Professional Documents
Culture Documents
además éste puede ser tanto a nivel del desarrollo personal como aplicado también a países o
regiones. Ya sea en uno o en otro caso, el desarrollo está ligado al sustento y la expansión
económica de modo tal que garantice el bienestar, se mantenga la prosperidad y satisfaga las
necesidades personales o sociales de las personas.
El desarrollo económico surge con el advenimiento del modo de producción capitalista, el cual
implica un aumento en las tasas de ganancia que permiten el proceso de acumulación del
capital. Estos saltos de acumulación cuantitativa son causados por varios factores que se
pueden combinar como la reducción de costos, incorporación de técnicas o maquinas más
productivas, sobre explotación de las fuerzas de trabajo.
No solo hay factores internos sino también externos, por ejemplo en el caso del desarrollo
económico de una nación, el contexto internacional de tasas de ganancias elevadas o las
inversiones externas. El pensamiento racional económico de políticas públicas apunta a
sostener el nivel de crecimiento, para ello existen regulaciones institucionales llevadas a cabo
con el fin de incentivar y fomentar la eficiencia del sistema productivo.
Existen dos formas principales para comprender la historia del desarrollo económico, que
desembocó en el escenario mundial donde vivimos hoy en día, la concepción liberal y la
concepción proteccionista.
Desde sus inicios, las teorías relacionadas con el desarrollo se interesaron por los procesos de
enriquecimiento material, es decir, por el incremento del volumen de producción de bienes y
servicios. Estas teorías economicistas entendían que el medio para alcanzar el desarrollo era la
acumulación de capital físico. Se defendía que un aumento del producto interior bruto per
capita reduciría la pobreza e incrementaría el bienestar de la población. Esta premisa se
basaba en que, a más producción, más renta, y, a más renta, mayor bienestar económico. Es
decir, que el desarrollo estaba directamente relacionado con el crecimiento económico, tanto
de los países como de las personas. Como apunta Keith Griffin en su ensayo “Desarrollo
humano: origen, evolución e impacto”, el crecimiento se convertía no sólo en el medio para
alcanzar el desarrollo, sino en el fin del desarrollo mismo.
Esta idea del desarrollo no sólo influía en la forma en que se entendía el concepto, sino que
también afectaba a la hora de medir el fenómeno. Durante la década de 1970 varios autores y
economistas de instituciones destacadas como el Banco Mundial o la Organización
Internacional del Trabajo reconocieron que el aumento de la producción no era suficiente por
sí solo para reducir la pobreza y alcanzar el desarrollo.