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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DE PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN


U.E. FRANCISCO DE MIRANDA
CÁTEDRA: CASTELLANO

Docente: Macarlú Cedeño


Autor: Gabriel Yglesias
C.I: 28.679.609

Judibana, 26 de enero de 2018


ÍNDICE
Pág.
Carátula…………………………………………………………………………………………………………….1
CAP I:
Planteamiento del problema…………………………………………………………………………….1.1
Introducción……………………………………………………………………………………………………..1.2
Objetivo general…………………………………..…………………………………………………………...1.3
Objetivos específicos………………………………………………………………………………………….1.4
Justificación e importancia…………………………………………………………………………………1.5
CAP II:
Antecedentes……………………………………………………………………………………………………2.1
Bases teóricas……………………………………………………………………………………………………2.2
Definición de términos………………………………………………………………………………………2.3
Hipótesis…………………………………………………………………………………………………………..2.4
CAP III:
Tipo y metodología de investigación………………………………………………………………….3.1
Conclusión…………………………………………………………………………………………………………3.2
Bibliografía………………………………………………………………………………………………………..3.3
Anexos………………………………………………………………………………………………………………3.4
Introducción

Desde hace mucho tiempo en la humanidad se ha podido contemplar la evolución


sobre el ser humano en diversos aspectos fundamentales como el desarrollo del habla, la
capacidad de expresarse mediante escritos, la adaptación sobre su entorno, entre muchas
otras aptitudes que le fueron útiles e indispensables para su supervivencia y el desarrollo
de la sociedad, en este sentido el crecimiento y aparición de varias habilidades en el ámbito
comunicativo fue inevitable tanto así que salieron a la luz grandes invenciones para
amplificar las posibilidades de comunicarse de manera escrita como oral, sin embargo no
todas las personas tuvieron la capacidad de expresarse con facilidad a causa de extraños
trastornos que complicaron su comprensión y adquisición de lenguaje para comunicarse
con miembros de su entorno, afectando directamente a la vida cotidiana del individuo, de
todas estas enfermedades o trastornos de lenguajes sin duda alguna el que más ha
provocado mucho discusión y debacle en el mundo de la lingüística, la Afasia.
Planteamiento del Problema

Primeramente, se podría decir que el problema o inconveniente principal es la


influencia de la Afasia sobre la capacidad de lenguaje en niños y adolescentes, afectando
de la misma manera a la habilidad para expresar ideas en las diversas formas de
comunicación ya sea oral o escrita al igual que el desarrollo de estas por parte de los
mismos, así como también la comprensión del lenguaje en cada uno de los individuos que
se ven afectados por este trastorno que produce una notable preocupación en los
representantes de las personas que padecen de la Afasia, como expertos en la materia e
incluso dentro de la propia sociedad.
Objetivo general

La solución y manejo de la Afasia en todos sus aspectos sobre niños y adolescentes,


para obtener ha beneficio un desarrollo intelectual, lingüístico y social que permita estos
individuos llevar a cabo cada una de las actividades y rutinas diarias, es decir, encontrar la
forma de resolver el trastorno de la Afasia en todos sus sentidos para que los individuos
mencionados anteriormente alcancen un nivel comunicativo adecuado para entablar
relaciones con aquellos miembros presentes en su entorno de manera que el afectado
pueda efectuar las labores que desee.
Objetivos específicos

 Evolución y conocimiento de los tratamientos aplicables para la posterior


solución de esta enfermedad.
 Diagnósticos que estén la capacidad de detectar este trastorno a tiempo.
 Influencia de factores externos e internos que afecten al desarrollo
comunicativo del individuo.
 Debilidades y fortalezas del individuo afectado.
 Causas y consecuencias de la Afasia en niños y adolescentes.
 Principales aspectos perjudicados por los problemas del trastorno.
 Conocimiento de requisitos para la comprensión de lenguaje del afectado
Justificación e importancia

La principal razón por la que se ha decidido crear esta investigación es el aprendizaje


y adquisición de los conocimientos existentes dentro de la información o contenido para
hacerle frente a este problema, para producir posibilidades de reducir el mismo con varios
cambios positivos, facilitando así el impacto de los tratamientos y programas intensivos
necesarios para acabar con el trastorno lo más pronto posible, es decir, la información
presente tiene como intención u objetivo ayudar a promover las pautas requeridas para
evitar la proliferación de problemas en los diferentes sentidos de la vida diaria del afectado
ha causa de la Afasia y la influencia que tiene esta sobre los múltiples niños y adolescentes
en el desarrollo comunicativo, por otro lado hay que tomar en cuenta que no solo se debe
estar atento con el trastorno de la Afasia sino que también hay que estar en la obligación
de estar informado a cada instante del resto de las enfermedades para su debida
prevención, manejo y solución.
Antecedentes

Es díficil juzgar cuando comienza el estudio de las afasias, sin embargo, podemos
asumir que comienza desde que el hombre posee lenguaje, posiblemente 125.000 años
(Lieberman 1998). Probablemente personas presentaron afasia producto de una injuria
traumática en la cabeza, causada por algún accidente, caída o golpe con una piedra o por
una pelea.

La temprana historia de la afasiología, comienza con papiros egipcios que datan


aproximadamente 1700 ac y termina en 1861 con Broca y "el centro del habla", sin
embargo, muchos afasiólogos (Caplan 1987, Geschwind 1972) señalan que el estudio de la
afasia data desde 1861 cuando el Parisino Paul Broca, asocia la lesión de la 3° circunvolución
frontal con la afasia motora y poco tiempo después en 1974 con el alemán Carl Wernicke el
cual describe otra forma de afasia "sensorial" causada por una lesión del girus superior
temporal posterior. La temprana historia de la Afasiología se puede dividir en 5 períodos: I.
Médicos Egipcios 1700 a.c / Texto del Rey Mursilis II 1300 a.c Las primeras referencias del
fenómeno afásico proviene de los papiros de Edwin Smith quien los descubrió en 1862, en
la ciudad de Luxor, estos papiros datan alrededor del 1700 a.c, contienen la descripción de
48 pacientes con injurias físicas, de estos 27 presentarón trauma de cabeza y fractura de
cráneo. Los médicos hacen una relación casual entre alteración del habla y daño cerebral,
sin embargo, en otros pasajes del papiro se señala que esta alteración del habla estaría dada
por otras razones. Los egipcios no asociaban el lenguaje con el cerebro y creían que el
corazón era el órgano responsable de los sentimientos, pensamientos y otras funciones
cognitivas.

Otro texto, escrito aproximadamente en el último cuarto del siglo XIV a.c, refiere un
evento vivido por el Rey Mursillis durante uno de sus viajes (el rey más importante en
Hittite, imperio dominado por Mesopotamia), en el que presento dificultades poco claras.
Probablemente sufrió un ACV nocturno, presentando parálisis facial y posiblemente afasia,
sin embargo, los síntomas fueron temporales, deduciendo que sufrió un TIA. II. Referencias
Griegas y Romanas relacionan por 1° vez la alteración del habla con el cerebro: Hipócrates
400 A.C, "El cerebro como órgano de la mente" y sus seguidores estaban convencidos que
el cerebro era el órgano de la mente. Tempranos escritos de Greek seguidor de Hipócrates
señalaba que el miedo, el terror, la risa, el llanto y el conocimiento eran parte del cerebro.
No cabe duda que los médicos de la escuela de Hipócrates, observaron pacientes con
lesiones cerebrales, sin embargo, no queda claro si presentaron alteraciones del lenguaje,
habla o de voz.

Algunas referencias de posible fenómeno afásicos en el primer siglo (D.C): - Valerius


Maximus (30 D.C) Describe a un hombre muy estudioso de Atenas, quien después de
golpearse en la cabeza con una piedra, perdió la memoria para las letras, pero podía
recordar todo lo demás (Benton y Joynt, 1960). - Plinius (23-79 D.C) Reporta el caso de
Messala Corvinus, un gran orador, que olvido su nombre después de una enfermedad no
especificada. (Benton y Joynt, 1960). - Soranus (98-135 D.C) de Ephesos (antigua ciudad
griega, actualmente ruinas en Turquía) En el tratado de "alteraciones agudas y crónicas"
señala que la parálisis de la lengua deja una articulación defectuosa, y que esta parálisis
podría diferenciarse de otros casos de pérdida del habla causados por otro tipo de
alteración, en donde se mantiene la movilidad de la lengua (Benton y Joynt, 1960).

También observo que no solo la parálisis puede ocurrir después de un "stroke", sino
que también temblor en el habla, distorsión del habla y pausas inapropiadas (Creutz, 1934)
- Galen (200 D.C) "Teoría de la Función Cerebral" Figura médica más importante de este
periodo. Luego de mudarse a Roma como médico personal del emperador Marcus Aurelius,
desarrolla la "Teoría de la Función Cerebral", como la disección del cuerpo humano estaba
prohibida por la ley romana, experimento con animales vivos. En uno de sus experimentos
se dio cuenta que mientras estaba operando a un chancho paro de gritar, pero continuaba
respirando inmediatamente después de haber cortado un par de nervios en la garganta,
demostrando que la voz no proviene del corazón, como afirmo Aristóteles, pero debe ser
considerada como una función proveniente del cerebro. Más tarde con otros experimentos,
Galen confirma su descubrimiento de "los nervios de la voz" experimentando con cabras,
perros, incluso con leones del Coliseo Romano (Finger, 2000).
Galen encontró que los nervios provenientes del cerebro controlan la voz y fue
nuevamente corroborado con otros experimentos en los que demostró que al exponer el
corazón del animal, aún era capaz de respirar y llorar, sin embargo, si el cerebro era
expuesto y se le aplicaba presión a uno de los ventrículos, entonces el animal dejaba de
respirar, llorar o moverse. Galen siguiendo a los filósofos Hipocrates y Greek, localiza el
"alma" refiriéndose a la percepción, cognición y memoria en el 1°, 2° y 3° ventrículo del
cerebro respectivamente. Consideró al cerebro y la espina cordal, como el centro de los
nervios entregando vida y movimiento a todo el cuerpo. Describió los síntomas de un ACV
como una perdida simultanea de la movilidad, sensación y respiración, el cual es causado
por la acumulación de flema y particularmente bilis negra. III. "Renacimiento: Primeras
referencias claras de Afasia" s. XV y XVI Pocas referencias del fenómeno afásico y su
localización.

Los tres casos más interesantes reportados durante esta época. - Antonio Guainerio:
Localización del lenguaje en un lugar específico del cerebro. Famoso profesor de la
Universidad de Padua, en sus "Trabajos Médicos" publicados en 1481, describe dos casos
afásicos. De la breve descripción, se deduce que el primer paciente sufría de Afasia Motora
o de Broca y el 2° anomia (Afasia de nombres propios). Según Guainerio ambas alteraciones
del habla son por acumulación de mucha flema en el ventrículo posterior, por lo tanto el
órgano de la memoria logra retener poco o nada. En base a esta propuesta, totalmente
falsa, sin embargo, fue el primero en localizar explícitamente el lenguaje en un lugar
específico del cerebro. - Nicholas Massa: Otro caso interesante publicado por el anatomista,
en sus "Escritos Médicos" en 1558 describe el caso de un paciente joven herido en la cabeza
con la punta afilada de una lanza, como consecuencia no es capaz de hablar durante 8 días.
En el texto no queda claro si está perdida de voz corresponde a una afasia traumática o a
una anartria. - Johann Schenck von Grafenberg: Médico alemán que publico "Observaciones
Médicas sobre la Cabeza Humana" 1585. Donde señala las consecuencias del daño cerebral
en muchos casos de apoplexia, donde la lengua no está paralizada y el paciente no puede
hablar, porque la memoria está alterada sin poder producir palabras.
Siendo el primer autor quien implícitamente hace una distinción entre una
alteración de lenguaje (afasia) y una alteración de habla (disartria), apreciando la naturaleza
de la afasia. La creencia de que la afasia se debe a un defecto de la lengua, se mantiene
hasta mediados del siglo XIX, siendo común tratar de curar la afasia con yeso en la lengua y
medicinas. IV. Reportes del siglo XVII y XVIII Durante el siglo XVII se creció en el número de
descripciones clínicas sobre la afasia, siendo más extensas y precisas que en siglos
anteriores. - Theophile Bonet: Importante médico Francés, publicó "Guía para médicos
practicantes" en 1684, armo una de las primeras colecciones de reportes de autopsias con
un enfoque científico en medicina, aconsejando un remedio notable para la apoplexia y
ACV, este remedio era sólo prescrito a personas ricas y de la realeza. - Johann Schmidt: En
1676 describe un caso de alexia sin agrafia, en un paciente de 65 años, que después de sufrir
un severo ACV, quedo con parálisis del hemicuerpo derecho y producía parafasias verbales
al hablar, después de algún tiempo ambas dificultades de habla y la parálisis habían
desaparecido, pero mantenía una severa alexia, sin embargo, podía escribir y deletrear
(Benton y Joint 1960).

V. 1800-1860: Avances en la comprensión de la Afasia En la 1° mitad del siglo XIX hubo


mayores avances en la formulación de teorías de la naturaleza de la afasia y de la relación
entre lenguaje y cerebro. Por primera vez fueron descritas clínicamente las alteraciones de
la comprensión auditiva, la distinción clara entre desordenes del habla y del lenguaje, la
afasia puede ocurrir sin un impedimento intelectual significativo. Concerniente a las bases
neurológicas del lenguaje se argumentó que la expresión puede localizarse en la parte
anterior del cerebro. Y que el lenguaje se encuentra en el hemisferio izquierdo. En este
mismo periodo se publicaron muchos artículos describiendo los síntomas clínicos de la
afasia, con mucho más detalle que antes. - Franz Joseph Gall: Neuro-anatomista Vienes.

Alrededor de 1800 toma lugar la idea acerca de la localización de las funciones


cognitivas superiores. Desarrolla nuevas teorías para la época que quebraban radicalmente
con las ideas medievales en relación al cuerpo y mente, la iglesia rechazaba todo tipo de
teorías que propusieran como base de nuestras capacidades psíquicas y mentales una
estructura material como era el cerebro y no un centro espiritual. Aunque Gall realizo
importantes contribuciones a la neuroanatomía, como la distinción entre: la materia gris
del cerebro que contiene cuerpos celulares (neuronas) y la materia blanca que contiene
fibras (axones) y del cruce en X de las pirámides, localizaba funciones mentales sin basarse
en investigaciones neuropatológicas, sino que en la pseudo ciencia de la craneometría (más
tarde llamada frenología), señalando que era posible localizar varias funciones psicológicas,
a través de la palpación y sintiendo la forma del cráneo. Fue capaz de construir un mapa
que contenía 27 diferentes organizaciones cerebrales, cada uno asociado a una capacidad
mental especifica. Propuso que el centro del lenguaje hablado estaba ubicado
inmediatamente detrás de los ojos. - Jean Baptiste Bouillaud: Profesor de medicina en Paris.

En 1825, localiza el lenguaje en los lóbulos Frontales. Realiza una distinción entre la
alteración en la articulación del habla y del lenguaje. Diferencia lo que ahora llamamos
"apraxia del habla" y "anomia". Señalando que en términos anatómicos el órgano del
lenguaje articulado y la memoria para las palabras estaban ubicados en los lóbulos
anteriores. - Marc Dax (1836): ¿Primera descripción de la dominancia cerebral? Cuatro años
después del famoso descubrimiento de Paul Broca sobre la ubicación del "centro de la
articulación del lenguaje" en la parte posterior de la 3° circunvolución frontal, realizo otra
importante contribución al estudio del lenguaje y del cerebro, publico que la afasia en
diestros es siempre causada por lesiones de la mitad izquierda del cerebro y no del derecho.

Sin embargo, Gustav Dax público un artículo con la información que su padre Marc
Dax en 1836 presento en un congreso médico al Sur de Francia donde señalaba que las
lesiones de la mitad izquierda del cerebro coinciden con el olvido de los signos del
pensamiento. Por lo tanto se crea la polémica sobre realmente quien se lleva los créditos
sobre la primera descripción de la dominancia cerebral.
LOCALILZACIONISMO - Paul Broca (1824-1880): Médico Francés. En el año 1861 presentó
el caso del paciente (Leborgne) Tan-Tan con una lesión cerebral en el pie de la tercera
circunvolución frontal izquierda, señalando que en este sitio se encontraría el centro de la
articulación del lenguaje, provocando "afemia": perturbación adquirida de la facultad del
lenguaje articulado. Afirmo que ambos hemisferios eran asimétricos en cuanto a sus
funciones y que el hemisferio izquierdo contenía el área del lenguaje en la mayoría de los
seres humanos. - William Ogle: En 1867 señala que existe un área del lenguaje escrito,
independiente del área de Broca que era el área de la articulación del lenguaje hablado. -
Carl Wenicke (1848-1905): Neurólogo Alemán, en 1874 demuestra que una lesión en la
primera circunvolución temporal izquierda en un sujeto diestro, altera el reconocimiento
de los sonidos del lenguaje, lo que denomina Afasia Sensorial. Identificando el centro
auditivo del habla en el lóbulo temporal izquierdo.

En 1904 postuló la Afasia de Conducción y presenta un primer modelo


neurolingüístico. - Joseph Jules Dejerine (1849-1917): Señala que el afásico es un individuo
que sin ser demente, paralítico, ciego o sordo, es incapaz de expresarse por medio de la
palabra o de la escritura. HOLISMO Corriente antilocalizacionista, que propone que las
funciones superiores no pueden ser localizadas. Sus principales exponentes son: - Hughlings
Jackson (1835-1911): Fundador de la escuela cognitiva. Describió la disociación automática
voluntaria. Señalo que el lenguaje tiene un componente emocional (HD) y un componente
proposicional (HI). Define a la afasia como un trastorno para estructurar proposiciones y no
como la pérdida de las imágenes y la memoria de palabras. Considera al lenguaje como una
función psicológica ligada a la integridad cerebral. Pensaba que el lenguaje al ser parte del
pensamiento, los afásicos presentarían disturbios en los procesos intelectuales. - Kurt
Goldstein (1878-1965): Señala que la afasia implica la pérdida de la actitud abstracta y trae
como consecuencia el concretismo.

Su postura es más de carácter filosófico que neurofisiológico. Señala que un afásico


no es un "hombre con el lenguaje modificado", sino un "hombre modificado". - Pierre Marie
(1853-1940): En 1906 publica un artículo en el que critica el planteamiento de Broca.
Investigó el cerebro estudiado por Broca, señalando que la lesión se extendía
subcorticalmente y hacia Wernicke. Proponiendo que solamente una lesión en el área de
Wernicke produce afasia y que la Afasia de Broca sería una Afasia de Wernicke más una
anartria. Interpreta la afasia como una enfermedad intelectual que provoca una reducción
de la capacidad de la inteligencia.

NEUROPSICOLOGIA CLÁSICA: En este periodo aparecen los sistemas funcionales. -


Alexander Luria (1902-1977) Psicólogo y médico Ruso. Introdujo el concepto de bloques
funcionales y sistemas funcionales. Durante su vida trabaja como investigador, estudia los
procesos cognitivos, la afasia y las agnosias. Estudia las lesiones cerebrales focales por
herida de bala e investiga y publica "Traumatic Aphasia". - Norman Geschwind (1926-1984)
Neurólogo impartió clases en la Universidad de Harvard. Su obra maestra es conocida como
"Síndromes de desconexión en animales y en el hombre". Propone un modelo conexionista
explicativo del lenguaje, completando el clásico Modelo de Wernicke. Trasciende
principalmente por sus estudios sobre asimetrías cerebrales en el plano temporal del
hemisferio izquierdo.

La afasia es consecuencia de una ruptura en el normal procesamiento cerebral del


lenguaje, y el origen es siempre una lesión cerebral orgánica, que puede ser de distintas
etiologías (vascular, neoplásica, traumática, degenerativa, epileptogénica, entre otras). Sin
embargo, el factor determinante principal de los síntomas en la afasia no es la etiología de
la lesión cerebral, sino su topografía. Una afasia vascular no se diferencia de una afasia
tumoral por la semiología afásica sino por otros aspectos clínicos. Es la localización
neuroanatómica de la lesión cerebral, y su impacto diferencial sobre las redes neuronales
que procesan el lenguaje en sus diversos niveles lo que va a constituir el factor crucial en la
determinación de las características de la Sintomatología afásica. (Luis F. Beltrán Millán,
2007. Afasia: Tipología Clínico-Topográfica) Son los síntomas del paciente con afasia los que
permiten el diagnóstico de la misma.

Los síntomas de la afasia traducen el trastorno en la capacidad de elaborar, emitir


y/o comprender el lenguaje por el cerebro lesionado y se manifiestan en todas las
modalidades (oral, escrito, gestual). El término general de "transformación afásica" designa
cualquier unidad o secuencia errónea producida en la expresión del lenguaje afásico,
distinguiéndose entre síntomas por "reducción" y síntomas por "deformación". La
semiología de la afasia se produce también a nivel de la comprensión.

Síntomas por reducción del lenguaje

Los distintos síntomas por reducción del lenguaje se pueden presentar a nivel
articulatorio, a nivel fonológico, lexical, sintáctico, semántico o pragmático. Entre los
síntomas por reducción del lenguaje podemos incluir a nivel de la expresión del lenguaje la
supresión, la hipofluencia, las estereotipias, las anomias, el agramatismo, etc. Un
circunloquio, p. ej., es una estrategia de compensación de un déficit reductivo, como la
anomia. Los síntomas por reducción también afectan a la comprensión del lenguaje, de
forma diferencial según sea el tipo de afasia; p. ej. En la Afasia de Broca se afecta de forma
selectiva la comprensión de órdenes sintácticas complejas manteniéndose bien la
designación (reconocimiento de palabras) y las órdenes simples.

Síntomas por deformación del lenguaje

Se observan en los trastornos que deforman la expresión: a nivel del lenguaje oral,
como parafasias, paragramatismo, jergafasia. Las parafasias características de la afasia se
caracterizan porque la palabra final que se produce suele ser con mucha frecuencia una
"no-palabra", lo que lo distingue de los errores en el habla del sujeto normal. A nivel de
lenguaje escrito tenemos las paragrafias y las paralexias. Síntomas por alteración de la
comprensión del lenguaje Hay que diferenciar síntomas a nivel de la entrada auditiva, del
procesado fonológico, de la comprensión de las palabras (nivel lexical), de la comprensión
de las estructuras sintácticas y gramaticales y de la comprensión a nivel semántico.

Afasias no fluentes y síntomas en el lenguaje expresivo


Entre las características principales del lenguaje figuran:
1. Disminución del lenguaje producido: el lenguaje es escaso, con menos de 50
palabras por minuto. Las frases son cortas y muchas veces limitadas a una o dos
palabras.
2. Esfuerzo de producción y pérdida de la automatización: el lenguaje es lento y
laborioso. Con mucha frecuencia el paciente necesita hacer un sobre-esfuerzo
(gestos faciales, corporales, etc. de apoyo) para producir las palabras.

3. Disartria: el lenguaje producido está mal articulado y es de difícil comprensión.


También suele haber disprosodia.

4. Agramatismo: se pierden las partículas gramaticales así como las terminaciones


gramaticales; el lenguaje tiene una sobreabundancia en palabras-contenido
como nombres y verbos.

5. Mantenimiento relativo del contenido informativo: el lenguaje tiende a ser de


tipo telegráfico, p. ej., si se le pide que describa el tiempo que hace, un afásico no
fluente puede decir sólo "frío", e incluso si se le insiste en que diga una frase es
posible que sólo llegue a decir (y con esfuerzo)... “tiempo... ...frío". En contraste
con su pobre lenguaje, muchos afásicos no-fluentes suelen retener su capacidad
musical y pueden tararear una melodía bastante bien.

Afasias fluentes, síntomas en el lenguaje expresivo


Los aspectos más característicos del lenguaje espontáneo en los pacientes son:
Afasias fluentes se presentan a continuación:
1. Producción de palabras y frases sin esfuerzo: la cantidad de palabras producidas
oscila entre niveles desde bajo-normal hasta hiper-normal. El lenguaje es producido
sin esfuerzo y la articulación es normal. Las frases suelen ser de una longitud normal
(5-8 palabras) y la prosodia tiene una calidad aceptable.
2. Estructura gramatical relativamente mantenida.
3. Alteración fundamental a nivel lexical: el lenguaje está muy desprovisto de
contenido informativo, los pacientes pueden producir frases largas, pero apenas sin
palabras sustantivas y que casi no transmiten información, por lo que se habla de
"lenguaje vacío". Hay un déficit de palabras sustantivas que transmitan sentido (por
el contrario, en las afasias no-fluentes, el lenguaje producido es abundante en estas
palabras). A nivel semiológico se observan abundantes:
 "circunloquios" ("para escribir" en lugar de lápiz)
 "palabras no-referenciales" ("cosa", "eso")
 "parafasias": son deformaciones parciales o sustituciones completas de las palabras
que deben producirse. Es clásico distinguir dos tipos básicos de parafasias:
Parafasias fonémicas: reemplazan un fonema por otro, por ej., "bofafo" por
"bolígrafo"; en este caso habría también supresión de otro fonema.
Parafasias semánticas o verbales: sustituyen la palabra diana por otra palabra que
es real pero incorrecta en ese momento determinado, por ej., decir "silla" al intentar
pronunciar "mesa". Pueden tener relación semántica, fonológica o mixta. (Luis F.
Beltrán Millán.2007. Afasia: Tipologías Clínico-Topográficas)

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL DE LAS AFASIAS:

Evaluación clínica: evaluación de las Afasias utiliza procedimientos tanto clínicos


como psicométricos. Sin embargo la disponibilidad de normas, no substituye la habilidad
clínica para realizar un análisis sindromático y no puede nunca reemplazar el conocimiento
acerca de la organización cerebral del lenguaje. De ahí la motivación de destacar la
importancia de la Evaluación Clínica, proceso mediante el cual obtenemos información
cualitativa acerca de las debilidades y fortalezas del paciente, estableciendo su grado de
compromiso, identificando tanto las ayudas como los malos hábitos comunicativos, para
establecer el diagnóstico, pronóstico y plan de tratamiento; inclusive es considerada por
algunos, como la primera aproximación clínica hacia el paciente que orientara el eventual
uso de pruebas psicométricas o test estandarizados.

El diagnóstico diferencial de las afasias desde la perspectiva de la neuropsicología


clásica, se basa principalmente en muestras de la producción oral, la comprensión auditiva,
la repetición y la denominación, y adicionalmente incluye la evaluación de la lectura y la
escritura:

1. Producción oral: Fundamentalmente está orientado a distinguir entre síndromes


fluentes y no fluentes, para los cuales se sugiere considerar los parámetros de longitud de
la frase, proporción de palabras de contenido/palabras funcionales, uso sintáctico,
parafasias, prosodia y agilidad articulatoria. Una persona normal en promedio produce
cerca de 100 a 175 palabras por minuto. En afásicos se describen rendimientos que varían
de rangos de 12 a 220 palabras por minuto. El paciente fluente, se caracteriza por presentar
enunciados producidos sin esfuerzo, con una longitud de la frase por sobre 5 o 6 palabras,
con una adecuada articulación (aunque no necesariamente) y con patrones estructurales
de la oración conservados, aunque éstos pueden presentar errores paragramaticales y se
observan desde muy pocas a una gran cantidad de errores parafásicos. Generalmente se
asocia a lesiones cerebrales posteriores; por el contrario, el paciente no fluente presenta
un habla laboriosa, en cortos agrupamientos de palabras (pocas veces exceden las 3 o 4
palabras), con un deterioro en la articulación, son agramaticales y se aprecia disprosodia.
Generalmente se asocia a lesiones anteriores e inclusive a lesiones fronto-putaminales
como en el caso del mutismo. Se recomienda observar cómo se comportan estos
parámetros en tareas de lenguaje conversacional (en relación a datos biográficos y/o
eventos históricos bien conocidos) y muestra de lenguaje de exposición (como por ejemplo
descripción de una lámina).

2.- Comprensión Auditiva. Inicialmente se debe tener presente la existencia de


déficit visuales (perceptivos o de campo visual), tener cuidado con la metría de los estímulos
a utilizar, considerar variables cognitivas y factor educacional. Su deterioro puede hallarse
tanto a nivel de palabras aisladas como en frases y oraciones. En cada nivel existen muchos
grados de deterioro y sensibilidad a categorías de palabras particulares y a formas
sintácticas específicas. Generalmente su compromiso se relaciona con lesiones en áreas
temporo-parietales. Un buen examen debe contemplar tareas como órdenes dentro de un
contexto natural como primera instancia, ya que se ha visto que responden francamente
mejor en este tipo de tareas, para luego considerar el rendimiento a nivel de comprensión
auditiva de palabras aisladas (primero de grupos de categorías y luego en forma aislada),
comprensión de oraciones y párrafos (considerar detalles explícitos, implícitos y una idea
principal). Se sugiere además incluir un amplio rango de categorías semánticas y sintácticas
y controlar variables como: la emocionalidad, la relevancia personal (principalmente en
pacientes severos quienes responden mucho mejor en actividades más familiares y
contextualizadas), la frecuencia de aparición de los estímulos a emplear, la longitud, edad
de adquisición de la palabra, complejidad gramatical y semántica.

3.- Repetición. Descartando cualquier déficit perceptivo a nivel auditivo, de


memoria y atención que puedan interferir con la tarea, se sugiere explorar este parámetro
en tareas como repetición de monosílabos, palabras mixtas y polisilábicas (tanto reales
como pseudopalabras), nombres de objetos, verbos, números, letras y palabras
funcionales, hasta frases y oraciones de complejidad estructural ascendente. También es
importante considerar variables como la frecuencia, categoría, emocionalidad, complejidad
fonética, longitud y forma gramatical de las palabras. Generalmente su alteración se asocia
a lesiones pre-rolándicas y ésta se puede verse alterada en tres puntos del proceso: a nivel
del reconocimiento, de la articulación o por una disociación selectiva entre la aferencia
auditiva y el sistema eferente como es el caso de los afásicos de conducción. De ahí que los
errores que uno puede observar van desde fallas fonéticas, simplificaciones silábicas,
aproximaciones sucesivas a la palabra buscada y autocorrecciones, parafasias, adición de
sílabas o palabras hasta la ecolalia.

4.- Denominación. Inicialmente se recomienda controlar factores extrínsecos que


puedan afectar la evaluación como confusión, fallas atencionales, déficit comprensivos,
fatiga y problemas visuales, para posteriormente comenzar la exploración por medio de
tareas de denominación por confrontación visual, en dónde se deben incluir elementos de
alta y baja frecuencia, objetos, acciones, letras, números, colores y partes del cuerpo
(recordar siempre establecer que la palabra denominada forme parte del vocabulario del
paciente). Otras variables a considerar serían la categoría semántica, longitud, complejidad
fonética y valor emocional de los estímulos. También se pueden incluir tareas de respuestas
por denominación, en donde las asociaciones semánticas facilitan la recuperación de la
palabra, sin embargo estas deben aplicarse en sujetos con buen nivel comprensivo, de lo
contrario esto interferiría en el rendimiento. Inclusive en pacientes con compromiso más
leve se pueden realizar tareas de denominación dentro de una categoría, como es el caso
de pruebas de fluidez verbal. La dificultad para acceder al léxico de manera adecuada es el
síntoma característico y común de todas los tipos de afasia y se conoce como anomia y su
presencia no tiene una correlación anatómica específica. Se pueden expresar clínicamente
como pausas o indecisiones al expresarse, circunloquios, parafasias (fonémicas, verbales,
semánticas y perseverativa), anomia a categorías específicas y anomia de modalidades
específicas. Si bien se señala que el tipo de error tiene una correlación débil con el tipo de
cuadro afásico, se suele asociar por ejemplo a las parafasias fonémicas con lesiones más
anteriores y a las parafasias verbales con circuitos más posteriores.
5.- Escritura. La escritura contempla aspectos lingüísticos, motores, práxicos,
visuoespaciales y cinestésicos; por lo tanto, pueden presentar errores en deletreo
(paragrafias grafémicas, omisiones, etc.), sintaxis (paragramatismo/agramatismo),
semántica (paragrafias semánticas) o por construcción pobre de rasgos físicos de la palabra
escrita y dificultades en el manejo del espacio. Se sugiere realizar tareas de escritura
automática v/s propositiva (de palabras regulares e irregulares); escritura por confrontación
visual v/s escritura al dictado (palabras monosilábicas y de metría ascendente, regulares e
irregulares), oraciones de longitud ascendente (inclusive el dictado puede ser más fácil a
veces) y escritura narrativa. Generalmente se asocia a lesiones en el lóbulo parietal inferior
(esquemas de la escritura) y el lóbulo frontal (salida grafomotriz).

6.- Lectura. La lectura oral se sugiere valorar a nivel de palabras asiladas familiares
o con carga emocional hasta oraciones de diferente complejidad semántica, sintáctica,
fonémica y metría. Es importante considerar sustantivos, verbos, números, letras, palabras
funcionales, regulares, irregulares, concretas, abstractas y pseudopalabras. La lectura
comprensiva, se explora desde tareas simples como emparejar dibujo-palabra, agrupación
de palabras en categorías semánticas o detectar la diferente del grupo, completación de
frases o a nivel de párrafos señalar la alternativa correcta; se recomienda tener cuidado con
la ejecución de órdenes escritas en el paciente afásico, ya que les cuesta entender el
propósito de la tarea. Es posible encontrar errores visuales como lingüísticos a nivel de
grafemas, palabras y frases. Generalmente se asocia a lesiones en áreas occipitales y giro
fusiforme. (Michelle Casanova R.2007.Diagnóstico Diferencial de Afasias)

Test de Boston:

A la fecha se han creado numerosos test para evaluar la afasia, el Test de Boston
para el Diagnóstico de las Afasias (TBDA) fue publicado en 1972, siendo una de las pruebas
más frecuentemente utilizada en los últimos años. En español existen 3 traducciones
realizadas por la Editorial Médica Panamericana en los años 1976, 1996 y 2005, la última
versión incluye además un formato abreviado y otro ampliado.
El TBDA (2005), permite obtener un perfil general del lenguaje del paciente en
diferentes áreas:

Habla conversacional y de expresión (escala de severidad), comprensión auditiva,


expresión oral, lectura, escritura y praxis. En el anexo 1 se muestra cuadro comparativo de
los subtest de la versión 1996 y 2005 respectivamente.

1.- Habla conversacional y de expresión: permite establecer una buena relación con
el paciente, evaluar su competencia funcional en la comunicación y realizar una evaluación
formal del patrón de producción del habla. Los datos obtenidos en ésta área permite
establecer la severidad a través de una escala que mide el grado de deterioro de la
comunicación, donde 0 indica que no es posible ninguna comprensión útil ni producción del
habla. El perfil está destinado a unir en un formato visualmente llamativo las escalas
cuantitativas de las dimensiones de la afasia que contribuyen de manera fundamental a la
clasificación diagnóstica.

2.- Comprensión auditiva: evalúa comprensión de palabras, órdenes, material


ideativo complejo y procesamiento sintáctico.

3.- Expresión oral: evalúa agilidad oral, secuencias automatizadas, recitado, melodía
y ritmo, repetición y denominación

4.- Lectura: evalúa reconocimiento simbólico básico, identificación de palabras,


fonética, morfología gramatical y derivativa, lectura en voz alta, lectura en voz alta de
oraciones con comprensión y comprensión de lectura.

5.- Escritura: evalúa mecánica de la escritura, habilidades codificadoras básicas,


deletreo en voz alta, denominación escrita de dibujos, escritura de oraciones al dictado y
escritura narrativa libre.

6.- Apraxia: se evalúan gestos naturales, gestos convencionales, uso simulado de


objetos con una finalidad concreta y movimientos bucofaciales respiratorios. (Lilian Toledo
R.2007. Diagnóstico Diferencial de Afasias)
La influencia de la Afasia en niños y adolescentes

Las lesiones perisilvianas unilaterales izquierdas que originan afasia son poco
frecuentes en la niñez y la adolescencia debido a que su principal causa, los accidentes
cerebrovasculares, tienen baja prevalencia en este período de la vida. Una afasia en estas
edades deriva, con mayor frecuencia, de lesiones traumáticas o postencefalíticas; también
aparece, de forma progresiva, en el curso de enfermedades neurodegenerativas propias de
la edad juvenil. Pero estas últimas patologías conllevan daño cerebral de localización
múltiple y difusa que dificulta el estudio de las correlaciones clínico-fisiopatológicas.

En trabajos clásicos se describían las afasias adquiridas durante la niñez con la


característica común de hipofluidez y con predominio de síntomas ‘negativos’. Sin embargo,
trabajos más recientes de los últimos tres decenios han indicado que, tanto en el período
inmediato a la lesión como a lo largo del seguimiento, la afasia infantil puede presentarse
como fluente o no fluente, con todos los síntomas ‘positivos’ y ‘negativos’ y todo el arco de
variedades sindrómicas conocidos en la afasiología del adulto . En general, la recuperación
del discurso oral es mejor cuando la lesión del hemisferio dominante ocurre en la niñez,
pero las observaciones longitudinales demuestran las consecuencias negativas sobre la
utilización de la memoria verbal, el uso del material escrito y el progreso académico. (J.
Narbona, N. Crespo-Eguílaz, 2008. Afasia en niños y adolescentes: aspectos evolutivos)

En la mayor parte de los casos la clínica inicial es ‘no fluente’, con predominio del
trastorno expresivo sobre el déficit de comprensión, no obstante, se han comunicado casos
con logorrea parafásica, neologismos etc., acompañados de un trastorno grave de la
comprensión. La recuperación de funciones lingüísticas automáticas (fonología, sintaxis,
prosodia) es mucho más rápida y completa en las afasias infantiles que en las del adulto.
Toda la semiología ‘negativa’ (anartria, disprogramación fonológica, anomia,
hipogramatismo, aprosodia) y “positiva” (parafasias, logorrea) puede observarse en el curso
evolutivo de la afasia infantil de forma similar a lo descrito en el adulto. Inicialmente, en
gran parte de los casos, se observa afasia de tipo Broca con bastante buena preservación
de la comprensión, pero también se han descrito pacientes en edad infantil con la
constelación característica de la afasia de Wernicke.
Asimismo, desde un principio o, con más frecuencia, en el curso de la recuperación
a corto plazo, se han descrito afasias transcortical motora, transcortical sensorial y de
conducción la afasia anómica es el resultado más habitual a medio plazo, con dificultades
de recuperación léxica y circunloquios que pueden configurar un discurso fluido pero vacío.
Las habilidades fonológicas se recuperan bastante bien en el lenguaje coloquial, y sólo
ciertas pruebas estructuradas de memoria de trabajo fonológica ponen de manifiesto las
eventuales dificultades residuales en este aspecto.

En una serie de 16 infartos isquémicos de estructuras subcorticales se ha


comprobado que la afasia estaba presente solo cuando la lesión afectaba al hemisferio
izquierdo; la afasia era inicialmente no fluente en todos los casos, y la recuperación del
lenguaje espontáneo y conversacional fue mucho mejor cuando la lesión afectaba a
estructuras anteriores (cabeza del caudado, pálido, brazo anterior de la cápsula interna)
que cuando asentaba en el tálamo, brazo posterior de la cápsula interna y centro oval.

La afasia supone un deterioro del funcionamiento neurolingüístico que previamente


se había desarrollado con normalidad, sin que otros problemas instrumentales o cognitivos
puedan justificar la pérdida del lenguaje. Para diferenciar una afasia (trastorno adquirido)
de un trastorno específico del desarrollo del lenguaje (disfasia), se establece, a efectos
prácticos, la edad de 1,5-2 años como límite inferior en las descripciones de casuística, pues
a dicha edad ya se ha desarrollado, por lo general, un vocabulario de medio centenar de
palabras y se comienza a construir frases de dos elementos. Se considera que hasta la edad
puberal las lesiones hemisféricas izquierdas originan síndromes afásicos con mejor curso de
recuperación que los adquiridos posteriormente.

Esto se ha venido explicando en términos de plasticidad funcional intrahemisférica


y de establecimiento progresivo de la dominancia hemisférica para el lenguaje. Con
métodos clásicos no invasivos (escucha dicótica, tareas de concurrencia verbo-manual) se
ha venido sustentando que el gradiente de dominancia hemisférica para los procesos
automáticos del lenguaje se establece progresivamente hasta el final del período
preescolar, aun teniendo en cuenta que el hemisferio izquierdo está genéticamente más
dotado que el derecho para manejar el material verbal; esto último fue sustentado por
Kinsbourne hace un cuarto de siglo y ha sido recientemente confirmado mediante
resonancia magnética funcional en niños desde los primeros meses de vida; los métodos de
neuroimagen funcional han permitido confirmar recientemente que, en efecto, el
procesamiento de material verbal se realiza de forma claramente preferencial en el
hemisferio izquierdo desde época muy temprana, incluso en el primer trimestre de vida.
Esto es compatible, por otra parte, con una capacidad aumentada de suplencia por parte
del hemisferio derecho en el sujeto joven en comparación con el adulto, como se desprende
del análisis de las observaciones de afasia adquirida en niños.

Ullman propone un modelo neurolingüístico basado en la dicotomía de memoria


procedimental/declarativa, según el cual el aprendizaje de las reglas de las formas
fonológicas (o grafémicas) y sintácticas de la lengua materna implicaría la memoria
procedimental, automática y con escaso esfuerzo consciente. En cambio, el léxico auditivo
de las palabras y de sus formas visuales escritas, así como el acceso al significado de los
lexemas y de las marcas sintácticas, pertenecerían al dominio de la memoria declarativa,
cuya adquisición y recuperación requerirían más o menos esfuerzo consciente. Según las
evidencias anatomoclínicas y de neuroimagen funcional, los procesos más automáticos
(procedimentales) del lenguaje utilizan básicamente la corteza asociativa secundaria
perisilviana (porción opercular de la tercera circunvolución frontal y plano temporal) y las
estructuras subcorticales estriotalámicas; en cambio, los procesos lexicosemánticos utilizan
como encrucijada funcional la corteza asociativa terciaria perisilviana (porción triangular de
la tercera circunvolución frontal, giro supramarginal, giro angular, cingulado anterior); todo
ello con un fuerte predominio del hemisferio izquierdo.

El déficit fonológico y el hipogramatismo de las afasias ‘no fluentes’ se deberían a


la pérdida del manejo de los engramas automáticos adquiridos anteriormente; los pacientes
con este tipo de afasia tienen anomias por dificultad de acceso a la forma acústica de las
palabras. Lo cual contrasta con el déficit de comprensión en las afasias ‘fluidas’ (afasia de
Wernicke, afasia transcortical sensorial), que cursan con compromiso del acceso al
significado de las palabras y de las marcas gramaticales, dependiente de la memoria
declarativa. Más concretamente, en la afasia anómica (o ‘amnésica’), el fallo específico
reside en una dificultad para acceder conscientemente a la unión de los significados de las
palabras con sus formas sonoras, siendo, en cambio, el discurso correcto en la dimensión
fonológica y relativamente ágil en la dimensión sintáctica (débito normal, con
circunloquios). En niños y adolescentes jóvenes, los procesos automáticos (fonología,
gramática) parecen más fácilmente compensables por el hemisferio derecho tras una lesión
adquirida en el izquierdo; de hecho, es frecuente que, tras un tiempo de recuperación, el
discurso no contenga los residuos de disprogramación fonológica e hipogramatismo propios
de las afasias adquiridas en adultos. En cambio, el acceso al léxico y la memoria verbal a
corto y largo plazo se recupera más difícilmente en las afasias infantojuveniles, tras las
cuales con frecuencia persisten anomia y dificultades en los aprendizajes académicos.

El síndrome afasia-epilepsia de Landau y Kleffner es exclusivo de la edad preescolar


que cursa con agnosia auditiva verbal, y constituye un paradigma de afasia especialmente
grave en el niño. El trastorno fisiopatológico recae probablemente sobre los mecanismos
subcorticales de conexión entre el área auditiva primaria y la región de corteza asociativa
adyacente.

Los estudios de seguimiento prolongado estiman que aproximadamente el 50% de


los afectados queda con incapacidad verbal grave permanente. Al parecer, cuanto más
temprana es la edad de instauración, peor es el pronóstico, al revés de lo que pasa en las
afasias adquiridas por lesión unilateral. La bilateralidad de la disfunción de las áreas
asociativas corticales para el lenguaje y de sus conexiones talámicas impiden que se pongan
en marcha los oportunos procesos de suplencia intrahemisférica e interhemisférica, lo que
puede explicar la gravedad del cuadro y su difícil recuperación en muchos casos.

El estudio de correlaciones anatomoclínicas en la afasia adquirida durante la niñez


se ha enriquecido recientemente mediante la descripción detallada de pacientes con
lesiones perisilvianas, corticales y estriotalámicas; la patología vascular (infartos
isquémicos), a pesar de su baja incidencia en estas edades, proporciona la casuística más
apta para este tipo de estudios, pero otras patologías más comunes en el sujeto joven
(traumáticas, neuroinfecciosas, tumorales) también han permitido realizar descripciones
útiles.:

 La semiología de la afasia en niños y adolescentes es similar a la descrita en el


adulto, incluyendo en las fases iniciales tanto formas no fluidas como formas
fluidas de afasia, estas últimas con sintomatología ‘positiva’ de logorrea y
parafasias, incluso si la comprensión se conserva mejor en niños que en los adultos
con igual forma clínica y topografía lesional.

 La recuperación del lenguaje espontáneo y conversacional es mucho mejor en


sujetos jóvenes, incluida la adolescencia.

 En infartos perisilvianos izquierdos extensos, la recuperación de los procesos


neurolingüísticos básicos ocurre mediante transposición prácticamente completa
de dichos procesos al hemisferio no dominante, lo que se confirma mediante
escucha dicótica.

 Las afasias por lesión subcortical son, proporcionalmente, más frecuentes en niños
que en adultos, y las lesiones de la topografía posterior (tálamo, brazo posterior
de la cápsula interna, centro oval) causan una sintomatología más grave que las de
la topografía anterior (estriado, brazo anterior de la cápsula interna).

 Los estudios que implican seguimiento durante varios años tras la lesión permiten
constatar las manifestaciones a distancia de afasias que, adquiridas en edad
preescolar o escolar, y tras una recuperación completa del lenguaje oral, se siguen
de importantes dificultades para la lectura, la escritura y el cálculo. . (J. Narbona,
N. Crespo-Eguílaz. 2008.(Afasia en niños y adolescentes: aspectos evolutivos)
Bases teóricas

La afasia es el trastorno del lenguaje que se produce como consecuencia de una


patología cerebral. Se trata de la pérdida de capacidad de producir o comprender el
lenguaje, debido a lesiones en áreas cerebrales especializadas en estas funciones. Es
entonces una pérdida adquirida en el lenguaje oral.

Aunque de apariencia similar, los hemisferios cerebrales se especializan en


funciones diferentes. Una de las más conocidas es la especialización del hemisferio
izquierdo en la mayoría de las personas como base del lenguaje. La comprensión de los
aspectos no verbales del lenguaje y de la prosodia de éste se relaciona más directamente
con el hemisferio derecho. Esto es así para el 98-99% de las personas diestras y el 70% de
las personas zurdas, estando parcial o totalmente lateralizado en el lado derecho en el
resto.

El hemisferio izquierdo también se encarga de controlar la motricidad de los


miembros del hemicuerpo (mitad del cuerpo) derecho. Además, las zonas motoras se
encuentran físicamente cercanas a las del lenguaje, por lo que es común que algunos
subtipos de afasia se acompañen de hemiparesia (debilidad motora en un hemicuerpo).

La afasia puede ser causada por un accidente cerebrovascular, un traumatismo


craneoencefálico, una infección cerebral, una neoplasia o un proceso degenerativo.

 Accidente cerebrovascular: es la causa más frecuente de afasia, sobre todo el


producido por isquemia trombótica o embolígena.
 Traumatismo craneoencefálico: provocado generalmente por un accidente.
 Infecciones localizadas o difusas del cerebro, como absceso cerebral o encefalitis.
 Tumores del Sistema Nervioso Central.
 Enfermedades degenerativas, como la enfermedad de Alzheimer o la Enfermedad
de Parkinson.
Existen dos formas básicas de afasia: la afasia de Broca y la afasia de Wernicke:
Afasia de Broca (motora)
Se produce por lesión de la circunvolución frontal inferior (área de Broca) izquierda y
áreas adyacentes. Se caracteriza por la casi imposibilidad para lograr una producción verbal
fluida (apraxia del habla) y el empleo de frases cortas y gramaticales (agramatismo), que
son producidas con gran esfuerzo y aprosodia.

La afasia de Broca, por lo tanto, se caracteriza por ser una afasia no fluida. Por
ejemplo, una persona con afasia de Broca puede decir, "caminar perro", pero en realidad
está tratando de decir que sacará al perro de paseo. La misma oración también podría
significar "¿usted saca al perro a caminar?" o "el perro salió caminando al patio",
dependiendo de las circunstancias.

También suelen estar alteradas la denominación, la lectura (alexia) y la escritura


(agrafía).

En la afasia de Broca la comprensión es mejor que la expresión, aunque ésta puede


estar alterada en distintos grados. Debido a ello, los sujetos pueden ser conscientes de sus
dificultades y frustrarse fácilmente por sus problemas de lenguaje. Suele acompañarse de
paresia del hemicuerpo derecho.

Sintetizando, los síntomas de una afasia de Broca son los siguientes:

 El paciente habla poco y tiene conciencia de sus errores.


 Tiene problemas para encontrar las palabras deseadas.
 Existen defectos verbales-articulatorios.
 Realiza grandes esfuerzos para acompasar la lengua, la faringe y la laringe.
 Las palabras que emite están deformadas, y se han eliminado de su discurso
aquellas más complicadas.
 La gramática es de una enorme simplicidad, sobre todo en lo referente a elementos
de enlace (preposiciones, conjunciones...).
 El estilo, en general, es del tipo telegráfico.
 La comprensión del lenguaje es casi normal.

Afasia de Wernicke (sensorial)


Se produce por lesión de áreas temporo-parietales (área de Wernicke). Se caracteriza
por una deficiencia en la comprensión y un habla fluida incoherente. Los individuos con este
tipo de afasia pueden hablar con oraciones largas (logorrea), que no tienen ningún
significado; agregan palabras innecesarias y neologismos y cambian unas palabras por otras
(parafasias). Esto hace que su habla alguna vez haya sido denominada como "de ensalada
de palabras". En algunos casos el número de sustituciones puede ser tan grande que hace
el habla ininteligible (jergafasia).

Por ejemplo, alguien con afasia de Wernicke puede decir, Usted sabe que el pichicho
locucio y que quiero rodearlo y atenderlo como usted desea anteriormente, pero que en
realidad significa "el perro necesita ir fuera, así que lo llevaré a dar un paseo".

Los individuos con afasia de Wernicke tienen generalmente grandes dificultades para
comprender y entender el habla; incluyendo la propia y, por lo tanto, no son conscientes de
los errores que cometen al comunicarse (anosognosia).

En la afasia de Wernicke también suele estar alterada la repetición, pero la


denominación por confrontación visual suele ser normal. El grado de alteración de
comprensión lectora es muy variable, pudiendo en algunos casos llegar a utilizarse como
método compensatorio en la rehabilitación.

Estos individuos por lo general no presentan ninguna debilidad corporal porque su


lesión cerebral no está cerca de las partes del cerebro que controlan los movimientos.

Los síntomas son los siguientes:

 El paciente habla mucho, como si estuviese alterado.


 Las palabras que usa están transformadas, cambiadas de lugar y alteradas en su
fonética.
 El paciente no entiende lo que se le dice ni es consciente de sus errores.
Además de estas dos formas básicas de afasia (afasias primarias) existen otras
alteraciones en el lenguaje consecuentes a patologías cerebrales, pero que alteran los
mecanismos necesarios para producir el lenguaje (afasias secundarias) o el control ejecutivo
del lenguaje (afasia disejecutiva). En casos de lesiones cerebrales extensas, puede existir
una pérdida global del lenguaje (afasia global).

Afasia de conducción
Se considera usualmente que se produce como consecuencia de una lesión del
fascículo arqueado, que conecta el área de Broca y de Wernicke. Su principal característica
es una incapacidad para la repetición. La producción verbal contiene un número
importantes de parafasias es más fluida, que en la afasia de Broca, pero menos que en la de
Wernicke. Debido a esto se realizan muchas pausas en un intento de encontrar las palabras
adecuadas. Así, un paciente con afasia de conducción emite frases de 3, 4 y 5 palabras, una
melodía más o menos normal, con relativamente poco esfuerzo al hablar y buena
articulación. No suelen mostrar déficits sintácticos. La comprensión del lenguaje oral es
variable aunque fundamentalmente preservada. La lectura en voz alta y la escritura están
alteradas, pero la comprensión lectora suele estar conservada. No suele haber paresia del
hemicuerpo en la fase crónica, aunque es común que la haya en la fase aguda,
recuperándose posteriormente. La afasia de conducción suele acompañarse de apraxia.

Afasia transcortical (extrasilviana) motora o dinámica


Aparece por lesiones en prefrontales izquierdas. El paciente con afasia transcortical
motora o afasia dinámica sufre una reducción importante del habla espontánea: es
dificultosa, escasa, disprosódica y generalmente compuesta de frases cortas. Esto contrasta
con su repetición, ya que pueden llegar a repetir frases bastante largas. Sería, por tanto,
similar a la afasia de Broca, aunque más leve y con la repetición conservada. La comprensión
está preservada y conservan la capacidad de denominación, aunque suelen necesitar
ayudas articulatorias. Se ha propuesto que puede interpretarse como un síndrome
disejecutivo que afecta los procesos verbales por lo cual se ha sugerido la denominación de
"afasia disejecutiva".
Afasia anómica

Anomia es un nombre descriptivo para referirse a los defectos para hallar palabras.
Puede ocurrir por lesiones en muy diversas localizaciones o ser el déficit residual de la
evolución de una afasia de otro tipo tras un proceso de rehabilitación. La afasia anómica se
caracteriza por una importante dificultad en la denominación, junto a una expresión fluida,
una comprensión relativamente preservada y una capacidad para la repetición casi normal.

Afasia global
Se utiliza dicho término para denominar el tipo de afasia en el que tanto la
comprensión como la expresión están alteradas, compartiéndose por tanto rasgos de la
afasia de Broca y de la afasia de Wernicke. Se produce generalmente como consecuencia
de accidentes cerebrovasculares que comprometes el territorio de la arteria cerebral media
izquierda. En un primer momento suele aparecer un mutismo total, pasando luego a cierta
verbalización. Estas verbalizaciones suelen ser esterotipias verbales repetitivas y pueden
presentarse como sílabas sueltas (por ejemplo, el paciente puede que diga únicamente "ta
ta ta ta") a las que se dota de entonación e inflexión expresiva o palabras o frases sencillas
completas.

La comprensión, aunque permanece siempre muy deficitaria, puede recuperarse más


que la expresión, evolucionando tras la recuperación (especialmente con rehabilitación) a
una afasia de Broca grave. (Wikipedia, 2018)

Tratamiento
En algunos casos un individuo se recuperará completamente de la afasia sin
tratamiento. Este tipo de recuperación espontánea ocurre generalmente después de sufrir
un ataque transitorio isquémico (AIT), una clase de accidente cerebrovascular en el que el
flujo sanguíneo que va al cerebro es momentáneamente interrumpido, pero restaurado
rápidamente. En estas circunstancias, la capacidad del lenguaje puede regresar en unas
pocas horas o unos pocos días. Sin embargo, en la mayoría de los casos de afasia, la
recuperación de la capacidad del lenguaje no es tan rápida, ni mucho menos tan completa.
Mientras muchos individuos con afasia también experimentan un período de
recuperación espontánea parcial (en el cual algunas de las capacidades del lenguaje
retornan durante unos pocos días o un mes después de la lesión cerebral), siempre
quedarán secuelas del desorden. En estos casos, la terapia de habla y lenguaje es útil. La
recuperación sigue generalmente durante un período de dos años.

La mayoría de las personas creen que el tratamiento más eficaz empieza a principios
del proceso de recuperación. Algunos de los factores que influyen en la mejora incluyen la
causa del daño cerebral, el área del cerebro que estaba dañada, el grado de lesión cerebral
y la edad y salud del individuo. Factores adicionales incluyen motivación, el entorno, el nivel
educacional o la capacidad del sujeto para darse cuenta de sus propios déficits.

La terapia para superar la afasia se concentra en mejorar la capacidad de un individuo


de comunicarse usando el resto de las capacidades de comunicación que tiene el paciente,
restaurar y/o compensar las funciones dañadas, siendo en algunos casos imprescindibles
aprender otros métodos para comunicarse.

El tratamiento puede ofrecerse en forma individual o en grupo. La terapia individual


se enfoca en las necesidades específicas de la persona. La terapia grupal se debe utilizar
como complemento de la individual y nunca como un sustitutivo. Esta se centra en ofrecer
oportunidades comunicativas dentro de un entorno cómodo y adecuado para el paciente.

Las comunidades de accidentes cerebrovasculares, grupos regionales de apoyo, son


formadas por individuos que han tenido un accidente cerebrovascular, y están disponibles
en la mayoría de las principales ciudades. Estos grupos o comunidades también ofrecen la
oportunidad de probar nuevas aptitudes de comunicación. Además, pueden ayudar al
individuo y a su familia a ajustarse a los cambios que involucra sufrir un accidente
cerebrovascular y tener afasia. La participación familiar es un componente crucial en el
tratamiento de la afasia, para que así los miembros de la familia puedan aprender la mejor
manera de comunicarse con la persona querida.
Así, en el actual tratamiento de la afasia (en su fase postaguda), son indispensables
tanto la actuación de un neuropsicólogo (para el tratamiento de las memoria, atención,
funciones ejecutivas.), como la de un logopeda (para el tratamiento de la voz, habla,
lenguaje y deglución). Y, además, colaboran el terapeuta ocupacional, el fisioterapeuta y el
psicólogo clínico.

La familia puede hacer las siguientes cosas para colaborar con el tratamiento del
paciente:

 Simplificar el lenguaje a través del uso de oraciones cortas y sin complicaciones.


 Repetir el contenido de las palabras o señalar palabras claves para aclarar el
significado de la oración, según sea necesario.
 Mantener un tipo de conversación natural y apropiada para un adulto.
 Minimizar al máximo las distracciones, como por ejemplo el ruido de una radio,
siempre que sea posible.
 Incluir a la persona con afasia en las conversaciones.
 Preguntar y valorar la opinión de la persona con afasia, especialmente respecto a
los asuntos familiares.
 Estimular cualquier tipo de comunicación, ya sea hablada, gestual, señalando o
dibujando.
 Evitar corregir el habla del individuo.
 Permitirle a la persona con afasia todo el tiempo que necesite para conversar.
 Ayudar al individuo a participar en actividades fuera del hogar. Busque grupos de
apoyo como las comunidades de personas que han sufrido un accidente
cerebrovascular.
 Prestar más atención a todos los elementos comunicativos de naturaleza no verbal
que el paciente pueda transmitirnos.

Factores externos e internos


1.- Genética: Los especialistas consultados coincidieron en que el 50% de los
trastornos del lenguaje suelen tener un origen familiar. Es muy común que un niño que
tiene problemas de aprendizaje en la escuela tenga un padre o una madre que también los
tuvo cuando era niño.

2.- Contexto socio-económico: La escasa exposición a la riqueza del vocabulario es


otro de los problemas que destacan los especialistas sobre trastornos del lenguaje.

3.- Educación: Los expertos advirtieron sobre la importancia del rol de los padres y
maestros cuando una persona presenta alguna de estas dificultades.

Señales de alerta en la Afasia durante la etapa inicial:

 10 meses: Ausencia o pobreza del balbuceo.


 18-24 meses: Emisión de menos de 10 palabras diferentes.
 24-30 meses: Ausencia de enunciados con dos palabras.
 30 meses: Ausencia de enunciados de dos palabras de las cuales una es verbo.
 36 meses: Lenguaje ininteligible. No puede mantener una conversación.
 48 meses: Errores fonéticos.
 (BBC MUNDO, 2017)
Definición de términos

1-. Agramatismo: dificultad en el uso correcto y comprensión de la gramática observada en


pacientes con afasia de Broca.

2-.Bucofacial: orden compuesto por órganos relacionados como la lengua y la boca

3-.Craneoencefálico: denominación utilizada para definir la relación entre cráneo y encéfalo

4-.Disprogramación: defectuosa estructuración de un sistema.

5-.Ecolalia: es una perturbación del lenguaje en la que el sujeto repite involuntariamente


una palabra o frase que acaba de pronunciar otra persona en su presencia, a modo de eco.

6-.Fonémica: es cada una de las unidades segmentales postuladas para un sistema


fonológico que dé cuenta de los sonidos de una lengua.

7-.Grafema: es una unidad de «mínima e indivisible» de la escritura usada para una lengua
natural.

8-.Hemicuerpo: mitad lateral del cuerpo humano.

9-. Ininteligible: incapacidad de ser comprendido o entendido

10-.Jergafasia: trastorno del lenguaje que se caracteriza por la sustitución de las palabras
por términos incomprensibles.

11-.Léxico: es un lenguaje de programación didáctico en español para facilitar el aprendizaje


y la enseñanza de la programación orientada a objetos.

12-.Metodología: hace referencia al conjunto de procedimientos racionales utilizados para


alcanzar el objetivo o la gama de objetivos que rige una investigación científica.

13-.Neurolingüística: estudia los mecanismos del cerebro humano que facilitan el


conocimiento, la comprensión y la adquisición del lenguaje.

14-.Parafásico: se trata de la sustitución de palabras no evocadas por otras.


15-.Subcortical: zonas que se sitúan por debajo de la superficie del cerebro.

16-.Terapia: es el conjunto de medios de cualquier clase (higiénicos, farmacológicos,


quirúrgicos o físicos) cuya finalidad es la curación o el alivio (paliación) de las enfermedades
o síntomas.

17-.Verbalización: Expresar una idea por medio de palabras.


Hipótesis

De acuerdo a la información de documentos observados previamente, tomando en


cuenta también los registros históricos, y el material informativo existente en la actualidad,
al igual que todos los conocimientos adquiridos en la correspondiente investigación se
podría afirmar que la solución más segura y eficaz se basa en la constante asistencia a
terapias y la realización de diversos juegos y actividades didácticas que permitan mejorar
en el aspecto comunicativo, intelectual, social e incluso psicológico para un progreso en
general dentro de la vida del individuo afectado para imponer las condiciones necesarias
con el objetivo de desarrollar un entorno lo suficientemente estable para que el afectado
pueda llevar a cabo relaciones con los seres que lo rodean, cabe destacar que los
diagnósticos realizados a temprana edad pueden prevenir la extensión o crecimiento de los
problemas que contiene la Afasia, de la misma forma se puede manejar este problema en
adolescentes aplicando las pautas ya mencionadas en instituciones educativas.
Tipo y metodología de la investigación

Para comenzar hay que dejar en concreto que la investigación realizada posee las cualidades
o características de una investigación documental, ya que el presente material informativo
se recopilan documentos y trabajos realizados por otros investigadores que se dedicaron a
estudiar el trastorno de la Afasia aplicando diferentes metodologías útiles para el
reconocimiento de nuevos conocimientos referentes al tema, por otro lado durante la
investigación se abarcaron los temas que fuesen necesarios para cumplir con cada uno de
los objetivos propuestos para obtener posteriormente la posible solución al problema
planteado, es decir, en la investigación llevada a cabo se basa en los fundamentos de la
investigación documental como herramienta para encontrar el factor que otorga la solución
al respectivo problema.
Conclusión

Para finalizar se podría decir que en pocas palabras la Afasia es un trastorno del
lenguaje más antiguo de la historia, un trastorno que afecta a las distintas áreas de la misma
presentando problemas principalmente en la producción y comprensión del lenguaje a
causa de problemas como traumatismos o enfermedades degenerativas, otra de las cosas
que se pueden resaltar son los diversos factores que influyen de manera positiva como
negativa en el trastorno que son capaces de identificarse a través de la ayuda de terapias,
programas de rehabilitación entre otros diagnósticos útiles para la desaparición de la
enfermedad, y que a pesar de que los tratamientos no resuelven el problema en un
instante, si cumplen con la meta u objetivo de solucionar el problema a su debido tiempo,
no obstante, hay que asegurar que si completamos las terapias con la dedicación, esfuerzo
y perseverancia se podrá combatir la enfermedad con más facilidad, y no solo con la Afasia
sino con todos los trastornos de lenguaje que se conocen hasta la fecha.
Anexos
Tratamientos para la Afasia según la ARPA (Asociación para la Rehabilitación y
Prevención de la Afasia):
 Valoración

La valoración de las diferentes dimensiones del lenguaje, así como de las


dificultades y fortalezas que presenta la persona, de cara a sentar unas bases en el posible
tratamiento o intervención. Además se redactan informes neuropsicológicos que reflejan el
resultado de dicha valoración.

 Tratamiento individual

Diferentes tipos de terapia personalizadas e individual, adaptada a las dificultades


y fortalezas de cada persona, tratando de avanzar en el difícil camino de la recuperación de
las habilidades lingüísticas perdidas. Esta terapia es la base de todo el tratamiento.

 Tratamiento grupal

Debido a las dificultades en la esfera social que presentan, se hace mucho hincapié
en el trabajo en grupo a la hora de la rehabilitación, de forma que algunas sesiones serán
conjuntas con otras personas de idéntico nivel comunicativo, tratando de recrear
situaciones de la vida cotidiana.

 Tratamiento intensivo

Para personas con distintos niveles de grados de AFASIA, para avanzar en la fluidez
del lenguaje y velocidad.
Bibliografía

 Afasias Tipología-Clínico Topográficos (Luis F. Pascual Millán y Teresa Fernández .2007)


 Afasia: Una Perspectiva Clínica (Rafael González V. y Andrea Hornauer-Hughes. 2014)
 Diagnóstico Diferencial de las Afasias (Rafael González V. y Lilian Toledo R. 2007)
 Afasia en niños y adolescentes: aspectos evolutivos (J. Narbona, N. Crespo-Eguílaz.
2008)
 Preview Historia de la Afasia (cursos de medicina,2011/12)
 Afasia (Wikipedia.2018)
 BBC MUNDO ( Trastornos del lenguaje.2017

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