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5 Ideas para tener un aula sensorialmente inteligente

Ananda educación, integración sensorial, Sin categoría

En las primeras semanas de Septiembre, antes de que los chicos empiecen a llorar a
moco tendido en las aulas de infantil, los profes organizan el curso escolar: materiales,
temario, proyectos educativos, programación… y ¡¡las aulas!! El lugar donde todo esto se
llevará a cabo.

En algunas de las formaciones que he impartido, este punto tiene gran relevancia:
“aulas sensorialmente inteligentes”, pues bien, aprovechando estas semanas de
organización me he animado a escribir esta entrada para organizar esas ideas que seguro ya
tenéis en la cabeza.

Lo primero que me atrevería a cambiar son las paredes de las aulas ¡¡están atestadas
de cosas!! Es verdad que el apoyo visual es muy positivo y de inicio ayuda a asimilar
conceptos pero yo creo firmemente que debe de existir un punto intermedio entre
empapelar las aulas con letras, formas, números, dibujos, fotos, animales, etc. y dejarlas
vacías para que los niños con algunas dificultades no se distraigan. En mi aula ideal, lo más
visible es una buena agenda visual, para que los chicos sepan cómo se va a organizar la
jornada. Además puede haber un cartel con ejercicios de yoga (propiocepción) para que
sepan cómo se pueden mover si se cansan, saturan o pierden la atención. Los trabajos que
realizan, carteles de letras, números, formas y demás, con cautela, solamente pondría lo que
se estuviera trabajando en el momento, y en un lugar concreto. Para muchos niños con
problemas de modulación o de procesamiento visual es extremadamente difícil
concentrarse en la tarea con tanta estimulación visual. ¿Y para el niño que le viene bien? El
niño que va bien va a ir igual de bien sino mejor con un ambiente más despejado.
Lo más normal es distribuir el aula por rincones, además del rincón de la casita, los coches
o los disfraces, en mi aula ideal hay un “rincón del descanso” un espacio con telas donde
hay menos luz, un refugio lleno de cojines y mantas, donde los niños puedan calmarse
o autorregularse si se desorganizan.

En cuanto a las sillas y mesas, ofrecen poca estimulación sensorial o nada y el cerebro
necesita sensaciones para funcionar… ¿Qué está pasando aquí? No podemos pedir atención
si el cerebro no se ha nutrido de sensaciones, y es exactamente lo que pretendemos…
demasiadas horas sentados es agotador para el cerebro. Lo más efectivo es dar sensaciones
y luego pedir atención ¡¡el movimiento es fundamental para el aprendizaje!! Lo ideal
sería cambiar el mobiliario típico por balancines, pelotas, sillas giratorias, cojines de aire,
mecedoras, sillas con respaldo o sin respaldo… dejar que cada niño descubra con qué
sensaciones funciona mejor su cerebro. Sé que esto no siempre es posible, siendo realista
trataría de meter al menos algunos de estos elementos en el aula y de hacer a los alumnos
conscientes de cómo poder usarlos para mejorar su desempeño.

Algo que es totalmente factible tener en el aula y los profes en las formaciones así me
lo confirman, son las cajas sensoriales con elementos táctiles, visuales, auditivos, olfativos
y gustativos. A nivel táctil puede haber cajas con arena, lociones hidratantes, espuma de
afeitar, plastilinas, legumbres, bolitas, pelotas de diferentes texturas y tamaños, pintura de
dedos… ¡¡y cualquier cosa que se nos ocurra!! A nivel visual bolas de luz, linternas,
botellas sensoriales, etc… Para las sensaciones olfativas los aceites esenciales tienen
muchas propiedades que modifican el nivel de alerta ¡¡usémoslos!! Pegatinas aromáticas y
perfumes son fáciles de tener en el aula. Muchos niños tienen problemas para modular las
sensaciones auditivas y el ruido normal del aula es realmente molesto para ellos. Uno de
mis niños de 5 años, le pidió a la monitora del comedor unos tapones para los oídos porque
“los niños hacían tanto ruido que les quería pegar”. Pues bien, estos niños que se cubren los
oídos o que se portan notablemente peor en ambientes desorganizados o ruidosos, podrían
buscar unos tapones o auriculares con música relajante en nuestra caja del sonido y
enfrentarse mucho mejor a la demanda escolar. A través de la estimulación oral también
podemos ayudar a los niños a regularse, hay niños que muerden todo, babean o se llevan
todo a la boca, esta “ansiedad” hace que prestar atención sea difícil, en nuestra caja del
gusto puede haber caramelos blandos, mordedores, chicles, tortitas crujientes de maíz, fruta
o algunos vegetales.

Por último, jugar con las luces y el sonido, no tener miedo de hacer dinámicas a oscuras
para bajar el nivel de alerta de la clase (o de un niño concreto si lo necesita) o de introducir
música binaria o rítmica mientras realizan la tarea.

¡¡Ánimo con el diseño del aula!! Jugar con las sensaciones es una gran herramienta. Feliz
curso 2015-2016

Celia Vázquez Pérez | Terapeuta Ocupacional, especialista en Integración Sensorial y


Directora de Ananda CTDI.

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