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Contexto histórico[editar]
El manierismo se desarrolló en Italia e influyó la
arquitectura de buena parte de Europa. Por eso
ayuda conocer el contexto histórico del
continente.
A fines del siglo XV se desarrollaron las grandes
monarquías, en España, Francia y en Inglaterra;
en 1493 Maximiliano I de Habsburgo llegó a ser
emperador del Sacro Imperio Romano
Germánico, mientras que Rusia encontró la
unidad política bajo Iván III. Además, con el
ascenso al trono francés de Francisco I y la
coronación de Carlos V, el escenario europeo
un cambio radical, con la anexión a España de
Alemania y de otros territorios, como Milán,
Nápoles y el Mezzogiorno.
En Italia, en 1527 se produjo el Saco de Roma
por obra de los lansquenetes; este evento
marca el comienzo del manierismo. Muchos
artistas tuvieron que dejar Roma,
trasladándose a Florencia y Venecia. En
Florencia, los eventos de 1527 favorecieron la
persecución de los Médicis; sólo se dominó la
rebelión después de un largo asedio, entre
1529 y 1530, que restableció a la familia en el
gobierno de la ciudad. En cambio, Venecia era
el más importante arsenal de Italia y un centro
cultural de primer orden, gracias a la gran
difusión de la actividad editorial.
El papa Paulo III instauró de nuevo, en 1542, el
tribunal de la Inquisición, que precedió pocos
años a la convocación del Concilio de Trento. El
clima controrreformista llevó a la fundación de
la Compañía de Jesús, que ejerció notable
influencia también en el campo artístico
dirigiendo la arquitectura religiosa hacia el
estilo barroco.
Arquitectura manierista
Características de la arquitectura
manierista[editar]
El manierismo rechaza el equilibrio y la armonía
de la arquitectura clásica, concentrándose más
bien en el contraste entre norma y
transgresión, naturaleza y artificio, signo y
subsigno.3
De esta manera, la carga pierde su peso,
mientras que el sostén no sostiene nada; el
punto de fuga no se concluye en un punto
focal, como en la arquitectura barroca, sino que
termina en nada; las estructuras verticales
asumen dimensiones excesivas y confieren al
conjunto un inquietante equilibrio
«oscilante».1
Si en la arquitectura del Renacimiento la fábrica
de los edificios a menudo denuncia su propia
conformación interna también hacia el exterior
(mediante, por ejemplo, la presencia de cornisa
intermedia, extradós e intradós), las obras
manieristas generalmente se alejan de esta
tendencia, escondiendo su propia estructura de
base.4
Desde el punto de vista decorativo, asume
particular importancia el fenómeno de lo
grotesco, un tema pictórico de tiempos del
imperio romano, redescubierto a fines del siglo
XV, durante algunas excavaciones
arqueológicas.
Estas pinturas, centradas en representaciones
fantásticas e irracionales, están de moda
durante el manierismo (por ejemplo en las
decoraciones del Palacio del Té) y aunque de
manera esporádica, influencian la misma
arquitectura; esto es evidente en las bizarras
aperturas en el frente del Palacio Zuccari de
Roma y en el Jardín Orsini (conocido como
Parque de los monstruos) en Bomarzo. Otras
influencias, sobre todo ligadas a temas
zoomórficos, antropomórficos y fitomórficos,
se encuentran en los adornos de edificios como
la Casina de Pío IV en la Ciudad del Vaticano,
realizado por Pirro Ligorio, el Palacio Marino y
la iglesia de Santa María presso San Celso de
Galeazzo Alessi en Milán.
Obras principales[editar]
Italia[editar]
Villa Farnesina, Roma.
Zecca de Venecia.
La arquitectura civil ofrece todavía ejemplos
importantes en algunos palacios venecianos.
Sus características predominantes fueron
teorizadas por Sebastián Serlio en sus Sette libri
dell'architettura.12 En las ilustraciones de
Serlio, como también en las realizaciones de
Sansovino, la masa mural de las fachadas se ve
aligerada con grandes aperturas, donde las
órdenes arquitectónicas no son usadas solo
como objetos decorativos, sino también como
elementos portantes. Contribuyó grandemente
a la difusión por toda Europa de los órdenes
clásicos y de los elementos decorativos.11
A esta tipología pertenecen edificios como el
Palacio Corner (1532), proyectado por
Sansovino que funde al mismo tiempo el
esquema florentino-romano (evidente por la
presencia del patio interno) con el veneciano
(presencia de un salón central que corresponde
con el atrio de acceso, desde el cual parten
varios ambientes internos). Además, la
articulación de la fachada, en la que prevalecen
los vacíos sobre los llenos, anticipa el diseño de
la Biblioteca Marciana (1537), construida
todavía por Sansovino delimitando la plaza al
lado de la Basílica de San Marcos. De hecho, la
fachada de la Biblioteca está dispuesta en dos
órdenes: el primero imita el modelo romano,
con columnas que sostienen arquitrabes y
aperturas de medio punto; el segundo, en el
que es más evidente el gusto manierista, en
cambio está constituido por serlianas con
cornisas y por columnas que sostienen un friso
ricamente adornado.
También de Sansovino es el Palacio del Zecca
(alrededor de 1537), construido al lado de la
mencionada biblioteca. El esquema de la
fachada es innovador: el pórtico de entrada
sostiene una arcada formada por columnas no
anilladas, dominadas por un arquitrabe doble;
el último piso, añadido sucesivamente tras un
proyecto probablemente elaborado por el
mismo arquitecto, retoma todavía el tema de
las columnas fajadas, con intervalos de grandes
ventanas con tímpanos triangulares.
Sin embargo, las obras de artistas como
Sansovino y Palladio difícilmente podrían
definirse manieristas del mismo modo que las
realizadas por Giulio Romano o Miguel Ángel,
los dos principales exponentes de este estilo.13
Se considera que es Miguel Ángel quien
introdujo estas formas, al reinterpretar el
clasicismo renacentista en clave personal y
dramática.14 En el análisis de su arquitectura
resultan particularmente significativas algunas
obras florentinas, como la Sagrestia Nuova
(concluida en 1534) y la Biblioteca Laurenciana
(proyectada en 1523). Respecto a los ejemplos
precedentes, donde generalmente la atención
del proyectista se concentra en la planta y la
superficie de fachada, la Sagrestia Nuova de
Florencia se presenta como un recipiente
ideado para hospedar esculturas. Se encuentra
junto a la basílica de San Lorenzo y se especula
respecto a la Sagrestia Vecchia proyectada por
Brunelleschi, de la que imita la planta. Miguel
Ángel elaboró libremente las formas adoptadas
en la Sagrestia Vecchia, privándolas de la
armonía brunelleschiana. Por ejemplo, sobre
los portales de acceso, realizó pilastras
rectilíneas sostenidas por grandes ménsulas,
con nichos poco profundos dominados por
tímpanos excavados en la parte inferior.
Castillo de Blois.
Castillo de Chambord.
Cour Carrée, Palacio del Louvre.
El manierismo italiano influyó profundamente
la arquitectura de los castillos franceses, pero,
inicialmente, se limitó al solo aspecto
decorativo.18 Por ejemplo, entre 1515 y 1524,
Francisco I inició la renovación y ampliación del
Castillo de Blois, donde se realizaron ventanas
de cruz (típicas del siglo XV en Italia) y
mansardas de estilo manierista. La exuberante
cobertura del castillo recuerda todavía los
modelos medievales y la tradición francesa, así
como la estructura de la escalera externa, que
sin embargo, fue decorada según el gusto
renacentista.
Bajo el mismo reinado de Francisco I, a partir
de 1528, se iniciaron los trabajos de ampliación
del Palacio de Fontainebleau, que llevaron a la
edificación de la Porte Dorée, de los cuerpos de
fábrica en torno al Cour du Cheval Blanc y a la
galería de unión entre un torreón preexistente
y las construcciones del Cour du Cheval Blanc.
La configuración de la Porte Dorée, con las tres
logias superpuestas, recuerda el Palacio Ducal
de Urbino, pero más renacentista resulta el
frente de la Galería de Francisco I. Aquí, un
pórtico con pilastras rústicas, formado por el
alternarse de arcadas mayores y menores,
sostiene los registros superiores, donde se
abren ventanas regulares, colocadas en eje con
las arcadas mayores, y más arriba, numerosas
ventanas dominadas por tímpanos arcuados.
Sin embargo, las cubiertas fuertemente
inclinadas siguen la tradición francesa. Es en
este castillo-palacio de Fontainebleau donde se
introdujo con más claridad la fantasía
manierista.11
Del mismo modo, el Castillo de Chambord
presenta un neto contraste entre cuerpos de
fábrica y cubiertas. Fue realizado entre 1519 y
1547 por Domenico da Cortona, un arquitecto
italiano que se formó bajo la guía de Da
Sangallo. El complejo, completamente
circundado por fosas, es de forma rectangular,
con cuatro torreones circulares en los ángulos,
un largo corte central y, a lo largo del lado
mayor, una torre del homenaje de forma
cuadrada, todavía delimitado por cuatro torres
con planta circular. Esta torre constituye el
corazón de todo el castillo y tiene una escalera
circular de doble espiral, inspirada en una idea
de Leonardo da Vinci, de manera que quien
baja no se topa con quien sube.
Otro italiano, el ya mencionado Sebastiano
Serlio, trabajó en el Castillo de Ancy-le-Franc,
donde introdujo, en torno a un patio de planta
cuadrada, cuerpos de fábrica cerrados –sobre
todos los ángulos– por torres de planta
cuadrada. Este modelo, inspirado en un palacio
napolitano de Giuliano da Maiano (la Villa de
Poggioreale, hoy desaparecida),19 tuvo notable
suerte en las residencias suburbanas; se trata
de un esquema no ideado por Serlio, pero que
el arquitecto contribuyó a afirmarlo, también
gracias a la amplia divulgación de su tratado.
Los frentes externos a lo largo del patio
retoman el tema de los nichos y de las pilastras
binadas ya adoptados por Bramante en el Patio
del Belvedere de la Ciudad del Vaticano.
A este esquema se puede reconducir el Patio
Cuadrado (Cour Carrée) del Palacio del Louvre,
que Francisco I prefirió al preexistente castillo
medieval. Los trabajos, confiados a Pierre
Lescot, fueron iniciados en 1546; el proyecto
inicial preveía la realización de un edificio con
dos pisos, al cual se le añadió un ático en el
curso de la construcción. El piso inferior está
dispuesto con un doble sistema de arcos y
arquitrabes; el superior está articulado por
medio de columnas y ventanas con tímpanos
triangulares y arcuados alternados. Aquí Pierre
Lescot reinterpreta en clave francesa el
manierismo italiano, dándole más serenidad y
ritmo.11 El ático se ha enriquecido con
decoraciones de Jean Goujon que confieren a la
Cour Carrée un aspecto decididamente
manierista.
Filiberto de l'Orme, finalmente, representa el
fundamento del futuso clasicismo francés, con
obras como el Castillo de Anet o el Palacio de
las Tullerías. Se le atribuye la creación del
llamado orden francés, que partiendo del orden
jónico, le da unos fustes anillados con bandas
muy decoradas.20
España[editar]
Ayuntamiento de Amberes.
En Bélgica una de las obras más significativas es
el Ayuntamiento de Amberes, que Cornelis
Floris de Vriendt edificó entre el 1561 y 1566. El
palacio se encuentra en los bordes de una gran
plaza donde se encuentran obras tardo góticas
con detalles renacentistas y barrocos; a pesar
de la presencia de un arimez central de uso
nórdico, el edificio deriva de Bramante y
Serlio.24 La fachada horadada por grandes
aperturas, está planeada sobre cuatro órdenes
delimitados por cornisas que indican los pisos;
el arimez, con el arco de medio punto, está
adornado mediante columnas binadas y nichos.
Este modelo fue importado en diversas
regiones europeas, comenzando por los Países
Bajos y Alemania.22 Por ejemplo, entre 1615 y
1620, Elias Holl realizó el Rathaus de
Augsburgo, con un arimez central cerrado por
un tímpano moldurado; a los lados del piso de
la parte superior se alzan dos torres con planta
cuadrada, sobre las cuales se pusieron dos
volúmenes poligonales con cúpulas
acebolladas.
El manierismo sólo llega a Alemania a finales de
siglo. Son arquitectos italianos, o formados en
Italia, quienes realizan obras de este estilo,
especialmente en Baviera. La de San Miguel en
Múnich, erigida en 1585 a partir del modelo del
Gesù en Roma, o las Salas del «Antiquarium»
de la Residencia son ejemplos de esta
tendencia.20 La iglesia de San Miguel se
caracteriza por su fachada manierista, mientras
que el interior sorprende por la gran bóveda de
cañón que cubre la nave central; como en la
basílica romana, también las capillas laterales
se muestran directamente a lo largo de la nave
mediante una serie de arcos, pero los
ambientes que resultan de este recurso,
respecto al modelo de Vignola, muestran una
mayor integración con la nave central.25
Las influencias manieristas llegan a Portugal a
mediados del siglo XVI. Nuestra Señora de
Gracia, en Évora presenta ya formas más
severas. Cabe citar a Diego Torralva, influido
por Serlio y Palladio en su Claustro de San
Felipe de Tomar. Influencia de Vignola se
aprecia en la iglesia de San Vicente de Fora, de
finales de siglo, obra de Felipe Terzi.
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MIGUEL ÁNGEL BUONARROTTI
Caprese 1475- Roma 1564
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Escultura manierista
El manierismo es una tendencia estética que se
inicia a finales del Renacimiento y se señala
como transición al Barroco. Tuvo sus orígenes
en las magistrales características escultóricas
de la obra de Miguel Ángel, tales como el
equilibrio estable entre la masa y el
movimiento, sentido de la grandiosidad,
facciones perfectas, gestos terribles y la
perfección anatómica de la figura.
El 6 de mayo de 1527, las acéfalas tropas del
Sacro Imperio Romano Germánico tomaron
Roma. En su euforia alcanzaron la Ciudad del
Vaticano, donde la Guardia Suiza las enfrentaría
con el propósito de resguardar la vida del papa
Clemente VII. La batalla terminó en una
masacre, pero no en vano, pues el Pontífice
logró atravesar el Passetto, un corredor
fortificado que comunica al Vaticano con el
Castillo Sant'Angelo, ubicado a la orilla del
Tíber. Durante los días siguientes, las tropas se
ocuparon de saquear Roma, causando la
desaparición de numerosas obras de arte, tanto
de la Iglesia como de particulares. Este suceso
es señalado como el final del Renacimiento
clásico.
El historiador Luigi Lanzi indica en su libro
Historia de la pintura italiana que este evento
aceleró la separación de Martín Lutero y sus
seguidores de la Iglesia, lo cual dio pie a una
crisis espiritual en todo el mundo católico, pues
hizo ver que la salvación podía alcanzarse por
fe y no por predestinación o méritos.
"Luego del saqueo de Roma, muchos artistas
huyeron y optaron por un arte más espiritual,
tomando como base la idealización del cuerpo,
de Miguel Ángel, lo que origina el manierismo",
afirma el historiador Aníbal Chajón.
En sus inicios, el término definía a quienes
transgredían los cánones de los Genios del
Renacimiento, es decir Rafael (1483-1520);
Antonio Allegri da Correggio (1489-1534) y el
mismo Miguel Ángel (1475-1554). Más tarde,
"maniera" tomó la connotación de
personalidad artística al crear una obra; sin
embargo, con el tiempo se desarrolló con
características propias.
Mercurio:
Mercurio (1563), Florencia, Museo del
Barguello. (Bronce a la cera perdida)