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“El concepto de buenas prácticas hace referencia a todas aquellas experiencias que se

guían por principios, objetivos y procedimientos apropiados o por pautas aconsejables que
se adecuan a una normativa determinada o a una serie de parámetros consensuados”.
(Universidad Internacional de Valencia, 2015)
Al momento que realizamos nuestra labor docente, muchas veces no nos percatamos del
alcance que éste afecta a las personas que directa o indirectamente reciben los resultados.
Es por ello que confían en nuestro cumplimiento para poder realizarlas en base a las
buenas prácticas en educación.
Los organismos enfocados a la educación precisamente buscan homogeneizar y establecer
parámetros semejantes para que los procesos y resultados de los sistemas educativos sean
eficientes y con mayor confiabilidad, con el fin de mostrar cuales son las instituciones más
confiables y con mayores ofertas educativas.
En este panorama, como menciona Doris (2008), es donde se mencionan conceptos de
cambio, calidad, eficacia, entre otros relacionados con la labor educativa, en donde se
encontrar nuevos significados y nuevas perspectivas cuando se van integrando a los
conceptos de capital, gestión, recursos humanos. Con ello surgen entonces conceptos
como organización educativa o empresa educativa, capital humano y la gestión del
conocimiento y estos están definiendo nuevas formas de mirar y gestionar el proceso
educativo y a la escuela como institución. Estos nuevos conceptos se enmarcan en las
exigencias que plantea la sociedad de la información y la valoración que actualmente tiene
el conocimiento como valor intangible. Es este el que hace posible el cambio y la innovación.
El conocimiento se ubica en dos momentos: el explícito y el tácito, la diferencia entre ellos
implica en que el explícito se encuentra sistematizado en la documentación y archivos es
decir la parte administrativa, en cambio el conocimiento tácito es relacionado con la
mentalidad que los sujetos tienen, así como las percepciones, puntos de vista, experiencias
propias.
Muchas personas cambian y se desarrollan no como resultado de una educación oportuna,
sino por la experiencia y madurez y envejecimiento que los actos se ven reflejados en cada
situación pasada, y su personalidad puede modificarse ligeramente por el fruto de las
experiencias vividas. (Brooking, 1997).
Para alcanzar el modelo óptimo es importante tener una actitud de paciencia y sin lugar a
dudas tener una amplia valoración de la participación de los equipos de trabajo y la
necesidad del acompañamiento.
Dentro de los puntos principales para que los equipos de trabajo puedan tener una
calificación en su oferta educativa puede mencionarse por ejemplo: que se integren y
muestren una preparación específica para la rarea que se asigna; debe contar con buenas
instalaciones; el sistema administrativo enfocado a la documentación debe estar ordenado
y controlado; contar con buena distribución de materiales de enseñanza y alcanzar con ello
objetivos y limitaciones y por último mantener activas las formas de comunicación entre las
instituciones que tengan conexión con la misma.
Cada país tiene un organismo encargado de verificar que las buenas prácticas educativas
se cumplan y por lo tanto sufren auditorias, revisando equipos, documentos, procedimientos
de trabajo y el equipo docente y administrativo implicado, también influye en la aceptación
o rechazo de ciertas instituciones educativas para ofrecer y ofertas educativas de mayor
calidad.
Para que las instituciones estén en común acuerdo con las exigencias requeridas es
necesario que tengas objetivos claros, cubiertos sus factores técnicos, administrativos y
humanos, ya que en conjunto afectan la calidad del servicio prestado, y con ello eliminación
de deficiencias, es necesario por lo tanto que se satisfagan las necesidades y expectativas
de los alumnos, padres y que dichas organizaciones tengan empleados que cubran normas
y especificaciones en base a políticas institucionales y jurisdiccionales. Es necesario
también que dicho conjunto ofrezca igualdad de oportunidades y provean beneficios sin
mayores complicaciones. Dependiendo de la oferta educativa es la selección de criterios
apropiados.
Ahora es conveniente seguir ciertos pasos para alcanzar un valor educacional óptimo,
dichas circunstancias se basan en determinar el ciclo de la calidad para poder modelizar
las interrelaciones de las actividades relacionadas con la educación; determinar el sistema
de calidad para asumir acciones y responsabilidades en la estructura administrativa que
pretende la mejora a través del diseño curricular, desarrollo y aplicación tanto como su
evaluación. Como tercer paso se realiza la documentación que optimice la sistematización
que en la medida adecuada prevea medios de confianza. Como cuarto paso se realizan las
auditorias de calidad
La preocupación por la calidad de la educación en América Latina se produce a partir de
los ochenta junto con la reflexión sobre la equidad. En la década de los noventa —nombrada
por algunos autores como década de la calidad— se planifican y desarrollan procesos para
su evaluación (Lamarra, 2007).
El aseguramiento de la calidad mantiene los procesos, sus procedimientos y los resultados
bajo control, de tal forma que las evaluaciones de las prácticas educativas se realicen de
forma periódica para reunir información que facilite la corrección oportuna y realizarse las
modificaciones pertinentes para remediar o crear nuevas alternativas si fueran requeridas.
Un punto importante es la evaluación, investigación y validación ya que gracias a estas
prácticas el entorno se enriquece obteniendo valores para el desarrollo y aseguramiento;
es relevante mencionar que la estadística va de la mano con dicha obtención de información
y solución de alternativas confiables para dimensionar las formas correctas de un análisis
de mercado, diseño de proyectos y modificar si fuese necesario especificaciones, también
se requiere un control de los procesos educativos y dimensionar la capacidad que tiene la
oferta que se ofrece con las instalaciones que se tienen; otro rubro a cubrir es la
determinación de los niveles de calidad y su seguimiento y por último en el análisis total del
desempeño y análisis de los elementos que no satisfagan lo requerido.
Como menciona (Esquer, 2012), una propuesta que resulta interesante es la que formula
la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC), en relación a
las dimensiones que sería necesario considerar a la hora de pensar en la calidad de la
educación. Estas son: respeto de los derechos, relevancia, pertinencia, equidad, eficiencia
y eficacia de la educación. Tales dimensiones pueden ser tomadas como guías para pensar
o para cuestionarse en qué medida se cumple con estos requisitos para evaluar la calidad
de la educación. Desde nuestro punto de vista, más que definir un concepto para un asunto
tan complejo y diverso como este, es necesario formular, como lo hace la OREALC, claves
orientadoras que posibiliten la definición de la educación de calidad, adaptables para
distintos contextos educativos.
Como conclusión, es necesario que las instituciones educativas tengan en mente que si
toman a los educandos como clientes reales, verán que es justificada la renovación en
completo de la estructura organizacional para elevar el servicio y su calidad. Es decir,
mejorar u obtener las buenas prácticas educacionales, brinda mayores oportunidades para
apropiar conocimientos.

Bibliography
Brooking, A. (1997). Straddling the fence: Implementing best practices in an age of
accountability. Gifted Child Today. Proquest Education Journal, 30 - 33.
Esquer, J. F. (2012, Enero). Reflexiones sobre la calidad de la educación. Retrieved from
http://www.redalyc.org/pdf/356/35623538006.pdf
Lamarra, N. F. (2007). Educación superior y calidad en América Latina y Argentina. Los
procesos de evaluación y acreditación, Buenos Aires.
Rodriguez, D. J. (2008). Buenas Prácticas en el ámbito educativo. Retrieved from
https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/5057024.pdf
Universidad Internacional de Valencia. (2015, Agosto 1). Retrieved from
https://www.universidadviu.es/concepto-y-utilidad-de-las-buenas-practicas-en-la-
ensenanza/

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