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Bull, Inst, Fr. Et, And. 1974, UL, NP 2, p, 1-27. ESTUDIO GEOLOGICO DE LA REGION ENTRE CUZCO Y MACHU PICCHU René MAROCCO* Francisco GARCIA-ZABALETA** La région comprise entre Cuzco et Machu Picchu est située sur Ia terminaison orientale de Ic “délexion d‘Abancay”. On y observe la superposition de deux cycles tectorogéniques: Je cycle hercynien et le cycle andin. Nous verrons pourquoi existence du Précambrien ost problématique. La série du Paléosoique inférieur est analogue a celle connue depuis le Nord de I'Ar gentine. Au Dévonien supérieur a liou Ie tectonique éohercynienne, Les structures qui en xésultent sont polyphasées et accompagnées par 2 schistosités. Le Poléozoique supérieur, sembluble a celui du reste du Pérou, repose en discordance angulaire sur les roches plissées a Véohereynien. En concordance sur le Paléozoique supérieur vient Ia série Méso-Cénozoique, marine jusqu’au Crétacé puis continentole. Du Lics ou Sénonien notre région constitue la trahsition entre 2 bassins subsidents, Yun matin, Fautre continental (Altiplano). Au Sénonien ta mer se retire et commence le dépot d'une épaisse série de Couches Rouges. La sédimentation continentale est interrompue a "Eocene supérieur-Oligocene Infériour par la phase paroxysma- le de lc tectonique andine Les fcilles préexistontes rejouent soit en faille inverse soit on décrochement selon leur orientation par rapport a la direction de raccourcissement. Cos re- jeux complexes peuvent entrainer des inhomogénéités dans la répartition de la déformation souple et provoquer de nouvelles failles en gros perpendiculaires aux structures. LOligocene voit le dépot de molasses conglomératiques discordantes sur le substratum plissé @ !'Eocenesup.—Oligocene inférleur. Le Tertiaire se termine par la mise en place a YOligo-Miocene de batholites gromodioritiques et par un magmatisme effusif au Mio-Pliocene, Le cycle andin est bouclé por la demiere phase de Ic tectonique andine (Pliocene) suivio par quelques manifestations volcaniques du Quatemcire, *® O.R.S.1.0.M., 24 Rue Bayard, 75008, Paris (Francia). #% 8.G.M., Paz Soldém 225, Son Isidro, Lima 27 (Peri). R, MARROCCO, F. GARCIA ZABALETA Resumen La regién comprendida entre Cuzco y Machu Picchu comesponde @ la culminacién oriental de Ia Yamada “deflexién de Aboncay”. A postir del E. de la regién estudicda la Cordillera de los Andes recupero su direcclén orogrélica y estructural NW-SE, El érea de in- terés presenta la superposicién de por lo menos dos ciclos orogénicos; el cielo herciniono y 1 ciclo andino, Posteriormente veremos la existencia del Precémbrico que es problemético La serle estratigréfica del Paleczéico inferior, es similor a la que se conoco desde Bolivia y Norle Argentina. Al Devoniono superior la tecténica eoherciniana (‘nica tecténica herciniana en nuestra regién) plegé los esttalos hasta el Devoniono superior, originando estructuras polifésicas verticales acompoficdas con esquistosidad. El Poleozbico superior, ané- Togo ‘al del resto del Perd, cubre discordantemente les rocas plegadas por la fase echerciniona. Concordhintemente con el Paleozéico superior, se deposits la serie Meso-Cenozdica, ma- rina hasta: el Cretéceo y luego prosiguié con una sedimentacién continentcl. Desde el Liésico al Senoniano, nuestra regién es una zona de transicién entre dos cuencas subsidentes: una cuenca marina y una cuenca continental (Altiplano). A partir del Senoniano el mar se retiré ¥ se deposité una potente serie de Capas Rojas cuya sedimentacién se interrumpe en el Eoceno superior-Oligoceno inferior con la fase patoxiemal andina responsable del plegamiento de la serie Meso-Cenozéiea, Las fallas que controlaron la subsidencia del Poteoxdico superior y del Meso-Cenozico se reactivaron como falla inversa, o: como {olla de desgarre, originande a veces nuevas falls 1o que explica 1a complejidad del sistoma de fracturccién. La sedimentacién cenozolca se xeactivé durante el Oligocono, depositando molasas con- Glomerdticas (Grupo Puno). El Terciorio se concluye con la aparicién durante e Oligo-Miocens de un mogmatismo pluténico granodioritico y luego una fase netamente volednica (Mio-Plio- ceno). EI ciclo cndino Sinaliza con la iillima fase tecténica (Pliocenc), seguida por un vol- canismo cuatemorio muy feducide en nuestra regién. La regién comprendida entre la ciudad de Cuzco y las ruinas de Machu Picchu es mundialmente conocida por sus riquezas arqueolégicas y la belle- za de sus paisajes; nos ha parecido util presentar un mapa geolégico de esta zona turistica, acompaiiado por un texto que presenta los grandes ras- gos de la estratigrafia y de las estructuras de dicha zona. Este trabajo forma parte de un estudio més general de la Cordillera de Vileabamba (nombre de la porcién cuzquefia de la Cordillera Oriental} que emprendieron los autores en 1970 segtin convenio de cooperacién téc- nica entre el Servicio de Geologia y Mineria del Peri (S.G.M), el O.R.S.T. O.M. (Francia) y la Direccién de Cooperacién Técnica del Ministerio de Re- Jaciones Exteriores de Francia. La zona estudiada cubre un drea de aproximadamente 7000 Km2, que aborca los departamentos de Cuzco y Apurimac y corresponde a Ia termi- nacién oriental de la “deflexién de Abancay” (Marocco, 1971); de Ia cual tratamos implicaciones esiratigréficas y estructurcles que originaron esta deflexién ESTUDIO GEOLOGICO DE LA REGION DE CUZCO g Figura 1 :Mapa de ubicacién Q: Quillabamba; ST; Santa Teresa; MP: Machu Picchu; O: Ollantaytambo; U; Uru- bamba; Ch: Chincheros; A: Anta: Lim; Limatambo; An; Andchuaylas; C: Cota- bambas. La regién estudiada esti dividida en dos unidades morfoestructurales principales. Al norte de la linea que une Limatambo-Mollepata-Ollantay- tambo-San Salvador, se encuentra la Cordillera Oriental, coronada de altos nevados, donde predominan Jos afloramientos de la Cadena herciniana; esta 6rea fue generalmente zona positiva durante el Meso-Cenozdico. Al sur de esta linea prosiguen las Mesetas Altas (Megard, 1968), que correspondié una zona de subsidencia durante el Meso-Cenozéico, Veremos que el limite entre las dos unidades es una zona de falla. En nuestra regién afloran rocas pertenecientes a las orogénesis her- cinianas y andinas; analizaremos el problema planteado por Ics rocas me- tamérficas cuya Gtribucién al Precambricano se ha vuelto problemética, Para respetar la cronologia de la’ historia geolégica trataremos sucesivamente estos ciclos orogénicos. 4 R, MARROCCO, F. GARCIA ZABALETA EL PROBLEMA DE LA EXISTENCIA DEL PRECAMBRIANO Dos afloramientos de rocas metamérficas existen dentro de los limi- tes del mapa. El primero — el “domo de Amparaes” — se encuentra ubi- cado al noreste del pueblo de Amparaes; el segundo, en el extrema ceste del mapa, se ubica entre los pueblos de Mollepata y de Santa Teresa. Hasta lc fecha los autores y sus amtecesores (Heim, 1948; Egeler y De Booy, 1961; Fricker, 1960; Audebaud et al, 1971) consideraban como precambria- nas estas rocas cristalofilianes. EL MATERIAL METAMORFICO. Las rocas metamérficas de Ia regién estudiada son epi y mesozo- nales. 1) Ei domo de Ampotaes (Fig. 2,A) El domo de Amparaes corresponde a unc estructura anticlinal que ha plegado Ia foliacién metamérfica seguin un eje NE-SW. Desde el niicleo hacia la periferia se observan 4 unidades litolégicas: — un intrusivo granitico ortoneisificado — una serie de ortocnfibolitas cuya potencia es de 1500 metros, una serie calcomagnesiana compuesta por paraanfibolitas y un banco de cipolinos, — micaesquitos Los micaesquistos presentan la siguiente paragenesis: biotita-+estcu- rolita+:granate-tcordierita. Estas rocas han sufrido 3 fases tecténicas. La serie calcomagnesiona esté conformada por mérmoles, skarns y metacdlcaritas asociades con bancos de cuarcita, micaesquistos y parcan- fibolitas. Las ortoanfibolitas se presentan en bancos delgados, muestran local- mente manchas de plagioclasas. Al microscopio se nota que la roca esté constituida por homeblenda verde, plagioclasas (An 25-30), esfeno, dpacos y menos de 10% de cuarzo. El granito ortoneisificade muestra esencialmente cuarzo, plagioclasas (An 20), biotite. Algunos filones de aplita a muscovita y de pegmatita recor- tan e] macizo de ortoneises; estos filones esidn afectados por la foliacién general del domo. ESTUDIO, GEOLOGICO DE LA REGION DE CUZCO 5 Figurar 2 :Cortes de los terreno. metamérficos. A: Domo de Amparaes; B y C: Corle Santa Teresa-Mollepata. Oi, s: Ordoviciono inferior, superior Esquistos verdes; c. Cipoliios; me: Miccesquistes; pg: Paraneis; a: Anfibolitd; n; Ortoneis; Lp: Lidsico (G. Pucard); Pm: Permicno superior (G. Mitu); B+. Isograda de a biotite; g: Grano- diorita andina. 6 R. MARROCCO, F. GARCIA ZABALETA 2) El valle del Rio Santa Teresa (fig. 2, B, C) El cambio de herradura que une Mollepata a Santa Teresa, pasando por el abra Salcantay (4900 metros), cruza una serie de rocas sedimentarias que se vuelve progresivamente cristalofiliana. Los cortes B y C de Ja figura 2 muestran las unidades que afloran entre Mollepata y Santa Teresa. Yendo de Mollepata hacia el Norte, des- pués de cruzar extensos afloramientos de calizas y yesos lidsicos (Grupo Pucard) y de areniscas y lutitas rojas (Grupo Mitu), entramos en pizarras fosiliferas del Ordoviciano. Poco a poco se compactan las pizarras y al mis- mo tiempo que el color negro cambia a verduzco. Mas al Norte, a Ia altura del caserfo de Soray, aflora la biotite. Antes de llegar ol abra Salcantay, el camino cruza una estructura ‘anticlinal donde afloran cipolinos, micaesquistos, paraneises y anfibolitas. El conjunto de la serie es algo semejante a la del domo de Amparaes, con Ja diferencia que no aflorn las potentes ortoanfibolitas. Pasando 1a divisoria (corte C), se baja en la misma serie hacia el NE, el grado de metamorfismo parece que se incrementa (paraneises muy re- plegados) se hayan aflorando nuevamente los micaesquitos. Unos kiléme- tros antes de llegar a Santa Teresa desaparece la biotita y solo se observan esquistos verdes. CARACTERISTICAS ESTRUCTURALES En el domo de Amparues J.P. Bard y los autores pudieron realizar un andlisis estructural, que fué completado por Bard en un estudio petro- légico y estructural de las muestras recogidas en el campo; este estudio, del cual mencionamos las principales conclusiones seré publicado poste- riormente. Los micaesquistos se preston bien a este tipo de estudio, han mos- trado tres fases tecténicas superpuestas, cada una acompaiiada por esquis- tosidad. La observacién de las relaciones entre cristalizacién y deformacién indica que: — las biotitas forman grandes cristales estdticos sobre una esquis- tosidad primaria S, y son anteriores a una segunda esquistosi- dad de flujo 52; — los granates y las estaurolitas son contemporéneos a la esquis- tosidad S, y siguen creciendo después de este segunda fase; — las cordieritas son estéticas sobre S.: — le tercera fase se traduce solamente por una crenulacién. Sin embargo las condiciones térmicas durante esta tercera fase han sido lo suficiente como para permitir la recristalizacién de la mus- covita en los “arcos poligonales” afectando S,. ESTUDIO GEOLOGICO DE LA REGION DE CUZCO 7 Las dos primeras fases son homoaxiales (vecinas de E-W); Ia tercera es aproximadamente N 50° y pensamos que puede ser responsable de la estructura en domo. CARACTERISTICAS DEL METAMORFISMO El estudio petrolégico de las muestras de las rocas metamérlicas re- colectadas en nuestra zona estén en vias de anélisis, sin embargo pode- mos caracterizor a grandes rasgos el metamorfismo. Las conclusiones pre- sentodas aqui son sugerencias de Audebaud et al, 1971; Bard et al, 1974, y de un articulo de Bard sobre el metamorfismo del Peni en curso de publi- cacién. El metamorfismo es de tipo “intermediario de baja presién”, caracte- rizado por asociaciones mesozonales a estaurolitas, granates y cordieritas. La presencia de clorita en ciertas rocas y su desaparicién cuando apare- ce la biotita, permite trazar en ciertas zonas el isogrado de la biotita (B+). Dentro de este metamortismo general hay que destacar el “domo de Amparaes". Segin Bard existe una analogia de disposicién estructural y de metamorfismo entre este domo y el macizo de Zongo en Bolivicr (Bard et al, 1974) donde las rocas de edad herciniana, metamérfica, estén aso- ciadas a un intrusivo granitico ortoneisificado. El domo de Amparaes, cuyo niicleo est& ocupado por ortoneises, bien podria tener un origen similar. E] granito ortoneisificado hubiera sido intruido contemporéneamente a Ic tecténica herciniana: es una intrusién sin-cinemdtica. El metamorfismo her- ciniano observado en la regién de Marcapata (Audebaud, comunicacién ver, bal) parece tener el mismo origen. PROBLEMA DE LA EDAD DEL METAMORFISMO Penzamos que por lo menos una parte de las rocas metamérficas de Ja regién estudiada son de edad herciniona. ‘Tanto en el domo de Amparaes (fig. 2, A) como en el trayecto Mo- Uepata-Santa Teresa (fig. -2, B, C) se nota’ un paso progresivo de las luti- tas pizarrosas fosiliferas del Ordoviciono inferior a esquistos verdes y des: pués a micaesquistos, mérmoles, anfibolitas, etc: sin que se pueda obser- var un cambio brusco entre las rocas no metamérficas y las otras, Esta dis- posicién sugiere un metamorfismo herciniano, asi como la homogeneidad estructural de toda la serie: no se nota un “cambio” estructural, sino solo- mente una intensidad de deformacién que aumenta con el grado de meta- morfismo. 8 R. MARROCCO, F. GARCIA ZABALETA La naturaleza de ciertas rocas.metamérficas plantea algunos interro- gantes, Nunca se observé en el Paleozéico inferior niveles de calizas tales como los que originaron los mérmoles. Sin embargo, el Ordoviciano infe- rior (Arenigiano) esté infrayacido concordantemente por la “serie de Ollan- taytambo”, volcanosedimentoria, cuya base no se conoce. Nada impide que Ia parte inferior de la serie contenga calizas. Las otras rocas de la serie de Ollantaytambo (cineritas verdes, ignimbritas, lutitas) han podide originar por metamorfismo los esquistos verdes, micaesquistos, anfibolitas. En esta hipétesis el metamorfismo herciniano afectaria esencialmente la se- tie de Ollantaytambo, es decir la parte més baja del Paleozdico inferior. la existencia de un zécalo precambricno en la Cordillera Oriental del Pert se conoce desde muchos afios por la discordancia angular del Ordovicia- no sobre un complejo cristalofiliano més antiguo (Dalmayrac, 1970). En nuestra regién no encontramos tales evidencias, Fricker (1960), Egeler y De Booy (1961) hacen mencién, en la Cordillera de Vilcabamba, de cambio de metamorfismo entre una serie "‘filitica’ y una serie de mds alto grado metamérlico. Este cambio, que no pudimos observar (1) podria representar la discordancia angular Paleozdico/Precambriano obliterada por un meta- morfismo herciniano posterior. EL CICLO HERCINIANO El ciclo herciniano se caracteriza por: — una sedimentacién marina areno-pelitica, a menudo flyschéide, que va del Ordoviciano inferior a] Devoniano medio. Empezé (al Cambria- no?) con un perfodo de sedimentacién volcéno-sedimentario; — una tecténica polifésica a fines del Devoniano (fase eoherciniana); —- una sedimentacién marina epicontinenta] (Carbonifero-Permiano inferior), seguida por un episodio volcano-detritico durante el Permiano su- perior. EL MATERIAL HERCINIANO Et primer nivel del Paleozéico fue determinado por fésiles y corres- ponde al Ordoviciono inferior (Arenigiano), sin embargo existe la posibili- dad que para la regién de Ollantaytambo se encuentren niveles més anti- guos (Ordovician ‘basal e inclusive Cambriono). 1) Gon exceptién quizés del Rio Santa Teresa (fig. 2, B) donde se’ notan’ micaesquistos me~ sozonaleg ‘en pontacto follado con paraneises muy. replegados y aparentemente més me- tomérticos, ESTUDIO GEOLOGICO DE 1) La serie de Ollantayiambo A lo largo de Ja carretera Cuzco-Quillabamba (en el tramo Ollantay- tambo-Abra Panticalla) aflora una serie volcano-sedimentaria de base desconocida, suprayacente en concordancia al conglomerado basal del Ordovician. Por ser esta serie intensamente plegada (tecténica herciniana) no pode- mos hacer mds que evaluar su grosor a 2000 metros. La serie esta compuesta por rocas volcdnicas y sedimentarias. Las vol- canitas se hayon bien expuestas al pie de las ramas de Ollantaytam- bo, conformadas por ignimbritas muy endurecidas, de color rojizo, pre- sentando fenocristales de plagioclasas damuritizadas; dicha roca se haya afectada por dos esquistosidades de fractura. Encima vienen Ii- titas verduzcas ligeramente epimetamérficas, probablemente cineriticas, intercaladas con escasos bancos de areniscas La unidad es azdica; por estar suprayaciéndole concofdantemente ef Ordoviciano inferior le atribuimos tentativamente una edad comprendi- da entre el Cambriano y el! Ordoviciano inferior. La serie de Ollantay- tambo puede ser una molasa posterior a las tiltimas tecténicas pre- cambrianas. 2) El Paleozéico Inferior (Fig. 3) Las facies de los terrenos del Paleozdico inferior de nuestra regién son similares a los de Ia cuenca de sedimentacién paleozéica Argentino- Peruana, de los cuales constituyen la prolongacién septentrional (Me- gard et al. 1971); particularmente las facies del Paleozdico cuzquefio son casi idénticas a las del Sur del Peri (Laubacher, 1974). Debido al intenso tectonismo herciniano, y sobre todo al fallamiento post-herciniano, es imposible observar una seccién continua del Paleo- z6ico inferior. La figura 3 sintetiza las observaciones realizadas a lo largo de Ja carretera Ollantayiambo-Chaullay (serie ordoviciana) y de Ja carretera Calca-Amparaes (Siluro-Devoniano y parte del Ordoviciano), ©) El Ordoviciano inferior En la carretera Ollantaytambo-Chaullay, se ven 300 metros de conglo- merados que descansan concordantemente sobre la serie de Ollantay- tambo. Este conglomerado esté compuesto casi exclusivamente por cantos de cuarcita bien redondeados, cuyo origen es problematico: (escudo brasilefio?). El conglomerado, base de la serie ordoviciana, esté suprayacido con. cordantemenite pdr lutitas pizarrosas negras grisaceds, intercaladas con escasos bancos de areniscas. A lo largo de la carretera no se nota mds de 150 a 200 metros de esta serie (fala). El afloramiento se engruesa hacia el W, y con una estimacién promedia de 2,000) metros. do R MARROCCO, F. GARCIA ZABALETA conglo. basa! ordov. Figura 9 -Columna estratigitica del Paleozdico inferior. ESTUDIO GEOLOGICO DE LA REGION En la falda norte del Nevado Verdnict: (Km. 160, carretera Ollantay- tambo-Chaullay), encohtramos graptolites y trilobites de los cuales el Ing? R. Suérez (2) did Ia siguiente determinacién: — graptolites: Didimograptus sp. cf. nicholsoni Lapw. — tilobit Megalaspidella sp. cf.'M. kayseri Kabayashi. Estos fésiles indican el Arenigiano (probablemente el Arenigiano su- perion). Egeler y De Booy (1961) hallaron fésiles, en la Qda. Silque y al Sur del Nevado Caracruz (ambas localidades en lo orilla izquierda del Rio Urubamba), en niveles equivaléntes @ las lutitas descritas ante riormente. Se tratan de graptolites que indict el Arenigiano y el Llanvimiano. Estamos en presencia de una serie que abarca desde el Arenigiano y el Llanvitniano, y probablemente el Llandeileiano y el Caradocia- no inferior, por analogia con la formacién San José del Sur del Pert (Laubacher, 1974), b) El Caradociano El Caradociano esta representado por aproximadamente 2,000 metros de areniscas que descansan en concordancia sobre el Arenigiano- Caradociano inferior; y lo suprayace concordantemente el Siluriano. Se aprecia el contacto inferior en el extremo NW del mapa, al W de Chaullay. El contacto superior se ve, menos nitidamente, en la carretera Calca-Amparaes.. En el camino de herradura que une Chaullay a Vilcabamba (afuera del limite W del mapa), se nota que el Caradociano consiste en una serie flyschéide muy arenosa: areniscas bastante macizas a Ia base (areniscas grises a negras, psamiticas, intercaladas con pequefios bancos de lutitas negras) que se vuelven muy finas hacia el tope. Hasta la fecha, no se encontraron fésiles en este flysch. Sin embar- go, por analogia de facies y por posicién estratigrdfica, correlacio- namos esa serie con la formacién Sandia del Sur del Perd (Lau- bacher, 1974). c) El limite Ordoviciano-Siluriano Tanto en nuestra regién como més hacia el Sur, el iltimo piso Ordo- viciano conocido es el Caradociano. Existe una laguna en el Ashgi- 2) Yacimientos Petroliferos Fiscales Bolivianos (Y.P.F.B.) d) 2 R. MARROCCO, F. GARCIA ZABALETA liano, y en todo o parte del Llandoveriano, ya que el primer nivel silurino — la tilita Zapla — parece ser de edad Llandoveriano su- perior-Wenlockiano inferior. La laguna Ashgiliano-Llandoveriano (15 @ 20 millones de afios) corresponde a movimientos verticales (concor- dancia entre el Ordoviciano y el Siluriano) tal vez relacionables con una tecténica tacénica. La Tilita Zapla (3) E] Caradociono esté suprayacide concordantemente por un horizon- te muy peculiar: La Tilita Zapla. Se trata de un nivel glacial-marino, originado por la deposicién en el mar de los detritos contenidos en los hielos marinos (ice pack). La Tilita Zapla se presenta masiva cuya potencia varia de 50 a 200 metros. Es un microconglomerado de matriz areno-arcillosa, negra, y con cantos pequefios (orden del mm de cuarzo). Este horizonte ha sido reconocido desde Argentina hasta nuestra regién. Su edad, todavia en discusién, parece ser Liandoveriono Wenlockiano (Branisa et al., 1972). Ciertos autores (Berry y Boucot, 1972) sugieren una edad pre-Llandoveriano. Una hipétesis intere- sante es correlacionar la Tilita Zapla de los Andes con el episodio glacial conocido en Africa y Europa al limite Ordoviciano-Siluriano (Laubacher, 1974). EI Siluro-Devoniano La Tilita Zapla la suprayace concordantemente una potente serie, esencialmente lutitica,, de por lo menos 2500 m. de grosor. Las arenis- cas son raras, y siempre en bancos pequefios. No tenemos en nuestra regién pruebas paleontolégicas para deter- minar la edad de esta serie. Las plantas encontradas en la core- tera Calca-Amparaes estén en via de estudio. Se asigna una edai Llandoveriano a Wenlockiana para la Tilita Zapla, la tnica posibi- lidad es atribuir esta serie al Siluro-Devoniano, ya que presenta los efectos de la tecténica eoherciniana (Devoniono superior). Co- rrelacionamos esta serie con la formacién Ananea, descrita por Laubacher (1974) en el Sur del Perd. 9) De la mina Zapla (norte de Argentina). En Bolivia se conoce este horizonte bajo el nombre de formacién Cancaiiiri. ESTUDIO GEOLOGICO DE LA REGION DE CUZCO 13 3) El Paleozéico Superior (fig. 4) El intenso fallamiento post-herciniano no permite ver, dentro de los limi- tes del mapa la discordancia angular entre Paleozdico superior e infe- rior; se la puede observar en Ia Cordillera de Vilcabamba, 6 km. al Sur del pueblo de Vilcabamba. En la zona estudiada solo afloran el Per- miano inferior y medio (Grupo Copacabana) y el Permiano superior (Grupo Mitu). 5 500 2 m. Gpo. H 8 ar ’ 3 o| ” MITU {2 < |. = a Wi oS ° ° 9 yeso E I 6 Gpo sill and é : ; 6 COPACABANA = CLIT L_ ee ¢ Figura 4 :Columna estratigréfica del Paleozdico superior. a) Ei Permiano inferior y medio (Grupo Copacabana) Es una de las series mejor conocidas del Peri por sus ricas faunas (braquiopédos, briozoarios, foraminiferds) y los estudios de Dunbar y Newell (1946) y de Newell et al. (1953). Ya que estos autores estudiaron detalladamente ¢l Grupo Copaca- bana del Pert y particularmente el de nuestra regién, no haremos més que resumir sus conclusiones modificéndolas en algunos detalles. Los mejores afloramientos del Grupo Copacabana se encuentran en San Salvador (rfo Urubamba), donde Newell et al. (1953) midieron 606 metros de calizas fosiliferas con areniscas en la base y evaporitas en el tope. En Ia carretera Pisac-Calca (2 km. después de Pisac) se ve en el tope de la serie una capa de 2 metros de un conglomerado muy peculiar intercalado con bancos de calizas margosas que con- tienen fésiles del género Productus. Se tata de un conglomerado de matriz arcillosa roja y con cantos bien redondeados de dgata de 0.5 a 10 cm. de diémetro. El grado de desgaste de las dgatas sugiere un transporte importante y un origen posible del Escudo Brasilefio. No conociendo Ia base del Grupo Copacabana no hay posibilidad de medir su potencia que estimamos a 1000 6 1200 metros. La edad del Grupo Copacabana es Permiano inferior y medio (Wolfcampicmo-Leonardiano inferior). b) La emersién post-Leonardiano En el Sur del Pera el ciclo de sedimentacién marina del Paleozdico superior se concluye al Permiano medio por una tecténica — fase tardiherciniana — bien caracterizada por la discordancia angular entre el Grupo Copacabana y el Permiano superior (Audebaud y Laubacher, 1969). No hay evidencia de tal fase tecténica en nuestra regién, por el con- trario se nota (Pisac, San Salvador) un pasaje progresivo de las fé- cies marinas a las facies continentales rojas del Permiano superior. c) La sedimentacién continental y el volcanismo del Permiano superior Posteriormente a la emersién del Permiano medio se deposita una potente serie de molasas rojas y de volcanitas andesiticas y rioliti- cas: el Grupo Mitu. Al Sur del rio Urubamba el Grupo Mitu es esen- cialmente detritico (lutitas y areniscas rojas, conglomerados) con in- tercalaciones de rocas volcénicas. Al Norte, dicho Grupo se halla conformado por lavas andesiticas e ignimbritas. Esta distribucién de las fécies nos permite presentar un esquema paleogeografico del Permiano superior, La actual cordillera Orien- ESTUDIO GEOLOGICO DE LA REGION DE CUZCO 15, tal (serranias ol norte de Urubamba y Ollantaytembo; Cordillera de Vileabomba) era una zona de focos volcénicos. Hacia el sur, este zona (andloga en una cieria medida al actual “arco del Barroso” en el Sur de la Cordillera Occidental) era flanqueada por un piede- monte que bajaba hasta depresiones donde venian a depositarse los productos de la erosién de las rocas volcénicas. De vez en cuando, lavas e ignimbritas venicm a intercalarse con los sedimentos con- tinentales. Los conglomerados de la base del Grupo Mitu contienen cantos de rocas volcénicas, lo que sugiere que la actividad magmatica efusi- va comenzé muy temprano, inclusive durante el Permiano inferior en ciertas zonas (intercalaciones volcénicas dentro del Grupo Co- pacabana de la Cordillera de Vilcabamba observadas por Von roun, 1967). En nuestra regién no encontramos ‘evidencias paleontolégicas de la edad del Grupo Mitu; lo atribuimos cl Permiano superior por sobre- yacer al Grupo Copacabana y por analogia con el de las otras re- Giones del Pert. Cabe Ja posibilidad para que el Grupo Mitu vaya hosta el Trias. LA TECTONICA HERCINIANA La tecténica herciniana de la regién estudiada se caracteriza por: — su edad Devoniono Superior (echerciniana); — sus estructuras polifasicas, resultando de la superposicién de dos fc- ses de deformaciones de rumbo y de importancia diferentes, cada una acompaiiada por esquistosidad; — sus direcciones esiructurales que son diferentes de las observadas en el resto de la cadena herciniana del Peri (Megard et al., 1971). 1) La primera fase Las direcciones de la primera fase eoherciniona varian de N 140 al Este (carretera a Paucartambo por ejemplo) a N 100 al Oeste. Los plieques son de planes axiales verticales o ligeramente acostados hacia el SW y varian de la escala métrica a Ia escola kilométrica, En nuestra zona la deformacién se realizé debajo del “frente superior de esquistosidad”, es decir que los plie- gues son generalmente semejantes y siempre acompafiados por una esquis- tosidad de plano axial S,. El tipo de esquistosidad varia segin la litologia: 16 R. MARROCCO. F. GARCIA ZABALETA en los niveles arenosos (Caradociano por ejemplo) se nota una esquisto- sidad de fractura, mientras que en las lutitas es frecuente observar seudo clivaje ("strain slip cleavage”) y hasta esquistosidad de flujo. Se nota una evolucién del estilo del plegamiento del Sur hacia el Norte. Hacia el Norte se ve que la deformacién se vuelve més y mds intensa hasta Megar a una esquistosidad de flujo y pliegues isoclinales de plano axial parado. Se puede observar esta evolucién entre Calca y Am- poraes y también al sur del Nevado Salcantay. La zona de afloramiento del metamorfismo constituiria la “zona axial” herciniana. 2) La segunda fase _Esta segunda fase es de menor importancia, se caracteriza general- menté por pliegues (en “chevron” y “knick”) a escala centimétrica acom- pafiados por una esquistosidad de fractura S:. El rumbo de las estructu- ras varia de N 30 a N 50 del Oeste hacia el Este. A veces no se notan pliegues, sino solamente una crenulacién de la primera esquistosidad S,. Cabe la posibilidad para que la estructura anticlinorial del “domo de Amparaes”, de rumbo N 50, esté ligada a esta segunda fase eoherci- niana. 3) Evolucién del rumbo de las estructuras del Este al Oeste La regién estudiada se encuentra a la chamela entre las direcciones qnommales de la “deflexién de Abancay” y las direcciones clésicas del Sur de la Cordillera de los Andes peruanos. Por esta razén vemos las direc- ciones orogréficas pasar de N10 a E-W. Esta torsién, adquirida o hereda- da, se traduce al nivel de la cadena herciniona por una desviacién. Desde Bolivia hasta San Salvador los rumbos hercinianos son N 140, a partir de Pisoc dichas estructuras toman répidamente un rumbo N 100. MAGMATISMO HERCINIANO. E] magmatismo hercinicno se manifiesta en nuestra regién por: — un magmatismo pluténico sintecténico que did los ortoneises del domo de Amparaes, de los cuales hablamos detenidamente mas arriba; — un magmatismo efusivo. ESTUDIO GEOLOGICO DE LA REGION DE CUZCO y Las primeras manifestaciones efusivas ocurrieron al Cambro-Ordovi- -ciano (serie de Ollantaytambo) dando material volcdnico piroclastico (cine- titas, ignimbritas), Es un volcanismo écido. Un segundo periodo empieza al Permiano medio y superior (Grupo Mit), dando un volcanismo esencialmente rfo-dacitico explosive (ignimbri- tas). La Cordillera Oriental conocié una actividad volcénica mucho més intensa que su bordura sur, lo que indica quizas una mayor movilidad de la Cordillera Oriental durante esta época. Ningin estudio sistemdtico del volcanismo herciniano de] Peri se ha realizado a la fecha, lo que impide emitir cualquier hipétesis sobre su relacién con un eventual plano de Benioff. EL CICLO ANDINO EL MATERIAL ANDINO Posteriormente a la deposicién del Grupo Mitu se emplaza en los Andes actuales un dispositivo subsidente que va guicr la sedimentacién marina y continental del Mesozsico y del Cenozéico inferior. El periodo de distensién que sigue la tecténica herciniana se traduce por grandes fa- las que determinan al ceste de la zona axial herciniona (actual Cordillerce Oriental) una zona subsidente. Al Noriano (Megard, 1987) el mar invade Ja: zona subsidente limiténdose al Sur a la regién central del Peri. Es sola- mente al Lidsico (Marocco, 1971) que el mar llega a nuestra zona. A partir de nuestra regién el dispositive subsidente se divide en dos partes: una cuenca de sedimentacién continental en la bordura oeste de Ja Cordillera Oriental emergida; una cuenca de sedimentacién marina mas al ceste. La cuenca continental, que comenzé a funcionar al Cretéceo in- ferior, se extiende de Limatambo hasia Bolivia ensanchéndose progresiva- mente, Esta zona corresponde aproximadamente al Altiplano peruano-bo- Jiviono. Seficlamos que desde Bolivia hasta el este de nuestra zona las 18 R. MARROCCO, F_GARCIA ZABALETA pee pliocenc. Vv Vv Vv Vv Vv v Terciarie superior b) oTeresarie medio g : Po, StaPae). - o 1 O' eo . 59 6 : _ ee Bordura SW/ de ba zona apiad Rerei- we Figura 5 :Correlaciones estratigréficas del Meso-Cenozéico. ESTUDIO GEOLOGICO DE 1A REGION DE, CUZCO 19 fallas subsidentes post-hercinianas son aproximadamente paralelas al eje de Ia Cadena Herciniana. En nuestra zona estas fallas vienen a chocar oblicuamente con Ja zona axial herciniana y parecen recortarla. Nuestra zona de estudio es Ia transicién entre las facies marinas y las fécies continentales de] Mesozéico (Marocco, 1971). 1) El Lidsico Es el primer piso mesozéico reconocido, aflora en la parte SW del mapa y coresponde al Grupo Pucar& del Centro del Peri. Consiste esen- cialmente en evaporitag intercaladas con calizas bituminosas. La poten- cia es dificilmente estimable (unos centenares de metros). Al este del me- tidiano 72°30’ no se encuentran més afloramientos de Lidsico; en la regién de Urubamba' areniscas continentales del Cretéceo inferior descansan di- tectamente sobre el Permiano superior. 2) El Jurasico superior-Neocomiano En la cuenca marina (SW del mapa) este periodo esté representado por el Grupo Yura: 1500 metros de lutitas suprayacidas: por 1000 metros de areniscas cuarciticas. Las lutitas contienen fésiles del Caloviano (Posi- donia escuttiona). En la cuenca continental la sedimentacién empieza al Cretaceo in- ferior depositando el Grupo Huancané compuesto por areniscas rojas con- tinentales o deltdicas. El grupo Huancané cuyo primer testigo se ve al Sur de Ollantaytambo (50 metros de grosor) se ensancha hacia el Este para alcanzar 200 metros en Ja catretera a Paucartambo donde la serie contiene plantas neocomicnas (S. Mendivil, comunicacién verbal). Estas areniscas descansan concordantemente (discordancia erosional) sobre el Permiano su- perior. 3) El Cretaéceo medio y superior La transgresién mesozdica alcanza en este periodo su mayor exten- sin. Por primera vez desde el principio del Mesozéico el mar incursiona episédicamente en Ia cuenca continental y hasta la Cordillera Oriental (ca- lizas Ayavacas). En nuestra zona el Cretéiceo medio y superior esté representado al Sur del Mapa por 700 metros de calizas fosiliferas descansando en concor- cancia sobre el Neocomiano. Los fésiles (herizos, ostreas) indican el Al- biano-Cenomaniano. Hacia el Norte la serie se vuelve lagunar: varios centenares de me- tros de yeso y lentes de calizas. Esta fué descrita por Kalatatovich (1957) bajo el nombre de Formacién Yuncaypata. Algunos lentes de calizas con- 20 R, MARROCCO, F. GARCIA ZABALETA tienen Neolobites sp. que indica el Cenomianiano. En ciertas zonas el yeso se movilizé para formar diépiros de poca ascensién vertical pero de gran diémetro (regién Maras-Chincheros). Correlacionamos estas series con las calizas Jumasha del Centro del Peri y con las calizas Arcurquina de Arequipa. La Forthacién Yuncaypa- ta es una facies de transicién entre las series marinas y las facies conti- nentales de misma edad (Grupo Moho). 4) Sedimentacién continental Cretéceo-Terciatio inferior J fines del Senoniano el mar se retira de la mayor parte del Peri actual. Esta emersién marca el fin de la historia marina de los Andes pe- yuanos y es consecutiva de las primeras manifestaciones de la tecténica andina. El mar hace una muy breve incursién al Maestrichtiano (bancos de calizas en la Formacién Vilquechico del Titicaca; Formacién FE] Molino de Bolivia). La primera fase tecténica andina —fase peruana (Steinmann, 1929)— dio lugar a estructuras plegadas en la Costa y en el Centro del Peri. En nuestra regién esta fase se tradujo solamente por una emersidn. En concordancia sobre el Cretéceo medio y superior se encuentra una potente serie (més de 2000 metros) de Capas Rojas. Se trata de are- niscas y Iutitas rojas con algunas intercalaciones de yeso que pudieron d lugar a estructuras disarménicas (Marocco, 1970). Las Capas Rojas de nues- tra regién contienen charofitas (Porochara sp.) que indican el Cretéceo ter. minal-Eoceno, Correlacionamos estas Capas Rojas con las del Sur del Peri (Forma- ciones Vilquechico y Mufiani) y las del Centro del Peri (Formacién Casa- palca). La deposicién de las Capas Rojas fue interrumpida al Eoceno supe- ior por la fase principal de la tecténica andina (fase Incaica de Steinmann). 5; Oligoteno-Mioceno-Plioceno La columna esiratigréfica clasica del Peri meridional comporia una potente serie de molasas rojas continentales del Oligoceno (Grupo Puno) que fosiliza la tectonica del Eoceno superior. En nuestra regién no aflora el Grupo Puno, sin embargo se lo conoce en zonas poco alejadas: al Sur, en Ja regién de Cotabambas (Marocco, 1971) y al SE en Sicuani (Audeband, 1967). Por estas razones hay mucha probabilidad para que la molasa oli- gocena esté (por lo menos en el estado de remanente) debajo de las vol- canitas de la Pampa de Anta. Las molasas oligocenas pasan en concordancia a una secuencia de més de 2000 metros de volcanitas (andesitas, ignimbritas) y conglomera- dos. Los conglomerados contienen cantos de una granodiorita post-tecténi- ca andina (véase mds abajo). No podemos determinar con exactitud la edad del volcanismo. Si la tecténica que lo deforma suavemente es miocena el volconismo es oligo- mioceno y equivale al volcénico Tacaza (Newell, 1949). Si la tecténica es ESTUDIO GEOLOGICO DE LA REGION DE CUZCO a pliocena (hipétesis mas probable) el volcanismo puede cubrir el Mio-Plio- ceno y seria un equivalente del volcénico Tacaza y de la Formacién Mau- re (Mendivil, 1965). 6) El Cuaternario Los depésitos cuaternarios son esencialmente aluviales, eluviales y morénicos. Notamos también (Este del mapa) un volcanismo efusivo: re- gién de Oropesa y de las ruinas de Piquillacta. Es un volcanismo efusivo andesitico, Jas lavas son oscuras y ricas en biotites. LA TECTONICA ANDINA Las deformaciones andinas observables en nuestra regién se han ori- ginado en dos épocas con intensidades diferentes: — la tecténica Eoceno superior-Oligoceno inferior (fase Incaica de Steinmann, 1928) representa la fase principal de deformacién; dio los ras- gos estructurales predominantes de los terrenos post-hercinianos. Las direc- ciones estructurales vorian de N 150 al este del mapa a E-W (deflexién de Abancay). Su edad esta fijada por las Capas Rojas afectadas (Cretéceo sup.-Eoceno superior) y por Ia edad de los molasas suprayacentes no afec- tadas (Oligoceno), — Ia segunda fase tecténica es de menor intensidad; donde se la puede observar sus direcciones estructurales son E-W. Su edad es posible- mente pliocena y corresponde a la fase Quechua de Steinmann. 1) Tecténica por plieques Los cortes de la figura 6 muestran que los pliegues andinos de la zo- na estudiada no representon un acortomiento importante. Los planes axia- les son generalmente parados o poco inclinados y en este ultimo caso no se nota un echamiento preferencial. La deformacién observable se reali- z6 por encima del frente superior de esquistosidad, los pliegues son con- céntricos. En los terrenos anteriores al Oligoceno es practicamente impo- sible diferenciar la importancia de cada una de las dos fases andinas. Ge- neralmente la segunda fase ha tenido poca intensidad y no hizo més: que acentuar o deformar ligeramente Jas estructuras de la primera fase. En los terrenos Oligo-Plioceno dio pliegues de gran radio de curbatura (Sur del mapa). El Permiano, el Cret&ceo inferior, el Cretéceo medio y superior mari- no y las Capas Rojas, niveles competentes, se han plegado de manera ho- mogénea, asi como el Terciario medio y superior. Por el contrario, el Lid- R, MARROCCO, F. GARCIA ZABALETA “spuypun smoquoinyd snooy :6 ‘ootupojoa Touedns oNpYDre] :az ‘(ound odnzD) cuesobyO :dy, ‘sm! ad seidz vonvenan ow vanvensn ow ESTUDIO GEOLOGICO DE LA REGION DE CUZCO 23 sico y el Cretéceo evaporitico (F. Yuncaypata) muestran una estructura cahética debido a que cada lente de calizas ha jugado “por su cuenta” en el yeso. Este aspecto cahético es bien visible al Norie de Cuzco, en la zona de las ruinas de Sacsayhuaman. La Cordillera Oriental ha sufrido también los efectos de la tecténica ondina. Pensomos que los acostamientos hacia el SW del Paleozéico infe- tior entre Calca y Amparaes (fig, 6) se deben a una deformacién andina ce estructuras hercinianas paradas. 2) Tecténica por fallas El rasgo estructural més resaltante de la reg’én estudicda es la abun- dancia de las fallas. Las principales direcciones de fracturacién se agru- pan en 3 familias: una familia E-W a N 100; una familia NW-SE; una fa- milia NS, Nuestro propésito no es presentar aqui un estudio exaustivo del fallamiento de lc Cordillera Oriental y de su bordura. Este estudio, en cur- so de realizacién, tiene que ser integrado en el contexto general del Sur del Peri. Presentaremos solamente un esquema hisidrico tentative de la fracturacién de nuestra zona de estudio. La tecténica eoherciniana fue seguida por un periodo de distensién responsable’ de grandes fallas (tardihercinianas) probablemente sub-parale- las a la zona axial herciniana que determinaron la cuenca de sedimenta- cién del Paleozdico superior. Después del Permiano se instala el dispositi- vo subsidente ondino, controlado por fallas (posthércinianas) que en nues- ta regién eram oblicvas a Ia zona oxial herciniana. Estas fallos tardi y posthercinianas son los antepasados resrectivos de las fallas E-W y NW- SE. La tecténica andina va deformar una regién ya compartimentada por ‘el doble sistema de fallas. Cada sistema de fallas va acomodarse a la -compresién jugando sea en falla inversa sea en falla horizontal, segin su ‘orientacién ‘respecto a la Iinea de compresién. Cada compartimento limi- tado por fallas se plegd, pero también pudo rotacionar o moverse de ma- nera ‘cilgo diferente de los otros compartimentos; esto puede explicar el as- jpecto estructural cahético de nuestra regién. En esta hipdtesis los perfiles ‘estructurales son poco significativos pues nunca sabemos si hay unc rela- ‘cién linear exacta entre los dos lados de una falla, dicha falla habiendo ‘podido tener un juego horizontal. Elfectivorente notamos ‘que las fallas E-W han tenido un juego in- verso: por ejemplo 6 lm. al NW de Urubamba una falla E-W pone en con- tacto inverso ‘las volcaitas del Permicmo superior sobfe el yeso.y ‘las ca- lizas del Crétécéo medio -y stipérior, Estas fallas jugarén también en falla @e desyatre: torsién de los ejes de:pliegues de la Cépas Rojas al ‘sur de lc falla de Cuzco (juego senestral). Al-parecer en nuestra regién, la deformacién ‘por’ pliegues ha tenido un papel menos importante que la deformacién ‘por fallas durante las tec- ténicas andinas. Por‘el momento és dificil hacer la diferencia ‘entre las dos tecténicas en lo que se refiere a los movimientos de ‘fallus, Sefialamds so- 24 [ARROCCO, F. GARCIA ZABALETA lamente que si las intrusiones de Ia Cordillera Oriental son del Oligoceno: (dataciones radiométricas en curso) como Jo suponemos, hubo una fractu- racién (en régimen de compresién) importante al Terciario superior por ser estos plutones muy recortados por fallas de juego horizontal (N-S; E-W: NW-SE). a Durante el levantamiento general Plio-Cuatemario la regién estudia- da, compartimentada en numerosos bloques limitados por fallas, pudo ju- gar complejamente. Sefialamos la existencia de movimientos: distensiona- les actuales a lo largo del sistema de fallas E-W. Por ejemplo durante ef tememoto de 1950 que asolé la regién de Cuzco, la falla E-W del Norte- Ge Cuzco jugé en falla normal; bloque sur bajando de 2 metros respecto: al bloque norte. EL MAGMATISMO ANDINO _ El magmatismo andino se monifiesta en nuestra regién por un plu- tonismo post-tecténico y un volcdnismo Terciario superior y Cuatemario. 1) El plutonismo andino En los alrededores de Abancay, 126 km. al oeste de Limatambo, co- nocemos una intrusién sintecténica, contemporénea de la primera fase an- dina (Marocco, 1971). Sin embargo en Ia regién estudiada aqui las intru- siones andinas son post-tecténicas. Los afloramientos de rocas pluténicas se encuentran al Sur del mapa (parte oriental del batolito post-tecténico de Abancay), al NW (batolito de Machu Picchu) y al Norte (parte sur del ba- iolito de Mesa Pelada). Todos estos batolitos presentan una facies bastan- te comin que es Ia de una granodiorita leucécrata con homeblenda y bio- tite. El grano es generalmente grueso. Una composicién frecuentemente observada es la siguiente: cuarzo 20%; ortosa 30%; plagioclasas (oligocla- sa-labrador) 40%; homeblendo-biotita-acesorios 10%. Es frecuente encon- tror en la bordurc de los macizos enclavas homogéneas de diorita de gra- no fino, testigos de una primera fase de intrusién. El cardcter post-tecténico de estos macizos est& comprobado por el’ hecho que recorian las estructuras andinas desarrollando en la caja un me- tamorfismo de contacto més o menos importante segin los lugares. Cuan- do los macizos intruyen las calizas del Cretéceo medio y superior,hay for- macién de.”skams” que pueden contener yacimientos explotables de mag- ne Fuera dé Jos ‘limites del mapa, en Ia hoja al 1/100 000 de Cofabam. bas (Marocco, 1971) hemos podido observor que la granodiorita del bato- ito de Abancay recorta el Oligoceno (Grupo Puno) y que esta misma gra- nodiorita se encontraba en rodados dentro de los conglomerados interca-. ESTUDIO GEOLOGICO DE LA REGION DE CUZCO 25 Jando las volcanitas Mio-Pliocena. Atribuimos al batolito de Abancay una edad Oligoceno a Mioceno. Los otros batolitos, de caracteristicas semejan- tes pueden tener la misma edad, pero e] terreno mds joven que atravie- sen es el Permiano superior (Grupo Mitu); queda la’ posibilidad para que los intrusivos de la Cordillera Oriental estén mds antiguos que el batolito: de Abancay (4). 2) El volcanismo andino El volcanismo andino de nuestra regién tiene como primer represen- tante las volcanitas del Mio-Plioceno que consiste en una serie esencial- mente pirocléstica de composicién andesitica a riolitica. Con este volcanis- mo correlacionamos Jas intrusiones hipoabisales andesiticas dela Pampa de Anta (W de Chincheros) y el filén ignimbritico que aflora en la carretera Cuzco-Limatambo (S del mapa). El volcanismo cuaternario es representado por lavas andesiticas muy oscuras que afloran al este del mapa (volcén de Oropeso). La intrusién hi- povolcémica que se observa en la misma zona (cruce de las carreteras « Faucartambo y a San Salvador) debe ser un dyke de alimentacién del vol- can. El volcén de Oropesa, como el Quimsachata (100 km. mds al sur) 0 el volcamismo reciente de Abancay y Andahuaylas, es el testigo més orien- tal del magmatismo efusivo cuatemario, por esta razén tiene’ gran interés en el marco de la tecténica global. Este trabajo es el resultado de la colaboracién cientitica entre el Servicio de Geolo- gia y Mineria del Peni (S.G.M) y del Office de la Recherche Scientifique et Technique Outre-Mer (O.R.S.7.0.M.), Los autores agradecen a estos dos orgamismos. También agra- decen a tedos sus colegas peruanos y ‘extranjeros del S.G.M., y al Dr. P. Usselmann, Director Cel Instituto Francés de Estudios Andinos, quien acepté publicar este trabajo en su boletin. 4) Seficlamos que Egeler y De Booy (1961) meticiomom una edad Permiona (K/Ar) pora ot batolito de Machu Picchu. 26 R, MARROCCO, P. GARCIA ZABALETA LEYENDA DEL MAPA AL 1/200 000 1: Rocas metamérficas (pg: paraneises; m: micaesquistos; sv: esquistos verdes): 2: Serie de Ollantaytambo; 9: Ordoviciano (a: inferior: b: superior); 4: Tita Zapla: 5: Siluro-Devoniano; 6: Permo-Carbonifero (G. Copacabana); 7: Permiano superior Getritico; @: Permians siperidr volcmico; 9; Lidsico; 10; Cretéceo inferior; 11: Cro- téceo medio y superior mavino; 12: Cretéceo medio y superior lagunar (Formaciéa Yuncaypata); 19: Yeso (didpit; 14: Capas Rojas; 15: Voledmico Terciario superior: 16: Volednico Cucternario: 17: Instrueive andino; 18 Intrusive hipoabisal; 18: Conglomerado basal Ordoviciano; 20: Chimenea ignimbritica; 21: Depésitos recientes. 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