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Es díficil juzgar cuando comienza el estudio de las afasias, sin embargo, podemos
asumir que comienza desde que el hombre posee lenguaje, posiblemente 125.000 años
(Lieberman 1998). Probablemente personas presentaron afasia producto de una injuria
traumática en la cabeza, causada por algún accidente, caída o golpe con una piedra o por
una pelea.
Otro texto, escrito aproximadamente en el último cuarto del siglo XIV a.c, refiere un
evento vivido por el Rey Mursillis durante uno de sus viajes (el rey más importante en
Hittite, imperio dominado por Mesopotamia), en el que presento dificultades poco claras.
Probablemente sufrió un ACV nocturno, presentando parálisis facial y posiblemente afasia,
sin embargo, los síntomas fueron temporales, deduciendo que sufrió un TIA. II. Referencias
Griegas y Romanas relacionan por 1° vez la alteración del habla con el cerebro: Hipócrates
400 A.C, "El cerebro como órgano de la mente" y sus seguidores estaban convencidos que
el cerebro era el órgano de la mente. Tempranos escritos de Greek seguidor de Hipócrates
señalaba que el miedo, el terror, la risa, el llanto y el conocimiento eran parte del cerebro.
No cabe duda que los médicos de la escuela de Hipócrates, observaron pacientes con
lesiones cerebrales, sin embargo, no queda claro si presentaron alteraciones del lenguaje,
habla o de voz.
También observo que no solo la parálisis puede ocurrir después de un "stroke", sino
que también temblor en el habla, distorsión del habla y pausas inapropiadas (Creutz, 1934)
- Galen (200 D.C) "Teoría de la Función Cerebral" Figura médica más importante de este
periodo. Luego de mudarse a Roma como médico personal del emperador Marcus Aurelius,
desarrolla la "Teoría de la Función Cerebral", como la disección del cuerpo humano estaba
prohibida por la ley romana, experimento con animales vivos. En uno de sus experimentos
se dio cuenta que mientras estaba operando a un chancho paro de gritar, pero continuaba
respirando inmediatamente después de haber cortado un par de nervios en la garganta,
demostrando que la voz no proviene del corazón, como afirmo Aristóteles, pero debe ser
considerada como una función proveniente del cerebro. Más tarde con otros experimentos,
Galen confirma su descubrimiento de "los nervios de la voz" experimentando con cabras,
perros, incluso con leones del Coliseo Romano (Finger, 2000).
Galen encontró que los nervios provenientes del cerebro controlan la voz y fue
nuevamente corroborado con otros experimentos en los que demostró que al exponer el
corazón del animal, aún era capaz de respirar y llorar, sin embargo, si el cerebro era
expuesto y se le aplicaba presión a uno de los ventrículos, entonces el animal dejaba de
respirar, llorar o moverse. Galen siguiendo a los filósofos Hipocrates y Greek, localiza el
"alma" refiriéndose a la percepción, cognición y memoria en el 1°, 2° y 3° ventrículo del
cerebro respectivamente. Consideró al cerebro y la espina cordal, como el centro de los
nervios entregando vida y movimiento a todo el cuerpo. Describió los síntomas de un ACV
como una perdida simultanea de la movilidad, sensación y respiración, el cual es causado
por la acumulación de flema y particularmente bilis negra. III. "Renacimiento: Primeras
referencias claras de Afasia" s. XV y XVI Pocas referencias del fenómeno afásico y su
localización.
Los tres casos más interesantes reportados durante esta época. - Antonio Guainerio:
Localización del lenguaje en un lugar específico del cerebro. Famoso profesor de la
Universidad de Padua, en sus "Trabajos Médicos" publicados en 1481, describe dos casos
afásicos. De la breve descripción, se deduce que el primer paciente sufría de Afasia Motora
o de Broca y el 2° anomia (Afasia de nombres propios). Según Guainerio ambas alteraciones
del habla son por acumulación de mucha flema en el ventrículo posterior, por lo tanto el
órgano de la memoria logra retener poco o nada. En base a esta propuesta, totalmente
falsa, sin embargo, fue el primero en localizar explícitamente el lenguaje en un lugar
específico del cerebro. - Nicholas Massa: Otro caso interesante publicado por el anatomista,
en sus "Escritos Médicos" en 1558 describe el caso de un paciente joven herido en la cabeza
con la punta afilada de una lanza, como consecuencia no es capaz de hablar durante 8 días.
En el texto no queda claro si está perdida de voz corresponde a una afasia traumática o a
una anartria. - Johann Schenck von Grafenberg: Médico alemán que publico "Observaciones
Médicas sobre la Cabeza Humana" 1585. Donde señala las consecuencias del daño cerebral
en muchos casos de apoplexia, donde la lengua no está paralizada y el paciente no puede
hablar, porque la memoria está alterada sin poder producir palabras.
Siendo el primer autor quien implícitamente hace una distinción entre una
alteración de lenguaje (afasia) y una alteración de habla (disartria), apreciando la naturaleza
de la afasia. La creencia de que la afasia se debe a un defecto de la lengua, se mantiene
hasta mediados del siglo XIX, siendo común tratar de curar la afasia con yeso en la lengua y
medicinas. IV. Reportes del siglo XVII y XVIII Durante el siglo XVII se creció en el número de
descripciones clínicas sobre la afasia, siendo más extensas y precisas que en siglos
anteriores. - Theophile Bonet: Importante médico Francés, publicó "Guía para médicos
practicantes" en 1684, armo una de las primeras colecciones de reportes de autopsias con
un enfoque científico en medicina, aconsejando un remedio notable para la apoplexia y
ACV, este remedio era sólo prescrito a personas ricas y de la realeza. - Johann Schmidt: En
1676 describe un caso de alexia sin agrafia, en un paciente de 65 años, que después de sufrir
un severo ACV, quedo con parálisis del hemicuerpo derecho y producía parafasias verbales
al hablar, después de algún tiempo ambas dificultades de habla y la parálisis habían
desaparecido, pero mantenía una severa alexia, sin embargo, podía escribir y deletrear
(Benton y Joint 1960).
En 1825, localiza el lenguaje en los lóbulos Frontales. Realiza una distinción entre la
alteración en la articulación del habla y del lenguaje. Diferencia lo que ahora llamamos
"apraxia del habla" y "anomia". Señalando que en términos anatómicos el órgano del
lenguaje articulado y la memoria para las palabras estaban ubicados en los lóbulos
anteriores. - Marc Dax (1836): ¿Primera descripción de la dominancia cerebral? Cuatro años
después del famoso descubrimiento de Paul Broca sobre la ubicación del "centro de la
articulación del lenguaje" en la parte posterior de la 3° circunvolución frontal, realizo otra
importante contribución al estudio del lenguaje y del cerebro, publico que la afasia en
diestros es siempre causada por lesiones de la mitad izquierda del cerebro y no del derecho.
Sin embargo, Gustav Dax público un artículo con la información que su padre Marc
Dax en 1836 presento en un congreso médico al Sur de Francia donde señalaba que las
lesiones de la mitad izquierda del cerebro coinciden con el olvido de los signos del
pensamiento. Por lo tanto se crea la polémica sobre realmente quien se lleva los créditos
sobre la primera descripción de la dominancia cerebral.
LOCALILZACIONISMO - Paul Broca (1824-1880): Médico Francés. En el año 1861 presentó
el caso del paciente (Leborgne) Tan-Tan con una lesión cerebral en el pie de la tercera
circunvolución frontal izquierda, señalando que en este sitio se encontraría el centro de la
articulación del lenguaje, provocando "afemia": perturbación adquirida de la facultad del
lenguaje articulado. Afirmo que ambos hemisferios eran asimétricos en cuanto a sus
funciones y que el hemisferio izquierdo contenía el área del lenguaje en la mayoría de los
seres humanos. - William Ogle: En 1867 señala que existe un área del lenguaje escrito,
independiente del área de Broca que era el área de la articulación del lenguaje hablado. -
Carl Wenicke (1848-1905): Neurólogo Alemán, en 1874 demuestra que una lesión en la
primera circunvolución temporal izquierda en un sujeto diestro, altera el reconocimiento
de los sonidos del lenguaje, lo que denomina Afasia Sensorial. Identificando el centro
auditivo del habla en el lóbulo temporal izquierdo.
Los distintos síntomas por reducción del lenguaje se pueden presentar a nivel
articulatorio, a nivel fonológico, lexical, sintáctico, semántico o pragmático. Entre los
síntomas por reducción del lenguaje podemos incluir a nivel de la expresión del lenguaje la
supresión, la hipofluencia, las estereotipias, las anomias, el agramatismo, etc. Un
circunloquio, p. ej., es una estrategia de compensación de un déficit reductivo, como la
anomia. Los síntomas por reducción también afectan a la comprensión del lenguaje, de
forma diferencial según sea el tipo de afasia; p. ej. En la Afasia de Broca se afecta de forma
selectiva la comprensión de órdenes sintácticas complejas manteniéndose bien la
designación (reconocimiento de palabras) y las órdenes simples.
Se observan en los trastornos que deforman la expresión: a nivel del lenguaje oral,
como parafasias, paragramatismo, jergafasia. Las parafasias características de la afasia se
caracterizan porque la palabra final que se produce suele ser con mucha frecuencia una
"no-palabra", lo que lo distingue de los errores en el habla del sujeto normal. A nivel de
lenguaje escrito tenemos las paragrafias y las paralexias. Síntomas por alteración de la
comprensión del lenguaje Hay que diferenciar síntomas a nivel de la entrada auditiva, del
procesado fonológico, de la comprensión de las palabras (nivel lexical), de la comprensión
de las estructuras sintácticas y gramaticales y de la comprensión a nivel semántico.
6.- Lectura. La lectura oral se sugiere valorar a nivel de palabras asiladas familiares
o con carga emocional hasta oraciones de diferente complejidad semántica, sintáctica,
fonémica y metría. Es importante considerar sustantivos, verbos, números, letras, palabras
funcionales, regulares, irregulares, concretas, abstractas y pseudopalabras. La lectura
comprensiva, se explora desde tareas simples como emparejar dibujo-palabra, agrupación
de palabras en categorías semánticas o detectar la diferente del grupo, completación de
frases o a nivel de párrafos señalar la alternativa correcta; se recomienda tener cuidado con
la ejecución de órdenes escritas en el paciente afásico, ya que les cuesta entender el
propósito de la tarea. Es posible encontrar errores visuales como lingüísticos a nivel de
grafemas, palabras y frases. Generalmente se asocia a lesiones en áreas occipitales y giro
fusiforme. (Michelle Casanova R.2007.Diagnóstico Diferencial de Afasias)
Test de Boston:
A la fecha se han creado numerosos test para evaluar la afasia, el Test de Boston
para el Diagnóstico de las Afasias (TBDA) fue publicado en 1972, siendo una de las pruebas
más frecuentemente utilizada en los últimos años. En español existen 3 traducciones
realizadas por la Editorial Médica Panamericana en los años 1976, 1996 y 2005, la última
versión incluye además un formato abreviado y otro ampliado.
El TBDA (2005), permite obtener un perfil general del lenguaje del paciente en
diferentes áreas:
1.- Habla conversacional y de expresión: permite establecer una buena relación con
el paciente, evaluar su competencia funcional en la comunicación y realizar una evaluación
formal del patrón de producción del habla. Los datos obtenidos en ésta área permite
establecer la severidad a través de una escala que mide el grado de deterioro de la
comunicación, donde 0 indica que no es posible ninguna comprensión útil ni producción del
habla. El perfil está destinado a unir en un formato visualmente llamativo las escalas
cuantitativas de las dimensiones de la afasia que contribuyen de manera fundamental a la
clasificación diagnóstica.
3.- Expresión oral: evalúa agilidad oral, secuencias automatizadas, recitado, melodía
y ritmo, repetición y denominación
Las lesiones perisilvianas unilaterales izquierdas que originan afasia son poco
frecuentes en la niñez y la adolescencia debido a que su principal causa, los accidentes
cerebrovasculares, tienen baja prevalencia en este período de la vida. Una afasia en estas
edades deriva, con mayor frecuencia, de lesiones traumáticas o postencefalíticas; también
aparece, de forma progresiva, en el curso de enfermedades neurodegenerativas propias de
la edad juvenil. Pero estas últimas patologías conllevan daño cerebral de localización
múltiple y difusa que dificulta el estudio de las correlaciones clínico-fisiopatológicas.
En la mayor parte de los casos la clínica inicial es ‘no fluente’, con predominio del
trastorno expresivo sobre el déficit de comprensión, no obstante, se han comunicado casos
con logorrea parafásica, neologismos etc., acompañados de un trastorno grave de la
comprensión. La recuperación de funciones lingüísticas automáticas (fonología, sintaxis,
prosodia) es mucho más rápida y completa en las afasias infantiles que en las del adulto.
Toda la semiología ‘negativa’ (anartria, disprogramación fonológica, anomia,
hipogramatismo, aprosodia) y “positiva” (parafasias, logorrea) puede observarse en el curso
evolutivo de la afasia infantil de forma similar a lo descrito en el adulto. Inicialmente, en
gran parte de los casos, se observa afasia de tipo Broca con bastante buena preservación
de la comprensión, pero también se han descrito pacientes en edad infantil con la
constelación característica de la afasia de Wernicke.
Asimismo, desde un principio o, con más frecuencia, en el curso de la recuperación
a corto plazo, se han descrito afasias transcortical motora, transcortical sensorial y de
conducción la afasia anómica es el resultado más habitual a medio plazo, con dificultades
de recuperación léxica y circunloquios que pueden configurar un discurso fluido pero vacío.
Las habilidades fonológicas se recuperan bastante bien en el lenguaje coloquial, y sólo
ciertas pruebas estructuradas de memoria de trabajo fonológica ponen de manifiesto las
eventuales dificultades residuales en este aspecto.
Las afasias por lesión subcortical son, proporcionalmente, más frecuentes en niños
que en adultos, y las lesiones de la topografía posterior (tálamo, brazo posterior
de la cápsula interna, centro oval) causan una sintomatología más grave que las de
la topografía anterior (estriado, brazo anterior de la cápsula interna).
Los estudios que implican seguimiento durante varios años tras la lesión permiten
constatar las manifestaciones a distancia de afasias que, adquiridas en edad
preescolar o escolar, y tras una recuperación completa del lenguaje oral, se siguen
de importantes dificultades para la lectura, la escritura y el cálculo. . (J. Narbona,
N. Crespo-Eguílaz. 2008.(Afasia en niños y adolescentes: aspectos evolutivos)
Bases teóricas
La afasia de Broca, por lo tanto, se caracteriza por ser una afasia no fluida. Por
ejemplo, una persona con afasia de Broca puede decir, "caminar perro", pero en realidad
está tratando de decir que sacará al perro de paseo. La misma oración también podría
significar "¿usted saca al perro a caminar?" o "el perro salió caminando al patio",
dependiendo de las circunstancias.
Por ejemplo, alguien con afasia de Wernicke puede decir, Usted sabe que el pichicho
locucio y que quiero rodearlo y atenderlo como usted desea anteriormente, pero que en
realidad significa "el perro necesita ir fuera, así que lo llevaré a dar un paseo".
Los individuos con afasia de Wernicke tienen generalmente grandes dificultades para
comprender y entender el habla; incluyendo la propia y, por lo tanto, no son conscientes de
los errores que cometen al comunicarse (anosognosia).
Afasia de conducción
Se considera usualmente que se produce como consecuencia de una lesión del
fascículo arqueado, que conecta el área de Broca y de Wernicke. Su principal característica
es una incapacidad para la repetición. La producción verbal contiene un número
importantes de parafasias es más fluida, que en la afasia de Broca, pero menos que en la de
Wernicke. Debido a esto se realizan muchas pausas en un intento de encontrar las palabras
adecuadas. Así, un paciente con afasia de conducción emite frases de 3, 4 y 5 palabras, una
melodía más o menos normal, con relativamente poco esfuerzo al hablar y buena
articulación. No suelen mostrar déficits sintácticos. La comprensión del lenguaje oral es
variable aunque fundamentalmente preservada. La lectura en voz alta y la escritura están
alteradas, pero la comprensión lectora suele estar conservada. No suele haber paresia del
hemicuerpo en la fase crónica, aunque es común que la haya en la fase aguda,
recuperándose posteriormente. La afasia de conducción suele acompañarse de apraxia.
Anomia es un nombre descriptivo para referirse a los defectos para hallar palabras.
Puede ocurrir por lesiones en muy diversas localizaciones o ser el déficit residual de la
evolución de una afasia de otro tipo tras un proceso de rehabilitación. La afasia anómica se
caracteriza por una importante dificultad en la denominación, junto a una expresión fluida,
una comprensión relativamente preservada y una capacidad para la repetición casi normal.
Afasia global
Se utiliza dicho término para denominar el tipo de afasia en el que tanto la
comprensión como la expresión están alteradas, compartiéndose por tanto rasgos de la
afasia de Broca y de la afasia de Wernicke. Se produce generalmente como consecuencia
de accidentes cerebrovasculares que comprometes el territorio de la arteria cerebral media
izquierda. En un primer momento suele aparecer un mutismo total, pasando luego a cierta
verbalización. Estas verbalizaciones suelen ser esterotipias verbales repetitivas y pueden
presentarse como sílabas sueltas (por ejemplo, el paciente puede que diga únicamente "ta
ta ta ta") a las que se dota de entonación e inflexión expresiva o palabras o frases sencillas
completas.
Tratamiento
En algunos casos un individuo se recuperará completamente de la afasia sin
tratamiento. Este tipo de recuperación espontánea ocurre generalmente después de sufrir
un ataque transitorio isquémico (AIT), una clase de accidente cerebrovascular en el que el
flujo sanguíneo que va al cerebro es momentáneamente interrumpido, pero restaurado
rápidamente. En estas circunstancias, la capacidad del lenguaje puede regresar en unas
pocas horas o unos pocos días. Sin embargo, en la mayoría de los casos de afasia, la
recuperación de la capacidad del lenguaje no es tan rápida, ni mucho menos tan completa.
Mientras muchos individuos con afasia también experimentan un período de
recuperación espontánea parcial (en el cual algunas de las capacidades del lenguaje
retornan durante unos pocos días o un mes después de la lesión cerebral), siempre
quedarán secuelas del desorden. En estos casos, la terapia de habla y lenguaje es útil. La
recuperación sigue generalmente durante un período de dos años.
La mayoría de las personas creen que el tratamiento más eficaz empieza a principios
del proceso de recuperación. Algunos de los factores que influyen en la mejora incluyen la
causa del daño cerebral, el área del cerebro que estaba dañada, el grado de lesión cerebral
y la edad y salud del individuo. Factores adicionales incluyen motivación, el entorno, el nivel
educacional o la capacidad del sujeto para darse cuenta de sus propios déficits.
La familia puede hacer las siguientes cosas para colaborar con el tratamiento del
paciente:
3.- Educación: Los expertos advirtieron sobre la importancia del rol de los padres y
maestros cuando una persona presenta alguna de estas dificultades.
7-.Grafema: es una unidad de «mínima e indivisible» de la escritura usada para una lengua
natural.
10-.Jergafasia: trastorno del lenguaje que se caracteriza por la sustitución de las palabras
por términos incomprensibles.
Para comenzar hay que dejar en concreto que la investigación realizada posee las cualidades
o características de una investigación documental, ya que el presente material informativo
se recopilan documentos y trabajos realizados por otros investigadores que se dedicaron a
estudiar el trastorno de la Afasia aplicando diferentes metodologías útiles para el
reconocimiento de nuevos conocimientos referentes al tema, por otro lado durante la
investigación se abarcaron los temas que fuesen necesarios para cumplir con cada uno de
los objetivos propuestos para obtener posteriormente la posible solución al problema
planteado, es decir, en la investigación llevada a cabo se basa en los fundamentos de la
investigación documental como herramienta para encontrar el factor que otorga la solución
al respectivo problema.
Conclusión
Para finalizar se podría decir que en pocas palabras la Afasia es un trastorno del
lenguaje más antiguo de la historia, un trastorno que afecta a las distintas áreas de la misma
presentando problemas principalmente en la producción y comprensión del lenguaje a
causa de problemas como traumatismos o enfermedades degenerativas, otra de las cosas
que se pueden resaltar son los diversos factores que influyen de manera positiva como
negativa en el trastorno que son capaces de identificarse a través de la ayuda de terapias,
programas de rehabilitación entre otros diagnósticos útiles para la desaparición de la
enfermedad, y que a pesar de que los tratamientos no resuelven el problema en un
instante, si cumplen con la meta u objetivo de solucionar el problema a su debido tiempo,
no obstante, hay que asegurar que si completamos las terapias con la dedicación, esfuerzo
y perseverancia se podrá combatir la enfermedad con más facilidad, y no solo con la Afasia
sino con todos los trastornos de lenguaje que se conocen hasta la fecha.
Anexos
Tratamientos para la Afasia según la ARPA (Asociación para la Rehabilitación y
Prevención de la Afasia):
Valoración
Tratamiento individual
Tratamiento grupal
Debido a las dificultades en la esfera social que presentan, se hace mucho hincapié
en el trabajo en grupo a la hora de la rehabilitación, de forma que algunas sesiones serán
conjuntas con otras personas de idéntico nivel comunicativo, tratando de recrear
situaciones de la vida cotidiana.
Tratamiento intensivo
Para personas con distintos niveles de grados de AFASIA, para avanzar en la fluidez
del lenguaje y velocidad.
Bibliografía