente padres de esta fonva d*> cierto modo, para nos
siervo y no habrían podido ser otros, otra Natividad, ya que su
lo ambos si no hubiesen estado filiación se nos manifiesta con
unidos como esposos, bien que las mismas señales y milagros
sin comercio carnal alguno. He que acompañaron su nacimiento,
ahí por qué al establecer la serie pero en el bautismo de Cristo
de los antepasados de Cristo, era vemos aún mayor misterio. En
necesario escoger la genealogía efecto, el oráculo divino dice:
que terminaba en José, a fin de “ Este es mi H ijo amado en el
que no redundase en menoscabo que me he complacido” . A la ver
del sexo viril, que es, en verdad, dad, brilla más la segunda natl-
el más digno; y por otra parte, vidad que la primera, ya que en
ningún detrimento sufre la ver la primera Cristo vino al mundo
dad, puesto que José era, como en medio del silencio y sin testi
María, del linaje de David, del gos; en la segunda fué bautizado
cual, según estaba predicho, había y fué proclamada su divinidad.
de venir Cristo. Así pues, encon En la primera, José, que era te
tramos en los padres de Cristo nido por padre, reconoció que no
todos los bienes del matrimonio: lo era; en la segunda, se dió a
la prole, la fidelidad y el sacra conocer, como padre aquel que no
mento. Conocemos al hijo: el era tenido por tal. A llí una duda
mismo Jesucristo; la fidelidad de se cierne sobre la madre, porque
los esposos, pues no hubo adul el padre no ha usado de todos
terio alguno; el vínculo sacra los derechos de esposo; aquí la
mental. porque nunca pensaron madre recibe el honor debido,
en el divorcio. por que Dios da testimonio di?
su H ijo.
III NOCTURNO
Lección VIII
L e c c ió n del san to E v a n g e l io
D epito que es más glorificada
segú n san L ucas
la segunda natividad que la
Lección VII Cap. 3, 21-23 primera. Y a que en aquélla el pa
dre es Dios de m ajestad infinita,
p n aquel tiem po: Cuando con pero en ésta es José, un simple
curría todo el pueblo a re artesano, el que es tenido por
cibir el bautismo, habiendo sido padre. Y aunque al considerar
también bautizado Jesús, y es estos dos acontecimientos, vemos
que el nacimiento y el bautismo pendió el cielo en las alturas,
del Señor son igualmente obra fundamentó la tierra mediante su
del Espíritu Santo, sin embargo mismo peso y puso límite a los
el Padre que habla desde el cie mares. Es ciertamente un artífi
lo es de una dignidad incompa ce, el que para establecer cierto
rablemente mayor que el artesa equilibrio, abate las techumbres
no de la tierra. De consiguiente, del orgullo y levanta las depre
José, artesano en la tierra, era siones de la humildad. Es un ar
tenido por padre del Señor y Sal tífice, el que desecha lo superfluo
vador, pero Dios, Padre de nues de nuestra vida y conserva lo
tro Señor Jesucristo, no es ajeno útil. Es un artífice, el que nos
a esta obra,, pues también él es amenaza por Juan Bautista con
artífice. aplicar la segur a nuestra raíz,
para que todo árbol que exce
Lección IX diere la norma de la debida dis
creción. sea cortado de raíz y
p s en verdad un artífice divi arrojado al fuego, y todo el que
no el que fabricó la má alcanzare la medida de la verdad
quina de este mundo con un po sea destinado a las celestiales
der no sólo admirable, sino ine construcciones.
fable. Como sabio arquitecto sus Te D e u t n , p ág. 10.
r
FIESTAS DEL MES DE MAYO
D ía 1 de M ayo
Lección V Lección VI
t
T os arríanos también acusaban I ^ uerto Constancio, Juliano el
a Atanasio de haber dado Apóstata, que le sucedió en
muerte al obispo Arsenio, al el imperio, permitió que los obis
cual guardaban oculto; en prue pos desterrados volviesen a sus
ba de ello, presentaron a los jue iglesias, y Atanasio fué recibido
en Alejandría con grandes hono cio de cuatro meses en el sepul
res. Pero no mucho después, por cro de su padre. Finalmente, sal
obra de los mismos arrianos fué vado por la protección divina de
perseguido por Juliano, y se vió tantos y tan grandes peligros,
obligado de nuevo a huir. Y como murió en Alejandría en su propio
jqs satélites dej emperador le lecho, en tiempo de Valente. En
buscasen para darle la muerte, vida y en muerte resplandeció
ganando con la barca en la que por sus grandes milagros. Escri
huía, la parte opuesta del río, se bió muchos libros llenos de pie
presentó intencionadamente a los dad y de ciencia para ilustrar la fe
que le perseguían, y al pregun católica, gobernando santamente
tarle ellos si Atanasio estaba muy la Iglesia de Alejandría por es
lejos, respondió que estaba allí pacio de cuarenta y seis años en
cerca. Así pudo huir de sus per medio de las más grandes vicisi
seguidores, y volviendo a A le tudes.
jandría, permaneció oculto en En el I I I Nocturno, se lee la Homi
lía sobre el Evangelio: Cuando os per
aquella ciudad hasta la muerte de siguieren, propia de la Fiesta de san
Juliano. Poco después, levantán Cirilo de Jerusalén, día 18 de Marzo,
pág. 1066. . . .
dose contra él otra, persecución Las Vísperas son del Oficio siguiente.
en Alejandría, se ocultó por espa I enn Conmemoración del precedente.
*
D ía 3 de M ayo
L a Invención de la S a n ta C r u z
Doble de I I clase
*
selva produce otro semejante en Cruz que resplandeces con el más
follaje, flores y frutos. * j Dulce brillante fulgor, la cual Elena, ma
madero, dulces clavos, que sos dre de Constantino, buscó con el
tenéis tan dulce peso, aleluya! más férvido deseo. En. Gloria al
V . Sólo tú te has elevado sobre Padre. En.
todos los cedros. Dulce.
II NOCTURNO
I, Brcv. 84
ra que juzgue al mundo, sino a creado en varias veces, en el mes
fin de que por él se salve el mun de Diciembre, seis presbíteros,
do. De suerte que todo aquel dos diáconos y cinco obispos pa
que cree en él. Gloria al Padre, ra diversos lugares. Los cuerpos
De suerte. de estos Mártires fueron trasla
En la Feria II de las Rogaciones y dados más tarde a la ciudad,
en la Vigilia de la Ascensión, la Lec donde fueron sepultados en la
ción IX será de la Homilía de la Feria;
en otro caso se leerá la s’^-uiente: iglesia de Santa Sabina. En el
mismo día ocurrió la muerte
D e l o s s a n t o s A l e j a n d r o I. bienaventurada de san Juvenal,
P a p a ; E v e n c ió y T e ó d u lo , M á r obispo de Narni, quien habiendo;
t i r e s , y J u v e n a l, O b is p o y C o n con su santidad y doctrina, en
fe so r gendrado en aquella ciudad a
muchos fieles en Jesucristo, y ha
Lección IX
biéndose hecho célebre por sus
A l e j a n d r o , natural de Roma. milagros, descansó en paz, y en
gobernó la Iglesia en tiempo la misma ciudad fué sepultado
del emperador Adriano, y convir honoríficamente.
tió a la fe de Jesucristo a gran Te D cu m , pág. 10.
parte de la nobleza romana. Or
denó que en la santa Misa sola
LAUDES Y HORAS
mente se ofrecieran pan y vino.
Estableció también que con el Ant. 1. ¡Oh gran obra de
vino se mezclase un poco de bondad! * L a muerte murió en
agua, en memoria de la sangre el madero cuando allí expiró la
y el agua que manaron del cos Vida, aleluya.
tado de Jesucristo. Añadió al
Salmos de Dominica, pág. 55.
Canon de la Misa las palabras:
“ El cual, el día antes de pade 2. Salvadnos, * oh Jesucristo
cer*’. Decretó que se guardase Salvador, por la virtud de la
perpetuamente en la Iglesia agua Cruz: Vos que salvasteis a Pedro
bendita, mezclada con sal, y que en el mar, compadeceos de n o s
se emplease en las habitaciones otros, aleluya.
para ahuyentar los demonios. 3. He aquí la Cruz del Se
Gobernó diez años, cinco meses ñor. * huid, legiones enemigas;
y veinte días, siendo ilustre por venció el león de la tribu de Ju
la santidad de su vida v por sus dá y de la prosapia de David,
provechosas disposiciones. Fué co aleluya.
ronado con el martirio juntamen 4. Es menester que nos glo
te con los presbíteros Evencio y riemos * en la Cruz de nuestro
Teódulo, y sepultado en la vía Señor Jesucristo, aleluya.
Nomentana, a tres millas de la 5. Por la señal de la Cruz, *
ciudad, en el mismo lugar en libradnos ¡oh Dios nuestro! de
donde fué decapitado. Había nuestros enemigos, aleluya.
en medio del naufragio le con
duce al puerto; tú, el solo árbol
erm anos:Habéis de tener
cuyas ramas tiñe la sangre que
en vuestros corazones los
brota del cuerpo del Cordero.
mismos sentimientos que
Gloria sempiterna sea dada a
tuvo Jesucristo; el cual, tenien
la santa Trinidad; igual honor
do la naturaleza divina, no tuvo
sea rendido al Padre, al Hijo y
por usurpación el hacerse igual a al Paráclito; alaben todos los
Dios; y no obstante se anonadó seres al que reúne la Trinidad
a sí mismo tomando la forma de con la Unidad. Amén.
siervo, hecho semejante a les y . Os adoramos, oh Cristo,
hombres y reducido a la condi y os bendecimos, aleluya.
ción humana.
Porque con vuestra Cruz redi
Himno misteis el mundo, aleluya.
Ant. del Bened. — Sólo tú *
C umplidos ya seis lustros, y te has elevado sobre todos los
llegado al fin de sii vida cedros, porque de ti estuvo pen
mortal, ofrécese espontáneamente diente la vida del mundo, en ti
el Redentor a la Pasión; y cual triunfó Jesucristo y la muerte
cordero que ha de inmolarse es venció para siempre a la muerte,
levantado sobre el madero de la aleluya.
Cruz.
Abrevado con hiel, vedle cómo
O ra ció n
languidece. Traspasan su delica
do cuerpo las espinas, los cla
Q h Dios, que en la esclarecida
vos y la lanza. De él manan agua
Invención del saludable ma
y sangre. ¡En qué río son lava
dero de la Cruz renovasteis los
dos la tierra, los astros, el mun
milagros de vuestra pasión: con
do!
cedednos que, por el precio de es
¡Oh Cruz, objeto de nuestra
te árbol de la vida obtengamos
confianza, único entre los árbo
la gracia de la vida eterna. Vos
les por tu nobleza! Ninguna sel
que vivís...
va produce otro semejante en
En Laudes solamente se hace Con
follaje, flores y frutos. ¡Oh memoración de los santos Alejandro,
dulce leño, oh dulces clavos, que Evancio, Teódulo y Juvenal.
II NOCTURNO
Oración
D el l ib r o de san J e r ó n im o ,
H Dios, que nos veis pertur
h P r e s b ít e r o , contra J o v in ia n c
bados por los males que nos L ib. 1, n. 26
asedian de todas partes, os ro
Lección IV
gamos nos concedáis seamos pro
tegidos por la intercesión de apóstol Juan, uno de los
l
vuestro bienaventurado Apóstol discípulos del Señor, y se
y Evangelista Juan. Por nuestro gún se cree el más joven
Señor. de los apóstoles, era virgen cuan
C o n m e m o ra c ió n del O fic io p reced en te: do abrazó la fe de Jesucristo, y
A n t.— Mientras fué sumo Pon permaneció virgen. Por este mo
tífice, no temió las potestades da tivo, fué más amado del Señor,
la tierra, y glorioso partió para y descansó sobre el pecho de
los reinos celestiales, aleluya. jesús. Lo que Pedro, que había
y . E l Señor condujo al justo sido casado, no se atrevió a pre
por caminos rectos, aleluya. guntar por sí mismo, rogó a Juan
Y le mostró el reino de Dios, que lo preguntase a Jesús en su
aleluya. nombre. A l anunciarles 'María
Magdalena que el Señor había
Oración resucitado, corrieron ambos ha
cia el sepulcro, mas Juan llegó el
Dios, que os dignasteis ele primero. Cuando se hallaban en
gir por Pontífice máximo al
la barca dedicándose a la pesca
bienaventurado Pío, para que
en el lago de Genesaret, Jesús
brantar a los enemigos de vues
se presentó en la playa y los
tra. Iglesia y reformar el culto
Apóstoles no le conocieron; sólo
divino; haced que su protección
el discípulo virgen conoció al
nos defienda, y que de tal mane
Maestro y dijo a Pedro: “ Es el
ra nos consagremos a vuestro ser
Señor” .
vicio, que después de triunfar de
las asechanzas de todos nuestros Lección V
enemigos, gocemos de una paz
perpetua. Por nuestro Señor Je uan fué Apóstol, EvangeliS'
sucristo.
Las C o m p letas de D o m in ic a , pig. 77,
J ta y Profeta. Apóstol, por
que escribió a las Iglesias como
maestro; Evangelista, porque
publicó el libro de su Evangelio, L e c c ió n del san to E v a n g e l io
lo cual, excepto Mateo, no hicie segú n san M ateo
ron los demás Apóstoles; Profe
ta, ya que vió en la isla de P at Lección VII Cap. 20, 20-23
mos, a la cual había sido des
terrado por el emperador Domi- pN aquel tiempo: Se acercó a
ciano, con motivo de su testimo Jesús la madre de los hijos
nio dado en confirmación de la del Zebedeo con sus hijos, ado
fe en Jesucristo, el Apocalipsis, rándole y pidiéndole una gracia.
que contiene infinidad de mis Y lo que sigue.
terios. Además, refiere Tertulia
no que este Apóstol mientras es H o m il ía de san J e r ó n im o ,
\
del hombre vino a salvar lo que por medio de su Angel, enviado
estaba perdido. Así, el H ijo del a Juan siervo suyo, el cual ha
hombre salva; los Angeles ven a dado testimonio de ser palabra
Dios; los Angeles de los niños de Dios y testificación de Jesu
presiden las oraciones de los fie cristo todo cuanto ha visto.
les. Que los Angeles las presiden,
es una doctrina absolutamente Himno
cierta. Los Angeles ofrecen, pues, Q h Cristo, gloria de los santos
cada día a Dios las oraciones de Angeles. Creador y Redentor
los que se han de salvar por Cris del linaje humano, concedednos
to; y es sumamente peligroso el que consigamos las sedes bien
despreciar a aquel cuyos deseoi
aventuradas.
y peticiones son presentadas tan
Que el Angel de la paz, M i
honoríficamente ante el trono de
guel. descienda del cielo a nues
Dios, eterno e invisible, por el
tras moradas; y ejerciendo su
ministerio de los Angeles que
misión pacificadora relegue al
constituyen su corte.
Te Deuiü, p ág . 10.
abismo las guerras, fuentes de
lágrimas.
LAUDES Y HORAS Que el Angel de la fuerza, G a
Ant. 1. Púsose el Angel * jun briel. aleje a nuestros antiguos
to al altar del templo, teniendo enemigos, y visite los templos
en su mano un incensario de oro, amados del cielo que se han le
aleluya. vantado en la tierra después de
Salm o s de la D o m in ic a , pág. 55. la misión triunfante que aqui
2. Mientras peleaba * el A r vino a cumplir.
cángel Miguel con el dragón, se Que el Angel Rafael, médico
oyó la voz de los que decían: de nuestra salud, nos asista desde
¡Honor a nuestro Dios, aleluya! el cielo, curando todos los enfer
3. Arcángel Miguel, * te he mos, y dirija nuestros pasos v a
constituido príncipe de todas las cilantes hacia la verdadera vida.
almas que deben salvarse, ale Asístanos siempre la Virgen,
luya. reina de la paz y madre de la
4. Angeles del Señor, * ben luz, juntamente con el coro de
decid al Señor para siempre, ale los Angeles y en unión con la
luya. brillante corte celestial.
5. Angeles, Arcángeles, * Que la Deidad bienaventurada.
Tronos y Dominaciones, Princi Padre, H ijo y Espíritu Santo,
pados y Potestades, Virtudes ce cuya gloria brilla por todo el or
lestes, alabad al Señor de los be, nos1 conceda estas gracias.
cielos, aleluya. Amén.
y . Púsose el Angel junto al
Capitula Apoc., 1, 1-2
altar del templo, aleluya. R . T e
ros ha manifestado lo que de niendo en su mano un incensario
be suceder pronto, hablando de oro, aleluya.
Ant. del Bened.— Prodújose un aleluya. Gloria al Padre. Subió.
silencio * en el cielo, cuando es X - Os cantaré himnos en
taba luchando el dragón; y M i presencia de los Angeles, oh
guel peleó contra él, y consiguió Dios mío, aleluya. R . Os adora
la victoria, aleluya. ré en vuestro templo santo, y con
fesaré vuestro nombre, aleluya.
Oración
NONA
Q H Dios, que con admirable
orden disponéis los ministe Capitula Apoc., 12, 7-8
rios de los Angeles y de los hom
trabó una gran batalla en
bres; conceded benigno que nos
el cielo: Miguel y sus Ange
protejan mientras vivimos en la
les peleaban contra el dragón, y
tierra, aquellos que nunca cesan
lidiaba contra él el dragón con
de serviros en el cielo. Por nues
sus ángeles; pero éstos no pre
tro Señor.
E n la s H o r a s lo s S a lm o s de D o m i
valecieron, y después no quedó
n ic a ; en P r im a , lo s de la s F ie s ta s . ya para ellos lugar ninguno en
el cielo.
TERCIA
1$. br. Os cantaré himnos en
L a C a p it u la de L a u d e s . presencia de los Angeles, oh
IJ. br. Púsose el Angel junto Dios mío, * Aleluya, aleluya. O*
al altar del templo, * Aleluya, ale cantaré. X . Os adoraré ei
luya. Púsose. X - Teniendo en su vuestro templo santo, y confesa
mano un incensario de oro. Ale ré vuestro nombre. Aleluya, ale
luya, aleluya. Gloria al Padre. luya. Gloria al Padre. Os canta
Púsose. ré.
'X - Subió el humo de los X - Adorad a Dios, aleluya.
perfumes al acatamiento del Se 1$. Todos sus Angeles, aleluya
ñor, aleluya. R . Por la mano
II VISPERAS
del Angel, aleluya.
L a s A n t ífo n a s y la C a p itu la son de
L a u d e s , p ág. 12 0 2 ; los S a lm o s de D o
SEXTA m in ica , p ág. 73, p ero en lu g a r del ú l
tim o , se d ice el 1 3 7 , p á g . 18 1. E l
Capitula Apoc., 5, 11-12 H im n o d e la s I V ís p e r a s , pág. 1 19 7 .
X . Os cantaré himnos en
O í la voz de muchos Angeles presencia de los Angeles, ch
alrededor del solio, y de los Dios mío, aleluya. R . Os adoraré
animales, y de los ancianos, y en vuestro templo santo y con
su número era millares de milla- fesaré vuestro nombre, aleluya.
res^los cuales decían en alta voz: Ant. del Magnif. — Príncipe
¡Salve, oh Dios nuestro! gloriosísimo, * Miguel Arcángel,
1$. br. Subió el humo de los acordaos de nosotros: aquí y en
perfumes al acatámiento del Se todas partes, rogad siempre por
ñor, * Aleluya, aleluya. Subió. T . nosotros al H ijo de Dios, aleluya.
Por la mano del Angel. Aleluya, C o n m em o ració n d el O ficio sig u ien te.
Día 9 de Mayo Resplandecieron ambos por su
doctrina y santidad de vida, y
San Gregorio Nacianceno llamados al cargo de predicar la
Obispo, Confesor y Doctor verdad evangélica, engendraron
Doble muchos hijos para Jesucristo.
Todo se toma del Común de un Con
fesor Pontífice, pág. 790, menos lo que Lección V
sigue:
Ant. del Magnif. — Oh D oc Gregorio vuelto por
J - J a b ie n d o
*
Sus cuerpos, llevados a R om a por de catorce años vino a Rom a, en
Auspicio, su discípulo y educador tiempo de los emperadores Dio-
de Dom itila, fueron sepultados cleciano y M axim iano. Bautiza
en la vía Ardeatina. do e instruido en la fe cristiana
por el Pontífice romano, fué po
Lección V co después hecho prisionero por
causa de esta fe. Habiéndose ne
ET l a v ia Dom itila, virgen ro
gado constantemente a sacrificar
mana, sobrina de los empe
a los ídolos, ofreció su cerviz al
radores T ito y Dom iciano, ha
verdugo con varonil fortaleza,
biendo recibido el velo sagrado
consiguiendo así la gloriosa co
de la virginidad de manos del
rona del martirio. Su cuerpo fué
bienaventurado papa Clemente,
sustraído de noche por la m a
fué delatada como cristiana por
trona O ctavila, la cual, después
su novio Aureliano, h ijo del cón
de ungirle con perfumes, le se
sul T ito Aurelio; y por este m o
pultó en la vía Aurelia.
tivo fué deportada por orden
del emperador Dom iciano a la III NOCTUR NO
isla Poncia, en donde sufrió un
L e c c ió n del sa n to E v a n g e l io
largo martirio en la cárcel. F i
se g ú n san J u an
nalmente, conducida a T arraci
na, confesó nuevamente a Cristo, Lección VII Cap. 4, 46-53
y como se mantuviese constante
en su confesión, en tiempo del p N aquel tiempo: H abía en Ca-
emperador Trajano, el juez or farnaún un señor de la corte
denó que fuese incendiada su que tenía un hijo enfermo. Y lo
habitación, en la que, juntamen que sigue.
te con sus hermanas de leche, las
vírgenes Teodora y Eufrosina, H o m i l í a d e s a n G r e g o r i o , P a p a
terminó su glorioso martirio él Homilía 28 pronunciada en la basílica
de estos santos M ártires en el día de
día siete de M ayo. Sus cuerpos su fiesta
fueron hallados íntegros, y dió-
les sepultura el diácono Cesáreo. F i SHB ómo entender esto: El Se
Este es el día en que los cuer ñor, rogado por un se
pos de los dos hermanos y el ñor de la corte para que
de Dom itila fueron trasladados acudiera a curar a su hijo, nié
juntos de la diaconía de San gase a ir personalmente, y en cam
Adriano a la basílica de los mis bio, promete ir a ver al criada
mos Mártires, con el título de del centurión sin ser invitado pa
Fasciola. ra ello? No se digna conceder el
honor de su presencia corporal al
hijo de un señor, y no se desdeña
Lección VI
de llegarse junto al esclavo de un
P ancracio , natural de Frigia, centurión. ¿Qué se propone con
de noble linaje, siendo niño esto sino abatir el orgullo que
nos mueve a honrar en los hom Lección IX
bres, no su naturaleza por la cual
han sido hechos a imagen de \ T o consideréis, pues, en vues
Dios, sino su categoría y sus ri tro interior, lo que poseéis,
quezas? Nuestro Redentor nos sino lo que sois. El mundo que
enseña a despreciar lo que los amamos se desvanece. Esos san
hombres estiman como grandeza, tos, ante cuya tumba nos congre
y a no despreciar lo que despre gamos, pisotearon con desprecio
cian los hombres. No quiso pre ese mundo entonces en su flora
sentarse ante el hijo del señor, ción. En su tiempo, les ofrecía
y se muestra dispuesto a visitar larga vida, salud sin ocaso, ricas
al esclavo del centurión. posesiones, numerosa posteridad,
Si tuviese que decirse ia Lección IX ia seguridad de una larga paz, y
de un Oficio conmemorado, de las Lec ello no obstante, este mundo, que
ciones V I I I y IX se forma una sola.
en sí mismo parecía en flor, es
taba ya como mustio para su
Lección VIH corazón. Mas he ahí que ahora
el mundo está ajado en sí mismo,
pues, nuestro orgu-
/ “''o n d en a,
y para nuestros corazones está
lio, que no sabe apreciar
como en flor. Por todas partes la
los hombres en cuanto hombres.
muerte, por todas partes el due
Cumo ya hemos dicho, este or
lo, por todas partes la desolación.
gullo no aprecia en los hombres
For todas partes nos vemos aco
más que lo exterior, sin conside
sados, de todas partes nos vie
ración a la naturaleza misma;
nen amarguras, y a pesar de ello,
no sabe reconocer en ellos la
cegados por la codicia de la car
obra de Dios y su honor. He ahí,
ne amamos esas amarguras, per
pues, que el H ijo de Dios no
seguimos ese mundo que se des
quiere presentorse ante el hijo
vanece, nos abrazamos a ese mun
de un señor, y se muestra dis
do que se hunde.
puesto a visitar un esclavo y a
Las Vísperas son del Oficio siguiente
curarlo. Si un esclavo nos roga con Conmemoración del precedente.
ra que fuésemos a verle, no hay
duda de que en nuestro interior
la voz del orgullo respondería Día 13 de Mayo
inmediatamente a su llamamien
to: No vayas;, te rebajarías, San Roberto Belarmino
humillarías tu nobleza, envilece Obispo, Confesor y Doctor
rías tu condición. Mas he ahí que Doble (L. h.) .
desdeñamos de humillarnos en
Todo se toma del Común de un Con
tierra no se desdeña de visitar a fesor Pontífice, pág. 790, menos lo que
un esclavo, en tanto que nos* sigue:
otros, que somos de la tierra, nos Ant. del Magnif. — Oh Doc
desdeñamos de humillarnosr en tor excelso, luz de la santa Igle
la tierra. sia, bienaventurado Roberto,
amante de la divina ley, ruega sísima Cincia Cervini, hermana
por nosotros al H ijo de Dios, del papa Marcelo II. Pronto se
aleluya. distinguió por su eximia piedad
y por su pureza de vida. Una sola
Oración cosa deseaba: agradar a Dios
y salvar las almas. Educóse en
Dios, que pora rechazar el colegio que la Compañía de
las asechanzas del error y Jesús tenía en su ciudad, mere
para defender los derechos de la ciendo grandes alabanzas por su
Sede Apostólica, adornasteis al talento y modestia, y habiendo
bienaventurado Roberto, vuestro ingresado en Roma, a la edad de
Pontífice y Doctor, con admira dieciocho años, en la Compañía,
ble doctrina y virtudes; conce fué para todos modelo de virtud.
dednos por sus méritos e inter Terminados los estudios de filo
cesión que crezcamos en amor a sofía en el Colegio Romano, fué
la verdad, y que los corazones de enviado primeramente a Floren
los que caminan extraviados cia, después a Mondovio, de allí a
vuelvan a la unidad de vuestra Padua para estudiar la sagrada
Iglesia. Por nuestro Señor. teología, y finalmente a Lovaina,
C o n m em o ració n del O fic io p re ce d e n te :
en donde, no siendo aún sacerdo
Ant. — Santos y justos, gozaos te, desempeñó admirablemente el
en el Señor, aleluya; Dios os ha cargo de predicador. Ordenado
elegido para heredad suya, ale luego sacerdote en Lovaina, en
luya. señó la teología con tanto éxito
X - Preciosa es en la presen que condujo a muchísimos here
cia del Señor, aleluya. X - La jes a la unidad de la Iglesia, y
muerte de sus Santos, aleluya. fué considerado como teólogo
eminente en toda Europa, y muy
Oración solicitado por san Carlos Borro-
Q s suplicamos, Señor, que la meo. obispo de Milán, y por otros
gloriosa solemnidad de vues muchos.
tros santos M ártires Nereo, Aqui-
leo, Domitila y Pancracio nos sea Lección V
sismpre provechosa, y nos haga
dignos de vuestro servicio. Por de nuevo a Roma por
T lam ado
*
pues, dejando a sus compañeros catorce de Mayo, en tiempo de
de viaje, al ver que en Tarso ator los emperadores Diodeciano y
mentaban de diversas maneras a Maximiano.
muchos cristianos a causa de su Las Vísperas i!el Oficio siguiente.
fe. besó sus cadenas y les ex
hortó con vehemencia a que su
friesen sin desfallecer los supli D ía 15 de Mayo
cios cuyo dolor pasajero les ha
bía de merecer el descanso eter
San Juan Bta. de la Salle
Confesor
no. Con este motivo, hecho pri
Doble (L. h.)
sionero, fué atormentado con
uñas de hierro; claváronle tam Todo se toma del Común de un Con
fesor no Pontífice, pág. 805, menos lo
bién agudas cañas entre la carne r.ue sigue:
y las uñas, y llenaron su boca
con plomo derretido. Durante es Oración
tos tormentos, tan sólo se le oía
Dios que suscitasteis 'i
decir estas palabras: “ Gracias os
san Juan Bautista. Confesor,
doy, oh Señor Jesucristo, H ijo de
para la enseñanza cristiana de los
Dios” . Luego fué echado de ca
pobres y para fortalecer a la
beza en una olla de pez hirviendo,
juventud en el camino de la
mas salió de la misma sin daño
verdad, e instituisteis por él una
alguno; entonces el juez, ardien
n u e v a fam ilia en la Iglesia;
do en ira, ordenó fuese decapita concedednos propicio, que m e
do. En aquel momento ocurrió diante su intercesión y ejemplo,
un gran terremoto; debido a e s
ardiendo en celp iie procurar
te prodigio, muchos infieles se
vuestra gloria mediante la sal
convirtieron a la fe de Cristo. Al
vación de las almas, podamos en
día siguiente, habiéndose ente
el cielo ser participantes de su
rado sus compañeros, que le bus corona. Por nuestro Señor.
caban. de su martirio, compraron
su cuerpo por quinientos escudos, II NOCTURNO
H o m il ía d e s a n J uan C r is ó s t o m g Lección IX
Hom. 60 sobre el cap. 18 de san Mateo
C i para salvarnos no es sufi-
menospreciar guardaos
e cíente que vivam os nosotros
a alguno de estos peque- virtuosamente, sino que es pre
ñitos, ya que sus Angeles ciso que deseemos la salvación de
siempre contemplan el rostro de los otros, ¿qué responderemos, ni
mi Padre, porque yo vine por qué esperanza de salvación nos
ellos, y tal es la voluntad de quedará si ni vivim os nosotros
mi Padre” . Con estas palabras rectamente, ni exhortamos a los
nos advierte Jesús que seamos demás? ¿Puede darse labor más
muy diligentes en la defensa y excelsa que la de dirigir las
guarda de los pequeñitos. Y a ves almas, y formar las costumbres
cuán grandes muros ha levantado de los jóvenes? Para mí, aquel
para la defensa de los débiles, y que sabe formar sus almas, es
cuánto celo y solicitud desplegó I ciertamente superior a cualquier
pintor, a cualquier escultor, a este mismo instituto en su pa
cualquier artista de este género. tria, y vivió en él muy santa
En Vísperas, Conmemoración del Ofi mente por algún tiempo. Mas,
cio siguiente. como la fama de su santidad se
divulgase, el Sumo Pontífice Ho
norio II le constituyó, aunque
D ía 16 de Mayo
contra su voluntad, obispo de la
Iglesia de Gubio.
San Ubaldo
Obispo y Confesor
Lección V
Semidoble
A l tomar posesión de su Igle
Todo se toma del Común de un Con
fesor Pontífice, pág;. 790, menos lo que sia, en nada cambió su ma
sigue: nera de vida, mas empezó a so
bresalir en toda suerte de virtu
Oración
des consagrándose a procurar
f~\ s suplicamos, S e ñ o r , que, eficazmente la salvación de los
aplacada v u e s t r a indig demás con la palabra y el ejem
nación, nos concedáis vuestro plo, y trabajando con todo su
auxilio; y que por la inter corazón en convertirse en mode
cesión del bienaventurado Ubal lo de su rebaño. Sobrio en la
do vuestro Confesor y Pontífi comida, humilde en el vestir, no
ce, extendáis sobre nosotros la usando para su descanso más
diestra de vuestra propiciación que un pobre y duro lecho, lle
contra todas las asechanzas del vaba constantemente en su cuer
demonio. Por nuestro Señor. po la mortificación de la cruz,
mientras nutría sin cesar su es
II NOCTURNO
píritu con la oración. De esta
Lección IV manera consiguió aquella admi
rable mansedumbre, por la cual,
, nacido rfle
baldo noble no sólo soportó con igualdad de
linaje en Gubio de ánimo las más graves injurias y
Umbría, desde sus pri desprecios, sino que, movido por
meros años fué educado con su admirable caridad, trataba a
gran perfección en la piedad y sus perseguidores con todas las
en las letras. Aunque en su ju
manifestaciones de la más afec
ventud se le propuso muchas ve tuosa benignidad.
ces que contrajera matrimonio,
jamás desistió de su propósito
Lección VI
de guardar la virginidad. Orde
nado sacerdote, distribuyó su pa Q o s años antes de dejar esta
trimonio entre los pobres y las vida, se vió afligido por con
iglesias, y habiendo ingresado en tinuas enfermedades, y así, pu
el instituto de Canónigos regu rificado como el oro en el crisol
lares de San Agustín, estableció por los más crueles sufrimientos,
I . B r e v . 86
no cesaba de dar continuamente honró: y le vistió con vestiduras
gracias a D ios. En la fiesta de de gloria, y le coronó para entrar
Pentecostés, después de haber en las puertas del paraíso, alelu
gobernado su Iglesia por muchos ya
años con general aplauso, ilu s y . El Señor condujo al ju s
tre por sus santas obras y m ila to por caminos rectos, aleluya.
gros, descansó en paz. E l papa I * . Y le m ostró el reino de Dio»,
Celestino I I I le incluyó en el aleluya.
numero de los Santos. Su virtud
y poder resplandecen especial Oración
mente en la liberación de los es
Q s suplicamos, Señor, que
píritus inmundos. Su cuerpo in-
aplacada vuestra indigna
coirupto es venerado con gran
ción, nos concedáis vuestro au
devoción por los fieles de su pa
xilio; y que por la intercesión del
tria, a la que más de una vez ha
bienaventurado Ubaldo, vuestro
librado de peligros inminentes.
Confesor y Pontífice, extendáis
En el I I I N o c t u r n o , s e le e la H o
m ilía so b re el E v a n g e lio : U n h o m b r e sobre nosotros la diestra de vues
y é n d o s e a le ja n a s t ie r r a s , del Com ún tra propiciación contra todas las
de u n C o n fe s o r P o n tífic e en e l p rim e r
lu g a r , p á g . 794 .
asechanzas del demonio. Por
L a s V ís p e r a s d e l O fic io s ig u ie n t e , con nuestro Señor.
C o n m e m o ra c ió n d e l p re c e d e n te .
II NO CTUR NO
D ía 17 de M ayo L ección IV
Lección IV Lección^V
llamado antes
r a n c is c o , pMiTiDA la profesión solemne, a
Ascanio, nació en el pue causa de su singular devoción
blo de Santa María de a san Francisco de Asís tomó el
Villa, en los Ábruzos, de la no nombre de Francisco. Al fallecer
ble familia de los Caracciolos; Adorno dos años más tarde, fué
constituido, aunque contra su I mujeres que tentaron su castidad
voluntad, Superior General del las ganó para Jesucristo. Ardien
instituto, en cuyo cargo dió do en un grande amor para con
ejemplo de todas las virtudes. la sagrada Eucaristía, pasaba ca
Ardiendo en deseos de exten si todas las noches enteras en su
der su instituto, lo pedía a adoración, y quiso que este pia
Dios con asiduas oraciones, lá doso ejercicio fuese practicado
grimas y continuas maceracionrs perpetuamente en su Orden, co
de su cuerpo. Por este motivo, mo distintivo de la misma. Fo
vino tres veces a España vesti mentó en gran manera el culto
do de peregrino, pidiendo limos a la Virgen Madre de Dios. Tuvo
na de casa en casa. Durante su mucha caridad para con el pró
viaje sufrió ásperamente tod? jimo. Estuvo dotado del don de
suerte de contrariedades, expe profecía y de la penetración de
rimentando de una manera ad los corazones. Cuando tenía cua
mirable el auxilio del Omnipo renta y cuatro años de edad, y
tente; gracias a su oración, la mientras estaba orando en la san
nave que lo llevaba fué preserva ta iglesia de Loreto, conoció que
da de un inminente naufragio. se aproximaba el fin de su vida.
Trabajó incansablemente para Por esto se encaminó inmediata
que en estos reinos pudiese es mente hacia los Abruzos, y ata
tablecerse la Orden que acababa cado de mortal enfermedad en el
de ser aprobada. A ello contri pueblo de Agnone, hallándose en
buyó, así el resplandor y fama compañía de los religiosos de San
de su santidad, como la regia Felipe Neri, después de haber re
munificencia de los católicos mo cibido devotísimamentei los sa
narcas Felipe II y III. De esta cramentos de la Iglesia, descansó
suerte, superada toda la oposi plácidamente, el día cuatro de Ju
ción de los adversarios, estableció nio del año mil seiscientos ocho,
muchas casas de su Orden, lo en la vigilia de la festividad de
cual realizó también en Italia Corpus Christi. Su cuerpo, tras
con el mismo éxito. ladado a Nápoles, fué sepultado
honoríficamente en la iglesia de
Lección VI Santa María Mayor, la misma en
conde había asentado los prime
Q e distinguió tanto por su hu ros cimientos de su Orden. Ante
mildad, que llegado a Roma, la fama de sus milagros, el papa
y recibido en el hospicio de los Clemente X IV , Pontífice máxi
pobres, escogió un leproso por mo, le beatificó con solemne rito,
compañero, y rehusó las digni y luego, resplandeciendo con nue
dades eclesiásticas que le ofre vos milagros, fué incluido en el
cía al papa Paulo V. Conservó número de los Santos por el pa
sin mancha y perpetuamente la pa Pío V II en el año mil ocho
virginidad, y a las atrevidas cientos siete.
E n el I I I Nocturno, se lee la H o a vuestros siervos que de tal ma
milía sobre el E vangelio: Ceñid vues
tras cinturas, del Común de un Con nera aprovechen sus ejem
fesor no Pontífice, en el primer lugar, plos que, aplicándose continua
pág. S08.
L a s V ísp era s, del Oficio siguiente mente a la oración y a la mor
desde la Capitula, con Conmemoración tificación de su cuerpo, merezcan
del precedente.
llegar a la patria celestial. Por
nuestro Señor.
Día 5 de Junio II NOCTURNO
Lección IV
Día 6 de Junio
nacido de pa
o rb e rto ,
San Norberto dres muy nobles, recibió
Obispo y Confesor durante su juventud una
Doble esmerada educación. Colocado en
Todo se toma del Común de un Con la corte del emperador, despre
fesor Pontífice, pág. 790, menos lo ció los atractivos del mundo v
que sigue:
quiso ingresar en la milicia ecle
Oración siástica. Habiendo sido iniciado
en las sagradas órdenes, no quiso
Q h Dios, que hicisteis del bien vestir cómodamente ni suntuosa
aventurado Norberto, vues mente; y, cubierto con un rústi
tro Confesor y Pontífice, un ex co hábito de piel de oveja, se con
celente predicador de vuestra di sagró completamente a la predi
vina palabra, y por él aumentas cación de la palabra de Dios.
teis vuestra santa Iglesia con Después de renunciar a prebendas
una nueva familia: os suplicamos bastante importantes y de distri
nos concedáis por sus méritos, buir su patrimonio entre los po
que practiquemos lo que nos en bres, comenzó un género de vida
de suma austeridad, no comiendo pos, reprimió el cisma de Pedro
sino manjares de vigilia una vez León. Finalmente, lleno de mé
al día, andando descalzo y vis ritos y de gracias del Espíritu
tiendo harapos, aun durante los Santo, se durmió en el Señor en
rigores del invierno. Con la fuer Magdeburgo, en el año de gracia
za de sus palabras y acciones, mil ciento treinta y cuatro, el
convirtió numerosos herejes a la día seis de Junio.
fe, y logró que muchos pecadores En el I I I Nocturno, se lee la Homi
hicieran penitencia y que muchos lía sobre el Evangelio: Un hombre,
yéndose a lejanas tierras, del Común
enemigos se reconciliasen. d : un Confesor Pontífice, en el pri
mer lu gar, pág. 794. .
Lección V
en Lyón, como le
J - J a llá n d o s e
Día 9 de Junio
rogara el obispo que no de
jara su diócesis, escogió en ella Santos Primo y Feliciano
un lugar desierto llamado Pre-
Mártires
monstrato, y allí, reunidos trece
-Simple
compañeros, instituyó la Orden
Premonstratense, habiendo adop En V ísp eras y en Laudes, la A n tí
fona y el V ersículo se toman del Co
tado la regla que san Agustín le mún de M ártires en el Tiempo Pascual.
mostró en una visión. Y como
iba en aumento de día en día la Oración
fama de su santidad, y crecía el
número de sus discípulos, su Or C oncedednos, Señor, que cele
den fué confirmada por Hono bremos siempre fielmente la
rio II y otros Sumos Pontífices; fiesta de vuestros santos Márti
edificó muchos monasterios, y su res Primo y Feliciano, y que por
instituto se propagó de un modo su intercesión merezcamos los
admirable. beneficios de vuestra protección.
Por nuestro Señor.
Lección VI
Lección III
T la m a d oa Amberes, acabó en
aquella ciudad con la perver los hermanos Primo
| - | a b ie n d o
sa herejía de Tanquelino. Se y Feliciano sido acusados
distinguió por su espíritu profé- durante la persecución de Diocle-
tico y sus milagros. Creado contra ciano y Maximiano de profesar
su voluntad arzobispo de Magde- la religión cristiana, fueron car
burgo, defendió con constancia gados de cadenas; un Angel, em
la disciplina eclesiástica y, en es pero, les devolvió la libertad.
pecial, el celibato. En el concilio Conducidos de nuevo ante el pre
de Reims, secundó brillantemen tor, mantuvieron enérgicamente
te a Inocencio II, y habiéndose su confesión de fe cristiana; en
dirigido a Roma con otros obis tonces fueron separados uno del
I . B rev. 88
otro. Primeramente pusieron a Día 10 de Junio
prueba de diversas maneras la
constancia de Feliciano; desespe Santa Margarita
rando, no obstante, los impíos Reina, Viuda
Semidoble
consejeros de obtener ningún re
sultado con sus palabras, clavá Todo se toma del Común ci^ s a n a s
M ujeres no M ártires, pág. 832, menos
ronle de pies y manos en el tron lo que sigue:
co de un árbol, dejándole suspen
dido en esta forma durante tres Oración
días, sin darle de beber ni de co
Dios, que hicisteis de ia
mer. El día siguiente el pretor
bienaventurada Margarita
mandó llamar a Primo, y le dijo:
un ejemplo insigne de caridad
“ ¿Ves cómo tu hermano es más
para con los pobres: conceded
cuerdo que tú? Ha obedecido a
nos que por su intercesión y
los emperadores, los cuales le han
ejemplo, constantemente se au
colmado de honores. Si quieres
mente vuestra caridad en nues
imitarle, participarás de los mis
tros corazones. Por nuestro Se
mos favores y de las mismas gra
ñor.
cias”. A lo cual respondió Pri
mo: “ Cómo ha sido tratado mi II NOCTURNO
hermano, lo he sabido yo por un
Lección IV
Angel. ¡Ojalá que así como yo es
toy unido con él por la voluntad reina de Esco
a r g a r ita ,
pueda estarlo por el martirio!” cia, muy ilustre por su
Enfurecido al oír estas palabras, sangre, ya que por parte
el pretor mandó que, además de de su padre procedía de los re
otros tormentos con que, en pre yes de Inglaterra, y por la de
sencia de Feliciano, martirizaron su madre de los Césares, fué
a Primo, le dieran a beber plo más ilustre aún por sus virtudes
mo derretido. Hízoles luego con cristianas. Nacida en Hungría,
ducir al anfiteatro y arrojarles a en donde entonces su padre es
merced de dos leones; mas taba desterrado, después de vi
echándose éstos a sus pies, les vir muy piadosamente durante
acariciaban con la cabeza y con la su infancia, se trasladó a Inglate
cola. Quinientos hombres, entre rra juntamente con su padre, lla
los doce mil que acudieron a mado por su tío san Eduardo,
presenciar este espectáculo, abra rey de los ingleses, para ocupar
zaron, juntamente con sus fa el trono de sus antepasados.
milias, la fe cristiana. Exaspera Pronto, compartiendo contratiem
do el pretor por este aconteci pos que sufrieron sus padres, par
miento, mandó decapitar a Primo tió Margarita de las costas de In
y a Feliciano. glaterra, pero una tempestad, o
Te Deum , pág. 10. mejor dicho un designio de la
Las V ísperas, del Oficio siguiente. Providencia, la condujo a las de
Escocia. Allí para acceder a los costumbres dignas de la fe cris
deseos de su madre contrajo ma tiana.
trimonio con Malcolmo III, rey
de aquel país, que se había ena
morado de sus excelentes dotes, Lección VI
y durante los treinta años de su
"M ad a tan admirable como su
reinado contribuyó admirable
ardentísima caridad en favor
mente el bien de todo el reino
del prójimo, principalmente para
con sus obras de piedad y de
con los necesitados. No contenta
santidad.
con sostener con sus limosnas a
multitud de ellos, tenía por cos
Lección V tumbre proporcionar comida fco-
dos los días a trescientos, y el
C n medio de las delicias de la desempeñar de rodillas los ofi
corte, castigaba su cuerpo cios de sirvienta de los pobres,
con maceraciones y vigilias, y lavándoles los pies con sus reales
dedicaba gran parte de la no manos, curándoles las llagas y no
che a la oración. Además de los vacilando en besar sus mismas
otros ayunos que observaba en úlceras. No sólo sacrificó sus ves
diversas circunstancias, acostum tidos reales y sus preciosas al
braba ayunar cuarenta días an hajas a estas obras y a otros pia
tes de las fiestas de Navidad con dosos dispendios, sino que más de
tanto rigor, que ni en medio de una vez llegó a agotar el erario
los más vivos sufrimientos omi público. Finalmente, después de
tió esta práctica. Amantísima del haber sufrido acerbísimos dolo
culto divino, construyó muchos res, con admirable paciencia, pu
templos y monasterios y restauró rificada su alma por medio año
algunos, enriqueciéndolos con ob- de enfermedad, la entregó a
tos preciosos y pingües rentas. su Autor el día diez de Junio.
Consiguió que con su ejemplo el En aquel momento, su rostro,
rey su esposo mejorara de con afeado por la larga enfermedad,
ducta y practicara obras seme por la flaqueza y la palidez, se
jantes a las suyas. A todos sus rejuveneció con una hermosura
hijos los educó con tanta santi extraordinaria. Resplandeció aún
dad y acierto, que la mayor par después de su muerte, con admi
te de ellos, a ejemplo de san rables prodigios. La autoridad de
ta Agueda y su hermana Cris Clemente X la declaró Patrona
tina, abrazaron el género de vi de Escocia, y es venerada muy
da más santo. Además llena dt religiosamente en todo el munda
incansable solicitud para la feli
En el I I I N octurno, se lee 1» Ho
cidad de todo el reino, libró a m ilía sibre el E van gelio: E s semejante
sus moradores de los vicios que el reino, del Común de santas M uje
insensiblemente se habían intro res. pág. 837. .
Las V ísp e ra s del O ficio siguiente con
ducido entre ellos y les redujo a Conmemoración del precedente.
D e los H echos de los
San Bernabé
A pó sto les
Apóstol
Doble m ayor
Lección I Cap. 13, 43-47
Todo se toma del Com ún de A p ó s
toles en Tiempo P ascu al, pág. 750, el auditorio, mu
e s p e d id o
menos lo que sigu e: . . los prosélitos temerosos
A n t . d e l M a g n i j . — Una luz chos de los judíos y de
perpetua iluminará, Señor, a de Dios, siguieron a Pablo y a
vuestros santos* y vivirán por Bernabé, los cuales les exhortaban
toda la eternidad, aleluya. a perseverar en"¡ la gracia de
Dios. El sábado siguiente casL
Oración toda la ciudad concurrió a oír*
la palabra de Dios. Pero los ju
f)H Dios, que nos dais un mo díos, viendo tanto concurso, se
tivo de alegría en los méri llenaron de envidia, y contrade
tos y la intercesión del bien cían con blasfemias a todo lo
aventurado B e r n a b é , vuestro que Pablo predicaba. Entonces
Apóstol: concedednos propicio, Pablo y Bernabé, con gran ente
que cuantos os pedimos por él reza les dijeron: A vosotros debía
vuestros beneficios, los consiga ser primeramente anunciada la
mos por el don de vuestra gra palabra de Dios; mas ya que la
cia. Por nuestro Señor. rechazáis, y os juzgáis vosotros
Conmemoración del Oficio precedente: mismos indignos de la vida eter
A n t .— Abrió su mano para so na, de hoy en adelante nos va
correr al mendigo, y sus brazos mos a predicar a los gentiles
para amparar al necesitado, y que así nos lo tiene ordenado el
no comió ociosa el pan, aleluya. Señor, diciendo: “ Y o te puse por
y . Derramada está la gra lumbrera de las naciones, para
cia en tus labios, aleluya. 1$. Por que seas la salvación de todas
esto, Dios te ha bendecido para hasta el cabo del mundo”. .
siempre, aleluya. ,
Lección II , Cap. 13, 48-52
Oración
Q íd o ésto por los gentiles se
Q h Dios, que hicisteis de la regocijaban, ' y glorificaban
bienaventurada Margarita un la palabra de Dios, y creyeron
ejemplo insigne de caridad para todos los que estaban predestina
con los pobres: concedednos que dos para la vida eterna. Así la
por su intercesión y ejemplo, palabra de Dios se esparcía por
constantemente se aumente vues todo aquel país. Los judíos, em
tra caridad en nuestros corazones.- pero, instigaron a varias muje
Por nuestro Señor. • . res' devotas y de distinción, y a
los hombres principales de la en gran manera, y las exhortó a
ciudkd, y levantaron una per perseverar en la fe. Sus exhor
secución contra Pablo y Berna taciones tuvieron' much<^ éxito,
bé, y los echaron de su territo ya que todos le tenían por un
rio. Pero éstos, sacudiendo con hombre bueno y lleno del Espí
tra ellos el polvo de sus pies, se ritu Santo.
fueron a Iconio. Y los discí
pulos estaban llenos de gozo y Lección V
del Espíritu Santo.
partido de allí a Tar
I -I a b ie n d o
Salmos Graduales
*- *
esperanza sino sólo en tu miseri las penas que atormentan a los
cordia. Por Cristo, Señor nues condenados. Ríndasete el malva
tro. f j. Amén. do Satanás con toda su cuadrilla,
Oración y al pasar por delante de él.
acompañado de ángeles, tiemble
J ^ n c o m i é n d o t e , carísimo herma
el miserable, y retírese temeroso
no (o carísima hermana), al
a las tinieblas lóbregas de su os
Dios Omnipotente, y te confío a
cura morada. Levántese Dios en
las manos de aquél cuya criatu
tu favor, y desbaratados los en :-
ra eres, para que, después de pa
migos que te aborrecen, huyan
gar con la muerte la deuda co
de su presencia. Desháganse co
mún a toda la humanidad, vuel
vas a tu Creador que te formó mo el humo en el aire y como ia
del barro de la tierra. Cuando cera en el fuego, los rebeldes y
saliere tu alma de tu cueipo, qui; malditos demonios; y los justos
te salga a recibir el ejército luci alegres y regocijados contigo, se
do de santos Angeles para acom sienten seguramente a la mesa
pañarte, defenderte y festejarte. de Dios. Confúndanse y retíren
El glorioso colegio de santos se afrentados los ejércitos infer
Apóstoles te favorezca, siendo nales, y los ministros de Satanás
jueces asesores de tu causa. Las no se atrevan a impedir tu ca
triunfadoras legiones de los in mino para el cielo. Líbrete del
vencibles Mártires salgan a tu infierno Cristo, que por ti fué
encuentro. Circúndete la lilial crucificado; líbrete de la muerte
multitud de los rutilantes Con eterna Cristo, que por ti dió su
fesores. Los coros de las santas vida. Póngate Cristo, Hijo de
Vírgenes alegres y regocijadas te Dios vivo, en las praderas y flo
reciban y agasajen. Que disfrutes restas del Paraíso, que nunca se
en el seno glorioso de los bien secan ni marchitan. Dígnese este
aventurados Patriarcas del dicho verdadero Pastor reconocerte por
so abrazo del eterno descanso. oveja de su rebaño. El te ab
Que san José, patrón de los mo suelva de todos tus pecados, y
ribundos, levante tu ánimo en te coloque a su derecha al la
alas de las más sublimes espe do de los escogidos y predesti
ranzas. Que la santísima Virgen nados. Hágate Dios tan dichoso
María, Madre de Dios vuelva que veas a tu Redentor cara a
dulcemente a ti sus ojos miseri cara, y que asistiendo siempic
cordiosos. Mansa, piadosa, apa a su presencia, conozcas con
cible, se te presente la cara de bienaventurados ojos la verdad
nuestm Señor Jesucristo, y él manifiesta de su Divinidad, y
te dé lugar entre los que para en compañía de los corte
siempre asisten en su presencia. sanos del cielo, goces de las dul
Nunca llegues a experimentar el zuras eternas de su contempla
horror de las tinieblas eternas, ni ción por todos los siglos de los
los estallidos de sus llamas, ni siglos. B - Amén.
Oración Líbrala, Señor, como libraste
a David de las manos del rey
D e c ib e , Señor, e l alma de tu Saúl y del gigante Goliat. 1$.
siervo (o sierva) I;. en el lu Amén.
gar de la salud eterna que sólo Líbrala, Señor, como libraste
de tu misericordia puede espe a san Pedro y san Pablo de las
rar. . Amén. cárceles y prisiones. R . Amén.
Líbrala, Señor, de todos los Y como libraste a santa Tecla,
peligros del infierno y de los la Virgen y Mártir gloriosísima, de
zos de sus penas y de las demás tres atrocísimos tormentos, así
tribulaciones que en esta hora se Señor, libra el alma de este tu
le pueden ofrecer. R . Amén. siervo, y haz que goce de ti y
Líbrala, Señor, como libraste contigo de los bienes celestiales.
a Enoc y a Elias de la muerte 1^. Amén.
universal del mundo. I>. Amén.
Líbrala, Señor, como libraste a
Oración
Noé de las aguas del diluvio.
I}. Amén. C eñ o r mío Jesucristo. Salva
Líbrala, Señor, como libraste dor del mundo, te recomen
a Abrahán de las hogueras e in damos el alma de este tu siervo
cendios de los caldeos. 1^. Amén. y te pedimos y suplicamos que,
Líbrala,* Señor, como libraste pues descendiste del cielo a la
a Job de sus trabajes y calami tierra por amor de ella, movido
dades. I£. Amén. de tu gran misericordia, no te
Líbrala, Señor, como libraste desdeñes de ponerla y colocarla
a Isaac del sacrificio y de las en el seno de los Patriarcas. R e
manos y cuchillo de su padre conoce, Señor, esta tu criatura
Abrahán. 3 ■Amén. que recibió su ser, no de dioses
Líbrala, Señor, como libraste ajenos, sino de ti sólo, que eres
a Lot de Sodoma y de sus llamas. Dios vivo y verdadero, sin que
1^. Amén. haya otro que merezca este nom
Líbrala, Señor, como libraste bre más que tú, Dios uno y tri
a Moisés de las manos de Fa no, Señor y Padre de todo lo
raón, rey de Egipto. I£. Amén. existente. Alegra, Señor, esta al
Líbrala, Señor, como libraste ma con tu vista, sin acordare
a Daniel del lago de los leones. de sus maldades pasadas ni de
]£. Amén. las embriagueces y pasiones que
Líbrala, Señor* como libras despertó en ella el espíritu y a r
te a los tres mozos del horno dor de sus desordenados apeti
de Babilonia y de las manos de tos; porque, aunque haya peca
aquel malvado rey. . Amén. do, no negó ni al Padre, ni al
Líbrala, Señor, como libraste Hijo, ni al Espíritu Santo, sino
Susana del falso testimonio. que lo creyó como Dios trino y
Amén. ^ uno, y tuvo celo de su honra, y
los adoró y reverenció firme por los merecimientos de nues
mente como a Creador suyo y tro Señor Jesucristo, que con el
de todas las cosas. Padre y el Espíritu Santo vive y
reina por los siglos de los siglos.
Oracióa I£. Amén.
rogamos Señor, que no es Oración
acordéis de los delitos y la
^ T n c o m ie n d e clementísima
errores de la juventud de este Virgen María, Madre de
vuestro siervo1; antes bien ins Dios y piadosísima consoladora
pirándoos sólo en vuestra cle de los afligidos, el alma de su
mencia y misericordia, acordaos siervo (o sierva) N. a su divino
de él para hacerle partícipe de
Hijo; a fin de que, gracias a su
la luz inaccesible de vuestra cla
maternal protección, no tema los
ridad. Abransele los cielos v
terrores de la muerte, sino que
muéstrensele los Angeles alegres
i)cgue gozosamente en su compa
y risueños; y Vos, Señor, admi
ñía a la suspirada mansión de la
tidle en vuestro reino. Recíbale
patria celestial. Amén.
el Arcángel de Dios, san Miguel,
que mereció ser príncipe de la Oracióa
milicia celestial. Sálganle a re A Vos recurro, oh san José,
cibir los santos Angeles de Dios, Fatrón de los moribundos,
y llévenlo a aquella santa ciudad que os visteis asistido en vuestro
de la celestial Jerusalén. Acójale feliz tránsito por la presencia y
el bienaventurado Pedro Aposto!, los cuidados de Jesús y de Ma
a quien fueron confiadas las lla ría. Por estas dos amadísimas
ves del reino de los cielos. Ayú
prendas de vuestro corazón, os
dele san Pablo, que mereció ser encomiendo encarecidamente el
vaso de elección del Señor. Inter
alma de este siervo (o sierva) de
ceda por él san Juan Evangelis
Dios, que se halla en su última
ta, el Apóstol que fué objeto de
agonía, para que se vea libre,
la divina predilección, y a quien
por vuestra protección, de las
se maniñestaron los secretos ce
asechanzas del diablo y de la
lestiales. .Rueguen por él todos
muerte eterna, y merezca alcan
los demás apóstoles, a quienes
zar los goces perdurables. Por el
dió el Señor potestad de atar y
mismo Jesucristo, nuestro Señor.
desatar. Sean sus abogados to
1£. Amén.
dos los Santos y escogidos de S i duran aún la i ansias de la ago
Dios que en este mundo pade nia, díganse el Salmo 1 17 (pág. 60),
y el Salm o 118 (pkg. 63 y siguientes)
cieron tormentos por Jesucristo, distribuido entre las H oras menores de
para que, libre este vuestro sier la Dominica.
vo de la cárcel del cuerpo, me Cuando el enferm o está a punto de
exp irar, diga si puede, o si no, diga por
rezca llegar a la gloria del cielo ¿1 en voz alta el sacerdote que le asis-
F ó r m u l a p a r a a p l i c a r la i n d u l g e n c i a
p l e n a r i a en la h o r a d e la m u e r t e
u e stro auxilio está en el de los pecados de vuestro siervo
nombre del Señor. IJ. El (vuestra sierva), ni os venguéis
cual hizo el cielo y la tierra. de los mismos.
A n t . — No os acordéis, Señor, Señor, tened piedad de nos
otros. Jesucristo, tened piedad de JsJtfESTRO Señor Jesucristo, Hi
nosotros. Señor, tened piedad de jo de Dios vivo que con
nosotros. cedió a su bienaventurado Após
Padre nuestro, e n s e c r e t o h a s t a tol Pedro la potestad de atar y
y . Y no nos dejes caer en desatar, por su piadosísima mise
la tentación. JJ. Mas líbranos ricordia reciba tu confesión, y te
de mal. devuelva aquella primera vesti
y . Salvad a vuestro siervo dura que en el bautismo recibis
(vuestra sierva). Que espera, te. Y yo, según la facultad que
oh DJios mío, en Vos. me ha sido otorgada por la Se
y . Señor, oíd mi oración de apostólica, te concedo indul
Y mi plegaria llegue a Vos. gencia plenaria y el perdón de
y . El Señor sea con vos todos tus pecados. En el nombre
otros. R . Y con tu espíritu. del Padre, f y del Hijo, y del
Espíritu Santo. I£. Amén.
Por los sacrosantos misterios
- Oración de la redención humana, el om
nipotente Dios te perdone todas
las penas de la vida presente y
O k clementísimo Dios. Padre futura, te abra las puertas del
de las misericordias y Dior paraíso y te conduzca a los goces
de toda consolación, que nadie eternos. 1^. Así sea.
de cuantos en Vos creen y espe Bendígate el omnipotente
ran queréis que se pierda: según Dios, Padre, f Hijo, y Espíritu
la multitud de vuestras miseri Santo. U . Amén.
cordias mirad propicio a vues
S i el enferm o estuviere tan próximo
tro siervo N. (a vuestra sier a la m uerte, que no hubiere tiempo
va N.) a quien os recomiendan para hacer la Confesión general ni pa
ra rezar las preces M isereátur e Ind u l
su verdadera fe y esperanza cris gentiam, el Sacerdote inmediatamente
tiana. Visitadle (la) para salvar dará la bendición diciendo: Nuestra
Señor Jesucristo, etc., ut supra.
le, y por la pasión y muerte de Si la m uirte es inminente, diga:
vuestro Unigénito, concededle
la remisión y el perdón de todos Yo, en virtud de la facultad
sus delitos, de tal suerte que su que la Sede Apostólica me ha
alma en la hora de su muerte otorgado, te concedo indulgen
halle en Vos un juez propicio, y cia plenaria y el perdón de to
purificada de íoda mancha en la dos tus pecados. En nombre del
sangre de este mismo Hijo vues Padre, f y del Hijo, y del Es
tro, merezca entrar en la vida píritu Santo.
eterna. Por el mismo Cristo Se 1$. Amén.
ñor nuestro. I£. Así sea. Por los sacrosantos misterios
Seguidam ente, rezadoi el Confitear
etc., u t s u p r a .
por uno de los C lérigos asistentes, diga Bendígate, etc., u t s u p r a .
el Sacerdote M isereátur e Indulgen
tiam, y después: En caso de necesidad, basta decir:
I . Brev. 90
Yo, en virtud de la facultad nombre del Padre, f y del H ijo,
que la Sede Apostólica me ha y del Espíritu Santo. I£. Amén
otorgado, te concedo indulgen Cuando esta bendición apostólica se
cia plenaria y el perdón de todos da a varios enferm os juntos, se dice
todo tina sola vez, pero cambiando el
tus pecados, y te bendigo. En singular por el plural.
B e n d i c i ó n d e la m e s a
En la E p ifa n ía y d u r a n te to d a E n e l V ie r n es S anto
su O ct a v a S e practica lo mismo que en el
Jueves Santo, con la d iferencia que si
y . Los reyes de Tarsis y de gue:
las islas ofrecerán dones, aleluya. y . Cristo por nosotros se
Los reyes de Arabia y de hizo obediente hasta la muerte,
Sabá presentarán ofrendas, ale y muerte de cruz.
luya.
E n e l S ábado S an to
Todo S acerdote * por concesión del P apa León X I I I hecha el día 20 de Diciem
b re de 1884, puede gan ar:
1.° U n a indulgencia de un año, si antes de la celebración de la M isa, des
pués de haber recitado los Salm os 83, 84, 85, 115 y 129 con la siguiente A n tí
fona, V ersícu lo s y O raciones, reza adem ás en el día correspondiente una de las
siete O racion es de san Am brosio.
2.° U n a indulgencia de un año, si después de haber celebrado la M isa,
dicho el Cántico de loó tres jóven es y el "Salm o 150 con la adjunta A n tífon a.
V ersícu lo s y O raciones, reza la O ración de santo Tom ás de A quino Gracias os
doy, y la de san B uenaven tura, Traspasad.
- * N o sólo los- sacerdotes, sino tam bién los simples fieles hallarán en estas
preces’ las fórm u las más recomendables para la preparación y acción de gracias
de la sagrada Comunión,
bitan en vuestra casa; * por si otros. Jesucristo, tened piedad de
glos sin ñn os alabarán. nosotros. Señor, tened piedad de
Bienaventurado el varón que nosotros.
de Vos tiene el auxilio; * están Padrenuestro, en secreto hasta
en su corazón vuestros caminos, y . Y no nos dejes caer en
en este valle de lágrimas, en lu la tentación. I£. Mas líbranos
gar apetecido. de mal.
Porque el legislador le bende y . Y o dije: Señor, compa
cirá; irá haciéndose más fuerte deceos de mí.
de día en día, * hasta llegar a 1$. Salvad mi alma, pues he
ver al Dios de los dioses en la pecado contra Vos.
celestial Sión. y . Indinaos, Señor, hacia
Sénior, Dios infinitamente nosotros.
fuerte, oíd mi oración; * con 1$. Y sed propicio a vuestros
ceded mi petición, Dios de Ja siervos.
cob. y . Venga a nosotros, Señor,
¡Oh Dios, protector nuestro! vuestra misericordia. Según
* volved los ojos al rostro de! hemos esperado en Vos.
que ungisteis por R ey de vuestro y . Revístanse de justicia
pueblo. vuestros sacerdotes. Y vu es
Porque vale más que mil, * tros Santos se regocijen.
un día pasado en vuestros atrios. y . Purificadme, Señor, de
Prefiero ser el último en la mis pecados ocultos. I£. Y per
casa del Señor, * antes que habi donad a vuestro siervo los a je
tar en los palacios de los peca nos.
dores. y . Señor, oíd mi oración.
Porqué ama Dios la miseri 1^. Y mi plegaria llegue a
cordia y la verdad; * él dará Vos.
la gracia y la gloria. y . El Señor sea con vos
otros.
No negará el Señor los bienes
Jy. Y con tu espíritu.
a los que viven sin culpa; *
bienaventurado es, oh Señor om
nipotente, el hombre que espera Oración
en Vos.
J nclinad , piadosísimo Dios, los
Gloria al Padre.
oídos de vuestra benignidad a
Salmos 84, pág. 194; 85, pág. 2 12 ;
115, pág. 103; 129, pág. 155. nuestras preces, e iluminad nues
D e sp u é s se re p ite : tro corazón con la gracia del Es-
A nt. — No os acordéis, Señor, páritu Santo, para que m ertzca-
de nuestros pecados, ni de los de mos administrar dignamente
nuestros padres, ni toméis ven vuestros misterios y amaros con
ganza de nuestras maldades. eterna caridad.
L u e g o se d ic e : r \ n Dios, a quien está patente
Señor, tened piedad de nos todo corazón, es manifiesta
toda voluntad, y conocéis todos L a u d ab lem en te se pueden a ñ a d ir la s
O ra cio n e s sigu ien te s.
los secretos; purificad los senti
mientos de nuestro corazón me O r a c ió n d e s a n A m b r o s io ,
diante la infusión del Espíritu O bispo
Santo, para q u e merezcamos
amaros perfectamente y alabaros 100 días de indulgencia. León X IIT,
como corresponde a vuestra dig 20 Diciembre 1884.
nidad.
P a ra el D om ingo
A b r a s a d , Señor, con el fuego
del Espíritu Santo nuestras Q u m o Sacerdote y verdadero
pasiones y nuestro corazón, para Pontífice Jesucristo, que os
que con el cuerpo casto os sir ofrecisteis a Dios Padre por hos
vamos y por la pureza de cora tia pura e inmaculada en el ara
zón os agrademos. de la cruz en favor de nosotros,
suplicamos, Señor, que el miserables y pecadores, y que
Espíritu Paráclito que pro nos disteis vuestra carne en co
cede de Vos ilumine nuestras mida y vuestra sangre en bebida,
mentes; y nos sugiera toda ver y ordenasteis este misterio en
dad, como prometió vuestro H i virtud del Espíritu Santo, dicien
jo. do: Cuantas veces celebraréis es
tos misterios, hacedlo en memo
rogamos, Señor, que nos ria mía; os ruego por esta mis
asista la virtud del Espíritu ma sangre, precio inmenso de
Santo; que purifique benigna nuestra salud, os ruego por aque
mente nuestros corazones, y nos lla admirable e inefable caridad
defienda de toda adversidad. con que os habéis dignado amar
nos a nosotros, miserables e in
O h Dios, que iluminasteis los
dignos, hasta el punto de lavar
corazones de vuestros fieles
nuestros pecados con vuestra san
con la ilustración del Espíritu
gre, que a mí, indigno siervo
Santo; concedednos que, con
vuestro, a quien, entre otros do
fortados* por este mismo E spíri
nes, no por mérito alguno de mi
tu, gustemos lo que es recto, y
parte, sino por vuestra sola mi
nos gocemos con su celestial con
sericordia, os habéis dignado ele
solación.
var al estado del sacerdocio (o
Q s suplicamos, Señor, que al bien, para los fieles: invitar al
visitarnos, purifiquéis nues convite eucarístico), me enseñéis
tras conciencias, para que v i a tratar tan excelente misterio con
niendo nuestro Señor Jesucristo aquel respeto y aquellos ho
halle en nosotros una morada nores, con aquella devoción y te
bien preparada. El cual con Vos mor que conviene y es necesario
vive y reina en la unidad del Es hacerlo. Enseñádmelo, os lo rue
píritu Santo, Dios, por todos los go, por vuestro Espíritu Santo.
siglos de los siglos. Amén. Haced, por vuestra grada, que
siempre crea y entienda, sienta tos mi cuerpo y mi alma. M orti
y profese firmemente, diga y ficad en mis miembros los estí
piense de tan grande sacramento, mulos sensuales y todos los mo
aquello que a Vos os place y con vimientos de las pasiones, y con
viene a mi alma. Entre de tal cededme la verdadera y perpe
manera vuestro espíritu tan bue tua castidad con los demás do
no en mi corazón, que deje oír nes vuestros, que en verdad os
su voz sin ruido y me enseñe in placen, para que pueda ofreceros
sensiblemente sus palabras que el sacrificio de alabanza (o bien,
contienen toda verdad. Vuestras pata los fieles, asistir al sacrifi
palabras son en gran manera pro cio de alabanza) con cuerpo cas
fundas, y las cubre un velo sa to y puro corazón. ¡Con cuánta
grado. Por vuestra gran cle contrición de corazón y abundan
mencia, concededme que celebre cia de lágrimas, con cuánta reve
el santo Sacrificio (o bien, para rencia y respeto, con cuánta cas
los simples fieles, que me acer tidad de cuerpo y pureza de alma
que a la sagrada mesa) con lim debe ser celebrado este divino
pio corazón y pura mente. L i y celestial sacrificio, en el que se
brad mi corazón de los pensa come verdaderamente vuestra
mientos inmundos y perversos, carne y se bebe verdaderamente
vanos y dañosos. Fortificadme vuestra sangre, en el que lo más
con la piadosa y segura guarda bajo se junta con lo más excelso,
y la vigilancia poderosísima da lo terreno con lo celestial; en
los bienaventurados Angeles, pa donde se hallan presentes los san
ra que los enemigos de todo bien tos Angeles; en donde Vos sois
sean confundidos. Por virtud de el sacrificio y sacerdote constitui
tan g:an misterio, y por el poder do de un modo admirable e ine
de vuestro santo Angel, apartad fable!
de mí y de todos vuestros siervos
Oración para el M artes
el durísimo espíritu ce soberbia
y de vanagloria, de envidia y u ié npodrá celebrar digna
blasfemia, de fornicación e in Q mente este misterio, si Vos,
mundicia, de duda y desconfian oh Dios omnipotente, no le hicie
za, Sean confundidos los que nos reis digno? Y a sé, Señor, lo sé
persiguen; perezcan los que se verdaderamente, y lo confieso a
esfuerzan en nuestra perdición. vuestra misericordia, que soy in
■* digno de acercarme a tan gran
Oración para el Lunes misterio por mis innumerables
1 ? ey de pureza y amante de la pecados e infinitas negligencias.
castidad e integridad, apa M as también sé, y lo creo firme
gad en mi carne, con el celestial mente con todo mi corazón y
rocío de vuestra bendición, el lo confieso con mis labios, que
ardor de 1# abrasadora sensua Vos podéis hacerme digno, Vos,
lidad, para que se conserven cas el único que podéis limpiar al;
que fué concebida en pecado, y bién, Señor, confiando en vues
hacer de los pecadores, justos y tra benignidad, las tribulaciones
santos. Os ruego, oh Dios mío, de los fieles, los peligros de lo¿
por esta vuestra omnipotencia, pueblos, los gemidos de los cau
me concedáis a mí, pecador, ce tivos, las miserias de los huér
lebrar (o asistir a) este sacrificio fanos, las necesidades de los pe-
con temor y temblor, con pureza íegrinos, la indigencia de los dé
de corazón y abundantes lágri biles, las angustias de los enfer
mas, con alegría de espíritu v mos, las debilidades de los an
gozo celestial. Experimente mi cianos, los suspiros de los jóve
alma la dulzura de vuestra dicho nes, los anhelos de las virgenes
sísima presencia y la protección y los lamentos de las viudas.
de vuestros santos Angeles que
me acompañen. Oración para el Jueves
*
aquel mismo con cuya vista os la misma inocencia, Cristo Je
alegrabais y os llenabais de todas sús, y la Virgen de las vírgenes,
las delicias. Os lo presento, lleno M aría; os suplico y conjuro por
de humildad y ternura, y lo ofrez este doble depósito que os fué
co a vuestros brazos para estre confiado, Jesús y María, que, l i
charlo, a vuestro corazón para bre mi alma de toda mancha,
amarlo, y a la Santísima Trini pueda, conservando puros el es
dad en supremo culto de adora píritu, el corazón y los sentidos,
ción, para vuestro honor y glo servir a Jesús y María con cas
ria, y por mis necesidades y las tidad perfecta. Amén.
de todo el mundo. Os suplico,
piadosísima Madre, que me ob Oración al Santo en cuyo honor
tengáis el perdón de todos mis se ha celebrado la Misa
pecados y abundancia de gracias
100 días de indulgencia, una vez U
para servirle en adelante con día. Benito X V , 16 noviembre 1917.
m ayor fidelidad, y por último, la O h; san N., en cuyo honor he
gracia de la perseverancia final, ofrecido el incruento sacri
para que os pueda alabar por los ficio del cuerpo y sangre de Cris
siglos de los siglos. Así sea. to, haced con vuestra poderosa
intercesión delante de Dios, que
Oración a san José con el uso de este misterio, con
100 días de indulgencias una vez al siga los méritos de la pasión y
día. P ío I X , 4 de febrero de 1877. muerte del mismo Cristo Salva
(~ ) h san José, custodio y padre dor nuestro, y con su frecuencia,
de seres virginales, a cuya crezca continuamente el efecto
fiel guarda estuvo encomendada de mi salud. Así sea.
Erratas más importantes
1 47 28 91 49 n 139
2 47 29 88 50 59
3 48 30 i 98 51 147
4 77 30 i i • 99 52 147
5 90 30 n i 99 53 62
6 105 31 100 54 i 148
7 i 106 32 i 101 54 n 149
7 ii 107 32 i i 101 55 150
8 49 33 i 157 56 150
9 i 50 33 i i 157 57 151
9 ii 51 34 i 108 58 i 152
9 in 52 34 n 109 58 ii 152
9 iv 53 3'4 n i 109 59 153
10 53 35 168 60 158
11 131 36 i 110 61 159
12 131 36 n 111 62 55
13 81 36 n i 112 63 224
14 82 37 i 113 64 141
15 132 37 n 114 65 i 160
16 82 38 114 65 ii 161
17 i 83 39 i 122 66 117
17 i i 84 39 n 123 67 i 162
17 n i 85 39 n i 123 67 ii 162
18 i 95 40 124 67 n i 163
18 i i 96 41 i • 124 68 i 164
19 86 41 ii 125 68 ii 165
20' 87 42 116 68 n i 166
21 i 199 43 i 126 69 182
21 ii 200 43 I I 126 70 i 183
22 173 43 n i 126 70 n 184
23 95 44 i 134 71 i 173
24 i 121 44 I I 134 71 n 173
24 ii 121 .45 • , 135 72 i 174
24 n i 122 " 46 ‘ 89 72 n 175
25 ' 146 47 136 72 m 175
26 j 96 48 i ‘ . 137’ 73 i • - ,• 176
2é i i 97 48 n ’ , '1 3 7 73 n \ 177
97 49 i 138 73 n i • 1 77
2? r
Salm os P ágs. | Salm o s P ágs. Sa lm o s P ágs.
*
Pág3 | P ifts .
P ág*.
Introducción ................................................................................. 1
Documentos pontificios .......................................................... xxn
El año y sus partes ............ ..................................................... xxvn
Tabla Pascual antigua reformada ...................................... xxxrx
Tabla Pascual nueva reformada .......................................... .x l
Calendario ............................................ ...................................... x l iv
Rúbricas generales delBreviario ............................................ lv
Adiciones y variaciones en las Rúbricas del Breviario ... c
Dos tablas sacadas de las Rúbricas generales del Breviario c x ii
Ordenación del Oficiodivino ................................................. c x x v iií
Locuciones latinas citadasen las Rúbricas ......................... cxxxm
O r d in a r io d el O fic io d iv in o
S a lt e r io d e l B r e v ia r io R o m a n o
Domingo .................................................................................................... 45
Feria Segunda ..................................................................................... 80
— Tercera ............................................................. w............................... 108
— Cuarta ................................................................................................. 133
— Quinta ................................. ............................i................................. 157
— Sexta .................................................................................................. 185
Sábado ....................................................................................................... 214
P ro p io d e T ie m p o .
Com ún d e S a n to s
TRADUCIDA Y ANOTADA
PO R
Dom A L F O N S O M .a GUBIANAS, o. s. b.
MONJE DE LA A B A D Í A DE M O N T S E R R A T
ILUSTRACIONES DE
H. A. M U N N É Y B. GILI ROIG
VOLUMEN I
DE A D V I E N T O A PENTECOSTÉS
E D I T O R I A L L I T U R GI C A E S P A Ñ OL A , S. A.
C o r t e s , 581. — B arcelona
m c m x x x v i
SltilL OBSTAT
Censor
Remigius Aixelá, O. S B.
5 . Th. Dr.
S u b l a c i , 27 N o v e m b r is 1935
IMPRIMATUR
D. M a u r u s E t c h e v e r r y , O . S - B .
Abb. Gér.
D. P a u l u s V a n C a e t e r , O . S . B.
Cons a Secr.
L ICE N C IA D EL O R D IN frfclO
P o r m a n d a to de S. E. R v m a
Dr. R a m ó n B a u c e l l s S e r r a
Canc. Serio.
O f ic io d e la n o c h e
O f ic io d e l d ía
/. B r e v . 2_____________________________________________________________
Inde per Augustum retinet Sapientiae scutum.
P er totum mensem Sapiens Salomon tenet ensem.
Cantat September Iob, Tobiam , Judit, Esther
Octobri mense M achabaea trophaea recense. ^
Isti E z e c h ie l, Daniel durabunt mense Novem bri
Postea tu repetes bis sex in fine P rophetas1.
1. H e a h í p o r e s t e e s c r i t o q u é e s lo q u e s e h a d : l e e r y c u á n d o . E l A d
v i e n t o p id e q u e s e l e a n la s p r o f e c í a s d e I s a í a s . D e s p u é s d e la s a n t a N a v i d a d ,
s e r e c i t a n la s le c c i o n e s d e s a n P a b lo . D u r a n te S e p tu a g é s im a y la C u a r e s m a
n o s p r o p o n e lo s c in c o li b r o s d e M o i s é s . E l t ie m p o d e l a P a s i ó n d e C r i s t o e x i
g e lo s e s c r i t o s d e J e r e m í a s . D e s p u é s d e P a s c u a s e h a d e l e e r e l li b r o d e lo s
H ech os, y lu e g o e l A p o c a l i p s i s y la s C a rta s C a n ó n ic a s . D esp u és de P e n te
c o s t é s , e l li b r o d e lo s R e y e s s e n o s p r o p o n e c o n t r a n u e s t r o s e n e m ig o s . E l m e s
d e A g o s t o f a c i l i t a e l li b r o d e la S a b i d u r í a c o m o e s c u d o . P o r to d o e l m e s el
s a b io S a l o m ó n s o s t i e n e la e s p a d a . S e p tie m b r e c a n ta a J ob , T o b ía s , J u d it y
^ m e s d e O c t u b r e n o s r e c u e r d a la s v i c t o r i a s d e lo s M a c a b e o s . Y en
N o v i e m b r e se le e r á n E z e q u i e l , D a n i e l , y l u e g o lo s d o c e P r o f e t a s m enores.
Los responsorios del primer domingo de Cuaresma están for
mados por textos de los profetas que nos invitan a la pe
el último responsorio es del salmo 90 mencionado en el Evangelio
de este domingo.
Durante las Ferias de Cuaresma las lecciones consisten en una
homilía del Evangelio de la Misa. Su finalidad es la de preparar los
catecúmenos para la vida nueva que recibirán en el bautismo, y
de disponer los pecadores a la penitencia. A este mismo fin tienden
las capitulas, las 'oraciones, en una palabra, toda la parte propia de
la liturgia de este tiempo.
En el tiempo de Pasión las lecturas de la Escritura son del pro
feta Jeremías, o sea de aquel profeta que con más claridad, con
más elocuencia y con más sentimiento predijo los sufrimientos del
Salvador..
E l Oficio divino del día de Pascua nos propone las palabras de
san Pablo a los Colosenses, en las que explica los frutos de la re
surrección de Cristo. Durante su octava se lee en cada día una ho
milía sobre las diversas apariciones de Cristo resucitado, de que
se hace mención en el Evangelio de la Misa. Los responsorios
ofrecen un hermoso contraste entre el mismo Evangelio y las pro
fecías que anunciaban el triunfo del león de la tribu de Judá.
El lunes de Cuasimodo empieza la lectura del libro de los Hechos
de los Apóstoles, en el cual se exponen los frutos de la resurrec
ción en el principio de la Iglesia y el fervor de los primeros cris
tianos. Las lecciones de este libro se prolongan durante dos semanas,
y van acompañadas de los responsorios de la octava de Pascua. Du
rante los domingos tercero y cuarto de Pascua se lee el libro del
Apocalipsis de san Juan, maravillosa revelación del reino que Jesús
adquirió y en el cual ha entrado mediante su Ascensión. Los respon
sorios son del mismo libro y manifiestan los ardientes anhelos que
los desterrados sienten por la patria eterna.
En las tres semanas que preceden a Pentecostés tiene lugar la
lectura de las Epístolas llamadas Católicas, de Santiago, san Pedro,
san Juan y san Judas, las cuales constituyen un homenaje al
Salvador resucitado y al poder maravilloso de su gracia. Van acom
pañadas de los responsorios sacados de aquellos salmos en que
se hace alusión a la cautividad de Babilonia. A estas dominicas sigue
la gran solemnidad de Pentecostés con su octava, y durante estos
días leemos las lecciones de las homilías relativas a los Evangelios
de la Misa. Los responsorios proceden del libro de los Hechos, en el
cual se describe el misterio de la venida del Espíritu Santo que se lee
en la Epístola de la Misa.
En el ciclo del tiempo después de Pentecostés, se leen en sus prime
ras semanas los libros de los Reyes, en los que las perso-
nas consagradas al servicio de Dios hallan modelos relacionados
con su vocación, tales como Samuel, levita según el corazón de
Dios; Saúl, escogido en un principio por sus excelentes cualidades,
y después rechazado a causa de su orgullo e ingratitud; D avid, pas
tor a la vez de rebaños y de pueblos, perseguido y victorioso, pe
cador y penitente; Salomón, sabio y fiel en su juventud, seducido
y culpable en sus últimos años. En los dos últimos libros de los
Reyes que nos refieren la separación de los dos reinos y contienen re
latos amargos, podemos ver una alusión a los cismas y a las here
jías, más funestas a la Iglesia que los mismos martirios de los
perseguidores. Los responsorios que acompañan estas lecturas ofre
cen extractos de los relatos más emocionantes, tales como la muerte
trágica de Saúl, la vocación de D avid, su pecado y penitencia, etc.
En el mes de Agosto se proponen, para fortalecer la fe y esforzar
la caridad del lector, los libros sapienciales de los Proverbios,
Eclesiastés, Sabiduría y Eclesiástico. Los responsorios están tom a
dos de los mismos libros y tienden al mismo fin.
Las historias de Job, de Tobías, de Judit y de Ester, como m o
delos de paciencia, de justicia y de templanza, se proponen en el
mes de Septiembre.
Durante el mes de Octubre, los libros de los M acabeos recuerdan
que la vida presente es una lucha continuada contra nuestros ene
migos, y que sólo Dios es quien sostiene a los que combaten.
Por último, el mes de Noviem bre está reservado a la lectura de
Ezequiel, Daniel y los doce profetas menores. M ediante sus oráculos,
las almas cristianas son esforzadas y consoladas como lo fueron
los judíos en su expectación del Mesías. Los responsorios están fo r
mados por las palabras de estos diversos libros, los que nos
son propuestos a fin de que leamos por lo menos una vez cada año
los pasajes más notables de las Sagradas Escrituras.
Por lo mismo que la Sagrada Escritura constituye, después del
convite eucarístico, el manjar más sólido, nutritivo y agradable
para las almas, la santa Iglesia ha querido que su libro de la ple
garia propusiera anualmente a sus hijos aquellas enseñanzas que
más necesitan para la vida cristiana y para mantener vivo el re
cuerdo de los misterios más principales de nuestra sagrada religión.
Cada una de estas enseñanzas, cada uno de estos misterios recor
dados oportunamente en los Libros Santos, será una nueva luz
para el alma y un nuevo estímulo que la ayudarán poderosamente
en su labor constante para conseguir su unión con D ios, anhelo
supremo de la sagrada liturgia e ideal el más sublime de la vida
cristiana, al propio tiempo que su meditación servirá para m ante
ner muy alejíSo el corazón del amor desordenado de cuanto podría
apartarlo del Sumo Bien.
Las cuatro Témporas nos proponen para lectura una homilía so
bre el Evangelio de la Misa propia de cada uno de estos días.
El orden de las lecturas de los libros sagrados en el Oficio divino,
puede reducirse al esquema siguiente:
A d v ie n t o I s a ía s ¡ T o b ía s
o." s e m a n a d e
D e N a v id a d a iE p ís t o la s d e S e p b r e . a 1.a L ib r o s I J u d it
S e p tu a g é s im a I S a n P a b lo DE N o VBRE. h is t ó r ic o s | E ste r
S e p t u a g é s im a
> M acabeos
G é n e s is
C u aresm a
| E z e q u ie l
A c t o s d e lo s A p ó s t o le s
T ie m p o
( A p o c a lip s is
D a n ie l.
O seas
pascual - E p í s t o l a d e S a n t ia g o J o el
I E p ís t o la d e S . P e d r o A m os
\ E p ís t o la d e S . J u a n L ib r o s A b d ía s
De N o v ie m b r e
p r o f é t ic o s Jonás
P e n te c o s té s ib r o s de lo s R eyes. M iq u e a s
a A g o sto
1 N ahum
, P a r á b o la s H abacuc
1 .a se m a n a de S o f o n ía s
J I L i b r o s I E c le s i a s t é s
A g o sto a la A geo
' I s a p ie n c ia le s \ S a b i d u r í a
3 .a d e S e p b r e E c le s i á s t i c o Z a c a r ía s
Job . ! M a la q u ía s
D om A lfonso M .a G u b ia n a s , O. S. B,
S u p e r io r del M o n a s te rio del M i r a c le
❖
¡
1ú i
DOCUMENTOS PONTIFICIOS
R E SU M E N D E L A B U LA “ QUOD A N O B IS ” , D E PIO V
s del todo manifiesto que los Salmos, escritos por divina ins
piración, y cuya colección forma parte del conjunto de las
Sagradas Escrituras, no sólo sirvieron en gran manera con
eficacia admirable desde los primeros tiempos de la Iglesia para
fomentar la piedad de los fieles que ofrecían “ hostia de perpetua
alabanza a Dios, esto es, fruto de labios que confiesan su nombre” 1,
sino que, conformándose con la costumbre practicada ya en la
antigua Ley, formaron parte principal de la sagrada Liturgia y del
divino Oficio. D e aquí que aquella “ voz genuina de la Iglesia”2 de
que habla san Basilio, y aquella salmodia “ hija — según Nuestro
predecesor Urbano V I I I 3 — de la himnodia que se canta asiduamen
te ante el trono de D,ios y del Cordero” , en la cual los que se
han consagrado al culto divino deben, en primer término, "aprender
“ cómo se haya de alabar a Dios y con qué palabras se pueda
convenientemente confesarle”4. Hermosamente lo dice san Agustín:
“ Para que el hombre alabe a Dios dignamente, Dios mismo se
alabó; y, por haberse Dios dignado alabarse a sí mismo, puede ha
llar el hombre el modo de alabarle5” .
A esto se añade una cierta admirable eficacia, inherente a los
Salmos, para mover las almas a la práctica de todas las virtudes.
Pues aunque “ toda nuestra Escritura, así la del antiguo como la
del nuevo Testamento, esté inspirada divinamente y sea útil a la
doctrina, como está escrito... pero el Libro de los Salmos, paraíso
que en sí contiene (los frutos) de los demás (libros), ofrece cánticos
especiales en que resuenan, al entonarlos, peculiares notas además
de las de aquéllos” . Del mismo san Atanasio6 son las palabras
siguientes: “ Paréceme que los Salmos son a modo de espejo para el
que los canta, ya que en ellos se contempla a sí propio y contempla
los movimientos de su ánimo, y por esta contemplación impresionado
los recita7” . Y san Agustín en las Confesiones dice: “ ¡Cuántas veces
lloré, profundamente conmovido, oyendo tus himnos y tus cánticos,
1. H ebr., X I I I , 15. 5. I n Psalm . 144, n. 1.
2. H om il. in P s. 1, n. 2. 6. E pist. cit., 2.
3. B u lla “ D ivinam psalm odiam ". 7. Op. cit., n. 12.
4. E p ist. in interp. Psalm . 10.
modulados dulcemente por la voz armoniosa de tu Iglesia! Aquella
voz penetraba en mis oídos y derramaba en mi corazón su verdad;
entonces el sentimiento piadoso se enardecía, y escapaban las lá
grimas de los ojos y me sentía feliz1” . Y , a la verdad, ¿a quién no
conmueven los frecuentes pasajes de los Salmos, que tan alto hablan
de la inmensa m ajestad de Dios, de la omnipotencia, de su inena
rrable justicia o de su bondad o de su clemencia y de las demás
infinitas perfecciones? ¿A quién no inspiran sentimientos semejantes
aquellas acciones de gracias por los beneficios recibidos de Dios y
aquellas humildes y confiadas plegarias por los que se esperan, o
aquellos gemidos del alm^a arrepentida de sus culpas? ¿A quién no
llena de admiración el Salterio cuando pregona los dones de la divina
misericordia al pueblo de Israel y a todo el linaje humano, y
cuando revela los dogmas de la celestial sabiduría? ¿A quién
no enciende en amor la imagen de Cristo Redentor, situada allí,
de propósito, en la penumbra, pero cuya voz oía san Agustín “ en
los Salmos, ya cantando, y a gimiendo, y a gozosa ante la esperanza
de lo futuro, ya triste ante la realidad presente?2” .
Con sobrada razón, pues, desde m uy antiguo se dispuso por los
decretos de los Rom anos Pontífices, por Cánones de Concilios y
leyes m onásticas, que los eclesiásticos de ambos cleros cantasen o
bien recitasen el Salterio íntegro cada semana. Y esta ley, conser
vada en la tradición, santamente la observaron nuestros predeceso
res san Pío V, Clem ente V I I I , Urbano V I I I , al revisar el Breviario
Romano. Por lo que aun ahora debería rezarse todo el Salterio cada
semana, si tal recitación, mudadas las circunstancias, no se im pi
diera frecuentemente.
Y porque en el curso del tiempo fué creciendo sin cesar entre los
fieles el número de los que, muertos en la paz del Señor, la Iglesia
incluye en el catálogo de los santos y propone al pueblo cristiano
como patronos y modelos de virtudes, por esto en honor de éstos
comenzaron a propagarse los Oficios de los Santos, y con ello insen
siblemente iban reduciéndose a silencio los Oficios de las Dom inicas
y Ferias, y relegándose al olvido no pocos Salmos que son, como
los demás, en frase de san Am brosio: “ bendición del pueblo, ala
banza a Dios, oración de los fieles, aplauso de todos, lenguaje uni
versal, voz de la Iglesia, armoniosa confesión de la fe, devoción llena
de autoridad, alegría de la libertad, clamor del júbilo, canto de la
alegría3” . Sobre esta omisión no escasearon quejas graves de v a
rones prudentes y piadosos, no sólo porque así se sustraían de
los consagrados por el Orden Sacro, tantos y tan idóneos medios
para alabar a D ios y para expresar los más íntimos sentimientos del
1. Lib. I X , c. 6. 3. E narrat, in P s . 1, n. 9.
2. l n P s . 42, n. 1.
alma, sino también porque se echaba de menos aquella deseable
variedad en la oración, tan a propósito para ayudar a nuestra fla
queza en la recitación digna, atenta y devota. Pues, como afirma
san Basilio, “ en la monotonía no sé qué sopor adormece al alma, que
estando presente está ausente; pero al cambiar y variar la salmodia
y el canto a cada hora, se renueva su fervor y la atención se resta
blece” 1.
No es de admirar, por lo tanto, que muchos Obispos de diversas
regiones del orbe elevasen preces a la Sede Apostólica, especial
mente en el Concilio Vaticano, pidiendo, entre otras cosas, que en
cuanto fuera posible se restaurase la costumbre antigua de recitar
todo el Salterio semanalmente; de tal forma, sin embargo, que no
se aumentase la carga al clero, ya que, disminuido el número de los
operarios en la viña del ministerio sagrado, más ruda que otras ve
ces es ahora su labor. Ahora bien, a estas preces que Nos hicimos
nuestras antes de subir al Pontificado Supremo, y a las que eleva
ron después otros Venerables Hermanos y varones piadosos, Nos he
mos propuesto atender, pero procurando que, después del rezo del
Salterio íntegro cada semana, ni faltase, por una parte, el culto de
los Santos, ni, por otra, se hiciese molesta a los clérigos la obligación
del Oficio divino, antes por el contrario, se hiciese más fácil. Y
así, después de implorar la misericordia del Padre de las luces, Nos,
siguiendo las huellas de Nuestros predecesores, designamos algu
nos varones doctos y hábiles a quienes encomendamos el trabajo de
encontrar, después de maduro examen, una manera práctica de rea
lizar Nuestro deseo. Los cuales, cumpliendo el encargo que se les
confiara, elaboraron una nueva disposición del Salterio; disposición
que después de estudiada diligentemente y aprobada por los Carde
nales de la Santa Romana Iglesia, designados al efecto, Nos la ra
tificamos, como conforme con Nuestra mente, en todas sus partes,
esto, es, con respecto al orden y división de los Salmos, a las Antí
fonas, a los Versículos, a los Himnos con sus Rúbricas y R e
glas, y mandamos que su edición auténtica se publicase por Nues
tra Tipografía Vaticana y de aquí se divulgase.
M as como la disposición del Salterio tiene íntimo enlace con todo
el Oficio divino y la Liturgia, a nadie se ocultará que en lo que
decretamos ahora, damos el primer paso para la corrección del
Breviario Romano y del Misal, para lo cual hemos nombrado
una Comisión de eruditos. Pero mientras éstos dan cima a su
empresa, juzgamos oportuno restaurar ya algunas cosas tal y como
se prescribe en las Rúbricas adjuntas, y en primer lugar, que en
el Oficio divino se devuelva a las Lecciones señaladas de la Sa
/'"''L'A N TOse ha indicado, o sea que el año consta de 365 días y seis
horas, debe entenderse, no de horas enteras, supuesto que fa l
tan algunos minutos para que sean tales.
Sin tener en cuenta estos minutos, se siguió adelante, como
si el año, además de los 365 días, constase de seis horas enteras.
Y de ahí ocurrió que los minutos que se atribuían a cada uno de
los años, más de lo que requería debidamente, con el correr del
tiempo crecieron de tal suerte que, reunidos, constituyeron diez días.
E sta fué la causa de que el Equinoccio de primavera cambiase
de lugar.
E l Papa Gregorio X I I I , queriendo remediar este mal, no sólo
restituyó el Equinoccio de prim avera al lugar que le había seña
lado el Concilio de Nicea, y del que, en el año 1582, se hallaba
alejado cerca de diez días, ya que el Concilio le había fijado el día
21 de M arzo, colocando además la X I V Luna pascual en su lugar,
sino que también señaló la regla que debía seguirse a fin de que en
adelante el Equinoccio de primavera y la X I V Luna pascual no
volviesen nunca a desviarse de su lugar.
Para que el Equinoccio de primavera fuese restablecido en
el día 21 de M arzo, ordenó que los diez días sobredichos del año
1582 fuesen suprimidos del mes de Octubre, de tal suerte que después
del día 4 dedicado a san Francisco, no siguiese el día 5, sino el 15
de Octubre. Y así el error que se había formado con el correr de
tantos años, de este modo quedaba corregido.
M as para evitar que el mismo error se repitiese, y a fin de que
el Equinoccio de prim avera no se apartase del día 21 de M arzo, el
mismo Papa Gregorio X I I I estableció que el día bisiesto continuase
cada cuatro años (como es costum bre), exceptuados los años secula
res, que antes siempre fueron bisiestos, como quiso que lo fuese el
año 1600, próximo al año de la corrección; pero estableció que los
años centésimos que siguiesen después de éste, no fuesen todos
bisiestos, sino que cada 400 años, los tres primeros seculares no
fuesen bisiestos y lo fuese el cuarto, de modo que los años 1700,
1800 y 1900 no fuesen bisiestos, y que en el año 2000, un día b i
siesto fuese intercalado según costumbre, teniendo el mes de F e
brero 29 días. Quiso también que el mismo orden en el omitir e
intercalar el día bisiesto cada cuatrocientos años se observase per
petuamente.
Ce p u ed e c o n tr a e r m a tr im o n io en c u a lq u ie r tie m p o d e l a ñ o . S o -
^ la m e n te la b e n d ic ió n so le m n e de la s bodas e stá p r o h ib id a del
I D o m in g o d e A d v ie n t o a l d ía d e la N a t iv id a d d e l S e ñ o r in c lu s iv e ,
y d e l M ié r c o le s de C e n iz a a la D o m in ic a d e P a s c u a in c lu s iv e .
Con to d o , lo s O rd in a r io s de lo s lu g a r e s pued en , ob servan d o la s
le y e s litú r g ic a s , p e r m itir la s , p o r u n ju s t o m o t iv o , a u n en lo s t ie m
p o s m e n cio n a d o s, a v is a n d o a lo s e sp o so s q u e se a b s te n g a n d e p o m
p as a p a ra to sa s.
Del ciclo de 19 años del Número Aureo
6 7 8 9 10 11 12 13 14
15 16 17 18 19 1 2 3 4 5
Número A ureo............. 1 2 3 4 5 6 7 8
Epactas ...................... X I X X I I I I I X I V X X V V I X V I I X X V I I I
9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19
IX XX I X II X X III IV XV XXVI V II X V III X X IX
Número Aureo 6 7 8 9 10 11 12 13
E pactas............X X V I V II X V II I X X IX X XXI II X III
14 15 16 17 18 19 1 2 3 4 5
X X IV V X V I X X V II V I II X IX I X II X X III IV XV
Núm. Aureo 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Epactas X X IX X X X I II X III X X IV V X V I X X V II V III
11 12 13 14 15 16 17 18 19
X IX * XI X X II III X IV 25 VI X V II
c b A f e d c A g f e c b A
g b d
g e d c b g f e d b A g f d
f A e e
p l uso de esta tabla es el siguiente: Al año de la corrección
1582 después de los Idus de Octubre (quitados antes diez
días) se le señala la letra c de la primera casilla, al siguiente año 1583
la letra b de la segunda, y al año 1584 se le señalan las letras A g
de la tercera casilla, y así a los años sucesivos por orden se
les señalan las otras casillas, hasta que se llegue al año pro
puesto, volviendo al principio de la tabla cuantas veces se hu
biere toda ella recorrido. Ahora bien, la casilla, en la cual ocurra el
año propuesto, con tal que sea anterior al año 1700, dará la
letra Dom inical del año que se desea. Y si esta letra fuese única^ el
año será común; y si constare de dos, será bisiesto; y en este caso
la letra superior indicará el día del Domingo desde el principio del
año hasta la fiesta de san M atías1, apóstol, y la inferior desde esta
fiesta hasta el fin del año.
Por ejem plo: Si se hubiese de hallar la letra Dominical del a
1587, cuéntese desde el año 1582, señalado por la letra c, hasta el
año 1587, dando una casilla a cada año (computando las dos
letras, cualesquiera que sean, la superior y la inferior, por una
casilla), y de esta suerte el año 1587 caerá en la letra d, la cual
ocupa el sexto lugar en la tabla. D e consiguiente, la letra Dom i
nical para todo aquel año es la d, y el año es común, dado que la
casilla consta de una sola letra. Averigüemos ahora la letra D o
minical del año 1616. Contemos desde el año 1582, como se ha di
cho, hasta el año 1616, volviendo al principio de la tabla después
que fuese recorrida, y llegaremos a estas dos letras c b, puestas en el
lugar séptimo. D e consiguiente aquel año es bisiesto, como quiera
que ocurren dos letras; la superior c indicará la letra Dominical,
desde el principio de aquel año hasta la fiesta de san M atías, y
la letra inferior b indica la restante parte del año.
f e d c A g f e c b A g e d
b d f
c b g f e d b A g f d c b A
A c e g
D e la In d ic c ió n
10 11 12 13 14 15 1 2 3 4 5 6 7 8 9
1
'ti ■
Letras D o
Domingo 1
¡Núm. A u r.
Ascensión
minicales
Or
Septuag.
de A d v i e n
Cenizas
Pascua
Ciclo de
Pente
Día d e
Christi
Corpm
costés
las Ha.
Epactas
1 Q -o
i
j
16 XXIII Ene. Febr. Mf?rz. Abril Mayo Mayo
5 XXII d 18 4 22 30 10 21 28 2 9 N o v
XXI e 19 5 23 l M ayo 11 22 2 8 30
13 XX f 20 6 24 2 12 23 28 1 Dic.
2 XIX g 21 7 25 3 13 24 28 2
XVIII A 22 8 26 4 14 25 28 3
10 XVII b 23 9 27 5 15 26 27 27 N o v
XVI c 24 10 28 6 16 27 27 28
18 XV d 25 11 29 7 17 28 27 29
7 XIV e 26 12 30 8 18 29 27 30
XIII f 27 13 31 9 19 30 27 1 Dic
15 XII g 28 14 1 Abr. 10 20 31 27 2
4 XI A 29 15 2 11 21 1 Jun. 27 3
X b 30 16 3 12 22 2 26 27 N o v
12 IX c 31 17 4 13 23 3 26 28
1 VIII d 1Feb. 18 5 14 24 4 26 29
Vil e 2 19 6 15 25 5 26 30
9 VI t 3 20 7 16 26 6 26 1 Dic.
V e 4 21 8 17 27 7 26 2
17 IV A 5 22 9 18 28 8 26 3
6 III b 0 23 10 19 29 9 25 27 N ov
11 c 7 24 11 20 30 JO 25 28
14 I d 8 25 12 21 31 11 25 29
3 * e 9 26 13 22 1 Jun. 12 25 30
XXIX f 10 27 14 23 2 13 25 1 Dic.
11 XXVIII g 11 28 15 24 3 1* 25 2
XXVII A 12 1 Mar 16 25 4 15 25 3
19 25 XXVI b 13 2 17 26 5 16 24 27 N ov.
8 X X V XXIV c 14 3 18 27 6 17 24 28
d 15 4 19 28 7 18 24 29
e 16 5 20 29 8 19 24 30
f 17 6 21 30 9 20 24 1 Dic.
g 18 7 22 31 10 21 24 2
A 19 8 23 1 Jun. 11 22 24 3
b 20 9 24 2 12 23 23 27 N o v
c 21 10 25 3 13 24 23 28
T a b la P a s c u a l n u e v a r e fo rm a d a
Letras Día
C iclo de las E p a cta s Septuagésim a
D om inicales de Cenizas
23 18 Enero 4 Febrero
22 21 20 1 9 I S 17 16 25 Enero 11 Febrero
D 15 14 13 12 11 10 9 l Febrero 18 Febrero
8 7 6 5 4 3 2 8 Febrero 25 Febrero
1 • 29 28 27 26 X X V 25 24 15 Febrero 4 Marzo
23 22 19 Enero 5 Febrero
21 20 19 18 17 16 15 26 Enero 12 Febrero
E 14 13 12 11 10 9 8 2 Febrero 19 Febrero
7 6 5 4 3 2 1 9 Febrero 26 Febrero
* 29 28 27 26 X X V 25 24 16 Febrero 5 M arzo
23 22 21 20 Enero 6 Febrero
20 19 18 17 16 15 14 27 Enero 13 Febrero
F 13 12 11 10 9 8 7 3 Febrero 20 Febrero
6 5 4 3 2 1 * 10 Febrero 27 Febrero
29 28 27 26 X X V 25 24 17 Febrero 6 Marzo
23 22 21 20 21 Enero 7 Febrero
19 18 17 16 15 14 13 28 Enero 14 Febrero
G 12 11 10 9 8 7 6 4 Febrero 21 Febrero
5 4 3 2 1 • 29 11 Febrero 28 Febrero
28 27 26 X X V 25 24 18 Febrero 7 Marzo
23 22 21 20 19 22 Enero 8Febrero
18 17 16 15 14 13 12 29 Enero 15 Febrero
A 11 10 9 8 7 6 5 5 Febrero 22 Febrero
4 3 2 1 * 29 28 12 Febrero 1 M arzo
27 26 X X V 25 24 19 Febrero 8 Marzo
23 22 2 1 20 19 18 23 Enero 9 Febrero
17 16 15 14 13 12 11 30 Enero 16 Febrero
B 10 9 8 7 6 5 4 6 Febrero 23 Febrero
3 2 1 * 29 28 27 13 Febrero 2 Marzo
26 X X V 25 24 20 Febrero 9 Marzo
23 22 21 20 19 18 17 24 Enero 10 Febrero
16 15 14 13 1 2 11 10 31 Enero 17 Febrero
C 9 8 7 6 5 4 3 7 Febrero 24 Febrero
2 1 * 29 28 27 26 X X V 14 Febrero 3 Marzo
25 24 21 Febrero 10 M arzo
T a b la P a s c u a l n u e v a r e fo rm a d a
06 '
« C
ü £ Dom inica
Pascua Pentecostés Corpus Cd
Ascensión primera de
Christi £ *
§•« Adviento
O-o
Número
Sefior
Aureo
Letra
Epacta M iércoles
Septuagésim a de Ceniza Pascua
I
1933 A 15 ¡ II! 12 Febrero 1 M arzo 16 Abril
1934 K 16 ! XIV 28 Febrero 14 febrero 1 Abril
1935 f 17 | 25 17 Febrero 6 Marzo 21 Abril
1 i
1940 g f ! 3 I XXI 21 Enero 7 Febrero 24 M arzo
1941 e 4 11 9 Febrero 26 Febrero 13 Abril
1942 d 5 XIII 1 Febrero 18 Febrero 5 Abril
1943 c 6 XXIV 21 Febrero 10 Marzo 25 Abril
Indiccione*
Dom inicas
d. de P e n t
Año d e l
Señor
ENERO
* A Cal. 1 L a C ir c u n c is ió n d el S eñ cr y O ctava de la
N a tiv id a d , D o b le d e I I cla se.
El D o m in g o e n tr e la C ir c u n c is ió n y la E p i
f a n ía . E l S a n t í s i m o N o m b r e d e J e s ú s , D o
ble d e I I cla se.
xxix b iv 2 O c t a v a d e s a n E s te b a n , F r o t o m á r t ir , S im p le .
xxviii c iii 3 O c t a v a d e s a n J u a n , A p . y E v a n g . , S im p le .
xxvii d D.prec. 4 O c t a v a d e l o s s a n t o s I n o c e n t e s , M m ., S im p le .
xxvi e Nonas 5 V ig ilia de E p ifa n ía , S e m íd o b le . C o n m e
m o r a c ió n de san T e le s fo io , Papa y M á r tir .
25 x x v f viii 6 E p ifa n ía d e l D o b le d e I c la s e c o n
S eñ or,
O c t a v a p r iv ile g ia d a de 11 o rd e n .
L a D o m in ic a in f r a o c t a v a d e la E p if a n ía , L a
S agrad a F a m ilia de Jesú s, M a r ía y Jo sé,
D o b le m a y o r. C o n m . d e la D o m in ic a y de
la O c ta v a .
xxiv R vii 7 I I D ía d e la in fr a o c t a v a , S e m íd o b le .
xxiii A vi 8 I I I D ía d e la in fr a o c t a v a , S e m íd o b le .
xxii b v 9 IV D ía d e la in fr c o c t a v a , S e m íd o b le .
xxi c iv 10 V D ía d e la in f r a o c t a v a , S e m íd o b le .
XX d iii 11 V I D ía d e la in fr a o c t a v a , S e m íd o b le . C o n m .
d e s a n H ig in io , P a p a y M á r t ir .
xix e D. prec. 12 V II D ía d e la in f r a o c t a v a , S e m íd o b le .
xviii f Idus 13 O c ta v a de la E p ifa n ía , D o b le m a y o r.
xvii g xix 14 S a n H ila r io , O b ., C o n f. y D o c t. d e la I g le
s ia , D o b le . C o n m . d e s a n F é l i x , P r e s b . y
M á r t ir .
xvi A xviii 15 S a n P a b lo , p rim e r E r m it a ñ o , C o n f ., D o b le .
C onm . de san M a u ro , A b a d .
xv b xvii 16 S a n M a r c e lo I , P a p a y M á r t ir , S e m íd o b le .
xiv c xvi 17 S a n A n t o n io , A b a d , D o b le .
xiii d XV 18 C á t e d r a d e s a n P e d r o e n R o m a , D o b le m a
y o r. C o n m . d e s a n P a b lo , A p ., y d e sa n ta
P r i s c a , V i r g e n y M á r t ir .
xii e xiv 19 S a n to s M a r io , M a r t a , A u d i f a x y H a b a c u c , M m .,
S im p le . C o n m . d e s a n C a n u to , R e y y M á r t .
xi f xiii 20 S a n to s F a b iá n , P a p a , y S e b a s tiá n , M m ., D o b le .
x g xii 21 S a n ta I n é s , V i r g e n y M á r t i r , D o b le .
IX A xi 22 S a n to s V ic e n t e y A n a s t a s i o , M m ., S e m íd o b le .
viii b x 23 S a n R a im u n d o do P e ñ a f o r t , C o n f ., S e m íd o b le .
C o n m . d e s a n ta E m e r e n c ia n a , V i r g e n y M á r t .
vii c ix 24 S a n T im o te o , O b is p o y M á r t i r , D o b le .
vi d viii • 25 C o n v e r s i ó n d e s a n P a b l o , A p ., D o b le m a y o r
C on m . de san P e d ro , A p .
V e vii 26 S a n P o lic a r p o , O b . y M á r t ir , D o b le .
Ciclo de
Me s
las E p a cta s
FEBRERO
Día
las E p a c ta s J
M ARZO
* d Cal. 1
xxix e VI 2
xxviii f V 3
xxvii iv 4 S a n C a s im ir o , C o n f., S e m id o b le . C o n m . d e san
g L u c io I , P a p a y M á r t ir .
xxvi A iii 5
25 x x v b D.prec. 6 S a n ta s P e r p e tu a y F e lic id a d , M m , , D o b le .
xxiv c Nonas 7 S a n to T o m á s d e A q u in o , C o n f. y D o c t., D o
ble.
xxiii d viii 8 S a n J u a n d e D io s , C o n f., D o b le .
xxii e vii 9 S a n t a F r a n c is c a R o m a n a , V d a . , D o b le .
xxi f vi 10 C u a r e n ta s a n to s M á r t ir e s , S e m id o b le .
XX g v 11
xix A iv 12 San G r e g o r io I, Papa, C o n f. y D o c t., D o b le .
xviij b iii 13
xvii c D. prec. 14
xvi d Idus 15
XV e xvii 16
xiv f xvi 17 S a n P a t r ic io , O b . y C o n f ., D o b le .
xiii g XV 13 S a n C ir i lo , O b . d e J e r u s a lé n , C o n f. y D o c l.,
D o b le .
xii A xiv 19 S a n J o s é , E sp o so d e l a B . V . M a r ía , C o n f.,
D o b le d e I I cla se .
xi b xiii 20
X c xii 21 San B e n ito , A bad, D o b le m ayor.
ix d xi 22
viii e X 23
vii f ix 24 S a n G a b r ie l, A r c á n g e l, D o b le m ayo r.
vi g viii 25 A n u n c i a c i ó n d e l a B . V . M a r í a , D o b le de
I cla se.
V A vii 26
iv b vi 27 San Juan D a m a s c e n o , C o n f. y D o c t., D o b le .
iii c v 28 San Juan d e C a p is t r a n o , C o n f ., S e m id o b le .
li d iv 29
i e iii 30
* f D. prec. 31
F e r ia V 'I de la D o m . d e P a s ió n , S i e t e D o
lo r e s de la B . V . M a r í a , D o b le m ayo r.
Conm . de la F e r ia .
A B R IL
xxix g Cal. 1
xxviii A iv 2 San F r a n c is c o de P a u la , C o n f ., D o b le .
xxvii b iii 3
25 x x v i A
D. prec. 4 San I s id r o , O b ., C o n f. y D o c t., D o b le .
xxv. xxiv d Nonas 5 San V ic e n t e F e r r e r , C o n f ., D o b le .
xxiii e viii 6
xxii f vii 7
xxi g vi 8
XX A V 9
XIX b iv 10
Ciclo de
M e s
las Epactas
El M ié r c o le s d en tro d e la S e m a n a I I d espu és
d e la O c ta v a de P a s c u a , S o l e m n i d a d d e
san José, E sp oso de la B. V . M a r ía ,
C o n fe s o r y P a tro n o de la I g le s ia u n iv e rs a l,
D o b le de I clase con O c ta v a com ú n .
El M ié r c o le s d en tro d e la S e m a n a I I I d e s
p u é s de la O c ta v a d e P a s c u a , O c t a v a d e
s a n J o s é , D o b le tAayor.
M AYO
Día
as Epactas
XX c vii 9 S a n G r e g o r io N a c ia n c e n o , O b ., C o n f. y D o c t.,
D o b le .
xix d vi 10 S a n A n t o n in o , O b . y C o n f., D o b le . C o n m . de
lo s -a n to s G o rd ia n o y E p ím a c o , M m .
xviii e V 11
xvii f iv 12 S a n to s N e r e o , A q u ile o y D o m it ila , V i r g . , y
P a n c r a c io , M m ., S e m id o b le .
xvi g iii 13 S a n R o b erto B e la r m in o , O b ., C o n f. y D o c t.,
D o b le .
XV A D. prec. 14 S a n B o n ifa c io , M á r t ., S im p le .
xiv b Idus 15 S a n J u a n B a u t i s t a d e la S a lle , C o n f ., D o b le .
xiii c xvii 16 S a n U b a ld o , O b . y C o n f ., S e m id o b le .
xii d xvi 17 S a n P a s c u a l B a iló n , C o n f ., D o b le .
xi e XV 18 S a n V e n a n c io , M á r t ., D o b le .
X f xiv 19 S a n P e d r o C e le s t in o , P a p a y C o n f ., D o b le .
C o n m . d e s a n ta P u d e n c ia n a , V i r g .
ix g xiii 20 S a n B e r n a r d in o S e n e n s e , C o n f ., S e m id o b le .
viii A xii 21
vii b xi 22
vi c X 23
v d ix 24
iv e viii 25 San G r e g o r io V ’I I , Papa y C o n f ., D o b le .
C o n m . de san U rb a n o I , P a p a y M á rt.
iii f vii 26 S a n F e lip e N e r i, C o n f ., D o b le . C o n m . d e s a n
E le u t e r io , P a p a y M á r t .
ii g vi 27 S a n B e d a V e n e r a b le , C o n f . y D o c t., D o b le .
C on m . de san J u a n I , P a p a y M á rt.
i A V 28 S a n A g u s t í n , O b . y C o n f ., D o b le .
* b iv 29 S a n t a M a r í a M a g d a le n a d e P a c is , V i r g . , S e
m id o b le .
xxix c iii 30 S a n F é l i x I , P a p a y M á r t . , S im p le .
xxviii d D .prec. 31 S a n t a A n g e la M é r i c i, V i r g . , D o b le . C o n m . d e
s a n t a P e t r o n i la , V i r g .
El V ie r n e s d e s p u é s d e la O c t a v a d e C o r p u s
C h r is t i , S a c r a tís im o C o razó n de Jesú s,
D o b le d e I I cla s e co n O c t a v a d e I I o rd e n .
J U N IO
xxvii e Cal. 1
2 S a n to s M a r c e lin o , P e d r o y E r a s m o , M m ., S i m
25 x x v i f iv
p le .
JU L IO
XX vi Cal. P r e c io s ís im a S an g re de N . S . J ., D o b le
g de I cla se. C o n m . de la O c ta v a d e sa n J u a n
B a u tis t a .
V is ita c ió n d e i , a B . V . M a r í a , D o b le d e I I
25 x x v A vi
cla se. C 'in m . de los s a n to s P ro c e so y M a r-
tin ia n o , M m .
S a n L e ó n I I , P a p a y C o n f., D o b le . C o n m . de
xxiv b V
la O c ta v a .
D e la O c ta v a , S e m id o b le .
xxiii c iv
S a n A n t o n io M .a Z a c a r ía s , C o n f., D o b le . C o n
xxii d iii
m e m o ra c ió n de la O c ta v a .
O c ta v a d f. lo s s a n to s P ed ro y P a b lo , A p p .,
xxi e D. prec.
D o b le m ayor.
S a n to s C ir ilo y M e to d io , O b is p o s y C o n fs .,
XX f Nonas D o b le .
viii S a n ta I s a b e l, R e in a , V d a ., S e m id o b le .
xix g
xviii A vii
xvii b vi L o s s ie te sa n to s H e r m a n o s , M m ,, y s a n ta s
R u fin a y S e g u n d a , V i r g s . y M m ., S e m id o b le .
xvi c V S a n P ío I , P a p a y M á r t . , S im p le . ■
XV d iv S a n J u a n G u a lb e r to , A b ., D o b le . C o n m . d “
lo s s a n to s N a b o r y F é l i x , M m .
Xiv e iii S a n A n a c le to , P a p a y M á r t ir , S e m id o b le .
xiii f D. prec. S a n B u e n a v e n t u r a , O b ., C o n f. y D o c t., D o b le .
xii g Idus S a n E n r iq u e E m p e r a d o r , C o n f ., S e m id o b le .
Xi A xvii Conm . d e la B . V . M . d e l C a r m e n , D o b le
m ayor.
L. D .
C i c l o de
Dia
M e s
las E p a cta i
X b xvi 17 S a n A le jo , C o n f., S e m id o b le .
ix c XV 18 S a n C a m ilo de L e lís , C o n f., D o b le . C o n tn . de
lo s s a n to s S in fo r o s a y s u s s ie te h ijo s , M m .
viii d X IV 19 S a n V ic e n t e de P a ú l, C o n f., D o b le .
vii e xiii 20 S a n J e ró n im o E m ilia n o , C o n f ., D o b le . C o n m
d e s a n ta M a r g a r it a , V i r g . y M á r t.
vi f xii 21 S a n ta P r á x e d e s . V i r g . , S im p le .
V B xi 22 S a n ta M a r ía M a g d a le n a , P e n it ., D o b le .
rv A X 23 S a n A p o lin a r , O b . y M á r t ., D o b le . C o n m . de
s a n L ib o r io , O b . y C o n f.
iii b ix 24 V 'ig . C o n m . de s a n ta C r is t in a , V i r g . y M á r t .
ii c viii 25 S a n J a im e , A f . , D o b le d e I I cla se. C o n m . de
s a n C r is t ó b a l, M á r t ir .
i d vii 26 S a n ta A n a , M a d r e d e l a B . V . M a r ía , D o
ble d e I I clase.
* e vi 27 S a n P a n ta le ó n , M á r t ., S im p le .
xxix f V 28 S a n to s N a z a r io y C e ls o , M m ., V íc t o r I , P a p a
y M á r t ., e In o c e n c io I , P a p a y C o n f ., S e
m id o b le.
xxviii g iv 29 S a n ta M a r ta , V i r g . , S e m id o b le . C o n m . d e lo s
sa n to s F é l i x I I , P a p a , S im p lic io , F a u s t o y
B e a t r iz , M m .
xxvii A iii 30 S a n to s A b d ó n y S e n é n , M m ., S im p le .
25 x x v i b D. p r ec . 31 S a n I g n a c io , C o n f., D o b le .
AG O STO
S E P T IE M B R E
D ía
M e 8
la s E p a c t a *
V c x iii 19 S a n to s J e n a r o y c o m p s ., M m . , D o b le .
iv d x ii 20 S a n to s E u s t a q u io y c o m p s ., M m ., D o b le . C o n
m e m o r a c ió n d e la V i g i l i a .
iii e xi 21 S a n M a t e o , A p . y E v . , D o b le d e I I cla se .
ii f X 22 S a n to T o m á s d e V 'illa n u e v a , O h . y C o n f ., D o
b le. C o n m . d e lo s s a n t o s M a u r ic io y c o m
p añ ero s, M m .
i g ix 23 S a n L in o , P a p a y M á r t . , S e m íd o b le . C o n m . de
s a n t a T e c la , V i r g . y M á r t .
* A v iii 24 B . V . M a r í a d e l a s M e r c e d e s , D o b le m a y o r.
x x ix b v ii 25
x x v iii c vi 26 S a n to s C ip r ia n o y J u s tin a , V ir g . y M m .,
S im p le .
x x v ii d V 27 S a n to s C osm e y D a m iá n , M m ., S e m íd o b le
25 x x v i e iv 28 S a n W e n c e s la o , D u q u e , M á r t ., S e m íd o b le .
X X V . x x iv f iii 29 D e d i c a c i ó n d e s a n M i g u e l , A r c á n g . , D o b le
d e I I cla s e .
x x iii D. p rec. 30 S a n J e r ó n im o , P r e s b ., C o n f. y D o c t ., D o b le .
g
OCTUBRE
x x ii A C a l. 1 S a n R e m ig io , O b . y C o n f ., S im p le .
xxi b vi 2 Lc?s s a n t o s A n g e l e s C u s t o d i o s , D o b le m a y o r.
XX c V 3 S a n t a T e r e s a d e l N iñ o J e s ú s , V i r g . , D o b le .
x ix d iv 4 S a n F r a n c is c o d e A s í s , C o n f . , D o b le m a y o r.
x v iii e iii c
c* S a n to s P lá c id o y co m p s ., M m ., S im p le .
x v ii f D . p rec. 6 S a n B r u n o , C o n f ., D o b le .
xvi g N onas 7 S a c r a tís im o R o s a r io de la B. V . M a r ía ,
D o b le d e I I c la s e . C o n m . d e s a n M a r c o s ,
P a p a y C o n f ., y d e lo s s a n to s S e r g io y
co m p s ., M m .
XV A v iii 8 S a n t a B r í g i d a , V d a . , D o b le .
x iv b vi i 9 S a n to s D io n is io , O b ., R ú s t ic o y E l e u t ., M m .,
S e m id o o le .
x iii c vi 10 S a n F r a n c is c o d e B o r j a , C o n f ., S e m íd o b le .
x ii d v 11 L a M a t e r n i d a d d e l a B . V . M a r í a , D o b le
d e I I cla se .
xi e iv 12
X f iii 13 S a n E d u a r d o , R e y , C o n f ., S e m íd o b le .
ix S D. p rec. 14 S a n C a lix t o I , P a p a y M á r t . , D o b le .
v iii A dus 15 S a n t a T e r e s a , V i r g . , D o b le .
v ii b x v ii 16 S a n ta E d u v ig is , V 'd a ., S e m íd o b le .
vi c xvi 17 S a n t a M a r g a r i t a d e A la c o q u e , V i r g . , D o b le .
V d XV 18 S a n L u c a s , E v a n g . , D o b le d e I I c la s e .
iv e x iv 19 S a n P e d r o d e A l c á n t a r a , C o n f ., D o b le .
iii f x iii 2.0 S a n J u a n C a n c io , C o n f ., D o b le .
ii g x ii 21 S a n H ila r ió n , A b a d , S im p le , C o n m . d e s a n ta
U r s u la y c o m p s ., V i r g . y M m .
i A xi 22
* b X 23
x x ix c ix 24 San R a f a e l , A r c á n g e l , D o b le M a y o r .
x x v iii d v iii 25 S a n to s C r is a n t o y D a r í a , M m ., S im p le .
x x v ii e v ii 26 S a n E v a r is t o , P a p a y M á r t . , S im p le .
xxvi f vi 27 V ig ilia .
25 x x v g v 28 S a n to s S im ó n y Ju d as, A p p . , D o b le de II
cla se .
C ic lo de
M e 8
la s E p a c ta s
x x iv
x x iii
x x ii D . prec. V ig ilia .
L a últim a Dom inica de O ctubre, F i e s t a d e
N . S. J e s u c r i s t o R ey , Doble de I clase.
N O V IE M B R E
D ía
C ic lo de
M es
la s E p a c ta s
D IC IE M B R E
XX f C a l. 1
xix g iv 2 S a n ta B ib ia n a , V ir g . y S e m id o b le .
M á r t .,
xviii A iii 3 San F r a n c is c o J a v ie r , D o b le m ayor.
C o n f.,
xvii b D. p rec. 4 San P ed ro C r is ó lo g o , O b ., C o n f . y D o c t.,
D o b le . C o n m . d e s a n ta B á r b a r a , V i r g . y
M á r tir .
xvi c Nonas 5 C on m . de san S a b a s, A b ad .
XV d viii 6 S a n N ic o lá s , O b . y C o n f., D o b le .
x iv e vii 7 S a n A m b r o s io , O b ., C o n f. y D o c t., D o b le .
x iii f vi 8 L a C o n c e p c ió n I n m a c u la d a d e l a B. V . M a
r ía , D o b le d e I c la s e co n O c t a v a co m ú n .
xii g v 9 D e la O c t a v a d e la C o n c e p c ió n , S e m id o b le .
xi A iv 10 D e la O c t a v a , S e m id o b le . C o n m . d e s a n M e l
q u ía d e s , P a p a y C o n f.
X b iii 11 San D ám aso I , Papa y C o n f ., S e m id o b le .
C o n m . d e la O c ta v a .
ix c D .p re c. 12 D e l a O c t a v a , S e m id o b le .
vi ii d Idus 13 S a n t a L u c ía , V i r g y M á r t ., D o b le . C o n m . de
la O c ta v a .
vii e x ix 14 D e la O c t a v a , S e m id o b le .
vi f x viii 15 O c t a v a d e l a C o n c e p . I n m a . d e l a B . V . M .,
D o b le m ayo r.
V g x vii 16 S a n E u s e b io , O b . y M á r t i r , S e m id o b le .
iv A xvi 17
iii b XV 18
ii c xiv 19
i d x iii 20 V ig ilia .
* e xii 21 S a n to T om ás, A p ., D o b le de I I cla se .
xxix f xi 22
xxviii g X 23
x xv ii A ix 24 V ig ilia .
xxvi b viii 25 N a tiv id a d de N . S . J e s u c r i s t o , D o b le de
I cla se co n O c t a v a p r iv il. de I I I o rd e n .
25 x x v c vii 26 San E s t e b a n , P r o t . , D o b le d e I I cla s e co n
O c t a v a s im p le . C o n m . d e l a O c t a v a d e la
N a tiv id a d .
xxiv d vi 27 S a n J u a n , A p . y E v a n g . , D o b le d e I I cla se
co n O c t a v a s im p le . C o n m . d e la O c t a v a de
la N a tiv id a d .
xxiii e V 28 S a n to s In o c e n te s, M m ., D o b le d e I I cla s e
co n O c t a v a s im p le . C o n m . de la O c t a v a .
xxii f iv 29 S a n to T o m á s , O b . y M á r t ., D o b le . C o n m . de
la O c t a v a d e la N a tiv id a d .
xxi g iii 30 D e la O c t a v a d e la N a t i v ., S e m id o b le .
19 x x A D .p rec. 31 San S i l v e s t r e I , P a p a y C o n f . , D o b le . C o n m .
de la O c ta v a de la N a tiv id a d .
La E p a cta 19 s o la m e n te e s tá en u so cu and o
en e l m is m a a ñ o co n cu rre con el n ú m ero
A u reo X IX .
RUBRICAS GENERALES DEL BREVIARIO
conform es a (a edición típ ica del año del Jubileo 1900
1. E n la p ág . c x x x n se e n c o n tr a r á la fó r m u la c a s te lla n a q u e , en el d e c u r s o
de la o b ra , co rresp o n d e a é s ta y o tra s lo c u c io n e s la tin a s .
X X I I I , y su Conmemoración se mera Dominica de Adviento, no
hará solamente en Laudes, con la es la que está más cerca de las
A ntífona y la Oración propia. Calendas de Diciembre, sino la
5. Como sucede algunas veces más próxima a la Fiesta de san
que sobren la Dominica tercera, Andrés, o que ocurra en la mis
cuarta, quinta o sexta después ma Fiesta.
de la Epifanía y no pueden ser 8. El Oficio de Dominica se
colocadas después de la Dom ini celebra con rito Semidoble, y em
ca X X I I I después de Pentecos pieza en las primeras Vísperas del
tés, entonces se celebra su Oficio Sábado; consta del Oficio entero
en el Sábado antes de la D om i hasta las Completas del Domin
nica de Septuagésima, en la fo r go inclusive, a no ser que con
ma indicada en el número ante curra otro Oficio, como se dirá
rior. en la Rúbrica de la Concurren
6. Cómo se ha de ordenar el cia del Oficio.
Oficio de la Dominica I I después 9. En Maitines se dicen tres
de Epifanía cuando la Septuagé Nocturnos con los Salmos, como
sima viene inmediatamente des en el Salterio, y se leen nueve
pués de la Octava de la Epifa Lecciones, como en el Propio de
nía, se hallará en la propia R ú Tiempo.
brica antes de la Dominica pri 10. D e qué manera se haya
mera después de la Epifanía. de ordenar el Oficio, así como
7. Cuando en el Propio de lo referente a las Lecciones, Res
Tiem po se dice que alguna D om i ponsorios y a los comienzos de
nica es la primera del mes en la los libros de la Escritura con su
que se pone el principio de un li historia, se hallará más adelante
bro de la Escritura con su histo en las Rúbricas propias de cada
ria, esto es, con sus Responsorios, una de estas partes.
se debe advertir que se llama
primera Dom inica del mes aque V. De las Ferias
lla que cae en las Calendas de
aquel mes, o está más cerca de r \ e l Oficio ferial, esto es, Sim
las mismas. Por lo tanto, si ple, del Tiempo ocurrente
las Calendas ocurrieren en l i según se halla en el Salte
segunda, en la tercera o en rio y en el Propio de Tiempo,
la cuarta Feria, la Dominica se celebra siempre en las Ferias
primera del mes será la que pre de Adviento, Cuaresma, Cuatro
cede a las Calendas, aunque cai Témporas, Vigilias, y en la Feria
ga en el mes precedente. M as si segunda de Rogaciones, en los
las Calendas viniesen en la Feria días de la semana en que no ocu
quinta, en la sexta o en el Sába rre una Fiesta Doble o Semido
do, la primera Dominica será la ble, o una Octava, porque enton
que sigue después de las mismas ces de tales Ferias se hace sólo
Calendas. M as en cuanto a la pri Conmemoración, como se dirá en
la Rúbrica de las Conmemoracio Dom inica precedente, y con la
nes. Si en ellas ocurriere una Conmemoración de una Fiesta de
Fiesta Simple, de ella se hace tres Lecciones si ocurriere en la
tan sólo Conmemoración. A si Feria siguiente, como se dirá lue
mismo, entre Año se celebra Ofi go en la Rúbrica de Concurrencia.
cio de Feria en aquellos días E l Oficio de Feria termina en
de la Semana en que el Calen Nona cuando le sigue una fiesta
dario no señala ninguna Fiesta D oble o Semidoble; mas cuando
Doble, Semidoble, o Simple, y no le sigue un día de rito Simple,
ocurre ninguna Octava, ni el O fi del cual se debe celebrar el Ofi
cio de santa M aría en Sábado; cio, termina en la Capitula de las
ni ninguna Fiesta Solemne, o que Vísperas, después de la cual se
sea costumbre celebrarse como reza de la Fiesta Simple, sin Con
tal en alguna iglesia, aunque en memoración de la Feria.
el Calendario de su Breviario 3. En M aitines se dice tan
no conste. sólo un Nocturno con doce Sal
2. E l Oficio de F'eria durantemos, siguiendo el orden de las
el Adviento, Cuaresma, Cuatro Ferias en el Salterio, y tres L ec
Témporas, Vigilias y primer día ciones, como en el Propio de
de Rogaciones empieza en M aiti Tiem po.
nes. M as en las demás Ferias en 4. Se exceptúan de estas re
tre Año, se celebra de Feria, a glas del Oficio ferial las tres
partir de allí donde termina el Ferias m ayores de la Semana
Oficio del día precedente, de modo Santa, y las Ferias de las O c
que si el día precedente hubiese tavas de Pascua y Pentecostés,
sido Doble o Semidoble, el Ofi en las cuales se celebra el Ofi
cio de Feria empieza el siguiente cio como se indica en los pro
día, en Maitines. Si en el día pios lugares.
precedente la Fiesta hubiese sido 5. Cóm o se ha de ordenar el
de rito Simple, de la Feria se ce Oficio de la Feria en M aitines y
lebra desde las Vísperas del día en las otras H oras; lo referente
precedente inclusive. Asimismo, a las Lecciones y R esponsorios,
cuando en las Ferias cuarta y cuándo se hayan de decir las P re
sexta de las Cuatro Tém poras ces feriales, y todo lo demás re
de Septiembre, en la Feria cuar ferente al Oficio de Feria, se
ta de Cenizas y en las Vigilias hallará más adelante en las R ú
ocurriere alguna Fiesta Simple, bricas correspondientes.
cuya Conmemoración deba ha
cerse en las Vísperas del día pre VI. De la s Vigilias
cedente (a no ser que fuese Fies
ta de nueve Lecciones), se cele T~\ e Vigilia se celebra Oficio en
bra de Feria, como en el Salterio, tre Año todas las Vigilias
sin Preces, con la Oración de la con ayuno11, señaladas en el Ca-
d e b e r ía a y u n a r s e . T a le s son la de N a v id a d , P e n te c o s té s , A s u n c ió n , la s de la s
F ie s t a s d e lo s A p ó s to le s (a e x c e p c ió n de la de san J u a n E v a n g e lis ta y d e san
F e lip e y S a n tia g o por ca e r su so lem nid ad en lo s d ía s de jú b ilo de N a v id a d
y d e l T ie m p o P a s c u a l, d e san J u a n B a u tis t a , san L o re n z o y T o d o s los S a n to s ).
no tienen ayuno, se celebra ”1 3. En las infraoctavas se ce
Oficio como se advierte en los lebra de las Fiestas Dobles y Se-
propios lugares. midobles que ocurran, y también
de los Dobles trasladados, como
VII. De las O ctavas se dirá más adelante en el título X
C e celebra el Oficio de O ctava o de la Traslación de las Fiestas,
por lo menos se hace su Con con Conmemoración de la O cta
memoración (cuando está impe va; a no ser que se trate de las
dido por alguna Fiesta o D om i Fiestas solemnes enumeradas en
nica) durante ocho días conti la siguiente R úbrica de las C o n
nuos. Tienen Oficio con O ctava memoraciones, en las cuales no
la Pascua de Resurrección, la se hace Conmemoración de nin
Ascensión del Señor, Pentecos guna O ctava, salvo las de N a v i
tés, la Fiesta de Corpus Christi, dad, Epifanía y Corpus Christi,
y las Fiestas a las cuales el C a de las cuales se hace siempre
lendario asigna Octava. Asimismo Conmemoración, cualquiera que
lo tienen: la Fiesta de la D edi sea la Fiesta que en ellas ocurra.
cación de la propia iglesia, la D urante las infraoctavas de P as
Fiesta del Patrón principal, y la cua y de Pentecostés no se cele
del Titular del lugar o iglesia, y bra Fiesta alguna, ni aun dei
las Fiestas de otros Santos que en Patrón principal o del Titular
algunas iglesias, congregaciones de la iglesia, o de la D edica
y religiones se acostumbrase ce ción de la misma, sino que se
lebrar solemnemente con Octava, traslada después de la O cta
a no ser que estas Fiestas vinie va, si puede trasladarse; en ca
sen en Cuaresma, en cuyo tiempo so contrario, de dicha Fiesta
se omite el Oficio de cualquier se hace Conmemoración, como se
Octava. Por lo cual si alguna dirá en la misma R úbrica de la
Fiesta, que se acostum bra cele Traslación de las Fiestas. Dentro
brar con O ctava, viniese poco de la infraoctava de la Epifanía,
antes de Cuaresm a, y ya duran sólo se celebra de los D obles de
te algunos días se hubiese cele primera clase (en el día de la
brado de la misma, al llegar la O ctava ni éstos están perm itidos)
Cuaresma se deja de rezar su con Conm em oración de la O cta
Oficio y de conmemorarlo. Y lo va. D entro de la infraoctava de
mismo se observará acerca de las Corpus Christi se celebra sola
Octavas aun no terminadas al mente de los D obles, pero no de
llegar la Fiesta de Pentecostés, o los trasladados, a no ser que fu e
también al llegar el día 17 de sen de primera o de segunda cla
Diciembre. se, con Conm em oración de la
2. En las Pascuas de R esuO ctava. Pero de los Semidobles,
rrección y Pentecostés, el Oficio como no se trasladan, se hace d u
de la Octava termina en el Sába rante dicha O ctava Conm em ora
do siguiente en Nona. ción, como se dirá en la men-
donada Rúbrica. De los Simples Tiempo, exceptuada la infraoc
que ocurran dentro de cualquier tava de la Asunción de la bien
Octava se hace solamente Con aventurada Virgen María, que
memoración, excepto en los dos para cada uno de los días tie
días después de Pascua y Pente ne lecciones propias del Cantar
costés, como se dirá luego en la de los Cantares. Las Lecciones
Rúbrica de las Conmemoracio del segundo y tercer Nocturnos
nes. De los Domingos que ocu se dicen tal como están indica
rran dentro de las Octavas se ce das durante la infraoctava. Ma3
lebra Oficio, como se ha dicho en la infraoctava del Patrono, o
ya en la Rúbrica de las Dom i del Titular de la iglesia, o de
nicas. Cuando ocurrieren jun otra Fiesta, que en algunas igle
tamente dos Octavas (como la sias se a c o s t u m b r a celebrar
O ctava de san Juan Bau con Octava, si en tales igle
tista y la Octava de Corpus sias no hay Lecciones propias y
Christi, o la Octava del Patrono aprobadas para el segundo y ter
o del Titular de la iglesia con cer Nocturnos, dentro de la in
otra O ctava), cuando no se hu fraoctava repítanse las Lecciones
biere de celebrar de Fiesta de puestas en el Común de Santos,
nueve Lecciones, o de Dominica, si la Octava se hace de un Santo;
se celebrará el Oficio de la más de otra suerte, las del día de la
digna, con Conmemoración del Fiesta.
otro. Mas el día de la Octava de 5. El Oficio de infraoctava se
cualquier Fiesta tiene íntegro to celebra con rito Semidoble, pero
do su Oficio Doble, con Conme en el día de la Octava, Doble. En
moración del día de la otra infra las Vísperas de infraoctava todo
octava. Respecto a las Fiestas que se dice1 como en las segundas
ocurran en el día de la Octava, Vísperas de la Fiesta. En las
obsérvese lo que se dice en la primeras Vísperas del día de
Rúbrica de la Traslación de las la Octava, todo como en las
Fiestas. primeras Vísperas de la Fies
4. El Oficio de Octava se ceta, a no ser que se advierta otra
lebra con tres Nocturnos, a sa cosa en los propios lugares.
ber: con nueve Salmos y nueve 6. En las infraoctavas no se
Lecciones (exceptuadas las O cta hacen los acostumbrados Sufra
vas de Pascua y Pentecostés, en gios de los Santos, ni se rezan
las cuales se celebra con un solo Preces en Prima y Completas,
Nocturno, tal como se pone en aunque se celebre Oficio de D o
sus lugares), y todo se dice como minica, o de una Fiesta Semido-
en el día de la Fiesta, excepto las bie. Cómo se deba ordenar el
Lecciones; de las cuales, las tres Oficio de Octava en todo lo de
primeras son siempre de la Escri más, se hallará más adelante en
tura ocurrente en el Oficio de ¿as propias Rúbricas.
1. Es d e c ir, la s A n t ífo n a s , S a lm o s, H im n o , etc.
VIII. Del Oficio de santa María Antífona, Verso y Oración, que se
en el Sábado hallan en su Oficio en el Sábado,
a ño ser que dicho Oficio de nue
p N todos los Sábados de entre ve Lecciones sea de la misma
Año, fuera del Adviento y bienaventurada Virgen María, en
Cuaresma (a no ser que ocurran cuyo caso ninguna otra Conme
las Cuatro Témporas o Vigilias, moración se ha de hacer de ella.
o que deba celebrarse Oficio de 4. En Maitines, después del
Feria a causa de haber de antici Invitatorio y del Himno de santa
parse dentro de la semana un María, se dice un Nocturno con
Oficio de Dominica, como que doce Salmos feriales, como en
da dicho en la Rúbrica de las el Salterio. El Verso de la Virgen
Dominicas, o que se celebre Ofi M aría y la primera y segunda
cio de nueve Lecciones, o de la Lección de la Escritura, del
Octava de Pascua o de Pente Tiempo ocurrente; la tercera
costés) siempre se celebra Ofi Lección y todo lo restante, así en
cio de santa M aría, en la mis Maitines como en Laudes y H o
ma forma que el de las Fies ras, se hace como se indica en el
tas Simples, tal como está dis Oficio de santa M aría en el Sá
puesto hacia el fin del Breviario. bado.
De la Fiesta Simple que ocurra 5. Se dicen las Preces do
en Sábado, se hace tan sólo Con minicales en Prima y Completas,
memoración. y se rezan los acostumbrados
2. Cuando en los días ante Sufragios de san José, de los
riormente dichos no pueda cele Apóstoles, del Titular y de la Paz.
brarse Oficio de santa M aría en En Tiempo Pascual, solamen
el Sábado, no se hace Conme te se hace Conmemoración de
moración alguna del mismo; úni la Cruz, tal como se halla en la
camente en los Semidobles (cuan Feria segunda después de la O c
do no se reza el Oficio parvo), tava de Pascua. Después de N o
se hace la Conmemoración or na, nada se celebra de este Oficio,
dinaria de la Virgen, con los de a no ser la Conmemoración ordi
más Sufragios puestos en el Sal naria de la Virgen M aría, jun
terio, después de las Vísperas del to con los demás Sufragios, cuan
Sábado. do se han de decir en el Oficio
3. Este Oficio del Sábado em de Dominica.
pieza en la Feria sexta, como los
de Fiesta Simple, desde la C a
IX. De las Conm em oraciones
pitula, y termina en la Nona
del Sábado. M as si en la F e hace Conmemoración de las
ria sexta ocurriere un Oficio Fiestas Simples, cuando ocu
de nueve Lecciones, en las V ís rren en el día de una Fiesta
peras se hace tan sólo Conmemo de nueve Lecciones, aun trasla
ración de santa M aría, con la dada, o en una Dom inica, u O c
tava, o Sábado; o, también, en cua de Resurrección, la Domini
una Feria en que deba celebrar-' ca “ in Albis” , y las Dominicas de
se el Oficio anticipado de una Pentecostés y Santísima Trini
Dominica que aquel año sobre. dad. Cuando en ellas ocurre una
2. De las Feri&s de Adviento, de esas Fiestas se traslada al
Cuaresma, Cuatro Témporas, V i día siguiente que no esté impe
gilias y del lunes de Roga dido; con tal que no sea dentro
ciones se hace Conmemoración, de la Semana Santa, o durante
cuando en ellas ocurra una Fies las Octavas de Pascua o de Pen
ta de nueve Lecciones. Si en ellas tecostés, en cuyos días no se ce
ocurriere una Fiesta Simple, el lebra Oficio de ninguna Fiesta
Oficio se celebra de la Feria, y se Doble que ocurra. Lo mismo se
hace Conmemoración de la Fies ha de decir de otras Fiestas de
ta Simple. primera clase que ocurran en las
3. Además se hace Conme predichas Dominicas mayores.
moración de las Dominicas des 4. Se hace Conmemoración
de Pentecostés hasta el Adviento, de Octava cuando su Oficio está
desde la Epifanía hasta Septua impedido por una Fiesta de nue
gésima, y desde la Dominica “ in ve Lecciones o por una Domi
Albis” hasta Pentecostés exclusi nica, a no ser que esa Fies
ve, cuando están impedidas por ta de nueve Lecciones fuese la
una Fiesta Doble. De las otras principal de algún lugar, como
Dominicas, ninguna Conmemora se ha dicho anteriormente. Pues
ción se hace cuando ocurra una en las primeras Vísperas y Lau
Fiesta Doble, porque la Fiesta des de semejante Fiesta ningu
que en ellas ocurra se traslada, o na Conmemoración se hace de
de ella se hace Conmemoración, una Fiesta Simple ocurrente, ni
como se dirá en la siguiente tampoco de Vigilia (exceptuada
Rúbrica de la Traslación de las la Vigilia de la Epifanía), ni de
Fiestas; a no ser que se trate ningún día .infraoctavo, ni de
de la Fiesta del Patrón principal, alguna Fiesta precedente de nue
del Titular, o de la Dedicación ve Lecciones (a menos que esta
de la misma iglesia (no basta que Fiesta fuese de las que se
lo sea de una capilla o a lta r); en enumeran más adelante en esta
tal caso, de esta Fiesta prin misma Rúbrica), ni del día de
cipal se celebra tan sólo en el ía Octava, ni de Dominica, si
lugar o iglesia, de la cual es dicha Fiesta solemne se celebra
Patrón o Titular o es la D e d i se en la Feria segunda, excep
cación, con Conmemoración de tuándose las Dominicas de Ad
la Dominica. Exceptúame la viento y las Dominicas desde Sep
primera Dominica de Adviento, tuagésima hasta la Octava de
la Dom inica primera de Cua Pascua inclusive, de las cuales,
resma, la Dominica de Pasión, así como también de las F e
la Dom inica de Ramos, la de Pas rias de Adviento, Cuaresma, Cua
tro Témporas, y segunda de de la Fiesta solemne de un lugar.
Rogaciones, siempre se hace Con 6. En las Fiestas de segundo
memoración, cualquiera que sea orden, a saber, la Circuncisión,
la Fiesta que ocurra. Por lo cual, el Santísimo Nombre de Jesús,
si la mencionada Fiesta solemne la Trinidad, la Purificación, la
viniese en cualquier Dominica, Visitación, la Natividad, y la
de ella se hace Conmemoración Solemnidad del Sacratísimo R o
en ambas Vísperas y Laudes. E sario de la bienaventurada Virgen
igualmente si ocurriere en el día María, en los Natalicios de los
de la Octava de alguna Fiesta once Apóstoles y Evangelistas,
que tiene Octava, de ella se ha en la Fiesta del Patrocinio de
rá Conmemoración también en san José, en la Fiesta de la pre
ambas Vísperas y Laudes. Mas ciosísima Sangre de N. S. J. C.,
en las segundas Vísperas de la y en la Invención de la santa
Fiesta predicha se hace Conme Cruz, en la Fiesta de san Joaquín,
moración del Doble, del Semido Padre de la bienaventurada V ir
ble y de la Dom inica siguiente, gen M aría, y en la de santa Ana,
pero no de los demás Oficios. M adre de la misma, en la
5. Lo mismo se observa enFiesta de san Lorenzo y en la
algunas Fiestas de las mayores de Dedicación de san M iguel A r
entre Año, a saber: en la N ativi cángel, en las primeras Vísperas
dad del Señor (en cuyo Oficio nin se hace Conmemoración de la
guna Conmemoración se hace de Fiesta D oble celebrada en aquel
santa Anastasia, sino solamente día, a no ser que se advierta lo
en la segunda M isa), en la E pi contrario en su propio lugar; no
fanía, en la Pascua de la Resu se hace Conmemoración de D o
rrección, con los tres días que la minica, de días infraoctavos ni
preceden y los dos primeros que de la Fiestas de R ito Semidoble
la siguen, en la Ascensión del S e (Conmemoraciones que tampoco,
ñor, en Pentecostés con los dos se han hecho en la Fiesta solem
días siguientes, en la Fiesta de ne de algún lugar, como se ha
Corpus Christi, y en la Fiesta dicho anteriorm ente). D e las
del Sacratísimo Corazón de Je Fiestas de rito Simple y de las
sús, en las Fiestas de san Juan Vigilias que ocurran en estas
Bautista, de san José, de los san Fiestas, se lee la nona L ec
tos Apóstoles Pedro y Pablo, de ción, y se hace Conmemoración
la Inmaculada Concepción, Anun tan sólo en Laudes. M as en las
ciación y Asunción de la bien segundas Vísperas se hace Con
aventurada Virgen M aría, en la memoración de cualquier Fiesta
Fiesta de todos los Santos, y en que siga, aun Simple, como tam
la Fiesta de la Dedicación de la bién de infraoctava, si de ella se
propia iglesia. En cuyas Fiestas ha de celebrar Oficio en el día
se hacen las Conmemoraciones siguiente. D e las Octavas de la
según las reglas dadas al tratar Natividad del Señor, de la Epi-
fatiía y de Corpus Christi, siem meras Vísperas se dice la Antí
pre se hace Conmemoración en fona que se indica para el Mag
ambas Vísperas y en Laudes, níficat, y en Laudes, para el Be
cuando durante las mismas se nedictus, en el Común corres
celebrare Oficio de alguna otra pondiente al Oficio que se con
Fiesta, conforme la Rúbrica de memora (si no la tuvieren propia).
las Octavas, núm. 3. Después de la Antífona se dice
7. D e las Dominicas y Fe el Verso, que se ha de tomar de
rias de Adviento y Cuaresma, se donde se ha tomado la Antífona,
hace Conmemoración en ambas a saber, después del Himno de
Vísperas y en Laudes. De las Fe Vísperas y Laudes; luego se dice
rias de las Cuatro Témporas, de la Oración. Si la Antífona y el
las Vigilias y de la segunda de Verso de la Fiesta Simple, cuya
Rogaciones, cuando de ellas se Conmemoración se hace, se hu
deba hacer Conmemoración, se biesen de tomar del mismo Co
hace tan sólo en Laudes. Mas de mún de donde se han tomado
las Fiestas Simples (a no ser que en el Oficio del día, se varían
ocurran en los días sobredichos), en la Conmemoración de la Fies
se hace la Conmemoración en las ta, tomando en Vísperas los de
primeras Vísperas y en Laudes, Laudes, y en las Laudes los
en el día que el Calendario de primeras Vísperas del mismo
les asigna. D e las otras Dom i Común, a no ser que se indique
nicas de entre Año y Octavas, se de otra suerte. Mas si del mismo
hace Conmemoración en ambas Común de que se han tomado en
Vísperas y en Laudes, a no ser el Oficio del día, se hubiesen de
que concurran con las Fiestas tomar la Antífona y el Verso de
antes enumeradas. De las Fies una Fiesta reducida a Simple, en
tas Dobles y Semidobles, siem este caso, en las primeras Vís
pre que, conforme a la siguien peras, la Antífona y el Verso se
te Rúbrica de la Traslación de tomarán de las segundas, si la
las Fiestas, deban reducirse a Fiesta tiene ambas Vísperas; en
rito Simple, se hace también Laudes, de las primeras Vís
Conmemoración, a semejanza del peras; y en las segundas Víspe
día de la Octava y de la Dom i ras, la Antífona se tomará de
nica, en ambas Vísperas y en Laudes, y el Verso, de las prime
Laudes, menos en todos los D o ras Vísperas, a no ser que se indi
bles de primera clase, exceptua que de otro modo. Exceptúase el
das sus segundas Vísperas cuan caso en que la Conmemoración
do la Conmemoración de tales de alguna santa Virgen haya de
Dobles debe hacerse (en Laudes) hacerse en la Fiesta de otra san^
el día siguiente. ta Virgen; entonces, en las pri
8. Las Conmemoraciones se meras Vísperas de la santa
hacen en esta forma: Después de Virgen de que se hace Conme
la Oración del día, en las pri moración, la Antífona se ha de
tomar de Laudes. Mas cuando Fiesta de tres Lecciones, la no
una Fiesta que se ha de conme na Lección se lee de la Fiesta de
morar a manera de Simple no ten tres Lecciones, si tuviere una
ga Conmemoración en las segun propia; si tuviere dos, se juntan
das Vísperas, por seguir después en una, la cual pasará a ser la
de ella una Fiesta Doble de pri nona en el Oficio de nueve L ec
mera o de segunda clase, se ha ciones. Omítese esta Lección de
ce como se ha dicho antes en las un santo, cuando de él se ha
Fiestas Simples. Y de igual m o ce Conmemoración en las D o
do, si en las segundas Vísperas minicas que tienen noveno R es
de santa Angela Mericia, o de ponsorio, cuando la nona L ec
otra santa que tenga nueve L e c ción se ha de leer de la Hom ilía
ciones, se debiera hacer Conme de la Dom inica o de la Feria, co
moración de la bienaventurada mo queda indicado anteriormen
Virgen María, por tener que ce te, en las Ferias y demás días en
lebrarse el día siguiente su Oficio que el Oficio consta sólo de tres
del Sábado, para no repetir el Lecciones. Tam poco se lee nona
Verso Diffúsa est grátia dígase Lección de un día de infraocta-
el Verso Benedicta tu, de Lau va que se conmemora en una
des. Si la Fiesta cuyo Oficio se Dominica o Fiesta, aun cuando
celebra y la que se conmemora el día de infraoctava tuviere
tuviesen la misma oración, cám- Evangelio propio y Homilía. Ob
biese la Oración de la Conme sérvese la misma regla, cuando
moración por otra del Común. en el Oficio de nueve Lecciones
Si la Conmemoración es del se hace Conmemoración de una
Tiempo, a saber, de Dom inica o Fiesta Doble o Semídoble sim
de Feria, la Antífona y el Verso plificada, como se indica en la
anterior a la Oración se tomarán siguiente R úbrica; en M aitines
también del Propio de Tiempo, la nona Lección es del Santo,
si los hubiere propios; de otra formada por Jas lecciones histó
suerte del Salterio, y la Oración ricas del segundo Nocturno re
del Propio de Tiempo. unidas en una sola. Se exceptúa
9. Cuando se hace Conmemo toda la O ctava de Corpus Chris
ración de Dominica o de Feria ti, si de ella se celebra Oficio;
que tengan propia Homilía, la en cuyo caso también se ha de
Lección nona en el Oficio del día omitir la nona Lección de una
de nueve Lecciones se lee de la Fiesta Simple.
Homilía de la Dominica o de 11. Cuando se deben hacer
la Feria, a saber: la primera de varias Conmemoraciones, siem
la Homilía de la Dominica, o pre se han de anteponer aque
tres juntas en una Lección. llas que pertenecen al Oficio,
10. Si en el día en que se re sea del rito que sea; exceptua
za un Oficio de nueve Lecciones das aquellas, que nunca se se
se hace Conmemoración de una paran del Oficio de que se cele
bra, como la de san Pablo Após viento, y en las Dominicas desde
tol en el Oficio de la Cátedra deSeptuagésima hasta la Domini
san Pedro, etc., y otras que se ca “ in Albis” inclusive, en la V i
indicarán en las Rúbricas espe gilia de la Fiesta de la Nativi
ciales en su lugar. Después ob dad del Señor, en el día de la
sérvese este orden: 1 de Dom i Circuncisión, en la Fiesta y en
nica privilegiada, 2 del día de la
toda la Octava de la Epifanía, en
Octava, 3 de Doble mayor, 4 de la Feria cuarta de Cenizas, en
Doble menor, reducido a manera toda la Semana Santa, e infra
de los Simples, 5 de Dominica octava de Pascua, en la Ascen
común, 6 de infraoctava Corpus sión del Señor, en los días des
Christi, 7 de Semidoble, 8 de díade la Vigilia de Pentecostés has
de una infraoctava común redu ta la Fiesta de la Santísima T ri
cido al rito Simple, 9 de Feria nidad inclusive, en la Fiesta da
mayor o Vigilia, 10 de Simple. Corpus Christi y su Octava, en
La de la Santísima Virgen que la Fiesta del Sacratísimo Cora
debe hacerse en las segundas zón de Jesús, en la Fiesta de la
Vísperas de una Fiesta de nueve Inmaculada Concepción, Anun
Lecciones celebrada en viernes, ciación y Asunción de la bien
por razón de su Oficio del Sá aventurada Virgen María, de los
bado siguiente, antepóngase a la santos Apóstoles Pedro y Pablo,
de cualquier Fiesta simple ocu o de todos los Santos, se tras
rrente en Sábado. La de Fies lada al primer día no impedido
ta simple se hace antes de los por una Fiesta Doble o Semi
Sufragios, o sea de las Conme doble, exceptuadas, no obstante,
moraciones comunes de la Cruz, las Fiestas del Nacimiento de
santa María, san José, Apósto san Juan Bautista, y de los san
les y la Paz, y antes de la Con tos Apóstoles Pedro y Pablo, que
memoración de cualquier T itu se celebrarían en el día de la Oc
lar, o Patrono de la iglesia, el tava de Corpus Christi y en la
cual debería también anteponer Fiesta del Sacratísimo Corazón
se a los otros predichos Sufra de Jesús. Exceptúanse también la
gios si lo exigiera su dignidad. Fiesta solemne de un lugar la
D e estos Sufragios, se tratará cual se celebra (si bien solamen
más adelante1'. te en la propia iglesia) aunque
ocurra en alguno de los días la
X. De la Traslación de las fiesta que ya hemos indicado an
Fiestas teriormente, a saber: las Dom i
nicas segunda, tercera y cuarta
C i alguna Fiesta Doble ocurrie del Tiempo de Adviento y Cua
re en las Dominicas de Ad resma.
DOS TABLAS
DOMINICAS MAYORES
Dominicas de I clase
las cuales, en la ocurrencia, aun accidental, son preferidas
a cualesquiera Fiestas:
Dominicas de II clase
las cuales, en la ocurrencia accidente], se prefieren a toda clase de
Fiestas, exceptuadas las de rito Doble de I clase:
FERIAS MAYORES
Ferias privilegiadas
VIGILIAS PRIVILEGIADAS
se dividen también en dos clases:
Vigilias de I clase
Vigilias de II clase
Vigilia de la Epifanía.
FIESTAS FERIADAS
d e é s t a s , u n a s g o z a n d e O c t a v a p r i v i l e g i a d a , d e la c u a l s ie m p r e se
c e le b r a O f i c i o , o p o r lo m e n o s C o n m e m o r a c ió n ; o tr a s , d e O cta v a
c o m ú n , d e l a c u a l a l g u n a s v e c e s s e p u e d e o m i t i r la C o n m e m o r a c ió n ,
s e g ú n l a s R ú b r i c a s ; o t r a s , d e O c t a v a s i m p l e , d e la c u a l s e c e le b r a
s ó lo e n e l d ía d e la O c t a v a
Octavas privilegiadas
d e la s c u a le s s ie m p r e s e c e le b r a O fic io o C o n m e m o r a c ió n ; s e
d iv id e n e n tr e s ó r d e n e s :
Octavas de I orden
la s c u a le s , e n la o c u r r e n c ia , s o n p r e fe r id a s a c u a le s q u ie r a F i e s t a s :
Octava de Pascua. | Octava de Pentecostés.
Octavas de II orden
la s c u a le s , e n lo s d ía s d e la in f r a o c t a v a , s o n p r e fe r id a s a c u a le s q u ie r a
F i e s t a s , e x c e p t u a d a s l a s D o b l e s d e I c l a s e , y e n e l d í a d e la O c t a v a
a u n s o n p r e fe r id a s a lo s m is m o s D o b le s d e I c la s e q u e n o s e a n d e
la I g l e s i a u n i v e r s a l :
Octava de la Epifanía. | Octava del Smo. Corpus Christi.
O ctavas simples
las cualesf en el día octavo, son preferidas a las Fiestas Simples, y
ül Oficio de santa María en Sábado
D ob le de I c l a s e . . 0 i 3 i 3 3 3 3 3 3 6 5 8 6 3 3 6
D o b l e d e II c l a s e . . 0 3 3 i 3 6 3 3 3 3 6 8 6 6 3 6 6
D í a VIII d e O c t . 0 3 3 3 3 4 3 3 3 7 4 4 4 0 4 4 4
com ún
D o b l e m a y o r ........... 0 3 3 3 3 4 3 3 7 4 4 4 4 4 4 4 4
D o b l e m e n o r ........... 0 3 3 3 3 4 3 7 4 4 4 4 4 4 4 4 4
S e m i d o b l e ................ 0 3 3 3 3 4 7 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4
D ía d e in fr a o c t. 0 3 3 7 4 4 4 4 4 4 4 2 2 0 4 4 4
com .
0 3 2 4 0 4 4 4 4 4 4 4 2 2 Ü 0 0
_ _ __ _ _
D í a VIII de O c t . s im . 0 7 4 4 4 4 4 4 4 4 ü 4 2 0 4 4 1
S i m p l e . . ■................. 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 2 4 4 4 4
| » Sta . María en S á b a d o .
| » Doble
» Doble de II c la s e .
» Dominica de I c l a s e .
> Doble de I c l a s e .
» Día infraoct. comú n.
» Día Infraoct. de III or d e n .
» Dominica
» Dominica de 11 c la s e .
» D íp Vil. de Octava simple
» Feria mayor no p r iv il e g i a d a .
» Doble menor.
1. O f i c i o d e I, n a d a
"O
d e 11.
P»
2. O f i c i o d e II, n a d a T3
mayor.
d e I. <'
menor o vig. de Epifanía.
3. O f i c i o d e I, C o n
<
m e m o r a c i ó n d e II iq
4. O f i c i o d e l l , C o n n
m e m o r a c i ó n d e I. 5T
00
<v
5. O f i c i o d e I , T r a s o
l a c i ó n d e II. Q.
ET
6. O f i c i o d e II, 3'
T r a s l a c i ó n d e I. 00
o
o
7. O f d e l m á s n o r+-
ble, C o n m e . del
O
otro. o.
8. O f . d e l m á s n o 3
b le, T r a 8 l. del
otro.
Tabl a de la concurrencia
4 0 4 4 4 4 4 4 3 3 0
D o b l e d e I c l a s e ............................................ 2 2 2 4 4 4 4 4 4 5 4
2 2 2 4 4 4 4 4 5 3 4
D í a V I It d e u n a O c t a v a p r i v i l e g i a d a ■ 4 4 4 4 4 4 4 4 3 3 4
D í a VIII d e u n a O c t a v a c o m ú n ............. 4 4 4 4 4 4 4 5 3 1 3
D o b le m a y o r ................................................... 4 4 4 4 4 4 5 3 3 1 3
D o b l e m e n o r .................................................. 4 4 4 4 4 5 3 3 3 1 3
w. S e m i d o b l e ....................................................... 4 4 4 4 5 3 3 3 1 1 3
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O
o
o 1. T o d o d e l s i g u i e n t e , n a d a d e l p r e
»
» Doble
» Día de infr aoct ava
» Día de infrao ctava
» Sta . María
» Doble
» Doble m ayor.
> Día Octavo
» Doble
con la Dominica o Vigilia
»
Q ced ente.
S em id ob le .
Día Octavo
z
2. T o d o d e l p r e c e d e n t e , n a d a d e l si*
< gu ien te.
o
de II c la s e .
menor.
de I clase.
o 3. T o d o d e l s i g u i e n t e , C o n m e m o r a
en el S á b a d o .
ción del p re c e d e n te .
doble mayor
o Fiesta
5. T o d o de l m á s n o b le , C o n m e m o r a *
de la Epifanía.
c ió n d e l o t ro ; si e s t á a e q u i p a r a d o s ,
d e s d e la C a p i t u l a , d e l s i g u i e n t e ,
C on m em o ració n del p reced en te.
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OBSERVACIONES SOBRE LAS TABLAS PRECEDENTES
( Lección.
y . M as, Vos, oh Señor.
LAUDES
PRIMA
1. Padre y Ave.
2. y . Oh Dios, venid. 1$. Señor, apresuraos.
3. Gloria al Padre. Como era.
4. Aleluya o Alabanza.
5. Himno.
6. Antífona, empezada.
7. Tres salmos con Gloria Patri y Como era al fin de cada uno.
8. Antífona entera.
9. Capitula. 1$. A Dios gracias.
10. Responsorio breve con Gloria Patri, sin Como era.
11. El Verso con el Responsorio.
12. Preces feriales, si han de decirse.
13. y . El Señor sea con vosotros. 1$. Y con tu espíritu.
14: Oremos. Oración de Laudes con la conclusión más larga.
15. y . El Señor sea con vosotros. Y con tu espíritu.
16. y . Bendigamos al Señor. A Dios gracias,
17. y . Las almas de los fieles. I£. Amén.
18. Padrenuestro con Amén, a no ser que siga otra Hora.
VISPERAS
COMPLETAS