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Conocer el tipo de suelo es de suma importancia para la construcción de cualquier vía,

ya que de eso dependerá su viabilidad.

En México existe una gran diversidad de suelos que pueden explicarse por la interacción de
diversos factores, en los que se encuentran su ubicación geográfica, su topografía y sus
climas.

De acuerdo con el INEGI, en México existen 26 de los 32 grupos de suelo reconocidos por
el Sistema Internacional Base Referencial Mundial del Recurso Suelo (IUSS). En el 52.4%
del territorio nacional hay suelos somerosos y poco desarrollados. Dominan los Leptosoles
(28.3% del territorio) Regosoles (13.7%), Phaeozems (11.7%), Calcisoles (10.4%),
Luvisoles (9%) y Vertisoles (8.6%) que, en conjunto, ocupan 81.7% de la superficie
nacional.

Los estudios de suelo o estudios geológicos y geotécnicos son de suma importancia para el
diseño de carreteras, estos brindan las condiciones y restricciones que puede tener el terreno
en estudio y permiten adoptar los parámetros adecuados para el diseño correcto de la vía.

Tipos y características de los suelos en México

Regosol. Suelos poco desarrollados, constituidos por capas de material suelto que cubre a
las rocas.

Litosol. Suelos muy delgados de piedra, tienen una profundidad menor a 10 cm.

Xerosol. Suelos secos, tienen una capa superficial de color claro, sin embargo, debajo de
esta capa puede haber un subsuelo rico en arcilla.

Yermosol. Suelos desérticos, la capa superficial de este tipo de suelo es aún más pobre en
humus que el xerosol y más clara.
Cambisol. Suelos cambiantes, presentan en el subsuelo una capa con terrenos que
presentan vestigios del tipo de roca subyacente y pueden tener pequeñas acumulaciones de
arcilla, carbonato de calcio, fierro o manganeso.

Vertisol. Suelos que se revuelven, tienen un alto contenido de arcilla, la cual se expande y
se vuelve pegajoso cuando se encuentra en humedad y, en seco forma grietas anchas y
profundas.

Feozem. Tienen una capa superficial oscura, suave en materia orgánica y en nutrientes.

Rendzina. Tienen una capa superficial abundante en materia orgánica y muy fértil que
descansa sobre roca caliza o materiales ricos en cal.

Luvisol. Suelos con acumulación de arcilla, tienen un enriquecimiento de arcilla en el


subsuelo y generalmente son rojos o amarillentos.

Acrisol. Suelos muy ácidos y pobres en nutrientes, tienen acumulación de arcilla en el


subsuelo, son rojos, amarillos o amarillos claros con manchas rojas.

Andosol. Suelos de origen volcánico, constituidos principalmente de ceniza.

Solonchak. Suelos salinos, se presentan en algunas costas y lechos de lagos.

Gleysol. Suelos pantanosos, se encuentran e la parte donde se satura con agua, colores
grises, azulosos o verdosos, que muchas veces al secarse y exponerse al aire se manchan de
rojo.
Castantildezem. Suelos alcalinos, frecuentemente tienen más de 70 cm de profundidad y
presentan una capa superior de color pardo o rojizo oscuro, rica en materia orgánica y
nutrientes, con acumulación de caliche suelto o ligeramente cementado en el subsuelo.

Planosol. Suelos desarrollados en relieves planos, presentan debajo de la capa más


superficial una capa infértil y relativamente delgada de un material claro que es menos
arcilloso que las capas tanto que lo cubren como las capas que la subyacen. Debajo de esta
capa se presenta un subsuelo muy arcilloso, o bien, roca o tepetate, todos impermeables.

En VISE realizamos todos los estudios pertinentes antes de iniciar la construcción de una
obra para garantizar la mejor calidad, seguridad y durabilidad del trabajo.

¿Cuáles son los tipos de suelos?


El tipo de roca mediante la cual el suelo se originó, las características topográficas del área,
el clima, el tiempo y la actividad humana son los cinco factores principales que determinan
los tipos de suelos.

Existen los siguientes tipos de suelos:

SUELOS ARENOSOS: son aquellos que están formados principalmente por arena. Este
tipo de suelo no retiene el agua y, al poseer poca materia orgánica, no es apto para la
agricultura.
Suelo arenoso.

Suelos calizos: son aquellos que poseen abundantes sales calcáreas. Este tipo de suelo es de
color blanco, seco y árido, por ende no es apto para la agricultura.
Suelo calizo.

Suelos humíferos (también llamados tierra negra): son aquellos que poseen gran cantidad
de materia orgánica en descomposición. Este tipo de suelo es de color oscuro, retiene el
agua y es excelente para la agricultura.
Suelo humífero.

Suelos arcillosos: son aquellos que están formados principalmente por arcilla, de granos
muy finos color amarillento. Este tipo de suelo retiene el agua formando charcos, y si se
mezcla con humus puede ser apto para la agricultura.
Suelo arcilloso.

Suelos pedregosos: son aquellos formados por rocas y piedras de todos los tamaños. Este
tipo de suelo no retiene el agua, por ende no son buenos para la agricultura.
Suelo pedregoso.

Suelos mixtos: son aquellos suelos que tienen características intermedias entre los suelos
arenosos y los suelos arcillosos, es decir, de los dos tipos.
Suelo mixto.

¿Qué es el suelo?

El suelo es la capa más superficial de la corteza terrestre, que se forma a partir de la


desintegración de las rocas (por la acción del agua, los cambios de temperatura y el
viento) y de los residuos de las actividades de seres vivos que se asientan sobre ella.

Están compuestos de materia orgánica e inorgánica, aire y agua. Un buen suelo contiene,
aproximadamente, 45% de materia inorgánica, 5% de materia orgánica, 25% de agua y
25% de aire.
Componentes del suelo.

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