Un héroe en el interior de cada uno de Nosotros

En camino hacia una Ética de la responsabilidad

Muchas veces escuchamos la idea de que los seres humanos somos sumamente valiosos. Sin embargo son pocas las veces
en que nos detenemos a pensar la razón por la que se repite esto una y otra vez. Es por ello que valdría preguntarnos ¿Qué
es lo que nos hace unos seres tan especiales? Pero más importante aún, es cuestionarnos si el hecho de encontrarnos en ese
lugar privilegiado dentro de la naturaleza no nos obliga a llevar con nosotros un deber mayor del que los demás seres
naturales poseen. Pues bien, ese es precisamente el tema que abordaremos en lo que sigue y te invito a que me acompañes
en esta reflexión. Examina entonces ¿Qué es lo que hace tan especial nuestra especie humana dentro del reino animal?
¿Cuál es el lugar como ser humano (hombre o mujer) que debes ocupar en este mundo? ¿Cuál es el papel que debemos
desempeñar en este planeta flotante que llamamos hogar (la tierra)?
Quisiera anticipar que a mi modo de ver, en el proyecto de cada hombre debe encontrarse la posibilidad de ser un héroe,
no uno con súper-poderes, pero sí uno con un gran poder en sus manos. Tal idea solo se podrá desarrollar con lo que se
discutirá en adelante.

Para empezar deseo que tengamos en cuenta que todo hombre y mujer sobre la
tierra hace parte de dos dimensiones que generalmente no diferenciamos. Por un
lado, hace parte del mundo natural como un animal más que tiene una serie de
funciones corporales e instintivas que está en la necesidad ineludible de satisfacer.
Por ejemplo: todo hombre, como cualquier animal de la naturaleza tiene que comer,
respirar, protegerse y velar por su supervivencia. Por otro lado, el hombre vive en
un mundo por completo diferente al de los demás animales, él habita un mundo
social, un mundo en el que convive con otros seres humanos.

Sin embargo, y aquí es donde el hombre deja de ser un mero animal para
convertirse en algo extraordinario, el hombre no solamente es un ser natural sino
que además es un ser racional, lo que quiere decir que posee una facultad que
ningún otro ser vivo ni inerte tiene, la Razón. Pero qué es esto, en qué consiste.
Pues bien, como puedes haber observado cada hombre es sumamente complejo, esto
se debe a que cada uno de nosotros tiene la posibilidad de actuar, querer, desear,
anhelar y proponerse metas o fines y realizarlos conscientemente; esto quiere decir
que el hombre está en la capacidad de saber por qué, para qué y cómo obra en su
vida.

Ahora, si bien la facultad de la razón es exclusiva del ser humano eso al mismo tiempo quiere decir que el hombre debería
cumplir también un papel igualmente único. Eso se observa en las tres características que aporta el tener la razón. En
primer lugar tal facultad (o poder) implica una responsabilidad, pues como dice el famoso súper-héroe de los comics
Spiderman: un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Obviamente no sólo con nosotros mismos sino con los
demás hombres y mujeres con quienes convivimos, los demás animales y seres vivos que también ocupan un lugar dentro
de la naturaleza y el medio ambiente del que infinidad de veces nos aprovechamos. El segundo rasgo que nos aporta el
poseer la razón es la libertad, pues el hombre no se encuentra obligatoriamente atado a los mandatos de la naturaleza, el
hombre puede decidir cómo actuar frente a ciertas circunstancias, cosa que no ocurre con los animales pues ellos actúan –
como sabemos- por el instinto o reacción y no más, mejor dicho el animal no razona. Y en tercer lugar el hombre, debido
a su libertad, tiene la posibilidad de elegir qué camino va a recorrer, por ejemplo aceptar o rechazar cualquier cosa que se
le presente en la vida teniendo en cuenta, claro está, qué tanto bien o mal le puede producir en su vida y la de quienes le
rodean. Esto, como se puede observar, le da un gran poder a todo hombre de determinarse como ningún otro ser sobre la
faz de la tierra. Somos los únicos que podemos determinar nuestro destino, pero también somos los únicos que podemos
cuidar, valorar, mejorar y preservar todo lo que nos rodea: nuestra familia, nuestros amigos, nuestro medio ambiente (el
agua, los recursos naturales, la vida en general), nuestra relación con los demás, los animales y por su puesto -y también
muy importante- a nosotros mismos.
Ahora la pregunta que te invito a hacer es: ¿Eres un héroe? ¿Usas correctamente tu poder como ser humano? ¿Eres
responsable de tus acciones? ¿Eliges bien el camino por el cual recorrer tu vida? Pero más importante aún es que te
incito a ocupar tu lugar dentro de este mundo como debe ser, con valor y heroísmo.
Es tu decisión, empieza ahora!
Kevin Julian Peña Muñoz