You are on page 1of 104

CÓMO ESCRIBIR

¡Escribir puede ser un mundo maravilloso que explorar!


Desde ficción realista hasta misterios, de ciencia ficción a
poesía, tu escritura solo es limitada por tu imaginación. Ten
en mente que escribir es mucho más que poner la pluma
contra el papel: implica leer, investigar, pensar y revisar.
Aunque no todos los métodos de escritura funcionan para
todos, estos consejos te ayudarán a empezar tu camino hacia
ser un escritor.

Parte1
Prepárate para empezar
Lee mucho. Lee una variedad de autores y géneros para
expandir tu entendimiento de cómo se ven diferentes tipos de
escritura y cómo suena la "voz" de cada autor. Esto te
ayudará a pensar y desarrollar lo que quieres escribir, cómo
quieres que suene, e incluso igual de importante, cómo no
quieres sonar.
Lee lo que quieres escribir. Si quieres escribir una novela
de ciencia ficción, por ejemplo, empieza leyendo a los
maestros del género como a Isaac Asimov, Philip K. Dick y
Ray Bradbury.
Mantén un horario regular de lectura. Incluso si solo son
20 minutos al día antes de que vayas a dormir, notarás una
mejoría en tu escritura.
2
Encuentra un lugar para escribir. Mientras empiezas a
hacerlo, intenta escribir en diferentes lugares para averiguar
qué funciona mejor para ti. ¿Dónde te puedes concentrar
mejor? ¿Dónde encuentras inspiración? ¿Dónde puedes
concentrarte? Podría ser en tu escritorio en casa, en un café
lleno de gente, en un rincón apartado de una biblioteca o en
un parque.
Es posible que descubras que diferentes lugares
funcionan para ti dependiendo de tu estado de ánimo o en
qué paso de la escritura estés.
Diferentes locaciones se pueden prestar para diferentes
actividades. Por ejemplo, puedes hacer una lluvia de ideas
mejor en tu cama y editarla mejor en una biblioteca.
3
Escoge una manera de escribir. ¿Escribirás todo a mano
o usarás tu computadora? Igual que con encontrar un lugar
para escribir, encontrar tu manera de escribir se desarrollará
con el tiempo.
Sé precavido con las distracciones. Aunque teclear puede
ser más rápido, también puede llevarte a distracciones como
revisar tu correo o sitios web.
4
Haz una lluvia de ideas. Escribe tus ideas de tramas.
Siempre hay una idea antes de un libro bien escrito, y las
posibilidades son infinitas. Puedes escribir sobre cálculo.
Puedes escribir sobre Mercurio. Incluso puedes escribir sobre
ti mismo. No hay nada sobre lo que no puedas escribir.
Intenta responder estas preguntas:
¿Qué pasa en tu historia?
¿Cuál es el tema principal?
¿Quién es el personaje principal?
¿Por qué el lector debería de estar interesado?
5
Investiga. Si estás escribiendo sobre un tema del que no
eres un experto y quieres asegurarte de presentar el tema o
la información de forma realista, busca la información o a un
experto que pueda responder tus preguntas.
Busca información en línea. Teclea tu tema en un motor
de búsqueda y filtra los 10 o 20 primeros resultados.
Nota: sé cuidadoso con la información que consigas en
línea, especialmente si estás escribiendo un ensayo de
investigación o un artículo que se basa en información real.
Las fuentes de Internet pueden no ser confiables. Los libros
publicados o los trabajos que encuentres en un diario tienen
que pasar por un proceso de investigación mucho más
meticuloso antes de que sean publicados, y por lo tanto son
más seguros para usarse como fuentes.
Revisa la biblioteca. Sí, lo creas o no, "sí" hay información que
puedes encontrar en una biblioteca que no está disponible en
línea. Para una amplitud mayor de recursos, intenta con una
biblioteca universitaria.
Parte2
Escribe borradores
1
Escribe un borrador. No importa cuántos errores de
ortografía o adjetivos débiles tengas en él. Esta copia solo
servirá como apuntes para esos pensamientos aleatorios sin
categoría. Escribe cualquier cosa que pienses que quieras
incluir en tu escritura, y preocúpate por organizar todo donde
pertenece luego.
2
Si tienes problemas, prueba a hacer escritura libre. Pon
un cronómetro y escribe continuamente hasta que el tiempo
se acabe. No tendrás tiempo para preocuparte por errores si
te estás apurando para que las palabras salgan.
3
Edita para tu segundo borrador. Revisa el primer
borrador y empieza a poner lo que has escrito en el orden que
quieras. Corrige lo que hayas escrito mal, los errores
gramaticales y la escritura débil como las palabras repetitivas.
Desarrolla la trama y empieza a pensar en cualquier cosa que
quieras editar.
Edita sin piedad. Si no encaja con la historia en general,
si es innecesario, o si no te gusta lo que has escrito,
elimínalo.
Revisa la coherencia. ¿Todas las partes de la historia
tienen sentido juntas? Si es así, continúa; si no, considera
revisar lo que sea que no encaje.
Revisa la necesidad de cada parte. ¿Todas las partes de
la historia contribuyen? ¿Cada sección da el trasfondo
necesario, avanza hacia la trama, aumenta el suspenso o
desarrolla a un personaje importante?
Revisa cualquier cosa que falte. ¿Todos tus personajes
fueron presentados apropiadamente? ¿Los puntos de la trama
fluyen suavemente hacia el siguiente o hay algunos huecos de
lógica?
4
Corrige. Recuerda que los correctores de ortografía no
siempre hacen todo el trabajo. Solo tú puedes notar la
diferencia entre hay y ay, o baya, vaya y valla. Aunque es
posible que estén escritas correctamente, tal vez no se estén
usando en el contexto correcto.

5
Escribe un tercer borrador. Tómate más tiempo en este
para pensar sobre cada sección mientras analizas, editas o
vuelves a escribir. Piensa sobre los cambios grandes como
mover secciones de la historia.
6
Sigue reescribiendo hasta que estés listo para una
segunda opinión. Este es un paso importante, pues otras
personas verán lo que en realidad escribiste, y no lo que
"piensas" que escribiste.
Obtén retroalimentación de alguien en quien confíes y
cuya opinión respetes, y que ya sea lea mucho o también
escriba.
Pídeles ser honestos y meticulosos. Solo una
retroalimentación honesta, incluso si es una crítica por
completo de tu historia, puede hacerte un mejor escritor.
Si necesitan un poco de guía, dales las mismas preguntas que
te has estado preguntando.
Esto es particularmente crítico si cualquier aspecto de tu
historia gira alrededor de una área técnica en la que no eres
un experto. Asegúrate de que al menos uno de tus lectores
sea experto en esa área.
Únete a un grupo de escritores en tu área o en línea para
compartir tu escritura, lee la escritura de otras personas y
dense retroalimentación.
7
Evalúa la respuesta que recibiste. No te tiene que gustar
o no tienes estar de acuerdo con todo lo que te digan sobre tu
trabajo. Por otro lado, si más de una persona te hace el
mismo comentario, probablemente debas tomarlo en serio.
Busca un balance entre conservar los aspectos que quieres y
hacerles cambios basados en las contribuciones en las que
confíes.
Vuelve a leer la historia con los comentarios de tus lectores
en mente. Nota cualquier hueco, lugares que necesiten
cortarse o áreas que necesiten revisión.
Vuelve a escribir usando las percepciones que te dieron tus
lectores y tu propia crítica subsecuente.
Parte3
Estrategias generales para escritura efectiva
1
Omite palabras innecesarias. Elimina las palabras que
sirven solo como fachadas. Si una palabra no es esencial para
contar la historia, o las semánticas de la oración, omítela. Es
mejor tener muy pocas palabras que muchas. Muchas
palabras harán que tu escritura se convierta sofocante,
pomposa o ilegible. Sé especialmente cuidadoso con:
Adjetivos. Los adjetivos describen sustantivos, pero a veces la
descripción es redundante. Los escritores principiantes a
menudo cometen el error de sazonar sus escritos con
demasiados adjetivos en un intento de "ser descriptivos".
Por ejemplo la oración: "Se hizo a un lado, con una ira
indignante hirviendo en sus entrañas." "Indignante" significa
enojado, pero "ira" significa lo mismo. Aquí, el adjetivo solo
se interpone sin ofrecer nada nuevo. Mucho mejor hubiera
sido: "Se hizo a un lado, con la ira hirviendo en sus entrañas".
Expresiones y jerga. Las expresiones no siempre se traducen
a una escritura disfrutable. Como la jerga, delatan la edad de
la pieza y pueden ser malinterpretadas (¿tú puedes descifrar
la jerga de los años 20s?).

2
Mantén tu vocabulario simple. Al principio, practica la
escritura como Hemingway en vez de como Faulkner. Si no
estás familiarizado con el trabajo de ninguno, aquí hay una
comparación. ¿Cuál te parece más fácil de entender?
"Maera estaba acostado y quieto, su cabeza en sus brazos, su
cara en la arena. Se sentía caliente y pegajoso por el
sangrado. Cada vez sentía el cuerno venir. A veces el toro
solo le pegaba con su cabeza. Una vez el cuerno lo atravesó
por completo y lo sintió hasta golpeando la arena. Alguien
tenía al toro por la cola. Estaban maldiciéndolo y agitando la
capa en su cara. Luego el toro se había ido". — Ernest
Hemingway, En nuestro tiempo.
"Eran de los hombres, no blancos ni negros ni rojos sino solo
hombres, cazadores con la voluntad y la audacia necesarias
para resistir y la humildad y la pericia necesarias para
sobrevivir, y los perros y los osos y los ciervos se yuxtaponían
y descollaban en ellos, abocados y compelidos, bien en torno
a la inmensidad salvaje o dentro de ella, a la antigua e
incesante contienda decretada por las antiguas e inflexibles
normas que dispensaban de toda contrición y no admitían
cuartel;" — William Faulkner, El oso.
3
Deja que los verbos sean el vehículo de tu oración. Los
verbos son quizá tus mejores amigos. Un verbo en el lugar
correcto hará deslumbrar a una oración y la mantendrá libre
de otro tipo de palabras, como adjetivos o sustantivos que
pueden atestarla. Ezra Pound una vez dijo que, en su forma
más básica, una oración es una transferencia de poder.[1] Los
verbos ayudan a hacer que esa transferencia sea posible.
Toma la siguiente oración: "Él entró al cuarto". No hay nada
de malo con esta oración. Por otro lado, es un poco insulsa.
Puedes sazonar la oración y ser más específico introduciendo
un verbo más sutil en vez de "entró". ¿Qué tal "arrastró",
o "salió disparado", o "deslizó"?
Usa la voz activa en vez de la voz pasiva, como una regla
general.
Voz activa: "El perro encontró a su amo." Aquí, el perro está
haciendo el trabajo, por así decirlo. Está encontrando a su
amo activamente.
Voz pasiva: "El dueño es encontrado por su perro." Aquí, el
perro está más dejado de lado de la acción. El dueño es a
quien encuentran; el perro no está buscando.
4
Expande tu vocabulario. Expandir tu vocabulario te dará
la opción de ser más preciso con tus palabras. No debes usar
una palabra "grande" o "elegante" cuando hay una palabra
más común que significa lo mismo, aunque es posible que te
veas forzado a usar alguna de vez en cuando. Esas palabras
grandes debes guardarlas para los días lluviosos: úsalas con
moderación y solo una pizca.
¿A cuántas personas conoces que conozcan la definición de
"sesquipedalian"? No a muchas, probablemente. (Significa
"largo"). Si vas a usarlo, úsalo en el contexto adecuado.
Probablemente no encajará al lado de palabras más
ordinarias, pero puede funcionar si usas "sesquipedalian" para
ser irónico, satírico o gracioso.
Hazte el hábito de memorizar palabras técnicas. Si quieres
describir una casa, probablemente necesitarás saber algunos
términos de arquitectura: "alero," "columnas," "fachada,"
"molduras," "jamba" y la lista sigue y sigue. Como estos son
términos técnicos, en realidad no hay sinónimos para ellos.
Tendrás que quedarte con llamarlo una "moldura dorada" o
"la cosa dorada al lado de la pared". Tú decide cuál suena
mejor.
5
Usa lenguaje figurativo para un efecto. El lenguaje
figurativo incluye metáforas y símiles, de las que
probablemente ya has oído. Usa en lenguaje figurativo con
moderación, para crear un efecto. "Los zapatos eran duros y
deformes" puede ser más vívida introduciendo un símil: "Los
zapatos eran duros y deformes, como una concha escupida
por el mar."
6
Préstale atención a la puntuación. Probablemente
pienses que la puntuación es aburrida, y es posible que
tengas razón. La cosa está en que se supone que sea
aburrida. La puntuación nos ayuda a entender lo que
significan las palabras ordenadas en cierta manera, y
virtualmente nada más que eso. Debe estar ahí, pero no ser
evidente. La gente comete el error de tratar de usar en
exceso la puntuación, ser ostentoso, o llamar la atención con
eso, ya sea a propósito o no.
Signos de exclamación. Úsalos con moderación. La gente no
exclama cosas a menudo; y las oraciones no siempre
ameritan una exclamación. Elmore Leonard, el gran escritor
de crimen, tiene esto que decir: "Mantén tus signos de
exclamación bajo control. Tienes permitido no más de dos o
tres por 100,000 palabras de prosa".[2]
Punto y coma. El punto y coma actúan como periodos
híbridos, conectando dos oraciones que tienen conexión
lógica. Aún así, Kurt Vonnegut argumenta contra ellos: "No
uses punto y coma. Son hermafroditas travestis que
representan absolutamente nada. Todo lo que hacen es
demostrar que fuiste a la universidad".[3] Aunque el juicio de
Vonnegut puede ser un poco duro, probablemente solo es
bueno usarlos de vez en cuando.
7
Evita la escritura arcaica. Arcaica significa que usas
costumbres de escritura con la que la gente escribía hace 300
años. La escritura arcaica es difícil de entender, suena menos
natural ante el oído moderno y, lo creas o no, es más difícil de
escribir.
Arcaica: "Las razones son cuádruples".
Moderna: "Hay cuatro razones".
8
Di lo que piensas y piensa lo que digas. Piensa en lo que
quieres decir antes de que lo digas. Intenta llegar al punto en
el que tus palabras reflejen tus pensamientos
conscientemente. Mucha gente simplemente pone palabras en
un papel y espera que de alguna manera estén en el mismo
rango de lo que querían decir. Esto simplemente es ser flojo
al escribir.
CONSEJOS
Asegúrate de copiar, editar y revisar tu trabajo escrito,
pero no mientras estés haciendo una lluvia de ideas.
Puedes hacer una lista de cosas por hacer para ayudarte
a mantener el registro de cuáles pasos quieres lograr.
Recuerda, se supone que debe ser divertido, así que no
te estreses. Los autores famosos generalmente re escriben
sus historias una y otra vez.
No tengas miedo de escribir cosas que pasen en tu
historia en desorden. Muchos escritores escriben el final
primero y luego van hacia atrás. Si sueles hacer esto, escribe
cada sección como vaya surgiendo, pero en páginas
separadas (o si estás escribiendo en una computadora,
diferentes documentos de texto o en diferentes secciones de
un documento grande). Luego acomoda y reacomoda las
páginas en el orden que quieras que las cosas pasen en la
historia.

CÓMO ESCRIBIR UN CUENTO

El cuento es el medio perfecto de expresión para


cualquier escritor. Mientras que escribir una novela puede ser
un desafío enorme, casi cualquier persona puede construir y,
más importante todavía, terminar un cuento. Esto no significa
que los cuentos sean fáciles de escribir, o que no sean tan
artísticos o valiosos como las novelas. Con práctica, paciencia
y pasión por escribir, pueden ser tan conmovedores y
memorables como estas últimas. Te daremos algunas ideas
sobre cómo escribir un cuento y algunos recursos para
ayudarte a atravesar tus bajones creativos. ¡Continúa
leyendo!

Parte1
Escribir un cuento
1
Recolecta ideas para tu cuento. La inspiración puede
aparecer en cualquier momento. Lleva contigo una libreta
(cuaderno) a donde quiera que vayas para poder anotar las
ideas que se te ocurran.
La mayoría del tiempo solamente pensarás en pequeños
fragmentos (un evento catastrófico alrededor del cual puedes
construir un argumento, la apariencia de un personaje, etc.),
pero a veces tendrás suerte y una historia completa se te
presentará en unos pocos minutos.
Si tienes problemas para encontrar inspiración, o si
necesitas escribir un cuento en muy poco tiempo (para una
materia del colegio, por ejemplo), aprende a aprovechar el
recurso de la lluvia de ideas o, si no aparece ninguna idea,
puede ser necesario que te fijes en tu familia y amigos.
La experiencia generalmente ayuda a construir buenas
historias. Los misterios de Isaac Asimov son el resultado de la
experiencia de su autor.
2
Comienza con las características del cuento. Una vez que
hayas elegido una idea, necesitas saber los rasgos básicos del
cuento antes de escribir. Los pasos hacia un buen cuento son:
Introducción: presenta a los personajes, el lugar donde
transcurre la historia, el momento en el tiempo, el clima, etc.
Acción inicial: el punto de la historia donde comienza la
acción creciente.
Acción creciente: narración de los eventos que conducen al
clímax.
Clímax: el punto más intenso o el punto de giro de la
historia.
Acción decreciente: tu historia comienza su desenlace.
Resolución o desenlace: un final satisfactorio en el cual el
conflicto central se resuelve o no. No es obligatorio escribir el
cuento en orden. Si tienes una idea para escribir una buena
conclusión, escríbela. Muévete de atrás hacia adelante o de
adelante hacia atrás desde esa primera idea (que no
necesariamente debe ser el comienzo de la historia) y
pregúntate "¿qué pasa a continuación?" o "¿qué pasó antes
que esto?".
3
Encuentra inspiración en personas reales. Si tienes
problemas en entender o encontrar cualidades para tus
personajes, mira hacia tu vida. Puedes tomar atributos de
gente que conoces o de desconocidos que cruzas en la calle.
Por ejemplo, puedes prestar atención a alguien que siempre
bebe café, alguien que habla con una voz muy fuerte, alguien
que se la pasa escribiendo en la computadora, etc. Todas
estas observaciones en conjunto te servirán para construir un
personaje interesante. Tu personaje puede incluso concentrar
los atributos de varias personas.
4
Conoce a tus personajes. Para que una historia sea
creíble, los personajes deben ser creíbles y auténticos.
Conseguirlo puede ser una tarea muy difícil pero hay algunas
estrategias para crear "gente real" para incluir en tu historia.
Escribe una lista titulada con el nombre de tu personaje y
escribe todos los atributos que se te ocurran, desde su
posición en la orquesta hasta su color favorito. Conoce todo lo
que puedas acerca de tus personajes, desde cuál es su
motivación central hasta cuáles son sus comidas favoritas.
¿Hablan con un acento particular? ¿Tienen alguna singularidad
en su manera de hablar? No incluirás esta información en la
historia pero cuanto más sepas, más vida tendrán tus
personajes, para ti y para el lector.
Asegúrate de que las personalidades de tus personajes
no sean perfectas. Todos los personajes necesitan tener
alguna falla, algunos problemas, imperfecciones o
inseguridades. Puede parecerte que a nadie le gustaría leer
una historia sobre alguien con defectos o debilidades, pero
sucede todo lo contrario. Batman no sería Batman si no fuera
un sociópata al límite.
La gente puede identificarse con personajes con
problemas porque eso es algo realista. Cuando intentes
encontrar los puntos débiles de tus personajes, no
necesariamente debes darles un conflicto enorme o bizarro
(aunque si quieres puedes). Para la mayoría de tus
personajes, trabaja con aspectos que ya conoces. Por
ejemplo, el personaje puede tener ataques de ira, tenerle
miedo al agua, ser solitario, fumar demasiado, etc. Todo esto
podrás utilizarlo para llevar tu historia más allá.
5
Limita la amplitud de tu historia. Una novela puede transcurrir
a lo largo de millones de años e incluir múltiples tramas
secundarias, varios escenarios y muchos más personajes. El
evento principal de un cuento debe suceder en relativamente
poco tiempo (días o minutos) y no será posible desarrollar con
efectividad más que una trama, dos o tres personajes y un
escenario. Si tu historia se extiende por sobre esto estarás
más cerca de una nouvelle o una novela.
6
Decide quién contará la historia. Hay tres tipos de
narradores para contar una historia: Primera persona (yo),
segunda persona (tú) y tercera persona (él o ella). En primera
persona, es el personaje quien cuenta la historia; en segunda
persona el lector es un personaje de la historia; en tercera
persona, hay un narrador por fuera de la historia. El narrador
de segunda persona casi nunca se utiliza.
Ten en cuenta que los narradores de primera persona
solo pueden decir lo que saben (que puede estar condicionado
por lo que ven por ellos mismos o por lo que otros le
cuentan), mientras que el narrador de tercera persona puede
bien saber todo y además puede meterse en los
pensamientos de cada personaje o limitarse a lo que observa.
También puedes mezclar y unir. Por ejemplo, puedes
cambiar de un narrador de primera persona en un capítulo a
un narrador de tercera persona en otro, o incluso más de un
narrador de primera persona. Un ejemplo excelente de esto
es el cuento "Rashōmon" de Akutagawa Ryūnosuke[1], que
luego se convirtió en una película con el mismo nombre,
realizada por Akira Kurosawa.
7
Organiza tus pensamientos. Una vez que hayas preparado los
elementos básicos de tu historia, puede serte útil el hacer una
línea de tiempo para marcar qué pasará y cuándo pasará.
Tu historia debe consistir por lo menos en una introducción,
un incidente inicial, acción creciente, clímax, acción
decreciente y resolución. Puedes hacer un esquema con
descripciones sencillas de lo que pasará en cada una de estas
etapas. Hacerlo te ayudará a concentrarte en escribir la
historia y podrás realizar cambios fácilmente. Así podrás
mantener el ritmo de la historia.
8
Comienza a escribir. Dependiendo de cuánto hayas
esbozado la trama y tus personajes, la escritura real puede
consistir simplemente en elegir las palabras adecuadas.
Generalmente, escribir es un trabajo arduo. Probablemente
no conoces a tus personajes tan bien como pensabas, pero
eso no importa. De alguna manera, ellos te dirán lo que
necesitas. Además, siempre hay tiempo para un segundo
borrador.
9
Comienza con estilo. La primera página (algunos dirían la
primera oración) de cualquier escrito debe ganar la atención
del lector de inmediato y hacer que quiera saber más.
Un comienzo rápido es especialmente importante porque no
cuentas con demasiado espacio para contar tu historia. No
divagues con introducciones largas para los personajes o
descripciones aburridas del contexto: ve directo hacia el
argumento y revela los detalles sobre los personajes y el
contexto a medida que avanzas.
10
Sigue escribiendo. Antes de terminar tu historia, casi con
seguridad tendrás algunos imprevistos. Debes atravesarlos
para tener éxito. Dedica un tiempo para escribir todos los días
y ponte como meta escribir al menos una página por día.
Incluso si desechas lo que has escrito en esa jornada, has
estado escribiendo y pensando en la historia, y eso te
beneficiará a largo plazo.
Considera la posibilidad de participar en grupos de
escritura o actividades. Una muy buena actividad para los
escritores de todo tipo es el "Mes Nacional de Escribir
Novelas" o "NaNoWriMo"[2] (en el Área de la Bahía de San
Francisco, Estados Unidos). Cada año, del 1 al 30 de
noviembre, tienes la tarea de escribir una novela de al menos
50.000 palabras. La calidad y la brillantez no están en juego;
el objetivo es el acto de escribir. Échale un vistazo al enlace
en la sección de referencias para obtener mayor información.
11
Deja que la historia se escriba sola. A medida que
desarrollas tu historia, puedes decidir llevar el argumento
hacia otro lado diferente del que pensaste en un comienzo o
cambiar sustancialmente un personaje o sacarlo directamente
de la historia. "Escucha" a tus personajes para ver si te piden
hacer o decir otra cosa y no te preocupes por alterar tus
planes si esto mejora la historia.
Parte2
Editar el cuento
1
Revisa y edita. Cuando hayas terminado de escribir, ve hasta
el principio y corrige los errores mecánicos, lógicos o
semánticos. En general, asegúrate de que la historia fluya y
que los personajes y sus problemas sean presentados y
resueltos apropiadamente.
Si tienes tiempo, deja la historia durante algunos días o
algunas semanas antes de comenzar con la edición. Poner un
poco de distancia te ayudará a tener más claridad cuando la
retomes.
2
Busca opiniones. Envía tu cuento revisado y editado a un
amigo o pariente para que te dé su opinión o sugerencias y
realice correcciones. Hazle saber que deseas opiniones
auténticas acerca de tu cuento. Dale tiempo para leerlo y
pensar en ello y envíale una copia sobre la que puedan hacer
anotaciones.
Considera todo lo que tus revisores te digan, no solamente lo
que te gusta escuchar. Agradece a tus revisores por leer tu
historia y no discutas con ellos.
Incorpora cualquier cambio o sugerencia que te hayan
propuesto y te parezca válido. Tu trabajo será mejor si
aprovechas las críticas, aunque no debes seguir todos los
consejos que recibes. Algunas sugerencias pueden no ser muy
buenas. Es tu cuento y tú tienes la decisión final.
3
No te rindas. Puede ser frustrante tener problemas para
escribir. Puedes quedarte sin impulso, enojarte con los
personajes, o sentirte triste o culpable porque un personaje
que te gustaba ha muerto.
Solo debes saber que, con toda probabilidad, dudarás de tu
habilidad para escribir en algún momento de tu historia. Esto
es algo totalmente normal. Sentirás que no vale la pena
continuar y que es mejor buscar satisfacción en otra cosa.
Estos pensamientos pueden apoderarse de ti y hacerte
abandonar en ese preciso momento. No te rindas.
Una de tus tareas más difíciles como escritor es aprender a
superar estos pensamientos y seguir escribiendo. Cuando
comienzas a tener sentimientos de duda, o te cansas o
aburres, ¡deja de escribir! Puedes levantarte, salir a caminar,
hacerte un sándwich, mirar televisión o lo que sea para
relajarte y distenderte. Cuando regreses, tendrás la mente
fresca. Es posible que todavía no sientas ganas de escribir,
pero piensa en las cosas buenas de tu historia (lo que sea,
desde una parte que te gustó cómo escribiste, un diálogo bien
construido, un personaje interesante, etc.) y felicítate. Estás
haciendo algo que la mayoría de las personas no pueden.
Si alguien más sabe sobre tu historia y la ha leído, esa
persona también puede ser una buena fuente de ánimo.
Repite en tu cabeza que terminarás la historia porque es lo
que deseas. No importa si el cuento no es el mejor que
escribas en tu vida, vendrán otros luego. Si tienes la meta de
terminar, lo lograrás.
4
¡Lee! Nada puede ayudarte más a escribir un buen cuento que
leer buenos cuentos. Presta atención al estilo y a cómo el
autor saca provecho de la brevedad del texto.
Leer distintos autores y estilos te ayudará a aprender a
adoptar diferentes voces para cada cuento que escribas y
hará crecer tu creatividad. Presta atención a cómo los autores
desarrollan sus personajes, escriben los diálogos y
estructuran la trama. Aquí tienes algunas sugerencias:
"Yo, Robot", de Isaac Asimov
"Pasos", de Jerzy Kosinsky
"La célebre rana saltarina del distrito de calaveras", de Mark
Twain
"La vida secreta de Walter Mitty", de James Thurber
"El sonido del trueno", de Ray Bradbury
"Tres preguntas", de Leo Tolstoi
"El señor pringoroso y los critales de poder" de Andy Stanton,
para los niños (esta es básica)
"Secreto en la montaña", de Annie Proulx
"¿Los androides sueñan con ovejas eléctricas?", de Philip K.
Dick
Importante: muchos de estos cuentos fueron transformados
en películas exitosas, o se han convertido en referencias
culturales comunes. Por ejemplo, "El sonido del trueno" nos
presenta la idea de "El efecto mariposa". Las historias de
Philip Dick nos han dado Blade Runner ("¿Los androides
sueñan con ovejas eléctricas?"), Total Recall, Minority Report,
A Scanner Darkly y muchos otros.
Consejos
Aunque puede ser que a veces quieras tirar tu historia a la
basura, ten la certeza de que existe una buena razón (no una
excusa) para no hacerlo. Si solamente estás bloqueado
temporalmente, intenta superar ese obstáculo. A veces
tendrás ideas que te gustarán todavía más que la que te
estaba frenando. En ese caso, es posible que quieras trabajar
sobre esa nueva idea, pero si esto sucede con frecuencia,
puede convertirse en un problema: comenzarás muchas
historias pero nunca terminarás ninguna.
Haz una cosa a la vez. Si tienes problemas en encontrar
nuevas ideas, cambia de actividad. Vuelve a tu historia
después de haber dormido bien y te sorprenderás de lo que
se te ocurre.
Investiga. Si estás tratando de situar tu historia en la década
del '50, investiga acerca de las estructuras familiares, formas
de vestirse y hablar, etc., que se correspondan con el periodo.
Si intentas escribir sin conocer el contexto de lo que estás
contando, la historia parecerá demasiado amateur y quienes
conocen bien esa época te criticarán por hacerlo tan
despreocupadamente.
Puede ser que no sientas ganas de hacer la tormenta de ideas
ni el trabajo previo a escribir; muchos escritores evitan estos
pasos y puede parecerte que cumplir todas las etapas resulta
superfluo. Con esto en mente, todo escritor debería intentar
pre-escribir en algún momento de su carrera, al menos una
vez. Además, si no planeas con anticipación, difícilmente
tendrás una buena historia.
Las historias tienen por lo menos dos líneas de tiempo. Por un
lado, el orden en el que sucedieron las cosas y por otro, el
orden en que se lo revelas a tus lectores. Esas líneas de
tiempo no necesitan ser iguales.
Asegúrate de que tu historia no pueda haber terminado antes.
Los lectores detestan los libros que, cuando deberían haber
terminado, llevan la historia uno o dos párrafos más de lo
necesario.
Diseña el formato de tu texto. Esto no es muy necesario a
menos que vayas a mostrar tu historia a otras personas. Por
ejemplo, ¿el texto está justificado? ¿Hay capítulos? ¿Las letras
son las mismas? ¿Hay párrafos? Todo lo mencionado
anteriormente son simplemente ideas que pueden ayudar a
organizarte para mejores resultados a la hora de mostrar tu
cuento a otros.
Puedes escribir sobre una fantasía que tuviste. Una buena
manera de escribir sobre eventos pasados es pensar en algo
que de verdad pasó y cambiarlos para hacerlo sonar más
cautivante y adaptarlo a tu gusto. Tu personaje principal
puede ser una adaptación de ti mismo o de alguien que
conoces, pero sé cuidadoso porque las personas reales
generalmente no son tan dinámicas como los personajes de
los cuentos.
Desarrolla tu propio estilo. Tu voz propia irá apareciendo a
medida que escribas. Puedes empezar imitando a otros
escritores o, si estás probando con algún género en particular,
puedes llevar tus pensamientos hacia eso. En definitiva,
debes escribir mucho para encontrar tu propia voz.
A veces es mejor terminar los cuentos con finales abiertos.
Piensa cuidadosamente en todos los elementos de la historia,
desde el personaje principal, el contexto, el momento
histórico, el género, otros personajes, hasta el conflicto y la
trama.
Si tienes dificultades para hacer la tormenta de ideas, intenta
hacer una red conceptual o una tabla. Escribe unas cinco
oraciones para tu cuento. Puede ser de gran ayuda hacer
escritura libre, que consiste en simplemente escribir todo lo
que viene a tu mente durante determinado tiempo, digamos
entre 5 y 10 minutos.
¿No tienes amigos o parientes lo suficientemente sinceros
como para decirte qué les parece tu historia? Piensa en unirte
a un grupo de escritores. Allí podrás aprender trucos de otros
escritores y obtendrás críticas válidas.
Si hay algo en tu cabeza, ya sea sobre tu casa o sobre tu
perro, escríbelo y expándelo. Esto funciona casi siempre.
¿Hay algún estilo musical que te conecta con emociones o
eventos que deseas convocar mientras escribes? Entonces
escúchalo mientras escribes o antes de empezar a hacerlo.
Advertencias
Las ideas no se pueden registrar, sino solamente la expresión
de ideas. Además, solamente hay unos cuantos argumentos.
Siéntete libre de tomar prestado la idea general de alguno de
ellos.
Los cuentos son el género de ficción más difícil de escribir.
Debes hacer todo lo que sucede en una novela (presentar a
los personajes, crear un conflicto, desarrollar los personajes,
resolver el conflicto) dentro de veinte o treinta páginas.
Respeta el género, lo cual de por sí ya no es cosa fácil.
No pierdas el ánimo. Muchas veces, al tratar de publicar un
cuento, el rechazo se hace presente. Gran parte de la vida de
un escritor está formada por el rechazo. A veces está
garantizado pero a veces no. Siéntete orgulloso de haber
terminado una historia y sigue practicando si lo disfrutaste.
No seas perezoso en lo que respecta a ortografía y gramática.
Demuéstrales a tus lectores que sabes lo que haces
ofreciendo una historia libre de errores. Por lo menos, utiliza
el corrector del procesador de palabras que utilices.
No sientas pereza a la hora de escribir. No termines la historia
dejando confundido a tu lector. Los finales abiertos están
bien, pero solamente si estás planeando escribir una segunda
parte o si concuerda con la historia.
Siente orgullo por tu creación pero no seas vanidoso. Podrías
decepcionarte gravemente, especialmente si envías la historia
para ser publicada y te la rechazan. Por el contrario,
mantente a distancia profesional de ella.
Cómo escribir un libro
4 métodos:Comenzar tu propio libroEscribir una novelaEscribir
un libro de no ficciónSigue intentando
Cualquier persona que tenga una historia que contar puede
escribir un libro, ya sea por pura diversión o para publicarlo y
que todos puedan verlo (y con suerte comprarlo). Si tienes
ideas creativas en tu cabeza mientras lees tus novelas
favoritas o estás relajado en el parque, considera la
posibilidad de escribir tus historias. Si bien puede parecer
abrumador, aún puedes hacerlo. En este artículo te
brindaremos algunas indicaciones acerca de cómo empezar.
Así que tómate algo de tiempo, siéntate y piensa en lo que a
las personas les gusta leer. ¡Pregúntales a tus amigos y con
suerte podrás crear una historia increíble!
Método1
Comenzar tu propio libro
1
Compra un cuaderno (o varios). Si bien es posible que quieras
escribir tu novela directamente en una computadora, no
siempre es posible estar cerca de una en el momento en el
que llega la inspiración. Así que es mejor llevar los clásicos
lápiz y papel sin importar a donde vayas. Además, muchos
escritores creen ciegamente en la conexión que hay entre la
mente, la mano, el bolígrafo y el papel, así que al menos dale
una oportunidad antes de descartarlo como una opción para
ayudar a aumentar tu experiencia como escritor.
Un cuaderno con tapa de cuero o dura es el más resistente y
puede soportar una gran cantidad de maltrato producto de
estar en una mochila o en un maletín. Por otro lado, uno
espiralado, si bien no es tan robusto, es más fácil de
mantener abierto. Mejor aún, si decides que la página que
acabas de escribir no sirve, ¡te será fácil arrancarla!
Ya sea un cuaderno espiralado o de tapa dura, considera la
posibilidad de utilizar papel cuadriculado en lugar del típico
papel rayado. Es posible que termines creando dibujos y
bocetos mientras escribes y además será útil para marcar los
párrafos o hacer resúmenes.
2
Comienza a pensar en lo que escribirás. Ahora que tienes un
cuaderno, es momento de acabar con el fantasma tradicional
de todos los escritores: esa primera página vacía. Utiliza las
primeras páginas para anotar ideas para las historias. Una vez
que sientas que has escrito suficientes ideas, léelas dos
veces. Luego, muéstraselas a alguien para que te diga su
opinión. Decide con que idea comenzarás y asegúrate de que
no se parezca a nada publicado recientemente. Luego, espera
algunos días, vuelve a leer la idea para estar seguro y
prosigue con el siguiente paso.

3
Crea el resumen de tu historia en el que incluyas una
descripción general, notas sobre los personajes (posibles
nombres, descripciones, “trasfondos”, etc.), lugares, época y
todas las demás cosas propias de una gran historia. Existen
varias ventajas que te brinda este enfoque general, las cuales
son:
Te dará ideas nuevas para la historia a medida que describes
las diferentes partes que la componen (¡anótalas!).
Nada se desperdicia. Por ejemplo, podrías describir a
un personaje que nunca aparece directamente en la historia
pero que influye en algún otro.
4
Arma una tabla o una gráfica en la que escribas a todos los
personajes que tengan un significado especial en la
historia. Utiliza tu cuaderno para escribir mucho más acerca
de ellos. Incluso puedes crear una historia de fondo para un
par de ellos. Esto te ayudará a visualizar, a pensar e incluso a
aprender más sobre ellos.
Siempre podrás tener algo a lo que recurrir cuando te quedes
sin ideas.
5
Crea una descripción general. Una descripción general te
ayudará a definir el arco de la narrativa, como el principio, el
desarrollo de la trama y de los personajes, la formación de
todos los eventos que conducen al gran conflicto clímax y por
último la resolución y el final.
Generalmente, el principio de la historia es la parte más difícil
si quieres que así sea. Lo mejor que puedes hacer es
comenzar con algo que sea lo más amplio posible. Por
ejemplo, supongamos que quieres escribir una novela de
misterio y eres un fanático de la Segunda Guerra Mundial.
Escribe: misterio, Segunda Guerra Mundial. Lo bello de esto
es que ambas categorías son muy amplias, pero el solo hecho
de unirlas reduce instantáneamente el campo de las
posibilidades. Ahora tienes por lo menos un periodo de tiempo
y un foco de atención. Algo misterioso ocurrió durante la
Segunda Guerra Mundial. Trata de concentrarte un poco más.
¿Se trata de algo personal o es más general? La Segunda
Guerra Mundial sin duda abarcó ambos. Pero en este ejemplo
digamos que es personal, como la historia de un soldado.
¿Cuándo se lleva a cabo la historia? Como es obvio, durante
la Segunda Guerra Mundial, puesto que se trata de la historia
de un soldado que participó en esta guerra, ¿no es así? Este
es uno de los puntos decisivos que deberás determinar de
inmediato. Supongamos que la historia en realidad se lleva a
cabo en el presente, lo que conlleva a la siguiente pregunta
“¿Cómo ahora?”. Para proseguir, determina el escenario
inicial: el personaje principal encuentra un diario, el de su
abuelo quien participó en la Segunda Guerra Mundial. Esta es
una revelación porque el abuelo nunca llegó a casa tras la
guerra, pero nadie sabe lo que sucedió. Tal vez en este diario
tu héroe descubra la verdad.
Ahora has respondido a varias preguntas claves: quién: tu
héroe, cuándo: en el pasado y en el presente; qué: un diario
y el misterio de una persona desaparecida. Aún no conoces el
“porqué”. Esa es una de las cosas que deberás descubrir.
¿Cómo? Una vez más, al hacerte preguntas.
Desarrolla a los personajes. Comienza con lo obvio. En este
caso, ya has creado dos personajes, los cuales son un joven y
su abuelo. Puedes determinar sus características mediante el
escenario y expandir a los personajes a lo largo del proceso.
El abuelo probablemente era casado, así que debe haber una
abuela en la imagen. Existe una generación entre el abuelo y
el joven, así que debe haber uno de los padres que a su vez
sea el hijo o hija del abuelo. ¿Ves lo fácil que es?
Continúa de esta forma extendiéndote desde un personaje
hacia los demás con los que pueda interactuar. En poco
tiempo, tendrás demasiados personajes e interacciones. Esto
es bueno, sobre todo en una novela de misterio. También
podrías necesitar algunos personajes del tipo “camisas rojas”,
¡como aquellos alféreces desafortunados y desechables de la
serie original de Star Trek (Viaje a las estrellas)!
En el proceso de desarrollo de los personas, probablemente te
hagas la misma pregunta que se harán tus lectores: ¿Qué
sucede después? Utiliza esas preguntas para desarrollar la
historia. Ya sabes, para tu historia, aquella en la que el joven
quiere averiguar lo que le sucedió a su abuelo. Dado que todo
lo que tiene es el diario, lo lee y descubre que la historia de
su abuelo que lo lleva desde tu pequeño pueblo en una ciudad
rural junto con su esposa embarazada (¡la abuela!) hasta las
playas de Normandía donde se encuentra herido detrás de las
líneas enemigas y desde donde escribió este diario. Nunca
volvió a casa. Sabiendo todo esto, verás surgir las preguntas
y un patrón:
Los eventos se producen en el tiempo “actual” y también
durante la Segunda Guerra Mundial: Tal como se lee en el
diario, el año es 1944. Pero el nieto comienza a leerlo en el
presente.
Para añadir más acción al misterio, el joven debe hacer algo.
Dado que el abuelo no volverá a casa, envía al joven a
Alemania para encontrarlo, ya sea vivo o muerto.
¿Dónde estuvo el abuelo en todo este tiempo?
Continúa este proceso de creación del arco, pero en este
punto podrías considerar un final tentativo: el joven descubre
la razón por la que el abuelo nunca volvió a casa y cómo sí lo
hizo su diario. ¡Luego todo lo que necesitas es escribir la
historia intermedia!
Crea una “cronología” de la descripción general. Ahora que
has creado la historia básica (menos todas las palabras),
traza la descripción general como si fuera una línea de
tiempo, con los eventos principales de cada personaje
colocados en su propia línea. Habrá veces en las que dos o
más personajes se crucen y otros en donde algunos
desaparezcan por completo. Solo dibuja una línea donde
ocurran estos acontecimientos. Esto también te dará algo
para reavivar tu inspiración cada vez que tambalee.

6
Edita sin piedad. Si notas que la trama no va a ningún lugar y
no hay nada que puedes hacer para solucionarlo, retrocede
hasta el punto en el que tenía sentido y prueba algo más. No
es necesario que tu historia siga al pie de la letra todo lo que
pusiste en la descripción general. En ocasiones, puedes tener
otras ideas hacia dónde quieras llevar la historia. Sin importar
en qué parte del proceso te encuentres, la inspiración puede
llevarte a recorrer otros lugares. Síguela, ya que eso es parte
de lo divertido que es escribir.
Método2
Escribir una novela
1
Escribe el nombre de cada capítulo del libro y decide lo que
pondrás en él. De esa manera, siempre sabrás hacia dónde va
la historia.
2
Conoce los elementos de una buena novela. Si quieres ser un
escritor exitoso, piénsalo dos veces antes de tomar un curso
de escritura creativa en la universidad (a menos que ya lo
hayas hecho); en lugar de eso, toma un curso de literatura.
Debes saber cómo leer con discernimiento y tener un ojo
crítico antes de comenzar a escribir un libro. La estructura de
las oraciones, la distinción de los personajes, la formación de
la trama y el desarrollo de la personalidad de los personajes
encajarán en conjunto si sabes cómo leer críticamente antes
de escribir.
Escenario. El escenario de un libro es el tiempo, lugar y las
circunstancias en los cuales la historia se lleva a cabo. Desde
luego, no necesitas crearlo por completo. Tal como lo haría un
pintor, debes crear una imagen en la mente del lector al
pintar alrededor del tema.
Por ejemplo: María descendía por la pendiente escarpada que
rodeaba al castillo. Antes de que pudiera llegar muy lejos, una
de las sirvientas de su padre la detuvo y le dijo “Al rey
Ferdinand le gustaría verte”. Esto sugiere que María,
posiblemente una chica joven, vive en el castillo. Esto le dará
al lector indicios de que el libro podría estar ambientado en la
época medieval. María también es un nombre latino, el cual
podría sugerir el lugar donde vive, ¡y el “rey Ferdinand” es
una gran pista! De hecho, la esposa del rey Ferdinand, Isabel
de Castilla, aprobó y financió el viaje de Cristóbal Colón hacia
el Nuevo Mundo alrededor del año 1492 d.C., de modo que
esta historia probablemente tenga lugar en esa época.
Personajes. Cada historia tiene personajes principales y
secundarios. Es importante que hagas a los tuyos
interesantes y los presentes de la manera adecuada. El hecho
de presentar el escenario y tal vez incluso a los personajes se
llama exposición.
Hay varios tipos de personajes que pueden tener los libros.
Por lo general, el protagonista es el personaje principal y el
que sigue el libro. Para cada protagonista, generalmente
existe un antagonista, el personaje que brinda la fricción que
una historia necesita para proceder. Por lo general, los
villanos de los libros son los antagonistas, aunque no siempre.
Ten esto en mente: muy a menudo, el villano de un hombre
es el héroe de otro. Independientemente de los roles que
tengan, estos tipos de personaje son importantes para hacer
que tu historia tenga éxito.
El conflicto. Un conflicto es un gran problema que enfrente un
personaje, siendo generalmente la razón para que la historia
exista en primer lugar.

Tal vez a María, la hija del rey, se le pidió que tome la


decisión de dejar a Colón utilizar los barcos y marineros
españoles para sus aventuras. Ella podría seguir afrontando
este problema durante la mayor parte de la historia.
El clímax. El clímax es el punto de mayor tensión en el libro,
el punto en el que el lector se encuentra realmente a la
expectativa.

Tal vez María decidió no dejar a Colón utilizar el dinero


español para su exploración cuando él se presenta, rogándole
que lo deje ir y diciéndole que hará lo que sea para tener esta
oportunidad. Este es el punto en el que María debe tomar una
gran decisión, una que determine todo el resultado de la
historia.
La resolución. El clímax se terminó, el problema se resolvió y
cualquier cabo suelto se cerró. Nota: si tienes la intención de
hacer una secuela, deja al menos uno o dos cabos sueltos.
Por ejemplo, en este caso María decide honrar los deseos de
Colón, lo deja ir y convence a su padre de dejarla ir con él en
su viaje. A menudo es interesante para el lector en caso de
que haya un final que no esperabas, así que no siempre
hagas que el final del libro sea predecible.
Los detalles son algunas de las cosas más importantes que
debes escribir en un libro. En lugar de decir “El cielo era azul”,
di qué clase de tonalidad de azul tiene, como “El cielo tenía un
tono claro de índigo”, Puede aumentar el nivel de interés de la
historia, pero no exageres. Un mal ejemplo sería “El cielo
tenía un tono claro de índigo, el cual hizo salir el ónix
quemado de la arena, manchado con los restos de espuma
efervescente producto de las olas de color aguamarina teñidas
de lima.
Un embellecimiento excesivo puede hacer que tu historia
parezca demasiado forzada (y probablemente lo sea). Sé
descriptivo y simple, y quizás añádele un tono poético a tu
historia.
3
Escribe la trama. Esto te dará un punto de partida al cual
conectar tu historia. No hagas nada ostentoso, solo da una
idea general de lo que sucede. A mitad del libro, revisa la
trama original que anotaste. Será increíble la manera en la
que tu percepción del libro puede haber cambiado. Puedes
cambiar la trama para que sea ajuste a la original o puedes
desechar esta última y continuar con la actual. Incluso podrías
mezclar ambas, lo que sea que quieras. ¡Recuerda que se
trata de tu libro !

4
¡Comienza a escribir! Esta es la mejor parte. Si tienes
problemas para empezar, pasa directamente al conflicto de la
historia. Una vez que te sientas cómodo con lo que has
escrito, puede agregar el escenario. Probablemente cambies
muchas cosas en la historia, porque lo genial de escribir un
libro es que puedes dejar que tu imaginación vuele. Lo único
que necesitas recordar es que debes disfrutar del proceso o tu
libro podría terminar en un contenedor cilíndrico de metal
manchado con óxido y fragmentos de pigmento de látex de
color turquesa (es decir, en un tacho de basura oxidado).

5
¡Recuerda que solo debes utilizar el cuaderno para planificar
la trama! Es mejor escribir tu historia en una computadora
para que puedas crear múltiples copias, eliminar los errores
fácilmente y enviársela a los editores.
Método3
Escribir un libro de no ficción

1
Elige un tema que conozcas o que quieras conocer. El libro de
no ficción podría ser información acerca de un lugar en el que
el lector podría estar de vacaciones o incluso un lugar en
general. Podría hablar de la sociedad actual, de un líder
contemporáneo o histórico, o incluso de una persona de
interés. La única condición para una verdadera historia de no
ficción es que debe basarse en hechos.
2
Investiga. Por mucho que puedan saber, ¡los expertos tienen
al menos algo nuevo que aprender! Nunca puedes conocer
demasiado un tema. Si tienes problemas o tienes un bloqueo
mental, prueba lo siguiente:
Navega por Internet. En ocasiones, necesitaras investigar un
poco para acortar las posibilidades, pero deja que los motores
de búsqueda del mundo te ayuden en tu búsqueda de
conocimiento. Revisa no solo los artículos principales, sino
también las referencias. Realiza preguntas en los foros y en
otros lugares en caso de que haya alguien que pueda
ayudarte a responderlas
Lee otro libro de no ficción que trate o se relacione con tu
tema. El autor puede ver cosas desde una perspectiva distinta
y podría tener información de la que no te habías percatado,
la cual confirmarás debidamente en una fuente independiente
antes de incluirla en tu historia, ¿no es cierto? ¡Lo es!
Consulta con un experto. Probablemente haya un experto en
el campo que haya dedicado el trabajo de su vida a saber
todo lo relacionado al tema del que escribes. Búscalo, pídele
algo de su tiempo y pregúntale si hay algo que podría ser
único e interesante acerca de tu tema.
Lee una enciclopedia. Sí, es una tarea aburrida, pero alguien
tiene que hacerla y ese podrías ser tú, ya que necesitas
recopilar toda la información necesaria para tu libro.
3
Dale un formato al libro. Los libros que no se publican son
aquellos que no están bien organizados. Por ejemplo, no
hables acerca de buenos lugares para pescar y playas
geniales en Europa en el mismo capítulo.
4
Agrega una gran cantidad de detalles descriptivos. ¡Nadie
quiere leer un libro de cocina aburrido! Los buenos libros
están llenos de detalles y de color.
Método4
Sigue intentando
1
Sé persistente. Un joven paró a un taxista en Manhattan y le
preguntó “¿Cómo llego al Carnegie Hall?”. “Practica”,
respondió el taxista. La práctica hace al maestro. Escribe
continuamente, sin importar si es una historia, solo un
pensamiento o incluso una observación. Mientras más lo
hagas, mejor serás. No necesita ser perfecto, tampoco
necesita ser tal como lo imaginaste al principio, lo que más
importa es que salga de ti. Más tarde, tendrás mucho tiempo
para revisar lo que escribiste.

2
Sigue haciendo preguntas acerca de tus motivos, tu historia y
los personajes.Todo y todos en tu novela deben tener un
motivo para existir. Decir que las hojas son verdes les indica
a los lectores que es primavera o verano, decir que el
personaje tiene una barba de tres días indica que se
encuentra bajo una coacción de algún tipo (o que es un actor
de Hollywood). Todos los personajes tienen una motivación
para su accionar, así que pregúntales a medida que escribes
“¿Por qué estás a punto de subirte a ese avión y dejarlo solo
en Marruecos?”.

3
Toma descansos para recuperar la perspectiva. Escribir
mejora con la distancia. Al tomarte una distancia para luego
volver a ver lo que escribiste, normalmente verás lo que
funciona y lo que no, mientras que tratar de percibirlo cuando
estás atascado será mucho más difícil. Deja de lado el
capítulo durante un semana y luego retómalo con una actitud
refrescada y una perspectiva nueva.
Si sufres de bloqueo de escritor, deja de escribir por unos
cuantos días y escucha música relajante para despejar tu
mente.
4
Busca opiniones diferentes a la tuya. Deja que otras personas
lean el manuscrito. Ellas podrán darte algunos comentarios
valiosos y quizás incluso ayudarte a medida que sigues
escribiendo.
5
Descarta lo que no funciona. Como es de esperarse, habrá
muchas cosas que no funcionen. No tengas miedo de eliminar
personajes, trama y cualquier otra cosa que no funcione. Del
mismo modo, no tengas miedo de añadir elementos y
personajes nuevos que puedan unir brechas y darle sentido a
tu historia. En el caso de un libro de no ficción, ¡nunca temas
buscar más información que respalde tus afirmaciones!
6
Recuerda que muchos autores escriben muchos borradores
antes de encontrar una idea que sea lo suficientemente
buena. Mira el caso de Veronica Roth, la autora de
“Divergente”. Ella dice en su blog que le tomó al menos unos
48 intentos encontrar una idea que pueda utilizar y eso
ocurrió en su época de universidad.
7
Escribe lo que sepas. Este viejo refrán puede funcionar o no
para ti. Es bueno no verse en la necesidad de investigar
mucho antes de comenzar a escribir, pero un poco tampoco
hace daño. Además, es un buen ejercicio. ¡Escribir cosas
nuevas podría ayudarte a desenterrar una idea!
8
Sé constante. Trata de hacer que tu mente produzca ideas en
masa todo el tiempo, de modo que nunca tengas una excusa
para no escribir. No necesitas colocar TODO en tu historia,
solo lo suficiente para satisfacer al lector. Si te cansas de
escribir y te atascas, tómate un descanso y reconéctate con el
mundo exterior, en donde podrás obtener algunas ideas.
También puedes hacer un poco de escritura libre, sin
ediciones o sin borrar nada “porque suene mal”, solo escribir,
escribir y escribir, incluso si son escenas dispersas, rimas o un
par de palabras.
Consejos
Recuerda que no existen límites. ¡Deja que tu imaginación
sobrepase a la realidad!
Recuerda estas siglas "PLAPS":
P: personajes
L: lugares
A: acción
P: problema
S: solución
Para que las personas quieran leer un libro, este debe tener
un título muy bueno, una portada buena, buenas imágenes y,
desde luego, una buena introducción.
¡No te olvides de revisar! Si no revisas, probablemente
termines con una historia muy básica. Los editores de los
periódicos revisan la historia que ven. A las personas les
gustan los libros y necesitan “engancharse” con ellos.
No te estreses si cambias la trama a la mitad del libro. Las
mejores ideas no aparecen cuando las piensas, sino que salen
cuando escribes. Solo sigue la corriente de las palabras y el
resto deberá ocurrir de manera natural.
De vez en cuando lee algunas de tus ideas en voz alta; de
esta manera, podrás detectar tus errores o las ideas
excelentes.
Inspírate leyendo otros libros, mirando una película,
escuchando música o visitando una galería de arte.
¡Utiliza tu imaginación! Es la clave para escribir un buen libro
de ficción.
Mantén un diario pequeño cerca de ti. Si oyes o piensas en un
nombre único, en una idea para una trama, etc. ¡anótala!
¡Puede ser la clave que haría que tu libro se convierta en un
éxito!
Dibuja a los personajes para tener una buena idea de cómo
lucen. No necesitan ser dibujos perfectos, incluso un boceto
servirá. De esta manera, será más fácil escribir sobre ellos.
¡No te desanimes! Si te sientes frustrado con la historia
actual, toma un descanso. Trabaja en una historia corta, en
un artículo periodístico, en un ensayo o edita algunos artículos
en wikiHow.
Advertencias
Asegúrate de que el libro que planeas escribir no exista.
Mantente abierto a las críticas. Dicho eso, si tu libro no
resulta muy bien, no permitas que te desanimen demasiado.
Una persona que va a escribir su primer libro debe apegarse a
su meta. No debe preocuparse por el tiempo ni el dinero. El
primer libro podría no ser un éxito, pero esa persona
aprenderá algo de sus errores.
Evita el plagio (copiar la obra de otro autor). Incluso si lo
haces de la manera más artística posible, a la larga alguien lo
rastreará y unirá todas las partes copiadas. Para algunas
personas, este es un desafío que disfrutan.
¡Asegúrate de DISFRUTAR lo que escribes! De vez en cuando
pregúntate:
¿Me gusta lo que escribo?
¿Es divertido?
¿Me gusta mi(s) personaje(s) principal(es)?
Y lo que es más importante:

¿Quiero hacerlo?
Razón: no es una buena idea escribir porque alguien te dijo
que lo hagas. Escribe porque QUIERAS hacerlo.
CÓMO ESCRIBIR UNA NOVELA
Escribir una novela es bastante sencillo, hay que saber cómo
empezar luego ir paso a paso escribiendo los capítulos hasta
el final.
Bromas aparte, escribir una novela no es una acción (escribir)
es más bien un proceso que para algunos puede ser bastante
confuso por la cantidad de pasos a seguir, que resumo en:
1) Crear todos los personajes de ficción e idear un argumento
redondo.
2) Escribir argumentos secundarios para integrarlos a la
perfección en la trama principal.
3) Construir una atmósfera creíble y decidir hablar sobre un
tema interesante.
… y eso es todo antes de que pueda sentarse a escribir la
novela.
No es de extrañar que la pregunta que se hace todo nuevo
escritor sea…
¿Por dónde empiezo?
Como la construcción de un edificio, para escribir una novela
hay que tener una buena idea del conjunto, entonces trazar
un plano detallado y definir un plan de avance.
El plano le da una visión general del conjunto y de cada
componente, de cada pieza y material que necesita para
construir el relato que al final pueda salir publicado con su
nombre.
El plan de avance es una guía que le ayuda a escribir en el día
a día, le dice dónde se encuentra hoy y a dónde debe llegar.
Nos mostrará nuestros logros y el camino que resta.
Hay que tomarse el tiempo necesario para estudiar el plano
antes de empezar a construir nuestra novela, para tener
presente el todo; pero no debemos olvidar volver a
consultarlo durante la ejecución de las obras, cuando estemos
atascados en un detalle o perdidos sobre qué componente
debe ir a continuación
En el nivel más básico, escribir una novela consiste en sólo
tres pasos…
Planificación. Aquí es donde usted resuelve lo que quiere decir
(en forma de síntesis).
Escritura. Es donde se transforma el plano en prosa y en
diálogo.
Revisión. Por último, se pulen las ideas y las palabras hasta
que brillen.
Fácil, ¿no? Bueno, sí… excepto que realmente no nos dice
nada acerca de cómo escribir novelas. Entonces dividimos
estas tres etapas en instrucciones concretas sobre qué hacer
primero, en el medio y al final. Así llegamos a estos 15 pasos:
Planificación:
1. Preparación.
2. Decidir el objetivo: Tipos de Novelas.
3. Brainstorming: La idea original.
4. Decidir el tema.
5. La premisa principal.
6. Creación de personajes.
7. Punto de vista.
8. Sitio y situación.
9. Matemáticas y estructura.
10. El plano general: Síntesis del argumento.
Escritura:
11. Escenas clave.
12. Primer borrador.
Revisión:
13. Revisión de Tema.
14. Cohesión, consistencia y verosimilitud.
15. Corrección de estilo, gramática y ortografía.
Y ahora, la explicación de lo que conlleva cada punto de la
lista. Ésta es una explicación resumida para no extenderme
demasiado y al final lograr que se aburran, pero nos dará una
idea clara de lo que hace falta tener cubierto para pasar al
siguiente punto.
Les aseguro que si cumplen cada paso a conciencia el
resultado será una novela con una calidad aceptable para la
publicación.
1. Preparación
Hay algo necesario antes de iniciar un proyecto de éstas
características y es tomarse un tiempo para decidir
y comprometerse con un trabajo largo y pesado, sin
reconocimiento inmediato.
Si usted busca la receta para escribir una novela completa
para llevarle a una editorial en tan sólo unos pocos meses,
buena suerte, pero me temo que no puedo ayudarle. No hay
atajos en la escritura de novelas. Pero si está dispuesto a
trabajar tan duro como sea necesario durante el tiempo que
sea necesario (sin olvidarse de disfrutar a lo largo del camino,
por supuesto) entonces sí se puede llegar muy lejos.
En primer lugar, hay que decidirse a ser escritor de verdad,
no de hobby. Encontrar el motor que lo impulse en este
emprendimiento es algo personal. Hacer dinero de la
escritura no es una mala motivación pero quizás resulte
insuficiente, hay maneras mucho mejores de asegurarse que
le dan ganas de trabajar en su novela todos los días.
Si decidimos que nos embarcamos en esto seriamente hay
una serie de ajustes prácticos que deberemos hacer a nuestro
ritmo de vida. Deberemos separar tiempo para la escritura,
preparar un lugar específico, conseguirnos un ordenador (hoy
en día es imprescindible, porque aunque parezca romántico
darle a las teclas de la Remington de la familia, las
correcciones y las entregas nos obligarán a tener una copia en
digital); en fin preparar el entorno de un escritor, para que
cuando llegue el momento sólo debamos sentarnos y escribir.
2. Decidir el objetivo: Tipos de Novelas.
Como ya lo habíamos comentado, hay que adoptar una
actitud profesional. Olvídese de los ideales románticos y la
imagen del escritor bohemio. Ser un escritor es una actividad
creativa, pero también es un trabajo y la venta de una novela
a un editor es una propuesta de negocio.
¿Qué significa eso para usted? Esto significa que puede
aumentar su posibilidad de éxito si conoce desde el principio
qué necesita su libro para integrarse mercado editorial.
No le estoy pidiendo que venda su integridad artística aquí, yo
simplemente le aconsejo ponerse el sombrero de los negocios
por un momento. Hay que investigar un poco el mercado e
identificar un nicho al que apuntar porque es riesgoso escribir
una novela sin tener una idea clara de la posición que va a
ocupar en el mercado literario. Usted puede salirse con la
suya si su novela entra perfectamente en una categoría, más
por suerte que por juicio, pero si llega a deslizarse entre las
zonas grises intermedias de los géneros, entonces los editores
estarán poco inclinados a aceptarla, no importa lo bueno que
la escritura. Editar novelas es un negocio, no una obra de
caridad para gente creativa. Si sus libros no van a hacer
ganar dinero a los editores (si no de inmediato, por lo menos
en los dos o tres años siguientes) entonces no van a querer
saber nada con ellos.
En la práctica esto se puede prever explorando los distintos
tipos de novelas, decidiendo por el tipo que (desde nuestro
punto de vista creativo) sea el que permitirá expresarnos de
forma fluida y crear una historia a la vez interesante y
original.
Si bien pueden existir innumerables tipos de ficción, a
grandes rasgos se puede dividir en tres grupos:
Las novelas de género
Es la variedad más popular de la ficción. Se puede dividir en
categorías como de misterio, policiales, ciencia ficción,
fantasía, negras, de espías, etc. Si usted decide escribir
ficción de género, es necesario tener en cuenta que cada
categoría tiene un conjunto particular de reglas (o
convencionalismos) que usted, el escritor, tendrá que seguir
más o menos.
Literatura mayor o ficción literaria seria
Son generalmente novelas profundas de contenido y cargadas
de simbolismos e ideología, con densas subtramas y
alegorías. Por lo general mucho menos comerciales que los
libros de género, con honrosas excepciones. Si su novela
literaria seria pasa a ganar un importante premio o recibe
crítica positiva del boca a boca, podría hacerle muy rico.
Ficción general o de gran público
Como habrá adivinado, se encuentra a medio camino entre
los otros dos tipos. No son novelas de género, pero tampoco
buscan la profundidad ideológica ni tienen las pretensiones
artísticas de la literatura mayor. Son las novelas que se
convierten en Best Sellers, y tienen un poco de otros tipos
pero no siguen los convencionalismos de los géneros (algunas
se sitúan en el futuro, pero no pretenden ser ciencia ficción,
otras hablan de vampiros pero en realidad son de amor y no
de terror, etc). Usualmente relatan historias más íntimas y
cercanas.
3. Brainstorming: Todas las ideas, una idea.
Bueno, estamos acercándonos al punto donde empieza el
verdadero trabajo (es decir, el punto en que comienza a
planear su novela). Antes de poder planificar, sin embargo, es
necesario encontrar esa idea generadora. Habrá que hacer el
esfuerzo de buscar lo mejor que a uno se le pueda ocurrir.
Después de todo, si le piensa dedicar una parte significativa
de su vida a esta novela la última cosa que querrá hacer es
empezar el pie izquierdo.
Algunas personas le dirán que las buenas ideas son difíciles
de conseguir. Con todo respeto, no estoy de acuerdo. De
hecho, creo que cualquier escritor tiene el problema opuesto:
No tener suficientes años como para convertir cada buena
idea que tiene en una novela.
Hay toda una sección dedicada a las ideas que quizás quiera
explorar.
Intermedio: Planificar su novela
Las ideas de una persona sobre cómo escribir una novela
serán un poco diferentes a las de otra persona. Es por eso
que usted debe sentirse libre de adaptar este proceso de
escritura de novelas a sus necesidades propias.
Tal vez una de las diferencias más grandes sea ésta:
A algunos les gusta planificar su ficción al detalle, antes de
iniciar la etapa de la redacción y corrección. Otros escritores
logran salir adelante con una planificación casi inexistente, o
incluso sin planificación. Vienen de la escuela de escritura
“sólo siéntate y escribe”.
¿Qué camino es el mejor? No hay una respuesta absoluta,
sólo cabe decir que si una determinada manera de escribir
ficción funciona para usted, ésa es la correcta.
Pero si no está seguro y quiere una recomendación, me
permito sugerir que es mejor planificar su novela con tanto
detalle como usted pueda, antes de escribir el primer
borrador.
¿Qué implica la planificación de una novela?
Debido a que la planificación de un largo trabajo de ficción en
detalle es una tarea muy grande (por no hablar de que puede
ser potencialmente confuso), la mejor manera de hacerle
frente es dividirlo en partes más pequeñas. En total, hay seis
partes:
Tema y simbolismo.
Premisa principal.
Personajes.
Punto de vista.
Escenarios.
Argumento.
4. El tema.
Esto no es tan difícil o tan confuso como parece. El tema es la
esencia del relato, el eje alrededor el cual gira la narración. El
tema no es algo concreto, sino un concepto abstracto,
universal, algo que todos podemos entender: el sufrimiento,
el heroísmo, la violencia, la crueldad, etc. Como vemos, son
todas palabras que, independientemente de si transmiten un
valor positivo o negativo, no se atienen a una época o a un
espacio determinado. El tema de nuestra historia es lo que
queda de ella cuando la reducimos a una sola palabra.
Si queremos escribir una historia de amor, da igual si los
enamorados son Romeo y Julieta, dos extraterrestres hechos
de lava hirviente o una tostadora y un microondas, el tema de
las tres historias será el amor. Para aclarar un poco más la
cuestión veamos cuál es el tema en estas conocidas obras:
Peter Pan, de JM Barrie: la infancia.
El conde de Montecristo, de Alexandre Dumas: la venganza.
El retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde: el narcisismo.
Madame Bovary, de Gustave Flaubert: el adulterio.
Crimen y castigo, de Fiódor Dostoyevski: la culpa.
Para concluir, la definición del tema es fundamental en
nuestra planificación porque al fin y al cabo es de lo que
nuestra novela va a tratarse y estaremos trabajando sobre
este concepto durante todo el proyecto.
5. La premisa principal.
Una vez hayamos decidido el tema que ha de tratar nuestra
novela debemos definir nuestra perspectiva personal sobre
ese tema, la mirada del autor. Si el tema era sólo una palabra
que contenía la esencia de nuestra novela, la premisaes una
frase que establece nuestra postura ante ese tema. No se
trata de una frase compleja, como habíamos visto en las
ideas que originaban la novela, una premisa contiene todo lo
que pasa en la historia, pero sin protagonistas, ni escenario,
ni fechas; solo tema, conflicto y conclusión.
Por ejemplo, si su tema es “la mentira” su premisa puede ser
“las mentiras siempre acaban por descubrirse” y la historia
que escriba deberá atenerse a esa premisa, será la brújula, la
promesa que ha hecho al lector y que debe ser respetada.
Al ser una postura personal y subjetiva, la premisa no debe
ser (necesariamente) una verdad universal. Es su opinión
sobre el tema, su tesis, y en la novela la va a demostrar.
¿Por qué premisa principal? Como puede suponer, en una
historia compleja como las de las novelas aparecerán tramas
secundarias y con ellas los temas secundarios y las premisas
de cada tema secundario. Lo importante en este punto es
definir nuestra premisa principal, que aportará nuestra
opinión sobre el tema principal.
6. Creación de los personajes.
Hay dos grandes tareas para completar aquí:
En primer lugar, es necesario elaborar una lista de personajes
(de todos, desde el protagonista principal hasta el hombre
que pasa y pregunta la hora en el capítulo 8). Es imposible
durante la etapa de planificación pensar en todos los
personajes que se necesitan. Ya se que muchos de ellos no
existirán hasta que usted comience a escribir, pero sin duda
tiene una idea de quiénes son los principales actores. Esta
lista de personajes va a ir creciendo y completándose a
medida que avanza la escritura del primer borrador.
En segundo lugar, es necesario conocer a los personajes,
escribiendo perfiles o mini-biografías para ellos. Conocer de
arriba abajo a tus personajes antes de escribir una sola
palabra de la novela es muy importante. Dejar de hacer esto
significa no tener el material básico para convencer a los
lectores de que son seres vivos y eso no dirá mucho de su
reputación como novelista.
¿Qué debe entrar en estas mini biografías que usted necesita
para escribir para cada uno de los personajes principales? Iré
subiendo post sobre cómo crear personajes para que
lleguemos a las respuestas.
7. Decidir sobre un punto de vista
Usted ya ha elaborado una lista de personajes y conoce de
forma íntima y completa a los personajes más importantes de
esa lista. Ahora que todos ellos son reales para usted el
siguiente paso surge de manera sencilla: ¿Quién cuenta la
historia?
No debe confundir nunca al autor de la novela (usted) con el
narrador de la misma (una creación suya). En un relato de
ficción nunca es el autor quien narra.
Si el narrador cuenta la historia desde fuera de los
personajes, estará adoptando un punto de vista externo. En
este tipo de punto de vista, el narrador puede ser:
Narrador omnisciente
Es dios. Tiene acceso al mundo externo e interno de los
personajes, conoce su pasado y su futuro. Es ubicuo, por lo
que puede contar hechos simultáneos que suceden en lugares
distantes. Tiene un conocimiento completo de la historia y
puede manejar un gran número de personajes. Puede
también opinar sobre los hechos que narra, aunque no
siempre lo haga.
Narrador cámara
Esta técnica de narración crea la ilusión de que no existen
intermediarios entre la historia que se narra y el lector. Es lo
más parecido a una película donde sólo podemos ver las
acciones del mundo externo de los personajes, nunca
sabremos qué piensan, no conoceremos sus emociones, ni su
pasado o su futuro. Es como asistir a la historia “en directo”.
Narrador cuasi omnisciente
Es un narrador omnisciente, pero limitado a uno de sus
personajes. Usted utilizará la tercera persona pero contará la
historia desde la perspectiva de su personaje protagonista.
Sólo accede a las escenas que ve el personaje y sabe lo que
piensa y siente ese personaje, no los otros.
Si el narrador cuenta la historia desde dentro de los
personajes (ya sea uno o varios), estará adoptando un punto
de vista interno. Aquí utilizará la primera persona, verá la
historia a través de los ojos de ese personaje y podremos oír
sus pensamientos.
Hay montones de combinaciones que pueden dar juego a
interesantes formas de contar la misma historia.
8. Sitio y situación
Una vez haya decidido quién y cómo narrará la historia al
lector, deberá saber el dónde y cuándo de la historia. La
escenificación abarca mucho más que calles y edificios.
Es todo el mundo que rodea a los personajes. Incluye cosas
como lo que los personajes hacen, un trabajo, el clima (muy
importante en una novela es crear atmósfera). La historia de
la ciudad o el lugar donde los personajes están, el folclore.
Al igual que con los personajes, tiene que conocer a fondo el
entorno antes de empezar a escribir sobre ello. De hecho, si
usted ve la escenificación de una novela como un personaje
más, no se equivocará.
Para esto debe realizar algo de investigación, recolectar fotos,
tomar apuntes en forma de cortas descripciones (no sólo
visuales, también de sensaciones, olores, tacto, etc.).
Actualmente el Google Maps nos lleva a casi cualquier sitio y
nos permite prácticamente pasear por las calles en cualquier
punto del globo. Si nuestra novela se desarrolla en la
actualidad, ésta será una excelente herramienta.
9. Matemáticas y estructura
Antes de escribir nuestro argumento, deberemos conocer
ciertas estadísticas que pueden ayudarnos un poco con la
estructura básica que ese argumento puede tener.
En general, las novelas se componen de tres secciones (o tres
actos): Inicio, que abarca un 25% del total del libro, nudo un
50% y desenlace el restante 25%. Si tenemos en cuenta que
una novela tipo tiene unas 80.000 palabras (en promedio
bajo), la proporción es de: inicio 20.000 / nudo 40.000 /
desenlace 20.000.
El inicio comprende la introducción a la historia y a los
personajes, proporciona el status quo y va creando el marco
lógico para la introducción del primer punto de giro de la
trama, donde se presentará el conflicto que nuestro personaje
deberá resolver. En una novela tipo se desarrollan unas 80 a
120 escenas o acontecimientos significativos. Si tomamos la
primera cifra y de acuerdo con los porcentajes iniciales, unas
20 escenas conformarán nuestro inicio.
El inicio culmina cuando el protagonista toma la decisión de
actuar.
El nudo, que es donde se desarrolla la historia, la acción en sí,
comprenderá unas 40 escenas, unas 40.000 palabras. Aquí
aparecerán las subtramas (historias que involucran
personajes secundarios y que complementan o funcionan de
contrapunto de la historia principal).
El desenlace es donde se define la historia y se ven las
consecuencias de la acción llevada a cabo por el personaje
principal. Tendrá otras 20 escenas (20.000 palabras).
Evidentemente es una estructura simplista y poco profunda,
que no se ajustará del todo a la novela que está pensando,
pero es realmente útil a la hora de iniciar el planteamiento del
argumento de su novela, Los números irán cambiando, pero
es muy probable que se encuentren en los márgenes de los
promedios dados.
10. El plano general: Síntesis del argumento
Este es un paso realmente importante, por lo menos en
términos de cuánto tiempo le llevará. Primero definamos: El
argumento es una serie de eventos vinculados, en relación
con un personaje que quiere lograr algo importante para él y
que no será fácil de conseguir. Los eventos deben ceñirse a la
lógica interna del relato y llegar a una conclusión satisfactoria.
Para esto, también deberemos entender un par de conceptos
más, el de historia y trama.
La historia es el desarrollo de la acción (en donde se
involucran nuestros los personajes) de forma lineal y
cronológica. Es todo lo que pasa en su novela, contado desde
el principio hasta el final en el orden natural de los
acontecimientos. La trama, sin embargo, el cómo decide
usted mostrar esos acontecimientos. Es el resultado
de organizar narrativamente esa historia que ha pensado.
Para construir la trama deberá tomar dos decisiones
fundamentales: Seleccionar qué pasajes vamos a contar de la
historia, porque en una serie de hechos no todo es
interesante y determinar en qué orden vamos a narrar lo
seleccionado.
A esta historia es necesario vincular una o varias subtramas
perfectamente integradas en la trama principal. También
deberá crear intriga mediante la plantación de “señales” que
servirán de referencia para que los acontecimientos futuros
no parezcan caídos del cielo.
Una vez que haya completado el argumento base, usted
estará listo para comenzar a escribir su novela.
11. Escenas clave
Una técnica útil para comenzar la escritura es sentarse a
escribir primero las escenas clave del argumento. Si la trama
está bien realizada, nos conocemos a fondo los personajes,
los escenarios y el desarrollo de la historia, entonces podemos
definir cuántas y cuáles son las escenas clave, esas escenas
importantes, intensas o emotivas con las que seguramente ya
estuvo soñando en más de una ocasión mientras se gestaba
la historia en su cabeza.
Iniciar la escritura desde uno de estos puntos calientes le
brindará el entusiasmo que necesita para generar páginas y
páginas sin temor al bloqueo frente a la página en blanco. La
escritura no consecutiva además fija estos puntos clave de la
historia tal como los hemos imaginado y permite que, cuando
comencemos a llenar los espacios intermedios, nuestra novela
se dirija exactamente donde queríamos en un primer
momento.
12. El primer borrador
Usted se habrá dado cuenta de que, en esta guía de 15 pasos
sobre escribir una novela, los primeros 10 se ocupan de la
preparación y planificación. Eso es bastante deliberado.
Según los agentes y los editores, la mayoría de las novelas
son rechazadas a causa de una pobre elaboración. Y ¿adivinen
qué? Está mucho más propenso a escribir una novela bien
elaborada si se toma el tiempo y la molestia de planearlo todo
con cierto detalle.
Si decide obviar la planificación y saltar directamente a la
escritura, está bien. Lo más probable es, sin embargo, que el
primer proyecto vaya a terminar siendo una zona de desastre
estructural y, a continuación, tendrá que aplicar todas las
técnicas de planificación durante las etapas de revisión.
Aunque algunas personas le dirán que la única parte
verdaderamente creativa en una novela es la escritura en sí:
están equivocadas. De hecho, partir de una hoja de papel en
blanco y llenarla de personajes, lugares y eventos, usando
nada más que su imaginación, es la definición misma de la
creatividad.
Algunos autores le dirán que escribir un primer borrador de
una novela es una agonía. Y hay algo de verdad en esto. De
hecho, es precisamente en este momento en que el bloqueo
del escritor acecha. Si ya tiene escogidas y planteadas,
incluso escritas, las escenas clave de su novela como había
visto en el paso anterior, esto no le sucederá
Abordada con una mentalidad positiva, no hay ninguna razón
por la que llenar unos pocos cientos de hojas de papel con las
palabras no deba ser una experiencia gozosa.
Los recién llegados a la escritura cometen aquí el error más
grande: escribir tratando de redactar y editar al mismo
tiempo (es decir, obtener volcar una frase al papel y de
inmediato empezar a tratar de mejorarla). No haga esto. Los
primeros proyectos son simplemente poner la trama en negro
sobre blanco, no importa lo terrible de la calidad de la prosa.
Ya se encargará de pulirla en el siguiente paso.
Hay dos maneras de escribir una novela, una es la redacción
de una sola vez, hasta terminar el primer borrador y la
segunda es hacerlo capítulo por capítulo y revisar cada uno
antes de continuar. Para la segunda sólo tendrá que repetir
los pasos de revisión con cada capítulo en lugar de con toda la
novela. No importa cuál de las manera haya escogido, el
resultado no debe variar.
13. Revisión del tema
Lo que hará en este paso es revisar lo que ha dicho. Si usted
hizo un montón de planificación antes de escribir el primer
borrador de la novela (como se recomienda) no tendrá
demasiado que hacer aquí. En pocas palabras, deberá
asegurarse que su novela habla efectivamente del tema que
planteó en un principio y que al lector le queda claro que es
así. También si el mensaje que deja la lectura de su historia
encaja con la premisa que había escogido defender.
Esto deberá hacerlo también con cada subtrama, aislándola
en lo posible de la historia principal y viendo si el tema y la
premisa de esa parte de la historia son comprensibles.
14. Cohesión, consistencia y verosimilitud.
Los personajes tienen el hábito de tomar una vida propia
durante la escritura, y a menudo significa que lo que usted
quería que hagan los personajes (es decir, el argumento) se
puede salir de pista en algunos lugares. Esto es realmente
una bueno. El cambio de opinión acerca de ciertos aspectos
menores de la historia, una vez la vaya conociendo
detalladamente, debe dar lugar a una historia mejor. Pero
también significa que ahora tiene que revisar cuidadosamente
el manuscrito para encontrar los errores o inconsistencias que
se podrían haber deslizado.
La cohesión es la manera de relacionar y unir las distintas
palabras, oraciones y párrafos del texto, de forma que se
entiendan como partes del mismo todo. Salvo que se busque
una diferenciación por motivo de la trama, nuestro texto tiene
que dar la clara sensación de integrar la novela de forma
fluida y natural.
Como sabemos, las novelas tienen su propia lógica en donde
cada hecho tiene una causa y una consecuencia. Si existen en
nuestra novela escenas, actitudes o acciones de nuestros
personajes que parecen inexplicables, o que no siguen la
lógica interna de la novela, estas secciones atentarán contra
la comprensión de la historia. Todas las acciones, actitudes y
pensamientos de nuestros protagonistas tienen que ser
consistentes con lo que anteriormente se ha escrito sobre
ellos y así llegaremos al final que aunque pueda sorprender al
lector, será una resolución creíble y lógica de los
acontecimientos anteriores.
La verosimilitud está muy cerca de la coherencia. Respetando
la lógica de nuestro relato, nuestros personajes deben actuar,
hablar y pensar como lo que son. Cualquier elemento que
contradiga su perfil restará credibilidad a ese personaje y por
añadidura a toda la historia. De la misma manera, si
sobreviene una resolución o una acción sin causa previa,
parecerá poco creíble y contagiará la sensación de falsedad a
toda la historia.
15. Corrección de estilo, gramática y ortografía.
Esto simplemente significa pulir el lenguaje hasta que fluya
tan fácilmente como una buena conversación.
Escribir es conseguir las palabras correctas y colocarlas en el
orden adecuado.
Ernest Hemingway

El mejor consejo es simplemente confiar en su oído. Fue el


amor a la lengua lo que le llevó a escribir una novela en
primer lugar, por lo que este es el momento de confiar en sus
instintos.
Si una frase suena demasiado elegante, demasiado
exagerada, es necesario bajar el tono o directamente sacarla.
Si suena floja, todavía necesita trabajo. Pero si una oración
fluye sin esfuerzo y transmite la idea exacta de lo que
significa para nosotros, lo que buscábamos, no la toque.
En cuanto al estilo, en mi opinión, el mejor es un estilo simple
que no llame la atención sobre sí mismo (a diferencia de la
prosa pomposa, que es lo que los aficionados escriben cuando
tratan de sonar literarios). Y la paradoja es que, cuanto más
simple y menos trabajada usted quiere que sea su prosa, más
se tiene que trabajar en ella.
Esto es muy importante: No trate de vender su novela a un
editor hasta que haya revisado las palabras una y otra y otra
vez. (y luego, una vez más para la buena suerte.)
Conclusión
Pregunte a cien escritores sobre cómo escribir una novela y
obtendrá cien respuestas diferentes. Todo el mundo es único,
y todo el mundo trabaja de manera única. Le puedo decir lo
que funciona para mí y para muchos otros escritores con los
que he hablado, pero si usted necesita adaptar los pasos
anteriores a sus propias necesidades personales, eso es lo
que debe hacer. El anterior es un programa tipo, usted debe
darle la forma definitiva, la suya.
Más allá del proceso de escritura de novelas, también es
necesario practicar, practicar y practicar mediante la
aplicación de lo aprendido a su propia novela en progreso. Y
tiene que leer un montón de ficción publicada
(preferiblemente del mismo género que está escribiendo) así
que usted puede ver ejemplos que tienen relativo éxito.
Estudiar, escribir y leer, haga estas tres cosas al mismo
tiempo y se creará un verdadero círculo virtuoso.
Tienes que estar preparado para trabajar siempre sin
aplausos… nadie puede ver lo que haces hasta que lo hayas
repasado una y otra vez, hasta que se haya logrado
comunicar la emoción, las imágenes y los sonidos al lector, y
mientras estés completando el mensaje, las palabras, a
veces, no tendrán sentido para ti cuando las lees, así que
muchas veces tienes que volver a leerlas y releerlas. Cuando
el libro salga publicado tu habrás comenzado otra cosa, todo
lo habrás dejado atrás y ya no quieres ni oír hablar de ello.
Ernest Hemingway
Cómo escribir un relato
Blog, Relato 6 Comentarios
A la hora de escribir cada escritor tiene su propia fórmula. Si
todavía no tienes la tuya, presta atención a tu método de
trabajo hasta dar con la que mejor te funcione. Sin embargo,
hay ciertas pautas que pueden servirte como patrón. Hoy te
contamos cómo escribir un relato.
Son siete pasos que habitualmente forman parte del proceso
de escritura para escribir historias cortas. Evidentemente no
son leyes, así que piensa si estos pasos se adaptan a ti o si tal
vez prefieres usarlos en otro orden. En cualquier caso,
esperamos que te ayuden a escribir tus relatos con más
facilidad.
Requisitos para escribir un relato
Antes de empezar a escribir un relato necesitas tres cosas
imprescindibles. Si no las tienes, no podrás empezar.
De diez a veinte horas de tiempo libre. No son cifras exactas y
dependerán en gran medida de la longitud de tu historia, de
su dificultad y de tu destreza, pero en líneas generales
deberías reservarte unas cuantas horas libres en tu agenda
para dedicar a la escritura de un relato.
Una idea. Tienes que tener una idea para tu historia, un
argumento que desarrollar. Si todavía no la tienes, tal vez
pueda servirte alguna de estas.
Utensilios de escritura. Sea el tradicional papel y lápiz o una
moderna app, necesitas un lugar donde volcar tu texto.
Cómo escribir un relato en siete pasos
¿Estás listo para empezar a escribir? Pues allá vamos.
1. Escribe la historia
Estarás pensando que no te hace falta una guía para saber
que para escribir un relato hace falta empezar por escribir la
historia.
Déjanos explicarte: cuando te decimos que escribas la historia
no queremos decir que empieces ya a escribir el relato. Un
relato es una forma literaria con sus personajes, su trama,
sus descripciones, su estilo… Escribir un relato requiere
preparación, algunos conocimientos y tiempo. No hablamos
de eso.
Lo que te pedimos que hagas en un primer momento es
desarrollar la historia y escribirla tal como se la contarías a un
amigo mientras charláis delante de una taza de café. En ese
caso no te pondrías muy literario, sino que irías al grano, a lo
fundamental, sin detenerte en ningún detalle que no fuese
necesario para la comprensión de la historia.
Ya sabes, algo como:
«El otro día mi hermano conoció a una chica en un bar. La
chica era alemana y le contó que en su pueblo había un
hombre que estaba construyendo una minicentral eólica
usando latas de refresco que recogía por las casas de su
vecindario. El hombre ya había construido dos pequeños
aerogeneradores y estaba construyendo el tercero. La gente
se estaba implicando mucho y le llevaba las latas de sus
bebidas. La chica estudiaba ingeniería eléctrica y estaba
pensando hacer su tesis de final de carrera sobre el proyecto
de su vecino.»
¿Problemas para comenzar con esa novela que te ronda por la
cabeza?
Con la guía gratuita Claves para empezar a escribir tu
novela tendrás respuesta a todas tus dudas:
Cómo preparar los datos para hacer el primer borrador.
La fórmula para estructurar tus ideas y crear una trama
sólida.
Ejercicios para poner en práctica estas claves.
Prepárate para terminar tu novela y convertirte en un
profesional de la escritura. Solo tienes que registrarte aquí
debajo:

Principio del formulario

DESCARGA LA GUÍA
Final del formulario
Consulta nuestra Política de privacidad.
No hace falta que seas tan sucinto, puedes extenderte más.
Lo que sí es importante es que escribas tu historia de una
sola vez. No te detengas, no empieces hoy y continúes
mañana. Siéntate y escríbela en una sola sesión de escritura.
Como la historia no estará muy desarrollada y no tendrás que
prestar atención al estilo, no necesitarás mucho tiempo para
cumplir con este primer paso.
2. Encuentra al protagonista
Ya tienes tu historia.
No te desanimes pensando que es mala, aún queda mucho
trabajo por hacer.
Y lo que tienes que hacer ahora es decidir quién será el
protagonista de tu relato.
En algunos casos el protagonista estará súper claro y no
habrá lugar a dudas. En otros tendrás que pensártelo un
poco.
Por ejemplo, en la historia anterior el protagonista puede ser
el narrador, el hermano del narrador, la chica alemana o el
hombre que hace los aerogeneradores.
Ojo, porque muchas veces el mejor protagonista no es el más
evidente, así que piensa bien qué personaje elegirás para
interpretar la acción. Según el que elijas tu relato resultará de
una u otra manera y la perspectiva de la historia e incluso su
sentido pueden cambiar rotundamente.
Recuerda que el protagonista no es necesariamente el
narrador, ni es necesariamente el “bueno” de la historia. Más
bien el protagonista es el personaje que toma las decisiones
que impulsan la historia hacia adelante y le dan su
significado.
Tienes más información acerca de cómo desarrollar un
protagonista en esta entrada.
3. Prepara una lista de escenas
Ya tienes un esbozo del argumento y has decidido quién será
su protagonista. Llega el momento de ir un paso más allá y
empezar a pensar en el relato tal como nos referimos a él
más arriba. Es decir, como un artefacto literario.
Para ello debes descomponer la historia que escribiste en el
primer paso en una lista de escenas. Hacerlo así te ayudará a
tener una visión general de tu historia, lo que te permitirá
organizarla y añadir aquellos detalles que le darán vida y
profundidad.
Al preparar tu lista no olvides tener en cuenta en qué lugar y
en qué momento tendrá lugar cada una de las escenas de tu
lista.
Cuando llegue el momento de escribir el relato, puede que
decidas no usar todas las escenas que has incluido en tu lista
o que añadas algunas otras. No pasará nada, esto es solo un
trabajo previo que te ayudará a aclarar la estructura de tu
relato y te permitirá saber qué partes pueden requerir un
mayor trabajo.
4. Hora de documentarse
No siempre será necesario, pero en ocasiones te hará falta
algo de documentación para llevar tu relato a buen puerto.
La historia del ejemplo es un caso claro de un relato que
necesitará documentación sobre la construcción de
aerogeneradores y la situación de las energías renovables en
Alemania y en España.
Sin embargo, al escribir un relato no conviene precipitarse en
el proceso de documentación.
Si te documentas demasiado pronto, a veces la información
que recopiles puede acabar por distorsionar la historia. Puede
que descubras cosas que te parezcan tan interesantes que
sientas que tienen que estar en tu relato a toda cosa, pero así
corres el riesgo de desvirtuar ese primer argumento que
tenías en mente.
Por eso lo mejor es esperar a tener el argumento y la lista de
escenas preparados para centrarte en aquellos detalles que,
siendo relevantes, necesiten que aprendas algunas cosas al
respecto. Procura ceñirte al plan original.
Otras veces te dará pereza ponerte a investigar, aunque
sientas que el relato lo requiere (como en el del ejemplo).
Pues sacúdete la holgazanería y ponte manos a la obra. De
otra forma corres el riego de que tu relato aparezca difuso y
poco desarrollado. El lector no te lo perdonará.
Aquí te damos algunas ideas sobre cómo abordar el proceso
de documentación.
5. Escribe una primera línea perfecta
Las primeras líneas son básicas para atraer y capturar la
atención del lector y lograr que quiera seguir leyendo. En una
novela el margen de acción es mayor, pero en un relato, dada
su extensión, te la juegas casi desde la primera frase.
Aquí tienes algunos consejos rápidos.
Establece una voz desde el primer momento.
Presenta los hechos de una forma interesante. Puedes
intentar un cierto efecto sorpresa, pero no te pases.
Sé claro, no te pierdas en detalles (puedes darlos más
adelante).
Puedes dar algunas pistas sobre lo que vendrá a continuación.
Como a veces es más sencillo aprender lo que no se debe
hacer, aquí tienes un post con las diez peores formas de
empezar una historia.
6. Escribe y edita
Ya tienes el argumento, el protagonista, una lista de escenas
y (si es necesario) te has documentado. Incluso has escrito
las primeras y emocionantes líneas de tu relato.
Pues es hora de seguir adelante. Lánzate a escribir.
Cada escritor lo hace a su manera, pero acéptanos un
consejo: escribe primero y edita después.
Algunos escritores alternan ambas fases: escriben y editan,
escriben y editan. Si ese es tu procedimiento y te funciona,
perfecto. Pero después de casi una década impartiendo cursos
de escritura sabemos por experiencia que ese sistema no
suele funcionar con los escritores noveles, quienes de esa
forma tienden a dispersarse, a quedarse encallados y a perder
el hilo de la historia.
Así que escribe primero y edita después.
Si no puedes resistir la tentación de editar, puedes escribir el
planteamiento del relato y a continuación editarlo. Lo mismo
para el desarrollo y luego para el desenlace.
7. ¡Publica!
Muchos relatos se escriben para no salir jamás de un cajón o
de una carpeta en el PC. Muchos escritores, por timidez o
miedo se dicen: «No, no, yo no quiero publicar, esto es solo
un hobby.»
Muy bien, puede que lo sea. Pero incluso así lo normal es que
quieras mejorar hasta ser verdaderamente bueno en lo que
haces, aunque solo sea una afición. Y eso pasa por publicar,
por dar tus libros a leer a personas desconocidas (tu madre o
tu novio no cuentan).
Súbelo a Amazon, a tu blog o a alguna de las innumerables
redes y foros de escritores donde otras personas van a leerlo
y comentarlo. Es su feedback el que de verdad te va a hacer
mejorar, porque esos desconocidos cuyo escrutinio tanto
temes te van a mostrar dónde flaquean tus relatos, pero
también te dirán qué es lo que les ha impactado.
Ambas cosas te van a venir muy bien para proseguir en tu
camino de escribir relatos.
Ya lo sabes, aplica estos siete pasos cuando te pongas
a escribir un relato. Modifícalos y adáptalos a tus costumbres
y sensibilidad y crea tu propio método.

You might also like