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SEMINARIO TEOLÓGICO CENTROAMERICANO

LA CONTROVERSIA ENTRE AGUSTÍN Y PELAGIO

Monografía
presentada en cumplimiento de los requisitos de la materia
Historia de la Iglesia I

Manaen Eliacim Ayala Orantes

18 de septiembre del 2015


LA CONTROVERSIA ENTRE AGUSTÍN Y PELAGIO

La controversia entre Agustín y Pelagio surgió a finales del siglo IV e inicios del

siglo V. Esta es una controversia que ha sido objeto de diferentes estudios y tesis, por la

razón de haber influido en la iglesia occidental primordialmente y hasta nuestros tiempos

tenemos efectos de ambos pensamientos. También, diferentes corrientes que han surgido

tomando de base esta línea teológica. No obstante, es necesario hacer un estudio de la

razón de sus controversias en el ámbito teológico.

Breves biografías

Agustín de Hipona

Agustín nació en el año 354, en la ciudad de Numidia, Tasgaste al norte de África.

Su padre era un soldado romano de bajo rango y pagano. No obstante, su madre se

llamaba Mónica y era una fiel y devota creyente siempre encomendando a Dios la vida de

su hijo y de su esposo. Ambos descubrieron la capacidad e inteligencia de su hijo tanto

que, invirtieron en una excelente educación en la ciudad de Cartago. No obstante, desde

los 17 años experimentó diversos placeres que la ciudad ofrecía. Pero, ante todo esto, no

descuidó sus estudios.1

Su propósito no consistía en encontrar verdades, sino en ser muy convincente y

persuasivo en lo que transmitía. Luego, su interés por la verdad se debió a leer una de las

obras de Cicerón. Esto, lo condujo al maniqueísmo2 que parecía responder a las

1 Justo L. Gonzales, Historia del Cristianismo (Miami: Caribe, 1994), 221-22.


2 El maniqueísmo era una doctrina extremadamente dualista fundada por Mani. Surgió en el imperio
persa y luego se extendió a lo largo de China y la India hasta llegar al imperio Romano. Esta doctrina
sostiene que existen dos principios eternos que son el bien que es lo espiritual y el mal que es lo materia.
Además, posee un cierto tinte gnóstico según Gonzales “maniqueísmo”, Diccionario Manuel Teológico
(Barcelona: Clie, 2010), 178-79.
3

interrogantes que se formulaba, en el cual permaneció durante 9 años. Sin embargo,

surgían nuevas interrogantes las cuales ni los líderes del movimiento maniqueísta podían

responder y esto le causó una desilusión que decidió ir en búsqueda de la verdad por sí

mismo.3

Pero, en medio de todas sus inquietudes y un fuerte dolor y sufrimiento en su alma,

abrió su biblia y leyó Romanos 13:13-14 donde sintió un llamamiento. Además, fue hasta

Milán donde le llamó la atención Ambrosio y su predicación lo cual le generó un interés

por profundizar en las Escrituras.4

Pelagio

En contraste con Agustín, Pelagio no había experimentado una vida entregada a los

placeres. ÉL era un monje de carácter sereno y una vida moral y recta. Nació en Bretaña

aproximadamente en el año 350.5 Además, por su forma de pensar en cuanto a su

formación cultura, da la idea de que fue hijo de funcionarios romanos. También,

probablemente estudió derecho.6 También, se esforzó por ser un profesor católico para

contrarrestar el maniqueísmo. Finalmente, cuando fue expulsado de Palestina por un

sínodo de Antioquía, desapareció y probablemente murió en Egipto. 7 Hay muy poca

información sobre este personaje en cuanto al desarrollo de su vida. Sino que, los

diferentes escritores e historiadores han enfatizado más su vida y movimientos durante la

controversia. Otra de las razones, es que no influyó tanto el pensamiento de la iglesia

como lo hizo Agustín de Hipona.

3 Gonzales, Historia del Cristianismo, 222-23.


4 Juan C. Varetto, La Marcha del Cristianismo (Buenos Aires: Junta de Publicaciones de la
Convención Bautista, 1938), 173-74.
5 Wilton M. Nelson, Manual de Historia Eclesiástica (Nashville: Grupo Nelson, 1962), 20.
6 Vittorino Grossi, Patrología III (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 2001), 557.
7 D. F. Wright, “pelagianismo”, Diccionario de Historia de la Iglesia, ed. Wilton M. Nelson
(Miami: Caribe, 1989), 835-36.
4

Temas de controversias

Los diferentes temas generados en esta controversia causaron grandes cambios e

influencias dentro de la iglesia occidental. Además, a diferencia de la iglesia oriental, que

las controversias y los diferentes concilios se hicieron en cuanto a la divinidad de Cristo.

Sus preocupaciones se dieron más en asuntos cristológicos. No obstante, entre Agustín y

Pelagio, los temas tratados eran en relación al hombre (aspectos antropológicos). Estos,

consisten en cómo actúa la gracia de Dios sobre el hombre, el efecto del pecado sobre el

hombre, el origen de su alma y su caída. Se debe de tener en mente que ambas posiciones

han tenido y tienen fuertes cuestionamientos a lo largo de la historia. Estas son

vulnerables incluso a un simple razonamiento. Por lo cual, se tratarán los siguientes

temas que son los más relevantes o destacables.

La caída del hombre

Agustín afirmaba que Dios creó al hombre bueno y recto y estaba en una relación

directa con Él. Además, estaba dotado de la capacidad de escoger entre la obediencia y la

desobediencia lo cual determinaría su perfección y e inmortalidad. No obstante, debido a

su desobediencia, perdió el libre albedrío y se hizo esclavo del pecado. También, perdió

la gracia, murió espiritualmente siendo expuesto a una muerte física y condenó a toda la

raza humana. Por tanto, Agustín enfatiza que el pecado de Adán directamente afecto a la

humanidad, ya que ésta es partícipe de forma moral y penal.

No obstante, Pelagio refutó en absoluto tal doctrina de Agustín. Él no creía en el

pecado original y la depravación total del hombre. Además, Pelagio decía que la muerte

física no fue consecuencia del pecado de Adán, sino que es la naturaleza del ser humano.
5

El hombre no hereda nada directamente de sus padres. Por tanto, el pecado de Adán

solamente es un mal ejemplo y afectó de manera indirecta a la humanidad. Todo hombre

nace en el mismo estado en que Adán fue creado sin vicio y sin virtud.8

De ambas posiciones se pueden analizar cosas interesantes. Por ejemplo, el que

Adán haya pecado o no, eso no determinaría el asunto de la muerte física. Probablemente

sea como Pelagio dice, parte de la naturaleza del hombre. Pero si se cargara con el pecado

de Adán, entonces se estaría hablando de una maldición generacional. Que culpa tendría

un ser humano de esta era en que Adán cayera en el huerto. Las personas a menudo

hablan de la inocencia de un niño en lo cual Pelagio dice que nace tal y como Adán era

antes de caer. Podría ser también que la caída del hombre no tenga nada que ver con el

hombre en sí mismo sino Dios queriendo comunicar un mensaje a través de la caída. O

que simplemente era la voluntad de Dios que el hombre cayera.

El origen del alma

Agustín, señalaba que el alma era heredada de los padres. Con esto quería decir que

el alma no es una creación directa de Dios. En cambio, Pelagio decía que cada alma era

creada por Dios.9 Queriendo razonar un poco sobre el asunto, Dios depositó el alma en el

hombre cuando sopló sobre él. Sin embargo, cada ser es diferente de otro. Dios ha creado

al ser humano con ciertas similitudes pero cada uno es diferente. No obstante, en el

ámbito soteriológico quedaría descartada la posición de Agustín debido a que el alma es

una identidad propia y única.

En cuanto al pecado

8 Nelson, Manual de Historia Eclesiástica, 20-21.


9 Nelson, Manual de Historia Eclesiástica, 20-21
6

En este caso, Hipona sostenía que el pecado era un estado o condición que el

hombre había experimentado a causa de la caída de Adán. El pecado no se limita a actos,

obras o hechos malvados de manera ajena, sino que la naturaleza del hombre es pecado.

Por tanto, el pecado procede de su naturaleza y he de allí la famosa frase que lo identifica

“el hombre peca porque es pecador”. No así, Pelagio que, mantuvo que el pecado era una

decisión arbitraria y que no hay ninguna influencia que lo obligue a pecar. Por tanto, no

es una condición o naturaleza en el hombre, sino que el hombre es pecador porque peca.

Finalmente, el pecado procede de la voluntad.10

Esto se podría marcar como subjetivismo, no obstante, hay algo más profundo

cuando se trata sobre hablar del pecado. Si se tomase romanos 3:23 y su contexto para

tratar de comprender y desarrollar el asunto del pecado surge la pregunta de qué significa

estar destituidos de la gloria de Dios y en cuanto a que pecamos. El destituido de la

Gloria de Dios hace referencia a la comunión directa con Dios que se perdió cuando

Adán pecó y que el ser humano no puede recuperarla por sí mismo. Según Romanos 3:10

no hay ningún justo, nadie digno de merecer estar cerca de la gloria de Dios. Y en

Romanos 5:10 Pablo expresa claramente que pecamos juntamente con Adán. 11 No

obstante, hay algunos que afirman que es una vista escatológica de condenación del

resultado de no haber creído, pero Pablo usar el tiempo presente y además, si fuera así,

siempre es dependiente del estado actual de no creer. 12 En acuerdo con Samuel Pérez

Millos, William Hendriksen afirma que todas las personas han pecado de alguna u otra

manera, y por eso no alcanzan la gloria de Dios. Además, cuando Adán pecó transgredió

10 Nelson, Manual de Historia Eclesiástica, 20-21.


11 Samuel Perez Millos, Comentario Exegético al Texto Griego del Nuevo Testamento: Romanos
(Barcelona: Clie, 2010), 300.
12 Ibíd.
7

los mandamientos de Dios perdiendo sus bendiciones otorgadas sobre todo la libertad del

acceso directo a Dios.13

El tema de la gracia

Para Agustín, el hombre es incapaz de salvarse a sí mismo por medio de su

voluntad o decisión. Su estado es totalmente depravado. Y solamente Dios puede hacer la

obra en su ser. No obstante, esta gracia de Dios implica la elección. Él escoge entre todos

los condenados y extiende misericordia a algunos de ellos. Y la gracia es de doble fase.

La primera es la gracia preveniente en la cual Dios permite que el hombre se acerque a

Él. Pero esta gracia no es suficiente o necesaria para alcanzar la salvación. Sino que Dios,

debe conceder la gracia irresistible la cual permite que el creyente persevere en la fe hasta

el fin. Pero lastimosamente, nadie sabe si posee esta gracia y por lo tanto, nadie puede

estar seguro de su salvación.14

Quienes anteriormente mencionaron la idea de Agustín en cuanto a la gracia fueron

Tertuliano, Cipriano y Ambrosio de los cuales probablemente Agustín fue influenciado en

su pensamiento.

Hoy en día, si se tomara la posición de Agustín, no tendría mucho sentido hablar de

una inseguridad de la salvación. Sería un camino a ciegas donde no sabes si hay algo más

allá. Agustín solía contradecirse un poco al decir que solo en la iglesia católica 15 hay

salvación porque es el cuerpo de Cristo tangible. 16 Además, eso que Dios otorga salvación

a algunos da la idea de que Dios es un Dios exclusivista y discriminativo para algunos.

13 William Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento: Romanos (Grand Rapids: Libros


Desafío, 2006), 146-47.
14 Nelson, Manual de Historia Eclesiástica, 20-21.
15 Entiéndase iglesia católica no como en el sentido o concepto moderno-contemporáneo que la
iglesia protestante tiene. Sino que la iglesia en ese entonces solamente era una sola. No existía iglesia
evangélica y católica sino que era una sola. Lo que si existía eran los diferentes pensamientos que surgían.
16 Kenneth Scott Latourette, Historia del Cristianismo (El Paso: Casa Bautista, 1958), 1:225.
8

La pregunta que genera esta posición es en donde queda la voluntad humana.

Probablemente en este caso la voluntad del hombre está siendo violentada por parte de un

ser justo. Sin embargo, R. C. Sproul ve todo dentro de la soberanía de Dios como su

atributo en el cual afirma que el mal es algo en la humanidad, la perversión ha

contaminado al ser humano. Y que por lo tanto, los salvos reciben misericordia y los no

salvos reciben justicia por sus maldades cometidas. Nadie recibe injusticia. 17 También, si

no hay una seguridad en la salvación, que tal de los autores cristianos quienes hablaban

de una salvación tanto en el antiguo como en el nuevo testamento.

Por otro lado, Pelagio enseñaba que el hombre es capaz de elegir el bien, buscar a

Dios sin que él intervenga. La intervención de Dios es muy útil pero no indispensable.

Relativamente es necesaria pero de manera absoluta no. Además, la gracia es la remisión

de pecados y ciertas ayudas para facilitar la obtención de la salvación del hombre. Por lo

tanto, el hombre está equipado para poder decidir si buscar o no a Dios. Por lo tanto, Dios

otorga esta gracia a todos los hombres. 18 También, el gran predicador Juan Crisóstomo

manejaba esta idea de la capacidad del hombre en elegir el bien o el mal, y que cuando se

escoge el bien Dios actúa en el hombre. Y que por tanto, es Dios quien apoya la voluntad

del hombre19

En el caso del pensamiento de Pelagio, al analizarlo, se estaría hablando de que

Dios si respeta la voluntad del hombre, pero él se estaría condicionando a las decisiones

que el ser humano tome. Se estaría hablando que, de alguna forma el ser humano es

independiente de Dios y que no necesita de él para encontrarlo. Esto contrasta demasiado

a la luz de las Escrituras con respecto a los llamamientos que Dios hizo a sus siervos, a su

17 R. C. Sproul, Escogidos por Dios (Alamance: Faro de Gracia, 2007), 11.


18 Nelson, Manual de Historia Eclesiástica, 20-21.
19 Latourette, Historia del Cristianismo, 1:227.
9

pueblo, con los profetas y la iglesia. Es evidente que las personas actúan cuando Dios se

ha acercado tomando la iniciativa de una relación con el ser humano. Desde el Génesis,

cuando creó al hombre, eh ahí presente la iniciativa por parte de Él. Dios quiere mantener

una relación con el ser humano y la gracia es la iniciativa que él toma para acercarse.

Si se afirmara que el hombre tiene conciencia, voluntad, pensamientos y

sentimientos y que por lo tanto está equipado para buscar a Dios y obrar hacia el bien,

entonces Dios de alguna manera ya se ha anticipado. Por ejemplo, el creó al ser humano a

su imagen y con esto se anticipa a su conciencia moral. De alguna u otra manera existe

una dependencia en Dios la cual no se puede obviar.

Hablando en términos Cristológicos, Pelagio afirma que la encarnación de

Jesucristo no tenía un fin de redimir a los hombres por medio del sacrificio, sino

solamente darles un ejemplo para la obtención de la vida eterna y que el bautismo era

necesario para la salvación.20 No obstante, bíblicamente esto se puede refutar, por

ejemplo, Pablo a los colosenses hablando sobre Cristo, menciona que Cristo es en quien

tenemos redención por su sangre el perdón de pecados Col. 1:14.

En cuanto al bautismo, la Escritura afirma que somos salvos por gracia por medio

de la y que es un regalo de Dios, no por obras para una auto-glorificación. Lo cual,

demuestra que el buscar a Dios bajo nuestra capacidad se vuelve una obra cuando la

Escritura dice lo contrario. Además, Cristo es el camino, la verdad y la vida, nadie va al

Padre sino es por Él Jn. 14:6. Por tanto, la salvación es por medio de Jesucristo de lo

contrario la muerte en la cruz no tendría sentido en la vida de Cristo como en la de

nosotros. También, Pablo a Timoteo le dice que solo hay un mediador. Y otros versículos

que hablan que el justo solo por la fe vivirá tanto en el antiguo testamento con Habacuc y

20 Juan Fletcher Hurst, Historia Compendiada de la Iglesia Cristiana (Barcelona: Clie, 1985), 66.
10

el Nuevo Testamento con Pablo a los Romanos. También la carta de Pablo a Tito en el

capítulo 3 cuando habla que Cristo nos salvó no por obras de justicia que hayamos hecho,

lo cual en su totalidad descarta el bautismo como un requisito de salvación porque es una

obra o un acto.

Ante todo esto, es necesario tomar en cuenta que estas diferentes teologías fueron

influenciadas tanto por sus caracteres, experiencias de vida y diferentes personajes. La

historia de ambos personajes demuestra su forma de vida. “Agustín sabía por experiencia

la debilidad del querer humano y concebía la vida como una larga serie de tentaciones”.21

Mientras que, Pelagio no había experimentado todos los placeres de vida que Agustín

había sufrido. A pesar de que ambos estudiaran las Escrituras, siempre está la influencia

presente del contexto, pensamiento de la era y las diferentes experiencias que estos

sufren. Su percepción teológica probablemente era muy diferente a la nuestra debido a su

ambiente. No se puede juzgar su pensamiento, ya que la teología surge para resolver

ciertos conflictos que afectan nuestra manera de vivir, nuestras necesidades. Y ellos, lo

hicieron así. No obstante, es bueno ir más allá de lo que nuestro contexto, cultura,

geografía, historia e idioma nos permite ver para comprender ciertos principios que sean

universales y reflejen una dignidad humana.

Conclusión

Ante todo lo expuesto, se puede mencionar 3 cosas importantes. Primero, a pesar

de sus estudios, tanto Pelagio como Agustín tenían la influencia de sus teologías en su

experiencia. Segundo, la gracia de Dios se manifiesta o es la iniciativa que él toma para

que el ser humano lo busque (su revelación). Tercero, a la luz de las Escrituras es

21 Ramón Trevijano Etcheverría, Patrología (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1998), 303.
11

evidente que Cristo murió por toda la humanidad por el perdón de nuestros pecados y no

se limita a un ejemplo. Finalmente, si una controversia teológica no genera un aspecto

práctico, no vale la pena mencionarlo.


12

BIBLIOGRAFÍA

Etcheverría, Ramón Trevijano. Patrología. Madrid: Biblioteca de Autores


Cristianos, 1998.

Gonzales, Justo L. Historia del Cristianismo. Miami: Caribe, 1994.

———. Diccionario Manuel Teológico. Barcelona: Clie, 2010.

Grossi, Vittorino. Patrología III. Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 2001.

Hendriksen, William. Comentario al Nuevo Testamento: Romanos. Grand Rapids:


Libros Desafío, 2006.

Hurst, Juan Fletcher. Historia Compendiada de la Iglesia Cristiana. Barcelona:


Clie, 1985.

Latourette, Kenneth Scott. Historia del Cristianismo. El Paso: Casa Bautista, 1958.

Millos, Samuel Pérez. Comentario Exegético al Texto Griego del Nuevo


Testamento: Romanos. Barcelona: Clie, 2010.

Nelson, Wilton M. Manual de Historia Eclesiástica. Nashville: Grupo Nelson,

1962.

———. Diccionario de Historia de la Iglesia. Miami: Caribe, 1989.

Sproul, R. C. Escogidos por Dios. Alamance: Faro de Gracia, 2007.

Varetto, Juan C. La Marcha del Cristianismo. Buenos Aires: Junta de Publicaciones


de la Convención Bautista, 1938.

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