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FUNDAMENTOS

DE
NEUROLINGOÍSTICA
por

A. R. LURIA

..7

Traducción directa del ruso por el doctor

JORDI PEÑA CASANOVA


Sección de Neurología de la C. S. ,< Príncipes de España »
Profesor A sociado de Filología Hispánica de la Facultad de Letras
de la Universidad Autónoma de Barcelona

Prólogo a la edición castellana del doctor

LUIS BARRAQUER BORDAS


Catedrático de Neurología de la Universidad Autónoma de Barcelona
(Unidad docente del Hospital de la Santa Cruz y San Pablo)
.¡ 6.,:, Profesor Extraordinario de Neurología de la "Universidad de Nawl'ra
~) :-:: 'j""' r' :' J""C;" !.

m
~@~w=masson,s.a.
1980
MAE5TRIA EN
N EUROí'SI~OLO<.;:"
TORAY-MASSON, S. A.
Balmes, 151. Barcelona-8

MASSON, S. A.
1·20, Bd . Saint-Germain. 75280 Paris Cedcx 06
."
MASSON PUBLlSHING USA, Ine.
14 East 60 Strcct. New York, N. Y. 10022

MAS SON ITALIA EDITORI, S.p. A.


Via Giovanni Pascoli, 55 . 20133 Milano

Título original de la obra: OCHOBHbIE OP05JIEMbI


HEYIPOJIHHrBHCTHKH
(Osnovnie prob1emi neirolingvistiki)
Autor: A. R. Luria
Publicado en ruso por la Editorial de la Universidad de Moscú

© para la edición española: Toray-Masson, S. A. Barcelona.


Primera edición: marzo 1980.
ISBN: 84-311-0257-8'.
Depósito legal: B. 6.035 - 1980.
Reservados todos los derechos de la presente edición española.

Printed in Spain Impreso en España

1. G. SOCITRA "l. - Arquímtdes. s/n .• nave 3 - Hospitalet (Barcelona)


Puhlicado por decisión
del cOJl sejo d e reda cción v editorial
de la l nivcrsidad de \1 osc ú.

){cccnsión :
A. A. L Eo:-'TIEv, doctor en Ciencias Filológicas .
U. D. AI'RF.SUI.:>I, director del Departamento d e Lingü ís tica teórica y exp erimental
OVNIE\[ "Informelectro" , candi dato CIl Ciencias Filológicas .

PSICOLOGlA
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MAEsTIUA EN
NEURoPS¡WLOGfA
La neurolingüística, cuyos problemas fundamentales trata este libro, es una
llueva rama de la ciencia que se sitúa en las fronteras de la psicología, la neuro-
logía y la lingüística. La neurolingüística estudia los mecanismos cerebrales de
la actividad del lenguaje y los cambios de los procesos de éste debidos a lesiones
cerebrales focales.
La neurolingüística se ha desgajado recientemente, en los últimos años, como
una rama especial de la ciencia y el presente libro es uno de los primeros en este
nuevo dominio .
Este libro presenta el resultado de las investigaciones, del autor y sus colabo-
radores, dedicadas al análisis neuropsicológico de la comunicación verbal y al
estudio de los cambios que aparecen en el proceso de su formulación (codificación)
y en los procesos de su comprensión (decodificación), en lesiones locales del
cerebro.
El autor inició hace ya mucho tiempo sus investigaciones dedicadas al
análisis de los desórdenes del lenguaje en las lesiones focales cerebrales. A esta
esfera de problemas están consagrados sus libros: Afasia traumática (ediciones rusa
en 1947 e inglesa de 1970), Rehabilitación de las fUllciones cerebrales después
de un traumatismo de guerra (ediciones rusa de 1948, e inglesa de 1963).
Muchos de los problemas próximos a este tema se discuten en otros libros del
autor: Las funciones corticales superiores del hO'1nbre (ediciones rusas de 1962 y
1969, e inglesa de 1966), Fundamentos de Neuropsicología (1973) y Neuropsico-
logía de la memoria (1974).
En el presente libro se analizan en la rqedida de lo posible, los caÍnbios en
los procesos de formulación de la expresión verbal y en los procesos de compren-o
sión de las construcciones complejas del lenguaje en distintas -por su locali-
zación- lesiones del cerebro, al mismo tiempo que se intenta examinar estos
problemas a la luz de la moderna lingüística estructural.
El autor considera un placentero deber expresar su agradecimiento más
sincero a I. A. Melchuk por aceptar el trabajo de redacción de este libro y Q
T. B. Ajutina que ha prestado una gran ayuda en la preparación del texto para
la imprenta.
El autor sabe que muchas cuestiones de esta nueva rama de la ciencia no
están aún resueltas y es plenamente consciente de todas las insuficiencias que
plantea esta primera tentativa sobre los problemas fundamentales de ]a neurolin-
güística. No obstante, tiene la esperanza de que este libro tenga una benévola
aceptación por los lectores (psicólogos, neurólogos y lingüistas) y no duda que
pueden ayudarle, con sus consejos, en la continuación de su trabajo en esta
nueva rama de la ciencia.
PROLOGO A LA EDICION ESPAÑOLA

El desarrollo de la neuropsicología durante los dos últimos decenios y su delimi-


taciólI y profundización como una auténtica franja especializada de la Medicina --abier-
ta y alÍn necesitada de colaboraciones e iwegraciones procedentes de otros campos,
ajenos en principio a ésta-, ha supuesto, como es lógico, el esfuerzo denodado y
tenaz, original y creador, llevado a cabo por algunas grandes personalidades que han
dejado inscrito, cada cual con su estilo propio y su sello peculiar, el contenido y el
peso de sus contribuciones en la edificación de este conjunto de conocimientos. con-
cepciones 'c hipólcsis que constituyen tal disciplina neuropsicológica en su estado actual.
desde luego, en continuo enriquecimiento y movilidad.
Como ha comentado justamente N. GESCHWIND, tal renovación creadora se inició
recién pasada la Segunda Guerra Mundial, en contraste con lo que ocurrió con el
período discurrido entre la Primera y esta última. período durante el cual los pro-
blemas neuropsicológicos fueron habitualmente abordados por las grandes Escuelas
neurológicas siguiendo más o menos los moldes forjados durante el último tercio del
siglo pasado y los primeros alIaS del presente, desde BROCA , WERNICKE. LIEPMANl'. etc.,
hasta las críticas de P. MAR lE. Destaquemos, no obstante, de esta época de en tregu aras ,
los nombres de H . HEAD Y de K. GOLDSTEIN, el segundo de los cuales prosiguió aún
más tarde sus trabajos.
Los cultivadores más descollantes de la neuropsicología moderna -entendámonos.
pues, en principio, después de la última Guerra MUlldial- han seguido, en su estilo
de trabajo, unas paUlas que se han fecundado indudablemente en gran medida --romo
hace ya más de dos decenios nos explicaba H . HÉCAEN- por un más amplio can/acto
mutuo en el campo internacional. muchas veces no por informal menos rico, del que
era habitual en la «recortada» Europa y en general en todo el mundo anteriormenle,
Lo que, sin embargo. no ha sido óbice para qJe cad~. una de aquellas grandes perso-
nalidades. como antes las aludíamos, siguiera en cierta manera su individual «proce-
dimiento'J>.
Así situadas las cosas, nada tiene de extraño que aquellos que más han contn'buido,
cada cual según su línea. a la construcción de lo que hoy conocemos como campo
neuropsicológico; se esmeren en ponderar y en exaltar la aportación acumulada por
algullo de sus colegas, que. al mismo tiempo, es ya en alguna medida su amigo. Así,
por ejemplo, GESCHWIND Iza resaltado hace poco la primacía de H. HÉCAEN, mimtras
que, muy poco después, este último, neurólogo clínico en sus principios, ha loado con
entusiasmo los méritos del recién fallecido, H. L. TEUBER, procedente del terreno de la
psicología.
En este movimiento neuropsicológico mundial, la personalidad de A. R . LURH ha
quedado ya fijada, desde su muerte hace dos OllaS, en un plano de primerísima línea.
En él se dan cita también las características esenciales que acabamos de presentar como
«marcas» definidoras de dicho movimiento: Inició sus estudios más importanrt'S . al
menos sobre las afasias, basándose en el material de enfermos con traumatismos de
crcíl/eo derivado de la Segunda gran Guerra, ha seguido una línea de pensamÍrn¡o y
de trabajo bien propia y original -en cuanto que diferente en muchos aspectos al de
otras corrientes neuropsicológicas·- y ha mal/tenido un estrecho contacto COIl neuro-
psicólogos de otros países, no tan estrecho -evidentemente- como el que haya man-
lel/ido , por ejemplo. HÉCAEN con M . ALBERT y con J. BR'JWN, pero sí muchn mlll que
el que cualquier otro neurólogo de su país haya sostenido COIl Centros o personas
x PRÓLOGO A LA EDICIÓN ESPAÑOLA

extranjeras al mismo. En este sentido es ejemplar su relación con K . PRIBRAM, con quien
llegó a dirigir conjuntamente la publicación de un volumen sobre los lóbuJos fron-
tajes. Por otra parte, la lectura de notas necrológicas publicadas sobre él permit e
apreciar la estima ci entífica y humana el! qu e se le tenia por doquier. En es(e senrido
su situación ha sido impar, alÍn insólita, entre lodos aquellos que en su patria hal!
cultivado ulla u otra rama d e la N eurología. La traducción al inglés de un gran mí-
mero de sus obras, así como su colaboración ell el internacio nal «Handbook of Clinical
Neurology» lo dieron a COl/ocer, hace ya muchos a¡-i os, más allá de las fronteras de
ra U RSS. Ulteriormen(e , ra (raducción al casteflano d e algunas de las mismas, Iza faci-
litado su difusión en Espai"¡a e lberoamérica.
No es aquí el m o m en( o de intentar un esquema del proceso de f ormación cultural
y científica de LURIA , de su 'i liación psicológica respecto a VIGOTSKI , e(c. Él mismo
lo ha expuesto en Ufl tex(o que tituló «Looking back» publicado en cas[ellano gracias
a la traducción del Dr. lordi PEÑA.
Entrando más de /leila ell el campo lIeurolil/güís[ico , el más rico y más en evolución
de la lIeuropsicología y el que mayormente ha atraído a LURIA , veamos cuáles han sido,
a grandes rasgos, las direcciol/es de sus tel/tati v".:; y las características de sus cOl/cep-
ciones.
LURIA intentó superar las descripciones fel/omen ológicas habituales de las afasias,
buscal/do los «factores parciales» que podrían dar lu gar a las diversas formas básicas
de las mismas. Para él. una primera fase «loca/izacio nista» se siguió de o[ra en /a qu e
se fue en busca de los factores primariamen[e al[ erados como resultado de las lesiones
foca/es. illJenlando comprel/der los mecanismos básicos qu e sus[en[an el lenguaje, pero
esta fase debería ser modificada, a su juicio, por una concepció n que [uviera en cuenta:
a) In que él llama la Iíllea «neurodil/ámica» el/ el sentido pavloviano, b) la concepción
de unos <<sistemas funcional es complejos» -elaborada por ANOJlN y LEONTIEV- como
encargados de integrar las div ersas funciones del encéfalo y, fil/almente, seglÍn escribe
él mismo, e) el in[en[o d e recorrer «los primeros pasos hacia un esquema gel/eral de
una nuem rama de la ciencia - la Neurolingüística-, utilizando para ello las o bserva-
ciones de disturbios del lel/ guaje y del habla en pacientes CO I/ lesiones cerebrales locales
como un mé[odo para ul/a mejor comprensiól/ de algunos compol/entes del propio
lenguaje». Esta úlrima directriz es la que procu ra in[roducir cabalmell[e en el presell[e
libro.
EII allteriores trabajos, LURIA ponía el acento sobre las hipótesis «neurodinámicas»,
COII la ilusión de comprender los síntomas más básicos de las afasias en términos de
los «cal1ibios parciales» d e tal es[irpe. Aludía LURIA , por una parte, a los [ras[omos
de la «regla de la fu erza» en la regulación de las fUJlciones cor[icales, que compor[aban
la quiebra de la «matriz multidimel/siol/al altam ente selectiva» que constitu ye el len-
guaje, lo que ocurriría al lesio narse las áreas posteriores del cercb ro CI I relación C O Il
él, abocalldo así a la aparición de «matrices de asociacio nes conlcxtuales», germen de
parafasias verbales. Y aludía también, por otra parle, a una pérdida de la «plasticidad
neuronal» I/ormal, de[erminan[ c de una «inercia pat o l ó .~· ¡ ca», lo que ocurriría principal
o exclusiI'Qmente al afec[ars e las úreas cerebrales ant criores en rclación con el lenguaje.
Así nacieron las seis fam osas formas de afasia distinguidas por LURIA :.la afasia aclÍstico -
agnósica, ocasionada por lesiones temporales posterio res, la afasia aCtÍstico-amlléslica,
derivada de lesion es mediotemporales. la afasia sem ántica, dependiente de una lesión d e
la zona terciaria supramodal parietal inferior, la afasia !II oto ra aferent e o apráxica,
dependiente de una afectación del opérculo rolándico y d e las partes inferiores d el
área postrolándica, la afasia m alOra eferente, por lesiones d e la zona prem otora y la
afasia dinámica, resultodo de lesiones de las par/es inferiores de/ló bulo fr o nlal siwadas
algo más hacia delante.
El gran lingüis[a R . J:\K OBSON y K. PRIBRAM se intcresaron en ¡; ran man era por esta
clasificación y elaboraron conjuntamente CO II el pru pio LURIA Uf! esquema, populari-
:ado por d citado PRIBRAM , en el que se «distrihuían» IlIs seis citadas formas de afasia,
teniendo en cuenta las grandes dico[om ias lil/g/i ís ticas presentes en el pemamielllO
jakobsoniano (codificación/decodificacióJl, e[e.), así cuma, en cier/o m odo . la dis[ribu-
eión postaoanlerior de las áreas en relación CO II el lenguaje.
PRÓLOGO A LA EDICIÓN ESPAÑOLA Xl

En la presente obra, LURIA, además de revisar su experiencia afasia lógica clínica


y anatomoclínica -conocida por sus traba;os anteriores- emprende con singular inte-
rés y como objetivo primordial de la misma el intento de aproximación, al que antes
/IOS hemos ya referido echando mano de sus propias palabras, entre tal experiencia afa-
siológica y el mundo de la lingüística, de cuyo intento vamos a hacer un bre~'ísimo
comerllario, y, además, emprende una revisión de dos formas especiales de afasia
descritas por los clásicos -la «afasia de conducción» y la «afasia motora trallSconical>r-
a las que no había prestado especial atención -o ninguna- hasta su :rabajo póst umo
construido con la colaboración de HurroN, reexaminando también, finalmente, la afasia
amnéstica ··o nominal.
En lo que concierne a su interés por la neurolingüística, LURIA viene a incardinarse
el! la línea mejor y más central de la afasiología, aquella que procura establecer los
patrOlles de las formas de alteración del habla en ías afasias a la lu z de los conocimien-
(Os lingüísticos recicflles. Es evidente, como había seiialado en otros campos -bien
alejados- de la Neurología Sir Francis WALSHE, que al topar el clínico con Uf/ dis-
turbio funcional o psicofuncional, como es el caso de las afasias, lo primero que debe
hacer, en el plallo conceptual, 110 es preguntarse en seguida por el asiento de la ¡esión
causal o precipitarse a «illlerprctar» torpemente, en forma simplista, las relaciolles entre
ral ropo grafía lesional y el trastorno observado, como si éste tradujera directa)' sim-
plemellle las consecuencias de aquélla y aún como si de ello pudiera deducirse, sin
m ás. cuál es la función que en condiciones normales ejerce esTa área afec/ada ahora.
Conceprualmemc, la primera tarea a impollerse es plantearse las relaciones que tiene
el disturbio que el enfermo presenta con la función o capacidad normal. E/l este caso,
por califa, las relaciones entre la «estructura» del habla afásica cOllcreta de tal o cual
enfermo y la «estruclUra» del habla /lormal. Ésta es, evidel1/emellle, una tarea lIeuro-
lingü islica, que requiere un previo conocimiento, siquiera sea esquemático, de la lifl-
giiísrica -concretamente, claro está, de la «lingüística interna», como seiialará LURIA
al referirse a F. de SAUSSURE. Si no se conoce la «estructura» del lenguaje y la codifi-
cación y decodificación de su «vertiente individual» o habla, !la podrá emprenderse la
tarea a la que nos venimos refiriendo. Ello 110 quiere decir que no tenga un enorme
ill terés práctico, «diagnóstico», otra dimensión «complementaria» del estudio del en-
fermo afásico, la de orientarse con la mayor exactitud posible en cuanto a la topografía
y a la naturaleza de la lesióll causal, cuestión en la cual nos ayuda poderosamente en
la actualidad la práctica de la tomografía axial computarizada.
GAINOTII ha señalado justamente hace poco que la afasiología actual conoCe varios
estilos o líneas de cultivo, subrayando la primací a de la línea neurolingüística, la cual
d ebemos entender siempre como neuropsicolingüística¡ sin necesidad de decirlo, por
poseer de suyo la lingüística una dimensión psicológica. Entre otras líneas o estilos de
trabajo actual en afasiología bien podríamos recordar aquí la descriptiva o «empirista»
-en cier!.o sentido- de F. BENSON, la neoasociacionista de N . GESCHWIND, la «evolu-
cionista» de J. BROWN, la anatomoclínica de KERSTEZ, etc.
Vale la pena de recordar que la línea neurolingüística fue ya inaugurada en 1939
en la Salpetriere, cuando Th. ALAJOUANINE llevó a cabo con Mlle. DURAND, lingüista,
y con OMBREDANNE, psicólogo, el estudio del síndrome de desintegración fonética.
La aproximación e integración entre afasi%gía y lingüística se vio años más tarde
fecundada por la valoración de las concepciones de A. MARTINET y de R. JAKOBSON.
En 1973, en la primera edición de nuestro libro «Afasias, apraxias, agnosias» nos a/re-
vimos a ofrecer el siguiente «concepto provisional de las afasias»: «Las afasias son
- decíamos-, trastornos de la capacidad de usar en su compleja «decodificación» o
«codificación», Jos elemelltos significativos del habla (monemas y sintagmas) o sus
campal/entes de función meramente distintiva (follemas), por afectación de su selección
y oposición en relacióll con su similaridad (en el seno de un paradigma), establecida
en el eje del léxico o taxi nómico, o de su combinación y encadenamiento en /a con-
tigüidad de un cOllte.no (en el decurso del sintagma), indefinidamente generativo en
palencia. Y>
Far ello, resulta particularmente recor/ortante para nosotros el que LURIA , luego
de enfrentarse a su manera con el problema de la comunicación verbal, divida en dos
XII PRÓLOGO A LA EDICIÓN ESPAÑOLA

grandes apartados su análisis neuropsicológico en relación con los fenómenos afásicos,


consagrando el primero a su codificación y el segundo a su decodificación y, todavía,
el que subdivida el primero de ellos en dos partes, ulla dedicada al estudio de los «dis-
lurbios de la organización simagmática de la comullicación verbal» y la otra al de los
«disturbios de la orgallizaciólI paradigmática» de la misma comullicaciólI.
Se {rata, evidelllemente, de seguir la misma linea lIeurolingüística de plallleamiento
general que simplemente sugeríamos 1I0sotros, inspirada básicamellte por el pe/lSa-
miento de JAKOBSON.
En una afasiología básicamente semiológica, más tradiciollal, lo que LURIA estudia
bajo la rúbrica de disturbios de la organización sintagmática de la codificació/l corres-
ponderia, aproximadame/lte a lo que Th. ALAJOUANINE y su Escuela caralogaroll como
IrastOTIIOS reductivos de la expresión oral, mientras que lo que este mismo aulor y su
Escuela califican de trastomos deformantes de tal expresión vendría a corresponderse,
aproximadamellle también, a lo que LURIA coloca bajo el rótulo de dislurbios de la
organización paradigmática de la codificación.
Nos parece importante este recuerdo para evitar que se produ zca, a los ojos de los
que no han seguido de cerca el desarrollo · de la afasiolagía reciente, ulla suerte de
«corta entre las descripciones semiológicas y anaJomoclíllicas pasadas, y aÚIl de hoy
día, y aquellas· que se realizan bajo la aspiración de una integración neurolil/gü ística,
como es, por ejemplo, en cierta medida la que dirige la concepción y clasificación de
O. SABOURAUD, quien se basa, como hace observar HÉCAEN , ell un desarrollo de la
primera dicotomía de JAKOBSON (distinguiendo la <<selección» en el eje del léxico del
«encadenamiento» en el del texto).
La importancia crucial de la líllea neurolingüística en el desarrollo de la afasiología
más reciente viene subrayada, por ejemplo, por la publicacióll de la serie de volúmenes,
cualro ya hasta ahora, presentados por H. A . WHITAKKER y H . WHITA.KKER , y titulados
globalmente «Studies in Neurolinguistics»~
Ahora bien, ello no quiere decir que un intelllO de «com-perzetracióll» lIeurolillgüís-
rica que se quiera aClual y profundo no esté erizado de gra/ldes dificultades, lo que
se aprecia en seguida cua/ldo se pasa del estructuralismo de JAKOBSON a la gramálica
generarivo-transformacional de N. CHOMSKY. TISSOT, MOUNIN -lingüisla- y F . LHER-
MITIT se refirieron a ella en su estudio del agramalismo. Pero las dificullades de tal
recurso a la gramática chosmkyana pu ede/l hacerse bien patent es, a los ojos de un
lingüisla, en las telltativas que LURIA desarrolla ell la presel/le obra. Las opi/liolles COII
que el Profesor J . M. BLECUA ha querido iluslrar al lraduclor Dr. Jordi PEÑA tocan
directamente esta cueslión, y aún apuntan a la visión misma de las relaciones enlre
la lingüística estructural y la gramútica generarivo-Iransformaciollal.. _
Quien haya seguido, aunque sea muy por encima, la evolución del pensamiento de
CHOMS)..'Y, se dará cuenta de las dificullades que encierra el aproximar el análisis de las
afasias a sus concepciones lillgüísticas, dado el carácler enormemenle evolurivo de estas
úlrimas, ligado al hecho, sostenido por este autor con auténtica vehemencia, del carác-
ler «falsable» de sus hipótesis. Las posiciones que expresa recienlemenle esle aUlor se
apartan mucho de lo que él presenta ahora como su anligua «leoría estúndar».
Todo ello no quila a la obra de A . R. LURIA el enorme l·alor que tiellc el eSll/dio
paciente de UII enorme material de enfermos y su eJlfoque persoJlal de algullas cuesliol/es,
por ejemplo, cuando plantea y desarrolla . el «análisis fonémico», pril/c:ipalmellle en los
casos de afasia acústico-agnósica, o cuando nos hace ver que los enfermos ajeclos de su
afasia semántica pueden captar (en la lermill ología de SVEDELIUS) la «comunicación de
sucesos., pero no la de «relaciolles».
Uno de los puntos sometibles a crírica de las concepciones de LURIA , ya d esde hace
aiios, es su hipótesis de aproximar su afasia morara aferenle al síndrome de desil/le-
gración fonética de AUJOUANINE y su Escuela. La re visión analomoclínica de F. LHER-
MHTE Y A. R. LECOURS apoya, en efeelO, para eSle síndrome una IOpografía lesional
centrada sobre la parle illferior de la circunvolución precelltral y no sobre la poslcell-
Tral -entre otras razones.
Como hemos dicho más arriba, LURIA se inr eresó el/ sus úlTim os aliaS por el allálisis
de dos «formas de afasia» que habían sido ya descrilas en el siglo pasado como «cspe-
PRÓLOGO A LA EDI CIÓN ESP¡\:'íOLA XUl

ciales» O, si se prefiere, «complejas». Nos referimos a la llamada «(Afasia de conduc-


c.:iÓIl», que fue «collceptualizada» teóricamente por WERNICKE, y a la «afasia motora
traflscorrical» de LICHTEIM. La primera ha sido objeto de numerosos debates en el
curso de los tÍllim os WIOS . Ya GOLDSTEIN le dedicó gran atención y propuso cualificarla
de «afasia central». GESCHWI ND y su Escuela man tien en de la misma un concepto nfO-
asociacionisla, atribuyélldola a una silUaciólI de d escon exiólI intrahemisférica. J. BROW!'I
critica durament e esta visión, privando de toda individualidad al «proceso de rept'li-
ció!I» , recalificúndola de afasia fonémica. HÉCAEN procura situarla en el seno de las
«charnelas articulatorias» de MARTI NET, caracteri z.ríndo la como «afasia de la primera
articulación» o «afasia de programación frástri ca» o también, posteriormelll e - con
M . ALBERT- , de «disturbio de la prog ramación secuencial». LURIA hace de ella un '
trasturno qu e dependería búsicam ente, en la mayor pa rt e de casos, d e una imprecisión
del análisis acústico-articulatorio. Para él no se trata de una forma especial de afGsia,
silla de un síntoma que aparece a ex pelisas de la acción de dif erellles mecanismos.
También es demoledora su crítica de la «afasia mot ora transcorrical», si bien en este
ríllimo campo IZOS parece que la topografía y la extensión de las lesiones de los casos
por él aquí anaíizados no corresponde a los requerimientos exigibles. Así , por ejemplo,
SIl primer caso sufría concretamente L/Ila oclusión de la arteria silviana, con Ulla prf-
sumible afectación de su territ orio profundo - lo qu e il/duciría a lener en cuel1la el
CO I/apt o sil/guIar de «afasia global», tal como ha sido recielltem ellte replanteado par
KOR1'-iHUDER- , y no ul/a afectación centrada sobre el territorio de la arteria cerebral
anterior, como se da en las observaciones de KORNYEY y de RUBENS, quienes revisaro n
hace poco esta cuestión.
Dejando aparte la antropología que sirve a menudo de base al pensamiento d e
A.. R. LURIA, es de IOdo pUl/lO e~' iden(e - y nos complacemos en resaltarlo , pues tem e-
ríam os si no que nu es tras palabras parecieran exccsivamellte decantadas hacia una
vertiente crí lica- qu e su afasi olagía, como una buena parte de su neuropsicología,
.
f
constiruye una de las m ús des co llantes aportaciones persollales que se han producido
en estos campos. Es absoluramel/le imprescindible (cnerlas en cuenta y resulta a me-
"
nudo muy fecundo ell la práCTica clínica el guiarse por sus descripciolles. Pero sería
/1/1 grave error el olvidar que existen otras concepciones afasiológicas y, de modo más
general Ileuropsicológicas, peligro que se ha hecho más serio en nuestro país dado el
I/lÍmero ya importante de obras de este escritor soviético que han sido traducidas enlre
l/oso rros y que puedell caer ell manos -como a melludo ocurre-- de personas no
suficientemcllfe preparadas o versadas ell el conocimienlo de los terrenos neuropsico-
lag/co y, m ás concretamente, lIeurolingiiístico.
También quisiéram os agradecer al DL Jordi PEÑA su qmstante colaboración, ardo-
rosa y valiosísima, que ¡anta nos ha ayudado a sostener nuestra ilusión y !1ueSlra infor-
mación en el campo neuropsicológico y específicamente neurolingüístico. Nuestra
mención agradecida debe extenderse a nuestro distinguido amigo el Prof. J_ M.a BLECUA,
a la Srta . Montserrat PÉREZ-PAMIES y a los editores, que han hecho posible que llegue
a las manos del público ib eroamericano esta obra que suscitará, indudablemente, todo
el illterés singular que se m erece.
L1uís BARRAQUER-BoRDAS
NOTA DEL TRADUCTOR

En el curso académico 1970-71, las lecciones de neurofisiología dadas por


el profesor L. Barraquer en la Universidad Autónoma de Barcelona me hicie-
ron interesar vivamente por los problemas de las actividades superiores. La
lectura -entonces- de unos artículos del profesor Luria me indujo a compa-
ginar los estudios de Medicina con el estudio de la lengua rusa, dada la enor-
me cantidad de literatura neuropsicológica existente en esta lengua.
Fue un año antes de acabar Medicina cuando entré en contacto con Luria.
Recuerdo con qué ilusión leí su primera carta en la que me alentaba a seguir
la senda neuropsicológica y en la que exponía algunas de sus ideas sobre el
papel de la neuropsicología clínica. Para Luria la neuropsicología tendría como
tareas capitales el conocimiento científico de la función cerebral, el diagnóstico
de lesiones y la definición de pautas a seguir en la rehabilitación de las fun-
ciones alteradas. La afasiología de Luria es una afasiología en la que práctica
y teoría se unen Íntimamente para dar lugar a una salida hacia la recuperación.
Para mí representaba una superación de la actitud del neurólogo que acaba
su tarea en el diagnóstico.
La presente traducción se inserta en la trayectoria que inicié entonces y
representa una respuesta y un homenaje póstumo a quien tanto ha significado
en los inicios de mi tarea de neurólogo dedicado al estudio de las funciones
nerviosas superiores. La traducción ha intentado adaptarse, en 10 referente a
los nombres propios, a los ya aceptados en la literatura salvo excepciones como
Anojin (que en las traducciones procedentes del inglés es presentado como
Anokhin). En ciertos párrafos he dejado intacta su estructura original para no
caer en el problema de las "traducciones libres".
En el presente libro, el lector encontrará el último peldaño de la evolución
del pensamiento del autor desde que publicara su Afasia traumática en 1947.
En este último peldaño, neurolingüístico, quedan abiertas muchas cuestiones a
resolver en el futuro.
Tal como comentaba el profesor J. M. Blecua -en una lectura inicial del
texto- aparecen en este libro (al igual como sucede en la mayoría de las afa-
siologías actuales) una serie de conceptos que chocan con el purismo de una
terminología estrictamente lingüística. En neuropsicología el término "fonema"
es utilizado -frecuentemente-- de forma distinta a los cánones lingüísticos.
Igual sucede con los conceptos de "fonético", "texto", "código", "acústico", etc.
Son, en mi entender, precisamente estas distintas visiones de un mismo proble-
ma -el Jenguaje- las que ayudan a avanzar hacia una mejor comprensión
ele lo que está sucediendo en nuestros pacientes.
En la obra póstuma de Luria (Mirando hacia atrás) se nos insiste sobre la
actitud del neuropsic610go como estratega en busca del síntoma. El neuropsi-
cólogo se plantea cuestiones, ensaya, analiza, comprueba, busca... Su obra, ya
clásica, no quedará nunca fosilizada si adoptamos esta actitud, su actitud

2. LURIA
XVI NOTA DEL TRADUCTOR

He de expresar mi agradecimiento al profesor J. M. Blecua por sus comen-


I,
tarios en el campo estricto de la lingüística en la lectura de los textos para la
imprenta. Debo también mi agradecimiento a mis profesoras de lengua rusa
V. Latichkova y L. V. Evtushenko (del ele de Barcelona) y L. Petrovna (de
la Universidad "Lenin" de Minsk, RSS de Bielorrusia, URSS ). Al señor A. Es-
pejo por su valiosa ayuda en la traducción y a Montserrat Pérez Pamies, psi-
I
I
I

cólogo, que desde los últimos ailos ha venido a sumarse al trabajo neuropsico-
lógico cotidiano y que ha intervenido en la redacción definitiva de los textos
de la última parte del libro.

J. P. C.

i1
! I
lI '
i
,

I'
I j'
I
I

I
fNDICE DE MATERIAS

PRIMERA PARTE

ANALISIS NEUROPSICOLóGICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

l. El problema de la comunicación verbal . 3


A. Etapas fundamentales del proceso de la comunicación verbal 4
B. Condiciones psicológicas de la formación de la expresión verbal 25
C. Análisis neuropsicológico del proceso de la comunicación verbal 36

II. Análisis neuropsicológico de la formulación: de la expresión verbal 41


A. Alteraciones del aparato sintagmático de la formulación de la expre-
siÓn verbal . 44
1. Alteración de la formulación de la expresión verbal en lesiones
de las regiones profundas del cerebro . 46
2. Alteraciones de la fonnación de la comunicación verbal en lesio-
I
nes de los lóbulos frontales . 47
I
3. Alteraciones de la formación de la comunicación verbal en el
síndrome de la afasia dinámica . \' 54
\
4. Alteración de la estructura predicativa de la expresión: El "es-
tilo telegráfico" . 62
\
5. Alteraciones de la formación de la expresión verbal en las formas
\ complejas de afasia motora eferente . 72
B. Alteraciones del aparato paradigmático de la formación de la ca-
municación verbal . 82
1. Alteraciones de los componentes articulatorios de la formación de
la expresión verbal en la afasia motora aferente . 85
2. Alteraciones del componente acústico de la fonnación de la ex-
presión verbal en la afasia sensorial . 91
\ 3. Alteraciones de la formación de la expresión verbal en la afasia
I
1 acústico-mnésica 99
i 4. Alteraciones de la formación d e la expresi6n verbal en el sín-
I drome fronto-temp oral . 106
5. Alteraciones de la formación de la expresión verbal en la afasia
semántica 109
C. Conclusiones 116

\ '
!
XVIII Í:-''UI CE DE MATERIAS

ID. Análisis neuropsicológico de la comprensión de la comunicación verbal 123


I
1. El proceso psicológico de la comprensión en la comunicación verbal 123
a) Comprensión de los elementos léxicos. El significado de la palabra 124
b) Comprensión de estructuras sintácticas 130 f
e) Comprensión de comunicaciones verbales complejas (te:>.:to) 143 ,I 1:
I
2. Métodos de investigación de la comprensión de la comunicación ver-
bal: el significado del análisis neuropsicológico . 146 1
3. Alteración de la comprensión d e la comunicación '·erbal en lesiones
temporales y afasia sensorial 154
4.

5.
Alteraciones de la comprensión de la comunicación verbal en lesio-
nes parietooccipita'-es . La afasia semántica .
Alteraciones de la comprensión de la comunicación verbal en pa-
cientes con afasia motora
a) Alteraciones de la comprensión de la comunicación verbal en la
afasia motora aferente
162

167

168
I
b) Alteraciones de la comprensión de la comunicación verbal en
pacientes con afasia motora efe; t nte 170
6. Alteraciones de la comprensión de la comunicación en pacientes con
lesiones cerebrales profundas y síndromes de alteracion es de la me-
I
8.
7.
moria
Alteraciones de la comprensión de la comunicación verbal en pacien-
tes con lesiones frontales masivas
Conclusiones
175

182
186
,
SEGUNDA PARTE

RECONSIDERA ClONES SOBRE LA AFASIA

l. Revisión de las formas complejas de afasia 191

11. Revisión de la "afasia de conducción" 197


1. El problema
2. Trastornos del lenguaje repetitivo en pacientes con defectos acústico-
articulatorios
Paciente Dimitr
Paciente Bich
197

204
204
215
,
3. Trastornos del lenguaje repetitivo en pacient es con alteracion es acus-
ticomnésicas 225
Paciente Makar 226
4. Resumen 233

DL Revisión de la "afasia motora transcortical" 235


1. El problema 235
f
2. La hipótesis
3. "Afasia motora transcOItical" asociada con alteraci ones masivas del
236
I
riego san guíneo de las zonas anteriores de l :lrea del lenguaje
Pacien te Grish
Conclusión .
240
240
265
II
I
ÍNDICE DE MATERIAS XIX

4. "Afasia motora transcortical" asociada a un tumor masivo de las zonas <


posteriores de los 16bulos frontales . 266
Paciente Obukh 266
5. La forma amnésica de la "afasia motora transcortical" 278
Paciente Yush 279
6. Conclusi6n. 287
I
!
I
i
1
I IV. Revisión de la afasia amnésica (nominal)
1.
2.
Fundamentos
Análisis psicológico y psicolingüístico del proceso de denominación
291
291

1 de objetos . 293
¡
3. Condiciones psicoDsiol6gicas del proceso de nombrar objetos . 297
I 4. Mecanismos psicofisiológicos de la alteraci6n de la denominación de
objetos 299

Bibliografía 303
\
\

I
Indice de nombres 323

lndice alfabético . 325

I
f

I
i
I
I
PRIMERA PARTE

I ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO
DE LA COMUNICACIÓN VERBAL
1
EL PROBLEMA DE LA COMUNICACION
II
f.
VERBAL

I El proceso de la comunicación verbal -transmisión de información del hombre

I
,~
l
por medio de la lengua natural- es estudiado por una serie de disciplinas.
En particular, la lingüística ha descrito con minuciosidad los componentes de
la expresión verbal, dando lugar a la teoría de la estructura fonética del lenguaje,
distinguiendo las unidades léxicas básicas y las estructuras gramaticales de la
lengua y describiendo las etapas fundamentales del paso de las "estructuras
profundas" a las "estructuras superficiales" del enunciado real. La teoría de la
información ha añadido a este análisis las condiciones de la audibilidad óptima
de los sonidos del lenguaje y las leyes verosímiles de la percepción de informa-
ción que se relacionan, por un lado, con el grado de conocimiento del texto y
por otro con la existencia de elementos redundantes en el seno de éste. La física
de los sonidos y la fisiología del lenguaje han constituido una importante ayuda
en este trabajo ya que han permitido estudiar de cerca las particularidades del

I lenguaje sonoro que sustentan la formulación y percepción de información.


Sin embargo, las aportaciones de estas ciencias únicamente ponen de mani-
fiesto de un modo parcial todo el comple~ proceso de la transmisión de infor-
mación verbal del hombre. Además, estas ciencias no disponen aún de los sufi-
cientes métodos, exactos y objetivos, que permitan describir los procesos reales
que tienen lugar en el cerebro de parlantes y oyentes y de los cuales se cons-
tituye, como proceso, la formulación y percepción de información, es decir, la
asimilación de su contenido. .
El hecho es que, por ejemplo, la lingüística estudia el lenguaje, intrínseca-
mente, mediante la construcción de sus modelos funcionales sin más; incluso sin
plantear la cuestión de los procesos reales sobre los cuales el hombre cristaliza
la construcción y la comprensión de las expresiones descritas con estos modelos.
Esa tarea va más allá de la psicología (y de la psicolingüística) y debe inves-
tigar los .procesos reales de la formulación y la comprensión de la expresión
verbal así como los componentes que integran estos procesos y las condiciones
en que surgen.
Un lugar privilegiado en el análisis de los procesos citados lo ocupa una
rama especial de la pSicología: la neuropsicología, cuyas aportaciones van a ser
el objeto de nuestras .posteriores investigaciones.
I,
4 ANÁLISIS :\EL' ROPSICOLÓCICO DE LA COMUNICA C IÓN VEHBAL

A. ETAPAS FUNDAMENTALES DEL PROCESO


DE LA COMUNICACIÓN VERBAL
I
La cuestión sobre el modo cOfIlo tiene lugar la formulación de la expresión
verbal, por un lado, y su comprensión por otro, fue planteada por primera vez,
en pSicología, en las primeras décadas de nuestro siglo.
,
f
Los investigadores relacionados con la escuela de Wurtzburgo de estudio del
pensamiento (ante todo O. Külpe, Ach y nühler) comprendieron el proceso de
formpIación dE; la exrre<:ión verha 1 1'f)r.10 la realización o encamación del p ensa-
I
miento en lenguaje abierto. El proceso de comprensión era considerado como el
paso del lenguaje abierto al pensamiento. Estas tesis fueron formuladas con
mayor claridad por A. Pick (1913), el cual calificó al proceso de formación .
de la expresión verbal como "camino del pensamiento hacia el lenguaje" y al
proceso de comprensión como "camino del lenguaje al pensamiento'~ .
Las indicaciones para este camino, que tiene dos direcciones contrarias,
señalan correctamente la esfera fundamental de investigación, pero, como es
natural, no revelan las etapas fundamentales de tal camino ni los medios y
mecanismos gracias a los cuales tales etapas se suceden unas a otras y nos
conducen al final del proceso ya sea hacia la formulación del pensamiento en
expresión abierta del que habla, o bien a la comprensión de la expresión que
recibe el oyente.
El mismo "pensamiento", que aún no se ha formulado, era comprendido por
los miembros de la escu ela arriba citada, como una "intención" inacabada que
no se sustenta en imágenes palpables, que no tiene ninguna forma verbal y
que es un puro "acto espiritual". Su transformación en expresión verbal era
tácitamente aceptada como un proceso de "encamación" de un "pensamiento"
(espiritual) totalmente acabado en un lenguaje gramaticalmente construido.
Fueron precisos algunos decenios para que al desarrollarse la ciencia, cambiara
esta tesis -que en principio parecía tan fácil y simple- y se mostrara que el
proceso de conversión del pensamiento en lenguaje y su proceso contrario de
extracción del contenido fundamental ("pensamiento"), son mucho más ricos.
El desenmascaramiento de la complejidad real de ambos procesos se rela-
cionó con los éxitos de la ciencia psicológica, por un lado, y con los de la lingüís-
tica, por otro.
Un~l aportación fundamental en el análisis psicológico del proceso de forma-
ción de la expresión verhal fue realizada por los psicólogos a fines de los años
veinte y principios de los treinta de nuestro siglo y fundamentalmente estuvo
en relación con el nombre del eminente psicólogo soviético L. S. Vigotsky.
Importantes pasos de la · ciencia lingüística, dirigidos hacia, el descubrimiento
de las etapas concretas de la formación de la expresión verbal y el descubri-
miento del camino existente desde la expresión ahierta hacia su sentido interno,
fueron llevados a cabo aproximadamente al mismo tiempo, por eminentes lingüis-
tas en distintos países (F. de Saussure, Badouin de Courtenay, Bloomfield y
otros). Estos trabajos no ll egaron a su completa formulación hasta la década de
los cincuenta-sesenta de este siglo, gracias a las aportaciones de la lingüística
transfom1<lcionaI am eric:ma (N. Chomsky y su escuela) , de ]a llamada sf'mán-
tica generativa (Ch . Fillmore, Me. Caw]ey, G. Lakoff), en los trabajos de
T . Be\'er, G. Klark y otros , y en investigaciones ele una serie de lingüistas sovié-
ticos (1. A. Melchuk, A. K. Sholkovsky, Yu. D. Apresian, A. A. Leontiev y otros)
r
I
¡
!
!
"
EL PROBLEMA DE LA COMUNICACIÓN VERBAL 5

los cuales hicieron notar los importantes eslabones de la lengua en el proceso


de tránsito del sentido intemo (o pensamiento) hacia el lenguaje abierto en toda
su riqueza.

I, Los trabajos de L. S. Vigotsky, presentados de fOlma general en su clásico


libro El pensamiento y el lengua;e (1934), fueron, tal vez el primer y decisivo
paso hacia el descubrimiento psicológico científico del proceso de paso del pensa-
miento a la expresión verbal abierta (en otras palabras, la formación de la expre-
sión verbal) y el paso de la expresión verbal abierta hacia el pensamiento.
L. S. Vigotsky partió de los conceptos clásicos de este proceso, dados ya por
Bühler, pero a la vez contrapuso a los puntos de vista de estos psicólogos, con-
cepciones totalmente distintas.
Para los psicólogos allegados a la escuela de Wurtzburgo el "pensamiento"
era un acto espiritual que no se apoyaba ni en imágenes ni en el lenguaje; como
decíamos antes, presuponían que el "pensamiento" totalmente acabado para
cada expresión se "encarna" en palabras, del mismo modo como el cuerpo está

I dispuesto para el vestido. En L. S. Vigotsky no encontramos nada parecido a


este proceso de "encarnación" del pensamiento en palabra. Su tesis de partida
es precisamente la negación de la admisión del "pensamiento totalmente aca-
bado". A tal admisión Vigotsky opuso la concepción de la naturaleza compleja

II e históricamente formada del pensamiento y del complejo y dramático paso del


pensamiento al lenguaje abierto, "el pensamiento no se encarna en palabras sino
que se efectúa en palabras" -afizmó Vigotsky- y éste fue el punto de partida
para toda su tarea de investigación.
Este "pensamiento" que debe pasar a lenguaje, no es para Vigotsky, un
único -desde su principio y ulteriormente- "acto espiritual".
Según su opinión, el pensamiento constituye un reflejo complejo y sintetizado
de la realidad, dirigido por motivos conocidos, es decir, el pensamiento es un
proceso especial que está formado en el desarrollo histórico-social y en las bases
del papel que tiene el lenguaje en la historia social de la humanidad.
Precisamente por esto, el pensamiento -que en las primeras etapas de la
historia fue una acción concreta y amplia y únicamente más tarde se convirtió
en un proceso interno y reducido- no puede ser examinado como una acción
espiritual desde sus orígenes. El pensamiento mismo tiene su historia (social), sus
raíces verbales y su carácter activo especial, fuente del conocimiento.
Estas razones obligaron a Vigotsky a buscar en el fondo de cada "pensa-
miento", aquel motivo que le provoca y aquella estructura compleja que puede
parecer "sin imagen" y "sin lenguaje" al aproximarse a ella con intentos directos.
Esta estructura es en realidad mucho más compleja precisamente porque ' el
mismo "pensamiento" no puede ser visto más que como una fozmación psicológica
cuyo origen es social.
L. S. Vigotsky pudo tan sólo parcialmente seguir el proceso de formación
del "pensamiento", comprendido por él como una acción reducida (= abre-
viada).
En sus investigaciones dirigidas al análisis de] origen del pensamiento en
la ontogénesis, mostró que en las etapas tempranas del desarrollo del niño cada
dificultad que crea un "problema" provoca el surgimiento de pruebas externas
a las que se incorpora el lenguaje exterior que analiza y planifica (precisamente
el "lenguaje egocéntrico" descrito por J. Piaget, desempeñaba esa función). En las
etapas posteriores del desarrollo del niño este extenso lenguaje exterior, que se
enlaza con la acción y que ayuda a resolver el problema, poco a poco, pasa a
eJllitir~~ ~n vo?: baja para reducirse posteriormente y formar el lenguaje interior.
6 ANÁLISIS NEv"ROPSICOLÓGICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

Precisamente este lenguaje interior, al soportar reducciones ulteriores se con-


vierte en la base de aquel íntimo proceso que en sus formas complejas llega
a constituir luego el pensamiento.
Las posiciones de L. S. Vigotsky cambiaron completamente las concepciones
de los psicólogos anteriores a él. El "pensamiento" considerado desde sus oríge-
,
,

nes a su fin como un fenómeno espiritual, pierde este carácter y pasa a com-
prenderse como el producto de un largo y complejo desarrollo, como el derivado
de las formas más complejas de la actividad psíquica del hombre.
L. S. Vigotsky no pudo desarrollar su teoría del pensamiento con toda pleni-
tud. Sólo al fin de su vida pudo señalar sus posiciones básicas sobre las fuentes
del pensamiento que tienen un papel determinado en la selección de generali-
zaciones y en la reducción de "significantes" socialmente formados, en '~signi6-
cados" individuales que responden a las necesidades afectas. Entendiendo como
"significado" el sistema real de generalizaciones que se hallan detrás de la
palabra y que se han formado en el proceso del desarrollo social del lenguaje,
Vigotsky, a diferencia de la mayoría de los lingüistas, aplicaba el término "sen-
tido" para la designación de las relaciones afectas al contenido señalado en la
palabra y que surgen en el proceso de la experiencia individual del sujeto y
en las cuales se reflejan las partes más importantes de los fenómenos designados
por éste. Siguiendo a L. S. Vigotsky vamos a utilizar posteriormente estos térmi-
nos -rigurosamente distinguidos por los psicólogos- de la forma indicada.
Es necesario subrayar, que los lingüistas emplean frecuentemente estos términos
como sinónimos o los distinguen de forma distinta a la que se acostumbra en
psicología.
El siguiente desarrollo de la teoría psicológica sobre los significados y sentidos
de las palabras y sobre la formación del pensamiento, que utiliza el sistema del
lenguaje, se relaciona con el trabajo de un conjunto - de psicólogos soviéticos
(A. N. Leontiev, P. Ya. Galperin y otros [1959]) y así como de lingüistas (A. A.
Leontiev), los cuales sometieron a su atenta investigación las etapas iniciales de
la formación de la actividad verbal.
Estas fueron precisamente las bases de los nuevos accesos hacia el proceso
que nos atañe directamente en este contexto: el análisis del paso de la idea
(o pensamientg) a la expresión verbal y viceversa.
Ya hemos mostrado cómo era inaceptable, desde un principio, para L. S. Vi-
gotsky la tesis del pensamiento preparado que "se encama" directamente en la
envoltura del lenguaje verbal asimismo preparada.
La concepción resumida aquÍ, según la cual el mismo pensamiento surge
de la actividad verbal que poco a poco se reduce y pasa al interior, obliga a
pensar que el paso del pensamiento al lenguaje verbal no tiene un carácter
directo sino que precisa la conexión de un eslabón intermedio, que representa
un mecanismo necesario para la realización de la tesis de Vigotsky, según la
cual "el pensamiento se realiza en palabras".
Tal eslabón necesariamente conexo entre el "pensamiento" que surge y la
expresión final exterior (= articulatoria) es, según L. S. Vigotsky, el "lenguaje
interior". .
El lenguaje interior, como eslabón indispensable en la vía de paso del pensa- !
miento a la expresión verbal exterior, no era en ningún modo comprendido por
L. S. Vigotsky como un "hablar para sí" o como "habla sin sonido". La existen-
cia de tal "hablar para sí" no podría tener ninguna función psicológica, tan sólo
duplicaría el proceso de formación del lenguaje exterior y no contribuiría a la
I
explicación del proceso creativo de la expresión.
I
I
i
I
, EL PROBLEMA DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

Elhabla interior, como la comprendía L. S. Vigotsky, tiene una estructura y


7

función totalmente determinadas, que la diferencian del pensamiento y del habla


exterior.
El hombre, con una idea que quiere realizar en expresión abierta, conoce el
objeto (o el tema básico) de esta expresión; por eso es natural que el objeto
de la expresión no precise una designación especial. En la designación especial es
necesario aquello que precisamente tiene que ser formulado en expresión, aquello
que debe ser e~'Presado del objeto inicial. Exactamente esto -el contenido pre-
dicativo- debe figurar en el lenguaje interior y la tarea fundamental de éste es
la conversión del pensamiento en una construcción verbal abierta. Por esto, el
lenguaje interior tiene que ser predicativo por función (función predicativa).
Sin embargo, esta palticularidad representa sólo una manifestación -funcio-
nal- del lenguaje interior. La segunda manifestación -morfológica- constituye
su reducci6n, abreviación y amorfismo gramatical.
Como decíamos anteriormente, el lenguaje interior, surgido o formado a
partir de una reducción gradual e interiorización del lenguaje exterior, pierde
en este proceso su amplio carácter morfológico y gramatical. Esto se puede
observar, analizando primero el lenguaje en voz alta y luego el lenguaje cuchi-
cheado del niño, que surge en el proceso de resolución de cualquier problema
práctico. Estas observaciones mostraron que la estructura gramatical del lenguaje
se simplifica aquí de modo que las oraciones amplias se convierten en oracio-
nes reducidas y fragmentarias y a menudo ya en el habla cuchicheada que se
incorpora en la resolución del problema, se puede ver su transformación en frag-
mentos gramaticalmente amorfos que cumplen una función pre<;licativa y conser-
van la capacidad de desarrollarse de nuevo cuando es necesario.
Tal lenguaje interior, amorfo por su estructura y predicativo por su función,
puede, según L. S. Vigotsky, desempeñar el papel de eslabón intermediario entre
el pensamiento que no tiene estructura gramatical y la expresión articulada que
dispone de ella. .
Es preciso destacar, sin embargo, un carácter más del lenguaje interior, el cual
permite a éste realizar el papel indicado.
Es evidente que la "idea" (o "pensamiento") desde la cual empieza el pro-
ceso de formulación de la expresión, refleja siempre la realidad conocida, genera-
lizando el contenido que está dispuesto para la fomulación verbal y relacionando
el objeto de la expresión con una categoría determinada. Es poco probable que
alguien haya hecho más que L. S. Vigotsky · para aclarar la estructura de los
sentidos de la palabra sin la cual es imposible comprender la del pensamiento.
No obstante, el pensamiento que está destinado a una formulación verbal es
subjetivo -en otras palabras-, en el pensamiento siempre figura aquel complejo
de caracteres que precisamente fueron destacados por el sujeto del habla de
acuerdo con sus motivos, intenciones y necesidades. Precisamente este carácter
subjetivo del pensamiento, que está destinado a una formulación verbal fue
calificado por Vigotsky con el término "sentido", contraponiéndole el de "signi-
ficado" mediante el cual comprendía el sistema objetivo de enlaces que se hallan
detrás de la palabra y que reflejan los fenómenos reales, prescindiendo de las
necesidades del sujeto.
El lenguaje exterior constituye, desde este punto de vista, un mecanismo que
convierte los sentidos subjetivos interiores en un sistema de significados verbales
exteriores y es precisamente esta característica psicológica del proceso, formulada
por L. S. Vigotsky, el eslabón principal y definitivo para la comprensión del
proceso que ~os interesa. Es preciso destacar que en lingüística, estos dos términos
ANÁLISIS NEuROPSICOLÓCICO bE LA CÓMUNICACIÓN VERBA!..

no están distinguidos suficientemente y que en la ulterior literatura psicológica y


psicolingüística, esta parte de la teoría sobre el eslabón intermedio entre el pensa-
miento y el habla, no ha sido suficientemente desarrollada.
La t,eorÍa de L. S. Vigotsky que objetivamente fue una de las principales
fuentes de la psicolingüística contemporánea constituye por sí misma una teoría
puramente psicológica.
De ahí que el análisis de la estructura semántica, léxica y morfológica del
lenguaje interior y sobre todo la descripción' de los cambios que sufre en su paso
a la expresión gramatical, no fueron tratadas con detalle en las publicaciones de
L. S. Vigotsky.
El desarrollo de este aspecto de la realización de la expresión precisó del
trabajo de muchos lingüistas y psicólogos y se constituyó en una nueva rama de

I
la ciencia, rápidamente desarrollada -la psicolingüística- en los 30-40 años pos-
teriores a la muerte de L. S. Vigotsky.
Pasemos ahora a ver las aportaciones de la lingüística a la teoría de la forma-
ción de la expresión hablada .

En la época en que se formulaban las id ·' tS de L. S. Vigotsky sobre la esencia


psicológica de la relación entre el pensamiento y el lenguaje; en las disciplinas
contiguas -y ante todo en la lingüística-, surgieron una serie de investigaciones
que se aproximaron a los mismos problemas, pero por otra vertiente, y que en
unas décadas constituirían dos nuevas ramas de la ciencia: la lingüística estruc-
tural (con la teoría de la gramática generativa transformacional, su rama funda-
mental en la actualidad) y la psicolingüística.
Durante muchas décadas la lingüística estudió la estructura léxica, morfoló-
gica y sintáctica de la lengua y describió sus unidades fundamentales.
En la lingüística clásica este trabajo se realizaba habitualmente mediante el
análisis histórico-comparativo de las lenguas escritas y posiblemente a causa de
este hecho, durante mucho tiempo la lingüística quedó apartada del estudio de los
procesos de transformación del pensamiento en lenguaje y viceversa.
En el primer cuarto del siglo actual un conjunto de investigadores enun-
ciaron por vez primera la tesis de que la lingüística no debe limitarse al
estudio histódco-comparativo de las lenguas escritas, sino que debe dirigirse
al análisis funcional del lenguaje vivo, el cual sirve para la síntesis y la trans-
misión de comunicación y que, en una u otra forma, debe acercarse a la investiga-
ción de cómo el pensamiento del hablante se convierte en expresión y cómo la
expresión percibida por el oyente se transforma en pensamiento.
En este sentido han orientado especialmente su atención lingüistas como
F. Brunot (1922) en Francia, quien mostró que una de las tareas fundamentales
de la lingüística es seguir el camino del pensamiento hasta su expresión, y E. Sapir
(1934) en Estados Unidos mostró su predilección por el papel que desempeña
la lengua en la formación de los procesos cognoscitivos. Pero el decisivo camhio
de los intereses de la lingüística y el giro hacia el estudio atento del proceso de
transformación del pensamiento en expresión está sin duda unido a los eminentes
lingüistas del siglo xx: F. de Saussure (1916) y Baudouin de Courtenay (1913-
1914).
F. de Saussure, en su conocido Curso de Lingüística General, señaló con toda
I
claridad, que la lengua es un medio de comunicación y por eso mismo es un mcd io l
de expresión)' formulación de los pensamientos y que al lado de la " lingüística
interna", que estudia las formas fundamentales de las lenguas constituidas y que
f
aporta el análisis histórico-comparativo de éstas, debe existir una " lin güística
EL P}\OBL};;MA DE t.A COMUNICACIÓN VEP.BAi. 9

externa» cuya materia ha de centrarse en las teorías del uso de los signos d ~ l
lenguaje. Es precisamente Saussure el primero que presentó en las páginas de sus
investigaciones lingüísticas, la clara distinción entre ]os conceptos de lengua
("langue») -sistema de signos históricamente formado- y habla ("parole"),
término con el cual se refería al proceso de transmisión de información por medio
de la lengua. Como veremos posteriormente, muchas tesis de Saussure se basaban
en la contraposición fundamental q1Je acabamos de exponer (por ejemplo, la
distinción entre las relaciones "paradigináticas" y ccsintagmáticas") y serán inclui-
.. das como .una de las partes principales de los procesos que tratamos.
Otro famoso investigador, l. A. Baudouin de Courtenay, realizó una gran
aportación al problema que tratamos. En su Intro,ducción a la Lingüística (1913-
1914) propuso también la necesidad de la distinción rigurosa entre lengua y
habla, y señaló que es preciso prestar atención tanto a la "estática" como a la
"dinámica" de la lengua, que consiste -esta última- en el proceso real de la for-
mación de la expresión verbal por un lado y su percepción por otro.
Las investigaciones de estos dos autores referidos iniciaron un torrente de
trabajos que constituyeron las ramas principales de la lingüística estructural
clásica, que tomó como materia de estudio las leyes fundamentales de las lenguas.
La definición de las regularidades universales de cualquier lengua fue el paso que
dio acceso al análisis de los mecanismos de la formación y comprensión de cual-
quier expresión.
Con este grupo de investigadores se relacionan también lingüistas como
L. Bloornfield en Estados Unidos, L. Hjehnsleven Dinamarca y N. S. Trubetzkoy
y R. Jakobson en Checoslovaquia.
L. Bloornfield (1933) fue uno de los primeros lingüistas que se plantearon la
tarea de elaborar un esquema único y constructivo de los conceptos que sirven
para la descripción de cualquier lengua. Este autor dio el paso decisivo hacia la
consecución de esta tarea tratando de destacar las partes constitutivas de que
se compone cualquier expresión y describiendo las principales clases de éstas.
Algo similar se planteó L. Hjelmslev (1936, 1954), distinguiendo el lado externo
del lenguaje ("plano de la expresión") y su lado interno ("plano del contenido") e
intentando seguir las formas principales de las correlaciones ("conmutaciones")
entre ellos para agrupar toda la riqueza ipfinita del lenguaje en un número
determinado de "funciones" cuyo papel se podía describir por deducción. En fin,
la aportación de la escuela de Praga (Trubetzkoy, 1939; Jakobson, 1942), se
reduce a que cualquier lengua puede ser comprendida como un sistema de
escasos tipos de oposiciones básicas y que tales oposiciones, como se observa en
la fonología y en la morfología de cualquier lengua, pueden constituir la b3:S e
del estudio de leyes más generales.
Todos estos trabajos~ realizados en los años treinta y que son ya clásicos,
fundamentaron la lingüística estructural. El desarrollo de esta última condujo
a la creación de la teoría de las gramáticas generativas transformacionales, que
quedó constituida en los años sesenta con los trabajos de N. Chomsky y cols. (Katz,
1966; Katz y Postal, 1964; Katz y Fodor, 1963, y otros) y también condujo a la
t creación del modelo denominado "sentido ~ texto", elaborado por un conjunto de
lingüistas soviéticos (A. K. Sholkovsky y Melchuk, 1967, 1969; l. A. Melchuk,

I 1972, 1974, Y otros). Estos trabajos llenaron con un material lingüístico concreto
aquella laguna que quedara en las investigaciones de L. S. VigotSky.l

1. Nosotros no vamos a detenernos en la cuesti6n de la correlación entre el modelo


presentado por N. Chomsky y los propuestos por los lingüistas de Moscú (A. K. Shollcovsky,
1. A. Melch~ y cols.). Este problema excede las límites de la presente investigación.
10 ANALISIS r-.'EUROPSICOLÓCICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL
I
Tal como comentábamos anteriormente, en las primeras décadas de nuestro
siglo, el proceso de la comunicación verbal era concebido muy esquemática-
mente: la formación de la expresión era considerada como una encamación
inmediata del pensamiento inmaterial en habla exterior. La comprensión repre-
sentaba el proceso inverso. Incluso después de L. S. Vigotsky, quien en su teoría
sobre el lenguaje interior mostró un importante eslabón intermedio en la comuni-
cación verbal, las etapas principales de este proceso no quedaron claras; la divi-
sión de los fenómenos de la comunicación verbal en "lengua" y «habla" y la
indicación de la necesidad de encontrar algunas leyes comunes que están en
la base de toda la diversidad de la lengua aún no pudieron manifestar y pertre-
char el descubrimiento de la complejidad de este proceso.
El paso decisivo dado por la lingüística estructural contemporánea con su
teoría sobre la gramática generativa transformacional ha descubierto nuevos
caminos -antes imperceptibles- hacia el análisis científico de las etapas del paso
f
del pensamiento al habla exterior.
La tesis de partida de la teoría de la gramática generativa fue formulada con
toda precisión por N. Chomsky (1957, 1965, 1968, 1972) Y es en realidad muy
sencilla.
Es sabido que, gracias a una gran cantidad de palabras homónimas y sinóni-
mas y gracias a la estructura gramatical, el lenguaje puede dar ocasiÓn a un
número prácticamente infinito de variantes posibles de la expresión de un pensa-
miento dado. Así, la palabra rusa ruchka puede significar la mano de una niña,
un instrumento que se usa para escribir, el picaporte de una puerta, el brazo
de un sillón o ]a manivela de un aparato. La palabra kliuch puede referirse al
objeto que se usa para abrir una puerta, como una fuente de agua o algún
artificio que permita descifrar un manuscrito. Es fácil ver que estas palabras
empleadas en diferentes situaciones y contextos tienen diferentes significados y
por eso el hecho de "asimilar" los significados de las palabras resulta muy difícil. '
Una variación inmensamente mayor se presenta aún en los modos de formu-
lar una información dada en una frase. Por un lado la misma frase puede tener
I
I
varios significados, así la expresión rusa lvan prishel k Olge s Petrom puede
significar que Iván y Pedro visitaron a OIga y también que Iván visitó a OIga
(la cual vive ,:on Pedro) . . Por otro lado cada información se puede expresar de
distintas formas, incorporando diversas construcciones en sí misma. Así, el conte-
nido de la frase Lish bolshoe kolichestvo spetsialnii terminov v dannom tekste
ne pozbolit Smitu perevesti ego (tan sólo una gran cantidad de términos especiales
en un texto dado no permite a Smith traducirlo) puede ser expresado como: "Sólo
I
I
cuando, en un texto dado, hay muchos términos especiales, Smith no puede
traducirlo" o "Únicamente por la abundancia de términos especiales, la traduc-
ción de este texto por Smith es imposible", etc. Según los cálculos de los lingüis-
tas (Sholkovsky y Melchuk, "O semanticheskom sinteze", 1967, págs. 179-190),
pueden existir unos cuantos millones de distintas frases para expresar esta
información. De ahí que la moderna lingüística considere, con toda razón, que
el número de oraciones que puede expresar el hombre cuando se forma el habla
exterior es muy superior al número de segundos de toda su vida.
Esta increíble (prácticamente infinita) variabilidad de las formas reales de la
J
expresión hace altamente difícil su descripción científica así como la descripción
de las leyes que pudieran expresar y pronosticar esta variabilidad. Además, las
I
~
dificultades que surgen en Jos ensayos de explicación de las vías por las que I
atraviesa la transformación de un significado (i Ivariable) de un pensamiento en
expresiones increíblemente distintas, se presentan aún de forma más clara cuando

I
r
EL PROBLEMA DE LA COMUNICACIÓN VERBAL 11

el investigador choca con el asombroso hecho de que el niño de 1 1/ 2 a 2 1/2 años


domina prácticamente t-odas estas fonnas variantes de las expresiones en un
tiempo fantásticamente corto.
Tal hecho, según N. Chomsky, sólo se puede explicar mediante una condición.
Se debe aceptar que el niño no asimila todas las formas infinitamente ricas y
variables de las expresiones verbales, sino que domina unas pocas reglas que
constituyen la base y los "modelos" de estas estructuras. Esta suposición obligó
a N. Chomsky a llegar a la conclusión de que es indispensable diferenciar por lo
menos ' "dos niveles distintos" de organización de la expresión verbal y que
bajo toda esta riqueza y variabilidad de las "estructuras gramaticales superficiales
de la lengua", conocidas por nosotros como habla abierta, 2 se sitúan las "estructU-
ras gramaticales profundas de la lengua" que representan las formaciones a par-
tir de las cuales y mediante transformaciones, se forman las "estructuras grama-
ticales superficiales" en toda su variedad.
Esta suposición fundamentó el pensamiento de que al principio el niño
domina las estructuras profundas, que se caracterizan comparativamente por
unas pocas reglas de construcción, y que estas estructuras gramaticales profundas
constituyen el eslabón intermedio en el paso del pensamiento al lenguaje y la
formación de la expresión verbal abierta y viceversa.
,
1 No sería correcto pensar que la estructura sintáctica profunda tiene identidad
-o incluso semejanza- con la estructura sintáctica superficial de la oración
\ y que éstas se distinguen únicamente por su simplificación y generalización.
¡
1 En realidad la estructura profunda de la oración se distingue radicalmente
\
¡
de la estructura superficial y ocupa efectivamente el puesto intermedio entre
la estructura sintáctica de la lengua natural y la estructura lógica (o semántica) de
la expresión. De ahí que el esquema (o "árbol") que representa la estructura pro-
I
I
!
funda de la frase se distinga del esquema gramatical profundo de ésta. Por un
lado, conlleva un carácter más desarrollado y en ella se reHejan elementos que
pueden no figurar en la estmctura superficial; por otro lado se reflejan en ella
los componentes lógicos que constituyen el "esqueleto" de la expresión gra-
matical.
Basta comparar la estructura sintáctica superficial de la frase Masha potre-
bovaw ot Peti, chtobi on flshol s eio ("Mash~ exigió de Petia que se marchara")
con su estructura profunda para que las distinciones referidas queden claras.
Así, su estructura superficial puede ser representada aproximadamente como
muestra la fig. 1 (pág. 12).
A diferencia de la primera, la estructura profunda de esta frase tiene otro
aspecto (en la estructura profunda no hay palabras auxiliares y únicamente
están presentes las relaciones sintáctico-lógicas).
En ocasiones, la distinción entre estructuras superficiales y profundas se pre-
senta de manera que en la estructura profunda existen elementos que no se
hallan en la superficial. .
Un ejemplo de esto puede ser la frase: K Vase prishlo chelovek vosem elle-
garon ocho personas a casa de Vasia "), en la cual de hecho se expresa el número
aproximado de visitantes. En su estructura superficial no figura la palabra
"aproximadamente", mientras que en la estructura profunda esta unidad es indis-
pensable. a
Sin embargo, la distinción más .significativa entre la estructura sintáctica

2. Desarrollada. (N. del T.) . ckl Ti .


3. En ruso, si el número sigue al nombre se expresa un número aproximado. (N.

J. LUIlIA
i

I
12 ANÁLISIS l'.'EUROPSICOLÓGICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL '"
2

'!!

..'"
;;¡

profunda y la superficial se halla en las dos siguientes -circunstancias que a la


vez están estrechamente relacionadas entre sÍ.
1. Las estructuras sintácticas profundas de la expresión se construyen a
.- ~
~
partir de unas cuantas reglas. ~
':.~

~
-
a) Estructura sintáctica superfical
-
i~
f,

(predicativo)
potrebovat (exigir)

.............. ~~ (l.er completivo)


-
i~
O~ ,0
,
(2. completivo)
j (
·•·
Masha O ot ------------O

i
(de) chtobi (que)

t (restrictivo)
Pe tia .
' \ d'Isyun t :IVO )

O uiti (marcharse)
~

E
1
•s
¡
f
\(pred icatiVO)

on (él)
i
~
I~
;;:

b) Estructura sintáctica profunda I


w
potrebovat ~

O/~~Ouiti
O
Iti

FIG. 1. -
Masha O
Pe tia
1
l
Pe tia

Esquema de las estructuras sintácticas superficiales y ¡¡rofundas de la frase (según


1. A. Melchuk) .
I
'!f

En ocasiones estas reglas mediante las que se constituye la estructura pro-


funda de la expresión no quedan explicitadas en la estructura superficial y por
eso las frases que parecerían gramaticahnente iguales adquieren significados
distintos. Como ejemplo de estas agrupaciones (expresadas entre paréntesis) puede
servir la frase ya citada: lvan príshel k Olge s Petrom, en las dos variantes
siguientes:
lvan príshel k Olge (s Petrom)
lvan príshel (k Olge s Petrnm)

Tal manera de agrupar la frase en componentes inmediatos puede ser expresada


en forma de un "árbol" de nudos y relaciones subordinadas al igual que mediante
el sistema de paréntesis.
Naturalmente, estas pocas reglas que aparecen en todas las lenguas y que
por eso comportan un carácter "universal" (independiente de las diversas for-
mas de las lenguas vivas), abren el camino principal hacia el dominio de las
lenguas reales, y la distinción de las estructuras sintácticas profundas representa

iíj -
1
ÉL PROBLEMA DE LA CO~lUNICACIÓN VF..RBAL 13

un · paso capital en la comprensión de los medios por los cuales el hombre


domina la lengua.
Sin embargo, existe otro aspecto de la descIipción de las estructuras sintácticas
profundas sin el cual todo el sentido de la aportación de N. Chomsky a la lin-
güística estructural quedaría incompleto.
2. Al lado de las "reglas básicas" de la construcción de las estructuras sintác-
ticas profundas de la lengua, Chomsky describió las reglas fundamentales, por
las cuales "unas estructuras pasan a otras", o --expresado de otra forma-, por las
cuales unas estructuras pueden generar otras estructuras gramaticales, iguales en
su contenido pero diferentes por su construcción o distintas por su contenido,
pero que guardan idéntica construcción gramatical.
Así. la oración lvan 8 Olei poshel v kino ("1 ván fue al cine con Olía") pue-.:le,
por medio del uso de algunas pocas reglas, transformarse en oración negativa,
interrogativa o en específico negativa:

lvan 8 Olei ne poshel v kino ("Iván no fue al cine con Olia")


,. Poshel lvan s Olei v kino? ("¿Fue Iván con Olia al cine?")
j lvan poshel v kino ne s Oleí ("Iván fue al cine sin Olia")
, lvan 8 Olei poshel ne v kino ("Iván con Olia no fue al cine")

La descripción de semejantes reglas de transformación de las oraciones, dada


por N. Chomsky, dio lugar a la gramática transformacional y permitió abrir el
camino científico y objetivo de la formalización de los cambios que pueden
observarse en la lengua, y por eso mismo fundamentó los principios que pel-miten
deducir de las estructuras sintácticas profundas todas las formas posibles de las
estructuras sintácticas superficiales, en otras palabras, abrió el camino hacia la
creación de la "gramática generativa".
El estudio de las estructuras profundas dio lugar a una gran cantidad de
literatura que representó un gran avance en la lingüística y una aproximación
hacia los problemas básicos de la psicología de la comunicación y hacia el análisis
detallado del camino del pensamiento a la expresión articulada y viceversa.
Sin embargo, paralelamente a esto se pJhnteaba una fuerte discusión a1re-
dedor del problema de las relaciones entre las 'e structuras sintácticas de la
expresión y el pensamiento que se halla tras éstas. Este problema ocupó a un
gran número de investigadores (Fillmore y cols., 1968, 1970; LakoH, 1965, 1911,
1972; Mc Cawley, 1968, 1972, Y otros) basándose en el hecho arriba mencionado
de que la estructura profunda es próxima a la estructura lógica de la expresión
y que no tiene necesariamente un carácter lineal, algunos de estos investigado-
res adelantaron la hipótesis de que la expresión no tiene dos sIno tres niveles de
función y que debajo de las estructuras sintácticas superficiales y profundas se
sitúa un nivel más profundo que es el del sentido. Al mismo tiempo, otros
investigadores supusieron que no existen en absoluto y que en realidad la semán-
tica y la sintaxis mantienen una unión indivisible y que la sintaxis ha de obser-
varse eomo "un sistema de limitaciones impuestas en la combinación de las
unidades semánticas" (Mc Cawley, 1972, pág. 384).
La discusión iniciada después de la aparición de los trabajos básicos de
N. Chomsky. mostró hasta qué punto es actual la búsqueda de las estructuras
sintácticas y semánticas más profundas y que el paso del pensamiento al lenguaje
exterior es mucho más rico que la forma como era concebido por los psicólogos
y lingüistas gue plantearon el problema a inicios de siglo.
14 ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

La teoría más elaborada en el sistema de N. Chomsky era precisamente la


teoría de las formaciones semánticas básicas a partir de las cuales se inicia la
transformación del pensamiento en lenguaje y que fueron, en las primeras etapas
del desarrollo de esta rama de la ciencia, descritas por L. S. Vigotsky con el ~
término general de "lenguaje interior".
Si, por un lado, la atención principal de los fundadores de la teoría de las
gramáticas transformacionales se dirigió hacia el estudio de las estructuras sintác-
I
ticas superficiales y profundas, por otro lado se prestó menor atención a la estruc-

I
tura semántica de las unidades léxicas (palabras) que componen cualquier expre-
. sión. Así, N. Chomsky desarrollaba con éxito la teoría de las estructuras sintácti-
cas, cambiando las unidajes léxicas de éstas por símbolos de clases de palabras
y combinaciones de palabras. Sin embargo, la situación real del asunto resulta
mucho más compleja y la semántica de las unidades léxicas resulta muchísimo más
rica que lo revelado en los esquemas referidos hace un instante.
Ya hemos comentado anteriormente que muchas palabras son homónimas; la
palabra homónimo significa unos cuantos objetos o fenómenos diferentes. El que
J
percibe la palabra ruchka, pliechó, noshka o kliuch debe, necesariamente, elegir
uno de los posibles significados de esta palabra y ha de abstraerse de muchos
otros posibles significados (no necesarios en este caso) de ésta.
No menos conocido es el hecho que en las etapas consecutivas del desarro]]o
de la lengua, la palabra que continúa refiriéndose al mismo objeto (mientras con-
sen'a su "referencia objetiva"), cambia su estructura semántica, relacionando a
este objeto con una situación concreta o a una categoría abstracta. Precisamente
por esto la palabra /avka (en el sentido de "tienda") puede significar para un niño
pequeño alguna cosa sabrosa, para un colegial una tienda concreta donde se
compran mercancías y para un economista representa uno de los eslabones del

I
sistema de intercambio. Naturalmente por eso, al indicar el lugar que ocupa una
unidad léxica en la estructura sintáctica de ningún modo se agota toda la riqueza
de los enlaces que están detrás de esta unidad. Estos hechos ya fueron indicados
por L. S. Vigotsky y nos limitamos a recordarlos sin descubrir nada nuevo.
Nuevos y esenciales aspectos de la organización de los sistemas léxicos en un
nivel más profundo (semántico) que prepara la expresión, aspectos que señalan
los enlaces dir:ectos de este nivel con las estructuras sintácticas profundas, han
sido puestas de manifiesto en una serie de investigaciones lingüísticas que pelte-
necen a los autores arriba citados pero avanzadas por la escuela de lingüística
de Moscú, encabezada por l. A. Melchuk, A. K. Sholkovsky e Yu. D. Apresian.
Tal como mostraron estas investigaciones, ciertas unidades léxicas no tan sólo
incluyen el objeto o el fenómeno designado en el sistema de las significaciones
jerárquicamente organizadas, que contienen contraposiciones léxicas sino que
constituyen u organizan sistemas "paradigmáticos" como:

animal- no planta
animal doméstico - no animal salvaje
perro - no gato
pachón - no terrier

Las unidades léxicas pueden suscitar también relaciones "sintagmáticas"


potenciales, unas veces sin exigir enlaces con otras palabras, otras veces con
relaciones obligadamente supuestas. Así, la palabra "una" es una palabra inde-
pendiente que no exige su combinación obligada con unas u otras palabras
EL PROBLEMA DE LA COMUNICACIÓN VERBAL l~

concretas, mientras que la . palabra "análisis" supone obligatoriamente la respues-


ta a la pregunta "¿de qué?" y la palabra "vencedor" supone la respuesta a la
pregunta "¿de quién?", etc.
De manera más clara surge la necesidad de enlace de los verbos con otras
palabras: unos de ellos no exigen otras palabras (impersonales del tipo "llover"),
otros son "de un enlace", por ejemplo "dormir" (¿quién duerme?), otros conlle-
van dos enlaces, "ir" (¿quién? ¿a dónde?), tres enlaces, "dar" (¿quién?, ¿qué?,
¿a quién?, o incluso cuatro o cinco lugares de relación, "comprar" (¿quién?,
¿qué?, ¿a . quién?, ¿por cuánto?) o "alquilar" (¿quién?, ¿qué?, ¿a quién?, ¿por
cuánto?, ¿para cuánto tiempo?).
Estos enlaces sintagmáticos potenciales de unas palabras con otras constituyen
la principal particularidad "léxica profunda" y si queremos reflejar con toda pleni-
tud la estructura sintáctica profunda no podemos dejar de tener en cuenta estas
valencias sintácticas profundas que constituyen la base de la sintaxis profunda
("semántica").
Sería, sin embargo, erróneo pensar que los enlaces léxicos profundos se
limitan únicamente a que las unidades léxicas resultan desiguales por sus valen-
cias (cantidad de lugares de enlace con otras palabras y que las distinguen unas
de otras). No menos impOltante es el hecho de que un gran número (práctica-
mente infinito), a primera vista, de enlaces semántico-sintácticos distintos por su
contenido y en los cuales pueden participar unidades léxicas independientes unas
de otras como sintaxis superficia1 y profunda, ha sido posible reducirlo en la
práctica a unos cuantos tipos de enlaces que tienen una característica plena y
definida.
Este problema fue estudiado por una serie de lingüistas, entre los que destaca
la aportación de A. K. Sholkovsky y .Melchuk (1967) y por Melchuk (1972, 1974)
1 Y otros.
Tal como mostraron sus investigaciones, las unidades léxicas, que forman la
\
I base semántica del lenguaje, pueden unirse en pares que fácilmente se agrupan
en un número relativamente pequeño de funciones semánticas en el interior de
éstos.
Estas funciones, que están en la base de las uniones semánticas potenciales,
han sido calificadas por estos autores con el\. término de "funciones léxicas".
El análisis mostró que toda la riqueza de posibles enlaces semánticos entre
palabras puede reducirse aproximadamente a 40-50 tipos principales de funcio-
nes léxicas, como Syn (sinonimia: "estudio de la lengua" - "lingüística",
"URSS" - Unión Soviética), Conv'21 (conversión - cambio de dos o más
relaciones parciales: "tener miedo" - "asustar", "amar" - "gustar"), In~p
(inicio: "guerra" - "empieza") y Fin (ténnino: "guerra" - "termina"), Caus
(causalidad, acción en calidad de causa: "traje" - "coser", "hambre" _ . ·sus-
citar"), Liqu (liquidación, interrupción: "dormir" - "despertar"), Func (funcio-
nar, suceder: "viento" - "soplar"),- Operl (ejecutar una operación: "pregun-
ta" - "hacer"), Labor12 (realizar: "tortura" - "someter"), etc.·
La descripción de las relaciones substanciales, accesibles a la form~lj7;lción,
en las que pueden ser incluidas las unidades léxicas, crea una base para la
descripción tanto de la sintaxis profunda como del nivel más profundo de
, 1 la preparación de la expresión verbal (nivel de las representaciones semánticas).
Al añadir a esta descripción de las funciones léxicas la descripción de las princi-
pales reglas léxicas y sintácticas (también poco numerosas) que fundamentan las
transfonnaciones sinonimicas de las estructuras sintácticas profundas de las expre-
siones (despitas con detalle en las investigaciones de A. K. Sholkovsky y de
16 ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO DE L ,\ COMUNICACIÓN VERBAL

I. A. Melchuk, 1967, 1969, en las que no nos detendremos en profundidad)


queda suficientemente claro que la lingüística moderna empieza a disponer de un
sistema de medios que permiten descubrir las principales redes potenciales de
enlaces de cada unidad léxica. Estas redes de enlace tienen contenido semántico
y también sintáctico, o sea que los enlaces de las unidades léxicas resultan
mucho más ricos que tal como eran concebidos antes (en particular en los estudios
de L. S. Vigotsky sobre la función generalizadora de las palabras y las significa-
ciones verbales).
Sin embargo, ia aportación de la lingüística moderna al estudio de los meca-
nismos de la comunicación verbal no te!'mina en la teoría mencionada de las
funciones léxicas y las transformaciones sinonímicas.
Es sabido que la lingüística clásica, en su análisis del lenguaje, partía de la
descripción de sonidos individuales, palabras o frases y que a esto se limitaba el
contenido de esta disciplina. .
En contraposición a esto, los autores mencionados resuelven el problema de
otro modo. Parten del pensamiento completo (sentido) para estudiar cómo éste
se transforma en expresión verbal desarrollada (texto) o parten de un texto
completo para examinar los mecanismos que conducen a su comprensión y cómo
este texto puede transformarse en pensamiento (sentido) que se asimila por el
oyente o el lector. Precisamente por esto los autores referidos designan el proble-
ma principal como la construcción del modelo "sentido ~ texto".
Partiendo del hecho de que un pensamiento puede expresarse mediante un
número prácticamente infinito de variantes del texto desarrollado, A. K. Shol-
kovsky y Melclmk han hecho todo 10 posible para describir los "niveles" por los
cuales se realiza el paso del pensamiento hacia el texto, y viceversa, así como las
"reglas principales" de este proceso, las cuales encierran en su contenid '.' los
aparatos (generadores) que construyen todas las posibles variantes de las relacio-
nes verbales y los aparatos (selectores) que aportan la elección de las variantes
adecuada para un contexto determinado.
Un análisis atento permitió a estos autores, al igual que a los iniciales repre-
sentantes ya mencionados de la lingüística lransformacional, llegar a perfilar
unos cuantos niveles principales en los cuales el pensamiento se sitúa consecuti -
vamente en ' el proceso de su transformación hacia la expresión verbal desa-
rrollada.
El primero y más profundo nivel en el camino de las etapas sucesivas que
transforman el pensamiento en lenguaje desarrollado es el de las representacion es
semánticas (rasgos semánticos).
Los rasgos semánticos encierran en su constitución representaciones aisladas
del sentido designadas por unidades elementales de significaciones (sernas) y
representan el sistema de esquemas simultáneos que reflejan el "diagrama semán-
tico". (Al parecer se puede pensar que los rasgos semánticos son el modelo d e
esquema del sentido que se encuentra en el pensamiento inicial.)
El siguiente nivel del modelo "sentido p texto" es el de las estruclllr:1S
I
,
,1
sintácticas profundas, que representan un árbol de dependencias en cuyos
nudos ya no están los sernas sino los símholos d~ las unidades léxicas profundas .
(Se puede suponer que el paso desde los rasgos semánticos hacia las estructuras
gramaticales profundas se realiza gracias al lenguaje interior que permite separar
el contenido más importante que se centra en las estructuras sintácticas pro-
fundas.)
En los siguientes niveles y etapas correspondientes en el camino del paso del
pensamiento a la .palabra, las estructuras sintácticas profundas se transforman en
EL PROBLEMA DE LA COMUNICACIÓN VERBAL 17

estructuras sintácticas superficiales que obtienen posteriormente un sucesivo


desarrollo morfol6gico, fono16gico y fonético.
Con esto hemos resumido todo el complejo camino por el cual pasa la forma-
ción de la expresi6n y ahora hemos de volver a sus etapas iniciales.
Es sabido que los componentes de la futura expresión no constituyen signi-
ficados aislados de objetos, actos o cualidades independientes, sino que presu-
ponen diferentes enlaces semánticos, como en las ulteriores (en el nivel de las
estructuras sintácticas profundas) y definidas funciones léxicas (aportando enlaces
potenciales, en un texto .dado, de unas unidades léxicas con otras). Como resultado
de todo esto, el esquema de los enlaces potenciales que surgen en los principales
niveles de la formación de ]a expresión, se hace mucho más complejo en compa-
ración a las desclipciones iniciales "del lenguaje interno predicativo", de L. S.
Vigotsky.
Supongamos que el parlante quiera expresar un pensamiento tal como "Iván
disparó una perdigonada al urogallo". Sería injusto pensar que este pensamiento
no tiene ningún componente potencial figurado o verbal; sería también incorrec-
to pensar que se compone de unidades léxicas preparadas y aisladas: "Iván " ,
"dispar6", "perdigón", "urogallo". El hecho de que más adelante este pensa-
miento puede convertirse en una expresi6n desarrollada, obliga a avanzar por
otro camino y buscar en el nivel más profundo del pensamiento los componentes
que ya muestran los enlaces potenciales que fundamentan la posterior expresi6n
desarrollada.
Esta tarea se cumple si se dispone de los estados de los enlaces potenciales del
sentido de los cuales hemos hablado antes. Utilizando este sistema en una estruc-
tura semántica dada se obtendrá el siguiente esquema que representamos más
abajo.
En este esquema, mediante un análisis aproximado, figurará el tema del
pensamiento (.1) -"Iván" (un adulto, varón, que tiene como nombre "Iván")
y el predicado complejo o rema del pensamiento ( ~) en el seno del cual entra el
complejo que comprende: "fusil", arma que comporta en su contenido la función
de causar la liberación de la energía potencial que se usa para el acto de "ma-
tar" = poner fin a la vida mediante un medio de destrucción: "perdigón". que
sale del arma hacia el urogallo; "el deseo" de: mata~ al urogallo, que hace efectuar
a Iván el disparo y, por fin, el "urogallo" que figura aquí. no s610 como ave, ave
del bosque, de caza menor, sino como objeto del deseo de matar, es decir como
objeto -al cual se dirige la perdigonada del fusil, etc.
Semejante descripci6n semántica puede representarse por medio de un
diagrama complejo que refleja los enlaces arriba mencionados dando lugar al
aspecto que se refleja en la figura 2 (pág. 18).
Aún más complejo es el carácter que conlleva la representación semántica de
la expresión: "Vania prometió firmemente a Petia que. por la tarde, recibirá a
Masha en la forma más cordial" (Melchuk, 1972). Este pensamiento incluye
junto a la referencia a Vania (una persona, un hombre, con el nombre de "Vania")
la referencia a Petía (también con la relación complementaria "a quién") que
posterior y obligadamente (con gran probabilidad, se aproxima al 100 %) recibirá
(de una vez, con un máximo de amistosidad, en respuesta al interés de Petia)
por la tarde (espacio de tiempo entre las 17 y 23 horas, después del momento
en que se efectúa la conversaci6n y en el mismo día) a Masha (a la joven), etc.
La descripci6n del correspondiente sentido tiene también la forma de un dia-
grama complejo (fig. 3, pág. 18).
A pesat del aparente fraccionamiento, volumen y complejidad de esta repre·
18 ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO DE LA COMUNIC ACIÓN VERBAL

rO tiemp o
2 >0'
11
1
coincidir
o--,-O~!
12 ti empo

\. tener intención objetivo


momento
nombr e
O O~Ol h~~la
A ;-""0
O
Ivan
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2\
O cau sar
O Ouno
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/o ~ ovolar"'~
.' 1 O matar

fUSil)2 f 2 0/ 2
~ O
de
=...----O . . '
, perdlgon
.urogallo

FIG . 2. - Representación semántica de la frase (según 1. A. Melchuk).


o letet (volar): en el sentido de moverse con rapidez. (N . del T.)

más

~
013ti empo
.. 2 1 ~
exp liCito tiempo 12 21-0
~ ~O _______ ~ inr I 'd momento del habla
'" ~:_ __ 1 ~ UI o
nombre causar ~

/\0 r.i5~~::~'~:'d
. &,v, 2 O~ iooluido
v~ni0i . saber 2 1 _ o:.lEm~o incluido ¡,
este eSuno PetiaO
~
~~"
~~ --O
2 ?-¡O--O
2 'rf/.1 de una vez
1 periodo de
liem po de
interesar 2 °Masha 17 a 23 horas
~tosam e nt e

maximalmente

FIG. 3. - Representación semántica de la frase (según 1. A. Melchuk) .


EL PROBLEMA DE LA COMUNICACIÓN VERBAL 19

sentación ·semántica, constituye una etapa indispensable del desarrollo del pensa-
miento y la preparación de éste en forma de expresión. Su rasgo distintivo
consiste en que no opera con palabras sino con "elementos semánticos"· (que
incluyen en su seno un sistema de relaciones encubiertas) y por esto no tiene
forma gramatical. Presenta " nudos" y "arcos", que forman un diagrama orien-
tado, al mismo tiempo que los vértices de este diagrama están marcados con los
símbolos de los elementos semánticos, y los arcos con los símbolos de las relaciones
semánticas en que pueden entrar unos· elementos semánticos dados.
J Este complejo diagrama semántico debe ser capaz de convertirse posterior-
mente en la estructura sintáctica profunda de la expresión./) Sin embargo su
principal diferencia con las estructuras sintácticas profundas de sentido es que
tiene en su seno el sistema de enlaces significativos surgidos a un mismo tiempo
(simultáneos). Uno de estos enlaces es directo y actual y los otros, potenciales,
constituyen el fondo.
La representación semántica 6 es el esquema desmembrado del pensamiento;
sin embargo, al mismo tiempo, es la fuente de la futura transformación de este
pensamiento en expresión.
Para que se realice este paso, la representación semántica, basándose en el
habla interna tiene que pasar al nivel de estructura sintáctica profunda. Natural-
mente, este problema está enlazado con las importantes reestructuraciones en la
representación semántica.
Como comentábamos antes, la representación semántica no encierra en su
contenido ni unidades léxicas ni constr;ucc!ones sintácticas concretas de una len-
gua dada. Por esto, para el paso del nivel de la representación semántica a nivel
de las estructuras gramaticales profundas es indispensable el paso hacia las cons-
trucciones a través de las cuales las relaciones indicadas en el diagrama semántico
se seleccionarían y colocarían en las formas sintácticas de expresión conocidas.
Estas formas sintácticas ya no pueden expresarse en los esquemas simultáneos de
todas las relaciones semánticas sino que deben traducirse en los sistemas de enla-
ces sintácticos consecutivos que constituyen las estructuras sintácticas profundas.
Estas últimas tienen ya un claro carácter verbal, una estructura lógica gramatical
y pueden expresarse mediante un "árbol" jerárquicamente organizado, de signi-
ficados verbales recíprocamente subordinados.~ Esta ,estructura se realiza con los
aparatos limitadores (selectores), o "filtros" y mediante el uso de las reglas
semánticas que cambian el primer diagrama semántico en un árbol sintáctico
profundo, cuyos nudos (o vértices) los ocupan los lexemas de una lengua dada,
y sus ramas representan las relaciones sintácticas profundas.
Para el aparato de las estructuras sintácticas profundas tal como se com-
prenden en el modelo "sentido ~ texto", es característico el hecho que los
elementos que lo componen mantienen rasgos de las descripciones semánticas,
pero al mismo tiempo son formaciones verbales. Las unidades léxicas que entran
en el contenido de las estructuras sintácticas profundas son las palabras genera-
lizadas que poseen aquellas funciones léxicas que comentábamos anteriormente.
Las relaciones sintácticas profundas que se incluyen en estas estructuras se deter-
minan con unas cuantas relaciones cuya cantidad, según los autores que las han
descrito (Shollcovsky y l . A. Melchuk, 1967, 1969; Melchuk, 1972) no es supe-

4. De sentido. (N. del T.) . ..1 __


5. En el modelo "sentido f::; texto" se diferencian las estructuras sintá~tica~ pro~....
básicas y, derivadas de éstas, las estructuras sintáctic.a s profundas. Para la SlIDplliica.ción de
la redacci6n sólo hablaremos de estructuras sintácticas profundas.
6. Semanticheskaia zapb (N. del T.)
20 ANÁLISIS ::\'EUROPSICOLÓGICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

liar a diez (cuatro a seis relaciones predicativas que corresponden a las preguntas
¿quién? I ¿qué?, ¿de quién? I ¿de qué?, ¿a quién? / ¿a qué?, etc ... , una atribu-
tiva, una coordinativa y otTa conjuntiva). La principal diferencia formal entre
las estructuras sintácticas profundas y las representaciones semánticas, corno he-
mos referido antes, estriba en que a este nivel la representación pierde ya el
.... arácter de un esquema generalizado y simultáneo o de un diagrama pluridi-
mensional para obtener un carácter de árbol consecutivamente desmembrado y
cuyos nudos o véltices están unidos por rel:tciones sintácticas profundas.
Sin embargo, no se debe pensar que las estructuras sintácticas profundas
reproducen la amplitud y variedad de las estructuras sintácticas superficiales.
En ellas se mantip.nen los eslabones y relaciones semánticas generalizadas, de ahí
que la lógica de su construcción no coincida con la lógica de la construcción de
las estructuras superficiales de las lenguas naturales. Por esto distintas frases que
expresan un mismo significado (por ejemplo, "sabemos que el pueblo lucha contra
el fascismo", "conocemos la lucha del pueblo contra el fascismo") pueden ser
representadas por una sola estructura sintáctica profunda:

znat {saberl

~
mi (n osot ro s) 1 ~r o~sa (lu cha r)

O
/ ~O
narod (pu eb lo) fa shi zm (fa sc ismo)

FIG . 4. - Es(/uellla d e la est ruc:trlrtl si lltaclic (Jpru!U/ula de base.

JlO
A veces (e incluso frecuentem ent e) en la estruclura sintáctica profunda pueden
estar presen tes todas las palahras de la estructura sintáctica superficial. ~[uchas
palabras adquieren un carácter "condicional ", generalizado y transformado, otras
I
(sobreentendidas) se repiten unas cuantas veces y toda la estructura que adquiere
los rasgos del árbol sintáctico sigue conservando algunos rasgos (elegidos y "filtra-
dos") del diagrama sem·ántico.
Podemos -siguiendo a los autores referidos- ilustrar estas singularidades de
las estructuras sintácticas profundas con un ejemplo (a tal efecto podríamos esco-
ger cualquier ejemplo de N. Chomsky). Así, la estructura sintáctica superficial:
"Él convence habitualmente a todos sus colaboradores de que siente gran inte-
rés hacia ]a matemática", puede tener gran cantidad de perífrasis y se reAeja
aproximadamente así,í en la estructura sintáctica profunda: "Acostumbra hacer,
que todos los que trabajan junto a él piensen que se interesa mucho por la mate-
mática". Puede expresarse en el esquema representado en la fig. 5 (A. K. Shol-
kovsky, l . A. Melchuk, 1969, pág. 186).
Es fácil observar que la estructura sintáctica profunda sólo revela, con ayuda
de los medios verbales, el dquema que estú incluido en el naL;d illtt:!llI2. - 1educi-
(la y predicativa-, que ya fue destacada por L. S. Vigotsky como un eslabón p or
medio del cual se realiza la transformación del pensamiento hacia la cx presión.
Es fácil , al mismo tiempo, observar que ('11 la representación semánti ca in clll c-

7. Aquí utilizarem os e l ejemplo de la estructura sintáctica básica.


I
EL PROBLEMA DE LA COMUNICACIÓN VERBAL 21

tablemente se reflejan un gran número de . relaciones de sentido, de las cuales


en la preparación de la expresión se seleccionan unas cuantas, 'que entran en la
C'onstitución de la estlUctura sintáctica profunda en el proceso ulterior. Este pro-
ceso delimita las relaciones precisas y selecciona las estructuras sintácticas nece-
sarias y precisamente este proceso de selección de enlaces garantiza la precisión
de la estructura de la expresión.
Estudiaremos este proceso con más detenimiento.
Esta descripción semántica que propusieron los autores soviéticos anterior-
mente citados y la estructura sintáctica profunda descrita por N. Chomsky y estos
autores, son peldaños que nos conducen hacia la estructura sintáctica superficia!,
en otras palabras, hacia la estructura gramatical externa.

,.

A
élO

élO ~onSiderar
2
/ interesarse

O
attr
hombre / - - ; : . t r
\ attr 1 \ 2 Ornagn

A
rabaiar .
1 todos O él
attr . O matemática
Juntos
Oh om b re O\.
2" Oél

FIG. 5. - Esqu ema de la compleia estnu;tura sintacticoprofunda fundamental (según A. K .


Sholkovski y I. A. Melchuk).

Los cambios que surgen al pasar del nivel de la estructura sintáctica profunda
al nivel de la estructura sintáctica superficial se aprecian con toda claridad,
Estos cambios consisten, sobre todo, en que las formaciones generalizadas
lógico-sintácticas de las estructuras gramaticales profundas, útiles para cualquier
lengua y subordinadas a unas cuantas reglas básicas que comportan un carácter
universal, se convierten en las estructuras sintácticas infinitamente variables de
las lenguas naturales Vivas.
Esto se logra gracias a que los nudos de estas estructuras son unidades
verbales (léxicas) concretas de una lengua determinada y que comportan no tan
sólo palabras sustantivas y predicativas sino todas las palabras auxiliares propias
de esa lengua. Esto fundamenta más adelante que el habla gramatical externa
y desarrollada empiece a constlUirse según las reglas sintácticas, mucho más
detalladas y concretas, que permiten perífrasis y dan la posibilidad de cambiar
una oración que expresa algún sentido, en un gran número de oraciones
(sin,?nímicas). Un papel decisivo en este proceso se realiza, al parecer, por las
operacion~s de paso de los vértices del árbol a nudos más bajos (operaciones
22 ANÁLISIS ]I¡"EUROPSICOLÓGICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

adjuntivas), división de nudos (cambio de un nudo por dos), transposición de


nudos en los diferentes niveles del árbol y la transposición de nudos-argumentos
de un predicado (operaciones de conversión) que se realizan a nivel sintáctico
profundo. El paso hacia las estructuras sintácticas superficiales se asegura con los
mecanismos selectores o filtros que permiten desechar las combinaciones inad-

II
misibles para una lengua determinada y de esta forma se limita el número
de variantes posibles a unas cuantas.
Nuestra descripción del paso del pensamiento al lenguaje exterior verbal sería
incompleta si no nos detuviéramos aún en un aspecto no menos importante de
este proceso.
Más arriba señalábamos que cada pensamiento que se emite por un deter- ,
minado motivo, es subjetivo en el sentido de que la palabra selecciona, de la
realidad reflejada, alguno de los aspectos que es importante para el sujeto, y
que le interesa. De ahí que L. S. Vigotsky definiera los conceptos de "significado"
(reflejo objetivo de los enlaces generalizados y relaciones de la realidad) y "sen-
tido" (selección del sistema de posibles significados que corresponden a las nece-
sidades del sujeto y que tienen un especial interés para él).
Naturalmente que en el habla interior, reducida por su estructura y predicativa
por su función, los "sentidos predominan sobre los significados" y el paso del
pensamiento y del habla interior a la expresión verbal, está unida en gran parte
al proceso de transición de los motivos subjetivos y sentidos a los significados
que representan el medio accesible para la transmisión de información. Precisa-
mente este proceso se fundamenta, al parecer, en el aparato de las estructuras

i
sintácticas profundas y en el sistema complejo de reglas a las que se some-
ten las estructuras sintácticas superficiales del lenguaje.
Todo lo referido hasta ahora constituye un factor importante, que fundamenta
la preparación de la expresión verbal; sin embargo, aún no queda agotado el
proceso.
En la comunicación verbal, además de la información transmitida sobre el
contenido objetivo del pensamiento se realiza también la transmisión de la rela-
ción subjetiva o afectiva que existe hacia este contenido; en otras palabras. al
lado de la transmisión del significado existe la transmisión del sentido.
I
¡~
¡¡

I
¿En qué se expresa el proceso de transmisión del sentido y con qué medios
dispone este proceso?
,.
Ya hemos expresado que la palabra y las combinaciones de palabras pueden ,
!!'i-
entrar en muchos enlaces posibles y que el sujeto tiene que delimitar cada vez ft
estos enlaces escogiendo, entre ellos, los que son más significativos para él. I
Es precisamente este hecho el que confiere a la expresión verbal la capacidad
;
de expresar uno u otro sentido.
Algunos conceptos introducidos en la lingüística moderna dan la posibilidad
de cumplir, con más claridad, la tarea del análisis del proceso que nos interesa.
Precisamente se relacionan con esto la distinción frecuentemente usada en lin-
güística entre aquello que ya conoce el parlante (el tema 01. ) Y lo que es nuevo
,
Ft
1
1.
f.1;
'----'

y debe ser transmitido (rema o ~ ). La revelación del rema supone la introduc- ~~

ción de una delimitación en aquel número indefinido de asociaciones que surgen ~-


en la utilización de la palabra, y también la elección de los sistemas de enlaces J.
que se presentan como más significativos en el contexto de una expresión deter- !~
,-
minada y que responden a los deseos del sujeto. ;1:
.t¡
Esta limitación de los posibles enlaces y la elección de un solo círculo deter- Il
minado de asociaciones condicionadas por la palabra, puede tener lugar, lo mismo g:,
a través de las comunicaciones verbales que se componen de una sola palabra,
m
~,

\~
~
•;.l
.
~J

I
EL PROBLEMA DE LA COMUNICACIÓN VERBAL 23

como en las 'que se componen de una oración .completa. Puede determinarse por
el contexto de la expresión o manifestarse en entonaciones, en la distribución de
pausas e incluso a veces puede ser comprendido tan sólo el "sentido solapado"
de la expresión.
Es fácil ver que si, por ejemplo, un ama de casa que prepara el samovar
dice "carbón" y lo mismo dice una joven que se ha manchado el vestido llUevo,
detrás de estas palabras) que se relacionan con el mismo 0bjeto y que tienen,
objetivamente, el mismo significado verbal, se oculta un "sentido diferente".
En el primer caso se refiere al sentido de: "¿Dónde tengo que coger el carbón
para preparar el samovar?", y en el segundo se expresa la reacción afectiva ante
su vestido manchado.
Esto significa que ]a elección de todos los enlaces posibles que están detrás
de las palabras, depende del motivo y éste está, pues, en los orígenes de la
expresión. Así, pues, s610 se eligen aquellos enlaces que corresponden a un motivo
dado y que dan a la expresi6n un determinado subjetivo y totalmente afectivo.
Análoga inHuencia del motivo puede observarse en la construcci6n de la
expresi6n. Es sabido que la fragmentaci6n semántica de la frase no siempre es
superponible con su división gramatical: La primera se determina por el motivo
de la expresi6n, su sentido solapado y por el contexto total de la expresi6n y
puede expresarse en su estructura pros6dica (entonaci6n y distribuci6n de las
pausas). Es conocido que la misma frase por ' ejemplo: "Iván ama a Masha",
destaca, en un caso, que se habla precisamente de "Iván" que ama a Masha, en
otro se destaca que es precisamente "Masha" la persona amada por Iván (y
no otra persona). En otro caso se destaca que Iván siente precisamente amor (no
celos, ni envidia, etc.).
Estos cambios del sentido (organizaci6n comunicativa, hablando en términos
lingüísticos) de la comunicación púeden no ser expresados mediante cambios
de la estructura sintáctica superficial de la frase. Pero el cambio en la entonación
puede desplazar totalmente la relación del sujeto y el predicado lógicos, o en
otras palabras, los "temas" y "remas" de la oración. De ahí que las tres

Ii
variantes mencionadas de esta frase, pueden distintamente estar representadas
si se subraya la diferencia de la organizaci6n comunicativa:

Ivan ama a Masha


M J.

I
Ivan ama a Masha
J. l::J

Ivan ama a Masha


M' J. l::J2

¿De qué medios dispone el lenguaje para transmitir estas diferencias de


sentido en los casos en que no cambia la estructura sintáctica de la frase?
Ya hemos dicho que las formas sintácticas por sí solas no disponen de los
medios suficientes para expresar el sentido interno de la expresión. Sin embargo,
esto no significa que no existan tales medios formales de la sintaxis ni que se
orienten hacia otro elemento de la organizaci6n de la expresión: la "prosodia".
En estos últimos años los sistemas pros6dicos (distribución de pausas, revela-
ci6n de los elementos individuales de la expresi6n mediante el acento, introduc-

II ~
ción de ~ entonaci6n adecuada) han atr~ído la atención de las teorías que

\
24 ANÁLISIS 1'.'EUROPSICOLÓCICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL '!

, trabajan en la relación entre semántica y sintaxis (Goldman-Eisler y cols.', 1961;


Mc Cawley, 1968, 1972; Lakoff, 1971, 1972; Fillmore, 1970, y ante todo
Chomsky, 1972), Estos autores describieron una serie de procedimientos prosó-

,
dicos que se manifiestan en la organización de cualquier comunicación y que
tOffi3.!' unas formas claras en la organización de un texto literario.
A estos procedimientos o metoa.os ¡:,p.rtenecen las pausas que unen o separan
partes de la oración y que permiten subrayal <tquello qüe unos (por ejemplo,
Lakoff, 1972) llaman "tema" o "centro" de la oración. 8 ~
También pertenecen a estos procedimientos la acentuación de uno de los ~

componentes de la oración. Gracias a este método las frases "Yo voy al cine ",
"Yo voy al cine " o "Yo vol) al cine" son idénticas exteriormente, pero transmitell
un sentido interno totalmente diferente y dan lugar a un "sentido solapado"
totalmente nuevo.
Los procedimientos prosódicos de organización del "texto" eran bien conoci-
dos en la música, ya que en la música sacra antigua alIado de los "signos negros"
que implicaban relaciones de altura de sonido y que daban la melodía se dispo-
nían los "signos rojos" que organizaban la pl0sodia y suministraban la transmisión
del sentido interno de la melodía (esta función se conserva sólo en acotaciones
especiales yen gran parte pasó al director de orquesta). La organización prosódica
del teAto muestra, como considera N. Chomsky (1972), que los medios que
determinan el lado semántico de la comunicación pueden mantenerse de tal
modo en las estructuras sintácticas superficiales que desempeñen en ellas un im-
I

I
portante papel.
Sin embargo, debe señalarse que el análisis de las posibilidades de la trans-
misión de la organización semántica de la expresión está mucho más estudi ~tdo
que en la lingüística, en la teoría del arte y especialmente en la teoría de la
escenificación (Stanislavskii, 1954, Knebel, 1964 y otros). El proceso de dominio
de los medios de expresión del texto solapado (sentido), desarrollado por estos
autores empieza con un trabajo a nivel puramente semántico (adaptación al
carácter del personaje, a las posibles formas de actuación de éste ante situaciones
concretas) y sólo mucho más tarde se pasa al texto verbal (que de este modo se
enriquece con el contenido del sentido). Esta es una experiencia importante
y no lo bastante comprendida (véase Knebel y Luria, 1971).
Los medios ' ahora mismo señalados, que permiten expresar el sentido (texto
solapado) de la expresión, desempeñan un doble papel. Por un lado trazan el
continuo camino, por etapas, de transmisión del texto solapado, que permite llevar
más efectivamente el sentido de la comunicación (incluyendo su sentido solapado
y los motivos internos) hacia el oyente. Esto permite la transmisión de un texto
literariamente preparado y con él transportar su conlenido afectivo.
Por otro lado, los medios referidos permiten al oyente (o al lector) asimilar
el contenido de la comunicación con diferente nivel de profundidad. Existen todo
tipo de razones para pensar que la "profundidad de lectura del texto" es decir,
del paso que realiza la persona que asimila, hacia la sintaxis profunda y de ella
a los niveles más profundos de la representación semántica, distingue mucho
más a las personas que la posible diferencia que existe entre ellas en la capa-
cidad de comprensión del léxico y las relaciones sintácticas y el contenido ex-
terno de la comunicación.
Lo dicho hasta ahora es suficiente para comprender la complejidad que carac-
teriza el paso del pen samien to a la expresión verbal, y viceversa, así como el

8. Tópico y foco, respectivamente , (N. del T.)


EL PROBLEMA DE LA COMUNICACIÓN VERBAL 25

complejo . carácter que pueden tener estos procesos cuando este camino de codi-
ficación o decodificación se rompe como resultado de alteracioens del aparato
cerebral que lo sustenta.

B. CONDICIONES PSICOLóGICAS DE LA FORMACIÓN


DE LA EXPRESIÚN VERBAL

Nos detendremos en los conceptos generales, que son considerados por ciertos
representantes de la moderna ciencia lingüística, como los mecanismos sobre
los cuales se sustenta la formación de las eJl:presiones.
Debemos iniciar -en términos generales- esta tarea dando las caracterís-
ticas de los "factores psicológicos" que representan las condiciones que sustentan
el funcionalismo normal de los mecanismos arriba descritos. Hemos de decir
que si bien la lingüística estructural ruzouna gran aportación en las últimas
décadas en el estudio de la expresión en sus distintos niveles de formación, el
conocimiento de los procesos psicológicos que intervienen en estos pasos está sin
estudiar.
Un análisis atento pone de manifiesto que en las teorías sobre el paso del
pensamiento al lenguaje dominaron a lo largo de muchas décadas las ideas
asociacionistas cuyas bases se fundamentaron ya a finales del siglo XVIII e inicios
del XIX y que, sin cambios sustanciales, se seguían reBejando en los subsiguientes
intentos de explicación de este proceso.
Los representantes de la escuela de Wurtzburgo, como sabemos, consideraron
el pensamiento como un fenómeno espiritual sin imagen y no verbal. "La encar-
nación del pensamiento en palabra" era para estos . autores --quisieran o no--
una asociación de este "acto espiritual" y un signo sonoro condicionado. A lo
I; largo de las décadas posteriores este concepto no varió.
Uno de los ejemplos más relevantes puede ser el dado por el principio de las
1 "cadenas de Markov " , ya que comprendía la formación de la expresión de
i
manera que cada eslabón anterior determina asociativamente el siguiente (y sólo
uno). Según esto la expresión articulatoria se presenta como una cadena de ciertos
eslabones unidos sucesivamente (asociativam~pte). Tal idea fue la base de las
construcciones de Osgood (1963, 1965) e investigadores que le siguieron.
Posteriormente esta idea se completó con un criterio probable, según el cual,
las combinaciones de palabras que son halladas con mayor frecuencia, surgen
con más probabilidad en la formación de la expresión. Esta idea dio lugar a una
serie de pruebas tendentes a comprobar las leyes de la formación de la expresión
articulatoria por medio del experimento asociativo (Deese, 1962-1965; Clark,
1966 y otros; Howes y Osgood, 1954 Y otros). .
Es fácil observar que a pesar de que las pruebas arriba referidas se basabañ
en la teoría, entonces de moda, de la "probabilidad" del análisis de los fenóme-
nos, su tradicional entidad asociativa permanecía sin cambios. Precisamente por
esto se desencadenó una importante crítica por parte de N. Chomsky (1957), que
indicó que la prácticamente infinita riqueza de las posibles variantes de las

I expresiones verbales es difícilmente explicable por las cadenas de asociaciones,


y fue G. Miller (1962, 1967 Y otros) quien demosu"ó que el uso de la teoría
de la asociación para explicar la formulación de la expresión, representaba una
vía sin salida.
A estas pruebas referidas se contrapusieron otras tendentes a comprender la
génesis de la expresión a partir de su estructura profunda (Chomsky, 1957-1965).
26 ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

Esto significó un paso principal y progresivo en comparación con las pruebas o


experiencias de explicación de la expresión articulatoria a partir de las cadenas
asociativas. Sin embargo, estas pruebas no condujeron a una suficiente y convin-
cente descripción psicológica de los procesos verbales. Con frecuencia se limitaban
a referirse al carácter específico de la "memoria operativa" a corto plazo, que
resulta indispensable para la preparación operativa de las partes constituyentes
de una estructura sin táctica compleja. Sólo quedó especificado que las exigencias
en cuanto al volumen de esta memoria son tantas más cuanto mayor número de
eslabones quedan incluidos en la construcción sintáctica y cuanto mayor sea su
"profundidad", y que en las lenguas existen distintos medios para disminuir
la "profundidad" (Yngve. 1960-1961).
Es evidente que las explicaciones realizadas a partir de la memoria operativa
del hombre (cuyo estudio era tema de moda en los años sesenta) tienen un
interés importante. Sin embargo, es indudable que tales explicaciones compor-
taban un carácter excesivamente global y se referían a un factor general inespe-
cífico, más que dar la explicación psicológica real de los procesos que nos ocupan.
Como resultado del análisis de todos los caminos usados para la búsqueda de
los mecanismos psico~ógicos del paso del pensamiento a la expresión verbal
desarrollada, y la descripción detallada del proceso psicológico de la formación
de la expresión se tiene la impresión de que. desde los tiempos de Vigotsky se
avanzó muy poco en este problemático terreno y que la hipótesis según la cual
la expresión verbal se forma no directamente del pensamiento sino a partir de la
etapa intermedia del habla interior, con todas sus particularidades psicológicas,
quedaba como el único elemento del cual se puede partir hacia ulteriores cons-
trucciones.
La idea del habla interior con su función predicativa, y su estructura redu-
cida se enriqueció con la hipótesis lingüística de las estructuras semánticas y
sintácticas profundas y precisamente este hecho permitió realizar -quizá peque-
ños- los pasos que señalaron los caminos a seguir en el análisis de las condi-
ciones de la génesis de la expresión.
Ya hemos indicado, en las primeras páginas de este capítulo, que para iniciar
cualquier expresión es necesaria la presencia del "motivo" o "idea".
Estos motivos se relacionan con las formas mencionadas por Skinner como
deseo de algo (-mand = demand), entregar algo (-tact = contact) o (nos per-
mitimos añadir la última variante) comprender, precisar algo o introducirlo en
un sistema de concepciones (-cept = concept). Si tales motivos no existen no
surgirá el pensamiento ni ninguno de los pasos que conducen a la expresión
verbal.
I\aturalmente, en estos casos el habla se limita a exclamaciones afectivas
(interjecciones), a repeticiones ecolálicas de las expresiones asimiladas. Por su
parte, la comprensión no excede los límites de la asimilación pasiva de frases
o palauras aisladas y queda desprovista de la prospección activa, condición nece-
saria para la decodificación de la comunicación.
Podremos apreciar de una forma más completa la importancia de este factor
cuando tratemos nu es tro tema principal: el análisis neuropsicológico del proceso
de comunicación verbal.
No podemos decir mucho sobre las condiciones psicológicas precisas para el
surgimiento del pensamiento y tampoco podemos aiiadir nada importante a lo
que había dich o hace 40 años L. S. Vigotsky. Sin embargo, si tomamos en conside-
ración los intentos de caracterizar la formación de la descripción semántica
(o representación semántica) que se sitúa en las fronteras entre el pensamiento y
EL PROBLEMA DE LA COMUNICACIÓN VERBAL 27

la organización semántica deL habla interior, nuestra tarea de delimitación de


algunas condiciones psicológicas necesarias para este proceso, se verá simplificada.

Ya hemos dicho, que la descripción semántica (o representación semántica),


según ha sido caracterizada por la lingüística contemporánea (v. Melchuk, 1972)
no debe ser considerada ni como una cadena linear ni como. un árbol jerárquica-
mente organizado. Existen todo tipo de razones para pensar que la representación
semántica es una estructura multilateral simultánea y que puede expresarse en
j forma de.. gráfico 9 (gráfico semántico). Al igual que las unidades semánticas,
J
1
! que forman los vértices del gráfico semántico, las relaciones semánticas que se
! f expresan mediante arcos que unen a estos vértices no representan simples desig-
i I naciones lexicográficas que se adhieren a la imagen del objeto y forman el lépco
estable del vocabulario.
Tal como indicábamos antes, las unidades léxicas introducen el sentido de
11 la expresión, ya sea en el sistema de las "relaciones paradigmáticas", o bien en
I el sistema de las "relaciones sintagmáticas".
Analizaremos estos dos sistemas por separado.
I, Es sabido que cada unidad léxica (y particularmente la palabra) determina
el lugar de la idea correspondiente en un sistema completo de relaciones (por
ejemplo, relacionando la noción de "perro" con los "animales", "animales domés-
ticos", "animales que guardan la casa" o "animales que se emplean en la caza",
\ y la noción de carbón con "sustancias orgánicas", con "sustancias de color
I negro", "con sustancias combustibles", etc.). Simultáneamente, las unidades léxi-
cas están relacionadas con un conjunto de otras unidades léxicas, las cuales
tienen rasgos semánticos comunes (participando de la situación general y refi-
riéndose a la misma categoría) o se caracterizan por tener signos fo.néticos comu-
nes y que representan palabras que se aproximan por su so.nido.. Además, las
unidades léxicas comportan .signo.s gramaticales ("número.", "aspecto") y también
signos formales gramaticales que indican la posibilidad de unión sintáctica de
estas unidades léxicas con' otras.
Para formular su pensamiento, la persona que habla ha de dividir su repre-
sentación semántica en "fragmentos" (chunks), cada uno de lo.s cuales puede
expresarse po.r una unidad léxica independie~te, es decir, co.n una palabra. Pero
como cada palabra está relacio.nada con una gran cantidad de o.tras palabras del
idio.ma y está incluida en una red de muchos sentidos, para el paso. mental
organizado. para la formulación de la expresión es indispensable una "elección"
entre las muchas probables posibilidades. La condición principal debe ser una
"filtración" de todas las relaciones potenciales, eligiendo las que correspo.nden
a la tarea planteada y la omisión (inhibición) de las que salen de su límite. .
En otras palabras, el proceso de elaboración de la representación semántica
debe tener un carácter organizado. y selectivo. y es precisamente ésta la primera
condición para la fo.rmación adecuada del pensamiento. y su paSo. ulte~.o.r a la
expresión o.ral. _. ..
En condiciones habituales esta elaboración selectiva de la representaCIón
semántica se produce de un modo. automático, de tal manera que la palabra
precisa, basada en la experiencia anterio.r, surge con mayo.r pro.babilidad que
las palabras accesorias, haciendo así más fácil el proceso de elección. Solamente
cuando. se produce la elección de palabras relativamente raras, desaparece tal
po.sibilidad, de manera que se iguala la aparición de distintos elemento.s conte-

9. Diagr!1ma. (N. del T.)

4. LU.IA
28 AN•.\.LISIS ?-'"EUROPSICOLÓGICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

nidos en la palabra o distintas palabras de la misma morfología, y la persona que


trata de buscar una palabra necesaria, empieza a tener dificultades.

r~
Tal es el caso de la búsqueda de una palabra paGO utilizada, que fue estu-
diado detenidamente por los psiL'Olingüistas norteamericanos Brown y Mc Neill
(1966) y que fue descrito como un fenómeno en " la punta de la lengua" ("tip of
the tongue" phenomenon).
Si la palabra "microtomo" es poco conocida y está poco consolidada en la
memoria, su búsqueda puede dar lugar a una serie de palabras parecidas, unas
de las cuales aparecen según el principio de su raíz común ("micro-scopio",
,
"micro-fono") otras según el principio de su significado común ("cuchillo", "cor-
te" ) y otras según t:l -plliIC:.i?io rl e ~·derencia a una categoría común ("laboratorio",
"mecanismo"), de tal modo que el surgimiento de la palabra precisa se hace muy
complejo.
Fenómenos análogos pueden presentarse cuando hay intentos de recordar un
i
apellido determinado, por ejemplo para recordar el apellido del pintor primiti-
vista Pirosmanishvili pueden surgir sucesivamente apellidos georgianos del tipo
"Pranguishvili" o n ombres de lugares tipo "Passa-Nauri". De este modo la bús-
f
queda del nombre necesario se ve dificultada por el surgimiento descontrolado
de palabras que tienen algo en común, la misma estructura morfológica, conso-
nancia, sentido común, etc. El ejemplo del cuento de Chejov, Un apellido de
caballo, es una de las más acertadas ilustraciones de este complejo proceso.
Las relaciones pluridireccionales en las que participa la palabra se pueden demos-
trar claramente mediante una serie de experiencias. Vamos a citar solamente una de
éstas, la cual, sin embargo, ilustra bien este hecho. .
Si mediante la repetición reiterada de distintas palabras (A. R. Luria y O. S. Vino-
gradova, 19-59, 1971) se extingue la reacción de orientación a todas ellas y luego se
propone ante una palabra determinada (por ejemplo, koshk.a [gata]) la realización de
una actividad motora (manejar una llave) o se acompaña esta palabra de un estímulo
nociceptivo, se comprueba cómo esta palabra provoca una reacción vascular de orien-
tación (constricción vascular en la mano y dilatación vascular cefálica) o una reacción
condicionada nocicepti va especifica (constricción vascular manual y cefálica). Si, pos-
teriormente, se presentan palabras con relaciones lógicas (por ejemplo, "gatito", "ratón",
"perro") o palabras con semejanza sonora (kroshka, krishka, krush.ka, okoshk.O),lO se
·puede observar un fen ómeno especial.
En el adulto normal (o en el escolar normal), la presentación de palabras próximas
"por su sentido" a la palabra test provocan un evidente reacción vascular de orienta-
ción (vasoconstricción en la mano y vaso dilatación en la cabeza); la presentación de
palabras con semejanza sonora no da lugar a ninguna reacción. En el caso de un niño ,--.

con retraso mental, o en una persona sometida a la prueba y fatigada o en un estado


de insomnio, aparece otro fenómeno : mientras que las palabras con semejanza sonora
no motivarán reacciones motoras condicionadas (accionar una llave con la mano), se-
guirán provocando una reacción vegetativa de orientación, que aumentará a medida
que la palabra se aproxime (por su sentido o sonido a la palabra test).
En caso de un profundo retraso mental, la patología se incrementa de manera que
las palabras próximas por su sentido no provocarán ninguna reacción de orientación,
mientras que las palabras próximas por su sonido continuarán dando lugar a una reac-
ción vegetativa de orientación.

Los hechos referidos demuestran que, efectivamente, se crea una red pluri-
direccional de relaciones y que en la normalidad las relaciones de sentido (campos
semánticos) inhiben las semejanzas sonoras y que en los estados patológicos o

10. Miga, tapad era, jarro y ventanilla , respectivamente. (N. del T . )


EL PROBLEMA DE LA COMUNICACIÓN VERBAL 29
inhibitorios las .Ielaciones . primitivas (sonoras) se desínhiben y nivelan en su
significado con las relaciones de sentido.
De este modo, ya el nivel más profundo de la representación semántica erige

II
como condición básica para la normal preparación de la expresión verbal. un
complejo proceso de organización selectiva de relaciones, de elección entre los
muchos elementos posibles, proceso de "toma de decisión" que ha sido objeto
de numerosas investigaciones en los últimos tiempos. A su vez este proceso de
elección se hace más difícil cuanto más complejas (anómalas) son las condiciones
¡ en que se encuentra la corteza cerebral y cuanto más se altera el carácter selectivo
que es propio de la normal dinámica de los procesos nerviosos.

!
I
l t
r i
Sin embargo, la introducción de una unidad léxica en el sistema de las "rela-
ciones paradigmáticas" es únicamente una de las condiciones de la formación de
la el.-presión. La otra vertiente está constituida por la introducción de la palabra
en el sistema de relaciones sintagmáticas.
I I ~ Como hemos visto más arriba, la representación semántica, que es fundamen-

\I I
tal para el desarrollo de la expresión, se compone no sólo de las unidades semán-
ticas que forman los vértices de la representación semántica, sino también de arcos
que unen esos vértices. Como decíamos antes, la aparición de estos arcos deter-
mina totalmente que cada palabra puede estar incluida en una expresión verbal
\ ' ! mediante el hecho de que esta palabra comporta una serie de "valencias" que
pueden exigir distintas relaciones' con otras palabras.
\ I Así, la palabra "compró" nos lleva rápidamente a las preguntas: u ¿quién?".
! "¿qué?", "¿a quiénr, y exige posibles uniones del tipo: "un hombre com-
pró ... ", "compró pan ... ", "compró por mucho dinero"; la palabra "prestó" tiene
gran cantidad de valencias y da lugar a las preguntas: "¿quién?", "¿qué?",
"¿a quién?", "¿para cuánto tiempo~", y, naturalmente, da lugar a expresiones
del tipo "un hombre prestó ... ", "ha' pedido prestado a su hermano", "ha pres-
tado a un amigo", o "ha prestado por un corto tiempo".
De tal modo, cada palabra que entra en una expresión no sólo se refiere a un
objeto o acción en un sistema de conceptos jerárquicamente (paradigmáticamente)
organizados, sino que también lo introduce en el sistema desarrollado (sintag-
, mático) de la expresión verbal.
Las numerosas investigaciones pSicológiCas, muestran con evidencia que tales
uniones sintagmáticas aparecen tempranamente. Nosotros mismos mostramos, hace
mucho tiempo, que los grupos sintagmáticos (tales como "la casa arde", "el perro
ladra") surgen mucho antes y se construyen con mucha más facilidad que las
relaciones paradigmáticas organizadas "asociativamente" por entrar en una cate-
goría común (tipo "sol-luna"), o subordinación ("perro-animal"), etc. (Luria, 1928).
Es fácil ver que la introducción de estos grupos sintagmáticos es una condi-
ción tan importante para formar un enunciado como la introducción de una
unidad léxica en un sistema conocido de relaciones paradigmáticas. El significado
de estos grupos sintagmáticos para la formación de una expresión procede del
hecho que cada expresión es un medio de comunicación que depara las unidades
léxicas (palabras) para ser un sistema de "sintagmas" (expresiones completas). Esta
realidad motivó que un científico tan conocido como Hughlings }ackson (1868-
1869), estableciera que "hablar es formular oraciones" (to speak is to proposi-
tionize) y A. A. Potebnia (1888) expresara que una unidad del habla no es sólo
una palabra, sino una combinación real de palabras (sintagma) que es el embrión
de la frase.
Precisamente estos dos momentos, la correlación paradigmática de los distintos
sentidos qu~ forman un "concepto" y que constituyen una "síntesis simultánea"
.',
30 ANÁLISIS lIi""EUROPSICOLÓGICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

de los elementos individuales de la información y la unión "sintagmática" de las


palabras individuales en "expresiones" completas, que surgen como "organización
seriada de los procesos del habla" (Lashley, 1951), representan dos condiciones
psicofisiológicas indispensables para el paso del pensamiento al habla. r
El papel de ambos factores de la comunicación verbal no es igual para los i
diferentes tipos de expresión; en el primero de ellos, calificado por Svedelius "

l
J1

(1897) como "comunicación de relaciones" ("Sócrates es un hombre, el abedul es ,


un árbol") predomina el proceso de inclusión de un objeto en una clase, en
otras palabras, el "factor paradigmático" sitúa los elementos de comunicación
en "esquemas simultáneos". En el segundo tipo, "comunicación de acontecimien-
tos" ("la casa arde, el perro ladra") tiene lugar otro proceso psicológico distinto
en el que predominan los encadenamientos sintagmáticos que representan unida-
des de expresión.
Vamos a tener en cuenta a lo largo de nuestro trabajo la diferenciación
realizada por Svedelius ya que nos va a permitir destacar dos importantes aspec-
tos de la lengua y dos importantes aspectos de la expresión.
Lo dicho anteriormente es el punto de partida para aquellas posiciones que
se sitúan en la base de la transformación del pensamiento en una expresión
verbal desarrollada. Sin embargo, para aproximarnos a la descripción del proceso
psicológico que realiza este paso y engendra la expresión o convierte la expresión
en pensamiento, es indispensable subrayar algunos hechos más concretos y espe-
ciales.
Es natural que el paso del pensamiento al habla y del habla al pensamiento
incluyen en su seno los mismos eslabones: el motivo y el sentido fundamental
de la expresión, su representación semántica, el habla interna que traslada esta
representación a la estructura sintáctica profunda de la expresión, su estructura
sintáctica superficial y, por fin, la expresión exterior. Sin embargo, tanto la suce-
sión como la composición psicológica de estos componentes no es única, y este
hecho fue subrayado tanto por neurólogos (Pick, 1913) que distinguieron "el
paso del pensamiento a la palabra" y "de la palabra al pensamiento", como por
lingüistas (Hockett, 1961) que distinguían "la gramática para el que escucha"
y "la gramática para el que habla". i
Más adelan~e aclararemos con detalle estas dos vías, por lo cual aquí única-
mente expondremos, en términos generales, su característica psicológica. I
El paso del pensamiento al habla tal como hemos dicho, comporta: 1) el inicio
a partir del motivo y la idea general (la cual es conocida en términos generales) I
I
por el sujeto; 2) pasa por una fase de habla interna que, por lo visto, se sustenta
en los esquemas de la representación semántica con sus relaciones potenciales;
3) llega a formar una estructura gramatical profunda y, 4) que se desarrolla en
la expresión verbal exterior que a su vez se sustenta en la estructura sintáctica
superficial.
Sería falso suponer que este proceso se realiza sin dificultades. La persona que
tiene relativamente poca experiencia en el habla, choca con una serie de obs-
táculos. El primero puede relacionarse con el sentido general o con el esquema
general de la expresión para lo cual es preciso destacar los enlaces más importan-
tes e inhibir los secundarios. Es fácil notar que este proceso está relacionado
con el acto de elección entre las muchas alternativas y con la toma de una
decisión, la cual es tanto más compleja, cuanto menos coincide la expresión a
formular, con los estereotipos verbales más verosímiles y consolidados. Es
evidente que la construcción de una oración que prácticamente no contiene
ninguna información, tal como: "en invierno hace frí o", exige muchas me-
I
EL PROBLEMA DE LA COMUNICACIÓN VERBAL Ji

nos operaciones intermedias, que la construcción de la oración: "Este invierno


ha sido muy caluroso", que no se apoya en estereotipos primarios. También es
natural que "la comunicación de acontecimientos" (del tipo; "la casa arde") surge
con mucha más facilidad que la "comunicación de relaciones" (del tipo; "Sócrates
es un hombre"). Está claro que la construcción o la comprensión de la expresión
que contiene únicamente estructuras gramaticales simples, por eje~plo, en las que
predomina el nivel de " coordinación" de partes de la oración (o "para-taxis")
surge con más facilidad que la construcción o comprensión de una expresión que
contiene formas complejas de "subordinación" ("hipo-taxis") y..que utiliza formas
sintácticas complejas como la voz pasiva o inversiones. Por ejemplo; en las oracio-
nes "Petia es pegado por Vania", o "A Petia le pegó Vania" el orden de las pala-
bras no coincide con el orden de los acontecimientos y contienen relaciones
complejas que son aparatos de "hipo-taxis" o "inversión". (Datos experimentales
que confirman este hecho fueron obtenidos por Wason, 1959; Gaugh, 1965, 1966;
Smith, 1965; Slobin, 1966 y otros.) Por fin, es natural que la construcción de la
expresión que comporte una compleja jerarquía de eslabones sucesivamente
" subordinados y que tienen, por consiguiente, un árbol sintáctico de gran profun-
didad (v. Yngve, 1960, 1961), al igual que la construcción de las expresiones
que incluyen construcciones disi.antes surja con más dificultad que las expresio-
nes con poca profundidad y que únicamente contienen construcciones de con-
tacto. Vamos a limitarnos aquÍ con las consideraciones expuestas y posteriormente
discutiremos este problema con más detalle.
Las condiciones referidas no desempeñan el mismo papel en el lenguaje
oral que en el escrito. El lenguaje escrito, que carece de interlocutor, siempre
representa un monólogo y no puede basarse en medios extralingüísticos ("simprác-
ticos"), situación, mímica y gestos expresivos. En el habla oral, por el contrario
(y especialmente en el diálogo) esta limitación no existe: en este caso es posible
la transferencia de información con la ayuda de los medios extralingüísticos.
Las diferencias entre el habla oral y la escrita tienen un importante interés
pSicológico y, a pesar de que en los a.ños treinta fueron señaladas claramente
por L. S. Vigotsky (1934) no han sido investigadas debidamente hasta la actua-
lidad.
Ya hemos dicho que el proceso de cod~cación de una comunicación verbal
se inicia con el "esquema general" de toda la expresión y que únicamente des-
pués se pasa a la búsqueda de los lexemas individuales, búsqueda que se apoya
en los medios sintagmáticos (el orden de las palabras, inflexiones, uso de enlaces
y otras palabras auxiliares). En esta última etapa se ponen en juego todas las
valencias ("lugares") de las palabras, las funciones léxicas y las reglas sintácticas
fundamentales que, por un lado, engendran unidades sintácticas de una expresión
completa y, por otro, representan filtros naturales que no permiten las combina-
ciones inadmisibles y así facilitan considerablemente la elección de las necesarias
formas sintácticas.
Todos estos esquemas previos se sustentan en la elección de las "unidades
léxicas" necesarias. Esta elección puede realizarse tanto mediante el aparato
paradigmático (escoger la palabra necesaria mediante su extracción de un sistema
de significados jerárquicamente organizado), como mediante las relaciones sintag-
máticas (escoger la palabra a partir de los giros del lenguaje hablado, como, por
ejemplo, la elección de la palabra "cartapacio" del complejo "cartapacio esco-
lar",u o la palabra "ocaso" de la expresión "lucía el ocaso". Posteriormente

11. Raniet8: macuto (soldado), mochila, cartapacio (escolar) . (N. del T J


32 ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO DE LA COl\'IUNICACIÓN VERBAL
t
Ii
vamos a ver la importancia que tienen estos dos métodos en el análisis neuro-
lingüístico de ciertas alteraciones del habla que pueden darse en la afasia. I•
Los últimos eslabones en las etapas de_ formación de la expresión son los
procesos que conducen al nivel «fonológico y fonético", es decir la formul ación !! ~
i
de una palabra dada en el habla sonora. 1
El proceso de decodificación, o de comprensión, o en otras palabras el proceso
del paso dflI hubh a'-!nible y desarrollad:! ;:¡ su significado y luego a su sentido
interno, se caracteriza por la secuencia inversa de las etapas que hemos enu-
ij 1,'
merado.
A diferencia del proceso descrito anteriormente, la comprensión de la expre-
sión se inicia a partir del flujo verbal desarrollado ,que es desmembrado por el
i I
oyente. Como resultado de esta desalticulación o división, el oyente destaca los
I I
I I
sonidos y palabras individuales que percibe. Posteriormente estos elementos son
organizados en una estructura sucesiva que a su vez se compone de grupos léxicos
y sintácticos. Al mismo tiempo, la comunicación percibida por el oyente contiene
en su seno componentes tanto prosódicos como extralingüísticos (mímicos, sim- ~
prácticos). El oyente tiene la tarea de unir estos componentes individuales, extraer
las unidades significativas y luego con el concurso del habla interior extraer el
"sentido" que se oculta tras esta expresión articulatoria. N. Chomsky correcta-
mente ha destacado que la comprensión de una expresión verbal se basa en su
reconstrucción cada vez a un nivel más profundo y en la transformación de
su estructura sintáctica superficial en su estructura sintáctica profunda y posterior-
mente en su representación semántica, que representa el nivel más profundo del
pensamiento verbal (Chomsky, 1957, págs. 79-102 y otras).
Es natural que las condiciones iniciales para la comprensión de la expresión
verbal sean la percepción de la estructura general de la entonación de la frase
y la comprensión del significado de las palabras que la componen. Sin embargo,
este proceso no se limita a la relación del significado de la palabra con una
categoría determinada. L. S. Vigotsky (1934) estudió con detalle este problema,
Un importante papel en la comprensión del significado de la palabra incluida
en una expresión lo desempeña la posición que ésta ocupa en una frase dada.
Como decíamos anteriormente, la mayoría de palabras de cualquier lengua no
tienen un significado unívoco: así, la comprensión de la palabra mehka depende
del contexto, que es diferente en las frases siguientes: "Llevaba a la niña de la
'manita' (ruchka)", "Escribí la carta con la 'pluma' (ruehka)", o "Me agam';
bien al 'brazo del sillón' (ruchka)". El papel del contexto en la comprensión del
significado de las palabras fue descrito por L. S. Vigotsky al hablar de la
"influencia" (incorporación) del significado de las palabras de modo que cada
frase debe contener en su seno los elementos de la anterior, garantizándose así
la unidad del enunciado. Sin tal condiciÓn surgiría una cadena de frases aisladas
sin unión entre ellas y sin sucesión en el sentido.
Tal sucesión del sentido puede ser mantenida por "cópulas externas" , es
decir, por conjunciones y palabras conjuntivas tales como, "cual", "tambié'n
como", «a consecuencia de"; con ayuda de estas cópulas, que fundamentalm ente
participan en las oraciones subordinadas, la lengua determina el objeto de la
narración al unir la oración subordinada con la oración principal. Debemos hacer
notar que estos medios gramaticales externos de la " influencia de los sentidos"
se hicieron independientes en etapas relativamente avanzadas del desarrollo de b
I
1 I

lengua, pues hace unos siglos era preciso el apoyo externo de las palabras
repitiendo el objeto referido en la frase siguiente: " La mercancía es vendida al
'vendedor' de pescado, el 'vendedor' de pescado vende junto a la muralla ",
I
I
EL PROBLEMA DE LA COMUN ICACIÓN VERBAL 33

Posteriormente, tales enlaces que eran el medio de "influencia de los sentidos", .


empezaron a utilizarse sin un verdadero apoyo complementario y en ciertos casos
empezaron a desaparecer. Fue entonces cuando el proceso de la "influencia
(incorporación) de los sentidos" empezó a adquirir un carácter semántico interior.
La necesidad de esta condición principal que asegura la "influencia (incorpo-
ración) de los sentidos" y mantiene la unidad de la narración está bien ilustrada
por un caso anecdótico, cuando la desaparición de este mecanismo lleva a la
ruptura de la unidad del sentido, cuando cada frase ·al perder su relación con
la anterior no permite la transmisión de la información entera: "¿Te he dado el
caldero?" "Sí, me lo has dado." «¿Lo has cogido?" "Sí, lo he cogido." "¿Dónde
está el caldero?" "¿Qué caldero?" "¿Te lo he dado?" "Sí, me lo has dado", etc.
El proceso de la "influencia de los sentidos" representa una de las condi-
ciones indispensables para la identificación del sentido de la palabra. Su meca-
nismo, por lo visto, está estrechamente relacionado con los mecanismos de "la
memoria a COIto plazo", mecanismos que han de ser estudiados con más detalle
y que representan una de las condiciones más importantes para mantener el
desarrollo de la narración.
El segundo mecanismo -más general- es el mecanismo de la influencia del
"objetivo general" o de un "programa" que actúa asegurando la continuidad de
la exposición y elimina toda posibilidad de desviación de camino trazado.
El papel del plan (o programa) en el desarrollo de una acción compleja ha
sido bien estudiado en las últimas décadas. Si bien anteriormente una serie
compleja de acciones era considerada como una cadena en la que cada eslabón
estaba determinado por los mecanismos situados en el eslabón precedente (tal
como hemos dicho se intentó describir la comprensión de la expresión en base
a las cadenas de Marcov). En los últimos tiempos los investigadores parten de la
suposición de la existencia de cierta "estructura de regulación" que es compleja
y permanente y asegura el cumplimiento del programa creado de antemano,
corrigiendo la acción cuando ésta se aparta de aquél.
En fisiología la comprensión de la ejecución de un programa complejo se
inició en la forma de una "aferentización inversa" o una «estructura autorregu-
lada", que contiene un mecanismo "aceptante de acción" (Anokhin, 1955 y otros),
relaciones circulares y de "correcciones secundarias" (Bemstein, 1947, 1957 Y
otros) o mecanismos T-O-T-E (MiIler, Galanter, Pribram, 1960).
En psicolingüística y, en particular, en aquella parte que se ocupa de la
decodificación de una comunicación y la comprensión psicológica de su sentido,
la función de tal estructura de regulación se manifiesta en la búsqueda perma-
nente de las partes principales (<<claves") de la comunicación. Los acentos y
pausas pueden servir -como apoyos extemos- para destacar, en el lenguaje oral, .
estos componentes principales o claves. En la lengua escrita este papel lo desem-
peñan los párrafos y la cursiva. Sin embargo, cuando estos medios auxiliares
externos están ausentes, los principales elementos del enunciado son destacados
por el análisis semántico, la comparación interna de los componentes de la comu-
nicación y el permanente retomo a los fragmentos anteriores. Esta realidad se
pone de relieve cuando se realiza el estudio del proceso de la comprensión de un
texto escrito mediante el control del movimiento de los ojos de la persona que
lee (la literatura sobre el tema es muy numerosa y no vamos a citarla).
El trabajo siguiente en el proceso de decodificación de la expresión verbal se
centra en la búsqueda de las relaciones "paradigmáticas" y «sintagmáticas" que
en ocasiones pueden tener un carácter muy complejo, pero sin las cuales la com-
prensión no puede ten~r efecto,
ANÁLISIS ~"EUROPSICOLÓGICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL t
,
34 «
-
- ~
Ii',
En ciertos casos la comprensión de las relaciones paradigmáticas puede tener ¡¡,
-
un carácter muy complejo y exige una serie de métodos amciliares. Con tales
casos se relaciona la comprensión de formas "reversibles" de "comunicaciones ~ .
de relaciones" (del tipo, "el hermano del padre" y "el padre del hermano", "el
sol ilumina la tierra", "la tierra es iluminada por el sol"). Estos ejemplos los •f
hemos ci¡'~~(l p.n g:ran número de publicaciones (v. Luria, 1946, 1947, 1962 Y
otros) y serán analizados posteriormente con más detalle. También podemos referir f
~'
aquí los casos en los cuales la comprensión de las construcciones no coincide con
el orden de los acontecimientos (del tipo, "me desayuné después de haber leído el f.
periódico") o las construcciones basadas, por ejemplo, en la negación doble ("No ~
estoy acostumbrado a no so:neterme a las reglas". "Estoy acostumbrado a some- .f
terme a las reglas"). A este mismo grupo peltenecen, por fin, las construcciones
distantes, en las que una parte de la comunicación está separada por oraciones
i
f,
accidentales o por desviaciones de una oración que semánticamente está unida , f
t
~
a la primera. Finalmente, se relacionan con tales construcciones, que son difíciles "~
en su comprensión inmediata, todas aquellas construcciones en las que existe :
r
una compleja jerarquía de partes subordinadas de la oración y que exigen la
aproximación de partes distantes y que comportan especiales dificultades para
su decodificación.
I
~
~
En todos estos casos (en los cuales nos detendremos posteriormente) la com- ~
r
prensión de las estructuras sintácticas superficiales de la expresión exige un ~1-
trabajo sobre el texto que comporta retornos a etapas ya analizadas y la compa- ~
ración de unos fragmentos con la transformación de las construcciones grama- J
"r.
ticales (cambio de pasiva a activa, de inversas a directas, etc.). Sin este trabajo
no se puede asegurar la final comprensión de una expresión verbal. En esta situa- í'"
ción es comprensible que el papel de la memoria operativa es esencial y que si ~
IV
~J
un ÍI:agmento del texto tiene una acción inhibitoria retroactiva respecto al prece-
'"
~

dente (que en condiciones normales se desprende de la ley de Bühler que dice


que la organización del sentido del texto elimina tal influencia), la asimilación
de un texto complejo resulta muy difícil. Veremos, también, posteriormente, cómo
t
¡
se altera esta importante condición cuando se presenta un estado patológico en el i
cerebro.
El procesQ de decodificación de una expresión no concluye con la compren-
sión del significado externo de una frase. Puede prolongarse hacia la comprensión
del sentido interno de todo el texto (o comprensión del sentido solapado).
I
Es sabido que una oración puede tener varios sentidos diferentes o ser
homónima, tal como sucede con una palabra independiente. Así, la fra se "Ivan
prishel k Olgue s Petrom" puede tener dos significados: "Juan y Pedro visitaron .1
a OIga", o que, "Juan visitó a OIga, la cual vive con Pedro".1 2 Por otra parte, la ~
¡¡.

frase "Mushu izmeniat nielsia",13 puede tener también dos significados: que ~
la mujer no debe engañar a su marido. y que se . prohíbe al marido que engañe ,.~
a su mujer. En ambos casos las pausas y el cambio de entonación pueden
indicar la diferencia de sentido.
El paso del significado externo de una fra se a su significado interno no se
ve claramente en los refranes: "Kui shelezo, poka goriacho", 14 no se refiere al
I
I
f
"-

12. Véase lo referido anteriormente sobre la con strucción de esta frase en lengua rusa.
( N. del T.)
13. Una traducci6n lit eral Que permita comprend er este ejemplo podría ser: "Está
I,
I

prohibido engañar al marido". (N. del T.)


14. "A hierro candente, batir de repente". ( N . del 1'.) 1
t
I,
!
EL PROBLEMA DE LA CO:-.iUNICACIÓN VERBAL 35

episodio de la vida de un herrero y "Ne v svoi sani ne sadis",15 no tiene nada


que ver con la vida de un campesino.
Es fácil ver que incluso la decodificación de una frase independiente puede
ir más allá de la descripción de su sentido externo y pasar a los criterios ~e su
sentido interno o sentido solapado.
Este proceso se hace más indispensable aún en la comprensión de un "texto
coherente".
Cada fragmento del texto representa no sólo una simple serie de frases, sino
que incluye un "pensamiento común" que es el resumen de toda la romUñi cación.
De ahí que la comprensión de cada frase individual no sea suficiente para la
comprensión del texto entero. Para llegar a este resultado final, el sujeto, que
percibe una comunicación debe realizar ciertas tareas: analizar y comparar las
partes incluidas en el texto, destacar sus componentes más importantes (claves),
y por fin e:x1:raer el sentido general y el sentido solapado de los diferentes "frag-
mentos" de información que se hallan en las frases aisladas.
Este proceso tiene lugar sirmpre que se realiza la comprensión de un texto
pero posiblemente su forma más desarrollada tiene lugar en la comprensión de
fábulas o cuentos con tono moralizador ("alegorías"). Así, el cuento de "La
corneja 16 y las palomas", no es sólo una información sobre lo ocurrido a una cor-
neja que oyó que daban bien de comer a las palomas e imprudentemente soltó
un graznido como hacen las cornejas y fue ecllada del nido quedándose a la
intemperie. El sentido solapado de este cuento consiste en el pensamiento de que
una persona no tiene que hacerse pasar por lo que no es en realidad. La com-
prensión de este fragmento implica un paso desde los límites del contenido
externo hacia su .. estructura semántica profunda".
Es fácil ver que este complejo paso de un pensamiento discursivo hacia su
resolución con éxito se distancia del análisis directo de un "texto sencillo" que 'no
contiene sentido interno. Se comprende que pueden ser grandes las diferencias
en la "lectura" de un determinado fragmento y la profundidad a la que penetra
una determinada persona.
Sin duda alguna en la descripción de las condiciones pSicológiCas que plantea-
mos como indispensables para el paso del pensamiento a la expresión verbal y
viceversa, no hemos agotado toda la compleiidad real del proceso.
Tal pobreza en la descripción de este proceso !'se explica fundamentalmente
porque el referido proceso transcurre inconscientemente y por eso los métodos
psicológicos de análisis y descripción quedan limitados para los procesos de
investigación lingüísticos o psicológicos. Resulta, pues, indispensable la búsqueda
de nuevos métodos de investigación que permitan esclarecer estos complejos pro-
cesos. Uno de tales métodos es el aportado por la neuropsicología

15. Este refrán tiene como palabra fundamental san; (trineo), y viene a decir : UNo
te sientes en el trineo que no te pertenece". De ahí que Luria se refiera a '1a vida de un
campesino" por el uso que éstos hacen del trineo en Rusia. El equivalente de este refrán
, ¡ en lengua castellana sería, por ejemplo, "no te metas en camisa de once varas", "no te
¡ ,
m etas en libros de caballerías" (Nogueira y Turover) . (N. del T .)
16. La traducción literal es Chova (córvido) , pero vamos a utilizar las palabras cor-
neja y cuervo, indistintamente. Al ser la palabra del original del géne~ femenino se ha
de tener en cuenta que en ciertas transformaciones afásicas se va a mampular este hecho.
En este cas0.la palabra corneja se adapta más en la traducci6n. (N. del T.)
36 ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

C. ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO DEL PROCESO


DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

Hemos indicado que ni la lingüística ni la psicología disponen de métodos exactos


y objetivos que permitan destacar los elementos integrantes de la codificación y
decodiíicaci0n v~=L:~ 7 d p~rp' 'lile juega cada eslabón de este complejo
proceso.
La lingüística, en su primer período de desarrollo únicamente disponía de
los métodos que le permiten realizar un análisis formal de las lenguas naturales.
La lingüística estructur<,.l y la gramática transformacional aportaron una serie
de importantes métodos, que permitieron construir modelos lingüísticos, describir
sus leyes y estudiar con más detalle sus particularidades estructurales.
Sin embargo, estas partes de la lingüística que la enriquecieron considerable-
mente y que destacaron los tipos 'fundamentales de estructuras léxicas y sintác-
ticas, superficiales y profundas y que estudiaron las leyes formales de sus trans-
formaciones, tan sólo pudieron aproximarse un poco al análisis "real" del paso del
pensamiento a la expresión desarrollada y viceversa. Por eso las referencias, a la
posible construcción psicológica de la actividad verbal, que hallamos en los
trabajos de los representantes más destacados de la lingüística transformacional,
como N. Chomsky y otros, resultan mucho menos exactos que el análisis lingüís-
tico-estructural del material estudiado por ellos. Estas referencias, en la mayoría
de los casos, se reducen a indicaciones generales sobre la necesidad de distinguir
entre competencia (competence) y actuación (performance),17 sobre la hipotética
"inscripción del proceso en las células nerviosas del cerebro", a la presencia d e
"huellas grabadas en la memoria", etc. Es fácil ver que este género de referen-
cias se aproxima más a la descripción de los procesos que se observan en el fun-
cionalismo de los mecanismos del cálculo electrónico que a los procesos reales
que realizan la formulación y decodificación de la expresión verbal.
Debido a todos estos hechos, los pensamientos de los especialistas deseosos
en profundizar en la estructura de los referidos procesos, se dirigieron hacia la
psicología. No es de extrañar que tales fundamentales investigaciones, como los
trabajos de K. Bühler (1934) y L. S. Vigotsky (1934) llamaron la atención a los
científicos' que pensaban obtener del análisis psicológico del acto verbal, la
respuesta a los más importantes problemas sobre la interacción recíproca entre
el pensamiento y el lenguaje.
No hay duda de que los trabajos mencionados fueron totalmente indispensables
para el ulterior desarrollo en este dominio de conocimientos. Las tesis formuladas
por L. S. Vigotsky en su clásico libro "El pensamiento y el lenguaje" son hasta
ahora de una capital importancia directriz en psicolingliística.
Sin embargo, estos trabajos, a los cuales se unieron más tarde las investiga-
ciones de G. MilIer (1969, 1970 Y otros), D. McNeill (1966 y otros), R. Brown
y otros (1965), Bever (1961), J. Fador y otros (1964, 1967), Y otros autores, no
pudieron avanzar de un modo decisivo en el anúlisis del proceso real de la forma-
ción de la expresión.
Este hecho estaba fundamentalmente condicionado por la falta de un método
objetivo que permitiera describir con detalle cada uno de los eslabones reales
que participan, de un modo sucesivo, en la formulación de una comunicación .

17. Luria utiliza aquí las palabras rusas cuya traducción más literal equivaldría a ~· I) ·
n<>cimiento (saber) !' uso (empleo). (N. del T.)
EL PROBLEMA DE LA COMUNICACIÓN VERBAL 37

Hay todo tipo de razones para pensar que existen por lo menos dos caminos
para la resolución de este problema. Uno de estos caminos se relaciona con la
"investigación geneticoexperimental" que intenta seguir el proceso de desarrollo
de la expresión en el niño o de la formulación de la expresión a partir de la
formulación verbal de un pensamiento. Este camino fue iniciado por J. Piaget y
L. S. Vigotsky, y seguido por autores como G. Miller, D. McNeill, R. Brown,
J. Fodor, D. Slobin y otros. No vamos a detenemos en estos métodos de inves-
tigación porque ya los hemos tratado en otros lugares (v. Luria y Yudovich, 1956,
1959, 1972).
Nos vamos a centrar en el segundo camino de investigación, camino al que
está dedicado el presente trabajo. Este camino se relaciona con el "método patoló-
gico experimental" de análisis de las alteraciones que surgen en la formulación
de la expresión verbal y que son puestas de manillesto por una nueva rama de
la ciencia: la "neuropsicología". Esta ciencia se ha desarrollado en las dos últimas
décadas (v. Luria, 1947, 1962, 1963 a 1966, 1970 Y otros) y precisamente ella
puede, al parecer, abrir nuevas perspectivas en la resolución de los problemas
que nos ocupan.
Vamos a detenemos en algunos puntos principales del método neuropsicoló-
gico de investigación, el cual intentaremos utilizar en el análisis del proceso
real de la comunicación verbal.
Como hemos indicado en el inicio de este libro, la construcciÓn de la expresión
incluye una serie de eslabones sucesivos, cada uno de los cuales representa una
condición importante para este proceso.
Existen, sin embargo, muchas razones para suponer que cada una de las
condiciones que entran en la codificación o decodificación de la expresión, se
realiza con la participación inmediata de una serie de aparatos del cerebro que
trabajan conjuntamente y que aseguran este complejo proceso. Cada uno de estos
aparatos tiene su propio papel específico y realiza su especial aportación en la
construcción del sistema funcional que se basa en él.
Este principio fue argumentado detalladamente por nosotros al estudiar la
organización neuropsicológica del conjunto de formas de la conducta humana
(Luria, 1962, 1963 a 1967, 1968, 1970, 1973).
Sabemos que el cerebro humano representa un sistema funcional complejo
que trabaja con la participación permanente de,.. por lo menos, "tres bloques
fundamentales", uno de los cuales asegura la vigilia de la corteza y posibilita la
realización en el tiempo de formas selectivas de actividad, otro se ocupa de
la recepción, elaboración y almacenamiento de la información y el tercero cuida
de la programación, regulación y control de la actividad que se realiza (Luria,
1970, 1973). .
Cada acto de conducta -una acción orientada hacia un objetivo, un proceso
de percepción, de recuerdo o de pensamiento- se fundamenta en el trabajo
conjunto de estos tres bloques funcionales y cada uno de ellos aporta su propia
contribución al proceso necesario. Estos hechos quedaron claros tras un largo y
sistemático análisis de los cambios que aparecen en los procesos psíquicos como
resultado de lesiones locales de unas u otras partes del cerebro debidas a traumas,
tumores o hemorragias localizadas.
La alteración de los aparatos del primer bloque (tronco del encéfalo y apara-
tos de la corteza medial o regiones limbicas) da lugar a una disminución inespe-
cífica del tono cortical y hace que sea muy dificil o imposible la adecuada y
selectiva actividad psíquica.
La alteraci6n de los aparatos c;lel se~ndo bloque (área.~ ~~c;und~M de las
38 AN ..... LISIS !\lEUROPSICOLÓGICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

zonas temporales, parietales y occipitales) da lugar a un déficit importante en


las condiciones necesarias para la recepción y transformación de la información
a la vez que cada una de estas topografías da lugar a alteraciones especificomoda-
les (auditivas, visuales, espaciocinestésicas). La alteración de estos aparatos del
hemisferio izquierdo limita la posibilidad de transformar la información con ayuda
del lenguaje. .
Por último, la alteración de los aparatos del tercer bloque (regiones frontales
del cerebro), sin cambiar el tono general de la corteza y sin afectar las condiciones
fundamentales de la recepción de la información, altera considerablemente el
proceso de su elaboración activa, dificultando su programación y obstaculizando
la regulaci6n y control de Sll surgimiento.
Es fácil ver que cada una de estas formas de alteraci6n de la función cerebral,
elimina una u otra de las condiciones preci~as para la realizaci6n de la actividad
consciente y conduce a su desintegraci6n y a la descomposición de los sistemas
funcionales complejos que trabajan de forma organizada.
Es de destacar que la afectación de uno u otro de estos sistemas cerebrales
altera la actividad consciente de una forma específica resultando alteraciones
especificomodales de la elaboración de la información que se distinguen unas de
otras.
Hemos utilizado el método neuropsicológico en el análisis detallado de los
componentes que participan en el seno de una serie de procesos psíquicos, tra-
tando así de aproximarnos al análisis del lenguaje (Luria, 1947, 1970), de la
escritura (1950), resolución de problemas (Luria y Tsvetkova, 1966), actividad
constructiva (Tsvetkova, 1966), procesos mnésticos (Luria, Konovalov, Podgor-
naia, 1970; Luria, 1973). Todos estos trabajos demostraron claramente, que el
análisis neuropsicológico de los cambios que aparecen en unos u otros aspectos
de la actividad mental, como resultado de lesiones cerebrales locales, puede
utilizarse como uno de los métodos de análisis objetivo de su construcción interior
y para el estudio objetivo del papel que desempeña cada uno de los eslabones
que lo componen.
Este es el método que trataremos de aplicar en el análisis del proceso real
de formación (codificación) de la expresión así como en el proceso de su com-
prensión (deco?IDcación).
Tenemos todo tipo de razones para suponer que los intentos de utilizar el
método neuropsicológico, en el análisis ae los procesos indicados, puede dar
lugar a resultados muy importantes.
Como hemos señalado más de una vez, cada expresión presupone un cierto
motivo o intención para formular un pensamiento determinado en lenguaje.
Sin embargo, sabemos que una lesión en los lóbulos frontales altera precisamente
este proceso (Luria, 1962, 1969; Luria y Homskaia, 1966 y otros) de manera
que, la aparición activa de la intención que fundamenta la programación. de la
actividad, es deficitaria. Se comprende que en estos casos podamos esperar
la alteración de la formulación activa de la expresión verbal sobre un fondo de
conservación de las formas repetidas y dialogadas (que no exigen la participación
de un intento estable ni la formación activa del pensamiento).
Es sabido que existen lesiones locales del cerebro (ante todo las porciones
inferiores de la región frontal posterior izquierda y su unión con las regiones
temporales) que comportan una alteración en los mecanismos del lenguaje interior
(Luria, 1962, 1963a, 1969). Por esto, es natural que esperemos en estos casos
la desaparición de las importantes condiciones que se precisan para la preparación
de una expresión desarrollada y que mientras el lenguaje repetido y nominativo
EL PROBLE~\'A DE LA COMUNICAC IÓN VERBAL 39

está conservado, el proceso -de formación de una expresión fluida y desarrollada


está alterado.
Sabemos también que existen casos en los que la lesión de otras partes del
cerebro (las zonas secundarias de la región temporal izquierda) provoca la pertur-
bación de la audición fonémica que conduce a la "alienación del sentido de las
palabras" y a la descomposición de la selección de los elementos léxicos. mientras
se conserva la capacidad de la búsqueda activa de éstos. '
Es natural que esperemos que la alteración de la formulaci ón de la expresión
tenga en estos casos un carácter bien distinto. Sabemos, por fin, que la lesión
de las regiones temporoccipitales del hemisferio izquierdo da lugar a la altera-
ción de las síntesis simultáneas (espaciales) y que se dificulta fuertemente la orga-
nización de los elementos individuales de información en un sistema complejo
alterándose la formación de las relaciones logicogramaticales complejas (Luria,
1946, 1947, 1962, 1969). Será lógico que tales defectos comporten la altera-
ción de eslabones totalmente distintos de la formación de la expresión y de su
decodificación. Los pacientes pertenecientes a este grupo presentan en su comu-
nicación verbal unas alteraciones que se distinguen totalmente de las que apare-
cían en los casos anteriormente mencionados.
Hay que subrayar resueltamente que el método neuropsicológico es uno de
los procedimientos del análisis objetivo de las expresiones. ' Es preciso señalar
también que los datos obtenidos se complican por una serie de condiciones espe-
ciales en el estado patológico del cerebro (la inhibición patológica de los trazos,
la pérdida de su selectividad, de su inercia patológica), es decir, tienen sus
particularidades, y no son siempre una simple copia del surgimiento normal de
estos procesos. .
Sin embargo, teniendo en cuenta todas estas limitaciones, el método neu-
ropsicológico es una de las más importantes vías de investigación analítica de los
procesos reales de la formulación (codificación) y comprensión (decodificación)
de la expresión verbal. Este método debe ser usado obligatoriamente Cuando
queremos destacar los eslabones "reales" del proceso que nos ocupa y a la vez
permite determinar el papel de cada uno de ellos. Todo esto permite suponer
que el análisis neuropsicológico de los cambios de los procesos de codificación
y decodificación del lenguaje, en lesiones ' focales del cerebro, abre nuevas
perspectivas en la investigación de este complejo proceso y que la rama de la
ciencia que en los últimos años recibió el nombre de "neuropsicología" será útil
para la resolución de estos importantes y a la vez difíciles problemas.
Todo esto va a componer el camino principal del análisis neuropsicológico
de los procesos verbales que vamos a seguir en nuestro trabajo ,y el cual también.
es seguido por otros autores (Whitacker, 1971; Benson, 1967; Geschwind, 1965,
1968 Y otros; Green, 1969; Lenneberg, 1967 y otros).
Las siguientes páginas estarán dedicadas al análisis detallado de los procesos
de la comunicación verbal arriba mencionados.

r
\

11
ANALISIS NEUROPSICOLOGICO DE LA
FORMULACION DE LA EXPRESION VERBAL

Nos detuvimos en el análisis lingüístico y psicológico de los procesos de la


comunicación verbal y en el significado de la neuropsicología en la distinción
de los componentes de la expresión verbal.
Ahora debemos estudiar con más detalle uno de los procesos fundamentales
de la comunicación verbal: "La génesis de la expresión verbal". Nos aproxima-
remos a los hechos que) con la ayuda del análisis neuropsicológico) nos permiten
destacar sus principales componentes.
Como hemos indicado más arriba) la codificación de la expresión verbal
recorre un complejo camino desde el pensamiento hasta la expresión desarro-
llada. La codificación se inicia con el surgimiento de un motivo que provoca
la necesidad de transmitir algo a otra persona) esta necesidad se manifiesta
en una idea o pensamiento, que representa sólo un esquema general de la
expresión. Con ayuda del mecanismo del habla interior, el pensamiento y su
representación semántica pasan a la estructura sintáctica profunda de la futura
expresión que luego se transformará en una estructura sintáctica superficial y
más tarde en una ordenada y lineal expresión d~sarrollada.
Surge, entonces, una pregunta: ¿qué papel realizan las etapas referidas, en la
. formación de la expresión y, precisamente, qué estructuras cerebrales se rela-
cionan con la realización de cada una de estas etapas?
¿Podemos pensar que todas estas fases se realizan con la participación de un
complejo de estructuras cerebrales, de las cuales puede destacarse la que
desempeña un papel descollante en cada etapa del proceso?
Si pudiéramos responder afirmativamente a esta pregunta, muchos de los
procesos psicológicos que fundamentan la codificación de la expresión, se harían
mucho más claros para nosotros.

M:f:TODOS

Vamos a aplicar el siguiente conjunto de métodos en pacientes con lesiones


cerebrales locales:
Analizando qué etapas están más directamente unidas con unos u otros siste-
mas cerebrales y estudiando cómo cambia la estructura de la actividad verbal, en
pacientes con .lesiones cerebraies locales, podremos aproximarnos al análisis del

·1
42 ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

proceso de la formulación de la expresión verbal. Ésta será la tarea fundamental


de nuestro trabajo.
Iniciamos la recogida de datos mediante la "observación clínica del lenguaje espon-
táneo del pacien te"; obse rvamos de qué manera expresa sus pe ticiones, deseos, pre-
guntas y cómo - si esto ha tenido lugar- trata de compartir con los demás sus comu-
nicaciones. En estas observaciones puede ponerse de manifiesto la presencia o ausen-
cia de los motivos correspondientes de una expresión determinada. La falta de tal len-
guaje espontáneo puede expresar una disminución d el tono energético del enfermo
o la falta o inestabilidad de la necesaria motivación.
La naturaleza de este fenómeno queda más evidente en la segunda fase de la
investigación, "el diálogo con el paciente", durante el cual se le hacen preguntas
a las que debe dar la correspondiente respuesta. En este caso, el investigador es el que
determina la actividad verbal del enfemlo y el carácter de sus fallos, si éstos se mani-
fiestan. Utilizamos dos tipos de preguntas.
En el primero, la respuesta va incluida en el contenido de la pregunta y puede
consistir en la repetición afirmativa o negativa de tal contenido (-"¿Ha comido usted
hoy?" -"Sí, he comido", o "No, hoy no he comido"). En este caso nos exige la
form ación de una expresión independiente. En el segundo tipo de preguntas, ésta no
incluye la respuesta en su composición, y precisa, por tanto, que se forme un nuevo
plan para transmitir la información, unión de nuevos enlaces y formulación de la
necesaria expresión (-"¿Qué ha hecho usted esta mañana?" - "Esta mañana he . . .
ido al médico . .. salí a pasear ... ", etc. -"¿Qué enfermedades ha tenido usted?"
- "He tenido el sarampión, la escarlatina", etc.). En esta fase de observación es indis-
pensable que el investigador controle si el enfermo conserva la posibilidad de dar una
respuesta automática y en qué medida puede crear un esquema del sentido de una
expresión independiente.
La tercera fase de la investigación es el estudio del "lenguaje repetitivo" del pa-
ciente. En este estadio se proponía al enfermo la repetición de complejas sonoros inde-
pendientes, palabras, series de palabras y frases. Este sistema de pruebas tenía que
mostrar en qué medida conserva el enfermo la capacidad de un lenguaje repetitivo
y sencillo. En caso de alteración tenía que mostrar o no la capacidad de repetir el
material propuesto en e! paso de un compleja (sílaba, palabra , frase) a una serie
(cadena) de componentes (sílabas o palabras).
En esta prueba se podían poner f<Ícilmente de relieve dos condiciones de capital
importancia en la anterior investigación del proceso de codificación verbal.
Por un lado, el paciente que repetía fácilmente un complejo verbal podía empezar
a presentar · dificultades al intentar repetir una serie de unidades verbales por una
imposibilidad de mantener su orden y por la presencia de una mutua y retroactiva
inhibición de sus huellas correspondientes. En estos casos podíamos estudiar fácilmente
e! hecho singular de la reproducción fra gmentaria de una sola parte de la serie pre-
sentada (la primera o la última); o el hecho de la "inversión" 1 de la sucesión (primero
se realiza la reproducción de! último elemento de la serie y luego el primero). Este
fenómeno se explica por un predominio de la reprodUCCión de las huellas " recientes"
(el factor recency). Por otro lado, al realizar esta prueba, el paciente puede poner de
manifiesto fenómenos de inercia patológica de unidades ya aparecidas, a causa. de las .
cuales podría repetir series cortas de unidades sonoras o léxicas, pero no pasar ade-
cuadamente a otras unidades sonoras o léxicas o en un orden cam biado. Es fácil ver
que ambas condiciones patológicas, que no se encuentran en la normalidad, pueden
alterar fácilmente los procesos de codificación verbal.
La cuarta fase de la investi gac ión consiste en el estudio de la capacidad del en-
fermo en el hallazgo de las "unidades léxicas" ad ecuadas (palabras) estudiando si sur-
gen dificultades en esta tarea o si el paciente cambia la unidad léxica adecuada por
otra (parafasia).

1. Giro. (N . del T.)


FORMULACIÓN DE LA EXPRESIÓN VERB AL : ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO 43

El estudio de recuerdo de palabras, que tiene gran importancia en la investiga-


ción de la codificación verbal, comporta, en principio, dos series distintas de pruebas.
En la primera de estas series se propone al paciente que nombre objetos o acdo-
nes que se le presentan (si existe soporte visual, se pide la denominación de objetos
o imágenes; si no existe esta posibilidad, se pide la denominación de partes del cuerpo).
En la segunda de estas series se estudia la facilidad con que surgen las palabras en
el curso de una expresión coherente.
Ambas series de pruebas tienen una diferencia básica. En la primera, el sujeto
tiene que dar la palabra destacándola del sistema paradigmático (sistema de gene-
ralizaciones jerárquicas, sistema de clasificación). En la segunda, el paciente ha de
apoyarse también en las relaciones sintagmáticas; en otras palabras, ha d~ ' reproducir
las palabras en el contexto del lenguaje hablado. Veremos luego la importancia que
tiene el hecho de que las pruebas recientemente mencionadas puedan revelar dificul-
tades en distintas situaciones que están en la base de la aparición de las unidades
léxicas precisas.
La quinta fase de la recogida de material consiste en el análisis de '1enguaje mono-
logado" independiente del enfermo.
En las variantes más sencillas de esta prueba, se excluye la necesidad de la crea-
ción independiente de la , idea y la condición principal para la conclusi6n correcta
de la tarea es la posibilidad de realizar el esquema de una expresión verbal y rea-
liza rla en lenguaje narrativo desa rrollado. Precisamente, tales casos eran la narración
del contenido de una historieta que se le leía al paciente o el relato del contenido de
una lámina. En la primera de estas situaciones, todo el contenido se da ya preparado
y se exige, a la persona sometida a la prueba, que lo decodifique para .presentarlo luego
en forma de expresión desarrollada. (El análisis detallado de los datos así obtenidos
será presentado en la siguiente parte de este trabajo.) En la segunda de estas pruebas,
la tarea de análisis de la información necesaria y la revelación de los eslabones esen-
ciales se hacía más compleja. El examinador disponía de mayores posibilidades para
seguir la formación del proceso de recepción de información y ver también hasta qué
punto está conservada, en el paciente, la posibilidad de la realidad de ésta en una
expresión verbal.
Las observaciones sobre la construcción del lenguaje monologado independiente
terminaban con la última -sexta- fase de pruebas, en la que se pedía al enfermo
que diera una composición verbal desarrollada s sobre un tema concreto (por ejemplo,
sobre el tema "el Norte"). En este caso sólo se designaba la esfera de la expresión,
mientras que el esquema concreto de la expresió~ debía ser creado por el propio pa-
ciente, al igual que la realización de este esquema 'en una expresión verbal desarrollada
e independiente.
Es fácil ver que el análisis comparativo del conjunto de datos obtenidos al reali-
z.ar las distintas variantes de pruebas respecto al lenguaje monologado permite deter-
minar qué eslabones del proceso verbal estaban preservados y cuáles alterados (la
creación independiente de la idea, el análisis activo del material, la capacidad de
realizar el esquema inicial del sentido, la retención del programa o la realizaci6n del
esquema verbal fundamental -"gramática profunda"- en el que se basa la narra-
ción desarrollada).
Sólo mediante tan complejo método (y la comparación de todos los datos) se
puede llegar a conclusiones sobre cuál de los componentes del aparato de la codiJica-
ci6n verbal del pensamiento está alterado.

Los métodos arriba expuestos deben aplicarse en el análisis de los cambios


que sufre el proceso de codificaci6n verbal estudiando cómo se altera la estruc-
tura de la expresi6n en pacientes con lesiones en las regiones profundas del
cerebro (que mantienen el tono energético y la vigilancia cortical), en los

2. Amplia / N. del T.J

5. LURIA
44 ANÁLISIS NEUllOPSICOLÓCICO DE LA COM UNICACIÓN \'EIU3 :\L

lóbulos frontales (que construyen motivos y programas de conducta estables), en


las regiones anteriores de las zonas del lenguaje (relacionadas con el lenguaje
interior y con la creación de los esquemas de la expresión) y con lesiones en las
regiones posteriores temporales y parietocciptales de las zonas del lenguajé (que
tienen una relación directa con la estabilidad de la base sonora de la palabra ,
con los elementos esenciales de la imagen visual del objeto y con la transforma-
ción de la información llegada sucesivamente, en esquemas espaciales simultáneos
o, más exactamente, cuasi espaciales). Sólo un análisis comparativo de las altera-
ciones de estas zonas, cuyo papel en la organización de la conducta ha sido
analizado detalladamente en otros trabajos nuestros (v. Luria, 1962, 1966, 1969,
1972, 1973), nos dará la posibilidad de acercarnos al análisis neuropsicológico de
la codificación verbal.

A. ALTERACIONES DEL APARATO SINTAGMATICO


DE LA FORMULACION DE LA EXPRESION VERBAL

Hemos dicho, en esta primera parte del libro, que la codificación verbal se
basa en dos tipos fundamentales de relaciones : la organización "sintagmática"
de una expresión coherente y la organización "paradigmática" de las unidades
fonéticas, léxicas, morfológicas, sintácticas y semánticas. Estos dos tipos de rela-
ciones pueden manifestarse independientemente. Al analizar las unidades funda-
mentales de la lengua - sistemas de fonemas, sistemas de unidades léxicas y
semánticas- estamos ante un sistema jerárquicamente construido (paradigmá-
tico) de oposiciones; entonces, observando una expresión viva, que se inicia
en el motivo y que concluye en la expresión verbal desarrollada, podemos, has ta
cierto punto, apartándonos del sistema de códigos (= unidades del lenguaje)
que utiliza, estudiar la organización sintagmática de la expresión verbal.
Aparece, entonces, una pregunta lógica: ¿en qué medida ambas forma s
básicas de la organización de la lengua pueden manifestar cierta independencia
y en qué medida se apoyan en los mismos o en distintos mecanismos cerebrales?
El eminente lingüista contemporáneo R. O. Jakobson fue el primer autor qu e
planteó tal 'cuestión en una serie de trabajos publicados en el período de 1955
a 1966 y reunidos posteriormente (v. Jakobson, 1971). Este autor expuso la
hipótesis de que todas las formas de alteración del lenguaje por lesiones cere-
brales focales podían dividirse en dos grandes clases: desorganizaciones de la
expresión coherente o de la organización sintagmática del lenguaje y desórdenes
de los sistemas de codificación de los conceptos en palabra u organización para-
digmática de la lengua.
En una serie de publicaciones hemos llegado a conclusiones cercanas, seña-
lando que los dos grupos de alteraciones arriba referidos tienen en su base
diferencias según la localización de la lesión. Si bien las lesiones de las regiones
anteriores de las zonas del lenguaje conducen a la descomposición de la coherell-
cia de la expresión (su organización sintagmática), las lesiones de las regioll es
pusteriores de las zonas del lenguaje dejan la coherencia de la expresión relativa -
mente conservada pero comportan una serie de desórdenes de los códigos de la
lengua; articulatorios, acústicos y semánticos (Luria, 1947, 1958, 1959. 1964 .
1967, 1968, 1970, 1973 Y otros).
Todas estas tesis precisan, sin embargo, una comprobación muy minuciosa.
La pregunta surge fácilmente: ¿Qué form as de alteración de la expres ¡,'JII
¡
II
r
FORMULACIÓN DE: LA EXPRESIÓN VERBAL: ANÁLISIS NEUROPSICOLOCICO 45

aparecen en lesiones de las regiones anteriores del cerebro y hasta qué punto
limitan la posibilidad de asimilación y uso de unos u otros c6digos de la lengua?
Si tales alteraciones ocurren, ¿qué formas concretas tornan?
En una serie de nuestros trabajos, dedicados a la neuropsicología, rechazá-
bamos la idea de la localización directa de las formas complejas de actividad
psíquica en regiones limitadas del cerebro. Partíamos de la hipótesis de que los
procesos psíquicos se realizan por sistemas funcionales que se sustentan en una
serie de factores que se hallan en su seno, y que, por eso, no pueden estar locali-
zados ..estrictamente en regiones .limitadas de la corteza cerebral. Los procesos
¡ psíquicos son el resultado del trabajo de sistemas funcionales distribuidos en la
i corteza (yen las formaciones subcorticales) y cada una de las regiones de la cor-
i
I teza y las formaciones subcorticales entrega su aportación espe6í.6ca en la

I organización de cada sistema funcional complejo.


Si partimos del punto de vista expuesto son tan inadmisibles las posIClones
de la "localización" estricta que comprende a los procesos psíquicos como fun-
II ción de un grupo rigurosamente limitado de células, corno las posiciones de
una extrema "antilocalización" que comprende al cerebro corno una unidad indi-
1 ferenciada (v. Luria, 1962, 1963, 1966, 1970, 1973). Por eso, en la cuestión
de los mecanismos cerebrales del lenguaje y la génesis de la expresión verbal,
partiremos de las posiciones arriba indicadas.
Es natural suponer que en la base de la formulación de una expresión sint.ag-
máticamente coherente se sitúan tanto procesos psicológicos corno cerebrales en
base a la recepción y uso de los códigos fonético, léxico y logicogramaticales
de la lengua. Sin embargo, existen motivos para pensar que cada uno de los
procesos mencionados se realiza en una región rigurosamente localizada de la
corteza y que la lesión de las porciones anteriores de las zonas del lenguaje
implican un desarreglo aislado de la organización sintagmática de la expresión,
dejando preservado, al mismo tiempo, el uso de los c6digos fonéticos, léxicos y
logicogramaticales. La lesión de las regiones posteriores de las zonas del lenguaje
implica el esquema opuesto.
Las lesiones- locales del cerebro, siempre dan paso a algunos desórdenes
"primarios" que conducen a la ausencia en el sjstema funcional de determinados
factores, que están unidos directamente a esta zOna del cerebro. Estos desórdenes
primarios, a su vez, provocan afecciones "secundarias" o sistemáticas, que surgen
a consecuencia de que las formas de actividad correspondientes se manifiestan
sin la participación de los factores ausentes.
Este hecho hace indispensable plantear la cuestión de qué carácter adquiere
la alteración de las expresiones verbales en cada una de las lesiones focales del
cerebro y cuál de las alteraciones comporta un carácter primario y cuál un carác-
ter secundario.
Esta será la tarea principal de nuestra investigación.
Empezaremos -analizando las alteraciones de la actividad general del hombre,
las cuales tienen una relación general, inespecífica con el lenguaje. · -, -- .
Luego analizaremos las formas de lesión cerebral en las cuales esta inactividad
torna un carácter verbal más específico y conduce a una alteración del esquema
lineal de la expresión y a la imposibilidad de expresar la idea en una espontánea
.-,
forma verbal coherente.
"r Tras la descripción de este cuadro de "afasia dinámica", en la que está alte-
I rada la posibilidad del paso del pensamiento al lenguaje pero en ~. cual la
I, : estructura gramatical del lenguaje está conservada, pasaremos al análisIS de la
desestructuración peculiar en la que se alteran las formas profundas y superficiales
1"
46 ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

de la expresión que, conservando la función nominativa, toma la forma del "estilo


telegráfico" .
Terminaremos esta parte describiendo las formas de desestructuración del
lenguaje a causa de la inercia patológica de los estereotipos aparecidos.
El camino sei1alado nos permitirá mostrar que las etapas de la formulacióll
ue la eXFesión , en las cuales nos detuvimos en la primera parte del libro,
pueden alterarse de forma relativamente aislada.

1. Alteración de la formulación de la expresión verbal en lesiones de las


regiones profundas del cerebro
Las alteraciones que se producen en los procesos verbales en ocasión de lesiones
de las regiones profundas del cerebro, particularmente en los núcleos subcortica-
les, regiones diencefálicas e hipotalámicas y en la corteza límbica han sido hasta
ahora poco estudiadas.
Sin embargo, se puede afirmar que estas alteraciones nunca adquieren la
forma de las alteraciones específicas <.lel lenguaje, como actividad simbólica
compleja, que están en la base de la codificación o decodificación de la expresión.
Por esto, no vamos a detenemos en estas alteraciones y únicamente se menciona-
rán de forma general.
Las alteraciones del lenguaje, cuando hay una afección de las regiones profun-
das del cerebro, pueden tener un origen doble y, en términos generales, se
dividen en dos categorías.
Por un lado, son el resultado de una disminución general del tono cortical,
que se manifiesta en todos los aspectos de la actividad del paciente y que en
ciertos casos puede conducir al estado oniroide y, por consiguiente, tienen un
evidente carácter inespedfico. Por otro lado, pueden alterar la normal base tónica
y fónica de los movimientos verbales y en estos casos se encuentran las más espe-
Cíficas formas de distonías, disfasias y disfonías del habla.
Nos detendremos bre\'emente en ambas formas .
Ya he:lIos referido que las lesiones de las regiones profundas del cerebro
(incluyendo las regiones diencefalohipotalámicas) comportan la alteración de lo
que en otro lugar. (Luria, 1973 y otros) calificábamos de "bloque energético" del
cerebro. En estos casos disminuye considerablemente el tono cortical y toda la
conducta del enfermo adquiere los rasgos de una inactividad, primaria y la acti-
vidad verbal se interrumpe. En caso de alteraciones masivas, esta inactividad
adquiere un carácter por el cual el lenguaje del enfermo desaparece por entero
y adquiere los rasgos del mutismo orgánico o se límita a un monosílabo o 11 .Jr-
mullo que se agota y desaparece.
La inactividad gcnrml y rápida fatigabilidad de los pacientes de este grupo
se manifiesta igualmente en todos los aspectos de la actividad (motora, verbal e
intelectual) y en todos los niveles de la comunicación verbal.
Los enfermos de este' ~rupo, al responder a una orden, lev'antan lentamente la
mano y también la hajan lentamente. Poco a poco la elevación de la mano se \'a
haciendo mis lenta )' aumenta el período de latencia hasta que tras una serie
de mov;mi entos cesa dd todo la actividad solicitada.

I
Hechos análogos ocurren en la esfera del lenguaje (en el lenguaje repetido,
la denominación de objt"t-os, el diálogo). Todos estos aspect os de la actividad
verbal tienen un curso i!!ualmente lento y tras una serie d e repet iciones de las
pruebas, con mayores tiempos de latencia, pasan a un murmullo y luego cesan
por completo.
,,
! FORMULACIÓN DE LA EXPRESIÓN VERBAL : ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO 47
1i En todos- estos Cas0S, el defecto no tiene el carácter de una alteración de la
.
1
codificación del pensamiento en lenguaje, que es el objeto principal de nuestro
análisis. En estos casos, los motivos iniciales, el pensamiento inicial, la posibilidad
de su transformación en un esquema de la expresión y el uso de los medios
verbales, está potencialmente conservado y únicamente está bloqueado por el
estado de inhibición cortical. Por esto, aumentando la estimulación (aumento de
la intensidad del motivo) o disminuyendo el estado de inhibición cortical ( or
!, ejemplo, con sustancias estimulantes) · es posible que aparezca nue~elite la
1

I posibilidad de la expr.esión verbal (se conserva en estos casos la estructura normal


\
de la expresión) y tan sólo se observan ciertas manifestaciones típicas de estos
casos como particularidades de la memoria y alteraciones de la selectividad de
I los procesos psíquicos. Estos típicos síntomas han sido descritos por nosotros
en otro lugar. Tal estructura verbal relativamente conservada puede, en ciertos
I casos, mantenerse durante un tiempo limitado, hasta que la disminución de la
I actividad cortical hace regresar al enfermo al estado de adinamia primaria.
Hemos dedicado al análisis neuropsicológico de estos estados de disminución
de tono cortical, muchas páginas de nuestra investigación especial (v. Luria,
Neuropsicología de la memoria, t. 1 [1973]; 3 t. Il, en prensa) y no vamos a
detenernos ahora en este tema.
Un cuadro más específico se ofrece cuando la lesión de las estructuras pro-
fundas del cerebro no tiene un carácter masivo y está relativamente localizada
en los núcleos motores subcorticales o en determinados núcleos del tálamo. Las
últimas situaciones referidas se pueden observar en intervenciones estereotáxicas.
Las alteraciones de la actividad verbal provocadas por estas intervenciones (o por
electrodos implantados permanentemente) fueron descritas por una serie de auto-
res (Ojeman, Fedio y Van Buren en 1968, y entre nosotros, N. P. Bechtereva y
v. M. Smirnov Y cols.).
Como regla, estas alteraciones tienen un carácter tonicomotor especifico y
adquieren las típicas formas de la distonÍa del habla (la cual en el parkinsonismo·
no se distingue de las alteraciones generales del movimiento observadas en este
síndrome) que se manifiesta por una lentitud en el habla y alteraciones de la
fonación; en ocasiones -como sucede en casos de lesión de núcleos talámicos
por electrodos implantados permanentemente~ se , manifiesta en un paro del
habla y, a veces, en estimulaciones en forma de palilalia.
Sin embargo, como antes hemos indicado, todas estas alteraciones tienen un
carácter "periférico" (tonicomotor) y ninguna relación directa con el problema
que nos ocupa.

2. Alteraciones de la formación de la comunicación verbal en lesiones de


los lóbulos frontales
El cuadro observado en los casos de lesiones masivas de los lóbulos frontales
es totalmente distinto (en especial cuando la lesión se sitúa en los límites del
hemisferio izquierdo y si la afectación de la función de .esta región del cerebro ·
surge en el fondo de un síndrome de hipertensión endocraneal).
En estos casos suele ser característico hallar una profunda alteración de los
complejos motivos, de las intenciones y programas de la conducta (v. Luria
[1968, 1969, 1970, 1973]; Luria y Homskaia [1966] y otros). Esta alteración
se reHeja en la conducta general del paciente y en su actividad verbal.

3. Edición rusa (N. del T.)


48 AN.-\LISIS NEUROPSICOLÓCrCO DE LA COMUNiCACIÓN VeflB ,\L

Como regla, tales pacientes suelen estar acostados, apáticos, sin manifestar
interés hacia el' medio, sin e),:presar peticiones y sin hacer preguntas. En los
cas s más graves su lenguaje espontáneo está ausente. Las alteraciones más
gra\-es se presentan en el lenguaje dialogado_ Estos pacientes responden con faci-
lidad a las preguntas que se les hacen, con una repetición ecc!:ílica de la pre-
gmlta; en h; cas m ; más graves toda su actividad verbal concluye aquí, siendo
posible la repetición de palabras independientes o de pequeñas frases incluidas
en la pregunta. En casos ligeramente menos graves, el enfermo puede responder
fácilmente al primer tipo de preguntas (que encierran ya una posibilidad de
respuesta), pero todavía no pueden responder al segundo tipo (que precisan una
fo;mulación independientf; de la expresión verbal)_ Así, un enfermo de este
tipo puede responder sin dificultad a la pregunta : "¿Ha comido usted?", con la
respuesta ecolálica: "He comido", pero no puede contestar a la pregunta: "¿Qué
ha comido?" o "¿Cuándo se puso usted enfermo?", que exige una búsqueda
activa de nuevas formulaciones verbales. Sólo en casos más leves de un síndrome
de "inactividad frontal" es posible la respuesta al último tipo de preguntas, pero
el lenguaje del enfermo sigue con un carácter pobre y no desarrollado.
En el lenguaje repetitivo y en la denominación de objetos suelen producirse
cambios precisos. El enfermo repite sin dificultad palabras simples y frases cortas. ,I<
En la repetición de una serie de sílabas o de palabras puede no presentar ningún
defecto, y en los casos más graves los pacientes de este grupo pueden repetir
ecolálicamente tan sólo las últimas sílabas o palabras de la serie dada, de tal
moco que tras poco tiempo, su repetición se hace más lenta y luego cesa por I
completo. A veces, estos pacientes muestran una inercia patológica, cuyo resul-
tado es el paso de la repetición del mismo estereotipo inerte. Es interesante ver
q ue la repetición de una serie sucesiva de palabras puede chocar a menudo con
serias dificultades en aquellos casos en que la serie propuesta difiere de la "serie
natural" bien conocida, o entra en conflicto con ella. En estos casos (por ejemplo,
Ii
citar los días de la semana en orden inverso) el paciente inicia la repetición f¡
de la serie "conflictiva" pero pronto se desliza a la bien conocida "serie natural" "f
I.C

y en lugar de decir, "lunes - domingo - sábado", etc., dice "lunes - domingo -


sábado - domingo - lunes - martes", etc. Análogas dificultades hallaremos en
las pruebas de repetición de frases, en donde la repetición de -las insólitas o inco-
I
¡
I
rrectas es fácilmente cambiada por la reproducción de frases habituales y correc-
tas (el enfermo en lugar de la frase, "El avión vuela muy lentamente", dice: "El
a\-ión vuela rápidamente"). En el paso de la repetición de una frase a otra puede ¡
¡
reproducir por inercia la primera y al responder a la pregunta de si son distintas ¡
ambas, dice: "Pues claro, ... son distintas por el sentido, . __ por la pronunciación";
•¡!
si n embargo, sigue repitiendo la misma frase. t
Si se trata de nomhrar cosas, objetos, etc., estos pacientes no muestran I
defectos visibles, sin embargo, es suficiente con solicitar que nombren dos o tres
objetos mostrados sucesivamente, para que el paciente se desl ice rápidamente
I
l¡acÍd ¡os fenómenos oe :::-5 csterc:ltipos inertes)' al tratar de nombrar "manzana" I
y "guindas", diga: "manzana y ... ¡-.¡¡dIZanitas", o si ti ene qu e nombrar una 1
t
., te '",.,
,era y una '''1'ampara, "d·19a: "E S UIla tetera _.. y esto _. _ ulla tetera d e l
-----
mesa", etc.
f
Es fácil ver que todos estos defectos tienen un carácter que no es primitiva-
j
mente verbal sino que representan una a Iteración de la activid ad general ele J
programación, la cual ha sido descrita por nosotros en otros lugares_ ?

El monólogo de estos pacientes manifiesta una grave alteraci('JI1. A p esar d e


(lile el conjunto de las palabras y de las estructuras sint:l(;:tica ~ illelj s pellsabl e~

1
FORMULACIÓN DE LA EXPRESIÓN VERBAL: AI."lÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO 49

para una expresión completa están intactas, el monólogo que exige el desarrollo
de un programa estable es imposible. Por esto, al expresar el contenido de una
lámina, el enfermo se limita a la enumeración de objetos individuales o fragmen-
tos de las situaciones reBejadas en la lámina, que con frecuencia originan la apari-
ción de relaciones estereotipadas (<CEl ICremlin ... el letrero 'cuidado' ... segura-
mente es a causa de la corriente de alta tensión" o "es un muchacho ... el maestro
le castiga", etc.). Los mismos fenómenos surgen en el relato de una historieta
recién leída al paciente, de la cual úriicamente se expresan de forma coherente
algunos fragmentos ("Una gallina ... ponía huevos de oro ... y dentro de ella no
había nada particular", etc.).
Es natural que el aspecto más activo del monólogo -la composición oral
sobre un tema dado- sea totalmente inaccesible para los pacientes de este
grupo. Al responder a las tareas propuestas, estos pacientes no disponen de
ninguna idea) no tienen ningún plan principal y mucho menos un programa

II estable y, a pesar de tener totalmente conservada la capacidad verbal, la ejecu-


ción de la tarea es sustituida por la implantación de impresiones secundarias
o de estereotipos inertes. No podemos olvidar el caso de una enferma con un
"sú1drome frontal" masivo que empezó a escribir una carta al conocido neuro-
cirujano N. N. Burdenko y que no pudo expresar en ésta ningún programa.
La carta tomó el siguiente carácter:
II "Apreciado profesor, quiero decirle a usted, que quiero decirle a usted, que
quiero decirle a usted ... ", etc., y toda su carta) compuesta de cuatro páginas, no
contenía más que esta frase.
En los pacientes con un srndrome de inactividad frontal el cumplimiento de
las tareas propuestas no sale de la esfera de la repetición ecolálica del tema o
de cualquier estereotipo inerte. En los pacientes con un srndrome de deshinibi-
ción (típico del srndrome frontal basal) la produccióo verbal es más rica, pero
tampoco llega a ser desarrollada y planificada y el paciente frecuente y rápida-
mente entra en el ciclo de los enlaces secundarios descontrolados o en los estereo-
tipos inertes.
De tal forma, la lesión de los lóbulos frontales (sobre todo de las regiones
prefrontales del hemisferio izquierdo) conduce a un cuadro peculiar de altera-
ción de la comunicación verbal en el cual es -car~ca la afectación de los
motivos que generan la expresión, la imposibilidad de formar la idea inicial o
pensamiento y crear un programa más o menos estable que pudiera dirigir el
proceso verbal formando la exacta expresión verbal .Al lado, y contrastando con
estos hechos, se halla una conservación de los elemeo:vs de ejecución (operativos)-
del lenguaje. Esto explica el hecho paradÓjico de que d paciente que dispone de
todas las posibilidades léxicas y sintácticas, esté prJk.""!icamente privado de- una
actividad verbal desarrollada.
La profunda alteraci6n de la función pragmátiCl .reguladora) del lenguaje,
que es característica de estos casos ha sido muchas TeCes referida por nosotros
(Luria, 1962, 1963, 1970; Luria y Homskaia, 1966 '! no vamos. a repetir aquí
su exposición.
Daremos algunos ejemplos de la típica alterack-l:! del lenguaje en lesiones
masivas de los lóbulos frontales del cerebro.
En el primer caso el paciente sufrió un traumatism: masivo de ambos lóbulos
frontales y en el segundo caso el paciente tenía un tm:ror que afectaba también
masivamente a ambos lóbulos frontales.
El paciente, Kork, de 28 años de edad, estudiante, St.Ifñ:-_ en un accidente de ferro-
carril/ un trauma masivQ en ambos lóbulos frontales, COI! ~..ua de la base del cráneo.
50 ANÁLISIS lI.'EUROPSICOLÓGICO DE LA COMUN1CACIÓN VERBAL

Durante tres semanas pennaneció en coma y luego empezó a recuperar lentamente


la conciencia, aunque en una fonna muy inestable. El enfermo conservaba el len-
I
guaje elemental, sin alteraciones fonéticas ni articulatorias; podía repetir fácilmente
palabras independientes y frases cortas y, sin dificultad, podía denominar objetos ais-
lados . Sin embargo, su lenguaje espontáneo era absolutamente pasivo e incluso el diá-
logo más simple -respuestas a las más sencillas preguntas- se agotaba y sustituía
fácilmente por repeticiones inertes de los mismos estereotipos.
Así, a la pregunta de cuál era su nombre, respondió: -"Vladimir Petrovich . .. "
-"¿Y su padre?" - " ... :\oH padre ... Vladimir Petrovich ... " - "¿Y su madre?" -"¿Mi
madre? ... sí ... Vladimir Petrovich ... " - "¿En qué curso está usted estudiando?"
- "En el quinto curso". -"¿En qué facultad?" -"En la quinta facultad . . . " - "¿Yen
qué especialidad se prepara?" - " En qué especialidad ... en la quinta especialidad."
-"¿En qué instituto estudia?" -"En el Instituto de la Energía .. . " -"y cuando
tennine, ¿dónde trabajará?" -"Dónde trabajaré ... allí mismo, en el Instituto de
la Energía ... " -"Pero, si usted termina los estudios en el Instituto de la Energía,
¿cómo va a trabajar allí?" - "y dónde más puedo trabajar ... ", etc.
Es fácil ver que, con una total preservación de los niveles fonético, articulatorio,
léxico y gramatical del lenguaje, el desarrollo independiente del mismo, con su subor-
dinación al programa necesario, resulta aquí impOSible y es sustituido por ecolalias
y por estereotipos inertes.
Hechos análogos se observan en el lenguaje repetitivo y en la denominación inde-
pendiente de objetos.
Como ya hemos dicho, el paciente repetía con facilidad palabras aisladas y frases
simples; sin embargo, si se le imponía la tarea de repetir dos pares de las palabras
presentadas o dos frases, su lenguaje repetitivo presentaba entonces un rápido surgi-
miento de estereotipos inertes.
Así, el paciente repetía con facilidad pares de palabras: "nieve-aguja", pero cuando
se le proponía que repitiera inmediatamente otro par de palabras: "noche-casa", en-
tonces repetía: "noche . .. y aguja .. . " o, luego, "nieve-aguja". Cuando se le pedía
repetir: "casa-aguja-pastel", lo hacía adecuadamente, pero el grupo siguiente: "so-
nido-puente-cruz", era repetido como "casa-aguja-pasteJ" , sin que el paciente experi-
mentara dificultades.
El paciente repetía fácilmente la fr ase : "En el jardín, tras la alta cerca, crecían
los manzanos", y tambi én la frase siguiente: "En el lindero del bosque, el cazador
mató un lobo". Sin embargo, cuando se le pedía que repitiera la primera frase, decía:
-"Pues ... en el lindero del bosque el cazador mató un lobo .. . " ~"¿Y cuál era la
segunda frase?" ~"EI1 el lindero del bosque, el cazador mató un lobo" · -"¿Esto
quiere decir que las frases eran iguales?" -"No, no eran iguales . .. " -"¿Cuál era
la primera?" -"Pues en el lindero del bosque el cazador mató un lobo ... " -"¿Y la
segunda?" -"¿La segunda? ... En el lindero del bosque, el cazador mató . . . un
lobo ..... -"¿Dónde está la diferencia?" -"La pronunciación es otra . .. la entona-
ción es distinta."
La diferencia entre las dos frases no aparecía; a lo sumo repetía la segunda como:
"En el lindero del bosque, el cazador mató ... esto ... una liebre ... ". Un estereotipo
inerte interfería totalmente el paso hacia la segunda de las frases.
El paciente denominaba fácilmente varios objetos presentados aisladamente. Sin
emba rgo, si d espués de dos objetos (por ejemplo, "gafas y manzanas") se le presenta-
ban otros dos (po r ejemplo, "annario y abrigo" '), incluía estos objetos en un estereotipo
inerte y decía: "manzana y abrigo". Al presentarle, tras esto, un tercer par (sofá y te-
léfono), decía: "abrigo y teléfono", etc. Actualizando con facilidad el par de palabras
"gafas y manzana" , da ha los siguientes "abrigo y sofá", "balón y árbol", "manzana
y árbol" y "despertador y árbol" como "manzana y árbol", etc.
De tal modo, a pesar de tener conservada la repetición inmediata de palabras
o frases aisladas y la denomina ción de obje tos aislados o incluso de pares de objetos,

4. Shuba = abrigo de pieles (pelliza). (N. del T.)


FOR.\.fULACI6N- DE LA EXPRESIÓN VERBAL: ANÁLISIS NEUROPSICOLÓcICO 51

el paso a la repetición o denominaci ón de sucesivos grupos de palabras o frases O la


denominación de otros dos objetos quedaba limitado por la inercia patológica de los
estereotipos aparecidos.

Es fácil ver que todas estas alteraciones de la actividad verbal, no comportan


caracteres de descomposición de la construcci6n verbal, sino que son factores
de inercia patol6gica.
Más ostensibles son aún estas alteraciones en el lenguaje libre de este
paciente.
Al igual que en los hechos arriba expuestos, tampoco hay aquí alteraciones
del sistema del lenguaje; sin embargo, en lenguaje narrativo, planificado y
desarrollado, con su subordinación a un programa estable, resulta totalmente
imposible, sea por su rápida sustitución por estereotipos inertes, sea por la
aparición de asociaciones secundalias descontroladas, hechos que hacen imposible
un lenguaje narrativo fluido y desarrollado.
Ilustraremos este hecho con un solo ejemplo:
Se lee al paciente la fábula "La corneja y las palomas", la cual recuerda muy bien.
Empieza a contarla correctamente, diciendo: "Una corneja oyó que daban muy bien
de comer a las palomas; entonces se pint6 de color blanco y entró en el palomar ... "
Este inicio correcto desaparece bajo la influencia de un estereotipo inerte, y el relato
sigue así: "Bien, pues ... la corneja entró en el palomar ... las palomas le permitieron
volar libremente .. _ Pues bien .. _ Voló un poco en su lugar y salió ... luego la paloma,
al volar alrededor de su casa _.. se posó en su nido . .. Después _.. ¿qué sucede? Para
las palomas, esto es confuso .. . al volar un poco alrededor de su casa _. . la corneja ...
se posa ... más exactamente, entra en su nido .. . y se sienta al lado del nido ... Bue-
no ... Pasa algo de tiempo ... por ejemplo, unos quince o veinte minutos ... pasa algo
de tiempo . . . y las palomas echan a la corneja ... Bien, pasa un poco más de tiempo
y las palomas la detienen y le hacen una advertencia ... porque no vuela .. , y bien,
pasa un poco de tiempo ... y la corneja, es que ... no puede decir que ... pasan
quince o veinte minutos y aumenta su condición ... pasa más tiempo ... y su condi-
ción disminuye ... ", etc.

En el ejemplo dado la narraClOn planificada pel contenido estaba alterada por


la reproducci6n perseverativa de un estereotipo inerte.
En otros casos -como en este mismo enfermo y en los demás de su grupo-
tal reproducci6n de un estereotipo inerte se sustituye por el surgimiento de aso-
ciaciones secundarias sin control y en poco tiempo el enfermo se separa del tema
del relato recién leido. .
Así, la fábula ".La gallina de los huevos de oro" era relatada de este modo por
el paciente: "Un hombre tenía una gallina que le ponía huevos de oro. ro quiso tener
pronto más oro y mató a la gallina ... la mató, empezó a abrir ... luego a cerrar ...
durante esta búsqueda ... es decir, búsqueda, vio ... que la puerta se cierra y se
abre ... Pues entró ... y ... ¿Qué había allí? ¿En qué calle sucedi6 esto? ... Sí ... en
esta misma calle ... había allí un pequeño restaurante ... Encargó una cerveza. está
sentado y espera ... ", etc.

Es fácil ver que ambos tipos de alteración de la reproducci6n del contenido


de una narraci6n se pueden representar mediante dos esquemas (fig. 6). uno de
los cuales (a) refleja el retomo persistente a los mismos fragmentos de la expre-
si6n (que ha perdido ya su sentido), y la otra (b) el alejamiento del tema hacia
las asociacioIles secundarias descontroladas.
.
;j

I
52 ANÁLISIS NEL'ROPSICOLÓCICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL
i
i
Fácilmente se constata que los sistemas fonéticos, léxicos, morfológicos y
sintácticos están totalmente conservados en este paciente. La alteración principal .:
~

de la codificación verbal aparece aquí como una grave nescomposición de la •


actividad verbal diri gida por un programa conocido y que organiza los distintos " ~
í
~
eslabones de la expresión que corresponden a este programa. La actividad orien- f
1
Texto
A
Tioo de inerc ia patol6gtca
Repetici ón por el pacIente

Ii
l - 1 1'
de un componente
B
TipO de mociaciones
1: irrelevantes Incontrolables

' .... -~'....


SI S2 - - - ' 5:J
Á
SI
!
~' ~
~-~
:.4 XI "\) SI

\~--'tJ.
- X2

etc.

F IG. 6. - Esquemll d e la repetic ióll de [a comullicación verbal en })(/cieutes COIl un síndrome 1


"
frontal grave.

tada a un objetivo, alterada por lesiones masivas ele los lóbu los frontales, es
sustituida -como hemos dicho- por estereotipos inertes patológicos y por
asociaciones secundarias descontroladas. Esta imposibi lidad de supeditar la ex pre-
sión verbal a la intención y al p ensamiento inicial es la causa de esta forma de
descomposición ele la codificación verbal. Es preciso subrayar que esta forma
de patología no es específica de la esfera verbal. La alteración de la actividad
dirigida a un objetivo se manifiesta también en otras esferas de las funciones I
I
corticales superiores (pensamiento, formas complejas de gnosis y praxis, etc.).
No todos los casos de alteración arriba referidos tienen un carácter tan
selectivo como cuando la lesión frontal es masiva y bilatera l. La clínica Il euro-
psicológica ha descrito casos en que la desviación del intento inicial adquiere
Ull carácter de t ransacciólI : el en fermo se desvía COll sta ntemente del objeto
fijado y luego regreSa a él.
En estos casos, que con graIl frecuencia están unidos a tumores ql1 e se
sitúan en regiones profundas del cerebro, en la línea media y que únicamellie ·
de modo parcial penetran en los lóbulos frontal es, tamp()co existe alteración de
los mecanismos léxicos y gramaticales la len gua y las a It eraciones obsclyadas
se relacionan con una forma incompleta ele las arriba expuestas.
~ os det endremos en un solo ejemplo , suficiente para ilust rar estos casus:

El paciente, Avot, de 34 años de edad, trabajador científico, ingresó en el In stit ¡¡to ¡


Burdenko de neurocirugía con la orientación diagnósti ca de tumor en regiones profun- l'

das del cerebro. Su cuadro c:línico se inició con p érdida de visión , lIue fue seguid ~l
de síntomas neurológicos y alteración de la conciencia . Tras las exploraciones neuro-
lógicas pertinentes se llegó al diagnós tico de un tumor (crancofarin gioma), que fu e
extirpado.
FORMULACIÓN DE LA EXPRESIÓN VERBAL: AN'.~LISIS NEUROPSICOLÓGICO 53

,La continuación del crecimiento del tumor no eliminó, sin embargo, la patología
observada y el enfermo empezó a presentar síntomas que indicaban que el tumor
ocupaba las regiones basales de los lóbulos frontales (disminución del olfato , intran-
quilidad y desinhibición , alteraciones en la memoria).
En este tiempo, el lenguaje del paciente era totalmente normal en los planos fonético,
léxico y sintáctico. Sin ninguna dificultad podía repetir series de tres (o incluso cinco)
palabras o dos frases presentadas aisladamente. A diferencia del paciente anterior,
pod ía repetir y recordar todo esto sin esfuerzo.
El paciente podía recordar con facilidad, tras un intervalo (uno o dos días) , el con-
tenido de un relato. Sin embargo, en este caso aparecía la particularidad que nos
interesa en cuanto a este paciente. El paciente empezaba a reproducir el relato, pero
en seguida se abstraía y pasaba a asociaciones secundarias.
Daremos un ejemplo de tal reproducción:
Se lee al paciente la fábula "La gallina de los huevos de oro". :tI la reproduce de
la siguiente manera: "Un hombre' -pequeño propietario con las tendencias caracte-
rísticas a la propiedad privada- tenía una gallina. Ya sabe usted la importancia que
ti ene para la economía rural la avicultura, que aporta frecuentemente una cierta ga-
nancia y una buena ayuda para la administración de la hacienda. Esta gallina ponía
linos huevos magníficos, brillantes, de oro. Quizá sepa usted también que el oro tiene
IIna gran importancia en el intercambio mundial. Y ahora el precio del dólar disminuye
y el precio del oro aumenta alto, y por esto es muy apreciado en los mercados inter-
nacionales. Así que el hombre quiso tener pronto mucho oro -la codicia es siempre
propia de los pequeños propietarios- y mató a esta gallina. Matar es una cosa cruel,
no se debe matar, esto está en contra de la moral...", etc.

Con facilidad se ve que la desviación constante del tema hacia las asociaciones
secundarias y el constante regreso al tema inicial, reflejan con claridad una
alteración del desarrollo plani6cado del sujeto, en otras palabras, una alteración
parcial de la actividad verbal orientada. Esto puede e~presarse en el siguiente
esquema (6g. 7).

Repetición por el paciente


~
I

Xl y z

FrG . 7 . - Esquema ele la alteración de la codíficacíó/J verbal en UIl paciellte co/J un cranio-
faringioma (que afecta al lóbulo frontal).

,- Semejantes alteraciones parciales de la actividad verbal orientada, se pueden


ver en una serie de lesiones cerebrales, cuando el aparato que determina la
dirección de la actividad verbal e inhibe (filtra) las uniones secundarias está
afectado. El enfermo no puede estrechar el círculo de las asociaciones que le
surgen, inhibiendo las relaciones que no corresponden al programa y destacando
las precisas para el plan de la expresión.
Hemos observado más de una vez defectos -extralingüísticos- · parec~dos
a la actividad verbal en lesiones del hemisferio derecho con el síndrome de
1

,5. Vé¡lse Jl<)tíl ~el tr1\du~tor número 8, pá~. 56.

I
54 ANALlSIS J'I.""EUROPSICOLÓGICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

"racionalización" (A. R. Luria, trabajo no publicado) al cual nos referimos luego


en otro contexto.

3. Alteraciones de la fonnación de la comunicación verbal en el síndrome


ile la afasia dinámica
La descripción de los dos tipos anteriores de alteraciones de la codificación
verbal no comportaba una alteración concreta del lenguaje como forma espe-
cífica de actividad simbólica. No es éste el caso cuando las lesiones tienen lugar
en las porciones anteriores de la "zona del lenguaje" del hemisferio izquierdo.
En este caso las alteraciones tienen un carácter verpal específico y compro-
meten ante todo los niveles profundos de la organización de los procesos verbales
que se relacionan con la formación del lenguaje interior y se extienden al nivel
de la representación semántica y las estructuras sintácticas profundas. La altera-
ción de los procesos de codificación verbal realiza aquí la denominada "afasia
dinámica" (Luria, 1963a, Luria y Tsvetkova, 1968, 1970, Riabova, 1970, Ajutina,
1975). Este tipo de infracción de la codificación verbal tiene gran interés para
el análisis que estamos realizando y vamos a detenemos más detalladamente
en ella.
En los pacientes de este grupo, en los cuales la lesión se sitúa en las porciones
anteriores de las zonas de lenguaje, se observan alteraciones que tienen un carác- I
ter verbal específico. La conducta general de estos pacientes está conservada y
en ellos no se observan fenómenos de pérdida de la intención inicial, inestabili- ,j
I
dad de la idea o sustitución de la actividad orientada a un objetivo por estereo-
tipos inertes patológicos.
!
En estos pacientes no se hallan, como regla, alteraciones fonéticas , articula-
torias ni morfológicas y el carácter específico de su alteración se diferencia clara-
mente de otros tipos de afasia. Los pacientes pueden repetir fácilmente los sonidos
y palabras individuales, denominan objetos aislados (a veces incluso dos o tres
objetos). Pueden comprender bien el lenguaje dirigido a ellos sin manifestar la ¡
"alienación del sentido de las palabras" que hemos descrito como síntoma princi-
pal en la afasia sensorial (Luria, 1947, 1968, 1970b, 1973b Y otros). Además no ¡
presentan alteraciones serias en la comprensión de relaciones logicogramaticales. 1
Su escritura, lectura y cálculo se mantienen, como regla, dentro de la normalidad
y su actividad verbal no pierde su carácter organizado y dirigido. II
El síntoma central, en estos pacientes, está representado por una pérdida I
I

del "lenguaje espontáneo desarrollado" que está disociado respecto a otros as- J
pectos del proceso verbal (que se conservan). i
¡
Las dificultades, en estos pacientes, surgen cuando han de pasar a un lenguaje !
i
lIarrativo e independiente. !
Como regla, estos pacientes, que acaban de repetir palabras y de nombrar
objetos, empiezan a presentar habitualmente grandes dificultades cuando tratan
¡
I

de expresar su pensamiento. Buscan, sin éxito, las palabras necesarias, se enredan


en ellas, no pueden construir una frase y no pueden formular prácticamente ni
¡
una sola expresión independiente, es decir, utilizar su lenguaje como medio de 1
comunicación. Es más esencial, sin embargo, el hecho de que tales alteraciones
de la actividad narrativa desarrollada se ponen de manifiesto, en estos pacientes,
corno graves alteraciones de la dinámica de la expresión verbal. Estos enfermos
muestran dificultades significativas cuando tratan de pasar al lenguaje dialogado
desde la simple (ecolálica) respuesta (del tipo "¿Ha comido usted?" - "Sí, ya he ¡
comido", a la que precisa nuevas formulaci ones ("¿Dónde ha trabajado usted
I
I
I
FORMULACIÓN DE LA EXPRESIÓN VERBAL : ANÁLISIS NEUROPSICOLÓCICO 55

antes de estar. .enfermo?'· .o "¿Qué desayunó hoy usted?"). Este hecho se observa
también en los enfermos con un síndrome frontal masivo. Sin embargo, a dife-
rencia de los últimos, los pacientes con una afasia dinámica tienen suncientemente
conservada la actividad general y tratan de encontrar, sin éxito, el camino hacia
la respuesta adecuada y al mismo tiempo revelan que no saben cómo empezar la
respuesta, cómo pasar a la construcción de la frase y cómo dar una expn~sión
desarrollada.
Más importantes son aún las alteraciones que surgen al pasar al lenguaje
narrativo y monologado. En tal situación el paciente se muestra totalmente inca-
paz, ya sea en la reproducción de un relato recién leído, o bien en los intentos
de dar una explicación o narración ante una lámina y sobre todo cuando se le
exige que relate algo de su vida o que dé una composición oral sobre un
determinado tema.
Cuando se les propone que expliquen la historia de su enfermedad, sólo
pueden indicar algunas etapas principales, sin dar una narración desarrollada.
Lo mismo sucede al tratar del contenido de un cuento o del argumento de una
lámina. Los enfermos de este grupo pueden explicar el contenido principal del
texto que se les ha leído o de la lámina que se les ha mostrado, destacando
elementos aislados del sentido. Sin embargo, no pueden pasar a un lenguaje
desarrollado, coherenté y Huido. Generalmente tras algunos intentos y una indica-
ción fragmentaria de los puntos fundamentales del relato ("Pues . .. un hombre
tenía una gallina ... y los huevos de oro ... y la mató . .. pues .. . ") callan o se
niegan a seguir activamente ("No ... no puedo ... de ninguna manera ... ").
De manera expresiva se manifiesta este defecto cuando se intenta obtener
una descripción oral sobre un determinado tema. En tales casos los enfermos,
al no tener ápoyos para la realización de una expresión desarrollada indepen-
diente, o se niegan rotundamente a todo tipo de intento o sustituyen la narración
por cualquier otro estereotipo ya preparado, el cual es pronunciado fácilmente,
sin dificultades en la búsqueda de las palabras adecuadas y sin indicios de agra-
matismo. Así, uno de los enfermos de este grupo, al intentar hablar del terna
propuesto: "El Norte", en primer lugar se negó, diciendo: "No ... no puedo ...
no me viene nada a la cabeza ... ", y luego, tras una larga pausa, dijo: "En el
lejano Norte, en la desnuda cumbre, hay un pino s<;>litario", reconstruyendo bien
la conocida poesía. 6
Otro paciente, al responder al mismo tema, tras una muy larga pausa dijo:
"En el Norte hay osos ...... Tras esto y otra larga pausa terminó con estas E.~la­
bras: ..... lo cual pongo en su conocimiento".
Es muy característico en este grupo de pacientes que todos los defectos
. descritos "no se acompañan de agramatismo" (en particular "el estilo telegrá-
fico"); en ocasiones tienen cierta tendencia a la sustitución de las estructuras
sintácticas complejas por construcciones más elementales.
La estructura sintáctica de la expresión está conservada y este hecho se
constata claramente en la rehabilitación de estos pacientes ya que ésta no
se realiza a través de una frase de agramatismo o "estilo telegráfico".
Parece pues que el trastorno principal de la formación de la expresión inde-
pendiente, se halla, en estos pacientes, a nivel de la formación del esquema del
sentido de la expresión y que este trastorno se renere a defectos del lenguaje
interno, cuya estructura predicativa prepara el ulterior desarrollo de la expresión.
Es muy probable, que el defecto fundamental se sitúe a nivel del paso a las

6. Poema.. de Pushkin. (N. del T.)


56 A.lII ..\LISIS XEUROPSICOLÓCICO DE LA CO~1UNICACIÓN VERBAL

estructuras sintácticas profundas y precisamente este defecto no les dé la posibi-


lidad de pasar de la repetición y la denominación a la expresión desarrollada.
Estas suposiciones se confirman gracias a una serie de experiencias en las que
se facilitan al paciente, en calidad de sistema de compensación, elementos exter-
nos a la cstmctura sintáctica de la frase. Tal como muestran las observaciones, en
ocasiones una suficiente activid~.d compensada se demuestra con una serie suce-
siva de elementos incluidos en la frase, o en otras palabras, organizando su
"esquema lineal" externo. Este método compensa el defecto fundamental )'
característico de estos pacientes, el cual, al parecer, comporta la imposibilidad
de pasar de una desmembrada representación semántica al árbol sintáctico jerár-
quicamente organizado de la expresión, y como lo demostraron una serie de
investigadores (Tsvetkova, 1968b, 1969; Luria y Tsvetkova, 1968, 1970; Riabova-
Ajutina, 1967, 1970, 1975) puede, dentro de ciertos límites, regular las estlUc-
turas de la expresión y restablecer la coherencia del discurso del paciente.
Describiremos la experiencia llevada a cabo por L. S. Tsvetkova. Ante el
paciente (que puede repetir una serie de palabras o una frase simple pero que
no puede formular activamente una expresión independiente, limitándose a
fallida$ búsquedas del tipo: "Bien ... esto ... vamos ... ¿cómo és? .. ") se sitúan ,
a cierta distancia, tres (y luego cuatro) tarjetas en blanco y el investigador,
señalando sucesivamente a cada una de ellas, da al paciente el modelo de la
frase:
Yo ~ quiero ~ beber

El paciente repite esta frase, reproduciendo la sucesión de gestos indicadores.


Después de esto se propone al paciente que pase este método a una frase con 1
otro contenido (generalmente, formulando el sentido de una lámina con un dibujo
simple, del tipo "el barrendero 7 barre la calle" o "la mujer 8 ordeña la vaca").
La experiencia muestra que al principio estos intentos se realizan con cierta
dificultad, pero luego, bastante pronto, el paciente ya puede formular independien-
temente la expresión necesaria, al principio indicando sucesivamente cada imagen,
reconstruyendo así el esquema lineal de la frase con el apoyo de gestos externos.
Posteriormente, esta serie de gestos indicativos va resultando innecesaria y el
enfermo empieza a formular la necesaria expresión mi.rando tan. sólo, sucesiva-
mente, a la serie de tarjetas. Por fin, en la última de las fases ya no precisa el
apoyo de signos visuales externos.
El análisis fisiológico -registro electromiográfico de la lengua o del labio
inferior- demostró que al inicio de la experiencia (cuando no se daban apo-
yos externos al enfermo en sus intentos de hallar la formulación de la nece-
saria expresión) no surgían inervaciones del aparato del habla; el uso de apoyos
visuales que reconstruyeran el esquema inicial de la frase parecía que canalizaba
los impulsos de inervación dirigiéndolos al aparato del habla al mismo tiempo
que su supresión comportaba la nueva desaparición de los impulsos electromio-
grúficos correspondientes (fig. 8).

7 . La palahra del original ruso tiene el sentido más frecuente de "portero" (la utili-
zación de una ti otra palabra depende de la lámina usada). (N. del T.)
8. En el original se usa 1ft palabra iosiaika, que significa ama, dueña, patrona, y que
en el lenguaje hablado y familiar y en ciertas expresiones tiene el sentido de "muj er".
Sucede lo mismo con el masculino josiain (amo, dueño, patrón, propietario), que es la pala-
bra que en ruso se utiliza en el inicio de la fábula de "La gallina de los huevos de oro" .
Nótese que, al utilizarse esta palabra (y no la palabra ··hombre", que es la que nosotros
empleamos al adaptar la traducción), el paciente referido por Luria en el ejemplo de lesio-
nes en las que existe una semiología de "transacciones entre el tema y las aSOClaClpnes
inertes·', pasa a re alizar una digresión referente a este sentido inicial. (N. del T)
FORMULACIÓN DE LA EXPRESIÓN VERBAL: ANÁLISIS NEUROPSICOLÓCICO 57

( a)

....... ., • • • ""$ ,. tI"'1I#>"'" 1 ................ ~ . . . . . .~

(b)

(e) • \

FIG. 8. - Electromiograma de los movimientos de los labios~en los intentos de repetir una
frase por un paciente con afasia dinámica: a) fondo; b) inteñlolf de repetir la ftyu8 ftn apo-
yOIf extemolf; e) íntentolf de repetir la frase con apoyos externos. En cada caso. lo. electTO-
miogramas del labio inferior son dados en distíntolf gradolf de amplificación.
58 ANÁLISIS NEUROPSICOLÓCICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL
i
i
!
~
El restablecimiento de la expresión, realizado de tal forma, no transcurre
a través de una fase de "agramatismo" ni se limita a una simple (fig. 9) denomi- .1
l

nación de sustantivos independientes (es decir, no dan muestras del "estilo tele-
gráfico", del que luego vamos a hablar), sino que aparecen estru cturas sintácticas
de pleno valor,9 quizás algo pobres (del tipo: " El portero - harre - el patio " o
"El muchacho - pega - al perro"). Esto muestra claramente que el defecto
fundamental en estos casos consiste no en la destrucción de la estructura sintáctica
superficial de la expresión sino en la destrucción de su estructura sintáctica
profunda, la cual es indispensable para la adecuada organización comunicativa.
Tal forma de alteración puede representarse en esquema (fig. 9).

a) Proceso de narración bl El mismo proceso pero ·ayudado


independiente con estímulos de apoyo
(exteriorización del "esquema
lineal de la frase" )

?
ti

FIG. 9. - Esquema d e la alt eración de la génesis de una comunicacióll verbal e ll un paciente


con una afasia dillámica.

Citaremos tan sólo un caso de tal infracción del proceso de codificación de


una expresión desarrollada y coherente.
El paciente, Buk, de 23 años de edad, estudiante, s~frió una hemorragia cerebral
por rotura de un aneurisma situado en la bifurcación entre la arteria cerebral anterior
y las ramas anteriores de la arteria cerebral media. El paciente permaneció en co ma
durante algún tiempo y luego aparecieron una hemiparesia derecha estable y de pre-
dominio en regiones distales de mano y graves desórdenes en el lenguaje en forma
de afasia motora con conservación de la comprensión. No existían trastornos de la
sensibilidad. .
Durante seis meses, su importante afasia motora fue regresando; sin embargo, el
lenguaje espontáneo y desarrollado pemlanecía inaccesible para él. En el momento
de la exploración, el paciente estaba totalmente orientado en el tiempo y en el es-
pacio; comprendía bien el lenguaje, y no ponía de manifiesto signos de alienación
del sentido de las palabras.
Sin dificultad repetía sílabas y palabras (incluso palabras bastante complejas, como
korablekrushenie l0); y podía repetir fácilml'nte pares o triples de p alabras y frases
cortas. Sólo en la repetición de series más largas (compuestas de cuatro palabras) podía
trasponerlas sin notar la falta cometida, incluso tras repetirlas muchas veces . Este
defecto aparecía más evidente, y en particular, cuando la serie e ra reproducida tras
una pausa de 15 a 20 segundos.
La repetición de frases, incluso bastante largas, era posibl e para el paciente ; pero
en este caso, cuando tenía lugar una reproducción diferida d e la frase, se observaba
con frecuencia la pérdida de los elementos secundarios de la oraci ón y, sobre todo ,
de las conjunciones.

9. Recuérdese que, en lengua rusa, estas frase s se constru ye n m ed iante dec1 inac iún.
(N. del T.)
10. Naufragio . (N . del T.)
La denominación de objetos -tanto aislados como presentados de dos en dos o de
tres en tres-- era normal. Como hemos dicho, la comprensión del significado inme-
diato de las palabras se conservaba y no aparecían fenómenos de "alienación del
sentido de las palabras".
Se producían alteraciones especiales en el "lenguaje espontáneo desarrollado". Ya
el lenguaje dialogado aparecía muy pobre y se distinguía por respuestas lacónicas.
- "¿Dónde vives?" -"En Kazán." -"Cuéntame algo de esta ciudad, ¿cómo es?"
--"No 10 sé." -"¿Qué lugares interesantes tiene?, ¿museos, teatros, tiendas? .. " -"Sí."
-"¿Y qué más?" -"Hay unos grandes almacenes, un hotel..." -"¿Tiene río?" -"Sí,
tiene río ... " -"Bien, háblame del río." -"No hay nada que decir." -"¿Es profundo?"
- "Profundo." -"¿Qué corriente tiene?" -"Corriente ... pues ... " -"¿No es rápida?"
-"No es rápida." -"¿Cómo es el fondo?, ¿de piedras?" -De piedras ... pero la
arena ... ", etc. -"¿Qué escuelas tenéis?" -"La escuela secundaria, de tres pisos ... "
-"¿Qué asignaturas te gustaban?" -"Matemáticas, física ... " -"¿Qué maestra pre-
ferías más?" -"A la de matemáticas." -"Dinos por qué la considerabas buena."
-"Buena." -"¿Qué significa buena?" -"No lo sé ... " , etc.
El monólogo del paciente era igualmente pobre. Únicamente podía expresar con
libertad fragmentos bien conocidos y que estaba acostumbrado a repetirlos muchas ve-
ces. Así, cuando se le pidiÓ que ex-plicara cómo había enfermado, dijo: "Bueno ... fui a
bañarme . . . y ." al principio nadé lejos ... luego regresé a la orilla ... me dolió algo ...
entré en el agua hasta la cintura ... se me paralizaron la mano y la pierna ... perdí
el conocimiento ... Sashka me sacó. . . Me llevaron en el coche a casa, luego al hos-
pital... Al hospital de Kazán."
En el párrafo anterior se evidencia que el lenguaje habitual del paciente no
presenta manifestaciones de estilo telegráfico, conserva frases cortas de pleno valor
y se distingue por ser fragmentario, interrumpido por pausas y con un carácter no
Buido.
El paciente era capaz, sin manifestar dificultades especiales, de dar el con!enido
de un "relato coherente" (por ejemplo, "La gallina de los huevos de oro" o "La cor-
neja y las palomas"); sin embargo, el paso del relato del contenido de un cuento
recién leído a la expresión independiente (por ejemplo, explicar la moraleja) resulta
muy difícil y, en la mayoría de los casos, queda sin desarrollar, lacónico. Así, a la pre-
gunta de qué enseña el cuento' "La corneja y las palomas", respondió con una negativa,
y el sentido del cuento "La hormiga y la paloma" 10 expresó con una sola palabra:
"Amistad"; los intentos de dar una expresión más desarrollada y coherente no dieron
el resultado apetecido.
Más difícil aún era para el paciente el "relato sobre el argumento 11 de una lámina".
En tal situación, como regla, la expresión tenía Un carácter muy pobre y pronto se
observaba que el desarrollo del tema era cambiado POr la repetición frecuente de
fragmentos individuales y simples. Así, el contenido del cuadro "La carta del frente"
lo expresa el paciente de esta forma: "El muchacho lee una carta ... " (se le propone
que desarrolle el relato). "El soldado le escucha ... la niña escucha ... la tía u escu-
cha .. . la niña escucha ... " -"¿Qué ha sucedido? Explíquelo todo en conjunto."
I -"Alegría en estas caras ... " -"Pero ¿qué ha sucedido?" -"Una carta interesante ..... .
·1I -"¿De d6nde?, ¿qué le parece?" -"Del frente." -"¿A quién?" -"A la tía ... ..
I -"Ahora, cuéntelo todo detalladamente." -"El muchacho lee una carta, el soldado
le escucha, la niña le escucha, la tía le escucha ... la niña le escucha... Alegria en
las caras." Los ulteriores intentos de dar una expresión desarrollada no llegaban · a
buen término y se limitaban a las siguientes frases estereotipadas: "El muchacho lee
una carta, todos escuchan, el soldado escucha, alegría en las caras."
El hecho de que el paciente no crea el esquema del sentido de la expresi6n desa-
rrollada y que la estructura de la expresión, sin ser agramatical, revela, sin embargo,
signos de Simplificación y de retomo a los mismos fragmentos, . se comprueba con
gran claridad en las pruebas en las que se propone al enfermo que dé una "compo-

11. Tema. (N. del T.) 1 )


12. En el original ruso se da la forma cariñosa tiotienka (tñta). (N. de T.

6. LUlllA
60 ......l'· ÚLISIS l'EUROPSICOLÓCICO DE LA COMu NICACIÓN VERBAL

SIClOn oral sobre un tema determinado". En este caso, la imposibilidad de dar una
expresión fluida y desarrollada se manifestaba con gran claridad. Al pedirle que hablara
sobre "el Norte" , tras una larga pausa , dijo : "En el Norte hace mucho frío ... ", y,
des pués de pedirle insistentemente que siguiera, añadió: "El Norte es muy frío ...
Ii
~
a]!¡ está el Norte ... Allí todos van muy bien vestidos .. . En el Norte hace mucho
fr ío ... " . Incluso sugiriéndole el comienzo de la narración, no llegaba al resultado satis- f
factorio y la expresión del paciente se limitaba a cortos fragmentos que describían
tan sólo un detalle importante del tema. i
De tal modo, se destaca claramente en el paciente la imposibilidad de desarro-
llar una expresión indep encii ente sobre un tema dado.

La tarea es significativamente más fácil si se dan al paciente unas palabras
adicionales. Apoyándose en ellas puede formular una expresión desarrollada.
Así, si el tema "El Norte" se acompaña con una serie de palabras de apoyo
(tierra - helada - verano - sol - horizonte - noche - día - tundra - con-
gelación, etc.), el paciente puede dar el siguiente relato: "El invierno es muy
frío . .. la helada . .. tamb ién. El verano es muy corto ... El soL . . El sol casi no I
se ve ... El h orizonte . .. El sol se eleva sobre el horizonte ... La noche dura
medio año ... Seis meses de noche y seis meses d e día ... Mucha ... tundra ... muy I
pobre es la tundra . .. allí la congelación es más fuerte ... ", etc. Queda claro qu e
el desarrollo independ iellte d e la expresión puede compensarse por el apoyo
¡
sucesivo en las palabras ofrecidas al paciente.
Por esto es natIDal que no le sea difícil al paciente componer una frase de I
l
/,
tres palabras d adas. Así, si se le pide que componga una frase de tres palabras :
" nieve - qui tar - barrendero", dirá fácilmente : "el barrendero quitó la nieve " .
¡
Con la misma facilidad y con las palabras "enfermo - hacer - operación", I
l
puede establecer la frase " hicieron una operación al enfermo". Sólo cuando
se le propone una serie más larga de palabras; para que componga una fras e
cambiándolas de lugar e incluyendo las cópulas complementarias, empiezan a
surgir notables dificultades. Así, al darle las palabras " enfermo - detalladamen- I
te - examinar - prescribir y operación", para que compusiera una frase, dijo:
"Al enfermo det alladamente examinar, hacer operación ... no ... hicieron la ope-
.,
raclOn "
.... I
Una ayuda análoga en la organización de la expresión desarrolrada puede
basarse en pruebas de relatos con híminas . Ya hemos visto que el desarrollo inde-
pendiente de un relato coherente a partir d e ilustraciones, presenta dificultades
I
considerables para el paciente. Sin embargo, si se le dan una serie de láminas
que desarrollen sucesi"amente el argumento y el paciente se apoya en ellas puede I
de esta forma llegar a dar un relato bastante coherente. Por ejemplo, si se le dan
una serie de láminas representando un muchacho, pescando, cayendo al río, su
amigo, que se arroja al agua y saca a la orilla al que estaba a punto de ahogar-
se, '" el paciente da la siguiente expresión coherente: "Cena estaba pescando ... se
Ii
dio una vueltfl: cayó a l río y empezó a ahogarse . . . Empezó a gritar. . . No sabía
nadar .. . Vasia se arrojó al agua y ... Vasia empezó a sacar. .. Vasia sal vó a C ena .. .
Vasia se alegró d e esto ... ". I i
Pasemos a continuación a sacar conclusiones del material obtenido. El desarro-
llo independiente' del tema y el paso d el lenguaje repetiuo y la denominación
~
1
a la expresión desarrollada e independiente se muestra difícil al enferm o.
El defecto observado pued e ser tan sólo compensad o con la ayuda de ap oyos .I
que sean palabras comple mentarias u sucesivas im:lgenes. En este caso se elimina
la necesidad d el paso indep endient e h acia la expresión desarrollada y la tarca se
II
I
61
1 FORMULACI6N DE LA EXPRESI6N VERBAL: ANÁLISIS NEuROPSICOLÓCICO

( reduce a una simple sucesión de palabras (o imágenes) que generan simples frases
& aisladas. Esta última tarea no es dificil para el enfermo.
I Ante estos hechos surge una pregunta fundamental: ¿Qué es lo que constituye
I la base del defecto descrito? ¿Qué eslabones del paso del pensamiento al lenguaje
desarrollado están alterados?
Para responder a esta pregunta se realizaron una serie de experiencias en las
que el enfermo debía dar las palabras ausentes de un conjunto de frases.
El resultado de estos experimentos puso de manifiesto que el paciente no
tenía problemas especiales para llenar los blancos cprrespondientes a palabras
y que los problemas aparecían cuando debía llenar los que correspondían a
cópulas (conjunciones y palabras conjuntivas), que aseguran la unidad de la frase.
En esta última situación el paciente llegaba a verse totalmente incapaz.
Daremos algunos ejemplos:
Se lee al paciente la frase: "Empezó el invierno y en las calles hay mucha .. ... ; el
paciente, rápidamente, dice "nieve". De modo análogo sucedió en las siguientes frases,
en que la palabra era menos probable e incluso cuando el objetivo no se situaba al
final de la frase; -"Llegó el tiempo de plantar ... " -"Los manzanos." -"Hace falta
construir un, . .. para las gallinas." -"Gallinero." La misma facilidad era patente cuando
se trataba de dar con el verbo omitido: -"Es preciso . .. la espina del dedo." -"Qui-
tar." -"El barrendero ... la nieve con la pala." -"Quita." Sólo en algunos casos
esta tarea provocaba dificultades y, en vez del predicado, se empleaba un sustantivo:
-"En la primavera en el jardín exuberantemente - los árboles." -"Las flores ...
los manzanos florecen .. . ".
En contraste con esto se sitúan los experimentos en los que el enfermo debía llenar
los espacios correspondientes a "cópulas" que colocan distintas partes de la frase en
ciertas relaciones sintagmáticas. En estos casos, la tarea se desarrollaba con inseguridad
y, frecuentemente, no se llegaba a un resultado feliz: La precisa conjunción subordina-
tiva (aunque/ a a pesar de [que] U) era cambiada por una simple conjunción de coordi-
nación (y) 15 o por la más simple. conjunción subordinativa (porque)," sin tenerse en
cuenta el sentido alterado de la oración. Veamos unos ejemplos: _c'Uegué tarde al
cine ... me apresuré mucho." -"y me apresuré mucho ... " -"No, no es así." -"Lle-
gué al cine ... al cual me apresuré mucho . . . " -"¿Podría decir por qué se apresuró
mucho?" (el paciente no responde). -"Llegué tarde al cine ... me apresuré mucho."
-"Uegué 'tarde al cine porque me apresuré ... " -"No, ¡no está bienl ¿Cómo ha
de decirse?" -"Llegué tarde al cine porque no me apresuré mucho." (Se da al pacien-
te una explicación detallada de la respuesta correcta y repite la ofrecida conjunción
44
aunque. " )

"El escolar fue calificado con un dos 17 ••• estudió mucho las lecciones." -"Porque
no estudió las lecciones ... " {se explica la incorrección de la respuesta). "El escolar ...
al día siguiente estudiará bien las lecciones .. . " (Nuevamente se explica la incorrección.)
"El escolar ha obtenido un dos y en la víspera aprendió bien las lecciones..... Los
sucesivos intentos no dieron el resultado necesario y la tarea se resolvió sólo des-
pués de darle a escoger entre dos términos: "Porque" 1. y u a pesar de".u
Hechos análogos sucedieron en un relato más prolongado. Daremos un ejemplo
que es bastante demostrativo: se propone al paciente que llene los blancos de un
texto (las palabras que dio el paciente y el tiempo que tardó en hallarlas se sitúa
u
entre paréntesis). Una vez, en verano, unOs niños fueron al bosque a coger bayas.
Penetraron hacia la profundidad del bosque (1 seg - pero) las cestas se llenaban. De

1 13.
14.
15.
latía: aunque, a pesar de, bien que. (N. del T.)
niesmotrla na to, chto: a pesar de (que). (N. del T.)
i: y. (N. del T.)
16. potomu chto. (N. del T.)
17. dvoika: dos (nota escolar): suspenso. (N. del T.) .
18. La palabra yagoda (baya) se utiliza en ruso para refenrse a los frutos pulposos en
general (grosellas; etc.). Comprar bayas, coger bayas, etc. (N. del T.)
62 ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO DE LA Cm-tUNICAC¡ÓN VE HBAL

repente vieron una ardilla. No lejos de ellos saltaba de rama en rama. A los nmos
les pareció (1 seg - que) la ardilla estaba cerca (1 seg - y) podían cogerla, y . . .
(l min 30 seg - renuncia) dos niños corrieron tras ella (25 seg - pero) corrieron du-
rante largo tiempo (1 seg - y) de repente comprendieron (15 seg - que) no sabían
(55 seg - dónde) estaba su casa. Por todos lados les rodeaba el espeso bosque
(10 seg - y) los niños (15 seg - que) corrieron tras la ardilla se asustaron (45 seg-
que) y entonces no encontraban el camino de regreso a casa. (2 seg - Pero) Vasia sabía
(5 seg - dónde) ir a casa (l min 45 seg - y . . . pero ... cuando ... ) determinar en qué
dirección estaba la casa.

Es fácil ver, cuán grandes dificultades provoca esta tarea de llenar los espacios
en blanco (de las oraciones) que no corresponden precisamente a palabras o
verbos sino a las cópulas que dan coherencia a la expresión.
Según lo referido hasta ahora, tenemos toda clase de razones para pensar
que en la base de la alteración de la expresión independiente y desarrollada, que
es la manifestación fundamental de la "afasia dinámica", existe una alteración
de la correlación del tema y el rema que garantiza la unidad de la expresión .
Esta alteración se manifiesta, ante todo, en impedimentos en el uso de las pala-
bras auxiliares (conjunciones) que pueden considerarse como los principales
elementos constructivos de las estructuras sintagmáticas.
En la forma recién descrita de las alteraciones cerebrales el principal defecto
se sitúa en las primeras etapas del paso de la representación semántica del
contenido inicial a la expresión coherente.
En la s.i guiente forma, el defecto se sitúa a un nivel considerablemente más
superficial y adquiere las formas más expresivas de las desestructuraciones sin-
tácticas. t
4. Alteración de la estructura predicativa de la expresión. El "estilo tele-
gráfico"
I
En el anterior apartado que generalmente se estudia bajo el epígrafe de "alte-
raciones de la incitación verbal" los pacie!1tes no podían llevar a cabo una
expresión in~ependiente y con frecuencia se apoyaban en estereotipos bien
establecidos. A pesar de esto, los pacientes podían repetir frases cortas y no se
observaban señales de déficit en la estructura gramatical del lenguaje.
.,
Considerablemente distintos son los rasgos de esta otra forma de las descom-
posiciones del lenguaje, ya que en ella se afecta más su estructura gramatical •
(en particular la predicativa y sintáctica) que la programación general de ]a
expresión.
I
Tal como hemos dicho anteriormente, los lingüistas (Saussure, ~922; Jakobson,
1956, 1961, 1964) habían expresado la tesis de que en la lengua se podían
!1
I
destacar fácilmente dos tipos de fenómenos: la referencia 19 de las palabras (y los !
.'
signi6cados que ellas designan) a una categoría determinada (estructura para-
digmática de la lengua); y la unión de las palabras en una expresión coherente
(estructura sintagmática de la lengua). El segundo tipo de fenóm enos ha sido estu-
- diado en los últimos tiempos.
Por esto tiene un interés especial el análisis de esta otra forma de las altera-
I
f

ciones de la codificación sintagmática de la expresión, la cual tiene lugar en


ciertas lesiones de las porciones anteriores de las zonas corticales del lenguaje.

19. Atribución, clasificación. (N. del T.)


FORMULACIÓ¡-'; DE LA EXPRESIÓN VERBAL: ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO 63

Esta forma ya fue descrita .por los clásicos de la neurología (Pick, 1913; Bonhoef-
fer, 1923; Isserlin, 1936, y otros) y generalmente designada con el término de
"estilo telegráfico n.
A diferencia del cuadro anterior, en el presente grupo de pacientes no se'
puede constatar ningún tipo de alteración a nivel del esquema del sentido
de la expresión. Sin embargo las dificultades que destacan en este caso se sitúan
mucho más cerca, hacia 1,! est~c_tura .sintáctica. sup~IiG!al .. de lª~xp'!:e~~~n .y la o
codifi~ació.n .verbal se. aJte.ra _en s~s es1ª!:>QJ)~s _s.intácti~0.§ fl!.n~amentales. -
El hecho más característico en estos pacientes consiste en que -ellos" repiten ' . ¡,
sin dificultad las palabras aisladas y los objetos aislados pero ya al repetir frases \
elementales ponen de manifiesto considerables dificultades. Estas dificultades ../
revelan a su vez que, la parte predicativa (verbal) de la oración o se omite o cede
su lugar a las partes nominales (nominativo) de la oración (sustantivos) que pasan
a primer plano y se repiten en primer orden. Frecuentemente la forma de los jo

componentes verbales y nominales de la frase repetida se desfigura y la palabra


es dada en la forma del diccionario 20 y por eso el lenguaje repetido pierde su
carácter fluido. Así, tratando de repetir la oración "El muchacho golpeó al
perro", tales enfermos la reproducen como "Muchacho ... perro" o "Muchacho ...
al perro ... golpear", de modo que la frase coherente queda dividida en palabras~ :
aisladas y no unidas sintácticamente.
Este defecto se aprecia aún más claramente en los aspectos m~~mplejos e
de la expresión verbal. El enfermo que cuenta la historia --de -sú enfermedad
o que 'reproduCe el Contenido de un texto que se lee o que explica el argu-
mento de una imagen, puede sustituir sU lenguaje fluido y desarrollado por una
cadena de palabras aisladas, la mayoría de las _.~uale.LI!º _!:~p.!..~~l?tan más q':le
una simple designaci6n de _obj~~os. En - esta- cadena se hallan pocos' verbos
que generalmente están en infinitivo. Así, al explicar la historia de su herida,
tales enfermos pueden decir: "Pues 21 ••• el frente ... soldados ... combate .. .
soldados ... disparar ... pues ... cabeza ... herida ... y el hospital ... y así ... ..
Al hablar de un relato sobre la búsqueda de las riquezas de un barco hundido
daban tal resumen "telegráfico": "Pues . . . la tempestad ... el barco ... pues •..
al fondo ... y allí ... oro ... dinero . . . el buzo ... "; etc.
El mismo cuadro se observa cuando se solif;ita una composición oral. A dife-
rencia del grupo anterior, los pacientes de este grUpo no muestran señales de •
. "falta de ideas" ni incapacidad de construir un esquema del sentido de la
narración que se les solicita. SU~ .diJicllltªd.es_ se .centran en _defe.cj:o$ r~la_c;jº.!!.~o~_
con la transformaci6n de este esquema d~l ~~J)!iqo en el esquema deja expr~~~,· ~
comportan-un- Cárácter de descomposiCión del eslabón ejecutivo del lenguaje, y se \
expresan, en primer lugar, a nivel de una pérdida de las formas predicativas ) '
de la expresión verbal.
Como resultado de estos defectos la expresión pierde su carácter Huido y \
desarrollado. )
En los casos más graves este defecto se manifiesta en forma de una .total ·
descomposición de la estructura gramatical de la frase, incluidos los componentes .
predicativos. De este modo, el enfermo es incapaz de formular siquiera una frase/
simple a pesar de que la función nominativa del habla está totalmente conservada.

20. Al existir declinaciones, en ruso, la forma "del diccionario" se refiere al nomi-


nativo. (N. del T.) d d.
21. La partícula rusa vot equivale a la francesa volei. Para a aptar su ~~ ucc16n a la!
"transformaciones afásicas" de los pacientes de babIa castellana hemas utihzado la! par-
tículas fJUB8, bien, etc. (N. del T .)
64 AN:\LISIS ~"EUROPSICOLÓCICO DE LA CO~I UNICACIÓN VERBAL

Esta peculiaridad da lugar al síndrome caracterizado por un déficit de la


codificación de la expresión (por descomposición del esquema sintáctico d e
la frase) y una función nominativa normal.
I
En los casos más graves de las lesiones de las porciones anteriores de la
zona del lenguaje (zona de Broca) el paciente presenta el cuadro de la "afasia
motora eferente", que hemos descrito en otro lugar (Luria, 1947, 1970b), en la
que incluso el paso de un articulema a otro resulta difícil y se excluye la pronun-
ciación de palabras enteras (ya no se trata de frases).
Los pacientes del grupo que ahora estudiamos, presen tan un cuadro total-
¡nente distinto de éste.
,
L

Como hemos dicho :uriba, estos pacientes pueden normalmente alticular


I
1
sonidos aislados, pasar de un sonido a otro y pronunciar palabras aisladas. Fácil-
.~ } mente pueden repetir palabras simples por su pronunciación y presentar sólo
1
I

dificultades en la repetición de palabras complejas (del tipo Korablekrushenie 22 II


aracnoendoteliorrw) en las que el paciente choca con una serie de sílabas indivi-
1
duales y en las que destaca bien la difIcultad en el paso de una a otra. Sucede
igual al repetir series de palabras en donde la inercia patológica representa
un serio obstáculo en la ejecución de la tarea. El paciente puede nombrar objetos
sin mostrar las características propias de las lesiones parietotemporales occipitales
y de la «afasia amnéstica".23 El defecto fundamental en estos pacientes tien e
un carácter totalmente distinto. Ante todo destaca un déficit desigual en la deses-
J
tructuración de las combinaciones de palabras y frases: incluso al repetir grupos I
. verbales y tanto más en la estructura de la expresión entera, la función nominativa ,
1I
(designación de objetos por sus nombres) está conservada; mientras que la función ,.'
predicativa (la designación de la actividad) que da a la expresión verbal su carác-
I l
ter coherente, está gravemente alterada.
Este fenómeno muestra la disociación de las dos funciones fundamentales
del lenguaje y permite ver que la función nOIninativa y predicativa (y como vere-
mos luego, paradigmática y sintagmática) se sustentan en distintos mecanismos
cerebrales y pueden tener relativa independencia (v. R. Jakobson, 1971, y otros) . I
Fn fenómeno semejante, como hemos dicho, aparece en el lenguaj e repetitivo.
Los enfermos de este grupo pueden repetir sin ninguna dificultad los nombres 11
(que designan objetos). Sin embargo, al repetir verbos (que desigI'lan acciones)
empiezan a manifestar visibles difIcultades, el período de latencia aumenta y a 1
veces, en lugar de repetir un verbo pueden repetir un sustantivo (en lugar
de "estudiar" el paciente puede repetir "alumno" o "maestro" o "lección").
:\Iás importantes son aún las alteraciones que presentan estos enfermos al
~repetir frases simples. Con frecuencia el verbo incluido en la frase o no es repetido
(reduciéndose la frase a la parte nominal) o es sustituido por un sustantivo o, p or
último, reproducido en infinitivo. La frase " la casa arde" puede ser reproducida
como "casa ... y esto ... bien como esto" o como " pues . .. el incendio ... "
o como "casa ... y esto ... pues '" arder" . Es característico que las frases más
complejas que incluyen un sujeto, un predicado y un complemento (S ~ P ~ O )
-del tipo: "El muchacho pegó al perro"-, corren la misma suerte y en los
casos más expresivos todas las formas sintagmáticas de las palabras son sustituidas
por sus formas nominativas (" del diccionario " ) y la frase dada a repetir se repro-
duce como: "El muchacho ... y pues ... el perro" o "muchacho .. . palo . ..
perro .. ... perdiendo así su valor como estructura sintáctica de pleno valor. I
21. Naufragio. (N. del r.)
i
23. Este síndrome fue d escrit o detalladamente en e l trabajo "Revisión d e la afasi<l
OIotora transcortical" y en " Revjs ió n (le I¡¡. afasi<l amn ésti ca".
I1 .I
I
FOru.WLACIÓN DE LA EXPRESIÓN VERBAL : ANÁLISIS NEUHOPSICOLOCICO 65

En los intentos de dar una expresión independiente aparece, si cabe, más


expresiva esta sintomatología.
Según han demostrado un conjunto de investigaciones (Tsvetkova, Glosman
y cols., 1974; Shojor-Trotskaia, 1972; Riabova, 1970), cuando se presentan nive-
les graves de las alteraciones que nos ocupan, la cantidad de formas verbales
que se pueden registrar en su discurso disminuye significativamente en su com-
paración con la normalidad al mismo tiempo que crece la cantidad de los sustan-
tivos. Al disminuir la cantidad de nombres usados en casos indirectos 24 aumen-
tan las "formas del vocabulario" (Riabova, Shtern, 1968).

Texto Repetición de un tex to por pac ientes


con "estilo t elegráfic o "
k
l:
I I
I I I I I I I
51 52 53 54 S, S2 S3 S4
/\ /\ /\ /\ /\ /\ /\ /\
NP VP NP VP NP VP NP VP NPI '" NP' ' l NPI ~ NPI ~

FIG. 10. - Alteración de la codificación de la comunicación verbal en pacientes con "estilo


telegráfico" .

" Este hecho pone de manifiesto que una grave descomposición de las "estruc-
_turas sintácticas superficiales" representa el defecto principal del lenguaje del
paciente y que precisamente por esto .toda la codificación de la expresión verbal
se limita en la práctica a una función nominativa y adquiere la forma que es
conocida en la literatura cOIl1O "estilo telegráfico" (véanse los ejemplos de arriba).
Los datos que hemos presentado y los ejemplos especiales que luego daremos
como ilustración ponen de relieve que determinadas lesiones cerebrales pueden
alterar gravemente la estructura sintagmática del lenguaje mientras que se con-
serva relativamente la estnlctura paradigmática de los códigos de la lengua.
Por consiguiente, existen alteraciones de la actividad verbal en las cuales se altera
la función predicativa del lenguaje y la actividad del habla se reduce a la función
nominativa. .
Esta descomposición aislada de la estructura sintagmática de la expresión
verbal -a la cual prestó su atención R. Jakobson en una serie de publicaciones
(1964, 1968, 1971)- es uno de los hechos más fundamentales en neurolin-
güística.
Sabemos aún poco sobre los mecanismos que subyacen en este fenómeno.
Por un lado, podemos sólo suponer que desde un punto de vista lingüístico
puede ser comprendido como el resultado de una infracción de la estructura
sintáctica profunda y de la estructura sintáctica superficial de la expresión con
una decisiva reducción de la función predicativa del lenguaje. Por otro lado,
el hecho de que este tipo de afecciones del proceso verbal se halle en lesiones
de las regiones anteriores de las zonas corticales del lenguaje que pueden ser
consideradas como una parte de los sistemas premotores, permite considerar
a estas alteraciones como un caso particular de descomposición de la integra-

24. En ruso, los sustantivos cambian de forma y caso según su función en la oración.
Todos los casos a excepción del nominativo ("forma del vocabulario") reciben el Ilombre
de fIldifectos. (-N. del T.)
66 ANALISIS l'o"EUROPSICOLÓGICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

ción de los procesos cerebrales en los sistemas de seriación (Lashley) o en las


"melodías cinéticas".
En todo caso, es indiscutible que nos enfrentamos con unas alteraciones ·
específicas de la actividad verbal y que estas alteraciones pueden ser expresadas
en aquellos conceptos que fueran formulados por los lingüistas que estudiaron
los tipos especiales de estructuras sintácticas de la expresión. El fundamento del
sistema de estos conceptos fue dado por L. S. Vigotsky en sus hipótesis sobre
el papel que desempeña el lenguaje interior y su función predicativa en el poste-
rior desarrollo de la expresión verbal.
Podemos describir las alteraciones observadas en estos casos mediante el
esquema de la\ 6gura 10 y en la cual se aprecian sus diferencias con la "afasia
dinámica». Daremos un ejemplo del cuadro que nos ocupa:
El paciente, Bogom, de 24 años (h . c. 53825), grabador con estudios medios, presentó
progresivamente, desde dos años antes de la exploración, una hemiparesia derecha y
déficit en el lenguaje. Podía comprender adecuadamente a los que le rodeaban, pero
su propio lenguaje se fue empobreciendo hasta que dejó de hablar por completo, con-
servando sólo algunas palabras. Mientras que la hemiparesia regresó, las alteraciones
del lenguaje, que tom aron la forma del "estilo telegráfico", permanecieron sin cambio.
En el Instituto de l\'eurocirugía, en el que ingresó el enfermo en marzo de 1971,
se concretó el siguiente cuadro: El paciente estaba orientado, pero algo inhibido ;
presentaba una hemiparesia derecha con hiperreflexia y reflejos patológicos homolate-
rales . La angiografía mostró una trombosis de carótida interna izquierda por encima
de la bifurcación y signos de recanalización.
El enfermo dibujaba magníficamente, hacía trabajos artísticos de pintura, pero sus
defectos en el lenguaje permanecían sin cambios notables. ¡
El "lenguaje espontáneo" del paciente e ra totalmente ausente. No era capaz de I ¡
formular por sí solo ninguna expresión y no pudo contar nada sobre su elúermedad ,
su profesión o su familia . I!
En el diálogo, al responder a las preguntas que se le hicieron o no decía nada,
a pesar de sus esfuerzos, o respondía lacónicamente, por lo general en "fomla de
vocabulario" .
!! : l.

Veamos algunos ejemplos de sus respuestas :


-"¿En qué trahaja usted?" -"Grabador ... " - "¿Qué hacía usted?" -'"Dibujar ... "
-"¿Cómo se hace una grabaci{m? ¿Qué hace usted? ¿Llega al taller? ¿Qué hace . ,
usted luego?:' -"Instrumento .. . " -"Bien, ¿luego qué hace?" -"Martillo ... " -"¿Lue-
go?" -"Graba . .. " - '"No, cuéntelo de manera detallada, ¡así no lo entiendo!" _ ..... " .
" Bien, coge usted el martillo y luego, ¿qué hace con él?" -"Una caja ... " -"¿Lue-
go?" - " ... " (Los intentos posteriores no surtieron efecto.)
-"¿Cuál es su afición?" -"El boxeo." -"¿Ha partiCipado en alguna competi-
ción?" -"Kiev, Moscú'" -"¿No se dedica a otro deporte?" -"Hockey .. . fútbol .. . "
-"¿Cuál fue su espeCialidad en el servicio militar?" -"Jefe de radiotransmisiones ."
-"¿Cuál era su trahajo?" -'"El interruptor ... " - "¿Y luego?" -"El parte ... "
El paciente pod ía contar en orden creciente y en orden decreciente. Daba los
meses en su orden normal, pero no los podía dar en orden inverso: repetía el mes
apuntado, pero no podía ir más allá.
La repetición de sonido y palabras aislauas no era difícil para el paciente. Repetía
con facilidad p alabras como "elefante, cartera, paro,"" liebre". Las dificultades apare-
cieron al pedirle que repitiera palabras compuestas del tipo "naufragio";'" sin em-
bargo, las podía dom inar sin problemas. Era característico que el paciente retenía
la palabra repetida y la daba sin ayuda después de una pansa de uno a dos minutos.

25 . La palabra "paro" es la traducción de la palabra rusa sillitsa. Paro: ave. (N .


del T.)
26. La palabra "naufragio" (korablekrushcllie) es, P11 ru so, una palabra compuesta dl·
kordbl (buque, barco , n a\"e) y krush enie (giros , "ucltas ). (N. del T.)
FORMULACIÓN DE LA EXPRESIÓN VERBAL: .'\N•.\LISIS NEUROPSICOLÓCICO 67

El paciente podía · repetir- '·' pares de sonidos" (r-n;-· k-r), pero a veces cometía erro-
res o perseveraba en elementos del grupo anterior (por ejemplo, después de "r-m" re-
petía "p-k" como "p ... r", o después del par "i-a" repetía ~'o-e" como "o-i"). Es
ca racterístico que la sustitución del orden de repetición de dos sonidos por su con-
trario es considerablemente difícil para el paciente: no puede repetir ur_k" en el orden
"k-r" y sigue repitiendo con inercia el primer par de sonidos. En el paciente no se
observan signos de alteración de la audición fon émica ni de confusión de fonemas en
oposición.
El paciente repetía, sin dificultad, pares de palabras y los mantenía en lamemoria
pam repetirlos tras una pausa de 1-2 minutos. Incluso combinaciones como "máquina
de coser" o "avión rápido" eran repetidas con la misma facilidad, y se emitían incluso
tras una pausa de 20-60 segundos.
La repetición de series de "tres palabras" provocaba en el paciente dificultades
más visibles. Podía repetir una serie de palabras (por ejemplo: "noche-aguja-pastel"),
pero al ponerle otra serie (por ejemplo: "nieve-gafas-círculo") empezaba a mostrar
alteraciones en el sentido de negarse a repetir la nueva serie, de repetir perseverante-
mente una de las palabras (por ejemplo: "nieve-gafas . .. nieve ... "),. de no repetir la últi-
ma palabra (por ejemplo, repitiendo la serie "perro-puente-diván" como "perro, puen-
te .. . "), o cambiando el orden de las palabras (por ejemplo, repitiendo la serie "roble-
violín-pluma" como "roble ... pluma, violín").
Frecuentemente, en estas pruebas el paciente mostraba señales de inercia patológica
(después de la serie "perro-puente-diván" podía repetir la serie "pluma-violín-roble"
como "pluma-violín-diván ... "). Tan s610 al pedirle que repitiera cada palabra de la
serie por separado podía dominar la repetici6n inmediata de toda la serie de tres pala-
b ra s; sin embargo, esto resultaba inestable y, tras una pausa, no podía recordar la
serie repetida ni la palabra con que empezaba.
Se aprecia así que el límite para el paciente 'es ' la: repetición de una serie de dos
palabras. La repetición de series de tres palabras supera este límite ' y está entorpe-
cida por la dificultad en retener este volumen y por la inercia patológica de las huellas
previas.
Este último hecho condu;o a una serie de experimentos que definieron claramente
la influencia de la inercia patol6gica en el proceso de la repetici6n de una serie de
palabras.
Como hemos señalado, el paciente podía repetir fácilmente palabras aisladas y pares
de palabras. Sin embargo, al pasar de las experiencias de paso de una palabra a otra,
fonéticamente diferente, a las experiencias de repetici6n de palabras parecidas por
su pronunciación surgían dificultades bastante serias. Lo mismo sucedía en las experien-
cias de repetición de pares de palabras (parecidas y distintas por su estructura foné-
tica y articulatoria).
Veamos los siguientes ejemplos: .,

(a) Repetición de palabras diferentes:


sIon lroshka sinitsa portfell
slon koshka sinitsa portfell
(b) Repetición de palabras semejantes:
polkovnik pokIonnik poldonnits polovnik
poIkovnik ... polko ... Diet poIkovnik' etc.
Mongolia magnolia
Mongolia
zabor sobor sobor
etc.
zabor zabor zabor

27. En los ejemplos dados se puede leer, en la parte superior, la palabra ofrecida y,
en la parte .inferior, la repetición.
t
I
68 ANÁLISIS !\"EUROPSICOLÓGICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

(a) Repetici6n de pares de palabras diferentes:


i, ·
1

che moda n - kaftan ruchka - pidjak


etc.
chemodan - kaftan ruchka - pidjak

(b) Repetici6n de pares de palabras pareCidas fonéticamente :


skripka - skrepka skripka - skrepka
'c'kripla;, - $!dph sk.ripka - ... nietl

kroshka - krishka kroshka - krishka


kroshka - kroshka 1) .. . niet .. . (no)
2) ... niet '" (no)

(e) Repetición de palabras del mismo grupo semántico (primero con diferencias fon é-
ticas, luego con parecido fonético):

kroshka - krushka kroshka - krushka


kroshka - kroshka 1) ... niet
2) ... niet

solovei - vorona lev - tigr


solovei - vorona lev - tigr

solovei - vorobei vorobei - solovei vorobei - solovei


solovei - vorobei solo ... - vorobei voro '" vorobei

muravei - vorobei murabei - vorobei muravei - vorobei


murabei - vorobei ... no

I
vorobei - muravei
vorovei ... niet .. .

Esta prueba demuestra con evidencia que el paso a palabras con diferencias fon éticas
y articulatorias se realiza con facilidad y que el paso a palabras semejantes es difícil
de realizar. Por otro lado, se comprueba que la repetición de pares de palabras con
tenninación semejante (del tipo vorobei - solovei y vorobei - muravei) , que se repiten
fácilmente por s~parado, resulta imposible.
La repetición de frases era mucho m ás difícil que la repetición de pares de pa-
labras. La repe tición de frases simples, compuestas tan sólo de sujeto y predicado
(S ~ P), tales como "El perro ladra, El pájaro canta, La casa arde", e ra posible para
el paciente , aunque en este caso también aparecían agramatismos que se manifestaban,
por ejemplo, por una falt a de concordancia entre el predicado y el sujeto. Así, el
paciente, en luga r de repetir Devochka prishla ("La muchacha ha venido"), repetí a
"prishol..." o "shla" , 18 y en lugar de "el pájaro canta" repetía "los pájaros canta" . En
ocasiones perseveraba en las formas de los tiempos verbales (después ae la frase "El
perro vagaba", la frase "La gata araí1a" era repetida como "La gata arañaba") . L a
repetición de frases más complejas del tipo S ~ P ~ O (por ejemplo, "La mu chacha
bebe té, El muchacho enfermó de sarampión, La mujer compró una vaca") presen-
taban mayores dificultades en su concordancia sintáctica ("Las muchachas .. . tomó té" ,
o "La mujer . .. compró .. . una vaca" ,'LO etc.). D espu és de varios intentos de repetir una
frase compleja, el paso a la siguiente se hacía más difícil a causa de alteraciones qu e
incluían una afectación de las estructuras sintácticas y elementos de perseveraciones .

28 . En ruso , el verbo que aquí se utiliza concuerda con el género del sujeto. (N. del T .)
29. El paciente da la forma verbal "compró", en masculino en lugar de femenino
(v. nota anterior) . (N. del T .)
I
I
FORMULACIÓN DE LA EXPRESIÓN VERBAL: ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO 69

Los ·i ntentos de repetir la '- siguiente frase· tomaban las siguientes fonnas:
La mujer compró una vaca La mujer vendió un gallo
Las mujeres ... compró ... una vaca 1) ... de ...
2) ... la mujer
3) La mujer compró . ..
4) La mujer ... co ... (no) ... (~no puedol)

La repetición de frases aún más complejas era imposible por completo, y la frase
"Los soldados ib?n con las · banderas rojas" se repetía como "Banderas ... ", "Bande-
rama .. .", "Soldados iban ... rojos", "Soldados .. . iban rojos".
oo.

Semejante imposibilidad en la repetición de estructuras sintácticas obligó a


plantear la cuestión de si esta alteración del lenguaje automatizado comportaba
un carácter más profundo y se mantenía en los intentos de análisis consciente
de las estructuras sintácticas.
Para responder a esta pregunta se realizaron dos series de experimentos.
En la primera se pedía al paciente que diera las coordinaciones adecuadas entre
las palabras que entraban en frases. En la segunda se pedía repetir las palabras
en forma indirecta (sintáctica) y no en su forma de nominativo.
Los datos obtenidos ponían de relieve la existencia de una grave alteración
sintagmática del lenguaje.
Analizaremos estas experiencias por separado:
Al paciente que repite la frase "El cazador mató a una ardilla" -"El cazador ...
mató ... ardilla 30 • •• " , se le ruega que diga si había comprendido bien la tarea. Res-
ponde negativamente : - "¿A quién mató el cazador?" -"Ardilla." -"¿Está bien
dicho?" -"No." -"¿Cómo se debe decir?" -"La ardilla .. . " -"¡No, no es así!"
-"¡No lo sé!"
Se pide al paciente que repita la frase "El muchacho se pinchó con una aguja .
El paciente no puede hacerlo y tan sólo repite: "El muchacho ... " -"¿Con qué se
pinchó?" -"La aguja ... " -"¿Es correcto?" -"No."
Se le pide que tennine la frase "Ya pisal karanda ... " El paciente dice lCaran-
dash" .11 - "¿Está bien?" -"No ... " "Y menia niet karanda ... " -"Karandash ...
karandashom &:t •• • " .

karandash {lápiz) karandashom (con lápiz) karandash


karandash karandash ... .. . niet (no) ...

ka-ran-da-shom
ka-ran-da-shom

karandashom
la . .. karanda ... Ya pisal, chem? karan ... (¿con qué escribo? con el . ..
. .. shom karan ... shom?

U meDia niet chego? karanda ...


¿No tengo? Iapi . . .
karandashom

30. La palabra correcta es belky y el paciente expresa belka (en caso nominativo).
(N. del T.) . al b .
31. Yo escribía con el lápiz. Aquí, el paciente tambIén expresa la para en nomI-
nativo karanda8h (lápiz). (N. del T.) .
32. En esta ocasión ha de dar un genitivo (caso usado en la negaCIón) y. la frase es,;
No tengo lápiz. El paciente expresa inwrrectaIllente la palabrll en caso instrumtmtal
(kara~hom). (N. (.lel T.)
70 ANÁLIsIS r-o'EUROPSICOLÓGICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

petuj (gallo) petuja (genitivo) pe - tu - ja.


, etc.
petuj petu ... ja pe - tu - ji

Se pide al paciente que repita la frase "El muchacho compró un perro". Da la


siguiente repetición : -"El muchacho . .. " -"¿Qué hizo?" -"Compró." -"¿Qué com-
pró?" - "Ei perre 18 . " -"t!Cierto?" -"No .. . " -"¿Qué compró?" - "El perro . . . " ,
etcétera.

Los protocolos muestran que las partes verbales de la frase suelen omitirse y
que los nombres que representan complemento y que deben estar en casos
indirectos se dan, en general en la forma del diccionario (caso nominativo).
Según esto, la estructura sintáctico-superficial de la frase resulta gravemente alte-
rada por la imposibilidad de usar las formas indirectas (sintácticas) de las pala-
bras. Junto a esto es característico el hecho de que en ocasiones el paciente se da
cuenta de que usa inadecuadamente la formación nominal de las palabras.
A pesar de esto, el paciente no puede corregir la falta.
Estos hechos nos conducen a la última serie de experiencias (de control).

I
Los pacientes han de responder a la pregunta de si tienen dificultades en la
repetición de palabras dadas en forma indirecta (sintáctica).

Se pide al paciente --que repite correctamente los sustantivos en forma nomi-


nativa- que repita palabras en casos indirectos. Esta tarea provoca dificultades im- 1
portantes.
Veamos los siguientes ejemplos: I
!
luna
luna
lunoi (con luna)
lunoi
lunami (con lunas)
lunie (de luna) I
f

Los mismos hechos tienen lugar en la repetición de verbos. I I


jodit" (ir)
jodit
jodil (pasado)
jodil

ujodila (se marchaba)


ujodila 85 (irse)
jo . . . niet (no)
devochka prishla (la chica llegó)
u-jo-di-Ia
u-jo-di- .. . la I I
niet (no) poshel . .. (se ha ido) 1
devochka prishla (la chica llegó)
prishel . . . poshel . .. .

Es característico el último hecho, en el cual nos detendremos brevemente, y que


debe ser analizado en un trabajo especial.
El paciente no puede repetir correctamente la frase, hallar la adecuada es-

i
tructura sintáctica superficial e incluso repetir la p alabra en una forma indirec-
ta y generalmente tampoco puede notar los errores contenidos en una frase 1
I
dada por el investigador. A pesar de que está orientado en la sucesión de las
palabras de la frase y que revela una total preservación del significado de
estas palabras, el enfermo no siempre puede apreciar los errores en concordan-
cias, sobre todo si estos errores se sitúan en una inadecuada fl exión de un
sustantivo en caso indirecto o en la conjugación d e un verbo. I L
t
~

I
33. También expresa aquí la palabra en nominativo . Di cc sobaka en lugar de subllklj.
( N . cid T.)
34 . iodit: verbo que expresa movimiento (modo imperfectivo) y que tiene el sentido
de ir, andar, caminar. El paciente repite bien la forma del pasado jodíl. (N . del T.)
. 35. ujodUa: forma del pasado (femenino) del verbo u;udit (aspecto imperfectivo) que
tie ne d sentido de "irse, marcharse, retirarse". (N . del T. )
FORMULACIÓN DE LA EXPRESIÓN \ -ERBAL: ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO 71

Para -verificar estos . hechos, se leen sucesivamente al paciente una serie de


frases que están bien y mal construidas sintácticamente y se le pide que aprecie
su corrección. Esta tarea no suele efectuarse adecuadamente. El paciente aprecia
con facilidad los errores en las relaciones logicogramaticales de palabras y que
no es correcto decir "El verano llega antes que la primavera", en lugar de "La
primavera llega antes que el verano ", así como es también incorrecto decir
"El invierno llega después de la primavera" y que no se puede decir que ~EI so]
es iluminado por la tierra" en lugar de u La tierra es iluminada por el sol".
El paciente puede, asimismo, comprender la alteración (del sentido de una frase)
que surge cuando las palabras están mal colocadas; por ejemplo: "La liebre destrozó
a la zorra". Sin embargo, este mismo paciente distingue con gran dificultad la falta
de concordancia sintáctica de los elementos de la oración en su género, número o caso
y comete errores en sus valoraciones.
Esto se pone de manifiesto en los siguientes protocolos:

Stoiala ochen tioplaia pagoda 110 - correcto


Stoial ochen tioplii pagoda" - no
Stoial ochen tioplaia pogoda as - correcto
Oiotnik ubil zaitsa· - correcto
0iotnik ubival zaitsa <o - ••• correcto
Zaiats ubil ojotnika H - jjal ¡Vaya tontería!
Koshka sobakoi otsarapal" - correcto
Koshka sobakami otsarapal- no
Koshka sobaku otsarapal- correcto

Estas dificultades se hacen más evidentes en la valoración de oraciones más largas.


Koshka malenkuiu devochka potsarapal ~ - . .. no sé
Koshka malenkaia devochky potsarapal" - correcto
Koshka fTUllenkuiu devochka potsarapal '" - no lo sé
Koshka potsarapal fTUllenJcuiu devochku'" - no lo sé
Koshka potsarapal fTUllenkaia devochku '7 - correcto .
Koshka notsarapala fTUllenJcuiu devochku - no
Malenkuiu devochku koshka potsarapala - correcto

Fácilmente se ve que, en este caso, la valoració~ de la correCClOn de las formas


gramaticales de las palabras que componen la estructura sintáctica es muy difícil. y es
posible que se limite a una "adivinanza" que sustituya al proceso normal del análisis
de una estructura sintáctica.

Las leyes que se hallan en la base de tal alteración de codificación de la


expresión no se han establecido. Es precisa una investigación especia] y diferen-

36. "Hada un tiempo muy cálido": frase bien construida y reconocida por el paciente.
(N. del T .)
37. Frase incorrecta por tener stolal y tioplii, que no concuerdan con pogoda (feme-
nino). (N. del T.).
38. El verbo está mal conjugado. El paciente da la frase como buena. (N. tkl T.)
39. "El cazador mató una liebre", frase sintácticamente correcta. (N. tkl T.) -
40. El verbo está mal conjugado. (N. del T .)
41. Frase sin sentido. (N. del T.)
42. Sin sentido. La frase correcta es "La gata arañaba al perro". En las das frases
siguientes hay incorrecciones por inadecuada conjugaci6n y declinaci6n. (N. del T.)
43. Mal declinado. Debe decir: K08hJca malenkuiu devochku potsarapala. (N. thl T.)
44. Malenkala es incorrecto, y el orden de las palabras, inadecuado. (N. del T.)
45. Misma frase que en la nota 10. (N. del T.)
46. Mal empleados el sustantivo y el verbo. (N. del T.)
47. Debe decir malenkuiu y el verbo debe estar en femenino (potsaTDpala) (v. nota 28).
(Nota del fT{f4uclor.)
72 . ...'liÁLISIS Jl.:EUROPSICOLÓGICO DE LA COMUNICACIÓN VEI\BAL

ciadora de las estructuras verbales que están intactas y afectadas en los pacientes
de este grupo. Es preciso efectuar un atento estudio de los factores que se hallan
en la base de las dificultades aquí aparecidas (factor de distancia entre las partes
concordantes de la oración , factor de inversión y factor de diferenciación entre
las palabras significativas y puramente sintácticas). Por último, es preciso un
estudio minucioso de los defectos psicológicos que conducen al "estilo tele-
gráfico" .
Sin embargo, queda claro que estas alteraciones no están relacionadas con
la organización paradigmática, sino sintagmática, de la expresión. Por este
motivo incluimos estas alteraciones en un grupo especial.

5. Alteraciones de la formación de la expresión verbal en las formas com-


plejas de afasia motora eferente
Hasta ahora nos hemos detenido en el análisis de cómo se altera la codificación
de la expresión en aquellos casos en que las lesiones cerebrales eliminan sólo
un factor de los necesarios para la formación de la expresión. Nos hemos dete-
nido en la afectación de la codificación de la expresión que tiene lugar en las
alteraciones de la actividad general (no específicas para el lenguaje) y que
resultan de la des composición de los motivos, los programas y el control de las
acciones. Luego hemos pasado a la descripción de aquellas formas de alteración
de la expresión en la base de las cuales se sitúan las infracciones del habla
interna y del esquema sintáctico de la frase, o en otras palabras, a las lesion es
cerebrales de las formas específicas, de la actividad verbal.
I
Sin embargo, no siempre las alteraciones de la codificación de la expresión
activa llevan el carácter específico que hemos visto en las dos últimas forma s
I
aniba descritas.
Es mucho más fr ecuente en la práctica neuropsicológica que se encuentren : I

casos, en los que las alteraciones de la expresión tengan un carácter mucho más \
grave y complejo cuando los factores arriba descritos (la inactividad general y ~ 1
la inercia de los procesos nerviosos) se combinan con las descomposiciones espe-
cíficas de la codificación verbal. En estos casos vemos un cuadro de afasia motora
que incluye todos los rasgos d escritos y que conduce a la descomposición com-
pleja de la actividad verbal.
I
Como tales cuadros se encuentran en la clínica de las lesiones cerebrales
(sobre todo vasculares) con mucha frecuencia, nos detendremos en la descripción
de un caso, donde las alteraciones no verbales de la dinámica de los procesos
nervi :)sos conducen a la aparición de graves descomposiciones del lenguaje.

El paciente, Grisch , 52 años de edad (h. c. 56492), director de un comedor, in-


gresó en el Instituto d e Neurocirugía a primeros de junio de 1972 con la orientación
diagnóstica de déficit circulatorio en ramas anteriores de la arteria cerebral media
izquierda.
En febrero de 1970, el enfermo empezó a apreci ar una debilidad en el brazo de-
recho que evolucionó en un mes hacia una hemiparesia d erecha, que posteriormente
regresó. Al año, en enero de 1971 apareció una debilidad en el brazo izquierdo que
evolucionó hacia una h emiparesia izquierda, que también regresó . Por fin, en octubre
de 1971 otra vez apareció la debilidad en el brazo derecho y una alteración del len-
guaje. En el EEG se halló un foco frontal posterior y temporal anterior; en la angio -
¡.:rafía carotídea había una tortuosidad patológica de los vasos que partían de la ca-
rótida izquierda y una estenosis de la carótida (interna) derecha ; en las porciones ini -
dales de la carótida izquierda se hallaba una placa de ateroma. La clínica en aquel
1

FORMULACIÓN DE LA EXPRESIÓN VERBAL: ANÁLISIS NEUROPSICOLÓCICO 73

tiempo era una hemiparesia derecha, sin defectos de la sensibilidad, con aumento de
los reflejos del mismo lado.
El día 2 de junio de 1972 se operó al paciente. En la operación se eliminó la placa
ate roma tosa de la bifurcación de la carótida izquierda. La operación transcurrió con
grandes dificultades, surgiendo considerables complicaciones: hemorragia y espasmo
de las zonas anteriores de la arteria cerebral media izquierda.
Pronto, tras la operación, se desarrolló una importante hemiparesia derecha, per-
severaciones, una grave afasia motora con total inactividad e indiferencia hacia sus
defectos.
Este síndrome mostraba la patología propia de la región frontotemporal izquierda
con la posibilidad de la difusión de los cambios patológicos hacia las regiones profun-
das frontales posteriores. Estos cambios se situaban en el fondo de la escasa función
del hemisferio derecho (en la . red vascular del cual se observaba una estenosis) y por
eso estaban limitadas las posibilidades de compensación de defectos.
El examen del paciente empezó diez días después de la operación y duró aproxi-
madamente un mes.
El cuadro era el siguiente: El paciente estaba totalmente orientado, accesible para
la investigación, pero muy apático, y se refería a su estado con muy poco interés. En
sus movimientos se observaban fenómenos de ecopraxia y perseveración Así, al dibujar
un círculo, el paciente no podía pasar a otra figura y seguía dibujando un círculo,
tanto por una orden verbal como tratando de copiar el modelo; al dibujar un trazo
o una línea, el paciente segUía dibujando lo mismo, a pesar de que se le proponían
otros modelos. Las mismas perseveraciones aparecían en la escritura de cifr~: así,
tras copiar la cifra "2" seguía escribiendo "2" al intentar copiar las demás cifras
que le presentaban. Este fenómeno se mantuvo durante las primeras semanas después
de la operación y después desapareció al realizar dibujos independientes, mientras que
se observaba al reproducir figuras a pares.
El lenguaje del enfermo estuvo gravemente alterado durante todo el período de
la observación.
El lenguaje espontáneo estaba totalmente ausente; el lenguaje dialogado, en forma
de respuestas a pregun~ determinadas, era casi impoSible y se limitaba a ecolalias
I
y perseveraciones.
Veamos ejemplos de la conversación con el paciente.
-"¿Qué le molesta?" -"¿Qué le molesta?" -"¿Puede hablar bien?" -"Hablar
bien ... " -"¿O mal?" -"O mal ... " -¿Cómo se llama usted?" - "Grischu1c. Iván."
-"¿Cuál es su trabajo?" -"Director de un comedor." -"¿Dónde? ¿En qué ciudad?"
-"¿En qué ciudad? .;" (permanece callado durante tiempo). -"¿En qué ciudad?
¿En Moscú?" -"No, en Moscú, no." -"¿Dónde?" ~"No puedo ... puedo .. , no ...
decir ... " (negativa). -"¿Cómo es su familia? ¿Cuántas personas son?" -"Cuatro per-
sonas." -"¿Quiénes?" -"El hijo ... pues ... el hijo ... la hija ... dos hijos ... pues ...
esto ... dos hijos ... dos hijos ... pues . .. " (el paciente tiene un hijo y una hija).
--"¿Cuántas personas son en total?" -"Cuatro." -"Nórnbrelos." -"El hijo ... ahora
la hija ... y el hijo ... y ahora la hija ... " -"¿Y esposa?" -"Esposa también." ·
-"¿Cuántas personas son en total?" -"Dos ... es decir, dos .... ¿cómo es ... ?"
-"¿Dos hijos?" -"No, un hijo." -"¿Un hijo?" -"Un hijo, dos hijos ... " - "Lue-
go, la hija ¿cuántas hijas?" -"Tengo dos hijas ... pues esto ... " -"¿Y espo-
sa?" -"Esposa." -"¿Quién más?" -"Nadie más." -"Bien, enurnérelos todos ... ¿Un
hijo?" -"Un hijo." -"¿Dos hijas?" -"Dos hijas." -"Siga." -""Dos hijas ... así ...
Y dos hijas, esto
o •• " -"Una vez más. Un hijo ... " -"Un hijo ... " -"Siga, ¿dos hijas?"
-"No, no ... " -"¿Una hija?" -"Una hija." -"¿Y esposa?" -"Tengo esposa ... "
-"¿Cómo se llama su esposa?" -"Valentina Vasilievna." -"¿Y el hijo?" -"El hijo .. .
ahora .,. Valentina ... pero ¿cómo es? .. " (el paciente trata inútilmente de pasar del
nombre de su mujer al de su hijo).
-"¡Dígamel ¿Qué ha hecho hoy, por la mañana?" -"Hoy, por la mañana ...
hemos ... pues . .. " (el paciente calla).
En el protocolo citado se ve claramente que, a pesar de la preservación de la5
74 ANÁLISIS NEUROPSICOLÓCICO DE L A CO~I UNICACIÓN VERBAL

construcciones sintácticas elementales ("hablar bien", "director de un comedor" , etc.) ,


es completamente imposible no sólo el lenguaje ·espontáneo, sino el lenguaje dialo-
gado. La codificación de la expresión que se exige es sustituida por completo por eco-
lalias y perseveraciones.
El lenguaje simple habitual del enfermo está conservado. Con facilidad puede citar
una serie na tural de cifras (1, 2, 3, etc.), los nombres de los meses (enero , febrero, e tc .)
y sólo a veces se de tiene en los primeros nombres de la serie, nombres que repite
muchas veces y de vez en cuando, p erseverando en la forma de la palabra ("domin go,
lunes .. . domingo .. . lunes . . . domines . . . lunes, domines" ).
La reproducción de la serie en orden inverso es completamente impOSible, y en vez
de decir "diez, nueve, ocho ... " dice "diez, once, doce " , y en lu gar de "diciembre,
noviemLre, octubre" , dice con ine rcia : "diciembre, enero, febrero, marzo", etc.
La repetición de "sonidos individuales es posible: no hay ninguna confusión entre
fonemas cercanos.
La repetición de "pares de sonidos" es muy difícil: el paciente cambia los p ares
de sonidos sin sentido por una palabra con sentido (por ejemplo, en lugar de "b-r"
repite "ba - ran (carnero) ... no, no es así ... "; repite bien los pares de sonidos, pero
no puede seguir repitiendo n uevos pares a ca usa de las perseveraciones.

k-n l-p l-p sh-k n-d b-p b-v g-d b-d r-k n-m n-m s-g
k-n l-n p ... sh-k n-d p-d p-d p-d p-g p-r p-r p-r p ...

Posteriormente, con la fatiga, el mismo' fenómeno empezaba a aparecer en la repe ti-


ción de sonidos individ uales :

sh k r r p r m r k n sh
, e tc .
sh k r r p p-r p-r r k r-k r-n r-n

La repe tición de se ries d e " tres sonidos" es en principio posible, pero muy pronto
se sustituye por la reproducción rep etida de -un estereotipo inerte.
La repetici ón de "palabras ind ependientes" es posible para el paciente, y si las
palab ras era n suficientemente dislintas por su estructura morfológica o su significado
lexicográfico, lo hac ía sin dificultad; la repetición de palabras morfológicamente com-
plejas no d aba lu gar a dificultades especiales:

stol (mesa) baraban (tambor) ~nieg (nieve) tigr (ti g¡:e) niebo (cielo)
stol baraban snieg tigr niebo

obeziana (mono) kooperativ (cooperativa) prostranstvo (espaciO)


obeziana koo pc rativ prostranstvo

korablekrush eni e (naufragio)


, etc.
korablekrushenif'

Incluso la repetición de expresiones compuestas se realiza sin dificultad por el pa-


ciente:

surovaia zima (duro invierno) zIaia soba ka (perro rabioso)


surovaia zima zIaia sobaka

vosjodiasheie solntse (sol naciente) obshestvennoe pitanie (alimentación pública)


vosjodiasheie solntse obshest vennoe pitanie

proizvodstvcnnii kooperativ (cooperativa o c producción) 1i


proizvodstvennii koopc rativ \
!,
I
¡
FORMULACIÓN DE LA EXPRESIÓN VERBAL: ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO 75
.
Sin embargo, la repetición de palabras "fonéticamente pr6ximas" provocaba VISI-
bles dificultades y pronto empezaba a sustituir las palabras correctas por una repetición
inerte de otras.
stol stul stol stol stul stol stol
stol stul stol stul stul -stul stul
koshka kroshka kroshka krishka krishka
koshka ka ... koshlca kroshka kosh ... pues ... ... os ...
koshka krishka krishka kruzhka kruzhka
koshka ~ koshka .. . krishka kosh '" kosh ... (esto es)
kruzhka koshka kroshka kroshka
kruzhka koshka kosh ... koshka kroshka

El fenómeno principal, en este caso, es la inercia de un estereotipo una vez aparecido, "
que, si bien no impide el paso a palabras "fonéticamente distintas", hace imposible ;
el proceso de paso a palabras "fonéticamente próximas". ,-"
La "repetición de pares de palabras" era mucho más difícil. Al hacer las primeras
dos o tres repeticiones, el paciente podía cumplir esta tarea, pero muy pronto se le
hacía más difícil a causa de la creciente influencia de la inercia patológica de las
palabras anteriores. Esto se manifestaba en que el enfermo podía repetir fácilmente
la primera palabra del par representado, pero no podía pasar a la segunda palabra,
o se negaba a reproducirla, o la sustituía por una palabra tomada, por inercia, del
par anterior.
Veamos los siguientes ejemplos típiCOS:
dom - les noch - ¡gla kot - stol solntse - grebeshok
dom - les noch - igla kot - stol solntse ... (bien) ... grebeshoJc
oblako -lampa sobaka - ogon lisa - Icarandash
oblako .. . (no) sobaka -.ogon lisa ... esto... sobaka - ogon
lisa - karandash
lisa .. .

Las dificultades descritas aumentaban si, en un test especial, alternábamos dos pares
de palabras. En este caso, la acumulaci6n de la inercia patológica empezaba a obstacu-
lizar mucho más rápidamente la adecuada rep"etici6n de los pares de palabras:

voIk - noga lisa - jvost


(lobo - pie) (zorra - cola) voIk-noga volle -Doga lisa - jvost
voIk - noga lisa - jvost voIk ... volk - noga visa. :. (esto es)
lisa - jvost
visa ... (esto es ... )
dom -noch kot-igla
(casa - noche) (gato - aguja) dom - noch kot - ¡gIa
dom -noch kot - igIa dom - noch doro ... (esto es, no es así)

Estas dificultades aumentaban más si se ofrecían "pares de palabras fonéticamente


similares". Entonces, el cumplir la tarea era totalmente imposible por causas bien
comprensibles :
koshka - kroshka kruzhka - krishka kruzhka - krishka
koshka - kroshka kruzhka - (esto es) ... kruzhka kruzh!<a - krishka ... (no)
kroshka - kruzhka Ioishka - kroshka 1coshka - okoshko
kruzhlca - kroshka kroshka - kroshka 1cruzhka... (y) kruzhka

7. LURIA
76 AN.~LISI5 NEUROPSICOLÓGICO DE LA CO~IUNICACI6N VERBAL

koshka - okoshko (primero) koshka, (luego) okoshko


krushka {y) kroshka koshka ... (no)
Icoshka - okoshko koshka - okoshko
krushka ... kroshka ... (pues) kruzhka ... (no) koshka ... (no, ¡es difícül)

Es fácil darse cuenta de cómo aumentan las dificultades al repetir pares de palabras
a medida que aumenta su proximidad fonética. Es característico que la repetición de
palabras próximas semánticamente y lejanas fonéticamente no provoque tan impor-
tantes dificultades. Los ejemplos de este hecho los hemos presentado anteriormente.
La repetición de pares de palabras distintas en su grado de similitud fonética puede
usarse como un método de investigación del grado de similitud tal como este grado
se manifiesta en el trabajo Úe un cerebro en estado patológico.
La repetición de una serie de "tres palabras", que exige una triple mutación, es
completamente impoSible para el paciente.

dom - stol - kot dom sto1 kot (junto): dom - stol- kot
dom ... (bien) ... (no) dom stol kot stol ... dom ...
dom stol kot (junto): dom - stol - kot
dom stol kot dom ... (no, ¡es difícil!...)
noch - igla - pirog {pastel) noch igla pirog
noch ... gigla... pilo... pila noch igla pirog
(ahora junto): noch - igla - pirog
igla ... (y) ... igla ... (¡siga!) ... igla, pila

La importante inercia patológica de los trazos, una vez aparecidos, pone de mani-
fiesto la causa de la imposibilidad del lenguaje espontáneo desarrollado o dialogado.
Es significativo que, si las dificultades en la directa repetición de las palabras apa-
recen sólo al pasar a la repetición de pa<fes de palabras (la repetición de palabras
aisladas es posible), la repetición de memoria de palabras resulta muy difícil, incluso
cuando el paciente tiene que recordar palabras aisladas. Este hecho demuestra que la
inercia patológica se expresa en "los procesos de los trazos" más expresivamente que
en la misma esfera sensomotora.
Repita "do m" : ésta es Repita "kot": ésta es ¿Cuál era la
la primera. palabra la segunda palabra primera palabra?
dom (casa) kot (gato) la primera ... no
Primera : "dom" Segunda: "kot" ¿Cuál era la primera? ¿Y la segunda?
dom kot - -koii (caba llü-)- - ... no
Primera: "dom" Segunda: "kot" ¿CuiÍl era la primera? ¿Y la segunda?
dom (recuerdo) k . .. (la palabra) koñ ... no, temo ...

El mismo fenómeno se repiti ó en numerosos tests. Es fácil ver que, en estos casos,
la inercia se revela incluso a nivel de las huellas d e palabras aisladas, llegando a su
contaminación y a "parafasias literales" artificialmente formadas.

Se comprende sin dificultad que este procedimiento (el empleo de palabras con
similaridades fonéticas y semánticas) pueden servir de método importante en la
valoración lingüística del grado de simi laridad de las unidades léxicas.
Lo que hemos dicho has ta ah ora nos obli ga a hacemos la siguiente pregullta:
¿Se mantienen estas d ificul tades al pasar a la rep etición de frases o estruc-
turas sintácticas organizadas::' ¿DesapareceIl estos defectos dentro de ciertos
límites?
FORMULACIÓN DE LA EXPRESIÓN VERBAL: ANÁLISIS NEU1l.0PSICOLÓGICO 11

Los datos obtenidos al realizar los tests apropiados muestran cómo en este
paciente no existen _~~_~~él:ci<?_l!~s P!Ü!!ilrias_ de las__~~!!,!cturas sintácticas (distin-
guiéndose de las descomposiciones que_ ~d_quí eren la forma del "estilo telegrá-
fic0.0-., La repetición de frases ·puede facilitar -considerablemente la tarea, pero
esto se refiere sólo a la repetición de frases sencillas (tipo S ~ P) y es relativa-
mente inestable. El paso a la repetición de frases más complejas (tipo S ~ P ~ O)
ofrece dificultades crecientes.

Veamos unos ejemplos:


Se ruega al paciente que repita frases cortas, pasando de una a otra:
Dom gorit Sobaka laet Lipa tsvetet
(La casa arde) (El perro ladra) (El tilo florece)
Doro gorit Sobaka laet Lipa tsvetet
Petuj lcrichit
(El gallo cacarea)
Petuj kukarekaet
Luna svetit Devochka plachit Malchik bolnoi
(La luna brilla) (La niña llora) (El niño está enfermo)
Luna svetit Devochka plachit Malchik bolnoi
Devochka plachit
bo ... (esto es ... )
roa ... malchik
Devochka plachit Devochka plachit Malchik bolnoi
de . .. delo... reo ... pues ... pues ... (calla) devochka .,. plachit ...
plachit ... bolnoi ...
Devochka plachit Malchik bolnoi Malchik bolnoi
Devochka plachit ma ..• ba ... (esto) ... (esto) ... (no)
Dom ·gorit Sobaka laet Dom gorit Dom gorit
Doro gorit Sobaka laet o" (esto) ... (no) Dom gorit
Sobaka laet Dom gorit Dom gorit
, etc.
Sobaka laet Sam ... (no) Sam gorit

Fácilmente se ve que mientras la repetición de frases cortas no es, por sí misma,


difícil para el paciente, el paso repetido de un par de frases a otro da lugar rápida-'_
mente a la contaminación y abandono de la tarea.
El mismo fen6meno se aprecia de manera más convincente cuando se pide la ",
repetici6n de una frase más difícil (S -+ P -+ O). En este caso, a pesar de que el pa-
ciente pueda repetir una frase compleja, las dificultades que hemos descrito arriba
adquieren ahora aspectos más graves:
Devochka pet chai Malchik udaril sobaku
(La niña bebe té) (El niño golpea al perro) Devochka pet chai "
Devochka pet chai Malchik udaril sobaku (pues ... ¡no!)
Malchik udaril sobaku malchik udaril sobaku
Malchik ... ubil 48 (es decir) malchik udaril sobaku
Malchik udaril sobaku Devochka pet chai Devochka pet chai
MaJchik udaril sobaku Devochka pet ~hai Devochka ... udarila

48. Mató. (N. del T.J


78 A.1'.lÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

(las mismas frases al día siguiente)


Devochka pet chai Devochka pet chai
Devochka pet iz . . . (¡Ah, pues) . .. Devochka pet chai
Malchik udaril sobaku Malchik udaril sobaku
Malchik u ... u ... (bien ... no) Malchik udaril sobaku
Junto:
Malchik ugnal u sobaku Malchik udaril sobaku
¡ No, no es así!: etc.
Malchik udaril sobaku Bien, ahora: Esto - ugnal . ..
pues ... no.
Devochka pet chai Devochka pet moloko(leche)
Devochka pet chai Devochka ... pet ... (¡ah!)
Devochka pet moloko Devochka pet moloko
Devochka pet moloko Devochka ... pet... (bueno ... pues)
r
,/ En el protocolo citado se puede observar que si bien la repetición aislada de una
! estructura sintáctica relativamente compleja no es difícil para el paciente (hecho
í que le distingue de los que presentan un "estilo telegráfico", el paso a una
: segunda frase compleja y el cambio de la misma frase son difíciles a causa de la
inercia patológica de los trazos previos. La repetición de las palabras individuales
que componen estas frases continúa siendo posible.
Hechos de análogas características se observan en las pruebas de denomina-
ción de "objetos".
A diferencia de los casos en que la codificación de la expresión verbal está
alterada por una descomposición de la función nominativa del lenguaje (tema
del que hablaremos luego), la denominación de objetos. así como de sus imágenes
es aquí posible. Sin embargo, los fenómenos ya conocidos por nosotros, de la
inercia patológica alteran este proceso de modo definido. El paciente puede
nombrar un objeto y luego otro. Las dificultades aparecen al intentar nombrar
por segunda vez los dos objetos o al intentar nombrar otros.

Veamos parte de los protocolos que demuestran este hecho: se presentan unas
imágenes (rrumerador, entre paréntesis) y el paciente ha de denominarlas (denomi-
nador).
(karandash) (tufli) (kofeinik)
(lápiz) (zapatos) (cafetera) kofeinik
karandash (esto ... córr.o es ... ) "Esto... caramba" ¡Sí!
(tufli)
(medved) (utka)
(oso) medved (pato) utka (medved) medved
("esto ... cómo") (sí . .. ) ("esto" ... ) (sí) ("esto ... ") (sí)
(zaiats)
(utka) (liebre) (medved) ¿medved?
f'utka" Correcto, ¡ahora otra vez!
CCzaiats " "Esto ... cómo" "medved"
(vasilek)
(zaiats) (koshlca) (aciano) ¿vasilek? (Jcoshka)
"cómo es ... koshka "cómo es ... " vasilek .,. CÓmo es .. .
ut1ca ... "

49. Echó. (N. d4l1 T.)


FORMULACIÓN DE LA EXPRESIÓN VERBAL: ANÁLISIS NEUROPSICOLÓcICO 79

Jeo .. . (vasileJe) Vasi ... (vasileJe) Va ...


''leat ... " "es otra, "-Iekl" ¿cómo es . .. ? " -sileJe"
(kosh1ca) No, no es así ... (vasilek) (koshka)
~--~----~--~~~ etc.
"vasilek" ", Nol ... cómo es ... " "(un) vasilek" "(no, no es un) vasileJe"
{tijeras) (chainilc) ¿y lo segundo?
"noshnitsi" (tetera) ¿y lo pri..'llero? (noshnitsi) (chainik)
(noshnitsi) "chani1c" (lo primero . . . ) noshnitsi '10 segundo ...
pues lo
segundo .....

Los mismos hechos, pero más evidentes, surgen cuando se solicita una repetición
continuada de nombres de objetos presentados alternativamente en láminas. En esta
situación, el nombre correcto es sustituido rápidamente por estereotipos inertes.

(indiu1c) (vishnia)
~c. ,,,
(pavo) (cereza) (vishnia) indiu1c ID .. • vishnia
"indiu1c" "esto .. . esto ... " "vishnia" ("cómo es ..... ) (indiu1c) "vishnia"
¿(cómo puede ser un) indiuk?
(indiuk) ,no! les un pavo 1 "vishnia" ¡(es una) vishnial
"vishnia» "indiu1c" (indiu1c) "vishnia"
(indiu1c)
"indiu1c"
" indiu1c" (vishnia) ¿y el primero? ¿y el segundo?
(vishnia) "indiu1c" "indiu1c" "indiuk" etc.

Hechos análogos se presentan en "la denominación de acciones".


Se muestran al paciente una serie de imágenes y se le ruega que diga lo
que hace la gente allí representada.
A diferencia de los pacientes que presentan "un estilo telegráfico" éstos no
tienen dificultades en dar respuestas.

1) Se le presenta nuevamente la primera lámina:

¿Qué está haciendo?


"Bebe agua.
..
2) Se le presenta la segunda lámina: .
¿Qué está haciendo? Cavando De nuevo: está cavando la tierra
"11:1 ••• esto ..... '1a tierra
>.
"Está cavando la tierra"
1) Y ella, ¿qué hace? No, no es así. La muchacha bebe ...
..tI cava la tierra" "¡Bebe agua'"
1) De nuevo, digalo otra vez Bebe agua. Repita
"Ella cava ..... "Ella cava... pues ... "
No, ella bebe ...
"1 Bebe agua'"

Es característico que en todos los casos arriba expuestos el defecto se extiénde


a la denominación de objetos y acciones, debiéndose a la inercia patológica de
las huellas verbales y no a una forma de alteración de las imágenes visuales.
En un test de control se comprueba que el paciente es capaz de elegir tres
80 ANÁLISIS NEUROPSICOLÓCICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

imágenes de entre quince y que por consiguiente la inercia patológica no se


extiende a la esfera visual.
Es natural que el paciente sea totalmente incapaz de relatar "coherentemente
una historia" que se le acaba de leer. Tras rogarle que explique el relato de
"La gallina de los huevos de oro" el paciente hace una serie de intentos que no
tienen éxito y que abocan a una serie de exclamaciones: "¡¿Cómo es esto?! ...
¡No! ... ", etc.
Hechos análogos tienen lugar cuando se solicita una "explicación coherente
sobre una lámina temática".
Ya hemos dicho antes que el sistema de la percepción visual del paciente
está mucho más preservacio que su sistema del lenguaje. De ahí que el análisis
de su "lectura" pennita poner de manifiesto con mayor precisión sus defectos de
lenguaje.
La lectura no representa únicamente un proceso de decodificación de la
comunicaci6n que se presenta por escrito; también comporta el paso de los
símbolos visuales (gráficos) a sistema hablado (articulatorio). Precisamente esto
da razones para suponer que la lectura incluye en su seno elementos de co-
'di6caci6n (o recodificación) de la comunicación. Consecuentemente y apoyán-
donos en la constante posibilidad de usar la transmisión de una comunicación
(texto) sin pasar por el n:\'el de las huellas, que están alteradas en el paciente (tal
como se ve en los tests de repetición que son siempre repetición de huellas),
podemos detectar así más claramente aquellos fenómenos de inercia patológica
y la imposibilidad de inhibir las asociaciones irrelevantes, hecho que se observa
en modo limitado en Otras pruebas.
La lectura del enfermo está prácticamente conservada. Sin dificultad puede
I
.I
leer letras aisladas, palabras y frases enteras. Sin embargo, si utilizamos nu eva-
mente el esquema de pruebas que hemos utilizado en el estudio de repetición
de palabras o la denominación de ohjetos alternando repetidamente las palahras
propuestas, surge aquí el mismo fenómeno de inercia que hemos observado
antes.

Vamos a examinar lo s tests de "lectura de palabras":


El paciente no tiene dificultad en la lectura de palabras aisladas (koshka,fiO sobaka,r;¡
sneg,'" luna,5lI y palabras más cc mplejas, como kooperativ,r" portnoi,"" etc.). Sin em-
bargo , si dos palabras aisladas se alternan varias veces succsivamente, el enfermo pre-
senta los mismos fen ómenos de perseveración que hemos observado en su lenguajc
I
¡

repetido.
Veamos los protocolos: S4

~
"sneg"

sneg
luna
"luna"

sobab
sneg
ccsl una "

koshka
luna

sobaka
sneg
"lu .. . no':

koshb
luna sneg
usIo . ~." I
~~~----,--~--~

"luna. . . (no)" "sobaka" "koshka" "soba ka" "sobaka ... (no) koshka"

50.
51.
52.
Cato. (N. del T.)
Perro. (N. del T.)
Nieve. (N. del T.)
I t
1
53. Luna. (N. del T.)
54 . Cooperativa. (N. del T.)
55 . Sastre. (N. del T.)
~6. En el n umc~ador se expresa la palabra pr c~(' ntada, y en el denominador , su lcctur<l .
FORMULACIÓN DE LA EXPRESIÓN VERBAL: ANÁLISIS NEUROPSICOLÓCICO 81

Este fenómeno que liemos descrito-- se aprecia de una forma más fácil - si se solicita
al paciente que lea pares de palabras, especialmente si son similares en su estructura
fonética (morfológica).
Veamos unos ejemplos:
koshka - mashka koshka - krishka
"koshka - mashka" "koshka - kroshka"

No, no está bien; léalo otra vez.


koshka - mashka koshka - krishka
"koshka - mashka" "koshka - mishka ... (no) mishka _ kroshña, , etc.

Para ver si los fallos del paciente se fundamentaban en déficits perceptivos o eferentes
se escribió la segunda palabra en "mayúsculas".
A pesar de esto, no se observan cambios en las perseveraciones. Se continuó la ex-
periencia escribiendo en mayúsculas únicamente la letra que diferenciaba las palabras
(krOskha - krIshka, etc.) y el paciente debía leer ambas palabras por pares. El resul-
tado seguía siendo el mismo: el paciente seguía perseverando como antes.
krOshka krIshka krOshka krlshka krOshka krlshh
"kroshka" "krishka" "krishka" "kiishka" "krishka" '...JUlS
~ h ••• '(no )"

Resultados análogos se observan en la "lectura de frases". El paciente -capaz de


leer fácilmente frases independientes-- entraba en perseveraciones si se le presentaban
dos frases sucesivas y alternativamente o si se le presentaban dos frases juntas. Las
perseveraciones y contaminaciones aparecidas en estos casos tienen mucho interés.

(Sobaka laet - ptitsa letaet: el perro ladra, el pájaro vuela.)


El perro ladra - el pájaro vuela El perro ladra - el pájaro vuela
"El perro ladra - el pájaro vuela" "El perro ladra - el pájaro vuela"
El perro ladra - el pájaro vuela
"El- perro vuela - el pájaro vuela"

¡No, no está bienl ¡Un perro no puede volar! ¡Lea otra vez!
"El pájaro vuela y el perro vue... el perro vuela"
El perro ladra - el pájaro vuela ' etc.

Los mismos defectos persistían a pesar de que se escribiera la segunda frase en ma-
yúsculas. Una vez más, se comprueba que el problema se sitúa no "en la entrada",
sino en "la salida" -en el eslabón eferente- de la lectura.

Hemos presentado un ejemplo de las alteraciones del lenguaje de un paciente


que es representativo de un amplio grupo en el cual tal alteración aparece como
resultado de lesiones extensas del cerebro que incluyen el área de Broca y las
regiones temporales anteriores.
-../'
A diferencia de los casos expuestos anteriormente, cuando la lesión cerebral
provoca alteraciones específicas de eslabones particulares de la codificación verbal
(el "esquema lineal de la frase" o los componentes predicativos de la expre-
sión), las alteraciones que se producen en este grupo de pacientes tienen un
carácter inespecífico y afectan al conjunto de la neurodinámica del paciente,
extendiéndose a sus movimientos y a su lenguaje.
Sin em~argo) estos casos tienen una especial importancia en neurolingiihtica
82 ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL
1
I
ya que permiten estudiar con detalle qué formas de la expresión tienen más
estabilidad y resisten más a la influencia de la inercia patológica y cuáles son ·1
más frágiles y se descomponen más fácilmente bajo la influencia de los cambios !
I

patológicos en la dinámica de los procesos nerviosos.


El valor de estos casos consiste en que pueden ser utilizados no tanto como
objeto sino como un método singular en la investigación neurolingüística.

B. ALTERACIONES DEL APARATO PARADIGMÁTICO


DE LA FOR~IACIÓN DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

Hasta ahora nos hemos referido a la constlUcción y alteraciones de la estructura


sintagmática de la expresión. Sin embargo, la descripción de todas las etapas
del proceso de la codificación verbal en su aspecto sintagmático y la alteración de
este proceso constituye sólo la mitad del problema que nos ocupa. La segunda
mitad es el estudio de la organización de los códigos (= unidades) del lenguaje
en sí mismos, su estructura y sus alteraciones en casos de lesiones cerebrales
locales.
Los códigos de la lengua se construyen a diferentes !!.iy~k,L}' .e.stázL.gr-gani-
zados en sistemas jerárquicos q~" elementos"'basadoi en determinados rasgos
(en otras paláoras, tieñen una estructura p~~~<!igglAtica definida). La alteración
de-ia- capacidad"de dornmar"y- üsáf -estos ' cÓdigos puede aparecer independiente-
mente de la alteración de la organización sintagmática de la expresión coherente
y más frecuentemente en caso de lesiones de las áreas corticales posteriores del
.,
,
hemisferio izquierdo.
Vamos a examinar ahora estas formas de alteración de la codificación de la
expresión.
El sistema paradigmático de la lengua, formado por OpOSICIOnes de mayor
o menor complejidad, puede ser estudiado en' 16s 'niveJes ' de "sü '--organización
fonémica,- léxica y semántica. -- , ' --
La organización ro-emi~_"", ,<;l~l lenguaje se basa en una serie de oposiciones
acústicas y cu atorias sin las cuales sería imposible el uso de los -Códigos de ' ~
la lengua.
I 4
En las distintas lenguas el conjunto de rasgos sobre los que se basan estas
oposiciones no es idéntico: ciertas oposiciones se usan en todas las lenguas, otras
se usan únicamente en algunas (Jakobson, 1942). Así el contraste u oposición
vocal-consonante existe en todas las lenguas pero la oposición entre vocales
nasales y no nasales, largas o breves únicamente se usa en ciertas lenguas.
Sin embargo, la existencia de una estricta organización paradigmática del nivel
fonológico de los códigos lingüísticos es igualmente , indispensable en todas las ~ i
lenguas. Es sabido que las ár~~ __ secundarias de la corteza sensorial y senso- i
¡
motora desempeñan un ~papel jmportante, en ~a organización cerebral de ~ste I

niv~l y que el síndrome de la "desintegración fonética" que se produce en las ¡"


lesiones de estas zonas fue bien descrito en la literatura francesa. J
La organización ("léxica o, más exactamente, "morfológica" del lenguaje ~

está rela.Ei.9,~ag~ ,con !;!JFgt]ífiQ'g"do, de-sus-palabrasJ-_~2~~.!~~'.:lle la base del sistema


de conceptos que aquél "{¡sa. -~- , - - - - lI
~ En las lenguas como el ruso, la mayoría de las palabras tienen una raíz y un •
sistema de componentes adicionales (prefijos, sufijos y en ocasiones flexiones),
estos componentes no sólo destacan los hechos esenciales del objeto o acción 1
FORMULACIÓN DE LA EXPRESIÓN VERBAL: ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO 83

descrita sino que le refieren a una categoría determinada. Precisamente ésta es la


funci6n esencial en la formaci6n de conceptos.
Sabido es, que el sistema de significados que encierra una palabra no se forma
de golpe. En el primer año y medio de vida de un niño el significado de las
palabras es bastante difuso y amorfo y el mismo complejo inicial de sonidos
puede significar tanto un objeto como una acción como una orden. La palabra
tpru puede significar igualmente para un niño tanto un "caballo" como un
"látigo", "vamos" o "alto", etc. Sólo 'c uando se añade un sufijo a esta palabra
amorfa (por ejemplo, "¡tprul" se convierte en tprunka) empieza a referirse a un
objeto determinado (caballo) y deja de referirse a acciones o cualidades. Precisa-
mente la aparici6n de los primeros sufijos coincide con aumento importante
i en la riqueza del vocabulario del niño; al mismo tiempo que se limitan los
significados, hecho que se revela en la mayoría de palabras, se exige un conse-

i I cuente enriquecimiento del vocabulario. Este proceso ha sido ampliamente


tratado en la literatura y no vamos a extendemos en él (v. Ferguson y Slobin,
1973).
Es natural, pues, que la organización leJQcomorfol6gica de la palabra esté
basada en el sistema de las opOSIciones paradigmáticas que esta .vez ~stá- rela-
cionada con oposiciones semánticas y no en oposiciones fonéticas (acústico-articu-
latorias).
La palabra chemilnitsa (tintero) no sólo designa un objeto sino que establece
un sistema complejo de contraposiciones. La raÍZ chern- que indica color,
destaca uno de los principales hechos del objeto y lo incluye en una serie de
posibles colores (blanco, amarillo, claro, oscuro). El sufijo -~l designa la fWlción
de instrumento o medio e incluye a la palabra ' en la categoría de objetos que
presentan la misma característica (belila,157 "blanco de plomo"; chemila, "tinta";
zubilo, "escoplo", etc.); el sufijo -nits distingue otro hecho impórtante: recipiente;
y también refiere al objeto designado a una categoría determinada y nueva
(sajamitsa, "azucarero"; perechnitsa, "pimentero"; kofeinitsa, "cafetera"; milnitsa,
"jabonera", etc.), contrastando a su vez este objeto con los otros que no tienen
tales particularidades.
De manera análoga los cambios en los prefijos de los verbos : pri-iodit (llegar),
y-iodit (salir), sa'-jodit (empezar a andar), pod-iodít (acercarse), al igual que los
cambios en las palabras que señalan número, tiempo o estado, forman un sistema
. muy complejo de códigos que pemúte ordenar los fenómenos designados, desta-
car sus hechos esenciales y referirlos a categorías determinadas.
En estos casos el sistema léxico-morfológico de códigos no s610 permite
designar objetos particulares, acciones, cualidades y relaciones, sino que realiza
un complejo trabajo en el que se destacan los hechos que introducen a los objetos
o acciones en categorías determinadas y contraponen el fenómeno designado con
otros que no pertenecen a esta categoría.
Tal organizaci6n semántica, que es mucho más compleja que la simple
referencia de la palabra a un objeto determinado, comporta formas mucho más
complejas de la actividad cognoscitiva, que dependen mucho menos de los sist~
mas sEmsomotores y que posiblemente se realizan en otros sistemas funcionales
corticales.
Nos resta hablar del último y evidentemente más complejo nivel de la
organización de los códigos del lenguaje: el nivel "semántico".

57. Albaya)de (cerusa): blanco de plomo. (N. del T.)


. 84 A.1IJ ..\LISIS NEUROPSICOLÓGICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL
I
La psicología conoce perfectamente que las palabras que tienen la misma
organización léxico-morfológica y que designan a un mismo objeto (o, como I
frecuentemente se dice, que tienen la misma «atribución de objeto"), pueden
tener sentidos totalmente diferentes.
La palabra ugol (carbón) representa para el ama de casa la sustancia nece-
I
i
t
saria para encender el brasero mientras que para el carbonero representa la r
sustancia con que trabaja y el químico la coloca en una gran serie de categorías
abstractas designadas por el símbolo C. La palabra lavka (tienda) representa
para un niño pequeño algo sabroso (azúcar, caramelos, panecillos que pueden
comprarse allí), para un escolar representa una tienda concreta, pero para el
economista representa uno de los elementos de la organización del intercambio
de mercancías.
El fenómeno que hemos descrito ha sido denominado corno ''.!ignifi~do'' 68
u "organización semántica" y a veces corno «forma interna de las ~-pala5¡ás".
El descubrimiento de que en las distintas etapas del desarrollo del niño una
palabra no sólo tiene un complejo de asociaciones que difiere por su amplitud
sino que tras la palabra se sitúan una serie de procesos pSicológicos, fue hecho
por L. S. Vigotsky hace más de cuarenta años (v. Vigotsky, 1934) y fue uno de
los más importantes de la psicología contemporánea.
Ka es difícil ver que el nivel, de la organización semántica de los códigos
de la lengua utiliza un sisteI!la ..jerárquico complejo, o en otras palabras, tiene
una estructura paradig~tréa compleja .. Si hasta los últimos tiempos no ha sido
adecuadamente estudiada es debido a que los hechos externos han sido siempre
el material de la lingüística.
I Hemos enumerado los niveles principales de la organización paradigmática
I
I de los códigos de la lengua que son necesariamente utilizados en la codifica-
• I ción de la expresión verbal.
Aparece aquí un problema muy importante y que ha sido aún poco estu-
diado: ¿Estos sistemas de códigos se sustentan en idénticos o en distintos
mecanismos cerebrales y consecuentemente la adquisición y la utilización de
estos códigos está alterada en pacientes con lesiones de idénticas o distintas partes
del cerebro?
El hecho de que la formación de una expresión coherente (o la organización
sintagmática 'del habla) por un lado y la adquisición de los códigos paradigmá-
ticos de la lengua, por otro, se basen en distintos mecanismos cerebrales y que
estos dos sistemas puedan alterarse independientemente es ampliamente conocido
. y aceptado. U no de los lingüistas contemporáneos más eminentes, R. Jakobson, ha
dirigido su atención a este hecho y ha publicado una serie completa de trabajos
sobre éste (Jakobsoll, 1971). Este mismo hecho ha sido confirmado por autores
que han distinguido dos grandes formas de afasias, una de las cuales (non-fluent
apluJsia) presenta una alteración en el curso fluido y coherente de la .expresión
y la otra (fluent aphasia) 69 tiene este aspecto preservado. Estas dos formas básicas
de afasia han sido descritas por numerosos autores (Goodglass, 1968; Benson,
1967; Kerschensteiner, Poeck y Bruner, 1972; Luria, 1973 y otros). Los hechos
que hemos discutido anteriormente muestran que, en los pacientes con lesiones
en las regiones anteriores de la zona del lenguaje del hemisferio izquierdo, las
alteraciones de la expresión fluida no están obligadamente acompañadas por cla-

.ss;. "Znachenie". (N. del T .)


5 9. En inglés en el ori~inal. (N. del T.)
FOn..'l.ruLACIÓN DE LA EXPRESIÓN VERB AL: ANÁLISIS NEUROPSICOLÓCICO 85

ros defectos en los códigos paradigmáticamente organizados del lenguaje (fonémi-


cos, léxico-morfo16gicos y semánticos).
En lesiones de las regiones posteriores de las zonas del lenguaje se observa
el cuadro opuesto. En este caso el uso de los códigos lingüísticos paradigmática-
I
mente organizados está primariamente alterado. Sin embargo, queda abierta una
\ cuestión: ¿las lesiones de las zonas posteriores del lenguaje alteran igualmente
todos los niveles arriba mencionados o se alteran diferentes sistemas de los
códigos lingüísticos por lesiones en distintas partes de estas zonas posteriores de
las áreas corticales del lenguaje? Esta cuestión se puede plantear diciendo: ¿el
dominio y uso de cada uno de los sistemas de los códigos lingüísticos precisa
de la participación de distintas estructuras corticales? A pesar de que esta cues-
ti6n ha sido contestada de distinta manera por los distintos autores, los hechos
que hemos obtenido y los que han sido publicados (v. Luria, 1947, 1962, 1969,
1970, 1973 Y otros) dan la posibilidad de responder a esta pregunta con bastant e
c1aridad.
Como el uso de las distintas formas de la organización de los códigos lin-
güísticos tiene mecanismos psicológicos totalmente distintos es preciso buscar
distintas estructuras corticales que participen en los procesos referidos.
Así, la adquisición y el uso de los códigos fonéticos del lenguaje precisa de la
participación de las porciones secundarias de la cOlteza sensorial y sensomotora
de las áreas del lenguaje cuya participación no es en absoluto obligatoria para
la adquisición y uso de los códigos léxico-morfológicos.
Por otro lado, la asimilación y uso de los códigos léxico-morfológicos y semán-
ticos precisa de las zonas terciarias más complejas de la corteza adyacentes a las
zonas que sustentan la recepción, el procesamiento y almacenamiento de la infor-
mación visual y auditiva. Las áreas referidas están relacionadas con la organi-
zación de las formas complejas de la actividad cognoscitiva.
Sin embargo, es poco probable que tales complejos sistemas como los códigos
léXico-morfológicos y semánticos puedan ser "adscritos" a áreas estrictamente
localizadas de la corteza cerebral. Los intentos de distinguir formas aisladas de
afasia: "verbal", "nominal" y "semántica", realizados por H. Head (1926) y
especialmente los intentos de su correlaci6n con áreas limitadas de la corteza
¡
", cerebral (Kleist, 1934) no dieron resultados favorables.
Mucho más probable era la hipótesis de q...u,e ...:Ia_ ad"q1,!Í~iGt<iQ._ ~y-_ .JJ~o_A~_ !~td2S
estos siste...!!}as- de.. códigos puede verse "alt.c rado .p9f Je.sjQtl.e~ . J~.n__
~i~~iE ~as J?artes
de las régio!?~s. _po~teriores de la zona del lengLIaje, pero que está alteracióñ es
distinta ya que cada una de estas áreas realiza su particular contribución a los
procesos de estos sistemas paradigmáticos. Por otra paI!e, en ca~a distinta lesió? ~.
local, junto a los defectos primarios se pueden--bb'servar defectos secundarios )
(sistémicos) que dan lugar a los distintos cuadros que se hallan en este grupo de \
pacientes. .,J
Por consiguiente, además de comprobar en qué grado la alteración ~_"'­
códigos paradigmáticos puede dejar relativamente conservada la expresión verbal \
(sintácticamente organizada), hemos de realizar también un cuidadoso análisis del \
carácter de las alteraciones de la manipulación de los distintos códigos lingüísti~
que pueden observarse en las distintas lesiones posteriores.
Pasemos, pues, al estudio de los materiales correspondientes.
86 ANÁLISIS NEUROPSICOLOCICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

l. Alteraciones de los componentes articulatorios de la fonnacÍón de la


expresión verbal en la afasia motora aferente

Al inicio de esta parte de nuestro trabajo hemos dado una VISlOn general de
las etapas de la ex;JiE.n.ación de la expresión verbal: Hemos considerado, al
principio, cómo la formación de la expresión verbal cstá alterada en su génesis
cuando fallan los motivos e intenciones, en presencia de un déficit general del
pensamiento y de sus formas verbales y también por alteración de la organización
gramatical de la frase. Hemos terminado esta visión mediante un análisis de los
casos en que Ja estructurri sintagmática de la expresión está alterada por fenó-
menos no ligados específicamente al lenguaje -en casos de inercia global de los
procesos neurodinámicos y sus trazos, o en otras palabras, cuando la alteración
de la expresión se sitúa en la "salida"- en su eslabón ejecutivo, motor.
Vamos a pasar ahora a analizar las alteraciones de la codificación de la
expresión verbal, que se producen, a nivel del proceso de aprehensión y uso
de los sistemas paradigmáticos del lenguaje. Empezaremos estudiando las altera-
ciones que se presentan en la parte ejecutiva del acto verbal, cuando se organiza
el esquema articulatorio de la misma y luego pasaremos al análisis de los niveles
más complejos.

o o o

Para realizar una expreslon verbal el parlante ha de seleccionar las articula-


ciones adecuadas o, en otras palabras, utilizar el "sistema de articulemas" sobre
los que se basa la organización sonora de una lengua dada. Este si.c;tema de
articulaciones está construido a partir del principio de las oposiciones y es
de carácter paradigmático. Las leyes de los contrastes que se usan en cada
lengua han sido estudiadas en la lingüística contemporánea con bastante detalle.
Los trabajos de N. Trubezkoy (1939), R. Jakobson y M. Halle (1956), que son
clásicos, y muchos otros, son suficientemente conocidos y no precisan referencias
especiales.
Para nuestros fines es muy importante el hecí,.: que en ciertas lesiones cere-
brales, en particular en las de la región poscentral inferior izquierda, se altera la
aferencia cinestésica que es necesaria para la producción ,de las articulaciones
correctas y, de este modo, se imposibilita el sistema de contraposiciones articu-
latorias en las que se haga el lenguai.e. Precisamente este hecho se sitúa en las
bases del síndrome de "desintegración fonética" descrito por los neurólogos
franceses (Alajouanine, Ombredane y Duran, 1939) y que ha sido estudiado por
nosotros en el análisis del cuadro de la "afasia motora aferente (o cinestésica)"
(Luria, 1947, 1962, 1967, 1970; Vinarskaia, 1969, 1971).
I
Vamos a estudiar las alteraciones que aparecen en la "afasia motora aferente".
El resultado inmediato de las lesiones de las porciones inferiores de la
región poscentral (Operculum Rolandi) del hemisferio izquierdo consiste en una
alteración de la capacidad de usar los "códigos articulatorios del lenguaje".
I
El estado patológico de estas áreas infringe la "ley de la fuerza" que es t
característica de la corteza normal. Esta ley fisiológica, formulada por 1. P. Pavlov
es una condición esencial para la selectividad de los procesos psicológicos. Mien-
tras que en el córtex poscentral normal, los estímulos cinestésicos fuertes (o impor-
tantes) son dominantes y los débiles (poco importantes) son inhibidos y mante-
nidos en el ruido de fondo (lo que hace posible la selectividad de los códigos
FORMULACIÓN DE LA E.."tPRESIÓN VERBAL: ANÁI.ISIS NEUROPSICOLÓGICO 87

articulatorios). El c6rtex cinestésico que se halla en una situación patológica


«<fásica" deja de seguir la ley de la fuerza y los estimulas fuertes y débiles
se igualan y empiezan a provocar la misma reacción, y como resultado los articu-
lemas necesarios surgen con la misma probabilidad que los secundarios que
no lo son pero están enlazados con los primeros por cualquier rasgo común.
Esta circunstancia altera el preciso sistema (paradigmático) de oposicion~ articu-
latorias y da lugar a la «<afasia apráxica". En los casos leves este cuadro se
manifiesta en articulemas muy próximos, como "1" - «<d" - "n" o "m" -
"b" - «<p" (dentolinguales en el primer caso y labiales en el segundo), que
se distinguen acústicamente pero que difieren articulatoriamente en un solo
rasgo. Por esta razón el paciente confunde con facilidad estos articulemas y
pronuncia las palabras stol (mesa) como "slot" o "snot", y iaIat (bata) como
"janat" o "jadat". En pacientes con lesiones más graves se alteran las oposi-
ciones de los fonemas menos similares y los contrastes articulatorios que se
distinguen por el punto y modo de articulación empiezan a destacarse con ma-
yor precisión. Los pacientes confunden fácilmente las consonantes oclusivas, frica-
tivas, linguales anteriores, medias y posteriores, vocales cerradas, consonantes

%de errores
% de errores

20


j 15

OL.-_ __ o
11 111 IV V

FIG. 11. - EfTOres en hu oporiciones arliculatOria$ y fOflOlógic~ de coruonantes en pacien;-


tes con aflUÍa motora aferente ("egún E. N. Vinanlcaia).

abiertas duras y hlandas, etc. En tales casos, los fonemas que difieren por su
estructura, empiezan a surgir con igual probabilidad, alterando por completo
la posibilidad de la articulación adecuada. Las leyes de estas sustituciones articu-
latorias han sido estudiadas detalladamente por E. N. Vinarskaia (1969, 1971).
Esta autora subrayó que mientras estos enfermos confunden raras veces las
consonantes sonoras, las confusiones en los contrastes de consonantes sordas y
sonoras aumentan y la confusión entre los articulemas que se contraponen en
punto y modo de articulación es aún más marcada. Los resultados de esta inves-
tigación en pacientes con lesiones relativamente leves y pacientes con el síndrome
de la "afasia motora aferente" se reflejan en la lig. 11.
88 AN ..\LISlS NEUROPSICOLÓCICO DE L A COMUNICACIÓN VERBAL

El resultado inmediato de esta alteración primaria es la desintegración de


I
f
todo el sistema de codificación verbal. I
El motivo de la expresión y el esquema del contenido semántico que quieren
transmitir estos enfermos están totalmente intactos. Por su lado, la estructura
sintagmática de la expresión no está primariamente afectada, pero el acceso a
ella es difícil, a consecuencia de que el nivel fonémico de la organización del
proceso activo del lenguaje está seriamente alterado. Los enfermos de este
grupo intentan activamente decir algo, encontrar la palabra necesaria, pero c:!da
I
intento falla porque el sistema paradigmático de las oposiciones articulatorias
no funciona de modo adecuado. El paciente intenta destacar, sin éxito, la ar-
ticulación que precisa de "Jn grupo de articulaciones semejantes, recordándolas
I
¡
(

todas, o no puede pronunciar ni un solo sonido y queda esclavo de un caos de


movimientos articulatorios que surgen con igual probabilidad. Esta alteración 1
es, precisamente, el factor central en el cuadro de la afasia "apráxica" o "motora
aferente".
Estas alteraciones surgen igualmente en el lenguaje espontáneo que en el
repetitivo, en el oral o en el escrito. En todos los casos se manifiestan en forma
de una imposibilidad total para hablar o en forma de "parafasias literales" (susti-
tución de una articulación por otras inelevantes). Es característico que aquí no
hay " parafasias verbales" (cambio de palabras).
Otra característica de este cuadro es que la alteración de los códigos para-
digmáticos del lenguaje está únicamente a nivel fonémico (articulatorio) al
tiempo que los otros niveles (léxico-morfológico y semántico) están relativamente
mejor preservados. La organización sintagmática del lenguaje coherente (el
! acceso al cual está, como hemos dicho, muy limitado a causa de las descompo-
¡ siciones articulatorias) puede estar totalmente preservada.
·1 Esta hipótesis se confirma indirectamente por una serie de hechos impor-
tantes.
Los pacientes que nos ocupan no pueden pronunciar con exactitud ni repetir
sonidos aislados, sílabas o palabras. Presentan las sustituciones articulatorias des-
critas más arriba y cuanto más consciente es la tarea de búsqueda de la articula-
ción necesaria, convirtiéndose el proceso en objeto de la atención dirigida, tanto
más difícil es el hallazgo del articulema necesario.
Sin embargo, si el paciente se distrae puede, en ocasiones, pronunciar frases
completas y no se aprecian signos de alteración de la organización sintagmática
del lenguaje.
Este fenómeno paradójico ha sido descrito frecuentemente en la literatura
como un hecho de la " afasia de conducción", tales casos en los que se pide al
paciente que repita la palabra "no", dice: "No, doctor, no puedo de ninguna
manera decir la palabra 'no' '', están descritos en los manuales de neurología.
Los mecanismos psicofisiológicos de este fenómeno paradójico todavía no se
conocen y por nuestra parte hemos intentado explicarlos en otro lugar. En este
contexto es importante para nosotros que la imposibilidad de hallar la articula-
ción necesaria a un nivel (consciente) mientras está preservada a otro nivel,
puede ser una evidencia indirecta de la segregación de dos sistemas indepen-
dientes -sintagmático y paradigmático-- de la organización de la expresión,
que se pueden hallar incluso en pacientes con desórdenes muy graves.
Los datos de que disponemos son aún incompletos y no nos permiten sacar
conclusiones sobre el déficit de los pacientes de este grupo, en particular sobre
los códigos léxico-morfológicos y semánticos. No se puede excluir la posibilidad
de que el uso de estos códigos pueda estar alterado en los pacientes con el
FORMULACIÓN DE LA EXPRESIÓN VERBAL: ANÁLISIS NEUROPSICOLÓCICO 89

cuadro de la "afasia motora aferente"; sin embargo, su alteración, si existe, es


de carácter secundario, y el paciente, cuyos esfuerzos se dirigen a la búsqueda del
articulema necesario para escogerlo de una serie de articulemas que surgen con
la misma probabilidad, puede naturalmente perder la estructura necesaria de la
expresión, simplificarla o deformarla. Todo este complejo de problemas exige
nuevos estudios.
Sin embargo, una cosa queda clara: lo que vamos a decir ahora puede ser
una nueva e indirecta evidencia de la desigualdad de las alteraciones observadas
en estos casos y de la relativa independencia de los códigos léxico-morfológicos
y semánticos del lenguaje de los códigos fonémicos (y articulatorios).
Las observaciones realizadas a lo largo de varios años han mostrado que en la
reeducación de los pacientes con afasia motora eferente (afasia de Broca), cuyo
defecto fundamental es la inercia patológica de . estereotipos una vez aparecidos,
al igual que en los pacientes que presentan alteraciones en la estructura predi-
cativa de la expresión, la tarea fundamental es superar la inerGia patológica y
restablecer la estructura de la frase. En los pacientes con una afasia motora
aferente el problema es totalmente distinto.
En los pacientes de este grupo, la tarea fundamental de rehabilitación es
recuperar la capacidad de hallar los rasgos articulatorios correctos que diferencian
los articulemas individuales, o usando términos habituales, "recuperar los soni-
dos". Si la tarea de "restablecimiento de los sonidos" se cumple, estos enfermos
no presentan ninguna dificultad en lo sucesivo en el restablecimiento de la forma
morfológica de las palabras o para hallar los nombres necesarios o construir frases
completas. .
Estos hechos, analizados por nosotros mismos (v. Luria, 1948 y Tsvetkova,
1972), pueden servir como una prueb,a muy importante de la independencia
de los sistemas de códigos del lenguaje que se acaban de citar y del carácter
específico de su organización cerebral.
Vamos a ver un ejemplo típico de cómo los procesos de codificación de la
expresión verbal se alteran en un paciente con un desorden primario del nivel
articulatorio del tipo de la afasia motora aferente.

Utilizaremos para este fin la exploración de una paci,e nte que nos ha llamado la
atención respecto a la afasia de conducción. I

La paciente Dmit (h. c. 54860), de 44 años de edad, vendedora, presentaba un


déficit circulatorio en el sistema en la arteria cerebral media del hemisferio izquierdo
con una lesión predominante en las porciones inferiores de las zonas poscentrales.
Su enfermedad se desarrolló de forma aguda en agosto de 19i1, cuando apareció
una hemiparesia derecha con déficit sensitivo y alteraciones definidas en el lenguaje:
La hemiparesia regresó, pero los defectos en el lenguaje quedaron estabilizados.
En el Instituto de Neurocirugía, donde ingresó en septiembre, se halló una paresia
facial central, una hipoestesia derecha con astereognosia, una ligera pérdida de fuerza
en la extremidad superior derecha, elementos de apraxia oral, aumento de los reflejos
y signo de Rossolimo a la derecha y alteraciones del lenguaje en forma de afasia
motora aferente.
La personalidad de la paciente no estaba primitivamente alterada y tan sólo con
un examen detallado se hallaron pequeñas alteraciones.
Su lenguaje espontáneo estaba potencialmente intacto, sus entonaciones eran ex-
presivas y la estructura sintáctica de la expresión no presentaba defectos primarios
y se alteraba s610 en la búsqueda de palabras. Es característico que en estas condi-
ciones no se realizaban las búsquedas de los componentes acústicos y articulatorios,
que ocurrían en el lenguaje repetitivo. -' . -'
Veamos un ~jemplo de su lenguaje espontáneo:-"¿Cómo se puso usted enfermar'
90 ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO DE LA COMUNIC ACIÓN VERBAL

- "¿Cómo me puse enferma? ... pues ... yo ... fuimos a casa de vacaciones ... hasta
aquel tiempo estuve trabajando ... estuve trabajando, ¿comprende? ... Yo era la de-
pendienta jefe . .. si yo pues siempre · entregaba '" yo pasaba . .. y aquella vez no
pasaba ... ¿comprende? . .. Fui de pernúso ... estuve allí . . . y algo ... la cabeza, y todo
pienso . .. miré .. . y digo hablo, todo está bien '" Rápidamente miro y ya veo que
todos mis compañeros .. . llegaron .. . y mi jefe dice que le falta .. . en algún lugar . ..
¿sabe dónde? ... ", etc.
La paciente podía expresar series sin dificultad. No tenía dificultad en el recitado
de la serie natural de números, el orden habitual de los días de la semana y los meses
del año y las dificultades aparecían tan sólo cuando invertía el orden.
Su "lenguaje repetitivo" difería bruscamente con esto. No podía repetir normal-
mente sonidos aislados o pares de sonidos; con frecuencia sustituía los articulemas
precisos por articulemas próximos y a partir de rasgos comunes. Así, repetía "m" como
"o", "r", como "1", U'sh" como "'eh", U'p" como Uf', ccb_r" COTI10 ub_n", "ch-sh" como
"ch-r', etc. La paciente era generalmente consciente de su defecto, pero incluso los
intentos activos de hallar el articulema necesario no surtían efecto.
Los mismos defectos se observaban en la repetición d e palabras individuales. Así,
la palabra krest (cruz) como "kvo '" (no) . . . ve .. . (no) .. . if . .. kv . .. kr ... kri ...
s ... no ... "; la palabra babochka (mariposa) como mamachka (madre); la palabra
gradusnik (termómetro) como "gra ... gra ... gra ... ('santimetr' - centímetro) .. .
gradus ... niet (no) ... " ; la palabra okno (ventana) como "an . . . antro .. . ano
. . . anta ... niet (no) . .. no es así"; la palabra lampa (lámpara) como "lav ... lavstra .. .
lavtr . . . lavstr ... niet ... "; la palabra globus (globo) como "foshor . . . (no) ... mur .. .
(no) . .. ", etc. Muchas veces, la enferma presentaba parafasias verbales, introduciendo
a la palabra en el contexto acostumbrado y sustituyendo una palabra por otra semán-
ticamente cercana. A este grupo de errores pertenecen las repeticiones d e las palabras
babochka como ptitsa (pájaro), platie (vestido) como plash (capa) ; la palabra svinia
I (cerdo) como svinina (carne de cerdo), la palabra lisa (zorra) como zaiats (liebre), la
I palabra ochki (gafas) como ochi {ojos) ... achi ... ocheshniki . .. niet (no) ... ", etc .
•I La paciente presentaba similares dificultades en la repetición de frases : en estos
casos, las búsquedas, sin éxito, de las palabras necesarias para la repetición exacta de
la frase eran fácilmente cambiadas por parafasias verbales Así, la fras e Vchera bilo
ochen jolodno (Ayer hacía mucho calor) era repetida como Vchera bilo iorosho (bue-
no) . .. jo ... ior .. . jolodno (frío)", la frase V sadú rastsveli tsveti (En el ja rdín florecen
las flores) como Vesennei (En primavera) . . . niet (no) .. . joroshii (buen) ... niet . . ,
no tanto", la frase V etom godu joroshií urosllai iablok (Este año tenemos buena co -
secha de manzanas) como ]oroshii {buen) ... v segodnia (hoy) ., . así .. _ ach .. . joroshii
vesennei doshd ... (bue na lluvia primaveral) .. . niet . .. nie ioroshii ... arsh . . . arashai.
Es interesante notar que estos intentos presentaban a menudo una preservac ión ' de
la morfología del lenguaje a pesar de su composición articulatoria. Esto se aprecia en
la repetición de la frase Zhenshina doit korobu (La mujer ordeña la vaca) como
Zhenshina molochit korobu (La mujer bate la vaca), Devochka ukrashet elku (La
niña adorna el abeto) como Devochka pokushaet (pokupaet) elku (La niña come [com-
pra] el abedul) ... no ... Devochka delaet elku (La niña hace el abedul), etc.
Defectos análogos se observan en la denominación c..le objetos. La paciente no
podía encontrar la palabra exacta, y para c..lenominar stakan (vaso) decía sta-ka-lon;
para etazherka (estantería), cheterka .. . ele .. . etoderka, y en lugar de treliazh (enre-
jado) decía poi ... eret ... srer ... trishot ... , etc. Frecuentemen te presentaba para-
fasias verbales y denominaba "barco" como "avión" , "marin ero" como "cazador" ,
"vestido" como "falda", "cerdo" como "vaca" ... "perro" . .. no , "lobo" ... no, o sus-
tituía la palabra por su descripción aproximada : "cacerola" como "esto es para co-
mer"; "botella" como "botella de leche"; "escoba" por "limpia .. . " , etc.
Característicamente, todos estos defectos eran mucho menos evidentes en el kn·
guaje I?-arrativo espontáneo, en el que la estructura sintagmúlica c..le la expresión es taba
preservada y las posibilidades de intercambio de unas p alabras por otras era grande .
Veamos unos ejemplos en el diálogo: "¿Qué tiene usted en su habitación en su casa?"
t FORMULACIÓN DE LA EXPRESIÓN VERBAL: ANÁLISIS XE UROPSICOLÓGICO 91

Il¡
-"Pues por la tarde, cuando me acuesto . .. parece leer bien ... para que haya luz."
La repetición directa de la palabra lampa (lámpara) daba lugar a series de parafasias
literales como lalen . .. no ... libar ... no ... svidionnii ... svid .. . (sí, no) (no así). Es
interesante notar que las palabras cuya repetición parecía imposible podían aparecer

¡ fácilmente en el diálogo. A la pregunta "¿Qué vendía usted?", la enferma respondi6;


"Ya lo dije: salchichón, leche, azúcar ... olvidé .. . cómo es .. . pan blanco y moreno ...
salsa ... uvas, manzanas, he olvidado cómo se llama ... sandías ... no ... ", etc.
Esta disociación entre la dificultad de hallar los articule mas necesarios y la inte-
1 gridad del significado general y la estructura sintagrnática de la expresión se mani-
festó claramente cuando relataba una historia. Por ejemplo, la paciente repetía la fá-
búla de "La gallina de los huevos de oro" de la siguiente manera: "Había una
gallina ... y ella tenía ... su ama la cogió y cortó .. . tenía unos huevos muy bonitos ...
de oro .. . y cuando ... cuando ... pues ... quiso cerrar ... cerrar . .. tenía mucho
miedo de que tal buena gallina ... y entonces supo ... mató ... y allí no había nada".
No vamos a detenemos en las diferencias entre el '1enguaje repetitivo" (que
era particularmente difícil) y otros aspectos del lenguaje (por ejemplo, la denomina-
ción de objetos, la narración de historias, etc.).

Vamos a resumir los datos que hemos acumulado en la }nvestigación de estos


pacientes:
La característica más significativa de este grupo de pacientes es la disocia-
ción fundamental entre la importante "alteración de la organización paradig-
mática de los códigos verbales (a nivel fonémico-articulatorio y léxico)" mientras
que la organizaci6n sintagmática de la expresión está intacta. Es precisamente
por este motivo que en estos pacientes se observa una importan~e descomposición
de ]a repetición exacta de los sonidos y palabras, con frecuentes parafasias lite-
rales, sustituciones de palabras de significado parecido (parafasias verbales) y al
mismo tiempo se aprecia una preservaci6n de las expresiones organizadas sintag-
máticamente.

2. Alteraciones del componente acústico de la formación de la expresión


verbal en la afasia sensorial

Hemos estudiado la forma de alteración de la expreslon que se relaciona con


una pérdida de la capacidad de operar con los códigos fonémicos del lenguaje
por una alteración del sistema de los articulemas.
Ahora debemos pasar a otra forma de alteración de este mismo nivel fonémico -
de la codificaci6n verbal y debemos detenernos y discutir los casos en que estas .
alteraciones se basan en la desintegración de las bases acústicas de la organiza- ¡
ci6n fonémica de los códigos lingüísticos, o en otras palabras, en la alteración . \ ()

I
I
de la audición fonémica. Esta alte~aci6n tiene lugar en lesiones de las zonas ~
superiones de la región temporal izquierda (zona de Wernicke) con el cuadro
de afasia sensorial o acústico-gnósica.

Il
En muchos aspectos, el cuadro de las alteraciones del lenguaje que se
observa en estos pacientes, representa la antítesis de la "afasia motora aferente";
sin embargo, en ambos casos el paciente es incapaz de operar con los códigos
fonémicos del lenguaje y las alteraciones observadas se sitúan en primer lugar,
I, en el nivel fonémico de la organización de los procesos verbales.
En los casos de la "afasia motora aferente" que se presentan en lesiones .de
i las regiones poscentrales inferiores del hemisferio izquierdo (operculum Rolandi)
y que acabamos de describir, la alteración de la organizaci6n fonémica del
lenguaje se, basa en la desintegraci6n de las posiciones articulatorias. En le-

8. LU.IA
92 ANÁLISIS NEUROPSICOLÓCICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL
I:t
I I¡
siones de las zonas posteriores de la circunvolución temporal superior iz-
quierda la alteración se sitúa en el mismo nivel de los códigos del lenguaje,
pero se inicia en el otro extremo -en la desintegración de la organización
acústica de estos sistemas fon émicos-.
En los ~asos_men~ graves de afasia sensorial (acústico-gnósica) únicamente r
se altera el contraste entre10s fonemas correlativos, que en la lengua rusa se
distinguen por los rasgos de sonoro-sordo (b-p, d-t), duro-blando (1-1', t-t'), nasal- i
no nasal (n-t) y otros. Los pacientes con este trastomo no pueden distinguir
correctamente entre las sílabas "da-ta" y "ta-da", "ba-pa" y "pa-ba" y las
pronuncian como "da-da" o "ba-ba" diciendo que existe cierta diferencia entre
las partes del par present.ido pero que no las pueden identificar claramente.

,
1

El mismo fenómeno sucede cuando se excluye la articulación (cuando se solicita


al paciente que señale las letras correspondientes o que levante su mano derecha t
en respuesta a un sonido de cada par y que levante su mano izquierda en respues- {
ta 'al otro). Esto pone de manifiesto que el defecto primario de estos pacientes
es de naturaleza "sensOlial" . Esto es confirmado por el hecho de que los pacien-
tes no pueden comprender la diferencia entre palabras como bochka y pochka
(tonel y riñón), docka y tochka (hija y punto), zala y salo (sala y tocino), etc.,
y por esto aparecen muchas confusiones al escribir estas palabras.
I
t
En pacientes con alteraciones de este tipo pero más severas, incluso los
fonemas más dig an tes se confunden y aparece- eñtoñces -el' fenomeno conocido 1
/' ,como "alienación del sentido de las palabras"; 60 por ejemplo, si al paciente l
- -f se le solicita que señale la nariz (nos), repite "nosh ... nozh ... noz .. . nosht : .. " ~
y tras unos inútiles intentos de hallar la palabra adecuada, dice: "No, no sé que ,
;
•I ¡

,i
significa esta palabra ... ".
;~
'-, Es natural que la consecuencia de esta alteración primaria se manifieste ~
I " una incapacidad de---'2:..e petir" las palabras correspondientes y de "denominar"
9
t1
'1 los objetos que se muestran. Los errores que aparecen en estos casos adquieren la
forma de parafasia literal y a diferencia de la afasia motora aferente las sustitu- l
~
ciones no son articulatorias sino que tienen una naturaleza claramente acústica ~
(sustituciones de sonidos con características fonémicas opuestas). Sólo ocasional-
i, --_, mente, cuando, sin éxito el paciente trata de encontrar la palabra necesaria, la
i

sustituye por otra cercana por su sentido (dando lugar a '-P~ fasias verbales). JJ.
Quizás el hecho mÚs característico de estos enfermos es que '~ lenguaje
habitual desarrollado -sintagmática y prosódicamente organizado---- está relati-
[
vamente_ intacto". El paciente, que no puede hallar las palabras necesarias, ~
con~rva el con tomo general de la frase entera, la estructura de las flexiones de .
~.
;
;,
las palabras (alterada fonéticamente) y su entonación y meloa ía. Es por esto,
que el lenguaje de uno de estos enfermos, donde los componentes nominativos 1, f
están completamente ausentes o aparecen muy alterados, y ú licamente las inter- ro
;
iecciones y los incisos y a veces las conjunciones o incluso los. verbos, están pre- !-
servados, se puede comprender gracias a que el paciente conserva la estructura •
sintáctica y melódica de la expresión. De ahí que cuando el paciente habla muy ~,
expresivamente de la historia de cómo fue herido, sin ningún sustantivo, dice :
r.
\
1 ~
"Pues así ... primeramente nosotros ... allí ... luego , . . : lentamente, lentamente .. . ~
"~
y ellos ya están allí y pues, de repente -¡ah!- y luego nada .. . y luego ¡ah!
¡ah! ¡ah!, cómo fue ... y luego ... pues ... un poco un poco ... y después ... i
~
mejor, mejor ... y ahora, ¿puede ver cómo es hoy?" El que oye este fragm ento
I :¡

60. Otchushdenia smisla slo\'. (N , del T.)


FOUMULACIÓN DE LA EXPRESIÓN VERBAL: ANÁLISIS XEUROPSICOLÓGICO 93

.sin dificultad puede comprender el avance progresivo, la explosión de un obús,


la operación y la lenta recuperación.
Esta r ativa pLes~rvación del lenguaje~ ~intagmático, que fundamenta el
~ ·vo de fZuent aphasia, reservado para estas alteraciones y que las distin-
gue del grupo e as nonfluent aphasias que se presentan en lesiones de las
porciones anteriores de las zonas del lenguaje. Es característico que precis-ªIIlentL
por esta circunstancia, cuando los enfermos tratan de encontrar la palabra
necesaria tras varias búsquedas sÍn éxito y convencidos de la imposibilidad
de encontrarla, tratan de com eosar el defecto primario introduciendo esta
palabra eo el contexto de una expresión habitual. Los típicos intentos son así:
I
"pues, es esto con que se escribe ... " o "bien, esto ... ¿cómo es? .. . pues ... bien ...
yo agito el té ... ¡¡con una cuchara!!, ¡cuchara!".
El hecho más impOltante en el cuadro general de la codificación de la expre-
sión verbal en estos pacientes es la e~tencia de una disociación en la estructura
sintagmática _c~nservada y la estructura pararugmática alterada. La adquisición
y uso de los códigos lingüístIcos en estos pacientes está primariamente alterada
en el nivel de los contrastes fonéInicos. El sistema semántico se altera predomi-
nantemente en el nivel de las palabras aisladas y toma la forma- de incapacidad
en la comprensIón del significado directo de palabras aisladas (o, para ser más
exactos, de un objeto particular). Por otro lado, los niveles más complejos de la
organización semántica (como el nivel léxico morfológico y principalmente el nivel
de las expresiones enteras) están relativamente conservados.
(
Esto se ve confirmado por el hecho de que los enfermos de este grupo
tienen con frecuencia preservado el "~ntido de la lengua" en el plano del
I correcto uso de los sufijos rusos (-nitsa, -stvo) y de las flexiones y su lenguaje
i recuerdl!. f~entemente frases con palabras artificiales y sin sentido, pero con
una estructura morfológica y sintáctica conservada. Este hecho fue utilizado por \-

It L. ~Sherba y luego por G. Miller y N. Chomsky, para demostrar que la estruc-


tura sinJ!ctica de una frase es bastante inde endiente j el significado concreto ,/
de las palabras que la componen (se_ Ruede J ormar una oración correcta com-
~
t -puesta por palabras artificiales y sin sentido) y que las estructuras sintácticas
I tienens us leyes independientes y estables.
No es menos importante el hecho de que tales e,n fermos, que con frecuencia

I.
I
. no son ca aces de asinlillll" el significado de palabraS aisladas, conservan la posi-
bili ad de comprender el sentido de una expresión más compleja. Esta compren-
sión la establecen a partir de los compont;ntes morfológicos y los elementos de
i entooaci o-y sintácticos de la expresión completa (discutiremos posteriormente
t este hecho).
La disociación de la estructura sintagmática del lenguaje de la estructura
1
'!
paradigmática de las palabras independientes (predominantemente a nivel foné-
tico) al igual que toda la serie de alteraciones de la codificación de la expresión
1 que aparece en este cuadro, tiene un gran interés para la lingüística.

I
~
Vamos a detenernos en un ejemplo, que ilustra con bastante claridad el cua-
dro que se observa en estos casos:

I Paciente Mark, de 55 años de edad, ingeniero con estudios superiores, diestro y


afecto de hipertensi6n arterial.
En mayo de 1971 present6 una debilidad en el miembro superior derecho que
regresó posteriormente; en agosto de 1972 not6 nuevamente debilidad en el brazo
derecho y también en la pierna derecha. El paciente present6 alteraciones del len-
guaje que adquirieron la forma de afasia sensorial. Neurol6gicamente se ha1l6 una
94 ANÁLISIS NEUROPSICOLÓCICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL
I '\ r.
disminución de la sensibilidad y de la fuerza con disminución de reflejos a la dere-
cha, reflejos de automatismo oral y una grave afasia sensorial. It
! .
•i
El estudio neuropsicológico puso de manifiesto los siguientes datos: paciente
plenamente orientado . Cnosis visual conservada con algunas dificultades en la praxis
posicional y la praxis espaCial, así como dificultades en la apreciación y ejecuclOn
dE' ritrno~ F.I lenguaje se presenta gravemente afectado con una importante alteración
;I
de la audición fonémica )' ~ : 1 ~ ('nmprensión oral. El lenguaje escrito estaba más
.
~ I
conservado.
El análisis del len guaje oral (codificación de la expresión) presentaba el siguiente I t
cuadro:
La audición fonémica estaba altamente alterada, de forma que la posibilidad de I t
repetir fonemas quedaba mt'Y limitada. Estaba tan alterada que con frecuencia el en-
fermo, al tratar de repetir un fonema aislado, lo cambiaba por una palabra completa
1
1
!
(como, por ejemplo, en lugar de "r" repetía ¡raz! [uno], o en lugar de "p" repetía
Iperoii! [primero], etc.).
La repetición de palabras aisladas era más fácil que la repetición de fonemas,
pero en esta situación pronto aparecían unas claras características: si el enfermo repetía
la palabra rápida y "automáticamente", lo hacía mejor que si trataba de centrar su
atención en el análisis acústico de la palabra, ya que entonces aparecían las búsquedas
de los fonemas necesarios y las consiguientes parafasias literales (próximas a las que
suceden en la afasia motora aferente). Con frecuencia, la repetición de una palabra
¡
dada era sustituida por palabras cercanas por su significado o que se referían a la
misma clase y aparecían también parafasias verbales. Así, el enfermo repetía la pa- \
labra koshka (gata) como sobaka (perro), la palabra skripka (violín) como maestro
(maestro), la palabra kontsert (concierto) como spektakl (espectáculo), etc. t
La repetición de frases era realizada más fácilmente que la repetición de palabras
aisladas, lo que muestra la "relativa preservación del lenguaje sintagmático fluido";
sin embargo, frecuentemente también se presentaban aquí sustituciones de la frase
\
presentada, por construcciones que transmitían un sentido cercano, pero con otras
palabras, o esta construcción reproducía el sentido del mismo círculo de sentidos. Así,
I
~

la frase "Yo fui por la tarde al concierto" era reproducida como "Yo fui por la tarde
al cine", y al insistirle que se trataba "del concierto", decía: "Sí, sí ... música ...
maestro ... ", y al repetir la prueba decía: "Yo fui por la tarde al espectáculo" . Del
mismo modo, la frase "En la primavera florecen los árboles en el ja rdín" era repetida
como "El cine (perseveración) ... no el parque de cultura~' y la frase "En verano
hace mucho calor", como "Después del verano ... por la tarde (perseveración) . ..
construyeron, buen tiempo ... ".
Incluso en el acto sencillo de la reproducción de palabras surgían importantes difi-
cultades . El paciente no podía repetir fonemas aislados; repetía con más facilidad
palabras y frases, pero al hacerlo presentaba muchas parafasias verbales o perseve-
raciones.
Alteraciones análogas se apreciaban cuando se solicitaba que denominase objetos .
En estas pruebas, el paciente era incapaz Je hallar la unidad léxica necesaria, paTÚn-
Jose sin poder elegir los lexemas correspondientes (hemos de decir aquí que no servía
que se apuntara al paciente el principio de la palabra que buscaba) o sustituía la
palabra por otra cercana por su resonancia o por su significado, y daba así lugar
a pa rafasias verbales .
V camas unos ejemplos:

(ulitka) (sonrisa) (konvert) (sobre)


"Y u ... I qué problema. . . yulitsa.. . no, "No... no recuerdo ... " "Kon - "no".
así no .. . ~hliutsa ... I1?, ... ulitsa (calle) ... kOllve - ... " "No, no sé, cartero ... no .. .
no ... yulltsa... no . .. es difícil ... " "¿Pongo una ca rta en ... ?
"Dentro. " el cartero ... ".
,I FORMULACIÓN DE LA EXPRESIÓN VERBAL: ANÁLIsIS NEUROPSICOLÓGICO

(borona) (grada) (pero) (pluma)


95

-"ba ... ba.. . bo-ro-:xla (surco)... no .. . "Bien, pues... ¿cómo es? ... pii. .. ptich-
borada (barba)., . bo.. . bo . .. no sé ... " ka (pajarito)... no... pi... peritiko ...
no ... " Las señoras las llevan en los som-
breros de avestruz ... "Lo olvidé ... los pá-
jaros bonitos ..: perlishko .. ;, perlo-perno ...
Pero... pen... perol... .
(sito) (tamiz) (svetofor) (semáforo)
"seto.. . sel.. . sel .. . sidit.. . selit .. . " . "Televisor .:. no ... regulador de camino .. .
Para tamizar la harina hace falta . . . sveto ... sveto ... svet... sveto regulador .. .
",CoffiI?,rendo, que la harina .,. sic/el .. . sveto oo . no ... no sé".
Slet ....

De tal modo, el hallazgo del nombre d e los objetos era muy difícil y mientras
que los nombres ue se usan con frecuencia y que aparecen automáticamente
(mesa, libro, teléfono, abrigo, cuchillo, etc. ueden, a veces, encontrarse con
facilidad, los intentos de nombrar los objetos menos corrientes llevan al paciente
a una serie de dificultades. En este caso se aprec~ la búsqueda de la palabra a
~avés del ~ntexto, las parafasias literales y la fácil aparición de palabras secun-
darias (cercanas por su resonancia o su sentido). El Racien~se da cu~nta de que
las palabras no son adecuadas pero no puede sustituirlas por las correctas. \
r Es característico que ni la ayuda, apuntando el inicio de la palabra, ni \
incluso su introducción en el contexto de las expresiones habituales pueden
superar el déficit del paciente y la función nominativa queda así gravemente
alterada.
Las siguientes observaciones mostraron que el hallazgo de los nombres de
las accio~s es mucho más fácil qu~ el de los objetos. Indirectamente este hecho
nos indica que la función predicativa' en estos casos está mejor conservada que la
nominativa y que la organización sintagmática de. la expresión está menos alte-
rada que el sistema paradigmático.
Tal como mostraron las experiencias, el paciente tenía muchas menos dificul-
tades en indicar el nombre de la acción que el del objeto representado en una
lámina.
Veamos algunas ilustraciones de este hechO (el tema de la lámina está situado
entre parénteSis y la respuesta del paciente se sitúa ' debajO):
(Un niño toma agua de un vaso)
"Bebió... del vaso... el niño bebió del "Un niño corre por la carretera."
vaso ... pero qué bebía no sé."
(Una muier sentada en un sofá.) (Un niño pescando.)
"Una mujer sentada en un sofá." "Un niño pescaba loookuoo.
000 nep- 0,,0

tika ... " ¿Baboch1cu? "Papochku. un 00

.- coge... no... ¿C'amo se lama.


nmo l?

(Una madre calza a su hiio.) (Una mu;m tiende la ropa)


"Aquí, ~ muchacha ... con el hijo ... "AqUl' una mUJer . estira' lft~
~o ...
I calza ....
o' o uu
oo'

pero bien ... donde cuelgan la ropa."


I

I Los ejemplos dados sugieren que las alteraciones que aparecen en este paciente,
y concretamente en el lenguaje coherente y Huido (codificación de la expresión), tienen
un carácter completamente distinto de las observadas en los pacientes con lesiones
en las zonas premotoras o frontales. Por otro lado, el lenguaje coherente contextual,
con sus componentes predicativos, está mucho más preservado que la función nomi-
nativa.
96 ANÁLISIS l'.'EUROPSICOLÓCICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

Pod emos mostrar estos hechos mediante el análisis del lenguaje coherente y espon-
tAneo del paciente que se produce cuando se le pide que describa el tema de láminas
o que dé una composición sobre un tema dado.
El "le nguaje" independiente - "espon táneo"- d el paciente era bastante Ruido , las
co nstrucciones sintácticas de la expresión estaban bás icamente intactas y las únicas
alteraciones eran una pobreza de sustantivos y una búsqueda de los nombres nece-
sarios. El aspecto de entonación y melodía del lenguaje era normal.
Veamos un ejemplo típico del lenguaje espontáneo del paciente :
"D ígame cómo se puso enfermo." - " En general ... me empezó .. . mi parte iz-
qui erda se paralizó . .. y después de esto .. . cuando me hizo más o menos bien ...
y yo digo: jescríbeme al trabajo! Y me escribieron ... la comisión, un poco pasaron
unos días y esperé . . . pero permanecía aquí ... en mi habitación . .. en casa . .. el
hijo ya no estaba. " -"¿Y ahora?" - "Ahora, mejor .. . antes no pod ía hablar y ahora
un poco . .. a veces mi esposa dice, y yo no comprendo . .. escribe una frase, y en-
tonces puedo comprender .. . ", etc.
Los mismos rasgos caracterizan la narración del "contenido de un cuadro temático" .
Las observaciones muestran que el paciente podía analizar correctamente el con-
tenido de láminas con un contenido bastante complejO, podía identificar los ras gos
esenciales de la historia, pero los defectos de narración se basaban en la limitación en
el hallazgo de nombres.
I
Veamos cómo explica el paeiente el contenido del cuadro "La ventana rota". "Es
un colegial . . . dos amigos jugaha n con bolas de nieve y rompieron un a ventana ... uno 1
se escon dió y el hombre salió, y por eso, que pegó y cogió ... un chico jugó con la
i
1
nieve, rompió una ventana y el segundo, por lo visto, pasaba de largo salió el
hombre . . . cogió al que pasaba, pero el otro se escondió tras la puerta .. . tras un
árbol . . . " .
Se consiguieron resultados similares cuando el paciente explicó el tema de otro
!
!
t
cuadro, "La última primavera"; "Una joven enfermó ... la enferma estaba acostada . ..
Aquí, al parecer, dos hermanas que la respetaban ... o h ablaban que ellas misma s i!
sería mejor para su humor . . . " Ujashivali za nei? (¿La cuidaban?) "Si . .. ula ... ukla-
shivali . .. ukrasshinali ... uklash ... ukladivali . .. ellas mismas . . . ukladivalis .. . su
hermana estaba enferma y u;ashivala .. . akladivala .. . ", etc.
Particularidades semejantes se hallaron en la "composición oral de un tema dado" .
A dife rencia de los enfermos con lesiones en las regiones anteriores del cerebro .
I
~

con el síndrome de la afasia dinámica, en las qu e el p aso del lenguaje repetido a la


expresión activa es impoSible, nuestro enfe rmo no presenta dificultades para hacer
una composición oral sobre un tema dado y su lenguaje permanece Ruido (interrum -
pido ~ ólo por la · búsqueda de palabras) y fácilm ente aparecen nuevas muestras de su
!
¡
lenguaje desarrollado respecto al tema. J
Vea mos un ejemplo:
Se propone al paciente que hable sobre el tema Sever (el Norte) y dice : "Sib . . .
ser.;cr . . . se . . . s(>c er .. . (en el Norte tra bajan en los avion es .. . vuelan en dirección .. .
Es duro, pero hay que volar y lle var los produ ctos y provisiones . En el Norte . .. van
en reno, en perros .. . en el Norte trabajan . .. los pasos . .. cuando se derrite enton-
ces para todo el movimiento .. . ".
El paciente d aba el mismo tipo d e expresión verhal al referi rse a otros temas ,
como b historia ele su enfermedad , etc.

D el m ate rial expuesto se pueden ex trae r las conclusiones qu e exponemos a


con ti lluación.
El paciente presenta un cuadro típico de afasia tell1poral (= sensorial) de
mediana intensidad (los pacientes con formas severas de afasia sensorial n o
compre nden e n absoluto e l le n g uaje diri g ido a ell os y en lugar de expresiones
coherentes presentan una "ensalada de palabras" e n la qu e únicame nt e se
conserva la estructura de la e ntonación y m elodía) e n e l que se h allan las
FORMULACIÓN DE LA EXPRESIÓN VERBAL: ANÁLIsIS NEUROPSICOLÓGICO 97

siguientes manifestaciones en la codificación de la expresión verbal: está conser-


vada la posibilidad del lenguaje sintagmático coherente pero surgen claras altera-
ciones en eflenguaje repetido (por defecto de la audición fonémica) y en la deno-
_fuinaci6n de objetos. Estas dificultades aparecen con gran claridad en la repetición
de palabras aisladas y en la denominación de objetos, se expresan en forma de
imPosibilidad de hallar la estructura fané mica adecuada de la palabra (parafasias
literales) yen la sustitución de la palabra que se busca por otras palabras cercanas
por su sentido (parafasias verbales). Los defectos descritos aparecen con. mayor
evidencia en la denominación de objetos que en la denominación de acciones;
este hecho tiene relación con la relativa preservación de la estructura predicativa
de la expresión.
• o o

Los dos casos analizados en las últimas partes, tal como hemos dicho, pre-
sentan una dificultad fundamental en el dominio de los códigos acústicos de
lenguaje a nivel de la articulación en un caso y a nivel de la audición fonémica
en otro.
Por esto tenemos todo tipo de razones para generalizar estos hechos básicos
y expresarlos en un simple esquema convencional (fig. 12).
En la primera parte del esquema se muestran las alteraciones que presenta
el enfermo en la repetición de sonidos o palabras, la segunda parte representa
las alteraciones que surgen en los int entos de repetir una expresi6n completa.
Debemos señalar aquí, en primer lugar, que la repetición de sonidos o
palabras, la denominación de objetos o la repetición de una expresión completa
choca con dificultades relacionadas con la alteración del sistema de articulemas
(en el primer caso) o en el sistema de fonemas (en el segundo caso); esto da
lugar a .búsquedas fallidas de los componentes articulatorio-fonémicos (manifes-
tándose en forma de parafasias literales) y el proceso deriva rápidamente hacia
otra vía, hacia la aparición de palabras que están enlazadas por el sentido, tanto
como el resultado de una búsqueda activa o mediante su introducción en el
contexto de una expresión entera. En segundo lugar, es importante referir que
a pesar de que la codificación verbal presenta serias dificultades, el sentido
principal de ésta se Conserva.
Hemos examinado las alteraciones de la codificación de la expresión en las
cuales el defecto básico conduce a la descomposición de la adquisición y uso
L de los códigos fonémicos del lenguaje.
A pesar de que ambos grupos tienen muy importantes diferencias entre sí, el
proceso patológico que aparece en uno y otro caso tiene dos rasgos comuries.
Por un lado, en ambos casos la alteración primaria afecta a la organización
fonémica del lenguaje hablado, mientras que la organización léxico-morfológica
€ y semántica se afecta secundariamente.
Por otro lado, a diferencia de las formas descritas anteriormente, las descom-
posiciones del lenguaje de estos pacientes afectan su capacidad en dominar el
sistema paradigmáticamente organizado, de códigos acústicos del lenguaje, mien-
t tras que la coherencia, es decir, la organización sintagmática de la expresión se
afecta mucho menos y en algunos casos puede ser normal.
Todo esto demuestra de una forma convincente que ambas partes de la
actividad verbal, la sintagmática y la paradigmática, se apoyan en distintos meca-
nismos cerebrales y que pueden alterarse aisladamente según la localización de
la lesión ~erebral: ciertas lesiones alteran primariamente la expresión coherente
98 AN.UISIS !I.'EUROPSICOLÓCICO DE LA COMUl'nCACIÓN VERBAL

y sintagmáticamente organizada mientras que otras lesiones afectan tan sólo la


posibilidad de dominar los códigos fonémicos y los articulemas y se altera así
la ca aciaad de nombrar objetos _sin que se afecte la estructura predicativa y
melódica de la expresión. Así pues, estos dos componentes del proceso del
lenguaje pueden ser separados.
No sabemos todavía con suficiente exactitud las bases neurofisiológicas del
"mns:!ico m'1áITliro" de la cortez::I ('~rp.hr:¡ 1 que puede asegurar la existencia sepa-
rada de estos componentes del proceso verbal y tan sólo podemos expresar algu-
nas consideraciones iniciales sobre la explicación de este fenómeno.

a) Repetición de so n idos individu31es

Afasia sensorial y
Normalidad afasia motora aferente

~ Mo~elo O Modelo

r-... ... -"/'.\'


~ ~ I
\ .... r '
L ~
Elección.
entre vanas
?1\;7 t
: ~ • alternativas

b) Repetición de palabras
I
1
Normalida d

Pa labra I Mod elo

V\'"
ro",...... / /I ,
Lo ..J

~ ~
Elecc ión entr e
I

varia s al terna l ivas


. ...... ,. ..,
... J
?
-
/11
I I
? ?
1,-??-71
I '7 1'" 1
? .?
Parafasias
literales
Parafasias
liter ales

===~===>D
Parafasias
el Repetici ón de una expresión completa verbal es

Afasia motora Afasia


Modelo aferente sensorial

s,
P''' O
S3
I , '\

I
I \
\
1
I I
I \
/\ I
I
?
/\
NP VP
NP vp 7 NP VP NP VP

)j ~
I \ 1\ 1\ / 1'
/ \ I \ I \ I , \
/ \ I \ I \ I r \

? ? ? ? 7 7 7 ? ?
Partlftlsi as Paraftlsias
lit eralp.s verbtlles

FIG . 12. - Esquema de la alte ración de la formación de la comunicació1I verbal e n pacie n·


tes con afasia acusticoagnósica (sensorial).
FORMULACIÓN DE LA EXPRESIÓN VERBAL: ANÁLISIS NEUROPSICOLÓCICO 99

No hay dudas de que la alteración de las porciones anteriores de las zonas


del lenguaje afecta la integración de los procesos en el tiempo, que en las etapas
superiores de su automatización asegura la creación de los esquemas cinéticos
generales y las habilidades motoras que son esenciales para la aparición del
lenguaje interior desarrollado con su función predicativa.
f Un papel distinto ]0 desempeñan las zonas posteriores, gnósicas, del córtex
~ y comprendidas entre ellas, las zonas posteriores del lenguaje. Estas zonas permi-
1 t~ análisis y la síntesis de los sonid..9s o de los articulemas d el lenguaje y su
utilización para el hallazgo del significado preciso. Por esto;- cuando existen
J lesiones en estas zonas se altera el nivel "operativo" de la organización para-
i
i c:li&!!!ática del lenguaje y el dominiQ. de los códigos correspondientes.
Hasta ahora hemos considerado aquellas formas de la patología del len-
guaje que alteraban el relativamente elemental proceso del nivel articulatorio-
1 fonémico. ~-

I - Pasaremos ahora al análisis de las formas más compk jas de la alteración


de la codificación de la expresión verbal. Examinaremos en primer lugar las alte-
raciones relacionadas con tipos especiales de alteración de la memoria audioverbal

I
I
y luego al estudio de las formas complejas en las que la codificación de la expre-
sión se altera como resultado de la desintegración de la síntesis simultánea
(= quasi-espacial).

I
!
3. Alteraciones de la fonnación de la expresión verbal en la afasia acús-
tico-mnésica
i
~ Nuestro análisis de las alteraciones que tienen lugar en lesiones de las zonas
temporales del hemisferio izquierdo sería incompleto si no realizáramos la des~ 6 .:
cripción de una forma más de las alteraciones que tienen lugar en los casos en)
los que la lesión se sitúa en las partes medias (no acústicas) de la región temporal
izquierda y que adquieren la forma de la denominada afasia "acústico-mnésica". ~
Las alteraciones acústico-mnésicas del lenguaje fueron descritas por nosotros
en una serie de publicaciones (Luria, 1947, 1962, 1969, 1970, 1973). Sin dete-
nemos en considerar si representan un aspecto especial de las alteraciones del
lenguaje o son simplemente una forma parcial o leve de la afasia temporal (acústi-
co-gnósica) daremos una breve descripción de este cuadro y expondremos en
términos generales las dificultades que aparecen en la ~~~ón de la ~_~.!.~ión.
CUn rasgo característico de los pacientes con afasia acústico~inñésica es que
y, mientras la estructura fonémica del lenguaje permanece intacta y no aparecen

, grandes fenómenos de alienación del sentido de las palabras}' no son capaces de .\.
mantener de manera suficientemente firme series de trazos audioverbales y se :
pierden fácilmente bajo la influencia de pausas o de facto~es de interferencia ,
y de este modo el paciente no puede mantener estables las sucesivas cadenas !
audioverbales. ./
Esta alteración se manifiesta, en los pacientes de este grupo, en los tests de
repetición de material verbal. Los pacientes pueden repetir fácilmente palabras '
independientes pero presentan dificultades cuando han de repetir series de
palabras. En 1~~S~~2~ .J?1ás graves, descritos por nosotros en otros trabajos (Luria, :,:', '
Sokolov, KlinÍkovsky, 19"67; ·Cl.liia, 1974), la repetici~n 4~ .s_~!ies __d~tJ~_~!~~o dos .J'
o tres palabras es imposible. El paciente repite éíi primer lugar la última palabra ( ' !"
(fi:lé~for-~ieceñ.cy) 61 y luego pasa a la primera palabra o habiendo repetido la

61. En i~glés en el original. (N. del T.)


100 ANÁLISIS NEUROPSICOLÓCICO DE LA CO!\ fUNI C.-\CIÓN VERBAL

última olvida la primera.~n casos menos severos se puede observar el mismo


fenómeno en la repetición de una serie relativamen te larga de 5 a 6 palabras.
En este caso el enfermo repite las primeras d os o tres palabras y dice que ha
olvidado el resto o repite d os o tres el e las últimas palabras y dice que las primeras
no se retuvieron en su memoria.
Tal como mostraron las observaciones hechas por L. S. -Tsvetko~"a y cols. , en
algunos casos la disminución de la memoria audioverbal no está relacionada con
una mutua inhibición de los trazos auditivos sino con el fenómeno de la "reduc-
ción del span 62 de la memoria audioverbal" . En estos casos las dificultades de la r
repetición pueden estar compensadas, en cierta medida, si la serie de sílabas '
o palabras se presentan en grupos aislados y el paciente los reproduce por
separado. Con ayuda de tales métodos, el paciente con una afasia acústico-mnésica
es capaz de repetir largas series de palabras que era incapaz de repetir de forma
directa (Tsvetkova, 1968).
El defecto fundamental en la codificación de la exp[t:sión verbal se manifiesta
también en los pacientes de este grupo en los tist-s
de den0Tl!i~id<m.
Frecuentemente, en la denominación d ~ objetosXCoffiü- cuando intentan recor-
dar nombres) los pacientes de -;~t~ -grupo 'tienen l~s dificultades que hemos obser-
vado en forma mucho más grave, en los pacientes con afasia sensorial (acústico-
gnósica).
----Siendo incapaces de hallar las p alabras necesarias, estos pacientes las susti-
tuyen a menudo por otras palabras del mismo campo semántico (dicen "puse"
en lugar de "hallé", "niño" en lugar de "adulto", "miré" en lugar de "olvidé " ,
etc.); en ocasiones ejemplos definidos de "etimologización" de las palabras
pueden ser hallados: . olvidada la palabra necesaria, el paciente la sustituye por
otra "apropiada": dice gvozdilnik ("clavador") en lugar de molotok (martillo), etc .
. - Las dificultades principales de estos enfermos surgen cuando han de deno-
minar una serie de objetos. Junto a las dificultades mencionadas se hallan otras I
nuevas: como regla denominan en primer lugar el último objeto de los presen-
tados (el factor recency) y en último lugar los objetos presentados antes y al
hacerlo, frecuentemente en estas circunstancias la dificultad se manifiesta simple-
mente como un aumento del período de latencia , como la afirmación del "olvido" ,
o en forma de parafasia. Este fenómeno indica que Ja_.~.~íEroca inhibi<:.!.0:Lde ñ
huellas audi?v~rbales es el _.<:.omponente principal del mecani~mo. pato~si9l~gico
1
de la afasia acústico-mnésica. · .
_. El aspecto' más importante de esta forma de alteración del lenguaje es, sin 1
embargo, que la estructura sintáctica del lenguaje coherente permanece intacta
y que las dificultades en la codificación de la expresión quedan limitadas por los
I
defectos acústico-mnésicos. Esto se ve claramente en el hecho de que la repe-
tición de frases cortas no pone de manifiesto claros defedos, pero la repetición
de frases largas presenta los fenómenos de cambio del orden ya conocidos por
nosotros (con la repetición primero del final de la fras e y luego del inicio) o lo
que se da con mayor fre cuencia : la repetición de sólo Ulla pa labra de la fra se '-
y el olvido del resto.
Este fenómeno es quizá visto con mayor claridad en la repetición de "relatos
completos", cuando el paciente como regla conserva el sentido general y mantiene
una relativamente correcta estructura gramatical de los fragm en tos de la narra-
ción, pero es incapaz de repetirla como un todo.
Es natural que aparezcan claramen te los mismos fenómenos en el lenguaje
\

62. Damos la palabra in glesa ya que es fre<:lll: lltCtnCntl' usada en ne uropsicología.


Span: amplitud. (N. del T .) .
I 101

I
FORMULACIÓN DE LA EXPRESIÓN VERBAL: ANÁLISIS r-."'EUROPSICOLÓGICO

espontáneo, ·en el monólogo. El paciente conserva la estructura gramatical pero

i
en ella se observan las dificultades que aparecen cuando trata de recordar las
palabras individuales: estas dificultades tienen un claro "carácter acústico-
mnésico".

I,

f
t
Veamos una ilustración de la afasia acústico-mnésica.

La paciente Dem., una mujer de 44 años de edad Ch. c. 53615), ingeniero, ingres6
en febrero de 1970 en el Imtituto Burdenko de Neurocirugía con la orientación diag-
nóstica de tumor en el lóbulo temporal izquierdo . Desde el mes de marzo de 1969,
la paciente refería cefaleas. En diciembre del mismi:) año desarrolló severos defectos en
t el len~_aje, en la escritura y el _cáIc.ulo. La exploración neurológicareYeraOilma
I
I
important_E:l hemiparesia, hiperreAexia y pérdida del nistagmo optocinético a la de-
recha.

I L'lS radiografías craneales mostraron un d esplazamiento de la pineal hacia la de-


recha. La arteriografía carotíd ea izquierda mostraba un desplazamiento de la arteria
cerebral anterior hacia la derecha y la arteria cerebral media estaba desplazada hacia
arriba y hacia dentro. Se comprobó la existencia de una serie de vasos patoiógicos \
de un tumor situado en las porciones posteriores de la región temporal izquierda. j
En la intervención se halló un tumor en la región temporal izquierda a una pro-=-'
. fundidad de 1,5 a 2 cm y que afectaba a las zonas temporales posteriores y parie-
tales. Tras la extracción del tumor quedó un lecho de 6 X 7 X 6 cm. El tumor estaba
directamente relacionado con la pared del asta posterior del ventrículo lateral iz-
quierdo.
La paciente fue intervenida dos veces más a causa del crecimiento del tumor.
La paciente estaba bien orientada, comunicativa, emocionalmente adecuada y co-
nocedora de su enfermedad.
La praxis y la gnosis estaban bien conservadas · y el cuad¡;o clínico estaba domi-)
nado por sus severos trastornos del lenguaje . /
La paciente podía comprender relativamente bien el lenguaje dirigido a ella, ~u
audición fonémica estaba intacta y únicamente si el material presentado tenía un \'0- .
lumen considerable (sílabas, palabras o frases completas) aparecía una cierta inestabi-
lidad en los fonemas o dificultad en la comprensión directa del lenguaje acompañadas
con unas leves manifestaciones d e alienación de1.significado de .palabras individuales;
sin embargo, este defecto era fácilmeñte--Cü.ffi'pensado. . . . _. . - . .
- El lenguaje espontáneo permanecía desarrollado y fluido, sintácticamente correcto
y rico desde el punto de vista de la entonación. Sin 'embargo, sus defectos básicos
consistían en un constante olvido y búsqueda de palabras, parafasias y ligeras perseve-
raciones.
Veamos un ejemplo de su lenguaje espontáneo:

-"Cuénteme cómo enfermó." -"Ahora les contaré .. . yo no trabajaba ... no, no,
miento, no lo dije bien . _. yo trabajaba todo el tiempo ... trabajaba ... no puedo
decir nada ... simplemente en mi . cabeza .. . eso fue en diciembre, el día 20 de
diciembre ... día de mi cumpleaños .. . y me puse enferma. Yo fui al trabajo a pesar
·de todo, y después no me dieron la baja ... llegué parecía que tenía dolor de cabeza ...

I
llegué y no me permitieron ir al trabajo ... simplemente .. , yo misma al trabajo ...
No, sabe yo miento todo . .. He ido a ver al médico y ellos no me dejaron. 'Usted,
dicen, no está enferma .. .' Pues no dije esto ... luego, ~:lijai1 Vasilievich, mi marido
(parafasia de <médicos') me escribió esto ... en un día de trabajo ... el día 4 de
enero de 1964 (parafasia) ... Bien . . . Ahora ya recuerdo todo (parafasia en lugar de
• <olvidé') ... y luego al hospital en Kuchino ... Luego aquí ... No ha dicho bien,
pero es así... Nada más ... No comprendí lo que me sucedió, dónde me pasó esto
en la cabeza __. No recuerdo nada ... ¿He dicho mal? Bueno ... todo ... mal. Pido
perdón. Pues siento que algo me pasa ... me duele algo y DO lo sé. ¿Comprende?
Pues yo a veces hablo con usted . .. usted debe comprender algo y no lo comprende ...
102 ANALlSIS N'E"liROPSICOLÓGICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

que yo miento .. . Tengo que decir una cosa y digo otra. ¿Comprende? . . . j Esto es
todo!"
La fluidez del lenguaje de la paciente -que nos hace referirla al grupo de las
'afasias fluentes (fluent aphasia).- con dificultad en la búsqueda de palabras y con
. muchas parafasias, se presenta en este ejemplo con bastante claridad .
El lenguaje categorial (recitado de la serie natural de números, días de la semana
o meses) se realiza con facilidad, pero su recitado en orden inverso es imposible y es
siempre sustituida por la serie habitual y la paciente aprecia claramente sus dificultades
y comenta: "Soy tonta . .. tonta ... lo hago mal ... ".
La "repetición de sonidos aislados, palabras y frases cortas se realiza sin notables
dificultades.
Incluso los pares de [onvmas correlativos son repetidos por la enferma sin cometer
errores, con lo que se demuestra que la audición fonémica se conserva. Podía repetir
sin dificultades palabras compuestas como korablekrushenie (naufragio), expresiones
como stroiiéfrÜiiCi-organlzatsia (o;ganización constructiva) o selskoioziaistrennÚ koope-
rativ (cooperativa agrícola) o frases como vipal glubokii sneg (cayó mucha nieve).
Sin embargo, aparecían evidentes dificultades cuando se pasaba de la repetición
de elementos_aislados a series más largas a la reproducción de -'memoria del material
v~rºªli-=~ú~ más ~~~do se ~i~c~aban j~wtos de~encoñtrar l~'ranecesaria para
de?2-minar. el. Q..bj~!~ _ºfrecido.-En estos casos se ponía de manifiesto una inestab~lidad ~n
19S_ trclzqs .al!9l9ve.rJ>ales, una transposición -ª.e__ Jos elementos, el fácil olvido' 'de - Ios
. ' trazos y parafasias. . --
r" / El síntoma más simple de la alteración de la memoria audioverbal de la enferma
~ son las transposiciones de los elementos de series audioverbales. I ": 3-
;z... Sñ propuso a la enferma que repitiese una serie de sílabas: da-ra-n.a . Repetía :
________ --"tía-rt-~ ... no ... na-ra-na . .. no, no es así .. . cuando usted me . ,. bien recuérdeme
(en el sentido de 'diga' o 'ayude a recordar'), algo recuerdo, comprendo, no es d e
repente ... poco a poco, lentamente, paulatinamente".
Es característico que si los mismos elementos se dan primeramente aislados, y
" cada uno de éstos se repite por separado y luego seguido de la repetición de la serie
como un todo, el paciente es capaz de repetir el sistema completo de sílabas sin
" @9cultad.
- El mismo fenómeno se observó en la repetición de series de palabras.
La enferma, que con facilidad repite un par de palabras, no es capaz de repetir
una cadena de tres no enlazadas entre sí. En este caso, tanto aparecen ~~k.i.9.Il!:!s
como parafasias literales o verbales, y también la repetición de las palabras por sepa-
rado pósTEillitílla -rep~'d~ccioñ-- p~sterior de la serie como un todo.
Veamos un ' ejemplo:

~." igla (aguja) - noch "(noche) - pirog (pastel)


~~~~~--~~----------~ .----------
1) igla - nog .. . piroch ... (no . . . miento) . .. igla - nog - piroch . .. papiro ...
navrn]a ... '.~ ---

2) igra (juego) - nog (pierna) - piroch. . . (no, no es así), etc.


t
\
.
~
t...
'.
:.; . -f., ' .
-'-
( \ .) . . .
~g (rueve) -les (bosque) - dim (humo) .,1 sobaka-(perro) - chatmk (tetera) ,- zerkalo (espeJo)
1) Q9 puedo ... 1) za .. . za ... no puedo ~.
2) leS - ~nJg - dito . .. 2) no puedo .. .
3) Tes - sneg - dim

sobaka chainik zerkalo soba ka chainik zerkalo


sobaka chainik zerkalo sobaka chainik zerkalo • .A ' ~ ;'
'..... j
("-;;>

Característicamen te, la repetición de una . serie de .palabras según "los trazos"


(engramas) era muy difícil: especialmente si alguna actividad interferente era intro-
ducida entre la reproducción inmediata y la tardía.
Veamos un ejemplo ;
I FORMULACIÓN DE LA EXPRESIÓN VERBAL: ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO 103

I kot - igla - pirog (gato - aguja - pastel)


1) kra ... no ... krag ... no es así
2) klo. .. no sale
3) klo... no, no es la palabra
kot - igla - pirog
solntse- ocJi¡p - papirosa (sol - gafas -
cigarro)
1) ochki
O:·:---p-a-p"":'iro-sa---so'ln....-:-ts-e-----
2) I Repita en el orden correcto!
solntse - ochki - papirosa
, kQt igla pirog ,Repita una vez más (sin nueva presenta-
i
kol - igla - pirog ,; ci6n del modelo)
kot - igla - pirog!... . Ahora, un momento... no ya he servido
(pausa de 30 seg.) (en lugar de "olvidado") tengo la culpa
I Repita de nuevo! solntse - ochki - papil'osa
klo ... no lo sé, esto no slok... compren- solntse - ochki - papirosa
de .. . (interferencia: ¿cuánto son 2 + 9) ...
Igla, pirog ... otra palabra, pero no puedo "2 ... más 3? .. "
recordar ...
slog, igla, pero... lo olvidé ...
Repita las palabras
"Ella me confundió la calle ... No dije
esto ... tenía que decirle a usted y ella me
confundi6 ... ulitsa (calle), papirosa, och-
ki ' " no es asÍ. i Es difícil!

La inestabilidad de los engra~as ,~u~!.Q.~~rº-al~,_~ aparece claramente en la re- ,


peticióliCre--srraoas-yparaoiai; surge_,tlmbién. en .la, repeticion_"ae _~ses:::..co.lllW~: En '
este caso 'se ' iñiiñifiesta- enla repetici6n de "epmmª,s :'~JJ.p.!!.dº_~ciente está fatigado.
A continuaci6n presentamos los ejemplos apropiados: ' -'0-, - ' - , 0 '_ ..

o Repita: Malchik udaril sobaku (El niño golpe6 al perro): Malchik udaril sobalcu . . .
No .. . no he dicho bien ... Malchik udaril sobaku. '
Devochka pet chai (La niña bebe té): Devochka pet chai. .. Otra vez: DetXJChka
, pet cha!. , ,~ ~; )
\~ ZimOi reka_ ,!:Ef!C...r:!"gf!,t (En invierno, el río se hiela). "Rt&o rekoi oo. zim ...
zemlül iázñerzaet" (La tierra se hiel~
- ---.OtrCi'VeZ: Zlmoi reka zamerzaet. " ... Zimoi reka zamerzaet."
(Pausa.) - - .. - -
o Repita otra vez) "S ... se ... algo no sale bien -... PUes,_. .• nachi
/ no, no pue-
do . .. simoi ... sim oo. sim ... no lo consigo ... "
Zimoi relea zamerzaet. "S ... da igual .. . un momento ... sego sigo ... no
puedo .....
Letom rastsvetaiut derevia (En verano florecen los árboles) .... . . Letom rastsvetaiut
derevia".
(Pausa.)
Repítalo una vez más. "Z .. . lo hago mal .,. sigoi ... si ... no, no puedo ... qué
puede ser, ¡ah!..."
Letom rasfsvetaiut derevia. "Zivoi ... segodnia (hoy) ... letom zatsvetaiut derevia ... "
Repita una vez más. "Si ... esto debe ser alguna lengua ... no entiendo de qué se
trata ... S.. . no sale nada ... "
El mismo fenómeno aparecía claramente si se introducía una interferencia pidiendo
al paciente que refiriera la primera de las dos frases presentadas:
Letom rastsvetaiut derevia. "Letom rastsvetaiut derevia."
Zimoi relea zamerzaet. "Rekoi ... z ... rekoi zemlia zamerzaet."
¿Cuál era la primera frase? "Allí teníamos oo. el verano . .. tenemos ... ve qué
tonta soy ... no le puedo decir nada ... ••
Letom rastsvetaiut derevia. "Letom nosotros vemos .. '. no. i estoy bromeando!. .. "
Letom rastsvetaiut derevia. "Letom rastsvetaiut derevia ... "
Zimoi relea zamerzaet. ''Zi .. . pues de nuevo .,. cuando empiezo a negarme, no
puedo hallar lo que hace falta ... "
104 Al'l¡\LISIS ~EUROPSICOLÓGICO DE LA CO~ftJNICACIÓN VERBAL

Letom rasfsvetaiut derevia. "Letom rastsvetaiut derevia."


Zimoi r€ka ;::;amer;::;aet. "Rekoi (el río) zemlia zamerzaet ... "
Repítalo otra ve::. '"Le ... lip .,. luk ... no es así ... ahora ... lik ... lunu ... no lo
pued o hacer ... pues sabe, serían otras palabras, entonces recordaría algo ... ".
Los hechos que acabamos de referir muestran claramente que mientras que una
.-:::;»- /frase, como entidad organizada, es repetida sin dificultad, los intentos de repetición
"des de los engramas" (o huellas) empiezan a mostrar sign~s definidos de cambio de ;
¡

los fonemas necesarios por fonemas correlativos ~~a- '~m ... simá ... "), por varia- ; .; 'I'"~
i-t"!
bles asociaciones acústicas y semánticas s~undar~s ("sega f" segQ.gnia"),",~ conta- ', .
!
minación acústica (en lugar de zirrlói reklr zam"'zaet, "rekoi zerúlia zaIIterzaet'To,
finalInente, perse\-eraciones semánticas de elenlentos de la primera frase. __o

'" "--- .

De tal modo, la alteración de la codificaci<i n ..de.....una _e.~p.resi~n . ~erbal com-


pleja se altera en este caso_ preci.s-ª.mente a causa-.de...la inestabiI¡c!:!d dT~lgunos
engra!l1a~)~.xÍ<;:os . Precisamente este hecho (que surge ya en la repetición de series
de sílabas y palabras) se presenta con más expresividad durante el proceso del
paso del pensamiento a una expresión coherente.
Veamos los ejemplos correspondientes:
Se lee a la paciente la narración de "La gallina de los huevos de oro" y se le
propone que relate su contenido. La paciente dice: "Pues, ve qué médi co .. . tengo ,
ahora ... mire qué tonta soy Diomicheva (apellido) ... ahora les cuento ... yo lo ex-
plico mal ... pues fueron encontrados huevos ... huevos de gallina ... pensaban ' que
eran huevos corrientes .. . pues ... él ... mató estos huevos ... pero resulta en realidad
\
el mismo huevo .. . No, no es así."
(Se lee nuevamente la historia.) "Pues ... un hombre tenía varios huevos . .. no ,
no es así, déjeme ... Ellos decidieron encontrar sus propios huevos para que todos
I
tuvieran huevos... No, no es así, no sale."
(La historia es repetida .) "Pues bien ... había huevos ... y ellos decidieron ...
/ rear estos huevos para que todos tuvieran huevos .. . No, no es así, es difícil."
"¿Cuál es la moraleja de la historia?" "¡Sí, es verdad! La moraleja debe ser que
la gente tiene que demostrar que todo está en orden, que nada debe ... ¡Pues yo sé
lo que usted quiere, pero yo no puedo!. .. " ,\
Los fenómenos descritos que se presentaban estables en el primer período
del examen de la paciente desaparecieron casi por completo tras la intervención
para extirpar el tumor intracerebral que . se situaba en la profundidad de las
partes medias del lóbulo temporal izquierdo.

Al realizar el examen médico de control, al cabo de tres semanas despu és de la


operación, la paciente pudo mantener una conversación con facilidad , repetir series
de palabras, reproducirlas según sus engramas, relatar el contenido de historias, etc.
Del cuadro anterior sólo le quedó una inestabilidad en los en gramas (trazos) audiover-
bales (búsqueda de palabras) y fenómenos de parafasias literales y verbales que apa-
-.recían espeCialmente en un fondo de fatiga.
Veamos parte de los estudios realizados para su comparación con lo referido
anteriom1ente.
Len g uaje independient e (espontáneo). Cuente, ¿cómo empezó su enfermedad? "Yo
estaba trabajando y me sentí mal. El jefe salió, yo estaba sentada, sentada y d e re-
pente empecé a hablar 'diciendo absurdos', cómo se dice, perdone. Yo no comprendía
a la gente. Me llevaron al hospital y ya no tenía noción de nada. Sólo podían haLlar
conmigo mi marido y mi hijo.. . Después del hospital me mandaron aquí, donde los
profesores N. S. y F. me trataron. Ahora, después de la operación me siento una per-
sona, ya puedo hablar con ustedes, escribir ... "
"La repetición de IIna serie de tres palabras" se efectuaba sin dificultad y el orden
I Foa"1ULACIÓ!I< DE LA EXPR ES IÓN VERBAL: ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO 105

I
I
se manterua. Podia recordar la primera serie de palabras tras la repetición de una
segunda serie. Sólo ocasionalmente presentaba parafasias en lugar de svo l1-igla-krest
decía svon - igla - kroZ. . . (no), krets . .. , o en lugar de sneg - noch (noche) - shkaf
d ecía sneg - doz h - shkaf (nieve -lluvia - armario).
En la "repetición de frases " se producían los mismos fenómenos : La paciente que
repetía fácilmente, al principio, la frase:
"En el jardín, tras la alta valla, crecían los manzanos" , repetía la segunda frase:
"En el lindero del bosque, el cazador ma tó un lobo", como "Detrás de ]a alta ...
pues .,. otra vez miento ... sí, pues ... en un claro del bosque . . . el cazador mat6
un oso . .. no , otra vez he mentido . . . en un claro del valle ... el cazador mató un
lobo .....
Análogas, pero más expresivas, eran las dificultades cuando la paciente trataba de
recordar la primera frase: "La prime ra es .. . ahora ... árboles . .. en el lindero
no, me he confundido todo, pues estoy mojada como un ratón ... En el lindero del
bo . .. no, ésta es la segunda, eso yo recuerdo, aquí había un cazador y allí...", etc.
La narración de historias mejoró consid erablemente. Así, el relato de "El lobo
y la cabra" era expuesto de la siguiente manera: "Ahora .. . el lobo y éste ... era un
cordero ... El lobo vio al cordero ... no, así no ... el lobo vio a la cabra y notó que
pacía en lo alto y dijo: 'Porque tú no así . . . un poco más cerca . . . a] agua .. . ]a
hierba . . . es mejor p ara comer ... ' ¿No lo digo bien así? Pero ella fue inteligente
y dijo : '¿Por qué tengo que ir allí? Allí . . . me, comer, quieres comer' ... "
ce:
Como hemos podido ver, los ~ementos básicos de esta forma de codificación -;'
de la expresión verbal son la relativa integridaq / del nivel fonémico de lol
lO
códigos lingüísticos (los fonemas similares se c<fnfunden sólo en situación de ¡- -
fatiga), ]a plena ~onseiVación 9,e la expresión éóherente sintagm'aBcamente orga- ~ _:
nizada y, como elemento central, la inestabilidad de los trazados -audioverbales J'
y que se expresa más claramente cuando se solicita la reproducción de series de
pa.labras, de frases largas y de fragmentos complejos por s~ sentido. En este ~
último caso se manifiesta una doble disociación: a pesar de l~tegridad prima- t=.=. \ (r
ria de la orgañización sintagmática de la expresión verbal coherente y la3 ....E.acidad
de aprehender y ret~ner el sentido general, el paciente presenta una(]ran inesfa:. ,-;;{ ,
bilidad de los t.t~s~~cl~ las palabras individuales y un importan_te JeºcSII.1~o de
parafasias literales y verbales, cuyo mecanismo básico és la -riivelación de la posi-
bilidad de que aparezcan los trazos de ~i~l~~teI}.ido_a~tico o semántico. ... .
Característicamente en las alteraciones del lenguaje de este tipo la inestaoi- ( " L~
lidad de las huellas lexicales se manifiesta igualmente en cualquier aspecto del )1-"
lenguaje y con igual intensidad en el recuerdo de ver~s o de nombres a pesar . ".
de la completa integridad del lenguaje coherente. oca
lPOsibílidad de tal disocia~
C¡ ,~i6n -:-l~ conservación de l~. ~rga~i~acíón ~in:agmática de la expresión y. l~ ')
~ _InestabIlidad de su composlclon lexlG,a- dlstingue esta forma de alteracIón
de la actividad verbal c!~ la afasia dimhnica y el "estilo telegráfico", por un lado 1
y de la afasia motor~~ferente y de la afasia acústica-sensorial, por otro lado. I
De este modo queda determinada la originalidad de las alteraciones por afasias i
acústico-mnésicas y sin duda alguna tiene un gran interés tanto --para la neuro-
psicología clínica como para la lingüística.
La complejidad de este desorden dinculta considerablemente su representación
en un modelo plenamente adecuado, p or esto el esquema que presentamos en la
fig. 13 tiene un carácter aproximado e imperfecto.
106 ANALISIS ¡..,r;UROPSICOLÓCI C O DE LA C O\IUNICACIÓN VERBAL

<1) Repet ic i6n de palabras b) Denominac i6 n d e objelOs


( a) ( k)
0 0-llil-@ o 0-llil-@ I
I

V \f
I
I
, .f-"
U
.t"
/ /

r - -{
b¡ ,
"'r, C7
--,
,
r- - -{
I a( I
)---,
'L _r. _7O_.1I
0- 7 0 0 -7 I

0 0 L _~ .J
L __ J l __ J

c) Repetici6n eli! frases


II

la - b-C I () Ia-b- c I I d- e - I I I I
Y 0 ·· ? ... ,
VV + Ia al f i?
V
la l e7!71

d) Repetición de u na exp resió n comp leta

Model o Repe ti c i6n

I
53
51 ? / '"
..~ . .J ~ --NP - - ?
. . / 1',
/ I ,

"

FIG. 13. - Esquema de la alteración de la comunicación verbal en pacientes con afasia


acusticoamnésica.

4. Alteraciones de la formación de la expresión verbal en el síndrome


fronto-temporal

En el curso de las pagmas anteriores describíamos dos cuadros definidamente


distintos de alteraciones de la codificación verbal.
En el primer grupo de alteraciones, tal como se halla en los pacientes con
lesiones en las zonas anteriores del lenguaje y en lesiones masivas de lóbulos
frontales, la codificación de la expresión verbal está alterada por la inercia pato-
lógica y el surgimiento de estereotipos verbales. Como resultado de esto el
paciente es incapaz de pasar de un componente estructural a otro (o en casos
de afasia motora eferente, de una articulación anterior a otra).
En el segundo grupo de alteraciones, halladas en pacientes con lesiones d e la
región temporal izquierda con un cuadro de afasia acústico-gnósica (sensorial)
o afasia acústico-mnésica, no existe especial dificultad en el paso de un compo-
nente a otro pero la codificación de la expresión verbal está alterada por un
defecto en el nivel fonémico de la codificación de la información o la inestabilidad
de los trazos audioverbales de las palabras, ocasionando que las distintas alte-
raciones acústicas o léxicas surjan con igual facilidad y comporten así parafasi as
literales o verbales.
Las manifestaciones clínicas de estas alteraciones de la codificación verba l
no se presentan siempre de manera " pura ".
FORMULACIÓN DE LA EXPRESIÓN VERBAL: AN.Á.USIS NEUROPSICOLÓCICO 107

. Existe otrogq.tpo de pacientes ,e n los que se alteran ambos sistemas ya


mencionados: frontal y temporal. En estos casos de lesión frontotemporal se
combinan los dos cuadros y el examinador puede ver que los elementos lé:\icos
pronto son reemplazados por otros y pierden su selectividad: los componentes
(componentes estructurales) que surgen simultáneamente, se hacen tan inertes
que el enfermo es incapaz de pasar de ellos a otros, y sustituye los eslabones
necesarios para la expresión por estereotipos inertes. Un hecho especial de este
cuadro, conocido en neuropsicología como "síndrome frontotemporal" es que el
enfermo, en virtud de la inestabilidad de los significados de las palabras, no
aprecia los errores que comete, resultado de lo cual una vez aparecidas las para-
fasias o los estereotipos inertes no son corregidos.
i! Estos casos son relativamente comunes en pacientes con tumores cerebrales
o en patología vascular.
Vamos a ilustrar este "síndrome frontotemporal " con un ejemplo típico:

El paciente, Neg, hombre de 46 años de edad (h. c. 26143), chófer, ingresó en


el Instituto Burdenko de Neurocirugía en febrero de 1959 en un estado grave de adi-
namia y trastornos definidos en el lenguaje.
En noviembre de 1958 empezó a presentar dolores con náuseas y vómitos con
déficit en la visión y la memoria. Empezó a perder los nombres de sus amigos cer-
canos y conocidos, sin poder recordar las palabras adecuadas. Dejó entonces de tra-
bajar. En enero de 1959 se halló el siguiente cuadro: estaba apá tico e inlúbido; tenía
una ligera paresia facial de tipo central y unos reflejas musculares aumentados a la
derecha con reflejos patológicos en el mismo lado. No se hallaron trastornos de la
sensibilidad. El examen del fondo de ojo mostró un papiledema. El LCR presentaba
un aumento de proteínas. Todos estos datos orientaron el d iagnóstico hacia un tumor
cerebral.
En el Instituto de Neurocirugía, donde fue trasladado, el paciente estaba adiná-
mico, tenía un tono muscular aumentado en extremidades derechas con reflejos pro-
fundos patológiCOS presentes. Su lenguaje estaba alterado por defectos en la com-
prensión y por perseveraciones. El paciente criticaba inadecuadamente su estado. El
EEG mostró un foco de actividad patolÓgica en forma de ondas lentas en la región
frontotemporal izquierda.
En febrero de 1959 fue intervenido. Se halló un tumor quístico que ocupaba las
zonas medias del lóbulo frontal (anterior a las áreas premotoras) y a una profundidad
de 4 cm. El quiste se unía a la .cavidad del asta anterior del ventrículo lateral iz-
quierdo y el tumor propiamente crecía en las zonas subcorticales, abarcando las pa-
redes superior, lateral y parte de la pared Ílúerior de la cavidad y se extendía hacia
la base de las zonas anteriores de la región temporal izquierda hacia los gangliOS de la
base. El tumor (angiorreticuloma) fue extirpado de forma incompleta: la parte que
se extendía hacia la profundidad de la región temporal se dejó in situ.
Las investigaciones neuropsicológicas practicadas antes de la intervención pusie-
ron de manifiesto los siguientes datos: El paciente estaba adinámico, mal orientado.
Sabía que estaba en un hospital, pero no podía explicar claramente por qué estaba
allí y tampoco podía establecer molestias concretas.
No podía decir cuándo había sido trasladado a Moscú desde Kishinev; deda
que estaba en Moscú «desde la edad de 18 años" y que había nacido en el año 1912,
y lu~iP decía que tenía 35 años intentando sumar 36 y 16. El paciente daba inade-
cuac:UHnente la fecha de su exploración y decía : " No . . . lo confundo, el diablo lo
sabe ... " Sus respuestas presentaban constantemente perseveraciones : cuando, por ejem-
plo, después de escribir la palabra "ventana" en respuesta a una orden se le pidió
que dijera de d6nde había venido, respondió : "de la ventana". El paciente era total-
mente inconsciente de su error.
La exploración del lenguaje del paciente dio los siguientes resultados:
"El lenguaje independiente (espontáneo)" era indolente e inactivo. Casi no tenía

9. tURlA
108 ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

expresiones espontáneas y ÚIÚcamente se podía obtener un lenguaje dialogado que,


a su vez, estaba lleno de perseveraciones.
"Su audición fonémica" estaba preservada y fácilmente podía repetir pares de fo-
nemas correlativos, pero fácilmente también se deslizaba de las sílabas sin sentido
a palabras con sentido y repetía las sílabas "pa-ba" como " palka" (palo).
La "repetición de palabras independientes" no le originaba dificultades y, además,
el paso de una palabra a otra se efectuaba con facilidad.
Importantes dificultades surgían cuando el ' enfermo tenía que repetir "series de
palabras"; al efectuar un fallo, por ejemplo, cambiando el orden de las palabras que
componen la serie, el paciente sigue repitiendo el error a pesar de que se le indica.
La misma inercia patolÓgica aparecía en la repetición 'de una serie de cifras. En este
caso, pronto empezaban a aparecer las palabras de la serie anterior y tampoco se
corregía.
Veamos un ejemplo:
Repetición de palabras: Repetición de números;
dom - stol - kot -les
(casa - mesa - gato - bosque) Repita: 3 - O - 9 - 8 - 2
1) dom - kot - stol- les 1) 3 - 9 - O - 9 - 9 - 9 - les
2) dom - kot - stol - les 2) 3 - 9 -lebed (cisne) - stol (mesa)
"El orden no está bien, ¡preste atenciónl" 3) 3 - 9 -lebed - domo(casa)
4) 9 - 2. - 9 -lebed - stol, etc.
3) dom - stol- kot -les
4) dom - stol- kot - les, etc.

Los mismos fenómenos de inercia patológica surgían en la repetición de frases; la


parafasia característica del síndrome temporal era un hecho evidente en la repetición
de frases, pero el paciente era inconsciente y no hacía intentos de corrección.
R~pita;

En el jardín, tras una alta valla (zaborom), crecían los manzanos.


"En el jardín, tras un alto robot (robotom), crecían los manzanos."

En el lindero del bosque, el cazador mató un lobo.


1) En el lindero del bosque, los lobos ... no, otra vez.
2) En el lindero del bosque, un okushik mató un lobo.

"¿Qué es un okushik?" -"No lo sé .....

Las contaminaciones léxicas de "robot" (de zabor: valla, y rosli: crecer) o de


okushik (de opuski: lindero, y oiotnik: cazador) son realizadas pasivamente, sin que
exista ninguna corrección, son típicas del síndrome frontotemporal y, como regla, no
se hallan en pacientes con lesiones aisladas, sean frontales o temporales.
Los mismos fenómenos de inercia patológica y de alienación del sentido de las
palabras surgen en la "denominación de objetos".
El paciente no tenía dificultades en . la. denominación de. objetos aislados sin poner
de manifiesto signos de inercia patolÓgica. Cuando se le daban pares de objetos surgía
claramente la inercia patológica y las correcciones eran efectuadas en grado insigni-
ficante.
Veamos parte de los protocolos que confirman este hecho (los dibujos de los qlJ.jetos
se sitúan en el denominador, la respuesta del paciente se sitúa debajo). .(;¡,¡
Denominación de objetos individuales:
(mesa) (termómetro) (vaso) (pala)
"mesa" "termómetro" "vaso" "pala" , etc.

Denominación de pares de objetos:


FORMULACIÓN DE LA EXPRESIÓN VEfl.BAL: ANÁLisIS NEU!tOPSICOLOCICO 109

(escarabajo - ganso) (tenedor - gallo) (amapola - reloj)


(zhuJc - gus) (villa - petux) (maJe - chasí)
"rak .. . y raketa "guska . y vilka"
o o "chasí ... y raketa... esto
(cápsula espacial) es . . . c}¡asi ... y... . . . se
y guski" confundió todo ... "

El mismo fen6meno fue observado cuando el paciente realizaba las órdenes por
escrito. Así, cuando se le pidió que dibujara un triángulo (treugolnik), tomó el lilpiz
y empezó a escrib ir "Apreciado" (Uvashaemii: fórmula de inicio de una carta). Al
decirle nuevamente que dibujara un triángulo, escribió otra vez: Uvashaemiioumwalnik
(de uvashaemii y treugolnik). Los siguientes intentos de escribir palabras al dictado
se afectaban por las importantes perseveraciones y escribía la palabra sobaka (perro)
como sababova, y al ordenarle escribir koshka (gato) empezaba a escribir sa . . . y luego
escribía sobaka. Los mismos fenómenos se comprobaron en otras pruebas cuando, tras
las de escritura, se le propuso dibujar un cuadrado, escribió "4" y repitió la misma
cifra cuando se le pidió que escribiera una cruz y un círculo.
A causa de esta grave inercia patológica, cuando, tras las pruebas de escritura, se
propuso al paciente que dibujara las figuras que le presentaban, éste siguió escribiendo
las mismas letras.
En la lectura se observaron fenómenos semejantes. El paciente leía con facilidad
las cifras que se le presentaban, pero, tras la lectura correcta, los estereotipos inertes
daban lugar a "paralexias de inercia", tomando la forma de perseveración de los signos
concretos y a veces la forma de "inercia de sistemas".

24 64 108
u
"24 "'62" (perseveración de "2") "401" (perseveración de "4")
219
"419" (perseveraci ón de "4")
214 noch (noche) most {puente) okrw (ventana) "tres ceros", eO
tc.
"214" "401" cC400" " cuatro ceros" lot (gato)

Los fenómenos de inercia permanecieron tras la intervención: incluso seis sema-


nas después de ésta, el enfermo sustituía las respuestas correctas por estereotipos
I
, inertes. Al responder a la pregunta "¿En qué año estamos!", decía: "no . .. , no ... 51. .. ";
a la pregunta "¿Qué hora es?" decía: "el primer año" , y, tras denominar correcta-
mente un par de dibujos "elefante-taza", seguía nombnrndo el siguiente par de dibu-
jos "gorro-cubo" como "es un elefante y esto una taza" y no podía superar el estereo-
tipo inerte.
Dos meses más tarde, estas manifestaciones habían regresado muy poco.
El paciente fue dado de alta del Instituto de Neurocirugía y reingresó un año más

I tarde ·en estado grave. El 15 de enero de 1960, el enfermo falleci6. En la necropsia


se halló, en el cerebro, un gran tumor (angiorreticuloma quístico) que ocupaba casi
toda la zona temporal y que se extendía a regiones frontales con obliteraci6n del asta
anterior del ventrículo lateral izquierdo y que ocupaba el núcleo caudado y el centro
semioval.

I El cuadro observado aquí incluye dos factores bien delimitados -la inesta-
bilidad de los trazos (en gramas) verbales y la inercia patológica de estereotipos

I
establecidos-- y es lo suficientemente claro por lo que no hacemos ningún comen-
tario en especial.
llO ANÁLISIS NEUROPSICOLÓCICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

5. Alteraciones de la formación de la expresión verbal en la afasia


semántica

Hasta ahora hemos analizado las formas de alteración de la codificación verbal


cuando el problema se situaba en el nivel de la organización articulatoriofonémica
del proceso verbal o se reflejaba secundariamente a este nivel. Esto se confirma
por el hecho de que en todos los pacientes que hemos descrito en las anteriores
secciones del libro se halló cierto grado de búsqueda de la composición acústica
de la palabra necesaria y parafasias literales acompañantes.
Sin embargo, existen otras formas de alteración de la codificación de la
expresión en las cuales la organización sintagmática permanece fluida y no hay
búsqueda de la composición acústica de las palabras y consecuentemente el nivel
articulatoriofonémico permanece intacto. Las alteraciones esenciales de la codi-
ficación se manifiestan por un "olvido de las palabras" (afasia amnésica) por un
lado y en dificultades en la comprensión y formulación de relaciones "logico-
gramaticales complejas" (afasia semántica) por otro lado.
Un hecho característico de estos casos, que se observan claramente en pacien-
tes con lesiones de las zonas terciarias parietooccipitales (o pari~tales inferiores)
de la corteza de hemisferio izqÚierdo, es que las alteraciones de la adquisición
y uso de los códigos lingüísticos se sitúan a un nivel más alto: en el nivel
semántico.
Es sabido que una palabra que designa a un objeto particular, o un sistema
de palabras con las que se expresa una "comunicación de relaciones" (Svedelius,
1897), no es un simple sistema de señales acústicas organizado de acuerdo con
las leyes fonémicas de la lengua. Una palabra, y en especial una combinación
de palabras que expresan una relación tiene un aspecto semántico cuya organi-
zación es incluso más compleja que la organización de su aspecto acústico. En
el primer capítulo del libro hemos hablado de la organización semántica y por
eso sólo repetiremos aquí lo esencial de forma sucinta.
Como regla las' palabras significan objetos particulares (hechos, acciones o
relaciones) o, en otros términos, tienen una particular referencia o relación de
objeto. Consecuentemente, la palabra, debe estar unida ante todo, a una imagen
determinada, o diCho de otra forma, la palabra debe tener unas bases sensoriales
(visuotáctiles). '
Por otro lado, tal como sabemos, la estructura semántica de la palabra no
queda limitada a su relación con el objeto o imagen determinados. Como hemos
destacado, la palabra "analiza" al objeto y le sitúa en un sistema particular de
relaciones y le refiere a una categoría determinada. Por ejemplo, la palabra chasi
(reloj) refiere al objeto a la categoría de los que sirven para medir el tiempo y
designa a todos los que poseen esta función independientemente de su, aspecto,
forma y tamaño. La palabra chemilnitsa (tintero) no sólo señala al objeto presen-
tado sino que destaca también su relación con objetos de cierto color (chem :
negro) que tienen la función de instrumento (il) y que sirven de recipien-
tes (-nits).
Mucho más compleja es aún -la organización semántica de un sistema de
palabras o combinaciones de palabras y en particular las combinaciones de pala-
bras que expresan relaciones.
Junto a las formas "sintagmáticas" típicas de organización de palabras q\le
expresan "comunicaciones de acontecimientos" ("la casa arde", "el perro ladra",
"el niño bebe té") existe otro grupo de combinaciones que -expresan "comunica-
FORMULACIÓN DE LA EXPRESIÓN VERBAL: ANÁLISIS r-"EUROPSICOLÓGICO 111

ciones de relaciones" (".el.hermano del padre", "una cruz bajo un círculo"),


que ante todo forman parte del sistema "paradigmático". Algunas de estas
formas de combinaciones de palabras tienen otra característica importante: son
sintácticamente reversibles pero su reversibilidad altera su significado. Por ejem-
plo, brat otsa (el hermano del padre) y krest pod krugom (una cruz bajo un
círculo) tienen un significado distinto que otets brata (el padre del hermano) y
krug pod krestom (un círculo bajo una cruz).
La organización paradigmática del significado de las palabras y de las combi-
naciones de palabras (que luego discutiremos) forma el nivel semántico complejo

I
¡
~
(o logicogramatical) de los códigos lingüísticos.
La adquisición y uso de este sistema de códigos tiene, naturalmente, sus
propias características psicológicas. Presupone, ante todo, la poSibilidad de percibir
claramente el objeto designado por la palabra y destacar en él los rasgos esen-
i
I ciales. Luego presupone la posibilidad de relacionar este objeto con otros de la
misma categoría. Finalmente, en el caso de aprehensión de un conjunto de

I combinaciones de palabras, presupone la posibilidad de que jtmto a la capacidad


de tener en cuenta el significado de cada palabra aislada (hermano, padre) se
pueda concentrar la atención en las relaciones entre las palabras y convertir las

II
"sucesivas" unidades de información (palabras o imágenes) en un "sistema único
y simultáneo".
Si una de estas condiciones no se cumple se dificultará la adquisición y uso
de los códigos semánticos del lenguaje.
Por un lado, el individuo no podrá destacar los hechos esenciales del objeto
y dificultará considerablemente el proceso de denominación, no sólo desde el
t'!
punto de vista acústico sino por el lado de la organización perceptiva del objeto.
Por otro lado, el individuo empezará a notar considerables dificultades en
el recuerdo de los n01Ilbres necesarios, pero esta vez, no será sólo por la
inestabilidad o inhibición de los engramas acústico-articulatorios sino por la difi-
cultad en distinguir los sistemas esenciales de uniones en las que entra el signi-
ficado de la palabra.
Por último, el individuo tendrá grandes dificultades en la adquisición y uso
de las combinaciones complejas de palabras que expresan relaciones. Mientras
que la organización sintagmática de la expresión se conserva, las operaciones con

II combinaciones de palabras paradigmáticamente organizadas se alteran inevitable-


mente o son totalmenté imposibles.
Así queda descrito un nuevo síndrome de alteración de la codilicación de la
expresión verbal que difiere significativamente de los antes descritos.
I Este síndrome aparece en pacientes con lesiones en las zonas terciarias de. la

I corteza del hemisferio izquierdo y generalmente se conoce con el nombre de


"afasia semántica". En varias ocasiones hemos realizado sU descripción (Luria,
I 1947, 1962, 1966, 1970, 1972, 1973) Y ahora recordaremos sus mecanismos

i
básicos y las razones por las que se relaciona con la lesión de las zonas parieto-
occipitales de la corteza cerebral.
Las áreas terciarias parietooccipitales de la corteza cerebral tienen una estruc-
tura muy compleja y sólo se desarrollan particularmente en el hombre. Estas
t· áreas mantienen estrechas relaciones con la corteza visual, táctil y auditiva y se
posibilita así la síntesis de la información que llega a través de los distintos
analizadores y la conversión de la información de los elementos recibidos sucesi-
vamente, en esquemas simultáneos quasi-espaciales.
. En la normalidad estos hechos particulares permiten la selección del significado
de las pa!abras mediante la distinción de sus rasgos esenciales de todas las
I i
~
112 ANÁLISIS NEt-""ROPSI COLÓCICO DE LA COMUNJCACIÓN VERBAL !
t r
uniones secundarias. De esta manera el individuo puede recordar fácilment e
el nombre del objeto presentado, denominar objetos y operar con los códigos
!
,
I

I
iI
logicogramaticales que expresan las relaciones entre los objetos correspondientes.
La situación es bien diferente en los pacientes con lesiones en estas zonas
~
i
&
corticales. i
En estos pacientes, como hemos comentado antes, la ley básica de la activi - m
dad cortical -"la ley de la fuerza" mediante la cual los estímulos fuertes (impor- i ~
l í¡
tantes) o sus trazos provocan una fuerte respuesta y los estímulos débiles (o no j
importantes) o sus trazos provocan una respuesta débil-, se altera. En esta ! i
¡ ~
situación patológica, la ley de la fuerza es sustituida por un estado fásico (o inhibi- ,
¡ l'
~
{
torio) en el cual los estÍInillos fuertes (o sus trazos) provocan una reacción igual
que los débiles y todos los trazos pueden surgir con la misma probabilidad y se
iI i
~•i
altera así la selectividad imprescindible para el trabajo adecuado del nivel
semántico. Surgen rasgos accesorios junto a los importantes, con la misma proba-
bilidad. Como resultado de esto el proceso de denominar un objeto y de recordar
la palabra adecuada se altera por mecanismos distintos a los propios de la afasia I ~
I
dinámica, la afasia motora aferente o las afasias sensoriales.
Por esto, la alteración del nivel semántico de la organización del lenguaje
que fundamenta el calificativo de "afasia semántica" comporta al mismo tiempo I ,
1
1

..~
1

una alteración en la denominación de objetos o, en otras palabras, el cuadro !


i
f
conocido en la medicina clásica como "afasia amnésica" aquÍ con caracteres ~

distintivos de la alteración de la denominación propia de la afasia motora aferente Il.


I
o sensorial. ¡
Pasemos al análisis detallado de las alteraciones de la codificación de la
expresión verbal que surgen en las lesiones de las regiones pari'etooccipilales
de la corteza del hemisferio izquierdo.
Como ya hemos señalado en otras ocasiones las lesiones de estas zonas com-
portan la aparición de dos alteraciones unidas estrechamente.
I ..
I
En primer lugar, las lesiones que son directamente contiguas a las zonas
secundarias de la corteza occipital (visual) pueden alterar el complejo proceso
1
de análisis y síntesis de la información visual e interferir la identificación de los
rasgos importantes de los objetos y motivar síntomas leves de agnosia visual.
En segundo lugar -y esto es particularmente importante-, una lesión en
las regiones parietooccipitales de la corteza del hemisferio izquierdo (el área
gnósica terciaria, conllevan necesariamente un trastorno distintivo y significativo
tal como señalara H . Head (1926) originariamente, precisamente porque estas
lesiones hacen que el proceso de conversión de los estímulos recibidos sucesiva-
mente en una síntesis simultánea se altere y el paciente no pueda realizar este
acto que fundamenta la síntesis espacial simultánea. Este defecto hace que los
pacientes no puedan orientarse en el espacio ni efectuar las operaciones que pre-
cisan una síntesis interna quasi-espacial, y en particular, las operaciones verbales
que incluyen la expresión/comprensión de relaciones logicogramaticales.
La imposibilidad de percibir inmediatamente el significado de estructuras
"reversibles" como "el padre del hermano" y "el hermano del padre" o "el
cuadrado sobre el círculo" y el "círculo sobre el cuadrado" es un hecho que
caracteriza a estos pacientes y que es bien conocido. Discutiremos esto último
al estudiar las alteraciones de la decodificación de la expresión verbal en pacien-
tes con lesiones cerebrales focales.
Los fenómenos que acabamos de mencionar son causa, en primer lugar, de
masivas alteraciones en la comprensión (decodificación) de las formas complejas
de la expresión verbal y que vamos a estudi~r lu ego. Sin embargo, simultánea-
~
ff FORMULACIÓN DE LA EXPRESIÓN VERBAL : ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO 113

mente, originan -también serias, dificultades en la codificación de la expresión.


Por un lado, crean serias dificultades en la función nominativa del lenguaje
(denominación de objetos), por otro, son causa de dificultades, igualmente evi-
dentes, en las operaciones que precisan la presencia de estmcturas simul-
táneamente visualizadas y, en particular, en las operaciones con estructuras
gramaticales. Ambas alteraciones afectan tan considerablemente el proceso de
codificación de la expresión que vamos a realizar un estudio especial de ellas.
Ya hemos mencionado antes que el nombre de un objeto no representa
una simple asociación del complejo acústico (la "envoltura de la palabra") con
la imagen del objeto denominado, sino que incluye en su seno, y como elemento
indispensable, el reconocimiento del rasgo esencial del objeto (y la separación
de los rasgos secundarios).
Es precisamente este proceso el que resulta afectado en pacientes con
lesiones en la región parietooccipital de la corteza. Tal como mostraron las
investigaciones de Tsvetkova (1972), y que hemos mencionado anteriormente,
estos pacientes son a menudo incapaces de distinguir el rasgo dominante de un
objeto en las tareas de completar su descripción, añadiendo los elementos carac-
terísticos del mismo, y de identificar la imagen estilizada de dos objetos simi-
lares, así como de situar al objeto en una entre dos categorías. Como resultado
de este defecto, las bases perceptivas de la denominación del objeto son imper-
fectas e imprecisas y esto representa un obstáculo para hallar su nombre exacto.
Por otro lado, en ocasión de un estado patológico de esta región que da lugar
al fenómeno de igualación de la excitabilidad de distintas asociaciones, se crea un
obstáculo adicional para el surgimiento automático de los nombres necesarios
y de esta manera se induce la aparición de varias alternativas con igual probabili-
dad. Como resultado de estos factores (íntimamente interconexos) los pacientes
con lesiones de las zonas parietoocCipitales de la corteza desarrollan el síndrome
de la afasia amnésica cuyo elemento fundamental es una alteración de los
procesos de búsqueda de los nombres necesarios, fenómeno característico de la
"afasia nominativa".
Estos pacientes conservan completamente tanto los motivos como el esquema
semántico de la expresión, pero tan pronto como intentan incorporar este esque-
ma en un lenguaje desarrollado se hallan ante un obstáculo insuperable o no
pueden encontrar inmediatamente la palabra necesaria entre multitud de alter-
nativas. Un hecho esencial de estos intentos, de estas búsquedas, es que la orga-
nización sintagmática del proceso del lenguaje en tales casos está mejor preservada
que en los pacientes con afasia temporal que hemos descrito antes. Precisamente
por esto los enfermos que tienen alterados el sistema paradigmático del lenguaje,
frecuentemente tratan de evitar estos defectos dirigiéndose a las habituales
formaciones de las frases, usando las estructuras sintácticas residuales e inten-
tando incluir la palabra buscada en el contexto' necesario del lenguaje habitual
que se mantiene Huido. Así, perífrasis como: "Bien pues . __ esto ... como es ...
para peinarse ... pues cabellos ... no ... pues ... peluquero ... no". llenan todo su
lenguaje. Es característico que a diferencia de los pacientes con afasia sensorial
y afasia motora cinestésica, los integrados en este gmpo no dan en general susti-
tuciones acústicas (parafasias literales) mientras que las sustituciones semánticas
de las palabras deseadas (parafasias semánticas) e intentos de en~ontrar una
palabra buscada usando el contexto de una frase entera (" ... bien ... como es
me peino ... sí, con un peine") son muy numerosos. Es importante destacar que
a diferencia de los enfermos con lesiones en las porciones anteriores de las
zonas del lenguaje y con alteración de la estructura predicativa, el uso de

\
a
114 ANÁLISIS ]I,"EUROPSICOLÓGICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL I
las palabras en la "forma del diccionario" (nominativo) no sólo no domina sino I
que pasa a segundo plano y el lugar predominante lo empiezan a ocupar las .~
'i
¡
palabras en sus casos indirectos, como parte de la construcción sintáctica conser- •
~ "--'
vada. Es característico en estos pacientes, y a diferencia de los que sufren una
afasia sensOlial, que el apunte de los primeros sonidos de la palabra buscada ,.
¡
~

¡
(que no ayudaba al enfermo con defectos en la estructura sonora) da lugar al ;
~
~
é\'

~
~
'_o
rápido recuerdo de la misma. La ayuda distingue la estructura requerida de las i

I
~
otras estructuras que eran de igual probabilidad y hace dominante a la palabra
necesaria creando de tal modo las ~ndiciones para su elección momentánea.
El segundo factor que altera mucho la codificación de la expresión en los
iI l
¡
enfermos de este grupo es !a ya mencionada descomposición de las síntesis simul- !I :
táneas y que comporta dificultades importantes en las operaciones con relaciones
logicogramaticales complejas.
Este aspecto del síndrome es tan importante que vamos a analizarlo espe-
I
cialmente.
Como hemos dicho anterior y repetidamente se sabe bien que todas las
construcciones verbales pueden dividirse en dos grupos: en uno predominan
las relaciones contextuales (sintagmáticas) y en el otro predominan los procesos
de incorporación del objeto a describir en un sistema de relaciones (construc-
ciones paradigmáticas). Estos dos grupos de construcciones pueden afectarse
aisladamente al tener lugar lesiones en distintos sistemas del cerebro: la lesión
de las regiones anteriores de las zonas del lenguaje da lugar a la alteración de las
construcciones sintagmáticas (hecho que comporta profundas alteraciones en el
lenguaje fluido) al mismo tiempo que las construcciones paradigmáticas se con-
servan. Al contrario, en lesiones de las regiones posteriores de las zonas del
lenguaje se conserva el lenguaje fluido y se afectan las complejas construcciones
paradigmáticas. .
Tal particularidad de las lesiones focales da la posibilidad de dividir los "dos
factores básicos de la codificación de la expresión" y da lugar a un síndrome
peculiar que caracteriza la alteración de este proceso cuando hay lesiones en las
regiones parietooccipitales de la corteza. Como regla, todas las formas contextua-
les de lenguaje fluido permanecen intactas en estos pacientes, mientras que las
construcciones logicogramaticales complejas que comportan en su seno "comu-
nicaciones de relaciones" y que se apoyan en la integridad de las estructuras
logicogramaticales con la ayuda de las que se expresan, resultan profundamente
alteradas.
Esta peculiar situación hace que los enfermos de este grupo, a pesar de que
puedan retener el pensamiento general de la expresión dirigiéndose fundamen -
talmente a las formas contextuales primarias que se conservan, empiezan a sufrir
dificultades cuando se ven obligados a formular en su lenguaje un sistema de
relaciones logicogramaticales. En virtud de este complejo de defectos, la repe-
tición de palabras y frases cortas permanece relativamente intacta en estos
pacientes, mientras que la repetición de frases compuestas, que incluyen relacio-
nes logicogramaticales complejas, aparece dificultada y con frecuencia comporta
la imposibilidad de captar la adecuada estructura logicogramatical y se pro-
duce una simplificación de la estructura gramatical de la frase.
En la "denominación " de objetos, tal como decíamos, aparecen graves defec-
tos con gran cantidad de búsquedas activas y de parafasias verbales.
Estos enfermos, que al lado de la palabra adecuada, presentan la aparición
con "igual probabilidad de palabras secundarias relacionadas con algún rasgo
SemáJ; lico, presentan evidentes dificultades cuando intentan denominar un objeto
FORMULACIÓN DE LA EXPRESIÓN VERBAL: ANÁLISIS NElJROPSICOLÓC¡ CO 115

o recordar una paJab~a. En estos casos, sin ningún resultado, empiezan a buscar la
palabra necesaria sustituyéndola por otra cercana por su sentido o designan un
objeto que forma parte de la misma situación o, como hemos dicho, intentan
dar una expresi6n que incorpore la palabra deseada al lenguaje fluido habitual.
Al mismo tiempo en el "lenguaje desarrollado" de estos enfermos aparece
claramente la tendencia a evitar cualquier formulación que exprese relaciones
logicogramaticales complejas. Estas últimas son sustituidas por construcciones
más simples, "paratácticas" (en contraste de las "hipotácticas"), o por forma-
ciones fraseológicas bien consolidadas del lenguaje habitual.
Posiblemente uno de los mejores ejemplos es un paciente con una herida en
la región parietooccipital izquierda y que ha sido estudiado por nosotros a 10
largo de más de 25 años y que fue descrito en el libro El mundo pe¡'dido y
retornado, del año 1971 (edición inglesa titulada Aman with a shattered u:orld,
1972).
Este paciente sufri6 un síndrome masivo de afasia am!1ésica y semántica,
con plena conservación del lenguaje contextual. A lo largo de todo el período
de observación fue incapaz de operar directamente con las relaciones logico-
gramaticales complejas. A pesar de que este grave defecto DO le impidi6 durante
25 años de observaciones, escribir la historia de su vida y de su enfermedad,
que cuenta con 3.000 páginas (1) de texto, a lo largo de todas ellas, que repre-
sentan la descripción desarrollada y detallada de acontecimientos, DO se halla
ninguna formulación que incluya relaciones logicogramaticales complejas.
Ilustraremos estas afirmaciones COD los datos obtenidos en las exploraciones
de la codificación verbal de este enfermo.

El paciente Zas, estudiante en la Escuela Técnica Superior, de 23 años de edad,


sufrió en el año 1943 una herida con punto de entrada en la región parietooccipital
izquierda y salida por la región parietooccipital derecha que se complicó posterior-
mente por un proceso inflamatorio. Permaneció inconsciente durante un largo tiempo
y luego desarrolló un cuadro de gnosia óptica y alexia con trastornos visuoespaciales,
alteraciones del esquema corporal y afasia. Gradualmente regresaron estos fenómenos
para quedar una afasia semántica persistente, con dificultad en la búsqueda de
palabras y trastornos espaciales. Este paciente ha sido cuidadosamente estudiado du-
rante 28 años y sometido en varias ocasiones a técnicas de rehabilitación.
Los datos presentados se refieren al último período de observaciones (1969-1972).
El paciente se hallaba orientado en lugar y tiempo y con estabilidad emocional.
En los últimos años vive con su familia, cuida de sí mismo y está durante mucho
tiempo dedicado a escribir la historia de su vida. El paciente tiene una actitud ade-
cuada con los que le rodean y reconoce y acepta su situación. Se queja de que las
palabras no le vienen a la cabeza, de que no comprende de manera inmediata el len- .
guaje que le dirigen y que, en general, no puede comprender las relaciones logicogra-
maticales complejas y que esto último tiene que hacerlo mediante rodeos. Como ante-
riormente, tiene en la actualidad dificultades de orientación en las relaciones espa-
ciales, lee con dificultad, pero su escritura (incluido el análisis acústico y cinestésico
de la escritura) está totalmente intacta. El paciente presenta notables dificultades en
el cálculo.
El lenguaje del paciente es bastante expresivo y su estructura sintáctica y prosódica
permanece intacta~ pero está dificultada por la constante búsqueda de las palabras
necesarias.
La historia de su herida la relata en los siguientes términos: "Nosotros emprendi-
mos la ofensiva ... Nuestra compañía espeCial ... pues ... cómo las llaman ... com-
pañía de fusileros ... debemos pasar el río ... no sé cómo ... dijo este camarada ...
pues pasamos al ataque ... yo los dividí en cuatro grupos de 40 hombres ... Pasamos,
pues ... arriba ... nuestros '.. mi sección ... y nuestros ... arriba ... allí estaban los

\
116 AN ..\LISIS NEUROPSICOLÓCICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

alemanes . .. Pues yo vi . .. el sol ... ya se ponía .,. no había disparos ... y despu é!>
yo recuerdo ... yo , de repente, me encontré en el TÍo . .. ", etc.
La repetición de sonidos, de palabras (incluso complejas), de series de palabras y
de {¡-dSes era ejecutada sin di6cultades. Tan sólo en la repetición de frases largas se
encontraban a veces sustituciones verbales (así, en la frase "En el jardín, tras la alta
valla . crecen los manzanos" podía decir, en lugar de "crecen", las palabras "vuelan"
o "cuelgan").
La "denominación" de objetos se efectuaba con grandes dificultades y sólo en
contadas ocasiones el objeto o su imagen eran inmediatamente denominadas. Con gran
frecuencia, el paciente empezaba a buscar la palabra necesaria y la sustituía por
otras de significado equivalente o (con menos frecuencia) de composición acústica
equi\-aJente; o 00 más a menudo) sustituyéndola por la denominación de la acción
o tratando de incluirla en un contexto sintáctico familiar conservado. Veamos algunos
ejemplos:

(dioán : sofá) (remen: correa) (s1wba : abrigo de pieles)


esto .. . un sofá blando ... pues . .. atar.. . abro- Esto. . . ahora no me
char . .. aquí .. . tijeras ... acuerdo ... esto... esto no
(señala la hebilla). es un abrigo (paltó) es un
abri go de pieles (shulba )
(vishnia: cereza) (shkaf: armario) (kni ga: libro)
crece en el jard in . . . no Ponen los abrigos en él ... Estudiar .. . de estudio . . .
sé . . . cómo es ... y se puede colgar la ro- cuaderno del alumno. .. o
pa ... ¿"Cómoda" ? Es có- puede ser un libro.
moda ... no, no es ... ¿apa-
rador? no, no es apara-
dar... ¿Mesa? no., no es
una mesa ...
(mayka: camiseta) (li::hi: esquÍs) (skakalka: comba)
pues. .. son... calzonci- Eso.. . nosotros esquia- Bien .. . salta . .. esto cómo
llos . .. no, no es. . . una mos . .. deben ser esquís. se llama ... pa ra saltar.
camisa. .. sin mangas .

.-\nálogas dificultades aparecían en la denominación de pares de objetos (esta


prueba no d aba lu ga r a nuevas dificultades.)
(pero : pluma - pismó: carta) (iabloko : manzana - ogurets: pepino)
Escuela... y esto... escribo y envío ... Esto .. . en el jardín.. . pera ... no man-
. zana .. . y esto... manzana, es decir ...
no . .. ma ... no. .. huerto .. . no .

Como vemos, la base de la dificultad en la denominación de objetos no es la per-


severación ni las dificultades en el análisis acústico, sino d ificultades ·primarias en
el hallazgo de los nombres necesarios con la igual aparición probabilística de distintas
alternativas y una tendencia a usar fragmentos contextuales (adjetivo-nombre, desig-
nación de una acción, etc.). Sólo en ocasiones surgían ejemplos de una etimologiza-
ción artificial y formación de neologismos (poprigushka en lugar de skaka1ka).
Es natural que la "descripción" de objetos (que permite la libre inclusión de ex-
presiones contextua les predicativas) fuese mucho más fácil que la denominación. Veamos
un ejemplo . Se da al paciente la imagen de una vela y se propone que la descri ba.
Lo hace de la forma siguiente: "Claro ... el objeto que se usa para calentar la habi-
tación . " pues para alumbrar la habitación . .. está hecho previament e . .. el soporte
metálico sobre el cual . .. pues eso . .. tal cosa que puede arder . .. al encender una
cerilla arde .. . antes era una antorcha y luego la inventaron ... luego y la lám-
para ... pero has ta ahora usaban la vela . .. "
Estadísticamente , en el lenguaje del enfermo se revela un aumento de los verbos
y en particular el número de palabras ¡luxiliares (s llst~nti vos, 16 %¡ ve rbos , 10 %; adjc-
FORMULACIÓN DE LA EXPRESIÓN VERBAL: ANÁLISIS NEUROPSICOLÓCICO 117

tivos, 1,5 %; palabras auxiliares y otras, 72,5 %); sin embargo, estas estadísticas son
particularmente demostrativas porque, al existir una dificultad en el hallazgo del sus-
tantivo necesario, lo sustituye con facilidad por otro cercano por su significado. Es
mucho más demostrativo el hecho de que el enfermo precisa 10 minutos para d e no-
minar 25 imágenes u objetos y 2 minutos y medio para denominar 25 acciones.
Cuando intentaba dar la mayor cantidad de nombres pOSibles en un tiempo dado, su
resultado medio en cuatro pruebas era de 13,5, mientras que e n iguales condiciones
podía dar 15 acciones .
Cuando el paciente intentaba contar una historia o des crib ir una lámina tenía
grandes dificultades a causa de su incapacidad en el hallazgo de los nombres. En su
lenguaje coherente casi no se hallaban estructuras sintácticas que expresaran relacio-
nes complejas (especialmente espaciales y lógico gramaticales).
Hemos visto, en los intentos de explicar la historia de su herida, los mismos fenó-
menos que ep la descripción d e láminas: Veamos su relato a partir de la lámina "De
nuevo un ·suspenso": «Pues ... por lo visto .. . este niño ... aquí su madre ... el estudio
en esta . . . evidentemente tiene la escuela . .. cómo se llama . .. aquí ... esta . . . de
esta ... cómo es ... tet ... no .. , tet ... " ¡Cartera! «... ¡Cartera! ... y por lo visto ...
faltó ... por su mala conducta .. . a él ... no esto . .. ¿cómo se llama? .. . su mala con-
ducta , no . .. y no aprendió la lecci ón ... y le pusieron .. . esto ... ¿cómo se llama? . . ....

Todo lo expuesto muestra que el proceso de selección de las palabras nece-


sarias, por un lado, y la formulación de construcciones paradigmáticas complejas,
por otro, representan los obstáculos fundam entales en la codificación de la expre-
sión verbal en este caso. Estos defectos se pueden representar mediante el
esquema de la fig. 14.

C. CONCLUSIONES

Tras el análisis del material del que disponemos podemos ex1:raer una serie de
conclusiones principales.
Como hemos visto al principio de nuestro análisis, el proceso de codificación
de la expresión verbal comporta " dos aspectos básicos".
La comunicación verbal se incorpora siempre en un " flujo de lenguaje
coherente" en el que la persona, que tiene motivos 'definidos, encama su pensa-
miento. El lenguaje tiene una estructura sintagmática definida: su formación pasa
por una serie de fases desde la idea inicial a través del lenguaje interior, de
estructura predicativa, y de la descripción semántica hacia las estructuras sintác-
ticas profunda y superficial para llegar finalmente a la propia expresión.
Simultáneamente existe otro aspecto de la formación y organización de la
expresión y que utiliza siempre un cierto sistema de "unidades del código lin-
güístico", formado históricamente, que a su vez tiene una estructura paradig-
mática compleja.
1- Esta estructura paradigmática de los códigos del lenguaje incluye en su

,I seno una serie de niveles que hemos citado anteriormente.


Lo más esencial es el hecho de que los dos aspectos principales de la codifi-
caclón de la expresión tienen relaciones distintas con las diferentes estructuras
I cerebrales y pueden alterarse de forma independiente.
Esta afirmación no significa de ninguna manera que intentemos "localizar"

1 las estructuras más complejas d~l lenguaje en regiones limitadas del cerebro y
que partamos de las ideas del estrecho localizacionismo. La idea de la posibilidad
.
de la localización directa de los complejos fenómenos del lenguaje en zonas
Ii
118 AN ..\LISIS NEUROPSICOLOGICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL
I I
I
1
limitadas de la corteza cerebral es ajeno a nosotros y, como señala la historia, ¡
!.
sólo conduce a un callejón sin salida.
Nuestra posición de partida es la siguiente: la codificación de la expresIOn ."il
verbal se une a la adquisición y uso de los códigos del lenguaje e incluye una ~
!

iI
~
serie de factores pSicofisiológicos (tales como los "motivos", los "esquemas
iniciales", la "organización seriada de los procesos ", la "conversión de las infor- ~
1
maciones sucesivas en esquemas simultáneos (quasi-espaciales)", etc.). Cada uno ~
;

Lenguaje repeti d o

Repetición de
Repet ició n de series
Denominación de objetos
ii
f
de palabras
palabras !

/ rl " "
J: ? //
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I
I
I
I
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? 1

Repet ición de una expresión completa

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5,

- - - N P - - - VP

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I
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---NP - - - VP
53

/', ,
¡
I I
II
,,/
/.::::- 1

FIG . 14. -
~
NP /
NP

Esquema de la alteraciÓll de la formación de la expresión verbal en pacientes


I
con afasia se77UÍntica.

de estos factores 'opera con el trabajo de distintos, pero mancomunados, sistemas


cerebrales. Por este motivo el déficit funcional de una zona concreta del cerebro,
hace inactivo a uno de estos factores particulares y como resultado se afecta el
curso normal de las formas de la actividad verbal que dependen de la integridad
de este factor.
El análisis de cómo se altera el proceso de la codificación de la expresIOn
verbal a causa de distintas lesiones cerebrales por su topografía, se realiza por el
"método neuropsicológico" y por su importante rama: "la neurolingüística".
Los datos obtenidos al aplicar este método han permitido distinguir los
grandes grupos de la patología del lenguaje. .
En el primer grupo, unido a las lesiones de las "porciones anteriores del
cerebro", se afecta fundamentalmente la expresión desarrollada y organizada
sintagmáticamente (o con otras palabras, el paso del pensamiento al lenguaje
coherente) mientras que la adquisición y uso de los códigos paradigmáticos es tú
relativamente conservada.
En el segundo grupo, se observan los fenómenos opuestos: la capacidad ele
producir una expresión coherente y sintagmáticamente organizada está potencial-
mente intacta, mientras que el uso de los códigos lingüísticos paradigmáticamente
II
FORMULACIÓN DE LA EXPRESIÓN VERBAL : AN.~LISIS NEUROPSICOLÓGICO 119

organizados (que incluyen.. distintos niveles) se altera. Esto tiene lugar en lesio-
nes focales de las "zonas específico-modales de la corteza cerebral posterior"
(poscentrales, temporales y parietooccipitales).
Analizando los distintos tipos d e alteración de la codillcación de la expresión
verbal en caso de lesiones de las porciones anteriores del cerebro, hemos podido
'1 describir la alteración de distintas etapas de la formación de una expresión
coherente.
I Las lesiones masivas de las "zonas ' prefrontales del cerebro", acompaiiadas
por una inactividad general del sujeto, alteran el "sistema de motivos" y hacen
imposible cualquier expresión activa aunque todo el aparato de la expresión
verbal (incluyendo la capacidad de producir un lenguaje repetido "ecolálico" y
de crear las estructuras sintácticas profundas que se sitúan en la base de la ex-
presión) esté potencialmente intacto.
A diferencia de esto, las lesiones de las "regiones anteriores de las zonas del
lenguaje" (regiones frontales p osteriores y premotoras del hemisferio izquierdo)
dan lugar a alteraciones completamente distintas y que afectan específicamente
al lenguaje.
En ciertos casos se preserva el lenguaje repetido, pero a causa de la afectación
del lenguaje interior y de la formación de las estructuras sintácticas profundas
la creación activa del sistema lineal de la frase se hace imposible y el paciente
es incapaz de formular una expresión espontánea o de convertir su pensamiento

I en un lenguaje desarrollado. Tal alteración conduce al cuadro de la afasia di-


námica que hemos descrito en una serie de publicaciones especiales.
En otros casos de este grupo, relacionados con lesiones de las zonas infe-
riores del área premotora, la alteración de la codificación de la expresión, toma

I
'- un carácter diferente y más específico. El componente principalmente alterado
es en este caso la estructura predicativa de la expresión, mientras que los com-
ponentes nominativos están intactos. Si la alteración es severa da lugar al "estilo
telegráfico", en el cual la estructura predicativa del lenguaje coherente se desinte-
gra y el lenguaje consiste en únicamente componentes nominativos. En casos
menos severos (o en ciertas fases de regresión) el estilo telegráfico da un paso
a un agramatismo en el cual las formas más simples de la organización predi-
cativa de la expresión (estructuras simples del tipo S-P o S-P-O) son posibles,
pero las éstructuras más complejas y las reglas de la concordancia están alteradas.
. Por último, en el tercer grupo de casos que hemos estudiado, tenemos el
cuadro de la afasia motora eferente en el que se alteran las melodías cinéticas
de las palabras y aparece una inercia patológica. Este último factor, con toda
probabilidad está conexo con un foco patológico profundo en las zonas anterio-
res del lenguaje y no representa por sí mismo un defecto del lenguaje sino que
agrava las alteraciones de éste y comporta una total incapacidad para pro-
ducir un lenguaje coherente con un paso Huido de unos elementos a otros. Este
defecto constituye el núcleo fundamental de la afasia motora que generalmente
se denomina afasia de Broca.
En la actualidad no conocemos totalmente bien los mecanismos fisiológicos
que conducen a estas descomposiciones del lenguaje que acabamos de describir,
pero es fácil ver que la misma descripción de estas formas tiene un gran interés
para la psicología del lenguaje y a través de ella para la lingüística.
Totalmente distintas son las alteraciones aparecidas en caso de lesiones de las
"porciones posteriores de las zonas del lenguaje". En este caso la organización
contextual, sintagmática, de la expresión" Huida (que hemos llamado convencio-
nalmente "vía del pensamiento al habla") está primariamente conservada. Sin em-
120 AN .~LISIS NEUROPSICOLÓCJCO DE LA COMFNICACIÓN VERBAL

bargo, en estos casos se altera significativamente el proceso de la asimilación y


utilización de los sistemas de códigos lingüísticos paradigmáticamente construidos,
que representa el segundo y esencial aspecto para la codificación de la expre-
sión verbal.
II
La alteración de la capacidad de asimilar y usar los códigos lingüísticos puede I
!
situarse a distintos niveles y tomar distintas formas. !
I
I
En casos de lesiones en las "zonas inferiores de la corteza poscentral izquier-
da" queda afectado el sistema de las aferencias cinestésicas que están en la base !
de las articulaciones del habla. El sistema de contraposiciones articulatorias se
altera entonces y aparece el cuadro de la afasia motora aferente que en los ca-
I
sos más graves priva al p:lciente de la posibilidad de hablar (y al mismo tiempo
de repetir los sonidos, las palabras y denominar los objetos). En los casos más
leves se limita a la alteración del sistema de contraposiciones próximas y da
lugar al intercambio de los articulemas que se distinguen por rasgos comunes
(por ejemplo, las labiales "b-m" o las dento-apicales .. n-l-d ").
En lesiones de las "zonas posteriores de la circunvolución temporal izquierda"
aparece un cuadro totalmente distinto: La alteración primaria en estos casos
es la de la compleja "audición cualificada". Los enfermos de este grupo están
privados de la posibilidad de distinguir los rasgos esenciales de los sonidos del
lenguaje y no pueden diferenciar los fonemas (unidades básicas del lenguaje
hablado). En los casos más graves de esta afasia sensorial se hace totalmente
imposible la comprensión de fonemas y el paciente percibe el lenguaje como un
torrente de sonidos ininteligibles. En los casos más leves se altera la distinción
entre los fonemas cercanos, correlativos, que se distinguen sólo por un rasgo
diferencial.
A pesar de la diferencia entre estos dos casos de las alteraciones del lenguaje,
uno referido a su aspecto motor y el otro a su aspecto sensorial, tienen dos carac-
terísticas en común.
Por un lado, en ambos casos, la alteración primaria de la posibilidad de la
percepción y la utilización de las unidades del código lleva a un carácter especial,
extemo, que las' sitúa a nivel fonémico (o más exactamente, a nivel articulatorio
fonémico) de la organización del lenguaje hablado, lo que se expresa en una
gran cantidad de sustituciones acústicas (parafasias literales).
Por otro lado, el lenguaje coherente, contextual, está en ambos casos, mejor
conservado que el dominio de los códigos lingüísticos. Esta primaria preserva-
ción de la organización sintagmática de la expresión queda enmascarada en la
afasia motora aferente por la afectación de la "salida" alticulatoria del proceso
del habla y se revela sólo en la conservación de las locuciones espontáneas y en la
posibilidad de adquirir oraciones sintagmáticamente bien construidas tras haber
"superado" los articulemas apropiados. En un paciente con afasia sensorial esta
preservación del lenguaje coherente, sintagmáticamente organizado se aprecia
en forma de una integridad de la estructura melódica de su habla y en forma de
tendencia a hallar las palabras necesarias mediante la utilización del contexto
habitual para las mismas ("Pues ... este ... con el que se escribe" o "pues
esta ... como es ... cuchara para servir", etc.).
Una forma especial de la alteración de la codificación verbal es la denominada
afasia acusticoamnésica que tiene lugar en lesiones de las "porciones mediales"
de la región temporal izquierda y que comporta una inestabilidad de las huellas
acusticoarticulatorias y su fácil inhibición por factores de interferencia.
El defecto fundamental de estos casos no es específicamente lingüístico: está
en relaci6!1 con la inestabilidad de todas las huellas auditivas (audioverbales
FORMULACIÓN DE LA EXPRESI ÓN VERB Al . : ANÁLISIS l\'EUROPSICOLÓ CICO 121

incluidas), que fácilmente son inhibidas. Sin embargo, esto se refleja de manera
notable en los procesos de codificación de la comunicación verbal. Los pacientes
de este grupo pueden repetir fácilmente fonemas individuales, palabras y frases
cortas así como denominar objetos individuales.
Estos mismos pacientes empiezan a tener dificultades en los intentos de repe-

I tición de series de palabras y efectúan trasposiciones u omisiones. El mismo


fenómeno se aprecia en la repetición de frases largas o de historias constituidas
por una serie de componentes. La imposibilidad de la rep etición plena de todo

I el material organizado y seriado es una de las características de estos enfermos.


Es natural que el mismo defecto se presente también en el lenguaje espon·
táneo que se verá repleto de búsquedas de p alabras, de parafasias verbales y de

I
inestabilidad en la repetición de los componentes individuales de una expresión
compleja, con constantes intentos de superar este defecto utilizando contextos
habituales.
Posiblemente las alteraciones más importantes en la codificación de la expre-
sión verbal son las que tienen lugar en pacientes con lesiones en las "zonas
terciarias (parietooccipitales)" del hemisferio izquierdo y que dan lugar al cuadro
de la afasia semántica.
En estos pacientes el nivel fonémico articulatorio del lenguaje hablado perma-
nece intacto y las alteraciones se sitúan en el nivel semántico más alto de los
códigos lingüísticos.
Un estado patológico de estas zonas da lugar a un doble defecto.
Por un lado, en virtud de la nivelación de todas las impresiones y huellas
(fuertes y débiles, importantes y secundarias) los procesos gnósicos pierden su
selectividad y se evocan distintas asociaciones con la misma probabilidad y los
procesos de búsqueda del nombre preciso se alteran de forma sustancial, apare-
ciendo el síntoma de la afasia amnésica, pero esta vez se produce a un nivel
distinto (a nivel semántico). La alteración de la organiZación paradigmática de
los significados de las palabras se manifiesta también en estos pacientes por la
facilidad con que las palabras son sustituidas por otras semánticamente próximas
(que entran en la misma categoría, o se refieren a la m;sma situación). Estas fre-
cuentes parafasias. literales son uno de los síntomas más frecuentes en este
tipo de alteraciones del lenguaje. \
Por otro lado, los elementos de información que llegan al sujeto dejan de
entrar en un esquema simultáneo quasi-espacial produciéndose una alteración
significativa en la organización paradigmática del sistema de los significados
(que exige la introducción de la palabra en una determinada red de categorías),
lo mismo que en los sistemas de combinaciones de palabras que expresan rela~
ciones. Las conslrucciones "reversibles" (tales como "el hermano del padre" o
" el padre del hermano") son significativamente deficitarias en su uso.
Característicamente, estos pacientes, que experimentan dificultades relacio-
nadas con la adquisición y uso de los sistemas gramaticales, paradigmáticamente
organizados, presentan una tendencia a compensarlos utilizando su lenguaje sin-
tagmático preservado. Estos intentos de hallar los nombres de los objetos dan
lugar a los rodeos que presentan estos pacientes introduciendo una palabra o una
combinación de palabl-as en su contexto habitual ("Bien, qué es . . . esto ...
agudo ... un cuchillo de cocina" o "¿Cómo es? ... esto ... el hermano más
querido de mi padre").
Insistiremos (.'Dn mayor detalle en estos fenómenos cuando estudiemos, en la
siguiente parte de este libro, los procesos de decOdificación verbal. Hemos resu-
mido los hec1]os principales hallados al analizar los cambios que tienen lugar
!.j . ~
122 ANÁLISIS :\'EUROPSJCOLÓCICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL !
j ~
en la codificación de la expresión verbal y que aparecen en distintas lesiones
topográficas cerebrales.
Hemos podido ver cómo el método neurolingüístico puede aportar importan-
1;
1" I
~l

,
~
tes datos en el estudio de la actividad real del habla.
~
El proceso de la "codificación" es, sin embargo, un aspecto parcial de este ~
estudio. En la siguiente parte del libro estudiaremos el proceso de la "decodifica- ij,

ción" de la expresión verbal. i!


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ANALISIS NEUROPSICOLOGICO
DE LA COMPRENSION DE LA COMUNICACION
\'ERBAL

.,r Cuando pasamos del análisis de la formación (codificación) de la expresión al


estudio del proceso de su comprensión (decodificación) nos encontramos ante un
sistema de hechos que en muchos aspectos son opuestos a los que acabamos
de ver en la parte anterior del libro.

! Si hasta aquí hemos seguido las etapas por las que pasa la formación de la
expresión desde el pensamiento al lenguaje desarrollado, debemos ahora seguir
el camino que se inicia en la expresión desarrollada y que tiene que condu-
cimos a la comprensión de su contenido, a su idea general y hacia el motivo que
está en su base.

1. EL PROCESO PSICOLúGICO DE LA COMPRENSIÓN


DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

Es sabido que el proceso de la comprensión (decodificación) de la expresión


es posible en las tres condiciones siguientes:
Ante todo, el que escucha tiene que percibir y comprender las "palabras"
aisladas, las unidades léxicas del lenguaje. Si las palabras, su composición sonora
y significado, no son recibidas y comprendidas, el proceso de decodificación de
la expresión estará privado de su material de partida.
En segundo lugar, el que escucha ha de comprender la "estructura de la
oración entera", el sistema compuesto por palabras aisladas, ·dicho de otra
manera: ha de descubrir el sentido de todo el sistema de palabras mediante el
cual se ha formulado un pensamiento determinado.
Siguiendo las concepciones de la lingüística contemporánea, se puede decir
que el que escucha, primeramente tiene que captar la estructura sintáctica
superficial de la oración y pasar luego a través de la estructura sintáctica pro-
funda al sentido general o a la descripción semántica general de la oración.
Es natural que si las palabras son bien comprendidas por el oyente, pero las
relaciones sintácticas entre ellas lo son de manera incompleta, la comprensión
de la expresión será inc?mpleta y tendrá que apoyarse en elementos no objetivos.
En último lugar, el proceso pasa tras la comprensión de las oraciones aisladas,
a la "comprensión de la comunicación". Al igual que el significado de una

10. LURIA
124 A.1'I/ ..\LISIS ]I."EUROPSICOLÓGICO DE LA CO~lUNI C:\CIÓN VERBAL

oración entera no es igual a la suma de los significados de las palabras que 10


componen, la comprensión de la comunicación ha de realizarse a través de la
I,
correlación entre las frases una con otra y escoger entre ellas aquellas que tienen I
1
i
una importancia clave para la comprensión de la idea general de la expresión
o de su sentido solapado.
La relación entre el significado "externo" de las fras es que entran en la
composición de una expresión, con su sentido figurado o su sentido, casi nunca
es sencillo. Se sabe que tras la pregunta "¿Qué hora es?", puede encontrarse el
pensamiento "Ya es tarde y es hora de marchar", y detrús de la frase de Chatski,
p ersonaje principal de la obra del escritor Griboédov Gore ot uma (La desgracia
de la inteligencia); " ¡Un coche!, ¡dadme un coche!", se halla un sentido
figurado. "Yo no sirvo para esta sociedad y quiero marcharme, abandonarla".
El paso del sentido externo de la expresión a su sentido interno y motivación es,
consecuentemente, muy complejo y la "profundidad de la lectura" del texto,
de la cual saben bien literatos y psicólogos, puede ser muy distinta.
f:stas son las etapas de la decodificación de la expresión que nos van a
ocupar en las siguientes páginas.
Hemos de decir que si bien las dos primeras etapas -la comprensión del
significado de las palabras aisladas y de las frases- se sitúan en los límites
de las reglas lingüísti cas: reglas de la fonética y del léxico por un lado y las de
la morfología y sintaxis por otro, en nuestro análisis de la comprensión de la
expresión completa , sobrepasaremos los límites de los problemas lingüísticos para
pasar a los problemas del pensamiento verbal o de la actividad conceptual como
un todo.
Detengámonos en el análisis detallado de cada una de las etapas mencionadas
de la decodificación verbal.

a) Comprensión de los elementos léxicos.


El significado de la palabra

A primera vista se podría pensar que para percibir una palabra y comprender
su significado, basta con una audición fonémica adecuada (que permite destacar
los fonemas · que forman una palabra) y un buen conocimiento del vocabulario
de la lengua. Desde este punto de vista, la incapacidad en la comprensión de una
palabra, se produciría en los casos de alteración de la audición fonémica (desco-
nocimiento del sistema fonético de una lengua particular) o en los casos de falta
de conocimiento del vocabulario.
Sin embargo, tal representación resulta muy insuficiente. Hay, por lo menos,
tres razones que pueden demostrar la verdadera complejidad de lo que es apa-
rentemente tan simple.
En lingüística hace ya mucho tiempo se afirmó que casi cada palabra tien ~
una homónima (polisemia o significado múltiple).
Según este punto de vista hay por lo menos dos tipos principales de dife-
rencias entre los significados de las palabras y de ahí que debemos hablar de
dos tipos de polisemia.
En primer lugar está la polisemia habitual. La misma palabra, como sabemos,
puede tener varios significados. Así, la palabra ruchka puede significar una parte
del cuerpo ("la manita de un niño"), un objeto para escribir ("pluma"), o la
parte de un obj eto (" el brazo de un sillón", "el tirador de una puelta"), etc.
Lo mismo puede decirse de gran cantidad de palabras del inglés, donde,
COMPRENSIÓN DE LA COMU'J','1CACIÓN VERBAL: A.."fÁLISIS NEUROPSICOLÓCICO 125

por ejemplo, to go puede expresar "ir", "marchar",1 "comenzar", etc. Es natu-


ral, por eso, que la primera condición necesaria para la comprensión de la
expresión, sea destacar aquel significado concreto que refiere la palabra de
la expresión presentada. Este hecho únicamente puede realizarse de acuerdo
con el cont exto en que se encuentra la palabra.
Si la selección del significado adecuado, a partir de varias alternativas, no
se produce y si un significado es demasiado sólido y no puede ser cambiado por
otro, la comprensión de la comunicación puede verse seriamente afectada.
El mejor ejemplo que ilustra este hecho podría ser la comprensión del lenguaje
de los sordomudos.
Como mostraron los correspondientes trabajos (v. Boskis, 1953 y otros), el
sordomudo, que adquiere el habla a través de la enseñanza, con frecuencia
aprende un significado estrechamente limitado y no domina la polisemia en
- virtud de la cual el significado de la palabra cambia en dependencia del con-
texto. Así, la palabra podniat (levantar, subir) puede estar, en un sordomudo,
firmementp. unida con la imagen de "agacharse y levantar algo del suelo"
c.
(levantar [coger] un pañuelo, una cerilla); por esta razón la expresión On podnial
F
ruku 2 (en la cual la palabra podnial se utiliza con otro significado) o aún más
la frase "le subió (levantó) la temperatura" que se separa visiblemente de la
imagen habitual, con frecuencia no es comprendida por los sordomudos. Lo mis-
m:) sucede con la palabra ruehka la cual es conocida por un niño sordomudo
como "pluma (ruehka) para escribir". Este mismo niño no puede comprender las
combinaciones ruchka devoehki (la manita de la niña), TUchka kresla (el brazo
del sillón), ruchka dveri (tirador de la puerta), etc. Por eso, es natural que la
tarea de la asimilación del lenguaje por un niño sordomudo no es la simple tarea
de aprender un vocabulario sino que representa el llegar a dominar un vocabulario
complicado por la presencia de polisemias y homónimos de .palabras cuya identi-
ficación depende del contexto.
Cambios análogos en el significado de palabras o expresiones, d~terminados
por el contexto y la polisemia se hallan frecuentemente en el lenguaje desarro-
llado (v., por ejemplo, los trabajos de Chomsky, 1957, 1965; Garrett, 1970, etc.).
En estos trabajos se añaden ejemplos de polisemia en el inglés; así, la frase
flying planes puede ser comprendida como "pilotar aviones" o como "aviones
que vuelan" y la expresión walking stick, generalmente comprendida como "bas-
tón", al introducirla en un contexto determinado puede comprenderse como "el
palo que anda".
La segunda particularidad de la polisemia de la palabra no se refiere a su
inmediata función designativa (su referencia al objeto determinado o, según
A. A. Potebnia [1862, 1888J a la función de representación), sino al significado '
generalizado que está tras la palabra. Este aspecto de la estructura semántica
.. de la palabra fue elaborado con detalle por L. S. Vigotsky en su clásico libro
El pensamiento y el lenguaje (1934). Según L. S. Vigotsky hay que distinguir,
en la palabra, dos vertientes: su "referencia al objeto" (que determina la .función
de la palabra) y el sistema de enlaces y generalizaciones, que están tras la palabra
)' que fueron calificados por este autor como "significado". La aportación decisiva
de Vigotsky se centra en que mostró claramente que al tener la misma referencia
al objeto, la palabra puede tener diferentes significados y que en las sucesivas
etapas de la ontogenia se desarrollan estos significados. Precisamente por esto
la indicación de un objeto particular no agota la comprensión de una palabra
1. En medio de transporte eiat. (N. del T.)
2. Levantó la mano. (N. del T.) .
126 ANÁLISIS NEUROPSICOLÓCICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

y cuando el hablante y oyente relacionan una palabra a un objeto, pueden tener


en cuenta sistemas de enlaces o asociaciones totalmente distintos.
La comprensión del significado de la palabra está relacionada con un sistema
diferencial de relaciones (o generalizaciones) que se sitúa tras la palabra y el
estudio de la decodificación de las palabras que no se apoye en el sistema de
significados evocados por el receptor será improductivo.
Finalmente existe un tercer factor sin el cual el análisis psicológico de la
comprensión de palabras quedaría incompleto; este aspecto del análisis semán-
tico del lenguaje ha sido estudiado únicamente en los últimos años en una serie
de trabajos (Sholkovsky y Melchuk, 1967, 1969; Melchuk, 1972; Apresian, 1972,
1974 Y otros) que estudi2.n la relación entre las palabras y la sintaxis constitu-
yendo así un paso importante hacia una teoría semántica racional.
Cada palabra no sólo indica un objeto determinado y las características de un
sistema particular de asociaciones. Como hemos señalado en la primera parte
de este libro, una palabra tiene valencias semántico-sintácticas, o dicho de otra
forma, exige distintas formas de unión con otras palabras. Así, la palabra slezi
(lágrimas) evoca tan sólo una unión o relación: "quien derrama las lágrimas";
la palabra prikaz (orden) provoca por lo menos tres uniones potenciales (¿Quién
ordena? ¿A quién? ¿Qué?), e.1 verbo spat (dormir) exige la combinación obligato-
ria con otra palabra (¿Quién duerme?), al mismo tiempo que el verbo dat (dar)
provoca las preguntas: ¿Qué?, ¿Quién?, ¿A quién?, y el verbo odolzut (prestar)
es aún más complejo en sus relaciones y obligatoriamente provoca las uniones:
¿Quién?, ¿A quién?, ¿Qué?, ¿Por cuánto tiempo?
Según todo esto, la percepción de la palabra presupone no sólo la percepción
de su referencia al objeto (o a la connotación más próxima), sino también su
referencia a un sistema de relaciones semánticas (concretas o abstractas) que se
sitúan tras ella. La percepción de una palabra presupone su recepción como
unidad del habla viva y es un proceso unido a la excitación de sus relaciones
semántico-sintácticas con otras palabras. Este último aspecto del problema, que
plantea de muy cerca problemas sintácticos y que como veremos luego, es un
componente esencial del "sentido del lenguaje" ha sido poco estudiado.
Queda claro, pues, que la comprensión de una palabra no es un simple
proceso de conocer su significado inmediato, sino un proceso activo de selección
entre varias alternativas posibles. Este proceso se presenta de distintas formas
en distintos niveles de la actividad cognoscitiva, incluye las relaciones potenciales
de una palabra dada con otras palabras y esto se relaciona muy de cerca con las
leyes internas de lenguaje coherente y sintácticamente organizado.
Se comprende que si se altera alguna de las condiciones psicológicas necesa-
rias para esta compleja actividad -que asegura la comprensión selectiva y móvil
del significado de las palabras- se dificultará considerablemente su acción y con-
secuentemente se alterará la comprensión de las mismas..
Hemos descrito la compleja estructura del significado de la palabra. El hecho
más esencial es que las relaciones semánticas de una palabra, que son el producto
de un largo y continuado desarrollo, comportan un carácter complejo y selec-
tivo. Recordemos que la alta selectividad de las relaciones semánticas que están -
uas la palabra, está asegurada únicamente si la actividad cortical es normal y
diferenciada, es decir, en aquellos casos en que la dinámica de los procesos
nerviosos se subordina a la ley de la fuerza. La percepción de una palabra por
una persona normal activa un sistema de relaciones semánticas selectivas, mien-
tras que los sistemas de conexiones irrelevantes (por ejemplo, palabras de sonido
similar) son inhibidas. Esto es uno de los principios básicos de las operaciones
COMPRENSIÓN DE LA COMUNICACIÓN VERBAL: ANÁLISIS r.:~UROPSICOLÓGICO 127

con los significados de las palabras. Este principio se aplica igualmente al proceso
1 de codificación como al proceso de decodificación de la expresión verbal. La pala"
bra skripka (violín) se relaciona fácilmente con la noción de instrumentos musicales

I similares, como la mandolina y el yjoloncelo, pero es poco probable que evoque


la imagen correspondiente a una palabra de sonido similar como skrepka (clip,
sujetapapeles).
J
) Este carácter selectivo de la organización de las relaciones semánticas es
I característico de la estructura semántica de las palabras en el estado normal de
j vigilia. Sin embargo, como hemos referido, esta selectividad del sistema de

I
J
I
enlaces se afecta fácilmente en los estados de gran fatiga y en los estados patoló-
gicos de la corteza cuando deja de darse la ley de la fuerza cuando los estímulos,
1 disti.'1tos por su intensidad, dan lugar a iguales reacciones. En estos casos, al
I, presentar una palabra, las uniones importantes (organizadas en un sistema se-
j mántico) y las secundarias (por ejemplo, sonoras) empiezan a aparecer con igual

I probabilidad, con lo que se altera considerablemente el carácter selectivo de las


uniones semánticas.
El estado normal de vigilia de la corteza cerebral es por consiguiente una
1 de las condiciones básicas para la correcta función de este sistema complejo de
j relaciones semánticas que están tras la palabra.
Este estado diferenciado de vigilia se forma progresivamente a lo largo de la
I ontogenia y como hemos referido anteriormente, se altera con facilidad en los
¡ estados patológicos del cerebro .

I
i En virtud de esta importancia no nos ha de extrañar la alteración de la
decodificación verbal cuando falle esta condición psicológica. Todo lo dicho hasta
ahora nos lleva a realizar un estudio especial de otro aspecto del problema : los
métodos de estudio de la complejidad de la estructura semántica de las palabras.
A pesar de su complejidad la estructura pSicológica de los enlaces relacionados
con la palabra es comparativamente más clara; en psicología y en psicolingiiística
están todavía poco elaborados los métodos objetivos que puedan revelar con
bastante certeza las particularidades de la estructura semántica de la palabra
i
1 y hacerla así accesible para la investigación científica.
¡ La historia de la ciencia psicológica (y la corta historia de la psicolingiiística)
incluye únicamente una escasa cantidad de métodos que permiten aproximarse
a los problemas de ]a semántica experimental de las palabras.
Nos vamos a referir aquí a los métodos básicos para pasar luego a las formas

I
de la investigaci6n neuropsicológica que pueden representar un eslabón importante
en el estudio de este complejo problema.
El primer y clásico método de estudio de los significados léxicos fue el de las
palabras artificiales, propuesto por N. Ach, elaborado detalladamente por L. S'. Vi-
gotsky (1934) y aplicado por una serie de investigadores contemporáneos.
1 Los principios de este método son los siguientes: se da al sujeto una serie de
palabras artificiales (sin sentido) y se le pide que las use para la clasificación
de figuras geométricas ordenándolas en grupos que pueden ser denotados por

I una de las palabras artificiales. Tal método fue utilizado por L. S. Vigotsky y su
colaborador L. S. Sajarov en sus clásicos experimentos. Mediante este método
demostraron que en cada nivel del desarrollo mental del niño se designan distin-
tos grupos de objetos por palabras rutificiales particulares. Estos investigadores
fueron así capaces de estudiar los cambios en las formas de generalización repre-
sentadas por tales palabras (iniciándose · en la forma difusa, sincrética, pasando
por las formas de situación y terminando en las formas categoriales abstractas).
La importancia de esta investigaci6n era muy grande, porque, precisamente con
~
128 AN.u.rsIS NEUllOPSICOLÓCICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL
.
j¡jj
~ '---'
ella se descubrieron, en la pSicología (yen la psicoli~güística), nuevos caminos
I
en el estudio experimental de la semántica de la palabra y su desarrollo en la
~
•:1'1
ontogenia. Veinte años más tarde, tras las investigaciones realizadas por Vigotsky,
fue usado un método experimental en el desarrollo de los significados de las ~
palabras, por el psicólogo soviético N. Kh. Shvachkin (1954) y otros.
Merece mención especial la investigación del desarrollo del significado de
;,
las palabras en el niño, realizada por Rosengart-Pupko (1947). El método usado
en estas experiencias es el siguiente: se da a un niño pequeño la tarea de elegir
un objeto designado por una palabra particular y traerlo de una habitación (por
ejemplo, "tráeme el pajarito", "tráeme el osito"). Un hecho esencial en este
I!
experimento es que entrü los objetos en los que el niño tenía que escoger uno,
los había que no correspondían claramente con la palabra dada pero tenían cierto
rasgo común con e] objeto designado. Así, por ejemplo, al darle la instrucción
"Tráeme un pajarito" el niño podía escoger entre una serie de objetos, uno que
tenía un apéndice puntiagudo ("un pico") y al darle la instrucción "Tráeme un
osito" los objetos a escoger incluían un guante de felpa, hecho del mismo
material que el osito, etc. Las experiencias mostraron que en las primeras
etapas, el niño sustituía con facilidad la elección del objeto, que correspondía
exactamente a la palabra pronunciada, por la elección de otro relacionado por
alguna caracterÍst!c.1 particular con el buscado. Estos hechos demostraron que en
las diferentes etapas del desarrollo del niño, la palabra determina sólo señales
sincréticas y el significado preciso y selectivo se desarrolla más tarde.
Koltsova (1958), utilizando -métodos distintos obtuvo resultados similares.
Una serie de métodos pSicofisiológicos usados por Riess (1940), Razran (1947),
Shvarts (1960), y Luria y Vinogradova (1959, 1971) han tenido considerable
importancia en la investigación objetiva de la estructura semántica de la palabra.
Estos métodos consistían en lo siguiente: un reflejo condicionado muscular,
psicogalvánico o pupilar se forma en un individuo en respuesta a cierta palabra
(con este propósito todas las respuestas a la estructura de la palabra eran frecuen-
temente repetid~ pero la presentación de una palabra [test] se reforzaba
mediante estímulo no condicionado). Después de la formación de tal reflejo condi-
cionado a una palabra (por ejemplo, doktor: doctor) se representan otras palabras,
unas sin rasgos . comunes con la palabra test, otras similares acústicamente
(diktor) y otras similares en su sentido (lekar o vrach = médico).
Los experimentos permitieron aclarar a qué palabras precisamente responde
el individuo con la misma reacción condicional que a ]a palabra test, o mejor
dicho, observar objetivamente la generalización semántica del significado de la
palabra.
Estos experimentos mostraron que los adultos normales presentaban en pala-
bras de significado similar el mismo reflejo condicional que la palabra test mien-
tras que las palabras de sonido similar no daban lugar a este reflejo.
Modificando el método de investigación se pueden obtener datos más deta-
llados sobre la jerarquía de las asociaciones de la palabra y su dinámica en
personas normales y en estados patológicos. Nosotros hemos dedicado a esto un
trabajo especial (Luria y Vinogradova, 1959, 1971) cuyos resultados vamos a
exponer brevemente.
Para determinar qué uniones se provocan precisamente por cada palabra o, de otro
modo, para detenninar objetivamente "su campo sem ántico" , se utilizó la sigu iente
técnica: se presentaban distintas palabras al sujeto y se registraba el componente
vascular (o psicogalvánico) del reflejO de orientación evocado por estas p alabras. Tras
COMPRENSIÓN DE LA COMUNICACIÓN VERBAL: ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO 129

la . extinción de estos reflejos de orientación (por una repetición frecuente de las pa-
labras) pasábamos a la parte principal del estudio.
Una palabra test particular, cuyos enlaces o relaciones queríamos estudiar, era
destacada. En una serie se instruyó al paciente a responder a esta palabra (por ejem-
plo, a la palabra "gato" mediante un movimiento (accionar un mando con la mano);
en otra serie, la presentación de la palabra test (por ejemplo, «violín") se acompañaba
de un estímulo doloroso. Como es natural, en ambos casos la presentación repetida de
estas palabras test provocaba reacciones activas de orientación con sus componentes
vegetativos (vasoconstricción a nivel de la mano y vasodilatación a nivel de la cabeza,
la aparición de un reflejO psicogalvánico, etc.).
Ante esto se plantea la siguiente pregunta : ¿Qué palabras evocarán componentes
autonómicos similares del reflejo de orientación? ¿Estas palabras serán próximas a la
palabra test por su sono'ridad o por su sentido y cuál es la intensidad de las reac-
ciones vegetativas a tales palabras? Las respuestas a estas preguntas darían un cri-
terio objetivo que permitiría juzgar el conjunto de enlaces, que se condicionan por
las palabras test y así aproximarse al estudio objetivo de los campos semánticos de
la palabra dada.
Los datos obtenidos en los tests anteriores mostraron que en el adulto normal, al
oír la palabra test koshka (gato), aparecía una reacción de orientación con caracteres
similares a los evocados por palabras d e significado similar: kotenok {gatito), mish
(ratón), sobaJea (perro), pero no por palabras similares fonéticamente: kroshka, krish-
ka, kruzhka. Inversamente, en los niños con retraso mental con un defecto severo,
las palabras con un significado similar (gatito, ratón, perro) no evocan respuestas simi-
lares, mientras que las palabras fonéticamente cercanas (kroshka, kruzhka, krishka,
okoshko) evocan reacciones de orientación involuntarias.
Esto signinca que los campos semánticos evocados por una palabra en un individuo
normal difieren del sistema acústico de similaridad que la misma palabra evoca en
los individuos con retraso mental.
Los experimentos demostraron también que las conexiones excitadas por una pa-
labra pueden variar según el estado del sujeto. Por ejemplo, al inicio de la jomada,
componentes vegetativos de la reacción de orientación similares a los evocados por
la palabra test koshka (gato) son suscitados, en el niño, con un ligero grado de retraso
mental por palabras de significado similar (kotenok, mish, etc.), mientras que en estados
de fatiga (tras la quinta seSión) estas palabras dejan de provocar las reacciones vegeta-
tivas correspondientes, y las palabras pr6ximas por su sonido (kroshka, krishka, etc.)
empiezan a suscitarlas.
Por último, estas experiencias mostraron que los campos semánticos de una palabra
particular pueden variar según el contexto: así, ante la palabra test "violín", todas
las palabras que designan instrumentos musicales (guitarra, piano, flauta, trompeta) en
condiciones normales evocarán similares componentes de la reacción de orientación,
pero la palabra trubá {en ruso = trompeta o chimenea), introducida en un contexto
de palabras que denoten partes de un edificio (casa, pared, estufa, chimenea), empieza
a aparecer en otro sentido y deja de provocar estos componentes de la reacción de
orientación.

El significado de estas experiencias es que constituyen la base de un método


objetivo de investigación de las conexiones semánticas asociadas a una palabra
en el sujeto adulto normal.
Sin embargo, es posible que el hecho más importante revelado por estas expe-
riencias sea que en los estados patológicos del cerebro esta alta selectividad de
los sistemas semánticos puede estar alterada y sustituida por otras conexiones
más difusas.
Posteriormente, al tratar el análisis neuropsicológico de la decodificación
verbal, nos detendremos en este hecho.
Ya he.mos dicho que las palabras incluidas en una comunicación pueden tener
130 ANÁLISIS l'.TEUROPSICOLÓCICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

varios significados y activar diferentes sistemas de conexiones. Semánticamente,


cada palabra genera varias conexiones de las cuales · una sola debe destacarse en
la comprensión de la comunicación dada mientras gue el resto de conexiones
ha de ser inhibido, bloqueado. Por ejemplo, la palabra ruchka (mano, brazo,
pluma ... ) puede evocar las asociaciones ruchka-devochka (mano de una nÍlía) ,
ruchka-kreslo (brazo de un sillón), ruchka-dver (tirador de una puerta), ruchka-
pisat (pluma de escribir), etc. En la percepción normal de una palabra que se
halla en un conte:\.-to determinado el proceso de destacar el significado adecuado
tiene lugar de manera instantánea y casi automática, pero si la comunicación
. tiene W1 carácter más complejo o si no está claramente formulada, las uniones
semánticas alternativas y :;ecundarias pueden activarse y su inhibición precisará
un esfuerzo especial. En este caso, cuando la estructura psicológica es parecida
a las condiciones de valoración de una figura "desenfocada" (tal como fuera
usada por J. S. Bruner en sus conocidas experiencias sobre la percepción com-
pleja), la probabilidad de aparición de las asociaciones secundarias aumenta y la
identificación del significado de la palabra requiere la selección entre un número
mayor de alternativas y ,!na "toma de decisión". En estos casos el proceso de
decodificación es psicológicamente mucho más complejo.
Hechos similares se hallarán al realizar el análisis neuropsicológico del proceso
de decodificación de los significados lexicográficos incluidos en las comunicaciones
verbales.

b) Comprensión de estructuras sintácticas

Hemos estudiado la estructura de los elementos léxicos del habla (palabras),


.1 su estructura semántica compleja y las condiciones necesarias para su adecuada
I
comprensión.
No menos complejos son los procesos unidos a la segunda etapa de la decodi-
ficación de la expresión verbal: la comprensión de la estructura sintáctica de la
oración.
Durante mucho tiempo, la comprensión (decodificación) de la oración se
consideraba corno un proceso relativamente sencillo en el que bastaba saber
exactamente ei significado de la palabra y las características morfológicas que
determinan su unión con palabras vecinas.
Como hemos dicho arriba, tales suposiciones, con el tiempo, dejaron de ser
admisibles y fueron sustituidas por las nociones de la moderna lingüística estruc-
tural, según las cuales es necesario distinguir una compleja estructura sintáctica
superficial de la frase, que está en función de la lengua y de la oración y una
estructura gramatical profund a que es común a las di stintas lenguas y que refleja
las estructuras lógicas fundam entales que están tras la oración.
Desde este punto de vista, la comprensión (la decodificación) de la oración
empieza a aparecer como la transición de la fras e misma a las estructuras sintác-
ticas superficiales, luego a las estructuras sintácticas profundas y desde ahí hacia
la descripción o inscripción semántica, es decir, a la representación del significado
de la oración.
¿Cómo tiene lugar este proceso de decodificación del significado de la oración
y qué condiciones ex::ige?
A primera vista puede parecer que la comprensión de frases simples, quc no
incorporen ningún sistema complejo de partes mutu amente subordinadas o suce-
sivamente subordinadas, oraciones introductorias ~ otro tipo de construcciones
COMPRENSIÓN DE LA CO~roNICACIÓN VERBAL: ANÁLISIS 1It'EUROPSICOLÓGICO 131

que compliquen el proceso de decodificación, ·no presenta dificultades visibles.


Sin embargo, un análisis atento nos muestra que esto no sucede así y que las
oraciones (incluso las más simples) presentan las mismas polisemias que las pala-
1 ! bras aisladas. De tal modo, la comprensión monosemántica exigirá una vía
compleja.
Este hecho de la polisemia o ambigüedad (ambiguity) de frases que parecen
muy sencillas ha sido detalladamente estudiado en la lingüística contemporánea
(Chomsky, 1957, 1965, 1968, 1972; · Miller, 1950; Bever, 1968, 1970, 1972i-
Fodor y Garrett, 1967; Garrett, 1972) y no nos vamos a detener especialmente
aquí en su consideración.
Vamos a considerar de nuevo una oración muy simple y a primera vista
monosemántica.
Hemos dicho antes que la oración
1) lvan prishol K Olge s Petrom (Iván fue a casa de OIga con Pedro)

I tiene a primera vista tan s610 una significaci6n, pero si esta oraci6n tiene la
estructura:
2) lvan prishol (KOlge s Petrom)

I
I
significa que Iván fue a casa de OIga, la cual vive con Pedro.
Si la frase tiene la estructura:
3) loan prishol (K Olge) s Petrom

significa que Iván y Pedro visitaron juntos a OIga.


Este ejemplo muestra que la uni6n directa de los componentes en distintas
formas, constituyendo distintas estructuras gramaticales superficiales, puede dar
lugar a la diferente comprensión de una frase tan sencilla.
; Muchas más dificultades presenta la comprensión de oraciones más complejas
que .pueden ser comprendidas de distinta forma a causa de su construcción
sintáctica. A tales oraciones se refieren las construcciones gramaticales referidas
en más de una ocasión por N. Chomsky (1957) y que son frecuentes en inglés.
Puede servir de ejemplo la oración:
4) They are flying planes
que puede ser comprendida como
5) They are fZying (planes) = están pilotando aviones, o como:
6) They are (flying planes) = son aviones que vuelan.

Es natural, por esto, que incluso una frase tan simple, con sus diferentes
estructuras sintácticas, puede comprenderse de distintas maneras.
Lo mismo sucede con muchas construcciones en lengua rusa; así, la frase:
7) Priglashenie rabochij brigad vizivalo osvzhdenie tovarishcho 1vanova

Compuesta por Yu. Apresian (comunicación personal) puede tener 32 signi-


ficados distintos porque los componentes de la frase pueden comprenderse
distintamente.
Así, por ejemplo, rabochie brigadi puede comprenderse como "brigadas que
se compo~en de obreros» o como "los obreros que coinponen las brigadas»; la
132 ANÁLISIS NEUROPSICOLÓCICO DE L\ CmfUNICACIÓN VERBAL

expresión tovarishcha lvanova puede significar "del camarada Ivanov" o cama-


I
radas de un cierto Ivanov"; las palabras priglashenie brigad pueden significar
"una invitación a las brigadas por alguien y a algún lugar" o "una invitación que
parte de las brigadas", etc.
El problema resulta más complejo si la frase incluye en su seno varias partes
sucesivamente introducidas una en otra, hecho conocido como "doble incrusta-
ción" (double embedding).
En estos casos la dificultad en comprender una construcción gramatical con-
siste en que una oración se interrumpe y en su composición se incluye otra,
subordinada, tras la cual se sitúa la terminación de la primera. Esto sucede
cuando existen construcciones distantes, del tipo:
8) "El tejado de la casita, situada en la cumbre de la colina, estaba
cubierto por un espeso musgo",

en la cual el "espeso musgo" no se refiere a la "colina" sino al "tejado de la


casita". Para la comprensión de semejante construcción, el oyente ha de inhibir
una de las conexiones posibles (y semánticamente probable) con los elementos
vecinos, es decir, eliminar la interpretación,
9) ... "la cumbre de la colina estaba cubierta por un espeso musgo",

y al orientarse en el auténtico sentido de la construcción tiene que escoger una


unión completamente distinta, apartándose de la oración "incrustada" en ella.
10) El tejado de la casita (que se situaba en la cumbre de la colina)
estaba cubierta por un espeso musgo.

Bever (1968, 1972) Y Fodor, Bever y Garrett (1968), tras un cuidadoso análisis
de construcciones de este tipo, mostraron con razón, que tanto una oración
relativamente simple como una construcción con complejas introducciones pueden
expresarse por esquemas.

·1 I
(11 ) N N v v
I I
Y
I I
(12) N N N V V

I ~--II
I

Estos esquemas muestran clar~¡ mente la complejidad de la elección que debe


ser hecha por una persona que percibe tales construcciones y debe obtener la
comprensión adecuada.
La mayoría de las relaciones posibles expresadas por tales construcciones
sólo pueden comprenderse con mucha dificultad y las posibles conexiones entre
los componentes individuales pueden analizarse sólo mediante transformaciones
COMPRENSIÓN DE LA COMUNICACIÓN VERBAL: ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO 133

intermedias especiales en las cuales se divide la oración. Bever, con plena razón,
ha señalado que precisamente la posibilidad de la doble correlación entre un
componente de una fase y otros dos componentes representa la dificultad funda-
mental porque el estímulo no puede ser recibido simultáneamente en dos rela-
ciones o incorporado en el mismo esquema perceptivo; además, esta dificultad
en nada se diferencia de las dificultades llamadas "figuras imposibles" (Bever,
1972, págs. 10-12).
Al aproximarnos al problema de la comprensión de una frase compleja, que
incluye la necesidad de descifrar la significación de las estructuras polisemánticas
(ambiguas) llegamos al problema central, a la psicología de la comprensión, que
ocupa nuestra atención. En los años recientes el análisis psicolingiiístico detallado
de este problema ha sido objeto de una considerable cantidad de investigaciones
psicolingüísticas que se iniciaron con los trabajos de Miller (1951-1970), y
N. Chomsky (1956--1972) y por otros psicólogos y lingüistas (algunas de sus
publicaciones se presentan en la bibliografía de este libro).
Es sabido que el proceso de la comprensión de las construcciones del lenguaje
se formó en el curso del largo período de la historia social y que muchos de los
detalles de este dramático proceso pueden ser observados en los estudios del
desarrollo del habla del niño (que sin embargo difiere del desarrollo histórico del
lenguaje).
Es importante el hecho de que en los primeros estadios de la historia de]
lenguaje éste no incluía todas las constmcciones necesarias para la expresión
de Comunicaciones complejas. El lenguaje estaba inseparablemente unido a la
acción y tenía una esb-uctuTa relativamente sencilla. La adecuada comprensión
de construcciones relativamente simples exigía la participación de lID "contexto
semántico". Así, la significación de las frases en las lenguas primitivas podía ser
incomprensible si no se sabía la situación concreta en la que se empleaba la
comunicación dada, los gestos con los que se acompañaba, la entonación con
que se pronunciaba, etc. Precisamente por esto, tal com o señaló el famoso etnólogo
Malinovski (1930), las expresiones en las lenguas de muchos pueblos que están
en las estapas primitivas del desarrollo social, se podlan sólo comprender cono-
ciendo la situación concreta y observando los gestos de los parlantes (por eso
la comprensión de las expresiones en la oscuridad :resultaba muy difícil).
Sólo en el curso de este largo desarrollo social el lenguaje ha desarrollado
sus propias formas "sinsemánticas" de expresar relaciones, convirtiéndose, como
señalaba Bühler (1934), "en un sistema. que incluye en su interior todos los
medios de expresión". Así, la evolución del lenguaje puede ser vista como una
vía de liberación de la dependencia del contexto simpráctico y una formación
gradual de los métodos que aumentan el papel del contexto propio sinsemántico
de la lengua (gramaticalmente construido).
Restos de este complejo proceso pueden verse en algunas formas arcaicas
de las lenguas contemporáneas en las que no siempre se utilizan todos los posibles
métodos complejos de la gramática y donde construcciones relativamente simples
requieren con frecuencia, para su comprensión, unas especificaciones que debe
hacer el oyente.
En las formas antiguas de las lenguas contemporáneas predominaban las
estructuras gramaticales relativamente simples, que permitían la simple compren-
sión inmediata del texto que se decodificaba. Así, en la Biblia, al igual que en
los antiguos manuscritos rusos, no se hallan construcciones hipotácticas complejas
y raras veces se hallan oraciones en las que la sucesión de palabras no coincida
con la sucesión de acontecimientos. Formas como el caso genitivo (en el cual
134 ANÁLISIS l'."EUROPSICOLÓGICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

la cualidad o la relación se expresa por la forma indirecta del sustantivo brat


otsa, deti boiard, ioziain sobaki: el padre del hermano, los hijos de los boyardos,
el amo del perro), cuya comprensión precisa de abstraer el nombre, ponerlo
mentalmente en primer lugar y convertirlo en adjetivo (el hermano del pa-
dre = otsovski brat = hermano paterno), aparecieron más tarde. En la Biblia,
como en los manuscritos, era reemplazado mediante formas para tácticas simples
en las cuales dos nombres quedaban en el mismo caso, y a veces se unían con
la conjunción "y" (por ejemplo en la Biblia, "El rey David y toda su bondad" en
lugar de "La bondad del rey David", o en el alemán antiguo Mit Leidschaft und
Liebe en lugar de Mit Leidsehaft der Liebe; o en los antiguos manuscritos rusos
"los boyardos hijos" en lUbar de "los hijos de los boyardos"). Al parecer también
se formaron muy posteriormente las construcciones de la conjunción "que", sin
ningún pronombre o repetición del nombre que facilite la comprensión de la
construcción. En las formas antiguas del lenguaje, el uso de este pronombre
relativo va, por lo regular, acompañado de la repetición del sustantivo ("está
cavada la zanja ... que la zanja ... ", u "obtenida del pescador, el cual pescador ... )
o se sustituye por un cadena de oraciones simples unidas por la conjunción "y"
(ver Ergetzet si der Leide und [en lugar de die] ir abet getan -Nibelungos, 6-
O for yonder 1 hear Sir Cuy's horn blow and he, Sir Cuy [en lugar de Who]
hath slain Robin Hooá). En situaciones aún más antiguas, el sistema jerárquico
de subordinación con la utilización de la palabra conjuntiva "que" y en general
la compleja estructura hipotáctica de las oraciones queda sustituida por una' cade-
na de construcciones simples y cortas (véase en la Biblia: "y <Él fue, y él rió Y él
comprendió' ... " , etc).
Es natural que la aparición de las estructuras hipotácticas complejas que
utilizan formas inflexivas complejas y conjunciones (que, mientras que, a pesar
de que, etc.) faciliten al lenguaje la posibilidad de expresar diferentes rela-
ciones de manera definida y usando sus propios medios. Sin embargo, esta capaci-
dad conduce a ciertas dificultades en la decodificación de construcciones: se
exigen transformaciones intermedias que permitan segmentar mentalmente las
oraciones, al tie'mpo que se contempla la totalidad de la compleja estructura y se
relacionan los componentes.
De todas las complejas construcciones gramaticales de las que, en particular,
es rico el lenguaje contemporáneo, podemos destacar algunas de decodificación
particularmente difícil.
Estas construcciones son, en primer lugar, todas las de régimen (o hipotácticas)
que utilizan flexiones, preposiciones, conjunciones relativas, etc. que no siempre
son accesibles a la percepción inmediata y que precisan, pues , de un análisis
interno en su decodificación.
También quedan en este grupo las construcciones "distantes" en las que una
parte de la comunicación está separada de la otra que se relaciona con la primera, , ¡

a través de su sentido, mediante una larga construcción inmediata o accesoria


(por ejemplo: "El techo de la choza, que se situaba en el monte poblado de
árboles, estaba cubierto de musgo"). En tales casos, cuando los componentes indi-
viduales 'son simples, la persona tiene que detenerse en la oración "incrustada"
para unir mentalmente las partes que quedan físicamente distantes pero próximas
por su sentido (el techo de la choza ... estaba cubierto de musgo). Mucho más
difícil es la decodificación de construcciones complejas donde el factor de distan-
cia se suma al factor de introducción (precisamente tales construcciones fueron
estudiadas con detalle por psicólogos como Miller y cols.; Miller, 1962; Miller y
Selfridge, 1960; Miller e Isard, 1964).
COMPRENSIÓN DE LA COMUNICACIÓN VERBAL : ANÁLIsIS NEUROPSICOLÓGICO 135

Las variantes de estas construcciones, que incluyen series de componentes


sucesivamente subordinadas, unidas por pronombres relativos o conjunciones
se distinguen tanto por la cantidad de las partes componentes como por su
p osición. En unos casos "la escalera" de las partes sucesivamente subordi-
nadas está situada en sucesión directa (de izquierda a derecha o de derecha
a izquierda) y la comprensión de toda la construcción está basada en el nú-
mero de componentes que el oyente puede mantener en su memoria operativa.
En otros casos las' oraciones subordinadas se caracterizan por autoincrustaciones
(self-embedding) 3 que precisan de los pasos antes referidos.

Para poder tener una idea clara de las dificultades que surgen en la compren-
sión de unas y otras construcciones citaremos algunas oraciones que se componen de
igual número de palabras, empezando por "eslabones situados linealmente" y que for-
man una serie continua (de izquierda a derecha) y pasan luego a construcciones com-
plejas y distantes.
Veamos algunos ejemplos:
13) She liked the man who visited the ieweler tllat made the ring that tvon
the prize that tvas given at the fair .s

En este caso existe una sucesi6n rigurosa de las oraciones: A ~ B ~ e -7 D -7


E -7 F.
14) The man tllat she liked visited the ieweler that made the ring that tvon
the prize that was given at the fair.

La secuencia de elementos subordinados está construida, en este caso, según el es-


quema siguiente:
A ·.---.C-+D-+E-+F
48
La siguiente fase de complicaci6n de la construcci6n se establece aumentando el nú-
mero de eslabones reunidos en su parte inicial y también aumentando la distancia
entre sus partes:
15) The ieweler tllat the man that she liked visited made the ring that won
the prize that was given at the fair. '.

El esquema de esta construcci6n muestra un importante aumento de la distancia entre


sus partes:
A r-+D-+E-+F
48-+ C

I La siguiente construcción es aún más difícil en su comprensi6n y en ella la distancia


entre sus elementos está más aumentada todavía.
16) Te ring that the ieweler that the man she lilced oi.rited madi! won the
prize that was given af the fair.

El esquema de la construcci6n:

A .-.E-+ F

3. En inglés en el original. (N. del T.)


136 ANALISIS :-;EFROPSICOLÓCICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

demuestra con evidencia la cantidad de eslabones que separan a las partes mutuamente
relacionadas de la construcción gramatical.

Es fácil ver cómo aumentan las dificultades de comprensión de tal construc-


ción, que precisa de una importante acción de la memoria operativa (hay que
decir que la comprensión del texto original inglés es mucho más difícil que su
traducción al ruso).
Pasemos, finalmente, al último factor que complica la comprensión de las
construcciones gramaticales: el factor de inversión de la construcción.
Las construcciones con inversión pueden ser divididas en dos subgrupos.
En uno de ellos la dificultad consiste en que el orden externo de las palabras es
opuesto al de los acontecimientos. Veamos unos ejemplos:
17) Desayuné después de leer los periódicos;
o
Lavé el coche después de barrer la plazoleta;

en los cuales el orden de los acontecimientos es opuesto al orden de las palabras


de la frase.
Construcciones de este tipo -cuyo proceso de comprensión ha sido estu-
diado recientemente (v., por ejemplo: Smith y McMahon, 1972)-, pueden ser
correctamente comprendidas tan sólo cuando se restablece la correspondencia
entre la sucesión de los acontecimientos y la de las palabras en la frase. Se com-
prende perfectamente la necesidad de transformaciones adicionales que eliminen
la im-eTsión de la frase.
El otro grupo de construcciones invertidas se refiere a las inversiones semán-
ticas. Ejemplos típicos de esto son las construcciones con una doble negación,
del tipo:
18) No estov acostumbrado a no someterme a las reglas;
"'
para su comprensión se precisa la operación intermedia de supresión de la doble
negación (no estoy acostumbrado a no obedecer = estoy acostumbrado a obe-
decer).
Los procesos necesarios para comprender tales construcciones fueron estudia-
dos por una serie de autores (Bever, 1972; Wason, 1970). Más tarde nos referi-
remos a estos análisis.
Hemos ya señalado una serie de dificultades que pueden presentarse en la
dec.:odificación de ulla oración que forma parte de una comunicación de "aconte-
cimientos" conocidos, cuando esta comunicación usa una serie de construccion es
que no pueden comprenderse de una vez sin el uso de operaciones auxiliares
tales como el retomo a las partes iniciales de la oración, la retención de elemelltos
de una oración en la memoria a corto plazo o la introducción de transformaciones
accesorias que eliminen las dificultades inherentes de la expresión.
Son aún mayores las dificultades si la oración se refiere a un sistema de
"relaciones" o, en otras palabras, si representa una" comunicación de relaciones"
(Svedelius, 1897).
En estos casos el individuo que recibe la comunicación tiene la tarea no de
reflejar simplemente los hechos concretos que se describen, sino de analizar las
relaciones existentes entre los elementos individuales de la comunicación o,
dicho de otro modo, de realizar una operación lógica adicional, sin la cual
no puede s-er captado como un todo el significado de la construcción lógico-
gramatical.
137

II
COMPRENSIÓN DE LA COMUNICACIÓN VERBAL : ANÁLISIS JI."EUROPSICOLÓGICO

Es natural que el hecho referido represente una tarea diferente y que implique
nuevas y considerables dificultades en la decodificación de la expresión.
Una "comunicación de relaciones" puede utilizar diferentes medios gramati-
cales que incluyen inflexiones de los sustantivos (por ejemplo, inflexiones del
caso genitivo con significación atributiva), palabras auxiliares (tales como las
preposiciones "bajo", "sobre", "ante", "tras"), el orden de las palabras en la
oración, etc.
'1; Las particularidades psicológicas de las construcciones que expresan "comuni-
caciones de relaciones" han sido estudiadas únicamente en las ,últimas décadas

~·I
por psicólogos y lingüistas (T. Bever, 1970, 1974; H. H. Clark, 1970, 1974).
Nosotros tan sólo indic~emos aqu í algunas condiciones que pueden dificultar de
I modo considerable la decodificación de estas formas de comunicación, sabiendo
bien que estas condiciones requieren estudios posteriores.
Entre las condiciones que pueden dificultar considerablemente el proceso
de comprensión de tales construcciones, se refieren factores como la presencia
o la ausencia del verbo que expresa la relación ("el hombre teme al perro", se
comprende mejor que la construcción "reducida" "miedo al perro"), el carácter
absoluto o relativo de la significación que entra en la construcción de las palabras
(la expresión "un pedazo 9.e pan" donde tanto "pedazo" como "pan" tienen
un significado absoluto se percibe más fácilmente que "el hermano del padre",
donde tanto "el hermano" como "el padre" tienen un significado relativo ("el
hermano de alguien", "el padre de alguien") , la presencia de convertibilidad (las
expresiones que no tienen convertibilidad o reversibilidad tales como "el collar
del perro", para la cual no hay ninguna expresión "opuesta" consciente "el perro
del collar", se comprenden con mayor facilidad que las formas con una posible
reversibilidad, tales como "el hermano del padre" que tienen la construcción
inversa "el padre del hermano" o "el amo del perro" que puede tener la const:ruc-
ción inversa: "el perro del amo"). Finalmente, existen otros factores que pueden
aumentar significativamente las dificultades de la comprensión y que se relacionan
con la monosemia o polisemia de la construcción. En el caso de la construcción
monosemántica no se exigen selecciones.
Vamos a detenemos ahora en el análisis de las dificultades que tienen lugar
en la decodificación de las construcciones gramaticales como las arriba descritas
y cuyo proceso psicológico tiene un interés especial.
El primer medio de transmisión de comunicaciones de relaciones en ciertas
lenguas (por ejemplo, en el ruso) son las flexiones, es decir, las formaS de los casos.
Ciertas fonnas de relaciones flexivas, por ejemplo la forma del caso acusa-
tivo, en una comunicación del tipo: Malchik uvidel karlinu (el muchacho vio el
cuadro), la forma del caso dativo como Ya dal tetrad drugu (he dado el cuaderno
a un amigo) o la forma del caso instrumental Dom postroen Petrom (la casa fue
construida por Pedro), tienen, naturalmente, una fácil decodificación.
Sucede de manera distinta cuando las construcciones flexivas formulan comu-
nicaciones de relaciones, cuyo caso extremo está representado por las construccio-
nes que incluyen en su composición el caso genitivo y en particular el genitivo
atributivo ("el hermano del padre", "el amo del perro", o "el perro del amo").
Las dificultades que surgen en la decodificación de estas construcciones tienen
carácter complejo.
Por un lado ya hemos mencionado que este tipo de construcción gramatical
incluye dos nombres y que cada uno de los cuales tiene un valor relativo (el
"hermano" de alguien, el "padre" de alguien) hecho que por sí solo da lugar
a cierta dificultad psicológica; por otro, la construcción del tipo "el hermano de]
138 ANÁLISIS NEUROPSICOLÓCICO DE L A C OMUNICACIÓN VERBAL

padre" no se refiere estrictamente a ninguna de las personas mencionadas ("el


hermano del padre ", ni " un hermano" ni un "padre", sino un "tío"). Además, la
palabra que está en genitivo es por naturaleza más un adjetivo que un nombre
(= paternal) a pesar de que el significado relativo (o de cualidad) se exprese por
. un sustantivo que no está delante de la palabra que determina (como es peculiar
en ruso). Finalmente, toda la construcción es reversible y su significado ha de ser
contrastado con la construcción opuesta (pero posible): "el padre del hermano".
Por consiguiente, la primera condición necesaria para la comprensión de
esta construcción, consiste en la abstracción del valor sustantivo inmediato de la
palabra para darle el significado cualitativo. Podemos suponer que para esto
se precisan importantes operaciones suplementarias. En ruso, el adjetivo que
indica la calidad de un objeto se sitúa en primer lugar, antes del sustantivo
que designa al objeto que tiene esta calidad (Krasivaia sliapa - sombrero bonito,
zlaia sobaka - perro fiero) . Para comprender el significado atributivo de una pala-
bra situada en caso genitivo, de manera más fácil, es preciso hacer una transposi-
ción y colocar esta palabra en primer lugar (esto se realiza con frecuencia en el
lenguaje popular: ottsa mat en lugar de brat ottsa) y en ocasiones un pronombre
demostrativo se añade para indicar a quién se refiere la atribución. Es posible
que el conHicto que aparece entre el significado atributivo del nombre que se
sitúa en caso genitivo y su posición en la frase pueclaser eliminado mediante
tales operaciones intermedias.
Es de notar que transformaciones adicionales de este tipo, que permiten
superar la dificultad de la comprensión directa de la construcción se usan "abier-
tamente" en el lenguaje popular, e incluso en expresiones más evolucionadas
(sea el caso de etogo pamio. ego brat en ruso o el genitivo sajón des Vaters sein
Bruder, en alemán). El uso de' marcadores externos, como medio de superar la
dualidad de la posible comprensión de la construcción y eliminar los conflictos
provocados por ella, señala claramente las dificultades reales de su decodificación.
Otro gran obstáculo en la comprensión inmediata de tales construcciones es su
reversibilidad. El hecho de que las mismas palabras, pero alternando sus termi-
naciones (de. caso) y su posición evoquen otro significado (por ejemplo brat ottsa
y de otets brata) hace que sea más difícil la decodificación. En tales casos el
individuo no puede utilizar los rasgos semánticos para llegar al significado de la
construccióu (como tiene lugar en las construcciones irreversibles del tipo: el
tejado del edificio, el tirador de la puerta) y la decodificación se ha d e basar
en las reglas de las inflexiones, haciéndose más laboriosa. La conveltibilidad de
semejantes construcciones es uno de los obstáculos más impoltantes para su com-
preruión y por esto el genitivo atributivo es más difícil de comprenuer que e l
partitivo. Esta última circunstancia explica el hecho de que construcciones que
usan el mismo caso, puedan tener distintas dificultades en su comprensión. Para
una plena apreciación d e las dificultades que comportan una y otra construcción
gramatical es preciso considerar, además de sus características formales (por ejem-
plo la forma de los casos), la existencia o no de reversibilidad y las características
semánticas de la misma.
El segundo método usado por las comunicaciones de relaciones es el uso de
"palabras auxiliares especiales", preposiciones y conjunciones que permiten
expres,u relaciones espaciales o temporales entre d os objetos. Ejemplos típicos son
las proposiciones tales como : "bajo", "sobre", " en ", " ue" , que entran en las
construcciones tales como "el círculo bajo de un cuadrad o" y " el cuaurado bajo
el círculo" o "la primavera ante el verano" y " el verano ante la primavera ", etc.
La mayoría de estas palabras auxiliares han aparecido relativamente tarde, en
COMPRENSIÓN DE LA COMUNICA C IÓN VERBAL: ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO 139

el lenguaje, como ..medio sintáctico independiente y en la actualidad conser....an


aún el eco de su antiguo valor de nombre [véase, por ejemplo: pod (debajo) del
sustantivo pod, la parte baja de una estufa, vmeste (junto) de mesto (lugar),
nesmotria (a pesar de) de ne smotret (no mirar), etc.]. Es preciso señalar que
la unión de muchas de estas palabras auxiliares con su antiguo significado se
reflejaban en su escritura separada: V meste, V sledstvie, po tomu, etc. Es
también característico que muchas de las preposiciones, tales como v (en) e
i z (de), siguen teniendo muchos significados y que parte de ellos tienen un
carácter evidente mientras que otra parte tiene un carácter convencional o lógico

I (véase, por ejemplo: Tetrad lezhit V stolie (el cuaderno está en la mesa) y
Ya veriu V ego chestnost (yo creo en su honradez); Chelovek vishel 1Z lesa
(el hombre salió del bosque) y Ya delaiu vivodi 1Z ego rassuzlldenia (saco conclu-

I
f
siones de sus argumentos); On polozhil tetrad NA stol (puso el cuaderno en la
mesa), y Ya nadeius NA prabilnost reshenia zadachi (creo en la correcta solu-
ción del problema).
Todos estos hechos crean dificultades especiales en la decodificación del
significado de estas palabras auxiliares. Su polisemia o ambigüedad exige que el
oyente tenga que realizar una tarea de elección entre varios significados posibles.
En tal situación el contexto tendrá una importancia especial.
Otra importante dificultad se origina a causa de la reversibilidad de estas
construcciones, en los casos en que no lo impide la semántica de las palabras
que forman parte de la construcción (por ejemplo, "el libro está sobre la mesa"
y no "la mesa está sobre el libro"). Pero si estos condicionamientos semánticos
están ausentes (por ejemplo, "el círculo bajo el cuadrado" y "el cuadrado bajo
el círculo"), la reversibilidad de estas construcciones aparece con plenitud y la
única posibilidad de decodificación está a nivel de las flexiones y del orden de las
palabras. En los casos donde la flexión de los casos es homónima y no ayuda a la
correcta decodificación -On polozhil (puso) plate (el vestido) pod veslu (bajo el
remo) y viceversa- el único dato para ]a adecuada decodificación está a nivel
del orden de las palabras y las dificultades se acrecientan.
Aparecen considerables dificultades en la comprensión de las referidas oracio-
nes, en los casos en los que el orden de las palabras no coincide con el orden
de las acciones y entra en conflicto con ellas.
Tal fenómeno se pone de manifiesto en el siguiente orden:

19) "Dibuje una cruz debajo de un círculo".

El individuo que recibe tal instrucción tiene la natural tendencia de llevar


a cabo la acción en correspondencia al orden de las palabras y dibujar primera-
mente ulla cruz, y luego, debajo de ella, un círculo ( 6 ); en este caso la correcta
decodificación exige la superación de la impresión inmediata que surge de la
introducción y transformarla ("la cruz debajo del círculo" = primeramente "el
círculo y debajo de él la cruz"). Se puede comprender fácilmente que surgen,
pues, nuevas dificultades.
Una situación análoga se produce cuando se proponen construcciones del
tipo:
20) "He desayunado después de leer el periódico",

donde el orden de las palabras no coincide con el orden de los acontecimientos


y para la comprensión de la cual es necesaria la superación de la inversión que
está incluida en la construcción.

11. 1 U RIA
140 ANÁLISIS ?-I"EUROPSICOLÓCICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

Desde el punto de vista psicológico, en todos los casos citados el proceso de


comprensión de esta comunicación de una relación es mucho más complejo que
la comprensión de una comunicación de acontecimientos. El que percibe estas
construcciones debe, en cada caso, inhibir el significado directo de los nombres
que entran en su composición ("la cruz, el círculo"), extraer el significado de las
palabras auxiliares ("arriba, abajo", etc.), crear el esquema de la relación expre-
sada en la construcción dirigiéndose, ante todo, a las indicaciones formales (infle-
xiones, orden de palabras) y en ocasiones sólo por ellas, y, por fin, en algunos
casos hacer una transformación auxiliar de la construcción, que, en la medida
de lo posible, elimine las dificultades surgidas. -
Yeremos más tarde la importancia de la complejidad del proceso de decodifi-
cación de los tipos de comunicación de relaciones, arriba expresados, y el valor
del análisis de las alteraciones que tienen lugar en caso de lesiones focales del
cerebro.
Nuestra descripción sería incompleta si no nos detuviéramos en otro grupo de
construcciones de relaciones cuya comprensión da lugar a dificultades especiales.
Se trata del grupo de construcciones que expresan "relaciones de comparación".
Su análisis pSicolÓgico fue realizado por una serie de autores (Clark, 1965-1970,
1974, Flores d'Arcais, 1966, 1970, etc.; Garrett, 1970 y otros). Ejemplo de tales
construcciones, en las que las relacione~ entre dos o tres objetos se expresan
mediante adjetivos en grado comparativo, pueden ser:
21a) Un ~lefante es más grande que una mosca, o
21b) Una mosca es más grande que un élefante
22a) Petia es más fuerte que Vania, o
22b) Vania es más fuerte que Petia .
.,
I Finalmente, la construcción -aún más compleja, que con frecuencia se ha usado
en tests psicológicos de operaciones discursivas.
23) <?lia es más rubia que Sonia pero más morena que Katia,
etcétera.
El contenido de todas estas construcciones, como es fácil ver, no es una acción
concreta rea~zada por personas u objetos, sino su comparación en relación -a un
hecho particular. Esta operación puede ser realizada comparando una persona,
en casú nominativo, que determina el sujeto, con otra, que está en caso genitivo
y que determina el objeto de la comparación. En su forma desarrollada puede
ser escrita de la siguiente forma:
24) Un elefante es más grande (en tamaño) que una mosGa, o
Un elefante es más grande y una mosca es má·s··pequeña.

La operación de comparación exige que el adjetivo "grande" se refiera sólo


a uno de los dos objetos nombrados, mientras que para la comprensión de
aquello que se comunica del segundo precisa de la sustitución de un adjetivo
(más grande) por el inverso (más pequeño), hecho que exige transformaciones
complementarias y au.xiliares que constituyen una "acción mental" reducida.
Los referidos modelos de las construéciones comparativas tienen características
especiales en su estructura logicogramatical y su decodificación exige diferentes
operaciones.
La decodificación de la primera construcción (irreversible) puede ser realizada
mediante el uso de índices semánticos (el conocimiento de que un elefante es
COMPRENSIÓN DE LA COMUNICACIÓN VERBAL: ANÁLIsIS NEUROPslcoLÓGrco 141

grande y una mosca muy pequeña), gracias a los cuales su comprensión puede
ser realizada sin contar con los marcadores gramaticales. (El elefante es grande,
la mosca es muy pequeña; en consecuencia: el elefante es más grande que la
11,
mosca.) A diferencia, esta segunda c onstrucción (Petia es más fuerte que Vania)
no tiene ningún apoyo semántico; ambos nombres son neutrales desde un punto
de vista y deben ser analizados en base a las inflexiones gramaticales formales
que exigen la apreciación de la palabra que está en genitivo ( ... Vani), como la
palabra del objeto con el cual se realizá la comparación, y que de ahí, la transfor-
mación adicional de la construcción es más necesaria en este caso.
Finalmente, en tercer caso (Olia es más rubia que Scnia, pero más morena
¡ que Katia), surgen nuevas dificultades a causa de la doble comparación del
i término medio (Olia): este miembro está colocado simultáneamente en dos situa-
ciones opuestas, como más rubio respecto a uno y como más moreno respecto a
1 otro. Como en el caso de la doble introducción, la doble referencia da lugar
!
I a importantes dificultades receptoras, las cuales (como señaló Bever, 1972, 1974)
I son análogas a las halladas en las "figuras imposibles"; en estos casos hace falta
la transformación radical de la estructura para eliminar las dificultades.
I
Los componentes de las transformaciones intermedias de estas construcciones
\ logicogramaticales complejas . han sido estudiados con detalle por psicólogos
y lingüistas (Clark, 1.965-1972, 1974; Flores d'Arcais, 1966, 1972). Tal como ha
I I
mostrado el análisis de estos autores, la comprensión de estructuras tales como
"John es más fuerte que Peter" y sobre todo estructuras más difíciles como la
usada por Burt en su test (véase n.O 23) "Olia es más rubia que Sonia p ero más
\ morena que Katia", presuponen una serie de operaciones intermedias que extraen
el sujeto lógico (el "tema") y el predicad:) lógico sobre 10 que se habla (el "rema'').
Este proceso supone también la formulación de un eslabón latente, "cero" o
análogo: "J ohn es fuerte" o, en el otro caso, "O lia es rubia", seguido de la
formulación del "tema". "Pero John no es simplemente fuerte , es más fuerte que
Peter", o "Pero Olia no es simplemente rubia, es más rubia que Sonia". Tras esta
formulación se establece una transformación atL'Óliar (Olia es más rubia que
Sonia ... lo que significa que Sonia es más morena) y finalmente se realiza la
misma operación con el último eslabón [ ... pero (ella, Olia) es más morena que
Katia ... es aún más rubia] . Todo este ciclo ~e operaciones introduce, lo que es
más importante, en los límites de un esquema ' interior (espacial), dentro del cual

I
~
se colocan los correspondientes componentes de la comparación (este último mo-
mento ocupará posteriormente nuestra atención).
Es fácil ver, que tales construcciones comparativas, incluso las más simples,
no parecen ac~esibles a la comprensión inmediata y exigen las referidas transfor-

i,I maciones intermediaS que se hacen especialmente complejas cuando se decodifican


comparaciones de tres elementos y donde uno de los cuales entra simultánea-
mente en diferentes (opuestas) relaciones con los demás.
Hemos descrito varias formas en las que puede aparecer una comunicación
de relaciones y hemos señalado las dificultades psicológicas que hacen que este
tipo de comunicación sea mucho más difícil en su decodificación que las comuni-
~
caciones de acontecimientos. Es natural que esperemos que el proceso de deco-
dificación de todas estas construcciones revele una desigual preservación en las
1I exploraciones neuropsicológicas.
Sin embargo, antes de pasar al análisis neuropsicológico de estas construc-
ciones, quisiéramos llamar la atención sobre el hecho siguiente. Hemos descrito
anteriormente las dificultades de la comprensión (decodificación) de las comwli-
cacione~ verbales que dependen en grado de complejidad de las estructuras
142 AN ..\LlSIS ~"EUROPSICOLÓGICO DE LA COMUl\lJCACIÓN VERBAL

sintácticas. Sin embargo, para abarcar todos los aspectos del proceso de decodi-
ficación de las oraciones, hemos de detenemos además en su estructura grama-
tical formal en su contenido, en la información que encierran. La diferencia en
el contenido de las oraciones se refleja necesariamente en el propio proceso de
decodificación.
Comparemos el proceso de comprensión de dos frases simples con idéntica
construcción y que expresan comunicaciones de un acontecimiento y una de ellas
no contiene elementos familiares a una experiencia anterior:
25) Salí a la calle para comprarme ... (?)
26) Llegó el invif)mo y cayó la espesa ... (?)

En cada una de estas construcciones se omite la última palabra y el oyente


ha de llenar el blanco: la respuesta correcta significará la plena comprensión
de la frase.
Es fácil ver que el proceso psicológico de la decodificación de la oración es
en ambos casos distinto.
La primera frase no comunica al oyente una información determinada y por
eso su sentido es indeterminado. En este caso el blanco de la frase puede ser
llamado por cualquier palabra ( ... para comprarme ... ¿un periódico? ¿pan?
¿un sombrero? ... etc.).
.1
La segunda frase tiene un solo -claro desde el principio- sentido; la palabra
con que se llena el blanco se prepara por la pri~era parte de la expresión
(Llegó el invierno y cayó la espesa ... ) y es monosemántico: la frase es tan sólo
acabada por la palabra "nieve".
La diferencia entre ambas frases tiene definidas condiciones psicológicas.
La primera frase, 25), puede ser interpretada sólo como el resultado del análisis
de las posibles alternativas, mediante la formación de una hipótesis y tomando
una resolución. La frase siguiente, 26), no exige el análisis de las alternativas
y no precisa que se tome ninguna resolución, puede estar determinada mediante
la simple .utilización de la experiencia, mediante la utilización de una "suposi-
ción" basada en una información previa bien definida.
Las frases citadas son sencillas por su estructura gramatical. Sin embargo,
diferencias análogas en el proceso psicológico de ]a decodificación de]a oración
tienen lugar en la comprensión de construcciones gramaticalmente más complejas.
Nos vamos a limitar a dos ejemplos (dos frases que expresan relaciones espa-
ciales):
27a) Un cuadro está colgado sobre la cama.
27b) U n círculo sobre un cuadrado.

Estas dos frases 5011 absolutamente iguales por su estructura gramatical. Sin
embargo, en la primera oración, la posición del cuadro sale de la experiencia
práctica del oyente y puede comprenderse sin el análisis especial de la construc-
ción formal (el orden de las palabras, el significado de la preposición, las flexio-
nes). En la segunda oración la disposición espacial de los objetos no está dada
en la experiencia anterior y el descifrado implica un análisis completo de su estruc-
tura gramatical.
Un fenómeno análogo puede tener lugar en las construcciones comparativas.
El proceso de decodificación de las dos oraciones:
28a) El elefante es más grande que la mosca
. 28b) Olia es más grande que Katia,
I COMPRENSIÓN DE LA COMUNICACIÓN VERBAL: ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO

se realiza.de forma distilüa. En la primera construcción, 28a), el oyente pued{


basarse en el mismo contenido de la expresión y la consmlcción puede ser como
14::

II prendida según una suposición e incluso sin el análisis de los marcadores grama-
ticales. En la segunda construcción, 28b), el soporte semántico está ausente y e:
significado de la comunicación tan sólo puede ser comprendido como el resultadc
de un análisis formal gramatical.
De los hechos anteriores podemos concluir que el proceso psicológico de deco-


dificación de una oración puede seguir distintos caminos según el contenido df'
la información.
En unos casos el proceso de comprensión se basa en un análisis complejo con
transformaciones auxiliares y en otros casos ]a comprensión se puede realizar de

l
,-
forma directa a partir de la experiencia previa.
Veremos la importancia de estas diferencias en el proceso de decodificación
de las estructuras gramaticales en el análisis neuropsicológico de estos meca-

I nismos.

·l.•
..

~~
c) Comprensión de comunicaciones verbales complejas (texto)

Una comunicación verbal raramente se restringe a una oración aislada. Como


regla consiste en una serie de oraciones consecutivas que constituyen una comu-
nicación desarrollada sobre algún suceso. Esta serie de oraciones forman lo que
convencionalmente es conocido con el nombre de texto.
Sería inconecto pensar que el significado de un texto percibido queda agotado

I
en la comprensión de las oraciones que lo componen. El proceso de comprensión
del sentido de un texto es mucho más complejo y tiene una estructura psicológica
totalmente distinta que excede los límites de las regularidades lingüísticas.
El análisis de la comprensión del sentido de un texto completo no puede ser
deducido del simple análisis de la secuencia de oraciones, formada según el

I
~
principio de las cadenas de Markov, al igual que la comprensión de una oración
no se reduce a la comprensión de las palabras individuales que la componen como
secuencia.

i
~
Tan sólo en los textos narrativos simples del tipo: "Llegó la primavera.
El sol empezó a calentar. Los días se hicieron más largos. En el jardín flore-
cieron los árboles", etc., el sentido del texto es la simple sucesión de los sentidos
II de las oraciones que le componen. .
l El sentido de textos más complejos no puede ser reducido a tal seCuencia y
i

I se precisa un proceso combinado de análisis y de síntesis y que incIuyá la compa-


ración de fragmentos que en ocasiones están considerablemente separados en el
is tiempo, la creación de hipótesis del sentido general y, frecuentemente, la salida
I'"! fuera de los límites del texto "externo" con el paso al "sentido figurado", que
incluye en su composición la idea común de toda la expresión como un todo y
,;,.

i en ocasiones la apreciación de los motivos que se ocultan tras el texto.


Ii Esta estructura altamente compleja de un texto se pone de manifiesto de un
mejor modo, posiblemente, en una fábula (o parábola) cuya comprensión .puede
~ ser vista como modelo de cualquier proceso complejo de la comprellSlón de

I
un texto. No es casual que L. S. Vigotsky, en uno de sus trabajos iniciales, anali-
zara la estructura psicológica de una fábula.
Citaremos un ejemplo que permita mostrar la complejidad de la estructura
de la decodificación del sentido de tales textos.
144 ANÁLISIS NEUROPSICOLÓCICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

Una de las fábulas de Tolstoi -"La corneja y las palomas"- se lee al


oyente:

" Una corneja oyó que daban muy bien de comer a las palomas, por lo
que se pintó de blanco y voló hacia el palomar. Las palomas pensaron
que era también una paloma y la recibieron bien. Sin embargo, no pudo
contenerse y dio un grito como una corneja. Entonces, las palomas com-
prendieron que era una corneja y la echaron del palomar. Regresó con
los suyos, pero entonces éstos no la reconocieron y tampoco la quisieron
acoger. "

La comprenslOn d el significado de este fragmento supone un proceso psico-


lógico muy complejo.
/ Ante todo, la tarea inicial es la unificación semántica del sentido de las
oraciones individuales, lo que Vigotsky describió como un proceso de "relación
de los sentidos". El significado de cada oración consecutiva incluye un ele-
mento del significado de la oración previa y esto es una condición esencial en la
comprensión del significado de un fragmento como un tocJ9. Lo dicho significa
que las partes posteriores del fragmef!.to han de conservar una relación con el
objeto o acontecimiento que se ha comentado y mencionado explícitamente en
la primera oración del fragmento. Si esto no sucede, se desintegra el texto como
un todo, en series de oraciones inconexas.
Esta condición, oculta en el texto,. puede ser expresada de la siguiente forma :

" Una corneja oyó que daban muy bien de comer a las palomas por 10
que (la corneja) se pintó de blanco y (la corneja) voló hacia el palomar.
Las palomas pensaron que (la corneja) era también una paloma y (las
palomas) la (a la corneja) recibieron bien. Sin embargo (la corneja) no
pudo contenerse y dio un grito como una corneja. Entonces las palomas
comprendieron que (la corneja) era una corneja y la (a la corneja) echa-
ron del palomar."
"(La corneja) Regresó con los suyos pero entonces éstos (las cornejas) no
la (a la corneja) reconocieron y tampoco la (a la corneja) quisieron acoger."

Esta exteriorización del nombre del objeto referido y no mencionado en el


texto externo indica la primera, pero no la única, condición esencial para la
unidad de la comprensión del texto en general.
La segunda, y posiblemente la más importante, condición es la comprensión
del sentido interno, latente, expresado en la comunicación.
La decodificación del sentido interno puede tener lugar en la comprensión
de ciertas construcciones relativamente sencillas (por ejemplo, metáforas) o al
comprender el sentido figurado de fraseologismos (por ejemplo, proverbios). Es
sabido que la expresión zolotoi chelovek (persona de oro) tiene sentido figurado
de "bueno o inteligente"; la expresión zolotnie ruki (manos de oro) tiene el
sentido de "experto" y la expresión sinii chulok (medias azules) 4 caracteriza cier-
tas particularidades del carácter de una mujer. Es igualmente sabido que el
sentido del refrán "No es oro todo lo que reluce " , no se reduce ni mucho menos
a la constatación del hecho exterior sino que también tiene su sentido figurado,
"no juzgues a las cosas y a la gente por su apariencia ".

4. E sta expresión tiene e l sentid o de "marisabidilla". (N. del T .)


COMPRENSIÓN DE LA COMUNICACIÓN VERBAL: A."'JÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO 14:

Es fácil ver en todos estos casos que la comprensión de los fraseologismos no s


limita al análisis de su estructura gramatical externa sino que incluye el paso :
su contenido interno.
Este hecho aparece aún en más alto grado en la comprensión de un texb
entero (en especial el texto de una fábula). En este caso la verdadera compren
sión del sentido del texto supone primeramente la interpretación del sentid,
oculto del fragmento aislado y luego el sentido general de todo el texto.
Trataremos de explicar esta condición psicológica básica mediante la presen
tación complementaria del texto con su sentido interno destacado.
El texto citado más arriba tomará el carácter siguiente: (en la línea superio
se expresa el texto abierto: u externo"; en la inferior se expresa su sentido oculto;

Una corneja oyó que daban muy bien de comer a las palomas
(Envidió a las palomas)
(Ella) se pintó de blanco
(Decidió parecerse a una paloma para que no la reconocieran)
y voló hacia el palomar
(Para comer tan bien como las palomas)
Las palomas pensaron que también era UIl..a paloma
y (las palomas) la recibieron bien
(Su idea le salió bien, quedó desconocida y las palomas fueron engañadas)

i Pero no pudo contenerse y dio un grito como una corneja


(No tuvo cuidado y se descubrió)
Las palomas comprendieron que era una corneja y (las palomas) la echaron
(El engaño fue descubierto y la corneja fue desenmascarada)
'-- Ella (la corneja) regresó con los suyos
(La corneja quiso vivir como antes)'
Pero ellas (las cornejas) no la reconocieron y tampoco la recogieron
'--
,-
¡
I (La duplicidad de la corneja recibió su justo pago y fue castigada)

'--- I

\
I
I
II Es fácil ver que la percepción (lectura) de cada parte del fragment
incluye, al lado de la comprensión del texto "abierto", la obtención de un
conclusión paralela sobre el "sentido figurado" de cada parte. Tan sólo la compa
I
¡ ración de todas las partes integrantes de este sentido figurado permite deducir f
\I
I ,
11
"significado general" del texto : La apreciación de que la corneja es mentiros
i y la conclusión general ("hay que vivir honradamente", '~ no se debe pasar pe
1

II
I lo que no se es", "la mentira y la suplantación siempre son castigadas", etc.).
I Queda claro que el proceso psicológico de la comprensión de tal texto s
aparta de la simple decodificación de sus estructuras gramaticales individuale~
Precisa la abstracción del significado particular, expresado por los elemento
individuales del texto, sobre la comunicación que se transmite a partir de s
"contenido exterior". El elemento más importante en la decodificación pasa a Sf
el análisis semántico interno del texto. La estructura psicológica de este últim

1 está casi totalmente sin estudiar.


Es natural que la decodificación del texto haya de mantenerse dentro de le
lhnites de un contexto particular y que tengan lugar todas las inhibiciones d
las asociaciones secundarias que pueden aparecer durante el análisis. En otra
palabras, la comprensión de un texto precisa la misma selectividad de las opere
146 ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

ciones psicológicas que la comprensión del significado de palabras individuales


o de construcciones gramaticales. Si esta condición no se cumple y si en el
curso de la audición (o lectura) de un texto no inhibe las asociaciones secundarias ,
la comprensión de éste deja de ser adecuada y se aleja del texto.
Veremos la importancia que tiene la observación de esta condición principal
cuando examinemos los casos en que se altera.
Lo que acabamos de decir tiene una importancia capital en la valoración
psicológica de la denominada "lectura en profundidad" de un texto.
No hay duda en que la profundidad de la lectura de un texto puede ser muy
distinta y varía de un sujeto a otro seguramente en grado mucho más considerable
que el anáüsis del significado gramatical "exterior".
Es sabido que los fragmentos pueden leerse con distinta profundidad y como
demuestran las investigaciones de varios autores, dedicadas al análisis de la
comprensión del sentido de un texto (Vigotsky, 1934; Morozova, 1947, 1953), en
unos casos la comprensión se limita al tema exterior, en otros pasa al análisis
del sentido figurado y en otros llega hasta el nivel de los motivos situados tras
la actividad de las personas que figuran en el texto.

Ya hemos dicho antes que las investigaciones de la profundidad de la "lectura"


del texto y de los procesos psicológicos que se unen a ella han sido realizadas, en
general, por aquellos directores de escena que pretenden introducir al actor en el sen-
tido interno del texto, en los motivos que están en la base de la acción de la persona
que rep l esentan. Sólo si se realiza esta condición el actor puede llevar al espectador
el sentido interno (y el fin emocional) del sentido indíviduaL
Posiblemente, el método más adecuado para revelar el sentido interno del texto,
al igual que las características psicológicas de decodificación de su sentido interno, es
el del director de escena K. S. Stanislavskii (19.54) y sus discípulos (Knp.hel, 1964).
Como es sabido, de sus investigaciones se desprende que el paso del texto externo
a su contenido solapado no se limita a la simple explicación al actor de lo que quería
decir exactamente el autor mediante una expresión detenninada.
Esta tarea es larga y difícil y se empieza cuando el actor todavía no tiene en sus
manos el texto. "Es entonces cuando tiene que "compenetrarse con su papel", con las
características particulares del personaje, estudiar la situación en que actúa el perso-
naje, interpretar una serie de situaciones imaginarias. Sólo después de un largo tra-
bajO con las "acciones reales", que aseguran la comprensión de la motivación de la
conducta del personaje representado, el actor puede pasar al texto concreto del papel.
-El camino indicado todavía necesita un detallado estudio psicológico y no vamos
a detenemos en él.

No podemos decir nada más sobre el complejo de la decodificación del sentido


general de un texto complejo. Este problema, como ya hemos dicho antes,
está todavía poco estudiado por los psicólogos (excepto, posiblemente, por los
trabajos de Bühler de los años 1908, 1909 Y 1934) Y de los autores que siguieron
su senda); sólo en los últimos años ha sido campo de estudio de algunos (por
desgracia pocos) lingüistas. Y, como muestran sus escritos, únicamente se han
realizado los primeros pasos haci:l el análisis semántico del texto como un tod o.
Nos hemos detenido en esta etapa -es decir, en el proceso de decodificación
de una expresión como un todo- porque al hacer el análisis neuropsicológico del
problema, nos ocuparemos nuevamente de él.
CO~IPRENSIÓN DE LA COMUNICACIÓN \'ERB ..\L: ANÁLISIS Jl;EUROPSICOLÓCICO 1,

2. M'f:TODOS DE INVESTIGACIÓN DE LA COMPRENSIÓN


DE LA COMUNICACIÓN VERBAL: EL SIGNIFICADO
DEL ANÁLISIS NEUROPSICOLOGICO

Los problemas de la comprensión (decodificación) de la expresión verbal, .


como hemos dicho, están todavía poco estudiados y la lingüística, al igual q
la psicología, no dispone hasta ahora, del material suficiente para el análisis del
llado de los procesos que entran en la composición de este proceso.
Los métodos de la "investigación objetiva" de estos procesos estin a 1
nivel de poco desarrollo.
La lingüística, que tras los trabajos de N. Chomsky (1957, 1965) inició
estudio atento del problema de la estructura semántica de la comunicación ver!:
fue colocando progresivamente a este problema en el centro de sus intereses;
atención de la psicolingüística también fue dirigida considerablemente al análi:
de la referida estructura semántica de las comunicaciones verbales. Sin embarg
a pesar de que en la elaboración de este problema intervinieron eminent
lingüistas tales como Fillmore (1970, 1972), LakoH (1971, 1972), Rommet','{
(1968), Katz (1963-1969, 1972), McCawley (1968), Bierwisch (1966, 1972)
otros, yen la Unión Soviética autores como Sholkovskii, Leontieva y Martemian·
(1961); Sholkovsky, Leontieva, Shcheglov, y otros (1964); Sholkovsky (196
1969); Melchuk (1961, 1972); Apresian (1966); Katsnelson (1972) y Brudni (197:
así como importantes psicólogos y psicolingüistas como G. Miller (1951-1970), .E
ver (1968, 1970), Fodor (1965-1967) y Garrett (1966, 1970), que han estudial
este problema, el análisis de la comprensión de la comunicación verbal no :
salido de los límites de la descripción fenomenológica y de la construcción de 1
hipotéticos modelos funcionales que tienen que reflejar los rasgos principales ¿
sistema semántico de la comunicación verbal.
La ausencia de los necesarios métodos científicos que permitan analizar
proceso real. de la decodificación de la comunicación verbal, se aprecia con da
dad en los trabajos de N. Chomsky (1957, 1965, 1968, 1972) que disting
el conocimiento abstracto de la lengua (competence) y la realización concrE
de las operaciones de habla (performance) y que considera posible tomar
siguiente punto de partida: el método fundamental de comprensión de las estn
turas lingüísticas (gramaticales) es su reconocimiento intuitivo y el apoyo en
intuición debe ser aceptado como un método básico en lingüística.
No hay duda que la percepción inmediata de las estructuras lingüísticas,
habilidad intuitiva de distinguir entre las estructuras gramaticalmente correcl
y las estructuras gramaticalmente incorrectas, el "sentido de la lengua n ' y
"intuición lingüística", constituyen factores importantes en la observación (
fenómeno lingüístico.
La construcción de modelos hipotéticos también desempeña un papel heur
tico muy importante.
Nadie puede estar seguro de que los esquemas presentados por estos model
se correspondan con los procesos "reales" de la decodificación de la comunicaci
verbal humana y el control de tales modelos en computadoras nos habla Ir
sobre el grado de lógica de su diseño que sobre los reales mecanismos supuesl
en el modelo funcional.
Por eso, entre los lingüistas avanzados surgió la idea de la necesidad del pa
a métodos objetivos (yen primer lugar psicológiCOS) del estudio de los proce5
de !a comunicación verbal como un todo y de los procesos de su decodificaci
148 AN.U rsrs ~'EUROPSICOLÓGI CO DE LA C OM UNICA C IÓN VERBAL

en particular. Tales métodos deben conducirnos a la creación de modelos de los


procesos reales de los cuales hablamos más arriba.
Es fácil ver que tal vía psicológica de creación de modelos, que reflejen de
manera adecuada los procesos psicológicos que están en la base de la comuni-
cación verbal, va a distinguirse considerablemente de los modelos lingüísticos
en base a la naturaleza de su objetivo: mientras que en lingüística se hacen
modelos de las construcciones del lenguaje -las correlaciones entre los sentidos
y los textos (con frecuencia distante del análisis psicológico de los procesos reales)
en nuestro caso, el objetivo principal es modelar los "procesos psicológicos reales "
de la codificación y la decodificación verbal.
Como hemos dicho, los métodos psicológicos experimentales de la investiga-
ción del proceso de comprensión (decodificación) de la expresión están todavía
en los primeros peldaños de su desarrollo y son inadecuados en número y en
profundidad.
La mayor parte de estas investigaciones está dirigida al estudio de las reglas
y los procesos de la decodificación de oraciones individuales.
Debemos referirnos ante todo, a las investigaciones realizadas por Miller
(Miller, 1951, 1962; Miller y Chomsky, 1963; Miller y Selfridge, 1951; Miller
e Isard, 1964; Miller y McKean, 1964), Morton, 1964; Garrett y cols., 1966, 1972;
Bever, 1968, 1970, 1972; Fodor y cols., 1964, 1967; Katz, 1963, 1964, Y otros.
Estas investigaciones se dividen en varios grupos:
- En unos se proponían al individuo construcciones gramaticales que se
aproximaban sucesivamente de la incorrección (con disposición desordenada de
las palabras) a la corrección al mismo tiempo que se calculaba el coeficiente
de corrección de las estructuras gramaticales y se estudiaba el proceso de su
comprensión (este sistema fue propuesto por G. Miller y elaborado por Morton).
- En otros se usaba el método de la presentación de una oración acom-
pañada de clicks en distintos momentos y se proponía al sujeto que apreciase
en qué lugar de la frase percibía este click (Miller y otros, 1964-1969, Fodor y
Bever, 1965). El citado método mostró que los individuos que perciben una
oración compuesta están inclinados a dividirla de forma no casual sino en con-
cordancia a los "fragmentos" sintácticos que componen esta oración, los cuales
representan el objeto de su percepción inmediata.
- En el ' tercer grupo se estudiaba el período de latencia esencial para la
comprensión de las oraciones distintamente construidas, que se perciben en el
fondo de ruidos de interferencia, o presentadas simultáneamente a ambos oídos.
Estas e:-,'-periencias permiten establecer qué oraciones son más accesibles para
la comprensión y qué estructura gramatical resulta particularmente importante
para esta comprensión.
- En el cuarto grupo se estudiaban y realizaban descripciones detalladas del
proceso psicológico que tiene lugar en la comprensión de estructuras de variada
complejidad, incluyendo estructuras ambiguas (Bever, 1968, 1970, 1972; Fodor
y Garrett, 1966; Garrett, 1972; Mehler, 1963, 1969).
Finalmente, una serie de investigaciones ha sido dedicada al proceso de
comprensión de: 1) las construcciones activas y pasivas (Wason, 1959; McMahon,
1972; Clark, 1966, 1972; Gaugh, 1966; Coleman, 1964); 2) la comprensión de
inversiones, especialmente de las que utilizan la forma negativa y la doble
negación (Smith, 1965; Bever, 1970, 1972; Slobin, 1966; Bellugi, 1967); 3) las
construcciones que expresan una sucesión temporal y que incluyen palabras auxi-
liares que no requieren inversión semántica (del tipo "A antes de B" y otras que
H
si requieren tal inversión (del tipo "A después de B - Bever, 1969, 1970, 1972;
COMPRENSIÓN DE LA COMUNICACIÓN VERBAL: ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO 1':l

Clark, 1968, 1969, 1972; Smith y McMahon, 1972-). Por último el proceso (
comprensión 4) de las construcciones comparativas complejas (Clark, 196,
1969; Flores d'Arcais, 1966, 1972; Huttenlocher, 1968, 1969) Y el estudio 5) ¿
las construcciones gramaticales reversibles e irreversibles (Slobin, 1966, 1972
Todas estas investigaciones apOltan una importante información sobre 1;
dificultades reales que aparecen en la comprensión de las estructuras gramaticalt
de distinta complejidad y ,d e las operaciones intermedias que se precisan para ~
comprensión. A su vez abren importantes sendas para ulteriores investigacion(
psicológicas y psicolingiiísticas.
Una cantidad significativamente menor de trabajos ha sido dedicada al anális
psicológico de la comprensión de la estructura semántica de las oraciones. La m;
yoda de estas investigaciones se reducen a la comprensión de los sentide
figurados, metáforas y proverbios y se limitan, casi por entero, en pacienh
con retraso mental o con diversos grados de demencia (Zeigamik, 1962, 196~
1973). Estos trabajos han mostrado la complejidad del proceso de abstracció
desde el significado directo de una oración o proverbio hasta el significado meta
fórico.
Hemos de referir también las investigaciones, ya antes mencionadas, en la
que se estudian las particularidades que tienen lugar en la comprensión dt
sentido de construcciones gramaticales por sordomudos cuyo lenguaje se h
formado sin la influencia de la comunicación verbal (Boskis, 1947, 1953; Moro
zova, 1947, 1953; Korovin, 1950; Shif, 1968).
En contraste con el estudio psicológico y psicolingiiístico de oraciones siro
pIes, la comprensión de "textos semánticos completos" y su sentido general I

interno está casi totalmente ausente de la literatura.


Las clásicas investigaciones de Bühler (1908, 1909, 1934) Y de Bartlet
(1932), que ya hemos mencionado y los trabajos de otros representantes de 1;
escuela de Wurzburgo, realizados en la primera década de este siglo son suficien
temente conocidos. Todas estas investigaciones fueron directamente dedicadas a
análisis de la comprensión de las oraciones y comunicaciones compuestas y abs
tractas y dejaron establecido el hecho de que la percepción y recuerdo de lo:
elementos independientes que integran estos textos. A resultados semejante,
llegaron algunos trabajos de ciertos representantes de la Psicología de la Gestalt
alemana.
Los conocidos trabajos de Barlett (1932 y otros), dedicados a los problema!
del recuerdo y razonamiento, mostraron que el recuerdo y reproducción de ur
fragmento completo de sentido no es un simple proceso de grabación y "lectura'
sino un proceso muy complejo de reconstrucción -la identificación de los 'com-
ponentes semánticos básicos, el análisis de sus relaciones mutuas y el restable·
cimiento de los esquemas semánticos que son formados por estos componentes--,
Resultados análogos fueron obtenidos por A. A. Smimov (1948) que estudió 1m
problemas del recuerdo y que analizó el proceso de división de un texto en
"fragmentos semánticos" realizado por el individuo que memoriza el texto.
Las investigaciones de A. N. Sokolov (1966) aportaron datos importantes sobre
t:
el proceso de análisis de un texto y el orden con que se destacan y reproducen
sus componentes.
Entre todas las investigaciones dedicadas al análisis del proceso de compren-
sión (decodificación) de las comunicaciones complejas, las realizadas en pacientes
con un estado patolÓgico (falta de desarrollo o desintegración) de las funciones
cerebrales tienen un interés particular.
\ Precisamente en estos estados patológicos, cuyos principios fisiológicos norma-
I
!i
,
150 ANALl5IS NEUROPSICOLÓCICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL .1

les como expresara Pavlov (1949) están desarticulados y disociados, el estudio


de las alteraciones del proceso de la "influencia de los sentidos", la identifica-
ción de los elementos semánticos importantes en cuanto a información, su síntesis
en una entidad semántica simple, y en particular, el proceso de transición desde el
sentido externo de un fragmento a su sentido intemo, puede aportar datos signi-
ficativos en la elaboración del problema de los mecanismos de la comprensión de
los te>..1:os semánticos.
Tales investigaciones son actualmente poco numerosas: como hemos dicho, se
limitan al análisis psicológico de la comprensión de fragmentos semánticos en
sordomudos y en pacientes con demencia o esquizofrenia.
Sin embargo, la inve~tigación de la comprensión (decodificación) de textos
por pacientes con lesiones cerebrales focales o, en otras palabras, el uso de los
métodos neuropsicológicos, ya usados por otros en el estudio de la codificación
de la comunicación verbal, en el análisis de su decodificación puede tener una
importancia relevante.
Como hemos visto más arriba, las diferentes lesiones cerebrales (por su topo-
grafía), dan lugar a distintas alteraciones en los componentes de la expresión
verbal.
Las lesiones de los sistemas secundarios de la corteza temporal izquierda dan
lugar a una alteración primaria de la audición fonémica y a una importante
infracción de los componentes lexicales de la expresión verbal. Las alteraciones
de los sistemas terciarios de la región parietooccipital del hemisferio izquierdo
dan lugar a una descomposición del análisi-s y a la síntesis espacial y afectan a la
conversión de la informadón, recibida de un modo sucesivo, en esquemas simul-
táneos y conducen a una alteración en las operaciones con relaciones lógico-grama-
ticales. Una lesión en las zonas premotoras del hemisferio izquierdo conduce a la
alteración de las melodías cinéticas y altera los procesos del lenguaje fluido y
desarrollado. Finalmente, una lesión en los lóbulos frontales afecta a la actividad
dirigida a un objetivo y da lugar a una desintegración de los programas adqui-
ridos por una serie de estereotipos, asociaciones incontroladas o contaminaciones
por impresión es directas.
Ya hemos tenido ocasión de demostrar la importante información que puede
dar el método neuropsicológico en el análisis del proceso de la formación de la
comunicacion verbal. Este método nos dará resultados no menos importantes en
el estudio de las alteraciones de la decodificación de la expresión verbal en pa-
cientes con lesiones cerebrales.
Como hemos visto, el proceso de decodificación de la comunicación verbal
incluye en su seno por lo menos tres componentes principales : la comprensión
de las unidades lex_icales (el significado de las palabras individuales), la com-
prensión de las estructuras sintácticas (y la transición desde las estructuras
gramaticales superficiales a las profundas) y, finalment e, la comprensión .del
sentido de la expresión como un todo, con la síntesis de sus componentes, y el
paso del significado externo al interno. Hemos visto también, que el proceso
de decodificación de la expresión precisa en ciertos casos de una tarea especial:
destacar el significado de los componentes sem.lnticos , compararlos unos con
otros, usar transformaciones auxiliares, crear hipótesis sobre el sentido de la
expresión y finalmente, tomar una decisión final sobre este sentido.
Aparece entonces una cuestión: ¿En qué eslabones se altera este proceso según
las distintas lesiones cerebrales? ¿Es esta alteración uniforme en los tres compo-
nentes de la decodificación , o las lesiones, en las distintas topografías dan lugar
a alteraciones selectivas de los componentes referidos? ¿Está alterada la deco-
COMPRENSIÓN DE LA COMUNICACIÓN VERBAL : ANÁLISIS JlmUROPsICOLÓGICO 151

dificación de la comunicación verbal de la misma forma en todos estos casos o las


distintas formas de lesiones cerebrales dan lugar a diferentes alteraciones de la
decodificación y perturban la relación normal entre el análisis organizado de
la expresión y aquellos procesos intelectuales (suposiciones sobre el significado del
texto, deslizamiento a asociaciones irrelevantes), que pueden sólo impedir la
actividad, organizada y selectiva, de la decodificación? Si tal disociación tiene
lugar, la aplicación del método neuropsicológico en el análisis de la decodificación
verbal tendrá una importancia decisiva para la psicología y la lingüística y hará
una valiosa aportación en el desarrollo de la neurolingüística.
Unos pocos ejemplos serán suficientes para responder a estas preguntas y para
demostrar que esta disociación de los componentes individuales de la decodifica-
ción verbal tiene lugar en la realidad. De ahí la importancia de este método en el
análisis de la comprensión verbal.
Vamos a realizar, en primer lugar, un breve resumen de los datos corres-
pondientes para pasar luego a su examen detallado.
Las observaciones muestran que una lesión local en las zonas secundarias
de la "corteza temporal izquierda" dan lugar, de forma invariable, a una alte-
ración de la audición fonémica dejando, sin embargo, conservada la percepción
del aspecto de entonación y melodía del lenguaje. Por esta razón, tales pacientes
dejan de l-econocer las palabras individuales, que se realizan por complejos de
fonemas (es el fenómeno conocido en neurología como "afasia sensorial" o
"alienación del sentido de las palabras"), pero siguen captando bien el aspec-
to de la melodía y la entonación y el contenido emocional que se oculta tras
de éL
Posiblemente el hecho más interesante es que el paciente que tiene una altera-
ción a nivel de la audición fonémica y una alteración de la comprensión de las
unidades léxicas del lenguaje, continúa --dentro de ciertos límites-- percibiendo
los esquemas generales lógico-gramaticales (subordinación recíproca, limitación,
afirmación o negación) en la medida en que se basan en los componentes de ento-
nación y melodía del habla_ Frecuentemente tales enfermos, que conservan la
capacidad de síntesis de los elementos sucesivos en esquemas simultáneos, pue-
den, en cierto modo, apreciar la estructura general de la oración a pesar de
que no pueden comprender los elementos léxicos individuales.
El cuadro es totalmente distinto cuando las lesiones se sitúan en las regiones
parietales inferiores y parietooccipitales del hemisferio izquierdo.
Una lesión en estas zonas de la corteza cerebral, las zonas "terciarias" (las
últimas formadas en el desarrollo) del hemisferio, que realizan la conversión de
la información, llegada sucesivamente, en esquemas simultáneos, da lugar a resul-
tados completamente distintos. Los enfermos con tales afecciones no presentan
alteraciones de la audición fonémica y tienen preservada la comprensión del
significado de las unidades léxicas (ante todo de palabras concretas). Sin embargo,
a causa de la incapacidad en convertir las informaciones llegadas en esquemas
simultáneos (especialmente espaciales o quasi-espaciales), estos pacientes presen-
tan dificultades de otro tipo. Como regla, las dificultades surgen cada vez que
aparece la necesidad de unir las palabras en estructuras semánticas profundas;
por ejemplo, para comprender el significado de una oración aparentemente sencilla
como "en la rama del árbol hay un nido de pájaro" (na vetke dereva gnezdo
ptitsi). El significado de cada elemento de la comunicación (rama, árbol, nido,
pájaro) es suficientemente percibido, pero el enfermo resulta incapaz de combinar
estos elementos individuales en un único sistema construido según el principio
de subordinación gramatical y vanamente busca. el significado posible de vetka
152 ANÁLISIS NEl.,'ROPSICOLÓCICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

dereva O gnezdo ptitsi. Las dificultades que aparecen en tales enfermos, cuando
han de realizar la decodificación de las estructuras lógico-gramaticales, en las
que participan relaciones inHexivas complejas (por ejemplo, la construcción del
genitivo atributivo -otets brata (el padre del hermano)- o palabras auxiliares
que expresen relaciones espaciales o temporales -arriba, abajo, derecha, izquier-
da-) resultan tan importantes que se hace imposible distinguir construcciones
tales como "el círculo debajo del cuadrado y el cuadrado sobre el círculo" o
"el hermano del padre" y "el padre del hermano" hecho que representa un
síntoma seguro en el diagnóstico.
Es fácil ver que mientras conservan uno de los niveles lingüísticos de la
decodificación de la corr:unicación (nivel de los sentidos de las palabras), los
enfermos de este grupo presentan grandes dificultades en las operaciones a otro
nivel (el análisis y la síntesis de estructuras lógico-gramaticales). Menos evidente,
pero muy importante, es el hecho de que, a pesar de la dificultad o incluso impo-
sibilidad en captar el sentido de las estructuras sintácticas, tales enfermos pueden
percibir el sentido general de la comunicación que, al parecer, puede captarse
gracias a suposiciones generales y no exige el análisis preciso de las estructuras
gramaticales.
Todo esto permite ver la inactivación de varios factores de la decodificación
y demuestra la importancia ciel estudio neuropsicológico en estos síndromes.
Las posibilidades del estudio neuropsicológico no se limitan a estos ejemplos
recientemente expuestos, que permiten ver sucesivamente el papel de la com-
prensión de los elementos lexicales y el papel · de la síntesis de las estructuras
logicogramaticales en la decodificación.
Mediante el método neuropsicológico es posible identificar el papel que juega,
en la decodificación de la comunicación, la memoria a corto plazo (operativa)
por un lado, y la movilidad de los procesos neurodinámicos, por otro.
Más arriba hemos indicado que la decodificación de la comunicación es un
proceso sucesivo que tiene lugar a lo largo del tiempo y que incorpora la reten-
ción de los componentes previos, que es absolutamente indispensable para la
"influencia de los sentidos" y cuya importancia ya hemos discutido. Sin emb ~ rgo,
como era de esperar, el volumen de la memoria a corto plazo (operativa) de un
individuo, es difícil de valorar y el papel concreto de esta condición en la deco-
dificación de una comunicación compleja es una conjetura.
Las investigaciones neuropsicológicas de los últimos años (Milner, 1958-1970;
Luria, 1974, 1976) han mostrado claramente que los procesos de la memoria a
corto plazo (operativa) se relacionan con estructuras definidas y que una "lesión
de las zonas mediales de la región temporal" (las paredes del tercer ventrículo,
hipocampo y las estructuras que forman el "circuito de Papez" dan lugar a alte-
raciones considerables de la memoria a corto plazo, o más exactamente, a una
inestabilidad aumentada de los engramas, por los factores de interferencia [Luria,
1971, 1974]). En los casos en que la lesión afecta a las regiones mediales. (o pro-
fundas) de la "región temporal izquierda", los defectos de la memoria operativa I
verbal pueden ser particularmente severos y los pacientes, a pesar de que sigueq . 1
comprendiendo los componentes léxicos individuales de la comunicación y no
pierden la posibilidad de sintetizarlos en estructuras logicogramaticales, empie-
zan a revelar visibles dificultades en la retención de los elementos individuales
I
de la comunicación y por esta razón tienen alterado el proceso de "influencia de t

II
los sentidos" arriba mencionado.
La observación de tales elementos muestra que, cuando tratan de decodificar
una larga comunicación, olvidan con facilidad lo que había en su inicio; cuando
COMPRENSIÓN DE LA COMUNICACIÓN VERB AL : ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO 153

intenta repetir la -comunicación ·frecuentemen te pierden los elementos finales y


que todo esto interfiere su capacidad de retener las estructuras gramaticales
superficiales y profundas como una unidad simple y hacerla objeto de un análisis
secuencial. Un estudio detallado del proceso de comprensión de comunicaciones
nos puede ayudar a destacar el problema de la memoria a corto plazo (operativa)
en éste.
La investigación neuropsicológica nos permite también -la posibilidad de
estudiar otro factor -que había quedado en la sombra- en la d~codificación
de la comunicación. Una comunicación compleja incluye en su composición el
paso frecuente de un eslabón (o fragmento) a otro y este paso exige la constante
mutación de un elemento a otro y, por consiguiente, la plasticidad 1) de los proce-
sos nerviosos.
En condiciones normales la movilidad de -los -procesos nerviosos es tan grande
que permite el rápido cambio de los contenidos necesarios para la decodificación
de una comunicación.
En los estados patológicos cerebrales la situación es totalmente distinta. La
plasticidad nonnal de los procesos nerviosos está alterada y surge una inercia
patológica de las excitaciones aparecidas (o más exactamente: de estereotipos
aparecidos) que representa un obstáculo serio para el curso de los procesos
psicológicos.
La inHuencia de esta inercia patológica fue observada en detalle al analizar
los procesos motores en una serie de pacientes y en particular en pacientes con
lesiones profundas en las regiones anteriores del cerebro y estudiando las alte-

I raciones de su lenguaje expresivo, lectura y aritmética (Luria, 1963, 1966,


1969, 1970, 1973; Luria y Hornskaia, 1966; Luria y Tsvetkova, 1966, 1967); sin
embargo, no hay razones para pensar que tal inercia patológica de los pro-
cesos nerviosos no pueda ser un serio obstáculo en la comprensión (decodifi-
cación) de la expresión verbal.
Es fácil ver que algunos fragmentos de la comunicación pueden provocar
asociaciones secundarias irrelevantes que deben ser inhibidas para que la comuni-
cación sea comprendida correctamente. Así, en la fábula de L. N. Tolstoi "La hor-
miga y la paloma", la frase: Al día siguiente el cazador puso las redes para cazar
a la paloma puede fácilmente evocar el estereotipo: el pescador puso las redes; sin
embargo, la correcta comprensión del fragmento supone la superación de este
estereotipo primario "redes-pescador-pescado"; se comprende, pues, que la deco-
dificación precisa del bloqueo de las asociaciones secundarias del tipo señalado.
Si recordamos que la decodificación de una expresión verbal nunca se realiza sin
un fondo libre de interferencias, y que algunos fragmentos individuales de ésta
provocan una serie de asociaciones secundarias incalculables, comprenderemos
con claridad las dificultades que aparecen en el individuo que decodifica.
La ~ecesidad de bloquear a tiempo las asociaciones irrelevantes aparecidas
I puede realizarse sólo si la plasticidad de los procesos nerviosos es adecuada.
¡ _ Nos queda mencionar la última condición de la decodificación de la comuni-
cación verbal, la cual también quedaba fuera de la esfera de los estudios obje-
i tivos.
La decodificación de una comunicación compleja exige que la persona que la
t percibe realice cierta actividad dirigida a descifrar las relaciones entre los

iI elementos de la comunicación y a inhibir las asociaciones secundarias para darle


así un carácter selectivo.

5. Podvi.Yhnoat. (N. del r.)

11
154 ANÁLISIS NEUROPSICOLÓCICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

Las comunicaciones más simples son decodificadas automáticamente y no


precisan de esfuerzos especiales. La decodificación de comunicaciones comple-
jas requiere en ocasiones la realización de una tarea especial que comporta la
comparación de los fragmentos individuales de la comunicación, el análisis de
sus relaciones logicogramaticales y la entrada en la idea principal de la comu-
nicación.
Si no tiene lugar esta tarea activa el paciente puede quedarse en el nivel de
los fragmentos individuales y no penetrar en los sentidos internos ni destacar
el pensamiento principal.
La neuropsicología ha establecido claramente que este tipo de actividad, que
determina la realización ',electiva del programa dado y el control constante del
curso de la acción, viene asegurado por el trabajo de distintas partes del cerebro
y ante todo por la corteza prefrontal. Por esta razón, las partes frontales del
cerebro lesionadas dejan posibles funciones elementales de gnosis y de praxis
y pueden dar lugar a graves alteraciones de la actividad selectiva y orientada
hacia un objetivo (Luria, 1962, 1963, 1966, 1969, 1973; Luria y Homskaia,
1966; Luria y Tsvetkova, 1966).
Queda claro que todas las alteraciones de la actividad selectiva arriba men-
cionada tienen que reflejarse en el curso de la tarea de decodificación de un
texto complejo. Este proceso de decodificación puede ser alterado por lesiones
masivas en los lóbulos frontales, y en tales casos las manifestaciones tienen un
carácter totalmente distinto. El paciente con lesiones en los lóbulos frontales,
directas o indirectas, es por lo regular, capaz de captar el sentido de los compo-
nentes lexicales individuales de la comunicación y captar las comunicaciones
logicogramaticales simples. Sin embargo, este mismo paciente es incapaz de
penetrar en el sentido interno de la comunicación, y de destacar los elementos
esenciales de su sentido intemo, los motivos de la misma y, hecho importante,
de inhibir la aparición de asociaciones secundarias.
Es fácil ver que el análisis neuropsicológico de la alteración del proceso de
decodificación verbal en pacientes con distintas (por su topografía) lesiones cere-
brales puede ' ser un método complementario para el estudio de la estructura
psicológica de este proceso y puede tener gran valor en la comprensión de los
problemas léxicos de la psicología y lingüística.
Vamos a' estudiar ahora los materiales correspondientes, deteniéndonos en el
análisis de las alteraciones de la decodificación verbal en caso de lesiones
locales en las regiones temporales, parietooccipitales, poscentrales, premotoras,
profundas y, finalmente, frontales, del cerebro.

3. ALTERACION DE LA COMPRENSION DE LA COMUNICACION


VERBAL EN LESIONES TEMPORALES Y AFASIA SENSORIAL

El hecho fundamental con el cual nos encontraremos, al estudiar la actividad


verbal en los enfermos con lesiones en las porciones posteroslI periores de la región
temporal izquierda, con un cuadro clínico de afasia sensorial (acústico-gllósica),
es una alteración de la audición fonémica y una importante inestabilidad de las
unidades léxicas.
,/"Tales pacientes tienen dificultad en la decodificación de palabras aisladas,
que les parecen incomprensibles y extrailas; característicamente sufre ante todo
la raíz de la palabra mientras que el sistema de afijos (cuya cantidad es menos
numerosa y tiene un carácter más generalizado) se conserva relativamente
COMPRENSIÓN DE LA COMUNICACIÓN VERBAL: ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO 155

mejor. Es precisamente por esto que un paciente con una lesión masiva en las
zonas secundarias de la región temporal izquierda, que tiene dificultad en la
identificación de fonemas próximos es incapaz de decodificar la palabra galos
(voz) y no puede realizar la adecuada selección entre un número de alternativas
entre las palabras de sonido similar kolos, iolost?, joLst?, kolioz? La acción de
referir una palabra a una categoría determinada en base al sufijo que determina
tal categoría puede estar paradójicamente mucho mejor conservada. El enfermo
al oír una palabra que tiene el sufijo stvo (prostranstvo-espacio , krestianstvo-cam-
pesinado, etc.), sabe que tiene algún signifioado abstracto o colectivo y a la vez
es incapaz de reconocer el contenido léxico preciso.
En referencia a estas bases el paciente presenta numerosas parafasias tal
como hemos constatado en el capítulo anterior. Al tratar de dar la palabra
I bolnítsa (hospital) el paciente sustituye la palabra por otra próxima por su
significado (nilitsia ... shkola ... krasnaia armia) o por una expresión descriptiva.

II Es bien conocido en neurología el hecho de que la composición verbal del


habla (al igual que la comprensión de las formas verbales) esté en estos casos
mejor preservada que la composición nominativa (sustantiva) y es familiar para
los neurólogos que la composición nominativa del lenguaje de tales pacientes
es pobre, pero que su composición verbal es mucho mejor. El mecanismo de
este fenómeno no está suficientemente claro.
Estos fenómenos fueron estudiados con detalle por una serie de autores
(Bein, 1947, 1957; Whitaker, 1972) y no vamos a detenemos aquí.
Sin embargo, el hecho más importante no es para nosotros el considerable
número de parafasias literales y verbales sino el pobre reconocimiento del
sentido de las palabras, la fácil «alienación del sentido" y cierto grado de «impre-
cisión del sentido" a partir del cual se observan fenómenos de "paragnosia
lexical" que constituyen el núcleo de las alteraciones del lenguaje de estos
pacientes.
Daremos algunos ejemplos que muestran la dificultad de estos pacientes en

II
la comprensión de palabras.

Por ejemplo, los pacientes de este grupo a los que se solicita que señalen la nariz
(nos) pueden repetir nozl¡ .. . noz .. . noz}¡ .. . noch '... y, al fin, decir: «No entiendo
qué es esto, nozh . .. noz" . Cuando se les pide que señalen el ojo (glaz) aparecen los
mismos fenómenos y, tras algunos intentos de repetir la palabra (glash ... glas .,.
glaz .. . gaz), dicen también no entenderla. Al oír la palabra golos (voz) repiten golos ...

I golosh . . . kolos .. . kolios y son totalmente incapaces de distinguir entre las palabras
golos, kolos, kolios, etc.

I
Dificultades de este tipo en la comprensi6n de palabras, unidas a la difusi6n de
su oposici6n fonémica, han sido descritas en la literatura (Bein, '1947, 1957, 1967;
Bein y Ovcharova, 1970; Luria, ' 1947, 1970) y son el síntoma fundamental en los pa-

I¡ cientes con afasia acusticoagn6sica (sensorial).

Sin embargo, es importante destacar que la alteración de la composición


lexical de la comunicación verbal que se observa en estos pacientes no afecta
en el mismo grado a todos los aspectos de la comprensión.
r Siendo incapaces de captar la composición lexical del lenguaje, estos pacien-
tes conservan la posibilidad de captar el aspecto melódico del lenguaje y su

I significación. Gracias a esto los enfermos, que no comprenden el sen!ido correcto.


de las palabras, pueden captar la construcción general de una comunicación
verbal y establecer "suposiciones" sobre el sentido . generaL .
Junto a .. esto es característico que los pacientes de este grupo conserven la

12 . LUIlIA ,
156 ANÁLISIS NEtiROPSICOLÓCICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

./ posibilidad de operar con las estructuras sintácticas del lenguaje percibido. Las
valencias sintácticas de los verbos permanecen relativamente intactas. Por ejem-
plo, estos pacientes comprenden que la palabra prodat (vender) implica ciertas
conexiones sintácticas y evoca las preguntas "¿a quién", "¿qué?" y que la
palabra kupit (comprar) tiene otras conexiones sintácticas y evoca las preguntas
"¿qué?", "¿a quién?" , incluso ' cuando el significado lexical queda difuminado.
Ocurre 10 mismo respecto a los nombres: mientras que no comprenden claramente
la palabra prostranstvo (espacio), pueden captar la impresión general de abstrac-
ción, y los enlaces sintácticos de estas palabras quedan mucho mejor preservados
que el sentido material inmediato de las mismas.
Todos estos factores cunducen a una alteración distintiva del proceso de deco-
dificación de la e::-..-presión que se puede observar únicamente en los pacientes
del grupo que estamos describiendo: pierden la capacidad de decodificar la
/ composición léxica de la comunicación, en la repetición de ésta cambian las
palabras por otras alternativas involuntarias (parafasia), conservan la capacidad
de captar la estructura sintáctica general de la frase (en base a las inflexiones
y a la estructura melódica), así como el sentido general de la comunicación, que
frecuentemente recompone~ a partir de fragmentos separados de los contor-
nos del texto y de su estructura de entonación.
Es característico que el defecto en la decodificación de los significados léxicos
de las palabras individuales sea compensado por el contexto general y que los
intentos de recomponer el sentido preciso de una comunicación a partir de sus
componentes individuales sean apoyados por suposiciones de su sentido general,
que ocupan en estos pacientes un lugar más importante que en el individuo
normal.
Este cambio radical en la estructura psicológica actual del proceso de
comprensión de una expresión verbal y el papel que viene a desempeñar la
suposición da lugar a la incomprensión o a la comprensión equivocada, hecho
central en la afasia sensorial.
Este hecho se puede verificar en experiencias muy simples en las que una
expresión es ' dada en el contexto habitual que fundamenta su suposición y es
dada de nuevo fuera de su contexto habitual, interfiriéndose así su adecuada
comprensión. En el primer caso, el pac iente, en apariencia al menos, compren-
derá correctamente la comunicación pero en el segundo caso es incapaz y sus-
tituye la adecuada comprensión por una suposición. Por ejemplo, si a un paciente
con una importante afasia sensorial se le da una orden como: ¡Cierre los o;os!,
b ¡Abra la bocaf, reproduciendo la situación habitual del examen médico, la
cumplirá adecuadamente. Sin embargo, si las órdenes se invierten y se presen-
tan de forma poco corriente como: ¡Cierre la boca!, ¡Abra los ojos!, el paciente
seguirá, como antes abriendo la boca (como reacción a la palabra ¡abral) y
cerrando los ojos (en respuesta a la palabra ¡cierre!). Se ve claro con esto que
su reacción a la comunicación no se basa en una verdadera decodificación sino
en una suposición.
Todo esto nos permite representar la patología de la decodificación de la
comunicación mediante un esquema (fig. 15) Y suponer con plena razón que
la estructura de la decodificación está profundamente modificada y que la
decodificación directa que se inicia con el reconocimiento ue los componentes
lexicales que forman la comunicación queda sustituido por suposiciones sobre
el esquema del sentido de la comunicación, que con frecuencia se apoyan en
una comprensión difusa del contenido léxico.
Es muy importante el hecho de que la decodificación está igualmente alte-
COMPRENSIÓN DE LA COMUl'.'1CACIÓN VERBAL: ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO 157

rada tanto si es una "comunicación de acontecimientos" como si es una "comu-


nicación de relaciones".
- - Este hecho muestra que la fuente de la dificultad no es la decodificación
de estructuras sintácticas complejas sino la incapacidad de deducir el sentido
a partir de los elementos lexicales inestables.
En la figura 15 representamos el esquema de la alteración de la decodificación
de la comunicación verbal en pacientes con afasia sensorial.

Presentación de una comun icación

1:

I
51
I
S2
I
53

NP
/'" vp
NP
/'" VP NP
/" VP

~
I
I
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i 51 (7)

I 1: (?)
Reconstrucción de la comunicación

FIG. 15. - Esquema de la alterací6n de la decodificaci6n de la comunicación verbal en


pacientes con afasia acusticoagn6sica (sensoriaZ) .

Este esquema muestra varios hechos característicos en los casos descritos:


la alteración básica se manifiesta en el componente nominativo (elemento NP)
que pierde su significado selectivo y que es fácilmente sustituido por equiva-
lentes semánticos o acústicos (representado por líneas que salen del corres-
pondiente eslabón nominativo). El componente predicativo (VP) está mucho
mejor preservado. Los defectos de la comprensión del sentido general del frag-
mento que resultan de la inestabilidad y de la alteración del sentido de las
palabras individuales se compensan por intentos de atacar el sentido general
en base a suposiciones (representadas en la parte inferior del esquema) que
indica los intentos de establecer el sentido general a partir de los elementos
preservados-predicativos).

158 ANÁLISIS ~"EUROPSICOLÓGICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

Veamos algunos ejemplos :


,
La paciente, Freid, una mujer de 62 años de edad, presentó una hemorragia en la
región temporal izquierda con un síndrome de afasia acústica.
Se le leyó la fábula de " El cuervo inteligente":
"Un cuervo quería beber. En el patio había un jarro con agua. El agua
del jarro ocupaba únicamente el fondo y el cuervo no podía alcanzarla. Entonces
empezó a echar piedras en el jarro, de forma que el nivel del agua subió
y el cuervo pudo beber."
La enferma repitió la fábula de la manera siguiente (observación de S. A. Solda-
tova): "Una ardilla (belkr., parafasia en lugar de galka, cuervo) quería coger una
ardilla pequeña (en el sentido de tomar agua de un recipiente donde había poca
agua) que pudiera tener el agua para poder beber, pero había poca agua y era di-
fícil coger ... ¿Cómo podía encontrarla, tan poca? ... debe echar algo al agua ...
Kamushki (la palabra buscada es Kamechki, piedrecitas) ... Krimishki ... no ... usted
comprende . . . ella sube ... y puede beber ... ~'
Repetición transcurrida una hora:
"Recuerdo ... miska (escudilla) ... chasMa (taza) ... kuvshin (jarro) ... kovshik
(cucharón) ... no; chashka ... no puedo encontrar la palabra ... Tenía poca agua ...
y era difícil sacar ... por eso él . . . el pájaro ... echó ... trajo ... no, pidió ... las
piedras ... hasta que tenía mucha más agua ... más ... y empezó a beber ... "
Repetición transcurridas tres horas:
"La ardilla ... DO con las alitas (krilushkami) ... voló y quiso beber ... pero tenía
poca agua ... es decir .. . echar ... kihski ... no tenía que echarlas y el nivel del
agua subió; entonces pudo beber ... "
Paciente Buj, hombre de 62 años de edad con una hemorragia subaracnoidea y
parenquimatosa en la región temporal izquierda y con un síndrome de afasia acus-
ticomnésica (observación de S. A. Soldatova).
Se lee la misma fábula al paciente. f:ste empieza a reproducirla de la siguiente
manera: "Volaba ... y quería beber ... vio que el agua quedaba lejos ... ¿Cómo
decirlo? ... (hace el gesto de tirar piedras) ... bien, ahora ... en el fondo ... y esto ...
usted sabe lo que significa (hace el gesto de beber) ... ¿bebe el agua? ... Ahora había
mucha agua y empezó a beber ... "
Repetición del mismo relato una hora más tarde:
"Estábamos leyendo sobre un pájaro .. , un pájaro inteligente .. . sobre una koroka
(quiere decir vorona, cuervo) ... la soroka (urraca) quería beber, pero el agua estaba
en el fondo de la krishk.e (en lugar de kuvshine), echó allí todo ... en la botella ...
pues .. . el líquido ... subió y el cuervo bebió."

El mejor sistema para realizar el estudio de estos datos será presentar la


exploración de un paciente con una lesión en el lóbulo temporal izquierdo y con
un cuadro de afasia sensorial.
Paciente Mark, de 55 años de edad, ingeniero. Afecto de un cuadro de afasia senso-
rial (la historia de la enfermedad ha sido referida anteriormente).
Tal como hemos dicho antes, el paciente es incapaz de repetir fonemas aislados,
ya que no siempre puede destacar los principales rasgos fonémicos y los confunde en
base a sus elementos secundarios. El mismo fenómeno se observó en los tests en que
el paciente debía levantar una mano en respuesta a un fonema (por ejemplo, el so-
noro b) y la otra mano en respuesta a otro fonema (por ejemplo, el sordo p). En este
caso se revela que la posibilidad de destacar con exactitud los rasgos fonémicos está
gravemente alterada, el paciente comete muchos fallos y sus respuestas se basan en
una simple suposición.
II
I
COMPRENSIÓN DE LA COMUNICACI6N VERBAL: ANÁLIsIS NEUROPSICOLÓGICO

Queda claro que la comprensión de palabras a través de la vía auditiva está más
alterada que a través de la forma escrita.
La misma alteración en la comprensión de las palabras individuales se halla en
159

,
~ los tests en que el paciente ha de señalar dibujOS o partes del cuerpo. En el último
caso, al eliminar las bases visuales, las dificultades eran mayores que en el primero.
(-
Las dificultades comprobadas en las pruebas de comprensión verbal pueden ser
divididas en dos clases claramente definidas.
En primer lugar, el paciente no puede captar adecuadamente los datos fonéticos
," significativos: cambia un rasgo por otro. En virtud de eso repite incorrectamente la
y
palabra recibida, apareciendo parafasias literales (por ejemplo, en lugar de nos (nariz)
f dice nosh .. . nozh .. . , O en lugar de plecho (hombro) dice plisO ... pliasho ... , y es
Y incapaz de comprender el sentido exacto de las palabras a causa de la imprecisión
t
de su composición acústica.
En segundo lugar, con frecuencia, cuando el paciente no puede repetir correc-
f tamente una palabra (asunto que hemos tratado anteriormente) la sustituye por otra
I de la misma categoría semántica (parafasia verbal). En respuesta a la orden de señalar

I su nariz, dice: "¿Enseñar la lengua?", y ejecuta equivocadamente la orden.


En ciertos casos, la alteración de la comprensión de las palabras tiene un carácter

i
i
intermedio y comporta parafasias literales y verbales. Por ejemplo, cuando se pre-
gunta ¿dónde está el reloj?·, el paciente dice: "¿Cuántos números?" ... "¿Qué nú-
I mero?" " y no consigue comprender la consigna y realizar la orden.
Veamos algunos ejemplos del fenómeno de "alienación del sentido de las pala-
i bras" observado en este paciente.

1J Muestre la nariz (nos)


"¿Mostrar la (nosh) ... boca? ¿lengua?"

1, ¡ La nariz!
"Na ... sabe ... mis pies (nogi) están helados ... Se acerca el doctor y digo mi nariz

i (nos) ... no nogi (pies) están helados ... Cinco veces así, la quinta vez recordé que todo
esO es una nariz (nos) y esto los pies (nogi) .
I
¡ ¡Señale la ventana' ¡No! ¡La ventana!
"¿La habitación?" "¿Mirar por la ventanar'

I Enséñeme el codo (lokot)


"¿Que señale mi nariz (nos)? ... "

Ii
¡ No, el codo!
"Déjeme ver ... mano (ruka), puño (kulak) ... No ... no lo sé .....
Señale la pizarra (doska)
"¿El armario (shkaf)r' (el paciente señala el armario)
¡ ¡No! La pizarra, donde se escribe

I "¿La mesa?"
¡No! La pizarra, donde se escribe con la tiza

I
"Pizarra. .. pizarra... para... para ... " (la señala correctamente)

Un cuidadoso análisis muestra que las palabras del paciente tienen un significado
difuso y fácilmente son sustituidas por otras de sonido o sentido similar o son interpre-
Ili tadas desde el punto de vista emocional, pero no por su significado correcto. Los mé-
todos del restablecimiento del sentido de las palabras generalmente comportan la in-
clusión de esta palabra en su contexto habitual, hecho que pone de manifiesto que
la estructura sintagmática está mejor conservada que la paradigmática.

6. Cha8i. (N. del T.)


7. Chisla. (N. del T.)
!

i
160 ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL
I•
Veamos unos ejemplos que ilustran esta situación: I
,

Presentamos al paciente palabras que se encuentran en ruso con' distinta frecuencia 1


y que en ocasiones tienen proximidad fonética. Se solicita al paciente que exprese !
su significado. ~
medusa (meduza)

i

,,•
~
¡;
"algo querido .. . pero no sé lo que es ... "

mamut (mamont)
" ... pues algo... algo querido... aquí... una ballena
(kit) una gran ballena" l~
rompehielos (ledokol)
1ed ... aa ... es ... un avión (samolet) ... no un ...
I¡ -----
pez (riba) ... ribit . . . ¡oh! sí . .. crece en el bosque"

seta (grib)
"Es algo cercano, seguramente una manzana ... no ...
otra cosa ... I ah! sí ... crece en el bosque"
director de orquesta (dirizher)
" .. . dirizher ... aquí no está... es música ... "
secreta no (sekretar)
"¿Qué es esto? .. . pues ... tiempo ' " ¡teléfonol"
vacilación (kolebanie)
" ... pues ... dificultad ... oscuridad ... "
nubosidad (tumannost)
" . , . siento que es algo .. . y no comprendo lo que es"
I
' 1 fusil (t.:intovka)
"¿en el avión ? ... la hélice .. . no ... "
colmillo (de elefante) (hiven)
"no lo sé ... el lobo blanco ... ¿un oso blanco? . . "
magnetófono (magnitofon)
" ¡Ahl ¿televisor? .. ."
semáforo (seTnntor )
'locomotora. .. es... parecido ... de mecánica"
patillas (bakenbardi)
" . . . lo sé . .. es algo conocido '" pero no lo compren-
do . .. dónde hay .. . me parece que aquí"
(muestra sus cabellos).
Los protocolos muestran claramente la tendencia en restablecer el sentido de
la palabra introduciéndola en el contexto de una expresión familiar .
kolun (hacha)
"pues . .. para cortar árboles"
kolonka (fuente)
"no sé .. . pues... agua... abren"
koli.ka {cólico)
", .. no sé . . . algo duele en el estómago ... "
etazh (piso)
"subir al piso"
COMPRENSIÓN DE LA COMUNICACIÓN VERBAL: ANÁLIsIS NEUROPSICOLÓCICO 161

etazherka (estantería)
¡'etazherka ... eta (esto es) . .. zherke sube
poner algo en ella "
'-
zatmenie (eclipse)
". .. no lo sé . . . pues ... eclipse de sol
skalpel (escalpelo)
"no sé ... algo ... Jo usan en operaciones ... "
karabin (carabina)
"pues ... para disparar"
trudolivbie Oaboriosidad)
"pues ... hay que trabajar... pues ... "

Es característico que las palabras que expresan acción, sobre todo si no se


presentan en forma nominativa sino en una forma que permita incluirlas en un

I
i
contexto, se comprenden mejor que los nombres de objetos concretos.
Así, como regla, el paciente puede señalar fácilmente una lámina que repre-
sente acciones tales como «descansar", «jugar", «~ufrir", "cortar", "apenarse",
"trabaja como artista", "adquiere conocimientos", "cose el vestido" y puede,
,
1
>,
incluso, comprender el sentido de palabras abstractas como:
limitar programar
i
.. para que sea exacto" "esto es calcular"

La palabra se comprende mejor cuando se sitúa en una frase hecha:


Es preciso ayudarle a recuperar la salud
"¿La salud mental? Esto también es importante"
Espera un buen resultado
"Esto quiere decir que el trabajo se ha cumplido .....
El muchacho puede ahogarse
"Pues, pues ... así no se debe ... "
(señala cómo se está bañando)
Hay que esperar con paciencia
"Naturalmente, cuando se tiene la vez para el médico", etc.

Las dificultades en la comprensión de palabras y oraciones que hemos des-


crito arriba se reflejan también en la comprensión de fragmentos temáticos
complejos.
Es natural que la decodificación del sentido de los componentes individuales
de una oración y, en particular, de los nombres está muy alterada en este pacien-
te; sin embargo, la comprensión del sentido general de un fragmento está mucho
mejor conservada. El paciente, basándose en unos cuantos componentes y en el
contexto general, es capaz de distinguir el sentido general de una comunicación
con suficiente facilidad.
Esta disociación entre la inestabilidad de la comprensión de palabras indi-
viduales y la relativa estabilidad en la comprensión del sentido general de las
expresiones, del sentido interno e incluso de los motivos que las generan, es uno
de los hechos más característicos de la decodificación verbal de este paciente.
Veamos algunos ejemplos de este proceso en las pruebas de comprensión de
historias ;
162 ANÁLISIS )I,'EUROPSICOLÓGICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL
j
1
j
Se lee al paciente el relato de "La gallina de los huevos de oro" y dice: i
"Pues allí... pues controlan los huevos de oro (kribi ... kri .. . no ... krip ... kra .. .). I
Pues la destruyeron . .. y allí no hay huevos de oro ... " ¿Cuál es la moraleia? ¿Qué
nos enseña el relato? "Bien, hay que saber y la gente no lo sabe . .. ". Tras una
pausa, el relato es explicado así : "Pensaron que los peces ... no ... el pájaro ...
ella pone huevos de oro ... la mataron, miraron los huevos y vieron que eran
de oro. Quiero decir que usted debe saber que las cosas están bien an:egladas"
(en el sentido de obrar bien).
Datos análogos se obtuvieron con el relato del cuervo y las palomas: "kri ...
lai... el pajarito (ptichka) . .. decidió que debía mirar (perseveración del ante-
rior texto), vio que no pedía comer allí ... después pensó la manera ... hay que
comer ... menos donde no se permite". Al leerle nuevamente el texto lo repite
así: "Estos pájaros ... comen juntos ... estaban pintados de blanco... como si
fuese especialmente ... comen ... miraron de encontrar . .. ellos se marcharon . ..
encontró que se equivocaba ... regresó . .. hay que hacer la comida ... ".
En la tercera presentación aparecieron de forma más definida las caracterís-
ticas del lenguaje del paciente: "Pues ... el cuervo se blanqueó para . .. de .. .
como un pajarito ... luego empezó a hacer ruido con los suyos . .. y ... a el...
desorden . .. le echaron ... y luego ... decidió en relaciones para comer juntos ...
vio desorden allí... le echaron ... vara ... vara ... el pájaro voló ... pues ... vokra . . ~
vokra", etc.
Es fácil ver que cuando existe fatiga, el proceso de búsqueda de los nom-
bres adecuados se afecta en mayor grado, mientras que el sentido general del
relato sigue apareciendo de una manera estable.
Es característico que el sentido general queda tan sólidamente adquirido
que el paciente es capaz de repetir el primer y el segundo relato. Los fenómenos
de mutua inhibición que describimos en nuestro libro "Neuropsicología de la
memoria" no aparecen en este caso. Después de haber repetido la segunda
historia puede recordar con facilidad la primera. Estos ejemplos muestran que
existen dificultades en hallar los nombres necesarios, mientras que la capacidad
de destacar el sentido general está bien conservada.

4. ALTERACIONES DE LA COMPRENSIÓN DE LA COMUNICACIÚN


VERBAL EN LESIONES PARIETOOCCIPITALES
LA AFASIA SEMÁNTICA

Hemos analizado la alteración de la decodificación verbal en pacientes con


lesiones en las zonas temporales del hemisferio izquierdo y que dan lugar a una
afasia sensorial.
Las alteraciones de la decodificación verbal en pacientes con lesiones en la
corteza parietooccipital izquierda, con el cuadro de la afasia semántica, tienen
un carácter totalmente distinto. Este cuadro lo hemos descrito en otras publica-
ciones (Luria, 1947, 1966, 1969, 1970, 1972, 1973).
Hemos dicho, en repetidas ocasiones, que las zonas terciarias posteriores
(parietotemporooccipitales) de la corteza cerebral juega!) un papel importante en
el análisis de la información. Estas áreas combinan los estímulos (visuales , táctiles,
auditivos y vestibulares) llegados sucesivamente, en un esquema simultáneo, es
decir, realizan la síntesis simultánea (espacial) de esta información. Precisamente
por este motivo, la lesión de estas zonas, sin afectar a la percepción de las señales
aisladas, hace imposible la síntesis espacial y da lugar al cuadro de la agnosia
COMPRENSIÓN DE LA COMUNICACIÓN VERBAL: ANÁLISIS ]'I¡~UROPSICOLÓGICO 163

espacial "simultánea" ya · formas determinadas de apraxia. Este fenómeno fue


señalado por autoridades como Head (1926) y Potzl (1928) entre otros.
Es natural que esta incapacidad de situar las informaciones llegadas en un
único esquema espacial simultáneo no puede dejar de influir en el análisis de la
información verbal si la lesión se sitúa en ·la región de la encmcijada interlobular
posterior.
El hecho esencial, en estos casos, ·es que la alteración de este proceso pre-
serva los rasgos que eran característiCos a nivel de las alteraciones gnósicas y
que la única diferencia estriba en que la alteración de la síntesis espacial
concreta es sustituida aquí por una dificultad en colocar los elementos léxicos
en una estructura logicogramatical única.
La comprensión del lenguaje y las operaciones aritméticas se alteran en estos
pacientes. El complejo sintomático resultante es característico de estas zonas
corticales e incluye componentes de agnosia y apraxia espaciales simultáneas,
afasia semántica y acalculia (Luria, 1969, 1970, 1973).
Pasemos al estudio del proceso de decodificación verbal que aparece en este
grupo de pacientes.
Tal como demostraron las largas investigaciones realizadas, estas lesiones no
afectan a la comprensión de los elementos léxicos individuales. El significado
directo de las palabras permanece aparentemente intacto en los pacientes de
este grupo. Tan sólo recientemente Tsvetkova (1973) ha mostrado, sin embargo,
que este significado se reduce algo y pierde los distintos sistemas de asociacio':
nes que tienen las personas normales. También queda intacta la capacidad de
comprensión activa del sentido general de la comunicación.
Como regla, los pacientes de este grupo, no tienen dificultad en comprender
el sentido directo de palabras individuales y sólo en ocasiones tienen cierta
dificultad en incorporar el sentido de una palabra en un sistema semántico
particular de conexiones. Comprenden con igual facilidad el sentido de frases
sencillas, en especial aquellas que .comportan comunicaciones de acontecimientos
y que no incluyen en su seno formas complejas de subordinación. La compren-
sión directa de oraciones simples, tales como: La casa arde, El perro ladra, La
bandera es roja, El lim6n es ácido, incluso la comprensión de oraciones como:
i El muchacho pegó al perro, La niña toma té, no ofrece dificultades especiales.

II
Los problemas aparecen cuando los pacientes han de comprender oraciones
que incluyen un sistema complejo de subordinaciones sucesivas y en especial
de las frases que incluyen la palabra conjuntiva que (kotorii) y las preposiciones
y conjunciones, tal como: a pesar de (nesmatria na), a consecuencia de (vledsvie
chego) , etc. Construcciones con subordinaciones repetidas .del tipo: El hacha
con la cual el leñador cortó el árbol que estaba en el lindero del bosque, . ~ . etc.,
y en especial las construcciones que requieren la decodificación de relaciones
dobles son motivo, en estos pacientes, de grandes dificultades, debido a la alte-
ración de la capacidad de situar a sus componentes en un sistema único simul-
táneo (quasi-espacial).
Por la misma razón, estos pacientes tienen mayores dificultades en la com-
prensión del sentido de una construcción distante que precise no sólo el regreso
a las iniciales y lejanas partes de la oración, sino también la reconstrucción de
la capacidad de observar simultáneamente las relaciones entre los componentes
de tal construcción.
Sin embargo, la mayor, y prácticamente insuperable, dificultad aparece
cuando estos pacientes han de enfrentarse a construcciones que expresan rela-
ciones de un objeto con otro y, en particular, cuando las situamos ante cons-
164 ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

trucciones reversibles (del tipo: el círculo debajo del cuadrado - el cuadrado


debajo del círculo, PeNa iba delante de Vania - Vania iba delante de Petia o
El verano delante de la primavera - La primavera delante del verano), cons-
trucciones que exigen una inversión (He desayunado después de leer el perió-
dico), construcciones con doble negación cuya comprensión requiere una trans-
formación intermedia (por ejemplo: yo no estoy acostumbrado a no someterme
a las normas = yo estoy acostumbrado a someterme a las normas) y, sobre

Presentación de una comunicación

1:
I

5, 51

NP
/\ VP NP
/\ VP

/ \ NP
/
NP
\ NP
NP
I
NP NP NP NP
\ I \ I
I \ I
\
, .,I \ I
? ( 7 7
\ I \ I
\ I \ I
NP VP NP VP

I 1: (7 ) I
Percepción de la comunicaci ón

FIG. 16. - Esquema de la alteTaci6n de la decodificacién de la erpresi6n verbal en pa-


cientes con afasia semántica .

--- todo, las construcciones comparativas (un elefante es más grande que una mosca
y una mosca es más grande que un elefante, y, especialmente, Olia es más rubia
que Sonia pero más morena que Katia). En todos estos casos los pacientes de
este grupo entienden fácilm ente los elementos léxicos individuales (nombres, ver-
bos, adjetivos y cópulas), pero estos elementos quedan aislados y fuera de los
sistemas logicogramaticales.
ASÍ, una frase aparentemente . muy sencilla como: Navetke dereva gnezdo
ptitsi (En la rama del árbol hay un nido de pájaros), incluye un complejo sistema
de palabras unidas por flexiones que en ciertos casos no son unívocas: vetke es
fonéticamente cercano a vetki (genitivo singular o nominativo y acusativo plural) ,
dereva (genitivo singular es próximo a derevo (nominativo), ptitsi puede designar
tanto el caso genitivo singular como el caso nominativo plural. Tales pacientes
refieren que tienen graves dificultades: "Pues . .. que es esto . .. todo: ramas . ..
árbol... nido ... pájaros .. . " ¿Cómo están relacionados unos con otros?
Las dificultades son más claras en la decod ificación de construcciones rela-
tivas y comparativas. Al oír la expresión "una cruz bajo un círculo", o, "un
elefante es mayor que una mosca", etc., un enfermo de este tipo es incapaz
COMPRENSIÓN DE L A COMUNICACIÓN VERB AL: AN' ,ll.JsIS NEUROPSICOLÓGICO 165

de decodificar la relación expresada y dice: "¿Qué es esto? .. la cruz ... el


cuadrado .. . debajo .. . ¿Cómo ponerlos" o "El eldante ... pues claro ... un ele-
fante es grande ... una mosca es pequeña .. . claro .. . ¿un elefante más grande
que lilla mosca? o ¿una mosca más grande que un elefante? .. ¿Qué es 10 correc·
to? .. no 10 entiendo".
Disponemos de observaciones de pacientes con lesiones en la corteza parieto-
occipital jzquierda que no han podido captar el sentido de tales construcciones
tras un período de 26 (1) años (Luna, 1971, 1973) Y que podían llegar a su
comprensi6n b'as una amplia serie .de operaciones sucesivas que han sido
descritas en otros lugares (Luria, 1947, 1970; Tsvetkova, 1966, 1972) Y que no
vamos a referir aquí en especial.
Para este grupo de pacientes es característico el hecho de que las dificul-
tades descritas en la decodificación de las construcciones logicogramaticales
son de naturaleza muy específica y no alteran totalmente el proceso de com-
prensión del sentido general de una comunicación completa.
Los pacientes de este grupo realizan todavía esfuerzos activos de decodifica-
ción del sentido general de una comunicación verbal.
Conservan la posibilidad de basarse en la organización melodicoton2J (pro-
sódica) de la expresión, en los elementos léxicos individuales y en las estructurru
gramaticales simples; al mismo tiempo mantienen la construcción sintagmática
básica del lenguaje coherente y procuran tenazmente reconstruir el sentid e
generaJ del texto obteniendo, en su caso, éxitos parciales al tratar de confrontru
lUlO con otro Jos fragmentos del texto, evitando las asociaciones seéundarias, sÍIl
salir de los límites del contexto e intentando utilizarlo para compensar su~
defectos básicos.
Precisamente estos hechos dan la posibilidad, a tales pacientes, de crea¡
hipótesis sobre el sentido general del fragmento presentado aunque nunca tiener
la plena seguridad de haberlo comprendido bien.
Las alteraciones de la comprensi6n de un texto en pacientes con lesiones er
las zonas terciarias de la corteza parieto-occipital izquierda puede ser represen
tada mediante un esquema en la D.g. 16.
El esquema presentado refleja los obstáculos que aparecen en la decodifica
ci6n de las estructuras logicogramaticales que entran en la composición de 1:
comunicación y señala simultáneamente el curso de sus intentos de reconstrui
su sentido general y descubrir los sentidos de las unidades gramaticales.
Veamos un ejemplo que ilustre el proceso de decodificación de los paciente
de este grupo: 8
Paciente Zas, estudiante del Instituto Tecnológico, de 23 años de edad. En 194~
estando en el frente durante la segunda guerra mundial, recibió una herida en ]
regi6n parietooccipital izquierda que se complicó por un proceso inflamatorio. Dl.J
rante largo tiempo permaneció inconsciente y posteriormente presentó severos defectc
agn6sicos y afásicos. Su orientación espacial estaba alterada, no podía reconocer letrll!
palabras o números y no podía leer ni calcular. Presentaba dificultad en la con
prensión del lenguaje.-
Poco a poco, estas alteraciones empezaron a remitir y fue entonces cuando inicif
mos nuestras observaciones (tres meses después de recibir la herida), que mostraro
un cuadro claro de afasia semántica con dificultades para hallar las palabras (fen6ml
nos descritos arriba) y alteraciones definidas en la comprensión de construcciones l(
gicogramaticales.
8. Este paciente ha sido descrito en nuestro libro titulado, en la traducción ingles
A man with a .hattered WOf'ld, 1972. .
9, Véanse datos más detallados en páginas anteriores.
166 ANÁLISIS l'iEUROPSICOLÓCICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

El paciente comprendía bien las palabras aisladas y sólo vacilaba ocasionalmente


en los intentos de darles su sentido preciso; frecuentemente necesitaba un período
de tiempo considerable para desechar las palabras secundarias que aparecían durante
los intentos de denominación de un objeto antes de que surgiera la palabra adecuada.
Con la misma (o incluso mayor) facilidad comprendía las frases sencillas del len-
guaje habitual y que constituían una simple "comunicación de acontecimientos" (tales
como: La casa arde, el perro ladra, el muchacho pegó al perro, la chica bebió té
caliente, el doctor dio al paciente un medicamento amargo, etc.).
Las relaciones sintagmáticas, con ayuda de las cuales se e:\-presan los correspon-
dientes acontecimientos, eran totalmente accesibles al paciente.
Aparecía un cuadro totalmente distinto cuando pasábamos a la investigación de
cómo comprendía este paci ~nte las construcciones gramaticales que expresan comu-
nicación de relaciones, conteniendo las complejas fonnas de subordinación, de rela-
ciones espaciales o de comparación descritas más arriba; en especial, si estas relacio-
nes tenían un carácter reversible y si su decodificación tenía que apoyarse en las rela-
ciones expresadas por índices fonnales morfológicos (flexiones, preposiciones, orden de
las palabras, etc.).
Por ejemplo, incluso tras prolongadas y repetidas sesiones de rehabilitación, el
paciente seguía presentando gran dificultad en la comprensión de construcciones logi-
cogramaticales complejas. Cuando se le rogaba que explicara el sentido de la cons-
trucción brat ottsa (el hermano del padre), decía: "Pues ... el hermano ... y el pa-
dre . ,. ¿cómo? ¿juntos? ... no lo puedo entender." Es natural, pues, que la distinción
entre construcciones reversibles (brat ottsa y otets brata) sea totalmente imposible y al
responder a las preguntas sobre las diferencias entre el hennano del padre y el padre
del hermano diga; . Otets brata ... brat otsa -... i tut otets - i tut otees; i tut brat-
i tut brat - i tut brat . . , ne ;:;naiu, u che m raznitsa .. . ("El padre del hennano ... el
hennano del padre ... y aquí el padre - y aquí el padre ... y aquí el hennano
y aquí el hermano.. . no sé cuál es la diferencia ... ").
Dificultades análogas aparecían cuando trataba de comprender las órdenes de
dibujar dos figuras en una posición dada. Generalmente, lo hacía en el orden en que
le eran dadas las palabras : por ejemplo: al darle la orden de dibujar un círculo de-
bajo de una cruz, iniciaba el dibujo de un círculo y luego realizaba una cruz bajO
éste, repitiendo de fonna confusa: "Aquí ... el círculo ... pues el círculo ... y de-
bajo .. . debajo . . . pues debajo . .. una cruz . .. ¡esto quiere decir! . .. debajo ...
¡una cruz! .. ....
----/ No menores eran las dificultades que le provocaba la comprensión de construc-
ciones comparativas. Cuando se proponía al paciente que dijera cuál de las siguientes
construcciones es correcta: Un elefante es más grande que una mosca o Una mosca
es más grande que un elefante, decía: "Pues ... si ... un elefante es grande ... una
mosca es pequeña . .. pues, un elefante es mayor que una mosca o una mosca es
mayor que un elefante ... no es claro ... él es grande ... pues ¿cómo es más grande
que el elefante? ... no ... yo no puedo ... " .
El paciente siguió largas y repetidas sesiones de rehabilitación, en el curso de las
cuales se le dieron una serie de métodos de soporte externo que tendían a facilitar
las construcciones gramaticales (véase una descripción detallada en Luria, 1948, 1963;
Tsvetkova, 1972). Sin embargo, incluso tras las sesiones de rehabilitación realizadas
durante 28 años, el enfenno seguía sufriendo las mismas dificultades que antes en
la comprensión de las construcciones gramaticales descritas: "Pues poco a poco, como
ustedes me enseñan, puedo llegar hasta su significado .. . pero, a decir verdad, hasta
ahora no comprendo qué es perfecto: slan balshe 1/llIií o muja bolshe suma ... ".
El paciente presentaba una gran dificultad en la comprensión de textos comple-
tos incluso durante los intentos de analizar las partes, separadas del texto como un
todo. Leía o repetía las partes individuales del texto varias veces, comparándolas UIlas
con otras, pronunciándolas con distinta entonación (capacidad muy conservada), y úni-
camente tras esta tarea era capaz de sugerir el significado del fragmento por entero,
sin estar totalmente seguro.
CO~fPRENSIÓN DE LA COMl.)'NJCACIÓN VERBAL: ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO 167

DareI1lPs un ejemplo que ilustre el. proceso de decodificación de la comunicación


verbal del paciente Zas.
Se lee al paciente el siguiente fragmento:

A la derecha y a la izquierda de la casa crecían altos árboles con frutos gran-


des, ocultos bajO el foUate, y parecidos a piñas de abetos.
Por todas partes había faroles colgados, hechos con papel de color, parecidos
;'
¡
a caras alegres con sus bocas hasta las orejas.
1tste se refleja en el estanque donde nadaban cuatro cisnes blancos.

El paciente repetía este fragmento con dificultad: " ... No ... no puedo comprenderlo
todo ... aquí algo ... algo decían, que allí . .. en este ... ahora ... es difícil decirlo . ..
algo de los faroles ... y algo del cisne .. . en el estanque ... y allí a la derecha y a la
izquierda algo del bosque. No, no puedo nada .:. algo del cisne ... y los faroles tam-
bién ... a la izquierda y a la derecha ... árboles ... hay árboles ... árboles frutales .. .
como piñas .. . pues ... se ven los faroles ... están ... y nadan los cisnes ... y más allá
hay unas caras ... no ... todo queda difuso . . . parecen caras alegres ... ¿del farol
o del agua? .. . faroles, ¿si?, pero ¿qué hacen las caras?".

Los datos referidos dejan claro que la lesión de las zonas terciarias parieto-
occipitales de la corteza cerebral izquierda y que dan lugar a la "afasia semán-

,
O
tica", afectan a la decodificación de la comunicación verbal de manera distinta
a la observada en lesiones de las zonas temporales y en el síndrome de la afasia
sensorial.
En los pacientes con afasia semántica la comprensión de las palabras indi-
viduales está intacta (al parecer aparecen sólo algunas dificultades relacionadas

I con la inhibición de las asociaciones irrelevantes, con el consecutivo retardo en


la decodificación). La alteración principal sucede cuando el paciente intenta

I
comprender construcciones logicogramaticales completas, con relaciones para-
digmáticas complejas del tipo anteriormente descrito.
En los intentos de decodificación de construcciones que expresan " comunica-
ciones de relaciones" los componentes individuales son comprendidos sin ninguna
dificultad pero son vanos los intentos de abarcar el significado de la construcción.
Es fácil ver que las dificultades en la decodificación de una comunicación
que tienen lugar en estos casos se fundamentan en la alteración de una de las
condiciones básicas para la comprensión de una estructura gramatical compleja :
la capacidad de convertir la información sucesivamente recibida en un esquema
simultáneo y la combinación de sus elementos en sistemas logicogramaticales.

I Es natural que los pacientes de este grupo reaccionen ante estas dificultades
con una búsqueda enérgica del significado y transfieran todo el proceso de
decodificación de la comunicación a un sistema de comparaciones extragramati-

II cales, a partir de las cuales intenten construir el sentido general:

5. ALTERACIONES DE/LA COMPRENSIóN DE LA COMUNICACIÓN


VERBAL EN PACIENTES CON AFASIA MOTORA
La alteración de la comprensión del lenguaje y la decodificación de la comu-
nicación verbal en lesiones cerebrales que provocan un cuadro de afasia motora
representan un tema poco estudiado en neurología y en neuropsicología.
Hay muchos trabajos dedicados a describir la alteración del lenguaje expre-
sivo (codificación) en pacientes con afasia motora. Sin embargo, no existe casi
ninguna inyestigación en la cual se estudie el problema de c6mo se altera en
168 ANÁLISIS h"Et."ROPSICOLÓCICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

estos pacientes el lenguaje impresivo o, en otras palabras, la decodificación


de la comunicación verbal percibida por ellos.
Por todo esto, esta parte de nuestro libro será necesariamente corta y tendrá
un carácter de indicador de las líneas gellerales de la investigación más que de
la exposición sistemática de los datos obtenidos. Como ya hemos dicho antes,
las ideas sobre las afasias motoras han sufrido importantes cambios en los últimos
decenios.
I

I
Inicialmente la afasia motora era contemplada como una forma cUnica homo-
génea basada en la alteración de "la imagen motora de las palabras" (idea
básica de Broca -1861- que persistió durante mucho tiempo), pero en la
actualidad los defectos mr)tores del lenguaje se descomponen en dos síndromes ¡
completamente distintos. I
Una forma de afasia motora, según las ideas contemporáneas, se basa en
la desintegración de las síntesis aferentes (cinestésicas) que constituyen una con-
dición esencial para la articulación adecuada del lenguaje. Esta forma de afasia
es conocida como afasia motora aferente (cinestésica) y se debe a lesiones de las
regiones poscentrales (cinestésicas) de las zonas del lenguaje.
La otra forma de afasia motora se basa en la alteración de la normal plasti-
cidad de los procesos motores (alticulatorios) esenciales para una expresión
verbal Huida. Esta fUlula dé afasia motora difiere de modo claro de la forma
precedente y se conoce con el nombre de afasia motora eferente (cinética) y se
presenta en los casos de lesiones de las porciones inferiores de las áreas premoto-
ras izquierdas.
Existen razones para pensar que no sólo el proceso de la decodificación de
la comunicación verbal sino también el proceso de la comprensión (decodifica-
ción) está alterado y afecta de forma diferente a estas dos formas de afasia
motora. Este hecho nos obliga a estudiar cada forma por separado.

a) Alteraciones de la comprensión de la comunicación verbal en la afasia


motora aferente
Las lesiones de las regiones poscentrales de las zonas del lenguaje de hemis-
ferio izquierdo dan lugar a una alteración de la base aferente de los movimien-
tos articulatorios y pueden provocar así fenómenos afásicos motores aferentes
(apráxicos). El elemento básico en este tipo de alteración del lenguaje es que los
pacientes son incapaces de hallar la articulación necesaria y que confunden
fácilmente las articulaciones que tienen rasgos comunes (por ejemplo: cambian
labiales "b" - "m" - "p" o linguales anteriores "d" - ''}'' - "t" entre sí). Véase un
análisis detallado en Vinarskaia, 1971.
El cuadro de la alteración del lenguaje expresivo de estos pacientes ha sido
descrito con bastante detalle. Sin embargo, no ha sido estudiado el problema
de si tienen alguna alteración en la comprensión verbal.
La mayoría de los autores que siguieron a Broca (1861), Lichteim (1883),
KIeist (1934) y otros, suponían que la alteración observada en estos pacientes
era únicamente a nivel expresivo y que el lenguaje impresivo permanecía prácti-
camente intacto.
Otros autores han reconocido que junto a las alteraciones del lenguaje expre-
sivo, en estos pacientes se pueden hallar ciertos defectos en la comprensión
del lenguaje, que fueron atribuidos a un decaimiento general de los procesos
intelectuales e interpretados como una forma parcial de demencia orgánica
(Marie, 1903, 1~06) o de que la alteración de las alticulaciones verbales es de
COMPRENSIÓN DE LA COMUNICACIÓN VERBAL: ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO 169

carácter profundo .y da lugar a defectos característicos en la percepción del len-


guaje.
Todavía no disponemos de datos suficientes para dar el cuadro completo
de las dificultades experimentadas p or estos pacientes en la decodificación verbal.
únicamente podemos presentar unas cuantas observaciones iniciales.
Al igual que en los pacientes con afasia "temporal" (sensorial) y afasia
"semántica" descritos más arriba, las alteraciones del lenguaje en la afasia
motora aferente (cinestésica) tienen lugar con la preservación de la actividad y
con cierto reconocimiento de sus defectos. A pesar de sus dificultades los pacien-
tes buscan activamente las articulaciones que les son necesarias e intentan
corregir sus fallos trabajando tenazmente.
A primera vista la comprensión del significado de las palabras y frases sim-
ples permanece intacta. Sin embargo, un análisis detallado realizado por nosotros
y Tsvetkova y sus colaboradores ha mostrado la existencia de algunas dificul-
tades en la decodificación verbal.
El primer grupo de dificultades puede aparecer incluso a nivel de la com-
prensión de palabras sueltas.
Si las palabras se le dan al paciente fuera de su contexto habitual y si se
explora su capacidad en la comprensión verbal solicitándole que señale el objeto
denotado por la palabra o que elija la lámina apropiada a partir de un número de
alternativas posibles, será fácil darnos cuenta de la primera dificultad que pre-
sentan estos pacientes.
Los pacientes que confunden articulemas similares (por ejemplo, al pronun-
ciar la palabra dom (casa) como lom o tom, o la de jalat como jatat o jadat)
pueden presentar fallos análogos en la comprensión de palabras semejantes, por
ejemplo, al presentar la palabra tom (tomo) escogen el dibujo de dorr~ (casa) y al
presentar la palabra gost (huésped, invitado) eligen el dibujo de kost (hueso),
etcétera.
Dificultades análogas pueden presentarse cuando estos pacientes han de deco-
dificar el sentido de palabras poco frecuentes y complejas por su construcción
articulatoria. En estos casos lo~ enfermos intentan analizar estas palabras y
"ensayarlas" pronunciándolas en voz alta o baja y este hecho suele complicar aún
más el proceso de su comprensión en base a los defectos articulatorios de la
afasia del paciente.
Todos estos fallos aparecen cuando se dan al paciente palabras que compor-
tan articulemas que pueden confundirse con otros similares, y se hacen más
evidentes cuando intentan ayudarse precisando, mediante su pronunciación, la
palabra presentada. Esto explica el hecho, a simple vista paradójico, de-que
los pacientes comprendan mejor las palabras en silencio que cuando hablan en
voz alta (este fenómeno los distingue de otros pacientes que comprenden mucho
mejor cuando las palabras las pronuncian).
Esta dificultad es un fenómeno capital en los pacientes con afasia motora
aferente, los cuales no presentan dificultades primarias en la comprensión de
palabras abstractas (que exigen una abstracción del significado directo de la pala-
bra). Como veremos posteriormente, este hecho distingue a estos pacientes de los
afectos de una afasia eferente o dinámica.
La comprensión de construcciones gramaticales también muestra algunos
rasgos especiales.
Las construcciones gramaticales simples (tales como "la casa arde", "el
perro ladra") o las órdenes simples ("abra los ojos", "levante el brazo") son
bastante bien comprendidas y, por lo común, no se observan los fenómenos
170 ANÁLISIS ?'EUROPSICOLÓCICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

propios de la afasia sensorial. Tal como hemos señalado anteriormente, esta inte-
gridad de las estructuras sintagmáticas se pone también de manifiesto cuando
tiene lugar la rehabilitación, pues una vez superado el defecto básico, a nivel
de los articulemas, los pacientes pueden pasar fácilmente a la realización de
expresiones coherentes (frases).
Sin embargo, mientras que estos pacientes no presentan dificultades en la •
comprensión de frases simples, cuando están ante la tarea de comprender cons-
trucciones gramaticales más complejas (que incorporan un sistema complejo de
subordinaciones, componentes distantes, construcciones con inversiones, etc.)
empiezan a presentar alteraciones. Éstas se deben a que la comprensión de
tales construcciones gram:lticales precisa un complejo proceso de decodificación ,
que en ocasiones incluye una serie de transformaciones auxiliares, manifestadas
en el plano del lenguaje interior, y en los engramas verbales.
Sin embargo, tal como sabemos, lo engramas de los procesos verbales
manifiestan los mismos defectos que se observan en el lenguaje externo y, ade-
más, estos defectos pueden aparecer en este contexto con particular claridad.
Por este motivo la comprensión de construcciones gramaticales complejas es
también una tarea difícil para los pacientes de este grupo (al igual que para los
que sufren otras formas de ,afasia); la única diferencia es que la causa de estas
dificultades no es la primaria alienación del sentido de las palabras ni la difi-
cultad en situarlas en un esquema simultáneo, sino en la dificultad en tratar el
amplio volumen de componentes que constituyen la construcción y la ocasional
confusión entre palabras con sonido similar 0 - con. una composición articulatoria
compleja, etc.
Por lo regular, en estos casos el paciente empieza a trabajar tenazmente
sobre la construcción que se le propone, pronunciando sus componentes en voz
baja, repitiéndola muchas veces, cambiando la acentuación, aproximando los
componentes distantes y, en particular, destacando los elementos inHexivos de
las palabras que no son acústicamente muy claras. Sólo tras esta tarea muestra
signos de haber captado el sentido de la construcción como un todo o abandona
sus fntentos de comprenderla.
Precisamente en virtud de esto, corno ha mostrado la rehabilitación de estos
pacientes, el análisis de los articulemas necesarios constituye la tarea principal
y una vez rest.-ablecida la articulación correcta la transición a la formación o
decodificación de frases no presenta problemas específicos.
Todavía no disponemos de suficiente material para poder definir exactamente
las dificultades surgidas en la comprensión de textos y esto constituirá el objeto
de una investigación especial. Pero se puede suponer que estas dificultades
serán de carácter similar.

b) Alteraciones de la comprensión de la comunicación verbal-en pacientes ~ -, ":


con afasia motora eferente
Las alteraciones del lenguaje expresivo (motor) que aparecen en ocasión de
lesiones de las porciones inferiores de la región premotora del hemisferio izquier-
do difieren significativamente, tanto por sus mecanismos como por sus manifes-
taciones clínicas, del cuadro observado en la afasia motora aferente.
Esta última se basa en una alteración de)a base aferente (cinestésica) de la
articulación, la estructura gramatical general de la expresión verbal permanece
intacta y se restaura fácilmente en la regresión de la enfermedad; los pacientes
con lesiones en las zonas anteriores presentan un cuadro diferente.
COMPRENSIÓN DE LA COMUNICACIÓN VERBAL: ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO 171

Como hemos señalado antes, la .pronunciación de los sonidos individuales


y a veces de sílabas aisladas o incluso palabras está preservada en estos casos.
Las dificultades aparecen al pasar de Wl fragmento articulatorio a otro. En el caso
de una intensa afasia motora eferente, cada intento de pasar de un complejo
articulatorio a otro choca con la inercia patológica del estereotipo anterior, se
• hace imposible el paso fluido a las nuevas articulaciones y aparece el cuadro
conocido con el nombre de "afasia motora transcortical". En las últimas etapas
de regresión de la enfermedad, y en los pacientes con un foco lesional que se
extiende a las regiones frontales posteriores del hemisferio izquierdo, y afectando
a las conexiones frontotemporales, la alteración del lenguaje expresivo adquiere
otro carácter.
En estos casos la estructura sintagmática de la expresión verbal está profun-
damente alterada. La función predicativa del lenguaje interior está, al parecer,
más alterada que su función nominativa: el paciente puede denominar objetos
aislados pero es incapaz de pasar a una expresión coherente. Todo esto conduce
al cuadro del "estilo telegráfico", cuando el lenguaje del enfermo consta casi
f exclusivamente de nombres en forma nominativa o, más raramente, de verbos,

I que, sin embargo, no tienen aquí un papel de predicados uniendo los elementos
separados de la expresión, y, en general, son dados en infinitivo.

I
r
!
Es fácil ver que el componente principal de la expresión que se altera en
estos casos es la "valencia" de cada palabra, de manera que éstas quedan aisla-
das y el paciente es incapaz de formar una estructura sintagmática coherente y
fluida (véase: Jakobson, 1971).
! Si el foco lesional se extiende anteriormente y afecta las regiones frontales

i
q
izquierdas todas estas alteraciones pueden acompañarse de una falta de fluidez
general en el lenguaje y el cuadro de adinamia verbal aparece de forma aún más
expresiva.
Las alteraciones del aspecto expresivo del lenguaje que se observan en estos
casos han sido descritas con bastante claridad (aunque su fisiopatología quede
oscura). Sin embargo, se nos presenta la siguiente pregunta: ¿Cuáles son los
rasgos del lenguaje impresivo de estos enfermos? o, en otras palabras, ¿cuál es
el carácter especial de su incapacidad en comprender la comunicación verbal
que reciben?
Durante mucho tiempo los neurólogos pensaron que la comprensión del
lenguaje permanecía intacta en esta forma de afasia motora.
Sólo algunos autores (Ombredane, 1951) señalaron que en estos casos se
pueden observar dificultades definidas en la comprensión de las construcciones
gramaticales complejas que exigen transformaciones intermedias y, por cons~­
guiente, se apoyan en el lenguaje interior.
En el momento actual tan sólo podemos dar algunos resultados preliminares
meramente indicativos ya que aún no disponemos de datos de investigaciones
sistemáticas.
Los hechos permiten señalar los factores principales que se han de tener en
cuenta para futuras investigaciones. El primer factor se relaciona con la dismi-
nución general de la actividad que es propia del estado mental de estos pacien-
tes; el segundo, con una alteración de las bases sintagmáticas de la comunicación
verbal.
Analizaremos separadamente estos factores.
Es sabido que las lesiones de las zonas anteriores del hemisferio izquierdo
que se sitúan en el límite del lóbulo frontal pueden ir acompañadas, en mayor
o menor grado, de una inactividad general del paciente y de una alteración de

13. LURIA
172 ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

las formas complejas de programación, regulación y control de su propia activi-


dad psicológica (Luria, 1962, 1966, 1969, 1973; Luria y Homskaia, 1972).
Como resultado de este hecho el lenguaje activo del paciente pasa a estar domi-
nado por las formas más simples y adquiere el aspecto ecolálico; el paciente es
capaz de responder a cuestiones que precisan de una respuesta no ambigua y
que incorporan en sí mismas la posibilidad de respuesta (¿Ha comido usted?
- Sí, he comido), pero tiene dificultad en responder a preguntas que precisan
de nuevas estructuras verbales (¿Qué ha hecho usted esta mañana? .. ). La misma
inactividad se refleja también en la comprensión verbal.
Tal como mostraron las observaciones de L. S. Tsvetkova, si a un paciente
de este tipo se le present.an una serie de homónimos (kliuch: llave o manantial;
kosa: trenza o guadaña) y se le ruega que elija de entre un grupo de láminas
las que se refieren a la palabra; en general sólo selecciona la que tiene el signi-
ficado más firmemente establecido (por ejemplo, en el caso de la palabra kosa,
. puede tan sólo elegir la trenza de una niña y no pensar en el instrumento
utilizado en agricultura, la guadaña). Todas estas dificuJtades se superan si la
palabra aparece en un contexto, si se presentan al paciente oraciones del tipo
<Cuna niña tenía una larga trenza", "cOltamos la hierba con una guadaña", etc.
Una situación similar se puede dar en la comprensión de verbos cuando la pala-
bra dada evoca la imagen habitualmente establecida y el paciente sólo puede
pasar con dificultad a los otros sentidos menos habituales; por ejemplo, muchos
de estos pacientes entienden el sentido del verbo shet (coser) y escogen fácil-
mente entre las láminas la que representa a una mujer cosiendo un vestido con
una aguja, pero no eligen el dibujo de un sastre trabajando con una máquina
de coser, etc.
Pueden aparecer dificultades similares cuando se les ruega que elijan las
láminas correspondientes a palabras abstractas tales como fidelidad, amor, duda.
En este caso el defecto no se debe a una falta de reconocimiento del sentido
abstracto de la palabra sino a que la resolución de esta tarea requiere un trabajo
activo e intelectual que no es posible para el paciente.
Las dificultades que tienen estos pacientes en la comprensión de metáforas,
sentidos figurados y proverbios son bien conocidas y con frecuencia han sido
descritas en la literatura (Zeigarnik, 1969); diremos tan sólo que la alteración
no está tan . relacionada con una imposibilidad en el pensamiento abstracto
o categorial, como postulara Goldstein, como con el hecho de que la compren-
sión del sentido figurado exige separarse del sentido lexical concreto de la cons-
trucción y pasar al sentido solapado. Este último paso es el que es difícil para
los pacientes.
Naturalmente estas dificultades aparecen particularmente claras cuando los
lóbulos frontales están afectados y cuando las alteraciones del lenguaje se sitúan
en el contexto de la inactividad general del paciente.
Dificultades similares aparecen en los pacientes de este grupo cuando inten-
tan captar el sentido de construcciones gramaticales completas (frases).
Los pacientes con formas de afasia motora eferente (y dinámica), no tienen
problema en la comprensión del sentido de oraciones de construcción y conte-
nido habitual (tales como "el avión vuela alto "), o incluso oraciones más largas
(" el avión vuela en el cielo despejado ", " el gran avión de transporte vuela
en el cielo claro", etc.). Sin embargo, aparecen rápidamente dificultades si la
construcción gramatical de la oración es más compleja, si incluye una serie tlc
subordinaciones consecutivas y si la oración contiene construcciones distantes
en las cuales una parte significante está separada de otra por una larga serie de
COMPJ1E1o<SIÓN D~ LA COMlMICACI6N VEl\BAL : ANÁLISIS NEUROPSICOLÓCICO 173

elementos intermedios que han .,de. omitirse temporalmente para establecer el


sentido general de la oración. Dificultades similares tienen lugar si la frase
incorpora elementos de inversión, requiriendo operaciones auxiliares de transpo-
sición para que el orden de las palabras corresponda al de los acontecimientos o
si está conshuida según el tipo de las construcciones relativas complejas con una
"doble relación o incrustación" ("double embedding" ) sobre la que hemos
hablado anteriormente.
Hay que notar, sin embargo, que todas estas dilicultades en la comprensión
de construcciones gramaticales complejas no dependen de la di.ficultad en con-
vertir los elementos recibidos sucesivamente en un esquema simultáneo (como
en las lesiones de las zonas terciarias de la corteza parietooccipital que dan lugar
a la afasia semántica). En los casos que ahora nos ocupan estas dificultades
aparecen debido a la escasa actividad del enfermo, a su inerte fijación al sentido
externo de los elementos verbales y a la consecuente incapacidad de realizar el
análisis activo preciso para entender la oración e introducir las transformaciones
auxiliares que pueden facilitar la comprensión de 'las construcciones complejas.
Por eso, como describiera L. S. Tsvetkova (1972), basta dar a estos enfermos
estímulos complementarios y apoyos auxiliares para compensar los defectos de
su lenguaje interior, que tiene un papel esencial en la comprensi6n de las cons-
trucciones complejas, para que se superen, en cierta medida, estas dificultades.
Existe, sin embargo, otro grupo de dificultades en la decodificación de la
comunicación verbal que puede aparecer de un modo definido en los enfermos
con afasia eferente y dinámica y en particular en los que presentan un "estilo
telegráfico" .
·\
Ya hemos dicho que existen dos tipos princip~les de alteraciones del lenguaje
en la patología focal cerebral. Como se .ha señalado varias veces en la literatura
(Jakobson y cols., 1971) las lesiones en las regiones posteriores de las zonas del
lenguaje dan lugar a una alteración de las relaciones paradigmáticas del lenguaje,
dejando conservada la organización sintagmática. Las lesiones de las regiones
anteriores de las zonas del lenguaje provocan el cuadro inverso: alteran la expre-
sión coherente organizada sintagmáticamente, pero conservan, en principio su
organización paradigmática (logicogramatical).
Estos dos tipos principales de defectos pueden aparecer no sólo en el lenguaje
expresivo (codificación) sino en la comprensión (decodificación). El hecho de que
muchos investigadores no hayan hallado especiales alteraciones en la compren-
sión del lenguaje en los pacientes con afasia motora eferente o incluso con un
"estilo telegráfico", puede explicarse en base a que su investigación ha sido
dirigida incorrectamente porque se buscaban alteraciones en la comprensión dé
¡ relaciones paradigmáticas.
,e

~ Sin embargo, tenemos razones para suponer que las alteraciones de la deco-
dificación de la expresión coherente que presentan los enfermos con afasia
i motora eferente surgen precisamente en el análisis de la expresión coherente, en

I
i
. ;¡;
la correcta apreciación de los elementos sintácticos incorporados en la expresión,
en la apreciación de la estructura prosódica (de entonación y melódica) y que,
por último, se manifiestan en una definida alteración del "sentido del lenguaje"
·
!
que es el resultado de la asimilación y uso activo de expresiones coherentes

i desarrolladas.
Estas suposiciones se confirman en las observaciones recientes.
En ciertos casos (cuyo estudio estamos prOSiguiendo) hemos observado con

II
claridad que la comprensión de los elementos organizados paradigmáticamente
es mejor -que la de los elementos organizados sintagmáticamente. Es caracte-
114
i
AN.UISIS NEUROPSICOLÓCICO DE LA COl\WNICAC¡ÓN VERBAL
I
ristico el hecho de que los enfermos de este grupo distinguen sin dificultad una I
correcta formulación logicogram.atical entre un grupo de errores (por ejemplo,
reconocen fácilmente cuál de las dos frases "el verano antes de la primavera" t
o "la primavera antes del verano" es correcta, o con la misma facilidad captan ¡•
el significado de construcciones como "el hermano del padre" o "el padre del
hermano", pero empiezan a experimentar dificultades cuando se les propone el
i
I

análisis de un lenguaje contextual y la distinción entre estructuras correctas e


incorrectas desde el punto de vista de las conc0Tdancias (por ejemplo: Paro;od
shel po rekoi (sin sentido) y Parolod shel po reke, o Chelovek ejat po doroge
y Chelovek exal no doroge (la primera forma es incorrecta).
Todos estos defectos pueden verse juntos en una grave alteración de las
estructuras sintagmáticas de la expresión verbal que conduce a la pérdida del
I
"sentido del lenguaje", que es síntoma básico de los pacientes de este grupo.
Como resultado de su defecto son incapaces de captar las concordancias así
como expresiones idiomáticas tales como Poezd idet (el tren marcha) o Chasy
idut (el reloj anda: en ruso la palabra chasy = reloj, es plural y va con una forma
plural del verbo) que son rápidamente comprendidas por una persona con el
sentido de la lengua rusa conservado. Muchas de estas expresiones son conside-
radas incorrectas por los pacientes de este grupo. La razón es que .el sentido
verbal contextual o coherente (usando la terminología de Vinogradov) está
desintegrado mientras que el sentido diI"ecto o libre se mantiene (Riabova, 1968).
Percibiendo, por ejemplo, la palabra idU sólo en el sentido de "moverse, ir a
pie", los pacientes consideran .incorrectas las expresiones en las que esta palabra
participa en otras relaciones contextuales.
Es igualmente difícil para estos enfermos la decodificación de la entonación
y la estructura melódica del lenguaje, de ahí que les sea imposible la tarea de
poner la puntuación en un texto propuesto.
Estos fenómenos conducen a un grupo especial de alteraciones de la com-
prensión de formas complejas del lenguaje contextual, que normalmente se
realiza con ayuda de factores de entonación y melodía, que distinguen ciertas
partes de la comunicación y unen fragmentos del texto físicamente separados
pero constituyentes de una estructura semántica completa.
Daremos tan sólo un ejemplo que ilustrará estos hechos.

Paciente Bogom, de 24 años de edad, grabador, afecto de una trombosis de carótida


interna y fenómenos residuales de una afasia motora en forma de "estilo telegráSco" .
El paciente estaba totalmente orientado, el contacto era adecuado y conservaba
sus aptitudes para la pintura. Su lenguaje se limitaba a sustantivos aislados en caso
nominativo y a verbos en infinitivo.
Se le presentaron una serie de frases, algunas bien construidas gramaticalmente
y otras no, y se le pidió que las distinguiera. Apreció sin dificultad las construcciones
en que las relaciones logicogramatica1es eran incorrectas; · "El sol es iluminado por
la tierra", "El verano viene antes que la primavera". Podía definir con facilidad las
relaciones expresadas por construcciones, como "una cruz debajo de un círculo" y "un
círculo debajo de una cruz", y señalaba el error si se le mostraban estos elementos
de forma equivocada.
Sin embargo, si se le proponían frases con estructura sintáctica correcta unas e in·
correctas otras, no siempre era capaz de apreciar su corrección sintáctica. Con frecuen-
cia, frases como Parofod idet po vodoi, Malchik sél speloi grushi Sobaka ukusil mal-
chika o Stoial ochen teplaia pogoda eran consideradas correctas por el paciente, y otras
que eran correctas le provocaban dudas. Sin embargo, si se le presentaba una frase
con errores e·n su sentido (por ejemplo, "La liebre mató al cazador"), reconocía fácil·
mente el absurdo.
·I
i

COMPRENSIÓN DE LA COMUNICACIÓN VERBAL: ANÁLIsIS lIo'El-'ROPSICOLÓGICO 17.


1•
~
•l Los defectos de la decodificación de· las estructuras contextuales compleja
(entonación y melodía) son materia para un futuro estudio y tan s610 podemo
·i
i
l

j
postular que la alteración de la decodificación de estos elementos tiene un carác
ter radicalmente distinto a los descritos anteriormente.
l
i
Ii 6. ALTERACIONES DE LA COMPRENSIÚN DE LA COMUNICACIÚr
EN PACIENTES CON LESIONES CEREBRALES PROFUNDAS
Y SíNDROMES DE ALTEr~CIONES DE LA MEMORIA
1

Hemos estudiado aquellos casos en los que una lesión cerebral focal da Iu
gar a una alteración específica en la decodificación de las estructuras verbales
o, en otras palabras los casos en los que está perturbado un componente lingüís
tico particular de la comunicación (la decodificación de los componentes lexicales
I logicogramaticales o predicativocontextuales).
Sin embargo, estos casos están lejos de agotar todas las formas posibles di
trastorno del proceso de la decodificación; existen otras dos formas de alteraciór

I de la decodificación de la comunicación verbal: lingüísticamente específicas ~


lingüísticamente inespecíficas.
La mayoría de estos casos se refieren a pacientes en los que la memori:
está alterada como resultado de defectos de la memoria a corto plazo (operativa)

i

Hemos dejado claro ya que la retención en la memoria de todos los elemento:
sucesivamente recibidos en una comunicación es Una condición esencial para }:
normal decodificación. Esto resulta del papel decisivo desempeñado por 1:
"influencia entre los sentidos", referida anteriormente, según la cual cada com
ponente sucesivo de la comunicación se suma al sentido del eslabón anterior
Si no fuera así sería imposible la plena comprensión del sentido de la comu
nicación, y la decodificación tomaría la forma del diálogo anecdótico que fuen
referido por Vigotsky para ilustrar la alteración de este hecho. ("¿Te he dad(
un caldero? - Sí, me lo has dado." "¿Has cogido el caldero? - Lo he cogido.'
"¿Dónde está el caldero? - ¿Qué caldero?", etc.).
Es fácil ver que en el caso de una frase sencilla, que se compone sólo di
un eslabón de sentido, el papel de la memoria es ínflmo, pero que en la com
prensión de una comunicación compleja que se compone de muchos eslabones
o incluye estructuras distantes en las que el sujeto está separado del predicad<
por largas series de componentes intermedios (que en ocasiones forman cláusu
las accesorias independientes), la importancia de este factor aumenta C<?DSide
rablemente.
Esto se relaciona, en primer lugar, con oraciones compuestas tales como la:
usadas por Miller:
(29) Ella agradeció al realizador que había sugerido el tema que cons·
tituyó la base del guión de la pellcula, que fue aplaudida por h
crítica (Miller, 1967).

Las dificultades de la decodificación aparecen más claramente si escribimo:


esta comunicación con sus partes separadas mediante paréntesis:
(29a) El tema (que fue sugerido por el realizador) (el cual ella agra·
deció) (fue la base de la película) que fue aplaudido por la cri·
tica; o
176 ANALlSIS NEl'ROPSICOLÓCICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

(29b) La película (basada en el guión del tema) (que fue sugerido por el
realizador) (al que ella agradeció) fue aplaudida por la crítica.

Un ejemplo menos exagerado de las dificultades de decodificación de una


comunicación compleja puede verse en un fragmento tomado de un periódico.
«¿Quién mató a Kennedy?"... "Una emisión de T. V. de Los Ánp:eles.
comentaba estas maquinaciones ilegales, señalando en particular Que la
investigación ha mostrado que los sellos de los embalajes donde se guar-
daban las pruebas materiales, incluyendo el arma, las balas y la ameri-
cana de Kennedy, fueron manipulados."

/ La memoria a corto plazo (operativa) tiene un papel importante no sólo


en la decodificación de estructuras gramaticales exageradamente complicadas,
sino también en la comprensión de la comunicación de estructuras relativa-
mente simples pero que incorporan una cadena de componentes semánticos inde-
pendientes y consecutivos.
Vamos a recordar la estructura de un ejemplo ya citado repetidas veces
(la fábula de L. K Tolstoi "La corneja y las palomas") cuyos componentes
forman la siguiente sucesión de acontecimientos:
(Una corneja oyó que daban muy bien de comer a las palomas.) (La
corneja se pintó de blanco.) (La corneja voló al palomar.) (Las palomas
pensaron que también era una paloma.) (Las palomas la recibieron bien.)
(La corneja no pudo contenerse y graznó como una corneja.) (Las palomas
comprendieron que era una corneja.) (Las palomas la echaron del palo-
mar.) (La corneja regresó con los suyos.) (Ellos no la reconocieron y
tampoco la recogieron.)

La comprensión del sentido de cada componente consecutivo de la comu-


nicación es posible únicamente si en él "se vierte" el sentido del eslabón anterior
y se forma un sistema sucesivo de acumulación de sentidos. Sin embargo, esta
operación precisa de una adecuada memoria operativa y en caso de que esta
condición no se cumpla, la comprensión se altera inevitablemente.
Esta complejidad se hace más evidente si la comunicación incorpora dos
grandes acontecimientos aislados y separados uno del otro en tiempo y espacio.
Ejemplo de esto es la fábula de Tolstoi "La hormiga y la paloma".
(A) Una hormiga se acercó a un arroyo para beber. El agua se la llevó
y empezó a hundirse. Cerca volaba una paloma que le echó una
rama . La hormiga se subió a la rama y se salvó.
(B) Al día siguiente un cazador puso las redes para coger a la paloma.
Pero cuando la sacaba de las red es la hormiga le picó en la mano.
El cazador gritó y soltó a la paloma. La paloma echó a volar.

En el relato hay dos acontecimientos aislados: (A) la hormiga es salvada


por la paloma, y (B) la paloma es salvada por la hormiga, que ocurrieron en
tiempo y lugares distintos. Es evidente que en este tipo de comunicación la
memoria operativa ya no se refiere a una sucesiva cadena de elementos sino a
dos complejos semánticos. Es totalmente búsico que el registro del primer com-
plejO semántico sea sólido para que la percepción de la segunda parte de la
comunicación pueda compararse con la primera y se llegue así a la total com-
prensión del fragmento.
COMPRENSIÓN DE LA COMUNICACIÓN VERBAL: ANÁLISIS NEUROPSICOLÓCICO 177

. En . las condiciones habituales la participación de la memoria operativa en


el proceso de decodificación del sentido de la comunicación tiene un carácter
reducido y pasa a ser aparente sólo si la composición gramatical o semántica es
más compleja.
___ Los defectos de la memoria operativa se revelan entonces a nivel de la pro-
nunciación interna del texto o en los movimientos de la mirada en dirección
contraria al flujo de la lectura.
En los estados patológicos (especüilmente en el caso de tumores situados en
las regiones profundas del cerebro) los defectos de la memoria operativa pueden
! manifestarse más claramente y es aquí cuando se evidencia su importante papel.
Los estados patológicos cerebrales que aparecen en estos casos sólo afectan
1 a las huellas mnésicas antiguas en ocasiones relativamente raras. Sin embargo,
como regla, se afecta de modo considerable el tono cortical y en ocasiones se
llega a la somnolencia o a un estado oniroide que afecta fácilmente a la memoria

I
l
a corto plazo (operativa). Estas alteraciones, en función de la localización de la
lesión, pueden tener un carácter modal específico (alteración de la memoria
auditiva, visual o motora en lesiones localizadas en las zonas laterales del cere-
/ bro) o un carácter no específico (especialmente en caso de lesiones de las zonas
I mediales y en particular del hipocampo) (Milner, 1958-1970). Tal como han
mostrado distintas investigaciones (Luria, Sokolov y Klimkovski, 1967; Luria,
!
\
Konovalov y Podgomaia, 1970; Kiaschenko, 1970; Luria, 1972, 1974, 1976)
i estos defectos de la memoria se basan más en el incremento patológico de su
inhibición por factores de interferencia que en la rápida extinción de las huellas
¡¡ (trace decay).

I Este mecanismo;- que aparece con toda claridad en las experiencias de


recuerdo de palabras aisladas, también se manifiesta en la evocación de oracio-
nes simples (cuyo sentido general puede retenerse), pero surge inevitablemente

I en el recuerdo de estructuras gramaticales complejas o comunicaciones consisten-


tes en varias unidades semánticas. Mientras que el paciente puede retener

I
fácilmente un "fragmento" (chunk) de la comunicación no puede repetir otro
similar por estar inhibido por el primero.
En los casos más severos (en caso de lesiones de las regiones temporales
izquierdas profundas) el paciente afecto de una 'afasia acusticomnésica es única-
mente capaz de repetir parte de una oración y dice que es "demasiado larga"
y que no puede retener todas sus partes o, en su caso, capta el sentido general
I
~
de la oración pero es incapaz de repetir sus elementos.
En otros casos (como en lesiones profundas en la línea media, que' afectan
indirectamente a las zonas del lenguaje) estas alteraciones de la memoria tienen
un carácter distinto y pueden afectar la retención de la composición de una

II
.
comunicación compleja. En estos casos el paciente retiene la primera parte de
la comunicación pero no la última (inhibición proactiva), o bien repite la última
parte, los elementos más recientes, pero no la primera parte (inhibición retroac-
tiva) y no puede, en general, captar el sentido de la comunicación, o capta su
sentido general, con frecuencia difusamente, pero es incapaz de reproducir los
detalles .
/ El rasgo característico de tal alteración de la decodificación de la comuni-
caciónconsiste en que no se afecta la decodificación de los componentes lin-
güísticos individuales (sentido de las palabras, estructuras sintácticas, elementos
predicativos), sino la retención de las partes semánticas individuales constitutivas
de la comunicación.
Por estas razones la estructura de la alteración de la decodificación es de
178 ANÁLISIS NEUROPSICOLÓCICO DE LA CO~mNICACIÓN VERBAL

Presentación de una c omunicación Presentación de una co mun icació n

54
I
I I I I I I I I

~ ~S4
I I
~SI ~S2 ¿ ? ? \{5 J
L ____ J
L_-r_...J

I Nu~1. I ~ - - -- [2J [D ~- - -1 Nucl. II I


Inhibición Inhibición
proactiva retroactiva
Rep"!tición de la comunicación Repetición de la comunicación

FIG. 17. - Esquema de la alteración de la decodificació'l de la comunicación verbal en


pacientes con lesiones cerebrales profundos y alteraciones primarias de la m emoria.

carácter distinto y puede ser representada convencionalmente mediante el esque-


ma de la figura 17.
En la primera parte de este esquema el primer núcleo semántico de la
comunicación está preservado mientras que el segundo se ha perdido en virtud
de la inhibición proactiva.
En la segunda parte del esquema las relaciones cambian y a causa del
freno retroactivo desaparece el primer núcleo semántico de la comunicación.
Daremos, a continuación, unos ejemplos:

Paciente Bodr., mujer de 42 años de edad con un tumor situado en las paredes del
tercer ventrículo y con un síndrome amnésico. Se le lee el relato de "La corneja
y las palomas" y lo repite de la siguiente forma: "La corneja dio un graznido. Las
palomas la reconocieron y la echaron . . . y las cornejas también la echaron" (reproduce
únicamente el fin~l del relato).
La fábula de "La hormiga y la paloma" fue repetida únicamente en su final:
" . .. he olvidado el inicio ... era un cazador que quería coger a la paloma, pero la
hormiga le mordió en la mano y no la pudo coger ... " Tras leerle nuevamente la his-
toria; la paciente fue capaz de repetir la primera parte, pero no la segunda: "La hor-
miga iba y empezó a hundirse ... la paloma le echó una rama .. . el hombre tomó una
red y quiso coger a la paloma ... he olvidado la continuación."
Paciente Vor., mujer de 48 años con un tumOr en el tercer ventrículo y un síndrome
amnésico.
Se le leyó la fábula "El león y el ratón" y tan s610 pudo repetir el final : "Pues ...
el ratón cortó la red con los dientes y liberó al león . .. he olvidado lo qlle iba
delante." Tras leerle nuevamente la fábula, el defecto seguía siendo idéntico: " ... el
ratón comi6 ... supo que el león cayó en la red ... cortó la red con sus dientes
y liberó al león".
Paciente Ser., mujer de 36 años con un tumor situado en el tercer ventrículo y con
un síndrome amnésico. Al leerle la misma fábula , tan sólo repitió su comienzo: "Un
león dormía ... el rat6n corrió por su cuerpo y el león le cogió . .. no . .. " . Tras una
segunda lectura se mantiene el mismo defecto: "Un león donllÍa .,. un ratón corrió
por su cuerpo y le despertó ... No sé. El león despertó y cogió al ratón ... no . .. lo
he olvidado ... ".
Paciente V., hombre de 26 años de edad con un defecto residual tras un traurna-
COMPRENSIÓN DE LA COMlJNICACIÓN VERBAL: ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO 179

tismo craneal severo y con un síndrome lesional de ambas regiones límbicas y síndrome
de Korsakov.
Se le leyó la historia "La hormiga y la paloma", repitiéndose varias veces la lec-
tura y solicitándose la reproducción cada vez (caso de L. T. Popova):
1) "La hormiga salvó a la paloma ... le echó una rama ... y se salvó ... la paloma
cayó en la trampa ... pero no recuerdo cómo pudo salvarse ... "
2) "¡Ah! ... la hormiga picó .. . una vez la hormiga cayó en desgracia . .. la
paloma le lanzó una rama ... un día el cazador puso las redes ... la hormiga se acercó
y las desenredó.:." ,
3) " ... La hormiga subió por la rama y cayó al agua ... una paloma le echó una
rama ... El cazador puso las redes, la paloma cayó en ellas ... Cuando la hormiga vio
esto, desenredó las redes y la cogi6 ... no ... no puedo recordarlo ... "
Cinco minutos más tarde:
"Se trata de una hormiga ... y alguien b salv6 ... la hormiga subió por una rama.
'.
¿Quién la salvó? Cualquier persona I)ormal ... La podían salvar los mismos animales
¿Qué animales están más cerca de la hornliga?
El mismo relato, 20 minutos más tarde:

I "Un día, una paloma cayó en desgracia ... la hormiga la liberó ... logró desenredar
las redes ... ¿Dónde cayó la hormiga? No lo recuerdo. ¡Ah!, cayó al agua y la paloma
le lanzó una rama."

I
!I!
Los ejemplos dados muestran claramente que en todos estos casos la repro-
ducción de la comunicación no se altera por la desintegración de las estructuras
léxicas o logicogramaticales sino por la inhibición mutua de las principales
"cuñas" semánticas de la comunicación, lo que origina que sólo se conserve en
la memoria el primer fragmento, mientras que el segundo desaparece (factor
primacy o inhibición proactiva) o permanezca el últimuo mientras que el primero
desaparece (factor "recency" o de inhibición retroactiva).
Existen, en la comprensión del lenguaje, una serie de factores no verbales,
además de la estabilidad de la memoria a corto plazo (operativa) que asegura la
comparación entre los elementos de la comunicación y permite la "influencia
entre los sentidos" que hemos descrito arriba. Un papel no menos importante
v / es desempeñado por otro factor no lingüístico: la alta selectividad de los
procesos nerviosos que es responsable de la capacidad de inhibir las asociaciones
incontroladas e interferentes y mantener así la constancia de la comunicación
decodificada.
La comunicación que llega a un individuo cae siempre en el terreno de las
uniones preexistentes y establecidas a 10 largo de su experiencia anterior. Algunas
de estas asociaciones son secundarias en relación a la comunicación dada pero
la sólida impresión prevía hace que su aparición sea más probable. Es natural
que, (.'omo hemos mencionado ya, al comienzo de la comunicación "La capital
de nuestra Patria ... " surja con más probabilidad la palabra "Moscú" y al inicio de
la comunicación "Unión de Repúblicas ... " aparezca con igual probabilidad el
final "Socialistas Soviéticas". El grado de probabilidad de las asociaciones surgi-
das al presentar las distintas palabras fue estudiado inicialmente por Kent y
Rozanov (1910), posteriormente por Luria (1931) y más recientemente por una
serie de lingüistas que han estudiado la probabilidad de la estructura de la
expresión.
No menos importancia tienen los complejos de sentido completo que surgen
ante ciertas comunicaciones. Así, si al enfermo se le presenta el relato de
L. N. Tolstoi "La gallina de los huevos de oro", que empieza diciendo: Un hom-
bre tenía una gallina que ponía huevos de oro", con gran probabilidad se pro-
vocará eLestereotipo (muy común en ruso) laitsa ne prostie, a zolotie (No simples
180 ANÁLISIS NE "L'ROPS ICOLÓCICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

huevos sino de oro) o el estereotipo Ded bil-bil, ne razbil, baba bila-bila, ne '
razbila .. . (el abuelo trató de romperlo y no pudo, la abuela trató de romperlo
y no pudo), etc. Es difícil precisa r el número de estos estereotip:Js irrelevantes o
asociaciones semánticas que 'surgen cuando se presentan fra gmentos d e una
comunicación pero la probabilidad de su aparición interfiere la correcta d eco-
dificación de ésta. Hay que admitir que la decodificación de cada comunicación

Presen tació n de una co mun icació n

\]s , \7s 2 \7s 3 \7s4 \7s 5


\ \ \ \ \
\ \
\
\ \ \ \
\
\
\ \ \
\
~7 ~~ ~7 ~-, \
~ s, a v\ S2 .a VS3a
\ . '\ S4 .a \
\
\
\
\
\ \ \
\ \ etc .
~ ~.., ~ ,,'7
V S1.b v S2 . b V S3.b v S4 . b

Repetición de la 'co municac;ón

FIG. 18. - Esquema de la alteración de la comullic(lcióll verbal ell lesiones ¡¡rofullclas


Ij m ediobasales.

exige la superación de las asociaciones secundarias que surgen en respu esta


a la presentación y que sólo se realizará si los sistemas contextuales d e las asocia-
ciones son dominantes y se inhiben las asociaciones interferent es.
En condiciones normales la selectividad en las asociaciones y la inhibición de
todo elemento interferente (extracontextual) se produce con relativa facilidad.
La situación es totalmente distinta si el tono cortical es tá disminuidó y la
corteza se sitúa en un estado inhibitorio, igualizante.
En tales casos, tal como h emos mencionado anteriormente, los c:, límulos
fuertes (o los más importantes) empiezan a provocar la misma res pu esta qu e los
débiles (o de poca importancia) y las asociaciones de ambos surgen con igll al
probabilidad. De este modo d esaparece la selectividad de las asociaciones qu e
es propia del contexto. de la comunicación presentada.
Posiblemente, qujen mejor ha d esc rito esta serie de asoc iaciones irrele vantes Cj\le
aparece en el estado de somnolencia (oniroide) ha sido L. N. Tolstui en su obra G I/ erra
y paz cuando Nicolás Rostov , semidormido, ve una serie d esordenada d e im áge nes:
"En la colina había una mancha blanca que Rostov no podía comprender de nin -
guna manera. ¿Era un claro en el bosque, era nieve (¡ti C perm anecía o eran casns
blancas? ... "Debe de ser nie\'e .. . una mancha , una mancha .. . une tache" . Pensó
Rostov, pasando del ruso al francés. " Pero no puede se r una tache .. . tach ... Na-
tacha, hermana mía de los ojos negros .. . Na-tashka ... Natashku ... toma" ... "Na-
COMPRENSIÓN DE LA cor.rUNlCACIÓN VERBAL: ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO 181

tashku, avanzar ... zar nos ... -¿a quién? A los húsares. A los húsares y a los bigotes
(usi) ... Pero los húsares y los bigotes (gusari y usi) ... Por la Tsverskaia iba este
húsar con bigotes y yo pensé en él frente a la casa de Guriev ... el viejo Guriev . ..
pero, qué tontería, lo principal es no olvidar que pensé algo necesario ... sí . .. Na-
tashku, avan-zar ... sí, sí, sí ... esto está bien" (Guerra y paz, libro primero, segunda
parte, capítulo 13).

Este ejemplo ilustra la aparición · incontro~ada de asociaciones secundarias


que se presenta en una persona normal en estado soñoliento u oniroide.
Sin embargo tal aparición de asociaciones secundarias llega a ser un fenó-
meno permanente y típico en ciertos estados patológicos del cerebro a causa
de lesiones situadas en regiones profundas (tumor del tercer ventrículo que
afecta a la normal circulación de la excitación a lo largo del circuito hipocampo-
mamilo-talámico) que disminuyen el tono cortical y hacen que la corteza se
sitúe en un estado fluctuante y de somnolencia.
En tales casos domina la aparición de asociaciones incontrolables e irrele-
vantes de manera que se altera la posibilidad del curso selectivo de los procesos
semánticos y de esta forma se altera la decodificación.
Estas asociaciones incontrolables resultan, con frecuencia, difíciles de domi-
nar a nivel de la decodificación y empiezan fácilmente a distraer al individuo
cambiando el tema del mensaje por estereotipos secundarios.
Si a un enfermo de este grupo se le lee el relato de "La gallina de los
huevos de oro" se desliza fácilmente a estereotipos secundarios: "huevos ...
mercado ... comercio ... ", etc.; si se le lee el relato "Kostochka" (pepita) surgen
estereotipos irrelevantes que alteran el tema real de la comunicación: "No deben
comerse las frutas crudas porque nos envenenarían", etc.
La posibilidad de la pérdida de selectividad en la reproducción de un
texto leído al paciente sucede en los casos de tumores que se sitúan en la
profundidad del cerebro -en la línea media- (fenómeno descrito especial-
mente en un trabajo de IGaschenko y cols.). Sin embargo, si la lesión afecta
a las zonas medio-basales de los lóbulos frontales o a las regiones profundas
del hemisferio derecho (estos casos son objeto de una investigación especial), se
altera el control de las asociaciones secundarias, el paciente deja de corregirlas
y sólo después de un cierto recorrido de éstas, regresa al tema que se le comunica.
En estos casos el proceso de la reproducción del fragmento adquiere un
nuevo carácter y se acerca al esquema que presentamos en la figura 18.
Citaremos algunos ejemplos de la desorganización de la decodificación que
ocurre en este grupo de enfermos.
Paciente Chem., varón de 64 años de edad, fue estudiado tras la extirpación de
un tumor situado en las paredes del ventrículo lateral derecho, en la región del trí-
gono. El paciente presentaba un definido síndrome de Korsakov con elementos de
confusión.

I
Al leerle el relato de L. N. Tolstoi "La gallina de los huevos de oro", el paciente
lo repite en los siguientes términos:
¡ " Una vez, un pueblerino de un pueblo donde la mayoría de los habitantes querían

I
ganar más dinero por su trabajo, pequeños burgueses que intentaban aumentar su
propiedad privada; en todo caso, gente con los ideales de los pequeños burgueses ...
así que comprando uno a otro estas gallinas, que por un lado daban más huevos
JI!
-. y por otro consumían menor cantidad de grano, si la de los vecinos pone dos huevos
~
la propia ha de poner tres , con las mismas condiciones climáticas, gran espacio ... la
compró y la puso en el gallinero ... empezó a darle de comer regularmente, ya que
sin eso no obtendría ni cuatro huevos de ganancia ... cada mañana o cada noche
182 ANÁLISIS r-.~UROPSICOLÓGICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

empezó a ponerle un huevo pequeñito, la propia gallina era pequeñita . .. y en casa


de su vecino también vio un huevo, pero un huevo 1 1h o 1 ~ mayor ... también lo
quiso así '" Pues decía : de un huevo se puede tener 1 1h de cáscara de oro ... y es
posible que dos cáscaras .. . Entonces hay ganancia . .. Es evidente que esta gallina
tiene grandes embriones que se desarrollarán en estos huevos de tan buen tamaiio ...
y le dio con un hacha , diciéndose "sopa" ahora corta , saca los huevos y cuenta, lo
esconde para que nadie lo coja ... arrancaron su cabeza, sacaron los huevos , pero
todos ellos resultaron ser ordinarios ... La moral: cuando algo te da buena ganancia,
no hagas como si fueses un bárbaro en busca de aquello que, como ves, no hay .. . "

Cuando aumenta el grado de confusión a causa de afecciones de las zonas


anteriores del cerebro, estáS asociaciones se hacen más marcadas pero el paciente
es aún capaz de retornar al tema original.
Veamos un ejemplo que ilustre este hecho.
Paciente Avot., de 34 años de edad (con un craneofaringioma que afecta hacia la re-
gión quiasmática) . Síndrome amnésico severo con afectación de la conciencia.
Se lee al paciente la fábula "El león y el ratón":
"~1ientras un león dormía, un ratón corría por su cuerpo . El león se d espertó
y cogió al ratón . f:ste empezó a pedirle que le soltara. El león se rió y lo
soltó. Al día siguiente, un cazador cogió al león y lo ató con una cuerda a un
árbol. El ratón se acercó sigilosamente, royó la cuerda y liberó al león."
El paciente expliCÓ la fábula con las siguientes palabras: "¡Ajá! El león y el ra-
tón ... Naturalmente, en Africa vivía un bello y buen león y también un ratón, el mejor
de todos. Pero una vez el león cogió a ese ratón y quiso comerlo como un bistec.
Pero el ratón le rogó durante tanto tiempo que le dejó escapar. Más tarde lIeg:uon
a África unos cazadores y llevaron al león a Europa ... Junto al león fue nuestro cono-
cido, el ratón ... Pero en el aeropuerto de Orly de París éste se escapó del avión y fue
a pasear por las calles de la ciudad. De repente vio una multitud de gente en la calle.
El ratón miró y vio que su amigo míster león estaba atado a la columna de un cine
y la gente de ParÍS le miraba. El ratón quiso liberar al león, pero los parisienses grita-
ron y no pudo hacerlo. . . Allí había algo más, pero .. , ¿Por qué decírselo a usted?
éQué había? Pues había algo, unos pequeños detalles ... por ejemplo, cómo fue el
león a encontrarse con su amigo en París ... y otros pocos detalles que no influían
en los acontecimientos ... "

Es evidente que en todos los casos citados la organización general de la


repetición estaba intacta, pero más tarde cuando el paciente va fatigándose y
se incrementa el estado oniroide, el enfermo pasa a una posición desfavorable
y la repetición selectiva d el contenido del relato es sustituida por asociaciones
seClmdarias incontrolables.

7. ALTERACIONES DE LA COMPHENSION DE LA COMUNICACIÓN


VERBAL EN PACIENTES CON LESIONES FRONTALES MASIVAS

Hasta ahora hemos d escrito casos en que las bases generales necesarias
para una adecuada comprensión de la comunicación verbal permanecían intactas
y el paciente mantenía establemente el plan de la comprensión siendo capaz de
extraer los elementos importantes, de decodificar el significado de las fras es,
compararlas unas con otras y pasar de la descripción externa, "superficial", d el
texto a su estructura semántica "profunda", hacia su "sentido interno", hacia
los pensamientos y motivos encerrados en él. En todos estos casos el éxito en el
COMPRENSIÓN DE LA COMUNICACIÓN VERBAL: ANÁLISIS NEUROPSICOLÓGICO 183

cumplimiento de la tarea solicitada estaba ensombrecido por alteraciones a nivel


de las operaciones lingüísticas de síntesis de las estrucnuas sintácticas superfi-
ciales, del paso a las estructuras sintácticas profundas y, finalmente, de obstácu-
los aparecidos en los intentos de inhibir las asociaciones secundarias e irrelevantes
para llegar al nivel del sentido general que se halla tras el texto.
Existe, sin embargo, otro tipo de lesiones cerebrales en las que aparece el
cuadro contrario. .
En estos casos las operaciones precisas para la comparación de una comu-
nicación permanecen potencialmente intactas, pero la orientación hacia la com-
prensión del sentido de la comunicación desaparece o se hace inestable, se
pierde el proceso de análisis activo del texto y el paciente pierde el control
sobre el curso de su actividad. Precic.amente, en virtud de todo esto, la auténtica
decodificación de la comunicación se sustituye fácilmente por asociaciones secun-
darias que aparecen sin control o por estereotipos inertes. En estos c~sos el
paciente no regresa al texto original.
Se producen alteraciones de este tipo en los casos de lesiones de los lóbulos
frontales, en particular en lesiones bilaterales (tumores y traumas) de estas
regiones cuyo análisis neuropsicológico hemos presentado en otro lugar (Luria,
1962, 1969, 1970; Luria y Homskaia, 1966; Homskaia, 1972). En estos casos
la activación evocada normalmente por una orden verbal está gravemente redu-
cida y la actividad psicológica adquiere un carácter incontrolable, de modo que
el cumplimiento del programa original se sustituye por asociaciones secundarias
que aparecen sin control.
Este hecho se manifiesta en la conducta de estos pacientes como una tenden-
cia a perder sus planes originales y sustituir las acciones dirigidas a un objetivo,
dirigidas por un programa, por respuestas impulsivas a estímulos que llegan a
ellos o por estereotipos inertes que se van repitiendo.
A nivel de la actividad intelectual estas lesiones dan lugar a una desintegra-
ción de la resolución organizada de problemas, a una pérdida de la "estrategia"
y a su sustitución por respuestas impulsivas, fragmentarias o por la repetición
inerte de los métodos previamente utilizados (Luria y Tsvetkova, 1966, 1967).
En el contexto de este libro tiene especial interés el hecho de la desintegra-
ción de la comprensión de la comunicación, que aparece fácilmente en estos
casos y se aprecia con excepcional claridad si 'la lesión de los lóbulos frontales
se acompaña de una disminución general del tono cortical asociado a patología
de las zonas profundas (mediales) del cerebro y a depresión de las funciones del
tronco cerebral.
Si a un enfermo de este grupo se le propone la repetición de una larga histo-
ria, empieza a repetirla correctamente; sin embargo, el proceso activo de la '
adecuada comprensión del sentido es muy inestable y fácilmente es alterado por
asociaciones incontrolables.
La diferencia con el grupo descrito arriba, consiste en que en este caso el
control general que ejerce el paciente sobre la decodificación está tan grave-
mente alterado que las asociaciones incontrolables no son inhibidas, el esquema
semántico general no se retiene y no hay un regreso al tema original de la
comunicación de modo que el proceso de reproducción selectiva se sustituye
I por nuevas }' nuevas asociaciones incontroladas que destruyen completamente
! el esquema semántico de la comunicación.
Por ejemplo, habiendo iniciado la repetición de la historia «La gallina de
\ los huevos de oro" y llegando al fragmento "... el hombre pensó que dentro
\ habría mucho oro y la mató. En su interior no habia nada ... " se desliza hacia

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COMPRENSIÓN DE LA COMUNICACIÓN VEl1BAl": ANÁLISIS NEl."ROPSICOLÓCICO 185

asqciaciones secundarias "abrir la gallina", ." abrir y cerrar", "abrir y cerrar las
puertas ..... , etc., el paciente es incapaz de inhibir estas asociaciones secundarias
y pierde por completo el hilo de la comunicación.
En los casos con lesiones p articularmente extensas, los factores que alteran
la repetición selectiva (con textual) de la historia pueden ser impresiones directas
y no elementos de su experiencia previa. Por ejemplo, para un paciente de este
grupo basta la percepción de una botella que está sobre la mesa, para "enlazar"
esta impresión con el curso de la comunicación y como resultado de esto surgen
las peculiares formas de contaminación del fragmento presentado. La historia
"La gallina de los huevos de oro" puede ser expresada de la siguiente forma:
"Un hombre tenía una gallina .. . ella ponía huevos de oro ... (el paciente ve
entonces la botella que está sobre la mesa) ... quiso beber y fue al bar, tomó
la botella ... ", etc.
En estos casos se puede apreciar claramente una converSlOn "experimental.
mente inducida" de la historia dada en un flujo de imágenes (próximas a un
ensueño) y de asociaciones, y el normal proceso de decodificación tiene lugar
según uno de los esquemas presentados en la figura 19.
Un hecho característico de estos esquemas es la ausencia de paso de un
núcleo semántico (núcl. 1) a otro núcleo que está contextualmente unido a él
(núc1. II y otros) y el cambio de los elementos adecuados por la aparición, sin
control, de asociaciones secundarias (véase en A: S1> S2' S3 ... ) o provocadas
por impresiones recibidas desde el exterior (véase en B: El' E 2 , E3 ... ). En oca-
siones, las influencias de estereotipos inertes conducen a la repetición estereo-
tipada de los mismos fragmentos de la comunicación (véase C).
Es fácil ver que en tales casos los componentes lexicales y logicogramaticales
de la decodificación están conservados pero el proceso activo de extracción del
sentido dominante se altera y la decodificaci6n selectiva de la comunicación es
sustituida por una serie de asociaciones extracontextuales e incontrolables.

Daremos algunos ejemplos que ilustrarán esta alteración del proceso de decodiJica-
ción activa y repetición de la comunicación. El paso a las asociaciones secundarias
que destruyen totalmente el tema principal puede resultar de procesos patológicos que

I
afectan gradualmente a las regiones frontales o de una lesión masiva y primaria de
los lóbulos frontales, asociada con un síndrome cerebral general.
Un ejemplo de la primera de estas formas es el paciente que hemós descrito ante-
riormente y que presentaba un craneofaringioma que se extendía hacia los lóbulos fron-

I tales. Como ejemplo de la segunda forma presentaremos un paciente con una lesión
traumática masiva de ambos lóbulos frontales, complicada por un síndrome de hiper-
tensión endocraneal.

I Paciente Avot. (véase anteriormente). La historia "La corneja y las· palomas" se repite
de la forma siguiente: "La corneja quiso comer bien .. , sabía que daban muy bien
de comer a las palomas ... se tiñó con un colorante de anilina (mira a la examjnado-
ra) ... se hizo tirabuzones ... y voló hacia la casa donde vivían las palomas .,. allí
1 la vida era difícil para ella (mira a su alrededor) .,. cogió una apendicitis ... y el

I
doctor K. le operó ... estaba en la cama ... nuestro pequeño pájaro, la comefa ... muy
triste y pálida ... y el cimjano la miró y sintió cariño por ella y le propuso que fuera
su esposa ... pues ... voló a algún lugar .,. son cosas de mujeres ... pero allí no fue
admitida ... y se quedó entre el cielo y la tierra ... "
1 En el referido protocolo se ve claramente que las impresiones inmediatas conducen
a la sustitución del tema del relato por asociaciones irrelevantes, pero a pesar de ello
el paciente puede regresar al tema original.
En lesiones primarias y masivas de los lóbulos frontales, la influencia de las asocia-
ciones aparecidas sin control puede ser tan grande que se hace imposible el retorno
,
186 ANÁLISIS 1\EUROPSICOLÓCICO DE LA COMUNICACIÓN VERBAL

a la línea prinCipal del tema y los intentos de repetición de una historia son totalmente
sustituidos por una cadena de asociaciones imposibles de inhibir.
Paciente Kork, varón de 24 años de edad, con una lesión traumática masiva de ambos
lóbulos frontales. Fractura frontal y consecutiva atrofia de la región frontal izquierda .
Síndrome de Korsako v.
Se le lee la historia de "La gallina de los huevos de oro" y la repite en los
siguientes términos ;
"Pues el hombre la mató ... y en su interior encontró muy poco oro (repetición
ecolálica de la últim:l parte de la histOria). Pensó que segura mente ella tenía , como
todas , mucho oro dentro ... ¿Ha terminado usted? No . .. pronto termino ... dentro
de ella ... ciertamen te, par2ce que no encontraron tanto oro como debía haber .. .
(pausa) .. . Pues empezaron a investigar estos lugares ... y al investigar estos lugares .. .
vieron ... que este lugar no se abre del todo .. . pues dejaron este lugar y empezaron
a buscar uno nuevo .. . pues ... al hacer el registro .. . es decir, al buscar el nuevo
lugar ... es decir, ellos ... encontraron a faltar el antiguo lugar .. . pues, de otra ma-
nera, que este lugar se cierra mal ... a propósito .. . no lejos de este lugar ... ahora
diré el número del comedor .. . treinta y uno, me parece ... pues al no encontrar allí
a ningún cocinero ... abandonaron este lugar y se escaparon. ¿Ha terminado? Pronto
termino .. . al ver que este lugar se termina (perseveración) y allí no hay nada bueno ...
pues estas búsquedas (mira al magnetófono) . .. se acerca a estos magnetófonos . .. mi-
raron ... no hay nada nuevo ... este magnetófono está conectado y lo demás se
graba ... lo de allí da vueltas . .. ¿Qué graban? hm ... lo que dijo esta banda . .. es
decir ... la célula . . . pues las cifras giran ... 02 ... 03 ... resultó que escribieron
estas cifras . . . , etc.
Es obvio que, en este caso, la repetición del tema se sustituye por una serie de
asociaciones incontrolables (abrir y cerrar la puerta, abrir y cerrar el comedor, etc.),
la acción de impresiones directas (magnetófono) y estereotipos inertes. Todos estos ele-
mentos hacen que el retorno al tema central sea completamente imposible.

8. CONCLUSIONES

El estudio de la comlln icación verbal se ha desarrollado en los últimos años


hasta constituir una rama definida de la ciencia.
U n papel muy importante en este proceso ha sido desempeñado por ]a
lingüística contemporánea, que en los últimos años, gracias al trabajo de lin-
güistas tanto soviéticos como extranjeros ' dedicados al estudio de los problemas
de la sintaxis y la semántica, ha transferido estas investigaciones a un nivel
elevado abriendo nue\'as sendas de investigación.
Otra importante rama de la ciencia de la transmisión de la comunicación
se ha formado a partir de las aportaciones de la psicología del lenguaje, de la
actividad intelectual y de la psicolingüística: no es casual que los trabajos de
psicólogos tales como Vigotsky en la URSS, G. Miller en los Estados Unidos
y D. Broadbent en In glaterra, hayan tenido una aprobación general. Esto se
debe a que el análisis de los procesos reales de transmisión y de recepción de la
comunicación ha sido estudiado con especial interés por la psicología y la psico-
lingüística.
Las dificultades más importantes que han aparecido en el desarrollo de esta
esfera de la ciencia se deben a la falta de métodos objetivos de investigación
de la codificación y la decodificación de la comunicación.
Es evidente que en el estudio de la formación de la transmisión y de la
decodificación de la comunicación aparecen una serie de factores . .E:stos incluyen :
el motivo que induce al hablante a expresar cierto contenido en palabras; el
COMPRENSIÓN DE LA CO~ il1'J\:ICA C IÓN VERBAL: ANÁLISIS SEUROPSICOLÓCICO 187

contenido o pensamiento que ha de encarnarse en el lenguaje; el sistema objetivo


de unidades lingüísticas en el que se plasma el pensamiento y que juega un papel
esencial en su definición precisa. También es totalmente indiscutible que junto
al sistema de unidades lingüísticas se sitúan componentes extralingüísticos:
gestos, mímica, entonación y que el contexto que permite comprender un frag-
mento teniendo en cuenta la estructura total del texto como un todo. Por último,
tampoco hay dudas de que tras de la comunicación puede haber un sentido
interno, resultado de la elaboración de .todo el texto.
Esta composición compleja es característica tanto de la formación (codifica-
ci6n) como de la comprensión (decodificaci6n) de la comunicación. Existen razo-
nes para aceptar que el análisis del proceso real de la comprensión de la comu-
nicación, que comporta el paso desde las estructuras sintácticas superficiales a
las profundas y al sentido general de la comunicación, es un problema tan
complejo como el análisis del proceso de su formación.
Sin embargo, los métodos de que dispone la ciencia para resolver el pro-
blema de los procesos reales que están en la base de la transmisión y compren-
sión de la comunicación, son todavía muy limitados.
Precisamente esta circunstancia ha determinado que los estudiosos del tema
dedicaran sus esfuerzos a la búsqueda de modelos adecuados de las estructuras
lingüísticas que pueden transmitir información verbal y al desarrollo de los
métodos psicológicos y experimentales que permiten analizar este proceso. Estas
investigaciones, intensamente desarrolladas en los últimos años, constituyen el
núcleo fundamental de la psicolingüística.
Entre los métodos objetivos que han realizado una significativa contribución
al análisis de los procesos reales de la codificación y decodificación de la comu-
nicación y sus elementos constitutivr-s se sitúa el análisis neuropsicológico, q.lya
técnica hemos descrito en las páginas precedentes, y que constituye la base
de la nueva rama de la ciencia que ha sido denominada neurolíngüística.
La utilización de este método se basa en la suposición de que la codifica-
ción y decodificación de la comunicación verbal es realizada por un sistema
funcional complejo constituido por varios componentes, que implica una serie
de zonas de la corteza cerebral que trabajan en estrecha cooperación y que cada
una de ellas es responsable de un aspecto particular de este complejo proceso.
Las lesiones focales cerebrales de una zona particular del cerebro dan lugar a la
inactivación (o alteración) de los componentes correspondientes de la codificación
o decodificación y se manifiestan en las distintas formas de lenguaje patológico.
A lo largo de las páginas precedentes hemos intentado demostrar estos
hechos a partir de una serie de casos. Hemos mostrado cómo la codificación
y la decodificación de la comunicación verbal se alteran en lesiones del lóbulo
temporal izquierdo en relación a un defecto en las bases fonémicas de las
palabras y cómo en estos casos permanecen intactos los sistemas más complejos
del lenguaje. Intentamos demostrar cómo se modifica la codificación y la deco-
dificación en casos en que la lesión se sitúa en las zonas parietooccipitales del
hemisferio izquierdo, afectando la síntesis simultánea y a la formación de los
esquemas espaciales precisos para la comprensión de las relaciones logicogramati-
l' cales complejas. En estos casos no se afecta la composición lexical del lenguaje
¡ ni el proceso de la decodificación activa. A continuación hemos mostrado cómo
I
\ se altera el proceso de la codificación y la decodificación cuando las lesiones
cerebrales comprometen a la memoria a corto plazo (operativa) y el paciente
es incapaz de retener más de lila parte de la comunicación verbal durante el
tiempo preciso. Finalmente hemos tratado de mostrar cómo se alteran estos

14 . LURIA
188 ANÁLISIS NEUROPSICOLÓCICO bE LA cm1 UN IC:\CIÓN VERnAL

procesos en pacientes con lesiones en los lóbulos froiltales: no se altera la


capacidad de asimilar y usar el sistema de los códigos del lenguaje, pero aparece
una afectación de la actividad orientada hacia un objetivo y que fundamenta
las operaciones selectivas relacionadas con la formación de la expresión verbal
y la decodificación del material ofrecido.
El análisis que hemos realizado muestra que el proceso de la codificación
de la comunicación verbal pasa por sucesivas etapas iniciándose en la creación de
un plan general de expresión, pasando por la formación de su esquema verbal
y terminando con la formulación de la expresión verbal desarrollada que incluye
componentes lexicales definidos y estructuras sintúcticas. Hemos podido ver que
este proceso puede alterarse a niveles diferentes y adquirir distintas formas .
El análisis realizado más arriba ha mostrado que el proceso de comprensión
(decodificación) de la comunicación verbal compleja tiene una estructura también
compleja y que comporta, por lo menos, tres estadios: la identificación del sentido
preciso de los elementos lexicales (palabras), la comprensión de las relaciones
sintácticas existentes entre estas palabras, que constituyen las formaciones mús
complejas: las estructuras sintácticas superficiales y profundas y, por último, el
reconocimiento del sentido general de la comunicación.
En este nivel del análisis también hemos podido ver que a causa de lesiones
cerebrales focales estos tres estadios pueden ser alterados individualmente de
modo que en cada uno de estos casos el proceso de decodificación sufre de modo
distinto.
Hemos de considerar las investigaciones que acabamos de presentar como
un primer intento en la aplicación del método neurolingüístico en el estudio del
proceso de la comunicación verbal. Precisamente por este motivo queda justi-
ficado que la serie de observaciones que hemos presentado no responda total-
mente a las exigencias de exactitud y claridad requeridas en una investigación
científica acabada.
En estos primeros pasos de aplicación del método neurolingüístico es sufi-
ciente, para nosotros, mostrar que el método es válido, en principio, y suficiente-
mente productivo para el análisis de los procesos que nos ocupan . Si la efecti-
vidad de este método es aceptada, el siguiente paso será su utilización en el
estudio de la codificación y de la decodificación verbal a distintos grados de
complejidad, sep~rando la complejidad de su composición léxica, sus estruc-
turas sintácticas, su entonación y construcción melódica de las relaciones entre
el sentido "externo" y la connotación "interna", de modo que puedan distin-
guirse las características específicas de los distintos tipos de comunicación .
I
I
-,
. ¡
(

SEGUNDA PARTE

RECONSIDERA ClONES
SOBRE LA AFASIA
1
REvrsrON DE LAS FORMAS COMPLEJAS
DE AFASIA

Desde que se inició el estudio de la afasia, los trastornos del lenguaje fueron
divididos por los neurólogos en dos formas principales: afasia motora o afasia
de Broca (1866), descrita como "un trastorno de las imágenes motrices de las
palabras" y afasia sensorial o de Wernicke (1874), definida como "un trastorno
de las imágenes sensoriales de las palabras". Estas dos formas de afasia, con
una localización firmemente establecida y unos síntomas descritos minuciosa-
mente, fueron por largo tiempo las formas básicas de los trastornos del lenguaje
observados tras lesiones locales del hemisferio izquierdo, y dominaron el .estudio
de la afasia pese a que sus síntomas, mecanismos productores y localización
cerebral eran conocidos en lo fundamental.
Sin embargo, la e~."periencia clínica demostró muy pronto que estas dos
formas básicas no explicaban los múltiples cuadros afásicos observados en

I
j
pacientes con lesiones en el hemisferio dominante (izquierdo), y. durante las
décadas siguientes se produjeron descripciones de formas nuevas y más com-
plejas de trastornos del lenguaje, que, como consideraban los fundadores de la
neurología, se basaban en alteraciones de proceso,s más complejos que los simples
trastornos motores o sensoriales.
Por ejemplo, con el tiempo los neurólogos habían distinguido la afasia de
conducci6n basada en la interrupción de las conexiones entre los centros del
habla "sensorial" y "motora" y expresada en la incapacidad de repetir palabras,
aun cuando no se afecta el lenguaje espontáneo; la afasia motora transcorlical en
la que se consideran interrumpidas las conexiones entre el hipotético "centro
de los conceptos" y "los centros motores del habla", dando lugar a un cuadro
opuesto -trastorno del lenguaje espontáneo mientras permanece intacta la capa-
cidad de repetir palabras. La tercera forma descrita fue la afasia sensorial
transcortícal, en la que la interrupción de las conexiones entre el "centro senso-
rial del habla" y el "centro de los conceptos" conduce a la alteraci6n de la com-
prensión del lenguaje narrativo, aunque permanecen inalterados la percepción
de los sonidos del habla y el lenguaje repetitivo y tampoco se aprecia trastorno
en los movimientos espontáneos del habla. Finalmente, algo después se describió
la "afasia amnésica" (o "anomia") en la que los procesos sensoriales y motores
del habla permanecen inalterados pero se perturba el recuerdo de la palabra
y se hace imposible la denominación de objetos.
Nuest~o conocimiento de la naturaleza de la afasia ha evolucionado hacia
192 CONSIDERACIONES SOBRl: 1.:\ AFASIA

la diferenciación de formas de complejidad creciente en las que los trastornos


del habla se consideran basados, no en las alteraciones sensoriales o motoras
comparativamente elem entales, sino en problemas de sus conexion es o sus trazos
mnésicos. Al señala;'se el papel del trastorno de las conexiones entre zonas
indi\'iduales del cerebro en la génesis de las afasias, se ha atraído de nuevo. en
fechas recientes la atención de los neurólogos, y los "síndromes de desconexión ",
siguiendo el trabajo de Geschwind (1965), han ocupado nuevamente una posi-
ción central en el estudio de ]a afasia .
Aunque el desarrollo de las ideas básicas sobre la afasia ha seguido este
rumbo, es preciso admitir que sus bases lógicas son realmente mecanicistas ; ya
en los primeros estadios e<; to condujo a dudas y decepciones que se manifestaron
en las sucesivas crisis en la comprensión de los trastornos afásicos.
La primera reacción contra la aproximación mecanicista de Broca y Wernicke
al fenómeno de la afasia se produjo en su propia época, unida al nombre de
uno de los grandes neurólogos ingleses, Hughlings Jackson, que ya desde el
principio sugirió que la afasia debía abordarse desde un punto de vista genético.
Jackson veía los trastornos del habla como alteraciones del nivel superior d e
organización cerebral de la conducta e insistía en que debía concentrarse la
atención en la estlUctura general del nivel de organización de los procesos
verbales, cuya alteración conduce a las diversas formas de lo que básicamente
es un solo trastorno, la afasia.
Algo más tarde la tendencia a considerar ]a afasia como un trastorno unitario
fue adoptada por el neurólogo francés Pien'e Marie (1905). E:ste indicó que
debía distinguirse la afasia verdadera de las alteraciones más elementales (como
distonía y disartria) y que debía ser considerada como una pe,turbación de la
I actividad intelectual; el mismo enfoque se veía posteriormente en los escritos
I
• I de la "Escuela noética" . Uno de sus miembros, el famoso neurólogo alemán
I
Kurt Goldstein (1923, 1926, 1948), siguiendo al filósofo neokantiano Cassirer
(1923), postulaba que es inadecuado concebir la afasia como una combinación
de trastornos sensomotores, y que debía ser considerada como una alteración del
"nivel abstracto" o de la "conducta categorial". Se vio otra manifestación de la
misma crisis en el trabajo del neurólogo inglés Henry Head (1926) que rechazó
la interpretación de los trastornos del habla como una combinación de problemas
motores y sensoriales, sugiriendo que la clasificación de la afasia debía basarse
en principios puramente lingüísticos. En consecuencia distinguió como formas
de afasia la "verbal", la "nominativa", la "sintúctica" y la "semántica".
Esta crisis en la concepción de la afasia duró casi un siglo, e involucró impor-
tantes principios.
El intento de distinguir los componentes h¡lsicos de los trastornos de! 1('11 -
guaje, establecer los problemas sensoriales y motores que conducen al cuadro
afásico y descubrir el fenómeno de "desconexión" subyacente en sus diversos
tipos, era perfectamente natural para ciencia analítica del siglo XX; y existía el
legítimo deseo de desmenuzar los complejos cuadros de alteración patológica
de una función en sus elementos componentes. Sin embargo, el carácter exage-
radamente mecanicista de este análisis, con la diferenciación de "centros" escru-
pulosamente localizados que serían responsables de las funciones más complejas,
y de conexiones igualm ente hipotéticas, cuya perturbación ocasionaría trastornos
específicos, condujo a la insatisfacción y la reacción contra los puntos de vista
de los neurólogos clásieos. Se repitió nu eva mente la reacción que se había produ-
cido contra las bases teóricas ue estos conceptos -la simplifi cada "patología
celular" de Virchow- a comienzos del presente siglo.
I
REVL'iIÓN DE LAS FORMAS COMPLEJAS DE AFASIA 193

No obstante, aunque los principios mecanicistas subyacentes a las teorías


clásicas provocaban el natural descontento, la solución ofrecida como alternativa
I por los partidarios de la "Escuela noética» fue también incapaz de salvar el

I estudio de la afasia de las crisis que habían provocado las concepciones meca-
nicistas de la neurología clásica.
Los que mantenían que la afasia se basa en una perturbación de las "fun_

I ciones intelectuales», o de la "actividad simbólica", del "'nivel abstracto" o de


la "conducta categórica» describían los hechos relacionados con aquélla en
conceptos psicológicos generales que correspondían a los puntos de vista de la
filosofía contemporánea y consideraban los trastornos del lenguaje sin tener en
cuenta sus bases cerebrales ni los mecanismos fisiológicos que los sustentan.
El reemplazar los intentos mecanicistas de analizar un fenómeno patológico
complejo por su interpretación idealista no pudo, lógicamente, ofrecer una solu-
ción a la crisis planteada; sólo cambió uno por otro un callejón sin salida del
pensamiento científico.
La causa principal de la crisis en la concepción clásica de la afasia fue la
omisión de ]a adecuada calificación p sicológica · de los trastornos observados y
de] estudio cuidadoso de los mecanismos fisiológicos subyacentes.
El intento de pasar directamente de los síntomas observados a su hipotética

I localización anatómica sólo condujo a la creación de esquemas mecanicistas en


los que los síntomas externos· (alteración de los movimientos del lenguaje, de la
comprensión, repetición, escritura, etc.) eran relacionados, sin el menor análisis,

II con una hipotética alteración cerebral, rígidamente localizada.


A causa de esta aproximación, síntomas aislados, analizados inadecuadamente,
a menudo de estructura muy distinta, fueron descli tos como "formas de afasia",
reemplazándose sus auténticos mecanismos por lo que se llamó la "mitología
cerebral" .
Es evidente que esta simplificada aproximación mecanicista tuvo efectos
negativos tanto en la medicina clínica, que se vio privada de la riqueza de
cuadros, como en la teoría de los procesos del lenguaje, que no progresó hacia
el descubrimiento de los mecanismos fundamentales.
La superación de la crisis dependía de la adecuada descripción psicológica
de los trastornos del lenguaje y del hallazgo de ,los mecanismos fisiológicos que
Jos producían.
Durante años intentamos seguir esta senda en nuestro trabajo; en el primer
estadio trataremos de revisar la interpretación de las formas básicas de afasia
(Luria, 1947, 1962, 1964, 1970). Sometimos a análisis psicológico el proceso de
comprensión verbal, identificando las condiciones subyacentes en la afasia senso-
rial, e intentamos hacer lo mismo con los procesos del lenguaje expresivo o
motor, distinguiendo los mecanismos básicos de la afasia motora.
Inferimos de estas investigaciones que la comprensión verbal se basa en
complejos procesos de análisis fonémico, dirigidos a la identificación de las carac-
terísticas fonémicas "pertinentes" (o portadoras de significado) de los sonidos del
lenguaje, y que la " afasia sensorial" consiste en la alteración de la audición
fonémica a consecuencia de lesiones en las zonas secundarias de la región tem-
poral izquierda. Esto nos permitió ir más allá de la simplificada interpretación
de la afasia sensorial como manifestación de defectos acústicos elementales y
superar también el considerarla como manifestación de alteraciones intelectuales
de carácter general. El análisis del proceso de perturbación de la audición foné-
mica nos capacitó para abordar las tareas de calificar la afasia sensorial, distin-
guir sus formas "~W\lsticogn6sica" y "acusticomnésica" y diseñ·a r Una interpre-

I
194 CONSIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

tación científica de los síndromes observados en pacientes con trastornos del


lenguaje impresivo.
Nuestras actividades se dirigieron también hacia la segunda form :l básica, la
afasia motora.
Por medio de un análisis basado en los actuales puntos de vista sobre los
mecanismos fisiológicos de los movimientos voluntarios, distinguimos las dos con-
diciones fundamentales para la producción de un movimiento: su base aferente,
cinestésica, y su organización eferente, cinética.
La diferenciación de las dos condiciones del movimiento permitió acceder
desde posiciones nuevas a su patología general (sugiriendo un nuevo enfoque
en el análisis y clasificaci01l de las apraxias) y a la patología específica del len-
guaje motor, distinguiéndose los dos cuadros clínicos de la afasia motora, que
difieren en su estructura y localización: una "afasia motora aferente" (cinesté-
sica), que es una forma especial de apraxia verbal, consecuente a lesiones de las
porciones inferiores de la zona poscentral del área del lenguaje, y una "afasia mo-
tora eferente" (cinética), basada en la perturbación de la organización sucesiva
o seriada de los procesos verbales, originada por lesiones de las zonas anteriores
(premotoras) del córtex del lenguaje.
Finalmente, las últimas investigaciones permitieron la aproximación al análi-
sis psicológico y fisiopatológico de la alteración del lenguaje conocida, desde
los trabajos de Head, como "afasia semántica". Como mostraron las investiga-
ciones, se basa en trastornos de síntesis y al1álisis simultáneo (espaciales) origi-
nados por lesiones en las zonas parietooccipitales del córtex y que provocan
alteraciones en la capacidad de captar relaciones lógicas y gramaticales. El análisis
de esta forma afásica condujo al conocimiento de los m ecanismos relativamente
simples que subyacen en ella, y a la descripción de un síndrome complejo
compuesto por trastornos de la orientación espacial, apraxia constructiva, acalcu-
lia e incapacidad de percibir estructuras logicogramaticales complejas; a través
del análisis se demuestra que estos síntomas, a primera vista totalmente desco-
nexos, se basan en un único factor. La investigación tendente al descubrimiento
de las diferencias esenciales entre las diversas formas de afasia nos ocupó
durante dos o tres décadas, y nos condujo a la identificación de los hechos
básicos que cons.tituyen la materia de . una nueva rama de la ciencia, la neuro-
psicología, y posteriormente de la neurolingüística.
Esta línea de investigación, lógicamente, tiene limitaciones. En primer lugar,
tiende a identificar los factores básicos de las diversas formas afásicas, poniendo
menor atención en los mecanismos fisiopatológicos manifestados por los trastor-
nos neurodinámicos que producen los síntomas descritos. El incompleto análisis
fisiológico del fenómeno clínico constituye la principal limitación en este es-
tadio.
La segunda limitación radica en que, en ese momento, sólo podían analizar
las formas básicas de los síndromes afásicos descritos por la neurología clásica,
y tuvimos que dejar fuera de nuestra investigación las formas más complejas.
La estructura básica de las formas motora y sensorial empezó a c1arificarse
en nuestras investigaciones, pero se progresó con dificultad en el análisis de las
estructuras básicas y de los mecanismos neuropsicológicos de las formas más
complejas, como las afasias "de conducción" y " transcortical" descritas por los
neurólogos c1ásicos.
Tampoco intentamos realizar un profundo análisis de los mecanismos básicos
de la "afasia amnésica" (nominal) o de las formas más complejas de alteración de
las estructuras sintácticas del lenguaje y de su organización dinámica.
REVISIÓN DE LAS FORMAS COMPLEJAS DE AFASIA 195

Por esto debemos detenernos ahora en el análisis neuropsicológico de las


formas afásicas que acabamos de mencionar.
Las secciones que siguen a esta breve introducción tratarán sobre los intentos
de análisis de las afasias "de conducción", "transcortica]" y "amnésica", con el
objeto de ofrecer una descripción detallada de los mecanismos que las sustentan
y de sus variadas formas clínicas.

?AA ESTR!II F.:':


N ElfR GP!)¡~OLO(¡I/.
11
REVlsrON DE LA l/AFASIA DE CONDUCCrON"

l. EL PHOBLEMA

En 1875 Wernicke describió una forma especial de afasia en la que el pacien-


te conservaba la comprensión verbal, y era incluso capaz de producir lenguaje
espontáneo coherente pero le era totalmente imposible repetir sonidos, palabras
o frases. La paradoja de este fenómeno era que se afectaban las formas d e
lenguaje aparentemente más elementales mientras que las más complejas perma-
necían intactas.
\Vernícke postuló que el trastorno se basaba en la interrupción de las
conexiones entre los "centros" del lenguaje sensorial y motor (conexiones en las
que, en su opuuon, participaba la ínsula) mientras que permanecían ' intactas
las conexiones entre las áreas corticales sensorial y motora y las formacion es
más elevadas.
Poco después de la descripción de este cuadro Lichtheim (1884) confirmó la
existencia de la "afasia de conducción"; describió un paciente capaz de producir
un lenguaje narrativo espontáneo relativamente correcto, pero que no podía
repetir palabras y aún menos frases; postuló la interrupción de las vías entre
el centro "sensorial" y el "motor" (S ~ M) como bases de esta forma afásica,
mientras que las demás conexiones necesarias para la actividad verbal permane-

I cían intactas. 1

I
B

~
II S~---M---~M

¡.
¡ Déjérine (1885) llegó a conclusiones idénticas al reiterar que este síndrome
se basa en un trastorno de las conexiones entre los centros sensorial y motor del

l. ~ =~Bef?Títf9Zentrum (centro para los 90nceptos). (N. del T.)


198 CONSIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

lenguaje, y que estas conexiones están íntimamente ligadas a la ínsula, que


incluye fibras para el lenguaje involuntario (imitativo) y repetitivo voluntario.
A pesar de la simplicidad y aparente atractivo de este esquema, su carácter
excesivamente simplista fue advertido ya en los primeros momentos del estudio
de la "afasia de conducción" , pero sorprende que los detalles descritos por
\Vernicke no atrajeran en mayor medida la atención de los autores, que se limi-
taron a repetir en los textos, durante generaciones sucesivas, el concepto de
"afasia de conducción".
Este concepto de "afasia de conducción" no es totalmente exacto.
En primer lugar, desde el inicio se estableció que el fenómeno no se en cuen-
tra jamás en una forma pU;'a, ya que los pacientes presentan dificul tades notables
en la repetición de sonidos y palabras y son también incapaces de nombrar
objetos, frecuentemente tienen dificultad en el lenguaje narrativo y se ven forza-
dos a buscar palabras y realizar perífrasis, teniendo apreciables dificultades en la
escritura. Estos hechos, por sí solos, bastan para desechar la hipótesis de la
desconexión entre los centros motor y sensorial del lenguaje como explicación
de este cuadro de problemas. Los trastornos verbales qu e aparecen en la "afasia
de conducción" son más complejos y diversos que los que cons ideraban el esque-
ma de Wemicke-Lichtheim.
En segundo lugar, los autores que estudiaron la " afasia de conducción" con-
cluyeron invariablemente en que los trastornos no eran tan homogéneos como
se suponía, y que en base a las observaciones clínicas podían distinguirse al
menos dos síndromes distintos de "afasia de conducción". En una de ellas
el trastorno de la capacidad para repetir palabras está íntimamente ligado a la
dificultad en nombrar objetos, mientras que en la otra la alteración está menos
ligada a la "función nominativa" que a la complejidad y volumen del material
a repetir. En estas circunstancias aparecen dificultades cuando se han de repetir
palabras complejas o largas, y aún más si son frases o series de palabras; las difi-
cultades dependen también del período entre la presentación de la palabra y la
repetición del paciente, y son particularmente notables tras una pausa de
3-10 segundos (Geschwind, 1965; Braun, 1972).
La complejidad y variabilidad del fenómeno de la "afasia de conducción "
llevó a Wemicke, el primero que describió el cuadro, a concluir a los 30 aI10S
de sus primeras observaciones que "es prácticamente imposible describir un
único cuadro clínico de esta forma de afasia en base a los datos empíricos "
(Wemicke, 1908).
¡
I
Por tanto, ya desde el comienzo, la inte¡pretación de la "afasia de conduc-
ción" tuvo que competir con ciertos hechos qu e ponían en entred icho su exis-
tencia.
Para empezar, es inverosímil que tal cuadro complejo pued a ser producido
por una simple "desconexión" entre el centro motor y el sensorial del lenguaje;
la teoría de la desconexión, convincente a mediad os del siglo XiX , cuando se
consideraba a la organización funcional del cerebro similar a una central tele-
fónica, difícilmente podría ser atractiva en la actualid ad (por esta razón , los
intentos de Geschwind [1965] de revivir este anti guo cOll cepto parecen hoy
más simplistas que nunca).
Además, los cuadros que subyacen ell los trastornos de lenguaje descritos
como "afasia de condución" son tan complejos qu e no pueden comprenderse si ll
un a descripción más cuidadosa de su estructura psi cológica )' o el proceso fisi o-
lógico que se halla en su base.
Por esto, el concepto de "afasia de conducción" ha sido tutalmente revisado,
REVISIÓN DE LA AFASIA DE COl\'DUCCIÓN 199
y es interesante destacar que un papel particularmente importante en la revisiÓn
fue el desempeñado por uno de los grandes neurólogos de la primera mitad de
este siglo: K. Goldstein (19V5, 1924, 1948).
Goldstein hizo una revisión radical de la afasia de conducción. Cuestionó
si el lenguaje repetitivo -- aparentemente el más elemental en su génesis y su
estructura psicológica- es de hecho la forma más simple de actividad verbal,
y si una simple "desconexión" puede explicar la complejidad de los trastornos
del lenguaje.
Goldstein basó su crítica en ideas expresadas con anterioridad por Jackson
en 1870, que pueden resumirse diciendo que ni la denominación de objetos
individuales ni la repetición de palabras aisladas constituyen la forma más
natural de la actividad verbal. En su opinión (sustentada por muchos otros
lingüistas) la forma básica de comunicación verbal es la formulación de ideas
en proposiciones completas (lenguaje p redicativo), que puede seguir un curso
á relativamente automatizado; en cambio, la denominación de objetos y, sobre
~
~
todo, la repetición de sonidos y palabras son actividades arbitrarias, artificiales,
que requieren cierto grado de abstracción. Goldstein consideraba que el trastorno
1 del lenguaje repetitivo era atribuible a una alteración del "nivel abstracto" o
I .. conducta categorial", y que en este complejo fenómeno había que buscar las

iI raíces de la afasia de conducción. Con esta hipótesis, Goldstein sugirió un


cambio radical en la actitud ante la "afasia de conducción"; no la consideraba
la afasia más elemental sino la más compleja, y la llamó "afasia central- para
distinguirla de los trastornos de los mecanismos "ejecutivos" del lenguaje, para los
i que propuso el nombre de " afasia periférica".
J La importante contribución de Goldstein fue que por primera vez se dirigiÓ

I
la atenciÓn a la importancia del análisis psicológico de la repetición, se acentuó
su compleja estructura funcional 'j se realizó el análisis de la alteración de los
procesos verbales en función del tipo de tarea a realizar por el sujeto.
Sin embargo, el razonamiento de Goldstein no liberó a la "afasia de conduc-
ción" de las dificultades planteadas por las hipótesis de desconexión entre los

I
centros del lenguaje sensorial y motor; más bien produjo una crisis más aguda
en el estudio de la afasia al privarla totalmente , de sus bases anatómica y fisio-
lógica y al relacionar los hechos observados con la suposición a priori de que
todas las lesiones cerebrales comportaban un trastorno del "nivel abstracto" o
i
"conducta categorial", originándose la alteración del lenguaje repetitivo.
I La hipótesis no fue confirmada por las observaciones clínicas. Análisis cuida-
II dosos mostraron que los pacientes con "afasia de conducción" no presentaban
trastornos del "nivel abstracto" ni de la "conducta categorial". Consecuente-
mente, no existía fundamento para pensar, como Pierre Marie (1936) que la

I
afasia es una forma especial de defecto intelectual.
La hipótesis de Goldstein no se vio apoyada por las investigaciones clínicas
posteriores y dejó de influir en el desarrollo del pensamiento neurológico.
La crisis del estudio de la afasia en general y del concepto de u afasia de
conducción" en particular continuó con la misma o mayor intensidad ya que la
sustitución del concepto mecanicista de "desconexión" por el del "nivel abs-
1 tracto" a largo plazo no era una solución para el problema.
Las principales tareas a realizar eran la descripción del síndrome de la "afasia
de conducción", con todos sus componentes, de la forma más detallada y realista
posible y el meticuloso análisis pSicológiCO de los procesos verbales que se altera-
ban en ese tipo de afasia; y a partir de ahí, buscar los factores fisiopatológicos y
"200 CO:'\'SIDERACTONES SOBRF. LA AFASIA

morfológicos que pudieran explicar adecuadamente la totalidad del síndrome


observado.
Esto exigía la re\"¡sión de la "a fasia de cond uccióll" usando los métodos, las
motivaciones y los conceptos de la psicología y fisioJ() gía científicas, modernas,
único camino para llegar a una teoría que explicase ue forma adecuada la tota-
lidad del síndrome observado.
Intentaremos seguir esta línea, empezando por el análisis de las caracte-
rísticas psicológicas de los procesos verbales afectados en este tipo de afasi:1;
examinaremos después las condiciones que hacen posible la forma normal ue
esta actividad verbal; por último, presentaremos el anúlisis neuropsicológico
de casos que pueden ser i:lterpretados como las diferentes formas de afasia ue
conducción, cuyo estudio puede iluminar los mecanismos subyacentes.
Las recientes investigaciones soviéticas en el campo psicológico y neuropsi-
cológico ha mostrado de forma convincente que el cambio en el objetivo de la
tarea a realizar conlleva inevitablemente una modificación significativa en la estruc-
tura psicológica de cualquier forma de actividad, y en algunos casos, cambios
igualmente significativos en los sistemas neuropsicológicos responsables de esta
realización.
Este hecho fundamental es totalmente aplicable al proceso verbal.
En la comunicación verbal la tarea principal es la transmisión de informa-
ción o, en otras palabras, su propósito o actividad básica es el cumplimiento
de determinado fin o la expresión de cierto pensamiento, mientras que la formu-
lación de este pensamiento como lenguaje es el medio de- llevar a cabo la
actividad, o su operación ejecutiva. Naturalmente, la mayor parte de la atención
se concentra entonces en el tema del pensamiento que se halla en la conciencia
del hablante, mientras que el proceso de comunicación verbal, como todas las
operaciones ejecutivas, se lleva a cabo automática e inconscientemente si la per-
sona es capaz de hablar bien.
La estructura psicológica del proceso de repetición de sonidos, palabras o
frases es totalmente diferente.
En este caso, el propósito, y, consecuentemente, el fin de la actividad del
hablante es reproducir grupos de sonidos con la ayuda de las articulaciones
adecuadas. Durante la reproducción de sílabas o combinaciones de sonidos sin
sentido el proceso no depende de componentes significantes y ocurre en forma
prácticamente artificial; en la repetición de palabras o frases puede apoyarse
en unidades significativas organizadas; sin embargo, el objetivo de la actividad
consciente del hablante sigue siendo el proceso de análisis acústico y articulatorio
que acabamos de mencionar, si bien la dependencia de la organización signifi-
cante empieza a jugar un papel secundario.
Este cambio radical en la estmctura psicológica del proceso ha de acompa-
ñarse de un cambio significativo en los mecanismos neurológicos implicados_
Las observaciones mostraron claramente que el mismo proceso puede no 5<'»)0
cambiar radicalmente su estructura psicológica sino incluso uepender de meca-
nismos cerebrales totalmente diferentes, que son pu es tos en juego por un camh i(l
en el enfoque de la tarea del hablante y de las condiciones en que actúa.
Por ejemplo, el proceso de la escritura, que se ve profundamente peliurLad o
por lesiones en la región temporal izquierda, permanece iutacto no sólo cuando
se copia (en este caso el paciente recibe un apoyo de las áreas visuocspaciaks,
parietooccipitales del hemisfelio izquierdo) sino también si el paciente pasa a
formas de escritura muy conocidas, automatizadas. Hemos visto pacientes inca-
paces de escribir al dictado palabras relativamente simples, pero que firmahan
I REVISIÓN DE LA AFASIA DE CONDUCCIÓN

con faciJjdad y p odían escribir una de estas palabras como simple y rápida
201

II
"melodía» gráfica, sin pensar en lo que escribían, usando ideogramas cinestésicos
o escribiendo con el soporte de una "melodía cinética". Aprovechando este
hecho obtuvimos buenos resultados en la reeducación de la escritura p erturbada
por lesiones en los sistemas parietooccipitales del hemisferio izquierdo (se exami-
na un caso muy grave de este síndrome en Luria, 19í2), y en una publicación
especial llegamos a la conclusión de que durante su desarrollo funcional o auto-
matización el proceso cambia no sólo su estructura psicológi.::a sino también su
organización cerebral (Luria, Simernitskaya y Tubylevich, 19íO).
l. Consideramos, por tanto, que la transición de la narración espontánea de
i una comunicación verbal, sea en un diálogo o monólogo, no sólo cambia la tarea
y la estructura del proceso verbal, sino que involucra también la participación de

I otros sistemas funcionales del cerebro, y que ignorarlo constituye un grave error.
Hemos mencionado ya algunas de las características distintivas del lenguaje

I,
~
repetitivo y de su estructura psicológica. Ahora hemos de volver a las condi-
ciones esenciales para el lenguaje repetitivo y menos esenciales para la narra-
ción verbal espontánea. El análisis detallado de estas condiciones nos acercará
a la comprensión de los mecanismos de alteración del habla repetitiva que dejan
relativamente intacta la narración espontánea.
Naturalmente, el problema de la distinción de los factores imprescindibles
para la integridad del habla repetitiva no puede ser abordado inmediatamente
ya que, como se dijo antes, la "afasia de conducción" no existe en forma pura y
el trastorno de la repetición de sonidos, palabras y frases se acompaña de una

I
amplia gama de síntomas. Por ello es muy improbable que éste sea un defecto
aislado, y debemos buscar las condiciones relativamente más importantes en el
lenguaje repetitivo que en el discurso narrativo espontáneo.

II
No discutiremos aquí la necesidad de que un plan o pensamiento original
sirva de base a la expresión verbal, ya que esto es una condición esencial para
el lenguaje narrativo espontáneo, pero sólo mínimamente necesario. en la repeti-
ción de combinaciones de sonidos o palabras.
Tampoco nos detendremos en el complejo proceso de reconocimiento del
significado de la palabra (lo que generalmente se llama función nominativa);
esta condición, relacionada con la gran selectividad en la aparición de conexiones
de la palabra requerida y con la inhibición de las alternativas indecuadas, es
esencial tanto para el lenguaje narrativo como para' la repetición de significantes
verbales complejos, y será discutida más tarde. El trastorno de esta condición
afecta tanto al lenguaje narrativo ' como al acto especial de nombrar objetos
o acciones, y como ya se ha mencionado, aparece en todas las formas de trastor- .
nos afásicos. Al describir el síndrome de la "afasia amnésica n tendremos de
nuevo la oportunidad de discutir la compleja estructura de este proceso, que es
uno de los requisitos fundamentales para la integridad de todas las ' formas de
1 expresión.
Por último, no nos detendremos en la última condición -la necesidad de la
máxima plasticidad de los procesos nerviosos, posibilitando un paso rápido y
fluido de un componente 16gico (o articulatorio) a otro. Esta condición es particu-
1 larmente necesaria para el lenguaje narrativo espontáneo y. como veremos en
nuestra revisi6n del problema de la afasia motora transcortical, es la base de un
síndrome totalmente distinto, cuya principal característica es el trastorno en la
fluidez de la narración espontánea.
En este punto destacaremos dos condiciones esenciales para cualquier proceso
verbal, que asumen una importancia especial en el lenguaje repetitivo.
202 CONSIDERACIONES SOBRE LA AY ASIA

La primera condición es la integridad de los esquemas acusticoarticulatorios,


!
y la segunda la conservación de la memoria audioverbal en un grado suficiente.
Ambas condiciones son absolutamente indispensables para el normal lenguaje
repetitivo y el predominio de una de ellas puede ocasionar la aparición de algún 1
tipo de afasia de conducción.
Examinemos por separado ambas condiciones.
Como constatamos anteriormente, el acto psicológico de la repetición de
un sonido o palabra se caracteriza porque la finalidad de este tipo de acción
no es expresar 'en palabras un determinado pensamiento, sino reproducir cierto
grupo de sonidos articulados (sean o no significantes). Esto significa que el acto
de la repetición no es un acto imitativo reflejo, como las primeras fases del
balbuceo del niño, cuya supresión (y no desarrollo) es la condición básica para
la adquisición de los sonidos complejos del habla. Este hecho sugiere que la
reproducción de un grupo de sonidos articulados es un acto conscIente, volun-
~que requiere la se]ecci~_!l_d.e..J.Q~ _~as y artÍcülemas adecuados, L de
!!-1iigJllí:'JIl,ºªO_-,ji~__CQIJJPºneJ~t~L~!J..tQ.r,nªtj~~<1o"'ªeJa__~c~i0~ªéL~~~:'6_~L~ ~!!.'!_<1?,~a-
ción ejecutiva, sea en un diálogo o en ' una narración espontánea.
- ---'Este"'hechü--tieñellna: '-imporúil-iC"i'a 'déélslva sr 'er-'proceso sigue su curso
normal. Significa que cualquier repetición correcta de un grupo de sonidos
requiere la completa integridad del análisis auditivo (fonémico) y del proceso,
Íntimamente relacionado, de la articulación verbal. Un pequeño defecto en uno
de estos procesos puede pasar relativamente desapercibido en el lenguaje narra-
tivo, ya que en él actúan como componentes operacionales ejecutivos de una acti-
vidad semántica compleja, pero es inevitable que influyan en la reproducción
.
, de un modelo sonoro o en la elección de las articulaciones necesarias para su
reproducción .
Es fácil ver que las dificultades experimentadas por los pacientes al repetir
las palabras aumentarán, probablemente si tienen una pequeña dificultad en el
análisis auditivo o en la selección de las articulaciones; el síndrome de la afasia
de conducción se alinea entonces con los de la afasia acusticognósica (sensorial)
o cinestésica (articulatoria). La lista de los síntomas constatados en cuidadosas
descripciones de la afasia de conducción, incluyendo la búsqueda de los sonidos
requeridos y las sustituciones parafásicas literales, señala la estrecha semejanza
entre estos síndromes, y da pie para considerar la afasia de conducción, no como
un trastorno del "nivel abstracto" sino como una alteración del proceso de
distÍrlción consciente de los complejos acusticoarticulatorios. Este hecho, natu-
ralmente, nos obliga a concentramos en la primera forma de afasia de conduc-
ción que hemos mencionado y a buscar la confirmación' de los puntos de vista
expresados por medio de una cuidadosa investigación de los componentes
acusticognósicos y práxicos del cuadro presentado por los pacientes.
La segunda condición esencial para el lenguaje repetitivo, totalmente desco-
nectada de la primera, es la integridad de la memoria audioverbal.
En la actualidad se consideran al menos dos tipos de memoria que puedan
interesarnos en este contexto: memoria inmediata y memoria a corto plazo u
operativa.
La primera de ellas, medible en fracciones de segundo, consiste esencial-
mente en la retención de un modelo en el momento en que el sujeto lo recibe, y
en su trasposición a un sistema de trazos verbales de volumen restringido.
Está ligado estrechamente al proceso de atención y filtración y por esto se
denomina frecuentemente como "buffer memory", situándose entre la informa-
ción que acaba de llegar y los trazos retenidos en la memoria.
REVISIÓN DE LA AFASIA DE CONDUCCIÓN 203

El segundo tipo que nos interesa es la auténtica memoria a corto plazo o


memoria operativa. Es la habilidad de retener trazos de información durante
un tiempo relativamente corto (considerado en segundos por algunos autores
y en minutos por otros) de modo que estos trazos pueden convertirse en material
susceptible de análisis.
Ambos tipos de memoria son esenciales para la correcta repetición de un
grupo de sonidos o palabras.
La memoria ultra corta, que está estrechamente relacionada . con las com-
p!ejas formas de audición y unida íntimamente a la codificación del material
recibido (Norman, 1969, 1970; Kinch, 1970, 1971), participa directamente
seleccionando las características distintivas de un grupo de sonidos o palabras
y está directamente implicada en el fenómeno de la compleja organización
fonémica de la audición. Si se altera, como ocurre en las lesiones de las zonas
superiores de la región temporal del hemisferio dominante, es totalmente impo-
sible la repetición de un grupo de sonidos, ya que el material está desintegrado
en su origen y sus características esenciales no pueden ser distinguidas ni
retenidas.
La memoria a corto término u operativa no es necesaria, estrictamente
hablando, para la repetición de simples sonidos o palabras. No obstante, es
absolutamente esencial para la repetición de palabras largas y desconocidas

I (que en el curso de la repetición se dividen en sus elementos componentes) y, en


particular, para la repetición de series de palabras en un orden determinado, o
de frases largas.
Esta capacidad se altera en las lesiones de las zonas medias de la región
temporal izquierda; hemos descrito el síndrome de la "afasia acusticoamnésica"
que suele aparecer en este caso (Luria, 1969, 1970). Su característica funda-
mental es que, aunque el paciente puede recibir y repetir una palabra aislada,
es incapaz de reproducir series de palabras. Reproduce fragmentos individuales
de las series, altera el orden de las palabras o simplemente se niega a repetir
las series que se le presentan.
Los casos descritos por Tsvetkova (1972) pertenec~n a este grupo de tras-
tornos. Los pacientes no pueden repetir una palabra compleja o larga, ni series
de palabras, pero son capaces de repetir el material en fragmentos aislados, sepa-
rados por pausas de 2-3 segundos.
No puede desecharse la posibilidad de que esta segunda forma de la afasia
de conducción esté ligada a un trastorno en la memoria audioverbal a corto
término, una de cuyas características esenciales según muchos autores (Braun,
1972) es el notable aumento de la dificultad en la repetición de una palabra si se
alarga el intervalo entre su presentación y la reproducción.
Lo dicho puede ser interpretado en dos direcciones. Muestra que la repe-
I
tición de un grupo de sonidos, de una palabra, de series de palabras o de una
h frase es un complejo que difiere del lenguaje narrativo espontáneo en su estruc-
I tura psicológica, en su propósito y en el objetivo de su actividad (concerniente
al análisis y reproducción de un complejo acústico o audioverbal, no de un signi-
ficado). Manifiesta también que es preciso un cuidadoso análisis de este hecho, y

I
~
que las condiciones esenciales para su integridad son, primero, el análisis acusti-
coarticulatorio (con una selección de las características articulatorias y audio-
verbales) y segundo la presencia de una memoria audioverbal. La conservación
! de ambas características es particularmente necesaria en la repetición de com-
plejos audioverbales, ya que en este caso son los rasgos dominantes, mientras
que en el habla automatizada, espontánea, son subsidiarios o instrumentales.

15. LURIA

I
204 CO~S ID E RA CI ONES SOBRE LA AFASIA

De todo lo dicho se desprende que el fenómeno descrito bajo el nombre de


afasia de conducción puede tener un origen complejo y variado,. ya que en
algunos casos aparece asociada al trastorno del análisis acusticoarticulatorio,
mientras que en otros forma p aite de un síndrome de alteraciones de la memori a
audioverbal. Por esta razón, como observó Wemicke (1908) hace muchos años,
el intento de hallar un cuadro de afasia de conducción con síntomas idénticos
y localización uniforme está destinado al fracaso, y el único camino adecuado
es examinar cuidadosamente los diversos cuadros de afasia de conducción ,
describiendo fielmente las diferencias en su estructura, e intentar esclarecer los
diferentes mecanismos que subyacen a los síntomas observados.
Empezaremos con el análisis neuropsicológico de un caso de afasia de con-
ducción unido a intensos defectos mnesicoarticulatorios, y haremos después un
análisis similar de un caso en el que las dificultades en el lenguaje repetiti vo
se dan junto con trastornos en la memoria audioverbal.

2. TRASTORKOS DEL LENGUAJE REPETITIVO EN PACIENTES


CON DEFECTOS ACUSTICOARTICULATORIOS

Empezaremos nuestro análisis con un caso que presente las siguientes carac-
terísticas: el lenguaje afectivo, emocional y el habitual o automático permanecían
intactos; el habla espontánea, tanto en diálogo como en monólogo era aún posible,
pero ·se veía constantemente interrumpida por la búsqueda de palabras, mientras
que existía gran dificultad en la d enominación de objetos, que se acompañaba
por una activa búsqueda de la palabra y por parafasias verbales y literales; por
último, el lenguaje repetitivo era casi totalmente imposible.
Un rasgo característico de este caso era que los trastorno'> del habla estaban
asociados a marcadas alteraciones claramente apráxicas (especialmente apraxia
oral) y a una notable alteración del análisis acusticoarticulatorio.

Paciente Dimitr.
Paciente Qimitr., M. V. Caso núm. 54860, una mujer de 46 años, de profesión eco-
nomista, ingresó en el Instituto de Neurocirugía el 2 de septiembre de 1971 con un
trastorno del habla y la suposición d e alteración de la circulación cerebral en el área
irrigada por la arteria cerebral media izquierda.
Pocos meses antes del ingreso, la paciente, que presentaba signos de cardioescle-
rosis, mostró alteraciones verbales y debilidad de la extremidad superior derecha; la
debilidad mejoró gradualmente, pero persistieron los trastornos del habla.
La exploración neurológica evidenció agudeza visual en ambos ojos de 0,3, hl'mi-
anopsia bitemporaJ, papilas ópticas normales, ptosis en el p árpad o izquierdo y reac-
ción a la luz y acomodación normal. Difuminación del pliegue nasolabial der.eeho·y leve ·
desviación de la lengua hacia la derecha. Leve disminución de la fuerza en las extre-
midades derechas, con aumento del tono y reflejos; signo d e Rossolimo positivo a de-
recha. No alteraciones de la sensibilidad, apraxia en la extremidad superior derecha .
Electroencefalograma : disminución en la amplitud del ritmo alfa en las ZOlla s
parietooccipitales del hemisferio derecho y ausencia de ritmo alfa en las mismas zonas
del hemisferio izquierdo; fo calidad de las ondas lentas, d e baja amplitud , particular-
mente notable en las zonas posteriores del hemisferio izquierdo, en las regiones pa -
rietoocci pi tales.
Los tests neuropsicológicos revelaron que la pacient e es taba totalmente orien tada,
capaz de adoptar UDa actitud crítica activa, que qucría ser examinada, respondí a ade-
cuadamente a las dificultades e intentaba compensar sus errores.
1mvISI6N DE LA AFASIA DE CONnUCCI6N 205
Presentaba signos de un intenso trastorno de la praxis cinestésica, con muestras
evidentes de búsqueda de los movimientos requeridos en ambas manos, síntomas de
apraxia espacial y de trastornos en la praxis oral (especialmente de los complejos mo-
vimientos de la lengua). Realizó con dificultad el test de Head, COn equivocaciones
continuas que intentaba corregir.
La apreciación y reproducción de ritmos era adecuada (ya fuese auditi\·a o en
respuesta a instrucciones verbales) . Realizó sin dificultad pruebas de elección (incluso
conflictiva).
La gnosis visual estaba intacta.
Las alteraciones más graves eran las que afectaban al habla: el lenguaje espon-
táneo de la paciente conservaba el carácter melódico, pero se apreciaban constantes
dificultades en hallar las palabras; le era muy difícil repetir palabras y sonidos, obser-
vándose búsquedas y parafasias literales (en ocasiones, también verbales).
La percepción de los sonidos del habla (excepto en las pruebas de a rticulación)
estaba intacta y casi no existía alienación del significado de las palabras. La denomi-
nación de objetos estaba seriamente afectada, con aparición de frecuentes parafasias.
La comprensión de palabras aisladas era posible, pero estaba seriamente afectada
la de las relaciones logicogramaticales.
La lectura y escritura estaban básicamente intactas, pero a menudo se producían
paragrafias y paralexias.
Había una profunda afectación de la capacidad matemática; sólo realizaba !:ts ope-

I
raciones elementales; tenía dificultades considerables en "llevar" un número de la
columna de las unidades a la de las decenas.
Las pruebas ncuropsicológicas mostraron, por tanto , quc las zonas frontal y occi-
pital del cerebro permanecían intactas, pero que estaban perturbadas las funciones de
las zonas parietotemporales izquierdas, apareciendo síntomas de apraxía cinestésica
y espacial, y un intenso cuadro de "afasia de conducción".

Lenguaje espontáneo (diálogo y mon6logo)


El lenguaje de la paciente durante una conversación no presentaba la inacti-
vidad ni los defectos característicos de la afasia motora: no tenía dificultades
a nivel intencional ni melódico (prosódico); era suficientemente fluido )' expre-
sivo, con sólo leves interrupciones provocadas por la búsqueda de una palabra.
La búsqueda se hacía más intensa cuando intentaba recordar o pronunciar volun-
tariamente determinada palabra, y especialmente si quería nombrar un objeto o
repetir una palabra que se le había dicho, pero desaparecía cuando pasaba a un
lenguaje emocional o más automatizado.
Ilustraremos el cuadro con algunos ejemplos.
M. V. -"¿Qué comi6 usted ayer por la tarde y hoy?" -"Llegué y no había nada
para comer. Por la mañana no pude comer porque tuve que ... todo ~ .. . tres veces:
hicieron un análisis de sangre ... y luego otra vez sangre ... aquí y aquí, una y otra
vez. Pero después podía comer. Sin embargo, entonces no pude ... " -"¿Le duele
cuando le extraen sangre?" -"Oh, generalmente no ... pinchan aquí y todo ... "
_"¿Y qué ha comido hoy?" -"¿Hoy? sopa ... sabe usted lo desagradable que es .. .
es sopa de guisantes, no puedo soportarla, es como si no me trajesen nada para comer.··

I -"¿Cuál fue ' el segundo plato? -"Chuleta con harina ... arroz, no, no arroz, sabe us-
ted, alforfón ... no alforfón ... ¿avena? no, no avena ... alforfón . . . no, tampoco alfor-
fón,' una cosa espesa ... y después manzana asada ... primer pla~ sopa de guisantes,
segundo plato harina con chuleta tercer plato manzana asada ...
M. V., -"Creo que solía vivir'en Sajalin. Hábleme de Sajalin." -"Bien ... el este,

2. Grechija = alforf6n (planta poligonácea con frolo que se emplea para hacer pan).
(N. del T.)
206 CONSIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

oriental lo dejé y vine aquí a trabajar .. . así ... no puedo decirle cómo . .. trabaio
aquí .. . -"¿Cómo era el clima? - " Hacía mucho frío ." -"¿Y qué me dice de la
región?" -"Como las proximidades de Moscú. Hay muchos bosques y pequeñas co-
linas .. . y también hay ... cómo se llama . .. japonés . . . fue allí, las propias autori-
dades ... " -"¿Qué más hay en Sajalin?" -"Bien, hay pescado ... quisiera que aquí
hubiese pescado tan bueno y sabroso ... era buen pescado . .. s . .. s . .. seledka. s Hay
un pescado ancho , rojo, ¿cómo se llama?" .

La paciente tenía mucha más dificultad cuando pasaba del lenguaje breve
y dinámico al narrativo, especialmente si, como se ha dicho, tenía que buscar
para su relato una palabra determinada. En ese caso se interrumpía la fluenci a
y la natural melodía de S"U lenguaje y empezaba a buscar inútilmente palabras,
con la aparición eventual de fragmentos de lenguaje totalmente normal al repro-
ducir fragmentos de diálogos directos.
Volvamos a los ejemplos.
M. V. -"¿Cómo se puso enferma?" -"¿Cómo me puse enferma? .. . cómo me
puse enferma . . . una vez ... al acabar fui a casa . .. y después . .. yo . . . sabe usted . ..
cuando ... estábamos aún de viaje .. . parecía como antes de partir .. . volvía al tra-
bajo ... ¿me comprende? Tuve ... yo era . la vendedora jefe ... es decir, abandoné ...
entregué ... así ... pero esta vez no lo entregué, ¿entiende? Y me fui. El jefe de
ventas era muy .. . bien, éramos muy susceptibles acerca de los demás ... yo no
abandoné ni entregué, y salí sin entregarlo ... representa lo mismo ... yo no abandoné,
pero esa vez . . . yo empecé a no rendir en general, ¿entiende? ... y salí, abandoné,
dónde fui ... y entonces mi cabeza ... todo el tiempo pensé que algo no iba bien
en mí y ... que . .. dejar y tengo que vivir de nuevo a través de todo esto ... estoy
segura de que no soy yo, ¿comprende? Cuando estuve allí fui hacia el trabajo, pero
al llegar ... miré alrededor, parecía todo bien en mí ... estoy diciendo a mi compa-
ñera que veo . . . todo está bien en mí . .. más tarde miré . . . vi ... las trabajadoras ...
todas mis trabajadoras ... y entonces "María Vasilevna, ¿se encuentra bien?" y digo
"estoy bien", y aquí he olvidado un poco ... camino ... por la . .. tienda ... mi sh .. .
Empecé a coger mis pro ... provisto ... provisiones como . .. provisiones . .. visiones .. .
pan y a ver, sí, carne . .. cogí todo pra, pro ... provisiones ... Cogí todos los artículos
y volvía a casa. Y entonces vino el chico y dijo si yo iba a algún sitio .. . ¿sabe? a algún
sitio ... en vacaciones .. . En mi vacación fui . . . y tuve que ser una ... una cosa ...
dar ... dijo ... ella vino ... su mujer y dijo "María Vasilevna tiene que damos lo que
pagué . . ." vaya · mi compartimento ... no es éste, el otro ... el uno ... el mío . .. "¿el
siguiente?" No, no , otro, otro, y todos era~ lo mismo ... Ellos vienen y me dicen:
"María Vasilevna, hágalo por mí ... van al encargado, bien, entonces él viene .. .
fue a casa ... querría usted . . . tener algo ... cosa para ... comer . . . dio .. . de comer . . .
y espero . .. él está bien y yo ... desde el trabajo y así . . . estamos aquí .. . no puedo
recordar . . . espero ... espero."

Cuando en el curso de su narraCIOn la paciente tenía que nombrar cosas


experimentaba gran dificultad en encontrar las palabras necesarias; por el con-
trario, la entonación general y la estructura melódica y gramatical de las frases
estaban conservadas; si lograba conectar con combinaciones de palabras habitua-
les en el lenguaje común, desaparecían inmediatamente las dificultades.
Este hecho sugiere que cuanto menos el lenguaje con textual es el objetivo
de la actividad consciente de la paciente, o, en otras palabras, que cuanta menos
atención le conceda, menos se alterará; y esto se evidenció con claridad cuando
se le hizo reproducir series naturales de palabras y cuando su lenguaje empezó a
tener contenidos emotivos.

3. Seledka == are nque. (N . del T.)


REVISIÓN DE LA AFASIA DE CONDUCCIÓN 207

La prueba· siguiente se refiere a la primera de estas afirmaciones.


Se le pidió que recitase la serie natural de los números 1, 2, 3, etc. No tuvo
dificultad en hacerlo.
Se le hizo decir los días de la semana. Tampoco tuvo dificultad . Le fue fácil tam-
bién decir los meses, pero si los decía tras de los días de la semana empezaba a rea-
lizar confusiones introduciendo elementos ~e las series anteriores: "Enero, febrero . . .
martes, miércoles, jueves, viernes ... "

A la paciente le era muy difícil recitar los elementos de estas series automa-
tizadas, separadas por un intervalo breve. Cuando tras recitar el grupo "domingo,
lunes" se le pidió que repitiera la palabra " viernes" dijo la siguiente palabra de
la serie habitual, "martes", y la instrucción de repetir "sábado" le hizo exclamar
involuntariamente "viernes, jueves, etc.".
La integridad de. la entonación en el lenguaje narrativo de la paciente permi-
tía apreciar cuándo se producía una situación de distinto carácter emocional.
Por ejemplo, tras el monólogo descrito anteriormente, con numerosas búsque-
das de palabras, se le preguntó si quería aprender a recobrar el habla; replicó
con emoción: "Quiero curarme, así podré escribir y hablar bien, como antes .. .
quiero hacerlo todo bien por mi niño ¿entiende ... ?"
También se apreció claramente esta característica en una prueba especial.
Al notar la intensa dificultad verbal de la paciente, el excesivo número de
pausas, búsquedas de palabras y parafasias, le dije, para hacerla hablar emotiva-
mente: "Su profesora no era buena, trabajaba poco con usted y no ponía aten-
ción". Esto creó inmediatamente un estado de gran emoción en la paciente, que
respondió agitada: "¡Bien, profesor, no sé cómo puede decir esol Mi profesora
era realmente eficaz y clara, siempre trabajó intensamente conmigo IY ahora
usted dice· estol" En esta ocasión no hubo pausas para buscar las palabras, ni
parafasias en el lenguaje emocional de la paciente.
Contrastando con este lenguaje narrativo fluido, de entonación normal, el
lenguaje voluntario, motivado, que aparecía cuando la paciente se veía obligada
a realizar esfuerzos conscientes presentaba importantes trastornos en la trans-
misión del pensamiento e incluso en el mismo proceso verbal.
Esto era particularmente evidente en el lenguaje repetitivo y en la denomi-
nación de objetos.
En ambos casos me sorprendió hallarme ante una paciente incapaz de repetir
un sonido o palabra o de nombrar un objeto, que presentaba búsquedas de
palabras y parafasias y sin embargo podía realizar la prueba si su lenguaje .
estaba desprovisto del carácter voluntario y convertido en una actividad verbal
habitual o con textual.
Examinaremos sucesivamente los resultados de las pruebas de lenguaje repe-
titivo y de denominación de objetos.

Lenguaje repetitivo

Todas las formas de lenguaje repetitivo estaban gravemente afectadas en


esta paciente, contrastando con la conservación del lenguaje automatizado,
de modo que presentaba el síndrome clásico de la "afasia de conducción".
El test más general bastaba para demostrar que el lenguaje repetitivo estaba
severamente perturbado a todos niveles (repetici6n de sonidos, palabras, series
! de palabras o frases). Su incapacidad no dependía de la cantidad de material y se
"-
208 CONSIDERACIONES SOBRE LA AFASI:\

manifestaba por igual tanto si tenía que reproducirlo inmediatamente o con


dem tlra.
Otra característica era que la repetición de sonidos o combinaciones de
sonid os no significativos producía frecuentemente parafasias literales reflejando,
por tanto, alteraciones frecuentemente observadas en pacientes con afasia afe-
rente, cinestésica que indican la confusión entre articulemas semejantes (ver
Luria, 1970). Cuando se le hacía repetir palabras significativas la situación se
complicaba aún más, y a las parafasias literales que acompañaban todos sus
intentos de repetir la palabra se unían parafasias verbales, ya que la atención
de la paciente pasaba de la estructura acústica de la palabra a su significado,
e intentaba superar la dificultad, compensándola.
Por último, otro hecho característico es que la paciente era consciente de
sus equivocaciones e intentaba corregirlas activamente, reanudando los intentos
si se demostraban ineficaces.
A continuación veremos pruebas concernientes a la repetición de sonidos,
palabras, series de palabras y frases.

Repetición de sonidos y series de sonidos sin_~entido


- .. _--- - -- - ------
3
Se instruyó a la paciente para que repitiese vocales y consonantes aisladas,
y luego combinaciones de sonidos carentes de significado.
Sólo lo hizo en alguna ocasión, generalmente al repetir vocales que no
requieren una articulación compleja. Solía ser incapaz de repetir una conso-
nante, la sustituía por el articulema opuesto u otro articulema totalmente inade-
cuado.
No podía tampoco reproducir una combinación de sonidos sin sentido; sus
intentos eran infructuosos o pronunciaba una palabra sin sentido que guardnoa
ci erta semejanza con la combinación de sonic1os.

A continuación se presentan algunos ejemplos . Sobre la línea : modelo a reprodu-


cir; debajo: realización del paciente.

a () u sh ID m p r sh n'
a o u
-1- (no, no -b t ... p
-1- ~ ... no (no, no
puedo) puedo)
z g g g k
1.. . t t ... f p t

(¿l.o está diciendo bien?) ("¡No, mal, algo ('5t :1 ma1!" ).

b-p k-a ch - sh b-z h-d


(esto no~ t .. . P ch b ... no b . .. n... (no , no es así)
s .. . (no)
jon min
-~
mok ...

Repetición de palabras
Tenía una dificultad similar en la repetición de palabras. A veces repet b \lna
correctamente, en otras ocasiones producía parafasias literales () verhales, en
hs qu e una palabra era reemplazada por otra de se lltido similar.
REVISIÓN DE LA AFASIA DE CONDUCCIÓN 209

Naturalmente, tenía particular -dificultad ante palabras complicadas, aunque


esto no era una regla invariable.
La prueba de repetici6n de palabras presentó los siguientes resultados: en
195 palabras, se neg6 5 veces a intentar la repetición, en 80 ocasiones produjo
parafasias literales y en 25 verbales, pero 85 veces repiti6 correctamente la
palabra que se le había presentado. La consideración de la frecuencia relativa
de los dos tipos de errores diferenciados y el examen de los ejemplos presentados
clarificará el cuadro general de trastornos verbales que presentaba la paciente.

a. Parafasias literales en la repetición de palabras

olmo (ventana) olmo (ventana) (¿está bien?)


a .. . a ... (sé lo que es ... no) -nn ... antro. .. ano okto oo' está un poco mal
dom (casa) dom (casa) doro (casa) lcoshka (gato)
dvor ... d vor ... (patio) dragoo. dvu . _. dvor (patio) .oo dar kaspo oo. ka... (de
no ... dar. _. dar.. . (sin for ... (sin .oo dru oo. (no) ... algún modo me es
sentido) sentido) (sin sentido) imposible decirlo)
koshka (gato) koshka vil ka (tenedor) vilka
a oo. okoshko ... ka-ka ... (no) e ... (lo olvidé) no oo. nozh.1ca (pierna)
(ventanilla) ... lcoshka '0' (no ... así no)
vilka
il ... il ... eoo. lozhka (cuchara)
. _. lozhka ... (no)
shkaf (armario) ochki (gafas) ochki ochki
-=---,---,---
nozh ... 1cnoshsh okoshki ... of ... (no) ... ochi ochi ...
o"

(sin sentido) (ventanillas) (no lo consigo) ocheveki (sin sentido)


ska oo' stashka ... (no lo consigo)
sobaka (perro) sobaka ' etc.
sta ...... (sin sentido)

b. Parafasias verbales durante la repetición de palabras (tradUCidas)

televisión libro gato sofá


nevera cuaderno vaca cama
vestido zorro sombrero melón sillón
capa liebre copa manzana sofá

\ Le resultaba totalmente imposible repetir una palabra o producía parafasi~s


t
literales; al disminuir la atenci6n hacia la articulación precisa y transferida al
sentido de la palabra empez6 a realizar parafasias verbales; el paso de uno a otro
tipo de parafasia refleja únicamente el cambio de objetivo de la actividad
verbal.
La situaci6n es similar cuando la paciente es capaz de usar determinada
palabra en la expresión espontánea pero no puede repetirla aisladamente, ni
siquiera cuando se divide en sílabas. Esta es otra de las características del
cuadro clínico presentado por la paciente.
A continuaci6n ofrecemos ejemplos.
- "¿Qué está bebiendo?" -"Té con lim6n oo." -"¿Y qué hay en la botella?"
-"Limonada, no puedo decir esta palabra y por eso la escribo y puedo demostrarle .....
-"Ahora repita despacio: Li-m6n." _"Profesor, profesor, le estoy diciendo lo que
le dije antes, no puedo conseguirlo ... si lo leo puedo, pero de otra forma no..... (se
210 CONSIDERACIONES SOBRE LA AY ASIA

introduce la palabra en el contexto). -"Estoy bebiendo "limonada". Estoy tomando


té con azúcar y le pongo ¿ ... ?" -"Li .. . món ."
- "¿Qué hay en la habitación?" - "ch ... na ... ki " , - "¿Kreslo? (sillón)" -"No,"
-"¿Diván? (sofá)", -"Sí." -"¿Y CJué más hay en la habitación?" (algo grande y
bonito). -"a ,,, te .. ' n .. , e , .. divan, garderob (guardarropa) , .. tri .. , tre"
_ "Diga : garderob," -"Elber '" ekvetor , .. kvetor .. ," -"Diga: diván," -"Over
(puerta) -"No, diván ," -"Eshk , .. esh .. , likvorstvo ," -"No, diván," -"Over .. ,
oo . "

(no),"
-"Diga: lampa" (lámpara), -"Lavstra ,,, lavstra - "No, lamp ," - "Lav
oo, . . ,oo

lavstre oo."-"También hay un candelabro (liustra)," -También liustra


' oo oo,"-"Y
una cama," -"Dv oo, (no) ,.," -"Cama ," - " Latvider oO' (no) oO ," - "¿Dónde duer-
me usted?" - "Cama, ca ma oo,"- "¿Y dónde se sienta usted? - "En \lna si lla .. ,", etc.
"Por la mañana temprano puedo habla r mejor. Entonces hablo hien, pero aho ra,
después de hablar con usted, nada sale como debiera,"

Los ejemplos muestran que la pacien te, pese a las dificultades que experi-
menta para repetir palabras, tarea que a veces le es totalmente imposible
(si es objeto de su esfuerzo consciente) pu ede pronunciar la misma palahra inclui-
da en el contexto de una frase consciente, si el objetivo consciente se transfiere
del acto de la repetición al proceso de expresión del pensamiento, A menudo
la paciente usaba el m ~to do de distraer la atención del acto de la repetición para
superar sus dincu !tades básicas,

Repetición de frases

La integridad de la frase en el contexto de la narraClOn no significa que la


paciente pudiese repetir fácilmente la frase que acababa de emplear en el len-
guaje narrativo.
La paciente experimentaba una gran dificultad en este tipo de prueba:
la única diferencia entre la repetición de fras es y la de palabras era que en la
) primera podía apoyarse en el sentido y en \'ez de repetir la frase al pie de la letra
solía reemplazarla por frases de sentido equivalen te, Los intentos de conseguir
--una repetición literal (no sólo evocando el sentido) eran por completo inútiles.
A continuación damos algunos ejemplos.

1) Repita: -"Ychera bilo ochen jolodno" (Ayer hizo mucho frío) , -"Vchera bilo
jorosho" (Ayer hizo bu e n tiempo) oO' lho khor
oo. jolodnoe (frío) ,"
oo ,

2) -"y sadu rastsveli tsveti" (En el jardín es taban brotando flores), - "Vesennii
(primavera) oO , no oO ," -"V sadu rastsveli tsveti." - "Joroshie, krasivie tsve ti (Bonitas ,
bellas flores) oO," -"V sadu rastsveli tsveti ," " Joroshii segodnia , oO ash
oo. oo. akhoo'

vesennii , .. joroshii dozhd (buena lluvia) '" no ,' , no así."


3) Repita: -"\falchik pishet v tetradi" (El chico cstú escr ibiend o en su cua-
derno)," -"Malchik oo , ne kni ge (libro)." -"~falchik pishet v tetradi ." - " \1alchik
pishet v tetradi oO, "
4) Repita: -"Zhenshchina doit korovu" (La mujer está ordeñando a la vaca ),
- "Zhenshchina (la mujer) oO ' no no así .. ,"
oo ,

-"Zhenshchina doit korovu," - "Zhenshchina koro vu (vaca) oo'moloko (leche),"


-''Zhenshchina doit korovu ," -"Zhenshchina oO' molochit oo 'karavu oO '"
5) Repita : - " Rebiata udiat rihu" (E l niño está pescando) , - " Oeti (los niilos) oO '
r rvetoO' ribu,"
Rebiata ooiat ribu , ·"~'falchik (el chico) rove t r¡huoO ,"
Rebiata udiat ribu, "Malchik lo vit (el chico coge, atrapa) ribu (un pez) ' oO"
6) Repita: - " Devochka ukrashaet elku" (La chica decora el abeto) , -"Oevochka
pokupaet (compra) elJ..:u ,"
REVISIÓN DE LA AY ASIA DE CONDUCCIÓN 211

· -"Devochka ukrashaet eIku," - ."Devochka delaet (hace) elku ...


7) Repita: -"Sadovnik polivaet ogorod" (El jardinero riega el huerto) . -"Josiain
(el patrón) ... no ... "
-"Sadovnik polivaet ogorod." -"Muzhchina (el hombre) ... levet .. . ogorod."
8) Repita: -"Riba plavaet v reke" (El pez nada en el río). --"Riba ... v rech-
ke ... moet (se lava) . .. "
-~'Riba plavaet v reke." -"Riba . .. v rechke (en la corriente) ... roet (está ca-
vando) ... " .
-"Riba plavaet v reke." -"Riba ... v rechke ... lezhit" (yace) .

Estos ejemplos muestran que la mayor dificultad de la paciente es la incapa-


cidad de reproducir correctamente grupos de sonidos cuando ha de operar con
estructuras acusticoverbales. Los intentos de reproducirlas con exactitud son
inútiles, y en el mejor de los casos emergen parafasias literales, basadas no tanto
en la inercia de los estereotipos previos como en la incapacidad para hallar las
articulaciones precisas.
Si se le hacía repetir una frase pasando su atención del grupo de sonidos
a su sentido, la situación cambiaba radicalmente; captaba por completo el senti-
do, pero era incapaz de reproducir directamente las palabras de la frase; en
lugar de eso, recurría a parafasias literales o reemplazaba la palabra requerida
por otra de sentido equivalente.
El carácter de la parafasia (literal o verbal) no es en este caso una caracte-
rística constante del síndrome sino el resultado de un cambio en la tarea pre-
sentada al paciente o, en otras palabras, el resultado de una modificación en la
estructura de su actividad consciente.

Denominación de objetos
...... .._ -- ---- "..
" La interacción entre los factores que acabamos de mencionar -trastorno en la
el ~pacia!?Q~~pi[ar-<;Q.ñ~ci~ntemente 9°4.~E~S. . ~~ . ~~~i.~~S q.ue._forman palabras
e mtegndad de las operacIOnes automatIzadas con slgnifiardos-- cmrduce-a un
/ cuadro de ~lt_er~ci~l'! . ~~J~ .-º~I!.~~~c~9!:l__ª~~biet~~, .. ~~r,~~,?~ó~_~~_!fases~Ltr~s­
!'-.mi'sl0i?-'-ºeTi~Q.tido..d~. ~o_IQ.plejosnª-!:ª~~_o~~
Analizaremos estos hechos.
La denominación de objetos en la paciente presentaba los mismos defectos
que la repetición de palabras, pero con una intensidad apreciablemente menor.
Por ejemplo, en 140 ensayos de denominación de objetos e identificación de
dibujos, dio una respuesta correcta en 78, produjo parafasias verbales en 37 y
literales en sólo 25. Estos resultados sólo se explican con la hipótesis de qué en
esta prueba la atención de la paciente se dirigía fW1damentalmente al sentido,
y que las parafasias verbales aparecían a consecuencia del involuntario cambio
de la palabra adecuada por otra conectada estrechamente con ella a nivel de
significado, mientras que las parafasias verbales ocurrían cuando )a atención se
dirigía a buscar el nombre exacto de] objeto presentado.
A continuación damos ejemplos de los tres casos.

a) Correctamente nombrados: árbol, pez, vaso, traje, cereza, coche, manzana, arma-
rio, etc.
b) Parafasias verbales

Oibro) (oso) (buque) (cacerola) (botella)


(cuaderno) (elefante) (avión) . (comer) (leche)
212 COl':SlDE RACIONES SOBRE LA AFASIA

(cerdo) (escarabaja) (zorro) (caballo)


(va ca, perro, no , lobo) (erizo) (liebre, astuto) (perro, caballo)

e) Parafasias literales

etazherka (librena) santim etr (centímetro) lampa (lámpara) zhuk (escarabajo)


ch ertertsi . . . santi-tetr lalen . . . ezh (erizo)
ele .. . etoderka limbar . . . zhuk (escarabajo)
svid . ..
lekarstvo
stakan (vaso) pila (sierra) velosiped (bicicleta) petuj (gallo)
eto .. . stol . . . reva ... samga . .. matatsa pet . . . pet
stakalen ... zamok (castillo) (cantar)
Tutoshka (una
chica)

El hecho de que nombrase correctamente la mayoría de los objetos y dibujos


y la claridad y carácter relativo de las parafasias verbales diferencian la inca-
pacidad de la paciente de la afasia amnésica. Las escasas parafasias literales,
mezcladas a veces con parafasias verbales, distinguen la denominación de objetos
(en que la paciente tiende a expresar en palabras su sentido); en la repetición
de las palabras son mucho más abundantes, ya que tiende a operar con grupos de
sonidos. La dificultad en encontrar palabras, acompañada de parafasias verbales,
se observa más en el monólogo de la paciente, cuando la búsqueda de la palabra
no se apoya en la representación visual del objeto y debe insertarse en el curso
del habla.
Veamos algunos ejemplos que ilustran este hecho:

La paciente intenta hablar sohre SlJ habitación: "Ahora diré . .. e n mi habitación


hay dik . .. di ... dia . .. (intenta d ec ir "diván") ... no : no así. También tengo .. .
stpor . .. telefazar .. . (intenta decir "televisor", televisión) . .. hay ... pit ... pi ... pi .. .
y tambi én ... zabila . . . (he olvidado) voshchenta ... a .. . a . . . (sin sentido). Una bonita
mesa . .. sí . .. etidork que pusi ... pusinda . .. (sin sentido) y ska . .. cIno . . . kras . . .
krasivi kamin (una linda chimenea ) . . . no ... al go más .. . st . . . s . . . ¡dver! (pue rta) .. . "
-"¿Diván?" -"Di .. . di .. . di ve r . . . cómo dice usted para sentarse (sidet) .. . d ve . . .
no. " - "¿Y qu é .hay en el cuenco. sobre la mesa?" - " Manzanas ... apisoli (sin sen-
tido) . .. así . .. man zanas . . . olvid é que eran. peras ... vi . .. vi ... vonogradi .. . (u vas),
y esto cs todo ."

Este cuadro es muy distinto del ofrecido por la afasia amnési ca (nominativa ),
ya que el problema fundamental de la paciente concierne al análisis aC\l slico-
articulatorio de las palabras.
En la siguiente tabla se constata el llúmero y tipo de errores cometidos pm
la paciente en el lenguaje repetiti\'(J v en la denominacic'm de objetos. SOll ol)\·¡as
las diferencias entre ambas situacioll es.

i\úmero d e Hep eticiones Parafasias Pa rafasias Abandull o


ejercicios correctas \"crbales lite ra les
% % % %
- -- --- - - -- - - - -- -- _. _- -- - - _.
Lenguaje repetitivo 195 ·13,4 1:2,2 1 2,2 1,2
!)enomillación de obje tos 140 56,7 26,.5 16,8
REVISIÓN DE LA AFASIA DE CONDUCCIÓN 213

Formación de frases y reproducci6n de narraciones


El lenguaje de la paciente al formar frases (correspondientes a un tema o
dibujo) y al retener 10 esencial de un texto complejo, repite los principios gene-
rales anteriormente constatados. Realiza ambas tareas con más facilidad que la
repetición directa de palabras, y las parafasias literales son menos abundantes
que las verbales.
Daremos algunos ejemplos de su realización al pedirle que contara una his-
toria sobre un dibujo temático, en una sola frase.

1) El niño está sentado a la mesa y escribe en un cuademo. "El niño está sentado
a la mesa y juega, está esclibiendo con un lápiz."
2) Una mujer ordeña una vaca. "La mujer está lavando la vaca y ella está dando
leche."
3) Una anciana está tejiendo media. "La anciana está sentada en un sillón y cose sus
calcetines. "
4) Un niño sonriendo. "El niiío está lavando su cuerpo, su cara y sus manos."
5) Una mujer pintando un taburete. "Botushki ... ra ... koro (sin sentido) .;. tabu-
rete ... está pintando."
6) Una chica decorando un abeto. "La chica ... abeto . .. lo prepara para el primero
de mayo."

Como puede verse, en las situaciones en que la atención de la paciente se


concentra en el tema del dibujo disminuyen las dificultades verbales y el principal
defecto radica en las tortuosas líneas del razonamien to; las parafasias verbales
aumentan cuando la paciente pasa a frases sucesivamente acumulativas.
Se observa una situación similar cuando ha de repetir una historia que se
le ha leído.
En este tipo de pruebas se observa que la paciente capta bastante bien el
tema básico y que es capaz de repetirlo, con dificultad únicamente en encontrar
las palabras adecuadas; puede retener el contexto de una historia que se le ha
leído y repetirla tras la lectura de una nueva historia.
Unos cuantos ejemplos Hustrarán esta situación.

1) Se lee a la paciente la histolÍa de "La gallina de los huevos de oro", y cuenta


lo siguiente: "Una vez había una gallina ... tenía ... la dueña la cogió y la cortó .. .
dentro había bonitos, bellos huevos de oro, y ... a ver ... él quería cerrarla (zakrit) .. .
"shakrit" (sin sentido) ... y así. Un hermoso huevo." -"¿Y cómo acaba?" -"Quiere
decir la gallina, él tenía su gallina ... descubrió que había oro en su huevo ... cogió
la gallina, la mató y no tuvo nada más."
2) Se lee a la paciente la historia de "La corneja y las palomas". Ella la cuenta
así: "Ese pájaro fue ... ¿cómo dijo usted? ¿Corneja? Ahora fue este pájaro, es decir,
I voló ... a otro sitio ... donde habí¡l otros pájaros · .. . hizo una visita ... la misma .. .
ellos le expulsaron ... y entonces él ... f ... fue ... y no pudo encontrar su huevo .. .

i donde vivía ... y sus niños ... ¡SUS niños abandonados'"


Diga ahora la primera historia. "La primera ... bien, ella ... huevo de oro
donde estaba ... había mucho oro . .. ella quería ... ahorrarlo, ella la mató ... y no

I había nada .. :'


Diga ahora la segunda historia. "Sobre uno ... quería algo más ... dónde visitó
y volvió a casa . .. volvió ... pero no pudo encontrarlo ... ellos no volvieron .. ...

I Las dificultades manifestadas aquí por la paciente se reducían a la búsqueda


de palabras; en esencia se repetían las alteraciones descritas en el lenguaje

I
214 CONSIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

narrativo en forma de monólogo, que se reducen a intentos de hallar la palabra


adecuada acompañados a veces de parafasias literales, que en este caso son
reemplazadas por divergencias lógicas o por parafasias verbales.

Lectu ra y escritura
En la lectura y escritura de la paciente se evidenciaba de forma particular-
mente aguda el conflicto característico de este síndrome.
Es evidente que al escribir la paciente ha de concentrar su actividad en el
análisis acústico consciente del habla y pasar de los componentes acústicos (fone-
mas) a los literales (grafemas). Este proceso requiere el mismo tipo de actividad,
que está radicalmente alterada en la paciente; por lo tanto es totalmente incapaz
de escribir.
En la lectura, la conversión de un texto escrito en palabras habladas es una
operación secundaria que, con un buen nivel de aprendizaje, se realiza automá-
ticamente, y se convierte en el reconocimiento directo del sentido de palabras
individuales o fragmentos del texto.
La paciente es capaz de leer adecuadamente, aunque sus operaciones con
significantes empiezan a incorporar elementos de "lectura · adivinativa" en los
que, en vez de parafasias verbales realiza "paralexias verbales".
La oposición entre la alteración del análisis y síntesis acusticoarticulatorios y
la integridad de las operaciones lógicas se manifiesta en este caso de forma
• particularmente acusada.

Conclusiones
Hemos examinado los trastornos del habla en una paciente que presenta la
primera de las formas de "afasia de conducción" que hemos mencionado. Las
dificultades verbales consecuentes a una lesión que afecta el área poscentral
y temporal del hemisferio izquierdo, Íntimamente conectadas a una apraxia
considerable (con características de apraxia oral y tras tomo de las formas selec-
tivas de articulación) aparecieron de forma notablemente heterogénea en las
distintas formas de lenguaje.
Como la mayoría de los pacientes de este grupo, conservaba una fluencia
adecuada y un lenguaje espontáneo intencional satisfactorio, alterado únicamente
por búsquedas de palabras y parafasias verbales. No se apreciaban signos de
inercia patológica.
En este aspecto se diferenciaba radicalmente del grupo de pacientes COIl
"afasia motora transcortical" que estudiaremos posteriormente.
En contraste, el lenguaje repetitivo estaba profuIldamente alterado y en
ocasiones era totalmente imposible (cuando repetía sonidos o combinaciones de
sonidos sin sentido). Su incapacidad para producir lenguaje repetitivo no estaba
en función del volumen del material presentado (a menudo la repetición de
frases era más fácil que la de palabras aisladas y siempre más sencilla que
la de sonidos, sílabas o combinaciones de sílabas sin sentido). También era
independiente del intervalo transcurrido entre la presentación del estímulo y su
repetición. A la inversa, mostraba una alta correlación con el grado de significa-
ción de la combinación de sonidos. La paciente era incapaz de repetir grupos
de nombres sin sentido; al intentarlo incurría en parafasias literales. La repeti-
ción de palabras significativas y de frases era más fácil , y evocaba con mayor
frecuencia alteraciones lógicas y parafasias verbales.
REVISIÓN DE LA AFASIA DE CONDUCCIÓN 215

Para la paciente denominar objetos y dibujos era más sencillo que repetir
palabras, y en este caso se producían con mayor frecuencia parafasias verbales.
La repetición de frases completas le era aún más fácil y se acompañaba en mayor
grado de parafasias verbales y lógicas.
La paciente era incapaz de escribir, pero la lectura no presentaba dificultades
considerables, excepto que se acompañaba por frecuentes suposiciones del senti-
do y "paralexias verbales".
El cuadro descrito puede explicarse en base a que la composición psicológica
del proceso verbal en el lenguaje espontáneo, la expresión del pensamiento e
ideas y la lectura de textos con sentido, es muy diferente de su composición en
el lenguaie repetitivo o en la escritura. En el primer caso la persona opera con
un sistema de conceptos, y el proceso de convertirlos en lenguaje es una simple
operaci6n ejecutiva, frecuentemente automatizada y realizada a nivel incons-
ciente. En el segundo, la actividad del paciente se concentra en el análisis y
síntesis acusticoruticulatorios.
Como se deduce del examen de la paciente, la característica perturbación
del análisis acústico y especialmente, su notable apraxia articulatoria, dificul-
taban en gran manera los procesos de repetición de sonidos y palabras, mientras
que las operaciones con significados permanecían inalteradas.
Esto (y no una simple "desconexi6n" o trastorno del "nivel abstracto") es
probablemente el mecanismo de esta forma afásica, que se aproxima al síndrome
de la afasia aferente cinestésica que hemos descrito en otra parte (Luria, 1947,
1970), del cual se diferencia sólo en algunas características de su estructura
específica.
Estos mecanismos ofrecen una explicación lógica de lo que los neurólogos
clásicos situaban en el cuadro clínico de la "afasia de conducción".
Hemos examinado las alteraciones verbales que aparecen en pacientes con
lesiones en las zonas parietotemporales del hemisferio izquierdo, manifestándose
a través de perturbaciones en las bases cinestésicas de la actividad verbal.
Un cuadro similar es el presentado por un segundo paciente, afecto de un
aneurisma arteriovenoso en las zonas parietooccipitales del hemisferio izquierdo
'- que origina un fenómeno similar a la "afasia de conducción".

./ Paciente Bich
Paciente Bich (caso nÚIns. 48971, 49145), fundidor, fue ingresado por vez pri-
mera en 1968 y de nuevo en 1969 en el Instituto de Neurocirugía con el diagnóstico
de un trastorno cerebrovascular que afectaba las zonas posteriores de la región del
hemisferio izquierdo, irrigada por la arteria cerebral media.
En el verano de 1968, mientras trabajaba en la fundición, tuvo de pronto un
ataque transitorio de inconsciencia, pero pudo seguir trabajando. Algunos meses des-
pués recibió un golpe en la región temporal derecha que no originó trastornos. En
noviembre de 1968 sufrió otro ataque súbito de inconsciencia, tras el que se deterio-
raron el lenguaje y la memoria y tuvo que ingresar en el Instituto de Neurocirugía.
Al examinarlo se encontró el cuadro siguiente: _
El paciente razonaba, estaba orientado, activo y consciente de su situaci6n, pero
mostraba signos de alteración de las fúnciones de las zonas posteriores del hemisfe-
rio izquierdo y trastornos sub corticales profundos.
El fondo de ojo estaba bien delimitado, pero se apreciaba cierta dilatación de
los vasos; la capacidad visual era normal, el campo visual también, la olfacción estaba
intacta, el examen otoneurol6gico no reveló anormalidades vestibulares, la sensibilidad
era normal y no se apreciaban trastornos del sistema motor; no había cambiado el tono
muscular ni los reflejos; no presentaba reflejos patológiCOS.
216 CONSIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

El EEG señalaba cambios difusos con irregularidad del ritmo alfa y signos de
irritación difusa del córtex, a los que se superponía un foco de actividad patológica-
mente lenta con sharps en el área sensomotora izquierda .
La :wgiografí.1 de la carótida izcll lierda revelaba un aneurisma arteriovenoso en la
parte posterio r de 1.1 ci,ma si h-iana , qlle n:ciuía el riego sanguíneo dd sistem,¡ de
la arteria cerebral media , de la que pasa la sangre, a través de las venas meníngeas,
hasta el seno sagital superior.
En la primayera de 1969 se realizó una intervención en la que se hallaron dos
vena s d e drenaje que emergían a la superficie cerebral y se unían en una . Estas vena s
fueron pinzadas . En la parte infe roposterior de la cisura silviana se halló una vena
larga y tortuosa que tambi én fue pinzada. Un angiograma de control mostró un agru-
pamiento de vasos en un aneurisma arteriovenoso. Se movilizó la vena de drenaje m ús
importante y bajO ella se encontró un racimo de venas pequeñas y anchas que surgían
de zonas cerebrales profundas y desembocaban en la vena de drenaje localizada en
la superficie del cerebro. El éLneurisma medía casi 4 cm de profundidad y 2-3 de diá-
metro transversal.
El curso postoperatorio fue regular y las pruebas neuropsicológicas se iniciaron
cinco semanas después de la operación.
Los resultados de la investigación neuropsicológica fueron esencialmente los si -
guientes: el paciente estaba totalmente orientado, tenía una valoración crítica de su
alteración, intentaba adecuada e intencionalmente realizar los ejercicios y corregía
activamente sus errores.
No se apreciaba alteraci ón de las gnosias visuales ni espaciales; no tenía dificultad
en reproducir movimientos de las manos ni mostraba signos de apraxia postural, espa-
cial o dinámica. La coordinación recíproca y la habilidad para reproducir ritmos es-
taban -intactas ; realizaba fácilmente respuestas mot rices convencionales (incluyendo las
conflicti\-as), ohede C' i ~l instrucciones y ejecutaba movimientos adecuados a la instruc-
ción ve rbal. No presentaba signos de inercia patológica. Realizaba sin esfuerzo opera-
ciones aritméticas sencillas, podía contar de siete en siete desde cien hasta cero, no
daba respuestas irrelevantes o estereo tipadas y resolvía problemas aritméticos fáciles.
Podía cantar, la habilidad musical permanecía tótalmente intacta. No se observaron
trastornos definidos en la comprensión de estructuras verbales ni en la memoria (ex-
ceptuando la esfera yerbal).

Se hallaron importantes alteraciones e n el habla del paciente; afectaban su


lenguaje espontáneo, ya que frecuent e m e nte tenía dificultad es para encontrar las
palabras y debía buscar las alticulaciones precisas, y e ran particularmente inten-
sas en las pruebas de repetición de palabras.
El cuadro presen tad o por el paciente era similar al descrito p or los neurólo-
gos clásicos como •. afasia de conducción".
Examinaremos con mayor detalle las p e rturbaciunes ve rbales del paciellte .

Lengua¡e narrativO espontáneo


En principio, tanto el lenguaje narrativo como el diúlogo permanecían intac-
tos. No estaba alterada la coherencia ni la estructura contextual del habla, y la
entonación y melodía eran normales . Las dificultad es esenciales no tenían car~'lc­
ter sintagmático, ya qu e aparecían se'>lo cuando c ra incapaz de encontrar tI
palabra n ecesaria; entonces e mp ezaba a ouscar inútilmcnt e, a tientas, reempla -
zando la palabra adecuada por otras qu e no podía contene r y qlle se parecíall e n
sonido, en composición morfológica o pertene cían a la misma situación o cat e-
goría, de modo que te nían el carácle r el e parafasias verbal es.
Las alteraciones presentadas por el le nguaje espontáneo del paciente no
tenían por tanto car.icter sintagmático, sino nominativo (paradi g mático).
Esta característic:1 se evidenciaba durante la cOllversación COIl el paciente
REVISIÓN DE LA AFASIA DE CONDUCCIÓN 217
y en los tests de repetición de las historias que se le leían. A continuación damos
algunos ejemplos.
Se le pide qu e relate cómo se puso enfermo (kak 071 wbolel). 'La ... bel ... zabet ...
kalc ia zabolel (cómo me puse enfermo) .oo no recuerdo oo . yo era un lit oo. liteisbchik
(fundidor) oo. trabajé allí cinco años ... las us .oo uslovia (condiciones) eran malas allí ...
sabe usted oo. Una vez caí oo. quiero decir que . mi voz se apagó (en el sentido de

~ "pérdida de consciencia" ) oo. " ¿Perdió usted el habla? "No ... no sé nada .. . caí, tuve
que permanecer allí una media hora ... entonces me lavaron (vimili) (quiere decir le -

I
vantaron [podniali] ... y entonces ... volví a casa ... después hablaba y caminaba
normalmente .. . y entonces empezó 'oo en el ej ... en el ejército . .. no quiero decir en
el ejército ... sino en ... la mi ... milicia (militsia) . .. no quiero decir la milicia, ¿por
qué la milicia? ... el la shko ... no, no shkola (escuela) ... ni la milicia ... la roja ...
no .. . sabe usted, ¿dónde llevan a la gente que está enferma? .. . " ¿Al hospital? (bolnit-
sajo "Sí, sí, ¡al hospital! .. . ¡no necesitan ejército allí! ... " (Búsqueda de palabras con
parafasias verbales). "Sabe, allí me pusieron bien y después volví a trabajar... me
mandaron a un trabajo diferente, y me sentía mejor en él oo' un mes después . .. una
semana . .. tal vez pasó un año oo. me dolía la cabeza y me puse enfermo ... ya no
podía ver las letras (quiere decir que no podía encontrar los sonidos)." ¿Qué le dolía :
la cabew y los ojos? "Ojos ... no, no mis ojos . .. mi cabeza empezó un poco, no
puedo ver y mi cabeza no verá (quiere decir: no trabajará). Entonces me puse peor . ..
y mi cabeza oo. zabela ... zabolela (empezó a doler) peor que zuby (dolor de mue-
las) ... entonces me enviaron a Kostroma, creían que mi cabeza había sufrido . . . cómo
lo llamaron . .. a ver ... abrir mi cabeza ... ¿cómo se llama? ... " ¿Pensaban que era
un tumor (opujol)? "Oh Dios, no puedo encontrar el nombre adecuado ... vopolsia .. .
opo oo' opi ... opasat ... " ¡Opujol! . oo "Po oo ' polosat ... ¡DO, no puedo! ... Bueno,
estuve mucho tiempo en Kostroma, dos meses y medio . . . entonces vieron que lo que
tengo es ... no sé cómo se llama ... " ¿Hemorragia (krovoizlianie)? "Sí, eso es ... hovi
oo. krovisa ... korvisanie ... koro ... kro .oo kros ... ¡no, no puedo decirlol ..... ¿Kro-
voiúianie? "Komo ... komoprovisanie ... " ¿Y qué pasó luego? Bien, dos meses des-
pués ellos me esperaban mientras iba a Moscú oo. entonces me "prishli" (prisbli signi-
fica "vinieron" , él quiere decir "napravili" o "enviaron") ... tuvieron que hacerlo ...
y yo prishol (prishol: "venir a pie"; él quiere decir: priejal: "venir en un transporte")
a Moscú o o . "

El defecto principal del habla de este paciente aparece con claridad en este
extracto.
Las notas muestran que en principio permanece el lenguaje espontáneo
coherente y que no hay trastornos primarios sintagmáticos o intencionales, ni
alteraciones de la estructura melódica de su narraci6n; las mayores dificultades
se dan en la búsqueda de palabras; cuando le costaba encontrar un término
esencial empezaba involuntariamente a balbucear una multitud de palabras
-a veces relacionadas fonéticamente con la adecuada (zabel ." zabil ... zabolel),
otras de sentido similar (hospital ... escuela ... ejército ... Ejército Rojo = Cruz
Roja) y en ocasiones con ambas características; su lenguaje se caracterizaba por
parafasias verbales y literales.
Otro hecho que, como veremos, es capital para el síndrome completo, es que
el paciente tiene dificultad en repetir la palabra aunque se le haya apuntado, y
se limita a intentar evocarla infructuosamente (kro uoizlianie : "kro ... krovisa-
nie ... komo ... komoprovisanie, etc.).
La principal característica de este síndrome no aparece en el lenguaje narra-
tivo, contextual (sintagmático) sino en la organización nominativa (paradigmática)
del lenguaje.
Esto se evidencia en los ejercicios de reproducción de una historia que pre-
viamente se le ha leído.
218 CO:\"SIDERACIO:-.IES SOBRE LA AFASIA

El paciente puede siempre captar el significado general de la historia, su


relato es coherente a nivel sintáctico pero tiene dificultad en encontrar las
palabras precisas y realiza parafasias durante las búsquedas de éstas.
Veamos a continuación algunos ejemplos.
El paciente escucha mientras se le lee la historia ele " La gallina de los huevos de
oro" y se le pide que diga de qué trata . Dice "una gallina ... p ... puso un huevo de
oro ... y el viejo pensó entonces: he de conseguir más huevos ... y la cogió y la mató,
pero había . .. pro ... pros toe (sólo un) huevo .. . él hizo mal, no debió matar a la
gallina ... "
Se le leyó el relato de "La corneja y las palomas" . Lo repitió así: "Bien ... no puedo
decir ... que era esto ... oue la chica es ... no ... quizá un actor ... (la expresión
perekrashivaietsya galka ["cuervo pintado"] se usa peyorativamente para un actor) . ..
no ... fue al gal ... al gaWa .. . (intentando decir galka) ... en el dere ... en el derevu
(árbol) ... (quiere decir palomar) ... y stala (empezó) ... zaorala (sin sentido) y en-
tonces lo echaron ... "

Cuando se le pidió repetir la primera historia y decir el tema de la segunda,


10 hizo bastante bien. Mantuvo el sentido general, aunque siguieron las para fa-
sias y búsquedas de palabras.
¿Cuál fue la primera historia? "Un viejo mató a una gallina y no había huevos
de oro ... "
¿Y cuál era la segunda? "Bien, como los . .. pechki (quiere decir ptichki - pájaros)
... no ... tsypishki ,'. tsypki ' " no ... ellos zaorali (sin sentido, como lo anterior), en-
tonces los echaron ... hicieron ruido ... la gente po . . ' pomerali (sin sentido) ... quiero
decir que se portaron mal."

Aparecieron dificultades similares cuando el paciente intentaba describir los


temas de "El perro tonto" y "El león y el zorro"; pudo repetir el sentido de la
historia pero aumentó la dificultad en hallar las palabras esenciales y las parafa-
sias que no p odía contener aparecieron con mayor frecuencia.

Series automatizadas. Canto

El paciente p'o día reproducir correctamente series automatizadas de palabras.


Recitaba con facilidad una serie natural (números, días de la semana, meses del
año) y sólo aparecían dificultades cuando tenía que recitar hacia atrás las más
complejas (días de la semana o meses d el año: enero, febrero, marzo, no, enero,
septiembre, mayo, junio ... jueves, no, estoy mezclando, enero, diciembre ...
de ... deviatii (no\'eno) ... septiembre ... octubre ... no ... no va así).
El paciente h abía sido un buen cantante. La habilidad para cantar de forma
expresiva permanecía intacta y reproducía de forma impecable (casi profe-
sional) el tema, Sill p alabras; los intentos de introducir la letra generalmente
hacían aparecer las dificultades anteriormell te mencionadas. "Cantar - sí, claro,
puedo cantar pero no puedo decir naJa.,. yo cantaré y usted puede decir la
letra" era lo que decía.

Denominación de obietos

La capacidad de nombrar objetos es taba severamen te afectada. Le era muy


difícil encontrar la palabra precisa, tanto al denominar partes d el cuerpo como
dibujos. En ambos casos realizaba múltiples intentos infruct uosos, como frecu en-
REVISIÓN DE LA AFASIA DE CONDUCCIÓN 219

tes parafasias verbales yliterales;.la incapacidad se manifestaba con más claridad


si la palabra era poco común o tenía una estructura compleja.
Sugiriéndole el comienzo de la palabra no se le ayudaba sino que se fomen-
taban los intentos infructuosos, con la aparición frecuente de parafasias literales
(fonéticas y morfológicas) y verbales.

I
I
A continuación damos algunos ejemplos.

1) Denominací6n de partes del cuerpo


Se mostraron al paciente partes del cuerpo, pidiéndole que las identificara por sus
nombres más comunes. Lo hizo fácilmente, pero empezó a tener dificultades cuando
se eligieron las partes menos conocidas.

Nariz: nariz
Oreja: oreja
Mano: mano
Codo (lokot): logon ... no lopot . .. lo he olvidado, no lob ... no.
Hombro (plecho): pet ... pes ... pecho ... pes ... pecho ... pes no, no así, me
he dejado una letra ... (ayuda) ... pie ... ¡plechol
Barbilla (podborodok): poddorog ... pod ... borodok ...
Nuca (zatilok): podoznie ... poz ... pod ... svinok .. , podzatilok ... podzatilok ...
¿Lo dice realmente así? Podza ... podda ... no, he olvidado ... polzak ... pole '" no,
no saldrá.
Pestañas (resnitsi): shche ... shche ... shche ... shcheki (mejilla) ... o no .. . vi
vikshi .. . vi ... no. (Ayuda): re ... re ... rem ... reki ... (Ayuda): res ... re ... resti
res ... no ... no puedo decirlo ... ris ... ki ... no.
Rodilla (koleno): pi ... ek ... pis ... kosem ... kosen ... no ... no puedo decirlo ...
los ... kosen ... kosen ... los koses . . . no ... uj ... ujno ... loset ... no, no puedo decirlo.
(Ayuda): kole ... kole ... kol ... koles ... kolesis ... no lokost '" kost (hueso) ...
kolost ... , etc.

2) Nombrar obietos y dibujos

Gafas (ochki): ¡Cielosl, lo he olvidado de nuevo ... chas ... no, no chasi (reloj) •..
s610 está mal una letra ... ojos ... en los ojos ... bu ... ga ... galo va (cabeza) ... facilita
la visi6n, no sé ... chetire (cuatro) . . . chasi (un reloj)
(Ayuda): och ... och ... ¡kil ochki.
Trolebús (trolley-bus): Sama ... cómo se dice ... samolet (avión), sí .,. no ...
avtobus (autobús) ... electric .. .
(Ayuda): tro ... troliobus ... kro ... kor .. . krolebus ... akrobulios (todo sin sen-
tido) .. . revoliutsiyu (revolución) ... akrobus (sin sentido), no, no puedo decirlo ... .
(Ayuda): tro .. . trol ... kro ... acrobus ... trobulios.
Tintero (chernilnitsa): Cher ... cemilka ... nukak ... cher ... cher-vi ... chervilka
... chernilka ...
Sartén (skovoroda): Cherbakok ... no ... zh ... cherp ... cherba .,. bok ... no ...
bu ... cherna ... bok .,. ¡una letra I
(Ayuda): sko ... sko ... skro ... skoro ... skorobornik ... skorobo .,. skoroboini1c ...
{Ayuda): skovo ... skorobornitsa ... sko ... skoro .,.
(Ayuda): SkOVOTO •.• sko ... skorobo .. , skorobodnik .. ,
(Ayuda) : skovoroda ... ¡Sí, está bien! Skovoronok ... skovo ... no, se ha ido de
mi cabeza ... no.
Platito (bliudechko): lozh ... lozhka ... (cuchara) aquí, pero no es aquí '" aquí
se pone una taza ... Iozh ... no ...
(Ayuda): bliu: bliudka ... bliutski ... bliutka .,. bliudo ... bo .. . lozhka (cuchara)
y biushka (sin sentido) ... DO. _ '::. .
Sandía (arbuz): krasni (rojo) ... (pera) ... bro ... bran ... no, zeleni (verde) ...

16. LUlllA
220 CONSIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

esto es de ... ogoron ... ogorode (huerto) ... ¿quién está allí? Cur . . . no, no ogurets
(pepino).
{Ayuda) ar: arbuz, aquí, lo he encontrado ... ar ... amos ... ar ' " ¡no, lo he per-
-'
dido de nuevo!

El cuadro revelado por este extracto está perfectamente claro.


Aunque se nombran adecuadamente algunos de los objetos, dibujos o partes
del cuerpo más frecuentes, reconocibles y firmemente fijados, la presentación de
objetos o dibujos menos familiares causa una extrema dificultad; empi eza a bus-
car inútilmente la palabra adecuada, emitiendo otras similares en sonido (para-
fasias literales) o en sentido (parafasias verbales) que no puede inhibir aunque
haya obtenido la palabra precisa. En su búsqueda de una palabra el paciente
despliega una actividad considerable; muestra pocos signos de inercia patológica,
que le impediría encontrar el nombre que necesita (característica en las lesiones
de las zonas anteriores del- cerebro).
Por último, otro hecho característico es que sugiriendo al paciente las sílabas
iniciales de las palabras no se le ayuda, persistiendo sus intentos de encontrar
la palabra.
Esto nos conduce al síntoma central del cuadro: la alteración del lenguaje
repetitivo.

Lenguaje repetitivo

Las dificultades en la búsqueda de palabras que acabamos de describir


recuerdan la afasia amnésica, y provienen de una desordenada afluencia de múl-
tiples alternativas que analizaremos de forma especial en otra parte de este
libro. Sin embargo, el hecho de que apuntar no ayude al paciente a encontrar
el nombre que busca nos l1eva a dar otro nombre a este fenómeno. Podemos
rechazar la idea de que las dificultades en la repetición de palabras se deben
a una afasia acusticoamnésica ya que el paciente no muestra trastornos en la
comprensión del habla y su memoria inmediata permanece intacta. Queda la hipó-
tesis de que los trastornos observados corresponden a la categoría descrita en
neurología clásica como síndrome de «afasia de conducción", y por lo tanto
hemos de r.ealizar una investigación más detallada del lenguaje repetitivo del
paciente.
Incluso las pruebas más sencillas de repetición de sonidos aislados revelan
numerosos indicios de que el paciente confunde articulemas próximos, e incluso
distantes, y que el cuadro general presenta claros signos de afasia motora afe-
rente, complicada con otros trastornos.
A continuación se dan algunos ejemplos de estas dificultades:

m d b b b b p d ... (no ... )


m d m p p m b
'--~
nk nr nr bp bp In rn

mk mk n .. k p ... rp r... k.. .ko


(no)

Estos protocolos muestran que el paciente confunde con facilidad los articu-
lemas y los reemplaza por otros muy similares (sonidos palatales y labiales);
REVISIÓN DE LA AFASIA DE CONDUCCIÓN 221

cuando se le hacen repetir pares de sonidos además .de la dificultad en la diferen-


ciaci6n de articulemas aparecen trastornos más profundos (perseveración de las
articulaciones precedentes, etc.). El paciente es siempre consciente de las inco-
rrecciones de su articulaci6n.
Las alteraciones del lenguaje repetitivo de este paciente son aún más impor-
tantes en los tests de repetición de palabras.
S6lo podía repetir con facilidad unas pocas palabras; sin embargo, la repe-
tici6n correcta era inestable, bastando la prolongaci6n de la prueba para que
tuviese dificultad en repetirlas. Característicamente, cuanto más se esforzaba el
paciente en pronunciar correctamente la palabra, más difícil era la tarea. No
p odía repetir la combinaci6n de sonidos requerida, al ser incapaz de contener las
sustituciones de articulemas (por ejemplo, las explosivas "k" y "tU), las traspo-
siciones, la introducción de sonidos irrelevantes, que conducían a parafasias lite-
rales, y la incorporaci6n de palabras accesorias conectadas semánticamente con
la palabra buscada, es decir, parafasias verbales.
Ilustraremos este defecto con los ejemplos siguientes:

Repetición de palabras aisladas

dom (casa) koshka (gato) okno (ventana) okno olmo


dom koshka to ... kom ... ko ... k ... dom kol ... (no)
kol .. .
kino (no)

okno okno ,takan (vaso) ¡x>rtnoi (sastre)


ko ... kotno . .. (no) (espontáneo) stakan pork .. .
sinko [contaminación de ¡okno, oknol kopnoi .. .
"steklo" (vaso) y "okno"] (no)
(no) zhelezo {hierro)
(no)

les (bosque) beIka (ardilla) belka belka


les le . .. leska les... zhi... zhitka ... be ... be ...
(contaminación de rizhaia (pelirrojo) ... beIka . . .
'1es" y "belka") ¡lisa (zorro)1 belska .. .
belka .. .

vol k (lobo) medved (oso) poezd (tren) poezd


volk medved po ... polezd ... polez .. .
¡samolet (avión) I polez .. .

vagon (vagón) kooperativ (cooperativa) ¿Entiende usted esta palabra?


va .. . vagolon artist (actor) . .. (no) Sí ... kolkhoz (granja colectiva)
samolet (avión) . .. {no) koperatiz (sin sentido)

¿Qué significa "kooperativ? Korablekrushenie (naufragio)


Bien, pues es donde trabaja gente, ko .. . kora... shenie... kora ...
allí dinero y . . . cooperativa. ushenie ...
Sabe usted, en un pueblo,
van allí, obtienen materiales
y dinero.

¿Qué significa? ¿Y cuál es el resultado? lokomotiv (locomotora)


Bien . .. un barco . ko . .. ro .. . koromeshot .. . okolo ...
se hunde en el mar ... (el barco... ¡se hunde! . . . okolomotiv '" .
. .. no ... )
222 CONSIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

lokomotiv lokomotiv ¿Qué significa? lokomotiv


ko ... kolo ... o ... po ... ola ... Es un tipo de loko-mo-tem
tiV .. . kom . . . (no ... yo máquina
no puedo decirlo)
lo ko mo lokomotiv lo-ko-mo-tiv
lo lomo ... lokomobil lo-ko ... mobil lo-kolomo .. .
(no) .. . tiv

Los hechos descritos demuestran un fenómeno que ya nos es familiar: cuanto


más concentra el paciente su atención en la repetición de la estructura acústica
de la palabra, mayor es su dificultad en realizar la prueba.
Aparecen dificultades en la repetición de sonidos aislados y sílabas, y espe-
cialmente palabras cuando son complicadas y largas. La búsqueda de las
articulaciones adecuadas suele hacer surgir sonidos extraños, a veces con traspo-
siciones, otras con cambios semánticos involuntarios ("tren" por "avión"), y
contaminaciones frecuentes en las que las perseveraciones juegan un importante
papel: las modificaciones acústicas se combinan con las semánticas [belka (ardi-
lla) por leska ... rizhaya (zorro rojo); okno (ventana) por sekno (steklo) (vaso) y
zhelezo (hierro), etc.].
El carácter múltiple en la sustitución de la palabra adecuada sugiere un
fenómeno que DOS es familiar, la equiparación de la excitabilidad de las dife-
rentes conexiones. Se manifiesta con claridad particular cuando el paciente ha
de reproducir conscientemente grupos de palabras o sonidos; en el lenguaje
coherente, contextual, se reduce considerablemente.
Evidentemente, se manifiesta también este fenómeno en la repetición de
pares de palabras, con la única diferencia de que en general es más difícil la
repetición de la segunda palabra que la de la primera [lo que indica que la repe-
tición "a partir de trazos formados" le es muy difícil y que el paciente, a conse-
cuencia de la dominancia de los trazos más recientes (el conocido factor recellC1j),
cambia a veces el orden del par que repite, diciendo primero la segunda
palabra].
A continuación damos algunos ejemplos ilustrativos.

Repetición ile pares de palabras

dom (casa) -les (bosque) dom -les


les. .. led... dom . . . dom -les (lo reproduce fácilmente
a los 30 segundos)
noch (noche) - igla (aguja) noch - igla sneg (nieve) - chasi (reloj)
noch ... (y) ... les ... leska nochlegl'-a- - - sh neg (y algo)
... me .. . (seglar) .,. gigla
. . . y zemlia (tierra)
... (no)
sneg - chasi shkaf (amarlo) - truba (chimenea) shkaf - truba
chasi ... (y) shkaf .. . (y 10 que está al final, y) t . .. tr ... truba
sneg .. . tucha .. . neuff ... neufer . . .
shkaf - truba volk (lobo) - pila (sierra) volk - pila
er ... sh .. . volka ... (esto) ... lo ... volk (y) .. . vil ...
shu ... shum . . . vila (algo para escribir)
pisat (quiere d ecir pilit - serrar)
con derevi (madera)
. .. pilka (contaminación de "volk"
y "pila") ,
REVISIÓN DE LA AFASIA DE CONDUCCIÓ~ 223

Aquí se suma a los trastornos conocidos la enorme dificultad en reproducir .


palabras a partir de sus trazos (rnnésicos). La misma situación se observa en la
repetición de frases, con la diferencia de que el paciente no presenta dificultades
sintagmáticas pero conserva el trastorno en la repetición de combinaciones de
palabras que acabamos de describir.
Aunque aparecen dificultades en la repetición de frases cortas, como es
lógico, son mucho más notables cuando ha de reproducir frases largas, o de
estructura compleja. A continuación vemos algunos ejemplos.

Repetici6n de frases sencillas


malchik spit (el niño duerme) devochka bolnaia (la niña está enferma)
malchik spit m ... malchika... ba .. . bolit (está enferma)
devochka bo]naia sobaka ]aet (el perro ladra) sabaka laet
ma .. . devochka zabolela sobaka ... gav ... gavkaet sabaka .. . lasit
(la niña se ha puesto enferma) (sin sentido) (mancha)
malchik poimal ribu
koshka miaukaet (el gato maulla) koshka miaukaet (el niño pescó un pez)
k ... kuritsa.. . (gallina)... (no, lo ka ... kasm ... ma ... malchishka (el niñito) ..
olvidé) (no) .. . ribu poimal
(pescó un pez)

koshka poimala mishi (el gato cazó un ratón) koshka poimala mishi
misha '" rnisha... ry .. . ka .. . s... skushaIa rnishka (ratoncito) .. .
(devoró) ele ... i.. . kurita (gallina) ...
orel (águila) ... (no)

Repetici6n de frases complejas


Eiemplo l. V sadu za visokim zaborom rosli iaboloni (En el jardín, tras un alto
mt:ro, crecen los manzanos.)
Realizaci6n: 1) V sadu ... pod (debajo) .. . pod ... rad ... ro ... pod ... rabotaet
(trabaja) .. . (no ... qué largas son las palabras).
2) Pod za ... rom ... pod zaborom (bajo el muro) ... shi ... shi ... shi ... zhili (vi-
vía) tsveti (Hores).
3) Pod iablonei (bajo los manzanos) zhili tsveti .. : (no).
Eiemplo 2. Na opushke lesa ofotnik ubil volkn (En el lindero del bosque, el
cazador mató un lobo).
Realizaci6n: 1) Pod .. . o ... ogoro ... {sin sentido) ubilo .. . (mató) . .. ohlco ... ojot-
nik (caza-dor) .. . ubil {mató) kogo-to (a alguien).
2) Volka ubil ojotnik (el cazador mató un lobo) ... ne u .. . v lesu (en el bosque) ...
pod lesom (cerca del bosque). .

El paciente capta el esquema sintáctico básico de la frase pero la reproduc-


ción de los componentes nominativos es defectuosa, y a menudo sustituida por
parafasias. . .,
Posiblemente lo más característico sea que las dificultades en la repetiClOn de

I series de palabras y frases que presenta este paciente no pueden considerars.e


defectos mnésicos: no encuentra ninguna dificultad especial en volver a decu
las series de palabras o frases que ha repetido con anterioridad, .y, al ~trario
que los pacientes con déficit mnésicos primarios! presenta las IDlSJIlas diJiculta-
des que en la reproducción inmediata.
Daremo~ algunos ejemplos.

-
.. '
224 CONSIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

Las dos frases usadas en el examen previo fueron leídas al paciente: 1: Crecen man-
zanos en el jardín, detrás del alto muro, y II: El cazador mató un lobo en el lindero
del bosque, y él las repitió con las dificultades y parafasias ya descritas.
-"¿Cuál era la primera frase?" -"Nad (sobre) .. . vozle doma (cerca de la casa) . ..
pod (bajo) ... vy . . . (en general, ¿qué es lo que hay? Esto: crecen manzanos ... )."
-"Pero ¿dónde?" -"En el jardín ... en el jardín ... en el jardín de la casa ." - "¿Y
cuál era la segunda frase?" -"Era sobre un cazador .. . mató un caballo ... " '- "¿Qué
mató?" -"(~'fató . .. ) s ... sobaku (perro) ... sobaka ... (no, no un perro) ... volk (lo-
bo) . . ... - "Repita las dos juntas." -"En el bosque había un cazador .. . un perro
(quiero decir un lobo . . . )". -"¿Y cuúl era la primera?" -"Vozlc (cerca) ... voz . . .
le ... v lesu (en el bosque) ... vozle doma (cerca de la casa) . .. v etom (en este) .. .
zhil . . . lía . .. dents ... (ma:lzanas en un árbol) .. ." -"¿Y la segunda frase?" -"(Lo-
bo . .. perro . .. es el perro .. . muerto . .. )", etc.

La repetición de sonidos, ,palabras, series de palabras y frases sobrepasa la


capacidad de este paciente, y sus intentos de hallar la palabra precisa se ven
acompañados de irrefrenables parafasias literales y verbales. Este fenómeno no
puede considerarse un simple trastorno de la memoria (véase Luria, Neuropsico-
logía de la merrwria I, 1974).

Lectura y escritura

El paciente puede leer sin dificultad un texto coherente; para él es mucho


más fácil que repetir sonidos, palabras o frases que oye, y al leer un texto prepa-
rado (de modo que pueda mantener la vista en él sin interrupción) raramente
aparecen las parafasias descritas.
Así lee el paciente un fragmento de "Galka i golubi (La comeja y las palo-
mas)": "Galka i go-lu-bi ... entiendo las palabras, pero "po literature" quiere
decir po povtoreniyu, "al repetir") lo digo mal ... la comeja oyó que las palomas
comían muy bien, se pintó de blanco y se fue al palomar ... las palomas no
la reconocieron y la aceptaron ... ", etc.
Sólo al leer palabras difíciles como "korablekrushenie (naufragio)", "mozgoboe
krovoobrashcherue (circulación cerebral)" se ve obligado a pasar del reconoci-
miento directo de las palabras al análisis de los sonidos aislados, apareciendo
entonces las dificultades anteriormente descritas.
Escribir es totalmente imposible para el paciente. Intenta hallar inútilmente
las letras adecuadas, las reemplaza por otras y desintegra la escritura de pala-
bras y frases, apareciendo los trastornos descritos en las pruebas de repetición .
La copia de un texto (proceso esencialmente idéntico al dibujo) no presenta
dificultad apreciable para el paciente.

Conclusión

El síndrome descrito es similar al hallado en la paciente anterior.


El cuadro observado en este paciente que presenta un aneurisma arterio-
venoso que interfiere la normal circulación en la región parietotemporal del
hemisferio izquierdo tiene las características siguientes.
Mientras que la gnosis óptica y la praxis están totalmente intactas, son efec-
tuadas correctamente las acciones finalistas y está preservada la comprensión,
pero se aprecian severos trastornos del habla.
El lenguaje narrativo del paciente es sinLlcticamente correcto y su entonación
I
I
REVISIÓN DE LA AFASIA DE CONDUCCION 225

y estructura melódica totalmente normales; la alteración se centra en la búsqueda


de palabras aisladas. Abundan los tanteos en la denominación de objetos y se
acentúan durante la repetición de palabras, series de palabras y frases y en la

II escritura.
En este caso el paciente busca inútilmente la palabra que precisa (o acaba
de oir) y emite de forma incontrolada sonidos (articulaciones) irrelevantes, pala-
bras extrañas (conectadas por el significado a la palabra buscada) o deformadas,
I incluyendo componentes acústicos o contaminaciones con palabras semejantes en
I sonido, estructura morfológica y sentido. Todas estas alternativas tienen idénti-

I
ca probabilidad de aparecer, y el paciente es incapaz de re3lizar la elección
adecuada.
El aspecto central de estas dificultades radica en la alteración de la búsqueda
selectiva de la palabra precisa, y los elementos de perseveración mostrados en
ocasiones por el paciente tienen sólo una importancia secundaria.
f El cuadro descrito aparece con claridad no en la expresión directa de un
¡-
pensaIl'jcnto, sino cuando el paciente ha de concentrarse en el proceso de repro-
I ducción de la estlUctura acústica (o acústico-literal) de la palabra o cuando ha
t de repetirla o escribirla. Todo esto brinda un cuadro similar al de la afasia de
conducción, tal como se describe en neurología clásica; y sugiere, primero, que
está basado en un trastorno de la selectividad del análisis acusticoarticulatorio
consciente, es decir, que el paciente"puede producir, con idéntica probabilidad,
cualquiera de las múltiples alternativas; y en segundo lugar, que dicho cuadro
es consecuencia de un estado patológico de las zonas posteriores del habla
(parietotemporales); el cuadro aparece muy claramente cuando el paciente ha de
repetir combinaciones de sonidos o palabras de forma consciente.

3. TRASTORNOS DEL LENGUAJE REPETITIVO EN PACIENTES


CON ALTERACIONES ACUSTICOMNÉSICAS

El trastorno del lenguaje repetitivo secundario a alteraciones del análisis


articulatorio es s610 una de las formas de la afasia de conducción. Otra forma
es la ocasionada por alteraciones de la memoria audioverbal. Este último tipo
de trastornos es muy diferente de los ya descritos, por lo que debemos prestar
especial atención al análisis de este síndrome.
Es evidente que la repetición de sonidos individuales o palabras cortas no
requiere una memoria a corto plazo operativa (la memoria ultracorta tal com~
la hemos descrito queda "fueta del alcance del análisis en este caso); sin em-
bargo, la repetición de series de sonidos o palabras en un orden dado es imposible
a menos que el total de la serie se mantenga en la memoria durante un período
relativamente corto y pueda reproducirse a partir de los rasgos apropiados.
En otra parte (Luria, Solokov y Klimkovski, 1967; Luria, 1972, 1914) nos
hemos detenido especialmente en los mecanismos neurodinámicos que sustentan
la memoria a corto plazo de series ordenadas.
Las observaciones demostraron que la capacidad para reproducir adecuada-
mente recuerdos seriados requiere algo más que su preservación de la extinción
ulterior. Precisa además que los elementos de la serie a retener no se inhiban
mutuamente; sólo si se cumple esta condición puede reproducirse adecuadamente
la totalidad de la serie.
Sin embargo, las investigaciones que acabamos de mencionar han demostrado
226 CONSIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

que cualquier estado patológico del cerebro tiende a incrementar las posibili-
dades de inhibición de los trazos creados, tanto a causa de factores extraños
(interferencias) como por influencias proactivas y retroactivas de los elementos
individuales. A ello se debe que el fenómeno de inhibición de los miembros
centrales de una serie, clásico en la literatura y otros tipos de inhibición proactiva
y retroactiva sean particularmente evidentes en este caso y es eso también lo que
explica el "olvido" patológico de elementos aislados, o, más exactamente, la alte-
ración en la normal reproducción de recuerdos organizados.
En lesiones cerebrales profundas (incluyendo las lesiones de los niveles supe-
riores del tronco cerebral, del tercer ventrículo y de la región límbica) la inhibi-
ción patológica de los traLOS se manifiesta en todas las modalidades por igual;
en las lesiones del sistema temporal izquierdo es específica, manifestándose
principalmente en la esfera audioverbal, ofreciendo el cuadro afásico acustico-
amnésico, cuyos síntomas hemos descrito (véase Luria, 1947, 1962, 1970).
La esencia de la afasia acusticoamnésica es que el paciente puede captar
fácilmente sonidos (fonemas) y palabras aisladas, pero es totalmente incapaz de
almacenar y reproducir series de sonidos (Klimkovski, 1966) o de palabras
(Luria, Solokov y Klimokvski, 1967); sólo puede retener una pequeña parte de la
serie de palabras o sonidos, omitiendo el resto, o transpone el orden, reprodu-
ciendo en primer lugar el último elemento (el recuerdo más reciente), seguido
de los precedentes (factor recency). En esencia es un trastorno del lenguaje
repetitivo que afecta, no a elementos aislados, sino a series de elementos.
En este sentido el fenómeno de la afasia acusticoamnésica se asemeja al fenómeno
de la "afasia de conducción", del que es una forma específica.
Un reciente trabajo de Tsvetkova (1972 e investigaciones aún no publicadas)
ha demostrado que la alteración en la repetición de una serie organizada se basa
en realidad en un "factor volumen", conectado con la mutua inhibición de los
componentes de las series verbales presentadas. Por 10 tanto, si la misma serie
(ya esté formada por una palabra compleja compuesta por varias sílabas y ade-
cuadamente automatizada, o por una serie de palabras sucesivas) se presenta
en fragmentos, dejando entre ellos pausas largas (de 2-4 segundos), de modo
que se facilite la consolidación de los recuerdos individuales y sean más resis-
tentes a la inill:bición (proactiva y retroactiva), los pacientes con afasia acustico-
amnésica son capaces de repetir las series presentadas con una considerable
mejoría.
Es evidente que el trastorno de los procesos acusticoamnésicos con aumento
de la inhibición recíproca de los trazos crea las condiciones para la aparición de
la afasia de conducción, y que la esencia de este síndrome radica en que el
paciente es capaz de repetir elementos audioverbales aislados a pesar de los
trastornos en la reproducción de series de palabras.
Este trastorno forma parte del síndrome de "afasia acusticoamnésica" ya
descrito en otro lugar (Luria, 1966, 1969, 1970), por lo que este tipo de afasia
de conducción no es otra cosa que un caso especial de este síndrome.
Pennítasenos analizar un caso que presenta este cuadro.

Paciente Malear

Paciente Makar {caso núm. 55521), un conductor de 41 años que fue ingresado
en diciembre de 1971 en el Instituto de Neurocim gía con el diagn6stico de hidro-
cefalia a consecuencia de una aracnoiditis adhesiva .
Comenz6 a estar enfenno en mayo de 1971, cuando sufri6 un brusco acceso de
REVISIÓN DE LA AFASIA DE CONDUCCIÓN 227
fiebre alta acompañado por -una crisis epiléptica generalizada y por una leve hemipa-
resia izquierda. Se le diagnósticó una encefalitis infecciosa. La hemiparesia izquierda
fue desapareciendo, pero persistieron el dolor en el lado izquierdo de la cabeza y una
alteración del habla.
El examen neurológico reveló el cuadro siguiente :
Pupilas isocóricas, agudeza visual 0,8-1,0, campos visuales no alterados, papilas
ópticas normales. Leve paresia del nervio facial central izquierdo. Nistagmo optociné-
tico, más débil a derecha. .
No alteraciones sensoriales; le....e disminución de la fuerza en la extremidad supe-
rior izquierda. Hiperreflexia generalizada, reflejos abdominales disminuidos a izquierda.
Signo de Cordon positivo a la derecha.
No aparecen signos de aumento de la presión intracraneal.
Electroencefalograma: actividad patológica en el hemisferio izquierdo, especialmente
en la región temporoparietal. La radiografía craneal muestra calcificaci6n en el ven-
trículo lateral izquierdo.
L.C.R.: 0,33 % de proteínas inicialmente; 0,79 % la segunda vez, con células.
Las investigaciones neuropsicológicas revelaron que la personalidad, actividad y
actitud cntica del paciente se mantenían intactas, pero existían leves trastornos en
otros sistemas, además del del lenguaje.
La praxis postural estaba levemente alterada, presentando rasgos poco evidentes
de apraxia cinestésica; no se observaron dificultades en las pruebas de praxis espa-
cial, pero la coordinación recíproca era deficiente, con una lentitud de movimientos
compensada de la extremidad superior izquierda. La percepci6n de ritmos Simples per-
manecía intacta, pero aparecían dificultades para analizar ritmos complejOS ("No puedo
captar el ritmo si lo hacen tan rápido"). La ejecución del paciente al reproducir los
ritmos se caracterizaba por frecuentes errores relacionados con la dificultad en retener
una estructura rítmica compleja, y sólo podía superar sus diEcultades si se le apun-
taba activamente.
La gnosis óptica permanecía intacta y no había alteraciones de la praxis espacial.
Las reacciones de elección (aun en situaciones conflictivas) estaban totalmente preser-
vadas e incluso programas relativamente complejos estaban a su alcance.
La capacidad aritmética del paciente era correcta, y no había trastornos de lec-
tura ni escritura.

Las alteraciones fundamentales se manifestaban en el habla del paciente.

Lenguaje espontáneo

Su lenguaje espontáneo permanecía intacto; podía explicar de forma coheren-


te la historia de su alteración o describir el sentido de un dibujo o relato. Al mis-
mo tiempo, se quejaba continuamente de "no poder hablar rápido", y, de hecho,

I su lenguaje narrativo se veía interrumpido por frecuentes búsquedas de palabras.


¿C6mo se puso usted enfermo? "'Sabe usted, todo era normal ... no sé ... yo estaba

I
sano, y todo ... debió de ser el primero de julio ... a las siete y media ... estaba afei-
tándome y pude ver ... ¿qué era aquello, detrás de mi ojo? La navaja ... acabé de
afeitarme ... estaba jugando ... empecé a hacer algo, cuando sentí, y entoDces mi
mujer ... Ial hospitall Comprendí que era algo serio ... una semana después empecé
I a comprender claramente ... pero no podía hablar rápido, aunque entendía como de
i• costumbre ... " .

Aunque el lenguaje espontáneo del paciente conserva su estructura narrativa


y su entonación, puede observarse la búsqueda de palabras caracter~tica de la
afasia amnésica, que, sin embargo, no altera la integridad de la expresIón.
228 CONSIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

Repetici6n de sonidos Ij palabras


La repetición de sonidos aislados era totalmente correcta, constatándose
únicamente que en ocasiones el paciente "no entendía" el sonido qu e se le pre-
sentaba y pedía que le fuera repetido. Lo mismo se produjo durante la repetición
de palabras aisladas.

okno stol dver potolok dom les kost portnoi


(ventana) (mesa ) (puerta) (techo) (casa) (bosque) (hueso) (sastre)
+ + + + + + +
Las pruebas de repetición de sonidos y palabras aisladas demostraron que el
paciente no presentaba dificultades apreciables.

Repetici6n de series de sonidos y palabras


En contraste con la repetición de sonidos y palabras aislados, la repetición
de series de sonidos o palabras, por sencillas que fuesen, estaba severamente
alterada; el trastorno se apreciaba incluso en series de dos elementos, pero era
más evidente en las de tres elementos.
Por regla general retenía un componente (generalmente el más reciente) y
reemplazaba el primero por otro, o retenía sólo el primer elemento omitiendo por
completo el segundo.
Se dan ejemplos a continuación.

b-r t-d b-p


r . . . y algo más d . .. no entendí b ... y parecía ...

p-b ta-ra ta-za


b .. . y v ... ade más. . . no recuerdo el segundo no entendí

ta - da
ta - da?

Se observó una conduc ta similar en la rep etición de pares de palabras :

dom - noch shkaf - igla stol - noch


no entendí , fu e dom - igla . .. no sé stoch . .. no, no sé
tan rápido . . .

igla - pirog (pastel) igla - pila noch - pila


no lo entendí ¿igla? lo e ntendí noch ... y después
y el segundo .. . otra palabra . . . glaz ¿(aja)?

stol- dub stol - dub koshka - ochki


dub ... ¿y cu ál era la stol . .. ¿.por qué no recuerdo noch . .. no, no era eso ...
primera? ¿slon? ¿no? la otra (. . . )? sino ochki .. . ¿Y la primera?
La oí, pero no la sé.

Las dificultades en repetir pares de palabras no presentaban excepciones, ya


que aparecieron en un 85-90 % tIe los casos en un gran número de pruebas.
Característicamente, un espacio largo (por ejemplo, 4-5 segundos) entre
ambas palabras podía hacer desaparecer la dificultad.
REVISIÓN DE LA AFASIA DE CONDUCCiÓN 229

dom -les (casa - bosque dom - (2 seg.) - les dllm - (4 seg) -les
no he entendido dom '" dom... cuando usted dom -les
no tan rápido va de prisa no cojo la
primera palabra
pirog - ochki (pastel - gafas) pirog - (4 seg.) - ochki
-=-"7:"""""'--;----,-
ochki ... pero no en tendí el segundo pirog - ochki

El paso a las series de tres elemeÍltos hace totalmente imposible la repetici6n.

dom - igla - stol noch - shkaf - luna


(casa - aguja - mesa) (noche - armario -luna)
1) dom ... no, no sé ninguna más 1) luna ... , no, no entendí
2) dom . .. no entendí esa palabra 2) no... no pude entender

Repetición de fr~es

Por regla general para este paciente era muy difícil repetir frases. Sólo podía
repetir un fragmento de una frase larga, omitiendo el resto; decía que no podía
retener la totalidad de la frase.
Si se dividía la frase en palabras aisladas, podía repetir sin dificultad cada
palabra, pero no la frase completa; sólo tras un largo entrenamiento se obtenían
los resultados deseados.
Las dificultades tan claramente manifestadas en la repetición de series de
palabras o frases podían aparecer también a veces en la repetición de una pala-
bra poco familiar o complicada. En tales casos, la división en sílabas de la
palabra y la repetición por separado de cada sílaba constituía una ayuda sustan-
cial, capacitando al paciente para repetir la palabra completa.
berloga (guarida de un animal) ber -lo - ga berloga
1) ¿Iogoped? (logopeda) + +. + 1) ber - gra .. .
2) algo como ... lago... berloga ... 2) ber - lag ... aaa
3) Belgrada ... DO

En la repetición de series de palabras y frases los trastornos más evidentes


mostrados por los pacientes de este grupo eran .los relacionados con dificultades
acusticoamnésicas, por lo que tanto las parafasias literales como las verbales eran
relativamente escasas; este hecho distingue esencialmente a estos pacientes
de los de los grupos anteriores.
Las características descritas en las pruebas de repetición de series de
palabras se observan de forma idéntica en los tests de evocación de estas series,
o, en otras palabras, de reproducción de los recuerdos de estas palabras.
Si el paciente es incapaz de repetir directamente una serie de dos palabras,
no podrá, evidentemente, repetirla a partir de los trazos precedentes. Sin em-
bargo, como resultado de la técnica antes mencionada, es decir, dividiendo la
serie en fragmentos que se presentan de forma aislada, y separados por intervalos
de 4-5 segundos, el grupo llega a ser repetido; incluso tras la repetición del
segundo grupo no suele tener dificultad en repetir el primero.
noch - igla (noche - aguja) noch - (5 seg.) - ¡gla stol- dub (mesa - roble)
Doch ... y algo más + + . dub ... ¿y el primero?
no, DO sé

sto} (5 seg.) - dub ¿cuál era el primer par? ¿y el segundo?


+ + noch - igla stoI - dub
230 CONSIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

¿y el primer par? ¿y el segundo par?


noch - igla . stol - dub

Esto significa que la principal dificultad manifestada por este paciente en la


repetición de series de palabras es el aumento de la inhibición recíproca entre
los elementos presentados. Si se supera el aumento de la inhibición introdu-
ciendo una larga pausa que permita a los trazos grabarse con la fuerza necesaria
el paciente no tiene la menor dificultad en evocarlos más tarde.

Repetición de historias
En realidad, la repetición de historias no puede ser considerada como un
acto de repetición: tal corno demostró inicialmente Barlett (1938) y explicamos
detalladamente en otra parte (Luria, 1974), es un complejo proceso dirigido a
aislar el sentido esencial, elegido de entre numerosas alternativas posibles.
Como es natural este paciente al repetir historias no presentaba dificultades
distintas a las descritas, apreciándose únicamente los defectos mnésicos que obs-
taculizaban la captación de series presentadas con rapidez.
A continuación damos un ejemplo de estos hechos.
Se leyó al paciente la historia de "El león y el ratón". La repitió así : " ¡Lo entendí
todo! ... el león estaba dormido ... el ratón saltó sobre el león ... ve, Ilo entendí
todo! ... únicamente que no puedo decirlo rápido . .. bien .. . pidió que le soltara .. .
a casa .. . otra vez ... de nuevo ... el león ... bien ... en la cuerda ... ellos ... za .. .
zavyazali (atado) .. . los cazadores ... cogió la cuerda bajo el león ... y soltó la cuer-
da ... IY el león se escapól"
Se le leyó "El león y el zorro". La repitió así: "Un león viejo ... un viejo cazador ...
no . .. no quería ir tras ellos ... sin embargo, salió ... de su .. . bear ... su" (Apuntado
¿berlogu (cubil)? "Meteorologu ... no ... pero los otros animales ... tras él ... y cada
vez ... ellos los mataban ... ¡ah!, el zorro ... no dependía del león . .. dijo al zorro :
¿por qué los otros animales? ... y el :wrro dijo : "hay otros animales en este logot . ..
lobodya (sin sentido; intenta decir logovishche, que significa cubil) ... y los otros ani-
males ... ¡nol"

Este extracto muestra que la inclusión de palabras .. y . estructuras ver bales en


el relato de una historia completa hace aparecer dificultades similares a las
descritas antes, y que, aunque el paciente capta bien el tema principal, la expre-
sión de su pensamiento en un sistema de palabras coherente se ve intensamente
obstaculizado; las dificultades mantienen lID carácter similar al de las que se
presentaron en la repetición de series de palabras o fras es.

Denominación de objetos
Este paciente podía nombrar objetos con facilidad, y sólo tenía dificultad
en hallar el nombre en casos excepcionales, no más del 5-8 % del total; no
presentaba parafasias verbales con la frecuencia del p aciente anterior, y sólo
ocasionalmente se observaron búsquedas de letras o parafasias literales.
Ejemplos de objetos mostrados:
lámpara manzana gallo tijeras caldero (chainik) bicicleta armario
+ + + Es lo mismo .. .
chashka (taza)
+ +
chainik .. .
chainik .. .
REVISIÓN DE LA AFASIA DE CONDUCCIÓ~ 231

ardilla abrigo de piel puño


- -+e t c .
+ +
Sin embargo, tan pronto como se presentaba al paciente una serie de dos
dibujos con la petición de que los denominase a la vez, la situación cambiaba
de forma radical. Aunque podía nombrar fácilmente un objeto, al intentar deno-
minar el segundo o dudaba o empleaba un orden erróneo, poniendo primero el
más reciente. .
Esto significa que también la denominación de objetos, además de la repe-
tición de palabras, puede verse dificultada por la alteración de la retención de
trazos ordenados serialmente. A continuación exponemos ejemplos de este fenó-
meno.

Objetos mostrados:
lámpara - manzana reloj - tijeras gallo - caldero
manzana - lámpara despertador. .. y gallo ... y es lo
tijeras ... ya lo he mismo otra vez
dicho... tijeras y . .. caldero
despertador
abrigo de piel - serpiente armario - sofá
abrigo de piel- VlDora sofá ... Y otra vez
lo mismo... armario

eompretlSÍÓn de palabras
El paciente entendía el lenguaje dirigido a él. Esto se evidenciaba en la con-
versación, la realización de órdenes y la explicación de historias. No tenía difi-
cultades apreciables en la comprensión del sentido de palabras abstractas o
relaciones lÓgicas gramaticales. Sin embargo, si se le hablaba rápido, se quejaba
de "no poder captar el sentido" o "no entender todas las palabras a la vez"
y pedia que se le hablase de forma más lenta y diferenciada.
El mecanismo subyacente a este fenómeno ,se clarificó a partir de pruebas
específicas en las que el paciente debía señalar objetos nombrados aisladamente,
y luego nombrados por pares.
Un fenómeno interesante (y frecuente) fue revelado por este test. Si se nom-
braban objetos aislados que el paciente debía dibujar en una hoja de papel, lo
hacía sin dificultad. Pero si se nombraban partes del cuerpo para que las distin-.
guiese y señalase sobre sí mismo, su realizaciÓn era mucho más lenta y además
era preciso cierto periodo de latencia antes de que captase el significado de la
palabra. Cuando se le decían pares de palabras desaparecía la diferencia entre
las dos situaciones, representando una enorme dificultad la realización de ambos
tipos de órdenes. El a.nálisis de su realización mostró que transponía el orden
de las palabras, o las olvidaba, o en su expresión "no podía captar" el sentido de
una de ellas.
A continuación se ofrecen ejemplos.

a) Designación de objetO! individuales:

manzana reloj botella teléfono taza


, etc. _. ....
+ + + + + _ _ ---~
232 CO~SIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

b) Designación de partes del cuerpo individuales:


¿dónde está la nariz? ¿dónde está la nariz? ¿la oreja!' ¿el ojo?
' etc.
¿Podría repetirlo , por nariz.. . nariz .. . está.. . + e1 ojo ...
favor? Si habla rápido , no sé.. . sí, aquí + estú ...
no puedo entender.

e) Designaci6n de pares de objetos nombrados:


cubo - taza cinturón - sofá seta - teléfono gafas - armario
+ + .~ + teléfono ... no pude 1) gafas ... una de ellas .. .
entender el segundo pero no cogí la arra .. .
2) gafas - un tipo de libro .. .
no, ... , oh, claro ...
armario

d) Designaci6n de partes del cuerpo que han sido nombradas:


ojo - nariz oreja - ojo nariz - oreja oreja - nariz
bien . . . ojo + sí, ojo ... y oreja ... oreja y oreja ... oreja
¿y que, mas ' ?.... ademús oo. ¿qué más? oo. y además, ¿qué aquí está ... y
¿oreja? (señala ¿oreja? ... aquí está ... era? ... lo he la otra era . . .
el ojo) ¡oh!, ¡aquí está! olvidado

En la comprensión de las palabras percibidas ap~rec:e el defecto de contrac-


ción del volumen o inhibición recíproca de los trazos que ya hemos descrito al
analizar el lenguaje repetitivo y la denominación de objetos. ",--,.

Lectura y escritura

La lectura y escritura del paciente no presentaban alteración; podía leer


fácilmente los textos que se le presentaban y escribir palabras al dictado reali-
zando sólo ocasionalmente errores consistentes en alteraciones o de las desinen-
cias del final de la palabra [por ejemplo, escribía korabl (nominativo singular)
como korablei (genitivo plural)], y como antes, en el lenguaje hablado, tenía
dificultad en escribir al dictauo series de palabras. Se lamentaba de no poder
"captarlas" y pedía que las palabras le fu eran dictadas con un largo intervalo
entre ellas.

Conclusiones

El tipo de alteración verbal que acabamos de describir, aunque similar al


síndrome de la afasia de conuucción, tiene una estructura totalmente diferente
y los síntomas que lo componen ti enen una naturaleza distinta a los que antes
describimos.
En este paciente, representativo de un amplio grupo de casos estudiados
por nosotros, el defecto básico no era un trastorno acusticoarticulatorio ni una
alteración de la articulación precisa, como en los pacielltes del primer grupo.
El factor principal de su dificultad para repetir palabras, nombrar objetos, y
en general, entender palabras, era la "contracción oel volumen de su memoria
audioverbal" o, con mayor exactitud, el aumento de la inhibición recíproca de
los trazos acusticoverbales si los component es individuales de las series eran
seguidos por otro en sucesión rápida.
En tales casos se alteraba la repetición d e sonidos o palabras y los compo-
nentes individuales eran "olvidauos" () transpu estos, bajo la d ominancia del
factor recency (al repetir el trazo más reciente antes qu e su predecesor). Dificul-
REVISIÓN DE LA AFASIA DE CONDUCCIÓN 233
" tades similares aparecían en la repetición de frases, en la que los elementos
individuales eran fácilmente omitidos o transpuestos.
La característica principal de este síndrome es que el fenómeno descrito se
observa no sólo en el lenguaje repetitivo sino también en la denominación
de objetos y al designar los objetos que se mencionan en voz alta. Otro hecho
característico, que nos aproxima al mecanismo de esta alteración, es que redu-
ciendo el volumen de la serie de elementos que se presenta al paciente, o sepa-
rando los elementos por intervalos de 3-5 segundos, que permitan "la consolida-
ción de los trazos" desaparecen los defectos descritos y es de nuevo posible
el lenguaje repetitivo (y la denominación y comprensión de palabras).
Es evidente que esta forma de síndrome de "afasia de conducción" es seme-
jante al síndrome de la afasia amnésica y el hecho de que la lesión básica se
localice en la zona temporal izquierda indica con claridad las bases de esta
alteración.

4. RESUMEN

Hemos descrito dos grupos de casos que se asemejan mucho al síndrome de


la afasia de conducción descrito por los neurólogos clásicos.
Hemos visto como este síndrome no aparece nunca en la forma "pura" en
que se describe en los manuales de neurología. Comporta una serie de trastornos
que se manifiestan en el lenguaje espontáneo, en la denominación de objetos, en
la escritura y en otros aspectos de las actividades verbales.
Hemos visto también que este síndrome no es homogéneo, ya que pueden
distinguirse al menos dos formas alternativas: asociada a una forma leve de
afasia cint>stésica (apráxica) una de ellas, y a la afasia acusticoamnésica la otra.

En la primera forma el defecto principal del lenguaje repetitivo es la impre-


cisión del análisis acusticoarticulatorio. Es especialmente evidente en la repetición
de sonidos y palabras, al ser el análisis acusticoarticulatorio de la composición de
la palabra el objetivo básico de la actividad consciente, mientras que el lenguaje
espontáneo o en la denominación de objetos tienden a la expresión de un pensa-
miento y dan un papel secundario (operativo) al análisis acusticoarticulatorio,
que generalmente está muy automatizado. Esto explica que en la repetición de
combinaciones de sonidos sin sentido la realización del paciente se caracterice
por la búsqueda de las articulaciones precisas y por las parafasias literales
típicas de las operaciones con grupos de sonidos; en cambio, al nombrar objetos,
repetir frases o en el lenguaje espontáneo predominan las parafasias verbales
típicas de las operaciones con sentidos.
En los pacientes de este grupo el foco patológico afecta al córtex poscentral
además de la región temporal; es esto, y no una hipotética u desconexión" entre
los centros sensorial y motor del habla, lo que proporciona las bases cerebrales
de este síndrome.
La estructura de la segunda forma del trastorno estudiado e.s totalmente
diferente. La alteración del lenguaje repetitivo (estrechamente relacionada con
la dificultad en nombrar series de objetos y comprender series de palabras) se
manifiesta por los pacientes de este grupo al pasar de la repetición de palabras
aisladas a la repetición de series de sonidos o palabras. Este hecho fundamental
depende del trastorno de la memoria acusticoverbal a corto plazo, y su meca-
nismo consiste en el aumento de la inhibición recíproca de los trazos acusticover-
234 CO;-''"SIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

bales. Por ello, en los casos de este grupo, la gravedad de la alteración depende
del volumen del material presentado para ser repetido, y puede ser superado en
gran manera al introducir intervalos de tiempo suficiente largos que permitan
la consolidación de los trazos; las parafasias literales y verbales no se producen
con la frecuencia que hallamos en el primer grupo.
Estas observaciones sugieren que la afasia de conducción no es una form a
especial de afasia, como postulaban los neurólogos clásicos, sino un síntoma
que aparece a consecuencia de mecanismos diferentes, ligados estrechamente a
los cambios en la tarea que se propone al paciente. Las mayores dificultades
aparecen cuando la actividad básica se dirige al análisis de las estructuras
acusticoarticulatorias, y c~san al dirigirse la acción a la expresión de unidades
semánticas. Se produce en distintos síndromes de alteraciones verbales, y se
aprecia claramente cuando el principal objetivo de la actividad consciente
del paciente tiende a la reproducción de complejos acusticoarticulatorios, y no
a la ex-presión de un pensamiento.
II 111
r REVISION DE LA l/AFASIA MOTORA

I
¡f
.I
I TRANSCORTICAL"

1. EL PROBLEMA
II El síndrome de la afasia motora transcortical, diferenciado por los neurólogos

I
clásicos ya en 1870, consiste en una alteración del lenguaje caracterizada porque,
aunque el paciente es capaz de entender lo que se le dice y de repetir palabras
y nombrar objetos, no puede expresar sus propios pensamientos a través del
lenguaje y pierde el lenguaje narrativo espontáneo.
Las bases clínicas para la definición de este síndrome se formaron a partir
de un amplio grupo de pacientes incapaces de hablar espontáneamente, que
buscaban inútilmente las palabras y que, según los observadores, podían repetir
con facilidad palabras o frases, y nombrar objetos individuales.
El síndrome de la afasia motora transcortical descrito por estos observadores
trasluce indudablemente una situación clínica real. El intento de explicarlo
ha tenido menos éxito. Las bases teóricas fueron constituidas por hipótesis psico-
módicas que consideraban que el sustrato morfológico de la afasia motora trans-
cortical era una desconexión entre el " centro de los conceptos" y <Olos centros
imeriores del lenguaje" , mientras que las conexiones entre la periferia y los siste-
mas centrales sensorial y motor estaban intactas.
A pesar de que el concepto de afasia motor~ transcortical ha existido desde
hace casi un siglo, siendo tácitamente aceptado por los médicos y neuropatólogos,
a los que atrajo su aparente sencillez, es un cuadro clínicamente incompleto y
teóricamente falso.
No está completo el cuadro clínico ya que los pacientes, que en una obser-
vación superficial muestran sólo alteración del lenguaje espontáneo, manifiestan
también alteraciones de la repetición y de la comprensión del lenguaje, tan
pronto como el investigador va más allá de la primera impresión y procede a un
estudio detallado con ayuda de métodos especiales.
La falsedad teórica del concepto proviene de que estas ideas psicomorfológi-
cas tan simples, que desempeftaron un papel positivo al basar el aná~is de las
alteraciones del habla en el sustrato anatómico cerebral, se han convertIdo en un
anacronismo por los modernos progresos en fisiología, psicología. y lin~ística.
En la actualidad son esquemas anticuados que intentaban ~e~clOnar directa-
mente consideraciones simplistas sobre las "áreas del lenguaje corticales con
sus conexiones.

11. LURIA
236 CONSIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

Por esto el concepto de la afasia transcortical requería una revisión radical


desde posiciones más actuales, teniendo en cuenta los modernos puntos de vista
sobre la estructura de los procesos verbales, la patofisiología de la actividad ner-
viosa superior y la morfología de las estructuras cerebrales de más alto nivel.
Intentaremos dar un paso en esta dirección presentando los casos más demostra-
tivos de estos lrastorl1US del habla que se conocen como afasia transcortical, para
ilustrar nuestra exposición.

2. LA HIPOTESIS

La enseñanza clásica de la afasia se basaba en consideraciones simplistas


sobre el habla, que consideraban que el lenguaje espontáneo o expresión verbal
de un pensamiento surgía al evocar cada idea la cadena de imágenes verbales
correspondiente, lo que conducía sucesivamente a la formación de las frases
y a la formulación de la expresión verbal. La realidad es muy distinta.
En el moderno punto de vista incluso el hecho más simple de expresión
verbal espontánea -la denominación de objetos-- es visto como un complejo
proceso en el que el objeto percibido evoca Una serie de sentidos verbales, que
aparecen con probabilidades diferentes, de los que el sujeto debe elegir el
adecuado inhibiendo las asociaciones inadecuadas ' o, en otras palabras, ha de
decidir cuál de los posibles significados verbales es más apropiado a ese caso
particular. Este complejo proceso resulta de la estructura del objeto percibido
(consistente en una serie de características, teniendo que ser identificadas las
dominantes) y de la compleja serie de conexiones que surgen durante la percep-
ción del objeto y manifiestan en mayor o menor medida la experiencia previa.
Por ejemplo, el objeto mesa opera a través de sus diversos elementos (color,
forma, tablero, patas, (ljón, etc.).
Sólo las hipótesis más ingenuas consideran que el número real de estas
conexiones es limitado y que el grado de probabilidad de aparición de las
diversas conexiones en un sujeto dado puede ser determinado por índices espe-
cíficos.
El proceso de la expresión espontánea es mucho más complejo ya que el
pensamiento, . que constituye su principal componente evoca un conjunto de
expresiones verbales posibles, de las cuales el sujeto debe elegir una sola y
prescindir de todo el resto. Por ejemplo, el intento de describir cómo está
cubierta la mesa del comedor debe inhibir todas las asociaciones irreleVantes,
incluyendo qué platos se sirvieron, cuándo se comió, quiénes estaban presentes
en el desayuno, comida o cena, etc. La elección entre varias posibilidades proba-
bles, la toma de decisión y la inhibición de todos los caminos inadecuados cons-
tituyen las condiciones esenciales para la expresión narrativa, en la misma
medida en que son necesarias para la descripción verbal del objeto presentado. '-.-

La adecuada elección de los componentes verbales de la expresión y la


inhibición de las asociaciones irrelevantes sólo puede producirse bajo determi-
nadas condiciones neurofisiológicas. La primera de ellas es la adecuada selecti-
vidad del proceso nervioso a través del cual una estructura de excitación, al
aparecer, inhibe las asociaciones inadecuadas que surgen simultúncamente, de
modo que domine esta estructura determinada y se asegure el caráct er planificado
de las conexiones selectivamente correspondientes.
La segunda condición, estrechamente relacionada con la primera, es una
movilidad (o plasticidad) suficiente del proceso nervioso, considerada por la
REVISIÓN DE LA AFASIA MOTORA TRANSCORTICAL 237

neurofisiología moderna como la fácil inhibición de las conexiones una vez for-
madas y el paso de las conexiones previas a otras nuevas, por lo que es posible
cambiar con relativa facilidad de una estructura de excitación a la próxima.
Ambas condiciones pueden desaparecer en los estados patológicos del ce-
rebro.
Los estados patológicos del córtex, dada su interacción con las estructuras
subyacentes, pueden llevar a alteraci ones en la "ley de fuerza" según la cual los
estímulos fuertes o significativos evocan reacciones fuertes y persistentes mien-
tras que los estímulos débiles o insignificantes evocan reacciones débiles o inesta-
bles. Este trastomo de la "ley de fuerza" ocasiona inevitablemente la emergencia
incontrolable de los trazos débiles e insignificantes, que se toman con el mismo
valor que los importantes y fuertes, y en ocasiones, paradójicamente aparecen
como los más fuertes. Es evidente que en esas condiciones se altera la selectivi-
dad de los trazos, primera de las condiciones para el transcurso organizado del
proceso. Aún no conocemos suficientemente los mecanismos fisi ológicos respon-
sables de la normal selectividad de los procesos nerviosos ni de su alteración
en los estados patológicos (investigaciones recientes sobre el trabajo de los siste-
mas neuronales del córtex, del hipocampo y del núcleo caudado pueden ser una
importante contribución en la resolución de este problema), pero la importancia
de estas cuestiones en relación al fenómeno descrito no ofrece la menor duda.
Los estados patológicos del cerebro conllevan también un a alteración en la
segunda de las condiciones que hemos mencionado -cambian la plasticidad de los
procesos nerviosos del c61tex-. Recientes investigaciones mostraron la comple-
jidad del fenómeno de la plasticidad de los procesos nerviosos del c6rtex, y
hallaron diferencias individuales entre el grado de plasticidad de distintos suje-
tos. Por otra parte, desde hace mucho se conoce que en muchas lesiones cere-
brales se afecta profundamente la plasticidad de los procesos nerviosos, los trazos
de estereotipos dinámicos creados en el pasado se vuelven inertes de forma
patológica y el paso Huido de una estructura de excitación a otra es virtualmente
imposible. El fenómeno de la "afasia perseverativa", frecuentemente menciona-
do en la literatura (Luria, 1947), es tan sólo un ejemplo especial de este cambio
en los neurodinamismos.
A partir de todo lo dicho anteriormente, podemos adoptar un nuevo enfoque
del análisis de las alteraciones del habla consecuentes a lesiones locales en distin-
tas partes del cerebro. Las diferentes formas de actividad verbal (repetición de
sonidos, palabras o frases, denominación de objetos, comprensión de palabras
y frases, lenguaje narrativo espontáneo) difieren en su estructura psicológica y
requieren en distintos grados la participación de factores como el análisis y sín-
tesis de las estructuras acusticoarticulatorias, el transcurso selectivo de los proce-
sos psicológicos elementales o complejos y la fácil y Huida transición desde unas
estructuras de excitación a otras.
Es fácil advertir que los distintos tipos de trastornos de los procesos nervio-
sos superiores o, en otras palabras, los diversos factores fisiopatológicos que
hemos mencionado anteriormente se reHejan en grupos distintos en las variadas
formas de actividad verbal. Por ejemplo, la repetición de sonidos aislados o pala-
bras corrientes requiere un análisis suficientemente preciso de la estmctura acús-
tica de los esquemas articulatorios, mientras que el factor de inhibición de las
asociaciones irrelevantes y la "toma de decisión" se reducen en este caso al
mínimo.
Por el contrario, para denominar objetos y, aúri más, para el proceso de
expresión verbal espontánea (aunque una de las condiciones es la precisión del
238 CONSIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

análisis fonémico del lenguaje hablado y de los esquemas articulatorios de la pro-


nunciación de sonidos verbales o palabras) es totalmente imprescindible la inte-
gridad de, los procesos de elección entre las series, a menudo indeterminadas, de
asociaciones probables, siendo fundamental la toma de decisión y la inhibición
de las conexiones irrelevantes.
Al mismo tiempo el proceso del lenguaje narrativo requiere en gran medida
la plasticidad de los procesos nerviosos, la fácil inhibición de los componentes
precedentes de la expresión y la suave transición hacia nuevos componentes.
Incluso leves alteraciones de la movilidad de los procesos nerviosos y la aparición
de la inercia patológica, que "congela" los estereotipos pasados, afectan profun -
damente la narración e.:ipontánea; sin embargo, no se reflejan en la repetición
de sonidos aislados o palabras, especialmente si están incluidos en diferentes
contextos y separados por pausas de considerable duración.
Por el contrario, la repetición de series de sonidos y palabras se ve alterada
inevitablemente en pacientes con un aumento de la inercia de los procesos
nerviosos, en los que está perturbada la suave transición de un componente de
la estructura a repetir al siguiente.
Todo ésto sugiere que una aproximación racional al fenómeno de la afasia
en sus varias formas no puede partir de esquemas psicomórficos empíricamente
diseñados, sino de un análisis neuropsicológico de la estructura de las diversas
formas de actividad verbal por una parte, y por otra de un estudio igualmente
profundo de los distintos cambios D.siopatológicos que se producen en los proce-
sos nerviosos superiores, y que se diferencian entre sí, tanto por los factores que
les subyacen como por el grado de generalidad (o parcialidad) de los trastornos
observados. Únicamente procediendo así podremos revisar profundamente las
aproximaciones clásicas a las diversas formas afásicas y someterlas a un adecuado
análisis fisiopatológico.
Ahora, desde este punto de vista, examinaremos el síndrome descrito por los
neurólogos clásicos como afasia transcortical. Tomaremos en primer lugar el
caso del paciente aparentemente capaz de repetir palabras, de nombrar objetos
y comprender lo que se le dice, pero, sin embargo, totalmente imposibilitado para
producir sin ayuda lenguaje narrativo.
Vamos a considerar primero hasta qué punto con'esponJe este esquema a los
cuadros de alteraciones del lenguaje actualmente observados, para someter des-
pués los hechos observados a un análisis patofisiológico.
Comenzaremos con el análisis neuropsicológico de un paciente con una forma
:/ severa de afasia motora transcortical.
Tal como hemos dicho antes, por afasia motora transcortical se entiende el
síndrome descrito por los neurólogos clásicos en que el paciente, incapaz de
emitir una frase de forma espontánea, y con un lenguaje limitado a la ecolalia ,
es, sin embargo, capaz de repetir sin dificultad palabras, y en ocasiones, de den o-
~nar los objetos que se le presentan.

Sf------~M
REVISIÓN DE LA AFASIA MOTORA TRA."<SCORTICAL 239

Esta paradójica disociación entre una gran alteración del lenguaje espontáneo
y la integridad de la repetición de palabras, descrita como síntoma principal de
la afasia motora transcortical, fue explicada en el clásico esquema de Wernicke-
Lichtheim por la suposición de que en tales casos las conexiones entre el hipo-
tético "centro de los conceptos" (Beriffszentrum = B) Y el centro motor del
habla (Iv!) están rotas, mienb·as que la conexión entre el centro sensorial del habla
(S) y el centro motor del habla (M) permanecen intactas. Un cuidadoso análisis
de este síndrome demuestra qu e esta hipótesis carece de fundamento.
En primer lugar, hace tiempo que la neurología desechó el punto de vista
de que hay un "centro para los conceptos" especial, lo que invalida por la base
la hipótesis de la desconexión entre este centro y el centro motor del habla.
En segundo lugar, un cuidadoso análisis de los hechos clínicos mostró definiti-
vamente que no ha existido ningún caso de completo trastorno del lenguaje
espontáneo e3 que el lenguaje repetitivo permaneciese totalmente intacto, por lo
Clue-eT cuaaro descrito por los neurólogos clásicos tiene sólo un carácter relativo.
Los hechos que discutiremos a continuación muestran que esta hipótesis
incorrecta se forjó porque, cuando los neurólogos clásicos describieron el cuadro
de la afasia motora transcortical y constataron que el lenguaje repetitivo de los
pacientes de este grupo permanecía totalmente intacto, se habían limitado a
observar en esos pacientes la repetición de palabras aisladas o frases cortas, sin
pasar a analizar la repetición de series de palabras o de frases; es decir, acabaron
sus observaciones en el punto en que debían haberlas comenzado.
El cuadro actual de trastornos mostrados por estos pacientes generalmente
difiere mucho de lo descrito por los antiguos neurólogos. La e"."periencia ha
demostrado que los pacientes, aunque son incapaces de producir lenguaje narra-
tivo espontáneo, pueden repetir con facilidad sonidos aislados o palabras, y en
ocasiones frases cortas; sin embargo, tan pronto como intentan repetir series de
sonidos o palabras o frases de estructura más compleja, incluyendo grupos de
palabras subordinadas mutuamente, se observa una gran alteración de su lenguaje
r~ti9vo, que e!l ocasiones se hace imposible. Establecido este hecho pudo
áarse e~ente y avanzar en el análisis de los mecanismos fisiopatológicos
en que se basan las alteraciones verbales observadas en estos casos. Las observa-
ciones demostraron que los pacientes de este grupo, aunque podían repetir con
facilidad palabras o sonidos aislados, tenían dificultades al intentar repetir series
de sonidos y palabras a causa, no de la búsqueda de la articulación correcta de
esos sonidos o palabras, ni por no poder realizar con suficiente facilidad la elec-
ción entre las diversas alternativas de la "matriz multidimensional" del habla,
sino porque el sonido o palabra que acababan de pronunciar quedaba aparente-
mente inerte~ de modo que no se podía pasar al próximo sonido o palabra. Esta .
inercia patológica del estereotipo anterior es el factor r~nsable, en estos
pacientes, de la alteración tanto de la repetición de series de palabras y de

I frases largas como del lenguaje espontáneo, cuya condición básica es la suave
y rápida transición desde un componente verbal al siguiente.
En los casos más graves la alteración se manifiesta, además del habla, en los
movimientos; en pacientes con un síndrome menos marcado, el de la afasia
motora transcortical afecta al habla de forma predominante, impidiéndoles pasar
de un elemento al siguiente incluso cuando repiten series de palabras; por último,
en pacientes con formas leves de este síndrome afásico la dificultad aparece
solamente cuando el proceso de repetición de palabras o frases se transfiere al
plano mnpsico, o en otros términos, debe repetir series de palabras o . frases que
le han sido presentadas pero a partir de sus trazos.
240 CONSIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

Sin embargo, los mecanismos fisiopatológicos que sustentan el síndrome


descrito son idénticos en todos estos casos, y el aumento patólógico de la inercia
de los estereotipos previos afecta al lenguaje espontáneo pero también a la
repetición de series de p alabras.
Permítasenos pasar ahora al análisis neuropsicológico de los casos q\le ilustran
los puntos de vista que acabamos de expresar, yendo desde los cuadros mús graves
de afasia motora transcOltical a las formas más leves.

3. "AFASIA ~,fOTORA TRANSCORTICAL" ASOCIADA CON ALTE-


RACIONES MASIVAS DEL RIEGO SANGUíNEO DE LAS ZO;\AS
ANTERIORES DEL ÁREA DEL LENGUAJE

Empezaremos el análisis con un caso en que la inercia p atológica de los


estereotipos previos era tan importante que afectaba por igual al lenguaje y a
los movimientos; y el paciente era totalmente incapaz de hablar.
Este paciente sufría un importante trastorno circulatorio en el sistema de la
arteria carótida interna (afectando sobre todo las ramas anteriores de la arteria
cerebral media) en el hemisferio izquierdo, además de una insuficiencia circula-
toria en hemisferio derecho causada por una estenosis y tortuosidad de las arterias
que lo irrigan.
El hecho de que fuera posible observar el desarrollo total de este slnd rom e
hace particularmente interesante su análisis.

Paciente Grish
Paciente Grish (caso núm. 56492.), con estudios medios, gerente de un restaurante,
de lateralidad diestra (aunque, a causa de una herida en la mano derecha, aprendió
bastante a usar la izquierda), fue ingresado en el Instituto de Neurociru gía en abril
de 1972.
El 8 de febrero de 1970 fu e apareciendo una debilidad gradual de la mano derecha ,
con pa res tesias. Dos días después fue ingresado en el servicio neurológico de un hos-
pital con una hemiparesia d erecha y dificultades en la elección de palabras; el 13 de
febrero tuvo un? serie de espasmos en la mano derecha seguidos de una hemiplej ía
derecha . Se recuperó con rapidez y durante el siguiente año fue capaz de rea nudar
su trabajO normal.
El 27 de enero de 1971 desarrolló una pérdida de fuerza en la mano izqui erda ,
con aumen to de reRejos e n el hemicuerpo izqui erdo. Una semana después , la hemi-
paresia había remitido y el paciente pudo volver al trabajo.
El :20 de octubre de 1971 apareció de nuevo debilidad en la mano izquierda , ,(\Jn -
que de corta duraci ón, y el 16 de noviembre de 1971 fue dado de alta del hospita l
con I1na leve hem iparesia residual en el lado izquierdo. El EEG señalaba I1n fnco
patológico en la región temporal izquierda que al comprimir la carótida izql1ier(];¡ se
acentuaba; la arteriografía evidenció una insuficiencia funcion al de la car6tida iz!)ui f:' rda
a causa de la estenosis de los vasos de este sistema.
Al in&'iesar en el Instituto de Neurocirugía, el 26 de abril de 1972, el pacie nte
presentaba manifestaciones patológicas por el trastorno ci rculatorio de hs ca rótidas
derecha e izquierda. Los exámenes clínicos revelaron una débil hem ipares ia derécha
y un ligero trastorno de la memoria. La a rteriografía informó de una importante este-
nosis de la carótida interna derecha. En la parte proximal de la arteria carótida iz-
r¡uierda pudo apreciarse una placa ateromatosa.
Las inves ti gacioll es neurológicas en es te período mo straron el siguie nte c uacl ro: l:t
conducta del paciente era adecuada , estaba bien orientado , cooperaba en la investi ga-
ci6n, era consciente de sus errores e intentaba corregirlos. Retenía bien el progLlma
REVISIÓN DE LA AF ASL\ MOTORA TRANSCORTIC.~ 241
de pruebas, comprendía fácilmente las órdenes verbales y sólo mostraba una tensión
importante cuando se le daban instrucciones con gran rapidez. Se ha1l6 aumento del
tono extrapiramidal y temblor en la mano derecha, acompañado en ocasiones por ma-
nifestaciones de hipercinesia. La praxis postural era adecuada, aunque en los tests
específicos se apreci6 temblor e hipercinesia. Los defectos práxicos eran más notables
en la mano derecha. El test de Head mostraba cierta tendencia a la ecopraxia, con
autocorrecci6n. Fue incapaz de realizar las pruebas de coordinaci6n recíproca por
la dificultad de la mano izquierda. La . evaluaci6n y reproducción de ritmos presen-
taba dificultades reflejadas por la sobrevaloración de su frecuencia y por impulsos
superfluos durante la repetici6n de un modelo. La reproducción de ritmos a partir de
instrucciones verbales era mucho mejor. Era capaz de dar respuestas condiCionadas.
El lenguaje era normal, pero en ocasiones tenía que buscar las palabras o cometía
errores al repetir fonemas similares (oposicíonales); la repetición de palabras y frases
era correcta, no tenía dificultad en denominar objetos y su comprensi6n de las palabras
era normal. La escritura (con la mano izquierda) estaba conservada, al igual que
la lectura.
La comprensi6n de formas y dibujos era normal; cuando contaba de 7 en 7 de lOO
hasta O se apreciaba cierta tendencia a dar respuestas estereotipadas.
Al examinar la memoria se apreciaron dificultades considerables para que repitiera
una serie de cinco palabras tras tres repeticiones o retuviera palabras tras una pausa
en la que se le distraía. Repetía fácilmente dos grupos de tres palabras, pero incluso
tras la quinta repetición fue incapaz de decir qué palabras pertenecían al primer grupo
y cuáles al segundo. Sin embargo, estas dificultades desaparecieron al hacerle repe-
tir y reproducir dos frases. Entendía el tema de historias cortas y podía repetirlas satis-
factoriamente.
Este paciente presentaba también síntomas difusos de trastorno en las funciones
corticales superiores sin indicación de un foco único; las manifestaciones sugerían que
tanto la región temporal izquierda como las regiones profundas del hemisferio estaban
afectadas.
El 2 de jt.m.io de 1972 se extrajo, en uw operaci6n, una placa de ate roma en la
bifurcaci6n de la arteria carótida izquierda.
La operación fue difícil e importante; se descubrieron vasos arterioscleróticos, que

I tuvieron que ser pinzados y, en los casos más graves, suturados.


La angiografía de la arteria car6tida izquierda mostró, una semana después de
la operación, que el riego sanguíneo de la arteria cerebral media del hemisferio iz-

II quierdo estaba totalmente interrumpido y que la sangre era ahora suministrada a tra-
vés de colaterales que venían del hemisferio derecho.
Inmediatamente después de la operaci6n, la Situación del paciente sufri6 un cam-
bio brusco. Presentó una severa hemiparesia izquierda, perseveraciones abundantes y
dificultad en evaluar su estado; la comunicación con él" resultaba muy difícil; fue ur-
gente realizar un estudio neuropsicológico del nuevo síndrome que presentaba. Este

I
análisis neuropsicol6gico se inició una semana después de la operación y se prolongó
durante un mes. A continuaci6n expondremos detalladamente sus resultados.

Datos generales

,--".
I El paciente se comportaba adecuadamente, era afable y consciente de su
estado, con una actitud positiva hacia las pruebas que debía realizar y una
ejecución cuidadosa de las tareas que se le encomendaban.
Sonreía constantemente, pero reaccionaba con viveza a, ca~a e:ror y a veces
exclamaba de forma impulsiva: "¡Oh, caramba, no es asl... e mtentaba rec-
tificar.
Como antes, su praxis postural (incluida la mano d.erecha) presentaba difi-
cultades a causa de hipercinesia y movimientos CO~pUlslVOS, a. los que ahora se
sumaba una importante inercia de las pruebas realizadas preVIamente. Su reali-
242 CONSIDERACIONES SOBRE LA Al-ASIA

zaClOn en los tests de Head mostraba una ecopraxia importante, y esta vez ya
no corregía los errores. Era imposible la reproducción de ritmos, y en las pruebas
de repetición de éstos a partir de un modelo o de instrucciones verbales no
cesaba de dar golpes, con intentos mínimos de corregir las diferencias entre el
modelo y su realización.
En las reacciones de elección (cuando yo de un golpe, levanté la mano dere-
cha, y de dos, levanté la izquierda) empezaba a manifestarse ecopraxia, pero
tras una larga explicación de la prueba apoyada en ayudas visuales el paciente
pudo realizar correctamente los movimientos por un tiempo breve, volviendo
después a su realización ecopráxica, o repitiendo cierta respuesta motriz de forma
perseverativa al haber perdido por completo la consigna de la tarea a realizar.
Después realizaremos un análisis detallado de las alteraciones que sustentan
este trastorno en las respuestas motrices.
La mayor alteración de este paciente la constituían los trastornos verbales
que aparecieron tras la operación y que tomaron la forma de una severa "afasia
motora transcortical".
El paciente contestaba a las preguntas con ecolalia o con estereotipos habi-
tuales. Recitaba sin dificultad series familiares (números naturales, meses del
año), pero era incapaz de repetir la misma lista ' en orden inverso, la repetía en
el sentido normal. Podía repetir cualquier palabra por complicada que fuese,
pero le era imposible cualquier tipo de lenguaje narrativo, y hacía esfuerzos
inútiles para encontrar las palabras adecuadas antes de abandonar por completo
la tarea. La denominación de objetos presentaba trastornos característicos que
describiremos a continuación. La comprensión del habla estaba mucho más con-
servada y le era posible leer hasta cierto límite (describiremos estos defectos);
la escritura estaba totalmente desintegrada.
A continuación presentamos un extracto de las exploraciones realizadas al
paciente 'para dar un cuadro general de los trastornos del habla que presentaba.

a) Lenguaie espontáneo

-"¿Cómo está usted?" -"Muy bien" '" -"¿De qué se queja?" -"¿Quién? '"
qué ,,' oh ". a quién "," -"¿Cómo está usted?" -"¿Cómo estoy? "," -"¿Está
bien?" -"Sí, ." st" -"¿Cómo se apellida?" -"Grishchuk Ivan Frantsevich ","
-"¿Cuál es su profesión?" -"Gerente de un restaurante," -"¿En qué ciudad tra-
baja, en Moscú?" -"No, no en Moscú "," -"Entonces, ¿dónde?" -"No puedo ".
no puedo "," -"¿Cuántos son de familia?" -"Cuatro personas," -"Dígame quiénes
son," -"Mi hijo '" es un hijo ." hija ." dos hijos '" esto es , ., dos hijos '" dos
hijos "," -"Dígame sus nombres, ¿Quién vive con usted?" -"El hijo", ahora la hija
'" y otro hijo '" y una hija "," -"¿Y su esposa?" -"Sí, también tengo una esposa . . ,"
-"¿Cuántos son entre todos?" -"Dos ", esto es '" dos " , como yo .. ," -"¿Dos
hijos?" -"No hijos "," -"¿Un hijo?" -"Un hijo", dos hijos ... " -"¿Tiene tam-
bién una hija? ¿Cuántas hija~?" -"Tengo dos hijas .. , Bien '" esto, .. " -"Dígame
ahora sus nombres." -"Un hijo , .. un hijo ,. ," -"¿Dos hijas?" - " Dos hijas." - "¿, Y
quién más?" -"Dos hijas ," dos hijas "," -"¿Un hijo?" -"Un hijo," -"¿Y quién
más: dos hijas?" -"No, no .. ," -"¿Una hija?" -"Una hija ." - "¿Y quién más ?"
-"No, nadie " ," -"¿Y qué hay de su mujer?" - "Sí, hay una muje r." -"¿Cómo se
llama su esposa" -"Valentina Vasileva," -"¿Y su hijo? -"Valentin a . . . así es como
lo digo .. ," -"¿Qué hacía en el restaurante?" -"¿Qué hacía yo en el restaurante?"
(pausa larga, intentos infructuosos),
-"¿Cómo está usted?" -"Bien ," -"Dígame qué ha hecho esta mañana ," -"Esta
mañana" (silencio), -"¿Cuántos son de familia?" -"Bien, pues .. , mi madre .. , con
mi madre .. , ma ,', madre "," (desiste),
REVISIÓN DE LA AFASIA MOTORA TRANSCORTICAL 243

El lenguaje espontáneo del paciente estaba pues totalmente desintegrado y


sólo podía recibir la pregunta de forma ecolálica y producir algunas palabras
aisladas en las que perseveraba sin formar una frase completa.

b) Lenguaie repetitivo

Repetía fácilmente palabras aisladas (como "perro", "sastre", "naufragio") y


combinaciones de palabras como "cooperativa de producción", incluso frases
simples ("la casa arde", "el niiio es grande", "la niña está llorando"), sin que
se apreciasen dificultades motrices.
Examinaremos más tarde las dificultades aparecidas en el lenguaje repetitivo.

c) Series naturales

Cuando se le pedía que recitase series (p. e., números naturales) 10 hacía
sin dificultad. Podía decir también los días de la semana o los meses del año.
Sólo ocasionalmente decía las palabras en un orden equivocado o repetía vanas
veces el mismo nombre: "Domingo, lunes, lunes ... ".
Sin embargo, al apuntarle el próximo nombre superaba rápidamente la equi-
vocación.
La recitación de estas series en orden inverso estaba totalmente fuera de
sus posibilidades, y la sustituía por la repetición en el orden normal.

d) Lectura

El paciente leía sin dificultad palabras aisladas y frases cortas. Incluso podía
leer una historia corta, aunque en el transcurso de la lectura incorporaba elemen-
tos extraños y se producían perseveraciones, de modo que el significado de la
historia se distorsionaba.

Por ejemplo, el paciente leía "La corneja y las palomas" de la siguiente forma:
"Una corneja oyó que ellas comieron palomas (usa la forma nominativa golubi en vez
del acusativo golubei ' y lo repetía perseverativamente: golubi . .. golubi ... ) se pintó
(pobelílas) . .. vilis (sin sentido, quera decir belaia, pero en vez de eso persevero con
la palabra anterior) de color y vela {sin sentido, quiere decir vletela o voló) al palomar
Las palomas no la reconocieron y ... no reconocieron (uzlani; perseveraci6n) y pri ...
pTi . .. pripriatali (la palabra significa "ellos escondieron", pero debería decir prtniali.
que significa que "admitieron a la corneja"), etc.
Errores similares se dieron al leer "El cuervo inteligente" (umnaia oorona). Em-
pezó: "Un umnitsa (en vez de vorona persevera con umnaia) quería vivir ' ... en el
patio había un jarro con agua, y el agua estaba s610 en el fondo ... e? el agua •..
había bastante agua ... (repetición). Empezó a tirar ... en el jarro (kuosh,n) ... 1cupysh
... kuJ...')'sh . .. (en vez de kamenki - piedras) ... entonces el jarro .,. Y povola (sin
sentido) ... ubrala (tiró, quiere decir nabrosala, añadir) suficiente para elevar el nivel
del agua hasta que llegase a beber."

Por tanto, la capacidad primaria de leer estaba intacta, pero e~s~!a l.a ten-
dencia de reemplazar el análisis de la palabra a leer por una SupoSlCIon unpul-
siva o por perseveraciones que interferían en el proceso lector.
244 CONSIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

e) Escritura
Como hemos dich o anteriormente, la escritura era totalmente imposible, y
tal como demostraremos no podía escribir las. letras y palabras adecuadas al dic-
tado ni copiándolas de un modelo; en lugar de estp repetía estereotipos previos.

f) La comprensión de las palabras nombradas estaba relativamente conserva-


da; señalaba sin dificultad los objetos denominados, empleando para ello un
apoyo visual, y sólo cuando tenía que señalar dos objetos sucesivamente apare-
cían manifestaciones de " 'llienación del sentido de las palabras" en relación con
el fenómeno de inercia patológica. Más adelante profundizaremos en este pro-
blema.

g) Denominación de objetos
Como regla general, el paciente podía nombrar fácilmente el primer objeto
que se le presentaba, pero el intento de nombrar el segundo causaba importantes
trastornos, y en vez de nombrar correctamente el segundo y los siguientes mos-
traba una tendencia a repetir el último estereotipo o permanecía silencioso, inca-
paz de encontrar la palabra que necesitaba.
Los hechos que acabamos de describir dan una idea general del cuadro de
los trastornos del habla de este paciente. La completa ausencia de lenguaje narra-
tivo (contrastando con la alteración limitada, aunque severa, de la denominación
de objetos y de la escritura), mientras que la repetición de palabras y frases y la
lectura permanecían inta ctas, se combinaban formando un cuadro similar al síndro-
me clásico de la afasia motora transcortical.
Sin embargo, la existencia de un componente fundamental común a todos
los síntomas observados -la dificultad en superar la inercia patológica de los
estereotipos anteriores- muestra que debe estudiarse profundamente esta fuente
primaria de trastornos.
Por esto realizaremos un cuidadoso análisis del síndrome completo intentando
no sólo definir los pri n c~pales síntomas que lo componen sino también identificar
los mecanismos fisiopat ológicos que los sustentan.
De este modo se podría realizar una aproximación al análisis neuropsicológico
y psicopatológico del síndrome de la afasia motora transcortical en su forma
más severa.
Comenzaremos con el análisis de los movimientos y acciones del paciente, a
continuación presentaremos un análisis de su lenguaje repetitivo en el que se
d emuestra que ést e no est:\ tan preservado como parece aparentemente: y por
último hacemos un análisis del proceso de lectura y denominación activa de
objetos.

Reali.::ilCión de movimientos IJ acciones


La investigación inicial mostró que la realización de determinados movimien-
tos se veía complicada por manifestaciones de inercia patológica que dificul-
taban el paso de un movimiento a otro, y que se manifestaba en otras esferas
además de en la verbal.
El paciente no tuvo dificultad en imitar una serie de movimientos sencill os
realizados por el examin ador (cerrar el puiiD, ext ender los dedos, hacer UlI
REVISIÓN DE LA AF ASIA MOTORA TRANSCORTICAL 245
anillo con los dedos, golpear en la mesa, mostrar dos dedos, etc.). No se obser-
varon alteraciones de la praxis ni perseveraciones.
Sin embargo, cuando el test requería la repetición de dos movimientos suce-
sivos (por ejemplo, cerrar el puño y luego mostrar un dedo) la situación cambiaba
de forma radical. En vez de realizar una serie de dos movimientos d iferent es
repetía dos movimientos idénticos de forma es tereotipada, o intentaba inútil~
mente pasar de un movimiento a otro.
Los datos de una de estas pruebas pueden verse a continuación.
Se instruyó al paciente para que cerrase el puño (p) y apuntase con el dedo
(d) sucesivamente. Intentó hacerlo y lo consiguió la primera vez, pero después
se pasó todo el tiempo realizando dos movimientos idénticos y diciéndose a sí
mismo "1-2" sin ser capaz d e superar la repetición estereotipada del mismo
movimiento.
p-d p-d p-d p-d p-d p-d
p-d p .. . muestra
dedos
u 1-2"
d-d
" 1-2" p-
extiende ..no"
" 1-2" d-d "1-2" p-p
" no "
la palma
p-d p-d p-d p-d p-d
, etc.
" 1-2"
palma-palma ..
" 1-2/' p-p
no " . no"
" 1-2" d-d " 1-2" d-d
" no "
"1-2" d-d
" no "
no "
, ,:

Ningún intento de ayudar al paciente a superar la repetición estereotipada


del mismo movimiento}' realizar un programa elemental de dos movimientos
alternativos (como separar los dos movimientos por un intervalo) tuvo el menor

Ii
éxito.
Esta inercia patológica se manifestaba aún más claramente en la realización
de pruebas gráficas que requerían un intercambio complejo de movimientos,
como cuando le hacíamos dibujar algu nos nombres y formas en sucesión.
El paciente no tenía dificultad en di bujar la primera de las figuras nombra-
das (y a veces la segunda); pero pasar a las siguiente~ le era imposible, y comen-

I
zaba a rep etir el mismo dibujo sin referencia a la orden, a menudo con la aclara-
ción de que no era el que debería haber hecho; al final empezó a no percibir los
..!rrores que cometía.
Se dan ejemplos de algunas realizaciones en la figura 20.

I Característicamente, la inercia patológica que producía la repetición este-


reotipada era tan fuerte en el paciente que ni siquiera el paso a una ilustració~
concreta del objeto (una cruz como la de la iglesia) era capaz de superar su
inerte estereotipo motor.
Fue necesario estudiar este fenómeno en una forma pura para eliminar cual-
quier posible participación en el síntoma de una alteración primaria en la com-
prensión de las palabras nombradas. Para ello pasamos del test que exige el
dibujo de formas nombradas a la copia a partir de su imagen visual. - .' ....
Los resultados de esta prueba fueron los mismos que los antes descritos; al
intentar copiar el dibujo de una forma el paciente repetía inerttlmente un mismo
I dibujo, diciendo a veces que no era el adecuado, pero repitiendo una y otra
I vez el mismo dibujo de forma estereotipada. . '•
t En la figura 21 se aprecian algunas realizaciones del paciente nI intentar
copiar o repasar las formas que se le presentaban.
Fueron obtenidos resultados similares al pedir al paciento que dibujase
números en vez de formas. Sin embargo, si se pasaba de la oopia de números
246 CONSIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

Círculo Cruz Tri ángulo Círcu le

o + Primero dibuja un círculo . lulO'


90 . en el mismo si ti o, un a cru l.

La misma prueba tras una pausél

Círculo Cruz Triángulo Círcul o Triá ngulo

O ~ ~ Y- K
Lo mismo otro día

Círculo Cruz Cruz Círculo Círculo Círculo

O + ~
-----
------- -r-
Círcul o (Tras una Círculo Círculo Cru z Círculo
pausa)

1-' O Ü + +-
Pelota Cr dz como la de u na iglesia No, u na cruz como la de una iglesia

o o
. FrG . :20 . - Paciente Gris/¡. Dibujo de figuras nombradas.

a la de letras, o en otras palabras, la acción pasaba a otro sistema, el cambio se


producía de inmediato o se llegaba al nuevo sistema (simbólico) de forma gra-
dual, tras de 10 cual la inercia patológica empezaba a afectar también al nuevo
sistema, es decir, que tras reproducir una vez el número o la forma el pacient e
empezaba a reproducirlo pasivamente, copiando los demás modelos de la misma
forma.
En la figura 22 se muestran resultados típicos.
Las respuestas motrices condicionadas, especialmente en pruebas de tipo
conflictivo en los que la instrucción verbal estaba en contradicción con lo perci-
bido visual y directamente estaban por completo fuera de las posibilidades del
paciente.
Por ejemplo, aunque el paciente entendió la consigna "si yo levanto el plli'io
usted debe levantar un dedo " y la repitió correctamente con sus palabras (" cuan -
do usted ... dedo, yo . .. puño") realizó la prueba de forma ecopráxica; sólo tras
un largo período de entrenamiento fue capaz de realizar la respuesta "conflic-
tiva" por dos o tres veces, pasando después de nuevo a la eeopraxia, y, pese
REVISIÓN DE LA AFASIA MOTORA TRAl-o'SCORTICAL 247

I (a) Copia de figuras (modelo arr iba, abajo copia rea lizada por el paciente)

I o + + +
I U O Ü +-
I ~
O O
O
~
+ + ~
O O -----.
~~
O
-----
----
El paciente copia la línea inferior
en forma de cruz O
~

It "Oh , cielos, no es en absoluto así. ....


F
g
(b) Dibujos alrededor de las figuras (figuras realizadas por el examinador en l ínea interrumpida :
intentos del paciente de dibujar su contorno en líneas continuas)

@CB(B FIG. 21. - Copia y dibuio alrededor de figuras por el paciente Grish.

M
o + -t- K Ó

-=p- (:J
O O O 1-
..L
-
2
L
L+
2 2

La misma prueba al día siguiente



.I O O U 2
-4 "2 2 S -S lt-
-O2
- ---------
4 ~ 2 2 2 2 1
núrnnoi
FIG. 22. - Paciente Grlsh. Paso de la copia de figuras a la copia de letrtu 11
(modelo arriba, intentos del paciente abajo).
4"~;
248 CONSIDERACIONES SOBR E LA AFASIA

a que intentaba corregir sus errores, voh·ía a caer en la imitación directa del
movimiento. Cuando la consigna pasó a la forma opuesta -"cuando yo apunte
con mi dedo (d) usted debe elevar el puñ o (p)"- la situación se hizo aún m;í.s
difícil.
A continuación se expone un extracto bre\·e de esta prueba.

p p p
instruccilÍn estabilizada
d p p
p p
instru cc ión estabilizada
"dedo" "dedo"
d-p d-p
p p
- (-1 , et c.
p-d
d d d d d p
d
P d d .. puno " .. puúo " ..puño "
P
p
p ... p p+d
d ... p d ... p d ... p p p . .. p

Es evidente que aunque el paciente reproduce correctamente la instrucción


verbal sus respuestas motrices caen fácilmente en la repetición ecopráxica del
movimiento del examinador.
Estos hechos son interesantes en dos aspectos. Primero, porque el fenómeno
de la inercia patológica en este paciente no está limitado al habla sino que se
manifiesta con la misma claridad en los tests gráficos (movimientos y acciones).
En segundo lugar, esta inercia patológica tiene un carácter sistémico (se
observa en todo el sistema de operaciones); aunque es capaz de pasar (a veces
de inmediato, otras gradualmente) de un sistema (copiar figuras geométri cas ) a
otro (copiar símbolos), continúa evidenciando la misma inercia en el nuevo
sistema.
No nos detendremos más en este problema ya que será obj eto de una inyest i-
gación específica.

Lengua;e rep.etitívo
El síndrome básico de la afasia motora transcortical era la combinación de
un lenguaje rep etiti\·o intacto cun un lenguaje narrativo es pontáneo alterad o.
Sin embargo, como ya hemos señalado, de hecho la impresión de integridad del
lenguaje repetitivo en los pacientes con este síndrome ha de ser abandonada
tras una cuidadosa investigación. Para constatar la alteraci ón d el lenguaje repe-
titivo es suficiente ver la repetición verbal en condiCIOnes que exijan al paci ente
pasar de una palabra a otra, o de forma aún mús efectiva, pasar de la repetición
de palabras aisladas a la repetición de d os o tres palabras. El mismo efecto pu ede
ser observado claramellte en la repetición de frases·, especialme1lte al tener qu e
pasar de una a otra .
Entonces es cuando la inercia patológica que hemos descrito se manifiesta
con mayor intensidad, dand o una pista para la explicación de los trastorn os que
se manifiestan en su forma m:í.s severa en el len guaje eSpolltií nel) del pa cient e.
Realizaremos un análisis más detallado de estos hechos.
-=--¡}) Re¡Jcticióll de palabras aisladas. Como ya h Clllos di cho , el p ac ien te 110 te nía difi-
cultad en repetir palabras aisladas o sonidos prese nt ados por vía a ud itiva , aunqu e había
algunas dificultad es d e pronunciaci ón.
REVISIÓN DE LA AFASIA MOTORA TRANSCORTICAL 249

Por ejemplo, repetía sin dificultad sonidos como "a" , "o", "i", "b", "k", "m" ,
u r", y palabras como noch, korabl, kooperativ o korablekrushenie.
No tenía dificultad en repetir palabras sin sentido como TTUJrashu, mokosa, pamaba,
samoki, y en estos casos no constituían dificultades aprecia bles ni la falta de sen-
tido ni la alternancia de palabras compuestas por fonemas similares o con parecidas
características articulatorias.
Tampoco tenía dificultad en repetir palabras pertenecientes a Un grupo semántico
común: "león, elefante, tigre, perro, gato, vaca" o "tenedor, cuchillo, cuchara", etc.
Si estas palabras se repetían muchas vec~s de forma alternada (por ejemplo, '1oon-
lobo", '1e6n -lobo", etc.), no se apreciaban signos de inercia patológica.
Un extracto de esta prueba aparece a continuaci6n:

elefante noche elefante noche


elefante- ' etc. (diez veces sin errores)
elefante noche noche
perro oso perro oso
, etc. (diez veces sin errores)
perro oso perro oso

El resultado era totalmente distinto si, en vez de repetir palabras semánticamente


similares, tenía que repetir palabras de es tructura acústica similar. En esta prueba
repetía una palabra, pero era incapaz de pasar a la repetición de otra de sonido
similar, continuando con la repetición de la primera. A continuación ofrecemos algu-
nos ejemplos.
Se dijo al paciente que repitiese la palabra koshka. La repitió correctamente. Se le
pidi6 que repitiese entonces kroshka. };:l repiti6: "ko ... koshka ... no, kroshka:
kroshka, Krishka: "kosh . . . no . .. koshka". Krishka (abandona), khoska: koshka:
Krishka: " ... k ... koshka ... krishka . .. " Kruzhka: "kosh ... kosh . ,. quiero decir .. .
Kruzhka: ''krish .. . koshka . . . " Kroshka: "koshka ... " Skripka: "smpka". Skrepka:
"skripka". No , skrepka (el paciente indic6 con un gesto que ya conocía la palabra) ...
"skripka". Son: "son". Som: "son" . Son: "son". Som: " .. . no . . . " Stol : "stol". Stul:
"stul" . Stol: "stul" . Stil: "s tul " .
KDst: "kost". Kist: ''kist''. Kos!: ''kost''. Km: ''kost ... ". Km: .... . no ... no
Kast: ''kist ... kost". Kistochka: " kostochka no es así ... " KistoCha: "kostochka ...
kostochka ... ", etc.
Palets: "palets". Zayats : "zayats". Palets : "pa . ,. esto ... ". Palets : "zayats". Za·
yat3: "palets" .
Cuando, al acabar esta prueba, se instruy6 al paciente para que repitiese palabras
de sonidos distintos (solntse, devero, sobaka, etc.), lo realizó fácilmente sin perseve-
raciones.

La repetición de palabras puede alterarse no sólo al tratarse de palabras con .


una estructura acústica similar sino también en la repetición frecuente de dos
palabras complejas muy distintas, cada una de las cuales podria repetirse con
relativa facilidad. En este caso el estereotipo pasivo aparece en la repetición
de la primera palabra interfiriendo el paso a la segunda. Por eje~plo, habiendo
repetido las palabras kooperatív y korablekrushenie dijo koroperatwe. por koope-
ratio mientras que repitió korablekrushenie en las formas kooperatisisia y loro-
perasheníe.
Repetía fácilmente y sin síntomas de inercia palabras aisladas cuando eran
distintas en su estructura acústica (aunque se pareciesen en el sentido). La repe-
tición de palabras de estructura acústica similar era muy difícil dada su incapa-
cidad de pasar rápidamente de la pronunciación de una palabra a otra o, en
otras palabras, como resultado del aumento patológico de la inercia de los
estereotipos acusticoarticulatorios.
250 CONSIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

b) Repetición de series de sonidos y palabras. Como ya hemos dicho, el


paciente podía repetir combinaciones de palabras que formasen un solo grupo
semántico ("comida comunal", "cooperativa de producción", "invierno duro",
"sol radiante", "perro loco"). Sin embargo, la repetición de dos sonidos aislados
o palabras le era casi imposible y jamás podía repetir series de tres sonidos o
palabras. Uno de los componentes de las series que se le presentaban (simultú-
neamente o con anterioridad) "se congelaba" y su estereotipo le impedía realizar
la prueba como él deseaba. Este hecho tiene un interés particular; muestra que
en la afasia motora transcortical el lenguaje repetitivo no está totalmente intacto,
ya que su integridad se reduce a la repetición de elementos aislados y se altera
tan pronto como el pacif nte empieza a repetir un material organizado seriada-
mente - en otras palabras, tan pronto como se requiere pasar de un elemento
de las series a otro.
Ejemplos que ilustran lo que acabamos de indicar:

i) Repetici6n de series de sonidos


Los sonidos individuales (a, o, i, k, s, m, r) eran repetidos sin dificultad, y sólo
ocasionalmente el paciente -cometía errOres o perseveraciones (repitiendo "k" en vez
de "s" tras "k"), que corregía al volvérsele a presentar los sonidos.
La repetición de pares de sonidos producía e rrores de tipo perseverativo en una
forma mucho más acusada.

b-k k-s k-s I-p n-d b-l b-p


b-k b-k k-s k-n k-d p-z p-d
t-d r-k n-m
, etc.
p-g p-r p-r

Es evidente que los errores que aparecían en este caso se debían, no a la


dificultad en diferenciar fonemas similares (oposicionales) sino a la inercia pat o-
- lógica de los estereotipos previos.
La repetición de tres sonidos comportaba aún mayores dificultades .

b-k-r n-z-p k-sh-l


b k ... r z-i l k-sh-l

La dificultad en superar UI1 - est ereotipo previo se agravaba, en este caso, al


sumarse la dificultad en retener los elementos necesarios en el orden adecuado,
dándose típicas transposiciones que serán estudiadas después.

ii) Repetición de series de palabras

La repetición de series de dos o tres palabras era siempre muy difícil para el
paciente. También se explica esto por la inercia patológica del estereotipo previ o,
como resultado del cual repetía las palabras anteriores o el grupo anterior, ()
abandonaba las tentativas de superar la dificultad en pasar a otra palabra y no
decía nada.

Repetición de pares de palabras (dom casa; les = bosque; stol= =


mesa; rwcll =
noche; kot =
gato; igla =
aguja; solntse =
sol; grebeshok = peine; obl.Lko =
nube ;
lampa =
lámpara; lisa =
zorro; ivost cola ; volk= lobo; lev = =
león ; griba =
seta ).
REVISIÓN DE LA AFASIA MOTORA TRANSCORTICAL 251
dom - les noeh - kot stol- igla . .solntse - grebeshoJc
stol - les no eh - kot 1) dom ... (no) solntse - grebeshok
.. . kot .. .
2) kot y . . . dom
oblako -lamp lisa - jvost volk - noeh volk - noch
1) oblako... lisa - jvost volk ... (no) volk - noch
2) ob .. . (no)

, lev - griba
(no... esto es) ...
lisa - jvost
vol~(no) ...
lisa - jvost
volk - (esto) .. .

Hasta seis semanas después de la operación el paciente no fue capaz de

I repetir pares de palabras que diferían en su estructura morfológica:

(sneg
dub
=
nieve; Ok110
=
roble; lipa
sneg - okno
sneg - okno
=
ventana; sobaka
=
perro; medved
árbol de la lima; nozh
sobaka - medved
sobaka - medved
cuchillo; iglo
=oso;

dub -lipa
dub -lipa
=
aguja)
nozh - igla
nozh - igla'
=
=
, etc.

Naturalmente, la repetición de pares de palabras de sonido similar (koshka -


kroshJca; kryshka - kruzh.ka; skrípka - skrepka; stol- stul) estaba por com-
pleto fuera del alcance del paciente, que se limitaba a repetir la primera
palabra.
La repetición de series de tres palabras mostraba el mismo fenómeno de iner-
cia patológica, pero en forma aún más acusada.

(den = día; ZVOl1 = repique; zayats = liebre; krovat = cama).


noch - stol- kot zaiats - krovat -lisa
1) kot - den - doro zvon 1) zaiats ... krova . .. (y) ..•
(perseveraeión del anterior 2) zaiats ... krovat (y) ...
"dub - zvon")
2) noch - doro ... dom .. . igla
(perseveraeión del anterior
"stol- igla")
3) noch - dom . ..
4) den .. . noch - som .. .
(incorporaciÓn de la oposición
estereotipada "den - noch"
[día - noche])

De forma característica, el paciente era incapaz de vencer su inercia patol6-


gica y de repetir las series de palabras de una vez, tanto si se espaciaban las
palabras como si se le hacía repetir cada palabra por separado.

dom - (3 seg.) - noch - (3 seg.) - kot dom stol kot


1) dom ... noch .. . lno/ dom . stol 'kQ't
2) noch . . . kot ... y otra vez noch .. .
3) abandona

dom - stol - kot no eh igla pirog (pastel)


1) stol- doro - kot noch . igla pirog
2) dom ... (no)
noch - igla - pirog
noch ... (no) ••• igla ... pila (sierra) ... no

18 . LClllA
252 CONSIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

Tres semanas después del comienzo de estas observaciones el paciente pudo


por vez primera comenzar a repetir series de tres palabras. Sin embargo, la
realización era muy inestable, a veces sólo podía repetir dos de las palabras
presentadas, y otras las colocaba en un orden erróneo.

dom - les - kot noch - igla - pirog


dom - les - kot 1) nos (nariz) (perseveración de les)'
2) nos . . . (no, no es así) ...
3) kas . .. (perseveración de kot)

noch - igla - stol dom - sneg - zvon


noch - igla - stol 1) dom - zvon - (y este) ...
2) zvon ... (oh) ...
3) dom - stol- stol
(perseveración de las
series anteriores)
noch - igla - stol mish (ratón) - ley - sobaka
1) stol .. . 1) sobaka -ley - mish
2) noch ... ¿elka (abeto)? . . . (no) ... 2) sobaka - ley - mish
3) sobaka -ley - mish
4) lev ... mish . .. lev . . . , etc.

El paciente tenía también problemas si se le presentaban alternados dos


pares de palabras, cada uno de los cuales podía repetir sin dificultad. En tal
caso, al aumentar la necesidad de cambio entre dos estereotipos verbales tenía
una gran dificultad que persistía dos o tres semanas después de la exploración.
A continuación- damos algunos ejemplos.

nos - okno kot - stol nos - okno kot - stol nos - okno
nos - okno kot - stol kot - stol kot - stol kot - stol (no)
kot - stol nos - okno nos - okno kot - stol
kot - stol kot - stol nos - kot - stol kot - stol
nos - 0 1010 kot - stol nos - okno
kot - stol nos - okno (no) ...

El mismo fenómeno se reproducía al pedirle que repItIeSe alternativamente


dos palabras con unas diferencias morfológicas más acusadas (yablania = man-
zano; agorad = huerto; igra = juego).

dom - yablonia igla - ogorod dom - yablonia


dom - yablonia ig]a - ogorod dom - yablonia
igla - ogorod dom - yablonia igla - agorad
igra . _. (no) ... dom - yablonia yablonia ... (no)
dom - yablonia igla - ogorod
dom - yablonia igla - na oborot (la otra forma), etc_

c) Repetici6n de combinaciones de palabras y frases

Como hemos dicho anteriormente, la repetición de combinaciones de palabras


-romo "snezlznaya zima (invierno nevado)", "sladkae yabloka (manzana dulce)",
"proi:: vod.stvcllnii (cooperativa industrial)", etc.- o frases como "devochka
plachet (la niña llora)" y "malchik spit (el niño duerme)" no presentaba la menor
REVISIÓN DE LA AFASIA MOT ORA TRANSCORTICAL 253

d ifi cultad para el paciente: la unidad de estructura semántica que convierte


a las dos palabras en componentes de una acción verbal simple, en este caso
abolía las dificultades que se presentaban en la reproducción de series de elemen-
tos aislados.
Sin embargo, la repetición de estas palabras podía dificultarse en dos situa-

íI ciones: primera, si se repetían alternativamente d os pares de estas combinacio-


nes de palabras, y, segunda, si se aumentaba su volumen y la complejidad de su
estructura.
La repetida alternancia de dos frases simples requiere que el paciente pase
~
frecuentemente de una frase a otra, lo que no puede hacer, y provoca contami-
f
,l
naciones a causa de la inercia patológica.

i
Alteraciones aún más severas aparecen al aumentar el volumen del material
presentado (por ejemplo, al realizar una adición a la estructura básica de sujeto
y predicado). En este caso puede aparecer dificultad incluso en la repetición
directa de la frase y el paciente empieza a simplificarla. Por ejemplo, en vez

I de "malc hik udaril sobaku (el niño pega al perro)" dice "rna1chik udarilsia (el
niño se pega) (reemplaza un verbo transitivo, que requiere una adición a la

I
frase por un verbo reflexivo que no requiere adición) o reemplaza la forma
acusativa de la palabra por la nominativa (malchik udaril sobaka) eliminando así
la necesidad de cambiar repetidamente (del nombre en forma neutra al verbo y de
éste al nombre en forma acusativa). Naturalmente la prolongada repetición
I de dos frases complejas era totalmente imposible, tras repetir la primera empe-
i zaba a perseverar elementos de ésta en la composición de la segunda frase.
Algunos ejemplos sobre estas dificultades:

I
i) Repetición de frases simples (do m gorit = la casa arde; sobaka loet el perro =
lad ra ; devochka plachet =
la niña llora; malchik bolnoi = el niño está enfermo).
dom gorit sobaka laet dom gorit dom gorit sobaka laet
dom gorit sobaka laet dom gorit sobaka laet

I
i
dom gorit
sobak .. . (es) ...
sobaka laet
dom gorit
----
dom gorit
soba ka laet
sobaka laet
sobaka laet
dom gorit
sam gorit

I soba ka laet sam gorit sam ... (es) .. . sam gorit '
o
devochka plachet malchik bolnoi devochka plachet
devochka plachet malchik bolnoi ma ... malchik .. . bo ... (es) ...
devochka plachet devochka plachet malchik bolnoi
I de . .. delo ... (es) de .. . devochka plachet bolnoi

I deyochka plachet
devochka plachet
malchik bolnoi
ma ... ba .. • (esto) •..

I
(deja de repetir)

Se obtuvieron resultados similares en otra prueba realizada dos semanas después


¡
i de la primera (malchik plachet =
el niño lloraba; deoochJw smeetsia la niña ríe). =
t malchik plachet devochka smeetsia malchik plachet
malchik plachet davai smeetsia malchik plachet

devochka smeetsia malchik plachet devochka smeetsia


devochka smeetsia malchik plachet malchik ... (esto) ...
254 CONSIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

malchik .. . (esto) .. . devochka smeetsia maIchik pIachet

clevochka smeetsia malchik plachet devochka smeetsia


ma lchi k oo ' malchik smeetsia devochka smeetsia
malchik plachet
, - - -- - ,etc.
malchiic- smeetsia, plachet ...

En esta prueba se hace evidente que la inercia patológica, más importante que
en la precedente, empieza a hacer casi imposible la repetición directa incluso de frases
sencillas.

ü) Repetición de frases comple;as

malchik udaril sobaku malchik udaril sobaku


1) sobaku .. . malchik udaril
2) malchik . .. udarilsia
malchik udaril sobalm devochka pet chai (la chica toma té)
malchik udarilsia . .. no devochka pet iz (la niña bebe de)
(forma habitual: "iz cahshki - de u na taza" )
malchik udaril sobaku malchik udaril sobaku
1) malchik . . . (por qué ... 'malchik udaril sobaku
por qué ... es)
2) malchik udaril sobaJ...ll
Teper vmeste (ahora juntos): malchik udaril sobaku
Teper (ecolalia) temper oo. eto ugnal (se ha ido) .. .
malchik udaril sobalm devochka pet chai
malchik ugnal .. . devochka pet chai
malchik udaril sobi.l ku
eto (esto) . . . kogda on brosil (cuando derribó)
cl e\'ochka pet chai malchik uclaril sobaku
cle \ochka pet chai . malchik oo , esto ... así .. :
devochka pet ' chai
d e\ ochka bet (pega - perseve ración de "ucla ril",
q ue también significa pe gar) chai

(Lo mismo al día siguiente):


de\'ochka pet chai malchik udaril sobaku clevochka pct chai
J e \'ochka pet chai malchik uclaril sobaku . . .
malchik uda ril sobaku malchik uda ril sobaku
malchik .oo uda ril .. . (esto) .. . malchik udaril sobaku
malchik udaril soba ku devochka pet chai
etc.
malchik udaril so baku devochka .. . (no) ...

Las observaciones descritas demuestran que tanto la rep e ti ción re it erada d e


dos frases simples como el aume nto de la complejidad d e la frase increme ntan
las exigencias de plasticidad del proceso n e rvioso y d e compre nsión d e la estruc-
tura compleja y jerárquica d e l mate ri al; esto impid e la re p e t ición esta ble d e la
estructura v e rbal organizada se riad a m e nte.
REVISIÓN DE LA AFASIA MOTORA TRANSCORTICAL

Lectura
Cuando el análisis y síntesis acústico de las letras !le halla intacto la lectura
puede asimilarse al proceso de repetición de palabras, con la salvedad de que
el material en este caso se presenta por escrito en lugar de verbalmente.
Como hemos dicho anteriormente, el proceso de lectura de este paciente no
presentaba dificultades específicas. Sin embargo, como en la repetición de pala-
bras y frases, al leer aparecen dificultades relacionadas con el factor que ya
nos es familiar -la inercia patológica de los estereotipos previos.
Daremos algunos ejemplos, empezando con la lectura de letras y números,
luego de palabras y finalmente de frases.

a) Lectura de letras y números


El paciente no tenía dificultad en leer letras y números aislados. Pero, si se
le presentaban en el orden natural series de las que se omitían ciertos elementos,
no podía leerlas tal como se le presentaban, se limitaba a reproducir las series
naturales, incluyendo los elementos que faltaban, de modo que las letras o
números siguientes a éstos eran "leídos" inconectamente.
A continuación veamos algunos extractos.

a bcd f g k 1 1 2 3 5 68 10
a bcd e f g h 1 234 5 6 7

Esta conducta era bastante estable y comenzó a desaparecer sólo en la


cuarta semana tras la operación; por otra parte, el paciente o no era consciente
de sus errores o era incapaz de corregirlos.

b) Lectura de palabras
Como ya hemos constatado antes, la lectura de palabras individuales no era
difícil para el paciente. También podía leer repetidas veces dos palabras diferen-
tes a nivel morfológico (por ejemplo, loshad, sobaka) sin cometer errores. Pero
al intentar leer dos palabras fonéticamente similares caía fácilmente en la
repetición estereotipada de la misma palabra. A continuación hay un ejemplo.

chashka (taza) lozhka (cuchara) chashka lozhka chasblc:a lozhlc:a


chashka lozhka lozhka lozhka lozhlc:a lozhka

Naturalmente los intentos de repetir palabras como skripka y skrepka o


koshka, kroshka, kruzhka y krishka eran infructuosos tan pronto como las repe-
tía en voz alta y rápidamente eran reemplazados por el mismo estereotipo inerte.

c) Lectura de series de palabras y de frases


El curso de esta prueba siguió las mismas reglas. La lectura de pares de
palabras y frases que diferían considerablemente a nivel acústico no presentaba
dificultades (por ejemplo: medved- lisitsa, dub- lipa, o korova mychi- sobaka laet).
El paciente podía incluso leerlas si se repedan alternativamente varias veces.
Pero si existían componentes morfológicos comunes entre los dos grupos
256 CONSIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

presentados no le era posible pasar de un grupo a otro, a causa de la inercia


patológica.
Un extracto de los registros servirá de ejemplo:

koshka - kroshka kroshka - kroshka


kroshka - krishka kruzhka - krishka

No existía diferencia si se escribían con tinta roja las letras distintivas y se


dirigía específicamente a ellas la atención del paciente, y que leía como antes.
Lo mismo ocurría si leía fras es con componentes comunes (sufijos, por ejem-
plo). Tenía la misma dificultad al leer frases alternativas como: "sobaka laet
(el perro ladra)" y "ptitsa letaet (el pájaro vuela)".

sobaka laet ptitsa letaet soba ka laet ptitsa letaet


sobaka laet ptitsa letaet soba ka laet ptitsa letaet

sobaka laet
etc.
sobaka letaet'

Los defectos se manifestaban con mayor claridad cuando el paciente leía


frases de estructura más compleja. En tales casos las alteraciones asumían
también un carácter complejo de mocIo que intervalos de lectura correcta alter-
naban con perseveraciones y formas más complejas de inercia.
A continuación hay un ejemplo que ilustra estas dificultades.

devochka pet chai (l a chica toma té)


devochka pet chai
maIchik udanl sobaku (el niño pega al perro)
maIchik udaril sobaku (correcto)
devochka pet chai malchik udaril sobaku
devochka pet .. . (er) maIchik udaril sobaku (correcto)
chai ... chai (correcto)
oevochka pet chai malchik udaril sobaku
drag ... (cómo) ... bet (pega) malchik bet . .. (correcto hasta aquí)
(bet en vez de pet)
devochka pet chai malchik udaril sobaku
devochka bet .. . bet de\'ochku chai bet dalnaia bet sobaku . ..
(pega al siguiente .. . pega al perro)

Al continuar la prueba se presentaron dificultades similares:

V lesu bil pozhar (En el bosque había un incendio)


V lesu bil pozhar (correcto)
Koshka pet moloko (El gato bebe leche)
Koshka pet moloko (correcto)
Pervaia (la primera); v lesu bil pozhar
Pervaia; v lesu bil pozhar (ecolalia - repite la jm.'gunta - "primero" )
Vtoraia (la segunda) : koshka pet moloko
Koshka vtoroe pet pozhar (gato - segundo - behe - incendio)
REVISIÓN DE LA AFASIA MOTORA TRANSCORTICAL 257

Koshka . pet moloko V lesu bil pozhar Koshka pet moloko


Koshka pet pozhar V lesu bil pozhar Kosh.ka bet pomar
(El gato bebe incendio) (correcto) (perseveraci6n de
"udaril sobaku" )

V lesu bil pozhar koshka pet moloko (¿seguro que no bet?)


V lesu bil pozhar koshka bet moloko (bet en vez de pet)
(correcto)

d) Lectura de un texto

I Como hemos dicho anteriormente la lectura de un texto es básicamente


posible: el paciente presenta las mismas alteraciones. Fragmentos de la historia
"umnaya varona (el cuervo inteligente)" fueron leídos tras intentos como los
siguientes. El paciente intenta decir umnaya varona iotela pit (el cuervo inteli-
gente quería beber) pero en realidad lee : umnaya vorono ... iotela varonit ...
iotela voronit ... iotela ioronit . . , jranit .. . jote la pit ... », etc.
Estas observaciones muestran que la lectura, en ausencia de dificultades pri-
marias en el análisis acusticoverbal, es similar al lenguaje repetitivo (aunque
sus bases son visuales); es posible en circunstancias normales, pero va hacién-
dose imposible si se aumenta la necesidad de pasar continuamente de un elemen-
to a otro (especialmente si estos elementos tienen rasgos acústicos o morfológicos
comunes) o si las estruchlras sintéticas a leer se hacen más complejas.
Ni la repetición de palabras y frases, ni la lectura están, por tanto, intactas
en pacientes con el síndrome de la afasia motora transcortical, como suponían
los neurólogos clásicos.

Recuerdo de palabras y frases

Hemos dicho ya que la repetición de palabras aisladas y de frases no pre-


sentaba dificultades para este paciente en condiciOI~es normales.
Debemos, sin embargo, preguntamos si el paciente puede, tras la repetición
correcta de una palabra, volver a ella reproduciéndola de memoria, y si sería
capaz de repetir primero una palabra y luego otra.
Las observaciones demostraron que el paciente podía repetir correctamente
una palabra, con sólo una leve influencia de los estereotipos pasivos de las pala-
bras repetidas con anterioridad, pero que su realización se veía severamente
afectada por la inercia patológica cuando se le pedía recordar primero una
palabra y luego otra.
Veamos algunos ejemplos a continuación.

a) Recuerdo de paUJbras aisladas

Eran recordadas adecuadamente por el paciente, cuya retención le permitía


incluso reproducir sin dificultad una palabra incluso tras una pausa de 10 seg-
1 mino En ocasiones, tras la pausa correspondiente, sustituía la palabra
requerida por otra precedente, manifestando una inercia patológica que en este
caso tomaba forma de reminiscencia imprem~tada.

Las palabras eran las siguientes {slon = elefante; aoboJca = perro}:


2.58 CONSIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

slon sobaka sobaka sobaka


slon (tras pausa sobaka (tras pausa soba ka (tras pausa soba ka
de .30 seg sin de 15 seg sin de 15 seg sin sobaka (tras pausa
refu e rzo) refuerzo) refuerzo) de 10 seg sin
slon slon refuerzo)
slon
(tras pausa de 1 minuto
sin refuerzo)
En otra sesión:
huraban (tambor) sobaka baraban (dígalo otra vez)
baraban (tra,; pausa de (tras pausa de (otra vez) baraban
(tras pausa de 15 seg sin 30 seg sin (tras pausa de 30 seg
15 seg sin refuerzo) refuerzo) refuerzo) sin refuerzo)
sobaka baraban
(dígalo otra vez)
(otra vez) bara ban
' etc.

b) Recordar palabras aisladas con alternancia


Se pide al paciente que repita primero una palabra y luego otra; se le
pregunta entonces cuál era la primera palabra y cuál la segunda.

Los resultados de esta prueba fueron:


1) lisa (zorra) 2) medved (oso) ¿Cuál era la primera?
lisa medved (primero) lisitsa (zorra)

¿(y la segunda)? ¿(y la primera)? ¿(y la segunda)?


mcoved medved (segunda) .. . medved

¿,(y la primera)? ¿(y la segunda)?


IIlcdved medved
¿Quiere decir que las dos palabras eran la misma?
"lisitsa, lisitsa"
lisitsa ¿(y la segunda)? ¿(y la primera)? ¿(y la segunda)?
lisi tsa medved me-si-tsa-ti-ti medved
¿(y la primera)? llsitsa ¿(y la segunda)? ¿(y la prime ra)?
algo vendrá. . . . li sitsa medved medved
1) chashka (taza) 2) lozhka (cuchara) ¿(y la primera)? ¿(y la segunda)?
chashka lozhka (la primera) (la segunda)
chashka chashka
¿(y la primera)? ch ashka
, etc.
¿(y la primera)?
1) s\leg (nieve) ~) luna (luna) ¿(la primera)? 1. sneg 2. luna
sllcg luna sluka sl1cg luna
¿(la prime ra)? ¿(la segunda)? (la primera) - sneg (la segunda - luna)
luna luna sneg, luna luna
¿(la primera)? ¿( la primera)? - sneg (la segunda) - luna ¿(la primera)?
sneg, luna sncg, luna on (esto)
sneg, luna
REVISIÓN DE LA AFASIA MOTORA TRANSCORTICAL 259
., ¿(la segunda)?
. etc.
sneg, 1una ... .
1) soba ka (perro) 2) koshka (gato) ¿(cuál era la primera)? ¿(y la segunda)?
sobaka koshka 'koshka koshka
¿(y la primera)?
koshka
Pero, sin duda, las palabras eran distintas: la primera era "soba ka "
soba ka
y la segunda "koshka"
koshka

La prueba de repetición alternada de palabras muestra cómo la inercia

,
patológica imposibilita el recuerdo de la palabra precedente de modo que el
~ paciente produce una contaminación (de lisa y medved a lisitsa; de sneg y
luna a sluka) o repite pasivamente las dos palabras cada vez (sneg-luna).
El incremento de la práctica a través de la prolongación de la prueba no mejora

I los resultados.
Esta dificultad aparece en forma aún más severa en las pruebas de recuerdo

I
a,
I
de pares de palabras y de frases.
A continuación veamos algunos extractos de los registros.

a) Recuerdo de pares de palabras (dom = casa; les = bosque; stol = mesa; kot =
gato).

1) dom -les II) stol- kot (¿cuál era la primera?) (¿y la segunda?)
1) dom les stol kot
2) dom les stol kot dom ... dom ...
3) dom les stol kot dom ...
4) dom les dom les stol dom stol kot
5) dom kot stol kot

Esta prueba muestra que el paciente no puede evocar ni el primer ni el


segundo par a causa de la inercia patológica. ~unque repite con facilidad cada
par de palabras, no puede recordarlos después.
Es característico que la repetición frecuente de la prueba no mejora los
resultados, e incluso, en el último intento, la repetición directa del primer
par de palabras (dom-les) muestra rasgos de inercia patológica de los estereo-
tipos previos (dom-kot).

b) Evocación de frases

Esta prueba da el mismo resultado.


1) sobaka laet II) dom gorit (¿Cuál era la primera?) (¿y la segunda?)
(el perro ladra) (1a casa se quema)
1) Soba ka laet Dom gorit
2) Sobaka laet Dom gorit
Dom gorit Dom ... (no) (No) ....
3) Sobaka laet

Le era tan imposible volver voluntariamente a las frases repetidas anterior-


mente como a los pares de palabras. Como muestr~ los ejemplos si~entes ~sta
dificultad ' se basaba también en la inercia patológtca de los estereotipos prevIOS.
260 CONSIDERACIONES SOBR E LA AFASIA

I) Limon kisli (limón ácido) I1) devochka plachet (la niña está llorando)
1) limon kisli devochka plachet
Z) limon kisli devochka plachet
3) limon kisli devochka plachet
(¿Cuál era la primera?) (¿Cuál era la segunda?)
kislaia devochka
devochka kislaia
limon kisli (¡Oh! ... no, no puedo)

Se plantea una importante cuestión: el cuadro que acabamos de describir


¿es resultado de alteraciones mnésicas, es decir, existen defectos mnésicos
generales, o se limitan únicamente al lenguaje activo, en el que se manifiesta
el fenómeno de inercia patológica que hemos señalado antes?
Para responder a esta pregunta usamos dos series de tests: en la primera,
mantuvimos que el lenguaje del experimentador fuese percibido (oído) por el
paciente, pero éste, en vez de repetir, debía señalar dibujos temáticos; en la
segunda, suprimimos tanto el lenguaje impresivo como el expresivo, e instruimos
al paciente para que encontrase pares o series de tres dibujos entre 10-15 que
estaban ante él (o se le daban en un mazo).
Los resultados de estas pruebas, que damos a continuación, indican que bajo
esas condiciones todas las dificultades anteriormente reseñadas se superaban, y
que el paciente retenía con facilidad los rastros de la información que se le
presentaba.

a) Seiialar dibujos
Se decían al paciente los nombres de 12 dibujos colocados ante él; después
se nombraban los dibujos en grupos de dos o tres. Cada vez el paciente tenía
que señalar los dibujos nombrados, primero de inmediato, y después tras una
pausa de 20-30 seg o de 1 min realizó toda la prueba sin dificultad.

(culebra) (armario) (árbol) (bicicleta - gafas)


+
tras 30 seg
+
tras 30 seg
+
tras 30 seg
+
tras 10 seg
+ + + +
tras 30 seg
+
(abrigo de piel -libro) (manzana - relOj - gallo) (caldero -lámpara - tijeras)
+
tras 30 seg
+
tras 10 seg
+
tras 20 seg
+
tras 1 miD
+
tras 1 min (señala
+
en orden diferente)
+ + +
tras 30 seg
+
b) Evocaci6n de grupos de dibujos que ha de seleccionar después de un grupo
de 12 a 15
Al paciente se le enseñan dos o tres dibujos (una calabaza y un vestido;
una cazuela y unas gafas; un oso, un ga to y una caZuela; un rábano, un p ato
y un caballo).
Cada vez se mezclan los dibujos con los de un grupo de otros 12 O 15, Y
el paciente debe identificar los que se le han enseñado previamente.
REVISIÓN DE LA AFASIA MOTORA TRANSCORTICAL 261

-Lo hace correctamente' y señala los dibujos precisos tras intervalos que van
de los 20 segundos al minuto.

c) Evocación de dos pares de dib ujos qu e se le han enseñado previamente

Se enseñan al paciente dos dibujos (una taza y un oso) que a continuación


se ponen boca abajo a su izquierda; se le enseñan otros dos (un vestido y una
pera) que también se ponen boca abajo a su derecha. A continuación se colocan
ante él 15 dibujos, incluyendo duplicados de los dos pares que se le han
presentado previamente. Entonces, el experimentador señala los dibujos vueltos
hacia abajo a su izquierda y le pide que los identifique entre los 15. La prueba
se repite con el segundo par de dibujos, en el lado derecho.
En ambos casos el paciente realiza con facilidad lo que se le pide: no se
aprecian síntomas de interferencias a causa de la inercia patológica.
Los experimentos indican que la alteración en la evocación de un grupo de
palabras se basa, en este caso, no en alteraciones generales de la memoria
(como debilidad de los trazos o facilidad de su inhibición), sino en dificultades
específicas, cuyo factor principal es la inercia patológica de los estereotipos
creados, afectando especialmente las esferas verbal y motriz.

Denominación de objetos

Como he dicho anteriormente, la capacidad de nombrar objetos éstaba alte-


rada en el paciente. Sin embargo, la alteración no se basaba en una desco-
nexión entre el "centro de los conceptos" y el "centro del habla", como postulaba
la teoría clásica sobre la afasia motora transcortical, sino en el mismo factor
de inercia patológica que impide pasar de un grupo de palabras a otro. Por ello,
como regla general, el paciente puede nombrar el primer objeto correctamente,
pero no pasar de este nombre al del segundo objeto que se le muestra: aban-

I donaba los intentos de responder o continuaba repitiendo pasivamente el primer


nombre.

II A continuación se dan ejemplos de estas dificultades (el objeto mostrado está


entre paréntesis y el nombre que da se halla bajo la línea).
(manzana)
manzana
(lámpara)
esto ... bien
(gallo)
no una lámpara
(cazuela)
esto ... gallo ...
i manzana ... no ... no ... no ...

I (tintero)
gallo ... no

(oreja)
(dedo)
dedo
(hombro)
esto ... esto ...
lámpara
(nariz)
... dedo

' etc.

,
¡
eslo .. . dedo

Al continuar por dos o tres semanas este tipo de pruebas, el fenómeno 'de la
inercia patológica en la denominación de objetos aislados fue haciéndose menos
!
importante, y el "congelamiento" de la palabra anterior 5610 se daba cuando se
t•, prolongaba mucho la prueba y el paciente estaba cansado. .
.
Los factores básicos de la denominación aparecen con mayor claridad en la
i prueba en que se repiten alternativamente los nombres de dos objetos o se pide
al paciente que nombre dos objetos que se le muestran a la vez. .. .
262 CONSIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

El paciente no tiene dificultad en la prueba de repetición frecuente de dos


palabras que difieren en sentido y estructura, pero cuando se le pide qu e n ombre
a la vez dos objetos que cita fácilmente por separado, es evidente que no pued e
pasar de un nombre al otro.
Examinaremos por separado ambas pruebas.

a) Se colocan tres dibujos ante el paciente : (1) un oso (medved), (2) un pato
(utka) y (3) una liebre (zaíats), palabras cuya estructura difiere tanto en ruso como
en castellano.

¿QiJé es esto? (1) ¿y est:>? (2) "pato" ¿y qué es esto? (3)


Qué . . . un oso
- ---
que ...
---.
pato es una liebre

¿y esto? (1) no, esto ¿y esto? (2) no esto, un pato


liebre . oso liebre pato
¿y qué es esto? (3) ¿es una liebre? ¿y qué es esto? (1)
esto . .. que liebre . . .
¿un oso? ¿y qué es esto (2)? ¿y esto? (3)
sí, un oso un pato una liebre
.y esto (1)? ¿un oso? ¿y qué es esto? (3) no, es una liebre
c.
, etc.
esto . .. que oso es un pato liebre

Se muestran al paciente dos dibujas muy diferentes: (1) un gato y (2) un girasol.

¿Qué es esto~ (1) ¿y esto? (2) girasol


gato esto . .. qué girasol
¿y qué es esto? (1) ¿y esto? (2) ¿y esto? (1)
qué . .. esto ... gato ... gato esto es otro ... gato
qué . ..
¿y esto? (2) ¿y esto? (1) no, no es un girasol
.. . girasol girasol ... gira ... gira ... sol

Otros dos d¡bujos diferenciados se colocan ante el p aciente : (1) un pavo y (2) una
cereza.

¿Qué es esto? (1) ¿y esto? (2) ¡cereza! ¿y esto? (1)


es un pavo esto ... cereza esto.. . qué . .. pa . ..
pavo
¿y esto? (2) ¿y esto? (l) ¿cómo puede ser esto una cereza?
cereza cereza no . .. pavo ...
¿y esto? (2) ¿seguro que es un pavo? ¿y es to? (1)
pavo oh, cereza pavo
¿y esto? (2) ¿y esto? (1) ¿y esto? (2)
, e tc .
pavo pavo pavo

b) Se pide al paciente que nombre dos objetos mostrados simultáneamente.


En tal caso ti'ene una dificultad lógica, que se muestra en el hecho de que
nombra fácilmente el primer objeto que se le presenta, pero como regla general,
nunca el segundo; si se prosigue la prueba llega a hacerse imposible nombrar
REVISIÓN DE L A AFASIA MOTOR.\. TRA...,"'SCORTICAL 263

el primer objeto, y apareeen perseveraciones de nombres anteriores o parafasias


relacionadas con el objeto.
A continuación darnos algunos resultad os:

(manzana - cazuela) (gallo - botella) (reloj - lámpara)


manzana ... y esto ... ... es un gallo ... gallo ... y .. .
qué ... . .. y una cazuela qué .. .
(botella - gallo) (manzana - relOj) (tintero y botella)
cazuela ... y ... esto .. . gallo .. . y esto .. . gallo .. . y ... qué es esto ... etc.
cazuela

El trazo del objeto nombrado primero obstaculiza tanto para nombrar el par
de objetos que el pacient~ se esfuerza inútilmente en encontrar el nombre del
segundo objeto; lo señala con el dedo pero es incapaz de vencer la inercia
del primer nombre, o continúa pasivamente nombrando varios objetos con el
mismo nombre, frecuentemente con signos de incertidumbre sobre si los está
nombrando correctamente.
El paciente muestra también alteraciones importantes al nombrar acciones
representadas por medio de dibujos.

a) Se muestran al paciente dibujos de (1) una chica bebiendo agua y (2) unhom-
bre que cava la tierra.

¿Qué está haciendo la chica? ¿Qué está haciendo el hombre?


bebiendo té ...
está cavando la tierra ¿Qué hace la chica?
ca vando la tierra bebiendo agua . ..
¿Y qué está haciendo el hombre? cavando .. .
la tierra
¿qué está haciendo la chica? no, está bebiendo repita
ella está cavando la tierra agua ella está cavando ...
esto es
¿está ella bebiendo agua? otra vez no, está bebiendo ...
bebiendo agua . .. ella está cavando la bebiendo agua
tierra, es decir ...
otra vez ¿qué está haciendo el hombre? no, él está cavando
ella está bebiendo agua bebiendo agua . . . . cavando la tierra,
agua ... no ...

el hombre está cavando ¿qué está bebiendo ella? se muestra un tercer


la tierra ... cavando la tierra ... dibujO de un hombre
quiero decir bebiendo que se afeita
agua nada
¡

I él se está afeitando la barba (borodu)


él se está afeitando... bro... vodu (a~
¿y qué hace ella?
ella .. . esto ...

bebiendo agua ¿y qué está haciendo él? él se está afeitando la barba


bebiendo agua él está haciendo qué .. . él se está afeitando la barba
él está haciendo esto .. .
264 CONSIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

¿qué está haciendo ella? ella está bebiendo ¿qué está haciendo él?
.. . agua él ...
él se está afeitando
, etc .
... barba

El factor inercia patológica, ya familiar, actúa, por tanto, en la denominación


de acciones con la misma intensidad que en la denominación de objetos .

Comprensión del lenguaje


A primera vista, la comprensión verbal del paciente estaba totalmente intacta,
lo que daba pie para considerar los trastornos presentados como manifestación
del síndrome de afasia motora transcortical.
El paciente no tiene dificultad en realizar órdenes simples ("cierre los ojos",
"saque la lengua", "levante la mano") ni en señalar los objetos nombrados si se
le pide que lo haga.
La comprensión de las palabras sencillas que se le dirigen está severamente
afectada, pero puede señalar el objeto adecuado de forma bastante correcta.
Tiene una considerable dificultad en señalar dos objetos nombrados, mos-
trando una alteración d e los trazos mnésicos como resultado de la inercia pato-
lógica del rastro de la primera de las palabras presentadas o de otra palabra
anterior. Ya hemos descrito este fenómeno, similar a la "alienación del significado
de la palabra", aunque no puede descartarse la posibilidad de que tenga una
base distinta Jel fenómeno descrito en la afasia sensorial. Las alteraciones que
aparecen en este caso se manifiestan en un tipo especial de disociació n entre
la palabra repetida por el paciente y el objeto al que señala; aunque repite
correctamente la palabra dicha por el examinador, se equivoca al señalar el
objeto, señalando pasivamente el mismo una y otra vez. Esto sugiere que la
"alienación del significado de la palabra" que observamos en el paciente se basa
en la inercia patológica.
A continuación presentamos extractos de los datos recogidos.

a) Señalando ob¡etos aislados

Lo hace correctamente.

manzana reloj tijeras gallo tintero cazuela gallo botella


+ + + + + + + cazuela
botella

b) Señalando pares de objetos nombrados

Tiene bastante dificultad en la ejecución de la prueba .


manzana - lámpara ga llo - tijeras
Hepite las palabras manzana - lámpara gallo - tijeras
Señala + tintero + caznela, luego +
tintero - botella Llll1para - tijeras
Repite las palabras ti ntero - botella . . . Limpara . .. tijeras
Señala + cazuela + cazuela
reloj - manzana tijeras - botena
Repite las palabras rel oj - manzana tijeras - botella
Señala manzana - reloj + lámpara , luego +
REVISIÓN DE LA AFASIA MOTORA TRANSCORTICAL 265
cubo - seta taburete - correa
Repite las palabras cubo - seta taburete - correa

teléfono - seta
Repite las palabras teléfono - seta , etc.
Señala seta - teléfono

A pesar de la correcta repetición ecolálica del par de palabras (sólo mostraba


ocasionahnente perseveración en su reproducción de la segunda palabra), en
general 5610- señaló correctamente la primera de las tarjetas nombradas; en vez
de señalar la segunda, repite la primera o cambia el orden dado señalando
:~ .
primero el último el más reciente de los objetos nombrados. Este tipo de ejecu-
ción sugiere que la alteración en la comprensión del habla y la retención de los
trazos de una serie de palabras sigue también las reglas antes expuestas. Desgra-
ciadamente no pudimos superar la tendencia del paciente hacia la repetición
ecolálica de la orden verbal, lo que nos hubiese permitido valorar la capacidad
del paciente para señalar los objetos nombrados, en ausencia de su propio lenguaje.
No nos proponemos analizar cómo se altera el proceso de comprensión de
estructuras verbales más complejas en el paciente. Esto caería fuera del alcance
de mi objetivo esencial que es describir los mecanismos subyacentes a la afasia
'. motora transcortical.
.,~
S
?

Conclusión

Hemos examinado un caso de afasia motora transcortical en su forma más


severa, de modo que ahora podemos resumlI los datos que hemos obtenido.
Un paciente con un trastorno circulatorio en el sistema de la arteria cerebral
media izquierda (especialmente en sus ramas anteriores) y con una inadecuada
circulación en el hemisferio derecho se vio totalmente desprovisto de su Jen-
guaje espontáneo y muy limitado para nombrar objetos. Sin embargo, conservaba
el lenguaje repetitivo y la capacidad de lectura y podía reproducir sin alteracio-
nes de la articulación ni dificultades motrices las palabras y frases cortas que se
le presentaban.
Pero un examen más profundo mostró que este cuadro no corresponde por
completo al criterio que caracteriza la "afasia motora transcortical" clásica.
Aunque el paciente repetía sin esfuerzo palabras aisladas y frases cortas,
era incapaz de repetir series de palabras ó frases complejas, o de recordar
palabras que había repetido antes bastante bien.
Un análisis más profundo permitió identificar el factor fisiopatológico básico
de estos trastornos y, al explicar la dificultad en la repetición y recuerdo de
series de palabras y en la denominación de objetos, suministró la cla.ve para
la comprensión del síntoma fundamental de la afasia motora transcorticaI: una
alteración del lenguaje narrativo espontáneo.
Este factor era la importante inercia patológica de los estereotipos estable-
cidos previamente.
Se manifestaba claramente en los movimientos y acciones del paciente, en su
lenguaje repetitivo y en la denominación de objetos, de modo que s610 podía
encontrar el nombre del primer objeto mientras que el del otro permanoda blo-
queado. Se manifestaba, con mayor gravedad aún, al denominar accion"s, y por
último, hacía totalmente imposible el lenguaje narrativo espontáneo, para el
cual es totalmente esen.cial el paso fluido de un componente al otro.
266 CONSIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

Este análisis, por tanto, no sólo aportó los detalles precisos sobre el cuadro
mneslCO de la afasia motora transcortical, sino que dio también la clave de los
mecanismos nsiopatológicos en que se fundamenta.

4. "AFASIA MOTORA TRANSCORTICAL" ASOCIADA A UN TUMOn


~IASIVO DE LAS ZONAS POSTERIORES DE LOS LÓBULOS
FRONTALES

En el caso que acabamo~ de describir un intenso síndrome de afasia motora


transcortical aparecía co.no consecuencia de lesiones vasculares masivas del
hemisferio izquierdo, especialmente en las ramas anteriores de la arteria cere-
bral media. Pero puede darse un síndrome de estructura muy similar en pacientes
con grandes tumores que perturben el normal funcionamiento de las zonas pos-
frontales del hemisferio izquierdo afectando, además, zonas temporales.
Analizaremos uno de tales casos.

Paciente Obukh
Paciente Obukh (caso núm . 47721), un ingeniero de 30 años que ingresó en el
Instituto de Neurocirugía en septiembre de 1968, aquejado de un grave trastorno del
lenguaje narrativo espontáneo, alteraciones en la escritura y hemiparesia derecha.
En ,'erano d e 1968 sufrió dos operaciones por la sospecha de un tumor en la re-
gión frontoteIT 'O ral del hemisferio izquierdo; pero las operaciones no fueron más alLí
de la trepanaci ón exploratOria y de la descompresión .
Posteriormente, los síntomas se agravaron y, en octubre de 1968, fue trasladado al
Instituto Burdenko de Neurocirugía. Allí se le encontraron síntomas de hipertensión
endocraneal con una atrofia óptica primaria, exoftalmos e hiposmia izquierdos, hemi-
paresia derecha con aumento del tono y las intensas alteraciones del habla que ya he-
mos mencionado .
La arteriografía de la carótida izquierda mostraba una red de vasos sanguíneos de
un gran tumor que interesaba las zonas posteriores frontales izquierdas y las zonas
anteriores de la región temporal izquierda, comprendiendo desde atrás la arteria cere-
bral media; también se observó un aneurisma secular en la bifurcaci6n de la arteria
carótida izquierda.
En una operación, el 16 de octubre de Ü)68 (A. 1. Konovalov) se halló un tumor
en el ala menor del esfenoides que invadía la órbita bajo la delgada capa del córtex
de la región poscentral del hemisferio izquierdo. El tumor era muy grande (15 X la
x ID cm) y ocupaba la parte posterior de la fosa craneal anterior, exfendiéndose hacia
la fosa cralleal media; la pared medial del lecho del tumor, tras la extirpación de éste,
estaba en la cara media del lóbulo frontal izquierdo. Histológicamente, el tumOr era
un meningioma de estructura mixta.
El curso postoperatorio se complic6 con una meningitis, de modo que el examen
neuropsicológico del paciente no pudo iniciarse hasta un mes después de la op,eración ,
El paciente presentaba el tipo cl ásico de afasia motora transcortical: podía repetir
sin dificultad palabras aisladas, entendía el lenguaje que se le dirigía, tenía dificultades
en nombrar los objetos que se le presentaban, pero era totalmente incapaz de pro -
ducir un lenguaje narrativo coherente.
El examen neurológico detallado de este paciente empezó un mes más tarde, cuan-
do se repuso de la operaci6n y de las complicaciones postoperatorias.
En esa época, el paciente estaba totalmente orientado en tiempo y espacio, plena -
mente consciente de su estado, era comunicativo y realizaba las instrucciones que
se le daban, captaba sus dificultades e intentaba activamente superarlas. En su COIl-
ducta persistían aún leves trazos de euforia, pero los enormes esfuerzos que realizaba
REVISIÓN DE LA AFAS I A ~ !OTORA TR.~"SCORTICAL 267
para superar este defecto y que le caracterizaron durante el largo período de rehabili-
tación bastaban para descartar un síndrome frontal.
El paciente no sufría alteraciones d e la gnosis visual ni auditinl., reconocía dibujos
sobre un fondo de líneas o trazaba con el dedo el perfil de la figura enmascarada
por las líneas de otras (test de Poppelre uter). Comprendía el sentido de dibujos sen-
cillos y temáticos, aunque tenía dificultad en describirlos verbalmente. Como mostra-
ron las últimas observaciones, era capaz d e calcular y podía incluso resolver pro-
blemas de cálculo integral siempre que no precisase prodUCir su propio método, sino

I
que pudiese elegir entre varias alternativas que se le presentaran. Su orientación en
el espacio estaba conservada y jamás confundía las coordenadas espaciales.
Por tanto, el paciente no presentaba si gnos de alteraci6n apreciable de los sistemas
parietooccipitales (gnosis 6ptica y esp acial) ni manifestaciones graves de un síndrome
frontal.

I
Un examen detallado de sus movimientos y de su lenguaje revel6 la estructura
precisa del síndrome, que fue bastante inesperado dado lo masivo de la lesión.

1nvestigaci6n de los movimientos


No se pudo detectar una alteración definida de la organizaclOn cinestésica

I y espacial del paciente: podía reprodu cir correctamente la actitud y la posición


en el espacio de la mano izquierda (la derecha estaba paralizada). También
estaban conservadas las respuestas motrices condicionadas: por ejemplo, podía
extender el dedo en respuesta al puño cerrado del examinador, y viceversa.
A veces experimentaba dificultades en la realización de las tareas y comenzaba
a hacer m ovimientos impulsivos, ecopráxicos, repitiendo el movimiento hecho
por el examinador, pero inmediatamente corregía el error.
A continuación damos algunos ejemplos de los resultados de estos tests.

Se. orden6 al paciente que 1) realizase movimientos simples imitativos reprodu-


ciendo un puiío cerrado (p) o un dedo extendido (d) o un anillo hecho con el pulgar
y el índice (a); después, en respuesta al dedo extendido (d) tenía que cerrar su puño
(p), y viceversa.

I
1) Realización de mov'imientos imitativos
I
¡
el p d a p d p d a d
d p d a p ppp d p palma d

I
!
... a

En esta prueba s610 se aprecian leves tend~ncias perseverativas de los movimien-


tos previos, que son fácilmente superadas.

2) Realizaci6n de movimientos "conflictivos"


d d p d p d p d
p p d d ... d p ... d d ... p p ... d d ... p

Examinador: "¡No se equivoquel"


p d d p d p p d
d ... p d ... p d p ppp d d ... p

Al comienzo el paciente realiza bien la prueba, pe~o pronto e~pieza ~ pasar


a la realización perseverativa de movimientos ecopráxicos; pero aun comge sus
errores.

19 . LURIA
268 CONSIDERAC ION ES SOBRE LA AFAS I A

La reproducción imitativa de movimientos simples se realiza caSI sm fallos.


Pero la ejecución de programas "conflictivos", en . los que los movimientos a
realizar están en contradicción con el ejemplo que se muestra, al principio no
es difícil para el paciente, pero después, al estar cansado, le conduce a respues-
tas ecopráxicas impulsivas (o p erseverativas) que puede corregir aún.
Por tanto, no se ven afectados los programas sencillos de realización de movi-
mientos simples, pero la ejecución bajo condiciones conflictivas comienza a pre-
sentar dificultades.
Los defectos en la realización de movimientos son particularmente evidentes
cuando el paciente ha de repetir un par de movimientos que se le acaban de
presentar. Aquí, por vez primera, encontramos el fenómeno q ue fue en el caso
precedente una característica esencial en todas las pruebas. A pesar de que el
paciente repite sin dificultad movimientos aislados tiene problemas para repetir
pares de movimientos; como regla general repite el último componente en primer
lugar y a continuación el primero. Este fenómeno de alteración de la repetición
de un par de movimientos como estructura cinética simple, de modo que el
paciente repite primero el trazo más reciente (hecho que ha sido descrito fre-
cuentemente en las investigaciones sobre memoria como fact or "recency") se
repetirá en el conjunto de datos sobre la actividad verbal del paciente.

Se instruyó al paciente para que realizase dos movimientos consecutivos; por


ejemplo, extender un d edo y cerrar el pu ño (d - p) o hacer un anillo con los dedos
y luego cerrar el puño (a - p) o extender la p alma y hacer un anillo (p - a) . La tarea
fue difícil ""''1 ra él; los resultados se muestran a continuación .

d-p d-p a -p d-p


p ... p - d p .. . d - p a .. . p p - d .. .
a - p . .. d
p-a d-a
a ... d ... (no ... p .. . (y otra vez) .. . p a ... d (no) .. . a ... (no)

Los resultados de esta prueba presentan una característica distintiva. El pa-


ciente jamás realizaba los dos movimientos en el orden adecuado; o reproducía
primero el último de los movimientos y volvía después al orden preciso pur m ed io
de una corrección o incluía una perseveraci ón del anterior par en su ejecución.

II 1/ III III II'"


II II II III II II III IJ I/''' I/''' JII I

II'"
JJ'" II II Ir' I/'"

La característica básica del paciente es la alteración de la realización de


series de movimientos a causa de la reproducción impulsiva del último elementu
del par o por la inclusión de movimientus perseverativos de los grupos prece-
dentes. Es evidente que el trastorno no se basa en dificultades cinestésicas ll i
en la rápida extinción de los rastros de los movimientos, sino en una profunda
,
I
~

REVISIÓN DE LA AFASIA MOTORA TRANSCORTICAL 269


-,
,, alteración ·de -la organización seriada que bloquea la producción de los estereo-
tipos dinámicos precisos.
Este trastorn o se manifiesta también en la repetición de estructuras rítmicas.
Ei paciente debe realizar ritmos a partir del modelo que se le presenta por
vía auditiva. Como vemos, puede ejecutar esta tarea pero cae rápidamente bajo
la influencia de la inercia de las estructuras rítmicas anteriores (véase esquema
de pág. anterior).
La repetición primaria de una estructura rítmica supera las p osibilidades
del paciente y las alteraciones que se producen tienen un carácter dinámico
y son el resultado de la influencia de los estereotipos motores pasivos. Lo con-
firma el hech o de que el paciente reconozca fácilmente errores idénticos come-
tidos por el experimentador mientras que es incapaz de subsanarlos en sus pro-
pios movimientos.
Haremos observaciones similares durante las pruebas sobre el lenguaje del
paciente.

b) Inve.stigación del lenguaje: lenguaje espontáneo

El lenguaje espontLÍneo del paciente está profundamente alterado siendo


prácticamente incapaz de decir unas cuantas frases consecutivas aunque, como
veremos, puede repetir palabras aisladas o frases, denominar objetos y com-
prender perfectamente lo que se le dice. En ocasiones, contrastando con los
intentos infructuosos de hallar una palabra determinada, irrumpía súbitamente
una exclamación habitual como "¡Oh Dios! , ¿por qué soy así?" ; también daba
series habituales de palabras con una pronunciación clara y sin dificultades
articulatorias. De forma característica, el paciente puede incluso tararear tonadas
familiares y cantar trozos de canciones muy conocidas.
A continuación damos un ejemplo de su lenguaje espontáneo.

Examinador: "Hábleme sobre su trabajo ." -"Yo trabajaba bien


oo. aquí
como . . . oh . .. como .. uno, dos, tres , cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez,
o

once, doce (en el duodécimo d epartamento de la empresa) o y como ... ¡oh, Dios!..."
• •

"¿C6mo se puso usted enfermo?" -"Enfermé oh


oo . como
o •• bien .. . como . ..
o • •

bien ... como 0. ¡mano.I ¡mano ., " "¿ ) T l uegor" - "L uego . .. como
0 o o . - b·len "
o.. o •••

En contraste con su total incapacidad para producir lenguaje espontáneo


narrativo, podía repetir sonidos aislados, palabras y frases sin dificultad, presen-
tando por tanto el síndrome típico de la afasia motora transcortical que hemos
descrito.

Repetición de sonidos, palabras y frases


El paciente no tiene dificultad en repetir sonidos aislados y sólo ocasional-
mente tiende a caer en series automatizadas (como las letras del aUabeto), pero
puede superarlo con facilidad. Sin embargo, al repetir series de p~l~bras sur~en
impGrtantes dificultades; generalmente reproduce primero el último sorudo,
"inviItiendo" el par. Esto puede explicarse suponiendo que e~, en~r~ del
segundo sonido es retenido como más reciente ("factor recency ), smtoma de
una importante alteración de la memoria a corto término en que nos detendre-
mos más adelante.
Ofrecemos un extracto de los datos que confirman esta situación.
270 CONSIDERACIONES SOBRE LA AFAS1A

a) Repetición de sonidos individuales:


a (sustitución por la serie natural) k z m
etc.
a b k z m

b) Repetici6n de pares de sOllidos:


b-p p-b t - d r -l k-z m-p
---"'-, etc.
+ b-=-p d-t 1- m z-k p-m

La principal dificultad de este paciente en la repetición de sonidos no era


la discriminación de fonemas o articulemas (que era normal) sino un defecto
dinámico -la tendencia a la repetición pasiva de los rastros más fuertes (las
series naturales o el último sonido oído).
El mismo fenómeno aparece en las siguientes pruebas de repetición de pala-
bras y grupos de palabras.
La repetición de palabras aisladas, por difíciles que fuesen, no presenta
problemas para el paciente. Pero cuando intenta repetir grupos de dos o tres
palabras los resultados son idénticos a los descritos.

a) Repetici6n de palabras aisladas


dom les kot sneg lampa koshka korab!ekrushenie
dom les kot sneg lampa koshka korablekrushenie

b) Repetición de pares de palabras


dom -les noch - kot (pausa) zima - pirog most - noch
+ 1) kot . .. o
2) kot ... les
+ 1) ... noch .. .
2) ... noch . .. noch
3) kot .. . ¡les! (no)
4) kot ... les (no)

sinitsa - volk lampa - zvon


+
1) zvon . .. lampa
2) +
c) Repetición de grupos de tres palabras
dom - les - kot sto! - noch - club
1) kot ... les ... (no) 1) stol . .. dub .. . kot
2) kot ... les ... (no) 2) stol ... club . .. (¡oh! ... no lo sé)
3) kot . .. les .3) stol ... club .. . (¡oh!) . . .
4) ... (no) . .. (no puedo) 4) stol . .. (no) .. .
5) kot . . . les ... kot . .. 5) stol ... (cómo es) ... club ... (no) .. .

Estos resultados son muy interesantes. Muestran que el paciente puede


repetir palabras aisladas aunque fonéticamente sean complejas, pero tiene
considerables dificultades dinámicas para repetir pares de palabras. Generalment e
repite bien el primer par, pero al repetir los siguientes se aprecia una tendencia
a reproducir primero la última palabra o a perseverar con palabras del ante-
rior par.
Estas alteraciones, que manifiestan la inercia patológica de los engramas de
la última palabra o de una de las palabras del grupo anterior, aumentan cuando

o Cada línea representa la repeti c ió n del grupo de palabras nu evamente presentado.


REVISIÓN DE LA AFASIA MOTOR.-\. TRANSCORTICAL 271

el paciente intenta repetir un grupo de tres palabras; en tal caso puede empezar
por la última palabra, repitiéndola a veces al final (kot ... les ... kat) o incluir
pasivamente un fragmento del grupo anterior (stal ... dub ... kot). Es consciente
de sus equivocaciones pero no puede corregirlas.
Las pruebas de . repetición de frases cortas (compuestas de dos palabras:
sujeto y predicado) no es difícil para el paciente, y sólo ocasionalmente se pro-
duce la inversión del orden de las palabras; pero si está un poco cansado puede
empezar a mostrar signos de inercia patológica, de modo que la repetición
de la frase es sustituida por la reproducción pasiva de la precedente. En la
• repetición de frases más complejas (sujeto-predicada-objeto) aparecen 'dificul-
tades considerables; muestra una tendencia a simplificar la estructura de la frase
y a repetir pasivamente un estereotipo anterior.

a) Repetición de frases simples


devochka plachet (la niña llora) malchik spit (el niño duerme)
devochka plachet maIchík spit
korova mychit (la vaca muge) sobaka laet (el perro ladra)
mychit korova soba ka laet
dom gorit (la casa arde) sneg idet nastupila vesna
1) ... gorit ... (no, qué es esto) la nieve cae viene la primavera
... sobaka
2) +
mychít korova nastupila vesna
mychit korova 1) ... (qué es esto) ...
mychit korova
. , 2) ... (qué es esto) .. .
3) ... (qué es esto) ... no ...
4) no ... no puedo ...

b) Repetici6n de frases complejas


maIchi1c udaril sobaku {el niño pega al perro) malchik udaril sobaku
1) sobaku... sohaku... udarilsia + -~ +
(forma pasiva: fue pegado) sobaku
2) maIchik ... sobaku .. .
3) sobaku ... udarilsia ... sobaku
4) udarilsia ... sobaku .. .
Repítalo todo junto: malchik udaril sobaku
1) malchika udarilsia ... sobaku
otra vez: udarilsia ... sobaku
2) malchi1c udarilsia ... sobaku
devoch1c:a pet chai (1a chica toma té)
1) devoch1c:a ... pet '" chai ...
otra vez: devochka ... sobaku ...
2) devoch1c:u ... pet chai .,.
malchi1c: udaril sobal"U devochka pet chai
1) devochku ... (no) devochka ... pet chai
2) devochka ... (no) .. ' ¡sobakul
otra vez: devochku ...
3) '" (abandona)
4) malchik .. . malchik .. . udarilsia sobak . .. U 1

1. Sobaka, devochka están en caso nominativo; sobaku, devochJc:u están en caso acv
sativo. (N. del T.)
272 CONSIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

Los ejemplos muestran que en la repetición de frases simples, que no presen-


taba dificultad al principio, empieza a aparecer la tendencia a reproducir primero
la última palabra de la frase o a repetir pasivamente frases anteriores tan pronto
como el paciente se siente cansado tras un frecuente paso de una palabra a
otra; la inercia d e los estereotipos previos es tan intensa al final que el paciente
abandona todos los intentos d e reproducir una frase sencilla (comparar: nastupila
vesna).
En la repetición de frases complejas las dificultades son más evidentes; se
acusa más la tendencia a repetir cierta palabra de la frase; a veces repite dos
veces la última palabra de la frase , al principio y al final (sobaJw . . . udarilsia .. .
sobaku ... ), o simplifica la frase (reemplazando la construcción malchik udaril .. .
que precisa un complemento, por la forma pasiva del verbo). Después, al estar
fatigado, aparecen formas aún más intensas de inercia patológica, mostrando
la tendencia de reemplazar la repetición de una frase determinada por la repeti-
ción pasiva de una frase anterior. Por último, incluso siendo capaz de repetir
una frase correctamente al acabar de oír el modelo, cuando se le pide que la
reproduzca a partir de sus trazos (sin presentación inmediatamente anterior
del modelo) aparece de forma muy intensa' la inercia patológica que impide la
correcta repetición de la frase. Prestaremos más tarde especial atención a este
fenómeno.
La tendencia a reproducir primero el trazo más claramente impreso se obser-
va también cuando el paciente ha de reproducir series de frases. En estas
condiciones se aprecia que, aunqu e el paciente reproduce con facilidad cada
frase por s(' ~)arado, le es muy difícil rep etir series de tres fra ses cortas: general-
mente rep ., " primero la última frase, olvidando o modificando la frase del med io.
Este fenóm eno, conocido en psicología como "factor extremo" es muv evidente
en este paciente.

a) Se le pide que repita tres fra ses cortas presentadas por separado
clom gorit (la casa arde) luna svetit (la luna brilla) meda me tet (la escoba barre)
dom go rit luna svetit metla metet

b) Se le pide que repita las mismas fra ses ¡tintas


dom gorit - lun a svetit - metla me tet
1) (o h) ... dOIl1 gorit ... metla metet ... (oh) ...
:2) dom gorit ... (oh) ... metla metet . .. luna. . . luna metet
3) dom letit . .. (no) (contaminación de "metet" y "gorit")

El paso a la repetición de series de palabras complicaba si gnificativamente


la tarea, y hacía surgir dificultades relacionadas con la inercia patológica de los
engramas más fuertes (extremos), alterando la normal reproducción de los ele-
mentos medios de las series.
Naturalmente, las dificultades descritas, causadas por la inercia patológica
de los estereotipos establecidos y el aumento de la inhibición mutua entre los
trazos, hacen totalmente imposible la repetición de estructuras verbales más
complejas como las historias temáticas.

Se lee al paciente la historia de Lclll1 Tolsloi " La gallina de los huevos de oro" .
El pacien te empieza a intentar inútilmente rf'! petirla: "Oh qué es esto ...
oO,

¡hue\'os! Oh Dios ...


. oo gallinaoo' qu é es es tooO bien
, oOoh, no .oo~'
,

(Ayuda): ¿Qué tenía el campesino? "Era su . oo no." "Era una gallina." ¿Qué
oo.
REVISIÓN DE LA AFASIA S·fOTORA TRANSCORTICAL
273
ponín? "Ponía ... pone ... ¡granol" ¿Qué quería el campesino? "Matar." ¿Qué obtuvo?
"Obtuvo . .. que era . . , cielos ... huevos ... "

El paciente es incapaz de reproducir sin ayuda la historia, y tras largos


intentos sólo produce, y con dificultad, las dos palabras aisladas "huevos'" y
"gallina", mostrando rasgos del estilo telegráfico tan conocido en el estudio de
la afasia. Le es mucho más fácil responder a preguntas aisladas, pero incluso
entonces las respuestas correctas aparecen inesperadamente entre la producción
ineontrolable de las conexiones establecidas anteriormente (¿Qué ponía? "Ponia,
ponía ... ¡grano!" ¿Qué encontró? "Encontró ... que era ... cielos ... ¡huevos''').
El lenguaje narrativo del paciente no está por lo tanto tan preservado corno
parecía en un principio; la repetición de estructuras verbales complejas se ve
alterada por la reproducción pasiva de los en gramas previos, que inhibe su
capacidad de repetir cualquier construcción verbal compleja y hace totalmente
imposible su lenguaje espontáneo.

M emo-ria verbal

I y a hemos descrito las dificultades que tenía el paciente para repetir direc-
tamente palabras, grupos de palab1:as y frases; estas dificultades se encontraron
con mayor intensidad al analizar su memoria verbal
i..
"
~
Comenzamos esta serie de pruebas observando la alteración de las palabras,
grupo de palabras y las frases cuando se pedía al paciente que las repitiese
'.
.. de memoria" sin una presentación del modelo a repetir. En la repetición

I
directa de grupos de palabras el paciente tenía dificultades notables a causa
de la inercia patológica de los trazos anteriores, que aumentaban enormemente
en las pruebas de repetición de memoria; aunque podía repetir grupos de pala-
bras que se le presentaban directamente, era totalmente incapaz de hacerlo

, evocando los engramas formados con anterioridad.


Examinaremos ahora el resultado de las pruebas que requieren la evocación
de en gramas impresos previamente y estudiaremos su realización al recordar
sucesivamente palabras, grupos de palabras y frases.
~ Se le pide que repita dos palabras aisladas y que reproduzca después cada palabra
por separado . Si hay dificultad, se repite la prueba 'varias veces seguidas.

1 1) most (puente)
1) most
II) zvon (sonido)
zvon
¿Cuál era I?
(qué es) ... fu ...
¿y II?
(no)
r
¡ 2) most zvon (qué es esto ... fu ... ty ..
: zvon ¡oh Diosl) .. . most .,.
3) most
most most ...
zvon most ...
¿y n ¿y JI)?
most

1) les (bosque) JI) ptitsa (pájaro) ¿(cuál era I)? ¿(y II)?
1) les ptitsa ptitsa gnezdo (nido)
2) les ptitsa les ptitsa
3) les ptitsa les ptitsa

¿(y I)? ¿y I1)?

ptitsa les
les ptitsa
274 CONSIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

AWlque el paciente repetía fácilmente palabras aisladas y pasaba sin dificul-


tad de una palabra a otra, le era muy difícil reproducirlas de memoria. Al prin-
cipio no podía evocar "de memoria" las palabras que se le habían presentado
previamente, y después presentaba el fenómeno, que ya nos es familiar, de la
" inversión del orden", en relación con la mayor fuerza del trazo más reciente
(factor "recency"). Por fin cae pasivamente en un estereotipo previo, y repite
una vez y otra la palabra correspondiente, incapaz de evocar y reproducir la
segunda palabra, que está bloqueada.
Incluso cuando, tras cierta práctica, empieza a ser posible el recuerdo de las
palabras dactas anteriormente, la evocación repetida de las palabras se ve per-
turbada por la tendencia a volver primero a los rastros de la última palabra.
Este fenómeno aparecía al tener que evocar palabras aisladas que diferían
entre sí tanto en sentido como fonéticamente . Pero al tener que evocar palabras
de estructura fonética similar, la diferenciación entre estructuras fonéticas
similares creaba nuevas dificultades y los errores de evocación asumían un
carácter distinto.

El paciente ha de repetir palabras de estructura similar y luego recordar cada


una de ellas sin una nueva presentación del modelo.
1) polkovnik II) poklonnik ¿ (cu ~í.I era la I)? ¿(y la Il)?
1) polkovnik poklonnik polkovnik (oh, qué . . . pokoinik
2) polkovnik poklonnik poklonnik (oh, Dios ... )
3) polkovnik po .. . po ... pokoinik ... (no) (oh, no sé)
(no) .. . poklonnik
¿(y la I)? ¿(y la II)?

(qué es esto ... no sé)


polkovnik (no sé)

La dificultad en la diferenciación de palabras de estructura fonética similar


conduce a la contaminación en la evocación de las palabras precisas, formándose
una nueva palabra (polkovnik - poklonnik - pokoinik).
A veces la ~ificultad lleva a la sustitución de la evocación de las palabras
de estmctura fonética similar por la producción de una nueva palabra de sen-
tido similar.
I) skripka (violín) 11) skrepka (clip) ¿(cuál era 1)? ¿(y Il)?
1) skripka skrepka skrcpka smychok (arco)
2) skripka skrepka skrepka skripka, smychok
3) skripka skrepka skripka skripka, smychok
skychok

La dificultad de reproducir de memoria palabras sencillas es más evidente


en este caso y se complica con nuevos síntomas que aparecen como reacción a la
dificultad en diferenciarlas fonéticam en te.
En otras palabras, cuanto más lejanos estén los rastros del modelo y más difí-
cil sea su diferenciación, mayores dificultades habrá en la reproducción .
Este fenómeno se evidenciaba en las pru coas el e evocación de palaoras aisla-
das, pero aparece aún con mayor clarid ad cuando han de ser reproducidos de
memoria grupos de dos o tres palabras.
Se pide al paciente que lea un par de palabras, que las repita y luego evo-
que de memoria otro par de palabras que se le dio previamente.
REVISIÓN DE LA AFASIA MOTORA TRANSCORTICAL 275
1) dom - stul 1I) sneg - nozh
(casa - silla) (nieve - cuchillo) ¿(Cuál era la I)? (¿y la II)?
1) dom - stul (oh .. . ) sneg ... (qué es) (no lo sé)
2) dom - stul sneg - stol . .. sneg - nozh
3) dom - stul sneg - nozh sneg - nozh (qué es esto)
4) dom - stul sncg- nozh sneg - nozh dom '" (qué es)
5) dom - stul nozh .. . (esto . .. dom -les (no sé)
que .. . ) dom -les (no sé)
1) noch - igla II) kot - pirog
(noche - aguja) (gato - pastel) ¿(Cuál era I)? ¿(y W?
1) noch - igla kot - pirog igla - igla pila
2) igla ... (no) kot - pirog kot - pila (no sé)

•~ 3) noch - igla kot - pila kot - pila


Por lo tanto, el paciente no puede recordar pares de palabras repetidos
(no sé)

I previamente, se congelan las huellas del último par y no puede superar este
estereotipo pasivo. A veces la evocación de pares de palabras se compuca con
la irrupción de trazos de estereotipos previos (por ejemplo, la irrupción de
dom - les en la primera prueba) o con la aparición de contaminaciones entre
los rastros de las dos palabras (como pirog - igla - "pila").
Es característico que el intento de superar estas dificultades con la ayuda de
la organización semántica de las palabras no tenga un efecto apreciable.
Se enseñó al paciente a agrupar las palabras según su estructura semántica;

I
se le expuca que se puede ayudar a recordar las palabras "noch (noche) - igla
(aguja)" con la frase "de noche pisé una aguja", y recordar el par "kat (gato)-
pirog (pastel)" con la frase "el gato comió el pastel". Pero le fue imposible
reproducir las palabras de memoria aunque estuviesen organizadas así.
1) noch - igla II) kot - pirog ¿(cuál era la I)? ¿(y la 1I)?
(noche - aguja) (gato - pastel)
1) noch - igla kot - pirog kot ... (no) (no sé)
2) noch - igla kot - pirog kot - pila kot - pila
La última prueba demuestra que no se manifiesta un progreso en la repro-
ducción de palabras de memoria al pasar de los pares a frases organizadas.
Se dice al paciente que debe repetir las frases y luego recordarlas.
1) malchik jochet pit II) Volk svirepii ¿(cuál era la I)?
(el chico quiere beber) (el lobo es feroz)
1) malchik pit volk svirepii pit .. , voJk . , .
2) khochet pit ... svirepii malchik pit ...
3) malchik pit volk svirepii svirepii (qué es) ...
svirepii malchik pit
qué es esto ...
malchik svirepii
¿(y II)? ¿(y I)?
1) pit ... (esto) ...
¿qué es esto?
2) svirepii
3) volk svirepü (no) . .. svirepii
J) Poshel sneg II) Zvonit koJokolchik

I (cae la nieve) (suena la campanilla) ¿(cuál era I)? ¿(y I1)?


1) Poshel sneg Zvonit kolokolchik PosheI kot (qué es ... )
2) Poshel sneg kolokolchik posheI kot .,. (no sé) '
3) Poshel sneg zvonit kolokolchik (no) poshel kot
poshel ... (qué es)

I ... kot. .. fu ty ...


kolokolchi1c

I

276 CO:-.lSlDEHACIONES SOBHE LA AFASIA

I) malchik udaril sobaku II) devochka pet chai ¿cuál era I)? ¿(y II)?
(el niño p ega al perro) (la chica toma té)
1) udarilsia sohaku devochka + udarilsia chai ...
sobaku udarilsia
chai .. , (no) ...
uda rilsia ...
(no) ... chai ...
(qué es esto)

Estos ejemplos muestran claramente que al pasar de la repetición directa al


plano mnésico (reproducción de las palabras a partir de sus rastros) se acrecienta
notablemente la inercia de los estereotipos verbales previos y es mucho más
difícil la evocación de los rastros de la palabra.

Denominación de objetos

Las alteraciones observadas en el lenguaje repetitivo del paciente se aprecian


con mayor intensidad en la denominación de objetos.
Los psicólogos son muy conscientes de que hallar el nombre de un objeto
no se reduce a pronunciar una palabra asociada a la forma del objeto.
Sabemos que ante un objeto, que tiene varias características y conexiones,
se evocan una serie de sentidos verbales que pueden emerger con probabilidades
idénticas o diferentes. La denominación de objetos es de hecho la selección
del nombre preciso entre un gran número de alternativas posibles. En condi-
ciones non, .lles, dada la gran concentración de los procesos nerviosos y la fácil
inhibición de las asociaciones irrelevantes, puede darse sin dificultad la denomi-
nación, incluso a veces sin que el sujeto tome consciencia de ello; en los estados
patológicos del córtex se hace mucho más difícil y la elección del nombre ade-
cuado se ve bloqueada por la afluenci a de asociaciones irrelevantes, con uaa
fuerza similar al rastro de la palabra precisa. Las asociaciones son difíciles de
inhibir de modo que la respuesta adecuada es reemplazada por su irrupción
incontrolable o se ve mezclada .con estereotipos pasivos de los rastros verbales
establecidos con anterioridad.
Por ello el proceso de denom inación es más difícil para este paciente que
la repetición de estructuras verbales.
El paciente sólo pudo nombrar correctamente el objeto que se le presen-
taba en el 40 % de los casos; como regla general, producía parafasias verbales
y respondía a la presentación del objeto con una incontrolable afluencia de sen -
tidos similares o cesaba en sus intentos de encontrar el nombre buscado. En tal
caso úni camente era capaz de superar las dificultades al incluir la palabra
específica en una serie automatizada y equivalente de estructura verbal.

(martillo) (mesa) (zapatillas)


(no ... qué es esto) (armario ... no ... cómoda . .. (qué es esto .. .
alacena) .. . polainas ... no ... )

(perro) (abeto) (cabra)


(bie n, es ... gav ... gav (hien, qué es esto ... hi en (no ... qué es esto ... )
(laclra) Oo., etc. ayuda): el chico (alal)(/ (ayuda) : Una vez, hace tiem1Jo ,
en el bosque. .. i un abeto! una vieja tenía una cabrita
gris. Era una cabrita gris, pero
ésta es una cabra grande.
REVISIÓN DE LA AFASIA MOTORA TRANSCORTI C AL 277

(patines) (pez)
(no ... no) ... (ahora esto es .. . no . .. } .. .
(ayuda): El chico estaba patinando el chico pesca . . . patina . . .
(en ruso, el nombre difiere del verbo) (perseveración) (ayuda):
con : . .. patines. El chico en el río pesca ...
peces.

Es evidente que la irrupción incontrolable de asociaciones inhibe la denollÚ-


nación de objetos y hace que este tipo de lenguaje esté aún más perturbado
que el repetitivo.
Al pasar a nombrar dos objetos simultáneamente aumentan de modo conside-
rable las dificultades del paciente; puede nombrar el primer objeto (con las
dificultades descritas) pero le es mucho más difícil hallar el nombre del segundo
a causa de la inercia de las asociaciones aparecidas durante la denominación del
primer objeto.
En el contexto de esta descripción vamos a detenemos brevemente en su
comprensión del lenguaje. Una observación cuidadosa muestra que la compren-
sión verbal, mucho menos alterada en este paciente que el lenguaje espontáneo,
no está, sin embargo, tan intacta como se consideraba en la teoría clásica de la
afasia motora transcortical.
Nuestro paciente comprende en conjunto el lenguaje que se le dirige; puede
realizar pruebas simples y señalar los objetos que se nombran. Pero, si ha de
señalar tres o más objetos nombrados simultáneamente, aparecen de inmediato
las dificultades que hemos discutido detalladamente más arriba. En tal caso,
como regla general, el paciente empieza señalando el último de los objetos
nombrados, y entonces (con dificultad) señala el primero; pero pronto empieza
a ser incapaz de señalar los objetos precisos, en vez de ello persevera, señalando
repetidamente uno de los objetos nombrados en un par anterior. Si se realiza
la prueba sin control visual, pidiendo al paciente que señale los pares de partes
de la cara que se nombran (por ejemplo, "ojo - nariz" , "oreja - ojo", etc.) apa-
recen con mayor claridad los estereotipos pasivos de señalar reiteradamente
algo nombrado con anterioridad. A continuac!ión damos un ejemplo de esto.

Se dan al paciente nombres de partes de la cara, primero por separado y luego en


pares, que él debe señalar.

A) nariz ojo oreja ojo ojo nariz oreja ojo

+ + + señala + + señala
la nariz
+
la oreja
B) ojo - nariz nariz - oreja ojo - nariz
señala la nariz señala la oreja . señala la oreja
luego la oreja luego la nariz luego el ojo
oreja - ojo nariz - oreja
etc
señala el ojo señala el ojo
luego la oreja luego la oreja

Aunque mucho menos afectada que el lenguaje e~presivo, !a co~prensión


verbal en este paciente no está tan intacta como supoma la teon.a cláSIca ,s~bre
la afasia transcortical; las alteraciones dependen de los cambIOS pato1ogIcos
en el dinamismo de los procesos nerviosos superiores que hemos descrito más
arriba.
¿Qué conclusiones podemos sacar del material que hemos examinado? Un
278 CONSIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

paciente con una lesión masiva en las zonas anteriores del área del lenguaje,
afectando las zonas frontal posterior y temporal anterior del hemisferio izquier-
do, presenta un cuadro clásico de afasia motora transcortical; el lenguaje narra-
tivo espontáneo le es totalmente imposible mientras que la comprensión verbal
y la repetición de palabras parecen intactas a primera vista.
Pero exámenes profundos modifican la impresión inicial. El lenguaje repeti-
tivo del paciente no está tan intacto como podría suponerse.
Repite sin dificultad palabras aisladas, pero no pares de palabras, ya que
tiende a decir primero la última palabra (el rastro más reciente) ni grupos de
tres, pues repite la primera y la última palabra pero es incapaz de repetir la
central, dada la influencia inhibitoria de las dos palabras "extremas". Cuando
ha de pasar a otro grupo de palabras tiene dificultades a causa de los estereo-
tipos inertes de las palabras del primer grupo.
Sus dificultades se reducen al tener que repetir frases simples, pero reapare-
cen ante las frases complejas; a menudo es imposible pasar a repetir frases
nuevas a causa de la influencia inhibitoria de los rastros pasivos de la frase
repetida en primer lugar.
En la reproducción de memoria (sin repetición de la presentación del modelo)
de grupos de palabras o frases las dificultades se agudizan y la evocación de
los primeros grupos de palabras se ve bloqueada por el efecto inhibitorio de los
estereotipos inertes.
Estas dificultades se acompañan de la incontrolable irrupción de grupos de
asociaciones que reflejan la inercia de los rastros de la experiencia previa,
de modo que es casi imposible la selección de los rastros precisos en el plano
mnésico.
Este factor altera también profundamente la denominación de objetos. y hace
que el paciente sea casi incapaz de repetir una historia o de producir un len-
guaje narrativo espontáneo. Estos hallazgos sugieren que la alteración del
lenguaje narrativo espontáneo no es el único síntoma de la afasia motora
transcortical y que este trastorno se basa en la inercia patológica de los en gramas
previos, que bloquea el paso a un nuevo engrama y la selección del significado
preciso de la palabra, condición esencial para el lenguaje narrativo espontáneo.

5. LA FORMA AMI\T'f:SICA DE LA "AFASIA MOTORA


TRANSCORTICAL"

En el caso qu e acabamos de examinar, un extenso tumor cerebral que afecta-


ba las zonas frontales inferiores y posteriores, la región temporal anterior y
parte de la región parietal anterior provocaba una forma aguda de afasia motora .
transcortical basada en la inercia patológica de los grupos de palabras prece-
dentes, con el resultado de que un grupo de palabras hloqueaba la aparición
de las demás alternativas verbales y el lenguaje espontáneo era imposible.
Observaciones cuidadosas mostraron qu e ni tan sólo el lCllguaje rcpetitivo se
hallaba intacto en este caso; aunque el paci ente podía pronunciar ulla palabra
tras otra no le era p osible pasar de un par de palabras a otro o, especialment e,
de una frase a otra.
Este paciente, como el primero que hemos descrito, presentaba una forma
grave de afasia motora transcortical. Pero hay otro grupo de afasia motora
transcoltical en la que el lenguaje repetitivo est<l mucho mejor conservado y el
REVISIÓN DE LA AFASIA MOTORA TRANSCORTICAL 279

paciente es capaz de pasar con relativa facilidad de un elemento a otro tanto


en la repetición de grupos de palabras como de frases. Sin embargo, un análisis
cuidadoso muestra que el fenómeno de la inercia patológica aparece en este
grupo de pacientes cuando pasan de la repetición directa de grupos de palabras
o de frases a su repetición de memoria; la inercia patológica de los engramas
previos se manifiesta en este caso en el plano mnésico con un carácter similar
al que he descrito anteriormente.
En estos pacientes hallaremos una inercia de los trazos verbales mucho más
débil, que, sin embargo, basta para hacer el lenguaje narrativo espontáneo total-
mente imposible.
Examinaremos un caso que puede servir como ejemplo típico de esta forma
de afasia motora transcortical.

Paciente Yush

Paciente Yush (caso núm . 47756), un hombre de 40 ai'ios, maestro, que fue ingre-
sado en el Instituto de Neurocirugía en septiembre de 1968 con un cuadro típico de
afasia motora transcortical.
En 1965, el paciente comenzó de pronto a tener dificultades en el habla; algunas
veces, en la lectura, no pod ía decir una palabra. En 1966 tuvo importantes cefaleas,
que iban en aumento, alteraciones visuales, empeoraron las dificultades verbales y de-
sarrolló una paresia en las extremidades derechas. Durante el siguiente año, la paresia
derecha empeoró, convirtiéndose prácticamente en una hemiplejía; las cefaleas se
acompañaron de crisis de p érdida de conciencia. La exploración detectó un edema pa-
pilar y estrechamiento concéntrico del campo visual. Fue trasladado de Orenburg al
Instituto de Neurocirugía con la sospecha de un tumor cerebral. Al ingresar, el pa-
ciente estaba desorientado, su conducta era incorrecta, orinaba en el snelo, no podía
encontrar su cama y parecía muy inquieto; era imposible mantener con él una conver-
saci6n inteligente y respondía a las preguntas sólo con monosílabos. Podía realizar tareas
sencillas, pero se fatigaba rápidamente y entonces ya no podía entender las tareas
o realizarlas.
En esta época, el paciente tenía una amaurosis total, edema papilar con hemorra-
gias y signos de atrofia óptica. La olfacción estaba alterada.
Los hallazgos neurológicos fueron: hiposmia en el lado derecho, notable altera-
ción de la visi6n, especialmente en el ojo izquierdo; profunda hemiparesia derecha, con
hipertonía e hipelTeflexia, paresia facial derecha.
La electroencefalografía reveló un foco de actividad patológica en la zona poste-
rior de la región frontal izquierda. La arteriografía mostró que la porción proximal
de la arteria cerebral anterior izquierda estaba desplazada hacia la derecha y la arteria
cerebral media izquierda estaba distorsionada. La concentración de proteínas en · el
L .e.R. había aumentado intensamente hasta 0,92 mg~.
Estos hallazgos evidenciaban un importante tumor intracerebral en las zonas pos-
teriores de la región frontal del hemisferio izquierdo, que posiblemente invadía las
zonas anteriores de la región temporal.
En una operación, el ~5 de octubre de 1960 se encontró un gran tumor intracere-
bral en las zonas posteriores a la segunda y tercera circunvolución frontal: media 6 X 6
centímetros, tenía un flujo sanguíneo abundante y su extremo anterior se ~tendía
hasta el lóbulo frontal , mientras que el posterior llegaba a las zonas antenores de
la región temporal.
Histológicamente, el tumor era un oligoastrocitoma. .
El curso postoperatorio fue normal, pero el habla del paCIente se restableció con
gran dificultad. . . . . .. .
La detallada investigaci6n neuropsicol6gica del paCIente se lDlCIÓ a las tres semanas
de la operación.
280 CONSIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

El paciente estaba totalmente orientado en tiempo y espacio, comunicati vo y dis-


puesto a realizar las pruebas; reaccionaba con emociones adecuadas a sus errores
e intentaba superar sus dificultades. No presentaba síntomas de alteración de la con-
ducta y sólo ocasionalm ente manifesta ba una reacción compulsiva de llanto con un
motivo adecuado.
Persistía la hemipa resia derecha, mús acusada en la ext rem idad superior. r\o pre-
sentaba signos de agnosia óptica y comprendía lo que se le decía. El lenguaje espon-
táneo narrativo estaba totalmente ausente y era sustituido por intentos infructuosos de
encontrar palabras; pero su lenguaje repetitivo estaba intacto.

a) Examen de los l1wlii1nicntos

A primera vista, la praxis del paciente no estaba perturbada, y podía comer,


vestirse y asearse sin ayuda; los tests de imitación de movimientos (praxis espa-
cial o postural) no presentaban alteraciones, pero el test de coordinación diná-
mica de ambos manos mostraba considerables d ificultades, expresadas a través
de una gran desautomatización que no se explicaba por la paresia. del lado derecho.
Tenía perturbaciones considerables de la pra.,xis al reproducir pares o secuencias
de movimientos. Estas alteraciones eran de tipo mnésico: repetía los dos movi-
mientos que se le presentaban y podía p asar a otros movimientos pero era
incapaz de reprodu cir de nuevo los elementos del segundo par o presentaban
contaminación confundiéndolos con los del p ar realizado con anterioridad.
A continuación se ofrecen ejemplos d e estas dificultades.

Se pide al f- ,:iente primero (1) que señale con el dedo (d ) y que cierre el PUIlO (p),
y luego (11) qu e: mu es tre la palma de la mano (1) y que golpee la mesa (m). D espués
se le pide que recuerde qué movimientos fueron los primeros y cuáles los segundos
y que los reproduzca de nuevo. Esta prueba se realiza varias veces seguidas. A con-
tinuación se presentan los resultados :

(1) d-p (JI) l-m ¿(I) / ? ¿(IO / ?


1) + + + + Levanta la palma (1) y Abandona.
golpea la mesa con ella. .

2) + + + + Primero ... cuál .. . . eleva En vez del segundo, ele-


el dedo (d) . .. luego gol- . va la mano (m) y cierra el
pea la mesa con la mano . .. puño dos veces (P-p).
no oo. no.

3) + + + + Levanta el dedo (d) y gol- Levanta la mano (m) y gol-


pea la mesa con el pUi10 . pea la mesa con la palma.

'1) + + + + Primero ... levanta el dedo Eleva la palma (1) y golpea


(d)oo .y golpea la mesa con ella la mesa.
con el puilo.

El paciente repit e con facilidad el par de movimientos como reproducción


directa del modelo p eru no puede reprodu cir esos dos movimientos de memoria.
En las pruebas de reproducción de ritmos se obtuvierun resultados similares.
No tenía dificultad en realizar ritmos sencillus lli en pasar de uno a otro.
Pero tras reaLzar correctamente dos de ellos era incapaz de recordarlos y repro-
ducü'los de memori a, y, generalmente, en vez ue realizar el ritmu adecuadu
repetía pasivamellte el último. La repetición frecuente de este test no mejoró
los resultados.
REVISIÓN DE L A AFASIA MOTORA TRANSCORTI C AL 281
El paciente ,debe reproducir ritmos presentados por vía auditi\·a y recorda rlos
después:
1) // // // II ) / / .. . / / ... ¿(I)? ¿(II) ? ¿(l)? ¿(U)?
1) + + / / ' " / / ... / ... / f.
2) + + / / ... // ... / / / ... / /
3) + + 11 .. . / / . .. / / / / .. . / / . .. // /

En esta prueba se repite el mismo patrón anterior; aunque la inercia patoló-


gica no impide la .reproducción directa de las estructuras motrices aparece clara-
mente en la reproducción de ritmos de memoria.
Defectos característicos, asociados también con la inercia de los estereotipos
motores previos fueron observados en las pruebas de dibujo de figuras geo-
métricas.

El paciente puede dibujar figuras geométricas en respuesta a instrucciones verbales


y recordarlas sin dificultad; sin embargo, la capacidad de recordar grupos de pala-
bras que ha dibujado previamente se ve alterada por el fenómeno d e la inercia pato-
lógica, que aumenta cuando empieza a fatigarse.

a) 1) Dibuje UD triángulo 1I) Dibuje un círculo ~.(I)!? ¿{II)/?


tl o. tl o
b) 1) Dibuje dos signos m {\s II) Dibuje dos círculos ~(I ) / ? ¿(I1)/ ?
Y un punto y un signo menos
1) ++ . 00- ++ - 00 -
2) ++ . 00- ++ - 00 -
3) ++. 00- ++ 000
La prueba presenta un cuadro peculiar. El paciente reproduce sin dificultad
movimientos directamente a partir de un modelo o una instrucción. Pero la
evocación de los movimientos de memoria se ve severamente afectada por la
inercia patológica de los estereotipos previos.

b) Exploración del lenguaje


Como se señaló anteliormente, el paciente es totalmente incapaz de lenguaje
narrativo espontáneo, y los intentos le conducen únicamente a una infructuosa
búsqueda de las palabras: "bien ... déjeme ver ... hospital ... pero ahora ... no •..
¡no, no saldrá!" En contraste, la comprensión de palabras, el lenguaje coherente
(instrucciones) y la capacidad para nombrar objetos y repetir palabras parecen
totalmente intactas a primera vista.
Por lo tanto, nuestra primera impresión fue que nos hallábamos ante un caso
clásico de afasia motora transcortical.
Pero una investigación más profunda mostró que la alteración del lenguaje
narrativo espontáneo no es la única deficiencia del paciente, ya que presenta
también claras dificultades en el lenguaje repetitivo, en la denominaci6n · de
objetos y en la comprensión de palabras (realización de instruccio~es verbales).
Examinaremos con mayor detalle la estructura de estas alteracIOnes.

L enguaje repetitivo
La repetición de sonidos y palabras aisladas, p~es de sonidos, ~alabras y
de frases completas no presentaba dificultades apreCIables para el paClente.
282 CO:-:SlDERACIONES SOBRE LA AFASIA

Pero, al proseguir la prueba haciéndole recordar en el orden adecuado soni-


dos, palabras o grupos de sonidos o palabras (reproducción de memoria), presen-
taba inmediatamente una típica alteración. Los engramas, una vez formados,
eran tan inertes que inhibían el paso a nuevos engramas; los rastros del último
grupo de sonidos o palabras eran los más pasivos y producían una inhibiciún
retroactiva tan fuerte de los grupos precedentes que como regla general su
reproducción se hallaba totalmente bloqueada.
Las alteraciones no se manifestaban en la reproducción de sonidos o palabras
aisladas, sino al repetir pares de sonidos o palabras o al reproducir fras es;
además, cuanto más compleja era la frase, más claramente se manifestaba la
inhibición mutua de los rastros verbales. De forma característica, el fenómeno
persistía aunque se repitiese frecuentemente la prueba; en ocasiones el fenóm eno
de bloqueo de los trazos a causa de los estereotipos inertes empezaba a manifes-
tarse únicamente en las pruebas que se repetían con frecuencia.
A continuación examinaremos algunos resultados.

Repetición de sonidos
a) El paciente ha de repetir un sonido aislado . Lo hace sin dificultad, mostrando
ocasionalmente alguna perseveración .
1) a II) o ¿(l)? ¿(JI)?
a o a o
I) b II) p ¿(J )? ¿(JI)? ¿(I)? ¿(IJ)? ¿(J)?
1) b p b v ... p b l
2) b r b b / p b p
"

b) El paciente ha de repetir pares de sonidos. En este caso, la perseveración


durante la evocación de memoria es mucho más pronunciada .

1) b-p II) d-s ¿(I)? ¿(U)? ¿(J )? ¿(II)? ¿(I )? ¿(H)?


~p el-s ~ l ... oh, me
confundí d-s
:2.) b-p d-s d-s d-s
3) b-p . d-s el-s d-s ...
4) b-p el-s d-r r-s
5) b-p el-s el-r d-s
6) b-p d-s d-s d-s
7) b-p d-s v-l d-s
Pausa de ¿(I)? ¿(JI)?
30 seg b-p d-S
1) n-b Il ) k-g ¿(l)? ¿(Il)? ¿(I)? ¿(H) ?
1) k-b k-g k-g k-g ~ Il . . . k- g
2) i-b k-g m ... n-b k-g k-g

Por tanto, la repetición directa de sonidos aislados y pares de sonidos :'


palabras es bastante fácil para él, y puede recordar de memoria son idos aislados .
pero le cuesta evocar pares de sonidos, ya que est<Ín bloqu eados por la inercia
patológica del últim :l par; sólo tras una repetición prolongada llega a realizar!! I
con re,l ativa facilidad .

Repetición de pawbras

El paciente ha de repetir palabras individuales. La prueba es f:.cil para él.


REVISIÓN DE LA AFASIA MOTORA TRANSCORTICAL 283
I) okno II) ochki ¿(I)? ¿(II)? ¿(I)? ¿(II)?
oleno ochki okno ochki okno ochki ' etc.

b) El paciente ha de repetir pares de palabras. En este caso se aprecia clara-


mente la inhibición de la reproducción de memoria a causa de los rastros inertes del
último par.

1) dom - zvuk JI) most - stol ¿(I)? ¿lI}?


1) dom - zvuk most - stol most - stol dom - (me confundí)
2) dom - zvuk most - stol most - stol m ... mo . .. (no sé)
3) dom - zvuk most - stol most - stol most - stol
4) dom - zvuk most - stol most - stol m .. . mo . .. (qué memoria
tengo ... no lo encuentro)
5) dom - zvuk most - stol (quiere decir) most - stol
dom - stol
6) dom - zvuk most - stol m ... (así ... ) .. . most - stol
(most - stol) (¡no 10 entiendol)
(quiere decir no puedo)
7) dom - zvuk most - stol m . . . most - stol (aquí . .. no)
8) dom - zvuk most - stol most . .. stol (no puedo)

Estas alteraciones no se explican por la fatiga del paciente ya que al regre-


sar a la prueba de reproducción de palabras aisladas la ejecución sigue siendo
correcta.
c) 1) sneg 11) koshka ¿(I )? ¿(II)? ¿(l)? l(I!)?
sneg koshka sneg koshka sneg koshka

En el segundo test de reproducción de pares de palabras se obtuvieron resultados


similares.
1) kot - noch 11) most - igla ¿(l)? ¿(lI)? ¿(I)? ¿(Il)?
1) kot - noch most - kot (no)
2) kot - noch most - igla most - noch most - most most - noch mist - igla
3) kot - noch most - igla m ... ID • . • m ... mm (no, (no sé) (no sé) -
most kot no es así)
4) kot - noch IDOst - igla ... kot noch m ... m ... ¡gla most - kot {no) ...
5) kot - noch most - igla ID ••• kot (no ... no .. . )
most igla

El bloqueo de la evocación de memoria del primer grupo de palabras, a


consecuencia de la inercia patológica de los rastros del segundo grupo es una
característica considerablemente estable.

Repetición de frases .
a) El paciente ha de repetir frases sencillas que constan de sujeto y pre-
dicado. Lo realiza fácilmente y sólo presenta dificultades relacionadas con ]a
1 inercia patológica de los trazos anteriores cuando ha de reproducir las frases
I
i
- de memoria. Las dificultades suelen aparecer como rectificaciones de las frases
reproducidas, y, si el paciente está cansado, como la irrupción involuntaria de
en gramas formados anteriormente que bloquean la repetición correcta de las

I1 frases precisas.
1) dom gorit
(la casa arde)
11) luna svetit
(la luna brilla) ¿(I)? ¿(lI)? ¿(I)?
1) dom gorit luna svetit dom gorit luna svetit luna svetit
2) dQm gorit luna svetit dom gorit luna svetit luna svetit

20. LURIA
284 CONSIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

¿(II)?
dom gorit
dom gorit
Se realizó una prueba similar estando el paciente fatigad o, tras la repetición
de pares de palabras (el último había sido "noche-aguja").
1) el niño duerme II) el perro ladra ¿(I)? ¿(II )?
1) el niño duerme el perro ladra noche - aguja el perro ladra
2) el niño duerme el perro ladra noche - aguja el perro ladra
3) el niño duerme el perro ladra noche - aguja el perro ladra
no ... el perro
ladra
4) el niño duerme el perro ladra el perro ladra
Pausa de un minuto. No se presentan las frases originales.
5) el perro ladra el perro ladra el niño duerme el perro ladra
6) el niño duerme el perro ladra el perro ladra el perro ladra
7) el niño duerme el perro ladra el niño duerme
etcétera .

Estas pruebas muestran que una frase sencilla (SP), reproducibles como
entidad organizada, puede presentar unos engramas más efectivos y una mejor
reproducción, y que sólo inicialmente aparecen leves signos de inercia. En la
repetición de la reproducción pueden aparecer elementos "congelados", pero sólo
cuando el sujeto está cansado, como la introducción de un estereotipo previo,
p. ej., reproduciendo la frase ("noche-aguja"). Es característico que al detener
la reprodu r.ción de frases durante un minuto (sin reforzar las frases originales) la
reproduce;" n de los elementos pospuestos condujo a la repetición pasiva de
la misma frase; esta inercia patológica es abolida al volver a presentar las fras es
(prueba 6).
Esto confirma la hipótesis mencionada anteriormente de que en este paciente
la inercia patológica se superpone a la debilidad de los engramas.
b) El paciente debe repetir fraseS complejas de tres palabras con una estructura
SPO, En este caso se aprecia con mayor claridad 'el bloqueo de la repetición correcta
a causa de la inercia patológica de los trazos y s610 puede ser vencida por la presen-
tación gradual de la frase.
Eiemplo: Na ulitse (en la calle) idet sneg (está nevando); malchik (el chiCO) muchil
(aprendió) urok (la lección).
1) ~a ulitse 1I) Malchik ¿(I)? ¿(I1)? ¿(I)? ¿(Il )?
idet 'sneg viuchil urok
1) + + na ulitse
solntse
na ulitse
zirna (invernal)
(soleado) (no estoy
seguro)
2) + na ulitse ...
(no)
3) + + na ulitse
urok idet
malchika
(no)
4) + + + u ... ulitse
(no estoy
seguro)
5) + + + ulitse ...
na ulitse
aban-
dona
... idet sneg
6) + + + + +
7) + + + + + +
REVISIÓN DE LA AFASIA MOTORA TRANSCORTICAL 285

En esta prueba . se ve claramente cómo la inercia patológica de los trazos


anteriores es superada al presentar de nuevo las dos frases organizadas, y sólo
empieza a aparecer a causa de la debilidad de los trazos iniciales por supresión
de las estructuras verbales originales.
. i. Pero si las frases originales se hacen más complejas es mucho más difícil
vencer la inercia de los trazos previos.

e) Se dan al paciente dos frases de seis o siete palabras cada una. En esta situa-
ción se hace imposible la consolidaci6n gradual de los dos grupos de trazos por sepa-
rado y se deSintegran ambas estructuras verbales.
1) V sadu (en el jar- Ir) Na opuske (en ¿el)? ¿(II)? ¿(I)?
dín) za visokim el lindero) lesa
zaborom (cerca (del bosque) ojot
de la alta valla) nik ubil volka
rosli (crecen) ia- (un cazador rna-
bloni (manzanos) t6 un lobo)

1) + + Na opushke lesa (no sé)


ubil volka
2) v les u .,. + + v sadu na opush- v sadu na opush- (no sé)
ke lesa .. . (no, ke lesa ojotnik
no lo sé) ubil voIka

~ -../
I,¡ 3) + + za visokim za- ... za visokim
borom ... (no sé) zaborom ...
4) + + v sadu za viso- v sadu za viso-
kim zaborom ... kim zaborom ...
s ... (no sé ... no) (no sé)
5) + + v sadu za viso- v sadu za viso-
kim zaborom ... kim zaborom ...
(no) (no, no sé)

Esta prueba demuestra que cuando las estructuras verbales se hacen más
complejas la inercia patológica de una de ellas (generalmente la última) aumenta
tanto que el paciente no puede volver a la estructura anterior y sus respuestas
van limitándose más cada vez a la repetición pasiva del fragmento estabilizado.
El lenguaje repetitivo del paciente con afasia motora transcortical no está
tan intacto como parecía a primera vista, y el paso a la repetición de grupos
de palabras o de frases crea invariablemente serios trastornos. En este caso las
alteraciones aparecen al separar con una pausa la reproducción de la presentación
del modelo, transfiriéndola al plano mnésico.
El intento de reproducir construcciones verbales aún más complejas y, por
ejemplo, explicar el contenido de un texto, está totalmente fuera del alcance
del paciente. Es incapaz de describir una breve historia que acaba de leer, y
sus intentos de repetir el primer fragmento tras la lectura del segundo son
totalmente inhibidos por los trazos de este último.

Repetici6n de una historia


a) Se lee al paciente la historia "El perro tonto"! Intenta inútilmente repetirla,
reproduce la primera y la última frase, pero, aunque evidentemente comprende el

1. Un perro corría sobre un puente y vio el reflejo de la luna en el agua. Creyó que
era un queso y saltó al agua, pero no encontró nada.
286 CONSIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

sentido general, es incapaz de contar la historia en lenguaje narrati vo coherente. "Un


perro corría sobre un ríO... sobre un río .. . y saltó ... y no había nada allí ... "
b) Se lee al paciente "La gallina de los huevos de oro" . Intenta inútilmente re-
producirla, repitiendo esta vez la última frase de la historia . "La gallina ... bien ...
das ... ras ... rosla (ponía) ... huevos de oro ... la gallina ... la mató . .. no había
nada allí ... ".

Aunque capta el sentido general de ambas historias, el paciente sólo puede


reproducir la primera y última frase de la primera historia y la última de la
segunda; es totalmente incapaz de describir el tema de la primera historia, ya
que los engrama.s están totaimente inhibidos.
Es interesante hacer constar que, dos días después, el paciente recordó la
primera historia y fue capaz de describirla; esto confirma que no existía un
defecto primario de los engramas sino que se hallaban simplemente inhibidos por
los datos posteriores.
Hemos analizado detalladamente el lenguaje repetitivo del paciente. Se obser-
va un cuadro similar al estudiar la escritura, la denominación de objetos y la
comprensión verbal.
Podía escribir la primera letra que se le dictaba, y en ocasiones también
la segunda, pero generalmente la primera letra quedaba fijada, y, pese a los
intensos esfuerzos por escribir la letra siguiente, no podía más que repetir
pasivamente la primera. En el dictado de pares de letras este fenómeno era una
característica constante. En este caso, en la realización de un complejo progra-
ma motor (como la escritura de cada letra) aparecía un estereotipo inerte que
el paciente er' incapaz de inhibir.
Ocurría lu mismo en la denominación de objetos. Podía nombrar con rela-
tiva facilidad objetos aislados (especialmente si las pausas entre sus presenta-
ciones eran suficientemente largas) dándose sólo ocasionalmente perseveraciones
(por ejemplo, habiendo nombrado COlTectamente la barbilla [podborodokJ, llamó
"barba" [baroda] al hombro).
Era incapaz de denom inar pares de objetos; si nombraba correctamente dos
objetos, al pasar al par siguiente repetía uno de los nombres, o los dos si estaba
cansado; no .se daba cuenta de que no correspondían a los nuevos objetos, sólo
sentía un estado general de confusión.
Por último, esta situación se repetía en las pruebas sobre comprensiÓn del
sentido de las palabras. No tenía dificultad si se le presentaba un solo nombre;
pero si se le daba un par de nombres y se le decía que señalase a qué objetos
correspondían, comenzaba a cometer importantes errores, señalando generalmen-
te de forma perseverativa a uno de los objetos mencionados en el par precedente
y repitiendo lus gestos indicativos previos. Esto ocurría tanto cuando debía
señalar dibujos colocados ante él como cuando tenía que señalar las partes de]
cuerpo que se nombraban. La inercia patológica de Jos estereotipos previos, base
de los errores del paciente, se manifestaba aquÍ con la mayor claridad.
El síndrome formado por los hechos anteriormente descritos muestra que
el paciente es totalmente incapaz de producir lenguaje espontáneo ya que cada
grupo de trazos motores o verbales se vuelve patológicamente inerte y bloquea
el paso a otro sistema de trazos; por lo tanto, se explica el mecanismo en que se
basa, que sustenta la afasia motora transcOltical, de modo que el síndrome
pierde el carácter paradójico e inexplicable que tenía en la enseñanza clásica
de las afasias.
REVISIÓN DE LA AFASIA ~[OTORA TRANSCOHTICAL 287

6. CONCLUSION

Hemos examinado tres casos de alteraciones del habla que desde el punto
de vista de la neuropsicología clásica se consideran casos de afasia motora
transcortical. En los tres casos estaba severamente afectado el lenguaje narra-
tivo espontáneo, mientras que la comprensión verbal y el lenguaje repetitivo
parecían intactos. Los tres pacientes presentaban lesiones masivas en las zonas
anteriores del área del lenguaje: el primero tenía una grave alteración en el
riego sanguíneo de las zonas anteriores del área del lenguaje, el segundo un
meningioma masivo en la zona frontotemporal izquierda, y el tercero presentaba
un tumor intracerebral (oligoastrocitoma) en las regiones inferiores de la zona
frontal posterior del hemisferio izquierdo.
A consecuencia de un detallado estudio del síndrome presentado por estos
pacientes, nos vimos obligados a añadir a nuestra actitud crítica ante los puntos
de vista de la neuropsicología clásica sobre la afasia motora u:anscortical, una
serie de hechos que brindan una nueva aproximación a este tipo de trastorno
verbal.
Las opiniones clásicas sobre la afasia motora transcortical, que reflejaban
cierta realidad clínica, no sólo ceden ante una crítica teórica sino que, ante una
I cuidadosa investigación, no presentan correspondencia con el auténtico cuadro
¡ clínico de las alteraciones observadas.

I El mayor defecto del punto de vista clásico sobre la afasia motora transcor-
tical es su carácter especulativo.
Esquemas representando la morfología de los sistemas fueron compilados

II en estos casos desde puntos de vista simplificados sobre la estructura de los


procesos verbales: se explicó hipotéticamente la incapacidad para producir len-
guaje epontáneo, manteniéndose el lenguaje repetitivo, por la interrupción de las
conexiones transcorticales entre" el centro del lenguaje motor" y "el centro de los
conceptos (Begriffszentrum), permaneciendo intactas las conexiones, más elemen-
tales, entre los centros del habla sensitivo y motor (se creía que estas conexiones
eran las que se alteraban en la "afasia de conducción"). Es evidente que son
insatisfactorios tanto los puntos de vista teóricos sobre la afasia motora trans-
cortical como la insuficiencia del cuadro clínico.
La inadecuación teórica de estos puntos de vista procede de la simplificación
de los conceptos básicos.
Sería difícil encontrar en la actualidad un neurólogo que aceptase la ,exis-
tencia del clásico "centro de los conceptos " y que mantuviese aún la opinión
de que el lenguaje espontáneo es el simple resultado de las conexiones entre
ese "centro" y los "centros motores del habla". Es imposible que un neuropsi-
cólogo serio intente deducir alteraciones verbales de ideas morfológicas esque-
máticas sobre las conexiones anatómicas, ignorando el proceso fisiopatológico que
caracteriza la actividad de los sistemas cerebrales alterados patolÓgicamente.
Estos puntos de vista, aceptables para ser discutidos hace un siglo, en la época
de las construcciones especulativas de esquemas psicomorfológicos, están en la
actualidad totalmente anticuados.
Las opiniones clásicas sobre la afasia motora transcortical tenían unas bases
teóricas inadecuadas, pero además, tras una cuidadosa investigación, demuestran
no corresponder a la realidad clínica. ' . I
0)

Los pacientes con afasia motora transcortical son capaces de repetir fácil-
288 CONSIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

mente palabras, como decían los autores clásicos. El análisis de las .alteraciones
verbales de los pacientes demuestra que sólo repiten sin dificultad palabras
aisladas o fras es sencillas y que la aparente "integridad" de su lenguaje repetitivo
deja paso a un cuadro de p rofunda alteración tan pronto como se examina su
capacidad para repetir estructuras verbales completas, como grupos de palabras
o frases de alguna complejidad.
En tales casos el paciente presentaba importantes dificultades: no podía
repetir la estructura verbal como un todo, sino que tendía a comenzar su
reproducción por la repetición del último y más reciente elemento (factor
"recency") o a incluir en su repetición trazos almacenados de las estructuras
verbales anteriores. Estas i ~ nportantes alteraciones, que corresponden a la inercia
patológica de los trazos .anteriores, se dan tanto en el área motriz como en los
procesos verbales de los pacientes; bloquean la retención de estructuras se-
riales (motrices y verbales) y la posibilidad de pasar de una estructura a las
demás.
La alteración se manifiesta en formas diferentes según la zona de la lesión.
Los pacientes con lesiones masivas de la región frontotemporal, que comportan
los más importantes trastornos verbales, son incapaces de repetir cualquier
estructura verbal compleja; incluso inmediatamente tras la presentación d el
modelo, y reemplazan la repetición por estereotipos inertes; los pacientes con
formas más leves de afasia motora transcortical pueden hacerlo, pero presentan
alteraciones idénticas el repetir las estructuras verbales de memoria (plano
mnésico). El factor neurodinámico que subyace a estos trastornos, la inercia
patológica de ~os trazos anteriores, es el mismo en ambos casos. Los pacientes
que hemos e ~ ludi a do ilustran claramente esta situación.
Otra característica de este cuadro clínico es que las alteraciones se producen
sólo ante series estructurales completas y que la reproducción de movimientos
o palabras aisladas no suele estar perturbada. Esto indica que la inercia patoló-
gica se manifiesta fundam entalmente como inhibición mutua entre los elementos
de una serie o de una estructura compleja. Este hecho se relaciona con las pro-
fundas alteraciones de la excitabilidad, que se manifiestan por un aumento de la
inhibición proactiva y retroactiva de los trazos (que conduce a la dominancia
del último, más reciente, y a la desintegración de la estructura seriada) o por la
similar excitabilidad de los trazos antiguos y nuevos, de modo que un sistema
de trazos antiguo, que normalmente sería inhibido por los nuevos, coexiste con
ellos y en ocasiones los domina, bloqueando la reproducción de estructu ;'as
lluevas.
En los casos que hemos descrito los efectos de la inercia patológica de los
estereotipos previos dominaba claramente, mientras que el factor de igualación
de la excitabilidad de tod o el sistema potencial de trazos quedaba oculto tras
el proceso fisiopatológico descrito.
Este material, no sólo contribuye a revisar el concepto de afasia motora
transcoltical, sino que además ofrece nuevos caminos para analizar las estruc-
turas lingüísticas que fundamentan la expresión coherente y se hallan tan pertur-
badas en pacientes capaces de "encontrar" palabras, pero con alteraciones en el
sistema de conexiones entre palabras (que opera en condiciones mucho más
complejas), en el que se basan las estructuras sintácticas.
Como ejemplo podemos citar los casos en que una palabra que denota \lila
acción inmediata (por ejemplo, udarit, golpear algo o a al guien) y precisa 1111
objeto (por ejemplo, golpear-a un perro) pierde su compleja estructura inme-
diata en pacientes con estas alteraciones, se convierte en una palabra sin esas
REVISIÓN DE LA AFASIA MQTORA TRANSCORTICAL 289

conexiones potenciales, y que no requiere conexiones sintagmáticas con otra


palabra (udaritsia -la forma pasiva, ser pegado). Hechos como éste proporcio-
nan nuevas vías de análisis de los mecanismos internos de desintegración de
las estructuras sintácticas que pueden llevar hasta un fenómeno tan interesante
como el "estilo telegráfico".

M.'\J:;STRIA fN
NEUiWP$ICOLO\.iI).
IV
REVIsrON DE LA AFASIA AMNESICi\
(NOMINAL)

Hemos revisado los conceptos de afasia de conducción y afasia motora trans-


cortical, alteraciones del lenguaje que afectan principalmente al lenguaje exter-
no -a su repetición o a su uso espontáneo en la comunicación.
Debemos atender ahora a las formas de afasia en que el trastorno básica-
mente afecta al aspecto interno, semántico, del lenguaje.
En primer Jugar revisaremos el concepto de afasia amnésica (nominativa).

1. FUNDAMENTOS

La afasia amnésÍca tiene una evolución histórica similar, en lo esencial, a


la de otras formas de afasia más elementales, aunque su avance es menos intenso
y dramático y llama la atención mucho más tarde.
Al iniciarse el estudio de la afasia los neurólogos señalaron una entidad en
la que el defecto básico no radicaba en la comprensión verbal (afasia sensorial),
en la repetición de palabras (afasia de coüaucClónf _Il!_j~J~_prod).lcción de
lenguaje espontáneo fluido (afasia motora transcortical), sino en la dificultad
de palabras, especialme~ nombres de o.Qj~!Q§;__ p!LL.eUQ.. ~J~ _ ~po de
trastorno verbal fue llamado afasia «amnésica" o «nominativa". .
La prime~a -;xpli~aci¿n sobre este trastorno era muy simple. Se consideraba
que la "imagen sensorial" de las palabras consistía en en gramas apropiados o
"imágenes mnésicas" de las palabras. Los trazos dejados en la memoria por
la palabra se consideraban (de acuerdo con la psicología "sensorialista") como
débiles imágenes residuales; por lo tanto, se interpretó el olvido de los nombres
GQ!!!Q...manifestación de un~ leve _«at~ª2~!!~prial" (Wernicke, 1874). En etapas
posteriores del estudio de la afasia se intentó clasificar la afasia amnésica como
una alteración verbal independiente. Los neurólogos atribuían características
diferentes a este trastorno, aunque en los primeros momentos fue generalmente
aceptado que el olvido de las palabras se basaba en una alteración más visual
que auditiva de la evocación; y que las palabras, que según se consideraba
entonces representaban la conexión (o asociación) entre una combinación de
signos sonoros convencionales y la imagen visual de un objeto podían verse
afectados por la inestabilidad de las imágenes auditivas O visuales. Por último,
durante el mismo período, otros autores sugirieron que las alteraciones en la
292 CONSIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

evocación de palabras se basaban en la interrupción de las conexiones entre


la imagen sensorial de éstas y la . imagen visual de los objetos, de modo que la
"afasia amnésica" era tan sólo un caso especial del grupo de fenómenos conocido
como afasia motora transcortical.
Obviamente, los neurólogos clásicos que describieron el síndrome clínico
consistente en la alteración de la denominación, mientras que el lenguaje repe-
titivo, la comprensión verbal, la lectura y la escritura permanecían in tactos, se
veían incapaces de clasificarlo de forma adecuada ; los intentos "sensorialistas"
de explicar este fenómeno no conseguían situarlo en el esquema, de centros y
conexiones (formulado inicialmente por vVernicke y Lichtheim) , responsable en
su opinión de los procesos verbales.
Un avance significativo en el estudio de la afasia amnésica se debe a
Goldstein (1924, 1943, 1948) Y a los componentes de la escuela "noética", que
debían sus bases e ideas al eminente neurólogo inglés Hughlings Jackson.
Según esta escuela, cuyos puntos de vista hemos mencionado anteriormente,
la unidad básica del habla no es la palabra, sino la expresión completa, y su
forma esencial no consiste en la denominación de un objeto ni en la repetición
de una palabra, sino en la formulación de una frase completa. De ahí procede
la idea de que el lenguaje humano consiste en expresiones constituidas sintácti-
camente y es un proceso de formulación de enunciados ("hablar es enunciar"),
sustentada por los principales lingüistas de la época; éstos insistían en que la
repetición de palabras y la denominación de objetos eran actos arbitrarios, arti-
ficiales, que podían ser alterados por cualquier lesión cerebral, por leve que
fuese , mucho antes de que se vieran afectadas las bases sensoriales o motrices
del habIa o los procesos esenciales para la expresión verbal.
Por lo tanto, Goldstein (1924) mantenía que el fenómeno de la afasia amné-
sica no se basaba en alteraciones sensOliales o motrices ni en la perturbación
de las conexiones entre los correspondientes "centros", sino que era la manifes-
tación de un trastorno mucho más general, a un nivel superior de actividad
psicológica, que definió como la alteración de la "actitud abstracta" o "conducta
categorial" .
Los neurólogos clásicos entendían la afasia amnésica de manera "sensoria-
lista"; en la teoría de Goldstein aparecía como resultado de la alteración de
formas superiores de conducta y del pensamiento abstracto, en una interpreta-
ción similar a la de la "afasia de conducción".
Los neurólogos clásicos, que continuaban interpretando el habla como un
proceso sensoriomotor, no lograron situar la afasia amnésica en sus esquemas;
la teoría de Goldstein, que reemplazaba los conceptos mecanicistas de los neu-
rólogos clásicos por una idea de diferentes niveles de organización de los proce-
sos mentales, fue también incapaz de hallar un lugar adecuado para este síndro-
me entre las demás formas de alteraciones del lenguaje.
La crisis en el estudio de la afasia a que nos referíamos en el contexto
de la "afasia de conducción" se manifestó también en este campo; las formas
más complejas de las alteraciones verbales, caracterizadas por la perturbación
de la denominación de objetos y de la evocación de sus categorías verbales se
hallaban tan lejos de encontrar explicación científica como las alteraciones del
lenguaje repetitivo o espontáneo.
Las raíces de esta crisis, como vimos antes, provienen de la dificultad de
intentar explicar el proceso de la denominación de objetos, tanto desde el punto
de vista del asociacionismo mecanicista como desde las opiniones menta listas
sobre los hechos simbólicos, abstractos.
REVISIÓN DE LA AF ASIA AMNÉSICA (NOMlNAL ) 293
.Esta situación exigía una revisión radical que incluyese un adecuado análisis
psicolingüístico del hecho de la denominación, una cuidadosa descripción psico-
lógica del fenómeno, basada en conceptos científicos modernos, y un análisis
detallado de las condiciones fisiológicas que precisa este proceso, y cuya altera-
ción conduce inevitablemente a su desintegración.
Sólo cumpliendo estas exigencias puede llevarse a cabo una revisión efectiva
del concepto de afasia amnésica .

2. ANALISIS PSICOLúGICO y PSICOUNGOlSTICO


DEL PROCESO DE DENOMINACION DE OBJETOS

La denominación de un objeto no se limita a la simple asociación entre un


complejo acústico (la palabra) y la imagen visual de un objeto. Esta opinión,
procedente del antiguo asociacionismo de mediados del siglo XIX está desfasada
ya que no corresponde a los modernos conceptos científicos.
Es evidente que para nombrar un objeto se precisa la integridad de los
procesos básicos de la audición verbal, y que sin la adecuada base fonémica del
lenguaje, y por lo tanto, sin la integridad de la estructura acústica de las pala-
bras, el objeto no pueda ser denominado.
Hemos analizado anteriormente esta situación, indicando el papel que desem-
peñan las zonas secundarias de la región temporal en la sustentación de las
bases fonémicas del lenguaje acústico; remarcaremos que en las lesiones de esta
región el paciente es tan incapaz de encontrar la combinación de sonidos que
forma la palabra que no puede compensarse su dificultad ayudándole con los
sonidos iniciales (Luria, 1948, 1962, 1964, 1970);' Examinaremos con mayor
detalle este significativo hecho.
Otro hecho, de importancia similar, pero menos evidente, consiste en que
para nombrar un objeto o para la integridad de la atribución nominal de las
palabras, como se dice generalmente en psicolingüística, se precisa una adecuada
percepción del objeto y de sus características dominantes. Si una persona no es
consciente de que, por ejemplo, la palabra " carruaje" tiene como característica
principal al verbo "cargar", si el reconocimiento de esta indicación no le es
suficientemente evidente, experimentará una gran dificultad en encontrar los
nombres adecuados a los objetos. Lo mismo puede aplicarse eQ los casos en que
la imagen visual del objeto es poco precisa y no se distinguen con suficiente. clari-
dad, o son demasiado vagas las indicaciones visuales imprescindibles. . .
La psicopatología infantil conoce el hecho, constatado inicialmente por
Vygotsky (1934), de que los niños que presentan desde edades tempranas ~
gnosis visual deficitaria, y por tanto, tienen dificultades en el análisis y ~tesis
visuales de los objetos que miran, no desarrollan adecuadamente el lenguaje,
afectándose el proceso de denominación de objetos -por la falta de preparación
de la categorización de los objetos a nombrar a causa de su deficiente per~n
visual. . , ...,:, e ,¡." - '
Más recientemente L. S. Tsvetkova y cols. descubrieron que los pacien~es
con lesiones en el córtex parietotemporal izquierdo y con un síndrome ?e afasia
amnésica (dificultad en nombrar objetos) presentan una notable a~te¡:aC1ón-de-la
gnosis visual: no pueden completar el dibujo iniciado por el :xr~nmen~dor (~r
ejemplo, si éste dibuja el cuerpo de un animal'"no p~eden ..anadir ~s cru:
a ctens-
ticas distintivas que lo convierten en un "gallo , un pato, .0 ~ . ~o~o , etc.).
.Estos pacientes presentan dificultades importantes al descnbll' dibUJOS esquemá-
294 CO:-.lSIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

ticos y tener que determinar si representan a un zorro, un gato, un gallo o un


ganso (Tsvetkova, 1972).
Estas observaciones muestran que la denominación está íntimamente rela-
cionada con la integridad de la imagen visual precisa, diferenciada, resultante
de la percepción visual de los objetos; y que la correcta atribución de la palabra
al objeto sólo puede darse si la gnosis visual diferenciada está intacta.
Es muy importante la evidencia experimental de que el proceso de den omi-
nación de objetos depende de la gnosis visual, de modo que puede describirse
una forma de "afasia óptica"; el hecho de que la denominación de objetos
pueda ser afectada por este aspecto constituye una aproximación a la segunda
causa importante de la ahsia amnésica. Un paciente con afasia amnésica resul-
tante de lesiones en las zonas parietooccipitales del hemisferio izquierdo encuen-
tra inmediatamente la palabra que busca si se le apunta con los sonidos iniciales
de ésta, hecho que hemos resaltado en repetidas ocasiones (Luria, 1942, 1969,
1970) Y que demuestra claramente que en estos casos la alteración de la deno-
minación no proviene de perturbaciones de la estructura acústica de la palabra,
como en la forma descrita anteriormente.
Lo dicho hasta ahora no representa nada nuevo en relación con las expo-
siciones que se encuentran en la literatura sobre la importancia de la estructura
acústica del habla y de la gnosis visual para la normal denominación de objetos
(para examinar la literatura reciente, véase Brown, 1972).
Sin emba.rgo, esto constituye sólo el primer paso del análisis psicológico de
las condiciones esenciales para la normal función nominativa. El posterior análisis
psicológico y nsicolingüístico de este proceso revela hechos más complejos, pero
también mucll u más importantes.
Las palabras no son la simple asociación de combinaciones de sonidos con
la imagen visual de un objeto, y no pueden ser reducidos únicamente a la
"atribución de objeto " en que se basan, pero que no refleja totalmente su
estructura psicológica. Como se ha constatado a menudo en la literatura psico-
lógica y psicolingüística (y fue formulado con mayor claridad por Vygotsky ya
en 1934), una palabra no sólo I:epresenta a un objeto particular, sino que
ad ~más .IQ 3DS1u}'e'eri ·~un-=-~00}pl~j9 . sistema de asociaciones y relaciones convir-
tiéndose en una matriz serpál1tiGa mI,lItic;li!llensional; de este' modo ana.liza y gene-
rálizá--al 'objet"o 'qúe denota. La función de análisis de la esencia-de un objeto, la
identificación de sus características significativas y su inclusión en el sistema
adecuado es posible a causa de la estructura morfológica de la palabra, cada una
de cu~ras partes (radical, sufijo, terminación) desempeña una función definida
estrictamente, destaca la característica más importante, r~~cio~a__ ~l _O.hjeto con
otros objetos, lo coloca en una <:.ateg~ dete~da, le asigna el sentido apro-
piado. Por ejempl()~ -la -p alabra rusa chernilnitsa (tintero) si gnifica mucho más que
el objeto familiar que denota. Su radical chern (negro) distingue este color de
otros posibles colores (azul, rojo, etc.); el sufijo il coloca al objeto cn la categoría
de utensilio o material [ch ern -il-a (tinta), hel (blanco)-il-a (albayalde), motov-il-o
(carrete)]; el sufijo nits corresponde a la categoría de recipientes (sa;ar-nits-a,
azucarero, pepel-nits-a, cenicero), y la terminación " a" lo sitúa en la categoría
de nom- .1 - ~ ',1-e-tH-- fe.r,",eni¡::¡(.,l.. por t!ln~ ~ , ~ :l l.Jdl<lUla lmpiica mucllo m ás qu e

el simple nombre de un objeto o que la asociación entre una convencional


combiñación de sonidos y la imagen visual. Como algo que se ha desarrollado
en el transcurso de la historia social, y que conlleva un código de conexiones
esenciales, la palabra es un medio para anali zar y dasificar objetos, situándolos
en complejos sistemas de relaciones.
REVISIÓN DE LA AFASIA A~INÉSIC.'\ (NOMINAL) 295

Sin embargo, sería erróneo suponer que el sistema de conexiones en el que


una palabra introduce al objeto que denota permanece siempre constante, y
que el sentido de la palabra no cambia en ciertos niveles de desarrollo o en
función de las diversas tareas realizadas por el sujeto.
En su clásica investigación sobre las relaciones entre pensamiento y lenguaje
Vygotsky formuló su principal enseñanza psicológica: en las etapas de la onto-
génesis, la palabra cambia su esencialmente "composición", aunque conserve la
misma estmctura externa, es decir, que el sentido de las palabras se desarrolla
sucesivamente. La palabra "tienda" tiene un sentido afectivo para el niño pe-
queño (donde puede comprarse algo bueno y sabroso), para el escolar significa
las tiendas donde se compran las cosas, pero para el economista denota una parte
componente del sistema de cambio; los componentes afectivos y concretos son
relegados y el sistema de códigos lógicos, abstractos asume la posición domi-
nante. Lo mismo ocurre en los cambios de sentido de la palabra en función
de la tarea realizada por el sujeto o de la situación concreta en que se encuen-
tra; la palabra msa ugol (carbón) representa un combustible para el ama de
casa, para el artista es algo que se emplea para dibujar y para la chica que
descuidadamente se ha manchado con él el vestido es algo totalmente dife.rente,
de modo que las cualidades del objeto se matizan afectivame~te.
Por tanto, hay razones para distinguir, aparte de la estructura externa de la
palabra (morfológica), la " forma interna de la palabra" o su profunda estruc-
tura semántica, implicada en el sistema de asociaciones que cambia en los suce-
sivos niveles del desarrollo y en función de la situación concreta en que se usa
la palabra.
Lo que acabamos de decir pone de relieve la complejidad de la estructura
semántica de las palabras; sin embargo, no agota todas las características que
presentan las palabras como medios básicos de comunicación.
Aparte del sistema de conexiones léxicas (o morfosemánticas) hay otros dos
sistemas de conexiones de las palabras cuyo estudio es esencial para el completo
análisis psicológico del proceso nominativo.
Por !1~~J:~.~~-L<:~.~~a.l~?r_a~yo~~. .<=l.e i<.>rm~.E_~~.~~~_~~ ~_~ie de asociaciones
con las situaciones en qu~ __el .~.o_mbre es usado. La p~labra'-"al-boI" ~o - ~lo
~va -la ~~9ci6~A~._~bqL. u~_ sistema - perteneClent e- al reillü'''vegetali- diw en-
evocar'
ciaDIe- poi- sus · caraeter.ísti~~s básicas-:- Puede- tamEién - Ia~"Imagen de un
.campo, un bosque, un jardín, el recuerdo de unas vacaciones de verano, la
floración en primavera o un paisaje nevado invernal. Estas asociaciones contex-
tuales o situacionales son una realidad psicológica que el investigador no debe
subestimar si quiere estudiar por completo la influencia de la palabra en el
sujeto humano. .
Por último, hay otro aspecto de posibles asociaciones involuntarias evocadas
por una señal verbal. En el normal estado de vigilia es encubierto o suprimido por
las asociaciones verbales dominantes, pero sigue siendo un factor potencial que
puede fácilmente surgir en condiciones adecuadas. Nos referimos a las asociacio-
nes acústicas o fonéticas o, en otras palabras, las f0!!Da~ verbales de si~ilar
sonido q\Je p~~den ser e,vocadas por la percepción de una palabra. La palabra
koshka (gato) no "Üeñe "na-da- -eri' comUncon · la pala6ra'IrOsliJéa rmiga) ni con
okoshko (ventanilla), la palabra znanie (conocimiento) nada en común con zdanie
(edifiCiO), etc. Sin embargo, investigaciones especiales que hemos discutido en
otra parte (Luria y Vinogravoda, 1959, 1971) muestran que existen · estados en
los que la percepción de una palabra supone la afluencia de palabras con similar
sonido, más que de sus equivalentes semánticos; este hecho, que 'puede demos-
296 CONSIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

trarse con métodos psicofisiológicos objetivos (como los que usamos en las
investigaciones citadas) denota que es un error no conceder la debida atención
a este sistema de asociaciones al analizar psicológicamente los procesos que acom-
pañan a la p ercepción de la palabra.
El complejo patrón de asociaciones evocadas por una palabra, que surgen
durante su percepción, muestra claramente que .la rala_bra_e~_ d_e hecho un com-
plejo punto de uni?n de asociaciones posibles o, en otras palaDi-as~que -ño es
en· absoluto la mera a.:;ociación de ·sO"nidó--e imagen, slli6tmsiste ma inUltidimen-
sional complejo, que debe tener en cuent~ ~~alq~i~;!l ' q~fl_<!~s~~:~:§f'::l--a:ta¡ ·efproceso
psicológico relacionado con el habla . .
Esto nos conduce a !a última conclusión que se desprende de todos los
argumentos anteriormente expuestos. !'lomb!~·_ u!?-..obi~to no es un proceso de
enc0.E tr~._e~ ~ímb.()l~_ verbal asociado a él. Es siempre la s~l~cción _ d_~ _ ~~mbre
adecuado entr~. ':l~!l _~~ª~__de-a.I~~tii~~iyas posibles, proceso ~n ~eL~1,lal socrecha-
Zadas las palabras o asociaciones inad-ecuádas,- rriiei-1Ú·as que se escogen las
adecuadas; en otras palabras, nombrar un objeto es siempre "tomar una deci-
sión", psicológicamente hablando; este proceso (y no la pasiva oleada de asocia-
ciones) es la esencia de la capacidad nominativa.
En ocasiones el proceso de selección de la asociación precisa (o más proba-
ble) entre varias alternativas posibles se realiza automáticamente y con facilidad ,
pero otras veces asume un carácter complejo y lógico. Esto ocurre cuando los
sistemas de asociaciones no están suficientemente generalizados o consolidados ,
cuando no dominan suficientemente el resto o, en otras palabras, cuando en el
grupo de asor iaciones posibles todas presentan la misma probabilidad de modo
que el proce~() de selección y "toma de decisión " empieza a ser muy difícil.
Un buen ejemplo de esta amplia búsqueda de las palabras adecuadas es la
evocación de nombres personales (que difícilmente se encuentran en un sistema
de conexiones generalizadas y diferenciadas), o de objetos poco usuales o desco-
nocidos. En tales casos el individuo, para recordar un nombre, ha de elegir ante
un grupo de alternativas posibles que incluye palabras de sentido similar, o
estructura morfológica semejante, y a veces, palabras que corresponden a la
misma situación, la misma categoría o el mismo lenguaje, o únicamente a causa
de su sonido; . todas son evocadas con idéntica probabilidad . . Este fenómeno
recientemente ha llamado la atención y ha sido descrito por Brown y McNeil
(1966) en su excelente libro como "fenómeno de la punta de la lengua", en el
que la dificultad de encontrar una palabra se debe enteramente, no a la ausencia
de la palabra necesaria, sino a la competición entre muchas alternativas super-
fluas, que complican considerablemente el proceso de elección.
También bajo condiciones normales el proceso de denominación de un
objeto, visto como la elección de la palabra adecuada o como "toma de decisión" ,
puede variar en dificultad, en relación con el grado de organización .. y de conSfl-
lidación del sistema que convierte en dominante a la palabra adecuada.
En décadas recientes se ha realizado un intenso estudio lingüístico de otras
características de la estructura semántica de las palabras.
Como han demostrado algunos autores (Melchuk, 1972), cada palabra form a
parte de un sistema semántico completo, en el que pueden distinguirse por una
palte núcleos semánticos y por otras conexiones semánticas; estas últimas, subya·
centes a las estructuras dinámicas, pueden diferir en complejidad.
Por ejemplo, el verbo "dormir" describe la acción de un sujeto sin nece-
sidad de ninguna conexión adicional. Por el contrario, la palabra "vender" tiene
una estructura semántica más compleja y requiere dos conexiones adicional es
REVISIÓN DE LA AFASIA AMNÉSICA (NOMINAL) 297

(vender "qué". y "a quién"); la . palabra "deber" tiene un carácter mucho más
complejo y requiere tres sistemas de conexiones ("quién" debe, "qué" y
"a quién"). Como resultado de este tipo de análisis los modernos lingüistas
,,
;
l distinguen entre núcleos verbales "univalentes", "bivalentes" y "trivalentes"
r
según el número de conexiones semánticas incluidas en esas palabras.
Las características semánticas de la palabra que acabamos de describir desem-
p eñan en la estructura del lenguaje y en el proceso de la actividad verbal un
papel tan importante como las características nominativas y generalizadoras de
las que hablamos antes. _Est~Lúl~imas sustentan las propieddes léxicas y semán-
ticas de las palabras y co?ceptos.formados c,on suaru.da,mj~p.tr:~ __que las carac-
terísticas semáñticáS-·cónstituyen la base de la conexión de una palabra con otras ,
es decir, la base -de las potenciales estructuras sintácticas.
Por tanto, si permanecen intactas las palabras individuales y los núcleos
semánticos, pero se alteran las "conexiones semánticas" potenciales contenidas
en ellos o si una palabra que no requiere conexiones con otras ("un núcleo
univalente") sigue siendo adecuada, pero las palabras que requieren conexiones
con otras (núcleos bivalentes o polivalentes) han sufrido un cambio en su com-
pleja estructura, la situaci6n se ve alterada de forma significativa. En este caso
puede desaparecer el sentido de que no están "completas" palabras como "ven-
der" o "deber", y de que precisan completarse con otras palabras. Naturalmen-
te, en estos casos permanece intacto el encuentro de nombres simples, pero puede
alterarse profundamente el encuentro de palabras "intermedias", que desempe-
ñan ciertas funciones léxicas y requieren conexiones con ob-as palabras, actuando
como unidades de conexiones semánticas.
Veremos a continuación la importancia de estos dos aspectos de la estructura
léxica del lenguaje en las alteraciones presentadas por pacientes con afasia
amnésica.

3. CONDICIONES PSICOFISIOLOGICAS DEL PROCESO


DE NOMBRAR OBJETOS

Hemos descrito la compleja estructura psicológica que subyace al aparente-


mente sencillo proceso de denominar un objeto, y que es esencial para comple-
tarlo y estudiarlo científicamente.
Debemos volver ahora al análisis de las condiciones psicofisiol6gicas que
hacen posible el proceso, y cuya alteración provoca defectos esenciales.
La _ PE~~~-ª-SQI.!dición para denominar un objeto e~_~_integridad de ' la
estrust~ra -acústica _(fonémic~J!e. _~~~__ p~Iaofás, ~üñqi!¿=ii.Q.. es . es~~1!!~ de este
tipo de lenguaje. Se perturba en lesiones de las ~nas _p~sterosu~Eo~es- de la
región temporal del hemisferio izquierdo, al alterarse la estructura precisa y dife-
renciada de la audición verbal, de modo que se hace imposible _~_~liíIisiLd.el
habla fonémica. Este hecho condujo a los neurólogos clásicos a describir una
~de afasia amnésica como una forma leve de afasia sensorial. Pero las
lesiones de esta zona del corte audioverbal provocan un síndrome mucho más
complejo de alteraciones del habla que incluye, además de las dificultades en la
denominación (que no son la característica dominante en este síndrome), altera-
ciones de la audición fonémica, de la comprensi6n verbal y escrita, y también
algunas alteraciones distintivas de la composici6n léxica del lenguaje espontáneo.
No profundizaremos aquí en los detalles de esas formas afásicas.
La segunda condici6n esencial para nombrar adecuadamente un objeto, ya
298 CONSIDEHAClO:\'ES SOllHE LA AFASIA

mencionada anteriormente, es la integridad de su imagen visual. Esta condición


se altera en las lesiones del corte parietooccipital; ras le-sio~es en esta zona
provocan lo que los neurólogos clásicos llamaban "a filsia óptica", caracterizada
por la dificultad en encontrar la palabra adecuada que se acompaña de intentos
de explicación descriptiva o contextual (" Bien... esto... aquí. .. nos peinamos
con esto") (un peine). Esta severa alteración de la función nominativa, limitada
casi por completo a los sustantivos, dejando intactas las formas sintagmMicas
(contextua les) de la expresión verbal, ha sido llamada afasia "nominativa" (Head ,
1926): Ya hemos menc.ionado las últimas observaciones sobre los posibles meca-
nismos fisiológicos de esta alteración de la función verbal al describir los hallaz-
gos de Tsvetkova, qu~ indican que tales pacientes sufren una alteración en la
formación de la imagen visual del objeto y la dificultad asociada de distinguir
las propiedades esenciales del mismo, base de su correcta denominación.
Defectos de este tipo aparecen en la segunda forma básica de afasia amnésica;
luego examinaremos este síndrome con mayor detalle.
Pero éstas no son las únicas alteraciones posibles de la función nominativa
del habla o, lo que es lo mismo, de la evocación de la palabra, en que se basa
la amnesia afásica.
Debemos mencionar también dos formas de "amnesia afásica pura" de im-
portancia similar, en relación con alteraciones de carácter más complejo. Nos
referimos a las dificultades en la evocación de una palabra que no aparece a
consecuencia de defectos de la estructura fonémic~ de las palabras o de alte-
raciones de le memoria audioverbal, ni de la imperfección en el análisis visugnó-
sico del objeto a nombrar.
Se acepta en psicología y lingüística que las palabras, como hemos constatado
anteriormente, están incluidas en un complejo sistema de asociaciones paradig-
máticas y sintagmáticas.
La palabra incluye al objeto que denota en un .sistema jerárquico de catego-
rías semánticas (como: galgo-perro-animal doméstico, o abedul-árbol-planta) que
incluye .un sistema de oposiciones semánticas; este sistema de relaciones semán-
ticas es usado siempre que alguien irltenta. evocar una palabra. Investigaciones
psicológicas han mostrado que el proceso de evocación dé una palabra no es
directo, sino un proceso de abstracción de la palabra requerida de._~n c9mplejo
sistema semántico. El familiar fenómeno del olvido de los nombres propios se
explica fácilrriérite en base a que en ese caso la palabra no está incluida en un
sistema de conexiones semánticas jerárquicas, de modo que la evocación no
supone una abstracción a partir de un sistema semántico organizado. Es evidente
, que la alteración de la precisa organización paradigmática del sistema de signi-
ficados verbales, aparecida a consecuencia de una lesión en las zonas terciarias ,
las más complejas del corte gnósico, conduce inevitablemente a la perturbación
de la "abstracción" de la palabra de este sistema alterado, haciéndose muydi~ícil
evocar las palabras deseadas.
Esto explicaría que el feuómeno de la afasia amnésica esté tan frecu ente-
mente combinado con el síndrome de la afasia semántica (Luria, 1947, 1970)
Y que en los pacientes de ese grupo la dificultad en evocar una palabra suela
acompañarse de la dificultad en comprender las relaciones logicogramati-
cales.
Sin embargo, hay otro aspecto de la estructura sem<Í.ntica de los elementos
del lenguaje: las unidades léxicas.
Como hemos mencionado antes, una palabra no sólo incluye al objeto en un
sistema paradigmático organizado jerárquicamente, sino que además tiene cierta
REVISIÓN DE LA AFASIA Ar.lNÉSICA (NOMINAL) 299
red de asociaciones· semánticas potenciales que la relaciona con otras palabras,
permitiendo la formación de sistemas sintácticos.
Este aspecto de la estructwa..seq:¡ánti~a_..d.e las p alabras e~ esencial para la
formación de la expresión total, y es la base no de la organización p'á radigmática
(que subyace a la formación del cOliéepIür sl no'de la - o~g:!!iizac!~n ~ sjl1titctica
del lenguaje coherente concreto. Naturalmente, la organización de estructuras
léxicas del lenguaje puede también ser empleada para evocar palabras, con la
única diferencia de que en este caso la evocación de la palabra buscada se realiza
usando sus conexiones . contextuales, sintagmáticas, y no por su abstracción
desde un complejo sistema de conceptos.
Es indiscutible que, a causa de ciertas lesiones cerebrales, se perturba el
proceso de la sucesiva organización seriada de la actividad verbal, ocasionán-
dose un cambio en la organización sintagmática de las palabras, que provoca la
simplificación de la estructura de éstas; las palabras que requieren ciertas
conexiones semánticas "bivalentes o polivalentes" ya no las exigen como debie-
ran. En tal caso podemos esperar dificultades en la evocación de palabras, pero
esta vez a consecuencia de la desintegración del lenguaje Huido, sintagmático,
por lo que tendrán un carácter esencialmente distinto.
A continuación veremos la importancia de ambos aspectos de la organizaciól!
semántica de las palabras en la comprensión de las diversas formas de alteración
de la función nominativa del habla y de la afasia amnésica.

4. MECANISMOS PSICOFISIOLOGICOS DE LA ALTERACION


DE LA DENOMINACION DE OBJETOS

Las condiciones que acabamos de mencionar son simplemente una indica-


ción de los componentes neurofisiológicos cuya integridad se precisa para deno-
minar un objeto, y cuya intimidad con los mecanismos fisiológicos aún no ha
sido descubierta.
Otra condición, esta vez en relación al~c~.~ ~~ . ll"!_ lesión cerebral--respon-
sable de la afasia amnésica, reviste gran importancia para comprender su origen
y sus formas.
Es un hecho clínico familiar que un foco patológico difícilmente destroza
por completo la correspondiente zona del córtex cerebral.
Generalmente provoca que el corte adyacente funcione bajo condiciones
alteradas patológicamente sin poder alcanzar su anterior precisión.
Estos estados patológicos de ciertas zonas corticales, aparecidos a conse-
cuencia de alteraciones circulatorias, o de la presencia de un tumor o lesión
tienen un papel decisivo en la aparición de las disfunciones que se observan
en el proceso verbal del paciente.
Esto se ve con especial claridad en el análisis del fenómeno de la afasia
¡
amnésica.
! Como hemos dicho ya, nombrar Un objeto es un proceso de selección de la
palabra precisa entre varias alternativas posibles, inhibiendo las irrelevantes
r (inadecuadas) y "tomaúdo una decisión" acerca de la selección del nombre

I que se requiere. Este proceso, que supone la fácil identificación de la conexión


dominante (o palabra dominante), se realiza con relativa facilidad si la dinámica
de los procesos nerviosos es precisa y diferenciada y obedece lo que conven-
cionalmente se describe como "ley de fuerza" de Pavlov. Según esta ley, la
actividad nerviosa superior se distingue por el hecho de que los estímulos fuertes

2l. LURIA
300 CONSIDERACIONES SOBRE LA AFASIA

(o importantes biológicamente) inducen invariablemente una respuesta fuerte ,


mientras que los débiles (o poco importaútes o indiferentes biológicamente) evo-
can una respuesta débil. Esta ley (cuyos mecanismos fisiológicos profundos
requieren aún elucidación) es la que está en la base de la posible aparición de
un foco dominante de excitación, cuando los estímulos inadecuados pueden ser
inhibidos y no evocan respuesta de ninguna clase.
No hay duda de que la integridad de esta estructura, altamente diferenciada,
de los procesos nerviosos puede, unida a otros factores, asegurar la fácil elec-
ción de la asociación precisa (o de la palabra adecuada) entre el conjunto de
alternativas posibles, con el correspondiente rech azo (inhibición) de otras cone-
xiones inadecuadas (y mf.s débiles).
1 Este tipo de funcionamiento del córtex, que asegura la alta selectividad de
~ su actuación, se ve profundamente alterado tanto por la transición del estado
Ae vigilia al de sueño como en los estados patológicos del cerebro.
Como demostró la escuela de Pavlov, la transición desde el estado de vigilia
al sueño puede entenderse fisiológicamente como la aparición del correspondiente
estado inhibitorio (o fásico) del córtex, cuyos diversos niveles están asociados
con cambios en la "ley de fuerza". En la primera etapa de este estado inhibito-
rio tanto los estímulos fuertes (e importantes) como los débiles (y poco importan-
tes) empiezan a inducir respuestas con la misma probabilidad, y la excitabilidad
empieza a ser la misma en ambos casos. Naturalmente esta "fase de balanceo"
de los procesos neurodinámicos no puede ya asegurar la necesaria selectividad de
los procesos nerviosos. Rastros de estímulos fuertes, recientes e importantes
empiezan a aparecer, en esta fase, con la misma probabilidad que rastros de
estímulos débiles, menos recientes y de menor importancia, de modo que la
actividad cortical organizada, con aparición de respuestas dominantes estables
ya no es posible.
Las reglas básicas de la "ley de fuerza" son alteradas de forma aún más
, radical al intensificarse la inhibición, cuando los estímulos fuertes empiezan a
'- evocar respuestas débiles y los estímulos débiles inducen respuestas fuertes.
En esta " fase paradójica" la actividad cortical organizada se ve más perturbada
aún, y las conexiones poco importantes o normalmente reprimidas empiezan a
dominar, inhibi~ndo los rastros de con exion es más fuertes e importantes.
Todo lo acabado de decir tiene una importancia directa sobre una actividad
tan altamente selectiva como el lenguaje:
Cualquiera que haya observado en sí mismo el cambio en el curso del pensa-
miento, de las imágenes o de las palabras en el tránsito al estado onírico habrá
constatado que los pensamientos pierden su curso organizado, las p alabras su
constante sentido selectivo, y los sistemas d e conexiones situacionales o acústicas ,
reprimidos en el estado vigil normal, empiezan a aparecer con la misma probabili-
dad que los sistemas de conexiones semánticas, y en ocasiones llegan a..reempla-
zarlos. En otra parte dimos el ejemplo de cómo la palabra rusa osen (caída)
evocaba, en estado onírico, la situación de experimentar el color azul (en ruso,
azul = sinii; de ahí la confusión entre osen yo-sin), y en otra parte de este libro
citamos Guerra Ij paz en donde Tolstoi, con magistral habilidad, describe en uno
de los episodios cómo las asociaciones verbales van perdiendo gradualmente su
selectividad y empiezan a deformarse en un a situación de suei1o.
Muy recientemente, la alteración de la selectividad del sentido de las palabras
y la aparición de un tipo especial de para fa sias durante el suei10 ha sido el tema
de una investigación específica; la correlación electroencefalográfica ha demos-
trado la existencia de fases de sueño "rápid o" y "lento" (Brown, 1972) en un
REVISIÓN DE LA AFASIA AMNÉsICA (NOMIN.U.) 301

t~abajo que mostraba las distintas formas de parafasia en el habla de una persona
mientras dormía. Esta "igualación de la excitabilidad" de los rastros que hace
mucho más difícil la elección entre varias alternativas probables y conduce a la
aparición de asociaciones acústicas o semánticas inadecuadas puede observarse,
además de en los estados oniroides, en los estados patológicos del córtex.
En una de las primeras investigaciones en esta dirección, Vinogradova (véase
Luria y Vinogradova, 1959, 1971) demostró que en los niños con retraso mental
orgánico (a nivel de debilidad) están equilibrados los sistemas de asociaciones
verbales acústicas y semánticas, pero en los niños con una fonna más severa de
déficit (imbecilidad) pueden prevalecer las conexiones externas, acústicas sobre las
internas, semánticas. Observaciones sobre otras formas de patología cerebral
difusa confirman esta conclusión; hay razones para suponer que se producen
también estos cambios como los que ocurren en el sentido de las palabras que
aparecen en las demencias orgánicas difusas y tal vez en otras condiciones pato-
lógicas en las que (como mostraron las investigaciones de Polyakov y otros) se
evocan con la misma probabilidad la palabra más adecuada y la que lo es menos.
Probablemente este hecho puede explicarse por los mismos mecanismos fisioló-
gicos de igualación de la excitabilidad de trazos de distinta fuerza.
Por último, se puede sugerir que los hechos que acabamos de examinar
pueden ayudamos a descubrir los mecanismos fisiológicos esenciales de la afasia
amnésica o nominativa de la que estamos ocupándonos ahora.
Es posible que el fenómeno de "igualación de excitabilidad" y.1os "estados
fásicos" no co~~~~~~~a por igual a todas las zonas del cerebro; liaYrazónes
para supoñ-ei -que las lesiones corticales parciales (asociadas a tumores, hendas,
hemorragias e inHamaciones locales) pueden producir "cambios neurodinámicos
locales", en cuyo caso las manifestaciones de "igualación de excitabilidad" pue-
den tener un carácter parcial o zonal.
Puede también afirmarse que si estos estados patológiCOS del córtex afectan
las zQnas terciarias parietotemporooccipitales del hemisferio izquierdo, los pro-
cesos verbales relacionados con esas zonas del córtex pueden adoptar un curso
sustancialmente diferente: se pierde la excitabilidad selectiva de los distintos
engramas, aparecen con la misma probabilidad diferentes asociaciones verbales
y como resultado de este exceso de trazos evocados, más que de su ausencia, y
de la pérdida de su selectividad, se altera el proceso de selección de las conexio-
nes adecuadas (al enfrentarse con varias alternativas que tienen la misma proba-
bilidad), y el proceso de "toma de decisión", al que nos referimos anterionnente,
encuentra dificultades considerables.
Esta hipótesis es apoyada por el hecho de que existen formas de afasia
amnésica en las que el . síntoma básico es el exceso, más que la falta, . de
nombres; la existencia de numerosas parafasias de variados tipos (conceptual,
situacional, morfológico y acústico) indica una profunda alteración de la evoca-
ción selectiva de las asociaciones precisas, que ocasiona una importante alteración
del proceso nominativo. Si esta hipótesis se confirma habremos dado un nuevo
e importante paso en nuestra revisión del estado conocido como afasia amnésica,
hacia la identificación de' sus mecanismos 6siopatol6gicos y la descripci6n de sus
p~. r .... ... ... " r1
diversas formas. ,o L\ .'... . . ~.,

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fNDICE DE NOMBRES

Ach, 4, 127. Garrett, 125, 131, 132, 140, 147, 148.


Ajutina, T. B., 1, 54, 56. Gaugh, P., 31, 148.
Alajouanine, Tb., 86. Gescbwind, N., 39.
Anokhin, 33. Glosman, 65.
Apresian, Yu. D., 4, 14, 126, 131, 147. Goldman-Eisler, F., 24.
Goldstein, 172.
Barlett, 149. Goodglass, 84.
Bechtereva, N. P., 47. Green, 39.
Bein, 155.
Bellugi, 148. Halle, M., 86.
Benson, 39, 84. Head, H., 85, 112, 162.
Bernstein, 33. Hjelmslev, L., 9.
Bever, T. G., 36, 130, 132, 133, 135, 137, Hockett, Ch., 30.
141, 147, 148. Homskaia, 38, 47, 49, 153, 154, 171, 183.
Bierwisch, 147. Howes, D., 25.
Bloomfield, L., 4, 9. Huttenlocher, 148.
Bonhoeffer, 63.
Boskis, 125, 147. Isard, 134, 148.
Broadbent, D., 184. Isserlin, 63.
Broca, 168, 19l.
Brown, R., 28, 36, 37. Jakobson, R. O., 9, 44, 62, 64, 65, 82,84',
Brudni, 147. 86, 171, 173.
Bruner, J. S., 84, 130. Jackson, J. B., 29.
Brunot, F., 8.
Bühler, 4, 5, 34, 36, 133, 146, 149. Katsnelson, 147.
Katz, 9, 147, 148.
Clark, H. H., 25, 137, 140, 141, 148. Kent, 179.
Coleman, 148. Kerschensteiner, 84.
Courtenay, Badouin de, I. A., 4, 8, 9. Kiaschenko, 177, 181.
Klark, G.; 4.
Chomsky, N., 4, 9, 10, 11, 13, 14, 20. Kleist, K., 85, 168.
21, 24, 32, 36, 93, 125, 131, 133, 147, Klimkovskii, 99.
148. Knebel, M. O., 24, 14-6.
Koltsova, 117.
Deese, ]., 25. Konovalov, 38, 177.
Durand, M., 86. Korovin, 149.
Külpe, 4.
Fedio, 47.
Ferguson, 83. Lakoff, G., 4, 13, 24, 147.
Fillmore, Ch., 4, 13, 24, 147. Lashley, K. S., 30, 66.
Flores d'Arcais, 140, 141, 148. Lenneberg, 39.
Fodor, J., 9, 36, 37, 131, 132, 147, 148. Leontiev, A. A., 4, 6.
Leontiev, A. N., 6.
Galanter, E., 33. Lichteim, 168.
Galperin, P. Ya., 6. Luria, A. R., 24, 28, 29, 34, 37, 38, 39,
324 ÍNDICE DE NOMBRES

44, 45, 46, 47, 49, 54, 56, 64, 84, 85, Saussure, F. de, 4, 8, 9, 62.
86, 89, 99, 111, 117, 152, 153, 154, Selfridge, 134, 148.
155, 162, 165, 166, 171, 177, 179, 183. Shcheglov, 147.
Sherba, L. V., 93.
Malinovski, 133. Shif, 149.
Marie, P., 168. Shojor-Trotskaia, 65.
Me Cawley, J. D ., 4, 13, 24, 147. Sholkovsky, A. K., 4, 9, 10, 14, 15, 16,
MeKean, 148. 19, 20, 25, 126, 147.
Me ~lahon, L ., 136. Shtem, 65.
Me Neil, D ., 28, 36, 37. Shvaehkin, N. K., 117.
MehJer, 148. Shvalts, L . A., 117.
Melchuk, 1. A., 1, 4, 9, 10. 14, 15, 16, Skinner, 26.
17, 19, 20, 127, 147. Slobin, D ., 31, 37, 83, 148.
Miller, G. A., 25, 33, 36, 37, 93, 131, 133, Smimov, V. M., 47.
134, 147, 148, 175, 186. Smirnov, A. A., 149.
Milner, 152, 177. Smith, F., 31, 136, 148.
Morozova, 146, 149. Sokolov, 99, 149, 177.
Morton, 148. Soldatova, S. A., 158.
Stanislavskii, K. S., 24, 146.
Ojeman, 47. Svedelius, C., 30, 109, 136.
Ombredane, 86, 17I.
Osgood, Ch., 25. Trubetzkoy, N. S., 9, 86.
Oveharova, 155. Tsvetkova, 38, 54, 56, 65, 89, 99, 112,
153, 154, 163, 165, 166, 169, 172, 173,
Pavlov, I. P., 86, 149. 183.
Piaget, J., 5, 37.
Piek, :\.., 4, 30, ( ;. Van Buren, 47.
Podgomaia, 38, 177. Vigotsky, L. S., 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 14,
Poeck, 84 . 16, 17, 20, 22, 26, 31, 32, 36, 37, 66,
Postal, 9. 84, 117, 125, 127, 143, 144, 146, 175,
Potebnia, A. A., 29, 125. 186.
Péitzl, 162. Vinarskaia, 86, 87, 168.
Pribram, K. H ., 33. Vinogradov, 174.
Vinogradova, O. S., 28, 117.
Razran, G., 117.
Riaboya, 54, 56, 174. \Vasoll, P. c., 31, 136.
Riess, B. F., 117. Wernieke, 191.
Rommetveit, 147. Whitacker, 39, 155.
Rosengart-Pupko, 117.
Rozanov, 179. Yngve, V., 26, 3I.
Yudovich, 37.
Sajaro\·, L. S., 127.
Sapir, E ., 8. Zeigarnik, 149, 172.
--- ¡•

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fNDICE ALF ABtTICO
1
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1
J A e
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I
Actuación, 36. Cadenas de Markov, 25, 33.
f Afasia acústico-gnósica, 91. Campos semánticos, 28.
I - acústico-amnésica, 99, 12l. Circuito de Papez, 151.
I - amnésica, lO9, 111, 121, 19l. Codificación, 1, 39.
I - - nominal, 29l. Competence, 36, 146.
! - apráxica, 86, 88.
- de Broca, 89, 120.
Competencia, 36.
Composición verbal desarrollada, 43.
!
\
¡,
- central, 199. Comprensión de la comunicación verbal,
- de conducci6n, 88, 191, 197, 287. 123.
¡
¡ - dinámica, 45, 54, 62, 119. - de estructuras sintácticas, 129.
I - (fluent), 84. - verbal (lesiones frontales), 181.
- (non-fluent), 84. Comunicación de acontecimientos, 30.
1 - motora, 19l. - de relaciones, 30, 109, 135.
- - aferente, 85, 86, 88, 91, 120. - verbal, 3.
! - - (comprensi6n), 166. - - (análisis neuropsicológico), 36.
. I - - eferente, 64, 89, 119. Construcciones hipotácticas, 114.

I
I - - transcortical, 191, 235, 266. - paratácticas, 114.
- - - {fonna amnésica), 278. Contaminaciones léxicas, 108.
I
- nominativa, 112.
I - periférica, 199.

I - perseverativa, 237.
- semántica, 109, 111, 121, 161.
D

I - sensorial, 91, 120, 191.


- - transcortical, 19l.
Decodificación, 1, 39.
Diagrama semántico, 16.
I

- temporal, 96.
Agramatismo, 55, 58.
Double embedding, 131.

¡, Alienaci6n del sentido de las palabras, 39.


Alteración de la expresión verbal (lesiones E
¡
r
de regiones profundas del cerebro), 46.
Ambiguity, 130. Enlaces sintagmáticos, 15.
I
¡ Amorfismo gramatical, 7. Escuela de Wurtzburgo, 4, 5, 27.
Anomia, 19l. Estado oniroide, 46. .
l
I
Articulemas, 86. Estilo telegráfico, 46, 55, 58, 62, 63, 65,
119.
Estructura de regulación, 33.
B - sintáctica superficial, 21.
Estructuras gramaticales profundas, 11, 19.
Bloque energético, 46. - - superficiales, 11.
Bloques, 37. - sintácticas profundas, 12, 13.
- funcionales, 37. Exploraci6n (diálogo), 42.
Buffer memory, 202. - (factor recency), 42.
326 ÍNDICE ALFABÉTICO

Exploración (hallazgo de las "unidades lé- Memoria a corto plazo, 15I.


xicas"), 42. - operativa, 26.
- del lenguaje espontáneo, 42. Método neuropsicológico, 39, 119.
- - monologado, 43. Modelo "sentido ~ te;x1:o", 16, 19.
- - repetitivo, 42. Motivo, 23, 4I.
Expresi6n verbal {comprensión de una), 32. Motivos, 26.
_ - (fonnaci6n de), 25.
_ _ (condiciones psicológicas), 25.
N

F Neurolingüística, 1, 119.
Neuropsicología, 3, 37, 39.
Factor recency, 99.
Fonnaci6n de la comunicaci6n verbal (apa-
rato paradigmático), 82. o
Fonnulaci6n de la expresión verbal (aná-
lisis neuropsico16gico), 4I. Organización prosódica del texto, 24.
- - - (aparato sintagmático), 44.
Funciones léxicas, 15.
- semánticas, 15. P

Palabras
G - sistemas paradigmáticos, 14.
- relaciones "sintagmáticas", 14.
Generadores, 16. Palilalia, 47.
Gráfico semántico, <J:l. Parafasias literales, 88.
Gramática gener:; : va, 10, 13. - verbales, 88.
- transformacional, 13, 36. Paragnosia lexical, 154.
Paralexias de inercia, 108.
Pensamiento, 5.
H Performance, 36, 146.
Polisemia, 130.
Habla interior, 22. Psicolingüística, 8.

1 R

Inhibición proactiva, 176. Relaciones paradigmáticas, 27.


- retroactiva, 176. - sintagmáticas, 27.
Rema, 17, 62.

L
s
. Lenguaje egocéntrico~ 5.
- (función predicativa), 7•. Selectores, 16.
- interior, 5, 6, 7. Selt-embedding, 134.
- repetitivo, 204. Sernas, 16.
Ley de la fuerza, 111. Sentido, 6, 7, 13, 32.
Lingüística, 3, 8. Significado, 6, 7.
- estructural, 36. Síndrome de la "desintegraci6n fonética" ,
82.
- frontal basal, 5I.
M - fronto-temporal, 106.
- de racionalización, 53 . .
Mecanismo "aceptante de acción", 33. Síndromes de desconexión, 192.
Mecanismos T -0-T -E. 33. Sín tesis simultánea, 161.
ÍNDICE ALFABÉTICO

Sistema funcional complejo, 37.


Sistemas funcionales, 45.
u
Unidades lé.ncas. 14, 27.
T - - (elección d6), 31.

Tema, 17, 62.


Teoría de la escenificación, 24. w
- de la iIúormación, 3.
Tono cortical, 37. Wemicke (zona de), 91.

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