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SALA PENAL
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
TRABAJO DE INVESTIGACIÓN
POR
Pero no cabe duda que resulta este tema de bastante actualidad y este rastreo
jurisprudencial un punto de partida bien interesante, para acometer una
investigación del tema, que comprenda un estudio serio de la doctrina vigente,
para lograr adoptar una tesis, que supere el criterio de autoridad dado por la alta
Corporación, y que sea el resultado de un análisis razonado y profundo. No nos
cabe duda que con este esbozo empezamos a auscultar terrenos aptos para
explorar en niveles académicos superiores al actual.
PROBLEMA JURÍDICO
POLOS DE RESPUESTA
La cadena de custodia hace parte del debido proceso, por lo que su violación
acarrea la ilegalidad del elemento material probatorio o la evidencia física y puede
dar lugar a la aplicación de la cláusula de exclusión.
1
Sentencia 26646 del 7 de abril de 2010, M.P. Alfredo Gómez Quintero; Sentencia 32339 del 12 de mayo de 2010
M.P. Yesid Ramírez Bastidas; Sentencia 32545 del 12 de mayo de 2010, M.P. Yesid Ramirez Bastidas; Sentencia
33277 del 12 de mayo de 2010, M.P. Yesid Ramírez Bastidas.
Valga aclarar que luego de lectura de varias providencias pudimos advertir que no
son estas sentencias con citaciones múltiples, apenas escasamente cuando se
recurre a la citación de precedentes, se hace sólo uno.
2. El lapso estudiado.
Acorde con el problema jurídico planteado, se revisó que todas las sentencias
tuvieran que ver con casos de fallas en el proceso de cadena de custodia de
evidencias físicas, independientemente del tipo de evidencia de que se trate o de
la clase de falla de dichos protocolos, por lo menos en dichos términos planteadas
por los censores. En ese sentido, la primera sentencia (18708 del 13 de julio de
de 2003) trata de la incuria de una funcionaria en la custodia de unas evidencias
físicas; en la sentencia 21483 se analizan varias violaciones en la cadena de
custodia en un caso de estupefacientes, en la sentencia 28282 se analizan los
errores en la cadena de custodia de unos proyectiles, en la sentencia 28195 se
discutió sobre la custodia de una evidencia relacionada con drogas alucinógenas.
En la descripción de las sentencias hitos se explica el patrón fáctico, aunque cabe
reiterar que tiene que ver con lo mismo: fallas en la cadena de custodia y su
incidencia en la legalidad o la valoración.
4. Nicho citacional
Se procede entonces a realizar una reconstrucción argumentativa del fallo que nos
permita una aproximación a la regla que comporta su ratio-decidendi, que de suyo
es la extracción de ideas puntuales que dan cuenta de los patrones fácticos y las
reglas expuestas por la Corporación, con su respectivo sustento.
Problema jurídico:
Tesis
Argumento central
Premisas Normativas:
El artículo 273 del Código de Procedimiento Penal dispone que la autenticidad es
uno de los criterios de valoración de las evidencias físicas.
El artículo 276 del Código de Procedimiento Penal dispone que “la legalidad del
elemento material probatorio y evidencia física depende de que en la diligencia en
la cual se obtiene, se haya observado lo prescrito en la Constitución Política, en
los tratados internacionales sobre derechos humanos vigentes en Colombia y en
las leyes”.
Los artículos 23 y 360 del Código de Procedimiento Penal disponen que el Juez
excluirá la práctica o aducción de medios de prueba ilícitos o ilegales, en atención
a lo dispuesto por los artículos 23 y 360 del Código de Procedimiento Penal,
respectivamente.
Premisa Fáctica:
Conclusión:
Sub-argumentos
La segunda decisión que puede catalogarse como hito fue emitida el 8 de abril de
2008, bajo el radicado 29416, donde la Corte modifica las conclusiones plasmadas
en la sentencia 25920 del 21 de febrero de 2008 y concluye que el procedimiento
de cadena de custodia hace parte del debido proceso, por lo que los defectos de
la misma pueden afectar la legalidad de la evidencia y por ende pueden dar lugar
a la exclusión. Se concluye en este proveído que no se trata de un simple
problema de autenticidad.
Problema jurídico:
Tesis
Las violaciones a la cadena de custodia pueden dar lugar a la modalidad del error
de derecho por falso juicio de legalidad, impugnaciones que correlativamente en
últimas incidirán en la ausencia de legalidad de las evidencias físicas traducidas
en indicios materiales y, por ende, en la exclusión de los mismos.
Argumento central
Premisas Normativas:
La cadena de custodia está regulada en los artículos 254 a 266 de la Ley 906 de
2004.
El artículo 276 del Código de Procedimiento Penal dispone que la legalidad de los
elementos materiales probatorios y evidencia física depende de que en la
diligencia en la cual se recoge o obtiene, se haya observado lo prescrito en la
Constitución Política y la Ley.
Premisa Fáctica:
Conclusión:
Sub-argumentos
Las normas sobre cadena de custodia hacen parte del debido derecho probatorio.
No basta con alegar que hubo una violación al debido proceso, es necesario
demostrarla, para que sea procedente la casación.
En este proveído la Corte expresa nuevas razones para concluir que las fallas en
la cadena de custodia sólo inciden en la valoración de las evidencias físicas. Esta
sentencia es muy importante, porque en ella la Corte Suprema de Justicia, no sólo
cambia la posición planteada en la decisión 29416 de abril de 2008 y retoma la
tesis esbozada en la sentencia 25920 de febrero de 2007, sino que reformula su
argumentación para mostrar como la tesis planteada en la 25920 es más
razonable que la indicada en la decisión 29416.
Problema jurídico:
Tesis
Argumento central
Premisas Normativas:
El artículo 276 del Código de Procedimiento Penal dispone que la legalidad de los
elementos materiales probatorios y evidencia física, depende de que en la
diligencia en la cual se recoge o obtiene, se haya observado lo prescrito en la
Constitución Política y la Ley.
Premisa Fáctica:
Conclusión:
Las anotaciones hechas por las personas que manipularon la evidencia dejan en
claro que no se alteró el principio de mismidad.
Problema jurídico:
¿Las fallas en la cadena de custodia afectan la legalidad de la evidencia, o sólo
inciden en su valoración?
Tesis
Argumento principal
Premisa normativa
Los artículos 254 a 266 de la Ley 906 de 2004 abordan lo referente a la cadena de
custodia.
La Fiscalía General de la Nación en virtud del parágrafo del artículo 254 de citado
estatuto ha desarrollado lo concerniente a la preservación de las evidencias físicas
y elementos materiales probatorios con el claro objetivo de asegurar su legalidad y
autenticidad.
Premisa fáctica
Conclusión
Se ubican en este ítem para la tesis uno, referida a que las irregularidades en la
cadena de custodia tienen incidencia en la autenticidad del medio material
probatorio y por ende serán apreciadas por el juez al momento de emitir sentencia
dentro del proceso de valoración probatoria, como confirmadoras de las línea, las
siguientes:
Las referidas anteriormente como que apenas tocan el tema a manera tangencial,
sin que el problema jurídico de la sentencia esté referido a las irregularidades en la
cadena de custodia exactamente, sólo que tratan de exponer los vicios que
pueden constituir en un momento dado causales para aplicar la regla de exclusión
probatoria y enuncian entre ellos, algunas irregularidades en el proceso de cadena
de custodia, y otra con relación a la valoración. Pero asumimos que no es el
tratamiento que en estos pronunciamientos se da al tema, a manera de ratio
decidendi alguna, que permita considerarlo reglas. Por esta razón además, estos
pronunciamientos, pese a que hicieron parte del rastreo jurisprudencial, se
excluyen de la gráfica por su mínima o nula incidencia en el tratamiento del
problema jurídico de que se trata.
X
CSJ 23863
03/04/08
M.P. Socha Salamanca
X
CSJ
29416
23/04/08
M.P. Ramírez Bastidas
X
CSJ Sent. 25917
12/08/2008
M.P. Socha Salamanca
X
CSJ 28195
08/10/08
M.P. Socha Salamanca
X
CSJ 30598
19/02/09
M.P. González de Lemos
X
CSJ 31898
05/08/09
M.P. Quintero Milanés
X
CSJ 32193
21/10/09
M.P. Ramírez Bastidas
X
CSJ 32354
21/10/09
M.P. Socha Salamanca
X
CSJ 33691
14/04/10
M.P. Espinosa Pérez
En el extremo derecho, junto con las que se consideran las sentencias hito de la
tesis de la ilegalidad y consecuente exclusión de los elementos materiales
probatorios o evidencia física por comprobadas irregularidades en la cadena de
custodia, a saber, las casaciones 29.416 y 32.354, se encuentran las reseñadas
como confirmadoras de líneas, que no sólo toman en todo el planteamiento regla
condensado en aquellas, sino que algunas la citan expresamente, las casaciones
32.193 y 33.691. Incluso la 32.193 manifiesta ella misma que “La Sala en
pronunciamiento del 23 de abril de 2008 con radicación 29.416 hizo precisiones a
la línea jurisprudencial que venía desde la sentencia 25920 del 21 de febrero del
2007”, para tomar como propia la regla señalada en la que denominamos
sentencia hito de esta tesis 2, la casación 29.416.
8. Conclusiones
Como puede apreciarse los polos de respuestas dados por la Sala Penal de la
Corte Suprema de Justicia al problema jurídico planteado, nos aportan una línea
jurisprudencial aun hoy caótica, porque no perfila una posición unívoca vigente.
Puede advertirse que en un mismo período de tiempo se mantienen ambas tesis,
incluso se encuentra un mismo ponente que ha sostenido ambas tesis.
Pese a la ambivalencia en las tesis que aun denota la Sala de Casación Penal, el
experimento de acometer el rastreo frente al tema fue de suma valía, pues, como
dijimos antes, nos permitirá asumir en el futuro cercano un proyecto investigativo
serio sobre el tema, que abarque el estudio doctrinal sobre la materia, para
consolidar una tesis razonable y congruente con los postulados del derecho
procesal contemporáneo.
ANEXO
Hechos
Tras señalar que no existe evidencia acerca de la comisión del reato a título de
dolo y declarar, por contrario, la existencia de “medios suasorios que trasuntan
falta de cuidado debido en el manejo de la ‘cadena de custodia’…”, no sólo por
parte de los miembros de la Policía de Toribío que incautaron la sustancia
estupefaciente y el Inspector de Policía de esa misma población, a cuya
disposición fue puesta la misma, sino también por parte de la Fiscal OCHOA
LOPEZ, el funcionario precisó en la resolución de acusación.
La conducta atribuida a la Ex Fiscal FABIOLA OCHOA LOPEZ tiene que ver con la
omisión del deber de cuidado que le era exigible como funcionaria judicial en la
protección de la cadena de custodia respecto de sustancias incautadas por
miembros de la Policía nacional en una vereda del municipio de Toribío (Cauca) al
indígena JOSE ELIDIO VITINAS ASCUE, lo que dio lugar a la alteración de parte
de la misma y a la sustracción de las semillas de amapola.
1.2. Casación 25.920 del 21 de febrero de 2007, M.P. Javier Zapata Ortiz.
Hechos
“En la tribuna lateral sur del estadio distrital “Nemesio Camacho El Campín” de
Bogotá, hacia las nueve y treinta de la noche del once de mayo de dos mil cinco
(intermedio del juego entre Independiente Santa Fe y América de Cali) un grupo
de aficionados que se denominaban “marihuaneros por Santa Fe”, encabezados
por los imputados JULIO ALBERTO TRIVIÑO CRUZ y AUGUSTO EDUARDO
BONILLA BOLÍVAR desafiaron a los integrantes de la llamada “Barra Familia del
Techo” (liderada por las víctimas Jaisson Leonardo Ruiz Bombiela y Kevin Steve
Gómez Camacho).
En desarrollo de los sucesos, Jaisson Leonardo Ruiz recibió plurales heridas con
elementos contundentes y corto-punzantes. Afortunadamente logró evadir la
acción de sus agresores lanzándose al primer piso del Estadio. De allí fue
trasladado al hospital de Kennedy donde la oportuna acción de los médicos evitó
que muriese.
Similar suerte corrió Kevin Steve Gómez Camacho, por cuanto fue sorprendido
(por la espalda) y recibió gravísima lesión (con arma cortopunzante) que lo derribó
sin que pudiese mantenerse de pies (sic) y, una vez auxiliado, también los galenos
del hospital San Ignacio lograron salvarle la vida.”
El artículo 277 del Código de Procedimiento Penal, Ley 906 de 2004, se refiere a
la autenticidad de las evidencias y elementos materiales probatorios en la etapa
investigativa, en el sentido que han sido detectados, fijados, recogidos y
embalados técnicamente, estableciendo la cadena de custodia como el método
idóneo para demostrar esa autenticidad.
(…)
2.7 Los censores aspiran a que se aplique la regla de exclusión sobre los videos y
las historias clínicas ilegalmente aportadas, con base en las cuales se determinó
la coautoría y la entidad de las heridas que sufrieron las víctimas, y que
contribuyeron para deducir que se trataba de homicidio tentado y no sólo de
lesiones personales.
Pretenden, además, se excluyan todas las pruebas que derivaron de las anteriores
o que se integraron con aquellas, pues es prácticamente imposible escindirlas, de
suerte que no es factible confeccionar un cargo de casación autónomo respecto
de las otras pruebas –testimonios y experticias- que se basaron en las historias
clínicas y en los videos.
Consideraciones de la Corte con respecto al problema jurídico
2
El artículo 216, Ley 906 de 2004, se refiere al aseguramiento y custodia de las evidencias y elementos
materiales probatorios.
de afirmar en audiencia pública que una evidencia, elemento, objeto o documento
es lo que la parte que lo aporta dice que es.
“La valoración de los elementos materiales probatorios y evidencia física se hará teniendo
en cuenta su legalidad, autenticidad, sometimiento a cadena de custodia y grado actual
de aceptación científica, técnica o artística de los principios en que se funda el informe.”
Esta censura, según la cual se vulneraron las reglas de producción de las pruebas
(falso juicio de legalidad), especialmente de las relacionadas con los video casetes
que contienen la filmación de los hechos y de las historias clínicas de los
lesionados, no sale avante, por los siguientes motivos.
En todos los casos los video casetes o CDs estuvieron sometidos a las reglas de
cadena de custodia. Los confeccionados por la Policía Nacional y por la oficina
seguridad de Estado el Campín tienen la calidad de documentos públicos, cuya
autenticidad se presume; y la defensa no la desvirtuó. Los registros fílmicos
consistentes en copias de las emisiones de los noticieros de televisión que
captaron los hechos son publicaciones de prensa, cuya autenticidad también se
presume y no fue cuestionada durante el juzgamiento.
2.4.6 De haberse verificado que en realidad los registros fílmicos o las historias
clínicas no eran auténticos, el reparo tendría que abarcar en concreto el mérito
concedido a las pruebas que de ellos dimanaron, pues en tal eventualidad la
problemática se traslada al terreno de la valoración.
2.4.7 La regla de exclusión sólo opera frente a pruebas ilícitas y pruebas ilegales.
La definición previa acerca de la autenticidad de una evidencia no es tema de
ilicitud ni de legalidad; por tanto, no condiciona la prueba que sobre ella verse, en
cuanto a su admisión o práctica.
1.3. Casación 28.282 del 12 de septiembre de 2007, M.P. Javier Zapata
Ortiz.
Hechos
Este individuo efectivamente se dirigió hacia su casa distante unos 12 minutos del
poblado y se aprovisionó de un revolver y 11 cartuchos para el mismo y se regresó
para el billar en busca de Andrés Flórez, y al no encontrarlo se puso iracundo y la
emprendió contra Eudaldo Burgos disparando primero contra el piso y luego
contra este, sin haber hecho afortunadamente blanco en su humanidad.
Para el censor, “La Sala se equivoca al efectuar un análisis sobre los elementos
materiales probatorios presentados en el juicio, y de las declaraciones vertidas en
el mismo, no obstante considerarlas oportuna y legalmente recaudadas, al fijar su
contenido las distorsiona, cercena o adiciona en su expresión fáctica y hace
producir efectos que objetivamente no se establecen de ella; y, porque al apreciar
la prueba de los postulados de la lógica, las leyes de la ciencia o las reglas de la
experiencia, esto es, los principios de la sana crítica como método de valoración
probatoria.”
(…)
-. Teatín Robles, cabo de la policía, mintió cuando dijo que era el primer
respondiente (de la cadena de custodia), sin serlo en realidad; y porque él se
atribuye la captura de JOSÉ EZEQUIEL PACHECO CIFUENTES, sin que ello
corresponda a la realidad, porque la aprehensión las hicieron unos miembros del
Ejército; y, no obstante, el Tribunal Superior otorgó credibilidad a lo declarado por
dicho suboficial.
-. Está en duda la procedencia de los once proyectiles que el cabo Teatín Robles
dijo haber encontrado a PACHECO CIFUENTES cuando lo requisó; porque aquél
no llenó el ítem número ocho (8) del formato de la cadena de custodia; esos once
proyectiles no fueron reportados por los miembros del Ejército que efectuaron la
captura; y porque no fueron embalados en el lugar del hecho trágico
(corregimiento de La Quitaz), sino el día siguiente en el municipio de La Belleza
(Santander).
(…)
-. También hubo fallas en la cadena de custodia del proyectil extraído del cráneo
de la víctima (Excelino Vargas Pineda). La necropsia se realizó el 24 de noviembre
de 2006, el médico rural entregó ese elemento a la Secretaría de Gobierno del
Municipio de La Belleza (Santander), el 28 siguiente fue enviado a la Fiscalía de
Puente Nacional, y sólo el 30 de noviembre el investigador del C.T.I., lo embaló y
rotuló, para dar inicio a la cadena de custodia.
1.4. Casación 26.207 del 28 de noviembre de 2007, M.P. Javier Zapata Ortiz.
Hechos
1.5 En otro aparte del libelo, la casacionista sostiene que existieron fallas en la
cadena de custodia de las armas encontradas por los agentes de policía. Sin
embargo, no explicó el contenido de su protesta, ya que nada dijo acerca de la
posible trascendencia de tal defecto, ni refirió si las muestras fueron adulteradas, o
si perdieron calidad suasoria, o si no eran aptas para el estudio por parte de los
expertos.
(…)
1.5. Casación 23.863 del 3 de abril de 2008, M.P. Julio Enrique Socha
Salamanca.
Hechos
Funda el reproche en la aplicación indebida del artículo 247 del Decreto-Ley 100
de 1980 (modificado por la Ley 491 de 1999) que preveía el delito de
contaminación ambiental ante el error de derecho por falso juicio de legalidad en
que incurrió el Tribunal dados los vicios en la práctica de algunos medios
probatorios.
Estima que los equívocos del juzgador radicaron en otorgarle plena validez a
pruebas allegadas sin el lleno de los requisitos legales por cuanto la toma de
muestras recopiladas por la Corporación Autónoma Regional no se ajustaron a los
procedimientos establecidos en el artículo 198 del Decreto 1594 de 1984 y se
desconoce si las mismas contaron con la correspondiente cadena de custodia
acerca de su recepción, transporte y almacenamiento.
Incluso, en la etapa del juicio el juez valiéndose de las funciones de policía judicial
del Departamento Administrativo de Seguridad comisionó a funcionarios del área
de Medio Ambiente y Patrimonio Cultural para verificar la funcionalidad, procesos y
grado de contaminación ambiental de la industria de MARÍN RODRÍGUEZ,
diligencia que se cumplió el 2 de julio de 2004, en la cual se constató que tan sólo
con seis meses de anticipación se había construido una planta de tratamiento que
diminuía el impacto generado por los vertimientos al reutilizar las aguas y los
químicos empleados, situación que lejos corrobora la contaminación ambiental
precedente a tal momento.
Así las cosas, esta Sala comparte plenamente la apreciación del Tribunal acerca
de que los estudios técnicos provenientes de funcionarios de la CAR merecen
pleno crédito por cuanto se trata de personas especializadas en el área,
plasmaron el número de muestras, las unidades y parámetros establecidos para
arribar a la conclusión de que se sobrepasaba el valor máximo permitido por la
normatividad ambiental.
1.6. Casación 25.917 del 12 de agosto de 2008, M.P. Julio Enrique Socha
Salamanca.
Hechos
1. El 29 de abril de 2003, a eso de las 11:00 a.m., en la carrera 1ª C Este con calle
76 Sur del barrio Almirante Padilla de esta ciudad, fue interceptado el joven D. J.
B. M., por dos individuos quienes a la fuerza le arrebataron la bicicleta en la que
se movilizaba, para lo cual uno de ellos accionó contra el menor un arma de fuego,
ocasionándole una herida que le produjo la muerte en forma casi instantánea 3.
Pese a que los autores del suceso huyeron rápidamente del lugar con el botín,
gracias a la intensa actividad policial desplegada en los días sucesivos, se obtuvo
su individualización e identificación, respondiendo estos a los nombres de
EDIXON ERNESTO JIMÉNEZ MORALES y WILSON VICENTE SÁNCHEZ VELA.
Acerca del contenido del aludido dictamen, destaca que el mismo es concluyente
e inequívoco al señalar que la sangre encontrada en el proyectil recuperado por la
enfermera del CAMI de Santa Librada es del menor víctima del suceso, razón por
la que estima que de acuerdo con los postulados de la sana critica, de haberla
apreciado los jueces, no habrían podido afirma y concluir, como lo consignaron en
los fallos, que el arma “hechiza” incautada a su representado fue con la que se dio
muerte al joven D. J. B. M., porque los mismos elementos de persuasión enseñan
que la ojiva no fue disparada con el citado artefacto bélico.
3
El nombre del menor víctima en los sucesos se mantiene en reserva. Ley 1098 de 2006, artículo 47.
gobiernan el proceso de aducción, producción e incorporación del medio de
prueba, o las que regulan el mérito que les corresponde, exponer cómo, tras la
exclusión de las pruebas ilegales, o la valoración de aquellas a las que el juez
negó esa condición, o la apreciación justa del mérito suasorio que legalmente les
corresponde, valoradas todas en conjunto con los demás elementos de
conocimiento, se arribaría a una decisión diferente y, en este caso, favorable al
procesado.
(…)
Contra esa doble argumentación expuesta en los fallos, ligados, como se sabe,
por el principio de unidad jurídica inescindible, el demandante simplemente opone
su particular apreciación, aduciendo que en la Ley 600 de 2000 no hay norma que
establezca una rigurosa cadena de custodia para los elementos materiales
probatorios, como si ocurre en la Ley 906 de 2004, afirmación que revela
manifiesto desconocimiento del la codificación inicialmente citada, pues ésta en su
artículo 288 señala:
“Se debe aplicar la cadena de custodia a los elementos físicos materia de prueba, para garantizar la
autenticidad de los mismos, acreditando su identidad y estado original, las condiciones y las
personas que intervienen en la recolección, envío, manejo, análisis y conservación de estos
elementos, así mismo, los cambios hechos en ellos por cada custodio.
”La cadena de custodia se inicia en el lugar donde se obtiene, encuentre o recaude el elemento
físico de prueba y finaliza por orden de la autoridad competente.
”Son responsables de la aplicación de la cadena de custodia todos los servidores públicos y los
particulares que tengan relación con estos elementos, incluyendo al personal de servicios de salud,
que dentro de sus funciones tengan contacto con elementos físicos que puedan ser de utilidad en la
investigación.
”El Fiscal General de la Nación reglamentará lo relacionado con el , aplicación y control del sistema
de cadena de custodia, conforme con los avances científicos y técnicos.”
(…)
1.7. Casación 28.195 del 8 de octubre de 2008, M.P. Julio Enrique Socha
Salamanca.
Hechos
4
Cfr. Sentencias de 21 de febrero y 28 de noviembre de 2007, radicaciones. Nº 25920 y 26207.
sector como expendedor de sustancias alucinógenas, a quien le hallaron en su
poder cuarenta y seis papeletas con marihuana envueltas en pequeñas bolsas
plásticas, que de acuerdo con la prueba técnica arrojaron como resultado un peso
neto de treinta y ocho punto siete gramos de alcaloide.
1.8. Casación 30.598 del 19 de febrero de 2009, M.P. María del Rosario
González de Lemos.
Hechos
Aproximadamente a las 5:45 p.m. del 13 de enero de 2007, cuando el joven Dairo
Senover Cano Posada se encontraba sentado en la acera del Edificio Gusgavi,
ubicado en la carrera 53 No. 59- 25 de Medellín, se acercaron por la espalda dos
individuos, uno de los cuales disparó en varias ocasiones contra aquél,
causándole la muerte en forma inmediata. Dado que en la esquina próxima detuvo
su marcha una patrulla motorizada de la policía, integrada por el Subintendente
Hernán Darío Calle Bedoya y el Agente Ever Osvaldo Ayala, los testigos del
homicidio les señalaron a sus autores, motivo por el cual emprendieron la
persecución por la calle 60, donde otros ciudadanos señalaron a un individuo,
quien al ser alcanzado pretendió despojarse de una camisa amarilla y les dijo “ yo
no fui, a mi no me cogieron nada”, fue capturado y se identifica como ORLANDO
DAVID GARCÍA TORRES.
También dice que la misma camisa fue recibida por el Experto balístico del
Departamento Administrativo de Seguridad Oswaldo Cubillos, quien así lo expuso,
sin que la defensa presentara alguna objeción sobre el particular, amén de que fue
admitida por el juez.
Acto seguido, la Fiscal cita apartes de la sentencia proferida por esta Sala el 1º de
febrero de 2007 dentro del radicado 25920, acerca de la cadena de custodia y la
regla de exclusión y concluye que si el juez no rechazó la prueba, debe
asignársele el valor que le corresponda al haber arrojado positivo para residuos de
disparo de arma de fuego.
Impera recordar que los yerros en el curso y respeto de los protocolos derivados
de la denominada cadena de custodia no comportan la exclusión de la prueba, en
cuanto no se trata de un asunto de legalidad del medio de convicción, sino de
valoración y ponderación judicial del mismo, en cuanto puede verse afectado lo
genuino, fidedigno y auténtico del elemento probatorio, de modo que aún en
aquellos casos en los cuales se constate la ruptura efectiva de la cadena de
custodia, no por ello debe automáticamente marginarse la prueba del acervo
probatorio, sino que corresponde al juez verificar hasta qué punto y en qué
medida, ello compromete la acreditación o autenticidad de la evidencia o elemento
probatorio en punto de su credibilidad y potencial persuasivo.
“La valoración de los elementos materiales probatorios y evidencia física se hará teniendo
en cuenta su legalidad, autenticidad, sometimiento a cadena de custodia y grado actual
de aceptación científica, técnica o artística de los principios en que se funda el informe”.
Pese a lo expuesto, advierte la Sala que el Tribunal omite señalar que en el rótulo
de la cadena de custodia se anotó el número del SPOA (Sistema Penal Oral
Acusatorio) que permite individualizarlo y excluir su posible confusión con otras
evidencias, además, el Experto balístico Oswaldo Cubillos al rendir su dictamen
(…)
1.9. Casación 31.898 del 5 de agosto de 2009, M.P. Jorge Luis Quintero
Milanés.
Hechos
Es así que el censor insiste en que en la audiencia del juicio se modificaron las
estipulaciones anunciadas en la audiencia preparatoria, en el sentido de que éstas
no incluían la cadena custodia de la pistola, marca MAB. Ante todo, la Corporación
constata que en verdad, tal como lo señala el impugnante, la Juez de
Conocimiento, tras censurar la manera antitética en que la fiscalía propuso las
estipulaciones, precisó-como en el acápite de antecedentes procesales quedó
detallado-aquellos hechos objeto de estipulación, dentro de los cuales no se
incluyó la cadena de custodia de la pistola calibre 9 milimetros, marca MAB.
(…)
“La cadena de custodia, reglamentada en los artículo 254 y siguientes de la Ley 906 de
2004, también tiene como finalidad demostrar la autenticidad de los elementos materiales
probatorios y evidencia física.
Todo lo anterior conduce-una vez más-a afirmar que la censura que formula el
casacionista, sobre la base de un falso juicio de identidad, versa en realidad sobre
el poder suasorio concedido al informe balístico, lo cual abandona la senda de la
vía de impugnación seleccionada para, en su lugar, entrar a disentir de la
apreciación probatoria del fallador a través de un también mal formulado y
desarrollado falso raciocinio, que no pasa de oponer la apreciación personal del
libelista-fundada en supuestas inconsistencias probatorias-a la del sentenciador,
pero sin acreditar en la apreciación judicial una violación evidente y trascendente a
las reglas de la sana crítica.
6
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, sentencia de 21 de febrero de 2007, radicación No.
25920.
2. Tesis dos (incidencia en la legalidad)
2.1. Casación 21.483 del 6 de abril de 2005, M.P. Mauro Solarte Portilla.
Hechos
Como corolario de lo expuesto, debe admitirse, como así, claro está, también lo ha
reiterado la Sala, no resulta imperativa la exclusión cuando se trata de una prueba
afectada por irregularidades menores, que por esa misma entidad no desconocen
derechos fundamentales ni afectan la estructura del proceso ni el derecho de defensa. 13
2.2. Casación 29.416 del 23 de abril de 2008, M.P Yesid Ramírez Bastidas.
Hechos
De los hechos se percató una vecina del sector quien se dio a la tarea de llamar
de manera inmediata a la Policía Nacional cuya oportuna intervención conllevó a
la aprehensión de los tres sospechosos quienes fueron reconocidos por las
víctimas. Ese inequívoco reconocimiento propició que los capturados se pusieran
a disposición de las autoridades competentes y fueron identificados como JOHAN
ANDRÉS MONSALVE ESGUERRA, JUAN FERNANDO MONSALVE ESGUERRA
y DAVID ALEJANDRO ARBELÁEZ RAMÍREZ.
Cargos de casación
Hizo referencia que los juzgadores de instancia no acogieron su petición con base
en los pronunciamientos dados en la Sentencia de la Corte radicada bajo el
número 25920, en la cual se dijo que no resultaba apropiado discutir en casación
penal la ilegalidad de un medio de prueba y reclamar su exclusión, sobre la base
del cuestionamiento de la cadena de custodia. (i) No fue encontrado en manos de
ninguno de los procesados, por el contrario, fue entregado a uno de los policías
que intervinieron en la diligencia al parecer por el vigilante de la Urbanización
Gratamira, quien supuestamente lo recuperó luego de que uno de los procesados
lo arrojara por entre un hueco de la malla de ese conjunto. (ii) No fue embalado ni
rotulado en el lugar donde fue hallado, pues el policía lo guardó en su pantalón
mientras llegaba a la Uri del barrio Gayabal (sic). (iii) Fue descrito por Diana
Catalina como plateado, y por Sergio Andrés en el juicio, de color pavonado, es
decir, oscuro. (iv) En el rótulo de cadena de custodia iniciado en la Uri aparece
como un revólver calibre 22 y en el formulario se lo identifica como de calibre 32;
y, (v) El número externo del arma en el formato de cadena de custodia no
corresponde al número consignado en los formatos pues en lugar de la letra H
aparece el número uno.
Lo anterior no obsta para que, si la parte interesada demuestra que se rompió la cadena
de custodia o que no se acreditó la procedencia o que una evidencia, objeto o medio
probatorio es definitivamente inauténtico, en el momento oportuno pueda oponerse a su
admisión o decreto como prueba. En tal hipótesis, el Juez decidirá lo que en derecho
corresponda, pues se trata de un proceso dialéctico que avanza hacia la construcción de
la verdad con audiencia de los adversarios. Si bajo estos supuestos el Juez no decreta la
prueba, su rechazo no será por motivos de ilegalidad, sino porque carecería de poder de
convicción, por persistir serias dudas sobre la manera como se produjo la recolección de
la evidencia o la forma en que se produjo el elemento probatorio o la autenticidad del
mismo en cuanto de ella dependa la posibilidad de aceptar como cierto su contenido.
La regla de exclusión aplica contra los medios probatorios ilícitos o ilegales; y no sobre
los medios probatorios respecto de los cuales se discuta la cadena de custodia, la
autenticidad o la autenticidad.
La cadena de custodia regulada en los artículos 254 a 266 de la Ley 906 de 2004,
conforme a la doctrina nacional se le ha concebido:
14[5]
RICARDO MORA IZQUIERDO, Evolución de la Medicina Legal y de las disciplinas forenses en Colombia.
Nuevo enfoque de la prueba pericial” en Cambios y Perspectivas en el Derecho Colombiano en la segunda
mitad del siglo XX. Tomo III, Ediciones Jurídicas Gustavo Ibáñez, Bogotá, 2002, p. 131 y 168.
control de la cadena de custodia tienen asiento legal, se debe inferir que los
dictados de aquellas por mandato del parágrafo de referencia, se han incorporado
a las formas procedimentales relativas a la guarda, conservación, uso y cuidado
de las evidencias físicas en orden a la constatación de la legalidad y autenticidad
de aquellas.
Debe afirmarse que los dictados legales a que se hizo referencia se constituyen en
una garantía de lo debido probatorio y que por ende su respeto o violaciones
probadas, inciden y se constituyen en presupuesto de legalidad de las evidencias
físicas, objeto de presentación tanto en la audiencia preparatoria como en el juicio
oral.
Los ataques que en casación penal se efectúan por menoscabo de los postulados
de la sana crítica referidos a la valoración de los medios de prueba, elementos
materiales probatorios y evidencias físicas, parten de la base de la licitud o
legalidad de aquellos con los que se han efectuado inferencias carentes de
credibilidad por desconocimiento de máximas de experiencia, leyes de la lógica o
de la ciencia.
2.3. Casación 32.193 del 21 de octubre de 2009, M.P. Yesid Ramírez Bastidas.
Hechos
El ad quem valoró unas pruebas que debieron ser excluidas porque “no fueron
descubiertas en el escrito y audiencia de acusación ni presentadas en la diligencia
preparatoria” como fueron los fragmentos de huellas recogidos en lugar de los
hechos con su respectiva cadena de custodia.
Afirmó que esas evidencias fueron incorporadas en el juicio oral a través del perito
JIMMY OSUNA ROA y que la defensa se opuso, asunto que fue resuelto de
manera desfavorable por parte del Juez y trascribió los apartes del juicio oral en
los que el director de la causa verificó el acta de la audiencia preparatoria en la
que se advierte que ninguna oposición se presentó en orden a excluir esos
elementos que fueron descubiertos y mencionados en el escrito de acusación en
el numeral 13.
Debe afirmarse que los dictados legales a que se hizo referencia se constituyen en una
garantía de lo debido probatorio y que por ende su respeto o violaciones probadas,
inciden y se constituyen en presupuesto de legalidad de las evidencias físicas, objeto de
presentación tanto en la audiencia preparatoria como en el juicio oral.
Atendiendo a la dogmática que rige los errores que se debaten en la violación indirecta de
la ley sustancial, es preciso afirmar que las irregularidades-las falencias procedimentales
comprobadas en la cadena de custodia-tienen como vía expedita de impugnación el error
de derecho por falso juicio de legalidad, mas no la censura por afectación a los
postulados de la sana crítica en orden a derruir su credibilidad y ausencia de poder de
convicción.
Los ataques que en casación penal se efectúan por menoscabo de los postulados de la
sana crítica referidos a la valoración de los medios de prueba, elementos materiales
probatorios y evidencias físicas, parten de la base de la licitud o legalidad de aquellos con
los que se han efectuado inferencias carentes de credibilidad por desconocimiento de
máximas de experiencia, leyes de la lógica o de la ciencia.
En su contrario, las impugnaciones que tienen relación con las ilicitudes o ilegalidades
predicadas de los medios de convicción en general, como es de procedencia casacional,
deben transitar por el error de derecho por falso juicio de legalidad y no se pueden
trasladar a los falsos juicios de raciocinio en orden a derruir su credibilidad, inducciones,
deducciones o aspectos conclusivos pues ello resulta inapropiado y contradictorio.
Puede afirmarse que lejos se encuentra la censura formulada en este cargo bajo
la etiqueta de error de derecho por falso juicio de legalidad. En efecto:
El vicio in iudicando de que trata la causal tercera de casación del artículo 181 de
la Ley 906 de 2004, obedece sus contenidos al principio y garantía de legalidad de
la prueba regulado en el artículo 29 de la Carta Política, en el cual se reportan
“nulas de pleno derecho las pruebas obtenidas con violación del debido proceso”,
imperativo que se reproduce en los artículos 23 y 455 (comprendidas sus
salvedades) del Código de Procedimiento Penal en lo que dice relación con las
pruebas ilícitas y en el artículo 232 y 360 ejusdem en lo correspondiente con las
elementos materiales probatorios, evidencias físicas y pruebas ilegales, de lo cual
se contrae normativamente un efecto sanción de “inexistencia jurídica” y por ende
de exclusión cuando de pruebas “ilícitas” o “ilegales” y de elementos materiales y
evidencias físicas recogidas de manera irregular se trate.
Se entiende por prueba ilícita la que se obtiene con vulneración de los derechos
fundamentales de las personas, entre ellos la dignidad, el debido proceso, la intimidad, la
no autoincriminación, la solidaridad íntima, y aquellas en cuya producción, práctica o
aducción se somete a las personas a torturas, tratos cueles, inhumanos o degradantes,
sea cual fuere el género o la especie de la prueba así obtenida.
La prueba ilícita debe ser indefectiblemente excluida y no podrá formar parte de los
elementos de convicción que el juez sopese para adoptar la decisión en el asunto
sometido a su conocimiento, si que pueda anteponer su discrecionalidad ni la prevalencia
de los intereses sociales.
Es aquella que se encuentra afectada por una conducta dolosa en cuanto a la forma de
obtención, es decir, aquella que ha sido obtenida de forma fraudulenta a través de una
conducta ilícita16[5].
(ii) Así mismo la prueba ilícita puede ser consecuencia de una violación al derecho
fundamental de la intimidad (art. 15 Constitución Política), al haberse obtenido con
ocasión de unos allanamientos y registros de domicilio o de trabajo ilícitos (art. 28
C. Política, arts. 189, 190 y 191 C. Penal), por violación ilícita de comunicaciones
(art. 15 C. Política, art. 192 C. Penal), por retención y apertura de correspondencia
ilegales (art. 15 C. Política, art. 192 C. Penal), por acceso abusivo a un sistema
informático (art. 195 C. Penal) o por violación ilícita de comunicaciones o
correspondencia de carácter oficial (art. 196 C. Penal).
(iii) En igual sentido, la prueba ilícita puede ser el efecto de un falso testimonio
(art. 442 C. Penal), de un soborno (art. 444 C. Penal) o de un soborno en la
actuación penal (art. 444 A C. Penal) o de una falsedad en documento público o
privado (arts. 286, 287 y 289 C. Penal).
La prueba ilegal o prueba irregular que extiende sus alcances hacia los “actos de
investigación” y “actos probatorios” propiamente dichos, es aquella:
“en cuya obtención se ha infringido la legalidad ordinaria y/o se ha practicado sin las
formalidades legalmente establecidas para la obtención y práctica de la prueba, esto es,
aquella cuyo desarrollo no se ajusta a las previsiones o al procedimiento previsto en la
ley17[6].
2.4. Casación 32.354 del 21 de octubre de 2009, M.P. Julio Enrique Socha
Salamanca.
Hechos
“El 19 de febrero de 2008, personal de la Policía Nacional se encontraba
efectuando retén rutinario en el sector El Arenal sobre la vía que conduce a la
vereda Cruces, a eso de las 17:30 horas pararon dos motocicletas, en ese preciso
momento el patrullero Carrillo Cesar Fabián observó que una tercera moto se dio
la vuelta al notar el retén policial, por lo que el patrullero Arrieta y el Subteniente
Velásquez iniciaron la persecución en la moto oficial y ubicaron a un sujeto que
estaba hablando por celular y tenía un bolso colgado a la espalda: al darse cuenta
de la presencia de los uniformados se metió a la maraña y luego salió sin el bolso,
pues este lo había dejado escondido, los policías hicieron varios disparos al aire
para que no escapara, luego salió del monte y les manifestó que el bolso estaba al
lado de la quebrada y que en su interior traía kilo y medio de mercancía. Que se
quedaran con eso para que no lo embalaran —sic—. Se procedió a recuperar el
bolso y constatar la presencia del alijo estupefaciente, luego se le dio a conocer
sus derechos y conducirlo —sic—, a las instalaciones policiales para los actos
urgentes de investigación.”
Cargos de casación
Aduce que con tal proceder se desconocieron las Resoluciones: 1890 de 2002 y 0-
6394 de 2004 relativas a la cadena de custodia y 00609 referente al procedimiento
para la disposición final de remanentes y elementos materiales probatorios de
orden biológico y no biológico.
Consideraciones de la Corte
De esa manera se busca garantizar que el elemento utilizado por la Fiscalía para
su hipótesis acusadora corresponda al hallado en la escena, que se haya
mantenido en los pasos posteriores del devenir procesal y sobre el cual, si lo
ameritaba, se realizaron determinados análisis científicos, pues respetándose su
statuo quo se podrán derivar de él interpretaciones acerca de su relación con el
hecho investigado, con la víctima, con el procesado, etc.
En este sentido, además de los artículos 254 a 266 de la Ley 906 de 2004 que
abordan lo referente a la cadena de custodia, la Fiscalía General de la Nación en
18 [1]
Corte Suprema de Justicia. Sentencia de 19 de febrero de 2009. Radicacioó n 30598.
virtud del parágrafo del artículo 254 de citado estatuto 19[2] ha desarrollado lo
concerniente a la preservación de las evidencias físicas y elementos materiales
probatorios con el claro objetivo de asegurar su legalidad y autenticidad.
“Atendiendo a la dogmática que rige los errores que se debaten en la violación indirecta
de la ley sustancial, es preciso afirmar que las irregularidades-las falencias
procedimentales comprobadas en la cadena de custodia-tienen como vía expedita de
impugnación el error de derecho por falso juicio de legalidad, mas no la censura por
afectación a los postulados de la sana crítica en orden a derruir su credibilidad y ausencia
de poder de convicción.
“Los ataques que en casación penal se efectúan por menoscabo de los postulados de la
sana crítica referidos a la valoración de los medios de prueba, elementos materiales
probatorios y evidencias físicas, parten de la base de la licitud o legalidad de aquellos con
los que se han efectuado inferencias carentes de credibilidad por desconocimiento de
máximas de experiencia, leyes de la lógica o de la ciencia.
“En su contrario, las impugnaciones que tienen relación con las ilicitudes o ilegalidades
predicadas de los medios de convicción en general, como es de procedencia casacional,
deben transitar por el error de derecho por falso juicio de legalidad y no se pueden
trasladar a los falsos juicios de raciocinio en orden a derruir su credibilidad, inducciones,
deducciones o aspectos conclusivos pues ello resulta inapropiado y contradictorio.
19[2]
Ley 906 de 2004. Art 254 Parágrafo: “El Fiscal General de la Nación reglamentará lo relacionado con el
diseño, aplicación y control del sistema de cadena de custodia, de acuerdo con los avances científicos,
técnicos y artísticos.”
20[3]
Corte Suprema de Justicia. Providencia de 23 de abril de 2008. radicación 29416
desarrolla adecuadamente un error de derecho por falso juicio de legalidad, pues
aunque cita las Resoluciones de la Fiscalía relativas al sistema de cadena de
custodia, no identifica la disposición pretermitida, buscando simplemente sembrar
incertidumbre con reparos intrascendentes acerca de la posibilidad de que la
sustancia incautada haya sido alterada.
2.5. Casación 33.691 del 14 de abril de 2010, M.P. Sigifredo Espinosa Pérez.
Hechos
“Según dan cuenta las diligencias, el día 13 de julio de 2008, agentes de la Policía
Judicial –Sijin Guaviare-, procedieron a adelantar labores de vigilancia, previa la
información allegada respecto de presunto corredor de movilidad para el trasporte
de estupefacientes, en la vía de la trocha ganadera de la vereda Santa Rita, zona
rural de San José del Guaviare, avisando dos vehículos con varias personas,
quienes al observar a los policiales, dos de ellos emprendieron la huida,
lográndose la captura de seis personas que al parecer portaban unas bolsas al
interior de las cuales se halló una sustancia que dio positivo para cocaína y sus
derivados, en un peso neto de 46.056 gramos”.
Ello porque si bien los policiales entraron al predio rural movidos por la flagrancia
que se adujo, luego de la captura de las personas que se encontraban en el lugar,
procedieron a recoger en una bolsa el alcaloide encontrado en distintas
ubicaciones espaciales, sin ninguna técnica, cuando el numeral 3.4.1. del Manuel
Único de Policía Judicial, el cual transcribe, establece que la labor de recolección
de los EMP21 y EF22 deber ser exhaustiva, comprendiendo actividades de análisis,
observación, fijación de topografía, entre otras, con estricto apego al desarrollo de
las ciencias criminológicas.
21
Elementos Materiales de Prueba.
22
Evidencia Física
Consideraciones de la Corte con relación al problema jurídico
De esa manera, además de los artículos 254 a 266 de la Ley 906 de 2004 que
reglamentan lo referido a la cadena de custodia, la Fiscalía General de la Nación
en virtud del parágrafo del artículo 254 del citado estatuto, ha reglamentado
aspectos relacionados con la preservación de las evidencias físicas y elementos
materiales probatorios con el claro objetivo de asegurar su legalidad y
autenticidad.
“Atendiendo a la dogmática que rige los errores que se debaten en la violación indirecta
de la ley sustancial, es preciso afirmar que las irregularidades -las falencias
procedimentales comprobadas en la cadena de custodia- tienen como vía expedita de
impugnación el error de derecho por falso juicio de legalidad, mas no la censura por
afectación a los postulados de la sana crítica en orden a derruir su credibilidad y ausencia
de poder de convicción.
“Los ataques que en casación penal se efectúan por menoscabo de los postulados de la
sana crítica referidos a la valoración de los medios de prueba, elementos materiales
probatorios y evidencias físicas, parten de la base de la licitud o legalidad de aquellos con
los que se han efectuado inferencias carentes de credibilidad por desconocimiento de
máximas de experiencia, leyes de la lógica o de la ciencia.
“En su contrario, las impugnaciones que tienen relación con las ilicitudes o ilegalidades
predicadas de los medios de convicción en general, como es de procedencia casacional,
deben transitar por el error de derecho por falso juicio de legalidad y no se pueden
trasladar a los falsos juicios de raciocinio en orden a derruir su credibilidad, inducciones,
deducciones o aspectos conclusivos pues ello resulta inapropiado y contradictorio.
“Cuando no se trate de ilegalidades o de ilicitudes referidas al procedimiento de la cadena
de custodia de elementos materiales y evidencia física, sino de cuestionar la equivocada
apreciación y valoración pericial o de los juzgadores que se ha dado a aquellos con los
cuales se han construido indebidas inferencias lógicas y de conclusión, es claro que se
debe acudir a la vía del error de hecho por falso raciocinio, sendero de impugnación en el
que encuentran cabida todos los menoscabos y afectaciones de trascendencia que se
hubiesen dado a los postulados de la sana crítica por desconocimiento de máximas
generales de experiencia, leyes de la lógica o de la ciencia”. 23
En ese sentido, la naturaleza del error invocado por el aquí demandante sería
correcto en los aspectos en que la queja se dirige a cuestionar falencias en la
cadena de custodia al indicar que la droga incautada no fue debidamente
embalada y asegurada, que no se identificó cada una de las bolsas contentivas del
estupefaciente por el lugar donde fueron halladas y que tampoco se determinó su
peso individual; sin embargo, a renglón seguido no desarrolla adecuadamente el
error invocado, pues aunque cita el Manual Único de Policía Judicial, lo que trae
del mismo es el procedimiento establecido para inspeccionar el lugar de los
hechos, el cual, dice, no fue cumplido, por lo que los reparos sobre el
desconocimiento de normas en la cadena de custodia del estupefaciente
decomisado queda sin acreditación.
23
Providencia del 23 de abril de 2008, radicado No. 29.416