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Paut ViRILIO Ciudad panico El afuera comienza aqui 3) Hos det Zorzal Pau Vinitso nacié en Paris en 1932. Arqui- tecto y urbanista de formacién, consagré gran parte de sus estudios al analisis del im- acto social de la revolucién tecnol6gica del mundo contemporaneo y al concepto de velocidad. Fue director y presidente de la Escuela Especial de Arquitectura de Paris entre 1968 y 1998. En 1990 fue nombrado director de programas en el Cotegia Inter nacional de Filosofia bajo la direccién de Jacques Derrida. Recibié el premio nacional francés Critica de la Arquitectura en 1987. Entre sus nu- merosas obras se encuentran La inseguri- dad del territorio (1976), Estética de fa desaparicién {1980}, La maquina de vision (9992) y Ef arte de! motor (1993). | veto. Pe Guns an aed, Buaroe Ale: Lows ce Zeal 206 Thaps Ziad om ttacs aera) 18h 087-108. 1 Ensayo Fronats | Ken ar, ¥28.8. Thue SOD 64 TraDuccon lam Kon Foroararia o& Tara NB Esta obra fue publicada con el apoyo del Centre National du Live / Minis terio Francés 3 cargo de Ia culture. Ouvage pubiié avec Je soutien du Cer te Notional do Livre | Miistere Francais chargé deta culture Esta obra, publicade en el marco del Programa de Ayuda Ia Puslicacién Vietoria Ocampo, ha reibide el apoyo del Ministére des Alfares trangires y de! Servicio Cultural de la Erbajada de Francia ea la Argentina. Cet ox age, publié dns in cadre du Programm d'aide 4 fa Publication Victoria cainga, boneticin de soutien dy Bsristre des Affaires Etvangéres er du Serice Culewret de FAmbassade de France en argentine. Tiruto onicwma: Ville Panique, Ailleucs commence ich © Editions Galilée, 2004 © Libros del Zorzal, 2008 Buenos Aires, Argentina ISBN-10 987-1081-98-7 ISN-13 978-987-1081-98-1 Libros del Zorzat Printed in aegentina Hecho el deposito que previene la ley 11.723 Para sugerencias o comentarios acerca del contenido de Ciudad panico, escrlbanos 2; info@delzorzal com.ar waww delzorzal.com.ar a Heidi Paris y a su obra indice Tabula rasa La democracia de emocién Kriegstvasse Bl accidente del tiempo. Ciudad pénico El crepusculo de los lugares. 113 “Cuando me asalta el miedo invento una imagen”, eseri- dia Goethe. Hoy no hay necesidad de inventar una ima- gineria mental semejante, la imagen instrumental nos es provista instanténeamente por la television. Relatando la explosion en vuelo del transbordador Columbia, un pe- iodista constataba: “Como si la repeticién remediara lo inexplicable, in imagen ert contiruuado se convierte en la firma de fos desastres contempordneos”. Asi, a la ronda incesante de satélites de la inmensa periferia de la Ciudad-Mundo se agrega en Io sucesivo la puesta en corttinuado de las imagenes aterradoras, “estado de sitio” del espiritu del telespectador cuyo resultado més evidente es la escalada de esa psicasis OBSIDIONAL que afecta a las poblaciones de lara de la globalizacién. A falta de una escritura del desastre facilmente com- prensible para todos, los medios de telecomunicacién de iasas nos imponen su firnta para identificar al terror. “Todas nuestras emociones y nuestros miedos fue- ron tomados como rehenes desde el 11 de septiembre de Pas Vin 2001”, sefialaba al respecto Susan Sarandon, y noes casual si una vez més fueron las actrices, Jos actores estadouni- denses quienes adivinaron primera Ja escalada de peli- gros, a semejanza de aquellos que dyer, como Chaplin més larde John Garfield, fueron victimas del macartismo, Sin ninguna distancia critica ante la marejada, el es- pectador es sometido ya no a la reproduccién de las ima- genes estereotipadas de las que nos hablaba Benjamin, sino a la alucinacion colectiva de ita ifiagen sinier, Sptico de un panorama terfSrista giratorio. Aquéllo que propongo llamar: el iconoclasticismo de la PRESENTACION ert tiempo real, que supera de aqui en més al antigua ico- noclasticismo de la REPRESENTACION en ef espacio real, cle las imagenes pintadas © esculpidas, de las que la des. trucci6n de tos budas de Bamian, en Afganistén, o el sa- gueo de! museo de arqueologia de Bagdad son algunos de los ultimos ejemplos. Sintoma pénico de un verdadero acordonamiento det imaginario, a fiebre OSSIDIONAL que afecta hoy en dia a las mentalidades es el primer signo caracteristico de una TORCLUSION. temporal ~y, esperémoslo, temporeria~ de esta experiencia, de ese TEST a gran escala de la globaliza~ cién, Ese “gran encierro” de una informacién “metageo- fisica” convertida en planetaria, incluso de aquello que algunos gurties denominan el cerebro global, es una visién cibemnética que pertenece a ese fantastico politico que he tomado la posta de lo fantastico social de los aftos 30, de siniestra memoria, En efecto, si el miedo es el ingrediente bésico de lo fantastico, la administracién del miedo pubblico, que de~ buts hace unos cuarenta afios con “el equilibrio del te rror", retoma el servicio activo desde ¢} otono de 200 080 pace a hhasta la operacién “Choque y Espanto’, en Irak, donde hemos asistido a verdadeus “pases de magia” multime- diaticos, cuando los asesinos suicidas y los coaligados se desviven por subyugar a las multitudes con un exceso de tiedios pirotécnicos que, sin poder utilizar las famosas “armas de destruccién masiva’, usan y abusan de esas “armas de comunicacién” igualmente masivas, cuyo ar- senal no cesa de desarrollarse gracias a las antenas para- bolicas y a las proezas de eses “operaciones psicolégicas” (PSY OPS) cuyo objetivo es propagar el panice con el pre- texto de conjurarlo. “La ilusién de hiperpotencia nace de la desaparicién de la Unicn Sovidtica”, declaraba Emmanuel Todd, Esa ilusion ¢ptica aparentemente perdura gracias ala ausencia de un enemigo declarado y, por otra parte, a la desapari- cion no solamente de Bin Laden y de Saddam Hussein, sino incluso, y sobre todo, al cardeter de inhallables de esas “armas de destruccién masiva”, protexto del desen- cadenamiento de la guerra preventiva estadounidense. Definitivamente, todo esto se parece mucho a una serie de trucos de prestidigitacion.. EE.UU. vale lo que valen sus adversarios, continta Emunanuel Todd, quien concluye: “Los estadounidenses estan condenados a hacer militarismo teatral ante paises débiles como Irak o los paises érabes en general’ En efecto, ze6mo no cortoborar la exactitud de esta afirmacion con el “teatro de operaciones” del Cercano y ©! Emmanuel Tedd a propésite de su Huw Apres Empire, Gallimard, 2002. 92 Pau Veit e] Medio Orientey con el bluff de ese salvaje despropdsito en el desierto bitlico? En el norte de Irak, por ejemplo, se ha bombardeado Mosill, no lejos de las fortificaciones de Ninive. En el su se ha combatido cerca de Kerbalé, muy cerca de Babilo- nia y de los miinas de la “Torze de las torres’, la de Babel... Todo eso para vengarse del derrambamiento de las Twin Towers. Finalmente, tras el repliegue visible de la famosa “guardia republicana” de Saddam Hussein, el asalto contra Bagdad se saldé con la demolicién de su es- tatua en la plaza Ferdaus, en directo y en continuado frente a los ojos del mando entero, mientas que, mAs dis- cretamente (fuera de pantalla), se consumaba el saqueo de las maravillas sumerias, ‘A propésito de la “operacién de decapitacién” de ta efigie de Saddam Hussein, escuchemos el relato de los corresponsales presentes en la capital iraqui. "Son los estadounidensés quienes la voltesron pr mero. A las 14 horas solo habia una veintena de iraquies ena plaza. Dos horas més tarde no llegaban a un cente- nar, convocados por altopariantes, justo fo necesario psi las imigenes de televisién’ ®. Hasta aqui en lo que respecta al montaje de la esce" nografia. Pero para confirmar bien las proezas de 6° “fantastico politico” que es la utilizacién de las multitu- des, escuchemos la continuacién: “E] hotel Palestina se habia convertido en una suerte de teatro. Desde el bale cén se vefa cémo se fabricaban escenas expresamente 2 Florence Amalou, “La couverture du conflitirakien a fs nalistes”, Le Monte, 21 de mayo de2003. Ouoao Paco 3 para nosotros", explica Caroline Sinz, de France 3, y concluye: “Ademias, ustedes no han visto imagenes de la batalla de Bagdad” A falta de esas imagenes de guerra, como las de los efectos colaterales de las casi 30.000 bombas lanzadas por las fuerzas de la coalicién, y en ausencia de un MUSEO DE Los DESASTRES susceptible de alertarnos sobse los esttagos de Ia inconsecuencia politica, la "guerra de Ia informaci6n" tavo lugar, en Irak, sobre el caos de una capital librada a los vndalos, con el espectaculo fu- nesto del DESASTRE DE LOS MUSES como premio. Otro aspecto, y no menor, de esta saga cuyas darios durarén probablemente varias generaciones, es el hecho de que el nombre de Abratam, el padre de los creyentes, patriarca nativo de Ur (al norte de Bassora), haya estado omnipresent en las conciencias del principio al fin de esta cruzada tramposa. En efecto, mientras los tanques que arremetfan en las tormentas del desierto levaban por nombre ADRAMS, la declaracién de posguerra del presidente George W. Bush era realizada el 1° de mays en las aguas de San Diego, a bordo de un portaviones. El nombre de esa construcci Asnatiam LINCOLN. Para los apéstoles de un tele-evange- lismo estratégico era una sefal del cielo, un signo que s6lo engafiaria a los creyentes. New YorK tras la caida del World Trade Center, BaGDaD después de Ja de Saddam Hussein, JERUSALEN y el “muro de separacién”, pero también HONG Konc 0 Pekin, donde los pobladotes de los alrededonss levantan barticadas en sus aldeas ante la amenaza de la neumonia atipica... Todos nombres en una lista de aglomeraciones que espera su ampliaci6n indefinida CiuoAdEs Panic que sefalan, mejor que todas las teorfas urbanas sobre el caos, el hecho de que !a catistroje mds grande del siglo XX ka sido Ia ciudad, la metropolis Zonfempordnea de los desastres del Progreso. El’’museo del accidents”, esa megalopolis que se pre- tende el ombligo, es el onspilos de una humanidad termi- nada; esa METACILDAD que (realmente) ya no tiene lugar, fpuesto que en adelante fechaza situarse aqui o alls, como Io hacia tan bien la capital geopolitica de las naciones. De hecho, la burbuja “metapolitica” de la globaliza- én tambign se apresta a estallay, liberando wna multitad de espacios eriticos devastados por las disensiones in- temas de una guerra civil ewundial sin parangén con las locales de antafo. Burbuja financiera, burbuja inmobiliaria, burbuja de esas nuevas tecnologias de la imagen y de la comunica- cidn (NTIC) que habrin comunicado, sobre todo, la nina y eldesastre. Todos ellos estallidos reiterados que sefalan, prematuramente, el de la “burbuja geopolitica europea” ‘a causa de una ampliacién inconsecuente. Pero sobre todo, y més grave aun, e] de la burbuja metageofisica de la supvesta globalizacién. Colonia virtual de un pseudo “sexto continente” en ingravidez, cuyas virtudes ciberné- ticas conducen a la humanidad al encarcelamiento de sus ideales de verdad y libertad. ‘De ahi esta epidemia de fiebre absidional que conta- mina los espiritus de la Joft-society, en la cual la zevelacton fractal vence ala revolucidn social y donde, con ayuda de la privatizacién, el espacio critico dormina el espacio publ Go de las leyes y de los limites del derecho™. © Gf Paul Veilio,L’Espace critique, Christian Bourgoie, 1968. Después de la “revolucion” de terciopelo en Checos- lovequia, es ahora la dislocacién de terciapelo, sin hablar de la depuracién éimica y de los estragos reiterados. Proliferacién de Estados cada vez mas débiles, bur- buja'de jabon que desaparece en su agyandamiento éx- temo y en sui reduccién intema. Citemos, a modo de éemplo, ia grotesca declaracién de Silvie Berlusconi en. el momento de su asunci6n a la presidencia de la Comu- nidad Europea, el 1° de julio de 2003: "Es necesario quie las fronteras europeas se amplien para incluir a Turgute, Ucrantia, Bielorrusia y la Federacién Rusa” jLa DESCENTRALIZACION de Tas instancias gubernamen- tales tiene buen aspecto cuando el-centio no esté en ningu- na parte y la circunferencia estd en todas al mismo tiempo! Puesto que munca nada est realmente ENTERO, Ja fractalizacién es el futuro de todas las teniativas de glo- balizacién. De hecho, la fractura_¥ Ja fragmentacién son, Jas consecuencias inducidas de la presién 0, més exacta- mente, de la compresién de aquello que se pretende “completo” o, mejor aun, acabado... De aif esta EXCLUSION que marca la culminacién fatal de toda FORCLUSION, ayer totalitaria, mafiana giobalitaria Sin embargo, jla implosién de la Unién Soviética hubiera debido advertimos, a nosotros los ciudadanos de la ciudad Europa, que la repentina debacle de los patses satélites no dejaria de causar efectos sobre la comunidad de destino de los europeos! En cuanto a EE.UU., vencedores ilusorios de la “Gue- ra Fria”, padecerian de leno la caida de los referentes geo- estratégicos del equilibrio del terror, con ese desequilibrio terrorisia que amenaza de ahora en adelante el destino de la humanidad, aqui o alld, es decir en todas partes a la vez. Finalmente, tras la desagregacién de las grandes aglomeraciones geopoliticas ha Hegado el tiempo de Ia declinacién del Fstado-nacién y el corienzo de un re- pliegue tictico sobre las metrépolis. ‘Metropolarizacién también tan iusotia que 90s con duce al resurgimiento de la ciuidad-Estado, de la que ‘América del Norte nos da el ejemplo con sus casi treinta millones de enclaustrados en sus ciudades privadas so pretexto de inseguridad social... ‘Ocurte lo mismo en el subcantinente latinoamericano, en San Pablo, en Bogolé o en Rio de Janeiro, donde tas pan- dillas asolan las ciudades, cuando no son los “paramilita- res o las “fuerzas armadas” supuestamente “revolucionay ras”... pero sobre todo revelacionarias de un caos total del antiguo “derecho de ciudad” que refuerza la urgencia de un cerco, de un campe encerrado y.al fin, de un Estado po- lieitco en el que se privatizain las “fuerzas del orden”, como Jo han sido, una tras otra, las empresas pubblicas: transpor- tes, energia, puestos de telecornanicacionas y el dia de nna- fiana~ya van por el buen camino~: ejércitos macionales. ‘A un iraqutf preocupado por la inseguridad civil en Bagdad tras la liberacion de Izok, un soldade estadou- nidense podia contestarle amablemente: “Vamos, jen Washington es peor!”. “La cuded futura no serd entonces inds que el agraids- miento solemne de una cdntara de tortura”, ananciaba ya en 1924 Pierre Mac Orlan*. 461 .a profética frase del autor de Quai des Brumes data de wna decena de anos antes de la construecion de los “campos de la muerte", eific™ ‘dos a partir del modelo de las colonias de la Ostealonisation. aups0 ranco ov Presente en Karachi desde hace diez aftos, el ejército paquistant se retico hace poco sin haber logrado restable- cer una apariencia de orden en una ciudad en la que en 1992 fueron descubiertas veintitrés salas de tortura clandes- tinas manejadas por las bandas locales. ‘Aqui ya no ¢s la policia fa que no se atreve a interve- nir en ciertos “barrios sensibles”, ahora es el ejército €l ‘que se retira de la ciudad! Ala criminalidad de las mafias se agrega ahora la de Jas innumerables bandas urbanas, donde el crimen soli- tario se incrementa sisteméticamente con el crimen en reunién y en su medio cerrado —secuestros, vilaciones colec- fivas, torturas..-, CRIMENES DE CAMPO que reproducen a ‘scala los de los gulags, de fos “campos de la muerte”, en Jos cuales la concentracién de las poblaciones precedia a su exterminacién. Tortura “civil” que sin embargo no parece inquietar a aquellos que denurician, com raz, tas abominaciones de la tortura “militar” en Serbia, Argelia en otra parte... Frente a esta “feria de atrocidades" que nuestra so- ciedad del espectaculo se niega a censurar, se hace pre- sente otto deiirio igualmente funesto: en Dubai, en el Golfo Pérsico, las autoridades del emirato acaban de fanzar un proyecto bautizado THe WoRLD, en el cual se teata de consteuir un archipiélago compuesto por dos- cientas cincuenta islas artificiales semejantes a un ma- parnundi, pero rodeadas por una sofisticada barrera protectora La construcci6n de este conjunto requerinia el trans- porte de 25 millones de toneladas de roca y unos 200 mi- ones de metros aibices de arena. El costo de ese gulag de lujo: 1.800 millones de délares. Pax Vino cuns0 eanco a FORCLUSION, EXCLUSION... A Ia hiperconcentracién megalopolitica se agrega no sélo el hiperterrorismo de masas sino también una delincuencia pénica que recon- duce a la especie humana a la danza de muerte de los origenes, convirtiendo nuevamente a la ciudad en una ciudadela,o dicho de otro modo, en un blanco para todos los terrores, domésticos estrategicos. ‘Aqus hay que considerar en su justo valor Ia carta de advertencia enviada recientemente por veintisiete pilotos israelfes a su comandancia: “Nosotros, pilotos retizados y pilotos en actividad, nos oponemos al lan- zarniento de ataques ilegales inmorales del tipo que lleva a cabo Israel en los territorias [...] Nos negamos a participar en los ataques aéreos contra centros de po- blaciones civiles. Nos negamos a continuar causando dajio a civiles inocentos” ®. Después de Guernica y Coventry, Hamburgo 0 Dres- de, sin hablar de Hiroshima y Nagasaki, es en Jerusalén donde aviadores se atreven por primera vez a denunciar la estrtegia anti-ciudad de la que son victimas las aglome- raciones desde hace casi un sigio. Y que ya no se hable aqui de suburbios desamparados, puesto que son todas las ciudades, tanto sus centros como sus periferias, las que no han dejado de ser martirizadas a lo largo de todo el siglo pasado. Bombas de fosforo o de napalm, bombas de tiempo para matar a los rescatistas en las ruinas, bombas atémi- cas y, desde hace poco, bointhas de grafita para provocar el ss" Protestation de vingt-sept pilotes israéliens”, Reuters, AFP, oto#o de 2008, gran black-outt de una ciudad sumida en las tinieblas ex- teriores, como Belgrado en mayo de 1999. Desde hace civn aitos, todas las ciudades han sido blanco de un fuego del cielo que nada tenia que ver con el Dios de tos ejércitos de Israel, sino mas simplemente con la Luftwaffe y su “legion Céndor” en Espata, la Royal o la US Air Force del mariscal del aire Harris, responsable de Jos bombardeos estratégicos en Alemania. Recoréemos aqui la denominacién biblica de esas incursiones del te- 105, “SODOMA Y Gomonka”, por ejemplo. Es en la ciudad, y en ninguna otra parte més, donde se ha probado en el siglo XX esta GUERRA CONTRA LOS Cre ViLEs que ha sucedido progresivamente a a del campo de honor militar. Por otra parte, todas las grandes batallas del pasado Uevaban el nombre de una “campaiia” entre otras, desde los campos cataldunicos hasta la Nanura de Waterloo... A las batallas alineadas de los regimientos de trea de los imperios de otros tiempos, ha sucedido en el siglo pasado la gran desalineacion estratégica de una destruccién caracterizada de los centros urbanos, que se asemeja al “campo libre” de a masacre de los orfgenes prepoliticos de la Historia. Teniendo en cuenta que el concepto de “guerra con muerte cero” slo se aplicaba a la tropa con casco de los Profesionales, Clausewitz deberfa ser colocado en Les In- valides*. Su doctrina del conflicto como “continuacién de ta politica por otros medios” ha sido superada... supe- Les Invalides, otrom hespital militar de Paris construida en el siglo xvi para los veterangs de guerra invslidos,alberga actualmente un conjure {to de museos relacionados on ol ere, En Ja capilla Saint Louts yacen Jos estos de Napoledn Bonaparte y de varios mariscales (N.del T), rada por el “desequilibrio del terror” 0, en otras palal por la hiperpotencia de armamentos de destriccién ca. paces de apagar cualquier vida sobre el planeta. Pero destaquemos aq, de paso, que la palabra apagir debe tomarse en sentido estricto, puesto que los tltimas sistemas de armas estén destinados a funcionar en red, ya no sélo por irradiacién radioactiva 0 por contaminacisn viral 0 microbiana, sino incluso por el accidente de un corte eléctrico generalizado, ejemplo de esa hiperfragili- dad del progreso técnico de nuestras sociedades. Sin ir demasiado lejos, obsersemos por ejemplo el corte de energfa que afect6 en 1990 a El Cairoy a las prin- cipales ciudades de Egipto, ocasionando un caos indes- criptible en todo el pais. En 1998 fue casi la mitad de la poblacién de Filipinas, es decir 35 millones de personas, la que se quedé sin corriente eléctrica. E12 de enero de 2001 era el tumno del norte de la Indis y de sus casi 200 millones de habitantes de ser privados de electricidad luego de una falla en la central del Uttar Pradesh. Finalmente, el 14 de agosto de 2003 era el noreste de EE.UU,, con Nueva York y Filadelfia, el que habia sido afectado por la mas grande ruptura de la red energética que haya conocido ese pais, ocasionando la detencion ur- gente de siete centrales nucleares. A esta lista premonitoria agreguemos también Roma, la "Ciudad Eterna”, ¢ Italia, en donde 57 millones de personas fueron privadas de corriente el 28 de sep- tiembre de 2003. Escuchemos, en tanto, el extrato comentario de los responsables de la municipalidad neoyorquina: “Contra- Channa ninco 101 riamente a lo sucedido en la averia de 1965, no ha habido panico. Es sin dudas un efecto benéfico del atentado del 11 de septiembre”. (Bl test a gran escala... siempre el test de la emocién publica de las multitudes! En efecto, al igual que John Kenneth Galbraith ~el economista estadounidense que habia estudiado, justo después de la guerra, las consecuencias del panico de las poblaciones slemanas bombardeadas sobre la economia del Reich-, se analiza en casa, y ya no er ia del enemigo, la cantidad de terror soportable por las multitudes metro- politanas. {Hasta dénde? {Hasta cudndo semejante desprecio, semejante indiferencia clinica ante la cdmara de tortura de Ins ciudades? Otro aspecto de este distanciamiento, de este acos- tumbramiento al crimen contra la humanidad que constitu- ye desde hace un siglo el fivego del cielo vertido con toda impunidad sobre las poblaciones civiles, es el desarrollo de un nuevo tipo de “turismo de guerra”. Aquel que leva a agencias de viajes a organizar charters para ira vir, sitar los lugares de los enfrentamientos de la Intifada, en Israel y en Palestina, o incluso en América Latina, esta vez, donde Favela-tours y Exotictours oxganizan visitas a villas miseria de Rio de janeiro o de San Pablo® © AS especto, ver en Internet: “The Dawn of the & Bomb”, por Michael ‘Abrams, en el que se tratz no sele la cuestion de la “bomba inform fica” sino también la de la “bomba eléctrica” (Spectrum on line, 2 de noviembre de 2003). “ Jorgelina Hilba, “Le Brési, ses plages et ses favelas", Sud-Quest, 7 de oviemisre de 2008. Pat Vian ‘Como indica la publicidad de una de ellas: “A los ‘prasileos no les gusta visitar las faveles; por el contra- rio, los extranjeros estin curiosas, excitados y a veces un poco tensos porque piensan que les puede pasar algo” ‘Tras el deporte extremo, el “turismo de la desola- cidn”, el de ese voyeurismo itinerante que completa tan habilmente el exhibicionismo sedentario de la televisién y de sus atrocidades reiteradas. Desde hace poco, Argentina se ha convertido, a su ver, en un destino muy atractivo para los furistas euro- peos y estadounidenses. La nueva moda consiste en ir a ver a Buenos Aires las consecuencias del derrumbamiento de la experiencia neoliberal de los aftos “90. ‘Como explica una periodista: "Los visitantes se sor- prenden al ver fan de cerca \os violentos contrastes de uno de los pafses més desigualitarios del planeta’. Si queremos luchar contra él panico, contra todos los panicos, habré que volver mafiana 4 una politice geofisica y no solamente a una ecologia urbana. Una politica de la materia y no tinicamente de la luz y de su mentada “velocidad de liberacién”. Si no, iremos més allé del muro de los Lammentos “posmodermos”, hacia el de la exterminacidn. No al fin del mundo, sino a su fatal FORCLUSION, liberando asi una formidable presién temporal, andloga a la de esos fon- dos marinos donde ya s6lo sobreviven algunas especies totalmente ciegas. Para ello es necesatia, paralelamente a a economia politica de la riqueza y de su ACUMULACION, una econo- Con race 103 mia politica de la velocidad y de su ACELERACION. Al res- pecto, escuchemos al presidente dela asociacién francesa de empresas privadas: “La crisis de los dos tiltimos altos en BE.UU. ha mos- trado que los esiadaunidenses habian perdido el serttido de ta rmaesura, asi como el de la duracién. Toda ta cuestiOn reside en saber sobre qué duracién debe apreciarse esto. Cuando vemos que nos quieren imponer en Ia norma contable el FAIR VALUE, e5 decir, cl valor del mercado en un momento dado, no podemos mis que espantamos y hacer todo para resistir ese concepto. La empresa necesita tiempo para desarrollarse y su valor no se zeduce al del mercado en un momento dado.” Asilo confirmaba Warren Buffet, segunda fortuna de EEUU, al declarar sobre la burbuja de las nuevas tecno- logias de Internet: “Esta burbuja era de lejos ta alucina- ign colectiva mas grande que yo haya visto jamas"; de ahi esa legitima sospecha con respecte a Jos supuestos analistas de Wall Street y otras partes. De hecho, tanto en las altas finanzas como en politica « exterior, hemos asistido estos wltimos aiios no a la acele- raci6n de la historia que debja conducir a su fin prema- taro, sino a la aceleracién de la realidad; fenémeno panico que ha conmocionado sucesivamente los datos geoestra- tégicos de las empresas tanto como de las fuerzas arma das y que ha desembocado en una politica MEGAGEOFISICA grotesca, uno de cuyos ejemplos es el conflicto iraqui. Asi, a lo largo de toda la ultima década del segundo milenio se ha unido a la FORCLUSION instanténea una EXCLUSION duradera y en vias de generalizacion, donde los flujos de inmigractén son el signo anunciador del estallido de la burbuja de la globalizacién. - 104 Pasa Viti Finalmente, la compresi6n temporal de las telecomu- nicaciones interactivas ha prefigurado ampliamente los perjuicios de una saruracién espacial y demogréfica de nuestras aglomeraciones metropolitanas, denunciada por ciertos urbanistas No, aunque desagrade a Malthus, ol espacio geatfisica no es insuficiente para la humanidad, es el tiempo, el ‘eapacio-fienpo metageofisico de los transportes y de las Haieal “seen caliineiae” Gigs Wien Bis le pa inguieiar a las mullitudes, pero para nada a Jos Gentil Gos adeptos a iin rechazo de la multiplicidad; rechazo que lleva a la inercia carcelaria, esa INERCIA POLAR que ba aceleracién de lo real provocard fatalmente manana pasado mafana. Pero, desputs de todo, es eso mismo lo fantastico transpolitico, jam raundo paralizado en el mono- polio de su finitud! “La Tierra es un gran planeta que va por el cielo cu- bierto de locos”, constataba Fontenelle. Desde entonces, la FLoLocuRA de los poderosos no ha cesado, lamenta- blemente, de reducir este planeta a nada... a nada, es decir, a algunas ciudades atrofiadas que se creen el epicentro del mundo cuando no son mas que las ciuda- delas perdidas, en ottos técminos, jblancos para el fuego def cielo! De hecho, desde el comienzo del tercer milenio, el espacio geoestratégico en el que evolucionaban la de- "Ver al respecto Paul Virlio y Claude Paront. Architecture pei 1966 ct 1386, El. de "Imprimene, 1996, on particular el texto de Virilio tiulade "Manhattan out” (1966), 108 fensa y el derecho de las naciones se ha reducido como una picl de zapa. Un investigador del Hudson Institute de Washington lo explice: “EEUU. esté ala cabeza de un imperio, pero ese conglomnerado es un imperio LIKERAL y no territorial”, Es eso mismo el “espacio critico” de la globalizacién ‘econémica: la velocidad de liberacién ha abolido el terri- torio que se encontraba en la base del Estado de derecho y, desde entonces, el mundo de los negocios, como el de la entra en estado de ingravidez, en Ja an- ‘gran accidente, de ese CO APSO GLOBAL qué no dejara de venir un dia u otro, scuchemos, a propésito ‘de esta insularidad del Nuevo Mundo, a Benjamin Barber: “Viviamos desde siem= pre, antes del wrc, con ese mito de la invulnerabilidad, Protegides por nuactros dos océanos. Bl proyecto de escudo antimisil era concebido, asimnistno, con ese espiritu, como un tercer y ssevo océano por sobre nuestras cabezss" He allt el origen de la metageofisica, jque se atreve a pretender que lo territorial no es liberal y que la abolicion + de los limites es la salvacién de las poblaciones! Desde hace casi un siglo, la casi isla de EEUU. se ex- tiende hasta el firmamento, como esos “rascacielos” que no son, finalmente, mas que las islas en elevacién de una skyline, en adelante planetaria Pero el enemigo interior de ese “recteo fuera del suelo” es, evidentemente, el terrotismo de esas OCT (oxganizaciones criminales trarsnacionales) que conmo- ciona a la geoestrategia de EEUU. En efecto, cuando ya nadie poses domicilio, cuando todos seamos, como se dice, externalizados, es el mundo el que se volvera completamente aterrorizante, aquello

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