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Presentación del programa

Viñeta de presentación.
Saludo y presentación del tema.

Buenos días tengan todos hermanos que nos escuchan a través de su Radio
Diocesana, la nueva Radio Pax 91.9, la radio para la nueva evangelización.
Reciban un fraternal saludo, de parte de nuestro Señor Jesucristo y de nosotros;
es una alegría estar nuevamente con ustedes, como miembros de la Pastoral
Familiar, de la Parroquia San Francisco de Asís, Chiquimula

Somos los esposos Mariela y Neri, y como otras ocasiones en controles,


nuestra hermana Elena Contreras en esta fresca mañana que Dios nos ha
regalado, queremos compartirles el tema: El día de Todos los Santos y Fieles
Difuntos para los Cristianos, sean bienvenidos a su programa “CRISTO EN
LA FAMILIA, NUEVA VIDA”

Oración

(Mariela) Pero antes de iniciar con nuestro programa, pongámonos en la


presencia de nuestro Señor Jesucristo diciendo en el nombre del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo, amen.

Presentación del tema:

Bien hermanos, en esta ocasión por acercarse los días 1 y 2 de noviembre, en los cuales
celebramos el día de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos, así como también por estar en
vísperas del último mes de este año Santo de la Misericordia, queremos comentar un poco sobre
estas dos celebraciones y sobre dos obras de misericordia que se relacionan mucho con la
festividad de estos días, motivo por el cual hoy hablaremos un poco al respecto de estas
tradicionales y populares fiestas celebradas por nuestra comunidad cristiana; por eso el tema que
hoy compartiremos con ustedes, se refiere a “El día de Todos los Santos y Fieles Difuntos para
los Cristianos”, pero antes de iniciar con nuestro tema, escuchemos el precioso canto Mi Familia y
Yo, quédense con la nueva Radio Pax , la radio para la nueva evangelización.

Tema Mi Familia y Yo

¿1.40 más 6?

(Neri) Gracias hermanos por su fiel sintonía, continuamos con nuestro programa
CRISTO EN LA FAMILIA NUEVA VIDA y el tema que comentaremos les decíamos
“El día de Todos los Santos y Fieles Difuntos para los Cristianos”.

Para iniciar y entender el motivo de estas celebraciones vamos a recordar que la Iglesia está
formada por todos los que hemos sido bautizados y creemos en Jesucristo, esto incluyendo a los
creyentes desde los primeros tiempos hasta nuestros días. Y de esto surge la división de la Iglesia
en tres “estadios” o grupos que son: la Iglesia Militante o Peregrina formada por todos nosotros los
que estamos en esta tierra, tratando de evitar el mal y luchando por hacer el bien, hasta el día de
nuestra muerte; la Iglesia Purgante o Sufriente son todas las almas que no murieron en pecado
mortal y se encuentran en el purgatorio purificándose de las penas por los pecados veniales que
manchan su alma antes de entrar en el Cielo; y la Iglesia Triunfante integrada por todas las almas
glorificadas que ya gozan de la presencia de Dios en el Cielo.

Día de Todos los Santos

Ahora bien, es en atención a dos estos tres grupos que conforman la Iglesia que se dedican estas
fiestas, el día 1 de noviembre celebramos la Solemnidad de Todos los Santos, ósea los que forman
esa Iglesia Triunfante; y toda la comunidad católica celebra esta solemnidad litúrgica en la que
evocamos a quienes nos han precedido en el camino de la fe y de la vida y gozan ya de la eterna
bienaventuranza, son ya -por así decirlo- ciudadanos por pleno derecho del cielo, esa patria común y
eterna de la humanidad de todos los tiempos.

El día de Todos los Santos cuenta un milenio de popular y sentida historia y tradición en la vida de la
Iglesia, fue el Papa Gregorio IV quien ordenó en el año 835, que el mundo cristiano honre a todos
los santos del cielo en esta fecha y fueron los monjes benedictinos de Cluny quienes expandieron
esta festividad. En este día celebramos a todos aquellos cristianos que ya gozan de la visión de
Dios, que ya están en el cielo, hayan sido o no declarados santos o beatos por la Iglesia. De ahí, su
nombre: el día de Todos los Santos.

Algo importante mencionar en ocasión de esta celebración es: ¿Quiénes son los Santos? Los santos
no son personas diferentes de nosotros, en todos los tiempos ha habido santos, de diferente edad,
unos niños, otros jóvenes, adultos, viejitos, hay santos y hay santas, unos flaquitos, otros gorditos,
unos muy inteligentes otros muy sencillos, algunos han nacido muy ricos otros fueron muy pobres,
unos son blancos otros negros, unos han sido santos desde pequeños, otros llevaron una vida en la
que no conocían a Dios, y se portaron muy mal, pero cuando se encontraron con Jesús, cambiaron,
y decidieron ser felices siguiéndolo. Todos, pero todos, estamos llamados a ser santos, Dios nos
quiere santos, y para eso nos dio el Don de la Fe, fue su regalo cuando nos bautizaron, y es por esto
que todos los que estamos bautizados tenemos el llamado a ser santos, pero para esto también
tenemos que querer serlo; ser santos es querer seguir a Jesús, actuar como él, hacer el bien como
él, amar como Él nos amó.

Celebramos y veneramos a todos los Santos en este día porque ellos son: Modelo: Porque viendo
lo que ellos hicieron para ser amigos de Dios nosotros los podemos imitar. Estímulo: Porque ellos,
lucharon como ahora nosotros y ya gozan de la herencia a la que también nosotros estamos
llamados. Intercesores: Son amigos y hermanos nuestros y grandes bienhechores a quienes
podemos recurrir suplicándoles que hagan valer su influencia ante Dios en ayuda de nuestras
necesidades.

(Mariela) Día de los Fieles Difuntos


La segunda celebración, como memoria y en especial como labor de fe cristiana el día 2 de
noviembre conmemoramos y recordamos a todos los Fieles Difuntos, quienes forman ese otro grupo
de creyentes, la Iglesia Purgante que mencionábamos anteriormente, es por ellos que oramos el día
de los Fieles Difuntos, para que pronto vayan al cielo. Es importante aclarar que no rezamos por
salvar a los que están en el infierno porque para ellos su condena es irreversible.

La tradición de recordar a los muertos se remonta a los primeros tiempos del cristianismo, en donde
ya se honraba su recuerdo y se ofrecían oraciones y sacrificios por ellos. Cuando una persona
muere ya no es capaz de hacer nada para ganar el cielo; sin embargo, los vivos sí podemos ofrecer
nuestras obras y ofrendas para que el difunto alcance la salvación.

Debido a las numerosas actividades de la vida diaria, las personas muchas veces no tenemos
tiempo ni de atender a los que viven con nosotros, y es aún mucho más fácil que nos olvidemos de
lo provechoso que puede ser la oración por otros y en especial por los fieles difuntos. Debido a esto,
la Iglesia ha querido instituir un día, siendo el 2 de noviembre, ese día que se dedique especialmente
a la oración por aquellas almas que han dejado la tierra y aún no llegan al cielo. Nuestra oración por
los muertos puede no solamente ayudarles, sino también hacer eficaz su intercesión a nuestro favor.
Los que ya están en el cielo interceden por los que estamos aquí en la tierra para que tengamos la
gracia de ser fieles a Dios y alcanzar la vida eterna.

Es esta la verdadera tradición de asistir al cementerio para rezar por las almas de quienes
ya abandonaron este mundo, está celebración está acompañada de un profundo sentimiento de
devoción, donde se tiene la convicción de que el ser querido que se marchó pasará a una mejor
vida, sin ningún tipo de dolencia, como sucede con nosotros los seres terrenales.

Hermanos siga con nosotros a través de la nueva Radio Pax 91.90 y su programa
Cristo en la Familia Nueva Vida. Continuaremos después de esta hermosa
alabanza.

¿12,31? Alabanza

(Neri) - YA ESTAMOS DE REGRESO hermanos, para la segunda parte del tema


“El día de Todos los Santos y Fieles Difuntos para los Cristianos” que estamos
comentando

Obras de Misericordia

En ocasión de estas dos fechas, existen también dos obras de misericordia que ponemos en
práctica y que en este año Santo de la Misericordia es conveniente que pongamos especial
atención, son una corporal de enterrar dignamente a los muertos y la otra espiritual que es la de orar
por los vivos y por los muertos.

Para iniciar a hablar este tema cabe entender primero el ¿Porque enterrar a los muertos?
Esto es una obra de misericordia que va mucho más a fondo de lo que se puede pensar , y
para cumplirla podemos ver lo que le sucedió a Jesús. En primer lugar, José de Arimatea le da un
sepulcro nuevo a Jesús. Nicodemo compra la mirra y el áloe. Las mujeres lo ungen con cariño y
respeto. Se fueron a sus casas apesadumbrados. El sábado lo recordaron con tristeza. Y el domingo
salen “muy de mañana” porque deseaban terminar de perfumar el cuerpo de Jesús. Y podemos
encontrar en la biblia muchos más eventos en los cuales desde tiempos de Abraham se ha realizado
esta obra de misericordia.

Hay que recordar que, si bien lo más importante son las oraciones por los difuntos, no es superficial
darles una sepultura digna en la medida de las posibilidades. Los que sepultaron a Jesús, lo hicieron
con dignidad, a pesar de las prisas y dificultades de ese momento. No hubo grandes pompas pero sí
hubo dignidad.

¿Entonces, porque para el cristiano es importante una sepultura digna? Por muchos motivos pero
mencionaremos que “Somos templos del Espíritu Santo”, los cuerpos de los fieles difuntos mediante
el Bautismo se han convertido en templo del Espíritu Santo y del cual, «como si fuese herramientas
o vasos, se ha servido el Espíritu para llevar a cabo muchas obras buenas». No podemos dejar
tirado algo que tiene un valor inmenso. Es verdad que ya no esté el alma en el cuerpo pero estuvo, y
un día llegará la resurrección de la carne.

Enterrando los cuerpos de los fieles difuntos, “la Iglesia confirma su fe en la resurrección de la
carne”, y “pone de relieve la alta dignidad del cuerpo humano como parte integrante de la persona
con la cual el cuerpo comparte la historia”. Enterrar “es la forma más idónea para expresar la fe y la
esperanza en la resurrección corporal”

Por eso la Iglesia ofrece al Padre, en Cristo, al hijo de su gracia, y deposita en la tierra pues polvo
somos y al polvo regresaremos y lo hacemos con la esperanza que el germen del cuerpo resucitará
en la gloria. El adiós ("a Dios") a los difuntos es "su recomendación a Dios" por la Iglesia. Es el
"último adiós por el que la comunidad cristiana despide a uno de sus miembros antes que su cuerpo
sea llevado a su sepulcro"

(Mariela) Ahora bien, ¿Qué pasa hoy en día con esta práctica de quemar los cuerpos y volverlos
cenizas? En este tema hay que ser cuidadosos pues se puede irrespetar lo que ha sido templo del
Espíritu Santo; más aún porque se les ocurre regar las cenizas por donde sea, no dando sepultura
digna o peor hacen amuletos, otros objetos o las tienen expuestas en la casa. Por eso la sepultura
en los cementerios u otros lugares sagrados responde adecuadamente a la “compasión” y el
“respeto” debido a los cuerpos de los fieles difuntos y favorece o ayuda con “el recuerdo y la oración
por los difuntos por parte de los familiares y de toda la comunidad cristiana”.

A este respecto la Congregación para la Doctrina de la Fe recientemente el 25 de octubre emitió


comunicado en el cual se fija la postura de la Iglesia en este tema, de lo cual solo resaltaremos que
“...la Iglesia sigue prefiriendo la sepultura de los cuerpos, porque con ella se demuestra un mayor
aprecio por los difuntos; sin embargo, quemarlos no está prohibido, «a no ser que haya sido elegida
por razones contrarias a la doctrina cristiana» como actitudes y rituales que impliquen conceptos
erróneos de la muerte, considerada como anulación definitiva de la persona, o como momento de
fusión con la Madre naturaleza o con el universo, o como una etapa en el proceso de reencarnación,
o como la liberación definitiva de la “prisión” del cuerpo, así como no es permitida la dispersión de
las cenizas en el aire, en la tierra o en el agua o en cualquier otra forma, o la conversión de las
cenizas en recuerdos conmemorativos, en piezas de joyería o en otros artículos; cuando ocurra
cualquiera de estos casos la Iglesia negará la celebración de exequias...”.

Así que hermanos les invitamos a seguir acompañándonos a través de la nueva


Radio Pax 91.9 y su programa Cristo en la Familia Nueva Vida. Regresaremos
después de esta alabanza.

¿19,13? Alabanza

(Neri) - Continuamos aquí hermanos compartiendo nuestro tema sobre “El día de
Todos los Santos y Fieles Difuntos para los Cristianos”

Bueno continuamos reflexionando sobre las obras de misericordia que ponemos en


práctica en estas fechas, ahora bien, ¿Porque orar a los muertos y vivos?

Cuántas veces nos han dicho, hemos escuchado o nosotros mismos hemos dicho: “hay reza por
mí...”, “te encargo tus oraciones...” o “oremos por la persona tal”. ¿Qué hay detrás de estas
peticiones? ¿Cómo podemos ayudar a los demás con nuestras oraciones? Estas frases comunes No
son solamente frases que buscan dar un consuelo sentimental a aquellos a quienes las dicen.

Esta obra es una obra de misericordia que tiene un fundamento muy profundo, porque gracias a
nuestro bautismo hemos sido “injertados o agregados a Cristo” (cf. Rm 6,5), y empezamos a formar
parte de su Cuerpo Místico. Gracias a esta íntima unión con Él, podemos recibir los infinitos
tesoros de gracia que el Padre nos ha dado por los méritos de la muerte y resurrección de
Jesucristo, haciéndonos sus hijos por medio de su Hijo Unigénito, ahora bien, ¿no se
encargará Él de atender las oraciones que le hacemos por aquellos que tantos queremos? pues
claro que sí, pues Él es el primer interesado en nuestro bien.

Si creemos y confiamos en que es bastante el bien que podemos hacer por aquellos con los que
convivimos en este mundo por medio de la oración con fe, pensemos lo que podrá significar ayudar
a un alma llegar al gozo eterno con Dios y la séptima obra de misericordia espiritual también nos
enseña a rezar por lo difuntos.

Recordemos que las almas del purgatorio ya no tienen manos físicas para pedir auxilio y
misericordia; no podemos, como a un mendigo en la tierra, mirar sus ojos tristes y cansados, dirigirle
nuestras palabras y gestos, intentando ofrecerles un consuelo. Pero eso sí, para que realmente sea
una obra de misericordia debemos hacerlo con nuestro corazón lleno de nuestra fe, podemos dirigir
nuestras oraciones al Padre, para que cuanto antes esas almas reciban la Gloria eterna, el consuelo
y la paz que tanto anhelan.
(Mariela) Algo importante de mencionar es, ¿Que logramos con rezar?

Y es que la práctica de la oración por los difuntos se apoya en lo que ya habla la Escritura en el
segundo libro de Macabeos diciendo: "Por eso mandó [Judas Macabeo] hacer este sacrificio
expiatorio en favor de los muertos, para que quedaran liberados del pecado". Desde los primeros
tiempos, la Iglesia ha honrado la memoria de los difuntos y ha ofrecido sufragios en su favor, en
particular el sacrificio eucarístico, para que, una vez purificados, puedan llegar a la gloria de Dios.
Pues los que mueren en la gracia y la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque
están seguros de su salvación eterna, sufren una purificación después de su muerte, a fin de obtener
la santidad necesaria para entrar en el gozo de Dios.

También en el Evangelio de San Juan, capítulo 11, encontramos que Jesús va a visitar a las
hermanas de Lazaro (Marta y María). Y lo primero que hizo fue consolar a las hermanas; después va
al sepulcro llora y reza al Padre por su amigo Lazaro.

San Gregorio Magno afirma: "Si Jesucristo dijo que hay faltas que no serán perdonadas ni
en este mundo ni en el otro, es señal de que hay faltas que sí son perdonadas en el otro mundo.
Para que Dios perdone a los difuntos las faltas veniales que tenían sin perdonar en el momento de
su muerte y es para eso que ofrecemos misas, oraciones y limosnas por su eterno descanso". En
virtud de la "comunión de los santos", la Iglesia encomienda los difuntos a la misericordia de Dios y
ofrece sufragios en su favor, en particular el santo sacrificio eucarístico. La Iglesia/nosotros rogamos
para que nadie se pierda cuando decimos: "Jamás permitas, Señor, que me separe de ti". Si bien es
verdad que nadie puede salvarse sino a sí mismo, también es cierto que "Dios quiere que todos los
hombres se salven" (1 Tm 2, 4) y que para Él "todo es posible". La Iglesia expresa entonces su
oración y comunión eficaz con el difunto: ofreciendo al Padre, en el Espíritu Santo, el sacrificio de la
muerte y resurrección de Cristo, pide que su hijo sea purificado de sus pecados y de sus
consecuencias y que sea admitido a la plenitud pascual de la mesa del Reino. Así también mediante
las indulgencias, los fieles podemos alcanzar para nosotros mismos y también para las almas del
Purgatorio la remisión de las penas temporales, consecuencia de los pecados.

Hermanos regresamos con ustedes en unos momentos para algunas conclusiones


sobre nuestro tema, después de esta hermosa alabanza.

¿36,28,? Alabanza

(Neri) - Continuamos aquí hermanos compartiendo nuestro tema sobre “El día de
Todos los Santos y Fieles Difuntos para los Cristianos”

Halloween

Para finalizar y siempre atendiendo las celebraciones de estas fechas, debemos estar atentos y no
caer en el error de celebrar fiestas contrarias a la fe Cristiana y que el mundo actual ha tratado de
promover más con fines comerciales que por otras razones, tal es el caso del lastimosamente hoy
popular “Halloween”.
Primero debemos tener bien claro que Halloween no es una fiesta cristiana. Las fiestas cristianas de
esta época son la Solemnidad de Todos los Santos el 1 de noviembre, y la Conmemoración de
Todos los Fieles Difuntos el 2 de noviembre, el 31 de octubre nada tiene que ver a este respecto.

Halloween, se remonta a los Celtas del primer milenio en el territorio de lo que es hoy día es una
parte de Francia, España y Gran Bretaña, donde se celebraba la fiesta del ‘All Hallows Eve’, o sea…
las vísperas del día de todos los santos. Con el tiempo esta fiesta fue adquiriendo elementos del
paganismo hasta deformarse y literalmente no tener ningún elemento propio del cristianismo. Por lo
que aseguramos que lo que hoy día conocemos como Halloween no es una fiesta cristiana.

Debido a eso no es conveniente celebrar esta fiesta, en primer lugar, por su connotación oscura,
pues veamos ¿Qué o cuáles son los personajes que identifican este fiesta? pues, brujas, monstruos,
diablos, todo tipo de seres oscuros; y ¿Qué bien o qué caso tiene sacar a esos seres a la calle,
recordarlos, traerlos dentro de la familia, o vestir a los niños inocentes de esos seres oscuros?

En segundo lugar celebrar Halloween es “caer como niños en el truco del comercio”, ya que hoy día
Halloween se ha convertido en una gran oportunidad o excusa para promover la venta de todo tipo
de cosas como disfraces, dulces y otros productos es “la típica táctica de los comercios” que provoca
que en vez de ahorrar, de utilizar la plata en cosas más útiles para la familia, en la educación, salud,
vestuario, etc., la gastamos en eso que no trae ninguna utilidad y que son actitudes como estas
donde el consumismo está por delante las que al contrario pueden llegar hasta endeudar a las
familias.

Ante todos estos elementos que componen hoy el Halloween, vale la pena reflexionar y hacerse las
siguientes preguntas:

¿Qué experiencia moral o religiosa deja en el niño "divertirse" ha usado disfraces de diablos, brujas,
muertos, monstruos, vampiros y demás personajes relacionados principalmente con el mal y el
ocultismo, sobre todo cuando la televisión y el cine identifican estos disfraces con personajes
contrarios a la sana moral, a la fe y a los valores del Evangelio.?

¿Cómo podemos justificar como padres de una familia cristiana, que nuestros hijos celebren el día
de Halloween como una fiesta pagana ¿Acaso no seríamos incongruentes?

Con los disfraces y la identificación que existe con los personajes del cine y televisión ¿no estamos
promoviendo en la conciencia de los pequeños que el mal y el demonio son solo fantasías, un
mundo irreal que nada tiene que ver con nuestras vidas y que por lo tanto no nos pueden afectan en
nada?

¿No es Halloween otra forma de relativismo religioso con la cual vamos permitiendo que nuestra fe y
nuestra vida cristianas se vean debilitadas?

Si aceptamos todas estas ideas y las tomamos a la ligera en "aras de la diversión de los niños"
¿Qué diremos a los jóvenes a quienes durante su infancia les permitimos jugar al Halloween cuando
acudan a los brujos, médiums, echadores de cartas y todas esas actividades contrarias a lo que nos
enseña la Sagrada Escritura?

Es que nosotros, como cristianos, mensajeros de la paz, el amor, la justicia, portadores de la luz
para el mundo ¿podemos identificarnos con una actividad en donde todos sus elementos hablan de
temor, injusticia, miedo y oscuridad?

Si somos sinceros con nosotros mismos y buscamos ser fieles a los valores de la Iglesia Católica,
llegaremos a la conclusión de que el Halloween no tiene nada que ver con nuestro recuerdo cristiano
de los Fieles Difuntos, y que todas sus connotaciones son nocivas y contrarias a los principios
elementales de nuestra fe.

(Mariela) Actividades alternativas para contrarrestar el Halloween

Ahora bien que pasa si en nuestra comunidad nuestros vecinos celebran Halloween, ante esto
algunos sacerdotes proponen algunas actividades o soluciones para un católico en esta fecha, tales
como:

Solución ecologista

La solución “ecologista”: tener mucha fruta disponible. Cuando toquen el timbre, en vez de darles
golosinas que lo único que va a hacer es arruinar los dientes a los pobres niños o hacer más grande
uno de los principales problemas de la niñez y de la juventud de hoy día como la obesidad siga
aumentando, en vez de eso los católicos podemos darles un producto sano.

Regalar estampas de santos

Otra opción es ayudarles a entender cuál es el sentido de las fiestas que vienen el día después
y que se queden con un recuerdo de ello. ¿Cómo se puede hacer eso? con tarjetas de santos y las
regalen a los niños para que recuerden que es eso lo que se va a celebrar al día siguiente.

Apostolado o Evangelización

Una opción más es el apostolado: darnos el tiempo, pero eso si con buena actitud , caridad y
misericordia, cuando toquen el timbre salir y ver si es que están los papás afuera y cerca, y
explicarles a los padres y los niños, con la mejor actitud por qué tal vez sería bueno que
consideren que no es bueno que sus hijos celebren estas fiestas. Y con esto hasta haremos otra
obra de misericordia que consiste en enseñar al que no sabe.

Marchas o caminatas

También marchas o caminatas y la parroquia San Francisco de Asís estará realizando una caminata
para contrarrestar esta celebración pagana, se le ha denominado “Día Lucís” y en esta oportunidad
con el lema “No Al Espanto, Si Al Espíritu Santo”, la cual será el 31 de octubre a las 6 de la tarde
partiendo de la cuarta calle final, debiendo llegar los que estemos interesados en participar, vestidos
de blanco, llevar velas o candelas blancas, pancartas alusivas, etc.
Todas estas opciones “siempre debemos hacerlas con caridad” , ya que “si es que no hay
caridad, no hay amor, y si no hay amor, no es cristiano”.

Hermanos regresamos con ustedes en unos momentos para algunas conclusiones sobre
nuestro tema, después de esta hermosa alabanza.

¿48,40? Alabanza

(Neri) - Ya estamos nuevamente con ustedes queridos hermanos, para las comentar las
siguientes conclusiones sobre el tema que hoy compartimos

CONCLUSIONES:

 (Neri) Las obras de misericordia son acciones caritativas mediante las cuales socorremos a
nuestro prójimo en sus necesidades corporales y espirituales. Instruir, aconsejar, consolar,
confortar, son obras espirituales de misericordia, como también lo son perdonar y sufrir con
paciencia. Las obras de misericordia corporales consisten especialmente en dar de comer al
hambriento, dar techo a quien no lo tiene, vestir al desnudo, visitar a los enfermos y a los
presos, enterrar a los muertos. Entre estas obras, la limosna hecha a los pobres es uno de
los principales testimonios de la caridad fraterna; es también una práctica de justicia que
agrada a Dios

 (Mariela) La solemnidad de Todos los Santos como la conmemoración de los Difuntos, son
dos celebraciones que recogen en sí, de un modo especial, la fe en la vida eterna.

 (Neri) Aunque estos dos días nos ponen delante de los ojos lo ineludible de la muerte, puesto que el
hombre, según la ley de la naturaleza está "condenado a la muerte" y que se vive con la perspectiva
de la destrucción de su cuerpo terrenal, pero más importante aún, vive al mismo tiempo, con la
mirada puesta en la vida futura y como llamado a la vida eterna en la gloria.

 (Mariela) La solemnidad de Todos los Santos pone ante los ojos de nuestra fe a todos
aquellos que han alcanzado la plenitud de su llamada a la unión con Dios. El día que
conmemora los Difuntos hace converger nuestros pensamientos hacia aquellos que, dejado
este mundo, esperan alcanzar en la expiación la plenitud de amor que pide la unión con
Dios.

 (Neri) Se trata de dos días grandes para la Iglesia que, de algún modo, "prolonga su vida"
en sus santos y también en todos aquellos que por medio del servicio a la verdad y el amor
se están preparando a esta vida. Por esto la Iglesia, en los primeros días de noviembre, se
une de modo particular a su Redentor que, por medio de su muerte y resurrección, nos ha
introducido en la realidad misma de esta vida.

Y para finalizar lo haremos agradeciendo a nuestro padre diciendo.


Bueno hermanos agradecemos su fiel sintonía a la Nueva Radio Pax 91.9 así como a su programa
Cristo en la Familia Nueva vida, queremos invitarles para que nuevamente nos sintonicen el próximo
sábado a las 9 de la mañana.

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