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Etnia/raza en varones de Las América.

En los últimos años alrededor de 45 a 50 millones de indígenas pertenecientes a más de 600


pueblos únicos habitan en las Américas y representan casi 10% de la población total, así como 40%
de la población rural de Latinoamérica y el Caribe. (OPS, 2007)

A continuación podemos observar su representación en la región de Las Américas en base a las


estimaciones de población indígena como porcentaje de la población total, países seleccionados
de las Américas (Población indígena total Porcentaje de la 100.000 población total <100.000 a
500.000 >500.000)

• Más de 40%

Perú, Guatemala, Bolivia, Ecuador

• De 5 a 40%

Guyana, El Salvador, México, Belice, Nicaragua, Chile, Suriname, Panamá, Honduras

• Menos de 5%

Costa Rica, Argentina, Canadá, Guyana, Brasil, Colombia, Jamaica, Paraguay, Estados Unidos,
Dominica, Venezuela
Fuentes: Reports on the Evaluation of the International Decade of the Indigenous, Peoples of the World, PAHO, 2004.
Hall G, Patrinos AH. Indigenous Peoples, Poverty and Human Development in Latin America: 1994–2004.
Washington,DC: World Bank, 2005. Montenegro R, Stephens C. Indigenous health in Latin America and the Caribbean
[Indigenous Health 2]. Lancet 2006; 367:1859–6

A pesar de su presencia, la población indígena presentan una gran vulnerabilidad producto de las
condiciones de inequidad y contantes violaciones de sus derechos humanos, sociales, políticos y
económicos. Esto se traduce en pobreza y precariedades condiciones de vida, estado de salud y
acceso a servicios sanitarios.

En Bolivia y Guatemala, por ejemplo, más de la mitad de la población total es pobre, pero
prácticamente tres cuartas partes de la población indígena es pobre. A su vez, del total de hogares
pobres en Perú, 43% son indígenas (OPS ; 2007)

A la pobreza se añade altas tasas de analfabetismo y desempleo significativamente más elevadas,


servicios sociales no disponibles o de difícil acceso, violación de los derechos humanos,
desplazamientos debidos a conflictos armados, y degradación del ambiente

A su vez, el Banco Interamericano de Desarrollo (Deruyttere, 2017), estimó que, hasta una cuarta
parte de la diferencia en los niveles de ingreso se puede atribuir al sólo hecho de pertenecer a un
grupo étnico indígena o afrolatino.

A lo largo de la historia las poblaciones indígenas han padecido mayores tasas de mortalidad
materna e infantil, desnutrición y enfermedades infecciosas que el resto de la población. La razón
de mortalidad materna en Guatemala es tres veces superior (211 por 100.000 nacidos vivos) a la
de madres no indígenas (70 por 100.000 nacidos vivos), y la más alta de la región de América
Latina (año 2000), En Bolivia, la tasa de mortalidad infantil promedio es de 102 por 1.000 nacidos
vivos en 51 municipios rurales con más de 50% de mujeres indígenas monolingües, el doble de la
población general. En Argentina el 80% de los niños desnutridos son indígenas y con alta tasas de
contagio de parásitos asociados principalmente al saneamiento ambiental.

La tuberculosis es más prevalente en población indígena, en México duplica a la población no


indígena y Canadá es 8 a 10 veces más alta que el promedio (OPS,2017)

Pero así como en algunos países no hay datos respecto de indígenas o afrodescendientes, porque
no se ha incluido la variable etnia o raza, en aquellos que si tiene incluido los antecedentes, los
datos no siempre están desagregados por género (OPS, 2007)

En Bolivia, la tasa de mortalidad infantil promedio es de 102 por 1.000 nacidos vivos en 51
municipios rurales con más de 50% de mujeres indígenas monolingües, o de más del doble al
compararla con la correspondiente a la población general (54 por 1.000 nacidos vivos) (OPS,2007)

Las tasas de analfabetismo son más altas en mujeres que en hombres indígenas y más altas que
en población no ética; en Perú, las mujeres indígenas jefas de hogar tienen 4,6 menos años de
escolaridad que las mujeres no indígenas (Lopéz, 2011)

Un estudio realizado en distintos municipios en México, que comparó los municipios indígenas con
los no indígenas, encontró que, para el período 1990–1996, los indígenas vivían 64 años y los no
indígenas vivían 68 años (OPS, 2007)

La cobertura de salud para los pueblos indígenas es mucho menor que para las personas no
indígenas. En Bolivia, donde las tasas de cobertura de salud son bajas, los indígenas presentan
tasas de 10% de cobertura pública de salud y 2% de acceso a la cobertura privada de salud. En
México, cerca de un 45% de la población tiene cobertura de salud, mientras que solamente 18%
de la población indígena lo tiene (OPS, 2007)

Respecto del consumo de alcohol en población indígena, un estudio realizado en 2000 en diversas
comunidades aymarás del altiplano de Puno y en comunidades shipibo del Amazonas, se encontró
que el consumo de alcohol predominaba entre los hombres y que se asociaba con conductas
agresivas hacia las esposas, los hijos y otros parientes cercanos. Según OPS (2007) múltiples
informes indican un aumento en el consumo de alcohol en la población indígena de las zonas
urbanas.

En VIH Sida y etnia, hay datos por país , más que por región, por ejemplo la tasa acumulada en los
garífunas en Honduras es casi 15 veces superior a la nacional y más de 8% son seropositivos al VIH,
lo cual representa una cifra cuatro veces superior al promedio nacional

El suicidios entre los jóvenes indígenas específicamente varones, es un fenómeno significativo en


Canadá y Estados Unidos, las tasas de suicidio indígena, pueden ser hasta cinco veces más altas
que en los jóvenes no indígenas, se ha asociado esta conducta al intenso estrés social, traumas
históricos que se traspasan intergeneracionalmente, historias de abuso sexual (en internados
escolares) y duelos no resueltos (CEPAL;2011). En el norte de Colombia, según la Asociación de
Cabildos Mayores Indígenas del Bajo Atrato conformada por comunidades de los pueblos
Wounaan, Embera, Katío, Tule y Chamí, los pueblos indígenas están perdiendo “su deseo de
vivir”, debido al impacto del conflicto colombiano en sus comunidades (OPS; 2007). En Chile los
adolescentes indígenas tienen un 150% más de mortalidad que los no indígenas, sus principales
causas de muerte del año 2010, son traumatismos, envenenamientos y otras causas externas
(incluyendo las lesiones autoinflingidas); los suicidios adolescentes son más prevalentes en
jóvenes varones indígenas que no indígenas (CEPAL; 2011).

La población que se considera indígenas en Chile paso del 4,6% al 9% (INE, 2017), siendo el pueblo
mapuche, quien representa el 87,3% de todos los indígenas (INE 2002- 2017). Los indígenas en
Chile, al igual que en la mayoría de los países de Las Américas tiene el porcentaje más alto en
pobreza y extrema pobreza que los no indígenas (INE, 2017). Las causas de muertes por
enfermedades del sistema circulatorio en el total de la población indígena masculina ha alcanzado
una tasa de 247,8 por 100.000, mientras en población no indígena es de 172,4 por 100000
habitantes, en términos de riesgo relativo, esto implica que los hombres indígenas tienen un 40%
más riesgo de morir por esta causa que sus congéneres no indígenas (MINSAL, 2017).

La mortalidad por causa cerebro vascular es de 80,1 en población indígena y 46,8 por 100000
habitantes en población no indígena, las muertes por neoplasia son 193,4 en población indígena
y en no indígena por 148,7 por 100.000 habitantes y las muertes por causas externas son 148,7 en
población indígena y 50,8 en población no indígena por 100.000 habitantes . Es decir estas 4
causas de mortalidad son mayor en población indígena que no indigena. Además, según el
Ministerio de Salud de Chile: “existen antecedentes certeros sobre la prevalencia de
enfermedades fuertemente asociadas a determinantes sociales de la salud que afectan
especialmente a indígenas tales como la tuberculosis, alcoholismo, las enfermedades parasitarias
e infecciosas, además de los problemas asociados al trabajo por las deficientes condiciones en que
desarrollan su actividad laboral y problemas de salud mental, expresado en altas tasas de suicidio”
(MINSAL, 2017)

En le siguiente cuadro podemos observar las inequidades que se presentan en los pasises que
adhieren a los objetivos de Desarrollo del Milenio
(ESTE CUADRO DEBO RECREARLO)

Demostrando la gran inequidad que sufren las poblaciones indígenas en el acceso a la salud y en
su propio estado de salud y calidad de vida.

La población afrodescendiente también se encuentra en vulnerabilidad, En Brasil, en 2000, la


esperanza de vida de los hombres blancos era de 71 años y la de los hombres negros de 64 años.
Se estiman un total de 250 millones de afrodescendientes en Las Américas con una población
superior a 45% en los países del Caribe de habla inglesa, Brasil, Haití y República Dominicana. El
país de la Región con mayor población afrodescendiente es Brasil. Y en Estados Unidos de América
el 12,9 % de la población es afrodescendiente, mientras en Colombia alcanzaría al 23% (OPS,
2007).

Una situación de gran vulnerabilidad viven los afrodescendientes en América del Sur, similar a la
que sufren los pueblos indígenas. En el Ecuador, el porcentaje de la población afrodescendiente
pobre se eleva a 52%, semejante a los niveles de pobreza de los pueblos indígenas, en Brasil los
afredescendiente representan el 52% de los pobres, frente al 26% del resto de la población. Los
hombres afrodescendientes tiene menor educación formal que las mujeres afrodescendientes y
menos que el resto de la población, un 78% de los varones completo 6 años de educación, frente
al 80% de la mujeres y al 87% del resto del país. En Brasil se observa una situación similar, pero
con un brecha mayor entre hombres y mujeres, con un 56,2% de los varones y 66% de las mujeres
afrodescendientes con seis años de estudio, frente a 80,9% y 85,2% respectivamente del resto de
la población (Lopez, 2011)

En cuanto a la mortalidad infantil, en Ecuador, la población afroecuatoriana presenta una tasa de


más alta (32,6 por 1.000 nacidos vivos) que la población no perteneciente a ningún grupo étnico
(25,8 por 1000 nacido vivos). En el Brasil, la mortalidad infantil de los hijos de madres
afrodescendientes es mayor (37,6 por 1.000 nacidos vivos) que la del resto de la población. En
Colombia, las tasas de mortalidad infantil, en el estado de Choco con 70% de población
afrodescendiente son tres veces más altas en los hombres (98,6 por 1.000 nacidos vivos) y cuatro
veces más en las mujeres (80,9 por 1000 nacidos vivos) OPS(2007)

Ante el contagio de VIH, en Honduras, más de 8% de los garífunas adultos son VIH positivos frente
a 2% del promedio nacional y la tasa acumulativa de casos de VIH es casi 15 veces la tasa nacional.
En Brasil con la incorporación de la terapia retroviral un una fuerte caída en la mortalidad de la
población blanca masculina contagiada, pero no ocurrió dicho decremento en la población
masculina afrodescendiente.

El abastecimiento de agua muestra otras brechas en detrimento de la población afrodescendiente,


segun los censos del año 2000, en el Brasil, 85,4% de los afrobrasileños tienen acceso adecuado a
fuentes de agua potable, frente a 92% de la población no étnica. En Ecuador 66% de cobertura en
población afrodescendiente frente a 69% en el resto de la población (OPS, 2007)

En general tanto la población afrodescendiente como la indígena presentan mayores inequidades


de salud que el resto de la población, incluyendo su invisibilización cuando no son registradas en
las bases estadísticas de los servicios de salud o cuando no son desagregadas por género. A pesar
de aquello, podemos observar mayor riesgo de mortalidad en varones indígenas y
afrodescendientes, menor expectativas de vida, menor acceso a agua potable y otros servicios ,
menor impacto en la estrategias de tratamiento de VIH SIDA, mayor exposición al mismo virus,
menos escolaridad que las mujeres afrodescendientes y el resto de la poblacion; añadido a la
exclusión, marginación y xenofobia de parte de la sociedad y dificultad de acceso a los servicios de
salud, en una clara manifestación de interseccionalidad, donde se acumulan discriminación de
género, etnia, pobreza y otras, que generan una doble , triple o mayor vulneración y
vulnerabilidad.

Bibliografia

 Organización Panamericana de la Salud (OPS, 2007). Salud en las Américas: 2007.


Washington, D.C.: OPS, © 2007—2v. (OPS, Publicación Científica y Técnica No. 622)
 Instituto Nacional de Estadisticas (INE, 2002). Censo 2002. Santiago de Chile
 Instituto Nacional de Estadisticas (INE, 2017). Censo 2017. Santiago de Chile
 CEPAL (2011). Salud de la población joven indígena en América Latina: un panorama
general. Impreso en Naciones Unidas, Santiago de Chile.
 MINSAL (2017). Plan para Pueblos Indígenas. Santiago de Chile
 López, Néstor (2011). Informe sobre tendencias sociales y educativas en América Latina
2011: la educación de los pueblos indígenas y afro descendientes . UNESCO, Buenos Aires,
Argentina.
 Deruyttere, Anne (2017). Pueblos indígenas, globalización y desarrollo con identidad:
algunas reflexiones de estrategia. http://red.pucp.edu.pe/wp-
content/uploads/biblioteca/081233.pdf . Recuperado 11 de noviembre 2017

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