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EL AGUA Y LA CIUDAD DE MEXICO

De Tenochtitlán a la megalópolis del

siglo XXI

Jorge Le~orreta

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I~' 1:0.11 ¡U_uc, •••

289~711
Secretario General
M tro. Javier M elgoza Valdivia

UNIDAD AZCAPOTZAlCO

Rector General
Dr. Ad rián de Ca ray Sánchez

Secretaria
Dra. Sylvie Jea nne Turpin M arion

Coordinadora General de Desarrollo Académico

Dra. Alicia Chacalo H ilú

Coordinador de Extensión Universitaria

D.I. Jorge Armando M orales Aceves

Jefe de la Sección de Producción y Distribución Editoriales

D. CC. Edgar E. Barbosa Alvarez Lerín

Director de la División de Ciencias y Artes para el Diseño

Dr. Luis Ramón M ora Codínez

Secretaria Académica de la División de Ciencias y Artes para el Diseño

Arq. Juana Cecilia Angeles Cañedo

Jefa del Departamento de Evaluación del Diseño en el Tiempo

Mtra. Paloma Ibañez Villalobos

Diseño de portada: Virginia Santos Baltazar

ISBN: 970-31-0522-X

Primera ed ición: 2006

© Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzaico

División de Ciencias Sociales y Humanidades

Av. San Pablo 180, Col. Reynosa Tamaulipas

Impreso en M éxico
Printed in Mexico
 A MANERA DE INTRODUCCiÓN 13

LA TRANSFORMACiÓN LACUSTRE 15

La cuenca de M éxico 18

Tenochtitlán, ciudad sobre el agua 21

Túnel de Huehuetoca y Tajo de Nochistongo 26

El Gran Canal del Desagüe 40

El Drenaje Profundo 50

La agricultura de agua negra 56

LOS ABASTECIMIENTOS 63

Manantiales y acueductos 64

Lerma y su impacto ambiental 72

El Sistema Cutzamala 79

El Acuaférico y el M acrocircuito 86

Los nuevos escenari os. Temascaltepec y otras 91

cuencas externas

LOS PROBLEMAS. ABUNDANCIA Y 101

VULNERABILIDAD HIDRÁULICA

M ás agua, más desigualdad 102

El hundimiento de la ciudad 11 0
Consecuencias 122

Las grandes inundaciones 125

Lagunas y bombas para sobrevivir 136

 Conflictos y consensos políticos 144

La confrontación por el agua en 1922 147

Hacia la privatización del agua 151

lA RESTAURACiÓN lACUSTRE 153

El entubamiento de los ríos, agua por autos 154

Ríos y manantiales transformados 161

Aprovechamiento del agua de lluvia 187

El Plan Lago de Texcoco 193

Un rescate propuesto 199

XOCHIMllCO y SU REGiÓN lACUSTRE. 203

SAN GREGORIO, SAN LUIS, TLÁHUAC y
MIXQUIC

Patrimonio Histórico de la Humanidad 206

Testimonios de una historia milenari a 215

Plan de Rescate Ecológico, 1989-1 994. 220

De la resistencia a la utopía
Anexo. Breve cronología 228

Los problemas actuales: hundimientos, 232

urbanización y contaminación del agua

Conclusiones y propuestas 247

FUENTES DE IMÁGENES Y FOTOS 253

BIBLIOGRAFíA 257
COLABORACIONES y AGRADECIMIENTOS

Este texto tuvo su origen en la investigación sobre el agua que coordinó el autor durante 1996 en el C
Ecología y Desarrollo dirigido por Iván Restrepo; de ella agradecemos la colaboración de Carmen C
Ángeles Flores y Noemí jiménez, quienes en ese entonces participaron, en los trabajos para el Consejo de
para la Restauración Ambiental del DDF. En ese sentido, M auricio Aldana parti cipó en las investigac
campo que permiti eron actual izar y elaborar una versión más objetiva. Nuestro agradecimiento tam
Universidad Autónoma M etropol ita na, unidad Atzcapozalco, por su autorización para realizar en ese c
investigación un periodo sabático que hizo posible aumentar y mejorar el trabajo. Por último al per
jornada, en donde los últimos años fueron publicados algunos artículos cuyo contenido forma parte de e
A Don Panchito, Doña M artha, Don Pascual, Don Cidr
Don Juan y muchos otros integrantes honorabl es del F
Zapatista de San Gregari o Atlapulco, Xochimilco, p
incansable lucha para conservar su agua y su tierra
especial a la memoria de O mar Chapa.
 g , 1 contexto de la cele bració n de l IV Foro Mundial de l Agua, a ce le brarse e n la ciudad de Méx
año, la presencia de la Unive rsidad Autó noma Metropolita na es obligada, ya que muchos de sus acad
prove nie ntes de dive rsos campos disci plinarios, han dedi cado toda su vida profesiona l al estudio o b
siste máti co de la problemáti ca de l agua, así como a l pla nteamie nto de propuestas muy diversas que pre
dotarnos de un futuro social suste nta ble .

La UAM, como institución de educació n supe ri or pública, está co mprometida co n la sociedad a la

de be mos nu estra existe ncia, por e llo, los dive rsos probl e mas qu e aquejan al presente y futuro de nuestra
form an parte de nuestros programas de doce ncia, investigació n y difusió n de la cultura.

En este te nor, la edició n d e l libro de l Dr. Jorge Legorreta, profesor-investigador de la Divisió n de C

y Artes para e l Diseño de la unidad Azcapotzalco, constituye un apo rte importa nte, no sólo po rque b
conocimie nto público un recorrido histórico de lo que e n nuestra ciudad se ha rea lizado pa ra ga ra ntizar e
de agua, sino tambié n po rque contribuye al de bate sobre los retos que e nfre nta mos para ga rantizar la cal
vida de los ciudadanos qu e vivimos e n la zo na metropolitana de la ci udad de México.

Un texto de fácil lectura, pe nsado, escrito e ilustrado para los ciudadanos comunes, y no só lo para los e
e n la te mática, e n e l que Legorreta refre nda su profundo y minucioso conocimie nto de la metró po li , así c
compromiso acadé mico y políti co por construir una ciudad habita ble pa ra todos.

A ri esgo de peca r de pedante ría, a nte lo cual pido disculpas a nticipadas, no pude resistir la te nta
transmitirl a los lectores la coincide ncia de que, ubicado un servidor e n la rectoría de la unidad Azca potzalc
Jorge Legorreta me haya pedido escribir a lgunas líneas para prese ntar este impo rtante li bro sobre la probl
histó ri ca, actual y futura de l agua e n la ciudad de Méx ico, asunto e n e l que mi tatarabue lo, e l inge ni e ro Fr
de Garay, jugó un pa pe l destacado; e n e l dise ño de l Gra n Canal de l Desagüe construido e n e l siglo XIX.

Finalme nte quie ro agradecer a la Mtra. Palo ma Ibañez, jefa de l De partame nto de Eva luación de l Di
al Dr. Luis Ramó n Mora, Director de la Divisió n de Cie ncias y Artes pa ra e l Diseño, su colaboración par
posible la publicació n de este libro.

Fe licidades al Dr. Jorge Legorreta, quie n, ade más, nos ha e nseñado, desde hace tie mpo, a co noce r la
e n muy distintos ámbitos de su cotidia ne idad , así como a disfruta rla lúdicame nte.

Adrián de Garay
Azcapotzalco, 2006

11
 g libro aborda los proble mas de l agua e n la ciudad de México desde una triple pe rspectiv
prime ra forma parte un re lato histórico sobre la transformación lacustre que ha sufrido la ciudad desde
XVI hasta e l XXI; e n é l se incluye n las obras más importantes para e l desalojo del agua; desde las ini
principios de l siglo XVII hasta el Dre naje Profundo, edificado a fines del siglo XX; la transformación lacust
con la existencia de lagos de agua limpia y concluye con las agricu lturas que emplean agua negra en los
de riego de los estados de México e Hidalgo. El relato histórico incluye las grandes obras para e l abastecim
agua, desde los prime ros acueductos y mana ntiales prehispánicos hasta e l sistema Cutzama la; y termin
refere ncia acerca de los futuros proyectos a nun ciados.

La segunda perspectiva se e nfoca e n precisar los probl e mas y los retos actuales, e ntre otros, la desi
e n e l uso del agua y los costos diferenciados; los hundimi entos producto de la excesiva extracción d
del subsue lo; las constantes inundaciones, presentes hasta la actua lidad; el impacto hidráulico de las r
expansio nes metropolitanas real izadas por grandes e mpresas inmob ili arias de vivienda; los probables rie
la o pe ració n del sistema, produ cto de las co nfro ntacio nes políti cas e ntre las d iversas institu ciones e ncarg
la extracción y la distribución de l agua. Se co nsigna por e ll o, y e n forma por de más preventiva, la exp
históri ca de un e nfre ntam ie nto vio le nto de 1922 motivado por un conflicto e n torno del agua. Por úl
incluye un a breve refe re nc ia sobre e l espe rado proceso de privatización del servi cio. Los problemas de l
ha n centrado no e n la tradic io nal escasez, sino e n destacar la re lació n e ntre la existencia de una abunda
agua que nos cae del cielo y la vulnerabilidad hidráulica de la ciudad; re lación que nos co nduce necesar
a la modesta pe ro seve ra adve rte ncia sobre los riesgos de una nueva inundació n gene ral e n la c iudad de
una más de las 25 que ha sufrido e n su hi storia; todas e llas producto de la saturació n de dicha agu
conductos de l dre naje. La abundancia de agua no controlada e n la cue nca nos plantea dos escenari os
Uno, la extre ma vulnerabilidad hidráulica derivada de la incapacidad de los dre najes para e l desalojo d
la cual es motivo, repetimos, de las grandes inundaciones que ha sufrido la ciudad; y dos, e l cua ntioso des
de agua qu e bie n pod ría ser aprovechada pa ra mitigar la escasez que existe e n ciertas zonas pobres de la
ade más de gene rar la duda sobre nuevas opcio nes para seguir importa ndo agua de cue ncas exte rnas.

y la te rcera perspectiva radica e n orie ntar la solu ción de los añejos y com plejos problemas del agua
visión de la restauración lacustre, que consiste, e ntre otras medidas, e n aprovecha r e l agua de lluvia,
ríos y la d e los ma na ntiales aú n ex iste ntes dentro de la cue nca de México; igua lm e nte e n la ed ifi ca
grandes, me di a nas y pe que ñas presas d e a lmacenam ie nto de agua en las pa rtes altas y bajas de la

13
de las actuales políticas hidráulicas e n e l Va lle de Méxi-
co, y es tie mpo de po ne rlas e n práctica.
Así, e l texto propo ne vo lve r los ojos hacia una
restauració n de la naturaleza lacustre, que a pesa r de
ha be r sido radicalme nte tra nsformada d ura nte casi
14
su futura expa nsión metropolitana. Esto es,
hacia un desarrollo urba no basado e n la res
y la conservació n de la natura leza lacus
ci udad ; una uto pía q ue de be rá ser perma ne
pla nteada como única vía para edificar un
habitable para e l siglo XX I.
La transformación lacustre

~edor de ve intidós millo nes de pe rsonas e ntrecruzan a diario miradas de espe ranza, anhe l
tia y te mores. Son los habitantes de la ciudad de Méx ico, una de las urbes más pobladas de l mundo, ed
2240 metros sobre e l nive l de l ma r (msnm ), e n una cue nca rodeada de mo ntañas. Esta metrópolis apar
ojos de viaje ros y residentes como un conjunto de edificios, call es, autos y anuncios. El concreto, e l v
asfa lto domina n e l paisaje . La regió n más transpare nte se vo lvió gris, y los humos de millo nes de coches y
industrias pintaron e l aire que respiramos. El agua, esa naturaleza lacustre qu e nos da la vida, de re pe nte
impe rceptible para nu estros ojos y oídos. Durante los últimos lustros he mos construido una ciudad cada
ale jada de la natura leza. Aquí, co mo e n otras partes de l pla neta, la cultura urba na se a leja progresiva m
los contextos naturales que la rodean . Los vistosos edifi cios, símbolos orgullosos de la mode rnidad urb
sido cubie rtos por cristales sin ve ntanas y sus morado res se a islaro n, así, de la luz natural, de l a ire nat
las pla ntas natura les. Son fachadas crista linas que prete nde n refle ja r un mundo sin d ife re ncias, una soc
distingos e n donde lo apare nte se hace domina nte.

En me nos de 500 a ños la ciudad de México ha sufrido uno de los cambios urba nísticos y eco lógico
dicales de l pla neta, y hacia mediados de la prime ra década de l siglo XX I la metrópo li extie nde sus do m
1600 kiló metros cuadrados de urbanización. ¿Cómo llegamos a co nstruir sobre esta cue nca cerrada la m
li s donde actua lme nte vivimos más de veinte millones de personas? La transformación fu e, e n realidad, r
de l e ncue ntro e ntre dos mundos; una conjunción de cultu ras antagónicas que a partir de l siglo XVI d i
a nuestro mestizaje a costa de suprimir la civilizació n lacustre de nu estros a nte pasados indíge nas, aq u
asombró a los prime ros conquistadores.

15
La superficie lacusere de la cuenca en 1519: 1 100 kilómetros cuadrados. En la ribera superior, Zumpango; en la inferior, X
a la izquierda Tacuba y en la derecha Texcoco. Tenocheirlán ocupaba en el cenero del agua cinco kilómetros cuadrados.

16
La superficie urbanizada de la cuenca en 2005: 1 600 kilómerros cuadrados. El área gris era la ciudad en 1970, la amarilla
la roja en 2005 . En la parte superior, Zumpango y Huehuetoca; en la inferior Milpa Al,a; en la izquierda Santa Fe y en
Texcoco.

17
La cuenca de México
~yor parte de los que habitamos hoy esta
ciudad he mos dilu ido de nuestra me moria la concep-
ció n integral sobre la cue nca de México, sobre la cual
se asie nta precisame nte la ciudad de México. Hoy
a la ciudad la co ncebimos exclusiva me nte como los
te rritorios urba nos; esto es, sin las naturalezas que la
rodea n y la e nvuelven. Algunos datos gene rales sobre
e lla. La cue nca de Méx ico se e ncue ntra localizada e n
la parte más elevada de la Mesa Central y tie ne una
supe rficie aproximada de 9 600 kiló metros cuadrados.
Hac ia la prime ra década de l siglo XX I, los 1 600
kiló me tros c uadrados de la ci udad de Méx ico, qu e
inclu ye las á reas urba nizadas de l Distrito Fede ral y
de los muni cipi os co nurbad os, oc upa n só lo e l di e-
cisé is por cie nto de l á rea total de la c ue nca, que es
de 9 600 kilómetros cuadrados; de estos, 5 136, es de-
cir, el 53.5 por cie nto, son te rre nos planos (con pe n-
d ie ntes me nores al quince por ciento, equivale ntes a
18
que por cada cie n metros pla nos se eleva qu
tal modo que aún no se ha urbanizado ni la c
te de los te rrenos planos ex iste ntes e n la cu
restantes 4 464 kilómetros cuadrados son t
mo ntañas con pendie ntes mayo res a quince
y conforman el 46.5 po r cie nto del total de
cie. De acue rdo a las curvas de nivel, 1 50 7
cuadrados (15.7%) se localizan e n la cota
a 2 25 0 msnm y re presenta n los te rre nos m
2 27 5 kilómetros cuadrados (26.7%) son lo m
cados e ntre los 2 250 Ylos 2 400 msnm ; y lo
55 18 kilómetros cuadrados (57.5%) son mo
niveles supe riores a los 2 400 msnm. (DDF, M
las Obras, t. 1, 75 : 43 ss). Es impo rtante destac
bre una parte de estos te rre nos montañosos
canos a la cota de 2 500 msnm , se e ncue ntra
urbanizadas que desafían e ntre otras necesid
miantes, el a basteci mie nto y el desalojo de l
La cuenca de México, 15 19. El área lacustre integrada por cinco lagos era ali mentada por 48 ríos.

La cuenca de México, 2006. El área urbanizada, ya si n lago, es alimentada por los mismos 48 ríos; excep-
toque en las partes bajas se encuentran entubados y contami nados.

19
4 153. Y con una cadena de montañas y sierras tan
elevadas, es natural que descienda desde hace siglos
el agua de aproximadamente 48 ríos aú n ex istentes;
esta agua llegó a formar en las partes más bajas de
dicha cuenca cuatro áreas lacustres. La primera y más
grande, que delimitaba lo que se conoce como el Va-
lle de M éxico, se integró con los cinco antiguos lagos
cuyos nombres son: Chalco, Xochimilco, Texcoco, San
Cri stóbal-Xaltocán y Zumpango. De ellos sobreviven
vestigios, algun os artificiales en Zumpango, Texco-
co y la zo na lacustre de ca nales y chinampas de
Xochimil co . Esta primera área lac ustre ll egó a tene r
de mil a 1 100 kil ómetros cuadrados de agua. Las tres
restantes -aú n existentes- son las lagunas de Tochac,
Apan y Tecocomulco. La de Tochac vierte sus aguas
en la de Apa n, esta última con 5.5 kilómetros cuad ra-
dos; la de Tecocomulco tiene un área aproximada de
20 kilómetros cuadrados. Las tres lagunas aportan sus
caudales al río Papalote y éste a su vez al río de las
Aveni das de Pachuca, que prove niente de la ciudad
de Pachuca descarga en el Lago de Zumpango.
20
mill ones de metros cúbicos al año, aunqu e
parte, alrededor del 75 po r ciento, se eva
infiltran ap roximadamente 780 millo nes d
cúbi cos y se co nsum en alrededor de 300.
pitación medi a anual de las aguas pluvia les
sobre la cuenca es de 670 mm, considera
más elevadas del mund o.
La ubicación privilegiada y sus ab undant
sos hídri cos la hiciero n propi cia desde ha
para una gran conce ntración de población
en las orillas del área lac ustre, sin o en las m
qu e ci rcund an la cuenca; algunos estudios
lógicos so bre los asentami entos prehi spán
man alrededor de un milló n de habitantes
siglo XVI (Sa nders, et.a/. 79: 176). Por tanto
de uno de los más acentuados procesos d
zación, conformado po r una co mpleja red
des, po blados y vill as, articulada militar, te
econó mi ca mente en torno a Tenochtitl án,
imperi o, la ciud ad región, la ciudad nació n
Tenochtitlán, ciudad sobre el agua
g noviembre de 1519, cuando 400 audaces
so ldados españo les c ruzaron los impo ne ntes volca-
nes Iztaccíhuatl y Popocatépetl, descubrieron un pa-
norama nunca antes visto por los pueblos europeos.
Un gran lago se extendía más allá de sus miradas, en
cuyas riberas destacaban diez ci udades a manera de
puertos: Chalco, Xochimilco, Iztapalapa, Chimalhuacán,
Texcoco, Zumpango, Cuautitlán, Azcapotzalco, Tacu-
ba y Coyoacán. y sobre e l agua, una ci udad llamada
Méx ico-Te nochtitlá n, una de las ma ravi llas urba nísti-
cas del mundo a ntiguo. La sorpresa y el asombro que
causó a los españoles tal panorama, los expresó pos-
teriormente Cortés, cuando le escribió al rey Ca rlos V
en la Segunda Ca rta de Relación, fechada el 30 oc-
tubre de 1520: "Esta gran ciudad de Temixtitlán está
21
fundada e n esta lagun a sa lada, y desde tier
hasta e l cue rpo de la ciudad, por cualqui
que se qui e ra entra r hay dos leguas[ ... ] (y)[
tro entradas[ ... ] todas de calzadas". A la
y el asombro, se sumó también un senti m
temor derivado del desconocimie nto y la di
lacustre recién descubierta, y que a la post
determinantes en la desaparición del agu
temor se expresa por ejemp lo, en lo que
. primer so ld ado europeo que co noció Ten
antes que Cortés, y que a l vo lver a Tlaxcala
otro mundo de gra ndes poblaciones y torres, y
y dentro de ella una ciudad muy grande, e
que a la verdad ponía temor y espanto" (ref.
Toscano, 2000).
Tenochritlán en 1519, edificada sobre el agua a base de chinampas. En el centro, el Templo Mayor; a la izquierda, Tlalteloc
el a1barradón de Netzahualcóyolc, que dividía las aguas saladas de las dulces. La excensión de la ciudad no rebasaba los cinco
cuadrados.

22
El Plano de Cortés, el primero de Tenochtitlán conocido en Europa en 1523. En el centro, el Templo Mayor; a la izquierd
ducto sobre el agua hasta Chapultepec; a la derecha Texcoco con el a1barradón de Neczahualcóyotl; y abajo Xochimilco.

23
Construcción de un a chinampa a principios del siglo XX. En la compactación de las capas de tierra los espigados árbole
ahuejotes eran determinantes, además de su función como reguladores del sol y de la temperatura.

24
e n la ribe ra de otros lagos. La ciudad de Te nochtitlán
fu e protegida de las inundaciones por un gra n albarra-
dón (muro de piedra) edificado por Netzahua lcóyotl
e n 1449, desde el cerro de Atzacoalco (adyacente al
del Te peyác) hasta Iztapalapa; tenía 16 kiló metros de
largo y sirvió además para separa r las aguas dulces e n
las que se encontraba la ci udad de las salobres del lago
de Texcoco.
Para los españoles la conquista de esta ciudad se en-
fre ntó con la supe rioridad militar d e los indíge nas;
200 000 canoas se desplazaban por el agua con mayor
velocidad y destreza que las e mbarcaciones españolas
equipadas con pesados armamentos, como cañones, ca-
ballos y armaduras. Esto explica que un ejército que uti-
lizaba pólvora tardara casi dos años en derrotar a nativos
que sólo peleaba n con arcos, flechas y escudos de ma-
de ra y algodó n. Los conquistadores tuvie ro n que cons-
truir auté nticos barcos para libra r una batalla acuática
e n ple nas mo ntañas, a más d e dos mil metros sobre el
nivel del ma r. El prime r plano de Te nochtitlán conoci-
do e n Europa, e nviado por He rnán Cortés al rey Carlos V
en 1520, muestra la destrucción del albarradón de Net-
zahualcóyolt, precisamente para introducir desde Texco-
co las fu erzas navales del conquistador español.
La grandeza de las civilizaciones pre hispánicas es-
taba fund a me ntada e n e l profundo conoci mi e nto del
agua. De la indisoluble relació n con tan vital ele me n-
to prove nía su fo rtaleza econó mica, cultural y milita r,
pues de e lla obte nía n alime nto y protección. La gran
Te nochtitlá n fue una ciudad so bre el agua, con avan-
25
tros a nte pasados te nía n sobre el agua, ja m
ser e nte ndido por los ho mbres de a caballo;
la cultura lacustre e ra indispe nsable pa ra as
do minació n colonia l. A partir del siglo XVI
cultura de ultramar e mpezó su e rrónea tarea
apa recer el agua de la cue nca de México.
Las tropas españo las destruyero n el Te mpl
y los de más basame ntos pre hispánicos con e l
to de acaba r con los símbo los ind ígenas, ya
los asombrados conquistado res los dioses e ra
nios que la nueva fe de bía destruir; esa fu e
da militar y re ligiosa de la conquista. Las fant
e ma naron del re nacimie nto e uro peo se ex
e n innume rables imágenes, po r supuesto irre
ate morizaron al viejo contine nte. Pero para
los indios de la ci udad hispá ni ca no bastaba
truir los te mplos y sus ídolos; tampoco con e
ciudad-fo rtaleza trazada po r el urba nismo re
ta . Había que suprimir el agua que los conqu
no fu e ron capaces de e nte nder ni do minar
canales fu eron conve rtidos e n dre najes y el
los lagos e n de pósitos de basura. La destrucci
o bras hidráulicas pre hispánicas dio o rigen a
daciones, que son desde e nto nces el azote
uno de la ciudad. Pero, ¿cómo saca r el agu
cue nca cerrada por monta ñas a más de 200
de altitud? ¿Cómo tra nsportarla a lo largo de
ló metros hasta el mar? ¿Cómo desecar los la
im pone r los patrones urbanos de la cu ltu ra de
La solución la propo rcio nó la cie ncia emanad
naci mie nto e uropeo.
Túnel de Huehuetoca y Tajo de Nochistongo
~nte la segunda mitad del siglo XVI, reyes
y virreyes mandaron hacer múltiples proyectos; geó-
grafos, cosmógrafos y demás cie ntífi cos ll egaron a la
Nueva España para cump lir dicho anhe lo. Antes de
esta co losa l obra, y como consecuencia de diversas
y graves inundaciones, se habían edificado tres alba-
rradones o bardas de protección. El primero se hizo
en 1449, bajo la dirección de Netzahu!llcóyotl, el
segundo en 1499 en tiempos de Ahuizótl y un ter-
cero ll amado de San Lázaro entre 1555 y 1556 bajo
los mandatos del virrey Don Luis de Velasco; este úl -
timo constituyó el primer confli cto político entre el
Cabi ld o de la ciud ad y el Virrey, por un desacuerdo
respecto a los recursos y las herramientas de trabajo
a utilizar.
El Tajo de Nochistongo y el túnel de Huehuetoca,
cons id erada la obra más importante de toda América
durante la colonia, fueron concebidos originalmen-
te por Francisco Gudiel, quien presentó su propues-
26
ta al Cab ildo el 26 de noviembre de 155
propósito de resolver en forma definitiva
gros que desde entonces representaban las
inundaciones graves, una de ellas en septie
1555. El proyecto propuso desviar el río C
por medio de un canal, tajo ab ierto o ac
cua l atravesa ría las montañas de Huehuet
finalmente conectarlo con el río Tepeji y d
la mar ". Sería el cosmógrafo Enrico Martíne
cin cue nta años después e insp irado en tal p
incorporaría un túnel, además de conserva
o tajo ab ierto. Ambos proyectos, el de Gu
de Martínez, coi ncidían en disminuir el agu
vertía al lago de Texcoco (de más bajo ni
ve ni ente de los lagos de San Cri stóba l, X
Zumpango y receptores del río Cuautitlán.
güe desembocaría en el río Tu la y en su
tes, el Moctezuma y el Pánuco, para de esa
conducir el agua de la cuenca de México
kilómetros hasta el mar en el Golfo de Méx
Plano fi rmado de Enrico Martínez, 1608. A la izquierda abajo se muestra el tajo abierto edificado desde el lago de Zumpa
Huehuetoca; y a partir de ahí, el túnel
1:> socavón po r donde se condujeron las aguas del VaJle de Méx ico hacia el mar. La
construida en sólo once meses.

27
rrey, quien "vio correr el agua por el socavón hasta
el fin del desagüe". Sesenta mil indígenas, con el uso
del azadón y la pala, co nstru yero n la obra integrada
por dos ca nales o tajos; un túnel intermedio denomi-
nado de Huehuetoca (6.6 kilómetros de largo, 3.5 metros
de ancho, 4.2 metros de altura y a 50 metros la mayor
profundidad); el primer canal o tajo iba desde la orilla
al mar las aguas del Valle de M éxico, a
río M octezu ma y Pánuco, afluentes del
ca del pueblo de Huehuetoca aún persi st
tos del mencionado túnel y lo que proba
haya sido parte de las lumbreras origin ale
por donde los indígenas extraían la tierra
co nstru cc ión.

Túnel de Huehuetoca y Tajo de Nochistongo. A la de recha, el trazo del colosal túnel de Enrico Martínez, primer drenaje
edificado entre 1607 y 1608. A la izquierda, imperceptible, la ciudad de México amenazada por los lagos.

28
 -
:-i TE ·CUC O

'rt LPA .•

eH l.

Los cinco lagos de la cuenca de México: Zumpango (el más alto); Xaltocán-San C ristóbal; Texcoco (el más bajo); Xochimilc
En la parte superior HuehuecoC3, por donde se perforó el primer desagüe de la ciudad.

29
El Canal de Huehuetoca hacia 1760, visitado por el superintendente del Real Desagüe, Domingo de Trespalacios y Escan
época concluía su apertura para convertirlo en tajo abierto hasta el poblado de Nochisrongo.

30

Los lagos de la cuenca de México y el río T ula, que con el nombre de Mocrezuma y Pánuco desemboca en el Golfo de México. Po
inició el desagüe de los lagos en el siglo XVII para q ue el agua descenruera 2 mil 240 metros hasta el mar.
Con me nos agua, la ciudad de México inició su ra-
dical tra nsformación. El trazado re nacentista del pri -
me r virrey Anto nio de Me ndoza se aprecia aún e n e l
gra bado de Juan Gómez de Transmonte de 1628. Pa ra
ese e nto nces, pocos canales sobrevivían e n e l ce ntro
de una ci udad totalme nte rodeada de agua. En prime r
plano aparece e l acueducto pre hispá nico que una vez
reconstruido abasteció a la ciudad colonia l. Un año
después la ciudad quedó casi destruida tras una in un-
dación que duró cuatro años. Ni ra Virge n de Guadalu-
pe, trasladada de la Villa a la Catedral, pu do d isminu ir
e l nive l de las aguas, que pe rmanecieron hasta 1634.
La causa de ta l inundación - la más severa que ha sufri-
do la ciudad a lo largo de su historia- se atribuyó a los
limitados cálculos de l túne l de Enrico Martínez; y fu e
e nto nces que se decidió abrirlo y convertirlo e n tajo,
de no minándo lo de Nochistongo; esta co losa l obra
duró un poco más de 150 a ños. Pasada la catástrofe,
31
/
la ciudad de tie rra se extend ió. Los ca nales fu e
tituidos por calles y las canoas por ca rretas. La
defin ie ron una nueva image n urbana. Al ca
cultura, cambió la ciudad .
La urbe barroca y sus excesos sembraron
firme de grandes reside ncias, palacios e igle
su rgie ro n para asombro de mi les de viaje ros.
bargo, e l plano de 1 767 de l proyecto de
de José Anton io Alzate y Ra mírez de lata la r
México no e ra una ciudad de palacios, sino
pau lati name nte destru idos por los mismos
A fina les del siglo XVIII continúan los pro pó
redu cir las áreas lacustres. Ignacio Castera, a r
neoclásico creador de l prime r pla no regulad
ciudad , construyó hacia 1 794 un ca nal , lla m
aque l tie mpo de Guadalupe, pa ra recoger l
de otro lago, e l de San Cristó bal-Xaltocá n. Es
La ciudad de México en 1628, rodeada de agua y protegida con el albarradón de San Lázaro. Al frente, el acueducto prehis
construido por los españoles. mismo que surtió de agua a la ciudad desde los manantiales de Chapultepec.

32
fro;ecto para el desagüe de la, Laguna de Texcoco, y por consiguiente, las de C halco y San C ristóbal, de

C
o~edAntonslo de Al'":te y Rrumrez, 1767. Proponía verter, mediante canales, el agua hacia los volcanes de la
era y an Nlcolas (Ay C, respectivamente),
2891.71
33
VeStigios del Canal de Huehuetoca a fines del siglo XIX. La fotografía muestra el túnel original y la base de la apertura en e
convertirlo en [ajo ab ierto a partir del siglo XVII.

34
El Tajo de Nochisrongo, 2006. A la izquierda se conservan aún restos de la ed ificación de la colosal obra por donde todaví
embocan las aguas negras y pluviales de la ciudad de México hacia el Golfo de México.

35
tongo y el canal de Hu ehu etoca se co nvertirían, en su mu estran las periódicas inundaciones del P
tramo final, en uno de los más importantes drenajes Sa n Antoni o, es regul ada por el Vaso de C
de la ciudad, denominado Interceptor Poni ente, cuya de ahí enviarse fu era de la cuenca por e
edificación se inició hac ia fines de los años cincuenta Tajo de Nochistongo.

Plano de 1774, con los lagos de Texcoco, San C ristóbal-Xaltocán y Zwnpango, abastecidos por innwnerables ríos. Abaj o, casi im
la ciudad de México. En línea punteada, se aprecia el trazo inicial del que fuera posteriormente el canal de Casrera.

36
Los lagos de Texcoco, Xochimilco y Chalco hacia 1865. Al frente la ciudad de México y el cerro de Chapultepec, con el Cas
donde Maximiliano dictó las órdenes para co nstruir el Gran Canal del Desagüe.

37
El Canal de la Viga en 1860. Fue la más importante comunicación Huvial de la ciudad de México hasta los lagos de Chal
el puebo de Ixcalaco, la iglesia y un barco de vapor, todos rodeados de chinampas.
milco. A la izq uierda,

El embarcadero de Roldán en 1860. A sólo tres cuad ras del Palacio Nacional llegaban las canoas de chinamperos con legumbres
de C halco y Xochimilco. A la izquierda, abajo, una familia completa en pleno comercio, mismo que persiste hasta hoy.

38
La ciudad de México hacia 1860, aún rodeada de agua. En la parte superior, el pueblo lacustre de 1xtacalco y el canal de la V
a Xochimilco; en forma paralela, las actuales calzadas de Tlalpan y el Eje central, edificadas en aquel entonces sobre el agua.

39
El Gran Canal del Desagüe
~uevos imperios europeos prosiguieron
el sueño español de desaguar el Valle de M éx ico. En
1865 M aximiliano de Habsburgo autorizó el inicio de
las obras a través de la Secretaría de Fomento, presi-
dida por Francisco Somera, uno de los más grandes
urbanizadores de ese entonces. No está por demás
decir qu e la obra garantizaría, como efectiva mente se
comprobó tras su terminación, el " liberar" importan-
tes extensiones de terreno sujetas a consta ntes inun-
daciones. El proyecto seleccionado, de Francisco de
Caray, con aju stes poste riores de Luis Espinosa, fu e
básica mente el presentado años antes en forma por
demás paradójica por M .L. Smith (Conzá lez O bregón,
1902:268; y Connolly, Prisilla, 97 : 206). Smith fue un
teni ente co mandante de los ingeni eros topógrafos
perteneciente al ejercito nortea mericano invaso r de
M éxico en 1847, y su nombre, junto al del inge ni ero
40
topógrafo E. L. Hardcastle, aparece en un
1848 donde se aprecia su propuesta para e
de los lagos mediante un gran canal y un túne
rum bo de Tequixquiac, como a su vez ya se h
pu esto desde los siglos XVII Y XVIII. Los proy
Caray y de Espinosa consisti eron básicament
fica r un extenso canal de casi 50 kilómetros d
Láza ro hasta Zumpango, pasando por las lade
lagos de Texcoco, San Cri stóbal-Xaltocán y Zu
y de ahí, perforar por segunda vez las monta
cuenca para construir un túnel de once kilóm
largo y cuatro metros de di ámetro . La lumb
alta (orificio vertical para introducir la maqu
perforación) fu e de cien metros de profundi
cia medi ados del siglo XIX la superficie lacus
cinco lagos era aún considerable, alrededo
kilómetros cuadrados en época de lluvias.
 .-

PLANO

UNA RUlWH DE tOS tACOS DHL VAUhE DE MÉXICO

_.. _--
111 8IWI CAIW. Y EL TUNIl1 DEL DWaUE

~1.a'I __

L JI' o o

.c

TEXCOCO

Plano del proyecto defi nitivo del Gran Canal del Desagüe, firmado por Luis Espinoza y basado en el original
de Francisco G udiel. El canal nace en San Lázaro y co ncluye en Zumpango; de ahí se perforó un tunel de once
kilomerros hasta Tequixquiac.

41
1867, Díaz había sido informado de la obra en proce-
so, siendo jefe del Ejército de Oriente, enca rgado de
sitiar las fuerzas lea les al efímero emperador Maximi -
liana. Desde su nacimiento, el Gran Ca nal del Desagüe
fue considerado la obra qu e sa lva ría para siempre de
inundaciones a la ciudad. Así lo diría el propio Maxi-
mi li ano: "son obras hidráulicas para que las aguas de
los lagos se dominen (y) la capita l qu ede para siempre
libre de una inundación ". Años después, durante su
inauguración, en el acta levantada y leída durante el
banquete en Zu mpango se ase ntó : "la obra librará a
México de inundaciones y mejorarán las cond iciones
higiénicas de la capita l". Al acto, presidido por el pre-
siden te Porfi rio Díaz, fueron in vitados todos los secre-
..
_-...- .-
-
_ _o
Esq uema del primer túnel de Tequixquiac de casi II ki lómetros de extensión, proyectado desde 1866. Las líneas vertical
breras, la más profunda de 100 merros.
42
"se ha dado cima al ideal de tres siglos, s
nuestra ca pital de que la inunden sus lagos y
infesten por falta de sa li da, sus propios dese
hi storia ve ndría a desmentir ta les aseveracio
cuatro meses de di cha inauguración, en julio
la ciudad sufriría otra inundación, y 50 año
los desechos aparecerían en el Centro Hist
rante la inundación de 1951 .
Tal obra, sin embargo, fue determinante
tura expansió n urbana de la ci udad, pues a
co n mayor rap idez las aguas del lago de Te
cia el exteri or, los terrenos de las peri ferias
rescataron. Tras só lo cuatro años a partir de
Inauguración del G ran Canal del Desagüe el 17 de marzo de 1900. Para tal festejo. Porfirio Díaz mandó construir esta majes
de la arquitectura ecléctica.

43
La desembocadura del Gran Canal del Desagüe, 2006. Durante los primeros años del siglo XX por aquí fue desalojada ha
la mayor pane de las aguas de los lagos San C ristóbal-Xaltocán, Texcoco, Xochimilco y Chalco. Hoyes uno de los dre
importantes de la ciudad.

44
rablemente, creándose las colon ias Roma, Condesa,
Obrera, Doctores y Cuauhtémoc, entre otras.
Una vez transcurridas las luchas revolucionarias la
conso lidación del Estado mexicano sentó las bases
para el gran crecimiento de una ciudad dominada por
los automóvi les. Decenas de kil ó metros cuadrados
de áreas verdes fueron asfa ltadas, al igual que cien-
tos de kilómetros de ríos fueron convertidos en mo-
dernos viaductos y circuitos viales. Durante la primera
mitad del siglo XX la ciudad creció desmesuradamen-
te. En 1930 sólo co ntaba con 46 kilóm etros cuadrados
y una población de 950 mil habitantes; para 1953 se
extendió sobre 240 kilómetros cuad rados y albergaba
a tres millones 500 000 habitantes. En la actualidad es-
problemas técn icos se puso en operación has
Con este nuevo túnel quedaba n asegu radas la
siones de la ciudad durante las siguientes d
pero aun así, no fue suficiente. La ciudad con
crecimi ento y necesitó cada vez más agua y p
ed ificar cada vez mayores drenaj es. Las áreas p
tadas se extendieron considerablem ente, imp
reca rgas y filtracion es naturales del agua plu
inundaciones co ntinuaron y para mediados
XX los hundimientos provocaro n descensos
tes, principalmente en el Ce ntro Histórico, a
igualmente la pendiente del Gran Canal. T
obligó a construir décadas después el terce r si
desalojo de agua, llamado Drenaje Profundo.

Superficie, niveles y profundidad de los lagos,

ca. 1860-1870
Lago nivel profundidad superficie (km/2)
(mts) normal e/lluvia
Texcoco 0.00 0.50 183.2 8 272.1
Zumpango 6.06 0.80 1 7.20 21.7
Xa ltocán 3.47 0.40 54.07 54.0
San Cristóbal 3.60 0.60 11 .03 11 .0
Xochimilco 3.14 2.4-3.0 4 7.05 63.3
Chalco 3.08 2.40 104.48 11 4 .1
Ciudad de México 1.90

Total 41 7. 11 536.5

Fuente: Luis Espinosa, Memoria Desagüe del Valle de México, 1902, pp. 19-20; basado en daros de la Carta Hidrográfica d
México, de Manuel Orozco y Berra.

45
Las periferias de la ciudad hacia principios del siglo XX. Abajo, a la derecha el Canal de la Viga; a la izquierda, los ríos Sa
Consu lado; y más abajo. los trazos urbanísticos de las colonias Condesa y Roma.

Canal de la Viga a la altura de Jamaica durante los primeros años del siglo XX. D écadas más tarde, las aguas del canal iban a s
como depósito de los drenajes de la ciudad, para finalmente convenirlo en una moderna calzada cubierta de asfalto.

46
El antiguo Canal de la Viga en su tramo actual conocido como Canal Nacio nal, 2006. Se observan los drenajes de las urba
de Coapa, canalizados directamente y sin (ratamiento alguno hacia dicho canal; ésta ha sido duranre siglos, la cultura preva
la urbanización de la ciudad de México.

47
La ciudad de México y sus alrededores, hacia finales del siglo XIX. De la ciudad de México a Tlalpan, la Villa y Tlalne
existían milpas. Los lagos de Texcoco, Xochirnilco y Chaleo conservaron el agua hasta los primeros años del siglo XX.

48
 t" LIt.
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ZIMIRO"
..·,_.. II . Jo".I. Jt".- '" h'" . ,....,..,..". 'u,

DlVISION roUTICA

...-.:=
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:::--

El Distrito Federal en 1902, con su acrual demarcación y divis ión en prefecturas y municipios. A los lados y en m
de todos ellos, los lagos de Texcoco, Xoch imilco y C hateo, próxi mos a desaparecer.

49 IIIIIIIIID
2894711
El Drenaje Profundo
8 :onsiderado el drenaje urbano más grande y
extenso del mundo. Su concepción surgió al fin aliza r la
década de los años cincuenta, cuando aún se resentían
los impactos de las inundaciones y los hundimientos
más graves que sufrió la ciudad hacia mediados del
siglo XX . El Drenaje Pro fund o se inició en 1966 y su
primera eta pa se concluyó en 1975 co n la edifi cac ión
de dos túneles denominados interceptores, el oriente, de
diez kilómetros de longitud, y el central, de ocho; am-
50
bos de cinco metros de diámetro y a una pr
de entre 30 y 50 metros; estos tuneles conduc
a otro más grande, de 50 kilómetros de longit
minado emisor central; su diámetro es de seis m
edificado a una profundidad máxima de 24
Desde su inauguración en 1975 la extensión de
Profundo continuó pero ha sido interrumpida e
periodos administrativos. En la actualidad (200
con alrededor de 110 kilómetros.
 111...111•• En Proceso de Constru
, , , , " Proyecto Futuro
- - - -- Rfo o Canal
- - - Colector o Rfo Entubad

Esquema del Drenaje Profundo, con sus interceptores y su emisor central; este último, un conducw de 51 kilómetros de
medio metros de diámetro. edificado a una profund idad de 240 merros bajo la tierra.

51
Colector O brero Mundial 0.8 3.2 16
Fuente: Sistema de Drenaje Profundo. GD F. 1988. Nota: actualización incompleta al 2005 por daros no disponibles.

Tal desagüe heredó los propósitos españoles de va-
ciar la cuenca de México med ian te grandes obras de
ingeniería, pues hay que precisa r que del volumen desa-
lojado el 80 % es agua pluvial y sólo 20 % es agua negra
o residual. En época de lluvia, el volumen total eva-
cuado por el Drenaje Profund o es del orden de 210
metros cú bi cos por segundo. Hay que imaginar 210 mil
cajas de leche pasando cada segundo po r una tubería
de seis y med io metros de di ámetro.
de otros grandes desagües de la ciudad, los pro
Drenaje Profundo han sido limitados. En época
el Emisor Central se haya saturado, y según
dades encargadas se ha reducido su capacidad
de 210 a 150 mcs ; las causas de dicha dis
entre las que se encuentra un posible tapo
han sido investigadas a partir del 2005; para
necesidad de desviar su caudal de agua hac

Así como pasó con los otros grandes drenajes anterio-

res, éste fue igualmente concebido con el propósito de
resolver en forma definiti va las inundaciones, y en este
caso hacer frente a los hundimientos que alteraban por
ese entonces la pendiente del Gran Canal del Desagüe.
La obra fue propuesta por vez primera hacia fines de 1958
al entonces presidente Adolfo López Mateas, y fue apro-
bada hasta 1966 por el presidente Gustavo Díaz Ordaz;
pero no fue sino hasta la presidencia de Luis Echeverría
cuando se concluyó su primera etapa. Desde antes de su
inauguración, este ultimo declaraba en sus informes pre-
sidenciales: " Esta obra, alejada de la observación públi-
ca, evitará inundaciones en la ciudad de M éxico" (1973);
" ... Iibrará a la metrópoli de inundaciones" (1974); "In-
auguramos el Sistema de Drenaje Profundo, una de las
obras más importantes del siglo que mantendrá a la ciu-
dad de M éxico a salvo de graves peligros y la dotará de
un efi ciente sistema de expulsión de las aguas negras y
pluviales" (1975). Durante las siguientes administraciones
y hasta fines del siglo XX se continuaron las obras; pero
con el arribo del nuevo gobierno del Distrito Federal, el
Drenaje Profundo fu e interrumpido en 1997. A partir
de ento nces y hasta principios del 2006 sólo se han edi-
Lumbrera del Drenaj e Profundo. rubo vertical de c
ficado pequeños tramos de drenaje semi-profundo en al-
donde se introduce la maquinaria para edificar los tú
gu nas partes de la ciudad . A la postre, y como en el caso profunda es de 240 metros.

52
Interior del Drenaje Profundo, listo para desalojar fuera de la cuenca y en época de lluvias, 80 porciento de agua pluvial y só
Ciento de agua negra. Su capacidad de desalojo, originalmente de 210 000 !üros po r segundo, se ha reducido en los últimos
Canal del Desagüe. A principios del 2005 se difundió
un informe de la Comisión Nacional del Agua (CNA)
donde se advertía qu e: "Un área de 650 kilómetros
cuad rados del oriente del Va lle de Méx ico, en don-
de viven unos 8 millones de pe rsonas, puede quedar
inundada de aguas negras debido al riesgo de una falla
catastrófica en e l drenaje profundo." Asimismo, un ex-
perto del Gobierno de l DF aseguraba que "s i falla [el
Drenaje Profundo) se inunda toda la zona baja de la
zona metropolitana[ ... ) una tormenta grave, combina-
da con una falla del túnel, dejaría a lrededor de cinco
millones de metros cúb icos de agua sin ninguna otra
vía de desa lojo que e l Gran Canal" Uuan Carlos Guash ,
Director Técnico del Sistema de Aguas de la ciudad de
México, Reforma, 24 enero, 2005) .
Sin co ntar aún con evidencias so bre las ca usas
de su probable taponamiento, tampoco habría qu e
53
descartar posibles fi suras o agrietamientos d
deb id o a los gases tóx icos que conduce.
Sean lo que fueren las causas de su limi
pac idad d e co ndu cc ió n, la co nstru cc ió n d
naj e Profund o es e l res ultad o hi stó ri co q
legó la c ultura co ntra e l agua; la d e desa
la c uenca e l agua qu e cae del cie lo . Ell o
el por qu é e n menos de 500 años la c i
quedó si n e l agua de sus lagos. En su lu
mos ed ifi cado una ciudad de tierra que e
sus dominios hac ia los cua t ro puntos ca r
va ll es, mon tañas, bosques , laderas e inc
lechos de los ríos se urbanizan , suprimien
la natura leza lac ustre qu e e nc uentran a s
Las majestuosa s ob ras para desalojar el a
la c iudad han jugado un papel determin
esa rad ica l transformación a mbi e nta l. El
Porcal de salida de! emisor central de! Drenaje Profundo. 2006. Es e! mayor de los cuatro conductos de salida de las aguas res
pluviales desalojadas. vía e! río T ula. hacia los distritos de riego co n agua negra en e! estado de Hidalgo.

54
La ciudad de México y su área metropolitana con sus tres sistemas de drenaje: El Tajo de Nochisto ngo; El Gran Canal del Desa
tuneles de Tequixquiac; y el Emisor Central del Drenaje Profundo. Hacia los primeros años del siglo XXI, dichos conductos
sus límites de capacidad para desalojar el agua fuera de la cuenca.

55
La agricultura de agua negra
~el agua residual que sa le por los cua-
tro conductos del drenaje llega al Golfo de Méx ico.
Una bue na parte, dependiendo de la te mporada, se
utiliza e n una extensa región de cultivos ubicada e n los
te rritorios del estado de México e Hidalgo. La región
comprende dos distritos. Uno es El Valle del Mezqui-
tal , que abarca la tercera parte del estado de Hidalgo
con 18 municipios, integrado por los llamados di stritos
de riego 03 de Tula (43 000 hectáreas) y ell 00 de AI-
fajayu can (3 1 000); y el otro, llamado Los Insurgentes,
ubicado e n el estado de México (19 000). En total, el
56
á rea de riego con agua negra es de 93 000
o 930 kilómetros cuadrados, lo que represe
por cie nto del tamaño del área metropolit
ciudad de Méx ico. El agua utilizada, totalm
gra en épocas de estiaje, es de 25 mcs y en
lluvias, mezclada con agua pluvial, es de 60
tidad muy cercana al agua total consumida e
área metropolitana . La zona de riego con ag
del Mezquital, Tula y Los Insurgentes se ha c
así, en la planta de tratamiento natu ral más g
mundo.
y co n e ll a la ca ntidad de agua desa lojada, la regió n
fu e a la par, a mplia ndo sus te rrito rios agrícolas. Sin
e mba rgo, su mayor exte nsió n se produjo e n los úl-
timos 25 a ños d e l siglo, a pa rtir de la ina ugurac ió n
de l Dre naje Profund o e n 1 97 5 . Se trata de un co m-
ple jo siste ma inte rconectado d e ca na les, presas y,
hasta hoy, re lativa me nte pocas plantas de bo mbeo,
pu es la mayo r pa rte d e l agua se distribuye po r grave-
dad . Toda la infraestru ctura hidrá ulica está ubi cada
a lad o de los cuatro co ndu ctos y ríos qu e integra n
los dre najes de la c iudad , y los ca na les de ri ego se
extie nde n por 1 450 kiló metros, equiva le ntes a la dis-
ta ncia e ntre las ciudades de Méx ico y Dalias (1 200 e n
Tula, 780 e n Afayu can y 530 e n Los Insurgentes).
El a po rte d e agu a más signifi cativo por su vo lu -
me n es e l d e l Emi so r Ce ntra l d e l Dre na je Pro fun-
d o, con 20 m cs e n é pocas d e estiaj e y hasta un
máx im o d e 210 a 2 30 m cs e n época de lluvias. El
agua se di stribuye hac ia e l ca na l Salto -Tl a maco y
la presa End ó, c uya ca pac id a d d e a lm ace na mi e n-
to es d e 382 mill o nes d e metros c úbi cos d e agu a
(l a mayo r d e to d as); otras presas so n Tax him ay,
Ro jo Gó mez, Mac ua y Re qu e na, esta últim a rec i-
be agu a exclu siva me nte d e ríos y esc urrimi e ntos
supe rfi c ia les ci rc und a ntes, y d e a hí se co ndu ce
hac ia los ca na les d e ri ego . Otro a po rte d e agua
ne gra es e l río Sa lad o, rece pto r d e los d os t ún e les
d e Te qui xqui ac; provee d e 20 a 40 m cs, según la
te mpo ra d a, y es, co n la La gun a d e Zumpa ngo, e l
a po rte d e l a gu a hac ia e l di strito d e ri e go Los Ins ur-
gentes, e l úni co a lim e ntad o po r bo mbeo a t ravés
d e l ca na l Ma rce lo Pal afox qu e surte los muni c ipi os
Te qui xqui ac, Tl a pa na loya, Jil o tzin go y Hu ey pox-
t ia. O tras zo nas me no res d e ri ego ubi cad as a l la d o
d e l Gra n Ca na l d e l Desagüe son los muni c ip ios
Chi co na utl a y Nextl a lpa n, pe rte nec ien tes a l esta -
do d e Méx ico .
57
décadas la única sobrevivencia agrícola. Hoy
se ha trasfo rmado e n una impo rta nte zo na de
de a lfa lfa, maíz, trigo y cebada. Es decir que
con agua negra ha brindado indudables be nef
economía regio nal, de bido a que los nutrie nte
partículas de l agua han tra nsformado las con
orgánicas de l sue lo, convirtié ndo lo e n uno d
rre nos más ri cos para dete rminados cultivos, c
los forraje ros. Un dato: la mitad de la poblac
nó mica me nte activa de l Valle de l Mezquita l s
e n la agricultura con agua negra; una te rcera
la producció n agrícola de l estado de Hida lgo s
e n e l di strito 03 de Tula y éste aporta la cuarta
la producción nacional de a lfalfa.
Según estudios químicos y bacte reológi c
zados pe ri ódicame nte por la Comisión Nac
Agua y otras de pe nde ncias publicas, acadé mi
vadas, la utilización de agua negra pa ra e l c
forrajes y maíz no re presenta da ños e n la sa lu
para las hortalizas y otros cultivos, co mo frij o
cilantro, lechuga, chícharo, betabe l, co l, es
otras legumbres, cuya prohibición pa ra ser reg
agua negra data de 1992; aunque esporádica
llega n a detectar estos cultivos e n forma clan
La posibilidad de la presencia de metales p
patóge nos resultaría de e norme gravedad y m
los dé biles controles gube rname ntales.
Otro aspecto a destacar es la histó rica y añ
me ntación de agua negra de l subsue lo, la cua
esta r conta minando algunos mantos freáti cos
.ciales d e donde se extrae e l agua. Desde fines
XX, estudios rea lizados por los Servicios Coor
de Salud Pública Estata l e n ocho municipios d
go comproba ron q ue "el agua para e l consu
mano presenta e levados índ ices de conta mina
una cloración deficie nte de alto grado, ade má

Hay una notable co ntradicción respecto a las polí-
ticas públicas del agua para la ciudad de M éx ico. La
ren tabilidad agríco la y la economía regional de estos
distritos de riego dependen del volu men de agua desa-
lojada; es decir que entre más agua negra o residual
reciban, mejor sus bolsillos. Pero para la ciu dad la si-
retención de agua pluvial, como el ca mbi o d
ques del WC de 18 a 6 litros. Un ca mpesino
pos ... ojalá que los del Distrito Federal cua
de viaje dejaran las llaves abiertas... o ya de
que en lugar de jalarle 6 veces di arias a la p
de baño fu eran unas 15 o 20" .

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<...../)
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.... -- .'

Superficie de riego con aguas negras de los rustricos de T u1a y A1f.¡yucan en Hidalgo, estimadas en casi 900 kilómetros cuadrado
vaJenre a las dos terceras partes de la superficie rotal de la ciudad de México, incluyendo su área conurbada.

58
Aguas negras procedentes de los drenajes de la ci udad de México. ucilizadas en la agriculcura forrajera de los distriros de rieg
y Alfayucan . Hidalgo. La forografía corresponde a la temporada de estiaje de la ciudad de México.
Desde hace décadas se ha in sistid o en la necesi-
dad de ca mbiar el agua negra por agua tratada. Sin
embargo, tal propuesta ha generado oposición de al-
gunos o quizá la mayoría de los agricultores, aducien-
do que el ca mbi o de la ca lidad del agua les obligaría
a modificar sus cultivos, lo que afectaría su economía.
En general, ellos prefieren seguir utilizando el agua
negra. A pesar de ello, en los últimos años del siglo
pasado algunos organismos públicos y privados insis-
tieron en el propósito de tratar el agua negra utilizada
en los distritos de riego y convertirla en agua de ca lidad
secu ndaria. Su insistencia sería concretada hasta julio
de 1997, pero sólo en el papel, pues al año siguiente
el programa fue ca ncelado por el nuevo gobierno del
DF. El programa se denominó de Sanea miento Am-
bi ental y co nsistía en la construcción de cuatro grandes
plantas de tratamiento de agua negra ubicadas al lado
59
de los conductos del drenaje, cuyo volumen
cendería a 75 mcm, el mayor del mundo (Ne
Texcoco, Teo loyucan y Tepeji). El financia m
775 millones de dólares proveni ente del B
teramerica no de Desa rrollo y del Ove rsea E
Cooperation Fund de Japón fue signado po
bierno Federal, el entonces Departamento d
to Federal y el Gobierno del estado de Méxi
fondo, se trataba de rentabilizar el agua trat
venderla posteriormente a los ca mpesi nos,
probablemente ellos nunca supieron.
La ca nce lación del programa en 1998 por
primer gobierno electo del DF, y por tanto y
pendiente del gobierno federal, tuvo una ra
sica y de elemental sentido común : el gobi
DF heredaba una gigantesca deuda sin ningú
va mente en 2002 una planta de bombeo en el kilóme-
tro 18.5 del Gran Canal del Desagüe.
Hacia el año 2004 apareció en la zona otro conflic-
to. Se trata de una amplia oposición a la intención del
gobierno federal , enmarcada en las reformas a la Ley
de Aguas Nacionales aprobadas en 1992, de transferir
la operación, la admi nistración y el mantenimi ento del
agua a los di stri tos de riego 03 -Tula y 100-Alfajayuca n.
El argu mento esgrimido por los ca mpesinos es que di-
Sembradíos de maíz, cul[ivado con aguas negras procedentes de la ciudad de México, en los distritos de riego de Tula y
Hidalgo.
60
la edificación de las cuatro mega plantas de tra
representó el primer confli cto político entre au
de distintas demarcaciones ad ministrativas,
origen partidario, alrededor de las políticas y d
qu e afectan al conjunto del área metropolita
ciudad de M éxico. No será, pues, el único; s
nuevos conflictos entre el gobierno federal y
alrededor de las vialidades, el transporte, la
lo más importante, el agua.
se ha extin guid o; qu e d a n los te rrito ri os lac ustres d ad y su c ultura de l agua .

61
Los abastecimientos

§ . : iame nte, millo nes dp. pe rso nas e n la ci udad de México a bre n las llaves de su casa pa ra lavar
pos y pre parar sus alime ntos con agua. Con e l simple a pretar de un botó n, mil es de litros de agua e ntra
e n lavadoras y secadoras. Kiló metros de ma ngue ras expulsa n agua para quita r e l polvo de millo nes de a
albe rcas espe ran apaci bles e l sume rgir de los nadadores. En los jard ines, de re pente e l agua brota pa ra c
su verdor. El agua de la fue nte acaricia los co ntornos sensuales de l monume nto a La Diana Cazadora.
acondicio nados de ofi cinas y mode rnos hote les recicla n mil es de litros de agua para mante ne r el confort
pedes y e mpleados. Ta mbié n, los ta mbos y cubetas de agua en las viviendas más pobres de las pe rife ri
para pre para r los a lime ntos y lavar la ropa. Así, desde la fabricac ió n de una plum a hasta la pre paración
que acompaña la lectura de los diarios matutinos, aparece como po r a rte de magia ... el agua.

¡ De dó nde extraemos e l agua pa ra vivir? ¡ De q ué regiones y cue ncas exte rnas importa mos e l agua ? ¡C
abastecemos de agua más de ve inte millo nes de habitantes qu e res idimos actu alme nte e n la ciudad y c
los impactos socia les y a mbienta les de di cho abastecimie nto? He aquí un breve recue nto histórico.

63
Manantiales y acueductos
~e su fundació n, Tenochtitlán se enfre ntó
al grave problema de la fa lta de agua potable; habrá
q ue recordar que, al ser creada sobre el lago sa lobre
de Texcoco, sus habitantes tuviero n q ue recurrir a
fuentes de abastecimie nto de los pueblos ri bere ños.
Así, la ci udad sobrevivió primero gracias al agua pota-
ble cond ucida desde los manantiales de Chapultepec.
Pero como estos manantiales pertenecía n al territorio
64
de Azcapotza lco, para obtene r el agua los
tuviero n q ue casar a una de sus do ncellas r
Chimalpo poca, nieto de Tezozomoc, rey de
necas de Azcapotzalco; de esa manera se co
el tercer señor de Tenochtitlán, iniciando u
o bras más espectaculares de las culturas prehi
un acued ucto construido sobre e l lago para
a la ciudad desde las montañas de Chapultep
prehispánico es visible e n e l primer plano de la ciu-
dad que Cortés e nvi ó e n 1523 al rey Ca rl os V; tenía
aprox im ada me nte cinco kilómetros de largo y con-
taba con dos ca na les sob re u n terraplén. Asombra-
do, e l co nqui stado r españo l Hernán Cortés escribi ó
ace rca de é l e n la segunda Carta de Relación que
e nvi ó al rey e n 1524: Por la calzada que a esta gran
ciudad entra, vienen dos caños de argamasa, tan anchos
como dos pasos cada uno, y tan altos como un estado,
y por él, uno de ellos viene un golpe de agua dulce muy
buena, del grosor de un cuerpo de hombre que va a dar
al cuerpo de la ciudad, de que se sirven y beben todos.
El otro que va vacío es para cuando quieren limpiar el
pu ltepec, de que se proveía la ciudad ".
Al extenderse el imperio mexica, y con e llo
titlán, el agua de los manantiales de Chapult
su ltó insufi cie nte. Fue e ntonces que Ahuizó
de Cuauhtémoc, decidió co nstruir en 1498 o
acueducto para abastecer a la ci udad desde l
de Coyoacán y Churubusco. La d ecisión , qu
considerarse como el segundo acto ce ntralist
gobernantes del imperio contra los pu eb los r
poseedores del agua, fue cuestionada por Tz
señor de Coyoacán, qui e n al oponerse, fu e a
por el gran tlatoani Ahuizótl. La obra se edificó

Vista desde el Castillo de C hapultepec hacia la sexta década del siglo XIX; a la izquierda, el acuedu cto de Belén, edificado sobr
avenida C hapultepec. A lo lejos se aprecia la ciudad de México rod ead a de agua.

65
Acued ucto del Padre T embleq ue construido hac ia l535 para transportar agua desde Tecajete, cerca de ZempoaJa (hoy est
dalgo) hasta Ürumba (es tado de México). Por este último pueblo pasaro n duranre siglos los virreyes de Veracruz a ciudad
y viceversa.
do a miles de pobladores de los territorios sometidos.
Es muy probable que su construcción haya sido muy
simi lar al pri mer acueducto de Netzahualcóyotl. Si n
embargo, fue un tota l fracaso, pues las aguas inconte-
nibles provocaron en Tenochtitlán una de las mayores
inundaciones de la época preh ispánica ; se cumplían
así los presagios de Tzotzoma, quien había previsto
grandes desastres y ca lam idades pa ra el imperio. Se
dice que Ahuizótl murió en 1502 a co nsecuencia de
un go lpe que se dio en la cabeza al tratar de resguar-
darse de ta l inundación. Este acueducto desapareció
antes de la co nqui sta española.
El primer acueducto prehispánico edifi cado sobre
el agua por Netza hu alcóyotl fu e destruido parcialmen -
te por Cortés durante los años de co nquista para dejar
sin agua potable a la ciudad y so meter, así, más fácil-
mente a los mex icas. Desde los primeros años de la
66
conq uista, y hasta principios del siglo XVII, fu
tru ido en diversas ocasiones; te nía mil arcos
dos con pied ra y tezontle; su trazo aparece e
de 1628 de Juan Gómez de Trasmonte, y se
por el actual Circui to Interior, y al llega r a l
de Tacuba en la fuente la Tl axpana, co ntinua
actuales calles de Puente de Alvarado y la Av
dalgo hasta la Alameda, concluye ndo en otra
nombre La Marisca la, atrás del actual Palacio
Artes. Dura nte siglos se le conoció como el
to de Chapulpecec, dando origen a la confu
otro posteriormente edi fica do sobre la actua
del mismo nombre; y se le conoció también
"agua gru esa" debido al exceso del carbonato
que contenía el líquido.
Cuand o el prim er virrey Antoni o de M
había co ncluid o los nu evos trazos renacent
que transportaba, tal y co mo había suced id o co n Chapu ltepec y de aquí se unía con el prime
otros. Esto ob li gó a repararlo en va ri as ocasiones, en riorm ente descrito.
los años 1585, 159 1 Y 1620; la última reparac ión
se efectu ó bajo las ó rd enes del virrey Marqu és de Posteriormente, a mediados del siglo XVII,

Guadalcázar. Algunos indi cios hi stó ri cos asegu ran truido un tercer acueducto más pequeño que
la ex iste ncia de este mi smo acueducto en ti empos de los manantiales de Chapu ltepec hasta la f

de Itzcóatl (1427-1 470), que seguramente co ncluía Sa lto del Agua; constaba de 904 arcos y su

o se co nectaba a los manantia les de Chapu ltepec alcanzó un poco más de tres kilómetros; hoy

Uiménez, slf, pág. 3). Se trataba en realid ad de una dan los vestigios de 25 arcos sobre la actua

za nj a a "flor de tierra " cuyos vestigios aún ex iste n Chapultepec, pu es fu e destruido en 1886. P

Acueducto llamado de los Arcos, en las cercanías de T epozo dán; rodavía has ta los primeros alios del siglo XX distribuía agua
te de los manantiales y ríos de las sierras del pOlli enre hasta Tepozotán y algunos pueb los alcdaiios.

67
Fuente del Salto del Agua hacia 1860, en clásico estilo barroco. H asta aquí llegaba el acueducto de Belén; de la fuente se
distribuidores encargados del reparto de agua a las zonas periféricas.
la actual fuente del Sa lto del Agua es una copia de la
original, la cua l fue trasladada e n 1940 a los jardines
del conve nto de Tepozotlán, donde actualme nte se
e ncuentra.
Los tres acue ductos descritos abasteciero n de agua
a la ciudad durante todo e l periodo colo ni al y hasta
fines de l siglo XIX. Con e l agota mie nto de los mana n-
tia les supe rfic ia les de Sa nta Fe y su región mo ntaño-
sa del Desierto de los Leones, fue indispe nsable, a fin es
del siglo XIX, busca r nuevas fue ntes, co mo las del río
Ho nd o.
Sin embargo, e l auge económi co del porfiriato exigi-
ría mayores caudales de agua para co nso lidar la nu eva
mode rnidad urba na. Los vie jos y caducos acueductos
construidos de piedra y tezontle se había n conve rtido
68
e n un estorbo para e l paso de los poderoso
En e l ocaso del siglo XIX los tramos de los ac
que quedaban en la ciudad fu eron desap
poco a poco, ta l fu e e l caso de l que existía
tu al aven ida Hidalgo. La piqu eta porfirista
gó de é l, pues ya no transportaba ni una so
agua proveniente de l fa moso ma nantia l de
Hasta e l siglo XIX e l abastecimie nto de agu
gracias a acueductos superficiales de piedra y
de los cuales se co nservan a lgunos vestigios.
plo, el citado tramo proven ie nte de los mana
Chapulte pec, precisame nte e n la avenida d
nombre . Uno más es e l que transportó e l ag
Tlalnepantla hasta La Vi lla; así como otros e n
circundantes: e l de Zempoala y Otumba, c
por e l padre Te mbleque; o bie n e l de Los
Te pozotlán.
glos sus valiosos ma nantiales ribe re ños. Do n Porfirio
dicta la orde n, los técnicos o bedecen y el pue blo se
somete: itráiganse el agua de Xochimilco!
Así, a partir de 190 2 se inicia ron los estudios pa ra
dete rminar los mana ntiales y ma ntos acuífe ros subte-
rráneos de Xochimilco que podía n abastecer de más
agua a la ciudad; de 190 5 a 1908 Ma nu el Ma rroquín
y Rive ra co nstruye una de las obras de a basteci mi e n-
to de agua más caras e impacta ntes del po rfiriato : un
mode rno acueducto de concreto de 1. 5 metros de
diá me tro y 33 kiló metros de largo que nace e n San
Luis Tlaxialte malco, co n un pozo de nueve metros
de profundidad y varias bo mbas para elevar el agua,
y concl uye e n la estació n de bo mbeo ubicada e n la
colo nia Condesa; se construye ro n dos tra mos, un o
de secció n he li co ida l de 6.4 kil ó metros y otro redo n-
do de 26.7; y sobre ambos se instalaron "chime neas
de venti lación" y compue rtas. Desde dicha estació n de
bo mbeo se elevó el agua hasta cuatro gigantescos tan-
ques de almacena
, mie nto de cie n metros de diámetro
cada uno, ubicados e n Molino del Rey, e n Chapulte-
pec; de ahí fu e distribuida por gravedad a la ciudad
(Pe ña, 89: 144). Su pe ndie nte original fu e de tre inta
centímetros por kiló metro y su ca pacidad de a basteci-
mie nto de 2.3 mcs.
La o bra despe rtó, co mo e n otros tie mpos, conflictos
sociales de bido a los impactos negativos que provoca-
ba la disminución de l agua e n las regio nes agrícolas y
china mpe ras. La constru cción de una vía para el fe rro-
carril que tra nsportaría los mate riales necesa ri os di o
lugar a las prime ras expropiaci o nes d el siglo, co nvir-
ti é ndose ta mbi é n e n motivo de desacue rdos y co n-
fl ictos e ntre- Ios pro pietarios de las tie rras y e l gobie rno.
Los pue blos del sur fu e ron sometidos de esa ma ne ra a
los inte reses gene rales de la ciudad. Varios ma nantia-
les de Luis Tlaxialte malco, Sa n Gregori o Atla pulco, Na-
69
de agua de Nativitas, de la Co ndesa y los de pó
Molino del Rey (López, 76: 188). Dura nte los
de la Revolució n y hasta 1913 se continuaro n
obras más, como las nuevas redes de distribu
tube rías, conocidas por el preside nte Fra ncisc
dero poco antes de su mue rte. Dura nte la Rev
no se dejó e n paz el agua de la cual depe ndí
de la ciudad. En las tie rras del sur los za patist
maba n su agua. Así que desde el cua rte l ge
Zapata, ubi cado e n san Pablo Ozote pec, se
las ó rde nes para inte rrumpir los caudales de a
abastecían, po r el acued ucto de Xochimilco, a
dad sie mpre temerosa de morir de sed . Pe ro
de ahí; la ciudad posrevolucio naria co ntinuó e
do el agua de las regiones del sur para gara
crecimie nto.
Con la desa pa rición desde fin es de l siglo
los viejos acueductos de piedra y ladrill os, los
acueductos de concreto y acero, co mo el caso
ocupa, fu eron los prime ros sistemas mode rn
abastecer y distribuir el agua destinada a las nu
lonias de aquel e ntonces, como la Ro ma, la Cua
y la Condesa. Hoy el acuedu cto de Xochimi
casi 100 a ños de fun ciona mie nto, a bastece t
la ci udad con alrededo r de 3 mcs y aún es v
el viejo camino a Xochimilco y e n las conges
calles de División del No rte, Nuevo León y Alf
yes, e n donde se a precian sus respiraderos. P
bié n, como lo afirman los histo riadores .. .en m
100 años, esa relación de explotación agotó 105
tia/es ... la navegación, el transporte acuático,
. y la agricultura chinampera han llegado al bor
extinción (Aréchiga, 2004:99, en Te rrones, 20
Durante la prime ra mitad de l siglo XX la ci
frió un crecimiento conside rable . En 1910 con
300000 habitantes en 28 kiló metros cuad rado
nu estra patria. El espeji smo de la ciudad atrajo a miles
de emigrantes que ensa ncharon por doquier moder-
nas co lonias e innumerables ciudades perdidas.
Aun con la abundancia de recursos hídricos bajo la
tierra, no fu e sino a partir de los años cuarenta cuando
se ini ciaron los estudios que fundamentaron la deci-
sión de traer agua de cuencas externas; ello se debió
en gran parte al hundimiento de la ciudad provoca-
do por la extracción de agua del subsuelo. El desme-
ciudad de M éxico y su área metropolitana se e
rodeada de cinco más: Lerma, Cutzamala, A
Libres Oriental y Tecolutla. De todas ellas, la
meras resultaron, por su proximidad, las más
das para convertirse en las primeras aportante
a la ciudad de M éxico. Y así, como en el por
volvieron a colocar los ojos en las regiones lej
vez le tocó a Lerma, la cuenca externa adya
cuenca de México.

Acueducto de Xochimilco a la altura del pueblo de San Grego rio Atlapulco. Se trata de un conducto de concreto de 2 me
metro, vis ible por sus respiraderos. todavía sobre la actual calzada División del No rte.

70
 1.,..0
o.

Plano del acueducto de Xochimilco construido durante los últimos años del porfiriaro; por él se entubó el agua de los mana
sur. desde San Luis Tlaxiah emalco hasta la casa de Bombas en la colonia Condesa. Dicho acueducto aún es tá en fu ncionam

71
Lerma y su impacto ambiental
~ción de traer agua a la ciudad de México
desde la cue nca de Le rma y sus mana ntiales fu e co-
nocida d urante el sexenio del ge ne ral Lázaro Cá rde-
nas, y ca usó gra n sorpresa y expectació n po r tratarse
de una obra que por prime ra vez conduciría el agua
desde luga res situados más allá de las monta ñas qu e
rodeaba n la ciudad. En 1942, e l e nto nces preside nte
Manuel Ávila Ca macho decidió inicia r esta po rte ntosa
72
o bra hidrá ulica contine ntal que tra nsferiría e
un océa no a otro a través de la ciudad de M
efecto, la cue nca de Le rma es a lime ntada p
con caudales provenie ntes de las sie rras del
éstos son introd ucidos e n la ciudad de Méx ico
desalojados co mo dre naje al río Tula, al Moc
al Pá nuco, para dese mboca r fin alme nte e n el
México, es decir, e n el Océano Atlá ntico.
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Plano y perfil del Acueducto de Lerma, cuya exte nsión es un poco mayor a los sesenta kilómetros. La cota de entrada a la ciuda
es a 2 360 metros sobre el nivel del mar.

73
loya se construyó una galería filtrante de concreto de
780 metros para envi ar el agua por un gran acued ucto
hasta la ci udad de M éx ico. En Ameyalco se ed ificaron
cajas empotradas sobre las rocas de las laderas, igual-
mente para capta r el agua superficial. En esta prime-
ra etapa también se efectuaron captaciones de aguas
subterráneas, pues se perforaron cinco pozos de entre
En 195 1 entra ron por primera vez en la
México las aguas de la región de Lerma, c
nas se enco ntraba n 300 metros arriba del n
ciudad. Esto fu e posible a través de un acue
co ncreto subterráneo de 62 kilómetros de la
metros de diámetro. El acueducto atravesó
de Las Cruces por un túnel de catorce kilóm

Localización de los 204 pozos del sistema Lerma que abastecen de agua a la ciudad de México. La perforación de tales p
considerablemente la productividad agrícola de la región mazahua ubicada entre Toluca y Atlacomulco.

74
rianos de cien metros de diámetro y diez de profundi-
dad. El agua, una vez a lmacenada e n dichos tanques,
fue distribuida por gravedad a nuevas zonas urbanas
de l norte de la ciudad. Con un e nfoque previsor de l
crecimie nto urbano hacia e l sur-poniente de la ciudad,
e l agua fue a su vez conducida hasta e l cerro del Judío,
e n la parte alta de la De legac ión Álvaro Obregón .
La estrategia para distribuir e l agua por gravedad a
la c iudad de México invariable mente ha sido condu-
cirla hasta las partes más a ltas utilizando los cerros cir-
cundantes. Sin e mbargo, los depósitos construidos e n
esos lugares han sido detonadores de la urbanización
a su a lrededor. Por tanto no es aventurado decir que
e l a lmacenamiento de agua del sistema di stribuidor
poniente de Le rma provocó, sin proponé rse lo, las ur-
banizaciones legales e ilegales de la zona sur-poniente
de la ciudad. Las zonas industriales y coloniales de los
municipios conu rbados del estado de México reci be n
tambié n e l agua proced e nte de Lerma, aunque en
ca ntidad muy lifTlitada .
Una crisis de agua e n la ciudad de México a me-
diados de los años sesenta obligó a extraer más agua
de Le rma, agravando aún más la situación regio nal.
En aque l e ntonces la Secretaría de Recursos Hidráu-
licos y e l e ntonces Depa rtamentJ del Distrito Fede ral
ini ciaron los estudios para aumentar la ex plotación de
pozos. El diez de agosto de 1965 se había esta bleci -
do mediante un decreto preside ncia l la veda te mporal
de l aprovecham ie nto de l subsuelo de l Va lle de Tolu -
ca; pe ro e n 1966, e n un giro drástico a l ordenamiento,
e l e ntonces gobernador de l estado de México a uto-
rizó mayores explotaciones acuífe ras e n la regió n. La
segunda e tapa de l siste ma Le rma se desarrolló e ntre
1965 y 1975, aumentando la pe rforació n de pozos a
230. La zona de extracció n se exte ndi ó hacia la región
de Ixtlahuaca y Jocotitlá n; con e llo e l suministro a la
75
Durante mucho ti e mpo las re laciones po
las auto ridades de l Di strito Federal con las d
de México ha n estado marcadas, e n gran pa rt
co nflictos políticos a raíz de la operación de
Le rma. Garantizar los abastos de l líquido a
de México, aun a pesa r de la drástica dismin
ca udal e n las últimas décadas, ha obligado a l
de l DF y al gobie rno federal a financiar la do
dive rsas obras e n los pueblos de aque lla regi
una forma de co mpe nsació n. Son particula rm
to ri os los co nflictos suscitados po r la sequía
que obligó a los campesinos a tomar e l agu
acueductos y pozos de l Le rma, d isminuye
e nde, el abasto a la ciudad de México. Com
tado, e l e ntonces De pa rtame nto del Di strito
se hizo cargo de "la construcción y operació
siste mas de abastecimiento de agua a los pu
la regió n, sin costo a lgu no para e l estado de
(Sistema Hidráulico, DDF, 82:2 ).
Es indudable el pape l que ha tenido la sob
tación de los acuíferos del Le rma e n las sev
raciones eco lógicas de la cue nca; e ntre otras
destaca rse la pé rdida de la fe rtilidad de los su
tra nsformación de los cultivos de ri ego e n t
les; todo e llo ha modificado las formas de v
econo mías de los habitantes de la zona. Má
las nosta lgias, es útil recordar los paraísos a
les destruidos por la mode rnidad, segú n vers
propio gobie rno del estado de Méx ico: Hasta
1951, en esta región un bien integrado sistema la
.alimentaba por varios manantiales de piedemon
105 de Almoloya, Texcaltengo y Alta Empresa, en
Estos cuerpos de agua lagunar en conjunto despla
kilómetros de longitud y se conectaban a través
canales que unían a la Laguna Chignahuapan o
con la Laguna Chimaliapan en Lerma y San Barlo
(Gobi erno del estado de Méx ico, 93.)
Como co mple me nto, habrá q ue referirse necesa-
ria me nte a la rad ical tra nsformació n de los a ntiguos
terri torios lacustres de la cuenca de Le rma. Como es
conocido, e l Valle de To lu ca, del cua l forma parte la
cue nca de Le rma, e n ti e mpos pre hi spá ni cos, fue una
regió n lacustre y de extensos bosq ues. La zona de pla-
nicie ubicada e n e l sureste es parte de lo más e leva-
do de los valles mex icanos del alti plano y fue llamada
e n e l pe riodo colo nia l Va lle de Matlatz inco; e n é l se
a lbe rgaron las culturas matlaz inca, otomí y maza hua
de cuyo esple ndor fue testigo e l volcá n Xina ntécatl ,
conocido hoy como Nevado de To luca. La caudalosa
precipitació n pluvial del volcán brindó una inmejo ra-
bl e riq ueza de ma nantia les, principalme nte e n Texcal-
yacac y Almo loya de l Río, los cuales proporciona ron e l
agua pa ra la fo rmación de l río y la laguna de Le rma.
La gran zo na lacustre de Le rma estaba constituida por
tres cié negas interconectadas: Chignapa n, Chimali a-
pa n y Le rma. El territorio es conocido hoy como Zo na
de l Alto Le rma, y por sus abunda ntes recursos acuí-
fe ros fue e legida para abastecer de agua a la ciudad
de Méx ico. El Alto Le rma te nía a ntaño las condicio-
nes pa ra un desarroll o agrícola ta nto de riego como
de te mpora l; ade más, sus comunidades contaba n con
a mplios conocimie ntos sobre la pesca. Prueba de e llo
es e l orige n de l no mbre matlazinca, derivado de l voca-
blo "matla" q ue significa red.
La Laguna de Le rma constituyó la zo na lacustre de l
Va lle de To luca; a hí, a l igua l q ue e n Xochimilco, se
practi có la agricultura e n chin ampas y se aprovechó
la flora y la fauna acuáticas; una planta local lla mada
sh um alillo fu e uti lizada pa ra construir las paredes de
las vivie ndas, e l tule esq uinado se usó para la construc-
ció n de las chinampas y e l tule a ncho pa ra e l tejido de
76
yacac, Sa n Pedro Techu chulco, Sa nta Cruz
San Mateo Atarasquillo, San Ped ro Tulte p
Mateo Mexica ltingo . Todos e llos municipios
ubi ca n los pozos qu e a bastecen de agua a
de Méx ico.
Dura nte la colo ni a se establecie ro n a lgu na
das alrededo r de la zo na lacustre con la fin
aprovecha r e l agua. En las cercanías de la L
Le rma se ubicaba n, po r eje mplo, las haci
Atenco, Do ña Rosa y Sa n Nicolás Pe ralta. A
los usos del agua que antes be neficiaban a lo
nas, se contempló la posibilidad de desecar lo
tiales, privilegiando la ga nade ría sobre la ag
Las cié nagas que confo rmaban la laguna de
consid e raron a pa rtir de e nto nces una a me n
e l desarro llo económico de las haciendas,
necesario incre me ntar las áreas de pasto reo
ba rgo, hasta mediados de l siglo XIX los pue
comu nidades ind ígenas ma ntuvieron e l cont
otros recursos natura les, e n gran pa rte de bid
los ayunta mientos se les prohibía dispo ne r d
rritorios sin e l consentimie nto de la Real A
institución poco infor mada de la situación d
mu nid ades indígenas.
Hasta antes de la desecació n de los acu
Le rma e n e l siglo XX, la produ cció n e n la zo
tre dio sustento principalme nte a l pue blo m
med iante e l a utoconsumo y e l inte rca mbio d
tos agríco las con otros pue blos (Albores, 9
De las tres culturas que dominaron e l valle
ca, la matlazinca fu e la única e n desaparece
completo, quizá debido a su mayor de pe nd
agua. Hoy sólo ex iste n poblado res he rederos
lla cultura e n e l po blado de Te mascalte pec.
a ños ve inte, e l sistema lacustre de Le rma y
De[alle del mural El agua orige n de la vida, pimado por D iego Rivera en el imerior del Cárcamo de Lerma. El o rificio corr
tramo final del acueducto de Lerma.

77
media nte pozos e n Almo loya de l Río desa parecie ron
sus lagunas, por la ex plotació n del vene ro subte rráneo
que alime ntaba todos sus ma na ntiales. Fu e e ntonces
cua ndo tambié n se agotó el alto potencial agrícola y
pecua rio de la regió n del Alto l erma. El deterioro de
la forma de vida de los pue blos indígenas todavía exis-
te ntes, como los maza huas y los oto míes, se agravó;
con e llo su orga nizació n pa ra e l trabajo agrícola de au-
toconsumo dejó de existir.
Sin duda algun a, las a po rtaciones del agua de la
cue nca de l e rma a la ciudad de México a partir de
mediados del siglo XX fu e ro n dete rm ina ntes e n su ra-
dical tra nsfo rmación ambie ntal. En lo que fu e ra la a n-
tigua zona lacustre y e n las áreas agrícolas de tie rra
firme se gene ró un intenso proceso de urba nizació n.
l a degradación de la tie rra dio paso tambié n a un ace-
le rado proceso de transformació n de los usos de suelo,
motivado po r el cambio de actividades econó micas de
los poblado res. El resultado se observa e n la modifica-
ció n radical del paisaje y e l ambie nte e n los actuales
muni cipios de Almo loya de l Río, Ocoyoacac, Chapul-
te pec, Texcaliacac y San Mateo Ate nco. Hacia fina-
les de la década de los sesenta esta última comunidad
cambi ó sus actividades lacustres de pesca y agricultura
e n chinampas, por la manufactura de zapatos. Oco-
yoacac y Sa n Ped ro Cho lula se integraron igualme n-
te a los corredores industriales de To luca y l e rma. l a
ada ptació n de la tradicional ma no de obra indígena a
las nuevas actividades econó m icas ha sido d ifíci1. Baste
decir q ue a ntes de la extinción de los ma na ntiales la
peq ue ña prod ucció n campesina permitía una re pro-
d ucció n doméstica basada e n el e mpleo de todos los
mie mbros de una fa mili a bajo una forma de coope ra-
ción simple: se combina ban las actividades agrícolas,
acuífe ras y a rtesanales. Pe ro con la crisis de la produc-
78
cado laboral es la combinación de las activid
colas con las come rciales e n el sector informa
artesanales para obte ne r un ingreso "extra" lo
semana. Por ejemplo, e n Almo loya del Río las
des lacustres fue ron desplazadas po r la artesan
dustria textil. El gran tianguis do minical se ha c
e n una de las pocas alternativas de e mpleo. T
industria ha impulsado cambios ecológicos e n la
Alto l e rma. El corredor industrial ma ntiene un s
colectores de descargas, unos entubados y otr
abie rto. En la zona industrial existe n cuatro n
descargas directamente sobre el río l erma. O b
ta mbi é n existen descargas do mésticas po r la
te urba nización. Se calcula q ue el río l e rma
a ño 21 636 toneladas de desechos sólidos, de
18300 provie ne n de las industrias (Sandoval, 9
un marco histórico, la crecie nte contaminación
sultado del agotamie nto del agua e n el Alto l e
la industrialización desapareció la actividad ag
d ispersaron los grupos indígenas. Esas fue ro n
cue ncias ambie ntales y sociales prod ucto de la
de llevarse el agua delle rma a la ciudad de M
último, habría que agregar la deforestación que
tualme nte la zona boscosa; y por tanto la rec
de los acuífe ros en l erma se hace cada vez má
Pues au nque el abastecimiento del agua de l
cia la ci udad de México sea mínimo en la a
las consecuencias, como resultado de la sobr
ción del acuífe ro de lo que fue ra una de las cue
productivas del país, pueden resultar irreversib
fin es del siglo XX la te nde ncia del agotamiento
cursos hídricos de la cue nca del l e rma, los
regionales y, sobre todo, los hundimientos p
del subsuelo de la ci udad de México por la extr
agua obligaron a traer agua de la segunda cue n
dante: Cutzamala.
El Sistema Cutzamala
~nte el siglo XX continuaron las millonarias
inversiones para seguir dotando de agua a una pobla-
ción que parecía no mitigar su sed. El sistema de abas-
tecimiento de Cutzamala, el quinto y más reciente en
la historia de la ciudad, además de ser una de las obras
de ingeniería hidráulica más costosas del mundo, re-
presenta por su necesa rio y adecuado mantenimiento
uno de los retos más importantes para continuar do-
tando de agua a la metrópoli. Hacia mediados del siglo
XX seguir importando agua de fuentes lejanas ubicadas
79
en otras cuencas generó dudas respecto a s
niencia técnica y financiera. Un estudio muy c
realizado en 1952 por encargo presidencial c
ba la propuesta de traer el agua de la Presa
toria, ubicada en las fronteras de la cuenca d
con la de Cutzmala; y en ca mbi o recomenda
fuentes alternativas más económicas, como
vechamientos de aguas de ríos, manantiales
ubicados en la cuenca del Valle de México (C
ción de la CFf a la solución ... 03:5).
en algunas presas de esa cuenca para aprovecharla y
conducirla hasta la ciudad de México. Se trata de un
sistema de ocho presas, todas ellas conectadas entre
sí por acueductos y enormes plantas de bombeo para
e levar el agua hasta una planta potabilizadora y de ahí
conducirla por gravedad mediante dos grandes tubos
de concreto y un gran túne l hasta Huixquilucan, a la
entrada de la ciudad.
El agua de la presa más baja se encuentra en la cota
mil 600 metros sobre el nivel del mar; desde ese pun-
to se eleva hasta la cota 2 700 Yde a hí desciende por
gravedad a la cota 2 500 localizada a la entrada de la
ciudad de México; se ocupa en ello la misma cantidad
de energía que e n la ciudad de Celaya. El sistema Cut-
zamala fue planeado en tres etapas. La primera, termi-
nada en 1982, captó las aguas de la presa Villa Victoria;
la segunda, en 1988, ocupó el agua de la Presa Valle
de Bravo; y la tercera, en 1993, la de la presa Colorines
(Sistema Hidráulico, 94:78). En la actualidad el sistema
abastece un caudal de catorce metros cúbicos de agua
por segundo, lo que representa el veinte por ciento del
total del abastecimiento del agua a la ciudad .
Una de las mayores dificultades que se debían ven-
cer no era tanto la distancia a cubrir para conducir el
agua hasta la ciudad, de alrededor de 130 kilómetros;
sino que algunas presas se localizaban en cotas muy
por abajo de la ciudad de México, lo cual implicó una
considerable inversión para e levar el líquido con sis-
temas de bombeo. Por eso la estrategia inicial de pri-
mero tomar el agua de la presa Villa Victoria, ubicada
más a rriba respecto a la ciudad, para ser traída por
gravedad. Sin embargo, es obvio que e l agua almace-
nada en las presas, proveniente de los escurrimientos
superficia les de ríos y manantiales de la región, requi-
rió potabilizarse. Para ello, en esta primera etapa se
construyó una gigantesca planta llamada Berros, con-
80
dad de potabilización es de 28 mes. El agua d
Villa Victoria fue conectada hasta ahí por m
un canal (el Martínez Meza) de doce kilóme
vez potabilizada, el agua se elevó 175 metro
canalizada a la ciudad de México por med
primer acueducto central de 2.5 metros de
y 77 kilómetros de lo ngitud . Corre desde Be
e l poblado de Dos Ríos, en Huixquilucan.
acueducto atravesó la sierra de Las Cruces,
niente de la ciudad; en Agua Escondida se p
túnel de casi tres kilómetros de longitud y en
San José, otro más largo, de 16 kilómetros. L
su primera etapa, inaugurada en 1982, le ap
ciudad 4 mes.
Con la edificación de la planta potabiliza
acueducto central estaban creadas las con
para aumentar el abastecimiento con e l agu
presas restantes. Los trabajos se reinician y c
ron e n 1992. Se les conoce como la segunda
etapa, y corresponden al periodo más difícil,
plicó elevar el agua de presas ubicadas en c
riores a la planta potabilizadora. El líquido d
ellas, llamada Colorines, es elevado 1,100 m
cual equivale a siete veces la altura de la torre
mericana. Esta presa, la más baja respecto al n
ciudad de México, recibe aportes de las presa
(aledaña a Zitácuaro, Michoacán), Del Bosq
pan del Oro y Tilostoc. La presa más impor
Sistema Cutzamala, por su mayor volumen de
namiento, es Valle de Bravo: alrededor de 3
nes de metros cúbicos; y la más reciente int
sistema es Chi lesdo.
El volumen de agua almacenado en las p
sistema es de entre 790 y 840 millones de m
bicos, lo que representa las dos terceras par
macenam iento de la presa Chicoasén, una d
 •

....
,.
---
..,
... .. •

... ..-
• • •
PLANTAS CUTZAMALA
•

Plano y perfil del acueducto del sistema Curzamala; alIado del acueducto se aprecian las presas reguladoras, ye n el es
inferio r los niveles por donde el agua asciende mediante bombeo: de los 1 600 metros sobre el nivel del mar, hast
700.

81
por los acueductos y tuberías desde Cutza mala hasta como "golpe de ariete".
la entrada de la ciudad de M éxico, en Huixquilucan,
Este compl ejo sistema tecnológico en sus tr
es de 127 kilómetros.
ya concluidas aporta a la ciudad de M éxico e
19 mcs, según la temporada. Es el agua más c
Otras obras del sistema que han ga ran tizado la se-
ciudad y por ello deben se r escrupulosament
guridad y mayor eficiencia en el abasteci miento son,
ladas las descargas residuales que reciben la
por ejemplo, un vaso regulador (el Donato Guerra)
signos visibles de contaminación se aprecian
con una ca pacidad de almace nami ento de 300 mil
nas presas del sistema Cutzamala, principalm
metros cúbicos, que envía por gravedad el agua hasta
Colorines y Valle de Bravo. En la primera, el li
la planta potabilizadora; una planta autónoma gene-
poco más de una hectá rea de superficie lac
radora de energía eléctrica y un gigantesco depósito
tempo rada alta de lluvi a.
de 200 000 metros cú bicos (Pericos). Son insta laciones
que aseguran el abastecimiento a la ciudad de M éxico La de Valle de Bravo es la que está más
las 24 horas del día. A quien visita por primera vez el fu ertes procesos de urbanización; descargan

El Sistema C urz.1.mala. gigamescos co nductos por donde se co nducen a la ciudad de México alrededor de 14 metros cúbic
por segundo procedentes de las presas de ese cuenca.

82
La presa Colorines, la más baja del sistema Cunamala. Durante algunas épocas del año es visible la proliferación de lirio, sign
de contaminación derivada de las descargas residuales de la urbanización.

83
nocido, en la presa Valle de Bravo se practican depor-
tes acuáticos que usan lanchas de motor a gasolina.
Un agua con residuos domici liarios o de combustible
aumenta los costos de potab ilización, y por ende los
presupuestos y los riesgos en la salud. Vale la pena men-
cio nar el caso del rese rvorio de agua para la ciudad de
Nu eva York (Peah Lake), en donde se tiene un estricto
contro l de los desechos sólidos en los alrededores y se
prohíbe el uso de lanchas de motor. Es indispensable
imped ir la ocupación del suelo aledaño a las presas,
principalmente en la de Valle de Bravo, pues se trata
de agua que luego usamos en la ciudad de M éxico. Es
más barato y de menos riesgo trae r agua limpia que
pota bilizarla; incl uso a costa de limitar el disfrute de
un sector de ingresos altos que utiliza la presa de Va-
lle de Bravo para fin es recreativos. Aunque a primera
vista pudiera resultar intrascendente, un pequeñísimo
volumen de agua del Sistema Cutzamala proviene de
tabi lización.
A lo largo de su historia el Sistema Cutza
generado diversos conflictos políticos entre
sión Nacional del Agua y la población agra
mayoría de ascendencia indígena. El más rec
gió a mediados del 2003 a raíz de las inunda
las tierras aledañas a Villa de Allende y Villa
Las co mplicadas y conflictivas negociacione
extendido hasta el 2006, en el marco de acu
nados entre la Comisión Nacional del Agua
de indígenas mazahuas, uno de ellos autoden
" Ejercito de Mujeres Zapatistas en Defensa d
Por otra parte, el visible agotamiento paulati
reservas hídricas de las presas del Cutzamala
buscar nuevas fuentes de abastecimiento en
principalmente hacia Temascaltepec, además
cuencas externas.

Presas de Cutzamala, capacidad de almacenamiento

(millones de metros cúbicos)

Nombre temporada baja temporada a/ta

Total 790.0 840.0

Villa Victoria 186.3 214.3
Va lle de Bravo 394.4 403.0
Colorines 1.5 1.6
Tuxpan s/d 20.0
El Bosq ue 201.0 202.0
Ixtapa n del O ro s/d 0.5
Chilesdo 1.5 0.8
Tilostoe s/d s/d

Fuentes: CNA, slf, m imeo.

84
Presa o lago de Valle de Bravo. La mayor parte de la población que disfruta de los paseos en lancha ignora que dicho
es uno de los reservorios de agua del Sistema Curzamala; y por tanto, agua que una vez potabilizada es enviada a la ci
de México para su uso y consumo.

85
El Acuaférico y el Macrocircuito
~os integran un acueducto pe rim etral
que rodea e l Área Metropolita na de la ciudad de
México con una lo ngitud de 135 kiló metros. Por
aho ra su pro pósito es racio naliza r la distri bució n del
agu a prove ni e nte de l siste ma Cutza mala; y a largo
plazo, el de otras fu e ntes de a bastecimie nto, pro-
cede ntes de la cue nca de Teco lutla en Veracruz y
Li bres O ri e nta l en Puebla. El acueducto se divid e
e n dos; e l prim ero es e l tra mo co rrespo ndie nte al
86
territo ri o de l estado de México que va de
lucan hacia los munici pios conurbados al
estado de México; es co nocido co mo Macr
y distribu ye e l agua a va ri as colo nias por m
grandes de pósitos qu e sa ltan a la vista. El se
ubi ca en el Distrito Fede ral y se dirige hac
de Hui xquilu can hasta Milpa Alta; es de n
Acuafé ri co y atraviesa la se rranía de l Ajusc
profundid ad máx im a de 90 metros.

El Acuaférico en su trazo completo, desde Huixquilucan hasta
el cerro del Teucli, en el sur del Distrito Federal . En 1997 su
construcción fue suspendida en el Pueblo de San Francisco, Tlal-
nepantla.
La construcción del Macrocircuito se inició en 1980
y consiste de una tubería de acero que parte del tú-
nel Analco-San José, en Huixqui lucan, y se extiende
hacia el norte de la ciudad. Los primeros 12 .5 kilóme-
tros tienen una capacidad de once mcs y terminan en
Naucalpan (toma 4). Continúa con un tramo de menor
capacidad, de siete ki lómetros, :' concluye en los tan-
ques reguladores en Lomas Verdes. De ahí sigue un
tramo de 11 .5 kilómetros con capacidad de tres mcs
hasta los depósitos en Atizapán de Zaragoza y Nicolás
Romero (tanques San Javier, Atizapán 11 y Emi liano Za-
pata). Continúa luego con igual capacidad hasta Coa-
calco, para agregar 13.5 kilómetros más; este último
tramo fue inaugurado en septi embre de 1996. A lo
largo del Macrocircuito se distribuye el agua a zonas
densamente pobladas por medio de tanques elevados.
Es el caso de Naucalpan, Tlalnepantla, Barrientos, Bos-
ques de Lago y Cuautitlán Izcalli. A fines de 2001 se
87
su total idad .
Por lo que respecta al Acuaféri co, la obra
diferencias fundamentales con respecto al M
cuito. Se trata de un acueducto de concreto
metros de diámetro co n una ca pacidad de 25
inició igualmente en 1980, desde el mismo
Analco-San José, y se extiende en forma su b
por toda la cerranía del Ajusco pa ra termina
el proyecto, hasta el cerro del Teutli, en M
cerrando así el circuito perimetral.
Por su magnitud, esta obra es considerada u
infraestructuras hidráulicas de distribución má
tantes del mundo. En la construcción del Ac
destaca n las tecnologías especializadas en la
ción del suelo rocoso a casi cien metros de p
dad. Al principio se recurrió a sistemas tradi c
base de explosivos colocados en las penetrac
barrenos. Pero en los últimos kilómetros co
se utilizaron máquinas únicas en su género
América Latina. Se les conoce comúnmen
"topo" y perforan directamente la roca sin n
de explosivos. El ava nce fu e de 25 metros dia
requirió una gran ca ntidad de agua para su op
prove niente de la planta de tratamiento del
rio Sur. A lo largo del tramo co nstruido del Ac
también se han edificado enormes depósitos
a los poblados semi-rurales, con la finalidad d
cerlos del líquido; destacan San Andrés Toto
Ajusco y Topilejo. Sin embargo, la obra fue su
. en 1998 por el gobi erno del Distrito Feder
ese entonces se habían co nstruido 32 kilómet
el poblado de San Francisco Tlalnepantla, en
gación Xochimilco; los diez kilómetros restan
Milpa Alta continuaban suspendidos hasta p
del 2006.
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TECAMAC
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no rEDE AL

Trazo del Acuaférico y el Macrocircuito, aún inconcluso para 2006, que distribuye en toda la ciudad el agua pro
dente del Sistema C uczamala.

88
nada, pues el agua proveniente del Cutzama la entró a
la ciudad en una cota más elevada, a 2,500 msnm. Es Aj usco; reducirá y valorizará el suelo agríco la

decir qu e, técnicamente hablando, el agua procedente tará las bases para la conurbación del va lle de
del Cutzamala podría distribuirse a las urbanizaciones co n el de Cuernavaca. Nuevos proyectos pa

asentadas hasta esos 2, 500 msmn; por ejemplo, urba- bios de uso del suelo se han manifestado co

nizaciones localizadas en las partes altas de la Sierra de
Guadalupe, Las Cruces y el Ajusco . Obviamente, no
todos estos asenta mientos, a pesar de estar por debajo
de dicha cota, gozan del líquido, pues ello depende
de los distribuidores y tanques de almacenamiento lo-
cales. Algunos fraccionamientos para sectores medi os
y altos tienden incluso a co nstruirlos con sus propios
forma de convence r a los pobladores de la re
que no tomen agua de los pozos, sino del Acu
Por ejemplo, el proyecto del club de golf pre
pública mente a fines de 1996 para se r constr
Santa Cecili a Tepalca l, Xoch imilco. El proyect
bili ario pretendió ocupar una su perficie de m
táreas, incluyendo 400 residencias y la cons

El túnel del Acuaférico de cinco metros de diám etro cavado en roca a noventa metros de profundidad; sus paredes se hayan r
en su revestimiento para so portar el paso de 25 metros cúbicos por segundo .

89
pro puestas de desarrollos inmo biliaros de carácte r
ca mpestre y preservación ecológica, que de ser apro-
bados impulsa rá n tambié n la urba nizació n de la sie rra
del Ajusco. A pesar de ser una obra inco nclusa, los
impactos urbanizadores de l Acuafé ri co sobre la sie rra
del Aj usco están a la vista. En los primeros años del
siglo e l avance de la "ma ncha urbana" sobre las áreas
boscosas llegó a los límites de To pilejo, Pa rres y Tres
Ma rías, reducie ndo las áreas de recarga acuífe ra. Una
vez te rminado, el Acuafé rico te ndrá una capacidad de
distribució n de 25 mes, lo cual re basa por mucho la
90
Inde pe ndi e nte me nte de las disputas po r l
ción de l agua e ntre el estado de Méx ico y
Fede ral, q ue gene rará n el Macroc irc uito y e
ri co, di cho "anillo hidráulico" justifica la vis
sora para ate nde r no sólo las de mandas actu
los futuros crecimie ntos de po blación e n los
cua re nta a ños y sus correspondie ntes neces
agua, principalme nte e nfocadas, como ya in
hacia el río Te mascaltepec y de más cue n
nes que ci rcundan la ciudad : Tecolutla, Am
Orie ntal Libres.
Los nuevos escenarios.
Temascalpetec y otras cuencas externas
~tepec es el más recie nte proyecto
para a umentar los canales de agua e n 5 mcs destina-
dos a una ciudad que no cesa de crecer; consiste en
tomar el agua del río Temasca ltepec, que nace e n las
fa ldas del Nevado de To lu ca para cond ucirla hasta la
Presa Va lle de Bravo y de ahí a la ci udad de Méx ico,
util izando los mismos conductos del Sistema Cutzama-
la. Por eso, e n té rminos técnicos se le conoce como
la cuarta etapa del Sistema Cutzama la. Pero al igual
que otras grandes obras hidrául icas de la ciudad, el
proyecto dado a conocer desde 1 990 ha resu Itado
controvertido; principalmente por la afectación de los
recursos hídricos de la región. Las negociacio nes e ntre
la Comisión Nacional del Agua (CNA) y los poblado-
91
res han transitado cam inos abruptos y actua l
encuentran suspend idas. He aquí algunos tes
de la o posición y la defensa que han prota
algu nos ca mpesinos de la región.
En e l marco del confli cto, en febrero de
firmó un acue rdo con la representación mun
Te mascaltepec, que incluyó la dotación de
. ciales en los poblados aledaños a cambio d
tir el aprovechami ento del ca udal. Dicho acu
cuestionado po r algunos pobladores: por qué
mí a decirme que me van a dar educación, eso no
dármelo por el agua, porque eso es una garantía
cional que me tienen que dar, además yo trabajo
agua potable pero no de la calle.
El proyecto definiti vo de la Comisión Nacional del
Agua co nsiste en desviar el agua del río a tierras más
bajas cerca nas al poblado de Temasca lpec para co n-
ducirlas a una nu eva presa de 400 hectáreas llama-
da el Tule, de ella se co nduciría el agua mediante un
túnel que atravesa ra el cerro El M aguey. El túnel de
pendi ente ascendente tendría un diámetro de tres
metros y 16 kilómetros de largo hasta el pueblo de
Zacazonapan, elevando el agua 260 metros hasta la
presa de Valle de Bravo. Los habitantes de San Pedro,
maíz, caña, plátano, jitomate, melón, chícha
ellos produ ctos qu e encuentran su prin cipal
en la propia ciudad de Méx ico y en Toluca . A
uno de sus habitantes más co mbativos y co
sentido y conocimi ento del medio agrícola, c
que se ve aquí tiene adentro agua; y el temp
cambiar cuando al perforar se pierdan 105 m
y 105 riachuelos; si se llevan el río, con él se no
de lo que vivimos aquí/ ... / porque si el temp
bia ya no es tan fácil sembrar, a veces hay que
veces no, pero ahora uno si sabe cuando deb
hay cambios ya no vamos a saber cómo y cuá

".'''t'
a_TeMA. TEMASCAL
ca = I!!I "' l. - 'd
--
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--- _.-
•
-
El Proyecto T emascaltepec, suspendido desde hace varios años. Abajo se aprecia la ubicación de la nueva presa El T ule, que
el agua del río Temascaltepec para de ahí elevarla 300 metros hasta la presa Valle de Bravo.

92
El rí~ Temascaltepc, a la altura del po blado del mismo nom bre; se pretende que es ta misma agua se sume a los aportes de ot
del SIstema Curzamala para conducirla hasta la ciudad de México.
Los trabajos dé l túnel se iniciaron, pero fu eron sus-
pendidos debido a las protestas de los campesinos
de la región, aducie ndo que se afectarían corrientes
subterráneas de ve neros alimentadores de mananti a-
les superficiales; las obras inicia les generaron un mo-
vimiento social contra e l proyecto, organizado por e l
Comité para la Defensa de los Recursos Naturales de l
Xinantécatl. Al parecer, se prese ntó la opción para
transportar e l agua por bombeo y en tuberías supe rfi-
ciales hasta la presa Valle de Bravo; esto es, sin nece-
sidad de construir un túne l ni la presa de l Tule; pero
según algunos represe ntantes campesinos de la región
este proyecto se desechó sin ninguna fundamentación
técnica. Por tanto, la opción tradicional de túnel y pre-
sa causó gran malestar, protestas y un franco rechazo
al proyecto, aducie ndo que se trataba de priorizar los
negocios de las compañías de construcción, que prefe-
rían un túnel. Al respecto, otro de los ca mpesino dijo:
93
"e n mi opinión, la conducció n del agua po r
supe rficia les no hubi e ra causado ta nta moles
hubie ra co nvencido a mucha gente".
A lo largo de los años la oposición a la obra h
do concentrar hasta cinco mil campesinos perte
tes a 105 pue blos de l Alto Xinantécatl y de la z
Calimaya. Re lataba n que los primeros e nfre nta
no fueron viole ntos, pe ro sí muy te nsos con e l p
de la Comi sión Naci onal del Agua y los técnico
gados de realizar las prime ras perforaciones de
Hasta a ho ra los ca mpesi nos inconformes han
. los primeros frutos a su favo r, como e l retiro
máquinas perforadoras. El papel desempeñado
muje res de la comunidad ha sido determinan
bable me nte porque resie nte n e n forma más di
pé rdida del agua. Aquí las mujeres toman con
cuando tuvimos una reunión para sacar la maq
campesinos de la región preveían, existe otro aspecto
que provoca rechazo al proyecto: asociar la construc-
ción de la nueva presa El Tule al propósito de estable-
cer una zo na recreativa a su alrededor. Un clima más
benigno (caluroso) respecto al de Valle de Bravo con-
vertía a la presa en una zona atractiva para la inversión
inmob iliaria; y los beneficios -en op ini ón de los cam-
pesinos- no serían precisamente para los pobladores
de la región.
Todas estas razones asu midas por una parte de la
población y que han nutrido la oposición ya por va-
Para muchos pobladores tal opción era e
mente más viable por su eco nomía, al desvia
vechar el caudal del río Temascaltepec, tom
gravedad el agua de la zona más alta y cerca
vado de Toluca; el cauce del abastecimiento r
incluso, más corto hasta la presa Valle de Bra
ciertas ventajas respecto a las anteriores pue
se conduciría por gravedad desde los poblad
Comun idad y Palo Amarillo . Sin embargo,
los pobladores, los técnicos de la CNA man
que tal opción no era técnicamente posible

Cuenca en los alrededores del poblado de Temascaltepec. propuesta para la edificación de la presa El T ule como parte de
Temascaltepec. también conocido como cuarta Etapa del Sistema Cutzamala.

94
contratos de las compa ñías constru ctoras y la utiliza-
ción obli gada de sus maquinarias para segui r edifican-
do túne les.
Otro a rgume nto muy difundido por la CNA pa ra
justificar e l proyecto oficial fue qu e e l agua de l río Te-
mascaltepec "se va sin usa rse directamente al mar"; por
e l co ntra rio, los ca mpesinos e ntrevistados argumentan
que e l río a lime nta, superficialmente o e n forma sub-
terrán ea, la agricultura de las tierras a ledañas. No se
trata sólo de la región alrededor de Temascaltepec,
sino de los poblados ubicados a sus orillas en Guerre-
ro y Michoacá n. Todos estos siti os se benefi cian de l
De ser así, es muy probable qu e quie nes hab
poblados se sume n a otros qu e se oponen a
to, debido al daño q ue provocaría la disminu
ca udal.
Muy similar a lo sucedido e n la cue nca de
de afectarse los recursos hídricos qu e sostie ne
cultura de la regió n, los impactos e n la activid
nó mi ca de los lugareños serían mu y negativo
poblados de la regió n es notoria ya la ausenc
fu e rza laboral masculina, e incluso fem e nina,
e migrado a Estados Unidos a ca usa de la care
trabajo . Los ca mpesinos son conscientes de l v

Panorama del cerro por donde atravesaría el tún el que elevaría el agua del río Temascah epec hasta la presa Val le de Bravo. La
perforación iniciadas a principios de los años noventa del siglo pasado se encuentran actu al mente suspe ndidas.

95
cuestión para nosotros es el cultivo de las papas y el riego; si
se llevan más de 5 mes, mañana se van a agotar los mantos y
van a quererse llevar la de riego y van a querer decretar que
tengamos que utilizar únicamente cierta cantidad de agua y
eso no es posible porque a veces el temporal es muy caliente
y se debe ocupar más agua para nuestras tierras.
De esta fo rma, los impactos de l proyecto Te mascal-
te pec te ndrían que evalua rse e n una dime nsió n regio-
nal más a mplia, de tal mane ra que pudie ra n preverse
las pro ba bles consecue ncias y limitacio nes a e nfre ntar.
Hay que to mar e n cue nta que la o rganizació n campe-
sina opuesta al proyecto, lla mada "Co nsejo de los 105
Pueblos", ha manifestado igualme nte su o posición a
otro proyecto: e l co nstruir un cl ub de sky e n las fa ldas
de l Nevado de To luca, aducie ndo que se reducirían
los caudales de agua e n la regió n. Se trata de o rga niza-
ciones ca mpesinas con expe rie ncia no sólo loca l, sino
regio nal. Cabe recordar que histó ricame nte la regió n
se ha caracterizado por contar con habitantes com-
bativos e n cuanto a la defensa de la tie rra agrícola y
fo restal. Baste citar que e n las faldas del Nevado de
Toluca estuvo la hacie nda La Gavia, sitiada e n é po-
ca revo lucio na ria por tropas zapatistas que eje rcieron
una influe ncia ideológica que llega hasta los actuales
po bladores.
Desde los últimos a ños del siglo XX y los primeros del
XXI las orga nizacio nes de las comunidades afectadas
por el proyecto Te masca lte pec continuaba n o ponié n-
dose al proyecto y rea liza ba n pe rma ne ntes tareas de
movi lización a través de medios pacífi cos, incl uyendo
pro bables co ntactos con la CNA. Sus planteamie ntos
ha n sido transmitidos por algunos medi os de co muni -
cació n, e n congresos y por institucio nes acadé micas,
ade más de las legislaturas nacio nal y local. Su inte rés,
según lo manifiesta n, es la preservación de un e ntorno
96
hemos vivido y seguiremos viviendo, kómo v
entenderme de algo que siempre ha sido mío
pensamos todos los que vivimos aquí, aunque
familia en otros lados. Como ya lo hemos dicho
no tenemos, por eso no podemos a veces ent
con los ingenieros.
La pregunta central respecto al Proyecto T
te pec sería ¡Vale la pena el costo econó mic
ambie ntal y po lítico pa ra traer 5 mcs de agu
Te mascalte pec hasta la ciudad de México,
aquí e n la ciudad de México existen fugas y d
cios estimados e n 25 mcs y cada seis meses d
e nvían al dre naje miles y miles de litros de agu
cincue nta ríos y arroyos que circunda n la ciud
Por último, algunos datos gene rales sobre
yectos fu turos que pla ntean la utilización de
cas exte rnas, principalme nte Tecolutla y Am
co mo fue ntes de abastecimie nto. Al respect
sos pla nteamie ntos técnicos han sido ex puest
hace varios a ños por expe rtos hidrá uli cos; de
eje mplo, el del Ingeniero Carlos Ramírez Sam
e n 1992 e n el Colegio Nacio nal. Ah í dijo :
Tecolutla consiste en la construcción de presas de
conducciones y, aprovechando las instalaciones d
hidroeléctrico Necaxa, bombear el gasto de 15 m
miéndolo de las plantas hidroeléctricas de Necax
co. Las fuentes de Alto y Medio Amacuzac consi
construcción de presas de almacenamiento y deriv
como conducciones y bombeos para los 15 y 30
pectivamente). La fuente Oriental consiste en la e
de los mantos acuíferos que existen en la cuenca c
donde están las poblaciones de Oriental, Ubres
pec ... para 7 mes (Ra mírez Sama, 90:71).
En realidad, la historia de la ciudad demue
donde se ha llevado e l agua se ha llevado la
sucedi ó con la extensión de la ci udad hacia e l sur, a
partir de la construcció n de l acueducto de Xochimil-
co a principios de l siglo pasado. Los impactos sobre el
crecimi e nto y la expa nsió n se prese nta n a hora co n
el acueducto perimetral, principalme nte e n e l caso del
Acuaférico hacia e l sur de la ciudad.
Las obras de abastecimie nto de agua ha n sido e n
gene ral, actos de centra li smo políti co y la apropiació n
obligada de los recursos naturales de las regiones la-
custres circundantes. A los acued uctos pre hispánicos,
coloniales y porfirianos descritos, le segu irían después
los de las cue ncas de Lerma y Cutza ma la, te rritorios
agrícolas de los indíge nas maza huas, y e l proyecto
para traer e l agua de l río Te mascalte pec, afortunada-
me nte suspe ndido por las protestas de los pobladores
de la regió n. La historia de las negociacio nes y las re-
sistencias de las comunidades agrarias, a la postre ven -
cidas por gob ie rnos re presentantes de l inte rés publico,
de la ciudad por supuesto, resulta indispe nsable para
conocer, o por lo me nos preve r, cómo será n resuel-
tos los futuros confli ctos e n las cue ncas de Tecolutla,
Amacuzac y Oriental, a donde se e ncaminan a hora los
nuevos proyectos de a bastecimi e nto de agua para una
ciudad que re basará los 30 millo nes de habitantes e n
las próximas tres décadas. Durante siete siglos hemos
construido grandes y majestu osus obras de abasteci-
mie nto de agua; pero aun así la ciudad no sacia rá su
97
Hue hue toca, Tizayuca, Paehuca, Teotihu acá
Alta y Amecameca; y probable me nte ta mbié
gunas de las tres cuencas exte rnas, como son
zac, Teco lutla y Libres O rie ntal. Ta l o pció n se
y mana ntiales, suprimirá veneros y cascadas,
miles de kilómetros de á reas verdes, afectará la
tura e n regiones distantes y desviará e l ca uce c
de ríos, pa ra seguir abasteciendo de líquido a
metró po li . Si n e mbargo, hay otras visiones di
e nte nde r como única a lte rnativa de abastecim
subsue lo o las otras cue ncas externas, a unqu
a hí, agua sufi cie nte para las próximas cinco d
Son visiones funda me ntadas e n volver los ojos
turaleza y e mpeza r seria me nte a a lmacenar y
e l agua de lluvia que durante seis meses a l año
de l cielo en la cue nca de México.
Una conside ración final. La historia de la ci
probado que las obras de abastecimiento de a
sid o determinantes e n la concentración pobla
la expansión física de la ciudad.
Por tanto, sea la opción que fue re, más agu
ciudad hará posible ed ificar durante la prime
de l siglo XXI, la mega lópo lis de 45 millo nes d
tantes, conurbada con To luca, Pachuca, Cue
y Puebla.
 __

.......--.
n~1II

--

Las siete cuencas que rodean la ciudad de México. A la izquierda, Lerma y Cu[Zamala, ya explotadas. Las cinco restante
tcpee, Tula, Tecoluda, Oriental-Libres y Amacuzac, propuestas en el futuro como abastecimiento de agua para la mega
millones de habitantes.

98
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La zo na metropoli tana de la ciudad de México, 2006. A su alrededor, Toluca, Pachuca, T laxcala-Puebla y C uernavaca-C u
conu rbaci6n hacia el año 2040, será posible gracias a los nuevos abastecimientos de agua de las cuencas Amacuzac. Tecolud
O riental.

99
Los problemas.
Abundancia y vulnerabilidad
hidráulica

~e más crece la ciudad , más agua necesita y más agua hay que d esa loja r. Esta contradi cto
ció n a ume nta los riesgos de inundaciones de bido a qu e e n é poca de lluvias los dre najes no son suficie n
desaloja r la abunda nte agua qu e llueve, la que descie nde po r los ríos, y la residual que corre normalm
los mi smos dre naj es. Parte de esa crecie nte abundancia de agua, qu e año con a ño a ume nta y qu e año
se e nvía e n mayor vo lume n a los dre najes, es uno de los factores de mayor riesgo, que podría conduci
vez más, a una situación de extre ma vulne ra bilidad hidráulica.

101
Más agua, más desigualdad
cia el 2006, la ci udad de México, en don-
de concentra una población de alrededor de 22
millo nes de personas asentadas en 1600 kilómetros
cuadrados, consume uno de los caudales de agua más
grandes del mundo: 72 metros cúbicos por segu ndo
(mcs). 50.5 mcs (70 % ) se extrae n del subsue lo del
Valle de Méx ico por medio de 3000 pozos; 20.3 mcs
(28 %) provienen de los pozos de la cuenca de Lerma
y de las presas del Sistema Cutzamala; y 1.2 mcs (1. 7
%) de los ríos y las presas localizadas en el Valle de
México.
En el caso específico de la ciudad de México, dos
factores determinan que dicho volumen sea, e n efec-
to, el más elevado del mundo . El prime ro son las fugas,
esti madas e n 35 por ciento del total; es decir, alrede-
dor del 25 mcs, lo que representa el volumen de agua
consumida, por ejemplo, en Monterrey. Para enfrentar
este añejo problema, debido entre otros factores a las
102
rotu ras del sistema por los hundimientos de
hacia principios del 2006 e l Gobierno del D
deral inició un programa de sectorización d
de agua potable en la ciudad; e l propósito e
gran parte de la red para suprimir, una vez
las presiones e n las tuberías, las fugas dete
segundo factor son los reducidos volúmene
tratada, que no superan ellO % del total,
de 8 mcs. En relación con el tratamiento de
disposiciones lega les y reglame ntarias son o
o de plano ignoradas por los responsables d
mentarlas. Destaca el hecho de que sólo h
se inauguró la primera planta de tratamient
para la ciudad; y hasta 1969 la del Cerro d
lla, la más grande del país con una capacid
mayor a los 3 mcs. Por tanto, el reciclamient
y, por ende, e l incremento de agua tratada p
dad de México son de los grandes pend ien
políticas hidráulicas.
consumo de agua que aportaban las distintas fuentes era
aproxi mada mente de 1 mcs para una población de
35 0000 habitantes. Estos aportes incluían, ade más
de los diversos manantial es, alrededor de 1 100
pozos artesianos, es decir aquellos que no reque-
rían sistemas de bombeo para extraer el agua. Con
el abastecimiento en 1908 del pozo profundo que
alimentó el acued ucto de Xochimilco, el volumen se
elevó a 1.6 mcs; este abasto incluía los del Desierto de
los Leones y los del río Hondo. Al finalizar la segu nda
década del siglo, el volumen de agua asce ndi ó a 3
Planta de tratamiento de agua Cerro de la Estrella, 2004. El agua tratada, de nivel terciario o casi potable. es enviada en gr
los canales de Xochimilco y San Gregorio Atlapulco.
103
brios. En largas temporadas era común el d
durante el día. Hacia 1927 se construyero
más profundos con bombas de mayor capa
los manantiales de San Luis Tlaxialtemalc
viéndose así las demandas de agua para u
de la ciudad (DDF/ DGCOH, 94:327). En
advertir deficien cias en las fuentes de abaste
to, se perforaron los primeros 18 pozos pr
de entre 100 Y 200 metros, lo que marcó el
la explotación intensiva del acuífero (Academ
In vestigacaión, 95:132) .
Planta de tratamiento de agua Cerro de la Estrella, 2004. Es la planta más grande del país, considerada modelo en los siste
tamiento de agua. Se abastece de las aguas negras o residuales provenientes del río Churubusco.

104
más. En 1958 con los pozos de l Pe ñó n, se aume ntó
un metro cúbico más. En 1964 la po bl ación de l Dis-
trito Federal era de seis millones de habitantes, con
un abastecimiento de 22.2 mes. Por estos años pre-
va leció la política de continuar dotando de más agua
mediante la extracción, marginando programas para
forta lecer una concie ncia sobre e l uso más racional de l
agua y disminuir las fugas e n las redes de distribución.
Pe ro, a la medida que la ciudad crecía la población
aumentaba sus demandas de agua. En 1965, y para
justifica r el a umento de los aportes de Le rma media n-
te pozos profundos, e l e ntonces preside nte Gustavo
Díaz Ordaz en su informe de gobie rno argume ntó
qu e la ciudad contaba desde hace a ños con e l mismo
caudal de 1958, lo cual provoca ba la disminución de
agua por ha bita nte, situac ió n por supuesto inadmi si bl e
(DDF/ DGCOH , 94 :327). Los a ume ntos de agua co n
los abastos del Le rma no impidieron continua r con la
apertura de más pozos e n e l Valle de México. A par-
tir de e ntonces y hasta 1975 se perforaro n c incue nta
y los servicios para una ciudad de o nce millones
bitantes ascendió a 32 mes. Durante las década
ochenta y noventa, y con los aportes del Cutzam
logra, por fin , di sminuir re lativa me nte la extr
de agua del subsuelo. Con dichos a portes el volu
agua para la ciudad au me ntó a sese nta mes y
2006 se e levó a 72. Esto es, a medida qu e la
ha crecido e n població n, e n esa medida se ha n
me ntado sus volúm e nes de agua.
Dura nte prácti ca me nte todo e l siglo XX, e
sumo promedio de agua fu e del orden de 35
po r habita nte a l día y se ma ntu vo sin va ri acio
nifi cativas; sin e mba rgo , durante los prim e ro
d e l siglo XX I, e mp ezó a decre ce r res pecto
años a nte ri ores, lo que se ex pli ca ría no ta nto
a horro de los co nsumidores o a rreglo de las
sin o prin c ipalm e nte po r e l no crecimi e nto d
me n comparado co n periodos a nter io res, ta
se mu estra e n la ta bl a A.

Tabla A
Consumo promedio de agua por habitante, 1900-2006
Año Metros cúbicos por segundo Población Litros por
(mes) metropolitana habitante al día
1900-1902'" 1.2 400,000 207
1913 2.6'" 541 ,5 16'" 41 5
1940 4.3'" 1,757,5 30'" 211
1952'" 13. 1 3,460,000 327
1964'" 22.2 5,800,000 331
1975'" 32.0 11 ,000,000 25 1
1981 35.0'" 13 ,889,900'" 218
1994 60.3''' 15,456,700'" 337
1998'''' 67.5 18,000,000 324
2006 Z2 O 22,000,000 282
Fuemes: (1) DDF, 94 ; (2) DDF, 94; (3) INEG I, 85; (4) Perló, 89; (5) Estimación realizada por el Centro de Ecología y D
A.c.; (6) A,hié Lambarri, Mauricio, 87; (7) Legorre,a, 89; (8) Comi,é Binacional, 95; (9) Delgado, 88 ; (J O) In fo rmació
proporcionada por la Comisión Nacional del Agua. Los daros para 2006 son estim ac iones propias.

105
agua puestos en práctica hasta ese entonces no logra-
ron disminuir dichos promedios. Los actua les prome-
dios, estimados a principios del 2006, seguía n e n el
o rde n de 282 litros por habitante al día, ligeramente
infe ri ores a los registrados en la última década del si-
glo pasado, pero muy elevados en comparación con
los registrados en otras grandes ciudades como Nueva
York, Tokio y París, donde no se sobrepasan los 190
litros por habitante al día. La Organ ización Mundial de
la Salud (OMS) ha establecido un mínimo de 150 para
ciudades e n países desarrollados. Un consu mo míni-
mo para evitar problemas de salud fue establecido por
el Banco Mundial e n c in cuenta litros por hab itante al
día (Academ ia de la investigación, 95 :96) .
Por otra parte, los promedios de consumo de agua
por habitante no reflejan necesariamente la injusta dis-
tribución del agua para los habitantes de la ciudad, ni en
cantidad ni e n costos. Los consumos mínimos de agua
en la ciudad de México se registran en algunos asenta-
mientos ilegales e n del orden de 28 litros diarios por ha-
Tabla B
Costos y consumos comparativos del agua en cuatro colonias de la ciudad de M éxico,
2006
M/3 $ e
Bimestre Bimestre
Residencia en Lomas de Chapu ltepec:
102.6 409
(12,825 Its por semana)
Vivienda media en Santa María In surgentes
39.65
(4,950 Its por semana) 96
Departamento medio en Azcapotzalco:
31.2
(3,900 Its por semana) 66
Vivienda precaria en Ecatepec:
(600 Its por semana) 6/tambo
Fuentes: investigación directa, enero 2006. Con actualizaciones de María de Jesús Valladares.
106
yor nitidez la desigualdad y los contrastes so
la ci udad de Méx ico. Como se muestra en l
un habitante de las Lomas de Chapultepec
siete veces más agua que uno de ingresos m
jos en Azcapozalco y 63 veces más que e l q
en los asentamientos ilegales de Ecatepec. Pe
significativo es la sorprendente diferenciació
costos del agua que consume n: mientras
de las Lo mas paga sólo 0.39 centavos por lit
Atzcapozalco 0.20, los que habitan e n las
de Ecatepec pagan 3.0 centavos por litro, es d
diez veces más que las familias que habitan e
mas de Chapultepec. Considérese además qu
de agua vendida en pipas, con riesgo de es
minada. Otros datos: el costo por litro de ag
tellada que pagan e n 2006 las familias de las
(d iez a once pesos) es lige rame nte mayor a
leche (nueve a diez pesos) y casi e l mismo co
litro de Coca-Cola (ocho y nueve pesos).
Ocupantes litros por
por litro promedio a/ d
0.39 2 85
0.24 4 17
0.20 4 13
3 6 1
Vivienda precaria en el Valle de Chalco hacia finales del siglo XX. Los dos tambos de agua, abastecidos por pipas dos veces p
permanecen por tiempo indefinido, pues aunque se cuenta con redes y tuberías do miciliarias, el agua no ll ega en fo rma per

Tambos de agua abastecidos por pipas en Sierra de Guadalupe, Ecatepec, 2002. Al fondo, alrededo r de 45 000 viviendas ile
habitantes consumieron durante anos entre 14 y 28 litros de agua po r persona al día.

107
 Pozos e n el Valle 50.5 100 23.9 47.4 26.5
Cuencas externas 20.3 100 14.4 71.4 5.8
Superfi cial 1.2 100 0.8 66.7 0.4
Fuentes: Centro de Ecología y Desarrollo, con datos de CNA y estimaciones propias para el 2006.

Otra d ime nsión sobre la desigualdad e n los consu-
mos de agua son las d isparidades de abasto e ntre el Dis-
trito Federal y el estado de México. Llama notoriamente
la atención que los municipios conurbados del estado
de México, que presentan mayores demandas de agua
por su mayor población, tengan menores abastos, como
lo demuestran los diá metros de las tuberías abastecedo-
ras. Por ejemplo, el 75 % de los 63 kilómetros del tramo
distribuidor del agua proveniente del Cutzamala que
abastece al estado de México (Macrocircuito) es una tu-
bería de 1.20 metros de diámetro, el 18% es de 2.50 y
el restante 7% es de 1.5. En ca mbio, el distribuidor de
agua hacia el Distrito Federal (Acuafé rico) es un tú nel
de cinco metros de diámetro, ya pesar de que no ocu-
pa todavía su capacidad total, conduce mayor volumen
de agua que el perte neciente al estado de M
general, la misma desproporción se conserva e
a la distribución del agua extraída de los po
Valle de México, pero con respecto al agua qu
las cuencas de Le rma y Cutzamala la situación
nificativamente. A pesar de que se ubican e n
de México, los municipios con urbados sólo r
28%, yel Distrito Federa l el 72% restante.
La distribución desigual tambi é n se obser
timar los promedios por habitante con bas
abastos y la población por entidad. Los resid
Distrito Federal recibe n e n promedio 401 litr
mientras que los que radican e n los municipi
bados sólo 261.

Fuentes de abasteci miento de agua en la ZMCM , 2006

Fuente M3 /seg %
Total 72.0 100.0

Pozos en el Va lle 50.5 70.1

Distrito Federal 22.7 31.5
Estado de México 24.0 33.3
Hidalgo y Tlaxcala 3.8 5.2

Cuentas exte rnas 20.3 28.2

Lerma 5.9 8.1
Culzamala 14.4 20. 1

Aportes Superficiales 1.2 1.7

Río Magdalena 0.8 1.2
Presa Madín 0.4 0.5
Fuente: Ajustes estimados con datos base de la Comisión Nacional del Agua (CNA).

108
peri ferias de los cuatro puntos cardi nales de la ci udad;
pero incluso lo harán al interior de la misma, donde
se ubican las cuatro delegaciones centrales del Di stri-
to Federal, en donde durante los últimos años se han
concentrado notorias densificaciones habitacionales',
estas áreas también formarán parte del escenario de
109
tores sociales, no depende del volumen de
sino de los criterios y las infraestructuras de su
ción. M ás obras y mayor volumen de abaste
de agua no han garantizado ni garantizarán el
te líquido hacia las zonas y sectores de la p
que lo necesita n.
El hundimiento de la ciudad
~dad de M éxico es única en el mundo por
su hundimi ento, debido a la extracción del agua de su
propio subsuelo. Desde fi nes del siglo XIX la ciudad se
ha hundido casi diez metros; en promedio, un metro
cada década o diez centímetros por año. La solución
del fenómeno, imperceptible para la mayoría de sus
habitantes, representa uno de los más grandes retos
tecnológicos a resolver durante el siglo XX I. El origen
del problema es muy simple: la ciudad se asentó sobre
el lecho de los antiguos lagos, con abundantes recursos
híd ricos en el subsuelo, del cual se ha extraído la ma-
yor parte del agua que requiere la ciudad.
La asociación directa entre los hundimientos de la
ciu dad y la extracción de agua fu e com probada hasta
el siglo XX. Sin embargo, la ex istencia de los primeros
pozos no domésticos llamados artesianos data desde
mediados del siglo XIX; para 1857 ya ex istían alrededor
de 150 y para 1864, en pleno imperio de Maximilia-
no, sumaba n 200 (Peña, 89: 122). Por lo que respecta
110
a los hundimientos, los primeros de ci nco ce
por año, fueron registrados desde la última
del siglo XIX (Academia de la Investigación,
Du rante los pri meros años del siglo XX y a
la existencia del moderno acueducto de Xo
que condujo el agua subterránea desde los
lagos del sur hasta la Condesa, se co ntinuó ex
agua del subsuelo. La faci lidad para obtene
do fue tal, que cualquier industria, comercio
fraccionamiento porfiriano se abasteció del
subsuelo. La distribución del agua extraída
pozos fue ampliándose a med ida que se ex
ciudad. Ahí donde nacía una nueva colonia,
raban pozos y se co nstruían las tuberías que
ban no sólo a las zonas habitacio nales, sino t
las primeras zonas fabril es que surgieron a p
del XX. Para 1930 ya se habían perforado 3
profundos, y veinte años más tard e, en 1950
700, con una profundidad que oscilaba entre
los 45 metros.
Esquema del hundimiento de la ciudad de México. En el siglo XX,
ción de agua del subsuelo.
Así, los hundimientos no se hicieron esperar. De
los primeros años del siglo xx y hasta 1938, el hundi-
miento fue de 4.6 ce ntímetros por año (cm/año), de
1938 a 1948 de 16 cm/año; y de 1948 a 1956 de 35
cm/año (Mazari , 90 : 94). La situación del hundimiento
fu e tan grave que durante el informe presidencial del
10 de septiembre de 1955 el presidente Adolfo Ruiz
Cortinez corroboró dichos datos ante el Congreso de
la Unión: la necesidad de extraer agua del subsuelo es
causa de los hundimientos que hasta 1937 fu eron de 4
centímetros anuales; de 1938 a 194 7 de 14; de 1948 a
la fecha de 30 y en algunas zonas hasta de 50 centíme-
tros (México a través de los informes pres idenciales,
tomo 16, vo l. 4 , pago 22).
Fue el doctor Nabor Carrillo, experimentado inves-
tigador en mecánica de suelos y rector de la UNAM,
quien a mediados del siglo XX alertó sobre el fenóme-
no el preocupante hundimiento de la ciudad en algu-
nas partes centrales de hasta 46 centímetros por año,
111
el área cenera! se hundió cas i 10 menos debido a la exces
se debe a la excesiva extracción de agua del s
Igualmente advi rtió qu e: Los edificios en pil
se asientan mucho m enos que la superficie
lo. Por consiguiente!. .. } tienen un movimien
arriba. Efectiva mente, el Angel de la Indepe
había "e mergido" de la tierra casi dos metro
su inauguración en 1910. Otras previsiones de
igualmente señaladas se cumplieron al pie de
Las consecuencias de esta situación son que
naje de la ciudad en ciertas zonas está perdie
ciencia progresivamente!. .. } los edificios con
con pilotes se es tán agrieta ndo [h ay} agrieta
en edificios coloniales, tuberías de agua, dren
la misma capa superficia l del suelo. En ese e
. el Gran Cana l del Desagüe empezaba a perder
di ente y veía red ucida su capacid ad de desa
quedar arriba del nivel de la ciudad. Las con
cias obvias fueron las espectacu lares inundac
1950 y 195 1; la ciudad se convirtió nuevam
un lago, volvieron las ca noas y se improvisar
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El hundimiento del cenero de la ciudad de México, de 1900 al 2000; en un poco más de cien años, casi diez meeros. Com
al descenso de la cierra, se observa el incremento en el volumen de la exeracción de agua del subsuelo.

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1- 1970 1!\lO l. ... JI lID

Los hundimientos máximos registrados hac ia med iados del siglo XX, del o rden de 45
centímetros por año, corresponden al Centro Histórico. Destacan igualmence, au nque
con menor velocidad de hundimiento, otras zo nas como Ecatepec e Izrapalapa.

11 3
niosos transportes acuáticos que desplaza ron a cientos
de capitalinos atónitos; famosas fotografías de la época
mu estran extrañas prohibi ciones, co mo esa de "favor
de no pesca r" en pleno Centro H istórico. Ante ta les
ca lamidades hidráulicas se decidi ó suspender tempo-
ralmente nuevas perforaciones de pozos y aumentar
el abastecimi ento de Lerma, lo cual resultó con el
tiempo, insuficiente. Ti empo después, hacia los años
setenta, la extracción de agua continuó, creció el nú -
mero de pozos y por tanto los hundimi entos, aunque
co n menor velocidad que la registrada a medi ados del
siglo XX. Durante la segunda mitad del siglo la extrac-
ción del agua continuaría hacia el sur, con las baterías
de pozos de Tláhuac, M ixquic y principalmente la de
Tizayuca.
Como se ha mencionado, hacia 1980, con los nu e-
vos abastecimientos externos en la cuenca de Cutza-
mala, no se logró suspender o por lo menos disminuir
la extracción del agua en el Valle de M éxico. Y, aun-
que es difícil sa ber co n certidumbre la cantidad exacta
de pozos en todo el territori o urbanizado de la cuen-
ca, la Comisión Nacional del Agua registró e
existencia de 2 746 pozos profundos; de los
el Distrito Federal se enco ntraban 910 (33. 1
estado de M éx ico 1 530 (55.7%); y en los
de Hidalgo y Tlaxca la 306 (11 .2%). Para ese e
se habían ya registrado disminuciones signific
los hundimientos respecto a las máx imas de m
del siglo XX: de 1960 a 1980 7.5 cm/año y
cada de los años ochenta se redujeron a 4.5
(M azari, 90 :94). Sin embargo, hay que dest
hacia los primeros años del siglo XXI, se han
nuevas zonas de extracción de agua, rea lizad
grandes fraccionami entos de vivienda loca li
las regiones de Hu ehuetoca, Tizayuca, Teo
Chalco, Ixtapaluca y Amecameca. Desde 19
tonces Departamento del Di strito Federal h
visto "fu turas explotaciones de 9 mcs en la
Cuautitlán-Huehuetoca, con la explotación
feros a lo largo del río de las Avenidas (pro
de Pachuca) y la zona vo lcánica de Apan,
Tecocomulco" (DDF, Memorias, t.1 75:34).
visión se está cumpli endo, pero desafortuna

Hund imiento en el Centro Histórico, 1981-19 70

año centímetros velocidad media
(cm/a ño)
198 1-1938 212 4.5
1938-1948 76 7.6
1948-1950 88 44.0
1950- 195 1 46 46.0
195 1-1952 15 15.0
1952-1953 26 26.0
1953-1 957 68 17.0
195 7-1959 24 12.0
1959-1963 22 5.5
1963- 1966 21 7.0
1966- 1970 28 7.0
1970-1 977 (Tlalpan/Chabaca no) 7.5
Fuem es: Jaime, Alberto. En: M azari, Problemas de la C uenca, 90:1 32.

114
neral de la ciudad. En cuanto al número total de pozos
en la zona metropolitana de la ciudad de México, se es- lones más de los nu eve ori gina les en 1910; o

tima que hacia el año 2006, incluyendo los ubicados en Monumento a la Revolución, donde existe un t

estas nuevas zonas urbanizadas, existan alrededor de tres fue en realidad un pozo de agua utilizado par

mil, algunos hasta de 450 metros de profundidad. fi cación del monumento en 1934; otro tubo
bomba de agua en las oficinas del Plan Texcoc
A continuación se consignan los hundimi entos re- ultimo un pozo de agua en la Fuente de la Cib
gistrados en algunas zonas específicas. Actualmente cado junto a la placa de inauguración. El hund
el Centro Histórico se hunde casi tres centímetros por de la ciud ad, por sus graves consecuencias, ten
año, en algunos puntos de Xochimilco el hundimiento disminuir durante las próximas décadas del sig
llega hasta 18 y en otros de Ciudad Netzahualcóyotl
hasta 24. La parte de la ciudad asentada en lo que fue-
ron los antiguos cinco lagos se hunde en promedio sie-
te centímetros anua les. Sergio Saldívar, uno de los más
experimentados conocedores del fenómeno, asegura
que " La Catedral Metropolitana se ha hundido nueve
metros desde su construcción iniciada a fines del si-
glo XVI , de los cuales 7.5 fueron registrados en el siglo
XX" . En 1900 el nivel de la ciudad se encontraba dos
metros arriba del nivel del Lago de Texcoco, adonde
confluían los primeros drenajes de principios de siglo,
y cinco arriba del Gran Cana l del Desagüe (Memorias
de las Obras, 11, DDF, 75:208). Pues bien, la extrac-
ción de agua ha provocado que durante el siglo XX
el nivel de la ciudad se encuentre ahora debajo del
drenaje. En otras palabras, " En 19 10, el nivel del l ago
de Texcoco, que regulaba las aguas de! G ran Canal , se
encontraba a 1.80 metros por debajo del centro de la
ciudad; en 1970 e! hundimiento había sido tal que e!
lago de Texcoco ya se encontrab.a a 5.50 metros por
encima de! centro de la ciudad" (Sistema Hidráu lico,
1982: 1.19).

Entre 1950 Y 1980 la zona lacustre del ejido de San

Gregorio, ubicada entre el cana l de Chalco y Xochimil -
co, se había hundido cuatro metros, es decir, catorce Hundimientos en el Distrito Federal entre 1983 y
máximos de tres metros, es decir, de treinta ce ntímetro
centímetros por año. Entre 1983 y 1992 continuaron
se registraron en los terrenos del amiguo Lago de Texc
los hundimientos de 15 y 25 ce ntímetros en los alrede-

115
El Angel de la Independencia en 1910, año de su inauguración. El monumento sólo tenía nueve escalones desd
el nivel del piso a la plataforma principal.

116
El Angel de la Independencia, 2006. A los nueve escalones originales se le han agregado catorce más, producto d
hundimiento del suelo a su al rededor. Para evitar que "se eleve" más el piso. dicho monumento cuenta co n un sist
ma de cimentación especial que lo hace descender conforme se hunde la tierra.

117
Banca del monumento de La C ibeles, colonia Roma, 1996.

11 8
Banca del monumento de La Cibeles, colonia Roma, 200 l.

119
Tubo de una antigua bomba de agua en el Monumento a la Revolución. 1996. En 1934 el piso donde está para
la persona se enconcraba en la paree más elevada de dicho rubo .

120
Tubo con la bomba de agua en las oficinas del Plan Lago de Texcoco. colonia Aragón. 1996. En 1936 el piso
donde están los niños se encontraba en la parte más elevada de dicho tubo .

121
Consecuencias del hundimiento
~o so n las graves co nsecuencias de los
hu ndimi entos . La primera es la pérdida de pendien-
te del Gran Ca nal del Desagüe, un o de los drenajes
más importa ntes de la ci udad, específica mente en
sus prim eros ve inte kil ómetros de San Lázaro ha-
cia Zum pa ngo (a ntes de la Sierra de Guadalu pe) . En
1900 la pendi ente te nía 16.2 ce ntímetros por kiló-
metro; en 195 1 bajó a 11 .7 y para 1993 se redujo a
cero. Es decir, el agua del drenaje que a prin cipios
del siglo XX se desalojaba por gravedad, a fin ales
' 22
del mi smo tendía a regresa r a la ciudad.
diente mente del descenso de la pendient
Cana l se hund e ve inte ce ntímetros por a
prim eros doce ki lómetros y hacia el kilóme
el hundimiento se redu ce a dos o tres por
mínguez, 05: 7). Previendo así una futura c
desde principi os de los años nove nta del m
XX se tomó la decisión de ini ciar su ent ub
corregir sus pendientes y co nstruir potente
de bombeo.
zonas. Esto ha pasado, por eje mplo, e n la región sur-
orie nte, donde se ha detectado la incipie nte presencia
de pagótenos e n los ma ntos freáticos. Existen también
evidencias de roturas e n las tuberías de agua potable,
las cuales, como es de conocimiento público, repre-
senta n la principal causa de las considerab les fugas y
desperdicios de agua e n todo e l siste ma.
La tercera consecuencia está relacionada con im-
pli caciones que nos podrían estar acercando a una si-
tuación de extre mo peligro para la ciudad. Se trata de
la posible presencia de hidrocarburos e n el subsuelo y
e n los mantos freáticos superficiales, producto de las
fractu ras e n las tuberías generales de hidroca rburos, así
como e n los depósitos subterráneos de gasolina y die-
sel. Durante 1996 algunos med ios info rmativos dieron
cue nta de la presencia de hidrocarburos a tres metros
de profundidad y fugas de gasolina e n algunas estacio-
nes de l Metro y drenajes domiciliarios. Años después,
e ntre el 12 y 14 de novie mbre de 2005, también fue
detectada una importa nte concentració n de gasolina
e n los dre najes de la colon ia Vasco de Quiroga de la
Delegación Gustavo A. Madero. En a mbos casos, las
causas directas de tales concentracio nes no fueron pú-
blicamente aclaradas; y por tanto, es presumible que
se de ban a fracturas e n los ductos (a lgunos probable-
me nte clandestinos) o a roturas e n los depósitos subte-
rráneos de gasolina. Dicha presencia comprobada de
hidrocarburos e n el subsue lo y mantos freáticos es mo-
tivo más que suficie nte para tomar med idas drásticas
orie ntadas a prevenir una la me ntable catástrofe; pero
hasta ahora no se han an unciado med idas al respecto,
y su impo rtancia radica e n que, e n los últimos a ños, se
ha incre me ntado e l volume n de extracció n de agua, y
por ende los hundimie ntos del subsue lo co nti nua rán
y con e llo sus graves consecue ncias.
123
más, de tres metros de separación y 18 m
largo, en un se mbradío de Tecomitl, Milpa
forma, 23 julio 2004). Sin emba rgo, la más s
tiva se presentó la mad ru gada del 18 de ag
2005 en la co lo ni a Ojo de Agua de la De
Tláhuac, de casi 200 metros de lo ngitud , qu
ró, incluso , un a tubería primaria de agua po
cincue nta centímetros.
La quinta y última consecuencia es los daño
dos en las estructuras de los ed ifi cios, monume
propio subsuelo de la ciudad. Los hundimie ntos
ciales e n el Centro Histórico han provocado
e n las estructuras de Palacio Nacional, e l Arzo
e l Antiguo Ayu ntamiento, las ofic inas adm in
del Gobierno del Distrito Fede ral y la Cate
tropolitana; en este último reci nto se realizar
1994 y el 2000 trabajos de excavaciones e
para nivelar el hundimi e nto en las naves later
la central; pero aún sigue descendiendo casi
tímetros an uales. Otros edificios con cimie n
las partes duras del subsuelo han e me rgido
lo, acrecentando su vulnerabilidad sísm ica co
caso del Angel de la Independencia.
He mos extraviado la memoria sob re la
cue ncias de los desastres hidrá uli cos que la
ha tenid o en su hi sto ri a. Desde hace más
años no se ha inte rrumpi do la perforación d
para abastece rn os de más agua. La imp
de agua de Le rma y Cutza mala disminuyó el
extracc ión y e l de los hundimientos, pero n
primió; y aunque en los últimos 50 años n
. presentado graves inundaciones, las conse
y los riesgos de los hundimientos so n perm
Hay que tomar en cue nta que será difícil
y reinyección de la misma al acuífero, consistente en
construir en el sur de la ciudad sesenta pozos de ab-
sorción de entre diez y ve inte metros de profundidad
(La j ornada, 29 juni o 2004). Aunque frente a la di-
mensión del problema es todavía poco, hay que reco-
nocer este primer esfuerzo gubernamental solicitado
hace tiempo por diversos grupos ambientali stas y de-
124
grand es industri as y fraccionamientos; o b
de lu gares externos sin dañar sus rec ursos
co mo se hace en otras grandes ciudades
do. Mientras eso se logra no hay más:
agua necesitemos, más la seguiremos e
del subsuelo, y por tanto más nos hundire
nos inundaremos.
Las grandes inundaciones

~toria de la ciudad de México ha sido en

realidad la historia de sus inundaciones. A lo largo de
y octubre, muchas de las calles de la ciudad
. forman en auténticos cana les; la inundación p
los siglos nuestra urbe ha sido sometida a las fuerzas de del agua que brota por las coladeras del dren
Tláloc, e l dios de la lluvia que ha descargado y seguirá si fueran regaderas invertidas. Todo e llo prod
descargando su furia lacustre sobre e l Valle de México. nuestra incapacidad histórica para desalojar
Año con año la historia se repite. Cada temporada residual que, mezclada con el agua pluvial, sa
de lluvias, que se presenta en promedio entre mayo drenajes.

125
nuestros esfuerzos han resultado infructuosos. En su
hi sto ri a, y hasta principios del 2006, la ci udad ha
padecido 25 grandes inundaciones: dos durante la épo-
ca prehi spánica, once en el virreinato, tres en el primer
siglo independiente y nueve a lo largo del siglo XX; de
1449 a 195 1, en promedio una gran inundación cada
20 años. En dos Memorias Históricas sobre el Drenaj e,
una editada por Luis Gonzá lez O bregón en 1902 y la
otra por el DDF en 1975, se ilustran con detalle la ma-
yor parte de estas grandes inundaciones que ha sufrido
la ciudad durante un poco más de 500 años. Demos
un breve repaso a esa memoria histórica de las grandes
catástrofes hidráulicas que ha sufrido la ciudad.
1416. Aunque en los Anales de Tlalteloco se regis-
tra una inundación parcial en 1382, ésta más grande y
extensa tiene lugar en tiempos del reinado de M octe-
zuma 1. Probablemente gran parte de las chinampas,
que por ese entonces tenían una extensión de tres ki-
lómetros cuadrados, haya sufrido severos daños. La ca-
tástrofe hidráulica, primera conocida por los tlatoanis
mexicas, obligó a construir bajo la dirección de Netza-
hualcóyolt un albarradón de la Villa a Iztapalapa.
1499. En este año Tenochtitlán, la ciudad de chi-
nampas construida sobre el agua, sufrió la más grande
inundación antes de la llegada de los españoles. Fue
la primera y única provocada por el abastecimiento
de agua traída en acueducto desde Coyoacán, obra de
Ahuizótl. Tal decisión de traer el agua desde este le-
jano puerto de Coyoacán significó probablemente el
primer conflicto político en la historia de la ciudad
ca usado por el abastecimiento del líquido. El se ñor o
cacique de Coyoacá n, con atributos de brujo, llama-
do Tzotzoma o Tzutzumatzin, fue un fuerte opositor
a dicha obra y por ello fu e asesinado por órdenes
del temido tlatoani mex ica. A los pocos días de inau-
gurado el acueducto, por ahí del año 1499, la ciudad
126
fu era de la ciudad, en los pueblos de los a
Una de las trágicas consecuencias de la
fue la muerte de Ahuizótl, quien al tratar
ella se golpeó la cabeza y falleció años
150 2. Para remed iar la inundación se m
los manantiales y suprimir las presas de
Churubusco. La ciudad quedó totalment
gran parte de la población que se negó a
sus terrenos tuvo que vivir en ca noas y fu
elevar el nivel del piso varios metros, a ta
en algunos sitios "debajo del agua queda
de los edificios antiguos". Nació así, prá
una nueva ciudad, esa misma que asomb
meros conquistadores. Los relatos de Sah
forman de otra inundación en el año 151 7
de M octezuma 11 .
1555 . El 17 de septiembre cayó un a
fuerte y continuado que, aunque cesó an
ticuatro horas, bas tó para que inundara p
to la ciuda d y los pueblos de los alrede
cuatro días, sólo se pudo caminar en can
gente presa del espanto, abandonó sus h
y no pocas casas se derrumbaron. El virre
de Velasco citó inmediatamente al Cabildo
med idas de emergencia; u na de ellas fue la
de un segundo albarradón, llamado de Sa
1579. Intensas lluvias en tiempos del
M artín Enríquez llenaron el caudal de lo
cunvecinos y esto incre mentó el de las ac
rebozadas, tuvieron varios días a Méxic
principalmente a principios del año 15BO!
daderamente grande y lastimosa, porque in
casas y las calles, ni daba lugar las aguas al c
a las fun ciones sagradas y políticas, ni a la
de los moradores, perturbando su quietud y
se dificultaba la entrada de víveres/. ..] se oía
La gran inundación de la ciudad de México de 1629 a 1634; el dibujo muestra los lagos a su alrededor y el a1barradón de S
que poco sirvió para detener las aguas procedentes de los lagos de Texcoco, Xochim ilco y Chaleo.

127

1604. Llovió con tal abundancia por el mes de agos-
to, que la laguna de México creció mucho, cubriendo
las aguas de todos los llanos de los alrededores y casi
toda la ciudad, llegando el caso en algunas calles a verse
obligados los vecinos a navegar en canoas, como testi-
fica el historiador Juan de Torquemada, quien atravesó
en una de ellas la calle de San Juan ... El agua tardó en
desaparecer más de un año; los cimientos se remojaron
y se cayeron muchas casas ...
1607. Este año fue muy abundante el agua. El peli-
gro no sólo lo produjeron las copiosas lluvias y grandes
crecientes que tuvieron las lagunas cuyas aguas se introdu-
cían por las puertas de las casas, sino por ... innumerables
manantiales que brotaron en las calles y dentro del inte-
rior de los edificios. Para colmo de males, el 29 de junio
fuertes y copiosos aguaceros cayeron sobre la población y
los alrededores, derribando muchos de los edificios y mu-
chas casas de campo del rumbo sureste. México estuvo
a punto de arruinarse ... Esta inundación dio pie, por fin, a
la construcción del famoso Túnel de Huehuetoca por e l
- cosmógrafo Enrico Martínez.
1629. Duró más de cuatro años. En el mes de ju-
lio los aguaceros fueron mayores; el agua que llovía en
la ciudad se transminaba por las albarradas y presas,
inundando los barrios y haciendo imposible el tráfi-
co!. ..J en los suburbios las casas de adobe se derrum-
baban, ca usando la ruina y aun la muerte a los pobres
habitantes!. .. l muchísimos quedaron lisiados y morían
de hambre!. .. 1 el 5 de septiembre eran numerosas las
canoas que navegaban por los arrabales de Santiago
Tlalte/olco/ ... l los frailes y las monjas empezaron a
abandonar los conventos. Las familias acomodadas se
resolvieron a emigrar principalmente a Puebla. El 21 de
septiembre, día de San Mateo el copiosísimo aguacero
duró 36 horas seguidas!. .. l el 22 la ciudad amaneció
128
no se oían sino clamores, pidiendo a Dios m
Cesaron los sermones, el comercio de las tie
24, el arzobispo Francisco Manzo y Zúñiga
de la Villa a Catedral, a la venerada imagen d
de Guada/upe, en una solemne procesión
ocupadas por nobles, frailes, sacerdotes y ge
sa. Fue inútil; la inundación no cedió. EI1 6
e l citado arzobispo escribía al rey que de
familias españolas avecindadas en México
bían permanecido en la ciudad cuatrocien
treinta mil indios habían perecido en aqu
unos ahogados, otros sepultados bajo las r
pocos de hambre. La peste sobrevin o al añ
te, (1630) ocasionada por la humedad, e
la corrupción de los cadáveres de tantos
y aun de muchos pobres que a cada paso
Ante la desesperación, se buscaron los fam
deros y también fue inútil. Así pasaron los
fines de 1633, que fue cuando la inundació
a descender producto de fenómenos natur
evaporación le nta pero eficaz por una parte
res de tierra por otra que abrieron grandes
donde se evacuaron las aguas, libe ra ro n a
éstas, contribuyendo también mucho e l qu
últimos fueron escasos de lluvias."
1714. "En junio se anegaron todos los
México, muchas iglesias, conve ntos, calles y
vándose únicamente la Cated ra l, Palacio y e
la ciudad." La historia registra también otra
inundación, siete años a ntes, en 1707.
1 747. El temporal fue tan fuerte que oblig
der las fiestas de proclamación del rey Fernand
radas con ansia por toda la población de Nue
Las aguas destruyeron caminos, calzadas, alb
presas; desbordaron los diques de los lagos e h
de cauce a ríos y arroyos.
llovió tanto en México, que se inundó la ciudad, prin-
cipalmente las calles de Plateros y San Francisco Ma-
dero; y San José el Real y Espiritu Sa nto IUruguayll ... }
de pared a pared y de banqueta a banqueta. En la
capilla de los Riojanos en San Francisco la gente tuvo
que oír misa hincada sobre las bancas. Ya el superin-
tendente Cosme Mier y Tres Palacios había manifestado
con anterioridad el peligro de una inundación; decía
que "se co ntinuaban cegando muchas acequi as y sus-
tituyéndolas con caños o tarjeas bastante estrechos" .
La moderni zación realizada en la ciudad en tiempos
del Segundo Conde de Revillagigedo, incluyendo prin-
cipalmente el "e ntubamiento" de las acequias, fu e la
vias que caían en las calles, no se podían con
las atarjeas, rebozaban sobre las calles y brota
105 caños de las casas . Tres años más tarde, e
se produjo una nueva inundación.
1806. Fue la primera inundació n del siglo X
que se limitó a los alrededores de la ciudad
ésta se encontraba protegida por la Acequia Re
cuad rada) la cual impidió que las aguas penet
8 de septiembre las llanuras de Chaleo y Xochim
dilatadísimas de México y Texcoco estaban inund
lago de Texcoco se había extendido tanto que lleg
ta la Calzada de San Cristóbal, Cerro Gordo, San

El Cenero Histórico, calle 16 de septiembre. durante la inundación general de 195 1. En pleno siglo XX, la antigua de Ten
volvió a ser una ciudad de lagos, transitada ahora por modenas embarcacion es lacustres.

129
 1819. Hacia la consumación de la Independenci a
tuvo lugar una de las más grandes inundaciones del
siglo, cuya memoria fue opacada por la inestable si-
tuación política de esos tiempos. A consecuencia de
las excesivas lluvias de septiembre, se desbordaron los
ríos, arroyos y torrentes. Entre la noche del 25 y el ama-
necer del 26, el mismo virrey [Apodaca! encontró inun-
dado el terreno comprendido desde Tlalnepantla hasta
Texcoco ... y entre la calzada de Peralvillo a la Villa de
Guadalupe, y esta población completamente inundada
en su parte baja. El 27 se desbordó el río Guada/up e y
en el mes de octubre todavía era imposible celebrar el
culto en el templo de San Fernando. En el interior del
Durante las inundaciones de mediados del siglo XX, los autobuses compartieron las vial idades con insólitos transportes a
donde transitaron elegantes pasajeros.
130
1851 . " El 24 de se ptiembre cayó un agu
fuerte, que el agua sub ió mucho en las ca lle
en las casas y causó graves perjuicios en los a
del comercio; los hab itantes de México su
signados aq uella inundación ... que para el
nueva. " Un tal teniente y topógrafo de nom
Smith, quien llegara años antes con las tropas
de los Estados Unidos, fue testigo de la in
y a raíz de ella propuso un desagüe gener
rumbos de Tequixquiac, mismo que a la p
el Gran Ca nal del Desagüe, co nstruido con a
riantes muchos años después.
Calle 16 de septiembre, del Centro Histórico, dutante las in undaciones de 1951 ; nuevas prohibiciones reglamentarias acom
las normas públicas de una ciudad transitoriamente lacustre.
1865 . Durante su efím ero imperi o, M ax im ilia-
no sufri ó un a d e las múltipl es inun daciones de la
ciudad, produ cto de las abund antes y pers istentes
lluvias. Los ríos del Va lle fueron incapaces para man-
tener las crecientes dentro de sus cajas, e insuficiente
personal de ingenieros empleado en reponer los daños
hechos en los ríos y obras anexas. En el mes de octubre
el agua de Texcoco entraba a la ciudad e inundaba las
calles bajas; las lluvias habían cesado y no obstante, el
nivel de la inundación crecía de un modo persistente
en más de un centímetro por día." Estaba n inundadas
las ca ll es de Palma, el Refugio, las del Re loj y Apar-
tado, las d e la M erced , Sa ntísi ma, etc. A raíz de esta
inund ación que seguramente impactó al empe rador
austri aco, se autorizó ini ciar la edificación del Gran
Canal del Desagüe y su correspondiente túne l de
Tequi xqu iac.
131
1875. Esta última inundación del siglo XIX pro
los barrios pobres e insalubres del norte y oriente d
tal una epidemia de fiebre tifoidea" (Musset, 92:18
1900/ 1901 . En forma por demás sorpre
en julio de 1900, a sólo cuatro meses de ina
el Gran Canal del Desagüe, cuyo propósi to fu
para siempre las inundaciones, se produjo otra
agua /legó hasta las plataformas de los tranvías; a fin
año y en 1901 hubo nuevas inundaciones en Sant
Candelaria, Santiago, San Lázaro, Los Ángeles, La
Niño Perdido, yen general en la parte suroeste de l
1910. En julio fuertes aguaceros inundaron
Be/ém, la Sexta Demarcación, Peralvillo y la Me
ciéndose necesaria la intervención de los bomb
septiembre, en el apogeo de las fiestas del cente
cuando se terminó la última fase de las obras" [modernos
sistemas de drenaje y colectores). "Con las obras existentes,
no se podía drenar la ciudad en forma adecuada."
1937. "El 1 de junio se inundó la ciudad y co n
0
motivo de los daños producidos se e laboró un plan de
contro l fluvial". Por estos tie mpos, la solución , irre me -
diable me nte te mpora l, fu e ron más bombas para e leva r
e l agua al dre naj e que sufría descensos co nside rables;
asimismo, la aceleración de los trabajos de l segundo
túnel de Tequixquiac.
1941 / 1944 . La ciudad de México sufre dos inunda-
ciones [y otral en 1942 provocada por el desbordamiento
Presa Tequilazco , 1992. En la foro , la co rtina de la presa rebasada por el agua que provocó una de las inundaciones parcia
máticas de fines del siglo XX en la zona poniente de la ciudad.
132
1950. Lasemana pasada, la más abundante pr
pluvial de los últimos 15 años (12 cm por hora)
agua y lodo dos terceras partes de la ciudad de M
consecuencias de este alud!. .. Ifueron desastrosas
se recogieron 5 muertos y numerosos heridos. La
más afectadas fueron Cuauhtémoc, Escandón,
Roma Sur, Del valle y Narvarte. Hubo lugares!. ..
agua alcanzó 3 metros y arrasó automóviles y cas
Carcía, 1972, El Universal, Revista de la Semana,
en Memorias de las obras del Drenaje 1975, p. 2
1951 . Los meses de julio y agosto ocur
peores inundaciones sufridas por la c iudad
gunda mitad de l siglo XX, mismas que afectar
Calle de la colonia Adamaya, San Ángel, 1992. El desborde de la presa Tequilazco provocó daños en 250 viviendas y 70 au
uno de los cuales se aprecia en esta imagen.
te más céntrica, como las calles de 16 de septiembre,
Bolívar, Motolinia, etc." (Memoria del Drenaje Profun-
do, 1975, p. 210). EI15 de julio un torrencial aguace-
ro descargó sobre el Valle de México la más copiosa
precipitación pluvial convirtiendo a la capital y varias
delegaciones en un inmenso lago!. .. J la inundación,
una de las m ás desastrosas que han ocurrido en el DF,
causó pérdidas incalculables. Desde Pino Suárez has-
ta Bucareli las calles fueron cubiertas por agua. En las
colonias Guerrero, Sa n Juanico, Sa nta Julia, Peralvillo,
Merced, Tacuba, Argentina, Legaria, Pensil y Vallejo, el
agua subió más de medio metro. El 18 continuó la tre-
menda inundación que afectó además, la colonia Gue-
rrero y Santa María la Rivera. La respuesta inmediata
fue la puesta en operación de pote ntes bombas para
disminuir el nivel del agua, pero fue inútil. " El día 30
la inundación alcanzó las ca lles de Motolinia, Bolívar,
Artículo 123, López y San Juan de Letrán" (Excé/sior,
16,17 Y 18 julio, 1951).
133
A fines del siglo XX y principios del XXI , la n
nos concedió diversos avisos que presagian fut
blemas. En julio de 1992 el agua de la Presa Te
ubicada en el corazón de la colonia Las Águila
la corti na de concreto penetrando en 450 casas
dose en su ca uce alrededor de setenta automó
colonias residenciales más afectadas fueron At
Lomas de San Ángell nn; y una de las vivienda
ñadas fue la del pintor mexicano Manuel Felgu
desastre no se había registrado en la zona.
1997. Entre el 17 Y el1 8 d e agosto de 19
lugar una fuerte precipitación pluvial , que
el des bord ami en to d el río San Borj a e inun
parte de las co lonia s Golondrina , Barrio
Oli vá r d el Conde; las viv iendas más dañada
principalmente las co nstruid as a los lados d
d el río ; en la parte baja di cho río se encue
tubado y cru za el periféri co tomand o el no

del Interceptor O riente-O riente del Drenaje Profundo,
ubicada al lado del monumento llamado "Cabeza de
Juárez". Ahí el agua ascendi ó por la lumbrera hasta sa-
lir a la superficie, fenómeno nuevo en la historia de la
ci udad y del Drenaje Profundo; las investigaciones rea-
lizadas al respecto por el ingeniero Ra món Domínguez
Mora, uno de los más experi mentados investigadores
del Instituto de Ingeni ería de la UNAM , nos permi ten
saber que ese día, el 15 de junio del 2000, el agua en
esa lumbrera asce ndi ó hasta la cota 2230 metros sobre
el nivel del mar (ms nm); esto es, asce ndió 30 metros
de la lumbrera hasta sa lir a la supe rficie. El citado in-
vestigador descubri ó tambi én que en la lumbrera O
del mismo Drenaje Profundo, aleda ña a otra unidad
habitacional, la de Acued ucto de Guada lu pe, el agua
rebasó la cota 2222 msnm , alcanza ndo los 10 metros
debajo del nivel del suelo, lo cual indica una tenden-
cia preocupante debido al peligro que represe ntaría
el que el agua ascendiera en época de lluvias al nivel
de la calle en otras zonas densamente pobladas. Una
preocupa nte advertencia respecto al peligro que re-
presenta la saturación del Drenaje Profu ndo, la hizo
igualmente el citado investigador en juli o de 2005, al
asegurar que "el Drenaje Profundo trabaja con ca rga
va rias veces al año y es muy alta la proba bilidad de
que se prod uzca n derrames en las lumbreras de menor
elevación". Esto signi fica que dicho drenaje está en los
límites de su capacidad de desalojo; cinco años antes
el citado investigador había advertido lo que reiteró
en 2005 : " la ciudad de M éx ico está sujeta a un riesgo
muy alto de sufrir inundaciones graves (Do mínguez,
01 :17 y 05; 19).
2005 . Durante ese año tuvieron luga r di ve rsas
inundaciones, qu e contrastan por su ca nt id ad y
magnitud, co n los años anteri ores. El ju eves 28 de
julio la ciud ad su fri ó una inundación general que
134
co-Toluca, Francisco Del Paso, Ej e Ce nt
Cá rd enas, Cuauhtémoc, Revo lución, Co
tes, Patri oti smo y Río Mixcoac (La Jorn ada
2005, p. 38); así co mo en algun as casas
del Ce ntro Históri co y en las co loni as Rom
desa, en donde las inund aciones se pr
po r vez primera. Producto de esta inun d
río Hond o, en su paso po r Nauca lpan, c
victimas (papá e hijo) cuyos cuerpos sin vi
loca lizados días después. EI1 5 de agosto e
Co mpañía sufri ó un severo desbordam ien
por su magnitud al sufrido en mayo de 1
inund ó por va ri as horas cuatro kil ó met
autopi sta a Pu ebl a. Entre el 6 y el 7 de
la ciu dad vo lvió a sufrir inun daciones en s
ti os, entre los qu e destaca n los circundan
ducto, el Gran Ca nal del Desagüe y el
Remedi os; a lado de éste el agua alca nzó l
ta ce ntímet ros so bre la avenid a Ce ntra l; y
mo, entre el 11 y el 12 de octubre del m
la inundación se prese ntó en todos los pu
dinales de la ciudad . En el norte, en dive
ni as de Nauca lpan, Miguel Hidalgo, Atzc
y Cuajimalpa; en el sur, prin ci palmente e
Uni ve rsitari a y sus alrededores; en el pon
las co lonias circundantes al casco de San
y la delegación de Alva ro O bregón; en el
tral, en Roma, Co ndesa, Juárez y Cuahtém
el orie nte se vo lvió a desbordar por segun
el año el ca nal de la Co mpañía, inundan
co loni as de Netzahu alcóyotl. Los reportes
indi ca ron un máximo de lluvias alcanzado
límetros por metro cuadrado, lo cual rebasó
di o normal de 20 a 30. Todos estos aconte
son avisos de que sin duda estamos ensa nch
vez más, el ca mino hac ia una catástrofe h
A menos que empecemos a co ntro lar y
agua que nos obsequia la naturaleza, e im
135
Lagunas de regulación y bombas
para sobrevivi r
~argo de todo el siglo xx y lo que va del
XX I, la ciudad ha resuelto los riesgos de graves inun-
daciones por medio de dos sistemas hidráu licos: las
lagunas o presas de regulación y las bombas de agua.
Las primeras son espacios donde se regula y se alma-
ce na tempora lmente el agua residual y pluvial, con-
ducida por los drenajes con el propósito de evita r su
satu ración por tanto, se encuentran invariablemente al
lado de los grandes condu ctos del drenaje de la ci udad
y so n imperceptibles para los ci udadanos, por encon-
trarse generalmente encerrados en elevados muros y
montículos. Entre las lagunas de regulación más im-
porta ntes se encuentran, Ciénega Grande y Ciénega
Chica en Xochimilco, Lago artificial en Tláhuac, Vaso
de Cri sto en Nauca lpan, Vaso Regulador de Ca rretas
136
en Tl aln epantla, Lago de Guadalupe en C
Izccalli, Presa M adín en Atizapán de Zarago
de Zumpango, el lago Nabar Carrillo, y las l
Churubusco, Regulación Horaria y Xalopang
coco; además de la más reciente iniciada a
del 2006 en Ecatepec, llamada Casa Colorad
también zonas especiales no delimitadas fí
con muros de retención, como el ejido de S
rio Atlapulco en Xochimilco y la parte de l
de San Luis, Tláhuac y Mixquic; así como la
cola entre el Valle de Chalco y Tláhuac. Y p
hay que mencionar todas las presas del pon
oriente de la ciudad, entre las que destaca n
Tequilazco, Mixcoac, Tacuba, Bece rra, Teca
El Sordo, Totolica, Chapingo, San M ateo y el T
Vaso de Cristo. en 2006. ubicada en los límites de Azcapozalco con Tlalnepantla; es una de las más grandes lagunas de r
donde se descarga y se regula principalmente el agua negra del río Hondo.

Planta de bombeo Central de Abastos. 2006. Ubicada a un lado del río Churubusco. sus funciones son vitales para evitar inu
en la zona poniente de la ciudad.

137
ordi nada, de tal manera que se eviten inundaciones
mayores en ciertas zonas de la ciudad. Aun así, la so-
brevivencia de la ciudad no está asegurada ciento por
ciento. Existen otros factores que han obligado a ed ifi -
car un gigantesco sistema de bombeo, debido princi-
palmente a los hundimie ntos.
Las inundacio nes de la ci ud ad, presentes Inva-
ri ablemente en época de lluvi as, no se deben, como
generalmente se cree, a la basura depositada irrespon-
sablemente en las coladeras y atarjeas, sino a la inca-
pacidad de los drenajes para desalojar el agua; una
de las causas de tal incapacidad es la diferencia de
nivel entre una parte de la ciudad y e l Gran Cana l del
Desagüe, uno de los más importantes drenajes de la
misma. Como hemos mencionado, en 1910 e l nivel
del lago de Texcoco, donde nace dicho cana l, se en-
co ntraba ci nco metros debajo de la ciudad; hoy está
cuatro metros arriba, obli gándo la a depender de un
gigantesco siste ma de bombeo para e nviar e l agua al
drenaje y evita r así una gran in undación. Tal desni-
vel del área central ha ob ligado a construir y operar
un potente sistema de bombeo para e levar hasta ese
desagüe el agua residual y pluvial. Esta vital función la
cumple n alrededor de 200 plantas de bombeo insta-
ladas e n toda el área metropolitana, 80 e n el Distrito
Federal y 120 e n e l estado de México. Durante el
siglo pasado las más gra ndes plantas de bombeo se
instalaron a raíz de las drásticas inundaciones sufri-
das e n 1950 y 1951 ; el e nton ces Departamento del
Distrito Federal instaló siete grandes estacio nes de
bombeo con un total de 91 bombas para elevar hacia
el Gran Canal el agua de los drenajes del área central.
Desde e ntonces se am inora ron considerable mente las
inundaciones del Centro Histórico, pero se desplaza-
ron a otras zonas del norte, e l sur y principalmente,
el poniente de la ciudad . En ge ne ral, la zona que más
138
las que rebasan los 20 mcs, como las de Acu
ubicadas a lo largo del Gran Canal, y la de S
ventura, que ha evitado en los últimos años
daciones en Xochimilco. La capacidad total
las plantas de bombeo es de alrededor de
lo que representa la mayor infraestructura d
para una ci udad en e l mundo y, por supuest
side rable gasto de e nergía.
En vez del fallido programa de las cua
plantas de trata miento a edificarse a fines de
a principios de 2003 se optó por construir
más grandes plantas de bombeo (no de tra
de 40 mcs, en Texcoco, kilómetro 18.5 del G
del Desagüe. El financiamiento fue de orige
con fondos del Gob ierno del DF, del estado
co y del Gobierno Federal, y su propósito fu
en lo inmediato un problema crucial: contrib
jor desalojo del agua de dicho canal, afecta
pérdida. de pendiente y sobre todo por las
de agua provenientes del Drenaje Profundo
sus trabajos de reparación y manten imie nto
en 2005. Entre el año 2003 y el 2005 el go
pitalino anunció que estarían funcionando c
tas más de menor capacidad en Río Hondo,
CTM, Aragón y el Metro Pantitlán; la planta
beo más reciente fue inaugurada e n Iztapala
fines de 2005.
Más y más lagunas para regula r la canaliz
agua, y más y más bombas para elevar e l a
drenajes, alejará n temporalmente los pelig
inundaciones, pero no serán la solu ció n; por
ca mino será inte rminable, pues e l volumen
bombear siempre rebasará la capacidad de
Así por lo menos, ha demostrado la historia
grandes inundaciones que ha padecido la ci
Impactos hidráulicos de la expansión
metropolitana
~rtirdel año 2000, los territori os me-
tropolitanos del estado de M éxico y de Hidalgo han
experimentado notorias expansiones físicas de fracciona-
mientos habitacionales. Estas nuevas urbanizaciones po-
drían convertirse a mediano plazo, en un factor de ri esgo
hidráulico, debido fundamentalmente a la saturación de
los conductos del drenaje de la ciudad; específi camen-
te el Gran Canal del Desagüe, a donde se canalizan sus
aguas residuales y pluviales. Tal concentración de frac-
cionamientos localizados fundamentalmente en el arco
poniente-norte-oriente de la urbe, .fue resultado de las
reformas de 1992 al artículo 27 constitucional, que in-
centivaron la venta legal de terrenos ejidales; así también
producto de la promulgación del llamado Bando 2 por
el Jefe de Gobiern o del Distrito Federal en el año 2001,
que prohibió los fraccionamientos de vivienda en nueve
delegaciones de esa entidad (lztapalapa, Milpa Alta, Xo-
chimilco, Tláhuac, Tlalpan, M agdalena Contreras, Álvaro
139
Obregón, Coyoacán y Cuajimalpa). A partir de e
las grandes compañías constructoras, como G
MET, ARA, HIR, BETA, SARE, URBI y SADASI, en
adquirieron grandes extensiones de tierra agríc
restal de propiedad ejidal, comunal y privada, pa
narlas a fraccionamientos de sectores medios, inc
los promovidos y gestionados por organismos pú
vivienda como ellNFO NAVIT y el FO VISSTE . P
plo, SADASI posee en el estado de M éxico un
va territorial para siete años más, donde tiene p
construir 20 000 viviendas anuales (M artínez,
Como hemos mencionado, el problema centra
en que la mayor parte de estos fraccionamientos
sus aguas residuales y pluviales hacia arroyos, río
lizaciones conectadas principalmente el Gran C
Desagüe; o bien a otras obras hidráulicas regula
agua, como las existentes en el Plan del Lago de T
Hacia principios del 2006 la situación era altame
ocupante en tres munici pios o zonas.
Francisco, el cual descarga a su vez, en el Canal de la
Compañía; este canal es el único drenaje que desaloja
el agua de toda la zona habitacional del Va lle de Chal-
co y Netzahualcóyolt, para conducirla a las lagunas
de regulación del Plan Lago de Texoco, y finalmente
desalojar el agua fuera de la cuenca por el Gran Ca-
nal del Desagüe. Desde hace años, dicho Canal de la
Compañía sufre año con año y en época de lluvias,
de los actuales y nuevos fraccionam ientos
edificados en la zona, los cuales segui rán
tando las descargas residuales y pluviales, y
llevando al Gran Cana l del Desagüe y a los
regulación de Texcoco hacia una situación
muy vu lnerable.
El segundo es el caso de Chicoloapan, munic

desbordamientos constantes que inundan las áreas dante con Texcoco. En el año 2002 se inició a

habitacionales adyacentes, principalmente Chalco y trucción de fraccionamientos de las empresas

Netzahualcóyolt. La prueba de su saturación, en gran Y SARE, entre otras, estimándose que para fine
parte producto de sus recientes incrementos de vo- se habrían construido alrededor de 40 000 vi

lumen proveniente de los fraccionamientos mencio- desalojo del agua de tales fraccionamientos se

nados, son los dos severos desbordamientos del canal los ríos Manzano y Coatepec, cuyas aguas desc

producidos en octubre del 2005, mismos que inunda- las partes bajas de Chimalhuacán; estos nuev
ron gran parte de sus zonas habitacionales adyacentes. de agua en época de lluvias serán, a mediano p

De ahí que para resolver este problema el Gobierno sa de nuevas y mayores inundaciones en los a

Principales conjuntos habitacionales construid os por las grandes compañías inmobiliaria

periferias de la Ciudad de México, 2000-2005
Conjunto Nombre compañía Municipio Núm

1. San Buenaventura ARA Ixtapaluca 20

2. Cuatro vientos ARA, HIR Ixtapaluca 2
3. Chico loapan ARA. CEO. SARE Chicoloapan 20
4. Héroes BETA, ARA, SADASI Ecatepec y Tecamac 33
S. Sierra H ermosa CEO Tecamac 75
6. Vi llas del Real URBI Tecamac 200
7. Tizayuca CEO Tizayuca
8. Portal del Sol BETA Huehuetoca 5
9. Providencia/lnfonavit Teoloyucan 30
10. San José DEMET N. Romero 25
11 . San Miguel/Cofradía ATA Cuautitlán Izcalli 40
12. San Bias/Misiones BETA, CEO Cuautitlán 140
13. Cajica/Jose María Morelos BETA Tultepec 80
14. Hacienda San Francisco SADASI Coacalco 50
15. Portales BETA, CEO Coacalco y Tultepec 100
16. Real del BosqueNillas S, José CEO 60
1 7. Las Américas ARA Texcoco 13
18. La Cuadalupana SADASI Tecamac 50
19. Fuentes San Francisco DEMET Cuatitlán Izcalli 30
20. Hacienda Las Palmas CEO Iztapaluca 40
21. Hacienda Cuautitlán CEO Cuautitlán 60
22. Bonito San Vicente CUMA Tizayuca 40
Investigación directa de campo, 2005. Con actualizaciones de María de Jesús Valladares.

140
Fraccionamiento San Buenaventura, !xt<\paluca, estado de México 2006. Entre 2000 y 2005 algunos de los grandes consorc
biliarios edificaron en esta región, alrededor de 25 000 viviendas.

141
mismo que descarga hacia el lago de Zumpango, y éste a
su vez hacia el Gran Canal del Desagüe.
Del 200 1 a prin cipios del 2005 se han co nstruido
en las periferias de la ciudad de M éx ico alrededor de
260000 viviendas, prin cipalmente en quin ce muni-
cipi os, como so n: Ixtapa lu ca, Chi co loapan, Texcoco,
Ecatepec, Tecamac, Tizayuca, Huehu etoca, Teo lo-
yucan, Nico lás Romero, Cuau titlán-Izca lli, Tultepec,
Zumpango, M elchor Ocampo, Tlalmanalco y Chal-
co. Tales expa nsiones urbanas, principalmente de
vivi end a, co ntinuarán hacia los muni cipi os del norte
y ori ente de la ciudad debido a las va lori zacio nes de
Suburbano de Huehuetoca a Buenavista. T
tos nu evos ase ntami entos mencionados pr
y seguirán provocando fuertes impactos hidrá
considerados hasta ahora por las autoridade
tivas. Se trata de territorios urbanizados par
un millón de nuevos habitantes en la zona c
donde, como dijera la historiadora Alejandra
"se hacen casas sin ciudad". Au nque lo más
que no cuentan con obras suficientes para e
del agua. Así que, de no actuar a tiempo, ob
las empresas inmobiliarias a construir las inf
turas hidráuli cas para retener, alm ace nar o

Pozo de agua potable aledaño al fraccionamiento San Buenaventura; aliado se aprecia la ciSterna de almacenamiento. Co
chos Otros fraccionamientos de las periferias metropolitanas, la extracción se hace entre los 250 y 400 metros de profundid

142
Descargas residuales del fraccionamiento San Buenaventura hacia el río San Francisco, afluente del drenaje llamado Canal d
pañía. El agua, que se descarga sin uacamiento alguno , será a mediano plazo causa de la sacuración de dicho drenaje.

agua, estas nu evas expa nsi ones metropolitanas se rán trucc ión de fraccionamientos en el Distrito Fed

responsab les, en parte, de un desastre hidráulico de esa supuesta escasez, los inversionistas inmobil

resultados in calcu lab les. desplazaron al estado de M éxico, perforando a

Independientemente de las futuras saturaciones
del drenaje, existen otros impactos de esta expansión
metropolitana directamente vinculados con las políti-
cas de abastecimi ento del agua y el preocupante fe-
nómeno del hundimi ento del subsuelo. Como hemos
mencionado, la reciente, creciente y vertiginosa ur-
banización hacia el estado de M éx ico en su arco po-
niente-norte-oriente fue resultado del citado bando 2,
emitido con el propósito de restringir en nu eve dele-
gaciones políticas del Distrito Federal "la co nstrucción
de unidades habitacionales ... por la escasa disponibi-
lidad de agua". Pero resulta que, al prohibir la co ns-
profundos de hasta 350 metros . .. del mismo acu
Valle de M éxico; yen consecuencia, estas nueva
ciones del líq uido están incrementando los hund
de la ci udad en todo el Valle de México. Prohib
banización en el Distrito Federal y por ende, inc
hacia los territorios del estado de México no es un
ca nueva; pasó lo mismo a fin es de los años sesen
. glo anterior en tiempos del regente P. Uruchurtu
se prohibieron los fraccionamientos en el Distrito
y surgieron automática mente en el estado de
por ejemplo, los fraccionamientos de Ciudad S
Netzahualcóyotl, éste último convertido a la po
un parad igma de la pobreza urbana.

'43
Conflictos y consensos políticos
~de e l punto de vista hidráulico, la ci u-
dad de Méx ico padece además un grave pro ble ma
de o rde n político. Se trata de una dive rsidad de ac-
to res gube rn ame ntales integrantes de un compl ejo
e ntra mado guberna me ntal y que e labo ran y deciden
las po líticas de extracción, conducció n y di stri bu-
ció n de l líquido e n toda la ciudad; la vasta red in s-
titucio na l hidráuli ca la conforman cuatro niveles de
gobi e rn o: a) e l Fede ral, qu e fun ge como propietario
nacional de l recurso y del cua l de pe nde la Comisión
Nac iona l de l Agua (C NA) y e l Co nsejo de la Cue n-
ca de l Va lle de Méx ico; b) e l Gobie rno del estado
144
de México, e n cuyos te rritori os se extrae g
de l agua que se co ndu ce y co nsume en e
Fede ral, y del cual de pe nde la Comisión d
Saneamie nto de la en tidad; c) los gobi e rn
ci pales de aproxi madame nte 60 muni cipi
bados del estado de Méx ico e Hidalgo, cad
e llos, titul ar de peq ue ños organi smos que
servicios locales de agua; y d) e l Gobi e rn o d
to Fede ral, a ca rgo de la Comisió n de Agua
y e nca rgado de fu e ntes loca lizadas ta nto e
trito Federa l co mo e n e l estado de Méxi
po r eje mplo, los pozos de l Siste ma Le rma .
cho que provocó la presencia cada vez mayor de fun-
cionarios pe rte necie ntes a diversos partidos políticos e n
cargos administrativos. Ello ha contribuido a que la com-
pleja red de abastecimie nto y distribución de agua para
la ciudad se esté exte ndie ndo sin un adecuado marco
de pla neación y sin un plan integral hidráulico para toda
la Zona Metro politana; un plan que integre políticas hi-
dráulicas e n coordinación con un solo mando. Ade más,
hay que tomar e n cue nta la cada vez mayor participación
directa de las autoridades locales e n las decisiones sobre
la extracción de agua, que ha originado conflictos e n al-
gunos municipios del estado de México, particularmente
graves e n el caso de la paz y Tecamac, que reclaman el
acceso a los de rechos para extraerla y operarla e n for-
ma directa, tal como se otorgan a los grandes consorcios
inmobiliarios y comerciales. Es previsible que hacia esos
nuevos territorios urbanizados del estado de México se
desplazarán los futuros conflictos por el agua, ade más de
los escenificados entre los disti ntos niveles del gobierno.
He aquí po r- e llo, la me nció n de algunos aconte-
ci mie ntos que previsualizan un pa norama de conflic-
tos. A fin es d el a ño 2002 a pa reció una impe rceptible
nota e n la pre nsa escrita que involucraba al Gobi e r-
no de l Distrito fede ral con el del estado de Méx ico,
que consignaba: "a partir de l 2003 será n retirados 3
metros cúbicos por segundo (mes) de agua potable al
DF, co mo medida co mpe nsatoria po r la sobreexplo-
tación de ma ntos acuífe ros del estado de Méx ico, cu-
yos caudales son utilizados para suministrar al DF, sin
recibir ningún be nefi cio a ca mbio[... ) habitantes del
DF absorbe n agua que no les pe rte nece[... ) de los 23
mcs prove nie ntes de l Cutza mala, Le rma y Chi cona ut-
la, 15 son destinados al DH ...) sin que a cambio haya
equidad y justicia para el estado de México". (Gusta-
vo Cárde nas, Secretario de Desa rro llo Metropo lita no
del Gobie rno de l estado de Méx ico, La j ornada, 14
novie mbre, 2002, pág. 38); e n ese marco, e n a bril de
145
gacio nes Venusti ano Carranza e Iztapala pa
un inusual desabasto de agua por varios días, a
po r las a utoridades a las fallas de e ne rgía e lé
los pozos del Siste ma Le rma (La j ornada y
16, 17 Y 18 de marzo del 2005). Como se
chos pozos, a cargo del Gobie rno del Distrito
se e ncue ntran e n te rritorios del estado de M
su a basto de e ne rgía eléctrica de pe nde de
dad del Gobie rno Fede ral. Es difíci l sabe r p
el grado de responsa bilidad que tales gob ie
ese e nto nces confro ntados po líticame nte, tuv
dicho desabasto, el cual podría habe r sido inte
Sea lo que fue re, los aco ntecimi e ntos públi
consignados expresan sin duda, el ini cio de u
de conflictos políticos e ntre las distintas fu e
tida rias que gobie rnan y seguirá n gobe rnand
dad e n su conjunto. Otros co nfli ctos qu e re
la inte rve nción de l pode r judicial son las cont
constitucio nales, promovidas e n el a ño 2005 p
bie rno Fede ral co ntra el Gobie rn o del Distrito
po r la e misión de normas sobre la re inyección
tratada al subsuelo (NADF-003-AG UA 2002);
de otras controversias que a pa rtir de l a ño 2
quedado suspe ndidas, derivadas de los recla
hicie ra años atrás el Gobi e rno de l estado de
al del Distrito Fede ral por ade udos histó ri cos
prove nie nte de los territo rios de ese estado ve
Como he mos me ncionado, e n la ciudad y
metropo lita na el agua es extraída, a lmacenad
buida y administrada con la participación d
niveles de gobie rno, cuya pe rte ne ncia y orig
dario di stinto los convie rte, la mayor parte d
ces durante los pe riodos electorales, e n contr
políticos. La fa lta de agua pa ra un secto r de l
ció n o sus pe rmanentes periodos de desa bast
la tum ba política para cualq ui e r funcionario, o
a provechado co mo propaganda política. Un e
cerraron las válvulas de agua potable y después de una
semana de desabasto, comenzaron a mandar pipas con
el vital líquido con propaganda del precandidato (Ro-
cío Gonzá lez, La jornada, 17 enero 2006. pag 41).
M antener la in stitu cio nalid ad en el ámbito hi-
dráuli co requi ere de reforzar los co nsensos polít i-
cos, úni cos ca min os para garantiza r una gesti ó n más
democrática del agua y cuyo propós ito debería se r
amino rar ta nto la desiguald ad en la di stribución del
agua, co mo la vulnerabilidad hidráulica de la ciu-
dad . De ahí la importancia qu e adqui ere la reac-
tivación en el 2005 de la Co mi sió n M etropolitana,
en donde autoridades de alto nivel Federal, estatal
146
Zo na M etro politana de la ciudad de M éx
forma de permitir enca uza r instit ucio nalm
all á de los co lores partidari os- los progra
acc iones en materi a hi dráuli ca para toda
Para enfrentar y reso lve r los añejos y co mp
bl emas del agua en la ciu dad, las co mi sio
din adas so n un primer paso; pero di chos
insti tuciona les serían in fru ctu osos sin una
sición po lítica y mayores co mpromi sos p
algun as políticas hidráuli cas, entre las qu e
de manera substancial, los esce nari os
ace rca de la privatizac ión del agua y su co
in cremento de prec io.
La confrontación por el agua en 1922
~o una forma de mostrar el grado de con-
flictualidad social que podrían alcanzar los desacuer-
dos entre distintas fuerzas políticas que gobiernan la
ciudad, es conveni ente recordar un acontecimiento
histórico vi nculado a un simple d esabasto de agua.
Resulta que de 1920 a 1924, en tiempos de la presi-
dencia de Álvaro Obregón, los partidos políticos más
importantes escenificaron en la ciudad de M éx ico di-
versos confl ictos electora les, entre los que destaca uno
sobre el agua, el cual resu ltaría, además, determinante
en la desapari ción del régimen muni cipal en 1928. El
30 de noviembre de 1922, a cuatro días de las eleccio-
nes municipales, en el Zócalo capitalino se produjo un
147
violento enfrentami ento de la policía municipa
una manifestación qu e protestaba por la falta
El resultado: 10 muertos, 30 heridos, la toma
ficio del Ayuntamiento y el incendio de una p
archivo histórico . En el escenario político apa
por una parte, Celesti no Gasea, Gobernador d
to Federal, y Lui s N. M orones, dirigente de la C
ración Revolucionaria de Obreros de México
ambos pertenecientes al Partido Labori sta M
(PLM); y por la otra, su oposi tor, el presidente
pal Miguel Alonso Romero, del Partido Libera
tucionalista (PLC).
ello provocó que la ciudad quedara sin agua obligando a
racionalizar su dotación dos horas al día. Producto de las
complicadas reparaciones que obligaron a solicitar nue-
vas bombas a los Estados Unidos, el desabasto se extendió
por 12 días, generando irritación entre la población. La
campaña de desprestigio contra las autoridades munici-
pales no se hizo esperar. El cabildo y el ayuntamiento en
pleno, del cual era secretario técnico Abraham González,
fue responsabilizado del desperfecto técnico, atribuido
por las autoridades al descuido de un empleado. El in-
forme de la Sección de Aguas Potables de la Presidencia
Municipal decía que : a las cinco cincuenta, por una varia-
ción del voltaje en la corriente, se interrumpió el bombeo
en la Condesa. El operador de turno en la planta ordenó
por teléfono al encargado de la compuerta en la Piedad
que la levantara, contestando que procedía a abrirla. [sin
embargoJ a las siete diez minutos ... se presentó el Inge-
niero Miguel Márquez y mandó en su automóvil a cinco
mecánicos y la compuerta se encontraba cerrada, lo que
ocasionó la inundación. Por no abrirse oportunamente la
compuerta de la Piedad, se inundó la cámara de bombas
de la Condesa, subiendo el agua a un metro treinta cen-
tímetros, mojándose completamente todos los motores
(Excelsior, 20 de noviembre de 1922, pág. 1 Y8).
Tal info rme ofi cial no fu e creíble. A partir de en-
tonces circularo n diversas versiones, inclu ye ndo la del
clásico atentado provocado por simpatizantes de la
CROM y el PLM. Destaca lo dicho por un técn ico ca-
li ficado de nombre Modesto C. Roland, que el diario
El Universal incluyó en la primera plana del 23 de no-
vie mbre : El Ayuntamiento[' .. J ha engañado a la ciudad. Yo
como ingeniero, empleado en la Provisión de ,4guas [sic], ill-
tervine en la construcción de la Planta de Bombas de la COIl-
desa, así como del vertedor de la Piedad[' .. Jhago saber[' ..J
que el ayuntamiento ha declarado falsedades para justificarse
y evadir las responsabilidades. Es falso que un empleado no
haya abierto la compuerta[. ..Jel vertedor funciona automá-
148
mio de nominado "Periodistas Metro polita
nizó una concu rrida manifestación de la A
Zócalo, aludiendo a la falta de honradez adm
y exigiendo la renuncia del Presidente Mun
todos sus co laboradores y concejales. Para
editoriales de los diari os más influyentes y a
líticos criticaban tanto la ineptitud de l Ayu
como la ex igencia para trasladar el abasteci
agua a las responsabilidades de l gobi erno fe
después, e l jueves 30 de noviembre, la CRO
có a una magna manifestació n co ntra las a
munici pales, misma que condujo al trágico
miento. Al escucharse los prime ros disparos
enardecida y armada con andamios de ma
terial de constru cción se volcó co ntra el P
nici pal, fuertemente resguardado por la ge
montada. Grupos de manifestantes comenzaro
las puertas [yJ para amedrentar y evitar continu
labor, desde las azoteas comenzaron a disparar
medio de gran estruendo, la puerta vino a tierra
gura que por el fuego sobre el cubo de la puert
algunos manifestantes cayeron ahí, ensangrenta
La multitud enfurecida lanzó un grito ia quema
Municipal! y como si hubiera sido un solo homb
sobre el edificio[. ..Jarrojaron periódicos[...Jpren
tir e hicieron uso de las vigas de 105 andamios[. ..
propagó inmediatamente extendiéndose a todo
mento " "Pocos momentos después, llegaron not
la casa del Presidente Municipal, doctor Alonso
a ser asaltada por un grupo de individuos del pue
de 105 cuales llevaban armas". [En efectoJ Poco
pués de las veinte horas, hubo un encuentro cerc
en Tabasco y Frontera[' .. J se produjeron disparo
resultado heridos frente a los manifestantes. La p
tropas federales terminó el encuentro. Estas cubri
cordón varias calles para evitar nuevos desórden
versal, 1 º de diciembre de 1922, págs. 1 y 3
desaparición como instancia autónoma y represe ntati-
va. Todo esto ocurría a so lo tres días de las elecciones
municipales, cuya campaña de algunos partidos políti-
cos en los diarios se orientó a calificarla co mo una far-
sa. Con la tragedia se generalizó el desprestigio sobre
las elecciones. en todos los sindicatos los obreros están
dispuestos a impedir que se verifiquen las elecciones el
cuenta (Exce/sior, 2 de diciembre, 1922 , pág
Un día después de la trágica manifestación, e
Presidente de la República, General Álvaro O
declaraba que: " El mal radica en la institución
que en todo tiempo ha demostrado que su o
ción y funcionam ien to no satisfacen eficazm
necesidades públicas. "

Manifestación de protesta por la falta de agua durante los disturbios de noviembre de 1922 . El conflicto hidráulico se hiz
o al revés; y la confrontación entre distintas fuerzas políticas en tiempos electorales fue determinante para la desaparición e
los municipios en el Distrito Federa1.

149
Gobernación, General Plutarco Elías Calles, se mantuvie-
ron al margen aduciendo respeto a la autonomía muni-
cipal. El único partido que, contando con las simpatías
oficiales, decidió mantener sus candidaturas y ganó sin
problemas las elecciones fue el Partido Cooperatista Na-
cional (PCN), lo cual fortaleció de paso a su dirigente,
Jorge Prieto Laurenz. A partir de estos hechos el PLC vería
disminuido definiti vamente su poder.
La estrategia política de desprestigiar a las autori-
dades muni cipales fu e el primer paso para lograr su
destitución y/o su salida del gobierno. El destacado his-
tori ador Ariel Rodríguez asienta en la misma perspec-
tiva que "el Partido Labori sta, desde la Cámara, desde
el gobierno del Di strito Federal ye n las movilizaciones
ca llejeras, vio en la escasez de agua una oportunidad
para expulsar a Alonzo del gobierno municipal y, sobre
todo, para impedir la victoria del Partido Coo perati sta
en las elecciones municipales de diciembre" (Rodrí-
guez, 05:18 5). Pero no só lo eso. La permanencia del
régimen municipal había recibido una herida mortal.
Sólo era cuestión de tiempo.
Durante el conflicto del agua se provocó una exigencia
ciudadana generalizada por la destitución de las autorida-
des municipales, aduciendo su incapacidad e ineficien-
cia para prestar un servicio público. Pero la campaña de
prensa se desplazaba en otro camino, como lo consigna-
ban los principales diarios de circulación nacional: "La
administración municipal de la ciudad de M éxico debe
encomendarse a la Federación". La crisis del agua no fu e
el único conflicto registrado en ese entonces. El domingo
26 de noviembre de 1922 se enfrentaron durante un mi-
tin electoral en Xochimilco, y con saldo de tres muertos,
150
bilidad en la ciudad, fue la creación durante
de Consejos Municipales nombrados directa
el Gobernador y el Presidente de la República
taba previsto en el artículo transitorio de la Le
de 1917.
En julio de 1928, Álvaro Obregó n, co m
to por segunda vez a la Presidencia y ad
necesa ria visión ordenadora muni cipal de
de seguro por haber padecido directamen
frontacio nes violentas entre municipios d
partidos políticos, presenta la iniciativa de
régimen municipal. Esta vez, a diferencia d
ciativa similar presentada por Carranza al C
1917, se aceptó el 28 de agosto de 1928. E
to políti co, derivado de la prestación de u
de agua bajo la responsabilidad común de
federal y loca l, guarda especiales similitud
confrontaciones que la ciudad de M éxico
durante la primera década del siglo XXI. A p
tonces los ayuntamientos de los municipi os
convirtieron en delegaciones cuyos titul a
nombrad os directamente por el Gobern a
nad o o Jefe del Departamento del Di strit
En 1997 este cargo se eligi ó en fo rm a dire
año 2000 los jefes delegacionales fu ero
electos. En espera está un a propu esta d
constitu cional para fortalece r aún más la a
po líti ca del Di strito Federal. Sea cual fu er
tado de esta propuesta, la fu tura refo rma p
Di strito Federal, qu e signifi ca rá, sin duda,
democrático, no dejará de se r el marco
co nfrontaciones políti cas deri vadas, entre
fli ctos, de la di sponibilid ad d el agua.
Hacia la privatización del agua
~I marco de los actuales procesos de globali-
zación económica en que se haya n inmersos el país y
la propia ciudad de M éxico, la privatización del servi-
cio público del agua es un escenario que se vislumbra
cada día con mayor nitidez. En el Distrito Federal los
procesos de privatización del agua, si por ello enten-
demos la participación directa de empresas privadas
en la medición y cobro del servicio del agua, se inicia-
ron en julio de 1992, con la creación de la Co misión
de Aguas del Distrito Federal (CADF). A nivel federal
151
la privatización del servicio se inició años antes
creación en 1989 de la Comisión Nacional d
(CNA) y co n la promulgación en 1992 de la Le
ral de Agua aprobada en ese entonces por el C
. (M artínez, 04 :18). La parti cipación directa de
sas privadas qu e operan incl uso en la distrib
por supu esto, en el cobro del servicio de agu
en algunas ciudades del Bajío y norte del país
ya se han presentado incre mentos en el preci
qui do.
de algunas tarifas.
Para ello fueron creados, paralelamente a la CADF,
cuatro consorcios privados mixtos (51 % nacional
49 % extranjero), cuyos contratos en su primera etapa
concluyeron diez años después, en 2003 (Martínez,
02:178). En ese año, el Gobierno del Distrito Federal
refrendó la existencia y las funciones de dichos orga-
nismos privados, y la CADF fue sustituida por el or-
ganismo denominado Sistema de Aguas del Distrito
Federal. Los cuatro consorcios privados, cada uno de
ellos asignado a cuatro zonas del Distrito Federal, ope-
ran en instalaciones propias, con personal a su cargo e
independientes laboralmente del Gobierno del Distri-
bajo la responsabilidad directa del gobierno
en otras partes del país donde ya operan dic
presas, vendrán los confli ctos. Esto debido
y fortalecimiento o incremento de la particip
estos prestadores de servicios, o bien la
de concesiones privadas en obras de exp
abastecimi ento y distribución de las redes g
elevará sin duda, el precio del agua para bu
te de los habitantes de la ciudad de Méxic
caso particular del Distrito Federal, el ajus
tarifas o el incremento del costo del agua
ciado a partir de la elevació n del precio e
del agua que el Gobierno Federal le cobra
Distrito Federal en un futuro próximo.

Empresas transnacionales de agua que operan en el Distrito Federal, 2006

* VIVENDI/GENERALE DES EAUX (Francia). Asociada con Ingenieros Civiles Asociados (lCA) formó Servicios de Agua P
S.A: (SAPSA). Opera la zona norte (Gustavo A. Madero, Alzcapozalco y Cuauhtémoc)
289557 tomas

* SUEZ/LYONNAISE DES EAUX-DUMEZ (Francia) y ANGLlAN WATER (Inglaterra). Asociadas con 8ufete Industria
formó Tecnología y Servicio de Agua S.A. (TECSA). Opera la zona sur (lztapalapa, Tláhuac, Xoch imilco y Milpa Al
327408 tomas.

* SEVERN TRENT WATER (Inglaterra). Asociada con Ambientales de México formó Industrias del Agua S.A. (lASA). Ope
zona este (Venustiano Carranza, Benito Juárez, Iztacalco y Coyoacán) .

• BECHTEL CO/ UN ITED UTI LlTIES/ANG LlAN WATER (Inglaterra) Asociada con GRUPO GUTSA formó Agua de Méxic
(AMSA). Opera en la zona oeste (Álvaro Obregón, Tlalpan, Magdalena Contreras, Cuajimalpa y Miguel Hidalgo).

Fuentes: Go[aago[a. Boledn de la Coordinadora de Trabajadores por el Caráccer Público del Agua. (mimeo) s/f; y Martíne

152
La restau ración lacustre

~argo de la historia de la ciudad, la naturaleza lacustre ha sido radi calme nte tra nsformada, p
fo rtuna no del todo extinguida. P.tra resolver e l pro ble ma de l agua, una ciudad creada sobre e lla, co mo
gran Te nochtitlán, pasó a de pe nde r a pa rtir de l siglo XVI de los manantiales supe rficiales de Chapultepe
Fe, e l Desie rto de los Leones y Xochimilco ; estas fu e ntes supe rfic iales de la natura leza abastecieron de
a la ciudad hasta fin es de l siglo X~X y princi pios de l siglo XX; pero a partir de ahí fu ero n sustituidas po r
subte rrá neas o cue ncas lejanas, lo que ha provocado críticos impactos e n e l subsue lo de l Valle de Méx
agota mie nto de la productividad agrícola e n las regiones de abastecimie nto exte rno.

La ci udad de México disminuye paulatiname nte e l agua de su propi o subsue lo, pero cuenta todaví
de l cie lo, que abastece cada se is meses la ti e rra y e l ca use de casi medio centenar de ríos ; es agua e nv
su mayoría a l Go lfo de México. Es ade más e l agua más limpia, más ba rata y cuyo abastecimie nto me no
ecológicos provoca. Así que, a pesar de la radical transform ació n que ha sufrido nuestra cue nca, estos
nantia les y presas puede n ser recupe rados e integrados mediante un urgente programa de restauració n

153
El entubamiento de los ríos,
agua por autos
g me nos de 500 a ños la ciudad de Méx ico
tra nsformó sus acequias e n túneles, sus ca nales e n dre-
najes, sus ríos e n avenidas y, fin alme nte, sus viaductos
e n do bles pisos. Lo hizo posible un urba nismo de tie-
rra que traído de ultramar por la cie ncia re nacentis-
ta e uropea, dominó y extinguió - por fortuna no del
todo- e l urbanismo lacustre de nuestros ante pasados.
Las prime ras transformacio nes de ca nales e n ca-
lles de tie rra se di e ro n inmedi ata me nte después de la
154
co nquista. Producto de la destrucción , los c
Te nochtitlá n, anegados de piedras y no po
veres, fu e ron cegados con el propósito de
las condiciones de insalubridad y ade más, g
"tie rras para e l re pa rtimie nto". Hacia 1524
geo métrico e n da me ro, esto es e n retícula, d
Alonso Carda Bravo, ala rife de Cortés, sólo
consolidar las calles de la traza española, pre
sobre algunos de los antiguos canales pre his
nal de Huehuetoca o Tajo de Nochistongo. Como se
ha mencionado, el desvío del río Cuautitlán hacia el lago
de Zumpango, para desalojar las aguas hacia el río Tula,
fue propuesto originalmente desde 1555 por Francis-
co Gudiel, por medio de un canal abierto. Es importante
reiterar que el proyecto original de Gudiel contempló ex-
clusivamente un tajo o aceq uia (canal a cielo abierto) y no
un túnel, zocavón o galería subterránea, como fue hecho
posteriormente. He aquí las palabras de Gudiel: "desde
la parte dónde comenzaba el río se había de hacer una
acequia!. .. 1para darle corriente al río y á la laguna que iba
a Huehuetoca desde Cuautit/án a parar a Tepexeque!. .. 1
una acequia de sesenta pies de ancho que fuera a parar
a ciertas quebradas de Huehuetoca y de ahí!. ..1al río Te-
pexeque [afluente del Tulal por 105 canales o acequias
podrían navegar hasta Hu eh uetoca canoas y berganti-
nes para proveer a 105 trabajadores de cal, muy buena
piedra blanca, leña, maíz y bastimentos" (Memorias del
Desagüe, 1902: 63-66). Las actas del Cabildo de 1555
confirman la propuesta hidráulica basada exclusivamente
en una acequia .(Pérez-Rocha, 94: 13).
Sin embargo, el proyecto ganador años después, en
1607, fue el de Enrico Martínez, quien propuso en lu-
gar del ca nal un túnel de siete kilómetros de largo a 50
metros de profundidad, el cual a la postre sería insufi-
ciente; y para muchos, ca usante de la más larga inun-
dación que sufrió nuestra ciudad entre 1629 y 1634.
El tiempo daría la razón a Gudiel, pues posteri ormen-
te, el túnel de Enrico Martínez fue abierto a pico y
pala para co nve rtirlo en ca nal; la orden la daría en
1637 el virrey Marqués de Cadereyta, y se co ncluiría
hasta 1789. El cana l reabierto que co rregiría durante
152 años la errónea opción del túnel se aprecia en el
plano de Sigüenza y Góngora elaborado hacia med ia-
dos del siglo XVIII. Tal experiencia histórica mostraría
lo obvio: construir un ca nal abierto ha req uerido un
mínimo de tecnologías frente a las que ocupa la ed i-
155
y ha sido hasta nuestros días el fundam ento
tubar todos los ca nales prehi spánicos y ríos co
ha topado la urban ización.
Los primeros canales abiertos o aceq uias
"entubaron" a fines del siglo XVIII, en tiem
virrey de Revillagigedo, y coma ndadas seg
te por su notable arqu itecto Ignacio Castera
causantes de inundaciones. En 1792 un escr
nombre Francisco Javier Gutiérrez relata que a
las inundaciones, en efecto, se debían al ceg
o "entubamiento" de las acequias y a la supresi
pendientes naturales del suelo. Escribió: "las c
más se anegaron fueron aquellas donde se hab
tuido los caños (ca nales o acequias) que había e
tro de ellas por atarjeas (drenajes o conductos
y aquellas en que el terreno que antes tenía de
se había hecho plano". (Memorias del Desagu
243). Este proceso de tapa r los antiguos ca n
hispánicos para convertirlos en ca ll es continuó
todo el virrei nato y todo el siglo XIX y el XX.
de la década de los años treinta de este últim
un arq uitecto de nombre Ca rlos Contreras co
con la idea de seguir "entubando" más ríos.
propone edificar un an illo o boulevar de cir
sobre los ríos de la Piedad, el Cons ulado y la V
(Contreras, Carlos, 1918, 1933). Contreras f
primero que planteó en el siglo XX la constru
un viaducto para resolver el problema de la i
dad de los ríos convertidos en desagües; est
ducto de agua negra y sobre él pasar una vía
transporte. Las condiciones políticas del régim
denista impidieron su puesta en práctica . Per
'siguientes gobiernos, tal propuesta urbanístic
la rea lidad. En 1952 se inauguraría sobre el
Piedad el primer y flamante Viaducto Miguel
y 20 años después, entre 1972 y 1976, se d
al amb icioso proyecto vial del presidente Lui s
El río de la Piedad, hacia 1950. Los constantes desbordamientos del agua negra y la insalubridad, fuero n ad ucidos como fa
desaparecerlo.
rría, de no minado Circuito Inte ri or, que incluyó visto-
sos pue ntes elevados y 47 kilómetros de vías rápidas;
parte de ellas se hicie ro n sobre el río Churu busco y la
calzada-río de la Ve ró nica, hoy pa rte del Circu ito Inte-
rior. Estas dos últimas ca lzadas había n sido pro puestas
décadas antes por Carl os Contre ras.
Si nos preguntáramos hoy con toda razón ¿pudo ser
distinto? La respuesta es: isí! La razón esgrimida pa ra
e ntubar los ríos fue, co mo se ha me ncionado, resol-
ver un problema sanitario, pues fu e ro n convertidos e n
dre najes cerrados con agua negra; pero el tubo bie n
se pudo baja r unos cuantos metros para dejar intacto
el ca uce natural del río y re ha bilitarlo con agua tratada
o bie n con su propia agua limpia, existe nte aún e n
sus pa rtes altas . La concepció n central de "entuba r"
e l río con un d ucto arriba del cause, se funda me ntó
e n prefe rir e l auto sobre e l agua. Tales concepcio nes
156
urbanísticas fun cio nali stas que predo minaro
propuestas de Carlos Contreras y otros pro
arquitectos de ese e ntonces, nublaron las inte
pa ra conservar la naturaleza de la ciudad, u
ele me ntos que le dan valor inmobilia rio a las
Nos guió -y nos gu ía todavía- una falsa mod
la de destruir todo vestigio natural que se
modelo de vida urba na provenie nte del pr
del a utomóvil. ¿Q ue otros ríos de la ci udad
co seguirá n e ncapsulándose en rígidos concr
convertirlos excl usivame nte e n modernas v
automotrices?
Sin e mba rgo, cabe destacar un aspecto po
planteamie nto original de Carlos Contre ras;
ble urbanista propuso vialidades no sólo para
viles, sino tambié n para el transporte públic
" Hay que arreglar y ampliar los causes del Río
El mismo río de la Piedad, hacia 1952, entubado. El río ha sido convenido en una moderna vía para automóviles y debajo
ducto; de ahí su nombre: vía-ducto de la Piedad.
sulado y del RíQ de la Piedad, para convertirlas en vías-
parques yen arterias[. .. ]con posibilidades de formar[. ..]
un circuito eléctrico de tránsito rápido" (lbide m, Carlos
Contreras). No se le hizo caso. Como es ampliamente
conocido, e n e l Viaducto y e n e l Periférico se entubó
e l agua de los ríos para dar exclusiva me nte cauce a los
autos, sin dejar una vialidad para e l transporte colec-
tivo. Eso fue un error histórico que segu imos pagando
hasta nuestros días. En aquel tiempo e l único tra nspor-
te eléctrico e ra el tra nvía, pero después vino e l Metro,
como pasó con la Calzada de Tla lpa n, convertida a l
paso del tiempo e n una vialidad modelo porque com-
bina autos con transporte público. De haberle hecho
caso a Carlos Co ntre ras, las actua les vialidades entu-
badas de l río Churubusco, San Joaq uín o e l Viaducto
contarían e n la parte central con vías para transporte
colectivo; a unque todavía es tiempo de corregir e rro-
res e n las próximas vialidades a construir.
157
A tal grado ha sido e l orgu llo de e ntubar c
ríos, que tal proeza de la ingeniería fue incluid
te algún tie mpo e n diversos informes preside
Por ejemplo, e l preside nte Migu e l Ale mán an
a la nación e ll Ode septie mbre de 1949: Se c
la e ntubación de los ríos de la Pie dad y Con
Años después e l preside nte Adolfo López Ma
claraba en su informe de 1960: "Fueron entub
ríos de la Magdalen a y el Consulado, y sobre
construyen dos importantes vías de comun
la primera entre la avenida Un iversida d y Pu
la Sierra; la segunda entre avenida Insurgente
y el Puerto Aéreo". Un año después, e n 1961
. informando: "Han quedado e ntubados los rí
Piedad, Becerra, la Magdale na y Tacubaya, a
e l de San Joaquín e ntre la Glorieta de Marian
bedo y la avenida Defe nsa Nacio nal". En 19
entubó el Río Ch urubusco y Canal de Miramon
y principios del XX I continu aron y contin úan aú n los
entubami entos : en 1993 se prosiguió con una parte
del río Sa n Bu enaventura , en su tramo paralelo al Pe-
ri férico; a partir de 1994 co n otro tramo del Canal del
Desagüe; y por último, a partir del 2004 con el río de
los Remedios y el río Santiago; yen espera se encuen-
tra, entre otros, el Ca nal Nacional, también llamado
Ca nal de Chalco o río Ameca.
vehículo por cada 5 habitantes. A ese paso h
autos que habitantes, como al parecer le suc
pocos años a Los Ángeles. Aquí y all á, co mo
las grandes ciudades del mundo, los poder
sorcios automotri ces siguen incesantes su cre
¿Cuál ha sido el impacto urbanístico y las co
cias de seguir impulsando esta tendencia ? I
bl emente, la expansión de la ciudad, que d

El río de la M agdalena. entubado hacia principios de los años sesenta. El criterio fu e edificar un tubo sobre el cause del río
rio rmente pasar so bre él una vía de asfaltos. Se cambio así, el agua po r autos.

158
nueva vialidad sobre otra vialidad ya existe nte; una es- el agua para colocar e n su lugar asfa ltos y co
trategia urbanística segu ida desde los últimos años del para los automóvi les, es una falsa mode rnidad
siglo XX hasta la actualidad en algunas de las grandes conducirá probable mente a otros grandes desa
ciudades del mundo, como Bombay y el (airo. dráuli cos e n nu estra ciudad.

Cause natural
del rí

" Tubo de drenaje

Propuesta para recuperar los ríos: edificar el tubo no sobre , sino debajo del cause. De esa manera, al dejar intacto di cho cause
devolver el agua limpia que proviene de las partes alras.

159
Río San Joaquín, un antiguo río convertido en una moderna vialidad por donde circulan millones de autos; el
bien pudo conservarse con agua lim pia y a su lado edificar los carriles para autos.

160
Ríos y manantiales transformados
g o mún creer que la ciudad de México no
cue nta con ningún río limpio. Sin e mbargo, una simple
mirada más a llá de las fronteras urba nas que confinan
la ci udad nos permite sabe r que hoy, a pri nci pios del
siglo XXI , existe n alrededo r de la ciudad yen las partes
altas de la cue nca ríos y ma nantiales, todos e llos con
abunda nte agua, pa rte de la cual es despe rdiciada y
e nviada directame nte a los dre najes. Se trata de agua
cristalina que, al bajar por sus cauces naturales y e ntrar
en las áreas urba nas, se mezcla con agua negra prove-
nie nte de los desagües ha bitacio nales, para luego ser
desalojada al ma r, en el Golfo de México.
161
Existe n refe renc ias hi stó ri cas, a lgun as q
de tie mpos po rfiri a nos, qu e nos pe rmite n
recue nto de la totalidad de los ríos que ex i
aú n ex isten a lrededo r de la ciu dad. Los 4
la c ue nca de Méx ico q ue nutría n e n e l sigl
cinco gra ndes lagos son los mis mos 48 ríos
ex iste n, sa lvo q ue sus tra mos ya urban izad
pa rte baja de la c ue nca se encuentran entu
co nta min ados; pero, e n aque ll os otros tra
mi smo río , ubicados e n las partes a ltas,
de los lími tes de la urban ización, e l agua es
crista lin a.
grandes depósitos naturales de agua denominados de
Chalco o Xochimilco, Texcoco, Xa ltocan y Zumpango,
aum entados aparentemente en los tiempos p os te-
riores por los diques con que se dividieron y nuevos
nombres con que se les distinguió. Estos lagos según el
mismo Barón {se infiere que Humboltl ocupan 22 le-
guas cuadradas, abas teciéndose principalmente de las
corrientes cuyo origen, nombre, curso y dirección se
ponen enseguida. Arroyo de San Marcos. Fórmase de
las vertientres del P. y corre del N.E a S.E. has ta juntarse
con el {sin/datol. Río T/a/nepantla .- Corre del o.
E. a E. has ta Terranete donde toma el nombre de
Cuadalupe. Río de Atzcapuzalco o 105 Remedios.-
Se forma de las vertientes del P. S. E. a N. E. has ta
el rancho de Leonora Ruiz donde cambia de rumbo
de o. a E. has ta llegar a Terrenote. Río Guada/upe. -
Formado por 105 precedentes y de otras vertiente de
las montañas del P. Corre de o. a E. has ta entrar en
el lago de Texcoco por las tierras de Aragón. Ríos
de Santorum y de Los Mora/es .- Formados de las
mismas vertientes, unidos co rren de o. a E. El
primero tiene también 105 nombres de San Joa quín
y Tecomalachalco. Arroyo de Cuaximalpa, ríos de Ta-
cuba ya, Mixcoac, San Agustín, Coyoacán o San Án-
gel, formando de las mismas vertientes, corren de o.
a E. y desembocan en el lago de Xochimilco ".
"Ríos y arroyos formados por las vertientes de los
volcanes y de la Sierra Nevada que desembocan en la
extremidad oriental del lago de Chalco, con un curso
generalmente de E. a O. Tres son los principales y sus
nombres son muy variados en 105 mapas y descripcio-
nes, recibiendo los de Tenextepango, Tenango, T/a/-
mana/co, Tepopu/a, Panoaya, Amecameca, Acuatla,
De/ Salto, etc. - Estos forman las aguas llamadas del
Sur, por su posición respecto a la ciudad. Las vertientes
del lado o. dan ser a 105 ríos denominados de Tez-
cuco, Papa/ot/a, Teotihuacan, Tu/antongo, y arroyos
162
San Cristóbal, Zumpango o Cit/altepec que
aguas llamadas del Norte, por su posición
A estos dos últimos vasos venían también
garse 105 ríos de Cuatitlán, Tepozot/án y Sa
formados por numerosas vertientes que desc
las montañas del P. Estos son los que ordin
han causado las inundaciones de la ciudad"
Fe rnando, 76 :26-27).
Poste riorme nte, hacia 1894, Antonio Ca
uno de los geógrafos e historiadores más dest
porfiriato escribió otro detallado recue nto de
pales ríos: "Unos son permanentes y otros te
aquellos tienen su origen en multiplicados m
que brotan en 105 lugares más amenos de la m
estos encausan las aguas torrenciales de las ll
todos llevan á los lagos su caudal. Como se ha
do, solamente los lagos de Texcoco y Chalco
el de Xochimilco en su totalidad, se hallan de
límites del Distrito. E/lago de Chalco recibe po
oriental los ríos de Acuaut/a, T/a/mana/co y T
primero que es torrencial nace en el cerro de Te
de las cumbres principales de la Cordillera O
Valle; el segundo y tercero, permanentes y abun
forman de los deshielos del Popocatépet/ é Izta
de TIa/mana/ro sirve de motor a la ferrería de
y a la hermosa fábrica de hilados y tejidos de
El hermoso cerro del Teut/i, perteneciente al D
vía por sus barrancas y vertientes septentrionale
llovedizas al mismo lago de Xochimilco. El río p
San Buenaventura nace en las eminencias prin
Ajusco. Tiene su mayor curso por terrenos queb
aumentan su caudal con muchos veneros, y e
lago de Xochimilco. Este se comunica con el
por la compuerta de Tláhuac, y envía el excede
aguas al de Texcoco por el cana/ de /a Viga
de Sur a Norte, pasa por el extremo SE de la c
dirige al NE con el nombre de canal de San Lá
 .......*............1110.-""
BELEN IIILL 1I0LINO DE BELEN 1I0ULIN DE BE
Lo ... h Suta rL(T¡culUlj

El antiguo río Tacubaya. hacia la segunda mitad del siglo IX. El agua provenía de la sierra de las C ru ces y a su paso ali mentab
y molinos. Hoy sus aguas co ntamin adas co rren a lado de mil es de autos sobre el Viaducto M iguel Alemán.

163
fuentes del pedregal, entra en el canal de la Viga, cerca del
pueblo de Tomadán. El río Churubusco. Se forma de los ríos
de San Ángel y Mixcoac. El primero toma su origen en las ver-
tientes del Ajusco y el segundo en las montañas del antiguo
desierto; ambos se juntan en Ayoda, al NO. de Coyoacán, y
juntos con el nombre de Churubusco descargan sus aguas en
la ciénega de Dolores, al sur de Mexica/cingo, uniéndose, por
último, al canal de la Viga. El río de la Piedad se forma de
los de Tacubaya y Becerra. El primero nace en los montes
de Cuajimalpa, y el segundo en los del Desierto, uniéndose
ambos en el rancho de Shola al oriente de Tacubaya. El río
de la Piedad sigue su curso de o. á E. Yse une al canal de la
Viga por la ciénega de Culebritas. El río del Consulado, está
formado de los de San Joaquín y los Morales que nacen
en la Cordillera Occidental de la ciudad de México. Dichos
ríos se reúnen al norte de Chapultepec, en la Calzada de la
Verónica, siguen la parte norte de ésta, pasan por la garita de
Tlaxpana y luego cambian de dirección al E. para incorporar-
se al canal de San Lázaro, cerca del Peñón de los Baños. El
río de Cuadalupe está formado por los llamados río Hondo,
los Remedios y Tlalnepanda: el primero nace en los montes
de Huisquilican (Hutzquilocan, lugar de varas espinosas) y
riega la hermosa cañada que recorre el ferrocarril Nacional;
el segundo tiene su origen en los fragosos terrenos de Monte
Alto y se une al primero, al sur de San Bartola Naucalpan
para proseguir unidos con el nombre de los Remedios hasta
incorporarse al de Tlalnepanda en los suburbios de la ciudad
de Cuadalupe, con cuyo nombre continúa su curso hasta su
entrada en el lago de Texcoco, pasando antes por el pueblo
de Aragón. o.tros muchos ríos ingresan en el mismo lago de
México, como son los de Papaloda o Teotihuacan, Mezqui-
páyac, La Chica, Magdalena, Texcoco, Chapingo, San Ber-
nardino y Santa Mónica que entran por el borde oriental y
están fuera de los límites del Distrito Federal" (Carda Cubas,
93: 13-14).
La tercera referencia es el relato sobre ríos que hi-
ciera Luis Espinosa en el más completo libro sobre las
164
que vienen a reunirse en tres principales, llama
Tenago, de Tla/manalco y de San José. Los a
bajan a Texcoco recorren las faldas occidentales
rros Te/apón y Tlaloc, formando a su vez las cor
concurren a formar los ríos de Coatepec, Santa M
Bernardino, Chapingo, Texcoco, Magdalena y P
serranía de Pachuca encauza el río del Papalot
origen!. .. J y cuyas aguas van a formar la laguna
El río de Nexquipaya o San Juan Teotihuacan es
preocupó, teniendo en cuenta el mayor caudal
sus crecientes!. ..] Pocos ríos de alguna importanc
pie de la sierra (del Ajusco): el río San Buenavent
San Juan de Dios vacían directamente al lago de X
La sierra de las Cruces es la más importante de
desde el punto de vista hidrográfico[... ] de ella
los ríos que con más profusión producen agua pa
del fondo. Recorriendo la vertiente de esta cordi
la de/] Ajusco hay que notar la barranca de La
na, que da nacimiento a un arroyo cuyas aguas
algunas fábricas[ ... ] o.tros arroyos [proceden]
de San Miguel [como] el río Coyoacán que d
para ir a desaguar alIaga de Xochimilco, y mas
evitar desbordamientos de ese río, se rectificó
construyendo el actual río de Churubusco qu
esas aguas al Canal Nacional arriba de Mexica/g
otro se formó el río de la Piedad, reuniendo en
los ríos de Tacubaya y de Xola. Inmediatamen
de los manantiales del Desierto de los Leones (en
San Migue/) nacen los ríos San Joaquín y Los Mo
se dirigen a la ciudad de México. Fue necesario
cuencia, construir una defensa para impedir la i
esas aguas, y desde luego se construyó el diq
de La Verónica al Poniente de la ciudad, con
formó una represa ó luneta de Sanctorum; má
dio curso a esa misma agua haciéndola rodear p
de la ciudad hasta el lago de Texcoco por el cau
llamado Consulado. Los ríos los Remedios y T
toman su origen a continuación de los citado
Cuatitlán. Entre todos los ríos de la cuenca es el que
reúne mayor y más persistente caudal de aguas ... por su
cauce baja una cuarta parte [del volumen} que acarrean al
fondo de la cuenca todos sus ríos reunidos. Está formado
por tres tributarios principales: los ríos Grande, De Gua-
da/upe y de Tepozotlán. Antiguamente se dirigía al lago
de Texcoco rodando el cerro de Visitación ó de Tultepec
[y posteriormente se le dio} un curso artificial[... }para desviar
esta agua hacia el Tajo de Nochistongo que las conduce
fuera de la cuenca". (Memoria Histórica ... 1902:7 ss).
La cuarta, de 1923, fue escrita por el ingeniero Juan
Mateas: "El río Cuatitlán nace en la sierra de las Cruces;
al alto caudal de sus aguas forma por lo menos la cuarta
parte de lo que transportan juntos todos los ríos del Valle.
Es pues la causa principal de las inundaciones. Su desagüe
natural es el lago de Texcoco, pero para defender a los
poblados de la invasión de sus aguas, se le desvió de su
cauce, conduciéndolo al tajo de Nochistongo. Entre la sie-
rras del Ajusco y de las Cruces desciende la barranca de la
Magdalena, proveedora de agua y fuerza en las fábricas de
Contreras, Tizapán y otras y en las huertas de San Ángel,
yes notoria su importancia. Del cerro de San Ángel bajan
los arroyos que formaban la ciénega de San Antonio Abad.
Los han reunido en el río artificial de Coyoacán que más
tarde se rectificó formando el Churubusco, que desembo-
ca en el Canal Nacional, esto es, en la vía también artifi-
cial, que comunica los lagos del sur, Chalco y Xochimilco,
con el de Texcoco, atravesando la ciudad. El mismo origen
artificial tiene el río de la Piedad que reúne los de Tacuba-
ya y Xola. En la misma sierra de las Cruces surgen los cono-
cidos manantiales del Desierto de los Leones. Se originan
también en ella los ríos de los Morales y de San Joaquín,
cuyas aguas se apartaron de la ciudad por medio de un
dique o terraplén que forman la calzada de la Verónica, y
165
Villa de Guada/upe". (Mateas, 23:8-10) .
La quinta y última referencia data de 197
realizada por el entonces Departamento del
Federal. Es un recuento de 51 ríos, nueve de e
cados en la región de Apan y Tecocomulco, a
de la cuenca de México; dicho recuento inc
cálcu lo aproximado de los volúmenes de a
conducían e n ese entonces. Estos ríos se enl
la tabla D.
Hacia principios del 2006, existen aún 4
arroyos alrededor de la ciudad de México y
Metropolitana; y como lo muestra la tabla E,
mismos que en general, se consignan en la
referencias históricas anteriormente menciona
El agua de estos 48 ríos y arroyos están con
a los sistemas de drenaje de la ciudad y sólo
nima parte es aprovechada; catorce de ellos so
nnes, es decir, conducen agua las 24 horas d
los 365 días del año; estos son Magdalena, Sa
sierto-Mixcoac, Tacubaya, Tlalnepantla, Hon
Javier, Chico de los Remedios, San IIdefon
Pedro, la Colmena, Cuautitlán, Tepozotlán, A
San Rafael . Los restantes 34 son en su mayoría
de barrancas que conducen de las partes al
bajas, agua limpia sólo en época de lluvia (de
octubre).
Los principales manantiales, aunque no los
donde se comprobó que emana agua limpia
tiempo, son: Peña Pobre, Fuentes Brotantes,
dro Chico, La Sauceda, Viborillas, Tulmiac y
Alegre (Tlalpan); y Santa Fe (Álvaro Obregón).
 San Juan Teotihuacán 6,078 4,609

Oriente (11 )
Papalotla 12,1 14 12,874
Xalapango 3,944 4,662
Coxcacoaco 4,929 4,929
Texcoco 2,741 3, 141
Chapingo 1,987 2,222
San Bern ardino 2, 190 2,362
Santa Mónica 3,234 3,594
Coatepec 2,546 3,023
San Francisco 1,507 3,454
San Rafae l-La Compañía 5,133 6,352
Ameca 12,012 8,835

Sur (7)
Zacualtitlac 48 48
Tenechcolux 144 144
Mil pa Alta 575 575
San Gregario 165 165
San Lucas 701 701
Santiago 62 62
San Buenaventura 284 284

Poniente (22)
Eslava 3,578 3,578
Magdalena 6,638 6,970
Anzaldo 1,066 1,066
San Ángel-Texcalatlaco 1,037 1,037
Guadal upe 2,927 2,927
Barranca del Muerto 652 681
Santo Desiero-Mixcoac 5,222 4,750
Becerra 758 758
Tacubaya 867 791
Tecamachalco 1,061 1,06 1
San Joaquín 1,626 1,626
Torn illo 43 5 435
Canal Tornillo 155 155
Hondo 35,014 34,593
Los Cuartos 2,384 2,384
Totolica 2,490 1,608
Chico de los Remedios 3,755 5,325
Tlalnepantla 27,956 26,520
San Javier 3,679 3,668
Cuautepec 61,200 61,200
Cuautitlán 97,180 86,485
Tepozotlán 18,717 18,238

Otras zonas de la cuenca (9)

Tizar, Calpulalpan, Barranca del 49,194 48,185
Muerto, San José, Las Animas, El
Canal, Coatlaco, laguna del Puerco y
de Tecocomulco
413 ,188 400,591
Total
Fuente : DDF, Memoria de las Obras, tomo 1, 75: 54-55.

166
Ríos y arroyos existentes en la ciudad de México, 2006
Norte (2)
Avenidas de Pachuca
San Juan Teotihuacán-Nexquiyapac

Oriente (10)
Papalotla
Xa lopango
Coxcacoaco-M agdalena
Texcoco-Aculco
Chapingo
San Bernardino
Coatli chan-Santa Mónica
Coatepec
San Rafael
Ameca

Sur (6)
M ilpa Alta
San Gregorio
San Lucas
Santiago
San Buenaventura
San Juan de Dios

Poniente (31)
Eslava
M agdalena,
San Jerónimo
Coyotes
Texcalatlaco-Sa n Angel
Tetelpa
Guadalu pe-Altamaya
Barranca del Muerto
Becerra
Tacubaya
San Joaquín,
Tecamachalco
Ocote
Tornill o
Hondo
Los Cuartos
Totolica
Chico de los Remedios
Colo rado
Nopala
Tapatlaxco
Tlalnepantla
San Javier,
San Ildefo nso
San Pedro
La Colmena
Cuautitlán, y
Tepozotl án

167
Ríos de la cuenca de México, 1519. El agua de estos ríos nutría los lagos, que se extendían desde Zumpango hasta C halco y
hasta T acuba.

168
Ríos de la cuenca de México, 2006. Son los mismos de 15 19. excepro que los rramos de los ríos alcanzados por la urbani
encuentran entubados.

169

agua de los principales ríos de la ciudad fu e planteada
co mo viable desde med iados del siglo XX. En 1952
un acucioso estudio, dirigido e ntre otros por Fe rn ando
Hiri art y Gera rdo Cruicksha nk, propuso qu e, frente a
la opció n de traer e l agua de la Presa Villa Victoria
ubi cada e n los límites de la cue nca del Cutzamala, se
aprovecha ra el agua de las presas Taxhimay, Requena,
Tepuxte pec, Guadalupe y la Concepció n, el agua de
o nce ríos de la ciudad, la mayo r parte de e llos pe re-
sus cauces altos. No se hizo caso; a ños
hacia fines de los a ños oc he nta, se inic
ob ras del Cutza ma la, inicialmente capta nd
de la presa Villa Victoria y poste ri o rme nte,
presas de la zo na; e ll o a pesa r de que e n
dio se demostraran me no res costos de l agua
por los ríos y presas ce rca nas a la ciud ad
abastec imi entos de fu e ntes exte rn as (Co n
de la CFE ... 03:179). Aun as í, todavía es p
cupe ra r parte de esta riqu eza lac ustre o lvid

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- . - 'UN[l o CONDUCTO
CE I>I>ADO

. ,.

Esquema de la estructura hidráulica de la cuenca de México para el desalojo del agua. Muestra la conexión de los 48 con l
de drenaje. Testimonio gráfico de que en época de lluvias, la mayo r parte de su agua limpia se canaliza a los drenajes.

170
 -
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:::::-::::-
0.-"_"

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......_. - ..._ . -+:::7'---I---~~-~

••
l ,,,

Ríos de la ciudad de México, hacia 1900.

171
mitad se extienden sobre áreas verdes y boscosas y
conducen aú n agua crista lina; so n los tramos que co-
rrespo nden a los llamados "Cuatro Dinamos", hasta
los años treinta utilizados como generadores de ener-
gía para la industria textil. La otra mitad pertenece a la
zo na urbana y algunos tramos han sido convertidos en
calles y avenidas, como Río M agdalena y el Paseo del
río en Chimalistac. De su caudal, a la altura del primer
dinamo, se desvía un volumen ínfimo (e ntre 170 y 200
litros por segundo), que es potabil izado en la planta
denominada M agdalena, construida a la orilla del río.
Tal volumen potabilizado y distribuido en la parte su r
de la ciudad representa en época de lluvias 5% del
caudal y alrededor de 25% en época de estiaje. El res-
to se ca nal iza directamente al drenaje; por tanto, el
ca udal de agua potabilizada actualmente por la Planta
M agdalena debe ampliarse para aumentar el abasto a
la red. El resto debe ser almace nado construyendo pe-
queñas presas o depósitos elevados, impidiendo así, la
canalización directa al interceptor pon iente del drena-
je profund o. Actual mente, su ca uce deriva en la presa
Anzaldo, ubicada en el Pedregal de San Ángel; y de
ahí, a través del Intercepto r Poniente, el agua limpi a
ya mezclada co n agua negra se conduce por el Tajo de
Nochistongo hasta el Golfo de México.
Con la expansión de la ciudad al poniente, las áreas
aledañas a su cauce fueron urbanizadas y su cuenca
ocupada como drenaje de descargas residuales. Así de
simple fue como exterminamos los ríos de la ciudad.
Ciertos esfuerzos reconocidos por recuperar algunos
tramos del Magdalena, se hicieron entre 1991 y 1993,
cuando a lo largo de siete kilómetros se constru yeron
drenajes marginales a fin de eliminar dichas descar-
172
nado proveniente del río Eslava, mismo que
de la Sierra del Ajusco, donde se desca rgan
negras de los asentamientos ilegales aledaño
colás Totolapan.
Por otro lado, aunque parte del agua de
dalena se potabiliza, es cuestionable no apr
mayor parte del caudal restante que continu
diendo hasta la Presa Anzaldo, altamente c
da. La construcción de un drenaje paralelo
como se hizo hace años en una parte del río
eliminar las desca rgas sobre el río más aba
poco sirvió invertir considerables recursos
no se eliminaron los aportes residuales en
bajas del río. Desde 1988 se propuso con
presa aledaña al cauce para almacenar y a
d icha agua, pero desde entonces tal propue
sido incluida en los presupuestos públicos.
un documento oficial establecía que: "Adic
te se construirán las presas de almacenamie
dalena y Eslava para un mejor aprovecham
agua de lluvia ... " A 16 años, no se inician ta
Sin embargo, aun sin esos almacenamientos
canalizar el agua limpia desde las partes alt
adonde se localiza el primer dinamo, y cond
ta la parte más baja, donde se encuentra el
intacto del río en la colonia Chimalistac, me
conducto especial para de aq uí continuar la
ción hasta el tramo abierto en la Avenida Un
Con ello, el agua limpia del río Magdalena
ra se desa provecha enviándola al drenaje s
para el riego de los Viveros de Coyoacán, así
hace muchos años.
Río Magdalena a la altura del cuarto dinamo, 2006. El agua cristalina procedente de los manantiales de San Migue
desciende los 365 días del año, casi en su totalidad ... a los drenajes.

'73
Río Magdalena a la altura del primer dinámo, 2006. Parte mínima del agua es captada para su potalibización en la Plant
lena.

El río Magdalena, 2006. El agua de su cause semi-contaminada por las descargas residuales habitacionales. Los esfuerzos
hace años un drenaje paralelo. no fueron suficientes.

174
El río Magdalena, a la altura del primer dínamo. 2006. El tubo de agua potable, probablemente procedente de Lerma, atravie
blanca cuyo destino es la contaminada presa AnzaIdo. Absurdo, traer agua de lejanas tierras, cuando aquí se ha desperdiciad
siglos.

175
Río Magdalena en la desembocadura de la Presa Anzaldo, visiblemente conraminada, 2006: este es el destino de las agua
de río arriba.

Entrada del río Magdalena al drenaje del río Churubusco, 2006. Este es el destino de las aguas cristalinas del Magdalena
agua ya negra se dirige al distrito de riego de T ula, y posteriormente se envía al GoLfo de México.

176
agua negra de los drenajes. Gran parte de su caudal,
hoy conta minado por las descargas residuales, puede
y debe recuperarse construyendo un drenaje parale-
lo. Las aguas limpi as que pasan al lado de l convento
del Desierto de los Leones podrían llegar nu evamente
hasta la Hacienda de San Ángel Inn , hoy convertida
en un restaurante que utiliza en todos sus usos agua
potable proveniente del subsuelo . Como e l Magdale-
na, e l río Sa nto Desierto lleva en sus partes altas agua
cristalina los 365 días del año; parte de sus excedentes
no utilizados para los fines hidráu licos mencionados
se conducen sin utilidad directamente al Interceptor
Pon iente, mezclándose con las aguas residuales del
drenaje. A principios de 2005 apareció un modesto y
desapercib ido anuncio que decía: "Vecinos de la He-
convertido e n un tiradero de basura. Tam
han realizado gestiones ante la Comisión Naci
Agua, Secretaría del Medio Ambiente y la Proc
Federal del Medio Ambiente, sin tener respues
urgente que lo limpien ... ya nos cansamos de t
das las puertas ... ¿habrá alguna autoridad qu
ayudarnos?" (Marcela Gastélum y Laura Krieg
Jornada , 14 febrero 2005). A lo largo de las par
del río Santo Desie rto se podrían construir p
y medianas plantas de tratamiento y drenajes
los con la finalidad de conecta r a ellos las d
residu ales. Una vez saneados sus cauces, el a
pia condu cida por gravedad desde las mont
canalizaría por medio de pequeños acueduct
las partes urbanizadas de la ciudad. Se utiliza

Río Santo Desierto a la altura del convento del Desierto de los Leones. Agua limpia que desciende los 365 días del año , pas
zona turística, un Club de Golf y más abajo se mezcla con el agua negra de las urbanizaciones de Cuajimalpa y Álvaro Obre

177
El agua de Rio Santo Desierto a la entrada de la presa Tacubaya. 2006.

Río Santo D esierto al descender a la ci udad, con su agua visiblemente contaminada, 2006. Se aprecia aquí el cruce de su c
de las modern as y elevadas vial idades, an tes de conectarse co n los drenajes de Mixcoac y del río Churubusco.

178
el famoso Canal de la Viga. Durante muchos siglos por
este río se envió agua del volcán Iztaccíhuatl, hasta el
Zócalo capitalino, pues concluía en la Acequia Real ,
que pasaba aliado del Palacio Nacional y frente al ed i-
fi cio del Ayuntamiento de la ciudad. Durante todo el
siglo XIX y hasta principios del XX una parte de dicho
río, precisamente la parte correspond iente al Cana l de
la Viga, existió en medio de una abundante superficie
de agua que rodeaba la ci udad y unió los lagos de
Xochimilco y Chalco con un puerto, el de San Lázaro,
en donde hoy se encuentra la Cá mara de Diputados.
Pero, después de va ri os siglos de existencia, entre 1934
y 1940 fue convertido en una simp le calzada. El Canal
de la Viga, de aprox imada mente 10 kilómetros fue en-
tubado desde la actual calzada Ermita Iztapa lapa hasta
Corregidora, en el Centro Histórico. Pero se conservan
aú n ab iertos 62 kilómetros que van de Ermita Iztapa la-
pa a las faldas dellztaccíhuatl donde recibe el nombre
de Canal Nacional, Canal de Chalco y Río Ameca.
Las propuestas para la recupe ración del río Ameca
y Canal Nacional datan desde hace muchos años. En
1997 este autor hizo público que: "Co mo se ha he-
cho con ríos abandonados en otras grandes ciudades
del mundo, la ciudad puede contar nuevamente con
un río limpio restaurado, como es el río Ameca, del
cual se han entubado sólo diez de sus 72 kilómetros
correspondientes al Canal de la ·Iiga. El resto perma-
nece abierto,. la mayor parte con aguas negras; una
porción mínima fue recuperada hace unos años por el
DDF. Para ello se requiere construir pequeñas plantas
de tratamiento y drenajes paralelos para eliminar las
descargas residuales en Amecameca, Tenango del Aire
y Temamatla; y a partir de la Ca lza da Ermita habría
que construir un canal no profundo, a lo largo del ca-
mellón de la actual calzada de la Viga, y continuarlo
por Roldán hasta la acequia de Corregidora alIado del
Palacio Nacional" (La Jornada , 7 febrero). Años des-
179
nes complementada con el agua tratada de
del cerro de la Estrella. Igualmente, en algunos tr
camellón de la calzada de la Viga habría que
un canal de 5 metros de ancho que devuelva
paisaje lacustre perdido ya sus lados edifica r á
des, recreativas y gastronómicas" (Ponencia m
111 Congreso de Croni stas, noviembre 2004).
Desde principios de los años noventa del si
do, se han rea lizado obras de restau ración en
correspondiente al Canal Naciona l, adyacente
Parqu e Eco lógico de Xochimilco; así como
ubicados entre Tláhuac y Mixquic. El 1992, e
ces Departamento del Distrito Federal inició
peración del tramo localizado entre río Chur
las actuales Lagu nas de Regul ación de Ciénega
y Cié nega Chica, con la construcción de un
paralelo; y al tramo de Tláhuac-Mixq ui c se le
agua tratada proveniente de la planta del Ce
Estrella. Entre 1998 y 1999 la Delegación de
pa prosiguió los trabajos del primer tramo men
con el apoyo de algunos vecinos y algunos c
se rescató el tramo del eje 3 Oriente hasta la
Sa nta Ana; se construyó un drenaje paralelo
ce de 800 metros y un corredor para depor
2004 la UAM-Xochimilco se sumó a los esfu
recuperación, presentando públi ca mente un
que contemplaba una extensión de 12 ki lóm
mismo Canal Nacional. En el único tramo de
tro y med io donde aú n se conserva agua, a
al río Churubusco - aunque con visibles mu
co ntaminación menor co mo es el liri o y olo
sionales- algunos vecinos han organ izado c
de limpi eza y mantienen una vigilancia perm
A fines del 2005 el gobierno del Distrito Fede
ció nuevos traba jos de recuperación de un t
Cana l Nacional.
Nacimiento del río Ameca en las faldas del Iztaccíhuatl, 2006. Se trata de uno de los afluentes formados con los deslaves p
del volcán . Aquí la mayor parte del agua es aprovechada. pero durante las lluvias hay eno rmes desperdicios.

El río de San Antonio, T exas, USA, 2006. Una muestra de que es posible, como se ha hecho en otras grandes ciudades
restaurar los ríos contaminados para convertirlos en agradables canales .

180
El río Ameca en su tramo a la altura de Mixquic; sus caudales contaminados pueden entubarse bajo el cause y dar paso a su res
y ver pasar algún día, agua cristalina proceden« del Izraccíhuatl.

181
respo nde r a las justificadas dudas so bre la viabilidad
de este último proyecto, sólo ha brá que co nocer la
recupe ración hecha hace años de l río de Sa n Anto nio,
Texas, co nsiste nte e n un simple ca na l de concreto de
siete me tros de a ncho y dos de profundid ad ; ta l o bra
represe nta un a de las más importantes fu e ntes de di-
visas de esa a nti gua ciudad mex ica na. Por otra parte,
y gua rda ndo las d ime nsio nes, los ríos recupe rados qu e
atraviesa n París y Ro ma son hoy modernos ca na les de
concreto. Pa ra hacer rea lidad este anhe lo sólo basta n
las decisio nes para destina r a e llo una peque ña pa rte
de los millo narios presupuestos públicos y fin a ncia-
mie ntos privados. Un río de agua limpi a y cristalina
pa ra la ciudad , recupe ra ría nuestra me mo ri a históri-
ca, aprovecharía e l agua y fo rta lecería nu estra re lación
con la naturaleza.
T ramo fi nal del cause del manantial Fueres Brotantes , 2006. La foto muestra la entrada al drenaje de una parre del agua
del ma nantial.
182
te de la ciudad; una pa rte de sus aflue nte
pa ra reca rgar los ma ntos acuíferos medi an
gavio nes, pero e l mayor volume n de agua s
e n los dre najes de las áreas bajas urbanizad
Ma nantial de Fu entes Brotantes. Ubicado
legac ió n Tla lpa n, a unos cua ntos metros de
da avenida de los Insurgentes, ex iste e l últim
de este fa moso mana ntia l, no visible por e
de ntro de cuatro e levados muros. En una d
de l pequ e ño lago artific ial escurre las 24 ho
agua limpia, misma q ue es ca na lizada direc
dre naje. El pequeño ca udal de agua despe
visible desde la zona come rcial gastronómic
Lago alimentado por las aguas limpias y cristalinas del manantial Fuentes Brotanres, T lalpan, 2006. Al fondo , imperceptible
fogue que conduce parte del agua al drenaje.

183
Arroyo del manantial Fuentes Brotantes, Tlalpan, 2006. Durante siglos, gran parte de esta agua cristalina ha descendido a
de la ciudad; en la actualidad el agua tiene de paso un humedal , pero aún así la que continúa desperdiciándose al drenaj
aprovechada.

184
a diversas colonias. Sería conveni ente que el entorno
físico del más antiguo manantial de la ci udad fuera res-
taurado con el propósito de dignificar su historia vin -
culada con la presencia de Vasco de Q uiroga. Habrá
que recordar que fu e aquí donde este noble protector
de indígenas mexicanos fund ó el pueblo-hospital ba-
sado en las ideas utóp icas de Tomás Moro.
Lago de Guadalupe. Es una presa co nstruida entre
1936 y 1943 sobre 460 hectáreas, con el propósito de
regular las avenidas del río Cuautitlán. Tiene una ca-
pacidad de almacenamiento de 60 millones de metros
cúbicos, los cuales hoy día están expuestos a un acele-
rado proceso de contaminación producto de las des-
ha quedado en planes; el último esfuerzo re
al respecto data de enero del 2006, con la c
de una co misión donde participan el gobiern
tal, muni cipal y diversas organizaciones civi les
pronto, las úni cas acciones son el retiro constan
basu ra, lo cual no pasa de ser un paliativo men
Presa Madín. Es considerada modelo de to
ex iste ntes en el Va lle de M éxico, pues co nse
sus propósitos origi nales: regu lar los ca udales
Tl alnepantla y potab ilizar parte de su volume
cenado. Inaugurada en 1980, tiene una capac
mite de 25 millones de metros cúbicos, au nq
almacena 13 mi llones. Una parte míni ma d

El Lago de G uadal upe. 2006. La presa es receptora de diversos ríos con elevados índi ces de conraminación po r los drenajes
banizacio nes de N ico lás Romero y Atizapán de Zaragoza; aún así, es pos ible su res taurac ión.

'85
Poniente, mezcl ándolos con las aguas del d renaje. En
ambos casos, la única justificación que encontramos
de tal desperdicio son los beneficios que ti ene el dis-
trito de riego de Tula y El M ezquital. Como se sabe, el
agua negra que expulsa la ciudad a través de sus dre-
najes es utilizada para la agricultura en aquella región.
De esta manera, los aportes de agua limpia red ucen la
proporción de la residual, aminora ndo probablemente
los riesgos qu e implica la concentración en el caudal
de contaminantes tóxicos y de otro tipo. La presa M a-
dín podría llegar a tener los mismos problemas que
aquejan a otras presas ya visiblemente co ntaminadas,
186
viendo tal urbanización, se constru yen dos
marginales que seguramente disminui rán e
contaminar la presa. De urbanizar la zona s
troles adecuados, la planta potabilizadora te
transformar radicalmente sus sistemas de tra
lo que implica mayores costos para continua
do el agua mencionada para consumo dom
recuperación de los ríos, mananti ales y presa
lizarlos como aportes co mplementarios, es
tareas pendientes más importantes del gobie
ral, estatal y del Distrito Federal.
Aprovechamiento del agua de lluvia
~fortunadamente, tal opción es todavía
una alternativa marginal dentro de las políticas pú-
blicas y programas gubernamentales. En una ciudad
sometida a fu ertes presiones por sus constantes inun-
daciones, en gran parte por la canalización del agua
de lluvia a sus drenajes, resulta inad misible que se si-
gan construyendo grandes obras hidráuli cas en cuen-
cas lejanas, mientras los recursos hídricos del Va lle de
M éxico se desaprovechan enviándolos directa mente
al drenaje. La gravedad, por ahora disminuida a ca usa
de los hundimientos provocados por la excesiva ex-
tracción de agua del subsuelo, nos indica ría sin más,
la urgente necesidad de aprovechar el agua de lluvia
para disminuir dichos hundimientos.
Durante el siglo XX el almacenamiento y el apro-
vecham iento del agua de lluvia fueron originalmente
planteados en la época de los críticos hundimientos
registrados a med iados del siglo; uno de los primeros
' 87
especialistas en plantear la necesidad de con
toda la ciudad un drenaje pluvial fue el inge n
guel Rebolledo (Rebolledo, 1959). Pocos años
y derivado de la gravedad del hundimiento d
dad provocada por la excesiva extracción de
subsuelo, el doctor Nabor Carrillo insisti ó en
sidad de construir mayores infraestructuras hi
para almacenar agua tratada y pluvial. Habrá
que recordar que durante los años ochenta el
ro Heberto Castillo presentó igualmente, la p
de edificar presas de almacenami ento de agu
via en las partes altas de la ciudad . Si n embarg
últimos años, tales propuestas no han sido tom
cuenta en las políticas públ icas. Mientras no h
bios susta ntivos la pregunta permanente será
disminuir la excesiva extracción de agua de
lo aprovechando la que nos regala la natural
temporada de lluvias?
Una foto de una casa, como casi todas las existentes en la ciudad de México, que muestra lo común pero lo absurd
En época de lluvias, toda el agua captada en la azotea baja por el tubo directamente al drenaje. Es agua que bie
podría aprovecharse para los jardines, lavado de autos y hasta en el Wc.

188
Basta simplemente que se construyan las insta laciones
adecuadas para su almacenamiento y su cana lización
hacia el subsuelo. Abordemos algunas propuestas y
proyectos realizados.
Es indispensable insistir en la urgente necesidad de
construir nuevas presas de mediana capacidad en las
partes altas de la cuenca oriente, poniente y sur de la
ciudad. Este almacenamiento se complementaría con
la construcción de canalizaciones especiales e n las ca-
lles con pendie nte, para conducir el agua a grandes
cisternas; y no, como ahora, al drenaje. El agua puede
así, aprovecharse en jardines y fuentes públicas; pero
también para crear áreas de lavados instantáneos de
autos en algunas calles, dando por eje mplo, e mpleo
¿SABIAS QUE SOMOS
¡NO ME DEJES IR! APROVECHABLES?
CAMPAÑA DE RECOLECCIÓN
u.MPA"'A DE APROVECHAIO'IENTO
DE ACOUA PLUVIAL
DE AGUA PLUVIAL O •
•
....., - ==
Caneles de la campaña para el almacenamiento y aprovechamiento del agua de lluvia, organizada de 1998 a 2000 por la D
Cuauhtémoc.
189
sencilla, cond ucirse a depósitos domésticos p
canaliza rse al WC, a los jardines y hasta las
Ejemplos de almacenamiento del agua pluvia
den observar en las casas habitació n de Yaut
colonia Condesa, y en la Avenida Revolució
San Pedro de los Pinos. Y otros dos, puestos e
ca entre 1998 y 1999 por la Delegación Cuau
uno en la Casa de Cultu ra de Santa María la R
donde se almacenó agua pluvial de la azotea
tinacos para canalizarse a los baños y a un
reinyección; y el otro, en los baños públicos
numento a la Revolución. Estas modestas exp
podrían generalizarse y amp li arse en varias
con el apoyo gubernamental o de algunas o
ciones socia les de carácter ecologista; por eje
---
---
---
--
O
2003 y 2005 en la Delegación Iztapa lapa; así como
el almace nami ento, la purificación y el envazamiento
de agua pluvial llevada a cabo por las universidades
autónomas Antonio Narro y de Chapingo (La Jornada,
12 abri l 2005).
Con mayores apoyos oficiales o privados, todos
estos sistemas domésticos de almacenam iento y rein-
yección de agua pluvial mencionados, deberían mul-
tiplicarse con el propósito de disminuir los riesgos y
alternativa para reducir la sobreexplotació
del subsuelo, disminuyendo el crítico hund
la ciudad. No só lo eso. También sería una
disminuir la importación de agua de de la
adyacentes. Se olvida que cada año y duran
ses, la natu raleza nos rega la millones de litr
desperdiciados y enviados directamente a
México. Toda esta agua, reiteramos, puede
aprovechada.

, ...,.
---~
_ ......_---
---=
---
_
_._ JIiJ 111

-:-:::::
__7

Esquema del sistema de aprovechamiento del agua de lluvia, Casa de Cultura de Santa María la Rivera, 1998. El agua cap
cenada en los tinacos en la azotea es canalizada hacia los baños; y la restante hacia el subsuelo mediante un pozo de re-iny

190
Captación doméstica de agua de lluvia. Yautepec, 33. Condesa, 2006. El agua es almacenada, mediante una canaleta, en un
ahí es canalizada hacia todos los baños de la vivienda.

Poro doméstico de reinyección de agua al acuífero. Revolución 1824, San Pedro de los Pinos. Después de almacenarla en
los excedentes del agua de lluvia son canalizados al subsuelo para contribuir a disminui r los hundimientos.

191
Sistema de almacenamiento del agua pluvial construido en 1999 debajo del Monumento a la Revolución. El agua de lluvia, a
en tres tinacos, fue utilizada para el uso de los baños públicos.

192
El plan Lago de Texcoco
~a del primer proyecto lacustre del siglo
XX que retomó las concepciones indígenas de aprove-
char el agua de la cuenca, evitando todo su envío al
Golfo de M éxico. Su autor es el doctor Nabor Carrillo
y se desarrolló durante el primer lustro de los años se-
senta; el propósito central fue crea r un sistema hidráu-
lico para el almacenamiento y el tratamiento del agua,
193
co mo una forma de reso lver el grave problem
hundimientos del subsuelo. El inicio de tal
coincidi ó en ese entonces con el inicio del
Profundo, una obra no del todo aprobada po
tor Carrillo, por esta r concebida para segui
jando el agua de la ciudad, como se venía
desde la ll egada de los españoles.
Vista del Lago Nabor Carrillo, edificado artifi cialmente en mil hectáreas y llenado con agua tratada. Su edificación fue prop
ex-recto r de la UNAM co mo un modelo a seguir en otras partes de la ciudad y cuya finaJidad fuera el aprovechamientO y el
del agua residual y pluvial.
En realidad, Nabor Carrillo no sería el primero e n
plantear la recupe ración y la restauración del ex-lago de
Texcoco con el fin de ate nde r la gravedad de los hundi-
mientos y las inundaciones de la ci udad. 16 años antes,
el me ncionado ingeniero Miguel Rebolledo presentó en
1950 las prime ras ideas con el propósito de rescatar di-
cho ex-lago, sujeto ya desde ese entonces, a un acele-
rado proceso de abandono y desecación. Eran tie mpos
de e ntubamie nto de los ríos y de hundimie ntos de hasta
45 centímetros anuales en el área central de la ciudad.
Entre otras preocupaciones, Re bolledo planteó la nece-
sidad impe riosa de dete ne r para su aprovecha miento
el agua negra que una vez tratada, podría almacenar-
se e n grandes de pósitos. Uno de esos de pósitos sería,
precisamente el ex-Lago de Texcoco. He aquí sus ideas
centrales: "el peligro de que nos ahoguemos algún día
en las aguas negras, desaparecerá si se instalan grandes
' 94
plantas de purificación y se almacenan en gran
sea uno de ellos en terrenos del Lago de Texco
das} para el riego de miles de hectáreas de ti
poco productivas !. .. }no sería necesario hacer
nes, sino bordos muy fuertes de tierra!. .. }si tuv
kilómetros de largo por diez de anchura l... }te
capacidad de doscientos millones de metros cú
cada metro de altural... } y tendría la ventaja
vaso regulador de las aguas!. .. } Este depósito
un lago artificial que serviría de recreo a los hab
la ciudad y evitaría las molestas tolvanerasl.. .}
de placer, el más atractivo de la ciudad lcon} c
navegación!. ..} y en los bordos!. .. } de 60 kiló
longitud por 30 metros de ancho les decir} un m
000 metros cuadrados}... }una carretera de circu
hermosas casas de campo, residencias, clubes d
de regatas, restaurantes, casinos y centros depo
 1 n.u fhun.hu,* ... Rr,VII 1/111I1t'f'lh l
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1" I \"11..,.,1111" ~"'Ir (( • ni ) .,.,,¡
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10 1'''''0 Ut'! 1'1', 1"\11
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,..:'1 1\1111.. ,!f.o tr,",III"'''"O 11.11)\ t\i 11\,11",..
2'l t .q,!11f1.! ' ,I( 1111,'11\.1 .1
: J rl'l,UII.¡ ,'', Ir,II,IIIIII""11 ("n I.,nll
.. 4 1.u.!1I 11'\1111 u \unl'
I
15 1,1.1( IIIUIIt· UO"NIf '1J Pf.l}lf.t I ,II.!U
!
I

/ '

Esquema del proyecto Lago de Texoco. Se aprecian diversas plantas de tratamiento, lagunas de regul ació n, las re
hidráulicas del drenaje y el Lago Nabor Carrillo.

195
50). Se desconoce si existió alguna respuesta institucional
a sus propuestas.
Años después y luego de fungir como rector de la
UNAM, Nabor Carrillo presen taría e n dicie mbre de
1965 el de nominado Proyecto Lago de Texcoco q ue a
lo la rgo de más de 40 años ha tra nsitado por di ve rsas
fases; sin e mbargo a d ife rencia de los plantea mie ntos
de Rebolledo, el proyecto de Nabor Carrillo contenía
mayor funda me ntació n cie ntífi ca y una concepción
más integral y re ntable. Co mo he mos me ncio nado,
e ntre los propósitos del Proyecto Lago de Texcoco esta-
ba n el contra rresta r los graves hund im ientos recarga n-
do e l ma nto acuífe ro, la creació n de lagos artificiales,
el aprovecha mi e nto de las aguas residuales y otras pro-
puestas para la ge ne ración de e ne rgía nuclear. Carrillo
argu me ntaba q ue : "El objetivo central es crear un vaso
de captación y de regulación de las aguas del Valle de
México, localizado dentro del mismo Lago de Texcoco!. .. ]
con el doble propósito de recoger las aguas que ahora se
pierden por falta de un almacenamiento adecuado y que
resuelva el peligro de las inundaciones[... ] El hundimien-
to de la ciudad ha convertido los terrenos que ocupaban
las aguas del Lago de Texcoco en una zona de colector
natural y regulador de aguas pluviales que se almacenan
en época de lluvias!. .. ] La región de 17,000 hectáreas se
usa como vaso regulador de escurrimientos superficiales"
(Carrillo, 69).
Otro aspecto es el aprovecha mie nto de l agua, tan-
to subterrá nea co mo residual, come rcializándola me-
di ante la construcción de plantas potabilizado ras o de
tratamie nto; o bie n e mpleá ndola e n la gene ración de
e ne rgía e léctrica y nuclear. Especial é nfasis le otorgaba
Ca rrillo a la pote ncia lidad eco nó mica del agua sa lada
para la industria del álca li , al propo ne r la construcción
de uno o varios lagos med iante pozos some ros para
196
tar las aguas salobres del subsuelo del Lago de T
proporcionar agua potable, energía eléctrica mu
dustrial a precios que pueden competir con los
la ciudad!. .. ] el análisis de los costos respecto al
los pozos someros es el más económico de los
dos [pues] tiene la ventaja de producir agua salad
para la industria del álcali y que vendida al prec
esta materia prima, puede costear el desarrollo
o depósitos de regulación y almacenamiento!. .
auto-financiable teniendo en cuenta la venta de
uso doméstico, las sales para la industria de álcal
lía de los terrenos habitables ".
No todas sus pro puestas fue ro n cumplid
su vida, ni aun despu és de su fa llecimie nto
e l 19 de fe bre ro de 1967, ultimo d ía e n q
co mo voca l ejecutivo del Fideicomiso Fede
e n diciembre de 1965; sus ideas las contin
ingenieros Fe rnando Hiriart, Roberto Gra u
de 1980, Gera rdo Cru ickshank Ga rda.
A lo largo de u n poco más de 30 años
o riginales del proyecto se estancaron y poco
a minoró el inte rés gube rna me ntal y privado
cluir sus metas. Los pla nes re ntables respecto
tria alcalina y la gene ració n de e ne rgía no pr
las iniciativas para e l almacena mie nto y el tr
del agua no a lcanzaro n las metas propuesta
pe rada pla neació n urbana y la atracción de
y zonas de reserva aú n sigue pe ndie nte.
rrillo había conside rado o rigina lme nte 17,0
reas factibles de rescatar; pero con la constr
actual aeropue rto "Be nito Juárez", la prolife
asenta mie ntos ilega les de Chimalhuacán y
Netzahualcóyotl , y la ubicació n del tirade ro
"Bordo Po n ie nte", la actual área del Proyect
Texcoco se ha red ucido a 10,000 hectáreas.
como son el río Churubusco y el Canal de la Compañía;
regular los escurrimientos de agua pluvial de los 11 ríos
que descienden de la sierra poniente de Texcoco; eli mi-
nar las famosas tolvaneras que representaron durante va-
rios años un foco de contaminación atmosférica; red ucir
lidad del subsuelo, su ed ificación no fue por e
tradicional de excavación, sino por extracción
mediante 200 pozos du rante seis años.
Existen además otros cuatro lagos de m

la salinidad del suelo creando zonas agrícolas y ganade- pacidad que igua lmente almacenan y regu
ras; contribuir con la recarga acuífera y con el tratamiento res idual, tratada y pluvial. Son el Churubus

de agua residual, y quizás lo más visible, aumentar signifi- millo nes de metros cúbicos en 270 hectáre

cativamente la cantidad de aves migratorias que retornan Regulación H oraria con 4.5 en 150; el Xalop

periódicamente a su medio ambiente lacustre. ¡Cómo se 3.5 en 240; y el Recreativo con 0.8 en 25. En
han logrado estos avances? Hasta el año 2006 éstas eran cinco lagos almacenan actualmente en mil 68
las obras existentes en el ex-lago de Texcoco: reas, 50 mi llones de metros cúbicos, lo que re

Fotografía área de algunas obras del Plan Lago de Texcoco, 2006. A la derec ha muy visible, el lago Nabor Carrillo con sus
táreas; a la izquierda, una de las planeas de tratami ento que sune a dicho lago.

197
ron como meta; cuatro pozos profu ndos de extracción
de agua y uno experimental de reinyección de agua se planteó por parte del Gobierno Federal

potable al acuífero. Desde fines del 2002 se inició en sus partes adyacentes el nuevo aeropue
la ed ificación de una planta de bombeo adyacente a la ciudad de México, que vendría a colocar n

zona del Caracol, cuya función es mejorar el desalojo te en la esce na pública las obras hidráulicas

de las aguas del Gran Canal, debido a la pérdida de su tru idas. En medio de un enfrentam iento con

pendiente. violencia entre el gobierno y los ejidatarios d

opositores al aeropuerto, y que dio como res
Por último, para contrarrestar la deforestación, en muerto, dicha obra fue cancelada. Sin emb
las partes altas de la sierra oriental se han construido la pena consignar aquí, por sus característi
alrededor de 2 mil 500 kilómetros de terrazas, mil 500 tres, ta l proyecto .

'98
U n rescate propuesto
f i l J :e 1999 Y el 2001, fue presentado publica-
mente por los arquitectos Teodoro González de León
y Alberto Kalach un plan de rescate ecológico deno-
minado Vuelta a la ciudad lacustre, que se proponía
dar continuidad al Proyecto Lago d"! Texcoco del doctor
Nabor Carrillo y proseguido posteriormente por el in-
geniero Gerardo Cruickshank. El propósito fundamen-
tal del proyecto de ambos arqu itectos era impulsar el
desa rrollo urbano de la ciudad basado en un plan de
rescate hidrológico ambiental, rescata ndo los lagos
Texcoco, Chalco y Zumpango, así como diversos ríos y
canales existentes. A raíz del estudio sobre el proyecto
original de Texcoco, González de León lo defini ó como
una "reinvención de la ciudad lacustre", en dond e se
proponía la creació n de una se rie de lagos en el Valle
de M éxico para formar un sistema de regulación que
199
evitara inundaciones, abasteciera de agua pot
ciudad y reciclara las aguas usadas para el ca
industria. En épocas donde era común desagu
gos, la propuesta de Nabor Carillo de crear nue
despertó el entusiasmo y la imaginación por ed
nueva ciudad que devolviera sus paisajes lacus
viviera los lagos como una solución integral al p
del agua (González de León, 98 : 9). Es decir, el
de Vuelta a la ciudad lacustre retomaba algun
planteamientos hidráu li cos más importantes
yecto de Nabor Carillo, en el sentido de pro
construcción de un sistema de lagos intercon
para almacenar y regular agua tratada y pluv
que excluía otros fin es como el aprovechar la
del álca li y la venta de agua tratada a la indu s
Proyecto del Aeropuerto Internacional de la ciudad de México, arquitectos T eodoro González de León y Alberto Kalach,
más del aeropuerto. la propuesta incluía el rescate lacustre y urbanÍsdco integral de los antiguos terrenos del lago de Texco

200
debido a la fuerte opos ición de los pobladores. La
audaz y novedosa propuesta, que remitía al aero-
puerto de Osaka co nstru id o sobre el mar, bu sca ba
convertir di cho ae ropue rto en el polo de desa rrollo
más importante del Valle de M éx ico a través de las
siguientes acciones : a) Inundar a una profundidad
de cuatro metros las 12 mil hectáreas de ti erras sa li -
nas y desérticas libres. Es decir, crear un sistema de
lagos para alm ace nar agua tratada que co ntribuya
a mejorar mediante su evaporización, las co ndi cio-
nes ambi entales de la ciudad. Este nuevo sistema
hidráulico crea ría al mi smo tiempo un nuevo litoral
de 75 kilómetros (tres veces la bahía de Aca pulco)
para usos urbanos y rurales, co mo centros culturales
y deportivos, hosp itales, universidades, estadios, co-
mercios, viviendas, talleres, industrias, reservas eco-
lógicas, etc; b) La recuperació n de poblados y áreas
deprimidas de Ecatepec, Ciudad Azteca, Aragón,
Netza hual cóyotl y Ch imalhuacán, transformando
con lagos, parques, calzadas y cana les alrededor de
40 kilómetros de lito rales; c) Creación de islas para
diversos usos y actividades, entre la qu e destaca una
para aloj ar ahí un nu evo aeropuerto; y d) La co-
mercialización para diversos usos y con un enfoque
inmobiliario de aproximadamente 5 mil hectáreas
recupe radas, incluyendo las áreas de los litora les
de la zona lacustre, las 800 del aeropuerto y otras
2,000 como áreas de reserva eco lógica para usos re-
creativos. Como se desprende, el proyecto tenía un
fundamento económico autofinanc iab le basado en
la venta de nuevas zonas recuperadas y la reacti va -
ción de la industria de la co nstrucción y el mercado
inm ob iliari o .
El conflicto en ese entonces fue có mo hace r com-
patibles las obras del nu evo aeropuerto con las que
requería el Plan del Lago de Texcoco, orientadas a
regu lar gran parte de los volúmenes de agua negra y
201
didas hace décadas. Sin embargo, la aparición
propuestas oficiales donde el aeropuerto apa
la zona de lagos alrededor generaró indicios
sin agua los terrenos del ex-vaso de Texcoc
narían por urbanizarse y entonces, se afecta
riamente las funciones hidráuli cas del Plan
Texcoco. De haberse co nstruido el nuevo a
to y por ende, urbanizado los terrenos a su
dor, se habría red ucido la ca pacidad de regula
las aguas negras y pluviales provocando un e
de extrema vulnerabilidad para la zo na orien
ciudad de M éxico . Probablemente Nabar C
hubiera imaginado todo, menos que 35 años
de construido su lago, el Gobierno Federal hub
cidido edifi car ahí mismo un aeropuerto. Afo
mente, la decisión no pasó del discurso y de
co mo es bi en co noc id o, el proyecto fu e
dido d ebido a la fu erte oposición de ejidat
Atenco y demás población ase ntada en mu
cercanos. La construcción de un aeropuerto
necesa riamente a revisa r los propósitos origin
proyecto y eva luar los impactos que hubi era
dicho aeropuerto en sus obras hidráuli cas.
Independientemente del fa llido aeropue
terrenos del ex-l ago de Texcoco son vitales
rantiza r la sobrevivencia hidráuli ca de la ci ud
funcionan como reguladores de las aguas res
pluviales de una gran ca ntidad de ríos y dren
poniente. Actua lmen te la zona está so metida
sos urbanizadores que obligan a hace r una
previso ra. Dos son los factores inmediatos a
rar: uno, la proliferación de los ase ntamient
les que empi eza n a extend erse so bre las part
co mo resultado de la valorización de la tierra
dos, el aumento considerabl e del caudal de
Cana l de la Co mpañía, único drenaje de las nu
nas habitacionales co nstruidas a partir del 20
bar Ca rrillo, necesa rios para garantizar el eq uilibrio hi-
dráulico de toda el área metropolitana; b) Construir y
ampliar diversas obras hidráulicas del Canal del Desa-
güe, el río Churubusco y el Canal de la Co mpañía, que
en los próximos años incrementarán notablemente sus
caudales; el primero, además de perder su pendiente
original y de regresar el agua negra a la ciudad, será el
conducto para el desalojo de las aguas negras del Dre-
naje Profund o que habrá de ser temporalmente clau-
surado por obras de mantenimiento mayor; c) Realizar
las obras de encauzamiento y rectificación de los 11
ríos que vierten sus aguas en la zona; d) O rientar y
limitar la urbanización legal o ilegal en las zonas aleda-
ñas a los actuales lagos de almacenamiento, así como
en la zona montañosa al orie nte del pueblo de Texco-
co; de lo contrario se alterará el equilibrio hidráulico
202
Todavía hay tiempo para hacerle caso a N
rrillo. No co metamos otro error histórico qu
como a mediados del siglo pasado, provocar
va inundación en la ciudad . El futu ro de la
está en prohibir por decreto o en los clásicos
desarrollo la urbanización de la zona, sino en
sus límites y en garantizar que no altere los e
hid ráulicos de la región. No confrontemos a
con dilemas técn icos, ahorros fin ancieros o
inmobiliarios autofin anciables. Volvamos a la
nuestros antepasados para edificar la ciudad
destruir o alterar sus naturalezas lacustres. T
respeto por el agua que nos cae del cielo y p
que cobijan todavía el verdor de la ciudad. A
a conservar la ciudad, no a acumular dinero
Mixquic

~ilW h, ,ido, po< ;o, " .'" , himm,,,, y "m'~, "m de ,,, w"""" de " dod,d de M'
e l mundo; un referente de su identidad para todos los que llegan o todos los que aquí vivimos. Por Xoc
sus pueblos ubicados a la orilla del agua - San Gregario Atlapulco, San Lui s Tlaxialte ma lco, Tlá huac y Mi x
han dado cita innumerables acontecimientos y personajes, testigos todos de su riqueza lacustre qu e sigu
brando al paso de los siglos. Por aquí pasaron las canoas rea les de los más fam osos e mpe radores mexicas
Xico, en ese e ntonces una isla e n medio de l lago de Chalco; po r aquí pasaron los primeros días de novie
1519 las tropas de Cortés, cuyas cartas a l rey Carlos V, re latando los esple ndorosos lagos, e ntusiasma ron
de casi todos los virreyes de la Nueva España; por aquí anduvieron, carpeta e n mano, los más famosos
eu ropeos del siglo XIX: Alexander Humbo ldt, la marquesa Ca lde ró n de la Barca, Francisco Ca rre ri , Robe
sett y Paula Kollonitz, entre otros; por aquí pasaron, 328 años después de Cortés, las tropas de l ejé rci to es
dense al mando de Winfie ld Scott, rumbo a Tlalpan para escenifica r e n la Hacie nda de Padi e rna la prime
en la ciudad de México; por aquí anduvo Juárez paseando a sus hijas e n trajinera, Comonfort, Maximi l
Carlota y hasta Manuel Payno, qui e n relata e n su nove la Los Bandidos del río Frío los viajes e n canoa d
Lázaro hasta Chalco, pasa ndo por Xochimilco. Aquí, e n e l pueblo de San Gregario, según nos cue nta do
Luis Guzmán, se conocieron Villa y Zapata, un 4 de diciembre de 1914, dos días antes de la entrada de
citos e n la ciudad; por aquí estuvo Charles Lindbe rgh e n novie mbre de 1927, quien meses a ntes había v
escalas de Nueva York a París; por aquí también ha transitado Goytia con sus pinturas, e l cin e de María Ca
y la arqu itectura de Fe lix Candela; por aquí tambié n llegaron a fin es del siglo XX, los urbani smos de la gl
con sus pla nes de rescate y las democracias políticas que, bajo los ampa ros de la calificació n inte rnacio
UNESCO, ha n incursionado e n Xochimi lco con e l propósito de preservar su patrimonio históri co.

203
do miles de toneladas de alimentos comercializados
en decenas de mercados cerca nos, princi palmente la
Central de Abastos. La zona lacustre fu e durante me-
ses, asiento de los ejércitos revolucionarios de Francis-
co Villa y Emiliano Zapata. Por tanto, en la memoria
históri ca de sus habita ntes se conserva un fuerte arrai-
go por la tierra, principalmente en San Gregorio At-
lapulco y San Luis Tlax ialtemalco, donde la llegada
de la cultura urbana se enfrenta irremediablemente a
fuertes tradiciones históricas por la defensa de la tie-
204
dad -alrededor de 14 m3 por segundo- y e
que consume la metrópoli .
El agua es la vida. No pod ría mos imaginar
la ciudad sin el agua, como tampoco podría
ginar la vida de las culturas de Xochimilco s
de sus canales y el verdor de sus chinampa
paso a una breve descripción de la riqueza
patrimonial de estos cinco pueblos lacustres
vía subsisten.
Canal de la Virgen, Xochimilco, 2006. Por estos paisajes lacustres transitaron los primeros conquistadores españoles llegado
mar en el siglo XVI .

205
 Patrimonio Histórico de la Humanidad
~"oo y '". '"gl.'" ',,"",e: i""'"
00"
tihuacán y el Centro Hlstonco de la Ciudad de Mexl-
T;".
co, son Patrimonios Históricos de la Humanidad. Las
chinampas y los canales, creación de los antiguos po-
bladores del valle, representan una de las riquezas pa-
trimoniales más importantes del mundo; la chinampa
es una superficie rectangular de tierra creada sobre el
agua y formada por capas de tierra compactadas en
sus lados por sauces llamados también ahuejotes. Hoy,
trasladarse a la región lacustre de Xochimilco es viajar
mil años en la historia, pues en unos cuantos minutos
de traslado, se pisan chinampas y canales que datan
de l siglo X.
206
Xochim ilco, o Xoch itl-mi lli-co en la lengu
tros a ntepasados, se traduce como "el lug
flores ". Es mundialmente conocido por sus
trajineras adornadas con flores y bautizada
vamente con nombres de mujer. Evocación
del cine mex icano, el paseo por sus canal
tradición popular de todo mexicano o extra
visita nuestra ciudad, o bien de cualquie r ce
fam iliar. Antojitos, música y hasta baile aco
estos paseos en trajineras . Varios embarcade
cos ofrecen la oportunidad de transitar sobr
Caltongo, Nativitas, Fernando Celada y C
e ntre los más importantes.
mercado más tradicional es M adre Selva, dond e se
adqui ere lo indi spensa ble para llevar la naturaleza
a los hogares. Otro mercado más modern o se ubica
sobre el Periféri co y form a parte del nu evo Parque
Ecológico de Xoc himilco, dond e tambi én se cuenta
y chinampas recuperadas recientemente c
des esfu erzos. Una apacible trajin era nos t
ta por los es paciosos ca nales y lagun as co m
Toro y la de Title, testigos lacustres co n
hi stori a.

25 kilómetros cuadrados de chinampas y 14 0 kiló metros de canaJes sobreviven aún en Xochim ilco y su regió n lacustre, un P
Histórico de la Humanidad de valor incalculable.

20 7
orgu ll osa una ca pilla construid a sob re basamentos
prehispáni cos por la orde n fran cisca na en el siglo
XV I. Un amp li o atri o le si rve de marco a su modesta
portada, detrás de la cual , en el interior de la igles ia,
so bresa len es pléndidos retablos de la época barroca;
su bella cúpula terminada hac ia 1700 guarda, según
dijo algun a vez el Doctor Atl , se mejanzas geométri-
cas co n la famosa cúp ul a di se ñada por Filippo Bru-
nelleschi para la catedral de Floren cia, all á por los
años renace ntistas de 14 28 .
veneradas de toda la región; se trata del Niño
cido como el "niño peregrino, niño dios o ni
a quien se le atribu yen milagros en la salud.
ser una figura de origen religioso, la tradición e
nos de la comunidad . Cada 2 de febrero un m
con su familia le construye una casa adecuad
venerado por todo el pueblo. Las mayordo
asignadas hasta el año 2045 por un selecto co
profunda fe de los habitantes de Xochimilco y
la imagen es en realidad un niño, al cual se le
se le viste y se le trata como cualquier otro inf

Las chinampas en San Gregorio Adapulco. Xochimilco, 2006; una riqueza patrimonial mexicana única en el mundo. Aquí
los cultivos so bre una capa de tierra-lodo extraída del fondo de los canales.

208
lecciones de cuadros de Diego Rivera y Frida Kah lo, su
inseparable compañ era . Otro museo, ubicado en San-
ta Cruz Acalpixca, nos recuerda que Xochimilco
poblados aledaños fueron habitados por civilizaciones
más antiguas que los mexicas, el imperio que fundó la
Gran Tenochtitlán.
Al seguir por la calzada donde alguna vez existieron
vías de un ferrocarril que circundó las riberas del lago
ción de la ti erra fu e refrendada por Emi liano
durante la Revolución de 1910, cuando sus tro
y sus nutri eron de mi les de habitantes de San Grego
el centro de la plaza principal del pueblo, se
un busto del Ca udillo del Sur. Uno de mucho
gos de las contiendas revol ucionarias fu e Don
pio, recientemente fall ecido a sus cien años de
quien nunca se ca nsó de contar sus famosas ave
con el caudill o del sur.

Técnicas agrícolas chinamperas que datan del siglo XI I. Sobre la capa de tierra-Iodo extend ida. se trazara un a cuadri cula para d
en cada cuadrito una semilla. Las chinampas tien en la virtud de producir de 3 a 4 cosechas al año, sin neces idad de agua d
pluvial.

209
concheros que nos recuerda n la presencia pre hispán ica
donde se edificó . Las bardas del atrio e nmarcan también
el escenario de un extraordinario espectáculo de luces y
true nos. A partir de las 8 de la noche y durante tres horas,
los barrios rivales de toda la historia muestran una diver-
sidad de juegos pirotécn icos sólo comparados con los del
Zócalo cada 15 de septiembre. Las calles son tomadas
todos los días para el baile, el goce y el disfrute colectivo
de sus habitantes.
San Gregorio Atla pulco conserva una de las zonas
de china mpas más extensas y productivas de la regió n.
Existe n vari os e mbarcaderos, e ntre los que sobresale
Tla pechicalli; al a manecer decenas de canoas llegan
co n sus productos para transpo rtarse hasta la Central
de Abastos. Chinampe ros de a ñejas he re ncias por el
cultivo de la tie rra como los Páez, do n Ced roni o o
do ña Goya, aparecen por a hí día con d ía caminado
le nta me nte por sus chinampas . Son pe rsonajes que to-
davía sie mbra n alime ntos pa ra la ciudad.
Los ca mpesi nos no sólo son chi nampe ros, ta mbié n
cue ntan con ejidos convertidos e n frágiles barre ras
naturales pa ra detene r la mancha urba na; hasta sus
fronte ras ha llegado la cultura de la urbe, ansiosa po r
asfa lta r las tie rras agrícolas. Desde un pue nte con his-
toria lla mado Urrutia, se divisan las tie rras ejidales,
anegadas e n te mporadas de lluvia y e n espe ra de su
recupe ració n. Po r a hí sobresale n los prime ros inve r-
nade ros levantados con e l esfu e rzo de los campesinos
que lucha n por hace r re ntable la agricultura y por ha-
cer realidad la uto pía de crear una agricultura urbana
de ntro de la ciudad.
Enfre nte del panteón de l pue blo ex istió hace mu-
chos años un manantial con peces llamado El Acuario.
Sus aguas que alime ntaro n d ura nte siglos los ca nales se
han extinguido. De l a ntiguo ma nantial sólo se conse r-
210
de los canales y las china mpas; aquí se co
rando el verdo r de cie ntos de ho rtalizas co
esbeltos ahuejotes.
La naturaleza de los canales y sus chinamp
auté ntica arquitectura del sile ncio; espacios
do nde el ho mbre ha tra nsformado un há bi
de ra me nte suste ntable. El ve rdo r que cubr
pe netra e n un intermina ble la be rinto de a
orgullosos guardianes de las china mpas qu
tie nde n a otras partes de la regió n lacustre,
Luis Tlax ialte ma lco. Este es otro de los pob
sur de la ciudad donde se conservan aún lo
lacustres pre hispánicos. Como e n otras pa rte
iglesia que data del siglo XVI fu e levantada
te sobre las ruinas de nuestro pasado; a uno
pasos del atrio, los caminos de tie rra co ndu
apacibles canales que irriga n miles de metro
dos de china mpas. Coliflores, acelgas, lechug
vegetales más, cubre n la tie rra cual si fue ra
En te mporadas decembrinas el ve rde de los
se combina casi a la pe rfecció n con el rojo i
la fl or de noche bue na o cuetlaxóchitl, co mo
nuestros ancestros. Pa ra muchos po bladores
ció la noche bue na. El cultivo y e l a mo r a la
pa rte de la cultura de todos estos pue blos
Po r eso no extra ña la existe ncia e n Sa n Lu
te malco de uno de los invernaderos más be
ciudad; forma pa rte de un agrada ble refu g
que Acuexcomatl, espacio de refl exión y de
cientos de capitalinos.
A unos cuantos kiló metros de San Luis e
huac, el re ino del pe núltimo Tlatoani o e
mexica Cuitláhuac; hace siglos fu e una peq
situada e ntre el Lago de Chalco y el de Xo
La a ntigua calzada -hoy lla mada Tláhuac-
zaba la isla para unir Tulyehualco con Za po
TlapechicaJ li , uno de los muchos embarcaderos de San Gregorio Atl apulco. por donde se trasladan di ariamente a los mercad
de toneladas de hortalizas.

211
Paisaje lacustre de canales y chinampas en Tláhuac, 2006.
existe, pero el agua a su alrededor casi se ha extin-
guido. Aun así, existe aquí una zona de chinampas y
ca nales. Pero, como toda la agricultura que envuelve
a la ci udad, las chinampas de Tláhuac también se ha-
llan amenazadas por la urbanización que día a día se
les acerca. La mancha gris empi eza a cubrir el verdor
con sus asfa ltos. Edificaciones de concreto y viviendas
ilega les si n servi cios surgen de la noche a la mañana.
Miles de pobladores expulsados de otras partes de la
ciudad encuentran aquí una efímera solución a sus ne-
cesidades de vivienda. Detener la urbanización de las
chinampas es una utopía mientras no se encuentren
espacios habitacionales más adecuados en otras partes
de la ci udad.
Tláhuac ofrece un agradable paseo lacustre para sus
visitantes. Desde el lago y su embarcadero, llamado
de los Reyes, zarpa n trajineras que ofrece n recorridos
lacustres por ca nales exentos de tumu ltos y ambientes
212
festivos. Un poco más allá, existe también u
con otro lago artificial, pero que igualmente
ye a recuperar el medio ambiente lacustre q
vez tuvo esta región. El encuentro con las arq
coloniales del siglo XVI es también parte de
zas patrimoniales de Tláhuac. Su iglesia edif
las órdenes de los dominicos, conserva esplé
culturas de los diversos personajes que ilum
nueva fe de la conquista espiritual.
Por último Mixquic, donde se conservan
de ocho kilómetros de ca nales prehispánicos
táreas de chinampas productivas. Aquí, tra
el agua en una antigua canoa es una experie
vidable. Desde un improvisado embarcader
San Miguel, se puede llegar en unos cuantos
un modesto parque público, el único de la
deado de ca nales que datan del siglo X. No
cho fue un manantial que abasteció de agua
con algunos china mpe ros herede ros de los a ntiguos
po bladores pre h ispá n icos.
Mixqui c es e l espacio d e inm o rta lid ad . Pa ra unos
su no mbre se refi e re a un luga r a pacibl e, de paz y
descanso ; pa ra otros su no mbre de rivad o de l ná-
hua lt miquiztli , se traduce co mo lugar de la muer-
te. Pa ra nuestros a nte pasad os e l lugar bu scado pa ra
mo rir fu e e l mi ctlá n, e l cua l no e ra concebid o como
castigo o pre mi o, sin o co mo goce; ta mpoco co mo e l
límite d e la vid a, sino co mo e l espacio d e lo inmor-
ta l y lo indestru ctibl e y por lo ta nto, de l re to rno . El
Mi ctlá n e nc ue ntra e n Mi xqui c su luga r idea l. Aqu í
los mue rtos no se va n a l más a llá, ya sea e l infi e r-
no, e l purgator io o e l cie lo; sino qu e vue lve n cada
año para integra rse a los suyos; so n atraídos po r las
ofre nd as, una de las tradi cio nes culturales más co-
nocidas e n el mundo. En Mi xqui c la mue rte es un a
expresió n de la cultura sincréti ca y e l mestizaje po r
excele ncia. A las 12 de l día de l 31 de octubre, las
campanas d e la iglesia a nun cia n la ll egada de los
difuntos infa ntes que e ntra n e n sus hoga res pa ra di s-
fruta r de su ato le, choco late, ta ma les, dulces y fru-
tas; todo d is pu esto e n un a ofre nda de flo res bl a ncas
lla mad as "ale líes". A las 8 de la noche se les sirve
su me ri e nda pa ra que due rma n y pasen la noche
con los suyos. A la ma ña na sigui e nte, e l prim e ro de
213
modifi ca para rec ibir e l reto rn o de los d ifu
yores. Se co mbin a la ofre nd a y se e ncie nde
las. A las 8 de la noche d e ese mismo día, pr
novie mbre, las ca mpa nas a nun cia n "el toq
á nimas" ad ul tas que reto rn a n pa ra integra
va me nte a l hoga r. Re posa ndo e n fa mili a, la
pasa n la noche, y al día siguie nte, 2 de no
to ma n el desayun o a las 8 de la ma ña na .
ese d ía su ofre nda les brinda aqu e ll o qu e
ro n e n vida : mo le, a rroz, ta males, tequila
pu esto, su res pecti vo pulqu e . A las 12 de l
ca mpa nadas a nuncia n su re ti ro, pe ro a hora
pa nteó n o ce me nter io, lo qu e re prese nta e
tismo con el pe nsa mi e nto co lo ni al eu ropeo
decer, el ce me nte rio ub icado e n e l mi smo
la iglesia se vue lve un in tenso co nce ntrad o r
que vuelven a re unirse co n sus d ifuntos. Al
ce r, e l e ncend ido de las lu ces d e ve las y v
es un be llo es pectácu lo qu e ilumin a e l e n
co n la inm o rta lidad ; dura nte siglos la espe r
reto rno pe rma ne nte co n sus difuntos ha ma
la trad ició n de mue rtos e n Mi xqui c. Sin e mb
trad ició n más a ntigua tie ne un a indi so lubl e
con la cultura indíge na y lacustre de lagos, c
china mpas; la cual se co nse rva hasta nuestr
Paisaje lacustre en Mixquic, 2006.

214
Testimonios de una historia milenaria
~hinampas y sus canales fueron los prime-
ros paisajes lacustres que asombraron a los hombres
de ultramar atraídos por la esperanza del oro.
Al bajar de los elevados y fríos volcanes del Popo-
catépetl y el lztaccíhuatl, los conquistadores españoles
pasaron la primera noche e n una pequeña isleta rodea-
da de agua llamada Mixquic. La sorpresa y el asombro
de ver tanta agua fue tal, que algunos ba utizaron la
región como Venezuela, comparándo la probable me n-
215
te con el inme nso lago de Maracaibo descubi
los navegantes europeos 30 años antes. Be r
del Casti llo relata e n su libro Hi storia Verdade
Conquista de la Nueva España lo siguiente: uE
dormir a otro poblado en las lagunas, que me p
dice MEZQUIQUE, que después se puso en no
Venezuela y que tenía tantas torres y grandes C
blanqueaban; y el cacique de él y 105 princip
hicieron mucha honra y dieron a Cortés un pre
oro y mantas ricas"
rador Carlos V, su asombro por la gran dimensión del
agua: "bien sé que serán de tanta admiración que no se
podrán creer!. ..1dicha provincia es redonda y está toda
cercada de muy altas y ásperas sierras, y lo llano de
ella tendrá hasta setenta leguas y en el dicho llano hay
dos lagunas IXochimilco y Texcocof ocupando todo!. .. 1
tiene canoas en torno mas de cincuenta leguas. Una
de estas dos lagunas es de agua dulce, y la otra, que es
mayor, es de agua salada.
Para algunos investigadores, las chinampas ex istie-
ron a ori ll as de los lagos desde el siglo IX en los poblados
como Xaltocán, Texcoco, M ex ica ltzingo, Zumpango y
Azcapotza lco (Carda, 78:36/37); para otros, su apo-
geo se dio entre el siglo XIV al XVI, principalmente
Plan original del "rescate ecológico" de 1989, donde se pretende edificar el gran lago turístico y elevados edificios al iado
co.
216
de la palabra chinampa se derive del náhua
ti, "seto o cerco de cañas", y pan que signif
o encima ". Algunas fotografías de principio
XX muestran, incluso, edificaciones de chin
la región, como lo atestigua don Juan ... un e
tado chinampero: "Yo todavía tuve fa op
como chamaco, jugando con mi papá, de co
pedazo de tierra que se llevaba por el agua y
césped. Entonces se usaba una coa, que era
lla para cortar y luego se usaba un garabato, u
y se arrastraba. Después se levantaba la chi
una manera o de otra trayendo tierra de dife
tes de donde estaban las otras chinamperías
sobre ella se hacia el sembrado."
"Desde pequeño yo me acuerdo como llegábamos
hasta el mercado de Jamaica. Sa líamos de aquí cua-
tro o cinco de la m añana. íbamos remando en una
canoa ca rgada de legumbres, lechuga, acelga, espi-
naca, flor y todo lo que se produce aquí. Entonces
con esa carga o con esa merca ncía íbamos reman -
do!. .. } y llegábamos hasta La Viga . En el camino ha-
bía una presa que nombraban Muyuguarda ; ahí había
una compuerta y unas vigas que levantaban y enton-
ces pasábamos todos y llegábamos a la una o dos de
la tarde al mercado de Jamaica! ... } en el puente de La
Carita que está por Chabacano bajábamos la carga
para venderla! ... } ese era nuestro trabajo de todos
los chinamperos de aquel tiempo!. .. } que yo recuer-
de, verdad, hace unos seis o siete sexenios, el agua
empezó a bajar a ca usa de que el gobierno se llevó
Kilómetros cuadrados de chinampas, 2006
Poblados Proyecto FAO (1)
Xochimilco
San Gregorio
San Luis Tlaxialtemalco
Tláhuac
Mixquic-Tetelco
Totales
Fuente. (1) Rojas, 95;29 con datos de Proyecto FAO-México, SARH, Caníbal, er.al. , 1998; (2) Investigación de campo
Centro de Ecología y Desarrollo.
La transformación históri ca radi ca l se ini ció a fi-
nal es del siglo XIX y principios del XX co n la de-
secación de los lagos y las obras de captación del
agua, principalmente subterránea, conducida por
un acueducto a la ci udad de México. Hacia los pri-
meros años del siglo XX se extingu ieron los lagos de
Xochimileo y Chaleo, propósito imperia l presente
durante todo el virreinato y co nseguido por fin , du-
rante las últimas décadas del sigl o XIX co n las obras
del Gran Ca nal del Desagüe - hermano gemelo del
acued ucto de Xochimil co-, aprobado por M ax imi-
sí, suficiente! ... 1 en aquellos años sin excep
exagerar, usted tenía sed, aga rraba en las
tomaba agua de ahí, ¿por qué ? porque era
manantial, cristalina! ... 1 veía usted los pec
nadaban" (Do n Francisco Godoy).
Al igual qu e la ciudad de México, Xochim
región lacustre han sufrido un o de los proc
transformación más radi ca les en la historia d
banización mundial. Hasta hace menos de 5
había ahí dos enormes lagos de 350 kilómet
drados y a sus orillas 180 kilómetros cuadrado
nampas y 750 kilómetros de cana les y apan
só lo quedan 25 ki lómetros cuadrados de ch
y 140 kilómetros de ca nales, un patrimonio
único en el mundo.
CECODES (2)
8.30 678
3.00 565
1.07 868
5.55 868
5.10
22 .9 25.0
li ana en 1866 e inaugurado por Porfirio Dí
de marzo de 1900. Fueron periodos gob
co n una profunda incomprensión y despre
entender el agua y su cultura.
Con dichas obras, se ini cia la extinción p
de los lagos y los mananti ales, considerados
ricos de todo el Va lle de Méxi co; así como la d
ción paulatina de las chinampas y sus ca nales
tir de entonces, la región lacustre se convertir
nuestros días, en uno de los abastecimientos
21 7
Rojas, 95 : 23 7). Durante el siglo XX desaparecieron
los últimos mana ntiales y la a bundancia del agua se
extingui ó. Di ce otro china mpero que "hace muchos,
muchos años habían pescados y era muy bonito pues
porque era otro tiempo!... 1sólo le hacía uno así!. .. 1con
la mano a la orilla y agarraba uno con las manos y a
tomar agua, porque era abun dante y limpia/. ..l eso
ya no vamos a tener/. .. 1 es algo mu y do loroso pa ra
nosotros los campes inosl .. .l los hombres, ellos son
(u ertes, pero a nosotras las mujeres sí nos duele que
ya no tengamos toda esa dicha para nuestros hijosl ... 1
a mi me gusta mucho el cam po y a las mujeres de es te
pueblo les gusta mucho el campo. La mayoría quisié-
ramos que esos tiempos volvieran pero yo sé que no
van a volver, al contrario, el agua disminuye. Hace unos
cinco años era un poquito así, la altura era cómo de
un metro de agua, eso se acabó!...1 es horroroso para
nosotros, porque nuestros hijos ¿de qué van a vivir? si
nosotros los hemos acostumbrado a comer y a vivir del
cam po. Cierto que muchos tienen una pro fesión, pero
en es tos tiempos no basta un sueldo ... yo tengo un hijo
que es pro(esionista pero le gusta el campol. .. 1 mis tres
hijos son pro(esionistas, tengo un hombre, pero a los
tres les gusta el campo y trabaja más de (uerza de vo-
218
los china mperos de diversos ba rrios, deje n d
sus á reas agrícolas que utilizan pa ra constru
das, contribuyendo así a la expa nsión de la
urbana sobre las zonas agrícolas. A pa rtir de l
30 años del siglo XX se hizo noto ri o el a ba
las actividades agrícolas e n los ejidos, pero
me nte e n las china mpas; e llo a pesar de lo
programas gube rna me ntales de a poyo, y el
ca udal de agua tercia ria provenie nte de las p
tratamie nto de cerro de la Estre lla y San Lu
te malco.
En la pa ulatina reducción histó rica de las a
agrícolas e n las chinampas, la me nor d ispo nib
agua ha sido dete rmin ante . Con cada vez m
e n los ca nales, tanto e n volume n como e n c
modifica paulatiname nte la organización com
la ide ntidad cultural y las costumbres cotid i
dedor del agua y la tie rra. Pero, a pesar de la
urbanizació n, aú n se conserva n núcleos ag
fra nca resiste ncia a deja r la vida lacustre. El
pe nde rá de la conservació n de l agua y e n g
tambié n de la preservació n de la cultura o rigi
pobladores.
Chinampas de San Gregario Adapulco. 19 10. Aunque gran parte de estas tierras agrícolas origi narias del siglo XI I se han cub
cretos y asfaltos. no todas han desaparecido.

219
El Plan de Rescate Ecológico, 1989-1994.
De la resistencia a la utopía
~e la segunda mitad del siglo xx y hasta
principios del XXI, Xochimilco y su región lacustre han
sido objeto de múltiples y variados planes, programas
y acciones para preservarlo y conservarlo. De entre to-
dos se destaca por la importancia de sus propósitos y
alca nces, el puesto en práctica por la administración
del presidente Carlos Salinas de Cortari y el regente
Manuel Ca macho Salís. Este plan, denominado de
Rescate Ecológico de Xochimilco, fu e presentado pú-
220
blicamente en septiembre de 1989 y formó
las políti cas gubernamentales en el marco
balización económica de fin de siglo; es dec
junto con otros co mo Sa nta Fe, La Alameda y
Histórico, un paquete de desarrollos inmobi
sado en concesiones privadas e inversiones d
sas nacionales y trasnacionales; en el fondo
de redu cir o incl uso suprimir, la inversión p
determinados proyectos urbanísticos de la c
cial para fines turísticos y deportivos de 360 hectáreas
(d iez veces la superficie de los lagos de Chapu ltepec);
y alrededor del lago crear una zona de chinampas
con clubes recreativos y deportivos, zonas cu lturales y
áreas comerciales co ncesionadas. En ambos lados del
Periférico se autorizaron usos intensivos para la cons-
trucción de edificios de altura, simi lares a los existentes
en los actuales tramos de San Jerónimo a Perisur; el
Diario Oficial de la Federación del 21 de noviembre
de 1989 publicó la autorización oficial del plan. Como
se desprende, con la ex propiación de tierras agrícolas y
su asignación a otras actividades recreativas y urbanas
se modificaban rad icalmente los usos del suelo de la
zona de reserva ecológica. El proyecto incluyó además
la ed ificación de dos grandes lagunas de regulación
(Ciénega Grande con 97 hectáreas y Chica con 73)
con el propósito de almacenar las demasías de agua
negra y pluvial proveniente del río San Buenaventura
y el canal de Chalco, y evitar así inundaciones críticas
en la zona. Ambas lagunas, como otras ubicadas en
el área metropolitana de la ciudad de M éxico, tienen
la función de regular la canalización de agua hacia el
Gran Canal del Desagüe y el Drenaje Profundo, y por
tanto, resultaban indispensables para evitar la satura-
ción de los drenajes. No está de más precisar que se
trataba de lagunas de regulación y no de ox idación,
pues no se incluía infraestructura para su tratamiento.
Las majestuosas obras propuestas en el plan , no
se orientaban precisamente hacia una verdadera re-
cuperación lacustre y agrícola de la región; y por sus
impactos, era de esperarse a mediano plazo, la urbani-
zación total de las zonas chinamperas de Xochimilco y
San Gregorio Atlapulco. La respuesta de una parte de
la comunidad no se hizo esperar; se gestó una fuerte
oposición a la expropiación de las tierras y al carác-
ter rentable y urbano del proyecto. Se trató de uno
de los procesos de participación y gestión social más
22 1
la defensa de la tierra. En la protesta contra
origi nal participaron ejidata rios, chinamperos,
sinos y comerciantes, e incluso sectores aca
y universitarios, pero principalmente el deno
" Frente Emiliano Zapata para la Defen sa del E
San Grega rio Atlapulco con el apoyo de los
políticos PRD y PPS. La defensa para cons
tierras co n actividades agríco las, que a la pos
mod ifica r el plan original , dio lugar a la crea
di versas organizaciones sociales, algunas de la
aún persisten en la región.
La confluencia de diversas visiones sobre el
to ex presaba en realidad los intereses, a veces
dictori os, de los múltiples actores de la comun
gobierno. Se abrió así un amplio proceso de p
ción y consulta; se celebraron innumerables re
en las ofici nas de la rege ncia capitalina y de la
ras legislativas. El cuestionamiento más import
plan original se centró en la expropiación de
y los impactos que se pudieran provoca r en
ficación de las formas y costumbres tradi cio
la región. La defensa del patrimonio históri c
tre y agrícola era una responsabilidad social
una visión modernista del desarrollo urbano. As
acalorada reunión entre autoridades, técnicos
sentantes de las principales agrupaciones soc
la región, el entonces rege nte Manuel Camac
anunció el compromiso de mod ificar el plan
mediante la incorporación de prop uestas prov
de la comunidad y de algun os sectores acad
para ello se creó un Consejo Asesor integrado
amplia representación social. La corta vida de
impidió recoger un conjunto de alternativas. E
de 1991 se anunció púb licamente la nu eva ve
Plan de Rescate, que suprimía el ca rácter re
autofinan ciable del plan original bajo el lema
chimil co no está en ve nta". Este ca mbi o de
Plan original del Rescate Ecológico de 1989. donde se pretendía edificar el gran lago turístico y elevados edificios al iado del

222
Plan modificado del Rescate Ecológico de 1994, donde se reduce notoriamente el área del lago y se integra la propuesta de
sinos y chinamperos de crear dos zonas agrícolas de aJta rentabilidad, como contenedoras de la urbanización.

223
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Copia del Diario Oficial del DF donde se autorizan en 1989, usos del suelo para construir edificios altoS dentro del Plan E
Xochimilco. Abajo con letras se lee: "periférico, uso mixto , densidad alta"; esta in congruencia ecológica fue posteriorment
por la presión de los pobladores.

gia ob ligó al gobierno a invertir recursos propios en el
nu evo proyecto.
Entre las modificaciones sustancia les del nuevo
proyecto se destacan: la redu cción del área del lago
artifi cial de 360 hectáreas a só lo 52, pues, co mo fu e
va lorado técn ica mente, la extensión origina l implica ba
co ntar co n un abastecimiento mayor de agua tratada,
cuestión no garantizada por su elevado costo y el alto
grado de evaporación que implica ba ta l su perficie;
además, la edificación de un parque eco lógico con
instalaciones para la difusión cultural y la promoción
de actividades vinculadas al mejoramiento del me-
dio ambiente; una zona deportiva, un embarcadero y
un ampli o mercado de plantas con 1000 pu estos; las
áreas concesionadas para actividades recreativas y co-
mercial es fu eron canceladas, así como el uso de suelo
intensivo para grandes edificios sobre el Peri
así las dos lagunas de regulación (Ciénega
Ciénega Chica), las cuales se conservaron.
La reducción del área del lago artificial y
nación de su ca rácter turísti co imprimió al n
yecto un carácter predominantemente agríc
en el área restante se propuso edificar dos d
riego, uno por cada ejido expropiado, anexá
parce las restituidas por la expropiación. Se tr
área agrícola de 230 hectáreas con la finalida
ducir alimentos y flores mediante nuevas te
agrícolas. La idea de conservar áreas agrícolas
nos prácti ca mente rodeados de urbanización
los propios ca mpesinos y fu e una de las contr
más significativas que el Proyecto de Rescate
legó a la ciudad; en una hi stórica reuni ón

224
mejor dejamos de comprar maíz y hortalizas a los Estados
Unidos?" Tales distritos de riego se conservan aún; ha-
brá que ver en el futuro si realmente se mantienen como
contenedores de la urbanización.
Por otra parte, ya pesa r de la modifi cación del plan
original , las negociaciones y consultas ce lebradas entre
la comunidad y el go bi erno no lograron suprimir el de-
creto de expropiac ión. Ante ello, la res puesta lega l de
los ejidatarios fu e el amparo, interpuesto pardos peque-
ños grupos de ejidatari os, cada uno corres pondi ente a
los ejidos involucrados. En Xochimilco la ubi cación de
prese ncia de una orga nización campesina m
determinaron que la concl usión del proceso
para llevar a ca bo la expropi ación de las ti erra
ga ra por va ri os años más. En am bos casos, e
de ex propi ación inclu yó la ob ligación de rei
devo lver a cada un o de los afectados y en
co ndi ciones agrícolas una superfi cie menor (
1000 metros cuad rados) a la de sus parcelas
les expropiadas (de 6 000 a 7 000 metros cua
Además de cubrir la indemnización correspo
otras prestaciones se ofrecieron a los afectado

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Una de las múltiples movilizacio nes de la co mu nidad en co ntra del proyecto o rig inal. En la foro al centro , DOÍ1a Manha, qu
esposo D o n Francisco Godoy fo rm aro n parte del Frente Emil iano Zapata para la D efensa del Ejido, pil ar de la o rgan izac ión
hizo posible enrre 1990 y 1994 la modificación del pla n o riginal.

225
tales beneficios generó conflictos socia les entre la co-
munidad afectada. No todos los ejidatarios se su maron
a dichos acuerdos. Vale la pena mencionar la partici-
pación en el nuevo plan, del grupo de ch inamperos y
ejidatari os de Sa n Gregario Atlapu lco ya mencionado,
como lo fue el "Frente Emiliano Zapata para la Defen-
sa del Ejido". Este grupo logró un acuerdo específico
signado por las autoridades de DDF para recuperar la
superficie tota l de sus parcelas afectadas, además de
un centro de capacitación agrícola; este fue construido
pero la devolución de tierras aún sigue pendiente.
Un último aspecto a destacar fue el relacionado co n
la utilidad hidráulica que tenían, y tienen , para la ciu-
dad, las tierras de San Gregorio Atlapu lco. El creciente
hundimiento, au nado al desequilibrio hidráu lico de la
región, provocó desde hace años que una parte del
ejido del pueblo se encuentre inundado. El obl iga-
do abandono de parte de los ejidatarios red ujo ahí la
productividad agrícola y por tanto, se propuso origi-
nalmente ahí un lago arti ficial. Pues bien, durante el
proceso de gestión del nuevo proyecto quedó cla ra la
intención del gobierno -por supuesto no explícita- de
ocupar dicha zona hund ida como laguna de regula-
ción, función que cumple hasta la actualidad, pues
está inundada la mayor parte del año. Su utilización
como un lago para usos turísticos, pecuarios o recreati-
vos, que dependerá de la ca li dad del agua que reciba,
no fue compartida por la mayoría de los ejidatarios
expropiados; a pesar de que podría servi r como barre-
ra natural a la urbanización que toca ya las fronteras
agrícolas del ejido co n sólo cruzar el canal de Chalco.
La crítica más importante al proyecto fue la prio-
ridad presupuestal asignada para la edificación de
grandes obras nuevas y visibles, como el lago artificia l,
el parque ecológico, el mercado de plantas y la zona
deportiva, entre otras; en lugar de atende r los proble-
226
de más escl usas y taponamientos con el pro
mantener adecuados niveles de agua en lo
por último, el no haber aumentado el cauda
tratada de nivel terciario de las plantas de tr
del Cerro de la Estrella y San Luis Tlax ialtem
más y mejor agua -argu mentaban constante
chinamperos- no habrá un verdadero rescat
co". Es cierto, hay una deuda pendiente de
con Xoch imilco. Desde hace 100 años, la
apropió de su agua; es hora, dicen, que " la c
la devuelva ".
Respecto a los aportes del plan modificad
destacarse la experiencia organizativa adq
la com unidad y su capacidad de negociació
con el gobierno capitalino, para oponerse y
participación en la modificación del plan o
mayor aprendizaje de su participación en
plejo proceso social fue el saber o rganizarse,
se y aprender a concertar con otros actores
la defensa de su patrimonio para preservar
riqueza con que cuenta : el agua y su tierra.
te ncia agraria de fines del siglo XX tuvo un lo
ficativo, aún insuficientemente valorado por
actual: impedi r en ese entonces, la urbaniza
zona chinampera y ejidal aledaña a Xochim
Gregario.
Por otra parte, la concepción de introdu
cultura en la economía urbana, compartiend
tabilidades para su preservación, fue el me
del pensamiento indígena de los chinamp
campesinos. Se trató simplemente, de una
una visionaria idea sobre la conformación
dad; aquella que concibe a la ciudad no sól
urbano, sino asociada indisolublemente a s
base de la prod ucción de alimentos, del a
oxíge no que fundamentan la vida cotidiana
Puente de Urrutia , San G regorio , 1992. Expresió n en los muros de las generalizadas protestas de la com unidad co ntra el Plan
de Xochimilco.
nueva concepción de la ci udad dependerá sin duda la
preservación de las trad iciones agrarias de los ejidata-
ri os y demás campesinos de la región.
El Plan de Rescate Ecológi co no se ría el último
qu e intentara rescatar la zona lacustre d e Xochi mil-
co. A partir d e 199 7 y hasta la actualid ad, los diver-
sos gobiernos delegacionales han pu esto en prácti ca
otros planes y programas, algunos incluso, co n apo-
yos de institu cio nes universitari as e internacio nal es
co mo la UNESCO. Sin embargo, aú n falta mu cho
227
por hace r en los próx im os años para prese
hi stóri ca zo na lac ustre y agríco la d e nu estra
por lo pronto, su rescate y rec uperación es
vía pendi entes, pu es desafortunadamente
de los últimos esfuerzos rea lizados, desde la d
los años ochenta d el siglo pasado, aún no s
ven los probl emas fu nd amenta les. Co n el
la ex perien cia ha demostrado que ningún
rescate en la regió n tendrá éx ito si no se i
desde la co nce pción mi sma del plan , a los
chinamperos y campes in os.
Anexo.
Breve cronología sobre el Plan de Rescate Ecológ
1989-1994
ts4, febrero. México se suscribe a la Convención
del Patrimonio Mundial de la Conferencia General de
la UNESCO ce lebrada en París.
1987, junio 19. El DDF hace público el Plan Par-
cial de Desa rroll o Urbano de Xochimilco, donde se
propo ne modifi car el uso del sue lo de los ejid os de
Xochimico (780-56-6 1 hectáreas) y San Gregorio
Atlapu lco (258-33 -00 hectáreas); a estos predios,
228
co nsid erados anteriormente como áreas d
ción eco lógi ca , se les asignan nu evos uso
co mo AMR (Agríco la de mejoramiento y
ción), PS (Pecuar io se miestab ulado), APE
de protección es pecial) y para Equipamien
estru ctura.
Diciembre. La UNESCO declara a Xochim
monio Histórico de la Humanidad.
y preservarlos fomentando en esa dirección, el apoyo
fin anciero, social y priva do, y reglamentando las finali-
dades de uso de suelo y las actividades que en ellos se
I
realizan' ,
Julio 27. Se hace pública la versión preliminar del
Plan M aestro de Rescate Ecológico de Xochimilco,
donde se inclu ye n las adecuaciones al uso del suelo
de los terrenos Ciénega Chica, Ciénaga Grande, Xico,
San Lorenzo Tezo nco y Xochimilco.
Septiembre 26. El Gobi ern o de la Repúbli ca aprue-
ba el Plan de Rescate Eco lógico de Xochimilco con la
firma de un acuerdo pluripartidista y la participac ión
de la entonces Asamblea de Representantes del DF .
Durante la prese ntación del Plan en el Museo de la
ciudad de M éxico, algunos ejidatarios afectados mani-
festaron su inconformidad , surgiendo así los primeros
grupos organizados opositores a los propósitos del pro-
yecto, entre otros, el " Frente Emiliano Zapata para la
Defensa del Ejido de San Gregario Atlapulco" y el Co-
mité de Lucha en Defensa del Ejido en Xochimilco.
Septiembre-octubre. En las co munidades afectadas
se ini cia el proceso de información y surgen las pri-
meras organizaciones donde partici pan integrantes de
la Asa mblea de Represe ntantes y de diversos partidos,
grupos ambientalistas y académic.os.
Noviembre 3. En forma por demás sorpre ndente, se
pu blican en el Diari o Oficial de la Federación nuevas
mod ificaciones de usos del sue lo de los terrenos ex-
propi ados y otros aledaños pa ra asignarlos como H4
(habitacional hasta 400 habitantes por hectárea), El
(Equi pa miento de Infraestructura), ED (Equ ipamiento
de Recreación y Deporte), EC ( Eq uipamiento de Co-
mu nicación y Transporte), ES (Equ ipami ento de Se r-
vicios, Adm ini stración, Sa lud, Educación y Cultura).
229
Noviembre 21. Se publi can en el Diario O
la Federación los dos decretos expropiatorios
eji dos de Xochimilco y Sa n Gregari o Atlapulco
edificación de obras hidráuli cas con el fin de
mentar la reca rga de acuífe ros, co ntrolar inund
y hundimientos y establece r lagunas de regu
Para el primer caso se destinan 23.5 millones
sos y para el segundo 12 mill ones por cada h
expropiada; si n embargo, ese mismo día algu
datari os opu estos a tal expropiación y perten
al "F rente Emili ano Zapata para la Defensa de
interponen un juicio de amparo.
Noviembre 22. El PPS (Pa rti do Popular So
den uncia ante la Asamblea de Representantes
siones que utilizó la Delegación de Xochimi
suscribir un documento medi ante el cual los
ri os cedían sus tierras al DDF (M onge, 89:24).
Noviembre 23 . El regente Manuel Camacho S
pone a los ejidatarios opositores al Plan integrar
Comisión Técnica para discutir y celebrar acuerd
Noviembre 28. Graciela Rojas, representante
(Partido de la Revolución Democrática) encab
protesta de ej idatarios y campesinos en los recié
piados terrenos de Ciénega Grande; tal acción le
detención temporal por parte de las fuerzas de se
al medio día, su compañera de fracción, Rocío
denuncia el hecho y solicita la destitución del D
de Xochimilco, Juan Gil Elizondo (Monge, 89a:2
Noviembre 29. Segün el DDF , estas detenc
debieron a que ninguna persona acred itó se r e
y al hecho de estar ocupando un terreno ex p
Para ese entonces las protestas en asce nso e
ban la elaboración de un Pl an sin los co nsens
les y políticos necesarios.
tivo y sin intermediarios.
Febrero . El rege nte M anuel Ca macho Solís instala
un Consejo Asesor integrado a invitación expresa por
diversas instituciones académicas, grupos ecologistas,
representantes de ejidatarios y de la comunidad.
Marzo. Durante el mes se realiza ron diversos actos
donde se anunció la disposición de modifica r partes
del proyecto original del Plan de Rescate Ecológico de
Xoc himil co e in co rpo rar pro pu estas prove ni entes
de los integrantes del citado Co nsejo.
Abril 3. Se anuncia por las dos principales orga niza-
ciones opositoras a la expropiación la obte nción de la
suspensión provisional deri vada del juicio de amparo.
Abril 23 -25 . Se realiza un Simposio Internacional
para el establecimiento de estrategias para la preser-
vación de las chinampas y la zona lacustre. Participan,
entre otras instituciones, la Fundación M ac Arthur,
UNESCO, WWF-U S, Universidad de Califo rnia River-
side, Centro de Investigación y Estud ios Superiores de
Antropología Socia l, Instituto de Investigaciones Antro-
pológicas y la UAM Xochimico.
Junio 27. El Comité Asesor presenta nueva versión
del Plan; se incluye la continuación del periféri co y
a su lado, la creación de un Parque Ecológico y una
zona deportiva y turística.
Julio 6. Se anuncian nuevas obras, como un lago
y un área representativa del sistema lacustre de 210
hectáreas y un nu evo mercado de plantas y fl ores de
18 hectáreas.
Noviem bre. Se desarrolla la Consulta Pública del
Plan de Desa rro llo Urbano de Xochimilco co n el pro-
pósito de establecer consensos alrededor de nu evos
230
terrenos por inundaciones temporales (Escrit
1990). Se integra y se envía a la Rege ncia ca
"Acuerdo de Concertación para el Rescate I
Xochimilco ", incluyendo propuestas princ
del " Frente Emiliano Zapata para la Defensa
de San Gregorio", El Comité de Lucha en D
Ejido de Xochimilco y algunos gru pos ecolog
GEA. Entre las más significativas destacaban: a
de las aguas en canales mediante un sistema
miento con agua terciaria y nuevos aportes; b)
de la zona ejidal y chinampera impidiendo
banizaciones y expropiaciones; c) controles m
del nivel de agua en San Gregorio, San Luis y X
mediante colocación de esclusas y seccionam
canales; d) la construcción de ocho embarcade
Gregorio (Vicente Suárez, Acuario, Tlaquilpan
ca, La Huerta, Juan Escutia, Tlapechicalli y Cua
e) participación directa de productores en las
de los procesos productivos, y f) capacitación
lecer el conocimiento agrario de las chinampa
Diciembre 4. El regente realiza una gira por
conflicto con el propósito de sensibilizarse a la
ahí compromete una reunión con varias agr
entre otras con el "Frente Emiliano Zapata p
fensa del Ejido de San Gregorio", el grupo m
zado y crítico al Plan. Este día se publican e
O fi cial de la Federación las modificaciones ju
plan original de 1989, entre las que destaca la
substancial del enorme lago propuesto origin
la supresión de la norma complementaria de
alta para el periférico; ambas propuestas fuer
damente criticadas por el citado Frente de San
debido a sus impactos urbanizadores.
Diciembre 11. El regente incumple su pr
celebrar una reunión pactada una semana
los principales grupos de la zona expropi ada
das en condiciones óptimas para su cultivo agrícola; el
pago inmediato de compensaciones por daños y per-
juicios derivados de las inundaciones, sin condicionar
la renuncia a sus derechos agrarios; así co mo la edifi -
cación de un centro de capacitación agrícola.
Junio 20. Se dan a conocer los resultados pericia-
les del decreto expropiatorio; ahí se determina que las
tierras expropiadas de San Gregario deben conservar-
se como áreas agrícolas de mejoramiento y rehabilita-
ción.
Agosto 19. Se firm a un conveni o entre el " Frente
Emili ano Zapata para la D efensa del Ejido" de Sa n
Grega rio Atlapulco, la Delegac ión de Xochimilco y
el Departamento del Di strito Federal, dond e se in-
cluyen las prin ci pales demandas hechas en el mes
de junio por el citado Frente (Convenio, DDF, doc.
1991 ).
1992, mayo 7. Se publica en el Diario Oficial de la
Federación, la disposición definiti va de destinar las tie-
rras expropiadas a su conservación ecológica y como
áreas naturales protegidas; esto es exclusivamente
para actividades agrícolas, hidrológicas, de acuacultu-
ra, ecológicas, culturales, deportivas y de investigación
compatibles con su vocación y preservación (DDF,
1992). Con ello quedaba definitivamente cancelado el
propósito original de ocupar las tierras para usos urba-
nos y se aseguraba su destino para usos predominan-
temente agropecuarios.
Mayo 18-30 . Se rea liza n di stintas gesti ones entre
el Frente de Sa n Gregario ante las autoridades del
DDF y la Secretaría de Desarrollo Social, en ese en-
23 1
Noviembre. El DDF da a conocer el avanc
obras, entre otras, una planta para ampliar la ca
de bombeo de agua residual y pluvial, redes d
ta rillado, rehabilitación de canales y apantles
redes de tuberías de agua tratada para ri ego a
edificación de co ntroles para nivelar la circul
agua en los canales.
1993 , Abril . El DDF propone al Frente Emil
pata para la Defensa del Ejido, un Permiso A
trativo Tempora l Revocable (PATR) por 20 a
utilizar gratuitamente las tierras expropi adas
das para actividades de acuacultura y conexas
Junio 5. El presidente Carlos Salinas de Gort
gura en el Parque Ecológico de Xochimilco l
del Plan de Rescate de las Zonas Lacustres de M
Tláhuac y Xochimilco.
1994. En el marco del conflicto indígena en C
el DDF anuncia durante el año la puesta en
de otras obras, como la terminación del lago
vo, una cuenca lechera, mercado de plantas
colecto res marginales en ríos y barrancas con
das y la conclusión de las tres lagunas de re
(Ciénega Chica, Ciénaga Grande y la de Tláhu
1996. julio 23. El Frente Emiliano Zapata
Defensa del Ejido y algunos integrantes del F
Abogados Democráticos, denuncian en una c
cia de prensa el incumplimiento de los acuerd
brados con el DDF y el estado en que se enc
los procesos juríd icos sobre la tierras expropia
esto se inicia una nueva etapa del Plan de Resc
lógico de Xochimilco.
Los problemas actuales: hundimientos, urbanizac
y contaminación del agua

~;ICO y '" ce,ió" I.m'.', ,-I,'m. <1 -

qu eza agríco la de nu estro pasado prehl spanl co, se
debate en un a perspectiva de modernidades más
destructoras que prese rvadoras. Un a exte nsa in-
vestigación de ca mpo -ini ciada en el Ce ntro de
Ecología y Desarroll o bajo la coord inación de este
autor y co mpletada recientemente- demu
efecto, un deterioro ambi ental y una preo
transfo rmación de la zona chinampera. Tre
probl emas fund amentales sobre los cual e
co ncentrarse los esfu erzos para preservar e
monio Hi stó ri co de la Humanidad:

232
La preocupación central : chinampas de Xochimilco. San Gregorio. San Luis. Tláhuac y Mi xquic. ante la creciente urban
extingue paulatinamente los últimos vestigios lacustres del Val le de México .
Uno. Los hundimientos diferenciales provocados
por la excesiva extracción de agua mediante 120
pozos profundos instalados en la zona de Xochimil-
co-M ixqu ic-Tláhuac. Como hemos anotado en el
apartado correspondiente, en los últimos diez años
se registraron hundimientos hasta de 18 ce ntímetros
anuales, provocando inundaciorles en una parte de
la zona ch inampera y ejidal. En algunos ca nales el
agua se ha extinguido; y entonces, la di sminu ción de
la productividad obliga a los agricultores a abandonar
sus tierras, sentando las bases para su urbanizació n. Es
común observar chinampas inundadas mi entras algu-
nos canales se encuentran sin agua. La alteración del
nivel adecuado del agua respecto a la superficie de la
chinampa (entre 60 y 75 cm) es el factor que expli ca,
entre otros, la cri sis eco lógica de la región chin ampera.
Los hundimi entos diferenciales se agudizaron a partir
de 1970 con la apertura de la seri e de pozos instalados
233
so bre el ca nal de Chalco. En form a de comp
durante esos años se pu so en operación la p
tratamiento de Cerro de la Estrella, y poste
te se inauguró otra en San Luis Tlaxialtemalc
aportan a los cana les de la región no más d
lo cual, además de ser insufi ciente y en ocas
mala ca lidad, en poco contribuye al alivio
dimi ento, pues se ca rece de sistemas de rei
de agua al acuífero. Incluso, la excesiva extra
líquido en la zona provocó durante el sismo
un a gr ieta por donde se fi ltró gra n ca ntidad d
subsuelo. Un aspecto no men os importante
do con los hu ndimi entos de la región es la ta
bosques aledaños, lo que impide la suficiente
del agua al subsue lo y ha provocado qu e la
acuífera no compense la extracción de agua.
hundimientos que persisten hasta nu estros
consecuente disminución del agua en los ca
chinampe ros.
Dos. La crecie nte urba nizació n lega l e ilega l de la
zona china mpe ra y ejidal de la región lacustre . Con
la a pe rtura e ntre los a ños sesenta y sete nta del Pe rifé-
rico y la ave nida Prolo ngació n División del Norte, la
urbanizació n se hizo prese nte e n la zona chinampe ra.
La valorización del suelo pa ra la edificació n de vivie n-
das y servicios motivó la ve nta de te rre nos agrícolas
pa ra usos urba nos, creándose nuevos fraccio namie n-
tos y a rraigando ha bita ntes poco compro metidos con
la co nse rvació n del patrimo nio agríco la de la zona. El
grado de urba nización y e l dete rioro ambie ntal de la
regió n es notoriame nte crítico a pa rtir de los prime ros
a ños del siglo XXI.
La acele rada reducción paulatina del área agrícola
es resultado de la consta nte invasió n de usos habita-
cio nales e n las zonas china mpe ras. Y, aunque la ex-
pa nsión urba na e n las partes mo ntañosas de la regió n
no expe rime nta por a hora procesos ace le rados, no
pasa así e n el ejido y la chinampa de las zo nas lacus-
tres. Preocupa n, sobre todo, las fronte ras agrari as de
San Grego ri o, Tulyehualco, Tláhuac y Za potitlán, a me-
nazadas ante la esperada invasió n de asenta mi e ntos
il egales, coma ndados po r poderosos fraccio nadores
cla ndestinos de Iztapala pa y Tlá huac.
Tres. La defi cie nte ca lidad de agua que aún alime n-
ta los canales chinamperos y parte de la zona agrícola
ejidal. La fu e nte más impo rtante de co ntaminació n son
las descargas residuales domésticas y de otras activida-
des productivas. Investigacio nes realizadas e n vivie n-
das de Xochimilco cerca nas a los canales, mu estra n
ya la presencia de materia feca l. "Existe conside rable
co nta minació n fecal e n las to mas de agua y recipie n-
tes domicilia rios, incluye ndo los tinacos" (Cifu e ntes,
234
el acu ífero!. .. ] es pecialm ente en el área
(d onde) se mos tró la prop o rción más alta
contaminados" (Cifu entes, 99: 18-21 ). A
pu és, e n e l 2005 , se hi cie ron públi cos los
de un estudi o e la bo rado po r el investigado
Suá rez d e l la bo rato ri o d e Eco lo gía Hum
UNAM , re po rta nd o p rese ncia d e substa n
cas, e ntre e ll as e l a rsé ni co, e n e l ag ua p
la co lo ni a Ampli ac ió n Te pe pa n, Xochimil
tudi o esta bl ecía qu e ta l prese ncia la hací
pa ra e l co nsum o hum a no (J ose fin a Qui
Jo rn ad a, 22 di cie mbre, 200 5, pago 40).
Nu estra investigación de ca rácter e m
ocupó de registra r visualme nte el grado d
zació n y conta minación de la zo na lacustre
rioro eco lógico y fund ame ntalme nte, la ubi
las desca rgas residuales ha bitacionales. Los
institu cio nales po r clausura r dichas descarga
rar e l dre naje pluvial del residual pu estos e
desde los a ños oche nta, no ha n resuelto el
Dura nte el desa rro llo del Plan de Rescate
se hicie ro n los mayores esfu e rzos con la cl
cie ntos de desca rgas, pero aun así no fueron
tes, pues a nte tal medida, los pobladores co
abrie ndo descargas clandestinas e n otras pa
casa. Las ca mpa ñas se sigue n o rie nta ndo a re
clusivame nte el lirio acuático, muestra palp
contaminación, pe ro no van al fo ndo del
que son, re iteramos, las crecie ntes descarga
les. Recie nte me nte se conocie ron tambié n
ci udada nos de un progra ma de micropla nta
ras instaladas a mediados de l 2005 e n algun
pú bl icos y otros proyectos presentados por u
zació n de Jóvenes Constructores para la insta
peque ñas pla ntas domésticas.
D escargas res iduales de las viviendas sin tratamiento alguno directamente a los canales chinamperos; una práctica cotidian
ser atendida urge ntemente con sistemas y tecnologías adecuadas, sin importar su costo.
Por otra parte, y según lo afirman los propios chi-
namperos, no toda el agua tratada proveni ente de las
dos plantas de tratamiento (Cerro de la Estrella y San
Luis) es de buena calidad (terciaria). Hay ocasiones,
afirm an, que contiene detergente, visible por la espu-
ma y el olor que desprende; es obvio que una agua
contaminada provoca alteraciones en la productividad
agrícola y representa serios riesgos para la sa lud. Las
chinampas que producen hortalizas regadas con aguas
de mala ca lidad reducen la ca pacidad de co mercia-
lización de sus productos. En este sentido, la región
experimentó en las últimas décadas modificaciones
en el uso y manejo del suelo. De tierra produ ctora
de alimentos pasó a ser tierra productora de fl ores,
pues éstas resisten agua de menor ca lidad. También el
agua de mala calidad produce inmedi atamente vastas
extensiones de lirio. Hacia medi ados de los años 80
235
del siglo XX, casi el 80% de la su perficie de
se encontraba cubi erto por esta planta que
la vida acuática por la disminu ción de oxíg
luz. Hoy la situac ión ha ca mbiado, pero aú n
pro liferación del liri o en muchos de los can
perspectivas agrícolas de la zona ch inamper
den de preservar una buena ca lidad de agua;
nes para producirla se verá n limitadas de no e
so luciones técn icas a las desca rgas residuales,
de mayo r cua ntía.
En el siglo XVI existieron en la región lacu
mi l hectáreas de chinampas, lo que repr
tre inta veces el tamaño de Tenochtitlán. Hoy
segu nda mitad de la década del siglo XX I, sólo
alrededor de 2500 y 140 ki lómetros de cana l
su preservación resulta imprescindible, prese

sufre mayores transformaciones. La agri cultura en ch i-
nampas ya no se practica con la intensidad de otros
tiempos; la mayor parte lacustre de Xochimilco está
plena mente absorbida por el crecimiento de la man-
cha urba na. Por lo tanto, su degradación ha propiciado
que sus habitantes vean la zona más como un espacio
turístico-orname nta l, que como un siste ma prod ucti -
vo . So n visibles las chinampas abandonadas rodeadas
de canales con agua co ntaminada y co n desechos só-
li dos co mo plásticos, vidri o, madera y hasta cascajo;
o bien ocupadas por precari as viviendas sin drenaje
y con descargas de agua residual directa mente a los
canales; prolifera el liri o, el azo lvamiento de canales.
Algunos propietari os de los predios de chinampas ca-
recen de títulos de propiedad o documentos similares;
en su mayoría son títulos privados muy antiguos no ac-
tualizados. La valorización del suelo por el crecimiento
urba no ha incrementado la venta de tierras aun sin es-
cri turas, lo cual ha provocado co nfli ctos entre qui e-
nes desea n conse rva r la tierra y los qu e prefi eren
obte ner un beneficio eco nómico ante la ca rencia de
o portunidades para co ntinuar ejerciend o las activi-
dades agríco las.
Barrio San Ma rcos .- Con algunas descargas domici-
li arias a los canales, es notori a la proliferació n de man-
gueras co nectadas a los hidrantes públ icos. Amp liación
San Ma rcos. - Conta minación de agua de los canales,
co mo muestra la existencia de liri o. Barrio de San Juan.-
Segu ramente por tratarse de una zona turística aq uí no
es ta n notoria la presencia de descargas domici liarias
y de lirio (el existente se remueve continuamente). En
años anteriores se realizó aquí una intensa campaña
para la construcción de fosas sépticas domiciliarias. Ba-
rrio de La Concepción .- En el ca llejón Tlatil existe un
canal antes utilizado como embarcadero y hoy co mo
basurero. Se detectaron, asimismo, desca rgas domici-
236
ca nal Atizapa se detectó la presencia de liri o
dades moderadas. Ex isten actividades pecua
la cría de vacas, caba llos y cerdos, co n las co
tes descargas hacia el ca nal. Es visible la urb
incipiente sobre las chinampas, como lo mu
telarañas de cab les de luz conectadas ilega
un tablero. Barrio San D iego .- En esta zona e
nimas descargas domici liarias y se detectaro
desagües cla usurados. El barrio que rodea l
ca nales se encuentra totalmente urbanizad
de San Lorenzo .- Au nque ex iste aquí una
te zona chinampe ra, es visible el incipiente
de las tierras de cultivo, ocasionado por la ocu
viviendas; hay prese ncia de lirio y basura. E
chinampas con invernaderos son visibles los
como bolsas de plástico, costales de agroqu
cíos y otros desechos. Barrio de La Santísima
cia de lirio. Barrio de San Cristóbal.- Aunq
drenaje conectado a la red municipal, en
posteriores de algunas casas se detectaron
de agua jabonosa al ca nal. Barrio de Be/ém .-
tes al canal de Circunvalación se detectaron
te descargas de agua prove nientes de lavade
de Xa /tocán.- Predomina el uso habitaciona
por tanto innumerables descargas doméstica
dor del embarcadero turístico de Nativitas
la prese ncia de lirio y basura. Pueblo de S
Acalpixt/a.- Sobre el ca nal de Santa Cruz s
un importante desagüe de aguas negras y u
proliferación de lirio, a pesar de la cercanía d
Arqueológico. Es probable que la coloni a E
creada hace algunos años, sea contribuyente
descargas. Barrio Ca/tongo. - Es una zona de
te contaminación debido al estancami ento d
lirio y descarga de aguas negras, principalm
dedor de la zona habitacional. Según algun
vistados, la presencia de liri o data de much
pesa r de su retiro constante por las autorida
Descargas residuales originadas por la creciente urbanización, cuyo desrino son los canales chinamperos. Las rradicionales c
resuelven el problema de fondo; hay que consrruir drenajes paralelos o bien dorar casa por casa, de un sisrema domesrico de r
de agua.

237
por la conse rvac ión del ca mpo qu eda demostrado por
el hecho de que sus ca nales no tienen un a función
turística como en Xochimilco o Tláhuac. El intento por
prese rvar la tecnología tradicional de la agri cultura sin
agroquímicos ha obli gado a recurrir al bombeo del lí-
qui do para regar las chinampas; pero también al uso
de pl aguicidas para preservar los cultivos. Entre los
problemas centrales de la zo na hay que destaca r la
defi ciente calid ad del agua prove ni ente de las plantas
de tratami ento de Cerro de la Estrella. Según la in-
formación de algunos entrevistados, el agua tratada y
surtid a a los ca nales " no reún e la ca lidad ni la ca ntidad
necesari a para seguir trabajando la ti erra" . Asimismo,
sa linidad, y filtración de agua con presenc
teria o rgá nica". La investigación de ca mpo c
la ex istencia de desca rgas domicili arias en
les, prin cipalmente en la zona habitacional a
centro del pueblo; incluso, adyacentes a la
gas de agua tratada provenientes de la planta
de la Estrella. Dichas descargas incluyen deter
lenta biodegradación, materia fecal, sa les d
otros min erales que provoca n salinidad en
y pérdida de fertilidad. Por tanto, la defici
dad del agua y la reducida fertilidad de la t
generado traslados de las técnicas de cultivo
fl ori cultura.

Puente de U rruria en el límite entre los pueblos San G regorio y Xochimilco. 1997. El abundante lirio es una muestra de la c
ció n que sufre a veces, el agua de los ca nales debido a las descargas residuales no contro ladas. Seguir quitando el lirio tampo
el problema de fo ndo.

238
Producto de la excesiva extracc ión del acuífero y el co nsecue nre hundimienro del suelo, el agua de los canales (iend e a d
obligando a excavar permanen(emem e los ca nales.

239
pues eso les permite edifica r sobre ellos viviendas pre-
carias sin servi cios, convirtiéndose al paso del ti empo
en fuentes de desca rgas residuales hacia los canales.
Aun así, en la zona lacustre de Sa n Gregario se man-
tiene una gran canti dad de chinampas qu e luchan
por sobrevivir ante la creciente urbanización. Aunque
en algunas zo nas se co nservan adecuados niveles de
agua, ha desa parecido la exuberante vida acuática qu e
alguna vez ex istió. Un chin ampero nos dij o : "todavía
recuerdo cuando de niño metía la mano al agua y sa-
caba ostras y atrapaba grandes pescados que lleva ba
para casa". De toda la región lacustre, los pobladores
de San Gregorio so n los más combativos para conser-
var y preservar la agricultura chinampera. En los últi-
mos años y a través de diversas organizaciones, son
prácticamente los únicos qu e han reclamado en forma
permanente la solución de sus problemas; entre otros,
un mayor abastecimi ento de agua incl uyendo la me-
joría de su ca lidad; las constantes inundaciones en los
ejidos y la conservación de ellos co mo tierras agrícolas;
los trabajos de rescate y nive lación de los ca nales, y las
facilidades para la mejor comercialización de sus pro-
ductos. Todo con el propósito de seguir conservando
sus tierras como fu ente de alimentos para la ciudad de
M éxico .
Lavaderos La Fábrica y sus alrededores.- Co n pro-
blemas de escurrimiento de agua jabonosa hacia los
ca nales, la zona aledaña a los lavaderos se encuentra
prácti camente urbanizada; y sobre el canal, de estos
hacia el Puente de Urrutia, se detectaro n tramos obs-
truidos por basura y liri o. La zona se caracteri za por la
conce ntración de innumerables inve rnaderos . La man-
cha urbana aledaña al canal y rum bo al centro de San
Gregario es generadora de una gran ca ntidad de des-
cargas res iduales. Lavaderos de Atenco .- Se visualiza-
ron escurrimi entos de agua jabonosa a los ca nales; ye l
240
taca notoriamente el "enjambre" de cables
ducir la energía eléctrica, lo que representa u
de los procesos incipientes de la urbanizac
zona. A menos de 200 metros del embarca
ten casas habitación de dos pisos. La in ex is
drenaje permite suponer, al igual que en ot
el fun cionamiento de fosas sépticas sin ning
ofi cial, lo que estaría propiciando la co ntami
los mantos freáticos. En las orillas del canal y
chinampa aparece n ya viviendas que vierten
bonosas directamente al agua del canal.
cl San Luis Tlaxialtemalco. Este poblado
ño, otro de los principales abastecedores de
para la ciudad de M éxico; y aunque aún h
te población dedicada a la producción de
es cada vez más extendida la de flores y p
namentales, combinada con actividades ter
servicios. La mayor parte de los chinampero
ten con los de San Gregario y Tláhuac su
a urbanizar la zona o co nvertirla para activ
recreo y turismo. En los últimos años se ha
do movimientos de orga nizaciones sociales
a los intentos de modifi car los usos de suel
y, por tanto, so n exce pcionales las edificaci
vivienda u otros servicios para población e
decir de sus agricultores, el sistema chinam
senta un grave decrecimiento en la productiv
cola debido a las descargas de aguas negra
que la mala calidad del agua "quema" su
y que el descenso del nive l de agua en los c
nera la proliferación de salitre, provocando
ble redu cción de la productividad agrícola.
la disminución paulatina de agua y su crecie
minación, hace décadas fu e instalada aquí u
de tratamiento que actualmente surte de agu
a la zona chi nampera de toda la región lacu
Lavaderos públicos en San Gregorio. Au nque dichos lavaderos cuentan con drenaje, de vez en cuando el agua jabonosa va
tamente a los canales. Hace faIta incrementar la información y la concientización en la poblac ión local, y tambi én en las au
Lavaderos Tlalmelaca.- Constituyen un punto de sa-
lida de las canoas que transportan productos agrícolas
hacia San Gregorio. Aquí se detectaron escurrimi en-
tos co n detergentes y algunas descargas ca nalizadas
en mangueras. En la zona señalada como reserva eco-
lógica se detectaron múltiples descargas domiciliarias
contiguas a los invernaderos. Sobre el ca nal de Santo
Domingo se observó reducida presencia de basura y
lirio, y a sus alrededores es notorio ya un incipiente
uso habitacional en la chinampa .
d) Tláhuac. El abandono de las actividades agrícolas
en las chinampas, y al mismo tiempo la edificación de
viviendas en ellas, empieza a ser notoria. Según los agri-
cultores entrevistados, uno de los principales problemas
que explicarían la baja rentabilidad de dichas activida-
des agrarias, así como la pérdida de interés por laborar
la tierra, es la presencia de compradores intermediarios,
quienes ofrecen un precio muy bajo por sus productos.
241
Como en los otros poblados lacustres, aquí
mente preocupante la creciente urbaniza
extensión de la mancha urban a proveniente
legación Iztapa lapa y del municipi o de Chalc
vocado fuertes presiones de urbanización por
organizacion es sociales vinculadas a partidos
que han constru ido viviendas en las fronter
tres. La inseguridad jurídica de la tenencia de
agrícola, postergada durante décadas, podría
la ocupación para usos urban os de esas tierra
agrícolas hacia medi ados del año 2005. Alre
la zona chinampera se detectaron nuevas colo
se suman a otras como La Haba na, Del M ar y
ción Selene, edi ficadas hacia el año 2000 ; s
dores siguen desconociendo la existencia de
chinampera y su importa ncia amb iental y cu
contin uar dicha expansión, la zona poniente
les estaría en peligro de contam inarse por d
residua les y contami nación de mantos freátic
y el po blado de Tlá huac; a hí la zo na china mpe ra y su
á rea agrícola co ntigua esta rían e n pe ligro de desapare-
cer po r las presio nes de una urbanizació n exte rna sin
co ntro l. La contaminació n de agua por descargas re-
siduales no sólo se presenta e n los ca nales chinampe-
ros. Algu nos funcio na rios a nó nimos de la Delegació n
reconociero n que ex iste filtració n de aguas negras al
subsuelo, provocada por los pozos de extracció n de
agua. Según afirm aron, el 20% de e llos ha sido clau-
surado por no conta r con la calidad reque rida para el
co nsumo hum a no. Aquí, un o de las más impo rta ntes
a bastec imi e ntos de agua pa ra la agri c ultura, so n las
tube rías de agua tratada prove ni e ntes de la pl a nta
d e trata mie nto de Ce rro de la Estre ll a y algunos tra-
mos de l río Ameca; sin e mba rgo, la po bl ació n adu ce
su escasez.
Los Reyes.- Aunque la laguna y sus ca nales so n ac-
tu a lm e nte utili zad os co mo atracti vos turísti cos, se
detecta ro n a su a lreded o r desca rgas residu ales de
vivie nd as qu e provoca n co nsta nte me nte la prolife-
rac ió n de liri o. Ca nal Revolución y La Turba .- Este
ca nal, resta urado co n agua tratada hacia 1993, re-
cibe actu alme nte agua negras p rove ni e ntes de los
ase nta mi e ntos il ega les ubi cad os sobre la avenida La
Turba; sobre esta ave nida se ha n inte nsifi cado las
ve ntas ilega les de te rre nos ejidales pro movidas por
pro moto res loca les. Sa nta Ana-Sa n juan.- Es la zona
qu e prese nta las mayo res d esca rgas d o mi ci lia ri as d e
agua negra. En un kiló me tro y medi o de reco rrido
po r los cana les fu e ro n detectadas 20 d escargas di -
rectas. Ba rrio de Guada lupe.- La un id ad ha bitacio-
nal a hí ex iste nte fu e edi ficad a sobre te rre nos d e
c hina mpa, no presenta visibles d esca rgas residuales,
p res umi e ndo que sus dre najes fu ero n co nectad os a l
dre naje pú bli co. Sin e mba rgo, ha sido un facto r d e
nu evas urba ni zac io nes adyacentes. Ca nal Nacio nal y
de Aplataco. - Se registra aquí una noto ri a prese ncia
242
ta me no res grados de conta minación de ag
ocho kilómetros de canales y cinco kiló metr
dos de chinampas. La incipi e nte urba nizac
zona se prese ntó a partir de 1997, con la ina
del recl usorio, cercano a los pue blos de Ay
Tezompa. Hasta a hora, las escasas edificaci
usos urba nos e n las chinampas se construy
pa lmente por reside ntes locales que, a nte
espacios habitacionales disponibles e n el p
ocupa n pa ra vivir. Son aú n escasas las fa mi
nas que han adquirido propiedad o posesió
te rre no.
El pue blo de Mixquic vive predo minante
la agricultura; po r e llo, uno de los a baste
de agua más importa ntes es el río Ameca, re
e n algunos tra mos con agua tratada. Sin e m
río presenta e n algunos tramos prolife ració
azolva mie nto, bajo nivel de agua, y e n algu
aleda ñas a sus má rge nes se detectaron míni
tamie ntos ilega les con descargas de agua re
escasez de agua limpia ha obligado a util
negras e n el riego de horta lizas. Pero, aun
tra mo a ledaño a la carrete ra Chalco-Mixqui
prese nta indi cios visuales de co nta minación
pie ntes construccio nes de vivie ndas podría n
a corto pl azo su degradació n a mbie ntal.
Barrio de San Migue/.- Alrededor de l e m
se visualizaron 15 desca rgas provenie ntes
das y algunas del dre naje público; po r ta nto,
e nco ntra r los ca nales cubie rtos totalme nte
otras sin é l, producto de los consta ntes traba
pi eza que, por supuesto, no resuelven la ca
efecto. A lo largo de los canales es visible u
zación incipie nte cuyas "fosas sépticas" para
orgánicos e n su mayoría no cue ntan con
to adecuado; con e l ti e mpo se convie rte n e
Chinampas de San Gregorio en 2006, como muchas otras de la región lacustre de Xochimilco, en espera de su restauració
vación.
de contam inación de materia fecal a los canales, pues
los mantos freáticos ascienden a 50 centímetros de
profundidad. A lo largo de algunos ca nales es igual-
mente común encontrar desca rgas residuales de lava-
deros domésticos. Pero a pesar de este diagnóstico, la
ocupación de la chinampa para usos habitacionales se
combina aquí con labores agrícolas, lo que indica la
presencia dominante de un poblador todavía interesa-
do en preservar su vocación agrícola de la tierra.
Barrio de San Bart%mé. - Los canales en esta zona
son prácticamente inexistentes debido al avanzado
grado de azolvamiento. El área se encuentra urbani-
zada y la antigua zona lacustre aledaña al mercado ha
sido asfaltada. Con la expansión de la urbanización,
se tendió a suprimi r la intercomunicación de ca nales.
Barrio de San Agustín.- Cuenta con un ca nal prin cipal y
dos pequeños aflu entes; presenta descargas residuales
243
prove nientes de lavaderos de antiguas casas,
bre todo, filtracion es de algunos drenajes púb
De no atender estos problemas, las chinam
ca nales de Xochimilco y su región lacustre des
rán en un plazo no mayor a 50 años. No qu e
mucho tiempo para imped ir que este patrim
pi erda. La historia sobre los procesos de urba
da cuenta de una vasta parti cipaci ón de actore
e ilegales, cuyos intereses, legítimos o no, s
tuando al margen del contro l público. La pre
situación obliga a resolver lo más urgente: s
drástica mente la urban ización en la chinamp
ducir sistemas domésticos de tratamiento en
cargas residua les y aumentar el vo lumen de
los ca nales. Es un asunto em inentemente h
pero que requiere una sostenida voluntad po
importa cuál sea el monto de su recuperación
ciones académi cas de in vesti gación y, por supu esto, se rva n el co noc imi ento, la pas ión y la fe e
de sus propi os pobl adores. Cualqui er esfu erzo, por lac ustre, qu e por fortun a todavía preva le
mínim o qu e sea, se rá signifi cati vo para fortalecer y en el sur de la ciud ad de M éx ico .

Chinamperos en el embarcadero de Tlapechicalli, San G regorio; son herederos de aquellos que por agua llegaban desde a
Ro ldan en pleno Cemro Histórico. A ellos y a sus tierras, les debemos una buena parte de los alimentos que se consume
dad.

244
Chi nampas en San Gregorio, Xochi milco. En gran parte, el fmuro de la ciudad de México está depositado en el quehacer co
estos hombres del campo. La global idad del siglo XXI no debi era desaparecerlos, sino integrarlos al desa rrollo económico de
la ci udad de México.

245
Conclusiones y propuestas

~argo de la historia de la ci udad, la natura leza lacustre, aq ue lla nutri da por los pe nsamien
genas, ha sido desplazada casi e n su totalidad por las visio nes mode rn izadoras de construir obras más
para el desalojo del agua y me nos para su retención y aprovechamiento. Desde los tiempos de la conq
la ciudad de México por los españoles, y hasta la actua lidad, e n la Cuenca de México se han construi
grandes desagües que e n su conjunto representa n las o bras hidráu licas más impactantes del o rbe para el
del agua e n una ciudad: El Canal de Hue huetoca o El Tajo de Nochistongo (1607-1608); El ca nal de Gu
o de Caste ra (1790-1804); El Gran Ca nal del Desagüe y el primer Túnel de Tequixq uiac (1867- 1900); el
Túnel de Teq uixq uiac (1946-1 949); y el Drenaje Profundo (1967/1975 -hasta hoy). Con el paso del tiemp
estas obras ha n resultado insuficientes para resolver en forma definiti va el desa lojo del agua fuera de la c
se e ncuentran hoy, como en é pocas pasadas, en los límites de su ca pacidad de desalojo.

247
lar y aprovechar el agua de la lluvi a. A lo largo de su
hi sto ri a y produ cto de esa inca pacidad para dom i-
nar la naturaleza lac ustre, la ciud ad ha sid o presa de
co nstantes inundaciones, algunas de mortales co n-
secuencias para su pobl ac ió n. Baste reco rdar, entre
otras, la inundac ión de 1629 a 1634, a só lo 21 años
de haberse co ncl uid o la primera perforac ión de la
cuenca, rea li zada entre 160 7 y 1608 en Hu ehu e-
toca por Enri co M artín ez; y más rec ientemente, en
1951 y 1952, la inund ación del ce ntro de la ciudad,
qu e elevó el agua durante varias se manas a metro y
medio del suelo .
Las constantes inundaciones, convertidas algunas
en catástrofes hidráulicas, no se han debido ni se de-
ben al agua que extrae mos del subsuelo o importamos
de Lerma o Cutzamala, sino a la abundante agua de
lluvia que satura los drenajes y limita, por ende, su
capacidad de desalojo. Así de simple. Reiteramos lo
escrito al principio del texto. La abundancia del agua
no controlada en la cuenca nos condu ce a dos esce-
narios críti cos. Un o, la extrema vulnerabilidad hidráu-
lica derivada de la incapacidad de los drenajes para
su desalojo, motivo de las grandes inundac iones que
ha sufrido la ciudad a lo largo de su hi storia; y dos,
el cuantioso desperdicio de agua que bien podría ser
aprovechada para mitigar la escasez qu e existe en cier-
tas zonas pobres de la ciudad, además de generar la
duda so bre nuevas opciones para seguir importando
agua de otras cuencas externas. Los problemas del
agua en la ciudad no deben centrarse excl usiva mente
en la supuesta escasez del líquido, sino en su abun -
dancia, la cual nos está condu ciendo cada vez más a
una situación de extrema vulnerabilidad hidráulica. En
este marco, se hace aquí, una severa advertencia sobre
los ri esgos de una nueva inundación en la ciudad de
M éxico, otra más de las 25 graves que ha padecido
en su histori a, todas ellas producto de la saturación de
248
lluvia.
Parte de esa abundan cia del agua so n lo
hídri cos proveni entes del agua de lluvia y
48 ríos y una doce na de mananti ales, qu e
cas i en su totalid ad, a los drenajes de la c
agua de los ríos, mananti ales y de algunas
ha marginado co mo fu entes de abastec im
las políti cas hidrá uli cas por lo menos dura
el sigl o XX y lo que va del XX I; el argumento
do ha sid o inva ri abl emente, su redu cido
sin ll ega r a va lorar qu e no se trata de su d
cuantitativa, sino el t iempo qu e di chos rec
turales se han desperdi ciado.
La ciudad se torna más vulnerable a medi
sigu en co nstruyendo infraestructuras destinad
sivamente a mejorar los desa lojos del agua, s
al mismo tiempo las obras hidráulicas que di
sus volúmenes pluviales enviados a los drenaj
la verdadera causa de las inundaciones. La e
de más y más obras para seguir desa lojando f
cuenca el agua de lluvia sólo reso lverá tempo
el problema. A medida que crezca la ciuda
negra residual y la pluvial seguirá in crementa
lumen, mi smo que, en lugar de enviarse dire
al drenaje, pu ede aprovecharse para diverso
mésticos, recreativos, co merciales e industria
tan especialmente preocupantes las zonas ele
poniente de la ciudad, donde recientemen
co ncentrado urbanizaciones de Santa Fe h
pán de Zaragoza, utiliza ndo los ríos co mo de
agua negra y pluvial, lo cual provoca en épo
vias que el volumen de agua rebase la capaci
macenami ento de las presas y el drenaje de
Por otra parte, es bien conocido que la regió
ciudad es la zona de reca rga acuífera más im
de la cuenca; pero en los últimos años la e
bierno del Distrito Federal.
Co n un a visión prospectiva, e l abastecimiento del
agua para una c iudad de 45 millones de hab itan-
tes espe rada para med iados del siglo XX I no se rá
obstácu lo a lgun o, ni por su vo lume n, ni por las in-
fraestructuras técnicas requeridas. Desde la funda-
ció n de la ciudad y hasta hoy, las crecientes necesidades
de agua se ha n resue lto mediante la ed ifi cación de
gra ndes o bras hidráu li cas que ha n hecho posible a
lo largo de la hi sto ri a, la co nce ntración poblacional
y la expa nsión física de la c iudad. En e l subsue lo del
Valle de México, en los 48 ríos por donde aú n se
ca na liza agua limpi a durante se is meses a l año y e n
las ci nco gra nd es cue ncas exte rn as que c ircu ndan la
de México donde se as ie nta la ciudad , ex iste agua
suficiente para las próximas ci nco décadas. Agua e n
abunda nc ia la tenemos bajo e l subsue lo, particular-
mente e n las partes bajas de la cuenca de México
aún no urba nizadas; o bien e n las cua nti osas reser-
vas de las tres c ue ncas vírge nes (Amac uzac, Teco lu-
tia y O ri e ntal Libres) que c ircunda n la ciudad y en
las c ua les se preparan, por c ie rto, nu evos proyectos
de abasteci mi e nto.
Gene ralmente, la escasez del agua ha sido utilizada
como una justificación para ed ificar las grandes obras
de abastecimie nto aq uí re latadas; o bien hoy, para jus-
tificar los esperados procesos de privatización y la pro-
bable e levación de las tarifas. La escasez del agua en
la ciudad existe, sí, pero sólo en determinados sectores
de población que reside n e n zonas con reducida o n u la
capacidad de a lmacenam iento; o a hí donde las redes
de distribución son insufi cie ntes. Es decir, su escasez
histórica y permanente no se debe necesariamente
al volumen del agua disponible. La postura guberna-
me nta l es au me ntar a corto plazo 3 o más mes, pues
desde 1995 no se aume nta e l cauda l de agua e n e l
249
e l pasado y sufren actua lme nte la escasez? Ve
agua, pero eso no garantizará e l abasto a los
sociales que sufren la escasez.
Nuevas políticas hidráulicas deben Incorp
ciones más eficaces para reducir a corto plaz
tracción del 70% del agua del subsuelo, c
hundimie nto; y éste a su vez, ca usa de frac
las tuberías de agua potable, drenaje y probab
de hidrocarburos. Aquí hay un problema urge
requiere atenderse de inmediato. Se necesita
sistemas genera les y domésticos para recupe
macenar e l agua que día a día nos regala la nat
el agua limpia y crista lina de los ríos que se
directamente a los drenajes, y aq ue lla que se d
cia e n casas, fábrica s y comercios. El aprovech
de toda esta agua, será una forma de disminu
tracción, y en consecuencia, los graves hund
de la ciudad.
La ciudad requ iere y requeri rá de más agua
no es conveniente seguir extrayéndola exclusiv
del subsuelo del Va lle de México, si n consider
viable la utilización del agua pluvial o aqu
desciende de los casi cincuenta ríos que envu
ciudad; o bien segu ir importá ndo la de otras
a costa de segui r afectando en esas regiones
vidad agropecuaria. Es necesario, edificar allá
actuales y las futuras cuencas abastecedoras d
las obras hidráu li cas que eviten e l deterioro d
ducción agrícola, ganadera o forestal. La ciu
pende del campo, no a l revés. De l campo ob
el agua para nuestra supervive ncia , los alime
energía e léctrica para e l desa rrollo de las act
productivas. Pero e l crecimie nto de las ciudad
ce mos a costa de afectar los recursos naturale
regiones agrícolas. Allá los campesinos cuestio
razón los desperdic ios de l agua e n la ciudad , q
mayores volúmenes para segu ir produciendo alimen-
tos para la ciudad.
Durante el siglo XX y aú n durante estos primeros
años del XXI, se han marginado las políticas y los pro-
gramas de reutilización, reciclamiento y almacena-
miento del agua; y se han subestimado los desalojos
de las aguas pluviales y residuales de los nuevos asen-
tamientos urbanos, particularmente en los municipios
del estado de México. Hay que llamar la atención res-
pecto a las nuevas y crecientes expansiones metropo-
litanas ed ificadas a partir de esta primera década del
siglo XX I por los grandes consorcios inmobiliarios de
vivienda; estos siguen extrayendo agua del subsuelo
a más de 350 metros de profundidad, incrementando
así el hundimiento general de la ciudad; además del
incremento en la saturación del Gran Ca nal del Desa-
güe, debido al envío a ese drenaje de sus aguas plu-
viales y residuales. De no aminorar adecuadamente el
volumen de agua de los desalojos, construyendo obras
para su almacenamiento, dicho drenaje general sufrirá
a med iano plazo saturaciones de alto riesgo.
Otro de los grandes pendientes es la urgente res-
tauración de los últimos vestigios de las chinampas de
la región lacustre de Xochimilco, cuya situación críti ca
fue ampliamente descrita en el apartado correspon-
diente. Para restituir la calidad del agua en los cana-
les, es indispensable atender las descargas resid uales
de usos hab itacionales, agropecuari os y comerciales
med iante tecnologías domésticas para el trata miento
del agua; no han sido suficientes las miles de clausuras
realizadas. Todos los esfuerzos institucionales o priva-
dos, nacionales o internacionales que se emprendan
en el futuro, se verán limitados mientras no se resuelva
el tratamiento de agua doméstica. Aquí es urgente un
mayor control sobre las descargas residuales a los ca-
250
centros académicos y de investigación. En X
y su región lacustre, las universidades, con
financiero gubernamental o privado, tienen
pendiente histórico que cumplir.
La preservación de los 25 kilometros cua
chinampas y los 140 kilómetros de canales
nicos que aú n sobreviven dependerá, reite
la capacidad tecnológica para tratar adecu
el agua negra que, proveniente de las zon
cionales, se desaloja actualmente en dicho
Para sus pobladores, las chinampas significa
creencias, costu mbres y relaciones sociales q
ferencian de los habitantes urbanos; por ello
tionable que su cu ltivo debe preservarse a p
urbanización que envuelve ya la zona lacust
contexto, la citada distinción de la UNES
patrimonio históri co de la humanidad ha de
como suced ió en México y otras partes de
el interés inmobiliario, dando origen a con
ciales provocados por agentes que reclaman
más en el ámbito de la rentabilidad urbana
preservación ecológica, agrícola e histórica
se hace cada vez más urgente en Xochimilc
gión lacustre, recuperar su vocación agrícol
sin importar los recursos financieros que se
Preserva r la tradición de la agricu ltura de la c
que subsiste desde hace diez siglos, requie
car las políticas de atención al campo circu
nuestra ci udad . Mayores apoyos técnicos y f
capaces de elevar la productividad agrícola t
formar parte del subsidio gubernamental, co
de en otros países avanzados, donde la agr
parte fund amental de su desarrollo económ
La ciudad continuará irremed iablemente
miento y su expansión urbana. Ante este
rar, proteger y utiliza r los recursos hídricos existentes hacia nuestro pasado, aquel en donde se mantu
en la cuenca, hoy muchos de ellos desperdiciados. y estrecha e indisoluble relación con el agua.

Programa de Restauración Lacustre

de la ci udad de México

1. Almacenamiento del agua pluvial y de los ríos en pequ eñas, medianas y grandes presas en las partes a
la cuenca.

2. Entubamiento de ríos contaminados, construyendo el ducto para las aguas negras debajo del cauce.

3. Sistemas domésti cos para el almace nami ento del agua pluvial.

4. Mayores programas de reinyección doméstica del agua pluvial al acuífero.

5. Canalización y/o almacenamiento del agua pluvial en parques y colonias periféricas.

6. Programas para la cance lación de fu gas en baños públicos y privados.

7. Colocación de pavimentos de filtración pluvial.

8. Aprovechamiento del agua de los 48 ríos de la ciudad, entre los que destaca n el Santo Desierto, Mag
Ameca y el manantial de Fu entes Brota ntes.

9. Si stemas domésti cos de tratami ento y reciclamiento de agua residual en las viviendas aledañas a los
de Xochimilco y su región lacustre.

10. Sistemas de almacenamiento de agua pluvial, de reciclam iento y de trata miento de aguas residua les
nuevos fraccionamientos del DF y del estado de M éxico.

251
Pago Pago

16 Luis Covarrubias, Museo Nacional de Antropología, sala 44 jL

Mexica.
46 Arriba: Acervo Museo de la ci udad de México
17 Acervo M etrópoli s, con datos del Centro de Ecología y Ciudad de México Transformada, CDF, 2000
Desarrollo y actualizado al 2006.
47 jL
19 Acervo Metrópolis, con mapa base de Memoria de las
obras de Drenaje, tomo IV, DDF, 1975. 48 Datos no disponibles de la fuente .

22 Acervo Museo de la ciudad de M éxico. 49 Acervo Museo de la ciudad de México.

23 Planos de la ci udad de México, UNAM y CDF, 1990 51 Folleto de divulgación, DDF

24 Datos no disponibles del autor 52 jL

27 Memorias de las obras del Drenaje, tomo IV, DDF, 1975 53 Datos no disponibles del autor.

28 Ace rvo Museo de la ciudad de M éxico. 54 jL

29 Memorias de las obras del Drenaje, tomo 11 , DDF, 1975. 55 Comisión Nacional del Agua

30 Archivo Ceneral de la Nación, V. 1 5 ramo Desagüe F. 58 Comisión Nacional del agua.

306
59 jL
31 Acervo M etrópolis, co n mapa de fuente desconocida.
60 jL
32 Acervo Museo de la ciudad de México.
65 Litografía y grabado en el México del XIX, tomo
33 Archivo Ceneral de la Nación. Inbursa, 1965

34 juicio sobre las Obras del desagüe, s1ed ., 1930. 66 México Constructor, CMIC, 1992

35 jL 67 jL

36 Memorias de las obras de Drenaje, tomo IV, DDF, 1975. 68 México y sus alrededores , Decaen, Inbursa, 198

37 Acervo Museo de la ciudad de M éxico, Decaen. 70 Ciudad de México transformada , CFD, 2000
Contraportada : México Ilustrado, Fomento Cultural
Banamex. 71 Datos no disponibles de la fuente .

38 Arriba: Casimiro Castro y su taller, Instituto Mexiquense 73 Folleto de divulgación, Comisión Nacional del A
de Cultura y Fomento Cultual Banamex. 1996. Abajo :
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39 Litografía y grabado en el México del XIX, tomo 11, 77 ClDAP·INBA, Diego Rivera, pintura mural . FEPM
Inbursa, 1994
81 Folleto de divulgacion, SEMARNAP y CNA
41 Memoria del desagüe del va lle de México, ed . Lui s
Conzález Obregón, 1902. 82 Sistema Cutzamala, CNA, 1994.

42 Memoria del desagüe del va lle de México, ed . Lui s 83 jL

Conzález Obregón, 1902
43 Sistema Hidráulico del Distrito Federal, DCCOH, 1994 . 85 Sistema Cutzamala, CNA, 1994

253
92 Folleto de divulgación, SEMARNAP y CNA
158 Ciudad de México, 1952-1964, DDF, 19
93 jL
159 Dibujo de César Camacho
94 jL
160 jL
95 jL
163 México y sus alrededores, Decaen, Inbur
99 Folleto de divulgación , CNA
168 Acervo Metrópolis, con mapa base de M
103 jL del Valle de México, O la Apens, SEF I, UN

104 jL 169 Acervo Metrópolis con mapa base de Ma

del Valle de México, Ola Apens, SEFI, UN
107 jL (ambas)
170 DDF, 1997
111 Francisco Domínguez Aranda
171 Datos no disponibles de la fuente
11 2 Treinta años de hacer el Metro, ICA, 1997
173 Christian Legorreta
113 Marcos Mazari y jesus Alberro. Problemas de la cuenca
de México, Colegio Nacional, 1990 174 jL (ambas)

11 5 DDF, 1996 175 Christian Legorreta

116 Ciudad de México Transformada. CDF, 2000 176 jL (ambas)

11 7 jL 177 jL

11 8 jL 178 jL (ambas)

11 9 jL 180 Arriba: Christian Legorreta; abajo: jL

120 jL 181 jL

121 jL 182 Christian Legorreta

127 Memorias de las obras del Drenaje, tomo 1\1, DDF, 1975 183 Christian Legorreta

129 Memorias de las obras del Drenaje, tomo 11 , DDF, 1975 184 jL

130 Memorias de las obras del Drenaje, tomo 11, DDF, 1975 185 Christian Legorreta

131 Datos no disponibles del autor. 188 jL

132 jL 189 Delegacion Cuauhtémoc, 1998-1999

133 jL 190 Delegacion Cuauhtémoc, 1998-1999

137 jL (ambas) 191 jL (ambas)

141 jL 192 jL

142 JL 194 Proyecto Lago de Texcoco , Ing. Cerardo C

1995
143 jL

254
200 Cortesía del Arquitecto Alberto Kalach

205 jL

207 jL

208 jL

209 jL

211 jL

212 jL

214 jL

216 jL

219 Ciudad de México Trasformada , GDF, 2000

222 DDF, 1990

223 DDF, 1994

224 Diario Oficial, DDF

225 Cortesía de Lucas Godoy

227 jL

233 jL

235 jL

237 jL

238 jL

239 jL

241 jL

243 jL

244 jL

245 jL

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259
 El Agua y la Ciudad de México. De Tenochtitlán a la megalópolis del siglo XXI,
se termi nó de imprimir en marzo de 2006, en Artes Impresas Eón, S.A. de c.v.
Fisca les núm . 13, Col. Sifón, c.P. 09400, Del. Izta palapa,
Tels.: 5633 02 11 Y 5633 9074,
< info@arteon.com.mx >
La edición consta de 1,000 ejemplares.

UAM 2894711
TD228 Legorreta. Jorge.
A1 El agua y la Ciudad de Mé
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